El apocalipsis en tinieblas

Se despierta uno un sábado cualquiera, de esos en los que el sol se ha quedado dormido, y todo son dificultades psicológicas para abandonar el dulce lecho, pero, gracias a las rutinas (Yo no tengo ya obligaciones, solo me quedan las rutinas) y haciendo un esfuerzo sobrehumano consigo poner el pie a tierra.
Te levantas, sacas lo de musulmán que aún corre por tus venas, y vas presto a tus abluciones, que no a tus oraciones, que estoy muy mayor para eso y no soy el Don Guido machadiano, ni en mi baño tengo marcado el Este.
Se abre ante mi una larga mañana, que debes tratar de llenar con algo que no te aburra demasiado. Difícil, pero no imposible, buscas en la discoteca, y encuentras al protegido de Don Luciano, “Il cieco Bocelli”, que se pone a cantar unas arias de esas que hasta los bebés tararean en la cuna. Pero ya me vale.
Que sí, que la “donna” sigue siendo “mobile”, “malgré” las feministas al uso, esas que aplauden cual posesas, cuando las lleva el presupuesto oficial al palco del Liceu, se enfrentan al Rigoletto, y ven que el quinto piso se levanta con el ¡bravo! en la garganta, con el último do de pecho del Villazón de turno.
Pero no estoy para estas cosas, que no sé por qué los dedos me han llevado hasta el opúsculo ese de Don Józef Teodor Konrad, en el que un lechuguino sube el Río Congo, hasta llegar al “productor” de marfil, a Mr. Kurtz. Y lo que son las cosas, que una te lleva a la otra con facilidad, y cómo no, llego al otro Kurtz, al coronel que monta su secta en el confín de Camboya y Vietnam, Coppola dixit.
Pienso que una de las mejores mezclas que se han dado en el Imperio, es la de los italianos que en segunda generación nacieron hablando inglés, pero que llevaban en sus genes los milenios de educación y tradición del otro Imperio, el antiguo, el de verdad, el que hacía romanos a los galos, a los iberos y a los escoceses no, que eran incivilizables, y los dejaron para los presbiterianos, que si se atrevieron a saltar el muro de Adriano.
Y tipos como Coppola, Scorcesse, Puzo, Cimino, De Palma o como Sinatra, Minelli,o Di Carpio (estos en menor medida), o como otros muchos con esas características, que hasta premios Nobel hay (siete), han sido capaces de filtrar la cultura puritana con la romana, infinitamente más abierta, crítica, y por supuesto humanística.
Voy directo a lo que hizo nuestro Coppola con la obra de Konrad, y como la utilizó para hacer un tratado de usos y costumbres como a Konrad no se le hubiese ocurrido nunca, aunque seguro que tampoco lo pretendía, y que independientemente de sus orígenes Ucranio/polacos, fue, al final un viajero de los siete mares, que adoptó el idioma del Imperio Británico, y buena parte de su moral.
Coppola, se atreve a presentar su obra, a poco de la vergonzante salida de Vietnam de las derrotadas tropas del Imperio, sin ahorrar casi nada de lo que llevó a esa derrota que empezó con otra derrota, esta vez del orgulloso ejército francés en Dien Bien Phu. No hablaré de muertos de uno y otro lado, no hablaré de las barbaridades que hicieron los hijos de los puritanos que quisieron controlar aquello, no hablaré de lo que significó para la sociedad americana de Boston a San Diego y de Miami a Seattle.
No hablaré del desprecio con que se percibió el trato que a los excombatientes les profesó su Estado, del racismo que en ese trato se manifestó, y además de la discriminación que se percibió a la hora de reclutar ricos y pobres.
El capitancito alcoholizado que remonta el río para buscar el templo de Kurtz, consigue tener su conversación con el coronel, que sabe perfectamente que viene a matarle, y tiene que escuchar del boina verde aquello de “Nuestra sociedad ha decidido enseñar a nuestros jóvenes a matar, es más les anima a ello, pero reciben un castigo si escriben “puta” en las letrinas”.
Pues sí, querido coronel, nuestra sociedad, que ahora con eso de la globalidad y las redes sociales, distingue poco de culturas, está llena de gente castigada por escribir en las paredes, o como decía el otro pollo, “Hay gente que puede robar un caballo, pero otros van presos por mirar la brida”. La herencia puritana de Calvino, el asesino de Servet, ya que me pongo.
No es para disculparlos, pero es lo que mamaron al principio de su historia, que cuando llegaban los vikingos a sus costas no era para civilizarlos, era para rapiñar, simplemente, y eso se les debió quedar, ya que aunque los romanos llegaron para darles lengua, leyes y construcciones, eso no se les quedó.
Y ahora, ahí están, que quieren que todo el mundo sea una república presidencialista democrática hasta las cachas, puritana a ser posible, que los ciudadanos se conozcan entre ellos, para ejercer el mayor control posible en sus comunidades, y negar el pan y la sal al que no vaya el domingo a escuchar al pastor y, por supuesto, deudora de Wall Street si es posible.
Tan democrática sociedad, quizás debería haberse planteado, preguntando a los pueblos que ha atacado de forma tan impune, si querían tener una sociedad como la que les querían imponer, si estarían dispuestos a renunciar a sus dioses, a cambio de asistir a al sermón dominical del pastor de turno, pasar de comer arroz o carne de cabra, a degustar un KFC, o Mcburguer.
Y sí, que la geopolítica importa, que no vamos a dejar que Mao o Kruschef se salgan con la suya, que son unos ateazos y además estaban promocionando estados totalitarios y expansionistas, y eso sí que no. Https://www.mtholyoke.edu/acad/intrel/pentagon/pent14.htm
Consultar este enlace, donde podréis ver el punto de vista del Pentágono, y justificar la ayuda a los gobiernos del sur de Vietnam, posteriormente en 1964 del envío de tropas, para parar el avance de los comunistas malos.
Como colofón repetiré una vez más el alto precio que hemos pagado al recibir la ayuda de los Estados Unidos en la segunda guerra mundial, que seguramente compensa si pensamos lo que representaría vivir bajo un régimen nacional sindicalista, o directamente comunista. Pero eso es ciencia ficción, lo que nos queda es saber que seguimos gobernados por minorías, que nuestra voz ciudadana no llega a hacerse realidad casi nunca, que somos una línea de una página excel en nuestra empresa, que se puede borrar, y casi no se nota en la última linea de la derecha. Que se compra y se vende nuestra intimidad con cookies o sin cookies, y nuestra persona es otra línea en las grandes bases de datos del consumo mundial.
No sé si preguntarme que es lo que de verdad importa, pero hoy, escuchando a Bocelli lo que me viene es la miseria del Imperio hijo de presbiterianos y puritanos, que se empeñan en que todo el mundo piense como ellos, invaden para destruir, invaden para aniquilar las poblaciones que se encuentran. (Ahora si lo digo, en Vietnam los americanos mataron entre uno y tres millones de personas en veinte años, es decir entre cincuenta y ciento cincuenta mil personas al año).
No quiero pensar que el teniente coronel que interpreta Duval en la película, y que arrasa un poblado desde los helicópteros al son de la cabalgada de las Walkirias, al que el olor a napalm por la mañana le “pone”, o se empeña en hacer surf bajo el fuego enemigo no sea una clara expresión de la arrogancia anglosajona, con su sombrero del quinto de caballería, en honor del General Custer, empeñado también, por cierto en el exterminio de poblaciones autóctonas.
No sigo que me cabreo

Bradbury, Huxley y Orwell


Los pongo por orden alfabético, para que no se diga, pero al enfrentarme a sus obras más representativas para lo que quiero desarrollar, tanto monta monta tanto.

Y esas obras a las que me refiero, son, como ya se pueden ustedes imaginar, Farenheit 451, Un mundo feliz, y 1984. Obras que no solo nos describen mundos que allá por la primera mitad del siglo XX, suenan mucho a futuro incierto, sino que me plantean hoy la reflexión de lo que de proféticas tienen.

La base común es la existencia de sociedades regidas por regímenes autoritarios, élites, o directamente dictatoriales en forma de castas que intentan neutralizar la libertad del ser humano, su creatividad y su posibilidad de desarrollarse fuera de unos cauces estrictamente marcados por el poder.

Bradbury y Orwell buscan el camino de la represión, cambian la historia por las bravas, y obligan a los ciudadanos a actuar de una forma, en demasiadas ocasiones, contraria a su deseo, o a su necesidad. En ambos casos lo que consiguen es rebeldía, y esa rebeldía, al final supone un riesgo para el mantenimiento del orden social preestablecido.

La caída del régimen soviético, en donde la represión intelectual, acaba volviéndose contra el régimen es un ejemplo palmario y acaba con él, si hablamos de algo más cercano, nuestro régimen franquista sufre el mismo final, por las mismas causas. El legado de Franco, se diluye en poco tiempo, y las sociedades que ocupan el espacio liberado inician caminos nuevos.

Hasta ahora no hemos hablado de libertad, ni cuál es es estado de Rusia ahora, o de España. En el primer caso, sigue el mismo patrón de reprimir el desarrollo de la creatividad humana por la fuerza, y aparentemente siguen sus ciudadanos intentando reaccionar contra la tal situación. Posiblemente lo consigan, o quizás no.

El asunto no es tanto si se consigue un hálito de libertad o no, el asunto es si la fuerza y el terror son eficaces para mantener una estructura de poder sobre la gente, y yo creo que no, contra eso el ser humano reacciona, ya saben ustedes, la violencia genera violencia.

Prefiero la posición de Huxley, que directamente elimina la variedad humana, define las castas que se producen de alfa a epsilon según las necesidades sociales, las integra en una cadena de producción , a lo Henry Ford, y a sacar Ford T, o Mustang según convenga. 

De hecho, y Orwell también lo hace, intenta que la gran masa de seres humanos, estén idiotizados, el SOMA de Huxley y el mensaje que Truffaut sitúa en el metro «No piense, diviértase» es todo un paradigma. Las castas de Orwell son más bravas, pero al final se trata de que los beneficios de las sociedades, caigan sobre una élite, y el resto sobrevivan en el convencimiento de que eso es lo mejor a lo que pueden aspirar, Orwell acaba con la ¿libertad?, usando la tortura.

Las novelas, que supongo conocéis, y tenéis en vuestra mesilla de noche, junto con «El príncipe» y el «Arte de la guerra», van por su camino, y siempre aparece, como en La Fundación, un «Mulo», que lo revienta todo. 

Hay un dolor común en las tres, y es que el marxismo aún duele. A Huxley porque lo tiene encima, (A british distance, of course) a Orwell y a Bradbury porque ya saben qué significa, aunque en su aura romántica se sienten demasiado cerca de lo de protección a las clases desfavorecidas que conlleva ser de izquierdas moderadas.

Me hace mucha gracia que Bradbury nos comente, que eso de quemar libros le viene de Mcarthy, al que veía con cara de hacer una pira como la de la Humboldt, y lo tenía de los nervios, que la tal caza de brujas con la que convivió era apechuscante como poco.

Pero sigamos con estos mundos distópicos, y con una característica que hay, creo yo, que tener en cuenta, y es el lenguaje. Para eso Orwell se inventa el Ministerio de la verdad, todo un laboratorio de manejo del lenguaje, para influir en lo que las personas (permitan ustedes que use ese término hablando de manipulación del lenguaje, que no es lo mismo decir súbdito, ciudadano, el pueblo…) ya que nos crean en el cerebro imágenes y conceptos diferentes, de forma que su utilización derivan el entendimiento del concepto hacia donde el manipulador desea. Cada vez que oigo que en España tenemos un Ministerio de Igualdad, se me viene el mundo distópico de Orwell encima desbordándose.

¿Cómo nos defendemos hoy los individuos (no súbditos, no ciudadanos, no parte del pueblo) de todo esto que alguien (en singular o en plural reducido) ha diseñado para poder dirigir según sus intereses a la sociedad (nunca nuestros intereses)?. Mala respuesta tiene la tal preguntita, y a poco que nos demos cuenta, caeremos en que hay una lista casi infinita de simplificación del lenguaje, que evita la puesta en marcha de los mecanismos de discernimiento basados en los estímulos que las palabras y los matices crean en  nosotros. Esa es la base de la discusión, del entendimiento del entorno.

Orwell lo explica muy bien cuando habla de como el Ministerio de la Verdad, va reduciendo el vocabulario…..»No necesita decir que algo es malo, di que es «no bueno» y no digas que es excelente, dí que es bueno+. 

En fin, ya sabéis, «La guerra es la Paz», «La libertad es la esclavitud», «La ignorancia es la fuerza», y sobre todo potenciar la existencia de un enemigo común, externo e inalcanzable, en el que verter los famosos dos minutos diarios de odio. Por cierto hoy es lo que nos toca a los españoles en Sudamérica, que tenemos a políticos acorralados que nos necesitan de enemigos para tapar sus vergüenzas….

Con estas premisas, por lo menos, podremos identificar varias cosas:

El Gran hermano, no está en grandes pantallas públicas, lo llevamos en el bolsillo. Nos ve siempre, nos escucha siempre, nos lee siempre, y además, le decimos lo que pensamos. Es más, si no pensamos como «se debe», hay mecanismos para redireccionarnos a las áreas que seamos útiles al «poder». Los famosos algoritmos, nos pueden redirigir hacia donde convenga. Lo saben todo de nosotros. Lo tienen fácil. 

El Soma de Huxley, también está en esas pantallitas. El juego que nos hace más felices está a nuestro alcance de forma automática, y dedicaremos horas y horas a poner la bolita en su sitio, o en matar al malo, en vez de analizar nuestro entorno, para poder tomar libremente nuestras decisiones. 

¿Y la neolengua?, pues sí, estamos perdiendo palabras en las redes sociales, de forma que en aras de la inmediatez, quitamos letras, reducimos vocabulario, y con ello reducimos nuestra comprensión del entorno, de forma que lo que nos queda es el «No pienses, diviértete».

Y lo siento, Mr. Bradbury, ya no es necesario quemar los libros. ¿Para qué?, ya no leemos, hay cosas que nos entretienen más con mucho menos esfuerzo, y por cierto, no cesan de crecer en número.

Yo puedo acordarme de las películas que ví, desde que tenía uso de razón hasta que las plataformas audiovisuales hicieron su aparición, que ahora no sé siquiera qué mierda de serie, o de película de la Marvel estoy viendo. Y eso son horas que le robo a mi comprensión del entorno.

Permítanme ustedes que les recuerde algunos malditos eufemismos que suenan a orwelianos, y que hoy, con cierta perspectiva, pueden darnos la dimensión de lo que sucede.

«Esta guerra es para llevar la democracia a Irak»..George Bush.

«Estamos sufriendo un crecimiento negativo» Cualquier político durante la depresión de 2008.

«La crisis sub prime» Para definir la depresión del 2008

«No es un despido, le estamos dando la posibilidad de que descubra nuevas vías de desarrollo personal» Paradigma de ¿Quién ha robado mi queso?.

«Hay que ir a la moderación salarial», ¡como si los salarios en algún momento se hubieran desmadrado!

«La flexibilización del mercado de trabajo es la solución», A nadie le gusta un esquema rígido, aunque sea el que mantenga los derechos de los más.

Y así….»ad nauseam»

Podemos seguir con las falsas noticias que se nos aparecen a cada esquina, y de las que cada día tenemos menos posibilidades de defendernos, ya que se nos mezclan con una multitud de impactos, en los que hay verdades y mentiras.

En definitiva, parece que se ha conseguido, al menos en el mundo occidental la capacidad de análisis y de conocimiento de la realidad de nuestro entorno, se ha reducido, en las dimensiones apuntadas por estos tres escritores, y veo difícil la marcha atrás. 

Y es que a la edad en la que mi generación leía Moby Dick, las aventuras de Tom Sawyer,  las aventuras de Kipling, London, o la picaresca española, por ejemplo, hoy se está navegando en zonas exentas de un lenguaje que facilite el desarrollo del sentido critico, y consecuentemente direccionar a esas generaciones va a estar chupado.

¡Nos están dando por donde amargan los pepinos!

EL ECOSISTEMA

  Antes, uno cuando tenía que buscar una definición se iba al Espasa, que es lo suyo, y si eras de los de nariz levantada y monóculo, a la British Encyclopaedia, hoy reconocida como Britannica, así que me encuentro cuando busco eso de ecosistema:

“The complex of living organisms, their physical environment, and all their interrelationships in a particular unit of space”…..pas mal, me vale, que ahora ya no se puede consultar la Espasa.

A lo mejor si estuviera aún vivo mi profe de estas cosas, D. Ramón Margalef, le preguntaba a él, que los apuntes no sé ahora mismo donde andan, pero si recuerdo como allá por los albores de los setenta del siglo pasado, nos insistía D. Ramón en la conveniencia de aplicar modelos matemáticos al conocimiento del “complex of living” que dice la Britannica.

Y no nos vendría mal ahora ponernos a estudiar las poblaciones de un ser vivo en particular, al que de golpe le han cambiado su entorno “physical environment”, y sus interrelaciones en una unidad de espacio particular. Porque es lo que nos acaba de pasar al grupo de animales que se llama“Ser Humano”.

De golpe nos lo han cambiado todo, y los ecologistas callados en el fondo de su ignorancia, fuera de la de obtener dinero de su actividad política.

Tampoco los ecólogos de verdad se han dado cuenta, o no les hacen caso, que también es posible, de lo que está pasando, y sobre todo de lo que pasará. D. Ramón, me enseñó que cuando un sistema en el que viven seres vivos se altera, las consecuencias son diversas, y fundamentalmente le afectan según la profundidad de dichas alteraciones.

Es básico. De forma que aquellos organismos que antes se adapten a las condiciones del nuevo entorno en el que se desarrollarán sus vidas, saldrán reforzados, frente a los que no lo hagan, que por otra parte, corren el riesgo de desaparecer.

D. Ramón ya en 1987 en un discurso de aceptación del Doctorado Honoris Causa que le ofreció la Universidad de Laval en Quebec, nos soltó, sin despeinarse que:

“Es justo preocuparse por la lluvia ácida y los distintos tipos de contaminación, pero no voy a ocultar que el reto de nuestro futuro concierne a otros aspectos de la ecología, incluída la movilización y el control mediante el aumento de las fracciones de la energía humana que influye en la organización del espacio, y lo más preocupante, la organización de las relaciones entre los seres humanos”

. Pues es el momento. De pronto, ha entrado un elemento en el ecosistema en el que se desarrolla la vida humana, que cambia de golpe la organización del espacio y las relaciones entre los seres humanos. Nadie ha considerado en su conjunto, como va a influir este cambio ambiental en los seres humanos, y sobre todo en sus relaciones a futuro.

Hoy en la radio, un profesor del IESE, indicaba que las relaciones con sus alumnos van a sufrir cambios importantes, ya que ha descubierto que la forma de transmitir los conocimientos de forma no presencial, tiene unas ventajas añadidas a la forma tradicional, de forma que las cosas al final de esta adaptación forzosa, no serán iguales, y seguro podrán ser más eficientes.

Eficientes, palabra mágica para D. Ramón, que consideró siempre un elemento a tener en cuenta el uso de energía por parte de un sistema donde los seres vivos se desarrollan.

Y es en ese contexto donde deberemos considerar si la forma de vida y de relacionarnos con los otros seres de nuestro entorno, puede ser más eficiente en términos energéticos. Los elementos que conforman hoy nuestra sociedad, y en este momento me refiero a la occidental desarrollada, pasa por consumos inútiles de energía y por supuesto de recursos de todo tipo, simplemente por tener que desplazar a los puestos de trabajo a los millones de trabajadores que podrían hacer esa misma labor desde sus casas.

La reducción del consumo de energía y consecuentemente de los efectos adversos que conllevan junto con el posible cambio en las relaciones interpersonales del entorno, son aspectos que deberían estudiarse en profundidad.

Toda esta alteración de nuestro ecosistema, probablemente sea como la bola de nieve que va a cambiar en profundidad muchas de las cosas con las que hasta ahora hemos convivido, y sin ir más lejos imaginemos lo que puede suponer la eliminación del treinta o cuarenta por ciento de los desplazamientos diarios a su puesto de trabajo de aquellas personas que se están dando cuenta del incremento en la eficiencia por utilizar las herramientas del tele-trabajo.

Hasta las estructuras de las ciudades deberían cambiar, en cuanto a las necesidades de oficinas, por ejemplo, y desde luego no quiero ni pensar en los cambios de los mercados inmobiliarios, y su subsidiaria, la industria del automóvil dada la ausencia de necesidad de estar yendo y viniendo del trabajo por parte de un considerable segmento de la población.

Quizás sea una oportunidad para repoblar zonas a las que hoy han abandonado sus ciudadanos. Los cambios en las relaciones personales, y lo que conlleva me temo que van a ser importantes, que veremos si en el futuro me voy a meter en un ascensor con gente que no conozco, o voy a aceptar dinero físico lleno de miasmas, o la tosecita del pollo del asiento de al lado en el teatro, que no sé yo.

Y eso sin hablar de subirme a un avión ocho horas con cientos de personas apelotonadas respirando el mismo aire.

Todo va a cambiar, o al menos buena parte de lo que conocemos, aunque este virus pase, porque sabemos que vienen otros detrás y sobre todo que mi vecino me puede matar, dándome los buenos días en el ascensor.

Desde luego los hábitos de consumo tienen el riesgo de sufrir una importante modificación, desde el vestido al ocio, desde el deporte hasta las vacaciones, que a ver quién es el guapo que se apelotona en la playa de Benidorm a broncearse con otras cien mil personas alrededor.

Esos que creen que la vieja Gaia se está vengando del ser humano que la estaba enguarrinando demasiado, a lo mejor llevan razón, que es la forma fácil de verlo, pero quizás haya que estudiar más a fondo la evolución de los ecosistemas, cuando la energía consumida es insoportable.

Habrá que ver

En Cuarentena

El confinamiento tiene sus ventajas, qué queréis que os diga, decía un amigo mío, ese que de vez en cuando se me echaba encima mientras en mi rincón de Boadas apuraba mi Negroni.

Yo la verdad no tengo el coño para farolillos, y me cuesta ver los beneficios del tal ejercicio, mayormente porque no me pongo a pensar las cosas que hago en este estado.

La primera es que he dejado de jugar al golf, como si eso contagiare o contagiase, que yo juego solo y mantengo la distancia de seguridad de doscientos metros que nos pide el Marshall del campo, para no romperle la cocorota a Don Fermín que va jugando su partido de jubilata con tres de su quinta, y tiene previsto acabar el algo menos de seis horas y bajar de ciento sesenta golpes, Mulligan flotante incluído.

Si, ya sé que el empleado de recepción tiene que cobrarte el “fee”, y cuando acabas, el paso por el hoyo diecinueve, es obligado, y ahí también puedes liarla parda.

Tremendo, solo te queda coger el wedge de sesenta grados y tratar de meter la bola por el agujero del fregadero, aunque con mi grado de precisión puedo acabar con todo el menaje.

Pero no hay mal que por bien no venga, al menos no perderé bolas en los barrancos de la Alcarria, que lo de los lagos americanos, lo tengo ahora dejado a un lado a la espera de tiempos mejores.

Las cosas son así, y cuando te has cansado de noticias, has visto todas las series de todas las plataformas, te has chupado los documentales de la dos, sin pestañear, y en un alarde de masoquismo rayano al suicidio, empiezas a ver los de ARTE, en gabacho y en alemán, es cuando te das cuenta de que tu amigo, el atorrante, el que te interrumpe los Negroni en Boadas, no va a convencerte de las maravillas de la cuarentena, ni de coña.

Que ahora que no lo tengo enamorado, le ha dado por la introspección, que no está mal, aunque mi amigo introspecciona hacia afuera, y así no vale.

-Que te pones a pensar, dice, en todas las cosas buenas que has hecho, y en los errores que has cometido, y te abocas a una especie de catarsis liberadora.

Yo medito un poco lo que dice, me pongo más absolutista que Fernando VII, y le suelto un “¡Vivan las caenas!”, que no estoy ahora para liberarme, y menos vía introspección, con lo que apenas me queda, una vez desechado el tema de las series de televisión el programa que me sugería mi tía Maria Luisa, lo de “Lavadero y biblia” Era una forma de pasar los fines de semana cuando no había un duro, ni se le esperaba, que la mujer pasaba a la terraza de la parte de atrás de su casa, donde daba el sol, se remangaba las enaguas, y sentadita al sol, pasaba tranquilamente leyendo algún capítulo del Deuteronomio o del libro de los jueces, que no importaba. A lo mejor sonaba Ama Rosa en la radio, ni me acuerdo, ni tampoco es importante, lo importante era aquel confinamiento no deseado, como este, pero provocado por la falta de dineros, no del exceso de virus de diseño.

Mi amigo me dice también, que este confinamiento es una oportunidad de oro para reorganizar la casa, y no sé cuántas cosas más, que si poner bombillas, limpiar los lomos de los libros, y sobre todo para darle a la lejía en superficies, y no sé cuántos sitios más.

Será así, pero no tengo ningunas ganas de hacerle caso, que lo que me apetece ahora es dilucidar si las fuerzas armadas de este país van a conseguir a fuerza de multas pagar la factura de todo esto, que me dicen que ya es uno de abril, y los de Hacienda ni perdonan ni olvidan….¡hay que ser rencoroso!.

Yo tranquilo por otra parte, ya veis, escribiendo un poco, y escuchando, a la que me descuido, el parte de guerra del que hablábamos ayer, que sigue sin mencionar lo del ejército rojo desarmado, de forma que ni parece que los del prucess salgan de chirona, ni de coña aparece la famosa luz al final del túnel.

Me dicen que tengo que salir al balcón a aplaudir, no sé si al gobierno, o a los que se juegan el pescuezo intentando resolver las cagadas de nuestras autoridades, atendiendo enfermos, o poniendo multas a ritmo de naranjero, capa verde, tricornio y bigote a la turca como la sonata de Mozart.

Pues sea, aplaudiremos, balaremos como las ovejas manipuladas que somos, e iremos a donde el pastor diga que tenemos que ir, que estas cosas son así, y sobre todo no olvidemos que hay que declarar a Hacienda los logros del año pasado, y que nadie se alarme, que nos van a devolver unos diez mil millones que trincaron de más el año pasado, y de intereses de demora, nadie habla, que los que hicieron la ley bien lo tuvieron en cuenta.

Me estoy poniendo pesado, y veo que además el móvil no da para más que se me acaba antes de que caiga la tarde. Será que le estoy metiendo caña, que ya dije que eso de la introspección hoy no me apetece, aunque mi amigo que no deja que me tome tranquilo mi Negroni, cuando me ve en Boadas, insista.

Así que quizás, mañana más, que todo esto ya empieza a preocuparme, y no es por la posibilidad de que el bicho me pille, sino por todo lo que me temo que se va a llevar por delante este tinglado de la antigua farsa.

Respirad

Las consecuencias del bicho

Dicen que la primera víctima de la guerra es la verdad. Puedo aceptarlo, aunque darle el título de “la primera” quizás no sea muy preciso.

Porque hasta llegar a la muerte de la verdad, seguramente ya ha muerto algún cristiano, y las muertes que van asociadas, incluyen a buen seguro la libertad, y en aquellos casos en que exista, el gobierno reconocido como democracia, aunque realmente nunca sepa que realmente si he vivido bajo ese régimen, o no.

Y no hacen más que decirme que con esto del bicho, estamos en guerra, que esta guerra la vamos a ganar, que hay un enemigo común, que, bueno no sé cuantos que he podido leer y escuchar estos días.

Y salen militarotes por la tele, en la radio, y en las fotos de los periódicos, aunque sean digitales. El ejército es quien desinfecta, el ejército es quien controla, que la Guardia Civil es un cuerpo del ejército, que los hospitales esos rápidos que nos hemos inventado, son hospitales de campaña, y esa campaña es siempre campaña de guerra.

Todos en casa, nos dicen, y llevan razón, que es el refugio antiaéreo de cuando llegaban las V2 a London, y mantenemos el lenguaje militarista forzoso en un estado de guerra como el que dicen que nos encontramos, solo ya nos falta, que se declare el toque de queda formalmente, y ya tenemos todos los elementos.

Mientras escribo esto, la radio está dando el parte de guerra, tantos muertos, tantos heridos, tantos prisioneros, tantos liberados. A ver si uno de estos días nos salen con aquello de “Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha terminado”.

Y por cierto, que nadie olvide que es lo que vino después, ruina económica, ruina de convivencia, ruina en los derechos civiles, y enormes beneficios para la élite de los vencedores. Mañana será el octogésimo nono aniversario del tal parte de guerra, no lo olviden.

Reconozco que la excusa que a los gobernantes les está dando este episodio epidémico es demasiado golosa para que las almas totalitarias que en tiempos de paz están reprimidas no afloren con todo su esplendor.

Aún me está asombrando, (quizás lo viera venir) como el presidente polaco acaba de erigirse dictador único para salvar a su país en este estado de guerra que nos dicen es la realidad que nos rodea, o cómo nuestro admirado Benjamin Netanyahu ha aprovechado que el Pisuerga pasaba por Tel-Aviv, y suspender lo suspendible, hasta los juicios por presunta corrupción que tiene pendientes.

Otro dictador único, que estamos en guerra. En esta nuestra piel de toro, por el momento no parece probable que Pedro Sanchez se erija en dictador único, aunque no pienso lo mismo de su vicepresidente.

Y es que no hay más que ver las decisiones que se están tomando en esta crisis,(para mí no es guerra), que parecen sacadas de un manual bolchevique, tratando a los que fuimos ciudadanos, como si lo único que deseáramos fuera engañar al poder establecido, y saltarnos las normas. ¡Y dicen que el poder emana del pueblo!

Las tentaciones que han tenido los gobernantes desde siempre en transformarse en mandones, tienen ahora visos de poder realizarse, que usted no se preocupe, que gracias a Vodafone, y a Movistar ahora podemos perseguir por donde se mueven no sea que estén siendo malutos, y no hagan caso de eso de no moverse, y las fuerzas del orden (ordeno y mando), no les pillen.

¡Es que son ingobernables!, que diría nuestro añorado Paco Paredes. Alguien decía hoy en la radio que veremos al salir de este túnel, si tenemos una estructura democrática sólida, o volveremos a una dictadura, o cosas incluso peores, que se nos transforma en Fernando VII nuestro Felipe VI, que los genes son los genes, y la liamos.

Lo que me preocupa en todo esto es que China, que es una dictadura, a caballo de datos no contrastados, están dando al mundo una supuesta vía de salida de esta crisis, que dicen que han tenido tantos contagios, y a saber, que se les han muerto cuantos, y a saber, que ahora ya casi no tienen …..y a saber.

Y es que el negocio, con el resto del mundo literalmente acojonado, puede ser interesante, que ahora van a ser los únicos que pueden fabricarlo todo, y venderlo al precio que les dé la gana. Así, que como estamos en guerra, (consecuencia pensarán ellos de la guerra comercial con Tito Trump), pasan ustedes por caja, que con eso de ahorrar en el pago de la hora trabajada, hemos desmantelado buena parte de nuestras capacidades de fabricación, y todo ahora para China.

No se han enterado aún, me temo, en este occidente caducado contra quién estamos luchando en esta, me dicen, guerra, quién es de verdad el enemigo, que no es el bicho, que no lo es. El bicho es la excusa, el señuelo.

La salida de esto me temo que no me va a gustar ni un pelo. Si empezamos por nuestra vieja Europa, se nos acaba de abrir un agujero por el que se nos puede vaciar el tinglado.

Porque, ¿seguiremos admitiendo como socios a Polonia, ahora que tienen dictador único?. ¿Resistiremos la manifiesta falta de solidaridad de la Europa del Norte rica, frente al Sur doliente?

. No lo sé, pero me temo lo peor. ¿Serán capaces de desistir nuestros gobiernos del uso de medios electrónicos para violar la intimidad y los derechos de los ciudadanos?. Que entre lo del seguimiento del móvil, y del pague usted con tarjeta de crédito, le tenemos pillado por el órgano reproductor, amigo, y entiéndalo, el dinero contante lleva el virus.¡¡¡UUHH, que viene el CORO!!!

La posguerra económica va a ser terrible para los más del mundo, y fantástica para los menos, que lo mismo volvemos al estraperlo, y aquí solo comen los que tengan huerto y gallinas, y lo demás se paga con los excedentes.

Cierto que las circunstancias no son las idóneas para mostrarse optimista, ni mucho menos, pero si lo son para reflexionar, y me temo que esta película ya la hemos visto. Los bárbaros del este se van a comer el Imperio, con su Gran Khan al frente.

-¡Tito Trump!, estás acabado, lo que no importa, pero sí lo que representas, y eso puede ser un alivio. Así que todos al refugio, que dicen que vienen las V2 ¡

A cascarla!

La Excusa de la Pandemia

 Sí, es cierto, estamos pasando un trago duro, y creo honestamente que sin excepciones de países, razas, creencias, o posición económica. Todos estamos expuestos a que nos toque esa no deseada lotería de la infección por el tal virus. Las consecuencias inmediatas ya las estamos viviendo. La gente encerrada en casa, demasiados mayores, o personas con deficiencias de salud se están marchando antes de tiempo, y no parece justo.

Las siguientes consecuencias son las de las libertades individuales, que también se están deteriorando a pasos agigantados. A golpe de decreto se nos confina en casa, lo que no es demasiado ilógico, a mi parecer, dadas las características del reto que tenemos delante, pero al fin y al cabo es una primera libertad que se nos restringe, y eso no es bueno.

Esas libertades, que a lomos de un decreto dictado deprisa y corriendo a lomos de la ola del pánico, no solo restringen los movimientos de algunos ciudadanos, sino que trasforman en jueces a policías que sin ninguna formación jurídica deciden quién y quién no está cumpliendo con la normativa gubernamental. Y eso, eso, me parece que va contra lo que debería ser un estado de derecho, para transformarlo en un estado policial.

Las autoridades han emitido una norma llena de agujeros, que pueden, a criterio del policía de turno, transformar en culpable, sin juicio a un ciudadano inocente. No podemos permitir que los guardias decidan si ir a comprar el pan, solo el pan, es un incumplimiento, ya que la norma nada dice de qué tipo de alimentos hay que avituallarse, ni de las cantidades que deben comprarse, ni a qué centro o supermercado hay que ir para realizarlas.

Me he tomado la libertad de leer el Artículo 7 del citado Real Decreto 463/2020 y su corrección en el 465/2020, y una vez leídas las limitaciones me surgen las siguientes dudas, que por supuesto un guardia erigido en juez, sentenciará.

a) Adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad.

-Aquí, no se especifican cantidades, centros a los que hay que ir, no se especifican que se entiende por productos de primera necesidad, lo que se deja a criterio del representante del régimen policial al que estamos siendo abocados, establecer la sentencia. Comento esto por la noticia que ha salido en los medios de una multa de mil euros a alguien que le dijo al agente que iba a comprar Nocilla, que a mi entender es un alimento.

Quiero recalcar que no estoy de acuerdo con la actitud del multado, pero sensu estricto, no infringió la norma, y el policía decidió si comprar Nocilla era legal o no. Eso es estado policial colgado de una ley mal hecha.

b) Asistencia a Centros Sanitarios,

–Yo supongo que si me duele un dedo de la mano izquierda, y decido ir a que me visite mi médico particular que pasa consulta en su casa, estoy cubierto por la ley, y tengo derecho a hacerlo. ¿Pero cómo convenzo al representante del estado policial?. La ley no dice nada, absolutamente nada, lo que me lleva como ciudadano que era a un estado de inseguridad jurídica inquietante.

c) “El apartado 2 del decreto, viene a decir que los agentes de la autoridad podrán practicar las comprobaciones en las personas, bienes, vehículos, locales y establecimientos que sean necesarios para comprobar y, en su caso, impedir que se lleven a cabo los servicios y actividades suspendidas por este real decreto, salvo las expresamente exceptuadas. Para ello, podrán dictar las órdenes y prohibiciones necesarias y suspender las actividades o servicios que se están llevando a cabo

.” -Esto es una definición de estado policial, en toda regla.

d) Cuando hablamos de atender a personas mayores, o discapacitados, ¿De qué hablamos?.

No se hace ninguna mención al grado de discapacidad, o a la edad de la persona, o si tiene una incapacidad temporal. Así que cuando el Sr. Agente te para, no sabes, dejando a un lado tu palabra de honor, como demostrarle al tal agente policial que lo que ha provocado que estés en tránsito, se ajusta a la norma.

De nuevo dejamos la sentencia en manos de una persona que no está preparada ni diseñada su labor para estos menesteres.

Cuando hablamos de la residencia habitual, a qué nos referimos. ¿A la dirección fiscal?, a donde duermes más de no sé cuántos días al año, o quizás a la casa de ese familiar al que te desplazaste para atenderle durante estos días de confinamiento.

Y de nuevo, ¿Cómo diantres le demuestro esto al agente? No dice nada el Real Decreto de la documentación que debe mostrarse al policía cuando estás yendo a tu puesto de trabajo en un hospital, por ejemplo, con lo que dejamos de nuevo a criterio del guardia la sentencia sobre la situación.

Y así lo mismo, si voy al banco, o causa de fuerza mayor o necesidad. ¿cómo se define fuerza mayor, o necesidad delante del guardia? Lo que es necesidad para mí, no lo es para él, y él juzga….

El tal real decreto está lleno de imprecisiones, que al final acaban con mi libertad coartada, lo que si se ha decidido que sea así por parte del gobierno, es una canallada, y si es por falta de profesionalidad…vosotros mismos.

Si buscamos en internet la modificación del decreto, el 465/2020, veremos que es una continuación de la canallada o de la chapuza, que viene a ser lo mismo, y si leemos las interpretaciones que la abogacía del estado da a las cuestiones planteadas, tampoco aclara nada, ya que al no haber sentencias judiciales al respecto, la indefensión del ciudadano sigue viva.

Que conste, que soy el primero en no salir, en intentar seguir escrupulosamente las indicaciones que se nos dan, ya que creo en ellas. Pero como se nos han transmitido, como se han publicado las normas, y como se le ha dado un poder a las Fuerzas de Orden Público, me parecen un ataque a las libertades que la ciudadanía tiene.

Y para terminar, y apoyando este argumento de estado policial, la normativa no explica el tema del paseo de las mascotas, nada hay escrito en el BOE, pero eso sí, la Policía ya ha empezado a decir lo que se puede y lo que no se puede hacer. Y lo siento, no es su trabajo, no lo es.

Que os vaya bonito

El Puente de San José

Me parece que en estos días de confinamiento, uno ha de darse a la literatura de viajes, que es una forma de abrir la ventana y enseñarle el dedo corazón enhiesto al tal coronavirus.

Tiene un cierto regusto masoquista, pero qué quieren ustedes que haga uno, aquí en la cárcel de papel, que las cosas están como están, y a Don Álvaro de la Iglesia, no creo que no le importa que use su invento.

De las cosas que ha leído uno, y puestos a sonsacar, no sé si empezar por aquella Anábasis, que a lo mejor es un poco bestia, porque desde luego de turismo, lo que se dice de turismo, no iban, mejor recordar la Odisea, o la Eneida, que aunque no son sensu estricto viajes de placer turístico, tienen su aquel epicúreo, épico, romántico, libidinoso, y hasta como precursores de la Picaresca del Siglo de Oro, nos vale.

También podríamos darle a los cantares de gesta, que ni Roldán ni Mío Cid, o Sidi, que nos diría el Reverte, se estaban quietos. Que si de paseo por Roncesvalles, con lo suyos que son los vascones, que si al destierro con doce de los suyos, que diría el otro Machado. Polvo sudor y hierro, que es lo que traen estos viajes.

Hay otros viajes, que uno no puede olvidar, y Chretien de Troyes, o Wolfram Von Eschenbach, nos llevan de la mano ya que estos son viajes de perfeccionamiento, son los viajes en busca de ese Grial que solo lo alcanza el puro de espíritu.

El hecho de que no todos los que empiezan la búsqueda, alcancen la luz es algo a tener en cuenta, que en los ciclos artúricos a Lancelot, se le niega el Grial por haberle puesto los cuernos a su viejo señor, que tenía, dicen, aburrida a la gentil Ginebra.

Todos los viajes, de alguna forma tienen su punto iniciático, y con el tal palabro me refiero a inicio del conocimiento de uno mismo, que el viaje, al final no es nada más que una búsqueda interior, aunque vayas en Ryanair.

No sé si meterme con el Libro de las Maravillas, que siendo un libro de viajes, no deja de ser de viaje de trabajo, que la pela era importante.

Pero entre las cosas vividas y las cosas contadas, te hace pasar por sitios de esos que necesitas ver antes de morirte.

Quizás, hablando de viajes debería pararme en el bueno de Ali-Bey, o de Ibn Batuta, ambos viajeros por el Islam en momentos en los que no era demasiado recomendable pasear por aquellas tierras, con “pasaporte español”. A uno se le honra aún en Tánger, y el otro mantiene una calle en su Barcelona natal.

Pero no se me pueden olvidar ni Pedro Páez, ese jesuita español que ve por primera vez con ojos de europeo las fuentes del Nilo azul, ni los viajes de Burton, Speke, peleándose por ver si el chorrillo que salía del lago Victoria llegaba a Alejandría, o no.

O hasta de mosén Livingstone, y el periodista americano Stanley, que quería rescatarlo y no era el caso, que el buen Doctor escocés estaba muy a gusto por tierras de Rhodesia, hoy Zimbawe.

A quien no acompañaría sería a Lope de Aguirre, que El Dorado a ese precio, pierde mucho interés, de veras, prefiero llegar a ver el Pacífico, aunque me coman los mosquitos.

También podría dar la vuelta al mundo, en la Nao Victoria, ¿por qué no?, cualquier cosa menos pasar el puente de San José enclaustrado, que son días de Fallas y playa de Cullera, por lo menos.

Y siguiendo las estelas de los grandes viajes, quizás podría alistarme en la expedición Balmis, que con la que está cayendo, hasta podría tener cierta coherencia, que las vacunas son las vacunas.

En este punto me gustaría saber cuál será la posición de los anti-vacunas, cuando esté disponible una para prevenir a este bichito cabrón que nos tiene a todos metidos en la jaula.

A lo mejor no quieren que les pinchen, ni a ellos ni a sus abuelitos. Acompañar a Malaespina y a Bustamante en una de sus fragatas, La Atrevida o La Descubierta, también me hubiese venido bien para este fin de semana laaaargooo, pero cuando fui al puerto de Cádiz ya había salido la expedición, y Malaespina había sido laminado por el tal Godoy.

Qué será que cuando pienso en Godoy, en Fernando VII, y en su casquivana hija, pienso en la gestión del gobierno en estos días de ventana y memes.

Si hubiera existido, me hubiese gustado acompañar a Miguel Strogoff, por las estepas rusas, llevando la carta del zar a sus tropas acuarteladas junto al lago Baikal, allá en la inhóspita Irkutsk siberiana. Pero no había sitio en el caballo, y cruzar los ríos siberianos a nado nunca fue muy recomendable…..El Obi, el Yenisey, el Lena, que canturreaba en clase de geografía universal. ¡Qué tiempos!, ¡Y es que con esos ríos me pasaba como con el Nilo, que no me entraba en la cocorota que fluyeran de sur a norte. ¡Cosas de chicos!

No quiero olvidar que me hubiese gustado ir con Amundsen, y ver el Polo Antártico, y la verdad es que me hubiese gustado solo por molestar a los ingleses, que negaron la evidencia hasta que les dieron unas buenas collejas.

Que el bueno de Scott, llegó tarde, no volvió, pero fue un valiente, mal preparado, posiblemente prepotente, pero pago con su vida los errores que cometiera.

Para mí el último de esos grandes viajes fue la visita de Amstrong al satélite de los enamorados, y de los lobisomes, que a partir de ahí, ya no viajas, te viajan, que no es que esté mal, pero es mucho más aburrido, seguro

. Así que intentaré hablar con Urdaneta, a ver si me consigue un camarote en el Galeón de Manila, y me hago el tornaviaje como un señor, incluyendo la travesía de Acapulco a Veracruz, la visita a La Habana, y una semanita de descanso en Sancti Petri antes de tomar de nuevo el AVE, para casa, que me dicen que tengo que seguir encerrado unos días más, con lo que solo podré hacer ese viaje iniciático que es el Juego de la Oca, pero eso lo dejo para otro día

¡Auuuuuuuu!

Epicuro en Confinamiento

Muchas veces me ha dado por escribir instalado en ese aforismo epicúreo del “carpe diem”, y miren ustedes que como en esta ocasión de reclusión, ninguna que recuerde.

Que lo del epicureísmo en tiempos de vino y rosas tiene, entre poco y ningún mérito, que ahora es el momento de echar mano de la fuerza de la creencia y tratar de buscar el placer en el entorno de aislamiento en el que nos encontramos.

El sus escribe, (suscribe dice el fisno), no ha tenido, gracias al diablo, la oportunidad de encontrarse en confinamiento físico, más que el correspondiente a un catarrillo de esos que se curan con el jarro, y además el confinamiento lo decidió el estado de postración, la fiebre, y algún elemento vivo del entorno que se empeñaba en quien siguiera en la cama.

Lo de ahora es un confinamiento de cárcel, leve, pero cárcel, que no te dejan salir al patio con los otros reclusos, es más es un confinamiento sin derecho a vis a vis, sin contacto con tu abogado, y con penas amenazantes de mutas dinerarias.

Poco queda, pero como es un confinamiento con papel higiénico, intentare hacer como el bueno del Marqués de Sade, que según tengo leído escribió desde su calabozo bastillero en tal soporte, cosas como las ciento veinte jornadas de Sodoma, o las historias de Justine.

Claro que mis amigos, esos que no son unos atorrantes, no sé si van a estar muy felices si continúo por los caminos del tal Marqués, que su ateísmo es galopante, y sus tendencias a lo escatológico quizás sean algo exageradas para algunas sensibilidades.

Por otra parte, hay que reconocerle al bueno de M. Alphonse, el ser un verdadero espíritu libre, libertino, diría el pacato, que el poner freno moral a las acciones o a las opiniones, puede ser un freno a la libertad.

Y Sade, al final era, es, que sigue viva su obra, un canto a lo que puede hacer el ser humano en libertad. Pero claro, no hay que olvidar que las acciones siempre tienen consecuencias, y el mostrar las más (según la moral generalmente aceptada) abyectas situaciones, en donde se trata del dominio de los seres más puros no es más que ofrecer una posibilidad al lector, y él sabrá como tiene que obrar.

Ha habido dos lecturas en mi vida en las que realmente he temido pasar una página, por miedo a enfrentarme a una situación que dudaba poder soportar, sin un sentimiento negativo de asco, repulsa, o simplemente de daño moral al ponerme en la posición de la víctima, y una ha sido esta obra de Sade, “Las ciento veinte jornadas de Sodoma” ; la otra más moderna, ese American Psicho de Bret Easton Ellis, ambas seguidas por sus correspondientes versiones cinematográficas, la primera del gran libertino-provocador Passolini, y la segunda de no sé quién, así que a quien le interese que pasee por la Wpedia, que en confinamiento hay tiempo para todo.

Alguien diría que ambas son obras que acarrean una carga de apología de la violencia demasiado obvia, pero la verdad es que siendo desde cierto punto de vista, cierto, yo no me siento nada motivado a matar a patadas de mis pulcros zapatos cordovanes de Adler, a un pobre “homeless” de la ciudad americana de turno, ni me apetece hacer comer mierda, a la rubita angelical, ni violarla, ni matarla siguiendo un rito perfectamente marcado por mis colegas y yo.

Todo lo contrario, los escritores me muestran lo que se puede hacer, por si no había caído en la cuenta, y ya es cuestión mía, el procesarlo de una u otra forma.

¡Faltaría más! Y en el estado de reclusión en el que me encuentro, sin haber hecho nada, pero para no hacer daño a nadie, me enfrento a mi epicúreo “Carpe diem”, y al reto de utilizar ese tiempo en disfrutar, que es lo que dice que debo hacer mi manual de autoayuda “Como ser epicúreamente feliz en diez pasos” “by Dale Carnegie.

Y en ello estoy. ¿A satisfacer los instintos más bajos?, confinado en soledad, queda el onanismo, y no sé yo, vamos que no emociona. Puede uno darle un tiento a la bodega, pero va a pasar esto del bichejo, querrás celebrarlo, y verás con tristeza que aquella botellita del Domaine de la Romaneé Conti, te la cepillaste por un aquel de sacar adelante el epicureísmo durante la reclusión.

Así que tampoco, que los grandes placeres, en libertad, ¡coño! Y se van cerrando las opciones, aunque uno de mis amigos, me suelta aquello de que hay que hacer un ejercicio intelectual que proporcione placer.

Bien está, placer al que se ejercita, y placer, quizás a quienes siendo sujetos pasivos, puedan a través de la discusión encontrarlo. Es una idea, y a mí estas ideas me producen ganas de provocar, que siempre hay alguien que entra al trapo, y ya tenemos toros esa tarde.

Así que no sé cómo voy a epicurear esta jornada, segunda de las ciento veinte de Sodoma, pero lo más probable es que una vez ya leído el opúsculo de Pessoa sobre los masones y el ocultismo, que por cierto me ha parecido, por partes, un cabreo monumental contra un político imbécil, y luego unas disquisiciones más obtusas que el pensamiento de Zubiri, me he encontrado que por ahí no va Epicuro, y habrá que buscar otras alternativas.

Quizás sacar del armario esa Bohéme de Zefirelli, que aún tengo en la retina por haberla visto en demasiados sitios, y siempre con emoción, pero no sé.

Luego, claro, te vas a la otra reclusión, la de Fray Luis de León, y no me veo sembrando huertos en la ladera del monte, que además ahora los municipales no me dejan, así que no por ahí tampoco.

Si no fuera tan rebelde y tan cabrón me dejaría llevar, por cualquier céfiro que pasase, pero a lo mejor va lleno de miasmas, y tampoco.

Será pues asunto de buscar mi túnica negra, mi sombrero de alas, mis gafas de protección, mis zapatos puntiagudos, mis guantes ceñidos, y mi máscara de medico veneciano, que esto es 1348, y la peste está aquí.

Luego a la caída de la tarde, mientras aplaudo a los médicos, esperaré ver pasar la Santa Compaña, que encabeza Max von Sydow esta semana, me monto una danza de la muerte estilo medieval, y luego ya veremos.

Planazo!!

El Virus Coronado

No lo sé muy bien, me lo imagino, quizás sea por lo de la maldita epidemia que nos tiene a todos contra la cuerdas, encerrados, mirando por la ventana, recordando, quizás, a los escolares de Machado, “Monotonía de lluvia tras los cristales”.

No lo sé muy bien, pero de pronto, veo que los libros que tengo en la mano ahora mismo, tienen títulos inquietantes….”La Peste”, “Peste y Cólera”, y cosas por el estilo. Hasta Thomas Mann anda por aquí con su profesor Von Eschenbach y el “Bello Tadzio”.

Habrá que poner el adagietto de la quinta de Mahler, y ambientar la cosa, ya que hoy ando algo lejos de los salones del Excelsior en el Lido.

Así que en vez de coger el periódico que me informa de lo que pasa al otro lado de la Laguna, tendré que conformarme con el “Parte” que a buen seguro nos brindará Radio Nacional.

Van contándose los infectados, los fallecidos, y aquí, en el siglo XXI, con las murallas de la ciudad cerradas, vemos a los médicos pelear casi sin armas contra la epidemia.

Parece, por lo que tengo leído una nueva Orán camusiana, o la Viena de 1348, que al final es lo mismo. Y también el comportamiento humano se empeña en ser idéntico, llenando el que puede la despensa, el que puede ignorando la importancia de la solidaridad, y claro, siempre la casta, que hay médicos en palacio, y no a todos los ciudadanos se les ha de dar el mismo trato.

Al fin y al cabo es el Sultán quien nos lleva de la mano. El grito del “Fu” Cuerda,: -¡Solo Vos sois necesario, que nosotros somos contingentes! Las cosas son así, las luchas contra los microbios, llevan al Papa a postrarse delante de la imagen que salvó a Roma de la Peste, después de haberla arrasado.

Quizás los nuevos artistas de la escultura, de la pintura, nos regalen monumentos en acción de gracia a la marcha de esta pandemia, ¿quién lo sabe?, ¿a quién le importa?. Estamos como los europeos del siglo catorce, peleando con miasmas que van por el aire, de esas que vienen en los barcos de Marco Polo, o en el tren de la seda.

Que si antes era la Yersinia pestis, hoy es el bicho más pequeño y no cabalga a lomos de los piojos de las ratas. Lo que sigue sin importarnos un comino, que lo único que nos importa es sobrevivir, tener de paso la barriga llena y el culo limpio, lo que a buen seguro habrá de ocurrir, siempre que no seamos eso que ahora se llama “población de riesgo”.

Las cosas son dolorosas, y en estos primeros días de prisión parece que intentamos colocar una cobertura de humor a lo que hay, y no está mal el intento, pero veremos lo que dura la cosa, que empiezo a recordar aquellos experimentos de ratas encerradas en cajas con una población exagerada de congéneres.

En el terreno de la broma, parece que este bicho, nos está suavizando lo de las emisiones de CO2, y el confinamiento a lo mejor resuelve lo de la natalidad de occidente. No me gustaría que me llamasen de la generación del COVID 19. Que también están los del apagón de Nueva York, y los del Baby boom de López Rodó, por lo menos.

Si hay algo que siento es el no estar ya en activo, para intentar ayudar desde mi profesión a todos los que ahora están dando el callo como campeones en tantos y tantos puestos que son vitales ahora para que el trago pase lo más rápido y con el menor daño posible también.

La parte decepcionante de todo este panorama está en nuestros políticos, y cuando digo nuestros hablo de todos, desde Tito Trump a Boris, desde el jeque árabe al ruso, desde nuestros….mejor no hablar de ellos.

Que a las políticas no les iban a quitar el gustazo de contaminar Madrid con su manifestación, ¡que nosotras podemos!, si hija expandir la epidemia, que salir en la tele gritando no tiene precio, y unas cuantas vidas no son nada.

La verdad es que ignoro si lo que ha ocurrido ha sido pura y simplemente estupidez, que dado el pelaje del personal involucrado, ya podría ser, o un simple me importa un carajo el que mate a unas cuantas personas más, siempre y cuando salga en la tele vestida de morado, como el Cristo del Gran Poder.

Para Tito Trump es el bichito europeo, y lo que le preocupa de verdad no es que se le mueran ciudadanos, si no que el sistema financiero tenga un aspecto feo cuando tengan que elegirle sus ciudadanos.

Para don Boris, parece que epatar es lo suyo, y si tengo que infectar el país, matar unos cientos de miles, y salvar la economía, ¡pues misión cumplida!.

Que el ruso y el moro se tiren de los pelos por unas décimas de penetración en el mercado mundial de petróleo, es lo que se puede esperar de esta gente.

Y al ciudadano se le aplica la ley vigente, que no puede ser de otra manera.

Y sálvese quien pueda, y a no preocuparse que Don Aznar ya anda en Marbella, que allí las penas son con pan, y ya se sabe, con pan son menos penas.

Y yo con la pena de no haber podido seguir a mi líder y montar mis reales en La Zagaleta mientras esto pasa o no pasa.

No quiero ser malo pero seguro que Felipe está navegando por algún sitio tranquilo, que es lo suyo, lejos de las miasmas, que matan a los que fuman puros, dicen.

Me dicen que ya no hay noticias de guerras, que haberlas haylas, me dicen que Don Erdogán ya no se pelea con la U.E. por un quítame allá esos refugiados, y que los griegos ya no son importantes para impedir que entren refugiados en Europa.

No se manda papel higiénico a los campamentos y en dos semanas se ha vaciado.

El Hombre, el Ser Humano es el que sobra, y si la economía no peta, ya tenemos excusa para darle una vuelta de tuerca más al tema laboral, que últimamente se nos estaba escapando de las manos.

La parte más bonita, al final la han dado los ciudadanos, que me he ido a apuntar a una página web de voluntarios para ayudar a la gente que necesite lo que sea, y en la página de la Comunidad de Madrid, salía un mensaje de agradecimiento, que las siete mil plazas necesitadas estaban cubiertas, en un plis, parece.

¡A mí no me tosan!

Vidas Paralelas

Trump, Craso, y los partos

 Uno que se acuerda de vez en cuando de las cosas que ha leído….y escuchado, siendo además un fan declarado de las comparaciones, o mejor dicho de las relaciones entre las cosas, o entre los hechos, no puedo por menos que intentar ligar estas tres cosas, bueno estas dos cosas y el pueblo de los partos.

Para no hacer buscar en el Espasa o en la Larousse, que coño es eso de los partos, o mejor quién coño eran, solo diré que así se llamó en la antigüedad a los habitantes de la rica tierra del sur del Mar Caspio, sí, ese que está lleno de caviar y petróleo, y que ahora se llama Irán.

¡Qué cosas!, gente brava esa que anda por esas tierras, muy suyos ellos, que por llevar la contraria, se la han llevado al Islam mayoritario, (ellos muy chiítas, y a los sunníes que les den), se la llevaron a los griegos, y por un quítame allá de una Salamina, un Maratón y una Termópilas, hoy no estamos hablando parsí, que mire usted, también sirve para comunicarse uno.

En tiempos más modernos, hartos de que los americanos apoyaran a aquel infausto Reza Pahlavi, impusieron a su querido Jomeini, implantaron su régimen islámico, y a otra cosa.

Luego se liaron a tortas con sus vecinos iraquíes, secuestraron a no sé cuántos americanos en la embajada de la bella Teherán durante cuatrocientos cuarenta y cuatro días, sin despeinarse, se pasan el día apoyando a los sirios de el Assad, y madre mía, y…

Pues nada, que andan a ver si ya de una vez montan algún pepino nuclear, que están de los israelíes hasta los pelos, casi tanto como de los yanquis, y casi tanto como de los sunníes.

No pasa nada, que llevan trastopecientos años a tortas con cualquiera que huela a Imperio, y tan pichis ellos. La verdad es que eso de invadir se les ha dado siempre fatal, que lo de Grecia se lo pararon a base de técnica militar, que lo de Irak acabó en tablas, pero ahí están ellos, que quieren los muchachos vender su petróleo, sacarlo al mar por el Líbano, si es posible, que la Ruta de la Seda está hecha unos zorros, e Ispahan ya no es lo que era.

Cierto que a ellos también les sacudieron, que la historia es así de pesada, que hubo tiempos en que andaban dentro del Imperio Meda, que también fueron parte del Imperio aqueménida, y del seleúcida, y Alejandro el Macedonio, también pasó por ahí. ¡Claro que sí!, que miles de años dan para eso y mucho más.

Para Roma, fue un grano en el culo, más claramente una especie de posible fuente de honores y poder para algún patricio que no andaba muy contento con lo que tenía, aunque lo tenía todo.

Y hablo del tal Marco Licinio Craso, ese asombrosamente rico patricio del triunvirato, que andaba con César, (el de las Galias), y Pompeyo, el que hizo a César decir aquello de “Alea jacta est”, .

Dicen del tal Marco que tenía casi doscientos millones de sextercios, que debe ser una pasta, tanto que le permitió tener casi su ejército propio, y ser un alguien en esa Roma del último siglo antes de nuestra era.

En algunas cosas nuestro Craso se parece a Tito Trump, salvando las distancias, pero el perfil….¡Ay! el perfil. Me dicen los de Wilkipedia, que el pollo hizo su fortuna “negociando, especulando, casas de prostitución, brigadas de bomberos…(brigadas que solo apagaban el incendio si el propietario accedía a vender el edificio en llamas a precio de saldo).

Le procesaron por acostarse con una vestal, y salió indemne del proceso, sobornó a todo el que pudo, usó siempre intermediarios para sus negocios, nada nuevo.

Sus guerras fueron acabar con la rebelión de Espartaco, cosa que hizo de la forma más sangrienta posible, subió al poder de la mano de Pompeyo, y con la aquiescencia de César, que le pareció suficientemente populista.

A pesar de sus esfuerzos, de repartir grano entre los ciudadanos a manos llenas, y de estar en el poder, su popularidad nunca superó a la de Pompeyo…¡Vaayaaa!.

Su adscripción al Triunviriato, parece que tuvo que ver con un intento de conseguir exenciones de impuestos en la provincia de Asia, y poder controlar el reparto de tierras de los veteranos de guerra.

Por esas cosas, le tocó administrar la tierra Siria, y se empeñó en cruzar el Éufrates, y liarse a tortas con los partos. Nunca lo hubiera hecho, que el hombre andaba tras la gloria militar, se metió donde no le llamaban.

Cruzó el Éufrates, le avisaron los partos de que el asunto no era bien visto, pero el se dedicó a lo que sabía, a controlar el territorio y como gobernador, hacer del saqueo el doctorado de su trayectoria vital.

Una pena. Llegó la inevitable batalla de Carras, donde nuestro amigo perdió siete legiones, vamos fueron masacrados, murió su hijo y él fue hecho prisionero.

Dicen que fue muerto vertiendo en su garganta oro fundido, en alusión a su desmedida avaricia. Su cabeza y su mano derecha, fueron llevadas al banquete de bodas de los hijos del vencedor parto, donde se recitaron los versos de las bacantes de Eurípides: “Traigo desde el monte/un tallo recién cortado para el palacio/caza bienaventurada. (Leed la Legión perdida de Santiago Posteguillo, donde se explica perfectamente cómo fue esta historia, o directamente a Plutarco en la biografía del personaje).

No sé si Tito Trump acabará bebiendo el oro de los partos, pero está haciendo oposiciones, y parece que con los partos se juega mal desde los todopoderosos imperios.

No estoy aquí para desear el mal de nadie, pero seguro que tarde o temprano, algún erudito nos regalará unas “Vidas paralelas” Tito Trump / Marco Licinio Craso, y si no al tiempo.

Yo con esto, simplemente sentiré que hayan matado al “Parto Soleiman”, y a sus acompañantes, que a continuación ha venido el aviso de los partos, por haber cruzado el Éufrates, mientras en el Imperio, se dedican a esas cosas de las sanciones comerciales, que no es más que una forma de eliminar competidores a lomos del poder que crees te dan las armas.

¡Total Nada!

Universos paralelos

No nos hacemos idea de por dónde van los tiros, siempre lo he dicho, y encima me vienen ahora con la historia de los universos paralelos.

Que la física se empeña en demostrarnos que existen, y seguro que sí, que uno no está para discutir a estas alturas de la película. Además, ahora que me acuerdo, había por ahí dando vueltas una serie de esas de la tele, que se llamaba Fringe, o algo así, muy bostoniana ella, en la que parecía que nos asomábamos al Kybalión, “que lo de abajo está arriba y los de arriba está abajo”.

Los personajes pasaban de un lado a otro, y los que eran buenos arriba eran malos abajo, y viceversa. Todo muy paralelo, vamos que se pasaba de un lado a otro a través de pasillitos con aduanas.

Tremendo. Y la sensación que hoy se me aparece es la misma, ya que cuando afirmo que ni idea de por dónde van los tiros, es que aunque nos movamos, aparentemente en el mismo plano físico, las capas que conforman nuestro mundo son infinitas, (o finitas, pero muchas).

Ya sé que se llaman de formas diferentes, que las llamamos ámbitos, civilizaciones, núcleos, incluso, pero como de vez en cuando traspasamos las fronteras sin darnos cuenta, resulta que las vidas que se viven son incomprensibles para nosotros.

Y es que al fin y al cabo no hacemos más que desarrollar nuestra existencia en el microuniverso que nos ha tocado, y los universitos que nos rodean, interfieren continuamente en el nuestro sin que nos demos cuenta más que de las consecuencias.

Por eso pienso que no nos enteramos, que mi universo no es el de Tito Trump, que para mí es un marciano, tanto como el milmillonario de turno, o como quién se mueve en las cloacas del estado, o el que vende papelinas de coca en la esquina, de esas que llevan más mierda que coca.

Y a la hora de la verdad, aunque no entienda todos esos universos paralelos que me rodean, no hacen más que interferir en el mío, y de verdad, es una lata.

Claro que mi amigo me diría aquello de que en mi universo solo quepo yo, lo que me temo se acerca a la verdad, pero tampoco es eso, que aunque sea tentador, uno no tiene vocación de estilita, porque hasta las beatas que se acercan al pié de la columna, interferirán con sus universos en el tuyo.

Lo que de todas formas aún me hace sonreir, es el hecho de que muchos de esos universos que me rodean, parece que no pueden sobrevivir sin echar mano del mío, y por debajo de la puerta me enseñan la patita a ver si les abro la puerta…. ¡Compre lo que vendo! Me dice uno, ¡Oiga lo que digo! Me dice otro, ¡Haga lo que hago! Me dice un tercero, y así ad nauseam, que unos lo hacen a través de ese invento que sirve para comunicarse mientras Lola Herrera recuerda a Mario, y es que cinco horas son muchas, otros lo hacen pegando mensajes en las calles, otros me lo dicen en la escuela, otros….

Y al final acabas comprando Matildes, siguiendo al Real Betis Balompié, como poco, hablas del Tito Trump, te enfadas con Boris el turco, y lo de VOX que siempre fue contigo a la escuela en forma de diccionario de latín, te pone de una forma u otra según el humor que tengas. Deben ser los choques de los microuniversos, que son muy suyos, y las esquirlas van saltando por todas partes sin posibilidad de defensa alguna, y te dejan la vida hecha unos zorros.

Claro, que por otra parte como antropocentristas natos que somos no consideramos las esquirlas que nosotros soltamos, que también lo hacemos, no se crean ustedes, y nuestras interferencias en otros universos paralelos de esos que andan dando vueltas alrededor nuestro.

Me suena este charco a lo del rollo ese de Platón y lo de la tal caverna, que por ahí ya nos andaba diciendo el viejo griego, lo peligroso que era acercarse al universo vecino, que luego volvías a casa infectado y acababan apiolándote.

Será por eso que no me dejan entrar en el universo paralelo de Tito Trump, y que solo me envían sombras en la pared, en forma de serie de televisión, eso sí, mayormente para que no me lesione, o me sacrifiquen los míos, que a lo mejor vengo con una de esas gripes exóticas, y termino con mi universo.

Un Armagedón a escala HO, 1:87, como la de los trenecitos eléctricos de Märklin, que siempre tiene arreglo, como el castillo de Lego que se cae cuando el niño lo hace demasiado alto.

De hecho, cuando me pongo a escribir estas cosas, ahora que lo pienso, estoy lanzando mis esquirlas de universo a los universos de los que eventualmente puedan leerme, y lo que si tengo claro, es que ni podré entrar en los universos de mis lectores, hasta fundir mi universo con el suyo, ni al revés, que las cosas son así.

Pero sin ir tan lejos, nadie conoce a fondo, salvo quienes pertenecen a ellos los universos más generales, como el de los oligarcas, o los de la miseria, y en el fondo no sé si recomendar llamar a esas puertas, que si no nacimos dentro, a lo mejor no somos bien recibidos.

Y así nos va, que con tanto universo dando vueltas, uno ya no sabe nada, no sabe siquiera si es marciano, si es un ser o un “fu”, que si los físicos llevan razón, aquí estoy vivo y en el “Fringe” de turno llevo criando malvas hace décadas.

Lo dicho, ya no entiendo nada, y en el fondo tampoco me quita el sueño, porque al final en un par de siglos, con permiso de los transhumanistas, todos calvos.

“Todos somos contingentes, señor alcalde, sólo usted es necesario” que diría Cuerda aunque no hablase queriendo de los universos paralelos, pero es que la frase es grande, sobre todo en el universo del señor alcalde.

Buenas noches y buena suerte

es lunes

Nunca me ha gustado enfrentarme a los lunes, no sé bien por qué, ya que aún no se ha inventado eso del síndrome “post fin de semana” (seguro que lo llamarán “post weekend”, si llegan a definirlo). No sé por qué, ya digo.

Y analizando la cosa, a mí no me afecta el que haya que volver al curro, que eso hace ya muchas lunas que no me acontece, realmente no sé por qué me molestan tanto estas mañanas de nueva semana.

Esta se levanta triste, con el cielo cubierto solo por fastidiar, que llover, no llueve pero no se ve el sol, y los que nacimos a orillas de ese Mediterráneo, al que me gustaría añorar, la ausencia del sol quizás nos entristezca. Lo dicho, no sé.

Quizás sea la constatación de que todo sigue igual, con esa tozudez que da la predestinación en la que no creo, pero como las meigas, hayla. Te deja de nuevo con la sensación del ratoncito en su rueda, moviéndote sin sentido, y como es lunes y empieza el ciclo corto de la existencia, que es la semana, miras por la ventana, ves la cosa gris, y te esfuerzas para correr en la ruedecita de tu jaula, sin llegar más allá de lo que te hayan marcado no sé quiénes.

Creo que los lunes son los días en que realmente te das cuenta de que estás ahí atrapado, que te vendrán historias que te son ajenas y a lo mejor te producen la ilusión de que resuelves algo, de que generas alguna actividad que puede traer un beneficio para alguien, para algo.

Pero al final no es más que el movimiento del ratón dentro de la rueda, en su jaulita blanca…..creo.

No es que aspire a la trascendencia, que no es eso, pero la sensación que conllevan mis lunes no me ha gustado nunca, y a lo mejor, esa indicación de “volver a la rutina”, es lo que más me produce esa sensación de inutilidad.

La cosa, a lo mejor está relacionada con esas malditas preguntas que la humanidad viene haciéndose desde siempre, relacionadas siempre desde la trascendencia con que si no sabemos de dónde venimos, ni a dónde vamos, ni que se espera de nosotros, en fin, esas cosas, que hacen que el coger el coche por la mañana del lunes para ir a la oficina, o al campo de golf, que viene a ser lo mismo para lo que nos ocupa, llenen la mente de la conciencia de la pérdida de tiempo.

Ya saben, aquellos que me han hecho el honor de leerme, que hasta ahora el único papel reconocido por mí y que trasciende al ser vivo, es de transmitir su carga genética a otra generación.

Nada más, ya que el resto de las cosas es un ver quién mea más lejos, y además es igual en todas las especies de seres vivos del planeta, (por lo menos).

Que si el yate más grande, que si los dientes más fuertes, que si los colores de la cola más brillantes, que si el fruto más atractivo….toda la naturaleza bailando al mismo son, sin parar, desde siempre, que de lo que se trata únicamente es de transmitir el maldito ADN, en el que a lo mejor va nuestra conciencia, nuestra alma, o vaya usted a saber qué.

Porque puestos a cogérnosla con papel de fumar, ni siquiera podemos decir que nuestro ADN es nuestro, que viene desde muy atrás generación tras generación, y nosotros como mucho lo administramos como podemos, y lo transmitimos, quizás con nuestro “touche de classe”, si el entorno ha sido favorable.

Es decir, que ni siquiera en la acción trascendente de nuestra vida, somos capaces de introducir de forma consciente nuestro granito de arena.

Por eso me molestan los lunes, creo yo, porque se reinicia el ciclo del ratoncito que no va a ningún sitio, tras un paréntesis en el que a lo mejor ha cambiado algo tu rutina, pero que no deja de ser un espejismo.

Si me pusiera del lado de Sartre, me quedaría con que son mis actos los que determinan el significado de mi vida, con lo que tendría que crear mi propia ética de responsabilidad y alejarme de las creencias externas a mí.

Y sí, me suena, porque de hecho si he encontrado la ética universal de los seres ¡más que humanos!, ¡vivos!, y es la de transmitir ese ADN que nos pusieron al concebirnos, por mucho que se empeñe Ortega en que además de ser yo, soy mi circunstancia, vamos, el ecosistema en el que estoy ubicado, diría yo.

Pero mi circunstancia como ser vivo está más que clara, ninguna otra hay que la supere. Lo único que nos hace cósmicos es ese deber da la transmisión del ADN, que lo demás está, creo, sometido a esa labor, es la carcasa necesaria para la efectividad del deber que nos impone la vida.

Ya ven ustedes, que acabaré metido en la náusea sartriana derivada de la monotonía del transcurrir de la vida, de los días de la semana, independientemente de si pienso libremente o no, independientemente de si ejerzo mi albedrío, o no, que al final nunca decidí venir por este mundo, ni decidí mi forma biológica, ni decidí el método de aprendizaje para adaptarme a un medio que ni diseñé ni escogí.

Y además tampoco voy a decidir cuándo se acaba mi tránsito por estos lares del demonio, que tampoco es que importe, pero sí que se reconozca mi derecho a la libertad, aunque para lo trascendente no tengo ni una pizca de ese supuesto bien.

Y a lo mejor es lo que tiene el lunes, que te dan ganas de hojear “Crimen y castigo”, o “El extranjero”, y eso te deja hecho unos zorros, que acabas sumido en una suerte de nihilismo que no se ajusta a patrón alguno, y sin ganas de navegar por los canales que te han preparado.

Si habéis llegado hasta aquí, gracias, y espero que a nadie se le ponga en la cocorota proponer el “síndrome del fin de semana”, que lo mismo le hacen caso y la CEOE ya tiene bastante con que hayan subido el salario mínimo, y con que ahora no les dejen despedir ni a enfermitos, ni a preñadas ni a los de los permisos parentales. Que tiene guasa la cosa.

¡De nada!

Y yo, ¿ qué sé?

A veces nos empeñamos en afirmar que no pasa nada, y quizás sea cierto, que por lo que veo, en este valle de lágrimas, se trata de “hablar de mi libro” como Don Marianico nos recordó con toda su retranca el otro día junto al tomo de sus memorias.

Así, que debemos todos tener la sensación de que sí, de que las cosas están pasando, una detrás de otra, y que todas nos afectan de forma directa, en primera persona del presente de indicativo.

Parece que si me empichan al Tito Trump, mi vida se tambalea, si los nietísimos de Su Graciosa se encabritan, mis carnes deben ablandarse…

Y así una tras otra, con esa lista interminable que hoy empieza por Torra, y acaba con el Vp. del Gobierno viéndose a escondidas con el enviado de Maduro, y mañana acabará con el arrebato a los cielos en un carro de fuego de los Comín y Puigdemont…..

Y a mí ¿qué?, a mí ¿qué cojones me importa?, vamos lo mismo que si se le pone la cara larga al seguidor del “Pupas” porque la Cultural…. Mantener estas tesis puede que te haga nadar contra corriente, que piensen los que te rodean, (de los que por cierto pocos importan algo), que eres un cafre cavernícola, o un pollo con vocación de santón estilita, que por cierto su razón tendrían.

Lo malo es que sí pasa, y mucho, pero de eso no nos enteramos, ya que de su conocimiento podría derivarse un beneficio personal, y eso, ¡ay, amigos! no está al alcance de los mortales.

Ya me gustaría tener las informaciones que de verdad me atañen, como el ser la mosca en la pared de las discusiones de consejo de dirección de las grandes compañías del mundo, o de los entresijos en caliente de lo que andan peleando los chinos y los yanquis.

Si haría unos dineros con eso, ¡vaya si los haría!, pero es mejor que me sienta cautivado por el color del pelo de la cantante de moda, o de las broncas conyugales de Menganita o Zutanita, que como todo el mundo sabe, es la versión femenina del intento de fichaje del futbolista ese, que al final parece que compra un partido por un plato de lentejas.

A todo esto, y a caballo de telediarios, de tertulias cultas en Telecinco, de discusiones cuasi tabernarias sobre los logros de Zidane o las penas de Valverde, se nos va pasando la vida sin que de ninguna manera podamos tener la más mínima oportunidad de saber realmente que es lo que está pasando a nuestro alrededor, de cuáles son los contubernios en los que de verdad se decide qué es lo que va a pasar con nosotros, por qué y si es posible a qué hora.

He pensado en preguntar a San Google, que me dicen ya sabe de nosotros mismos, más que la madre que nos parió, y por supuesto más que nosotros, que somos todos unos haraganes de mucho cuidado, que con ese afán de estar informados, nos sabemos de memoria la lista de fichajes de invierno del Muy Respetable Club de Fútbol Real Celta de Vigo, y la de los novios de Doña Chenoa, pero ni idea de cuándo van a subirnos la factura del gas o qué está pensando en hacer nuestro gobierno para quitarnos por la puerta de atrás dinero subiendo no sé qué impuesto, y quitando no sé qué servicio/derecho.

Y es que no sé qué pinta el político de turno sobrevolando las zonas devastadas por el temporal. ¡Cómo si no hubiera suficientes funcionarios para cuantificar los daños!.

Pero queda muy chulo salir en el telediario con cara de solidaridad, hacer promesas, y ciscarse en ellas, que hasta dentro de tres años nadie va a ver un duro.

Pues no, no me importa nada esa noticia, que lo que me importa, si vivo allí, son las soluciones para resolver mis necesidades de forma inmediata, y si no es ese mi caso, saber que se está liando parda, para aplazar así mi viaje, y no transformarme en parte del problema.

Se imaginan ustedes un telediario que empezase por transmitir en directo el consejo de administración de una compañía eléctrica, o la reunión matinal de directivos de Apple, Google o Amazón….bueno, de Inditex también.

¿Se imaginan ustedes lo que sería, de verdad, estar informados de aquello que pueda afectarnos, de las ideas que aquel directivo está colocando en el consejo de su empresa, para saber más de nosotros, o de cómo manejar la información ya en sus manos?.

¿Se imaginan ustedes lo que sería que las agencias de información de los ejércitos de los países nos dijeran lo que saben de nosotros, y sobre todo cómo piensan utilizarlo y para qué?. ¿Qué se habrá hablado en las suites de Davos, o paseando por los campos nevados de los Alpes?.

Ahí posiblemente está el meollo de la información, no en la distorsión que llega a las ruedas de prensa, y que no sirven más que para manipular al que además, como yo, le presta poca atención. Cierto que después se apostilla el asunto con los artículos de fondo de la segunda del ABC. Pobre consuelo.

Es evidente que las grandes preguntas que me dicen se hace el ser humano, no tienen respuesta, los famosos de dónde venimos, a donde vamos, quiénes somos, cuál es nuestro papel por estos lares…

. Pero las de segunda fila, tampoco tienen respuesta, ¿Qué saben de mí?, ¿Quién lo saber? ¿Para qué lo usa? ¿Quién me quita lo que es mío? ¿Por qué lo hace?, ¿Cómo llego a fin de mes?, ¿Cómo alimento a mis hijos? ¿Quién decide por mí?.

Y no es ponerme conspiranoico, pero me temo que hay demasiadas cosas que me/nos interesan a los seres humanos, y se nos oculta de forma consciente, siempre con el motivo de no alarmarnos. ¡Coño si el alarmarme es el sistema de autodefensa con el que me ha dotado la naturaleza!.

No sé si alguna vez nos será concedida la gracia del conocimiento de aquello que ocurre en nuestro entorno, creo que no, de forma que estaremos desvalidos en nuestra protegida cárcel de cristal oscuro. ¡Voy a poner los informativos!

Un despiste

Es posible que no lo sepáis, pero soy de natural despistado, que si fuera uno de esos sabios que la caricatura adjetiva así, se entendería, pero no, que me falta lo de sabio.

Y en esas condiciones uno se transforma en viejo chocho, es decir despistado no por andar en un mundo de sabiduría, analizando los ángulos epistemológicos de la cosa, (la que sea), sino porque el mundo en el que anda uno no está demasiado poblado de temas trascendentes y pasa lo que pasa.

Cada vez me voy dando cuenta con más frecuencia del hecho de que se me traspapelan las ideas, que si he quedado un martes, resulta que caigo el miércoles en que la cita era el lunes, y a lo mejor hasta me estoy equivocando a la hora de comprar el número de lotería que he soñado, que o descoloco los números, o descoloco el sorteo.

Cosas del diablo, o de la edad. Y es que en esa vorágine uno ve a los de la generación triunfante que ahora anda en política, tras haber defenestrado a los viejos dinosaurios, (más jóvenes que yo en cualquier caso), y echa uno de menos al tal Tardá, al cual Más, incluso al cuyo Rajoy, o al quien Rubalcaba.

Que veo lo que las nuevas generaciones nos han traído, a lomos de pericos, rufianes, y malcasados, y no le llega a uno a tentarse la ropa.

Que a lo mejor, lo que pasa es que ya uno no habla ese lenguaje, cosas de la edad, o que a uno se le olvida lo que te quieren vender por la tele o la radio a la hora de la siesta, y solo se le queda a uno el grito que pegan, en el mejor estilo de las tertulias cultas de la cinco.

No lo sé, que a lomos de las incongruencias que genera mi cerebro, inducidas o no por esa caterva de paniaguados, uno empieza a pensar que es mejor olvidar, o confundir las cosas, que para que me las confundan estos pavos, me confundo yo a mi mismo, que es más cómodo, creo.

Estoy cansado de escuchar en boca de la misma persona aseveraciones definitivas de una cosa y de su contraria, bien que enmascaradas por los toques que la inmediatez ha traído a nuestra convivencia a lomos de las redes sociales, de la tecnología y del servicio del tal Bezos, o del gallego Ortega.

Que si no llega en dos horas lo pido a Alibaba. Por lo menos en el caso del tal chino, pone el nombre de un ladrón a su empresa, que antes que nada y por el buen nombre del negocio, no engañar ni en el título, que aunque el tal Alibaba, nace pobre y leñador, va convirtiéndose en el más aventajado ladrón.

Por eso no lo entiendo, que jamás compraría a alguien así, pero el mundo lo hace. Y no sé si por no conocer la historia recogida en las Mil y una Noches, o por escondidas razones que a mí se me escapan. Ya no sé de qué estaba hablando cuando empecé con toda esta historia bitacorera, y andar de escalada al inicio de la página se me hace arduo, pero sí, que la cosa va de que estoy hecho un lío, y que las motivaciones que me llegan desde afuera no son suficientes para darles mi atención, muy a pesar mío, y en ese dilema tiendo a meterme en la concha molusquera o buscar algo de luz en el hoyo del avestruz australiana.

Y no es aburrimiento, que en mi cueva encuentro montañas de estímulos, estímulos que han estado durante años esperando su turno para ir aflorando, y que no quiero dejar sin atender antes de pasar al Oriente Eterno, que por allí me dicen que te examinan, y que si no apruebas te sacuden de veras.

Y vistas las cosas, no sé si darle de nuevo al Buscón Don Pablos, a Lázaro de Tormes, al Guzmán de Alfarache, o a Rinconete y Cortadillo. Eso sí, sin salir de la picaresca que ha reinado siempre en este país de ricos, donde los ciudadanos son pobres.

Ya ven vuesas mercedes, cuán lejos estoy de acercarme a la Ilustración que quiso traernos Carlos III y que acabó aburriéndole, o de los jeribeques colgados de los sesudos filósofos del Norte frío, que se me hacen imposibles de entender.

Por eso, a lo mejor no soy capaz de entender los mensajes que me lanzan esos nuevos políticos de lo inmediato, y tiendo a confundir el mensaje, por no marear, mayormente, a mis neuronas, o a mi neurona, que ya no sé si reina la soledad en ese reino cubierto por mi boina de Elósegui.

Y de paso, me dirijo al refugio que consiste en olvidarme de casi todo, porque al final resulta que lo único que me interesa es lo que concierne al ser humano, y eso me aleja de los foros en los que se dirime el quién ostenta el poder, y quién se hace con el dinero.

Pero como todo tiene ese efecto colateral, que tan bien les viene a los adoradores de la violencia, mi efecto colateral quizás sea lo de olvidar alguna cita, o no querer recordar por qué página del último libro andaban mis ojos paseando.

Y de verdad, no me apetece comer rabos de pasas, que como estoy, estoy más que bien, ¿qué queréis que os diga?, y si Trump ha dicho otra burrada, pues la olvido, si a su Graciosa Majestad se le levantan los nietos, pues ya lo siento.

Que son otras las cosas en las que quiero estar, y seguro que más de uno me comprende, cuando digo aquello, al mejor estilo de Diógenes:

-Por favor, Alejandro, majo, échate a un lado que me quitas el sol. Así que la vajilla de fino oro labrada, sea de quién la mar no teme airada.

Decía algo?

IL “FU” ES QUIEN DECIDE*

 Asistí hace unos días a una conversación entre dos personas de la que aún no me he repuesto, no tanto por lo insólito de la historia, sino por la naturalidad con la que se narró y se aceptó por el oyente. Diremos entonces que contesció en un país del ecuador africano que una mujer joven, digamos que de unos sesenta años falleció por causas naturales, quizás con algo de ayuda por parte de la ineficacia médica que en esa parte del continente caracteriza a las instituciones sanitarias.

Nada especial en el hecho del fallecimiento, algo cotidiano, que es ley de vida y estamos todos obligados a pasar por el trance, incluso tenemos derecho de expresar a nuestros allegados algunos deseos íntimos que deben ser ellos quienes los lleven a cabo, cuando nosotros hayamos realizado el tránsito.

Y es debido conocer que esta señora, tenía sus deseos, expresados claramente a sus familiares y amigos en vida, y que por otra parte no eran nada difícil de cumplir.

Estos eran que deseaba reposar junto a su marido, que ya había fallecido y junto a un chico que sin ser su hijo biológico había querido como a tal, y que también, por desgracia, había fallecido en vida de esta dama.

La familia tenía los medios necesarios para llevar a cabo la voluntad de la difunta, y de hecho, era la opción más razonable, dado que el fallecimiento tuvo lugar en la localidad donde estaban enterrados sus seres queridos.

Para entender el contexto de todo este asunto, hay que conocer algunas de las costumbres locales relativas al rito funerario, que aunque no son demasiado alejadas de nuestra cultura, significan algunas diferencias que en este caso fueron significativas. Y es que cuando una persona fallece, la familia debe despedirse del “FU”, y ello conlleva desplazamientos que sin ser muchas veces excesivos en distancia si lo son en tiempo y en dinero, ya que la familia del “FU” debe correr con los gastos provocados por las miríadas (es una exageración), de familiares y allegados que desean despedirse.

Además, como hasta que no se han despedido todos, no está bien proceder a la inhumación, puede alargarse el funeral varios días, quizás hasta casi dos semanas. En este caso, al parecer, la mayoría de la familia vivía a una distancia considerable y se consideró como solución más razonable, trasladar los restos a la localidad de procedencia del grupo familiar, a unos setecientos kilómetros del lugar del fallecimiento, y del sitio en que la difunta, “IL FU”, quería ser inhumada.

Subieron pues el féretro al tren, junto con otros seis o siete féretros de otras personas que iban a ser enterradas en la localidad de origen de la familia, y donde les esperaban para el funeral.

Quiero también indicar, que en esta parte de la tierra, los funerales y las bodas son ocasiones en las que el clan se junta, se dirimen casi siempre de forma positiva, viejos pleitos, se perdonan muchas ofensas, (las perdonables diría yo), y la fiesta es algo consustancial, de forma que se alarga el proceso un tiempo más que razonable.

De hecho, y a lo mejor no les falta razón, sienten cierta pena por nosotros dada la forma en que nos despedimos de los nuestros cuando se van. Piensan que nos los quitamos de encima, y a lo mejor no están demasiado equivocados.

Pero esa es otra historia. Tenemos a nuestra amiga en el tren, alejándose del sitio en el que deseaba ser enterrada, y a no muchos kilómetros de la salida, un descarrilamiento de otro tren, bloqueó las vías, de forma que era imposible proseguir el viaje.

Tampoco es muy extraño ese tipo de accidentes en esa ruta, que el mantenimiento de las instalaciones no es el más avanzado, de forma que se decide bajar los féretros introducirlos en furgones funerarios para proseguir viaje, esta vez por vía aérea. Pero cuando van a cargar el féretro de esta dama, resulta imposible hacerlo, que entre seis fornidos muchachos no podían moverla para subirla al furgón. En ese momento, la hermana de la difunta, se acerca al ataúd y dirigiéndose a la finada, le dice

-No te pongas en ese plan, si no te quieres mover, no pasa nada, yo me quedo aquí contigo, y te enterrarán por esta zona, que no es lo que tú querías, pero es lo que va a pasar, así que se razonable.

Dicho y hecho, un solo hombre pudo subir al furgón, con toda facilidad el féretro, y se dirigieron al aeropuerto. Se pudo cargar el ataúd en el avión, pero cuando fue a despegar tuvo un fallo mecánico que impidió la salida. Hubo que bajar los féretros, y esperar otro avión, y buscar,  por supuesto zonas de almacenamiento refrigeradas, que los más de treinta grados y los noventa por ciento de humedad no son las condiciones idóneas para conservar los cuerpos.

Y la escena se repitió, al intentar volverla a subir a otro avión que la alejaba del lugar en que esperaba ser enterrada, fue imposible. No se podía mover el cuerpo, ni con un Caterpillar.

No es difícil imaginar la desazón de la familia, que a setecientos kilómetros de allí estaba esperando a su familiar para despedirse de ella, según sus tradiciones, además con un gasto de dinero casi inasumible, que cada día crecía más, y por supuesto los sentimientos de todos por no poder despedirse como debían de su ser querido. Finalmente se toma la decisión de hacer caso a “IL FU”, y le dicen que tranquila, que la van a enterrar donde ella quería, momento en el que todo vuelve a ir como una seda, acaba el sepelio, y hasta hoy.

La familia vuelve a casa, y ya está, ya está menos la cara que se me puso a mí cuando, estando yo de testigo, oí narrar esta historia, y a la persona a la que se lo contaban le parecía de lo más lógico toda la peripecia

. -¡Pero,¿ cómo se os ocurrió no hacer caso de la voluntad de la difunta?! .¡Menos mal que al final le dijísteis que la ibais a enterrar donde ella quería!.

Pienso, después de oír esta historia, lo que este mundo industrial y tecnológico ha hecho que perdamos en cuanto a nuestras capacidades de comprensión del mundo que nos rodea, especialmente lo relativo a las sensibilidades intangibles, a la incomprensión de planos diferentes al nuestro, fuera del racionalismo más duro. Alguien me dijo que hemos perdido la mitad de nuestra conciencia y de nuestra capacidad de comunicación, ya que se inscribe únicamente al plano físico en el que nos movemos. ¡Nos vemos!

*En Italia, es el que fue, es decir el difunto. Lean “IL FU Mattia Pascal” de Luigi Pirandello. Deliciosa novela.

PATER FAMILIAS

Seguimos mareando la perdiz con el temita de a ver quién hacemos presidente del gobierno, y me temo que los temas más importantes que justifican la existencia de un Estado andan manga por hombro. Y no aquí solamente, ya que es obvio, al menos para mí, el hecho de que está medio mundo cabreado, y no un poco.

Todo a caballo no sé muy bien de qué, pero si analizo lo más importante, y no por su orden. (Estoy muy mayor para priorizar), me encuentro que lo primero que el señor feudal, o el “pater familias” romano garantizaba, era la seguridad de sus siervos, esclavos, o ciudadanos, si os empeñáis, que venían los bárbaros contratados por el vecino, y se dedicaba a violar señoras, robar cosechas, arrasar campos, en fin, esas cosas.

Y eso anda a medias, que desde luego al Señor de Alcubierre ya no le da por invadir al Señor de Jaca, que eso pasó a la historia, pero seguimos con los robos a ciudadanos no convenientemente reprimidos, o lo que es mejor evitados por el organismo al que le hemos dado esa potestad dentro del Estado, y me refiero a legisladores, jueces, y estamentos policiales.

Vamos todos por la calle abrazados a nuestros bolsos, los coches cerrados con alarmas sofisticadas…..en fin. Qué voy a decir que no sea del dominio público, y eso que no hablo del tema de la inviolabilidad del domicilio, que hoy te pillas el puente de la Pepa, y te ocupan la casa en un plis.

Así que seguridad, me temo que ni en el valle del Batzan. Que las cosas son muy difíciles, y las pobres mozas, mirando a ver quién las persigue cuando quieren llegar a la hora que les de la gana a su casa. Mal andamos en eso de la seguridad, y eso en un país seguro, que dicen que es el nuestro. Así, que en el tema de la seguridad la nota que obtienen los Estados, es baja, bajita diría yo, y además como tiene el monopolio del uso de la violencia, concedido por los ciudadanos en los regímenes democráticos, que no se os ocurra pegar un par de tortas al pollo que se mete en tu casa a ver si te asesina, que la cosa es esperar a que te asesine, y luego ya pones la denuncia.

Algo no funciona, y no soy de la “rifle association” , pero no es todo, que la otra cosa que deberían garantizar los Estados, sin meterme en La Pepa setentera ni en la Carta Magna británica, es el cuidado de los más mayores, de los sabios de la tribu, y es algo a lo que los Estados no les apetece, que es como si quisieran retraer recursos de ese capítulo, porque quizás sea difícil meter el cazo personal del político en las pensiones.

Y ya se sabe, si van demasiados recursos a esas cosas hacemos menos autopistas inútiles, que son las que dejan las perras para que viva la clase gobernante.

Así, si conseguimos cuadrar el círculo de pagar salarios ínfimos, (Ya sabes, que vienen los chinos y los indios que lo hacen más baratito), y convencer a los ciudadanos que ahorren en su plan de pensiones entre cincuenta y setenta y cinco céntimos al año, para que se lo gestione el Banco de la esquina, pues d’aguti, que liberamos un pastón para comisiones.

Y además como los esclavos son imbéciles, cuando vayan a recoger sus cincuenta euritos del plan privado de pensiones, les cobramos un tipo del cuarenta y pico por ciento en impuestos, y a otra cosa.

Así, que como el ciudadano es lo último en la lista de prioridades, especialmente cuando ya no se le puede explotar, pues se le deja morir de hambre….y de frío en invierno, ya que el pisito de protección oficial en el que ha malvivido cincuenta años, se lo venden a Goldman Sachs, que no paga impuestos, pero deja comisiones.

La gente se cabrea, se cabrea de veras, cuando ve que el sistema sanitario se va deteriorando poco a poco, o mucho a mucho, siempre que sea el público, que para eso están las aseguradoras y las clínicas privadas, ¡coño!, que hay que joderse como es la gente, que pudiendo ir a esas clínicas cojonudas siguen empeñados en ir a La Paz.

Pero bueno, si lo hacen los del Imperio, es que debe ser bueno, así que copiemos, y que las aseguradoras tomen la responsabilidad de curar a la peña, y si el tratamiento se pone caro, que lo lleven a tribunales, que el asegurado seguro que no tiene pasta para pleitos, y una vez muerto, ¡cebada al rabo!.

De la educación, ni hablamos, que no hay quien pase los exámenes esos de Pisa, que ponen de los nervios a los Estados, y los chavales de la Pública, que no sacan ni patrás la tabla del nueve, siguen perdiendo las oportunidades que ofrecen esos coles tan cojonudos y esas universidades maravillosas, a las que van los futuros amos del mundo.

No hay quien entienda a la gente….¡que valen cuatro duros! Y así pasa lo que pasa, que se cabrean en Chile, que Francia está parada, que los ingleses se ponen en las manos del primer mentiroso que pase por New Bond Street, que en Argelia ya no quieren saber nada ni de las urnas, que en esta España nuestra…..que en Israel… Porque además de la tendencia a eliminar las garantías que el contrato social tiene establecido con los administradores de lo público, en cuanto al tratamiento de los que trabajaron toda su vida, la educación de los que vienen, la salud de los que estamos, los Estados están llorando todo el día al son de que hay que elevar la presión fiscal, que no llegamos, que hay que hacer la tercera autopista Talavera-Toledo para incrementar la estructuración del territorio, y si podemos poner un shuttle train entre Astorga y Bembibre de esos de a trescientos la hora…..que hay que…..

Hay que joderse, que diría el castizo, que a lo que nos enfrentamos en este mundo globalizado, es al abandono del Pater familias, del Estado, de aquello a lo que están obligados a cambio del poder que se les ha dado, pero la realidad es que no tiene límites a la hora de engordar su tesoro, y de reducir sus servicios. Por cierto, me dicen que debemos 1,1 billones de euros, a gente de por ahí….se lo habrán gastado en juergas, digo yo.

¡A cascarla!

Monotonía de lluvia

Buscad, si os apetece, aquel poema de Don Antonio Machado, al que llamo hermano, que empieza con un:

Una tarde parda y fría de invierno.

Los colegiales estudian.

Monotonía de lluvia tras los cristales.

A mi se me viene muchas veces encima, y más estos días en que la Meseta sin ser invernal, quiere parecerlo, con sus nieblas meonas, que aquí nunca se ha atrevido a llover del todo,  aquí del todo, nada acontece.

Y ese recuerdo al Caín que se escapa mientras Abel yace muerto en su charquito de sangre, en el cuadro del fondo del aula, el cuadro que por visto miles de veces ya se ignora tanto como se ignora el color del picaporte de la puerta.

Y al fondo la radio con su letanía matinal, o vespertina, que no importa que sea la misma, y que parece el maestro que nos hace cantar a coro la lección….¡Sánchez por Casado igual a Rufián, Rufián por Arrimadas igual a Abascal…..! Monotonía de lluvia que no es, de lluvia que parece niebla o niebla que parece……

Pero todo es monotonía, pegajosa, insufrible, aburrida, como la tabla del siete, del tres , o del nueve. Nos cambian el clima, “cuarenta y siete”, negociamos con los indepes “sesenta y cuatro”, les pregunta el Rey “cincuenta y seis”.

Monotonía de lluvia, o de niebla meona, tras los cristales.

Habrá que cambiar al maestro, o al sistema educativo, que me es indiferente, sabiendo que siempre habrá una letanía por cantar, que siempre un oficiante dispuesto, ¿que son veinticinco conferencias del clima?, “cuarenta y nueve”…

Y como la tabla del siete, nada cambia, todo está igual, siempre igual, que el de ahora no es Felipe, que es Perico, que el otro si es Felipe, que no JuanCa, que ya no es Jordi que es Puchitorra…..

Y a mí, ¿ qué me importa San Gabriel, el de Santa Coloma,?  que no me parece ni bueno ni mártir, que ahora es Rufián, y lo que dice no me hace mejor, y me temo que a usted tampoco, que las letanías de esos oficiantes no son como la del maestro, que ésta es para engañarnos, y la del maestro para que no nos engañen en el cambio.

Por estas latitudes no se oyen las gotas de agua chocar contra el alfeizar, aquí es solo niebla meona, esa niebla que entra en los huesos y que impide que vislumbres el futuro, como las letanías que nos sueltan para que no nos fijemos demasiado en la pasta que se están gastando para nada los de la tal cumbre del clima, ¿en qué estarían pensando los chilenos?.

Estas oportunidades las pintan calvas, pensamos por aquí, y nos traemos a la niña sueca, que viaja en catamarán de lujo y en espresso de Lisboa, chucuchucuchu, y decimos que le estamos quitando la infancia o la adolescencia. ¡No me jodas!,

Si mal no recuerdo la niña es sueca, y a los que roban la infancia, la adolescencia, la vida, en definitiva, son a los que andan dando tumbos por Niger, por Mali, por Bangla Desh, o los que viven en los campos de refugiados de los que escapan de Siria, o esos  de Birmania, que les llaman rohingya.

Recordad mis palabras de hoy cuando veáis a esta niña, a la que están robando la adolescencia, entrar como diputada en el parlamento europeo, o en algún gobierno.

Os diré que como Dani “El Rojo”, aquel pollo que llevó lo del sesenta y ocho en París y en el que sin estar, todos estuvimos.

Prohibido prohibir, nos decía, a caballo de su acracia soñada, y acabó en el legislativo europeo……haciendo leyes.

Y no es culpa de ella, seguro, además de que está haciendo una labor más que útil, y a quien se le haya ocurrido montar el tinglado,  lo ha clavado.

Ha dado en el corazón sosorrón y bonachón de los euroblanquitos, a los que les molestan las pateras, a los yanquis de Alabamaa los que les molestan los espaldas mojadas. ¡Cómprate el coche eléctrico! ¡Cómprate un panel solar!, respirarás mejor, y tus hijitos y tus nietecitos.

Esperamos que no se te olvide superaislar tu casa, que te den la A verde esa. Y es que el ramo de la construcción anda jodido.

A lo que no renunciamos de ninguna manera es ir hacia atrás, que todos queremos la leche envasada, y es que nadie sabe qué es lo que entra en un granel, que nadie quiere tener la casa a 18º, que nadie quiere ni coger el metro ni que lo cojas, aunque vivas en Móstoles o en Terrassa y curres en Sol o en el Passeig de Gracia.

Es lo que tiene la niebla meona: molesta, persiste, como lo que cada día se empeñan en echarnos encima desde los telediarios, desde los noticiarios, cada uno en su onda, al augur de la nómina que le paga el pienso, que todos comemos y hay que entenderlo.

Hasta el Atlético de Madrid vuelve a ser “El Pupas”, y Barça y Real, compartiendo la cabeza. Todo con la monotonía de esta niebla meona que me está dejando el Barbour hecho un asco.

Ya veis, nada nuevo, todo espeso como esta niebla que cuando lees el tiempo del día, lo primero que te dicen es día despejado, que para llegar a la niebla hay que leer un poco más.

Así que me voy a preparar un aperitivo como Dios manda, que ¡total! para como están las cosas me importa un carajo si dentro de diez años los autobuses son eléctricos en Madrid o van a vela, porque lo importante no es eso, es evitar esas macrociudades que desestructuran los territorios en nombre de la economía de escala.

¡Lo que  ay!

Un muerto es un drama, un millón de muertos una estadística

Alguien dijo una vez algo así como “Un hombre muerto es un drama, un millón de hombres muertos es una estadística”. Voy a sustituir lo de muerto por desempleado, por pobre, por refugiado, por lo que ustedes quieran, siempre sin salirnos de lo que representa ese adjetivo que califica la calidad de un ser humano en un momento, más o menos largo a lo largo de su vida.

Que me dicen se han ahogado sesenta o setenta gambianos frente a las costas mauritanas: Estadísticas.

Que lo que quiero saber es la historia de cada una de las personas que perdieron la vida en el evento, quiero saber porque corrieron el riesgo, todos y cada uno de ellos de forma individual, quiero sentir el drama personal de esos seres humanos, para evitar dejarlos transformados en mi subconsciente en elementos de la eterna suma estadística de cadáveres que llenan los mares, las selvas centroamericanas, los ríos y los muros que separan el hambre y la desesperación estadística, de la riqueza estadística. 

Me hablan, y en concreto me habla un documental en la cadena Arte, de la pobreza…..en Alemania, y eso se enfrenta a la estadística de lo que significa ser uno de los países más ricos del mundo, creo que el tercero en renta per cápita decían, aunque debe haber un error ya que cuando lo busco, sale el dieciséis.

Pero es lo mismo, son estadísticas. Como son estadísticas el hecho de que el veinte por ciento de los berlineses tienen que pasar por los servicios sociales para recibir ayudas al alquiler, a la alimentación…. Como que el treinta por ciento de los niños berlineses están en riesgo de exclusión social….y eso con una renta per càpita de 49690 dólares.

En el trabajo de Arte, pasan de la estadística a las historias personales, es decir, al drama. Sale el jubilado que a sus setenta y cinco tacos tiene que andar buscando botellas de plástico por las papeleras de la ciudad para venderlas y sacar unas monedas. El empleado de un Hospital que por su trabajo de ocho horas recibe un salario por debajo de los mil euros, y no puede vivir. Y eso que el salario mínimo es de 1557€, cosa, que al parecer los empleadores se pasan por el forro.

Algo debió pensar que iba mal la administración alemana, cuando lo subió este año un 3,9%, es decir la mitad de la inflación. Pero lo dicho, me cisco en la estadística, y me quedo con el drama personal de la mujer que trabajó toda su vida como autónomo, y al final se encuentra con que no puede pagar su apartamento, con una pensión de setecientos euros.

Son los dramas los que me interesan, ya que es la única forma de ser consciente del problema al que nos enfrentamos en esta sociedad en la que el ultraliberalismo económico se ha ido imponiendo.

La diseñadora gráfica que se encuentra con que a sus treinta años no puede encontrar un salario digno. Siempre hay alguien que acepta un precio más bajo, siempre hay alguien que ofrece trabajo a precios que él no aceptaría.

La ley siempre protege al explotador, o al que usa a sus empleados para sacar a flote un negocio que sin esclavos no funciona. Esos deberían cerrarse por ley, ya que al final también afectan a las cuentas públicas, pues en algún momento apoyan o entran en la economía sumergida.

A todo esto veo por las estadísticas, que la presión fiscal en Alemania anda alrededor del 41%, (en España el 35,2), con lo que un país rico, se queda el 41% de lo que producen sus ciudadanos, donde hay dramas por todas partes según el trabajo de Arte.

A lo mejor quiero ser irlandés, que tiene una renta per cápita de casi 78.000 dólares y una presión fiscal del 23,4. Aunque para disfrutar de eso, me temo que no vale ser un ciudadano de Cork o de Connemara, que hay que ser una de esas multinacionales evasoras de impuestos.

Pero eso es otra historia. Es inquietante desde luego el contemplar que esa supuesta riqueza estadística no llega a muchos de los irlandeses de a pie, que al parecer es una fábrica de evadir impuestos, ya que el 17% de sus ciudadanos, según Eurostat está en riesgo de pobreza.

Claro que en España andamos por el 27% casi, y los alemanes andan por el 20%…. y eso son estadísticas, porque si empezamos a contar las historias, una a una son decenas de millones de dramas en nuestra pulcra Europa, que conocidos una a uno en las entradas de los telediarios, en las primeras de los periódicos, harían el problema realmente visible.

Pero no vamos a descubrir ahora qué significa ser esclavo en estas tierras de la Europa pulcra, en donde creemos que somos libres, y donde el desarrollo de las estructuras económicas, se traducen en incrementos de las desigualdades, en frustraciones continuas de proyectos de vida de ciudadanos que se creyeron el sistema.

Ese sistema en el que aunque parezca otra cosa, se crean cada día más y más dramas encubiertos por la estadística. Esperaré a ver si alguien se atreve a contar las historias del cayuco gambiano, de ese cuerpo que flotaba en la playa acompañado de ese otro, y de aquel y de aquella, y de esa con el niño muerto, como su madre, eso sí atado a la espalda, como hacen las madres africanas que así aseguran la vida del bebé, y al mismo tiempo trabajan.

Quiero saber, por qué estaban en ese cayuco de la muerte, aunque no sepamos ni siquiera sus nombres, y sean enterrados como lo que al fin les considera el resto del mundo, un elemento estadístico, sin más valor, y que a lo mejor algún puritano utiliza para levantar una muralla nueva, o para pedir una subvención.

Me dicen que con algo más de nueve mil millones, la pobreza en España caería un 60%, es decir quedaría en el 14%, no parece mucho, apenas un 0,8% del PIB. Es una estadística, pero a lo mejor evitaba muchos dramas.

Feliz Navidad

Es Catalan quien…..

He leído un artículo del último ganador del Premio Planeta, un cacereño catalán, o un catalán cacereño, sobre el doloroso tema de su tierra, que es la mía, aunque yo no sea de Badajoz. (Buscad “La gran Traición” un artículo publicado en El País el 16/06/2019).

Habla entre otras muchas cosas del engaño al que los nacionalistas, encabezados por el tal Pujol, sometieron a aquellos que no meamos a cuatro barras con estrellitas, (la estrellita es un cálculo renal, claro).

El engaño del tal Pujol fue definir al catalán como aquel que vive y trabaja en Cataluña. Debió decir el tal Pujol, con el micrófono cerrado, siempre que tenga siete generaciones tras él de Puigdangolas, de Bellveís, o de Cullells, por lo menos, ya que los demás son “Los otros catalanes”.

En esta bitácora, encontraréis por ahí perdido unas menciones al bueno de Paco Candel, “El Candel”, que describió en sus novelas lo que eran esos otros catalanes, los de las chabolas de C’an Tunis, del Somorrostro o de la Mina.

Y veréis que nada, nada tienen que ver con la Teresa del Marsé, pero sí con el “Pijoaparte” de la Torrasa. Y esos otros catalanes, algunos de los cuales salieron de los guetos chabolistas del cinturón barcelonés, llevaron a sus hijos a los colegios donde la inmersión lingüista era obligada, y no nos importó.

Siempre supieron que escalar en la sociedad era difícil, pero no, en Cataluña era imposible, y unos pusieron una sastrería en Sants, otros hacían el taxi y tenían un pisito en Bellvitge (en Bellvitge hay vida), hasta algunos consiguieron compran un pequeño apartamento en las playas del sur. La Costa Brava no era para ellos.

Y hoy, nos enfrentamos a la culminación de aquella traición, que hoy, catalanes, lo que se dice catalanes, son los que además de tener esos siete Cullell, Puigdangolas, o Bellveís en sus apellidos, llevan la banderita con el cálculo renal en la cúspide, votan lo que hay que votar, e insultan a los que hay que insultar, que no son catalanes, que aunque trabajen y vivan en Cataluña, son invasores.

Y quiero dejarlo bien claro, que todo me ha venido al coleto viendo la cara del tal Rufián, que se cree catalán, y no lo es. Es de los otros catalanes, de los del Candel, es un Pijoaparte cualquiera al capricho de la Teresa de la Bonanova. Es de procedencia andaluza, de Jaén, de Alcaudete, de Turón, como tantos y tantos, que fueron traicionados, y que aún no se han dado cuenta.

No tardarán en llamarle “Botifler”, de hecho ya ha pasado, y tiene que reforzar su catalanismo radicalizándose, para que Teresa siga visitándolo en La Torrasa.

Por cierto, que el tal Rufián, para ser de izquierdas parece que trabajó en una ETT que subcontrató obreros de Chile, Argentina, Rumanía, India….todo un curriculum para un hombre de izquierdas y de Santa Coloma, que no es La Torrasa , pero donde la Teresa del Marsé solo iría a cazar un gitano de ojos verdes, que los de Sarriá son para casarse y asegurar los patrimonios. (Leed un artículo de Jordi Pérez publicado en El País el 23/7/2016, “El fin del enigma de Rufián”).

Y ahí estamos, recordando a los catalanes de primera que son menos, que la mayoría de los catalanes no quieren separarse de España, aunque en el día a día les escupan por la calle, los discriminen en sus puestos de trabajo, y que por muchas manifas que hagan los once de setiembre, por mucho que alteren la historia, por mucho que de la forma más patética el día que les sacudieron en las orejas por díscolos en 1714, lo recuerden como día nacional, (seguro que celebran la huída vergonzante de Casanovas , para seguir con su profesión, a su pueblo mientras en las murallas del Raval peleaban los catalanes), y que griten lo de in-de-pen-den-sia, en el minuto 17 de la primera parte en los partidos del Barça,.

Todos sabemos que el movimiento en marcha hoy, y que no ha sabido parar el gobierno de la Nación, no es más que un intento de ocultar la corrupción de los Pujol, los Más, los….bien arropaditos en La Bonanova, en Pedralbes por los suyos, que por cierto también mojaron la parte alícuota que les correspondía.

Sí, que ahí está la traición, que el parlamento del Parque de las Fieras no representa más que a los catalanes. Porque los demás no lo son, ya no lo son, ni el bueno del Señor Cercás, por mucho Planeta que gane, ni el diputado Rufián, que está más cerca del Candel que de Pedralbes, ni de los taxistas que compraron el piso en Bellvitge, o los que se fueron a vivir a Torrebaró.

Que no es suficiente ver Tv3, que no es suficiente haber sufrido la educación inmersa, que no es suficiente, siquiera ser diputado nacional, que una cosa es Rufián y otra Tardá. ¡Que nadie se equivoque!

Y sobre todo que nadie olvide, que para ganar unas oposiciones no puedes ser de los otros catalanes, que para ganar un concurso de suministros a la región, de lo que sea, debes enseñar la “Torre” en LeónXIII, la de la Cerdanya, y la de S’Agaró, por lo menos.

En caso contrario no puedes jugar, no eres de fiar, y tu hija nunca se casará con un Bohigas ni con un Palau, ni tu hijo con una pubilla.

Sé que el cabreo me aflora por todas partes, que si eres de los otros catalanes la vida en esa tierra, que es la mía, es muy dura, casi imposible si deseas progresar, que el entorno es racista, excluyente, agresivo, injusto e ineficaz para todo lo que no sea repartirse el dinero entre los primeros catalanes, que para eso llegaron antes.

Por un momento temí que los Mossos se transformaran en una especie de guardia pretoriana, con toques de SS, con toques de Gestapo, pero parece que la cosa se ha parado un poco, no demasiado.

Aunque no desespero, ya que nuestros gobernantes están dando alas a todo este ambiente, olvidando a la mayoría de los residentes en Cataluña, permitiendo que la corrupción que mueve las élites de San Cugat, o de la Avenida Pearson, se salgan con la suya.

Dejemos, por favor de hacer el imbécil, y defendamos a la mayoría de catalanes, a los otros catalanes.

¡Au!

El artículo 52D

Creo, que aunque no me guste hablar de medidas políticas concretas, o de leyes publicadas en el BOE, hoy me siento obligado a hacerlo, de la misma forma que debo criticar a ciertas organizaciones paniaguadas que se apuntan al carro de la publicidad en medios de comunicación, una vez que su ineficacia o su inacción ha quedado patente.

Me estoy refiriendo al famoso artículo 52D del estatuto de los trabajadores, fruto de la maldita reforma laboral que coló a la ciudadanía el Partido Popular allá por 2015, hizo cuatro años en octubre. “Por faltas de asistencia al trabajo, aún justificadas pero intermitentes, que alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos siempre que el total de faltas de asistencia en los doce meses anteriores alcance el 5% de las jornadas hábiles, o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un período de doce meses”.

Se excluyen las actividades sindicales (faltaría más, que los liberados son sagrados), huelga legal, (más a favor de sindicatos) accidente de trabajo, embarazo y asociados a tal hecho, vacaciones, y si tienes una enfermedad no laboral cuando haya una baja acordada por los servicios sanitarios oficiales pero eso sí que dure más de veinte días.

¡Ah! La violencia de género, el cáncer o enfermedades graves (no especificadas) también son excluyentes. Por cierto con nueve días en dos meses estás en la calle, si en el año anterior has faltado diez días, estás fuera, y si en cuatro meses cualquiera dentro de un período de doce meses has faltado veinte días estás fuera. En cualquier caso las cifras parecen contradictorias.

Pues qué bien, en estos cuatro años, todos callados. Los primeros los llamados sindicatos de clase, que una vez asegurados sus derechos, el de organizar huelgas, y el de tener bien amarrados a sus liberados por actividades de ¿defensa? de los trabajadores.

Pero defender el derecho de los trabajadores, ni les iba bien a los sindicatos, esos que hoy salen a la calle, con toda su caradura, para lamentarse por que el Tribunal Constitucional, ha considerado procedente el despido de una persona según este artículo, sin haber echado a la calle a toda la masa social de este país durante cuatro años todos los días.

Todos sabemos que mañana la cosa está olvidada para estos pollos, que ya han hecho ruidito hoy y han salido en el Telediario de las tres y en los informativos de la radio esta mañana, lamentándose de la actuación del Constitucional, pero sin decir ni pío sobre su inacción de cuatro años o de su ineficacia.

Como su salario proviene del bolsillo de todos los españoles, vía impuestos, tan contentos ellos, que si se tratase de vivir de las cuotas de sus asociados, habían cerrado hace tiempo, o se habían puesto las pilas y no tendrían que echar la culpa de su ineficacia al Tribunal Constitucional.

Y por cierto, dado que el salario de los Señores Magistrados del Constitucional provienen de mis impuestos, y en aras de la transparencia, no me importaría saber si sus señorías se encuentran en alguno de los supuestos del 52D. Que deberían publicarse sus plantillas de asistencias, ¿o son de la pata de Judá?.

No se escapan los partidos que han sido oposición y que llevan colgado el letrero de “obrero”, o de “desencantado”, podamos o no, ya que como mucho, y hablando de la legislación laboral, lo más que han dicho (hacer no han hecho nada), es que hay que derogarla, cuando lo primero que deberían haber hecho, es explicar con todo detalle los derechos que los trabajadores perdieron durante estos años, que algunos se imaginan, pero son ellos como responsables legisladores, quienes nos lo deberían contar.

¡Ah!, y ya que estamos tampoco me importaría ver publicadas las bajas o inasistencias de sus Señorías los Diputados a Cortes, y Senadores.

En cualquier caso, leyendo el documento legal de marras, no es difícil, incluso para mí, ver las inconsistencias, y las derivas en contra de los derechos de los trabajadores que hay por todas partes.

El más pequeño de los ejemplos es la parte final del tal artículo 52D, donde se te excluye de la norma si tienes cáncer. ¡Cooooñoooo!.

¿Tiene que poner el médico en el parte de baja que tienes cáncer?, ¿Dónde queda tu derecho a la intimidad?, y por enfermedad grave, ¿qué se entiende?, ¿Una gonorrea? ¿Una bronquitis crónica? ¿Una hernia discal?

Yo no sé si hoy ser VIH positivo se considera una enfermedad grave, quizás sí, quizás no, ni si una enfermedad genética, pongamos por caso la hemofilia lo es.

Y los doctores aireando las fichas médicas de sus pacientes para que se quede tranquilo el pollo de la CEOE, o el patán del empleador, y la intimidad del paciente-trabajador, a hacer puñetas.

Y quiero recordar a todo el mundo, que esta norma, absolutamente contraria a los derechos conseguidos por los trabajadores, no sería necesaria, si las bajas no fueran, en algunas ocasiones percibidas como ficticias, y estuvieran los servicios de Inspección de Trabajo e Inspección Médica debidamente dotados, y no sobrevolara siempre el fantasma de la corruptela sobre el ambiente.

Pero claro, unos Inspectores de Trabajo suficientes y bien formados, a lo mejor no les venían del todo bien a los empleadores, esos que chulean horas extras, que no pagan los pluses pactados, que encadenan “ad nauseam” los contratos basura, pero que se apoyan en esta norma para arañar un beneficio extra a la última línea del balance.

No voy a extenderme más, y recordaré a los periodistas, a los de los Telediarios, a los de las radios de por la mañana, que no es hoy el día de rasgarse las vestiduras, o alegrarse de la sentencia (depende del pelaje político del medio y cuál es el pesebre donde comen), sino el día siguiente de la publicación en octubre de 2015, de esta infamia

Quizás ahora haya que pedir a los médicos, que en vez de escribir “enfermedad común” en los partes de baja, escriban enfermedad grave, sin especificar, tal y como dice la norma, y mantengan la baja durante, digamos, veinticinco días, y a otra cosa.

¡Mecagüen!

Negro Viernes Negro

No me acuerdo, pero tampoco me importa, ya, que aunque con toda seguridad he hablado en algún momento de las Saturnales, del consumo, de los intercambios de regalos, de tantas y tantas cosas relacionadas con la que se nos viene, de nuevo, a partir del maldito día en el que se encienden las luces de Navidad.

Y este año estoy mucho más cabreado que de costumbre, ya que mi ciudad de acogida se va a gastar una pasta gansa en lucecitas, al grito del ¡Compre, compre!. Tres milloncejos del ala, ni más ni menos, dicen los voceros municipales, e insiste la madame que ha vendido las lamparitas en que no gastan nada, oiga, nada.

Y como no creo en casualidades, acontece que lo que era un día negro, un viernes, con una cierta tradición entre los americanos del Norte, que veían en el día siguiente a Acción de gracias el pistoletazo de salida para las compras de Navidad, sea convertido en estas latitudes como la fiesta de la iluminación de las calles, y del martirio para los empleados del comercio local, a base de villancicos y demás musiquitas.

Pero lo de negro, no lo es tanto, que todo eso, hacía que las cifras de los balances del pequeño comercio, que andaban el rojo, pasasen a negro. Así que en el Imperio, por una vez lo negro no era algo peyorativo, negativo o desagradable, y en ello estamos también por estos lares.

Y mi cabreo este año, es que volvemos a esa situación en la que de nuevo enfrentamos al ser humano con el dinero. Ya lo sé, no me gusta toda esta parafernalia, con el añadido “lavacerebros” que lleva aparejado para los niños. Luces, música, escaparates, Frozen Dos, sonrisas, y al final preparación de los enanos para su inmersión inmediata en la sociedad de consumo.

Pero la otra cara de la moneda, es la de los centros de acogida de ciudadanos, que para luces hay pasta para los que duermen en la calle poco y malo. Parece que una buena cantidad de los refugiados que a las puertas del organismo de turno pasan la noches, son hermanos venezolanos, posiblemente hijos o nietos de aquellos que abrieron las puertas a los españoles que huyeron, como refugiados de la guerra del General Franco.

No sé cuántos canarios fueron acogidos en el país hermano, no se además a cuántos el sistema que los acogió les permitió además de llevar una vida digna, enriquecerse. Y antes del drama de la maldita guerra civil, y mucho después de la Independencia bolivariana, cuántos españoles que escapaban del hambre en Galicia, en Asturias, en Cataluña, sin profundizar más tuvieron que hacer “Las Américas” y volvieron a sus terruños décadas más tarde a construir su casa de indianos.

Y nosotros pagamos a sus nietos, a sus descendientes en fin, con mantas térmicas y vergüenza a las puertas del organismo de turno, “El Samur de refugiados” o algo así. Pero ¡viva la fiesta del consumo!, ese mes y medio de locura y de cuñados que ahora comienza. Ese mes y medio en el que deberemos hacer todo aquello que se espera de nosotros, y que incluye eso de comer mal, beber peor, gastar dinero en cosas que no necesitamos ni nosotros ni los recipiendarios de nuestros presentes, pero hay que hacerlo porque la presión familiar, de amistades, hasta incluso de la política circundante, porque te piden que pagues impuestos extras antes de que salga “El Gordo”, que es tradición compartirlo, ¡compreeee máááásss!.

No sé dónde esconderme, que aunque me vaya al campo de golf, algo o alguien me recordará que las Saturnales están presentes, los gorritos rojo Coca-Cola, ¡Con lo que me han gustado siempre los verdes!, que habrán puesto en la recepción, y además un trofeo extra, medal o stableford, que habrá que jugar con los dedos fríos y hacer más de cien en medal o menos de veinte en stableford.

Hasta en mi Logia celebraremos en “San Juan de invierno”, y nos meteremos entre pecho y espalda un corderito que no se lo salta un gitano, todo a lomos de un bonito rito.

¡Que no!, ¡Que no me escapo!, ni escondido en La Alcarria, ni con el wifi caído, que cuando dicen que es tiempo de Navidad es tiempo de Navidad, y ya está.

Pero todo a cuenta de los refugiados con manta térmica de la puerta del SMUR, que han conseguido cabrear a los empleados, con tanta insistencia, y se van a su casa de huelga porque esto no hay quien lo aguante, que “paloquemepagan…”

A todo esto, tanto de hablar de la memoria histórica, nos olvidamos, señores del gobierno, de cómo acogieron los barcos de españoles llegando a América cargados de gente que, como ellos hoy, escapaban de la garras de un dictador, que como tal debe llevar adosado el calificativo de asesino.

Para estas cosas no se celebran las Saturnales, que las imágenes de la tele nos ponen en posición de aburrimiento delante de los que intentan esos Open Arms en el Mediterráneo, que está ya muy visto. En esta blanca Europa, no nos hacemos idea ya de lo que significa una dictadura sangrienta, de esas en las que cualquier tipo de abuso por parte del dictador, y de lo que es peor de sus adláteres, queda impune, por definición.

No nos hacemos idea de lo que significa, ni de lejos, si además tienes la mala suerte de no ser siquiera neutral, que alguien te reconoce como posible miembro de una oposición al régimen. Tu vida, tu hacienda, todo lo que eres, tú y tu familia, no valéis nada. Serás utilizado, vendido, tus hijas podrán ser utilizadas a capricho de cualquier capitoste miserable, y aquí todo lo que hacemos es darles unas mantas térmicas, en plenas Saturnales, en honor de la memoria histórica.

En fin, preparemos la carta a Papa Noel “coca cola”, a los Reyes Magos, del oro, el incienso y la mirra, a la Befana, que va en tren por el cielo, al tronco hueco del tió, es lo mismo, mientras Epstein se ahorca en la cárcel, o lo ahorcan, el Tito Andrés hijo de la Graciosa Reina de Inglaterra se esconde, o salta el caso de la niña Wally en Gabón, que es lo mismo.

¡A la mierda!

dura lex, sed lex

Los tribunales parece que marcan nuestra vida, por todas partes. Y es además, como si a la prensa le faltasen historietas para rellenar los tabloides y ponemos a la justicia en primera plana.

Será que los silbiditos de Tito Trump ya no molan, que estas cosas se queman pronto, y ni el Nasdaq se agita ya cuando el Pollo del Pinar de la Avda. Pensilvania dice un no sé qué de los aranceles o de los muros mexicas. Así que vamos a ver qué hacemos con lo que viene desde la zona de las pelucas, los frufrú de las togas, y sobre todo de las punyetas, que alrededor del mundo parecen dar mucho juego.

Y de menor a mayor, me encuentro al pobre Torra, ofreciendo sus venas como un Marat cualquiera, en la bañera del banquillo de los acusados, dejando que el puñal de la Corday entre en sus blancas carnes independentistassoberanistas.

¡Lo he hecho, lo he hecho!, así que “Señol jues, Pasi usté más alanti- y que entrin tos esos- no le dé a usté ansia- no le dé a usté mieo”… que siempre hay un girondino para un jacobino.

¡Pobret!, pero la cosa no acaba ahí, que andan de primeras páginas las barbaridades de las manadas violadoras, ¡Ja, ja, ja! ¡¡Que bien nos lo pasamos reventando a esas tías a las que le va la marcha!!. Y no sé si es peor el remedio que la enfermedad, que la publicidad puede ser que anime a más descerebrados a mejorar el sistema de acoso a la mujer ¡que a nosotros no nos pillan!.

Y tampoco sé cómo afecta esa publicidad a la víctima, que a lo mejor lo suyo sería que fuese ella quien decidiese si se publicita el tema o no. No lo sé, pero tengo dudas que todas estas historias aireadas junto con las estrategias de las defensas para sacar a las presuntas bestias del atolladero, no den pistas a otros potenciales animales, en horda o en manada.

Y lo mismo me parece la historia de esa muchacha vilmente asesinada en Galicia, posiblemente violada, seguramente torturada. Que a fuer de primera plana vamos dando ideas de cuántas piedras hay que poner en el cuello de las víctimas, cómo eliminar un teléfono móvil, como defenderse de las acusaciones, y como planear futuros secuestros, violaciones, asesinatos…no lo sé.

Y es que a mí nunca me gustó leer El Caso, que siempre he considerado esas cosas como pequeñas escuelas para el perfeccionamiento de mentes enfermas. Que una cosa es un calentón o un accidente, y otra muy diferente es una forma habitual de actuación premeditada que requiere de planteamiento, y ejecución cuidadosa, ya que el placer está también en la repetición.

Pero las cosas no paran aquí, que me cuentan una historia en Lyon, a la espera de sentencia acerca de unos cuadros de Picasso, que si son tuyos, que si son míos, que a ver quién se queda la pasta. Y a mí ¿qué me importan unos cuadros y unos dibujos que nunca voy a ver?. Está bien, si me apuras. Llena espacio del tabloide.

No voy a extenderme sobre las prevaricaciones/chapuza en Andalucía, y la cara que se les queda a los Chávez, a los Griñán, a todos los que han metido mano en la caja de forma presunta, claro, hasta que no leamos las mil setecientas páginas que rellenan de argumentos lo que los jueces han visto y oído.

Eso lo dejo a sus gracias, queridos lectores, que yo ya estoy muy mayor. Pero todas la monedas tienen su cruz, que al ex¬-presi madrileño, al que le saltó la casita de Marbella, parece que quieren empapelarlo también por no sé qué pillada de pasta en Brasil a cuentas del agua del canalillo.

Y más primeras páginas. Si me pongo a contar los Presidentes de Comunidades que se han sentado en los banquillos, los que están a punto de sentarse, que si un tres per cent, que si un master no sé qué, que si el campo de golf en Vallehermoso, que si un Cinturón (Gürtel), que si unos trajecitos valencianos, que si un palacete en Palma.

Pequeños faraones del erario público, que se creen lo que no son, que actúan como señores del cortijo, con el sueño de que sea suyo. No sé muy bien qué más primeras páginas justicieras quedan delante de mis narices, como no sean las que se asoman a esa trama turbia del comisario ese que tenía todo en su cajón con fotos del culo al aire de unos y otros.

Y me tienen pillado en las viñetas al bueno de Florentino, al que fue “Presi” del Hispano Americano, y luego de BBVA, y a la mitad de la clase política, financiera, y lo que sea de esta tierra hispana en la que parece que el único palmo limpio esta en los currantes de mil euros.

Los que no somos nadie, no sé si nos alegramos o no de no salir en las primeras planas, que veo a todos estos aspirantes a “galeras” de lo más relajaditos, como vi en su día al Señor Conde, que parecía satisfecho con pasar unos pocos años a la sombra y a cambio salvar la fortuna que obtuvo con su título de abogado del estado bajo el brazo.

No somos nadie, que ni el señor Villarejo se ha dignado a tener oculto un expediente donde claramente se vea como un día cogimos una perra gorda del suelo y no la llevamos a la oficina de objetos perdidos del aeropuerto.

No valemos los de a pié ni para ser chantajeados con nuestro honor en el otro platillo de la balanza.

Voy a quedarme sin ver el telediario unos días, a ver si cambian las caras de los encausados, que hasta aprovechando la visita del Papa a Thailandia, nos andan enseñando el pleito de un españolito que se juega el pescuezo por un quítame allá el muerto de un amigo, y es que los Thais te lo cortan sin necesidad de contar hasta diez.

En fin recogeré las actas del “prucés”, y me las leeré despacito para coger el sueño, que ya me duele que no estén en catalán….¿o sí?

¡Dura lex, sed lex! (Y no es una vajilla)

L’Emigrant

Qué frío hace, y decir eso a lomos de un radiador y el café del desayuno humeando a mano derecha es muy fácil y cómodo.

Te descuidas y ya en las tapias del jardín del convento no quedan grados, que se han ido todos, (nunca mejor dicho) con viento fresco a buscar latitudes más sureñas, donde de hecho los grados esos no los necesitan.

Esas son las migraciones del Norte al Sur, que parece que lo único que mandamos los euroblancos hacia las tierras calientes son los grados de temperatura que no nos sobran, pero en nuestra increíble generosidad dejamos fronteras abiertas para que emigren.

Es la ósmosis, que la membrana solo deja pasar en un sentido lo que interesa, que se queda el soluto y suelta el disolvente, entre dos soluciones de concentraciones diferentes.

Asi que no dejamos que pasen los seres humanos, que son el soluto, y dejamos que los entes etéreos vayan libremente.

Veía hoy en la radio (mi imaginación es fantástica en ese sentido) como un coche cargado de solutos intentaban romper la membrana por tierras del sur de nuestra España.

Han pasado, dicen una cincuentena de solutos, y lo que es peor, han roto la membrana osmótica, que ahora que no tenemos gobierno, veremos quién libera los fondos para la reparación.

Es tremendo. Me dicen que el bueno de Marlasca anda de los nervios, que entre los desplazamientos de las fuerzas del orden público a la Dolça Catalunya patria del meu cor, quand de tu s’allunya d’enyorança es mor….y las reparaciones en el muro berlinés de Ceuta, no cuadra el déficit de la Unión Europea, ese que dicen tiene que cumplir el gobierno español. (El que no existe).

Pero eso es lo de menos, que el presupuesto de Don Marlasquita me trae al pairo, lo que ya no me trae más que cabreos, es ver que la cançó de L’Emigrant, ablanda los corazones osmóticos cuando recordamos los euroblancos que debíamos abandonar nuestra patria del cor, por tantas y tantas causas, ninguna relacionada directamente con actos individuales, todas con actos globales.

Hambrunas irlandesas, guerras europeas, hambre mafiosa italiana, latifundios españoles, han llenado los escenarios décadas después de canciones de emigrantes preñadas de melancolía, hermanos euroblancos que para seguir viviendo la época que les tocó por mor del azar, debieron cruzar el mar, o fronteras con mayor o menor fortuna.

Hasta Manolo Escobar nos recordó ese sentimiento del hombre del sur de España que escapaba al centro de Europa. Nada más honesto que intentar trabajando sacar a tu familia adelante, nada. Ni nada más deshonesto que en una maniobra orquestada por todos los euroblancos, por todos los amerblancos, por todos los austrablancos, para bloquear el paso a quienes quieren intentar tener la oportunidad que en su tierra les es negada.

Y como siempre, aquel euroblanco que escapó de su Sicilia, de Canarias, de Irlanda, de Polonoia, de…..tenía el corazón roto por haber tenido que dejar su tierra, porque alguien decidió echarle de su tierra, alguien, que por cierto se quedó con sus derechos.

Y esos derechos de los de la furgoneta del Tarajal, se los hemos quitado en buena parte los euroblancos, que basamos en sus materias primas buena parte de nuestro confort.

Quiero recordar, que todos los muros caen, todos, sin excepción, y que con dificultad impiden que algunas moléculas de solutos crucen la membrana.

Y mientras parece que defendemos el fruto de la rapiña que hemos hecho de maderas preciosas, de oro, de crudo, de diamantes, de coltán, de pesca, de esclavos, de frutas (¿recuerdan a la United Fruits?), bien arropados por los ejércitos que hemos ido enviando, y ahora por los regímenes corruptos controlados por las viejas potencias de Euroblancos, o Amerblancos hijos de Euroblancos, hacen muros, hacemos muros para evitar que lleguen a nuestras costas los indeseables emigrantes.

Dolça Catalunya….Adios mi España querida…Te voy a hacer un rosario….que está todo en You tuve, que solo hay que buscarlo, que hay que recordar a Doña Concha Piquer, que suspiraba por España.

Así que no lo olvide, señor Marlasca, señor Sanchez hoy, o el que toque mañana, señores de la Comisión Europea, Señor Trump, Señor Salvini, Señor Erdogan…..sus muros caerán, aunque sea por vergüenza, pero caerán, que es lo más miserable que jamás ha hecho el ser humano, es decir perder la memoria de lo que su pueblo ha sido, defender una supuesta pureza de raza o de cultura, que la cultura se hace día a día y es cuestión de los individuos, y debe estar al servicio de los seres humanos.

Jamás debe utilizarse como un arma arrojadiza contra nadie. Pero es más fácil decir que lo que se importa es miseria, delincuencia, siendo la peor de las mentiras, que no exportó Europa miseria, exportó seres humanos que hicieron de América lo que hoy reconocemos como “El Imperio”.

A lo mejor deberíamos hacer aquello que hicieron los españoles cuando fuimos a Sud América, que no fue más que dar la nacionalidad española a todos aquellos aborígenes de las tierras que por allí se encontraron, con los mismos derechos que los habitantes de la metrópoli.

Y es lo normal, que no somos capaces de darnos cuenta aún, a estas alturas de la película que los seres humanos somos todos iguales, y que hay que actuar en consecuencia, no somos capaces definitivamente de aceptar que las fronteras no son más que expresiones del miedo de los mediocres, y el beneficio de los ladrones.

Qué fácil ha sido utilizar la palabra Kamikaze para los viajeros del Tarajal, cuando nadie ha muerto, cuando todo lo que han hecho esas personas ha sido pasear por la Tierra, que no debería ser de nadie, y a nadie nos debería preocupar.

En algún momento aprenderemos, o nos pasará como en ese libro que he recomendado tantas veces, que nos invadirán de forma pacífica millones de gentes del sur, y no podremos evitarlo.

Al final, que nadie olvide que nuestra única razón de ser en este planeta es la de transmitir el Ácido Desoxirribonucléico a la siguiente generación, y lo demás es prescindible.

¡Deo gratias!

La revolución que viene

Recuerdo hace unos años, relativamente pocos, viajé a Bolivia quería conocer la Chiquitania, y ver la huella que dejaron las Misiones de los jesuitas, que hoy después de casi cinco siglos siguen funcionando

Es uno de los grandes ejemplos de  sistema económico sostenible, amigo del entorno.

En esto del funcionando, me refiero a la idea y a buena parte de las infraestructuras que en su día los jesuitas hicieron en Argentina, Paraguay y en Bolivia, para defender a los aborígenes de la depredación que los colonos portugueses hicieron con el fin de capturar esclavos para sus plantaciones en Brasil.

Bueno, la cosa es muy fácil, se busca información de la cosa, o volvéis a ver la peli de “La Misión”, que a mí me gustó en su momento entre bastante y mucho.

Pero aquí lo que me viene ahora al coleto es la situación actual del país andino, que como en otros sitios del mundo está patas arriba, por un quítame allá un presidente que quería, al parecer, intentar de nuevo su reelección, y transformarse en el Rey de la República, con carácter hereditario, si es posible.

Y eso que Don Evo había conseguido un record de permanencia en el cargo, que un país como Bolivia tiene el record de presidentes y golpes de estado en Sudamérica durante el siglo XX. Pero mirando un poco hacia Iberoamérica, vemos que la zona está literalmente patas arriba, y eso es una muy mala noticia.

Parece que en Ecuador la cosa se ha calmado en el momento en que el Presidente Lenin cedió al cien por cien las exigencias de los revoltosos, aunque algunos se fueron al otro barrio con la mayor limpieza, por los excesos del ejército y de la policía.

La violencia es siempre muy mala, y en Argentina la salida del tal Macri ha sido sin más broncas que unas elecciones limpias que nadie ha impugnado. Está bien, pero me da que el problema no lo tienen solucionado aún.

Lo de Chile aún está caliente, por unos céntimos de subida en el precio del billete del metro se han producido muertos, el ejército en la calle, destrozos en las infraestructuras, amén de otros daños que es fácil descubrir asomándose a La Tercera, uno de los periódicos santiaguinos.

También dicen que deben cambiar la Constitución, que parece andaban aún con la de Pinochet que debía ser algo así como el Fuero de los Españoles, del tío Paco. Será eso, como las broncas ahora en La Paz, esa ciudad maravillosa que en vez de metro tienen teleféricos, que dicen es por culpa de que Evo ha sufrido un golpe de estado. Será así.

No voy a recordar las cosas que nos llegan de Venezuela, llevan desgraciadamente demasiado tiempo machacando a la población civil, cosa que por otra parte a ningún dirigente del mundo, con quizás cinco o seis excepciones, le importa un carajo.

Y pensando despacio me doy cuenta de que la salida de Evo, los mensajes bolivarianos de Don Nicolás, (por cierto los ve Don Simón, y no los libera, seguro) el billete del metro de Don Sebastián, el cambio de Macri a los peronistas….no son más que el envoltorio que está escondiendo esa caída en el olvido de las necesidades de las clases medias.

En Iberoamérica afectados por las caídas del precio de las materias primas, parece que los estados se quedan sin recursos para atender las necesidades de las poblaciones, aunque eso tampoco importa demasiado en estos países, donde el estado apenas invierte en infraestructuras, y tanto la educación y la sanidad están en manos privadas.

Al final lo que importa son cosas tan sencillas como que para mantener los beneficios de las compañías, se bajan los salarios, y llega un momento en que la gente no puede sobrevivir. Hablan de salarios de 300 a 500€ en Santiago de Chile, donde cuesta vivir tanto como en Madrid, y doy fe, que por allí andaba hace poco.

Suben los precios de los combustibles en Ecuador, y la gente ya no puede comer, y claro, se cabrean. A los venezolanos, que están sentados encima del mayor depósito de hidrocarburos del mundo (posiblemente), les han esquilmado con vergonzosas devaluaciones de la moneda, y que anden con cuidado en Argentina… No se puede permitir que un ciudadano que trabaje sus 40 horas semanales reciba una compensación que no le permita cubrir con dignidad sus necesidades, y la cuerda se ha tensado tanto que al final, la cosa ha estallado.

Tampoco la situación en Hong Kong, creo que sea debido a la intención de las autoridades chinas de enviar a los considerados disidentes a la China continental, o sin ir más lejos los disturbios en mi tierra, tienen una base de descontento social tremendo.

Que si no hay problemas en Suiza, es que por allí parece que hay pasta para los ciudadanos.

Se habla en España de salarios mínimos de 1050 al mes por doce meses, y sugiero a cualquiera que pueda leer esto a que haga cálculos de lo que vale vivir en esta tierra, puestos a sumar alquileres, teléfonos, energía, colegios, vestidos comida….. Siempre que se permita con la falacia de que si se compensa el trabajo de forma digna, la empresa no sobrevive, lo que se está permitiendo es que proyectos empresariales no consistentes sigan adelante creando pobreza, no riqueza.

Y que no se nos olvide, los auges del populismo, tiene siempre sus orígenes en las subidas del pan (¿Verdad Luis XVI?), de la depreciación del marco alemán durante los años veinte, por la depredación de las potencias vencedoras sobre la humillada Alemania, como se acordó en Versalles.

Aquí seguimos, no podemos ignorar que siempre en la Historia, el hambre del pueblo ha terminado en algarada, y es una regla de oro, no falla nunca, por más que los “tempus” varíen según los países, según las culturas.

No quiero ser catastrofista, pero me temo lo peor, las personas no pueden seguir así, viendo como los recursos van marchando poco a bolsillos ajenos, y tarde o temprano esto se va a poner patas arriba, y la globalización va a ayudar tremendamente.

Carpe diem

el alma y el diablo

Los que me conocéis, tenéis claro, creo, que soy tirando a inocentón, que me lo creo casi todo, que siempre cuando intentas encontrar la verdad de algo, la verdad de la buena, o no llegas nunca, o en el caso de hacerlo, te arrepientes de haberlo hecho.

Y cuento esto a raíz del caso Epstein, del que no voy a hablar de forma directa, ya que mi conocimiento del tema no sobrepasa de ninguna forma lo que se haya podido decir en prensa, o en programas de esos que se encuentran en los podcast disponibles en cualquier plataforma.

Para mí, este caso sirve ahora para que recuerde dos de los más terribles libros que he leído en mi vida, de esos que el pasar una página me costaba un terrible esfuerzo por el miedo a encontrarme algo más duro, más dañino de lo que ya llevaba leído, y además en ambos se hicieron versiones para el cine, que aunque suavizaban algo el relato escrito, te hacían cerrar los ojos ante alguna de las escenas por el nivel de corrupción y degradación que mostraban sus protagonistas.

Me estoy refiriendo a “Las ciento veinte jornadas de Sodoma” del Marques de Sade, y American Psicho de Bret Easton Ellis, dos obras en las que se habla como elemento común de la relación que hay entre sexo degradado y poder, y de la destrucción del alma de los inocentes por aquellos que ya en su momento la habían vendido. Las noticias que nos han llegado del caso Epstein, dicen de forma superficial, que este tipo al parecer hizo su fortuna allá por los ochenta, cuando el dinero más obsceno andaba suelto por Wall Street, y la sensación es que apoyado en ese status, y con las conexiones adecuadas llegó a ser una especie de proveedor de sexo a los grandes del mundo.

Se habla de ex Presidentes americanos, grandes empresarios involucrados en el uso y disfrute de su poder en las carnes de casi niñas, de casi niños, que el género no parece que fuera algo esencial. En la obra de Sade, el hilo conductor es el mismo, niñas y niños casi pre-púberes, sometidos a toda clase de depravaciones, por nobles, políticos y ricos comerciantes, que en una casa bellísima y aislada en donde se podía dar rienda suelta a la imaginación.

Hasta la tortura física y la muerte. La misma idea que transmite el tal Bateman, en la novela de Easton Ellis, aunque la diferencia fuese que no ejercía en grupo, que su vicio era solitario.

Al final el tipo, a través de su profesión alcanza una de las cimas intermedias de Wall Street, que le permite tener acceso a las mejores mesas de la ciudad, a los ambientes más refinados, a su apartamento por encima del piso cincuenta al que se cambia la decoración cada vez que le apetece….es el rico de los pobres, para entendernos.

Pero tiene acceso a las mujeres más ambiciosas, a las que no tiene inconveniente en torturar y asesinar, o simplemente asesinar sin razón a desconocidos. (Quede claro que no hay razones para asesinar a nadie).

Este personaje sale mal parado por no tener la cobertura necesaria. La policía al fin y al cabo, más tarde que pronto, acaba su trabajo, pero el grupo de Epstein, o los poderosos del Marques de Sade, tienen muchas protecciones.

La primera es entre ellos mismos, y no olvidemos que dicen que había políticos, jueces, artistas, empresarios. A ninguno le interesaba la publicidad, y en el supuesto de que algún ataque de mala conciencia le asaltase a alguien, los videos y las fotos repartidas por cajas de seguridad de todo el mundo, seguramente descorazonaría a cualquiera a la hora de levantar la alfombra.

No quiero entrar en detalles, que el que quiera puede buscarlos con toda tranquilidad, seguro que Internet está plagado de datos, nombres y apellidos indemostrables a todas luces, quiero entrar en el otro aspecto de estas historias, y es lo que puede significar el ejercicio del poder en su forma más absoluta.

Es el conseguir dominar los cuerpos de otros seres humanos, en primera instancia, para después dominar hasta la destrucción el alma de las personas. No quiero imaginar las variantes de las víctimas supuestas del tal Epstein, las de Sade las ví y las leí, e incluso ahora, al recordar escenas, se me erizan los pelos del cogote.

Hay otras víctimas, que en esos círculos, hoy en día hay material suficiente para poder cazar al cazador, y a nadie le extraña pensar que los servicios secretos, cualquier servicio secreto que se precie, tiene un terreno abonado para controlar voluntades fuera de juego, y derivar el uso del poder del cegado por el sexo a sus intereses.

Ya lo usó Taillerand en el Congreso de Viena, que con fiestas, orgías gastronómicas y sexuales, consiguió convencer a las potencias que habían derrotado a Napoleón, de que el real damnificado de todo fue el pueblo francés, la dulce Francia.

Seguramente las víctimas de esas fiestas modernas llegaron simplemente por secuestro, y una vez usadas en una isla lejos de la justicia, hacerlas desaparecer era la tarea más fácil del mundo.

Pero estoy seguro también de que en más de un caso se han colado en esos círculos, mujeres que han sido engañadas simplemente por la publicidad del lujo, en la creencia de que por tener un cuerpo más o menos apañado, van a lograr entrar en esos círculos y solucionar su vida.

Quizás algún pequeño porcentaje lo consiga, pero no es el camino, y me pongo moralista ahora. Demasiadas cunetas están llenas de esas mujeres, y para ellas no hay memoria histórica. Me ha traído todo esto al coleto un trabajo de Iker Jiménez, publicado en Ivoox, hace muy pocos días, y que recomiendo escuchar, aunque pueda estar con más conspiranoia de la cuenta, seguro que vosotros lectores inteligentes sabéis destilar aquello que realmente importa.

¡Madre mía!

Así seguimos

Me dicen que ayer hubo en esta España mía, esta España nuestra, elecciones, que yo no tenía el chichi para farolillos, y estaba en plan contemplativo, que es algo muy sano, y casi me caigo del guindo.

Claro, que lo primero que pensé fue el ¿pa qué? ¿pa cagarla?, y sí, parece que fue exactamente para eso, y es que los que manejan el coleto no saben que en esta tierra cainita, (somos todos hermanos, pero a nuestra manera), un minuto antes de morirnos rompemos el carnet del Betis o del Español, o del Pupas, para que nuestros deudos nos hagan del Sevilla, del Barça o del Realísimo, y así se muere uno del equipo rival.

Pero si algún desnucasapos se plantea que las cosas van a cambiar en ciento noventa y tantos días, es que no se ha enterado de la película, o se le ha atrofiado la sesera con un atracón de Netflix, que hay casos de esos desde Don Quijote y antes.

Así que esta mañana, mientras me quitaba el sarrillo acumulado, me dicen en las tertulias, que las cosas están igual de peor, (y ya me perdonarán los veintitrés académicos que andan o andaban por Sevilla).

¿Y qué esperábamos? ¿Qué el pepero derechón ese de joyones de Suarez se fiase del niño de las barbas y carita seráfica?, Pues lo justo, que ha de crecer, que tiene aún que cuajar el muchacho, y el Abascal tiene más cara de legionario, que pone el gesto de fusilar a un indepe, reinstaurar el “Parte”, y pasar el acontecimiento en directo por la sexta y por TV3.

De seráficos no os cuento, que ya veis lo que le ha pasado al Albert, ese que quería ponerles impuestos a las rabizas del Raval, y no le hicieron ni caso, y me temo que tampoco descuento en los servicios en el supuesto que hubiera menester, que no creo.

Que me dicen que a lo mejor tiene el muchacho que volver a ver si le dan el master de cualquier cosa en su ESADE de origen, creo, y monta un bufete de cualquier cosa.

Y es que eso de intentar ser liberal en esta España mía, esta España nuestra, no le funcionó ni a Espartero, que solo le alabaron cuando tomo el puente de Luchana, para entrar en Bilbao en Navidad, que el siguiente momento de loa, se lo dio Amadeo de Saboya estando el hombre casi de cuerpo presente.

Y nuestro Albert, no se parece a Espartero, que le falta el caballo de la estatua del Retiro, con lo que ello conlleva, y aunque piense, creo, como el General que a Barcelona hay que bombardearla cada cincuenta años, a este muchacho le falta el bigote.

Y esta España áspera, recia, de tierra adentro, no quiere saber nada de liberales, de centristas, de “blandos”, que no quiere, como tampoco quiere esa Europa a la que de vez en cuando volvemos la mirada, que nos van los polos, que en los extremos pensamos en encontrar nuestra identidad, y es lo que hacemos los humanos aquí y en Sebastopol.

Ni el Liberal party británico, no los liberales alemanes, ni siquiera nuestro vecinito, Macron va a aguantar mucho.

Que ya vimos todos como esta España trató a Suarez, que me lo quitó de en medio de mala manera. Y es que no dan confianza los liberales, ninguna, que hoy votan al Barça, y mañana al Madrit. Y así no se puede.

Que a Suárez me lo quisieron porque llevaba la chaquetilla blanca y la camisa negra, que cuando me lo vieron de cháchara con el bueno de Joaquin Garrigues se les vino el mundo encima, y me lo dejaron con cinco o seis acólitos.

Así, que la tierra adentro, la que entiende cuando viene el pedrizo, la buena gente que vive inmersa en su dicotomía de bien y mal, de lluvia o sequía, de ganarlo todo o perderlo todo, que si viene el pedrizo sigue el hambre, decide rápido, lo clarito, lo seguro, que ya anda demasiado alterado cuando el banco le dice que tiene que correr riesgos si quiere el dos por ciento de lo que guarda en el calcetín o debajo del colchón.

Y no les vengas con historias de salón, las cosas claras, el malo es malo, y el bueno es bueno. Se necesita al Cid Campeador, a un Caudillo, con disfraz de gudari, o que se llame Wilfred el Pilós.

Y es que es lo mismo. Es cuestión de cojones, que los partidos se ganan a patadas, que hablar y escuchar al enemigo es cosa de paniaguados, de petimetres, de gentes que nada tienen que perder, que no viven de un jornal.

Y así nos va, que Perico creyó que se iba a llevar a las chavalas de calle y diecisiete millones de mozas le podían dar la presidencia. Pues no, querido Perico, que las cosas no van así, aunque te lo diga el Tezanos, buen jornalero, que por mucho que meta uno la pata, si no te echa el jefe hay que amarrarse al jornal como sea.

Pero los liberales tienen posibles, así que pueden torear de salón, que los toros los miran desde la barrera, sin mancharse, todo es un juego, así que pasada la experiencia, se retira uno como mi querido Albert a sus cuarteles de invierno, a procrear, como él dice.

Y veremos qué piensa esa amable “Cage aux folles”, que es el PSOE, que estoy seguro hace tiempo perdió la O, la S la tiene temblando, y por español ya no sabemos qué entiende. Pero tampoco nos importa demasiado. Los tenemos a la greña en Andalucía, a Don Perico feliz en su Falcon, y las bases qué ya no saben cuando les hablan de Pablo Iglesias a quién se refieren.

La cosa ahora servirá para que en las tertulias se pisen la palabra los periodistas, los analistas, los videntes, los psíquicos. Menos mal que Iker Jiménez no se mete en estos charcos. Y por el populacho, nada nuevo, que al PNV le cae uno de más al otro uno de menos, los turolenses que dicen lo de ¡basta ya!, y como tenemos dos Españas como poco y no se hablan, pues nos veremos en poco tiempo, detrás de las urnas.

Así, que queridos, ¡a hacer puñetas!

Mitos y Ciencia

Reconozco, que con la edad, si llueve o hace demasiado viento, me desagrada ir a la oficina, ¡qué quieren ustedes que les diga!, es una gaita, que la bola se te va al “bush”, que no te entra en el hoyo, vamos que no apetece.

Así, uno se dedica a otros menesteres, como este de intentar recuperar mi tan abandonada bitácora, y el cielo me lo perdone.

Hablando con mis amigos, esos que no son unos iconoclastas, surgió el otro día un interesante tema de discusión, que andábamos dando vueltas a la filosofía encerrada en el pensamiento de tantos y tantos grandes hombres que el mundo ha dado, y a mí, ¡cómo no!, se me vino a la cabeza la “boutade” para animar la conversación de incluir el concepto de ciencia, en el ámbito de la filosofía meramente especulativa, por marear mayormente, que ya sabemos que al final la ciencia no es más que una parte del ámbito de la filosofía.

De hecho, no estamos hablando más que del amor al saber, y de la controversia que puede surgir al enfrentar el conocimiento empírico, con la especulación, el conocimiento que surge de la observación, de la medición, y de la demostración de la repetitividad de un fenómeno dadas unas condiciones fijas, con aquel que se basa en creencias, en tradiciones, o incluso en elementos relativos a la Fe en lo que sea.

Me apetece pues empezar a recordar aquellos incidentes en los que las mediciones se enfrentaban a la Fe, por ejemplo, y que aún hoy lo siguen haciendo. Es tremendo ver como las instituciones religiosas, se han enfrentado al hecho probado, y que se lo vayan preguntando a Galileo, a Copérnico, sin ir más lejos, y por no hablar solo de la Iglesia católica, recordaremos al bueno de Miguel Servet, y equilibramos con los calvinistas.

Pero eso son campos trillados, y a mí me apeteció ponerme a pensar en las zonas de confort que se crearon a través de los siglos cuando solo el pensamiento filosófico interpretó fenómenos que posteriormente pudieron medirse, demostrando las diferencias entre creencias y hechos medidos.

Cuántas veces se han interpretado los fenómenos atmosféricos adversos, las epidemias, hasta las supuestas explosiones nucleares en Sodoma y Gomorra, como castigos divinos.

Cuando al final se trataba de algo natural y predecible, y si el ser humano salía perjudicado, al fin y al cabo era por la ausencia de la información adecuada y precisa que la ciencia nos ha ido aportando con su progreso.

Pero vete con ese hueso a ciertos salones y verás como sales, que se pone de uñas el chamán de la tribu, que le hundes el tenderete, y veremos de que come y a quién se beneficia.

Que la magia, la brujería, la superstición e incluso los convencimientos religiosos inamovibles, son magníficos clientes de las creencias, y enemigos de aquello que se mide o bien se puede constatar sin ninguna duda que es de una forma determinada y comprobable.

Hay una preciosa edición recopilatoria de los Bestiarios medievales en Siruela, que empieza diciendo que cualquier colegial en la Edad Media, (no precisa demasiado la solapa del libro), se sabía de memoria un Bestiario y la Biblia, que uno interpreta como “Ciencias Naturales y Religión”, y si alguien no lo hace, que me discuta, y así aprendo.

Si alguien tiene la oportunidad de ver alguno de esos tratados de Ciencia Naturales como el Physiologus, o el Bestiario de Oxford, sin ir más lejos,, se dará cuenta de que la ausencia de precisión a la hora de describir a los animales, conlleva a soltar la imaginación del recopilador, que junto al dibujo del cisne del estanque de su señor, o al mono con su cría, perfectamente reproducidos, intenta enseñarnos aquellas bestias que provienen de los mitos, así que nos dibujan sirenas o grifos, lo que no está mal, siempre que no los confundamos con seres reales.

Pero la especulación y el soltar la imaginación son cosas fáciles, cómodas, y que si tienen la gracia de la oportunidad, pueden incluso influir en las gentes, y si se repite mucho, pasa como con las mentiras, que acaban siendo percibidas como reales o como verdad.

Vete a convencer a un clérigo de cualquier rito que se te pueda ocurrir, que aquella epidemia de cólera, de peste, de lo que quieras, está producida por el Vibrio cholerae o por la Yersinia pestis.

Te pueden colgar de los pulgares, ya que les hurtas la posibilidad de utilizarlo, en un momento de terror de su comunidad, en una ocasión de arrimar el ascua a su sardina, al achacarlo al castigo divino que condena a quienes no piensen como él y no le sigan, o para quitarse de en medio a la competencia achacando a la mujer que vive en la cabaña del bosque la responsabilidad del brote.

No me extraña, teniendo en cuenta estos postulados que durante la peste negra por centro Europa, se cansaran de quemar brujas, brujos, herejes, y cualquier otra especie que se alejara del discurso oficial de quien ostentase el poder religioso.

Pero las cosas son así, de forma que no hemos de extrañarnos, cuando las iglesias, las confesiones religiosas ven mermado su poder de influir en las masas cuando la ciencia les dice que a lo mejor en el espacio hay seres vivos fuera de la obra de Dios, y que, además no son hijos de Eva (Lo de Adan lo he tenido siempre en cuarentena, que los hijos son de ellas, y los padres son putativos), intenten discutir y negar la ciencia basada en las cosas medidas, comprobadas, y que además en condiciones previamente establecidas y constantes, se repiten siempre con precisión.

Cuando al final la Fe se topa de bruces con la Ciencia, se tambalea, que en lo que dicen tienes que creerte hay siempre manipulación, en las medidas no.

Así que ahora, deberemos recordar al Imperio, a la India, a China, que se están cargando el Planeta en buena medida, ya que entre los tres, que representan el 45% de la población mundial son responsables de casi el 80% de la contaminación de los mares y de la atmósfera, y además la ciencia, la medida, y la firma de once mil científicos se lo están recordando.

Buenas noches y buena suerte

“What kind of society have we created that sacrifices People in their prime”

 Ciertamente llevo muchas lunas sin asomarme a mi bitácora, ¿qué le vamos a hacer?, que como diría mi amiga la iconoclasta, ando unos meses que no tengo el chichi para bailar sevillanas.

La vida es así. Y debo reconocer, que dejando a un lado la situación político social de nuestra querida España, y de ese pedazo inseparable que es mi muy querida Catalunya, las cosas que suceden a mi alrededor cada día me gustan menos.

A lo mejor sucede que estoy viviendo las consecuencias milenaristas de la llegada de la era de Acuario, y eso está acercándonos a ese real final del mundo de los humanos, quizás sin necesidad de Armagedón final.

He leído estos días un curioso libro con unas buenas dosis proféticas, “El Desembarco”, en donde se dibuja la invasión del tercer mundo a nuestras impolutas sociedades, de forma pacífica, y sin adoptar nuestras formas de vida teóricamente evolucionadas.

Jean Raspail, el autor, escribe hacia 1973 esta novela, que sin tanto eco como el famoso 1984, o el mundo feliz de Huxley, tiene el halo de haber sido de los pocos postulados proféticos del siglo pasado que acertaron con el futuro.

Lo que darían los intermediarios de bolsa por tener esa visión de futuro, y además creérsela.

No sé lo que se está gestando en este puñetero mundo en el que vivimos, pero hay cosas, signos que hacen que uno forzosamente relacione los movimientos políticos que a lo largo y ancho del planeta con lo que ocurrió en nuestra Europa a consecuencia del maldito tratado de Versalles por el que se humilló a Alemania sumiendo a su población en una situación de desesperación por pérdida de estatus.

Quizás fuera parte de la pintura, pero a esos finales de los años veinte se viene abajo el sistema económico americano, y ahí me da por volver a leer “Las uvas de la ira” de aquel Steinbeck que retrató como nadie la pérdida de estatus de buena parte de la sociedad americana.

En ambos casos esa pérdida de estatus condujo a una serie de acontecimientos que me parecen muy actuales. Una de las formas más utilizadas por el Tercer Reich para conseguir las voluntades de las masas, fue la modificación del lenguaje de forma que se empobreciese y vulgarizase para que llegase de la forma más simple al corazón de las masas.

Los discursos oficiales se transformaron en gritos guturales repetitivos, y a base de repetir la misma mentira, se consiguió que fuese creída por la mayoría, por los que mueven al final los acontecimientos históricos.

No quiero recordar que aparecieron regímenes totalitarios en las zonas más desarrolladas del planeta, que eran Alemania, Italia, Japón, …y posteriormente incluso en nuestra pobre España, que ya había probado con Miguel Primo de Rivera las mieles de la famosa dictablanda.

Los americanos y los ingleses se salvaron por los pelos. Se eliminaron los grandes reinos de Rusia y China más tarde, sustituyéndolos por los regímenes más sanguinarios que nos podamos imaginar, de la mano de Stalin o de Mao.

La forma que tuvo el mundo de salir de la pobreza que acarreó aquella situación fruto de la Gran Guerra, y del afán desmesurado de enriquecerse a través de la especulación económica, fue armarse hasta los dientes, y destrozar el mundo que se conocía con esa guerra que comenzó en 1936 en España, siguió hasta el 45 en Europa y Asia, continuó con la de Corea, con la masacre de Mao, siguió en Vietnam y Camboya, y sigue, que llevamos ya desde el Yom Kipur del 73, hasta hoy peleando contra el Islam, en cualquiera de sus manifestaciones.

Y hoy, las nuevas tecnologías nos están llevando a lo mismo en unos momentos de zozobra social en Occidente, cuando al parecer estamos deseando que las clases medias con ciertas dosis de poder, consecuencia de aquel new deal (nuevo acuerdo) de Franklin D. Roosvelt, pierdan del todo su forma de vida, su poder, y lo que es peor, las esperanzas.

De pronto te das cuenta de que la palabra guerra suena demasiado en nuestro día a día. Bien que lleva el sufijo “comercial”, que nadie sabe lo que quiere decir, ni lo cruenta que puede llegar a ser sin llegar al burdo sacrificio sangriento, las consecuencias pueden ser terribles, y de hecho, lo están siendo, que los pobres de este mundo, cada vez son más, y que no me vengan con estadísticas manipuladas, que no hay más que ver las obscenidades que aparecen en la revista “Fortune”, por ejemplo, cuando te dicen lo que poseen las fortunas mayores del mundo.

Demasiada gente sin esperanza, esa del libro de Raspail, para quienes la vida o la muerte no significan nada, demasiada gente perdiendo lo que creían que podía asegurarles más o menos un nivel de subsistencia digno y que ahora lo están perdiendo.

Lo he dicho muchas veces en esta bitácora, “El sistema que hemos creado lo que primero sacrifica es al ser humano”, y hoy el ser humano se está subiendo a su vieja camioneta Ford, dispuesta a cruzar los Estados Unidos para buscar una vida mejor, que por cierto no existe.

Y me doy cuenta, que como en aquellos orígenes de los movimientos totalitarios modernos, el lenguaje se está simplificando, vulgarizando, con el objetivo de impedir a través del mensaje cualquier forma de reflexión, haciendo que quede en la mente solo tres o cuatro palabras, sin análisis, solo el mantra.

Y si eso se hiciese en pequeños grupos privados, pensaríamos en condenarlos por crear sectas. Que como euroblancos que somos no tenemos conciencia de lo que significan cosas como “Madrit ens roba”, “Perro islamista”, “Fascista”, “America first”, “Brexit”, “Un país dos sistemas”….es decir lo que del mensaje oculta la frase simple, y las consecuencias que acarrean a los individuos.

Ad nauseam los ejemplos, que esconden, creo, una clara intención del manejo de las sociedades, a través de esos “twitters” que mandan mantras a todo el mundo, para que acabemos creyendo de forma ciega al líder que nos haya llegado al corazón. ¿Y quién discute al líder?.

Los modos intervencionistas que están surgiendo ahora desde la sede del Imperio, son muy parecidos a los de Roosvelt, de la misma forma que el resurgimiento de los nacionalismos, del volver a encerrarse en si mismos los países, que creen así preservar su riqueza, aunque el reparto de la misma ya sea harina de otro costal.

Creo que seguiremos hablando de estas cosas, aunque sea dolorosamente aburrido hacerlo, que no me salen los mantras para convencer a nadie de nada, aunque bien sabe Dios lo que daría porque el ser humano en su mayoría pudiera defenderse de ese ataque terrible.

Carpe diem

ebola en kivu

Me están diciendo que la cosa del Ébola en la frontera de la República Democrática del Congo se está empezando a poner seria, ya que al parecer las organizaciones internacionales activas en la zona, llevan contabilizados unos mil ochocientos fallecidos, y conociendo las condiciones de las comunidades rurales centroafricanas, posiblemente la cifra sea aún mayor.

El brote empezó, creo recordar hace más de un año, y al parecer no solo no se ha podido atajar, sino que ni siquiera parece que estemos en condiciones de controlarlo. Independientemente del drama que representan los muertos que se ha cobrado esta epidemia.

El problema parece que además se centra en los vivos, en los que han superado la infección, y en los que simplemente viven en la zona. Los ruandeses han cerrado, informan la frontera con la R.D. Congo, y ese posiblemente sea la primera fuente de perjuicios para los habitantes de la zona que no han sufrido contagio, es decir, la mayoría de la población.

Vamos con algunos datos ilustrativos, imprecisos seguramente, que no los he sacado de la British Enciclopedia, que vienen de Wilkipedia directamente;

Goma está a unos doscientos kilómetros al sur de la línea del Ecuador, en las orillas del lago Kivu, que sin ser el más grande de Africa está más que bien.

Hablamos de 90 kilómetros de largo por 59 de ancho, aproximadamente. Esto, lo transforma, siendo no solo fronterizo, sino de soberanía compartida, en una pieza importante para la supervivencia de los dos millones de almas que viven en Goma, que seguro son muchas más, pero dejémoslo ahí.

Goma está acostumbrada a sufrir, si al sufrimiento puede uno acostumbrarse, ya que allá por 1994 recibió a más de un millón de hutus que escapaban de la masacre tutsi en Ruanda. Esa llegada masiva se cobró innumerables vidas por un brote de cólera, fruto posiblemente de las condiciones higiénicas y sanitarias que conllevó la llegada de los refugiados hutus.

Pero luego ha sido escenario de las guerras civiles de su país, la primera y la segunda, amén de sufrir batallas entre Ruanda y Congo, por no hablar de los hutus que se echaron al monte, aquí a la selva, para intentar sobrevivir, a hombros de un Kalasnikov.

ahora les llega el Ebola, otra plaga divina que interrumpirá el comercio, con unas consecuencias impensables para una población que en su mayoría vive al día de los pequeños intercambios en los mercados de la ciudad.

Me gustaría que pudieseis ver las fotos de la ciudad que ofrece Wilkipedia, que son infinitamente más ilustrativas que mis palabras a la hora de describir la situación de la ciudad, su urbanismo, y las presumibles condiciones de vida de la población.

Que en términos occidentales, tener una epidemia que se lleva mil ochocientas vidas en una población como la R.D. Congo, en más de un año, es preocupante, solo preocupante, pero en esas latitudes es un verdadero drama.

Porque las estadísticas de las organizaciones humanitarias que actúan en la zona no pueden decirnos cuál va a ser el impacto que los dos casos que se han diagnosticado en la ciudad va a tener en sus habitantes.

No sabremos nunca cuántas personas serán rechazadas de sus familias por la sospecha de que puedan estar infectados, qué significará para los que hayan sobrevivido ese estatus a la hora de regresar a sus entornos familiares.

Lo ignoro con precisión, pero en un entorno de bajo nivel de cultura, las decisiones posiblemente quedarán en manos de los mayores de los grupos familiares, y eso no augura nada bueno.

Vuelta al problema sanitario, la llegada de una infección de ese tipo a una ciudad como Goma, es un verdadero drama, ya que las infraestructuras sanitarias son inexistentes, y la medicina es otro negocio más a caballo entre la corrupción, la estafa, y el curanderismo,  con el añadido de la situación de conflicto armado que se vive en la zona desde 2004….¡quince años!.

Hablando de la población, según la Universidad de los Grandes Lagos, la región cuenta entre seis y siete millones de habitantes., lo que implica que podemos estar frente a un problema humanitario superior a lo que la infección en sí puede causar.

Quiero dedicar esta entrada en mi bitácora, con todo mi cariño al pueblo y a los dirigentes belgas, así como a su casa real en la persona del difunto Leopoldo, y por extensión a toda su descendencia hasta nuestros días, por su actuación en aquel territorio que en su tiempo estudié como Congo Belga.

Es vergonzoso que una sociedad como la belga, haya depredado de la peor forma posible a uno de los territorios más ricos del mundo, y no hayan dejado absolutamente nada, ni educación ni comunicaciones, ni sanidad, ni derechos.

Siento vergüenza de que mi país sea socio de un estado que se ha comportado como el belga de una forma tan ruín, y que hoy, no se esté volcando para resolver el problema que su acción depredadora creó en el Congo.

No quiero olvidar que desde el vil asesinato de Patrice Lumumba, en 1961, por, presuntamente un acuerdo entre belgas y estado unidenses, la guerra y el latrocinio a través de los presidentes títeres, de esos territorios ha sido constante.

A cambio de nada, por supuesto, que no dejan de ser malditos negros.

Y aunque la lectura de esta paginilla no llega a más de cinco o seis personas, quiero, al menos, que mis lectores recuerden los que tienen edad para ello, y los que no por lo que hayan descubierto en su vida, que estamos delante de una de las situaciones más miserables que se pueden vivir actualmente en el mundo.

Y lo que nos preocupa son mil ochocientos muertos por un brote de Ébola, que es preocupante, pero que hay que poner en el contexto adecuado, conocer de qué polvos vienen estos lodos.

El mismo año del asesinato de Lumumba, (primer presidente electo del Congo independiente), Moise Tshombe, o cualquiera de sus aliados, y hablo de intereses mineros americanos, sudafricanos, ingleses y belgas, presuntamente lideró el asesinato de Daj Hammarskjöld, que en aquel momento era secretario general de la ONU, y fue a aquellos territorios a intentar que se frenase la guerra de M.Thsombe.

Todo esto según Göran Björkdahl que mantiene que el DC-6 que le transportaba a él y otras quince personas no sufrió ningún accidente sino que fue derribado en la frontera de Zambia.

Dice este autor que la muerte de Daj Hammarskjöld, si benefició a alguien, fue a la compañía belga L’Union minière. a Sudáfrica, y seguro que a los USA y a Gran Bretaña, que muy posiblemente a través del MI6, y la CIA, mucho tuvieran que contarnos.

Por cierto, el asesinato de Lumumba, y el posible asesinato de Hammarskjöld, fueron realizados durante el mandato presidencial de Kennedy.

¡ Yo también quiero una oficina de prensa y propaganda que cuide mi imagen!

. ¡Porca Troya!

la fin del mundo o el apocalipsis ecologista

Venía hoy, o quizás ayer, un artículo en La Vanguardia, con ciertos aires apocalípticos, como ya es costumbre en estos temas, hablando de la sobre-explotación a la que estamos sometiendo a la Tierra, y el trabajo recoge los famosos porcentajes de que estamos consumiendo el 75% más de lo que se regenera….bla, bla, bla.

Es como un mantra, un puñetero mantra que nos empeñamos en lanzar una y otra vez a las entendederas de la gente que abrazan las causas “ecologistas”, y a los que no las abrazamos por la carga que llevan de fanatismo en el sufijo “istas”, por ver si, camino de Damasco, nos caemos del caballo.

Estoy seguro de que el tema ya lo he tratado alguna que otra vez, pero la repetición de una idea hasta que cuaje, es un buen sistema como decía aquel Goebbels, de infausta memoria.

Así que voy a ello:

Quizás los que se reconocen como ecologistas deberían leer un poco al Profesor Margaleff, por poner delante de sus narices, a un ecólogo de primer orden, y que publicaba en castellano, y empezar a entender qué diablos es eso de un ecosistema.

El primer concepto que desearía aclarar, es que todas estas proclamas apocalípticas de los llamados ecologistas, en el sentido de que nos estamos cargando la Tierra, son más falsas que un duro sevillano, que el ser humano, no tiene absolutamente ninguna posibilidad de cargarse, ni la tierra ni la vida.

Lo que sí quizás nos podamos cargar, es a unas cuantas especies, miles, quizás millones, bueno tampoco, que si variamos las condiciones físico químicas de un ecosistema, desaparecerán unas especies pero aparecerán otras.

El juego del DNA, seguirá imperturbable, sin duda. La actuación del ser humano sobre la tierra, ciertamente está afectando al ecosistema en el que se desarrolla nuestra vida, la del ser humano, de eso hay pocas dudas, pero realmente a la Tierra le importa muy poco.

Que si sube la concentración de CO2, posiblemente desaparecerán las especies que no puedan soportar esas concentraciones, pero el hueco se llenará inmediatamente de organismos capneicos, y de las especies que desarrollen sistemas orgánicos adaptados a las nuevas concentraciones.

Si la temperatura sube, los organismos termófilos serán felices, y ciertamente los mares se llevarán la casita de la playa de Torrevieja, pero ese es el ecosistema de Doña Eduvigis.

Si desaparece el oxígeno, vivirán como reyes los anaerobios, y los que no sepan qué hacer con esa nueva composición del aire, pues desaparecerán.

Es decir, que a la Tierra todos esos cambios le importan muy poco, y a la vida menos, desde luego. Que prácticamente sea cual sea la composición de un ecosistema, habrá una cadena de DNA moviendo el rabo.

Conseguir la esterilidad no es cosa fácil, hay técnicas, desde luego, como la esterilización clásica en autoclave, o por bombardeo de rayos gamma, pero hasta donde sabemos es así para el entorno en el que se está desarrollando la vida hoy, y por poco tiempo, que mantener un ambiente estéril es muy difícil.

Y seguro que vendrá el “ista” de turno a decirme que mire a la Luna, o a Marte, que no hay vida allí. Quizás lleve razón, pero una cosa es que no la hayamos detectado y otra muy diferente que no la haya.

No hay peor cosa para un microbiólogo buscando algo, ver que en la placa de Petri, o en el tubo de ensayo no le ha crecido nada. Lo primero que hace es desconfiar de su protocolo.

Quizás sí, es más, seguro que sí, que si seguimos por este camino, las condiciones de vida en la Tierra van a cambiar, y mucho, y en nuestra visión antropocéntrica, avisamos de que es la Tierra y la vida en ella la que va a desaparecer. ¡No me mareen, por favor!.

Como mucho van a alterarse seriamente los ecosistemas en los que el H. sapiens sapiens (del Hemisferio Norte más Australia, New Zealand, y como mucho Chile, Argentina, Uruguay, algo de Brasil, Cape Town y Durban) desarrolla su vida, y tampoco creo que demasiado.

Ya que agua hay tanta, tanta que al planeta deberíamos llamarlo Agua, no Tierra, y es solo cuestión de dinero usarla para lo que nos dé la gana, (siempre que seamos del grupo mencionado anteriormente).

Que desaparecen los peces, habrá medusas. Ya sé que es un perjuicio para Doña Eduvigis, que no podrá bañarse en la playita de Torrevieja, pero nada más que para los que son como ella.

Es posible que desaparezcan elefantes, buena parte de la humanidad, los leones, algunas aves, y los cientos de especies que cada día desaparecen y son substituidas por otras.

Pero la vida ahí sigue, otra vida, otras especies, pero sigue, y la Tierra tan pichi en su elíptica. Así que no me mareen con el chantaje de que nos estamos cargando el Planeta. Está fuera de nuestro alcance, pero el mantra vende.

No hablaría así´, si de lo que me hablasen fuera del final de nuestra civilización, y hablo de la del Norte más excepciones, que aunque lo veo difícil, es posible.

Se irán reduciendo los porcentajes de humanos que puedan pagar los acondicionamientos de sus entornos, cambiarán el ocio, cambiarán posiblemente las fronteras y las superficies de los países. Nada nuevo.

Y de con los otros mundos, el tercero, y el cuarto, ya veremos lo que pasa, pero lo que intuyo es que se reproducirán más deprisa, y vivirán menos tiempo, posiblemente en peores condiciones, pero sobrevivirán.

Acortar el tiempo de generación que nadie olvide es una forma de acelerar las mutaciones necesarias para adaptarse al cambio del ecosistema, y si no que se lo pregunten a los microorganismos multiresistentes a los antibióticos.

De hecho, solo hay que mirar a esa parte del mundo para constatar que los índices de natalidad se van adaptando a las necesidades de repoblación de la especie. Así, que siento decir que los mensajes de catástrofe global de desaparición de la vida, y de destrucción de la Tierra, no son más que reflejos del interés económico de pequeños grupos que desean manipular a la Humanidad en su favor como siempre.

Solo deberían hablar de cómo va a afectar esta evolución del ecosistema a la parte de la humanidad concernida, porque de hecho es lo que están haciendo. Es economía pura.

En lo demás, la ecología nos recuerda que el ser humano, como cualquier otra especie es absolutamente prescindible, y que cuando una especie desaparece, el hueco en el ecosistema será inmediatamente, en términos cósmicos, ocupado por otra forma de vida.

Y ustedes que lo vean

Melones y sandías

Esto es como los melones y las sandías, que aparecen en verano, y me refiero a las huelgas de transportes públicos. Que si en Barcelona se bloquea el aeropuerto, que si por toda España de descaraja el tren.

No importa, al final quien apechuga es el mismo que paga los impuestos, la puñetera clase media, que cuando tiene que descansar, y alejarse de las miserias de su trabajo, de las neuras y los robos de los jefes, de los aumentos de precios de los paquetes vacacionales, tienen que soportar el extraordinario puteo de los sindicatos, de las reclamaciones laborales en donde más les duele.

Qué le vamos a hacer, supongo que es la venganza de UGT, y de los COCOS, por haber sido abandonados por los trabajadores, y hay que hacer publicidad de que algo hacen. Miseria, nada más que miseria.

Cuanto mejor sería ir a dar la barrila a los responsables de los desaguisados del Prat, o del puteo de ADIF o RENFE a sus empleados, y me refiero a reventarles las vacaciones a los directivos, a los responsables del ministerio de turno que no han atendido las reclamaciones justas de los trabajadores.

Que no, señores sindicalistas, que no están ustedes ayudando a sus representados, están ustedes literalmente jodiendo a toda la sociedad, que a base de tanta ineficacia por su parte, les han dejado sin asociados de pago, que lo que únicamente les importa son los liberados, es decir currantes que cobran sin currar, y por supuesto, y que no falten las subvenciones, que al ir a cargo de nuestros impuestos, no deja de ser una cuota de afiliación obligatoria.

Ni el sindicato vertical fascista lo hubiera hecho tan bien. Han superado ustedes a los sindicatos verticales, se lo garantizo, porque nadie de ustedes se atreve a bloquear los puertos deportivos hasta que el problema en discusión se resuelva.

Al señorito ni se le toca, al obrerete se le machaca y se le utiliza “ad nauseam”.

Hoy me entero de que faltan médicos de familia, que el maldito ministerio, ocupado por socialistas hoy, por peperos ayer, se han dedicado a hacer firmar contratos de una tarde, ¡en médicos de familia, donde la relación a largo plazo con el paciente es lo fundamental!

¡Las vacaciones que le iba a dar a la ministra actual, y a los ministros de antaño, hasta que se comportaran con una mínima ética, y no hicieran con otros lo que desde luego nunca aceptarían en su profesión!.

Pero al final, ¿qué más da?, se cubre el expediente y si pagamos los ciudadanitos de medio pelo, no pasa nada, somos muchos, y con las herramientas que ofrecen los sistemas de comunicación hoy, junto con las redes sociales, se afina el mensaje adecuado y a otra cosa, nos lo tragamos todo mientras nos cabreamos en el mostrador de Vueling, o en el andén de RENFE, mientras nos destrozan las vacaciones.

Como los melones, ya lo he dicho, y que nadie se preocupe, que no van a hacer cambiar nada ni a Adif, ni a RENFE, ni a IAG, que el folloncico seguro que está pactado, que llega hasta aquí, no hasta allá, que a los dirigentes no les afecta, y es el empleado quien paga, el eventual que cae en la lista negra, y el ciudadano, de clase media, quien acaba con las vacaciones arruinadas, por lo menos.

Al final, no es cuestión de que coja un cabreo más o menos fuerte, es que parece que hay una conspiración contra el ciudadano, que nos hemos creído la palabreja, y la realidad es que de súbditos no pasamos. Por cierto del servicio a jets privados, no he oído nada, que esto afecta en un 80% a los de Vueling, los de los asientos de setenta centímetros, y los que te cobran casi por mear en el avión.

Dejaremos el tema, que ni voy a ser yo quien lo cambie desde esta bitácora, ni ganas tengo de hacerlo, pero al menos sí me apetece dejar el testimonio de que es una situación que no puedo considerar más injusta.

Por lo demás, sin novedad en el frente, mi capitán, que los periódicos y los noticiarios cuentan todos lo mismo, hasta que llegas a las páginas del corazón, que ahí mandan las exclusivas de las que vive el famoseo, que tanto se queja cuando le preguntan por sus relaciones de pareja.

Todo muy veraniego, hasta parece que alguien se dedica a matar a la gente en Barcelona, que se han tenido que organizar grupos de súbditos para echar del metro a los carteristas, esa pobre gente que tiene que ir maltirando de monedero en monedero.

Los “Mossos” parece que todo lo que no sea lo del rollo indepe, se lo pasan por el forro, que si les matan a un chino en el Olimpic, no importa demasiado, hay muchos, y si apalizan a un pollo en el Raval, pues muy fácil, no haberse metido por donde no se debe, que siempre me lo ha dicho mi madre:

  -Hijo por esas calles de la derecha de las Ramblas no te metas.

Y así andamos, con los calores estivales que nos traen estas sandías y estos melones que debemos tragarnos sin pestañear, y si no nos apetece, la próxima vez intentas nacer rico o sindicalista, de esos que montan la huelga, y viven de las subvenciones.

Parece que el calor me ha cabreado, y no quiero ocultar que un poco sí lo ha hecho, ¿para qué engañarnos?, y es que debería dejar de leer a Orwell, que me hago bola con el Ministerio de la Historia, la Policía del Pensamiento, y los animales de la granja.

Su distopia la hemos superado con creces. Creo que el bueno de Orwell volvería a morirse si descubriese que las televisiones que ponía el Gran Hermano para vigilar a la población, hoy las tenemos más sofisticadas y encima pagamos por tenerlas.

Además la censura que era perseguida por la Policía del Pensamiento, hemos decidido montarla entre nosotros escandalizándonos cada vez que alguien pone algo políticamente incorrecto en las redes sociales.

Ánimo que queda poco .

Delicias playeras

Parece que los domingos de verano son para mirar lo que dice el ¡Hola! en la portada, y comprobar lo cutre que es uno, al constatar que aunque el famosón de turno esté en la playa, donde no está desde luego es en la sombrilla de al lado.

Porca miseria, y porco governo, bueno, porco nada, que a lo que parece por culpa del otro nada de nada, ni governo ni porco, y empieza la cosa a ser aburrida, que si no tenemos gobierno, nos tendrían que hacer un descuento en los impuestos esos con los que nos sacuden a la clase media de mala manera.

Pero no, que a esta panda la tenemos que seguir pagando aunque sea en funciones. Ya te digo que tendríamos gobierno si se suspendieran los salarios de diputados, ministros, directores generales y subsecretarios, y se pusiesen en la calle a los asesores de a dedo, hasta que se pusiesen de acuerdo.

No hay tu tía, que me dicen, sotto voce, que con lo de comer no se juega, y que la hipoteca de Galapagar hay que pagarla puntualmente.

Las cosas son así aunque no debieran.

Me dicen, claro, que el hecho de que en la sombrilla de al lado, en la playa abarrotada esa se siente Doña Eduvigis, con sus filetes empanados cubiertos de pimientos asados pringosos, que atraen las moscas con casi tanta intensidad como la miel, no es casual, que el futbolista de relumbrón está en la misma playa pero mar adentro, y desde su barquito sortea las moscas con envidiable precisión.

Y además, con esto de la microbiología hoy no  dejan que me bañe, que el agua es tóxica, como las lechugas envasadas, que a saber con qué las riegan, y es que el mar tiene más coliformes que los aseos de RENFE, que se nos ha desmadrado un vertido, o con esto del calentón terráqueo, se han venido no sé cuántas medusas de paseo por la costa. ¡Tendrán las pobres derecho a su chapuzón!.

Me da envidia el desparpajo con que los ciudadanos de la bella Recife brasileira se tomaban los carteles de no bañarse por la presencia de tiburones toro que merodeaban, ignorándolos olímpicamente, aunque algún ciudadano pasease bonitas cicatrices, bonitos muñones.

Somos así los humanos, cuando la burocracia no dirige nuestras vidas.. Pero en esta pulcra Europa en la que los burócratas al final han conseguido que nos la cojamos con papel de fumar, nos dicen que hay un coliforme y si nos metemos en el agua que sea con un buen traje de neopreno….pero no, que a ver si va a tener un poro y se me cuela ese bichico que viene en el protocolo, y con el desastre de sistema inmunológico que tenemos, pillamos una cagueta monumental, o peor aún que si el coli es ese famoso E.coli O152, que lo resiste todo, hasta las tentaciones se te lleva al otro lado de la laguna Estigia.

Negocio para Caronte….que por estos lares ya no sabemos por dónde anda el negocio, y es que ni la operación Chamartín arranca, y los militronchos no saben qué hacer con los cuarteles de Carabanchel.

¿Y qué?, que por mucho que se empeñen, al final no nos interesa a los pobres, que esos son los dineros de altos vuelos, los dineritos que producen las comisiones a los políticos egipcios, los que llevan una mano abierta frente a la barbilla y otra abierta también junto a la zona lumbar, casi en el culo, vamos.

Doña Eduvigis, muy educada ella, al verme solo en mi sillita de playa y bajo mi sombrilla individual, con dimensiones bien marcadas por los protocolos de los burócratas playeros, piensa que me voy a morir de hambre y me ofrece filetes rusos con pringue de pimientos, y hasta un vaso de Poca-Loca.

-Gracias señora

¡De qué hubiera usado Sócrates cicuta si hubiera sabido de estos manjares! Además creo que el fallecimiento es más rápido.

-Gracias señora, pero estoy a régimen. Eso es todo lo que se me ocurre en mi defensa, y así tampoco le quito la ración a su Pepe y a los niños.

Podría huir, pero es de cobardes, y no hay sitio en la playa para volver a montar mi sombrilla normalizada.

Deberías comprarte uno de esos barcos que llevan los futbolistas de relumbrón, y así le quitabas a la buena de Doña Eduvigis el cuidado de ofrecerte los filetes rusos. Pero no me sale, por mucho que intento encarrilar el asunto de llenar el bolso de milloncejos, no hay forma, debe ser cosa del destino, o de que no sigo con precisión los pasos de la iniciación que esos mundos requieren, soy indolente, ¡qué le voy a hacer!.

Todo lo que me queda, una vez destrozado el periódico por la arena, el viento, y el niño hijoputa que me ha tirado agua sin querer, es tirar de Tablet barata, y ver si puedo piratear el libro del verano, que la canción ya me la pone Spotify.

Pero es tiempo de disfrutar de las fritangas apresuradas de los chiringos de casi playa, que los de playa ya los quitó el burócrata de turno, asociado a Pazverde, de disfrutar de las paellas prefabricadas que te ofrecen en la foto de la puerta. ¿Qué le vamos a hacer?,

Pues seguir soñando con la portada del ¡Hola!, que hasta la Obregón se nos ha hecho camastrona, como el Osborne, a Doña Shakira no sé qué le pasa, que con su Piqué parecen la i y el punto. Pero tan felices, a pesar de que los crucifiquen, (dicen), por la imagen poco soñadora que ofrecen.

Cualquiera se va al apartamento a dormir la siesta. El de AirBnB dijo que había aire acondicionado, pero no dijo que no funcionaba, ni que el técnico local se había fugado con una repartidora de Deli-bérame dómine, que estaba encantada por haber sido reconocida su relación laboral de salario mínimo en bici.

De crucero Pullmantur, me temo que andan, en una preciosa cabina interior con vistas a la caldera del barco, que les ha salido por un nada, y es que el low cost lo soluciona todo.

Así que dejaré que las moscas de la tarde me devoren bajo mi sombrilla normalizada, de mi silla tamaño butaca turista de Vueling, y diré cuando hayan pasado las dos horas:

-Que siesta más buena podría haberme tirado si no hubiese sido por el móvil de Doña Eduvigis, del niño hijoputa con su pelotita, de la mosca cojonera que me ha levantado ronchones.

Y es que la brisa marina y el rumor de las olas hacen milagros. Disfruten

Qué calor hace en las Ramblas

Me pilla la Virgen del Carmen lejos del mar. Cosas que nos pasan a los que nacimos pobres en la playa, y la vida nos lleva a la meseta. ¿Qué le vamos a hacer?.

Claro que mentiría si dijese ahora aquello de que añoro las sardinas de la playa, el ron cremat y al cuarteto de habaneras “Els quatre indepes de Cuba”, cantando lo de la bella Lola, en el estradillo de Calella de Palafrugell. Mentiría como un bellaco, que para una o dos veces que he asistido al tal espectáculo, siempre me ha parecido la versión blandurria del concepto “fiestas populares”.

Pero que nadie se me alarme, que a veces los ayuntamientos de la Costa, se estiran y te regalan unos fuegos artificiales decentes, a costa de los impuestos locales de pernoctación y del incremento del precio del carajillo en los bares del paseo marítimo.

No pasa nada. Vuelves a casa con los pies,(como poco) llenos de arena, la jaqueca por el ron cremat, y recordando al profe de historia que te contaba el ardor patriótico catalán defendiendo los intereses de la corona española en Cuba y en Filipinas, en las guerras del desastre de 1898.

Bueno, para ser exacto, los catalanes que fueron, eran los catalanes pobres, los catalanes incultos, que los demás estaban por disfrutar de sus palacetes de S’Agaró, de sus palacetes de Puigcerdá, de sus palacetes de Pedralbes mientras iban saliendo los kilómetros de telas, de hilos de sus fábricas bien defendidas por los somatenes, (los seguratas de entonces).

Así, que para no meterme en charcos para los que esta mañana no tengo cuerpo, diré aquello de que me alegro de no andar por aquellas tierras, que además posiblemente ya no reconocería, y en las que me sentiría muy incómodo.

Además estos son tiempos de calor, de tener los nervios a flor de piel, preparado todo para que cualquier chispa, de esas que se apagan con un pisotón, creen el mayor de los incendios, lo mejor es quedarse quietecito, y que no le pase a uno como a mi amigo, que sin comerlo ni beberlo me contaba el otro día sus penas mientras estaba tranquilamente acodado en mi rincón de Boadas detrás de mi Negroni.

– Chico, estoy hecho polvo, que me ha dejado la novia.

No te preocupes, pensé yo, que quien pierde una gran mujer, no sabe lo que gana.

– ¡Bueno, ya será menos!, un calentón estival sin ir más lejos, que verás como la cosa se arregla.

Y en el “se arregla”, queda sobreentendido que habrá reconciliación a la vuelta de la esquina, y todos ¿contentos?.

Mi pobre amigo lo está pasando mal, que en estas cosas lo que más duele es el orgullo herido, que a la que uno piensa despacio, la frasecita de que el buey solo bien se lame toma un excelso sentido.

Así, que me empeño, como una Doña Elena Francis cualquiera, en convencer a mi amigo:

– Si las cosas son así, qué le vamos a hacer, mejor que pase ahora, que no dentro de más tiempo, y se hayan profundizado las raíces de vuestra relación.

Que aún eres joven y apuesto, y a buen seguro no te van a faltar oportunidades.

Ya sabemos todos que para digerir el asunto, o eres el Falco del Reverte, o tu amigo entra en esa depresión del que se siente abandonado después de “haberlo dado too”, que se dice.

Y yo venga, ¡que no te han abandonado, que te han devuelto la libertad!, que si quieres arroz, el campo está lleno.

Claro, que mi amigo, que efectivamente quiere arroz, se está planteando lo incómodo que es sembrarlo con los pies llenos de barro, después de haber preparado el campo, y luego que si hay suerte y el esfuerzo no se lo lleva una riada, o una plaga….en fin que eso del amor, de la pareja, parece que hay que currárselo a fondo, y cuando crees que has hecho las cosas bien, aparece un ex que quiere volver, o haces una bobada sin darte cuenta, y la chica de tus entretelas vuela para hacer infeliz a otro.

Que no hay moza sin amor, ni sábado sin sol, ni putón que no se case, ni duro falso que no pase, que escuchaba yo de los sabios de la tribu cuando aún era preadolescente.

Pero ni por esas, el muchacho, que por cierto no estaba demasiado interesado en mis razones, no me levantaba cabeza, y se estaba forrando a gin tónic, que es lo que hace la gente ahora, a ver si consiguen la longevidad de Elisabeth II, esa reina que tiene a mi buen Carlos de príncipe de Gales eterno.

Tanto es así, y viendo el estado de postración, intento cambiar un poco la técnica, y asumiendo que mi amigo es bastante bruto, asumo que a su Chuchita le ha hecho algo malo, y le sugiero

-Pídele perdón, por tus faltas y pecados, que a lo mejor así lo arreglas.

-¡Pero si no sé lo que le he hecho!, me dice el pobre, así que no sé de qué voy a disculparme, y como pregunte, me van a salir con lo insensible que soy, que seguro que sé perfectamente lo que he hecho, que si me estoy burlando.

-Vale, vale chaval, pero si quieres arreglar la cosa algo tendrás que hacer, ¿no te parece?

-Por el momento ya me ves, haciendo subir el precio de los gin tónics, y preguntando a un amigo, que por cierto no me está ayudando ni un poco.

-Es que no soy Elena Francis, amigo, y estas cosas o las arreglan ellas o no se arreglan, que son terrenos muy resbaladizos para los chavalotes.

-¡Pues vaya ánimos que me das!

A partir de ahí me veo pidiendo mi segundo Negroni, que empieza a ser peligroso a estas horas de la mañana, con la correspondiente carga de manises y de maíz frito, mayormente para tener algo en el estómago. Cojo fuerzas y suelto:

– Chico, me parece que hay otro, y si te ha dejado de forma tan abrupta, es que te quiere, y no ha querido ponerte los cuernos, así que se un caballero y da las gracias, que tampoco pasa nada.

El camarero, como siempre, viendo que empezaba a estar pellín acorralado, me recordó en voz bien alta que tenía mesa reservada a la una y media en casa de Bofarull.

Así que pagué, salí Rambla abajo, como alma que lleva el diablo, y deje a mi amigo, sumido en la duda de si debía intentar arreglar lo de su novia, dejarla a ella que tomase la iniciativa, o alegrarse de que hubiera encontrado o reencontrado a alguien más alto, más guapo, y sobre todo más rico que él.

¡Qué calor hace en Las Ramblas!

en las nubes

La sorpresa de estos días es que los cacharros de Google, de Amazon, incluso algunas teles de Samsung, nos graban las conversaciones sin que nos demos cuenta.

A lo mejor las teles de Samsung, además nos graban imágenes. ¡Madre del amor hermoso!, que la tele esa de Samsung, inteligente ella como pocas la tengo instalada en el ciento, (el loo para los angloparlantes fisnos), así que me temo que las grabaciones que estén almacenado procedentes del tal rincón doméstico, les van a salir pelín escatológicas. Lástima que la tecnología no haya llegado a grabar aromas.

En fin, que no se escandalice nadie, que quien compró uno de esos adminículos sabía perfectamente el riesgo que corría, que nada como grabar las acciones del interior de un hogar, para saber si hay que promocionarle condones con sabor a fresa, o pañales de bebé.

Y es que parece que no nos enteramos, que todo está hecho en nuestro beneficio, y que el tal periodista ese (belga tenía que ser), no ha levantado ninguna liebre que no llevase años correteando por el campo, ya que desde que decidimos entrar en este mundo en el que nosotros somos los productos, el calvinismo intrusivo que rige las relaciones económicas mundiales, no iba a dejar de explorar cualquier faceta que fuera susceptible de transformarse en posibilidad de ganar dinero.

Y si nosotros somos el producto, estos pollos del comercio de datos, andan haciendo cuentas, que ya tienen a nuestros contactos, ya tienen nuestras fotos, saben por dónde andamos, y con quién, saben mucho de nuestros gustos, qué compramos, a quién y a qué precio, dónde viajamos y de qué forma, cuales son los restaurantes que nos gustan, saben si vamos solos o acompañados . Saben, saben, saben.

Ahora quieren conocer lo que hablamos con la parienta, o cómo nos lo montamos cuando estamos en el ciento, (que ya son ganas), y como he dicho antes, con la sana intención de ayudarnos, que solos no somos capaces de acertar con la marca de papel higiénico.

Así que, para empezar, personalizamos la publicidad que recibes, establecen planes de producción industrial para saber la cantidad de acero que hay que fabricar, y hasta los carquinyolis me temo están condicionados por el análisis de los big data dichosos.

Está bien, poco ya podemos hacer a estas alturas de la película, que como ya he dicho más de una vez, hemos dado oro y diamantes a cambio de espejitos de colores y una buena dosis de Plymouth gin a los jefes.

Pero el calvinismo económico es insaciable, y me temo, que en aras de la eficacia, de la productividad, o de lo que sea, deben tener ya perfectamente preparado el sistema que permita conocer nuestros pensamientos, pero con precisión.

Que a lo sumo ahora disponen apenas de los reflejos que nuestro rastro va dejando por esos caminos de las webs, las redes sociales, las nubes, los robots de voz dulce y femenina, ¡hola Alexia! ¡Hola Siri!. Reconozco que hubiera sido más interesante que nos espiase la Eva del Reverte, o doña Mata Hari, pero no, lo hace Alexia, Siri, o quién sea.

Tengo mucha curiosidad por saber cómo nos atraerán para que podamos dejar nuestros pensamientos, nuestros sueños, en sus manos. Seguramente será un chip en la nube, conectado con los centros del placer y que permita quitar el cortafuegos natural del cerebro, para adentrarse en lo más íntimo de nosotros.

Y será por nuestro bien, que el tal chip conectado con Hacienda, permitirá, sin dudarlo,  saber, no ya si he defraudado, sino si pienso defraudar. Sabrán mis barreras morales, y sabrán cómo ayudarme a saltarlas elegantemente, cosa que no creo que hagan, a no ser que sean fuente de ingresos, de poder, o de todo a la vez.

Y si conocen nuestros pensamientos, no de forma indirecta como hasta ahora, sino de forma directa, lo de la peli aquella del Cruise, de la poli del pensamiento está encima, claro que siempre en nuestro beneficio.

Y no quiero ni pensar, como dice mi amigo el transhumanista, (la verdad es que mi amigo se apunta a cualquier bombardeo), en la posibilidad de descargar nuestro cerebro (de tres a cuatro gigas, mantiene), en la nube gratuita de uno de estos pollos de las transnacionales, como copia de seguridad, vamos. ¡Y palabrita del niño Jesús que no chafardeamos lo que nos confíes!, vamos, ¡que no sale de España! Que diría el castizo.

Así que el futuro puede llevarnos a que esté en la nube cualquier cosa del ser humano susceptible de ser utilizada, añadida a lo que hasta ahora ya está por ahí a disposición  de todo el mundo, como dice el periodista belga, que ha levantado la liebre que corría.

No está mal, que a parte de las fotos con Chuchita, y aquellas tan monas de la panda de Benidorm, que parecen sacadas de verano azul, estarán todos y cada uno de los detalles de la vida de todos y cada uno de los que caigan en los brazos de las Alexias y de las Siris que vengan, y lo que es aún más útil, si el chip cerebral llega, hasta lo que se piensa estará en la nube. ¡No olvide usted su copia de seguridad!, y podrán hacerse utilísimos estudios de mercado sobre los proyectos de los seres humanos, adaptando consecuentemente, la producción de los elementos necesarios para que los mejores salgan adelante, por ejemplo.

De eso a la implantación de datos convenientemente seleccionados entre los disponibles para ser implantados en estructuras humanoides, hay un pequeño paso para el hombre, que diría Amstrong.

No sé si me gusta ese futuro, que tiene mucho de presente, y de alguna manera me alegra estar en esta parte del camino de mi vida que hará que no necesite adaptarme demasiado a esas distopias que parecen estar cada vez más cerca.

Por lo demás, sin novedad en el frente, ya saben ustedes, las guerras de todos y cada uno siguen llenando las hueras páginas de los periódicos y de los telediarios, eso sí, teniendo un exquisito cuidado de no hablar de lo que realmente importa.

Buenas noches, y buena suerte

La residencia

No sé si es “la caló” la que me pone de mal yogur que se decía cuando lo de la mala leche había que confesárselo al padre Pío mientras te sobaba las piernas en acto de bueno, voy a dejarlo que hoy no voy por ahí.

Y no, creo que aunque tenga cierta influencia, no es “la caló” la que me pone de mala leche, sino el hecho de que ayer los telediarios se pusieran, posiblemente con toda la razón del mundo en campaña contra el mundo de la residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid.

Como alguno de mis amigos conspiranoicos, yo no creo en las casualidades, que sí en las causalidades, y ciertamente el caso de la residencia en la que pegaban a los ancianos, no debe ignorarse, y en las que no los tratan como deben, tampoco.

Que son personas que, más que nadie, necesitan que el trato que se les ofrezca sea, sin ningún paliativo, cinco estrellas, si no seis, en lo que se refiere a ofrecerles una atención desde el punto de vista de cuidados médicos, alimentación, higiene, y trato personal.

Quizás puedan quedar en segundo término aspectos como la velocidad de la red wi-fi, mientras lleguen las fotos de los nietos con claridad, o el tamaño de las televisiones en los salones comunes.

Tampoco el agua de la piscina es algo importante, pero si la infraestructura de su baño, la forma en que le ayuden a la higiene personal, y el trato, siempre el trato, que es diferente al que se le debe a un niño, o a un adulto en plenas facultades.

Todos tienen sus áreas específicas de respeto. Pero las medicinas deben suministrarse con precisión, la alimentación que debe estar supervisada por un nutricionista, debe tratarse con precisión absoluta, y así todo aquello que deba ayudar al bienestar de esas personas.

Como digo, parece que estamos en campaña, y salen datos a la palestra donde dicen que hay cerca de sesenta mil personas viviendo en estos centros, lo que no es poco, ya que nos circunscribimos a la comunidad de Madrid, que representa un quince por ciento aproximadamente de la población española. Sesenta mil personas que vienen a pagar una media de mil quinientos euros al mes, lo que significa euro arriba euro abajo un mercado actual de unos mil cien millones de euros al año. No está mal.

Si se cumpliesen los ratios de personal que al parecer la ley exige, o sugiere, que no lo tengo claro, hablaríamos de unos quince mil empleados, que suponen un gasto por paciente de unos quinientos ochenta euros en ese capítulo, al mes, habrá que añadir los doscientos cincuenta euros en comidas, los treinta en energía, y la amortización de las instalaciones, que tampoco puede ir más allá de los diez euros por metro cuadrado al mes, que es precio de los alquileres en la Comunidad.

Otros ciento cincuenta euros al mes en ese concepto. Vamos, que el coste por persona se va a unos mil cien mil doscientos euros, al mes por interno, así que hasta mil quinientos de media hablamos de unos trescientos euros de beneficio por paciente.

No está mal, que me salen doscientos dieciséis millones de beneficios al año que este negocio deja como mínimo en los bolsillos de los gestores, en el supuesto de que todos fuesen privados, que no es el caso, pero es la tendencia.

No voy a mencionar las tasas de crecimiento en la demanda de estas plazas, pero digamos que a los fabricantes de automóviles, sin ir más lejos, les encantaría crecimientos en sus mercados similares a las demandas de plazas residenciales para mayores.

Voy ahora directo a mi cabreo, ya que parece que buena parte de las residencias están en manos de grupos de capital extranjero, cosa que en principio no me parece mal, algunas en manos de la iglesia católica o en asociaciones y fundaciones ligadas de alguna manera a la misma, cosa que por cierto, tampoco me parece mal. Lo que ya me va pareciendo no tan saludable es que los resultados de las inspecciones, de las multas impuestas por deficiencias en el servicio que se les debe a estas personas, como fallos en higiene, fallos en la comida, tanto en su diseño como en su realización, fallos en los suministros de medicamentos a los enfermos, haya decidido la Comunidad de Madrid, gobernada por cierto desde tiempo inmemorial por el Partido Popular, no publicarlos, haciendo defensa numantina del asunto.

La excusa es que en aras de la ley de protección de datos, mejor es ocultar ese asunto, no sea que vaya a afectar al prestigio de las compañías que regentan las residencias.

¡Manda huevos! Que diría don Trillo, con su deje murciano, que no hay mayor prestigio que en un escenario de transparencia el centro que tú regentas no tenga nunca una multa, que tenga todas las inspecciones pasadas “cum laude”, que los de la ISO no hagan más que poner adecuados a los procedimientos y a su cumplimiento.

Pero no, la Comunidad no lo publica. A partir de ahí toda especulación es válida, y la primera es que las residencias gestionadas por la comunidad de Madrid, lo hacen fatal, y no quieren los gestores, (partido popular hasta ahora) que les digan lo mal que en sus centros tratan a los ancianos.

El coste en votos, y lo que de eso cuelga puede ser importante, así que a callar. Las informaciones globales, que según El País da la comunidad de Madrid indican un incremento entre 2014 y 2018 del 50% en el número de multas (de 27 a 41). El importe de las sanciones pasa de 401.000 a 730.000 en el mismo período de tiempo, es decir, o que han aumentado las inspecciones, se han cambiado los criterios, o que esto va a peor claramente.

Parece claro que aquí a quien se trata de defender es a cierto grupo de residencias que lo hacen mal, y no entiendo como las que no son sancionadas, no lo publican a gritos, para salir de ese cenagal, o por qué en definitiva se oculta algo a los ciudadanos, con, por cierto un curioso silencio en esta campaña de las asociaciones de consumidores.

Claro, los viejecitos votan poco, y a lo mejor en este negocio hay amiguetes o grupos de poder que incrementan sus líneas de beneficios ahorrando en comida, en asistencia, en preparación de los empleados, en limpieza e higiene….

Pero no son tontos, y más del 85% de nuestros mayores quiere que sus días acaben en su casa, claramente conocen el percal.

Yo no lo sé, pero creo que alguien tendría que decirnos algo.

Fiat voluntas tua

Joao Gilberto

Me han dicho que el gran Joao Gilberto, el hermano de Astrud, ha viajado al Oriente Eterno. Iba a decir que lo echaré de menos, pero no es verdad, que lo único que me ha importado de él fue su música, y esa la tengo en mi discoteca….y en Spotify, sin ir más lejos.

Quiero también manifestar con toda la claridad del mundo, que hace años fui a pasear por aquel barrio medio pijo de Ipanema en Río, con la escondida esperanza de que el olor a bossa nova me invadiera, como por otra parte así fue. Anduve buscando los garitos que entendía habrían sido refugio de aquella panda irrepetible de los Gilberto, De Moraes, Jobim, Creuza, Bethania, Buarque, Toquinho, y, sí, algo alcancé, en uno de los pequeños tugurios del barrio, el Veloso bar, en la calle Vinicius de Moraes, donde mientras me tomaba mi cervecita vespertina, resulta que María Creuza se puso a cantar.

Y es que somos como niños, que nos gusta escuchar la misma canción una y otra vez, y a María la había visto no hacía mucho en uno de esos festivales de verano en Madrid, que no sé si lo organizaba el ínclito Manzano, o cualquier otro que dejo grasa de su culo en la poltrona municipal.

En aquel “Veranos de la Villa” me afané en conseguir entradita para ver a María Creuza, y me… bueno digamos que disfruté el espectáculo, y sobre todo me dio la oportunidad de abordarla en el Veloso, simplemente para expresarle mi reconocimiento por su carrera. Punto y final.

No recuerdo que cantó en aquella ocasión, pero casi seguro que cayó la Garota, el Você Abusou, o la Saudade de Bahía, que al fin y al cabo me da que era su tierra.

Me recordó el sitio, salvando las distancias, aquella Cova del Drac del Carrer Tuset de Barcelona, a donde iba a escuchar a Tete, acompañando a Nuria Feliu, las veces que abandonaba el Jamboree, o cuando aparecía al mismísimo Sidney Bechett con su “petite fleur” bajo el brazo.

Siempre soñé con haber sido uno de los asistentes a los conciertos que esta panda daba allá por Mar de Plata en los setenta, en aquel, que no imagino como era, tugurio conocido como La Fusa, pero no era mi tiempo aún, pero si fue mi tiempo el disfrutar, como hago ahora, con los discos que por allí se grabaron, aquel inolvidable Vinicius+Bethania+Toquinho, sin ir más lejos.

Son los recuerdos de los setenta, recuerdos de los veinte años, llenos de bruma, por cierto, pero con los posos que dejan en el espíritu para siempre todas y cada una de las veces que se abren por primera vez los ojos a algo.

Escuchar en esta caída de la noche mesetaria esa música cálida me devuelve otra vez al barrio carioca donde casi María Creuza cantó para mí. (No creo que en el Veloso fuéramos más de diez personas), o a los años en los que la vida aún estaba por escribir.

Y al final, no recuerdo haberme cruzado con la Garota del barrio, es más, caminarr por la playa no dejó nada especial en mí, ni tampoco recuerdo haberme puesto a pasear tras ninguna de ella a contemplar su gracia, o su balanceo.

No era el momento, que el momento estaba en el recuerdo, y en el imaginar a Vinicius y a Jobim seguir por la playa a “La menina que pasa”.

Tengo que reconocer que me faltan esos sitios hoy, y eso que alguna vez el Jamboree te da una alegría, porque el viejo Whisky jazz madrileño donde veías a Pedro Iturralde, a Lou Bennet y su órgano Hammond, o a la Canal Street jazz band de sonido New Orleans, mientras te sacudías un whisky de Kentucky, pasó a mejor vida.

Cosas de la rentabilidad, que ese sitio de Santa Ana, no es lo mismo, y el antro chamberilero tampoco. Mis sitios ya están dichos, como el Blue Note antes de que entrara en las guías turísticas y te hicieran cenar un N.Y.steak recién descongelado con una Bud para oir a Chris Botti, por ejemplo.

Hablaba de nostalgia esta mañana, de ese tiempo que pasó, aunque queden sus sombras aún impregnándolo todo, débilmente, desde luego, y de como los recuerdos aún pueden llenar los momentos de hoy.

Quiero recordar que por aquellos tiempos las Bossa Nova enamoró también a los yanquis, y le faltó tiempo a Sinatra para abrazar a Jobim, en un disco inolvidable. Por cierto que no sé donde leí que el “blue eyes” abrazó al pobre Antonio Carlos, como los Grizzlies abrazan a sus presas, pero esa es otra historia, que “la Voz” y sus amigos de Las Vegas mandaban mucho.

Pero nos han quedado las grabaciones de Stan Getz con Astrud Gilberto, la forma que Ella dio a la Bossa, Gerry Mulligan…. Todos iban a Brasil, a navegar en el movimiento musical que estaba floreciendo. Está bien.

Siento tanto en mi incultura acerca de los movimientos musicales de hoy, aunque me temo lo peor, que cuando veo llenarse los pabellones de deportes, los artistas son de mi quinta o peor, las más veces (no todas), y no sé donde puedo escuchar a quien esté abriendo un camino musical de esos que llegan al corazón de varias generaciones, si ese alguien existe, en Petit comité como escuché, no hace tanto a María Creuza en el Velasco.

Y es que parece que el mundo, gracias a Dios ha cambiado, porque aunque un saxo no suene igual en un estadio que en un garito lleno de humo de tabaco o de lo que sea, mientras te ponen otro trago de Jim Bean, y dejas de contar cuantos te has tomado, que la verdad tampoco importa, las carencias las ahogaremos en más redes sociales, que es lo que de veras importa.

Perdón por estas líneas un tanto deslavazadas, pero es lo que tienen las noches de verano cuando se ponen nostálgicas, que le vienen a uno tantas y tantas cosas que pasaron y que al final no han hecho más que conformar quienes somos hoy, o así lo creo.

Buenas noches y buena suerte

Nostalgia,

Ayer estuve en el Real, había que terminar la temporada en Madrid. En las tablas “Il trovatore”, ese drama prácticamente desconocido de García Gutierrez, al que le puso coro el bueno de Verdi.

Recuerdo en la escuela cuando el profesor Segarra, nos contaba el teatro del romanticismo español, y en aquellos años preadolescentes, no olvido que se nos inflamaba el espíritu con las peripecias y los sacrificios excelsos de sus personajes.

Pues qué bien, que al fin y al cabo, el bueno de García Gutiérrez lo que quería era eso, despertar cierto sentimiento en el alma de quienes fueran al teatro.

Ese malo malísimo, ese bueno que parece tonto (de hecho es tonto) y esa chica angelical, estaban diseñados para emocionar, de la misma forma que la truculenta historia de la bruja gitana que es madre de un hijo que no es suyo, que al suyo lo sacrifica por error y en aras de la venganza.

Buenos mimbres para un cesto, a los que Verdi apoya con un coro de gitanos inolvidable, y un par de arias de tenor de esas que cuando un tenor quiere demostrar su calidad lo intentan.

Se regresa al medioevo, con ambientaciones intimistas, y esas interminables señas que nos hacen reconocer el tiempo romántico donde todo esto se enmarca. Hasta aquí todo bien, y uno se sienta en su butaca, con esa intención, sana, de rememorar historias de la preadolescencia, de esas que a uno le inflamaban el corazón (luego me enteré que eran las hormonas, pero no importa), y claro se ve uno con la hormona muy desgastada por el uso, y lo que espera encontrar ya se ha ido.

Siempre se me ha dado bien echar la culpa a otros de mis cagadas, que pienso debería haberme dedicado a la política o a la administración pública, al grito de no he sido yo, ha sido ese.

Así que al no sentir emoción lo primero que pensé es que la representación no estaba a la altura de mis expectativas, que el hecho de tener la escena configurada como un cajón negro con una columna de luz que se mueve a lomos de los personajes, y un torreón simbólico que parece una chimenea de diseño estaba pensado, seguro para emocionar a alguien, no a mí, claro, pero a alguien, y es que no se puede ser tan egocéntrico.

Tampoco el hecho de que no supiera encontrar emoción en las voces de Leonora o de Manrique, no implica que no la estuvieran imprimiendo. Seguro que sí, pero en un universo paralelo al mío, ya que no faltaba ni técnica ni potencia. Mi percepción era que se habían ajustado al protocolo.

He buscado un Trovatore de la Callas y Di Stefano, que a pesar de oírlo en casa, si me ha emocionado. El diagnóstico es claro, estoy viejo de cojones.

Que bien se muere Leonora, que bien se entrega al maluto, que suavidad en ese Ah, si ben mi. Qué emoción me transmite esa vieja grabación de más de cincuenta años, qué ritmo encuentro en Di quella pira. Y no sé si son los timbres de los artistas, la mano de Von Karajan que anda por ahí detrás dando la lata.

No lo sé, a lo mejor es que mi oído de vecchio uomo no es sensible más que a la delicadeza, y no vibra ni con la potencia ni con los protocolos, que los sentidos esclerotizados tienen muchas limitaciones. ¡Qué más dá!.

Y el problema, es que la cosa no fue solo ayer, que sentí el mismo vacío delante de una Tosca el otro día en mi Liceu, y así, día tras día.

Creo que la historia es que se acaba la historia. Me acuerdo de cuando decía aquello de que la vida de las cosas termina cuando ya no te sorprenden, cuando ya no te emocionan, y estoy llegando, creo a ese punto en mi vida. Pero que nadie se alarme, que no me encuentro a gusto con demasiadas cosas que el mundo actual se empeña en ofrecerme, pero siempre está mi mundo, con aquellas referencias en las que encontré las sensaciones que me acompañan en mi vida.

Me duermo con las series esas de Net-bo-prime, pero echo mano de aquellas historias para no dormir, y no lo hago.

Quizás me acuerde de tiempos pasados, yo, que nunca estuve demasiado de acuerdo con Manrique, que cualquiera tiempo pasado fue mejor, me encuentro rebuscando en los viejos baúles. Cosas que pasan. Empiezo a distanciarme de este mundo en el que la inmediatez es el nuevo becerro de oro, esa inmediatez que te deja sin amigos si no contestas de forma inmediata al “chat” de tu grupo, esa inmediatez que te hurta la posibilidad de reflexionar, que si no, te pisan la opinión o llega tarde cuando la conversación ya va por otros derroteros.

Vivo en un mundo en el que ser profesional de la vértebras cervicales, es lo único que te garantiza la continuidad laboral, ¿qué le vamos a hacer?. Y siento decirme que no me encuentro nada cómodo en él, que ya me gustaría que la cosa fuera diferente, pero no puedo pretender que todo se ajuste a mis deseos, ya que el gran principio de la ecología es precisamente el contrario, quien no se adapte al entorno, debe desaparecer del mismo.

Pronto iré a escuchar una Luisa Miller, que espero sea, al menos, acorde con algún protocolo, pero, por si las moscas me estoy entrenando con mi vieja grabación de la Caballé y el Pavarotti, si, ese que una compañera, una vez me insistió que se llamaba Tutto.

Estoy seguro que, o dejará de importarme que en la plaza de Oriente de Madrid no sean capaces de darme unos boquerones decentes en la Taberna del Alabardero, y que las gambas al ajillo haya que devolverlas, o simplemente dejaré de entrar en el teatro y dejaré de sentarme en las terrazas de la plaza, que las cosas son así, y para ser feliz hay otras muchas cosas disponibles, sobre todo personas que pueden hacer que todo eso no importe.

Con su pan se lo coman

Magia vieja

La vieja magia está esperando su momento. Cierto que esa magia que viene ahora de los espejitos mágicos, esa que nos trajo una nueva versión del flautista de Hamelin y que va a acabar con todo lo que creemos que somos, nos aprieta fuerte, pero la vieja magia, creo que no ha dicho aún su última palabra.

Y cuando hablo de la vieja magia, aunque no pueda olvidar al chamán, al viejo druida, o a unos de esos iluminados o ungidos, hasta la bruja del cuento, o el genio de la botella capaz de llevar a Aladino por encima del mundo, en realidad pienso en aquello que tantas y tantas veces han dejado a los hombres , (no voy a decir y mujeres que con el genérico a mí me vale) con el espíritu alterado.

A mí me ha embelesado esa vieja magia que lleva a tu espíritu la lectura de un poema en la tranquilidad de un atardecer, y ya, disimulen sus gracias, que uno tiene también su derecho a ponerse cursi. Claro que alguien me dirá que poco tiene que ver con la chamaneria, y no lo voy a discutir de forma demasiado vehemente, pero si la tiene.

Tiene, ese brebaje que he puesto en mi copa algo de mágico, quizás sea que el cognac era de buena cosecha, quizás, y es que acarrea la vieja magia del arte oculto de tratar las vides para que te den fruto, vino y licor.

Esa magia te inunda si sabes acercarte a ella con el respeto debido, como debe hacerse siempre con la magia. No quiero olvidarme de la vieja magia que lleva dentro de sus notas una obra musical, porque puede también llevarte a un estado alterado de conciencia, puede llevar tu espíritu tan alto y tan lejos como la alfombra llevo a Aladino

. La vieja magia me dicen que está desapareciendo, y quizás sea cierto. Yo no lo sé, y sigo buscándola en los paisajes rojizos de ese desierto que parece el Mountain Valley, el Sahel, Atacama, o el Kalahari, o todos juntos, o un poco de cada uno… Y además no me importa.

Quiero seguir encontrando la magia en el porche de mi jardín, oliendo las azaleas, o el césped recién cortado, quiero disfrutar de esa magia, mientras lleno mi espíritu con un canon, con una giga, con un allegro, con un andante, con un pianissimo.

A lo mejor debo saber encontrar esa magia vieja en una charla distendida con mis amigos, que el sexo de los Ángeles tiene discusión de mucha enjundia, y en estos tiempos de justas reivindicaciones femeninas quizás sea más prudente hablar de Gabriela, Micaela de Rafaela, con una sola *F*, que con dos a saber que descubrimos.

Pero tampoco me importa, que lo importante es la magia del intercambio de ideas, la magia de la comunión entre será humanos poco o muy afines, que lo válido quizás sea la magia de la conexión sin el caralibro de turno.

Y esa es la vieja magia que se esconde tras el papel de un libro ya leído, cuando buscamos el pasaje que no se nos olvidó y al encontrarlo constatamos que quizás el recuerdo que de él teníamos no era literal, que estaba en nosotros el alma de las letras y las palabras, no su literalidad.

Sé que la vieja magia hace que deba luchar por mis amigos, que en la moderna dejas a un amigo por siempre con un solo click. Final, nunca más, aunque total tampoco se pierde mucho. Y es que los millones de amigos que dices tener en el Caralibro de turno, nadie sabe lo que son, quizás tampoco a qué huelen.

A nadie le importa, que en definitiva detrás de ello no hay nadie a quien abrazar, con quien compartir esos sentimientos mágicos que el ser humano cercano te puede ofrecer, esa vieja magia que lleva a sus espaldas aquel amigo que nos explicaba el Infante don Juan Manuel, en su no sé si olvidado libro del Conde de Lucanor.

La vieja magia está ahí, latente, que si desaparece el Caralibro habrá gente que se sumirá, supongo, en la desesperación al perder de golpe miles de amigos. ¿Cómo será su desesperación?.

A lo mejor les vale el verso de Hernández “No hay extensión más grande que mi herida” “Por doler me duele hasta el aliento”. No, la sangre no llegará al río, ni creo que llegue a derramarse una gota. Que me temo no habrá ni siquiera una lágrima, que la magia de hoy no considera al ser humano.

Quizás la nueva evolución del ser humano es transformarse poco a poco en robot, dotado eso si de inteligencia artificial, como diría un tal Cordeiro, “yo no quiero morirme, muera la muerte”.

Pero eso lleva una buena carga de deshumanización, ligada, eso sí, a la nueva magia, que el robombre resultante quizás no sepa lo que es una copa de buen vino y mucho menos una charla distendida con amigos.

A lo mejor son eternos los algoritmos que conforman su inteligencia, y los elementos mecánicos que puedan conformarle, se cambian con el uso, o con la amortización legal, esa del catorce por ciento, siempre con permiso de la obsolescencia programada, el triunfo de la magia nueva.

Poco espíritu sensible habrá dentro de esa cáscara global y productiva, pero es lo que dicen que queremos, sea pues, y recemos porque en la parte de ese nuevo hombre inmortal que dicen que ha empezado su camino quede un hueco para mirar al cielo por la noche y entienda la magia vieja de las estrellas brillando para él.

Que no será lo mismo la información que mande el ojo mecánico al chip que la mirada enturbiada por una lágrima de emoción enviando su impulso a una neurona desprevenida.

Voy a navegar un rato entre las páginas apergaminadas de mi viejo manual de alquimia, a ver si encuentro, por fin, la poción preñada de magia vieja, que me vacune contra el Imperio del chip.

Y ustedes que lo vean

Inteligencia artificial

Andaba yo, el otro día dándole al cacumen con esas cosas de la inteligencia artificial, y siempre que profundizo en el tema acabo en un mundo distópico, y perdonen ustedes el palabro, que aunque no está muy bien visto por la zona madrileña de los Jerónimos, para entendernos, lo aceptaremos como antónimo de utópico, siempre con permiso del Moro.

Y la verdad, es que no sé cómo contarles la cosa, que a lo mejor lo intento como cuentista, pero la pifio, que la técnica no es mi fuerte en esto de los cuentos, en fin, ya veremos.

Y es que en cualquier industria que se precie, del ramo que sea, lo importante es generar un nivel de beneficios, que en cualquier caso satisfaga al monto del capital invertido en el proyecto.

Desde luego la productividad es una clave en el asunto, y aceptaremos como tal la relación entre el beneficio y el número de empleados que sean necesarios para la obtención del mismo.

Así, que las claves siempre son las mismas: -Ingresos producidos por la actividad, en forma de venta de bienes, de prestación de servicios, o de ambas mezcladas, que me da lo mismo. -Costes asociados a la obtención de esos ingresos, muy fácil, costes de materias primas, costes de procesamiento, costes de transportes, costes de personal, publicidad… ,

De forma que si se mantiene la obtención de ingresos, o mejor aún se incrementa, seguido de una reducción de los costes, sea en cualquiera de sus componentes siempre será en beneficio del objetivo señalado de incrementar los rendimientos del capital aportado.

El huevo de Colón, vaya. La llegada al mundo de la producción de los sistemas en cadena, produjo sensibles mejoras en los costes de producción, y si no que se lo pregunten a Henry Ford (Fixing Or Repairs Daily) que consiguió llenar su país de T’s. y sus bolsillos de paso, lo que no está nada mal, aunque a Charlot se le atragantara el almuerzo, que siempre es el ser humano quien tiene que pagar parte de la factura.

No voy a contar toda la historia, que es sabida, ya que de escribir a mano se pasa a la máquina de escribir, que tanto le gustaba a Jerry Lewis, de las enormes naves llenas de gente en su mesa escribiendo a máquina, a la sala de ordenadores, a los programas de gestión comercial automáticos, a las contabilidades a distancia.

Y el futuro que se nos avecina, o que ya está aquí, siempre a lomos de la productividad, que al final es lo que produce yates y palacetes, deja entrever un mundo en el que transportar las cosas estará predicha por algoritmos, y los camiones dirigidos por sistemas inteligentes que se habrán programado para no chocar por accidente.

En las escalas de producción de cualquier compañía, podemos establecer que internamente somos clientes de quienes debemos recibir los elementos necesarios para la realización de nuestra labor, y proveedores de quienes para realizar su trabajo necesitan recibir el resultado de nuestra labor de forma impecable.

Pero me temo que eso está cambiando, que ya no es Bermúdez el que me pasa las cuentas cuadradas de proveedores para que yo prepare el balance de fin de mes, y así el jefe tenga los datos a punto para la conferencia con inversores.

Y es que ahora el balance no sé de dónde coño sale, que a Bermúdez ya no lo veo por los pasillos o delante de la máquina de café. Y a mí me sobra tiempo, que el balance, viene hecho, y menos mal que aún me dejan enviar junto a él un pequeño informe explicativo de las desviaciones, que por cierto cada vez son menores.

Realmente me preocupa la cosa. Ya veremos. Claro que por otra parte, voy poco a poco siendo consciente, de que en mi espejito mágico, se me están sugiriendo compras en función de mi curiosidad, que si entré un día a ver unos zapatos por vaya usted a saber qué, toda la publicidad que recibo, de forma insistente es de zapatos.

De hecho son vendedores muy productivos, que parece que son algoritmos de esos que no te quitas de encima. Y es que al viajante de comercio, el de Arthur Miller, no le comprabas la lavadora, y te lo quitabas de encima, pero al que cabalga en “cukis”, no te lo quitas ni con disolvente.

Además las visitas que te hace no cuentan en la línea de gastos de la compañía. La productividad se dispara. Que nadie va a lomos de su viejo Ford vendiendo lavadoras por las casas, y las lavadoras se siguen vendiendo.

Me están diciendo que la inteligencia artificial empieza a ser inteligente de veras, es decir, que ya puede no solo comunicarse con otros algoritmos, sino que puede crear los suyos propios en función de las instrucciones primigenias que fueron consideradas en el momento de su creación.

Y esas están muy claras: incrementar la producción, reducir los costes, amentar los beneficios. Y claro, estos sistemas inteligentes han aprendido, sobre todo desde el análisis de los grandes datos (big data) a analizar los mercados con precisiones de relojero suizo, y saben desarrollar los procedimientos para obtener de los mismos el máximo partido, que al fin y al cabo es lo que hemos soñado todos los que hemos gestionado una empresa.

Claro que eso me va haciendo entender lo de que el tamaño importa, las compañías son cada vez más grandes, debido a las fusiones, a las adquisiciones….y por ende van teniendo cada vez más poder, tanto, que me temo van dirigiendo, sin que pueda precisar el grado buena parte de los gobiernos del mundo.

Además en esa línea de incrementar los beneficios, y a lomos de su poder, los sistemas inteligentes van buscando todas las formas a su alcance para reducir ese coste tremendo que son los impuestos, que solo sirven para redistribuir la riqueza, y los algoritmos ni van al médico ni se jubilan.

A fe que lo van consiguiendo, el ser humano está cada vez más lejos de los objetivos de las grandes compañías transnacionales, con el agravante de que hemos sido transformados en producto nosotros mismos.

Bueno, no todos, solamente aquellos que puedan de alguna forma transformarse en receptores de los productos elaborados por cualquiera de las industrias que pueblan el planeta, lo que excluye a un buen montón de ciudadanos.

Otra forma de maltusianismo, me temo, que hasta esa cifra está ya establecida, mil millones de seres humanos. El resto son productos sin valor.

Veremos en qué acaba todo esto, y que decisión tomarán esos algoritmos que sustentan la Inteligencia Artificial, en sus ya habituales conversaciones, y sus más habituales decisiones basadas como parece ser en los principios básicos de aumentar productividades, reducir costes, aumentar de tamaño…. ¿Seremos necesarios los consumidores humanos?.

Para mí es una pregunta clave, ya que la característica “humana” no es estrictamente necesaria para mantener un sistema productivo, que las máquinas consumen, que los robots consumen, y en un mundo sin seres humanos, el medio ambiente es algo que no tiene mayor importancia.

Desde ese punto de vista, no es difícil constatar que la maquinaria de la sociedad de consumo no requiere forzosamente a existencia de seres humanos, que simplemente variando los productos producidos adaptándose a las necesidades de los consumidores, que pueden ser otras plantas de producción o un robot, la cosa está hecha, y el campo para aumentar la productividad ad infinitum es realmente vasto.

No quiero pensarlo, pero el mundo distópico que veo acercarse, está diseñado solo para un diez por ciento de la población. Y menos según se vayan perfeccionando las habilidades de esta Inteligencia Artificial que está transformándonos con nuestra aquiescencia en otro producto…..desechable, por cierto.

Con su pan se lo coman

Las elecciones que vienen

Parece que nos metemos de lleno en esos períodos electorales que tanto me giban, y que hace unos años, aún me ilusionaban….pero hoy…. Me dicen que los expertos en conductismo social son los que se van a poner las botas apelando a nuestro cerebro reptiliano a través de las redes sociales y no sé cuantas cosas más, es decir, van a buscar como excitar nuestras reacciones más primarias, la de satisfacer el hambre a cualquier precio, reaccionar al miedo con la huida o con el ataque desesperado, o el sexo.

De esta forma, empezarán, si no han empezado ya los mensajes tendentes a llevarnos como manada hacia el interés de quien sea más hábil en el manejo de estas técnicas tremendas, bien ensayadas en el Brexit, en las elecciones americanas, o por estos lares con la irrupción de Podemos o de Vox, sin ir más lejos.

Y es que ya nos movemos por instinto, el pensamiento queda como último reducto de aquellos que memorizaban los grandes clásicos en Farenheit 451, o por quienes quieren manipularnos a través de los malditos algoritmos que nos manejan a través de nuestros espejitos de colores. Tremendo, como decía un señor en la radio hablando de estas cosas. Contaba cómo una compañía tabaquera lanzó su producto para que fuese consumido por adolescentes.

Muy fácil, “Manténgase fuera del alcance de los niños” bien claro en el paquete, bien claro en la publicidad. Al final el adolescente acababa considerando el uso del tabaco como una prueba de hombría, una forma de salir del círculo de los niños, – Anda sal de la habitación y ve a jugar que los mayores tenemos que hablar- (y fumar). Así que es como una prueba de iniciación, una llamada a ser reconocido en la manada como uno de los que ya son miembros de pleno derecho.

Es como nos tratan las falsas noticias que empezarán a difundirse por las redes sociales, a golpe de click, a golpe de me gusta, deditos levantados, deditos mirando al suelo. No pienses, deja que tu instinto te lleve, no sigas las discusiones sobre las propuestas electorales. Son como las del marujeo de las televisiones generalistas, todo gritos, todos a intentar dejar su mensaje, a intentar vender su libro.

Deja que tu instinto te lleve, que yo dirigiré tu instinto, no te preocupes, que lo dice Facebook, que lo dice Twitter, que lo sé de buena tinta, que ese ha dicho que me lo da todo, y mi grupo de amigos está vibrando al unísono mirando el último banner a la vez.

Decía no sé quién que quizás deberíamos desconectarnos de todas esas redes, pero deberíamos añadir a los demás medios de comunicación, y ¿por qué no? a las series esas de Lannister y Stark, que nos llevan de paseo por mundos de buenos y malos, nunca de personas multifacéticas, y en esos dualismos me dicen que van las instrucciones de lo que tengo que hacer delante de una urna.

Y a todo esto, parece que los ricos de siempre siguen siendo los mismos, que Forbes o Fortune pasan ejercicio con un corta y pega, que Bezos, Gates, Ortega, y sus primitos siguen en su sitio, discutiendo en Davos, en el Bildenberg, en la trilateral, en el Club de Roma, cómo hacer que sigamos consumiendo lo que no necesitamos, más intensamente, con más inmediatez, con ninguna reflexión. ¡Todo al alcance de un click!, ¡No sueñes, compra!, no analices, simplemente vota, no escuches, simplemente oye.

Y así nos enfrentaremos a las urnas, y nos avisa un jefazo de nuestra EU, de los peligros que nos acechan en estas elecciones, que hay malutos que no quieren a Europa, que a saber que mensajes subliminales, o no tanto van a colarnos. Que por favor mantengamos la guardia bien alta…..y por favor votaaaadmmeeee. Gracias.

Pero es lo mismo, ya se ha decidido por aquellos que pueden hacerlo, por donde nos van a llevar, sin duda, sin la menor posibilidad de error, y lo demás es seguir el juego, ese al que juegan nuestros políticos y los que no son tan nuestros, que al final no son más que marionetas de quienes manejan el engranaje.

Pelean por un sueldo, y no sé si les dan bonus por objetivos. No, no voy a estar a gusto estos meses que se nos vienen, por mucho que intente separarme de la vorágine que se nos viene encima, porque ni dentro de mi concha de galápago ecuatoriano voy a ser capaz de sustraerme al maldito influjo. ¡Vota a Gundisalvo!.

Espero que la sangre no llegue al río, no interesa, que a alguien le viene de perlas que se exprima al máximo las posibilidades del ciudadano, las grandes fortunas nos necesitan para seguir creciendo, como debe ser en esta nuestra tan bien diseñada sociedad de consumo.

Y que nadie se me altere, que no pienso ponerme más conspiranoico de lo razonable, que tampoco voy a ponerme populista, a lo Trump o a lo Iglesias, y mucho menos voy a presentarme a las elecciones, no ando buscando el sueldecito de diputado, aunque no me vendría mal.

Espera, que me lo quitan de la pensión de jubilata, o quizás no, que lo de los políticos a lo mejor va por otro lado. Le preguntaré a Don Josep Borrell, (cuidado con ell) . Así que nos seguiremos viendo en nuestras rutinas diarias, en nuestras pequeñas tareas, esas que tanto ayudan al crecimiento de las grandes fortunas, sin problema, que soy muy solidario, mientras los malditos algoritmos nos van arrebatando uno a uno los pocos resquicios de libertad de pensamiento que nos quedan.

Y lo peor de todo es que se ha puesto a llover y no he podido ir a jugar al golf, que no nací en esa parte de Gran Bretaña que quiere separarse de Inglaterra, pero quiere seguir en esa Europa con elecciones un día de estos. Ya ves, miraré en Twitter, por ejemplo, si hay instrucciones de qué debo hacer, y lo más importante, cómo tengo que sentir, y lo esencial ¿cómo lo comparto?, que emorticones hay de sobras.

¡Que nos den!

Esoterismo y ciencia

 

Define en cuatro acepciones el diccionario de la Real Academia de la Lengua la palabra esoterismo:

  1. Oculto, reservado
  2. Dicho de una cosa: Que es impenetrable o de difícil acceso para la mente.
  3. Dicho de una doctrina: Que se transmite oralmente a los iniciados.
  4. Dicho de una doctrina de la Antigüedad: Que era transmitida por los filósofos solo a un reducido número de sus discípulos.

A mí estas cosas del esoterismo siempre me han gustado, es decir, el uso de casticismos que hacen de una disciplina que puede ser inteligible para la mayoría, pase a ser impenetrable y dar un aire de importancia los acólitos de la tal disciplina.

Puedo entender que en los oficios, sea cualquiera su naturaleza, haya que denominar las herramientas, y está bien, que debemos entendernos. Me parece de perlas que mientras se va profundizando en el conocimiento de una actividad vayamos adornando con neologismos todo aquello que de hecho es nuevo y se va incorporando a los protocolos de trabajo que, como fruto del avance, se van creando. Es así, y no se me ocurre forma diferente de hacerlo para avanzar.

Y ya nos lo cantó nuestro entrañable Tomás Bretón, en su Verbena de la Paloma, “ hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad” a lomos de aquel científico insigne, Don Hilarión. Y claro, siendo ese el panorama, las cantidades de signos, símbolos, casticismos, textos procedimentales que van apareciendo, no hacen más que elevar en cada disciplina el grado de esoterismo en el que de forma voluntaria van envolviéndose, que hay que sobrevivir.

Es que no sé de qué me estás hablando…le dice el médico al arquitecto, y éste se lo repite al letrado que nos recuerda aquello de que ¿no es más cierto…?, que como es bien sabido es la forma en los que no estamos iniciados nos dirigimos a la parienta cuando queremos preguntarle por cualquier asunto de la convivencia diaria.

No te preocupes te dice el médico, se lo diré para que lo entienda, que lo que tiene usted es una infección leve en el estómago que se la ha producido una comida que estaba mala.

¡Gracias Doctor!, Que cuando le oí que tenía una gastroenteritis producida por un coliforme, lo primero que me vino fue lo de hacer testamento.

Las cosas son así, y mucho peor incluso, o por no utilizar adjetivos peyorativos, más complejas. Y es que desde siempre se ha tenido por un hecho irrefutable, que el uso de símbolos era cosa de grupos secretos, de sectas, incluso, con fines terribles de esos que tendían a dominar el mundo, y a conseguir el poder sobre todos los seres humanos, bien por la obtención del oro alquímico, ese que podía surgir de la redoma en cantidades ingentes, o por llegar a controlar el alma humana de forma que fuera posible inducir deseos acordes con las intenciones de los miembros de esos grupos secretos.

Sí, parece que la cosa va por esos caminos, y es que los seres humanos somos muy nuestros, y por mucho que aparentemente se nos llene la boca con deseos de diversidad de pensamiento, acabamos huyendo como alma que lleva el diablo de los que piensan de forma diferente, siempre y cuando no intuyamos la posibilidad de convencerlos de alguna forma y llevarlos a nuestro redil.

La ciencia, hoy y ayer sigue preñada de simbología, de casticismos, como ya hemos dicho que debe ser, pero y volviendo a Don Hilarión, la cosa, creo que ha dado una vuelta de tuerca muy interesante.

Y esa vuelta de tuerca va a conseguir el sueño de la dominación del ser humano por símbolos mágicos desarrollados por brujos iniciados en sus cuevas secretas, y en algunas ocasiones en sus aquelarres, también conocidos como congresos científicos o Google Campus, que lo mismo me da.

Y me estoy refiriendo a la eficacia a la hora de hacer pensar al ser humano de manera uniforme que han conseguido esos símbolos que los mortales no iniciados conocemos como algoritmos.

De alguna forma han comprado nuestra alma a cambio de espejitos de colores, que incluso se doblan y todo, para poder hacer un gurruñito de los que se llevan en el pantalón, y que parecen el viejo pañuelo mojado de alergias.

Pero a esos símbolos esotéricos, que al parecer la ciencia matemática ha desarrollado, estamos entregando el alma, los caminos por los que discurre nuestra vida, en qué nos pulimos nuestra hacienda, y hasta lo que nunca creímos hacer, le damos el teléfono de Chuchita, la foto de aquel día en que….

Todo, lo damos todo, lo que pensamos, lo que vamos a pensar, nuestros sueños, nuestra historia, nuestros anhelos, nuestra vida, y encima pagamos por nuestro espejito mágico una fortuna.

Sí, ha sido el triunfo de la ciencia esotérica, de esa que pasa de maestros a aprendices, a lomos de signos concentrados en algoritmos, que solo están al alcance de los iniciados, o a veces ni siquiera, que a lo mejor lo ha diseñado una Inteligencia artificial, en un descuido del creador.

De hecho el sueño del alquimista, a caballo entre el charlatán, el estafador, el hombre de ciencia y el iniciado, que era capaz de hacerle un poquito de oro al Emperador, o de venderle un manuscrito ininteligible, cargado de símbolos y que hoy conocemos como Voynich al mismísimo Rodolfo II, se está apareciendo poco a poco, parte viene de la mano de embaucadores, pero la mayoría viene del esoterismo científico que con el manejo de grandes, de ingentes cantidades de datos, convenientemente filtrados a través de símbolos esotéricos están haciendo que hasta la pareja de tus sueños no la encuentres en las fiestas del pueblo de al lado, te la ofrecen, con un 93,75% de posibilidades de éxito, unos símbolos desconocidos, manejados por inquietantes algoritmos diseñados por los nuevos brujos del siglo XXI.

Pero al final, nada nuevo bajo el sol, nos diferencia la cantidad y la calidad, no la intención, que es la misma que tuvieron el gran Julio César, el no menos grande Gengis Khan, y hasta la Reina Victoria si me apuras, es decir dominar el mundo y a sus habitantes de forma que se amolden lo más posible a su forma de pensar, y es que estar todo el día discutiendo, agota a cualquiera.

He dicho

Lucifer

 

Aburrimiento

Esta mañana Pepa, la de la radio, se embarcó en intentar navegar el mar del aburrimiento. Buen intento, si señor, porque entre las personas que discutían del asunto, surgieron las voces que hablaban del hastío global.

Y es que es cierto, al menos en mi caso, de que estoy hasta los pelos de nuestro Tito Trump, que lleva dos años ya jodiendo la marrana sin que me lo desmonten, que estoy hasta las pelotas del tal Brexit y del no menor rollo indepe.

Que sí, que estoy aburrido hasta la saciedad, que estoy aburrido de ese drama en el que se está intentando rescatar a un niño, harto, aburrido de lo repetitivo y escaso de las noticias que me enchufan por todos los medios. Que no me interesan los gritos de speaker británico, por mucha corbata de colores que lleve y por mucha pinta de ser innoble (seguro que no lo es) que mestre, como no me interesan ninguna de las campañas publicitarias más o menos encubiertas que me lanzan disfrazadas de noticia todos los días desde todas partes.

Así, que sí, estoy aburrido, muy aburrido de toda esta historia, y es que parece que ninguno de los dramas que están en este momento sacudiendo el mundo son dignos de recibir la atención de esos publicistas que antaño eran reconocidos como periodistas.

No hay un solo informativo sea en prensa escrita en todas sus formas, radiada o televisada que abra con la historia personalizada y con opiniones de familiares, de especialistas, y de cualquiera que pase por ahí, y pasan muchos, del último niño asesinado en cualquiera de las guerras abiertas hoy en el mundo, especificando quién dio la orden, quién suministró las armas, que intereses económicos públicos o privados había detrás del hecho, quién apretó el gatillo, qué piensan los papás y la novia del verdugo, y lo mismo con la cadena de mando…..

Sí, claro, lo de la salida británica, que sí, que ya me sé los argumentos, y que me habéis aburrido, hasta límites insospechados, porque lo que me interesa como ciudadano británico que vive en Denia desde hace más de veinte años, una jubilación, si perderé mi adosado con jardín o no, que si Iberia no sigue volando a Bilbao a precios insoportables no me importa, de veras, no afecta a mi vida. Y seguro que habrá otra compañía que tomará el relevo, y a los empleados, si no los mismos, si en número parecido.

Me importa una figa lo de los indepes, me tienen harto, aburrido, con las campañas a favor, en contra, de perfil, que lo que me importan son las vidas de aquellos que creen en el tal “pruces” y los que no creen en el tal engendro. Y de eso se dice poco como poco se dice de los intereses espurios tras una y otra postura.

Las páginas de internacional, de lo que ocurre en África, nada o casi nada se dice, a nadie , a ninguno de esos publicistas que antes se llamaban periodistas se les ocurre seguir con detalle lo que está pasando en la República Democrática del Congo, o si quienes mataron a aquel presidente de Naciones Unidas de nombre impronunciable allá por los sesenta del pasado siglo, cuando volaba con su DC6 aquel territorio para evitar la secesión de Katanga, mantienen sus intereses económicos en la zona.

Abrid los telediarios, por favor contando con detalle la historia de Alí Bongo, y los intereses que hay para que siga de la forma en que lo está haciendo. Ningún periodista tras la noticia, nada, todo lo más, opiniones sin fundamento, o en su defecto las notas oficiales de la parte interesada.

Sugiero hacer una búsqueda de esta historia, que ni las novelas de Le Carré superan. De la población local ni palabra, esos son seres prescindibles, sufren , mueren, y ya, nada.

De cuantas niñas han sido secuestradas en Laos, en Thailandia, en Vietnam, para llenar los prostíbulos de Bangkok nadie dice nada, nadie nos cuenta la historia de su familia, ni nos explican si fueron secuestradas o fueron vendidas por sus familias. Claro que la opinión de los dueños de los burdeles bien que se oculta, por no hablar de abrir el “News at nine” tan calvinista él, tan anglosajón él con fotos y entrevistas a los clientes, para que nos cuenten sus historias, sus frustraciones personales, y sus sentimientos después de haber fornicado con una niña o casi niña en el más absoluto de los incógnitos, en ese discreción cobarde.

Pues sí, estoy aburrido, muy aburrido de que nadie me sepa decir las últimas fechorías de corruptos como los Obiang guineanos, (fáciles de entrevistar, que hablan español), o de ese eterno camerounes que aplasta a su pueblo Paul Biya desde ¡1982!, como aquel otro que empezó como rhodesiano, Robertito Mugabe, y acabó como presidente de Zimbawe, entre ¡1980 y 2017!.

¿Nadie puede contarme las historias de corrupción de esos personajes?, seguro que son más divertidas que la mierda de los ERES andaluces, los tres o cinq percent catalanes, o la basura del PP.

¿Quiénes les pagan, a cambio de qué, para qué, cuales son las consecuencias al detalle para la población local?.

La cantidad de entrevistas posibles, la cantidad de historias por contar de la gente que desde el desastre militar de Egipto en el Sinaí, tienen que vivir en el cementerio de El Cairo. Pero es más productivo oír mentir al político occidental desde su escaño, o berrear al populista, siempre desde el punto de vista de nuestra prensa publicitaria.

Sí, me aburre intuir que los efectos de aquellas compañías americanas como la United Fruit Company, felizmente desaparecida, hayan surgido Noriegas, Somozas, y no sé cuántas cosas más que posteriormente mezcladas convenientemente con la coca, hacen que millones de personas deban abandonar sus casas y a la desesperada jugarse la vida en la frontera para vivir en uno de los países más racistas del mundo y conseguir limpiarles la mierda en sus mansiones a los amos del universo de los Estados Unidos de América en el mejor de los casos.

Y pregunto, ¿no hay historias qué contar?. Posiblemente las haya pero no son interesantes para nadie, que la publicidad que servimos al poder hoy va por otros derroteros .

Y luego quieren por ahí que se me quite la cara de acelga.

Con su pan se lo coman

¡Que le pille el toro!

A mi Teresita la tienen de los nervios. Que hay que salir de esa maldita Europa a la que ya derrotaron en Waterloo, pero así no, así no, le dicen sus conmilitones, pero no le dicen cómo.

Porque estas cosas de las separaciones siempre son malas, y cuando hablamos de países son peores, que ahora doña Teresita no se enfrenta a los labour ni a los tories, se enfrenta a unos pocos o a unos muchos, según se vea, de cada lado de las bancadas.

Tremendo, y es que como en los casos de los independentistas que en el mundo han sido, la “transversalidad” del asunto pilla a derechas a izquierdas, a centro y por supuesto a medio pensionistas.

No es que me parta, porque al final la cosa se va a llevar por delante haciendas y quizás vidas, de las últimas, espero que ninguna, en aras de aquello de que en mi escalera quiero mandar yo, como si eso de tu escalera fuera un término aceptable.

Y es que por mucha escritura de propiedad que uno tenga los derechos sobre las cosas no son totales, que siempre hay cosas, letras pequeñas y no sé cuántas mandangas, de forma que sobre tu escalera hay otros derechos que cabalgan a sus lomos y que te son ajenos, como por ejemplo las legislaciones municipales, esas que no te dejan hacer ruido, que no te dejan tirar el orinal por la ventana, por mucho que grites lo de ¡agua va!, o sin ir más lejos echar un par de pisitos más que la niña se nos casa, y el casado, casa quiere.

Estamos en lo de ni jodemos ni se muere padre, y eso que solo se está hablando de un preacuerdo, con lo que ya, de un tratado definitivo ni pensamos.

Los europeos empezamos a estar hasta los pelos de toda esta panda, que como decía Charles de Gaulle, (ese de la plaza estelada en Paris), la cosa no irá nunca bien con los británicos. Nunca serán unos socios leales, siempre buscarán su beneficio a costa de lo que sea, y en el momento que se les pida remar con todos por un proyecto común, hundirán el barco.

A Doña Teresita quieren que le pille el toro, o que se la coma el tigre, que ni siquiera le dejan hacer un segundo referéndum, que esta vez, desde luego les sale lo de quedarse y no les gusta un pelo.

Pero salirse a las bravas tampoco, que les sale muy caro, y van a tener que pagar aranceles hasta las novelas de Conan Doyle, y no hay espíritu que lo aguante.

Como me han dicho de forma seria y reiterada que abandone la cara de acelga que estas cosas me producen, intentaré reirme del asunto, con la dificultad que ello conlleva, ya que cada vez que me aparece en el panorama la cosa británica, no puedo por menos que mirar hacia casa y ver a mis catalanes catalanistas, esos que hicieron que creyésemos que tenían seny, que de sentido común y señorío viene la palabra, y resulta que no.

Que esos indepes, tan transversales ellos como los británicos, también están jugando a la deslealtad, al odio, al caciquismo pueblerino, y arrancando concesiones a todos aquellos gobernantes que en su estulticia creen que hay algo de honestidad en esas gentes.

Al final, que nadie se olvide del origen de las cosas. En el caso del Reino Unido, no fue más que el intento de un tal Cameron de mantener su posición de primer ministro, que la casita adosada de Downing Street, (the ten) como ellos dicen, debe ser muy cómoda.

Que las negativas a todo de los laboristas hoy, no tienen más objetivo que cambiar a Doña Teresita de su adosado en el “ten”, por el tal Jeremy, que no hay más, dejando a un lado al tal Boris que anda a ver si cae algo y pilla cacho.

Y eso es todo, que a partir de esas premisas, se montan los espectáculos mediáticos con mensajes incompletos, con mensajes directamente falsos, bien arropados por esa nueva cultura que se ha implantado de seguir a golpe de “me gusta” de forma ciega al leader.

Y en mi Catalunya, lo mismo, que todo esto empieza porque el Arturet, quería aguantar su despachito con vistas a los naranjos del patio de palacio, que desde allí se decidían muy bien las adjudicaciones de los contratos públicos, y siempre se quedaba entre las uñas ese tres per cent, tan útil para el mantenimiento de “!lo necesario”.

Y punto pelota, que a partir de todas esas necesidades primigenias se va construyendo piedra a piedra cualquier estructura que acabará costando sangre al pueblo. Pero eso no le importa a nadie, que son daños colaterales, que eso es todo, que si te matan al hijo, no debes preocuparte, es un mártir, ponemos su nombre en la lista, y el once de setiembre sacamos pañuelos para enjugar la lagrimita que a buen seguro derramará algún seguidor fanático.

Me gusta, puñito cerrado y dedito arriba. El leader dirá un día que me suicide, como en las sectas esas americanas, que vienen los ángeles a llevarme al Nirvana, o a casa de su puta madre, que es lo mismo, y lo hará cuando esté bien seguro de que le he dado todo mi patrimonio, cuando se haya cansado de abusar de todas las mujeres que le siguen, cuando, en fin, el seguidor sea solo una carga.

Estos líderes se me antoja que están más cerca de la presunción de culpabilidad miserable que de otra cosa, y deberíamos poder defendernos de ellos, pero en cuatro años se puede hacer mucho daño, se pueden lavar muchos cerebros, se puede robar a manos llenas, si es el caso.

Así, que por el momento, la cara de acelga que se me ha puesto, ahí se queda, no me apetece cambiarla, y es que el entorno en el que nos movemos me hace sentir de esa guisa.

Y antes de cerrar esta bitácora de hoy, añadiré que los modales de patán que Tito Trump nos enseña desde la Gran América, no me animan a cambiarla, como a los empleados públicos a los que ha dejado sin trabajo.

Total, daños colaterales.

¡Vaya pandilla!

 

Cara de acelga

Me dice un amigo que últimamente me ve muy cabreado, y que no lo entiende, que parece que las cosas me van bien, que en fin, que el mundo, sin ser de color de rosa, tampoco es para tanto.

Posiblemente lleve razón en las dos cosas, pero mi percepción de la segunda es la que mantiene cierto rictus de cabreo en mi semblante de natural sonriente.

Podríamos empezar por el entorno español, y no por la alta política, sino por aquellas cosas que afectan al común de los mortales en sociedades supuestamente ricas, como la española.

Tenemos, gracias a las grandes decisiones de los políticos a demasiados trabajadores, (de los que no consiguen trabajar ya ni hablamos), que están en el umbral de la pobreza, no pudiendo afrontar los gastos mínimos de supervivencia.

Sugiero entrar en cualquier portal de esos inmobiliarios, y tratar de encontrar un piso en los cinturones industriales de la Comunidad de Madrid, con precios por debajo de los ocho euros por metro cuadrado, es decir por menos de 600 o 700 euros. Si lo encuentran y está para vivir y sin trampas, me avisen, por favor.

Difícil pagar menos de cincuenta euros por los servicios de telefonía o internet, y elementos tan indispensables como luz y agua, fácilmente se te van a llevar otro tanto.

Claro que hay que ir a trabajar, y eso son otros cincuenta y pico del abono, que puede subir más si te pillan varias zonas de por medio. De coche no hablamos, ¡faltaría más!.

Se te acaba de ir a la mierda el salario mínimo, ese de los novecientos euros que parece está sacando adelante el gobierno, y aún no has comido, tú que estás solo, así que cosas como montar una familia, suenan a ciencia ficción, que la parienta va a llegar con un déficit como el tuyo, en el mejor de los casos.

Y como el nivel de los mensajes sinestros que recibimos insiste en que hay que ampliar la base de población joven, esa que ha de ponerse a trabajar, para así poder mantener los servicios sociales, las pensiones y todas esas cosas, hay que animar a la fábrica local de producción de infantes a incrementar resultados, tres por señora, o tres por pareja, que lo que importa es el tres.

Pero no hay forma, y no la hay desde hace demasiado tiempo, de uno y poco de media no pasamos ni de broma.

Pero, claro, frente a este suicidio social no estamos dispuestos a importar seres humanos que necesitan salir de las situaciones terribles que enfrentan en sus países de origen, qué va, ponemos barreras, concertinas, muros, no sé cuántas cosas más a cuenta de cualquier miedo que los hideputa de turno consideren adecuados insflarnos para levantar esas barreras.

Quizás habría que dar la razón a los vecinos de El Ejido, y echar a todos los emigrantes que trabajan en sus invernaderos en condiciones infrahumanas a sus países de origen, y consecuentemente cerrar el pueblo, que no los veo a ellos deslomándose en los invernaderos. No gusta pagar el precio de convivir con trabajadores pobres, fruto del abuso de sus patrones, es decir de ustedes mismos. Con su vox se lo coman.

Sí, me cabrea que solo seamos capaces de defender nuestra sociedad, por otra parte decididamente abocada a la desaparición, con muros, barreras, odios y discriminación a lo diferente mientras se nos llena la boca de llamadas a la democracia y a no sé cuántas mandangas más, que parece el tal concepto se aplica solo a nuestra comunidad de vecinos, menos al del tercero izquierda que es negro, al del bajo D que es gitano, y a la familia de chinos del ático. ¡Que se vayan a su tierra a chupar del presupuesto de su pueblo!.

En este mundo en el que parece que todo es global, no parece que estemos dispuestos a aceptar la globalidad del ser humano. Ese no es global, es local, y en su camino vital solo encontrará dificultades para avanzar fruto del miedo y del odio infundado, alimentado solo por intereses espurios.

Si se han dado ustedes cuenta, aquel término de “Aldea global”, que de forma harto näif se acuñó hace unos años parece que ya no es políticamente correcto. Y es que sensu estricto podría afectar a las soberanías de los países, podría afectar ¡ahí le duele!, a que en el pasaporte de todos, de absolutamente todos los seres humanos, figurase en “nacionalidad” el terrorífico concepto de “La Aldea Global”.

Nos encanta sacrificar seres humanos, es lo que mejor hacemos, que nos sale la ministra de la cosa, y nos dice que para alcanzar una prestación por jubilación deberíamos cotizar treinta y cinco años, y dejar el trabajo pasando a emérito a los sesenta y ocho, a los setenta, ¡Yo qué sé!.

Dígaselo, señora ministra, por favor, a todas aquellas compañías que no contratan a mayores de cincuenta (el Estado incluído), a todas aquellas que ponen en la calle a los que han cumplido esa edad, a los que juegan con vidas y esperanzas, uno a uno, cara a cara, o en caso contrario resuelva el dilema a la mayor brevedad, que dinero hay, lo sabemos todos, y usted como nadie.

Deje, por favor de asustar a la gente a lomos de la incompetencia suya y de los de su clase, de los de su casta, y cuadre el círculo o marche a su casa, sin salario, sin pensión, como quiere usted dejar a sus conciudadanos.

Sí, estoy cabreado, y no quiero utilizar lo de indignado, que no se me confunda, con ese cabreo hispano, profundo, fruto de generaciones soportando gobernantes inútiles en el mejor de los casos, y rufianes en el peor de ellos.

Mi amigo lleva razón, se me ve tenso, y al abrir los informativos y ver soldados casi niños destripados, ver las cloacas en las que reina, o reinaba ese ex policía, perejil de todas las salsas, ver las posibles implicaciones de las cúpulas directivas de la gran banca por mantener su poltrona, e insistir de nuevo en esa aparente corrupción que hasta la universidad ha llegado, me agría el gesto.

Y todo eso sin hablar ni de Venezuela ni de mi Catalunya.

Ya llegará

 

La cuesta

Ya han pasado las saturnales, y lo que nos queda, apenas, es contemplar los restos del naufragio. Restos, por otra parte que piensan recoger, a poco que nos descuidemos las rebajas de enero, el roscón de reyes, y su pastelera madre.

Es una pena como queda uno, hecho unos zorros, deshilachado, con los hepatocitos negociando una tregua, apoyándose en una muy visible bandera blanca, y con menos guita en los bolsillos que el Rodolfo de la Bohème. Cosas veredes Sancho…

Y por si todo esto fuera poco, ya nos están amenazando con eso del día de los enamorados, que a más de uno le va a costar una cenita romántica y un pedazo de oro, o mucho peor, uno de esos mejores amigos de las mujeres, que nos recordaba la inefable Marilyn Monroe en alguna de sus inolvidables películas de cuyo título no me acuerdo, ni falta que hace.

No hacemos carrera, ni de broma, y como el tiempo va pasando, la crueldad de la vida se te asoma a la que te descuidas, que uno se cree Richard Gere, y no llega a Mario Moreno, ¿qué le vamos a hacer?.

Y es que andaba el otro día en el autobús, en el metro, en el tren ¡¿Yo qué coño sé!?, mirando de reojo el escote de una veinteañera de buen ver, bien parapetado tras mis gafas de sol, como cumple, y de pronto la muchacha levanta la mirada de su espejito negro, y con su mejor sonrisa se dirige a mí:

  • Señor, tome usted mi asiento.

El mundo se le viene a uno encima, que debería ser yo el que anduviese cediendo el sitio a las personas de edad, y va la mocosa esta, y de repente me recuerda una de esas realidades que intentamos, al menos yo, dejar para mañana.

Claro que mi venganza fue terrible, que para eso ya voy teniendo más conchas que los galápagos ecuatorianos:

  • Muchas gracias, “SEÑORA”, le espeté, las damas son las que deben ocupar los asientos, y jamás aceptaría ocupar su puesto.

Y a otra cosa, que recuerdo la primera vez que me llamaron señor, obviando lo de chico, muchacho, chaval, colega incluso, también me lleve una buena impresión, y dosis terribles de meditación posterior.

Reconozco que me porté como un cabrón, y siento, que esa ya, “SEÑORA” para el resto de su vida no va a volver a ceder a nadie su asiento, vaya donde vaya. Pero es que hay cosas, en fin.

Como siempre hay que aprender de los mayores, y recuerdo a mi madre cuando se vio en esa misma tesitura, decidió no volverse a teñir sus canas, y disfrutar de la buena educación ajena.

Mala cosa la mía, que aún me creo un rompecorazones, y voy más a Vittorio de Sica o a Charles Boyer, que al Delon o al Belmondo de los sesenta, y es que la vida anda de esas formas, nos pongamos como nos pongamos.

Y si habéis llegado hasta aquí en vuestra lectura, os habréis dado cuenta del hecho que actué como un viejo verde en eso de asomarme a escotes en donde nada se me había perdido, aunque la cosa pasase desapercibida, ¡Deo gratias!, y que las referencias que hago a terceras personas son todas ya dignísimos cadáveres, o provectos ancianos, así que algo de agua debe llevar el río.

Que me pongo a pensar en la farándula, y menos Penélope, que anda por la mitad de su cuarentena, todo lo que se me viene al coleto son mitos sesentones, por lo menos, la Pfeiffer, doña Basinger, Jessica Lange….y hasta aquella rubia que le cruzaba las piernas al poli gordito de L.A., la inolvidable Sharon Stone.

Y es que la “Señora” que me intentó ceder el sitio, a lo mejor llevaba razón, y yo, animal de bellota que soy, en vez de coger el canasto de las chufas, debería haber sonreído, y aceptado el gesto de la gentil dama.

Pero eso como aditivo de la cuesta de enero me superó, lo reconozco, y dejé a la buena muchacha de vuelta a su espejo negro, rompiéndose los pulgares enviando mensajes a sus Chuchitos, eso sí estirándome como un viejo coronel, cuando debía haberlo hecho como un teniente del aire.

Pero la vida es así, y nosotros “asá”, y así nos va, que al menos yo, no aprendo ni siquiera a caballo de los preceptivos buenos propósitos qua acompañan a la tal cuesta de enero. Será que lo de genio y figura hasta la sepultura es más cierto de lo que me podría creer.

Con lo que visto lo visto, no pienso, ni por un momento hacer buenos propósitos con esto del nuevo año, total….con lo que seguiré con mis cosas, o no, que seguir con ellas ya es un propósito. Dejaremos al destino que nos guíe, aceptaremos lo que nos llegue, si conviene, y prometo sentarme sea quien sea quien me ceda el asiento.

Por lo demás, seguiré sentado a mirar qué es lo que pasa por delante, como casi siempre he hecho, que no tengo necesidad de enfrentarme a nada ni a nadie por una nadería, que los de mi generación empiezan a sentir como se nos ensancha la manga, y como las cosas cada vez tienen menos transcendencia, que al final no sabemos ni por qué mataron a Cánovas, ni a Kennedy, y la verdad es que no son nuestras guerras, como no lo es que el tal Jeff Bezos se separe de su santa. Ellos sabrán.

Y me dicen que está haciendo frío, y a lo mejor es verdad, pero, tampoco es que importe demasiado, quizás al Señor Gore por aquello de sus campañas contra el calentamiento, ese que sin ser verdad ni mentira, ya me tiene caliente. Tomaremos unas buenas sopas de ajo calentitas, y a la cama prontito, que mañana no hay (tampoco) que madrugar.

Con su pan se lo coman

Merry Christmas to you

Quisiera recordar que fue el otro día cuando, casi sin querer le agradecí a esos de las plataformas de distribución de regalos su impagable decisión de no incluir villancicos en sus páginas, o en las cajitas donde te viene el tornillo que te falta o el regalito para Chuchita.

Impagable, impagable de veras, y si por alguien lo siento, como llevo sintiéndolo desde que me conozco, es por los dependientes de las tiendas en Navidad, que tienen que soportar esa tortura ocho o diez horas diarias, si quieren trabajar.

Los chicos de márketing son así, que sufran otros sus decisiones, que en el despacho no se escuchan los peces en el río, ni las marimorenas, eso son para los de plantas de ventas.

Los de Seguridad laboral, callados, como viejos zorros que son, no sea que pierdan algún privilegio, o vaya usted a saber qué.

Yo este año me libro de la dosis que habían preparado para mí, he preferido soslayar la experiencia, que no es lo mismo comprar al son de los villancicos de la tuna de Salamanca, por un decir, que escuchando a Rubinstein acariciando los Nocturnos del polaco.

Y hablando de estos días, alguien, en alguno de esos programas de radio que escucho de vez en cuando, dice que es una pena el hecho de que las entrañables fiestas se hayan infectado de las costumbres de los gringos.

Bueno, si se empeñan, pero como otro de los contertulios apuntaba, y yo le sigo en el argumento, veo que lo que aquí consideramos tradiciones, poco o nada tienen de yanquis.

El árbol es alemán, Papá Nöel escandinavo, (acepto como única contaminación el cambio de color del uniforme, de verde original a rojo Coca-Cola), los belenes italianos, los villancicos españoles, y aunque cada vez conozco a menos gente que lo haga, las misas del gallo, poco tienen de gringo.

Allí, los cuñados se hostian en Acción de Gracia, cosa que aquí dejamos para mañana, que es Navidad, y los gringos, para el viernes negro ese, ya tienen el pescado vendido.

Por estos lares, a la que te descuidas los niños no ven los juguetes hasta que no llegan los Reyes Magos, la Beffana, aunque los afrancesados, los germanófilos y otras gentes de mal vivir, llenan los abetos iluminados la noche del veinticuatro a lomos de San Nicolás, Santa Klaus, o directamente Papá Nöel.

No olvidaré la tradición de mi tierra del Tió, que siempre me ha parecido entrañable, y muy adecuada para las zonas rurales de mi Catalunya. Pero no me voy a poner melancólico, que en casa nunca hubo tió, ni falta que hacía. Los urbanitas tenemos esas cosas, que siempre ha parecido que mirábamos por encima del hombro a los payeses de las masías…..pero de eso ya hablaremos otro día.

De niño, estaba siempre con unas ganas locas de que el Dictador nos cambiase por decreto las fechas, de forma que el veinticinco de diciembre viniesen los Reyes, y el seis de enero dejar a los mayores con su Navidad.

Todas la vacaciones jugando con los juguetes del año pasado, y encima soportar a los padres amenazando a cada travesura de que ¡Cómo sigas así no te van a traer nada los Reyes!.

Y acababas acojonado, y frustrado con tanta amenaza y chantaje, que quince días de vacaciones daban mucho de si para que los Reyes, que sabían que eras un cabroncete de tomo y lomo, dejasen como mucho algo de carbón en los zapatos.

Un sin vivir, nada yanqui, por cierto, como nada yanqui son esos mercadillos navideños que se extienden por mi vieja Europa, y que últimamente han servido como escenario de venganzas o campo de guerra.

Nos dedicaremos a plasmar de mil formas diferentes esos deseos, que seguramente son sinceros, de paz de dinero, de seguridad en el futuro, de amor incluso, que se olvidan en tan poco tiempo, pero que la sociedad de alguna manera nos obliga a realizar.

La amenaza, bien anglosajona nos la cuenta Dickens en las carnes de Ebenezer Scrooge, que como un don Juan casto tiene la amenaza del espíritu (navideño en este caso, que los comendadores son muy ibéricos), ve pasar su entierro, y, cosa rara en un anglosajón, le permiten aquello de que un punto de contrición da un alma a la salvación.

Mis amigos africanos se acostarán hoy sin saber dónde coño está Bongo, don Alí, y con una masacre en el norte de Nigeria, que no es Navidad para todo el mundo, y nadie ni de esos ultracatólicos de los gobernantes italianos, ni de esos que se envuelven en la Libertè, egalité y fraternitè, son capaces de abrir sus brazos a los que navegan en el “Open arms”, hasta se nos cabrea el alcalde de Algeciras, me han dicho.

Paz y amor, que el Tito Trump deja a los gringos sin Administración, que quiere un muro bien alto para que nadie cruce la puerta. Todo un ejemplo de amor navideño. Mantengamos limpio el barrio.

Por lo demás, a lo mejor, si oigo los mensajes esos de amor que alguien soltará, me pongo la chaqueta de Pérez Reverte y mando a más de uno a que se queme el carajo, y deje de mandarnos mensajes de amorcito y cariñito con una mano, y ejercer el odio y la xenofobia con la otra.

No quiero pensar en el próximo año de mierda que nos dicen se aproxima, y es que sin salir de la crisis, nos están metiendo en na nueva recesión. No sé si quedan gentes inocente a quien robar y pero seguro que en el próximo ciclo que nos anuncian, volveremos a ver lágrimas caer como puños de ojos inocentes.

Por lo demás, que me toquen el wiwisyu.

Hasta luego

 

 

 

Pasando el tiempo

Compre, compre, compre que es la Nochebuena, que mañana es Navidad y al otro también.

Con estas cosas de la política, qué quieren ustedes que les diga, tengo las compras un poco olvidadas, y en Amazón por lo menos no te cantan villancicos al son de botellas de anís del Mono, con lo que el deseo de la compra compulsiva está digamos reprimido.

El bolsillo lo agradece, que la bolsa no está para farolillos, y los presupuestos sin el tal rally de Navidad andan tocados, aquí y en Sebastopol.

Pero mi hígado y yo intentaremos pasar el trance con la mayor dignidad posible, en honor, claro, de Saturno, ese padre tragón, que no sea cosa de que nos vea cara de besugo a la espalda, de cordero lechal o de cochinillo de los de Cándido. (Lo siento Señor Duque, pero Cándido es Cándido).

Y nos dedicaremos a esos intercambios de regalos que las saturnales aparejan desde los albores de los tiempos.

Me dicen que en mi pueblo andan revueltos. Habrá que verlo, y es que con lo de la Independencia, ese fracaso que viene por lo menos desde los tiempos del Conde Duque de Olivares, me dicen que los segadores, disfrazados de Cuperos, de Comites para la Defensa de la República, quieren liarla otra vez, y me temo que les van a dar hasta en el carnet de identidad. Casi cuatro siglos fracasando es mucho tiempo fracasando para tomar el asunto en serio. Allá ellos y quienes se lo permiten.

Yo ahora ando en lo mío, que me dicen los que saben que a los curritos les van a subir el salario mínimo, y a las empresas las cotizaciones de la Seguridad Social. A los pensionistas solo con que no se empobrezcan año tras año, ya nos vale, aunque dicen que ni eso.

Nos empeñamos todos en que los ricos reales, esos que siendo el uno por ciento de la población mundial….bla bla bla, que me repito más que el abuelo cebolleta, lo sean poco a poco un poco más cada día.

Que le quitan lo del Obama Care a los pobres de Estados Unidos. Que se mueran si se ponen enfermos y no tienen pasta, que la salud de los ciudadanos no es un derecho por aquellas tierras, mucho menos poner a disposición de todo el mundo la mejor sanidad disponible. Dicen los muy, muy ricos, que no quieren pagar para que el negrata del Bronx o el parado de Detroit, no se muera de una cardiopatía, pudiendo recibir un corazón nuevo. Son vidas prescindibles, y pagar por eso puede ser solidario, pero va en contra de la cuenta de resultados.

La enfermedad es una de las primeras causas de ruina familiar en Estados Unidos y en tantos y tantos países que copian su sistema. Ellos sabrán.

Mi amigo, el catedrático Jean Monet, me envía sus trabajos acerca de la salida del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Ejerce de comentarista político desde el sitial de su conocimiento técnico del asunto, y colgaré si me acuerdo unos enlaces con sus trabajos al final de mi bitácora de hoy. Bueno es conocer la opinión de los que saben, que la mía es visceral, poco reflexiva, basada solo en el conocimiento de la sociedad británica que me ha dado el hecho de trabajar con ellos durante varias décadas.( Que no lo cuelgo, buscad en Diariocritico.com al Profesor Dr. D. Rogelio Pérez Bustamante, que allí está todo).

Y es que no se les ha olvidado que dominaron el mundo, y les cabrea sobremanera que les digan ahora cómo hacer las cosas en los territorios que usurparon por la fuerza en su momento. La señora May no hace más que tragar sapos, uno detrás de otro, en casa y fuera de casa, y con ese acento vulgar con el que nos saluda desde sus engoladas tribunas nos va transmitiendo la frustración de su orgullo no ya herido, pisoteado diría yo.

Pero a mí me importa muy poco, que entre los británicos secesionistas, los ultraderechistas austríacos, franceses, y ahora por estos nuestros solares patrios, y los populistas que recogen los restos del comunismo, tengo la solución colmada, que una gota más de esos   ingredientes, y empieza a llenarse el vaso de precipitados de cristales de mecagüen, y no está bien, que ya no tengo edad para esas cosas.

Así, que arrancaremos de nuevo con la mejor de mis sonrisas la semana, ¡qué digo! la quincena de las saturnales, con el ánimo de sobrevivir con dignidad.

Intentaré evitar esos cuentecitos moralizantes de Mr. Dickens y su Mr. Scrooge y el “Dulce Navidad” de aquel crooner que fue Andy Williams, a caballo de esas nuevas plataformas televisivas en las que puedes disfrutar de la violencia cibernética del Far West, o de la violencia con culos al aire de esos juegos de tronos que no se acaban nunca.

Y si eso no funciona me dicen los de Babelia que me lea algo que se llama Ordesa. Pues lo haré, aunque no conozca al autor ni de qué coño va el libro. Así que si alguno de ustedes lo tiene en formato ePub me pase el enlace, que la ventaja del electrónico es que dejas el libro a tu amiguete y no tienes que cabrearte porque no te lo devuelva.

En definitiva, seguiré mientras el cuerpo aguante por el sendero de desheredado de la historia, que es el grupo en el que me ha tocado caminar, el de seres que se han esforzado mucho para obtener magros beneficios.

Y espero que todos ustedes pasen el trance con al menos la misma dignidad con el que espero pasarlo yo, que no pienso pasarles la felicitación de pascuas como hacían el Vigilante, el Sereno, el Cartero, el Barrendero, el….. que la vida digital nos ha quitado a cambio de Amazón y el chip sueco en la mano, miríadas de cosas entrañables, como el coche de caballos que nos quitó el coche y el tren, o la carta a los Reyes Magos que llevábamos a Galerías Preciados.

Sea todo en honor y gloria al progreso que nos empobrece uno a uno, día tras día,

Buenas noches y buena suerte.

La Pepa de Gredos

Estos días en los que nos acordamos de que hace cuarenta años los españoles, bueno unos pocos españoles, andaban discutiendo como reorganizar el solar patrio, que había dejado el período de la dictadura totalmente yermo.

Los padres de la Constitución que luego hemos dado en llamar remataban los trabajos en un Parador, el primero de todos, en la sierra de Gredos, lugar, por otra parte en el que siempre que he ido me he encontrado muy a gusto.

Seguro que hubo sus más y sus menos, que cada uno intentó arrimar el ascua a su sardina, que las cosas no salieron al completo gusto de nadie, pero algo salió como referente de nuestro marco legal actual, que no es poco.

Y eso en una tierra en la que le dimos a la Ilustración con la puerta en las narices, es algo para tener en cuenta, así que permitan ustedes que me congratule de que tengamos a esta lozana cuarentona entre nosotros.

Valga esta pequeña introducción para poder reflexionar acerca de este momento de revolución aparentemente incruenta que estamos viviendo y que me temo está escribiendo una historia en la que el ser humano va a ser sacrificado por unos pocos de ellos, sin remisión, sin pausa, eficazmente.

Cada mañana nos despertamos con nuevos argumentos para el descontento, aquí y en Sebastopol, que las cosas son así. Y si hoy llegan noticias de que han detenido a na China en Canadá por haber vendido telefoninos en Irán, o en Irak, para que se la lleven a los USA, codo con codo, ayer Don Putin le comenta al mundo que si Tito Trump rompe el tratado nuclear de no proliferación de armas ellos se ponen a fabricar no sé que maldita cosa prohibida en el tal tratado, y a otra cosa.

Que me dicen que en la frontera de Tijuana, los hay que prefieren ser detenidos por la policía americana, que volver a sus Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Chiapas de origen, y es que hasta la pobreza y el abuso deben tener unos límites, que una vez traspasados hacen que la gente llegue casi a preferir la muerte.

Los tiempos que corren no son buenos, no lo son para los pobres que cada vez somos más, y en esta España del cabreo eterno, las más de las veces con razón, lo de las dos Españas anda también alborotado, que nuestros dirigentes se aprendieron muy bien lo de las derechas y las izquierdas, y antes muertos que aceptar alguna virtud en el punto de vista del oponente político.

Y es que las dos Españas se están llenando de marcas y de reinos de taifas, muchas cabezas de ratón, me temo, ninguna de león.

A costa del revuelo de las elecciones andaluzas, si hubiera estado por allí con derecho al voto, hubiese votado un poquito a cada uno, pero eso es imposible, como imposible es que los partidos que se sitúan voluntariamente a un lado y al otro de esa línea imaginaria que separa la derecha y la izquierda sean capaces de sentarse a la misma mesa a discutir las necesidades que tienen los ciudadanos, y darles la mejor de las soluciones.

Lo hicieron hace cuarenta años en Gredos, y todos ateniéndose a su ideología se merendaron unos sapos de buen tamaño, lo sabemos todos y es lo que en estos aniversarios, de alguna forma agradecemos.

Quizás lo ilustrado de aquellos hombres del Parador de Gredos fue lo que consiguió crear este marco legal que nos ha servido a todos, quizás.

De lo que no tengo ninguna duda es que la casposa casta política de hoy no hubieran sido capaces de siquiera sentarse a la misma mesa, no lo son, definitivamente, y aquí estamos todos nosotros sufriendo las consecuencias de tener la “Caspa” política que hemos llevado a nuestros parlamentos.

Lo peor de todo, es que en el entorno de guerra mundial, (global quizás sea el calificativo más adecuado), es lo peor que nos podía haber pasado, y es que todos los extremismos nacen del expolio excesivo al pueblo, que en ello estuvo el surgimiento de los Mussolini, Hitler, Stalin, Mao, los grandes fascistas (por fascio, es decir facción, bando de gente que se separa de un grupo por no estar de acuerdo con sus ideas y se opone a ellas de modo violento) del siglo XX.

Y en nuestra España, la crisis que se llevó a partir de 2007 vidas y haciendas, provocó el nacimiento de movimientos fascistas (Espanya ens roba), que lo primero en estos movimientos es lo de mi pueblo primero, es decir nacionalismos, (Über alle), America First….¿verdad Señor Trump?, ¿Verdad británicos de ombligo sonrosado?.

Me preocupa, porque estos movimientos conducen siempre a guerras más o menos cruentas, y ahora estamos inmersos en una de ellas, en la que el objetivo es la destrucción del enemigo, porque ya se nos ha olvidado aquella Ilustración que una vez entendida ha alejado la guerra cruenta de ejércitos de niños fuera, al menos de Europa durante más de setenta años, y casi ochenta en España.

Cierto que la guerra es comercial, sin bombas y sin ejércitos tradicionales, por el momento, pero el objetivo es ser más poderoso que tu vecino, que el otro bloque, que esto se parece cada día más a la distopia orwelliana, con Grandes Hermanos que lo saben todo de nosotros, con Ministerios de la Historia que manipulan nuestros recuerdos como sociedad, con Ministerios de Propaganda que nos dicen con la mayor precisión cómo debemos pensar, con cada uno de nosotros transformados en productos que se compravenden.

Sí, ciertamente echo de menos aquel espíritu del Parador de Gredos, en el que tantos sapos se tragaron a derechas e izquierdas, para conseguir que de una vez se pudiesen votar a todos los partidos en uno solo, nuestra Constitución, que dicho sea de paso, no me gusta al cien por cien, que me parece que hay derechos concedidos que no deberían haberse permitido, y derechos que los ciudadanos deberíamos gozar, y que no están cubiertos.

Pero esa es su grandeza, y lo que sale de una negociación entre ilustrados honestos, beneficia a muchos, a casi todos.

Vale

 

Los sueños del faraón

Al “Casto José” el faraón le contaba que soñaba con siete vacas gordas y siete vacas flacas, que aparecían y se comían a las primeras.

El “Casto José”, ya sabéis, le interpretó el sueño, con los famosos ciclos de riqueza y pobreza, y con eso, me dicen han ido los economistas haciendo sus duros, comprando vacas flacas y vendiendo vacas gordas.

No está mal, la cosa, por lo visto, que darse cuenta de cuando las vacas empiezan a adelgazar, vamos que la cosa ha llegado al punto ese que llaman de recoger los beneficios del engorde de los siete años de pastos abundantes, es la clave del asunto, su enjundia.

La gente parece que piensa que aún queda partido, que la vaca puede crecer aún unos cuantos kilos, y yo comienzo a tener mis dudas, que están con las ubres llenas, y los solomillos a punto, que son ya vacas viejas, que nos vienen desde hace ya diez años, y eso para el “Casto José” es mucho tiempo, me temo, aunque aún nadie ha visto las vacas flacas y devoradoras de lustre.

El otro día me decía un no sé quién que ya todo el mundo tiene su móvil, y que aunque lleven el chip de obsolescencia ese que dicen que no lleva, la peña, que es muy suya, prefiere estirar el chirimbolo un poquito más, llevándolo a la tienda esa del indio del barrio, que lo repara todo, o casi todo, que comprarse un “Galphone mark 33”, que sacarán los coreanos y los yanquis al mercado para estas Navidades, que te permite hacer flipar a Chuchita, que es lo único que te interesa.

Pero, ni aún subiendo los precios quieren decirnos cuántos cacharrines de esos quieren vendernos, y es que parece que esa vaca ya está gorda, muy gorda, y vienen, me dicen vacas chinas muy flacas hacia los “pier” de San Francisco, con mucha hambre

La vaca de los coches se está llenando, vaya, que está llena, esta tan gorda que no cabe uno más, así que nos empiezan a decir que tiremos el diésel de toda la vida, ese que tiene motor de tractor, que parece una barca menorquina volviendo a puerto cargada de sardinas, y nos compremos uno de esos eléctricos tan bonitos, y que tanto bien han de traer a nuestros pulmones. (Digo a nuestros pulmones, que nadie me ha explicado aún qué coño vamos a hacer con las baterías que ya no sirvan.

Ya veis, lo mío son ganas de tocar los huevos a la gente, que si nadie me lo ha dicho, es que no tengo que preocuparme más que deshacerme del viejo diésel y comprarme uno eléctrico a la mayor brevedad posible.

Es la sociedad de consumo, que cuando no puede crecer más por algún lado, nos deriva hacia otro que anda por ahí a la espera.

Y es que la vaca del turismo, parece que también tiene los días contados, que con el cambio climático, los daneses se van a las playas de Jutlandia, los noruegos se quedan en el fiordo de Oslo, y no vienen a estos pagos mediterráneos que tanto les necesitan y que tanto abominan de ellos.

Una a una las vacas van llegando a su capacidad máxima de engorde, que parece que el pienso disponible comienza a escasear, y una muy “divertida” que se nos viene encima es la de los taxis, que me dicen, y me lo creo, que el negocio de Uber no está aún consolidado en su estructura soñada, que lo que están haciendo es una toma de datos acerca de los hábitos de sus clientes, qué trayectos son los más comunes en cada franja horaria, y entre ese y otros datos, como la forma de pago preferida, o los tramos más rentables, estarán preparados para eliminar a los conductores cuando esté disponible el coche sin conductor.

Bonita historia para los taxistas, pero son los problemas de la inteligencia artificial IA para los amigos, que desviste diez santos para vestir a uno solo. Veremos cómo se gestiona el excedente de seres humanos que se queden sin empleo, que me temo por estos lares ni los falsos autónomos van a poder facturar lo suficiente para pagar las magras contribuciones que deben hacer a los presupuestos generales del estado.

Las vacas van llegando a sus límites, hay que empezar a venderlas deprisa, mientras aún parezca que están lustrosas, porque en cuanto empiezan a perder prestancia, ya se sabe, los precios se van en tres días por el sumidero a la espera de que salga otro gurú y descubra que lo que realmente necesitamos los humanos, hartos ya de las malditas redes sociales, es otro huevo de Colón que haga fluir el dinero hacia donde tiene que estar, en el bolsón de los ricos, de los más ricos, de los amos del universo.

Tengo que revisar los sueños del faraón, y buscarme un “Casto José” de confianza, que a lo mejor me dicen en voz bajita hacia dónde va a soplar el viento en el próximo ciclo para que no me coja con el pié cambiado, aunque dudo mucho de que lo vea venir con claridad.

Por el momento, seguiré buscando vacas, a ver cómo andan de kilos, que la vaca de los bancos anda aún muy flacucha, la de la industria europea, ni te cuento, que andan como hace diez años, si me aprietas.

La vaca de los pisos, parece que ha comido demasiado, otra vez, y muy deprisa, aunque la cosa va por barrios, que uno no sabe si ha de comprarse ese apartamento curioso en Canalejas a precio de Park Avenue, o quedarse quieto en el pisito de Chamberí que nos dejó la abuela.

Son dilemas dignos del Príncipe de Dinamarca, de ese Hamlet, a quien su tierra le olía a podrido, como les ha olido a los andaluces, que andan a ver si cambian el servicio de limpieza doméstica, que esa vaca estaba demasiado gorda, aunque, la verdad es que ya había empezado a adelgazar.

Con su pan se lo coman, mientras haya, claro.

 

¡Copión!

Mis amigos, que no son unos atorrantes, como ya he dicho muchas veces, de vez en cuando me sorprenden con historias que uno, en su ignorancia jamás se hubiera planteado ni siquiera como posibilidad lejana.

Y uno de ellos, el otro día me suelta, sin despeinarse, que el tal Ludwig von Beethoven le plagió directamente y sin cortarse un pelo, el himno a la alegría a Wolfgang Amadeus Mozart.

Uno va, se pone a buscar, y efectivamente, el Misericordias Domini, Köchel 222, es el original y el Himno de la Europa Unida, (mal pegamento usamos, por cierto), un burdo plagio.

La que se hubiera liado hoy, no quiero ni pensarlo, y la tinta que los periódicos hubiesen lanzado, ni lo cuento.

Vistas las cosas con la perspectiva de los siglos, nos damos cuenta de que al final, nada hay nuevo bajo el sol, y que la evolución del hombre está, quizás en el desarrollo de la tecnología que va apareciendo, pero nuestros sistemas de comportamiento están más que anclados en nuestro ADN.

Nos gustan las trampas, nos gusta apropiarnos de lo que no es nuestro, que las casualidades no existen hasta esos extremos.

Y en el fondo me parto de la risa, y es que andamos toda la vida intentando hacer colecciones de cromos para que nos admiren en la tribu, y nos equivocamos.

Como dice otro de mis amigos, en la tribu, al final, la aceptación de verdad está en la calidad de nuestro corazón y en nuestras obras. Pero de eso nos damos cuenta, a veces cuando ya somos mayores.

De veras que daría lo que fuese, siempre dentro de un orden, por saber qué es lo que incitó a Beethoven a incluir parte de la obra de Mozart en su abrumadora Novena Sinfonía. Cierto que el trozo escogido es maravilloso, y seguro que lleva escondidos mensajes de esos que solo a unos pocos iniciados les son permitidos descifrar.

No lo sé, Mozart muere en 1791, y la Novena se compone en 1824, aunque parece que desde 1793 ya expresó el deseo de llevar a la música el poema de Schiller, en el cuarto movimiento de la Novena.

El Ofertorio del Misericordias Domini, K 222, está compuesto en 1775, aparentemente estrenado en Münich…cincuenta añitos de por medio, seguro que nadie se da cuenta.

Y los cultivadísimos padres de Europa nos lo colocan de himno. Bien por ellos.

Corta y pega, que si lo hace Beethoven, me da la sensación de que bien pueden intentarlo nuestros aguerridos doctorando, nuestras aguerridas aspirantes al “Magister”, y nadie tiene derecho a piarla, que la mano habrá de levantar quien no haya tirado ese tipo de piedras en su vida.

Por cierto, como bien he dicho la liebre no la he levantado yo que ha sido un Catedrático Jean Monet quién me lo hizo saber, y las referencias morales vienen de un fantástico actor de éxito.

No sea cosa…..

No voy a extenderme mucho más sobre el tema, simplemente quiero seguir algo más con la reflexión a la que me lleva el hecho del plagio como arma económica, y en este caso voy a intentar explicarme un poco.

Mozart, parece ser que fue de los primeros músicos que vendía su obra para ir tirando, y Beethoven, también. Lo que no sé es si el bueno de Don Ludwig compró esa partitura en Viena con motivo de su acercamiento a esa ciudad y a su cultura musical. No sé si lo hizo, ni sé cómo entró en contacto con la misma, en qué condiciones, con qué derechos. No lo sé, y cómo no soy juez, y además soy lerdo en música y en historia, me permito la osadía de comentar el hecho desde un punto de vista no profesional, solo desde la curiosidad de alguien a quien ambos creadores han dado momentos maravillosos a través de su obra.

Y no puedo evitar volver de nuevo a lo que tiene de mezquino el “Corta y pega” no declarado, y que quita al verdadero creador su gloria, es mezquino y rentable.

Pero realmente lo que importa es que la obra de Beethoven sigue ahí, concierto sobre concierto, sinfonía sobre sinfonía, y que demuestran un genio y una grandeza inmensos. No creo que sin la inclusión en su Novena del trozo mozartiano, su sinfonía hubiese sido peor, o su carrera mediocre. No es eso. Es la motivación de hacerlo lo que me intriga.

A lo mejor son cosas de la sífilis, o del saturnismo, que le llevó a confusión. O una laguna de creatividad, o un reconocimiento intencionado a la música de Mozart del que hemos perdido su constancia.

No lo sé, lo que si sé es que demasiadas veces creemos que la obra del vecino en mejor que la nuestra e intentamos copiarla de alguna manera. Nos quedamos habitualmente en la copia del gesto, con la consecuencia de que le restamos alma a nuestra propia obra, nos hacemos vulgares hueros.

Por cierto, que en el estreno de s Novena, en Viena, nada menos, con dos cojones, Beethoven que andaba ya sordo del todo, no las tenía todas consigo en lo relacionado a la aceptación de su obra, que anduvo más que tenso hasta el final.

Hoy en día con tanto Spotify, y con tantas redes sociales conectadas a la Sociedad de autores, y los software anti plagio, no hubiera colado la cosa, vamos que sale en los papeles, fijo.

Pero en la Viena del siglo pasado, la cosa coló, y lo peor de todo es que también se la colaron a los políticos europeos, que en su afán de buscar un himno decidieron navegar por la cultura alemana, que no está mal, pero mira lo que pasa.

La próxima vez, nos ponen de himno el “Va pensiero” o el preludio de La revoltosa, y eso ganamos, siempre que Verdi no le haya copiado la muusiquilla a Monteverdi por ejemplo, ni Chapí a Cabanilles.

¡Hala!….¡Vaya tela!

Doblada

Desde luego eso tan español de dejar las cosas para el último momento, no es en general buen negocio, que todo necesita s reflexión, todo necesita tener en cuenta que lo de arriba está abajo y lo de abajo está arriba. (Frasecita para iniciados).

Y me está dando en la nariz que en eso del Brexit nos la han vuelto a meter doblada, como siempre por otra parte, que ya estamos hechos a la tal cosa, y que en el ano gastamos unas hemorroides callificadas que ya ni molestan.

Realmente me importa un carajo (cazoleta del palo mayor de los navíos donde se sitúa el vigía), lo que vaya a pasar en Gibraltar, no soy llanito, no creo en las fronteras, es más me sientan fatal, porque hay que cruzarlas y pedir permisos.

Me sientan fatal porque siempre se han levantado a la fuerza, con sangre ajena, para defender privilegios de los que más mataron en su momento, y porque siempre he creído en el derecho que tienen todos los seres humanos a circular por la tierra, a vivir donde no haya nadie viviendo antes. Así de sencillo, así de imposible.

Dicho esto, la sensación que me ha quedado, digo bien, la sensación que me ha quedado, es que hemos hecho de nuevo el lila, y los británicos han conseguido un artículo en el tratado de salida de la Unión Europea, y nosotros con una cartita de intenciones de esas que les mandan a los bobos para que se callen.

¡Lo que nuestro país ha perdido a lo largo de la historia con esas actitudes!.

Yo entiendo perfectamente que nuestros gobernantes llevan una carga excesiva sobre sus hombros, entiendo perfectamente que los equipos de asesores se han de montar con amiguetes, que si no la soledad del poder agobia hasta extremos insoportables. Lo entiendo, de la misma forma que entiendo, que con el nepotismo por bandera, sea de familiares directos o de miembros y simpatizantes, ora de tu partido, ora de tus afines ideológicos la posibilidad de que se te cuelen vagos, malos profesionales, e incluso resentidos, es alta.

Y es la sensación que le queda a no en el cuerpo, porque la salida del Reino Unido, (a partir de ahora la Pérfida Albión) de la UE lleva negociándose hace mucho tiempo, mucho tiempo, y dos días antes nos enteramos del hecho de que a última hora nos cuelan un tal artículo 184, en el que se nos ningunea.

¡Cooñooo, que llevan dos años mirando lo de Irlanda del Norte, y nosotros nos damos cuenta ahora!

Eso ahora, a última hora, que por la dejadez de nuestros políticos, de nuestros representantes en Bruselas nos la han vuelto a colar, a meter doblada, ya saben ustedes.

Y no estoy metiéndome con este o aquel partido, no, ni mucho menos, lo hago con todos y cada uno de ellos, que las negociaciones se iniciaron con el Partido Popular y Ciudadanos controlando la Cámara baja, y el resto en la oposición. Ahora la cosa es al revés, que me da lo mismo. Y es que nadie en ningún momento a interpelado al gobierno, a los negociadores del nuevo tratado acerca del tema ese de Gibraltar. Vaaayyaaaa.

No recuerdo interpelaciones parlamentarias sobre el tema, no he visto comentarios en prensa de lo que se estaba negociando sobre este asunto. Nada, hasta dos días antes, momento en el que el presidente es forzado a aplicar el método Stanislawsky para actuar delante de todos los ciudadanos, y explicarnos las consecuencias de la dejadez no solo de su administración, sino la de todo el arco parlamentario.

Gajes del oficio, digo yo, que hay que vender una cagada de todos como un éxito propio. ¡Joder que tropa!, que encima luego se le echan encima sus opositores diciendo lo mal que lo han hecho los dirigentes actuales, cuando ellos no han ejercido su trabajo de oposición, por el que, nadie olvide, les pagamos una pastizara de esa que sale de nuestros impuestos.

Pero no pasa nada, parece que estamos acostumbrados a reírle la gracia a toda esta panda de malos empleados que tenemos los españoles, eso sí siempre que sean de mi equipo, que el analizar las cosas se nos da fatal, y los juicios ecuánimes no son españoles.

Viendo al S. Casado y al S. Rivera cargando las tintas sobre la ineficacia de nuestro gobierno actual, y al que sostiene el micrófono calladito, sin preguntarles que hicieron para que ese tema, que tanto les duele ahora que le pueden echar la culpa a otro político, estuviera resuelto y bien incrustado en el tratado cuando era responsabilidad suya, y que interpelaciones hicieron en sede parlamentaria, o en campaña de publicidad para que se tuviera bien en cuenta con un buen texto legal para ser incluído en el Tratado.

Vaya panda, vaya tropa, todo a última hora, aunque no me atrevo a buscar las causas más allá de lo que estoy haciendo, que la administración, a la que te quejas de su ineficacia, te saltan con aquello de que no hay personal, que con eso de los recortes, no podemos estar en todo.

Que no, que no, que no es por mi culpa, que aunque sea un puñetero inútil y un vago, es que falta gente en el negociado, y pagan poco.

En fin, mezclando churras con merinas, como siempre, que no he sido yo, que ha sido el otro, que tenemos el negociado lleno de expedientes por resolver, que no sabes lo dura que es la vida en este despacho, con el jefe que tenemos….

Así, que nadie se preocupe, seguiremos perdiendo, como siempre, por dejadez, por falta de….por falta de honradez, que lo único que parece que nos interesa es “hablar de nuestro libro”, nunca del libro común.

Le preguntaré a mi amigo que me dice es íntimo de Barnier, si aún el buen gabacho negociador se está riendo de cómo se la ha colado a los españoles, que se lo pusieron muy fácil, y es que Pedrito se ha enterado con el jet lag cubano encima. ¡Lo que le faltaba a sus neuronas!.

Lo único que espero es que los consecuentes chascarrillos al menos me hagan reír un poco.

Con su pan se lo coman

Tomar partido

Nos pasamos la vida diciendo que los políticos son entre malos y peores, que no dan una a favor de quienes les han votado ni por equivocación, y, la verdad es que algunas veces me he llegado a preguntar si la cosa era realmente así, o como casi siempre andamos “calientes” por las que creemos que nos lían, exageramos en lo negativo.

Ayer de alguna manera empecé a convencerme de que al menos parte de los políticos, se han quedado sin discurso, como se dice ahora, y andan perdiendo las formas, como no puede ser de otra manera, que quien insulta, quien desprecia al oponente, es que no tiene argumentos.

El representante del gobierno italiano, creo que faltó al respeto a la Comisión Europea, y ya llueve sobre mojado, que no se puede pisotear literalmente la carta que recibe de los representantes de sus socios europeos, delante de todo el mundo. No se puede, bueno, sí se puede, que lo hizo, pero no se debe.

Por mucho que no le guste esto o aquello, o quiera enviar un burdo mensaje a sus votantes, que no, desde luego, a todos los ciudadanos italianos, que es a quien representa, una vez alcanzado el poder.

Imagino a millones de italianos avergonzados por aquel hecho que ni Krushov en sus peores momentos superó.

Luego seguimos con que la próxima carta que espera recibir es la de Papá Nöel, o la de la Befana, que tanto se me dá.

Otra grosería, y es que si no te gusta lo que se cuece, por favor, utiliza los cauces establecidos, entre otros por tu propio país, en los tratados de la U.E., y si no eres capaz de que se plieguen a tus expectativas, deja el club, a la inglesa, y no pasa nada, seguiremos vivos todos tras esa decisión.

Ciertamente todas estas groserías, me parecen casi de guante blanco cuando las comparo con el denigrante espectáculo que los padres de la patria españoles, dieron ayer en el Congreso de los Diputados.

Insultos, escupitajos, al parecer, expulsión de la cámara, desprecio al ciudadano que no piense exactamente como él, como ellos.

Es denigrante, para mí, como español, que mis representantes políticos me ofrezcan espectáculos como el que se vivió ayer en el Congreso de los Diputados, sin ningún rubor, vomitando odio y zafiedad.

Y la seño los manda fuera de clase, siendo no eso lo malo, que a poco los tendremos de nuevo a la greña, que son formas y modales que, me temo vienen desde la cuna”

Y es el populismo zafio, que a lomos de Varoufakis, del “Cinque stelle”, y de tantos y tantos otros encabezados por el famoso Tito Trump, han venido para quedarse, que en la época del click, del emorticón, del me gusta, quizás sea lo que haya que hacer, pues la costumbre de interpretar un texto semi-complejo, o un argumento bien soportado, se ha perdido entre las brumas de los planes de educación, y entre las redes sociales.

Quizás es que estoy quedándome obsoleto y ya mis puntos de vista están más cercanos a usos que se consideran ramplones, fuera de tiempo, que lo que hay que hacer es darle compulsivamente al me gusta, y si no, se escupe, se desprecia se insulta, que el construir un argumento lleva tiempo y esfuerzo, y además no creo que me lo explicaran en el cole.

Y así vamos, que no quiero creer que esta clase política que prolifera sea la que al final acabe tomando todas las decisiones que nos afecten, aunque todo está dentro de lo posible.

Y es que dicen que vivimos en democracia, y que lo que importa es el voto de los ciudadanos, si el nuestro. Aunque en los últimos años me parece que de ciudadanos hemos pasado, quizás por voluntad propia, a producto de mercadeo, y como tal nos tratan.

Y es que el sueño de los totalitarismos parece que por casi unanimidad va a entrar en nuestro ordenamiento jurídico. Cosas de los partidos políticos, de esos teóricos servidores públicos que pagamos a través de nuestros impuestos.

Quieren trazar nuestros políticos a través de las opiniones que podamos verter a las famosas redes sociales, vamos lo que sugirió Orwell hace ya setenta años más o menos.

¡Vaya fichas de ciudadanos a disposición del poder político!.

Y aunque nos dicen que estos datos servirán únicamente a efectos de enviar propaganda electoral en épocas electorales, eso no se lo cree nadie. Bueno, yo no me lo creo.

Esto es lo de la famosa Stasi, una ficha política por ciudadano, de la secreta de Franco, con jefes de escalera que informaban de comportamientos y pensamientos. Nada nuevo, desde luego, salvo que lo ponen en marcha quienes tendrían que defendernos de esas prácticas.

No podré nunca más opinar sobre el independentismo, aunque creo que llego tarde, que habrá represalias contra mi familia, contra mí, seguro, tarde o temprano.

Y es que aquello que fue de oro, nuestra intimidad, ha sido profanado, sin vuelta atrás, que ya no existe la inviolabilidad del correo, que mis mensajes están abiertos a todo el mundo, a mis amigos, a mis enemigos, a mis proveedores, a todos. Que ya no puedo poner lacre a la misiva que le entrego al mensajero, que llega roto y publicado su contenido.

Claramente me hago viejo, que todo esto me supera, que no lo entiendo, que no lo acepto. Que si le mando un mensaje a Chuchita es solo para ella, que no quiero, si ella no se lo enseña, que lo vea su marido, por ejemplo.

Y desde luego que se abra la puerta a que mi pensamiento, mis opiniones puedan ser usadas contra mí, no lo quiero.

Lo malo de todo esto, es que nadie nos va a defender de esta próxima tropelía, que la excusa que nos han dado de que será solo para publicidad electoral no se lo cree nadie.

Supongo que en los presupuestos generales que no quieren votar los “malos”, habrá una partida para servidores de almacenamiento de datos de españoles, que ningún partido, de esos que están a mi servicio impugnará.

No quiero que mi pensamiento, que mis datos caigan en manos de partidos que proceden de organizaciones terroristas. No quiero. No quiero que se bloqueen posibilidades laborales mías o de los míos por los perfiles que se puedan trazar, no quiero que abran mi correo, que aún es delito, pero parece que se ignora. Que el mensaje que pueda enviar a una persona o a un grupo reducido de amigos, no sea visto por nadie más que por ellos.

Seguiré con el tema, seguro, y no sé cómo defenderme.

Dios nos proteja

Don Carlos

Aquí parece que todo el mundo roba, que nos despertamos esta mañana con la noticia de que el jefazo más gordo de la primera compañía mundial en el sector del automóvil, Renault-Nissan-Mitsubishi, que vende alrededor de doscientos mil millones de dólares, y emplea a más de medio millón de personas, ha sido pillado metiendo la mano en la caja. Vaaaayyyyaaaa.

Dicen que se ha comprado unas casas por ahí, en su Brasil querido, en Paris, no sé, por ahí, que D. Carlos Ghosn, se ha gastado en inmuebles no sé cuanta pasta del grupo, nos quince millones dicen algunos, y que además dejó de pagar al fisco otros treinta y ocho. Pues nada, que todo es presunto, como el jamón en Portugal, y ya veremos si hay algo o hay más, que por el momento hoy lo botan, que diría un argentino.

Así, que, Don Carlos ha metido las manos en unas decenas de millones de dólares, pero la reacción ayer del mercado bursátil fue el de penalizar a la compañía con una caída del catorce por ciento, más un dos por ciento que lleva de caída esta mañana. No está mal, que en capitalización bursátil, los mercados han castigado al grupo con dos mil millones de dólares.

Pero lo más divertido es que leyendo los periódicos económicos esta mañana, resulta que están poniendo en duda el que se mantenga la alianza entre Nissan, Mitsubishi y Renault, vamos que el primer grupo automovilístico del mundo, iba a dejar de serlo. ¡Vaya palo!.

Desde luego, y no pienso salir a la calle a preguntar, si alguien iba a comprarse un coche de estas marcas no creo que deje de hacerlo por las supuestas tropelías de D. Carlos, ni el obreramen va a ponerse en huelga por el tal asunto.

Consecuentemente no creo que los beneficios por acción, que la compañía, en definitiva vaya a sufrir pérdidas de algún tipo por el hecho de tener un presunto chorizo como chairman, bueno, de haberlo tenido, que hoy lo mandan a casa, o a casas, de esas de Brasil, Paris, o Beirut.

Dicen que hacían trampas con la historia de la emisiones de gases nocivos, como lo de sus primos europeos, y no sé cuántas maldades más. Ya lo siento.

Los detectives esos de las novelas negras, desde mis admirados Mascarell, Montalbano, Carvalho, y hasta Perry Mason, cuando veían al viejecito mal asesinado, lo primero que preguntaban era por los herederos. Lo del mayordomo ha sido siempre más británico, más victoriano, incluso.

Es decir, a quién beneficiaba el crimen, y ciertamente valga como simil, pero no es casualidad, poniéndome conspiranoico, claro, que la industria del automóvil americana esté libre de todos estos pecados, que desde que Iacocca no anda dando la lata, Detroit está cerrando por derribo.

No quiero, ya digo, no quiero ponerme conspiranoico, pero cualquier patada en el culo que se le dé a la industria no americana del automóvil, aparentemente le viene bien al simplismo de Tito Trump, y a su agresividad, también comercial y Dios quiera que ahí se quede.

Si estas teorías conspiranoicas son ciertas, y ya me gustaría, por aquello de que dan mucho que hablar, y son entretenidas, seguro que tras las ventas masivas de acciones de Renault por parte de los grandes fondos, supongo, que hay indicaciones muy precisas de la Casa Blanca. Tela marinera, y argumento de Best seller, de esos del amigo Clancy, con peli misión imposible “doscientos quince”, a continuación por mucho que el bueno de Tom Cruise se nos está poniendo camastrón.

Sea o no cierto todo esto, que seguro no lo es, me pongo a pensar que siempre ha sido mejor superar a la competencia a base de investigación, inversiones correctas, análisis de futuro acertado (no hablo de visionarios, que ya no se lleva), y mucho, mucho trabajo y esfuerzo cotidiano, lejos de pelotazos, de atajos, y de “esa normativa es para otros”.

Y es por eso que en el supuesto que nos ocupa, Tito Trump

Se esté equivocando a medio y largo plazo, que a corto, a lo mejor consigue que este trimestre, y al abrigo del ruido mediático, de las caídas en bolsa, y alguna mandanga más unos cientos de coches no sean vendidos por Renault-Nissan-Mitsubishi, y pasen a su competencia, pero desgraciadamente, la General Motors, la Ford, no recuperarán demasiados de esos coches, me temo.

Como tampoco parece que les haya hecho sacar la cabeza el escándalo de Wolksvagen, que Detroit parece que cierra por derribo.

Y vuelvo al tal Don Carlos, el de las varias decenas de millones distraídos, que me lo van a crucificar, y me parece bien, vamos muy bien si todo se demuestra, que ya veremos, pero si escuchamos los trampantojos de Tito Trump, o de tantos y tantos CEO’s o políticos que son y han sido, desde Craso, por lo menos hasta nuestros días, pasando por nuestro Duque de Lerma, nuestros Momentines, Ruiz Mateos, y así sin parar, yo me parto el pecho cuando me salen esas pérdidas de más de dos mil millones de euros en capitalización bursátil que le ha caído al grupo automovilístico. Ya me gustaría saber quién abrió puts antes de ayer. Que el dinero es como la energía, que ni se crea ni se destruye, solo cambia de manos.

Seguiremos controlando, más o menos, que tampoco nos dejan ver mucho más que sombras en el fondo de la cueva, a ver como se van desarrollando las diferentes batallas que en este nuestro mundo se van librando a cuentas del control del poder económico, que llevan a cabo el Imperio, y claro, los chinos.

Ya veremos, que por estos lares ya sabéis que las cosas andan a trancas y barrancas, que ni la economía, ni la política son capaces de servir a los ciudadanos, como ha pasado siempre, y por consiguiente, vemos todo esto como si fueran historias de platillos volantes.

Por el momento yo no necesito cambiar de coche, pero veremos cuantos Renault se convierten en Peugeot, y cuantos Nissan se transforman en Toyota, porque no veo a la peña muy animada para comprarse un utilitario americano.

Con su pan se lo coman

El Apagafuegos

Ando algo confundido, deben ser los años, o como dirían mis hijas y pronto mi nieta, ¡Jo! ¡es que no te enteras!, y como siempre seguro que hablamos de política.

Y es que estoy confundido con este chico tan monín que nos han puesto de presidente, y que me aseguran quiere que los chicos no tengan que sufrir con eso de las notas, que les aprueban sin aprobar, o lo que es lo mismo, los suspensos les permiten seguir, quizás entrar en la Universidad, no me entero.

Que para ese viaje no hacen falta alforjas, simplemente que no califiquen, que abran las puertas, que la educación está ya en el teléfono para potenciales (iba a decir tontos) ciudadanos del futuro.

No hay que estudiar, que nos van a sacar las castañas del fuego los robots, que si queremos saber algo, nos lo dice San Google bendito, (Wilkipedia es para las élites intelectuales), que el progreso está solo en votarle a Él, a nuestro presidente y a sus acólitos, sin, por supuesto una sola pizca de crítica.

Claro que los reyes del corta y pega en las tesis doctorales, deben ser generosos con los que les siguen, que son el ejemplo de las generaciones futuras…(futudas las veo yo), pero como ya lo hizo Felipe González, pues hay que respetar las canas leer a los clásicos del trile político, y lo más importante, seguir sus sabias lecciones.

Entre unos y otros van a acabar dejando este patio de Monipodio hecho unos zorros (no digo un solar, que me cambian el plan urbanístico y me lo llenan de hipotecas), que en el momento en que más necesitamos la formación competitiva, nuestros queridos gobernantes solo piensan en cambiar la estadística de abandono escolar, para tener algo de lo que vanagloriarse cuando toque votar otra vez. Ellos sabrán, y nosotros, como siempre a sorbernos los mocos en una esquina de la sala.

Hoy me pedían argumentos para meterle los dedos en los ojos a un ex alcalde pepero, de esos de los pueblos ricos de la carretera de la Coruña, de esos que se andan medio ahorcando con los cinturones alemanes, de esos que encima tienen acceso a foros en los medios de propaganda que antes se llamaban de comunicación, a vueltas con lo de mi Cataluña.

Las cosas que este señor insinúa sobre mi tierra y toda la parafernalia independentista que tanto su partido, como el que actualmente ostenta mi representación han permitido a base de necesitar ir vendiendo poco a poco a España, para seguir en el caballo del poder, son vomitivas.

Y le retiro cualquier autoridad moral a este señor para hablar de mi tierra, ya que solo con seguir lo que de él comenta Wilkipedia se me quitan las ganas de contestar a mi amigo. El señor Romero de Tejada, no es un referente para mí en sus opiniones. Lo siento.

Con respecto al tema de los supuestos deseos de independencia de mi tierra, en esta bitácora, he expuesto en más de una ocasión, la rabia que me ha dado el vivir el hecho de que mis representantes políticos hayan hecho dejación de sus funciones de defender a los ciudadanos que el nacionalismo lleva atacando décadas.

Han permitido que se adoctrine a los niños en el odio a lo que no sea catalanismo independentista, que hasta el señor Aznar hablaba mi lengua en la intimidad, con tal de mantener su posición de poder, y Zapatero hizo promesas que nunca debía hacer, y don Sánchez, lleva el mismo camino.

Se ha permitido que la ley se ignore, poco a poco, que si no rotulas en catalán tu negocio, ya sabes, acaban cerrándotelo a multas acosándote hasta la saciedad.

La televisión que pagan todos los catalanes se revuelve contra más de la mitad de sus clientes, día tras día, programa tras programa, y todos tan contentos.

No puedes ser juez, que si las sentencias no gustan tienes el acoso servido en casa, no te van a dejar trabajar si no eres de la “seba”.

Todo eso se ha permitido a unos partidos con ladrones, cierto que por otros partidos con ladrones, cuyo solo interés ha consistido en mantener el poder al precio que fuera, y el precio ha sido Cataluña.

Así, que no me vengan a estas alturas de la película con milongas de que si es necesario un referéndum, que si la cosa en caso contrario no tendrá solución, que si los catalanes…..¡coño!, a ver si aprendemos a decir una parte de los catalanes.

Lo que se ha hecho en estas décadas ha sido crear un incendio, un problema a costa de demasiada gente, y ahora esos incendiarios parece que vienen con las mangueras de los salvapatrias.

El que el Sr. Romero de Tejada me venga ahora con mandangas de que no sé cuántos catalanes no han tenido representación, y las historias de los porcentajes, me parece ahora inane. Y es que tanto su partido, como en partido socialista, tuvieron la posibilidad de evitarlo con sus mayorías absolutas, haciendo la ley electoral más justa.

Pero había que mantener el poder, y en algo debe andar este señor, cuando habla del derecho a decidir de forma que solo afecta a los ciudadanos de Cataluña.-

Y no, yo quiero, porque la Constitución me da el derecho, de que la posible segregación de una parte de España sea también decisión mía, en la parte que me corresponda.

Así que no mareen, por favor, que cuando los españoles que hayan suspendido, tengan sus títulos universitarios les podrán colar estas patrañas. A mí por el momento ni de broma.

En cualquier caso, todo mi respeto para las opiniones de este político, faltaría más, que puede decir a los de Público lo que le apetezca, y convencer a quien se deje.

Yo me voy a cenar.

 

Pepinos en el cielo

Esto de salir a cenar con amigotes siempre tiene su aquel, y además en mi caso, los mis amigotes no son como los de Serrat, unos atorrantes, que se puede, si uno sabe escuchar, incluso aprender cosas, o por lo menos obtener ideas para una reflexión.

No sé muy bien por qué salió a colación el tema de esas cosas que andan dando la lata por los cielos, y que no sabemos lo que son, los OVNIS, vamos, por usar el acrónimo castellano.

Si, claro, la cosa venía del pepino ese que anda dando vueltas por los cielos y unos dicen que galgos y otro que podencos, que si acelera de forma inusitada, que no tiene forma de asteroide, que su comportamiento no se ajusta a lo conocido. Yo siempre espero a ver qué dice Iker, que de estas cosas sabe un huevo, y lo explica muy bien.

Claro, que a partir de ahí la cosa empezó a complicarse, porque nos encanta suponer que cuando vemos una cosa por los cielos y no es el vuelo de Iberia, nos encanta suponer que viene repleto de seres de otras galaxias que han conseguido cruzar agujeros de gusano, o dominan la técnica del Halcón milenario, saltando con alegría al hiperespacio en cuanto siente el aliento de Dart Warder en el pescuezo.

Y la discusión que parece sacada del “Cosmos” de Sagan empieza pronto, que si existen, que si hay vida fuera de la tierra, que si es inteligente, que en caso contrario cuanto espacio desperdiciado.

Vaya, que nos ponemos rápidamente a considerar si, en caso de que sean inteligentes su tecnología nos destruiría, que si vienen del universo paralelo que tenemos aquí al lado. Bueno, nada nuevo, cosas de los amigotes, con alguna deriva, incluso, hacia temas metafísicos relacionados con la existencia de un Gran Arquitecto que construye, y quizás controla el tinglado.

Hay incluso algún acercamiento de física teórica, (mis amigotes son muy leídos), que si eso del big-bang es un fenómeno único, o si es algo que se repite de forma infinita. Por ahí yo ya me pierdo, pero escucho.

De pronto y directamente del cerebro del más joven de entre nosotros surge un comentario que me deja enormemente preocupado.

En caso de que existan los hombrecillos verdes, dice mi amigote, mejor haremos guardándonos de ellos, ya que habrán ocupado un puesto en la cima de la escala evolutiva, y eso solo se consigue siendo un gran depredador.

Pues sí chaval, comulgo con tu visión, y por supuesto con la de Hawking, que lo mejor que puede hacer el diablo es impedir que se pongan en contacto con nosotros, es decir, impedir directamente que nos encuentren, porque nos arrasan en un plis.

Hay ciertas derivas en la conversación acerca de la ingestión de proteínas animales (por cierto estábamos dando cuenta de un vacío de ternera muy digno), que son imprescindibles para que en nuestro cerebro se activen las dotes de cazador que han hecho que estemos sentados en la cima de la pirámide evolutiva.

Pero lleva razón, a falta, claro, de mejores argumentos, que el ser humano necesita espacios que conquistar, espacios que descubrir, es nuestra naturaleza, y eso que una vez descubierto y conquistado, utilizamos lo que haya en el ecosistema hasta su destrucción.

Y luego a por más.

Pero la expansión del Género Humano, está llegando a los límites que el planeta nos concede, de forma que toma una importancia fundamental el hecho de salir al espacio o a donde sea a buscar territorios para cumplir esa necesidad de la especie.

No quiero ni pensar lo que le sucederá al planeta que nos reciba como colonos, pero todos lo sabemos perfectamente. Utilizaremos todos los recursos disponibles hasta su agotamiento, incluidos, obviamente, los seres vivos que puedan poblar el mundo que nos reciba.

Por cierto, que nadie olvide lo que le costó, nos costó a los puñeteros blancos conceder alma a los indígenas americanos, o a los negros africanos. Era un buen negocio pensar que tenían el nivel de un perro, un asno o una vaca, de forma que pudiesen ser utilizados como cosas.

Y eso está en nuestros genes, que estamos programados como los grandes depredadores, que a lomos de esa ambición de seguir dominando llevaremos la destrucción aparejada allá donde pongamos nuestro pie. Que lo que ocurra sea de esta guisa, será solo cuestión de tiempo.

Y de ahí la preocupación de mis amigotes, esos que no son atorrantes, que si salimos fuera de nuestro planeta destrozaremos lo que encontremos, con el añadido de que no es nuestra “casa”, y siempre en aras de la expansión del crecimiento, de seguir buscando y encontrando nuevos límites, nuevos retos. Total nada.

Pero quizás debamos plantearnos la cosa al revés, que si alguien nos visita, posiblemente, si nos encuentra, lo primero que hará será pensar que somos cosas a ser utilizadas, y nuestras civilizaciones, y nuestra especie, solo se mantendrá mientras seamos útiles para los fines que potencialmente persiga esa posible civilización.

Vamos, que lo mejor es que el pepino ese que anda dando vueltas por los cielos con movimientos fuera de una explicación lógica a la luz de nuestros conocimientos, es que no lleve na carga de seres civilizados, porque como les guste el planeta azul nos desaparecen, como a los chicos de Toro Sentado, que si queda alguno es dentro de una miserable reserva, confiando en que el asco le lleve a la muerte lo antes posible.

Y cuando me cuentan que esos seres ya están aquí, y que se paseaban con Juan XXIII por los jardines de Castelgandolfo, solo le pido a Quién Sea, que fuesen sus primos de Calabria, o cualquier otra cosa, que nuestra visión antropocéntrica de las cosas, es eso demasiado nuestra, para que nos permita ver que el posible primo de Zumosol, que vive en las estrellas, a lo mejor no llega aquí a mejorarnos con técnicas de desarrollo espiritual, a evitar que sigamos haciéndonos daño los unos a los otros, y a quitarnos los trabajos y las preocupaciones, sino para darnos un ben “quitapallá”, y ocupar nuestro espacio en la escala evolutiva.

Ya veremos….o no

Tribu

La tribu, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es un grupo social primitivo de un mismo origen, real o supuesto, cuyos miembros suelen tener en común usos y costumbres.

Cierto que es segunda acepción, que como primera es cada uno de los grupos de origen familiar que existían en algunos pueblos antiguos. “Las doce tribus de Israel”, añade como ejemplo.

Y a cobijo de estas definiciones, empiezo a plantearme seriamente si realmente vivimos en una tribu, si se puede considerar algo primitivo, o está de rabiosa actualidad, a pesar de la maldita, (o no), globalización.

A mí me ha gustado siempre considerarme de la tribu de la Humanidad, así con mayúsculas, que al fin y al cabo “Homo sum”, y todo lo humano me concierne, pero parece que es otra forma de utopía que se le escapó a Tomás Moro, ya que hay demasiadas tribus que puedo reconocer y que desde luego ni me admiten, ni me admitirán.

El tribalismo, al final, me temo que es sobre todo defensivo, propio de sociedades primitivas, que lo deja muy claro la definición de la Real Academia, y se considera una herramienta de protección de un territorio, de unos privilegios, que se mantienen por sus usos y costumbres, garantiza la transmisión del ADN preservando a las hembras del grupo de posibles intromisiones alienígenas.

Podemos analizar las formas de discusión que en las tribus puede haber con relación a la aceptación de otras formas de concebir la sociedad, de mejoras de los esquemas y las normas que regulan la convivencia del grupo, pero puede ser algo inane, que la razón de ser de la tribu es preservar sus usos y costumbres, sus reglas y obviamente sus hembras.

Es así que la tribu se asocia a lo primitivo en lo social, a pueblos poco desarrollados, rudimentarios, elementales, encerrados en si mismos.

La Real Academia es demoledora, veo, cuando se trata de buscar el sentido real de las expresiones que acostumbramos a usar o a desechar alegremente, ya que ojeando simplemente el mundo en el que vivimos, nos daremos cuenta de que el concepto de tribu, “sensu estricto”, no se reduce a los habitantes de las selvas de Borneo, que está inmerso en el núcleo de lo que llamamos sociedades desarrolladas.

Y es que veo a los jefes de las tribus, a esos casi chamanes proponer empalizadas para defender el territorio de su tribu, que vienen los latinos a quitarnos la hembras, a eliminar por disolución nuestras costumbres de rubios pecosos.

Y así veo a Tito Trump, convertido en chamán de su tribu de rubios altos, caucásicos, bellísimos todos a sus ojos.

Así veo a mi vieja Europa, actuando como una tribu ancestral, primitiva, poco desarrollada, que no nos gustan las invasiones bárbaras, que tememos que nuestro Imperio tribal se desmorone, que nuestro ADN se diluya.

Y lo que es peor, veo a mi vieja Europa, no como una tribu, no. La veo como una amalgama de tribus, cada una con su miedo patológico a perder sus costumbres, sus usos sus gestos y sus lenguajes tribales, sus casticismos.

La unión europea de tribus desunidas (las tribus casi por definición deben ser estancas, impermeables a usos diferentes a los suyos), es el más claro ejemplo de que avanzar en el mundo de las tribus unidas es cuanto menos farragoso, y puede llegar a ser violento, como lo es cuando alguna tribu se siente más amenazada de lo normal.

Veo las tribus de los ultranacionalistas vascos, catalanes, corsos, piamonteses, austríacos, flamencos, groenlandeses, bávaros…..sin ninguna posibilidad de hacer nada que no sea defender de forma excluyente cualquier elemento que el chamán de su tribu considere extraño a sus usos, a sus reglas a su idioma, que ya les vale para comunicarse entre ellos. Con los demás un buen rifle debería bastar.

Pienso que en este contexto de ausencia de una voluntad real de progreso fomentada por el espíritu tribal que nos rodea las discusiones para que las sociedades mejoren, están condenadas a disfrutar de una muy baja productividad.

Si quieren hablar conmigo que aprendan mi idioma, si quieren comerciar conmigo, que aprendan y usen mis leyes, y que no sueñen, que sin algún tipo de fuerza mediante, voy a adoptar nada de lo que lleven en su mochila.

Nunca el Imperio Romano hubiese llenado el territorio de vías de comunicación si no hubiese tenido la fuerza militar, y la necesidad de hacerlo, con lo que el progreso puede entenderse como la imposición a otras tribus, por la fuerza, de costumbres foráneas.

Y ahí tenemos no solo la causa primera del racismo, de las fronteras, de los proteccionismos, sino nuestra propia forma individual de afrontar nuestra vida frente a opciones diferentes a las que hemos adoptado por mor de nuestra pertenencia a este o aquel grupo tribal.

Muchas veces pienso en lo irracional de mi conducta frente a las nuevas opciones que la sociedad nos va ofreciendo, a lomo de ese caballo que me dice:

-“Si lo que tienes te gusta y te funciona, ¿para qué considerar siquiera la posibilidad de otras opciones?.

Y esa actitud se extiende también a través de mi pensamiento, de mi moral, de mi forma de relacionarme, a todos los ámbitos de mi vida, con lo que transformaré mis discusiones en na forma de convencer a los demás de las bondades de mis puntos de vista, perdiendo la oportunidad de ampliar conocimientos, y obviamente eficacia en lo que respecta al desarrollo de mi existencia.

Somos miembros de una tribu, de nuestra tribu, y reconocemos a los miembros de la misma por sus usos, por sus reglas, y con ellos nos sentimos cómodos, protegidos, en la certeza de que podremos transmitir nuestro ADN con tranquilidad, sin interferencias.

El sueño del supremacismo de nuestra tribu casi siempre subyace en nosotros aunque tras una reflexión seria hayamos conseguido reducir en mayor o menor medida su influencia en nosotros.

Así que reconoceré aquello de “América first”, “Deutschland über alles”, “Una Grande y Libre”, y cosas parecidas como parte de la estructura tribal de este mundo que quiere ser global y discute como se hace en un plató de Telecinco a eso que se llama “prime time”.

Buenas noches y buena suerte

El esclavo-ciudadano

Las noticias corren que se las pelan, y sobre todo las falsas, que llevan colgadas alforjas de intereses enormes y llenan bolsillos ajenos a costa nuestra, lo que tiene poca gracia.

No sé muy bien por qué pero desde que la crisis famosa puso patas arriba el sistema bancario con las trampas de las “sub prime”, los incidentes relativos a la gestión bancaria no ha hecho más que hacerse plato de cada día.

No voy a detallar ninguno de los casos que conocemos perfectamente, desde as burdas maniobras de nuestras Cajas de Ahorro en todas y cada una de sus versiones, pasando por las multas que les han caído a tantos y tantos bancos de los más importantes del mundo por prácticas indeseadas en casi cualquier área que cubra la actividad profesional de esas entidades.

Uno que es poco hábil y de natural poco fino, no ha podido, por menos que enterarse de las maniobras del Deutsche, de la UBS, de HSBC, y de los palos que les han dado, eso si sin que las tales entidades se vieran fuera de ninguno de sus mercados, y pudiesen seguir con sus prácticas estupendas.

Hoy me levanto con la historia del tema del lavado de cupón, práctica tendente a no pagar impuestos sobre los dividendos de acciones, como corresponde, y cómo no, la banca, la gran banca en el puro medio, como siempre, como casi siempre.

Y la cosa sigue, que ahora le dan la razón en los juzgados esos del supremo para que el ciudadano siga apoquinando ese impuesto tan miserable que te exige el poder para poder vivir en tu casa, algo, por cierto, tanto o más español que las tapas o la siesta.

Que la cosa no es tanto quién paga el puñetero impuesto, si no a cuenta de qué debe existir, que sobre eso el banco también cobra intereses de por vida al incluirlo en el total del crédito hipotecario. Nadie se me alarme.

Y la sensación de andar navegando de forma continua entre lo que sobra del robo institucional es agobiante. Y es que se nos roba por activa, por pasiva, por parte de las instituciones, públicas o privadas, y lo que es peor, por parte de muchos de los individuos que las gobiernan.

Gracias al tribunal supremo nos hemos enterado de que hay por ahí dando vueltas un impuesto que me temo es injusto, que la gente cree que el banco debería pagarlo, y ahí se equivoca, que al final lo pagamos siempre nosotros, con intereses si es parte de la hipoteca, a pelo si lo liquidamos directamente a la hacienda pública, como tantos y tantos impuestos que giran alrededor de la compra de una vivienda.

Solo sé que desde que el mundo es mundo de lo que no se han librado esos ciudadanos/esclavos que somos nosotros es del pago de impuestos al poder, que ya sabemos lo que pasa con las grandes corporaciones que realmente controlan el dinero, que no pagan.

Tendré que llegar a ser na de esas corporaciones, que por pagar hasta se pagan impuestos sobre las pensiones modestas que reciben los ciudadanos que llegan a cobrarlas. Está bien.

Mientras tanto, procuraré no cabrearme demasiado aunque llueva y me digan que no sabemos recoger esa agua en nuestra vertiente mediterránea, que viene muy guarrilla, con mucho barro y porquería, y es que en los últimos cinco mil años de lluvias torrenciales y civilización tecnológica, aún no se nos ha iluminado la bombillita.

Porque al final, como decía el otro día es que no somos capaces los ciudadanos/esclavos de este siglo veintiuno de enterarnos de lo que sucede fuera de la caverna, no somos capaces, no queremos o no nos dejan emprender el camino del conocimiento, el camino del iniciado, el que nos conduce al conocimiento oculto, al conocimiento esotérico, que ese está reservado a los grandes brujos, ¿verdad Señor Soros?

Serán cosas de la gobernanza, que uno es muy modesto, y debe aprender a dejar el paso a los patricios, a los nobles, a los magos, a los reyes, a los sumos sacerdotes, (no confundirlos con el mosén de sopa y olla).

Sobre todo no hay que olvidar que estamos a su servicio, que estamos a recibir las migajas de sus mesas cando se les caen y que el mayor delito que hemos cometido es el haber nacido.

Pensaba en los números ocultos, esos de los que la cábala seguro que se ocupa, por ejemplo el número de personas que sufren enfermedades que tienen remedio, por falta de recursos económicos, o el número de muertos que se producen por no limitar la velocidad de los automóviles, no en las carreteras sino en su diseño. No tiene sentido permitir que haya vehículos que puedan circular a mayor velocidad que la permitida por la legislación. Nunca lo he entendido, a no ser que considere en la ecuación elementos de enriquecimiento ajenos al usuario, y relacionados con el fabricante y su afán por vender velocidad.

Claro que renunciar a la recaudación por multas de tráfico, tiene también lo suyo. Que el dinero que deslizan los amos en nuestros bolsillos debe permanecer lo menos posible en la tal ubicación.

La Luz, el conocimiento no está hecho para los mortales, que el peyote solo lo pueden tomar los chamanes, y los estados alterados de conciencia al final tampoco nos llevan a la Luz.

Quizás sea necesario un nuevo Prometeo, que espero no deje las cosas en “promesas” y realmente arrebate la Luz y el Conocimiento a los Dioses/Amos y lo reparta entre los humanos.

Pero me temo que la cosa quedará navegando entre las palabras del Príncipe Salinas:

“Hagamos que todo cambie, para que todo siga igual”.

Pues eso

Esotérico

Tengo que reconocer que esas cosas de lo esotérico siempre me han llamado la atención, vamos desde que leyendo a Pauwels y Bergier allá por mis trece o catorce años me tropecé el palabro, lo consulté en el diccionario de casa, y hasta hoy.

Y recuerdo que la palabra llevaba aparejada su antónima, exotérico, que por cierto es palabra sin ningún tipo de “glamour”, que parece dedicada a uno de esos personajes del tufarrismo español, vamos que la palabra no me gusta ni un poco.

Así que vamos a lo esotérico, lo oculto, la Ocultura que postula D. Javier Sierra.

Y sin embargo no voy hoy a hablar del Voynich, ni siquiera de los secretos ocultos de la Alquimia, tampoco de lo oculto en la biblioteca vaticana, que agua pasada no mueve molino, aunque no quito un ápice de interés a ese saber que se esconde entre los legajos de la historia, que hasta a lo mejor guardan las claves de nuestras tres grandes preguntas, a dónde vamos de dónde venimos, y qué coño hacemos por aquí a parte de transmitir nuestro DNA con fruición.

Hoy me apetece reflexionar sobre el esoterismo cotidiano, por el que se nos esconde a todos y cada uno de nosotros de forma intencionada lo que ocurre a nuestro alrededor, cubierto como siempre con el comentario de “ a ver cómo contamos lo que ha pasado sin que se eche la gente a la calle”.

Día tras día nos enfrentamos pues a lo esotérico, que los movimientos del poder deben quedar ocultos, bien ocultos tras los frus frus de las cortinas de los salones, allí donde se deciden nuestras vidas. Lo oculto siempre presente en nuestras vidas.

Creo que hemos llegado a un punto en que ya los seres humanos no vamos más que retazos de la superficie, y además manipulada, incluso más manipulada que las imágenes del fondo de la caverna a la que tanto nos gusta referirnos.

Nos matan a un pollo en un pub británico envenenado con un material más raro que un perro amarillo, o nos desaparecen a un periodista que, digamos, anda tocándole los huevos al sátrapa de turno allá por el desierto de donde el petróleo sale.

No sabemos que hay detrás del corazón del Tito Trump, es esotérico y discreto el sistema por el que se toman las decisiones aunque en pura democracia deberíamos los ciudadanos estar al corriente.

Pero es muy difícil bucear por debajo de la punta del iceberg, y es que siempre nos dicen lo mismo, “solo vemos la punta del iceberg”, lo demás es esoterismo puro.

Así que ya me dirán ustedes cuál es la forma más adecuada para conocer los arcanos de lo oculto, que en lo oculto, parece, y en eso estamos todos de acuerdo que el poder real está en el mundo de lo esotérico, el dinero, por ejemplo en la transmutación de los metales innobles en oro, tal y como la alquimia ha intentado y sigue intentando.

La alquimia hoy es más sencilla a caballo de nuestra civilización, que simplemente algo de corrupción política suficientemente esotérica, nos produce ingentes cantidades de oro.

Ya veis, es sencillo pero solo para iniciados, para aquellos que son del club, del grupo, del establishment, como debe ser, como ha sido siempre. Lo demás no pasaremos, en el menor de los casos de aprendices de brujo. Así son las cosas.

Pero lo oculto ve mucho más lejos, mucho más, y esa es la causa de que sigamos en la inopia, que hoy te dice el telediario, ese que me niego a ver, no sé qué de que andamos tirando comida, y se nos mueren tantos y tantos seres humanos (bien que de segunda o tercera categoría) por mor del hambre, en sitios de esos que no se encuentran ni en el Google Maps. Será que se lo merecen por indolentes.

Es parte de ese esoterismo cotidiano, lo que se cuece detrás de esos regalos que le hace a la Banca española nuestro tribunal supremo (a partir de ahora la tal institución no se merece las mayúsculas).

Es esoterismo, legal, eso sí, lo que se cuece en los consejos de ministros de todos los países, faltaría más, que se entera el enemigo de lo que se debate, y nos la lía.

Dejemos que, en esas minorías que a veces ni siquiera sabemos quienes son o de donde han salido sean como siempre los guardianes de lo esotérico, mal que le pese a Iker Jiménez o a Miguel Blanco. Que los secretos de verdad no están en los textos ocultos en las pirámides, ni en las excavaciones mayas o sumerias, están en los archivos de las agencias gubernamentales, de cualquier país del mundo.

Lo exotérico es lo que le comenta el portavoz gubernamental a los periodistas que intentan preguntar lo que les ha pedido su jefe de redacción en la rueda de prensa.

Y la verdad es que cuando pienso en el esoterismo que rodea a Warren Buffett, o a Bill Gates, o a cualquiera de los dirigentes que controlan el tráfico de armas, el de drogas ilegales, o como se decide qué enfermedad es rentable intentar cronificar, y cuál es mejor no investigar su solución, me da un escalofrío, así que procuro no hacerlo demasiadas veces.

Porque, de hecho, casi todo lo que ocurre a nuestro alrededor es esotérico, que ni siquiera conocemos los entresijos, y mucho menos los conjuros que los alquimistas de hoy en día nos hacen desde pantallas de televisión, de las que sale oro para calmar sus penas y tranquilizar sus espíritus. Alquimia pura.

Así que ni de aprendiz de brujo, lo nuestro es el fondo más oscuro de la caverna, allá donde la luz que nos llega ni siquiera refleja la capa más externa de lo esotérico, de lo que de verdad nos gobierna, nos dirige.

Pero para no aburrirme seguiré buscando entra las noticias falsas que nos separan de lo esotérico, alguno de esos datos, alguna de esas cifras que hacen que vislumbre alguno de los arcanos en los que este este siglo XXI se apoya para su evolución.

Los muertos de hambre y su evolución, los raptados por sectas armadas, los esclavos en los que se apoya nuestro desarrollo económico, los millonarios del crimen, los contactos de mis servidores políticos…..y hasta si te pones pesado los nombres de los extraterrestres que habitan entre nosotros.

Con su pan se lo coman

 

Un respiro

Pues si, parece que ese otoño que anhelábamos por fin ha aterrizado, y constato, que como todos los años, aquí, en la meseta, acabo sacando las chaquetas “tweed” para el Pilar. No falla.

Me dirán los del cambio climático que las medias ponderadas de las temperaturas globales, ciertamente, andan algo desmadradas hacia arriba, y no seré yo quien le quite la razón al señor Gore, o se la dé a Tito Trump, que uno es de natural pacífico, en esas batallas no gano nada, y a la que me descuido me cuentan en la lista de seguidores de unos y de otros, y ya estoy muy mayor para aspirar a título de más popular de mi high school.

Lo que más me divierte de todo este follón que se ha organizado es el hecho de que hay perras invertidas en ambos lados de la línea. Los que no se creen el calentamiento y los que se lo creen, vamos lo de una de las dos Españas ha de helarte el corazón, pero a lo bestia, que esta vez le toca a todo el mundo.

Oyes en las noticias que lo de las emisiones de los coches, “sucios”, dicen los que invierten en otras formas de contaminación, en Europa se van a reducir un 35% en unos años. Bien parece.

Pero nadie me dice qué va a pasar con la contaminación química que irán produciendo las baterías que vayan quedando obsoletas. Seguro que se recicla todo y no pasa ni un picogramo al medio ambiente, cosa que yo no sé y usted a lo mejor se llega a creer.

Si tengo mis duros invertidos en las minas de carbón, o en pozos de petróleo, le juro a usted que no me creo al señor Gore, que de calentamiento por mi culpa, nada de nada, que son los pedos de las vacas, esas que producen los beef steaks que usted se desayuna, por cierto. Faltaría más.

Pero yo quiero vender coches eléctricos, paneles solares, molinos de viento mata paisajes, y mata pájaros, así que por favor no dude usted que hay que cambiar el sistema de utilización de los recursos naturales, vamos, y además deprisita que tengo reunión con analistas financieros y cierre de trimestre, a ver si no voy a poder pagar el cupón correspondiente.

Los que viven del petróleo, lo tienen claro, los que necesitan energía barata, de esa que sale del carbón aunque luego no se vea a un metro de distancia en Pekin, los que ….bueno, creían tener el gato en la gatera, andan diciendo que eso de que suba el nivel del mar es irrelevante, que ellos viven en el Pamir, y el agua no les llega por mucho que la cosa se caliente.

Y así vamos, con los de la energía renovable ganando la batalla del márketing a los de la energía tradicional. Que unos crecen y otros no, que unos son sucios, contaminantes, cavernícolas, enemigos de la Humanidad y de las Malvinas, enemigos de lo azul y del Planeta, en fin, lo que quieran ustedes, y los otros querubines dignos de un cuadro de Murillo.

Y alguien debe llevar razón, que la cosa va por ahí, que nos están llenando el planeta de porquería, que tenemos los pulmones hechos un asco, y que además, bueno, además, son o chinos o republicanos, gente nada cool, y poderosa. Y los otros son los demócratas, los liberales de Harvard, los restos de las izquierdas que dejó huérfanos el comunismo.

Algo de eso habrá, que parece que seguimos usando los derivados del crudo como locos, y los precios no dejan de subir, que no dejamos de enriquecer a los ricos con nuestras necesidades de pobres aunque nos desplacemos con patinetes eléctricos por el centro de la ciudad.

Y todo esto me lo trae al coleto el hecho de que tengo que desempolvar el tweed, que el Pilar está a la vuelta de la esquina, y la tradición es la tradición, que aguantaremos sin calefacción hasta Todos los Santos, y se nos llenará, como siempre, la atmósfera de partículas de esas dañinas que nos dejan las tecnologías anticuadas de utilización de la energía.

Aunque me dicen que mi Carmena va este año a evitar que se nos suba la mugre en Madrid, vamos, que va a cerrar la ciudad a los que vienen de Alcorcón e incluso de más allá. Que no quiere esos coches viejecitos que tienen los pobres, que los motores dice que le engorrinan las estadísticas.

Nadie nos ha dicho nada de si se van a incrementar las frecuencias de metro, nadie nos ha dicho si se van a incrementar los servicios de cercanías, nadie nos ha dicho nada excepto la amenaza de lo que se va a prohibir por nuestro bien.

La condena de los pobres, ya se sabe, agradecer al esbirro los latigazos que te dan, y a sonreir mientras chorrea la sangre.

Aún recuerdo aquel prohibido prohibir que se gritaba en las algaradas de los anarquistas de salón cuando se colaban en los patios góticos de mi Alma Mater de la plaza de la Universidad, y mi Carmena seguro que los escuchó, quizás hasta los secundó, no lo sé, y la verdad es que no me importa.

El único cuidado que debo tener es que andando por mi acera de Serrano, absorto en los brillos de los escaparates de Suárez o de Rabat, no me atropelle un patinete con exceso de velocidad, que parece que aunque la regulen, no llevan matrícula ni identificación alguna. Se llaman andana, y encima no hay presupuesto para radares de bicis, radares de patinetes. Tremendo.

Solo falta ya que regulen también a los corredores mañaneros y vespertinos, que van a veces más deprisa que Doña Eduvigis, y además no llevan intermitente para señalar la maniobra. Me la arrollan. Seguro.

Pero sea todo en aras de conseguir un aire como el desodorante, ese que huele a limones frescos del Caribe, que si los chinos son malotes quemando carbón, y nosotros tenemos que hacerlo para salvar la minería asturiana, habrá que compensar con esas necesarias e importantes medidas que se toman desde nuestras casas consistoriales.

Gracias Sr. Gore.

Con su pan se lo coman

 

Mi productividad anda por los suelos

Ayer en la oficina no daba pie con bola. Tremendo, ni con el drive, ni con el wetch, ni con el putt. Un desastre.

Y me dediqué durante toda la jornada a despotricar contra el campo. Que si las calles estaban secas, o quizás demasiado regadas, que si los greens estaban picados y ya iba siendo hora de que los segaran.

Y mi socio de gabinete, yendo recto como una “patena” que diría il fu Gil, aprochando casi bien, y pateando decente. Yo a lo mío, no analizaba mis acciones, las decisiones que tomé fueron erróneas en su mayoría, con lo que no hubo forma de obtener una jornada productiva, no como mi socio que consiguió cumplir ampliamente sus objetivos.

Y la razón, en obvia ausencia de una dismenorrea que todo o casi todo puede justificar a casi la mitad del género humano, me vi forzado a buscarlo en otras latitudes.

Y es que me vino a la cocorota eso de que en Brasil, uno de esos países en los que tanta pobreza he visto, un pollo que comparte piso con doña Le Pin, no ha salido presidente a la primera de cambio por los pelos.

Me dicen que la razón hay que buscarla en el hecho de que los de izquierdas, los que defienden a los trabajadores están en chirona…por haber, posiblemente, metido la mano en la caja. No pasa nada, que al final es la perta que se ha abierto en este mundo global en el que las clases medias han pasado a ser clases mitad de cuarto, a lomos de la ambición desmedida de ese uno o dos por ciento que se dedica de forma obscena al almacenamiento de recursos y dinero.

Y claro me viene al coleto que la consecuencia de eso que hemos dado en llamar crisis, no ha sido más que un expolio descarado de esa mass media que empezaba a soñar en un mundo en el que el futuro de las familias estuviese más o menos asegurado. Y no, que parece que todo lo que a través de décadas de lucha se pudo conseguir, se ha diluido como un azucarillo.

Nuevos charlatanes asoman al panorama político, lo hizo Tito Trump en el Imperio, lo han hecho en Italia, lo han hecho en el Reino Unido, que la gente ya no quiere el discurso de la señora Lagarde, ni de los chicos del MIT, o de Harvard.

Ha salido muy caro a la mayoría de los ciudadanos, el hecho de haber soportado políticos corruptos, aquí, allá, y un poco más lejos, unos más burdos que otros, que hasta me han mandado n vídeo en el que el voto en un país africano, se pagaba a 15 euros. Una bicoca.

Y uno, que es como ese Mr. Chance de “from my garden”, recuerda haber leído, o escuchado que el partido nazi subió al poder cuando al pueblo alemán, la codicia de los aliados que habían vencido en la contienda 14-18, empobreció tanto a las clases medias que escucharon los cantos de sirenas de quien, al final, se convirtió en uno de los mayores genocidas que nos ha legado la historia.

Con diferentes estilos, me temo que estamos siguiendo la misma senda, pero de forma global, y van apareciendo, poco a poco, aquí y allí, nuevos grupos, que al grito de arreglarlo todo y volver a los logros del “New deal” arremeten sin posibilidad de resolver nada, contra las pocas cosas lógicas que quedan en el sistema que actualmente más o menos, aún rigen nuestras vidas.

Así que ahora tocan los nacionalismos, tocan los extremismos a los que nos han abocado la última década de expolio. Y es que es muy difícil ir marcha atrás en el tema del bienestar de los ciudadanos sin que haya consecuencias, creo.

Y claro, hablar de estas cosas no son adecuadas para que el día en la oficina sea productivo, es imposible, que además cuando triunfan estos iluminados, como el Sr. Torra, como el Sr. Maduro, o los que poco a poco van adquiriendo parcelas de poder, quienes de verdad acaban sufriendo de forma indecible son los ciudadanos, ¿verdad Sra. May?.

Así, que me quejaré al presidente de mi oficina, que, por favor, arreglen los greenes, que ajusten las tarifas, que nos dejen vivir en paz, que nos dejen vivir dignamente. Creo que no es tan difícil.

Sobre todo cuando el éxito de las políticas de educación de la gente, las políticas de comprar nuestra alma con esos espejitos de colores, han sido un verdadero éxito, al crear unas masas de gente que dirá que sí a cualquier cosa que se le proponga.

A lo mejor es el momento de que el sistema empiece a pensar en el ser humano. No parece tan difícil, ¿0 sí?.

Y esa es la cosa, estamos a punto de aceptar cualquier canto de sirena que nos prometa lo que desde luego no se va a cumplir, pero eso es lo de menos, la nueva revolución será la de los populismos, los nacionalismos, los pasos atrás que nos habrán de empobrecer aún más, y como en la Alemania de los años treinta, seremos los ciudadanos los que habremos hecho posible el dislate.

Y nuestra vieja Europa discutiendo aún el sexo de los ángeles, si el corso debe implantarse en las escuelas, si lo que realmente importa es que en mi pueblo o en mi escalera tengamos la importancia suficiente para ser admitidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Nada más importa, que el señor alcalde pedáneo quiere ser reyezuelo democrático, que se ha enterado de buena tinta que si tocas pelo del poder el subidón es la leche.

Yo estoy muy mayor, y muy cansado de que estas cosas aún me afecten, y me impidan hacer mi ración de cuatro o cinco pares, un birdie, y no perder demasiadas bolas en la oficina, que lego mi profe se me desespera, y tampoco hay que fastidiarle.

Por cierto, en Cameroun, me dicen que el presidente de ochenta y cinco años y décadas en el poder se presenta a otro mandato. Bueno, y que en las legislativas gabonesas se ha laminado a la oposición, a cambio de 15 euros por voto.

Total, ¿a quién le importa?

Con su pan se lo coman.

El Nobel

Me llama mi amigo el sueco muy preocupado porque no habla bien el catalán, cosa que en el fondo me sorprende, que puestos a hablar lenguas poco comunes la suya es de las que menos se habla en el mundo, y se me hace difícil comprender su interés por otra minoritaria. Pero qué le vamos a hacer.

Claro que la cosa va por otros derroteros, y es que mi amigo el sueco, no da puntada sin hilo, que parece un personaje de esos de Camila Läckberg, y cuando demuestra interés por algo, hay que buscar al asesino por algún sitio, y eso que en Suecia no usan mayordomos.

Lo entiendo, y es que no se atreven a darle el Nobel de la paz a Tito Trump, que se les viene el prestigio por los suelos, bueno no, se les va al sótano, que de tanto dar el tal premio a presidentes del Imperio, uno tras otro, tienen que buscar políticos huidos de la justicia de su país, o lo que se ha venido en llamar en círculos nacionalistas “Los Puchis”.

Y mi amigo el sueco, que como digo, anda nervioso el hombre, quiere convencer al tal “Puchi”, de que, por favor, por mucho que se ponga pesado el Times, decline su candidatura al Nobel de la Paz.

Que todo el mundo sabe que esos del Time le tienen tirria a Tito Trump, y cualquier cosa les vale para que no le den el premio Nobel al prócer del Imperio, y eso que es más blanco que Obama, y más chulo, y más de todo.

Claro, piensa mi amigo el sueco que al Puchi, solo se le puede convencer en catalán, que no quiere hablar en nada más que eso, y ahí me ves intentando decirle al pobre hombre, que no, que puede hablarle hasta en inglés de ese que tiene acento de la Garrotxa, (hay que ser nacionalista hasta en el acento al hablar inglés), que lo que no puede es decir ni buenos días, que no puede alabar la sangría, la tortilla española, ni el cocido madrileño, aunque todos sean inventos catalanes. Por lo demás el hombre es muy razonable dentro de su estrecho campo de visión, que el flequillo no le deja tener la amplitud de miras que le pide su corazón.

Pero mi amigo está muy preocupado, que últimamente, dejando a un lado la lista de premiados, me recuerda que ese premio de la paz, quedo claramente reflejado en el testamento de Alfred Nobel, donde dice, según el Espasa:

-Se concederá a la persona que haya trabajado más y mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes, y para la celebración y promoción de congresos por la paz.

Justo lo de Carter, Obama, Anwar al-Sadat, Kissinger, Arafat, Isaac Rabin, Menahem Begin, Simon Peres……y lo del Puchi, claro.¡Buuf!. ¡Vaya lista!

Pero me dice que lo deciden los noruegos, que ahí los suecos pintan poco, y se me queda tan pancho el hombre.

En cualquier caso como tienen aún reciente el caso de la birmana Aung San Suu Kyi, que parecía tan buena chica cuando andaba presa en casa, y que les sale ahora con un posible genocidio de la etnia Rohinyia, están pensando que como se les cuele el Puchi, lo mismo la lía cortando cabezas charnegas, una vez premiado. Y es que la globalización es muy mala, que se sabe todo, que las noticias falsas lo cubren todo. ¡Puaaafff!.

Yo le digo a mi amigo el sueco, que deberían echar mano de grupos de esos desfavorecidos de los que tantos hay en el mundo, y que soltaran el milloncejo de pavos al barrio más pobre de…..y busca ahí el país más pobre que puedas encontrar.

Proyectos para mejorar la vida de esas gentes, no habrán de faltar, incluso proyectos gestionados por gente honesta que realmente conoce los problemas que han conducido a la degradación humana a ese colectivo.

Si, ya sé que la cosa no funciona así, que queda mucho más chulo dárselo al Koffi Anan de turno, o al Presidente del Imperio, o a esas agencias de Naciones Unidas, es decir a gentes a las que el millón de reales de a ocho se les pierde en el viaje a recoger el premio.

Y sí, también sé que el representante del gueto de Katmandú, de Puerto Príncipe, Jartrum, no da nada bien en la tele, que no se pueden poner un frac, que prefieren que con ese dinero coman unos cuantos de los suyos, o el vuelo a Estocolmo, o el desayuno en el Grand Hotel o en las cenas de gala.

Puchi daría muy bien con su frac, su lacito amarillo en la solapa, su estelada cruzando el pecho, y departiendo en su inglés con acento de La Garrotxa, con el boliviano que a lo mejor ganó el de literatura.

Buena idea la de los del Time, muy buena, que es una patada en el culo de Tito Trump, y como le quite el premio nuestro Puchi, los indepes se han ganado un enemigo de por vida. ¡Qué cosas!. Y es que a Trump no le gustó nada que AT&T comprara Time Warner.

¡Puchi, amigo, ten cuidado, que las hostias van por otro lado, y te pueden salpicar!.

Por lo demás, nada nuevo a este lado del Pecos, las cosas siguen tranquilas desde que no veo los telediarios, ¡ y eso que me dicen que doña Rosa los ha puesto finos y que informan con ecuanimidad!.

Lo celebro, pero yo, ni el tiempo ya veo, que seguro que los hosteleros del norte español tienen un lobby para que nos digan al resto que no llueve casi nunca por aquellos pagos.

Así que aguantaré la risa, que me encantará que al Puchi le den el Nobel de la Paz, y que el resto de los españoles hagamos como hicimos con Echegaray, que al final lo que quedó es que nos quejamos de que se lo dieran.

Pecado nacional la envidia, y es que realmente lo que me apetece es que los del Karolinska se tienten la ropa y que Francis Mojica, ese microbiólogo alicantino (Paisos catalans en algún sueño de imbéciles, al fin y al cabo), consiga lo que se merece, el más alto galardón a su ciencia al que se puede aspirar.

Con su pan se lo coman

 

 

Lo sabemos todo, de nada

Esta mañana, unos muchachitos, supongo, en la radio, hablaban de los grandes enigmas del ser humano, los famosos ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos? Y ¿a dónde vamos?.

Lo primero que me ha llamado la atención ha sido lo vacío de sus argumentos que destilaban esa improvisación engreída del ignorante que se cree sabio.

No pienso enumerar las barbaridades que entre “creo y creo”, junto a “yo lo veo así” y aderezados con gotas “es que no puede ser de otra manera”, han ido desgranando los presentadores, jóvenes por el sonido de sus voces, hasta que me he cansado y he vuelto a sufrir a los voceros de los políticos.

Y es que no hay salida, que uno va teniendo cada día más clara la idea de que hemos perdido el norte a la hora de formar a las personas, que ya no vamos por ese camino, que lo que “fabricamos” me temo que son solamente especialistas, esos que mientras su foco de conocimiento no quede obsoleto, lo saben todo del algoritmo que acelera el proceso de cocción del cachelo gallego, y nada más.

Y ahí viene lo malo, que te han dicho que lo sabes todo de algo, y te crees que lo sabes todo de todo, con lo que abres la bocaza a destiempo sentando una cátedra que no es la tuya.

Y así vamos, que el camino que gentes así formadas, en su soberbia titulada, podrán ser llevados por donde quiera el que quiera, a su antojo. Es cada día más fácil ganar adeptos, es cada día más fácil engañar a la tropa mal formada, y más engreída.

Lo que nunca se enseña a los que vienen es el concepto de silencio, el concepto de escuchar, lo que significan la prudencia, la paciencia y la introspección. Y así nos va, y así los escuchamos en la Carrera de San Jerónimo, la razón no existe, solo la letanía, el mantra, y se expresa a gritos las más de las veces.

Seguramente son los signos de nuestro tiempo, y en ellos hay que nadar, que es la exigencia de los axiomas de la ecología, lo que no quiere decir que me guste.

La vida en titulares, no hay más, que eso de profundizar es algo que no se encuentra, me dicen, ni en las tesis doctorales, que la vida es un corta y pega, y eso de leer un texto no lo hacemos ni aunque nos lo pongan delante para que lo firmemos.

Es el triunfo de la ignorancia, que hasta las condiciones legales del internet ese nos negamos a leer aunque en ello nos vaya la intimidad. Cosas de los tiempos, parece.

Me dicen que los buscadores del internet ese andan a ver quien definitivamente se carga eso de las letras que hay que leer, y empiezan a funcionar de forma general todos los sistemas de reconocimiento de voz a la hora de preguntar donde está Sebastopol, que una cosa es cantar la canción con la tuna, y otra muy diferente es ponerlo en el mapa, ¡perdón!, en el Google maps.

Y así andamos, eso sí, desde nuestro entorno global, escondidos tras nuestros auriculares, creyendo que tenemos el mundo en nuestras manos, que es lo que nos dicen, y la verdad es que apenas tenemos en nuestras manos los cuatro “me gusta” de nuestra cuenta en la red social de turno, que se nos conceden en general gracias a una foto, a un video, a un audio. Casi nunca a un escrito fundamentado, o a una idea bien estructurada.

Es también el triunfo del cortoplacismo, el que nos enseña a gritos Tito Trump, que no es capaz de ver más allá de un trimestre, como si tuviera que dar cuentas a un grupo de analistas de mercado, esos que hacen que suba o baje la acción de las Matildes. Arreglo las cifras del trimestre con una patada a seguir, como esas del rugbi, y si vienen dramas en el futuro, pues ya veremos, o mejor aún ya verán. Necesito el dedito arriba del “me gusta” para mantener mi ego intacto.

Son, sin duda los nuevos tiempos, los que nos avisaron al comienzo de la famosa era Acuario, que los hippies de los sesenta cantaban en las comedias musicales hechas para recordar que necesitábamos paz en el mundo, que estábamos hasta los mismísimos cojones de la guerra de Vietnam, que había que hacer el amor y no la guerra, las flores, las drogas… Manson, la ropa de la India, esa que se fabricaba para los activistas pacíficos de Berkeley, de San Francisco, de nuestro Londres europeo o lo que sea, por esclavos de la India, del Nepal.

No era este el resultado esperado, en el que hemos vendido nuestra alma por unos espejitos de colores, espejitos que nos hablan, que nos lanzan imágenes y nos dicen que somos la más bella del reino, hasta que aparece Blancanieves.

“Me gusta”, al final nuestra pobreza intelectual ha reducido el mundo a la popularidad del instituto donde se crían los adolescentes, y ella tiene que ser la más esbelta, la más rubia, y él el mejor deportista en la liga de baloncesto o rugbi interescolar.

El que intenta la vía de la introspección, del esfuerzo por aprender es el rarito, el friki, el que no se va a reproducir porque no es rubia ni esbelta, ni tiene una tableta de chocolate en los abdominales.

Aún, me temo, seguimos con el concepto que el cabestro de Bismark introdujo en los sistemas educativos, que no es más que producir en las escuelas y en las universidades lo que la sociedad necesita, lo que la industria, la administración, y la producción de servicios básicos exige.

No está mal, salvo que las sociedades son cambiantes, y el ritmo de cambio es cada vez más rápido, con lo que no hacemos más que crear especialistas en diseño de fotocopiadoras de papel a dos caras, sin tener en cuenta que a lo único que nos tienen que enseñar es a pensar, a crear, a entender nuestro entorno, a planificar, y por supuesto a entender que no somos más que parte de un organismo superior que se llama sociedad.

Buenas noches y buena suerte

 

 

Otra vez por aquí

Tengo que reconocer que el curso no está empezando demasiado bien, y todo a base de que las cosas parece que siguen igual, nada cambia, y consecuentemente todo es aburrido.

Pongo un podcast, que acostumbro a no fijarme en lo que pongo, dentro obviamnente de mi selección previa, y me sale ese Péndulo de Alan Poe, una verdadera excrecencia residual de la leyenda negra española, en manos de un yanqui borrachuzo y drogata. Siempre he pensado que debería haber transpuesto la acción de Toledo a Münich o Gèneve para aumentar la sensación de realidad, y eso porque aún no conocía Guantánamo….cosas de la literatura, digo yo.

Tito Trump sigue dando la lata, y parece que ya nadie toma en serio sus acciones. ¿Qué le vamos a hacer?. Si el sube los aranceles a los chinos, los chinos devalúan la moneda y todos tranquilos. Mientras los chinos no les devuelvan la deuda pública que tienen no llegará la sangre al río. Y es lo que decían en marzo, y en junio y en…

Todo sigue igual, mis dirigentes buscando formas de trinque aún no descubiertas. Por cierto qué tesis doctorales y tesinas de investigación saldrían explorando esos caminos. Pero es lo mismo, el patio de Monipodio sigue activo, aunque hoy el tal patio se llame UJC. Bueno, también el tal Juan Carlos de alguna forma dirigió el patio nacional de Monipodio, bien extendido por nuestra piel de toro.,

Todo sigue igual, las Matildes ya no son lo que eran, que eso de la competencia es muy mala cosa y le han comido el postre, los turcos con sus cosas, y es que no levantan cabeza desde que Ataturk les dejó de la mano, las guerras en su sitio, el hambre en su sitio, los emigrantes en sus balsas, en sus pateras, y los que nos dedicamos a matar Mandarines de la China, beberemos un buen Bordeaux a su costa, cada uno en su grado y condición, por supuesto.

Hoy sube la vivienda, sube la energía, pero aún no ha llegado a aquellos máximos que estamos deseando olvidar, a ver si acabamos repitiéndolo. Que esa es la gracia de especular, gana el que se da un chapuzón y sale corriendo, (mientras no se lo lleve una ola que no ha visto llegar), y pierde el que se queda sentado encima de su tesoro. Como en la parábola de los criados y los talentos, que no vale enterrar la moneda en activos seguros, que no vale arriesgarlo todo a una apuesta de la ruleta, que para ser gratos a los ojos del Señor, hay que currárselo.

Ya digo, todo como siempre, y es que como andamos siempre por los caminos del bosque los árboles no nos dejan ver el terreno por el que nos movemos, que si así fuese posiblemente no pararíamos de correr hasta que nos doliesen los pies. Pero nos han formado adecuadamente, estamos dirigidos e indefensos, condenados a creernos lo que leemos, lo que vemos en el móvil, en la tele, condenados a deducir la realidad a través de las sombras del fondo de nuestra caverna. Nada nuevo.

Siempre me podrá decir alguien aquello de lo poco conveniente que es el dejar de pelear, como sugería aquel príncipe de Dinamarca, contra un piélago de adversidades y haciéndoles frente terminar con ellas.

No, a lo mejor no es conveniente tanta pelea, y habrá que ver el fútbol en la tele, que te lo recomiendan los accionistas del tal Movistar, que no saben si van a poder evitar que la acción se les vaya por debajo del euro. Y es que vivir en régimen de monopolio es muy cómodo.

Todo sigue igual, ya os lo digo, es como si el mundo estuviese en una posición de continuo enroque, en un “sostenella y no enmendalla”, que nos advierten que aquella cosa que nos liaron los hermanos Leheman, hace diez años, puede volver a reventar, pero esta vez en forma de burbuja de los bonos que han ido emitiendo las naciones. Es lo mismo, qué importa que sean hipotecas subprime o bonos fruto de las patadas a seguir que van dando los amos del universo. Unos se sientan en el dinero, otros lo van recogiendo.

Pero no me hagan ustedes demasiado caso, que como siempre, parece que las mentiras de siempre a las que hoy se llaman “fake news” en los ambientes enterados y puestos al día, que decir lo de que eso es una trola ya no mola, se extienden como siempre, que si tenemos que decir que los españoles nos hundieron un barco en la bahía de Santiago de Cuba, pues se dice.

Que si hay que decir que lo que le preocupa al yanqui es que los chinos les venden más que ellos a los chinos, pues se dice. La verdad no sé dónde está. Eugenio Bregolat escribe que la cosa es más el miedo al crecimiento chino, y a la imparable fuerza de su innovación que va siguiendo los caminos clásicos de primero copia, luego mejora.

Una gaita, y es que como nada cambia, al Imperio lo que le alarma es que salga un Imperio más grande, más técnico, que dicen que los chinos se forman en Stanford y vuelven a casa con la mejor tecnología del mundo bajo el brazo. Lo de pasarles en PIB, está a la vuelta de la esquina.

Nos arrastraremos otro año, viviendo lo mismo, a la misma hora, aunque parezca que las cosas no hacen más que cambiar, al final parece que el Barça sigue encabezando el campeonato de liga, que las programaciones de los teatros de ópera siguen siendo igual de aburridos, que sigue haciendo el mismo calor que siempre, a pesar del calentamiento global ese que nos aseguran que se desarrolla sobre nuestras cabezas, que los informativos de televisión siguen siendo espacios publicitarios de los partidos políticos que se lo pueden permitir, que ya nadie va al cine, pero todo el mundo ve las pelis, de una forma u otra, quien no llegaba a fin de mes, a fin de mes no llega.

Así, que ánimo, otro curso que empieza, otro año en que las familias serán asaltadas con el precio de los libros, con el precio de las mochilas, de los uniformes.

Pero que nadie se alarme, la vida, dicen, que sigue….igual.

Con su pan (duro) se lo coman

Más Gabón

Recuerdo, hace muchos años, quizás no tantos, paseando por Sudáfrica, me encontré con los famosos guetos en donde la política del apartheid había ubicado a la población autóctona.

Los ví en Ciudad del Cabo, los ví en Johanesbrgo, el famoso Soweto, y no lo vi en Durban, porque hasta allí no llegué.

Eran, y probablemente hoy sigue siendo así la cosa, recintos de chabolas donde una población incontable a mis ojos, se hacinaba en viviendas, mejor dicho en habitáculos de lo más precario, aparentemente sin ningún tipo de higiene, y donde los servicios básicos brillaban por su ausencia.

La ciudad de los blancos, aunque soportaba filtraciones procedentes de esos guetos, digamos que se mantenía de forma no muy lejana a los niveles que se pueden encontrar en el primer mundo. Había zonas comunes donde se encontraban los dos espacios, como los mercados, algunas calles, quizás en los taxis, poco más, y a partir de ahí la vida discurría con sus injusticias al aire libre, los pobres ejerciendo de pobres y los demás a sus quehaceres.

Guetos he visto bastantes en mi vida, de hecho son guetos los que en Palestina se han levantado encerrando a la población autóctona tras muros que casi como el ciprés de Silos a la estrellas casi alcanzan. Intramuros hay una vida, extramuros otra diferente, y las zonas de contacto se limitan al trabajo que los pobres deben hacer para los ricos, así que palestinos los encuentras, ¡cómo no! en los taxis en las tiendas de los bazares, y seguramente en las cocinas y en aquellos servicios en los que los miembros de la invasión europea de la primera mitad del siglo pasado rechacen desde sus elevados niveles de formación.

No voy más que a puntualizar que nuestra sociedad avanzada en este mundo occidental tan puñetero, también crea sus guetos, que no hay más que acercarse a “Can Tunis”, a la famosa Cañada real, o a tantos y tantos otros que a lo largo de nuestra Europa se han ido creando al abrigo de nuestras ciudades.

Pero hay otro tipo de gueto, más llamativo por lo discreto, y la primera vez que fui consciente de su existencia fue en la ciudad de Guatemala.

Y el caso es que quienes estaban dentro de las murallas no eran los desgraciados de Soweto, ni siquiera gente de “Nou Barris”, eran las clases dirigentes, los ricos, vamos que desarrollaban su vida a la sombra de las ametralladoras que sin ningún pudor mostraban los guardias que les protegían desde las garitas de vigilancia. Tremendo.

Ciertamente en nuestro mundo occidental tenemos ejemplos de ese jaez en tantas y tantas urbanizaciones cerradas a cal y canto, pero quizás sin el componente de que si salen los habitantes de allí dentro, pueden secuestrarlos, balearlos, acuchillarlos, cualquier barbaridad, vamos, y tienen que moverse con su guardia pretoriana a cuestas.

Mi impresión, tanto en Libreville como en Franceville, fue el sentir que estaba en uno de esos espacios como los de los guetos de miseria que comentaba al inicio de esta entrada, pero guetos que abarcaban todo el espacio urbano.

Me dice la gente maravillosa con la que contacté, que las cosas se han ido deteriorando en los últimos años, quizás por la caída del precio del petróleo, quizás por la mala administración de su economía, quizás por su mismo sistema político.

Seguramente es así, no lo sé, solo que demasiadas ilusiones se frustran demasiado pronto. Lo único que parece crecer es el número de nacimientos, y consecuentemente la población que parece se incrementa en casi un dos por ciento anual, lo que es una barbaridad en términos occidentales.

Quiero decir con eso, y no es el único país del África en que el crecimiento de la población se mueve en esos términos, que la sensación que me he traído ha sido la de una falta de infraestructuras de sanidad y educación que está destruyendo un potencial humano que quizás permitiese al país recuperarse de la situación en la que lo he visto.

Alguien me dijo que el abandono de las zonas rurales comenzó a producirse a finales del siglo pasado con la promesa de que las nuevas industrias ligadas a la extracción de crudo, a la minería del manganeso, y quizás en menor medida de la explotación forestal iban a producir una explosión de oportunidades. Claramente no ha sido el caso.

Consecuentemente, estamos frente a la situación dolorosa de que en un país en el que los niveles de supervivencia en términos de dignidad para la población pudiesen ser más que aceptables, nos encontramos que desgraciadamente no es así, que la mayoría de la población se mueve en términos que consideraríamos en nuestras sociedades occidentales abiertamente inadecuadas e inaceptables.

No quiero echar todas las culpas a los dirigentes que van heredando el cargo, a pesar de que hay mucha sangre según cuentan las crónicas en las manos de esa élites, ya que un fenómeno tremendo se ha filtrado aquí, y en otras sociedades de este llamemos tercer mundo, para entendernos, y es el neocolonialismo, que las potencias europeas, Francia en este caso ejerce sobre estos territorios que en un momento dado dominaron militarmente.

La moneda es el franco, colonial, desde luego,  que parece garantizado por el gobierno francés, ya que tiene un cambio inamovible, y claramente no está cotizado en los mercados monetarios.

La gasolina te la vende Monsieur Total, a pesar de que andan en mini-broncas a cuentas de la extracción del crudo, pero me temo no son más que eso, broncas de enamorados, por un quítame allá esas comisiones.

Me llamó la atención de que el grupo hotelero Accord no anduviese instalado allí, pero para el nivel de turismo y visitantes, parece suficiente que el grupo Radisson les gestione como puede el único hotel medio decente.

Y es que de hecho hablamos de un PIB de algo más de 12.000 millones de dólares, es decir lo que factura Inditex en un mal trimestre. Importa relativamente poco, salvo el supuesto valor estratégico militar que pueda tener el país.

Me pareció notable el gueto que representa la embajada francesa en Libreville, una especie de fortín donde viven, además todos los funcionarios. Espectacular.

Me comentan el interés, como en buena parte del Continente, de los chinos a la hora de comprar tierras realizar infraestructuras, y aparentemente crear riqueza, pero yo no vi chinos, y tampoco carreteras o aeropuertos dignos de llamarse así. Seguramente por mi estancia tan breve, ya iré viendo.

Volveré a hablar de estas tierras que pudieran ser maravillosas y hoy son uno de los lugares del mundo en los que sabes que la injusticia social es evidente, a lomo de tantas y tantas formas de depredación a las que están sometidos sus habitantes.

Mientras seguiré pensando que no estoy viviendo la historia del Mandarín de Queiros.

Con su pan se lo coman

Hacia Franceville

Hacia Franceville

Me dicen que para llegar a Franceville, ciudad al este de Libreville, a unos seiscientos cincuenta kilómetros de distancia hay que coger un tren, el Transgaboniano. Pues bueno, que uno ya subió en el Shangai en su momento, conoce los detalles de aquel sevillano al que según donde, llamaban el catalán, y se ha subido en trenes de todo el mundo, así que este no me iba a asustar.

Me amenazaron con doce o trece horas de viaje, y recordé aquel episodio que nos contaba Javier Reverte del “Air May be” tanzano, creo, así que paciencia, agua y unas galletas, como los marineros del siglo XV, que estas cosas sabe uno como empiezan pero desde luego, no sabe cómo acaban. Lo mejor ir pertrechados.

Siempre he preferido los trenes botijo, ya que al menos podías poner el vino en la ventanilla a refrescar, y de cuando en cuando ir tomando la parte alícuota correspondiente al trayecto a realizar.

Pero estos trenes modernos no permiten ciertas gollerías, y rezas para que el aire acondicionado no falle, que si es así lo que te queda es la oración al son del réquiem de Verdi, que no está nada mal tampoco. El problema es cuando la modernidad se queda a medias y cuando con el pretexto de no poder bajar las ventanas por aquello de la seguridad, la climatización y no sé cuantas historias más te dejan sin refrescar el botijo, con el aire acondicionado inadecuado, y con una cara de las de ¿qué cojones hago yo aquí?.

Pero no importa, que uno está bragado y para estas cosas aún le quedan restos de paciencia en ese alma cascarrabias que me acompaña. Que ni mirar por la ventana me dejaron, ya que el viaje fue nocturno a la ida.

¡Cómo desee que el viaje fuera de día y disfrutar del paisaje!. Cierto que a la vuelta los malditos dioses me concedieron el deseo, que me tiré diecisiete horas de viaje….pero no adelantaré acontecimientos.

Los trenes africanos, como las trochitas andinas, como en fin todos esos trenes que atraviesan tierras donde no habita el lujo tienen la importancia de satisfacer las necesidades de comercio locales, con lo que se llenan de las más pintorescas mercancías que acabarán en los mercados alrededor de la línea férrea, hasta animales he visto transportar en el regazo de algún viajero, que hay que vivir, que son tierras duras como aquellas tierras españolas de mitad del siglo pasado, donde el comercio sencillo a pie de tren ayudaba a no pocas economías familiares. Viejos tiempos.

Pero una cierta modernidad ha llegado a este tren, el único del país, y solo se admiten mercancías en el furgón correspondiente, y en las estaciones nadie puede recoger nada, ni siquiera hay puestecitos para atender las necesidades de los viajeros en las estaciones. ¡Aaastooorgaaa, a la rica mantecadaaaa!¡Yemaaasss de Santa Teresaaaa!¡Aguaaa de la sierraaa! Aquí, en el Transgaboniano es fiambrera o muerte, una especie de quiero y no puedo, que no nos importaría tener el TGV, aunque fuera de segunda mano.

Pero un billete de ida y vuelta es más caro que el salario de un mes de muchas personas, con lo que se deduce que no está hecho para el pueblo llano, quizás para los señoritos, que turistas tampoco parece que haya muchos.

La zona este de Gabón, se acerca al Congo Brazza, y en su momento pudo ser una región con producciones agrícolas razonables, pero hoy la cosa no da para mucho, que de la destrucción de los cultivos se han encargado los elefantes con un aterrador empeño. Así que la línea férrea se utiliza para el transporte de madera obtenido de las selvas ecuatoriales que se ven cada día más peladas, y del manganeso, que si deja algo es polvo en los pulmones de la gente de la zona, ese polvo que levantan los camiones que se llevan la riqueza para otras zonas, para otras gentes.

Franceville en ningún momento me dio la sensación de estar en una ciudad, es una estructura deslavazada, una zona de mercado mísera, que parece ha recogido lo que en nuestra Europa sobra, y con productos agrícolas de muy baja calidad. Hay hoteles pero no parece haber urbanismo, hay edificios oficiales, ayuntamiento, ejército, policía, pero lo dicho, no parece haber ciudad, solo aglomeraciones de casas en barrios duros.

En mi tren viajaban políticos, que el próximo seis de octubre tienen elecciones legislativas, con sus todoterreno en la cola del tren, como aquel auto expreso que teníamos por aquí. Parece que tenía que demostrar su poder a lomos de los Toyotas, grandes, enormes, intimidatorios, que había que convencer a los jefes de barrio de la utilidad de votar al poder establecido. Yo pasé vergüenza viendo el espectáculo, luego me di cuenta que dolía la visión. Demasiada gente viviendo con menos de un euro al día.

Ya no se cultiva café, pescar en el río tiene poco sentido, los platanales me dicen que están destrozados, demasiada miseria. Nadie se merece eso.

Y de lejos, si te subes a una colina, el paisaje, el que no ha sido quemado para la recolección de madera, o para vaya usted a saber qué, es bellísimo, pero me temo que a la vez es hostil para quien quiere sobrevivir allí y no es de la cuerda de la gente del poder.

Me dolió Franceville, que te recibe con un estadio de futbol moderno, totalmente fuera de lugar que demasiadas cosas necesita aquella gente para el tal dispendio. Pero son las cosas de las dictaduras, que no las cosas de África como se empeñaban en comentarme mis amigos locales.

Ya hablaré en otra entrada de los detalles de mi visita y mi interacción con la gente, que ahora con comentar someramente el regreso a Libreville, la cosa queda cumplida.

El tren de regreso se me llenó de políticos, y lo que es peor de sus guardias pretorianas secretas, bien armados de fusiles, pistolas y lo que no pude ver. En mi vagón, lleno por cierto, no éramos más de diez ciudadanos normales, y el único blanco el que sus escribe. Tremendo.

Y la gente que debe estar cansada del dictador de turno, el que manda a sus acólitos a soltar dinero a los jefes de barrio para ganar las elecciones, decidió en cada una de las estaciones en las que se detenía el convoy, bloquear las vías, con el consiguiente aumento del nerviosismo de los matones de a bordo.

Diecisiete horas esperando que ocurriese algo, o al menos que el viaje acabase, que lo que menos importaba es que el paisaje fuera más o menos frondoso.

Llegar a Libreville fue constatar que la miseria de las casas del recorrido no diferían de las que había encontrado en Franceville, ni de las que en la capital abundaban. Demasiados niños correteando entre las vías del tren, demasiada miseria para tan bella tierra.

Con su pan se lo coman

 

Paseando por Libreville

Me andan diciendo que la cosa en un país no anda bien cuando su divisa se cotiza a más de quinientos pelotines locales por dólar americano.

Y tiene su sentido, ya que eso permite a la psiche del populacho creerse millonario muy deprisa, que no entienda a la primera que está viviendo con un dólar americano o menos, cuando da un pomposo y raido billete de mil cacharrines a cambio de unos cuantos plátanos al caer la tarde, y ver qué se cena esta noche.

Mil boñigos una carrera de taxi, eso si, un cacharro destartalado, de los que nuestra Carmena, ¡Ay Carmena!, no dejaría ni aparcar en casa aunque estuviera la mansión en Torrelodones. Es la muerte de los Toyotas que ya habían muerto hace mucho tiempo, en Europa y esperan ser enterrados en África

Pero tampoco se puede pedir mucho más, que al fin y al cabo hay que ir a uno de esos barrios de Libreville, a donde solo las cabras y el viejo Corolla se atreven a pasar, que hay polvo o barro hasta cansarse, donde hay baches que se comen el coche, donde la gasolina, en un país productor de petróleo, se vende como en Ciudad Real, como poco.

Si después de haber visitado la ciudad alguien me pregunta opinión, me veré obligado a contestar que jamás vi tanta pobreza pero tampoco ví mayor dignidad en los ojos de las personas que por allí sobreviven,

No lo sé, pero a la que empiezo a ver las estadísticas que publican por ahí gentes de diferentes agencias de la ONU, me echo a temblar, que por aquí la gente en el intervalo de edad entre los quince y los veinte se mueren en primer lugar por el SIDA, y en segundo lugar por la Tuberculosis, tremendo.

Luego parece que vienen cosas como el paludismo, accidentes…pero ya no importa, el país se desangra, y eso que escuchas a los que son poderosos hablar del paraíso gabonés, que tiene una renta per capita de ocho mil dólares más o menos.

Pero yo he visto a demasiada gente vivir con un dólar o menos al día, con una dignidad que no encuentro en la mesa del ministro de cualquier cosa. Difícil eso de hacer la retina a la visión que la realidad te pone delante de las narices, muy difícil.

Las limousinas a lo New York aquí se transforman en caravanas de todo terrenos precedidas por motos de la policía, o del ejército. Por mi finca paseo solo, que solo me faltaría una raya en mi Cayenne producida por el Toyota del taxista.

Todos a un lado en el Boulevard Nice, a orillas del Atlántico que mira hacia tierras americanas, hacia los lençoes maranheses de los brasileiros. El culo brasileño que encaja en el vientre de África.

Está pasando el sátrapa, o uno de los suyos, a nadie le importa. En la playa los chicos juegan al futbol descalzos, los viejos van cogiendo frutos pacientemente para ver si al venderlos pueden cenar algo esa noche.

Las cloacas vierten en la arena, las mareas dejan pequeñas charcas, con peces a veces, que nadan entre el mar recién llegado y los detritus de la ciudad.

Siempre hay quien los captura, siempre hay quien los vende, siempre hay quien los come, porque como seguramente dijo también Javier Reverte, aquí no se tira nada, todo son recursos, todo ayuda a que la muerte no te llegue hoy.

Y nadie sabe cuanta gente vive por aquí, que solo se registran los que nacen en algún centro sanitario, o al menos los que un médico certifica, pero no importa. Son demasiados los ciudadanos que no existen para el Estado, para su Estado. Nacen en la pobreza, no producen nada, nunca producirán nada, bueno si, quizás más compatriotas, y el Estado no quiere saber que existen. Es más barato, de forma que no se paga la educación de los nuevos ciudadanos, esos que no tienen ni un dólar al día para comer, y claro, tampoco vamos a destinar recursos para curar las enfermedades de ciudadanos que no existen. Si desaparecen un posible opositor menos.

Que los hijos de los que pueden, se educan en Europa, van a hospitales de lujo locales, viven junto a la embajada de Arabia Saudita o en la “Citè de la Democratie”.

Y me recordó a Guatemala, cuando me enseñaron el barrio donde vivían los poderosos, protegidos por muros de diez metros con torretas que cobijaban soldados armados. El populacho, ese que no existe es muy incómodo.

Y de vez en cuando si el hijo del señor ministro de la cosa salía del recinto a comprar un pito o una pelota, podían secuestrarlo, y la historia de Guzmán el Bueno, ya está servida de nuevo.

Pero la gente, ese pueblo que según me cuentan no ha dejado de ver como su país se deterioraba es digna, es pacífica, (temed la ira de los mansos, dijo alguien en algún sitio) pero todo tiene su límite, todo tiene el punto de no retorno del hartazgo.

Parece que les dicen que el precio del petróleo ha caído, y no llega la pasta para nada. Bueno, para nada más que para guardarla fuera del país, que si hay que comprarse un pisito en París, siempre es más seguro y más chic que hacerlo en las playas del sur o en la punta de la bahía de la capital.

Y es que parece que nadie cree en esa tierra, solo vale extraer la riqueza y transportarla lejos, como en aquella España del final de Franco, como en esta España de los impuestos confiscatorios a las clases medias.

Estoy cansado, demasiada miseria, vuelvo al Radisson, pulcro de lujo provinciano, y veo que está la guardia presidencial, que están los almirantes de la Marina, los jefes del ejército, entregando despachos a los que suben, a los hijos de ellos mismos, los encargados de procurar que nada cambie, o que las cosas cambien lo menos posible.

Algunos se formaron en España, otros en el Imperio, quizás algunos en China, esa China que quiere hacer caminos en el país, que quiere comprar tierras para producir comida, para producir quizás hasta sobornos. No se sabe, solo se intuye, pero los gorros militares recuerdan al que tengo en la memoria sobre la cabeza de De Gaulle.

Llenaré el coche en la gasolinera de Total y llamaré por teléfono desde Airtel, subiré al vuelo de Air France, y alguien me dirá que la época del colonialismo se acabó en 1960 y la esclavitud mucho antes.

Pues será verdad.

Con su pan se lo coman

Un Euro 655 XAF

Ese es el cambio oficial que los franceses han marcado para los territorios de sus colonias africanas, si, lo he dicho bien, para sus colonias africanas, y en la recepcion del Radisson blue de Libreville es lo primero que me salta a la cara.
Parece que la poblacion de este pais en pleno ecuador terrestre oscila entre un millon quinientos mil y un millon ochocientos mil habitantes. Que me dicen que no hay quien los cuente, y por lo que voy viendo tampoco es que tenga una gran importancia.
Como buen blanco occidental que soy, a punto de sacar mi doctorado de cabron con pintas, y con mi libro quizas pirateado de Hugh Thomas acerca de la trata de esclavos, me alojo en ese Radisson, un cuatro estrellas entre cutre y aburrido, que por estos lares parece que es lo mas chic.
Sera, que yo no lo veo, ni tengo ganas de hacerlo, pero uno tiende a buscar sus burbujas, esas que le aislan del mundo real y le hacen a uno sentirse seguro, protegido de lo que uno no quiere que exista, es decir de la miseria que hemos creado..
Siempre cuando me enfrento a estas situaciones me acuerdo de aquel cuento de Eça de Queiros, que luego recogio Casona, «El Mandarin», y que recomiendo a todos los cabrones occidentales que lo lean y luego reflexionen.
Porque yo me siento como ese oscuro empleado del ayuntamiento de Lisboa a quien el diablo le promete riquezas materiales sin limite, si unicamente desea la muerte de un mandarin de la China, y eso en el siglo XIX, en el que casi nadie sabia donde estaba la China, y mucho menos como se llegaba hasta alli.
Y es que la opulencia de mi sociedad, y la mia misma, esta construida a costa de tantas gentes que viven en la franja entre los tropicos, que yo me quedo con todo el pollo de la estadistica y ellos sin pollo. En los papeles se lee que tenemos medio pollo per capita. Me cago en todo, varias veces.
No quiero hablar del satrapa de turno, que como siempre lo hay, no quiero hablar de los que revolotean alrededor del poder y llenan sus bolsillos con practicas que desconozco, pero a buen seguro no pasan, por no ser necesarias, del manejo de informacion privilegiada, que si hay que matar se mata, ¡faltaria mas!.
Estoy en Gabon, creo que ya lo he dicho, pero podria estar en Nepal o en cualquiera de esos paises tropicales del Caribe, no se, en Haiti, en…es lo mismo, aqui un Bongo, alli un Duvalier en su momento, un Ngema aqui al lado, es lo mismo.
Las mujeres que tienen un cuerpo aceptable, se prostituyen, el cortesano vive en su gueto, los niños estudian o pasean por nuestro Occidente podrido. Hay que vender el petroleo a M. Sarcozy, a la reina de Inglaterra, al tio Sam, el coltan aquien lo compre, el manganeso no se a quien, el oro y los diamantes, ya veremos. No importa, siempre hay alguien que los compre.
Y poco mas que decir, que si estas fuera de la corte, cuando enfermas te mueres, nadie va a enseñarte a leer, pero no te preocupes, la cosa es un chollo, tampoco pagas impuestos.
Que cuando pierdes tu curro, si lo has tenido alguna vez, te mueres de hambre o de la primera infeccion que pase por tu puerta, que tus hijos no les importan a nadie, si llueve te mojas en tu casa, en tu chabola en tu chamizo.
No se puede pasear por los barrios sin que se te encoja el corazon no se puede entrar en los mercados callejeros, esos del hambre, de la miseria, del dolor, que enseguida recuerdas al reyezuelo bailando, trajeadito el, soñando en ser el reyecito, vamos que le reciban en el Eliseo tal y como se merece, que le reciban en la Casa Blanca, con alfombras rojas, con sus niñas preñadas a los quince años, que luego ya estan gastadas.
Y yo viajo en primera, que nunca me ha gustado otra cosa, que me quejo del calor que hace en la habitacion del hotel, si ese Radisson cutre, que paga trescientos euros mensuales a sus empleados y cobran la habitacion al precio que esperan recibir en Paris, en Copenhagen, en Roma.
A nadie parece importarle, que llega esa personalidad de occidente que puede hacerse una foto con el satrapa local y a lo mejor sale en la CNN, en el Euronews, «news at nine», antes de dormir en Chicago, en Atlanta.
Y mientras la gente esperando su turno en la puerta del infierno los que tienen suerte, que otros ya viven en el infierno, ese infierno humedo que trae la temporada de lluvias, o el monzon, o ese tifon, quizas ese huracan. El infierno que trae la naturaleza a los que no tienen mas que esperar que todo acabe mientras el Canal +, tan frances el, llena la estancia con los productos que el diablo nos ha dado, esa comida tan bonita que nos envenena, ese coche que nos mata de muchas maneras, ese traje, ese vestido.
Y a lo mejor se preguntan si es real, no lo se, de hecho esta prohibido que me importe, esta excluido del contrato que alguien firmo por mi con el diablo. Mi papel es consumir y consumirme, su papel no me importa, siempre que paguen las facturas que yo genero.
Voy a dejar la capital, y el tren que me lleva, en primera, claro, me acercara, posiblemente al corazon de las tinieblas, con permiso de Conrad.
Los de marketing de mi occidente miserable quieren que crea que voy a esa Arcadia del buen salvaje, a esa Utopia perdida en a naturaleza, y algo me dice que voy a incumplir mi trato con el diablo, ya veremos.
Juro contener las nauseas que me produce tanta injusticia, es mas me voy atener que comprometer, como hizo el empleado del ayuntamiento de Lisboa, en poner de mi parte lo necesario para compensar la muerte del Mandarin que sin desearlo conscientemente provoque antes de nacer.
¡Que los dioses nos ayuden!

Falsa bandera

Me han dicho que por el Caribe andan las cosas como siempre, quiero decir que en Cuba no salen de pobres, en las Caiman atesoran los dineros de los putrefactos, (no confundir con el proyecto de Lorca y Dalí), y en Venezuela, ¡Ay en Venezuela!, que dicen que me quieren matar al Maduro antes de que se caiga del árbol.

Seguramente Don Nicolás pensó que si hacía algo como lo de Erdogán la cosa iba a salir de maravilla, ya se sabe, que a los americanos eso de las falsas banderas les ha venido siempre muy bien.

Y a Don Erdogán, me dicen, y lo ví, que el hecho de quedarse en el poder es lo que de verdad le importaba, que lo de que la economía y el bienestar de los turcos es cosa menor.

Y al fin y al cabo nunca dijo a cuantos turcos quería beneficiar, y por algo hay que empezar.

Don Madurito parece que llama atentado terrorista procedente de Colombia a unos fuegos artificiales mal manipulados (hay siete heridos de la Guardia Nacional Bolivariana), que le acercó un dron durante su discurso.

Quizás sea lo de la falsa bandera lo que va a mover a este pollo a lanzar sus tanques contra Colombia, que puestos a escapar hacia adelante, cualquier cosa vale, sobre todo si en Colombia algún acto de la policía ha tocado material sensible de alguno de esos pollos que se dedican a la venta de estupefacientes. ¿Quién sabe?.

Ya veremos los próximos días qué es lo que va a hacer este hombre, y como nos pilla lejos en la geografía a lo mejor nos distrae y todo porque las lágrimas por el pueblo venezolano no pueden ser ya más gruesas. Alguien diría que lo hemos llorado todo.

Todo sea por la revolución bolivariana, que ahora que están tan independizados de España como quieren algunos catalanes, algo tendrán que hacer para evitar cerrar la tienda.

En cualquier caso, hay que buscar enemigos, que sin ellos la cosa no va bien, los oficios de dictador pierden peso en el panorama, y hay que tener caliente al populacho, a nivel de hooligan, si es posible, que hay que ganar el partido, ya se sabe ¡Patria o Muerte!.

Y en eso de ¡Patria o Muerte! me dicen que eso de la propiedad privada es ahora constitucional de Santiago a La Habana, y me acuerdo de cuando nuestro Felipe (González) tuvo que abjurar del marxismo, lo negó más de tres veces, y para siempre. Berlinguer había trazado el camino.

La verdad es que se me da una higa lo que les pase a los cubanos y a los venezolanos, aunque tenga, cuando me pongo políticamente correcto expresar mi solidaridad con la explotación del pueblo, o con los que están sufriendo los rigores de esta o aquella dictadura, ¿qué quieren ustedes que les diga?.

Puestos a sentir, lo que si hago de corazón es intentar comprender el sufrimiento de mi amigo, siempre desde el punto de vista personal. Es decir me solidarizo con mi amigo cubano, con mi amigo venezolano, con los problemas que a ellos les ha causado su país, nada más. Lo demás está fuera de mi alcance, y está bien así.

Y es que como siempre digo, aunque haya pateado tierras de dictadores, nunca he tenido la oportunidad de enterarme realmente de la tostada. Y siempre pongo el ejemplo de esa líder birmana que al parecer luchaba contra la dictadura de unos militarotes, y ahora no le tiembla el pulso lanzando a la muerte a más de un millón de sus conciudadanos, que no rezan como ella, que no viven como ella.

Y no leo en ningún sitio las disculpas de todos aquellos que por la prisión más o menos dorada de esta mujer me instaban a no visitar Birmania, que los militarotes se iban a beneficiar de mi modesto gasto turístico y la pobrecita iba a seguir en su casa sin poder dedicarse a la política.

No conozco a ningún rohingya, aunque las estadísticas de la UNICEF me recuerden que miles de niños están en peligro de muerte. Para evitarlo me piden dinero, que hay que pagar los sueldos de los altos ejecutivos de la tal organización.

Los de “Save the children” son más hábiles en su campaña de captación de fondos, me quieren presentar a un niño, con nombres y apellidos. Pues qué bien.

Y a Maduro le han invitado a fuegos artificiales, como si estuviera en verano en la playa de la Concha, que de noche el concurso pirotécnico queda muy bonito sobre la playa, que según el video que anda por ahí, la cosa hizo pum!, pero poquito, y para petardadas una buena mascletá de la de Fallas, y a otra cosa.

Su santa dio el gritito, ¡qué susto Nicolás!, ¡haberme avisado que es un sinvivir!, y ya está, los soldaditos un poco heridos y a otra cosa.

Otra cosa, que puede ser el endurecimiento de esto o aquello, que seguro los ciudadanos tienen pastita en el calcetín, en el forro del colchón, en Panamá, en Miami, en Barbados. Y es que esta es tierra de piratas, y el tesoro lo reparte el capitán a su tripulación.

Pero que nadie se preocupe más que de ese amigo que lo debe estar pasando mal, que del resto aunque uno se preocupe, la cosa difícilmente pasará de eso, de pólvora mojada.

Por lo demás seguiremos en el estiaje que nos tiene aplatanados, ignoraremos los telediarios que ahora los llevan los becarios, (me han dicho), y puede pasar cualquier cosa, que tampoco piensan contratarles el año que viene.

Ignoraré, si soy capaz, todas las noticias con carga publicitaria, que por cierto son todas, me temo, e intentaré leer algo que se relacione con los cátaros y su fantástica herejía, o una novelita de Georges Simenon, que las de Le Carre parece que las ha escrito el MI5.

Así, que mis queridos amigos, lo dicho queda, que mis brazos y mi comprensión es hacia los de mi pueblo, y de los demás oiréis de mis labios aquello de que espero que se les pase la gripe.

Con su pan solidario se lo coman

Show must go on

Parece que el calor es ahora como un castigo divino. Quizás, pero es cosa nuestra, y como todo se vende en estos tiempos de triunfo del calvinismo, cada cual arrima el ascua a su sardina.

Y no está mal, que Tito Trump nos dice que él no quiere que los americanos dejen el coche en casa, que Detroit está cerrando poco a poco por la miseria de los malditos alemanes y sus BMW, que hasta en las pelis del Tom Cruise hacen las carreras con los coches de la Bayerische Motoren Werke.

Bien que las carreras las lían por Paris, pero de usar Peugeot o Citröen nada de nada.

Y mientras no tenga el buen hombre un incendio en los jardines de la Avenida Pensilvania, me parece que va a andar defendiendo hasta a esos pollos de Tesla, que hacen unos coches muy chulos aunque se les ha olvidado que además hay que ganar dinero.

Y a nadie le importa, que es verano, que si Pedrito se nos sube a lomos de las encuestas que guisan ellos mismos, pues me alegro, con la misma intensidad con la que me alegraría de lo contrario, si es que existiese, que si Pablo no dice nada será que está cogiendo las uvas de tres en tres.

Todos a caballo de los nuevos tiempos, menos los de mi pueblo, claro, que te vas a comer unas secas amb butifarra del Salgot, no tanto para hacer patria como para chuparte los dedos, y te sale el que fue molt honorable saludando, que se acababa de meter una costellas de xai en la Dolçeta.

Pero son las cosas de ir a ciertos sitios, y es que los indepes no paran, no pararán. Y es que estoy esperando la que montarán el dia que el Don…..Jordi pase a Oriente, vamos que desencarne que diría Miguelito Blanco.

Es el show de cada día, ya saben ustedes, el payaso hace reir a su público, mientras la lágrima de su desgracia se desliza por debajo de la máscara, Show must go on”, que diría Bob Fosse, y se nos llenan los escenarios de cualquier cosa que nos distraiga aunque no la entendamos, que de lo que se trata es que miremos sin ver y oigamos sin escuchar.

Las nuevas generaciones están cada día más conectados, cada día tienen más amigos, me dicen, que a veces son multitud, y también me han dicho que están reinventando el silencio, que por lo visto sus reuniones son silenciosas, cada uno en su pantalla, cada uno con sus auriculares, cada uno en una introspección falsa.

Pero habrá que preparar la toalla, habrá que preparar la sombrilla para ir a la playa, que me dicen desde Madrid, desde las costas mediterráneas que no se soporta la tal ola, ¡Porco governo!.

Historias circulares, como las economías que se desarrollan ahora sin intermediarios, de esas que le están quitando el pan a los comisionistas, que no hacemos más que inventarnos esos términos que parece que te harán rico, que si el bitcoin que si los big data, que si los block chain. Los taxistas dicen que no los entienden, pero que seguramente están detrás de su ruina.

Claro que no han pensado en la forma que tienen de especular con las licencias que en su momento les permitieron acceder a la profesión.

Quizás tampoco se han fijado demasiado en el estado en que, en general, tienen la flota de Skodas viejos y sucios.

Quizás el mismo aspecto de demasiados de estos profesionales, honradísimos por otra parte, excepto cuando no saben donde está la dirección que les has pedido, o peor aún cuando sin desearlo se convierten en taxi turístico.

Todo es un show, y debe seguir, que Bob Fosse ya nos lo ha dicho, y se nos llena la calle Colón, la Gran Vía, la Castellana, de miles de estos honrados y pacíficos trabajadores, que piensan que sus males vienen de fuera, y quizás parcialmente lleven razón, pero a mí me va a costar volver a pillar uno de esos trastos viejos conducidos por gentes que han decidido, para su beneficio, hacer mi vida más complicada, más dolorosa, más incómoda. Así no se trata a los clientes.

A no ser que seas Ryanair, que entonces sí que tienes todo el derecho del mundo a putear a la gente en aras de la productividad, de la economía de escala, del bitcoin y de la madre que les parió a todos.

Que por cierto, y ahora que me acuerdo, me viene a la cabeza aquello de que lo primero que busca nuestra sociedad es sacrificar al ser humano.

No sé si ese ministro que nos han puesto con responsabilidad sobre nuestra policía, sabe de qué se habla cuando se habla de la llegada de los emigrantes, por mucho que se acerque a Mauritania a discutir con el jefazo local. Nuestro ex juez, que si ha hecho carrera política me hace pensar en si prevaricó o no cuando ejercía su magistratura, va a intentar compensar la caída de visitantes a Barcelona de turistas nacionales, y le va a facturar a Doña Colau los jovencitos que llegan en los cruceros que atracan en las playas onubenses.

Y es que el gremio de los hosteleros dicen que el paisanaje carpetovetónico no tiene en cuenta la ciudad condal para sus desplazamientos, y así no hay quien redondee la última línea de la cuenta de resultados. ¡Qué le vamos a hacer!.

Mi archivo de cortesía abandonado a las hordas del odio indepe. Y encima la sorpresa de que la gente prefiera Cudillero a la Mar bella, y eso que en los dos sitios te dan unas buenas calderetas de pescado.

Voy a coger mi sombrilla, mi sillita de playa, el e-reader ese que parece que aún funciona, y miraremos a ver si he tenido la precaución de poner algún libro chulo, que anoche me limpié el cuento de “Total recall”, sin Tito Arnold por en medio, y me dormí al segundo librazo en las gafas.

Así, que dejaré pasar el rato, esperaré el próximo show que seguro se está cociendo entre bastidores, y prometo que excepto en caso de extrema necesidad no volveré a coger un viejo Skoda conducido por un irascible carrero mal aseado, de la misma foema que juré en su momento no subir jamás en un vuelo de Ryanair, que uno está hasta los huevos de todos aquellos que siguen apoyando en destruir a ser humano como primera opción.

Con su pan se lo coman

NESSIE

Cuando había prensa, de esa que se vendía en los quioscos, las serpientes de verano afloraban, vamos que alguien, de prestigio e integridad fuera de toda duda, había visto la bicha en medio del lago ese de Escocia.

Había que llenar páginas, que los futbolistas estaban aún de vacaciones, los políticos andaban reunidos en Ayete, o más tarde en los palacios de Doñana, y no daba la cosa para mucho.

Había que echar mano de los famosetes, que salían en bikini, o enseñando tableta, más o menos, emergiendo de entre las olas como una Venus cualquiera, o a bordo de ese yate, que siempre pensé que el que no tenía un Azor, aunque se llamase “Jacinta”, por un decir, no era del grupo, no estaba en la pomada. Bueno.

Pero mire usted que ya nos hemos quedado sin prensa escrita, que entre que se venden seis periódicos, y encima me dicen que los repartidores están cabreados, pues tenemos que tirar de móvil para ver el ocaso de la Obregón, cosas del tiempo.

Pero bueno, se disimulan las arrugas, y a uno siempre le queda la imagen de aquella Úrsula, que no ursulina, que nos quitó el hipo a mis amigos quincenos y a mí. A James Bond, desde luego no se lo quitó, y si lo hizo no se notó, que como diría Cela, James, James Bond, se corría con entereza, sin bizquear ni babear.

Cosas de otros tiempos, que ahora el calvinismo reinante de tupé, aunque no llene los periódicos, que vienen tan famélicos como en el siglo pasado, da que hablar, bueno, la verdad es que tampoco demasiado. Si hay que amenazar a Irán se le amenaza, si hay que insultar a diestro y siniestro, se insulta. No se me altere el Tito Trump, que en el fondo el matón de clase siempre acaba con un ojo morado, que, no sé por qué, siempre hay uno que no aguanta y suelta una hostia a destiempo. (A traición dice siempre el matón).

No, la verdad es que no apetece demasiado ver que dicen los periódicos esta mañana, que me hablan de la huelga de RENFE, pues que hablen, que me dicen que la Crida del Puchi, que digan, que la señora estupenda en bikini, o sin nada pero sin dejar ver nada, tampoco tiene mucha gracia, qué quieren ustedes que les diga.

Y sí, me acuerdo de los tiempos de los monopolios, aquellos en los que se aprovechaba el verano, y que los periódicos venían magros, para subir los precios.

Subía la luz, subía el butano, subía el tranvía y el metro, subía hasta el tabaco. Pero la gente estaba cruzando la Nacional II para ir a su pueblo, a ver a los parientes, a enseñar el Simca mil, a decirles lo bien que se vive en la capital, aunque tuvieses el pisito en La Mina o en La Fortuna, que en detalles no se entraba.

Y decir a los asombrados habitantes de tu pueblo, que tenías el tranvía solo a media hora andando desde casa, y luego solo en una horita más te plantabas en Sol, en la Plaza Cataluña, en el centro, vamos.

Y entre el miedo al palo de la Social, si hombre esa de Billy el Niño, y que los periódicos venían magros, solo te dabas cuenta de la que te habían liado con los precios, cuando el sueldo en vez de llegar como siempre hasta el día veinte, se quedaba en el quince del mes.

Por eso no me gusta ese aire de vacaciones que ahora no sé por donde nos llega, quizás por el móvil, aunque no lo creo, que estamos entre las redes sociales y el Netflix ese que no nos enteramos.

Además como pagamos con santa Visa Bendita, no nos damos cuenta a la vuelta del pueblo, que en setiembre las perras aunque aún lleguen hasta el día veinte, casi, en octubre no pasarán del día diez.

Pero tampoco importa, que Cristiano estará pegando patadas por Torino, y seguro que en el grupo del Real de la Champions, el sorteo hace que se enfrente a su antiguo equipo. Con eso se nos olvidará todo, seguramente, creo, bueno, no sé.

La verdad es que nos pasamos la vida subiendo eL Tourmalet sin el chute de estimulantes del que gozan los privilegiados, pero no importa, al fin y al cabo no tengo amigos duques ni amigas princesas, que como mucho alguna reinona, así que si hablo del Simca Mil, me entenderán perfectamente, y si coincido en un chiringuito de playa de la Mar bella, pues estupendo, que donde no coincidiré será en el jardín ese tan bonito que tiene la torre del “empresari” junto al Cap de Begur, o en el chalet del Señor Conde, ese tan bonito que tiene en La Zagaleta.

Y como diría la zorra, ¡no me apetecen las uvas, que parece que están verdes!.

Y todo gracias a que los periódicos se están muriendo, que la información que alguien decide que tengo que conocer, me la inyectan en vena entre anuncio y anuncio, de esos que aparecen abriéndose paso a codazos en la pantalla del móvil cuando le estoy poniendo un mensaje a Chuchita, que se ha ido unos días a Formentera, me ha dicho su amiga del alma.

Y digo yo, será porque es del Barça y por allí anda Messi, que si no, ya son ganas. Pero hay gente pa tó, y para leer ese mensaje, que antes te metían en la cárcel por leer el correo de alguien, y hoy te abren las cartas legalmente, pero te las abren. Así, Chuchita ten cuidado, que todo lo que escribes es público, y claro, todo se sabe.

Creo que me voy a dar un paseo, y no, no voy a comprarme ni el periódico ni la baguette, como hacía Umbral, que total, para lo que creo que va a poner y lo blanda que estará la barra de pan, el paseíto a secas.

Y mientras os dejo con la serpiente de este verano, mi amiga Nessie, que no sé quién me ha dicho que se van a tomar muestras del lago Ness y determinar con análisis de material genético qué pueda haber en el agua, si hay algo de alguna especie desconocida, que la ciencia es la ciencia y lo aclara todo…a veces.

Una millonada, que seguro hubiese venido bien para que algún migrante, por ejemplo, no hubiese tenido que jugarse la vida en una balsa, pero el runrún de muerte en los mares de la desesperación y la pobreza, no llena las páginas de los periódicos, ni en verano.

Con su pan se lo coman

 

Mamá cumple años

Mamá cumple años, y desde luego no seré yo quien descubra la cifra, que hay cosas que deben quedar en familia, y a ser posible, no en toda la familia, sino únicamente entre aquellos miembros en donde sea imposible mantener oculto el dato.

Y es que al final todos tenemos nuestro lado oscuro, nuestros secretos, y ese es uno del calibre de los que justifican no solo la existencia de servicios secretos, sino que justifican esos asesinatos sofisticados con material radioactivo, tan chulos que vuelven locos a los ingleses.

Lo dicho, mamá cumple años, y me llega la comunicación de un amigo, en la que como parte de un estudio me dicen que cada año que pasa nuestra esperanza de vida promedio se alarga tres meses. Está bien, creo, aunque me parece que esto es como la estadística de que en un país de dos personas, como se comen un pollo al día, estadísticamente se comen medio pollo cada día.

Siempre que uno de ellos no se coma el pollo entero, que es lo que acostumbra a pasar, claro.

Así que si nos subimos a la estadística de esos tres meses por año, y la aprovechamos como quieren los transhumanistas tipo ciborg, nos hacemos inmortales, y a lo mejor es un incordio. No lo sé.

Solo sé que a la hora de la verdad, los dioses griegos envidiaban a los humanos porque éramos, y somos mortales.

Desde luego los humanos envidiamos a los dioses por todo lo contrario, aunque no seamos muy finos, en general, a la hora de fijar las condiciones de esa supuesta inmortalidad.

Si a mí me castigasen a la inmortalidad, realmente no sabría que pedir. Que lo de la eterna juventud puede ser una opción, aunque ni siquiera eso de la juventud sabemos muy bien lo que es.

Descarto lo de adolescente, desde luego, que uno no se ve en una tormenta de hormonas, con la cara llena de acné, y sujeto a los exámenes del instituto de forma eterna. No gracias, que además ni una birrita me dejarían tomas, diga lo que diga mi supuesto DNI de ese momento.

-No chico, no puedes esto o aquello, que aún te estás desarrollando y luego eso se paga.

Y aunque le diga que voy por los trescientos setenta y cinco años, el protocolo es el protocolo.

Para ese adolescente, si pido, no sé los treinta y cinco, ya estaremos hablando de un viejo, con lo que la eterna juventud se tambalea, y los veintialgo tampoco parece que….en fin, no se.

Pero mi amigo el transhumanista, a lo mejor se me frustra, que es de la rama ciborg, y con veintialgo, a lo mejor aún no he sufrido amputaciones, mi genética es impecable, y no necesito ningún tipo de prótesis.

Si me quedo ahí, la industria de los cybercomponentes para humanos inmortales lo mismo se tambalea y deja de tener sentido.

Claro que el filósofo me dirá aquello de que la edad ideal es aquella en que la sabiduría a través de la experiencia haya llegado a nosotros. A saber, que muchas veces me planteo si edad y sabiduría van de la mano, pero de eso ya hablaremos otro día.

Todo esto de la supuesta inmortalidad, claro, a lo mejor se ve truncada por el accidente, vamos que te pase el AVE por encima y te deje como la calcomanía del dibujo animado, y eso no lo arregla nadie…creo. Y si eso sigue existiendo, a lo mejor los humanos empezamos a no envidiar a los dioses, y es que vivr en la cárcel de la vida eternamente, solo lo entienden los jóvenes que están deseando reproducirse, (única razón de la existencia de un ser vivo, por cierto). Pero si alguien se plantea el estar produciendo nuevos seres humanos eternamente, con la pasta que cuesta cada niño, y lo poco que te dejan dormir, es para pensárselo.

Y por supuesto, las señoras, eso de estar pariendo toda la eternidad, no sé yo, que seguro que hay gente pa tó, pero me gustaría verlo.

Mamá cumple años, como decía, y a través de las últimas charlas que hemos mantenido, no la veo muy partidaria de la inmortalidad, y es que el chocolate todos los días, también cansa, o a mí me lo parece.

Lo que sí noto, es que echa de menos lo que perdió, cosas como subir las escaleras saltando los tramos de dos en dos, o mejorar este o aquel pequeño deterioro físico. Cosas que nos pasan a todos menos a Don Cristiano Ronaldo, por supuesto, que a la que te descuidas ves que tiene el cerebro en los abdominales.

Pero se nos compensa con la sabiduría, con la experiencia que poco a poco te va dando el paseo por la vida, lo que no está mal, ya que además se va haciendo a ritmo, de forma que cuando ya no puedes jugar al tenis, te pasas al golf, y tan contentos.

Yo confío pues en la evolución de la raza, y que cuando nos vayan llegando los avances de la tecnología, se nos vayan haciendo asequibles a todos los humanos a la vez, que para esto de crear castas nadie como los anglosajones, que nos harán como a los aborígenes australianos, estaremos clasificados como flora y fauna hasta la segunda mitad del siglo veinte.

Confío en que eso no ocurra, y que no se cree una humanidad ciborg, eterna, que posee el poder, el dinero, y otra que apenas le llega el dinero para un implante dental, ya veremos.

En mi caso, no quiero llegar a ser como los dioses, unos aburridos que no hacen más que perseguir ninfas aunque se tengan que disfrazar de toros para que el solaz les llegue con cierta tranquilidad.

Así que confío en seguir mi evolución como ser humano con la menor dependencia posible de elementos externos para la supervivencia, que la vida vale la pena vivirla pero no a cualquier precio, creo yo, y el simple corta y pega de mi conciencia a otro soporte biomecánico para continuar haciendo el gili por toda la eternidad no me compensa, no me renta vamos.

Y que la vajilla de fino oro labrada

Sea de quien la mar no teme airada

Felicidades mamá, y que cumpla los que quieras, ¡qué cojones!

Rosa María

Me parece que lo mejor esta mañana es empezar escuchando unos boleritos, de esos que antes de bailaban “cheek to cheek”, o al menos eso es lo que veía en las pelis, que a mí eso del baile nunca me vino. Que uno es muy patas, y en la tesitura de aquellos bailes agarrados se me iba el santo al cielo, que ignoraba la música y me centraba en la chavala, con el consiguiente cabreo y abandono por parte de la pareja.

Así, que hoy será mejor que me centre en los boleritos esos que tengo almacenados en una SD card, y que a través de un teléfono inteligente puedo escuchar en uno de esos altavoces a los que gracias a un “diente azul” le llega la señal.

No está mal escuchar unos boleritos, y acordarse de cuando Lucho Gatica, nos cantaba “La Barca” para felicitar el cumpleaños de Doña Jacinta, con todo el cariño de sus nietos, en aquellos programas de “discos solicitados” de Radio Barcelona, EAJ 1.

Mientras entraba el disco, el locutor nos recordaba que debíamos comprar en “La casa de las mantas”, Jonqueras 5, junto a Urquinaona. “Del bé a la manta”, decía el hombre, y luego Lucho Gatica nos insistía en que la barca tenía que partir.

Ahora, con los líos que tengo en mi SD card, no sé quién coño insiste en que me acerque más, con un piano, un saxo, una batería y un contrabajo. Que nadie canta, y la verdad es que no me importa, que no escucho la música, que solo está ahí, que apenas la oigo.

EAJ 1 Radio Barcelona, la primera radio de España, (en Madrid se insistía que fue Radio España, aunque no se quedó con el uno en su indicativo), pero, ¿ a quién le importan esas cosas?.

Seguro que si dejamos a un lado a cuatro jubilatas, y seis frikis de la cosa, a nadie le importan esos asuntos, que la radio ya no te felicita salvo en los programas hechos a medida de la colonia sudamericana que vive entre nosotros.

Qué le vamos a hacer, los tiempos cambian tanto que nos han sobrepasado, aunque sigamos creyendo que tenemos cierto control sobre los nuevos desarrollos tecnológicos, y la verdad es que no, que no lo tenemos, al menos la mayoría de la población, pero de ilusión también se vive.

Y me acuerdo de todas estas cosas, por esa noticia que acaba de llegarme:

Doña Rosa María Mateo es la nueva presidenta de RTVE. Y es que Doña Rosa María, seguramente escuchó un bolerito en casa después del cole en la radio familiar, y quizás lo bailó amarradita con quien le apeteció, y cuando le apeteció, y seguro, además que ella, no como yo que no he dejado de ser un cabestro certificado, disfrutó de la música, disfrutó del baile.

Y hoy, es la nueva jefa de la tele pública, y mi generación descubre que hay aún proyectos a nuestro alcance, que deberían aprender los tipejos esos del departamento de personal, cuando piden a alguien con experiencia y reciben una oferta de alguien con treinta años en el tajo, a no asustarse.

Que Doña Rosa María, lo primero que he oído que ha dicho es que estaba encantada, pero que miraba con vértigo el reto, y eso me suena a mi generación, al tipo de respuestas reposadas que sabemos dar quienes aprendimos a escuchar la radio en casa, quienes reconocemos a Lucho Gatica, quienes siempre lo hemos preferido a Armando Manzanero.

Así que confío que Doña Rosa María digna representante de lo que un emérito puede dar, tenga una estancia en esa que confío nunca ha dejado de ser su casa a pesar de que algún político, al que no le ha sentado nada bien su nombramiento, haya salido diciendo que “esa señora no ha gestionado nada en su vida”.

País de miserables y de envidiosos, que seguro que Doña Rosa María tiene lo suyo, como todos, pero eso hoy no importa, que lo que se necesita es templanza, es prudencia, es sabiduría, que las decisiones las llenan de tecnicismos los equipos asesores y de sentido común las personas cargadas de experiencia.

Y por supuesto, pienso que Doña Rosa María no tiene nada que ganar con ese reto, lo que hace que su decisión sea aún más admirable, que entiendo su vértigo, pero quizás lo sea más por las voces que a buen seguro levantarán los imbéciles y los envidiosos.

Y es que aún no se ha implantado el gen por el que sueñan los trans-humanistas, rama ciborg, esos que andan en busca de la perfección del ser humano mejorándolo con las últimas tecnologías, el gen que impida que los imbéciles interactúen contigo.

Todo mi ánimo pues para usted, Doña Rosa María, todo mi agradecimiento, y por supuesto mis mejores deseos.

Que por lo demás, en cien años, todos calvos

La muerte del cisne

Empezar el día escuchando a Saint-Saëns en particular ese maravilloso cisne de su carnaval de los animales, es una buena forma de hacerlo, y como todo viene a colación, se acuerda uno de cómo lo bailó Tamara Rojo en las tablas del Royal Opera House aquel día que tuve la suerte de ir a verla.

Pero lo que de verdad me viene hoy al coleto, es que en escena lo que siempre me pareció que se representaba era, en realidad, la muerte del cisne, esa muerte lenta y elegante del animal majestuoso, que parece que se evapora en el tránsito.

Puestos a rellenar esa alegoría de la muerte del ser casi celestial, que se va yendo a la par que se va despidiendo, siento que hay una forma de vida que hoy va, como el cisne de Saint-Saëns, bailando sus últimos pasos antes de pasar a Oriente, o a mejor vida, que siempre dice el castizo de mi barrio.

La vida en la que nos relacionábamos cara a cara con las personas, la vida en la que no necesitábamos intermediarios electrónicos para contar nuestras cuitas a quien nos apeteciese.

Al final aquella vida en la que la intimidad tenía su valor, que solo se compartía con quien viajaba contigo, aquella vida en la que una charla entre amigos, alrededor de un buen cognac y un mejor habano, permitía el intercambio de ideas y sensaciones, apoyado, claro, por cosas tan elementales como los gestos, el llamado lenguaje corporal, las miradas los silencios, y hasta los “vengo enseguida que voy al baño”.

Pero hoy esa charla está intermediada por los señores de whatsapp, que incluso te ayudan con esos pequeños diseños que llaman emorticones, que por cierto me tocan….el corazón santo.

Y entre anuncio y anuncio de cosas que un algoritmo ha decidido que te gustan, vas mandando deditos hacia arriba, deditos hacia abajo, tartas de cumpleaños, enlaces a la noticia del periódico tal o cual, que soporta tu argumento.

Y parece que nos comunicamos, que si queremos podemos escuchar la misma música, que para eso somos todos socios de Spotify, o de lo que cumpla, y sincronizar la cosa es posible, aunque difícilmente se le pueda hoy encontrar un sentido.

Los filandones son virtuales, y los fuegos de campamento han perdido sentido. Ya no sé si podrá alguien volver a escuchar una nueva versión del Decamerón, o de los Cuentos de Canterbury, viajando de aquí para allá.

Y es que hoy nos gusta mucho más el coche silencioso que te propone RENFE en sus trenes rápidos, y el cuento lo ves en la mini-pantalla de tu carcelero inteligente, que para eso has descargado NETFLIX, y te chupas las series sin anuncios, a cambio de diez euritos al mes.

El “Pili, salgo al pasillo a fumar un cigarrito antes de que el tren llegue a Tardienta”, que decía mi padre, ya no existe, murió para siempre, me temo. Ahora de lo que se trata es de matar más marcianos que el oponente que tenemos a cuatro mil kilómetros, que es la ventaja de los juegos en línea, los juegos en los que nadie toca a nadie, y en los que todo se mide, todo se clasifica en función de los resultados. Tienes el record, has conseguido más puntos que nadie.

Y quizás sea cierto, que a lo mejor es Nadie quien está al otro lado, que seguro es un robot que se ha saltado el test de Touring, y sabe engañar al código captcha ese, quién sabe.

Lo que si es cierto es que se acabó aquello de:

¿Ustedes gustan? , mientras en el departamento de segunda alguien sacaba su fiambrera con esa tortilla española con pimientos asados.

-No, muchas gracias, que aproveche.

Y el tren iba resoplando a orillas del Ebro, a ver si conseguía dejar Mora a sus espaldas y encaminar a Caspe, que si lo conseguía era cuestión de pocas horas el ver El Pilar.

Si, eso ya murió, y no se le espera ni en versión vampirizada, y quizás el primer veneno que aquella forma de vida fue el invento tecnológico que más ha hecho por terminar con la comunicación entre personas, y que por aquí llamamos televisión.

Al final, todo este desarrollo de chirimbolos que hoy nos rodean, no son más que extensiones, perfeccionamientos de aquel invento nefasto que fue la televisión.

Un sistema que dejaba al ser humano en silencio, con la vista absorta en unas imágenes en movimiento. La radio fue compañía, la televisión fue el principio de la soledad.

¿Qué le vamos a hacer?, seguiremos chateando con los pulgares, y el buen cognac, el buen habano, a lo mejor nos lo tomamos solos. Pero es un incordio, que a nadie le gusta beber solo, aunque la soledad sea virtual, y como el tabaco es malo, dejo el habano en su humectador.

Se va agachando poco a poco mi admirada Tamara, mientras las notas de Saint-Saëns van haciéndose cada vez más tenues, y de la misma forma, se va agachando y estirando los brazos mientras esconde la cabeza ese cisne que Tamara nos interpreta, una forma de vida que se diluye entre las manos a lomos de los medios de comunicación que nos aíslan para que, indefensos, compremos aquello que el algoritmo ha decidido que excitará nuestra producción individual de endorfina.

¿Cómo no pensar en el último mohicano, o los últimos de Filipinas, cuando ves que poco a poco las notas de “Le cygne” van llegando a su fin, y Tamara tiembla en ese dulcísimo estertor que tan bien ha diseñado el coreógrafo?.

Pues sea, pelearé por el derecho de cabrearme con mis amigos cara a cara, de llenarles la casa con el humo de mi habano. Pelearé por seguir leyendo las historias del Licenciado Vidriera, o las aventuras de Jack London, pelearé por no emborracharme solo aunque electrónicamente esté arropado por cien mil “amigos” y un millón de “me gusta”, que lo que quiero es que alguien se ría o llore delante de mí, y que la sensación que esa emoción produce haga que yo produzca también una emoción de ser vivo, no de robot de tercera generación.

Dejaré pues los emorticones en su cajón, y no me invitéis a “chats” multitudinarios, prefiero tomarme un vino y nos reímos juntos, sin escribir eso de ¡ja,ja,ja!.

Con su pan se lo coman

 

 

 

Josephine y Marc

Esta mañana, un señor con gafas estaba muy serio él en un barco. Parece que se trata del Mediterráneo, lo que para estas épocas del año no es nada excepcional.

Lo que empieza a ser preocupante, es que ese señor estaba rodeado de gente en muy malas condiciones, con cara de estar sufriendo lo indecible, y él, como digo, muy serio intentando ayudar.

No era un yate de lujo en el que este señor con gafas, que por cierto se lo podría permitir, estaba navegando, era una lancha neumática en labores de rescate y salvamento, y las personas que sufrían eran africanos que habían sido abandonados a su suerte.

El señor seriecito con gafas, era Marc Gasol, y las palabras que el periodista le atribuye tienen una tremenda carga de indignación y desesperación, como no puede ser de otra manera en un hombre de bien.

Es difícil al leer la entrevista que se le hace no caer en la tentación de pensar que el jugador no está utilizando el drama de los inmigrantes para la promoción personal, pero honestamente yo no lo creo, hay otras formas, desde luego y con mucho más glamor, si lo que se quiere es vender algo.

Marc se está jugando mucho por estas gentes, que un accidente en medio de las labores de rescate puede acabar con su carrera, y admiro su compromiso en este esfuerzo de solidaridad que es intentar salvar alguna vida y paliar aunque sea mínimamente el sufrimiento de tantas personas que se lanzan al mar en busca de una vida algo mejor.

Y a tenor de esta noticia, se me vienen un par de reflexiones casi a bote pronto.

El primero es constatar la poca implicación que en general las personas más favorecidas en nuestra España dolorida muestran con aquellos que nos necesitan, con lo que la presencia del Señor Gasol en el barco de Open Arms, parece una excepción.

Nuestros famosos parece que no se interesan demasiado por el sufrimiento ajeno, y si lo hacen no se muestran como un ejemplo a seguir por el resto de la sociedad, con lo que las historias relacionadas con la solidaridad no forman parte de nuestra cotidianeidad.

Una pena, y mi preocupación por la segunda reflexión que me viene a la cabeza, aunque es especulativa es quizás más grave.

Parece que nuestro flamante Presidente del Gobierno, quiere hacer muchas cosas y necesita dinero. No está mal, que en principio hacer cosas es loable.

Lo malo es que ese dinero quiere que salga de los bolsillos de las empresas y de los bancos, y eso me preocupa, cuando hablamos de solidaridad.

Si la gran empresa se enfrenta a una subida de costos, lo va a compensar de una forma u otra. Si el mercado lo permite se suben los precios, y a otra cosa, pero si el mercado no lo admite, habrá que reducir costes, ya que el hecho de que los beneficios se reduzcan no aparece en ningún manual.

Desgraciadamente y a parte de las posibles bajadas de salarios, o ahorro en papel de baño, una de las partes más sensibles en los gastos de las empresas son los que se dedican a fundaciones. Y por ahí va a apretar el zapato, me temo.

Ignoro si el dinero extra que nuestro gobierno quiere detraer del sistema para administrarlo él, será utilizado para cubrir los proyectos que las fundaciones cubren ahora. Seguro que sí, pero no lo creo.

Y en medio de todo esto me dicen que dieciocho mil personas han llegado a nuestras costas este año, parece mucho en términos absolutos, pero son dieciocho mil sufrimientos, dieciocho mil esperanzas, y no sé cuántas muertes en el intento.

La Unión Europea dedica algo menos del uno por ciento de su presupuesto anual a la ayuda humanitaria, una miseria, que en España aún se trata con mayor cicatería, ya que desde 2008 se ha reducido un ochenta por ciento quedando en unos magros dieciocho millones de euros.

Tremendo, que nuestro estado se gasta menos en ayuda humanitaria que una ONG mediana.

Parece que ayudar no nos importa, y es lo que me extraña en una tierra como esta que se vuelca en ayudar a quienes lo necesitan, siempre desde el ámbito particular, como el Señor Gasol, al que hay que agradecer su gesto.

Y entiendo, con dificultad, pero entiendo, que destinar dinero público a ayudar a los demás entraña ciertas dificultades aún cuando nos movamos en estas magras cifras que avergüenzan a cualquiera, que se nos van cuarenta millones en arreglar vallas fronterizas, concertinas y todas esas cosas….¡glup!.

Pero de verdad que no me hubiese importado ver en el buque de Open Arms, junto al Señor Gasol, a uno de esos políticos que se comen el presupuesto español cada día.

No me hubiese importado ver al Albert, o a Pablo, o a quien fuera, nacional o autonómico, intentando sacar del agua a otra Josephine, o bregar en alguno de los países de origen de estos flujos, para resolver sobre el terreno alguno de los gravísimos problemas que les acosan.

Así que España suspende en la respuesta a la crisis mundial de desplazados, según el informe de OXFAM, como me temo suspende todo el puñetero occidente calvinista en el que lo primero que sacrificamos es al ser humano.

El verano está empezando, veremos si hay suerte, y me tengo que tragar esta entradilla en la bitácora, al ver como el dinero, llega a la ayuda humanitaria, al ver como algún político de relumbrón aparece jugándose el tipo sacando del agua a otra Josephine, o mejor aún ayudando a los que están aquí en manos de mafias que se enriquecen a lomos de las supuestas deudas contraídas para el viaje.

Ciertamente no soy nada optimista, pero seguiré soñando en que algún día las cosas se tornen de forma que sea el ser humano el beneficiado.

Y eso que la tendencia de tanto supremacista, de tanta mediocridad, de tanto miedo, en definitiva, a perder los supuestos beneficios de nuestra sociedad, es totalmente contraria a la actitud del Señor Gasol.

Con su pan se lo coman

 

Saber oculto

Hay veces que me planteo si esa afición mía, modesta desde luego por conocer los secretos que esconden los arcanos es algo que realmente tiene sentido o no.

Y verán ustedes cual es la cosa, que no es otra que esa necesidad de saber, de conocer que es lo que hay a mi alrededor, pero no solo lo que me enseñan, que eso es siempre una información interesada, bueno, casi siempre, sino aquello que forma parte de lo que hemos dado en llamar saber oculto.

Que tampoco sé muy bien que quiere decir eso, pero para empezar nos entendemos, o al menos lo creo, que cuando uno empieza a navegar por los secretos del universo, al final se encuentra con más preguntas que cuando empezó, y desde luego al ser un terreno tan resbaladizo las puertas de la especulación y de la “boutade” se abren de par en par.

Porque los hay que me cuentan que la Esfinge de Gizah a lo mejor no es egipcia, que es anterior a la formación del pueblo de los faraones, que me hablan de hace diez o doce mil años, y seguramente es cierto.

Lo que ya me empieza a preocupar es que esa tecnología que dió para levantar al león con cara humana, seguro que permitió otras muchas cosas que desconocemos. Que también me dicen que llovió mucho aquellos días, y a lo mejor es cierto, que en la mayoría de las culturas de las que tenemos alguna noticia, siempre se habla de agua anegándolo todo.

Pero no sabemos qué pasó, y como los habitantes de la caverna andamos como locos mirando las huellas de las sombras para discernir si detrás de este o aquel símbolo hay un significado que esconde un hecho que solo pueden entender los iniciados.

Que tampoco crean ustedes que entiendo muy bien esa historia de los iniciados, fuera de diferenciarlos algo de los lerdos, aunque como las cosas van ahora por especialidades, uno es un lerdo en latín, pero conoce como nadie los secretos de la formación de los Continentes, por ejemplo.

Y sí, los iniciados parece que requieren superar una ceremonia, como la Reina de Inglaterra, que siguió un rito iniciático ancestral como sus antecesores, sin ir más lejos, o cualquiera que entre en la carrera eclesiástica, o supere el examen para catedrático de instituto, terror de los chicos brutos.

Lo que ya se me escapa, es si existe tras las ceremonias de iniciación, con toda su simbología colgante, un acceso al conocimiento de todo aquello que formando parte de nuestro mundo se nos oculta.

Me temo que no, me temo que es el disfraz de la mona, que aunque se vista de seda, mona se queda, y eso que no cesan de recordarme que existieron, personajes que sí alcanzaron esa luz con la que iluminaron, para ellos claro, lo oculto.

Que si Hermes Trimegisto, que si Cagliostro, que si Newton, bueno la lista no es muy larga, y la verdad es que en mi ignorancia no entiendo si realmente la iluminación que les llegaba daba para conocer todo el entorno de sus vidas, o eran otros habitantes de la caverna quizás un pelín más espabilados.

Y luego los símbolos, los gestos simbólicos que hasta donde vengo sabiendo para poco más que reconocer si alguien es miembro de este o aquel club de poco más sirve.

Que los Templarios tenían sus símbolos, claro que sí, arquitectónicos, de uniforme, de pensamiento, y hasta ese supuesto Bafumet, que muy bien nadie me ha podido explicar qué diantres era.

Pero en todos los grupos humanos la simbología existe para diferenciarse del resto, para reconocer a los acólitos, y sobre todo para que al conocer su significado ahorremos tiempo y esfuerzo al querer transmitir una idea.

Y realmente me parto de risa cuando veo que ahora a los símbolos hemos dado en llamarlos emorticones, y nos sirven para lo mismo que cualquier marca de cantero, para decir algo, pero solo a quien pueda entenderlo, que a los demás les importa un pepino la fiesta.

Como me encuentro dentro del grupo de los ignorantes curiosos, me muero por descubrir las vías del saber oculto, que el que se emite en abierto, más o menos, parece estar al alcance de uno. Sin embargo no hay forma, que ni siguiendo los programas de misterio, ni leyendo a Ceram, ni visitando Persépolis, o bajando el Nilo desde Assuan hasta Alejandría, o buscando las construcciones mayas que se esconden en la selva, no soy capaz de ver más allá de construcciones, símbolos de piedra, que hasta cierto punto puedo hasta interpretar, pero realmente no me llevan al conocimiento del saber oculto.

Seguramente me diría mi amigo el filósofo que no me preocupe demasiado, que al final el hombre lo que ha querido siempre ha sido comer todos los días, dormir ocho horas y sobre todo transmitir sus genes, y esas cosas del conocimiento oculto posiblemente no sean más que formas de hacer ese camino del ser humano.

Que las grandes preguntas que nos hacemos los seres humanos siguen sin la respuesta, no sabemos qué hacemos aquí, no sabemos de dónde venimos, no sabemos a dónde vamos, no sabemos quién nos ha fabricado, o qué diablos significa eso que llamamos alma, inteligencia, ni siquiera si ha sido creada con un fin distinto al que creemos.

¿Qué le vamos a hacer?, las cosas son así, y reconozco que me encanta buscar entre los signos que se esconden en el Zohar, o en las páginas de Cretien de Troyes, que me encanta identificar los símbolos de la alquimia o entender el alma de los cátaros.

Pero no hay forma, al final veo el símbolo, veo el mensaje que me envía quien lo dibujó o esculpió, pero sigo sin saber qué diantres hago aquí fuera del devenir cotidiano de acontecimientos, ni a donde voy a ir, y no me parece que en Hermes o en Cagliostro, o en los libros de los muertos egipcios o chinos aparezca realmente la vía de nuestra trascendencia si es que acaso existe.

No voy a marear más, pero si alguno tiene las claves del saber oculto, por favor hagan de mí un gnóstico, que a mí solo no me sale.

Dándole a usted las gracias anticipadamente por su ayuda, aprovecho la ocasión para hacerle legar mi más atento saludo

 

El tiburón toro

Estos calores caniculares me recuerdan a uno de mis paseos por Brasil, tierra compleja donde las haya, tanto que no me atrevo a decir esa bella tierra, ya que el hombre es parte del paisaje y aquí el hombre, el ser humano es, en su mayoría la parte triste del paisaje.

Y quiero rememorar uno de esos momentos que no se le olvidan a uno, paseando por la playa en Recife, una de esas playas integradas en la ciudad, como Copacabana o la Barceloneta, sin ir más lejos, donde la gente estaba disfrutando del día, o de un rato del día.

Que había de todo, como tiene que ser, los que estaban allí en plan “me he escapado una horita a pegarme un baño”, hasta los que parecía que vivían allí. Unos jugando a fútbol ¡Cómo no!, o tostándose, a pesar de tener tonos de piel entre mulato y negro, que la provitamina hay que pillarla, y el cáncer de piel, también.

Otros en el agua, como debe ser en una playa, claro, siempre y cuando no tenga carteles cada diez metros donde te avise de que hay tiburones toro en la zona, y que por lo visto muerden a la que te descuidas.

¡Ya pero no hay problema!, me dice una garota, que aunque no era como la de Vinicius y Antonio Carlos, para la información ya me valía:

-Las autoridades exageran.

Y fue dar una de esas miradas displicentes que tan bien me salen a mi alrededor, para ver en lo que me alcanzó el gesto, no menos de cinco personas con mutilaciones graves, y uno con unos costurones en la espalda que cortaba la respiración.

Y ahí pensé, esto es Brasil. La gente en la playa, jugando y bañándose, ignorando, a pesar de las advertencias del peligro que les acecha si meten un pie en el agua.

Un entorno paradisíaco, que, luego me enteré, la desidia de la administración, la ignorancia, y posiblemente la codicia de algún empresario, había sido uno de los responsables de que ese peligro estuviese acechando a los ciudadanos.

Y es que el tiburón toro, tiene la mala costumbre de poder vivir también en aguas dulces, mire usted, y en un río que desemboca al sur de la ciudad, se construyó un matadero de reses, para las barbacoas de Rodizio, digo yo.

Y como no les venía nada en el libro de procedimientos, decidieron tirar directamente al río sangre, y vísceras sobrantes, con lo que el tiburoncete dijo aquello de “a bodas me convidan”, y sentó una colonia bien alimentada, que se dedica ahora al noble arte de llevarse por delante a cualquier bañista que se descuide.

¡Ah!, y además por error, que a estos toros no les gusta la carne humana. Vamos que los habitantes de Recife son eso que ahora se llama “víctimas colaterales”.

Y el paisaje brasileño, en esa mezcla de política, empresariado no demasiado escrupuloso, sol, juventud, falta de formación en amplias capas de la sociedad, riqueza mal repartida, lo que acaba ofreciendo es un panorama en el que hay que buscar la salida a la vida diaria con la mayor carga de diversión posible, aunque se te lleve por delante un tiburón.

Ya sé, mis queridos lectores, que todos ustedes captan el matiz de que estoy en medio de una generalización apta para que quepa en ella cualquier comentario, crítica o desacuerdo, pero ¡coño!, algo tendré que decir en mi bitácora, que a los de Podemos a lo mejor no les ponéis verdes con el rollo populista, y yo aunque no sea como ellos no soy menos.

Baremboim se me acaba de colar en el aparato de música, y aparece, venida del cielo, esa Manha de carnaval, y de nuevo esa tristeza en medio de la celebración de la fiesta, que parece no hay forma de que la alegría sea completa. Como esa “Tristeza nao te fin felicidade si”. La favela, la vida dura que necesita defenderse del político, del empresario poco escrupuloso, del tiburón toro, al final, que por mucho Cristo de Corcovado que acoja a sus hijos, hay que sobrevivir, y el precio es una pierna menos, un mordisco en la espalda, como tributo al toro, al tiburón toro.

De Sao Luis a Manaos, de Manaos a Brasilia, de Brasilia a Sao Paulo, a Bahía, a Fortaleza, a Os Lençois maranhenses, ese Brasil nos quiere enseñar una lección de vida, que a mí me encantó recibir en su momento, que en Carnaval se baja al infierno a salvar a lo que se ama, y que al final las cosas, los hechos son efímeros como esa semana al año, como esa hora en la playa de tiburones.

Que lo que nos queda fuera de ese escaparate es la lucha por la vida, en toda su crudeza, y a ser posible cerrando los ojos a las aletas que vigilan tus brazadas, porque en caso contrario no se puede vivir.

Lección me llevé de cómo hay que adaptarse al entorno que nos rodea, que el seguir las indicaciones de los protocolos, al final hace que no te arranquen un brazo los tiburones, pero hace que tu vida tome la total conciencia de lo miserable que es, y eso duele más y por más tiempo.

El carpe diem recifeño no se me ha de olvidar, y es que si hay que pagar el precio del ataque del escualo se paga, pero sin correr el riesgo, la vida pierde buena parte del sentido que hace que valga la pena vivirla.

Brasil, del que volveré a hablar en cualquier momento, sigue con su vida política convulsa, con sus listas de corrupciones, con su economía poco segura, con su camino en definitiva que van recogiendo las noticias, con escaso o nulo impacto por nuestra piel de toro, que si Roussef, que si Da Silva, a quién le importa, esos son los tiburones que navajean por el petróleo de Sao Luis, que vacían la Amazonia de sus recursos forestales, y sobre todo con su gente, que viviendo en el manglar, en su favela, en donde, en definitiva hayan caído por aquello del destino.

Y a mí lo que me toca es no olvidar la lección de vida, no olvidar que en el fondo el saber que hay tiburones, pero que no importa, que la vida es siempre un riesgo, es la mejor forma de enfrentarse con el camino que tenemos por delante.

Con su pan se lo coman

La coreana no pare

Me dicen los que saben de estas cosas que nuestro occidente se va quedando poco a poco sin gente, es mas, parece que no solo es nuestro querido occidente, y es que las coreanas han decidido que eso de procrear no va con ellas, y ha salido un estudio en el que se muestra que si las cosas siguen de esta guisa en 2750, el país desaparece, y es que andan con una tasa de nacimientos del 1,15 por mujer. Y eso no hay quien lo aguante.
Quien lo aguante, es la explicación mas plausible, y es que ese becerro de oro que es la sociedad de consumo ultra capitalista en la que nos ha dado por desarrollarnos, tiene sus cosas, mire usted, y eso de la crianza del ciudadano es algo que retrae el ratio de productividad de cualquiera.
Que el otro día una señora encantadora, en uno de esos programas de radio que de vez en cuando escucho le contestaba en términos porcentuales lo que significaba una baja laboral por dos hijos en una carrera profesional de treinta y cinco años….a verraquera, son treinta y cinco meses de vacaciones como todos, mas cuatro meses al año de sábados domingos y festivos….para ocho de baja maternal por dos hijos. Venga, no me jodas, es casi despreciable, pero parece que a ningún empresario le gusta pagar ese pequeño porcentaje, que se pone de los nervios, y el estado, al menos en nuestra España, no compensa a los progenitores convenientemente.
Y es que a lo mejor las cuentas de lo que aporta un ciudadano a las arcas del estado no se ha calculado convenientemente, que treinta y cinco años a treinta mil al año, son un milloncito y medio que va al PIB directamente, y trescientos mil a las arcas de hacienda sin contar el IVA, e impuestos varios de alcoholes, gasolinas, y lo que se le ocurra al pollo presidente del gobierno de turno.
Pero no parece que nos demos cuenta del asuntillo, y no nos decidimos a empujar eso de la natalidad, con lo bien que nos vendría.
Siempre nos quedara la posibilidad de la importación de ciudadanos, que hay zonas del mundo, bien que nada desarrollado, donde se tienen tantos hijos como los campesinos medievales de Castilla, pero aunque desde un punto de vista directo suena la cosa a lógica aplastante, a ningún gobierno del mundo capitalista se le ocurre rellenar el hueco que deja la falta de partos nacionales, con gentes que vengan de fuera.
A los que vienen a vivir a occidente por aquello de los excedentes poblacionales locales, los dejamos que se mueran ahogados en el Mare Nostrum, o permitimos que lo hagan ensartados en concertinas, o como a Manon Lescaut, les dejamos morir de sed en el desierto de Sonora, por ejemplo.
Si las coreanas que van a 1,15 cierran su país por falta de coreanos en 2750, nosotros con nuestro magro 1,24, quizás duremos cien añitos mas, pero la España que tanto amamos estará despoblada de españoles y de otras nacionalidades, que lo que no se quiere es que venga nadie.
Seguro que entre la miriada de mis lectores hay alguno que podría calcular con bastante precisión el numero de migrantes que deberían entrar en España, con todos los derechos, desde luego para cubrir las necesidades poblacionales que tenemos.
Quizas alguien argumente que el hecho de cubrir ese hueco con gentes venidas de otras regiones del mundo, supondría el fin de nuestra cultura, de nuestra forma de vida, de nuestras tradiciones. Y seguramente lleva razón, pero el hecho es que toda esa carga cultural nos esta llevando a la extinción en menos de mil años. Bonito problema, ¡como si tuviese importancia que sociedades en fase de franco declive acabasen como premio a su errores!.
Que ni seriamos la primera ni la ultima sociedad que acaba desapareciendo, al menos de forma ostensible, que al final nada desaparece del todo.
Pero parece que nos aterra el hecho de que los españoles dentro de mil años a lo mejor adoran a Ala, que me han dicho que es grande, o andan bailando ahitos de peyote detrás de su chaman. ¿ A quien le importa seriamente el color que podamos lucir en nuestra piel en ese futuro, o a quien adoramos, o que puñetero sistema de organización social sera el que nos maneje?.
Mas me importa el desastre que se vive cada día en nuestras costas, en nuestras fronteras, en el trapicheo que se organiza por no dejar que gente que quiere desarrollar una vida diferente llegue a este mal entendido edén. Las miradas cortoplacistas siempre me han puesto de los nervios, y las sociedades capitalistas son sobre todo cortoplacistas, con lo que el futuro acaba destruyéndolas. Parece.
Creo, honestamente, que estamos perdiendo una oportunidad de oro, y me saltan lagrimones como garbanzos cuando me cuentan que tantos y tantos pueblos de esta piel de toro se mueren por falta de gente, por falta de iniciativa, y la gente esta llamando a la puerta, todos los días, y lo único que se nos ocurre es provocar su muerte, o dejarlos morir de angustia entre el papeleo de los burócratas que ni siquiera conocen el alcance de lo que hacen, o así me lo parece.
Y es que entre unos y otros tenemos la casa sin barrer, ya que la realidad es que por mucho que digamos esto o aquello, a nosotros, a nuestros gobernantes toda esta pamema de las carencias poblacionales nos importa una higa, que de lo que se trata es de ver si se consigue llegar a fin de mes, que la mayoria de los problemas que nos eñalan como tales no son mas que el que me gusta denominar mercadeo politico, es decir, conseguir mas me gusta que el de enfrente. Y eso es lo que permitira que mis amigos, mi familia, y yo, es decir mi tribu, ande caliente.
Pues mira que bien, que en esa tesitura a final de milenio, de nosotros no queda nadie, ni falta que hace.
¡A la mierda!

Zafio

¡Es que yo digo las cosas a las claras y en voz alta!….

Pues será Doña Clarines, o Don Clarinete, pero me temo que voy a enfrentarme a lo zafio, una vez más, aunque las cochas de galápago me protegen algo aún.

Y como me da la sensación de que nos encontramos en ese período en que la ineducación ha llegado por fin al poder, nos cansaremos de escuchar las cosas claras, o las mentiras claras, o la manipulación clara, pero eso sí, claro, fuerte, en voz muy alta, a gritos si es preciso, ¡que tienes que enterarte!.

Posiblemente ya no soy de este mundo que desde que es, se ha dedicado a fagocitar una tras otra las generaciones que van cumpliendo años de presencia, pero no puedo entender, perdón, sí puedo, y de hecho lo hago que lo zafio nos domine.

Las formas, la maldita educación parece que es algo ya inane, nos está llevando por los derroteros del “eso no importa”, que quiero decirle a gritos y a la cara, señora Merkel, (por ejemplo), que está usted dando dinero a los malos, para estar calentita en invierno, a gritos, como se hacen ahora estas cosas.

Pero no es cosa del Señor Trump, no es solo cosa suya, es también cosa de los que se lo aguantan, que la actitud de matón de barrio, se arregla muchas veces dejando solo al matón. Y de veras, no entiendo la razón de que los europeos ayer siguiesen sentados en la misma mesa que ese presidente americano zafio, mal encarado. No entiendo como con la mayor de las sonrisas no se levantaron todos a una y dejaron a ese tipo con sus zafiedades en la boca.

Y es que a lo mejor deberíamos considerar que la segunda guerra mundial ya acabó, quizás deberíamos considerar que la supuesta protección que nos brinda en Imperio es demasiado cara en términos de educación y de sometimiento.

Que a lo mejor no se necesita esa cosa que se llama NATO, que a lo mejor ya no es necesaria, que quizás Europa debería considerar nuevas alianzas, y aislarse un poco de ese monstruo gritón que ganó la segunda guerra mundial.

Claro que no estoy en los tejemanejes de la estructura militar, que no sé qué quieren los malos de nosotros, de hecho no sé si quieren algo, que no sé si hay amenazas que gracias a los del Imperio, están de alguna forma controladas. No lo sé, y no me importaría saberlo, lo que si sé es que el territorio europeo está lleno de bases militares americanas, y no sé si las necesitamos nosotros, o son ellos en su política agresiva de guerra constante quienes requieren la presencia de su ejército por aquí, de veras no lo sé.

Que estas cosas de la geo-estrategia son complejas en principio pero una vez explicadas relativamente fáciles de comprender.

Y es el caso de que Oriente Medio tiene buena parte de las reservas energéticas mundiales, y al Imperio no le interesa que los chinos tengan un acceso fácil a esas fuentes. Por mar les es muy complicado, y por tierra, si se mantiene una tensión bélica adecuada, se hace todo muy difícil.

De los rusos no hablo, que no tienen salida al mar, mientras no se les deshiele el Ártico, con lo que la salida de sus productos energéticos debe ser mayoritariamente por tierra, y en buena parte hacia Europa. Pero eso al tal Trump no le viene bien, que cree, que cualquier dinero que entre en Rusia se utilizará en contra suya.

No sé, quizás lleve razón, pero si estamos en una decisión tomada libremente por un país libre y en teoría amigo, sus gritos y su prepotencia agresiva, es decir, su mala educación necesita de una respuesta adecuada.

A partir de aquí, viene lo que me pierdo, que entre las noticias falsas que le llegan a uno por todas partes, las verdades que se nos esconden, a lo mejor el tal Trump, lleva razón en su reclamación. Pero lo dudo.

El hecho de solicitar el doble del presupuesto asignado a la NATO por los países europeos, suena a querer llenar los bolsillos de sus empresas de armamento, ¿qué quieren ustedes que les diga?, y en ese punto, lo que me hubiese gustado escuchar son contrapropuestas. Quizás plantear comprar armas en Europa a países fuera de la NATO, a cerrar bases americanas en territorio europeo, y sobre todo dejar de considerar al Imperio como un amigo, que por cierto nos espía.. ¿Recuerda usted Señora Merkel?, que casi le sacan la lista de novios estos de la NSA.

Es la intimidación del chulo del barrio, y quizás haya que echarle del colegio, quizás haya que ignorarlo, quizás haya que reconsiderar qué hacen sus empresas en Europa, quizás haya que repasar la conveniencia o no de relaciones comerciales con los Estados Unidos de Norteamérica. No lo sé, de veras que no lo sé, pero tener un socio zafio, no me parece una buena idea.

Y de la zafiedad que se manifestó en boca del tal Trump, a la zafiedad con la que el tal Gordon Brown, sale del gabinete de la Señora May. Un zafio menos, por el momento en la política activa internacional que el Foreing Office es aún una institución que quizás merezca mejor dirección que la del zafio Brown.

Que zafio es el comportamiento de más de un Rufián de esos que cabalgan a lomos del presupuesto, pero parece que la cosa gusta, que la cosa apetece, que está de moda, que te aparecen en grandes ayuntamientos, que te aparece por todas partes, y a los ciudadanos, que empezamos a cuestionar si el comportamiento en manada es aceptable, nos gusta, o a buena parte de nosotros nos gusta que sean así las cosas, parece.

Y es el punto de que quizás la culpa la tiene mi generación, que en las cosas de educar, confundimos churras con merinas, y conseguimos que las generaciones que nos han seguido, crean que se puede eructar en público y además cabrearse si alguien lo afea. Así que quizás, solo quizás, haya que considerar que el mundo zafio en el que nadamos, sea el conveniente para la obtención de fines que se me escapan por todas partes, que quizás ya no sea este mi mundo, que quizás deba sentarme en mis cuarteles de invierno, y seguir sin ver el telediario, que con escuchar en la radio del taxi, alguna vez, las noticias, es más que suficiente.

Con su pan se lo coman

 

 

Puertas al mar

Parece que no todo el mundo se adapta a eso que hemos dado en llamar las nuevas tecnologías, y es que pasar de andar en burro a reinventar el viaje de Londres a Nueva York en un par de horas no a todo el mundo le resulta cómodo.

Hoy, y durante treinta y seis horas, nos hemos quedado sin Wilkipedia, que los de la tal obra magna del enciclopedismo se han cabreado con los políticos europeos, esos que viven a costa de todos en su cueva de dinosaurios.

Y es que toda esa panda de burócratas paniaguados, no se han dado cuenta que el tan manido tema de la propiedad intelectual necesita adaptarse de forma inmediata a los nuevos tiempos, y eso de esperar a que te caiga el cuponcito cada vez que sale tu cancioncilla en la radio, o en el pub de la esquina ha pasado a mejor vida.

Pero hay nueva vida a la que adaptarse, y yo muy bien no sé cómo funciona, pero eso de vender un puñado de discos, a tanto el disco, no tiene parangón posible con los millones de descargas que se producen, si la obra cae en gracia…(lo de ser buena lo dejaremos para otro momento). Lo fácil era contar discos, a perra cada no vendido, pues a vivir, y no lo que parece que se busca hoy es gestionar de forma adecuada las descargar de este o aquel producto “cultural”.

Porque, la verdad, ¿quién se compra hoy un periódico?, yo desde luego ni me acuerdo de la última vez que lo hice, y leo hoy más periódicos que nunca, sin pagar el eurito y pico que cuesta arruinar bosques y llenar los dedos de tinta, cierto que a base de vender mi alma al diablo de los chicos de márketing, pero de todo nos vamos defendiendo, poco a poco, pero lo hacemos.

Wilkipedia se ha cabreado, y yo con ellos, y es que me he dado cuenta del hecho de que tener una discoteca de la que siempre me he sentido orgulloso, no tiene sentido hoy en día, ningún sentido.

Que por los veinte chufos que me soplan por un CD, de esos de diez canciones, tengo algo más de dos meses de cualquier plataforma llena de millones de canciones.

Vale que los frikis me dirán que como el soporte de vinilo, no hay nada, que la profundidad del sonido, que la zarandaja tal, y la zarandaja cual, y me parece muy bien, pero con el sentido del oído como lo tengo, y no soy excepción no me siento capacitado para detectar ciertos matices, ¿Qué quiere usted que le diga?.

Así, que como decía Don Ramón Tamames esta mañana, que se alegren los poseedores de medios de comunicación, que sus noticias, ahora se replican por todo el orbe a lomos de las redes sociales esas. Y si no saben sacarle los duros a la cosa, pues ¿qué le vamos a hacer?, desaparecen como un dinosaurio cualquiera, y a otra cosa.

Pero nos cuesta desprendernos de esas cargas que los soportes antiguos que prestábamos a las ideas para su difusión. Que si no llevas la baguette envuelta en el ABC, parece que no te gusta estar informado. Pero hay que ir poco a poco, o deprisa deprisa, abandonando los viejos soportes, afinando la calidad de las ideas, y sobre todo no olvidando que buena parte del mundo está conectado, lo que conlleva una difusión de la obra, sea literaria, musical, o simplemente de difusión del conocimiento, sea cual sea su naturaleza hasta cotas que hace un par o tres de décadas eran simplemente impensables.

Habrá que aprender a rentabilizar el asunto de forma que no se escape un duro, pero sin poner barreras al mar, que se las llevan el viento y las olas. Pero nuestros políticos de Estrasburgo parece que no se han enterado aún que estamos en medio de una revolución sin control, por mucho que quieran establecer la tasa “A” o el impuesto “B”, así que de entrada se detiene la Wilkipedia, que parece roza los derechos intelectuales de ciertos colectivos a los que como mucho les almacenan las obras en la última planta de La casa del libro. Gente al final que no sabe hacer llegar su pensamiento a los más de los mortales.

Y entre ellos, aquel Beatle conocido como Paul, que llora porque a lo mejor le despistan el eurillo de comisión, perdón de derechos de autor que espera recaudar por su Sargent Peepers. Él sabrá, que para eso lleva muchas décadas en el negocio, y yo no lo conozco apenas, pero deberá aprender a obtener los rendimientos de su trabajo intelectual de otra manera, a los dinosaurios ya no les queda aire que respirar, o les queda muy poquito.

 

Pero lo cortés no debe quitar lo valiente, y reconozco, que en primera persona del presente de indicativo, me gusta vivir rodeado de aquellos libros que a lo largo de mi vida han ido cayendo en mis manos, de una forma u otra, que tengo cajones llenos de CD’s que hace demasiado tiempo que no toco.

Es mi área dinosauria, ¿qué le voy a hacer?, errores admitidos por mi conciencia laxa, pero al fin y al cabo son los testigos de toda una vida, y ahora me dicen que son soportes obsoletos.

Y admito que es cierto, y admito que es un error andar con cincuenta libros en una maleta cuando te vas de vacaciones, y crees que vas a tener tiempo para leer, y es un error andar por la estanterías de las casas del libro de turno en busca del último éxito editorial, y es un error dilapidar energía en producir un libro que ha talado un árbol para empezar, que quemará petróleo para hacerse objeto de tacto, que gastará más petróleo para ser distribuído.

Son errores, todo son errores, que acaban llenando de polvo tus estanterías, tu vida al fin y al cabo.

Espero que los señores eurodiputados confirmen hoy la inutilidad de su existencia, ya que me consta, y ojalá me equivoque, que intentarán dar un poco de oxígeno a un enfermo terminal que lleva la remuneración del intelecto por caminos que ya el polvo ha ocultado.

Buenas noches, y buena suerte

Líquido

En estos días de verano, uno se sorprende haciendo cosas de esas que de natural no le salen, quizás sea porque los calores caniculares ponen el cerebro en posición líquida que diría Bauman, o simplemente porque eso de pensar tiene también que tomar un descanso, digo yo.

Y viene a colación la cosa porque de pronto, sin comerlo ni beberlo, me encuentro leyendo ese totum revolutum que es “Canción de hielo y fuego”, obra en la que su autor pone, según me huelo, el muro de Adriano, para recordarnos que los de las tierras altas de Escocia siguen siendo tan brutos como siempre.

Que parece aderezar las cosas con la guerra de las Dos Rosas, que hay poca diferencia entre Lannister y Lancaster, o entre York y Stark. Que parece también que por ahí fuera están los Vikingos Targaryen. Bueno, voy a dejar los símbolos a un lado, que hasta entre los personajes se huele uno a un Meñique-Maquiavelo, y así hasta cansarse.

Los seguidores de la tal saga, y a lo mejor me convierto en uno de ellos, seguro han encontrado todas las referencias históricas y semióticas que acaban en un lenguaje adecuado a los que se inician en el mundo de Mr. Martin.

Y es que la gracia es reescribir la historia, o las historias de nuevo, de modo y manera que nos suene a nuevo, a realmente original, y a fe que hasta donde he llegado ahora la cosa funciona. Parece todo nuevo, siendo todo parte de la historia de los libros de toda la vida.

Le daré pues, al tal Mr. Martin la oportunidad de que siga enseñándome los trucos por los que discurre su relato, aunque tenga que peinar más de diez mil páginas, o a lo mejor me canso antes. Nunca se sabe.

Y es lo que digo, que el verano, la canícula, le licuan a uno el cerebro, y está dispuesto a dejar que le bailen Electra, si se empeñan, o a creer que Manon se muere de sed en los baños de Ellis Island. Que estos mejunjes tienen malos finales.

Me dicen que empieza de nuevo a correr el vil metal entre cada vez más amplias capas de la sociedad, y que este año, este año tiran la casa por la ventana esos festivales que se organizan con el dinero del pueblo, de forma que los más pudientes puedan disfrutar de las entradas de gañote que los políticos reparten a manos llenas.

Dos meses en Mérida, Almagro hasta la bandera con el teatro clásico rebosando los corrales, el programa de Perelada, diseñado para esa burguesía cutre y ramplona del Liceu, de Pedralbes y la Bonanova, que son indepes lunes, miércoles y viernes, y constitucionalistas martes, jueves y sábados…(el domingo es día de tortell o lyonesas), lleno de grandes nombres, pretemporada del Liceu, y con la gente preparada para dejar el mes de la Costa Brava, y empezar el de la Cerdanya.

Santander no se nos queda atrás, los vascos con sus Jazzaldía, y a vender sardinas, con Txacolí, o marmitako con Chablis, que nadie se va a rasgar las vestiduras.

De los que se van a descansar a Ibiza, o a Formentera, que me dicen necesitan desconectar, no voy a comentar nada, total, con el ruido de los D.J. no va a poder leerme. Pero ahí están, de Cala Bassa a Cala Tarida, de disco en disco, buscando el atardecer más cool con la música adecuada, y el mejunje en copa grandona, que a lo mejor te está mirando, sin querer, claro, el futbolista de moda, ahora que le han echado de Rusia por no saber meterla, o ¡Dios sabe quién!, pero hay que estar con la moda “ad lib” cubriéndote las carnes, y preparado para la noche, que por aquí está feo dormirse. Ya te digo.

Mi Carmena parece que no le va a echar mucha leña al tema, pero qué más da, que los de aquí somos todos unos descastados, y a la que se te ponen cultos, van y se apuntan a un curso de esos de la Menéndez Pelayo, pero de los que dan en La Magdalena, que los otros son más cutrecillos.

Y si no, pues al Grec del Poble Sec, o a otros cursitos de verano, que siempre me han sonado a las rebajas de las conferencias que no se han vendido en invierno. Te sacas unos cuantos créditos, y si te descuidas, te montas un rollito veraniego con el estudiante venido de los USA de Tito Trump..”you know?”.

Y es que como están las proteínas cerebrales en modo líquido, nada de lo que se haga tiene la más mínima importancia, que esto es como si a la Cersei se le ocurre una tropelía, y el Matarreyes acabestrado va y la consigue para su amante hermana.

Claro que en este ambiente líquido, hasta los dramas pierden dimensión, que se esconden detrás de los bikinis de las “celebridades”, y no somos capaces aún de entender ese tema tan acuciante que llena de muerte el Mediterráneo, y que nos parece tan lejano, tan distante, siendo sin embargo tan próximo.

Los europeos quitándose el muerto como pueden, que no llegan seres humanos, que lo que llegan son agujeros en el presupuesto, retos políticos, escaños en juego, todo líquido, como la sangre que se vierte, como el agua que la acoge.

Y mientras por estos pagos, suicidándonos poco a poco como sociedad, que hasta los cuarenta no quiere nadie un hijo, y ahí la cosa se pone más difícil cada vez, pero cambiar el color de nuestra sociedad no parece que sea santo de la devoción de esos políticos, que desde aquí y desde allá se empeñan en transformar nuestra vida en algo cada vez más anodino.

Pero como todo es líquido, en el fondo, a nadie le importa nada que unos seres humanos mueran ahogados en el Mediterráneo, o de sed en los desiertos americanos, o de hambre un su Siria natal, o en su aldea africana, que la culpa no es ni de Don Pepito ni de Mr. Joseph, que nos es más fácil pensar que son cosas que nos sobrepasan y centrarnos en el siguiente partido del Mundial.

Así que con todo el dolor de mi corazón seguiré con el cerebro líquido, como dice Mr. Bauman, que en el fondo es una cómoda forma de pasar la vida.

Con su pan se lo coman

Un bel di vedremo, espero.

Hay cosas que siempre han tenido muy mala solución, y me estoy refiriendo a esto de los políticos, la política, los juegos del poder y demás monsergas.

Lo fácil ha sido siempre decir aquello de que los de mis épocas de juventud eran mucho mejores, era mejor la política, los políticos, y los juegos del poder mucho más brillantes.

Pero desde luego no es mi caso, que en eso mi quinta tuvo muy mala suerte, y no voy a empezar a aburrir a la peña con historias de los años sesenta y setenta, que me tendría que poner la chaqueta blanca y la camisa azul, como un Suárez cualquiera, para cambiarla al primer vientecillo cruzado, y por el momento no me reconozco haciendo eso.

La cosa es que se asoma uno, no solo al solar patrio, sino que oteando los patios de los vecinos, le entran a uno ganas de echar a correr en cualquier dirección, como alma que lleva el diablo, aunque lo más probable es, que acabes en brazos de cualquier sátrapa u organización de sátrapas que pase por ahí.

Tengo que reconocer que hace ya algún tiempo, unos meses, he decidido dejar de ver la información sobre acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor, y que se transmiten por televisión.

La historia empezó a cansarme un día, que estando ya cansado de otras cosas, no me acuerdo de cuáles, el busto parlante estaba empeñado en contarme no sé qué historia de tres per cent, o de la Gürtel, o de los ERES andaluces, todo en su equilibrio, que si tienen que hablar mal del partido en el poder, que la cosa se les desborda, se sacan los trapos sucios del partido B, del C, y del que haga falta. Que no solo hay un grupo político malo, te dicen, ¡que te roban todos, capullo, y no te enteras!.

Así que yo a no enterarme, y como el tema es casi infinito, un día te estás tomando una caña en un bar, y sale Pedrito junto a Doña Merkel, el tan puestecito, tan mono, con su inglés tan fino (por fin un presi que no necesita un traductor), diciendo que todo muy bonito, y mientras la tedesca poniendo cara de tú di lo que quieras, que en cuanto te abras tengo una reunión con los del rollo migrante que me va a tocar los boñigos.

Ella vende su foto, y nosotros la nuestra. Pagamos la gasolina del Falcon, y a por la próxima.

Y en teledeporte, con las ganas que tenía de ver nadar bien a la Señora Belmonte, resulta que me aparece el President ese que ni le dejan el despacho, ni mear en el Palau Sant Jordi, que los seguidores fieles del gurú de la secta no deben mancillar los lugares sagrados del santón, en medio de un abucheo monumental, a él y a su himno. ¡Pues vaya!, digo yo, estos de Tabarnia que me parecían tan educaditos resulta que van a serlo menos.

Un desastre, y mi buena Señora Belmonte que gana sus medallitas, resulta que nadie va a ponérselas, claro, se llama Belmonte, no Bellpuig, con lo bonito que es.

Me llama mi amigo el conserje del Pera Palace, y me digo.

  • Verás, que se ha gastado la propina que le dejé con eso de la devaluación y quiere que le compense según la evolución del seguro de cambio internacional que rige las propinas en ese tipo de establecimientos.

Pues no, que el hombre ya se la había fundido, ¡como Dios manda!, que lo que quería era contarme las cosas de las elecciones a sátrapa que han tenido por ahí, y que lo tenían compungido.

Mi buen amigo era un mar de lágrimas, e insistía que los males de su amada tierra, (yo creía que era Turquía, pero no, su tierra es Estambul), nacen en la Capadocia, en Trebisonda, que los campesinos del centro de la tierra son muy brutos y muy conservadores, y le han vuelto a sacar como presidente por diez añitos más al tal Erdogan.

Claro que no debo recordarle, que bien al este están los kurdos, a los que siempre han querido exterminar no solo los turcos, sino cualquiera que pasase por ahí. Pero eso le queda lejos al buen conserje.

Y eso es malo para el negocio, se lamenta el hombre, que los turistas vienen por aquí a estar tranquilos, no a parapetarse tras el tranvía de Istiqlal cada dos por tres. Que es un no vivir, que día tras día toca carga policial.

Luego me habla de lo que su abuelo le contaba de Ataturk, que puso el país en la senda de la libertad y la modernidad, posiblemente detrás de su mandil de Maestro.

Y otra vez el tal President, montando, con sus acólitos el numerito indepe en USA, tanto que se quedaron los pobres armenios y el público asistente con la demostración de una pataleta a la independentista catalana. Una pena, y que a nuestro Pedrito primero, el guaperas, parece que le hace gracia, o sin hacérsela, alguna facturilla tiene que pagar. No sabe,(o sí), dónde se está metiendo. “In Borrell we trust”.

Y por otra parte, sigo convencido de que Tito Trump, anda jugando en bolsa a futuros, que cada vez que pone un tweet de esos, la cosa pega unos bandazos espectaculares, y en esos movimientos hay mucha pasta, mucha pasta, qué quieren ustedes que les diga, y aquí nadie es inocente, aunque se demuestre lo contrario.

Seguro que los avisos los recibe el primo segundo de su ama de leche, que debe ser chicano ilegal, y le va guardando los duros al hombre en algún saquito suizo. Pero es que hay que vivir, y las cosas están muy difíciles.

A la dulce Italia, parece que se le ha cortado la leche de hacer “gelatti”, que si siempre nos han changado con la elegancia de un De Sica, poniendo luego esa carita seráfica de “professore” milanés que llevaba mi añorado Mastroiani, ahora se me están poniendo zafios, y eso no se lo consiento a mis amigos italianos, por su bien, y por la admiración que siento por ellos. Y es que las formas que escondió Mussolini, parece que reviven, parece, digo, aunque seguramente en el corazón de esa gente del norte hay indepes escondidos, con la carga de fascismo y supremacismo que siempre acompaña este tipo de fenómenos. La cosa parece que quieren equilibrarla con el pagliacci populista, y no tiene gracia. Siempre preferiré a Totó, y a Alberto Sordi, ¿qué quieren ustedes que les diga?.

Serán cosas de la edad

¿Democracia?

Una de esas revistas que parece que la compras para que vea la gente las sesudas cosas que lees, y que se llama Foreing Affaires…(en inglés encima), abre su portada con un reportaje “global”, que ya nada es aldeano, que todo es global, en el que se pregunta si la democracia se está muriendo.

“Pardalets”, que son cosas como las de Perogrullo, que si la democracia es el gobierno de los que son más, (acepción del término griego, en contraposición a “aristocracia” que es el gobierno de unos pocos, yo no recuerdo haber vivido en democracia nunca, en ningún momento, y ya me perdonarán sus gracias la tal afirmación.

Pero es que miro y solo veo maneras aristócratas, ninguna demócrata, o muy pocas, de tono menor, desde luego, pero bien publicitadas, y no solo hablo de hoy.

Que las cortes leonesas eran consejos de nobles y del clero, con una cierta representación de villas y ciudades, que no estaba allá por el 1188 Don Alfonso IX por perder sus privilegios.

Que lo mismo en el Cent Catalán, o en la Carta Magna inglesa, o donde quieran ustedes mirar, incluida esa Grecia que nada tenía de demócrata, que era aristocracia pura. Que menos del veinte por ciento de los que vivían en Atenas podían (cada uno en su grado y condición), influir de forma fehaciente en los temas de la res publica, y me temo que la cosa sigue sin cambiar, bien que se ha perfeccionado y maquillado convenientemente, pero solo eso.

Y que me hablen hoy de democracia, reconozco en el fondo que me parece un gesto de ingenuidad tremendo, y que sí, que los ciudadanos tienen derechos, como siempre los han tenido, es decir derecho a ser robados al pagar los insumos básicos, tienen derecho a acceder únicamente a los elementos insustanciales de aquello que realmente está ocurriendo a su alrededor, de forma que, a la hora de determinar el camino que deben llevar las cosas, queda el papel del “demos” relegado al consumo de slogans, y a la reacción pavloviana consecuente.

Que no, que estamos en manos de los aristócratas de siempre, y es que nos gusta, parece, que las cosas ocurran a nuestro alrededor, y que sea otro quien ha decidido, que sean de esta o aquella manera, que eso de pensar es duro.

Y como se explica en la revista de marras, la sociedad se está drogando de forma masiva, que parece que han muerto más ciudadanos de USA y Canadá de sobredosis de opiáceos entre 2000 y 2016 que en las dos grandes guerras del siglo pasado.

Los impactos económicos ni se cuentan, un 2,8% del PIB, pero lo más importante es que toda esa gente está fuera del sistema, salvo para votar “For Presi” al primer anuncio del descanso de la Super Bowl. Y lo hemos conseguido, se ha votado al Pato Donald, o a Fofito, y aquí ya nos preside un pollo pera al que no hemos votado. Más me suena a aristocracia que a democracia. Más a panem et circensis que a la gestión democrática de la cosa pública.

Pero es de lo que se trata, de tener masas no analíticas, deformadas desde el momento de su formación profesional de manera que luego, cuando les dejemos una papeleta en las manos, la coloquen sin hacer preguntas en la urna correcta.

No nos preocupemos, la libertad, que como siempre he mantenido está siempre ligada a la sabiduría, no la alcanzaremos nunca la gran masa de ciudadanos, que se nos niega la formación en ese sentido.

¡Mierda!, y es que así tenemos el mundo de las civilizaciones occidentales, y es que nunca deberíamos coger los cabreos que pillamos cuando salen de los órganos legislativos de turno normas que afectan a los más, a los “demos” de forma masivamente negativa, y no hacemos otra cosa, día tras día.

Pero para que nos sintamos dirigentes, desarrollamos ahora el término “ciudadano global” al que parece que nos podamos adscribir todos, y llenar nuestras almas de la felicidad de ser importantes, que no está mal, si no fuese solamente una bonita frase de mercadeo.

Que al final el que quedó, realmente como importante, fue el anticuado “ciudadano del mundo”, y no es eso, no es eso, que el ciudadano global hoy es el que puede comprar en Amazon y en Alibaba, que puede ver en la pantallita de su móvil las toneladas de porquería alienante que se te ofrecen, moverse en vuelos de bajo coste a visitar esas cosas que antes eran ciudades, y hoy no son más que parques temáticos con nombres de ciudades.

Mejor ir directamente a Disneyland, donde sea, y dejarse de historias, que parece que se ha creado ya la matrix virtual en la que se debe desarrollar nuestra vida, y mejor no salirse de ella, que si no te conocen en las redes sociales, si no participas en los juegos de tropecientos jugadores, para ganar puntitos, gatitos que te hagan popular, no vales nada, no eres nadie.

Muchas veces nos hablan de renta “per capita” que está muy bien, pero pocas veces en el cálculo se excluye el impacto del 5% más rico de la población, para ver como quedamos los demás mortales, y es que tengo la sensación de que nuestro sistema es una bola de aire mantenida por los slogans de los expertos de mercadeo social, y que esto se nos va por el sumidero a una velocidad de vértigo. El declive del Imperio empezó ya hace tiempo, y el mantenimiento del mismo se apoya cada vez con más fuerza en las medidas proteccionistas de todo tipo que nos vamos dando.

Y es que no queremos reproducirnos, preferimos morirnos, al menos aquí en España, y me temo que otros muchos sitios de los que no tengo información, y nos quejamos, pero no permitimos que el supuesto déficit poblacional que se está creando se cubra con tantas y tantas personas que están llamando a las puertas de nuestras fronteras. Eso no, que a lo mejor la cultura que viene de fuera no es la correcta, que la religión que pueden traer no la entenderemos en un estado aconfesional….¡y si esto sigue así, no podremos pagar las pensioneeeessss!.

Vaya todo el sistema a la mierda, el sistema basado en la creencia de que somos globales, en la creencia de que el mar admite barreras, y sobre todo en las creencias supremacistas, no tanto de los “demos” como de los “aristos”.

Que al final, si ustedes me lo permiten igual manipulan al chino de Jing Xiao Ping que al yanqui de Tito Trump, al gabacho de Macron, o al tedesco de Doña Merkel, por no hablar de los guaperas en España, o los payasos en Italia.

Si fuese una democracia, seguro que nos habíamos defendido, pero detrás de todo el entramado del poder mundial, lo que menos hay es gobierno del pueblo, gobierno de los más, en definitiva gobierno demócrata.

Tendré que prepararme un vermut, que todo lo demás es perder el tiempo.

Buenas noches y buena suerte

Más de lo mismo

Parece que el gallinero nacional anda alborotado, será porque se nos ha venido “la caló” de golpe, y nos entra la depre solo de pensar que así, más o menos hasta octubre, que este cabo hasta bien metido el Pilar, no se atreve a llevar el tweed a la tintorería.

No lo sé pero anda alborotado, pero siempre menos que las reclusas de Brieva, que les han puesto compadre con planta, y uno no sabe si es que la borbona me lo quiere tener distraído, que no se ha dado cuenta de lo que ha pedido Iñaki pues, o se lo quiere quitar de encima con una acusación de adulterio de esas que sientan tan bien en este país de “la maté porque era mía”.

Como una loca tenemos al amigo Perico, que por fin ha llegado a Palacio, que ahora seguro, con dos añitos de tabarra se nos monta en el dólar de asesorar para que algún gerifaltón bananero se sienta como un dirigente maduro. Y si eso le falla, tendrá su consejo de estado hasta que se nos muera, y paga la hipoteca seguro, oiga seguro.

Pero lo tenemos alborotado, como el gallinero de Génova, que allí hasta las gallinas se pican la cresta, con lo que se me descabala el tema de la etología de las gallináceas, pero es la consecuencia de estos calores tardíos en los que uno pasa el día decidiendo si lo mejor es irse de una vez a la playa, o largarse al mundo del agua de cebada y de la horchata, que tanto se echa de menos.

Yo procuraré mantenerme al margen, pero es difícil, aunque sea de natural tranquilo, que la gente alborotada toca las pelotas con una facilidad pasmosa, y ya no te digo si tú estás en plan susceptible, que la calor nos afecta a tóos.

Lo que pasa, es que como esto de la res publica aburre a las ovejas, que robarte lo van a hacer de una u otra forma, lo único que te queda es lanzarte en los brazos de Netflix, o coger la saga del Martin ese, y enterarte porque el tal Jon Nieve, hace lo que hace, y le sale como le sale.

Y es que ni siquiera esa cosa de ver si en Mérida este año ponen un clásico como Dios manda, y es que no, el espíritu de Bieito anda suelto y versionamos cualquier cosa con tal de mantener el título de la obra que es lo vende y llena teatro.

Y es que viene uno de su pueblo, de meterse entre pecho y espalda un Manon, el de Puccini, y el pollo creativo que reinterpreta a Puccini, se hace bola con la interpretación del texto, y es que en vez de dejar morir de sed a los protas, (ella un pendón desorejado, y él más bobo que un enamorado), en medio del desierto americano, nos mete en Ellis Island, y les deja morir de sed el lado de los baños o de las duchas, que no se ve bien.

Con lo que la cosa queda gloriosamente ridícula y menos mal que el bueno de Puccini ya se nos murió, que si anduviese por estos andurriales, volvía a petar.

Como nos acercamos ya a los fastos del solsticio, se me ocurrió aquello de ir a “A Lanzada”, a ver como corrían las olas las que querían preñarse, pero ya no tengo cuerpo, ni de futuras preñadas, ni de hogueras en la playa, que lo mío es más de atacar a un buen vino, un mejor asado, y tonterías las justas. Pero habrá que dejar al mocerío que se desbrave, cada uno según su condición, y las sanjunanadas son muy propicias al desflore, al ¡ay Dios mío qué he hecho!, y al correr del vino que afloja las defensas.

Siempre, claro, que no aparezca el turista con el móvil, y es que te hacen una foto sin que te des cuenta, y la tienes publicada en todas las redes sociales antes de que cante el gallo de San Juan.

Por eso ando yo siempre a la la defensiva en estas cosas, que las carga el diablo, y poner el culo en consejo nunca ha sido una buena práctica, ya sabes, unos que blanco, otros que negro, habrá pues que mantenerse alejado de ellas, digo.

Y por cierto, no me importaría que me fuesen diciendo como va eso del empuje indepe, que lo único que me han dicho es que lo de las embajadas vuelve, y que a los de la cárcel del prucess les pueden meter treinta añitos, y no sé si a Iñaki le importará tenerlos en Brieva que a lo mejor le revuelven el gallinero al muchacho, y es complicar demasiado las cosas. El que no esté aburrido sin ser indepe, que avise, de la misma forma que espero escuchar algo de mi amigo Iglesias, que desde lo del chalet lo tengo perdido, y al Albert, parece que le han colocado en vía muerta. Lo que hacen los registradores de la propiedad a la que les dejan.

Y mi Marianico, a Santa Pola, que no es mal sitio, y si no que se lo pregunten a Don Santiago, que al parecer, anduvo por allí sin estropear el enclave. Luego cambiaron los tiempos.

Y por último, le diré a Pedrito, que se dice economista, y seguro lo es, que no venga con mandangas de impuestos a la banca, que lo vamos a pagar entre todos, que nos vana subir los créditos y las comisiones de servicio. Eso sí no sale en el IRPF, pero nos revienta el bolsillo a los de siempre.

Que en su entrevista televisiva en plan gallo primero del corral mi buen Perico, tan apuesto, tan gallardo y tan alborozado por haber sido nombrado caballero, le reventaba el gozo por todas partes, pero a la hora de la verdad, me temo que ni cambiar la ley laboral, ni arreglar las pensiones, eso sí, las autopistas a costa de mi IRPF, que yo no las uso, y ¡Coño! Que paguen quienes las gastan.

Pero no parece, que estamos como estábamos, y casi mejor así, y al menos este no empieza rindiendo pleitesía al alahuí, que solo me faltaba.

Por lo demás, sin novedad en el frente

 

El San Juan

No sé quién me manda abrir la prensa, debo estar loco, y eso que uno anda ya resabiado y evita las páginas del corazón, en las que se narran las aventuras y desventuras de quienes en mi nombre detentan el poder. Vamos que me salto la opinión, la política nacional, y similares, esperando encontrar algo decente entre líneas.

Y hoy me han dado dos patadas en los dientes con muy pocos minutos de diferencia, siempre por mi culpa, claro, que uno se empeña en creer que aún el ser humano vale la pena, pero no sé, no sé.

Me define la viñeta de “el Roto”, lo que hoy entendemos por “comercio justo” :

-Nosotros enviamos armas, ellos nos envían refugiados.

Y que nadie se engañe, la cosa no es de estos días, que me recordaba el otro día mi hija aquella pieza de Max Aub, “El San Juan”, consecuencia del envío de armas a Franco, y a la República, que concluyó con el envío de refugiados a Méjico, y a otros muchos sitios, pero en la obra se habla del destino mejicano.

La cosa hoy, es la misma, refugiados de Siria, refugiados de media África expulsados por las fábricas de armas de quienes no desean saber nada de ellos. Coherente es, desde luego, que si vendes armas es para que alguien mate a alguien, así que es lo mismo que mueran por bala o por ahogamiento. ¿es que no se han enterado de que no son seres humanos?. Es que hay que explicarlo todo, y ya tengo bastante con discutir el menú a los invitados en mi yate. ¡Coño!.

La verdad es que como no soy una de esas moscas de la pared, no me he podido enterar si cuando Tito Trump habla con sus socios comerciales, se discuten los aranceles de las armas. De las aceitunas y de los cochecitos, desde luego que se hace público, pero ¿de las armas?, a lo mejor no tienen aranceles, que el tráfico es ilegal, dicen, bueno, quizás en algunos casos….lo que no sabemos es qué inversión media hay que realizar en armas para cepillarse a un cristiano. Sería una interesante estadística.

Mientras tanto el camino del San Juan sigue en su derrota de muerte, ahora en el Mediterráneo, o en el Atlántico hacia Canarias, o por tierras turcas.

Maldito mazazo, aunque como ya he dicho no es el único de esta mañana, y es que sale un médico casi octogenario de Bethesda en el corazón del Imperio, con una noticia maravillosa. ¡El cáncer puede controlarse!.

Y claro, uno se pone a leer la noticia, con cuidadito y la propuesta es más que guay, es suuupeerrr guaaay. Que un autotrasplante de linfocitos puede eliminar las células cancerígenas o cancerosas, que ahora no sé cuál es el término adecuado, así que elijan sus gracias.

Fantástico, pero, esa que se necesita un equipo de al menos treinta personas por paciente, unos sistemas de secuenciación del DNA hipersofisticados, ya que hay que determinar no solo las secuencias de los linfocitos sino de las células cancerosas, diseñar el nuevo DNA del linfocito del paciente, y a por el tumor.

Dice el bueno del investigador mientras nos mira desde sus gafitas y sonrisa picarona, que la cosa no es para todo el mundo, que vale una pasta, casi medio millón de dólares, y ni las aseguradoras, ni las sanidades públicas van a poder costearlo.

Solo parece que usted mi querido amigo vendedor de armas de esas que producen migraciones poblacionales, va a tener una posibilidad de hacer algo en caso de que se le ponga el colon negrote como el alma, o el cello del útero quiera desprenderse, o algún melanoma de esos que no se sabe por qué está ahí.

Los demás, como siempre, nos moriremos sabiendo que existe una cura para nuestros males, pero que como no tenemos la pasta, pues pasamos al Oriente Eterno, que diría uno de mis amigos, y a otra cosa.

Pero que nadie se preocupe, dice el buen profesor de Bethesda, y a lo mejor lleva razón, que seguramente la industria farmacéutica encontrará la manera de hacer la cosa más asequible, y así a lo mejor podemos dejar la cosa de forma que en vez de que puedan acceder unos cientos, puedan acceder unos miles.

Perfecto, nuestra sociedad en estado puro, con el negocio de la muerte anticipada, con el negocio del sufrimiento de quien no tiene “posibles”, que a nadie le importa.

Se le quitan a uno las ganas de abrir la prensa, ni digital ni en papel ni en ningún otro formato, que al final el mensaje que de forma machacona se nos repite es que el mundo y sus posibilidades materiales son de unos pocos, que además, y con mucha probabilidad no se lo han ganado, que les llegó de forma colateral.

Así que ya sabemos lo que hay, de donde vienen los que en su San Juan particular embarcan en una derrota sin esperanza, desde un puerto de muerte a otro de desprecio y muerte también.

Y es que no todos los niños que dan patadas a un balón pueden ser un jugador de élite, la miel no está hecha para la boca del asno….

La verdad es que cada vez cuesta más mantener el optimismo, inmersos en esta sociedad en la que la vida es tan poco valorada que tiene un precio en dinero, en la que solo son individuos dignos de ser tenidos en cuenta son aquellos que pueden pagarse el peaje.

Y como no hay nada más noble que un buen perdedor, aunque sea por que el contrincante ha hecho trampas o ha jugado con ventaja, cerraré esta entrada de hoy en la bitácora, felicitando a ese uno por ciento de la población mundial que detenta el veinte o veinticinco por ciento de la riqueza generada.

Y les recordaré aquella estrofa de la milonga del cantautor argentino:

-Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo, que como dice ese indio navajo, el oro ni se come ni se bebe.

Pero mientras tanto que les quiten lo bailao. Y nosotros los de a pié solo nos queda el consuelo de tener una Zelecsió de jumbor que es de Hierro.

Con su pan se lo coman

 

De éticas y estéticas

No llevamos una semana y se nos empiezan a caer los ministros por un quítame allá esas pajas de la bronca que tuve con Hacienda somos todos.

Bueenoo, qué le vamos a hacer, que esto de las prisas son malas consejeras, y no se dieron cuenta en el gabinete del presidente que este buen hombre andaba a tira y afloja con el fisco, y a ver si le va a pasar como a mi amigo Al, que le pillaron por impuestos y acabó hecho polvo por la sífilis en la prisión federal, pero eso sí muriendo por una neumonía en Palm Island. Cosas de los impuestos.

Pero nada, que el ex ministro seguro que puede soltar la multa y la deuda, que comparada con las cantidades que manejaban los imputados del anterior gabinete, es pecata minuta, eso sí con su pequeña indemnización y la garantía de pensión máxima cuando se jubile. Lo que lleva adosado el tema ministerial.

Al de agricultura, parece que me lo desimputan, que el tribunal de “Les aigües” no se cree que haya el hombre chanchulleado más de lo normal, y es que tampoco se dieron cuenta cuando lo nombraron del asuntillo que llevaba en manos judiciales una “hartá” de tiempo, que es que no se puede estar a todo, y las cosas han venido muy, demasiado rápidas para andar con remilgos.

Pero realmente se nos da una higa, que al final son partidos que se juegan en ligas ajenas a los ciudadanos, y a nosotros nos quedará siempre lo de Lopetegui.

Reconozco que me hago muy mayor, que veo que la gente hace bandera con cualquier cosa, vamos que ponemos una encuestita de esas que acercan el ascua a sardina propia para ver qué pensamos de los migrantes que andan dando tumbos por el Mediterráneo.

Y que unos esperando que se abra una vía de agua en el barco, y que se acabe el lío de esta semana. El de la próxima, ya veremos cómo lo tratamos, que otros piensan que los seres humanos merecen el trato de seres humanos, y en ello estamos, que hay división de opiniones.

Mi amigo Pepe, y yo, pensamos que si no hubiera fronteras, no habría emigrantes, habría desplazamientos por nuestra casa común que es la Tierra, y punto pelota, pero claro, como hemos ido poniendo meaditas de esas que marcan el territorio para defender el agujero donde cagamos, no podemos aguantar que los bárbaros nos invadan.

Ahora parece que todos andan con este tema cogiendo el canasto de las chufas, lo que tampoco está mal del todo, que si los italianos son casi herederos de Don Benitiño, que si el gabacho dice que son tontos feos y malos, que de Malta solo dicen que no quería jugar a esto, pero cerró sus puertos a los migrantes.

Que si las Organizaciones humanitarias cooperan con las mafias, que no cooperan, que solo les preocupa el bienestar de la masa humana que huye desesperada de unas condiciones de vida inaceptables, que, que que.

Que si los yanquies acabaron con El Gadafi por un quítame allá unos barriles de crudo, ¿verdad Señor Obama?, que si los gabachos ayudaron….¿Verdad señor Sarkozy?, que si a Macron le viene bien que fuera usted, que en definitiva, aquí lo que importa, es quedar como el bueno de no sé qué película, a usted hoy se la refanfinfla en estéreo, que debe ser como muy sonado.

Mientras los africanos que vienen de la guerra y de la miseria, pues a morir, a ser esclavizados, a ser robados, a ser violados y violadas a ser vendidos, a ser utilizados como piedras para darle en la cabeza al vecino, al opositor político.

Pero que nadie desespere, que nuestra Carmena tras un tiempo que ni me acuerdo de lo largo que me parece, con su cartelito de bienvenida a los refugiados en el frontal del consistorio, va y nos dice que, no nos preocupemos, que la solidaridad madrileña tiene veinte pisitos, que no se han apretado los ocupas que le dieron la alcaldía, y que le manden cien de carne, que los mete allí a razón de cinco por pisito.

Pues bueno, que si pierde la alcaldía, o le viene un aire le vende los pisitos al cualquier fondo buitre de esos del neoliberalismo pase lo que pase, y me desahucian a los migrantes, que acaban en una tienda de campaña por los eriales esos que hay por Vicálvaro, y donde no han sabido hacer las casas que tantos y tantos ciudadanos de este municipio necesitan.

No pasa nada, mientras haya casas por La Navata, que digo yo, a cinco por pisito, a lo mejor podía Pablito coletas meter a dos o tres en su casoplón.

Bromas aparte, que aquí cada uno le pone su letra al drama, que de lo que se trata es de que la cosa de juego político, que pueda decirse en las redes sociales esas, y en las encuestas con filtros y maquillaje, que lo que tú decías era lo que la mayoría decía, y habrá que seguir la voz del pueblo, que en democracia, ya se sabe.

Pero Libia ya no existe, está arrasado cualquier resto del país más o menos cohesionado que controló Gadafi, y el concepto de trata de esclavos se ha hecho forma de vida de grupos locales, que cobran sus dineritos en Londres. Eso no importa.

Y no importa que los árabes quieran lanzar otra ofensiva contra Yemen, y que a lo mejor se llevan por delante medio millón de almas. No importa, no son personas, son carne, solo carne.

Y no importa que en Sudán la guerra siga y siga, no importa que el coltán, no importa que en Somalia, no importa que en Eritrea, no importa Boko-harán….no importa….

Pero lo que si importa a los mercados de trabajo es que haya exceso de mano de obra poco o nada cualificada, sin conocer el idioma, con la necesidad básica de alimentarse, sin conocer la leyes. Van muy bien a las cadenas de los almacenes de las grandes distribuidoras “digitales” por ejemplo, y si ir más lejos, aunque para recoger la fresa y la cereza, también valen.

¡A la mierda!

British summer

Estaba yo pensando, que con este clima que disfrutamos en mi pueblo de adopción, que Villa y Corte es, deberíamos presionar a los de Mahou para que nos vendiese envases de esos de a pinta, que en su publicidad o en los productos asociados a la venta de cerveza incluyese los típicos vasos ingleses que con tanta profusión te sueltan el los pubs británicos, (los de a pinta que los de half a pint se guardan para los conductores).

Y la verdad es que a mí me encanta, me encanta eso de ver llegar las tormentas alineaditas, una detrás de otra, con sus shower asociadas, que diría el responsable de dar el tiempo en la BBC. A  mitad de junio, los pantanos llenitos, el aire acondicionado, sin tocar, durmiendo con mantita, como ha de ser entre las personas de bien. Un gusto.

Como siempre hay gente “malajosa” me salía uno de esos defensores del calentamiento, con la historia de que si esto eran los monzones, y el clima se nos estaba volviendo tropical. En fin, que hay gente pa tó, que diría el castizo.

Pero lo importante, es que mi amigo que me ha citado en la oficina, justo en el tee del uno, me sorprende diciéndome eso de que a ver si la lluvia nos respeta. ¡Por Dios!, ¿dónde se ha visto a un británico pedirle respeto al cielo antes de dar el primer bolazo?.

Y es que tendremos que ir aprendiendo, aunque una flor no haga primavera, que si queremos tiempo británico algo tendremos que aplicar de sus sistemas de adaptación al medio.

O a lo mejor no queremos eso, pero yo ando tirando de mis zapatitos de Northumberland, que para esto de la lluvia han sido siempre cojonudos, no me separo de mi Barbour, y a la que puedo, me meto una pinta, quizás con demasiado gas, quizás demasiado fría. Hay que mirar eso.

Por lo demás, como los británicos, que uno no sabe si salir a jugar con bombachos, corbata de lana con el escudo del Clan, y un tweed que me libre de todo mal. La gorrilla, será la de siempre, en eso no tengo dudas.

Lo malo de todo esto es que, a diferencia de los clubs ingleses, aquí aún no le hemos cogido el gusto al asunto de disfrutar de este tiempo británico, y lo mismo llevamos razón, que si la cosa sigue así acabaremos siendo pragmáticos, tomaremos el té a las cinco, nos desembarazaremos de Europa, (nuestra vocación africana es aún muy potente), y aunque varias autonomías lo intenten, seguramente seguiremos circulando por la derecha.

Recuerdo de mis tiempos británicos aquellos veranos que duraban casi una semana. Era maravilloso, salvo que los “rough” se ponían intratables. Pero ya sabes, hierrito siete abierto, le das con toda tu alma, y con suerte acabas en calle que es donde mejor está uno.

Pero por estos pagos, últimamente, eso de ir por calle no nos va demasiado, que nuestra tendencia a sacar los pies del tiesto a la que podemos es enorme, que nuestro natural de “capra hispánica” es tirar al monte, y sobre todo sin ir en rebaño, ¡no me jodas!.

Así que por mucho que llueva, que no suba la temperatura, que se nos moje la noche de San Juan, que las mozas no se quiten el refajo, y mira que andan con ganas, me temo que eso de abrazar los usos de la Pérfida, no es cosa nuestra.

La cosa mala del asunto, es que Don Amancio se ha quedado sin vender los trapitos de flores rosas, que con tanto mimo había diseñado en Galicia, y con tanto dolor le han cosido en Bangla Desh. Espero que la cosa no afecte a los índices bursátiles, y que el gallegazo aguante sus ahorrillos de cincuenta y pico mil millones, que le aseguren una vejez tranquila, y le tengan a salvo de imprevistos, que son muy malos.

En un alarde, me he atrevido a abrir la ventana….craso error, que hace una rasca considerable, y es que a uno parece que le llegan los vientos de los líderes mundiales que se sienten incómodos con Tito Trump, que quiere romperles el status o tingladillo que tienen montado, y a la vuelta de la reunión del G-7, me los pone a parir en un “silbidito” de esos que tanto le gusta usar, desde su cunita en Air Force one. Hasta Doña Merkel, que parece de su bola, le ha arrugado el hocico.

Y es que eso que dice la ecologista ineducada de que tenemos aquí los monzones, altera a todo el mundo, y la gente no está para alterarse, que bastante tiene con saber si Periquín va a darles la independencia a los catalanes separatistas, con tal de que le dejen una semana más en la Moncloa, o va a bailar un aurresku a los de Bildu. Nadie lo sabe, nadie sabe si por fin habrá un salario mínimo decente, de esos de mil quinientos chufos al mes, que con menos no se vive y con eso se malvive, o si las cosas seguirán como siempre.

Y es que el señor conde necesita salir tras sus lebreles a ver cómo andan los cochinos, y si hay algún ciervo, gamo, corzo, o similar a quien asustar con los disparos de su Holland-Holland, que aunque aquí no use el trescientos cincuenta, enseñarlo al señor duque, siempre ha sido algo digno, que si no se cree que has venido a menos.

Nadie se alarme, unos a menos, otros, los menos, a más, que la cosa está montada de esa guisa, yo a igual, que total…mientras pueda pasear por el campo de golf con mi gorrilla, mis bombachos y mi tweed con la enseña del Clan, todo va bien.

Veremos lo que da de sí la semanita, que se nos presenta divertida, con Tito Trump por Singapore, ¡con el calor que hace, y lo pesado que es el coreano!. Y ya ha dicho, que va a imponer, que no va a negociar, y que si no impone, portazo “Air Force one”, y a casa a lanzar mensajes a sus seguidores por internet, que la popularidad es la popularidad.

Y como esto siga así, tenemos al Tito Trump otros seis añitos, y no sé si hay cuerpo que lo aguante.

Dieu vous donne…la patience

Mi vecino el trepa

No me lo podía creer, al final me dí cuenta de que mi vecino es un trepa. Lleva dos meses en la urbanización y quiere ya ser presidente de la comunidad, aunque sea pasando, si es poco tiempo, por una vocalía menor.

No me lo podía creer, pero es así, y luego, preguntando preguntando, parece que la cosa viene de lejos, que ya cuando entró de meritorio (el pollo tiene sus añitos) en la oficina del Banco Central, aquel de don Escamez, ya andaba mal metiendo para liderar el grupo de meritorios que aspiraban a una conserjería remunerada en la sucursal de Valdeboñigos del Tocinar.

Los trepas me dicen que son así, y debe ser cierto, que en mi vida ya he visto demasiados de esos que los ingleses llaman “High flyers” pasar a velocidades de vértigo hacia el azul del cielo.

Claro que tras un ratito en el cielo (si quieres conocer a Pablito, dale un carguito) parece que a san dios y su equipo de gobierno, se les cae el sombrajo, ven sus poltronas amenazadas, y la patada en la parte central del culo que se lleva el “High flyer” es monumental.

Uno también los ve, a veces aterrizar, o estamparse contra el fondo de la cloaca, que viene a ser lo mismo.

Los actores siempre me han gustado, hasta los que no son demasiado buenos, y siempre recordaré a María Bayo, tras un Barbero de Sevilla inolvidable en el Real, cantado con Juan Diego Flores, acercándose a las candilejas, y pidiendo el aplauso al público, de una forma tan encantadora, que si el teatro ya se venía abajo, se incrementó aún más el ímpetu del público.

Y eso es lo que diferencia a María y a mi vecino, que ella primero nos dio algo sublime con su esfuerzo, y mi vecino quiere el aplauso y el honor sin haber hecho nada por el público, solo con las promesas de su buen hacer pretende el honor.

Son formas diferentes de afrontar la vida, sin duda, que mi vecino, el trepa, sabe que es maravilloso, que está en poder de una verdad y unos atributos que si no se le reconocen de forma inmediata, es simplemente por la tosquedad de quienes le rodean, y claro, se nos cabrea.

Y es que el hombre quería, para empezar,  cubrir la plaza vacante de controlador de la recogida de basuras en representación de la asociación de vecinos de la urbanización, que por querer, ya es querer, pero eso es cosa suya.

Lo malo de la cosa, es que en la urbanización hay un empleado municipal del servicio de barrendería y aclarado de veredas, que, creo yo, dijo para sí:

  • Hombre de esto entiendo.

Así que va y se presenta como opositor al puesto en la junta. Votamos, como siempre, y claro el empleado municipal nos pareció como más preparado para el asunto. ¡Jesús!, ¡en mala hora dejamos de reconocer el mérito de nuestro vecino, el trepa!.

Y es que se nos ha puesto de morros, vamos,  que no nos saluda, que el pobre ha desarrollado un nivel de cabreo y frustración por no haber salido elegido que le va a dar un parallá, y encima nos vamos a sentir culpables de no sé qué.

Y es que mi vecino el trepa, al verse “sorpassato” por un especialista en gestión de residuos urbanos, ha entrado en depresión, y ya lo siento, vamos que me han dicho que anda buscando acomodo en otra urbanización, que la cosa ha entrado en la consideración de que su honor, si no ha sido mancillado, poco le falta.

Pero es que los trepas son así, y en el fondo, hay que quererlos, y es que si no te pisan el callo, dan juego, y te ayudan a pasar el rato, que cuando se sienten frustrados y empiezan a defender lo que han perdido, en ocasiones la cosa llega a ser hasta cómica, todo muy propio.

Claro que, cuando mi vecino, un día empezó a decirme lo bonitas que eran las rosas de mi jardín, yo, que no tengo rosas, empecé a pensar que el pollo andaba en campaña, vamos lo del disputado voto del señor Cayo.

Que si qué coche más bonito tengo, que si a ver si pasa una tarde por mi jardín con su encantadora esposa y los cabestros de sus hijos, y nos tomamos unas cervecitas (nunca supe si debía llevarlas yo), y hablamos de la situación mejorable de la urbanización..ja, ja ,ja.

Y yo pensando, este tipo, que de suyo casi ni me saluda, está como la zorra, diciéndole al cuervo que tiene un queso en el pico, que su canto es maravilloso, y si grazna, pues queso al saco.

Uno no entiende la importancia que para mi vecino el trepa, tiene eso de la vocalía de residuos urbanos, será vocacional, digo yo, y aunque le veo venir de lejos desde que se me pone en campaña, le dejo hacer, que con las ilusiones no se juega, que ya lo sé, que cuando sale el número de la lotería y no es el tuyo, se te pone cara de acelga, pero la cantidad de Ferraris que  has soñado comprarte antes, eso no te lo quita ni el diablo, así que se le deja al hombre, que ya se vendrá abajo el sombrajo.

Realmente, al final lo importante es que seguramente tendremos las calles sin excrementos de perros, y se agradece, que el electo sabe de estas cosas, y a lo mejor, nunca es seguro, mi vecino el trepa, hubiera abandonado la gestión de residuos de la urbanización en pos de la presidencia de la comunidad de propietarios, que cuando se llevan ciertas cosas en la sangre, no se pueden evitar.

Y lo malo del trepa, es que nos va a retirar la palabra a todos, sin saber quién le votó y quién no, con lo que va a cometer na terrible injusticia con sus vecinos, y a mí eso me da un no sé qué, con lo que el hecho de que cambie de praderas, a lo mejor es hasta bueno para él.

Con s hiedra lo disfrute

El período

Empezamos con los fastos de los finales de curso, es lo que toca, pensar en cambiar de actividad, empezar, en algunos casos, esa cosa que venimos en llamar vacaciones, los alumnos, los docentes, vacaciones de la rutina de los últimos nueve meses. A los funcionarios aún les queda un pequeño tranco, me dicen.

Está bien, que ahora hay que darle al cacumen para ver como diantres nos inventamos una nueva rutina que llene el tiempo, que llene el bolsillo, si eso es posible.

Todo menos amuermarse, todo menos tumbarse (que no tirarse) a la Bartola, bueno si hay que hacerlo, se hace, que no estamos para remilgos a estas alturas de la película.

Empieza el tiempo en que las redes sociales se hacen sopas del gustito que les da el ver como se multiplican las fotitos y los memes desde el apartamento de Benidorm, tremendo.

Supongo que habrá de todo, unos enviarán el programa de Perelada, o de Mérida, para que vean lo que disfrutan con el último montaje del Bieito o con esa Antígona que como despedida de las tablas nos brindará la actriz de turno.

Otros andarán por los Jazzaldía o por los conciertos de las fundaciones del banco abotinado. Está bien, qué diantres, que no todo va a ser jugar al golf en Valderrama, o ponerse ciego de pescaíto frito en Torremolinos.

Quienes me temo no van a tener vacaciones, es esa legión de personas a las que la última década ha hecho pobres, euro a euro, que es como se hacen estas cosas, que así parece que nadie te ha quitado nada, que has sido tú quien ha perdido las monedillas, una a una por el roto del pantalón ese tan moderno que encontraste en las rebajas de Primark, o como se llame.

Cada vez que oigo lo que los beneficios de nuestra economía ha traído a los españoles, me pongo a revisar cifras, datos, tendencias, y veo claramente que ese 1% de españoles que controlan el veinte por ciento de nuestra riqueza, han ganado varios puntos estos años, que el grupo que le sigue, un nueve por ciento de la población, que consigue controlar hasta el cuarenta por ciento de la riqueza, es decir un veinte por ciento más, anda sin demasiado crecimiento, tres o cuatro puntos, pero el noventa por ciento restante, esos son los que han visto como diez o quince puntos de su riqueza se trasvasaban sin más.

Sí, esos trabajadores que están en el límite de la indigencia, que no pueden pagar un alquiler, que no pueden mantener a sus hijos, han visto como se empobrecían a manos de un gobierno dañino y de unos sindicatos inoperantes, que bastante han hecho en conseguir mantener prebendas.

Y uno se harta de escuchar lo de la pobreza infantil, de los obreros que viven en la miseria, de la imposibilidad de pagar los gastos que simplemente se asocian a la actividad laboral.

Pero me han dicho que no me preocupe, que cambia el gobierno, que ahora toda esa miseria se va a tornar en dignidad como poco, que aunque los grandes amos aúllen de dolor al ver como se les escapa algo de su poder de las manos, dicen que se va a hacer.

Y prometen, digo yo que sabiendo lo que dicen, que eso de la reforma laboral la van a echar al cubo de la basura, a derogarla, dicen.

Pues si es por el bien de todos, ya están tardando, y a ver si lo hacen con habilidad y no nos cuesta la torta un pan en forma de nuevos parados, de más miseria. Tienen que hacerlo, y hacerlo bien.

Porque amenazas van a tenerlas de todos los colores, seguro, y van a sacar las fotos esas de cuando el prometedor no se daba cuenta y le fotografiaban el culo cuando hacía cochinadas, por lo menos.

Y es que yo, mire usted, estoy deseando ser “gran empresa” a la hora de pagar mis impuestos, aunque como soy tonto, lo que de verdad quiero es que ellos paguen según las tablas que se me aplican a mí, ya sabes más de sesenta mil de beneficios…¡a la mierdaaa!, bueno, al marginal, que con eso se pagan luego muchas cosas, aunque el cupón se resfríe.

Y que no me anden con el aquél de que se llevan la sede a no sé qué paraíso fiscal, que si de verdad se quiere conseguir que los impuestos sean los que corresponden a la actividad dentro del país, se puede, que para eso dicen que legisla el pueblo….pues no lo parece.

Pero nos vamos de vacaciones, que ahora Turquía está más baratita que Benidorm, que los de los aviones con tal de llenar, si quieres, te venden un billete básico, y te cobran diez churritos por usar el baño para aguas menores y dieciocho para mayores, sin papel, claro, que eso lleva un extra de un par de euritos por cada quince centímetros. Pero huele a muy barato, que uno no acostumbra a evacuar a treinta mil pies, y total son dos horitas….o trece, que si te pones exótico, ya sabes lo que te toca.

Y me dirán que vaya al nutricionista a perder los rollos esos de chicha que siempre han adornado mi perímetro, a mucha honra, me dirán que tengo que usar esas supercremas de factor total, para tomar el sol sin tomarlo. Nada entiendo, que “con no dir”.

Pero es que hay que enseñar esas tabletas que dicen que tenemos y uno nunca ha visto, y en ningún sitio como en la playa…¡uuuyyyy! Perdón, o en las redes sociales, esas que se hacen sopas con la llegada del período.

Vacacional, claro, que a nadie se le olvide comprar los cuadernos de repaso, en papel o virtuales, que los niños no pueden estar todo el día al aire libre haciendo el cafre, que se les van a olvidar los ríos de su comunidad autónoma, y luego la media no les da para la carrerita esa que les hará parados de relumbrón.

Por el momento, el tal calentamiento global, nos está dejando los pies fríos en esta Piel de toro que dice sustentarnos, pero sé de buena tinta, que aunque aún la gente no le ha comprado a Don Amancio el modelito estival, ( a los del Corte Inglés parece que ni la primavera les ha llegado aún), no tardarán en hacerlo, y será en un ¡ay!, que habrá que ver eso del aire acondicionado, que de los cuarenta y pico no nos libra ni la santísima trinidad, dicho en minúsculas por no ofender.

Mientras tanto, voy a coger mi manual del buen arriano, a ver si me siento politeísta un rato, que uno se leyó el catecismo cuando tocó.

Recuerdos al boquerón

 

Encasillamientos, prejuicios, y otras formas acomodaticias

Parece que si tu tribu no te clasifica, no te encuadra, no te sitúa, siempre con el ánimo de luego archivarte, no anda tranquila. Las cosas  son así, que una vez clasificada una persona, ya puedes dejar a tu cerebro con la tranquilidad de no analizar ninguna de las actitudes, de las reacciones, de los deseos del miembro de la tribu que en ese momento pase por ahí..

Todo es así más fácil, que a Pepe no le vamos a invitar al partido de fútbol, que es de otro equipo, que a ese no le puede gustar Puccini, ¡mira qué pintas tiene!, que ese es de ACDC, seguro.

Y así prejuicio tras prejuicio vamos navegando por las sendas del archivo donde tenemos todas las visiones lineales que hemos ido almacenando de este o de aquél miembro de nuestra tribu. Y es un gran error debido a la pereza mental que caracteriza a los seres humanos, que se nos olvida cuan poliédricos somos los seres humanos, y qué difícil es conocer a alguien, por muy cercano que nos parezca, por muchos años en los que hayamos compartido vida y vivencias.

Pero nosotros a lo nuestro, que a Pepe no le invito yo al palco de Bernabeu, que no, que es del Barça, que no le va a gustar y además a lo mejor se me cabrea.

Pero a lo mejor no te has dado cuenta, que lo que le apetece a Pepe es un buen partido de fútbol, por encima de colores, y que si hay algo que de verdad le pone, son los canapés de la zona VIP, y que si le insistes lo mismo, por un amigo, grita lo da ¡Hala Madrid! de corazón, que la gamba con gabardina la hacen aquí como en ningún sitio.

Me encanta a veces ver las consecuencias de ciertos actos míos en la clasificación posterior que se me hace, es realmente divertido ver como de golpe, por un comentario, una actitud, o una opinión determinada, uno pasa a ser un Yayo/flauta de golpe, o lo que es peor, un pijo irrecuperable, miembro, seguro, destacado de la derechona más reaccionaria que pulula por las cloacas de la política.

Y es que no puede ser, que a mí me gusta aplaudir al Madrit, si juega bien, y silbar al Barça si lo hace mal. De la misma forma si los Peperos presuntamente andan metiendo mano en bolsillo ajeno, en todas y cada una de sus frmas, estaré cabreado, y si aciertan en una medida pública legislando lo que a la mayoría de la gente de este país le produzca beneficios, les aplaudiré.

La cosa va, como diría Simeone, “partido a partido!, por favor, no seamos simples, ni por un momento, que el encasillamiento del prójimo, por aquello de la pereza mental, es no solo muy injusto, sino poco productivo.

Pero, en fin, la vida es así, los convencionalismos que nos marcamos, y que nos hacen creer que las cosas son más llevaderas con la carga de los prejuicios, con el añadido de qué nos han dicho cómo debemos reaccionar al elemento que caiga dentro del casillero correspondiente, a poco que nos muestre una patita.

Por ejemplo, estoy ya cansado de que cada vez que se mencione al colectivo de los “catalanes”, se añada el  “problema catalán”,  o lindezas parecidas, cuando los problemas de mi tierra no están provocados por los catalanes, sino por una especie adscrita al género catalán, “Catalán independentista”. De la misma forma que decir por mor de la banda asesina ETA que lo de los vascos…Será de aquellos vascos asesinos, una exigua minoría, que podrían dar otra especie “Vasco Etarra”, en contraposición con el Vasco trabajador, el Vasco leal, el Catalán universal…y así “ad nausaeam”.

Así, que, por favor, si me pongo corbata, no soy un carcamal digno de extinción, si mantengo que en una sociedad democrática como quisiera que fuese la mía, el respeto a las leyes es fundamental, no soy un fascista irredimible.

Ni siquiera soy feminista o machista por dejar pasar a una señora delante en una puerta, lo mismo lo hago con un señor, y si el hecho de quitar el sexo a un ser humano y aplicar una lógica natural a mi interacción con él no me transforma en una u otra cosa.

Creo que frente al afán clasificatorio de nuestro entorno, quizás lo más divertido es actuar de forma diferente a la que el encasillamiento nos recomienda, y ¡a la mierda, como diría mi amigo Miguelito.

Así, que pediré limosna vestido de forma impecable con mi mejor tuxedo, o me dejaré coleta y diré que el liberalismo económico sin reglas es la solución para el desarrollo de la sociedad, ¡y que decida el mercado!.

En definitiva, de lo que se trata hoy es dejar claro que me molestan los encasillamientos, los archivos, los estereotipos, y desgraciadamente están tan extendidos, que me temo yo también los uso, y de forma continuada.

Me llevo por ello chascos monumentales, pierdo ocasiones de enriquecer mi conocimiento ya que el esquema del prejuicio me impide en demasiadas ocasiones descubrir los matices que el ser humano que tengo delante me puede ofrecer. ¡Si ya sé lo que me va a decir!¡Si este es un…..! en los puntos se pone el nombre del estereotipo, y a otra cosa.

Como no me gusta el Cava, debo ser anticatalanista, o afrancesado por el origen de la burbuja que me mola, pero es que el Txacolí, y los blancos con verdejo, tampoco me ponen. No sé, quizás sea islamista, que me gustan las baclavas y el algodón egipcio, o un anticuado porque no cojo las aerolíneas de bajo coste.

Nos falta preocuparnos más por el ser humano que tenemos al lado, que son todos, y es que la castración mental que llega de nuestro entorno es demasiado fuerte, como fuerte es el miedo a ser expulsado de la tribu, por que no cuadre nuestra forma de ser con los prejuicios establecidos a saber por quien en el grupo.

Intentaré seguir adelante mejorando esa parte fundamental de mi personalidad, muy descuidada por otra parte, que no debo querer para los demás lo que de mi detesto.

Hasta luego Lucas

 

El Gigante y los dioses

Viene uno tranquilamente de darse un paseíto turístico por el Bósforo, y de pronto se da cuenta de que eso del Diluvio Universal, a lo mejor tiene más enjundia de lo que parece. No lo sé, pero entre los que mantienen que un calentamiento hizo trasvasar las aguas del este al oeste, o los que dicen que cayó del cielo, o incluso aquellos que se apoyan en las epopeyas sumerias, y posteriormente hebreas, o hasta mayas, que el Popol-Vu, parece que también anda húmedo, para convencernos de que algo desde los olimpos cayo como castigo sobre los hombres, uno no sabe a qué carta quedarse.

Los Anunnakis, aquellos hijos de Anu, hijo de Marduk quizás mostraron un cierto arrepentimiento cuando vieron la destrucción que habían causado entre los hombres, o así quiero recordar que se menciona en las tablillas de Gilgamesh. Cierto que el arrepentimiento vino por algo demasiado prosaico, y es que sin seres humanos, nadie les hacia sacrificios, y pasaban más hambre que el perro de un barbero.

Pero estas aguas que lo cubrieron todo, al parecer, llevaban su simbología, que los héroes, los gigantes, tenían que cubrir sus viajes iniciáticos como un Percival cualquiera, que no vale ser un lascivo y adúltero Sir Lancelot, que el Grial, sea lo que sea, solo se alcanza tras entender las pruebas a las que se somete al hombre puro, y los gigantes eran unos verdaderos borricos aburridos.

Tremendo, y es que cuando uno, siempre en medio de su paseíto por el Bósforo, se pone trascendente y le da al cacumen, no puede evitar recordar que un poquito más abajo, en el último estrecho, Dardanelos, antes de que Mármara se haga Mediterráneo, aquellos gigantes de la Ilíada, andaban a la greña por una tal Doña Elena, ¡uy!, que ahora no sé si ponerle la H, que así me sale casi Hellas y la cosa de las bofetadas troyanas empieza a tener enjundia. Claro, eso bajando a la izquierda, que a la derecha todavía huele a muerto la masacre de Gallipoli. Cosas de la Historia que nos cuentan.

Pero bromas incluidas, lo que me sale es que un cabestro del tamaño de Gilgamesh, dedicado con todas sus ganas al desvirge ritual de toda hembra que se moviera en su reino de Uruk, debe realizar su viaje  a por los cedros del Líbano, y sé de buena tinta que a lo mejor las construcciones de Baalbek algo tienen que ver con su viaje iniciático.

Pero siempre llevaba a un amigo de la mano, Endiku, diseñado como enemigo y freno a su brutalidad por los dioses. Pero como los matones de barrio, si no puedes con el nuevo chulito, te haces amigo suyo, y la liáis mas gordas. Son las cosas de los héroes, que Aquiles llevaba a Patroclo, hasta que se lo matan de mala manera. Y Aquiles el casi inmortal….bueno, leed la Iliada, que sois mayorcitos.

El rey de Uruk, el gran Gilgamesh, tiene su compañero Enkidu, con quien realiza su viaje en busca de la inmortalidad, que nosotros siempre, en primera instancia la interpretamos como esa cosa tan aburrida como debe ser el no moverse hacia el Oriente eterno de ninguna manera, y ellos me temo que buscaban algo que trascendiera fuera del ámbito físico.

Por cierto, el viaje de Gilgamesh y Enkidu, una vez superadas sus diferencias personales, termina con la muerte de Endiku, que Isthar no llevaba muy bien la amistad de estos dos pollos, por mucho que a Enkidu se le creara a la forma y manera de Adán, a base de arcilla y soplo divino. Celos de la diosa del amor, y origen del castigo que los dioses se empeñan en poner siempre a los humanos, a los semidioses, o a los gigantes.

Y el castigo de los dioses a Gilgamesh es ver la muerte dolorosa de su amigo, y hacer crecer en él el deseo de la inmortalidad.

Los semidioses se aburren, y por eso son tan brutos, por eso las lían parda, y por eso los dioses tienen que castigar sus pecados de soberbia.

Y si no ved los doce trabajos a que Heracles es sometido por haber asesinado a su familia, o el castigo a Sansón, el puñetero filisteo, encadenado, humillado, y tratado peor que a un animal, por chuleta de barrio.

Claro que en sus viajes, deben acabar con el Toro de las tempestades, el Diluvio, vaya, y tienen que apoyarse en un humano y en la esposa de éste, que son los dos únicos seres que se salvan del desaguisado, el bueno de Utnapishtim, (es más fácil Noé).

El tal Utnapishtim dice al requerimiento del rey Uruk, nuestro buen Gilgamesh, que de darle la inmortalidad, nada, que ya la pifió una vez dándosela a un humano, y no se habrá de repetir, como no volverá a caer otro diluvio. Mal segundo viaje.

Sí le indica donde hallar la planta de la juventud, pero se despista Gilgamesh cuando ya la tenía en su poder, después de haber bajado al fondo del mar, ¿el Hades? y una serpiente se la quita….así que mal tercer viaje, y la serpiente cambiando de piel para rejuvenecer a conveniencia. Y es que si los dioses no quieren, no quieren, y punto.

Tu cuarto viaje es íntimo, es la aceptación de tu destino, y tu quinto viaje es la muerte…querido compañero.

El final según ciertas fuentes lo encontramos con el suicidio de Gilgamesh, que se entierra con otras ochenta personas, en plan secta destructiva americana, y dejamos eso de la inmortalidad como atributo de los dioses, y san se acabó.

Hay otros que dicen que fue enterrado bajo el Éufrates, tras desviar su curso, o que simplemente acabó sus días en su magnífica ciudad de Uruk.

Como decía los héroes, los gigantes, los semidioses, andan siempre tras la inmortalidad, y sus genitores le ponen tareas, como al pobre Heracles, que me lo llevaron por la calle de la amargura, matando leones, separando continentes, cortando cabezas de Hidras desbocadas, y deshaciendo entuertos como un Don Quijote cualquiera, claro que debía pagar el crimen que cometió contra su familia.

Doce viajes, doce pruebas superadas, y varias penitencias, y una muerte tonta por un quítame allá esa hembra, y es que el centauro tenía muy mala uva.

¡Ah!, y siempre un compañero de viaje que aquí fueron dos Hilas y Yelmo.

Andar por tierras de paso, trae estas cosas, que uno se cree una especie de Jasón, que también es viajero, que también busca su Grial en forma de carnero, o se siente uno como Orfeo, en su viaje fallido al Hades, del que vuelve sin su premio, el de su amada Eurídice. Siempre un viaje, siempre un Grial en la forma que se quiera, siempre un fracaso, a no ser que seas un aburrido ser puro, un Percival.

Lo que los dioses se empeñan en dejar bien claro, es que los humanos no hemos conseguido aún el carnet de dioses, y quien cree serlo pasa por duras pruebas que concluyen con la muerte de una u otra forma del héroe. El Olimpo tiene “numerus clausus”.

No me apetece ser un Semidios, ni un Gigante, no, dejaré que sea Ulises el que vague por el Mediterráneo sin un destino, y que pague en esa áspera moneda de no estar con su Penélope, su astucia, sus engaños, su manipulación. Su penitencia, el viaje, su prisión en brazos de Circe, y su llegada a casa al final de la vida.

Prefiero el ser mortal que se me ha concedido, repleto de imperfecciones, y en busca de mi perfecta excusa diré aquello de que “Rien de ce qui est humain n’est honteûx”.

Así, que ya saben…

Gratis total

Permítame que le recuerde, mi querido Señor Don Gratis Total, que usted es el producto, que no hay duda, y además con esas leyes maravillosas que emanan de quienes tienen  a su cargo la sociedad, los proveedores de cuentas de colores y espejitos, se dedican a insistir que la única forma de que siga usted usando esa ventanita tan mona que le dice la temperatura de su sobaco, o del barrio donde usted o Chuchita vive, es o le vendo a usted, mi querido señor, o pasa usted por caja.

Bonito dilema el que los responsables de emitir leyes nos han plantado en nuestros correos electrónicos (gratuitos), que no es más que insistir en que nos hemos prostituído a bajo precio, y además ahora ni el derecho al pataleo, que les decimos a todos que sí, que queremos saber si Chuchita se pondrá la minifalda por mor de la elevación de la temperatura en su barrio.

Nos han vuelto a ganar, y es que somos entre tontos y muy tontos, que no tenemos remedio, y ahora con todas las de la ley, van a seguir sabiendo hasta el tamaño de los lunares de nuestros gayumbos, sin olvidar por donde han circulado.

Cada día ponen más difícil eso de negar venéreas, y es que esto parece lo de aquella inolvidable (lo que tiene el lenguaje, que de la película no se acuerda ni el que la escribió) película de La vida en un bloc, sí, hombre, la que salió de la novela de Carlos Llopis.

Lo que pasa ahora es que aquel bloc de Alberto Closas no está solamente en nuestro bolsillo, que ahora me lo han ciclostilado, y lo lee hasta el Señor Obispo de la diócesis.

Yo estoy en eso de que de esta agua no he de beber y ese cura no es mi padre, vamos, que no aseguro ni una ni otra, y no quiero volar en Rian Aire, que me han dicho que no te dejan dormir la siesta a bordo, y es que como casi no has pagado por volar, por lo visto, en cortos intervalos de tiempo te están ametrallando con el “Cómpreme usted señorito, cómpreme usted este ramito, pa lucirlo en el ojal”.

Y sí, el cuplé lo soportaba, y a Doña Sara más aún, pero que el azafato de turno quiera redondear la cuanta de resultados de su señorito, a costa de mi siesta, lo llevo fatal, oiga, fatal.

Así, que por el momento que no me esperen, que la Visa está aburrida, que no quiero comida de plástico, que no quiero Poca Loca, que quiero que me dejen vivir mi vida en paz, que tampoco da para demasiado.

A lo mejor estas cosas de la inteligencia artificial son las que acaban resolviendo el problema, que en vez de uno mismo, manda a su robot clonado a que le puteen en la Rian Aire, y tu te descojonas desde casa viendo con tus gafas de realidad virtual la escena.

Por cierto, no sé si el cabreo, inducido o no, de un robot puede ser objeto de querella por parte del sujeto pasivo del cabreo. Se lo preguntaré a mis amigos letrados, que de estas cosas saben mucho.

En el intermedio, me dicen que están pasando cosas entre los políticos, pero ya he decidido poner a la hora del telediario un documental de esos de fauna salvaje yendo al supermercado. Resulta, normalmente menos violento, y ayuda a la siesta de forma desmesurada.

Y si lo que está pasando es que les aprieta el cinturón, ya saben, a dieta una semanita, si hay cojones.

La cosa no da para mucho más, a vosotros no sé, pero estoy aburrido, que lo único que me compensa es que ha bajado la lira turca ahora que me voy a Estambul, aunque seguro que se inventarán algo para sacarme las perras, inflación incluida. Pero habrá que mirar a otro lado, y tratar de tomarse las cosas con esa calma que me dijeron iba a ser el regalo de mi vejez, que no está el patio para machacar la víscera más de lo normal.

Por lo demás sin novedad en el frente, que parece que cuando dicen eso de que hay políticos presos, a uno se le llena la cara de asombros, que la cosa nos viene de antes de Julio César, y es que cuando dicen que el dinero ese que recauda el Estado es de todos,  nunca se especifica ni lo que se entiende por “todos”, y mucho menos las proporciones en que hay que repartirlo, así que nadie se preocupe, que cambiarán los sujetos, pero no cambiará el sistema, no lo ha hecho nunca.

Y menos mal que la soberbia adorna a estos pollos, que jamás podrían imaginar que el populacho les exigiera cuentas, es más que intentase llevarlos a “presó”, esa si que es una buena sorpresa.

Por cierto, y aprovechando que eso de la protección de datos está ahora de moda, aprovecharé para deciros que los que entráis en mi bitácora, no sufriréis por parte de la misma  ninguna invasión de cookies de esos, que me importa muy poco que hacéis con vuestras vidas, por donde andáis, que como es él, que en qué lugar se enamoró de ti, y todas esas cosas, con lo que podéis seguir tan tranquilos o intranquilos como os venga en gana.

Y poco más por hoy, que suena en mi tableta ese precioso tema de amor de Cinema Paradiso, hoy que los cines han pasado casi a mejor vida, que se ven las pelis mucho mejor en casa, que si el baño está sucio es mierda de casa, y puedes encender un buen puro como en los cines ingleses no hace tanto tiempo.

Que no tienes que comprar palomitas a millón, por aquello de la cuenta de resultados ajena, y aguantar al vecino de butaca y al móvil de su pastelera madre. Nuestra individualidad de sociedad vieja en retroceso, ha de salir siempre adelante.

A lo mejor, y ya que hoy se conmemora el día de África, en recuerdo de la fundación de la Organización de Estados Africanos, me animo y pongo cuatro letras sobre el tema.

Hasta la vuelta queridos

Ha muerto Mao.

-Ha muerto Mao.

-¡ Pues una lástima, porque hacía una cerveza estupenda!

Viejo y mal chiste, pero valga la cosa para recordar que eso de las revoluciones son una cosa demasiado seria para dejarlas en manos de los políticos.

Y como a mis amigos los tengo bombardeados con esas cosas de que la Revolución Francesa, no me pareció más que una guerra civil sin más consecuencias que los muertos que dejó en el camino, voy, por última vez, y atendiendo a las solicitudes del oyente a dejar lo más claro que pueda cual es mi visión de esta cosa de las revoluciones, que una vez aceptada la etiqueta de contrarrevolucionario y reaccionario que se me ha colocado, me da que tengo patente de corso.

Que a pesar de los romanticismos que nos ha transmitido la historia, cada vez que he oído e incluso leído algo sobre una revolución se me han puesto los pelos como escarpias, y evidentemente hablo de las revoluciones encabezadas por líderes medio sicópatas, o sicópatas del todo, que han logrado en un momento dado arrastrar a una masas, a las que acaban devorando, como no podría ser de otra manera.

Para mí, a la historia de la Revolución Francesa, lo único que le sobra es la ordalía sangrienta que conllevó. Y es que la Revolución ya estaba hecha, al menos en el pensamiento, en el desarrollo de la técnica que hizo crecer una nueva clase social con necesidad de espacios para desarrollarse, la burguesía ilustrada, que hubiese cambiado, y de hecho lo hizo, la sociedad sin necesidad de tanta salsa de tomate.

De la misma forma, el régimen zarista, estaba muerto cuando en 1917 estalla la Revolución Bolchevique, y todo lo que hizo fue cambiar el nombre del Zar, de Nicolas a Iósif, que la vida de los mujiks siguió tan miserable antes y después de la asonada de la toma del Palacio de Invierno. Bueno, no, quizás a unos cincuenta millones de personas si les cambió la vida, que fueron directamente eliminados por tito Stalin, unos a balazos, unos en hambrunas organizadas, y otros en el famoso GULAG siberiano.

Y hoy, la única diferencia, es el nombre del Zar, Don Vladimir, que la estructura social sigue teniendo como eje central la veneración casi mística del padrecito, que estará allí, hasta que se muera o hasta que lo muera. Suena a conjura de los boyardos, a Iván el Terrible. Cierto que desde el aspecto cotidiano algunas cosas han cambiado, pero siempre gracias a los desarrollos científicos, a los desarrollos de la tecnología, y a los desarrollos del pensamiento aparejado.

La lucha de clases, esa gran bandera que hay que seguir con los ojos cerrados para que no te califiquen de forma inmediata de reaccionario, carca, y no sé cuantas cosas más. Pero es que si Stalin pensaba que la clase campesina era un lastre para la sociedad que él deseaba crear, Mao lo consideraba desde el punto de vista contrario, ¡los campesinos son los que importan!.

Las campañas de Mao, La Revolución Cultural y el Gran Salto Adelante, basadas como en el caso de Stalin en una brutal dictadura, provocaron millones de muertes, hambrunas sin tasa. Pero su librito rojo lucía lindo en nuestras manos de adolescentes, como hubiera lucido el Bardo Todol, si nos los ponen y dicen que mola.

Pero al final, se creó una nueva casta, una estructura corrupta, una guardia pretoriana, los guardias rojos, y una serie de acontecimientos que hasta el Partido Comunista Chino en 1981, cinco años después de su muerte, publicó un análisis nada favorable acerca de la responsabilidad de Mao en demasiados errores cometidos durante su desempeño.

Pero lo dicho, China, como Rusia, había asistido en 1911 a la caída de su estructura imperial, perdón a la caída de las personas que se sentaban en la cúspide de esa estructura, el país había sido invadido por los japoneses que se habían quedado a gusto haciendo barbaridades en Manchuria, y el poder estaba huérfano. Así, que bienvenido el primero que lo tome, con la etiqueta que sea.

Esa idea revolucionaria con orígenes en el pensamiento ¿marxista?, desgraciadamente se extiende con la consecuencia de crear dos bloques en el mundo, que por otra parte sigue adelante, ignorando, creo el hecho de que el sistema sea de una ideología liberal-capitalista, o colectivista popular, que las revoluciones nos siguen llegando de otro lado y por cierto de forma incruenta, con el apellido de progreso científico y tecnológico, y el nombre de expansión de la cultura entre una base ciudadana cada vez más amplia.

No quiero pensar en lo que significó la revolución de los Kjemers rojos en Camboya, con aquel asesino que la encabezó, el tal Pol-Pot, y que se cargó a la mitad de la población sin despeinarse, o de la situación vietnamita una vez les dan la patada de Charlot a los gabachos en Dien-Dien-Phu, y a los yanquis, solo se que cuando he visitado esos países, constato que si en algo ha mejorado su vida es gracias a los elementos tecnológicos que esa revolución silenciosa de la cultura, la técnica y la ciencia les ha ido aportando.

Que la ofensiva del Tet, ese desastre militar del ejército comunista se transformó en el escaparate necesario para la sociedad occidental en el que se vió la dureza de la guerra, y sobre todo su inutilidad. Fue la cultura, la tecnología aplicada a la información, al final quien acabó con la guerra de Vietnam.

Y tanto en Camboya, como en Vietnam, cuando los visitas, ves que los usos en la vida de la población son similares a los de hace siglos, salvo la llegada de los móviles, los elementos mecánicos de transporte individual, y poco más que ninguna revolución de las cruentas, salvo en lo referido al cambio de familias en el poder ha mejorado la vida los ciudadanos.

He escuchado alabar los logros de aquel mayo del sesenta y ocho en Paris, al que parece le debemos la proliferación del sesenta y nueve. ¡Joder con los franceses!¡Qué bien venden sus cosas!, Si hasta nos colocan el Nouveau Beaujolais a poco que bajemos la guardia. La revolución sexual del sesenta y ocho la había empezado Hugo Hefner en 1953 cuando comenzó a publicar aquellos artículos tan interesantes y tan profundos en su revista cultural, el Play Boy. ¡No mareen!, y en caso de duda, por favor lean los panfletillos aquellos de “La Perla”, o el “Caballero audaz”, y miren la fecha.

Y es que cuando una sociedad lleva una generación sin guerras, y me refiero a la europea, piensa también en eso del sexo, que todo ha de ser revisitado, y readaptado, a las condiciones sociales del momento. Que en aquel momento, la gente estudiaba, y deseaba romper unas estructuras, por otra parte ya rotas de forma individual, que se trataba de buscar nuevas vías de desarrollo personal.

Claro todo a caballo de unas mejoras tecnológicas importantísimas en los campos de la salud, de la tecnología doméstica, de la difusión de la cultura, de la facilidad del transporte. Que es donde siempre he visto la verdadera revolución. Lo demás ha sido propaganda política, luchas por el poder de unas minorías, y crímenes sin  ninguna justificación posible.

En esos sacos incluyo a los ya mencionados líderes, a los Hitler, a nuestro Franco, a los Castro, a los Stroëssner, a los Pinochet, a todos, que no hicieron más que utilizar unas estructuras que estaban en fase Terminal para llenar el nicho ecológico que estaba vacío.

Espero que no surja otro de estos asesinos iluminados que condene a parte de la humanidad a otro baño de sangre en aras de cualquier lema, y sigamos en la revolución diaria que nos está trayendo el desarrollo tecnológico, y que realmente mejora nuestra forma de vida, nuestra salud, nuestra percepción del entorno en el que nos movemos.

Así, que continuaré intentando aprender cada día algo nuevo, en la confianza de que si quiero ser libre, nadie me tiene que dar la libertad, la tengo que conquistar día a día a caballo de la cultura, que debe darme algo de sabiduría, y es que “sapientia sola, liberta est”…

¿O no?

 

El Smartphone necesario

Mi hija de quince años, comenta un amigo, es feliz con trapos de esos de quince o veinte euros, como mucho. Peeeerooo, me suelta que quiere que le compre un móvil de mil doscientos.

El hombre lo plantea en una charla entre amigos, y unos y otros damos nuestro punto de vista, seguro que nadie acertó, pero me sirvió para ver la percepción que tenemos los talluditos de las motivaciones de las generaciones que vienen empujando.

Uno de los contertulios, afirmaba que independientemente de la consideración sobre el móvil, el comprar vestidos baratos le permitía desecharlos sin demasiado dolor de conciencia. Bueno, es un punto de vista, pero no liga las dos cuestiones, que lo del móvil, que por cierto también entra en veloz obsolescencia, más allá de si funciona o no, no lo explica.

Si yo hubiese sido niña, y tuviese solo quince años, (de hecho los tengo, con otros cincuenta y pico más, pero es harina de otro costal), a lo mejor, y en mi afán de captar la atención de los galanes, y la envidia de mis amigas, hubiese tomado una decisión parecida.

Veréis, el trapo que me pongo lo ve un número muy limitado de personas, en su gran mayoría gente de mi entorno, compañeros de clase, vecinos, familia….poco más.

Y yo quiero ser globalmente la más admirada, con lo que disponer del último chirimbolo inteligente cumple con varios de mis objetivos:

Con la ropa barata, bloqueo el que mis compañeros me pongan la etiqueta de “pija” irrelevante, y bloqueen de forma fácil y rápida cualquier intento mío de ser la chica más popular y global del mundo mundial.

Soy normal de aspecto, así que Caballo de Troya se llama esa figura, que a la que se descuidan, saco del bolsillo del tejano mi arma secreta. Una manzanita mordida, que todo el mundo sabe que es una Iphone 10 superplus que aún no se ha lanzado en Europa. ¡Guauuuu!, déjamelo ver….¡Cómo mola!

Uno a cero, que hasta ese gafitas tan mono que va para matemático se ha quedado colgado de mi arma, nada secreta, por otra parte.

Como el procesador del aparatito es cuatro veces el de la anterior generación del mismo cacharro, como bien indica otro de los contertulios, cuando juego “on line”, al último matamarcianos, no hay quien me gane, y siempre puedo, bajo supervisión estrecha, permitir a un amigo, o una amiga que lo use un poquito.

“Muestra sin cargo” se llama esa figura, y si cuela, tengo garantizada la envidia y el odio de ella, y la admiración de él. No va mal la cosa.

Pero sigamos con las consideraciones, que con mis amigos no hablo cara a cara, ¡coño papá!, ¿es que no te has dado cuenta?, hablamos todos a la vez por el chirimbolo, y con los amigos que no conozco personalmente, (relaciones globales) si quiero tener unas relaciones razonables, debo disponer de un equipo con todas las funcionalidades.

Y luego, ¡papaaaa!, es que la tele de mi cuarto se ve fatal, y vosotros (aquí se incluye a mamá), estás con el telediario de las nueve y luego os ponéis con esa cosa del cuéntame cómo pasó, en caso de que no haya “jumbor”.

Así que veo mis series tan tranquila, sin daros la lata, en super resolución y sonido “susurrón” increíble….por cierto unos inalámbricos nuevos de esos de Bose con noise cancelling serían un complemento ideal.

Y en definitiva considero que a lo que doy valor es a estar conectada, y a partir de ahí lo demás pasa a tener un valor secundario, que no está mal, papá, que además tengo que mirar por la economía familiar, que soy responsable y veo los sacrificios que tenéis que hacer mamá y tú para salir adelante.

Por eso no tienes que preocuparte, no quiero un bolso de Louis Vouitton, no lo necesito, pero lo que sí necesito es desenvolverme con la mayor soltura posible en el nuevo entorno que se ha creado y que como sabes ha arrasado entre todos los seres humanos, sin distinción de razas, culturas o religiones.

Por eso busco tener el mejor “device” posible, que me permitirá también grabar en directo las clases de mis profesores, realizar cálculos complejos, como me contabas tú que hacías con aquella regla de cálculo tan bonita.

Mira papá, tú lo entiendes, seguro, de alguna forma hemos sido abducidos por el chirimbolo, y es ahí, es con esa herramienta con la que voy a relacionarme, aprender, jugar, distraerme…y de vez en cuando ayudarte a buscar algo en la red cuando tú te atascas.

Que te lo digo con todo mi cariño, pero es que eres un poco “carca”, pero eres mi papá y te quiero mucho.

Por otra parte, y dejando al lado mi papel de quincena, debo reconocer que la hija de mi amigo, ha mostrado una muy equilibrada reacción a los requerimientos que el entorno en el que se desenvuelve le está exigiendo.

Y nos vamos a tener que ir acostumbrando a que las cosas van por esos derroteros, que nosotros para descubrir el mundo tuvimos que viajar físicamente, que para conocer gentes de otras culturas el movimiento viajero era imprescindible….pero hoy, hoy un amigo de Sidney, al que nunca le he dado la mano, puede enseñarme su ciudad “on line”, puede comentarme las piezas de sus museos, y a poco que la cosa empuje quizás hasta los olores y los sabores se puedan transmitir a través de las realidades virtuales.

Quizás yo, si fuese la mitad de inteligente que la hija de mi amigo, procuraría extraer de todas estas nuevas tecnologías lo que puedan aportarme, en vez de poner barreras ficticias que ahorren el esfuerzo necesario para, no solo comprenderlas, sino para beneficiarme de ellas en mi día a día.

Pero me educaron de otra manera, y mi capacidad de evolución que no ha sido demasiado mala, ha dejado demasiados restos de la vieja cultura en mi entorno y en mi vida, ¡qué le voy a hacer!.

Pero me sigue gustando degustar un viejo cognac con un buen habano mientras, cara a cara departo con mis amigos, me gustan las cosas que se tocan, y deducir de la expresión corporal de mis amigos, realmente cual es su estado de ánimo.

Lo sé, debería empezar a comprar ropa de quince euros, y una supermanzanita mordida que me permitiese la nueva adaptación a los retos de los próximos cien años…

Pero mi actuario mantiene que a los ochenta y dos, tengo que estar fuera, que si no mis planes de inversión vitalicia se van a quedar cortos.

Mi amigo creo que comprará el chirimbolo

Que ustedes lo vean

Un chalet en La Navata, o el flautista de Hamelín

No sé si he pillado la gripe post gripe, o que se me ha subido una de esas alergias que te esperan agazapadas y te sacuden sin avisar, pero no será eso lo que me impida meterme hoy con los políticos.

Y cuando hay que sacudir, lo hace uno a izquierda y derecha, que literalmente me tienen hasta las partes nobles, y por mucho que me digan esto no hay quien lo trasiegue.

Las cosas que pasan en mi tierra, que deberían estar solucionadas hace ya bastante tiempo, resulta que no, que las cosas se enmarañan cada vez más, y entre nuestros jueces que parecen el centro del universo, y solo saben hacer las cosas desde su posición de soberbia, los belgas flamencos que aún se acuerdan del Duque de Alba y del tal Spínola, resulta que seguimos teniendo prófugos de nuestra justicia por tierra de Calvino.

Parece que en este revoltijo, Puchi se descojona, literalmente, de la ineficacia de unos, de las inquinas de otros, y como a él, (ellos) les llega la pasta que posiblemente vaya de los presupuestos de la Generalitat a sus bolsillos vía la intermediación de algún prócer local, ellos tan tranquilos, que ya llegarán tiempos mejores.

Nuestro gobierno, que anda con más pleitos que un campesino castellano—leonés, bastante tiene con taparse las vergüenzas propias, y se les escapa la Tv3, se les escapan los imputados por la justicia, que ahora la cosa va de masters y de licenciaturas tramposas.

Y solo le falta a este ejecutivo central, tan puesto él, que Yoda/Pujol levante la alfombrilla que tiene en el desván de Queralbs, y se la líe parda hasta a Don Manuel, q.e.p.d.

Así, que la casa sin barrer, que hasta los populistas parece que se nos están haciendo ricos, con su chaletito de tránsito a La Moraleja, que acaban de mercarse en La Navata. Y es que uno se mete en estos berenjenales de la política por las compensaciones crematísticas que la cosa lleva acarreadas. Me alegro por la gemelas, por la estabilidad financiera de su familia, y sobre todo por la cara que van a poner sus fieles.

Pero como estas cosas de los seguidores de los partidos políticos, son como las de los hinchas del “jumbor”, seguro que le encuentran explicación plausible a la distancia entre sus palabras y los hechos que le adornan.

Porque oyendo al Grillo italiano, me parece escuchar las voces podemitas, y es que al final todos están en el mismo saco, ya sabes, todo por la pasta, “money money money” que cantaba Joel Grey en Cabaret.

Que este quiere que la UE le perdone doscientos cincuenta mil millones de euros de las deudas que tiene. Bueno, no está mal.

Y dice que quiere dejar el Euro como moneda en Italia, bueno también, que en el fondo echo de menos aquel maravilloso papel moneda en el que para que cupiesen los ceros del nominal, tenían que hacer los billetes del tamaño de una hoja de La Vanguardia desplegada.

Reconozco que estas cosas de los políticos, al principio me cabrean, pero lo que más me cabrea es que entre todos mantengamos a estos vendedores de humo, sinvergonzones, creídos de ellos mismos, y con licencia para decir cualquier cosa, y que sea tenida por cierta o al menos como probable en caso de promesa electoral.

Ciertamente todo esto es penoso, y desde luego no me llama más que al escepticismo más casposo, ya que no tengo el valor suficiente para encabezar algo fuera del sistema y pensar más en mis conciudadanos.

¡Valee!, ya me habéis pillado, que ando detrás de esa finquita tan mona en Somosaguas, en Aravaca, en Tres Torres, donde sea, que lo del veraneo ya me lo apaño o en Sa Tuna, o en Sotogrande.

Nos han ganado, no importa el color de la patita que nos enseñen, es lo mismo, no importa si son españoles o de Sebastopol, es lo mismo, el mensaje siempre se ciñe a “Todo lo del pueblo, para mí”. ¡Faltaría más!

Ni populistas, ni tecnócratas, ni arropados por creencias religiosas, ni de la derechona de la señora baronesa, ni de la izquierda del sindicalista vago. Todos quieren el chalet de La Navata, para seguir adelante en su carrera económica particular.

Y lo malo es que no veo la solución, porque me creo lo del príncipe Salinas, que tras la apariencia de que una revolución ha triunfado, los mismos dueños siguen en los mismos puestos, siempre.

Y si afloja la cuerda del cuello al esclavo, la cosa se compensa apretando el grillete de los pies al susodicho, y es que lo hemos dicho demasiadas veces, los esclavos no tenemos la formación ni la cualificación necesaria para el puesto de señorito.

Nos pongamos como nos pongamos.

Digo yo, que el discurso de hoy viene marcado por la gripe, que huele a pesimismo y a leña quemada de La Navata, pero es lo que tienen estas cosas de las alergias, que te dejan el sistema inmunológico hecho unos zorros, y no da uno pié con bola, que puestos a no entender, no entiende uno como se puede aceptar dentro de la legislación vigente, que alguien jure su cargo de President de la Generalitat, sin jurar lealtad al Rey, ni a la Constitución ni siquiera al Estatut, y sea válido.

¿O es que así de mal se ha legislado en este país, señores políticos?.

No quiero cabrearme, que me va a subir la fiebre, y la cosa no mola, así que seguiremos el espectáculo que toda esta panda seguirá ofreciéndonos, y a lo mejor nos distrae la siesta con un telediario movidito.

Solo espero que nuestro amigo coreano (del Norte), no se rinda a las baladronadas de Tito Trump, aunque sepa el pobre perfectamente, que le van a dar bofetadas los chinos en el carrillo izquierdo, y los yanquis en el derecho.

Y es que al final, todo lo que está haciendo este pollo, es realizar las pruebas y los ensayos de armamento chino, que los chinos no deben hacer en su territorio, que queda fatal, y nos enteramos al día siguiente.

Voy a ver si tengo un viejo Oporto blanco por ahí, y me sirvo una copita de aperitivo, que seguro me mata el gusanillo, y potencia el medicamento/placebo, que creo estoy tomando.

Con su pan se lo coman

 

 

Como Siberia o Laponia

Recuerdo hace años, alguien, turolense de pro, seguro, estableció aquella frase dolorosa, aquel grito de ¡Teruel también existe!.

Aunque, en origen, fue una reivindicación para disponer de un tren digno, hoy la cosa parece que recoge toda una serie de reivindicaciones relacionadas con la vida de las gentes y las dificultades con que se encuentran al habitar en tierras despobladas.

Por estas tierras ahora se habla de la Laponia española, y es que la densidad de población anda por debajo de las tierras donde viven los esquimales, menos de tres habitantes por kilómetro cuadrado.

Cierto que no es solo Teruel, que si añadimos al pastel Soria, nos encontramos con densidades provinciales de ocho y medio y nueve habitantes por kilómetro cuadrado. Consecuentemente el estado tiene olvidadas a estas tierras porque están deshabitadas, y siguen perdiendo población porque al estar deshabitadas los servicios estatales no cubren las necesidades de la gente. Peliaguda la cosa, porque tampoco nadie va a invertir en áreas que no tienen población, mal futuro.

Y viene todo esto a colación, porque el otro día escuchaba, no sé en dónde, que los extremeños están también aburridos, que parece que el tren no les llega ni con recomendación, y no puede ser, porque además pagan más impuestos que nadie en España, junto con los catalanes, y se sienten como puta que además paga la cama. Un verdadero desastre.

Que en su caso no es la Laponia española, es la Siberia española, una mancomunidad de once municipios, con capital en Talarrubias, y con una densidad de población de 7,55 habitantes por kilómetro cuadrado, según un censo de dos mil ocho, que si consigo ver el actual, me da que me caigo del susto.

Que mirando la página de RENFE, el tren tarda en hacer los escasos cuatrocientos kilómetros de Madrid a Badajoz seis horas el de la mañana y cinco y cuarto el viejo talgo de por la tarde. Setenta chufos ida y vuelta, que te arrancan del bolsillo por la aventura. Te tiene que gustar mucho el tren, o Badajoz.

Y dice el extremeño, y el turolense, y el zamorano, y el soriano….pago una pasta en impuestos, y no existo, no existo siquiera para los informativos de la tele pública, apenas salimos cuando enseñan los mapas del tiempo, y es que todos empiezan con el problema catalán, con el asunto de la Comunidad de Madrid, y de nosotros nadie se acuerda, no existimos.

Ni soy demógrafo, ni entiendo demasiado de estas cosas, pero me parece que estamos considerando seriamente en este país cerrar toda la península, a excepción del País Vasco, la franja costera mediterránea, y la Comunidad de Madrid, y me temo que es algo que no podemos permitirnos de ninguna manera, aunque no sé quién le va a poner el cascabel al gato.

Paseando por tierras zamoranas y vallisoletanas estos días, ví que se vendían cantidades de casas en ciudades como Toro, Zamora, Urueña, y según me decía mi amigo, nadie las compra.

Y lo entiendo, que el hecho de que no nazcan niños, el hecho de que los jóvenes si quieren trabajo deban abandonar esas tierras, es muy real a la par que doloroso, y la tendencia parece que es irreversible, desgraciadamente, ya que nos empeñamos en atraer a la gente a los grandes núcleos de población, donde nos seguimos hacinando a lomos de la especulación que lo consume todo.

Vosotros, queridos amigos, que seguro tenéis influencias en las esferas del poder patrio, quizás podáis hacer llegar esta reflexión a quien manda y gobierna, que seguro hará algo, aunque no lleve aparejado el tres por ciento, y ni siquiera el voto que le puede dar el silloncito y el coche oficial, pero aunque sea por sus ancestros, que no sé qué coño pasa, que somos todos de pueblo, y todos vivimos en la capital, lo nuestro es una especie de rechazo a nuestra cuna.

Cosas de los tiempos serán y acabaremos como en los comics de Batman y Superman, viviendo en esas megalópolis que tanto nos gustan y a las que nos atraen cada vez más y en las que nos morimos de contaminación, de estrés, o de lo que sea, antes de tiempo.

La desarticulación, ya nos decía Ortega y Gasset, de España es un proceso de desintegración que avanza en riguroso orden desde la periferia hasta el centro.

Buscaba la causa en la pérdida de las últimas posesiones de ultramar, y marcaba el acento en el efecto de los regionalismos y los separatismos en la rotura de la cohesión nacional.

También se quejaba de la falta de una clase dirigente ilustrada que pudiese enfocar el problema de una forma eficaz.

Pensamiento, este de Ortega, con una validez hoy en día, (salvo el tema de las posesiones de ultramar), enorme.

Desgraciadamente, no está en mi mano encontrar la solución a este drama, ni siquiera enunciar bien el problema, salvo lo que ven mis ojos cuando paseo por esas 22 provincias del centro peninsular, que constituyen el páramo yermo del país.

Recuerdo hace más de veinte años, viajando con un inglés de pueblo bastante bruto, entre Madrid y Valencia, el comentario que tuve que escuchar.

-Llevamos más de cien kilómetros sin ver un pueblo. ¿No vive nadie aquí?.

-Pues no, me temo, mientras a lo lejos veía el torreón de Alarcón, en medio de la tierra baldía, en estas tierras hay poca gente.

Y menos que habrá si todo sigue así.

Pero como estamos en San Isidro, creo que lo más inteligente es salir a dar una vuelta a contar los frailes, y a ver si me cruzo con un Felipe o mejor una Mari Pepa, de esos de cuando Madrid era un pueblucho, en donde como en la Laponia española vivían cuatro gatos, de esos que subían los muros de la ciudad cuando les atacaban los moros.

Disfrutad del día, si podéis, en baño de multitud, o en la soledad del páramo.

In bocca il lupo

 

…….La sangre altera

La primavera la sangre altera, parece que dicen los que entienden de estas cosas, y no es para menos, que sin entrar en consideraciones más o menos científicas sobre las respuestas de nuestro sistema inmunitario a los retos que desde todas partes nos está lanzando el entorno, desde a los arbolitos empeñados en hacer volar sus semillas, hasta esa mezcla loca de lluvia y sol, de calorcete y fresquito, que uno no sabe que minifalda ponerse.

Y así nos van las cosas, que se nos van a reunir en Singapore dos de los tipos más peligrosos del planeta, zumbados los dos, soberbios los dos, y con fama de poco letrados, que luego a saber, que lo mismo son dos Sénecas discretos.

Y son cosas que a uno le apechuscan, aunque menos mal, que la tal Singapore, con eso de que está cerquita del Ecuador, no anda con estas cosas de la primavera, que por allí no saben muy bien qué es eso. Todos los días 30º y 90% de humedad, con precisión suiza. Así, que a lo mejor, estos dos pollos no andan demasiado alterados por la respuesta inmunológica inducida por eso que hemos dado en llamar primavera.

Demasiadas alteraciones veo a mi alrededor, no sin cierto temor, o mejor dicho, no sin cierta preocupación, que hasta en esas cosas de la economía andamos pensando en el momento más adecuado para salir corriendo de los mercados, que las caídas cuando tocan son duras. Y todos dicen lo mismo, “In May, pick the money and go away”.

No me extraña, que los brokers tienen también su corazoncito, y ahora empieza lo bueno en la City, que si las carreras de caballos, que si Wimbledon, que si Silverstone, que si el British Open de golf…y estos chicos y sus señoritos no están por la labor de andar todo el rato metidos en esas historias de los trading intradía, que es un coñazo.

Pero este año ya veremos que nos depara el asunto, y es que se nos ha colado de rondón un Mulo asimoviano en la cabeza del Imperio, y con dos mensajitos cortos a tiempo nos lo pone todo patas arriba, aunque luego no pase nada, o casi nada, pero el susto nos lo da.

Y si además buscas el momento adecuado para publicarlo, en medio de las Carreras de Ascott, o cuando Federer está en plan match point, nos la lían seguro.

Yo quisiera sugerir a los de la Federación de Golf que toque, me hagan la gracia de organizar el British Open en Turnberry, aquel precioso resort de Monty, el jugador barrigoncete que llegó a ser hasta casi bueno. A mí no me gustaba, nunca me pareció un gentlemen.

Y es que Tito Trump es el dueño desde hace unos años de las instalaciones, con lo que seguro recibiría el regalo de los primos con alegría, y a lo mejor se iba a ver el campeonato, y a dar unas bolitas con el bueno de Monty. No sé.

Pero algo habrá que hacer, algo que no sea ir a jugar al golf a Irán, que otra vez se ponen las cosas peludas por ahí, y aunque a mi ya me pilla con Persépolis, la tumba de Ciro, y Isphahan bien visitados, nunca me parece buena cosa que se peguen por un quítame allá ese polen unas bofetadas, aunque sea solo para vender misiles inteligentes.

Y hablando de inteligencia, ahora que nos vamos acercando a las distopias de Blade Runner, que los de Google ya te plantean conversaciones en las que no se puede diferenciar al robot, quizás sea una buena idea, dejarnos de remilgos, crear unos algoritmos adecuados, y que las decisiones las tomen las máquinas.

Por lo menos, espero que los pólenes de la primavera no les influirán demasiado. Aunque los matemáticos post millenial son capaces de diseñar la ecuación que contemple la variable polen/alergia/estado de ánimo. No lo sé.

Pero la tentación a que de forma consistente sean máquinas quienes dirijan nuestros destinos, a lo mejor no es tan mala idea.

Posiblemente nos quitábamos de encima las mamarrachadas que nos envían desde Berlín, a lo mejor nuestro Marianico no tenía que pasar el bochorno de no contestar una pregunta parlamentaria sobre el ¡Que se jodan! De su directora de comunicación.

No creo que desaparecieran todas nuestras miserias, que los algoritmos tienen tras sí cristianos de los de toda la vida, y la capacidad de hacer el imbécil que tiene el ser humano es infinita. Algo se les ocurrirá, que liarla parda seguro que la lían, pero a lo mejor lo hacen de forma más modulada.

En la presentación de Google, esa de adivinen quién es el robot, las protagonistas son dos voces femeninas, y la cosa empieza por que una de ellas (la robot) pide hora para la peluquería.

No quiero hacer sangre de la idea de los muchachos de Silicon Valley, pero me hubiese gustado una conversación más profunda, a ser posible entre un hombre y una mujer.

Que temas de charla no faltan, ni mucho menos en un diálogo entre personas de distinto sexo, pero las voces de dos señoras reservando sitio en la peluquería me demuestra un quizás gran avance técnico, pero una visión de lo que es el mundo cutre, ramplona, miserable, y sexista.

¡Coño!, que hubieran sido dos cabestros discutiendo a tortas la última touch down de la final de las World Series. Pero eso no les ocurrió.

Por esta mi tierra de adopción, que es el Foro, parece que nos vamos a dedicar a honrar al santo que consiguió que los ángeles labraran por él. El sueño del funcionario de carrera, o del político del senado, digo yo.

No voy a meterme en camisa de once varas, que para eso candidatos hay de sobras a mi alrededor, así, que despacito despacito, intentaré seguir desde la barrera los acontecimientos que se nos vienen y la forma en la que intentaremos adaptarnos para la supervivencia, que al final, parece que es lo único que nos interesa.

Y si hay que reírse del drama catalán, pues nos reímos, si hay que tirarle tomates al Marianico, (siempre de forma simbólica) pues se le tiran, y si el nuevo que nos manda no es un robot de nuestro gusto, llamo a mi amigo Pepe, el hacker, y liamos una que hasta Tesla consigue beneficios vendiendo a Uber sus cochecitos, aunque tenga que pagar parte del peaje al partido en el poder. Es para lubricantes, ¿sabe usted?.

Y todos contentos

¡To! ¡Cermeño!

 

Mi primo Carlitos, es un cermeño de pro, y como él, con mayor o menor intensidad sus múltiples hermanos, es decir mis primos, que hubo de todo en aquella casa, desde físicos destacados con carrera internacional, médicos, maestras, de todo, hasta banqueros como padre, de todo hubo en aquella admirable casa de mis tíos y mis primos, hasta generosidad infinita con sus mayores, que supieron acoger los últimos momentos, años, de sus padres.

Yo iba por aquellas tierras con olor a comuneros, con tintes beltranejos, altivos de tantos y tantos siglos de luchas peleas, ostracismos, esplendores. Por aquellas tierras que siempre han estado a caballo entre la iglesia y la milicia, entre el pan y el vino de la tierra.

Y es que al final muchas veces se secaban los ojos cermeños de mirar al cielo, como nos contaba Delibes de forma angustiosa, esperando esa gota de agua que no llegaba, y en ella iba la vida de la familia, la comida o el hambre.

Desde esa loma donde se asienta la ciudad a la que, desde la estación había que subir, se contempla el bello paisaje de la vega, con el río, la cascada y la curva ( ¡Mariano!, decía mi madre,  coge las maletas que yo cojo a los niños, que Julio no ha bajado con el coche a recogernos).

Así que caminito arriba, hasta la casa de mis tíos con los calores de los veranos áridos de la meseta norte, después de habernos bajado del mixto que nos llevaba desde Zamora, en un par de horitas de nada, o luego, cuando las cosas se modernizaron, con el Ferrobús rápido que solo tardaba unos ciento veinte minutos, eso si, con vías de traviesas de hormigón y tramos soldados que anulaban el traqueteo.

Y allí nos recibía la familia de cermeños, unos naturales y otros adoptados, por el Campu Gothorum, que aún no había sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad, pero era lo mismo, que el Arco del Reloj no se inmutó con esas cosas de la ONU, y la calle Abrazamozas siguió donde siempre, que solo faltaría.

Mis recuerdos son de preadolescente, son de veranos muy cálidos, con mis primos mejor adaptados que yo al entorno, y a los que les debo alguna que otra experiencia enlazada con la libertad que gozaban ellos en contraposición a las limitaciones que los chicos de barrio obrero de ciudad grande teníamos que soportar, por aquello de los sacamantecas.

Mi tío, era el director de la sucursal del Banco de Bilbao, y eso a mí me parecía la hostia, que me imaginaba al hombre mandando en todo el banco, y fuera de cualquier consideración económica, se me daba que tenía una especie de poder omnímodo. Las casas de sus conciudadanos estaban siempre abiertas, para él y para los suyos. Eso lo percibí siempre.

No me acuerdo de donde vivían, creo que al final de Candeleros, en un piso enorme, que nunca supe contarlos a todos, debían ser diez u once en aquella familia entrañable, y a los muchachos, con buen criterio nos barrían de casa de buena mañana.

Bajar al río, al padre Duero, cerca de la cascada, era una gozada. Yo creía que era libre y sin control de nadie, porque no me fijaba a cuantas personas saludaban mis primos, a la ida y a la vuelta, que al llegar a casa al cocido mi tía sabía con precisión por donde habíamos andado toda la mañana.

Había siestas, como no, que las dormíamos, a veces, pero se tocaba silencio en el cornetín familiar, que mi tío había currado en el banco toda la mañana, y el hombre era de buenas costumbres.

Más mayor me enteré que en aquellas fechas de cosechas, mis tíos cogían el coche e iban a visitar a los campesinos que acababan de vender el trigo, y tenían el dinero fresco en casa.

Me confesó mi tía que en el carrito de la compra, llegó a transportar treinta millones de pesetas, de aquellas de los sesenta y pocos, y que no iba nerviosa. Ríete de los transportes blindados de hoy en día. El campesino, tranquilo, que dejaba su esfuerzo en buenas manos, y el banco a lo suyo, a comprar dinero, lo más barato posible.

Las tardes tenían dos aspectos fundamentales, la merienda y el paseo, y de ambos aprendí mucho, pero que mucho.

Como eran épocas después de la cosecha, de mucho sol, y ánimo festivo, tocaba merendar en alguna de las bodegas de los amigos de la familia, en cuevas horadadas en los oteros donde no faltaba una buena hogaza de ese pan blanco y prieto que dan los trigales de esas tierras, ese queso que siempre me hace feliz encontrarlo….y el vino. ¡Joodeer con el vino!, recio, áspero, oscuro como las pozas del Duero, que trasegábamos de las botas, aquellas que se quemaban por dentro gracias a la capa de pez con que se embadurnaban después de curtir la piel.

Era vino para el sifón, ¡voto a tal!, con sus más de catorce grados, que luego me han dicho que los cermeños se han hecho fisnos, finos a su manera ya lo eran, que en un campo de godos en el que se celebraron cortes, se agarrotaron en la verja de su casa a seguidoras de Juana la Beltraneja, se batieron los comuneros frente al rey cervecero que acabó con su gota y sus excesos algo más al sur en Yuste, no caben más qe gentes de esas que se visten por los pies. Y de eso hablamos.

El paseo por el Espolón a mí me descolocaba, que mis primos manejaban el asunto con una soltura envidiable, sobre todo con las mozas, a quienes además los forasteros llamábamos la atención. Así que Espolón arriba, Espolón abajo, Arco del Reloj, calle Mayor, Plaza Mayor….consumían la tarde noche, antes de la llamada de fagina, que recuerdo era flexible, al fin y al cabo estábamos de vacaciones.

Y en fiestas por los pueblos de la Vega, que había bailes, y mi tío con eso de recoger la cosecha llenaba el coche de críos y nos soltaba en las fiestas de aquí o de allá.

Se me quedó, para los restos, el baile en el Pego, pueblo de la Vega, que se celebraba en un almacén de vaya usted a saber de qué. La orquesta la componían dos paisanos con trompeta, de las de la mili, y un tercer paisano con tamboril. Interpretaban solo una pieza, la muy conocida sintonía del anuncio del detergente ESE, u OMO, que no me acuerdo, aquella que decía lo de ESE lava blanco, blanco blanquísimooo…ESE lava limpio, limpio limpísimoooo.

El baile abarrotado, y con estructura muy conveniente, que las parejas casadas, las familias, los abuelos, en fín todos menos los jovenzuelos se quedaban en el centro del recinto, el mocerío agarraba moza, y empezaba a empujarla alrededor de la zona central donde estaban los mayores, de forma que iban dando la vuelta al recinto, el de frente, ella de espaldas, sin más posibilidad de movimientos que el de seguir la corriente. Todo al son de la música que interpretaba la orquesta.

De allí supongo, que las familias del centro, habían controlado quien empujaba a su hija, durante cuantas vueltas, y al revés lo mismo, que no sea que el muchacho se me aficione a tetas poco convenientes, que con esa familia tenemos unos pleitos muy largos por unos lindes mal interpretados.

Te servían vino con de todo, le echaban canela, fanta, gaseosa, y lo que hiciese falta. Por supuesto, en tierras de hombres y mujeres derechos, nadie te pedía el carnet de identidad, y si te tocaba vomitona por un exceso, el pescozón te lo llevabas por idiota. Eran otros tiempos.

El aspecto cultural no había que dejarlo a un lado, que en el plano gastronómico, a lo dicho, había que añadirle los buenos pimientos picantes, esos que lo hacían a la entrada y a la salida, las frutas de la finca que otro tío mío tenía en la curva del río en Fresno de la Ribera, los chorizos hechos para hombres y mujeres de pelo en pecho, en fin elementos todos que ayudaban a trasegar aquel vino, si, el que le dio a mi tío un paisano por calificar convenientemente su solicitud de crédito.

Y la Colegiata de Santa María, al castillo no le prestábamos mucha atención, donde mi padre me hacía siempre buscar la mosca en el cuadro de la virgen. El pórtico policromado aún no estaba como ahora, y no lo recuerdo.

Por supuesto me hacía mirar las escamas de la cúpula, (bizantina según él), y que a mí siempre me gustó, e insistía que buscase sus dos primas en Zamora y en Salamanca, que allí están.

No os voy a marear más, me voy a Toro otra vez, con otros ojos, con otros amigos, y seguro que una lagrimita de emoción o de nostalgia se me escapa, aunque siempre diré que es que no esperaba que el chorizo del aperitivo picase tanto.

In vino veritas

 

El cortijo está revuelto

Es que no puedo creer a veces lo que escucho, aunque me dé por un tipo bragado en esta y otras lides menores, y lo que escucho es que por mucho que nos pongamos el Puchi se cree las encuestas y le apetece mogollón ir a elecciones, al menos con un gobierno títere hasta que salgan los juicios y las condenas de los encarcelados allá por el mes de octubre.

Y eso con las encuestas que le hacen llegara tierras teutonas sus conmilitones, y a saber cómo las han elaborado.

Y es que también me dicen que las consejerías, las direcciones generales, y hasta la Tv3 están repartidas entre los que creen que ostentan el poder en mi tierra, a pesar de que saben los de Esquerra que no tienen la masa crítica suficiente para ir adelante con el tal “prucess”.

El problema es a ver quien se lo explica al tozudo gerundense que anda por Alemania…¡Vente a Alemania tío!, y es que parece que allí se usan las salchichas para atar a los perros. Cosas de La gastronomía.

Realmente miento cual político al uso, que sí me lo creo, que eso de la ruindad es algo común en estas castas, que no hay mayor felicidad para el Puchi, que ver como cae la popularidad de Junqueras…..uno menos piensa el pollo, y que siga en la cárcel para los restos, ¡tan cristiano él!.

Llegados a estos puntos y a estas comas, la verdad es que lo que hagan todos estos se me da una higa, que si no gobiernan, la inercia tira un montón, y de alguna forma la Torre Agbar se vuelve a alquilar, bien que al de caralibro para que pille los gazapos que le colocan los malutos.

Los hoteles vuelven a subir los precios y “Barcelona es bona” de nuevo, aunque el corredor del Mediterráneo ande renqueando, las rodalies no funcionen, y los paquistaníes se hayan quedado con el gremio del taxi y con los restaurantes de la Barceloneta. ¿Qué más da?, si al final ya se está la peña preparando el traje de baño para repartir el veraneo como siempre, mitad en Sa Tuna, mitad en Alp, que si no no eres nadie.

 

Y yo aburrido como una ostra de esas de Arcade de las de a seis euros la pieza, en la carta del Botafumeiro, como debe ser, como ha sido siempre, que aún quedan mesas al fondo.

Me dicen que este año, más del treinta por ciento de los turistas van a casas particulares, de esas que no le pagan demasiado a Hacienda, y que los hoteles están que trinan, que no llenan al cien por cien y no pueden subir los precios a la estratosfera como les apetecería, al menos para poder pagar esas reclamaciones estafa de los abogados británicos, que al parecer ya han frenado de alguna forma.

Si tuviese un hotel, iba yo a aceptar clientes de la Pérfida, vamos ni en el peor de mis sueños, que deberían aprender a disfrutar en Bath del verano británico, tan civilizado él, con su pinta y su gin tonic, con su corderito a la menta con sabor a lanaza, y su Stilton de la granja de la esquina.

Pero de algo hay que vivir, y ya ves los de Caralibro se vienen a Barcelona de escapada, a pillar noticias flatulentas, y no se quedan en un hotel, que se han buscado un pisito en el supositorio que da Gloria Catalana. (Nos ponen un edificio así en el Foro, y el cachondeo dura décadas)

Por aquí, ya que hablamos del Foro, me dicen que los peperos en su afán de contentar a la nobleza, ponen a un Señor Conde al mando del partido en la comunidad, pues que bien, que confío en que Don Pío nos salga pío en su pluriempleo, que debe ser que tampoco le llega el sueldo al muchacho entre lo del Senado y lo del partido.

Que por ahí me dicen que le pidió cinco milloncitos de pesetonas a los de la Gürtel, pero que los devolvió a plazos, que seguro no sabía el hombre la procedencia de la tal pastizara. Y eso es lo más limpio que tienen por la casa, dice Marianico. ¡Habrá que creerle!.

Yo en mi agnosticismo cabalgante, no me creo ya ni lo que digo, que con tanta noticia falsa, con tanto Señor Conde dando vueltas, con Grandes de España entrando y saliendo, a lo mejor es que las cosas no han cambiado demasiado desde los tiempos de Felipe III, salvo que los Duques de Lerma se han multiplicado, y ya no toman la púrpura…(el olivo aún lo toman algunos, que no llegan al burladero).

Ya iremos viendo lo que el futuro va trayendo, pero menos las combinaciones de las loterías, todo es tremendamente predecible, y si te equivocas en la profecía, si no eres “Noble”, pues se te da una higa.

Así que sea Lerma, Medina Sidonia, hijo de los Borgia, o descendiente directo de Wifred el Pilos, a mí me da lo mismo, que a estas tierras las dominan siempre sus señores, las familias de sus señores, y los amigos de las familias de sus señores.

Lo que de veras me preocupa es que cuando llegan las elecciones toda esta panda se olvida de poner el título que le corresponde por nacimiento, hidalguía y nobleza grande de España, que seguro los ciudadanos estaríamos mucho más reconfortados a la hora de escoger a nuestro representante en la administración del Estado.

Pero su discreción se lo impide, esa humildad que ha sido norma de oro a través de la Historia, es lo que de verdad ha hecho grandes a todas estas ilustres casas. Mucho tiene que aprender esa Europa que nos envidia.

Tal y como están las cosas, ya me perdonarán sus gracias si dejo la entradilla de hoy por estas zonas, y es que creo que tengo que acercarme a la Plaza del pueblo, que viene hoy el Señor Duque, bueno, el capataz del Señor Duque a repartir los jornales y no quiero quedarme fuera del reparto, que la pensión de Doña Fátima tampoco da para mucho.

Con su pan se lo coman

 

¡Que se jodan!

Parece que andamos todos en precario, los pensionistas en el parecer de Carmen Martínez Castro, que ocupa un cargo de secretaria de Estado de Comunicación, se cabrea y nos muestra la patita, cuando esos mal nacidos que somos los pensionistas, abucheamos a su jefesito.

¡Qué ganas de hacerles un corte de mangas de cojones y decirles: Pues os jodéis!.

Vaya, parece una Choni cabreada, y lo más probable es que el exabrupto exprese no solo su posición sino la de todos los de su partido, cuanto menos, que de los demás tampoco me fío un pelo, que todos calladitos, y otorgando.

Espero que de golpe, el partido al que pertenece, pierda los votos de absolutamente todos los pensionistas y sus familias, eso sí, sin groserías añadidas, que no son necesarias cuando simplemente se envía al paro a aquellos empleados que no nos sirven,

Que sí Carmen, que eres una empleada mía y de todos los españoles, y al jefe no se le trata así ni en petit comité, ni con los micrófonos cerrados, que lo que se hace es dedicarse a otra cosa, si el percal que tienes que cortar no te gusta. Y tú, me parece que ostentas esa posición en la Comunicación del Gobierno desde dos mil once, y vemos ahora tu  pelaje.

Que conste que no me dirijo a tí como Doña Carmen, o como Señora Martínez, por no ofenderte, que a una amiga Choni que tengo y es algo más fina en sus expresiones que tú, la traté un día de Señora e intenté hablarle de usted, y me preguntó aquello de que si estaba cabreado con ella, que sus colegas la llamaban Choni a secas, y ella tan feliz.

Ya ves Carmen, no quiero ofenderte, y por cierto, recibo tu corte de mangas de cojones, con una sonrisa hacia la zafiedad y a la falta de rigor y de argumentos que encierra. La recibo con una sonrisa conmiserativa que viniendo de la tropa política en la te encuadras, casi me parece correcto el mensaje, que no las formas.

Y es que tu señorito se ha dedicado, y usaré tus palabras, a joder a los trabajadores de este país y por extensión a los pensionistas, y me parece que ya la peña se va dando cuenta de lo que hay, que cada vez que abro la prensa aparece en el horizonte judicial un nuevo reto para los abogados de Génova, que están en un sin vivir.

Y claro, me pregunto yo, en mi ignorancia, cuáles serían las consecuencias de la pérdida de votos, escaños, concejalías diputaciones y asientitos varios en los que pones tu culo. (Jamás diría eso a una señora, pero quiero que entiendas claramente lo que quiero decir) que os vais a quedar sin dinero para pagar abogados. Un desastre en el horizonte.

Veo que pides disculpas, pero como te expresas como una Choni, no lo entiendo muy bien, quizás habrías tenido que decir aquello de ¡Jooodeerrr, coño!¡Que es que se me fue la lengua y la he liao parda!¡Tíos no os mosqueéis y a otra cosa!.

Pues lo siento, me mosqueo, y espero que tu señorito, ese que ha robado a las clases trabajadoras de este país como nadie lo ha hecho, te ponga en la puta calle echando hostias.

En mi lenguaje diría que aceptase de inmediato tu dimisión no solo como Secretaria de Estado, sino de cualquier otro puesto o prebenda que puedas tener dentro de la administración pública del estado, incluyendo el partido que con mis impuestos paga tu miserable salario, que estoy seguro piensas que es menos de lo que tú vales.

Ignoro las circunstancias que han de producirse para que los de tu calaña acaben en el cajón del paro, sin prebendas de ningún tipo, como las que habéis diseñado para aquellos a los que decís estáis sirviendo, pero debo decir que os lo habéis ganado a pulso, siempre desde mi modesto entender, que de esto, uno no sabe demasiado.

Quiero alabar tu gusto a la hora de escoger la COPE para la disculpa, que me hubiese encantado verte en la Sexta, o delante de un periodista de esos que no os tienen miedo, y realmente hiciese de amplificador de tu ideología a la mayoría del pueblo español.

Pero no, la cosa queda dentro de la camada, que seguro que en esos ámbitos de poderosillos meapilas te acogen; hasta les habrá hecho gracia la cosa. Qué ingenio, que valentía, que soltura, habrán dicho las señoras bien en su partida de canasta, o sus maridos en el hoyo diecineve, antes de quedar con Marichuchi, a eso de las ocho, que hay que llegar a casa antes de las diez.

¡Ay! Carmen de mis entretelas, que aunque no te has dado cuenta llevas un nombre muy español, de esos de armas tomar, que hasta Merimeé se lo otorgó a una obrera, que además era mujer libre, tanto, que le costó la vida, aunque eso son cosas de las novelas y sobre todo de ese pueblo que has intentado joder desde tu puesto de servidora pública. Y tú no te lo mereces, que hueles a emigrados venezolanos con pasta, a indiano, y sí, te estoy tratando, aunque tu vida se haya desarrollado en España, como persona ajena a nuestro pueblo, ya que quieres, deseas joderlo.

Espero que ni tú, ni tus conmilitones lo consigáis del todo, que daño ya habéis causado suficiente, que lágrimas ya habéis hecho derramar más de las necesarias, que seguro nos va a quedar un hálito de vida para poder darle la vuelta a esa tortilla, aunque sea solamente para ponerla de canto, que ya será suficiente.

Y es que  los niveles de pobres que han salido de las universidades y de las escuelas, es inasumible, que habéis creado médicos, ingenieros, y por supuesto obreros, indigentes, de los que ni pueden vivir ahora y mucho menos cuando acabe su vida laboral, con lo que sí, Carmen, la de los cojones en la boca, los has jodido bien.

Habrá que seguir abucheando a los de tu especie, y sobre todo echarlos de la vida pública a la primera ocasión.

Vale

 

La toallita limpia zapatos

Hoy me iba a limpiar los zapatos, y de la caja esa donde guardo los útiles, sale uno de esos pañitos blancos que te dan en los hoteles, y que siempre me he afanado por guardar, que nunca se sabe.

Trump, pone en tal pañito, y si, recuerdo haber estado en ese hotel en Columbus circus, allá donde Broadway se vuelve verde, que hay cosas que uno no se cree, como que el parque central de la gran manzana siga sin que se hayan hecho rascacielos por sus sendas.

Trump se quedó en el límite, que seguro pensó en levantar torres infinitas en aquel trozo verde increíble, y pienso en su argumento fuera ya de la pura rentabilidad: ¡No os quejéis que aún queda el parque Battery!.

Yo voy a limpiar mis zapatos con el nombre del presidente del Imperio, ese ser de imagen zafia, que a saber quién ha puesto en la supuesta primera magistratura del Imperio.

Es lo que tienen esas cosas del mercadeo, que lo importante es la marca, y yo, querido presidente de imagen zafia, limpio mis zapatos con el nombre de su padre, de sus hijos, y tan a gusto nos quedamos, yo con los zapatos limpios y usted con el puñado de dólares que en su momento me cobró por vivir varias noches con vistas al terreno potencial de sus sueños de constructor.

Mi querido amigo, no sabe usted como me hacen sonreir estas cosas que el mundo moderno nos trae, y como me recuerdan que el que gesticula y grita es un actor, un payaso si hace reir, y un ser patético si no transmite nada.

Me dicen por los rincones, que quienes de verdad están moviendo los hilos, desde Waterloo, por lo menos, son unos chicos prudentes y discretos, una familia de unas doscientas personas, no muchas más, y que no usan demasiado su apellido para dar relumbrón a sus actividades, apenas un banco, que es banca, y un vino excelente, que no puede beberse cualquiera, y que los más afortunados habrán podido degustar una o dos veces en la vida.

Y lo que tiene este muchacho de ojillos pirris, de peluquín mal disimulado y con aires de matón de taberna barata, es que este menda, jamás abriría una botella que se anunciase con el apellido de su familia, que uno espera delicadeza, personalidad, y placer sereno dentro de un vino, y no parece, no parece que sea el caso. Así que con limpiarme los zapatos con su nombre familiar me basta y sobra.

Cuando llegó a esa magistratura mi proveedor de toallitas para limpiar los zapatos, me preguntaron la opinión que me merecía el tal personaje, y hasta el momento he desarrollado una resistencia a darla, dada la vacuidad perfecta del personaje para el trabajo que le han encomendado.

Y es que alguien me dijo aquello de que el mayor triunfo del diablo era convencer a la humanidad de su no existencia, que así le dejaban el campo libre y nadie iba a achacarle los desaguisados que pudiese organizar.

Y en este caso, parece que los verdaderos amos discretos de este mundo, han acertado. Nuestro amigo el de la toallita que limpia los zapatos, les hace el trabajo de maravilla con su metafísica marxista, de Groucho, claro, pero mal entendida y sin la finura que caracterizaba al buen hermano Marx.

Ya sabes, vale lo que digo y lo contrario, que no tengo problemas en decir la verdad o la mentira que se adapte al momento, a la ocasión, que las afirmaciones, o las posturas no tienen por qué ser eternas, con que duren lo que dura la aparición de la siguiente boutade, todos tan felices, que para lo que vamos a vivir…

Pero a lo mejor es lo que cumple, que lo interesante para quien mueve los hilos del mundo, en caso de que alguien lo haga, es tener de pasmarote a un amigo como el de las toallitas limpia zapatos, que nos va haciendo juegos de manos de esos burdos, nos quedamos embobados viendo por donde sale el conejo, y de pronto alguien hace unos duros con unas opciones put sobre Amazon sin ir más lejos, o nos asustan con que Apple se va a pegar un tortazo porque la última baladronada twittera intenta llevarnos por ese camino.

Seguramente estoy equivocado, pero de pasar del insulto tabernario al muchacho coreano, a sentarse en la misma mesa, aparentemente el paso no es tan corto, y a lo mejor se ha marcado territorio con una meadita perruna antes de comenzar a discutir, que para eso si que sirve mi proveedor de toallitas limpia zapatos.

Hasta donde llego, todo lo que he visto, es que el muro mejicano sigue donde estaba, que si hay que vender unos misiles nuevos que acaba de diseñar la Lokheed o quién sea, enseñamos unas fotos de niños asfixiados por unos gases de guerra, que la gente no entiende, que cuatro matraces y dos bidones asustan mucho, y cualquier excusa es buena, que me viene a la cabeza los botes de extracto de levadura que tenía Sadam Hussein y nos enseñaron las teles del mundo antes de la tormenta perfecta.

Lo que he visto, es que los tratados de libre comercio se van a renegociar, y que la posición americana sobre el cambio climático sigue inamovible por mucho que Al Gore nos venga con la parte dos de su verdad incómoda. Al final huele a Republicanos contra Demócratas, que quien ocupa la primera magistratura cada vez más me huele a pelele de vaya usted a saber quién.

Así que, seguiré limpiándome los zapatos con el nombre de la familia Trump, qué le vamos a hacer, que es todo lo que me queda como habitante de esta tierra que parece lo soporta todo, y seguiré rezando porque en mi entorno cercano nadie estime conveniente probar misiles o cabrear más de la cuenta a unos u otros en plan experimento, de esos de a ver que pasa si invento una razón para que la sociedad se divida, creo un germen revolucionario, separatista, de origen religioso o cualquier otra barbaridad, ya que aunque me limpie los zapatos con el apellido del presidente del Imperio, me van a dar por donde amargan los pepinos. Sin duda.

Con su pan se lo coman

 

¿Yo robot?

 

 

Acabo de ver un capítulo de la serie, creo que inglesa, que bucea en las opciones de las nuevas tecnologías. Espejo negro se llama la tal serie, y su argumento me hace pensar más de lo normal, que no es mucho en mi caso, sobre lo inquietante que pueden ser las posibilidades del conocimiento que de nosotros han adquirido las redes sociales, y cualquier elemento de captura sobre nuestra vida disponible.

La cuestión es hasta qué punto tenemos una existencia fuera de la nuestra, y cómo puede utilizarse, replicarse, e incluso, incluso hacer una copia con todas las características que pensábamos nos hacían únicos.

Las informaciones que de nosotros hay dando vueltas pueden conformar nuestra personalidad, nuestras relaciones sociales, nuestra historia, nuestras aficiones.

Eso sin contar lo que de nuestra apariencia física (nuestro fenotipo, vaya, que el genotipo tiende a ser público) se conoce, y por supuesto de nuestra evolución en ese aspecto, nuestras fotos, nuestros movimientos están dando vueltas, nuestras reacciones a muchos estímulos externos, es decir la mayor parte de nosotros, incluidos nuestros datos antropomórficos, que hasta nuestro DNA es o puede ser público, Nuestras huellas dactilares ya están recogidas en los malditos teléfonos inteligentes.

Quiero decir que no parece demasiado complicado elaborar algoritmos de conducta que hagan que pueda replicarse nuestro pensamiento, nuestra forma de hacer, de entender y obviamente recrear un robot con nuestras características físicas.

Uno, en su falta de conocimiento, y a pesar del convencimiento de que aún esa cosa que llamamos alma no ha transcendido a las famosas redes sociales, o simplemente a las bases de datos, que almacenan todo y lo procesan todo, sigue pensando que no ha vendido su alma al Asmodeo de turno, pero su primo Mefistófeles no me ha dado el amor de Margarita, y eso me tiene aún en una cierta confianza. (A lo mejor por no estar en guardia ya me la han colado), pero parece que no, bueno, no sé.

Así, como en ese capítulo de la tal serie, si mañana reviento de la forma que sea y paso al Oriente Eterno, a lo mejor alguno de mis deudos recibe la llamada del comercial de una spin off de Caralibro, de Gramática instantánea, o incluso de los del Alphabeto, y le dicen a mi santa o a mis deudores, que por un pico de vulgar dinero pueden recoger todos mis datos, introducirlos en un software, y hacer reaccionar a un nuevo engendro de forma acorde a los estímulos que pueda recibir desde el exterior, como he dicho siempre que lo hacía en las redes sociales. Una bicoca.

Pero hay más, mi formación académica es bien conocida de estas bases de datos, y me temo que conocen hasta los días que hacía pellas y me saltaba la clase de botánica, y saben qué he leído, claro que lo saben, e incluso lo que he leído y no he prestado atención.

No voy a hablar de mis aficiones, que para eso está todo almacenado, y ya saben a donde he viajado, de qué forma, cuántas veces, con qué estado de ánimo, con qué compañía. Vamos, un verdadero desastre, o una bendición, que podrán incluir mis gustos en mi memoria almacenada.

No voy a entrar en temas sexuales o religiosos, aunque la cosa es también fácil, aunque quizás sean historias que uno no tienda a explicar de forma demasiado abierta en las redes sociales, pero hay de todo, y seguro que el pudor puede ser tratado por un algoritmo adecuado, y así cerrar el capítulo de lo que significa tu personalidad, para poder regular tus reacciones de la forma más precisa y adecuada posible.

Ciertamente al estar diseñando un robot, no es necesario que el cuerpo interior sea según las normas del cuerpo humano, con que la piel tenga al tacto la misma textura, el olor que te redondea la personalidad, los ojos del color original y el cabello con ese punto entrecano que tanto le gusta a tu santa, ¡hecho!.

Queda el tema del sexo, que a poco que el robot esté bien diseñado, estará siempre dispuesto, que no es moco de pavo, y con los susurros bien ajustados por el programa, los espasmos bien coordinados, y las palabras adecuadas, la cosa puede funcionar.

El añadir un sistema de envejecimiento de la envoltura adecuada a los deseos del propietario del engendro, y en el supuesto de que el fabricante no haya incluido un chip de obsolescencia temporal programada, puede garantizar el sueño del amigo para toda la vida, o qué bonito es envejecer juntos.

Los problemas morales que se me plantean cuando le doy vueltas a todo esto, son importantes, ya que de entrada, y eso ya no lo arreglo, todo yo está dando vueltas por ahí, al alcance de quien quiera pagarlo o utilizarlo, de forma parcial, total o extensa, con lo que si un día en el metro me encuentro conmigo mismo, sentado en el asiento que acostumbro a utilizar, me daré cuenta de que posiblemente alguien está pensando en eliminarme para tomar mi puesto en la vida. ¡Que el diablo le asista!.

Pero la realidad es que me temo hemos perdido toda posibilidad de seguir siendo individuos, como poco, nuestra individualidad estará replicada, de forma parcial o total, que eso poco importa, y nuestro pensamiento llegará un momento en que no será nuestro, haya o no un replicante de por medio. Ya me temo que entre la realidad y nuestra percepción hay actualmente infinita más distancia que la que percibían los chicos de la caverna que veían sombras. Las sombras al menos reflejaban la realidad de forma pobre, pero reflejaban la realidad, y hoy no sé si percibo la realidad o una invención virtual que me hace reaccionar en consecuencia.

Es este caso expuesto en la serie otra forma de transhumanismo, es decir la trasposición de los datos de un ser humano a un ente nuevo con su aspecto, pero sin su alma, o con un alma fruto de la elaboración de los datos que de ese ser humano se conocen. Y es que las bases de datos están también para eso, si alguien paga por su utilización.

Rezaré al dios algoritmo, al dios big data, y al dios del consumo, esa nueva trinidad a la que adora la humanidad, para que procure ensamblarme lo más correctamente posible, y que, por favor, lo haga cuando ya haya pasado al Oriente Eterno.

Que el buen Dios os bendiga

Desencanto

Me dicen por ahí que España, que los españoles somos un pueblo desencantado, un pueblo que ha hecho del escepticismo casi una religión, y en ello a veces me reconozco, pero no solo me reconozco a mí mismo, que sea cual sea la época que miro, ese desencanto está ahí, presente, inmóvil.

¡Que gran vasallo, si hubiera gran señor!, decían de Mío Cid, y seguro que no fue el primero, que a Marcial el calagurritano se le leía el desencanto en las líneas satíricas que andaba difundiendo por el Imperio.

Y sin ánimo de ser exhaustivo pienso en el desencanto de los ciudada….perdón de los súbditos del Siglo de Oro, de los soldados de los tercios que dejaron la vida en los barrizales flamencos, de aquel maravilloso lisiado que fue a dar con sus huesos a la celda de San Marcos, con vistas al Bernesga..

Pienso en el desencanto que supuso para tantos y tantos españoles, ver que el Deseado era en realidad un Rey Felón, en el bueno de Mariano José de Larra, que se avergonzaba del funcionariado.

Me viene el desencanto que supuso para los españoles perder el tren de la revolución industrial, que el cortijo de los señores no necesita máquinas, ni súbditos ilustrados, que luego pasa lo que pasa.

Y el desencanto que supuso el mazazo al corazón de los que durante la segunda república se creyeron ciudadanos, cuando vieron en manos de qué políticos habían puesto sus vidas, y como se la arrebató el Dictador asesino.

Y el desencanto que nos enseñó Berlanga del balcón de aquel ayuntamiento desde el que se vió pasar el plan Marshall a cien por hora, dejando solo una nube de polvo e inamovible la miseria.

Hoy somos más, y más para desencantarnos, pero los motivos siguen siendo los mismos, que las desilusiones una detrás de otra las provocan los mismos, y para los mismos fines, y la plebe, la miserable plebe solo está para disfrutar de las migajas desencantadas que sobran de una mesa tan lejana de nosotros como el Sambalá o el planeta Urano, por decir algo.

Y la justicia, ese desencanto continuo, sigue con su labor de siglos para que el desencanto de la injusticia se prolongue, que si la culpa la tienen las leyes, que si la culpa la tiene la interpretación, o el ansia de poder del señor juez corriendo tras su promoción profesional. Es lo mismo, son hifas del mismo hongo.

Y hoy el indepe empieza a sentir también el desencanto, que parece que la señora Gabriel, acostumbrada a vivir del pueblo, pide a los suyos ayuda para sobrevivir en Ginebra, o en Lausanne, que me da lo mismo, que parece que no la quieren de maestra, y eso de entrar de interna en la mansión de Alonso, el correcoches, parece que no le viene.

Y ella también estará desencantada, que los suizos no la quieren de maestra, con la lista de másteres y mandangas que cuelgan de su curricula, ¡y ella creía que le iban a recibir con cátedras en Zurich, en Basel, en Montreux….!

Y no es la única, que todos los que han ¿acabado? Sus estudios en una de esas ochenta y pico universidades públicas, y se dan cuenta de que lo hecho no vale para comer, que solo ha servido esa política para llenar, presuntamente, los bolsillos de los políticos con la obra civil, de los jefes de departamentos universitarios con los máster ful, y para evitar que la juventud se apunte al paro a los dieciocho años, que si fuese así, las estadísticas nacionales nos iban a equiparar a Somalia o Haití, por ponerme pelín exagerado.

Y si luego viene el desencanto, no pasa nada, el populacho está acostumbrado, nada va a cambiar, ni mi amarre en Puerto Banús, ni mi colección de Ferraris, ni mis casas en Paris, Londres, Miami…son cosas de los Grandes de España, y si el pueblo no lo entiende, es que es muy bruto, que llevamos seiscientos años recordándolo, ¡joder!.

Tierra bien abonada para el desencanto, que ya nos lo dicen las estadísticas esas que tan bien manipula el INE (Instituto Nacional de Estadística), que los españoles no creemos en nuestra Iglesia ( o de ellos, que nunca se sabe), y es que ha abandonado demasiadas veces a los suyos en pos del poder, luego se pide perdón por el apoyo a los criminales de E.T.A., y a otra cosa, que ellos también perdonan en el confesionario a quien confiese haber dado una dentellada a la materia remota de la Santísima Eucaristía. ¡¿qué más dá?!. Quid pro quo!

El desencanto está en todas partes, bueno en casi todas, que nadie entiende las prebendas que se lleva un cristiano por apretar un botón a la orden, en la Carrera de San Jerónimo, que nadie entiende que el robo, el expolio llevado a cabo por los que administran el territorio no acabe con la prisión incondicional hasta la devolución de lo robado, y quizás nos desencanta ver que pujoles, aguirres, gonzáles, pepiños, y tantas y tantas presuntas alimañas, siguen encerrados en el disfrute de lo que tenía que haberse utilizado para el populacho.

Pero la plebe, mi plebe, en esa en la que estoy encastrado desde que al nacer me pusieron el sello maldito de “pobre”, está acostumbrada, está acostumbrada a ver pasar al señorito en lo alto de su alazán con las espuelas de plata bien pulidas camino de su bodega donde tiene la manzanilla a refrescar, y los mocos se sorben en casa mientras se preparan las sopas de ajo, con pan duro. Y es que el agua lo ablanda todo.

Por lo demás, sin novedad en el frente, si eres ladrón poderoso no te preocupes, si eres violador adscrito a las fuerzas armadas o policiales, preocúpate solo en función de tu rango, que la milicia tiene graduaciones, si eres solo parte de la gleba, busca acomodo bajo las alas de un “pater familias” adecuado, se fiel a tu señor hasta la muerte, y soporta el pago de tus diezmos, el uso por su parte de las mujeres de tu chamizo, limpia los escupitajos que te lance, y la próxima vez, ten cuidado al nacer escogiendo una familia patricia, a ser posible de primogénito.

Aunque también se necesitan capataces, pero con caducidad estudiada, que luego empiezan a creer que son Grandes de España, les sacan el video de sus miserias cosméticas, y los lanzan a la turba para el linchamiento ritual.

¿Verdad Cris?

Porca troia

Comerse la materia remota de la Santísima Trinidad

 

Nos cuenta el Padre Coloma en uno de sus cuentos, que un jumento muerto de hambre y sed vió una gavilla de treigo al borde del camino, y le dio una dentellada.

Fue suficiente para que el consejo de los animales le condenara a muerte, como responsable de los males que sacudían al bosque, que pelear con el veneno de la serpiente, la astucia del lobo, y los dientes del león no era buen negocio. Un borrico era barato, y se calmaba al pueblo sin tocar el bolsillo de los poderosos.

Y es lo que me parece le ha tocado a esta pobre Cristina con alma de robaperas, que se creyó que el pueblo la amaba, que se creyó había alcanzado su magistratura por méritos propios, y no se enteró de lo que estaba pasando, y de quién era el cortijo en el que andaba arando.

Ahora ya lo sabe, y quizás si el resto de los mortales nos fijásemos solo un poco, no demasiado, solo un poco, en cómo está repartido el cortijo patrio, entenderíamos perfectamente lo que hay.

Y es que Cristina era un capataz, solo un capataz, útil para los señores, pero inútil si creía que podía convertirse en adalid de la limpieza moral.

La vida es así, está llena de esos errores de apreciación que conducen a una persona a la ruina personal, aunque no sea ruina económica, y a sus cincuenta y cuatro tacos, pasará a prejubilada de lujo, vamos como si fuera apoderada del Santander. Que no se queje, que conozco a más de uno que le ha ido peor.

Yo no sé si consultó con su señorito antes de ponerse a levantar las miserias madrileñas de los Grandes de España que pululan por Madrid, creo que no, que el jefecito gallego seguro que le habría indicado que comenzase a asegurarse de que los trenes de cercanías iban en hora, y que contase bien los autobuses que dan la vuelta a la manzana mordida de la Puerta del Sol, que si tenía que andar en una de esas, ya le dirían.

Ni lo sé ni me importa, y si han conseguido derribarla, solo ha sido porque era fácil, y sobre todo porque la pobre Cristinita no tenía las fotos de éste o aquél en el fondo de su cajón. Una lástima, pero que no lo olvide, ni ella ni nadie.

Por mucho que lo haya creído, o lo crea aún, (que peores casos de empecinamiento se han visto), nunca trabajó para el pueblo de Madrid, la pusieron ahí, simple y llanamente por su calidad de “vaut rien”, y con la esperanza de que Esperanza no saliera demasiado tocada de los desmanes de la nobleza. Y punto.

Y así habrá de seguir la cosa, que si el capataz no es eficiente, no hace caso al amo, o lo que es peor, muerde su mano, se le da una patada en el casto (o no) trasero, se pasa página, y a otra cosa.

Así, que nadie se me escandalice, que Doña Cristina, la hija del general, no entendió que es eso del poder, que quizás por un momento pensó que lo tenía, es más que podía ejercerlo, incluso que podía poner en marcha maravillosos planes para solucionar los pufos anteriores, que si Franco duró lo que duró, fue entre otras cosas porque no tocó el bolsillo de los Grandes de España, de la Nobleza, que tanto quiere a su pueblo y tanto le debe.

Y siguiendo con la historia, no puedo menos que sonreir cuando me hablan del poder del pueblo, del poder que el estado democrático le otorga al mismo, y es que somos como Cristina, como Doña Cristina, que nos creemos cualquier historieta que salga en los telediarios, y además nos permitimos el lujo de discutirla, es decir discutir sobre el montaje de un montaje.

Francamente, llegado a este punto, prefiero discutir si Joselito o Belmonte, si Messi o Ronaldo, que por los demás orificios nos van a dar pero con ganas.

Así, que cuando me envían mis amigos la foto de un desplegable colgado del patio de una Facultad granadina, no sé si reir, o entristecerme.

El desplegable muestra una foto de Stalin con la llamada de ¡En defensa de Stalin! ¡Universidad obrera! ¡La UGR accede al chantaje fascista!¡ no nos callarán! ¡Viva Stalin! ¡Viva el marxismo-leninismo!.

Los amos de este país deben estar satisfechos, que es lo mismo que los muchachos aprueben el curso, el master o el doctorado. La consecuencia es de que no sirve para nada, para nada absolutamente, que el siervo de la gleba debe estar donde está, que la hija del general sirve para que la esperanza no se dañe, para que los privilegios sigan donde están, que el reparto del solar patrio siga con los esquemas que se han mantenido siglo tras siglo. No hay más queridos míos, no hay más, o yo no lo veo.

Para ti la electricidad, para ti la distribución de alimentos, para ti la banca, para ti los seguros, para mí las infraestructuras. Y luego ya hablaréis del reparto local en provincias, que seguro hay muchos compromisos que atender y muy buena gente y muy cristiana que deben sacar a sus hijos adelante.

Seguiremos nuestra andadura que no es muy diferente a la de años atrás, de siglos atrás, y nos creeremos que los méritos de esto o aquello son nuestros, y que tenemos poder, que vivimos en democracia. “Pardalets”.

Y me vienen a contar los ilusos republicanos que lo del borbón aquí, que lo del borbón allá, y no se dan cuenta de que sim comen es porque quedan aún migajas en la mesa del señor conde. Por cierto otro Cristinita el tal señor Conde, que se metió donde no debía a hacer las cosas que solo pueden hacer los amos. Errores de apreciación acostumbro a llamar a esa figura.

Por lo demás, sin novedad en el frente, que la sociedad civil ya tiene en quién ensañarse, que ya hemos quemado a otra bruja en la plaza Mayor, y mientras dure el olor a carne quemada, nadie nos va a fastidiar demasiado. Hasta la próxima.

El populacho tiene su sangre.

Con su pan se lo coman

El clon humano

Mi amigo Pepe es un clon, y no sé si lo sabe, aunque eso tampoco importa demasiado, ya que si lo es y está bien diseñado la felicidad la tiene asegurada.

Y es que uno de mis amigos, de esos que no son unos atorrantes me hace llegar un trabajo de la revista del MIT, “Technology review” en donde parece que se afirma sin destellos de rubor que la tecnología capaz de clonar humanos está cada día más cerca.

El artículo, de forma muy hábil en mi modesta opinión, se lanza al corazón del lector afirmando que el hecho de clonar la mascota de Barbara Streissand (40.000$ la broma), hizo feliz al personaje, o que la señora que clona al perro de su hija suicidada de forma que los primeros latidos del clon coincidan con el nacimiento de su hija y el alumbramiento del perro sea en el mes en el que la muchacha se suicidó. Todo muy americano ahíto de dinero, y que pone sus sentimientos en la búsqueda de señales que le indiquen que la nena suicidada sigue viva.

Claro, todo antes que intentar el necesario ejercicio de introspección y acotar la culpa que unos padres puedan tener en el suicidio de una hija. Pero dejemos eso a un lado, que a la pregunta de que si volvemos a preocuparnos por el tema de la clonación humana es adecuada a nuestros tiempos, desgraciadamente tenemos que contestar de forma afirmativa.

Si la técnica ya disponible puede hacerse realmente eficaz, y para ese viaje no se necesitan demasiadas alforjas, el hecho de que empiecen a clonarse humanos es cuestión de tiempo, solo cuestión de tiempo.

Mi amigo Pepe, es un clon, y no sé si es consciente de ello, a lo mejor si lo fuese aparecería con esa cara de miedo y sorpresa de los monos clonados por la Academia de Ciencias Chinas, Qiang Sun y Mu-Ming Poo, que recomiendo busquéis. Y digo que no lo sabe porque es mil millonario, y viviendo esa vida de poder y lujo quiere repetirla, quiere repetirla con la esperanza de que seguirá siendo él, cuando se haya ido, y su él será eterno. No sé si se habrá dado cuenta que en la formación de las personas, no solo influye la definición que nos dan los genes, sino que existe una expresión de los mismos condicionada por el medio en el que los desarrollemos, que los gemelos univitelinos, son dos personas, no una sola con dos cuerpos, aunque muy cercanas, desde luego.

Mi amigo Pepe es un clon, eso sí, es un clon con suerte, es un clon milmillonario, y está pensando seriamente en utilizar las ventajas que le da la tecnología para clonar a los obreros de sus minas africanas al aire libre, o a mil metros bajo tierra, que no me acuerdo, y que tampoco importa.

Porque mi amigo Pepe, que es un clon, es todo corazón, y se ha dado cuenta del hecho de que sus trabajadores sufren, y su amigo el genetista le ha dicho que está en su mano eliminar ese sufrimiento, que la tecnología se lo va a permitir si no lo ha hecho ya.

Y manos a la obra, que a la hora de diseñar casi todo es posible, y eso del win-win, es estupendo.

-Lo más importante es diseñar un obrero con las modificaciones genéticas adecuadas, como se hace con los tomates, como se hace con el maíz, y el obrero debe ser fuerte.

-Además si reducimos genéticamente su necesidad de ingesta de alimentos, o reconducimos su aparato digestivo para que pueda obtener su energía de fuentes muy baratas, ahorramos un pastón que va directo a la línea de resultados.

-Esa historia que agobia ahora al señor Macron, con la empresa pública francesa dispuesta a parar el país por un quítame allá esa reivindicación sindical, es fácilmente extirpable del cerebro del clon, con eliminar todas aquellas capacidades cerebrales que no estén directamente dirigida al fin de la extracción de coltán a cielo abierto, problema resuelto. Una maravilla.

Y así te ahorras el problema de los derechos laborales, que si le añades la no necesidad de vivir bajo un techo, o la necesidad de ducharse, por ejemplo, vas reduciendo costes.

Puede ser una maravilla, que con un par de capataces puedes controlar toda una explotación de gente sumisa, que jamás van a discutir nada.

Claro que el capataz, mientras no se haya desarrollado un robot capataz, mientras sea humano a lo mejor, como Pepe, que es un clon y creo que no lo sabe, tiene sus necesidades sexuales, de diversión, de distracción, y poder desarrollar un clon de servicios sexuales ahorra tiempo esfuerzo y dinero. Es maravilloso lo que el progreso puede hacer por nosotros.

Lo más maravilloso de todo esto, es la ausencia de frenos morales, ya que si eliminamos los genes del dolor, de los sentimientos, o incluso, si los hubiera ¡del alma!, ya no sería un ser humano lo que tenemos delante, y establecer normas legislativas que nos permitan hacer lo que nos dé la gana con los clones, ¡que no son humanos, colega!¡que no sufren, que no sienten!.

Ya vamos por la fase embrionaria, pero lo estupendo que sería tener clones para trasplantes de órganos o para que firmen la hipoteca en vez de nosotros, y si la cosa sale mal que empapelen al clon ¡Yo qué sé!

El diseño seguramente irá ligado a la función que al clon se le asigne, que no es lo mismo un clon minero, que un clon juguete sexual o doblador de series de series de televisión. Que por clonar clonamos al Puigdemon con características especiales que soporten la cárcel, y al de verdad lo enviamos a las Bahamas o al Parlament, que total da lo mismo.

Mi amigo Pepe es un clon, y yo soy otro clon, y me temo, que tú, querido amigo lector, no te has dado cuenta de que también lo eres. Quizás no seamos clones de esos que a partir de una célula embrionaria mezclada que no agitada, con una célula de la piel nos den un calco nuestro, pero siento que cada vez me parezco más a un clon, que reacciono como quieren que reaccione demasiadas estructuras poderosas, lo que sin que la genética garantice al cien por cien la reproductibilidad de nuestra respuesta no deja de ser un error en el diseño de la técnica utilizada hasta ahora, y un área de la productividad francamente mejorable.

Voy a ver cuál es el mensaje que debo atender ahora, que estoy recibiendo impulsos y debo comprar un nuevo teléfono inteligente de nueva generación para enviar twits, y dar al me gusta del Facebook.

Que nos sea leve

 

El click, la firma, y la página de contactos

 

Daba esta mañana la radio na de esas noticias que nada tienen que ver con lo de la dolça Catalunya, que nada tienen que ver con nuestra Cristinita yo no he sido, que nada tienen que ver con Tito Trump y sus misiles contra el omeya, y la verdad es que me ha hecho gracia.

Parece que un juez italiano ha aceptado que el hecho de que el miembro de una pareja se haya apuntado a una de esas páginas de contactos, aunque no haya tenido ninguna cita, es motivo suficiente para considerar que comete adulterio, (no sé en qué grado, pero adulterio).

De repente se me ha ido la cabeza a la dulce Italia, y a la cara de Vittorio de Sica, esa de no haber roto un plato en su vida, y sus relaciones con la Loren, la Lollobrígida, con Mastroianni, en aquellas películas de mi infancia que apenas entendía.

“Pan amor y celos”, “Pan amor y fantasía”, “Matrimonio a la italiana”, donde el juego de los “mascalzoni” unidos a la pobreza de la posguerra, y a la incipiente recuperación de una Italia destrozada, donde por fin alguien se podía comprar un pisito, una Vespa, o una Cinquecenta, tratados con la ironía de aquel gran cineasta nos dejó una visión de una época y de un país tan parecido al nuestro, que si no fuera por el acento, no distinguiríamos,

Los sicilianos, si te veían cogiendo la manita de la ragazza iban a por la lupara, te la ponían en los riñones y a ver al padre Francesco, que el honor de la fanciula era lo primero. ¡La familia, ay la familia!.

Y hoy, ya ves, las cosas van a golpe de click, que es que con el feminismo triunfante, nadie se atreve a darse la vuelta en redondo cuando pasa una de esas señoras que paran el tráfico, que se te echan encima las arpías de Podemos o las meapilas de Ciudadanos, por lo menos, con lo que sumimos a la señoraqueparaeltráfico, en la confusión ya que ignora si el efecto que quizás buscase tras un par de horitas en el tocador ha sido el correcto, y el al cristiano que ve acercarse al monumento diseñando técnicas de visualización lo más indetectables posible, como grabar con el móvil en modo selfie, y ya se observará la cosa en casa….o no.

En cualquier caso ni la señoraqueparaeltráfico, ni el señor buscando la más disimulada de las fórmulas observatorias serán, creo, tachados de adúlteros contemplativos, que a mí no me parece más que un juego si la cosa no pasa de ahí, que ya los contactos verbales o físicos, son otra cosa. Ya veis, mi línea roja, que a las obras de arte solo se las toca con el consentimiento del propietario.

Pero lo de los cuernos virtuales, ¡madre mía!. La película que habría hecho De Sica, con esos elementos, que además no sé dice en la noticia si fue la propia señora, usando la clave familiar de la tableta del salón, la que creó el perfil del marido mientras el pobre andaba de ruta a vender puntillas por Urbino. Que cosas más enrevesadas se han visto en esa tierra de Maquiavelo.

Pienso que a lo mejor la señora podrá disfrutar ahora de la pensión de divorcio que el juez marcará como castigo del sátrapa insaciable, y gastarla alegremente con el frutero que andaba tirándole los tejos desde hacía unas semanas, y con el que urdió el plan.

Y es que las cosas ya no son lo que eran, y el maldito click nos va a amargar la vida, que vendemos nuestra alma al diablo con un click debajo de contratos que ni para la hipoteca del pisito en Moratalaz, o en la romana EUR.

Vendemos el dónde estamos, el con quién estamos el qué me gusta, el qué no me gusta, el número de nuestra cuenta corriente, las claves de nuestras tarjetas de crédito, las fotos con Chuchita y con Borja Mari, las caras de nuestros vástagos, y los más imbéciles son capaces de vender hasta el revolcón que se dieron con el primito de Badostain o con la primita de Winstestain, que da lo mismo.

Decía el pollo ese que es dueño de lo de caralibro, que bueno, que tienen los perfiles de quienes se los han dado, y ¡ejem!, alguno millones de los que han trincado por ahí en plan ful.

Y mientras tanto la Humanidad a golpe de click vendiendo el alma al diablo en los momentos de ocio, que cada vez son más, ahora que caigo, y tu pareja, la del amor eterno, celosa perdida porque te estás dedicando a ver qué dan de sí los que andan por las páginas esas de “get in touche, and find the eternal love”, que como todo el mundo sabe, dura lo que dura, dura.

En fin, que me parto, que echo de menos un asesor legal que sujete mi mano cada vez que voy a darle el visé a la casilla de condiciones de contrato para ver a cuanto salen las sneakers en esa página tan molona donde dicen que las venden baratitas. Y es que lo reconozco, jamás he leído no de esos contratos de las condiciones que asumes con el click, que por cierto puede haberlo hecho cualquiera en tu nombre.

Y es que para la hipoteca del pisito en Moratalaz tienes que sentarte delante de un notario que te explicará los pormenores de los riesgos que vas a correr, y el pantanal en el que te adentras. Sin embargo, a la hora de vender tu alma al diablo a cambio de nos espejitos de colores, nada, nada de nada, un solo click basta.

Ni a Mefistófeles se le habría ocurrido una tal jugada, y Fausto seguro que si la propuesta le hubiese llegado por una web de contactos, habría dado al click, sin leerlo, sin pensarlo, y ahorrándose la sangría del brazo izquierdo requerida para firmar el documento de cesión de alma.

Pero así andamos, que firmamos con un click, y tan contentos que es lo mismo, total la gleba solo sirve para que los señores mantengan su poder y su estatus. La vida es así, si no tenemos que pensar, y si se nos da el espejito mágico hacemos cualquier cosa, sin notario, y desde luego seguiré pensando que el maldito click es más dañino que las famosas preferentes, que los contratos hipotecarios, hasta más dañino que lo de Sofico o los sellitos vallisoletanos.

Recordemos el valor que le damos al tal click, y pensemos con qué facilidad nos vamos a convertir en adúlteros virtuales, que mira que es cutre la cosa.

Con su click se lo coman

 

Yo la tengo más larga….pues yo meo más lejos.

 

Me da miedo mirar las cifras de muertos que en la Siria de El Assad se han producido por los ataques con armas químicas a la población civil, siempre con el puto paréntesis de presuntamente, que a lo mejor no ha sido con esas armas, que a lo mejor se han suicidado, o les ha dado un infarto al escuchar el sonido de un camión de basura, y confundirlo con cualquier barbaridad.

Con una mano El Assad parece que se tapa el culo para evitar que el que la tiene más larga (presuntamente) le produzca un desaguisado de difícil arreglo, pero con la otra supuestamente le sujeta el apéndice al que mea más lejos, con el ánimo de ganar alguno de los dos retos.

Supongo que este asunto, que tan serio es, y que parece está en manos de unos desalmados inconscientes y asesinos, nos va a tener en ascuas como en ascuas estuvimos cuando aquello de los misiles cubanos, allá por los sesenta y el que la tenía más larga era un niño pijo de Boston, hijo de un contrabandista mafioso, y el que meaba más lejos era aquel tufarro estepario que sabía dar golpes con el zapato en la mesa.

Al final en aquella pugna la cosa acabó con un encogimiento cipotal y un corte en el flujo mingitorio que nos ahorró a todos un desastre de consecuencias incalculables.

El que ganó de todo aquello fue el que se los fumaba más gordos escondido en su disfraz de comandante asesino.

Todo, claro, a costa del pueblo cubano, a costa de poner a prueba la paz mundial y la vida de la gente.

Pero no importa cuando se trata de intentar que todos hagan lo que tú quieras, no importa si al final demuestras que en el patio del cole eres el que intimida a los demás recordándoles que tienes unos misiles muy bonitos que llegan a donde tú quieras, y el que mea más lejos tiene unos tirachinas cojonudos que tumban los misiles bonitos.

Ya lo sabemos, estamos en manos de gente ruin, mediocre, con aspecto y maneras de chulo de barrio, y quizás esto se solucionase como en la antigüedad, con duelos singulares, uno frente al otro, sin implicar a nadie más y sin necesidad de que sea a muerte, solo hasta que uno se sienta humillado, suficiente.

Ya que todos los veremos humillados a los dos en la tal pelea del siglo, de la que con los derechos televisivos, menos las mordidas, claro, a lo mejor dábamos de comer a unos cuantos niños en Katmandú, por ejemplo.

Ni los sirios de a pie ni yo queremos que se siga masacrando a esos ciudadanos, ni a ninguno, en ningún sitio, pero me temo que no está a nuestro alcance el poder evitarlo aunque nos creamos que a esos chulos de patio de colegio los hemos escogido nosotros con nuestro estúpido voto, que al final y visto lo visto apenas sirve para que nos sodomicen de forma colectiva.

Mientras escribo esto, mis amigos insisten en las mentiras curriculares de nuestros políticos, en las miserias de nuestras universidades, en el tú más, yo menos, como si eso de veras importase, así que les diré que si esta o aquella señora mienten al decir que han alcanzado los conocimientos que aseguran el tal certificado, les diré que aunque hubiese realizado los estudios con todas las bendiciones, y esos estudios sirviesen para algo más que cobrar unas tasas universitarias, lo que está claro es que la zafiedad del personaje es más que una simple apariencia. Que nadie se escandalice, su persona nos la ha enseñado a través de su imagen demasiadas veces, y si está ahí no ha sido por el titulito, ha sido por otras razones.

¿O es que su partido le exigió algún certificado académico para su militancia?. De verdad, que no me mareen con todo esto, que me da se utiliza para derivar la atención sobre los debates que realmente nos importan a los ciudadanos.

 

De todas formas, nada nuevo, nada que no sepamos, nada sobre lo que no me haya quejado ya. Es el sistema que premia la licenciatura en las artes de Monipodio, es más, premia los magister que proceden del tal patio con prebendas que para nosotros quisiéramos los demás mortales.

Yo voy a ver qué pasa con lo de los misiles esos del parrafito que publicó Tito Trump, quizás los vea volar por encima de mi cabeza, y caer al otro lado del Mediterráneo, no lo sé, y espero que no me caigan en toda la cocorota, aunque me destrocen lo que queda de la bella Damasco. En estas cosas soy muy egoísta.

Pensaba yo la pasta que el que le escribe los mensajitos de internet a Tito Trump debe estar ganado en bolsa. Y es que si dice blanco sube (ya sabes, compras antes de publicar la parida), y si dice negro vendes o compras put.

Y es que lo está haciendo casi cada semana, hoy con aranceles contra el chino malote, ayer con Amazon, luego con misiles, luego sin aranceles, que el chino es un cielo. Una pasta ¡oiga! se ha movido con todo eso, y aquí no se da puntada sin hilo, y si hay que rebañar algo, se rebaña, que nadie se va a cabrear, y si se cabrea, ya sabe ajo y agua, como toda la vida.

Me parece que me voy a poner a escuchar un poco de ese jazz americano que tanto me gusta, el que hacía “Duke”, el de Charlie Bird, el de Bill Evans, que no todo lo que nos llega del corazón del Imperio es basura, ni mucho menos, aunque lleve su yang asociado, como no puede ser de otra manera.

Mientras esperaré la próxima salvajada de cualquiera de estos ruines, zafios, mezquinos personajes que pretenden ser quienes representan nuestros intereses en la ardua tarea del gobierno de las cosas, del gobierno de nuestras vidas, del gobierno de nuestras haciendas.

Y por cierto, id mirando lo que hay, que tito Montoro está esperando ansioso su trozo de pastel….. Será para pagar el master de algún acólito, digo yo.

Con su pan se lo coman

 

Comerse al arte

Recuerdo entre brumas, que uno se va haciendo mayor y las neuronas dan de sí lo justo, aquel libro de Laura Esquivel, “Como agua para chocolate”, y desde luego, lo que sí ha quedado en mis tripas es que al final, delante de una obra de arte nuestro ser debe experimentar sentimientos, los que sean, pero debe experimentarlos.

No te digo, si como en la obra de doña Laura, te está permitido comerte la obra de arte, con lo que en esa fagia no solo se excitan las papilas gustativas, sino la vista de lo que tienes delante, el olfato que debe llenarse con los aromas que el esfuerzo del artista ha incluido en su todo, el oído al desgajar el alimento, y el tacto, el tacto que no solo está en la punta de los dedos, que te está esperando en los labios.

Pero no todos los artistas son capaces de dirigir las sensaciones a un objetivo concreto, unos se quedan en la excitación que de la vista producen las artes plásticas, o la excitación auditiva que te aporta la música, quizás, si el artista ha concebido su obra para además de observada emita sonidos y pueda tocarse, la cosa gane en enjundia, pero difícilmente puede pasar de esos tres elementos sensoriales.

Pero doña Laura nos lleva al mundo del arte concebido para hacer llorar, para enamorarse, para perdonar, para desear, para curar, para….que solo acaba con la destrucción de la obra de arte al pasar a ser parte del sujeto para quien se diseñó. Un lujo, un verdadero lujo, solo al alcance de pocos iluminados, de gente dotada del toque divino.

Y ya que digo divino, quizás, sin llegar a los terrenos que doña Laura nos cuenta en su libro, el vino sea otra de esas artes que excitan todos los sentidos, aunque aún no he podido degustar el que me haga tener sentimientos específicos, previamente presumidos por quien elabore el vino que los eleve.

Lo más a lo que se puede aspirar es a la sorpresa de a ver qué voy a sentir, que no es poco si esa sensación es elevada, o te hace pensar en el origen de las amalgamas de olores, sabores, texturas, colores, sonidos que en el acto de fagocitar la obra puedan llegar a ti, y el proceso de que esos sentimientos puedan aflorar es lo que hace que esa obra de arte fagocitada, sea individual, inolvidable.

Pero esa obra maestra despertará sentimientos diferentes a diferentes personas, no está mal, sin embargo, ese arte de la protagonista de “Como agua para chocolate”, era el de transmitir sus sentimientos a través de su obra culinaria, y hacerlo reproducible.

Soy de los que piensan que la comida, que la bebida son elementos artísticos, y no es mala cosa acercarse a ellas con el espíritu de encontrarse con el espíritu, los sueños, los afanes que puede haber detrás de una copa de vino, o de una bandeja de alimentos.

Y desde luego, hay malos artistas, artistas mediocres, artistas buenos, artistas excelentes, y genios.

Por razones que no vienen al caso, me he enfrentado de nuevo con el Señor Concha y Toro, industrial chileno que viajó a mitad del XIX a Burdeos para recoger unas cepas de Cabernet-Sauvignon, llevarlas a su finca y así crear un vino chileno.

Por lo visto cuando empezaron a tener una producción decente, el Señor Concha y Toro, guardaba la parte que le parecía mejor de las cosechas en una zona para uso de la familia y los amigos.

Los robos empezaron a incordiar al buen hombre, y todo lo que se le ocurrió fue empezar a hacer correr el hecho de que el Diablo estaba en aquella parte de la bodega como guardián de las obras de arte que allí descansaban.

Parece que la cosa funcionó, aunque lo que si funcionó, fue que “casillero del diablo” se ha convertido en una de las más famosas marcas de vino del mundo…así, que haberlas haylas.

Es pues esa concepción de obra de arte la que busco de vez en cuando en mi copa o en mi plato, que aunque no sea de recibo rechazar la artesanía cotidiana, de vez en cuando, no está mal ir a comerte una pieza de museo y regarla con otra.

Yo no sé qué dirá la historia de los talleres de artesanos, o artistas que empiezan a cubrir el mundo, haciendo de un acto tan simple como el de alimentarse, algo tan complejo como el hacer sentir de forma especial a los humanos.

Y pienso en los grandes talleres de cocina que andan siempre a la greña por ver quién es el número uno del mundo, que si danés, que si catalán, que si japonés…(los franceses, ya se sabe, abusan de la mantequilla, y los italianos de la pasta y el risotto), y en sus platos pueden ofrecernos obras que van desde el grafitero al más barroco de los artistas, o al abstracto, al que busca solo esencias, al que solo fotografía y no elabora (no la toques más-así es la rosa), al aprendiz de brujo, y al que solo pinta paisajes de su pueblo o navega por las músicas de su parroquia en exclusiva.

Siempre es grato descubrir el arte en fogones y en bodegas, aunque no sea necesario el encontrarse cada día con obras maestras, que parece que hasta hay un síndrome del visitante de museos que acaba atorándose de tanta maravilla agolpada, que una a una y de forma espaciada alimentan el espíritu, y en tropel acaban agobiando.

Pasaremos pues a intentar recordar los colores que el personaje que nos describe Laura Esquivel pone en su arte, aquellos pétalos de rosa que caían en el asado, aquellas lágrimas de desamor que se vertían en el postre, aquella melancolía que añadía a la hoja de romero de la salsa y que acompañaba con recuerdos de su abuela.

Me quedaré con el cariño del Señor Concha y Toro por su casillero que era la obra de arte que deseaba compartir con los suyos, me quedaré con los recuerdos de los sabores, de las texturas, de los olores, de los colores, y de los sonidos de las copas, las porcelanas y los cubiertos que volaron por la mesa algún día del que ya no me acuerdo, porque esas sensaciones deben ser atemporales.

Mojen en la salsa, y apuren las copas

Marat/Sade

 

Charlotte Corday, una girondina acabó con la vida de Marat, apuñalándolo en el pecho, mientras Jean Paul estaba en la bañera que utilizaba para aliviar los terribles picores que su infección herpética cutánea le producía.

Una puñalada en el pecho de una girondina a un jacobino. Al final un hombre que hoy podríamos considerar un intelectual de izquierdas, muere a manos de una “casi girondina”, que de hecho estaba empeñada en un problema muy local. La guillotina por la muerte de Marat fue su premio.

Pero la figura de Marat, un intelectual que tras su formación científica como médico escondía una personalidad rebelde frente a las formas de la sociedad y que fuera de lo que el intelecto pudiera representar abominaba de reyes, dioses, nobles….e iletrados, acabó siendo considerado, bien que por un espacio corto de tiempo tras su muerte en una figura deificada por los sans culottes, llegando a reposar sus restos en el Panteón, hasta que los retiraron, cosa de poco tiempo.

No recuerdo muy bien, creo que fue en el sesenta y ocho, o en el sesenta y nueve, en aquella Barcelona de Teresa Gimpera, cuando los pobres no podíamos acercarnos a Palamós o a S’Agaró, se nos dio un regalo que aún tengo en la memoria.

Desde mi localidad del último rincón del paraíso del teatro Poliorama, aquel maestro de la escena que fue Adolfo Marsillac, me permitió asistir al reglao de “La persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representada por el grupo teatral de la casa de salud mental de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade”, que había escrito Peter Weiss, y traducido Alfonso Sastre.

No voy a entrar a buscar paralelismos entre estos tres personajes y alguna de las tendencias de Marat, pero si me pongo, nos ponemos, las encontramos, seguro, que al final Marsillac tuvo que sufrir la represión franquista, siendo incluído en las listas negras de Televisión Española, a raíz del montaje de esta obra, y del Tartufo. La censura del Dictador nunca se llevó bien con la cultura y la libertad.

Peter Weiss, se arrastró por la Europa de la guerra y la posguerra, y supo en esta obra recoger la herencia de Artaud y Brecht, dejándonos un elemento en donde el teatro épico, el teatro del absurdo, el de la crueldad, se mezclan de forma que hacen sentir un verdadero desasosiego al espectador de platea, al que finalmente acaba atacando física y desaforadamente. Y es que allá por los sesenta del siglo pasado empezaba la nueva revolución de los intelectuales con sangre jacobina, que diría Machado.

Y Alfonso Sastre que aunque anclado de alguna manera en los nacionalismos vascos, ha aportado su visión jacobina de la sociedad, a través de su obra. Quizás otro sans culotte de familia bien.

Posiblemente la parte más importante de la obra es la representación sangrienta del sufrimiento del hombre que plantea la duda de si la verdadera revolución se produce cambiando la sociedad o cambiándose a uno mismo. Es decir, la base de la Revolución francesa, y la base de los movimientos sociales que comienzan en el siglo XIX. Y es la pregunta de qué es más importante si el individuo o la colectividad.

El juego, al final, es el juego del poder, y el poder parece que se nos indica está en la violencia, que antepone la muerte de los demás, (no poderosos) frente a la muerte propia. Y con ese axioma podemos empezar a discernir lo que representa la libertad del individuo inmerso en el tejido social. Si el individuo es libre, puede no sentirse en la necesidad de ser parte de la colectividad en cuanto a ceder parte de su parcela de libre albedrío, que solo al alcanzar cotas de poder, que siempre emanan de la violencia (sea del tipo que sea) podrá desarrollar en mayor o menor grado.

En una terrible obra de Sade , “Saló o los ciento veinte días de Sodoma), de la que recuerdo lo que me costaba pasar las páginas por el miedo a leer una barbaridad mayor de la que ya había acabado de leer en la página anterior, en donde el poder de la violencia es el que va definiendo el desarrollo de la sociedad creada a base de la tenencia de los esclavos capturados por el grupo de dirigentes. La libertad solo puede existir en quien ostenta el poder, los demás quizás con las sombras o los restos debamos conformarnos. La película de Passolini no me tranquilizó, fue peor. Puso imágenes a la expresión más depravada de la utilización de la libertad por parte de quien ostenta el poder.

Es la lección de la Revolución Francesa, el poder lo ejerció el Terror, hasta que ese terror fue sustituido por otro más estructurado, y ostentado por quienes lo habían disfrutado siempre. Nada cambió.

¿Qué es al final lo que se discute en el juego de Weiss en su obra que no deja de ser teatro dentro del teatro, sino el control de gentes incapaces por su locura, dominadas por los nobles que regentan la institución de Charenton, y por mucho que se discuta sobre política, sobre filosofía, sobre la muerte, lo que al final le transmite a la sociedad burguesa sentada en el patio de butacas, (napoleonistas en Marat/Sade), o a los burgueses del patio de butacas del Poliorama, es que aunque ostenten el poder, un día la verja se rompe y ellos de forma individual y limitada sucumben a un ataque desordenado y sangriento, pero su “clase” sigue manteniendo el poder, y cotas de libertad que nunca para los locos de Charenton, estuvo disponible.

Charlotte Cordey mata al jacobino Marat, al hombre que intenta navegar en las aguas turbulentas donde su ilustración, sus conocimientos científicos, e incluso sus relaciones con gente de la talla de Benjamin Franklin, no hacen más que exacerbar su oposición a todo lo burdo que en el ámbito de su sociedad se le ofrece, y ello desde posiciones de cierto poder.

Así que la carta que aparece en el cuadro de Jacques- Louis David, esa especie de “Pietá” de la Revolución nos deja un mensaje desolador.

Dice Charlotte Corday:

Du 13 Julliet 1793

Marie Anne Charlotte Corday au citoyen Marat

Il suffit que je sois bien malheureuse pour avoir droit á vôtre bienveillance.

Que no es más que la posición eterna del oprimido frente a quien ostenta el poder.

Y a otra cosa.

 

Credo in unum Deum

La Existencia de Dios

Hace nos meses, un amigo, me hizo la pregunta que debía hacerme, después de años de relación, acerca de si creía o no en Dios.

Me dio la sensación de que se esperaba, a pregunta tan incómoda, una respuesta simple, casi un sí o un no, que no se trataba en medio de la cerveza que nos estábamos tomando en la cafetería de aquí al lado, comenzar un análisis acerca de problema tan discutido, tan lleno de interrogantes, y tan contaminado por montañas ingentes de intereses religiosos y políticos.

De forma que eché mano de lo que aún quedaba de mi inteligencia de niño de barrio obrero, y le solté que estaba muy de acuerdo con el acercamiento tomista de la tal cuestión, que uno andaba con ganas de pasar el examen que el señor que tenía delante, con aspecto de profesor universitario me estaba planteando, y sí, parece que raspado, pero saqué el cinco pelado. Que lo que le solté no impidió que nuestra amistad siguiera.

Ahora, de ahí a renunciar a la comprensión de la idea de Dios hay un paso de gigante, y yo no estoy dispuesto a quedarme sentado en el sillón de casa, amparado en mi fe, sea ella la que sea, y no darle al cacumen constantemente para ver qué puede aportarme nuestra sociedad a la hora de llenar de contenido el concepto de Dios, con elementos que estén fuera de la fe, es decir, con argumentos de los que la ciencia nos puede dar, con argumentos que la razón pueda aportarnos, y así tratar de unir con un buen pegamento ambos dos y reforzar la creencia en ese Ser Superior.

Hasta donde entendí yo la cosa de Santo Tomás, el hombre no andaba desencaminado, que de alguna forma ese era su camino, buscar argumentos difícilmente refutables a la hora de construir sus cinco postulados que nos legó en su Summa Teologica y que no voy a repetir, pero que con los matices que uno quiera, incluyendo los avances de la física y del razonamiento matemático, siguen teniendo su intríngulis.

Leyendo aquí y allá, escuchando a este y aquel, me pongo a pensar en varias cosas, y todas me inquietan.

La primera es que si entendemos la idea de Dios como la de un ser único y Supremo, debemos aceptar que en el caso de que aceptemos la existencia de Universos paralelos, o Multiversos, al menos deberíamos considerar una especie de multitarea divina, realizada además fuera del Multiverso, que para crear algo, hay que hacerlo desde fuera, que si eres parte, alguien te ha creado.

El concepto de crear es tremendamente difícil de entender para mí, si por crear entendemos que de la nada (que por cierto ya es algo, que si no, no sería siquiera mencionable como concepto) pueda obtenerse algo, así que aceptaremos la idea ramplona de “La Nada”, e intentaremos navegar con esa carga.

Pero me dicen los físicos, que esto en donde nos movemos ahora, proviene de un estallido enorme que vino a darse hace más de trece mil quinientos millones de años, lo que conlleva que dos de las cosas que venían en mi libro de segundo de bachillerato se me hunden por la base:

La primera, la idea de lo infinito del Universo, que si todo salió de una partícula llena de energía, el límite está en esa energía.

La segunda, y no menos importante, es que si el origen fue esa partícula de energía, la cosa ya no viene de la nada, a no ser que empecemos a dar vueltas a lo que había antes de la gran explosión, a como se formó esa energía, de dónde procedía, y sobre todo por qué estalló, y Quién la hizo estallar.

Ya lo veis, estoy muy tomista a la hora de buscar un algo creador, que a todas luces siguiendo por ese camino, se necesita para cuadrar la ecuación que antes de antes debió haber un antes, y podemos, usando esa herramienta tan burda que se llama lenguaje llamarlo como queramos.

Dejemos por un momento los multiversos, para que no me líe yo mismo, y vayamos a este Universo en el que estamos, pequeño, finito, y con visos de tener un final, cuando la energía del gran estallido se haya agotado. O no se agota, que en su transformación entrópica volverá a la gran implosión y en unos cuantos años la cosa volverá a estar a punto de estallar y ¡venga! A comenzar de nuevo. No lo sé.

Pero toda esa explosión-implosión, si la cosa va por ahí…¿necesita un ámbito en el que producirse?, quizás no necesite ubicación física alguna, me cuesta entenderlo, pero a lo mejor mis amigos matemáticos se ponen un día y me lo pueden explicar. Y es que a lo mejor el gran estallido se produce en el ámbito de una parte de otro universo, que por cierto, la tal palabra “Universo” se me hace de difícil comprensión, y es que, en mi ignorancia, la circunscribo al supuesto ámbito del gran estallido que andamos cabalgando, pero, me parece que la cosa supera ese ámbito.

Otro de los puntos tomistas es el orden, y sí, parece que existen normas que se cumplen dentro de ese estallido de energía inconmensurable, que el cloro y el sodio reaccionando adecuadamente, dan un producto salado, que se comporta siempre que se den las mismas condiciones, y de la misma forma tantas y tantas acciones dan de forma inequívoca reacciones idénticas, medibles, y reproducibles. Así, parece que hay un orden, y si hay un orden hay alguien que lo diseña, dice Tomas de Aquino, pero, ¿y nuestra ciencia?, ¿ha llegado al punto de definir al diseñador del orden, o está en ello?.

Matemáticos que han navegado esas aguas, te dicen que hay demasiadas incertidumbres para aseverar que realmente se necesita un diseñador, pero de la misma forma te comentan, y publican, que hay demasiadas incertidumbres para afirmar lo contrario, así que dejamos la cosa a lo que cada uno de nosotros pueda creer.

Y con ello parece que volvemos al tema de la fe, que hay una falta de conocimiento científico que pueda explicar el asunto, y es que en la historia del conocimiento del Universo, hemos ido ampliando el entorno a medida que nuestro conocimiento científico iba avanzando. Que de considerar Universo al bosque donde estaba nuestra tribu primigenia, fuimos ampliando y lo que parece que se creo fue la Tierra, luego hubo planetas, galaxias….partícula primigenia, más universos, y seguiremos así hasta que  algún día quizás lleguemos a la comprensión de qué diantres es todo este entorno en el que nos movemos.

Cuando los mitos y las tradiciones nos dirigen hacia ese Padre con barbas que navega por el techo de la Capilla Sixtina, o a los dioses funcionales que nos llegan de tantas y tantas culturas, de alguna forma nos transmiten a través de ese símbolo la idea que desde estas líneas estoy intentando racionalizar, de forma desde luego muy poco efectiva, que en ninguna nos habla de quién crea al Dios primigenio, que esa es la verdadera X de la cuestión, y los conceptos de infinito, de eterno, quedan siempre circunscritos a un casi infinito y un casi eterno, cuando nos referimos a la Creación Primera, que está fuera de nuestra capacidad el comprenderlo, o al menos de la mía, y ojalá recibiese esa luz que me hiciese pasar de agnóstico a gnóstico.

Sin embargo, el pensar que sin “nada”, sin esa fuerza primigenia, o esa voluntad, o esa energía nuestro entorno haya devenido en lo que en el momento actual, en este instante estoy percibiendo, ( a saber qué perciben otros de mi especie), es para mí de difícil comprensión. Es por tanto una indeterminación lo que está en el origen, y a partir de ahí, unas leyes que vamos descubriendo poco a poco, y que posiblemente acaben llevándonos a un conocimiento de lo que hay.

Y por tanto tengo que acabar con el recurso de la fe, o de la hipótesis más plausible de que Algo hay, que no sé qué es, y que desde luego está lejos de las interpretaciones que los diversos credos religiosos dan a sus fieles a través de las imágenes estereotipadas, pero necesarias para que esa idea de Dios se pueda convertir en un elemento útil para la vida de los Seres Humanos.

Ahí queda eso

Uni doli treli catoli

Esto de las metas, los records, libro Guiness incluído nunca me ha hecho demasiada gracia, que soy poco competitivo, y con los años mucho menos, y mi grupo está con los de Fray Luis de León, que la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.

Hombre, que diría mi amigo el gallego, como temer a la mar airada, tampoco se la teme mucho, con no acercarse ese día ya vale, que para nadar un poco, te acercas a cualquier calita, de esas tan chulas que tenemos por mi tierra en un día de esos tranquilos, y hasta te lo pasas bien.

Es decir, las cosas en su justo medio, sin exageraciones, que empiezas como esa Anna, ginebrina ahora, y cuando te quieres volver persona, no te reconoce ni el portero de tu finca urbana.

Y a mitad de los mil ando, que esta entradilla en la bitácora es la que me indica el programa de ordenador es la número quinientos en casi tres años. Me lo dicen, y no me lo creo.

Como no había demasiados objetivos previos, de esos medibles, que diría un nuevo ejecutivo de multinacional, todo lo que ha pasado por estas páginas, ha sido subjetivamente válido, que no ha estado nada sometido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, o al control de competidores, vamos a nada de nada, ha estado sometido a lo que me ha dado la real gana, y ni siquiera al juicio de quien me haya leído, que la lectura es voluntaria y gratuita.

Lo que si agradezco sobremanera es la cantidad de comentarios que he recibido de alguno de vosotros, aunque en mayor medida de la que me apetecía, han tenido que compartir espacio con correos no deseados empeñados en venderme cualquier porquería disponible, desde la tal Viagra, a suscripciones a páginas porno, pasando por asesores de estilo, asesores financieros, asesores sentimentales. Lo que quieras.

Y es que estas cosas del mundo virtual tienen su Yang, que casi siempre, o siempre al final de la sucesión matemática, equilibran al Ying. No hay forma humana de utilizar estas herramientas que la tecnología nos ofrece, sin pagar un precio, demasiado alto, me temo, en términos de pérdida de libertad, y de cesión de espacio vital, al menos en cuanto a lo que se refiere al área de la privacidad intelectual.

Cosas de los tiempos, que lo que con una mano nos dan, con la otra nos roban la cartera.

Pero dejando a un lado los aspectos más incómodos de estas quinientas entradas en mi bitácora, puedo decir que hasta hoy me lo he pasado bastante bien, ya que he cumplido el escribir sobre lo que me da la gana, cuando me ha dado la gana, y con los errores que surgen de la espontaneidad, que muchas veces ni siquiera he utilizado el corrector ortográfico en la confianza de que como me hicieron leer de niño a Juan Ramón Jiménez, si se cuela una jota donde debería caminar una ge, el texto se leerá, y todos tan felices, o no.

Sé que a algunos de mis amigos aún les debo la vaga promesa de liarme a escribir un libro, de esos que van acompañando al árbol que debería haber plantado y a los hijos de tu mujer, que parece son las tres cosas importantes de esta vida, y quiero decirles que este curso tampoco va a tocar lo del libro.

Y es que cada vez que me pongo a desarrollar na idea original resulta que no lo es, que siempre hay alguien que me ha tomado la delantera, y uno no tiene la técnica literaria suficiente para el sorpasso al tema del que se trate. Que si crímenes en un tren…puaff, la Christie lo deja cerrado, o los de extraños en un tren del gran Hitchcok, insuperable, que ves que hay inconscientes que te escriben bodrios como la chica del tren, y claro te desanimas.

Por no entrar en la ciencia ficción, en el terror, en lo fantástico, que desde el microorganismo asesino, hasta los espacios cerrados de Stephen King, o los abiertos de Asimov, la cancha que te dejan es muy escasa, es nula.

Si vas por lo sobrenatural, Juan Rulfo y su Pedro Páramo lo hace imposible, si por las fiestas españolas tito Ernst te cierra el camino. Y el Camino, ¡Ay! el Camino.

Si te vas a lo esotérico, a la esencia de la semiótica, te das de cabeza con Eco, si vas a Egipto chocas con Jacq, si a Sudamérica entre Gabo, Asturias, Borges, Paz, y tantos otros te demuestran que tema tras tema, personaje tras personaje, sensibilidad tras sensibilidad, ya han tenido el filtro magistral. Hasta los norteamericanos me han cerrado puertas, en los mundos infantiles de Twain, la novela negra desde Poe a Hammet o Elroy, las aventuras de la mano de London…

Hasta cuando me pongo a ver qué es lo que pasa por mi pueblo, choco desde Somoza al Candel, desde Marsé a Vila y Fabra, desde Pla a Capmany.

Así que no hay peligro, que prefiero soltar desde esta bitácora, pequeña, ramplona, mal escrita, las paridas que se me caigan a las yemas de los dedos, que daño, por el momento no se lo he hecho a nadie, y si ha sido así y no me he enterado, que usted disimule.

Como por el momento sigo vivo, no cejaré en el aquel de seguir por esta senda del bitacoreo, que al final no es más que un pasatiempo, y una forma de dar a conocer desde el mismo centro de mi soberbia, la forma en que reacciono a los estímulos que me lanza el entorno, el ecosistema en el que me muevo, y espero que dentro de tres años pueda decir que he llegado a los mil o a los quinientos uno, que son cosas que nunca se saben, y además las carga el diablo.

Aprovechando que no quedan madrileños en Madrid, me voy a dar un paseo por provincias, que según veo, andan todas, autonomía tras autonomía paseando por la Gran Vía, y siempre me ha gustado el olorcillo a tufarro, sobre todo cuando no me paro a deleitarme, que el horno no está para bollo,.

Nos vemos

Le Petit Nicolas

Parece que al marido de Carla Bruni me lo están empapelando, y es que hay un juez que le tiene manía.

El pobre hombre, que siempre ha salido de casa vestidito con su uniforme de masón, traje negro, corbata negra, camisa blanca, y tacones de drag queen, tiene que soportar que le pongan a su disposición una suite en dependencias policiales durante un par de días hasta que el juez, el señor juez, mire a ver qué es lo que tiene contra él. Terrible.

Y es que este pequeño Nicolás, (si habrá algo en el nombre y en el tamaño, que por aquí tenemos otro pequeño Nicolás en las mismas, aunque de forma más cutre), dicen que en su afán de servir al pueblo, a la ciudadanía, evitando que caiga el poder en manos de los enemigos del pueblo, anduvo buscando apoyos en aquella Libia del coronel que visitaba Paris con su jaima, y que le vendía a Total sus productos energéticos.

Qué error democrático mi querido y pequeño Nicolás. Aunque no creo que la cosa haya sido así, que tus manos, estoy seguro nunca se han manchado con dinero de sangre, y mucho menos tu partido, que solo lo componen personas de la más alta dignidad y con ese espíritu de sacrificio que honra a todos aquellos que se dedican, de forma altruista como tú, a dejarse la vida por el bien del pueblo, o de la ciudadanía, que ahora no vamos a discutir por el concepto. Que el dinero de Gadaffi era y será siempre limpio, (y sobre todo de curso legal).

Que ya sé lo mal que al final salió la cosa de Libia, que fue una pena, y es que esas cosas de las primaveras en tierras desérticas se entienden fatal, que sí, que lo fue, que la pérdida de aquel gran hombre que viajaba con su jaima a cuestas ha dejado la zona hecha unos zorros, y no hay forma ahora de obtener ayudas para que la democracia en tierras galas siga su triunfante camino.

Creo que en el fondo no es más que la envidia, que todo lo corroe, quien está llevando este asunto por unos derroteros que no van a favorecer a nadie, que las elecciones que dicen que ganaste con ese dinerín ya están más que digeridas, y en las del dos mil doce, no sirvió la cosa para mucho.

Los jueces, mi querido Petit Nocolás, parece que han sido cortados por el mismo patrón en todas partes de este nuestro mundo cainita y calvinista, que no entienden nada, que no parecen capaces de apreciar tanto y tanto sacrificio que día a día, vosotros, los grandes líderes mundiales, hacéis a cada momento por todos y cada uno de nosotros.

Y fíjate, no eres el único, mira lo que le están haciendo al pobre Tito Trump, que si ha pillado perras de no sé donde, que si los de Cambridge no sé qué, le han pasado millones y millones de direcciones para que tuviera la oportunidad de informarles y conseguir su voto, que si los rusos le han ayudado, envidia, pura envidia, que lo único que pretende es UNA América, GRANDE, y LIBRE. Me suena el mensaje y no sé de qué.

O aquí en esta pobre y miserable España, que a todos esos catalanes que también desean UNA Cataluña, GRANDE, y LIBRE, les andan buscando como se han gastado las perras de todos en la obtención de tan elevados propósitos.

Es una vergüenza, que en los países de verdad, en aquellos en los que los jueces no van por libre, sino que saben perfectamente donde está el bien del ciudadano, nadie le dice a quien gana las elecciones con el ochenta por ciento de los votos, que si ha buscado dinero por ahí para su campaña, que si hay que gasear a uno, se le gasea, que el bien común prima sobre el individual, o cuando los representantes del pueblo, por aclamación consiguen que el dirigente de la segunda potencia del mundo, sea su líder vitalicio.

De ellos tendríamos que aprender, y las cosas nos irían mucho mejor, que no nos enteramos, y perdemos el tiempo, el esfuerzo, y las oportunidades de hacer sólidos a nuestros líderes, aquellos que sabemos que nos van a llevar a la GRANDEUR, mirando de donde han sacado el dinero para que su mensaje llegase con total nitidez a sus conciudadanos.

Aquí, en el sur desalentado, también lo hacemos, que nuestros jueces, ya sabes, se dedican a perseguir a gentes que de la gestión de la cosa pública han hecho su cruzada, su religión, que mira como tenemos a la Espe, al Marianico, a Griñán, a tantos y tantos, que en un esfuerzo de creatividad positiva han conseguido que unas ideas tan provechosas para la mayoría se alcen como las directrices que nos siguen haciendo grandes.

Me dicen, mi querido y admirado Petit Nicolás, que de presidente te dedicaste a asegurar que gentes de bien siguiesen en sus puestos presidenciales en esos países en los que la influencia gala era notable. Es más, me dicen que aseguraste un cambio digno para las monedas que operan en el África ecuatorial occidental, que su CFA bien protegido sirva para el bienestar de los pobres salvajes de la región.

Que me cuentan que en aras de mantener a sus líderes, esos que garantizaban los contratos de materias primas que tan bien les venían a ellos, y a la dulce Francia, llegaste a enviar tropas de apoyo a esos grandes hombres, que en el afán de proteger a su pueblo, de hacerlo prosperar, todo lo que desean es el apoyo vitalicio a su posición presidencial, que al final no son más que verdaderos padres para su pueblo.

Qué injusticia, querido Nicolás, que la envidia de unos cuantos jueces de la horca (¡uy, perdón!, de la guillotina)pueda provocar que dejes tu retiro dorado disfrutando del arte de tu dama, no tiene perdón, como no lo tiene el que mi Puchi no pueda disfrutar de la cálida compañía ginebrina de Anna, si hombre la murciana indepe. Si es que te entiendo, con tanta injusticia debes esta confuso.

Sabes que, como otros que como tú están sufriendo de esas persecuciones, por haberse saltado la ley, hecha para impedir el progreso de los ciudadanos, tienes, tenéis mi apoyo, que mi fe en vuestros mensajes, en vuestra visión mesiánica del mundo es tan fuerte como la que profeso al abate Saunière, aquel que se hizo rico vendiendo misas en Rennes le Chateaux, y puso a Asmodeo a sujetar la pila bautismal, todo para demostrar que la dinastía merovingia llevaba la sangre de Cristo.

Con su pan se lo coman

 

 

De clics y me gusta.

Hoy, mientras me iba con paciencia, arrancando una a una las legañas, escuchaba en la radio esas cosas que pasan, o que nos dicen que pasan, y alguien mencionó el tema de los biga data, ¡de nuevo!, y lo que al parecer, y gracias a nuestra, iba a decir estupidez, y no, es gracias a nuestra forma de ser, que hemos dado tantos datos nuestros y de nuestros contactos, sin quererlo, desde luego, que las posibilidades de ser dirigidos hasta en la forma en que nos limpiamos el culo, están alcanzando niveles estratosféricos.

En el momento, parece, en que nos hacemos miembros de tan prestigiosas comunidades, como las de Twitter, como las de Facebook, quizás si compramos pañales por Amazon o por Alibabá (por lo menos este en su nombre deja claras sus inteciones), los me gusta, las páginas que visitamos nosotros, o nuestros amigos, pasan a ser un activo de venta publicitaria de gran valor, ya que los tales poseedores de esa información venden nuestros perfiles a quien necesite cosas como:

“Varón entre cuarenta y cincenta años, de posición económica desahogada, de ideas conservadoras, al quien le gusta el jazz, la ópera, y los Rolling Stones, que se va de viaje tantas veces al año, que se gasta tanto y cuanto dinero en sus tarjetas de crédito, que tiene un teléfono móvil que ha de morir por eso de la obsolescencia programada dentro de unos seis meses”.

“Que le gustan las series de ciencia ficción, los libros antiguos, que visita regularmente los oficios de la Iglesia Ortodoxa del barrio tal, que se mueve usando tal coche de tantos años de antigüedad, que se gasta en transporte público tanto y cuanto, que sus amigos son de esta o aquella tendencia, que va a hoteles de esa o aquella categoría…y”.

Cuánto más saben de nosotros, de cada uno de nosotros, que incluso cuando enciendo esa puñetera televisión inteligente, me sale el listado de lo que según el análisis correspondiente que ha hecho el algoritmo, debería ver, que es la selección personalizada que me han preparado, así que hay que merendarse la última de ciencia ficción, sin posibilidad alguna de revisitar “Lo que el viento se llevó”, que en tu lista personalizada, que con tanto cariño hemos preparado para ti, ni aparece, ni falta que hace.

Los anuncios que aparecen de forma subrepticia cuando estoy leyendo el correo de amor que me manda Chuchita, me recuerdan el tiempo que hace que no visito tal o cual ciudad, que el nuevo montaje de Aida está en el Real, y que no debo perdérmelo, que hay unos nuevos auriculares de la marca Pepe, que están diseñados para mí…(a veces me dan ganas de visitar páginas de audífonos, para que no me recuerden lo de los auriculares), que el nuevo Iphone estará disponible el día que mi viejo Sony empiece la agonía que habrá de llevarle a la tumba.

Mis datos médicos, seguramente estarán en manos de alguien, pero como estoy, por el momento, bastante sano, no me aparecen anuncios de paracetamol, ni siquiera de Viagra, que ya uno se lo toma hasta como un piropo. Pero estoy seguro que conocen mi forma de acercarme a la política, y cuando lleguen las elecciones, bien se preocupará alguien de que vea aquella peli del “Vota a Gundisalvo”, o “El disputado voto del señor Cayo”. Que los rusos ya saben qué tienen que hacer para que vote su conveniencia, y a mí no me toca más que hacerlo, y ya está.

Lo malo de todo esto, es que uno que de natural es curioso, no va a tener a su disposición alternativas fuera de las relacionadas con los “me gusta”, que de forma casi inconsciente uno pulsa sin ser consciente de las consecuencias, incluso, ahora que ya no ando por esas redes. Pero es lo mismo, me compro un pito en Amazon y me mandan anuncios de disfraz de árbitro de segunda división, cuando estoy leyendo desde el ABC al Público, que en eso de leer uno es muy plural.

Porque estos amables clicks, demuestran deseos, tendencias, sueños, olvidos, alegrías tristezas, y sobre todo son una información de un valor incalculable para quien me recuerda que Le Meurice, sigue estando en la calle Rivoli de forma machacona, aunque el médico me haya prohibido cenar en Ducasse, por aquello de los colesteroles. Y no son ya solo míos, que al compartirlos como si fuera una encíclica papal, “urbi et orbe”, lo mismo traen asociada la consecuencia de que solo sabré que están a la venta los vinos de Borgoña, que como no me intereso por otras denominaciones, para qué perder el tiempo con publicidad que no me interesa, piensa el algoritmo, digo yo.

Y en este mundo sutil y grosero de los clicks y los me gusta, vienen y me dicen los que saben de esto, que los humanos tomamos sin pensar, es decir, de forma automática, o por influencia del último vocero, el ochenta por ciento de nuestras decisiones, así, que no hay más que ir descubriendo los instintos de todos y cada uno de nosotros, guisarlos convenientemente en la marmita de los “big data” y a vender tejanos, Ugly sneakers, y paellas del Paellador, de esas que te manda Amazon o Deliveroo, que uno se hace bola con estas cosas.

La cosa es terrible, porque me veo votando a quien no quiero por error si en el último anuncio colado por debajo del sobaco, me lanzan el día de echar a Rajoy las bondades del PP valenciano, y acabo votando a Zaplana, aunque vaya el número tropecientos de la lista, y a saber en qué queda la cosa.

Estoy preocupado, porque a lo mejor las informaciones que recibo, no son realmente lo que está pasando, que cuando leía el Caso y el Marca, más o menos me hacía a la idea de que Kubala jugaba muy bien al futbol, y que el Lute era, por aquel entonces un pájaro de cuidado.

Y ahora a lo mejor me mandan las noticias feas de Trump, porque saben que no me cae bien, y necesitan mis clicks, o me cuentan esto o aquello de los indepes, porque así mantengo el espíritu despierto, y me tienen satisfecho con la versión que me mandan. Que a lo mejor hasta las noticias van personalizadas, y yo me gusta tras me gusta, como un carnero bien disciplinado, que por mi culpa no se me cabreen ni los algoritmos, ni sus señoritos.

Espero por mi bien, no cabrear al algoritmo, que en 2001, Una Odisea del espacio, ya nos enseñaron que los cabreos de los Inteligentes artificiales tienen muy mal arreglo.

Con su pan se lo coman

Han matado a un hombre, han roto un paisaje

Es el título de una obra de alguien que antes se llamaba Francisco Candel, y hoy por esas cosas de las independencias, y quizás por el agobio de no ser de la “seba”, se hace llamar Françesc Candel. Es lo mismo, sus libros, que leía yo de adolescente nos hablan de la Barcelona más descarnada, la de aquel barrio, “Can Tunis”, que reconocíamos en los sesenta como Casa Antúnez, al otro lado de la montaña de Montjuich, debajo del cementerio.
La obra que más me impactó, fue una que tituló “Donde la ciudad cambia su nombre”, realmente espeluznante, y es que entre las dos, me dá que desde aquellas épocas poco ha evolucionado esta maldita sociedad en la que vivimos.
Más de una vez, desde esta bitácora, he hablado de lo que significa el humano deseo de abandonar físicamente la tierra que le vio nacer para encontrar mejores formas de vida, y también he hablado de como se les llama a estas personas, que no a todas se les aplica el mismo adjetivo.
Si alguien del primer mundo, ese que circula entre los paralelos treinta y ochenta, con las excepciones de Siberia y Australia, cambia de país para mejorar su estatus económico, decimos que es alguien “expatriado”, y la sociedad de la que procede le reconoce el sacrificio de retirarse de sus raíces, y le compensa de formas, en general, extremadamente generosas.
Sea, que parece hasta justo, si hay sacrificio personal por un tema económico, el sistema, te recompensa. También es cierto que los beneficios de tu migración que espera el sistema son enormes, y si te llevas parte de los beneficios, ciertamente, parece justo.
Estas corrientes migratorias de los que llamamos expatriados, generalmente viajan de norte a sur, (con las excepciones mencionadas), y hay pocas estadísticas en cuanto a su número, ya que tienen, debido a sus condiciones económicas, la posibilidad de viajar a casa cuando les da la gana, o cuando su ocupación laboral se lo permite. No hay restricciones.
Pero si la cosa es al revés, ¡ay si la cosa es al revés!, entonces eres un migrante, y la cosa cambia radicalmente, que eso de viajar desde el sur al impoluto norte, está muy mal visto, por los del norte, claro, y va para largo, que en mi ya cumplida vida, lo vengo viendo desde que tengo memoria.
Que lo de Casa Antúnez, ya era una migración de sur a norte, que aquel barrio de chabolas, como otros que rodeaban Barcelona, “La Torrasa”, “El Besós y La Mina”, “El Carmelo”, se nutrían de migrantes a los que la posguerra, el hambre en los campos andaluces, murcianos, extremeños, habían forzado a su población, a parte de ella, a intentar mejorar su vida migrando.
Y el norte los recibía, en la Estación de Francia, a la llegada del “Sevillano”, aquel maldito tren que vomitaba esperanzas dentro de maletas de madera atadas con cuerdas, que el textil necesitaba mano de obra, que había que construir el nuevo Pedralbes de los que habían ganado la guerra, que había que recoger las basuras de los del norte, que había que limpiar las calles.
Anoche me acosté con el mal sabor de boca que me dejó la muerte de un hombre, ese al que todos mataron y él solito se murió, ese que había osado comerse la materia remota de la Santísima Trinidad, que nos contaba el Padre Coloma, que era el eslabón fácil de la cadena de intereses y de mierda que nuestra sociedad crea casi por definición.
Un migrante senegalés de treinta y pocos años, dicen las noticias, falleció en la calle aparentemente de una insuficiencia cardio-respiratoria. Y este hombre, hacía lo que los expatriados hacen, pero en la dirección equivocada, desarrollar su profesión, de la que él no era más que un eslabón, en la que tenía experiencia, que la llevaba practicando más de catorce años, y que realmente a quién beneficiaba, no era solo a él, que había al menos dos entidades que realmente obtenían el beneficio de su actividad, que nuestra sociedad ha determinado que es ilegal.
El primero las organizaciones que le vendían los productos que después él intentaba transformar en su comida diaria, en su techo de todas las noches, y en alguna remesa que otra de pequeños puñados de euros para atender algunas necesidades de su familia africana.
El segundo beneficiado, desde luego, la sociedad en la que vivía, que puede ser le envió a la policía, o quizás a él no, pero sí a cientos como él, aquí en Madrid, allí en Barcelona, en Valencia, en donde quieras, que miembro a miembro se acercaban a su “manta”, para llevarse los productos que ofrecía, que ofrecen tantos y tantos eslabones de esta cadena, y así poder enseñar el bolso de marca, la camiseta del futbolista de moda. Y es que el precio en las tiendas oficiales no hay quien lo pague.
Me dicen que este comercio es ilegal, pero lleva más de treinta años funcionando, y nuestra estructura democrática no ha sido capaz de desmantelarlo, ni en los almacenes de los polígonos industriales, ni en las aduanas por donde entra el material, ni siquiera multando a los ciudadanos que compren esos productos. Todo difícil, muy difícil de entender, y muy fácil de reprimir, y no se hace en su raíz, que es más cómodo que muera un hombre, aunque se rompa un paisaje. Al final paga el débil, el que dejó las playas de Dakkar, sin ser corredor de coches y blanco, claro.
Estoy cada vez más avergonzado de la sociedad en la que vivo, y ayer cuando leí lo que decían los medios de comunicación que pasó en Lavapiés (la verdad la ignoro), se me vino encima todo el drama de la inmigración, que hoy es de gentes de fuera de la Península, pero que hace una décadas hablaban mi idioma, y había nacido a pocos cientos de kilómetros de Barcelona, de Madrid, de Bilbao…
Me avergüenzo de las autoridades a las que he votado, de la justicia que no sabe resolver el problema, de mis compatriotas que escriben en los comentarios vomitivos de los periódicos que dan su versión de la noticia quejándose de los migrantes, de los manteros, mientras con la otra mano ves como compran el bolsito Louis Vouitton y la camiseta de CR7, regateando al último eslabón, al más débil.
Y habrá tiempo para explicar un día lo que significa no ser blanco, caucásico, en esta sociedad de mierda. Que me gustaría saber, cuando fue la última vez que a uno de nosotros, blancos europeos, con ínfulas de canadiense, le paró la policía en la calle, sin más para un control de documentos.
Yo creo que a mí nunca me han parado.
Me cago en tó.

Doctor Professor Sir Stephen Hawking

Me dice la Wilkipedia que Stephen Hawking nos ha dejado, y cómo no, en su nota nos adjunta una extensa biografía con el listado de los premios y honores recibidos durante su vida académica, en el que no falta nada a excepción de un premio Nobel, como Dios manda, lo que dice muy poco de la institución sueca, y de las academias que deciden a quién otorgárselo. Pero eso es algo con lo que deben lidiar en esas tierras del Norte, que a mí se me da una higa esa institución fatua y anquilosada como pocas al socaire de la imagen que me han transmitido .

Como no soy Wilkipedia, ni siquiera la British Enciclopedia, no voy a entrar en los temas biográficos, ni siquiera en los científicos, que siendo honesto, me cuesta entender entre mucho y muchísimo, a pesar de los esfuerzos de divulgación realizados por el Dr. Hawking, (por cierto, y perdiendo una K, su apellido significa Rey Halcón, lo que cuadra perfectamente con su visión del Cosmos).

Dejando a un lado su discapacidad física, siempre he admirado de esta persona su capacidad intelectual y su sentido del humor, por otra parte imprescindible a la hora de tratar los temas en los que era especialista con el cúmulo de ignorantes que a buen seguro se acercaron al profesor, en busca de un titular epatante que hiciese vender muchos periódicos, o produjese muchos clicks, que todo es dinero.

A ese respecto, la cantidad de titulares catastrofistas que se le han atribuido es enorme: que dentro de cien años este mundo se habrá ido al garete con la Humanidad en primera fila, que si para sobrevivir la especie necesitamos escapar a otros mundos, que en cualquier momento un cataclismo, que hay vida en el universo, (nada nuevo), pero que el encontrar una forma de vida inteligente es muy difícil, ya que ese tipo de vida tiende a la autodestrucción, que si existiese ya se habría puesto en contacto con nosotros, y así, “ad nauseam”, que la venta de titulares es muy voraz.

Honestamente, todo esto más parece parte de un espectáculo mediático más que el fruto de la reflexión de una mente privilegiada como la suya, y desgraciadamente, el conocer realmente lo que su aportación a la ciencia ha significado, me temo está fuera de mi alcance, que eso de la divulgación científica, acaba, salvo excepciones magníficas, en series de televisión para la 2, a la hora de la siesta.

Quiero decir, que el mensaje de este Rey Halcón de nuestro Universo, no ha sido realmente comprendido por la humanidad, de la misma forma que al definir sus creencias religiosas, la Wilkipedia lo alivie con un “ateo”, sin matizar si lo que quiere decir es que no está adscrito a ninguna religión, o que ninguno de los dioses que se nos ofrecen es el suyo, o lo que es peor, confunden el no saber cómo diantres funciona esto de las deidades (agnosticismo, es decir falta de conocimiento), con el hecho de ser ateo.

Que para un científico, la falta de una demostración concluyente, deja a las cosas, las que sean, en pura hipótesis.

Quiero, desde estas humildes páginas, agradecer a Sir Stephen su trabajo, y hasta donde llega mi conocimiento de su figura, a su coraje frente al problema físico que le atenazó durante cincuenta años.

De los titulares descontextualizados que han llegado hasta mí, quiero destacar y comentar algunos, como el que las sociedades inteligentes tienden a la autodestrucción.

Y es que me recuerda a lo que dice no sé quién, que el problema de la inteligencia es que su cantidad permanece constante, por mucho que aumente la población.

No sé a quién ni cuando diría la tal cosa Sir Stephen, pero me temo que me resulta cómodo comulgar con la tal afirmación, siempre desde el punto de vista antropocéntrico desde el que los humanos inteligentes nos movemos con tanta fluidez, (aparente). Y es que la sensación de que la inteligencia produce, como el sueño de la razón, monstruos, es algo que se nos ofrece día a día en cualquier entorno en el que nos movamos.

O quizás sea que uno confunde la inteligencia con la picaresca, y ese ya es otro cantar, que como siempre, a la hora de matizar las ideas con palabras acabamos cayendo en la imprecisión. Si ese es el caso, posiblemente lleve razón “il fu”, que la inteligencia supuesta de nuestra especie, en términos generales no ha sido utilizada más que para crear desigualdades entre los miembros de este club que llamamos Humanidad, y de paso hacer que la vida, en el planeta que nos sustenta, sea cada vez más difícil para nosotros y para aquellas especies más próximas a nosotros.

Ignoro si en la cosmovisión del Profesor Hawking, el hecho de que haya microorganismos únicamente en este o aquel corpúsculo del Cosmos, significa que hubo antes una llamemos especie inteligente. No lo sé, y tampoco sé muy bien, por mucho que use la palabra el significado de inteligencia, ya que cada vez que me acerco al concepto, más procesos químicos desconocidos para mí, se me cruzan en el camino.

Cuando me hablan de seres inteligentes, desgraciadamente entiendo poco el concepto, ya que sin un fin determinado que conseguir soy incapaz de valorar las posibilidades de redireccionar que pueda tener un organismo, por muy complejo que se nos presente.

Así, que soy capaz de pensar en la inteligencia bacteriana, de la misma forma que en la inteligencia de un mamífero superior, y claro, en el concepto antropocéntrico del ser humano. Pero del habitante de las galaxias me cuesta encuadrar sus características en una representación que pueda ser inteligible.

Intentaré revisar, a ver hasta donde llego, algunos de los trabajos más sencillos y asequibles del Profesor Hawking, para intentar comprender su mensaje, su concepto del tiempo, su concepto del Cosmos, de las colonizaciones de otros mundos, a pesar del manido dicho que reza más o menos: “hay muchos mundos pero todos están en este”, y como buen sabio que ha sido, intentar aprender dentro de la extensión de su obra algo que me acerque un poco más al conocimiento.

Que descanse en paz

Multi-resistentes

En un congreso de enfermedades infecciosas en Buenos Aires, destaca un artículo en el País, una vez más se han alzado voces, de esas que no salen en primera página de los telediarios, ni en la prensa que prefieren estigmatizar a la inmigrante, mujer y negra, por el crimen de Almería, que si hubiese sido caucásico, hombre, y del pueblo de al lado, no hubiese sido lo mismo, contra la actual situación de la guerra que estamos perdiendo contra los agentes infecciosos bacterianos.

Y es que esa historia de los antibióticos nos va a devolver, como esto siga así a cuando Margarita Gautier se nos moría de tisis en los brazos de su Alfredo. Quizás haya que recuperar aquellos sanatorios de montaña (mágica), en los que se dejaba la curación del M.tuberculosis al calor del sol y a las sopitas grasas con jerez.

Dice el ponente, y dice bien, que las infecciones bacterianas, de seguir las cosas de esta guisa van a ser un azote de la humanidad superior al que hoy significa el global del cáncer. Ya veremos, pero estoy muy cerca de las tesis de este profesor.

Mantiene que el lugar más peligroso para infectarse de un microorganismo multiresistente (que resiste la acción de varios antibióticos), es el propio hospital, donde en primer lugar hay gente que los trae de casa para que les curen, en segundo lugar y dado que es fácil que haya mucho enfermo inmunodeprimido, los tratamientos para conseguir que el paciente salga adelante pasa por el suministro de varios antibióticos en dosis normalmente elevadas.

Desgraciadamente aunque se cure a un montón de nosotros con estas técnicas, siempre queda algún bicho de estos que no se muere, y está dispuesto a contagiar al siguiente cristiano que pase cerca, con el agravante de que lo más probable es que el bicho se haya aprendido la lección, y los cocteles de antibióticos que puedan curar al nuevo infectado, ya no sean útiles.

Propugna el ponente un primer estadio barrera en los centros hospitalarios, para reducir al máximo las infecciones nosocomiales (las que se adquieren en el ámbito sanitario), que pasan por una higiene exquisita del hospital, con lavados de manos constantes, con limpiezas exhaustivas de suelos, conductos de ventilación, ropa, y….por favor un wáter por paciente.

Es decir, en prevención, que de siempre ha sido el caballo de batalla en el mundo sanitario, muy mal entendido por los elementos económicos del sistema que ignoro si consideran el ahorro que significa la inversión de recursos a la hora de evitar que las enfermedades lleguen a los ciudadanos.

Que siempre he mantenido que los hospitales no son sino el resultado del fallo de la prevención, desde el herido de un accidente, que siempre se pueden evitar (con inversión económica) hasta el que llega con un tumor por haber fumado mucho, o porque no se le hizo un chequeo a tiempo.

Las políticas de antibioterapia, que aparentemente impiden a un ciudadano como yo adquirir un antimicrobiano en la farmacia, claramente no funcionan, que los tienes disponibles en buen número de boticas, y si estas fallan, no hay problema, te los envía a casa el señor internet previo análisis de tu Santa Visa bendita.

Y siendo esa otra de las causas de que se vayan creando esas cepas microbianas multiresistentes, hay que considerar también si algunos criterios de galenos a la hora de prescribir son realmente adecuados, que si te descuidas te los sueltan para una gripe, o para una infección vírica, que está por llegar el momento de que para tratar una infección, aunque sea, leve el facultativo en escasísimas ocasiones pide un antibiograma, (técnica por la que se enfrenta a una bacteria a varios antibióticos y ver así cuales son efectivos contra ella), y prescribe de forma empírica.

El resultado, a falta de esa información, contribuye desgraciadamente a crear innecesariamente resistencias. Por cierto un antibiograma tradicional cuesta alrededor de tres euros y el resultado puede tenerse en 24 horas, y si se utilizan sistemas automáticos, puede ser cosa de muy pocas horas a uno cinco o seis euros la prueba.

Claro que hay que tener laboratorios especializados, e inversiones adecuadas en equipamiento, y por otra parte seguramente reduciría el consumo de antimicrobianos en importantes cantidades de dinero que a buen seguro afectarían los balances de las compañías farmacéuticas. Pero eso es otro cantar.

Por último, no quiero dejar de considerar que la carencia de barreras higiénicas en la ganadería, fuerza a los productores de carne a, literalmente, atiborrar a los animales, especialmente aquellos que viven hacinados en corrales, establos, pocilgas, con antibióticos para intentar que no se les mueran de cualquier barbaridad, que además, y dadas las condiciones de estabulación, se garantiza un contagio rápido y masivo a la explotación.

Ya podemos imaginar que esos antimicrobianos, añadidos muchas, demasiadas veces a los piensos acaban en nuestra dieta cotidiana, es decir, que estamos tomando pequeñas cantidades diariamente de estos compuestos, lo que consigue una de las mayores formas de crear resistencias.

Recuerdo, hace años, una práctica, que me parece ha desaparecido, que consistía en añadir a la leche de vaca un enzima (penicilinasa, o betalactamasas), que rompía los antimicrobianos presentes en la leche, y que se habían administrado a las vacas, ya que su presencia impedía la producción posterior de yogures, o cierto tipo de quesos. Esa práctica está prohibida, pero se realizaba hasta hace muy poco tiempo.

Y como dice el artículo de El País, si un extraterrestre nos viese decididamente nos concedería el premio a la más estúpida de la especies del Universo, ya que hemos sido capaces de cargarnos una de las mejores armas terapéuticas que jamás ha tenido a su alcance la Humanidad, y lo hemos hecho, sobre todo para que algunos ganasen algo más de dinero, lo hemos hecho, porque otros no han sido capaces de implantar las medidas de barrera necesarias que impidan la dispersión de los microorganismos, o de ajustar los diagnósticos y las terapias correspondientes a cada caso en particular.

No hemos sido capaces, y de esa forma nos enfrentamos al riesgo de que a la vuelta de unas décadas, y esta vez con la carga de conocimientos que poseemos en cuanto a la microbiología de las infecciones asistamos a otra plaga de Y.pestis, pero esta vez multiresistente, y sin ratas a quienes echarles la culpa.

Bueno sí habrá ratas culpables, ya las hay, pero esta vez caminan erguidas a dos patas.

Con su pan se lo coman

 

Basura de la historia

Llueve, esto parece Inglaterra con sus “shower”, y me dicen que lo que pasa es que el anticiclón ese ha decidido irse de vacaciones al trópico, que se ha echado na novia por el sur y ahí se ha quedado.

Pues bueno, habrá que aprender inglés, sacar el Barbour, ponerse esos zapatones de Church’s o de Crocket and Johns, hacer de tripas corazón y sobrevivir al tiempo inglés.

Me decía el otro día un amigo de Svalbard allá por los nortes salvajes, que hacía calor por allí, que tenían cuatro bajo cero, que no era normal tanto calor. Es decir, cosas de noruegos, que es gente muy recia, como los de Calatorao pero en altos y rubios.

Hoy ya andaban por los diecinueve bajo cero, que para ellos debe ser el tiempo de apagar el aire acondicionado, ponerse sus galas y pasar la tarde en una agradable terraza, que luego viene el frío y no hay quien departa con los amigos en sitio público.

Y a lo mejor es verdad, que esto parece, salvando las distancias, esas historietas que te cuentan los apocalípticos a cuenta de que las temperaturas hagan lo que les apetezca, como creo que han hecho siempre, que nunca me han preguntado cuándo voy a marcar la temperatura de hoy.

Total, para qué, que me dicen también que los embalses vuelven a tener razón de ser, menos los del Segura, claro, que uno no sabe nunca para qué los hicieron.

Llueve, y parece que de la lluvia emana esa tranquilidad que la vorágine ciudadana día tras día trata de arrebatarte. Y la buena de Clarita Ponsatí, decide que es ya hora de abandonar al Puchi, que prefiere el fish and chips que el moules avec des frittes, y a bordo del Thäis se nos escapa a las Casitérides, y no a cualquier parte, que no sé si juega al golf, pero irse a Sant Andrews, por muy profesora de economía que sea, tiene un tufillo elitista notable.

Seguro que no es así, que yo soy muy mala gente y siempre me pongo en lo peor, pero es que estos fugados de lujo, que huelen a subvención estatal me tienen muy mosca.

Seguirá pues Doña Ponsatí entre el Old Course y el Jubilee, y si se empadrona en el pueblo, podrá hacerse los dieciocho hoyitos sin gastar más que lo necesario, más la propina del caddie.

Lo que no le tolero a esta señora, y que los indepes me disimulen es que ande con ínfulas de exiliada política, y no sé cuantas gaitas más, que al final no es para mí, claro, y solo para mí, una enemiga de Catalunya, que debería responder de sus ruindades en su tierra que es la mía.

Todos los éxitos profesionales le deseo en el retomar esa etapa profesional que nunca debió dejar de lado, que para lo que ha hecho en mi casa, no la necesitábamos para nada.

Y allí, la lluvia no habrá de faltarle, claro que la luz andará haciéndole de las suyas, pero no importa, a mí no me importa, y siento que la prensa, y los medios de comunicación anden publicitando tan magno acontecimiento, que una prófuga indigna se vaya a Saint Andrews a enseñar economía.

Ya son dos de los adoctrinadores de esta mamarrachada que damos en llamar “prucess”, que encuentran acomodo en centros de educación en esta Europa vieja, podrida, anquilosada, calvinista, tacaña y ramplona. Ellos sabrán que mensajes deben darles a las generaciones que les siguen, ellos sabrán cual es la moral que esos profesores han de llevar a las aulas.

Yo me alegro del hecho que encuentren continuidad a sus carreras a miles de kilómetros de aquí, de nuestra Dolça Catalunya, patria del meu cor, que no son migrantes, que no son exiliados, que son desplazados por intereses profesionales, nada más.

Veremos el Puchi flequillero en qué acaba, que parece sus méritos académicos no dan para tanto, quizás para caddie en Saint Andrews, quizás para vendedor de frittes en la Monnaie.

Lo que sea, que triunfe en su nueva etapa cuando consiga afianzarse, que lo del paro, si lo cobra, no sé si le dará para tanto, pero por favor que no deje de considerar que el mundo es muy grande y que por estos pagos no se necesitan personas de su catadura.

Llueve, quizás en la Grand Place, también, quizás en Waterloo gotee, y se me da una higa lo que ocurra, que por aquí lo que me importa es que por fin mi tierra pueda ser regida por personas de bien, que mi país empiece a pensar en lo importante que es el hecho de que los ciudadanos sean tratados como personas.

Quisiera pedir a los medios de comunicación que nos ahorren las peripecias de toda esta gente, que importa poco si empezamos a comparar sus actos con las cosas que de verdad están moviendo el mundo, que están moviendo a nuestra piel de toro, donde tanto sufrimiento individual se está creando día a día, por gentes, que como esta Doña Ponsatí, ese Don Puigdemont, o esa Cupera de cuyo nombre no quiero acordarme, que con sus actos egoístas y ciscándose en millones de personas solo buscan, al final una forma elitista de sobrevivir.

Confío en que la justicia sea ecuánime con ellos, que pueda analizar los hechos con la mayor de las imparcialidades, que ponga los focos en los perjuros, y de a cada uno lo que merece, y si no se ponen a disposición de la misma, que por favor no se hagan eco de sus memeces interesadas ninguno de los medios de comunicación que reciben de alguna forma cualquier beneficio del estado.

Que el estado somos nosotros, y me temo que el hartazgo que acarreamos de un tiempo a esta parte va a tener consecuencias no deseadas para más de uno que desea ser nuestro líder.

Mientras tanto sigue lloviendo, y alguien estará intentando cruzar el Río Grande, o el estrecho de Gibraltar, sin nombre, sin apellidos, sin un puesto en la Universidad de Saint Andrews, o en la de Ginebra, o sin que nadie le pague un sueldo de seis o siete mil euros a su santa esposa por dos horas de trabajo de vez en cuando, mientras el Puigdemont come frittes con moules en Waterloo.

Con su pan se lo coman

El pensamiento independiente

La gran tentación hoy es ponerse a pensar en cosas de esas relacionadas con el tema de la mujer trabajadora, y demás, pero como creo que en demasiadas ocasiones ya manifesté mi posición y esta no ha cambiado, dejaré hoy al coro de los grillos su espacio, que mi respeto, mi admiración sobre el papel de la mujer lo tengo claro, y además bien demostrado con hechos, ya que cuando tuve la ocasión, en la empresa que dirigí, siempre hubo igual número de mujeres que de hombres, mis dos colaboradores más cercanos, fueron mujeres, y los salarios de cualquier persona en la compañía siempre fue determinado por el puesto a cubrir, independientemente de quien lo cubriese, y esto ya pasaba en mi entorno hace más de treinta años.

Así, que pasaré del tema, y me centraré en el comentario que un amigo me ha hecho llegar con una de esas frases de calendario Myrga, de los de toda la vida, que te daban la frase del día, el santoral, y quedaba sitio para lo de “reunión de consejo a las doce”.

La tal frase, atribuída a Anatole France, dice algo así como que “la independencia del pensamiento es la más orgullosa de las aristocracias”.

Total nada, que la tal frase nos deja a todos a los pies de los caballos, que no conozco a ningún aristócrata, o si lo conozco, no se me ha mostrado aún, que eso de la independencia de pensamiento no logro encontrarla en estado puro.

Que desde luego, a veces nos creemos que pensamos de forma independiente, pues sí, pero nada más lejos de la realidad, que el único que he pillado en la literatura podría ser el buen salvaje de Rousseau, antes de integrarse en la sociedad, ya que en el momento de hacerlo, su pensamiento dejó de ser suyo, ya que según creo recibió la contaminación de la sociedad, aplicando a los retos y propuestas que iba recibiendo, en principio sus normas luego con el paso del tiempo las cosas se fueron haciendo más dependientes.

No creo que exista en las sociedades humanas el pensamiento independiente, ya que la formación del pensamiento depende de nuestro entorno, y de nuestra necesidad de desarrollarnos dentro de una sociedad estructurada.

Cosa diferente es el poder escoger, frente a un dilema, el esquema que consideremos más adecuado, de entre los que se nos ofrecen, o que la opinión que demos ante este o aquel tema sea influenciado, o incluso dirigido por este o aquel elemento de respuesta que la sociedad haya puesto a nuestro alcance.

El ser sin influencias, no existe, no puede hacerlo, ni siquiera Kaspar Hauser, siempre hay un entorno al que adaptarse para sobrevivir, y es ese entorno que te influencia, te dirige, y por supuesto te arrebata cualquier atisbo de independencia.

Hoy en día, desde luego, la independencia de pensamiento se ha puesto por las nubes, parece que el mundo occidental definitivamente ha tirado la toalla, se ha rendido.

Porque ya la cuestión, directamente es descubrir cómo quién piensas, no cabiendo la primera persona en la respuesta, y lo que es peor, cada vez son menos las opciones a disposición, que el mundo es de derechas o de izquierdas, que eres capitalista o anticapitalista, que eres seguidor de no sé quién en el puñetero “silbador” o en el tal “caralibro”, y desde luego, pienses los que pienses, sigas a quien sigas, creas lo que creas, todo habrá sido debido a que la campaña de márketing de este o de aquel habrá conseguido venderte su producto.

Y eso es algo que viene desde la más tierna infancia, que educar no es más que evitar que surja el pensamiento independiente, evitar la situación del buen salvaje, que va construyendo sus esquemas simplemente con su experiencia al interactuar con un entorno sin otro pensamiento, solo con reacciones directas de la naturaleza a sus acciones.

La creación, pues del pensamiento en sociedad, es desde mi punto de vista, lo que evita, en el límite, por supuesto, que cada ser humano vaya creando una opinión o una forma de actuar que le sea propia y sin influencias externas.

La exagerada publicidad que se da hoy en día a las pocas corrientes de opinión, que son interesantes para los poderes económicos que rigen el mundo, están creando nos estereotipos frente a los cuales, la rebelión se hace muy difícil, ya que detrás de cada uno de ellos, el que sea, hay formado un, llamemos nicho de mercado, en donde grupos ideológicos están pescando. Y que nadie se olvide de que un golpe de click vale dinero, mucho dinero, hace muy cómodo el ejercicio del poder, y la capacidad de discernimiento, es cada vez más limitada.

Ya ni siquiera el mundo de la “boutade”, el del esperpento, está libre de ser independiente, porque entre otras cosas, no debemos olvidar que nuestra supervivencia, también depende del grupo de pensamiento al que nos acerquemos.

Y quizás en ese campo, queden aún resquicios de independencia, aunque hayan sufrido las manipulaciones que nuestro desarrollo vital en sociedad conlleva.

Bien dice Anatole France que en la independencia de pensamiento, está la verdadera aristocracia, que no debemos olvidar su significado “gobierno de unos pocos”, y ciertamente son esos pocos los que deben preservar la situación en la que la libertad de pensamiento, o mejor la creación de pensamiento independiente sea algo utópico.

Seguiremos pues como miembros de nuestro rebaño, abrevando en los mismos pozos y hozando en los mismos pesebres intelectuales, que cada vez son menos, que cada vez son más grandes, que cada vez les apoyan más “me gusta”, o lo que es aún peor, más puñitos con el pulgar hacia arriba.

Estas cosas me deprimen, pero me temo que sin ser entreguista, debo reconocer que es lo que hay, que no sé si me atrevo a preguntar a la Wilkipedia, o a san Google bendito, que me diga qué coño es eso del pensamiento independiente, que a lo mejor le da al sistema un “paralis”, y me juzgan por terrorista.

Con su pan se lo coman

 

De pensionistas y jubilatas


Parece que los pensionistas andamos revueltos, y es que eso de que la poblacion envejece, y que tan bien le viene al gran capital y a la modernisima empresa española (para los tiempos de Lopez Rodo, se entiende), que falta tiempo para prejubilar a la peña, nos ha dado un importante numero de votos, que votamos todos, no como los jovenzuelos, que hasta que no se les consolida el vello pubico, andan los pobres a verlas venir. Cosas de los tiempos, mire usted.
Y hasta esas organizaciones casi franquistas que son los famosos sindicatos, han olido sangre en la cosa, que en el tajo pasan de ellos en el mejor de los casos, o huyen en el m´as sensato.
Y es que somos muchos, ademas tenemos tiempo, todo el que queramos, y encima aunque, como yo, hayamos sido unos zotes toda la vida, la experiencia nos ha enseñado por donde van los tiros, y si hay que tumbar este o aquel gobierno, se siente.
Los peperos estan que no les llega la camisa al cuerpo, los de ciudadanos se estan oliendo la tostada, y empiezan a navegar entre dos aguas, que me recuerdan al extinto Paco de Lucia, los sociatas a su bocata, y discutiendo si vamos por la quinta o la sexta Internacional.
Los perro flautas, no han conseguido demasiados yayos flauta, y es que los jubilatas tenemos, aunque no seamos catalanes, nuestra buena dosis de seny, y en ciertas cosas nos es dificil entrar, que ya demasiadas ruedas de molino debimos trasegar en su momento.
Asi, que a lo que se me parece, buena parte de esos ocho millones de ciudadanos «in pensione», estamos intentando ver que es lo que va a pasar con nuestro salario, que no es cosa menor, y claro como se da la circunstancia de que quien tiene que decidirlo, es tambien empleado nuestro, que con nuestros impuestos se paga su salario, y hasta de ellos salen las comisiones iliicitas que engordan sus bolsillos cuando hacen el nuevo aeropuerto de Tricanillas del Meloquedoyo, a lo mejor ha llegado el momento de arrimar el ascua a nuestra sardina, mire usted.
No lo se, pero si lo que acontece es que hemos formado mal a las generaciones que nos siguen, quizas sea el momento de recordar las viejas histtorias de la transicion, cuando teniamos aquel maravilloso enemigo comun, el tio Paco, el de las paredes, y era facil no solo sacudirle fuerte, sino intentar construir algo que sirviese, no solo para nuestra generacion, que en estas cosas hemos sido siempre muy mirados.
Pero hoy los jubilatas vemos que aquellos pollos quieren quitarnos (y hay muchas formas de hacerlo) lo que ha sido desde siempre un derecho indiscutible en nuestro sistema politico, y es la famosa pension de jubilacion, que dicen es muy generosa. No se yo que pensar.
Lo mas divertido del caso, es que las nuevas generaciones han sido literalmente abducidas por los telefonos inteligentes, por la mal llamada inteligencia artificial, por los contenidos que llenan las redes esas del 4G, y no estan para muchas gaitas, que no saben que coño era eso de Cuadernos para el Dialogo, ni que se escribia en Triunfo, apenas algo sonaba en su memoria, no seguro que no, si le hablaban de cambio 16.
Y estos muchachos estan dejando a los politicos que hagan verdaderas barbaridades contra sus vidas y contra sus bolsillos, no pasa nada, cruzo la calle mirando el movil, que el paso cebra me proteje. Algunos creen que a base de oir las propuestas de los perro flautas, hay grandes verdades ahi escondidas, o que lo que la derechona tradicional les cuenta es lo mas conveniente, que los de derechas han sido siempre gente de bien, gente amarradas a las tradiciones, sean las que sean, que caben desde los meapilas, hasta los que te roban directa o indirectamente.
Lo malo es que como estas nuevas gentes que estan abducidas han dejado de pensar, que todo lo que no sea eso de estar en contacto, o de cumplir con lo que de diga facebook o twitter, o su pastelera señora progenitora, y que no genere un me gusta productor de endorfinas no les mueve, aceptan que tras dos inutiles masters de esos que se inventaron para que las listas del paro no fueran tan escandalosas, si tienes suerte o te vas del pais o sirves copas multilingues en los chiringos de turno a seiscientos chufos al mes.
Me temo que en estas condiciones, lo que nos queda es de nuevo tomar la iniciativa a los que en caso de que nos quede algun pelo, este sea blanco, y volver a poner las cosas en su sitio.
Que pocas cosas mas vergonzosas hay que el mismo pollo que nos dice desde su escaño que la pension de alguien que haya trabajado y cotizado por ello, lo mas probable es que nunca se pague, haya garantizado la suya de por vida a niveles por encima de las maximas del sistema general, con unos pocos meses de asistencia a cualquier camara de esas que pueblan nuestro viejo pais.
Me alegra constatar que los jubilatas salgamos a la calle, pero deberiamos tambien recordar que somos ocho millones, y si hay que echar a patadas al ppero, al perro flauta, al indepe, al ciudadano, (al sociata/bocata no lo pongo, que no necesitan ayuda para dejar de ser), se les echa en las urnas.
Y solo hay que recordar, queridos coetaneos, que conseguimos en su momento que unas cortes se hiciesen el harakiri, que fuimos capaces de crear una constitucion que esta durando mas, mucho mas que cualquier otra, que creamos un sistema que todo lo que necesita es una revision y una limpieza de bajos, que no es tanto.
Lo voy a tener en cuenta en las proximas elecciones, de lo que sea, que esto necesita pasar la revision de los cien mil kilometros, que no es casualidad que el bueno de Puchi, se aferre a la posibilidad de seguir, con sus conmilitones, chupando del presupuesto, y si una nueva estructura le faciita las cosas mejor que mejor,que la vida esta muy cara.
Asi que a pelear, por la pension de hoy, y sobre todo por la pension de la generacion que tiene la cabeza atascada en el teclado virtual de su smart phone, y solo reacciona cuando se siente fuera de cobertura.
Con su pan se lo coman

Leonidas

Trescientos dice el cómic que murieron en la Termópilas, ¿quién sabe?, que a lo mejor ni hubo batalla en las Termópilas, que a lo mejor no hubo tampoco tan valerosos guerreros espartanos, (lo de valerosos lo pongo por aquello de la literatura, que matar gente aunque sea tenida por enemiga no da sello de valor), queda muy bonito en los relatos de la antigua Grecia, queda muy bien en las pelis esas que dibujan actores por encima de los actores, queda muy bien, muy bonito decir que si al final fueron arrasados fue por un traidor que conociendo el terreno, llevó a los malditos persas (malditos para los espartanos) a terminar con el grupo de, bueno, eso de espartanos.

Y estos días me dicen los telediarios, las noticias esas que salen de la lámina tonta y que luego reconfirman las puñeteras redes sociales, que han matado a trescientos, pero multiplicados por dos, y no uno a uno y a mano como en las Termópilas, que aquí parece que el fuego viene desde el aire.

En Siria, en Ghouta para ser más o menos precisos nos dicen que los malos los que apoyan al dictador Al Assad no hacen más que enviar desde el cielo bombas asesinas, apoyados por esa Rusia, llena de gente malísima.

Pues bueno, seguiré tomando mi copita de cognac de buen año mientras las imágenes del dolor van apareciendo en pantalla una detrás de otra, que aunque me importe, lo que veo no es más que una parte interesada del hecho, que posiblemente se esté desarrollando en esa tierra. La verdad, es que no sé lo que pasa, parece que sí que desde este lado del río han matado a seiscientas personas.

Pero para lo que voy, con que le hubiesen roto una uña a una sola persona, por un acto de violencia, por un acto de guerra, cuyo fin es exportar influencias, exportar armas, probar nuevas formas de matar, ya tendría el cabreo encima.

Los médicos que intentan actuar en la zona dicen que ya no pueden más que están exhaustos, que no tienen elementos de trabajo para tratar el desastre humano que parece se ha organizado, seguramente no hay agua, no hay comida, y los corredores humanitarios que se han diseñado para la evacuación de la población civil, no funcionan, que si se ve una ambulancia los otros malos se imaginan que dentro hay armas o vaya usted a saber qué, y le tiran una buena granada. ¡No me jodas, esto es la guerra¡.

Así que estamos todos muy preocupados y todos haciendo nuestro negocio como podemos, y nos permitimos juzgar, desde nuestra copa de cognac, que si los rusos son los malos, que si Al Assad es un asesino de su propio pueblo, que si el tal Putin no hace más que vender escopetas y lo que haga falta, y que el pobre Trump está desolado, a ver si la lágrima de cocodrilo que resbala por su mejilla, le sirve para que las redes sociales le aúpen a una candidatura ganadora al Nobel de la Paz.

Creo que ha sido la Cruz Roja quien ha dicho que no hay que preocuparse, aún hay un stock de alrededor de cuatrocientas mil personas embolsadas en la zona, y esto de apiolar a seiscientos es un entrenamiento, que no hay forma de saber quienes son terroristas y quienes no.

Nada nuevo, que parece la cruzada contra los albigenses:

  • Tú mátalos a todos, que Dios ya discriminará los buenos para tenerlos a su lado.

Aquí parece que se aplica la misma técnica, y si la gente pasa hambre, no hay problema, la ONU envía comida y bebida hasta los más recónditos lugares de la zona de guerra, y además ofrece a las señoras de buen ver algo de sexo, que ya se sabe, con el marido en el frente, y con los ruidos de las bombas, seguro que las mujeres necesitan un alivio, y ahí están los empleados de la ONU para sacrificarse.

Los tres países que más o menos están en el conflicto, me han recibido de una u otra forma a lo largo de mi vida, y hoy, reconozco que a donde no quiero volver, es a USA, a Siria me dolerá volver, por los efectos de la destrucción que ha producido la guerra, y a Rusia, sin problemas, en caso de que no venga el aire siberiano, que uno es muy Mediterráneo.

Recuerdo en Siria, que ni mi guía, ni su chófer estaban cómodos si intentaba hablar de la situación política. Era como en tiempos de nuestro dictador, que uno no sabía quien era de la secreta, y te jugabas desde unas hostias en comisaría, hasta un buen garrote, o un paredón al amanecer.

En Rusia, y en las ex repúblicas soviéticas que he visitado, salvo los estragos y el atraso que ha dejado el régimen, no fui consciente nunca de que la gente tuviese ese miedo que aparecía en los ojos de los sirios de antes de su guerra. Pobres pero sin miedo al poder, aunque en algunos casos, debería mirárselo.

De la histeria americana prefiero no hablar, ellos sabrán. A mí no me interesa.

Lo que sí me interesa de esos últimos seiscientos, es que la noticia parece un parte de la guerra orwelliana en los que las tropas euroasiáticas, (creo), avanzaban sobre las afroamericanas o algo así. Que se da la circunstancia que no me creo ninguna de las noticias que me llegan desde el escenario de una guerra, así que, a la hora de condenar algo, condeno la barbarie que conlleva el conflicto armado, y su consecuencia sobre la integridad física o moral de cualquier ciudadano.

Así, de la misma forma que pienso que lo de los famosos trescientos, si no fue verdad, fue bien y oportunamente narrado, lo de los seiscientos tiene visos de parecerse, que no es más que una noticia de guerra.

Y si dicen los malos que son seiscientos, sea, si los otros malos dicen que son trastopecientos, sea también, una uña rota por esas disputas, ya es execrable, así que, por favor mantengan las armas a buen recaudo, y dejen de disponer de vidas y haciendas ajenas.

Con su pan se lo coman

Lisístrata

Un interesante artículo que me ha llegado casi de rebote, se me ha hecho, de pronto, muy útil ahora que enfrentamos la famosa jornada de la reivindicación del feminismo el próximo ocho de marzo.

Sé que el que un hombre se meta en esos jardines, tan llenos de razón como de posiciones extremistas, es una locura, que lo más probable es que a uno le pelen por la derecha, por la izquierda, por el centro, y además sufra del síndrome de Lisístrata, que a ciertas edades puede ser una gaita, que no a la mía, así, que con poco que perder, me lanzo al jardín encharcado.

Menciona el artículo, el papel del hombre en la sociedad keniata, en un momento en el que la mujer, en un país muy conservador va asumiendo roles que de alguna forma invaden el territorio de lo que el hombre ha considerado como su área de responsabilidad.

El papel que aún se reserva al hombre en la sociedad keniata, (válido para otras regiones africanas o del tercer mundo y parte del puñetero occidente, que aquí las fronteras son muy difusas) es el de protector/suministrador, y de esa forma, se ha ido la sociedad construyendo.

No estoy para juzgar si es bueno o es malo, no es mi objetivo, solo quiero hacer constar, que desde mi punto de vista, se había llegado a un mal equilibrio, ya que la fuerza la ostentaba el hombre, y al ser el responsable de los suministros, creaba una dependencia terrible de la mujer en esa estructura, ya que sin la protección podían ser violentada por cualquiera, y sin el suministro se le condenaba a la miseria.

El hombre, a cambio de dar esos servicios, se garantizaba que la transmisión de los genes le quedaba bastante asegurada, lo que no deja de ser un principio básico en cualquier sociedad del mundo zoológico que se precie.

Cuando la sociedad basada en la estructura básica que he mencionado, piensa incluso que la garantía de la transmisión genética no es suficiente, pasa a mayores, es decir entra en el mundo de la mutilación genital femenina, para que el hecho de mantener relaciones sexuales sea un verdadero tormento para la mujer, y transforme cada acto en una violación por parte de la pareja.

Que el hecho de que tus suministros y tu protección dependan de un hombre a quien has sido entregada convenientemente mutilada, te van a forzar a una situación de esclavitud doméstica de por vida.

Los keniatas, en su legislación tienen prohibidas las prácticas de mutilación sexual femenina, lo que por otra parte tampoco es algo que se persiga, pero algo es algo, y los resultados, poco controlados, desde luego, si muestran progresos en cuanto a la reducción de ese estigma social.

El hecho de que la mujer keniata vaya cada vez más alcanzando áreas profesionales que antes les estaban vedadas, conduce a la eliminación del rol suministrador que el hombre ha mantenido de forma tradicional, siendo la pérdida de poder que conlleva, algo difícil de aceptar en una sociedad conservadora.

El reto es ahora, no solo en Kenia si no en otras partes del mundo del Sur (estoy cansado de llamarle Tercer Mundo), conseguir que la cultura, la formación, las oportunidades profesionales lleguen con fuerza a esa mitad de la población sujeta a la esclavitud por necesidad, por cultura, y por fuerza física y moral a la que están sometidas.

Son muchas las cosas que los hombres, y no solo ellos, si no la sociedad entera deben cambiar, en el caso de que la cultura y la formación superior vaya extendiéndose a la mujer del sur.

No es el hombre quien debe proteger a la mujer, no estamos en una manada en la que el macho dominante controla que no se le cuele ningún jovencito y les reviente el harén. Es la sociedad quien debe proteger a sus miembros, independientemente del sexo que ostenten de cualquier intento de violencia por parte de quien sea, que sin esa premisa fundamental, el Estado deja de ser útil, pierde de hecho su razón de ser.

No es el hombre quien tiene que proveer a la mujer o al clan, es el clan, convertido en algo más que una sociedad familiar quien debe garantizar que los medios de subsistencia están al alcance de sus miembros en función de los méritos y las aportaciones de cada uno de ellos.

Parece ser que la llegada, tímida aún, de nuevas vías para que la cultura profesional se vaya acercando a las mujeres en Kenia, y ojalá sea en todo el Sur, está provocando ciertas incomodidades en los hombres, que empiezan a no entender el papel que las nuevas corrientes le reservan, y que no es más que el de igual, que tan ser humano se es siendo mujer que siendo hombre, claro con la pequeña diferencia de que el hombre pare fatal.

Comprar una niña es fácil, cuando se tiene el dinero que la familia exige, que la preparen a tu gusto, es fácil, si lo pagas, y que se transforme en tu esclava sexual, en tu esclava doméstica, y en garante de que serán tus genes los que se transmitan, no tiene mayor problema en la sociedad del Sur, de muchas de las sociedades del Sur.

Además en el momento en que la mujer deja de ser útil para la transmisión de tus genes, enferma, y además no tiene que criar a tus hijos, como esclava que es, puedes dejarla abandonada sin protección y sin suministros.

Tú, gran hombre del Sur, puedes repetir el proceso tantas veces como quieras, que la situación es cómoda y conveniente.

El hecho de que el Estado, que en el Sur es algo muy poco consistente, considerase que la mujer, ha adquirido derechos por la situación que ha vivido, a lo mejor atenuaba el escenario, pero no es así, que uno de los pocos caminos que quedan es la toma del poder que corresponde a cada individuo por su formación y sus méritos, y el de la mujer posiblemente se encuentre en la formación superior.

Espero que los caminos de las sociedades del Sur fuercen al hombre a ganarse la compañía de una mujer, de forma que no sea necesaria su protección, que para eso ya está la sociedad, y que su sustento no dependa del trabajo masculino, sino de la aportación a la sociedad familiar realizada en libertad y con igualdad de recursos por ambos miembros de la pareja, que por otra parte puedan sobrevivir económicamente en soledad, si así lo consideran oportuno.

El reto es complejo y largo en el tiempo, las barreras culturales, basadas en tradiciones que copian las sociedades animales, en ritos que se han entremezclado con creencias religiosas, deben ser eliminadas a la mayor brevedad posible, sea vía legislación (difícil en el Sur), o vía formación adecuada de la mujer, más difícil aún pero absolutamente necesaria.

Confío en la llegada de nuevas profesionales al poder político y económico en el Sur, y que sean capaces de forma sólida de introducir los cambios que conduzcan a la libertad de sus ciudadanos, de todos sus ciudadanos, independientemente de su sexo.

Con su pan se lo coman

Desde la frontera

Te levantas por la mañana, y te das cuenta que de golpe, choca el invierno con la primavera, choca el sur con el norte, que no sabes de qué forma se te van a quedar las cepas que tienes sembradas en tu jardín para hacer el vino del año.
No importa, y es que la sensación de que el sur empuja está muy presente, el norte pone barreras de hielo, como esas que salen en la serie esa de los tronos, y no nos damos cuenta que la vida está en el sur.
Somos muy borricos, pero no importa, está bien, que contra las vocaciones no se debe luchar, nunca, de ninguna manera, y el norte ha decidido hacerse viejo y suicidarse.
Parecemos el Señor Scrooge de Dickens, en pos del dinero, de la soledad, y de la supuesta seguridad que a lo mejor creemos que nos ofrecen ciertos principios morales y amorales, sobre los que imaginamos se sustenta nuestra sociedad y por ende, nuestra existencia.
En África, la población se dobla cada quince años, en el norte la población, sin los que nos llegan emigrando iría hacia atrás, y tan felices, no nos importa, de hecho poco o nada nos importa, que dicen, y es verdad, que estamos viejos, y los de Iberdrola van a prejubilar a tres mil quinientas personas para rejuvenecer plantillas, para bajar salarios de paso, para hacer que las opciones de los señoritos que mangonean sobre el precio de la acción se revaloricen convenientemente.
Nadie lee esas cosas que tienen una cierta carga de obscenidad implícita, a la que los más jóvenes no prestan atención, sumidos en la pantalla del teléfono listillo, y los más mayores miramos con cierta condescendencia, con hastío, diría yo, aburridos de tanta manipulación, de tanto interés económico realmente ajeno a los intereses de todos y cada uno de nosotros.
No, no nos damos cuenta, o lo que es peor, no nos importa, que a lo mejor el indio navajo ese que de vez en cuando sale en los videos que te mandan por todas partes y nos recuerda que el oro no se come, y que lo que vale es el agua de los ríos, el verde de las praderas, y todas esas cosas bonitas que, así, aisladas nos hacen sentir en estado de elevación, nos hacen sentir que nuestra relación con el planeta es adecuada, y soñamos con ríos cristalinos en los que podemos beber directamente sin que haya peligro de E.coli, S. fecales, o bichejos similares.
Pues no, vamos a dejarnos de sueños provocados, pues a poco que leamos las estadísticas que caen de tapadillo por ahí, veremos que el mundo tiene varias tendencias terribles:
– La población tiende a concentrarse en las grandes ciudades a velocidades que las están dejando inservibles. En las mayores urbes del mundo, retos tan sencillos como el suministro de agua están empezando a ser un verdadero problema, y si no mirad como en Ciudad del Cabo, en Roma, en Beijín, en Ciudad de México, sin ir más lejos, los ciudadanos van a tener que beberse sus orines, no mañana, hoy mismo. Pensaremos que el orín propio tiene propiedades terapéuticas y así tan felices.
– De la contaminación ambiental no es necesario hacer el gran panegírico, se hace solo, no pasa nada, nos asfixiamos lenta y constantemente, y tan felices.
– Los miles de toneladas de deshechos que abandonamos día a día empiezan a ser ingobernables, no hay quien lo recicle de forma inocua, ni aquí ni en Alemania, así que de Nairobi de Shangai, de Bangkok, ni hablamos, ¿para qué?.
Pero la tendencia es imparable, que en el campo no llega la señal de Internet de alta velocidad, el telediario se ve fatal, las series de la tele no las puedes comentar con casi nadie. Un desastre, que te quedas aislado, con tu sentido gregario por desarrollar, una verdadera angustia.
Y la alternativa, tremendamente inteligente es conseguir que la gente pueda trabajar como mucho esos veinte o veinticinco años que van desde el final del último master que necesitas para el curro, hasta que te viene la prejubilación, cuando empiezas a hacer bien tu trabajo. La gestión de recursos humanos se te lleva por delante de forma impía, y así no cumples el mínimo de pensiones, con el ahorro que eso significa para el Estado (suena a l’etat cest moi, señor presidente).
Pero no te preocupes, haces tu plan de pensiones, de esos que pierden dinero cada año, que dejan comisiones en las gestoras, y que cuando los rescatas, el señor Estado, te liquida a marginal el IRPF. Tú a lo tuyo, ahorra de los ochocientos euros brutos que ganas al mes, no seas manirroto, que te dejamos a cambio vivir en una maravillosa ciudad en la que no funciona el transporte ni público, ni privado, que llena de mierda tus pulmones, que no tiene agua para beber, que te asaltan por la calle, que pagas por ese dudoso privilegio una increíble fortuna, fuera de cualquier razón.
Puedes ser feliz, mira la pantalla de tu móvil, ahí está dios, o uno de ellos al menos, que debes estar conectado, que eres el eslabón necesario para que esta rueda nos siga haciendo sentir que hay movimiento, que hay progreso, que prefiero el telefonino que el agua para ducharme.
No podemos olvidar que los recursos están lejos de nuestras ciudades, y desde luego que a quien cumple no se le ha olvidado. Y es que Europa no puede alimentarse con su producción local agrícola, pero China tampoco, ni posiblemente USA o Japón, de forma que tenemos que buscar y comprar, lo más barato posible las tierras del Sur, y el ello estamos.
Me cuesta ser profeta y analizar el futuro de nuestra amada Gaia, pero la tendencia es que muy pocos tendrán a disposición los elementos vitales suficientes para llevar adelante una vida desahogada, ya es así, pero me temo que será peor cada vez, sobre todo por la deshumanización que supone la adoración única al becerro de oro.
Si llevaría razón Fray Luis de León en aquello de
“Qué descansada vida
La del que huye del mundanal ruido
Y sigue la escondida senda
Por donde han ido
Los pocos sabios que en el mundo han sido
………………………………………………………………..
Del monte en la ladera
Por mi mano plantado tengo un huerto…”
……………………………………………………………..
Y la vajilla de fino oro labrada
Sea de quien la mar no teme airada”
Lo que pasa, es que los huertos que quedan, querido Fray Luis, los están comprando a marchas forzadas los chinos y los árabes, con el dinero de tus ahorros.
Con su pan se lo coman

La donna è mobile

La donna è mobile, qual piuma al vento, canta el Duque de Mantua, mientras el puñetero jorobado, trama su venganza que acaba con la vida de su cursilísima hija, fruto de la educación recibida por el retorcido Rigoletto.

Con esa música en los oídos, que hay cosas que uno tiene ancladas en el productor de endorfinas, escucho esta mañana que hay un grupo de abogados muy seriecitos ellos buscando ubicación para el congreso mundial de móviles del año que viene.

Que lo de los móviles y Barcelona, va a ser lo del Rigoletto, que se lo va a llevar el aire, como una pluma, y las quinielas están abiertas.

Y ya sé que hasta 2023 hay cosas firmadas, y que si cancelan algo habrá que pagar, que para eso están los contratos, pero quien va a pagar, pero de verdad, es la ciudad, es la industria española, los trece mil cristianos que estos días tendrán su contrato eventual, los hoteles, los restaurantes, los comercios.

Si van a llevar razón los de Tabarnia, que me da no es mala solución dejar a los segadors segando en las comarcas del interior para que sigan mirándose con amor el ombligo impasible, mientras arrancan los terrones de la tierra recibiendo las subvenciones europeas o españolas, que me da lo mismo.

Demasiadas veces he dicho el dolor que siento por lo que está pasando en mi tierra, por el espectáculo que ese tipo de catalán, el histérico nacionalista, en contraposición al catalán universal que es lo que quiero ser cuando sea mayor, está dando como una bendición papal, “urbi et orbe”.

Llevo desde que me conozco con esa apreciación, con esa división de la población de mi tierra, el histérico nacionalista, y el universal.

Del primero, ya vemos de lo que es capaz, que si arrasan con el congreso mundial de móviles, les importa muy poco, que ellos viven de criar cerdos, de coger peras de los árboles, y esas modernidades no les van, vaya no les van, no las entienden, no les gustan, y si se tienen que fastidiar los de Barcelona, que se fastidien, que no pasa nada, que la Unión Europea ya les mandará los euros de la subvención al peral, o a lo que sea que crían.

Cosas de payeses, de masías, del calçot con vino del Priorato en porrón, del que si se caía na gota en la camisa, te hacía un agujero, vamos como la sangre de Alien, esos payeses que alguien diría que se están pegando un tiro en el pié, quizás sí, pero de entrada se lo están pegando en la cabeza a mis conciudadanos barceloneses.

Posiblemente, si esta deriva acaba en la separación de lo que sea, de La Vall d’Arán de Catalunya, de la tal Tabarnia de lo que quede de nuestra tierra, y se quedan los payeses, los segadors ahí metidos en su terruño destripado o por destripar, si se acabarán pegando el tiro en el pié, que en Barcelona no pasa nada si la fruta viene de Aragón, los pimientos de Murcia, la carne de Galicia, y el vino, ¡ay el vino!, de Rioja o de donde sea, (evitad, con perdón, la Ribeira Sacra), y tendrán que tirar de pasaporte para moverse, aunque no creo que se muevan.

Quiera el diablo que no se vaya el congreso ese de los móviles que te hacen la compra, que te llevan el coche con solo guiñarle el ojo, y que te hacen el suizo de Petrixol, sin colas, a las tres de la mañana, si te pones tontorrón. Que no se vaya el congreso, que alguien le diga a la alcaldesa, (que me perdone, pero lo de señora alcaldesa se me atranca), que quiera o no, sus ciudadanos, los que pagan su salario, necesitan esos quinientos millones de euros que se quedan en la ciudad, y aunque vengan de la mano de ese capitalismo execrable que a ella le da de comer, porque lo que está claro es que al presidente del parlamento catalán no le importa un comino, los suyos son los payeses, son los segadores, y esos no necesitan (aún) tanta pollada de teléfono inteligente, que lo de los robots lo arreglan ellos haciendo parir a sus hembras, que no hay mano de obra más fiel y más barata que la que va pariendo la parienta.

Y me estoy temiendo que el soterrado concurso para la nueva ubicación del evento, una vez desechadas las grandes ciudades europeas que te piden un pico por un tres estrellas en el extrarradio, y una pasta por un frankfurt industrial, intentarán cosas como Málaga, como Niza, pero, al final la cosa va a acabar en Dubai, seguro, que esos con tal de que le llamen europeos, serán capaces de sobornar a cualquiera con poder, y que quiera cambiar el yate.

Año tras año, se ha aprovechado el evento para joder la marrana, un año, huelga de metro, otro año, los taxistas, este los indepes jodiendo la marrana, y el chino de Samsung, con cara de que os vayan dando por el orto, que aquí vengo a vender “telefoninos”, y los sueños de los payeses bien poco me importan.

Así, que quizás deberíamos pensar en el caso de que el tal evento acabe un tierras del moro infiel, desviar de los fondos de ayuda a la agricultura leridana, a la ganadería gerundense, y gastarlos en la ciudad a la que el odio de todos estos le privará, con seguridad.

Ya sé que no es posible, pero apetece, que las peras aragonesas, las manzanas asturianas, los melocotones de Calanda, y el aceite de cualquier otro sitio.

No voy a ahondar más en el comentario, deseo con todas mis fuerzas que el World Mobil Congress, siga hospedándose en Barcelona, y obviamente deseo también que se restablezcan las condiciones que permitan al evento desarrollarse con la paz y el sosiego que necesita el mundo de los negocios para florecer.

Mientras tanto, recordaré a quien me quiera escuchar, que el peor boicot al mejor producto de Barcelona, que es el de recibir visitantes, lo está realizando la mugre independentista, desde su pocilga de tierra adentro.

Con su pan se lo coman

 

Viaje a la India, continuación.

 

La bella imagen del Tahj Mahal la ha difuminado tanta miseria, tanto abandono de un tesoro imposible de olvidar una vez te has quedado como un pasmarote viendo desde el jardín de acceso la imponente mole de mármol blanco impoluto, salvo por las cagadas de las palomas.

Trece años después aún tengo en la retina la impresión que me dejó aquel cúmulo de impactos sensoriales que supuso mi paso por Agra. También supe en aquel momento que seguramente no volvería a pisar aquellas tierras, fueron demasiados años soñando con la leyenda del túmulo del amor eterno, cuando la realidad es que te enfrentas al fracaso de la ambición de un mogol, y al abandono de las generaciones que le siguieron.

Así que, no me costó demasiado esfuerzo volver a subirme en uno de esos ruidosos trenes que parece van a descarrilar de un momento a otro, como efectivamente pasa muy a menudo por esas tierras. Mi departamento en el que viajábamos varios extranjeros, y ningún hindú, destartalado y sucio, como corresponde, pero cómodo en comparación con las sombras que veía viajar en el techo de los vagones.

Rindo viaje en Jaipur, una bella ciudad/ciudadela roja como las arenas del desierto que la rodea, me recibe como toda la India ha ido haciendo a lo largo de mi viaje, con miseria y suciedad rodeando a la opulencia de un pasado que sigue abrazado a sus palacios y sus fortalezas.

Y así ves al encantador de serpientes, que agradece a su dios el haber recibido el don de que la cobra quiera estar con él, y así gracias a las limosnas poder seguir adelante hasta que se muera la cobra, hasta que la cobra le mate, o hasta que el diablo quiera, todo en manos de Shiva, todo en manos de Ganesh, todo en manos de Brahma, de Indra, de Visnu…

Que al final la cosa se arregla en la próxima encarnación, o no.

Y la muchedumbre por todas partes, se mezclan el taxi a pedales con el conductor de elefantes, sorteas (si puedes) la última plasta soltada por la vaca de turno, y piensas que tras estas experiencias, el sentido del olfato nunca volverá a ser el mismo

Ni el de la vista, que el cromatismo que te regala esta tierra es, como todo en ella, excesivo sobrepasa la paleta de cualquier pintor, es un mundo diferente, es otro planeta, son seres diferentes, y dignos de admiración, dicho sea de paso.

La arquitectura de la ciudad que es relativamente moderna me pareció razonable (pocas ganas tengo de describir la cosa), pero quédense sus gracias con ese cuento, que me maravillaron los palacios de los rajás, el palacio de los vientos que se dedicaba a las concubinas, siempre detrás de celosías, mármol por todas partes, jardines de agua limpia y fresca para los amos, las mil y una noches dentro de los palacios, y el infierno fuera.

En la bitácora de aquel viaje se repite día tras día el hecho de que la belleza que me ofrece esta tierra se destruye a cada paso con la miseria y la suciedad que lo impregna todo. No lo sé, pero quizás es el calor agobiante que me está acompañando el culpable, el termómetro baja con dificultad de los cuarenta grados, y es otro de los ingredientes que te impulsan a reacciones negativas.

Las carreteras es el otro ingrediente de esta tierra que saca de quicio a cualquier occidental domado tras decenios de multas, parece que se circula por la izquierda, fruto de la tradición romana, traída aquí por el Imperio Británico, pero no es una norma, es una tendencia, con lo que el caos está servido, ya que normalmente hay más tráfico que calzada, hay animales sueltos, hay vehículos de todo tipo, incluídos los coches. Yo siempre he pensado que para nosotros el mayor peligro en los viajes es el relacionado con el transporte.

Sigo mi viaje a través del desierto del Thar hacia Bikaner, son más de trescientos kilómetros de polvo, tráfico, baches, sustos…pero llegas, como el señor obispo, “rota, hija, estoy rota”.

La ciudad es un punto en medio del desierto, que se vió favorecida por el tráfico de caravanas, y estuvo bajo el dominio de los señores mogoles y por el turco. La fortaleza de Junagarh es realmente impresionante. Es como si el señor de la fortaleza quisiera dejar claro que su intención es masacrar desde las alturas la vida de su pueblo, que disfruta a cuarenta grados de las cloacas a cielo abierto. Es un salto al pasado, no sé a qué siglo, pero muy atrás, muy atrás.

Los perros y las vacas entre los puestos de comida, las ratas en las calles y en las habitaciones de los hoteles. Es lo normal, es la herencia de una saga de señores poderosos, del rajá que llegó a firmar el tratado de Versalles, que fue huésped de las casas reales europeas, y recibió en su palacio a la familia real inglesa. Recomiendo buscar referencias de este personaje, Maharaja Sir Ganga Singhji (Singh es la palabra usada en toda Asia para denominar al tigre), en donde podáis, especialmente en la British Enciclopaedia. Hay que escapar de estos personajes que dejan como legado fastuosos palacios y la más absoluta miseria a sus ciudadanos.

El sij que lleva mi coche se adentra en el desierto, de nuevo mis rezos por la salvación de mi alma, que no veo el momento da cambiar el peligro del asiento trasero del Peugeot, por el peligro de la cena que me espera en Jaisalmer, siempre que no se cuele una cobra en busca de dueño en la ducha de mi hotel.

Y la ciudad, la fortaleza está de nuevo enfrente de mí, otro enclave del comercio del desierto, enclave de caravanas, otro lugar de palacios amontonados, abigarrados, eso sí, sobre montañas de mierda, lo de cada día, la vida desbordándose y yo empeñado en no dejar que traspase los muros de mi burbuja perfecta, aislante. No debo quejarme demasiado de la actitud de los Maharajás.

Eso sí, de noche en el campamento fuera de la ciudad, y bajo las estrellas del desierto pude disfrutar de la música local. No hubo visitas de las concubinas de la ciudad, pero no importó, que no trabajo para ninguna ONG.

El viaje continúa para buscar la experiencia de la filosofía Ayurveda, que se supone va a llenar mi espíritu de paz, que va a arrancar las angustias que la desigualdad que llevo viviendo de forma tan cercana va a desaparecer. Así entre montañas, aparezco en una especie de hotel monasterio, minimalista, con luces tenues y música muy suave, si, de esa que te dice…meditaaa, meditaaa.

Pero a la hora de la cena lo que me ofrecen es una comida occidental, una carta de vinos y champagnes que para sí la quisiera el bueno de Alain Ducasse, muy Ayurveda, con flores en mi cama, con perfume en el agua de la bañera, todo muy puesto, todo muy artificial, todo muy de hostelería suiza…¡quién me mandaría a mí!.

Udaipur, me llamó la atención por la posibilidad que ví, desde Madrid, de alojarme en un hotel mítico, en medio del lago, el Lake Palace, y a fe que no me defraudó, que ya iba yo preparado con mi uniforme de brigadier británico, con mi chaqueta roja, dispuesto a ponerme ciego de gin tonics, y a fumarme un buen puro. No lo recuerdo, pero creo que cometí el error de buscar el lujo extremo, que se difuminaba en canto dejaba la barcaza que me dejaba en tierra para pasear por la ciudad. El palacio del Maharajá, era la última frontera.

Delhi de nuevo, esperar mi avión hacia Munich y Madrid, en la piscina de un hotel de negocios occidental (Intercontinental creo), compartiendo espacio con los monos que intentaban quitarte los cacahuetes del aperitivo mientras los perseguían los empleados del hotel con varas largas.

Pensé, para despedir el viaje y la experiencia, que los empleados hubiesen actuado igual si hubiesen en vez de monos sido parias en procesión los que se hubieran acercado.

Con su pan se lo coman

 

Viaje a la India

Viajar por el Rajastán era algo que siempre me apeteció, y allá por 2005 carretera y manta a lomos de Lufthansa, me dejé caer por Delhi, con los ojos abiertos y con los prejuicios que lleva encima la condición de occidental blanco cabrón que ostento.

Fue llegar a Delhi, y sentir que de golpe se me había caído toda la India encima, y es que dejar la pulcritud de la clase business de Lufthansa y de repente recibir el vaho extremo de calor húmedo a las siete de la mañana, uncido con mil aromas diferentes que reconoces con dificultad te devuelve de nuevo al hecho de que vives en el mundo, rodeado de ese factor humano del que los occidentales tendemos a aislarnos tan fácilmente en esas burbujas artificiales en las que tendemos a escondernos.

De la mega urbe que es Nueva Delhi, se dice que tiene cerca de veinte millones de habitantes, pero creo que ni idea, ya que la sensación de descontrol el terrible. Pero dejaremos la cosa de que en esta ciudad, la más contaminada del mundo, vive mucha gente, bueno, malvive mucha gente.

Digamos, por un decir que hay tres Delhi, la del poder que ocupa los viejos y mastodónticos edificios coloniales, y desde donde se pretende gobernar y organizar a los mil doscientos millones de habitantes del país. Me pareció un escenario de opereta, sangrienta, pero opereta.

Muy Mountbaten, encerrados en su palacio, reciben embajadores, y de vez en cuando, el pueblo, o una facción rival, se cabrea y los para a cuchillo. Pues bueno. Los Gandhi saben mucho de eso.

Hay una pequeña clase media, de la que ya he hablado en esta serie, con ganas de llegar, con hambre de progreso, que ya veremos a donde llegan, que por el momento apenas forman parte del corrupto funcionariado, o de los comerciantes de los mercados infectos, o quizás de empleados de alguna compañía extranjera que cobran un pequeño salario.

El resto es pobreza, pero pobreza como no somos capaces los occidentales de concebir aunque la veamos delante de nosotros. Viven como pueden, apenas sobrepasan los treinta años, y transportan a la vista todo lo que tienen, que no es más que suciedad, miseria, y enfermedades.

La ciudad nueva, Nueva Delhi, no es más que una creación del brutal colonialismo británico, diríase que no tiene casas, que todo son grandes avenidas arboladas, aptas para desfiles con tufillo nazi, y con un arco de triunfo, “La puerta de la India” en honor a las decenas de miles de muertos indios durante la Gran Guerra, aquella que sumió a Europa en un baño de sangre allá por los albores del siglo pasado.

Al final la Delhi vieja, abigarrada, en donde la lucha por la vida, por el sustento cotidiano es la directriz principal. Los rijksows, las bicis. Los Tata, las motocicletas, el enjambre humano de una ciudad viva, que muere a cada momento.

Claro, que yo sigo en mi burbuja de tarjetas de crédito, coche con aire acondicionado, hotel de cadena internacional, en fin todo lo que me mantiene a salvo de este entorno en el que ya llevaría décadas muerto.

El hambre no les gusta a los gatos, y no se ve ni uno, perros pocos, famélicos, sarnosos y apaleados, que el dominio aquí es de los monos, que buscan su parte robando comida atacando a quien se descuide, y posiblemente dejándote alguna infección por añadidura.

La comida la encontré sencilla, y al europeo, en principio nos asusta, ya que el riesgo de que te haga un roto, es grande, así, que lo mejor el arroz hervido, Buenos tés, que por cierto vienen de Inglaterra, aunque se cultiven aquí, que lo que queda como local es imbebible. Cosas del colonialismo ye de los mercados internacionales, y sobre todo de una tierra en la que entró desde Alejandro Magno hasta Genghis Khan, que por cierto dejó el famosos fuerte rojo en el centro de Delhi y que es una fortaleza prácticamente derruída excepto el minarete, y la zona de las abluciones y oración al aire libre.

Dejo Delhi, me subo en un tren infecto, eso sí en la clase de los turistas, que en la de los locales ni se me ocurre, y tricu tricu, hacia Udar Pradesh, es decir a Gwailor, su capital, otra de las diez ciudades más contaminadas del mundo pero con un pasado mongol y una herencia arquitectónica notable, encabezadas por una fortaleza que mantiene tras seiscientos años de luchas y deterioro, un interesante e imponente aspecto, gallardo y noble a la vez.

Una tumba sufí, mezquitas y templos hindúes del siglo X, dan la medida de lo que fue, ya que hoy te envuelve la miseria en sus mercados callejeros, la pobreza de los más desfavorecidos que te encuentra a cada metro que caminas, las heces en la calle, la supervivencia más básica en las peores condiciones.

El calor es asfixiante, la humedad extrema, los olores, el ambiente, no son los más adecuados para un europeo de esos de copita de champagne antes de comer. Ni me planteo tener que buscar un sitio para aliviar las tripas, no me lo planteo. Mejor no necesitarlo.

Otro paseíto en el tren peligroso y destartalado, en el que te ofrecen un bocadillo de no sé qué, que vas en la clase de los ricos. Mejor no tocarlo, que lo suyo es llegar a Agra sin retortijones, que la tierra del Tahj Mahal, y su templo funerario es una de las etapas que en este viaje quise hacer.

Mi primera impresión de la miseria la encontré en la misma plaza de la estación en la figura de un mendigo que mostraba ufano una filariasis con las filarias saliendo por los agujeros de sus piernas. El hombre estaba feliz, despertaba el espectáculo que ofrecía la compasión de la gente, que le daba más limosnas que a otros mendigos. El llevaba el valor añadido de un número poco frecuente.

Visitar el gran monumento funerario de Agra fue una maravilla para mis ojos, a pesar del deterioro que estaban causando las palomas que anidaban en el interior de la tumba…en fin, que te cuentan una preciosa historia de hadas y de amor eterno, que uno que es muy crédulo, se traga, y además la tumba de los esposos uno junto a otro. Muy mono.

Lo que ya te dicen con la boca pequeña, es que el mausoleo era solamente para la esposa del Mogol, que en su delirio tenía planeado al otro lado del río su propio mausoleo, mucho mayor que el de su esposa, y….en mármol negro.

Parece que lo destronaron a tiempo.

Paseo por la fortaleza mogola, té a la británica, y siempre rodeados de pobreza y suciedad, llegas a celebrar que tu vida no se desarrolla por aquellos lares.

Es una tierra en la que sus habitantes han sido objeto de explotación contínua por parte del poder, que ha llevado a cabo todos los excesos posibles contra ellos. Y esos ciudadanos han tomado con paciencia absoluta la situación, durante siglos y siglos. Empiezo a pensar que las ideas religiosas que hay implantadas en esta tierra apoyan el esquema de excesos del poder.

Sin embargo, los locales nos miran a los turistas con una mezcla de curiosidad y picardía, quizás a veces hasta con miedo, y es que nunca sabremos qué es, lo que viniendo de lejos, les robó, generación tras generación, el derecho a una vida digna.

Mañana, más de lo mismo

La India moderna

Esa India que sobrepasará en población a China a la vuelta de menos de una década, se enfrenta hoy a retos en los que se juega su futuro como posible potencia mundial.

El crecimiento sostenido entorno al 7% de su PIB parece insuficiente para poder generar los recursos necesarios que permitan una renta per cápita que supere los menos de mil cien dólares que muestra actualmente.

El país que al día de hoy carece de una clase media con unas dimensiones que puedan resultar significativas, sigue arrastrando las secuelas del colonialismo que sufrió a manos de Gran Bretaña, y que sumió al territorio en una situación de la que posiblemente le cueste salir varias décadas más.

Narendra Mori, su actual primer ministro, intenta llevar parte de la producción occidental hacia su tierra, con el bonito slogan de “Hazlo en India” (Make in India, en vez del Made in India), pero para conseguir que eso ocurra y que sea significativo en las cuentas del país se deben abordar inversiones muy altas para que las infraestructuras del sub continente no destrocen el ahorro que ofrecen los salarios de miseria que puedan percibir los ciudadanos, en general poco formados siempre hablando en términos porcentuales.

Y es que no hay que olvidar el continuo flujo de indios con formación universitaria que abandonan el país, cosa que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo, o bien que son enviados por sus familias a estudiar en universidades extranjeras, y si vuelven es de vacaciones y las tasas de emprendimiento que se producen no indican un giro importante de la situación.

Por otra parte, este deseo loable de progreso se hace con un panorama en los próximos diez años de conseguir que alrededor de un veinte por ciento de la población, es decir alrededor de doscientos millones de personas alcancen unas rentas entre cuatro y veintidós mil dólares al año.

Lo más probable, es que en el eje económico Delhi-Mumbay si pueda alcanzarse unas metas de ese nivel, pero tengo muy serias dudas que sea extrapolable al resto del país que muestra tasas de analfabetismo y pobreza cercanas al sesenta por ciento de la población, y con el terrible dato de que el uno por ciento de la población ostenta el treinta por ciento de la riqueza.

Es cierto que en algunos sectores se están produciendo avances significativos, que multitud de compañías occidentales están confiando sus centrales de datos a la India, con resultados muy positivos, y que la industria cinematográfica, el famoso “Bolliwood” tiene una importancia interesante en la población urbana local, por supuesto, ya que fuera del país su impacto es puramente anecdótico.

No tiene la India un potencial en materias primas suficiente para que su explotación pueda ser considerada como una fuente de futuro sostenible, y por otra parte cuenta con el aspecto negativo de poseer unos índices de deterioro ambiental terroríficos, contando sus grandes urbes los records de ciudades más contaminadas del mundo, estando Delhi a la cabeza mundial, y contando en el ranking de la WHO con seis ciudades entre las más contaminadas del mundo, contando solamente con la calidad del aire.

  1. Nueva Delhi

2) Patna

3) Gwailor

4) Raipur

9) Ahmeddabad

10) Lucknow

No quiero pasar de largo sin considerar, que dejando a un lado la contaminación por partículas atmosféricas a la que se refiere el ranking de la WHO, la suciedad por otros motivos que se vive en las ciudades indias, especialmente en las más pobladas, y lo que significa para la calidad de sus ríos el poco o nulo cuidado que una población analfabeta en su mayoría, y carente de recursos económicos tiene de su entorno.

La religiosidad, que desde mi punto de vista va unida siempre a la pobreza, y que me perdonen los religiosos por la generalización, es otro de los elementos que los gobernantes indios tendrán que considerar muy seriamente a la hora de impulsar el progreso del país. Y es que varios millones de ciudadanos están continuamente en peregrinación, con lo que el perjuicio que puede causarse a la productividad sería notable, si de contabilizar esos recursos se tratase.

Pero es mucho más importante para el progreso de una India moderna, las tensiones que entre diferentes comunidades religiosas existen, ya que hacen que la tarea de los legisladores sea tremendamente ardua, ya que las costumbres de unos grupos religiosos son normalmente opuestos a los de otros, y siempre todos están enfrentados a legislaciones modernas, que en definitiva sustraerían un poder en manos de los religiosos, en favor del poder civil.

La democracia, existe en la India, pero es muy difícil hablar de democracia en una tierra con los niveles de analfabetismo que ostentan al día de hoy. Teniendo en cuenta que en las zonas rurales en las que se asienta una mayoría de la población, los regímenes locales cercanos al feudalismo, hacen que el clientelismo político, y consecuentemente la corrupción colocan a la India en el lugar setenta y nueve de ciento setenta y seis (datos de Transparencia Internacional).

Siempre he dicho que solo hay una cosa peor que adentrarse en una carretera india, y es coger el tren. Las dos son formas fáciles de morir. El país carece de infraestructuras al nivel que se requieren para conseguir que la población alcance las cotas de renta per cápita marcadas, más como sueño que como objetivo realista, desde mi punto de vista.

Nunca he dudado de la importancia de la espiritualidad de la India, pero si he dudado de que sea algo general. Creo que el fenómeno de los gurús fue potenciado en la segunda mitad del siglo pasado por el hecho de que gente famosa, como los Beatles, por ejemplo, buscasen, y quizás encontrasen enseñanzas útiles para reconducir sus vidas, pero ni los Beatles son todo el mundo, ni los gurus están por todas partes.

Hablaré con más detenimiento en próximas entregas, pero en pocos países del mundo de los que he visitado (alrededor de cien), he encontrado no en donde la vida humana tenga menor valor, en donde por nacimiento se te incluye en una casta que habrá de marcar de forma indeleble el resto de tu existencia, y con ello vengo a referirme al conflicto en el Hampshire entre dos reputados técnicos indios de diferentes castas.

Yo espero que las cosas vayan cambiando, que los crecimientos que las estadísticas gubernamentales se cumplan y sobre todo que sean ciertos. Espero que la industria que llegue a la India, con el “Make in India” del presidente Mori, no se circunscriba a las transformaciones agrícolas, o a la industria textil.

Espero que no haya más “Bhopal”(busquen, por favor “desastre de Bhopal”, en caso de que no sepan lo que ocurrió en 1984 en esa localidad), que la India no sea el reservorio de la industria sucia occidental, que puedan tener acceso a energías limpias a precios competitivos.

Pero también espero que el ser mujer en la India no represente el papel degradante que hoy se le ha adjudicado, que cesen los maltratos por contrato, las mutilaciones, las violaciones como forma habitual de comportamiento de parte importante de la población masculina.

Confío en que esa república casi federal de veintinueve estados y siete territorios de la unión que provienen de antiguos sultanatos, transformados en virreinatos durante el dominio colonial inglés, pueda superar sus altos niveles de analfabetismo, de pobreza, de malnutrición, de violaciones constantes de los derechos de las mujeres, de pandemias, de deterioro de su medio ambiente, pueda superar su situación y colocarla, una vez desarrollado su potencial, en el lugar que por su población y su posición geográfica merece.

Como colofón, quisiera remarcar que el brutal colonialismo británico, ha dejado una herencia miserable, ya que consiguió entre otras lindezas, que se rompiese el país al separarse Pakistán (oriental y occidental), formándose el actual Pakistán y Bangla Desh, creando una zona de tensión a escala local, con la guerra soterrada de Cachemira, que ha conducido a dejar en manos nada seguras un arsenal nuclear nada desdeñable, y que confío esté no solo bien protegido, si no que no se use jamás.

Seguiré si se me permite.

Por la India (1)

Hace algunos años, y aún me sorprendo al recordarlo, me contaron que en la fábrica que la empresa en la que trabajaba, hubo un conflicto entre el personal del laboratorio de investigación, que dicho sea de paso era de los más importantes del mundo en su especialidad.

Nada extraordinario que en un centro de este tipo en el corazón del Hampshire inglés, una de las zonas más desarrolladas y ricas del mundo pasasen cosas de esas. Pero lo que ya me pareció más curioso, es que el conflicto, que por cierto se resolvió poniendo a los dos implicados en la calle, estaba motivado por un problema de castas.

El jefe de investigación del área “X”, era de una casta inferior al adjunto que le nombraron, y que debía trabajar a sus órdenes. Ambos por supuesto eran, son, seguro que andan vivos y coleando, felices y llenos de hijos, indios.

No pudieron sobrellevar la situación, plantearon el tema al director de investigación, que por cierto era un hombre cultísimo y con una educación exquisita para ser inglés, y este tuvo que decidir prescindir de ambos.

Bien, vaya por delante la anécdota, para poder hablar de este país que según ciertos estudios habrá sobrepasado a China en habitantes allá por 2024, y muy posiblemente será la tercera potencia económica mundial en términos de PIB, que no en renta per cápita (andan por algo más de 1000 euros, en el pesto 143 de 198).

Y es que hoy ya ha sobrepasado a Canadá y a Italia, sin estar en el G7, y con el tercer ejército en número de personas del mundo, siendo además del club de armas nucleares, no lo tenemos sentado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Visité la India en 2005, y en algún momento seguro contaré desde estas páginas cuales fueron las impresiones que me llevé de aquel subcontinente, del que por cierto solamente paseé la zona del Rajastán, insuficiente para decir que conozco aquella tierra, pero bastante para tener una primera impresión de lo que significa esa amalgama de culturas, religiones, sectas, suciedad, pobreza, riqueza, contrastes, locura, modernidad, restos del colonialismo, misiones, ríos, infraestructuras que estarán funcionando hasta que se caigan, pero lo dicho, ya hablaremos de eso.

Según el informe McKinsey, en 2025 se espera contar con una clase media percibiendo unos ingresos entre 4000 y 22000 dólares de renta anual, y que pueden cifrarse en alrededor de seiscientos millones de personas.

Sin embargo al día de hoy las cuentas no sobrepasan los treinta millones, con lo que el progreso que estima el informe mencionado deberá ser extraordinario.

Pero como contrapeso, una tercera parte de la población, está viviendo con rentas de un dólar o menos al día, de forma que entre los retos de esta tierra, está el de incorporar como mínimo alrededor de diez millones de personas al año al mercado laboral, a riesgo de sufrir el desmoronamiento de todo el sistema.

Las tasas de infra-alimentación son extremadamente altas, más del 45% de la población infantil, que además no tendrá la oportunidad de alcanzar nunca, en el que será antes de una década el país más poblado de la tierra, la más mínima posibilidad de desarrollo personal.

Hace setenta años que se puso fin al colonialismo brutalmente ejercido por el Imperio Británico en la India, y que con el lema de divide e impera, consiguió separar y hacer irreconciliables a los hinduistas de los islamistas, a los sijs de los jainitas, a los budistas de cristianos, judíos, zoroastristas….

Este colonialismo entre otras cosas dejó un país destrozado, dividido, empobrecido, y con tasas de analfabetismo que aún hoy se calcula en tasas del 30-40%, y definiendo como analfabeto a la persona que no sepa escribir su nombre, por encima de eso ya estás fuera de esa estadística.

Las comunidades de este enorme estado federal en el que se hablan veintiuna lenguas reconocidas, más de mil seiscientos dialectos, y en las que que se usa el hindú y el inglés sobre todo en la administración y el estado, se han consolidado de forma bastante débil en una forma de estado federado, reconocido como una democracia liberal que dejó atrás sus coqueteos con el comunismo a tiempo.

Sin embargo el nivel de corrupción es demasiado elevado, de forma que poder avanzar en transformaciones útiles para la sociedad es extremadamente difícil.

Aunque hoy se nos muestren dos cámaras legislativas, y unas elecciones en las que se elige tanto al Parlamento como al Jefe del Estado y de Gobierno, los restos de clientelismo ejercido no solo por las estructuras de castas, o por los señores de tantas y tantas regiones que se unieron en su momento para formar el estado, si no por el hecho de que la mayoría de la población es analfabeta, y consecuentemente extremadamente manipulable y ausente de cualquier posibilidad de crítica.

Hay estadísticas que nos indican que entre la población rural, se cuentan en cerca de doscientos cincuenta mil los suicidios al año. Son cifras difícilmente asumibles, especialmente si se profundiza un poco en la situación de las infraestructuras, en las que el transporte por carretera es un verdadero infierno, el ferrocarril sigue siendo el que dejaron los ingleses, y que no ha sido renovado prácticamente, y que solo en el metro de Mumbai cuenta en tres años más de tres mil quinientos muertos.

Es todo excesivo, de la misma forma que es excesiva la población de este subcontinente que además cuenta con una situación estratégica al ser punto de paso de más del 90% del tráfico marítimo entre Oriente y Occidente.

Quizás entre las esperanzas que aún le quedan a este gigante se cuenten la juventud de su población, aunque siempre es el mismo tópico, y el mismo espejismo, ya que sin una inversión extraordinaria en educación, o en posibilidades para las élites educadas de desarrollar una profesión en condiciones dignas dentro del país, seguirá fomentando la huída hacia occidente de lo mejor da cada generación.

En próximas entregas, quisiera desarrollar la situación geoestratégica, sus roces con China y Pakistan acerca de problemas territoriales que proceden de la época colonial, y que han quedado enquistados, me temo que por décadas.

Como colofón intentaré contar mis experiencias por parte de esa tierra, que desde luego, me dejó una profunda huella, pero muy lejos de la espiritualidad, de los chamanes, del mundo Ayurveda, y en definitiva de la publicidad que nos llega a occidente.

Con pan lo comeremos

 

Todo dentro de norma

Esto no es normal, o bien “lo normal es que…”, me soltaba el otro día un amigo, mientras detallaba la supuesta anormalidad de la situación que le había acontecido.

Pues quizás sea esa la gracia de la cosa, que con tanta normalidad acaba uno “normalizado”, que parece una línea más de la ISO 9000 que cumpla al caso, y los espíritus libertarios, o liberales evolucionados procuramos huir de la normalidad.

Eso sí, evitando la zafiedad, el mal gusto, la grosería, que de todas formas son elementos de lo más normalizados en nuestra vida, y eso que excluyo ya cualquier forma de agresión, que no es ese el camino que hoy quiero transitar.

Parece que nos hemos acostumbrado a circunscribir las reacciones a los estímulos que nos presenta el entorno, a unas pocas posibilidades que aceptamos como normales, con lo que dejamos, en aras de nuestra comodidad, de explorar otras facetas de nuestra respuesta o de nuestra consideración.

Y pienso que es algo que nos empobrece, y que acaba siendo tan aburrido como la tal ISO 9000 que mencionaba antes.

Cierto que con el nivel de adoctrinamiento y manipulación a que estamos sometidos, el riesgo de acabar siendo el bicho raro del grupo es tremendamente alto, pero ¿qué importa?, es en definitiva lo que puede diferenciar un grupo humano de un rebaño.

Yo me paso la vida jugando a eso, y me divierto una barbaridad, repito, procurando no caer ni en la zafiedad ni en la ofensa, que no se trata de eso, sino de buscar reacciones o respuestas no esperadas, que fuercen de alguna manera al interlocutor a utilizar vías en sus conexiones cerebrales poco o nada utilizadas.

Y ciertamente nada tiene que ver con las ilegalidades morales a las que nos enfrentamos cada día varias veces y que no son más que intentos, `pase lo que pase, del sostenella y no enmendalla, como lo que nuestro querido Tito Trump nos ha regalado como respuesta a la nueva masacre de estudiantes en un colegio de su país. Que joderos, que se siente, que el tío estaba zumbado, que miraremos a ver cómo controlamos a esos locos, cuando quizás hubiese sido normal atajar el problema de raíz con una reacción diferente.

Tampoco parece normal que en mi querida Catalunya se empeñen los que creen ostentar el poder en insistir en caminos ya transitados en la Segunda República, con los mismos personajes aunque con distintos nombres. Y es que el paralelismo entre las reacciones entonces y ahora son evidentes. Menos mal que no se prevé un golpe de estado por alguna facción extremista del Ejército Español, con lo que Puigdemont tiene garantizado que no será pasado por las armas, tras un juicio/farsa sumarísimo. Es lo que tienen los estados de derecho.

No es normal que en nuestra querida España el salario que reciben los trabajadores no sean suficiente para evitar la exclusión social por pobreza, ni que haya por la misma causa un veinticinco por ciento de niños corriendo ese riesgo.

No, no es normal que a través de asociaciones supuestamente soportadas por caridad, tanto estatal como privada, se blanquee dinero, se paguen salarios de seis dígitos a ejecutivos que deben aplicarse a que la parte más sustanciosa del famoso 0,7% vaya a su proyecto, a su negocio, y que para ello si hay que tirar de difamación, o de atacar a otras asociaciones similares, se haga sin pestañear.

No es normal que el mundo noroccidental cierre los ojos al drama que supone a la gente del sur, a la gente del este su intento de mejorar su vida, de huir de las guerras, soportadas en buena medida por el ansia de poder de Europa, de USA, de Japón, de China, de Rusia, por el ansia de controlar rutas comerciales, explotar materias primas al menor costo económico, y al mayor costo humano posible.

No, no es normal que por el hecho de que niveles de cultura básicos no estén disponibles para la mayoría de la población del mundo, se sigan manteniendo prácticas humillantes y perniciosas para las mujeres, en aras de anacronismos tradicionales, que aún hay gente que se esfuerza en defender.

No, sigue no siendo normal que las diferencias entre las clases más favorecidas en la sociedad mundial, tiendan siempre a agrandarse, no siendo normal que haya fortunas personales que pueden ser múltiplos del producto interior bruto de casi la mitad de los países del mundo.

No, no es normal que haya esclavos de todo tipo en el día de hoy, que sea algo bien sabido por aquellos que detentan el poder, que la cifra multiplique por veinte o treinta la del total de seres esclavizados en más de tres siglos transportados a América desde Europa.

No es normal que entre esos esclavos haya niños, que morirán en los trabajos más insalubres, o que haya niñas que son vendidas por sus familias para ser destrozadas en la prostitución más sórdida. ( perdón por la forma de decirlo, que cualquier forma de prostitución es sórdida en grado máximo).

No es normal que se asesine de forma indiscriminada en nombre de algún dios, en nombre de alguna moral, la que sea, no, no es normal, pero sucede cada día, y nuestro Occidente opulento solamente reacciona si el crimen mata personas de casa, que a nadie le importa si en Kabul acaban de matar en un mercado a doscientas personas en nombre de….¿qué importa?.

Y no es normal que todas o algunas de estas cosas y otras similares, nos parezcan normales, que no consiguen que nos movamos y conseguir atajarlas, no es normal que cuando alguien nos pide la representación de nuestros intereses para defenderlos en los foros políticos y de poder, no exijamos que nos ofrezcan panes realistas de como retornar el equilibrio en estos o en otros supuestos similares, que no es normal que nos dejemos engañar tantas y tantas veces por las mismas personas y en casos idénticos.

A lo mejor el adoctrinamiento es mucho más eficaz de lo que podamos creer, y es mucho más agradable pensar que está fuera de nuestro alcance, y perdernos en el “soma” de la pantalla de nuestro teléfono inteligente, que por cierto nos hace cada día más imbéciles.

Y sí, no es normal que me meta en camisa de once varas, una vez y otra, sin apoyar a ningún patrón, solo porque me apetece decir lo que pienso y su contrario.

Con su pan se lo coman

La ONG

Hacer leña del árbol caído no está bien, es muy feo, y lo de OXFAM te hace pensar en esta historia de las organizaciones no gubernamentales de una forma que no sé si a ellos les gustaría demasiado.

Y es que lo que nos cuesta entender, a los que somos de natural bien pensantes, es que este tipo de organizaciones no distan demasiado de cualquier organización empresarial, de esas con ánimo de lucro, y que cotizan en los mercados internacionales.

En su base hay que constituir una sociedad, como cualquier empresa, aunque en vez de acciones a repartir entre los socios hay aportaciones fundacionales de los promotores, lo que no está nada mal.

Tras eso, hay unos objetivos a desarrollar, y es lo que hay que vender para obtener los fondos necesarios para el funcionamiento del proyecto.

Y a rodar, que como no hay beneficios, que como las aportaciones son bien estatales (el famoso 0,7%), o de buena gente bien intencionada que aporta su óbolo en el convencimiento de que tanto el fin de la organización, como los trabajadores, los voluntarios y todo lo que rodea el proyecto son algo digno de apoyo.

Yo nunca he pensado en preguntar a una de estas ONG, cosas tan simples como el salario de sus dirigentes, o si a los empleados se les retribuía adecuadamente, más incluso, por ejemplo las condiciones de viajes, dietas, y demás mandangas de los altos cargos que se deban desplazar para asegurar que se cumple con el objetivo.

Tampoco sé si existen mecanismos de blanqueo de dinero detrás de las donaciones, o si en los países en los que se desarrollan las actividades, hay mordidas necesarias para satisfacer a los funcionarios locales.

Nunca se me ha ocurrido preguntar quién audita a estas compañías, a estas organizaciones, tampoco se me ha ocurrido preguntar si por parte de las autoridades fiscales hay algún control sobre sus movimientos financieros, y en caso afirmativo, no sé dónde se publican los resultados.

Lo que sí sé es que la cantidad de dinero que mueven es realmente importante. Un 0,7% del PIB español es una cantidad no lejana a los mil millones de euros, que aunque no se libere en su totalidad siempre, no me importaría saber a quién se le ha entregado, y sobre todo cuál ha sido el resultado de esa entrega de dinero.

Las aportaciones privadas, son desde luego harina de otro costal, que cada uno hace lo que puede con su dinero, y allá cuentas. Pero siempre me pregunto la razón de por qué hay detrás de cada deportista de relumbrón, detrás de muchos empresarios que lo han conseguido todo, una fundación, una ONG, una puerta en definitiva para mover un dinero que a lo mejor no está lo suficientemente controlado por las autoridades.

Me cuesta no creer que una de las razones no sea la de una campaña de márketing tendente a diluir el mal efecto que en la imagen de la compañía o de su propietario que soportan la fundación puede acarrear las actividades normales del negocio al que se dediquen.

La sucia historia de la inglesa OXFAM, que está estos días de funesta moda, me hace pensar si estamos en un movimiento orquestado contra ella por algún competidor, que todo podría ser, que aquí la competencia está en la obtención de dinero público, y si se le corta la subvención inglesa, o incluso europea a esa asociación, alguien la recogerá, o al menos una parte.

Que hayan salido a la vez tres escándalos afectando a OXFAM, me hace pensar que a lo mejor, la cosa no es casual, que hay más cosas detrás, de esas que uno no entiende, de esas que no se publican. Seguro que no es así, pero haberlas haylas.

Recibo estos días un correo de OXFAM, firmado por un director de España, dando unas torpes explicaciones a lo sucedido en Haití, y solicitándome asociación a su proyecto. Bueno, gracias de acordarse de este pobre jubilata, pero es que al minuto de recibir el correo me dicen los voceros que en Guatremala han detenido por corrupción a un directivo de esa organización, que en el Reino Unido, parece que se abusaba sexualmente de becarios….que. Bueno, todo un presunto asco, que hasta que un juez diga lo que hay todo es presunto, como lo es mi adscripción como socio a la tal OXFAM.

Veremos lo que tarda en aparecer otra lista de problemas relacionados con otra de estas Fundaciones, Asociaciones, ONG, que estas cosas las carga el diablo, y la venganza es un manjar que hay que degustar frío.

No voy a entrar en lo que significa en demasiados casos la presencia en zonas de conflicto bélico de los famosos cascos azules de la ONU, son fuerzas en general de interposición que en teoría deben evitar conflictos, pero en demasiadas ocasiones se repiten los actos de transgresiones de sus componentes a las más básicas normas de ética y respeto a las poblaciones que pretenden proteger.

El abuso sobre mujeres en estas zonas, ya deprimidas de por sí, es algo que con demasiada frecuencia acaba saliendo a los medios de información, y supongo que en caso de que sea cierto, se habrá castigado adecuadamente a los responsables, pero sinceramente me cuesta creerlo.

Y que nadie olvide que es un abuso dar dinero a una mujer para mantener relaciones sexuales, aprovechando su hambre.

Y lo digo por el tono con que el asunto de Haití ha sido tratado, al decir antes que nada, que las mujeres que fueron objeto de abuso por parte de los miembros de OXFAM, eran prostitutas.

¡No me jodan!, personas que lo han perdido todo, que buscan algo para comer, para sobrevivir, con la mayor de las destrucciones imaginables a su alrededor, no merecen ser insultadas públicamente en los telediarios, en la prensa, en todas partes, porque alguien muy rico les diese un puñado de dinero y sentirse menos ruín por abusar de ellas, de su necesidad, y de su miedo.

No sabremos nunca cuánto pagaron estos presuntos cerdos por cada servicio, no sabremos nunca el nivel de humillación que debieron sufrir esas mujeres a manos de profesionales de esta organización, lo que sí sabemos es que nadie denunció los hechos de forma que estas personas quedasen incapacitadas de por vida para volver a trabajar en supuestas organizaciones humanitarias, que el escándalo aparece siete años después de los hechos.

Yo no creo en las casualidades, ni, en general creo demasiado en estas organizaciones.

Pero cada no es cada uno.

Con su pan se lo coman

 

 

Algo de tedio

Mucho tiempo llevo sin hablar de mi tierra, de Cataluña, que es la de origen, que la de adopción, la Villa y Corte, no da para muchos ruidos, lo que es de agradecer.

Y es que por los madriles, desde que nos gobiernan señoras, es decir, muy señoras mías, las cosas parecen tranquilas. Claro, si olvidamos esas metidas de mano en la caja que parece dicen que los de la Puerta del Sol hicieron en su momento, o que para inaugurar una estación de cercanías se tiran dos o tres años sin pestañear, con las obras acabadas, peccata minuta, peccata minuta.

Que sí, que nos quieren caminando Castellana arriba, Castellana abajo, que la Gran Vía ya nos la conocemos, que los coches nos molestan a los jubilatas de banco y petanca, y llenan de dióxido de nitrógeno de la Volkswagen los pulmones de los trotadores, y me rinden menos que un árbitro de tercera.

No sé muy bien cómo acabará la cosa, que los de Uber lo mismo se cabrean si los habitantes de esta ciudad tenemos que caminar por Recoletos, con nuestro perrillo bien sujeto con su correa, no sea que salga disparado detrás de uno de esos trotones, o de la bici del amigo puteado de Deliveroo.

En fin, que las cosas por los palacios de gobierno por tierras manchegotas, siguen su curso, y a mí me viene bien, aunque reconozco que en el fondo, miro hacia mi pueblo y pienso en lo que se están divirtiendo por aquellos pagos.

Conseguir que doña Colau esté calladita, es uno de esos milagros que hacen renacer en uno la fe en cualquier cosa, no es algo que pase todos los días a mis años, que no sé si le aprueban el presupuesto, y es que lo de las pernoctaciones a un euro la noche se les está viniendo abajo, y hay que cambiar las mantitas de los caballos de la Guardia Urbana.

Cosas de los de la casa de enfrente, que anda triste y sola, parece una nueva Fonseca, y los libros (quiero decir las Moleskine) no están en el Monte de Piedad, que los tiene su señoría. Cosas que pasan.

Y ya en el Parque de la Ciudadela ni te cuento, no se aclaran, los de la CUP que les den la República, los de Esquerra que tienen al señorito enrejado, y no saben qué hacer para sacarlo de la “presó”, y los de la vieja Convergencia, a ver si le mantienen los ciento noventa mil chufos anuales al bueno de Puigdemont. Pero no hay forma.

Y digo yo, que con los viajes a Bruselas que se está montando esta peña, habrían pagado las obras del AVE de Sagrera, seguro, o los dineros a los viejecitos que no pueden hacerse solos la cama en casa.

Eso sí que es marcheta de la buena, que parecen las fiestas mayores del Poble Sec, con permiso de Serrat, claro, y es que cada día nos llega algo a nuestra prensa, esa que se lee en el móvil, de que unos sí y otros no sé.

Envidia de la buena, aunque lo que menos apetece es acercarse a dar una vuelta a ver la Sagrada Familia, y no es por nada, que sigue siendo igual de chula, como la casa Batlló, o la Catedral del Mar (por cierto están empapelando al autor los de Hacienda, que dicen les faltan unos flequitos por liquidar, y no sé yo la cosa), pero es que hay dos millones de pesados, que como te descuides no te echan un poquito de Campari al vermut de Reus, como crean que tu acento catalán no es por lo menos de Camprodó o de la Seu d’Urgell.

Hasta el Barça se tambalea, que viene el Geta a pasear por la Diagonal, y les trinca un punto y deja a la afición al pié de los caballos.

Ya lo que les falta a esta casi mitad de catalanes, que se descubra un lenocinio en el chaletito de Waterloo, y que se paguen las colepoterras con dineros del Omnium o de la ANC, que peores cosas se han visto.

Pero al menos por mi tierra andan distraídos, que por estos pagos, andamos más bien aburridos, y es que salir a que te atropelle una bici el domingo por el Paseo del Prado, como máxima distracción no sé si es de recibo, no lo sé, de veras.

Y si os habéis fijado, ni siquiera la historia de Tabarnia parece que sea algo más que la boutade de un cómico, y mira que me gustaría una cosa de ese jaez para animar los telediarios, siempre y cuando los asuntillos colaterales no nos salpicasen de demasiada sangre.

Que se pone uno a pensar en esas tierras del otro lado del Mare Nostrum, y ves la cirugía sangrienta que se llevó a cabo para eliminar los de etnia o raza o lo que sea diferente de la etnia dominante, y no me apetece.

Que al español constitucionalista de Ripoll, me lo queman en la plaza pública, como al catalán indepe de Tabarnia.

Y es que nada hay peor que la exaltación del nacionalismo en aras de unificar el grupo humano de tu pueblo.

En esa línea, aplaudo con todas mis fuerzas la eliminación en la pruebas de acceso a empleos públicos de los idiomas regionales, y es que yo quiero que mi médico sepa curarme, no que sepa decirme en salat en euskera, o en catalán de tierra adentro, que no sabe lo que tengo, y que por supuesto me muero. Agradezco pues la iniciativa de esas mujeres baleares, y que cumpla el ejemplo.

Por otra parte, sin novedad en el frente, que por lo demás los teatros se llenan, siguen dando de comer en los restaurantes, y los que no tienen andan cada día peor, pero ya se sabe, nunca en la historia de la Humanidad fue buen negocio nacer pobre, o ser esclavo, así que habrá que esperar a otra reencarnación para ver cómo se reparten las cartas.

Con su pan se lo coman

 

La portavoza

La incultura, la entiendo como falta de cultura, y el término me parece absoluto, es decir si tenemos cultura parece que la tenemos toda, y si somos incultos, no tenemos nada de nada, cero patatero.

Pero las cosas no están para verlas blancas o negras, en términos absolutos, y claro decir que esa señora que se nos ha erigido como “portavoza” de no sé qué, es inculta posiblemente no sea lo más acertado, ya que en algún ámbito de su “portavocec” seguro tiene algún uso que en ciertos ámbitos pudiera considerarse como cultura.

Que hay temas muy básicos que estoy casi seguro que practica, como por ejemplo salir de casa con las carnes cubiertas, o tirar de la cadena de vez en cuando, una vez plantado el correspondiente pino, (quede claro que no es necesario hacerlo todas las veces, ni muchísimo menos, digamos que si lo hace una de cien, eso ya le diferencia de los primates, que seguro no lo hacen nunca, especialmente si viven en la selva.

Así, que me permitiréis que considere a la tal “portavoza”, como una persona culta, claro, siempre dentro de los límites de tirar de la cadena del mal llamado inodoro una de cien, que no está nada mal.

Pienso que si la cosa sigue por estos derroteros, nos vamos a encontrar con una nueva especie humana, el H.sapiens sapiens, parece que se está diluyendo, y como fruto de ello, a la hora de redestilar la dilución van saliendo nuevas especies, subespecies si se me ponen ustedes muy técnicos.

Las derivaciones que la Inteligencia Artificial (perdón por las mayúsculas, pero a partir de ahora, si me acuerdo, me pondré anglosajón y tiraré de acrónimo, es decir I.A.), posiblemente nos conduzcan, si no ,lo han hecho ya a H.cyborg, bichejo aburrido, parece que totalmente alejado de los pecados de la carne, que el cuerpo no piensa sea algo importante, más bien lo considera un soporte muy improductivo, y juega al ajedrez de maravilla, es inmortal, y cuando consiga dominar el tema de las conexiones sinápticas, podrá llevar cerebros en un lápiz de memoria.

A lo mejor, y si las leyes de la robótica funcionan como Dios manda, al ser la tal inteligencia artificial, la vida de los H. sapiens sapiens que queden al menos estará al abrigo de asesinatos o dolo por parte de esa nueva especie. Pero a lo mejor no, que como ya son otra cosa se defienden entre ellos y se dedican a apiolarnos como especie competidora. Ni idea, ni idea.

Lo del otro producto de la destilación no sé cómo llamarlo, que la “portavoza” en eso del latín, no sé yo, y lo mismo eso de Homo sapiens sapiens, ya no le viene por machista, y propone (en el improbable caso que sepa de qué coño estamos hablando) algo como Hembra sapiens sapiens, muy independiente del estado central machista del Homo sapiens sapiens, y nos regala la posibilidad de una nueva especie que no puede reproducirse consigo misma, y debe buscar otra especie para la procreación. Mucho me preocupa, que empiezan luego los leguleyos con esas cosas del animalismo, y nos encontramos todos abocados a la desaparición y al onanismo, con lo que eso cabrea a ciertas instancias religiosas.

Pero quizás lo de esta “portavoza” no sea más que la aparición de un mutante, (una mutanta diría la tal dueña), y no debamos preocuparnos en demasía, pero no me fío, que llevan razón, que cuando veo miembras de esa especie, las veo como especie diferente, y las ganas de iniciar el cortejo para la posible reproducción bajan a niveles solo comparables a las ganas de ser cortejada de la segunda parte contratante, con lo que el hecho de que son otra especie va tomando forma.

Pero lo que quizás se me haga más difícil es aceptar que estoy delante de personas incultas, que tienen su cultura de la que somos ajenos, ya que una “especímana” de Hembra sapiens sapiens, tiene su propio idioma, sus formas de comunicación, sus técnicas de alimentación, su cauces para juzgar y tratar de adaptarse a su entorno, y los especímenes de Homo sapiens sapiens, no somos quién para emitir juicios sobre especies diferentes, y mucho menos bajo nuestro prisma, que no es más que algo muy subjetivo.

Lo que de alguna forma me preocupa, es que esa nueva especie se va introduciendo en el ecosistema que hasta ahora era patrimonio del Homo sapiens sapiens, y al tener una expresión fenotípica que puede confundirse con la mitad de los especímenes del Homo sapiens sapiens, nos puede llevar a situaciones tan injustas como el afirmar que la “portavoza” es una inculta.

No y mil veces no, es una “miembra” de la especie Hembra sapiens sapiens, con su cultura independiente, con sus filias y fobias expresadas desde lo más profundo de su ADN, y deberíamos ser más respetuosos con las otras especies que pueblan nuestro mundo, que Homo sapiens sapiens, ya sabemos, es el depredador universal.

No entiendo muy bien el interés de esa nueva posible especie en infiltrarse en nuestra sociedad, quizás es que nos quieren exterminar, o quizás son una especie alienígena que viene a poner orden en este planeta que hemos dejado hecho unos zorros. Nadie lo sabe, que al adoptar formas antropomorfas, nos tienen de lo más despistados, y seres híbridos parece que los hay (las técnicas de clonación permiten maravillas y trocitos de ADN de aquí y de allí, permiten incluso su integración en portavocías).

De todas formas, y sin manual de instrucciones se diferencian a poco que nos fijemos de los miembros femeninos de nuestra especie, a saber.

  • Muestran sus diferencias culturales de forma agresiva, para que tengamos en cuenta que son incipientes y deben ser muy tenidas en cuenta.
  • En general tratan de mostrar las características de su cultura a voz en grito, que piensan que en caso contrario nadie les oye. (no se dan cuenta en su percepción que “oírlas se las oye”, pero “escucharlas”.
  • El aspecto externo, eso que llamamos “look” en nuestro círculos más imbéciles, es tirando a guarrete, que los cánones de elegancia de esa nueva especie, son diferentes a nuestros usos, lo que no los hace forzosamente peores. Son solo diferentes y hay que respetarlos.

La ausencia de elementos culturales similares a los de nuestra especie en su cultura, nos hace caer en el error de considerarlas incultas, y no, que el que no tengan aún una literatura amplia, que su música sea incipiente, que sus creencias religiosas aún no estén fundadas, que su estética sea tan diferente a la nuestra, que su ética no sea del todo aristotélica, no debe conducirnos más que al hecho de que son de otra especie, y hay que evitar dañarlas, y procurar entenderlas.

Mañana hablaremos del H.cyborg, o no.

Con su pan se lo coman

 

Teléfonos de sangre

No sé dónde lavarme eficazmente la sangre con la que mi teléfono móvil ha manchado mis manos. Y es que me temo no hay agua suficiente en los siete mares para la tal tarea.

Y es que se estima en más de cinco millones y medio las muertes producidas en la guerra que sacude desde 1998 el Congo por el control de la producción y el control del puñetero coltan, la fuente del tantalio tan importante para la industria electrónica, en donde mi teléfono móvil, y otros cientos de cachivaches que rodean mi vida, tiene sus orígenes.

Cierto que no es solo el centro de África donde están los yacimientos, cierto que las estimaciones de las reservas de coltan en esa zona cerca del 80% de las reservas mundiales no son muy fiables, cierto también que no es cuestión de la República Democrática del Congo únicamente el origen de la sangre que mancha nuestra tecnología.

Que aunque se vean en reportajes de televisión realizados por reporteros casi suicidas, las minas a cielo abierto, sin ningún tipo de protección de los esclavos (si, esclavos negros esclavizados por negros en primera instancia), donde si no se muere por un desprendimiento, se muere por inanición, se muere por cualquier tipo de cáncer que gracias a la radioactividad de las zonas mineras va socavando la salud de los seres humanos que extraen el maldito mineral, son los países vecinos de la República Democrática del Congo, Ruanda principalmente quien acaba comercializándolo para el mercado internacional a base de hacer cruzar la producción de forma clandestina la frontera.

Eso, realmente es lo de menos, que al final las grandes compañías mundiales son las que utilizan este mineral para la fabricación de nuestros cachivaches, esos que nos tienen embobados la mayor parte del día, y compañías mineras como las de la familia Bush quienes intermedian en el negocio.

Negocio que para su protección, según se puede leer en multitud de artículos, utiliza las subvenciones en forma de ayuda militar americana a Ruanda y Uganda, que además reciben los halagos de las administraciones americanas, una tras otra, mostrándolos como ejemplos de países africanos que tienen un desarrollo sostenible y de muchas formas envidiable.

Si molesta, a nuestra sensibilidad de europeos, el saber que hay sangre de niños detrás de nuestros maravillosos smartphones, esos de a mil chufos la pieza y colas interminables el día de lanzamiento en las zonas más importantes de las mejores ciudades del mundo. Pero como lo de que ojos que no ven, corazón que no siente, está tan de moda, simplemente con no hacernos ver la sangre que mancha las carcasas ultrafinas, ultraligeras, ultrasensibles, que nos conectan con todo el mundo con pantallas de no sé cuántos pixeles y no sé cuántos superamoled, seguimos babeando con la última ocurrencia coreana, o del espíritu de Steve Jobs, o la baratija china que es casi tan molona como la que más.

Coltan de sangre, como hace varias décadas eran de sangre los diamantes, que también sirvieron para el progreso tecnológico. Y como ahora, la sangre la ponen los africanos y el dinero queda en Amberes, en Amsterdam, en los mercados globalizados, con otras familias Bush por en medio, que en flamenco se traduce por De Beers….lo mismo.

Y la tradición posiblemente arranque de las minas de los romanos, los que esquilmaron las Médulas bercianas, a saber con qué costo de sangre, y con qué familia romana forrando su villa en Capri con el oro español. Seguro que los españoles aprendimos la lección, y solo hay qe darse un paseo por la boliviana Potosí, y ver la montaña de plata, en la que hoy todavía se muere, demasiadas veces antes de cumplir los veinte años, que con catorce ya andan buscando vetas. Aquí no se quién se enriqueció, quizás los Alba, o los Medina Sidonia, o los Medinaceli…¿quién sabe?. Pero que nadie olvide que las imágenes en plata de nuestra Semana Santa están llenas también de sangre boliviana, y española, por supuesto.

Volviendo a la sangre de mi cachivache electrónico, debo decir que lo antedicho, por supuesto no es más que una historia ficticia, ya que todas las compañías que fabrican productos para los que el coltan es necesario, aseguran que el producto que ellos utilizan está controlado, que su origen es limpio, que la extracción del mineral que ellos compran tiene todas las garantías de que las personas que han trabajado en su extracción, transporte y comercialización, lo han hecho en condiciones de seguridad acorde al entorno laboral, que sus salarios son equiparables a los de los obreros occidentales, que su protección sanitaria, familiar, de jubilación de accidentes, sigue los mismos patrones que los de la industria bávara, californiana, nipona. Así, que todos tranquilos.

Por cierto, la empresa que extrae y comercializa coltan en Australia, ha tenido que cerrar por no poder competir con el coltan mal llamado de sangre por algunos irresponsables como yo, sin ir más lejos.

Así que, por favor, que nadie relacione las matanzas entre tutsis y utus con el coltan, que nadie relacione las disputas actuales en la República Democrática del Congo entre tropas ¿gubernamentales? con las facciones de los Mau Mau, con el hecho del control sobre las zonas donde se extrae este mineral, que nadie relacione con este comercio las violaciones de los grupos armados sobre las mujeres de la zona, nada de eso existe, nada de eso es real, que las grandes compañías no utilizan coltan de sangre, que controlan la cadena de suministro.

Me dan ganas de tirar el teléfono inteligente a la basura, el ordenador, cualquiera de los circuitos integrados que me rodean, pasar de las redes sociales, del comercio virtual, de los viajes a la Luna, a Marte, o de la Concha de su madre. Y es que a lo mejor llevaba razón aquel cuento que nos enseñaba que para ser feliz no debíamos tener camisa, y que la riqueza del emir no le ayudaba a escapar de la enfermedad, del dolor, y al final de la muerte,

Y otro día hablaremos del Litio, de las baterías de los coches eléctricos, esos que no contaminan nada, hasta que la batería se torna inservible.

Me voy a comprar el pan, que por hoy ya vale.

El camino

Los dibujos sobre los caballeros templarios, nos muestran siempre a dos de ellos montados en un solo caballo.

Por supuesto con su armadura y sus armas al completo, lo que siempre me llevaba a ciertas reflexiones.

La primera lo mal que debía pasarlo el caballo, al trote o como decidiese quien empuñase las riendas, con cerca de doscientos kilos de carne templaria en el lomo, en medio de una batalla. Una pasta en caballos debía costarle a la Orden.

 

“Sigilum militus Xisti reza el lema (Sello de los soldados de Cristo)

 

Luego pensé que siendo tan pocos y tan ricos los tales componentes de la orden del Temple, (caballeros eran unos pocos, sirvientes y soldadesca a su disposición ya era harina de otro costal), debían ser híbridos de escoceses y catalanes de tierra adentro, hábiles en el arte de mantener la bolsa cerrada.

También es obvio, que la tal disposición, en la batalla, no parece que fuese demasiado eficaz, sino todo lo contrario, ya que entre el cansancio del caballo, la falta de maniobrabilidad, y la dificultad de movimientos de los jinetes, los partidos los perdían por cuatro a cero. Y es que para hacerlo medianamente razonable deberían montar un zurdo junto a un diestro por lo menos….en fin.

Pero parece que no es así, que como en tantas cosas de la vida, lo que tenemos delante no es más que un símbolo reflejando la estrecha unión entre los caballeros, que iban en parejas a la batalla, dependiendo el uno del otro, y con la máxima de no rendirse nunca. Victoria o muerte.

Parece ser que estos Caballeros, procedentes de las mejores familias de Europa, vivían en la más absoluta de las austeridades, cosa por otra parte muy útil, si quieres mantener un cuerpo y na mente en condiciones de cumplir la máxima de la orden que no era otra, (oficialmente) que proteger los Santos Lugares en Jerusalén.

Así que, honor, abnegación, austeridad, castidad, (dicen que no podían tocar a una mujer, ni siquiera a su madre o a su hermana), pero dinero, sobre todo dinero, que les llega de las comisiones que cobraban por sus servicios de banca para viajeros. No prestaban con intereses, que eso era pecado, aunque si lo hacían a la casa real francesa, y es lo que al final les acabó costando el pescuezo, que Felipe el Hermoso, era muy suyo.

En este símbolo de los dos soldados montados en el mismo caballo, creo que podemos leer la importancia del hecho de que dos personas, de forma voluntaria sigan el mismo camino, sin importar quién lleve las riendas, que no hay distinciones entre los dos caballeros, no hay jefe, no hay subordinado, hay únicamente un elemento, el caballo, que les permite seguir el camino.

Desde luego no se me está ocurriendo pergeñar un ensayo sobre el Temple, la literatura y los estudios sobre la orden son innumerables, y muchos de ellos incluso de altísima calidad, lo que pretendo únicamente es a la escasa luz de mis conocimientos, reflexionar un poco sobre alguna de las enseñanzas que el Temple, y organizaciones similares hayan podido dejar en nuestras vidas.

Y eso asumiendo que nada ni nadie es perfecto, que estos templarios eran muy brutos que diría Juan Eslava Galán, pero ya fueran ellos, o su fama, descubrimos que fueron grandes arquitectos, con los mensajes simbólicos escondidos entre sus piedras, tanto en las grandes construcciones como Montalbán, Ponferrada, Jerez de los Caballeros, o las más modestas como la Vera Cruz en el camino de Zamarramala o Santa María de Eunate.

También financieros, y cómo no, ligados al gran negocio de la Historia que no es otro que la guerra, llegaron a tener un poder inmenso como organización, tanto desde el punto de vista económico como cultural, eso sí manteniendo la pobreza en todos y cada uno de los miembros de la orden.

Y es que al final es tremendamente importante para las organizaciones humanas el mantener objetivos, disciplina, austeridad, y discreción a toda costa, que con esas claves el poder llega siempre, junto con las envidias, y las consecuentes traiciones.

Nunca he entendido como una organización tan poderosa fue eliminada en na sola noche, de forma coordinada en toda Europa, sin que nadie diese la voz de alarma, o se organizasen defensas a no ser que todo fuese una farsa acordada, se limpiase la orden de elementos no deseados (lucha interna por el poder), y que posteriormente con otros nombres (Calatrava o la Orden de Cristo) hayan sobrevivido los objetivos templarios de forma aún más discreta hasta nuestros días.

Y es que ese caballo que transporta dos jinetes quizás sea uno de los elementos esenciales para realizar ese camino de perfeccionamiento personal, de búsqueda de ese Grial íntimo, con el compañero que estará siempre a tu lado esperando tu ayuda cuando flaquee, y ofreciéndotela cuando seas tú quien la necesita, la verdad es que no lo sé, pero esta Orden de los Pobres Compañeros de Cristo Caballeros del Templo de Salomón, parte de nueve nobles franceses liderados por Hugo de Payns, que poseía estrechas relaciones con Balduino I, con el Patriarca de Jerusalén, con Bernard de Claraval, toma como objetivo proteger el camino que lleva a Jerusalén, y obtiene todas las facilidades para llevar a cabo su tarea de salvaguarda.

El hecho de su discreción, su relación con la construcción de templos, el uso de sistemas de comunicación no descifrables para los mensajes internos, el hecho de la necesidad de una ceremonia de iniciación de los nuevos miembros, el hecho de dejar marcas de cantero en sus construcciones, ha producido, sin duda, que su leyenda y su poder hayan permanecido vivos hasta nuestros días. Aún más el manejo de dinero en un contexto de estar el préstamo con intereses mal visto por la autoridad religiosa, quizás llevo a la Orden a una demolición controlada manteniendo su legado entre otras órdenes religiosas, o en asociaciones civiles que tienen como objetivo los lemas de igualdad, fraternidad, libertad, junto al desarrollo de un camino de perfección personal y una importante carga de filantropía en sus objetivos.

Hay muchos Templos que construir, muchos templos que proteger, muchos caminos que transitar al abrigo de la seguridad económica, física y espiritual, con lo que la antorcha que enciende (o recoge) Hugo de Payns sigue a buen seguro viva, pero de forma discreta.

Y esa discreción junto al poder adquirido, consiguió que el Temple, y muy posiblemente aquellos herederos de sus ideales y sus procedimientos se conformaran como un estado dentro de los estados, una Iglesia dentro de la Iglesia, y sobre todo un faro ideológico con repercusiones decisivas en la historia de la Humanidad.

He dicho

 

La siesta del teclado

Siempre he creído que las digestiones requieren dos cosas para ser eficaces, la primera es algo de tiempo (tres horas me ha exigido siempre mi madre para que pudiera meterme en el mar), y reposo.

Ese reposo, ya que necesitas tres horas según la versión materna del asunto, puede ser celiano, es decir siesta de las de pijama, pater noster y orinal, o puede componerse de actividades que no pongan en riesgo tan delicado tema como es la digestión.

Así que escuchar algo de música, mientras se lee sin prestar mucha atención algún folletín del ”Caballero audaz”, o como mal menor uno de esos fantásticos documentales de la dos, esa cadena que todos vemos y que tan pocos espectadores tiene, pueden considerarse como aproximaciones a lo ideal muy dignas de ser tenidas en cuenta.

Y en esto del escribir, pasa algo parecido, que a veces hay que digerir vida, hacer una buena digestión de cosas de esas que se te van viniendo encima y que ponen a tu hígado, a tu páncreas y a la productora de jugos gástricos al borde de solicitar una baja por estrés.

Hemos vivido un mes de enero muy complejo desde mi punto de vista, y reconozco que me han caído de golpe demasiadas cosas encima, así que iré por partes.

Los mercados financieros parece que se han vuelto locos, han arrancado con un ímpetu impensado por lo vertical, y los analistas han corrido a darnos la explicación a toro pasado de las causas que han producido la tal situación, pero no es más que lo mismo de siempre. Tito Trump sacando pecho, America first, y todas esas mandangas.

Los chinos nos confirman, sin posibilidad alguna medio seria siquiera de controlarlos, que van como un tiro, que no tienen burbujas de ningún tipo, y que sí, que quieren ser más tecnológicos que los yanquis, y que su deuda interna no debe preocupar a nadie, que está en yuanes, que tienen muy vigente la pena de muerte, y que, repito, burbujas ni una.

Pues muy bien, que luego se me reúnen todos muy seriecitos en Davos, y diciendo que no es eso, se nos amenaza con guerras comerciales, con cierres de fronteras, que hasta la señora May, doña Teresita, promete volver a aislar Europa, y esta vez por decreto, sin necesidad de ninguna tormenta en el Canal.

Y luego el Profesor Tamames, nos dice que si algo le preocupa es que las consecuencias de la gran crisis de 2007 están todavía muy vivas, y que si la del 27 acabó con una guerra terrorífica en el 39, pues ahora en un par de añitos podemos liarla parda otra vez, que ganas no faltan, y medios tampoco.

Y agua debe llevar el río, que hasta los japoneses están considerando muy seriamente eso de gastarse unas perras en desarrollo militar, que no saben hacia dónde mirar, si a los rencores chinos de cuando anduvieron asesinando por Manchuria, o a los coreanos que les recuerdan violando mujeres durante la guerra del Pacífico.

Nadie lo sabe, y yo menos, claro, pero lo que me temo es que Don Ramón que es un viejo sabio, estas cosas las ve venir, sin necesidad de cruzar los datos del gran almacén que guarda el señor Google en su armario, y es que siempre he creído que más vale una neurona experimentada y entrenada que la inteligencia artificial, por el momento.

Claro que con estas premisas, lo del “Carpe diem” parece que se puede considerar como una forma seria de vida, que estos le dan al botón de la cisterna después de una evacuación digna, un imbécil dice que el coreano le ha dado al botón, sin especificar, y Tito Trump manda a los drones interpuestos con los pepinos multimegatónicos y nos vamos todos por el sumidero.

Y estando en esto los occidentales, encantados de observar la maravilla de nuestro ombligo, no nos acordamos ni queremos fijarnos en otra cosa que no sea el discurso apocalíptico de doña Teresita, (no sé qué haremos el día que el Reino Unido de la Gran Bretaña nos deje aislados a los europeos), o en lo malos que son los húngaros o los polacos, que no quieren ver ni asirios ni troyanos emigrando a sus tierras, que se me acuerdan aún de la lata que les dieron los otomanos cuando llegaron a las puertas de Viena y casi les revientan el Imperio Austro-húngaro.

Y en todo este batiburrillo de ombligos obesos de grasaza occidental, ahíta de mantequilla, calentitos detrás de nuestras chimeneas o del radiador del señor Roca, seguimos mirando las bolsas de pobreza que nos rodean con ignorancia o asco, que uno no sabe, pero que al final se traduce en muerte en el Mediterráneo, en muerte al cruzar el Sahel, en muerte en los campos Libios, en muerte en los campos turcos.

Y claro, eso también se me viene encima cuando abro mi bitácora, y quiero decir lo que siento, que al final se me enfrentan situaciones y uno tiene que discernir si es más importante que de forma sistemática se violen a niñas de menos de diez años en Africa, que las poblaciones que huyen hacia la limpia Europa empujados por la miseria, por la guerra, por los tiranuelos de turno sean masacradas en el camino, y rechazadas si logran llegar a las puertas del soñado paraíso, o si Tito Trump quiere gastar dinero en evitar que del sur le lleguen los que huyen.

Porque allí se huye de la guerra de Mexico, de las Maras centroamericanas, del estado traficante venezolano, del estado productor de cocaína colombiano, y de su guerra interminable con las FARC, o como cojones se llamen ahora, con el mismo resultado de muerte de los mismos, de aquellos a los que en el Sermón de la Montaña se refería el Mesías, “los mansos que heredarán la tierra”.

Veremos qué tierra les queda, me temo lo peor, que la que parece heredarán es la de la polución insoportable, la de los alimentos miserables, la de la vida breve y dura, la de las enfermedades que solo se les curan a los ricos.

Pero qué importa, al final todos calvos, unos por la tiña o la sarna, otros por la edad o por la moda, y es que el fin siempre ha justificado los medios, ¿verdad Señor Trump?.

Seguiré digiriendo, que esto es la necesidad de llenar el orinal a mitad de siesta, porque aquí nadie se está quieto, y estoy harto de los movimientos del cobaya en el carrusel de su jaula.

Con su pan se lo coman

 

 

Panafricanismo

Estuve el otro día en una conferencia sobre el Panafricanismo, y debo reconocer que aprendí muchas cosas, pocas sobre el Panafricanismo, cierto, que las ideas que ya se habían instalado en mi cerebro se confirmaron, no sin cierto dolor en mi corazón.

Para quienes no tengan ganas de acercarse por las enciclopedias digitales, les diré que se trata de un “movimiento político, filosófico, cultural y social, que promueve el hermanamiento africano, la defensa de los derechos de las personas africanas y la unidad de África bajo un único Estado soberano, para todos los africanos, tanto de África como de las diásporas africanas”.

Hasta ahí, bien, nada nuevo, que el proyecto tiene varios comienzos, y si nos ponemos finos, podríamos hablar de un movimiento que arranca hacia la segunda década del siglo XIX, pero que es a mediados del siglo XX en Estados Unidos donde toma una cierta fuerza.

Podemos decir que este movimiento ha tenido cierto impacto en el proceso descolonizador africano, aunque sus objetivos más importantes distan aún mucho de haberse conseguido.

A mí, esté tipo de movimientos, debo reconocer que me gustan, que me gustan mucho, en lo que en principio tienen de intentar que la vida de la gente sea mejor, que a partir de una unidad de valores se pueda acceder a niveles de poder que permitan una defensa de intereses comunes más eficaz. Me gustan, como ya he dicho.

Sin embargo, cuando uno racionaliza e intenta poner negro sobre blanco las experiencias que sobre el continente africano he ido desarrollando, me doy cuenta que estamos hablando de unos mil doscientos millones de seres humanos, que viven en cincuenta y cuatro países, integrados en la Unión Africana alguno de ellos que pueden considerarse Estados fallidos, otros como La República Árabe Saharauí Democrática, y Somalilandia no está reconocidos.

Se hablan cerca de dos mil lenguas en el Continente de las que mil setecientas pueden considerarse autóctonas, aunque las haya que apenas las hablen cien personas.

Con estos mimbres, la idea de crear un único espacio político es desde luego ambiciosa, pero no demasiado realista desde mi punto de vista, hecho que además produce la sensación de una pérdida de eficacia tremenda, sobre todo si se trata de incluir la diáspora en el movimiento.

Pero me centraré en la actitud de las personas que dirigieron en el Ateneo la conferencia/charla del domingo pasado, y que de alguna manera explica la situación africana (me veo obligado a expresarme en general, cuando estos temas siempre prefiero analizarlos de forma individualizada, es decir tratarlos o por países, o mejor aún por regiones.

Me llamó la atención la falta de preparación y la pobreza intelectual con la que se trataron los temas, y como se intentó comunicar la idea del panafricanismo, sin tratar de explicar antes los problemas básicos de África.

El potencial africano es extraordinario, desde cualquier punto de vista sea humano o de recursos naturales, pero la explotación de los mismos, desde mi punto de vista, es inadecuado, y los africanos presentes en la reunión se empeñaban en culpar a las potencias colonialistas de la mala utilización de esos recursos.

Y quizás lleven parcialmente la razón, no se la quito, pero hay mucho que arreglar en casa antes de quejarse o culpar a maldito blanco colonialista, de absolutamente todo, argumentando indefensión frente al expolio al que ciertamente han sido sometidos.

Si leemos la historia de la esclavitud de Hugh Thomas, veremos que ciertamente los blancos, (portugueses, holandeses, ingleses, mayoritariamente), comerciaban con vidas humanas, pero quienes suministraban a los seres humanos eran miembros de tribus rivales, que se lucraban con el comercio de la esclavitud de su rival, lo eliminaban y a la vez ingresaban dinero. Una justificación de guerras tribales perfecta.

Pero de ese hecho no se quiere hablar demasiado, dada su incomodidad, que si se hubiese puesto resistencia “panafricana” la caza de humanos para su venta por europeos, posiblemente no se hubiera llevado a cabo, simplemente por el coste económico. Quien lo hizo casi gratuito fueron las guerras tribales.

El mantener el victimismo, creo que es un enorme lastre para el movimiento panafricanista, ya que una vez identificado al “malo”, y constatado que sin un esfuerzo muy alto es difícil tomar las riendas, lo más fácil es echarse a llorar en un rincón y esperar que llegue algo gratis desde el cielo.

Se intenta hablar de la importancia que la mujer africana debe tener en el desarrollo no ya del panafricanismo, sino de las sociedades que conforman el continente, y es estupendo, pero nadie identifica las inversiones necesarias para formar adecuadamente a la población, y no hablo de enseñar cuatro letras y a manejar una Singer vieja, sino de acceder a estudios universitarios de calidad de forma local.

Y es que entre esos 1200 millones de personas, no ha salido una iniciativa que permita cambiar materias primas por educación, (prefieren cambiarlo por Ferraris), ya que en el ranking de las mejores universidades del mundo, no figuran las africanas. Y hablamos de un tercio de las materias primas del planeta.

Y como consecuencia funesta, los problemas no se solucionan por la inacción local sumada desde luego al poder del neocolonialismo de la sociedad capitalista.

En un entorno como el que nos ofrece el panafricanismo, cabe de todo, pero en ningún momento de habla de la necesidad de la educación de calidad, que no se trata de que vayan cuatro misioneros, con todos mis respetos, a enseñar las letras para que se pueda rezar luego, el compromiso debe ser de la sociedad africana, y ese me parece que no existe.

Porque en el momento en que se analiza el panorama de los regímenes que rigen los diferentes países, nos encontramos siempre con títulos que llevan la palabra democracia por todas partes, pero que en la realidad son satrapías muchas de ellas hereditarias que en el momento en el que se enfrentan a unas elecciones, la cosa acaba a tiros como hemos visto en Kenia, en Benin, en Gabón….

Los índices de percepción de la corrupción de los sectores público en África son decepcionantes, y sin corregir educación, corrupción, organización política más allá de las preponderancias tribales, que desde luego intentan adaptarse a unas fronteras impuestas por las potencias coloniales, es imposible acceder a la mejora de las condiciones de vida de la población en los aspectos que más les puedan interesar, como son la sanidad y el aumento de la calidad y la esperanza de vida, la capacidad real para gestionar los recursos locales, la creación de las comunicaciones que garanticen una movilidad acorde a las necesidades del desarrollo, el establecimiento de vías para que los proyectos de inversión locales vayan más allá de un taller de costura monjil, o un puesto de bananas en el mercado local.

Se necesita formación para desarrollar los países, en definitiva para lograr la libertad que tanto necesita el continente africano, y hablo de formación no para unas élites, sino para el conjunto de los ciudadanos.

Claro que eso pone en peligro demasiadas satrapías, demasiados intereses económicos extranjeros, y requiere una voluntad que no existe ni en África, ni en Occidente, ni en China, que en vez de pagar con carreteras que duran dos años debieran pagar en educación de calidad para los africanos.

Pero eso hace que los negocios sean mucho más difíciles de hacer.

Seguiré hablando de esto, si G.A.D.U. lo permite.

Con su pan se lo coman

 

 

 

La innoble Nobleza

El sistema te dice, Archivo-Nuevo-Abrir, y te pone la página en blanco del día, esa que te apetece llenar con cualquier cosa brillante, llena de ocurrencias, de símbolos, de guiños al lector inteligente, que no deja la cosa de ser el sueño del que escribe.

Pero no hay forma, a veces las fuentes sufren la sequía pertinaz que tanto hizo sufrir a nuestro dictador asesino, aunque llenó los bolsillos de su clan de dinero pantanoso, que se nos muere la nena estos días, la que acompañó a aquel marqués de Villaverde, (Pisaverde hubiera sido más adecuado), y nos cuentan que la familia no sabe qué hacer con los duros.

A lo mejor no se pelean por la herencia, que decía el patriarca que todo quedaba atado y bien atado, que seguro van tirando con la venta de entradas a turistas en el Pazo de Meirás, no lo sé, y la verdad es que no me importa demasiado, como si ya no viven en el pisito de Hermanos Bécquer, desde donde se veía muy bien como volaban los Dodge Dart presidenciales.

Pero no teman, no voy a meterme con el generalito asesino, que está desde hace mucho tiempo en otras dimensiones que no alcanzo, y me alegro, y tampoco voy a darle vueltas a eso tan manido de la fortuna que puede generarse en el escalafón de la milicia o con el sueldo de jefe de servicio en la Paz, como el Marquesito consiguió, y que le permitió, según la Wilkipedia, cepillarse a casi cualquier cosa con faldas que anduviese a su alrededor. Cosas de los nobles, que te salen folladores, y deben hacer honor a su etiqueta de “Señorito andaluz”, de horca y cuchillo.

A esto me ha llevado la muerte de la tal Nenuca, y cierto estado de náusea al releer las historias de esas familias que encarnan todo lo que se puede considerar detestable en los anales de España, y que por mucho que se intente, (que tampoco se hace demasiado), siguen controlando este país como lo que son, gentes que viven de prebendas que se generaron hace más de quinientos años, como ese Marquesado de Villaverde que proviene de 1670.

Demasiados autores que han estudiado la Historia de España, hacen referencia a que el control de este país por familias que recibieron tierras y títulos cinco o seis siglos atrás es algo aún vigente, y además sin visos de poder controlarse o de desaparecer.

Así, que cuando me dicen eso de que estamos en una democracia donde el poder reside en el pueblo, no puedo por menos que pensar en lo lejos que estamos de que eso sea así, que ni lo estamos ni esperamos estarlo, por más que nos hagan creer lo contrario.

Y eso, que con contadas excepciones, ese grupo social que engloba a los llamados “Grandes de España”, no deja de ser, no solo un anacronismo, sino una prueba palmaria que soporta mi percepción. Que grande de España somos mi vecino y yo, la portera de la finca urbana, el trabajador de la Seat, y el barrendero de Fomento. Solo que no se nos reconoce, que nada más injusto que recibir honores nacionales por un supuesto derecho familiar, que arranca en un hecho de armas de hace no sé cuántos siglos, de unas prebendas reales por hechos olvidados, quién sabe si relacionados con la corrupción que siempre nos ha adornado.

Y encima nosotros el populacho, al que nos han dicho que no nos preocupemos, que detentamos el poder, nos vuelven locos las historias de los Alba, de los de Feria, de los Cualquiera, nos deslumbra su desfachatez, su señoritismo, sus abusos, que no tienen coto, que no tienen control.

Alguien, quizás ya esté hecho, debería escribir la historia de la nobleza española, los orígenes de las fortunas, las miserias, e incluso, en caso de que los hubiera, sus aportaciones al país. Deberíamos ser conscientes de lo que significa en nuestra vida de hoy la existencia de esa casta parásita que representa la nobleza española, de sus posiciones en los consejos de administración de las más importantes compañías de este país, de las posesiones urbanísticas, rurales, a las que han ido accediendo y las formas de actuación que se lo han permitido.

No estoy planteando una Revolución Francesa, ni una guillotina en las Plazas Mayores, solamente que aflorase la información, para que los ciudadanos supiésemos dónde estamos, y sobre todo quién está dirigiendo nuestros destinos mientras el capataz le limpia las espuelas del caballo, le refresca la manzanilla, y le prepara la nueva hija del masovero, que acaba de cumplir los quince, y ya va siendo hora de que el señorito la desvirgue.

Lo que no me importaría es saber, saber qué poder económico tienen, cuál es su influencia en el juego político (no olvidemos que hay títulos nobiliarios en el actual gobierno), conocer sus posesiones, sus declaraciones de ingresos, sus litigios. Todo, que en definitiva, ser Grande de España, o simplemente ostentar n título de nobleza, fuerza a quien lo posea a ser noble en el sentido más popular del RAE, y el noble, el que actúa con nobleza no tiene nunca nada que ocultar, digo yo.

Pero son los sueños del mono loco los que me asaltan, que ya sé que son imposibles, que nadie puede romper un sistema tan anclado en los siglos, y que además se defiende a si mismo desde el gobierno y desde las cámaras legislativas, y en las que por cierto, me encantaría conocer cuántos de los diputados y senadores poseen un título de nobleza. Nos llevaríamos una buena sorpresa, estoy seguro.

Así que el viejo chiste del Perich, a cuenta de una ola de incendios forestales a final de los setentas o principios de los ochenta y el consiguiente slogan del Ministerio andan ambos con una vigencia de siglos:

“Cuando un monte se quema

Algo suyo se quema”

Supo añadirle al final…….Sr. Conde

Iré a ver si me preparo un aperitivo, que estas cosas me dan sed y hambre, y controlaré si el Señor me ha dejado algo en la nevera, que últimamente lo tengo muy nervioso, y es que creo que tiene tierras por el Motnsan.

Con su aceituna lo disfruten

Epifanía

La Epifanía, el día de la Befana, los Magos de Oriente, todos ellos y cada uno de ellos, no dejan de ser diferentes lecturas de un mismo tránsito astral de la Tierra, cierran un período importante en nuestro calendario, a la espera del próximo que nos caerá hacia el 25 de enero, cuando la tierra transite por los confines de la Vía Láctea, y regrese el dos de febrero a la luz de las candelas.

Una vez dicho esto, que no es más que la introducción cultureta de la cosa, ya que Saulo habrá caído de su caballo hacia el veinticinco de enero, y a lo mejor los primeros brotes están ya en las ramas de los árboles, me gustaría reflexionar un poco acerca de las correspondencias que se dan en nosotros los seres vivos con todos estos acontecimientos galácticos.

Por la zona humana, que es la que transito de forma más habitual, acabamos de cerrar, como ya he dicho el ciclo saturnal, hemos sembrado lo necesario, o lo que creemos necesario, hemos realizado nuestros propósitos de recolección, con eso de “perder dos kilos, ayudar a una viejecita, y demás” y seguimos viendo como el sol va viajando hacia el extremo norte del Camino de Santiago, y nosotros con ellos, preparando nuestro perfeccionamiento, nuestra búsqueda del oro alquímico que pueda correspondernos.

Quien más quien menos, salvo los anacoretas, los fanáticos, los veganos, los indepes, y quizás mi prima Rosa, la de Santander, hemos cometido excesos en honor a Saturno, como hijos suyos que somos, y estamos en la tesitura de corregirlos, y digo bien, corregir alguna de sus consecuencias, que lo hecho, hecho está, y si hay que volver a hacerlo, se hace.

Porque el inicio del ciclo anual que comienza bajo la advocación de Juno dios de las puertas tendrá como misión proteger nuestros pasos hasta que de nuevo Juno cierre las puertas.

Veremos en que da el ciclo que comienza, que por aquí, los humanos, mal que bien, hemos realizado nuestros ritos de adoración con el dios, y consecuentemente esperamos nuestra recompensa, que irá por barrios, como todo.

Muchos habrán trazado sus caminos a seguir de idus a calendas y el azar y su desempeño en la tarea serán quien al final decidan la calidad del resultado, que nada está cerrado, que las variables incontroladas son demasiadas, que los retos aparecen a la vuelta de cada recodo de la ruta, ya veremos, no deseemos nada, hagamos nuestro camino, no dañemos nada, que nada es nuestro, por mucho tiempo.

Y aprendamos, que cada nueva llegada de Juno habrá de traernos renovados anhelos, renovadas fuerzas, renovados compañeros.

Ya veremos, veremos, como siempre, aquello que se nos muestre a través de los postigos entreabiertos que son las píldoras “informativas” que nos van lanzando, cuales son los caminos que se van abriendo delante de nosotros, veremos a donde dicen que nos llevan, y veremos también de qué somos capaces de aportar con nuestra actitud.

Porque desde luego formamos parte de una inercia ajena de la que es muy difícil evadirse y que nos llevará por derroteros que podemos intuir, y que día a día con las influencias de unos y otros, seguirán modificando aparentemente nuestro entorno, y a lo mejor nos hacen, sin darnos cuenta perder un rumbo, que creíamos seguir.

Las influencias de los movimientos de la política global, a lo mejor nos llevan a graves enfrentamientos militares, más graves que los que hoy vivimos, según algunas predicciones de futurólogos, o a algún desastre financiero, que parece ya hay quienes lo están necesitando.

No sé lo que cambiará en nuestro entorno global, no sé si el mundo caminará hacia más luz, o seguirá machaconamente sus ciclos en los que todo se repite, aunque parezca que en el universo individual todo ha cambiado.

Ya veremos, ya veremos donde estaremos cuando el año que viene, como este que se fue, no hagamos caso de la doble cara de Juno, y nos empeñemos en mirar solo hacia adelante, en donde está todo por escribir, todo por hacer, aunque lo que haya que hacer sea lo mismo que ya se ha hecho, en escenarios parecidos.

Confiaremos en que nada irreparable se nos eche encima, que los caminos no pierdan la capacidad de ser trazados y consecuentemente transitados, que podamos de alguna forma sobrellevar nuestras miserias o nuestras hazañas.

He dicho demasiadas veces en los últimos meses que la sensación es de estar en la rueda de un ratón de laboratorio, gastando inútilmente energías para no hacer camino, y viendo como de vez en cuando alguien de quien apenas ves una mano, mueve dentro del laboratorio tu jaula, dándote la falsa ilusión de cambio, de movimiento.

Y a lo mejor me estoy equivocando, pero tampoco es importante, que ciertamente mis amigos hablan de maravillosos avances tecnológicos, que otros amigos creen que la sociedad en la que viven está en continuo cambio, que hay nuevos soles cada día, que nuevos caminos se ofrecen, que nuevos sueños son posibles, y quizás sea cierto, y esté ahí en mi rueda de ratón de laboratorio, sin darme cuenta de que la perta de la jaula está abierta.

Así que prometo al menos, abrir más los ojos, no sea que cierta rutina haya conseguido que no vea lo que realmente está pasando, y que la impresión que tengo de que los pobres siguen en sus chabolas, que los dueños de las cosas siguen en sus palacios, que lo que se empezó ayer sigue donde estaba, que lo que empezó hace cuarenta años era copia de lo que empezó otros cuarenta años atrás, y nada ni nadie querrá terminar con ello. La trascendencia de lo inmutable, el sincretismo que va trasladando mitos una época tras otra, y pensamos que Castor y Polux no son Cosme y Damián, y nos parece que Isis no es María, a pesar de que a veces sean negras la dos, que lleven un Cristo/Osiris encima y las dos tengan que recomponer de alguna forma al hijo sacrificado por la causa que ustedes quieran.

Así, que como hace frío, haré como siempre, prepararé un chocolate caliente, o un trago de un buen licor, o saldré bien abrigado a pasear, que al final es lo mismo, que no hay diferencias, que esto ya ha pasado, y volverá a pasar, y es que las repeticiones de las grandes cosas, derivan, casi siempre en esperpentos.

Téngalo en cuenta Señor Puigdemont, usted no es el Señor Tarradellas, y usted no escapó de su tierra por una guerra cruenta.

Con su pan se lo coman

La noche de Reyes

Llegan los Reyes Magos, quizás solo Magos para aquellos que sienten en lo más profundo de su alma los cantos republicanos, porque lo de que llegan los Presidents Magos de la República, no sé, no parece muy de recibo.

Y es que uno que me conozco, y que se ha largado a comer patatas fritas con mejillones a los pies del Manneken Pis, no me da que se anime a intentar sentarse en la cabalgata de hoy o de mañana, según el tiempo y el permiso de la autoridad competente.

Además, tal y como están las cosas, lo mismo me lo suben a la carroza de las Drag Queens, a la del colectivo de homosexuales, o más probablemente al de políticos presos, y entonces el lío ya no sé si sería comestible.

A mi pobre Puchi, que ya tiene bastante con eso de comer patatas fritas con mejillones todos los días y a beber esas cervezas cabezonas que se meten los belgas, solo le falta que le sienten al lado a Oriol, que se siente también President, pacifismo religioso mediante, que se me parece un nuevo Gandhi alimentado con butifarras del Ampurdán y chuletas de cerdo ilerdense, y es que Presidents no hay más que uno, y a ti te encontré en la calle.

Del tercer President Mago, de la República no se habla, que los negros que recogen flores en el Maresme, o siegan los greenes del Golf Vallromana aún no tienen ese pedigrí que hace sientas la “seba” como un “Recasens” cualquiera.

¿Pero, a quién le importa?, que eso de tres Presidents será cosa de los españolistas fachas, que en la dolça Catalunya patria del meu cor, hacemos las cosas como nos sale de los cojones, ¡solo nos faltaría que viniesen de Madrit (ens roba) a decirnos cuantos Presidents tenemos que mandar a la cabalgata, ¡que todo es por los “nens”!.

No sé si podré ir a la Cabalgata, que estoy mareado con tanta historia, que aquí va a llover y la hacemos antes, que allí los colectivos que no creen en los tales Magos quieren liarla parda, vamos, apropiarse de ese desfile que tiene mucho de Priscilla reina del desierto, y así nos enteraremos que hay colectivos a los que la sociedad malsana en la que vivimos margina con toda la saña que puede, y es que alterar a las pedorricas de misa de una, rosario y novena los primeros viernes de mes, es divertido pero no gusta al “establishment”, que ya cedió en lo del día del orgullo gay .

Siempre puedo grabarla en mi televisor inteligente, y luego, como con el concierto de Año Nuevo, o como con el documental de la 2, que me habla de la influencia de Schopenhauer en el desarrollo del concepto de inmortalidad en el ámbito del cangrejo de río americano, dejarlo para mejor ocasión, que aunque no vaya, van mis nietos y me hacen la narración completa del evento.

Veremos que nos trae la cuesta de enero, que no se sí por eso de que el Parlament se ha de constituir deprisita deprisita, o por la soledad que acompaña al poder, José María Pou se nos pone en plan Capitán Acab, gobernando su Pequod de Nantucket, tras la obsesión de la ballena blanca que habrá de llevarlo a la tumba y a la inmortalidad.

Y es que no sé, con esas cosas de las subvenciones a la cultura que dan desde los partidos políticos, uno siempre anda buscándole tres pies al gato, que se ve hasta a la buena de Doña Inés Arrimadas en el papel de Queequeeg (Cuicui para los amigos).

A lo mejor todo va con segundas, que uno se creía que los tiros iban por la calle Mayor, pero la verdad es que andan por los barrios, y el patio, que no se nos mueve de su sitio, anda revuelto, muy revuelto, que con una Terra Baixa bien hecha, ya me hubiese valido.

Que imaginen ustedes que Acab es el Puchi, la ballena, la independencia, la novela, el pruces, y el Pequod, nuestra dolça Catalunya Patria del meu cor. ¡Guau!, alegorías y simbolismos que ni el Código da Vinci. Y no olvidar que Acab muere, el Pequod se hunde, la obra se hace inmortal, y la Ballena queda herida pero aún colea…

Ya veremos entonces qué es lo que al final deciden traerme los Magos, sean monárquicos o republicanos, sean homo o hetero, Drag Queens o legionarios de esos a los que el ejército quiere poner a dieta, porque con el 0,25 de la Icadita Doña Fátima, no sé cómo voy a pagar lo de Telefónica, lo de Iberdrola, lo del Gas, la tarjeta barcelonesa de transportes, la gasolina que está por las nubes, y el precio del caviar, que aunque sea aranés apechusca de veras.

Yo de natural soy poco pedigüeño, que lo que me gustaría es que me trajesen los posibles del gallegazo Don Amancio, pero me temo que no va a ser el caso, así, que lo mejor será que en mi carta me centre en aquello que satisfaga las necesidades del espíritu y quedo como un ángel, aunque me temo que tampoco en las cosas del espíritu está el mercado en condiciones.

Así que haré caso a los cuentos sufíes y esperaré que no se me concedan los deseos, y procuraré quitarme de encima todas mis camisas a ver si es verdad que eso da la felicidad absoluta. Un poquito de Chick Corea, en uno de esos conciertos que nos contaba el malogrado Cifu, quizás sea suficiente, que uno está ya muy mayor para tanto farolillo.

Seguiré pues a lo mío, que como no hago más que decir que esto no se mueve ni para atrás me centraré en disfrutar del plato que está puesto en la mesa antes de que el señor Montoro venga a cargarme los diezmos multiplicados por cuatro y deje mi cosecha como unos zorros.

Preparen pues su carta con cuidado, que no saben ustedes en qué manos va a caer el mensaje de sus anhelos, y como se me descuiden cae en tierra enemiga y les apuntan a ustedes en cualquier lista negra de esas que al final les acaba costando la subvención o cuatro puntitos vitales en la oposición a conserje del ICS. Los caminos del nepotismo son inescrutables.

Con su pan se lo coman

 

 

 

Feliz Año Viejo

De vez en cuando el síndrome de la página en blanco aparece, y es que no hay forma de llenar ni la primera línea. Te invade la rutina que debe presidir la constancia en las tareas que uno se impone o a uno imponen, y es que hay días en los que la molicie ataca de forma inmisericorde.

¡Qué le vamos a hacer!, será el tiempo, que a lo mejor ya nos sentimos sin darnos cuenta como osos polares, de esos que se mueren por aquí y resucitan por allí, o como los periódicos, esos que rellenan con letras trozos de bosque prensado y que casi nadie ya lee, que nos quedamos con los titulares de internet, que es donde ahora se reproducen.

No lo sé, y hay que seguir intentando manchar con caracteres nuestra página diaria, donde vale todo, y poco sirve, pero eso es algo que me preocupa poco, porque pocas páginas se están rellenando, es como si el mundo se hubiera parado hace diez años.

Hoy nos decía el analista económico de la cosa que la sociedad estaba en deuda con los trabajadores, que los salarios se han reducido de forma drástica. ¡Vaya noticia!, que uno cuando se entera de lo que gana la gente que trabaja comprende a la vista de los precios el terrible traspaso de rentas que en esta década ha habido de las clases trabajadoras a las clases dominantes.

Es cierto, y encima hay que escuchar a los ministros del ramo decir aquello de que el PIB crece tanto y cuanto, pero de ninguna manera nos dice que quien está pagando el pato de ese crecimiento no es más que el empleado votante de su partido o del de al lado, como tampoco nos da los detalles de qué es lo que crece y lo que decrece, no sea que se quede sin votos, que tarde o temprano se va a quedar.

Pero ya no será importante para él, habrá dado el salto a Europa, y el que venga detrás que arree.

Y es que mi Puchi ha descubierto lo bien que se vive en Europa, en casas preciosas cerca de Bruselas y a costa de cuatro interesados y veinte que no se enteran.

En poco tiempo nos hemos cargado las reservas que tenía el Estado, las huchas de pensiones, los fondos de reserva, y nos seguimos endeudando, tanto que ya no nos dicen por dónde va la cosa, total, el ciudadano de a pié tampoco se va a enterar demasiado de lo que quiere decir el dato que se le pueda ofrecer.

Y lo malo es que el día que suban los intereses de la deuda, que lo harán, nadie lo dude, nosotros, los de siempre pagaremos el pato, que los dueños del país seguirán como siempre, depredando, o como dicen ellos defendiendo lo que es suyo.

No me extraña que en una población informativa y culturalmente manipulada, las reacciones sean pobres, ineficaces por lo deslavazadas, y carentes del contenido que pueda hacer cambiar la tendencia del empobrecimiento. Preferimos gritar detrás de una bandera, qe pelear por defender nuestros derechos. Es lo que produce el adoctrinamiento.

Los grupos políticos que de alguna forma hubiesen podido introducir ligeros cambios en la tendencia, han sido laminados por el Poder aquí y en cualquier parte del mundo que se precie. Es más me temo que eso de tocar el poder de verdad, junto con la prebenda económica que conlleva les hace bajar el pistón. Malditos salvapatrias.

Si la protesta es en forma de nacionalismo, nos encontramos con el frente global que opina inmediatamente sobre su perversión social, sus impactos económicos, seguidos de amenazas internacionales, y hasta insultos personales. ¡Que no puede ser! ¡Coño!, mira Kosovo, fíjate en Ucrania, no quieras ser como los corsos, que ya les han llamado gilipollas desde el corazón de Paris,

Y no es que defienda la postura nacionalista, de aquí o de allá, que se me da una higa, lo que veo es a la población más desfavorecida como a los bebés cuando lloran, qué hay que saber por qué lo hacen, para conseguir que se callen. Y son los bebés que no llegan a fin de mes los que están llorando, y no saben que tienen el pañal mojado.

Así que pienso que quien se proclama seguidor de esta o aquella propuesta, no cree en general en sus postulados, lo único que sabe es que le duele el bolsillo, le duelen las expectativas de vida, que por su parte hace todo lo que en su adoctrinamiento le inculcaron, y al no funcionar, sigue a quién haga más ruido.

Y mi página de hoy sigue estando en blanco, porque no me importa que al jugador ese de fútbol le paguen menos de lo que cree que merece, que mira el plato del de al lado y se imagina que el otro está más lleno, lo que no deja de ser una injusticia, que los voceros de su equipo de mercadotecnia le han dicho que es el más guapo, que Blancanieves no existe, que todo es una confabulación, que los ingleses siempre apreciaron el buen vino de Madeira.

Y es que el año empieza tristón, aburrido, como esa lluvia que no vemos caer tras los cristales, que parece que aún es ayer, que aún estamos en el año pasado, que la página sigue en blanco, o emborronada como un palimpsesto sobre el que se escribiera lo mismo que se ha borrado.

Tendré que hablar con mi astrólogo de cabecera para que me diga si lo que nos está pasando es que andamos en medio de uno de esos tránsitos lentos de planetas que lo ponen todo patas arriba y lo dejan por años, como olvidado, como el expediente del Ministerio de Obras Públicas, como las cercanías de Barcelona, como la y griega vasca.

Así que hoy dejaré la página en blanco, diremos lo de catorce versos dicen que es soneto, y ya está hecho

Con su pan se lo coman

 

Il fu 2017

Por muy mal que lo haya hecho el muerto, acaba siempre saliendo a hombros.

Pues sí, que esta mañana cuando he escuchado la frasecita, he pensado que no podía haber sido en mejor momento, que se nos acaba el año, vamos que se nos muere, y desde luego habrá que sacarlo a hombros esta noche.

Y es la diferencia entre las personas y los períodos de tiempo, que a las personas cuando pasan a finados, se les alaba, se les saca a hombros, vaya, pero a los períodos de tiempo se les pone de vuelta y media y media vuelta.

Y en ambos casos nos encontramos con cosas del pasado, que ni el “fu” ni el año volverán a darnos la barrila en primera persona del presente de indicativo, que se fueron, que apenas nos quedarán algunas consecuencias de su paso por nuestras vidas, y en cualquier caso, si algo de lo que ocurrió o nos hicieron, sigue aparentemente mareando, está en nuestra mano bien adaptarnos, bien corregirlo.

Así, que no está mal, sacamos a hombros al año, de alguna manera, que a lo mejor no nos hemos dado cuenta de que de alguna forma nunca existió, que como mucho algún recuerdo de hemeroteca, algún acontecimiento que haya dejado alguna huella en nosotros, poco más.

Y como el muerto, el que sea, que tanto si fue amado, odiado o indiferente, su huella en nosotros es cosa nuestra aunque nos parezca lo contrario, que para huella se necesitan dos cosas, un pié y un suelo.

Pues sí, tras la perceptiva autopsia del “fu” dos mil diecisiete, los resultados que nos brindan los voceros de la morgue no parecen ser halagüeños, y es que el panorama de desolación que nos está dejando el paso del tiempo, con ese voceado nuevo orden mundial va pareciéndose cada vez más a las distopias que nos han descrito todos y cada uno de los especialistas en futurología que se esconden tras las plumas de los escritores de ciencia ficción.

Yo siempre me he considerado agnóstico, es decir, que se escapa a mi conocimiento todo aquello que trasciende la experiencia, todo aquello que se relaciona con lo divino, sin negarlo, desde luego. Y en ese entorno se me hace muy difícil discernir si mi planeta se está transformando en algo mucho más hostil para nuestra vida, hoy que somos muchos más humanos que nunca, no soy capaz de discernir la razón de tantas y tantas dependencias superfluas que nos hemos creado.

Que me dicen que ayer se paró un ratito el sistema de mensajería electrónica y los colapsos, los disgustos, los dramas fueron contados por millones. Y es que se pusieron todos los indios a felicitarse el año a la vez, y luego los europeos y los africanos, que se cuentan por cientos de millones, y eso no hay Zuckemberg que lo aguante.

Que me dicen que las gentes, marginales eso sí, siguen intentando escaparse de tantas y tantas guerras, hambrunas, vidas miserables, pero son pocos en términos estadísticos, y no estamos para que nos estropeen los mercadillos navideños de los burgos europeos, ni que interrumpan el flujo de dólares que el comercio electrónico provoca.

Porque al final, todo es cuestión de adaptarse, que si Tito Trump lo hace así o asado, a mí, ciertamente me importa muy poco, vamos que como diría un amiguete, ninguna de sus opciones ni sus contrarias me rentan, que si hay políticos en todas partes y con todas las creencias que meten la mano en la caja, desde Irán a Perú, no deja de ser algo dentro de esa realidad indeseada perfectamente comprensible, no desde el punto de vista ético pero sí desde la triste experiencia.

Y cuando uno avanza en la lectura del informe forense se va dando cuenta de que lo que cambia es la forma del mensaje, porque el fondo es tan antiguo como la Humanidad, y las ondas se repiten machaconamente.

Que si se nos muere para siempre el oso polar, pues lo sacamos a hombros, que se nos murieron los tigres dientes de sables, los mamuts, y si os ponéis bobos los grandes dinosaurios, (que los pequeños con alas parece que aguantan).

Son los mensajeros de todos estos no sé qué, los que elaboran la información, los que crean sus campañas de mercadotecnia, los que nos venden los mensajes que debemos creer, quienes acumulan las cotas de poder, el dinero, que no la felicidad. Pero es lo que hemos puesto en el escenario del gran teatro del mundo en el que nos movemos, y solo nos queda adaptarnos al asunto, que para revoluciones sin control no parece que esté la cosa.

Y sí, el informe de la autopsia de este “fu” dos mil diecisiete, a no ser que vayamos a las anécdotas de lo personal, es el mismo que el de otros “fu” anteriores, que siempre hemos tenido guerras, que siempre han existido movimientos migratorios, que siempre han existido refugiados, que el horror no es cosa del pasado inmediato, que el poder se ubica donde siempre, que si hace más calor o menos, que es lo mismo, unos sufrirán, otros no.

Y lo que a lo mejor es lo que realmente pudiera ser que nos importase, seguirá sin resolverse, seguiremos sin saber para qué coño andamos por aquí, seguiremos sin saber de dónde venimos, seguiremos sin saber a dónde vamos (en caso de que trascendamos, claro), seguiremos pensando como Calderón que la vida no es más que un sueño que se desarrolla en ese gran teatro que es el mundo, y del que no sabemos bien si somos actores, si somos público, o si no estamos.

Yo como estoy muy mayor voy a seguir riéndome de todo lo que pueda, voy a seguir intentando navegar con mi falta de conocimiento, con mi agnosticismo, por donde las aguas o el camino me lleven, que no me apetece trazar caminos, que la vajilla de fino oro labrada sea de qien la mar no teme airada.

Preparen pues ustedes sus hombros para transportar al “fu” dos mil diecisiete, aunque me permitirán que les indique que será una pérdida de tiempo, ya que no existe como tal, ya que ni siquiera existe ese “vivo” dos mil dieciocho”, que todo esto son convencionalismos que apenas valen para indicar el vencimiento de una letra de cambio.

Yo no sé si tomarme un vermut, que hoy dicen que es lunes, y a lo mejor mañana tengo que enterrarlo.

Con su resaca lo pasen

 

En la playa de Barcino, junto al mar.

 

Allá, en esa playa del que fue archivo de cortesía, es donde nuestro último hidalgo se cae del caballo, es donde el Caballero de la Blanca Luna devuelve a la realidad, que no a la cordura al gran Don Quijote.

Archivo de cortesía que solamente pone en la escena el decorado, con, seguramente esa Catedral del Mar a las espaldas, esperando que algún menestral o algún aprendiz, o algún judío de la calle Moncada se asome al templo, pase de largo, o simplemente disfrute de la arquitectura, es lo mismo.

Que al final en la playa de Barcino, el Bachiller se enfrenta a la ilusión, la ley natural se enfrenta al sueño, derriba al sueño, y devuelve al Bachiller y al bueno de Alonso Quijano a esa realidad de la que quizás, sin saberlo, habían pretendido escapar.

Y es que el sueño de Don Quijote, no es más que religión y fanatismo, ya que todo se concentra en mantener que su bella Dulcinea es la más bella mujer del mundo, y en esa defensa pone su vida, su honra, sus anhelos. Es esa imagen idolatrada, (por favor dadle el peso correcto a la palabra idolatrada, y relacionadla con lo que de fanatismo encierra), quien le lanza a los caminos, quien le lleva a intentar deshacer entuertos, contrafueros, ayudar al débil, defender honras, y por supuesto a confundir la realidad, una vez construida la propia que no debe ser puesta en duda.

El Caballero de la Blanca Luna, no hace más que oponer a la sinrazón del caballero de la Triste Figura, otra supuesta sinrazón, y el enfrentamiento no tarda en dar la solución, solución que es solo aparente.

Y es que cuando leo esa parte de la historia de nuestro Ingenioso Hidalgo, Don Quijote de la Mancha, no puedo por menos que leer en ella el paralelismo de la situación que se da en esa mi tierra, en donde un Don Quijote tiene el seso sorbido por la obsesión religiosa de la defensa irracional de su dama, y como consecuencia define su vida, y la de muchas de las personas.

El Bachiller, lleno de racionalidad, es quien acaba provocando la caída de Don Quijote, pero lo hace por la fuerza, como el rayo divino o lo que fuera hizo a las puertas de Damasco caer a Saulo de Tarso.

Pero cuando la irracionalidad es religión, el Caballero de la Triste Figura ofrece su cuello a la lanza, que prefiere la muerte a renunciar a reconocer la realidad de que su dama no es más que una mujer más del pueblo, que el ideal, la fe es lo importante, lo demás es terrenal, es para el villano.

Y sí, parece que la condena que se impuso a la irracionalidad del Ingenioso Hidalgo, de volver por un año a su casa, a su pueblo, a la, digamos legalidad, para que de esa forma se volviese a la cordura, lo que conlleva es la muerte.

Y a lo mejor, el intento de llevar a la cordura a los independentistas, a lo que conduce es a la cordura lo que inevitablemente conlleva la muerte.

Darte cuenta que tu dama es una dama más, que a lo mejor ni siquiera es tu dama, que ella no se ha enterado de tu pretensión posiblemente, puede tener como consecuencia la pérdida total de motivación para seguir viviendo. Y eso es lo que yo estoy viendo en ese sueño imposible que ha sido compartido en mi tierra, aunque el caballero de la Blanca Luna aún no haya derribado al caballero y le haya puesto una lanza debajo de la celada.

Y es lo que esperamos le ocurra a nuestro Triste Caballero Independentista, que alguien lo derribe con el amor con el que el Bachiller Sansón Carrasco lo hace, y que en el suelo, donde se despiertan los humanos de sus sueños, se le pida la promesa de reconocer la penitencia que se le impusiere, siempre sabiendo que en lo más recóndito de su ser eran gigantes y no molinos, que los galeotes eran gente honrada, y que quedan muchas ínsulas que gobernar.

Pero la literatura es lo que es, y la penitencia impuesta ha sido menor de un año, y no es suficiente, hay que hacer que nuestro Don Quijote reflexione, con ayuda, de lo que significa el transitar por caminos de ensoñación y arrastrar a la gente que te quiere. No sé si será posible, no lo parece, que la luz o el caballero que te desmonta como a Don Quijote, como a Saulo de Tarso, solo se le reconoce eficacia en las páginas de los libros.

Y parece que tendremos una segunda parte, que escucharemos el rebuzno de Sancho, que veremos pasar ese cortejo de sabios en procesión estrafalaria, que escucharemos los lamentos por los encantamientos que justificarán los errores que en los choques de realidad y locura acontecen.

Y recordaremos que el Bachiller necesitó dos batallas para devolver a Alonso Quijano el Bueno a la tierra de la cordura, que cuando fue Caballero de los Espejos, salió por las ancas de su montura al recibir el lanzazo de Don Quijote.

Y en las playas de Barcino, junto al mar, es donde se acabarán un día las batallas de esa ilusión quimérica que hace que se muevan las montañas…en los sueños, que en la realidad, para moverlas se necesita maquinaria pesada, dinamita, dinero.

Así que na vez vencido el Caballero de los Espejos, solo habrá que esperar que llegue el caballero de la Blanca Luna, y quedan aún muchos capítulos, muchas aventuras, muchas sinrazones, muchos esperpentos, muchos encantamientos, que veremos ir pasando poco a poco, mientras la economía de nuestro aseado Hidalgo merma a pesar de los buenos oficios de sus vecinos, mientras la belleza de la sin par Dulcinea del Toboso, va poco a poco trocando en Aldonza Lorenzo, con su bigote, con sus caderas anchas listas a parir lo necesario para llevar las tierras.

Dejar Barcino a pié, volver a sentir el contacto con lo cotidiano es lo que deberemos esperar en su momento, y habrá que echar las culpas a los magos que ejercen sus maleficios contra los sueños de nuestro Don Quijote, de nuestros inedepes.

Vale.

Urgencias

Para cabrear a mis amigos médicos siempre les suelto aquello de:

-Chicos, creo firmemente que solo hay dos tipos de enfermedades, las que se curan solas, y las que no se curan.

Y bueenoo, nos echamos unas risas, si hay suerte les saco una cañita, y a otra cosa.

Y desde luego sé que exagero, que es por meterle los dedos en los ojos a mis amigos, que ellos también tienen sus técnicas, y en una cosa que pretende ser pública como esta, no voy a liarla parda, que tal y como están las cosas me monta el colegio de médicos un cristo de mucho cuidado, y todo esto es entre amigos y en tono menor.

Y viene esto porque estoy escuchando de forma repetitiva en la radio, que la tele me aburre cada día más y las presentadoras del telediario empiezan a ser pelín rancias, que en La Paz se les están montando unos pollos considerables en los servicios de urgencias, que La Paz es un hospital entre muy bueno y excelente.

Esa es su desgracia, que la peña a la que tiene un moquito más allá de lo razonable se apuntan corriendo a sus servicios de urgencia que, dicho sea de paso gozan de una calidad y un prestigio envidiables, con el consiguiente efecto de que la cosa se colapsa en un abrir y cerrar de ojos.

Y los sindicatos ponen el grito en el cielo, con toda la razón, argumentando que los profesionales que atienden el servicio son escasos para la atención que deben dar a los pacientes, que algún facultativo tiene un ataque de ansiedad, y ya que está en el servicio hay que atenderle, (no se de forma inmediata o haciendo la cola correspondiente como un ciudadano más).

Claro, y bromas aparte, por mucho pico gripal que haya, y es que la gente no se vacuna ni a tiros, la peña no se ha enterado que esa es una de las enfermedades que se curan solas, si no se previenen.

Tampoco se han enterado que tienen una cosa que se llama médico de cabecera, vamos el generalista, que desde luego te atenderá cuando la gripe se haya curado sola, y entonces sientes que el derecho que tienes a la sanidad cuando te atiende el de cabecera, es como si fuera low cost.

Así que a La Paz, que quizás debería resolver el problema que como punta de iceberg asoma en la guerra de sus urgencias y seguro tiene raíces más hondas. Pero a lo mejor es que el presupuesto no llega, que la capacidad de maniobra de la gerencia no permite resolver el asunto.

Quizás la política de la Comunidad de Madrid quiera tocarnos el tema de la sanidad y quieran demostrar que los números que ofrece el último hospital privado son muchísimo mejores que los de La Paz, y hay que resolver los problemas de productividad, y lo que te dé la gana.

Siempre he pensado que los servicios de urgencias están sufriendo el abuso que procede de la mala utilización por parte de los ciudadanos, y la mala defensa que de esa inadecuada utilización hacen los hospitales.

Entiendo que un servicio de urgencias se colapse en caso de un accidente con múltiples afectados, pero el resfriado debe tratarse en el ambulatorio, en las urgencias del centro de salud, cuando te toque en tu médico de familia, o mejor, como se ha hecho siempre, que esta es de las que se curan solas, así que al catarro con el jarro.

Las noticias que me llegan, indican que ha sido La Paz, el hospital que se ha colapsado, que otra cosa sería que todos los hospitales de Madrid estuvieran en la misma situación, cosa de la que no nos han informado.

La derivación de pacientes debería ser normal, y alrededor de La Paz, hay bastantes hospitales, un ambulatorio grandón, y cruzar Madrid en ambulancia para ir a cualquiera de los centros que conforman la red hospitalaria de la ciudad tampoco es para tanto.

Así que me quedo con la canción de que hay más cosas detrás de la noticia, y como siempre, quieren manipularnos, y hacernos creer que hay un problema determinado donde a lo mejor no hay más que una mala gestión organizativa, y un cabreo sindical.

No tengo muchas ganas de ahondar el asunto, que me tienen aburrido con tanta manipulación y tanta mandanga, y todo eso en el famosos día de reflexión catalán que me pilla con el mazapán en la mano y sin cava en la fresquera.

Y la que nos viene ahora con la manipulación que se nos viene encima en cuanto se cuenten los indepes de mi pueblo, va a dejar al tema de la Paz en chiste de patio de colegio.

Y aunque tenga uno sus amigos en La Paz, quiero asegurar, que a no ser que me encuentre seriamente perjudicado, con un problema traumatológico, o un proceso agudo grave, seguiré tranquilo en butaca o cama, con el jarro bien dispuesto, que es lo que cumple.

Y por lo demás, estoy decidido a enfrentar con cierta gallardía los días que se avecinan, que no va a ser la cosa ni moco de pavo, ni grano de anís, y por mucha experiencia que ya va teniendo uno en estas cosas, siempre acaba uno arrastrado al charco navideño.

Así que por favor, si se rompen ustedes la crisma, si les dá el infarto, incluso con síntomas de ictus, o casa parecidas, salgan sus gracias zumbando a ponerse en manos de los profesionales de urgencias de su hospital, pero si lo único que tienen es necesidad de mimitos, apúntense a una página de contactos, y si se les caen los mocos, pues ya saben, denle al cava corregido con unas generosas gotitas de Mascaró, que hasta su señora abuela le alabaría el gusto, y podrían tratar a quien de verdad necesita al hospital.

Y si hay un problema laboral, no vengan ustedes con gaitas, dando informaciones sesgadas, que 3stamos ya muy mayores para tanto y tanto desnucasapos suelto.

Con su pan se lo coman

 

Días de cumpleaños

Mi madre siempre ha mantenido que eso de cumplir años es una grosería, que solo se acuerdan de la tal cosa los que tienen alma de carreros, cosas de modistillas ineducadas, de mucamas sin desbravar, de esas que aún tienen en el cogote la pelusilla de la dehesa.

Siempre es mejor, creo yo, inventarse un día que le cuadre a uno, ya que mirando bien la cosa, hasta ahora no conozco a nadie que haya decidido cuando nacer, y pocos, muy pocos que consideren que el hecho de encontrarse entre los que ¿disfrutamos? de la existencia en este mundo, sea algo digno de celebraciones.

Otra incongruencia del alma humana, es que nadie quiere, o casi nadie, que aquí hay para todos los gustos, dejar de contarse entre la comunidad de los vivos, pero eso es otra historia.

Hemos perdido la batalla definitivamente con la llegada de la globalización, la estandarización de las campañas de márketing, y la gestión inteligente de las bases de datos.

Como todo el mundo te pregunta “fecha de nacimiento”, digo yo que será para que no entres en las páginas guarrillas, que el padre Pío luego se cabrea, todo el mundo sabe cuando hay que enviarte la felicitación de cumpleaños, y además de recordarte que estás cada día más decrépito, aprovechan para demostrarte la cercanía de “Productos tocameloshuevos, S.A.U” a sus queridos clientes.

Lo dicho, uno no puede escaparse, que ni siquiera esa intimidad te dejan, es como si la puerta del trono de cagar fuera de cristal, pero son las cosas que los humanos nos inventamos cada día, para hacer de nuestra vida algo mejor, y sobre todo más pública.

¡Vaya historia!, que es que si tirásemos de santoral, y asumiendo que existiese un solo San Luis, por ejemplo, la cosa valdría para los cristianos, que hay miles de millones de descreídos que por el santo no les viene nada, pero sí por la fecha de nacimiento, y por ahí nos tienen pillados. Pero uno no sabe si el San Luis Gonzaga, San Luis de los franceses….y así con todos.

Que eso de la onomástica, es para mí, mal menor, que tampoco escogí mi nombre, que me fue colocado de oficio, uno por cada abuelo, otro por mi padrino, y el último por el cura que me bautizó, que “In illo tempore”, si no bautizabas al crío acababas en la Modelo, como poco.

Así que no me importaría reivindicar mi día, ese que no esté ligado ni con San Apapucio, ni con Santa Amedrentación, y hacer como los de la ONU, día internacional de….y a renglón seguido mi número de carnet de identidad, o de pasaporte. Y si te dan derecho a recibir el tronco de la viuda* lleno de los duros de las cuestaciones internacionales, hacemos el año, que ni Montoro se entera.

Que ventajas se me vienen demasiadas, y es que sin ir más lejos, tanto a mi hija pequeña como a mí se nos viene el cumple demasiado pegado a las Saturnales, y con sueldos a la española, la cosa a la hora de los regalos acaba siempre mal, por aquello de los salarios de miseria que nos han adjudicado.

Así, que yo, sin ir más lejos dejaría a un lado, a los santos, a las fechas de nacimiento, y buscaría fechas muy interesantes para mi provecho y el de los demás, por ejemplo:

-Buscar el día del D.N.I. 72345546C, cerca de primeros de mes, por ejemplo el 1 de diciembre, que queda cerquita del viernes negro, la paga extra temblando aún en el bolsillo, y los ruidos prenavideños apretando a los amigos y a los familiares a ser pelín generosos, no es mala cosa, así como el 1 de julio, donde se dan terribles paralelismos con el otro solsticio.

– Buscar fines de semana, que al fin y al cabo son festivos, y pillas más a la gente, siempre que no coincida con un puente de esos tan españoles, y te quedes más solo que la una, sorbiéndote los mocos.

– Luego están las preferencias estacionales, y siempre parece que la primavera, o el inicio del verano, es época propicia por aquello de las horas de sol a que la gente sea más expansiva, y siempre se puede pillar algo de cacho extra, cosa nada desdeñable.

– Desde luego siempre te pueden caer unas elecciones el día de tu DNI, pero minimizas la cosa marcando un sábado, que es día interesante, que si la fiesta se prolonga, uno tiene siempre el domingo para descansar.

La fórmula esa que utilizan los del Imperio de “primer sábado después de último lunes de mayo”, y a hacer puñetas, siempre me ha parecido estupenda, que no hay estructura de base de datos que lo resista, y es que te colmatan el correo con tanta coña marinera de ¡feliz cumple!.

Y todo esto viene, al final, por el triunfo de la zafiedad, que a mí me enseñaron que a las señoras no se les pregunta la edad, ni se les recuerda cada año que el tiempo pasa inexorable, y a los señores, bueno, en aras de la igualdad perseguida de los sexos, pues deberíamos aplicarles un cuento parecido.

Y es que los del márketing global, al final me temo que no son damas, que no son “gentlemens”, gentilhombres, que eso de caballero me empieza a tocar los cojones, que cada vez que me lo llaman me veo a lomos de un mal rocín, con armadura y casco con celada, empuñando una Tizona o una Durendal, y me viene la risa.

No les han enseñado educación a estos que andan todo el día a lomos de algoritmos que permiten enviar el mensaje publicitario subliminal con la excusa de que naciste hace no sé cuánto en no sé dónde, que tu ficha debe ser lo más completa posible, y para eso están los cookies.

No sé si la inteligencia artificial que viene si estará bien educada, aunque me temo que no, que está su estructuración en manos sospechosas, y las gestiones humanas de las fechas señaladas seguro se expresan en sucesiones de cero y unos, con lo que no te libras de que un día al año te hagan papilla el correo y encima se te pierda en mensaje de Chuchita o de Borja Mari, que al final han decidido tomarse un chocolate con nata contigo en La Pallaresa, que es cosa muy honesta y llena de sugerencias.

Habrá pues que luchar contra toda esta caterva de gestores de algoritmos, de marketinianos pobremente educados, de zafios, de interesados, de puñeteros tocacojones, y diversa fauna que nos rodea, que empezaré a ser feliz el día que de la oficina del D.N.I. o del pasaporte, me pongan un mensaje de felicitación, que esos saben cuando es, no me van a vender nada, y la posesión de esos datos personales, al menos se ajusta a derecho, pero es que son gente muy fría y sujeta a procedimiento, y si no hay presupuesto para esa coña, que cada perro se lama su cipote.

A los demás, bueno, a los demás que me felicitan, si no quieren venderme nada, les daré a cambio la mejor de mis sonrisas y un fuerte abrazo. Eso sí, el año que viene, el día de mi D.N.I. será el primer sábado después del último lunes de mayo.

Abrazos a todos

*Tronco de la Viuda en masonería es el saco donde se depositan los óbolos al final de cada tenida(ceremonia) para las obras de beneficencia de la Logia.

La carta a los Reyes Magos.

 

No teman sus gracias, que esta vez no voy a ponerme estupendo haciendo una glosa del significado simbológico y esotérico de los famosos Reyes Magos, ni siquiera es mi intención ir por los caminos que transitan Don Iker Jiménez, y otras gentes de su gremio hablando de la posibilidad de que sean extraterrestres montados en platillos con forma de camello.

No, no teman ustedes, que estoy muy mayor para meterme en ciertos charcos. OVNIS parece que sensu estricto si lo son, que nadie sabe muy bien qué diablos son esos tres pollos en camello que parecen sacados de una fiesta de Drag Queens, con todos sus abalorios y sus sedas, cruzando los cielos de Oriente a Occidente, como si fuera un paquete o varios, de Alibaba.

Mis amigos y yo, deberíamos celebrar estos días nuestro homenaje al sol invictus, que se nos viene encima la solsticial de invierno, que parece que el tal Sol no se nos va, que es como un yo-yo, arriba, abajo, arriba, abajo, y seguro que lo haremos, que esas cosas se nos dan estupendamente, y beberemos unos vinazos, comeremos un corderito, y a otra cosa.

Y a lo mejor lo que estamos celebrando son las cosechas esas que nos deberán dar de comer en su momento ya entrado el año que se anuncia, así que habrá que honrar a Saturno, ese dios que sirve entre otras cosas para la protección de la agricultura, y liarnos con las saturnales que parece empiezan con eso del viernes negro, y acaban con la Beffana o con los Reyes Magos.

Mi amigo David, insiste que de lo que se trata es de celebrar el período del Hanukkah, la fiesta de las luces, de las luminarias, en las que se celebra la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos, con la consiguiente purificación del templo “infectado” por la presencia de dioses extraños.

Parece que la fiesta de la luz deriva del milagro de haber podido mantener encendido el candelabro de nueve brazos (Hanukka) durante ocho días consecutivos, con una cantidad exigua de aceite, suficiente apenas para un día.

Al final la simbología es a mi parecer la misma siempre, la luz que triunfa, y no diré el triunfo de Lucifer, para no darme ni pisto, ni autobombo, pero la luz siempre triunfa…por el momento. Quien quiera saber más de esto, que lea el Talmud (Gemara, Shabbat 21), que yo no soy profesor de nada, y esto me lo he currado de la tal Wilkipedia.

Pero viendo estas cosas que se nos vienen encima estos días vemos que la celebración es múltiple, pero siempre la misma, sea cual sea la tradición a la que nos acerquemos, y es la entrega, o el robo del fuego, de la luz divina por Prometeo, por Lucifer, por quien quieran ustedes, para dar el calor necesario a la agricultura, iluminar las mentes de los humanos.

Pero volvamos a la tradición del Imperio Romano, en que durante estas fiestas saturnales, además de cierta tendencia al desmán, la gente se intercambiaba regalos, asistía al banquete que se ofrecía a todo el mundo, teniendo incluso los esclavos cierto relajo en el cumplimiento de sus obligaciones. (Quizás los más curiosos de entre vosotros se atrevan a emprenderla con la obra de Macrobio, Las saturnales), allá cada uno con su responsabilidad.

Así, que sin mirar hacia Akenatón, que ya tengo tortícolis solo de pensar lo atrás que debo llevar la cabeza, nos encontramos en que las religiones y los solsticios siempre se han llevado bien, como bien se han llevado con los ciclos agrícolas, o con cualquier cosa que permitiese un cierto protagonismo en los períodos de relajo de los seres humanos una vez acabadas las tareas a las que obliga la supervivencia.

Así, que tendré que aprovechar eso del viernes negro, la Hannukah, las Saturnales, Los reyes Magos, o la Befana, que entre Saturnales y Epifanía, nos jugamos las fiestas del consumo de este mundo occidental de hoy.

Que nosotros con el lío que tenemos montado, al añadir la presencia muy alabada del licio Nicolás a las tradiciones, si la cosa se nos pone rácana, este San Nicolás de Bari, o Santa Claus, nos traerá el regalo anticipadamente.

No quisiera ser irreverente pero el tal Nicolás de Bari tenía na gran predilección sobre el mundo de los niños, cosa que hoy sería altamente sospechosa, y su milagro fue curar a niños acuchillados por algún desalmado, o poner bolsas de oro en los calcetines de doncellas que no tenían posibles para llevar dotes aceptables a sus matrimonios.

Pediremos a Papá Noel que deje algo en la chimenea donde dejaremos los calcetines a secar, y mientras que me vaya explicando los detalles del contrato con Coca-Cola, que hicieron cambiar su color tradicional, verde, al rojo.

Ya lo que me queda, y como estamos en pleno ciento cincuenta y cinco, pediremos que el Tió, ese tronco hueco que desde la cocina en el día veinticinco, es apaleado por los niños para que cague los regalos al son de la cancioncilla “ Caga Tió, no caguis arengadas que son saladas, caga torrons que son més bons” .

Si no. Y esto es ya un lío foral, me quedan los iratxoak (duendecillos) vizcaínos, o el Olentzero, (carbonero) navarro. (nótese que la Befana trae carbón también, y los Reyes Magos si el niño es demasiado travieso), o el Apalpador gallego que trae castañas y carbón para asarlas.

Con todo esto, hare mi carta, que gracias al lugar donde nací, y a otras circunstancias que no vienen al caso, dulces tengo, y no creo que mi médico sea muy feliz si como demasiados, las castañas en Callao, a la señora de siempre, figuritas de barro como las que se regalaban los romanos en las saturnales, o las que hay en nuestros belenes, si no son vienen con inteligencia artificial de serie, pues ¿qué queréis que os diga?, aunque ese caganer que está abonando la tierra una vez acabada la tarea de la siembra de invierno, quizás sea el símbolo que más me gusta por lo que conlleva de esperanza en el fruto que la tierra está incubando, y será nuestro alimento futuro.

Los detalles de mi carta, los daré en otra entrega…o no.

Con su pan se lo coman

 

Bucle

Llega un momento en el que uno se colmata, vamos, que ya no le caben más estupideces en el cuerpo, y a partir de ahí, como en las buenas soluciones que nos explicaban en física de segundo, el nuevo aporte de solvente dejaba de ser aceptado por el disolvente saturando la solución.

Pues así me temo que estoy yo, saturado, que en ese maravilloso lenguaje de la calle, quiere decir hasta los mismísimos cojones. Y lo malo, es que siguen echando toneladas de solvente.

Que se despierta uno por la mañana, comete el error de poner cualquier emisora de esas que sueltan noticias, (ese es mi pecado), y empieza la descarga de los elementos que me tienen colmatado.

Estoy de los israelitas y de los palestinos hasta arriba, la cosa está claramente en bucle, intifada si, intifada no, intifada niña que la bailo yo, que si Tel Aviv, que si Jerusalén, que si el lobbi judeo-americano, que si los de Hamas. Cierto que el verdadero drama está en la gente que anda por allí en su día a día, pero eso no importa, que se les mata, que se les ignora, que se les saca todo el dinero que se pueda, y a otra cosa.

Y a nosotros, como si en ello nos fuese la vida nos dan desde explicaciones falsas, a los más sesudos análisis, intentan que seamos o pro unos o pro otros, y así durante décadas.

Pero como se nos calienta el planeta nos volvemos a reunir en Paris, y ya sabemos que al Imperio no le viene, que a los del carbón asturiano tampoco, que a los chinos la forma o el fondo, que nunca se sabe. Al final la culpa es de las vacas, que son las que no tienen derecho a voto, pero más carga a mi solución colmatada.

El bucle está ahí, que unos me dicen que los osos polares se mueren de hambre, y otros me dicen que cada día hay más osos, y todos acercando la boca a la teta de la subvención, del donativo, y procurando, con razón o sin ella que la cosa siga viva, bien viva.

Y Bankia la vendemos un veinte por ciento más baratita de cuando la compramos, y digo bien el plural, que de mis dineros salieron las ayudas y no me dieron acciones a cambio, que ya sabemos que de eso no entiendo, que es mucho mejor que lo lleve el gobierno, que por aquí somos imbéciles y eso de los mercados no lo entendemos. Y unos dicen que si, otros que no, y a mí ya no me cabe más porquería de ese otro bucle eterno.

Que parece que es el mismo bucle de la corrupción que nos sacude desde el lado de la política, y es que la buena de Espe y sus acólitos dicen que metieron la mano, el brazo, y cualquier otro apéndice disponible, y de nuevo los sesudos analistas a llenar ese vaso que tengo a rebosar, que la cosa no se arregla ni en el golf de Vallehermosos, que si costó una pasta hacerlo a mi pobre y mísero bolsillo, más costará ahora derruirlo y rehacer el espacio con nuevas instalaciones de otra guisa para el vecindario. No cabe más solvente, que a nadie de todos estos que la liaron parda les van a detraer de sus patrimonios, siquiera lo que por las operaciones fraudulentas llevaron a sus bolsillos aquellos que lo hicieran.

Puestos a buscar más de esos elementos que tienden a que se llene mi vaso, cuentan por ahí que las cosas esas de la salida británica del club europeo se siguen retroalimentando, que hasta mi amigo el analista de estas cosas escribe y escribe todo lo que puede para demostrarnos que lo más seguro es que quién sabe, que si se quedan un poquito, no pasa nada, que al fin y al cabo no han dejado nunca de circular por la izquierda, y que con eso de que la pizza es ahora Patrimonio de la Humanidad, están ellos con el run-run de que hagan lo mismo con el “five o’clock tea” del Ritz de Picadilly.

Y que a los irlandeses ya veremos por donde les dan, que eso es lo de menos, que el individuo de Belfast o de Londonderry no es un actor de este juego.

Y que me dejes el arancel, o que lo quites, que cierren el Canal de la Mancha, o que lo dejen abierto, pero por favor dejad ya de echar más solvente a la solución, que esto va para años, que estamos dentro de un bucle, que les saldrán canas a mis nietos, y seguirá el bucle creciendo. Siempre y cuando, claro, llene los bolsillos de alguien.

Y el bucle de los nacionalismos en cualquiera de sus versiones, ese bucle que de vez en cuando revienta y mata a mucha gente, o arruina a otros tantos. Está ese componente de la solución saturada de la que hablamos continuamente y que arruinó a Quebec, que mató a millares en Yugoeslavia, que impide que progresemos adecuadamente en Córcega, en Cataluña, en Bélgica.

Pero no importa, es un bucle que se retroalimenta con facilidad, y seguirá de forma machacona encima de nosotros per omnia saecula saeculorum.

Y ese otro maldito bucle de la gente del sur que busca en norte, y se encuentran que el norte les ha preparado un sur en los suburbios de las ciudades de las que estamos tan orgullosos. Y hoy te violo, mañana te vendo como esclavo, hoy te contrato como esclavo en lo peor de mi sociedad inmaculada, mañana te tiro a la basura como el deshecho humano que eres.

A nadie le importa, yo compro viendo el anuncio del nuevo cochecito como se hunde tu patera, como pierdes a tu mujer, y como estoy colmatado, me parece que lo que me están enseñando es un anuncio de pateras.

Y el bucle lo alimentamos dejando que cualquier cafre gobierne por el sur, que al final lo que roben acabará en los bolsillos del fabricante de barcos de recreo, de don Ferrari, de don Porsche.

Estoy colmatado, hasta los cojones que diría el castizo, estoy cansado de chapotear la misma mierda ayer, hoy y posiblemente mañana, así que deberé de cargarme de paciencia o verter el vaso, llenarlo de un nuevo disolvente, y esperar pacientemente a que se vuelva a colmatar.

Con su pan se lo coman

 

Alabanzas en vida

Mâitre corbeau, sur un arbre perché, tenait en son bec un fromage.

Mâitre Renard pour l’odeur alleché lui tint à peu près de ce langage…..

Anda, no me seáis vagos, y leeros el poemita, que no tiene desperdicio, como cualquier cuento de esos que llamamos infantiles, o cualquier fábula moralizante, que lo que se reaprende con estas cosas, no tienen precio.

Y es que anda todo el mundo con la misma cantinela, hay que alabar al que tiene, o parece que tiene algo, para que abra la bocaza, el pico, la mano, el bolsillo, el alma, o incluso las piernas que para todo hay, y de esa guisa, mientras el susodicho se mira el brillo del pelaje, o intenta demostrar la belleza de su noveno do de pecho cantando aquello de “A mes amis…”suelte lo que nos interesa, y a otra cosa.

Así, que cuando empiezan las alabanzas a uno le entran los temblores, y empieza a aferrar honra, cartera, sueños, en fin todo lo que no tenga a mano, que a la que te pongas a ver lo bello que eres delante del espejo, ya sabes le levantan las faldas a la novia, a ti la cartera, y hasta el apartamento de Benidorm si te descuidas.

Son las cosas esas de la vida, y lo mejor es echar a volar como debió hacer el cuervo, con su queso bien apretado en el pico, y si te he visto, no me acuerdo.

Pero qué difícil es luchar contra la vanidad, que si pudiésemos, haríamos el fantástico negocio ese que dicen que se hace si uno tiene un argentino a mano, ya sabes, lo compras por lo que vale, y lo vendes por lo que dice él que vale. Y esa vanidad es la que nos pierde, que la cosa de alcanzar honores, relumbrón, poder incluso, es lo que por lo visto pone a la gente, que ser tenido como el mejor de la tribu, o la reina del hormiguero, a lo mejor te facilita la puñetera tarea esa de transmitir el DNA que se nos ha confiado.

Y eso nos sale carísimo, sobre todo, aquellos que se enfrentan estos días a “el qué hacer con la paguita extra”, antes de que se la lleve el banco, o el teléfono, en cualquiera de sus ajustes tarifarios.

Que te sale por la lámina tonta el pollo que te dice, si compras lo míiiooo, no eres tonto, si compras lo míiiiooo eres el puro canon de la belleza, si crees que necesitas apoyo, yo te opero las tetas, o el rabo, que no importa, o te vaporizo con mi desodorante, con mi colonia.

O te sugiero que bebas lo que te mereces ¡Campeón!, que si además te pones esos tejanos con el Death Valley a tus espaldas, eso, de espaldas vas a tener al sexo opuesto.

Y como les hagas caso a todos, vas a tener más parches que Frankenstein, habrás soltado tu queso demasiadas veces, y por supuesto ya no sabrás quién coño eres.

Nos atraen también las luces, todo aquello que brilla, lo que nos hace creer que lo que vemos en el anuncio de tejanos, en la lancha cruzando el “Gran Canal”, somos nosotros, y abrimos el pico, perdemos el queso.

Y hay imbéciles irredentos, como este imbécil ahora a las teclas, capaces de ponerse una chaqueta blanca de etiqueta, los zapatitos de charol y meterse en cualquier Rick’s café, para sentirse como Bogart en Casablanca, aunque Ingrid Bergman no vaya en el paquete, que tampoco la cosa es para tanto, y rubias las hay a patadas.

Y el tal Rick’s café, nunca existió aunque haya un montón de ellos por ahí, incluso en Casablanca, pero importa poco que se rodara en un estudio californiano..smoke get in you reyes, mientras Sam hace lo que puede al piano.

Tenía un conocido, cátedro él de disciplina científica, que mantenía, creo, que más de lo que era no quería ser, pero menos tampoco, y esa es la puñetera realidad, que por mucho que nos empeñemos, o nos digan, somos lo que somos, y es cuestión de las circunstancias la posición temporal que podamos ocupar en esta feria de la vida.

Así, que como decía antes, dejémonos de tonterías, que por mucho que nos pongamos la camiseta de Messi, no nos transformaremos en un petiso con patas de conejo y la cuenta corriente a rebosar, y aunque nos pongan unas gafas de realidad virtual, con su añadido de inteligencia artificial, no habremos ganado ni al tenis, ni posiblemente al golf a Rafa. Ahora si lo que sentimos no tiene parangón con lo que somos, entonces, ¡ay amigo!, nos hemos transformado en presa fácil de charlatanes de verbo huero chirle y hebén, y compraremos botellitas de cosechero de Bordeaux a precio de oro, para conquistar el corazón de Adina.

Pero tampoco hay que ponerse estupendos, que de vez en cuando hay que alimentar un poco al ego, sobre todo ahora que entramos en época de cuñados, y la cosa se puede poner peluda tras la tercera copa de cava, que ya se sabe, entre el que no te ha perdonado que te llevaras de casa a su hermana (a veces el rencor es mutuo, por haber permitido que te la llevaras), el que lo sabe todo de buena tinta, el leído, el indepe, el futbolero, el petimetre, a lo mejor aunque pierdas parte del queso vale la pena enseñar la última colonia arrasahembras, la tele más grande y curva, vamos, la que mea más lejos, ponerte la camiseta de CR7, soltar que sabes de buena tinta las tendencias sexuales del ministro número tres, garantizar que lo de Pooch-The-Mont, y el tal Oriol no es más que un problema de celos, que los dos están enamorados de Ada, que no de la de Nabokov, claro, que para eso hay que ser pelín leído.

Y así vamos pasando al siguiente momento, mi cognac es el mejor, mis zapatos son chulos, y venga a perder queso en cada envite que no pasa nada, que al final te acaban proponiendo para jefe de negociado, con el mismo sueldo, desde luego, pero con derecho a limpiar la sala de juntas donde el Señor Conejero Delegado re reúne con los accionistas. Pierdes el queso, desde luego, pero meas más lejos que nadie.

Con su pan se lo coman.

La cosecha del cincuenta

 

Que le digo yo a mi amigo, que en Rioja no fue de las mejores, la dieron “normal”, pero en otras cosas no estuvo mal la cosa, desde luego que no.

Y hoy mi amigo me ha hecho repensar la cosa, que no está nada mal eso de reconsiderar como se fue puliendo esa piedra bruta que somos todos y cada uno de nosotros.

Y es que le ha dado nostálgica al hombre, y mira que es leído, así que se ha puesto a pensar en cómo llegó hasta aquí, haciendo un repaso a sus lecturas de juventud. Y dice bien de juventud, que a estas alturas de la película no hay quien se meta ni con Balzac ni con Roa Bastos, que para pillar el nuevo matiz que se te escapó en su momento, casi prefieres cambiarlo por una buena siesta.

Dice mi amigo, y eso explica muchas cosas, que cuando Dany el rojo estaba por el “quartier latin” intentando desarrollar su carrera política mediocre e insulsa, el andaba a florete con Zola y su bestia humana.

Reconoce el shock que le produjo su lectura, y yo no puedo decir ni pío, que Zola nunca fue santo de mi devoción, pero si Stendal, o aquella Nôtre Dame de Paris, o los grandes rusos cuento a cuento o con un Guerra y paz o unos Karamazov para dejarte seco.

Y sí, nos llamó la atención y nos levantó la hormona aquellos Trópicos de Miller, o la buena de Anais Nin, sin olvidar que don Ernesto nos enseñó poesía con su viejo y el mar, o que como no había con qué para ir a San Fermín, nos creíamos que lo que nos contaba era más o menos la verdad.

Sí, los sueños del viejo suicida, nos enseñaron a soñar, como nos metió el viejo maño Sender en el mundo de Cagliostro, o de Roger de Flor, que lo de la guerra civil estaba muy cerca aún y las heridas todavía sangraban en casa.

El pensamiento elevado fuera del Ripalda nos lo ofreció Hesse, que Mann y su sanatorio antituberculoso, no me venía, que se me habían muerto un amigo y una amiga de esa cosa, y recuerdo ir a visitarlos a Torrebonica….pero eso es arena de otro costal.

No sé si mi amigo, ya se lo preguntaré, o no, que tampoco nos moriremos por ello, era de los que a la ciencia le llevaron Powells y Bergier, que a mí aquel Retorno de los brujos, o las historias de Lobsang Rampa, fuera o no un mecánico inglés, me animaron también por la senda del misterio, de lo oculto, de los símbolos, pero sin exagerar que uno siempre ha sido muy superficial, y tirando a frívolo.

Que si no hubiera tenido esa pizca en mi carácter hubiese acabado de catedrático de instituto, terror de los chicos brutos, y eso sí que no.

Pero a lo que iba, que a mi amigo parece que le enternecía eso de hacer una buena escudella en la chimenea, a fuego lento, con brasas de Zola, y mano de Biscuter, y a mí también, que siempre he respetado a las rabizas de Raval, que siempre han sido honestas y grandes pajilleras, oficio que tuvieron que desarrollar para calmar la marinería de la Quinta flota americana del Mediterráneo, pero es otra historia.

No recuerda mi amigo lo que significó para nosotros un poquito más mayores la llegada a los teatros de Sartre, con aquella Puta respetuosa o a puerta cerrada, o las luces de bohemia que Alonso nos llevó a las tablas.

Y es que fue también una forma de forjar nuestra personalidad, como lo fue aquel Novecento de Bertolucci, o en otro plano aquel tango en París que a los españolitos provincianos, y a mí nos dejaron con la boca abierta, y es  que el Ripalda habitaba aún en nuestros corazones.

Y dice mi amigo que lleva treinta años, desde que se separó de Gabo, de Borges, de Paz, de Asturias, de Roa Bastos, sin casi una oportunidad de llevarse un buen nuevo libro a la boca, un libro que le cuente la historia de la humanidad, sea cual sea el punto de vista del autor, y lleva razón, o casi, que en estas épocas de populismo lo fácil es sentar cátedra, y es que sueltas una, nadie la contrasta, se repite por las redes sociales un millón de veces, y ya tenemos una nueva verdad.

Bueno, cierto que hay excepciones, pero pienso que a lo mejor también fueron excepciones esos grandes autores que forjaron a estos rebeldes que somos hoy, aburguesados, sí, pero rebeldes, ¡qué coño!, que nadie se acuerda ni del Caballero audaz, ni de Pérez y Pérez por poner un ejemplo, que lo de José Mallorquí, o Marcial Lafuente Estefanía, lo discutiremos otro día, cuando hagamos la crítica a Corín Tellado.

Y yo le decía:

-Mira, me preocupa lo de mis nietos, que están abducidos por los juegos de ordenador, por la tele, por las redes sociales. Que para que lean algo, no sé qué nueva versión de Moby Dick voy a encontrar para ellos, que a los niños hoy no les atrae Huckleberry Find, que no les apetece cazar lagartijas, y si se manchan de barro les da la alergia a no sé qué.

En ello estamos, que el nuevo Pepe Carvalho es hoy el Inspector Mascarell, que Hercules Poirot no tiene nada que hacer frente al C.S.I. de turno, que Poe ya no inquieta, que Lowecraft no se entiende, no mola, no renta, que te diría un chaval de instituto.

Y como le he dicho a mi amigo, que debía estar cansado porque me ha dado la razón sin discutir, estamos creando, están creando la generación de humanos más manipulables de la historia.

¿Y qué?, ya saldrá un Mulo, como en la Fundación de Asimov (mi amigo no mencionó la ciencia ficción, aunque se lo disculpo) para destrozar en plan Sheldon.

Desde el pesimismo generacional, a lo mejor lo que intuimos los de la cosecha del cincuenta, es que como nuestros abuelos, no hemos sido capaces de descubrir como se va a pulir la piedra bruta a las generaciones hoy en formación, pero seguro que dentro de cincuenta o sesenta años, de alguna forma alguien exprese con cierta carga de nostalgia, que a las generaciones nuevas no es posible hacerles entender la simbología oculta en Star Wars, o en lo que significó el Caralibro, el Silbidito, o QuéApp, y no sabe como hacerles vibrar como sus abuelos vibraron leyendo a Conrad, a Stephen Wolf, o incluso a Umberto Eco.

Pero eso, si os empeñáis, lo discutiremos otro día.

¿Quién me compra el Elixir?

Mi amigo Abe está que se sale, que empezó el hombre con el asunto de los Abenomics, que se le están haciendo los japos más viejos de lo que él se podía imaginar, con lo que ello acarrea.

Y es que en cuanto cumplimos años, nos damos cuenta de que la tele que tenemos en el salón es de toda la vida, es de casa, que no la vamos a cambiar por una Mark 3 estratosférica, que para lo que se ve por la lámina tonta ya vale nuestra vieja amiga, y claro no hay demanda de teles, ni de coches, que por mucho que ahora digan que el viejo diésel contamina, nos hemos aprendido la lección, y el nuevo híbrido con retroalimentación crepuscular, pues va a ser de quien la mar no teme airada.

Encima, los chavales con tanto móvil, con tanta electrónica, andan todos enamoriscados de una imagen en tres D, suministrada hábilmente a través de sus maravillosas gafas de realidad virtual, y a Chuchita me la tienen abandonada.

Claro que Chuchita tampoco ayuda, que los japos desde lo de Manchuria tienen fama de rijosos, y eso no añade incentivos a la hembra local, que parece se nos queda con cualquier héroe del manga que le gusta lo mismo y no le mancha la entrepierna.

Así que no hay nuevos japonesitos suficientes para que los amigos de Sony coloquen teles nuevas en los hogares de los jóvenes llenos de esperanza en el futuro, y la inflación, pues nada, que lleva yendo hacia atrás demasiadas décadas, vaya desde que la bolsa llegó a los cuarenta mil y pico, y hoy por los veintipocos mil.

Don Abe ya no sabe que hacer, que las soluciones imaginativas no parece que le consigan cuadrar el balance. Es más, que se le va todo el humo en pensiones, que encima los viejecitos, con tanto comer algas, sushi y sashimi, resulta que no los matan ni a tiros, que no me los suben a lomos de hijo a las cumbres del Muruyama, para qe acaben sus días con la sonrisa del deber cumplido.

Y piensa el hombre, que a lo mejor la cosa es que con eso de la globalización se nos ha ido la mano a la hora de compensar el trabajo por cuenta ajena, y como un añadido más a la vejez, a la falta de interés en la reproducción de la juventud, se une el salario de miseria que dice el señor de Sony, o de Nissan, que me da lo mismo, hay que pagar para dar algún beneficio, y no nos metan por donde amargan los pepinos una OPA hostil, y se queda el señor Consejero Delegado sin pasta para el amarre del treinta metros en Osaka.

Por lo menos piensa el hombre como muchos dirigentes occidentales en eso de que se les ha ido la mano a la hora de permitir que tanto y tanto dinero y esfuerzo haya cambiado a zonas donde se trabaja en régimen de semiesclavitud, y desde luego lejos de las condiciones que los movimientos obreros han conseguido en Occidente.

Así que se ha conseguido quitar el dinero a los clientes, y nos empezamos a quejar de que no compran el último cacharro, el último coche, el último trapo, y es que han conseguido crear una clase de indigentes con trabajo, a la que se le ha venido en llamar de la forma que ustedes quieran, pero que en USA, en Alemania, en España, y pronto en Francia, por no hacer exhaustiva la lista, hay millones de personas, entre el veinte y el veinticinco por ciento de la población, estén en riesgo de pobreza, teniendo trabajo.

Con salarios de 8 euros hora, es muy difícil, siendo además el trabajo precario pagar en Alemania una habitación de cuatrocientos euros al mes, y el caso afecta a diecisiete millones de trabajadores, no lo olvide nadie, y las cifras son similares en todo Occidente.

Así que al bueno de Abe, que ve además como le vuelan los misiles norcoreanos, tiene que gastarse una pasta en el ejército que le desmanteló Eisenhower, y que empieza a necesitar, y el consumo no tira, sus multinacionales hacen más trampas de las que pueden soportar sin sonrojarse, más o menos como todas las multinacionales, que con tanta regulación para proteger al consumidor, no hay quien haga un duro de beneficio a fin de mes, y encima los chinos al lado copiándole hasta el color de los trenes.

Solo se le ocurre, pedir a sus grandes empresas que suban los salarios a sus empleados, por favor, a cambio, claro de una bajada en el impuesto de sociedades. Y es que a lo mejor el señor Abe, y no voy a discutirle demasiado, que de estas cosas no entiendo, persigue dos objetivos para que compren sus conciudadanos el nuevo televisor curvo de Sony, con función masturbatoria incluida.

El primero podría ser el devolver parte de los impuestos a la sociedad laboral, y mira que curran estos japos, que se mosquean con ellos mismos cuando se van de vacaciones, ya que consideran que sus compañeros harán su trabajo y les parece injusto. Bueno, pero es una forma de reconocer por parte del estado que el nivel de depredación fiscal ha llegado al punto de que no es útil para nadie, que la gente se adapta al entorno más rápido que las instituciones, y las cuentas no salen a la hora de montar los escudos antimisiles que quiere venderle Tito Trump.

Y la segunda, quizás esté relacionada con el hecho de que en los paraísos fiscales se vive muy bien, y con impuestos bajos, a lo mejor montan un país “low cost”, y se le montan las multinacionales en Kioto o en Osaka, que siempre acaban dejando unas perrillas, y no te digo si nos hacemos opacos del todo, y empezamos a recoger el dinerito de los tráficos legales, de los sobornos, de las mordidas, y de todas esas cosas tan productivas y tan lejanas al currito de ocho euros la hora, menos de cuarenta horas a la semana, y con menos de un mes de duración de contrato.

Él verá, pero que se ande con cuidado, que anda el comisario europeo Moscovici, alardeando de que va a preparar una lista negra de países a considerar como paraísos fiscales, no sea que lo incluyan, y entonces no sé yo.

Claro, que me he enterado que en esa lista no está Luxemburgo, ni Suiza, ni El Vaticano, ni las Islas de Canal, con Jersey a la cabeza, así, que por favor dejen todos ustedes de tocar las pelotas, que no está ya muy mayor para estos farolillos.

Con su pan se lo coman, (menos el 40% de I.R.P.F., claro)

Pasear por Barcelona

Pasear por Barcelona , y de pronto darte cuenta que aquello que es inmanente a la ciudad surge a la que las capas más molestas son alejadas por cualquier viento, sea Grègal, sea Xaloc, sea Garbí.

Y los acontecimientos que se le han venido encima a mi ciudad en los últimos meses, me han parecido como una de esas ventoleras que levantan la contaminación de golpe, y te permiten, de nuevo salir a la calle con el seiscientos trucado por los de Alpine, que lo hacían muy bien.

Hubo sangre, que nos mataron de malas formas en Las Ramblas esos asesinos religiosos que creen que somos menos que nada, y además nos comparan con perros, que a más de uno de nosotros no nos importaría tener una pequeña porción de la nobleza de esos animales.

Fue como quitar el tapón que mantenía, a duras penas la explosión de odio en estado de latencia, de forma inconexa, desde luego, pero creo que lo hizo, y a partir de ese tremendo día de sangre, de muertos, de solidaridad, de amor, de miedo sobrellevado con gallardía, apareció lo más innoble de todos nosotros, que no fue más que abrir por fin las puertas de tantos corazones llenos de odio.

Y de nuevo pasear por Barcelona fue recuperar aquella Barcelona que paseaba con mi abuelo, casi la Barcelona del inspector Mascarell, la de Pepe Carvalho, la que aún olía al dolor de una guerra que hacía más de veinte años había abandonado las trincheras, pero que claramente no había terminado.

Y pasear por Barcelona, ahora, una vez que de nuevo había soplado el aire de una batalla, de la que como siempre, los próceres se habían alejado, me llevaba a recordar la calle Aragón abierta al humo de las Mikado que arrastraban hacia Sants o hacia la estación de Francia el expreso de Madrid.

Parece como si en esa mi Barcelona mágica, más secreta que el Turín de las brujas y el diablo, el viento se hubiese llevado a esos visitantes cutres que cambiaban Lloret por mis Ramblas, o por mi Barceloneta, trayendo sudor de alcohol barato a mis calles.

Parece como si en los secretos de mi Barcelona, esa que se cerraba a las diez de la noche, de pronto, todos nos hubiésemos dado cuenta de que las cosas “es fan i es parlan a casa”, que fuera, una vez acabado el paseo por las Ramblas, no quedan más que los proxenetas que alquilan chicas a los marineros de la 5ª Flota de los Estados Unidos de América en el Mediterráneo.

Parece que si el sábado hay algún borrachuzo por la calle, es como ha debido ser siempre, el hijo de C’an Tunis, de La Mina, de la Torrasa, que ha bajado a mis Ramblas a gastarse la semanada con una pajillera de la esquina de Rovadors con San Pau, como siempre ha sido, como siempre se ha hecho.

Y la Teresa de Marsé, seguirá sus aventuras con el noi del Carmel, que es gitano de los que aún no han montado una tienda en Sants, o el niño pijo de la Bonanova, andará a la caza de la inmigrante más exótica para que sus amigos vean lo abierto que es, y la esposa que le pusieron en casa, que era buena para el negocio, pueda dormir tranquila con las piernas cerradas, que ya le dio los hijos que se marcaban en los contratos matrimoniales.

¡Uy, Doña Mercé!, que a la querida que mi marido tiene en Madrid, le hemos puesto un piso, mucho mejor que a la querida de ustedes. Y es que el negocio va muy bien desde que nos trasladamos fuera de Catalunya, que aquí las cosas no parece que estén muy tranquilas, ¿sabe?.

Y otra vez, paseando por Las Ramblas ves que solo estamos los de casa, las rabizas de siempre, sus proxenetas, los que salimos del Liceu, tan puestecitos, con nuestro libreto en la mano, con cara de Wagner, que se nos han muerto Tristán e Isolda, y parece que se nos ha muerto toda Catalunya.

Y al final esa historia de traición, con buenas intenciones, que el bueno de Tristán no quería, que fue un bebedizo que le colaron por meterse donde no le llamaban, es quizás lo que también le han dado a mi Barcelona, y se lo ha bebido hasta las heces.

Escucharemos otra vez la muerte de mi Barcelona, que estoy seguro no será más que una hibernación a la espera de un nuevo ciclo, una nueva apertura renovada de alguna forma, unas nuevas olimpiadas, un lavado de cara a Gaudí, una nueva faceta que saldrá del esoterismo que desde siempre nos ha gobernado. La música de Wagner ha sido siempre la reina de mi Liceu, de mis Ramblas, romántica, épica y triste.

Los nuevos gobernantes son los que ahora se sientan en los palcos del primer piso, pero nadie mira hacia arriba, ya se sabe, ahí es donde está el poder verdadero, detrás de trajes oscuros de corbatas oscuras, de cabellos azul canoso, de esos que solo tienen los poderosos, con alguien de la farándula cerca, (ahora se le llama mundo cultural, pero es lo mismo), y a nadie le importa de dónde han salido, que todos sabemos que son de San Gervasi.

Lo siento por tantos que creyeron en esa nueva religión que es el Independentismo, y que ven como el sonido del flautista le lleva inexorablemente a un barranco, a esconderse de nuevo en las Catacumbas, que a lo mejor están a los piés de Santa Eulalia, por donde ahora anda el museo Marés, o a los fosos de Montjüich en cualquiera de sus versiones modernas.

Ni Valdés tenía cola, que la cola está en Doña Manolita, como todo el mundo debería saber, y todos deberíamos saber que el gordo este año caerá en Las Ramblas, que hay que compensar, como se hizo en la Valencia del 57, o en las riadas del Vallés.

No me gusta nada ver las tiendas vacías, los bares con mesas libres, a mis amigos pasándolo mal, pero esta es mi Barcelona, y el ciclo, el Dios del Mediterráneo que dejó sin visitantes una a una las grandes ciudades como Estambul, Alejandría, Trípoli, Orán, Cartago, Tel Aviv, Beirut, Niza…y ahora mi Barcelona es quien se suma a esa maldita lista de la que no es fácil salir.

Pero el sol saldrá de nuevo, quizás mañana quizás dentro de cinco o seis décadas, que es lo que se necesita para renovarse.

Con su pan se lo coman

 

 

 

Todo por la pasta

Esta mañana me he levantado, como siempre, mucho después de haberme despertado,  sin un maldito bitcoin en el bolsillo, y no me ha entrado la depre, que estoy ya muy mayor para esos farolillos.

Y es que de pronto me he dado cuenta que lo de estas cosas es como lo de aquella estafa que el amigo de Ansar nos hizo con el globo terráqueo, que todo el mundo vendió a ciento cincuenta y compró a catorce, con permiso del amigo, claro.

Y es que estas cosas de las especulaciones son siempre lo mismo, vaya como en las partidas de póker, o en las de billar de garito, que hay que calentar al primo para que se deje los higadillos en la mesa, que de eso vive el tahúr, que también tiene hijitos.

Y por las singladuras que esta bitácora ha navegado, más de una vez se han hecho reflexiones sobre esos pecadillos, que la Iglesia llama capitales, y lo que hacen es eso exactamente, inflar los capitales de otros.

Y escucho que en estas cosas del dinero sin control, quienes parece que se ponen nerviosos son los que controlan el dinero, aunque estoy seguro que con la otra mano se benefician del asunto.

Que oyes a los Bancos Centrales con ese reconcome de preparar sus propias criptomonedas, aunque como lo hagan dejaran de ser cripto, claro, que aquí la gracia en que la cosa se hace debajo de la camilla. También altos ejecutivos de la gran banca mundial andan con la cosa, que un pollo de J.P. Morgan, anda diciendo que como uno de sus ejecutivos negocie criptomonedas lo cuelga de los pulgares, y desde luego me lo creo, claro, siempre que no obtenga unos beneficios para el banco que considere sustanciosos, o que le dejen a un lado a la hora de cobrar sus compensaciones por el movimiento de la acción de su entidad.

Y con la otra mano, parece que hasta esa cuna del liberalismo económico que siempre ha sido Chicago, anda estudiando en su mercado de valores una forma de diseñar estructurados teniendo como subyacente una o varias de estas criptomonedas. Quiere decir la cosa, que podremos apostar todo nuestro dinero a las subidas o a las bajadas del tal bitcoin o de quién se trate, dejando entonces un papel secundario a la criptomoneda en esa operación que lo que importará será el valor de la papeleta que compraré o venderé a crédito.

Telita de la buena, que quien no perderá será quien cobre las comisiones de gestión sobre el estructurado, y lo que pase luego, a mí Prim diecisiete batallón de infantería.

Claro, antes con eso de que el Banco de España pagaba al portador la cantidad de cien pesetas en oro, de ese que se guardaba junto al arroyo Abroñigal, no había quién pudiera montar estos numeritos, que la cosa empezó cuando alguien dijo aquello de ¡Yo soy más valioso que el oro!, y la peña dijo ¡vale, si tú lo dices!, y a partir de ahí en vez de usar pepitas de metal para comprar el pan empezamos a usar papelitos de colores, que son mucho más monos.

Claro que el poder que da el diseño de las monedas a quienes las manejan es extraordinario, y nos han vendido que las regulaciones a que están sometidos esos papelitos que no están sustentados por ningún subyacente que no sea la confianza en ¡políticos!, para que nosotros, que no somos más que pardillos entregados a lo que nos echen, nos lo merendemos con patatas, incluso en el caso de que todo ese sistema monetario permita que perdamos la libertad de que nadie se entere en qué coño nos gastamos lo que tenemos.

Y estos bitcoins y compañía, tienen ese aire de libertad, que no están sujetos a regulaciones, a garantías, a decisiones de banqueros centrales que le dan o no a la maquinita de hacer billetes a su capricho, y da a la cosa un aire nuevo, refrescante, diría yo, pero por el momento el dueño del quiosco me ha dicho, que por no aceptar no acepta ni a Santa Visa, que además no tiene cambio de más de cinco euros, y que no ande jodiéndole con modernidades.

Un sin vivir, que me he enterado que hay alrededor de trescientos mil millones de dólares sueltos por el mundo en criptomonedas, lo que ni es mucho ni es poco, sino todo lo contrario, mucho para mi bolsillo, poco para que en caso de desastre o reventón de la supuesta burbuja, cause un estrago en el sistema económico mundial.

Ahora que con la iniciativa de los chicos de Chicago, las posibilidades de compra y venta no solo ya de las criptomonedas, sino de los estructurados que puedan hacerse sobre ellas, van a hacer que en menos que canta un gallo esos trescientos mil millones que representan a precio de mercado, se multiplique por un no sé cuánto, y a lo mejor sí que la cosa puede dar para un tembleque mundial.

No tengo ninguna duda de que hay miles de personas trabajando de forma muy activa en este nuevo mundo de las monedas no sujetas a países, no sujetas a bancos centrales, no sujetas a ningún tipo de regulación, lo que las hace idóneas, si se las cree la masa, para ser el nuevo sistema mundial de intercambio comercial, que estas cosas no hay forma de pararlas.

Como he dicho ya, estoy muy mayor, y no sé si nuestro Señor Montoro, estará preparado para pagarme la pensión en bitcoins o en algo parecido, y es que al final a él se le da una higa, que desde que nos pulimos el oro del Abroñigal, todo son papelitos de colores, y el camino hacia el apunte contable electrónico es muy corto.

Así que ya veremos lo que hago, que mi asesor financiero no hace más que decir que compre bitcoins con la extra de Navidad, esa que le ha costado a mi gobierno, el tener que pedir un crédito para pagarla, y yo no sé qué hacer, que en el fondo siempre me gustó llevar los doblones en el canut colgado al cinto, que no necesitaba software, ni mirar las cotizaciones internacionales si tenía que comprar una carga de trigo.

Así que, con su pan se lo coman

 

Nicómaco el acratón

Tengo un amigo que es un acratón, si se lo digo, y además añado que le intuyo aburguesado, se me pone hecho un basilisco, así que me guardo mucho de decírselo, a no ser que quiera echar unas risas, que se me altera el muchacho, pero no se me cabrea.
Hoy se descuelga con que eso de la política no va con él, (claro, el mejor Estado es el que no existe) que se me define disfrutando en un entorno de tipo ético y pro-ético, humanista, (que no transhumanista), e idealista.
Me ha dejado de una pieza, pero el muy puñetero lleva razón cuando dice aquello, que él propone y hace proselitismo para que la gente vote en las elecciones, pudiendo así permitirse el lujo de no hacerlo, ¡menudo está hecho!.
Ahora que viéndolo desde su punto de vista el amigo lleva su razón, que esto de la política tal y como nos llega al común de los mortales no es más que un juego siniestro en el que generalmente navegan gentes ineptas, con poca formación, deshechos de tienta de las universidades, o incluso penenes que no han tenido la capacidad o el esfuerzo necesario para sentar cátedra.
Y más digo, que la cosa, evidentemente no es local, que allá donde se vaya, sea cual sea el país, las pandas que te saltan al ruedo político parecen todas cortadas por el mismo patrón. Y es lo que hay. Que son como los ingenieros de caminos canales y puentes, pero con distinta moral.
Así que a la hora de seguir sus campañas de mercadeo, sus lemas, sean electorales o de simple discusión, sus trifulcas que siempre o casi siempre están montadas por que el oponente les ha birlado pasta o prebenda, con métodos que en partido ajeno suenan a cosa execrable, aunque si en partido propio tienen consideración de cosa bien noble.
Lleva razón mi amigo, que mejor nos iría si nos dedicásemos a cosas más relacionadas con la ética y el humanismo, en vez de plantearnos que si el señor Correa está enfadado con su sucesor, que por el momento es su presidente, por cierto, o que el señor Maduro haga lo que le dé la gana, que por cierto no es ayudar a sus conciudadanos.
Pero señores, ¡es que no hablan de nosotros cuando dicen hablar en nuestro nombre!, y ese es un hecho que conocemos todos, con mayor o menor fuerza, que ni siquiera somos los clientes, que somos simplemente los pagafantas. Que no se nos olvide.
Así, que no sé yo si ser tan cabrón como mi envidiado amigo, que ya lo tiene claro, y que me recomienda que vaya a votar, que él, ni de coña, y empezar a decir lo mismo, como en las cadenas esas de los internetes, a ver si cuela.
Pero no, no es suficiente, que es que no hay que ver los telediarios, ni las entrevistas a los políticos, y mucho menos las tertulias esas tan monas que acaban en cinco de un partido contra uno de otro diferente, y me lo pelan, y es que así, con bajos porcentajes de audiencia, a lo mejor llegaban a no sacar pasta ni para chicles de gasolineras, y se dedicaban los muchachos a otra cosa diferente a su actual cometido de meter las manos en nuestros bolsillos, y en el intermedio a tocarnos las pelotas.
Ya veremos dentro de nada a la maquinaria de propaganda, con eso de las elecciones en mi pueblo, haciendo de las suyas, eso sí, que a mí no me esperen, que no mamo de esa teta, y desgraciadamente la teta la van a llenar los que jamás beberán de ella, que al final es lo que tienen las religiones, que a cambio de la salvación eterna, llevan, como el flautista de Hamelín, a todas las ratas a morir al mismo río.
A mi amigo no, claro, que él se sienta a ver el espectáculo de quién la tiene más gorda, o más larga, que todo puede valer, lo que al final resulta que es la opción del inteligente, porque a la que se descuide le van a sacudir igual, y por lo menos se ha ahorrado el esfuerzo de seguir al santón, (leader le llaman ahora), el esfuerzo de poner a su servicio la fe ciega, y desde luego el de disculpar la cagada de tu admirado.
Pero algo habrá que hacer, y quizás por eso a mi amigo le da por la ética humanista, incluso por la pro-ética, (que sí, que también estoy a favor de eso), y lleva razón, aunque tendrá que explicar qué es para él eso de la ética, que habría a lo mejor que preguntarle a Nicómaco, o a López Aranguren, que estas cosas también van por barrios, y es que a lo mejor Aristóteles no se lo explicó bien al muchacho.
Pero es que al final, y ahí le alabo la posición a mi amigo, de lo que debería tratarse es de la felicidad del ser humano, y nada más lejos de tal fin esa cosa de la que se han adueñado los políticos.
Yo me hago cruces, porque como a mí eso de la economía me entretiene, resulta que mi amiga la presidente de la reserva federal americana, va y suelta hoy, o ayer, o hace unas semanas, que para el caso es lo mismo, la preocupación que le recorta el sueño, una vez que ha conseguido que los índices bursátiles americanos estén en máximos históricos, que los beneficios de las compañías americanas anden en cotas de cortar la respiración, y además con la inflación controlada.
Y es que a doña Yellen le viene el aquel de que los salarios del yanquie no se hayan revalorizado como todo lo demás, y que, para más I.N.R.I., los trabajos a tiempo parcial se hayan disparado, que la gente que quiere currar, no puede, y que los que quieren currar a tiempo completo, tampoco. Eso sí, dice lo que hay, y a continuación sigue proponiendo subidas de los tipos de interés, que acabará de hundir a los curritos que llenan la teta de la que ella mama.
Es decir, otra vez, como en la crisis de los noventa, ese sistema creado por la política y la economía, lo primero que hace es sacrificar al ser humano.
Lejos pues de los principios éticos, pro-éticos y humanistas de mi amigo, acratón él, pero con esa clarividencia que da el haber corrido delante de los grises por Moncloa, o saltando las vallas del Real Club de Polo de la Diagonal en mi pueblo.
Así, pues, queridos conciudadanos, vayan sus gracias a votar en buena hora, que yo abriré una botellita de un viejo Clos du Mesnil, si me la cambian por seis docenas de ostras de Arcade.
Y que Dios reparta suerte

Rechazo a la sumisión

Estos días de reivindicación de los derechos de las mujeres, han sido para mí tremendamente ilustrativos, en cuanto lo que significan no solo las muertes que por violencia directa se ejerce contra ellas en todo el mundo, que aquí no hay sagrado geográfico, si no por el tormento de por vida al que se las somete, siempre a caballo de la posición dominante del macho, (que aquí no tiene que ser forzosamente ibérico).
Es evidente que la primera denuncia, la más obvia, es la del asesinato pasional, “la maté porque era mía”, he escuchado en las noticias demasiadas veces, y hasta la frasecita me parece que fue motivo de una letra de cuplé o de cualquier otra vaina, que ahora no viene al caso.
Pero en la católica España, una mujer muerta a la semana, me parece una aberración, como me lo parecería una muerte cada lustro, que no es cuestión de cantidad, lo es de calidad, es de respeto a la vida y al derecho a decidir que todos los seres humanos tenemos en relación a nuestro cuerpo, a nuestros sentimientos, y sobre todo a quién queremos tener a nuestro lado, incluyendo a nadie, por supuesto, que el buey solo bien se lame.
Mía y de nadie más, suelta el animal que llevamos dentro, que eso de transmitir nuestro DNA, parece que es mucho más importante de lo que realmente es.
Y a lo que parece, las formas de violencia son infinitas, que a demasiados machos se le hacen los dedos huéspedes cuando se ponen a mirar a su pareja, y no es la suspicacia lo que debe regir las relaciones entre personas de distinto sexo, pero eso que se lo vayan diciendo a esta sociedad en la que las posiciones de dominio y control está en manos solamente de la mitad de los humanos, que parece que la otra mitad está solamente para el servicio y satisfacción del macho.
He tenido conocimiento estos días, entre la cantidad de salvajadas que se les hacen a las mujeres desde tiempos ancestrales, de la técnica de la vagina seca, y no me podía creer lo que leía, y mucho menos lo que me explicaron después.
Consiste en que la mujer antes del coito se aplique bien hierbas, bien ungüentos, calor directo, o incluso tierra dentro de su vagina, para conseguir para el macho que la va a penetrar la sensación de que está penetrando a una virgencita, o casi, y en cualquier caso que lo hace a una mujer que al no lubricar le demuestra que el sexo no le es placentero, con lo que el cabestro del macho queda en el convencimiento de que esa mujer no andará buscando otro hombre.
Lo primario del argumento, y las consecuencias para la mujer, dejando a un lado las psicológicas, (que ya es dejar, y que tienden a suavizarse a través del adoctrinamiento al que someten a las niñas las mujeres de la familia), puede conducirlas a graves infecciones, o incluso a la muerte.
La educación recibida es cómplice de esas actuaciones, que son las mujeres de la familia quienes enseñan las técnicas y adoctrinan a las niñas para que no se desvíen de ese camino, que corren el riesgo de ser rechazadas por los hombres, que si sienten que el sexo para ellas es algo placentero, las consideran poco menos que prostitutas y las rechazan. Claro que con la vagina seca también lo hacen cuando las consideran demasiado mayores, y las abandonan para buscar niñas casi impúberes, si pueden pagarlas, claro.
No menos grave, aunque en la misma dirección son las técnicas de ablación parcial o total del cítoris, o de la eliminación traumática de los labios vaginales, o la más extrema, la infibulación que consiste no solo en la cliterectomía, sino en el cosido vaginal, permitiendo un mínimo orificio para le orina y las descargas menstruales.
Esas barbaridades no son más que el miedo del hombre al poder de la mujer, y la utilización de todo aquello que hayamos podido tener a nuestro alcance para intentar someter al otro sexo, que parece que aquí lo único que importa a los machos de casi cualquier especie de mamíferos superiores es la transmisión de nuestro puñetero DNA, como si eso valiese para algo.
Y la cosa viene de lejos, que al parecer, y a la que nos metamos en los textos de los arqueólogos, o en los mismos textos antiguos, (hablo por ejemplo de la Epopeya de Gilgamesh), nos encontramos con que al parecer, la primera mujer que se creó, no fue la tal Eva, que fue una tal Lilith, creada del barro a la vez que el hombre.
La tal Lilith, montó un buen lío en el Paraíso, cuando no aceptó una posición sumisa en el sexo frente a Adán, que ella deseaba al menos lo mismo que su compañero. Las quejas de Adán llevaron aparentemente al Creador a tomar posición, y lo hizo a favor del macho.
Lilith se rebeló, pronunció las cuatro letras del nombre de Dios, y salió volando del Paraíso.
Fue entonces cuando de una costilla de Adán se creó a la segunda mujer, Eva, que ya sumisa a su compañero se la considera la madre de la especie humana.
Sugiero a quien le interese el tema que indague en la tradición hebraica acerca de esta mujer, que una vez abandonado el Paraíso se une a Samael (Satanás), creando una saga vengativa contra los hijos de Adán y Eva. La tradición masculina no puede permitir que no se maldiga una tal conducta de insumisión, y así andamos.
Leed las maldiciones, que también se encuentran en la Biblia contra los onanitas, que Lilith amenazaba con yacer con quienes se masturbasen despreciando el semen que debía fecundar a la hembra, y los conjuros que debían hacer las hijas de Eva para no perder el marido. (Nótese aquí el miedo a la Lilith gran prostituta de Babilonia, o de Carabanchel, que recoge el semen que el hombre vierte fuera de su hembra, y sobre todo de los canales establecidos fuera de la libertad que se le supone al ser humano).
Al final, y tras las barbaridades escuchadas de esa manada de supuestos bestias y supuestos violadores, especialmente en estos días en los que no como excepción, deberíamos pensar un poco más en nuestra relación con el otro sexo, (el femenino para mí), y darnos cuenta de lo que todos perdemos por intentar dominar a otro, por la lucha de nuestro supremacismo.
Co su pan se lo coman

El carro del chamarilero, en la nube.

El viernes está muy negro, que quieren, unos y otros que tengamos rebajas antes y después de Navidades, que es lo que siempre se ha llevado en esta puñetera piel de toro, que tanto y tanto me toca el pirindolo, como le dijo Schuster a Jesús Gil, que en su gloria esté.
Y es que pedir al españolito de a pié que afloje el bolsillo antes de que le paguen el mes, sin haber ingresado la extra de Navidad, porque el chirimbolo ese tan chulo, y que tanto nos va a hacer medrar dentro de nuestra tribute hacen creer que está superbarato, y que nunca más volverá a darse la tal ocasión de soltar ochocientos chufos por lo que ayer costaba ochocientos veinte, y cuyo valor no pasa de los treinta. Y, por cierto que se morirá en un plis, que hay que hacer las cosas con duraciones limitadas, no sea que no podamos introducir el Mark 10, que no es más que el Mark 1 repintado.
¡Lo que cuesta mantener el yate amarrado en Puerto Banús, o en Montecarlo!, y los ciudadanos, los paganos, dando vueltas a los temas en vez de seguir la doctrina cristiana de la Fe, ¡creéte lo que te digo, imbécil, que la palabra de Dios no se discute, aunque la haya escrito un hombre!.
Y así nos van las cosas, de viernes negro, a lunes cibernético, ¡que se acaba el mes! ¡que hay que cerrar balances!¡que los analistas financieros esperan!¡que la acción aún debe tener recorrido al alza, y es que en caso contrario, las stock Options del señorito no le dan ni para gasolina de la de cruzar el Atlántico!.
A lo mejor cuando el viernes, o quizás el sábado, fui a por mi barra de pan, mi chusco de carne y mis tomates de invernadero, no estuve lo suficientemente listo como para darme cuenta de mi participación activa en el movimiento este del viernes negro y del lunes cibernético, y ahora mucho criticar, pero estoy metido hasta las orejas…¡qué cosas!.
Son la sevicias de estar inmerso en este siglo XXI, en el que entre los fabricantes de cosas que viven todos, o casi todos en China, y los que andan todo el día en la nube a ver como se quedan con nuestra dirección de teléfono móvil, de correo electrónico, que viven casi todos en el Imperio, uno está vendido, no le queda resquicio para gritar aquello de ¡Hoy no como tomates, y el pan que sea del jueves!, por no caer en alguna estadística mal intencionada, de esas que convenientemente tratada demuestra que la compra por Internet del pan y la leche ha crecido un trastopecientos por ciento, siempre comparado con un período anterior perfectamente definido, y convenientemente deflactado, que las cosas deben ser y son así.
La próxima llamada de esas de ¡coomprreee, por favooorrrr comprreee!, no sé a quién le toca, y la verdad es que estoy hecho un lío, aunque me da que deben ser los carpetovetónicos ocho días de oro, antes de que empiecen las compras de Navidad, y por qué no, las rebajas.
Pero es que no se me sincronizan, que las rebajas empiezan antes en el Imperio, (cosas de la horda protestante, que diría un obispo de diócesis desde s cátedra), luego se mezclan con los ocho días de oro, pero claro, solo en el Corte Inglés, que con eso de Internet y de que en un descuido, alguien te ha pillado el correo electrónico, resulta que hay ofertas de cuchillas de afeitar inglesas, de pelotas de golf japonesas, de bolsos de señora y de señor, de esos que hacen en China, que tienes que cambiar el sofá, que tienes que cambiar las cortinas, que tienes la tele casi sin enchufes HDMI, y la versión de Bluetooth está más anticuada que bailar agarrao un pasodoble.
Un sin vivir, porque además tienes la Tablet echando sus últimas boqueadas, (cosas de la obsolescencia programada), y lo que es peor a Santa Visa bendita más deprimida que el perro de un barbero, que le dan jabón de afeitar y le sabe a pringá de puchero al pobre animal, que te canta el tanguillo gaditano.
Con tantos deberes por hacer, que además no has sacado entradas para el teatro, ni para el musical de la Gran Vía, ni siquiera para no de esos conciertos trogloditas, no tiene la tentación de optar por el absentismo, que consiste, bien en ponerte enfermo de verdad, o pedirle a tu amigo el médico, un volante justificando lo que sea, incluso una depresión, que te has dado cuenta de que no pudiste matar a Kennedy, por ejemplo.
Todo antes de que en las estadísticas te incluyan en las compras de pan, tomate y chusco de carne, y las mentes sesudas analicen tus hábitos de compra, las posibilidades que tienen las personas como uno de entrar en este o aquel centil, con las consecuencias que puede traer a la economía que vive en los cúmulo-nimbos, tu decisión de trasladar la compra a estos días especiales, que al final resulta que están en todas partes no sé si como omnipresentes o como bilocados, así que le preguntaré a Iker, a ver qué me dice, que de estas cosas sabe mucho.
Claro que después de tu compra, viene el chantaje de que valores el servicio recibido, del uno al diez, del uno al cinco, con una carita sonriente, con una carita triste, o con un perfecto documento-encuesta, en donde se pormenorizan todos y cada uno de los aspectos, reales o inventados de la transacción, que del resultado de la encuestita, se juega el contrato de la próxima semana el empleado que te la presenta, y eso son palabras mayores, tal y como está el patio y ves al dependiente talludito. Tremendo.
No sería nada, si además no te urgiesen a llevar a cabo el tal ejercicio “ipso facto”, que como todo el mundo sabe quiere decir “ahora mismo”,. A mí me encanta contestar como aquel viejo profesor navarro, creo, que lo haré “motu proprio”, es decir, ¡cuando me salga de los cojones!
Con su pan se lo coman

El plan de pensiones

Los jubilatas tenemos algunos inconvenientes, por ejemplo que con esas cosas de la edad dormimos poco, ¡qué le vamos a hacer!, pero como contrapartida, ya se sabe ying-yang, nos podemos bajar de la cama cuando nos de la gana o cuando la mucama nos ponga la mopa en los hocicos, que de todo hay en la viña del señor.
Así, que esta mañana, como siempre, me he despertado prontito, pero con eso de que no me ponen la mopa en los hocicos, he decidido poner una de esas emisoras que no hablan del ¿problema? catalán, y mire usted, que me sale un pollo de esos que hablan de dineros, de banqueros, de inversiones, de fondos de pensiones, y todas esas cosas, soltando, sin inmutarse que:
-Pues sí, el puerto está lleno con los yates de los gestores, pero no hay ninguno de los clientes.
Y me da en la nariz que el muchacho ha puesto el dedo en la llaga, y es que como estamos en una de las campañas más pútridas y falaces de las que nos atacan en fin de año, se trata de acercar el ascua a la sardina de cada cuyo.
Y en esta ocasión, parece que nos enfrentamos a una acción coordinada entre el Ministerio de Hacienda, y sus aliados, que moran en instituciones bancarias, en compañías de seguros, y en definitiva en poseedores de yates.
Nos están, año tras año, proponiéndonos el siguiente negocio:
-Premisa uno, el miedo a tener una vejez sin recursos económicos.¡Uuuuhhhh!.
-Premisa dos, ¡Ahorre usted que es cosa cojonuda!
-Premisa tres, los intereses en depósitos bancarios son negativos….¡Porco Banco central europeo!
-Premisa cuatro, hay que tomar riesgos, (usted, señor cliente, ¡claro!) si quiere que sus perras no se las coma la subida del precio del petróleo o la factura de la luz.
Así, que una de las soluciones es ¡Tachíiiinnn!, lo de siempre, ¡deme usted su dinero, y lo ponemos en un fondo de pensiones!.
El Ministerio de Hacienda, dice que este año te ahorras una pequeña parte de tus impuestos, si das tu dinerito a una de esas instituciones, que si mal no recuerdo, consiste en una deducción de la base imponible del IRPF de un máximo de 8.000 eurillos, que a los tipos medios supone, más o menos un aplazamiento fiscal de cien eurillos al mes.
Por supuesto si eres capaz de quitar todos los meses de tu magro salario quinientos chufos, que se dice pronto, sobre todo si ganas entre seiscientos y mil quinientos, que es lo que un cristiano ingresa de media en este país.
Hablaba de aplazamiento fiscal, que en el momento del rescate todo tu ahorro en ese instrumento financiero, pagará los tipos marginales del impuesto, y eso puede ser más del treinta por ciento, sin correr mucho.
Eso sí, el Ministerio sale diciendo que hay que bajar las comisiones de gestión de esos fondos, y deja los tipos máximos en algo más del doble de lo que se paga por esa gestión en los países europeos. Bueeenoooo, y además te deja que te pulas lo ahorrado, (pasando por caja, desde luego) si necesitas esas perrillas un poco antes por cualquier “mire usted” que le aparezca.
Ya sabemos quién tiene pues lo suyo asegurado, su amarre en Puerto Banús, y es Hacienda, que cobrará más cuando recojas tu dinerito, y el banco que te soplará su 1,5% sobre todo el capital que vayas acumulando en tu plan.
¿Y tú?, no, mira, tú eres el imbécil que paga el yate de otros, porque si miras un poco como va la cosa de esos planazos en términos de rentabilidad para ti, verás que son negativos, que no se puede pedir todo, ¡hombre!. Pocos muy pocos de esos planes han dado rentabilidades brutas positivas acumuladas los diez últimos años, y seguro que ninguno si deflactamos el valor de los activos.
Una vez se me ocurrió decir a un gestor de estos que ya casi tenían el treinta metros (de eslora) en Puerto Portals, que yo estaba dispuesto a pagar el triple de comisión sobre los rendimientos netos una vez descontada la inflación y no me puso la Smith and Wesson en los huevos de puro milagro, o porque no tenía una a mano.
Y es que la cosa va como va, que nadie es experto, o nadie trabaja por la rentabilidad de los fondos esos que se pierden, que se muere el pollo, que cuando vayan a ver qué hay será dentro de treinta años, y todos calvos, y que al final es dinero de los esclavos, y no está bien que manejen demasiado.
Así, que escucharán ustedes estos días los cantos de sirenas del asalto a mano armada que planean contra sus bolsillos toda esta panda de cuatreros legales, y ya sabe, si usted no paga el 1,5%, y no difiere impuestos, por mucho que detraiga de su salario miserable el tropecientos por cien está usted en un error.
Pero sigamos, imagine usted que ha podido durante treinta años poner esos 8000 eurillos, que se habrán convertido en doscientos cuarenta mil. No está mal.
Tiene usted sesenta y siete años, es usted un privilegiado, y cree que puede tirar de esa pastizara, que ya le han advertido que su pensión es una porquería y que apenas cubrirá el sesenta por ciento de sus ingresos en el momento de la jubilación. Espere pues una pensión máxima estatal de mil seiscientos euros….vale.
Y del plan, ¿qué le van a dejar a usted?. Si lo retira de golpe, quite más del cuarenta por ciento, así que de esos doscientos cuarenta mil le quedan unos ciento cincuenta mil, ya pagados los impuestos, es decir ochocientos chufitos al mes si tiene usted la elegancia de morirse como dicen las estadísticas, a los quince años del momento de la jubilación.
Si lo retira poco a poco, podrá usted aguantar cuatro o cinco años más, pero, seguirá pagando comisiones al gestor que no gestiona, y correrá el riesgo de perder por la ineficacia de ese personaje, otra pastita indeterminada.
Usted sabrá, que además no puede usted de ninguna manera controlar donde se invierte su dinero, que va a fondos opacos, y si usted no entiende de estos, va a pozos muy oscuros.
Por supuesto, ni se le ocurra mover a otros activos ese ahorro, que entre Hacienda y esa industria financiera le estrujan a usted las criadillas, y además ponen su cabeza en una pica, para que sirva de ejemplo.
Que si hay beneficios no tenga muy por seguro que se anoten en su cuenta, que lo suyo es a largo plazo, y lo del yate en Montecarlo es a corto plazo.
Así que mírenlo sus gracias con tiento, que mientras con más énfasis les alaben el burro, más mataduras tiene. Usted mire bien debajo de la manta, y no olvide ni los incisivos, ni los molares, asegúrese que ve bien y oye mejor, y cuando lo haya hecho, corra, corra usted con todas sus fuerza, que esto es un atraco.
¡Ah, y el Estado no le garantiza una vejez con un salario digno!, ¡Invierta en un Plan de Pensiones, antes de fin de año!
Con su pan se lo coman

Todos somos Charlie…(si interesa)

Lo que se oye, no se sabe si tiene gracia, si esa gracia es para todos, si incluye mensajes ocultos para que solo tenga gracia para los elegidos, o si no tiene ninguna gracia.
Que puede hacerme gracia que Chrlie Hebdo saque a Pooch-the-Mont disfrazado de terrorista islámico, de esos que saben cultivar los franceses en tantos y tantos suburbios de sus ciudades. Y la cosa, pues ya ves, va por barrios, que a mí, no sé si me hace demasiada gracia, más bien ninguna.
Y me explicaré:
Que desde el punto de vista del guerrero del Islam que vive un poco más allá de Porte de Neully, no creo que ver su imagen rellenada con alguien que ha huído de la forma más cobarde, sea algo que le haga demasiada gracia.
A los de Charlie, no sé si les hace gracia, rellenar con tamaño personaje el dolor que el uniforme les causó hace poco más de dos años, aunque lo hayan hecho y publicado. ¿Será un mensaje para alguien?. Yo no soy un iniciado, y consecuentemente no lo pillo, ¿qué le voy a hacer?.

No sé lo que pensarán las víctimas del ataque islamista en las Ramblas de Barcelona viendo disfrazado de tal guisa al responsable de no haber protegido suficientemente a sus ciudadanos de tal barbarie, cuando tantas energías y recursos dedicó a la creación de un estado independiente. Para aparecer disfrazado de yihadista. No, no tiene gracia.
Si lo que Charlie quería decir es que es el tal Pooch-the-Mont, es alguien con una ideología hija del fascismo nacionalista, lo podría haber disfrazado a semejanza del Duche, o de su primo alemán, vamos, el austríaco con bigotito de Charlot.
Tengo que confesar que no le veo la gracia, y me da que tampoco le veo la gracia a la viñeta, que quizás está relacionada con una nueva imagen de la estelada, bien anclada a la cintura de Pooch-the-Mont, eso sí, para asombro de los ciudadanos islámicos normales, y el imbécil de turno inmortalizando el momento con su teléfono más inteligente que él.
Y no, no entiendo esa mezcla que molesta, (aparentemente) a todos los implicados, que era mucho mejor la de la semana anterior donde sin ninguna duda se afirmaba que los indepes catalanes eran más gilipollas que los indepes corsos.
Porque a lo mejor simplemente utilizando al burro que es el símbolo del independentismo, poniendo su cara en vez de la cabeza del animal, y manteniendo las orejeras, la cosa quedaba mucho mejor.
No se ofendía a nadie, los indepes felices viendo su símbolo identitario encabezado por le testa del Ex – Molt Honorable, y los que quisieran ver otros símbolos, pues allá ellos, que en estas cosas se puede dar cancha a todo el mundo.
Para mi humilde nivel, no estoy preparado para entender la sutileza del Hermano Charlie, lo reconozco, y quizás envíe una de esas cartas al director, para que si tiene a bien, y siempre desde el punto de vista de curiosidad intelectual por mi lado, y su a buen seguro interés pedagógico por el suyo, acabo comprendiendo el intríngulis de la cosa.
Al final esto va de que uno no entiende al ser humano, no entiende sus motivaciones, de tanta farfolla que se dice, se comenta, se escribe, se susurra. Me da que todo no es más que campañas de márketing para que compremos algo.
Y es que en las relaciones humanas, sea cual sea su ámbito, lo único que importa es crear una imagen que pueda ser aparentemente aceptada por la tribu en la que te incluyes. Y es que Chuchita va y se cose el virgo, Borja Mari se compra el deportivo, Don Ambrosio se me viste de nazareno, eso sí tras haber ejercido de Barrabás, y Doña Encarnación de santa enlutada, para que el Mosén le dé comunión delante de la tribu.
Y cada uno envuelto en sus mentiras, en sus medias verdades, va a por sus ambiciones, a por sus anhelos que nadie sabe lo que son, que quienes les rodean no son más que miserables instrumentos que deben hacer cosas por todos y cada uno de nosotros.
Y así andamos con el indepe, con el imbécil que se hace eco de una u otra posición, del inútil que no ha sido capaz de ser más diligente, o más lúcido para no ver venir los acontecimientos, sean cuales sean.
Que Tito Trump defiende lo de las escopetas, y es que al nen le gusta matar elefantes o lo que se le ponga por delante, para enseñar a su red social el rabo del animal desmembrado.
Pero Tito Trump defiende en su discurso la industria nacional, y el sacrosanto derecho escondido en la segunda enmienda de la Constitución Americana. Para que le den más presidencia. ¡Que se joda el elefante, que hay muchos!, y si se mueren a tiros unos pocos ciudadanos, no hay que preocuparse, somos muchos.
No lo sé, repito que no lo sé, que esto ya es esquizofrenia, que uno cuando recibe un mensaje, de la prensa, de Chuchita, de Borja Mari, o del vecino del tercero, a lo mejor lo que hay que hacer es echar mano de la cartera y apretarla, que a lo mejor es eso, solo eso.
Yo voy a pasear un ratito, que es lo que tienen los domingos, si Doña Carmena te deja aparcar el coche, no te atropella una familia de ciclistas en el Paseo del Prado, que seguro son todos mensajes para que a este o aquella alguien acepte la imagen que tanto esfuerzo les costó crear.
Y como Madrid es provinciano, no creo que encuentre el Charlie último en los quioscos de la ciudad, así que no me preocuparé profundizando en el mensaje del semanario, que lo mismo no es para mí, y me acaba amargando el aperitivo.
Así, que disfruten ustedes de su domingo, si es lo que quieren, y usen el tiempo para afinar su imagen externa, si es lo que les pone, que al final de la calidad de sus medias verdades, de sus mentiras de corto plazo será de lo que dependa su estatus es la tribu, y eso es lo que importa a muchos.
Con su pan se lo coman

Interesante reflexión de mi amigo Perfecto

Este trabajo no es original mío pero ya me hubiese gustado

Es importante tener presente para entender esta idea de la tragedia que en la raíz de la palabra Theatrron está el verbo Thea, mirarse y que según Nietzche, la tragedia enseñó a mirarse. Hay diferencias subjetivas entre el héroe mítico y el héroe trágico. El héroe mítico juega un juego escrito de antemano, vacío de toda responsabilidad, el héroe trágico está dividido: decide sin saber, transcurre simultáneamente en dos órdenes: humano y divino, sin conocer a ciencia cierta en qué serie se inscriben realmente sus actos. El héroe trágico, es allí metáfora de ciudadano. El héroe es responsable, no por ser la causa de sus acciones sino por sostener con su cuerpo, las consecuencias de sus decisiones. El espectador de la tragedia es el asambleísta que decide y el hoplitaque sostiene. Desde el punto de vista del texto, la tragedia presenta un conflicto en que una de las partes en dialogo triunfa. Significa que impone su decisión, pero esta decisión no se toma a sabiendas, y el triunfo jamás es definitivo. La tragedia transmite por un lado, la necesidad de la decisión, por otro, el arte de decidir (ni bien, ni mal: decidir) y finalmente el carácter trágico de la decisión: En síntesis, para Lewkowics, para el ciudadano, la tragedia es metáfora de su condición. En en ese mismo Seminario, rescataba esta referencia del artículo de Petrella “Políticas enfermes de su cultura” aparecido en la Edición Latinoamericana de Le Monde Diplomatique. Año3 Nro17 y el articulo de Marcel Czermak “Al servicio del AMO”, aparecido en la misma edición para pensar las diferencias de la época de los 90 comparados con los orígenes de la Democracia. En la época mencionada me preguntaba cual era el lazo que se establecía en las democracias, predominantemente hegemonía del discurso económico que tiende a situar las políticas en el mismo campo discursivo, la del reduccionismo económico. El estado se presentaba como el único agente político y ubica al pueblo en posición de puro objeto. Quiero señalar especialmente que desde el año 2003 a la actualidad del 2015, en nuestro país y Latinoamérica, se han dado procesos muy complejos e interesantes que van entiendo en el camino de empoderar al pueblo y al ciudadano nuevamente, lo que implica volver al tema de las responsabilidades de cada uno. Pensaba en el 95 que de esa manera estaba eliminada la noción de lo comunal de la vida social. La dominación del aparato cultural siempre fue fuerte pero en esa época era evidente que el axioma “La sociedad enferma”, se cumplía ciento por ciento. Se manifestaba en la crisis económica, las condiciones laborales y ambientales efectivas del ajuste, arruinando los cuerpos de los hombres. Y son las condiciones económicas, como las condiciones discursivas que enferman no sólo los cuerpos sino también “las almas”. Esta idea de que el ajuste no es sólo económico, sino también discurso, que produce el efecto de que al no haber palabras es muy difícil articular respuestas. Cuando no hay discurso que se pueda hacer acerca del malestar, no se lo puede significar. Tomemos como ejemplo las privatizaciones, entendiendo éstas no sólo como el traspaso de la propiedad estatal a manos privadas, sino en un sentido más amplio. En la antigua Roma, la tierra estaba dividida según dos tipos de propiedades, había dos tipos de campos: unos campos que eran comunales, constituían el ager público, y otros de uso exclusivo de las familias propietarias, se llamaba el ager privatus. El sentido de privatus cambió, no significa privado de los individuos sino privado a la comunidad. En los 90 en la Capital federal en la costanera de Buenos, debido a la instalación de numerosos restaurantes y canchas de golf, etc. Hay tierras de acceso prohibido a la comunidad, privado en el sentido de privación a lo comunal. La eficacia del discurso de las privatizaciones, es el triunfo de una lógica de encierro, que priva a los individuos de los lazos comunales. Volvamos a recorrer un poco de Historia, alejándonos de la Atenas del Siglo V y acercándonos a nuestro siglo situándolos acontecimientos que al entender de muchos han configurado nuestra segunda modernidad S.XIX y XX. Un acontecimiento es la revolución Francesa (1789-1799), donde a partir de allí la soberanía del pueblo suprime todas las diferencias sustanciales que había entre los miembros de la misma especie biológica. Todos pasan a Ser Hombres y su humanidad pasa a definirse según la declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Todos los hombres son sujetos de derecho. Derecho a la vida, derecho a la Salud. El pueblo es soberano y el Estado pasa a hacerse cargo por delegación de esa soberanía y con ello se obliga a asegurar las condiciones de cumplimiento de los derechos del ciudadano, el Estado pasa a tener la obligación de asegurar ese derecho. Estos derechos y estas instituciones sólo se significan en la práctica y la hegemonía del discurso económico a partir de la Revolución Industria Inglesa, que es el otro acontecimiento a destacar. Esta Revolución transforma a gran parte de la población en asalariados industriales y los derechos universales del hombre y del ciudadano se significan como derecho de compraventa de fuerza de trabajo. La reposición barata de la fuerza de trabajo es una necesidad imperiosa del capital industrial naciente. El sujeto de la modernidad, en el plano político, puede constituirse aún como un sujeto de decisión, pero lo que cae con la modernidad justamente es ésta noción de sujeto de decisión y juntamente con ella la función de las naciones, su ficción de representación. Con la Post modernidad estamos viviendo una decadencia política no sólo por obra de los malos gobernantes sino porque cae la ficción del EstadoNacional representativo. Ahora el sujeto de postmodernidad es un sujeto automático, un sujeto que se define por la relación técnica con las cosas, un sujeto que se define por la relación necesidad-solución (de allí permanentemente consulta a los especialistas). Otra lectura que quiero rescatar de Lewcowicz y que me ayuda a seguir pensando en los lazos sociales es el conflicto por los espacios verdes. El espacio verde constituye un valor, el espacio público también constituye un valor. Actualmente el espacio verde es el lugar de enfrentamiento de dos lógicas, una lógica de la ciudad industrial moderna y otra lógica de la ciudad post industrial o post moderna. Una lógica que implica un valor Simbólico y otra que implica un valor de consumo. Lo estatal, no público es tan privado a la comunidad como lo privado a secas. En lo que se denomina la ciudad moderna (procedente de la Revolución Industria) la ciudad, es una ciudad de la ruptura de los lazos sociales tradicionales con el lugar, el oficio, la tierra, la comunidad de origen. La sociedad capitalista recompone esos lazos, para ponerlos a salvo de la anomía y el enfrentamiento de clases, con el derecho a la ciudad, la figura del ciudadano. El espacio verdeen ese contexto es el lugar del encuentro con la “naturaleza” pérdida, pero es también el lugar del reencuentro con la familia y con la comunidad. En lo simbólico de los lazos sociales, los parques y paseos públicos son lugares estatales de uso comunal, lugares de constitución y existencia efectiva de la comunidad de ciudadanos. Lo que caracteriza a la ciudad post moderna es el hacer desaparecer los lazos comunales. La figura del ciudadano, se suplantada por la masa de consumidores. La serie sería: fin de las ideologías, fin de las utopías, ciudad del fin de los proyectos sociales, ciudad privatizada. Las políticas que privilegian los utensilios más que a las personas, que dan prioridad a los medios sin preocuparse por las finalidades y desarrollan con el pretexto del progreso, una lógica de competición, violencia y exclusión, son políticas “enfermas de su cultura”. Las transformaciones económicas y sociales se efectúan bajo la presión de cambios tecnológicos y descubrimientos científicos. Ninguna actividad humana escapa al impacto de la ciencia y la tecnología. Con qué fines, con qué objetivos, qué proyecto cultural, proyecto de sociedad o de civilización inspira esta evolución? Efectivamente se produce este viraje, un pasaje acelerado de una cultura orientada hacia los hombres y su porvenir a una cultura centrada sobre los artefactos y los medios. Hay una serie de palabras actuales para definir esta nueva sociedad: productividad, eficacia, rentabilidad, control, estas palabras son tomadas de los técnicos de los economistas e invaden todos los campos dela actividad social y humana y los medios de comunicación las difunden por doquier. En realidad el mundo se reduce a 750 millones de consumidores (a pesar de que paradójicamente el mundo parece estar destinado a estar poblado por gente que tienen hambre, enfermedades, que padecen exclusión de todo desarrollo humano y social). (Petrella en Le Monde Diplomatique para America Latina) Es que nosotros los psicoanalistas estamos en condiciones de realizar alguna acción? Sabemos como dice Czermak(5) que en este contexto no se puede apelar a cualquier buena voluntad, los hombres nunca han querido conocer ,en su mayor parte, cuales son las cosas, los discursos que los determinan o inspiran.

Todo sigue igual

Llevo demasiado tiempo pensando que no pasa nada, que no está ocurriendo nada, ni aquí ni en Sebastopol, por decir un sitio de esos de los que todo el mundo habla y pocos pondrían su localización exacta en uno de esos mapas mudos que me ponían en el examen de ingreso de bachillerato con mis nueve añazos, para marcar en la isla de Cuba dónde estaba La Habana, y dónde Santiago.
Parece que todo está revuelto de acontecimientos extraordinarios, pero a la que uno se para a pensar un poco en el asunto, resulta que no, que estamos donde siempre, donde alguien ha decidido que queremos estar, ¡y no se hable más!.
Porque dejando a un lado los temas de las catástrofes naturales, que se nos inunda Grecia en otoño, o un terremoto en las placas asiáticas, no dejan de ser cosas habituales, siempre exceptuando el dolor de los seres humanos afectados, por supuesto, que eso siempre es singular, las demás cosas que nos cuentan que pasan son siempre las mismas, y encima gastan poca o ninguna influencia sobre nosotros…(las que no nos cuentan ya son otra cosa), pero esas oficialmente no pasan, y si alguien dice que pasan, ya se sabe, es un conspiranoico, que todos llevamos a cuestas un calificativo.
¡Pero hombre! ¡lo de Catalunya!, nada, que te lo digo yo, y te lo dicen por allí también, que cuatro desnucasapos se han creído lo que no era, y claro los hoteles siguen un pelín más caros que hace dos años no cuatro veces más caros como soñaban los del gremio, y la gente de Air BNB, bueno esos deberán revisar los contratos, que ya no quiere la peña ir a engaudizarse, que las cosas vuelven al terruño, al de la senyora María y el senyor Felip, y a discutir si el Barça lo hace mejor que el Español o al revés.
Y es que, ya se sabe, que nos gastaron una broma, un bromazo, pero nada más, y a lo mejor el juececito ese del supremo, se da cuenta de que quieren tomarle el pelo, y pone las peras al cuarto, sin paños calientes a todos los que nos han gastado la broma. Eso sí, alguna cadena de televisión habrá hecho caja con los programas especiales para hablar de nada sobre un tema que no es nada. El mundo sigue girando, y usted, querido amigo, compre, compre lo que pueda con su paga extra, que si no esta sociedad de consumo se nos para y hacemos un pan como unas tortas.
¡Pero lo de Zimbawe es nuevo!. Pues no querido lector, no lo es, que lo que sería nuevo es que esa tierra de pronto se transformara en el motor de África, desarrollase una economía floreciente para todos sus habitantes, y el país se transformase en el nuevo Silicon Valley del mundo.
Pero aquí lo que veo es lo de siempre, que el dictador nonagenario está más para allá que por aquí, y que el ejército empieza a tantear cómo se hace con el poder, que la Sra Mugabe también oposita al tema, es decir lo que siempre pasa en África, y que el diablo me perdone.
¿Y la revolución de Tito Trump que está poniendo a los Estados juntitos, que diría Ibañez, patas arriba?.
Pues nada con sifón, que ni bajar los impuestos a los ricos le están dejando, que es como si unas fuerzas de vaya usted a saber dónde, estuviesen confabuladas para que nada cambie por aquellas tierras….bueno quizás el cambio es que se usen las redes sociales para intentar influir desde la Casa Blanca a la peña, pero ni eso.
Que si estará la cosa parada, que ni el de Colea hacia Aliba cambia nada, sigue haciendo lo que en su familia le dijeron desde hace no sé cuantas décadas que debería hacer, que los genes del comportamiento son muy tozudos.
No pasa nada nuevo, todo se está moviendo dentro de parámetros bien conocidos, que si no fuese porque corro el riesgo de que me llamen conspiranoico, diría que predeterminados.
Las guerras las hacemos en los sitios de siempre, con las armas vendidas por los de siempre a los de siempre, con el mismo resultado orwelliano, hoy las tropas alfa avanzan, mañana son las beta, las que en una ofensiva brillante, recuperan las posiciones, pero el frente sigue en el mismo sitio.
Que el poder sigue en las mismas manos desde tiempos inmemoriales, desde hace siglos, y los demás, seguimos como siempre, al servicio del Señor, que permite, al contratarnos de jornaleros en la plaza del pueblo, que mañana la familia tenga un trozo de pan, o pague la factura de la luz, que para las dos cosas no llega el asunto.
Que no pasa nada, que lo digo de buena tinta, que estas cosas se saben desde siempre, lo que pasa es, que con tanto videojuego y tanta red social, se nos olvidan las cosas que no debemos hacer, y luego nos zurran la badana de malas formas con una mano, mientras con la otra apuran un buen foie con Chateau d’Yquem, que es lo que renta, que dicen ahora.
Y a mí, que me busquen, que a mí tampoco me pasa nada, que por mucho tiempo que pase, las imbecilidades que hacía hace cincuenta años, las repito a la que me dejen, que uno, como todos (esto me lo obliga a escribir mi mente gregaria, aunque no sé si es cierto), tiene su gen tozudo, y le encanta repetir tropezón, pase lo que pase, que como no es nada, pues tan ricamente.
A lo mejor releo los periódicos o buceo en algún telediario, con poca fe, desde luego, que me van a contar lo que ya sé, y la única sorpresa será el orden en el que me lo cuenten, que nadie me dirá que hay pateras de suizos cruzando el Mediterráneo para ser recibidos como refugiados el Libia, que nadie me dirá que en los Estados Juntitos, no se van a vender más escopetas, y que van a pedir a los ciudadanos que devuelvan las que tienen en su poder.
Que nadie me va a decir que el desarrollo del Sur del mundo, ese que anda en latitudes al sur de Lisboa, es espectacular, libre de corrupción, ajeno al tratamiento esclavista a sus habitantes, con una cultura floreciente que asombra al pútrido Occidente.
Que nadie me va a decir que el verdadero poder está cambiando de manos, que además no está ya concentrado, que por ser mujer, por ser negro, por ser chicano, nadie va a discriminarme.
No, no está pasando nada, las religiones, los estados, las empresas, siguen adoctrinando al rebaño, para que creamos que las cosas se mueven, y así nos compremos otro coche fraudulento, o nos vayamos de vacaciones a Benidorm.
Con su pan se lo coman

Caga Tió

Parece que las cosas empiezan a sonar a villancicos, quiero decir a ¡por favor ves preparando el bolsillo que hay que gastar!.
No está mal la cosa, que si hay que gastar se gasta, aunque sea en pipas o en lotería de Navidad, esa que parece cosa de extraterrestres, que a saber a quién le va a tocar este año.
A mí el cuerpo me pide que compre en Valdés ahí en las Ramblas, pero tengo mis dudas, que a lo mejor tengo que irme a Coll de Nargó, a Berga, o a Camprodó, que por las Ramblas pasaban muchos guiris y se trata de inyectar algo de pasta a mi Catalunya jodida por esa panda de borricos con orejeras de los que tantas veces he hablado.
Desde luego al botifler de La Bruixa, que andaba por Sort, y que ha puesto pies en polvorosa, no creo que le compre, no por nada si no porque la magia de Sort, en fín, ustedes sabrán.
Y digo esto, porque como todo el mundo sabe, la lotería es muy sabia, y si tocó en Valencia el año de las inundaciones, en el 56 o 57, que no me acuerdo, la que se ha liado en mi pueblo me da que es más peluda que aquella, salvando evidentemente el tema de los muertos y desaparecidos, que eso es incalculable en perjuicio.
Así que estoy de lo más animado, que tengo un Wagner de los que me gustan, de esos desgarrados de amores honestos que parecen deshonestos, de traiciones que no lo son, y de justificaciones de los hechos en esos imponderables que en Tristán e Isolda se encuentran en la magia y en las pócimas.
Vaya como lo de los indepes pero con música chula.
Podré, pues, comprar mi decimito, pero no en Valdés, que tiene que ser en uno de esos pueblos superindepes, no sé, quizás en Arenys de Munt, y con la excusa voy a visitar a Doña Paquita en su Hispania, que siempre es una alegría, y el desvío es pequeño.
Ya veremos, que una vez decidido el sitio, solo falta que acierte el número, que la cara de tonto que se te queda cuando aciertas el lotero pero no el número debe ser de las de aquí te espero.
Pero dejémonos de disgresiones, que de lo que se trata es de constatar que nos vamos a gastar lo que no tenemos a cuenta de los chirridos de los villancicos, que parece están diciendo aquello de ¡compra, compra, que ha nacido el Hijo de Dios!, y yo no sé qué hacer, porque es que tengo hasta linterna de esas que sirven para cuando te quedas sin pilas en la linterna de cuando se va la luz, o la de cuando sales de paseo montañero, y si no voy de compras, parece que está uno atentando contra la economía nacional, contra el PIB, y hasta contra el Centro de Investigaciones Sociológicas, que andan diciendo que por aquí se gasta más que por Alemania.
Y no sé si es por lo de la lotería, o directamente porque en Alemania no tienen ni paga extra ni aguinaldo, los pobres, y así no hay quien viva.
En previsión de todas estas amenazas, he decidido hacerme el chequeo anual por anticipado, y así si alguien se empeña en que pruebe tal o cual caldo, lo hago sin el apechusque que le entra a uno cuando le toman muestra de sangre el quince de enero, que se ve uno con la dieta del hambre canina, tomando yogures de esos que te bajan el colesterol y no sé cuántas guarradas más, y como uno es muy aprensivo, pues en noviembre, y a otra cosa.
Los americanos, que como todo el mundo sabe son unos ateazos y unos descreídos, por mucho que digan eso de “in God we trust”..others pay cash, añado, se han sacado de la manga lo del viernes negro, (negro porque los números de las empresas pasan de rojos a negros si todo va según lo previsto), y tiran la casa por la ventana, a medias con Amazon o con Apple, desde luego, que les encanta llegar al pavo de acción de gracias con los regalos hechos, siempre que pillen algo de eso que llaman “good value for money”.
Claro que este año les van a pillar con el paso cambiado, que la cosa dice que acción de gracias es el 23, y el viernes negro el 24, pero seguro que se lo montan de maravilla, y quedan como lo que son.
Lo que de verdad me tiene preocupado es lo de los pobres del ex govern del ex president, que no sé si van a encontrar una escudella con su carn d’olla con Priorato y cava no expatriado, que las cosas están muy duras por tierras flamencas. Y además la nata del tortell no la montan como en La Colmena o como en Mauri que Prats Fatjó no sé si sigue abierto después de las pifias que nos hizo en el Liceu. Todo se verá.
Y lo del tió, eso me tiene sin vivir, que nuestros ex no van a encontrar un buen tronco hueco de esos que traen de las campas de Puigcerda, y sin poder pegar los palos al tió, que ellos son pacifistas, no sé lo que les va a cagar, no lo sé.
Siempre les quedará una buena cerveza de las de abadía, que te dejan la cabeza con más resaca que la perfumería de garrafa. Pero no haberos marchado, que vuestros colegas saben que no les faltará el Rondel semiseco en Soto del Real, y si ablandan a los comunes lo mismo les dejan cantar (con subtítulos, claro) en Santa Nit, que todos somos hijos de Dios, y hay que entender los errores ajenos, (lo de la paja en ojo ajeno…..aquí vendría de maravilla).
A quien echo de menos es al bueno del señor Carod Rovira, que siempre me pareció el patriarca de pueblo que iba el domingo a Las Planas a tomar la tortilla de patatas (nunca española) al merendero con los niños y el porrón con vino de Gandesa, que los angelitos toda la semana en el piso, no puede ser bueno.
Y Sanseacabó, que caerá en 21 de diciembre, sin haber seguido aún el canto de los niños de San Ildefonso, que se confundirá con otros cantos, lloros moqueos e hipidos. Pero de eso ya hablaremos otro día.
Con su pan se lo coman

La pasta que viene

Yo de esas cosas de las monedas, aparte de la que uso para mover el carro de la compra entiendo poco, pero parece que en este mundo hay mucha gente que sí le dan importancia, y es que las decisiones que se toman con respecto a ellas acaban afectando a la economía mundial.
Pero resulta que nadie, por mucho que pregunte sabe dónde está el quid de la cuestión, y es que para aceptar que una moneda tiene algún valor hay que creerse un montón de cosas, y uno empieza a estar muy mayor para ciertos juegos.
Los ciudadanos de a pié andamos con las cosas medio claras, ya que eso de almacenar monedas no nos está permitido en demasía, que con que el tendero que nos facilita ropa y comida, el que nos alquila el bajo techo para lo del frío, y el que nos calienta y nos refrigera según necesidad se crea que ese papelito que le damos es suficiente para que no nos muramos de inanición o de frío la cosa está resuelta, más o menos.
Así que uno cuando empieza a escuchar esas cosas de que el papelito vale menos energía equivalente cada día, o menos trozo de pan, empieza a preocuparse, ya que en realidad no tiene ni pajolera idea de lo que está pasando.
Y viene uno que te dice cosas tan ininteligibles como que el papelito tuvo en su momento una equivalencia con el oro, se te hacen los ojos chiribitas, que el oro no se come, y si, con él se puede hacer un cobijo para lo del frío, pero no parece que la cosa vaya por ahí, que en general, para hacer casas con madera o con buena piedra es suficiente.
Y te hablan de que la moneda se referencia, a veces con el precio de la energía, ¡vale!, pero la energía esa petrolera no se come, pero calienta….no sé.
Lo peor es que esas referencias que reconocemos como patrón oro, o petrodólar, andan de capa caída, que se han dado cuenta, los que se dan cuenta de estas cosas, que al final las monedas lo que buscan es un sustrato de confianza en algo, y ¡coño!, piensan los que pueden, ¡que confíen en mi!
Y es que el que consigue, mediante el mecanismo que tú quieras, que con el papelito con la cara de Benjamin Franklin, o las estrellitas europeas, te van a dar el “pane nostrum cotidianum”, pues intentas tener alguno de esos en el bolsillo antes de salir de casa a comprar tu baguette, que el periódico lo agencias de otra manera.
Y hoy nos creemos que algunos de esos papelitos funcionan, y otros no, e intentamos almacenar de los buenos aunque el panadero diga que te acepta bolívares, pesos argentinos o francos de esos de colonias africanas, aunque nos despertemos hoy sabiendo que el papelito vale casi un dos por ciento menos que el año pasado en términos de baguette equivalente.
Y pienso que estamos aceptando que aquello que nos decían “el banco de España pagará al portador en oro la cantidad de….” Y en los sótanos de la Cibeles estaba nuestra oncita esperando que llevásemos a ventanilla nuestro papelito, pero ya no nos vale, o han hecho que no nos valga….cosas.
Que me andan diciendo los que saben de estas cosas, que esto se acaba, que la amenaza es múltiple, que estamos solos. Y la cosa empieza con esa gente pulcra del norte de Europa, que quieren quitarnos el burruñito de billetes, ese que era tan útil cuando ibas a la feria de ganado y te enamorabas de las tetas de aquella vaca tan maja, o cuando querías sobornar a un político, que le pasabas un sobrecito abultado, y aquí paz y después gloria, que dice el castizo.
Pero ese es solo un primer paso, que al final la cosa queda en Santa Visa bendita todo registradito, y lo del político se arregla con unas cuantas sociedades interpuestas, un par de testaferros y un mensaje cifrado a un buen banco de Bermuda, y todo arreglado, o casi, y tú pillado, que todo Internet se entera en qué te gastas los duros, ¡malandrín!.
Pero en ese mensaje se hace referencia lejana a un euro, a un dólar, a un yen….y a poco más, y detrás de ello, te estás creyendo los que te dicen unos señores muy serios que se llaman banqueros centrales, y que determinan cuántas baguettes te pueden dar por unidad de moneda. Bueeenooo.
Al final todo viene del real de a ocho, que también tenía su truco, y más o menos sin que sepamos muy bien como va la cosa, mientras nos den la baguette, la cosa más o menos anda.
Pero ahora nos viene la siguiente fase de esta historia, que se ha venido en llamar criptomoneda, (será por el éxito de las series de vampiros, digo yo), y empieza por esa cosa del bitcoin, que le he preguntado al de la farmacia, que es el más ilustrado del barrio, y me ha dicho que el paracetamol en euros, y que me deje de tonterías.
Así que lo que pasa con la criptomoneda, es que nos estamos creyendo cualquier barbaridad, que cada día te dan más yates por bitcoin, pero no lo acepta el panadero, será porque no tiene cambio.
Cosas de la globalidad, de la tecnología, y de mis amigos transhumanistas, seguro, que siempre andan detrás de estas cosas, y es que me veo cobrando la pensión estatal en criptomoneda vampírica, y uno no sabe como manejar la cosa, porque puestos a meterse en ese fangal, uno tiene que decidir si anda con el tal bitcoin, con el Ethereum, con el Ripple, con el Litecoin, con el Monero, con el NEO….
Estoy tentado de pillar mi calcetín, ese que guardo debajo del colchón a la derecha, que tiene nos cuantos duros de plata y lanzarme a esa globalidad postmoderna y transhumanista que me está llamando, y transformar su contenido de forma ponderada en ese futuro que se anuncia y está aquí, y que me permitirá gastarlo en Alí Babá, en Amazón y hasta poner un anuncio en caralibro para poder influir en el tal mercado, que por cierto empieza como la escena de Toni Leblanc y Manolo Gómez Bur en “Los Tramposos”,:
– Deme sus dineritos, señor, esos que no sabe usted lo que valen que se está creyendo lo que le dice Tito Trump, y mi amigo le da este paquetito lleno de criptomonedas.
-Pues verá usted, quizás me lo piense, o no, que al final me van a dar por todas partes aunque no me descuide.
Con su pan se lo coman

Rudos y nobles

¿Cuántas veces habré oído aquello de que esta o aquella es una tierra de hombres rudos, nobles, valientes, y en ocasiones bravucones?. Muchas, desde luego, que parece que la cosa va por ahí, que si quieres ser aceptado como un pueblo que valga la pena, por lo menos tienes que ser dos de esas cosas, y conste que no añado la calidad de tozudo, porque entonces la cosa se dispara.
Y es que me acuerdo de un amigo, que dejó de serlo, claro, cuando al insistir que los de su tierra eran muy nobles y muy brutos, le contesté que entonces eran magníficos caballos.
Que no parece que quede bien decir que los hombres de mi tierra somos inteligentes, amantes de las artes, sensibles, que nos apasionan las discusiones creativas, que nos desagrada la violencia, en cualquiera de sus formas, incluyendo la verbal y la gestual.
No, no parece que quede bien el que nos atraiga la ironía, que nos sintamos enriquecidos con cualquier punto de vista ajeno, que en momentos de discrepancia sepamos que nunca llevamos toda la razón, y que la solución a un conflicto siempre está en el trabajo conjunto de las partes.
Son cosas que no quedan bien, es más, a la que te descuidas sale uno de esos pueblos de hombres rudos, y no sé qué más y te suelta lo conveniente que hubiera sido para la sociedad el haberte arrojado desde el monte Taigeto al nacer, que aquí lo que se necesitan son hombres y no nenazas como tú.
Y ya empezamos, que a uno le gustan las mujeres en grado apropiado, que a uno le parecería exceso y a otros defecto, y nada tiene que ver una orientación sexual con una forma de ver la vida alejada de los que son nobles, y brutos.
Bruto, desde luego, y noble lo justo, es la imagen que nos da Tito Trump, que cuando lo veo junto a Shinto Abe, me dan escalofríos solo el pensar lo poco que tiene que hacer Tito Trump en algo, frente a don Shinto, diferente a dirimir a puñetazos o a tiros, donde por cierto deberíamos indagar en las habilidades con el arco de Don Shinto, o su dominio de las artes de lucha que pueden utilizar la fuerza del oponente (anotad que no he dicho enemigo) para facilitar tu victoria.
Así, esperar una cierta supremacía de lo sutil frente a lo rudo, quizás ayudase a la Humanidad a superar muchas de las rijas que acarrea de tantos siglos a esta parte.
Pero es que quizás sea más fácil ser rudo, noble, valiente, bravucón, tozudo, que ninguna de esas virtudes requiere demasiado esfuerzo, que es la piedra tal y como te la dan, sin haber sido trabajada, sin haber sido pulida, y la encastras o no en el muro que toque sin más historias, que si algo va mal, y hay que sacudir unas cuantas bofetadas, tu tribu de gente ruda….está ahí para defenderte. ¡Faltaría más!.
Y si hablamos de las cotas de placer que se obtienen en una y otra posición, pues a saber, que esto va por barrios como la famosa disputa de quién goza más en el sexo, si la hembra o el macho, que seguro la recoge Ovidio de tradiciones griegas que a su vez beben de fuentes sumerias, que a su vez…y solo hablamos de seres humanos.
Yo desde luego prefiero no ser demasiado rudo, (soy un patazas en fase de reconversión), intento ser noble, pero no siempre me sale, para unas cosas soy valiente, que viene a ser sinónimo de inconsciente, y otras veces cobarde, y así con todos los atributos, que voy a la ópera o al teatro, y siempre me duermo cinco minutitos al principio, y ustedes disimulen.
Pero no estoy aquí para hablar de mí, aunque el circunloquio me beneficie, sino para constatar que al final estamos todavía en el universo en el que quien triunfa, aparentemente es el miembro de la tribu más rudo, más noble, más….que es capaz únicamente de intentar solucionar los retos que le va poniendo la vida por delante actuando en manada con tal de llevar, que no arrimar el ascua a su sardina.
Y así nos vemos violentados una y otra vez, a tiros si eres un ex marine que se ha cabreado por un no sé qué, y a no preocuparse, que a él le dará la solución otro rudo tejano metiéndole un tiro por el culo, y Tito Trump, que es partidario, ¡oye!.
O el otro que decide que hay que meterle cinco tiros en la cabeza a esa hembra ingrata que no se ha dejado dominar, y si hay que hacerlo delante del chico, pues oye, se hace.
Y nos llega la violencia del rudo, del noble bruto, que necesita como el caballo, bien andar en manada con un líder que le conduzca, o directamente con un amo que canalice todas sus virtudes. Pero solo…..va jodido, que diría mi amigo, ese que ya no lo es.
Y a lo mejor, los seres humanos, que nos sentimos gregarios, que la tribu nos gusta, que nos apiñamos en macro ciudades, no nos hemos dado cuenta del precio que debemos pagar por nuestra pertenencia tribal, en la que soñamos con ser libres y felices.
Terribles palabras, que ni una ni otra se consiguen en la tribu, que allí lo único que se consigue es un ámbito en el que transmitir nuestra carga genética, que ya se sabe, mi libertad acaba donde acaba la del prójimo ¡anda, no fastidies!, que para tener libertad, casi total, lo primero que necesitas es no tener un prójimo cerca, y lo de la felicidad, ya se sabe, el hombre feliz, no tiene ni siquiera una camisa.
La verdad, no sé si me hubiese apetecido lo del monte Taigeto, que buenas broncas me hubiese ahorrado, pero diremos lo de “se hizo lo que se pudo”, que todas estas cosas son como los números reales, como las sucesiones de Cauchy, que en un espacio acotado acaban convergiendo, aunque sea en el infinito.
Y es que quizás fuera buena idea ahora que la tribu será global como dice el Presidente Chino, preguntar al Simeón el estilita, si tiene su columna aún sin alquilar subirse allí y mandar a todos estos gritones que nos rodean al pedo.
Con su pan se lo coman

Nos dan la murga

Pues sí, quizás Madrit ens roba, es más, seguro que nos roba, que Hacienda somos todos y la sede social del tal Ministerio está por aquí, trocito en Castellana, trocito en Alberto Alcocer, y ya decíamos ayer como se las gastan todos estos chavalotes, en esa tan admirada tarea de la defensa de los grandes patrimonios.
Si, también parece que por Madrit somos una cantidad de cosas malutas, como eso de antidemocráticos, encarceladores de corderos y no sé cuántas cosas más, vamos, que no hay por donde coger esta cosa de Madrit.
Y ahora que si se van las empresas, que si la gente ha decidido no comprar corchos extremeños, si protegen el cava, no tripa de guarrillos si acaban envolviendo al espetec de quien sea.
Y es que sí, es que empezamos a estar hasta los mismísimos cojones de que nos den la murga, y no sabemos cómo hacer para que ese grupito de tocapelotas, deje de darnos la barrila a costa del presupuesto nacional, que la cosa es que parece que están dándosela a los belgas, y a quién pueda pasar por su lado.
Y a todo esto nos han dejado huérfanos de todos los oficios que teníamos encargados a los que fuimos a las urnas en su momento confiando en que las cosas que teníamos pendientes en este puñetero país, si no se solucionaban, al menos que empezasen a encarrilarse, que ya va tocando ver qué se hace con los parados de larga duración, que preocupa, según nos dice el CIS al 66% de los españoles.
O quizás, mirar a ver si podemos evitar que se quemen tantas y tantas hectáreas de montes, o por qué no, mirar un poco si lo de la sequía se puede gestionar un poco mejor. No sé, hay tantas cosas que resolver para andar con la matraca de los indepes, esos que el sábado nos van a reventar el pescadito en la Barceloneta, que se bajan seiscientos autocares de esos que pagan los atorrantres del Omnium, de la ANC.
En fin, yo solo sé que hace tres o cuatro meses pagaba casi doscientos euros por noche en un hotel de Barcelona, y ahora me los ofrecen a setenta, y con una sonrisa.
Alguien está haciendo algo muy mal, pero que muy mal, ¿qué quieren ustedes que les diga?, aunque en Madrit los que mandan sean tan malutos, tan aficionados a encarcelar ovejas de amor, que lo que me parece es que nadie va a compensar al camarero de la calle Marina, del Port Olimpic, de la Barceloneta, el jornal que perderá el sábado, ni a los que ayer no dejaron moverse los piquetes permitidos por las autoridades acojonadas, esas que ahora mandan desde Madrit, que ya sé que la próxima tortilla me la hago en las vías del AVE con la peña si no encuentro curro, o si el Leganés no gana la Liga, que me da lo mismo.
Las risas que nos vamos a echar van a ser de las que se transforman en épicas a poco que nos salga, que tiene todas las papeletas visto lo visto.
Así, que, por favor, dejen de dar la murga, que son ustedes muy buena gente, pero muy pesados, y están molestando más de la cuenta, menos a mí que a los que viven en esa tierra que creía que era mía, pero parece que no, que como no soy indepe, como no vivo allí, pues no soy de allí, que si no fuera por Madrit, me veo de apátrida. Su murga marea demasiado, de verdad, y nadie, ninguno de ustedes que están en la organización de toda esta trifulca van a verse perjudicados, que a quien van a perjudicar es a todos los que trabajan honradamente en mi tierra catalana, a los estudiantes que manipulan con tanta facilidad y que no va a contratar ni la SEAT cuando acaben su preparación. Pero eso a ustedes les importa muy poco, como les ha importado muy poco permitir que demasiados de sus políticos se hayan llenado los bolsillos con el dinero que recaudan de forma confiscatoria y gastan de forma mafiosa, cierto como en Madrit, que aquí no hay mejores.
Y han dejado a los más débiles de su sociedad sin los recursos que han gastado ustedes en sus sueños sin sentido, dispuestos a poner su seguridad en manos de mercenarios, de ejércitos de fortuna, pero eso les importa muy poco. Son ustedes como el burro con orejeras que han escogido muy acertadamente como paradigma de su movimiento anticatalán, que pocas cosas he visto peores contra mi tierra catalana que su movimiento independentista, felón, tramposo y chapucero.
Así que, por favor, dejen de dar la murga, que van a acabar ustedes con la infinita paciencia que los que no llevamos las orejeras que se han colocado con tanto orgullo, que nos tienen aburridos, y que sin querer vamos a hacernos daño de verdad en la economía, en la sanidad, en la educación, en definitiva en todo aquello que esperamos solucionen ustedes y que no son capaces, en Madrit y en Barcelona.
Sería mucho pedir, supongo que nos dedicásemos todos a cumplir y hacer cumplir la ley, que para eso están ustedes, para que no monten con mi dinero eso que llaman estructuras de estado, y para que me dejen ir a trabajar si quiero hacerlo, y que la policía haga su trabajo y quite a los piquetes de los caminos, que para eso les he votado.
Y si el indepe de orejeras no quiere ir a trabajar, ¡que no vaya!, pero a mí que no me violente, que nunca me pagara la luz, el alquiler o el teléfono, que para eso voy al curro. Y sí, a eso le llamo violencia del qe interrumpe e ineficacia de quien tiene que proteger mis derechos y no lo hace.
Así que , por favor, dejen de dar la murga, y por favor defiendan mis representantes legales mis derechos de una vez por todas, que quiero pasear tranquilo por la calle Marina este sábado, y me temo que deberé quedarme en este Madrit terrible, donde los jueces malutos llevan a la cárcel a los corderos indepes, esos que hasta a ellos mismos son capaces de traicionarse.
Con su pan se lo coman

El Paraíso

Hacienda somos todos….bueno, casi todos, que los hay que creen que la cosa no va con ellos, y a lo mejor llevan razón, pero a uno, hijo de ferroviario de los de sobre con semanada, se le hace muy duro ver que hay pollos por ahí que no solo afanan como el ladrón de Bagdad, de lo que paga el populacho en impuestos, sino que luego esconden, los intereses a las haciendas públicas.
Es muy duro, de verdad es muy duro cuando aparecen esas cosas que se llaman papeles de Panamá, o papeles del Paraíso, o te hablan de Jersey, de Caimán, de Bermudas, o de tantos y tantos sitios en donde evitar soltar la mosca impositiva es algo muy fácil.
Pero desde luego si hay que vender Iphones, o publicidad en San Google al país de los ferroviarios con semanada en sobre declarado a las autoridades fiscales, nos olvidamos de pagar los impuestos, vamos el IVA puñetero que se empeña nuestra hacienda que tenemos que pagar al fontanero. ¡Haberte puesto a vender telefonillos de esos que venden los inteligentes!.¡Que de ferroviario no te comes una rosca, chaval!
Claro, como te pongas a preguntar demasiado, rápidamente sale el listo de turno a recordarte que si no existe la competencia a nivel de fiscalidad entre países estamos atacando las bases del entramado económico mundial….que si en Irlanda pagan por sociedades el poco por ciento, pues haga usted lo mismo, que a nadie le importa que la sanidad se deteriore, o que no atendamos a nuestros mayores.
Nadie les pidió que malgastaran su vida en los ferrocarriles del estado, que se sabe muy bien que pagan fatal, y a la que te descuidas te sacuden con un ERE, o te prejubilan a los cincuenta con una flor en el culo, y a otra cosa.
Pero somos tan imbéciles que seguimos´ṕagando las camisetas de los futbolistas a cien chufos sin despeinarnos, y sugiero que como el delantero Pepito esconde la pasta en Bermudas, pues compramos la tal camiseta en el top manta y a otra cosa, o aplaudimos al reyecito, o votamos al político, escuchamos al cantante y vamos a su concierto, como imbéciles, y encima lo justificamos con esa aureola de buenismo que nos caracteriza de ciudadanos responsables que somos.
Y además debemos escuchar al ministrucho de turno, el de las exenciones, el de la vista gorda, el que no contrata inspectores fiscales suficientes, recordarnos que debemos pedir la facturita con IVA, que no andemos jodiendo, que Hacienda somos todos, bueno, casi todos.
Habrá que aguantarse o rebelarse, uno no está muy seguro de lo que realmente se recomienda en estos casos, y a mí me pide el cuerpo lo segundo, sobre todo cuando veo a tanto cabroncete chotearse de mí cuando alguien le pilla con el carro del «helao», que ya sabemos que luego no pasa nada, o casi nada, que como estamos en un estado de derecho, de esos garantistas, y con legislación «mu fisna» para estas cosas, pues nada de rositas y a casa, que se esconde la pasta y a otra cosa.
Yo me descojono, y disimulen sus gracias, cuando aparecen implicados y pondré el puñetero presuntamente, que si no se te mosquea la peña, y uno es hijo de ferroviario, gente que no tiene que pagar impuestos, como ciertas casas reales que circulan por la izquierda.No sabe uno si la cosa es genética, lo enseñan en Oxford, o son del club de a ver quién mea más lejos.
El natural sensible de uno se rebela, que después de que un pollo presuntamente le haya robado al Canal de Isabel II lo que no está en los libros (desde luego en libros no iba a estar ), esa justicia siempre garantista que nos proteje va a esperar que se gaste el hombre la pasta esa que tiene en los por ahís que nadie sabe donde ni cuanto.
Pero que no se me preocupe nadie, que por el grifo sigue saliendo agua, que no sé si será la de la Fuentte del Berro, pero parece que no, y mejor no preocuparse demasiado, que el populacho de eas cosas financieras no debe enterarse, que le falta formación, y luego se hace bola en las redes sociales.
Lo dicho, que el señor alcalde del Maresme guarrea con los dineritos de sus conciudadanos de otras formas, que se sube en el charter a pachas con otros como el, y a tomarse unas patatas fritas debajo del Manneken Pis, que como todo el mundo sabe es lo que da el corazón de Europa, meaos y patatas fritas.
Y es que el dinerito del sobre de mi padre, el ferroviario de sobre de semanada convenientemente mermado por la contribución a lo público, debe gastarse en el bien común, ya se sabe en esas cosas tan importantes y que dan tanto trabajo a las personas que tanto lo necesitan, como esos productores que limpian las cubiertas de los yates a tiempo parcial, y que si los poderes políticos se ponen serios, se les echa y se busca productores más negros, más nepalíes, que siempre hay alguien más necesitado. ¡No nos vamos a gastar el dinero que tanto nos ha costado robar en pagar a un productor!.
Y si te pillan, no pasa nada, entra Don Jacinto Benavente en juego, y Crispín echa mano de los intereses que fue creando, que en estas cosas, una historia es la competencia y otra el patio de Monipodio, y no hay que romper la baraja, que hoy por tí y mañana por mí, que medio millón de euros entre unos pocos amigos no es nada, o casi nada.
Yo, como he dicho, no sé como se hace esto, y a lo mejor lo que debería hacer es comprar acciones de esas compañías que mueven tan bien el tema de los impuestos, y con suerte algo recuperaría para el plan de pensiones, aunque no sé si al final me acabarán changando, que seguro me venden caro, se montan unas put en condiciones y me tienen pillado hasta que se cansen.
Y es que tendremos que acostumbrarnos a que lo del sobre de la semanada es lo que nos queda a los súbditos, que ahora nos llaman ciudadanos.
Con su pan se lo coman

De protocolos y ciborgs

Dicen que dijo, (a saber), Sir Winston Chruchill, que lo mismo había sido Byron o Wilde, que “El precio de la grandeza es la responsabilidad”.
La frase es chula hasta cansarse y la utiliza el señor Dan Brown en su obra Orígenes, con el desparpajo y la superficialidad que le caracteriza, y a mí me pone a pensar en los niveles de responsabilidad que me rodean. Consecuentemente me doy cuenta que la grandeza ha desaparecido, cosas de los humanos.
La responsabilidad hoy no la quiere nadie, nadie parece estar dispuesto a hacerse cargo de las consecuencias de sus actos….bueno, casi nadie, que de todo hay en la viña del Señor.
Y podemos empezar por esa cosa de los protocolos, que es la herramienta más directa, posiblemente, que hemos desarrollado los humanos en los últimos siglos, para eludir responsabilidades, o lo que es lo mismo, si consideramos acertada la frasecita atribuida al señor “iglesia en colina” (“Churchill”para Dan Brown), para eliminar la grandeza.
Bonito dilema, que al parecer es el protocolo quien nos guía por el camino predibujado y nos quita la posibilidad de liarla parda, a lo grande, vamos, que es lo que de verdad nos gusta. Eso de pensar se nos va haciendo cada día más pesado.
Y estos días, por mor de unos cometarios acerca de la manipulación de las masas, de los esfuerzos que se hacen en pro de que los más no piensen, veo que una vez se ha conseguido transformar la sociedad en algo que está lejos del raciocinio, del análisis, y consecuentemente de la proposición de vías alternativas, de otras soluciones, de planteamientos individuales, surge el protocolo como el gran adalid del siglo XXI.
No hay grandeza, somos todos individuos gamma, como los de Huxley, y por lo tanto exentos de cualquier posibilidad de acceder al mundo de la grandeza, al mundo de la toma de responsabilidades, y lo que es peor, aquellos que de alguna forma parece que pueden ser seres alfa, de esos que dirigen la sociedad, al menos en apariencia, resulta que se adhieren a los protocolos, que tampoco han desarrollado esa capacidad de pensar, de entender el entorno, de responsabilizarse de las consecuencias de sus actos hasta el final.
No quiero poner de ejemplo el espectáculo de los dirigentes políticos que se están enfrentando a tribunales, ya sé que están muy lejos del concepto de grandeza, que todos están con el que yo no he sido, con el yo no soy responsable, miren ustedes como he seguido este o aquel protocolo, no hay nada personal, que diría el mafiosete, es solo un tema de trabajo.
También debo reconocer que, de alguna forma, la ausencia de los famosos protocolos en algunas facetas de la vida, nos harían imposible disfrutar de ciertos niveles de desarrollo de los que hoy disfrutamos, que hay que regular algunas cosas, ya que somos demasiados humanos en espacios pequeños en los que nos empeñamos ocupar hasta el hacinamiento, pero cada vez dejamos menos espacio a nuestra imaginación a nuestra creatividad.
Hablaba hace poco, de lo poco que nos va quedando a los humanos de ser reconocidos como la especie H.sapiens que somos hoy, antes de que H.ciborg nos sustituya, y de que los únicos resquicios de humanidad que les van a quedar al género Homo, (sea sapiens, ciborg, o singinthemorning) será la capacidad creativa, esa capacidad creativa de la creación de protocolos para que , como hoy, las máquinas (se alimenten de proteínas o de energía eléctrica) realicen los trabajos de forma mecánica, repetitiva, sin pensar.
Es la vuelta a tiempos modernos de Charles Chaplin, y estamos casi preparados. Yo lo empecé a notar fuera de nuestro pulcro occidente tan adecuadamente protocolizado, subiendo a un taxi en El Cairo, o intentando cruzar una calle en Saigon, donde todo está sujeto a la creatividad del momento cuando el motorista te sortea con habilidad para no atropellarte (literalmente es para no romper su ciclomotor), o como el taxista sale a defenderse de la vorágine creada por cientos de taxis a su alrededor, cientos de animales de tiro, de peatones con sus pertenencias, esas que se llevan a vender a los mercados de las cercanías.
Cierto que la productividad no es comparable a la germánica, cierto que la pulcritud de una calle de Bonn o de Zürich nada tiene que ver con el centro de Delhi ni con las calles embarradas de monzón que pisoteas en Kathmandú, y claro, la diferencia la marca ese nivel de protocolización que nos hace la vida más aséptica, más larga, más robotizada, menos H.sapiens.
Siempre me han fastidiado los profetas, menos si el oficio lo ejerzo yo, desde luego, así que diré aquello de que nos queda poco de nuestra imperfección humana, que cuando los Teslas atraviesen la plaza de la Mezquita de Al Azahar, el H.ciborg nos habrá desplazado, ya no seremos más que el brazo ejecutor de un algoritmo, o del deseo de nuestro programador, nuestro protocolizador, es decir robots.
¿Qué le vamos a hacer?, al final es lo que hemos decidido, y ya veremos como se van desarrollando esas cosas que hoy nos tienen tan entretenidos, y que reconocemos como pasiones humanas, como sexo, amor, sentimiento tribal o familiar, (la definición va por barrios) o la creatividad asociada las artes plásticas, a la música, a las conversaciones fútiles, a tantas cosas que posiblemente una vez queden convenientemente protocolizadas quedarán escasamente en manos de los H.sapiens que vayan quedando por los suburbios de Nairobi, de Asunción o de Ulan Bator, por no ponerme demasiado pesado.
Como en el fondo no dejo de ser un soñador, intentaré no perder esa copia que tengo de Las Mil y una Noches, y así poder seguir contemplando los sueños que acabaron escribiéndose para que siglos más tarde alguien con un cierto espíritu de H.sapiens aún en su cableado, pueda encontrar un resquicio fuera del protocolo para viajar con Simbad por los mares en busca de genios maravillosos, de monstruos impensables, de sorpresas, de aventuras, de ilusiones.
Lo demás será una alabanza a la productividad, una loa a la perfección, una aburrida Arcadia como las que nos pintaba Asimov cuando nos avanzaba el escenario de nuestra vida robotizada, que lo de Terminator por el momento se lo dejo al exgobernador de California, o para otro momento en el que me apetezca ponerme pesado de otra manera.
Con su pan se lo coman

El fin del mundo, tal y como lo conocemos

Es el título de un interesante libro de Doña Marta García Aller, en el que nos describe qué va a ser de este maldito mundo que conocemos dentro de menos tiempo del que nos imaginamos, por el aquel de las nuevas tecnologías que se van desarrollando a velocidad de vértigo en nuestra sociedad del siglo XXI.
Y claro leyéndolo, uno no puede por menos que recordar las cosas que mis amigos transhumanistas me vienen subrayando desde ya hace un buen saco de lunas.
Así que empiezo a temerme que entre unos y otros van a tener razón, que el mundo se está acabando, que las profecías de principios de siglo, esas que son tildadas de milenaristas van a cumplirse aunque sea de una forma totalmente diferente a lo que nos imaginamos, que siempre, (al menos yo), cuando me hablan de estas cosas pienso en cataclismos de esos de las pelis de Hollywood, y no, aquí no hay cataclismo de esos de matar dinosaurios, y ciudades en ruinas con monos a caballo o el habitante solitario.
La cosa, ciertamente, como afirma la autora, empieza por preguntar si alguien realmente recuerda el mundo sin Internet. Y ciertamente, so que soy talludito, me acuerdo vagamente, que no tenía la cosa mucho interés aparte del profesional, y acababas consultando el ordenador de una biblioteca y a paso de tortuga ibas descargando páginas entre bastante y muy especializadas. Me acuerdo vagamente, es más me acuerdo, incluso, cuando en mi compañía instalamos el primer router para enviar datos de ordenador a ordenador, o lo que significó el correo electrónico, que se cargó el telex, el fax, y no sé cuántas cosas más.
La señora García Aller nos recuerda que la llegada de Internet a nuestros bolsillos ya está suponiendo un cambio extraordinario en las relaciones entre las personas, en la expansión de los negocios gracias al tratamiento de los “big-data”, que aún perdemos el tiempo en cosas como pulsar, como yo ahora un teclado o tocar una pantalla para que ocurran cosas.
Bien dice Doña Marta que esto se acaba, que lo siguiente de la lista es muerte a los teclados, muerte a las pantallas táctiles, (que por cierto bien poco han durado vivas), que nos acostumbraremos a charlar con nuestros ordenadores, que el coche no necesita ser conducido, que sabe perfectamente que debe hacer.
Pero también lo sabe nuestro frigorífico, y compra automáticamente las cosas que necesito, o el sistema de compras generales de la casa inteligente en la que acabaremos viviendo, que los datos nuestros de ingresos, consumos, insumos, caprichos, reacciones ante acontecimientos están más que controladas, intuyo que hasta nuestras inquietudes intelectuales. Y si aún la cosa es imperfecta, a buen seguro que a la vuelta de la próxima esquina la cosa es más que operativa.
Y puestos a complicar la cosa, podemos empezar a plantearnos la inserción de chips de información/comunicación directamente en nuestro cerebro, que mandarán de forma adecuada los impulsos necesarios para cualquier cosa. Inquietante.
Y eso entronca con la posibilidad de considerar el cuerpo como un accesorio no demasiado útil, que además puede ser cambiable, si el primero se estropea, que transferir los datos de nuestro cerebro a una máquina, es cosa de nada, como desde ese punto de vista poder tener, por ejemplo, varios cuerpos.
Ni la madre que nos parió nos va a reconocer, ni falta que hace, me temo, porque otra de las cosas que se nos acaban es el concepto de trabajo tal y como lo concebimos hoy, afirma Doña Marta, y estoy de acuerdo con ella.
Internet por sí sola, no es nada, es un cable inerte, y los robots, la Inteligencia artificial, y mandangas del mismo pelaje, poco tienen que hacer en esa historia, sin eso que hemos dado en llamar contenidos, es decir, la creatividad humana, que ciertamente no es universal, y quien no sea creativo, a lo mejor no como, así que ojito.
Porque todo lo que sea mecánico, no nos necesita, los paquetes, si es que se necesitan, vendrán en alas de drones elegantísimos, y las máquinas se fabricarán a ellas mismas. Sin duda.
Hasta el dinero físico, el papel moneda, es algo que realmente deberá desaparecer a corto, muy corto plazo, de la misma forma que las tarjetas de crédito, las máquinas podrán, de hecho ya lo hacen, con un somero análisis biométrico, saber quienes somos y si tenemos derecho a poseer tal o cual bien.
Digamos que son herramientas que han perdido su utilidad al ser superadas por la tecnología.
Y en el fondo, como afirma la autora, cuántas toneladas de plástico nos vamos a ahorrar, como toneladas de papel ahorramos ahora, hasta que no se use.
El poco espacio que nos queda al ser humano va a estar ligado a la creatividad, y cierto, creo que es muy poco, con esos mimbres la cesta que sale es pequeña, con lo que al haber llegado hasta ese fin del mundo en el que estamos inmersos, un enorme vacío habrá que rellenar.
Y a lo mejor Malthus llevaba razón, y esta vaca que es la tierra, va a defenderse del ser humano, apoyando una sociedad en la que solo habrá unas élites creativas y poco más.
No los sé pero apechusca, apechusca sobre todo por la velocidad con la que este fin del mundo está llegando, en un momento en que los valores morales están tambaleándose, o han dejado de tener importancia, en la que el ser humano, no creativo puede ser contemplado como un residuo a eliminar, eliminación que pueden hacer la máquinas de forma quirúrgica, sin necesidad de grandes bombardeos, ni cosas por el estilo, no sé cómo pero buena parte de la humanidad será vista como un elemento inútil, no rentable, obsoleto también, como el ejemplo del dinero.
Ya verán las futuras generaciones de inmortales, de hombres mitad humanos mitad máquinas, cerebros funcionando desde vitrinas, que serán la nueva especie, el cúlmen de Darwin, el hombre cibernético.
Por un lado me alegro de no ver ese escenario, aunque debo reconocer que la curiosidad me domina, y a lo mejor si alguien se descuida, pego un saltito, y la lío parda.
Ya veremos, o no.

El gran masturbador

Decían y dicen aún, que los experimentos, mejor en casa y con gaseosa, (no dijeron cava, no lo dijeron, quizás por poner al espumoso de mi tierra más alto que La Casera), pero parece que no aprendemos, que se ha hecho un experimento de esos del profesor Bacterio, el héroe del TBO, o de Mortadelo, que nunca me acuerdo.
Pero de lo que sí me acuerdo es que el profesor Bacterio provocaba una explosión, destrozaba el laboratorio, y el salía con el pelo chamuscado y el culo “colorao”.
Y me despierto esta mañana con la película completa del estallido del laboratorio catalán, que se han ido a hacer puñetas los secuenciadores de áaaaciiidooo des-oxi-rribonucléico, que diría “il Fu” Don Salvador desde la punta de sus bigotes en la platja de Port Lligat.
Muy bonito todo, que no sé si cuando nos presentó al “Gran Masturbador”, ya pensaba en su paisano que venía empujando y que acabaría como el profesor Bacterio.
Pero pensando en don Salvador y el tal Carles, me da que lo primero que hubiese dicho el genio de casi Cadaqués es que eso del flequillo hacia abajo, era cosa de gente hosca, poco dada a pensar, y con mucha retranca campesina.
Desde luego jamás lo hubiese aceptado en su círculo, y me da también que el paso de Don Salvador por la Institución Libre de Enseñanza, me lo hubiese vacunado de cualquier veleidad “indepe”, que don Salvita, otra cosa no tenía pero mundo no le faltaba, y si algo le sobraba eran las fronteras.
Y no son cosas del surrealismo únicamente, quizás sean del genio, o simplemente del más común de los sentidos. Ese que parece quedó desterrado hace demasiado tiempo de demasiados sitios.
Reventó el laboratorio del Doctor Bacterio cuando al final se atrevió a encender la mecha amparado en el secreto, con los ojos tapados por el flequillo, y claro, saltaron las probetas por los aires, el destrozo monumental, y el profesor Bacterio y los auxiliares del laboratorio con el culo “colorao” y tiznados por el hollín han tenido que salir corriendo.
Claro, que el profesor Bacterio había llegado muy lejos con eso del experimento que le iba a conocer la Luz, la piedra filosofal, el Nirvana en la tierra.
Y es que el responsable máximo le dejó, para que no le molestara hacer todo lo que quiso en su laboratorio, y de aquellos polvos nos llegaron estos lodos, que la autonomía de cátedra no dan para tanto Señor Rector.
Una vez publicada la separata que mostraba los trabajos alcanzados, aunque sin firma, los acólitos, parece que están ya revisando los trabajos realizados, con el loable empeño de revisar donde anduvo el error, que no está claro si fue en la adicción de los reactivos, en la calidad de la instrumentación, o en la formación de los becarios, que ya se sabe, con esto de los recortes, cada día vienen peor preparados.
Así, que ahí los tenemos, rebuscando entre los restos del laboratorio aquello que aún pueda ser útil para conseguir al final la tan ansiada Luz, la Piedra Filosofal, la Inmortalidad, el Nirvana.
Espero que esta vez, el Señor Rector se asegure de que el programa de investigación de esa zona de su Universidad no anda jugando más que con gaseosa, o mejor con agua sin gas, que hasta la gaseosa puede provocar una salida espontánea de gases inesperada, con pulverización del contenedor y dispersión aleatoria del contenido, es decir un reventón en toda regla.
Pero no lo sé, que el Señor Rector tiene demasiadas cosas en la cabeza y a lo mejor cuando se dé cuenta ya le han montado otro experimento. Ya veremos.
Don Salvador, desde sus bigotes que asoman por Púbol, o por Figueras, o quizás asoman en la playita de Port Lligat debe estar asombrado al ver como ese movimiento cultural que representa el surrealismo ancló con tanta fuerza en las cabezas gerundenses, esas que están todo el día al albur de la Tramontana, ese viento enloquecedor, a veces, que llega desde las montañas al mar y que tantos naufragios ha provocado en la historia. Pero ancló sin ser entendido, Don Salvador, que todo el mundo sabe para qué bocas no se hizo la miel, que lo suyo siempre fue un mundo semiótico en donde se fundían la escalera de Jacob, y el trenzado del áaaciiidoooo des-oxi-rribonucléico, donde se escondía la simbología que Velázquez plasmó en sus Meninas, que transmitió al Cristo de Port Lligat, que llevo a las horas a la decadencia, a la disolución, al mensaje para los elegidos.
Y que nadie dude que un elegido no es más que un ser humano que llama a una puerta con humildad, y acepta que, con sacrificio propio, se le vaya acompañando hacia la Luz, con cuidado, con cariño, para que no se deslumbre.
Ese elegido sabrá ver lo que hay detrás de los pinceles, de los labios/sofá de Mae West, del gran huevo de la cúpula, pero si el flequillo te lo tapa, crees que estás en un mundo onírico en el que tus sueños pueden cabalgar, extrapolarse, como las pestañas del Gran Masturbador.
Pero a nuestro profesor Bacterio, le perdió el flequillo, que le hizo ver pestañas donde solo había pelajos caídos, creyó que el sueño de esa noche era la realidad, pero su mente de pequeño ignorante, no sabe soñar, sigue el camino que le marcan las orejeras que le pusieron al nacer en su pueblo, aquel que se rebeló contra el Conde –Duque de Olivares, porque era muy caro mantener a las tropas que iban a defenderle del francés.
Bien que pagaron (en Luises de oro) aquella estupidez, y hoy también parece que el error, el inmenso error lleva adosada una factura tremenda a satisfacer.
Todo se verá, que este surrealismo del Profesor Bacterio, ha demostrado ser mostrenco, hijo de las orejeras que lleva el rucio que se venera en ese laboratorio que acaba de reventar, por culpa, claro, del Señor Rector.
Quizás debería haber añadido un lirio a la marmita, como símbolo de pureza, quizás hubiese que añadir el rostro de Gala, como la gran sacerdotisa que siempre fue, pero el campesino del Baix Ampurdá de esas cosas entiende poco, como de casi todas, pero no le importa, siempre habrá alguien a quien seguir, alguien a quien odiar, que verse en el espejo de la realidad es muy duro hasta para el Señor Alcalde que fue de Gerona, la de Álvarez de Castro, que lucho contra el gabacho, por la unidad de España.
Id con Dios

Crónicas desde Boadas

Cuando te sientas en tu rincón de Boadas con el Negroni en la mano, ves el mundo de otra manera, y ahora que los turistas se alejan prudentemente de la ciudad, vuelven los parroquianos de toda la vida a tomar sus sitios.
Y es que los de Costa Cruceros recomiendan a los clientes andar con cuidado por la ciudad, que les puede alcanzar un independientazo en plena cocorota, y eso a lo mejor afecta a la cuenta de resultados de la naviera.
Parece que se te pone la cara de aquel periodista de gabardina que solo sabía inventar una noticia después del cuarto daiquiri, es lo que dan estos tiempos en los que la mediocridad es como la de los últimos siglos, extensa.
Decía el gran Albite, que con el paso del tiempo, los recuerdos van quitando el sitio a la esperanza, y me temo que, como en casi todo, llevaba razón.
La visión de lo que me rodea, cada vez está más influenciada por las cosas que pasaron, se pierde el sentido de los por venir, que además tiende a mirarse con un cierto pesimismo.
Quizás porque empiezas a sentir que tras tantos años de patear el mundo, a la hora de contarte las heridas ya no queda sitio para una más, no crees que valga la pena tomar el riesgo de perseguir un sueño, cuando empiezas a ser consciente de que o no queda tiempo, o no quedan fuerzas, o no quedan ganas.
Parece que ya sabes lo que vas a encontrar en la cumbre de la montaña, y no apetece subir tan alto, ¿para qué?, es como el sentimiento de repetir curso una y otra vez como el cobaya en el cilindro móvil de su jaula. Al final sabes perfectamente a donde estás llegando, pero no sabes para qué subiste, si conocías el paisaje, el paisaje que nunca cambia, o que sin cambiar aparentemente cambia a cada instante. Cosas de los filósofos griegos, ya sabéis.
Y hoy, como ayer, miras las noticias que se abren delante de ti en los periódicos, y ves que la gente sigue en su movimiento continuo, sin ir a ninguna parte, repitiendo las historias que has visto, que has leído desde que tienes memoria, eso sí, con diferente música, que algo es algo.
Habrá que sentarse en el sillón a ver si consigues no dormirte con el hastío que produce la sucesión de acontecimientos, manidos, tristes, aburridos, tanto que te apetece salir a gritar aquello de ¡Yo maté a Kennedy!, con tal de que te dejen en paz, que no se va a poner uno ahora en plan informe Warren, para demostrar que una coalición de los servicios secretos cubanos y la CIA, en el diseño, y una mano ejecutora de la Cosa Nostra, fueron los facedores del entuerto.
Ni eso, ni pensar que Azaña instauró lo del tiro a la barriga, o que el infarto fatal de Maciá, lo heredó Companys, a quien también rompió el corazón el pelotón de fusilamiento.
Pero si miras al movimiento durante más de diez décadas, todo sigue exactamente igual, a lo mejor los coches brillan un poco más, pero a nadie le importa, que apenas queda sitio para la esperanza en nada, tras tantos siglos viviendo lo mismo.
Y Chuchita está diciéndole a Borja Mari cuánto le quiere, pero no le dice a cuantos más se lo está diciendo en ese momento desde su teléfono inteligente, como nadie sabía cuántos billetes llevaba su mucama a cuántos caballeretes.
Pero Borja Mari, tampoco se estaba quieto, y al final o no pasa nada o un poco de orgullo herido, como mucho.
Nuestra sociedad está vieja, los recuerdos le han quitado el sitio a la esperanza, como mucho, alguien tiene algún gramo de esperanza en un décimo de lotería, pero todos saben que es esperanza vana, los recuerdos son los que te lo indican, y dejas de lado a la esperanza, que los recuerdos han llenado el espacio, como dice, o decía, el bueno de Albite.
A lo mejor es que la sociedad va aumentando su presbicia, poco a poco, de forma inexorable, y no ve ni de cerca ni de lejos, simplemente se palpa, y no vale extender los brazos para facilitar la lectura, no vale.
Quizás haya que buscar algún niño de los pocos que nos van naciendo por aquí, de esos que solo tienen recuerdos genéticos, no intelectuales, ¿qué más da?, quizás ellos aún tengan esperanza, la esperanza del que se sube a una patera, de la que se deja violar para cruzar el desierto y saltar con el bebé en brazos las cuchillas de las vallas de Melilla, o del Río Grande, o de cualquier isla mediterránea en las que la esperanza es sustituida por el recuerdo.
Ya sé qué dirá la derecha en el parlamento de acullá, pero también sé qué dirá la izquierda, y los del centro, que se me perderán en recuerdos, que cerrarán la esperanza de tantos y tantos.
Pero a nadie le importa al final lo que hay o lo que viene, que nuestra vida es mitad egoísmo, mitad sueño, y cuando te acercas al entorno, ves que las cosas, las parejas, los amigos, son solamente de dos clases:
Las que te causan remordimientos, y las que te causan rencor, porque nada lleva intrínseca la felicidad de largo recorrido, lo decía aquella bossa nova, “Tristeza nao te fin, felicidade si”.
Y es con lo que tenemos que pasar estos caminos que nos llevan desde la cuna al nicho, pero tampoco es importante, que el problema, a veces, es que no nos damos cuenta que está en cómo nos enfrentamos al hastío, a la rutina, que es lo que decía un amigo mío:
-Deberías tomarte cualquier relación seria como si fuera un ligue de una noche, o de una hora, eso no deja recuerdos, y ahueca espacio para la esperanza, y es que el mayor sueño al que puedes acceder es quizás que cuando estés haciendo el amor tu pareja aunque sea un par de segundos no tenga su cabeza en otra cama.
Así, que deja correr todo, que al final todo esto no es más que un brevísimo orgasmo con dos decimales.
Y que ustedes lo recuerden

Por el Tibet

Llegar al Tibet era uno de esos sueños que uno no puede dejar de cumplir, siempre que tus condiciones vitales lo permitan.
Y a mí me lo permitieron una vez que dejé atrás los valles del Buthan, volví a encharcarme en el valle de Kathmandu, con tiempo apenas de despedirme, no sabía yo que para siempre, de algunos de los espacios monumentales que me subyugaron en su momento, y que el terremoto que nos robó tanta y tanta maravilla, destrozó apenas cinco meses después de aquellos días.
Los chinos me llevaron a través de los Himalayas, que esta vez se mostraron esquivos, hasta un aeropuerto nuevo bastante alejado de Lhasa, que era donde confiaba en pasar unos días, sobre todo para comprender qué estaba pasando ¡más de cincuenta años después de la invasión china!.
Y como estoy muy mayor, no pienso entrar en esas cosas que son las guerras de cifras, la destrucción de culturas autóctonas ancestrales, se lo dejo a más doctos geoestrategas, de forma que solo diré que mi primera impresión fue la del disgusto que siempre me ha producido el choque con la cultura china.
Y es que donde me encontraba, en ese Lhasa mítico, el del Potala, el centro de la meditación budista, el templo de los templos, el “Palacio real”, de alguna forma, donde el poder religioso y el poder político y administrativo del Tibet, todo eso ya no estaba, quiero decir que lo que quedaba era la carcasa, que el espíritu de la cosa había pasado a mejor vida hacía ya demasiado tiempo.
Decir en China que algo se ha occidentalizado parece que suena a cuento “chino”, pero realmente es así, que llegué a un aeropuerto de provincias muy occidental, viajé por autopistas muy occidentales, crucé una frontera muy occidental, cambié yuanes en un cajero muy occidental, vi líneas férreas muy occidentales, y finalmente me metieron en un hotel chino, regido por chinos guarros como solo ellos saben serlo, pero a precios muy occidentales.
Es creo una de las consecuencias del siglo XXI, estamos rodeados de carcasas vacías del espíritu con que fueron construidas, y nosotros seres vacíos visitamos esos espacios sin la más mínima posibilidad de entender absolutamente nada de lo que realmente quiso significar el Potala, o la catedral de Reims, o incluso el Palacio de invierno de San Petesburgo. Hoy no son más que espacios vacíos llenos de turistas haciéndose auto retratos.

Hasta las interminables colas de peregrinos que llegan al Potala creo que llegan por una inercia de siglos, pero sin saber a qué van, quizás a un lugar de poder, quizás en busca de un consuelo espiritual que esperan encontrar entre las paredes, entre las paredes donde nos mezclamos turistas de todo el mundo, chinos que quieren desarrollarse también como turistas de los de móvil con cámara, auto retratos, cuenco de fideos o de arroz y cerveza, y los peregrinos que serpentean por toda la ciudad en colas kilométricas.
Y el Potala, la parte de la carcasa que me dejaron ver, me emocionó, ya que iba predispuesto a ello, no me había puesto aún el sombrero del escéptico ni del agnóstico, que fue creciendo poco a poco durante la visita.
Y es que como en tantos y tantos centros de poder que he visitado, sobre todo cuando se mezclan ambos, el poder religioso y el administrativo, se crea el espacio idóneo para la esclavización del ser humano.
Y junto al Potala el palacio de verano del Dalai Lama, más poder, más lujo, más oro. En fin, la historia del mundo, así que me quedo con la carcasa, recuerdo las historias del cambio de dueño sangriento que tuvieron los tibetanos, los coches occidentales que circulan por sus calles, con poco orden y menos concierto, así que ya que estoy en medio de una ciudad nueva del siglo XXI, pienso que lo mejor es cruzar la calle, visitar un par de templos “carcasa”, que andan por la ciudad, mirar el mercado, ya occidentalizado, y marchar tranquilamente a cenar a una especie de pub regentado por un holandés que vive aquí desde hace más de cuarenta años, y a saber qué tendría en la cabeza cuando se trasladó.
No pasa nada, te tomas tu hamburguesa de yak, una Heineken, pagas con Santa Visa, procuras que no te escupan por la calle mientras vuelves al hotel, y a otra cosa.
Pues no, técnicamente no está prohibida la religión en el Tibet, no pero su peso se ha reducido enormemente, y ha dejado de ser una forma de vida para muchos tibetanos que pasaban a formar parte de las “nóminas” de los monasterios, esos monasterios que hoy son carcasas vacías, repletas de libros, que posiblemente encierren un saber ancestral, que dudo mucho acabe siendo publicado, no apetece, no hay voluntad en el gobierno chino.
Y lo que se ha hecho desde Beigin, al final, es construir otra sociedad sobre la que existía, y no sé si el nuevo régimen occidentalizado, con valores diferentes mejorará la vida de alguien, la verdad es que tampoco me importa demasiado, salvo por el hecho de que ha sido realizado, al parecer derramando demasiada sangre.
Y hay un progreso material evidente. Nuevas gentes, que quizás puedan ser tachadas de invasoras, quizás nuevas hordas de funcionarios, quizás ratios relativos al bienestar de la ciudadanía se hayan mejorado, quizás formas ancestrales de vida estén llamadas a desaparecer. No voy a juzgarlo, veo una realidad que ni me gusta ni me disgusta, no es para mí, no voy a vivir allí, ni siquiera puedo decir honestamente que me importa, pues al final es cosa de individuos, y los pensamientos individuales se forman en función de la educación, o del adoctrinamiento que reciben, y al final la felicidad es cosa de cada uno.
Ellos verán, lo que yo he visto es un país invadido, una ciudad nueva, un palacio que es como tantos y tantos palacios que he visitado por todo el mundo, carcasas del pasado de las que ignoramos los más de los ciudadanos la razón de ser que tuvieron en su momento, ignoramos los símbolos que querían transmitir, ignoramos si esos símbolos estaban para mejorar las vidas de los más o para que los menos conservaran el poder.
sé si hoy son más felices que ayer, no sé más que si hubo una invasión esta fue cruenta, y eso es inaceptable, como lo fue la revolución de Mao, si hablamos de China, pero como lo han sido las invasiones europeas en América, o las otomanas sobre el imperio romano de oriente.
Hablamos de la historia de la Humanidad, y yo no sé qué decir.
Seguiremos en el Tibet, hablando de montañas, que también existen.

De Kathmandú a Buthan

Cuando uno se sube a las líneas aéreas del Buthan, uno no es consciente del todo de la que le espera.
Yo soy adicto al asiento 2A, desde que he podido pagarlo, claro, y la cosa empieza bien en el aeropuerto medio desvencijado de Kathmandú, que hasta te ponen en una de esas salitas con sillones de gutapercha, en las que te puedes tomar un whisky de garrafón a las siete de la mañana, mientras preparan tu Airbus 319….¡qué pequeño!, piensas, pero todo tiene su explicación.
Monísimo, limpísimo, desayuno a bordo, mientras de nuevo desde la ventanilla acercándome a Paro, vuelvo a ver desfilar al Lothse, al Everest, al Manaslú, el Katchalunga, el Maalú, en Daulaghiri….pues sí señorita, le acepto una copita de champagne, que esto hay que celebrarlo.
Y de pronto, me veo añorando Ranón en día de galerna, o Alvedro en día de niebla….¿pero qué coño hace ese tío que dice pilota el Airbus 319?…
Y es que es uno de los ocho pilotos con licencia para aterrizar en Paro, que tiene que poner el avión casi perpendicular al suelo para pasar entre montañas antes de enfilar la minipista del aeropuerto. Ni en el Cristiano Ronaldo de Madeira es la cosa tan jodida.
Pero has llegado a la Suiza, (guardando las distancias) del Himalaya, un país a 27º de latitud norte, es decir, técnicamente entre los 23º del trópico de cáncer, y los 28º de Tenerife, pero a más de dos mil metros de altitud, y entre montañas.
Esas circunstancias producen un paisaje bellísimo, y su aislamiento físico de la India, de China o de Nepal, han preservado una forma de convivencia aparentemente muy adecuada para el país y sus ciudadanos.
Te confirman que su historia comienza con la llegada de un monje tibetano allá por los albores del siglo XVII, y desde entonces se plantea una dualidad de poderes en el país, entre el religioso y el administrativo. Temporal e intemporal, para ellos, y constato que funciona aún aunque en el siglo XIX, legalmente el sistema quedó abolido.

No son muchos, apenas setecientos mil, y están orgullosos de su país, de sus tradiciones, de una pequeña parte de sus carreteras, (la otra directamente es intransitable), circular por ellas se conoce como el shiatsu buthanes, que juro por los dioses es inolvidable.
Las tradiciones, como su traje de diario, se mantienen, y de hecho estuve para asistir a los festivales de final del monzón. Una maravilla.

Las curiosidades con las que te vas encontrando, y que al final no son más que diferencias culturales, son infinitas, y contaré solo una:
En Thimbu, la capital del reino, están encantados por ser la única capital del mundo que no tiene semáforos.
Las tres razones por las que se rechazaron eran:
-Son feos…..de acuerdo
-Cuestan una pasta…..de acuerdo
-…¡Y es que hay que hacerles caso!.
Los ciudadanos del Buthan, son bilingües, hablan todos inglés y buthanes.
No diré que son todos los ciudadanos exquisitos ex alumnos de Bolonia o de la Sorbona, pero tienen un nivel cultural más que aceptable, y sobre todo, a la hora de indagar un poco en su cultura y sus tradiciones, son capaces de explicarte con mucha coherencia lo que hay detrás de cada paso de danza que se representa en el festival, o el significado que tiene un monasterio para una población aislada entre montañas, cuando hay, por ejemplo, que atender a un enfermo, o ayudar de forma desinteresada a alguna familia que pueda estar en dificultades.
La pobreza no parece estar asentada en el país, al menos yo no encontré mendigos, y debo reconocer, que salvo los coches de la familia real, que por cierto asistían a los recintos donde se celebraban los festivales, todo lo visible era, sobre todo práctico, no lujoso.
Y eso viajando desde Nepal, es mucho decir.
Volviendo a los festivales, que como he dicho se celebran en recintos que admiten hasta veinte o treinta mil personas que pueden pasar el día entero viendo los diferentes grupos de danzantes que se muestran, cada uno con su vestido adecuado a la danza que representan, y cada uno referido a su valle a su pueblo.
En paralelo, los mercados, que tienen sobre todo la oferta de los productos que van a ser utilizados en el invierno, cuando la movilidad se haga difícil o imposible. Así que desde utensilios de cocina, ropa de abrigo, herramientas para el campo, o arreos para las bestias, son los artículos que se ofrecen, independientemente de que en paralelo se ofrezca comida, que hay que pasar el día.
Vas viajando de valle en valle, de Paro a Thimbú, de Thimbú a Punaka, despacio, entre ríos, vegetación frondosa, caminos intransitables, gentes que te miran de la forma más educada posible, pero con cierta curiosidad, que eso de visitantes extranjeros, es algo que no pasa demasiado a menudo.
Los perros, que para mí son un indicativo de la calidad de vida, están, en general, bien alimentados, gordos diría yo. No como en el famélico Nepal, que aquí me da que no se los comen.
Y luego los monasterios, que como todo en esta vida tiene su precio, si como viajero o como turista quieres ver qué es lo que hay, cómo son, o cómo se vive. Habitualmente los encuentras encima de picachos que te cuestan ascensiones en vertical de esas que se hacen a fuerza de piernas, de no menos de cuatrocientos metros, y hasta más de mil que me ha tocado entre subida y bajada, y vuelve a subir.
En general las comunidades como no puede ser de otra manera, viven en meditación pero a su vez son centros de cultura, y de saber, atesorando no solamente tradiciones religiosas que atraen peregrinos, sino conocimientos de medicina, de agricultura, de orfebrería. Centros de meditación donde te pintan tu mandala si se tercia, donde se estudia esa astronomía sin instrumentos de última generación pero de la que se obtienen relaciones interesantes entra las cosas que ocurren en el cielo y las que acontecen en la tierra. “Como abajo es arriba, como arriba es abajo”, principio que se manifiesta en los planos físicos, mentales, y espirituales.


Así que visitar Dzong, el monasterio/fortaleza, Tango, como universidad religiosa, o el Nido del Tigre, con vocación eremita, son imprescindibles para intentar rascar la superficie de la cultura de estos valles del Himalaya.
Pasas de valle a valle por puertos de montaña a más de tres mil metros que te hacen preguntarte el famoso ¿qué coño hago yo por aquí?, pero te respondes rápidamente, cuando llegas a Bumthang, por ejemplo, y te ves cruzando en medio de su festival entre hogueras de cuatro o cinco metros corriendo, como hacen ellos, en una especie de ceremonia de purificación, o de fertilidad, o simplemente lúdica, quizás con sentido como nuestras hogueras mediterráneas, o como las brasas de Medinaceli. Pasan con su ritual de tres veces, siempre el tres, vayas donde vayas.

Y tienes el templo en la montaña, el santón rezando por ti, y el trabajo en el valle, el complemento de lo de arriba, con su reflejo abajo. Siempre un mantra, siempre una tradición.
Cambias de valle, y ves que la vida depende del monasterio, que los niños caminan diez kilómetros para ir a la escuela, y tan a gusto, que las enfermedades las curan los monjes, que los ciudadanos son su propia policía y su propia justicia, y así siglos y siglos, con las necesidades de casa, educación, espíritu, y alimento cubiertas, con sencillez, pero con seguridad.

La iconografía y la arquitectura del budismo buthanes, quizás requiera la pluma de alguien más versado, pero a ojos de viajero apresurado, ves construcciones de piedra sencillas pero suficientes para ser acogedoras frente al clima, y defensivas en caso de necesidad, con sus guerreros en piedra y sus leones y dragones guardianes, amplias para recibir a la población en caso de necesidad, prácticas, como todo en esta tierra, (excepto las carreteras, claro).
De la corriente budista, de sus creencias, de sus liturgias, no voy a hablar, ni siquiera de la conveniencia o no de su régimen político. No es mi oficio hoy, pero parecen satisfechos con las primeras y tranquilos con su rey. Ellos sabrán qué es lo más conveniente.

Y como escribí en su momento, no creo que vuelva a esas tierras, pero ir valió la pena.
Habrá que ver qué pasa en el Tibet.

Viaje al Himalaya 2014

Regreso al Himalaya
Hay regiones en el mundo a las que hay que volver, siempre que el cuerpo lo permita, y el Himalaya es una de ellas.
Y eso hice hace tres años, lo hice con el tiempo ese que me fue dado a cambio de más de cuarenta años currando, y quería descubrir más el Nepal tropical en primera instancia, que luego ya tendría tiempo, y lo tuve de entrar en el reino perdido del Butan, y en el Tibet, donde me esperaba el Potala. Pero todo a su tiempo.
Llegar a Kathmandú desde el lujo de Qatar, es como retroceder más de cien años en el tiempo, y siempre que lleguemos lo suficientemente alejados del desastre natural de turno, que fue mi caso, ya que a los pocos meses hubo un terrible terremoto que dejó el país aún con más dificultades para la supervivencia de las que habitualmente deben de soportar.

El Nepal, esa maravillosa tierra tan alejada de nuestra cultura por más que nos empeñemos en acosarlos con los reclamos de la sociedad de consumo, está llena de días de fiesta, y yo llegué en plena fiesta.
Se adoraba de forma especial a Kali por aquellos días, siendo esta divinidad hinduista una de las más controvertidas, desde mi punto de vista del elenco de los dioses indios.
Es Kali, la fuerza de Shiva, destructora de los demonios, ( a mí como Lucifer que soy, no sé lo que me hubiera pasado si me pilla), y tiene una cantidad enorme de facetas, desde la de vencedora del hombre, representado en Shiva), hasta la gran madre universal. Una especie de virgen negra, pero en ese charco, por el momento, no voy a meterme, que me lo mezclan con tradiciones egipcias, cristianas, y a saber donde terminamos.

Para mí, miserable viajero occidental, llegar al templo de Dakshin, para admirar no solo el colorido de la mezcla de gente, sino la devoción de los adoradores de Kali que iban a rendirle tributo, ya me curó del paso por el aeropuerto de Doha, en el que se siente uno tratado como un ser de segunda, ya que no soy más que un maldito infiel.
La gente se agolpa en Nepal de todas las formas posibles, y siempre hay excusas para hacerlo, y esta vez en el templo de Kali, en el día de la adoración y los sacrificios, la plaza del templo era un hervidero humano.
La plaza del templo estaba abarrotada, y por supuesto llena de puestos en los que podías comprar el animal que posteriormente fueses a ofrecer a la diosa.
Y todo según tus posibilidades, desde gallinas a corderos o cabras, que se sacrifican mientras los fieles se presentan ante la diosa de seis brazos.
Huele la sangre vertida de los animales, huelen las especias aromáticas que se queman, huele el sudor de la gente, huele la comida que se preparan las familias para disfrutar del día de la diosa, huelen las heces de los animales, las cloacas abiertas, el barro acumulado, huele en definitiva la vida y a mierda, claro.

Pero el espectáculo, el colorido, la devoción de la gente hace que cualquier pensamiento negativo desaparezca como por ensalmo.
Así que mi chofer me lleva a Manakamana, y me deja al pie de un teleférico de esos que tan bien hacen los suizos, pero que en estas manos te pone un poco nervioso, que seguimos con sacrificios de cabras, aquí a la diosa Bhagwati, una Fátima local, que también según la tradición es una imagen aparecida de forma astral…
Más sacrificios de cabras, todo en ambiente festivo, más sangre de animales, más Nepal. Y sobre todo una ceremonia de presentación de los niños a los dioses, ya que se celebra la ceremonia del “Mundan”, o primer corte de pelo a los niños.
Las tradiciones se parecen en todas partes, es como si hubiese un tronco común a todas ellas. Aquí la diosa se presentó como una niña brillante con un león acompañándola.
Pues muy bien, que seguramente es tan cierto como la historia de Fátima o Lourdes, y un día sabremos qué es lo que de verdad esconden esas apariciones.

Pero estas vírgenes sirven para todo, que con la conveniente devoción, ofrenda, y dedicación, garantiza una amplia descendencia a los recién casados. Todos contentos.
Mi viaje debía seguir hacia Lumbini, ya que al parecer, la tradición sitúa el nacimiento de Shiddarta en esas tierras, y quería ver el templo, quería ver el árbol de sus meditaciones, y sobre todo el parque que promocionó la UNESCO,
Así que te acercas al templo Maya Devi, y sientes, siempre y cuando tengas la sensibilidad adecuada, la fuerza del lugar donde el Buda Gautamá ve la luz, y aquí seguramente se mezclan los conceptos de nacimiento natural, y nacimiento al conocimiento.
Puedes sentarte debajo de una higuera sagrada, y creer, si te parece adecuado que la madre del Gautamá Shiddarta se apoyó en sus ramas después del parto. No deja de ser una estupidez más del viajero que se transforma de vez en cuando en turista, y busca sensaciones de parque temático. Me disculpo, la iniciación al camino de la luz no requiere sentarse debajo de una higuera, aunque sea la del Gautama Buda.
Vuelves a Kathmandu, temblando en uno de esos aviones nepalíes que son al menos tan peligrosos como las carreteras, pero ves la línea de los Himalayas, uno a uno, recuerdas tu querido Annapurna, allí a la izquierda, el Katchalunga, el Manaslú, el Sagarmata…ya habrá tiempo de saludarlos más de cerca.
Y en esa capital nepalí, que despierta en mí ese sentimiento de amor/odio, vuelvo a pasear por la plaza Durban, o por Patan, y quedarte de nuevo extasiado con los templos, con la gente que se mezcla contigo, turistas de medio mundo, despistados en busca de un gurú, que de todo hay, el pícaro local, el que vende recuerdos turísticos, el que te ofrece pachuli, el que te ofrece a su hermana pequeña, que ya se sabe, todos los turistas solos somos pederastas, o quien detrás de un uniforme se cree aún miembro de una compañía de gurkas al servicio del Imperio Británico, o de su señor feudal, que a saber cuál es por aquí, la casta de cada uno.
Aún me queda tiempo para visitar Kokhara, una de esas poblaciones del valle de Kathmandu, de pasado no exento de cierto esplendor, y de nuevo ciudad engalanada, que al fin y al cabo, los mozones ya se han acabado, y te ofrecen tantos y tantos templos engalanados, plazas con barro y mierda, gente a sus cosas, que desgraciadamente son pocas, si dejamos a un lado la búsqueda de algo para comer.
Otra vez me siento turista, no soy viajero, no soy capaz de interactuar con la gente, no importa, o sí, ¿qué más dá?.
Este Nepal es pobre, es rural, está dominado por clanes, que han destrozado su economía, que antes donde exportaban arroz, hoy deben importarlo, se malvive del turismo, de la explotación de los qataríes que los utilizan de mano de obra esclava para sus estadios del futuro campeonato del mundo de fútbol, de coser para las marcas internacionales de ropa deportiva.
No sé si volveré, pero lo que si sé es que me llevo una huella intensa de mi paso por esta tierra.
Sigo viaje a Buthan, y a lo mejor cuento algo.
Allez!

Paris bien vale una misa

Mucho tiempo que no paseo por Paris, no sé por qué, ya que la última vez que estuve por las orillas del Sena, la cosa no fue mala.
Cierto que no fue una escapada romántica, y tampoco de trabajo, que es lo que parece que reclama Paris, pero no volví satisfecho, ciertamente no.
Había quedado con una pareja de amigos que viven en Suiza, y no les venía mal del todo cenar conmigo en el restaurante del hotel en que acostumbro a alojarme, y es que el bueno de Alain Ducasse me sirve ahora la cena ahí, en el viejo comedor de la Rue Rivoli, y de vez en cuando no me importa fundir la Amex y echar mantequilla a las arterias.
Paris fue Paris, y ahora no sé lo que es, quizás tenga que buscar un hueco para una escapada, que no será de negocios, y que si quiere ser romántica, los condicionamientos son demasiados, que no todo es ir acompañado de hembra placentera, será de colesterol, o de bistrôt del Barrio Latino, por detrás de la Sorbonne, no sé, en cualquier sitio a lo mejor te dan una carne de tercera medio bien condimentada, y con suerte, el patrón ha encontrado un Shiraz de Rhônes medio decente, no lo sabes.
Quizás haya que ir a comprar quesos al Hediard de la Madeleine, o chocolates a Capucines, no lo sé, aunque lo que sí sé es que no me meteré en Bastille por mucho que quieran tentarme con una Carmen, eso no lo haré que uno es un clásico y un sentimental, y La fille du regiment no suena igual que en la Garnier. ¿Qué le vamos a hacer!.
Pero esa última vez Paris me dejó un tufo de sudor de la cola de una atracción de feria (hoy parque temático), y es que la invasión ha llegado a niveles insoportables. Esa masificación turística que tiene cabreados a los ciudadanos de Palma, a los ciudadanos de Barcelona, a los ciudadanos de…hace tiempo que transformó a ese Paris que conocí a mitad del siglo pasado en algo inhabitable para sus ciudadanos, que en la cité solo viven los que no son parisinos, que esos están en los banlieu, que tienen como poco que subirse en la Concorde una buena hora si trabajan de taquillera en el Louvre, o de limpiador en Les Halles, que en el septième no hay quien viva, que es para los árabes a los que sustentamos para llenar el depósito de nuestro utilitario. Solo queda escuchar en la radio del Renault las últimas noticias que nos adoctrinan para poder trasegar sin necesidad de crear otro Dani “el Rojo”, la próxima reforma laboral del Señor Macron.
Bueno, del señor Macron, o de quien sea, que a lo mejor el pobre es solamente el corre, ve, y dile de a saber quién, que duerme ahora en su apartamento de la Avenue Hôche.¿Quién sabe?, que hasta el Paris Saint Germain está en manos de árabes, de infieles, de los que el bueno de Luis IX quería echar de Jerusalén antes de palmarla por unas fiebres allá por Alejandría, o por donde fuera.
Quizás deba hacer como aquella prostituta de Truman Capote, y me quede mirando después del Café au lait en cualquier rincón de la rue Mont Thabor, los diamantes del escaparate de Cartier en Vendôme, no lo sé, como tampoco sé si me iré de tiendas por el Faubourg Saint-Honoré. Probablemente no.
Pero lo que sí sé es que evitaré que las manadas que transportan las compañías de bajo coste, los trenes rápidos que llegan desde media Europa, me pisen y me dejen ese olor a sudor de turista.
Y me temo que no podré saludar a la Victoria de Samotracia, ni siquiera a mi amada Mona Lisa, no lo haré, ni tampoco me acercaré a ver los Degás, los Matisse, los Chagal, ni ese jardín de esculturas del maldito Rodin.
Ya tengo la imagen en mi almario, tomada en su momento, en aquellos momentos en los que te acercabas por Champs Elysées, y podías ver el Novecento de Bertolucci sin que la Brigada político social de Franco anduviese pidiendo carnets a la salida, o el culo de la Schneider, que de todo he visto en Paris, que aquí, las cosas tardaban en llegar.
Y es que ya no está Norma Duval en Pigalle, y en la Place du Tertre, no quepo, no voy a subir a la colina de Montmartre a que me pisotee una turista teutona, por muy bonita que sea la vista desde el Sacré Coeur, no lo haré.
Y a lo mejor la solución es pasear por los Jardines de Louxembourg, aunque no sé si encontraré a los niños jugando con sus veleros en el estanque, y quizás no haya siquiera una mignone con el cochecito del bebé de sus señores con quien pegar la hebra.
Tendría que ponerme a leer Le Monde, o le Canard enchainé, o quizás el Chrlie Hebdo, pero con cuidado, que hoy los pied noirs, ya no son argelinos, que muchos vienen de los banlieus, que saben que les falló la aventura de abandonar sus tierras en Orán, y hoy son otros los árabes que viven la Avenue Klèber. Y es que no se enteraron que los parisinos también habían perdido su ciudad, por lo que se les ha llenado el alma de ese odio a cualquier otro.
No lo sé, no lo sé, quizás vuelva uno de estos días, quizás no, pero si lo hago, intentaré buscar ese Paris escondido que quizás ya no exista, ese Paris que va al teatro a La Comedie, o que pasa horas buscando un libro en los bouquinistes, de esos que no vende Amazon, siempre, claro, que el bouquiniste no haya dejado el negocio de los libros, y ahora venda “souvenirs” para turistas chinos, coreanos, o de Puerto Lápice, por poner un aquel.
Y aunque en ese Quaie de la Tournelle, me lleguen los olores del canetton, y me digan que tengo mi mesa del quinto piso con vistas al ábside de Nôtre Dame, y que tienen un Pomerol de buen año, a lo mejor no soporto el que quizás también se haya transformado en un parque temático, como pasear por Invalides, o bajar desde Trocadero a Les Champs de Marte.
Ya veré, ya veré, y a lo mejor os lo comento, o no, que este es mi territorio, es mi jardín, y por el momento solamente meo yo en él, o al menos es lo que creo.
Por lo demás buscaré en mi discoteca de jazz, ese autumn in Paris, que siempre me ha encantado.
Los americanos para eso son una delicia naïf.
Con su pan se lo coman

El árbol diferente

Los albinos, en África, parece que desde hace relativamente pocos años se han convertido en objetivo de chamanes, iluminados, curadores, fanáticos, y no sé cuántas cosas más.
En definitiva, parece que la diferencia, lo diferente, es peligroso, muy peligroso.
Y digo esto, que intuía, por esas cosas que se te quedan en el fondo del cajón del cerebro, que campanas me habían llegado, que había leído, que había escuchado, aquí, allá, de forma deslavazada, que se cometían atrocidades con las personas que se distinguían por esa diferencia genética de los otros conciudadanos.
Pero parece que la cosa, que ya me temía grave, lo es mucho más de lo que me podía imaginar, ya que al parecer los chamanes de Tanzania, que fueron los que empezaron con la brutal persecución extendieron la falacia de que no eran seres humanos, que se les podía cazar, que se les podía despedazar, que se les podía vender por trozos, es decir, a ti una oreja, a ti una pierna, a ti…y así te curabas de esto o aquello, mejorabas alguno de tus sentidos, y seguramente tu suerte en el juego, en el sexo, en…aumentaría, que al fin y al cabo habías pagado por ello.
Sí, a nosotros los pulcros europeos esto nos aterra, o nos da asco, o pábulo para emitir uno de esos juicios que nos hacen sentir superiores a esos desgraciados de las tribus del continente africano.
Ya el albino en un clima como el africano tiene sus problemas, que papeletas para un melanoma, las tienen todas, que esas cosas de cremas de protección frente a los rayos solares es algo que no parece estar al alcance de muchos africanos, así que las pocas soluciones que quedan son las de gorro y manga larga.
Para más datos sugiero escuchar el audio de “Espacio en Blanco” de Rne, emitido el pasado ocho de octubre, y que lleva por título, “Hombres negros de piel blanca”.
Sírvame todo esto para poder hablar de la diferencia, estos días en los que están surgiendo noticias relacionadas con el hecho de ser diferentes a los más de la tribu en la que vives, que parece hay que ser mass media, que hay que quedar dentro de la puñetera campana de Gaüss, que si te escapas por alguno de sus extremos, digamos que vas jodido.
Que parece que los niños que salen superdotados son los que sufren acoso escolar, que eso de entender a la primera el teorema de Tales, es muy mal llevado por los compañeros.
Claro que aquí no se los comen, pero les hacen la vida imposible, y es otra forma de canibalismo, el que produce el miedo a no saber las calidades que puede presentar otra persona, y lo peor no sabes cómo esas cualidades pueden a medio, corto, o largo plazo, afectarte a ti también.
Y la última que me ha llegado en esto de la diferencia, ya no afecta a una pequeña parte de la población, (un dos por ciento de superdotados en España, o uno por veinte mil en el caso del albinismo en África), me llega desde Cataluña, desde mi tierra, y supongo que será como todo, verdad a medias, que estamos en campaña de ver quién es más malote, si el gobierno central o el periférico.
Así que se plantea la estadística de que debido a la inmersión lingüística en la educación, aquellos niños que no tienen el idioma catalán como lengua materna, sufren de discriminación a la hora de aprobar las asignaturas que en su recorrido escolar deben realizar.
Y tiene una lógica aplastante y unas consecuencias tremendas a la hora de discriminar al ciudadano que no tiene los ocho apellidos catalanes.
No llegarán a la Universidad en las mismas condiciones que sus compañeros catalano parlantes, con lo que se asegura que las élites que ocuparán los puestos de mayor responsabilidad tendrán una procedencia “segura” para los objetivos del proyecto de la Gran Nación Catalana. Se ha publicado hoy en la prensa un estudio, que de ser cierto es realmente demoledor, y a los discriminados se les prepara para una vida peor que a la de un albino en África, sin exagerar.
Y todo al final es lo mismo, parece que no estamos dispuestos a admitir la diferencia, y lo que desde mi punto de vista lo que se esconde es miedo.
Permitimos en las sociedades desarrolladas que todas esta conductas proliferen sin prácticamente hacer nada para evitarlas, es más, en demasiadas ocasiones se fomentan desde el poder, o desde las partes tribales de nuestras acomodadas tribus.
Seguramente nuestros atavismos son los que nos dirigen, sin darnos cuenta que al final es el albino africano, o el niño hispanohablante de Cataluña, o ese superdotado del colegio al que andan todos sus compañeros metiendo los dedos en los ojos quienes hacen que nuestra sociedad cambie, avance, tome esos caminos que nadie ha osado explorar, por el miedo simple a lo desconocido, por miedo a intentar comprender lo diferente, por miedo a dejar nuestra zona de confort.
Yo no voy a comprar el hígado de un albino para comerlo en el sueño de que adquiera cualquier característica de la que a buen seguro carezco, pero reconozco que cuando he intentado transitar el camino que debe abrirse a golpe de machete, la tribu que me envolvía en ese momento se ha removido inquieta en sus sillones de orejas. No hay mucha confianza en eso de despertar supuestamente monstruos incontrolables, te dicen.
Desde estas líneas hoy pido que luchemos en estos frentes de discriminación de lo diferente, y que aprendamos, yo el primero que lo que no sé, es lo que debo aprender, siempre, sin excusas, que será la única forma de alcanzar la libertad que ofrece la sabiduría.
Y pido también, a quien corresponda, que nos facilite los caminos para la integración de otras sensibilidades, de otras visiones, que será una buena vía para que nos desarrollemos como sociedad y como individos.
Con su pan se lo coman

Luchas rituales

La naturaleza, siempre sabia ha desarrollado para protección de la vida individual, y en algunos casos para la preservación de alguna especie, mecanismos que impiden la lucha a muerte, mecanismos que por lo menos le dan a los individuos la posibilidad de valorar las fuerzas de su contrincante y dejarse de hacer tonterías si la cosa no iba a ir bien parada.
No sé, quizás los cuernos más grandes y con ramificaciones de los ciervos, les permiten en su lucha por las hembras darse unos empujoncitos, pegar unos berridos y dejar claro quien se va a dejar la piel a tiras cubriendo a todas las hembras de la manada.
O a lo mejor los hipopótamos que abren la boca a ver quien la tiene más grande, aunque de vez en cuando se les vaya uno colmillo y dejen mal parado al otro. En definitiva estamos rodeados de ejemplos en los que un enfrentamiento físico menor, es lo que decide algo tan importante en la naturaleza como es el hecho de la transmisión del ADN.
Hay incluso especies que tienen su enfrentamiento de forma ritual, es decir que no se necesita contacto físico para dirimir el problema, y por supuesto, si la cosa no funciona, se pasa a mayores y a cascarla que diría mi amigo aragonés.
En nuestra especie la cosa va por barrios, que en el mío, de chaval, la cosa era a ver quién meaba más lejos, que no está nada mal, aunque falto de cierta precisión si de lo que se trataba era de demostrar mayores o menores habilidades a la hora de transmitir el ADN.
Y ahí andamos los humanos, que somos muy nuestros, y que en demasiadas ocasiones parece que se nos va la mano, y en vez de ver quien mea más lejos, le meamos el “tuxedo” al novio de la parienta y la cosa acaba más que mal, ¿qué le vamos a hacer?, somos así, que dicen por ahí los que saben, que somos seres racionales.
La cosa de todas formas, y eso teniendo en cuenta de que nos seguimos matando como locos en esta malditas guerras del siglo XXI, que es casi como nos decía Orwell, guerras lejanas de continente a continente, en las que un rato gana uno, otro rato gana otro, pierde siempre el mismo, y los yates y las villas en Lugano, son siempre de los mismos.
Pero hay que ver quien mea más lejos, que nos sale el gordito coreano, exhibiendo pilila, y diciendo que mea en parábola hasta Guam, por lo menos, (en tiro tenso, no lo menciona), y Tito Trump, dice que a salivazos llega a Pionyang, y el Comité Central del Partido Comunista Chino, dice que tiene una bayeta que le ha diseñado Tito Putin que lo deja todo libre de excrecencias.
Y así nos andamos, siendo lo más divertido de todo que nos creemos la película, que llueve muy lejos de nosotros, y ya se sabe, hasta aquí no llegan los huracanes, y mucho menos los tifones.
Es como ir a contemplar una buena berrea desde un observatorio de naturaleza de esos que te preparan los biólogos de Doñana. Y fíjate bien, que a lo mejor hay un accidente y hasta ves sangre, que solo escuchar el entrechoque de las astas y cuatro berridos de machos cabreados tiene gracia, pero menos.
Lo que me preocupa de todo esto, es que estos meones certificados, de vez en cuando actúan como los leones, que se creen ellos muy bravos, y ya se sabe, al viejo macho a lo mejor no lo matan, pero a los cachorros desde luego, que no están los leones para cuidar a la futura competencia, y mucho menos a esperar que las hembras desteten y se pongan en plan fértil.
Y a lo mejor en esas estamos, que los dientes y los chorros de orina, los miden los grandes machos, y así ellos no se hacen demasiado daño, pero la factura la pagan al final los débiles de la camada, los que no se pueden escapar, los que no se pueden defender.
De forma que si tenemos que ponernos en plan defendamos al pueblo, habrá que recordar al pueblo,(concepto que todo el mundo menciona y nadie sabe definir con la precisión requerida), que a lo mejor hay que empezar seriamente a defenderse de ciertas reinas y ciertos zánganos de colmena y hormiguero, que si hay que ponerse un pelín jacobino, va y se pone uno, que no pasa nada, y si pasa se le saluda.
Y que nadie olvide que al pueblo se le puede diezmar, y quedan noventa donde había cien, pero a la reina y al zángano, no se les puede diezmar, aunque se les puede eliminar, emborrachas a las hormigas guerreras, y te plantas en la cámara real, que tampoco es tan difícil.
Por lo demás, miraré a ver cómo van los partidos por esas guerras orwellianas que andan dando de comer a las fábricas de escopetas, y a lo mejor vemos que algún árbitro pita penalti injusto al que yaya ganando el partido, garantizando el espectáculo más rato, por lo menos hasta presentar los resultados del trimestre.
En cualquier caso, la próxima reencarnación que me toque, voy a solicitar al ejecutivo de la Tyrell Corporation, que no me suelte con el código de barras que corresponda a un cachorro de león, que me mola más cualquier otra cosa más segura, vamos que si hay que ponerse chulo, que me ponga encima de un buen tanque que ya decidiré yo si cañoneo o no, que esto de ser pacifista está muy bien (como error), en esta reencarnación, pero en la próxima, tabla rasa, y si retraso mi llegada a la luz definitiva, pues mala suerte, aunque no creo.
Y es que a lo mejor, esa cosa que llamamos pueblo, y que nadie sabe definir, aunque todo el mundo habla de ello, está formado por los malotes de otras épocas que al reencarnarse están pagando pecadillos pasados. A saber, pero tiene su lógica.
Pediré por tanto a los leones que quieren hoy pelearse en mi tierra, que se dejen de dentelladas y miren a ver quien mea más lejos, o más alto, o más rato, que se me da una higa, pero que dejen ya de tocarnos los cojones a todos.
Con su pan se lo coman

Un soneto me manda hacer Violante

La importancia que tiene el lavado de cerebro o el agobio informativo que nos acosa, hace muy difícil que al sentarse enfrente del teclado, o a la hora de coger la pluma, no se te vayan los ojos y los dedos directamente al lío que nos están montando en mi tierra.
Es quizás por esa razón por la que quiero escapar de ese puñetero círculo vicioso, que me tienen literalmente hasta los pelos, y claro, cuando uno se pone a revisar los posibles temas que le vienen al cacumen, me quedo asombrado de hasta donde tengo colonizado el cerebro.
Y es que de “jumbor” no me apetece, que para eso están los sabios de taberna, lo del cambio climático, (que ya va a climaterio), me lo quitó un pollo muy gore, que con la pasta que invirtió en el asunto, le salió una verdad (la suya, claro) de lo más incómoda.
La influencia rusa en la política mundial me la ha metido esa prensa que creí que no leía, pero mira tú por donde sí leo, y además aparca en la trastienda de mi coco, así que tampoco.
La corrupción política, diremos que está “sub iudice”, y así no molestamos ni al poder político, ni provocamos murmullos de togas, que para tal se bastan y se sobran.
Claro que de la corrupción del currito, o de la sociedad en general, o incluso de que si todos vivimos en la cultura de la corrupción, pues tampoco me voy a poner, que menos aquel día que no pedí factura con IVA en la tienda de los tiramisú y confieso, las otras corrupciones personales, son secreto de confesión.
Podríamos hablar de la evolución de la economía “post crisis”, pero la verdad es que no tengo ideas propias, que todo son inoculaciones, y aquí incluyo cualquier posición y su contraria, y si se trata de decir que la macroeconomía va bien, diremos que la micro está hecha unos zorros, o que el señor Draghi se chotea de nosotros, o que la señora Yellen se chotea de Tito Trump, y que ambos están mirando al Comité Central del Partido Comunista Chino, que cada día les viene más grande.
Y si la conferencia que me dá el taxista, que de buena tinta sabe, pues tampoco me voy a poner exquisito, que ¡a saber si no está asueldo de Moscú…o de Venezuela que últimamente tal y como está el patio, todo es posible.
¿Por cierto le ha dejado al final Putin los siete mil quinientos milloncejos a Maduro?, es que no me han dicho nada en la peluquería, y estoy hecho un lío.
Y Pepe, el parado de la escalera, anda muy jodido el pobre, que me dice que no sabe si le llega la ayuda no contributiva, y tampoco sabe qué hacer para que le baje el recibo de la luz.
Pero eso es lo que dicen, que de verdad yo no tengo ni idea de lo que hay, porque si miro a esa cosa tan moderna de la geoestrategia, de la geopolítica, y de la geoeconomía, pues ¿qué queréis que os diga?, que no sé yo si las fuentes de inoculación cerebral que me he buscado o que me han encontrado (tampoco estoy muy seguro), son las adecuadas, o son filtraciones interesadas del foro de Davos para que me ponga a comprar Matildes de forma compulsiva, que hay un pollo en la radio que me sugiere entran en un ETF de esos que invierte en armas informáticas, y en sistemas de seguridad. No sé, que lo único que quiero es comprarme la hogaza para la semana. Que me decía siempre mi abuela que eso de pan tierno es cosa de casa de mal gobierno.
De la última peli, ya os dí la tabarra el otro día, pero tampoco nada nuevo bajo el sol, que si el Creador, que si la obsolescencia, que si parecemos electrodomésticos coreanos, ¡yo qué sé!.
Y como me he negado a ir a ver la Carmen que trae el Bieito al Real, que nos saca a escena a la Legión, y a Merimèe le da un pasmo si lo ve, que Bizet tenía tendencias más suicidas, y no estaba para legionarios. Así que no me podré cabrear con eso.
Y en el teatro, desde que Carlos Lemos no está para presentarnos un buen Casona, la cosa ya no es lo mismo, y estoy muy mayor.
Que te levantas por la mañana, y ves que hace sol otra vez, y te parece aburrido, y crees que vas a ser de lo más original al decir que el anticiclón de las Azores…por ahí tampoco
Mientras escribo me envían mensajes mis amigos, los amigos de los amigos, que están todos con lo de lo que yo creía que era mi tierra, y ahora no lo sé, y lo dicho me aburre, me desconcentra, y no hago más que darle vueltas al hecho de a quién interesan estas cosas.
A quién interesa que haya cambio climático o que no lo haya, a quién interesa, que el reino Unido de la Gran Bretaña se vaya de un club al que voluntariamente accedió en su momento, o que se quede.
A mí que me expliquen dónde están las motivaciones verdaderas de tantos y tantos acontecimientos que van ocurriendo en este puñetero mundo, y es que no lo sé, y nadie que lo sepa de verdad está dispuesto a explicarlo.
Pero no, que alguien estará pensando ahora que me he puesto conspiranoico a ver si me fichan los de la revista “Enigmas”, no es eso, la verdad es que no lo sé, no lo sabemos, y al final cuando hablamos, cuando opinamos, cuando creemos que estamos bien informados, al final lo que ocurre es que estamos contaminados por esta o aquella tendencia, que no podemos comprobar toda la información que nos llega.
Y así, la que más brilla, la que nos coge desprevenidos, la que ha sido diseñada con más habilidad, la que ha ido siendo sembrada con paciencia es la que anida y hace que nos formemos una opinión, que si la edulcoras te hace parecer el más docto, el más sabio de la escalera.
Por lo tanto, la verdad, no sé de qué escribir, que no encuentro nada en mi almario que reconozca como propio, que al final son todo injertos, unos que han crecido, otros que andan medio enquistados
“Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
Que voy los trece versos acabando;
Contad si son catorce, y está hecho.

Como lágrimas en la lluvia

Pues sí, como no podía ser de otra forma, no pude resistir la tentación de ir al cine después de tanto tiempo, para ver cómo había evolucionado la visión que de la idea de Philip K. Dick nos dio del mundo de la robótica y de la inteligencia artificial, pero no voy a hablar de la película, que para eso hay plumas profesionales infinitamente mejores que la mía.
Así, que a comprar entradas el que quiera ver la peli, que yo no estoy aquí para destripar argumentos.
Si hay algo que me gustó de la película de Ridley Scott, la del 82, fue el concepto del enfrentamiento entre el replicante y su creador.
Al final es uno de esos enigmas que a mí, como ser humano/replicante que soy, siempre me hubiese gustado poder hacer, y que me perdone el Diablo, poder hablar con mi Creador y plantearle el por qué tengo fecha de caducidad.
El tema es apasionante, sobre todo cuando vemos que nosotros, los humanos replicantes que somos, llevamos toda nuestra historia luchando contra ese chip de obsolescencia con el que nuestro Creador nos ha dotado.
Ciertamente llevamos una lucha soterrada para que nuestra vida se alargue, y ahora, con avances tecnológicos de este maldito siglo XXI, ya empiezan a surgir Mesias que nos garantizan una nueva eternidad al ser humano sobre la Tierra.
Si hablamos de la parte mecánica, es decir de los elementos que hacen funcionar nuestro cuerpo, seguramente se conseguirán muchas cosas, que al fin y al cabo somos nada más que la acumulación de miles de millones de seres vivos que viven en simbiosis dentro de cada uno de nosotros, el resultado se llama Pepe, se llama María, y ese equilibrio de tantos seres vivos que nos conforman es el que nos da la sensación de estar vivos. No está mal.
Es como el hormiguero, que de alguna forma puede considerarse como un individuo, a pesar de que esté formado por gran cantidad de seres vivos con funcionalidades dentro de la colonia perfectamente delimitadas, sin las cuales el hormiguero no tendría razón de ser.
Y aquí es lo mismo, que hasta la reproducción interna de los elementos vivos que nos conforman llevan vías y secuencias diferentes, que no es lo mismo la reproducción del conjunto del ser humano, que de sus células epiteliales, o de las bacterias intestinales, por ejemplo.
Pero fuera de esos tecnicismos, al final nuestro Creador incluyó el chip de obsolescencia, y nunca nos dio la razón del por qué, y además nunca pudimos preguntárselo.
La Tyrell Corporation, por lo menos esgrimió el miedo del Creador a un producto que podría superar en todo al ser humano que lo había creado, y que partiendo de la circunstancia de que esas cualidades podrían ser económicamente útiles, no interesaba que pudieran desarrollar la capacidad de obtener poder.
Pues ya tenemos una de las motivaciones que desde el punto de vista del más agudo de los antropocentrismos podríamos achacar al Creador, que nos tuviera miedo. No está mal, que todos los que en algún momento hemos creado algo (no alguien), de alguna forma en el proceso creativo, se nos ha aparecido el fantasma de que esa nueva criatura podría dominarnos.
Lo he oído a escritores, a actores de teatro, a músicos, a científicos, a infinidad de gentes que se afanan en desarrollar una idea, en crear algo nuevo, y ven que esa nueva forma acaba por absorber parte o todo el ser que él, como Creador aportaba antes de que su obra se materializase.
Pero cuando hablamos de ese chip de obsolescencia, no sé si nos damos cuenta de que aunque el conjunto de nuestro cuerpo desaparezca, quizás nuestra obra (siempre que haya alguna) realmente pueda continuar de forma indefinida, como ese Mesias de Haendel que estoy escuchando mientras me peleo con este teclado.
Pero claro, al bueno de Haendel le importa una breva que esté ahora yo aquí sentado haciendo el imbécil, mientras aporreo el teclado escuchando una creación suya. Pero es a su cuerpo y a sus sentidos, así, que no sé yo, que a lo mejor debería preguntarle al gran patrón de la Tyrell Corporation por qué permite que algunas obras, algunas ideas sigan vivas, sigan adelante por mucho tiempo.
Quizás sea el fallo del sistema, quizás sea una característica innata del diseño original, que matamos a Van Gog de hambre, y sin embargo lo mantenemos vivo varios siglos a través de su obra.
Porque a mí, mi Creador no me recibe, así que me quedo con las ganas de hacer la pregunta, de entender al final el porqué de mi existencia, el porqué del tiempo que se me ha concedido, el para qué se me ha concedido, y desde luego no tengo la posibilidad del replicante de Dick, de discutir con él, de inculcarle el reto de crear uno sin ese chip, y que sea lo que ¿Dios? Quiera, vamos de hacer una Reichel que pueda parir, y que se muera como los humanos.
Cambiar un chip por otro, al final, que si no anduviésemos en esas, y mientras se van poniendo los físicos de acuerdo, me da que las cosas son finitas, que parece que a lo mejor hay un principio y un final de las cosas por más que manejemos magnitudes difícilmente asimilables por nuestro modesto cerebro actual.
Aunque si hablamos de Universos paralelos, o de espacios cerrados y esféricos, a lo mejor estamos en la rueda del hámster, y lo finito no es más que una forma coloquial de lo infinito para nuestros sentidos.
Que si alguien nos ve desde fuera lo mismo se desternilla de la risa, contemplando a los humanos dando vueltas en su rueda de “Guinea pig”. Enternecedor.
Y como todo esto me hace repensar en lo inane de todo lo que nos rodea, que nos han diseñado sin permiso y para corregir la gran chapuza, no sé si ni siquiera los Transhumanistas van a ser capaces, aunque el intento no es malo.
Mientras tanto, creo que voy a buscar en la bodega algún caldo de esos que hacen que te sientas creador, aunque solo sea de sensaciones propias.
Y ustedes que lo vean.

Bien informado

Tengo que reconocer que la presión que los medios de comunicación de todo tipo ejercen sobre todos y cada uno de nosotros es terrorífica, y voy a no arrogarme representación de nadie, y diré que la ejercer sobre mí, que cada no sabrá sus filias y sus defensas.
La coña marinera del maldito referéndum ful de mi pueblo me está impidiendo pensar en otras cosas, que los mensajes de que si o de que no, de que mi bandera es así o asada, que los impactos me llegan por todas partes, y eso teniendo en cuenta mi alejamiento voluntario de esas cosas que se llaman redes sociales.
Menos mal que el tema aún no se ha colado en las series americanas de televisión, porque en La guerra de las Galaxias ya lo ha hecho, con su Yoda/Pujol, y en los Piratas del Caribe, no sé yo, que con tanto viaje de piratas a las Cayman desde ambos lados del Pecos, solo falta que alguien lo haga más explícito.
Así que, cuando a uno en su inocencia le da por hablar de la inmortalidad del alma del cangrejo, o de las religiones chorras, que haberlas haylas, como muy bien explicó el otro día Jesús Callejo en una magnífica conferencia, resulta que el virus indepe se te cuela de rondón y te lo contamina todo.
Esa es una de las razones por las que me da que la fuente esa que de vez en cuando me hace ser prolífico en esta bitácora, anda como los manantiales de Sant Hilari de Sacalm, tirando a secos, y deseosos de llenar los plásticos de Font Vella con agua de Susqueda. Pero esa es otra historia.
Lo que voy viendo es que con esto de la globalización, parece que las noticias son globales, que la estelada llega a las portadas del WSJ, del Post, del NYT, o del FT, cada uno con su interpretación a medio camino de lo que cree Assange, dicta Moscú, le interesa a la UE, o vaya usted a saber.
Pero todos demostrando que falta conocimiento y sobran consignas, hecho que no deja de aterrorizarme, ya que me hace recordar el nivel de inexactitudes que me colocan cada vez que me acerco a intentar entender cualquier acontecimiento que pueda estar ocurriendo en cualquier lugar del mundo.
Los ciudadanos crédulos, esos que están seguros de que están bien informados, resulta que cuando abren su Wall Street Journal o su Financial Times, o lo que sea, piensan que el hecho de haber leído en menos de tres minutos la reseña que aparece destacada en primera página, les convierte poco menos en expertos de la situación en Cataluña, y casi casi con derecho a escribir un ensayo político o económico sobre el tema.
Y reconozco, imbécil de mí, que a veces ofuscado por este o aquel acontecimiento también he creído que estaba bien informado por haber leído con más o menos prisa dos o tres artículos de algún medio considerado sesudo, encima haciendo gala de mi estúpida sabiduría.
Realmente penoso, que por haber escuchado que andan a bofetadas en Uganda por un quítame allá esa constitución, que el viejo dictador quiere morirse en al cargo, y ver un suelto en Euronews, parece que ya estamos delante de un experto en el tema Ugandés, con profundo conocimiento de sus sistemas tribales, de la herencia de Idi Amín Dada o de Milton Obote.
Que nadie se acuerda, y lo más importante, a nadie le importa un pimiento, fuera de la distracción televisiva de ver las sillas volar de cabeza en cabeza de diputado ugandés, si hubo una guerra con Tanzania, si Idi Amin se comía a sus enemigos, o si el actual Museveni es así o asá.
Como a los que desayunan huevos revueltos frente a Central Park, que eso del Pooch-de-Mont, les suena a tira de Quino o a personaje de los Simpson, como mucho, y eso porque no lleva bigote, que si no me lo adscribían al cártel de Sinaloa, tan tranquilos, mientras les llegaba el siguiente correo con la cotización de Bank of America, que eso sí que tiene importancia.
Y así se llenan las páginas de este o de aquel medio, los minutos que acompañan a los mensajes publicitarios de tal o cual cadena de televisión, que en un flash no podremos nunca saber qué coño pasa y por qué, será puro entretenimiento y un vano intento en demostrar quizás a los miembros cercanos de la tribu de que eres un hombre bien informado.
Y en el supuesto improbable que las noticias esas de primera página surgiesen de personas independientes, con los conocimientos profundos de los hechos vividos en primera persona, y apoyados por el estudio de la situación histórica tomado de fuentes independientes y bien documentadas, el sacrificio no valdría para casi nada, que el pollo de los huevos revueltos no iba a entender eso de la revolución campesina de 1642, o los fundamentos de los fueros de Cataluña, o de cualquier otro elemento que pudiese ayudar a la comprensión del problema.
Es esa la razón de que al final lo que se publica, no vale más que el ¡OMO lava más blanco!, que no deja de ser un mantra no soportado por estudios de en qué condiciones lo hace, frente a qué otra forma de lavado, con este o aquel efecto secundario no deseado.
¡Y te dicen que es la forma de crear un estado de opinión!. Bueno pues que lo digan, y a lo mejor llevan razón pero es una opinión huera, ya que está desinformada, que no sirve, que hace ruido, y además lo hace por poco tiempo.
A distinguir pues habrá que pararse las voces de los ecos, porque me temo vivimos en un mundo de ecos, y de grillos que cantan a la luna con el cerebro bien lavado ya sea con OMO o con ESE, que al final es lo mismo.
Así que no sé qué hacer, ya que el cuerpo me pide seguir viendo esa película estúpida que se repite por todas partes, en las que no se ofrece ninguna noticia soportada por una reflexión, que todo es técnica publicista, y lo que unos y otros quieren al final es que compremos pescado podrido.
Me voy a releer el diálogo de Critón, que estos ruidos no quiero que me hagan olvidar que es la opinión de la mayoría, la justicia y las leyes.
Con su pan se lo coman

Y sin embargo se mueve

Al final parece que no pasa nada, parece que todo sigue igual, que como mucho algunas cosas se ajustan un poco, no demasiado que la inercia del mundo es tremenda, y cambiar lo fundamental no se puede hacer, algo hay siempre que lo impide.
Y es lo del príncipe Salinas, “hay que hacer que todo cambie, para que todo siga igual”, y me parece que es lo que estamos viviendo…iba a decir estos días, no, no solo estos días, es la historia de nuestra civilización, de nuestra cultura.
Yo me reconozco, sin falsa modestia, que soy un deshecho intelectual, que eso de estudiar demasiado, los academicismos, las rutas trazadas de la cultura, me importan entre poco y nada, que hay en el fondo de mi alma una especie de cenetista intelectual, y desde esa perspectiva, imprecisa, provocadora a medias, que pretende ser burlona sin demasiada gracia, veo lo bien asentadas que están las estructuras de la sociedad occidental, que más o menos es la que conozco.
Supongo que en otras civilizaciones, en otras culturas las cosas pasarán de forma similar, pero ya tengo bastante con intentar percibir superficialmente lo que me rodea, y en la mía no oigo más que ruidos, y nueces, lo que se dice nueces, las pocas que caen del árbol tienen dueño antes de tocar tierra.
Por la mañana te despiertas con que parece que hemos decidido en media España celebrar el día del Corpus, que los balcones, de pronto se nos llenan de banderas, todas rojas y gualdas, desde luego, aunque unas tengan más bandas que otras, ¡qué le vamos a hacer!.
Pero cuando te fijas un poco más, las hay asociadas a un club de fútbol, que puede ser el Barça, que sigue ganando, como casi siempre, o del Atlético de Madrid, que sigue perdiendo como casi siempre.
Las hay que quieren ser la bandera cubana, las hay en mástil, atrapadas en las persianas, y las más clásicas, descoloridas. Pero aparte de esa nota de color, las cosas están donde siempre.
Que había atascos en las vías de circunvalación de Barcelona, de Madrid, de Sevilla, de Valencia, de Bilbao…. Que en la mayoría de las gentes, estaba anclado el sentimiento de rutina, el sentimiento de que algo hay que hacer para la supervivencia diaria. Como siempre.
Europa, me dicen que le pone multas a Google, bueno, no está mal, pero los yanquies ponen aranceles a las alitas de los aviones que vende Bombardier y se fabrican en el Ulster. Empate a uno, que si tú bajas los impuestos, yo los bajo también, que si tú no los cobras yo tampoco, empate a dos.
La diferencia es que ahora no tenemos a Lerroux en la presidencia del Gobierno, y casi me alegro, aunque populistas andan dando la lata por aquí y por allí, y Batet, no está para tirar cañonazos al Palau de la Generalitat.
Aunque me consta que a más de uno le apetecería, pero queda feo. Lo que veremos en su momento es a los consellers, uno o varios, escapar por algún tipo de cloaca, como el de la Gobernación de Companys.
Y los Rolling yendo a su cita estándar con Barcelona, como no podía ser de otra manera, a satisfacer a su público, ese que pagaba con el subsidio del paro la entrada hace cuarenta años, y ahora lo hace con la pensión de jubilación. Pero todos son el mismo, todos son los mismos, las canciones las mismas, aunque quizás el ímpetu sexual de fans y de artistas, haya decaído algo, o no, que a veces la última bala tiene también su gracia, si no lo estropea la artritis.
Llevo bastante tiempo pensando que estamos en uno de esos tiempos en los que, como siempre nada se mueve, que La Vanguardia, antes española, ahora es solo La Vanguardia, que lo de la Vanguardia catalana, le produce risa hasta al mismísimo Señor Conde de Godó, que bastante tiene con disfrutar de sus dieciocho hoyitos en el Golf de La Cerdanya, aquel que fundó con el otro Señor Conde, el de Güell. Y es que siendo Conde es difícil ser republicano, o no tener ganas de sacudirle en los morros a cualquier Noi del Sucre que le aparezca por el Raval, aunque ahora sea noia, murciana, y venga del Bagés.
Que en El Confidencial te advierten que si no nos ponemos las pilas en este país, seremos en tecnología informática como Somalia, a la vuelta de unos años. Nada nuevo, que hace más de treinta años, algún anglosajón me soltó cuando andaba yo con ganas de implantar un sistema informático, que España era un desierto informático.
Pues sí, como ahora, pero en el desierto tenemos al sol calentándonos el culo, y los anglosajones vienen encantados a por su dosis de cáncer de piel correspondiente, nada nuevo, seguimos siendo los camareros de Europa.
Y eso que nos amenazan con camareros de esos robotizados y con Inteligencia Artificial, a los que no hay que pagarles la seguridad social, que se pagan con amortización de activos fijos en el balance de la compañía, y que no se ponen enfermos, no, que simplemente se estropean, y en vez de llevarlos al hospital hay que llamar al “périto”.
Pero al final hay que pagar el servicio, y encima no saben discutir ni de fútbol ni de política. Así que todo más o menos igual.
No pasa nada, nada, y si pasa se le saluda, aunque lo más probable es que sea un espejismo, un reflejo, porque la realidad está anclada, puñeteramente anclada, como dijo el viejo cabrón del Valle de los Caídos, “atado y bien atado”.
Y es que en todas partes es lo mismo, que me salen los de Uganda, alteradísimos, que su señorito, el que les mangonea hace treinta años, quiere que se estire la ¿Constitución? Un poquito más para otro mandato….como en todas partes que se pueda hacer, desde Rusia a Venezuela, desde La Habana a Kenia, que ya que estoy y lo tengo controlado pues seguimos un poquito más, que no me gusta que me mangonee nadie.
Y la gente a veces parece que se cabrea, pero no es cierto, los que se cabrean son los que quieren el sitio, que a la gente al final se le da una higa, que saben que nada va a cambiar, que van a seguir como siempre, en su sitio de miseria, hasta la próxima reencarnación, que con suerte, sales hormiga obrera y te garantizan la jubilación.
Así que dicen que te representan, que ellos son tus líderes, que van a pelear por ti y no sé cuántas cosas más, y yo, con mi espíritu cenetista no me creo nada, y sigo creyendo que lo mejor es tomarse una buena copa de vino, sea en Côte d’or o un Savin de buen año, en buena compañía. ¡Qué cojones!

Sir Alexander

Con eso de que me están sacando las muelas, esta mañana he leído un artículo en donde se glosaba el discurso de Alexander Fleming frente a la Academia sueca con motivo de la concesión del Premio Nobel por el descubrimiento de la penicilina.
Professor Fleming dijo en 1945 algo así como:
-“Podría venir un tiempo en que la penicilina pueda ser comprada por cualquier persona en una tienda, entonces existirá el peligro de que la gente ignorante se autoadministre dosis bajas y exponga a las bacterias a dosis no letales del fármaco, y se volverán resistentes”. https://www.nobelprize.org>laureates,
Página 93.
Pues sí, Sir Alexander llevaba más razón que un Santo, que más que por santo la llevaba por científico serio, y hoy al parecer se mueren más de diez millones de personas al año a causa de las infecciones causadas por las bacterias multi-resistentes.
Y no solo es por la automedicación, sino por la prescripción inadecuada, o el hecho de que los tratamientos se interrumpan con el cese de los síntomas.
La reflexión a la que me lleva todo esto, aparte de recomendar la lectura del discurso de Sir Alexander, que es una gozada, sobre todo por la humildad de sus argumentos, es el hecho de que en el momento en que las cosas se extraen de sus cauces y pasan a ser interpretadas o utilizadas de forma parcial, producen más daños a más personas, aunque produzcan muchos beneficios a unas pocas.
Los acontecimientos de cada día nos lo recuerdan de una forma machacona, desde las actuaciones políticas sean las que sean, hasta los supuestos beneficios que podemos encontrar comprando esto o aquello.
La tendencia siempre es la misma, el ignorante o el malintencionado, llevando el ascua a una sardina que le conviene, por la razón que sea, y el que se haga acólito, (seguidor se llama hoy), acabará llevándose los perjuicios.
Qué difícil es ver en un debate, del signo que sea, sobre el tema que sea, que los dirimentes expongan las dos caras de la moneda, que a buen seguro conocen, pero que de hacerlo, a lo mejor podrían creer que el beneficio a obtener por su posicionamiento desaparecería.
Y así andamos, creando por el uso erróneo de las cosas, o lo que es peor, por el uso interesado y parcial, que solo satisface las aspiraciones de unos pocos o unos muchos, que me da lo mismo, daños no deseados.
Pero las cosas son así, ¿qué le vamos a hacer?, y quizás lo que haya que hacer, es dejar de ser el ignorante que proclama Sir Alexander, y antes de actuar asegurarse de que el terreno que se pisa es el correcto.
Porque ciertamente, solo la sabiduría, es decir la correcta comprensión de las cosas es la que nos permite tomar las decisiones acertadas, que son aquellas que favorecen a la mayoría, y a eso se le llama libertad.
Pero bueno, si el indepe quiere contarme una u otra milonga, antes de decidir, antes de creer, deberé estudiar, deberé saber discriminar entre el trigo y la paja, cosa fácil de decir y algo complicada de realizar.
La verdad es que estoy cada vez más cansado de la apropiación indebida de hechos históricos, de símbolos, de ideas atribuidas a este o a aquel, y que una vez extraídas de su contexto pueden servir para cualquier cosa que en general no benefician más que a unos pocos especialistas en vivir de los ignorantes.
Pienso de nuevo en la Penicilina y en Sir Alexander, cuando en su discurso, dice claramente los grupos de bacterias a los que su descubrimiento se circunscribe, que no habla de curas milagrosas, que no nos dice en ningún momento lo de que es el final de la guerra contra los bichejos, que limita el espectro de su descubrimiento como especialista honesto que es, y que no quiere que se le lleve al saco de los ignorantes.
Ya se encargaron los mercaderes del descubrimiento en transformarlo en dinero de la mano de la sociedad de consumo que se desarrolló tras la Segunda Guerra Mundial, y se le vendió a quien pudo pagarlo sin más restricciones que las económicas, se peleó por las modificaciones de las moléculas bactericidas, patente tras patente, y todo ha valido si tu molécula era la que tenía mejor penetración en el mercado de la lucha contra las infecciones.
Y ahora salen todas las consecuencias y es que un arma para la preservación de la vida humana ha perdido eficacia por las malas prácticas de unos y de otros, unos por la difusión de falsedades o de medias verdades, otros simplemente por ignorancia.
No sé las consecuencias que irán apareciendo en el futuro por actitudes en otros campos de nuestras vidas por comportarnos como hemos hecho con la antibioterapia, no sé cómo afectarán al juego de la vida y de la muerte, no sé si acarrearán demasiadas lágrimas, o acabaremos en aquello de que al final todo nos importa un pimiento, y con no comprar la cosa está hecha.
Así que a creer en el Destino, en la Sibila de Delfos o en los chamanes de Delos, y en caso de duda se toma la interpretación que más nos convenga, que al final todos calvos, y el hombre feliz no tenía camisa.
Así que como la hora del aperitivo se va acercando de forma agobiante, y no me dejan ir a la oficina, que los eméritos también nos damos de baja, a lo mejor encuentro una botellita de un buen Chablis para alejar penas y dolores, que esté fresquita y pueda acompañar a unos calamares en su tinta…(pasados por la túrmix) que mi dentista es muy suyo.
Y así, les recomiendo, sin que me importe demasiado que me hagan o no caso, que se pongan la cabeza del Epicuro más ilustrado que se les ocurra, que busquen un buen mástil al que le amarre bien su tripulación para que puedan oír los cantos de las sirenas a gusto, que la actitud de Ulises siempre me pareció la del que se cuela en el cine, aunque ya sabes las sirenas te encantan para devorarte o hacerte esclavo.
Pero que nadie se alarme que lo de los indepes no son cantos de sirena..¿o sí?, ni los de compre barato, ni los de piense usted como yo, ni, bueno, ¿para qué seguir?, que Sir Alexander ya nos advirtió que los bichejos, si les ayudamos se hacen resistentes.
Habrá que subir la dosis de Penicilina.
Con su pan se lo coman

Lento regreso desde ninguna parte

De repente decides salir de tu tierra por aquello de que el viaje es lo que de verdad abre el espíritu, que lo que importa es el camino, que el a dónde se llega no tiene ningún valor, que esto es el juego de la oca, que si se cae en la muerte, no importa, el ciclo empieza de nuevo.
Lo de siempre, que la posada es la compensación del epicúreo, que en el pozo está Circe, y no siempre apetece salir de él, que hay charcos con ocas, que hay atajos, laberintos, alegrías y tristezas, todo evidentemente en función de nuestras expectativas y en función de lo que nuestro entorno nos depare.
Así que cuando coges la mochila y decides salir hacia no sé dónde para hacer no sé qué, parece, a poco que medites, que entras en el laberinto pero sin el hilo de Ariadna, que uno no es ningún Teseo, ¡diantres!, se te debería empezar a limpiar el alma de tantas y tantas cosas que de alguna forma te tienen apegado a esta maldita rueda de la fortuna y de la que creemos depender.
Pero empiezo a pensar que el viaje ya no existe, que todos estamos viviendo en el mismo entorno indiferentemente del punto geográfico en el que te encuentres, que es lo mismo estar en Mongat, que dicho sea de paso es mi pueblo, que estar en Katmandú, que no lo es, pero como si lo fuese, no dejas de estar abrazado a los detalles que te rodean, que te persiguen de Wi-Fi en Wi-Fi por todo el planeta.
Y es que uno no sabe como quitarse de encima esa cadena maldita que nos hemos colgado al cuello sin padecer un síndrome de abstinencia descomunal, que estar conectado es una forma de estar preso, de estar controlado, vigilado, escudriñado cada segundo de tu vida, y a cambio de que seas únicamente un contacto, un elemento pasivo de la publicidad y el márketing mundial que se compra y se vende a muy bajo precio. Pero tacita a tacita…. .
Y como consecuencia de ello, ya no viajas, vas de un sitio a otro, de déjà vu en déjà vu, y a cada vuelta de cada esquina sabes lo que te vas a encontrar, te lo ha enseñado el folleto turístico de turno, que te lo enseñó la tele aquel día, que el mundo es ya una puñetera balsa de agua contaminada donde la sorpresa, el aprendizaje está manipulado y dirigido por no sé quién, ni para qué. Pero poco importa porque a esta bitácora debe llegar uno llorado, que no estamos para amargar a la peña más de lo necesario.
Así, que a uno, cuando le venga el asunto ese de viajar, lo mejor será hacer un poco de introspección, que me han dicho que en esa zona no hay Wi-Fi, y que siempre puedes descubrir cosas que no estén a la venta en los folletos turísticos. Que en lo demás solo hay manadas de gente dirigidas por páginas de internet iguales, por guías turísticos iguales, o incluso por ti mismo, que no dejas de ser ya otro producto de este siglo veintiuno en donde los reductos en los que aún viven seres humanos son cada vez más escasos.
Y la cosa es que nos han modificado tanto que a lo mejor ya ni siquiera somos eso, seres humanos, que somos otra cosa y aún no nos hemos dado cuenta, porque a lo mejor aún no nos han implantado la sensación de que no sentimos, de que no soñamos como seres humanos sino como elementos controlados por a saber qué o a saber quién. Y si no controlados, al menos dirigidos, que la individualidad ya no está, ya no existe, ya no se lleva.
Y lo que decía, quieres ver la cuna de tu civilización y a lo mejor quieres también intentar sentir el aire que se respira en la colina de la Acrópolis, pero la sensación es de que ya no existe, se ha convertido en parte del gran parque temático que es este mundo, en el que hacerse un auto retrato parece ser lo único importante.
Sé que quedan aún muchos sitios en este mundo en los que simplemente late esta vulgarización de los caminos, ese poco interés de la masa en dejar de serlo, en buscar la individualidad, pero me temo que ese latido no es más que el preludio a su futura inclusión, que las cosas hay que hacerlas de forma escalonada.
Así me parece que va esta historia en la que todos nos subimos a los aviones baratos, con el móvil en ristre, que hay que decir a todo el mundo donde estamos, qué hacemos, qué comemos, qué….qué, nada, que al final están las cosas cada vez más vacías de significados trascendentes, de los que nos permiten ser realmente ser felices si no nos hubiesen implantado que la acumulación es lo único válido, y que debemos estar atados a la posesión de cosas que tienen los demás para que los balances sigan creciendo.
Parece que a la vuelta debemos ser indepes, o no serlo, y defender la posición con la violencia requerida, que los argumentos no tienen valor cuando se ha conseguido que uno a uno, los individuos que forman la masa, no sean capaces de razonar, de analizar, de deducir. Así que si aparece en Alemania un nuevo partido nazi, sea bienvenido, que es lo mismo, que nadie va a analizar nada, y las consecuencias están demasiado lejos.
Votaremos al Barça, votaremos al Bayer de Münich, o nos quedaremos en casa, que al final la cosa nos importa poco uno a uno, si lo analizamos, si lo estudiamos, cosa imposible por otra parte imposible para los pueblos occidentales que ya han sido intelectualmente abducidos.
Todo esto, al final hace que un viaje sea huero, al caminar por las vías que emanan de los teléfonos móviles que han sido llamados “Smart”, cuya traducción incluye “listo”, “astuto”, pícaro al fin y al cabo, y que nadie se llame a engaño, no son inteligentes, quienes lo son, son sus diseñadores, y los imbéciles, nosotros, que hemos puesto nuestras vidas en sus manos.
Con su pan se lo coman

ARBEIT MACHT FREI

Unos dicen que muchos, otros dicen que más, algunos que no, que son menos, y a otros, como a mí, se me da una higa.
Porque esto me recuerda a las colas para ver el cadáver de Franco, que parece que estuvo toda España, (Catalunya incluída), que había rojigualdas con gallina, camisas negras, brazos en alto, en homenaje al asesino de José Antonio, que nadie ya se acuerda de nada de eso, ni los libros de historia de las autonomías, esos que tan adecuadamente se manipulan hoy en día.
Y lo más divertido, es que posiblemente, si alguno de los de la cola ante el féretro, o de los que un tiempo atrás llenaron la Plaza de Oriente, hoy alguien les recordara que por allí anduvieron, seguro que iban a negarlo tres veces, como poco, y esta vez el gallo no cantará…bueno, la gallina de la bandera, que es lo mismo.
Y estos plebiscitos que se piden a gritos desde las calles con las masas perfectamente dirigidas y adoctrinadas, tienen de democrático lo mismo que los referenda de Franco, aquellos en los que salían más sies que votantes, que para eso el gobierno era quien emitía los carnet de identidad, y Don Manuel supervisaba.
Este Carlitos Puigdemont, que nos anda con raíces almerienses, de aquellas gentes que se iban a La Carolina a las minas, por donde anduvo su abuela, resulta que nos sale “botifler” a sus orígenes, que no es más que un nuevo Montilla, como el ochenta por ciento de los españoles que habitan Catalunya. No tiene la sangre limpia, es hijo de charnego o charnega, charneguito el como todos en mi tierra, como los moros matacristianos, que lo de la pureza de sangre, ¡ay Dios mío que difícil es de conservar!.
Así, que ande con cuidado, que eso de La Carolina…(Carles, Carolina), todo viene de lo mismo, se lo van a sacar el día que a la puerta de la Universidad neogótica de la Gran Vía barcelonesa, se dedique, él o los que él cree de los suyos, se pongan a quemar los libros que no les vengan bien.
Y como alguien se ponga a pensar en lo de la pureza de sangre, mi buen Carles de La Carolina, me lo van a enviar a usted y a los suyos a algún sitio de esos de “El trabajo os hará libres”, que algún astut de esos ya lo tiene preparado.
El transporte creo que ya está organizado, que esa cosa de las rodalies, van a hacer buenos los Pullman de Reich.
Por lo demás, nada nuevo bajo el Sol, que estas cosas de los líderes aclamados por el populacho tienen el valor que tienen, y en general es muy escaso, que duran poco, que cambian rápido a no ser que la guardia pretoriana apechusque de verdad, y los Mossos…no sé, no los veo, que hay demasiado charnego entre sus filas, que se van a hacer bola, que hablan el catalán de C’an Tunis, y de la Mina, y eso a los de siete generaciones de Camprodó, no sé si les va a gustar.
Pero que nadie se alarme, que el último de esa saga murió en los Tercios de Flandes, o en la Guerra de Cuba, que no me acuerdo.
Y eso de negociar, siempre me ha parecido muy adecuado, y ayer vimos el resultado de como negoció la policía asturiana con los hinchas ultras de Gijón, que casi les parten el alma a los representantes de la ley, aunque acabaron deteniendo a siete. Y aquí, me da la sensación, de que va a ser lo mismo, que con los de la barra brava, discutir, lo que se dice discutir, entendido como intercambio inteligente de ideas para obtener un resultado satisfactorio para ambas partes, no lo veo, ¿qué queréis que os diga?.
En mi escalera estamos discutiendo seriamente, a la vista de lo visto, aprobar democráticamente una ley de ámbito vecinal, que anule las infracciones del radar de Santa María de la Cabeza, que nos tiene fritos, oiga, fritos.
Pero la concejalía de tráfico del Ayuntamiento carmeno, no quiere negociar con nosotros, así que hemos decidido primero una “manifa” en toda regla, y luego una votación vecinal, usando las papeleras del barrio, que pueden servir de urnas.
Es un proceso imparable, que me han dicho que nos van a sacar en portada de la revista Times, y el concejal de tráfico carmeno se la va a tener que envainar, que ¡ya está bien!, que eso de oprimir a los pueblos de la tierra, y no respetar sus costumbres de pasar a ochenta por Santa María de la Cabeza, va contra las leyes internacionales y contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que lo que diga el juez de guardia si el concejal carmeno se encabrita, nos la suda, que estamos por encima de esa ley que ya tenemos la nuestra, que la hemos votado en referéndum unánime.
Ahora, lo que ya no me hace tanta gracia, es que la prima de riesgo, por mor de estos descerebrados, y la falta de contundencia en la reacción del gobierno de España, esté subiendo, que significa que deberemos pagar más por intereses de nuestra deuda, que ya es una enormidad, y eso se detraerá de sanidad, pensiones, educación, obras públicas….o me subirán los impuestos, así que por favor, arreglen esto deprisa, de forma contundente, y dejen a los iluminados indepes sin ganas de volverlo a intentar a las bravas.
Que cauces tienen, y ya saben, cambien la Constitución, con mi aquiescencia o la de la mayoría de los españoles, y una vez que la ley magna lo permita, ya saben, a plantear todo aquello que quede dentro de la norma, que es muy fácil para personas que no sean fanáticas, imposible para los charnegos que se creen de Camprodó de toda la vida.
Así, que a ver si nos dejamos ya de tonterías, y nos ponemos a trabajar en serio, que no están las cosas para perder el tiempo, que los chinos dicen que crecen al siete por ciento, que los del Imperio necesitan que les reconstruyamos medio Sur, incluida la estatua de Grant, y están echando del mercado de textiles al gordito coreano del norte, así que los de Sabadell y Terrassa, ya saben, a currar.
Que lo que no me da la gana es ver a mi tierra asolada, por las ideas de bombero de estos cuatro pelagatos, en manos de la charnega de la CUP, que esa viene de Murcia, de familia también minera, que no lo olvide, que el de Camprodó se lo recordará un día cuando pase por debajo del cartel “El trabajo os hará libres”.
Con su pan se lo coman

Más de lo mismo

Un amigo me decía en uno de esos mensajes de los que no te puedes librar que nuestra vida está dirigida desde fuera de nosotros, y que nos quedan muy pocas posibilidades realmente de controlar todo aquello de nuestra existencia que pueda ser negocio para alguien.
Así me decía, como si la cosa fuera un designio del Destino, que si al Poder le venía bien que nos liásemos a bombazos nucleares, debía contar con ello, que si con eso de la salida catalana de la unión con el resto de España, le venía bien a al Poder, los aragoneses iban a tener las playas de Mediterráneo en Caspe, como muy lejos.
Mi amigo piensa como yo, que aunque a las aseguradoras americanas esto de los huracanes no les viene nada bien, dicen, ponerse a reconstruir Florida y parte de Texas, seguro que es negocio para alguien, que la mitad lo pagará, y la otra mitad se lo embolsará, y aunque el huracán, no parece estar dirigido por el poder, puestos a buscar la materia remota de la Santísima Trinidad, cualquiera diría que eso de ignorar lo del manido calentamiento, y ¿provocar? que el agua del mar parezca caldo gallego, para que así las tormentas sean de las de telediario, a lo mejor llena los bolsillos de alguien de alguna manera.
Yo no lo sé, porque ni estando sentado en contrabarrera, viendo el espectáculo detrás de un veguero, se siente uno tranquilo, que con estas cosas el morlaco como te descuides salta la barrera y te pilla el terremoto en Chiapas, te destroza el campo de golf de Miami, o te hace trizas la Toscana. Un sin vivir.
Así que entre las bombas, los fenómenos naturales, que a lo mejor no lo son tanto, y los habitantes indepes de Cataluña, me están dando el domingo, y no hay derecho.
La verdad es que alguno de los gritos de aquellos anarquistas de hace un siglo, que sonaban a cantos de Espartaco, los repites hoy y te suenan familiares….¡Si la mierda tuviese valor, los pobres nacerían sin culo!, porque parece que es así, y además aplicando las nuevas tecnologías, todas las mandangas que uno quiera, cuando miras quien se ha muerto en la Toscana, resulta que sale una familia que vivía en el sótano…de un palacio, que el terremoto solo mata a los pobres, y no he visto ningún ricachón de esos que viven en Miami, metidos en un polideportivo, esperando su ración de leche en polvo. Será que las cosas son así, que en el supuesto de que en Cataluña la liaran parda, los que iban a pagar el pato, con haciendas y espero que no con sangre, aunque no desespero, no salen en las noticias de las nueve, ni de broma.
Será que las fortunas se hacen de esa forma, o mejor todavía, se mantienen con esas cosas, que el término nuevo rico siempre ha sido despectivo, y es que la aristocracia del barrio no admite en sus salones a quienes no levanten el meñique de forma adecuada cuando toman el té con pastas.
Me dicen por los rincones de la prensa, que Aung San Suu Kyi, se ha puesto de parte de los coronelotes que mangonean esa tierra desde hace décadas, que de pronto esta premio Nobel de la Paz, se ha dado cuenta, dicen, que eso de apiolar poblaciones tiene su aquel, y se ha puesto con un encomiable afán a perseguir a la minoría musulmana de los rohingya, vamos que no los quiere cerca, así que se mandan las escopetas, y pones en fuga a casi trescientos mil de estos rohingya. Pero ya se sabe, habrá olido dinero, o poder, o sangre, y un pequeño genocidio más o menos , no parece importar mucho a nadie.
Cuendo visité Myanmar, o Birmania, o Burma, o como quieran ustedes que se llame, me encontré con un país en el que se olía el miedo. De hecho se me aconsejó, de diversas maneras evitar la visita, para no ¿enriquecer? al régimen de los militares. Y no me decepcionaron, que ví, repito miedo y pobreza, en una tierra en la que tener un cuenco de arroz parecía un sueño, y en el que las infraestructuras simplemente no existían.
Pero el Poder movía los hilos, bien que un poder local, cutre, miserable, de los de comprar un Rolex al coronel y hacerle sentir que ya había llegado a la cima. Es en estos escenarios donde la violencia se torna más sangrienta, aunque el camino que lleva mi tierra catalana….
Que nos dice Juan Luis Cebrián, a quien por cierto englobo en estos poderosos que son capaces de ejercer de Atila con tal de creerse ricos, en el País de hoy algo con lo que estoy de acuerdo:
“La democracia incluye las reglas para su reforma, y si alguien quiere cambiarlas al margen de ellas está abocado a la violencia. Violencia, en definitiva, aunque en grado todavía menor, fue lo que hubo en las últimas sesiones del Parlament.
Mañana se conmemorará una de las grandes manipulaciones de la historia de España, que es el día en que Barcelona vuelve, por la fuerza al redil patrio, después de haberse traicionado a ella misma, queriendo ponerse en brazos del inglés, y de los austracistas, y debo decir que estoy preocupado en el sentido de que los políticos indepes necesitan un mártir a la mayor brevedad, a ser posible mañana mismo, para poder justificar muchas de sus acciones.
Deseo fervientemente que no pase nada, pero me temo que algún paria, algún exaltado mate o sea muerto, y las consecuencias no quiero ni pensarlas.
Me conformaría con las guerras de cifras de manifestantes, me conformaría con que alguien saliese a la palestra a decir la verdad de lo que está fraguando, las consecuencias que pueden tener, y lo digan con limpieza y honestidad, pero eso es más difícil que el Real Club Deportivo Español de Barcelona, gane la Liga.
Así que miraremos como los Godó, los Güell, los Milá, los….los de siempre, nadan y guardan la ropa, y lo que es más importante, su poder su dinero, su orgullo.
Con su pan se lo coman

Ilusión

A veces las cosas no son como parecen, y esa es la oportunidad que esperan aquellos que creen en la ilusión de crear realidades de las que valen para todo. Y a eso a veces le llamamos magia, a veces nos permite soñar, y también, a veces nos decepciona.
Pero eso es parte de la´vida, que la pasamos creyendo que es real lo que nos rodea, que es verdad lo que nuestros sentidos nos comunican y lo que nuestro cerebro procesa, pero me temo´que nada hay más lejos de la realidad, de esa realidad que normalmente es esquiva a nuestro entender.
Las lecciones más obvias y enriquecedoras las he recibido de los ilusionistas de escenario empeñados en hacer que nuestra percepción de lo que nos rodea esté tan lejos como se pueda de lo que en realidad está pasando. Mucho, mucho he aprendido de los corta modelos, de los micro magos, y de tantos y tantos profesionales que nos enseñan lecciones que luego no somos capaces de aplicar a nuestra cotidianeidad.
Y es que parece que todo lo que nos rodea es simulado, que está diseñado y presentado para que ese asombro y esa sonrisa que nos provoca el mago en el escenario, se transforme en actuaciones propias, que basadas en la ilusión, produzcan beneicios a terceros, y muy posiblemente perjuicios propios.
Pero no pasa nada, se diseña a poco un nuevo escenario que ilusione o engañe, y ya tenemos la siguiente fase en marcha.
Hoy escuchaba a María Teresa Esteban Bolea hablar sobre lo que significa, según ella, el reto de Corea del Norte a eso que hemos dado en llamar «la comunidad inernacional», y ella pensaba que detrás de todo este follón no hay más que ilusionismo, que al líder coreano le ilusiona ser reconocido como un miembro de la comunidad nuclear, que así le dejan hacer cositas que hoy no puede.
Que a los chinos no les vine nada mal que sus ensayos los haga este pollo, que si no se le echan todos encima, que esto de proliferar armas nucleares es muy feo, y los rusos, ¡ay los rusos!, con sus ilusiones intactas de dar la sensación de un poderío que no sé si tienen, pero que el ilusionismo emitido desde Moscú´hace que veamos lo que unos y otros quieren que veamos. Una ilusión más, es como el mito de la caverna, no vemos siquiera las sombras en el fondo. Solo vemos las ilusiones que han sido implantadas por los ilusionistas.
Y a veces la ilusión es tan fuerte, que parece que es un sueño, como la vida, quizás, como la vida de esos niños que llegaron al Imperio de la mano de sus padres, a soñar con las ilusiones que la generación anterior, y ahora no son nada, o no serán más que un despertar amargo, después de décadas de no ser de donde son ni de donde quieren ser, y en tantas y tantas décadas nadie les ha hecho caso. Tito Trump corta por lo sano, o por lo menos eso cree él, quee a lo mejor no puede, que su deseo es una ilusión, que ve lo que no ve, que alguien le ha dicho que lo que es no es o es de diferente forma.
Y es que las ilusiones deben ser multifacéticas, las ilusiones deben moverse, deben ser inquietas, deben renovarse, van vienen. De hecho no existen.
Como no existe la ilusión de unos patanes cantando Els Segadors, y quitando la bandera de su país del hemiciclo donde se dirimen las ilusiones locales.
¿Qué hemos visto? La ilusión del que propone un juego, que te escamotea la sotica de bastos, la ilusión del Sastrecillo valiente, del matasiete, del que se cree lo que no es, el conejo que asoma las orejas desde el borde de la chistera.
La ilusión de que quizás algunos gobernantes hacen su trabajo, ese trabajo que consiste en apoyar a quienes les han elegido,´a quienes han cedido la administración del poder individual que ostenta cada uno de los ciudadanos a quienes deberían representar.
La ilusión que tenemos todos de entender el juego de manos, que es micromagia, ¿no te das cuenta de lo cerca que está la cámara de televisión. Míralo bien, fija tu atención en esa imagen, en esa secuencia de imágenes, que crees que es la realidad, pero no, es una ilusión, nada existe como lo sentimos.
Al final no hay nada, los sueños de los dreamers, no es más que una ilusión. Nada existe, una palabra en el Congreso o en el Senado´del Imperio, y la ilusión cambia de color. Ya no es San Francisco, es Puebla, es Guadalajara, es lo mismo. Que nada es real, que todo es lo mismo, que nada es, al final el sueño de los soñadores es otra ilusión.
Y en el Parque de la Ciudadela cantaban Els Segadors, con ilusión, con lágrimas los soñadores, con sonrisas veladas los astutos, y la´gente viendo el juego de manos, de las lecciones no aprendidas, de las lecciones olvidadas, aquellas de 1934, o aquellas que empezaban en Ellis Island, vales o no vales para ser parte del Imperio, que necesitaba policías irlandeses, que necesitaba maffiosi italliani, que alguien tenía que vivir el sueño americano, el de los «haigas», el de la brillantina, el de la casita en la urbbanización essa tan mona desde que se ven en primera fila las explosionnes nucleares, con la ilusón de unas gafas de papel coloreado.
Iremos esta noche al autocine, y dejaremos que la película nos ilusione, o los brazos de la amiga, o hasta el helado, la´hamburguesa, el refresco de cola.
La ilusión que empezó en Cork, en Gdanks, en Brindisi acabó en las fábricas de Detroit, en las patrullas de policía de aquí y allá, en los cabs de la Gran Manzana. Los ojos cerrados. Que si empieza la ilusión en Puebla, en San José, en Ponce, hoy quizás el sueño acabe en Siicon Valley, de regreso al sur, con la ilusión de que algo sabes, de que sabes crear cosas, pero no existe la ilusión de que ouedas hacerlo tan al sur.
Y sigue la ilusión de acabar como Companys, abandonado a su suerte por los suyos, con el sueño intacto que nadie conoce , que lo que se vé es micromagia, que el fuego de la caverna nos lo distorsiona todo, pero la ilusión no te llena el estómago, y hoy a lo mejor se han roto ilusiones, y es que alguien, quizás, ha levantado el secreto del ilusionista.
De ilusión, no se vive, por mucho que nos lo digan los magos

Boloencierro

Me habéis matao al hijo. ¡Pero como me he reído!
(Miguel Gila).
Pues sí, no sé al hijo de quién, pero casi me lo matan, uno con un coscorrón de esos que te provocan un coágulo en el cerebro y te mandan a la UCI, y el otro con varias costillas rotas. ¡Pero lo que nos hemos divertido!
Mataelpino, es el lugar de autos, que digo,yo se debió poner farruca la facción ecologista, o la animalista, o quizás la antitaurina del ayuntamiento, quién sabe.
El caso es que los mozos del pueblo andaban escamados, que es que se quedaban sin encierros, que vaya lío. Que sin encierros no hay fiestas, que las fiestas no son lo mismo, que madre mía, que pobre de mí que….
Y el señor alcalde en la encrucijada, que sin encierros no me lo votan la próxima legislatura, que anda el hombre con más dudas que el Puigdemont, que si no se pone de acuerdo con la CUP, y traga, me lo despeñan, y si lo hace le despeñan por el otro lado. Un sin vivir.
Pero el señor alcalde es un hombre brillante, un político de pro, es más parece una nueva Porcia, un mediador de conflictos colectivos. Un gran alcalde.
Así que se le ocurre, que ya que en la bajada de la antigua carrera de los astados tenían la vallas protectoras del recorrido de los morlacos, y no está la cosa para tener activos improductivos, pues hacer que los mozos corran, que es cuesta abajo, que tampoco es para tanto, y para emoción….¡la arqueología!.
Así que cogemos unos restos de papelillos de la oficina municipal, vamos los expedientes viejos, el cel-lo que ya no se usa, hacemos una pelotita de trescientos kilos y dos o tres metros de alto, y ¡venga, que esto no es San Fermín, pero casi!,
Y es que si lo ve Hemingway, no sigue viaje a Pamplona, que lo que tenemos es la bola de Indiana Jones corriendo detrás de los mozos, con ritmo de olimpiadas, que la tal bolita se pone a treinta por hora, casi como las Garrat del ferrocarril central de Aragón en sus viejos tiempos.
Claro, dice el señor alcalde, es que la bolita no da tanto respeto como los victorinos, la gente se confía, y pasa lo que pasa. Además vienen forasteros al pueblo, atraídos por el programa de fiesta que ha preparado este gobierno municipal que tengo el honor de presidir, y me los machaca la bola.
Pero que nadie se preocupe, que el año que viene vamos a tirar la casa por la ventana, vamos a poner más burladeros para evitar el machaque si la bolita se te echa encima, y además vamos a forrar de gutapercha el área de los posibles coscorrones.
Claro que lo que al político de pro, al gran alcalde, al émulo del de Zalamea, lo último que se le viene es cambiar lo de la bolita a lo Indiana Jones por un campeonato de mus, que si no se calientan los jugadores acostumbra a ser mucho menos cruento.
https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2017-08-30/mataelpino-bola-encierros-accidente_1435633/
Pues sí ¡me habéis matado al hijo, pero lo que me he reído!, que nos diría el gran Gila, y esta buena gente de Mataelpino, de El Boalo, de Cerceda, seguirán corriendo como posesos delante de esa bola de su boloencierro, que a quién habría que encerrara no es a la pobre bola, sino a más de un vecino de la localidad, que para eso La Codorniz inventó la cárcel de papel, y lleva demasiado tiempo inactiva.
Esta es la última que ha caído en mis manos de nuestra España del siglo XXI, que si no fuera porque las imágenes le vienen a uno en color, se creería uno metido en el siglo XIX, y me temo que no es la única.
Que soy capaz, de veras, soy capaz de entender eso de que los machos del pueblo necesiten enseñar al mocerío lo de quien mea más lejos, que haya necesidad de que los pavos reales abran sus colas para intentar cubrir a cualquier hembra disponible. Lo entiendo, pero quizás haya otra forma, digamos más elegante.
Y que nadie me venga con que estamos delante de algún rito de esos de iniciación, que ya podría ser, y como es bien sabido, necesitan de algo de sangre de los iniciados, ya que hay que demostrar un valor determinado para ser aceptado en la tribu, pero no sé yo, que a lo mejor todo eso se demuestra mejor en nuestro siglo dentro de la vieja Europa, preparando notarías.
Lo que pasa es que el sudor y las feromonas del que se está empollando el temario de notarías no atrae a la hembra deseosa, que solo el pelo en pecho y haber demostrado ser el más borrico del pueblo, es lo que puede conducir al mozo al éxito que le supone la transmisión de su ADN.
Así que cuando leo estas cosas, en las que se intentan mantener una supuestas tradiciones ancestrales, (esta debe tener siete u ocho años), se me cae el sombrajo, y la esperanza en que este país sea algo más que le reserva de camareros de Occidente, se hace más y más tenue, y el drama es que a ellas el puesto de criadas en Paris se lo han quitado las magrebíes, porque la cosa parece que no da para mucho más.
Y que nadie se me cabree, que no es cosa de estos de Mataelpino, que un paseo por las fiestas de nuestra piel de toro, nos demostrará fácilmente que la historia, en diferentes versiones es lo que anima al mocerío, que si el apaleamiento de toros, que el tirar a la cabra desde el puente, que a ver quién se emborracha más, que es lo que pide el santo.
Puñeteras y pobres iniciaciones a manos de maestros de la zafiedad, que al señor conde le viene muy bien que tras la cosecha el populacho se descalabre de forma selectiva, y se olvide de las cosas importantes, que es que hay que divertirse.
El año que viene tiramos al señor alcalde al pilón, que nos vamos a reír un rato, y seguro que no se enfada.
¡La madre que los parió!

El primito de Badostain

Que es lo que decía mi abuelo:
-Se me ha plantado en casa el cabrón de Pepe, mi primito de Badostain.
Como todo el mundo sabe Badostain es el pueblo ese del que nadie se acuerda, donde vive esa rama de la familia que tampoco nadie sabe si es por parte de él o de ella, pero el primito, el cabrón de Pepe, apelando al sentimiento de tribu, al sentimiento familiar, se te planta a destiempo en casa, y suerte tienes que no te venga con la prole, que los hay de todo tipo.
Y es que el cabrón de Pepe es muy cariñoso, que de pronto se ha acordado de tí, y le ha dado la ñoña, que el hombre necesitaba verte para expresarte el cariño que lleva dentro, unos abrazos tribales son los que necesitaba darte, ¡la murga es lo que va a resultar la tal expresión de cariño!.
Y es que, querido primo, tenía que hacer unas gestiones en Madrid, y me dije, ¡que no se entere que he ido a Madrid, y no me he alojado en su casa! ¡Que me retira el saludo!.
El saludo, el saludo te lo voy a retirar en cuanto te vea, pero luego se te ablandan las carnes, y ya se sabe, por la caridad entra la tiña, y el cabrón de Pepe, tu primito de Badostain está infectado hasta las cachas.
Lo malo del asunto, es que con el tema del cariño tribal, no sabes cuando va a acabar la visita, que ya se sabe, estas cosas de los trámites son muy lentas, y claro ya que estoy aquí….
Pues eso, ya que estoy aquí, te dice el primito de Badostain, que le enseñes la ciudad, que la última vez que se le ocurrió pisar la Villa y Corte, no fue cosa suya, que cosa de la mili, y claro, no es lo mismo.
¡Querido primo!, te dice el de Badostain, que alegría estar contigo, y digo yo, que ya que estoy aquí, nunca he estado en ese restaurante que sale por la tele, y tiene tres estrellitas Michelin. Podemos ir todos, y seguro que será inolvidable.
Pues sí, inolvidable, que voy a tener que hipotecar el piso, para eso de la factura del tres estrellitas, pero todo sea por el primito de Badostain.
Además, el primito de Badostain, que tanto te quiere, te sirve de asesor inmobiliario, asesor de inversiones, asesor matrimonial, y por supuesto auditor interno, que ha venido a ayudar.
¡Primo!, te dice el de Badostain, ¡pero que piso más pequeño tienes!, y la habitación que nos has dejado, además es muy ruidosa. Creo que tendrías que;
-Cambiar de casa
-Cambiar esta cama
-Tener el baño dentro de la habitación
-La tele que tienes en la habitación es muy pequeña
-Pero, ¿cómo puedes aguantar a tus vecinos?, son muy zafios, y además no saludan con respeto
En Badostain las casas son mucho mejores, y ya sabes que nosostrooossss.
Tú estás con ganas de cometer un primicidio, que le has dejado tu cuarto, que estás durmiendo en el sofá de tu despacho, y la parienta se ha ido a casa de su madre, que definitivamente, se veía venir la cosa, y no ha querido…en fin, no ha querido.
Primoooo, llévame a eso del Rey León que en Badostain no nos llegan los musicales.
Primoooo, que necesito que me dejes el coche, que es queeeee.
Primoooo, deberías cambiar el coche, este está muy anticuado, y en Badostain vale, pero aquíiiii.
Y como buen auditor, te controla la dieta, te pregunta por tu vida sexual, y desde luego te aconseja en lo relativo a técnica, frecuencia, número de hijos.
Y la pintura del salón…chiicooo, que tú tenías mucho mejor gusto, que me lo dijeron hace mucho tiempo.
-Pues no sé, pero creo que esos fondos donde tienes el ahorro para cuando te jubiles, no es muy rentable, y además por lo que me dices, las comisiones que te cargan. Deberías arreglarlo.
Las cosas siguen inexorables, que el trámite del primito de Badostain no se acaban de perfilar, que esto parece el homenaje a Mariano José de Larra.
Primoooo, llévame de compras por Serrano….Primoooo, que pagues tú, que tengo la tarjeta bloqueada, que no se qué ha hecho tu prima y que no te preocupes que te lo mando en cuanto llegue a Badostain.
Y eso a las dos semanas de trámite empieza a preocuparte seriamente, que no sabes cómo acabará la historia, y es que se acerca peligrosamente el día de tus vacaciones en el crucerito de Pullmantur, y el primo de Badostain que no se mueve.
Primo es que tengo las vacaciones pagadas, y empiezan…
-No te preocupes, que yo me quedo y te cuido la casa. Me llenas la nevera, me dejas algo de dinero, que la parienta no sé qué hizo con mi tarjeta, y te ahorras un disgusto con los ladrones.
Menos mal que tengo un primo –piensas-, que si no, no sé que iba a pasar mientras estaba de crucerito Pullmantur por las Baleares.
Y llega un momento, que curiosamente coincide con el aviso del banco de que tienes un notable descubierto, que las tarjetas se te han fundido, que el presidente de la comunidad te empieza a preguntar si tu primo de Badostain lo ha enviado AirBnB, tu mujer está considerando seriamente lo de quedarse para siempre en casa de su madre, tu primo, el de Badostain, te suelta aquello de:
-Primoooo que me saques el billete de vuelta que me vuelvo a Badostain, que esto no es vida, que no sé cómo sobrevives aquí. Es que los de ciudad sois muy vuestros.
Pero bueno, enemigo que huye, puente de plata, le sacas el billete, lo llevas a Chamartín, te aseguras que el tren se lo lleva, y que no para en los próximos doscientos kilómetros, por lo menos. Y el cuento se acabó, crees tú, ¡pardalet!
Y es que a los tres días, en pleno proceso de recuperación, te llama tu tío, sí el de Badostain.
-Sobrinoooo, que me dice tu primo que tu vida en Madrid es un desastre, que comes fatal, que vives en un armario, que no te llega el sueldo, que tienes el coche hecho un cascajo, que no sabe qué haces allí perdiendo la vida y la salud.
-Vente pa Badostain hombre, que el Fulgencio se ha muerto, y los herederos necesitan vender la casa, y a ti te hacen un precio, como los de Madrid, para que no notes la diferencia, que aquí todos te queremos.
-Y mientras te arreglan la casa, te puedes quedar en el hotelito con encanto de las afueras de Badostain, que me han dicho que es muy mono.
Menos mal que hoy la tecnología permite bloquear teléfonos.
Con su pan se lo coman

La marcha Radetzky, o el último, por favor que cierre la puerta

Hoy un amigo, me ha hecho llegar aquel famoso estudio que un tal John B. Calhoum realizó para analizar el comportamiento de ratones en función de las condiciones ambientales a las que se les sometieron, desde la producción de un stress agobiante por elementos como la falta de espacio, que condujeron junto a unas condiciones inicialmente idóneas, fueron transformándose en estresantes por el aumento de la población sin alterar la superficie vital. El tiempo provocó la falta de alimento, hasta casi todo aquello, que basándose en el conocimiento previo de la especie, supusiera una alteración de las condiciones de vida a las que la evolución de su genética les hubiera establecido, al faltar el elemento de la expansión física.
http://www.iieh.com/noticias-y-opiniones/noticias/noticias/universo-25-utopia-de-ratones

Cuando uno lee el estudio, o cualquier resumen del mismo, siempre le vienen a la cabeza las propuestas maltusianas, esas que nos indican con precisión casi milimétrica los habitantes que en el Reino Unido de la Gran Bretaña que podían subsistir ben las islas.
Eso no es lo peor, que inmediatamente uno se siente identificado con las ratas, olvidando que tenemos ciertas diferencias, aunque sea únicamente de tamaño, de carga genética, y de una pequeña lista más de cosas que sería prolijo detallar.
El estudio, en una época como esta, puede utilizarse en favor de cualquier opción que le venga bien al populismo imperante, dada la tendencia que tenemos en quedarnos con los titulares, o nuestro empeño en interpretar textos que no están hechos más que para expertos, en un contexto determinado, en una época determinada, y con un objetivo científico dentro del campo de la etología, es decir la ciencia que se dedica al estudio del comportamiento animal.
Como puede verse en el resumen del trabajo, algunas de las conclusiones nos hacen pensar que estamos en un espejo de la sociedad humana desarrollada, con aumento de la agresividad, con dejadez ante el reto de nuestra reproducción, aumento de la esperanza de vida, mayor número de defunciones que de nacimientos.
Es más, puestos a buscar ejemplos, nos es fácil hallar una burda similitud con la sociedad japonesa, por ejemplo, que allí parece que hay muchos, como en el área de los ratones “utopizados” por el investigador, que son muy viejecitos, que mueren más de los que nacen, que los jóvenes no quieren ni sexo, ni mucho menos reproducirse. Vale, parece que decidimos a golpe de titulares, y así nos hacemos la idea de lo que pasa, pero me temo que nada más lejos de la realidad.
La primera cosa que asumimos, si estamos convenientemente dirigidos, es que somos ratones, con lo que desde esa perspectiva nada más fácil que empezar a sacar conclusiones, cierto compartimos una gran parte de nuestro ADN…pero no todo.
Por otra parte, nuestro comportamiento tiene una serie de condicionamientos que reconocemos en cosas a las que denominamos tradiciones, moral, religión, análisis de situaciones, capacidad de actuar en grupo, y sobre todo, tenemos algo que a través de los siglos hemos ido desarrollando, y que se conoce como tecnología.
A través de ella, somos capaces de alterar nuestro ecosistema, de forma que tenemos la posibilidad de adaptarnos prácticamente a cualquier tipo de necesidad que aparezca, incluyendo por supuesto el análisis de las causas de cualquier anomalía que pueda ser considerada negativa.
En cuanto al efecto que podríamos darle a los acontecimientos demográficos japoneses, quisiera recordar que países como The Neederlands, o Bélgica, sin ir más lejos, tienen densidades poblacionales cerca del 30% superiores a Japón, y no se dan aparentemente los fenómenos que aparecen en ese país.
Quiero transmitir, una vez más el hecho de que cada vez que se nos hace llegar un mensaje del tipo que sea, con la mejor intención, antes de dejarle que pase hasta los entresijos cerebrales debemos poner los filtros adecuados, que las cosas nunca nos llegan por casualidad, siempre hay detrás de cada mensaje, de cada enlace que aterriza entre nosotros, una intención, o simplemente un error´
Es así, que de vez en cuando, intento aplicar esos filtros, que por cierto en mi caso, que soy un zote redomado, me cuesta un Perú conseguirlo, y la recompensa siempre es la misma, me encuentro con algo descontextualizado, con párrafos en negrita, para que capte un mensaje diferente al que en su origen pudiera tener el tal texto, o la tal comunicación.
Desgraciadamente el análisis para el común de los mortales es algo que cada vez es más difícil de llevar a cabo, por diversas razones, la primera es el exceso de información que nos llega, cada una con su técnica de penetración en nuestro cerebro que permita el asentamiento del mensaje.
Al final, nada nuevo, que nos encontramos por otra vía mucho más sofisticada de la importancia de la Fé para hacernos adictos a lo que sea, sin por supuesto analizar ninguno de los mensajes.
Las confesiones religiosas lo que hacen, ya saben ustedes, es simplemente amenazarte con la perdición del alma, y en ciertos ámbitos funciona. ¡Que nada hay peor que perder la Fé!, es decir, negarse a comulgar con ruedas de molino, hacerse racional, ¡crisis de Fé!.
Lo de ahora es más sofisticado, simplemente por colmatación de los filtros la Fé en cualquier cosa te entra hasta la cocina, que al parecer el lema es “prohibido pensar”, y de analizar, ya ni hablamos.
Así que valga el ejemplo, y sobre todo que nadie que lea esto crea que estoy utilizando técnicas de adoctrinamiento para intentar ganar adeptos a ninguna causa, esto es más sencillo, es simplemente sugerir que analicemos lo que nos llega, filtremos la información, saquemos nuestras propias conclusiones que siempre han de ser fruto de nuestra reflexión, y posteriormente actuemos en consecuencia.
Más de uno os dirá con diferentes palabras, que estáis en una crisis de Fé, y llevará razón, que la Fé pueden guardársela, que lo que espero siempre como ser racional que me gustaría ser, es convencerme de las cosas tras el contraste, la meditación….y la suerte.
Creo que muchas de las cosas que nos están pasando, y me refiero a tantos acontecimientos en los que el odio por no filtrar y analizar mensajes, nos ha llevado y seguirá llevándonos a situaciones indeseadas.
Intenten sobrevivir al domingo, pero cierren la puerta al salir

El ministro que cena con Chablis de cosechero

El ministro cena con Chablis de cosechero, y yo en la mesa de al lado con un Montrachet de buen año. ¡Qué vergüenza!, aunque lo pedí antes, antes incluso de que llegara el ministro, sí, ese que cena con Chablis de cosechero.
Estas son las cosas que tiene la Villa y Corte, que a la que te descuidas se te sienta al lado un pollo de relumbrón, que sale uno a cenar tranquilamente con su hija, y en vez de hablar de los maravillosos días que hemos pasado todos (cada uno por su lado, obviamente), en las playitas de Benidorm, ves que sin querer la conversación se va hacia el bueno de Don Iñigo, que lo tienes bien cerquita.
Lo primero que le dije a mi hija fue que vigilase la botella de nuestro Montrachet de buen año, que el atento camarero la había puesto en la misma cubitera que el Chablis del ministro, y las confusiones en estas cosas tienen muy mal arreglo.
Que el aire del poder le hace en un amago pensar al fámulo, que la botella buena es la de la mesa del ministro, y nos deja con el Chablis de cosechero.
Porque si don Iñigo fuese solo ministro, quizás no le hubiese pedido a mi hija que ejerciese el tal control vinícola, pero es que además ostenta un título nobiliario, una baronía, para ser más precisos, y por supuesto linaje antiguo, vamos de esos que vienen ostentando el poder desde hace seis o siete siglos por lo menos.
Y padre anduvo hasta de ayudante del dictador asesino, pero son cosas del poder, que no importa quien lo ostente, lo importante es vivir a su sombra.
Invito a los lectores que echen un vistazo a su perfil en Wilkipedia, sin ir más lejos. Nuestra cultura está a salvo.
Siempre que no la trate como trató al habano que prendió, con menos arte que un chamarilero. Pero los nobles y los ministros son así.
Don Iñigo es de eso que hemos dado en llamar la derechona civilizada, qué muy bien no sé por qué, que a lo mejor es que ejercen su violencia desde la ley, que son muy listos y con experiencia de generaciones, así que su cenita fue frugal y mal regada, que la vida no es fácil.
No me quedé a ver si el ministro que bebía Chablis cosechero en la cena, sacó la cartera, o el pollo que le acompañaba fue quien se hizo cargo. Pero la verdad es que tenía pocas dudas, de alguna forma acabará cargada al presupuesto de algún ministerio.
Pero el Chablis cosechero es de cuarenta chufos en Jorge Juan, vamos, aceptable, que si se nos sienta al lado uno de esos de las nuevas izquierdas se piden un Vega Sicilia con sifón a cargo, claro, del presupuesto de su ministerio.
Un sin vivir, que ves al pobre Don Iñigo, con cara de cansadito, que ha tenido que ir a Barcelona y mezclarse con la chusma esa de la Colau, y lo que cuelga. Y es que al pobre lo que piensen, se le da una higa, pero el boatiné con tacones de la Colau, le pone de los nervios.
Pero son cosas que hay que hacer cuando uno tiene desde el poder que defender linaje, defender patrimonios, que nadie le dijo que el cargo gubernamental estaba exento de dolor y sufrimiento, ¡qué vulgaridad!.
Y al hombre, en su resignación, lo que le ponen en la copa es un Chablis cosechero de cuarenta chufos, cuando él se merece, la menos un Romaneé Conti de buen año, pero claro, en la calle, en público, con un Chablis cosechero se pasa el trago, que en la bodega de casa, seguro que cuando quiera me doy el homenaje.
Me alegro pues, don Iñigo, confío en que usted, tan noble, tan alto, tan distinguido, después de haber sufrido un día terrible, que en el mismo día la Colau, y un Chablis cosechero, haya tenido su merecido descanso al llegar a casa, que la prueba que le ha puesto el destino, es algo que no todo el mundo soporta sin enfrentarse a secuelas vitalicias.
Yo por mi parte disfrutando de mi Montrachet, que sé que miraba usted de reojo, que no tengo que rendir cuentas más que a mí mismo, y eso es fácil, créanme.
Supongo que el hecho del “veguero”, lo hace reconocibles en el entorno de Don Marianico, que estas cosas uno nunca sabe si son afición, o si son gajes del oficio para congratularse con aquel que es percibido como detentador de alguna forma de poder. Nunca lo sabré, que en mi bitácora, la información que se maneja es siempre limitada, que procede de la panfletería al uso, y sí, ¡vivo en la Villa y Corte!, pero lejos de los mentideros, lejos de los corre ve y dile que en tiempos de la “Fiera”, era un pobre motorista, a lomos de una Sanglas, posiblemente.
Pero a estos ministros con baronía, a veces la “nobleza” les pierde, porque menos mal que esta mi bitácora es de difusión muy limitada, que para ser afín a Don Marianico, quizás hubiese sido más correcto haberse pedido un Fefiñanes, que al fin y al cabo no es de cosechero y además tiene el honor de ser pontevedrés, de Cambados, vaya, que no es poco.
En esas circunstancias uno no se atreve a pedir un postrecito, y como era de noche, un café mucho menos, y es que ya no tengo edad para esas cosas, que el dormir poco viene de oficio, y del poco a nada hay un paso.
Así que decidimos abandonar la escena del crimen, eso sí bien seguros de no haber pagado en nuestra factura una botella extra de Chablis cosechero, que el poder hace líneas rectas por caminos extraños, y últimamente las técnicas de desviación de fondos son cada vez más sofisticadas, y lo dicho, uno no ve al ministro barón pagar el Chablis cosechero, la cena, y el veguero, que la vida está muy dura, y los gürtel acosan desde cualquier esquina.
Con su pan lo rebañen

Hablemos de miserias

Y nada hay más miserable que las atrocidades que han roto el corazón de millones de personas y la vida de quince de ellas en mi querida Barcelona.
Y además no ha sido simplemente en mi ciudad, ha sido en esa parte de mi ciudad que quiero especialmente, esa parte que no dejo de pasear cada vez que voy a casa, esa parte que no dejo de vivir cada vez que puedo, y son demasiados años haciéndolo, que ya de la mano de mi abuelo, bajaba desde la Sagrada familia hasta el mar, paseando, cuando a los viejos y a los niños nos barrían las señoras de casa, para que no molestásemos mientras adecuaban las cosas para nuestra comodidad.
Y eso son más de sesenta años, sesenta años por lo menos paseando aquellas baldosas, que han ido cambiando a través de los tiempos, que ya no pasan las locomotoras de vapor por la calle Aragón, ni se ven desde aquellos puentes que se debió levar al diablo, o Porcioles, o cualquiera con su tres per cent correspondiente, que eso no es cosa de la democracia.
Leer que mi Boadas se transformó en una tierra de acogida, no me extrañó, que siempre lo ha sido, de acogida a corazones solitarios a los que les gusta ver a la gente, mirones como yo, o a los nens de la Bonanova, que de vez en cuando bajan hacia el Raval, a oir un poco de Jazz en Jamboree, o ver a Carmen Amaya, o lo que quede de ella en los Tarantos. Pero Boadas no era zona de acogida de dramas, que no pudiera resolver Doña Elena Francis, y ahora puede orgullosamente afirmar que lo es.
Mi Barcelona, esa ciudad que es archivo de cortesía, que recordó Cervantes, está en proceso de cambio, y de los tres que he vivido de forma significativa, este es el que menos me gusta. Que el primero fue arreglar los desastres de la guerra, aquella guerra cainita que desangró a varias generaciones, y la cosa se recompuso como se pudo.
La segunda fue aquella nueva Barcelona que se abría al mundo cuando en el noventa y dos llegaron las Olimpiadas, y parecía todo un sueño necesitado, un sueño deseado, que las cosas funcionaban, que la gente sonreía por la calle, que teníamos una obra en común que levar hacia adelante con un examen final de quince días que se aprobó “cum laude”.
A lo mejor fue el resultado de la imagen que de la ciudad hubo en todo el mundo, con aquellos saltadores de trampolín de las Picornell, que parecía volar sobre el mar abigarrado de casas de mi ciudad, o de la Caballé y Mercury recordándonos que íbamos a ser amigos para siempre, no lo sé, pero la ciudad empezó a llenarse de unos pocos visitantes, luego más, y luego muchísimos más. Ese era otro cambio positivo, que nos recordaba que mi Barcelona era una ciudad universal, de esas que en el mundo se cuentan con los dedos de una mano, de esas que todos quieren visitar una vez en la vida.
Y mi Barcelona los ha acogido a todos, con paciencia infinita, ya que con la multitud de personas, también viajan bestias, pero eso es otra cosa, como otra cosa son los abusos en esto o en aquello, que te molestan un día, pero hacen que vivas en el mundo.
Y tras aquellos días parece que el sueño tocó el cielo, el punto álgido, y las sombras empezaron a deslizarse casi sin que nos diésemos cuenta. A lo mejor venían de aquel hombre que llamaban por entonces molt honorable, quizás por haber hundido una banca, quizás por haber sembrado la semilla del odio y la discordia desde el adoctrinamiento de los niños en las escuelas, desde, desde tantos sitios, poco a poco, sin que la sociedad abierta que es mi ciudad se diese cuenta. Fue un veneno lento.
Un veneno lento que ha culminado en este proceso miserable lleno de odio, desconfianza, mala educación, incluso. Y me ha transformado la ciudad, no, la está transformando en un campo de batalla, para gozo de tantos cainitas.
Y si, desde Boadas hasta mi Liceo, donde hace poco disfruté de un Trovatore mediocre en unos aspectos y bellísimo en otros, como seguro dije en su momento, mi paseo a comprar esa revista que solo se encuentra en la esquina de Porta ferrissa, o parar un momento delante de la fachada de Belén, o el lujo de mi viejo Hotel Oriente, que hoy se llama de otra manera, que ni me importa.
Y ese Palacio de la Virreina que siempre he creído que era la mujer del Virrey Amat, aunque en la práctica me pareció el final del tranvía que pasaba por la calle Rosellón, el cuarenta y siete, o el cuarenta y cinco. Yo qué sé.
Todo, hasta la Boquería, me lo han llenado de sangre, de sangre de gente confiada, de gente que solo quería pasear, como hago yo tantas veces. Y lo han hecho esos asesinos que tan bien venían para que hiciesen masa en las elecciones, que estos no eran hijos de la América hispana, y aunque hablaban catalán, que no se engañe nadie, no estaban integrados. Las cien familias jamás lo permitirían.
Que su catalán tenía acento de Rabat, y eso es suficiente para la discriminación dolorosa que han debido sentir a lomos de demasiadas humillaciones. Queridos indepes, habéis preparado el caldo de cultivo perfecto para el odio, y ahora la ciudad sangra, que ya lo hicisteis con la inmigración de la posguerra, con la diferencia que andaluces, murcianos, extremeños….no anidaron el odio, que rezaban en la misma iglesia, aunque a diferentes horas.
Así que vayan ustedes tentándose la ropa, sigan con sus juegos malditos, sigan por el camino de la destrucción de lo que no sea parte de su núcleo duro, manipulen, engañen, tergiversen, roben vidas, y ahora cojan las bayetas, y salgan a limpiar la sangre de mis Ramblas, o llamen a la criada esa que viene del Rif, y que tan agradecida debe estar a todos ustedes.
Voy a vomitar

Por alusiones

De aquellas lluvias vienen estos lodos, creo que dice el aforismo popular, y en estas fechas vacacionales, y a pesar de las cosas terribles que están pasando, me apetece jugar a la historia ficción, meterme un poco con las casas reales, y cómo no con los indepes, que me tienen no hasta los cojones, que derecho a querer serlo, tienen, me tienen aburrido, y con el calor que hacen, es lo último que me apetece.
Por razones que a nadie interesa, me ha dado por leer tres documentos de nuestra historia, que son tremendamente ilustrativos, el primero se refiere al exorcismo que sufrió el rey Carlos II, “El Hechizado”.
En ese primer documento, se mantiene que un diablo le poseyó, ¡¡¡Lucifeer!!!, ¡Hombre, no!, que uno es muy selectivo con sus posesiones, que por otra parte puedo garantizar que son escasas, y ninguna anda erecta.
Se dice en el proceso que se siguió contra el confesor real, el dominico Froilán Díaz, y el capuchino alemán Mauro Tenda, que a consecuencia del exorcismo, el rey falleció.
En cualquier caso, la presencia del Lignum Crucis, y la aplicación exquisita del ritual de exorcismo establecido por Pablo V, en 1614, parece que fue determinante en la sentencia absolutoria.
Cosas que tiene el seguir los protocolos, que la reina consorte se quedó con las ganas de empapelar a la iglesia, ella, tan mona, y supuestamente tan fértil.
La sobrina de Luis XIV, María Luisa de Orleans, debió dejar honda huella en el rey, porque su segunda esposa, Maríana de Neoburgo, por muy cercana que estuviera al archiduque Carlos, no consiguió que el segundo documento fuera a favor del de Austria en sus aspiraciones sucesorias a la corona española.
Ese documento es el testamento real, en el que se da la sucesión al trono español al nieto de Luis XIV, “Le roi soleil”, al puñetero y bipolar Felipe V.
Eso sí, Doña Mariana robó todo lo que pudo de la corona española, para enviarlo a sus parientes austríacos, y del Palatinado.
El tercer documento, es realmente impresionante, más aún, espeluznante, y se refiere a la autopsia real. Mencionaré alguno de los extremos de la misma:
– Un corazón muy pequeño, del tamaño de un grano de pimienta
-Los pulmones corroídos
-Los intestinos putrefactos y gangrenosos
-Tres grandes cálculos en el riñón
-Un solo testículo, negro como el carbón
-La cabeza llena de agua
-Una sola gota de sangre en su cuerpo.
Lo que trajo la enfermedad, la posición de la Iglesia y el fanatismo en el que aparentemente vivía la sociedad española, y evidentemente los movimientos de la corona francesa, todo poderosa, posiblemente provocaron que el testamento de Carlos II, acabase con la proclamación del Borbón como rey de España.
Teniendo en cuenta el hecho manifestado por los exorcistas de que la posesión del rey estaba hecha por mí, por Lucifer, y que a consecuencia de ella, y de las causas que en la autopsia se detallan, vamos a ver si al final me acaban echando la culpa de la guerra de sucesión española.
No está mal la cosa, ya que los movimientos posteriores en Cataluña si se pueden calificar de algo, son de diabólicos, con las traiciones al rey legítimo, con los apoyos ingleses, y con tanta y tanta vida perdida por andar buscando algún rey que mantuviese privilegios a las clases altas de esa mi tierra.
Luciferino quizás fue el proceso que empieza con la ascensión al trono de Carlos II, un hombre que nunca debió asumir la corona española a decir de multitud de historiadores, y que de hecho solo la tuvo de forma teórica, ya que con su salud no cree nadie que fuese capaz de ocuparse de los asuntos del Reino, de forma eficaz.
Siempre he mantenido que el nombre de Lucifer no es otro que el de portador de luz que es uno de los grandes pecados que el poder castiga de la forma más cruenta que le sea posible, y en el caso del monarca hechizado, parece que se le quieren echar las culpas de las terribles consecuencias que el paso de este pobre rey por el poder de las Españas tuvo, y sigue teniendo.
Que de la terrible guerra de sucesión al trono de España, aún estamos pagando las facturas, pues el mundo romántico, aquel que se concentra en La Renaixensa, se achaca la pérdida de la identidad catalana a Felipe V, el rey bipolar.
Al que por cierto se le daba una higa lo que se pensase en Cataluña, que de lo que se trataba por un lado era adecuar en todo el estado niveles impositivos similares, y eso a la clase dominante no le venía bien, vamos nada bien, y ya venía de tiempos del Code Duque de Olivares, la revuelta dels segadors, y la guerra civil catalana, ganada a pulso, por creer en mi tierra que alguien podría darles longanizas para atar als gosos d’atura.
Y como en mi tierra de esas cosas de jefes no entendemos mucho, la cosa en aquel momento fue mirar a ver si Carlos de Austria, o los ingleses, o quién fuese, tomaban el gobierno del territorio y dejaban las cargas impositivas lo más bajas posibles, y ciertos fueros mantenidos.
Pero la traición que Felipe V sintió que se le hacía, la pagó el pueblo con un baño de sangre. Y eso duró, hasta que se olvidó, y los niños pijos de La Renaixensa, lo resucitan como excusa para emprender un camino de manipulación histórica que nos ha llevado por un camino de sangre, traiciones y frustraciones hasta hoy….y lo que queda.
Mantengo pues que Lucifer, como el capuchino alemán que dijo hablar conmigo, hemos sido absueltos por el proceso posterior que se instó por la Neoburgo, posiblemente para que no fuera ella misma acusada de haber pasaportado al rey, ya que mentir mintió todo lo que pudo, al afirmar que había quedado preñada de aquel pingajo así como doce veces, seguidos de sus consiguientes abortos….terrible historia.
Al final, ya veis, tengo ahora que reivindicar mi nombre en este caso, que no he sido yo quien la ha liado, que ha debido ser, esta vez sí, un diablo de verdad quien puso a un enfermo como rey de España, a un bipolar como sucesor, a una clase alta catalana traicionando a su rey para intentar mantener unos privilegios, a unos pijos metidos en juegos de café y autodenominados Renaixensa, manipulando la historia como un pasatiempo más, y a una larga lista de aprovechados a los que les han venido de perlas la incultura, la manipulación, y los muertos que tanta ignominia ha causado y seguirá causando.
La tal revista, luego diario, que se publica de la mano de Angel Guimerá, y que apenas dura treinta y cuatro años, fue el vehículo que el tinerfeño utilizó, para fomentar los intereses generales de Catalunya, aunque en origen fuera una revista dedicada a las ciencias y a la literatura.
Por cierto, Guimerá, no pasó de ser un autor de segunda clase en la posteridad, que Mar i Cel, creo que no es lo más adecuado en estos momentos de tensión islamista, por mucho que Dagoll Dagom haya hecho un bonito musical, y La Terra Baixa, ese dramón rural cutre, que se ha convertido casi en “El Tenorio” indepe, debe reponerse cada dos o tres años en el Borrás, para que no decaiga el espíritu ni el “pruces”.
Así que no, que yo no fui, que fueron otros….
Divertiros

El prefecto al que le robaron el móvil

Todos sabéis lo que es un prefecto, pero por si las moscas y en el supuesto de que no tengáis un Larousse a mano para consultar, por esta vez y sin que sirva de precedente, dado que estamos en vacaciones y hace un calor terrible, habrá que decirlo.
No se debe decir prefecto, es realmente Monsieur le Prefect, es decir, el jefe de una prefectura que no deja de ser una organización para las actividades policiales de una región, y el prefecto, es decir Monsieur le Prefect es el gran policía de esa área geográfica, el gobernador civil, que llamamos por estos pagos.
En tiempos del comisario Montalbano, esas cosas no pasaban, que a Monsieur le Prefect, se le tenía un respeto, y desde luego, a los quince segundos trincaban al pispa, que en el teléfono de Monsieur le Prefect, a saber que hay escondido, y qué datos esconde, que es un cargo de responsabilidad, y la seguridad nacional no es cosa baladí.
Pero hoy ya no hay temor de Dios, que como decían las nonagenarias tías de mi amigo el catedrático, “hijo, es que ya no se fusila”, así que Monsieur le Prefect, está sometido a los mismos riesgos que la chavalita de dieciocho, que pone su teléfono en el bosillo trasero de su mini pantalón, que se lo limpian, el teléfono, claro en un descuido, en un mirar a Carlitos, tan guapo él con su barbita rubia.
Daudet, aquel discípulo del poeta Mistral que quiso que renaciese, (sin éxito), la lengua provenzal, a caballo de los sentimientos del romanticismo cutre, nos dejó un precioso cuento en su inolvidable “Cartas desde mi molino”, en la que el Sub-Prefecto de la región de La Combe aux feés, henchida su alma de los perfumes del bosque provenzal, mandaba al carajo el discurso que tenía que dar en las fiestas regionales, y lejos de su comitiva, descamisado entre las lavandas, hacía versos.
A ese Monsieur le Sous-Prefect, no le podían robar el teléfono, no tenía, y además viajaba en comitiva, que hubiera defendido a su jefe de cualquier desmán del ratero de turno, pero hoy en día, ¡Ay Dios mío!, hoy en día todo es posible.
Y es que con los recortes, con los “Il faut faire des economies”, con eso de que ya no se necesita tanto personal, que el ordenador te lo apaña todo, Monsieur le Prefect, va literalmente de culo, y no solo en la dulce Francia enclavada en nuestra puñetera Europa, sino allá donde quedó la organización administrativa que la potencia colonial impuso en aquellos territorios en los que puso su bota, en esas que fueron “provinces de outre mer”.
Y es que eso de merendarse una organización administrativa que te colocó por el artículo treinta y tres la potencia dominante de turno, es a veces difícil, qué le vamos a hacer, y Monsieur le Prefect, orgulloso de su cargo en la policía, y feliz por ayudar a sus conciudadanos, ve que esa estructura no es la que su tierra necesita, que en su tradición se lo montaban de maravilla con los consejos del pueblo, y eso de la región, muy bien no sabían lo que era.
Pero eso no es importante, que a Monsieur le Prefect le quitaron el teléfono cuando estaba dormido, bien que fuera de servicio, pero estaba dormido, y todo el mundo sabe que los Cíclopes, los semidioses y los Prefectos, no deberían dormir nunca. Pero ya ves, los dejan caminar solos por la calle, ya no llevan escolta, no tienen siquiera un ordenanza que les saque lustre a los charoles de sus botas, y claro, les quitan el teléfono del bolsillo.
Pero Monsieur le Prefect, seguro sabía que tarde o temprano eso pasaría, que en toda la prefectura sabían que se pasaba la vida colgado de su móvil, siempre detrás de los malutos, que se esconden a la sombra de un árbol, a la que te descuidas.
Y Monsieur le Prefect, se encontró de golpe con demasiadas cosas que sacar adelante solo, que ni le habían limpiado la ciclostil para las notificaciones a la ciudadanía, y le salían los folios con esa manchita canalla que le recordaba la miseria con que la administraciones trataban a sus administrados. Y no le funcionaba el aire acondicionado en el despacho.
Parecía que todo estaba en su contra, y lo que más temía era que pensaba que hasta su carácter se estaba agriando. Y eso sí que no, que bastante tenía con que su mujer estuviera medio enfadada con él, medio contrariada, que Monsieur le Prefect se llevaba responsabilidades a casa, y todo el mundo sabe que eso está muy feo.
Además, la crisis esa de los cuarenta, que nadie le había avisado, que nadie le había dicho que la segunda vez que una chica joven le había hablado de usted, y a otra comentar el poco pelo que le quedaba, se le iba a venir el mundo encima, ya no sabía qué hacer.
Y para rematar el asunto, descubrió que entre su cabeza y sus pies se había levantado una barrera bien visible, en forma de acúmulo de grasa estomacal, que él nunca antes había tenido. Que ya no sabía si seguir apretando los botones del pantalón del uniforme, aún a riesgo de una no deseada ni esperada rebelión de los botones de la cintura del pantalón, a mitad de una actuación policial, o lo que es peor, delante de los jefes.
Monsieur le Prefect, tenía stress, que además ya le consideraban el jefe de su familia, y con el tal motivo le llovían las responsabilidades que depositaban en sus manos, los que o no podían o no querían resolver sus cuitas, y con los malutos siempre esperando su oportunidad para liarla.
Eso no le importaba, lo hacía bien, pero los temas personales le traían a mal traer, como las bailarinas del cafetín ese al que le invitaban siempre para que hiciera la vista gorda, y Monsieur le Prefect, rechazaba siempre.
Lo peor fue cuando empezó a leer las historias de Las Ramblas, cuando los Gobernadores tenían amantes entre las vedettes del Molino, que las pobres debían renovar la licencia, y en ningún sitio mejor que en la intimidad.
Nada de eso estaba a su alcance, y dicen las crónicas que se quedó dormido en una silla del Hospital, que esperaba a un amigo que andaba fastidiado, y alguien le quitó el teléfono.
Pero luego me enteré de la verdad, y es que ya no quería selfies de esos, ya no quería avisos a la hora de la siesta, ya no quería teléfonos profesionales de esos que su santa creía que eran de novias enloquecidas por sus huesos, que no quería mas twitts, más cara libro, más nada, y fue él quien deslizó su móvil en aquella alcantarilla.
Desde entonces Monsieur le Prefect, no es que haga versos, pero duerme tranquilo.
Con su pan se lo coma

Mal día

Estos días de siesta sudorosa, mientras uno espanta las moscas, son días, que diría mi amigo el intelectual, idóneos para la meditación, para navegar en los autores cultos de New Hampshire o de la California de Elroy. Vamos, que, según él, hasta apetece sacar el VHS, y volverse a tragar Jules et Jim, en versión francesa.
Yo no estoy ni de acuerdo ni en desacuerdo, y es que me he puesto a no hacer nada, y cuando te pones a eso con el ahínco que lo hago yo, no hay forma de parar.
Ocurre que para abundar en esto, ni siquiera las revistas esas de geopolítica se ponen interesantes, debe ser la canícula que como dicen los de tráfico afecta también a las neuronas, y eso es malo de raíz.
Porque te queda la sensación de que “la caló” va ganando por tres a cero, que la indolencia se ha instalado por encima de capas aparentemente amplias de la población y vamos así arrastrándonos por los asfaltos esos que sirven para cocinar.
Si llevará razón ese político de éxito, Al Gore, cuando a caballo de su “Verdad incómoda”, nos quería convencer de que se nos está calentando el culo, y que como sigamos así, las cosas se van a poner muy pesadas, que a mí con estas cosas ya ni salir a jugar al golf me apetece. Así que no te digo lo de salir a comprar el pan y el periódico.
Y es que las excusas vienen solas, que para qué voy a comprarme el periódico hoy, si ya me han contado en el “News at seven”, el contenido de la píldora adoctrinadora de la jornada, y encima me la han remachacado en la tertulia posterior por si no me había dado cuenta del matiz que debía implantarse en mi cerebro.
Así que hoy me quedo sin la portada del ABC, sin el arte de nadar y guardar la ropa de La Vanguardia (antes española, y hoy, aparentemente, apátrida), o los gritos de supervivencia de El País o de El Mundo, que no hay forma humana de volverles a la senda de los beneficios.
De los de los extremos no hablo que yo soy mucho de curva de Gauss, y solo escucho la campana si da un sonido modulado, lo demás es ruido, así que la cosa está clara, así que los diarios de derechonas gritonas, y superizquierdas trasnochadas, los dejo para quienes la mar no temen, airada.
Y del pan ¿qué decir?, pues que engorda, y a saber cómo lo hacen, que últimamente ya no te puedes comer ni un par de huevos fritos tranquilo, con los despiojadores que echan a los animalitos.
Así que me he ahorrado seis chufos, una calorina de muerte, y por ende una ducha, que no están Entrepeñas y Buendía para muchas bromas, y uno quiere preservar el medio ambiente.
Y es que Al Gore, como te descuides te la lía como al Arturet, que organiza una conferencia en Harward para “parlar del Process”, y según el comentarista de turno, fueron siete los asistentes, aunque seguramente todos ellos y cada uno de ellos muy interesados en la “llibertat del poble oprimit”.
En fin, querido Al, seguro que siempre llevaste razón al insistir en tu antropocéntrico punto de vista, y diciendo que estamos cargándonos la Tierra, que nunca mayor imbecilidad fue dicha.
Que este planeta, tiene cuatro mil quinientos millones de años, y ha sido fuego, ha sido ácido, ha sido de todo, y ahora es lo que es, y me temo que lo que se dirime no es la cosa de La Tierra, sino la existencia de un ecosistema en este planeta que sea idóneo para el desarrollo de la especie humana, a ser posible la del mundo occidental, lo más calvinista posible, y desde luego blancos rubios y altos. Bueenooo, algunos japoneses pueden entrar también, que si no nos llaman racistas.
No lo sé, si será la “chafugó” que ha llegado a la Plaza Sant Jaume, y que hace que el bolígrafo se les resbale de las manos a quienes tienen que firmar los decretos esos de desconexión, que parece que hablamos de Vandellós o de Garoña, y la gente no se da cuenta de lo esencial, y es que el “Process” está fallando estrepitosamente, pero no por los dardos envenenados que mandan a mi “Dolça Catalunya, patria del meu cor”, los malutos de Madrit (ens roba), no, no son ellos, esta vez no, que lo que ha pasado es que mi Barça vuelve a ser el que era, al que se le marchaban DiStefano, Tejada, Maradona, Ronaldo, Figo….Neymar.
Los jugadores, cabreados con la directiva, y el Madrit (ens roba), sacudiéndonos la badana. Muy mal, que con esos mimbres no hay quien haga un cesto, y además viene Guardiola a jugar con el Girona, y no alienta a su Barça, ni a mi Dolça Catalunya, Patria del meu cor
Y así va pasando el día de calma chicha, hasta las cinco de la tarde en la que de pronto todo se ha sumido en la barbarie del atentado en mi Barcelona, entre Boadas y mi Liceu, y se me quitan las ganas de seguir escribiendo.
Así que voy a intentar digerir lo ocurrido, a darme cuenta de nuevo de que mis conciudadanos son maravillosos, y que nuestras instituciones parece que funcionan, a pesar de los pesares.
Ya habrá ocasión mejor para meditar sobre lo ocurrido, así que hoy, hasta aquí hemos llegado, que hasta niños han sido asesinados por quienes no sabemos aún.
Hasta pronto

Luis IX

Mi madre siempre se cabrea, y cada vez pienso que lleva más razón, cuando se le felicita un cumpleaños.
Afirma que es una grosería, y sobre todo, a las señoras cree que jamás debería recordárseles el día de su nacimiento como algo a celebrar.
Y es cierto, tiene el aspecto agridulce de que llevas tanto o cuanto tiempo en este valle de lágrimas, o de alegrías, que para todos hay, (esa es la parte buena), y la parte mala es que te acercas, a medida de que los años te van cayendo a etapas en las que la tribu o bien te rechaza, o te exige más y más dinero para aceptarte entre los suyos. Siempre acabarán arrinconándote, y esa es la peor parte de todo.
Si hay que alegrarse un día por el hecho de que, al menos una vez al año, sea nuestra fiesta de reconocimiento, tenemos otras alternativas.
En la tradición cristiana, se le pasa el asunto al santo que te ha prestado el nombre, y como ya está muerto, no le importa si cumple o no cumple años. Y es que no todas las soluciones eclesiásticas son malas, esta, por ejemplo, no lo es ni de lejos.
Pero luego están las diferentes creencias que andan repartidas por el mundo, y como hablamos de globalidad, debería buscarse una solución buena para los kirguises, para los de Sierra Leona, para los daneses y para los quechuas, y no es fácil.
Que me he enterado, que existen culturas en que estas vainas no tienen ningún sentido, y a lo mejor son las que de verdad llevan razón, viven su vida sin El Corte Inglés, tan ricamente, o no, pero eso es harina de otro costal.
Si nos empeñamos en darnos un día al año, podríamos pensar en que cada uno de nosotros buscase su fecha, no sé, la que considerase más adecuada, por ejemplo, yo que soy un consumista puñetero, buscaría una fecha en plenas rebajas, que con eso de los precios más bajos, siempre ayudas a tus amigos y familiares en su presupuesto, que no está nada mal.
Además, para equilibrar los gastos, que a veces se hace muy cuesta arriba, la familia debería espaciar convenientemente las fechas de cada uno de sus miembros, para no afectar de forma demasiado negativa el presupuesto familiar.
Hoy, por ejemplo, por ser la Virgen de la Paloma, un mantón de la China, na China, na te voy a regalar, les tienen que cantar a la mitad de las gatas que andan ahora refrescando las chichas por Gandía, que como todo el mundo sabe es donde las Palomas remojan sus rebosaderos. La otra mitad, no se llaman Paloma, ni Asunción, ni cosas de esas, que lo mismo pasa el dieciséis de julio con las Cármen, que entrambas se me llevan más de la mitad del presupuesto nacional, que bien calculado lo tienen los de márketing de El Corte Inglés, que los de Amazon, que son unos descreídos, aún no se han dado cuenta de su implicación en el mercado de esta piel de toro.
Pues sí, mi madre, sostiene, y yo con ella, que hay tres preguntas que un hombre o una mujer de bien nunca deben hacer a un semejante,
-¿A dónde vas?
-¿De dónde vienes?
-¿Cuántos años tienes?
Y lleva toda la razón de odiar el puñetero cumpleaños, en el que nunca falta el patoso de turno, abriendo la bocaza, y soltando aquello de…..
-¡Felicidadeeeessss!, hasta ahí bien, pero desgraciadamente la cosa prosigue…
1) El enterao te suelta:
-Para haber cumplido cincuenta y seis, te conservas estupendamente.
Y uno piensa primero en la lata de conservas de sardinas, por ejemplo, que a lo dieciséis años, nadie venía a decirte lo de la conserva.
Lo segundo en la señora madre del patoso, que sería una santa que al parirlo perdió toda posibilidad de redención, que me acabas de chafar la vida profesional, que ese señor de la esquina es el jefe de personal de mi empresa, y le tenía convencido que andaba por los cincuenta.
Me acabas de poner el primero de su lista de prejubilaciones, con la hipoteca del apartamento de Torrevieja a medio pagar.
Un desastre.
2) El imbécil que no se entera, te grita aquello de ¡Uyyyy!, ¡Muchas felicidadessss!. ¿Cuáantooos cumpleeesss?.
Y de pronto ves a toda la gente que estaban con la salchicha de la barbacoa que con tanto cariño habías organizado en el jardín de esa casita rural tan mona en la montaña de aquí al lado, frenar de golpe el mordisco previsto, y volverse hacia ti, esperando tu respuesta.
¿Qué digo tu respuesta?, no, no, lo que esperan es una cifra, solo una cifra, que va a dar tema de conversación al grupo en las cuatro próximas horas.
-Que te digo que tiene más, que era compañero mío de mili, ¡si lo sabré yo!.
-Pues si cree que poniéndose años va a estar más interesante, se equivoca.
En fin, que el resultado es que han puesto tu culo en consejo, y sabes, unos dicen que blanco, y otros dicen que negro, que las cosas son así.
-¡No intentes a esa edad volver a hacer el Camino de Santiago, que te puede costar un disgusto!.
O bien,
-Chica, ya puedes hacer el Camino de Santiago sola, que con esa edad, ya no hay que temer al violador de la esquina, que van a por carne fresca, que por eso yo aún no me atrevo, suelta la muy zorra.
Así, que no, que no quiero fiestas de cumpleaños, que las carga el diablo, y las consecuencias son imprevisibles, que para mí, educado en la tradición cristiana, pestos a elegir me quedo con el Santo, aunque el personaje haya sido un cabrón con pintas, y un fracasado, que me parece que es lo que fue San Luis Noveno Rey de Francia y promotor entre otros desastres de la séptima Cruzada, cuya efemérides se celebra el veinticinco de agosto.
No estoy aquí para enseñar nada a nadie, así que pasead por el Larousse, por el Espasa, o por la British, y os haréis una somera idea de la personalidad y trayectoria del personaje, y de sus hagiógrafos
A mí, lo que me gusta ese día, es acercarme al Real Sitio de La Granja, que siempre me hago a la idea de que ponen en funcionamiento las fuentes en mi honor, lo que me da la excusa de acercarme a cualquier chiringo de la zona para disfrutar de mi cerveza de onomástica, después del remojón.
Se aceptan parabienes en ese día, incluso materiales.
Con su pan se lo coman

Y tú, ¿qué crees que sabes?

Mis amigos que andan buscando el post-humanismo, son buenos amigos, y con su trans-humanismo, piensan que llegaran a esa meta, que según su entender honesto, y lo son en alto grado, estará lleno de beneficios para la humanidad, aunque al principio, como todo, la cosa se circunscriba a unas elites. Bueno, nada nuevo, que el mundo ha sido así desde siempre.
Plantean que la interacción de elementos artificiales de forma directa con el cuerpo humano, irá produciendo una humanidad cada vez mejor, más selecta, y hasta de alguna forma inmortal.
Me dicen cuando me pongo en la tesitura de escuchar, que si me quiero morir, por ejemplo, es cosa mía, que a ellos les encantaría ser inmortales, que a ellos les encantaría unir su cerebro con la base de datos mundial y alcanzar un conocimiento digamos que inimaginable, y no dejo de sentir una cierta inquietud, no sé si por lo näif de la afirmación o por mi desconocimiento de lo que quieren decir.
Y mi reflexión hoy tiene dos aspectos fundamentales, y el primero es el análisis de lo que quiere decir eso de estar conectado al conocimiento global, como si eso existiese.
Y propondré un ejemplo anterior a la era esta que vivimos en la que existe una fuente de datos universal, casi, en la que alguien o muchos “alguien” van decidiendo cómo, qué, y cuando hay que expandir un mensaje, y yo tomo dos ejemplos, que sugiero a mis lectores más inquietos, que cojan su ejemplar del Larousse, de la British Encyclopedia, y de Espasa, se armen de paciencia y tiempo, y revisen la entrada Napoleón Bonaparte, y a ver si al final se encuentran con una historia, o con tres, que nada tienen que ver la una con la otra.
Hace años, ya hice ese ejercicio leyendo a ese gran escritor Amin Maalouf, en su libro “Las Cruzadas vistas por los árabes”. ¡Por los clavos de Cristo!, que a mí me habían contado otra cosa.
Y así no solo con la historia, sino con el pensamiento universal, con los grandes filósofos, que a la postre desarrollan sus cosmologías a partir de la información que reciben de su entorno en el momento histórico que viven, y recuerdo que esos entornos son cada vez más pequeños a medida que te alejas en el tiempo, por las dificultades de viajar, a conocer de primera mano, o por las limitaciones que de tu cultura materna (alma mater quiero decir), y a partir de ahí decides transmitir una visión de cómo es el mundo, de una forma honesta a más no poder, pero también enormemente limitada.
Y digo bien no solo de su educación, sino de sus intereses personales, por no decir de la selección que posteriormente se ha ido haciendo a la hora de ir escogiendo para la educación de generaciones y generaciones, el pensamiento, no sé, de San Agustín, en vez del de Giordano Bruno.
Así que con todo mi cariño, y mi respeto, empiezo a pensar, que el tipo de sabiduría al que podría llegar ya está contaminado de origen, es decir, estoy frente a unos datos ya manipulados cuando se han vertido al saco común de la base de conocimiento global que se pretende alcanzar.
Y cuando hablo de manipulación, no me estoy poniendo conspiranoico, que el mismo hecho vivido a la vez por dos personas en primera persona del presente de indicativo, honestas pero con culturas diferentes, darán lugar a dos narraciones diferentes.
Así, que lo único que me queda, y eso no sé si me lo dará el chip del transhumanismo, es una mínima capacidad de discernimiento, para quedarme al final…¿con que?. Solo con una historieta divertida, que cuadre con mi estructura moral y cultural, y que permita que pueda dormir más o menos por las noches.
La segunda cosa que me trae a mal traer, es que esto del hombre post-humano, me da que es más viejo de lo que nos podemos imaginar, así que quizás estemos frente al Post-humanismo “Mark II”, sobre todo si aceptamos que Darwin no se equivocó del todo.
Qué mi pregunta es ¿cuándo realmente empezamos a ser H. sapiens?.
Y la cosa es que si realmente descendemos de una consecuencia evolutiva, más o menos definida, en qué momento se nos iluminó la mente con cosas como la trascendencia, como el sentimiento religioso, como la creatividad, como el conocimiento.
¿Qué tipo de chip se introdujo en nuestro ADN?,¿cuándo lo hizo?. ¿por qué lo hizo?, y sobre todo ¿por qué se ha mantenido?.
Ese salto que nos hace reconocernos como seres humanos racionales, no sé si se debió a una mutación instantánea, si fue a partir de milenios lentos y selectivos, y no sé si empezó por unas elites de la población humana, o todos los pre-humanos, fueron humanos a la vez en esa especie de implantación de un chip de conocimiento.
Las consecuencias de esa implantación que quizás la Arqueobiología un día aclare, ya las conocemos, que después de varios milenios, los pre-humanos no están, y nosotros los post-humanos, estamos encantados con ello, aunque nunca sabremos si somos mejores, ya que esa es una palabra que implica comparación y nada tenemos para comparar.
Solo sabemos, y con enormes limitaciones lo que creemos tener hoy, y cada uno piensa diferente, no lo olvidemos, nunca lo que hemos perdido, en caso de que así fuera.
Y a lo mejor este post-humanismo que a caballo del trans-humanismo nos está llegando, acaba haciendo lo mismo, acabar con el ser humano de hoy, que yo no sé si es bueno o malo, pero es lo que hay.
Con lo que la siguiente y última pregunta de hoy se me viene a la cabeza, y es el para qué, el por qué, y en beneficio de quién.
Y realmente casi prefiero dejar las preguntas abiertas, que cada uno rellene los campos que le falten, si es que alguno no lo ha hecho ya, y me ayude a descifrar el enigma que esta nueva Esfinge ha puesto a la entrada de nuestra Tebas, y que hará que podamos yacer con nuestra madre creadora, pero no por ello conocer ni la verdad, ni sus secretos.
Domine exaudi orationem mea

La mare d’els ous

La mare d’els ous
Que viene a ser lo de la madre del cordero pero en catalán, que mientras no me pidan un impuesto especial por usar el idioma a mi antojo, ya disimularán sus gracias, pero pienso seguir haciéndolo.
Y es que de nuevo, los voceros matinales, paniaguados a saber de quién, se me ponen estupendos cuando se dan cuenta de lo fácil que es encontrar al malo de la película en verano, cuando están los ricos por aquí conmigo jugando al golf en La Cerdanya.
Y es que dentro de unos días, los del circuito, que yo llamo, de las vacaciones de la burguesía catalana, se va a dar de bruces con el problema del aeropuerto de Barcelona.
El circuito es primero pasar unos días en Cadaqués, o en S’a Tuna, que eso de tener el barquito parado todo el año, no puede ser.
Pasas por el festival de Perelada, que siempre da mucho de sí, o el de Cap Roig, que es más chic, y luego unos días al Pirineu, que unos se me vienen hacia aquí, hacia la Cerdanya, otros un poquito más allá, hacia el Urgell, y otros en La Vall de Nuria, que es donde tiene la “caseta” el que fue molt Honorable maestro Joda.
Luego, claro, els nens, tienen que conocer mundo, y el Corte Inglés se los lleva a San a Tomar por Culo, que la Montse, la de los Folch, va a flipar cuando se lo cuente.
Y aquí lo de la mare d’els ous, que hay colas en el Prat, que a ver si no vais a coger el avión, que tendremos que madrugar una hora más, que no sé si me dará tiempo a darme bien el rimmel, que a lo mejor se me olvidan los condones en la caseta de La Cerdanya, y a ver cómo me lo monto con la población indígena.
Un agobio, un sin vivir, y todo por esos malditos trabajadores, que lo quieren todo, en vez de besar por donde pisa papá, que les dá de comer.
Pes sí, por aquí el consenso es que habría que fusilar a unos pocos, y ya verías como lo arreglaba esto, que ya sabéis lo que hizo el bisa cuando montó los somatenes en Barcelona, se cargó al Noi del Sucre, y lo de la Canadiense acabó en Fuerzas Eléctricas de Catalunya, que es cómo debía haber sido desde el principio.
Que a los obreros hay que saber tratarlos, y ya sabes, a la que te descuidas se gastan la semanada en el Barrio Chino, yendo a putas. ¡Qué asco!.
Y para estos que veo tan puestecitos a los piés del Cadí, la mare d’els ous son los obrerotes, tan ordinariotes, que les das ¡mil euros!, y les parece poco.
Pero claro, els nens van a perder el avión de las vacaciones, y mendo stress los pobrecillos, con lo buenos que son, y verse así sometidos, Habrá que decirles a esos de EULEN, que lo arreglen como sea, y que a mí no me hablen de dineros, que ya hago bastante votando a los de Convergencia cada cuatro años religiosamente.
-¿A que CiU ya no existe?, bueno yo siempre hago lo que dice mi confesor, y seguro que si el Durán se ha cansado ya, a alguien habrá dejado, que es de una familia muy seria y responsable.
Así, que lo arregle la Generalitat, y que no espere a eso de la independencia, que los billetes de los niños son para el martes, y a ver qué va a pasar, que nosotros somos de los que menos dineros tenemos en Andorra.
Pero es que el conceller Indepe, tiene trofeo de golf el miércoles, y quiere el muy desnucasapos, que le bajen el hádicap, así que, por favor, no agobien, que uno no es la Cifuentes, y eso de las vacaciones es sagrado.
Y ahí andamos, regateando más que Romario, (iba a decir Neymar, pero no me parece oportuno ahora), que unos pocos más en los controles, que doscientos chufos más al mes. ¡Venga chavales!, que si pongo de aquí, que si quito de allí.
Y el comentarista, insistiendo que los malditos currantes no pueden exigir el dineral al mes que esperan ganar, muy por debajo, por cierto del salario mínimo que se cobra, sin ir más lejos en Francia.
Así que buscamos la mare d’els ous en la desviación moral de los trabajadores, bueno, que por pedir que no quede, que además están consiguiendo a fuerza de imágenes de colas interminables hacerle un feo a mi Dolça Catalunya, patria del meu cor, cuando estamos en campaña internacional con eso del referéndum. ¡Qué va a pensar Jimmy Carter de todos nosotros!.
La mare d’els ous es quizás la malvada campaña de Madrit (ens roba), para desprestigiar a nuestra tierra, sí , sí seguro que ahí está parte del asunto, que les pedimos que lo arreglen, y dicen que andan mirando a ver si suben angulas por el Urumea, que por los del ministerio, ya les pueden ir dando, y como sugerencia, ya que tienen a todos los barceloneses en las colas, les pueden intentar convencer, para que si hay referéndum, les voten con un si bien grandote, que tienen diputados más que de sobras.
Pero miren ustedes, que a pesar de que todo esto es lo que unos y otros andan diciendo, para mí, la mare d’els ous, está más lejos, está en los pliegos del concurso que en su día sacó la administración del estado para privatizar un servicio, el de la seguridad en los aeropuertos que debería estar cubierto por las fuerzas de seguridad del estado, en concreto por aquellos que han tenido siempre la responsabilidad de cuidar por la seguridad en los caminos, La Guardia Civil.
Pero claro, externalizamos el servicio, supongo que amparados por la ley, y al ciudadano no le cachea alguien a quien le has dado el derecho constitucional de llevar armas, sino un obrero que no sabemos quién es ni qué preparación tiene, ni siquiera si tiene el estatus de “autoridad”.
Y al privatizar, el político funcionario, que quiere prontito sacar a bolsa a AENA, y ganarse unos durillos, que esto de la actividad política es muy inseguro, te saca un concurso público en el que dado el límite de precio de los pliegos, fuerza al concursante a poner salarios ridículos en la oferta, a diseñar el servicio con un número de personas por debajo de lo necesario, y que es que luego tiene que quedar también algo de dinero por si hay que hacer alguna aportación transparente al partido en el poder.
Creo honestamente que deberían hacerse públicos, señores periodistas, señores tertulianos, las condiciones en las que se publicaron los concursos, y determinar el margen que quedaba para salarios, si era suficiente o no, si el número de empleados era suficiente, o no, y al analizar la oferta de EULEN, determinar si fue una oferta pactada o no, si fue temeraria, en los términos que marca la ley, o no.
Y si todo es guay, super legal, y estupendo, no sé a qué coño está esperando el Estado, que aún es mayoritario en el accionariado de AENA, en denunciar el concurso, y pasar al siguiente concursante, que el ciudadano paga una pasta por usar los aeropuertos, o mucho mejor, dejarse de externalizaciones sospechosas, y dejar al Benemérto Instituto que cumpla, como siempre con su misión´
Con su pan se lo coman

La madre del cordero

La madre del cordero, que todo el mundo se niega a reconocer, es la que de verdad mueve los hilos. Puñetera obviedad, pero a veces de lo más obvio se destila la esencia de las cosas.
Y vamos allá, que todo esto viene a cuento de la visión que los paniaguados comentaristas de las emisoras de radio, a través de sus becarios sesentones de este veranillo te sueltan de cualquiera de los conflictos que están apareciendo por el solar patrio estos días.
No pienso ni mencionar nombres de ilustres habladores, ni de las organizaciones que los sustentan, que los que aguantamos somos los ciudadanos, y encima van y se te ofenden, que de pieles finas está el territorio lleno.
En la frontera del Tarajal, a la carrera se cuelan tropecientas personas que están dispuestas a darlo todo para ser encarcelados en Europa. Al parecer, hay cuatro o cinco policías de fronteras, de esos que están especializados en sellar pasaportes que de pronto deben hacer frente a la avalancha.
Sin formación específica, y muy a la española, intentan pararlos casi a empujones, y viene la organización supuestamente humanitaria y los tilda poco menos que de asesinos brutales, que usan técnicas dignas de las satrapías de las que los “invasores” andan huyendo.
Dejando a un lado las alegaciones de los sindicatos policiales, a esos pobres guardias se les va a caer muy posiblemente el pelo, que al Señor Ministro de la cosa Interior, no le revienta las vacaciones ni el Obispo de la Diócesis.
¿Y dónde está la madre del cordero?, aquí hay varias madres, a saber:
Una frontera con Marruecos con un paso de cerca de cuarenta mil personas diarias cruzándolo, simplemente para hacer contrabando, modesto, que lo necesitan los más para la humilde subsistencia que llevan en sus pueblos de origen en los alrededores de Ceuta, requiere algo más que cuatro o cinco guardias a turnos que a saber cómo son y con salarios que no creo que lleguen a los mil euros, trabajando en unas instalaciones casi tercermundistas.
Así que esta madre del cordero, que la alimente quien corresponda.
Que la siguiente se refiere a que el tal paso fronterizo es a la vez la frontera sur de Europa, y algo tendrían que hacer los socios para evitar que esta situación se diese año tras año, pero no es así, y a uno que después de mucho tiempo en este mundo, cuando le hablan de Blancanieves, siempre cree que le hablan de unos polvos para lavar la ropa. Una solución sería, quizás, enviar a todos los que nos llegan con un billete de avión a Bruselas, a Copenhagen, a Estocolmo, a Köln, a Normandie, y listo, que por esos pagos sí que atan los perros con longanizas.
Pero hay más madres del cordero, y es que al parecer al reino alauita, le soltamos una pasta gansa para que estas cosas no sucedan, pero también les deben soltar a una minoría de funcionarios corruptos los transportadores de migrantes.
A saber quién paga más, que el caso es que esa pobre gente, que se ve impelida a viajar por tener en sus lugares de origen vidas que ninguno de nosotros aguantaría más de diez minutos, son los que menos culpa tienen del tinglado siniestro alrededor de todo este asqueroso tráfico.
Y luego están las organizaciones que se dedican a “facilitar” esos tránsitos, y no hay más que ver los precios que se dicen requieren a los que posteriormente serán esclavizados, violados, asesinados, siempre según las informaciones que nos llegan, y a las que nadie al parecer pone coto, que es más fácil dejarles abrir cuentas en Gibraltar, Jersey, Ginebra, o donde sea, que utilizar recursos de occidente para perseguirlos de forma eficaz, que por cierto, se puede, seguro que en esta época de tecnología desbordada, se puede.
Pero sigue habiendo madres del cordero por ahí ocultas, algunas con siglos de existencia, que se remontan a cuando los europeos decidimos repartirnos África, esto pa ti, esto pa mí.
Y cuando la cosa de la soberanía en forma de provincia, de territoire d’outre mer, o cualquier fórmula de mierda que justificase el expolio, nos pareció poco vendible, pues se retira uno del poder ejecutivo, para transformarse en el poder fáctico.
Que a ver si los gabachos van a renunciar a las condiciones comerciales de expolio que mantienen con su Afrique francophone, o los belgas, o los alemanes, o hasta nosotros los iberos, sea en versión española o portuguesa.
Y me dicen las organizaciones humanitarias, que los cinco aduaneros españoles son poco menos que la policía de Idi Amin, que actúan con una ilimitada e inusitada violencia contra los doscientos que se les vienen encima.
Y me pregunto yo, por qué los comentaristas no claman una a una y por su orden con todas las madres del cordero, incluídas las organizaciones humanitarias esas, que sin el tráfico humano del que se quejan no sobrevivirían, que nadie les haría donaciones, ni en las colectas callejeras, ni los países que quieren lavar su cara, ni los bancos que más aún, ni siquiera las grandes compañías, multinacionales que prefieren se hable de lo brutos que son los guardias españoles, y no de los muertos del día de la explotación de Koltán, o del dinero que lavan gracias al comercio de lo que quieran, oro, diamantes, petróleo, Ferraris.
Así que no me mareen unos y otros con estas campañas hueras, que no son más que cortinas de humo para tapar los más innobles comercios que este fenómeno da en el mundo africano.
Así, que propongo, en primer lugar educar a la gente en origen, organizar de forma adecuada el reparto de la riqueza en origen, de nuevo, recordar a los países que toda esta gente atraviesa que está en sus manos evitar que esto ocurra, y si no lo hacen, es por razones económicas, ninguna otra. Ni religiosas, ni políticas, solo económicas para enriquecimiento de unos pocos que además, en demasiados casos, actúan de representantes o delegados de intereses occidentales.
Propongo también las inversiones necesarias para evitar que esto ocurra, pero no hablo de instalaciones aduaneras más sofisticadas o desplazar a la Legión al Tarajal, si no, de nuevo en origen, que no conozco a nadie que de alguna forma haya venido de esas tierras, y que no esté soñando en volver a su amado país de origen, claro que en condiciones dignas.
Así, que por favor, dejen ya de joder con la pelota, manden a esta gente en bussines a Estocolmo, y que les den allí lo necesario para llevar una vida digna, o en Marbella, que aquí también se está bien, aunque ese año muchos de los que están metidos en el negocio, no puedan cambiar el Ferrari.
¡A tomar por culo!

De Luciferes y exorcismos

Dicen que cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo, y es posible que sea verdad, aunque como Lucifer que soy, prefiero llevar la luz que la muerte, aunque sea el sujeto pasivo una de esas moscas cojoneras de setiembre en el campo de golf de La Herrería. Que es para matarlas.
Así, que lo mejor que hay que hacer es mantenerse ocupado, que yo soy de los que lo resisto todo menos las tentaciones, como decía el lema de una vieja camiseta.
De pronto, como voy haciendo las cosas sin darme cuenta, me encuentro leyendo un libro sobre la existencia del demonio, y escuchando, uno a uno, claro, dos programas sobre exorcismos, y por ende del Diablo.
Como no quiero ofender a nadie, voy a utilizar todas las acepciones y nombres de Belcebú que se me vengan en esta entradilla de la bitácora, que el terreno es resbaladizo, y si alguno de estos Cojuelos se te cabrea te hace un roto, y encima se ríe.
El mundo daemónico tiene su aquel, qué diantres, viene dando la lata desde que el mundo tiene memoria, y ha dado juego hasta aburrir a unos y a vender libros a otros, aunque el punto fuerte siempre ha estado en la potestad de apechuscar a la peña, y así convencerles que el estar protegidos del Maligno, poniendo un buen óbolo en el cepillo de la parroquia, es la mejor opción.
Dicen los que saben de estas cosas, que demonios (sin admiraciones por el momento), se han reconocido desde Sumer y Mesopotamia, que no hay más que darse una vuelta por el British Museum, para ver máscaras que intentan el apechusque general, con beneficio para chamanes, sacerdotes, y cualquier otra rama del saber (ganar dinero, claro) que sepa defender a la pobre viudita de tamaño Engendro.
Y eso, que ahora nos viene el papa, y nos dice que de diablo sin mundo y sin carne, nada de nada, y del infierno ni se habla, que han cerrado las calderas de Pedro Botero, y me lo han desahuciado. Creo que le echaron ginebra los del Opus en el cuenquito de mate de aquella mañana. Pero lo dijo, poniendo en riesgo uno de los grandes chantajes de la historia de la Humanidad.
Aunque nos defendemos por estos pagos diciendo aquello que el mayor triunfo del Maligno es convencer al mundo de su inexistencia, empiezo a creer que en todo esto hay gato (negro) encerrado, que me lo dice Francisco, y hasta Don Iker Jiménez, que vive de esas cosas, anda intentando demostrar que las manifestaciones demoníacas que en demasiadas ocasiones han terminado en un exorcismo, no son más que un síndrome producido por la reacción inmunológica del organismo a un teratostoma, que puede alojarse en los ovarios o en la cavidad uterina de pacientes, (se reconoce hoy como Síndromede la encefalitis antirreceptores NMDA).
Y lo malo, es que Don Iker, cuando se pone serio, se pone serio, que te rebusca en las bandas sonoras de El Exorcista las partes más truculentas, mientras el “Tubular bells” suena de fondo, y a la vez te dice, que de truculencias nada, que es un síndrome diagnosticable y tratable.
Entonces lo de Mefistófeles, una broma del amigo Goethe, ¡pues sí que andamos apañados!, que uno a ver a quién va a pedir el amor de la dulce Margarita, con más años a la espalda que Matusalén. En fin, que si andamos en esas habrá como siempre que echar mano de la cartera, que ya no se respeta nada.
Y además en estos tiempos de crisis laboral, que la Iglesia, al final, había llegado a la decisión de incrementar el número de exorcistas de las diócesis españolas, nos vienen con estas historias técnicas. Vaya faena.
No sé si mis amigos esos que diseñan kits de diagnóstico de casi cualquier cosa han llegado ya a diseñar el bonito porta de plástico que, al añadir una gotita de suero de paciente, tras airear dos minutos, te salen dos líneas azules paralelas en la ventana de resultados, si se te ha metido dentro Pedro Botero.
Y es un lío inmunológico. ¡Pues vaya!, que no sé lo que pensaría el extinto Padre Fortea de todas estas cosas, o el mismísimo Padre Karras de la novelita, pero un teratostoma…¡por Dios!.
Ya saben ustedes, que a mí el tema femenino siempre me ha gustado, y además no he sido partidario nunca de esas cosas de la igualdad de sexos, que nosotros los nobles varones para llegar a su altura debemos trabajar mucho aún. Pero eso es harina de otro costal, que si para los diablos masculinos hemos necesitado cientos de nombres, que solo el de Asmodeo no nos venía, las damas con un solo nombre, han definido perfectamente a su emperatriz del mal, la primera madre, la responsable del ombligo de Adán y de Eva, la gran Lilith .
Y no parece que Lilith ande en estas lides, que bien dijo Francisco, que el Cojuelo existe, eso sí desahuciado de su infierno que parece no pagó el último plazo de loa hipoteca, pero como con estas cosas del sexo, la Iglesia se la coge con papel de fumar, nada nos dice de las diablesas, o de la diablesa, y a lo mejor está ahí el meollo de la cuestión,
No a mí, al gran Lucifer, no me preocupa, porque ya me he dado cuenta que mi oficio de llevar la luz, ha desatado inquietudes en gentes que a lo mejor temen que el saber se expanda, que al fin y al cabo, bien que las doctrinas religiosas han luchado siempre por guardar el secreto de las cosas, la luz debe salir siempre de paseo. Ya me gustaría a mí poder repartir la Luz de verdad, y dejarnos de una vez por todas de esconder el polvo debajo de la alfombra, como han hecho siempre las criadas de pueblo.
Pero no es el caso, que a mí la luz, me suena a libertad y en mi modestia seguiré dando la matraca, aunque me digan que soy una forma de encefalitis provocada por una reacción autoinmune contra un posible teratostoma, que es de lo más vulgar que he leído, que a mí, a Lucifer siempre le gustó el frac, y el Clos du Mesnil bien frío.
Así que recuerden ustedes, el diablo no existe, de la diablesa no hablamos, pero haberlos haylos.
Buen viaje a los infiernos, amigos

Noticias de agosto

Llevo varios días, casi tres semanas sin ver un informativo en la televisión, vamos, ni para que me digan el tiempo que va a hacer a las veintiuna cuarenta y siete en Revirillos del Encinar, nada, ni atletismo, ni jumbo, nada de nada.
Y parece que a uno se le viene una paz interior que ya quisiera fuese el estado natural de la tarde a la noche.
Cierto que algún “parte” en la radio ha caído, y ojear la prensa, a nivel de titulares, también, que una cosa es no ver la tele, y otra muy distinta es bloquear absolutamente todos los intentos de manipulación que con tanto cariño nos preparan los poderes fácticos, esos que tanto le gustan a Don Santiago Camacho, cuando se pone conspiranoico.
Craso error, que al final sale siempre algo que te devuelve a la realidad de forma abrupta, y a ello voy.
Y es que me sale un pollo del P.R.I. mexicano, diciendo que los únicos que pueden parar el populismo en aquella bendita y dura tierra, son ellos, y que no le toquemos demasiado los cojones con eso de la corrupción, que es algo de generaciones.
Menos mal que no soltó que la corrupción llegó a México de la mano de los gachupines, que a lo mejor llevaba razón, y que nada hay que más honre a una potencia colonial, como fue la nuestra, que inculcar en lo más profundo de los pueblos colonizados lo mejor de nuestra cultura.
Y es que parece que nosotros recibimos también esa herencia, y de manos del Imperio Romano, que los de Celtiberia, antes de la llegada de las legiones, si eran corruptos, no nos acordamos.
Así, que el clientelismo que se deriva de la influencia y del poder de las grandes familias (la familia lo justifica todo), se introdujo, con pocas dificultades, diría Don Juan Eslava Galán, hasta las cachas de esa Hispania que aparecía.
Y en mi paseo por las páginas del mismo periódico, o quizás alguien desde la radio, me recuerda, que a lo mejor, en sitios donde el Imperio Romano no llegó de primera mano, aunque sí lo hizo el británico, afloran ahora unas formas de corrupción, que no sé yo si lo son, y no sé bien lo que demuestran, así, que juzguen ustedes.
En Kenia, parece que va a haber elecciones a no sé qué, que poco me importa, y como Price Waterhouse dice que es el tercer país más corrupto del mundo, resulta que una encuesta revela que más del sesenta por ciento de los encuestados, afirma que su sentido del voto estará determinado por el dinero que le ofrezca en mano el candidato de turno, que de promesas nada, que diez pavos son diez pavos.
Pues no es mala idea, que por lo menos sacan algo, que las promesas de haga Kennyata, luego de ser elegido se las lleva el viento, que los vaivenes de la geopolítica son impredecibles, así que más vale pájaro en mano.
Si por estas tierras se hubiese hecho lo mismo, (y no descarto que algún intento se haya hecho, que aquí al pater familias se le llama cacique), a lo mejor Podemos no hubiera cerrado ejercicio con once millones de euros de beneficio, y estaría gobernando, que los pobres Pperos, cerrando con pérdidas, mira donde están.
Pero bueno, la experiencia es un grado, y ya irán aprendiendo cómo se lubrican las voluntades, que seguro lo llevan en los genes, y no tienen puesto a punto el RNA de transferencia. Todo llega.
Y si no que se lo digan a un tal Don Francisco Verdú, banquero él de profesión, que en la última del País comenta en una entrevista que cuando le ofrecieron las famosas tarjetas negras esas de los Blesas y los Ratos, él dijo…¡Vade retro!, y además se permitió aconsejar a sus conmilitones que no las usaran, que eso siempre deja rastro, y es una forma de ganar pasta muy fea, que os van a sacar los colores….¡como si no lo supieran de memoria!.
Pero el tal Señor Verdú, nos lo explica muy bien.
-Es que ninguno de los del consejo “negrero”, venía de la banca, y claro esas cosas no se dominan.
Claro que el señor Verdú, ganaba 2,6 millones de euros en una Caja Madrid con once millones de clientes y una larga trayectoria profesional, y lo que no pensó es que los pobres políticos son los verdaderos eventuales en el mundo laboral, que se juegan la elección, y se quedan sin ganar el ciervo medalla de oro, como no trinquen deprisa.
Claro que el señor Verdú, que firmó la salida a bolsa de Bankia, dice que tenía todos los pronunciamientos a favor, de Banco de España, de Hacienda, de auditores, la bendición apostólica, y no sé cuántas cosas más, y que le vinieron deprisa y corriendo, que el gobierno apretaba.
¡Chaval!, si eres, como dices economista, y ganas dos millones seiscientos mil euros al año, entre otras, tu obligación es conocer el balance de tu entidad, al céntimo y de memoria.
Pero menos mal que esto ni es Kenia, ni es México, ni siquiera el Imperio Romano, que este es un país serio donde la corrupción se persigue como en ninguno, lástima que el caballo esté cojo, y sea viejo, pero es lo que nos pusieron en el último concurso público, que teníamos unas comisioncillas pendientes de liquidar, pero todo con gran transparencia, desde luego.
Habrá que tener cuidado cuando se acerque uno a ver “La Canallesca” de las mañanas, que aunque no tenga la fuerza de las imágenes del telediario, se te va metiendo poco a poco, y te hace entresacar cosas que no sé yo si me acabarán metiendo en un lío, va a venir La Congregación para la doctrina de la Fe, y me va a hacer un roto en la Bitácora. Que estas cosas las carga el Diablo, de quien por cierto, tarde o temprano habrá que decir algo.
Sigan pues sus gracias disfrutando de este veranillo piojoso, engorden sus dos kilos sin despeinarse, y no se olviden nunca, nunca, que su voto vale dinero, mucho dinero, y que lo de los keniatas es una opción.
Con su pan se lo coman

Ciencia infusa

Tengo que hablar con mi amigo el transhumanista, que hay una cosa que me trae a mal traer con esto de que todo lo tenemos al alcance de un click, y a mí me está empezando a entrar el apechusque.
Seguro que mi amigo me quita el susto de golpe, que es muy leído, y además comunica que da gusto, pero, no sé yo, no sé.
El otro día, con esto de los algoritmos de las perras, que uno en vez de dárselas al calcetín, se la dá a las Matildes, se me dio por darle al cacumen.
Y es que a mí me gusta leer, sé que es una tontería, pero me gusta, ¿qué queréis que os diga?, y además aunque de natural uno entiende poco de lo que lee, el vicio es el vicio, y si hay que pegarle a Gogol, pues adelante, que si es Borges, sea, que es Páramo, que si es Gabo, que si es King….yo qué sé. Todo para el coleto, luego ya preguntaré a los ilustrados para que me expliquen lo que quería decir el autor, pero el vicio, es el vicio.
Y lo que me vino fue, que el oficio de escritor, tiene los días contados, ¡una pena!, y no porque les pirateen los manuscritos de mala manera, ¡no! ¡que va!, mucho peor, que el nuevo autor universal, me parece que va a ser un algoritmo insertado en un sistema de Inteligencia Artificial.
Otro de mis amigos, que le da a esto de las ecuaciones y los algoritmos con una soltura envidiable, seguro que si le pido que meta en una base de datos, o donde a él le dé la gana, que aquí no estoy para decir a nadie como hacer su trabajo, todos los idiomas que se le ocurran con su María Moliner adjunto, claro, los estilos de escritura de los grandes, de los medianos y de los pequeños autores de la literatura universal, junto con los conocimientos necesarios que ya están disponibles hasta en la Wilkipedia, dé unas instrucciones usando el algoritmo adecuado, y permita que el chip, que el transhumanista me ha implantado, diga:
-Quiero una novela épica, al modo de Chretien de Troyes, pero que hable de un futuro en un universo paralelo donde Stalin se haya convertido en el Papa negro. Digo yo, sin apretar.
Y en el microsegundo siguiente ha sido transmitido a mi chip cerebral, y de ahí a las áreas de cognición de mi cerebro. Si me gusta, asunto concluido, si no, pues a pedir otra cosa, y ese tocho, a la papelera de reciclaje….¿Está usted seguro que desea deshacerse permanentemente de este archivo?
-¡Que, sí, coño!¡Que sí!. Y asunto concluido. Pero claro el placer de leer en papel de estraza el Paraíso Perdido, nos va a parecer mucho más áspero de lo que es, y es que los humanos en cuanto nos ponemos a no hacer nada, no hay forma de parar.
Huele a ciencia infusa, dirigida, claro, y por el momento, del precio no se habla, y el que a uno le dirijan en los conocimientos que hay que adquirir no hay novedad, que el dirigismo y la manipulación intelectual es de las técnicas más desarrolladas por esta humanidad en la que hoy nos encontramos.
La verdad es que no sé qué pensar, que me había hecho a la idea de que la cosa de Bradbury en su distopía de Farenheit 451, tenía visos de realidad futura, pero está claro que hay nuevas posibilidades en el horizonte, todas ellas inquietantes, yo que quería ser El Don Apacible de Sholojov (mayormente por joder a la peña)….en fin, pelillos a la mar.
Ahora me veo en la tesitura de llamar a mi amigo transhumanista, e invitarle a cenar, (menos mal que es parco en la mesa), para que me explique qué vamos a hacer con una humanidad que posea todos los conocimientos disponibles como parte de su cerebro, aunque esté en “la nube”…(nótese la sutil diferencia de no usar el plural “las nubes”).
Quizás haya que desarrollar sistemas de manipulación adecuadas a las necesidades de los poderosos, que si no todos vamos a querer ser Tito Trump, y eso sí que es imposible, bueno, no del todo.
Que también me han dicho, que con la adecuada manipulación genética, podemos ser quién queramos, que con tomar el modelo de ADN adecuado, me sale la voz de Plácido, con las tetas de la Loren, por lo menos, que pudiendo ser quién uno quiera, para qué conformarnos con menos.
Muy preocupado me tiene la cosa, que empezamos por modificaciones del genoma, para evitar que neonato ande con una de esas más que jodidas deficiencias, y acabamos todos de portada del Play boy o del Man, y lo que es peor, publicando en Nature, en Lancet.
¿Pero qué digo?, ¿publicar?, no, no, las cosas ya no van a necesitar publicarse, que todo será infuso, que diseñaremos lenguajes de transmisión de conocimientos de rapidez y precisión impensables, y a lo mejor hasta la cosa se hace universal…¿a que no?.
Así, que he decidido, mientras mis amigos concluyen sus vacaciones trashumando…bueeno eso, y algoritmando, aprovechar y volver a leer a Von Eschenbach, a Lagerloff, a Paz, a quien haga falta, que hasta me va a apetecer leer a Burton, que llegar hoy a las fuentes del Nilo, es cuestión de la agencia de Viajes de “El Corte Inglés”, (en agosto precios más bajos), y puestos a pedir, les diré que la cosa no se circunscriba solo a la literatura, y que me dejen implantar en mi cerebro (sobre los hombros o en la nube), mi versión de Juego de Tronos, que tampoco es mala cosa, que esta noche no tengo nada mejor que hacer, que aún no ha empezado la Liga.
Ya os contaré, que el silencio de La Cerdanya produce estos monstruos, aunque como tengo el tee del uno cerca, cada diez minutos tengo que soportar el clik, y alguna imprecación del jugador de turno saliendo con el drive.
Pero es lo que tiene el uso desmesurado de la chaise longue y del tee del diecinueve.
¡Garçon!, S’il vous plait, ma bouteille de Krüg…bien froid.
Y es que no queda champagne como el de antes, que se lo beben los infieles, que a todos nos gusta transgredir.
Es lo que tiene

¡De turismo!

Nos encanta cabrearnos, y es que además no lo están poniendo fácil, ¡qué digo fácil, facilongo!, que a lo mejor es por esas cosas del calentamiento global, que nos pone la piel muy fina, y al oso (Ursus maritimo), del zoo de Budapest, le hace abrazarse a un cubito de hielo de su tamaño.
Y todo esto, porque en algún momento del siglo pasado, alguien debió cabrear a los dioses, y estos nos concedieron el deseo de poder hacer turismo, es más, de que los turistas viniesen a visitarnos, y no supo establecer con cuidado la letra pequeña del deseo, que para los dioses es un contrato.
Yo soy un nostálgico, de los de verdad, del tipo Don Guido mayorzón, que me encanta hablar de las tradiciones, y repintar los blasones, que mi querido hermano Antoñito, para eso era muy fino.
Y claro, echo de menos viajar como lo hacían los ricachones en los albores del siglo pasado, cuando llegaban a Estambul después de haber desayunado con una copa de Clos du Mesnil (luego le pusieron el Krug delante, y ahora se lo beben los infieles) en el coche restaurante, antes de que les recibiera en la estación esa, que está cerca de Emimonu, los coches de caballos que les llevarían al hotel por las cercanías de la torre Gálata, al Pera Palace.
O de aquellos otros que se subían en un barco precioso, de esos que llevaban un par de ruedas a cada lado y a remontar el Nilo hacia Luxor y Assuan. Obviamente tras haber dormido en el Oberoi, y asistido a una espectacular representación de Aída junto a las pirámides, cerradas para aquellos turistas, y rendir viaje con una fiesta de bienvenida en el Old Cataratas (hoy un Puto Sofitel).
Y luego a pasar el verano en Baden-Baden, o acercarse a Bayeruth que para ellos siempre había una buena entrada, que los Ciclos del Anillo, había que verlos.
Parte del verano, claro, que a la hora de la playa, ni siquiera era necesario ir a Cannes o a Saint Tropez, ni mucho menos a Cap Ferrat, con quedarse en la villa de la Promenade des Anglais era suficiente.
Una pena, que a Paris no se iba de turismo, se iba de escapada romántica, a cenar en Maxims y a fornicar a la Rue Rivoli, a la Place Vendome o si no se necesitaba discrección a casa de Pepe, que era embajador y un cielo.
A Roma se iba a rezar, que es lo que mandan los cánones, y a que las notas de sociedad del periódico local, te sacasen con tu chaqué más fino, y la más bella mantilla en la cabeza de ella, que luego te servía para procesionar detrás del Nazareno de turno, aunque eso es ya harina de otro costal.
A Venecia iban los escritores alemanes de relumbrón, a morirse de asco o de cólera, y a Florencia, ¡ay! a Florencia.
Fin de año en Viena, a la suite del Imperial, y al concierto de los Strauss en el Musikverein, para sentarse al lado de los Spencer, que solo se duermen cuando lo de la marcha Radetzky, que son muy suyos.
Y así una a una, a Londres ibas al Covent Garden, y al té del Ritz, que habías quedado con los Stewart, que son un encanto, y de paso comprabas o vendías algo, pero sin exagerar, que ibas al té, no al negocio. Y si te invitaban a una batida de zorros, o a un partido de golf por Windsor, echabas el día a perros, y a otra cosa.
Nuestro sur hispano quedaba para Merimeé, luego para Hemingway, y esa fue una peligrosa señal que no supimos leer, y al final, para las suecas de mi adolescencia, que nos dijeron habían venido a desvirgar Juanillos, y como siempre, de lo dicho, nada.
Luego quedaba lo exótico, que había que ver el Taj Mahal, que había que cazar todo lo que se moviese por tierras keniatas, o a que en lunfardo, algún pibe, en el viejo almacén le tocara el culo a tu santa con la excusa de enseñarle unos pasos del bailongo innoble.
Ya no era turismo, pero el viaje a Nueva York, para discutir con los Morgan, los Roquefeller, los Vanderbilt, de nuevas operaciones financieras, era lo que se llamaba desplazamientos laborales, y de eso no vamos a habalar ahora
Y alguien diría, que todos los principios son difíciles, y no, lo que está siendo difícil es trasegar el lío que se ha montado con eso de facilitar los desplazamientos de todo el mundo a todo el mundo….que no esté en guerra, claro, o que no estándolo se pongan plastas en las fronteras.
Así que en España, nos inventamos Benidorm, llevamos a las parejas de recién casados a Palma, para que en Europa viesen lo bonitas que eran las cuevas del Drach, le sacamos brillo a Gaudí y al modernismo en mi pueblo, se organizaron Festivales en Venecia, en Cannes, carreras de coches en Montecarlo, paseamos a Audrey Hepburn y a Gregory Peck en Vespa y con pañuelito en vez de casco por la Fontana de Trevi, John Wayne enseñándonos el mundo de la caza en aquella cutre historia de Hatari, y claro, pasó lo que pasó.
Que de pronto en Estambul, se habla más inglés que turco, que al bazar hay que entrar cogiendo número en la puerta, que Topkapi, desde lo de la Mercouri, (y siendo ella griega), hay que entrar haciendo cola.
Que en la Quinta Avenida te encuantras a Jordi y a Marta, eso si, a la salida del Roquefeller center, que las cosas tienen sus límites, que los leones del Serenguetti, los crían en Zimbawe, y hablan cuatro o cinco idiomas, y todo el mundo a vender lo que tiene a quien viene y no entiende ni los precios, ni las costumbres, ni el idioma. Hay que hacer el agosto, y si te descuidas los once meses restantes de la misma tacada, que una vez puestos…
Y hoy, parece que el dueño del restaurante de la vía degli Schiavonni, el taxista del Prat, o el joyero de la judería de Palma, se cabrean como monas, porque tienen más clientes de los que necesitan, que ese tipejo de Ryannair, los vomita en su calle a razon de dos mil la hora, y para la lata que dan, poco dinero dejan, y además alquilan por dos noches el piso de la vecina del quinto, y uno se despista por la mañana y no ve a su vecinita de siempre haciéndose el moño.
Y es que todo el mundo quiere ser viajero, que el mundo se ha transformado en un parque temático, y los cristianos viven al lado del tunel de la risa, o del terror.
Además con esto de las nuevas tech., de la globalidad y de las cuatro perras por ir de aquí para allá, hemos decidido todos viajar, y no lo estamos haciendo, por mucho que El Corte Inglés nos venda los pasajes, lo que hacemos es desplazarnos para subirnos en esa nueva montaña rusa que se llama Tour Eiffel, que se llama Sagrada familia, que se llama…su pastelera madre, que nadie nos dijo que el viaje no es llegar, que el viaje está en el camino, como en el juego de la Oca, al que tanto jugamos, y al que tan poco comprendemos. Que cuando llegas, no hay nada, bueno, si, hay un nuevo comienzo de partida.
Pero claro, es que si el viaje consiste en llegar al puesto de control de seguridad del aeropuerto del Prat, ese turismo canalla de hoy ha hecho de todos nosotros mitad peregrinos, mitad penitentes de Semana Santa.
Buen viaje

Crear o retocar

Muchos de los que de vez en cuando me hacen el honor de pasear la vista por estas líneas deslavazadas que me empeño en añadir cada vez que me acuerdo, en esta mi Bitácora, sabéis que me gusta la ópera.
De hecho mientras estoy escribiendo, escucho el voi que sapete, con el que Cecilia Bartoli me está alegrando la tarde.
También me habéis, posiblemente, leído en alguna ocasión ciscarme en todo lo ciscable, cuando algún iluminado se empeña en enmendarle la plana a cualquiera de los grandísimos autores con los que ese mundo se ha ido haciendo poco a poco.
Recuerdo hace un par de años, que andaba yo en un barco destartalado por la cuenca boliviana del Amazonas, y surgió una discusión amable con un pollo que navegaba en el mismo trasto que yo, a propósito de las barbaridades que nos regalaban a veces en los escenarios tantos y tantos iluminados que no siendo capaces de escribir nada audible, se dedican a liarla parda, a costa no solo de los que pagamos religiosamente parte de la entrada, si no de la pasta que del erario público dedica a fomentar el tal espectáculo.
El muchacho, y digo esto porque era bastante joven, andaba de viaje con su chica, y debía ser francés, belga, o algo parecido, siendo el caso que vivía en Bruselas.
¡Ay! La Monnaie, el teatro que nos mandó al pobre Mortier a nuestro Real, y que casi consigue echar a todos los abonados, de esos antiguos, como las sayas de Isabel II.
Y este hombre mantenía, que cuando se nos desmadraba el Bieito desarrollando una Carmen en un bar americano, por poner un ejemplo, lo que hacía era dar vida a un espectáculo, que si no se estaría cayendo de viejo, y al que nadie asistiría.
Las veces que he tenido que soportar, cada vez que iba a disfrutar de cualquier Wagner, un ataque frontal a la sensibilidad que si no me llenaban el escenario de uniformes nazis, parecía que no era adecuado.
Hasta llegar a ver morir a Violeta de tuberculosis en el escenario, con la penicilina inventada. Y es que al director de turno, le pareció de lo más excitante llenar el escenario con muebles nórdicos de la década de los setenta del siglo pasado.
Decía yo, si al menos Violeta anduviese con un un contaje del virus de la inmunodeficiencia humana, de trescientos mil, por lo menos, y los CD4 por los suelos, aún, que le colocas un buen microorganismo oportunista, y cosa hecha. Pero tuberculosis en el Paris de los setenta, con gente de posibles.. ¡por Dios!.
Y así van las cosas, aunque hay que reconocer, que últimamente desde la desaparición de Mortier, las cosas en Madrid han vuelto a los cauces que mi compañero de viaje en la Amazonia, detestaba.
Y es que al final, y salvo los frikis de turno, que se pirran por estas cosas, al más de la gente, los que somos lerdos, nos apetece, como a los niños que nos cuenten el mismo cuento cientos de veces, y si no0s cambian el final o nos alteran la escena, no lo entendemos, y esa noche no nos dormimos.
Este año, las primicias que se van presentando, auguran alguna tormenta, que parece se está presentando por Centro Europa, una Clemenza di Tito, arriesgada, dice la nota de prensa, y en Perelada acaban de llevar a Cio Cio San, al Nagasaki de la bomba americana…. Ya la veré, y como soy de los que pago, me reservo el derecho al pataleo.
Y es que yo soy de los de “No le toques más-así es la rosa”, aunque hay que reconocer que el fenómeno no se circunscribe únicamente al mundo de la ópera, parece que reinterpretar las obras maestras, o es buen negocio, o una prueba de la falta de imaginación reinante, que Coppola no necesitaba llevar El corazón de las tinieblas a Vietnam, que no sé si a Conrad le hubiese gustado la idea, a lo mejor sí, pero lo dudo.
Y me pregunto yo las consecuencias que tendría si alguien, por ejemplo, decidiese llevar El Rey León, a la selva de Wall Street, o al congreso de los diputados de cualquier país. ¡Guau!, menudo impacto.
Pero claro, ahí hay cosas que se llaman derechos de autor, propiedad intelectual, cosa que ya ha caducado en el mundo operístico y ¡todo el monte es orégano!, así que ponemos un Woyzec, al que me porculizan en escena mientras canta con todo su sentimiento el aria de turno. ¡No me extraña!.
Ya he tocado este asunto en alguna que otra entrada, y cada vez que me da la cosa en la cara me dan ganas de insistir, porque al final me duele la falta de creatividad, que no puedo concebir La Verbena de la Paloma, en el carnaval de Río, mire usted, aunque mi amazónico compañero insistiese en que ese era el camino.
Claro que la cosa cambió, cuando le recordé que casi desde Puccini, no se ha estrenado una ópera de las grandes, y todos y cada uno de los autores concibieron su obra de una forma única que la hicieron inmortal.
Sugerí, ya puestos, que hiciese una Gioconda desnuda, a ver si la colgaban al lado, en el Louvre, o tapasen a la impúdica Simonetta Vespucci, que se puede nacer Venus, con un suave velo que lo tape todo. No creo que en los Ufficci lo pusieran en sitio de honor.
Así que como no tenía ganas de discutir, y la tripulación no se enteraba, que el abogadito de la UE, hablaba en francés conmigo, pensé que lo mejor era comprar otra cerveza, y escuchar en mis auriculares unas cuantas arias de Pavarotti, de la Callas, o esa Casta Diva de la Caballé, que en Salomé nunca me emocionó la mujer, y devolverle a su chica al bruselensis.
Y eso es todo amigos, que una de las pocas versiones que nunca me molestaron fue la que Simon and Garfunkel hicieron del villancico navideño de “Noche de Paz”.
Acababan hablando de Richard Nixon, y no me molestó.
Con su pan se lo coman

Un cuento de verano

Doña Crucifixión del Santo Amor, estaba con ganas de cagarse en todos los Santos, y el hecho de que fuera devota de San Cayetano, y siendo estos sus días, prefirió un doloroso aguante, que en un tris estuvo de ascender en el escalafón para sus escatologías, que estas cosas cuando empiezan, no hay quien las pare.
Y todo por un quítame allá esas pajas, temas con la nuera, que esto empieza por un yo creo y acaba vaciando luparas en tripas ajenas.
Ella, Doña Crucifixión del Santo Amor, que con tanto esfuerzo parió a su Juan de Dios de Todos los Santos, no entiende nada, y no sabe qué es lo que más le cabrea, si no entenderlo, o que esté pasando, que para eso, una no aguanta el peso, noche tras noche, del cabestro de su santo esposo, en pos de la preñez exigida, que la fábrica necesita un hereu.
Y aquí está ella, cumplidora y orgullosa de que nadie nunca la haya visto desnuda, que esas son cosas del diablo, y su Juanito, que se llamaba solo así, que no tenía abolengo, que lo que tenía eran duros, nunca le levantó el camisón más que lo necesario, siempre con la luz apagada, que la lujuria es mala consejera, además ella ponía el abolengo, y quedó todo muy claro en las capitulaciones matrimoniales.
Y que después de los sacrificios de educar a su Juan de Dios de Todos los Santos, con dedicación, con esfuerzo por hacer el trabajo al que se había comprometido por escrito, las cosas vinieran de la forma que lo están haciendo, no le parece justo a ella, a Doña Crucifixión del Santo Amor, que no, que no hay derecho.
Que para eso, que para saberlo, se hubiera dejado hacer cualquier cosa por aquel tenientillo de granaderos, que su padre no quería ver ni en pintura, que pinturero era, pero parecía sacado de una de esas novelas rusas, en la que los tenientillos de húsares acababan arruinados por el juego, o con las tripas en la nieve por un mal duelo, por un as en la manga equivocada, o por tocarle el culo delante del regimiento a la hija del comandante.
Ese sí le parecía un hombre, y a su padre también, pero estaba más pelado que el palo de la bandera, y su padre no quería un hombre para ella, quería dinero para seguir saliendo a cazar con sus amigos, quería dinero para mantener su palacete y a dos querindongas que le entretenían las noches que no tocaba francachela con los viejos amigos de su marchita nobleza arruinada.
Cierto que Juan de Dios de todos los Santos, nunca supo de los sueños de su madre, Doña Crucifixión del Santo Amor, y tampoco hacía falta, que las madres son siempre modelo de sacrificio, sacrificio de aguantar día tras día a su Juanito, tan preocupado siempre con el negocio, con la fabriquita de paños para camisas, que tenía en aquella colonia que el mismo fundó a orillas del Llobregat, por aquellas tierras de la carretera de Manresa a Berga.
Y es que su Juanito fue un innovador, que su competencia sacaba la energía del carbón, y a él se le ocurrió poner una turbina y aprovechar la fuerza del río.
Y eso le hizo rico, pero su vida no estaba con Doña Crucifixión del Santo Amor, y eso era un alivio, que su corazón estaba en la milicia.
Una amiga, de esas que si se muerden la lengua fallecen envenenadas, le contó que su tenientito, acabó como Don Guido, que fue a casarse con una doncella de gran fortuna, y que con tanto dinero no la recordaba ya.
A Doña Crucifixión del Santo Amor, no se le rompió el corazón, que bastante tenía ella con conseguir la preñez, y liberarse del peso nocturno de su Juanito.
Temía, Doña Crucifixión del Santo Amor, las salidas de negocios con señora que su Juanito le exigía, que tenía que enseñar mujer de alta cuna, para conseguir un buen precio para ese telar nuevo inglés, de Manchester, por lo menos, y que con el agua del río ayudando, le permitiría seguir financiando el fornicio extraconyugal de su padre.
Toda una vida de sacrificios, que en aquellas comidas, en cuanto se dejaba de hablar inglés por aquello de los negocios, y que a Doña Crucifixión del Santo Amor le parecía una vulgaridad, que a ella en las teresianas de la Bonanova, le dijeron siempre que había que hablar francés, que es lo que se hablaba en las cancillerías, en la ópera, en los salones con clase a los que llegaba ese vino espumoso, francés, claro, que no daba el dolor de cabeza que daba el que hacía el primo Raventós allá por el Penedés.
Y ella, Doña Crucifixión del Santo Amor, hablaba muy bien francés, claro, que con un acento argelino de lo más sospechoso, que nunca nadie supo de donde venía, pero que tampoco importaba mucho.
Lo que más le molestaba a Doña Crucifixión del Santo Amor, es cuando se colaba en las tertulias literarias algún pisaverde de esos de la Reanaixença, inflados de romanticismo ramplón, y que les mentía acerca de las historias de su Catalunya, que ella las conocía bien, y que en el fondo cuando le hablaban de esas ansias de independencia, pensaba lo mismo.
-El Juanito, gana una pasta vendiendo telas para la guerra de Cuba, para la guerra de Filipinas, que aquí no hay ejército, y encima quieren convencerme de que el Abad Oliva mecía la cuna de la nación que nunca existió.
Y la pela ha sido siempre la pela, que de alguna forma fue la culpable de que no se encamara con su tenientito, que tenía que vender virgo, pero de eso hace ya demasiado tiempo.
Y la nuera, le viene ahora a decir que su Juan de Dios de Todos los Santos y ella se van a subir a un barco precioso, nuevecito él, y que les va a llevar desde Southampton a Nueva York, en menos que canta un gallo, que su Juan de Dios de Todos los Santos, va a trabajar en el negocio del petróleo con un tal Roquefeller, de empleado, y eso no podía entenderlo, ¡que su Juanito la había preñado a ella para que el hereu llevase la fábrica de paños del Llobregat! ¡La vida perdida!
Pero lo que más le dolió a Doña Crucifixión del Santo Amor, es que su nuera le soltó:
¡Estoy de lo más contenta, porque la oportunidad la ha conseguido gracias a papá, y él nos paga el pasaje en primera!.
¡Salimos el catorce de abril, y como aún no hemos llegado a mil novecientos treinta y uno, aún somos una monarquía, así que te mandaremos un cable y una postal de Nueva York, que es divino!
Doña Crucifixión del Santo Amor, les deseó buen viaje, claro, y masculló, al fondo del mar, ¡cabrones!.
Y meses después, en agosto, no sabía si llorar la desaparición de su Juan de Dios de todos los Santos, o alegrase de que la zorra de su nuera estuviese también dando de comer a los peces.
Lo que Doña Crucifixión del Santo Amor, tenía claro, es que el tenientito, a lo mejor, tampoco la habría visto nunca desnuda, que total sor Benedicta, la prior del colegio de las teresianas de la Bonanova, llevaba razón, que la lujuria es muy mala, y a su madre la preñó un pollo de Orán.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

Salvapatrias

Esta mañana en una de esas tertulias que pillo por internet, que como todo el mundo sabe no dan demasiado de sí, y menos en estas canículas, que lo que nos sueltan son a cuatro becarios que llevan haciéndolo más de diez años, me ha sorprendido, no mucho, cierto, pero sí un poco, un análisis que a cuentas de la historia de la “Pequeña Venezia”, es decir, Venezuela, han hecho.
El comentario, que hizo el analista, fue establecer un parangón entre Cuba y Venezuela, buscando el origen que dio lugar a la “revolución bolivariana”, y a la revolución castrista.
Ignoro, que no conozco la historia más que por lo que me llega como ciudadano de titulares, si los estereotipos que se plantean son los correctos, pero lo que sí parece es que la Cuba de Batista tenía todos los elementos necesarios para considerar que su régimen era una, llamémosle democracia absolutamente corrupta, en la que según se ha mantenido, se permitió que fuera un “burdel” para solaz de los americanos del norte.
Sea dicho de paso, que los americanos del norte en esas épocas andaban creando burdeles donde podían, y si no vean sus gracias esa cosa que se llama Las Vegas, o esa otra reconocida como Atlantic City.
Y no voy a elevar al tal Batista a los altares, que bien lo echaron a patadas, y otras cien veces lo hicieran.
Claro que los salvadores de la patria, Castros y compañía, lo que hicieron fue machacar al pueblo que liberaron durante los casi sesenta años de satrapía que llevan a cuestas, y las jineteras siguen, las pobres, buscándose el plato de moros y cristianos como pueden, las tiendas vacías, y claro prohibido toser, y no ganes demasiado con el “paladar” que has medio montado en el salón de la casa que se te cae encima la acusación de perverso capitalista, con lo que estás listo.
Pero bueno, todo sea por el pueblo, que como decía el comentarista, tras una democracia podrida, lo que salen son estas cosas.
Y ahí apuntaba a Carlos Andrés Pérez, que llevó a su país a cotas parecidas a las cubanas, pudriendo en una carrera de corrupción, parece, la democracia en Venezuela.
Y como consecuencia, llegan los golpes de estado, de la mano de Chaves, que se les muere pronto, y su sucesor, Maduro, sigue la tradición cubana. ¡Qué digo cubana!, la tradición y punto.
Porque en esta España a la que hemos pateado lo que hemos querido y un poco más, tuvimos una democracia que se pudrió, y a consecuencia de ello, si mal no recuerdo, nos cayeron tres años de guerra, y cuarenta de salvapatrias.
Y por cierto estos salvapatrias, se salvan a ellos mismos de maravilla, a costa de los ciudadanos a los que hay que salvar, y no voy a buscar los paralelismos que están todos encima de la mesa, en la España del dictador, en la Cuba del dictador, en la Venezuela del dictador.
No viví la época de la Segunda República Española, pero la generación que me antecede sí lo hizo, y entre lo que he leído, y lo que me han contado, la degeneración por corrupción fue más que notable, como lo venía siendo desde principios de siglo, por lo menos, que ir más hacia el pasado, no es que me rompa el argumento, pero me lo lía, y aquí en la montaña, muy cerca de donde Jaime Capmany se retiraba a escribir en verano, no estoy para desenredos.
Sé que las cosas hoy no son iguales, que parece que nuestro sistema político está asentado, pero, lo peor es créerlo, que por ese camino puede aparecer otro salvapatrias hispano, y a estas alturas de la película, es lo último que necesito.
Una de las señales que se repiten de aquellos años tremendos, de los que me da, hemos aprendido poco, fue la percepción de un debilitamiento del Estado por parte de Catalunya, y que culminó con los pronunciamientos de Maciá y Companys, que por cierto todo lo que consiguieron fue el fusilamiento del segundo, al que previamente habían abandonado todos sus conmilitones independentistas.
A lo mejor peco de catastrofista, pero el que nuestra sociedad, cada vez que el Centro de Investigaciones Sociológicas nos pregunte qué nos preocupa, y salgamos con que el desempleo y la corrupción anden siempre por la parte de arriba, no me alegra precisamente.
Y es que no puedo dejar de pensar en la Argentina de María Estela Martínez de Perón, que dio paso a una sangrienta dictadura, o en la que se está fraguando, Dios quiera que no, en Brasil.
La sensación que tengo, absolutamente mía, y fruto de lo que me enseña la prensa y el telediario, es que tenemos un país con un nivel de cabreo notable, en el que las instituciones no solo no son percibidas en general como garantes de las libertades, sino como instrumentos de un poder que no mira por nuestros intereses.
Y como colofón, el hecho de estos días, en los que una cierta violencia callejera está de nuevo apareciendo, con la excusa del agobio del turismo masivo.
Y es que al final, son cosas ya vistas, los grupos independentistas (al final gente joven cabreada), quienes lideran con la aparente anuencia de parte del poder, estas acciones violentas que parecía habían desaparecido de nuestro espectro patrio.
Y son todos estos signos los que me preocupan al leer lo que nos cuestan los robos de los banqueros, los precios incrementados de las licitaciones públicas, las trampas permitidas de las compañías eléctricas, los miles de millones enterrados en los túneles de Pajares (más de tres mil, y el AVE, para la década que viene, si llega), las autopistas no deseadas que pagaremos dos o tres veces, los excesos de empresas estatales que no son más que cementerios a costa del ciudadano donde se alimenta a los que pasaron por la política.
Esos miles de millones de euros, que nadie quiere publicar, aunque se conocen perfectamente, son los que se detraen de los servicios que los ciudadanos esperan recibir, o incrementan sus impuestos, o….perjudican al final a todos y cada uno de nosotros.
Así que quizás no fuera una idea demasiado descabellada, que empezásemos a tentarnos la ropa, no sea que estemos sembrando el terreno al salvapatrias de turno, que posiblemente esté haciendo ahora mismo sus cuentas.
Que le bon Dieu vous protège, amen

Caniculares globales

Hace calor en esta España, hace mucho calor, como siempre por estas fechas en las que nos vamos acercando a ese diez de agosto en el que creo se celebra el día de San Lorenzo, el que acabó asado en una parrilla dice, no sé si la leyenda o la historia.
Y sí, aquí el calor tiene sus especializaciones, que si te pilla la calima en Canarias, esa que lleva toda la arena del desierto, y se une a la dulce humedad del océano, tu final puede dejar al del tal Lorenzo en una broma.
Claro que si te pilla un día tonto en Córdoba, no te lo cuento, o unos buenos cuarenta en Alcudia, o…
Y como decía el otro día un podcast de Santiago Camacho, con el que me despepitaba, hace tres años tuvimos un año record de calor, hace dos, otro, y este, seguramente, lo será también.
Nos pasará, decía, como a la rana que murió hervida porque el agua en la que nadaba iba subiendo de forma muy lenta su temperatura, y el animal iba adaptándose poco a poco…hasta que se le desnaturalizaron las proteínas, cosas del calor.
Y apuntaba el bueno de Don Santiago, que a lo mejor a nosotros nos acababa pasando lo mismo, que se nos está calentando el agua de la piscina y no nos estamos dando cuenta, y cuando queramos hacer algo, resulta que tendremos los huevos pasados por agua.
Y a lo mejor la cosa está relacionada con la precisión de los sistemas de medida, que en estas cosas y en otras muchas a veces soy como Doña Euduvigis, o como Don Agapito, que no les hago mucho caso, que no me doy cuenta, que lo que me pasa es que leyendo a Delibes y viendo lo que me dice del campesino castellano que vive de su secano, cuando mira su luminoso y azul cielo que solo le trae moscas y sequedad a su grano, es cuando lo entiendo todo.
Que la Naturaleza es muy suya, y le importa un pimiento que se nos seque el trigo, o que la especie humana siga o no siga, que siempre quedará ADN en bacterias extremófilas, y poquito a poco, evolucionando ya veremos hasta donde vuelve a llegar la cosa.
Parece que sí, que nosotros los humanos, (a partir de ahora “la peña”), algo le estamos haciendo al planeta, mejor dicho, al ecosistema que nos sustenta, que el planeta sigue siendo redondo, da sus vueltecitas alrededor del sol, y sigue en su sitio, que para algo se colocó ahí, o lo colocaron, que ¡vaya usted a saber!.
Cuando me pongo en plan de que otra extinción me importa un carajo, no me aguanto ni yo mismo, pero es cierto, que al parecer no echamos de menos a los grandes dinosaurios esos que dicen andaban por aquí hace sesenta millones de años, y a nosotros, los Ciborg que se alimenten de polvo marciano, y transmitan el ADN envuelto en algoritmos interpretables al órgano, tampoco nos echarán de menos.
Y como buen epicúreo que me siento, diré aquello de que lo que me apetece es pasar el calor lo mejor posible, si en zonas fresquitas…sea, que debajo del aire acondicionado…sea, que conectado al barril de Mahou en vena, pues sea también, que no vamos a ponernos histéricos por unos grados de más, y si reventamos, que al menos sea con una sonrisa.
Porque si la cosa sigue así, reventamos, como la rana a la que le va subiendo paulatinamente la temperatura del agua de la charca, pero la cosa tiene también sus ventajas, que si yo reviento por eso de calentamiento global, delante o detrás vienen todos los que me llevan dando la lata con sus monsergas, sus manías, sus sígueme, sus ¡me gusta!.
Que nos vamos todos al carajo, pues muy bien, que espero no encontrarme en el lado etéreo donde solo viven los espíritus, al Tito Trump, al indepe de turno, al Marianico robapobres, y a todos y cada uno de esos tocapelotas con los que, a la que nos descuidamos, nos amargan los huevos fritos del desayuno, esos que ya no te dan en ningún sitio con puntillita, ni con su gotita de aceto balsámico, como recomendaban los gourmands de los setenta del pasado siglo.
Y si nosotros los humanos tenemos la culpa de esto, ¿qué le vamos a hacer?, en el pecado llevaremos la penitencia, y si no, si es cosa del planeta, que le ha dado un pronto, pues pagaremos los platos rotos, pero por lo menos dejaremos de ver las fotos de la osa blanca con sus oseznos haciendo equilibrios en un trocito pequeño de hielo ártico.
Que los que nos vamos seremos nosotros, sea, pero al parecer, desde que hace más calor de ese, global, por las porquerías que echan los chinos y los yanquies a la atmósfera, la población de osos polares no deja de crecer, y la seres humanos también. Será que el calorcito nos viene bien.
Me dicen aquellos que tienen un concepto antropocentrista de la Naturaleza, que a los calvinistas que comen mantequilla por las latitudes aún fresquitas del Norte, se les va a venir la hembra del Anopheles a picarle en el culo, como si fueran un niño del ecuador terráqueo, y eso es terrible….para ellos que el Anopheles y el parásito asociado, amplían mercado.
De mal aria han muerto emperadores romanos mientras paseaban por el Foro, y todos tan guapos, y ahora el Bacillus cereus, de una variedad puñetera anda limpiando la selva centroafricana de chimpancés. Ya lo siento por ellos, pero es el juego de la vida, que el chimpancé es muy majo, pero el Bacillus cereus hace unas colonias preciosas si lo hacemos crecer en un medio de cultivo específico, de esos que se venden en la compañía en la que anduve unas décadas.
Y si alguien me dice que hay formas de vida mejores que otras, acabaré cerrando el pico, pero lo que mi estupidez ve, es que por aquí de lo único que se trata es de mantener cadenas de ácido desoxirribonucleico en funcionamiento, y si las secuencias no dan un humanita, no importa, dará otra forma de mantener ese secreto que es la vida, y lo que menos debe importar es la forma en que se manifieste.
Así que si la cosa sigue calentándose, haya yo cerveza fría, o buen champagne frío también hasta que se me coagulen los entresijos, que daré un abrazo de bienvenida a los termófilos, y a los extremófilos, que ¡coño!, también tienen derecho a transmitir su ADN.
Con su pan se lo coman

Paz y tregua de Dios

Como colofón al artículo de ayer, leo hoy unas declaraciones muy sentidas del ex-cónsul Sardá Valls, pidiendo las disculpas, quejándose del poco sentido del humor ajeno, y ¡ay!, el llanto de la Bonanova:
– En Madrit (dice el ínclito ex-cónsul) me discriminaron por mi acento catalán.
Patético, que por lo visto, él solito ha debido discriminarse minuto a minuto de su carrera profesional, o es que a lo mejor haciéndose ahora el mártir del centralismo apechuscante, lo mismo el “prucés”, echa mano del tal Sardá Valls para una embajada de la “Nova Catalunya”, en cualquier sitio de relumbrón, no sé, que a lo mejor al nuevo estado me lo reconocen en Nosesistán, y me lo mandan allí.
Estas cosas del catalanismo, a mí siempre me han llamado la atención, por varias razones, y ninguna positiva, la primera, la carga que lleva implícita de racismo, puro y duro, que solo se aceptan a los de la bola, y a los esclavos necesarios, mientras se les necesita.
Y me hago aquí eco del comentario del que fue cónsul Sardá Valls, riéndose con “els amics”, del acento que tenía la limpiadora de la casa “pairal”, o del portero de la fábrica o del “pis” de la Bonanova, o el de la cría que se levantó, si fue el caso, que seguro que no y que vivía en La Torrasa, o en el Carmel, y que se creyó que el pollito de Sarriá iba en serio.
Es lo de últimas tardes con Teresa, cambiando papeles.
La otra cosa que me pone de los nervios, y dejando a un lado tonterías como el sectarismo implícito que se respira en esos ambientes, de la utilización de mantras sin contenido, que consiguen a fuerza de repetirse que sean tenidos como ciertos..¿Goebbels?, es cuando se ponen a describir la historia de mi tierra como a ellos les hubiera gustado que fuese, no como fue.
Y para eso mañana me acercaré por una de las cunas reivindicadas del catalanismo, que es el Monasterio de Santa María de Ripoll, que a mí siempre me ha parecido una de las joyas de la humanidad, no una joya del catalanismo, que es como te lo describen en su página de internet los mismos que lo administran.
Y hablamos de Wilfredo el Velloso, (Guifré el Pilós) en lengua vernácula catalana, fundador del Monasterio, junto con el cercano de San Juan de las Abadesas, que tenía de catalán lo que yo de general de la armada, que aquí de lo que se hablaba era de condados, el de Barcelona, el de Urgell, el de Tolosa. Se hablaba de las tierras del Languedoc, que en el siglo nueve, la cosa no daba para más, gracias a Dios.
Y en cuanto al famoso Abad Oliva, que a la que te descuidas te lo venden como el alma espiritual de Catalunya, no fue más, ni menos, que un gran intelectual de su época, que supo renunciar a los condados que por su casa le correspondían, para entrar en la orden benedictina.
Y lo que de verdad le debemos es la creación del scriptorium del Monasterio donde se tradujeron al latín manuscritos árabes y griegos, como en la escuela de traductores de Toledo.
El monasterio tuvo, gracias a su trabajo una de las bibliotecas más importantes de su tiempo, pero de nacionalismo, y creación de la nova Catalunya, nada de nada, que haya podido, al menos, encontrar entre mis Espasas, British enciclopedia, o Larousse.
Pero es muy fácil para toda esta caterva de personajillos como el que fue cónsul, pensar que el hecho de que al crear las asambleas de Paz y Tregua, estaba crenado el gérmen del Parlament del Puigdemont.
Que lo que cualquier aficionado a entender la historia, sabe que debe ante todo entender la época, sus formas de pensar, su moral, su situación política, que si se hace desde la visión actual de las cosas el resultado puede ser un absoluto desastre, o una fuente de manipulación.
Decir que las asambleas de “Pau y Treva de Deu”, fueron un movimiento social de donde salieron las cortes y la ¿nación? Catalana, es en tono menor, un chiste, en tono mayor una manipulación burda útil para fines como los que se están pretendiendo hoy desde la Plaza de San Jaime.
Que al fin y al cabo, de lo que se trataba era de que la Iglesia, como poder establecido, debía defenderse de los abusos de condes, vizcondes, aunque de alguna forma afectaba también a los campesinos, aunque no era lo más importante.
La ley concedía a los agricultores un buen nivel de libertad a los agricultores, ya que les concedían propiedad sobre las tierras que cultivaban, y todo ello se contenía en el Liber Iodicorum, una compilación del derecho romano vigente en toda Hispania desde el siglo VII, por orden de Recesvinto.
Y este códice fue vigente hasta el siglo XI, en Provenza, Languedoc, en la Marca Hispánica, en Asturias y León.
Y el abad, no hizo, y fue mucho, adaptarlo a su entorno, y además incluyó la creación de las Sagreras, que eran áreas de treinta pasos alrededor de una iglesia donde se daba asilo y no se podía ejercitar ningún acto de violencia bajo pena de excomunión.
Las asambleas de Paz y Tregua de Dios, lo que pretendieron fue el establecimiento de una autoridad que evitara cualquier acto violento en cualquier punto del territorio. Y se consiguió que al menos entre sábado y lunes no hubiese luchas para cumplir los preceptos dominicales.
Por supuesto estaba muy mal visto atacar clérigos o propiedades de la Iglesia.
Claro que esto se aplicaba en la Occitania, en el Rosellon, en la Osona, en el Urgell….
Y dicho todo esto, veremos qué me cuentan mañana en el Monasterio, que no sé si ir ungido con l’estelada, que como no me vean muy de la ceba, me tiran al Fresser.
Y no confundamos, por favor un movimiento de defensa de la Iglesia frente al poder de los nobles de los siglos X y XI, con la creación de la Gran Nación Catalana, que me parece no es más que un movimiento de algunos niñatos de Pedralbes, han desarrollado para embaucar a un grupo de incautos indocumentados.
Así que saludo al que fue cónsul del estado Español en la Capital del Imperio Americano, que me ha hecho recordar la materia de la que están hechas las falacias de las que se alimentan algunos.
Con su pan se lo coman

El uniforme del colegio mayor

Lo peor de un comportamiento zafio, es que quien recibe los efectos de la tal acción, responda al asunto cogiendo el canasto de las chufas, con lo que de alguna forma se da validez y honor al zafio.
Y a lo que voy, que parece que tenemos un cónsul en Washington, que debería ser alguien con cierta clase, que no viene de la EGB, que huele a La Salle Bonanova y en una de esas subidas de “yo soy el que más”, decide meterse con Doña Susana Díaz, por un quítame allá el vestido que te has puesto, que se parece al de la reina, que no sé, que qué se yo.
Ahí va el texto de nuestro ínclito representante consular, que va y lo publica en su caralibro, y según dice la noticia solo para sus amigos…¡joeer con sus amigos, que les ha faltado tiempo para publicarlo y mandarlo a la prensa!.
Espero que el señor Sardá Valls, aunque tenga el apellido catalán que tiene, no lo sea, porque entroncaría con esa campaña de décadas en las que en mi tierra, lo andaluz se ha ligado a la incultura, a la juerga por la juerga, y al vivir del cuento, olvidando la cantidad de andaluces que vinieron a honrar Catalunya con su trabajo, y a llenar los bolsillos de los que ostentan apellidos dobles y quizás cuadruples de esos que se usan por la Bonanova.
En fin, me perdonarán ustedes que pase por encima y de puntillas por la tal cosa, que si viniese de un señor Sardá Valls que no fuese mi representante consular en Washington, como mucho pensaría que era una gracieta de presentador cutre de Tv3.
Pero a ese cónsul no se lo permito, ¿qué quieren ustedes que les diga?, que del tipejo cualquier cosa podría esperar y puede hablar con sus amigotes hasta del bigote de las gambas, que a mí se me dá una higa.
Pero es mi representante consular y le pago el sueldo, como lo hacen todos los andaluces, y catalanes como yo, y gente zafia no quiero trabajando en mi empresa, si puedo evitarlo.

Sea dicho que Doña Susana, no es persona de mi devoción, he coincidido una vez con ella, y es de esas personas que me ponen los pelos de punta, ¡qué le voy a hacer!, y no me gusta su pensamiento político, ni su forma de gestionar, nada, que si tuviese que elegirla para cualquier cosa, no lo haría, ni de broma.
Ahora, hay que tener en cuenta, que como personaje público que es y como representante democrático de una importante parte del pueblo español, tiene todos mis respetos. ¡Faltaría más!.
Y dicho esto, me da una pena enorme que ante la zafiedad de Sardá Valls, doña Susana y sus corifeos, hayan cogido el canasto de las chufas, se haya puesto dignísima, y haya presentado una reclamación formal y pública al ministro de Asuntos exteriores, dándose por ofendida.
Doña Susana, ¡por favor!, que tiene usted la piel muy fina, y la pieza de caza que pretende usted tomarse a gritos , como si estuviésemos en el mercado de hortalizas, no vale la pena, y además lo casi seguro es que el ministro la toree a usted todo lo que pueda, y el tal Sardá Valls, que está a punto de jubilarse, que me dicen que entró en la carrera diplomática allá por el 79 del siglo pasado, le hubiese venido a usted muy bien para echarse unas risas públicas a su costa.
Pero es que a lo mejor con tanta historia cutre que llena nuestra vida pública, se nos ha olvidado el sentido del humor, y cualquier andaluz fino, que los hay, de esos que tienen la gracia sevillana, o gaditana, sin ir más lejos, junto con el manejo de la lengua y la cultura de la califal Córdoba, le habrían contestado en su página de caralibro, como se merece un zafio, con elegancia, con humor, con finura.
Pero no, se ha escogido otro camino, usted sabrá, que también la entiendo, créame, que con tanto Sánchez dando la barrila, que cubriendo a los expresidentes, que vigilando las puertas correderas, que los que han sido consejeros de la Junta de algo tienen que vivir, es un agobio, y además sin pillar aún las merecidas vacaciones, que la tensión contenida produce estas cosas. ¡Con “la caló” que hace!
Porque si Doña Leticia y usted fueron al mismo colegio mayor, y ese día les dio por ponerse el uniforme, ¡tan ricamente!, que los señores que les acompañan, también son del mismo colegio mayor, y el cónsul Sardá Valls no los menciona, (perdón pero no me sale llamarle señor, y quizás lo sea).
De forma, mi querida doña Susana, que la próxima vez que se vea usted en la tesitura, ya sabe, honre a esa parte maravillosa de nuestra España, que sabe que solo puede ofender quien vale, que cualquiera no puede hacerlo, y este cualquiera, nacido en mi Barcelona, no parece tener la categoría personal para hacerlo.
Leo en las noticias, que el señor Ministro de Asuntos exteriores ha destituido al ya ex-cónsul Sardá Valls, pues bueno, ha cobrado usted la pieza, que no llega a gorrión, y el hombre se va en pos de su jubilación a seguir con sus zafiedades.
Y como colofón, sugiero leer el mísero curriculum del ex-cónsul Sardá Valls que después de treinta y ocho años de vida diplomática nunca fue embajador…lo que hubiera sacado un cordobés de eso.
Lo que me preocupa es que menciona que es socio del Nuevo Club de Madrid, (posiblemente sea Nuevo Club de golf de Madrid) ¡El mío!, con lo que me temo que o lo defenestran a él, en caso de que sea así, o me voy a tener que dar de baja, no sea que un día me dé un bolazo zafio, y me lleve al hospital.
Por lo demás, sin novedad en el frente, que voy a ver si pillo unos ejemplares de La Codorniz, algo de Poncela, o del mismo Mihura, y se lo mando a doña Susana para que vaya aprendiendo humor del fino.
O que mire a la gente de su tierra, y les pida consejo.
Con su pan se lo coman

La Congregación para la Doctrina de la Fe

Las estancias prolongadas en establecimientos hoteleros lejanos a tu lugar de residencia habitual, tienen algo común con la política, y es que crean extraños compañeros de viaje.
Y este es el caso, que yo nunca he sido habitual del diario conocido como La Razón, que en su momento creo que fundó uno de los Ansones, no recuerdo ni me importa cual de ambos, me encuentro que en la recepción sólo dispones de este medio, y antes muerto, que no leer algo.
Y esta mañana en un editorial de Don Enrique López, de su columna que lleva como nota identificativa, El ambigú, me encuentro con que hoy es una efeméride interesante, que un treinta y uno de julio de 1826, un tal Cayetano Ripoll, fue víctima del último auto de fe que se llevó a cabo en España, concretamente en la Plaza del Mercado de Valencia.
Como indica el articulista, aunque fue condenado a la horca y a su posterior quema pública, la sentencia indicaba que la cosa fuese pelín menos cruenta, y que el cadáver se introdujese en un cubo con llamas simuladas, y posteriormente se arrojase al río. (Supongo que quedaría a la vista mucho tiempo que el Turia en esas fechas caniculares, me da que poca agua debía llevar).
Un tiempo más tarde, dice Don Enrique, el quince de julio de mil ochocientos treinta y cuatro, un decreto abolió el Tribunal de la Inquisición, creado en mil cuatrocientos setenta y ocho por los Reyes Católicos.
Nótese, que lo que se abolió fue el Tribunal, que como bien dice el columnista, la Inquisición, aunque no sea Santa, sigue viva, muy viva, y colea más de los que nos gustaría a los que pensamos que esas cosas de la libertad, de la igualdad y la fraternidad, deberían tener más peso en nuestra sociedad.
Pero parece que no, que hasta la Iglesia la mantiene, bien que con nombre falso, que ahora me la llaman Congregación para la doctrina de la fe. Y ya no les dejan quemar físicamente a los desviados, a gentuza como Giordano Bruno, o Galileo Galilei, ahora, los métodos siguen intactos, y además tras tantos siglos de ejercicio, han filtrado su influencia a todos, o a casi todos los estamentos de la sociedad.
Y es que las condenas hoy por no ser madurista, o del Barça, o no creer que Doña Belén Esteban es esto o lo otro, o mucho peor, el hecho de no tener un pensamiento, y digo bien un pensamiento acorde a la mayoría de tu entorno, puede llevarte a ser juzgado sin juicio, a ser tenido como alguien peligroso de quien nadie debe fiarse, con la consecuencia de acabar condenado a la hoguera del ostracismo.
En tiempos de Pedro J. Ramírez, cuando su visión del tema catalán no era el adecuado, te podías ganar un buen golpe leyendo El Mundo en ciertos ámbitos de mi tierra, vamos como decir que eras del Español. Que corría peligro hasta tu vida profesional, y todo eso, desde luego, sin siquiera un buen juicio amañado por un Tribunal más o menos oficial.
Así, que cuando me pongo liberal del todo, y entiendo por eso simplemente ejercer el derecho que creo tener a pensar como Dios me dé a entender, aunque esté en contra de tal o cual doctrina, veo con una gran tristeza, que no es posible expresar un pensamiento sin ser inmediatamente atacado por algún miembro de la nueva Inquisición de turno, que puede estar hasta en el salón de tu casa ese día que ha venido tu cuñado a ver el partido.
No descubro nada cuando afirmo, con la rotundidad ajustada a la prudencia, que hagas lo que hagas, digas lo que digas, a la que haya más de uno que se den por enterados, tienes a la mitad condenándote a la hoguera, y a la otra mitad haciendo proselitismo para que el caballo que te lleva camino de Damasco, haga un quiebro y te tire al suelo. (Si te rompe una pierna, mejor que mejor).
Y es que a cada momento, y seguro que es cosa del calentamiento global, que nos tiene desquiciados, la piel de la gente se va tornando más fina, cada vez hay más cosas que no son adecuadas, que no son, como se dice ahora políticamente correctas. ¡Vamos!, como si hubiese un decálogo de lo políticamente correcto, que lo correcto va por barrios, luego por escaleras, más adelante por habitaciones de la misma casa, y si además tienes un síndrome esquizofrénico en la familia, tienes a uno cabreado consigo mismo cada vez que piense algo.
Creo, con toda honestidad, que deberíamos empezar a gritar contra todas esas Inquisiciones que estamos creando, que no quiero que cada vez que digo algo, que cada vez que pienso algo, que cada vez que hago algo, salgan detractores furibundos, o defensores a ultranza, que mis cosas son mías, que las expongo donde me da la gana, y no son para que le gusten a Juan y le disgusten a Pedro, que ni uno ni otro estaban en mis consideraciones en el momento de crear el pensamiento, y mucho menos en el momento de expresarlo.
Y es que al final, es el débil quien necesita ese tipo de defensa, que no nos hemos dado cuenta todavía del hecho que cuando seguimos una causa, sea la que sea, religiosa, intelectual, deportiva, política….nunca, nunca, el beneficio es nuestro, lo nuestro es soltar la mosca, que hay que ver al futbolista de turno, pues se dejan cien churritos en taquilla, que debemos orar a tal o cual Dios, en forma de la creencia religiosa que sea, nos costará dinero, siempre nos costará dinero, el que alguien nos diga que nuestros pecados están perdonados, o que sufra aquí con resignación que el Nirvana me espera, que te lo digo yo.
Por no hablar de los que siguen a un partido político, que a no ser que directamente la tal organización le dé un curro medio bien remunerado, todo lo que conseguirán es enriquecer a otros a cambio de humo.
Así, que hay que mantener todos esos Santos Oficios, todas esas Congregaciones para la Doctrina de la Fe, todos esos juicios contra el famosillo que no mea por derecho, o contra el que ve formas diferentes de organizar la sociedad, llámese país, o comunidad de vecinos, que si no esto se torna ingobernable, o lo que es peor puede progresar por derroteros que no entiendo.
Me encantaría vivir en un entorno en el que lo políticamente incorrecto fuera divertido, en el que la cultura de la gente diera de sí lo suficiente para entender que sí, ¡coño!, que sí, que la Tierra se mueve.

Con su pan se lo coman

Los «canalones»* dominicales

Domingo, es domingo, así que toca meterse entre pecho y espalda, unos canelones…
¡Coño!, si no es Sant Esteve, y no hay que aprovechar los restos de la escudella de Navidad, cierto, pero es lo mismo, ya, esas cosas son detalles que a nadie importan, que lo de las fechas anda cada día más desmadrado, que no hay ley, y la poca que queda, cuatro desalmados quieren cambiarla por la suya, que esto es Catalunya, que esto es Venezuela, que en los Estados Unidos de América, no puede el tito Trump, que ya le gustaría.
Claro que en otras partes de la piel de toro, te reivindican el arros dominguero, y hasta el marmitako, ¡oye!, que estamos en temporada, pero por estos lares, a la que te descuidas la tradición te sacude con unos caneloni, como Dios manda, que para qué vamos a andarnos con tonterías a estas alturas de la película.
Y servidor, que es de natural tocapelotas, se pide para regar la tradición un rosadito de Reims, ¡vaya!, de la Catalunya nord que diría el tito Jonqueras, que puestos a pedir, y viendo como va la industria del cava, lo mejor es pedirse el pinot noir y el chardonnais con burbujas, que como todo el mundo sabe, lo inventó un amic de Wilfred el Pilos, que lo de Dom Perignon y los ingleses, no deja de ser parte de la campaña de desprestigi, a la que nos somete Madrit…(ens roba).
Pero uno es muy tradicional, que me pasa como a mi hermano Antonio, cuando habla de Don Guido, que eso de repintar los blasones y hablar de las tradiciones, siempre ha tenido un caché como el que siempre quiso tener Victoria Beckam, por ejemplo, y nunca tendrá. Y es que la mujer, con todos mis respetos, no es del Maresme, que tampoco es tan fácil jugar en Vallromana, ¡qué carajo!.
Pero volviendo a los canelones, me temo que no van a tener para retacar un buen tortell de nata, com Deu mana, pero es que estoy en tierras cátaras, y aquí, dentro de la bonhomía, siempre ha habido una pizca de rebeldía, que eso de seguir las leyes, que no sean de la naturaleza, claro, les puso y pone de los nervios.
Y a lo mejor en ese sentido mi ínclito molt honorable de flequillo innoble, tenía algo de cátaro, pero me temo que su catadura lo excluye, aunque es solo una opinión, exenta de cualquier atisbo de mala leche.
Y, es que se pretende que en esta tierra nos igualemos con gentes que cuando llega el sacrosanto domingo, no pongan canelones en la mesa, que se conformen con otras cosas, y es que no nos entienden.
Y no hablamos de montar la nata, o de abrir la “ampolla de Rondel semi-sec”, que no nos entienden, que som una nasió, que no hay forma de encajar en el mundo paella…(bueno, si hablamos de la gran Catalunya, metemos paella de anec de L’albufera, llagostins de San Carles de la Rápita, caldereta de llagosta balear, y si te pones muy, pero que muy nacionalista, aceptamos boullabaise, y ratatouille, siempre mejor que el pisto manchego, puaaff), y claro, cava de la Catalunya nord de la parte de Reims.
Aquí en la Cerdanya, que andamos a medio camino entre Toulouse y Barcelona, ponen una vela a Dios y otra a mí mismo, ¡coño!, a Lucifer, que nunca se sabe, y el flan te lo dan con nata montada, tortell de nata no les viene, y la estrella es el tatin de manzana normanda o bretona, que se me dá una higa, después de que mi sentimiento nacionalista se me haya exaltado con los canelones.
Que uno tiene el alma partía, y voy a terminar emigrando a Nosesistán, o a Porsistán, como me sigan mareando con tanta insistencia, que a uno se le andan esclerotizando las neuronas y no está para fintas y flexibilidades.
Porque la guerra al final se centra en que si Neymar se queda en el Barça, o decide buscarse un apartamento brasileiro en L’Ille Cité, que otra cosa en este tránsito de julio hacia agosto es lo único que interesa.
Que lo demás se arregla con pagar horas extras a sus señorías del Constitucional, y a los picoletos de a seiscientos euros mes que no dan abasto. Y es que desde que estos últimos arrinconaron los “naranjeros”, se les ha perdido mucho el respeto, que hasta el molt honorable me los denuncia, porque huelen a cuartel.
Pero, al final, algo hemos ganado, ¿ganado?, be, aixó m’agrada, que nos ponemos intelectuales y no tenemos nivel en la Generalitat para discusiones, que aquí, se han dado cuenta que las discusiones no son más que pérdidas de tiempo, que cuando la mitad más una pizca creen que han de ir por un camino, lo mejor es ser prácticos y tirar a toda leche, no sea que salga alguien con pelas a tocar los huevos y nos mande esta traca de “festa major” a compatir con la Patum, y la tenemos ya muy mayor para confrontaciones.
Así, que uno en su afán eterno de evitar molestar al prójimo, lo mejor que puede hacer es ir a dormir una buena siesta, con cierto desencanto, que por ponerse nacionalista, va y pide un “Don Miguel”, de Mascaró, y me ofrecen un Carlos I, que hay cosas en la piel de toro, que no tienen remedio.
Sopas se hacían por estos pagos Lacan, Freud, y cualquier argentino que se precie. Que los niveles de soc pero no soc, y veremos cómo va la cosa, pero que a mí no me pregunten, que diga lo que diga me van a sacudir en las orejas por “botifler”, y yo estoy por a ver cómo saco la batalla de las secas amb butifarra de todos los días, y los caneloni, con cava y tortell de los domingos.
Un sin vivir, y una incongruencia tras otra, pero estamos en verano, y si quieres incongruencias échale un ojo a Juego de Tronos, y me explicas lo del enano y la Kaleesi, que cada día se me parece más a lo del partido comunista chino, infiltrado por podemitas.
Y mientras tanto, espero que mis amigos venezolanos salgan con bien y pocos muertos del lío en el que les han metido los salvadores de la patria, que podían dedicarse a la masturbación subvencionada, en vez de joder a la peña.
Con su pan se lo coman
* bien es sabido que en Italia son caneloni, y por estos pagos, según sea bruto el parlante, que tanto vale canalones, como canelones..e tutti tre avvevano ragioni

El bodorrio del sábado

Uno viene a estar tranquilo unos días, en uno de esos sitios que se llaman Relais du silence, que le viene bien a la progenitora, y cómo no afirmarlo, también al que suscribe.
Y las cosas andan más o menos como uno se lo había imaginado, el campo de golf a cincuenta pasos, bien, con poca gente, bien, pocos huéspedes en el tal Relais, bien también, y por ende poco ruidosos.
El paraíso piensa uno, que estamos a final de julio, que esto es la Cerdanya, que por el resto del país se están asando en las aceras hasta los de comunión diaria, rosario por la tarde, y novena los primeros viernes de mes.
Y aunque lo disfrute en silence, no deja este autor recordar la cantidad de turistas que hay dando vueltas por España, la cantidad de puestos de trabajo que me dicen los de la cosa política que el turismo está creando, que todo son puestos de trabajo, miserables, cierto, pero puestos de trabajo.
Será así, pero en esta primera semana, ha habido atasco un día, que llegaron como treinta ciclistas suizos, alemanes o austríacos, que hicieron ruido, porque ya se sabe, unos cardan la lana y otros llevan la fama, y no hay panda más ruidosa que la tedesca, que diría mi amigo italiano.
Todo tranquilo, a la española, claro, que los albañiles tenían que hacer un agujerito, porque no sé qué puñetas de la conducción de no sé qué, y esto es, ya se sabe como las bromas de pueblo de Miguel Gila, ¡que me habéis matao al hijo, pero lo que me he reído!.
Esta mi España, aunque no se lo crean por aquí, que no saben si son catalanes, españoles, franceses, o todo a la vez, cuando la realidad es que son bons homes, los hijos de los que no quemaron en Monsegur, pero eso es otra historia.
Ya cree uno que la cosa se ha tranquilizado, que los manobras no trabajan el fin de semana, ¡loado sea el Señor!, pero ¡cómo no me dí cuenta!, el fin de semana llegó, y con él el torneo de golf, con tropecientos inscritos, así que de jugar, nada de nada.
Bien está, que hay que descansar y no ser un avaricioso y jugar todos los días, que no vas a quitarles la salida mañanera a por los dieciocho hoyitos, a los que curran para que te paguen la pensión. Hay que transigir, sobre todo en las cosas pequeñas, que te dan un aire de generosidad, y bonhomía impagable.
Pero lo que uno, en su estulticia, o en su relajo, o en ambas, que todo puede ser, no imaginó, que le iban a invadir el Relais du silence, con una boda. ¡Madre del amor hermoso!, y es que no hay temor de Dios.
Adiós relais, adiós silence, que de pronto una tropa de niños gritones, de papás pijos con lo ¡venga campeón! con sus cochecitos diésel, que a ver cómo los venden ahora, de sorteos para que todos se lleven el recuerdo de tan memorable día, de discusiones de cuñados, de comentarios como je, je, ¡son carne de divorcio!.
Y yo que me creía que ese tipo de sacrificios humanos estaban en franca decadencia, que lo de la señora granadina que afirma proteger a sus hijos del sátrapa de su padre, y el padre pidiendo que le encarcelen a la bruja de su ex, eran los últimos coletazos de la institución.
Pero no, que aunque el esperma occidental, dicen que ya no es el que era, y que los japoneses en donde nos debemos mirar para conocer el futuro, ya están renunciando al sexo, y de las relaciones con ellas, o ellos, según del lado que se está, ya ni se habla.
Que parece que está mal visto, que es vulgar, que es cosa de los ancestros, que ya ves la que le lió el tal Pinkerton, a la quincena de Nagasaki. Pero aquí no, aquí, con tal de joder la marrana, y de hacer ruido en un Relais du silence, van y te montan las de Canaan.
En fin, no me voy a poner pesado, que es casi domingo, aunque a mí, si no fuera por estas invasiones bárbaras de los que dicen que curran entre semana, el día de la semana que sea me importa un carajo, per omnia saecula saeculorum, amén.
Tendré que pedir una botellita de Champagne esta noche para cenar, e intentaré que la camarera se la cuele a la cuenta de esponsales, que siempre sale más barato que llevar la cosa a tribunales, y con la farfolla, a no ser que vengan con forfait, seguro que no se koscan.
Y es que así son las cosas en esta parte del Pirineu que huele a S’Agaró que apesta, que el dinero viejo de mi tierra se ha escondido mayormente por estos y aquellos pagos, que hemos sido siempre muy mirados, y lo de repartir, que “tothom te dret a la vida” , se nos ha dado muy bien, no como a los cortesanos, que se pasaban los tres meses en San Sebastian, o en Comillas, según el aire que le diera a Alfonso XIII.
Aquí no, de los tres meses de veraneo, uno y medio en la paya, y uno y medio en la montaña, como tiene que ser.
Y digo esto, porque el entorno en el que me está martirizando, el tal bodorrio, habla del conde de Güell, del Conde de Godó, en fin de estos que son capaces de ser indepes y españolistas a la vez, que de lo que se trata es de que la pela esté controlada y no se desmadren demasiado los ímpetus de unos y de otros, que ya se sabe, esto de las revoluciones está muy bien, que hay que cambiarlo todo de vez en cuando, ¿verdad príncipe de Salinas?, que lo importante es que después todo siga igual.
Pero no me voy a poner sangriento con los contrayentes, que para eso, seguro que ellos solitos se bastan y sobran, y queda feo que ande yo echando leña al fuego, que a mí me han incomodado un fin de semana, pero a ellos les queda una vida de lucha….por el mando de la tele.
Así, que sean muy felices, y que con su pan se lo coman.

España va bien

Andaban hoy en la radio de turno, haciendo cábalas acerca de lo que ha conseguido nuestro ínclito gobierno, ese que anda cabreado con el Nor-Este de la Península, que con tanto rollo indepe, y a ver quién es más astut, les van a reventar la visita anual al palacio de Ayete….¡uy, perdón!, ¿en qué andaría yo pensando?.
Y es que parece que la tal EPA, nos dice que aquí curra un montón de gente, pero siempre menos que antes, pero siempre ganando menos que antes, y con las facturas golfas que aún hay que pagar, no sé a dónde vamos a llegar. ¡Y encima con el gobierno cabreado!.
Porque ahora los brillantes voceros de esta tierra nuestra salen a todas las palestras, que es que nos marean, ¡coño!, a decir que al proletario hay que subirle el sueldo.
¡Vaya panda!, pero claro, es que se empiezan a dar cuenta, que eso de robar directamente el salario del proletario, produce ciertos efectos indeseados, a saber:
– La peña no tiene un duro, y si lo tiene se lo da solamente a Primark, y así no hay quien pague la gasolina del yate.
– El I.R.P.F. está escuchimizado, y claro, a ver como se pagan esas cosas que suben un pico, como los sesenta mil millones para cubrir los robos de las Cajas, Caixas, bancos, y de sus gestores políticos asociados, o como esas puñeteras autopistas que se van a llevar otros cinco o seis mil millones. Que da gusto invertir teniendo asegurado que si el negocio revienta, los imbéciles de los contribuyentes, ese proletariado miserable adicto a Telecinco, lo van a pagar de sus impuestos, sin rechistar.
– Que tienes que escuchar al ministro de recaudación (me niego a llamarle de hacienda), decir que no tiene margen para bajar los impuestos proletarios, y encima se ríe como el perro pulgoso de los dibujos animados.
– Y que las pensiones las va a cobrar el lucero del alba, que aquí con lo que se recauda no hay forma de soportar la pasta que cuesta el pagar las pensiones de los despedidos de la banca, que no vamos a pedirle al Santander, sin ir más lejos, que afloje los treinta y tres días por año que debiera, que mejor pague sus desmanes el currito telecinquero, que no se entera, que ya hemos hecho todo lo posible por aprobarle el bachillerato sin estudiar, que lo importante es el título, no la formación, que luego preguntan y ¡a ver que les dices!.
Cuando además estás viendo, y oyendo que los sindicatos salen gritando por un mísero aumento de un dos por ciento, y se callaron cuando se devaluó el salario patrio casi como las casas, un treinta o un cuarenta por ciento.
Pero en el fondo, creo que nos va la marcha, porque, ¿quién se ha enterado que la subida de empleo de la EPA es para servir sangría y arroz del paellador a la escoria europea?.
¿Quién se ha enterado que cuando los representantes sindicales hablan de las negociaciones de convenios, apenas hablan de tres o cuatro por ciento de la población laboral?
Que no es ahí donde hay que pelear, que donde hay que pelear es en la consecución de un salario mínimo interprofesional comparable a los países de nuestro entorno, a saber:
Francia 1480€
Alemania 1498€
Reino Unido 1396€
Irlanda 1563€
Bélgica 1531€
Holanda 1551€
España 825€
Italia 1642€
Nuestros ochocientos y pico, hace que lo que se toma en función de los ingresos, sea inadecuado para el mantenimiento de las necesidades del país, que nadie se engañe.
Y encima, los diferentes tipos de contratos laborales apoyados desde la administración, hacen que incluso llegar a esa cifra sea en demasiados casos, quimérico.
Lo nuestro claramente es servir sangrías a borrachuzos europeos a bajo coste…laboral, se entiende.
Porque ya me dirán ustedes como se come que una habitación de un hotel cutre de cuatro estrellas que cobra alrededor de doscientos euros la noche, pague a las limpiadoras dos euros por habitación, y se permita.
Así, que por favor, que alguien denuncie en tribunales los contratos de las autopistas radiales, y a los miembros de las administraciones públicas que los impulsaron, los defendieron frente a toda la gente que en su momento argumentó que era económicamente inviable, y que no sea el ciudadano, de nuevo quién pague el enriquecimiento de todos los que participaron en esa gran burla.
Y ahí deberán aparecer políticos, empresas de construcción, interventores del Estado, banqueros, tasadores de expropiaciones que expliquen por qué se presupuestaron cuatrocientos millones para esa partida, cuando hubo que pagar dos mil.
No hay margen para bajar el I.R.P.F, dice ese Montoro asalta bolsillos, que de hacienda no entiende, y si entiende no actúa, que ha tenido tiempo suficiente para emprender una reforma de nuestras cuentas que pueda dar respuesta a las necesidades del país, pero otros menesteres parece que le ocupan aunque haya salido del despachito profesional.
Como he comentado demasiadas veces, alguien decidió que España iba a dedicarse a servir sangría y paellas al resto de Europa, y a fe que el objetivo se ha conseguido, además lo hacemos a bajo precio, a tiempo parcial, destrozando nuestro paisaje, jodiendo a los vecinos de las ciudades turísticas, que no pueden dormir, que no pueden pagar los alquileres de sus casas, que se rompen la crisma pisando vómitos ajenos.
Muchas veces pienso que al final, las guerras en Oriente Medio, los ataques en Egipto, en Túnez, el desaliño de las costas populares italianas, las broncas en Turquía, corresponden a una campaña organizada por nuestros servicios secretos, al mando de Mortadelo y Filemón, porque el día que la gente pueda volver al Mar Rojo, a las playas de Cartago, a Esmirna, a tostarse al sol, aquí nos van a dar por todas partes, que no sabremos qué hacer con los chiringos de playa de Altea, sin ir más lejos, y Torrevieja va a parecer Montes Blancos como poco.
Pero al final no va a ser malo todo, que los de las plataformas matataxis se están haciendo de oro con las huelgas del gremio, tanto que te hacen el cincuenta por ciento de descuento en la tarifa al aeropuerto, para que pierdas el avión de forma más económica en El Prat, que hasta los seguratas se cabrean.
¡Valet!

Mastuerzo

Hay una planta herbácea anual, hortense, de la familia de las crucíferas, con tallo de 30 a 60 centímetros de altura, hojas inferiores recortadas, y lineales las superiores, con flores blancas y fruto seco capsular con dos semillas. Vive en España, América del Norte y América Central, es comestible y tiene usos en medicina tradicional.
Nada que ver aparentemente con los personajes y personajillos que pueblan este verano, el otoño que viene, y posiblemente el invierno, nuestro solar patrio y otros solares bien en este continente, o en otros, que lo mismo me da, aunque comparten el nombre, “MASTUERZOS”.
Y como al mastuerzo también se le llama berro, me quedaré con las acepciones hortícolas que da el RAE, e ignoraré la última acepción con que el diccionario nos ilustra, que es la de majadero, es decir hombre necio y porfiado.
Porque normalmente los veranos llenaban las páginas del papel couché, el bikini nuevo de las famosas, el nuevo amor, este definitivo, claro, del cantante de moda, las tabletas abdominales del jugador de fútbol, y lo mona que quedaba la burguesía catalana en el festival de Perelada, viendo, como este año la Madame Butterfly, contaba su historia desde el Nagasaki de la bomba.
También nos llenaban las páginas culturetas con los montajes de Mérida, en donde no hay burguesía catalana, aunque las mejores localidades, como es sabido, se destinan a las castas hortícolas que administran la región, más amiguetes. Pero eso es harina de otro costal.
Y es que la alcaldesa capitalina, hortícola ella, se ha olvidado de lo que nos gustaban los veranos de la villa cuando venía Begnini con sus monólogos (como si aquí no tuviésemos monologuistas cojonudos, como mi amigo Miguel, sin ir más lejos), o nos largaban una Revoltosa como Dios manda en Sabatini, pero ahora con eso de la corrección política no sé si ni siquiera se traen a Diana Krall, con lo que siempre me ha gustado.
Pero este año, en el que como siempre esperaba fielmente la noticia del avistamiento de Nessy, que por cierto ha sido publicada, pero de forma triste, que si es cierta lo que ha encontrado el batiscafo del Loch Ness, es un esqueleto de a saber qué. Son cosas de las modernidades, pero ahí están, como el bikini de la Obregón, cantos al tesón, cantos a ¡qué cojones ponemos hoy en noticias de sociedad!
Y es que a Iker Jiménez se le da una higa el bueno de Nessy, y claro me lo tiene devaluado, y desde que Peñafiel, no es ¡Hola Peñafiel!, el bikini de Anita, no sé yo.
Sin embargo, aparecen, con eso de que las ciencias avanzan que es una barbaridad, nuevos especímenes hortícolas, a caballo de barbas canas, a caballo de flequillos mal peinados, a caballo de “astuts”, de ositos mal encarados, y como siempre piensa la tal planta, el país se para en agosto….precios más bajos en el Corte Inglés.
Y hemos tenido a nuestro querido amigo de la familia de las crucíferas, diciendo que él, de esas cosas de cinturones alemanes, nada de nada, que siempre los ha comprado de buen cuero salmantino, faltaría más y por ende, con la miseria que le ha pagado siempre el PPartido, no podía soñar siquiera con otra cosa.
Pues muy bien, que todos los que hemos sido presidentes de algo, sabemos que eso de los dineros de la cosa no nos concierne, ¡qué vulgaridad, eso de contar reales de a ocho!, ¡Válgame el cielo!. Y su señoría togada, encantada de haberse conocido, y ayudándose en el próximo paso de su carrera, que te pones tonto y acabas como la otra crucífera garçonnière.
En mi tierra, el berro ha crecido siempre bien, y en verano parece que tiene una explosión de crecimiento para acabar en la cazuela del otoño, del cumple del tal Paco Paredes, (no el flamencólogo, ¡coño!, si no el señor bajito del Ferrol que dio por culo cuarenta años!), y ves a todos estos hortícolas, diciendo aquello de que ¡ya tenim las urnas…je, je!, y cosas por el estilo, para que los de las crucíferas del otro lado del Ebro, tengan al Constitucional a mata caballo, y sin vacaciones de agosto. Un sin vivir, que hasta Sorayita, anda que no sabe con qué abuelos dejar al retoño, que a ella no le da el jefe vacaciones.
Y no sabemos qué va a pasar por Sanxenxo, ni por Moaña, que a lo mejor los berros este año no aparecen, y ¡a ver cómo hacemos los caldiños para adelgazar!.
Nos trae loco el huerto, y es que la actividad de los mastuerzos sube y sube, que a ver cómo se paga el geriátrico el tito Trump, como le quiebre el grupo de empresas y se cargue el Obama care, o a ver qué hacemos como no nos compren el petróleo de Maracaibo, y se nos quede el berro maduro y si cortar.
Así que andamos en estos caniculares períodos, mirando al huerto, que nos crecen los mastuerzos con un ímpetu, con una dedicación solo comparable a la inmensidad de los océanos, y uno ya no dá para tanto, que me andan diciendo que por las ciudades hace calor, y los mastuerzos estos son de chaqueta y corbata, así que deben oler a pollo de ese de Kentucky fried.
Quisiera desde estas líneas, pedir amablemente a todos estos de la familia de las crucíferas, que dejen de darnos la lata con las mastuerzadas que nos presentan a la que nos descuidamos, que todas estas bobadas se arreglan con un par de pescozones, ¡zascas!, les llaman ahora, y además salen muy baratitos, mucho más que llevar al Rey a Barcelona, cada vez que va a salir el sol, que nos importa una higa el que en el 92, nos montaran un cristo en Barcelona y otro en Sevilla, al que por cierto parece que no se le va a celebrar el aniversario, o sí, que está el berro sevillano muy preocupado con las crucíferas de Ferraz.
En el hotel, me han ofrecido para cenar sopa de berros, y les he dicho que no, que muchas gracias, que con un salmorejo y cualquier otra cosa, aguanto hasta los huevos fritos de las nueve de la mañana, que a lo mejor me encuentro un pelo de flequillo, o de barba entrecana, o del pechito descamisado del osito de la república de la izquierda.
Así, que veremos en qué acaba el culebrón del niño Neymar, de la rabieta de Cristianito, o del drive más largo de Jon Rahm, que a mí todos me dan lo mismo, que ninguno me alimenta, y es que nunca me han gustado ni los berros, ni los mastuerzos, siempre en el sentido hortícola, claro.
Con su pan se lo coman

In memoriam de Don Antonio

Puestos a fastidiar, voy y leo en no sé dónde, un comentario, entre real y con mala leche, pero que realmente me ha gustado.
Y me ha gustado, porque trata sobre una de mis aficiones, a las que quizás debería llamar de otra forma, y se trata de la lectura.
Os puedo jurar que he leído mucho en mi vida, lo que evidentemente es poco, ya que me hubiese gustado leer diez o quince veces más, pero como ya comentaba el otro día, soy un niño disperso, que le gusta el vuelo de las moscas, y ver pasar por la calle, mientras me tomo mi cervecita, a las chicas de pollera corta, a los ganapanes encorbatados, o incluso a los seres anodinos, sea dicho y hecho todo en su orden, que estas cosas deben ser así, que con que se muevan ya tienen mi atención.
Y comentaba el pollo de mi lectura matutina cuales eran sus preferencias de estilo, y además el muy puñetero daba sus razones, con mala leche, pero las daba, que es cosa que, últimamente con eso de los ciento cuarenta caracteres, la peña suelta la parida, y te quedas “in albis” acerca de las motivaciones del aserto.
Vamos que el hombre mantenía que su pasión eran las obras cortas, esas en las que el escritor se esmeraba tanto, hacía todo con tanta delicadeza, que el solo hecho de imaginar que un lector se había saltado un párrafo, podría conducirle al suicidio, o a la febril corrección de todo el texto, ya que para el autor sería inconcebible que alguien no dejara de pasar sus ojos por ese trozo de su obra que le llevó días componer, y eran sólo tres o cuatro frases.
Yo recuerdo, en mi loca adolescencia, que pasé por el ejercicio más duro que un chaval puede pasar, y fue tragarme sin despeinarme aquella obra de Mijail Sholojov, “El Don apacible”, con sus cuatro tomos de cuatrocientas páginas, uno de los cuales se dedicaba a la descripción detallada de un batallón del ejército ruso que luchó en una de las guerras en Polonia.
O haberme tragado sin pestañear, la visión de Flaubert sobre el vestido de la señora Bovary, con la lógica consecuencia de la pérdida de algún empaste, que todo tiene sus consecuencias. Don Gustavo era así.
Y ahí sale la mala leche del comentarista de esta mañana, que este tipo de escritores lo hacen al peso, que si le compras “Los Campesinos” a Lazlo Raymond, estas pagando la descripción detallada de los campos de cereales polacos en otoño, o en verano, que a todos, menos al tal don Ladislao y a su editor se nos da una higa. Y si te lo saltas, te aguantas, que lo has comprado, te lo han vendido, han cobrado, y tú te llevas el detalle de las casacas del húsar invadiendo Polonia, los encajes del vestido de la Bovary, o el centeno polaco.
¡Haber escogido la muerte!, que diría mi hija.
Y lleva razón este muchacho, que parece que los éxitos de ventas, se cotizan al peso, que con menos de mil páginas te arrinconan en las editoriales, y no te digo en las estanterías, que los expertos en mercadotecnia, rápidamente te comentan que no se ven, que no son atractivos para el consumidor, que aunque nunca se lean quedan muy aparentes en “mueble” del salón.
Además sé de buena tinta, que para que te den el premio Nobel, salvo honrosas excepciones, o llevas en tu curriculum tochos en donde se describe con todo lujo de detalles y precisión lingüística el escroto del protagonista, en sesenta o setenta páginas como poco, o no te dan ni el Nadal, por decir algo.
Así que le daré la razón al comentarista que me ha dado luz en este asunto, mientras me quitaba la legaña, con paciencia, a la espera del desayuno y mi forzada presencia en el tee del uno.
La tiene, que el secreto de la literatura a lo mejor está en esa novela corta, en ese cuento largo, o en ese cuento exiguo, en, como decía Mozart, no falta ni sobra ninguna nota, majestad.
Así, que a pasear mi tiempo de lectura por esos partos de Juan Rulfo, extenuantes para el escritor, o por esos cuentos de Poe, de Bradbury, de Borges, o de Paz, que me es lo mismo.
Que en esas historias no puedes saltarte una letra, porque la necesitas para tu placer, que Chejov te lo recuerda, y hasta Cervantes te compone su gran obra como suma de cuentos, de aventuras independientes.
Y como las cosas son así, a veces, tendré que pensar en releer esas cartas desde mi molino, que nos dejó Daudet, o repasar los Cuentos de Canterbury, o el mismísimo Decamerón, evitando, siempre caer en las garras de Alessandro Manzoni, que lo de “Promessi Spossi”, parece que se escribió para que los estudiantes de seconda liceo, aprendiesen a sufrir.
En estos últimos meses, alguien que se cree que soy un erudito, me pidió consejo para iniciarse en la literatura, y mi decisión ha sido encaminar a la persona a la novela corta, al cuento, a que se lea el diablo en los infiernos, que se esconde en el Decamerón, que busque cuentos de Las Mil y una Noches, que descubra a Chejov, que sienta lo que hay detrás de esas piezas perfectas de Gogol, que se enamore de la leyendas de Bécquer, o que incluso navegue en esa pieza casi de ensueño que es “Toutes les matins du monde”.
Porque ahí, estoy seguro que descubrirá lo que significa el esfuerzo creador del escritor que quiere transmitir un mensaje a través de una obra de arte, no del pollo “llena páginas” que espera el Nobel, o el Nadal.
Y lo que digo, vale también para la poesía, ese arte que debe transmitir la música de la palabra junto al sentimiento que forzosamente ha de despertar en el lector, y ahí tengo que reconocer en los japoneses con sus Haikos son capaces de llegar a límites de sensibilidad increíbles, pero ¡cómo no!, y para reventar el artículo, diré que el poema que más me ha emocionado, ha sido el de un premio Nobel, que escribió la novela corta más bella que haya jamás leído, Platero y yo, más incluso que Le petit prince, que ya es decir.
Así que acabaremos con esa, para mí joya de la expresión poética, que el calificativo no es importante.
“No le toques más, que así es la rosa”
Brillante sumario de la oda de Horacio
Persicos odi, puer, apparatus,
displicent nexae philyra coronae;
mitte sectari, rosa quo locorum
sera moretur.

simplici myrto nihil allabores
sedulus, curo: neque te ministrum
dedecet myrtus neque me sub arta
uite bibentem.
Y vaya todo esto como homenaje a un gran hombre que nos dejó las más bellas estrofas escritas en el siglo XX, en el ciento veinticinco aniversario del nacimiento de Don Antonio Machado.
Por él.

Los esclavos de Singapore

A la que me descuido, encuentro una noticia que me habla de esclavitud, y en paralelo de una sociedad opulenta.
Y hoy, revisando El Confidencial, me aparece una noticia sobre el servicio doméstico en esa sociedad, que si no nos paramos a analizarla detalladamente, nos parece que estamos, poco menos que en la famosa Tierra Prometida.
Dice el artículo, que el salario medio de un habitante de esa isla, viene a ser de unos 6500 euros al mes, ¡quién los pillara!, aunque parece que tener un apartamento en alquiler se lleva también un buen pico.
Pero a nadie le importa, que tienen un barrio chino de lujo, hoteles que para sí quisieran las ciudades más desarrolladas del mundo, un nudo de comunicaciones marítimas que acarrea un tráfico de contenedores que hace palidecer cualquier cifra a la que se pretenda comparar.
Limpia como pocas, que no puedes mascar chicle, es decir, ni siquiera puedes importarlo, que si escupes en la calle o se te cae la ceniza al suelo del cigarrillo que te estás fumando, te montan un cristo de mil demonios.
He paseado varias veces por esa ciudad, y a fe que es espectacular. Los centros comerciales de Orchard road, son un alarde del lujo más increíble que a disposición pueda estar de alguien en el planeta. Todo limpio, todo lujo, todo en su sitio, todos circulando por la izquierda, sin molestarse los unos a los otros, pero todo claro, con sus cloacas.
Y por las cloacas, el artículo del Confidencial, nos habla de algo que creemos que ya no existe, y es la esclavitud del servicio doméstico.
http://www.elconfidencial.com/mundo/2017-07-24/singapur-abusos-empleadas-domesticas-olvidadas-sistema-perfecto_1418871/
Bueno, no estoy tan seguro de que nos creamos que no existe, ya que ciertamente los salarios que perciben estas profesionales, junto a las condiciones laborales que deben soportar las hacen estar en la proximidad de lo que por esclavitud se entiende.
En Singapur, según el cronista además se une el maltrato físico, el desprecio a la persona, y la exigencia de realizar tareas humillantes o peligrosas, lo que junto a la falta de comida, conduce a algunas de estas mujeres al suicido.
Todo un panorama, que en ese mundo de opulencia, con leyes laborales de lo más avanzadas, el mundo del servicio doméstico, ha sido olvidado de forma consciente por el estado, más preocupado por el chicle mancha calles, que por la dignidad de personas que residen en su tierra.
Y, sí, es cierto también que esas personas que provienen de las zonas más deprimidas de Asia en sus zonas de origen, Camboya, Filipinas, recibirían salarios del orden del 10% de los que reciben en Singapur, y además deben enviar dinero constantemente a sus familias. Pero hablamos de 400 o 500 euros por jornadas de catorce o quince horas, con la comida restringida, y además malos tratos, que no sé si generalizados, en una tierra donde el salario medio es de 6.500 euros, repito.
Es lo que hay, como lo que en su momento se denunció a consecuencia de las obras en Qatar para el malhadado mundial de fútbol, que aparentemente ha llenado de forma obscena los bolsillos de dirigentes corruptos de un juego que en su élite huele podrido cada vez que alguien se acerca a él.
Y la consecuencia es el incremento de suicidios, de muerte por no respetarse los más mínimos derechos de las personas, que al final son esclavos, y a nadie le importa lo que sea de sus vidas.
Miento, le importa a sus familias, a esas que están esperando los dólares de Singapur, y que son la razón de que puedan malvivir en sus tierras de origen.
Porque también hay que recordar que estas gentes, como las que nos llegan a Europa, no han sido raptadas, han sido empujados por la miseria de sus lugares de origen, por los desmanes de los sátrapas que en general rapiñan sus países hasta que no queda nada que robar.
Desgraciadamente, estas gentes que sufren la explotación cercana a la esclavitud, están consideradas en sus lugares de origen como triunfadores, porque de vez en cuando ven una foto con el escaparate de Louis Vuitton tras ellas y no pueden explicar la sangre que les cuesta el envío de esos trescientos o cuatrocientos euros, dólares singapurianos, o la mierda de divisa de país rico de la que se trate.
Y encima de toda esta porquería, se encuentran con que cada vez que hacen una remesa a su país se encuentran con esas comisiones brutales que los pollos de Western Union y similares les cargan. Es aprovechar más y más a la gente más pobre y sufrida del planeta.
Cada vez que se me plantan delante estas historias, debo reconocer que las tripas se me revuelven de mala manera, ya que nuestras sociedades occidentales, tan acostumbradas ellas a las leyes del mercado, no son capaces de entender que tras un salario de esclavo hay una persona que se está dejando la vida, y el argumento es que hay demanda para salarios de 400 euros, doce horas de trabajo, abuso físico y moral, se casa con la oferta, y el periodista tiene su artículo, y yo lleno mi página de hoy.
Creo sinceramente que desde algún sitio se deberían revisar ciertos comportamientos desde el punto de vista de una moral que considere siempre al ser humano como tal, y que impida la aplicación de ciertas leyes de mercado a las personas, especialmente cuando han tenido que dejar sus lugares de origen por la desidia o el interés doloso de ciegos morales.
En cualquier caso, y quien quiera oírlo, lo haga, en nuestras sociedades occidentales los perros no se atan con longanizas, y la tentación de obtener beneficio de los más débiles es algo que parece anclado en nuestro genoma, así que seguiremos viendo este tipo de noticias, que seguramente vendrán de España, de California, de Alemania, de Australia, de Singapore, de Canadá, ¿qué importa?.
Nos quejaremos, nosotros seres inmaculados del trato que nos dan en nuestro trabajo pagado a la occidental, y no sabremos, o no querremos ver que con la otra mano estamos esclavizando a alguien por razón de etnia, sexo, origen social, o cualquier otra cosa de la que no tiene culpa, pero que nos viene muy bien, que luego no hay quien pague la paella del chiringuito.
¡Ah!, y yo el primero, que no estoy libre de pecado, ni mucho menos.
Con su mopa se lo limpien.

Vamos a jugar

En casa siempre me han dicho que tengo mucho cuento, y ya se sabe, a uno en casa creen que le conocen, y con esa creencia te sueltan cualquier cosa y se quedan tan anchos.
Mis amigos, los antiguos, que son muy, pero que muy pocos, desgraciadamente para mí, comparten la opinión de la familia, con lo que la cosa empieza a tener cierta consistencia, los nuevos, los que han aparecido en los últimos tres o cuatro años, los tengo aún en fase de deslumbramiento, porque tengo mucho cuento, y aún no se han dado cuenta.
Lo que más me divierte de todas estas cosas, que además son de lo más refrescantes en verano, es que me permiten jugar, con unos y con otros, lo que no está nada mal, que el juego para mí es el aprendizaje de los niños, y en el fondo, aunque el carnet de identidad se empeñe en su grosería, es lo que quiero ser cuando me muera, un niño de un montón de años, con las ganas de aprender intactas, con la vaguería que caracteriza a quienes, como los niños, es casi imposible centrarlos en una sola cosa, que la dispersión es el más excitante de los juegos.
Y en esa dispersión es donde entra lo más divertido del asunto, porque los niños cuando llevamos mucho tiempo en la puñetera tierra, hemos tenido la oportunidad de jugar a muchos juegos diferentes, cosa que a los que siguen la recomendada senda de niñez/adolescencia/juventud/madurez/vejez/sabiduría, no acostumbra a tocarles que al final son capaces de ser los mejores en algo, cosa por cierto que admiro, y me siento absolutamente incapaz de conseguir, que se ha movido una mosca en la esquina de la habitación y dejo de leer a Hegel, por ejemplo, que además, quién me mandaría meterme en esos berenjenales.
Estando en estas cosas cualquiera de los que no me conocen aún del todo, a la que me descuido, los pillo con gesto de admiración, porque les hablo en titulares de muchas cosas, pero a partir de la segunda capa, empiezo a tirar del arte de la discusión si se me pone en plan especialista, y me pongo a disertar sobre Paul Hogan, por ejemplo, y su influencia sobre el desarrollo del wrestling en el sur de California, con lo que me acaban tomando por un Leonardo, como poco.
Esta terrible confesión que estoy haciendo, es para aclarar a la peña que está llegando en los últimos trimestres a mi círculo, que no, que no soy Leonardo, ni mucho menos, que lo mío es mucho más Mr. Chance, aunque no tenga la cara de Peter Sellers.
Y es lo que tenemos los niños sesentones, que no nos gusta hacer daño, que no nos gusta engañar, aunque si es jugando no nos importe que en cualquier momento los mayores se queden despistados, y digan aquello de que “es cosa de niños”, que es lo que dicen los adultos cuando no entienden el juego que les propone un niño.
Y, por favor, que nadie ande jodiendo con eso del síndrome de Peter Pan, que lo de Barrie es otra cosa, que lleva ese filtro calvinista y cabroncete del clasismo británico, al que le encanta por cierto meterse con las castas indias….pero eso es harina de otro costal.
Sí, queridos, como me dijo una vez un británico cuando iba a empezar la cuarta década de mi vida, “chaval”, bueno, de hecho dijo Mr. Rodríguez, que el hombre para eso era muy considerado, “no olvides nunca que el trabajo es un juego, así que juega, y disfruta”.
Ya lo sabía, que es lo que tenemos los niños, incluso al final de la veintena, que no solo el trabajo, la vida es un juego, y debe serlo hasta el final, aunque un día te pongas la levita y otro día el calzón corto.
Y digo esto, digo todo esto, porque a través de estas páginas también juego, juego con vosotros, los que me leéis, los que me usan para vender sus productos en Taiwan y se han equivocado de página, con los que piensan que detrás de este juego hay un erudito, o que la gran desgracia de las letras españolas es que no me haya dedicado a escribir de una puñetera vez el Quijote, pero esta vez bien escrito, que a una sola mano solo se escriben chapuzas, y con Lope de Vega llenando teatros, encima te pones nervioso y pasa lo que pasa.
Y no, estáis leyendo a un niño talludito, que diría mi abuela, que intenta provocaros a cada momento para que el juego continúe, que en caso contrario el niño se amuerma, o le sale la parte sádica, y se dedica a poner petardos en las colas de los perros, y eso, todos sabemos que no está nada bien.
Pero ni en la técnica de la provocación soy un experto, que no quiero serlo en nada, que luego viene alguien y empieza con esa cosa de los protocolos, de la profundización en la técnica de la provocación, y acaba criticándole a uno, y a los niños no se les puede criticar, porque no entendemos ese palabro, como mucho, a los niños de mi generación se les daba un pescozón o se ganaban una bronca monumental seguida de un castigo que iba desde dejarte sin postre, a no llevarte el miércoles al cine de barrio a ver “Horizontes lejanos” y “Cuando ruje la marabunta”, en bonito programa doble de cine de barrio, de esos que se alfombraban con cáscaras de pipas de girasol.
Y como niño disperso, vaya desde aquí mi admiración hacia los que han sido capaces de seguir la escondida senda por donde han ido- los pocos sabios que en el mundo han sido, que todas las opciones son admirables, sobre todo si se realizan con ese convencimiento que va dando el cúmulo de pasos realizado.
Y sigo aprendiendo de otros niños que voy conociendo, de distintas edades claro, que eso de la niñez no es cosa exclusiva de los impúberes como me gustaría haber demostrado hoy, porque el aprendizaje, aunque sea en titulares, como Mr. Chance, es chuli que te cagas, sobre todo si en cualquier momento puedes dispersarte porque el vuelo de una mosca te ha hecho ver la refracción de un rayo de sol en un vaso de agua, y de pronto al ver ese mini arco iris te crees el gran físico del año.
¿Jugamos?

Primero de octubre

No se lo pueden creer, es como si el espíritu de los despojos que reposan en el Valle de los Caídos hubiese hecho el milagro. Los tardofranquistas no se lo pueden creer, y no echan las campanas al vuelo, porque desde la Carrera de San Jerónimo, parece que quieran aguarles la fiesta.
Los tardofranquistas, una a una fueron perdiendo las estatuas ecuestres que poblaban plazas y parques de nuestra piel de toro, por no decir que también perdieron las paredes que le dieron aquel apodo al ferrolano, ¡si hombre!, Paco Paredes, perdieron el nombre de los grandes hospitales de Barcelona y de Madrid, y ahora, de pronto, todo renace, y renace por donde uno menos se podía imaginar, por mi Catalunya.
Que sí, que te lo digo yo, que ese señor con pinta innoble, solo con pinta, que por otra parte es molt honorable, decide celebrar de nuevo, y seguro que con fiesta en el cole, como cuando yo iba al instituto, el cumpleaños del ferrolano.
Todos a la calle, a la gran fiesta de la (iba a decir democracia, pero me da la risa), lo dejamos, a la gran fiesta del pueblo de Catalunya, celebrando el primero de octubre.
Bien que con esto de las modernidades, ahora resulta que se pone eso de 1-O, que queda muy “trendy”, y ahorra caracteres en las mensajerías, los diazibaos electrónicos, y todas esas mandangas, pero el espíritu del ferrolano es lo que realmente se celebra.
Y pensándolo un poco, no demasiado, que detrás del molt honorable flequillo, parece haber un vacío infinito, resulta que aunque parezca que los perros son distintos, los collares es lo único que los diferencia, a saber:
– 1-O parece que es fiesta, que nos cae en domingo, así que habrá roscón de nata en los postres domésticos, vamos bien
– Si la cosa sigue hacia adelante, de nuevo se habrá conseguido dividir a la sociedad en favor de unos intereses que nada tienen que ver con ningún ciudadano de los de a pié.
– Al parecer, se quieren controlar los órganos policiales, los medios de comunicación, y hacerlo con el ejército no les importaría, pero no hay forma, que no se dejan.
– Quieren ese día del cumpleaños del ferrolano que se abran las puertas a “Una, Grande y Libre”, Catalunya, claro.
– Si hay que ignorar desde las instituciones públicas las leyes democráticas que nos hemos dado todos los que vivimos entre el Bidasoa y Algeciras y desde Creus a Finisterre, se ignoran, lo que equivale a dar un golpe al Estado, no sé si un golpe de Estado, pero desde el “al” al “de”, la diferencia es mínima.
– Otra vez, desde la periferia nos aparecen los viejos monstruos, antes a lomos de los caballos de la Guardia Mora, hoy, como en 1640 con los “ramaders” desbocados de barras y estrella, (la cosa no da para estrellas que aquí se ahorra hasta en los símbolos).
– Desde luego, parece que lo que de verdad quieren es salvarnos, no sé bien de qué, pero salvarnos, que es el papel de estas gentes que van de cumpleaños, aunque parece que lo que quieren es demostrar esa superioridad de la raza autóctona, (no dicen aria), sobre la indolencia andaluza, el catetismo murciano, la bruma gallega, la tristeza castellana, la lejanía canaria…y Madrit (ens roba)
– Otra vez la defensa del Estado parece que se concentrará en la Carrera de San Jerónimo, que no son partidarios los que por allí se sientan de este posible golpe al Estado que desde mi tierra se está fraguando.
Si por estos pollos, que van a celebrar el cumpleaños del viejo ferrolano, fuera ya estaban comprando escopetas a los rusos, o a los alemanes, que lo mismo les da, y si lo tuvieran ya andaban enviando a Moscú el oro de las Caixas Rurales, que para más no da la cosa. Pero parece que no, que en cuanto se gastan fuera de presupuestos cinco o seis mil eurillos no contemplados, se los bloquean, y las familias esas que controlan Barcelona, no están para hacer donaciones en forma de urnas, a la tal celebración.
Y es que se te cabrea el Estado y no vuelves a ganar un concurso de suministros públicos en varias generaciones, y se necesita ese dinerillo, que el Golf de Vallromana no hace más que subir tarifas.
Así que andamos como siempre, mareando la perdiz tontuna de la frustración de siglos producida por creerse superiores incluso a la pata de Judá, y así todo lo que se consigue, es que las estructuras sociales y económicas no avancen. Es el triunfo del “botiguer” de la esquina, del mal taxista, del que no quiere enfrentarse al mundo abierto de la producción industrial, y mucho menos al mundo de las ideas.
Pero todo eso no importa, si hay que hacer una pira en la Plaza de la Universidad con Quijotes, Buscones, y la historia de Menéndez Pelayo, se hace, que piras más grandes se han hecho en países modelo ¡qué diantres!, y es que lo que aquí se está buscando es la creación del ministerio de la Historia orwelliano, que no vamos a enseñar a las tiernas criaturas lo que pasó, no y no, lo que haremos será enseñarles la historia de lo que nos hubiese gustado que pasase, y si algún pasaje sórdido no puede ocultarse, no pasa nada, la culpa no es de la “dolça Catalunya”, sino de aquellos que destruyeron esta gran nación que nunca ha existido.
Menos mal que esta vez no hay al frente de la cosa un militar bien formado y con un ejército detrás, porque aquí acabaríamos teniendo sangre en las calles, y no de ciclistas únicamente, menos mal que parece que lo que tenemos es gente que a no ser que el fanatismo les ciegue, se tientan la ropa y se marcan líneas de no traspasar, ciertamente muy unidas al “patrimoni”, que con las “secas amb butifarra” no se juega, sobre todo si son las propias.
Así, que no sé qué hacer el próximo uno de octubre, aunque me da que no me va a apetecer andar por estos pagos, que me daría por sacar a pasear una rojigualda con gallina, yugo, flechas, y foto del tal Paco Paredes con crespón negro, que ante todo un respeto.
Con su pan se lo coman

Los diezmos bíblicos

Me dicen hoy, mientras aun me estoy quitando las legañas, que Warren Buffett, ese ultramillonario que invierte con ojo de lince en las más rentables opciones que dan los mercados, ha donado 170 millones de dólares a no sé cuántas obras benéficas.
Y me parece bien, que como el refranero nos recuerda, en el tomar no hay engaño, y 170 millones, son 170 millones, una pastizara que diría el castizo, y mejor andan por ahí dando de comer a no sé quién que aguantando la cotización de Acerías Pérez, por muy mal que le siente al señor Pérez.
Pero lo que tienen la cosas, que la Biblia dice, y me temo que el Corán también, que lo que hay que dar para ir al cielo, son los diezmos, entiendo que la décima parte de lo que se tiene, y según una de esas cifras que aparecen en Internet, el tal Warren tiene un colchoncito de setenta y seis mil millones de dólares.
Y las cuentas son las cuentas amiguito, que la factura debe ser de siete mil seiscientos, con lo que te falta un pico para llegar a la salvación bíblica, tú veras.
Y no me vengas con la mandanga de los impuestos, que eso no es donar, eso es pagar por los servicios que la comunidad te ofrece, y a través de los que tu fortuna se ha ido haciendo, es decir, van a balance en el pasivo. Nadie como tú para saberlo.
En fin, amigo Warren, que no voy a ponerte verde porque hayas largado esos ciento setenta millones de dólares, todo lo contrario, que seguro habrá gente que estará encantada con la donación, e incluso algún pobre de esos que no existen, seguro, que gracias a ti, y a otros como tú, hoy podrán beber un vaso de agua no demasiado sucia. Estupendo.
Y hago esta reflexión porque ayer en el despacho, saliendo justo del hoyo cuatro, o del diecisiete que no me acuerdo, me dió por hablar con mi colega del tema del Ébola, y de un reciente brote que se dio en República Democrática del Congo, y que al parecer no ha ido a más, ya que fue hace unos meses, y no he escuchado ruido de batas blancas a propósito del tema.
Mi colega de estas cosas sabe mucho, que ha sido de los grandes microbiólogos clínicos españoles, y aunque hoy venga conmigo al despacho, procura mantenerse al día de estos temas, y en concreto del Ébola.
Mi amigo comentaba los esfuerzos de los laboratorios internacionales por obtener una vacuna frente al tal miembro de la familia de los Filoviridae, y de los éxitos que se están consiguiendo, aunque como todos los esfuerzos que se dedican al tercer mundo, fallan, en buena medida por la falta de visión que tenemos de esas zonas en nuestro mundo desarrollado y aséptico.
Me consta que se ha hecho por parte de la industria farmacéutica el esfuerzo necesario, pero a la hora de valorar la eficacia hay que empezar a valorar las infraestructuras, los niveles culturales, las actitudes de los gobiernos locales, y como no la corrupción, que pone freno a la distribución correcta del avance científico.
Parece ser, que según nos hacen saber los epidemiólogos, el virus tiene como reservorio a murciélagos (desde hace decenas de millones de años), y a diversas especies de simios.
Es decir, la dieta que muy a su pesar deben consumir muchas de las poblaciones que posteriormente son arrasadas por el brote epidémico. (Puede matar a más del 95% de un grupo humano infectado).
Pero eso si hablamos del Ébola, que al final te mata en un plis, y que además al ser tan agresivo actúa él mismo contra su propia dispersión, pero otros virus de esos que ya estamos acostumbrados a encontrarnos cada día en la calle, como el de la inmunodeficiencia adquirida, (SIDA para la peña), y que para estas latitudes es cuestión de unos fármacos antirretrovirales, en esas zonas de África, donde se cuece el Ébola, no se pueden comprar, no hay dinero, y los infectados…..se mueren poco a poco, en casa, o tirados en cualquier guetto, que a nadie le importa.
Y eso que no hablo de cosas como el Malarone, que aquí lo subvenciona la Seguridad Social y pagamos 2,5€, pero que realmente vale más de 50€,
Así que esas poblaciones, en el caso de que estuviese disponible en el país simplemente no podrían comprarlo, que un rico es alguien con una renta mensual de 300€. Pero la malaria afecta solo a unos pocos occidentales que van por ahí sin tomar su profilaxis.
A lo mejor si don Warren, don Amancio, don Mark “caralibro”, don Carlos Slim soltasen de forma adecuada sus diezmos, cruzar Ghana, por poner un ejemplo, no sería la tortura que es hoy, quizás apretando un poquito a sus dirigentes se pudiera actuar en los temas básicos de salud, de educación, de infraestructuras de los que están tan necesitados.
Y que no se nos olvide, la mano de Europa está detrás de estos desastres humanitarios, que por esas zonas se habla inglés, francés y español, y la herencia que les hemos dejado es una puerta cerrada al primer mundo, sea desarrollando sus potenciales, sea migrando a las zonas que en su momento les ocuparon, o comerciaron con sus cuerpos durante los períodos de transporte de esclavos, y desde luego utilizaron la madera de sus bosques, su recursos minerales, su petróleo.
No voy a repetir el cabreo que desde estas líneas en otras ocasiones he manifestado, cuando he hablado de los movimientos migratorios, bien causados por las guerras que se mantienen contra el Islam, bien por la pobreza y ausencia de ninguna esperanza de progreso que se respira por esas latitudes, pero debemos seriamente considerar la actitud no solo de esos grandes millonarios, sino de todos y cada uno de nosotros, cuando nos enfrentamos a lo que significa vivir y sobrevivir en ese mundo globalizado, que lo que ha hecho ha sido más o menos, servirnos a base de cookies, solo la información que creen nos interesa, según nuestros hábitos de búsqueda y la miríada de parámetros que nos han robado, y desplazar la riqueza hacia las áreas más pudientes de la sociedad, que encima no consumen en el mismo porcentaje sobre ingresos que lo hace la mass media, empezando un círculo vicioso de reducción del comercio bastante curioso, que alguien debería estudiar.
Pero el mundo está montado sobre estructuras injustas per omnia saecula saeculorum, amén, y esto no lo cambia el Sursum Corda, lo tenemos levantado hacia el G.A.D.U.
Amén

El panfleto del día

Hazlo circular, si no te molesta….

Sin caminantes hay camino.

El centro de investigación Príncipe Felipe (Valencia) ha despedido a 108 trabajadores de los 258 empleados con los que contaba, 79 son científicos, los que se quedan tienen una reducción de salario. Se han cerrado 14 líneas de investigación, algunas eran sobre el cáncer, Parkinson o Alzheimer.

Pero han gastado 3 millones de € organizando un campeonato de golf de un fin de semana en Castellón. 15 millones de € en unas torres de Calatrava que al final no se van a construir.

Han comprado «por un precio simbólico» la empresa Valmor Sports, encargada de la organización de la fórmula 1, pero se hace cargo de 30 millones de € de deuda.

El viernes es el día mundial del Cáncer. Te agradecería que lo reenviaras.

El 93% no lo hará

Ah!!! La única petición es que mantengas esto circulando, aunque solo sea a una persona más. Por la memoria de alguien que conozcas que ha sido vencido por el cáncer o que aún vive con él.

Vicente Lahera
Catedrático de Fisiología
Departamento de Fisiología Humana
Facultad de Medicina
Universidad Complutense de Madrid (UCM)
28040 Madrid

He recibido hoy en una de esas conversaciones múltiples de la aplicación para móviles Qué?, y no he podido por menos que darme cuenta de varias cosas, siendo la primera de ellas la antigüedad en años de los hechos que se comentan, ya que esos despidos se hicieron hace varios años.
La segunda cosa, es que al parecer, el Profesor Lahera nunca firmó un manifiesto de ese tipo, cosa que del análisis del texto casi se deduce, ya que los comentarios detallados a otros gastos del gobierno valenciano, huelen a pluma de politicastro cutre. ¿Qué queréis que os diga?.
Desgraciadamente, y por la posición profesional que en su momento tuve, conozco bastante el tema de la investigación científica en España, y cómo nos las gastamos, y desde luego, y estando muy de acuerdo con algunas de las consideraciones del antedicho panfleto, siento diferir en la ausencia de autocrítica que nuestros estamentos dedicados a la investigación padecen.
Tuve ocasión allá por 2010/2011, no recuerdo bien, visitar el centro con ocasión de unas jornadas que mi compañía organizó, para presentar equipos destinados a la investigación, y hablo de espectrógrafos de masa, de absorción atómica, de secuenciadores de DNA, de equipos para la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), de secuenciadores de RNA…y muchos equipos menos sofisticados, de reactivos adecuados a esas técnicas, y lo necesario para que un centro de alta investigación saque adelante su trabajo.
Pues bien, lo que me encontré una vez crucé las puertas del centro, como director para España de la multinacional para la que trabajaba, y tras haber visitado durante mi carrera profesional centenares de instituciones de ese tipo, fue que estaba dentro de un edificio muy bonito, luminoso, con una aqrquitectura adecuada, con una sala de conferencias cómoda y luminosa, y con medios básicos, sino deficientes para las presentaciones. Vaya, que lo primero que pensé, y juro que fue así, estuvo relacionado con los faraones, porque me habían enseñado los logros del circuito de F1, los nuevos campus universitarios, y un montón de nuevas obras con las que se había dotado la ciudad, incluyendo el teatro de ópera, que por dentro parece una cancha de baloncesto. Pero eso ya es harina de otro costal.
El caso es, que dada mi posición, el director del centro, me enseñó las instalaciones, con gran amabilidad, ya que intentaba que mi compañía aportase dinero para la institución.
Vamos a ver, me dije, y fui pasando por salas vacías, por salas con algún equipo muy sofisticado, de esos que valen seis dígitos, y que tenían el aspecto de no haber sido utilizados nunca. Ví equipos sin desembalar, y pensaba yo que cuando lo hicieran la tecnología del tal cacharro, ya estaría obsoleta, y por fin en un departamento un grupo de personas con bata blanca, charlando animadamente, y cierto aspecto de que en ese ámbito algo se hacía.
Sin la posterior charla en el despacho del director, ya me había dado cuenta de que estaba en una institución, cuanto menos ineficiente. La cosa se acabó de fastidiar cuando le pedí al director un proyecto formal de investigación perfectamente detallado, para comentarlo con los responsables de mi compañía, que lo auditarían y decidirían sobre la conveniencia o no de financiarlo. Nunca tuve la respuesta, y el asunto quedó así.
Desgraciadamente en aquel, como en demasiados centros de investigación en España, ocurren cosas parecidas, es decir, cuatro gatos trabajando en un rincón en proyectos de los de “tente mientras cobro”, aparatos sofisticados y muy caros infrautilizados, o simplemente si utilizar, y obras faraónicas, muchas obras faraónicas, de esas que dan muy bonito en el papel couché, que en la próxima campaña electoral hay que salir muy guapos.
Hago estas reflexiones, con la esperanza de que las cosas en el día de hoy hayan cambiado, pero la nota del encabezamiento tiene muchos años y en fue en aquellos años cuando yo he tenido la experiencia que acabo de narrar y otras que espero sean ilustrativas.
En mi compañía el fin de año era frenético en España, porque entre otras mandangas, los centros de investigación debían cerrar los gastos, y con ellos los presupuestos. Es decir, dinero que no hubieses utilizado para instrumentación, a fin de año se consideraba no gastado por la institución, se devolvía al ministerio, y el presupuesto del año siguiente se veía mermado. Así que por favor señores suministradores de equipos científicos, acepten el pedido de última hora de un equipo carísimo, que no sé si voy a poder utilizar en algún momento, pero antes muerto que me rebajen el presupuesto para el año que viene.
En esa época, era práctica común, y como consecuencia tenemos, perdón teníamos, aparatos no utilizados, o infrautilizados, departamentos enteros de nuestros centros de investigación sumidos en el ostracismo, bien por falta de personal adecuadamente cualificado, bien por carencia de directores de investigación que supieran planificar correctamente la labor investigadora, bien por la política de Recursos Humanos llevada a cabo por la administración, bien por…en fin, que entre todos lo mataron y el solito se murió.
Quiero por tanto destacar que aquellos que consideren la investigación científica como un gasto y no como una inversión a largo plazo, de las más rentables por cierto, están haciendo un daño irreparable a su sociedad, y si además esa consideración de gasto conlleva que en un momento dado se puedan realizar recortes de presupuestos de forma indiscriminada por atender otras necesidades, lo que consiguen es que todo, absolutamente todo el dinero invertido se pierda. Lo que permanece es la foto del edificio con los políticos en la puerta sonriendo.
Sin ganas de extenderme mucho más y volviendo a ese pestilente panfleto que anda por las redes, quisiera pedir a nuestra comunidad de investigadores en ciencias puras o aplicadas, que por favor hiciesen el esfuerzo de organizar su sector de forma que la producción investigadora fuese un argumento contra el que nadie pudiera discutir, que los infinitos reinos de taifas escondidos en cada uno de los centro de investigación, se transformaran en partes de un todo coordinado, con la suficiente fuerza en la sociedad para que ésta les apoyara sin fisuras, y sobre todo, sobre todo que no olviden que de ellos depende la salud, el bienestar y el progreso de su sociedad.
¡Ah!, pero que no olvide esta comunidad investigadora, que su competencia está en otros países, y que si esa solución para ese determinado tipo de cáncer (lo utilizo porque el panfleto lo ha hecho de forma miserable), no sale de aquí, lo hará de cualquier otro laboratorio del mundo, que las líneas de investigación son muchas veces paralelas.
Pero seguro que esto ha cambiado ya.
Con su pan se lo coman

Vendido a Lucifer

“Pues voy a ver si un día de estos me pongo y lo arreglo, que no sé si hoy estoy preparado para hacerlo”. Es el mantra del vago, o el mantra del indeciso, que estas cosas nunca se sabe por dónde andan, y normalmente lo hacen por donde menos te lo imaginas.
Porque uno, desde su cátedra del jubilata se puede permitir muchos lujos, y en sus cosas casi concederse el “vuelva usted mañana”, pero no dirigiéndose al administrado estando uno en su atalaya de funcionario, que eso es muy aburrido, y además, ya habló de la cosa el bueno de Larra hace casi dos siglos, si no desde la misma tierra, esa que hay que pisar con los pies día a día.
No, lo del jubilata es un algo de, “mire, no me maree mucho hoy, que tengo la mente en otra parte”, o es que tengo una cita en el tee del uno, y no me voy a poner a ver si llamo al fontanero, que lo mismo me dice que viene, y la liamos.
Así, que uno recuerda la cantidad de urgencias inútiles que ha tenido que aguantar en su vida, normalmente para nada, o al menos para nada que le beneficiase a uno directamente, y reconozco que es muy placentero, es decir, casi morboso, el poder marcar uno las urgencias, marcar uno los imprevistos, e ignorar a derechas, o hacerlo a izquierdas según convenga.
Aún en mi vida de empleadillo en activo, recuerdo mi respuesta cuando me decía alguien, “por favor atiende a Fulano, que dice que es muy urgente”.
-Será para él, contestaba yo, que si la urgencia hubiera sido mía ya habría llamado yo, así que vaya pidiendo una tila.
Cierto que tiene algo de exageración, no voy a negarlo, pero ya en aquellas épocas mostraba maneras que hoy se han ido afianzando, y no quiero ni pensar lo que de mí pueden estar diciendo aquellos que no me interesan demasiado y esperan algo de mí, no ya por las redes sociales esas, sino simplemente por el WhatsApp familiar, o de amigos íntimos.
Quizás sea aquello de a la vejez viruelas, pero reconozco que no estoy para urgencias, ni siquiera estoy para agobios no esperados, y he desarrollado una habilidad para salir de ese tipo de situaciones increíble.
Y es que después de mucho tiempo, me he dado cuenta, que el hecho de poner tu culo en consejo, no acaba en que obtengas un beneficio, solo termina en que unos dirán que es blanco, y otros dirán que es negro, amén que puedes llevarte un pellizco no deseado, y sin ningún tipo de compensación.
Las urgencias ajenas son así, tú cometes el error, normalmente por una cuestión de vanidad, de ofrecerte, de hacerte visible, que es lo que se dice ahora, y ciertamente lo consigues. Cuelgas cuatro fotos para que las vea todo el mundo, transformas a quien quiera, (sin examen de entrada previo, claro) en tu círculo de ¿amigos?, dices cuatro paridas con más o menos gracia, o copias/pegas algo ajeno que te haga brillar en tu visibilidad, y ya está eres visible.
Lo que quiere decir que te transformas en alguien en teoría a disposición de eso que ahora se llaman “mis amigos”, del Twitter, del Facebook, de Linkedin, incluso, o si eres poco comedido del mismísimo WhatsApp, y ahí es donde empiezan las urgencias ajenas, que ¡cómo no atenderlas, si son de mis amigos!. Ya has caído en la trampa, acabas de transformar tu vida en un espectáculo ajeno, a cambio de nada, o quizás sí, a cambio de ver otros espectáculos similares. Bueno, si eres consciente de que es así, y te gusta, felicidades.
Porque diferente es el obtener algo de todo ese maremágnum, que créanme ustedes, es casi imposible, ya que no acostumbra nadie a ofrecerte ni trabajo, ni amistad sincera, de esa de contigo hasta donde haga falta, y al final hacen que pierdas el Norte, siendo carnaza de publicidad no deseada, que es de lo que todas estas porquerías viven.
Entiendo que mi postura a veces es demasiado radical, y me temo que es cierto, aunque quiero también destacar, que estas (no todas, sólo alguna de ellas), bien utilizadas y con los controles necesarios, pueden servir para no perder el contacto con gente cercana en el corazón, pero lejanas en la distancia física.
Así, que voy a ver si un día de estos, me pongo y lo arreglo, que si no lo mismo voy y me aburro, y nada hay peor para un jubilata que eso del aburrimiento.
Ya, que sí, ya lo sé, hay muchas cosas que arreglar, hay muchas cosas en las que pensar, y mientras uno anda con la excusa del curro, de los niños, de la hipoteca, y de si te están poniendo los cuernos, por un decir, que te tienen ocupado, como los del WhatsApp, como los del Facebook, así que lo mejor es que lo haga mañana, o mejor, que no lo hagas nunca, que tampoco pasa nada, pues al final siempre estás regalando tu tiempo a otro que se enriquece con él.
Y pasa el tiempo, ves una vieja foto, y casi no te acuerdas de aquella vivencia, de lo que pudo significar un momento en tu vida, porque entre muchos te la vampirizaron, la absorbieron hasta el fondo, y a ti, casi no te quedó nada, las manos vacías, que a lo mejor te estaban llamando desde la oficina, quizás te estaban llamando para que hicieras algo inane para alguien huero, y como era tu amigo, le diste ese irrepetible trozo de tu vida.
Así somos, quizás sea ese el precio de ser parte de la tribu, de querer disponer de un espacio en ella, y a cambio solo te queda vender tu alma a un diablo que te rodea, que interfiere contigo, y que, a cambio de nada o como mucho de hacerte creer que eres algo alabando tu orgullo, te roba la vida.
Será porque hoy llueve en Madrid, y no es otoño, que sé de buena tinta que a muchos les cabrea, pero no, es que estamos en momentos de hartazgo con estos foros económicos diseñados para que gente que no lo merece siga acaparando, y el ninot coreano tirando cohetes como si esto fueran las Fallas.
Mientras no le estalle la mascletá en los morros todo seguirá más o menos bien.
Con su pan se lo coman

Esto va bien….Señor conde

Hoy leía algo sobre las nuevas elites laborales y escuchaba un par de barbaridades en boca de uno de esos economistas que aún se creen a Keynes, y me salta a la cara la miseria de este país.
Aún le estoy dando vueltas al maremágnum de mantras que como un milagro se abren paso en el inicio de este segundo trimestre de un año que alguien nos quiere vender como maravilloso.
Y quizás lo sea, pero no está claro para quién, e iré más o menos, paso a paso a caballo de mi cabreo. Veamos:
¡Tachíiinnn!. Se han vendido un 7% más de coches que el primer semestre del año pasado…¡guau!, el número parece la leche, pero resulta que quienes han subido las compras, han sido las empresas que los usan para ciertos trabajadores un 10%, o así, las empresas de alquiler algo parecido, pero el ciudadano de a pié, ese está casi plano…menos de un 2%, y seguimos en un país con un parque móvil viejo, o muy viejo.
Pero es que las elites laborales hoy andan ganando menos de 1000 euros al mes, que los que lo superan son los reyes, y con eso todo el mundo sabe que no se vive, digan lo que digan los voceros que se nos asoman a los medios de comunicación que se las meriendan todas, a cambio de prebendas, supongo, que por estos pagos, el más imbécil hace relojes.
Y es que al principio de esa mal llamada crisis, que no ha sido más que un proyecto exitoso de esquilmar a las clases medias, el mileurista de 2007, era contemplado con pena, que además el tal pollo hablaba idiomas, tenía su licenciatura, su master, su camisita y su canesú, ¡ah!, y pagaba menos impuestos, y ya, puestos a esquilmar, la administración del Estado se nos apuntó al bombardeo. Miserable, entre mucho e inaceptable.
Y el pollo ultraliberal keynesiano, se me descuelga hoy con que le parece injusto e inasumible por el Estado que los nuevos pensionistas anden recibiendo unos mil cien euros de media como pensión de jubilación, cuando los sueldos andan hacia los ochocientos. Bien mi querido keynesiano, posiblemente con dinero de familia y salario de cuatro dígitos, permítame que le recuerde varias cosas:
Posiblemente esté usted pagando menos impuestos de los que pagaría en Francia, sin ir más lejos, así que con ese “ajuste”, a sus ingresos y a otros parecidos la cosa se empezaría a equilibrarse´
Seguramente los treinta o cuarenta mil millones de euros que nos cuesta aún la corrupción que afecta a los contratos públicos, ayudaran a restablecer cierto equilibrio, especialmente si usted y otros como usted cargasen las tintas en eso en vez de insistir en lo altas que son las pensiones.
Porque no es eso, que la grasa que le sobra a nuestra administración pública, y que sirve para pagar prebendas y favores de los corruptos que usted ignora, teniendo como tiene a su disposición una tribuna de alta difusión, arreglarían en buena parte ese problema que usted apunta, y que por cierto no hemos causado los ciudadanos.
Y por último en cuanto a sus comentarios mezquinos, le recordaré que el problema está en los salarios que la reforma laboral ha permitido que se paguen en España, y que en nuestro entorno, más competitivo, por cierto, como Francia, Alemania, o el Benelux, se considerarían de miseria, ¡ah!, y no me venga con milongas con la cantinela del paro, que con salarios medios entre dos y tres veces las nuestras el nivel del paro es menos de la mitad.
A lo mejor cuando hablamos de las generaciones mejor preparadas de la historia de España, nos estamos equivocando, y no es así, que la sensación que tengo es que tienen más títulos que nunca, cierto, pero la formación me da que es pobre, muy pobre, con la excepción de las elites de siempre que han alcanzado la formación de los “high flyers”.
Y es que a lo mejor nos están preparando como ya he dicho otras veces, para ser los camareros de Europa, y en ello estamos, con unos sindicatos que deberán posiblemente tomar nota de los acontecimientos que se preparan en Francia cuando el Señor Macron, a ver si son capaces de hacer ese “master” en defensa de los ciudadanos de este país.
Y por cierto, quiero recordarle a usted y a la ministra Bañez, que deben avergonzarse de que en este país tengamos el 18% de la población en paro, cuando en Alemania, Reino Unido, o USA, andan por el 4%, y pagando a 15 dólares la hora, viene a dar 27000 dólares al año de salario mínimo.
Deduzco por tanto que a lo mejor el problema está en otro sitio, como por ejemplo la educación que han recibido las últimas generaciones, que ha servido a esas gentes como adoctrinamiento ideológico, y poco más. O quizás esté en los ejecutivos cutres y ramplones de los que este país se nutre, amiguetes de los amiguetes, y negocietes entre ellos.
Que no pasa nada, si quiebra el banco, pues tan pichis, que me cargo Abengoa, pues ¡ea! A bailar una sevillanas a la caseta de la feria.
Y luego la clase política ramplona y mal formada, cutre, inútil y sembrada de pícaros y ladronzuelos, que no llegan a Duque de Lerma, ni tienen la gracia de Lázaro de Tormes.
A La porquería en que hemos transformado este nuestro país, a costa de un desplazamiento brutal de rentas hacia las áreas más favorecidas es inaudita, y la reacción de la ciudadanía que se lo ha merendado con patatas, sin buscar soluciones de las que realmente pueden mover las cosas me hace pensar que a lo mejor es que nos gusta.
Los que ahora están preparando la campaña de rebajas, no las tienen todas consigo, en cuanto a lo que va a dar de sí el consumo interno, que parece que hablan temblando de que si el dos, o algo parecido, y es que parece que no se den cuenta, o si se la dan, cantan el mantra que le dictan, porque cayendo los salarios a límites casi búlgaros de dónde coño esperan que la gente saque el dinero para comprar la baratijas de las rebajas.
Así, que me encantaría que alguien empezase a llamar las cosas por su nombre, desde nuestro Marianico hasta el de la coleta o el flequillos de Girona. Nadie, ninguno de estos, ni siquiera los de los sindicatos, ni la prensa, nadie son capaces de tomar las riendas por los más desfavorecidos, esos a los que les van a ahorrar siete euros al mes por la rebaja de impuestos.
Miserables.

El turista nada accidental

Esta mañana, leyendo uno de esos artículos de opinión que me ofreció, en este caso El País, sobre lo que significa la expansión imparable del turismo, recordé que los mismos argumentos que el comentarista, Don Julio Llamazares, apuntaba, los llevo dentro de mí desde hace un par de décadas por lo menos.
Por diversas razones que no vienen al caso, soy una persona que he viajado por encima de lo que la media de la población acostumbra a hacerlo, y me he ido dando cuenta, poco a poco, de los cambios que en el entorno se han ido produciendo, como llega a decir el Señor Llamazares hasta convertir el hecho de viajar en una especie de tortura.
Él matiza, que hace unas cuantas décadas, eso de viajar por turismo era cosa de élites, digamos con cierto músculo financiero, y era cierto, y eso permitía que llegabas a Roma y entrabas a ver la Capilla Sixtina, sin problemas, o te acercabas a Praga y podías disfrutar de un Don Giovanni cogiendo entradas el mismo día, o entrar en una cervecería y ser el único extranjero.
Las ciudades ofrecían varias cosas que hoy son impensables, que si paseas por Vía Condotti, por el Paseo de Gracia, por el Fabourg de Saint Honoré, por la Quinta Avenida o por New Bond Street, el paisaje es el mismo, solamente cambia la divisa de los escaparates, las tiendas son las mismas.
Y las colas para entrar en los monumentos, o los empujones que te dan los clientes de Ryannair, enfundados en sus calzones cortos, y sus sandalias de Geox respira, son los mismos en todas partes, que es igual de incómodo e impersonal cruzar el Puente de Carlos, que arrastrar los pies por el Rialto o por el Ponte Vecchio. Es lo mismo, siempre es lo mismo.
Y es que ni siquiera puedes disfrutar del contacto humano que la población local puede ofrecerte, porque eres un puñetero enemigo, que has hecho que sea imposible para ese ciudadano poder vivir en su casa, poder pagar sus facturas, poder disfrutar de su ciudad, de sus cafés, de sus restaurantes de su vida local. Simplemente porque ha desaparecido, se la hemos robado uno a uno los turistas de la mano de las low cost, de los Air BNB, de la mano al fin, de la maldita globalización.
Mala cosa, que aún recuerdo cuando en España esta cosa de recibir visitantes que no fueran las tropas de Escipión o de Tariq, o de Napoleón, era algo bueno…¡hemos llegado al turista un millón!.
En aquellos tiempos significó la apertura de nuestros ojos a formas diferentes de ver la vida, de entender que por estos pagos había que pelear mucho si queríamos ser como los suecos, como los ingleses, como los alemanes. Y eso creo que fue uno de los gérmenes que hicieron que nuestra sociedad cambiase, que incluso la dictadura acabase.
Pero la percepción hoy es totalmente diferente, hoy estamos frente al más importante de los problemas, ya que hemos transformado buena parte de nuestras ciudades en puñeteros parques temáticos, donde pagas el billete de entrada, y puedes subirte a todas las atracciones, que además tienes que decir en la oficina, a la vuelta, lo bien que has aprovechado la oferta de Easy Jet, y la habitación de literas compartida, de Air BNB cerca de todas partes.
Es un turismo nada accidental, es un turismo como ya he dicho, de parque temático, de superficie de escaparate o de borrachera, que también se dá, a veces mezclado. Pero no es el turismo de intercambio cultural, eso ya no existe.
Este año del que andamos ya a mediados, he visitado Roma, Londres, Florencia y Lisboa, como ciudades “Parque temático”, y debo reconocer que en todos los casos debía llevar las entradas para las atracciones, que si no, vi la Sixtina, ni la Accademia, ni Westminster, ni San Jorge, y una vez dentro…empujones masas de cosas sudorosas, con piernas…(yo era uno de ellos).
Sintiendo además la tremenda presión de la ley de la oferta y la demanda. Yo era la demanda, y como yo millares de imbéciles, así que el precio de las cosas estaba diseñado de forma especial para esquilmarme. Lo dice también el Señor Llamazares en su trabajo de esta mañana, por si faltaba algo, encima somos carne de cañón y directamente abusan de nosotros en los precios.
Y es que la globalización es lo que tiene, y cuando andas por Londres, por un decir, no tienes la lista de precios “on line” de las pintas de British Ale en los treinta pubs más cercanos a tu posición determinada por el GPS de Google, y si lo tienes, a lo mejor el consumo de gigas, hace desaconsejable la consulta, que a seis euros el giga, a lo mejor vale la pena no andarse con consultas y pagar media libra más.
Y ese flujo de personas y dinero, al final desaparece de las ciudades, que el comercio tiene sede en las Caiman, las cadenas hoteleras en Gibraltar, las cadenas de pubs en Jersey, y los restaurantes en Bahamas, por lo menos.
Que el “comidas caseras de Doña María” ya es propiedad y segunda marca de Burger King, por lo menos.
Así que se paga al trabajador nada y menos que las cadenas le dicen luego a los políticos que si les molestan les dejan a tropecientos mil en el paro, y eso si que no.
Y ahora estoy llegando a mi Barcelona, donde no sé si soy local o turista. Siempre me ha gustado un pescadito en la Barceloneta, pero ya no quedan más que dos o tres que no son de cadenas, o de pakistaníes, que no saben de qué va la cosa, y que se especializan en el paellador y la alpargata con calzón corto…y esa no es mi Barcelona.
Además me temo que esto no lo arregla ni un Catexit exitoso, el camino está trazado, el ciudadano tendrá que dejar paso a la turba de dos días entre crucero y crucero, que cualquier excusa es buena para ver un edificio de Gaudí, entrar en el Gucci de turno, y pedir de golpe los cien montaditos, a ver si revienta alguien.
Con su pan se lo coman

Investments

Parece, que sin causa aparente los mercados financieros han dado un buen susto a la peña, que con esto del verano, la cosa toca, que hay que vender algún activo para pasar las vacaciones en la casa rural de turno, y uno tras otro la cosa suma, suma y ¡venga!, el IBEX para abajo.
Y a costa del asunto, mis amigos, que no son ni mucho menos unos atorrantes, se me han puesto a elucubrar a costa de la conveniencia de estar en los mercados financieros, de qué forma, a qué hora, y su significado, esotérico o no, de los movimientos oscilantes de las curvas de los analistas.
Y uno me sale con que confiaba en la renta fija, cosa que no está nada mal, por cierto, que como todo el mundo sabe, te da fijo unos sustos de muerte, y el hombre se ha llevado uno, del uno por ciento, un sin vivir.
Mi amigo, el profesional de la cosa financiera, ha intervenido, con criterio, con el consejo amable que te da quien dedica su esfuerzo a estas cosas, y como es un tío como Dios manda, le ha dado el mejor de los consejos, es decir, lo más seguro es que quién sabe.
Para saberlo, que diría Serrat, y claro ha entrado en la conversación, cuando la cosa ya se ponía en plan compro pisos, y compro oro, otro de mis amigos dispuesto a venderle los pisos que quisiera, y si hay que poner oro, pues para eso está la grifería, y además nos saltamos a Montoro, antes de que nos lo quiten de en medio, y no tengamos con quién pelearnos. ¡Como tiene que ser!.
La cosa, al del susto, no le satisfacía, pero el muy jodido se lo estaba pasando bien, que es lo que tienen estas cosas, que empiezas preguntando al profesional por el tema que te inquieta, se mete el primito de Badostain en la conversación, y te quedas con las pérdidas, pero aprendes del asunto del final de los Templarios lo que no está escrito. Todo muy propio.
Claro, yo hoy no he ido al despacho, lo que es una pena, que el día está precioso, me he puesto como siempre, a meter la zarpa donde no me llaman, y he soltado mi disertación sobre la importancia de escoger los activos financieros adecuados, que sobre todo sean de calidad, sobre la imposibilidad de poder hacer predicciones fiables sobre las actuaciones de los bancos centrales.
Me ha dado por comentar aquello de J.K. Galbraith de que “La única función de la predicción económica, es hacer que la astrología parezca respetable”, que nos dedicamos a la especulación en todos los ámbitos de nuestra vida de forma constante, que cualquier decisión que tomamos, está basada en unos conocimientos adquiridos, por lo general inexactos, siempre incompletos y sobre ellos decidimos comprar Matildes, vender Bayer, o lo que puede ser casi tan malo, le pedimos matrimonio a Chuchita, enviamos al enano al colegio laico o religioso, cambiamos de carril en atasco, o cogemos el paraguas al salir de casa, pero no el chaquetón de cuero.
En todos los casos, nuestra decisión acostumbra a estar basada en la valoración que hacemos sobre el conocimiento que tenemos del pasado, lo extrapolamos hacia el futuro inmediato, y confiamos en haber tomado una sabia decisión.
¡Como para no creer en el destino!, que ni siquiera partiendo de la base de que nuestro conocimiento del pasado referido al ámbito de la decisión que vamos a tomar sea exacto y exhaustivo, íbamos a estar acertados siempre a la hora de la acción.
Tremendo, desde luego tremendo, porque cuando la cosa ya parecía en nuestra conversación que no iba a tener solución, resulta que entra otro de mis amigos…( parió la abuela), y suelta lo de que encima va y actúa el pirata, el tiburón financiero, y no hay ya algoritmo que lo resista.
Pero lleva razón, que hasta la Psicohistoria de aquel sabio Sheldon de La Fundación de Asimov, modelo a escala planetaria del arte de la predicción se la revienta el Mulo, el puñetero mutante que no había sido considerado en los algoritmos de base del proyecto.
Y es lo que yo digo, que esto es estar montado sobre un caballo desbocado, y lo único que puedes esperar, (rezando mucho, claro) es que no se salga de la pradera, y cuando se canse de correr se tumbe amablemente en el verde húmedo. Y es que compras dinero, y lo que haces es fiarte del país X o del país Y, y las acciones de sus dirigentes, de esas acciones que están sobre todo tomadas con la base de información siempre incompleta, manipulada algunas veces, y poco útil.
Pero la decisión se toma, y las consecuencias, al final, no son más que nuevos elementos que se añaden al ecosistema en el que nos movemos, que no conocemos y que nos hace dar palos de ciego en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida.
Así, que no sé cuándo le podré decir a mi amigo que no se preocupe, que no va a ser el hombre feliz del cuento oriental, y que si llega a serlo, pues será feliz que tampoco pasa nada.
Y como él, que es muy leído, sabe perfectamente que el mejor sistema de ganar a esto es seguir el consejo del mono que tiraba dardos a la diana con los nombres de las blue chips bien pintaditas.
Así que no se preocupe, que lo mejor ahora que están baratitos es comprar dólares de esos “In Trump we trust”, que total si el hombre se lía en el twitter con más boutades, podremos pasar un fiinde en NYC, como en los viejos tiempos del give me two.
Así que ahora que llega el finde y los mercados europeos han cerrado hechos unos zorros, diré aquello del británico que le informaron de la quiebra de sus inversiones a las cinco y un minuto del viernes….¡Qué disgusto me voy a llevar el lunes!,¡Que tengan ustedes un buen fin de semana!
Y con su pan se lo coman

Días de fiestas

Dentro de nada, este país nuestro, que no deseamos entender entrará en la vorágine de las fiestas tribales, y digo bien, tribales, por aquello que se van celebrando de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, y de barrio en barrio.
Y habrá sido el Señor Alcalde, o el concejal del distrito, o el pedáneo de turno, quien habrá lanzado la cosa a mayor gloria de su nombre, y para desesperación de unos y alegría de otros.
Pero todo sea por la fiesta, y estos días toca San Pedro, que es la coletilla de San Juan, que a su vez es el resultado sincrético de las fiestas solsticiales, de las celebraciones paganas, de esas que no sabemos si se referían a los cultos de la Naturaleza, o a la ascensión a los cielos del profeta Elías, por un poner.
Y estas fiestas, lo que sobre todo tienen, es que son ruidosas, muy ruidosas, y además utilizan espacios que, en general, están habitados por personas a las que la fiesta no les va ni les viene, pero tienen que merendársela con calimocho, como mal menor.
Y sí, el político de turno, a lo mejor impelido por las asociaciones locales, monta en la plaza mayor, monta en el parque público, lo que el presupuesto le deje.
Un escenario aquí, unos caballitos del Tíovivo allá, un antrillo para que la gente trasiegue alcohol con grasa de panceta abrazada por el pan de los chinos del barrio, matarratas embotellado…y a pasar la noche, que cerramos a las doce, que cerramos a la una, que cerramos a las dos.
¿Y qué?…el ruido al fondo, el olor a fritanga por todas partes, doña María cerrando las ventanas a pesar del calor, que no soporta el ruido, que su marido está en la cama, y a lo mejor no llega a mañana….no importa, tu mundo privado sufre la invasión de la fiesta, de la fiesta que nadie entiende, que nadie sabe de qué va eso, salvo el concejal de festejos, supongo.
Los bares del barrio, esos que pagan sus impuestos todos los días, ven que la inversión del dinero que le dio su patrón cuando le despidieron, durante las fiestas a lo mejor no es rentable, que el partido político de turno le monta delante de sus narices la copia portátil de su bar.
¿Y qué?, el concejal sigue pensando que las “empresas” tienen mucho dinero, y que por unos días que dejen de ganarlo, no pasa nada, pero esa es la empresa de un parado que necesita vender cuatro cañas al día para pagar el cole de los niños.
Y como la gente, el populacho, anda como anda, a lo mejor en estas fiestas de fin de mes, está en “ná”, como Pedro Navaja, pero el señor concejal ya ha hecho uso de su presupuesto de forma exitosa.
Como siempre, el que venga detrás que arree, que al final el político te dice que sin las fiestas el populacho se le rebela, que las necesitan, y yo no lo tengo tan caro, que algunas de las fiestas a lo mejor si que se las demandan al concejo, pero me temo que hay muchas personas que no notarían su ausencia.
Los niños que han acabado el colegio, a destiempo para los padres, como siempre, que no saben si tirar de abuelo, o no ir a firmar el cupón del paro, son los que creerán que es un mundo maravilloso el del ruido y la panceta, y a lo mejor, si ya han empezado a dejar el mundo de la infancia para introducirse en el de las hormonas, andarán detrás de la feromonas de Cuqui o de Chuchita, y poco habrá de importarles el desmán de Señor Concejal.
Hoy Madrid es una fiesta de colores, bien marcado por el sexo, desde luego, y eso de la libertad necesaria para que en tu cama se meta quien quieras sin tener que dar explicaciones ni al Padre Pío, ni al jefe de escalera..( si hombre ese que ponía Falange para que no se le escapara la desviación política de Don Anselmo, el del tercero izquierda).
Pero a mí esa fiesta me sale muy cara, que me han secuestrado la cuidad tres millones de personas, y los del metro se han apuntado al jolgorio. Pero no importa, no te van a devolver tus impuestos de esos días en los que a lo mejor no te dejan ir a trabajar unos, no te dejan caminar por tus calles otros, no te dejan dormir aquellos, y si te estás muriendo en tu casa, lo haces a ritmo de bacalao, que a nadie le importa tu agonía.
Ya lo veis, no parece que las fiestas me hagan muy feliz cuando son invasivas, y sobre todo cuando no sé muy bien quien realmente se beneficia de su existencia, pero parece que las necesitamos.
Y sí, si entiendo que viene la fiesta del mar, la fiesta de la cosecha, la fiesta de la fertilidad, la fiesta saturnal, la mitraica, y hasta la original cristiana ¡cómo no!, y correremos detrás de los toros, delante de los toros, con los toros, y hasta diremos que San Fermín echa un capote bajo la atenta mirada de aquel escritor borrachuzo, Don Ernesto, que nunca cenó en el restaurante de Cuchilleros.
Tendrá que ponerse en marcha de nuevo la maquinaria de las fiestas populares, y no nos preocupemos, que la atracción en la que el niño sale despedido a lo mejor tiene los papeles en regla, aunque…total, por unos días que voy a estar no voy a perder el tiempo en legalismos.
Irán pasando, una tras otra, que llegará setiembre, y seguirá el calendario preñado de fiestas populares, que lo de Chuchita acabó mal y voy a ver si su prima, la de Santander, que pasa algunos días por el barrio, se me pone más a tiro. ¡pardalet!.
No me preocupa, al final no me preocupa, que uno anda ya entregado a lo inexorable, y a lo mejor hay que apuntarse al festejo, que los hoteleros necesitan llenarse a quinientos chufos la noche, eso sí, sin subir el salario de las limpiadoras de habitaciones, ni del becario de recepción o del camarero multilingüe con dos masters de la Sorbonne, y es que los impuestos se lo llevan todo, que el Estado sale muy caro, y hay mucho pariente que necesita una regalía en la administración pública.
Esperaremos los balances finales, y diremos aquello de que tras recoger los restos de la fiesta, debemos inexcusablemente empezar a trabajar con ahínco en las próximas, que el populacho las necesita.
¡Viva el patrón de mi barrio!

Nuevos horarios laborales

Trabajaremos cuatro horas al día, cuatro días a la semana, afirma la plataforma Ali Baba, en nombre de su CEO, o algo así.
Dicen que Keynes ya lo predijo en 1930, para dentro de un siglo, y yo me rompo los abdominales de la risa que me entra, pero antes muerto que contradecir a un chino de tal calibre al frente de la tal banda de Alí Babá.
La cosa, como boutade dominguera, me parece hasta graciosa, y quizás pueda aplicarse a cosas muy concretas en ciertas cadenas de montaje, o en manufacturas de no sé qué, pero dejémonos de tontunas que el binomio a resolver, no es cuántas horas voy a trabajar al día, si no cuántas horas tengo que trabajar para vivir como quiero.
Y ahí es donde empieza la cosa a complicarse, de forma que sugiero meditar sobre esa coletilla de muchos contratos de medios y altos ejecutivos o managers, o jefecillos a los que se les recuerda que deben estar a disposición de la dirección siempre que se necesite de alguna forma sus servicios.
Me parece que las nuevas tecnologías, empezando por la Blackberry, de cuyo significado relacionado con el esclavismo ya escribí en estas páginas, no van a traer esa reducción keynesiana, que no conozco abogados, arquitectos, médicos, periodistas, ingenieros, vendedores, financieros, gentes de recursos humanos, camareros, autónomos, músicos, fotógrafos, corredores de bolsa, de seguros, en fin, y lo que quieran ustedes añadir, que se les caiga el boli cuando suene la sirena, si creen que van a ganar algo más de dinero, y alguien les ha dicho que les vendría muy bien para cambiar el chirimbolo de turno que más ruido mediático haya hecho, y ¡lo necesites, lo necesites!.
Y si lo que se pretende es dar a la manufactura no especializada una reducción de jornada, por cualquier razón, lo que ya no tengo tan claro es que la remuneración a recibir sea equivalente al salario de ocho horas, y desde luego no creo que las necesidades queden cubiertas con ese tipo de jornada.
La cosa de las famosas cuarenta, treinta y cinco o las que sean, horas semanales, a lo mejor se aplican a profesiones muy estructuradas, y no he encontrado estadísticas en donde se nos diga el porcentaje de población que realmente las realice, que me temo que ni siquiera la limpieza doméstica se sujeta a ese horario si hay algo más que ganar, y existe la necesidad.
Así que, señor de Alí Baba, dedíquese por favor a apacentar su tropa, que Keynes ya nos dijo algo de eso hace muchos años, y no dio en el clavo, que ni los taxistas de UBER quieren hacer hoy cuarenta horas, si hay un céntimo de euro más que ganar.
Esto es lo que los mensajes interesados acaban produciendo en todos nosotros, que se nos queda el titular en la cabeza, y todo lo que cuelga deja de tener importancia, vamos que no se nos ocurre ponernos a analizar siquiera un pelín lo que hay detrás del juicio que emite, o la profecía que emite el tal chino, o el tal hombre público, o quien sea. Que en la mayoría de los casos hay un elemento importante relacionado con el sistema de adoctrinamiento al que hemos sido sometidos desde pequeños, en otra no desdeñable mayoría, el interés directo de quien suelta la frasecita, el mensaje, el mantra, la letanía. Y en algunos casos simplemente es la opinión no meditada de un imbécil.
Pero ese es el entorno en el que nos movemos, y volviendo a lo de las cuatro horas, a lo mejor sale alguien blandiendo los horarios de los siervos de la gleba, que la cosa andaba de sol a sol, me han dicho, o la de las fábricas del textil de Manchester, i de las minas de carbón de Silesia.
Que les juro a todos ustedes, incluso por Arturo, que esos obreros de la primera revolución industrial, quizás hubiesen podido con un poco de cuidado a la hora de establecer los procedimientos de trabajo, trabajar menos horas, claro a costa de que hubiese una pequeña reducción en la remuneración al capital invertido, pero con el precio al que se habían puesto las cuotas de los clubs de Myfair, o las espuelas de plata cordobesas, lo mejor era mantener un sistema lo más cercano posible al esclavismo en términos de coste salarial que si no, el señorito no llegaba a fin de mes ni loco.
Y como hoy me apetece ponerme pelín populista, como un Lerroux cualquiera, le diré al chino ese de Ali Baba, (alguien le podía haber contado el cuentecito de marras), que la cosa no está en cuánto debe trabajar un cristiano, sino cuantas horas necesita para cubrir lo que desee tener, que eso es la sociedad de consumo de la que él y muchos de nosotros vivimos, y si estará dispuesto a mantener su plantilla cuando la tecnología le permita sacara adelante su negocio con menos mano de obra.
Lo más probable, es que tenga menos gente, trabajen más horas, no se pague más por hora, y los beneficios obtenidos por el incremento de producción, irán muy posiblemente a su bolsillo, o al de sus accionistas.
Por tanto, por favor, no me mareen que uno ya está muy mayor para estas cosas, y le cuesta creer en ese mundo utópico donde los perros se atan con longanizas, por muy transhumanista que se me ponga el pollo de turno, y por muchas milongas robóticas que me cuenten, que el que necesite cosas deberá trabajar como un enano, y cada vez más para obtenerlas.
Y si el patrón solo ofrece cuatro horas a seis euros la hora, estaremos delante de otro pobre estructural de esos que teniendo trabajo, no pueden pagar sus consumos básicos.
Para domingo, ya vale, que estas cosas le alteran a uno más de lo que quisiera, que parece que el futuro es de rosa con estrellitas verdes, y quizás así sea, pero en ese saco, no entramos todos. Es el nuevo ojo de la aguja.
Pero si de lo que se trata es de soñar, y estoy dispuesto, estoy además encantado de hacerlo, y soñaré con retranca, claro, en cualquiera de esos mundos maravillosos que este o aquel se empeñan en enseñarme, que también tienen sus cosas que vender, que el buen Borgoña está por las nubes, hasta en Lavinia.
Buenas noches, y buena suerte

Populistas

El otro día, unos de mis amigos venezolanos, de los que vivieron en aquella tierra cuando estudiante, las épocas en que iban a comprar los fines de semana a Nueva York, y que decidió vivir lejos de su tierra hace ya varias décadas, comentaba en una de esas cenas medio rituales a las que de vez en cuando asisto cuál a su juicio era el problema de estos gobiernos populistas.
Y lo dejó clarito como el agua del Canal, “arrasan con los medios de producción de un país, lo destruyen todo, se quedan con el dinero que pueden, que siempre es menos del que quizás obtendrían sin llevar a cabo los procesos de demolición en que se empeñan, y luego queda un erial, sobre el que es imposible que siquiera en el medio plazo pueda crecer algo que sea productivo para la sociedad”.
¡Glup!, demoliciones Iglesias, es como en nuestras cortes calificaron al grupo del Señor Iglesias, Don Pablo, y pareció durante el esperpento que organizó el tal diputado en la sede de la soberanía nacional, cuando fue calificado de esta forma quizás alguien estaba exagerando, y no, estaba soltando una verdad como un puño.
He tenido ocasión de visitar países donde estas formas de gobierno han tomado el poder, sea por una vía digamos que democrática, o simplemente a las bravas, y he visto los solares que deja el populismo de derribo.
No quiero decir que las alternativas conduzcan a la Utopia de Moro, no es eso, pero creo que debemos diferenciar entre una mala distribución de la riqueza, y la desaparición de la riqueza, que de mala forma tras ser malvendida, acaba solo en el bolsillo de una minúscula camarilla de políticos.
He paseado por Cuba varias veces, y he visto lo que el populismo cubano ha hecho con sus ciudadanos, literalmente los ha sumido en la más absoluta miseria durante más de seis décadas, y no creo que haya muchas posibilidades de cambio a mejor para el cubano de a pié.
Desde luego, el régimen de Batista no era el ideal, es más, era una absoluta cabronada, pero la isla tenía al menos unos activos productivos que desaparecieron con la llegada del castrismo. De la misma forma había una clase que empezaba a ser media, por los requerimientos de servicios que iban surgiendo de las estructuras hoteleras, de clubs y casinos que se iban creando. Y era el momento en que de alguna forma el sistema esclavista de los ingenios azucareros iba desapareciendo, con el regreso de los terratenientes españoles a la metrópoli.
No lo sé, pero parece que si alguna familia rica hay en el mundo, entre ellas está la de los hermanos Castro, sin duda, pero la isla ha sido esquilmada hasta límites imposibles de soportar.
Y todo a cambio de formar algunos muy buenos médicos, sin medios, claro, y mantener la prostitución que se pretendía eliminar con la revolución, pero que no pudo ser. Y es que el balance es desolador, tanto, que la población que ha visto secuestradas sus vidas ha desarrollado el síndrome de Estocolmo, y hasta son capaces de alabar a sus raptores.
En Venezuela, las dos décadas de chavismo, han conseguido lo mismo, y mi sentimiento es que el proceso ha avanzado tanto, que será difícil revertir el derrotero en el medio plazo.
Las noticias que llegan son asoladoras, especialmente en un país que se sienta sobre las mayores reservas petrolíferas del mundo, de las que no llega nada a la población, a la ciudadanía.
Y es que como en Cuba, se enfrentan al drama de las estanterías vacías, esas que ví en el Berlín de Honecker donde los ciudadanos llevaban sus bolsas de plástico por si había algo en las tiendas que les fuera útil, o en la desolación de las ex repúblicas soviéticas donde la destrucción es total, tras el paso de los populismos, aunque fueran los del siglo XIX, o XX. Fábricas abandonadas desde el Volga hasta el Pamir, tierras yermas como consecuencia de la sobre explotación de la tierra, lagos desecados tras el negocio del algodón, y gente miserable, abandonada, muerta en vida.
Los temblores que el socialismo está experimentando en Europa, posiblemente provengan del fracaso venezolano, como afirma en una entrevista a Diario 16 Pedro Carmona Estanga, antiguo presidente de la República. La carta de presentación exhibida es penosa, al constatar que el Estado es el peor de los empresarios, el peor de los emprendedores, y a veces el peor de los administradores.
Así que a las tierras quemadas que dejaron los movimientos comunistas del siglo XX, y de la que apenas ha levantado cabeza Alemania del este, se va a sumar ahora la Venezuela chavista.
Debo reconocer que el populismo que se está intentando infiltrar a lomos del descontento en E·spaña y en algún que otro país de Europa, con signos quizás ligeramente diferentes, ha sido motivado por el desencanto que la gestión de la crisis provocada por la falta de control a las acciones de grupos ultraliberales del comercio y las finanzas, y la consecuente pérdida de recursos que ha sufrido la ciudadanía.
Y soy capaz de entender, que apetezca demoler todo, (la aparente opción de estos grupos), y luego ya veremos, morir matando, vaya, pero al final morir.
Y el socialismo internacional de forma tímida se ha acercado a estos movimientos, sufriendo las consecuencias electorales que conocemos, y que en la Europa continental son más que evidentes.
Pero pensar que la actual situación es idónea, también es un error, ya que la distribución de la riqueza se ha vuelto enormemente injusta en las sociedades occidentales, y el populismo, me temo que no es la solución.
Desde mi ingenuidad, esa que se cree que Oswald mató a Kennedy el solito, porque le caía fatal, pienso más en la corrección del sistema que en la demolición, lo mismo que pensaba hace cuarenta años cuando estaba encima de la mesa la famosa disyuntiva entre ruptura y reforma, porque he ido viendo a través de estos años de vida que lo más fácil es destruir, lo casi imposible es reconstruir tras la demolición, y lo más práctico, aunque desesperante a veces en su lentitud, es ir mejorando todo aquello que es susceptible de hacerlo, y por supuesto sin perder nunca de vista que los ciudadanos van primero.
Ciertamente la tarea es ingente, y las dificultades de los acaparadores de recursos ponen a un proceso en el que vean peligrar el desvío de dinero hacia sus arcas serán infinitas, pero yo es el camino que veo más eficaz.
En el intermedio, seguiremos los pobres confiando en que Dios nos envíe el maná, sea lo que sea, pero que alimente, sane, eduque, y dé cobijo. Lo demás, me temo, es secundario.
Con su pan se lo coman

Libertad sin ira…

Uno ya se permite el lujo de mirar hacia atrás, y como la vida está justo donde te encuentras, tampoco puedes perder el punto de actualidad, pero es lo que hay, hoy me da la vena Abuelete Cebolleta, de los Cebolleta de las tiras cómicas, no recuerdo si de Vázquez o de Ibáñez, pero eso es lo de menos.
Aprovechando que me tocó una pedrea en esa lotería en la que tú decides tu suerte, me acerqué al kiosko, pero no al virtual, sino al de verdad, y me encontré con dos revistas y ocho euros en el bolsillo, así que tirando de esfuerzo y nostalgia me las he echado a la mochila, que al coleto de este finde no pasa.
Una fue revista desde que nació, Cambio16, y recuerdo leer en aquellos tiempos en que Juan Tomás de Salas, encabezaba los movimientos de la transición desde la prensa, claro, y a quien de vez en cuando Franco le largaba un pescozón en forma de cierre o multa.
Recuerdo las colaboraciones de Pepe Oneto, y como disfrutaba de muchos de los artículos que aparecían entre sus páginas. Había mucho colorín, es cierto, pero me sirvió para creer que siete años después de la fundación de la revista, en esta puñetera España, tendríamos una Constitución, y unas elecciones libres.
Cierto es también, que cuando me ponía en plan erudito, me lanzaba a leer Triunfo, o Cuadernos para el diálogo, de los que recuerdo en el primero las demoledoras críticas teatrales de Joan de Sagarra, que soñaba con que la Gauche Divine se asentara en Barcelona, y lo que quedó del intento fue un Tuset Street, cutre y provinciano, y una Teresa Gimpera que nos hubiera gustado tener de novia a alguno de mi generación. Pero la verdad estaba escondida en “Las últimas tardes con Teresa”, o en los libros del Candel, cuando se adentraba en Can Tunis, o en el Carmel….
Por ahí escribían los García Trevijano, o los Morodo que parecían tener en la punta de sus dedos el secreto de la pureza democrática, hasta el bueno de Ruíz-Jiménez consiguió atraer mi atención hacia alguna de sus tesis.
Eran otros tiempos, sin los que estos serían imposibles de comprender, y entiendo que cuarenta años más adelante, en nuestros días, todo aquello que se pensaba, y por lo que algunos decimos que luchamos, sin saber realmente que hicimos, no haya quedado con detalle en ese subsconsciente que debe tener la sociedad moderna.
Ahora la tele se empeña en reverdecer aquellos años, y me parece muy bien, pero que muy bien, que si la serie de la transición, que si recordar a Suárez, a don Torcuato, y a toda aquella gente que condujo al rebaño ibérico hacia los pastizales en los que hoy nos encontramos.
Pero para mí los años de Cambio16, de Triunfo, de Cuadernos para el diálogo, incluso de Ajoblanco o el Hermano Lobo, sin olvidar, por supuesto aquel Diario16, hoy convertido en revista de salgo cuando puedo, fueron los buenos, fueron donde se fraguó lo que a final de la década de los setenta culminó con el sistema político que más o menos tenemos hoy.
Y eso empezó en esa década, que parecía haber tomado algo de los acontecimientos del Paris de Cohn Bendit, de los profesores de aquella Sorbonne, donde se escuchaba a Sartre, se leía a Camus y se veían las pelis de Truffaut. Parecía que veintitantos años después se había acabado la guerra europea, y ciertos aires de libertad, que hasta el General De Gaulle tuvo que irse a casa antes de tiempo.
Y ahí quizás empezara a fraguarse la caída regímenes de Franco, De Gaulle y Oliveira Salazar, con las matizaciones en cuanto a calidad democrática que ustedes quieran.
Y hoy al encontrarme en el kiosko con Cambio16, y a su transformado Diario16 me acuerdo de Jarcha y de aquel libertad sin ira, porque las portadas de hoy, son de entonces.
Cambio16, se descuelga con el puño y la rosa, que me daba por el título “Socialdemocracia, el reto de su reconstrucción”, que me iba a encontrar la reseña de aquel treceavo congreso del PSOE en Suresnes, pero no parece, que me temo la cosa aquella está superada, y que estos chicos ya no están en el exilio, que 1974 no es 2017.
Los amigos de Diario16 salen en primera con una foto de Gibraltar, y encabezan con “La roca de la discordia”, vamos, como si estuviésemos a punto de alguna de aquellas asonadas de Franco a por lo de ¡Gibraltar español!.
Tampoco me temo van por ahí los tiros, que la cosa es que se nos ha colado un nido de piratas, ¡digo piratas!, ¡Corsarios!, que la patente se la ha dado su Graciosa Majestad Isabel II, que hay mucho contrabando que hacer, mucho dinero que ocultar, y nada mejor que esconderlo en terreno europeo.
Ya veré que piensan los herederos de mi nostalgia, que me temo, cuando de veras me eche las revistas al coleto hablarán de paraísos fiscales que dejarán de serlo, de fortunas ocultas en las guaridas de los monos gibraltareños, y cosas así, que prefería Gibraltar cuando te pasaban de matute tejanos, whisky barato y Marlboro de deshecho.
Por cierto me encanta que se subtitulen los de Diario16 como “El diario de la segunda transición”. Tiene mucho de romántico.
Pasaré pues a la sala de lectura a ver qué es lo que hay tras las páginas de esas revistas, aunque me temo que será un déjà vu, como todo lo que leo, lo que escribo, lo que me dicen, lo que me susurran y lo que creo.
Y es que solo se han cambiado los disfraces en estas décadas, que estamos todos seguro de que vivimos como siempre, a lomos de los de siempre, y con las esperanzas de los de siempre, pero hoy sábado, que me ha tocado una pedrea, he decidido no amargarme la vida.
Con su pan se lo coman

El cristiano

Leo con profunda tristeza que Cristiano Ronaldo, ese preclaro hijo de Funchal, quiere irse de España, y al parecer, dice la noticia que publica O Globo, se lo ha dicho al Tito Floren y todo.
Un desastre nacional, que se nos va Don Cristiano, o a lo mejor no, quién sabe, no a que no se nos va, y no a lo del desastre nacional, que tampoco vamos a rasgarnos las vestiduras, que cuando se nos desterró León Felipe, no se enteraron más que sus allegados, y la cosa no pasó de un “otro rojo menos dando por culo”, que diría el macho cabrío de la camisa azul.
Y Cristiano se va, que los fiscales no le tratan como merece, que al parecer dicen de él, ¡de él!, que le ha changao a la hacienda pública quince millones de chuflos, y eso Don Cristiano no lo haría jamás, que es cosa de los malditos asesores y abogados que le rodean, que el tenía en su privilegiada cabeza que por pagar a la hacienda española, ya había pagado, y con creces, que es un caballero portugués, aunque venga de Funchal, y así no debería tratarlo nadie, un sin vivir está padeciendo el pobre hombre, el hacedor de la duodécima.
Y lo malo no es eso, es que Messi salió casi de rositas, y eso no puede ser, que el es el mejor, el que debe a hacienda, más perras el que más gana, el que las preña por correspondencia, el que no tiene pies de oro pero si botas de ese metal.
Y no se lo agradecen, así que se nos llena de tristeza, de amargura, y dicen en O Globo, que toma las de Villadiego, que tampoco es mala cosa, por cierto, que coge el canasto de las chufas.
Y al Tito Floren se le abren las carnes, ¡él, que lo había tratado como a un hijo!, no puede más y tendrá que enjugar el llanto con unos ciento ochenta millones de euros que alguien quiere pagar por el vendedor de camisetas más grande do Mondo.
Marche usted don Cristianito, marche usted en buen hora, deje que le llenen los bolsillos a Don Floren, que seguro se maneja mejor que usted con los fiscales de la hacienda pública española, que el andar todo el día arriba y abajo con los políticos que quieren ir al palco del Bernabeu tiene su premio.
Pero quizás todo esto no sea más que una de esas serpientes de verano que nos asolan a la que nos descuidamos, que como los calores parece que se han adelantado, de algo tienen que vivir los de O Globo, y tras ellos los noticiarios de la Terele, del uno al seis, o los periódicos, o las radios.
Y es que como eso del estado de la nación salió de lo más aburrido, de lo más huero, de lo más chirle, y hasta pelín hebén, pues no queda otra que lanzarse a la noticia de O Globo, que el primo iglesias, aunque se ponga suavizante en la coleta, me temo que ya no vende, y es que ya está muy visto ese muchachuelo penene, o asimilado, que uno ya es muy antiguo, y las cosas han evolucionado.
A quien ha y que reconocerle un sentido publicitario y político de primer orden es a todos los que desde la hacienda pública y desde la judicatura han vuelto sus armas contra don Cristianito, que nos pilla en un si es no es, con la declaración en la mano, y la sensación de que nos quieren esquilmar, pero con esto de pelotero Ronaldo, habrá que ver quién es el valiente que se enfrenta a las huestes de Montoro.
Ese Montoro que anda perdonando vidas y haciendas a los de su cuerda, y que ¡ya se sabe!, en caso de necesidad se hace una amnistía fiscal, y a seguir con las historietas.
Y a los de mi Catalunya indepe, me los tienen asombrados, no era contra San Leo, no era sólo contra nosotros, ahora también es contra el Madrit (ens roba).
Pero el “astut”, seguro que ve la jugada, se trata de hacer rico al Madrit (ens roba), y de paso ofender a una región europea como es ese maravilloso archipiélago de Madeira, que seguro tiene alma indepe, como la nuestra.
Yo, ¿qué quieren ustedes que les diga?, que a mí todo esto se me da una higa, que sin Don Ronaldo se preña por correspondencia, él sabrá, que si le debe o no dineritos al Estado Español, ¡ellos sabrán!, que si se quiere ir o se quiere quedar, por mí que haga de su capa un sayo, y que quien quiera pagar 180 millones por su sonrisa, pues él sabrá, que de mi lado encontrará solo mi bendición.
Y es que no nos damos, o no queremos darnos cuenta de que todo esto, no va con nosotros, ni un poco, aunque sea verdad todo lo que dice O Globo, que lo que va con nosotros son aquellas cosas cotidianas, las que por la mañana mueven a tantos y tantos españoles a dejar la cama, y a meterse en el atasco de turno, o mucho peor, en el metro de los sudores, en las angustias de las facturas de fin de mes, en las putadas que cada día se le van ocurriendo a los administradores públicos de turno.
Pero es lo que sale en los papeles, que vender a Don Cristianito, a lo mejor es vender vaca vieja, a precio de oro, y encima se le escapa al fiscalcito que se ha empeñado en empapelar a todo quisque, que hay que conseguir que hasta la viuda del taxista, que recibe su pensión no contributiva, le engañen en la delegación de hacienda con la declaración esa que tienen que hacer los pobres, por Internet, claro, usted que tiene 500 euros al mes de pensión, y no sabe lo que es un ordenador.
Pero bueno, sea todo por lo de la serpiente de verano, que sin ser yo el dueño de una de esas casas de apuestas que andan por ahí, me ponía a apostar a que si se quedaba o no, a que si iba a la cárcel, o no, que en China me dicen que no hay tratado de extradición, y a lo mejor en Beijin le encuentran un apartamento dentro de la ciudad prohibida, que a él se lo permiten todo.
Yo voy a ver si me dan de comer en algún sitio, que este calor me abre el apetito.
Con su pan se lo coman

Piove….¡Porco governo!

Parece que no cejamos en nuestra creencia de que todo lo que nos pasa proviene del gobierno, del ¡porco governo! de la frase italiana, y a veces llevamos razón, y a veces me temo que muy poquita.
Hoy no llueve, desde luego en esta mi piel de toro, que andan asándose los pájaros, y no hay quien se tome para comer algo más que un gazpacho, con todas sus bendiciones, eso sí, que tampoco estamos para “enflacar”.
Y es a cuenta de esta cosa del calor, (de Despeñaperros para abajo, la caló), que me viene la cosa a meterme con Tito Trump, que si se pone bruto con lo del calentamiento global, y por estos pagos tenemos que subir el colchón al “terrao”, seguro que tiene mucho que ver.
No soy yo de los de que el calentamiento que estamos sufriendo venga de aquí o de allá, que calentarnos, nos calentamos, pero honestamente no sé si es la actividad industrial, los pedos de las vacas, lo guarretes que somos en las ciudades, o María Santísima, que seguro tiene algo que ver en la cosa.
Pero lo suyo es decir lo de “porco governo”, que seguramente tiene mucho que ver en el asunto, que si la cosa anduviese de enfriamiento global, decíamos lo mismo.
Y es que estas cosas son así, como no se puede aplicar el método científico de manera irrefutable para determinar las causas de que se nos queme el culo cuando nos sentemos en el coche, estamos delante de un indeterminado, que es el mejor caldo de cultivo para el “porco governo”, que así podemos defender una teoría y la contraria llevando siempre razón, como Groucho, que puede tener tantas convicciones inamovibles como le dé la gana.
Pues sí, hace calor, y nuestros queridos señores diputados van a tener que sudar la camisa en la Carrera de San Jerónimo, con esas cosas de las mociones de censura sin más aquel que la propaganda barata según mi entender, que servirá al convocante.
Y ese es nuestro porco governo, en el que incluyo todas las instituciones que administran las diferentes parcelas de nuestras vidas, desde los illuminati de la Plaza Sant Jaume, hasta el Tito Trump, que se le ha metido la doña en casa.
Y hay que ver como la recibió, que más besos le da al Putin el muchacho, pero claro medio millón de dólares diarios del contribuyente americano para la seguridad de la chiquilla en Manhattan, quizás sea para repensarlo, que en la Casa Blanca hay sitio de sobras para llenarlos de recuerdos, o para vivir de los de los antiguos inquilinos, que tacita a tacita ya va habiendo una Historia de la Casa Blanca.
Y el “porco governo”, de aquí y de allá anda a lo suyo revolviendo el río para ver si les sale por fin un buen Campanu. Nuestro burócrata bruselensis quejándose de que los británicos no van a ir el lunes a la reunión para negociar su salida, y eso rompe los plazos establecidos dejando vía libre a la improvisación aterradora.
Que doña May no ha apañado aún su camarilla, la mujer, y hasta circula el rumor de que su graciosa Majestad, este año, a lo mejor falta a Ascott…¿quién lo sabe?, porque el discurso de la Corona en el inicio de legislatura tiene su importancia.
Y a mí ¿qué?, como si se mojan las pamelas de Ascott por una de esas “shower” intempestivas, que no me importa, como tampoco me importa demasiado que se hunda el Parlamento Europeo, el edificio, quiero decir, que aunque tiene menos de veinte años se nos viene abajo, y es que no tomaron nota de la catedral de Strasbourg, que tenían al lado, para que la cosa durase, y andamos con el Louise Weiss, que si lo llenamos de retales o lo tiramos y hacemos otro. A lo mejor si me importa algo que quieran hacer otro edificio nuevo, que aunque tienen también sus señorías la sede de Bruselas, parece que les sabe a poco, como a mí me sabe a poco lo que hacen, que no sé si hacen algo.
“Porco governo”, que me va a amargar los telediarios de estos días, con el calor que hace, con pillerías, con reglamentos, con vulgaridades, con palabras soeces, con rufianes y ladrones, con tanta, tanta basura, que a lo mejor lo inteligente es irse al Santa Bárbara a tomarse unas cañitas bien tiradas aunque sean con patatas fritas.
Y este porco governo, que sigue mirando hacia el lado de donde vienen las comisiones, hacia el lado en el que se establecen los caminos oscuros del dinero, no le importa bque susu miembros reciban comisiones desde Rusia, con amor, o desde Capcentelles, que si la cosa acaba con unos duros más en el bolsillo adecuado, habiendo pagado todos los peajes, todo va bien.
Y el porco governo de la Justicia, que me importa un bledo que sea local o que mee Coca-Cola, paseará sus puñetas con cuidado de no herir al León, que ese enseña las garras y si las usa, duele.
Y al final, el porco governo del Imperio, se encuentra con los turistas encabronados, que le caen las visitas un 30%, que a nadie le apetece ir de vacaciones y tener bronca con el funcionario idita de la aduana yanqui. No, no apetece mandar a tomar por donde amargan los pepinos al funcionario de ese “porco governo”, así que me quedo en casa, así que mientras esté Tito Trump, a América que vaya su señora tía política.
Será por eso que vienen por España en vez de emprender la aventura americana, todos esos turistas alemanes, ingleses, nórdicos ellos, que aquí el alcohol es barato y la policía transige, no sea que matemos a la gallina de los huevos de oro.
Por lo demás, sin novedad en el frente, que todos seguimos tan guapos y tan puestos, que nos tienen estos porcos governos, llueva o no llueva, nos roben de esta o aquella manera, nos den espectáculo en cualquiera de los hemiciclos o cortes de justicia, no solo cansados y aburridos, sino entrenados.
Y es que si haces una buena campaña de márketing, dejas fuera del Parlamento hasta a Doña Marujita Le Pen, como se descuide, que el mundo ya no se cree nada.
Somos unos descreídos
….ma, non piove.

El Imperio sigue abusando

Un españolito, dice hoy el periódico, ha sido enchironado de mala manera en presidio del Imperio, durante cuarenta días por haber estado en Siria y en el Líbano, hace más de seis años.
Por supuesto, el cabestro del funcionario analfabeto con pistola, la policía y a saber quiénes más que anduvieron en el asunto, no pueden afirmar, según la noticia, que nuestro compatriota engañara, que decía en sus formularios que había ido a Siria, a Líbano, como arquitecto que es a visitar Palmira, a visitar Baalbek, y posiblemente se acercara a la mezquita de los Omeyas de Damasco, y algunos sitios más, como yo, como tantos y tantos viajeros, o visitantes esporádicos de los lugares de la tierra que desde siempre han despertado nuestra curiosidad.
Y la curiosidad, al menos en mi caso, llegó por la lectura, quizás por el cine, o por charlas con los amigos, cosas que en esa parte miserable de nuestro planeta que es el Imperio parece que no entienden, parece que no está a su alcance.
Para mí, pasear por Persépolis, ver los complejos alrededor de la Madraza de Isphahan, descubrir con mis propios ojos lo que significó Crac de los Caballeros, los puestos defensivos del desierto sirio, los caravanserai de la ruta de la seda, desde mi punto de vista, no constituye un delito de terrorismo, ni siquiera hace sospechoso a un ciudadano de algo más que de su deseo de conocimiento.
Pero ese Imperio miedoso, inculto, miserable, ambicioso de poder, no es capaz de discernir sobre algo si no puede llevarlo al terreno de la violencia, que al fin y al cabo es lo que han hecho.
Estas bestias antediluvianas, no son capaces de comprender que hay seres humanos que necesitan entender el mundo que les rodea a través de las obras que los diferentes períodos históricos han ido dejando como muestra de su paso por la faz de la tierra, son bestias que apenas saben algo más que pegar un puñetazo o los resultados de las series mundiales de base ball o de rugby.
Yo tuve más suerte que el arquitecto, a mí simplemente no me dejaron cruzar la frontera en Vancouver, pero no me humillaron físicamente, no me pusieron el mono naranja a lo Guantánamo, no me esposaron, no me encerraron y no tuve que pedir auxilio al cónsul español, que por cierto estaba cagado de miedo, y permitió, de la mano del Ministerio de Asuntos Exteriores, del señor Ministro, del Presidente del Gobierno, por no hablar de Su Majestad el Rey, y las Instituciones comunitarias que le concedieron el pasaporte.
Todas estas instituciones, y quienes las administran, permitieron el abuso sobre su compatriota, mientras buscaban pañales para que no se desparramase la diarrea que el tema les había producido. Que de quejas diplomáticas, o mejor dicho, medidas de respuesta al abuso del Imperio, ninguna, apenas un suelto en la prensa de esta mañana.
Así, que me avergüenzo de toda esta calaña, empezando por los americanos del norte, que tienen miedo de sus sombra, que están atemorizados por las barbaridades que llevan haciendo hace más de dos siglos, en los que han matado a más gente que Hitler, Stalin, Mao, y Pol Pot, todos juntos. Eso sí en nombre de una democracia en la que ni ellos mismos creen.
Estoy cabreado, muy cabreado, estoy avergonzado de la reacción de mi país, estoy avergonzado de las autoridades de esa Europa Unida que dicen está ahí para cuidar de mí, para evitar que me ocurra nada malo, para evitar que abusen de mí, y que no son capaces de defender a un compatriota de una organización aduanera llevada por gente que no sabe ni siquiera interpretar un protocolo.
Es el miedo de Mr. Trump, de su sociedad cagueta, de su sociedad miserable y acomplejada, que piensa, ¡que digo piensa!, que supone que el gritar, el sacar pecho empujando a otros, el arrollar los derechos democráticos de las personas, va a darles seguridad, cuando el enemigo es su mismo sistema.
Va a ser corta mi reflexión hoy, que acepto sin mayor problema que no dejen entrar a nadie en su tierra, pero no que detengan a quien llama a la puerta, con no abrir es suficiente.
Lo demás de esta gentuza de Tijuana, de San Diego, no es más que prepotencia barata, y miedo, un miedo atroz a utilizar el raciocinio, un miedo atroz a que alguien les crea débiles.
Pues que conste, yo, que no soy nadie, sé que son débiles, lo son por muchas escopetas que tengan, lo son por mucho que griten y empujen, y más débiles aún son las autoridades comunitarias, o las españolas, que no han tenido la valentía de enfrentarse a estos atropellos, respondiendo al Imperio como se merece, por vía judicial y diplomática, haciendo que sus tribunales, gracias a una buena querella, compensen al ciudadano español, y al ciudadano francés que han pasado por este trance.
Lo demás es perder el tiempo.
Con su pan se lo coman
http://politica.elpais.com/politica/2017/06/10/actualidad/1497115785_182365.html

El señor Ortega, y sus dádivas

Gracias señor Ortega por intentar ¿regalar? trescientos y pico millones en chatarra de esa que se usa para curar una de las enfermedades más dañinas que pueden sufrir los seres humanos, muchas gracias de verdad, pero por una vez estoy de acuerdo con el gobierno que le ha sugerido a usted, a don Amancio el de los trapos, que utilice su dinero de otra manera, que por el momento en estos pagos, no necesitamos que nos diga usted en qué debemos gastarnos el dinero.
Teniendo en cuenta que usted, Don Amancio, no se gasta un duro en publicidad, vamos de esa que te interrumpe la peli de miedo, o la porno, que para el caso es lo mismo, ha hecho usted con esta historia un “study case”, digno de ser estudiado en Stanford, por lo menos.
Y es que se va a hablar de usted, y consecuentemente de su firma, mire usted, que hasta este mindundi lo está haciendo, pero es que este mindundi está literalmente hasta los cojones, y espero que mis lectores, entre los que me consta hay personas de piel muy fina, disculpen el exabrupto, de ese intento de fundaciones como la suya, y otras de pelaje similar, en brillar con el dinero que se ahorran de impuestos usándolo para hacer política, sea esta social, o de lo que a usted le dé la gana.
Mire, creo que si realmente quiere hacer usted un bien a la sociedad, empiece por poner orden en su casa, y quiero decir con esto que pague a la parte de empleados que tiene usted en semiesclavitud por todo el mundo, un sueldo…¿alemán?, si, me refiero a sus empleados, o a los que trabajan de alguna forma para su organización en Nepal, en Bangla Desh, en la India o donde sea que los tiene.
Y ya sé que es algo que podría costarle la compañía, que la competencia es muy mala en esas cosas, pero con su fortuna personal que ha salido de los lomos de todos esos ignorados seres humanos que trabajan para usted , si podría compensarles, sin quitarle un duro a los accionistas.
Trescientos millones de euros se gasta usted en publicidad comprando cuatro cacharros que dentro de dos años serán material obsoleto, y que además, por la razón que sea no han sido considerados adecuados por las autoridades sanitarias que los españoles hemos elegido democráticamente…¿es que quiere usted gobernar en la sombra, un poco más de lo que ya lo está haciendo?.
Puedo darle otra idea, si cree que subir la renta de los semiesclavos que trabajan para usted no le parece bien, y es que ya que le interesa eso del cáncer, dedique usted su fortuna a la creación de un instituto de investigaciones oncológicas que actúe a nivel global, y que ceda a la humanidad todos sus desarrollos, y por favor, no nos recuerde cuando lo haga que está usted detrás, será entonces cuando lo admire.
Lo demás es ostentación, y ambición de más poder, y yo no le he votado, Don Amancio, no le he votado para que interfiera usted en la política sanitaria de mi país.
También podría sugerirle que fuera usted casa por casa de ese casi treinta por ciento de españoles en riesgo de exclusión social, casi quince millones y cubriese usted sus necesidades, de forma anónima, claro, que con los casi setenta mil millones que dicen que usted patea, nos resolvía el drama, y a lo mejor ganaba algún cliente.
Pero no, queda mucho más bonito decir aquello de que me sobran trecientos y pico millones, y como ya tengo piso, apartamento en la playa, coche para mí y para la señora, y hasta un barquito, pues lo dejo para que la gente se cure del cáncer.
Creí que no lo diría nunca, pero estoy de acuerdo con la decisión del gobierno de sugerirle Señor Ortega, que evite usted el gasto, que la política sanitaria de la lucha contra el cáncer es un tema de la organización administrativa de un país democrático, y sus injerencias, como poco molestan, y realmente lo que hacen es ofender.
Y que conste que no le envidio Señor Ortega, no envidio ni su posición, ni su fortuna, ni siquiera su carrera profesional, que todo eso me parece muy bien, es más le aplaudo de corazón, y no dejo de adivinar mucho buen criterio en la historia de su vida, pero como le he dicho, no quiero que usted interfiera en la política de mi país, a no ser que usted se presente a unas elecciones con un programa que me parezca adecuado no solo para mis intereses, o se limite a ejercer su derecho a votar la opción que le parezca más conveniente.
Y dicho esto, permítaseme extender esta bronca al señor Gates, al dueño de Caralibro, y a tantos y tantos que usan su dinero para alardear de la limosna que dan, que si lo hicieran de forma anónima, que es como se da la limosna, nadie se enteraría más que el receptor del favor.
Todo lo demás son intentos de manipulación más o menos burdos en aras de mostrar el brillo personal, y los beneficios que tan generosas almas dan a la humanidad.
No quiero pensar en tanto bienhechor, cuando se han enfrentado, no ya a una crisis en sus empresas, sino a una posible reducción del dividendo, en la forma en la que han sacrificado a sus trabajadores, y ya sé que no fueron ellos en primera persona, que para eso ya tenemos el departamento de recursos humanos.
Así que por caridad, dejen ustedes de fastidiar con sus limosnas, limpien primero su casa, en el improbable caso de que no esté limpia, vayan a jugar al golf en su isla privada. Vuelen en su jet, también privado, o naveguen en su barco de cien metros de eslora, pero dejen que la sociedad tome las decisiones siguiendo las reglas del juego democrático, que para eso lo tenemos.
Así que ustedes disimulen

Susto o muerte

Que es a lo que los británicos se tienen que enfrentar hoy con eso de las elecciones, que si sale May les van a seguir apretando las clavijas, y nadie como una inglesa para eso de la disciplina.
Si tiene mayoría absoluta, que puede ser, nos divertiremos con las negociaciones a cuentas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que por lo menos habrá partido, eso sí, los británicos que vayan preparando un buen sistema privado de sanidad, otro de pensiones, y el último para asegurar el adoctrinamiento educativo de sus hijos, que lo de la seguridad privada, policía privada, y mercenarios en la “Army”, ya lo tienen muy adelantado.
Corbyn no creo que consiga esa mayoría absoluta pero como tenga los apoyos necesarios en la cámara, va a favorecer a los de la Unión Europea como lo harán los escoceses y los del Ulster, y las negociaciones de la salida pueden ser muy favorables al continente.
Además este pollo, a la antigua, vuelve a soñar con las nacionalizaciones de empresas de los sectores que considere estratégicos, y aumentar el tamaño del estado hasta donde le dejen.
Lo que he podido leer de los programas de la campaña, hacen pensar en que el bueno de Corbyn anda sin un programa económico definido, y puede liarla parda, como se le ocurra, en caso de que alcance el 10 de Downing Street, empezar con recetas de mitad del siglo pasado a lomos de los independentistas escoceses o norirlandeses. Ya veremos, que en estas cosas los británicos tiran con la misma facilidad de pragmatismo que de demagogia. Hay partido, y parece que el viento sopla a favor de Europa, siempre, claro, que Doña Ángela no la pifie en setiembre.
A todo esto, parece que James B. Comey, antiguo director del FBI, despedido por las bravas por Tito Trump, va a ir a la comisión del senado americano con la escopeta cargada de perdigones salados apuntando al culo del pobre Trump.
Que si la ensaladilla de los lunch de campaña era rusa, que los mantecados eran de la estepa…(no quedó claro en la grabación si eran de Estepa o de la estepa), pero adelante con los faroles por si cuela.
Y el caso es que la sombra de la revocación presidencial está encima de la mesa, y hay demasiada gente que le tiene ganas al muchacho…¿qué le vamos a hacer?.
Pero al final, todo esto apenas sirve como charleta de café a media tarde para los antitaurinos, que los del tendido del siete están que si Ponce, que si el Juli, mientras se nos viene encima esa cosa de la ola de calor…pues nada, ¡agüita de la fuente del Berro!, que diría un castizo, y nos recordaría Don Pío,. que si hay que aguantarse, se aguanta uno.
Y por estos pagos, que se nos llena la boca de cualquier cosa, menos de palabras con sentido, nos van a montar sus señorías un espectáculo de esos que ya sabes en final, como en las pelis porno, que sabes que aunque se den más de un beso, no hay forma de que los protagonistas se nos casen. Pero ante todo una buena moción de censura, que si no, nadie habla del señor Iglesias.
Y no, don Iglesias no podrá con Marianico, y nos va a hacer perder el tiempo a todos, para enterarnos de lo que ya sabemos. Ellos sabrán, pero a mí me cuesta una pasta, esa propaganda gratuita, que me tienen el corredor mediterráneo de lo más olvidado.
Pero ya está la cosa que empieza a oler a vacaciones, y a mí me está aburriendo solo el pensar que va a estar todo lleno menos a lo mejor algún trozo de Madrid, que hay japoneses, coreanos, y hasta chinos de sobra yendo de excursión a los saldos de Las Rozas.
Así que empieza la época de las moscas, las siestas con calor, el gazpacho de bote, la carrera de la sombrilla en Benidorm, que me la han regulado más que el Grand National, la botellita de Chablis siempre dispuesta en la nevera, que los sofocos no se curan con agua, ni falta que nos hace.
El asunto de empezar una cosa ayer y acabarla hoy, tiene su gracia, que ya sabemos que pasó en la Pérfida, y aún me estoy sujetando la mandíbula para que no se me desencaje de la risa.
En esa cosa del Brexit, espero que los British vayan haciendo una buena zanja para meter todos sus deshechos radiactivos que ahora envían a Francia, que a lo mejor el señor Macron les sube el precio, con eso de que son antieuropeos.
Y por estos pagos está el Constitucional sacando colores a diestro y siniestro. Los peperos que apoyaron la amnistía fiscal, en vez de enviar los inspectores de hacienda donde debían, reciben un buen revolcón por mucho que nos digan que la situación era desesperada, que si no, nos intervenían….¿no será que llevamos décadas sin hacer el trabajo en la inspección fiscal?, ¿no será que hay connivencias desde los tiempos del Duque de Lerma?. Seguro que no hubiésemos sufrido la crisis esa que ha servido para robar más a los ciudadanos, si en vez de perseguir el I.R.P.F. de Doña Euduvigis, la viuda del tercero, que le falló la declaración en quince céntimos, se hubiesen dedicado a lo que tenían que hacer.
Y mis compatriotas, tan felices ellos, en el patio de los naranjos del palacio de la Generalitat, dando un discurso patético, que parece que “el astut”, lo hubiera diseñado.
Y por estos lares, la peña descojonándose, que como pongan algo por escrito, más de uno va a tener que hacer más que mutis por el foro, o buscar una salida a lo Ibarretxe, que tampoco viene mal.
Yo creo que lo que debo hacer es disfrutar del fin de semana, porque si de estos pollos depende mi tranquilidad, lo tengo claro, como doña May, como nuestro Montoro, como el Puigdemont, como nosotros mismos que andamos en manos de estos indocumentados.
Así que hasta mañana, que hablaremos de Amancio Ortega.
Con su pan se lo coman

A vueltas con el Brexit

Ayer estuve por la tarde en esa institución vetusta que es al Ateneo de Madrid, escuchando el análisis que mi amigo Rogelio hizo sobre lo que significa el BREXIT, y sus consecuencias en demasiadas cosas que nos pasan desapercibidas demasiadas veces.
Mi amigo Rogelio, utilizando la jerga cotidiana que se escucha en la correspondencia del metro de Juan Bravo, por ejemplo, es un crack en estas cosas, y vale la pena escucharlo no solo por su capacidad intelectual, sino por su envidiable nivel de conocimientos que sobre el tema tiene.
Y sí, luego pagó unas cañitas que eso de ir de conferencia sin el correspondiente vino español, es una tradición que no debe perderse bajo ningún concepto, y mi Rogelio es un Señor.
De las cosas que dijo, como ya las dijo, no voy aquí a repetirlas que quedaron dos o tres butacas libres en el salón de actos del Ateneo, así, que haber venido, panda, que sois una panda, pero lo que si quiero es hacerme eco de algunas de las reflexiones que se hicieron “en passant”.
Como que aquí, nadie menos un excelso grupo de personas realmente interesadas y con la capacidad de estudio y sacrificio necesarias, ni siquiera intuye las consecuencias de la salida del Reino Unido de la Gran Bretaña de la Unión Europea.
Y es que como dice Rogelio, los tratados que nadie se ha leído, (yo el primero) encierran una cantidad de compromisos que hay que ir rompiendo uno a uno, cada cual con sus consecuencias para los ciudadanos, y cada cual con sus consecuencias económicas asociadas.
Y es que, como mantiene Rogelio, no se enseña que es eso de la Unión Europea en las escuelas, en el bachillerato, quiero decir, que hasta los libros de texto que se manejan en las escuelas confunden los diferentes tratados firmados, se obvian los compromisos adquiridos, y todo eso va ahora a aflorar con toda su crudeza, y lo que es peor, con muy poco tiempo para resolver los conflictos que tras cada línea hay.
Los políticos lo que han hecho desde el lado británico no ha sido otra cosa que apelar al sentimiento (que no al raciocinio del ciudadano), y el ciudadano ha reaccionado como un hooligan, como un hincha de fútbol, vaya, haciendo el caldo gordo a quienes no les afectaba el resultado, salvo en lo referido a su carrera política personal.
Es esa la causa de que ahora amplios sectores de la población británica, cuando aparece en un suelto las consecuencias que tal o cual acuerdo que se negociará puede afectar a su bolsillo, tomen el canasto de las chufas, y no les apetece salir a la inglesa.
Salir a la inglesa es lo que hacían los caballeros cuando en su club de Picadilly encontraban una señora en los pasillos o la calidad del té o del coñac que se servía no se adecuaba a sus expectativas. Y era preguntar en administración qué es lo que se debe. Se pagaba, y a otra cosa.
La factura que se intuye deba pagar Gran Bretaña, es muy grande, demasiado, me temo, y liquidarla es una de las condiciones para seguir negociando, dice Rogelio.
Y la primera, que no dijo Rogelio, es que el Reino Unido tiene un PIB de 3 Billones de dólares, y la Euro Zona de 16, y eso a la hora de la negociación es una debilidad manifiesta, como lo serán los problemas que generará su salida en las fronteras con el Ulster, o las fronteras con lugares como Gibraltar con España, o la situación en que quedarán las relaciones comerciales con los miembros de la Commonwealth y la Unión Europea.
No voy a hablar de las regulaciones que las agencias europeas han ido realizando en la mayoría de los sectores económicos y que dejarán de tener su aplicación en el exacto momento de su salida, ni del impacto que en el comercio o de los flujos de capitales con ese centro financiero que es la City londinense, en donde sus operativos dejarán de tener la validez para operar con Europa.
Las normativas sanitarias, alimentarias, los marcados CE de los productos que compramos en nuestras tiendas día a día, la energía, las colaboraciones policiales, las colaboraciones en aspectos de defensa, de aplicación de estatus de ciudadano a los nacionales de uno y otro sitio, hay que negociarlo en menos de dos años.
Y por en medio están las elecciones en Reino Unido, en Alemania, con lo que me da la sensación, (Rogelio lo tiene muy claro), que la pérdida de tiempo de casi seis meses de los treinta y seis disponibles, es un escollo arduo, que va a necesitar profesionalidad, paciencia, y poca intromisión de los políticos.
Cree Rogelio, que del lado europeo, las cifras y las ideas a defender están claras, pero se teme que en el Reino Unido las cosas están aún por cocinar, y si la señora May no obtiene pasado mañana el respaldo necesario en las urnas, las cosas de la salida de Gran Bretaña se van a poner difíciles para la negociación.
Hablamos en su momento de la postverdad, y es lo que ahora tienen delante de sus narices los británicos que no sabían realmente lo que estaban votando en su referéndum. Que se juegan literalmente su actual integridad territorial, ya que es muy posible que se elimine la frontera entre el Eire y el Ulster, y que los escoceses, en el momento que, como región receptora de fondos comunitarios deje de percibirlos, van a sentir un deseo reforzado de abandonar a Inglaterra y al País de Gales.
Preguntaré a mis amigos transhumanistas, si por casualidad tienen criogenizado el cuerpo de Maria Estuardo, que seguro sacaban partido del asunto en un próximo futuro.
De Gibraltar no hablo, que me da la risa, pero se va a tener que negociar con mucho cuidado y me temo que desde una posición de debilidad del Reino Unido, y que conste que no hablo de cambios de soberanía.
Y por cierto, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, recordar a los indepes de mi pueblo, que hablamos de 45 años de asociación común entre Reino Unido y Europa, y nos enfrentamos a unas negociaciones de una complejidad enorme.
Que no será la separación de algo que lleva más de cinco siglos, En fin….que parece que el referéndum ese que se andan rumiando suena a si quieres ser socio del Barca o del Madrit (ens roba) Porque si de lo que hay detrás del BREXIT ni uno solo de estos pollos tiene idea, los catalanes indepes de la que pueden liar, menos, así que cuidadín con las postverdades.
Y me gustaría, para terminar, retomar la recomendación de Rogelio a las instituciones comunitarias, su obligación de ser mucho más cuidadosos con la información que se pasa a los ciudadanos. Es cierto que el populacho no sabe lo que hacen esos chicos de Bruselas, tan bien formados ellos, tan inteligentes ellos tan caros ellos, tan poco percibidos como resultado de las decisiones de los ciudadanos en las urnas, y tan percibidos como el fruto de las presiones de los lobbys que actúan a la hora de establecer tratados y elaborar normativas. Estoy contigo Rogelio.
Y el que venga detrás que arree.

De Santa Clara a Fleet Street

Santa Clara arriba, Santa Clara abajo, y en verano algunos ṕor San Torcuato, y los más por el paseo.
Así pasa la vida en provincias y no tan provincias, que a la que te descuidas, aparece una calle Mayor y un paseo, una excusa para no quedarse en casa, una excusa para ver a los amigos, para ver a los y las quincenas empezando a preparar entre risitas nerviosas los líos que seguramente constituirán el más de su vida.
Pues sí, el Espolón te espera, o el Paseo Zorrilla, que es lo mismo, el caso es salir por la tarde, a que te vean, a ver tú lo que puedas, a matar el rato, a estirar las piernas, que lo que no se va en llantos se va en suspiros.
Esta tarde tenía yo unos asuntillos que arreglar, ya se sabe, cosas de esas que ni siquiera por Internet se pueden resolver, y me he venido, tranquilo, hasta Complutum, que no es Burgos, que no es Zamora, ni siquiera León, pero es ciudad antigua, y tiene calle Mayor, esa Santa Clara complutense, al lado de Madrid, que desde que perdió su Paseo de Recoletos para pasear, ya no es ciudad castellana.
Y eso que Doña Carmena de mis entretelas por mucho que se empeñe en cerrar Recoletos y el Prado los domingos, no le bajan a pasear ni los petimetres ni los quincenos, un desastre.
Porque estas cosas Señá Carmena son como el rosario, hay que rezarlo todos los días, que sin costumbre, lo que se baja al Paseo son los perroflautas, los ciclistas, y esos que se creen que están anunciando una victoria en batalla, solo porque se ponen una camisetilla exigua con el dorsalillo en precario equilibrio.
A mi Prim diecisiete, batallón de infantería que diría mi abuelo, porque de lo que se trata es de salir al paseo, y si este Madrid quiere ser London, pues con su pan se lo coma, que me acerco a la bella Alcalá, y recuerdo cuando paseaba por Santa Clara tan pichi.
Lo que ya no tengo tan claro es si esto del Brexit va a cambiar nuestras más arraigadas costumbres, que uno se va a Londres, en pleno mes de May, y se da cuenta que el problema que tienen esos britones es que son unos descreídos, y como no tienen eso de Santa Clara arriba, Santa Clara abajo, se lían con diez de hilo. Y es que estas cosas de los políticos son muy malas, como están acostumbrados a trampear hasta en el solitario, creen que el 50,01% de los votantes son suficientes para dar la patada a décadas de trabajo, en el aquel de ser europeos.
Y es lo que han hecho estos pollos que caminan por la izquierda, sin darse cuenta de que ya no van a poder ser el Caballo de Troya que sus primos del otro lado del Atlántico tenían en la vieja Europa.
Estos británicos tendrían que aprender a pasear por Santa Clara, que sé de buena tinta que cuando pasean, lo hacen por el campo….de golf, claro, y ahí ni ves, ni te ven, y lo que es peor no te mira Chuchita, ni Chuchita tiene a mano un Borjamari para echarle una sonrisita de las no sé sí, pero ni de broma lo que quieres.
Cosas de quincenos, y por lo demás, ya ni se puede comprar uno un bombín en condiciones, que en Fleet Street, parece que ni el Times está a gusto, que la gente no encuentra bancos del paseo para leer tranquilamente la tercera de opinión del tabloide asabanado.
Eso sí, los homeless, es decir los sin casa, que no los encuentras en Santa Clara a la hora del paseo, te hacen tropezar en Charing Cross, o se acurrucan cerca de Picadilly, no lejos del té de las cinco en el Ritz. Una pena, que no tienen pinta de emigrantes de esos que no quieren que entren por el Canal de la Mancha, ni siquiera por los controles automáticos de Heatrow, que parece que son las víctimas de la industria del acero de las tierras del norte, o mineros del carbón galeses. ¿Quién sabe?, que uno no está para hacer preguntas sociológicas en plan Ejército de Salvación, que antes se te degradaba un paisano por que se te hacía borrachuzo por unas calabazas de Niní, pero hoy a seis libras la pinta, te arruinas y no te emborrachas.
Son las cosas de estos descreídos, que ya se lo digo yo a ustedes, que tenían que haber sido un poco menos pragmáticos, y con la costumbre de tanta revolución industrial haber aprendido que el ser humano está para algo más que alimentarse de sus despojos.
Paseas por Londres, y no hay londinenses, además lo que te atropella son hordas de turistas, no como yo que soy un visitante, y además ni soy coreano, ni siquiera un enviado del INSERSO, porque ni los londinenses ni los turistas pasean, corren como pollos sin cabeza, que hay que entrar en el museo de las joyas de la corona, en la Nueva Tate, que hay que gastarse un sueldo en pisar los ladrillos donde Diana Spencer se vendió a la corona británica.
Por eso, hoy en la Calle Mayor de Alcalá de Henares, me daré el lujo de trincarme un par de cervezas, unos pinchos, y además me costará mucho menos que una London Pride en ese pub tan mono del Strand.
Que aquí casi no te hablan en italiano de Turín, ni tampoco inglés de ese de andar por casa, vamos de el de “may I have a pint of bitter”, que por aquí nuestros pobres son personas dignas que trabajan, que sudan y sufren para llegar a fin de mes, que la vida es dura pero aquí somos dignos, tenemos nuestra calle Mayor y aún no hemos transformado en un parque temático las calles por donde paseó Cervantes, que por el puente de Westminster, o en el Tower Bridge, no cabe ni un alma, claro que a nadie le importa, que en cualquier momento ponen un torno en las calles para que pongas la perra si quieres pasar por Fleet, por Carnaby , o ir a gastar tus perras a Petticoat o a Camden. Todo por su Graciosa Majestad, aburrida, y cursi como un repollo con sombrero y lazo rosa. Yo me quedo con mi paseo por la Calle Mayor, por Santa Clara, por el Espolón, o por el Sardinero, que hay menos turistas, y si te cruzas con alguien que no sea local, seguro que es un respetuosos visitante.
Le bon Dieu vous la donne

L’elisir de l’amore

Nemorino estaba enamorado de Adina, pero el corazón de Adina era libre como el viento, y se atrevía a leer en voz alta los amores de Tristán e Isolda.
Bueno, no voy a aburrir a mis amigos con estas cosas que seguro conocéis de sobras, porque para mí, lo más interesante de este Elixir del amor que nos presentó en su momento Donizetti, es la figura del Doctor Dulcamara,es decir, la Ciencia, sí, la Ciencia con mayúsculas que viene a socorrer a quienes continuamente necesitamos que los resultados milagrosos que nos ofrecen día a día las páginas del Lancet, o del Nature.
Somos finitos, somos contingentes, Adina no nos quiere, (o quizás sí), y esperamos que ese milagro ocurra a través del filtro maravilloso. Además tenemos esa tremenda amenaza que representa el sargento Belcore. Un verdadero lío.
Y sí, la ciencia de Dulcamara, nos ofrece ese elixir maravilloso, (si es de buen año, claro), ese elixir, que como pone en el carro del Doctor, cura los dolores de cabeza y las migrañas, te hace un atleta en dos semanas, hace que las mujeres se enamoren de ti, hace que te crezcan las tetas si las tienes pequeñas, o que se te reduzcan si gastas ubres, te quita la arrugas, te concede la juventud eterna, todo, todo lo que quieras, solo con adquirirlo, que, al final, además parece que hace rico al pobre….
Y escuchando los esfuerzos del tenor porque no se le escapara un gallo al cantar el aria de la furtiva lágrima, me puse yo a eso de darle al cacumen, y me salió que la historia me sonaba de algo, un poquito más moderna, pero que me sonaba.
Y digo que me sonaba porque algunos de mis amigos no dejan de hablarme del nuevo Elisir d’amore, que aunque no sea una botellita de vino de Burdeos, Donizetti no nos aclara si es un Lafitte, un Medoc, o un Pomerol, parece que en aras del carro del nuevo Dulcamara se nos van a acabar los achaques, se nos van a curar las migrañas, tendremos una potencia sexual del calibre de un rinoceronte, si ese bicho que orgasma sin bizquear ni babear más de un cuarto de hora, que la cosa tiene su aquel.
Y además parece que tendremos a disposición muñecos y muñecas dotados de vida propia, unos nuevos Pinocchios, unas nuevas Coppelias. Siempre un Geppeto, siempre un Doctor Coppelius.
No lo sé, pero parece que me están diciendo que está casi acabado el elixir del nuevo Doctor Dulcamara, que solo tendremos que implantarnos un chip en el cerebro, que solo tendremos que fabricar un robot, y nos haremos la ilusión de que ha renacido nuestro atractivo, ese que se basaba en las feromonas que desprendíamos, o en el porte que mostrábamos al salir de casa.
La Margarita del Doctor Fausto no podrá negarse a los requerimientos amorosos del tal doctor, será joven de por vida, que por cierto no acabará nunca….que se te estropea el hígado, no hay problema, se ceba la impresora 3D, y sale un hígado nuevo…y así órgano a órgano.
Es lo que tiene el transhumanismo, que le va a quitar el trabajo a Mefistófeles, con lo bien que me caía el muchacho, pero es el signo de los tiempos, que aunque acabes de pagar la licencia del taxi, viene el pollo de UBER y te quita el cliente.
No sé yo, si lo que estamos haciendo es reinventar el Elisir d’amore del Doctor Dulcamara, aunque no se beba, pero eso son cosas de los procedimientos, que al final lo que realmente importa es que Adina caiga en tus brazos, que tu tribu te acepte, que llegue la herencia de tu tío, que Dulcamara venda su elixir.
A mí realmente me aterroriza que Margarita se enamore de mí, y que el amor sea eterno, ¿imagináis?. Que una cosa es que aguante, no sé, cuarenta o cincuenta años, que es lo que antes llamaban eterno, pero eterno “sensu estricto”, me parece cuanto menos una exageración
Que es que en una de estas, te cambian un componente del ojo biónico, o del sistema olfativo, y ves que tu Marga, no tiene en el pelo ese tono pelirrojo que creías, y que además huele a pollo…y la cosa es eterna….eterna.
Tengo que hablar con mis amigos transhumanistas, que son muy leídos, que voy a necesitar que me aclaren un par de puntos, que uno es muy zote y a veces ve pirañas donde solo hay sardinas….porque a ver, ¿Tiene esto que ver con esa historia de la piedra filosofal?, que a lo mejor yo no me he dado cuenta, y a medida que se me vayan cambiando ojos, orejas, hígados, corazón….cerebro, de pronto veo la Revelación y la Luz de golpe, a lo mejor veo al final de la escalera de Jacob ese camino que nos pasamos reencarnación tras reencarnación, buscando como unos pringaos, y la cosa se arregla con un par de chips a tiempo. Tremendo.
De lo de programar un robot que se crea lo que dices, que te ría los chistes, que te pongas a jugar al ajedrez en nivel máximo y te deje ganar, y además sepa como equilibrar un Negroni a tu gusto, es de lo que parece que estamos hablando.
Y como además la cosa es que entre ellos, que tienen una inteligencia artificial digna de cualquier semi-dios, seguro que son capaces de crear una tropa de corifeos a tu servicio, que te quita de por vida todos los complejos y todas las mandangas que como ser humano has ido almacenando en tu almario a lo largo de tu vida no biónica.
Prefiero el Burdeos y la herencia de mi tío, ¿qué queréis que os diga?, pero no anatemizo nada, que lo mismo chip a chip, al final sale algo resultón, aunque no tenga nada que ver con uno, que tampoco importa mucho.
Me hace mucha ilusión que el carromato del Doctor Dulcamara, siga vivo hoy con todas las ilusiones que vende el buen doctor, aunque ahora el vehículo sea un puñetero chip en vez de una botellita de Bordeaux, pero son los signos de los tiempos y de las ciencias que hoy adelantan que es una barbaridad.
Disfrutad de lo que os queda, colegas

Urbi et Orbe

Mark Zückerberg, el todo poderoso dueño de Caralibro, se nos ha descolgado hoy con una serie de declaraciones interesantes, a raíz del discurso que con motivo de su graduación en Harvard, ofreció “Urbi et 0rbe”, que este tipo de gente habla siempre así.
Le costó al bueno de Mark, según nos cuentan las crónicas, doce añitos eso de terminar la carrera, que estaba el muchacho dedicado en cuerpo y alma a levantar su imperio, y no estaba para broncas de cátedros, digo yo. Sus papás encantados, la sociedad americana casi tanto como la familia, y él supongo que no se habrá apuntado a la cola de los estudiantes que buscan un puesto de becario en algún bufete de campanillas.
Ahora bien, en su discurso ha mencionado algunas cosas, que me han gustado, y que llevo diciendo bastante tiempo, otras desde luego que son suyas, y solo suyas, que no me lo ha copiado todo.
La primera que debo reconocerle, es su mención a que la cantidad de dinero que ha obtenido, le parece obscena, y me consta que va a dejar toda su fortuna a la Fundación que ha creado.
Piensa Mark, que el mundo debe ser más igualitario, en el buen sentido de la palabra, y que para mí, y parece que para él se fundamenta en la igualdad de oportunidades para todos, es decir, que todo el mundo pueda tener la mejor educación, y eso forzosamente no quiere decir que vaya todo el mundo a Harvard, sino aquellos que realmente tengan los méritos personales para conseguirlo.
No sé si está planteando la gratuidad de la institución para los alumnos, de forma que la financiación llegue por otras vías, que realmente los alumnos son en casi todos los casos los únicos que no pueden pagar los costes del aprendizaje.
Plantea que la educación debería ser algo “personalizado”, y lleva razón, todos somos diferentes, y de la misma forma que tendemos a buscar soluciones a las enfermedades, o a las compras de bragas que se ajusten lo máximo posible al objetivo que se plantee, por qué no hacerlo con la educación.
No tardaremos mucho en ver impresoras 3D en el Corte Inglés, imprimiendo tu camisa o tus gayumbos siguiendo las instrucciones que tu ADN y su expresión fenotípica haya calculado un algoritmo, que tendrá en cuenta tus alergias y lo que espera tu entorno acerca de tu aspecto externo.(La búsqueda desesperada del «me gusta» de la manada)
La educación, que desgraciadamente ha ido perdiendo a pasos agigantados en todo el mundo (quizás con la excepción china) calidad y eficacia, parte de la idea de que todos somos iguales (falso), y el objetivo que demasiadas veces se reduce al trámite administrativo de haber superado unos protocolos, y el tipo de adoctrinamiento que debe insertarse en el cerebro de los estudiantes, no son desde luego una metan aceptable.
La consecuencia, es ir obteniendo cada vez más poblaciones homogéneas, poco formadas, bien adoctrinadas, que hace la vida más fácil a cualquier cadena de producción a la hora de plantear los productos que deben salir al mercado.
Las tecnologías que hoy tenemos disponibles son perfectamente capaces de diseñar sistemas de educación personalizados, nunca la misma materia para los cuarenta alumnos de la clase, cada uno tiene sus capacidades, sus intereses, sus deficiencias, y sus virtudes.
Y eso lo conocen perfectamente las compañías de gran consumo..(y no tan grande), que son capaces de decir con precisión apechuscante, qué vas a comprar mañana no ya como consecuencia de la conducta del grupo, sino con tu posición dentro de la manada. Pero sin embargo el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, no es tan profundo como el que pueda tener sobre nosotros el director de márketing de la multinacional de turno, y en eso jugamos con absoluta desventaja.
Así, que amigo Mark, ¡uuupppss! ¡que no tengo Caralibro!, estoy de acuerdo en tu campaña de personalizar la educación, aunque no sé cómo se integrará el factor humano del educador en todo eso. No sé si podremos unirnos sentimentalmente a nuestro maestro, que quizás sea un elemento holográfico. Pero todo se andará.
Parece que en esto de la igualdad, mencionó algo que es realmente importante, y es la pérdida de talento que sufre el mundo por la falta de medios económicos individuales en la mayoría de los casos.
Y es que lleva razón, la falta de un colchón económico provoca que la mayoría de los seres humanos deban utilizar sus capacidades para la supervivencia, quedando relegada la creatividad a aquellas personas que tienen recursos suficientes.
Y es cierto que la cantidad de talento que a cada momento desaparece por el sumidero es insoportable.
Esto entronca con la famosa renta básica de la que cada vez se habla más cuando se empiezan a considerar las consecuencias de la aparición de la Inteligencia Artificial de forma importante en la robótica, en los mercados de trabajo.
Reconozco humildemente mi incapacidad de poder determinar si una renta básica que garantizase de por vida a todos los seres humanos un bienestar aceptable, sería la solución. Lo ignoro, porque mi bienestar es diferente del suyo, señor lector, y no te digo nada si eres bosquimano, o de la Isla de Java, que nuestro concepto de bienestar depende del adoctrinamiento que hemos recibido en nuestras épocas de formación, y si seguimos las ideas de Mark, que me gustan, y tenemos una educación personalizada mi bienestar básico deberá ser personal, y además su coste será consecuencia directa.
No es fácil enfrentarse a los retos que la nueva sociedad nos va lanzando, sobre todo cuando las primeras consecuencias que ha tenido esta nueva era sobre la Humanidad ha sido una desviación de rentas desmesurada hacia capas de la población muy selectas, con el consiguiente cabreo general, que garantizo reventará por algún sitio, de forma cruenta o incruenta, pero reventará.
Que quisiera recordarle a Mark, que el acceso que él tuvo a una educación en Harvard, se debió a que ya estaba entre los elegibles posibles, cosa que mi amigo de dieciocho años que cose ropa deportiva en Katmandú a un dólar la hora para los de Columbia o North Face, nunca pudo serlo.
Ni las niñas mejicanas a las que su madre pone a la venta sus virginidades a los trece o catorce años, para que un narcotraficante o un blanco rico del norte opulento, las viole por mil o dos mil dólares. No, esas tampoco serán elegibles para al menos intentar algo en Yale, en Stanford, en Oxford, en Bocconi, en Tübingen en…..
A lo mejor en los proyectos de la Fundación del bueno de Mark, estas cosas se tienen en cuenta, que siempre que un mil millonario se mete en estos líos de las fundaciones me suena a lo mismo. No voy a pagar impuestos, y como soy lo suficientemente soberbio y rico, decido yo las políticas de inversión, que los representantes políticos de los ciudadanos no lo saben hacer.
Con su pan se lo coman

Mayo no marcea

En estas fechas, antes nos coincidían varias cosas en este Madrid que sigue intentando matarme, sin conseguirlo, que uno, como dice un amigo mío, tiene la piel muy dura.
Estábamos en la mitad del período voluntario de la declaración de la renta, no está mal la cosa, que eso no cambia, que no cambia el ministro, que no cambia la avidez recaudatoria hacia los más desfavorecidos, y no cambia la utilización de las figuras más o menos públicas para meter miedo al soldado de a pie.
Nos dejan el Retiro hecho unos zorros, con esto de la feria del libro, pero habrá que sufrirlo también, que eso de ver colas para que el escritor de turno firme su último trabajo no deja de tener su gracia, y me parece entrañable.
Y no es por meterme con el sector, que hace unos días leía que un escritor de tirada media español, no sacaba en derechos de autor, ni para el café, que tiene huevos la cosa. Y es que si uno no gana el Planeta, de este oficio de escribiente no come, ni bebe, que es mucho más importante.
La Feria de San Isidro, en las Ventas, debe andar ya por su final, y como está reconocida como la más importante del mundo, o lo estaba, le daremos ese calificativo de relumbrón, te gusten o no los toros y el mundillo que rodea al tal espectáculo.
Y lo último de estas fechas, que siempre amargaba a los taurinos, era la lluvia y el viento, que indefectiblemente salía a pasear junto con las cuadrillas por el coso de la calle de Alcalá.
Y si empezamos por detrás, que siempre es socorrido eso de hablar del tiempo, nos daremos de bruces con aquello que el viejo dictador hacía que se dijera en los partes de noticias de Radio Nacional, sí, aquellos que se transmitían a toda España, en todas la emisoras, por ley, y que era la mención a la pertinaz sequía, que servía para echarle la culpa a Dios de la mala gestión del sector agrario en esta piel de toro por la que andamos vagando.
No recuerdo en qué obra de Don Miguel Delibes, se hablaba de lo que para las tierras de secano de Castilla, representaba la sequía, por no decir, la pertinaz sequía, pero sí recuerdo la angustia que me hizo compartir Don Miguel con sus personajes, cuando desde su miseria, sopesaban lo que la ausencia de lluvia en los trigales de Tierra de Campos podía depararles.
Pero esa lluvia que no llega, y que me da escapa de nuestro suelo cuando gobierna un gallego, al menos impide que haya algo más de emoción en el tendido del siete ventero, que sin lluvia, el torero no resbala tanto en la cara del toro. Quizás pierda el espectáculo….quizás.
Y sin lluvia los libreros, al menos, podrán seguir intentando lo imposible, que es el luchar contra los juegos de ordenador, contra la falta de comprensión que nuestras jóvenes generaciones muestran al enfrentarse con un texto, sea este el que sea, contra los piratas, contra la mediocridad de las propuestas que desgraciadamente duermen en sus expositores.
La lluvia y el papel, siempre se han llevado mal, y total, no hace tanto calor como parece, y los vendedores de libros, esos que en las ferias realizan jornadas interminables, aguantan todo, o casi todo, que como dicen los toreros ¡más cornás da el hambre!.
Así que me dejan con todas estas cosas delante de la declaración de la renta, que parece como si las huestes del señor feudal de turno, anduviese hurgando en nuestros graneros a ver si encontraba un grano de trigo fuera de sitio…..y al cadalso.
¿Que si me preocupa la propaganda mezquina de nuestros recaudadores?, más me preocupa el hecho de que buena parte de nuestra ciudadanía iletrada, y casi analfabeta, tenga que enfrentarse con la hoja de cálculo que ha preparado Hacienda,, y que o bien tienes un conocimiento de las nuevas tecnologías, o tienes que gastarte unos cuartos en que un asesor se convierta en el escribano que usaban los soldados para escribir una carta a la novia, o a madre, que no todo va a ser lo de la procreación, que si no la declaración no sale, y te tratan como a Ronaldo o como a Messi.
Los signos de los tiempos, que hay que informatizarse, aunque eso de internet no llegue a tu casa, o a tu barrio, que como todo, hasta el concepto de servicio público se ha desvirtuado, que si tu pueblo o tu barrio es una mierda, te aguantas.
Y en este totum revolutum que significa el final de mayo en este Madrid de mis pecados, me dicen que mi presidente comunitaria, esa señora que clama inocencia, a lo mejor también ha tenido que hacer trampillas para su empresa pepera, que las facturas de márketing para las elecciones cuestan un pico.
Qué tristeza rellenar en la web, tu declaración mientras el presidente de tu comunidad, aparece como sospechoso de no haber hecho las cosas como Dios manda y los ciudadanos demandan.
Es ese “ya lo había visto antes”, lo que impide que salgamos a la calle sin Podemos, claro, que esos también tienen los suyo, a decirle a Montero, que por favor deje ya de joder con la pelota, y recaude el dinero allá donde hay dinero, y desde el principio, no veinte años después que esto no es la segunda parte de Los Tres Mosqueteros
Pero no, somos lo que somos, nada más, y este mayo no llueve, de los toros, ni tengo noticia ni la busco, aunque los que los aman y quienes los detestan estén a la greña. Pero ni por esas nuestro Montoro se nos ablanda, y el Retiro se llenbará de gente que no sabe leer, para ver si el Pérez-Reverte le firma un libro de esos que escribe, que es para un regalo, para Chuchita, que ella sí que es una intelectual y le van las de espías cutres de la guerra civil. Te haces mayor Arturito, que vuelves a Cartagena en tus libros, que me parece tan entrañable como las novias putas de los detectives barceloneses, que acaban revirgándose por el amor de su hombre.
No lo sé, no sé si volver al bueno de Delibes, o perderme en el mundo de Juan Rulfo, aunque Juan no sea flor de mayo, precisamente.
Vosotros me diréis….o no.

¡Que inventen ellos!

A pesar de que anoche ya me dormí con las primeras noticias de la masacre de Manchester, y que hoy he desayunado con la constatación de la barbarie perpetrada contra niños, no me apetece volver a replantearme las cosas, que por otra parte no han cambiado, que se me vinieron cuando Niza, cuando Charlie, cuando el puente del Tamesis, cuando el mercado alemán, Bruselas….ya está visto, ya está comentado, ya nos lo sabemos. Seguimos en guerra, esa guerra cruel que sirve a demasiados intereses que no son los míos, que no son los de ustedes, aunque luego paguemos las facturas en sangre o en dinero.
Una vez dicho esto, quisiera comentar unas declaraciones de Pierre Moscovici, actual comisario europeo de asuntos económicos y financieros, fiscalidad y aduanas.
Y es que el señor Moscovici, francés él, socialista él, se queja del Reino de España, en cuanto al nivel de paro que tenemos, en cuanto a la precariedad del trabajo que se ofrece a nuestra ciudadanía, y nos insta a que solucionemos el problema.
Problema que por cierto hemos creado nosotros solitos, ya que al mirar las cifras de nuestro paro la primera cosa que se constata, es la baja formación de la ciudadanía, y ya decíamos hace cuarenta años, sí cuarenta, que este país iba directo a convertirse en la fuente de camareros para Europa.
Y ahí estamos, que al final las reducciones constantes de las inversiones en investigación, y no es de ahora, que el famoso “¡que inventen ellos!” ya aparece en una carta de Unamuno a Ortega el 30 de mayo de 1906..(yo me siento profundamente antieuropeo. ¿Qué ellos inventan cosas?, invéntenlas).
Posteriormente en el Pórtico del templo, a Don Miguel, no se le ocurre más que poner en boca de uno de sus personajes:
“Inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica alumbra aquí, tan bien como allí donde se inventó.
-Acaso mejor.
Contesta el otro personaje.
Le hemos hecho caso a Unamuno, y hemos conseguido que no tengamos universidades de prestigio en ninguna disciplina, que nuestra investigación científica esté a un nivel que no se corresponde ni con nuestra potencia en el mundo, ni mucho menos con nuestra historia.
Y el señor Moscovici, nos lo recuerda de alguna forma, eso sí con toda la retranca del político socialista gabacho, al que ya nadie va a seguir, que los socialistas franceses están de liquidación por derribo.
Y creo que además le encanta soltar una bofetada sin mano al vecino del sur, que para eso está.
Pero lleva razón, que con la excepción de aquella institución que se llamó libre y de enseñanza, aquí, eso de educar a nivel alto, ha sido siempre, y bien digo, siempre, algo que ha aterrorizado al poder, que va en nuestros genes, vaya.
A nuestro Marianico se le va un color y se le viene otro cuando oye a Moscovici, que para opositar a Registrador te vale cualquier universidad cutre y mucha memoria, de esa que cualquier animal puede desarrollar con entrenamiento.
Y es que en un país donde las estructuras del poder, siguen estando ligadas infinitamente más de lo que nos podamos imaginar a las oligarquías de terratenientes fruto de las conquistas que inició Don Pelayo, no se necesita formar a la plebe, que lo que interesa es tenerla muerta de hambre en la plaza del pueblo, para cuando venga el señorito a repartir jornales.
Y esa oligarquía no necesita que aquí la cultura sea protagonista, que a la gente culta no se le adoctrina fácilmente, cuesta un montón que trasiegue ruedas de molino. Para esta gente con posibles, el formarse en las mejores universidades del mundo, es algo que está a su alcance.
Nos han dejado pues con el ¡que inventen ellos! que ese vasco castellanizado utilizó de ariete contra el universal Ortega, en una de aquellas polémicas que duraban años.
Y hoy, aquí estamos, en un país de jornaleros, que vive del trapicheo, que tiene a un tercio de su población en eso que se da en llamar umbral de la pobreza, o riesgo de exclusión social.
Pero también estamos en un país que tiene el cuarenta y pico por ciento de personas con baja o muy baja educación o lo que es lo mismo baja o muy baja cualificación profesional. Cosa que, ahora sí, se ha ido consiguiendo en las últimas décadas actuando los dos partidos políticos que nos han gobernado en una sinergia diabólica que tenía el mismo objetivo.
Se ha educado a los ciudadanos dando a la espalda al mérito y sacrificio por un lado, que para aprobar basta ser analfabeto, y cuanto más mejor, y por otra parte se intenta desviar el dinero disponible a favorecer escuelas a las que los más desfavorecidos no tienen acceso.
Posteriormente en la Universidad, no diré que las cátedras pasen de padres a hijos…(conozco alguna de herencia de tres generaciones en una universidad de las antiguas de esta tierra), pero la estructura hace que no haya dinero para la investigación en prácticamente ninguna disciplina, ya sea científica, técnica o de humanidades.
Con lo que nos quedamos con fábricas de títulos inútiles, con contenidos más inútiles todavía, que dan al aprendiz la sensación de que el poseer una cualificación certificada por alguna de esas fábricas, es algo importante.
Y no, que muchas veces sigo pensando que la creación de universidades de las últimas tres o cuatro décadas, ha servido solamente para realizar obras civiles, con las consiguientes comisiones a los partidos políticos. Que veo demasiados universitarios sin posibilidad de encontrar trabajo, y haciendo ricas a las farmacéuticas comprando ansiolíticos, antidepresivos, que con casi la mitad sentados en la plaza del pueblo esperando al capataz para un jornal, no me extraña.
He leído que el consumo entre los jóvenes españoles de ese tipo de sustancias dobla en demasiados casos a muchos de los países de nuestro entorno.
Y como estas cosas no se arreglan en un par de días, hay estructura para rato, que nadie sueñe que este paro miserable que tenemos, que este déficit de cultura que nos atenaza, se va a curar mañana. En cualquier caso la razón más importante es que el poder no quiere, no quiere de ninguna de las maneras. Tiene demasiado que perder.
Al final ganó Unamuno y perdió Ortega. Que aunque estemos técnicamente dentro de la Unión Europea, estamos para servir los vasos de sangría a los borrachos que nos mandan nuestros socios, y con el aviso de que los tratemos bien que en caso contrario se largan a las playas de Túnez o a las costas turcas, que los atentados te sacuden en cualquier parte.
Y yo con estos pelos.

La caló que se nos viene

Me decía, hace ya tiempo un amigo sevillano, cuando intentaba visitarle para jugar unos hoyitos en el Real Club de Golf de Sevilla (luego me llevaba a Pineda, pero esa es otra historia), que había que ir entre la última semana de enero y final de febrero.
Su razonamiento era absolutamente irreprochable:
-Mira, me decía, pa esas fechas ya se nos han pasao las livideces de las fiestas, y los días empiezan a ser más largos. Además el solecito calienta sin molestar.
-Es que luego empieza la Semana Santa, luego la Feria de abril, el Rocío, y “la caló”.
Como digo, irreprochable mi amigo, y llevaba toda la razón, que mucho meternos con los calores andaluces, pero es algo que hay que vivirlo, y ya no te digo si es jugando al golf, porque si es en el tajo, ni te cuento.
Y hoy, viendo el tiempo en la tele, se me ha venido encima el recuerdo de mi amigo, que las temperaturas empiezan a ser demasiado altas por allí abajo, y reconozco que me da cierto apechusque el cruzar, no digo Despeñaperros, que con pasar de Madridejos uno ya no es persona.
Y eso los europeos no nos lo entienden en el día a día, que cuando se vienen por estos pagos a ponerse ciegos de sangría, (¿qué sería de los grandes vinos de la meseta sur sin esa clientela?), les importa muy poco que medio borrachos, o borrachos del todo, se les olvida hasta el Brexit ese.
Pero con “la caló”, no se puede jugar al golf, que se lo tengo dicho a mi amigo y compañero de palos, hoyos, bolas y putters, que uno se deshidrata y te salen unos rabazos que no son dignos ni de tu juego ni de tu edad. Pero es lo que tienen estas cosas.
Así que imagínense sus gracias lo que debe ser hincarla en el tajo, o lo que es peor en el campo ese de nuestra Andalucía verde por la primavera y rubia por el verano. Que todo muy bucólico, pero servir cervezas a borrachos europeos a más de cuarenta grados diez o doce horas al día y todo por mucho menos del salario mínimo que cobraría un francés o un alemán, dice mucho del valor de nuestras gentes.
Y encima tenemos que aguantarles la tontería de que anden diciendo que si el PIB no sube un uno por ciento y el déficit se dispara medio punto porcentual del acuerdo de no sé dónde, van a enfadarse mucho, y nos van a poner multas de echarse a temblar.
En este mundo perro, soy y he sido viajero, soy y he sido turista, pero cada vez que uno de estos puñeteros turistas que bajan al sur desde sus míseros países llenos de dinero a quejarse de que en esta tierra se duerme la siesta (el que puede, claro), les hago si tengo la ocasión la sugerencia de que visiten las ruinas de Itálica el veinticinco de julio a la tres de la tarde, y que me lo cuenten a la vuelta. Tengo a dos ya que se me han desmayado en el intento (literal), y que después de la experiencia no salen del hotel hasta que no dan las diez….por lo menos.
Pues sí, me sube la biliurrubina cuando me enfrento a esas hordas de cafres que nos visitan y que no somos capaces de rechazar con dos buenas bofetadas, y que encima permitimos que se sienten en las mesas de nuestros restaurantes de forma que jamás harían en sus países, o que se nos meen en las calles.
Yo entiendo la importancia que tiene el turismo para nuestro país, lo entiendo, pero lo que no entiendo es la permisividad de nuestras autoridades con los incumplimientos de las normas ciudadanas más básicas por mor de los veinte euros diarios que se gastan en sangría, que luego vomitan y nos cuesta cincuenta limpiar.
Y con ello debe revisitar la mala administración pública que tenemos que soportar, una panda de inútiles arribistas que sin la formación adecuada cada vez que surge un problema, son incapaces, aunque sea por omisión, de dar una respuesta adecuada.
Voy a darme un paseo por Londres este fin de semana, y desde luego, espero que no se me ocurra mear en la estatua de Wellington, o ir al té del Ritz en pantalón corto y camiseta, aunque sea de diseño y luzca “peluco” de los de a tropecientos, que en la primera duermo en comisaría, me sacuden una multa de las que aquí te espero, y en la segunda, simplemente no entro.
Creo imprescindible que se tomen nuestras autoridades en serio toda esta historia, y que dejen de marear la perdiz, porque yo lo tengo muy claro, si en el restaurante al que voy a cenar, se permiten pantalones cortos, me quitaré los míos, y si está medio limpia la silla los calzoncillos también, y desde luego no volveré.
Y si alguien está incumpliendo las normativas que regulan la convivencia urbana, y la autoridad no actúa, tendré muy pocas posibilidades de defensa, ya que partirle la cara al turista guarro, a mí sí me sale caro.
No quiero ni pensar en los vecinos de los barrios que son asaltados por las hordas de turistas borrachos, (en el mejor de los casos), que impiden el descanso y la convivencia de las personas que los habitan. Están indefensos, y no les dejan organizarse en somatenes para arreglar la cosa, aunque la violencia al final no lleva a demasiado.
Eso sí, que no se te ocurra poner la radio un poquito más alta de lo que dice la norma, que aparece el policía de turno haciendo mediciones y te sacude un multazo de los de toma pan y moja.
Algo no funciona, y es que me da la sensación de que la ineptitud es quien administra nuestra convivencia, que son ineptos hasta para robar.
Notareis que no he hablado de las hordas que acompañan a los equipos de fútbol, y a las que tampoco se les controla para que no dejen las plazas como verdaderos vertederos, en el mejor de los casos, que en el peor te las llenan de sangre. Si son del Depor, o del Hércules, se les ha caído el pelo, pero si son del City, o del Chelsea, por aquí agachamos el testuz, que esto se arreglaba con multas millonarias, y cárcel sustitutoria, amén de la expulsión de su club de las competiciones. Pero parece que eso no interesa, que el fútbol aliena y adoctrina mucho, que es un entrenamiento básico para aborregar a los que luego siguen a los partidos políticos.
Solo faltaría que los hinchas no fueran borregos, y pensaran de forma individual, informada, y con criterio.
¡Se nos hundía el tinglado!.
Con su pan se lo coman

Los resultados del domingo

Si digo que no me gusta el fútbol, miento como un bellaco, pero si digo que me gusta, miento como un miserable, así que tendré que pensar que soy un bellaco y un miserable, que no se debe estar en misa y repicando.
A lo mejor la cosa está relacionada con la oportunidad, quiero decir con el momento que te pille, quizás sea eso, porque desde luego no me encontrarás nunca en un campo, o por lo menos eso creo, y lo avalo con mi tradición personal, que la última vez que me vieron, Butragueño jugaba en el Castilla.
Hoy parece que una parte de la temporada se acaba, y como coincide con las votaciones del Partido Socialista, habrá celebraciones, en Ferraz o en San Telmo, que en Baracaldo no lo veo, pero también las habrá a saber, en Canaletas o en Cibeles.
Así que procuraré que no me pille la cosa por esas zonas, no sea que algún pollo con el móvil cuelgue una foto mía en la red, y parezca lo que no es´
Y ese final de campeonato regular, o ese final del Partido Socialista, que gane quien gane, me parece que huele a pescado podrido, la verdad es que me importa un bledo, literalmente.
Y es así porque ni uno ni otro van de ninguna manera a influir en mi vida, que no sonreiré pase lo que pase, por el hecho de que pase, que el Madrit o el Barça no me darán de comer, y al Partido Socialista me lo van a dejar entre todos estos al nivel de la Asociación Cultural de jubilados de Pitorrillos de Abajo, como poco.
Y sin embargo, me consta que las televisiones, que las radios, que la prensa incluso, van a llenar horas de emisión y páginas en sus publicaciones contándonos las proezas de tal o cual jugador, o el futuro de nuestro país en el análisis del juego democrático que esta tarde ha representado el socialismo español.
Pues qué bien, que habrá alguien hoy frotándose las patitas delanteras como las moscas hacen delante del cagarro humeante que están prestos a atacar, que lo han conseguido, que otra vez hemos dado “circensis” a la plebe, y así no nos tocan las pelotas y mucho menos los dividendos.
Volver a lloriquear como una plañidera de esas de a cincuenta euros la hora, la verdad, no me apetece, aunque no pueda evitar ver de nuevo lo que hay montado para que se desvíe el foco de atención del ciudadano.
Oía esta mañana mientras paseaba por el Retiro, antes de que las casetas de la feria del libro lo dejen hecho unos zorros, uno de esos programas de radio, en los que se contaba un poco la historia de los magos, y me refiero a los de la cuerda de Houdini, Copperfield o Tamariz, cuando se me ha quedado en la cabeza el secreto de la magia espectáculo, que no es otro que cambiar el foco de atención del espectador, para que cuando mire a derechas, el cisco te lo monten por detrás.
Y es a eso a lo que me está sonando este domingo, en que el foco está claramente desplazado, que lo que me gustaría saber es de qué han hablado los jeques árabes y Tito Trump, pero de eso, que probablemente me afecte en un plazo más o menos corto, lo que me llegarán son los comunicados oficiales, y nada más.
Lo que daría por ser la mosca de la pared, aunque luego acabes como Assange, durmiendo en la embajada de Ecuador, que una cosa es enterarte y otra piar, y los secretillos de alcoba, ni se comentan ni se fotografían, ni se publican, aunque ahora parece que se entrena a la gente para que lo haga, que si no te mandan el “me gusta” a tiempo, ya lo sabes, no eres nadie, y la competencia es cada día más fuerte.
Y por el momento no podemos cruzar el Rubicón, que lleva demasiada agua o demasiado fango, y nos quedamos como siempre en este lado, en el que nos han colocado los mensajes, las propagandas, los adoctrinamientos, los ¡no importa!, así que volveremos a perder el tiempo comentando las jugadas que se están desarrollando esta tarde, que ya son ganas de comentar.
A lo mejor lo que hay que hacer es tomarse esto a la inglesa, y leer el Times del domingo antes del lunch, y por la tarde cuidar el jardín. Que sea el único comentario la calidad del té que acompañe la media tarde.
Así que me temo que no, que no quiero estar pendiente de quién va a ganar el campeonato, ni quiero saber si Susana, o Patxi, o el otro pollo será quién entierre ese socialismo que aún anda discutiendo por las agrupaciones, entre partida y partida de petanca, si Marx está vigente, o si la guerra civil se hubiera podido ganar si se hubiera actuado de otra manera.
A mí, todo eso no me importa, que prefiero saber, mirando por el ojo de la cerradura, que se está tramando para el futuro de esos seres humanos que antes éramos siervos de la gleba, más tarde súbditos, luego creímos ser ciudadanos, pasaron algunos por el arco de los camaradas, y ahora nos hemos transformado en la mezcla de todo lo anterior para devenir en consumidores.
Sea pues, consumamos lo disponible que para eso estamos, y disfrutemos de nuestra ración de “Soma”, como buenos seres de tercera que somos, y dejemos de marear a quienes deciden por nosotros, que ya tienen bastante con que les sirvan el Martini bien hecho en la cubierta de popa.
Y por hoy ya tengo bastante, que luego se sabe todo, voy a ver si me pongo a leer algo sencillito, que si no me caliento y por la noche no duermo aunque me ponga música de fondo, y dejaré para mañana cuando me despierte el escuchar los resultados, y los sesudos comentarios, que a buen seguro, nos darán de lo acontecido tantos y tantos comentaristas especializados.
Por mí con esto basta y sobra

A todos nos llega San Martín

Parece que la dulce Francia se despierta a esa cosa que estamos reconociendo como globalización, en la que los ciudadanos de a pie hemos dejado tiras de piel y regueros de sangre por todas partes, para mayor honra del capital, representado por sus compañías transnacionales.
El nuevo presidente, que ha hecho juegos malabares para conformar gobierno, está metiéndose en un buen lío del que veremos cómo sale, si sale, que estas cosas las carga el diablo.
Y es que decirle a nuestros amigos gabachos que hay que cambiar sus cómodas, (y justas diría yo) leyes laborales, esas que han hecho por tantos sitios, que no sirvan en nuestro siglo veintiuno, son ganas de jarana.
Y es que eso de tener un salario mínimo de casi mil quinientos euros, currar treinta y cinco horas a la semana, cuidadín que no te echen que le levantan las faldas al patrón, y a los sesenta libre para disfrutar de la jubilación, quizás no los haga muy competitivos, quizás, pero no hace la vida demasiado mala para los curritos gabachos.
Y por cierto, si se le había olvidado a alguien la cosa, por esas tierras de Dios, hay una cosa que se llaman sindicatos, que parece que funcionan.
El bueno de Macron, que ha crecido, bueno, quiero decir que está creciendo a los pechos de las multinacionales financieras, con su paso por el ministerio de economía, ha entendido el mensaje que ha recibido de sus jefes, y el mensaje es claro, los obreros franceses viven demasiado bien, cuestan un pico a las cuentas de resultados de las transnacionales, y además no hay huevos para trasladar compañías y producciones fuera de suelo galo. Y este pollo es lo que va a ejecutar.
Y es que las cosas son como son, que no me ha parecido casual que la primera visita, de las de deprisa y corriendo haya sido para rendir pleitesía a doña Merkel, y nos salga con que habría que marcar un salario mínimo europeo, unas leyes laborales comunes, una fiscalidad uniforme…en fin cosas de esas, aunque lo que no nos ha aclarado si la cosa irá hacia arriba o hacia abajo, que a mis amigos búlgaros o griegos, incluso rumanos, o españoles, o….no les importaría que sus condiciones fueran las francesas. Pero me temo que no, que no será esa la cosa, incluso si se llega a esa historia de la armonización fiscal.
Lo primero en que piensa don Macron, es en quitarle pasta a sus sindicatos y a sus asociaciones patronales, y le van a parar el país varias veces cada día, que a los sindicatos, gestionar los dineros de formación les viene muy bien, que hay que pagar las nóminas en la CGT y en la patronal.
Y ya se sabe, si se le da el dinerito a los currantes se lo gastan en la taberna, y no va a quedar ni una botella de buen Bordeaux que exportar a China.
Habrá que ver en que da todo esto, porque lo que ha dado lo que se ha hecho, en España, sin ir más lejos, ha sido llenar las calles de pobres, hacer que casi el treinta por ciento de la población esté en riesgo de exclusión, y por supuesto que las cuentas de las grandes compañías de gusto verlas.
También ha dado tímidos aires a movimientos políticos de esos que no tienen nada que hacer, que les llaman populistas, extremistas, y no sé cuántos istas más. Pero no tienen nada que hacer, que nada hay más patético que ver al primer ministro griego bajando sueldos a sus pensionistas, echando a la calle a sus funcionarios, y no llegando a fin de mes, con una huelga tras otra, pero manteniéndose en el poder.
Y que a nadie se le olvide la muerte europea de la socialdemocracia, que para mí no es una sorpresa, porque cualquier cosa que suene a protección del ciudadano es obsoleto, que no queremos que la sanidad sea la que se necesita, que no queremos educación, queremos adoctrinamiento, que hemos perdido, en buena medida, ese concepto de adolescentes soñadores que se llama libertad, y que posiblemente dio su última bocanada en aquel mayo francés, en mil novecientos sesenta y ocho.
Por cierto, me enteré el otro día que con el dinero que se ha gastado de los contribuyentes de occidente en salvar a los bancos, se podría haber solucionado el hambre en el mundo durante….250 años.
Alguna vez he comentado que nuestros hijos vivirán peor que nosotros, a no ser que seamos de unas élites inalcanzables para el común de los mortales, y también he comentado que posiblemente nuestra sociedad, con los supuestos valores que la sustentan dejen también de existir, quizás en un par de generaciones, no lo sé, pero estamos en el declive del imperio de occidente.
Eso sí, no pienso ponerme pesimista, si el mensaje lo parece, que tampoco le pasó nada al mundo cuando se fueron los dinosaurios, solo que algunos nichos ecológicos quedaron libres y se llenaron con el tiempo.
Pero vayamos haciéndonos a la idea de que aparecerán las píldoras de la longevidad que perpetuarán las élites económicas, que aparecerán los robots con inteligencia artificial superior a la nuestra, y que una nueva especie del género Homo surgirá, y acabaremos sin poder reproducirnos con ella. ¿Y qué?.
Solo espero que todos estos movimientos se vayan asentando, al menos para que no mareen demasiado, que los ciudadanos aún somos tan estúpidos que pensamos que tenemos mucho que perder, y mejor no meternos en revoluciones, no sea que no nos vuelvan a enviar un “me gusta” a mi cuenta de Caralibro, y eso sí que me hundiría en la desolación.
Le daré la razón a Bauman en cuanto que mi generación echa de menos los tiempos pasados, pero mi generación se va, el mundo ya no es nuestro, y los que empiezan ahora tendrán que arreglar su cueva de la forma que consideren más adecuada a los requerimientos del entorno.
Eso sí, lo harán sin demasiada cultura, sin una moral en la que apoyarse, casi sin religión, y con la ética del dinero, esa cosa que no es más que confianza en que por un trozo de papel te darán una patata. Así que con esos mimbres tendrán que hacer sus cestos.
Que con su pan se lo coman

El tren de la mañana

Aunque me despierto temprano, no me gusta bajarme de la cama con la rapidez de mis tiempos de prostituto, cuando, a cambio de dinero vendía mi vida y mi tiempo a un grupo de ricachones que se escondían detrás de un nombre, de esos a los que se añade un Inc. de incorporated, y que cotizan en Wall Street.
Hay algo de perverso en ese acto, que no dejan de alabar todas las culturas relacionadas con la supuesta vida sana, el puñetero “ora et labora”, y no sé cuántas zarandajas más que nos salmodian desde enanos, para que nos vayamos ejercitando en el noble arte de la diligencia.
Y yo pienso, que si nos ponemos de acuerdo todos los esclavos que somos en este mundo, lo implantamos y santas pascuas. Porque miren ustedes lo que pasa cuando uno se despierta temprano, después haber dormido poco, y se encuentra a horas intempestivas encima de un tren.
Pues nada, que va lleno de esclavos, ¡qué diferencia con los trenes de las once y media!, que huelen a notario y a gente acostumbrada al tee del uno con tiempo suficiente como para acabar el juego a la hora del aperitivo de las dos y media.
A mí siempre me gustaba aquel personaje de Jardiel Poncela, o de Mihura, que me da lo mismo, que hacía el viaje en el expreso sin salir de su cama ni de su casa, con su mayordomo avisando de las estaciones, y de las incidencias del viaje….¡Ventaaa de Baños!, treinta minutos, parada y fonda.
Pero en estos trenes de casi madrugada, (que madrugás solo hay una en Sevilla, que lo demás son malos inventos), a la que te descuidas te ponen en la pantallita de la tele “Los últimos de Filipinas”, eso sí en colorines tecnológicos y sin cantarte el “Yo te daré”, que las cosas han afinado mucho en forma, que el fondo es el mismo.
De las cosas malas que tiene todo esto, es que uno se tiene que afeitar deprisa, que la ciudad te confirma que hay más coches que calles, y que en el tren van todos muy seriecitos pegados al móvil y a la tableta, como he hecho yo mismo durante décadas, mientras me recordaban el puto lema de los campos nazis, “El trabajo te liberará”. ¡Y una mierda!, lo que te libera es el dinero, esa cosa que ya hoy no sabemos lo que es, pero no importa, que si dicen que lo tienes, ya vale.
Que me acuerdo aún de los billetes marrones de cien pesetas con Julio Romero de Torres y su mujer morena, diciéndote aquello de que “El Banco de España, pagará al portador….”que hoy estamos sentados en una burbuja en la que nos creemos que las patatas valen tantos papelitos de tal color, y que mientras tengas apuntes contables suficientes en tus cuentas bancarias, todo va bien.
No, no me gusta el tren de por la mañana, que huele a prisa, a “lo siento cariño tengo una reunión en Barcelona”, llegaré, espero a tiempo de darle un beso a los niños antes de que estén dormidos, huele a esa vorágine en que el mundo nos ha metido apenas sin pedirlo, y casi se ve en las caras de los desplazados, que aquí no hay viajeros, esa añoranza que Bauman nos explica en su Retrotopía…
Pero así son las cosas, hoy no he echado la última cabezada con las noticias de las ocho, ni siquiera he oído como abrían los mercados bursátiles, pero sin embargo he visto ese movimiento de la ciudad que siempre me ha parecido cutre, duro, con olor a sobaco y con dolor de mucama llegando tarde a casa a limpiar la mierda de otros.
Mis amigos políticos siguen diciéndome que la macroeconomía va bien, y que con el proletariado ya verán qué coño hacen, que es un fastidio tener que escuchar cada día que no llegan a fin de mes. Y ser proletario ahora es algo cutre, que cuando se pedía, en otra forma de arrebatarles el fruto de su esfuerzo, que se unieran en una fuerza mundial, bien se sabía que fuera de esa consigna propagandística solo había ambición de unos pocos, que los demás son esos autómatas que cruzan la calle de buena mañana, y que esperan llegar a casa antes de que se duerman los niños.
No hay mucho más, que amaneces con los posibles sobornos brasileños, con que Tito Trump hace aguas, con que como siempre nadie hace nada, nada que no sea en su estricto progreso, y hoy como no estás en duermevela hasta que dé la hora de ir al campo de golf, pues te enteras de que el mundo es de unos pocos, muy pocos.
Pero siempre queda el consuelo para algunos de que ya es viernes, de que nadie debe preocuparse, que posiblemente hará sol por los barrios, y que el que tenga fiesta, podrá disfrutar de su tan merecido descanso, podrá gastar su dinero comprando en los grandes supermercados la pitanza de la semana, esa que a veces nos dicen que nos envenena, con aceite de palma, con azúcares añadidos, con la lista de conservantes añadidos autorizados, con sus hormonas añadidas a los filetes de primera B, que los solomillos los cuidan bien, o algunos de esos metales pesados que dormitan en los atunes de donde sean….
Pues sí, disfrutad del fin de semana, que la Liga de fútbol, me dicen que se está acabando, y está a punto de empezar el verano de playas asaltadas, de montañas sin sitio en los caminos para pasear, y del sudor más agrio a las siete de la mañana en la línea 6, o en el tren de cercanías.
Por lo demás todo bien, sin novedad en el frente, que no se ha muerto nadie que no tuviera que morirse, que no ha nacido nadie a quien no se esperara, que pocos panes vienen debajo de los brazos de los nuevos niños.
Ya solo a esperar que empiecen a nacer robots vivíparos, que los de hoy son demasiado mecánicos, que ni sienten ni padecen, y todo esto mientras el tren se empeña en que acabe el viaje, que al regreso ya se llenará de notarios en primera y de jubilados en turista, porque los demás estarán intentando hacer hucha para ese plan de pensiones que hace fuertes los balances de las gestoras, y al pagano, bueno, a ese ya se le compensará como se pueda.
Los últimos de Filipinas llevan dos horas sufriendo en la minipantalla del tren, la estúpida lucha inútil de la buena gente, ya se sabe, no sirve para nada, para casi nada, que los generalotes y quienes los mandan, ya retiraron a tiempo sus activos.
Solo os deseo que no seáis accionistas del Popular, de esos de toda la vida, que allí el “ora et labora”, anduvo de lema indestructible, y ahora…”campo de soledad, mustio collado”
Buen augurio

Veinte céntimos por un ciudadano

Hoy me he enterado que los europeos le hemos largado una multa a Facebook, Caralibro a partir de ahora, porque engañó a la comisión, que por cierto le puso fácil el engaño.
Para mí, una pastita, que me necesito varias vidas para reunirla, siempre que las subprime no hagan de las suyas, claro, ciento diez millones de “chuflos”, que para estos pollos cuya valoración en bolsa a finales de abril era la no desdeñable cifra de trecientos treinta y dos mil millones, ha debido sonar a chufla y chirigota, como las de Cádiz, vamos.
Y todo porque prometió, cuando en 2014 pagó diecinueve mil millones de dólares por Whats app, que no mezclaría los perfiles de los clientes de una y otra “marca”.
Se tienen que estar descojonando a nuestra costa, y para mayor recochineo, seguro que ni se plantean impugnar la multa de marras, y lo que es peor, el mal que se quería evitar no se evitó, y no se evitará.
Que nadie olvide, que para una compañía de este calibre, y de cualquier otro, lo peor que puedes hacerle es revocarle la licencia, de forma temporal o definitiva, y si como al parecer ha engañado en esto a los europeos, mucha fe es creer que no lo hayan hecho en cualquier otro aspecto de su estructura empresarial, pero la multita cutre salchichera, solo sirve para que imbéciles como yo creamos que se ha hecho justicia.
Yo he sido cliente de Caralibro, hasta que por razones que no vienen al caso, un día borré todo, o creí hacerlo de la tal página, porque seguro que por perfiles ignotos, andan aún dando vueltas aquellos “me gusta” que pudiera enviar, o cualquier comentario a cualquier chorrada que se pusiera debajo de mis ojos, y que “pardalet” de mí comenté o publiqué.
Que pensándolo bien, a quién coño le importa si estoy feliz, si estoy triste, o si me he levantado a Chuchita por fin. Fui un verdadero imbécil que cayó en eso que se llama intentar ser la más popular del instituto, y es que los seres humanos somos así . Que si la tribu no nos alaba, se nos viene el mundo encima.
Los quinientos millones de europeos a los que de buena o mala fe, o por simple negligencia estos señores engañaron, tal y como ha indicado la comisión, hemos sido valorados a 0,2 euros por barba. “Porca Troya”.
Pero no podemos cabrearnos, o por lo menos no podemos cabrearnos más de lo que ya nos estamos cabreando, ya que hemos conseguido en esta Europa, a la que ya ni Zeus se plantea secuestrar, que quienes manden aquí sean las grandes compañías, incluso aquellas que nos usan como producto, que nos mienten, que no pagan los impuestos que si fueran el panadero de la Calle Mayor de cualquier pueblecito cerca de Breda, por decir un algo, pagarían.
Y luego, eso de los ciento diez millones, seguro que no se los dan a los griegos, que últimamente no me llegan a fin de mes, pero quizás sirvan para las dietas de los señores eurodiputados, o para la iluminación de cualquier edificio de carísimas oficinas que andan repartidas a nuestra costa por toda Europa.
Pues sí, me considero un perfecto imbécil por haber entrado en el juego de ese tal Zuckemberg, y mucho más me duele, que nadie en nuestro entorno político haya salido realmente en defensa de nosotros los ciudadanos.
Pero claro con multas de veinte céntimos de euro por barba engañada, la temporada de caza se da por abierta, y a mí se me abren las carnes, que quieren ustedes que les diga, que todos estos tienen las Holland-Holland 750 bien engrasadas.
Y es que nos gusta que nos envíen ese corazoncito de San Valentín, tan mono él, o que Don Pepito, como yo mismo he hecho, lance sus ocurrencias al éter y tengas el increíble pago de tres deditos levantados por tu maravillosa idea del día.
Claro, que entre col y col te llenan el cesto de lechugas, con esas que se llaman publicidad no deseada, o incluso maliciosa, que tú estás ahí para hacerte popular, para estar conectado, (falsamente), por gente que en la mayoría de los casos no conoces, o que quisieras que no estuvieran chafardeando tus cosas, y el premio es un dedito hacia arriba.
A la vista de todo esto, me están entrando ganas de volver a la epístola de dos cuartillas, sobre elegante, y sello de lo que corresponda, así si se la mando a la novia de mi amigo con intenciones aviesas, en caso de que la moza sepa leer, lo peor que me puede pasar es que me conteste encendida de amor, y lo mejor es que ese que creo que es mi amigo, se cabree como una mona y no me vuelva a dirigir la palabra, lo que también es las más de las veces un respiro.
Ahora, eso sí, tendré menos amigos, y tomaré más veces el té en la terraza del Ritz de Picadilly.
Así, que nadie se olvide, valemos veinte céntimos para nuestros políticos europeos, esos pollos de la comisión que ni sabemos quienes son, que han salido de contubernios, de acuerdos de los de tú me das, yo te doy, que a quien hay que defender es a esas maravillosas empresas tecnológicas increíbles que valen más que la mayoría de los estados.
Me pone de los nervios, así que intentaré ser lo más breve posible, y mi brevedad es seguir apoyando a todo aquel que desee recibir en su intimidad ataques contínuos de publicidad ni deseada ni útil, de los que quieran enseñar el color de su culo, a propios o extraños, pero el color de su culo pasado y presente, que las cosas son como son, y cierto, seguiré apoyando a todos aquellos que además intentan continuar en esa vía de niñato de instituto buscando ser el más popular de la clase, el más ocurrente, el más querido, el más admirado.Eso si, exigiendo que se revisen al alza las tarifas que veinte céntimos poco parece.
Y no soy un enemigo de las nuevas tecnologías, es más las apoyo y las utilizo, pero esta vaina que lo que hace es vender a veinte céntimos de euro cuentas de ciudadanos para que la publicidad de cualquier porquería les llegue a su cuenta por la mañana, la encuentro huera, y digna del corazón de un seguidor de seriales de amor.
Por cierto, que a ninguno de ustedes se le ocurra intentar engañar a la Comisión, que son capaces, si no es usted lo suficientemente grande, de volver a montar una buena guillotina en la Place de la Bastille, para escarmiento de atrevidos y disfrute de la plebe.
Con su pan se lo coman

Sudán del Sur. La guerra de los pobres

Todas las guerras son contra los más desfavorecidos, pero hasta en esta categoría de desfavorecidos hay clases, que no es lo mismo ser desfavorecido en Siria que en Sudán.
El domingo cayó en mis manos un artículo de “El Mundo”, en el que se hablaba de esta guerra interminable de Sudán del Sur, la de los seres humanos más míseros del planeta. Me dio por mirar un poco más allá de las consideraciones del periodista, y me encontré con un espectáculo dantesco, que aún hoy no he podido digerir, ni creo que pueda.
Pocos de nosotros somos capaces de recordar desde cuando hay un conflicto armado en esa parte del mundo, y mucho menos las razones por las que se inicia.
No voy a recordar que la pata inglesa anduvo por allí, ni siquiera que la zona está poblada por diferentes etnias nilóticas, como los dinka o los nuer, ni siquiera pienso recordar que los otomanos creyeron dominar la zona, y tampoco recordaré que el Islam nada pudo hacer por intervenir con su fe en la parte del mundo, donde las creencias animistas estaban fuertemente ancladas.
Ni siquiera voy a considerar que una cosa son los deseos de los gobiernos occidentales en definir estructuras de estado en áreas del mundo en las que se vive de otra manera, con valores que al no ser comprendidos, simplemente se intentan destruir por la fuerza. Que no nos entra en la cabeza, que el mundo no es todo como Washington Square, Oxford Circus, o la Place Concorde, ni quiere serlo.
Este deseo imbécil fue lo que condujo a la creación en 1956 de una República del Sudán, se calmó así a los miembros de los clubs británicos de Chelsea, por supuesto. “Ya tenemos otro país como nosotros”, debieron pensar, y siguieron tomando el té.
Pero esas decisiones de trazar fronteras con lápiz en servilletas del “country club”, con una buena pinta delante, tienen sobre el terreno consecuencias terribles, ya que, al final se intenta meter zorros y gallinas en el mismo corral, y eso normalmente produce sangre.
Como la que a poco de esa decisión empieza a producirse, en la primera guerra ¿civil? Sudanesa que se extiende desde 1955 hasta 1972, produciendo más de medio millón de muertos, a vueltas con la secesión del hoy reconocido territorio de Sudán del Sur. Pongo el signo de interrogación porque civil se aplica a un país, y en Sudán eso no existe, son etnias diferentes las que luchan entre si, hoy, ayer, siempre.
Esa guerra se retoma en 1983 hasta 2005 momento en que se reconoce un derecho de autonomía a los territorios del sur.
Eso sí, habiendo terminado con la vida de casi dos millones de personas, y cuatro millones de desplazados, en el conflicto armado más sangriento tras la segunda guerra mundial.
En 2011 se celebra un referéndum de secesión que con más del 90% de los votos a favor de la creación de un nuevo estado, culmina en la creación del país más moderno del mundo.
Pero la cosa no se tranquiliza, ya que en 2013, comienza otra guerra en Sudán del Sur, esta vez con tintes étnicos entre dinkas y nuers, pero realmente oliendo a petróleo, a materias primas, y a tribu.
El artículo de “El Mundo” al que hago referencia se publica el 14/05/2017, por Alberto Rojas y fotos de Albert González Ferrán, y se encabeza con el titular escalofriante de
“EL INFIERNO DE SUDAN DEL SUR: MATAD A LAS MADRES. A LOS NIÑOS. QUEMADLO TODO”
http://www.elmundo.es/internacional/2017/05/14/58ee72d4e5fdea3f558b45f7.html
Las descripciones del articulista no soy yo quien para reproducirlas, pero sugiero que alguien les eche un vistazo, porque a más de una sensibilidad hará que se le salten las lágrimas.
En esa guerra olvidada, endémica, que tiene más de un siglo, casi se mata a pedradas, quiero decir, que el armamento es obsoleto, que nadie tiene dinero para comprar armas modernas, y hay que usar lo que se tiene, machetes, viejos rifles, odio, y más odio, ya que lo que se busca es el genocidio de una de las etnias, la nuer, por la de los dinkas gubernamentales, aunque en cualquier momento puede cambiar, y revertir, ya que los frentes no se mueven.
Pero el país utiliza los peores elementos de guerra, que es el ataque contra mujeres, con violaciones masivas, ya que el saqueo y las violaciones son la paga de la soldadesca.
Hasta aquí los horrores del genocidio que posiblemente esté en marcha, sin que los cascos azules de la ONU en el territorio puedan o quieran terminar.
Seguro que hay razones legales para la no intervención de esa fuerza de contención, y como no mueren yanquies, pues no pasa nada, no se invierte dinero en arreglar ese problema endémico que es la muerte de los más desfavorecidos.
En mi telediario no dicen nada de esto nunca, es una zona a la que no se atreven a trabajar ni las ONG más valientes, que en esta última fase, a machetazos, ya ha había provocado más de millón y medio de desplazados, y decenas de miles de muertos, uno a uno, a sangre. Mi telediario, ya sabéis, se ocupa de temas importantes, de esos que provoca la política nacional y la propaganda de los partidos, en todas las cadenas, en todas las emisoras.
Y es que son cosas que no venden, que ya se sabe como son por ahí, gente descreída, que viene bien para derivar unos miles de millones de la ayuda humanitaria a reparar en una mínima parte los dramas cotidianos, que por no tener no tienen ya ni petróleo, que se redujo su producción a la mitad, y el precio también.
Así no hay quien sostenga una guerra, y menos que pueda acabarla, ya que los recursos mineros y el petróleo producen unos 25 mil millones de dólares al año, de los que el 40% está en manos chinas….y el resto de los beneficios en cuentas particulares en paraísos fiscales de todo el mundo, o en cuentas de la City, de Suiza, de….
Se defiende buenamente la producción del enemigo, y el dinero se saca fuera, lo antes posible, perdón, el dinero no entra nunca, se queda fuera.
Lo siento, lo siento en el alma, pero es lo que hay, el dinero mandándolo todo, matando a la gente, petróleo, minerales de sangre, de sangre de la tribu rival, de sangre de mujeres violadas, de niños asesinados, de venganza de unos contra otros tras la última matanza, de ONG’s, de UNICEF, de Cascos Azules, de a ver con qué nuevo recurso nos hacemos, de a ver si entramos por allí de alguna manera, y abrazan mi fe, que necesito fanáticos.
Porque niños soldados ya tengo, más de diez mil, y niñas productoras de soldados también, que para desfogar a las tropas, están las mujeres de los enemigos.
Lo que más me duele es mi falta de coraje para lanzarme a poner mis esfuerzos en luchar contra esto, que tras esta entrada imprecisa, con datos cogidos de aquí y de allí, lo que ocurrirá es que abra mi botella de cerveza, o de vino. Quizás beba un vaso de agua limpia y fresca de mi nevera, o mire algo por Internet, o me dé cuenta que pertenezco a una especie que puede tratar mejor a sus mascotas que a sus congéneres.
Con su pan se lo coman

Este Madriz que me mata

Parece que una vez dirimidas las diferencias futboleras capitalinas por mor de ser el mejor de Europa, hay que meterse ahora con la feria de San Isidro, sí, esa de los toros.
Y me parece bien, que las fiestas son para hacer bulla, que si no te aburres. Que a Don Jacinto no le gusta el fútbol, pues ya sabe, al Ateneo a discutir la obra de Ortega, y si Don Javier es alérgico a la Tauromaquia, que no lea el Cossío, que le saldrán ampollas, y siempre puede salir a la “manifa” de turno.
Y es que este Madrid da para todo. Que si quieres, le das el bracero a la Señá Rita, y te la llevas a marcar un chotis como Dios manda a la Pradera del Santo, que el mantón de Manila hay que lucirlo.
Los antidisturbios te protegen, no temas, que si el camión de las rosquillas del Santo pesa más de no sé cuánto, me lo dejan en la estacada y no sube a la Pradera, ¡qué diantres!, ¡Tengamos la fiesta en paz!.
Y tú a lo tuyo, a escoger cuál de las dos Españas quieres que te rompa el corazón, no tienes más que elegir bando, que de todo hay dos, que del Madriz o del Atleti, que de Isco o de Cristiano, que de del Cholo o del Niño, que con la Fiesta o contra ella, que de Joselito o de Belmonte, que de quién quieras cuando quieras.
Que este Madriz, para matarte no necesita excusas, que si te cansas de todo te vas mañana al Real, y te canta Plácido, y ya me dirás si te gustaba más de tenor o de barítono. Lo discutes luego en el pincho catalán que te dará Ramón en el piso noble.
Y serás de la Carmena que te corta el paseo del Prado para que le voten los ciclistas y le lloren los de los coches, que aunque sean eléctricos no les dejan, o serás de los que añoran Botellas o Galvanes, que la nostalgia también tiene sus seguidores….como ayer decíamos.
Y a lo mejor te vas al María Guerrero y sales con la empanada mental que quizás te provoque el saber que tu sociedad es corrupta hasta las heces, que el migrante forzado tiene corazón, historia y lágrimas, y que a cada cerdo le llega su San Martín.
Pero es lo mismo, que si no te gusta lo moderno te vas al mediopensionista, y un paseo por los monologuistas a lo mejor te descubre una sonrisa de esas que afloran sin que tú supieras que existía…¿y qué más da?, si Madrid te matará cuando creas que te estás tomando una tapa que preparó la señora mamá política del dueño, y lo que te dan es un plástico comestible de la Unilever, por lo menos.
Pero no te preocupes, que si hay resaca, siempre puedes ir a San Ginés a por tu chocolate….¿o prefieres el del Café Suizo de Sevilla?. No te preocupes, discútelo con tu amigo, con tu novia, o con la novia de tu amigo, que al final va a ser lo mismo, que nadie se va a inmutar, y tú seguro que llevarás la razón.
Y es que has bajado demasiadas veces la Ribera de Curtidores, que subirla es de mal gusto, y alguien te habrá sacado las perras dándote la razón a cambio de tu dinero mientras te llevabas algo que no querías, que no te gustaba, y que además no necesitabas.
Pero así son las cosas por aquí, que nadie se me altere, ni los de los taxis, ni los de los taxis full, esos que pagan los impuestos en las Bahamas, que unos son de unos y otros son de otros, si prefieres el Skoda, o el coche negro con desodorante de cine de barrio. Tú escoges, que Madriz a lo suyo, Madriz te mata.
Porque luego viene San Isidro y pone las cosas en su sitio, que es muy suyo el Santo. Y si quieres toros, pues el Santo pone lluvia y viento, a ver qué hace la autoridad competente, se suspenden unas y se torean otras, y yo un día carne y otro pescado, mayormente para que no me tachen de extremista, que estas cosas luego se saben, que uno es muy discreto, pero mis amigos….de esos no respondo.
Que en esta Villa y Corte, hay que llevar los oídos sin cerumen, que te pierdes el último rumor, ¡qué sí¡, que lo sé de buena tinta, que me lo ha dicho uno que está muy bien conectado, que la semana que viene van a subir las Matildes, que Marianico va a dimitir porque le han pillado el asuntillo que tenía con la concejala de no sé qué de Podemos, que está de pan y moja, y la carne es débil.
Y si no eres de Marianico, serás del otro, y podrás decir aquello de que si quieres comprar al Presi, nada como una buena Lamprea a la bordelesa a fin de enero por Extramundi, y si crees que te lo llevas al huerto por una centolla de Portonovo, pues a discutir, que para eso estamos. Pero lo que yo te diga es de buena tinta.
De buena tinta, el cocido de Lhardy, ¡No hombre el de La Bola!, pues déjalo, hablaremos de la espesura de la sopa, del relleno,de la carta de vinos, ¿Rioja o Ribera?, aquí pocas veces entran los vinos regionales, los de D.O. Madriz…que si no hay queso no los trasiego.
Pues como quieras, que yo me voy a pasear por la Casa de Campo, mientras no llueva, pues yo al Retiro, o al Pardo, o a la Fuente del Berro.
Que nada, ¡hombre!, que a nadie le importa, y a tí si lo piensas, tampoco, que todo lo que nos mata en Madriz, es superficial, es aire ligero, es uno no pasa nada, y si pasa se le saluda, o no se le saluda.
Así, que no iré ni al Prado estos días ni al de la Tita, que no tengo ganas, que no me importa quién gane la liga, ni si Nadal pela al Nolo o al revés….miraré a ver si uno de esos que se creen japos me dan chicha de algo, que rosquillas del Santo seguro que no tienen.
Porque de vermú o a Lavapiés o a Chamberí, que pa gustos los colores
Con vuestras rosquillas os lo comáis

Retrotopias

Y como a nuestro parescer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
(Jorge Manrique, 1440-1479. Coplas a la muerte de su padre).
Es decir, que ya desde esos tiempos, y sin echar un ojo a los “Gredos” de la estantería, para revisar Grecia y Roma, ya llevamos unos siglos con esto de que el viaje al futuro no parece ser de nuestro agrado, hablando en plata.
Como además andamos dando vueltas al rollo de las “topías”, como la del casi coetáneo de nuestro Jorge Manrique, Tomás Moro, que inventó en su Utopía, la ideal, la de la felicidad, la sociedad perfecta, la del gobernante justo, o las distopías, (que por cierto nuestra Real Academia no se fuma todavía, que es mucho retorcer a Moro), de las que tenemos en el siglo veinte todas las muestras que deseemos en la literatura de relatos de Ciencia ficción, siempre hablando del futuro que nos espera, donde nos habrán superado los robots, o destruiremos los libros, como los nazis en la explanada de la Humboldt, o nos “cultivarán” para la satisfacción de pedidos de órganos de los miembros de la elite de las sociedades que puedan describirse en esos cuentos.
Lo que si parece, una vez superado lo de que el Gran Hermano no deja de mirarte, usando la webcam de tu teléfono, por supuesto, es que el futuro no nos gusta demasiado, tierra hostil parece que es, y la percibimos de esa guisa, cada vez más.
Zygmunt Bauman, nos sale ahora, en su obra póstuma con el concepto de Retrotopía, que es según él, la tierra de la que no debimos salir nunca.
Así, que para que yo me aclare un poco, la cosa más o menos es que Manrique nos dice que el pasado fue mejor….(una intravenosa de optimismo, se hace urgentemente necesaria). Moro nos describe Utopia, pero le falta el locus, y el ser, así que nos deja con la miel en los labios.
Los de ciencia ficción nos pintan las distopias que serán (más o menos) nuestro hábitat del futuro, al que desde luego no apetece asomarse.
Y por último Bauman nos propone la Utopía real del pasado más o menos localizado, su Retrotopía, y así estoy más que desorientado.
Y es que empezamos a pensar que nuestros hijos vivirán peor que nosotros, más del 90% de los franceses lo piensan, pero ya se sabe lo chauvinistas y pesimistas que son.
Pero de por junto, casi el sesenta por ciento de los humanos también lo cree, y eso tiene consecuencias.
Y, como dice Bauman, no hay que olvidar que tras las grandes revoluciones de la Historia, ha habido siempre períodos de añoranza del pasado, que ya pasó con la Francesa y con la Bolchevique. ¡qué le vamos a hacer!.
Yo que soy un poco rebelde a eso de las opiniones generalizadas, y aunque creo que, como en todo, hay siempre algo de razón, lo que pienso, es que la cosa no es para tanto, aún compartiendo muchos de los temores que las mayorías expresan.
¡Que sí! Que las zonas de confort se han desplazado a zonas inexploradas, que las dueñas han decidido no reproducirse, y hasta parece que las producciones de espermatozoides en los machos disponibles han disminuido a niveles de extinción de especie. Una pena.
Pero sigo pensando que la cosa está en nuestra capacidad de adaptarnos a eso que va apareciendo poco a poco, o rápidamente, según se mire, porque con eso de la retrotopía, tendríamos que volver al seiscientos como poco, por no hablar de cosas tan desagradables como la renuncia a los avances científicos en materias tan sensibles como las relacionadas con nuestra salud, sin ir más lejos.
No me parece que estemos muy afinados soñando con las retrotopías, son falsas, son el sueño de la nostalgia y el miedo al progreso, yo le llamaría el síndrome del dinosaurio, que al final lleva a la extinción de la especie.
Cuando uno se pone de verdad a pensar en eso de volver al pasado, me temo que da gracias por estar en el presente, incluso teniendo en cuenta que eso de la globalización te ha hecho polvo el salario, o te ha dejado sin curro, pero a lo que no estaríamos dispuestos, por ejemplo es a dejar de vendernos por ese plato de lentejas que es el móvil, o por encender la tele y que salga algo más que la uno y la dos.
No estaríamos dispuestos a no poder subirnos a un avión, o a tardar doce horas en viajar en tren de Madrid a Barcelona, sin ir más lejos.
La lástima es que está de moda la añoranza, la nostalgia de algo que ya pasó, y para recuperarla tenemos la maldita tendencia a volver a considerar formas políticas que creíamos olvidadas, que hay nuevos Lerroux, que hay neo fascistas, que hay nuevas izquierdas, que ni siquiera las tradicionales nos valen, que lo que la sociedad pide es volver hacia atrás, pero eso nos conduce a situaciones que se me parecen hasta chuscas.
Pues revirtamos el camino, subamos a los carros que nos ofrecen las neopolíticas hueras de ideología, y sentémonos en la América del Ku Klux Klan, en la Europa de las entreguerras del siglo XX, en la China de la Revolución Popular.
O si alguien lo prefiere, por mí puede pasear durante el lanzamiento de la bomba de Hiroshima, o tomar un café en Dresden o Guernika el día del bombardeo.
No, las retrotopias nos llevan a sociedades peores, con menor grado de evolución que las nuestras, aunque las hayamos idealizado ahora que no están disponibles, y eso que se escuchan ruidos neo-malthusianos, con matices de modernidad ya que estamos, al parecer creando una nueva especie. Vamos que el neanderthal que somos dará paso al nuevo ciber hombre en cualquier momento, al hombre de doscientos años, bien aprovechadito, que nadie quiere volver a morir de tuberculosis a los veinticinco, rodeado de sus colegas.
Quizás estemos a las puertas de una nueva especie, y se está financiando a base de gran consumo y salarios bajos para los que no vayan a evolucionar, para los que aún sueñen con una retrotopía.
Yo me voy al teatro, que mientras dure y la realidad virtual no me lo meta directamente en la neurona, sé cómo disfrutar de él, y hoy lo demás me importa poco.
Con su pan se lo coman

Gracias por esperar

Que bueno es de vez en cuando tomar distancias de las cosas, que si no, empiezan a parecerte importantes, y es el principio del fin.
Y la distancia se toma para crear esa energía cinética necesaria que debe liberarse luego con la mesura y el tino que la prudencia siempre han aconsejado.
Porque estás unos días oliendo a mar y a montaña, con la televisión apagada, con la radio desenchufada, y de la prensa mirando solo el tiempo, que el mirar al cielo ya es suficiente para los próximos minutos, y te caes del guindo puñetero en el que los “¿qué hay de lo mío?”, que te atacan continuamente, desaparecen, o casi lo hacen.
Y tampoco hablo de sacar un carnet de socio de uno de esos monasterios de Meteora, o buscar una columna de esas tan chulis que hacían los griegos y transformarse en Luismi el estilita.
No, no es eso, es simplemente tomar distancia con los intereses de quien quiere que te fijes en su pestosa página de caralibro, quien piensa que repitiendo tres mil veces que ganó el chico ese de la nariz grande gabacha, te vas a interesar por no sé qué, de la Republique Francaise, que a lo mejor te da por visitar otra vez el Château de Valenciennes, o quieres ver si el Intercontinental o el Meurice siguen recibiendo gente que quiere despertarse viendo las Tuileries, desde su tribuna de la Rue Rivoli.
Y se necesita tomar distancia del hecho que este o aquel político sinvergonzón, o no, lloriquee por los pasillos mediáticos el que su última jugada no haya salido como él esperaba.
Con lo astuto que se sentía, con la miseria de salario que recibía del pueblo al que tanto quiere y al que tanto le debe. Con su mujer casi en olor de santidad comprando biblias para el prior, o con el que tuvo antepasado cardenalicio, y anda pidiendo árnica para cuidar de su prole, el pobre cardenal.
Y la gente normal, parece que no ha dejado de perder su empleo, en cuanto pasa de los cincuenta, que más del 50% de ese colectivo está desempleado, en paro, vaya, y no lo encuentra por debajo de treinta, bueno, si trabajo sí les dan, pero dinero no, ¡qué diantres!.
Y desde estas páginas, juro que me será difícil volver a entrar en esos “templos de la gastronomía” que explotan a los becarios, que les pagan menos que a los chinos en China, que parece que es nada lo que se llevan. Pero es que siguen estudiando con Jordi Cruz o con el Sumsun Corda, que lo mismo me da.
Habrá que redescubrir las ollas podridas y los cocidos lebaniegos, las escudellas, los salmorejos, las castas menestras y el pescadito morrallero frito como Dios mandó siempre, que a lo mejor el nitrógeno líquido ese te atranca los deferentes en el peor momento.
No ha pasado nada, al final no ha pasado nada, porque lo que pasa no es más que humo, es el catálogo de ventas del último interesado en vender su aceite en detrimento del de palma, o de sus siglas obreras y españolas que andan muriendo en peleas navajeras de barrio, como pasó en los últimos días de la Roma Imperial.
Que hasta ese catalán francés, que fue primer ministro, salta del barco que se hunde como las ratas han hecho toda la vida.
Y te topas en el periódico con esas cosas miserables que nos trae la era de Acuario que parece empezó con el siglo, que la ablación femenina sigue adelante en su más cruda expresión, y lo ves a través de las miradas perdidas que tienen las muchachas que liberan los islamistas de Boko Haran, y que devuelven a cambio de un puñado de los suyos. Ves esas miradas, y la apartas por vergüenza de pertenecer a la misma especie que ellas, y no haber sabido defenderlas cuando te necesitaron, no saber defenderlas ahora del futuro que les espera al volver a sus comunidades, donde serán basura, literalmente y la misma vergüenza por compartir ADN con sus secuestradores.
Y cuando quitas la vista de esa página, ves la versión del mundo rico, de ese que llamamos de las libertades, y que no sabemos lo que es, y te encuentras que esa ablación genital femenina horrenda y miserable, la hemos sofisticado en occidente, quizás con el mismo fin, que parece andamos ahora con la moda de que una vez bien depilado el pubis femenino, que hay que parecerse a las estrellas del porno, resulta que hay que recortarse los labios mayores que a ellas, o a ellos, o a los dos no les gusta si no están “normalizados” (buscaré en las ISO, a ver qué dice como tiene que ser la cosa), y venga todas al cirujano para que arregle la cosa.
Y así parecemos lo que no somos, paseamos los pubis impúberes, y recortamos la vulva para la autosatisfacción personal, y la aceptación consiguiente de los machos de la tribu, eso sí con garantía médica, factura acorde, y a esperar unos meses a ver si te dejan como estabas antes, que al nuevo Chuchito, ya no le gustas.
Al final motivaciones parecidas, que hay que ser de la tribu, te tienen que aceptar, y además te tienes que mutilar. Luego te salen “naturales y veganas”. Para habernos matao. http://www.lavanguardia.com/vida/20170509/422401449673/ginecoestetica-labioplastia-laser-intravaginal.html.
No, en diez días, la cosa está igual, unas perras quizás extras en eso de las bolsas, que aunque los productores de petróleo empiecen a flaquear, no se esperan debacles, que el susto del fascismo en Francia no tiene la cara de Le Pen, ahora tiene la nariz grande de un Macron que se proclama liberal social, o algo así, que me suena a ¡te vas a enterar lo que un yuppie puede hacer!.
Que me da la sensación de que ese salario universal que están planteándose los más listos de la clase, para cubrir el daño que a los más humildes y los más vulnerables están sufriendo por la nueva revolución tecnológica, es algo que va en línea con el reconocido dato de que solo quinientos millones de seres humanos son llamados a disfrutar de la nueva era robótica, esa en la que no te mueres, no enfermas, te cambias los elementos de tu físico que se deterioran, vives ciento cincuenta años por el desarrollo de la medicina preventiva.
Que sobran siete mil millones de seres humanos, que nadie sabe qué hacer con ellos, aunque sabemos dónde están como piensan, como sienten, que compran, como practican el sexo, como son sus fichas médicas, como es su ADN….se convertirán en algún tipo de mercancía vendible quienes no lo hayan hecho ya, y el resto pues ya se sabe….Malthus llevaba algo de razón, pues se les transforma en subespecie, y los nuevos humanos, a disfrutar.
Con perdón. Me cago en este puñetero mundo

Gloomy sunday

Gloomy sunday, cantaba Billie, y a uno se le parte el corazón, porque Billie, como nadie, entendió que era eso de estar gloomy.
Y cantó blues, entre otras muchas cosas, porque era la única manera, aunque la reivindiquemos los españoles, de espantar sus males, porque otros se me han puesto blue también, no sé quizás como George, que le da por ponerle ese color a una rapsodia musical, pero no es lo mismo.
Como no es lo mismo, desde tu ático de Park Avenue, decir que New York te parece blue, y le plantas a tu peli la rapsodia de George para que nos enteremos, y es que Don Woody tiene esas cosas.
Pero Billie no, Billie te cantaba desde su alma gloomy, que ni siquiera esa suite en Jazz número 2, que empieza algo blue, puede aguantar sin romper alegre

La canción ya te deja gloomy, al escucharla, que gloomy es algo más que blue, que como no sé inglés, me suena a melancolía sin remisión, a estar hundido, hecho unos zorros que diría el castizo, y encima te quedas embobado mirando por la ventana, solo desde tu habitación, el domingo por la tarde, y se pone a llover.
No es para abrir la ventana y tirarse por ella, porque entonces ya no estás gloomy, eres una masa espachurrada, y eso no es cool, qué queréis que os diga.
Y es que cuando estás blue, la cosa se arregla con Prozac, o con una farra, la depresión se trata, la melancolía es un estado del ser.
Y Billie, transmitía a los que solo la conocimos por su música y por la vida que nos contaba a capítulos detalladísimos el malogrado Cifu, esa melancolía del que solo puede recordar los sueños, esos que nunca se hacen realidad, y que ves florecer en mundos que no son el tuyo.
Esos seres humanos que son todoo sensibilidad y que el mundo oscuro que les es dado se empeña en destrozar cualquier atisbo de luz, y lo que consigue al final es un brillo cegador, mientras el ángel gloomy, se descompone ante tus ojos.
Yo a veces he pensado, he creído incluso que me invadía esa melancolía de tarde de domingo, cuando desde tu ventana, solo ves el infinito de la pared de otro edificio que parece no estar de tanto robar tu intimidad, tu paz. Pero no, no es el sentimiento de Billie, lo mío es más blues, de esos que yo mismo me quito con un poquito de Laverdolive de buen año, que no me cueesta encontrar entre el marasmo de mi música un himno a la alegría, o una furtiva lágrima que te lo cura todo…(al Prozac aún no he llegado).
Y puedo seguir disfrutando de B.B.King, o incluso de ese rey del Mississipi que era Longhair, porque ellos no me podían llevar a la melancolía, ni ellos ni nadie, bueno Billie te hacía un sitio a su lado, pero era muy difícil asentarse ahí. Había que ser de una pieza, y yo soy un puzzle de infintas piezas.
Ayer escuchaba el Vals triste de Sibelius, y parecía gloomy, pero no lo era, porque el sentimiento de Billie, nace de haber sido violada a los once años, y ahí la melancolía es de la infancia que te robaron, y esa es irrellenable.
Que la melancolía de Billie se forja en las palizas que sufre cuando prostituía su cuerpo para comer, para cantar, para intentar vivir, y es la melancolía por el respeto que sabe que existe pero nunca le llegó a ella.
Todo revienta en ese gloomy sunday, donde la melancolía por no haber tenido que necesitar la heroína, el alcohol, para sobrevivir al entorno, es la que llena su canción tras los cristales de ese domigo melancólico.
No George, no puuuede transmitir eso, ni Sibelius, ni siquiera Longhair, no han podido estar gloomy nunca, llegaron a blue, como mucho, como yo, y ellos se lo curaron cada día, que su melancolía es pequeña, no es melancolía, es como la mía como mucho. Un capricho frustrado que soporta un mohín de desagrado.
A Billie, como a Edith Piaf, solo se las entiende cuando desgarran «My man» c’est a dire, mon homme, y ambas sienten esa melancolía por tener el compañero que cante con ellas cualquier canción.
Porque ni trompetistas, ni siquiera boxeadores tuvieron la sensibilidad necesaria que necesitaban para huir de la heroína, y creo que se sintieron melancólicas, gloomys por no haber recibido el cariño y el respeto de un entorno en el que volcaron su vida.
Compartiré desde mi comodidad la melancolía seria de estas mujeres, (soy más Billie que Edith), porque su raíz me es ajena, que a mi no me parieron debajo de una farola, que estaba madre en casa, y por las vías circulaba el tren de las tres.
Voy a buscar entre mi música algo gloomy, en el convencimiento de que será solo blues, que esta noche no quiero mancillar a Billie escuchando su música, esa música que merece solo ser soñada.
Si en ese sueño me invade la melancolía, sabré que no lo es aunque me engañe, y crea que estoy tras los cristales de cualquier ventana, cualquier domingo, en cualquier suburbio donde aun no han llegado los ordenadores evangélicos, y la misa se da casi tridentina, con el oficiante que ni te mira ni deja de mirarte.
Así, queridos amigos, hasta mañana, espero, que creo que encontré algo que me lleva al estado blue, como ese aria de Les pecheurs de perles, que cantó como nadie Don Alfredo, y que seguro teneis por ahí escondida en vuestra discoteca.
Disfrutad de la melancolía, que es blues para nosotros.
Le bon Dieu vous la donne

Lilith, o qué miedo dan las damas.

Parece que en las tradiciones sumerias, se reconoce a Lilith como la primera mujer, y se describe como es creada a la vez que el primer hombre. La tal dueña, una vez enfrentada a su compañero Adán, empieza a exigir derechos de igualdad: «Creó pues Dios al hombre, a su iagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó».
Como consecuencia de la reivindicación, Adán se pone plasta, y exige al Creador que arregle el entuerto, que la tal Lilith no acepta la sumisión que se le debe al macho, es más, durante el coito quiere estar encima…nunca por tanto hubo armonía entre la pareja, así que Lilith, al parecer pegó un portazo, dejó el Edén y al borrico de Adán con un palmo de narices se fue al Mar Rojo, donde vivían muchos ¿demonios?, y allí se dedicó al fornicio descontrolado, según la tradición judaica que a buen seguro no tiene mácula feminista alguna.
Y es que el pobre macho es así, que cuando una hembra le dá con la puerta en las narices, hay que desprestigiarla, que si va con otros hombres después de haber estado contigo, ya es la gran prostituta, olvidándo el significado real de la tal palabra, vamos como dice el libro Sagrado, la Gran Prostituta de Babilonia. ¡Qué cosas!.

Esto es muy rompedor, aunque estuviéramos al principio de los tiempos, así que una exigencia de un ser, que según nos cuentan las tradiciones y los esoterismos, encima estaba creada a partir de materiales putrefactos y de deshecho es intolerable que nos venga con esas historias de igualdad.
Asi, la creación de Eva fue el resulltado del fracaso de la creación de la primera pareja especialmente por la insistencia de la tal Lilith en demandar en el sexo la posición dominante, que no quería ser sumisa al hombre, y como nada hay más sumiso que el que hayas nacido de varon, se buscó que Eva fuera generada de una forma que no permitiese dudas, a partir de una costilla de la más noble criatura de la Creación, el Hombre (después de Dios, claro).
«Yahaveh formo entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra y con otra paercida lamada Naamá, hemana de Tubalcaín, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todavía atormentan a la Humanidad. Muchas generaciones después Naamá y Lilith, se presentaron ante Salomón disfrazadas como rameras de Israel» (textto sacado del Yalqut Reubení, colección de comentarios cabalísticos acerca del Pentateuco, recopilados por R. Reuben ben Hoshke Cohen muerto en 1673 en Praga.
Bueno como vosotros no sois lectores cualquiera, si quereis más datos de los que yo pueda aportar en éste, leed ese magnífico libro de «La historia empezó en Sumer», perdón, quiero decir recordadlo, a no ser que queráis navegar por textos de cabalistas, o lanzaros a los estudios talmúdicos.
Empezamos estos años en los que la era de Acuario se nos echa encima y se nos recuerda que el tiempo de la mujer está llegando, que esas Tanit mediterráneas podrán resurgir en cualquier instante para conseguir que el tercer pecho que se le fue a la diosa y con el que perdió el poder, puede crecer en cualquier momento.
Esta Lilith encarna, al parecer todo aquello que aterra al macho, al macho dominante, el poder de su sexo y de su humanidad supera cualquier cosa que nosostros los chavalotes podamos siquiera imaginar. Y diremos entonces que lo fácil para los mitos fue demonizar a esta primigenia mujer, y resolver el tema buscando una Eva sumisa creada del hombre, que yazca bajo nuestra tripa. No está mal.
Y dice la leyenda algo que aterra al macho, y es que la tal Lilith, una vez convenientemente demonizada podía apropiarse del semen fruto de las masturbaciones de los hombres que yacían sin hembra, nunca del que estuviera dentro de otra mujer.
Yo me parto, que me da que todo lo que esperamos los hombres, los machos de cualquier especie, es poder transferir nuestros genes a la siguiente generación, y al final, solo la mujer puede hacerlo y reconocer su prole, a nosostros ese beneficio solo nos lo puede conceder la mujer, y ahora los aburridos test de paternidad.
El papel de zángano que la naturaleza nos ha guardado parece que no nos gusta un pelo, pero es lo que hay chicos, que nuestra única fuerza reside en nuestros músculos, (el que los tenga, claro).
Nuestra venganza es tremendamente cutre, queremos mandar en lo superfluo que lo importante de veras nos está vedado, y esa Lilith, maldita por todos nosotros es la lamia, la bruja, la que roba a los niños de sus cunas, es al final el miedo del macho, que transforma su debilidad en difamación.
«La ladrona del semen no utilizado adecuadamente, es decir en el interior de la mujer no adúltera».
La verdad es que las gastamos peludas, que al fin y al cabo, esto parece esa propaganda de guerra, destinada a destruir el prestigio del enemigo, y tras milenios de difamaciones, nos encontramos que el ser, diferente al Dios Padre y al Primer Hombre, debe ser anatemizado, y solo porque se pone a exigir un trato justo..(no quería ser más que Adán, quería ser su igual), se transforma en la Gran Enemiga.
Es el vampiro primigenio, como se recoge en la tradición egipcia, y Anne Rice nos describe en toda su ¿maldad?, en sus sagas vampíricas, y es porque etos machitos que andamos por el mundo, la verdad es que estamos justitos de cacumen y llenos de miedo a nuestra debilidad.
La soledad que nos deja la marcha de las Lilit que pueblan el universo, intentamos llenarlas, como dice Adán, en primera instancia con la compañía de animales, pero siempre al final, nuesra cobardía nos hace encontrar una Eva hecha a medida, y que no pueda ser libre.
As´, que ya sabéis, mientras más se oprima a la mujer, hasta hacerla parte del costado del hombre, más imperfecta será nuestra vida, que hay que acercarse a Lilith, aunque después te devora como una Mantis religiosa hace con su macho, cuando ha acabado.
Con su pan se lo coman

Tardecita de fútbol

No quiero llegar al aburrimiento que produce a veces la normal pertenencia a una sociedad monótona. Es como la vieja canción de las monjitas de Santa Clara que pasan todo el día del coro al caño, y del caño al coro.
Y la verdad es que creo que deberíamos intentar romper ese círculo vicioso monjil, que a lo mejor para las de Santa Clara es conveniente, pero yo corro el riesgo de empezar a ver como la boca se me abre demasiadas veces en poco tiempo. Pero es difícil.
Es difícil porque cuando abres el periódico por la mañana, como no haya sucedido un accidente terrible, un desastre natural, o cualquier otra barbaridad, lo que lees es intemporal.
Intemporal como la eterna persecución del político presuntamente corrupto, que parece que siempre es el mismo el perseguido, pero no, se van renovando, trama tras trama, en nuestro país, en Francia, en Brasil, en cualquier sitio.
Sofisticación de ingeniería financiera, que parece todos aprenden en la misma escuela, que parece lo enseñan en el mismo curso. Y si, debe ser algo así, porque parece ese mundo un ente gobernado por la misma especie.
Y lees que el fiscal del caso no se atreve, que el juez necesita medios, que uno amenaza, que otro busca amiguetes, que aquel dice que no se enteró, que aquella lloriquea como la rubia tonta que se equivocò de làpiz de labios para el baile de la graduación.
Es aburrido, porque de Roldán ya hicieron la peli, y es como śi se dieran instrucciones a las generaciones que siguieron en cada fotograma.
En la carrera presidencial francesa, al menos dos de los aspirantes están seriamente encausados, cada uno por su historia personal, cada historia más cutre, más sórdida, y nosotros iremos como los gorrioncillos que somos con nuestro papelito a la urna, y con la sonrisa de un bonito día de exaltación democrática.
El motivo por el que nos llamen es indiferente, en el Reino Unido apovechamos las debilidades de los competidores políticos, en Francia porque toca, en Turquía porque si no me aferro al poder, se me echa la ley encima, que dicen que el sultán trincó más que quien yo me sé en las obras del AVE, de ese que cumple veinticinco años.
Es aburrido, es muy aburrido, porque aquí y en Sebastopol hacer trampas desde el poder, por muy precario que sea ese poder, es siempre barato, porque si con ochenta tacos le digo al juez que he robado quince millones de euros hace no sé cuanto tiempo, porque lo hacía todo el mundo, y una vez dicho me largo a tomar mi´vermutito de Reus al bar de la Sagrada Familia de toda la vida, es que las cosas funcionan de una forma diferente a las que quizás debieran.
A lo mejor es más útil el sistema brasileiro, que van de doscientos en doscientos a los juzgados, pero a la cárcel, a la cárcel, es dificil, que las cárceles brasieliras son muy duras, que nos llevamos demasiado a Panamá de las partidas presupuestarias destinadas a su mantenimiento.
La dimisión que a veces se produce, siempre me ha sonado a lo mismo:
– Chico deja el puesto a otro que ya has trincado bastante….
No lo sé, se me confunde todo, no se si Iñaki, Momentín, Pujol, Serra….son todos como Zaplana, como Chaves, como…creo que son socios, y además socios de los Ferroviales, de los ACS, de los Fomento, de los eléctricos. Que no me llega el coleto para ver que compañías encausadas por soltar pasta a estos pollos puedan seguir asistiendo a licitaciones públicas, como Siemens sigue vendiendo trenes, o poniendo catenarias. No lo sé, o sí lo sé.
Lo que tengo claro, es que tengo pedida plaza de mosca en la pared, para donde me dejen ustedes, que igual me sirve el palco de un equipo de los ḿuy grandes, solo dos de hecho, o en el despacho de la Moncloa, o en la concha de la madre de alguno de los muchachos que juegan estos miserables partidos.
Alguien me contaba, que en este país, en el que deliberadamente la intervención del estado está infradimensionada, en el que el tribunal de cuentas lleva tres años de retraso, en el que los ĺegajos rebosan los´juzgados, pagamos sobre los gastos del estado un sobreprecio de casi el veinte por ciento.
Y eso significa que posiblemente sin esas prácticas vergonzosas y parece que delictivas, el estado no debería el dinero que debe, significaría que a lo mejor nuestro nivel de paro andaba por el tres por ciento en vez de casi el veinte, que los que necesitaran asistencia por sus condiciones personales la tuvieran antes de morirse.
Habrá pues que ver el fútbol, habrá que verlo, a sabiendas de que la cámara de trescientos sesenta grados será capaz de fotografiar los pelos púbicos de cualquier futbolista, pero las conversaciones del palco…¡Ah!, las conversaciones del palco son privadas, aunque se hable del próximo gasto del estado a mi costa, claro.
Y a ver si cuando nos cuenten qué pasó en el campo, no se empeñen en comentarme lo que he visto, los goles, si los hay, los comportamientos innobles de los jugadores o la rubia de la grada. No me expliquen eso, por favor, narren el palco, y díganme que cuchichea Floren con el ministrillo que le´han puesto al lado, y sobre todo que me expliquen qué tiene el ministrillo que no tenga un ciudadano anónimo. Sí ya lo sé, la diferencia es que maneja presupesto público.
A lo mejor veo el partido, a lo mejor no, a lo mejor dejo que me lave el cerebro cualquier otra cosa, que mis amigos se empeñan en que disfrute de Led Zeppelin, y si es necesario, lo hago, por agradar mayormente, que llevo escuchándolo más de cuarenta años y no soy capaz de ponerme en los zapatos de esa cultura calvinista que rezuman tras sus pelos y sus barbas.
Y puestos, como hoy es San Jordi, quizás lo inteligente sea leer de nuevo a los cuentistas rusos, o a los japoneses, que son cortos y tienen moralina, de esa que sirve para alimentar el más triste y aburrido de los onanismos.
Con su pan se lo coman

No sabrán qué leen

Parce que andan por ahí diciendo que se suprime la asignatura de Literatura en nuestro sistema educativo, especialmente en los cursos que acercan al alumnado a la Universidad.
Supongo que será cierto, aunque no he visto nada en el B.O.E. que cada día leo menos esas cosas, y puestos a que me manipulen, pues me hago caña de bambú, que diría el chino listorro, y a dejar que vengan riadas.
A mí ya me pilla muy mayor, que chupé latín, que no griego, y me empollé la literatura desde Homero hasta León Felipe, por lo menos, que lo que vino después ya no fue cosa del cole, pero me parece incongruente.
A ver, me parece incongruente, o al menos lo que me parece es que quieren bombardear a mi Carmenita, que quiere regalar librucos a los neonatos, y los peperos con tal de reventar la propaganda de la alcaldesa, cualquier cosa, hasta suprimir la literatura de sexto de bachillerato, que luego viene la peña, te lee el programa del partido, lo entiende, y si te descuidas te lo demanda.
Ya le dije a doña Carmena ayer, que debía temer a la Espe y sus secuaces, y aquí tienes, la venganza caliente, que estos son así.
Y es que me da que entre lo del libro y lo del bus con caricaturas, a estos pollos se les ha cargado el tintero, y va a pagar aquí desde Unamuno a Gracián, sin anestesia.
Así que los niños que reciban el librito, cuando sean mayores, y sus papás (los que no hayan puesto las hojas en el clavito de al fondo a mano derecha) les dejen por fin leerlo, se encontrarán que no saben de qué va la historia.
La historia del autor, del contexto en el que escribió su obra. No sabrá como a través de las páginas que han compartido con nosotros tantas y tantas personas, como la humanidad se ha ido enfrentando a problemas y retos, esos que cada día la vida va poniendo delante de todos y cada uno, así que a empezar de cero o tirar de fe en el político, en el religioso, en el del banco, en el de la luz….formas de fanatismo a la postre.
Pues nada, ni filosofía, ni latín, ni griego, ni literatura, ni siquiera una buena historia de las religiones…porque lo de la asignatura de historia que anda con más manipulaciones encima que la masa del panadero, me suena a sarcasmo.
No sé si al final se atreverán, aunque parece que al menos algún diario ha recogido el rumor o la noticia, pero tampoco me importa demasiado, porque sé de buena tinta, que con los chips que se andan cociendo por ahí, el conocimiento cumplirá el sueño del vago, será por infusión. ¡Ah, la ciencia infusa!
Y que nadie tema, seguro que las nuevas herramientas que la tecnología tiene preparadas solucionan el problema, seguro, y si no, como la cosa va de buscar esclavos low cost, mientras menos piensen mejor, mientras menos sepan, mejor. Y es que en Bangla Desh no te discuten el convenio, que no lo entienden, y si hay que competir, hay que competir.
Los cabreos que cojo con todas estas vainas son realmente monumentales, y como en el fondo, aunque quiera sacudir patadas en las gónadas de todos estos, prefiero no salirme de mi tono pausado, no sea que consigan que deje de ser yo mismo y me transforme en un energúmeno de esos que no piensan pero andan con la visión tan corta que se te mosquean si creen que te han visto mear en la tapia del convento.
Así, que cuando esta tarde llegue el momento de la siesta, este mosqueo se me habrá pasado, haciendo, eso sí, masa con el que seguro se descuelga después de comer, que no se están quietos.
Pero vayamos a otra cosa, que parece que el mundo al final le dará la razón a Machado como ya se la dio España en su momento:
“españolito que vienes
Al mundo te guarde Dios
Que una de las dos Españas
Ha de helarte el corazón”.
Pues empezaremos a hacer recuentos de cómo se están dividiendo las sociedades en nuestro mundo, que casi la mitad de los turcos quieren un amo, que casi la mitad de los ingleses quieren salir de Europa, que casi la mitad de los yanquis quieren a Tito Trump, que casi la mitad de los catalanes “volem llibertat”, y ahora en Francia que andan cuatro al veintipocos por ciento en la intención de voto.
Las sociedades divididas, bien divididas, por favor, que si de Sánchez, que si de Díaz, y así ad nauseam, que si pregunto casi la mitad no quiere Literatura, que solo hay cien por cien en los que quieren smartphones.
Y como los hemos votado comprándolos conscientemente, se han transformado en nuestros jefes de gobierno, y de nuestras vidas. La mitad con Gürtel, la mitad con yo qué sé, y el Marianico a declarar que lo suyo huele a dejadez, o a “de esto como yo también”.
Dejemos pues que todo el antiguo mundo se vaya poco a poco por el sumidero, que a lo mejor es lo que tiene que pasar, que con los robots esos que nos hacen los ruskys, ni soldados para matar vamos a necesitar, que tenemos al terminator de turno pegando tiros infalibles a sartenes del revés.
Pero que nadie se preocupe, que si los soldados son robots, solo podrán matar robots, que la primera ley de la robótica para eso es muy estricta, y acabaremos con drones pegando tiros a robots, mientras nosotros seguimos a ver que ha dicho Chuchita de mi último mensaje o del último modelo de pintura para la chapa del bicho.
Y si además aunque leamos no entendemos nada de lo que está pasando, mejor, así no mareamos, que eso de explicar cómo funciona un préstamo sin leer “el mercader de Venecia”, ni ver las consecuencias de las emociones humanas, sin conocer al bardo, o a Flaubert, o a Camilleri, o a Truman Capote, es mucho más sencillo para quién lo explica.
Seguiré amando la literatura, aunque estos gobiernos que a saber a quién representan una vez bien llenados sus bolsillos, la quieran quitar de los planes de estudios.
Además los muy “astuts” van y lo proclaman en las cercanías temporales de San Jordi mata L’araña. Temendo.
Con su pan se lo coman.

Los libritos

Doña Carmena nos ha sorprendido a todos, que nos acaba de decir desde su puesto de concejal eventual, (con el paro que hay, y acaparando curro) de la cosa de la cultura madrileña, que se va a gastar unas perras de los contribuyentes de esta Villa y Corte en regalar libros a los niños que nazcan en Madrid, durante no sé cuánto tiempo.
¡Ay! Doña Carmena, que porque las damas no cumplen años, que si no diría que usted chochea, porque jamás se me ocurriría pensar que es usted una inepta, que no lo es, o que es usted dueña de una editorial que va a suministrar los tales libritos.
Pero no, lo más probable es que ni chochee, ni ande usted en los otros supuestos, aunque quién sabe, porque estoy seguro que con su demostrada inteligencia preclara, habrá advertido que en primer lugar, los niños recién nacidos, eso del leer no les viene de momento.
Sí, ya sé, que todo se andará, que tarde o temprano el angelote será más o menos letrado, y si los planes de educación del gobierno que sea no la pifian como siempre, incluso es posible, si el texto no es demasiado complejo que hasta pueda entender algo. No lo sé Doña Carmena, no lo sé, que largo nos lo fía usted, eso sí, pagando de mi bolsillo por adelantado.
No recuerdo haber leído qué libro se va a presentar a los neonatos, y mucho menos en qué idioma estará escrito, que a lo mejor a los chinos se les pondrá un ejemplar de I Ching, y así por etnias, nacionalidades, idiomas, sensibilidades, y todas esas mandangas que hay que tener en cuenta hoy cuando se emprende una tan loable iniciativa como la suya, Doña Carmena.
Imagino que no se le ocurrirá a usted regalar a los tiernos infantes, no sé, un ejemplar del Ars amandi ovidiano, que a lo mejor sale la moralina y recomienda que no se lea eso, que puede esconder la materia remota del pecado contra el sexto, que aunque nuestra alcaldía nos haya salido laica, a la hora de rasgarse las vestiduras, seguro que sale el meapilas de turno, al que le han informado del tal pecado. Y eso porque no nos metemos con una colección completa de “La sonrisa vertical”, de “La perla”, o incluso del “Caballero audaz” que por serlo, puede ser más castizo.
A lo mejor nos vendría bien que usted regalase un compendio de la obra de Aranguren, que algo de ética lleva dentro, pero ¡quiá!, que lo mismo ni usted lo ha leído.
No sé qué decirle, Doña Carmena de mi alma, que no soy quien para decirle qué debe usted hacer con las perras extras que se mete usted en el bolsillo con eso de la “hora”, que es más ilegal que el Maduro, o los radares que saltan a treinta y dos kilómetros por hora, y te soplan cien chuflos, si pagas deprisita y doscientos si remoloneas e intentas la vía judicial.
No Doña Carmena, no me parece bien que se meta usted en esos cenagales, que una dama debe llevar zapatos de salón y no debe pisar más que alfombras de la Real Fábrica, ya que si regala usted El Quijote, los papás acabaran poniendo hoja a hoja el tal ejemplar en el clavito útil de “al fondo a mano derecha”, y si se lía usted con libros electrónicos, ni le cuento la que puede usted armar, como no haga un concurso público bien hecho.
Además, me da la sensación que usted no me lee de los periódicos más que la publicidad del Ayuntamiento, que pago yo mismo, como su salario, que si lo hiciera, se habría apercibido, que para los pollos que andan ahora rompiendo el cascarón, se han diseñado unos microsoportes electrónicos, que te los implantan en la garibola, y de pronto te has leído, y puedes citar de memoria, la biblia en arameo.
Así que andar ahora regalando libritos, que pueden ofender a credos, etnias, e incluso circunstancias, me parece penoso ¡Qúe quieres que te diga Carmenita de mis entretela!.
Pero no sabemos cuáles son los autores por los que Doña Carmena se ha decantado para salir en el informativo local de las cuatro de la tarde, a costa de la panda de imbéciles que apechugamos con los impuestos locales, así que lo mismo les suelta una de Agatha Christie, por aquello del suspense.
Y que no, que no, que los niños que nacen en Madrid no son todavía madrileños, que para ser del foro, hay que querer serlo, que no se es porque le pongan a uno las obras completas de Mesonero Romanos, ni siquiera las de Galdós.
Pero eso sí, que bien ha dado usted en el telediario, y que cara de imbéciles se nos ha puesto a los que vamos a financiar su gracieta, que es la segunda pifia que nos ofrece usted con la tal concejalía, que me han dicho que la edil que calentó la silla que hoy recibe su excelentísima posadera, con dificultad podía leer más de dos líneas. Claro que yo no me lo creo, que esas gentes votadas por el pueblo, y botadas, con razón asumo, por usted, deben ser muy leídas, que la cultureta les viene de oficio.
Sé de buena tinta, que no se ha planteado usted regalarles una copia facsímil del Voinich, porque le saldría por una pasta gansa, cosa por cierto me temo que le trae al pairo, pero el resultado sería el mismo que si les pone usted el Platero, que ni lo van a leer, ni lo van a entender, y al menos esa oposición canalla de la derechona despechada no podrá acusar a su excelencia de haber insinuado que los neonatos están condenados a ser unos burros, que con las modas populistas que nos trae la neopolítica asnal, cualquiera sabe.
En fin Doña Carmena, que la veo a usted decidiendo entre el Corán y la Biblia, entre Pérez y Pérez y Ortega y Gasset, que si el niño ha nacido aquí porque le pilló a madre el retortijón en unas vacaciones, y es de los del Puigdemont, mejor tenga usted preparada una edición facsímil de Terra Baixa, por lo menos, que si no se le van a echar encima los de Esquerra, que con los vascos, si cumple, siempre puede usted tirar de Baroja, que al final el buen vascón nos regaló algo bien madrileño, que fue “La lucha por la vida”.
No sé qué dirá la Espe de todo esto, pero prepárese.
Con su pan se lo coma

La senescencia

A lo mejor no nos hemos dado cuenta de que estamos enfermos, mire usted, y por eso nos morimos, y hablo de la senescencia, ya que nos cuesta comprender que el deterioro que va sufriendo nuestro cuerpo con el paso de los años no es más que una enfermedad.
Pero hasta ahora el ser humano, ha considerado ese hecho repetitivo como algo «natural», y se ha dedicado a meter por enmedio cosas como los designios divinos para explicar lo que no es más que una enfermedad que aún no ha sido considerada como tal por la ciencia.
Y así nos va, que como no hacemos caso a esas cosas que de vez en cuando destilaba Don Gregorio Marañón, de que nos empeñamos en tratar enfermedades, cuando deberíamos tratar enfermos.
Claro que para esta vaina, deberíamos tratar uno a uno a los seres vivos de la Tierra, porque menos los más elementales, se nos mueren todos de la misma enfermedad, en caso de que los dejen, que las panteras tienen que comer.
De vez en cuando, uno se pone oscurantista, da pábulo a la historieta de Cagliostro que nos cuenta Sender en aquellas inolvidables, para mí, «Criaturas Saturnianas», y acabas por creerte que un pollo ha conseguido esa cosa de saltarse la obsolescencia programada, que como una lavadora cualquiera llevamos (aparentemente), todos encima.
Y como aquella Reichel de Philip K. Dick, que consigue que como replicante no le coloquen el chip de obsolescencia, ( a saber qué le haría al Creador, que la replicante estaba de toma pan y moja) parece que ese tal Cagliostro anduvo jugando con el asunto, y nadie nos garantiza que hoy no sea nuesro queridísimo Tito Trump, que estas cosas las carga el mismísimo Lucifer.
Porque si la solución es la de Lestat, el vampiro, pues no me me mola, que el tío cutre andaba chupando sangre de ratas cuando las cosas iban peludas. Y no es eso, no es eso.
Como no lo es la historieta esa de los Inmortales, que solo debía quedar uno. Vaya sosez, que me lo condenaban al onanismo eterno en caso de que la bomba coreana funcionase bien, y lo dejasen solito en este mundo traidor.
Claro, que por ahí, gente de esa que saben de lo que tienen que saber, te cuentan que los dioses si envidian a los humanos es porque son mortales, que a ellos esto de la obsolescencia senil no les viene, y sus broncas no acaban en muerte, que lo que hacen es sufrir condenas de pérdida de estatus, auque desde que Francisco nos dice que ni purgatorio ni infierno, uno ya no sabe de qué va esto.
«Mais revenons a nos moutons», que de lo que se trata es de mirar la cosa de que si los telómeros se nos pudren, y nosotros con ellos, que por muy bien que los tratemos, parece que como los Samsung tenemos fecha de caducidad, y anda alrededor de los 120/140 años tirando largo, y desde que nos conocemos andamos mirando a ver como nos saltamos la cosa.
Ideas, todas, que quieren ustedes que les diga, que hasta mirando los manuales alquímicos, andan todos a ver si encuentran la tal piedra filosofal, que muy muy bien no sabemos qué es pero que no nos importaría pillarla, que a lo mejor se nos van las rijas por un tiempo, y eso que llevamos por delante.
Pero no hay forma, y entonces el dilema que se nos presenta es si seguimos el sistema de «La Isla», ponemos en jaulas de oro mozuelos de buen ver, y los usamos como donantes de órganos para los ricachones, que a lo mejor eso de limitar la senescencia es algo que puede conseguirse, pagando, claro, y tirando de conciencia laxa, que diría el padre Pío.
Al fin y al cabo es lo que se ha hecho siempre, que no todo es darle al aceite de oliva, al pescado crudo, comer de forma que te quedes con gusa, y esas cosas, que al final para que vivamos de media más de ocho décadas, buena parte de la humanidad debe reventar con cuarenta….
Sin ponernos tan borricos, y aunque las opciones se vayan reduciendo, los hay por ahí que te dicen aquello de que bueno, si te falla el páncreas, por un decir, te ponemos un chirimbolo, que lo sustituye, y tan ricamente, y así órgano a órgano.
Y no está mal la cosa, que al final llevas encima más metal, o lo que sea, que el robotijo de George Lucas, y mientras los fabricantes de chirimbolos no sean de los que quieran aumentar las ventas con un páncreas Mark IV, y le pongan chip de obsolescencia como a la smart tv del salón, todo va bien, pero eso me cuesta creerlo.
Y es que llega el fin de trimestre y a ver qué diantres les dice el CEO de Pancreas Inc. a los analistas de inversión cuando le pregunten por las ventas, los márgenes, las fusiones y las adquisiciones.
En cualquier caso, el Montoro, con estas cosas, anda el hombre en un sin vivir, porque si les pone IVA a los chirimbolos, se le van a echar encima los de la izquierda canalla, y si lo obvia la chicharra de Bruselas no le va a dejar dormir al pobre hombre, y tampoco hay derecho a eso. Porque intentar pillar algo por la vía del impuesto de sociedades, lo va a tener difícil, que estas compañías se te domicilian en Gibraltar y te pasan los páncreas mecánicos de matute por la verja, vamos como el Winston en los sesenta del siglo pasado.
Y de ponerlo en la seguridad social, ni de coña, que como está transferido a las autonomías todo esto del rollo sanitario, el trespercent de los concursos va a quedar fuera del control de Génova, y así el partido no crece.
La solución a todo este maremagnum, es algo que tiene sus dificultades, ciertamente, aunque parece que las elites lo tienen mejor que nadie, y si el asunto echa adelante, estarán en primera fila, queriendo ser dioses inmortales, con lo que los dioses les llamarán imbéciles…o ricos, que debe ser algo parecido.
Yo, por el momento, voy a echar mano de la solidaridad ciudadana que siempre me ha caracterizado, y voy a soportar mi senescencia con la mayor dignidad posible, que no voy a estar apretando indefinidamente al fondo de pensiones públicas, que curro no te dan después de los cincuenta, así que imagínate con ochenta, por mucho chirimbolo certificado que lleves encima.
Y si se trata de implantes de esos que agudizan tus sentidos, le pediré permiso a Chuchita, que es muy mirada en esas cosas, y como se imagine que tengo la visón de rayos X de Supermán lo mismo se me pone celosa porque a saber qué veo cuando miro a la jai de reojo en el metro.
Por el momento, y a despecho de nuevos avances, me quedaré como estoy, bueno, no, como estoy no, que cada día tengo menos pelos, y no hay forma de bajar de los diez segundos en los cien metros lisos, pero de eso ya hablaremos otro día, que me han hablado de unas piernas de fibra de carbono, que son la leche.
Con su pan se lo coman

Y al tercer….

Estoy empezando el tercer año de esta Bitácora, y yo tan agusto, ¡qué coño!, reconozco que me he divertido, como un enano haciendo putadas a las gallinas, y mire usted, que me da que va la cosa a seguir.
Han sido trescientas sesenta entradas, que para mi estado laboral, es una miseria, pero es que soy un vago tan estructural, como el paro y el esquilme del dinero público que se da por estos pagos.
Como es muy aburrido aburrir, simplemente agradecer a todos los que habeis leído alguno de mis trabajos, y si habéis repetido, mejor.
No tengo la más mínima intención de caer en la vulgaridad de buscar algo excelso para el aniversario, que eso se lo dejo a los que ganan el Planeta y se ĺlevan una pasta gansa a casa, que es lo que hay que hacer cuando éste y cualquier oficio se hace en condiciones.
Pero lo mío es la chapucilla de andar por casa, de distraer la familia, y de permitir a algún amiguete, mientras no se canse, eso de decir que tengo un amigo bloguero, que lo de bitacorero suena a yo qué sé con polisón.
Pero a lo que vamos, que hoy es sábado de gloria, que me decían en el cole los ¿educadores? religiosos que me deparó el destino, y yo no entendía lo de la gloria, que estaba Cristo muerto, que la gloria venía el domingo con la Resurrección.
Todo un lío, que para mí, una de dos, o resucitó al segundo día, o murió el jueves, o si fue al tercer día es lunes de resurrección. No lo pillo, y eso que como buen catalán, el lunes de Pascua se ha celebrado siempre con Mona y «ou que balla». Sin embargo todo cambia tan deprisa, tanto que me quedé con la liturgia de Monseñor Leclerc, aquel obispillo de Lyon que no la lió parda porque le pusieron de pronto el TGV en la puerta, y casi se queda sin feligreses.
Y es que al final todo parece que está diseñado para que de alguna forma, los que quieran, tengan la oportunidad de intentar, al menos, vender su rollete, y si hay compradores, pues ¡hala!, a cualquier púlpito que se preste, que el hacer proselitismo es baratito.
Ya habréis visto a traves de todas estas entradillas intrascendentes, que no estoy en eso de andar vendiendo rolletes a nadie, que ni siquiera los de Nike me han propuesto un contrato publicitario en condiciones, una pena por el lado de la pasta, y una alegría por el lado de mi libertad.
Volviendo a la historia teológica de «al tercer día resucitó», como he dicho se me hace el boñigo un gordiano de esos, y no conozco ningún Alejandro que me saque del aprieto, aunque con esto de Internet a lo mejor un día Santa Wilkipedia del Amor Hermoso, me resuelve el asunto de alguna forma, aunque esté sin contrastar, y los estamentos oficiales romanos se echen las manos a la cabeza. ¡Que me lo hubiera aclarado el Padre Pío en la catequesis!. Y que no me vengan con simbolismos, que para eso no hay que hacer trampas con las cuentas, que con poner cualquier cosa con fondo de campo de tules, una gallina tuerta que parezca un águila y una triple cruz patada, los que tienen que saber seguro que se enteran. Que así, ni unos ni otros.
Con estas cosas, una encima de otra, al final llegan los días santos cuaresmales, y la gente, que no es tan reflexiva ni tan preguntona como yo, pues simplemente pasan del asunto, carretera y manta, y a pecar a la playa o a la montaña, que ya no se distingue y el Maligno es como un corredor de bolsa de Wall Street, gana cuando sube y gana cuando baja la intención de compra de los inversores.
Y aquí se peca contra el sexto, contra el cuarto, contra los preceptos de ayuno, que unos callitos después de ver al de Medinaceli dando tumbos por las calles necesitan gasolina, el caso es la transgresión, más por desconocimiento que por intención, vaya una chapuza.
Se acabó el recogimiento, aunque arrecogerse a la fuerza es lo que tocó en la Sevilla de la «madrugá», que hijos de la grandísima hetaíra no pierden ocasión de jorobar al prójimo a las primeras de cambio, y esas son las cosas que a uno le ponen a mal traer, que no nos importa que vayan a sus fornicios, a sus fumaderos, o a donde sea, pero que nos dejen tranquilos.
Tranquilos como nos están dejando los de la clase política que se apoya en la periodística para darnos la barrila, aunque el domingo de resurrección se nos van a venir arriba en Ajuriaenea, y venga a intentar vender lo de nación, lo de conflicto, (político hubo de matizar la moza peneuvista), que los de la ETA, parece que ya no intimidan.
Los que andan intimidándose, parece que son los ruskys y los de la China de toda la vida, que el coreano tiene un montón de escopetas, viejas, eso sí, pero muchas, y unas ganas de liarse a tiros con cualquiera que se le cruce, que no se las salta un gitano, que para eso están las celebraciones.
Y Tito Trump que me va a cumplir los famosos cien días intentando mandar algo, parece que no le anda a la zaga en eso de tirar petardos lejos de casa a doña Clinton, y su celebración no va a ser inferior a la del coreanito.
No sé cómo va a acabar la historia, pero cuando el chino dice que perderemos todos, es que ve que se le parten por la mitad los planes quinquenales, y que por los pagos de Occidente vamos a preferir gastarnos los duros en la India que en su cortijo, que seguro se le llena de porquería nuclear de esa.
Y en Seúl, ni te digo, que tiene todos los cañones, (viejos, eso sí), apuntando a la oficina del CEO de Samsung, y si el del Norte, en una ventolera le da a «intro», se carga el Galaxy 8 en un plis, y no porque la pila no funcione.
Pero Tito Trump, va a vender mogollón de escopetas, y a ver si así consigue dar algo de curro a ese votante de Minneapolis que tanto le quiere y al que tanto le debe, porque hasta hoy el pobre hombre no ha sacado una adelante, que a este pobre Trump, me lo para hasta un guardia de la porra en un semáforo delante de se Trump Tower, para hacerle un controlillo de lo que sea, que es lo que tiene eso de la independencia de poderes efectiva.
¡Si nuestro Rey Felón levantara la cabeza! Le iba a enseñar a este pobre pardalet como se hacen las cosas y como se mete en cintura al Tribunal Supremo, que hasta los regímenes Maduros saben como hacerlo.
Felices Pascuas, y Visca Catalunya lliure……de indepes

La bitácora del Jueves Santo

Las cosas en jueves santo a veces se ponen pesadas, y los del Imperio,´que lo saben se lían a tirar petardos contra las montañas de Afganistán, ¡qué cosas!, y aquí, tranquilamente paseando santos, cosa que no está mal, pero suena a esa actitud naïf que a veces define a nuestro pueblo.
La verdad es que el calificativo que acabo de aplicar a la cosa no se si es adecuado o no, pero si nos ponemos estupendos mirando la´realidad del siglo veintiuno que nos anda machacando poco a poco, quizás vaya llegando el momento de pensar que el paseo de nuestros pasos procesionales, a hombros y a ruedas, es un bonito recuerdo de que somos puñeteros humanos.
Humanos, que no siempre tenemos el alma llena de esa fe que te inculcan los catequistas cuando andas preparando la´primera comunión, pero la juerga que transpira el sistema procesional, esa, abraza generacón tras generación, y lo hace con creyentes, agnósticos, apóstatas, que al final vale todo, que si hay que llamar guapa a la Esperanza de Triana,se hace, si hay que sacar la foto del Cachorro cruzando el puente de Triana, se saca.
Porque puestos a rezar, los de la parroquia rezan, los despistados pellizcan el culo a las señoras, que con eso de los apretujones que conllevan pues sale el piojoso machista que va dentro de algunos almarios, ý se palpa a mayor gloria de Dios. Amén.
A mi amiga, que luce un pandero rotundo, le tengo recomendado el miriñaque o el polisón si quiere disfrutar del Gran Poder con dignidad, aunque no creo que me haga caso, que me recuerda a otra vieja conocida, que paseaba debajo de las obras para valorar su sex appeal, en función de los decibelios del obreramen.
Siempre he admirado las formas de buscar la aceptación del entorno que tenemos algunos seres humanos. Son esos secretos del alma humana, que esconden sus motivos en rincones tan ocultos, que no vale la pena bucear en razones, que al final no las entenderías.
Porque a mí, gracias a Dios, el culo no me lo tientan ni en las procesiones de Chueca, que uno a estas alturas de la película, no atrae ni a un bujarra aburrido. Ventajas de la edad.
Lo que le queda a uno, es, entre paso y paso, meterse algún lingotazo, o si la cosa del tiempo lo aconseja, pues directamente el chocolate con su churrito, que no todo van a ser cucuruchos de boquerones fritos o de ese cazón adobado que acaban por llamarlo bien me sabe, y que no se lo salta ni el mismísimo Salomón.
Pero la gente que anda puteada aunque, ya nos han dicho los telediarios, que la crisis ha quedado atrás, y que el Puigdemont no es del agrado del Imperio, ha decidido escaparse también a las playas que hay que aprovechar el calentamiento global, antes de que los poderes mudiales decidan que ya no es negocio, y nos metan de golpe en otra miniglaciación. Cosas de los informativos.
Pero la Semana Santa lo aguanta todo, que si hay que bañarse mirando la´isla de Tabarca para mandar el autorretrato a la peña, pues lo hace uno, sin más. Que las cosas son así, y si hay que darle al tinto de verano con unos mejillones a la´marinera, no vamos a plantearnos ahorros, que ya nos han dicho que podemos lanzarnos a las letras del lavaplatos, que los índices de confianza del consumidor son espectaculares, vamos, que esto va para arriba.
Además, anda diciendo todo el mundo que las carreteras españolas da gusto verlas, con ese tráfico que parece haberse hartado de atascaburras, y por mucho que la Benemérita se imponga, no tardas menos de doce horas en llegar a Gandía, como poco.
Al final lo que nos va a quedar es una subida de la gasolina, y unos cuantos días de descanso de política, que no es moco de pavo, ni grano de anís.
Pero uno, que es inasequible al desaliento, aunque vea a las Matildes a mitad de precio de cuando las puntocom, sigue creyndo que estas fiestas de Pascua vienen muy bien a todo el mundo. Los corredores de bolsa, aprovechan para vender ahora que nadie se da cuenta, y mientras las SICAV empiezan a ver las orejas del lobo, ellos a la chita callando hacen un poquito de caja, que hemos subido un diez por ciento desde enero, y hay que aprovecharlo todo. Que lo del Popular va en serio, que me han dicho de buena tinta en el ascensor del Casino de Madrid, que se lo van a vender a un consorcio chino con la calderilla que le sobre al Ching-Chang-Chung de turno que se ha gastado setecientos y pico milloncejos en quedarse con el Milan. ¡Qué cosas!.
Pero no hay que alarmarse, que también sé de buena tinta, que a base de escribir cosas en esta bitácora, mi hija, tomando la bandera de la tradición femenina de la línea materna ha recuperado la noble costumbre del pestiño y la torrija. Yo a ver si consigo vino santo y llego el sábado a las migajas, que mañana es día de penitencias y uno debe dedicarse a cosas más trascedentes.
Y claro, como´todo el mundo anda mirando a cuánto el litro de gasolina, nadie te dice ni pío de que pasa con los precios del chocolate de San Ginés, ni con el caldito con copita de Oporto de Lhardy, por no hablar de la croqueta de la merienda. Que en una de esas te descuidas, y Santa Visa acaba en la Unidad de Cuidados Intensivos, siempre que los del ciento doce lleguen a tiempo, porque con esto de los desfiles procesionales, no te la resucitan ni a tiros.
Y es que el sermón de las siete palabras de la Capilla General Castrense, siempre me anima a una merienda contundente, que si no no hay forma de arrastrar la conciencia que el predicador procura dejarte hecha unos zorros.
Pero es Jueves Santo, y el día, como marca la tradición debe brillar más que el Sol, y en eso estamos, que la luna llena es mañana, y no vamos a tener el asunto para farolillos,que quien más y quien menos nota esas influencias de las ondas hertzianas de los espacios encontrados que viajan con los rayos de luna.
Y yo no me voy a poner muy pesado, que para eso ya tenemos a los políticos en nómina, y con sus gori-gori, seguro que nos duermen a todos entre atasco y atasco, o entre ¡niño! ¡deja ya de joder con la pelota!, y otra de mejilones con tinto de verano, que para eso es Seemana Santa y esto podría ser Gandía.
Con su pan se lo coman

¡Viva Verdi!

Se acostumbra a gritar en esos espacios en donde se representan óperas, cuando la cosa no va bien, es decir, o que el programador ha preparado un pestiño infumable, que te han hecho un montaje de los de ¡No puedo creerme que se hayan atrevido a tanto!, o simplemente el público percibe que alguien está atacando a la Ópera de forma genérica.
Quiero decir con esto que el grito, tiene mucho de defensivo, y a veces he llegado a creer que a Verdi se le utiliza el nombre como sinónimo de Ópera. Está bien, no voy a quejarme ni voy a discutirlo, ni siquiera voy a ensalzar el hecho.
Pero como todos ustedes saben, en la obra de Verdi hay algo más que óperas, algunas maravillosas para mi gusto, aunque su música, a los borricos como yo nos, parece que está más próxima al repertorio de la banda municipal de cualquier pueblo mediterráneo, que a la música culta diseñada para especialistas.
Y Verdi, el muchacho, me emociona, quizás por eso, siempre que no sea ejecutado durante una representación mediocre, o mala directamente.
Su música es sencilla, o yo solo soy capaz de saborear esa capa que me ofrece, y ya está bien para mí, que el mundo de las semicorcheas solo soy capaz de disfrutarlo escuchando y emocionándome si hay suerte.
La semana pasada anduve en una de esas, que a mí esa versión musical de la obra de Victor Hugo, Le roi s’amuse, que hizo Don Giuseppe, me ha llegado al alma siempre, y se la he oído a Plácido como duque, y como bufón, he disfrutado de la voz limpia de Juan Diego cantando La donna e mobile, o la interpretación magistral que Leo Nucci nos hace cada vez que sale a cantarla.
Ya dije, creo, que la última vez que me senté en la butaca de mi teatro en Barcelona, me falló la representación, anduvo entre pobre y mediocre, con lo que la sensación de desasosiego quedó ahí dando vueltas. Porca miseria.
Pero esta tarde, y siguiendo una de esas tradiciones deslavazadas que procuro de vez en cuando honrar, y es el asistir a un concierto durante estos días de Pascua, de música relacionada, más o menos con la religión, o con la trascendencia de las fechas, que no voy a discutir si son equinocciales como la aventura de Lope de Aguirre. En el tiempo que lleva esta cosa en marcha, me ha tocado un Mesias en ese auditorio londinense, vetusto, que los de fuera llamamos Royal Albert Hall, y los de por allí,“The wedding cake”, (que también hay castizos en Chelsea) con un magnífico Sir Colin Davis a la batuta, un Stabat Mater rossiniano que no es moco de pavo, algún Requiem del Tito Wolfgang, y hoy, por fin de nuevo…¡Verdi!, que el Requiem alemán de Brahams no lo pillo ni de broma.
La misa de Requiem que nos ofrece Verdi, a mí me parece apabullante. Me lo ha parecido siempre, me pone los pelos de punta, me emociona, como lo que soy un pobre ignorante musical que vibra con la música.
La he podido disfrutar dos veces en mi vida, la primera la interpretó la Orquesta del Maggio Fiorentino, que dirigía por aquel entonces un muchachito que se llama Zubin Mehta, en el teatro Real de Madrid, cuando aún no se utilizaba más que como sala de conciertos, y la ópera vivía en el Teatro de la Zarzuela. En los equipos del coche o en el tocadiscos casero, más de una vez…y hoy.
Esta tarde han llenado el Auditorio de Música de Madrid más de trescientos coristas, y la orquesta Filarmonía con más de setenta profesores, que se han esforzado por hacer honor a ese Verdi fuera del teatro de ópera.
Y a fe que han conseguido el objetivo, ¡qué diantres!, que los demás no sé, pero yo he salido hecho un príncipe.
A partir de estos hechos, y salvo la gilipollez que ha hecho el director al dedicar el Requiem a los muertos de San Petesburgo y Estocolmo, olvidando a los niños sirios recién gaseados, como sim fueran el enemigo, apestados, o simplemente infieles a eliminar, la reflexión que se me viene, es que cada vez me cuesta más encontrar el trabajo bien hecho en cualquiera de las situaciones o de los ámbitos en los que me mueva.
Y como hoy ha sido una de esas ocasiones excepcionales, pues lo digo.
Espero seguir con otras tradiciones de estos días, que de vez en cuando al recordar los usos que las religiones monoteístas imponen, desgraciadamente, a sus acólitos, si las analizas, les quitas la capa del miedo que significa el pecado, o la anatemización de un hecho, te encuentras con cosas muy interesantes.
Así que por partes, que pocas experiencias más dignas que un buen potaje de cuaresma, de esos que se hacen con garbanzos, espinacas, bacalao, paciencia y los secretos de la cocinera. Si además lo riegas convenientemente con la materia prima del primer pecado de Noé, pues miel sobre hojuelas.
Y hablando de miel, y ya que andamos de tradiciones del monoteísmo, habrá que circular por esas maravillas que se llaman pestiños, y que ya no queda una sola persona que se atreva a hacerlos en casa como Dios manda. Y si lo hace lo mantiene en secreto, que si se enteran por ahí, bajan todos los vecinos en tropel, y no están las cosas para cesiones gratuitas.
Pero que no se me alarme nadie, que la gran tradición parece que está industrializada en Valdemoro, aunque me da que es aún un área que disfruta de un cierto aire vital en las cocinas caseras. Hablo de la reina torrija, la de verdad, no la de consecuencia de un botellón, no.
Y uno espera que en alguna cocina familiar, algún ángel se decida a buscar ese pan inglés de torrija, esa leche de torrija, esa canela de torrija, esa miel de torrija, ese aceite de to..bueno de oliva, y esos secretos que han ido pasando de generación en generación, que hasta con gotitas de anís me han llegado al paladar.
No iré este año ni a procesiones, ni a chocolate en San Ginés, que el otro día ya me tomé el del año, y aún no era ni Viernes de Dolores. Ya me tocó el año pasado el silencio zamorano, y por el momento estoy ahíto.
Eso sí, que uno es muy cumplido, y que si me invitan a torrijas, o a pestiños, uno lleva siempre una botellita de vino santo, y si es a potaje de cuaresma, un tintorro de buen año, es lo que cumple. ¡Qué coño!.
Lo del cordero pascual lo dejaremos para otro envite.
Con su torrija se lo coman

Setenta millones de euros

Más o menos es lo que viene a costar solo en misiles tomahawk el destrozo que le han hecho al sirio ese, que parece anda gaseando a ciudadanos.
No sé, porque no lo han dicho en los sitios que yo miro, cuantos aviones y otros elementos del tal aeródromo se han destruido. No lo sé, pero sí sé que más de uno se está frotando las patitas como las moscas delante de la miel.

Los que fabrican aviones, porque van a vender los necesarios para reponer el destrozo, y los de los misiles, porque ya se sabe, si se gastan se reponen, y listo.
semana.https://actualidad.rt.com/actualidad/235349-suben-acciones-fabricante-misiles-tomahawk7
Pis, culo, caca, que para que no se muera ningún rusky, se les llama, y salen todos por piernas, que llueven hachas de guerra, y estallan al llegar al suelo, y solo queremos hacer el gasto misilero, que andamos cortos de pedidos esta
Los ruskys, cogen un cabreo mediático monumental, que la galería espera que salten con eso de que se ha atacado la integridad de un país como Siria, aliado del Kremlin de toda la vida, que el dueño de lo que queda del territorio es de la saga alauhí que tomo las riendas a poco de que el colonialismo descubriera que ya no era negocio gobernar en primera persona aquellas tierras, es amigo, y a mis amigos no se les hace eso.
En ese punto, me aguanto la risa, que el secretario de estado yanqui se va a Moscú echando leches, y por allí le han dicho que le van a reñir. ¡Coño!, si van a repartirse el pedido de misiles y aviones de reposición.
Pero bueno, que no se preocupe, que con estas cosas de los bloqueos comerciales, nos viene bien ponernos a montar unos cuantos Mig, de nueva generación, que nuestro amigo el alauhí, seguro que tiene un rinconcito para pagarlo.
Y es que hay que usar todo el gas que queda, que nos va a caducar, y además nos costó una pasta en su día. No, no hay que desperdiciar nada ni tirar a la basura cosas que nos caduquen en la nevera por dejadez, o mala gestión, ¡hombre!, que hay mucha hambre en el mundo, y las oenegeses están que ya no dan más de sí.
Los de la General Dynamics, encantados, que esos setenta millones de euros se repartirán entre los tres miembros del consejo, y un nuevo puesto de carretillero a tiempo parcial, que han prometido crear a Tito Trump, para apoyarle en su campaña de “America for the americans”.
Así están las cosas, y el resumen que se me viene, es que entre todos se han llevado por delante con gases asfixiantes a no sé cuántos súbditos de alguien, que por esas tierras solo sabes que eres súbdito, ahora quién es el patroncito es harina de otro costal.
Pero que nadie se alarme, que de buena tinta sé que los niños muertos por la horrible asfixia, las madres que murieron viéndoles morir y cómo no, sus padres sus abuelos sus familiares en suma eran todos infieles.
Vamos que no había ni calvinistas de esos que piensan que en el sur solo hay putas, ni católicos de esos que se creen que el cielo les espera, vamos, ni siquiera maronitas, que la cosa queda un poco más a la derecha según se baja. Así que pelillos a la mar, que seguro en cualquier momento se vuelven a reproducir, y todo arreglado.
Al fin y al cabo, tampoco son clientes de Cartier, ni les gusta el Bollinger, que hasta el imán les riñe si lo rozan.
Así, que lo que tenemos es una barbaridad, que se ha usado para tirar cohetes y vender armas, que para eso sirve la población civil formada por infieles.
Los europeos, como no somos ni la General dynamics, ni sabemos cómo se monta un Mig, pues hemos tenido que esperar a que nos manden desde donde corresponde los textos de los comunicados a emitir, y uno tras otro, detrás del terno de Hugo Boss, han dado la opinión de su país sobre lo sucedido. ¡Porca Troya!.
Lo que es inadmisible, es que las respuestas sean ataques contra nuestras impólutas ciudades de esos que ahora vienen a llamar terrorismo low cost, o sea de baratillo.
La salvajada de los camiones, que además se le roban al del camión de cervezas, mata mucho, duele mucho, y se pilla al culpable en un plis, pero no deja negocio.
Y es que parece que hasta las bombas que preparan son caseras, que la de San Petesburgo llevaba tornillos, como en los viejos tiempos de la banda vasca.
Y así no se hacen las cosas, entiéndanlo ustedes, porque eso de matar sin beneficio económico se llama dumping, aquí y en Sebastopol, y hay mucha gente que tiene que comer.
Perdonadme el tono ácido, pero es que no puedo bajar mi nivel de cabreo, que parece que debemos equilibrar acciones con reacciones, que a la que se mata a alguien en la guerra de los desiertos de Oriente Medio, alguien tiene que pasar a la luz de Oriente por nuestras ciudades occidentales.
Y en Siria es una burrada tras otra, y aquí los coches se desparraman por Westminster, o revientan un metro en San Petesburgo, o paseando por la gatan de la reina en el pulcro Estocolmo, un camión de cerveza te lleva por delante.
Y claro, ahora con las aglomeraciones de Semana Santa, pues bolardos en la Amargura zamorana, en la Sierpes sevillana, en la Larios malagueña, en la Zorrilla pucelana, en Madrid, en Barcelona, y todo porque nuestra humanidad no ha aprendido aún, tras milenios de presencia en este planeta, que debemos ser libres de pensar como queramos, sin que nadie nos lo impida, pero no debemos bajo ningún concepto forzar a nadie a pensar como queramos que piense, (lo de pensar como nosotros es otro matiz, y sugiero que cada uno lo analice, según su credo).
Que debemos ser capaces de comprender, que aunque yo mee más lejos que tú, somos iguales, y eso hasta la ciencia lo demuestra, que mi ADN tiene base de carbono, no de silicio, que las bases que lo conforman son las mismas, y que las proteínas que lo recubren son las mismas. Así que no me fastidien, que soy igual que tú, aunque te joda.
A partir de ahí, por favor, dejemos vivir a la gente, que no cuesta tanto, respetemos que hay concepciones diferentes de las cosas, y dejemos de intentar imponer criterios, que al final no convencen a nadie, y si se aceptan es solo en apariencia, o por alienación, que no sé qué es peor.
Y a lo mejor mis amigos transhumanistas llevan razón, y hay que empezar en la interacción con la máquina, de forma que el primer chip a colocar fuera el del respeto al prójimo, y a la comprensión de otras posturas, evitando cualquier forma de violencia.
Lo malo es que quien diseñe los chips para ser implantados en nuestro cerebro, seguro que es más competitivo que Leo Messi, y esos detalles se le escapan, que no va a dejar el producto de sus ideas a beneficio de inventario.
Con su pan se lo coman

Piiipaa, parapiiiipaaa, porrón porrón porrón

Pues sí, me acuerdo aún del ¡Viaje con nosotros en un día azul!, o del famoso anuncio “Saeta”, en el que se veía una interminable procesión de coches a ritmo del título de esta entrega, y de pronto, se te mostraba un puente sobre Despeñaperros cruzado por el Correo de Andalucía, a por lo menos ochenta por hora, y con los coches de los viajeros detrás en aquel tan añorado “Auto expreso”. Búsquelo sus gracias en Internet con el epígrafe “Anuncio Renfe años 90, Saeta”.
Hoy los telediarios nos enseñaban las procesiones de coches otra vez, pero RENFE ya no viene a recordarnos aquel martilleo del “mejora tu tren de vida”, a lo mejor es que le da cosa el ponerse a ello, que aunque nos ofrecen millones y millones de plazas para las procesiones, el espíritu de la suegra con los niños en el asiento de atrás sigue aún vigente.
Y no es que yo tenga nada contra eso, ¡válgame el cielo!, pero es que a golpe de todoterreno con cien eurillos traes y llevas a los cinco de familia a Gandía, que como todo el mundo sabe tiene fama de gambas rojas del Mediterráneo y de vinos hechos con Monastrell, que no sé yo, que me han dicho que si se cae una gota de eso en tu bañador, ya puedes teñirlo todo o decir que es un diseño de Custo, por lo menos, que la gota ahí se queda, inmortal ella, como si fuera una gota transhumanista con un chip de longevidad añadido.
No es mejor el vino que te dan en el AVE, cierto, no lo es, aunque me han dicho que se quita con nada, que a lo mejor no lleva ni uva, ni falta que le hace, pero amigo, con cien eurillos no te llega para la ida y vuelta de uno de los cinco, y además te quedas en Gandía sin coche, y lo más importante sin el reto que significa una buena pelea por el único sitio de aparcamiento en el paseo marítimo. Un desastre, que con los salarios que no llegan a mil churrillos, eso del mejora tu tren de vida subiéndote al AVE, no cuadra, no pega, vamos, que si te la juegas, luego a ver como le dices a Pepe, ¡si hombre!, el del BBVA facción Caixa de Catalunya, por ejemplo, que estudie un crédito puente, para esa vaina de la hipoteca de abril, que te lleva a mal traer.
Y es lo que yo digo, que esta mi España, tiene alma carpetovetónica, aunque seas dels Països Catalans, o de la Gran Euskadi, que menos mal que no nos hacen caso los gabachos, con esos diseños territoriales de los indepes respectivos, que nos habían mandado otra vez los Cien mil hijos de San Luis, para cualquier barbaridad. Y con ese alma, aunque te bajes de Barcelona a Hospitalet del Infante, o desde el Bocho a las Merindades, te llevas el todoterreno con la prole bien atada, que los picoletos te cobran a doscientos por suegra desatada.
Los de meteorología, este año, como no tenemos aún los presupuestos aprobados, se han temido que si anuncian tormentas y el turismo local cae, a lo mejor no llegamos al dos y pico por ciento que dice el señor ministro y Marianico suelta al Montoro y nos pone una pullita puñetera en el marginal. Así que buen tiempo, que el Cristo de los Gitanos este año pasa el puente de Triana sin despeinarse, sin sobresaltos, que hace dos años, aún me acuerdo, todos los pasos se quedaron a dormir en la estación de penitencia de la Catedral Hispalense, una pena, y un susto. “Too er año enzayando pa que zarga bien, y noz cae esto”. Lo que tiene la primavera.
Están los hoteles, los de los chiringos, los del tinto de verano, que no dan crédito, que hacen el agosto en abril, y es lo que dice uno:
-“La Semana Santa en abril es más segura”
Pero se olvida de aquello de que en abril, aguas mil. Pardalets*.
Y es que no llueve a gusto de todos, que alguien dio el “queo”, a nuestra doña Carmena, y no va a dejar que los camiones entren en Madrid, pero la salvajada la han hecho en Estocolmo, y lo que no tiene perdón, no lo tiene, aunque como ya sabemos, estamos en guerra.
Pero habrá que ver pasar por Plaza de Armas, a la Esperanza de Triana, camino de la Campana, ¡claro que sí! Y a La Macarena empezar su recorrido eterno, o el discreto Gran Poder, que como te descuides ha vuelto ya a su casa.
Y el chocolate de las ocho de la mañana, y una siesta en el césped del Parque de María Luisa, ¿por qué no?, que la madrugá es la madrugá, pa que sentienda.
Y los zangolotinos vestiditos de François Hollande, que parece que van al Elíseo, tan seriecitos ellos medio protegiendo a la quinceañera que estrena tacones y mantilla. Pue es lo que hay, y desde un balcón, alguien descuelga una saeta, y una señora de Valladolid que andaba por allí, te suelta que para seriedad y respeto, los pasos por el Paseo Zorrilla. Pues también.
Que no va a ser todo irse a Esparraguera, a ver cómo te cuentan la Pasión los herederos de los bonhomes que no se quemaron en Monsegur y recalaron en Monserrat, porque además, a estas alturas del año, ya no quedan calçots de calidad, y es una pena, aunque siempre habrá algo de mel i mató, para pasar el rato.
El caso es que procuren sus gracias sacar provecho a este asunto de la Semana Santa, aunque sea para ver llover desde los cristales de casa, y pensar como casi cada año….¡Menos mal que no hemos salido Vicentet!, que con este tiempo si encima nos gastamos un dineral, ¡vamos!, que no entiendo yo a la gente, que saben que se van a mojar y ahí los tienes, en el piipaa, parapiiipaa, de la carretera, y tan felices.
Veremos si la cabra de la Legión desfila ahíta de ginebra este año, o si las mantillas zamoranas que procesionen por Santa Clara son las del año pasado.
Lo que quedará inalterable serán unos buenos boquerones o unas sopas de ajo como Dios manda, que la noche del jueves es muy larga, y algo habrá que desayunar´
Que Él os acompañe
*Pardal es el nombre que recibe en lengua vernácula catalana el gorrión, y el vocablo pardalet, que es diminutivo, tiene una carga conmiserativa importante

Viaje fluvial

Eso de viajar es algo que nunca me ha gustado, que al final te pican los mosquitos, te entran diarreas, te tima el taxista del aeropuerto, y el avión siempre sale algo más caro de lo que te imaginabas.
Una filfa, porque además los hoteles ya no son lo que eran, que en los buenos viejos tiempos no tenías que pelearte en Internet por pillar el precio más bajo, ni mucho menos, y de vez en cuando, aunque también iban yanquis ricos, a los europeos de siempre, (españoles excluidos), nos trataban la mar de bien.
¿Y porque digo esto?, pues porque eso de leer tiene sus consecuencias, y estaba esta tarde yo, leyendo unos de esos libros por viñetas de aquel veneciano que fue Hugo Pratt, y que se empeñó en enseñarnos el mundo a través de los ojos del marinero Corto Maltés, y se me cayeron encima un par de frases de esas que se entresacan de textos míticos, de autores míticos.
El primero con que me tropiezo dice algo así como:
Viajar es útil, porque hace trabajar la imaginación. El resto no es más que decepción y fatiga, dice Louis Ferdinand Auguste Destouches, (Celine).
¡Con lo poco que me gusta a mí trabajar Sr. Celine!, pero me temo que lleva usted toda la razón del mundo, porque además de la imaginación hace trabajar otras muchas cosas, incluso a mí que soy ese viajero solitario y puñetero, al que como me descuide, el pasajero del camarote de al lado acaba molestándome.
Una persona como usted que conoció el África negra francesa como nadie, y que sacudió a sus compatriotas tildándolos de pederastras como poco, y de explotadores de negros de forma más precisa, sabe que no es solo la imaginación lo que se trabaja en un viaje, es la vida lo que viaje tras viaje se va construyendo poco a poco, que ese espectáculo no lo sirven en la butaca de casa, hay que ir a buscarlo allá donde se dé.
Y sobre todo, te enseña a tener tu propia visión de las cosas, que las que te venden los listos de turno no valen, al menos hoy en día.
Y desgraciadamente viajar hoy, como el Señor Celine quiere transmitir, creo que es demasiado complicado, que todo son agencias y circuitos, y el mundo no está para muchas tonterías, que ir a Nueva York, o a Paris, ya no es viajar, ni siquiera Constantinopla es un sitio que por mucho que pueda gustarte y hacerte vibrar Aya Sophia, no es destino de viaje, es solo un desplazamiento.
Ya estamos demasiado conectados por la puñetera red de redes que nos quita ese trabajo de la imaginación que Celine nos insinúa.
Pues qué mal, porque en cualquier caso, el amigo Pratt, inspira a Marco Steiner en el prólogo a esta recopilación de Corto Maltés, a recordar aquellos viajes que emprendían los Orellana, y que acababan con el viajero que no entendía ni la selva ni la malaria, o con Lope de Aguirre, al que su viaje fluvial le conduce a la exaltación de su presunta locura, y con ello a su final violento.
Eso era viajar sin saber a dónde se iba, o quizás sí, que se intentaba encontrar Eldorado, la ciudad mítica que se esconde en la Amazonia, sustentada por tantas y tantas leyendas, como la del rey local que a orillas de un lago redondo se hacía cubrir de polvo de oro, y lanzaba joyas al dios que dormía en el agua.
Y si eso fallaba, pues tierras para el rey, y almas para la Iglesia, que al final el objetivo, me da la sensación que era lo de menos.
Y cuando pienso en la cara de Lope de Aguirre cuando junto a la que hoy es ciudad de Manaos, se encontró con las confluencias de las aguas Negras y las aguas marrones del río hoy llamado Negro y el Amazonas.
Yo ya sabía a lo que iba, me lo había explicado aquella Aventura equinoccial de Lope de Aguirre de nuestro oscense expatriado, Ramón José Sender.
Y a mí se me vino, viendo aquello desde el barco turístico el coro de peregrinos del Tanhauser, ¡qué le vamos a hacer!. Pero imaginar cosas nuevas no fue el caso, que todo lo que me venía en aquellas grandeza eran viejas historias, viejas canciones.
Y puestos a recordar que viajar no me gusta, debo decir, que si algo no me gusta de verdad, es viajar a bordo de los ríos…
El Nilo me hizo llorar de emoción sentado en la popa del trasto en el que seguramente asesinarían a alguien, por viejas inquinas en la metrópoli, pero la muerte en el Nilo que yo veía era otra, y era que no había sitio para la imaginación, sabía a cada momento lo que iba a aparecer en cada recodo, veía al campesino en la orilla esperando la crecida, y las falúas buscando algún pez no contaminado para cenar, o algún niño jugándose una filariasis mientras chapoteaba en la orilla a la vista de algún cocodrilo que hubiera sorteado las aspas del barco.
O el Volga que te enseña la destrucción que los dirigentes del siglo XX dejaron en sus orillas llenas de fábricas obsoletas, de pueblos obsoletos, de gente obsoleta. Y piensas que ya lo sabes, que ya lo has leído, que ya te lo han dicho, que no hay nada que imaginar.
Me recuerda el prologuista Steiner a uno de mis autores preferidos, que hace de un viaje fluvial, uno de los mayores alegatos contra la explotación del negro africano que se ha escrito.
Lo personaliza en el Señor Kurtz, explotador de marfil, que al final paga con su vida el horror de su existencia.
Y el Congo, que en palabras de Conrad es “Un río inmenso, parecido a una inmensa serpiente desenroscada, con la cabeza en el mar y el cuerpo en reposo, curvándose indefinidamente por un vasto país, y la cola perdiéndose en las profundidades del territorio” quizás despertara mi imaginación como Celine pretendía que hiciera el viajero. Pero yo no soy Charlie Marlow, ni el barco que contrató a Conrad navega, que el Roi des Belges ya no sigue a flote.
No, no me gusta viajar, pero quiero subir ese río, si no me apiolan a mitad de travesía, incluso si mi imaginación no se despierta que entre Conrad, el cine y el Javi Reverte me lo tienen muy contado.
Ahora cerraré un poco los ojos, y pondré a trabajar la imaginación, aunque lo que me venga a ella sea un lago tranquilo desde mi terraza en Saló, o la pared del Eiger mientras tomo en la terraza del hotel un Dartigalongue de buen año.
No, no me gusta viajar, entre otras cosas porque no he aprendido a hacerlo, y a estas alturas de la película, no estoy para atravesar la tundra siberiana en una troika, que ya no hay Zar, y no soy Miguel Strogoff, aunque quiero ver el Baikal.
See you later

Formalismos

Cada vez que vuelvo de mi pueblo, ando algo más mosqueado que de costumbre, y sin darme cuenta me pongo estupendo, tiro de traje negro y corbata, que parezco salido de esas escuelas francesas de estudios administrativos que acaban haciéndote presidente.
Y claro, me pongo plasta, porque saco el libro de estilo, y no admito un tuteo, no admito unos tejanos si alguien viene a venderme algo que no sean….unos tejanos, exijo que se cumpla la letra pequeña, y además no tolero ni una sola imprecisión ni en el lenguaje, ni en las formas, sobre todo, si el que paga soy yo, que es lo más habitual.
Y hoy ando así, de los más pesado, y mejor entonces que no me toquen mucho las narices, ya que si no lo hacen siguiendo el más estricto de los protocolos bien aceptados por todo el mundo, antiguo, carca, pero devoto de una civilización que se extingue, no me venden ni un Bentley de saldo.
Y no, no soy Luis, ni de broma, que mi nombre es Luis Miguel, y sin el Don delante, el círculo de íntimos amigos y familiares que tienen el derecho a usarlo es muy limitado.
Así, que esta mañana ya he sacudido un par de buenos cortes sin despeinarme, que las falsas familiaridades, al final conducen al trabajo mal hecho, ¡que somos colegas!.
Me dicen, que son cosas para que nos sintamos jóvenes, que estamos en el mismo “team”, que entre colegas se arreglan las cosas mejor, y toda una serie de zarandajas que cuando ando mosca, reconozco que me fastidian entre mucho y muchísimo.
Y si alguien piensa que soy un carca, es muy dueño, faltaría más señor mío, pero seré un carca que mantendré las distancias con las personas que no quiero que se acerquen demasiado, que no todo el mundo huele a lavanda, y hay pestazos que no te los quitas de la ropa ni a tiros.
Y me doy cuenta, que en los nuevos ejecutivillos de medio pelo, que van proliferando en la falsa postcrisis, todo el mundo quiere tener la imagen de Steve Jobs, por ejemplo, y salir a la palestra en tejanos (de cinco mil dólares), en zapatillas, (de Prada por lo menos)…y así eres moderno.
No, chaval, así eres un pobre memo que imita una imagen de aparente frescura, que pudo ser válida para “Il fu” Jobs, pero para ti, que no eres más que una puñetera línea del protocolo de actuación de una multinacional cualquiera, la imagen que das es lamentable, aunque te hayas depilado el pechito y no se te marque el sudor de la camiseta con eslogan de viva mi amo.
Pues sí, me revientan esas familiaridades gratuitas, y sobre todo me revientan por la zafiedad con que te las presentan, que supone reducir la relación profesional a un ¿qué passsa tío?, y si el que paga soy yo, lo reconozco, me cabrea.
Menos mal que las cosas aún las puedo manejar, cada vez con mayor dificultad, cierto, que la gente ya no se te presenta de la forma en la que los límites de la camaradería y la negociación seria deben, creo, dejarse claro.
Y por eso me molesta que en nuestro Parlamento se actúe en demasiadas ocasiones de esa forma, en la que parece que somos todos colegas, donde desde luego no lo somos.
Y prefiero un tipo con el pelo bien cortado que una coleta, perfiero una chaqueta a una camiseta…y así. Porque del de la chaqueta tengo claro que debo defenderme, pero el de la camiseta, quiere transmitirme una sensación de camaradería que no existe. Es tan celoso de sus objetivos personales como el de la chaqueta, pero me está diciendo…¡A un colega como yo se le permite todo!. Y no es así, porque como el encorbatado, el de la camiseta, quiere tu dinero, tu voto, tu aplauso, para medrar él en detrimento tuyo, siempre, sin excepción.
Así que me pongo estupendo, que a los mayores se nos permite casi todo, y dejo al “oye tú” confuso y sin el pedido, eso sí, autodisculpado, que su jefe le dijo que el tono jovial y desenfadado vendía más. Y a él no le dejan ni pensar ni adaptarse al entorno.
Como mis amigos transhumanistas están convencidos que pronto la Inteligencia Artificial habrá superado a la Inteligencia Humana, confío en que los nuevos inteligentes obvien todos estos formalismos, que no son más que defensas que la sociedad ha ido estableciendo, y no necesitemos nunca más el contacto entre nosotros, que las sensaciones necesarias para nuestra felicidad, se nos suministrarán en forma de impulsos eléctricos a nuestro cerebro, o a lo que quede de él…si algo queda, claro.
A todo esto, lo que si parece es que vamos directos hacia la soledad postindustrial, que el contacto humano se ha hecho estándar, y apoyado en las malditas redes sociales, vamos a perder la capacidad de interactuar en persona, y si no fijémonos en la sociedad Japonesa, que ha desarrollado la aversión al contacto de pareja en porcentajes dentro de los jóvenes que llegan casi al cincuenta por ciento. Y es tremendo, porque perderé la posibilidad de ponerme estupendo, y estiradito cuando crea que lo necesito, que la cosa estará, ya como hoy, a tiro de un click.
Así, que voy a disfrutar de los últimos tiempos que le quedan a las formalidades, mientras la AMEX aguante, por supuesto, y llamar de usted y tratar de señora a la cajera del super que tiene 20 tacos, y si no lo entiende, si no entiende el símbolo, peor para ella, y empezaré a volver a utilizar más las chaquetas formales, si el calor lo permite, claro. Y así, poco a poco, todo y por su orden, que pienso seguir cediendo mi asiento, cediendo el paso, dar la mano a los señores, y hacer el gesto de besársela a las señoras, que eso de los besitos mejilleros nunca me han gustado…de entrada, que para mí ni son colegas, ni son amigos, así que si hay que establecer una relación se hace con base de consideración y respeto, que para familiaridades habrá tiempo, y hay que ganárselas….digo yo.
Reciban mis más atentos saludos

De los indepes, el Marianico, y los llanitos solitarios

Al regresar de mi Barcelona, los indepes, que se ven venir unas reacciones del Estado que no les gustan nada, se me ponen a proponer las preguntas del referéndum con el que quieren mantener viva la llama del error histórico de mi Catalunya, cuando se fiaron del inglés en la guerra de Sucesión, que llevó a Felipe V al trono, y a tener un espacio en el “fosar de les moreres”.
Y nuestro común Estado, su pone a investigar a las empresas que se han hecho con los servicios que podrían soportar las supuestas estructuras que un nuevo Estado catalán necesitaría, y además con prisas en los requerimientos de los fiscales.
Por otra parte, avisan al Molt Honorable Puigdemont, que si insiste es sus acciones tendentes a la separación de Cataluña, se lo van a mirar por lo penal, y por si la cosa no fuera suficiente, los presupuestos locales los van a devolver a toriles desde el Tribunal Constitucional.
Al gerundense Puigdemont, le están mirando las cuentas de cuando era alcalde de la ciudad del Onyar, y está que no se lo cree el hombre, que me lo están dejando solo hasta los suyos, y no parece la soledad del poder.
Y por dejarlo solo me lo están dejando solo hasta los ciudadanos, que cuando les preguntan si son indepes, ya son menos de los que si lo son, los que no lo son.
Y eso que la puñetera encuesta la ha guisado la Generalitat. El mundo que se nos viene encima.
Y yo, como el comentarista de hoy en La Vanguardia, (esa que antes se llamaba española, cosas de los Godó que siempre me navegan con el viento en popa), que se confiesa al menos tan egoísta como yo, y que está el hombre con el corazón en un puño. ¡No es para menos!.
Que no sabe si alquilar el apartamento de Calafell hasta fin de setiembre o solo hasta antes del referéndum, que no sabe si tomar las vacaciones hasta el quince de setiembre, como los ricos, que aunque bajan las moscas, la Costa Brava en setiembre es pura dulzura.
Y a mí me pasa lo mismo, que empieza el Liceu, con un Viaje a Reims, que no quiero perderme, y no sé si tendré el pasaporte listo, o no, no sé si habrá referéndum o no, no sé si tendré que pagar el abono en euros o en pelas. Un desastre.
Y menos mal que no tengo niños escolarizables por mi tierra, que a lo mejor les tenía que comprar el babi con las cuatro barras y la estelada, y ni siquiera teniendo claro que el fondo de la estrella sea azul o amarillo.
Lo dicho, un sin vivir, que con estas mandangas, que no son más que mandangas de mangantes, (y conste que me refiero a los políticos condenados y solo a ellos), los indepes de verdad tienen el corazón roto, que hasta Xavi lloriquea desde Qatar, con lo de que no le dejan votar el destino de su tierra.
¡Toma, ni a mí!, que el haber nacido en Mongat, y tener abono del Liceu no sé si va a ser suficiente, que a lo mejor para que me dejen ir a la urnilla, si al final la ponen, tengo que meterme en juramentos de once varas y cantar el Virolai con acento de Berga o de Verges, delante de un jurado estricto. Todo es un dilema contra el ciudadano modesto, no sabemos qué hacer. Que puestos a enmarañar, ya me apetecería votar, como expatriado que soy.
Y la cosa no para ahí, que va Marianico y les suelta que no sé cuántos miles de millones va a dedicar a eso de las rodalias, que se le están llenando de cemento los túneles de la plaza de las Glorias Catalanas, y al corredor Mediterráneo, y…bueno la tira de cosas, peeerooo, sin el tres más uno por ciento. Y eso es un golpe bajo, muy bajo Don Marianico, que la gente no se mete en política por el sueldo de concejal de Santa Coloma de Gramanet, y quien más y quien menos tiene su familia, el chalet de San Cugat, su casita en la playa, la de la Cerdanya, que hay que esquiar, la querida en Madrit, que la tengo como una reina, y eso cuesta un pico. Que los niños tienen que aprender inglés en América, y ustedes comprenderán que la elite no puede sobrevivir con lo dicho, el sueldo de concejal de Santa Coloma de Gramanet. Muy sucio Don Marianico, muy sucio. Que está usted dejando solito al pobre Puigdemont, que no tiene de donde sacar para repartir, y encima usa usted los contactos secretos que seguro tiene usted en la trastienda del Estado, para que no le limpien el aula de la charleta en Harvard.
Y está usted en una tesitura que parece me haya cogido el manualillo de Maquiavelo, porque resulta que me anima a los escoceses a darle el portazo a la señora May, vaya una forma de resucitar a María Estuardo, y está la mujer que se cree que le aparecerán en el horizonte de nuevo las velas de la Gran Armada, esta vez sin vientos y tempestades.
Que me los ha apechuscado usted Don Marianico, que ni siquiera el Señor Conde de Godó ha dicho lo de:
-Eso, usted a favor de los indepes escoceses, y los de aquí a sorbernos los mocos. Es claramente un ejercicio de discriminación indepe.
Pero quién no quiere ser indepe, está claro, es el chiquillo ese que vive el otro lado de la verja, el pobre Picardo, quiere ser europeo, pero a la vez quiere ser británico, no quiere ser indepe, que no le dejan, y está decidido a no montar mezquitas en el aeropuerto.
Pero va la Señora May y se olvida de los llanitos en las negociaciones esas del brexit, y si no es por el muchacho tory, que se ha dado cuenta, y que está decidido a mandarnos la flota, a los de la RAF, y a no sé cuántas cosas más, el pobre señor Picardo se hubiese sentido muy solo, abandonado diría yo.
Y a mí lo que me da miedo es la cantidad de inglesitos que tenemos arrecogíos en nuestras costas, que seguro hay espiones dispuestos a todo, y con eso de la devaluación de la libra donde recibían mil quinientos eurillos de pensión, la cosa se les queda ahora en mil justitos. Con los precios subiendo en Jávea.
A la vista de todo esto, lo que me pide el cuerpo, es hacerme dieciocho hoyitos a la mínima oportunidad, que es un juego muy inglés, en el Golf de la Costa Brava…y soltar ese clásico ¡Que les den a todos y cada uno por su orden, por donde amargan los pepinos!. Que a mí me toca comida en el AVE, y no sé si la sobreviviré.
Con su pan se lo coman

El mito de Cassandra

Entre que mis amigos se han preocupado, y con razón, de la historia relativa a la condena de Cassandra por unas frases hechas públicas en ciertas redes sociales, y que m i hija, directamente me ha pedido que ponga por escrito mi opinión, no voy a tener más remedio que mojarme, y aprovecharé que estoy relajado, que vengo de pasar una velada muy agradable en mi Liceo, y que aunque me he comprado dos o tres paraguas este fin de semana, al final, a la salida del teatro, no llovía.
Hoy, debo reconocer que mi sensibilidad ha quedado tocada, un señor a voz en grito, y delante de dos mil personas, ha insultado a las mujeres, ¡y yo estaba delante, con mi madre y mi hija!. Ha sido inaudito y francamente muy desagradable.
El señor este al que por cierto no conozco, mantenía que las mujeres no tienen ninguna credibilidad, es decir, que sus opiniones, o sus acciones están directamente ajustadas ¡a mentira!.
No me lo podía creer. Es más ese mismo señor, mantenía que cuando una mujer te aseguraba algo, con toda certeza, es que aunque en ese momento estuviera convencida de que podía realizarse, lo más probable es que en un momento, y por cualquier nimio motivo, y sin dar más explicaciones, cambiase de opinión, quitándote cualquier soporte que puedas tener bajo los pies.
Ciertamente mantener una actitud de ese tipo en público, creo que es totalmente inadecuado, en primer lugar por generalizar, aunque este caballero, lo afirmaba con rotundidad, y sin ningún resquicio a un posible contraargumento.
El daño económico que puede acarrear a las mujeres, es demasiado alto para ignorar esas palabras que hoy se han dicho en público, en un recinto controlado en el que había, cuanto menos tantas mujeres como hombres, y en el que estoy seguro que aparte de letrados de todas las especialidades, había maridos, novios, hijos, amigos de mujeres maravillosas, a las que este señor, ya digo a voz en grito ha intentado inhabilitar como profesionales, ya que con esas calificaciones, no puede nadie aspirar a ser ¡vamos!, ni siquiera político.
Realmente me he sentido molesto y herido en mi sensibilidad, porque la mayoría de las mujeres presentes en el acto, y me ha sorprendido, han babeado de gusto al oír tales alegatos contra ellas, y a no ser que estemos enfrente de una táctica legal para que cuando salga La Vanguardia del domingo se airee el escándalo y se anuncien querellas multimillonarias contra el hombre este que a voz en grito, repito, ha denostado el buen nombre de todas las mujeres, no entiendo nada.
Al acabar el alegato ruin contra todas las mujeres, resulta que los asistentes a la reunión, han roto a aplaudir como posesos, y no han conseguido que el discurso se repitiese, quizás alguna señora o señor del grupo asistente, hubiese perdido algún matiz, y eso pueda dificultar la querella que a buen seguro mañana estará en el juzgado de guardia.
Es lo que tiene el cogérsela con papel de fumar, creo yo, que te cantan la Donna é mobile, y te vas al juzgado, y tampoco es eso, que al juzgado solo se va si el tenor no llega al do de pecho, o no se sabe la letra, que lo demás se aguanta.
Volviendo a lo de Cassandra, y repito, no tengo ningún conocimiento legal, no me conozco demasiado el caso, he leído alguna de las frases que se han publicado, y poco más, que en estas cosas o te pones estupendo o a nivel de Telecinco o Seis, que no va de un número, y yo es lo que he hecho.
Al fin y al cabo, es lo que se espera de un ciudadano/súbdito español en este puñetero veintiuno, y desde ahí me voy a lanzar.
Para empezar, emularé a Lerroux, y soltaré que el que a esta persona la quieran encerrar un año, más por grosera que por cualquier otra cosa, y tengamos a los clanes de la ex -convergencia, yayo incluido, o al señor Momentín tan pichis ellos tomándose unas cervecitas ora en la Plaza Real, ora en Santa Bárbara, no me parece de recibo, pero doctores tiene la Iglesia, y yo soy más hermano lego que otra cosa.
Mi sentencia, pues, en el caso de esta persona, Don Cassandra, es muy claro, una semana y un día en la cárcel de papel, aquella de La Codorniz, que nos enseñó a los españoles como se saltaba uno sin despeinarse al señor censor, que seguro usaba manguitos y se había dejado el bigotito Falange Española y de las Juventudes Nacional Sindicalistas. “Pa habernos matao”.
Pero nada más, de verdad, nada más….bueno le haría repetir cole desde tercero de EGB, o lo que se lleve ahora, pero nada más. Claro, siempre a la vista de lo que se dice en Telecinco y en la Sexta.
Porque quizás sus palabras puedan incitar al odio, no lo sé, que hay demasiada gente que como ya vienen odiando de oficio con un poquito más de empuje, les salen unos odios apocalípticos, pero no por Don Cassandra, creo. A mí me han incitado a la pena por la categoría que el personaje me ha transmitido.
Pero como los políticos están con la historia de las leyes mordaza en nuestra España, o por ahí con abogados dispuestos a machacar judicialmente a quienes no se expresen con la corrección política determinada por el nivel de sensibilidad reinante en el momento y en el lugar que se determine, pues cualquier pesquisidor, convenientemente recompensado te la lía parda.
Pues sí, la sensación que tengo es que estamos volviendo a las formas del Santo Oficio, ahora que se llama Congregación para la doctrina de la fe, o algo así, que en su momento llenó de pesquisidores el solar patrio, y hoy vuelve a sus usos.
Así, que yo me quedo con Don Andrés el censor, que además vivía en una casa de vecinos, y que cuando leía los artículos de Haro Tecglen en el Triunfo, o se enfrentaba a los Cuadernos para el diálogo, el hombre no se coscaba de las cargas que les metían esos “intelectualoides de izquierdas”, y acabaron sin trabajo.
Porque lo fácil era bajar el largo de una falda o ponerle un clavel muy español en el escote a la presentadora del telediario, pero hoy andaría el hombre en un sinvivir. Y el número de censores era finito, y estaban en nómina. Los pesquisidores de hoy somos todos, y es inabarcable.
Repito, nos enfrentamos a la zafiedad, que ciertamente se ha tomado como excusa, para intentar coartar la expresión de muchas gentes no afines al “régimen”, por los carcas que se esconden entre las grietas del poder.
La zafiedad que ha sido utilizada para reivindicar la libertad de expresión por otro tipo de tendencias políticas, y a ver si montando un buen pollo se entera media Europa de lo que tenemos por aquí. Alguien ganará dinero, alguien ganará poder.
En cualquier caso, desde que me dieron la blanca en la mili, cuando un taxista me pregunta a que altura de Claudio Coello me deja, siempre le suplico que lo haga a ras del suelo. Por favor.
Me voy a dormir repasando mi colección de La Codorniz.
Que ustedes lo disfruten

Afeitarse tranquilo

Se me mezcla todo, y lo que me queda es un guirigay en la cabeza de esos que te dejan sin aclarar las conexiones de las meninges por unos días. Pero qué le vamos a hacer, siempre podía haber elegido vivir en el Gobi sin Internet, sin El País, y sin Radio la voz de la experiencia, de la Cadena del Water.
Vamos, que te levantas por la mañana, con la sana intención de coger el tren para tomarte un pescadito en Barcelona, aprovechando que dicen que va a llover, y los de la radio siguen repitiendo, que por fin, con eso de la salida de la Unión Europea del Reino Unido de la Gran Bretaña, se va a revertir el tratado de Utretch, y las monas de Gibraltar pronto serán bilingües, y los llanitos celebrarán la Semana Santa.
Que el negociador europeo se ha puesto de perfil, y lo que es peor, de uñas planeando un ataque por la derecha, que como todo el mundo sabe, desorienta mucho al pueblo británico.
Pero eso no es nada….¡qué vá!, ya que en un despiste, en una tertulia, una dama menciona al Profesor Cordeiro y se pone a dar guita al tema de la implantación de chips en nuestro cerebro, en una interfase que permita el intercambio de datos, la inmortalidad y no sé cuántas cosas más.
Y su ying es que el conocimiento (ya no sé si la sabiduría), estaría implantada entre nuestras (espero) asombradas neuronas.
Claro que el aguafiestas de turno nos sale diciendo que muy bien eso de que toda la información venga a ocupar nuestro cerebro…bueno en una nube conectada al mismo, quiero decir, que es como se llaman los servidores de la NSA, como todo el mundo sabe.
Y se me ponen los pelos como escarpias cuando me pongo a pensar, que en el supuesto de que podamos alcanzar toda esa información, nuestro cerebro pueda procesarla, pero a cambio habremos puesto a disposición del chip todo lo que somos, todo lo que soñamos, todo “on line”, para todos.
¡Madre del amor hermoso!, mira que no sé yo si el negocio me interesa, porque con la otra mano, habré perdido posiblemente la capacidad más bonita del ser humano, la curiosidad, que ya lo sabré todo, hasta jugar con la Play Station. ¡flipante!
Y eso no es todo, que con la disponibilidad inmediata de todo el conocimiento y toda la información, posiblemente habremos perdido la capacidad individual del discernimiento, siendo la consecuencia más inmediata la pérdida de libertad y la manipulación total de la Humanidad.
Así que con estas cosas, uno no se corta con la Gillette de milagro, y casi aterra meterte en la ducha, pero no pasa nada… y si pasa se le saluda, que por fin el gobierno decide reducir el IVA a los espectáculos en directo.
No está mal, veamos si al final la cosa se incluye en los presupuestos, que aunque no me baje el precio del teatro, a lo mejor la calidad de la vida de los cómicos va un poco hacia arriba, que ya está bien.
En Catalunya, no les salen las cuentas a los indepes, ni haciendo trampas al solitario de las encuestas que ellos mismos preparan, y además doña Merkel anda buscando a Marianico por los pasillos, y se muere por sentarse a su lado en la silla del cole.
-¡Que no te preocupes Marianico! ¡Que como se les ocurra a los indepes liarla les damos de bofetadas hasta en el carnet de identidad!.
-Tú mientras marea a los británicos con la murga de Gibraltar, que entre lo de Escocia y lo del Peñón les colamos cuatro clausulas en el acuerdo de salida que se van a enterar.
A todo esto Junckers, que anda cabreado con Tito Trump, que si Putin es buen chaval, que,¡ venga inglesitos! dejar a los carcas de Bruselas, que a ver si a los franchutes les convenzo….le suelta que a lo mejor Texas y Ohio, por lo menos se animan a salir de la Unión, que a los californianos no hay que animarles mucho…
En fin, que así no hay quien se afeite, aunque uses jabón de lavanda de ese que hacen los portugueses con fórmula británica y flores de Grasse. Un sin vivir.
Y menos mal que no se me ocurrió tener acciones de Abengoa, que a mí eso de los Benjumea, siempre me sonó a rejoneadores de postín, de los de ¡Zeñito!, ¿Le paso un paño a las espuelas de plata del zeñito, que se están oscureciendo?. Y, claro, tarde o temprano acaban toreándote a pié, a caballo, y al final rejón de muerte.
En ese momento uno decide desconectar del runrún de los medios de comunicación que te adoctrinan antes del desayuno, que si no pierdo el tren, y tampoco es cosa, y casi me sueltan el madurazo, que ha tenido que salir por un pico en jueces.
Con todo esto quiero llegar a la reflexión del bombardeo que continuamente recibimos de cosas que realmente no nos interesan nada, o casi nada.
Que Texas sea parte de la Unión, o no realmente no me interesa, y casi ninguna de las cosas que he escuchado esta mañana. Lo que realmente queremos es saber si hay que coger el paraguas por la mañana, si funciona el metro, si el pasajero que se sienta a tu lado no huele a choto ni a tigre, y que no va a ponerse a gritar por el teléfono cualquier historia de su intimidad.
Lo que realmente nos interesa es saber qué pasa en nuestro trabajo, nos interesa saber qué piensan nuestros seres cercanos, es más, nos interesa saber qué sienten, que sueñan, para quizás, si nos lo permiten soñar con ellos.
Si a Cassandra la condenan, nos revienta si estamos de alguna forma involucrados directamente….en caso contrario cambiamos de nivel, lo pasamos a las cosas tontas de cada día, y quitamos un trocito en nuestro mapa de la libertad que aún nos queda. Pronto, ni eso. Pero, ¿a quién le importa la libertad, si la mayoría de nosotros no somos capaces siquiera de definirla?´
Seguiré escuchando la radio por la mañana, ¡claro que sí!, pero en la clave en la que hay que colocarla, en la clave del entretenimiento, que lo demás no importa, que lo demás son esas medias verdades con las que nos distraemos.
Esas medias verdades que nos quitan tiempo para leer el último de Tom Clancy, por lo menos, o las Aventuras del Corto Maltés, ahora que tenemos el congreso mundial del cómic, perdón, del TBEO, en mi pueblo, En Barcelona.
Que no se os indigeste

El Mandarín

Es muy humano eso de pensar que lo correcto es que mi mierda la acarree otro, no está mal, ciertamente no está mal, pero además de insolidario, al final acaba el argumento volviéndose contra quien lo esgrime.
Y digo esto por una razón fundamental, ligada a un estudio que se ha publicado recientemente, y en el que explica lo que ha hecho el mundo occidental para disfrutar de sus cachivaches, bien baratitos, y cuales son sus consecuencias.
Un artículo publicado hoy en El País, y firmado por Don Manuel Ansede, se hace eco de una publicación del economista chino Dabo Guan, aparecido en Nature, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo.
Parece ser que la fabricación a bajo coste, esa que hemos ido poco a poco desterrando de occidente y que ha recalado en China, entre otras muchas cosas desprecia los problemas que producen al medio ambiente, sus emisiones, sus vertidos, y claro, la realidad que es tozuda como una mula, te devuelve a la puerta de tu casa la porquería que has esparcido en el viento.
El artículo se ciñe a la producción de partículas de diámetros inferiores a 2,5 micras, (milésima de milímetro), que se asientan en los pulmones, en los alveolos más concretamente, y que pueden pasar al torrente sanguíneo, sin mayores problemas.
Al parecer hay cálculos, que indican que en el año 2007, más de tres millones y medio de muertes prematuras en el mundo, pueden tener su origen en estos contaminantes, pero el drama aparece cuando 411.000 de esas muertes estaban relacionados con bienes producidos en regiones del planeta diferentes, y consecuentemente producido por los contaminantes fruto de esas manufacturas.
Peor aún es el dato de que 762.000 muertes se producían en la región donde se producían los bienes que en su totalidad eran consumidos fuera de ella.
Así que el profesor Guan mantiene que unas regiones consumen mientras otras producen, y sufren los efectos en su salud. Me recuerda los muertos por silicosis en los valles asturianos, para que en Madrid tuviésemos calefacción. Son otras magnitudes, pero el concepto es el mismo.
Afirma de nuevo el profesor Guan:
“ Si el precio de los productos importados es bajo porque en las regiones de producción las leyes contra la contaminación son menos estrictas, entonces los ahorros de los consumidores podrían estar generándose a expensas de vidas perdidas en otras regiones”.
Nada nuevo, que ya Montesquieu nos recordaba, que sin la utilización de esclavos negros en la producción de azúcar, el precio sería inasumible para el “mundo civilizado”.
Desde el punto de vista más egoísta, la respuesta es bien sencilla: ¡Ellos sabrán!, que a nosotros nos encanta ver el cielo azul, pescar salmones en los ríos, y ver la nieve blanca en la cumbre del Aneto, sin ir más lejos, pero al final, cada vez que compramos un coche fabricado con acero chino, o utilizamos cualquier producto que haya sido producido con fuentes de energía “barata”, estamos de alguna forma matando a alguien, estamos matando al Mandarín, como hizo aquel empleado del Ayuntamiento de Lisboa, en el cuento de Eça de Queiros.
Si matas a alguien que no conoces, solo con desearlo, sin mancharte las manos alcanzarás la riqueza te propone el diablo, y nosotros hemos aceptado, sin pensar nada más que en nuestro dinero.
Y además, como estas cosas no se explican demasiado, que luego los líderes mundiales tienen que trabajar más de la cuenta, cuando el hecho es que aunque el Mandarín muera con las tales partículas dando vueltas por sus pulmones, y por su torrente circulatorio, hay otra parte importante, en los países impolutos, que también muere por esas emisiones, más o menos entre dos y tres veces las que ocasionan los accidentes de tráfico.
Así que quizás deberíamos pensar, y en esta ocasión en contra de lo que plantea Tito Trump, no en recuperar medios de producción baratos, si no directamente exigir que la producción de todo lo que de forma compulsiva consumimos en todo el mundo, esté sujeto a protocolos de fabricación que eviten no solo este tipo de emisiones, sino los salarios de miseria, la inseguridad en los sistemas de producción, y cualquier elemento que para ser producido en el mundo occidental requiera protocolos o sometimiento a leyes que nos hemos dado por estas tierras de consumidores compulsivos.
Que al final, todo se paga de una forma u otra, que la porquería te la vuelve a depositar el mundo en la puerta de tu casa. ¡Que si no hay esclavos el precio del azúcar es inasumible!.
Ahora que empezar a ejercitar acciones para que el azúcar de hoy en día se produzca sin esclavos, no parece tarea fácil, que quitar la esclavitud, es algo que aún no se ha conseguido, por mucho que digamos. Estadísticas mencionan más de 35.8 millones de esclavos ahora mismo en el mundo, (visitad www.findelaesclavitud.org) de los que el 79% son esclavos sexuales, y el 18% esclavos laborales. Que hace unos días se han detenido a tres portugueses por tratar “esclavos” en fincas agrícolas de Cáceres de forma mísera. (EFE Guarda Portugal, 10/02/2017).
Así, que para comprar azúcar, llevar un nuevo coche, y hablar por el último chirimbolo de la manzana mordida, necesitamos que trabajen esclavos (o al menos obreros en condiciones inaceptables en los países consumidores) necesitamos que los sistemas de producción sean agresivos con el medio ambiente, aunque luego llegue la contaminación a matar a casi tres mil personal al año en España.
Creo que deberíamos revisar un poco lo que hay detrás de las cosas que compramos, deberíamos considerar si hay esclavitud, muertes prematuras, y no solamente llorar porque nuestro puesto de trabajo se marchó a China, lo que ciertamente ha hecho mucho daño en Occidente. Hay más, hay mucho más, pero lo fácil es poner la dosis de azúcar en el café sin romper el presupuesto familiar.
No me toca a mí buscar soluciones a temas que son viejos como el mundo, que siempre ha buscado el ser humano el abusar de otros seres humanos para que su vida material fuera más placentera, y a lo mejor es lo que hay que hacer, aunque a mí no me parezca adecuado.
Pero debo confesar, que cuando me subo en mi coche, cuando abro una botella de vino, cuando compro algo barato, no pienso nunca en lo que hay detrás de la producción de ese acero, del humo que echo por mi tubo de escape, de cómo se fabricó la botella de vino y qué nivel de dignidad tenían los que recogían las uvas para mí.
Así que tendré que hacérmelo mirar, o callarme y no pensar, no sea que me pase como al funcionario del Ayuntamiento de Lisboa, que aceptó desear la muerte de un Mandarín de la China a cambio del dinero que le ofreció un espíritu maligno con poder.
Con su pan se lo coman

El impuesto a la inteligencia artificial

Tengo un amigo que cree razonable, y quizás posible, establecer un nuevo impuesto a esas tecnologías que nos vienen, como la inteligencia artificial, a dejar a los cristianos sin trabajo, y claro, sin impuestos al Estado por el asunto siempre peliagudo del IRPF.
Y lo malo del caso, es que con mi amigo, discusiones las justas, que sabe de esto mucho más que yo, y cuando el habla yo tengo que echar mano de orejas si quiero salir beneficiado.
Pero, como es mi bitácora, y en este jardín solo meo yo, que diría mi amigo y maestro Miguel, pues me lanzo con la valentía de los ignorantes a ese ruedo, el de poner impuestos a los coches de Tesla, por ejemplo, pero no por ser coches, sino por llevar al conductor incorporado, que van a dejar en el paro a los taxistas urbanos sin ir más lejos..
Ya me veo subido en uno de aquellos trastos que Tito Arnold usaba en Total recall, y que acababa sin propina y sin cabeza.
Si le pedimos a las máquinas un impuesto por rendimiento personal, les estamos quizás reconociendo algo que por el momento parece que no son, personas, aunque no sé si lo de persona lo da la genética, o lo da la inteligencia, así que se me viene encima el primer dilema moral. ¿Puedo pedirle a una máquina más inteligente que yo un impuesto personal?.
Lo obvio es que me salga la tal máquina más lista que el Señor Montoro, que tampoco hay que correr mucho, y con sus neuronas de chips no les van a pillar las trampas ni locos esos de Hacienda, que si se escurren los Pujoles, a estos ni con cien galgos. Terrible asunto.
Pero los que defienden esta guerra que se nos viene encima, queramos o no, mantienen que aunque los inteligentes artificiales no sean del todo personas, al menos de la forma en que hoy nos reconocemos, tarde o temprano será difícil distinguirnos, como a los robots esos de Asimov, que siempre buscaban una excusa para apiolar a un cristiano y saltarse la primera ley de la robótica.
Yo lo que propongo, es que ahora, que aún estamos a tiempo, pongamos una nueva ley de la robótica:
Todos los robots estarán obligados, sea cual sea su forma y desempeño a pagar los diezmos de su producción a las Haciendas respectivas, de forma progresiva, sin que la evasión fiscal pueda ser una posibilidad.
Bueno, creo que con todo y eso, se la saltan, y defraudan, y si no esperen sus gracias.
Hay también defensores de la Inteligencia artificial, que defienden el pago de impuestos no por el trabajo realmente desempeñado por el robot, que al no ser persona, todavía, no se le puede pedir el IRPF, por cuestiones semánticas, mayormente, sino porque estos engendros necesitarán mantenimiento, ensamblajes, diseños, y todas esas cosas que todavía necesitan el lavaplatos y la nevera de casa, por lo menos. Y pardillos de nosotros aún creemos que esas tareas estarán reservadas a Pepe Gotera y a su fiel Otilio, y a esos, si no te andan con lo de ¿con IVA o sin IVA?, aún les sacas algo.
Pero no, que me han dicho de muy buena tinta, que esas máquinas inteligentes, son capaces de aprender unas de otras, y lo que es peor, ensamblarse entre ellas, y ya no hablamos del mantenimiento o del diseño de su software, que la inteligencia artificial nos tiene prometido “il sorpasso” al humano en cualquier momento.
Así que el apechusque me llega como el agua de las inundaciones de Valencia del 57, más arriba de los corvejones, porque a ver quién es el guapo, si estos bichejos entran en el yo me lo guiso, yo me lo como, que les pone el chip IRPF. Lo veo muy crudo.
Y eso que el otro día, leyendo no sé qué, que a lo mejor me envió el enlace uno de los míos, parece que anda ya por ahí un pollo dispuesto a crear un interface para conectar el cerebro fabricado con base de carbono, vamos el de toda la vida, con otro fabricado con base de silicio, y ahí ya el tema fiscal parece más factible.
Claro que la condición debe ser, sí o sí, que el cerebro que gane esté manipulado por el Señor Montoro, que si no ni en broma veo yo al medio Cyborg trasteando con el programa Padre, que tantos y tantos disgustos nos ha dado.
Así, que no sé, no sé, que lo primero que me vino a la cabeza es ponerle un IRPF…a la máquina del AVE, que me ha sustituido, y es más ha eliminado al gremio de fogoneros que alimentaban las calderas de las Mikado, que arrastraban el rápido de Gijón. Y los impuestos por el rendimiento del trabajo de esas personas…¿eh?, ¿quién los paga?.
Mi amigo ha prometido explicármelo, y seguro que veré la luz, es más seguiré llevándola conmigo, pero la enjundia del planteamiento ahí está.
Porque claro, si las máquinas llegan a independizarse del ser humano, y las convertimos en el esclavo que todos hemos querido tener, se paga un impuesto por tenencia lícita de robot, y a otra cosa, pero si ganan ellos la batalla de la inteligencia, (nada difícil por otra parte), ¿qué hacemos? ¿Pagamos impuestos los humanos por aceitarles el motor?,¿ los paga el robot por nosotros, y nos largamos a pillar la cervecita “after work”?, ¿o nos chivamos a Hacienda, que nuestro amo robot anda changando los diezmos que le corresponde pagar, porque nos ha salido más listo que el gremio de inspectores de Hacienda de por junto?.
Los dilemas que plantean las nuevas tecnologías son evidentemente algo que ni siquiera Montesquieu hubiese podido imaginar, vaya, que si me apuras ni Henry Levi, así que nos vamos a hacer puñetas, que estas cosas de los impuestos, parece que las carga el diablo.
Yo mientras tanto, seguiré aferrado a mi parte humana, que intuyo intacta, aunque nunca se sabe, que parece que hay por ahí unos pollos que andan poniendo en el agua de los humanos unos chips ultramicroscópicos de obsolescencia casi indetectables. Y vamos a terminar todos como los cacharritos de Samsung, con la placa base del teléfono listillo inservible, pagando los impuestos de nuestros robots, y sustituidos por el Humano MarkIV.
Espero que al menos se nos apliquen las leyes españolas de la esclavitud, promulgadas por los Austrias, que dicen que eran más blanditas que las de los calvinistas.
Con su pan se lo coman

Los tres jugadores

Muchas veces no nos damos cuenta de que somos unos pardillos, y ciertamente el poder no está para despardillarnos, que a veces le viene de perlas que andemos la mitad de los días en la luna de Valencia, y la otra mitad por los cerros de Úbeda.
Leyendo esas cosas de la geopolítica, y viendo lo que es hoy Europa, no hay que ser muy brillante para darse cuenta de que estamos entre pillados y jodidos, aunque la cosa se demore aún unos pocos años.
En el panorama internacional el bacalao se corta en los Estados Unidos, que al fin y al cabo aún son el Imperio, y hay que acatar al César, aunque el que hay ahora nos parezca una mezcla de Calígula y Nerón, y creamos que nos va a arrojar a los leones.
Los cuchillos se están afilando en China, con esa paciencia de calígrafo milenario, y a su tiempo los tendrán preparados, si es el caso de que no los tengan ya.
Y el Zar no ha olvidado nada, que ese Putin, parece que es el único ruso abstemio, y yo siempre he preferido a un borrachuzo conocido, que de ese hombre con la mirada más fría que James Bond no me fío un pelo.
Y Europa, Europa, amigos míos, simplemente no existe, somos 28 países, y pronto 27, que los British prefieren cobijarse bajo el ala de sus primos, que estar con los que han guerreado por milenios, que la cosa ya fue mal con Julio César, y hasta Adriano les tuvo que hacer un muro de los que no se saltan ni los caballos del Grand National.
Después de la Segunda Guerra Mundial, los primos de los Británicos nos enviaron su dinerito para que reconstruyéramos nuestras desoladas tierras, bueno, no, casi todas que por aquí Mr. Marshall paso a toda velocidad en el coche de Berlanga.
Claro, en la vieja Europa nos pusimos a trabajar, y construimos un espacio económico donde quinientos millones de personas pueden comprar casi cualquier cosa que se produzca, es decir, somos tierra de comerciantes, de negocietes, de amiguetes. Está bien, pero no tenemos escopetas, que esas nos las presta Tito Trump.
El poder de Europa, a mí se me antoja casi inexistente, y nos someten a presiones por el este, con aquello de que los rusos prueban a ver que hacemos si se lían a tiros en Ucrania, que lo de Crimea no fue suficiente.
Ahora el Imperio, está interesado en que esta cosa inane de la Unión Europea, se rompa que tomar el sitio del poder inexistente que se acuesta en Bruselas, le apetece, así que animamos a los que se pueda a abandonar la Unión, como hacen los británicos, ¡Venga Marie, tú puedes!.
Nada mejor para hacerse con el mercado europeo que dividirnos todo lo que se pueda, que apechuscar uno a uno a los veintisiete que quedan es algo fácil, ¡Si señor!, que si entre todos no tienen ni una escopeta que valga la pena, uno a uno ni tirachinas.
Y los chinos afilando sus cuchillos con paciencia de calígrafo milenario.
Si entre estos tres jugadores fuertes que andan paseando por el tablero mundial, consiguen un par más de deserciones, que nos creamos que el franco, la peseta, el escudo, el marco, son las monedas que deben andar en nuestros bolsillos, vayamos preparando la máquina de falsificar dólares para pagar la deuda europea a quien corresponda, y nuestra Europa, no volverá a la edad de piedra, no, pero las españolas volverán a fregar suelos en Paris, y los españoles a llevar el taxi de Münich.
El comercio es el sostén de Europa, y los movimientos proteccionistas que están cociéndose en la costa este de América, me temo que van mucho más contra los intereses europeos de lo que nos podamos imaginar, aquí sentados en nuestra hamaca tendida en el jardín de la Arcadia europea.
A mí nunca me han gustado esos tratados como el TTIP, ya que es como si cediésemos parte de nuestra soberanía a compañías multinacionales, que a base de presión de lobby, han conseguido unos protocolos de actuación, en muchas ocasiones dañinos incluso para nuestra salud y siempre contra nuestro bolsillo, pero resulta que sin ellos parte de nuestra capacidad comercial, de mercaderes que somos los europeos desaparece.
Y en Europa no nos enteramos, que nos la están metiendo doblada, como le hicieron en Washington a Doña Merkel cuando Tito Trump le pasó una factura de trescientos mil millones de dólares que según él se le debían al Imperio en concepto de gastos de defensa que los yanquies habían sufragado, y ya sabes, si no pagas te corto el suministro, como hace Iberdrola.
La lectura es sencilla, ¡Chicos haced lo que queráis, pero mis soldados no están para defender vuestro precioso culo!.
Y claro, no se nos puede olvidar que el gas viene de Rusia, que la invasión de Ucrania viene de Rusia, y que los Panzer no intimidan ya a nadie, y menos a los rusos, que a pesar del calentamiento global que promueve Tito Trump, tienen invierno y estepas de sobras para que el aceite de los rodamientos se congele.
Creo que si no estamos listos, y me temo que no lo estamos, nuestra Arcadia europea se va a ir al garete, y que si no nos peleamos entre nosotros, como en los viejos tiempos de las guerras de los treinta, de los cien años, de religión, y de todo lo que quieras, vamos a volver a ver reyecitos enjaezados en corceles blancos saliendo al exilio hacia Annobón como poco.
Las campañas de todo aquel que sueña con erosionar la idea de Europa, encuentran fácil soporte en las potencias que dominan o quieren dominar el cotarro, y a nosotros solo nos queda discutir en la tele en sesudas tertulias, el que si son galgos o podencos lo que se nos echa encima.
Lo peor del caso, es que el asunto tiene solución, a costa, claro, de ceder esa cosa que se llama soberanía, que a los ciudadanos nos importa un pepino, pero que es la razón de ser de las clases políticas, que sin parcelitas de poder, no hay mamoneo.
En medio de todo esto, los ciudadanos, no somos capaces de desarrollar un criterio que no esté perfectamente dirigido, y seremos incapaces de darnos cuenta de que no tenemos ni como individuos, ni como países, ni como europeos, la más mínima posibilidad de defendernos del nuevo expolio que se nos viene encima, queramos o no. Y la batalla no ha hecho más que empezar, las cartas están encima de la mesa, Europa es el Jack pot y los jugadores son tres, USA, China, y Rusia.
Solo espero que tras los setenta y dos años en los que en Europa solo ha habido guerras en Yugoeslavia, en Ucrania, en Irlanda del Norte, e incluso en el País Vasco español, no se nos organice una buena, que ninguno de estos tres quiere la guerra en su casa.
Ojalá sea yo un imbécil que no se entera de la misa la media.
Con su pan se lo coman

Del puerto de Dakar, ha salido un barco, cargado deeee….esclavos

Cayó el sábado un libro en mis manos, que me puso de muy mal humor. Escrito por un canarión, lo tituló Africanos en Madrid, y en unas pocas páginas, apenas cien, habla de forma muy superficial, desde luego, de lo que significa la emigración, senegalesa, ya que prácticamente se ciñe a los emigrantes que proceden de ese país.
País, por otra parte más cerca de Canarias, de lo que las Afortunadas lo están de Madrid desde el punto de vista geográfico, pero en todo lo demás parece imposible que ambos territorios formen parte del mismo planeta.
Recuerdo hace tres o cuatro años una visita a Senegal, que me retuvo en aquel país al menos dos semanas, y que a pesar de que viajaba, como hacemos muchos europeos, envuelto en la burbuja protectora de la agencia de viajes de turno, algo pude ver de la realidad de aquella tierra, que con todo, no es ni mucho menos de lo peor de esa zona del África Occidental.
En esta Europa pulcra, que se pelea por un quítame allá un burócrata, en la que nos cabreamos como monas porque el presidente de la comisión sale nombrado por una especie de contubernio digno de la democracia orgánica, se levanta la nariz cuando roza el problema que los africanos acarrean cuando llegan a esta maldita tierra, que muchos de ellos creen de promisión.
Toca el libro varios aspectos de lo que representa el hecho de tener una piel de distinto color, una cultura diferente a pesar de que pasó por allí la mano depredadora de los franceses, que como los españoles en Guinea no fuimos a aportar, fuimos a robar, hablando en términos generales, y una vez se acabó la posibilidad de seguir robando, a los habitantes de aquellos territorios, los dejamos más pobres aún, confundidos por unos usos que el hombre blanco llevó a sus hogares, y lo que es peor, seguimos sin reconocer que son como nosotros, y en la mayoría de los casos, mejores que nosotros, tomados uno a uno, claro.
Y desde luego, lo que desde nuestra soberbia nos parece increíble es que gente con cultura diferente, de esa que no nos apetece conocer, que con la nuestra es suficiente, claro, quiera intentar desarrollar una vida por el único motivo que los humanos realizamos ese tipo de movimientos, por mejorar nuestras condiciones, y la de los nuestros, aunque sea al cabo de dos o tres generaciones.
Cuando el viaje es al revés, es decir un blanquito con tufo calvinista decide ir a Senegal, a Côte d’Ivoire, al Chad, a….para mejorar su carrera profesional, decimos que es un expatriado, y se le trata en las compañías que lo envían como si fuese el sultán de Brunei, por lo menos.
Pero esos senegaleses, guineanos, gambianos, que se acercan a nuestra tierra, lo que se encuentran es la persecución policial, el miedo a ser deportados, o lo que es peor, encerrados en los malditos Centros de Internamiento de Extranjeros, cuando en su concepción del mundo, su lucha no es para ellos, es para toda su familia, para toda su gente que tienen puestas sus esperanzas en quien ha atravesado media África a lomos de traficantes, con la esperanza de dar una vida mejor a los suyos.
Habla el libro de las diferentes formas de llegar a Europa de estas gentes, unas veces como estudiantes, otras, porque un familiar de alguna forma los puede traer, y ahí empieza el calvario.
Si tienes pocos papeles te la estás jugando a cada momento, te pueden deportar sin juicio, por la cara, en un avión que para algunos significa el mayor de los desastres vitales. Pero de eso nuestras autoridades no dicen nada, se hace de forma vergonzante, muchas veces amparados por ese paraguas miserable que es la normativa europea, el tratado de Schengen, que entran por España, por Francia, por Italia, y pueden acabar en Dinamarca, y se lo ensucian todo.
Y la mayoría de ellos demuestran una solidaridad con los suyos que no tiene parangón. Luchan por poder enviar cien o doscientos euros para que vivan los de su familia, vendiendo Vuitones, o Cartieres, mientras con un ojo te dan el cambio de lo que te cobran, con el otro atentos a la pasma.
No nos gusta a los europeos que esos negros, y lo digo en el tono despectivo en que más de una vez he escuchado referirse a ellos, que esta carne de esclavo se asiente en nuestros jardines, en nuestra vecindad, que si los queremos es para que corten la caña, recojan el algodón, nos limpien los zapatos, o nos abran la puerta del hotel multiestrellado. Eso si son machos, que las hembras, ya se sabe, en primera apreciación se las prostituye, que seguro no les importa.
Y sí, a veces son sus propias mafias las que las traen, con las amenazas de maldiciones ligadas a sus creencias religiosas, como ya lo hicieron cuando los portugueses iban a por carne humana al África occidental, pero el cliente de esa esclava acaba siempre siendo el blanquito cabrón y racista.
Han servido solo para eso, durante casi cuatro siglos, y eso no nos lo quitamos de la cabeza, que ya el gran Montesquieu dejó bien claro su pensamiento cuando decía barbaridades del tipo:
“El azúcar sería demasiado caro si no se obligase a los negros a cultivar la caña”. Dichos esclavos son negros de los pies a la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible no tenerles lástima”
“No se concibe que Dios, un ser tan sapientísimo, haya puesto alma en un cuerpo tan negro, y un alma buena”
“Es imposible suponer que tales seres sean hombres, porque si lo supusiéramos deberíamos creer que nosotros no somos cristianos”.
Todo esto aparece en su Espíritu de las leyes, que fue de alguna forma base de la Constitución americana, y se refería a la colonia de Haití, que luego sería el primer estado en América que siendo de raza negra se liberó. Claro que a un precio que aún están pagando.
Busquen ustedes el libro y léanlo, pero no se queden ahí, hagan por enterarse de los anhelos de estas personas, que no están tan lejos de los anhelos que tenían nuestros Manolos que en los sesenta iban a Alemania a la construcción, o nuestras Lolas que iban a Paris a limpiar casas….las que tenían suerte. Y todos soñando lo mismo, Negros, Manolos, Lolas….ayudar a la familia del pueblo, y volver a casa algún día con los parcos frutos de sus ahorros tras una vida robada de nuevo, como si fueran los esclavos que salían del puerto de Dakar hacia La Habana en pleno siglo XIX.
Con su pan se lo coman

El sesenta aniversario

Me envía ayer un querido y admirado amigo, un pequeño artículo en donde reseñaba los puntos de la Declaración de Roma de este 2017, realizada por los máximos representantes de los socios de la Unión Europea, en un momento, que sin mucha discusión, podríamos considerar de un cierto riesgo para la Institución.
No soy yo quien vaya a poner en discusión las conclusiones de los representantes de los estados, pero en esta mi página, creo que tengo casi la obligación de dejar clara cuál es mi opinión sobre la tal Declaración.
En este sesenta aniversario de los Tratados de Roma, la sensación que tenemos todos es de que el tinglado se tambalea, y no es únicamente por el hecho de que Gran Bretaña haya decidido en una maniobra más o menos acertada dejar el club, que en el fondo, es en mi lista de problemas uno de los menores, sino, y se deja claro en la declaración, por una serie de elementos tan viejos como la propia Unión, que no hemos sido capaces de resolver.
Nuestros próceres en alguno de los discursos que he medio escuchado, convenientemente editado por la cadena de turno, ha tenido la desfachatez de recordar a los portugueses, españoles y griegos, que la Unión nos sacó de las garras de los dictadores.
Miren, no fastidien, en Portugal lo hizo el ejército en aquella revolución de los claveles, en España, simplemente porque se nos murió el dictador, y en Grecia de nuevo la presión popular desterró a su régimen autocrático, cuando los coroneles, decidieron la invasión de Chipre allá por 1974, y se llamó deprisa y corriendo a Karamanlis para que les arreglara el entuerto.
No, la Unión Europea, desde mi punto de vista, que es el de testigo de esos acontecimientos, fue en todo caso un freno, que le venía muy bien a nuestros competidores centroeuropeos que por estos sures no siguiésemos sus estructuras democráticas, y permítanme recordar que no fue la entrada de nuestras naciones en la Unión un camino de rosas.
No se nos escapa que el presidente de la comisión, el señor Juncker, ha estado detrás de maniobras nada claras manejando competencia ilegal con otros socios en base a juegos de impuestos muy permisivos con las multinacionales, y suponemos que sin ningún beneficio personal. Así que en la cabeza de la comisión, tenemos a un señor con ciertas dudas sobre su honorabilidad, y que no se ha sometido a un escrutinio popular. Yo si hubiese tenido la oportunidad, no le hubiese votado.
De hecho, la Unión Europea sigue sin existir por mucho que en los preámbulos de los Tratados de Roma, indicasen el deseo de una real unión en todo el continente. Pero estamos muy lejos de eso, en mi humilde opinión.
Las fuertes diferencias entre los estados que formamos la Unión, y que empiezan con el idioma, (dos países y medio hablan francés, y dos hablan alemán) continúa con siglos de desconfianzas, de guerras entre los que hoy son socios, y acaba con un aglutinante único para todos y es el interés de las grandes compañías mundiales por crear un ámbito único, con legislaciones de comercio y de impuestos, suficientemente estables, y con un ámbito de aplicación los más amplio posible en el que desarrollar su actividad.
Y es en este punto, donde quiero destacar las acciones que se llevan en Bruselas por parte de estas compañías por adaptar lo máximo posible las reglamentaciones a sus intereses. Los ciudadanos no tenemos lobby en Bruselas, ya se sabe.
En cuanto a instituciones comunes, la cosa está de lo más débil, apenas el Euro, no aceptado por los que se creen más que ricos, y no ofrecido a quienes son pobres. Todo un ejemplo de Unión.
Un Parlamento carísimo en Estrasburgo, que es utilizado, al menos en España como cementerio de elefantes, y percibido por los ciudadanos como poco eficaz a la hora de abordar los problemas de cada día de nosotros, los que pagamos la estructura. Ni policía común, ni sistema sanitario común, ni educación común europea, ni siquiera proyectos de inversión multinacionales para la creación de estructuras que sean de interés para todos los socios. Como digo cuando me cabreo, aquí cada perro se lame su cipote.
De unión, nada de nada, por lo que el grito de que necesitamos una Europa unida de verdad suena a utopía con tufo del 57, que aún olían los campos a la muerte de la guerra acabada poco más de una década antes. Y claro, la dulce Francia, la bella Austria, piensa que el hecho de que existan dentro de la Unión países como Bulgaria o Rumanía, les impiden el desarrollo a la velocidad que creen necesitan. Así que en la Declaración dejamos claro que no hay que ir a una Europa con dos velocidades, bueno con el añadido de que si hay que usar diferentes ritmos, se hace en caso de necesidad. O sea no hay intención de que Bulgaria, o Rumanía, puedan, con ayuda de sus socios tener el mismo nivel de vida que el Baden-Würtemberg, o la Picardie, vamos ni de broma, por no hablar de suecos y daneses, que aún deben estar descojonándose.
Así que habrá mano de obra barata circulando por la Unión, ya se sabe.
Hay un palo a los nacionalismos, no gustan, aunque mis colegas catalanes se empeñen en lo contrario´
Cuando en la declaración se habla de una Europa segura y protegida, rápidamente me viene a la cabeza la bronca de Trump a Merkel a cuenta de las facturas de defensa, pero pelillos a la mar. Lo que desde luego en sesenta años no hemos sido capaces de crear es un verdadero ejército europeo, una política de acciones militares y relaciones internacionales únicas, que el papel de nuestros comisarios es penoso desde el punto de vista de la eficacia de sus acciones. No tienen el poder suficiente, ya que sus actos pueden interferir con las políticas de los estados….¡y eso sí que no!.
La cooperación judicial, policial con sistemas legislativos tan diferentes dentro de la Unión, sigue pareciéndome una utopía, y la sensación de que no hay muchas ganas de ir hacia ese tipo de unión legislativa, fiscal, militar, policial…por no hablar de los derechos de los trabajadores, que evidentemente no son los mismos en ningún país de la Unión, estableciéndose diferencias brutales en derechos y compensaciones por los trabajos que realice un ciudadano europeo, dependiendo del país en el que viva.
Por mucho que se matice en esta declaración, el hecho de que existan estas diferencias, significa una falta de voluntad política notable, ya que en sesenta años, el progreso en estos terrenos fundamentales son nulos en la percepción de la ciudadanía. Y no hablo del trato a inmigrantes y refugiados, porque mis niveles de vergüenza me impedirían seguir escribiendo
Y que nadie olvide, que Europa no existe como tal ente en la concepción de Aldea Global que ahora tanto se lleva. Son los estados de forma individual los que pueden sacar la cabeza frente a los gigantes que conforman el mundo de las naciones hoy día.
Aquí somos simplemente un grupo muy numeroso de personas con buen poder adquisitivo, lo que nos convierte en objetivo de las compañías internacionales, que prefieren influir en Bruselas que tener que hacerlo en los veintiocho países que la conforman. Eso es todo amigos, y Bruselas un nido de burócratas.
Así, que en este espacio donde vierto mis opiniones, acabaré diciendo que creo firmemente en un proyecto europeo como el que en la Declaración de Roma se publicita, pero de la misma forma no creo que haya ninguna intención de llevarlo a cabo, y si de mantener puestos políticos, administrativos y de control, con ámbito supranacional, percibido por demasiados de nosotros como poco útiles en el mejor de los casos.
Habrá que pensar un poco más en los ciudadanos….que el tinglado se hunde, amigos.
Digo yo.

El artículo 25

A colación de lo que comentaba ayer, hoy, sin despeinarme demasiado, y dado que en mi escritorio tengo siempre a la vista un ejemplar guarrillo que me dieron, compré, o robé…(siempre teniendo en cuenta que lo había pagado antes con mis impuestos) en la sede de la ONU, en la Gran Manzana, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Así que pensando en los quinientos de ayer, esos que cada año se mueren en las calles de Paris, me doy de bruces con el artículo 25:
1.-“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2.- La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.”
La tal declaración se hace en Paris, en 1948, en ese mismo Paris donde la gente se muere de frío en las calles, basándose en la que se realizó en 1945 en San Francisco, donde por cierto también la gente se muere por las calles, que esto no es cosa de París, que si cobra es por ser capital del mundo de vez en cuando.
No me tengo leída la “Bill of rights” británica de 1689, ni la Declaración de los derechos del hombre y los ciudadanos, que fue consecuencia de la Revolución Francesa, simplemente, yendo a este artículo 25, quisiera reflexionar un poco, acerca de lo que tenemos en un país civilizado, occidental, rico, con referencia a los derechos recogidos en ese artículo.
Y que conste, que cuando digo un país digo un país cualquiera de los que conforman ese mundo occidental al que tantas veces hago referencia, que no me voy a poner encima a ver las cosas desde el punto de vista de uno de esos “países finca”, en los que dejamos que se siente cualquier sátrapa violador de camellos o de iguanas que lo mismo me da.
Durante estos tiempos de crisis que vienen durando milenios, parece que si nos hemos dedicado a algo es a intentar no aplicar estos Derechos, sobre todo si alguien intuye que en algún momento la tal cosa le puede costar la pasta, y veremos que con eso de que hay mil millones de seres humanos que ingresan 1,75 USD, por día, o menos, ya tenemos unos pocos a los que la salud, el bienestar, la alimentación, la vivienda, la asistencia médica, y los servicios sociales no les suenan ni de lejos, por no hablar de los seguros que puedan cubrir cualquier contingencia, que incluso pueda poner en riesgo esos 1,75 USD.
Y cuando revisamos las tendencias que en nuestro occidente saneado aparecen día tras día, los que más necesitados están, no parece que les vayan a reconocer estos derechos básicos.
El nivel de vida adecuado en occidente, es difícil de medir de forma estándar, pero si nos ponemos en lo que una familia de Madrid que tenga a su cargo dos hijos, nos encontraremos que debe alimentarlos, y eso se lleva no menos de seiscientos euros al mes, y ya han comido.
En el vestido es más discutible el montante que se necesita, pero como mínimo, plantearse un gasto de 150 euros mensuales para los cuatro, no parece ser algo desmesurado.
Para que vivan cuatro, como mínimo se necesitan 60 metros cuadrados, y no voy a hablar de propiedades, sino de un simple alquiler, que por menos de seiscientos euros no encuentras, a no ser que intentes que los institutos de vivienda comunitarios tengan algo de sobra, y entonces quizás por la mitad puedas encontrar algo.
Para tu trabajo debes desplazarte, y como mínimo, los dos adultos deberán asegurar una cantidad alrededor de los cien euros al mes para ir a trabajar.
Tendrás que pagar cincuenta de luz, veinticinco de agua, y otros cincuenta para la energía que te permita cocinar.
Asumo ducharse con agua fría y olvidarse de calefacciones.
Una suma fácil, te pone, para cubrir los gastos reconocidos por los derechos humanos en este artículo 25 en unas cantidades cercanas a los mil quinientos euros al mes.
Nuestra sociedad, nos ofrece un salario mínimo, que cubre la mitad de esas necesidades, ya que en el apartado dos, se reconoce el derecho a que los niños, tengan además una protección especial.
Es decir, que la consideración de un salario mínimo de 1500€, debería ser algo obvio, o bien conseguir que los gastos de esos elementos básicos, se ciñeran al salario a recibir por el ciudadano.
Pero ya sé las dificultades que hay para que la factura de la energía se torne razonable, a la vista de los balances de las compañías energéticas, o para que la vivienda se mueva en baremos que permitan a quien lo necesite, en el momento que lo necesite acceder a su Derecho reconocido en este artículo 25´.
En algunas cosas, el libre mercado, no es respetuoso con los derechos humanos, claramente.
En caso de pérdida de trabajo, por la razón que sea, incluido el capricho del empleador, o su afán de obtener más beneficios, las cantidades a ingresar bajan considerablemente, y las tendencias de los gobiernos son a reducir cualquier tipo de ayuda relativa a cubrir los derechos reconocidos y firmados, con lo que el deseo de vulnerar esos artículos por su parte es notoria.
Si nos ponemos a considerar que el artículo dice “por circunstancias independientes de su voluntad”, deberían quizás evitarse que conductas de los empleadores que conllevasen la pérdida de derechos de ese tipo para los empleados, deberían ser evitadas, por ley, obviamente, y desde luego crear los fondos necesarios para cubrir esas contingencias.
Los temas de invalidez, de vejez, sufren de forma continuada una presión desde los entes gobernantes tendentes a la reducción de los ya magros recursos puestos a disposición.
Por no hablar de la atención sanitaria, a la que de nuevo se somete a presiones indecentes, demasiadas veces por intentos de enriquecer a minorías organizadas como grupos de presión, y algunas simplemente por la falta de capacidad de los dirigentes políticos para afrontar el reto que supone cumplir con los requerimientos expresados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Así, que en los países desarrollados, si hay que reducir, eliminar, ahorrar en definitiva, la tendencia es tratar de incumplir o reducir el cumplimiento de ese artículo 25, sin ningún rubor, y los ciudadanos, que desgraciadamente estamos más ocupados del caralibro que de otra cosa, buscamos el ¡¡me gusta!! de Chuchita o de Chuchito, y mientras nos van dando por donde amargan los pepinos.
Con su pan se los coman

Quinientos.

Pues sí, quinientos han sido los muertos el año pasado, muertos indigentes que vivían, por decir algo, en las calles de Paris.
La edad media de esas personas fallecidas era de cuarenta y nueve años, casi un diez por ciento, cuarenta y seis, eran mujeres, y lo peor de todo, es que en las calles de Paris han muerto niños de menos de cinco años, indigentes también.
Novecientos son los sin techo que viven en Roma, aproximadamente el mismo número de iglesias que hay en la llamada Ciudad Santa.
Los que viven en esas condiciones en otras partes del mundo, en otras ciudades de esas en las que los occidentales somos capaces de gastar mil euros por una noche de hotel mediano, o pagar diez mil por una botella de vino, o cualquier otra barbaridad de las que hacemos sin darnos cuenta, porque sentimos que tenemos el sacrosanto derecho de hacer de nuestra capa un sayo si se nos viene, no he sido capaz de contarlos.
Ahora, pateando las calles del mundo, como he hecho hasta la saciedad, los he visto, claro que los he visto, durmiendo en las rejillas de ventilación del metro de Nueva York, en un banco del Retiro madrileño, en la puerta de tantas y tantas iglesias de no importa qué confesión, en los alrededores de las mezquitas, en las calles de San Francisco, o en Moscú, agarrados a una botella conteniendo algo blanco, que puede ser vodka, alcohol de quemar, o simplemente agua.
Son los excrementos de nuestra puñetera sociedad, gentes que por la razón que sea, han sido excluidos, y no tienen redención posible. Su casa unos cartones en la calle, en el vestíbulo de un banco, hasta que los dueños deciden echar el cierre, para que no nos molesten a la hora de retirar fondos del cajero de la sucursal.
Pero resulta que se mueren, se mueren lentamente, aunque la edad media en Paris de sus fallecimientos el año pasado fuera de cuarenta y nueve años, y no sea yo capaz de ponerme a buscar en otras ciudades la estadística correspondiente, pero me temo que con las variables que deben introducirse en el algoritmo como temperaturas medias anuales, pluviosidad, número de habitantes, acciones de las autoridades locales, y todas esas cosas, los resultados no distarían, por millón de habitantes demasiado de lo que Paris nos ofrece.
La noticia la he escuchado esta mañana en la radio, ya que una organización, ha decidido recordarlos en una placa que creo se ha puesto no lejos del Louvre. Algo es algo.
Cuando me he acercado a este tema, y reconozco que lo he hecho de forma deslavazada, como estoy haciendo hoy, siempre sale alguien que te recuerda que los indigentes, los que se mueren en la calle, no siempre quieren ir a refugios, no siempre quieren ser socorridos por servicios sociales que puedan aliviar un poco la situación, que para nosotros que vivimos bajo un techo, y entre cuatro paredes, puede ser difícilmente asumible.
Pero pensando un poco más las cosas, te das cuenta de que posiblemente se prefiere esa libertad entre cartones, mugre, hambre y soledad, que el verte controlado por una organización gubernamental, que posiblemente te exija pagar precios en independencia y en intimidad que no todo el mundo está dispuesto a pagar.
El que nuestra sociedad miserable produzca estos deshechos, me produce nauseas, y como se me da una higa el saber la razón de que alguien haya llegado a esa situación, lo único que quiero saber es lo que hacen nuestros gobernantes para que no se les muera la gente en la calle.
Y no me refiero al hecho de llevar un plato de sopa, o ponerse en una cola para que te den un trozo de pan bendito, no, no me refiero a eso, me refiero que las sociedades que hemos ido formando, solo tienen razón de ser si son capaces de proteger a sus miembros, y no a algunos de sus miembros, sino a todos y cada uno, en su particularidad.
Porque dignificar la vida de esas personas, no es tan caro, con seis millones de euros al año, no se te había muerto ninguno en las calles de Paris, pero ese dinero no existe.
Ni siquiera ahora que Francia está en campaña, ninguno de los aspirantes, a excepción de uno de los candidatos del que no recuerdo su nombre, ha llevado estas situaciones a su programa electoral.
Que lo que toca ahora es pelear contra las ideas de Tita Marie, que si se nos cuela el populismo fascistoide vamos a tener unos líos muy gordos los próximos años. Así que preferimos que se mueran quinientos, y seguro que el hecho de que el calentamiento global sea algo real, reduce la mortalidad del colectivo, con lo que su agonía se alargará un poco más.
Seguro que hay por ahí estadísticas de lo que una persona sin hogar tarda en morir viviendo en la calle, pero a quién le importa eso salvo al burócrata que gana su dinerito elaborándolas para luego publicarlas, que nadie haga caso, y que se sigan muriendo, por favor, que yo me gano la vida haciendo estadísticas de esas.
Creo que como sociedad, no debemos ayudar a estas personas que viven en la calle, lo que creo, es que tenemos los medios, el conocimiento, para evitar que nadie se vea lanzado a esa situación. Hay que proteger a la gente que no puede pagar su casa, que no puede pagar los suministros básicos, o que simplemente está enfermo, y abandonado.
Y en esos protocolos preventivos, hay que tener, desde mi punto de vista, una capacidad de anticipación al drama que luego se desarrolla realmente eficaz.
Pero no, nuestra sociedad sabe que esos deshechos existen, y saben, posiblemente, que los muertos en las calles de Francia, de España, de donde sea, son iguales o superiores a los que mueren, sin ir más lejos en accidentes de tráfico.
Y para protegernos de esos accidentes, hay campañas publicitarias, multas a los infractores, protocolos, exigencias, estadísticas en las que se marcan objetivos de reducción de accidentes con muertos, inversiones en tecnología, dinero.
Pero de los cuatro sin techo que se mueren en las calles, solo se acuerdan un poquito en Paris, y sin hacer mucho ruido, que estas cosas, ya se sabe, huelen mal, es nuestra mierda esparcida públicamente.
¡Ah!, por cierto, hay casi mil millones de humanos, que viven con menos de 1,75 $ diarios, pero de esos la revista Fortune no dice ni pío, que se quién es el más rico, pero no sé quién es el más pobre
Con su pan se lo coman

El día de la felicidad

Ayer hablaba de la amargura de los ciudadanos, y hoy me encuentro con la gilipollez de que es el día de la felicidad, pero en serio, que lo dice ese organismo que hemos dado en llamar ONU, y que nunca me ha dado la sensación de ser demasiado útil, aparte de servir para que vivan a costa de los ciudadanos del mundo unos cuantos privilegiados.
España, al parecer, anda por el treinta y tantos de más de ciento cincuenta países que se prestan al juego miserable de estos burócratas que posiblemente nada mejor tienen que hacer, que con la tal nueva estadística aseguran unos cuantos años más de mamoneo.
Ellos sabrán, pero a mí que en Bután sean más o menos felices que en Montreux me importa muy poco, entre otras cosas porque no me dejarán ser ciudadano de ningún país en el que el índice de felicidad sea mayor que en el mío, así que como no sea la tal cosa para hacer publicidad de no sé qué, y llenar tres minutos del telediario el tal índice me parece cuanto menos miserable.
Porque si de lo que se trata es de mejorar la vida de los países que están a la cola de la tal estadística no sé si esa es la manera.
Reconozco que no me he metido a valorar los elementos de juicio utilizados por los burócratas de la segunda avenida neoyorkina, pero probablemente se hablará de expectativas de desarrollo humano, de limpieza, de sanidad, de educación, de niveles de democracia, y de esa serie de pendejadas que solo se le puede ocurrir a un burócrata rico, de los que cobran en dólares de la gran manzana, o en francos de esos que se reparten en Suiza.
A ver quién es capaz a tenor de lo publicado de implementar las acciones necesarias para que los ciudadanos de Chad, o de Siria, o simplemente de Ghana, puedan alcanzar los niveles de felicidad que puedan tener los suizos, los noruegos, o las pasteleras madres de todos estos que diseñan estadísticas para orondos.
Ves las entrevistas que hacen los del telediario a los pollos locales que pasean por la calle de cualquier ciudad española, y tras el adecuado filtro, que el Gran Hermano nos mira, te dicen que lo suyo va bien, que quieren a su novia, que en el curro a veces le pagan a fin de mes, y uno que no es de aquí, te suelta que la gente es amable, y que las tapas son estupendas.
Hemos llegado a un nivel tal de estupidez, a un nivel de alienamiento tan brutal, que nadie es capaz de ponerle cara de metro a las siete de la mañana al entrevistador, aunque si lo hace, seguro que no sale en la tele. ¡porca miseria!.
Y todo esto en el contexto de los nuevos tiempos en los que la información dejó de ser fiable, dado que hemos perdido a caballo de las malditas redes sociales la figura de la autoridad moral, de la autoridad intelectual, como decía el otro día Don Carlos Canales en una radio.
Y lleva razón, que con esto del caralibro, del silbidito, cualquier imbécil puede discutir con alguien que haya trabajado seriamente un tema durante años, y haya llegado a conclusiones científicamente elaboradas.
El imbécil, puede sin el menor reparo soltar aquello de que no está de acuerdo, porque le han dicho en un chat, no sé yo, que el hombre viene de la patata patatera, y a por ello.
Así que entre el índice de felicidad medio averiado, las manipulaciones de la opinión pública y los imbéciles dando rienda suelta a sus más bajos instintos amparados por el último desnucasapos opinando sobre las ondas hertzianas de los espacios encontraos, nos encontramos con la única salida posible que nos queda….coger un cohete al espacio sideral.
Que nadie se me altere, que para eso ya estoy yo mismo, pero empiezo a estar un poco harto de toda esta vaina, ¿qué quieren ustedes que les diga?.
Parece que nos han dado a todos la misma pastillita del compuesto maravilloso que hace que veamos no lo que hay delante de nuestros ojos, sino una especie de escenario ficticio en el que unos burócratas crean el concepto de felicidad patrón y a partir de ahí ponerse a medir, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, de la misma forma que otro define la cultura, otro la ciencia, y los imbéciles que poblamos la tierra, de pronto nos sentimos expertos en la teoría de fractales, porque hemos visto una peli de ciencia ficción, o creemos tener en nuestro poder las claves de la etología porque hemos visto mear a un elefante en el zoo. Y claro, opinamos, ¡Vaya si opinamos!.
Realmente no sé si esta tendencia se va a prolongar en el tiempo, aunque parece que hay ganas de que así sea, que debe ser muy cómodo para quién maneje esto, si alguien hay que lo haga, que empiezo a dudarlo.
Ya que aunque algunos piensen que estamos dirigidos por mentes poderosas subidas a cuerpos más poderosos aún, y que no hacen más que quitarnos la inteligencia, la reflexión y la libertad al fin y al cabo para sentirse más poderosos, yo creo que no es así, que estamos encima de un caballo desbocado que corre sin control alguno.
El control va por barrios y encaminado a que los resultados de esta o aquella multinacional, o de aquel gobierno, cumpla las expectativas, medibles, claro, que hayan prometido para el final del trimestre en curso, no creo que haya mucho más, que la construcción es ladrillo a ladrillo, y sin arquitecto.
Y así en este día mundial de la felicidad en el que el orbe se desangra en guerras que casi no ocupan un silbidito en las redes, o en el odio transpirado por sus dirigentes cada vez que se encuentran o que hablan el uno del otro, lo que veo es gente infeliz por todas partes, gente sola en los hospitales, gente matándose por un quítame allá esas pajas, en cualquier garito de barrio, en cualquier burdel de carretera, en cualquier casa de gente humilde.
Así, que yo no pienso celebrar el puñetero día de la felicidad con poster multirracial de propaganda, donde jovencitos saltan alegres transmitiendo la idea del bienestar mundial, mientras en cualquier sitio de África, de Centro América, de Asia, de cualquier suburbio de la bella Europa, de la pulcra Canadá, o en el corazón del mismísimo Imperio, un niño se muere de hambre, una mujer es prostituida, violada o asesinada, a un joven se le da un fusil para que le maten, o se abandona a un viejo para que muera en soledad.
Pero me atreveré a discutir de biología molecular con un premio Nobel, que lo que he leído en Google es la verdad.
Espero que nos hostien a todos

Los ciudadanos amargados.

Y sin cortarse un pelo, desde un programa de radio nos soltaba que en su opinión, la Humanidad está amargada, como nunca lo ha estado en la historia, o al menos esa era su percepción al subirse en un transporte público en horas punta en cualquier ciudad del mundo llamemos civilizado.
Y ciertamente las caras que se ven en el metro de Madrid, Paris, Londres o Santiago de Chile, son las mismas. Y la cosa empieza por que se encuentra en esos transportes a toda la Humanidad, es decir a una representación multirracial del mundo obrero.
Las caras hasta el suelo, todos y cada uno de los viajeros inmersos en su espejito mágico, bien aislados del resto por medio de esos auriculares que cancelan el ruido exterior, para que la sensación de soledad sea la máxima posible, que ya se sabe, mientras más aislado mejor.
Las energías negativas que se respiran son tremendas, y mantenía este señor, que posiblemente esta es la época en que más gente infeliz hay en el planeta.
Bueno, suena a boutade, que cada vez hay más seres humanos en la Tierra, pero realmente, incluso si hablamos de proporciones, muy posiblemente lleve razón, que la gente en el planeta salvo ínfimas minorías no tiene dinero, no tiene tiempo, no tiene derecho a ser feliz, que cada vez son menos aquellos que deciden las grandes cifras del mundo, y cada vez esas decisiones afectan a más gente.
Y si me pongo conspiranoico, diré que todo está sujeto a un plan predeterminado por no sé qué fuerzas ocultas, quizás por el famoso contubernio judeo-masónico, o por la influencia del Imperio Soviético, o vaya usted a saber qué.
Pero realmente creo que las cosas han llegado a estos puntos, simplemente por el desarrollo de la sociedad de consumo, que requiere para sobrevivir crecer a cada momento, de forma global, y de forma individual, que el tamaño es lo que importa en este estanque de tiburones.
Y quien acaba sacrificado, siguiendo las pautas que le van marcando, somos los que viajamos en el metro, cada día, a cada hora, en cada ciudad, de forma que hasta muchas veces se nos ha olvidado hasta el concepto de vivir.
Es más el hecho de entender realmente qué es lo que significa la vida, creo que demasiadas veces se nos escapa, tantos son los reclamos que están continuamente separándonos del camino que quizás nos condujese fuera del metro de las siete de la mañana, fuera del espejito, fuera del “Visite Benidorm”, fuera del cooommmpreee lo mío.
Y nuestra vida, nuestra modesta sonrisa amarga depende de un me gusta de cualquier red social miserable, en la que intentamos ser el más popular del instituto, cuando en realidad deberíamos buscar otros caminos.
Pero yo no soy Pepe “El gurú”, yo no sé enseñar a nadie donde está el camino de su felicidad, y además no creo que pudiera luchar con este sistema que ha ido apareciendo poco a poco, sin hacer ruido, infiltrándose en nuestro viaje de por la mañana en el metro, aislándonos de los otros miembros de nuestra tribu, convirtiendo nuestra naturaleza gregaria, en gregarismo virtual, en soledad impuesta.
Porque el divide y vencerás, vencerás voluntades individuales y reinos si se tercia, es a lo que nos estamos enfrentando hoy. Se nos han roto los pueblos, se nos han roto los barrios, y hasta las escaleras, se nos ha roto cualquier posibilidad de defensa conjunta, nos hemos aislado en nuestros espejitos coloreados, en nuestros utilitarios que pueden circular solo de vez en cuando, en nuestras mesas de trabajo con biombo y pantalla que actúa de protección frente a no sé qué, frente a no sé quién. Estamos solos en la multitud de solitarios.
Puede que sea así, pero también puede ser que la cosa sea solo del metro de las grandes ciudades, y uno no sabe ver más allá de sus narices, aunque cuando te paseas por el mundo, ese que está fuera del occidente creciente, lo que ves es aún más descorazonador, ves a gentes que quieren dejar su tierra, que sueñan con su móvil y su piso en un suburbio. Sueñan con crear una prole que pueda ser triste en el metro, y pagan precios altos, demasiado altos.
Pagan precios en carne de niñas que son arrastradas a la prostitución, pagan precios en muchachos arrastrados a la inmovilidad en centros de acogida, en los que se les da una manta y un bocadillo, en una prisión sin juicio. Son precios muy altos por cambiar infelicidades de la aldea del sur, del altiplano, de la selva…por tener una pequeña posibilidad de llevar un teléfono nuevo con pantallita de colores, y hablar con la aldea de vez en cuando.
Quizás lleve razón el personaje que mantenía la infelicidad del ser humano, que él veía reflejadas en los pasajeros del metro a las siete, que no importa si de la mañana o de la tarde, y que además he visto en las aldeas tanzanas, en las aldeas de Zimbawe, o en las comunidades tibetanas, en las comunidades nepalíes, en los ojos de las niñas prostituidas en las estaciones de los ferrocarriles indios.
Esa tristeza la he visto en demasiados sitios, porque también la puedes ver en la cara del ejecutivo en cualquier sala business de cualquier aeropuerto del mundo. Sabe perfectamente que ese no es su sitio, que está corriendo detrás de una liebre eléctrica de esas que ningún galgo puede cazar nunca. Y tiene la mirada triste, porque piensa, y posiblemente con razón, que la vida se le ha escapado detrás de anuncios de coches, de neveras, o de vacaciones en Benidorm, ¡¡Venga usted y emborráchese lo que quiera!!. A usted se le olvida la vacuidad de su existencia, de la que es absolutamente consciente, y las compañías aéreas, los hoteles baratos, y los que venden alcohol mal destilado, consiguen crecer el tres por ciento que ha prometido el CEO a los accionistas en la última reunión con analistas financieros.
Por no importar, el ser humano, ha dejado de importarle incluso a él mismo. Hemos creado un monstruo universal que con un poco de suerte acabará devorándonos a todos, que ya hemos empezado a pensar que reproducirnos nos quita tiempo para darle al ¡Me gusta!, y que si no hacemos lo que nos dicen que hagamos tendremos pocos, muy pocos seguidores, y eso es algo que no podemos permitirnos.
Así que volveré a releer El cartero del rey, o La luna nueva, por ver si Tagore me hace recordar que hay un ser humano dentro de mí, y que la Humanidad necesita descubrir de nuevo la felicidad del alma.
…………………………………………….
Y la vajilla de fino oro labrada
Sea de quien la mar no teme airada.
(Fray Luis de León. Oda a la vida retirada)
Hasta luego

El ónfalo

La lástima es que solo hay uno por definición, porque parece que candidatos hay millones, y es aburrido, muy aburrido, tanta pelea de gallos, sean o no machos, que con esto de que las ciencias adelantan, lo de “mucho hombre es esta mujer” está a la orden del día.
Demasiados candidatos, me temo, y cuando eso pasa, al final entre ellos acaban por darse de tortas, o lo que es más divertido, llega Ulises, tensa su arco, y se deshace de sus competidores, dejando claro qué él es el ónfalo, al menos para su Penélope, que ya le valía tanto esperar y tanto tejer. Ella sabría.
Porque la cosa es que sin salirse del telediario, ves que saltan chispas entre dos personajes como Tito Trump y Tita Merkel, y uno no sabe si es por lo de quién es esa piedra lanzada por Zeus si Tita o Tito, pero los dos no pueden ser.
Y la mujer salida de las oscuridades de la RDA, no le acepta a Tito Trump que le altere el sistema que tan bien le está viniendo a las multinacionales alemanas, (multas contra Volkswagen y Deustche Bank incluídas), que ella soñaba con enseñar al Imperio ese idioma de Goethe que no supo imponer como lengua mundial ni Hitler ni Bismark. Y no el tratadito que le hubiese venido tan bien, pues agua de borrajas, lo que no deja de ser un fastidio.
Y Tito Trump, que al parecer el escote de Doña Ángela no le gusta, que se dedicó a hacerle la cobra, y ni una sola miradita lasciva soltó, con lo que hubiera ayudado a las relaciones internacionales.
Vamos que le soltó, al día siguiente, claro, un viaje en eso del “silbidito”, de los que hacen época. Y es que insinuar que la gran Alemania no paga los recibos de la NATO a fin de mes tiene más que guasa, que además quién sabe si es verdad o no, que uno que en esas cosas y en otras muchas, se imagina que el tal recibo tiene más trampas que una factura de Iberdrola.
Y mientras tanto, otro de los aspirantes a ombligo del mundo, ese KIim Jon-un , de Corea del Norte, venga a emular las Fallas, y lástima que no sea él el Ninot, que aunque lo indultasen, al menos lo dejaban quieto y desenchufado en el museo fallero. ¡Mira que tiene petardos el muy jodido!, y a lo mejor quiere que le hagan pedidos de misiles los pocos aspirantes de segunda a ónfalo que andan por las Sirias, los Yémenes, o los vaya usted a saber dónde, que aquí se trata de vender petardos, no de exportar un sistema político, o apechuscar al Sur y quedarse de una tacada con Samsung, Hyundai y Kia, que por ahí no parece que vayan los tiros.
Y el otro aspirante a ónfalo, ese que vive en Pekin…perdón Beigin, (que soy del plan del 58, y me lo enseñaron de otra manera), pasito a pasito quiere ser la piedra de Zeus. Se sienta con el representante del Imperio, y le dice que bueno, que depende, que pegarle un bombazo al coreano, a lo mejor no es tan buena idea, que está esperando que le acaben unos misilitos para el ejército rojo, que allí la mano de obra es más barata que en Shangai, y que luego ya veremos.
Y no, lo de Taiwan, y esas islitas del Mar de la China, ahora no son importantes, resolvamos lo del gordinflón del Sur cuando hayan entregado los misilitos, y los haya paseado por Tiananmen, que luego ya habrá tiempo.
¡Ah!, y de lo de la pasta que les debe el Imperio, ya hablaremos otro día, y que la Lockheed y la Boeing no se preocupen, que el próximo concurso es para ellos, y ponemos a currar a los del medio oeste.
Y ahí estamos a ver quién mea más lejos, y en eso hay que reconocer que Tita Merkel lleva las de perder, aunque Tito Trump, sin “blue pills”, no creo que lo haga más allá de sus zapatos.
Y esto se me ocurre el día de San José, el de ¡menudo papelón me ha tocado!, y ya nadie se acuerda de la cosa, que ya no te preparan natillas con melindros como Dios y la tradición han mandado, que entre el Corte Inglés y Amazon se nos olvidan del santoral, y solo nos avisan de que el Día del Padre es lo realmente sagrado, cuando la paternidad es el hecho más inseguro de la creación. Que con madres, con permiso de las sores de las maternidades, hay pocas dudas, pero padre, ni la madre a veces sabe por dónde se anda la cosa sin una confirmación por esa reacción de la cadena de polimerasa, que acaba poniendo a todos en su sitio.
Pero volvamos al ónfalo, a ese supuesto ombligo del mundo, a esa piedra que lanza Zeus en Delfos, y que ayuda a las Pitonisas, a las Sibilas a entrever el futuro a lomos de su virginidad. Pero los oráculos estos días no hay quién los descifre, que ando como loco a ver si por fin me dicen cómo van a ir las Matildes de aquí a fin de año, y lo que me encuentro es un cúmulo de análisis técnicos, de análisis fundamentales, que acaban en un lo más seguro es que quién sabe, y como en esas andamos, pues no hay quien le envíe un pepino con dedicatoria a Pionyang, nominativo al culo del Líder Supremo, de ese Kim Jon-un, que los telediarios han conseguido que nos caiga tan mal.
Pero nos aguantaremos, que como decían la otra noche los amigos de la Escóbula de la Brújula, aspirantes a ónfalos en la historia los ha habido a porrillo, y todos y cada uno, sin excepción, han demostrado, que tenían más de ciudadano poderoso y tirando a desnucasapos que a otra cosa.
Y comentaban la historia de aquel Haile Selassie que para modernizar a su pueblo, compró dos sillas eléctricas, (por seguridad), y así ajusticiar a los malotes del reino. Claro, que no cayó en la cuenta de que el Reino no disponía de electricidad, con lo que las transformó en su trono imperial.
Y al final todos estos monigotes, cada uno en su grado y condición, son apenas imitadores del Rasta Fari etíope, y ninguno de ellos será el nuevo ónfalo, la nueva piedra de Zeus lanzada a Olimpia, pero en el camino nos van a amargar la fiesta.
Con su pan se lo coman

Samantha.

Pesa 40 kilos, unas medidas de 90 cm de busto, 55 de caderas, y 90 de culo. Unos preciosos ojos verdes y una larga cabellera castaña.
Samantha es suave, no como Platero que parecía como de algodón, pero es suave, en el tacto y en el trato. Una magnífica compañera para amenizar una tarde de lluvia charlando del sexo de los ángeles en el sofá de casa. Y no se conecta a Internet.
Claro que Samantha no es humana, Samantha es una muñeca, una muñeca creada por unos (la noticia les llama científicos) hombres en Barcelona.
Pero es una muñeca con Inteligencia Artificial, fabricada con un material que se conoce como TPE (Termoplastic Elastomer), similar a la silicona médica, según indica en su noticia el rotativo barcelonés La Vanguardia, en su edición de ayer.
En la zona de la cabeza, se le incorpora un microprocesador que funciona con un potentísimo algoritmo, lo que permite a Samantha interactuar en modos diferentes con humanos, desde una charla familiar, hasta una relación ¿sexual?, llegando la muñeca al ¿orgasmo?, siempre que su dueño sea capaz de estimularla según los protocolos que activan su microprocesador.
La verdad es que en primera instancia la noticia me produjo una arcada, ¿qué quieren ustedes que les diga?, por lo que de humillante tiene para las mujeres desde mi punto de vista, y lo que informa acerca del sujeto que pueda llegar a comprar una de esas cosas, para un alivio y limpieza de los conductos deferentes.
Y es que a uno, lo del androide soñando con ovejas metálicas le dejó un poso de inquietud, y no sé yo si Samantha está diseñada para superar el test de Turing, y si lleva un chip de obsolescencia.
Desde luego, si un día su Inteligencia Artificial le permite un razonamiento, seguramente buscará a su creador para cantarle las cuarenta, porque podría haberla diseñado, no sé, para desarrollar un remedio contra cualquier enfermedad, pero no, la diseñó para ser un objeto sexual, con las medidas ideales que se implantan en la cavidad craneana hueca de tanto y tantos hombres/cabestros que andan por el mundo.
Nada nuevo bajo el sol, que con nuestro Franco vivo, en 1973, el gran Berlanga, nos regaló aquella obra maestra Grandeur Nature, (Tamaño natural) se acabó llamando aquí, en la que el bueno de Michel Piccoli, hastiado y enfermo, acaba por enamorarse de un maniquí, en detrimento de su esposa.
Las razones del enamoramiento del maniquí, son terroríficas….no habla (puede esto ser un problema para Samantha), no envejece, no tiene caprichos, y el dueño puede hacer lo que quiera con el muñeco.
Pero al final, el hombre inseguro, acaba por matar simbólicamente a su muñeco….porque le engañaba con otros hombres.
No he escuchado nada aún con referencia a las posibles reacciones a este hecho por parte de las asociaciones feministas, que no hay forma más ruín de hacer un objeto de un ser humano, femenino en este caso, aunque de su inteligencia lo más probable que acaben decidiendo no hacer aprecio, que al final es el mayor desprecio.
Mi Barcelona, que para estas cosas del puterío siempre ha sido una avanzadilla importante, (el Raval ha satisfecho ardores de marineros y obreros de paga sabatina durante generaciones), no quiere quedarse atrás, y aunque Samantha no sea aún más que un prototipo, ya ha puesto en marcha un lenocinio de muñecas sexuales, y desde luego ignoro todo acerca de su éxito como negocio.
No indica la noticia si Samantha está adecuada a los gustos de otros colectivos que tienen sus necesidades sexuales, hablo de que la mitad más uno de los heterosexuales no han sido considerados, ya que nadie ha diseñado un Clark, bien dotado, con voz de barítono capacitado para acariciar adecuadamente, y por supuesto con su correspondiente depósito de yogur que solo se activará si su dueña supera las pruebas marcadas en el protocolo de su Inteligencia Artificial, incluida en su microprocesador.
Y no hablemos de homosexuales, que lo mismo Samantha no ha sido programada para satisfacer o ser satisfecha por una mujer, y el posible Clark, para satisfacer y ser satisfecho por un hombre.
Insto a estos colectivos a enviar datos antropométricos a los diseñadores, a la mayor brevedad, para que los nuevos muñecos tengan en cuenta las diferentes sensibilidades.
No voy a entrar en el tema de los menores usados en ciertas comunidades como objetos sexuales, que a lo mejor a estos bastardos, usando un muñeco se le quitaban las ganas de andar detrás de los niños, pero eso es harina de otro costal.
Como decía al principio, leer el texto de la noticia me ha dado una buena arcada antes de lanzarme con mi suizo (especialidad barelonesa consistente en una taza de chocolate negro cubierta de nata recién montada), y mi cruasán de por la mañana, pero al final creo que es un desarrollo técnico que cuadra perfectamente con los tiempos en los que vivimos.
Las hormonas que aún quedan por ahí, y que no han sido absorbidas por el móvil, el silbidito (twitter), el caralibro, el guasap, y otras que hubiese por ahí, no parecen que estén muy dispuestas hoy en día para afrontar el reto que las relaciones humanas con el sexo contrario, o con el mismo, por supuesto, lo que abre un nicho de mercado a estos cacharros que la tecnología pone a disposición para uso, disfrute, y enamoramiento si usted quiere, pero sin contacto humano.
Es el final del Imperio Americano, del que somos parte todo occidente, incluido Japón, que en eso como en otras muchas cosas nos llevan años de ventaja, ya que será una ayuda más a la falsa sensación que los elementos electrónicos que se ponen a nuestro alcance, nos dan de ser miembros de grupos sociales.
El Gran Hermano que nos vigila, ya ha conseguido que evitemos el roce con otro ser humano mientras intercambiamos ideas o expresiones, y la llegada de estos trastos, lo va a hacer definitivo, me temo. Es una forma de onanismo mecanizado.
Samantha no está conectada a Internet, pero será cosa de segundos que no salga un desnucasapos diciendo que si se conecta convenientemente, se puede interactuar con otros pollos de tu tribu, y jugar a ver quién hace que el trasto se corra más veces en menos tiempo.
Los anunciantes tendrían otro filtro abierto, que como enciendas tres veces el aparato, y vean tus habilidades, sabrán perfectamente, que es lo que te pone,,,y te harán llegar la información publicitaria, a ti, y a Samantha, claro que ella es inteligente también

A la turca

Las cosas son como son, qué diantres, y esta mañana me levanto con la noticia de que a los turcos no les dejamos en Europa alentar a sus emigrados las intenciones del señor Erdogan de hacerse casi eterno en el trono del sultán de Constantinopla, vamos un segundo Ataturk, pero con ideas de resucitar al Imperio Otomano, que Ataturk quería un país moderno, y casi lo consigue.
Pero las cosas son así, dicen en Holanda que no quieren reuniones para esas cosas que creen que ni les van ni les vienen, sin acordarse de que el hecho de tener turcos en su tierra les ha venido muy bien para barrer las calles, para conducir taxis, e incluso, aunque no sea turco, para tener en Rotterdam un alcalde marroquí.
Yo no sé qué escalofrío debe estar asediando las espaldas de los holandeses cuando se echan atrás en cosas como esta. Cierto que tienen encima unas elecciones y que Geert Wilders está tomando un ritmo que puede llevarle al gobierno, y como buen rubio de ojos azules, a la que ve alguien moreno se le erizan sus cejas calvinistas, a no ser que le esté limpiando los zapatos.
La ministro turca ha tenido, desde Alemania,donde le han dejado las autoridades holandesas, que partir a la dulce Francia, que a Hollande que no se presenta a las elecciones, le viene muy bien que Tita Marie coja un rebote nacionalista, racista, y todo lo que quieras.
El futuro sultán, ha cogido un cabreo monumental, y ha puesto a caer de un burro a los dirigentes holandeses, les ha amenazado con no sé qué y con un qué sé yo, pero de entrada la ministro, a Metz.
A mí me repatea las tripas esta historia de los cabreos del turco, porque me apetece ir a Estambul otra vez, y no hay forma, que lo comentas y se te encabrita la familia, llamándote loco irresponsable, que te va a pillar una manifestación en Istiqlal, y te van a romper los sesos. Y lo malo es que a lo mejor llevan hasta razón, así que el Ciragan tendrá que esperar.
Y al final lo que nos está ocurriendo, y llevamos varios años diciéndolo, es que nuestra forma de vida se está escapando hacia el este, y nuestras clases medias occidentales, no entienden, no entendemos, vaya, que parte de nuestras rentas vayan a países que ni siquiera nos interesa marcar en el mapa, para que más familias en esas ignotas tierras, puedan alcanzar cosas tan sutiles como tener unas medicinas en casa, o que del grifo salga agua potable.
Nos hemos creído que es algo que solo nos puede pasar a nosotros, y que si otros seres humanos pueden de pronto acceder a ello, por favor, que no sea a costa de que por estos lares nos quedemos cortos de perras, que lo llevamos muy mal.
Y andamos buscando culpables como locos, que para eso somos únicos, y damos oportunidades a dirigentes marginales para que nos digan lo que queremos oír, sea o no la mejor de las soluciones, eso de pan para hoy….,y nos afloran Trumps. Le Pen, Iglesias, y lo que quieras, aunque el hecho ni ha sido culpa de ellos, ni por supuesto lo van a solucionar aunque los culpables de nuestras miserias se parezcan a lo que nos gobiernan.
Claro, que el pobre Erdogan, que ve aún un rayo de esperanza a la hora, no ya de perpetuarse en el poder, sino de ofrecer a sus súbditos algo que no sea su miseria secular, se cabrea como una mona cuando aquí, en esta Europa caduca y decepcionante para tantos , nos ponemos estupendos y le hacemos la cobra.
¿Qué le vamos a hacer?, y lo que es peor, ¿qué va a hacer el señor Erdogan con lo que tiene que bregar?. Pues ya veremos que a mí me da que el jenízaro sigue siendo tan bruto como aquellos sultanes que se llevaban pescozones en el Mediterráneo frente a las naves mancas de Don Juan de Austria.
Y con don Putin, se lleva a ratos, a los azerbayanos no los pudo exterminar del todo el bueno de Ataturk, y ahí los tiene cabreados que no le dejan subir al Ararat tranquilo a visitar el Arca de Noé, los kurdos molestando lo que quieren y más, y por si era poco ahora se le llena el sur de los sirios que no saben qué hacer al encontrarse metidos en el desastre que el Imperio les dejó.
Si, si, don Erdogan tiene para cabrearse, que esas cosas no se le hacen a un país que está creciendo, ¡coño!, que le dejen en paz como a China, que él ya se encargará de subir la calidad del Kebab, y de limpiar el barrio de Galata si se tercia.
Pero no, cada mañana con una nueva, y el pobre hombre que contaba erróneamente con el liberalismo europeo, se da de bruces con el calvinismo más intransigente que impide a los suyos, incluso hablar a los suyos en Holanda, claro.
Vaya la cosa que ha dado algo de juego este fin de semana aburrido, que los juzgados no nos echan carnaza catalana, ni siquiera de los peperos, para alegrarnos la tarde, así que esperaremos las opiniones de mañana en la prensa de los incidentes políticos en las fronteras del calvinismo más rampante, y echaremos unas risas, si es posible.
Porque de lo que nos podemos ir despidiendo es de que la clase media occidental recupere sus 100 euritos diarios para pagar sus miserias, que con veinte hay en muchos sitios, de esos que nos empujan, en los que la gente se siente rápidamente clase media, y hasta se compra un Tata.
Y nos podemos ir despidiendo del color del norte, que vienen los morenos del sur a sentarse en los campos de la Provenza, o a tomar té de menta en Amsterdam, que aquí hemos decidido acabar con nuestra raza, y la verdad es que me parece estupendo si lo que queremos es leer a Lévi y a Houellebecq, discutir sobre el último montaje de Baremboin, y pasar el día mirándonos en el espejo mágico que nos llega de Corea o de América. Y es que al final de todo no solo nos gusta mirarnos el culo, sino que en el fondo lo que queremos es que todos lo miren, pulsen el fatídico ¡Me gusta!, y luego con dignidad nos ofendamos por el ataque a nuestra intimidad.
Como diría aquel ministrillo de la guerra que luego se sentó en la presidencia de las cortes españolas….
¡Joder qué tropa!

La información políticamente correcta

Si hay algo que me gusta, es no enterarme de las cosas que pasan a mi alrededor. Así no mareo, me quedo con lo que me dicen que ha pasado, y tan pichi, que dice el chulapo.
Y entiendo que las cosas no deberían hacerse así, pero ponerme a luchar contra el famoso piélago de adversidades, o lo que es peor, contra los molinos de viento, no es cosa que esta tarde me venga muy bien, qué queréis que os diga.
Demasiada gente de esa que comparte de una u otra forma vida conmigo, han decidido que si hay que leer prensa, o lo que es peor ver los informativos de la tele, pues se ven, que no hay que olvidar que a los chicos de márketing les sale por un pico eso de convencernos de que lo que escriben es la pura vedad de lo acontecido.
Y todos de acuerdo, que de lo que pasa no nos enteramos, ni siquiera con entrada de tribuna en el telediario de la noche. Un sin vivir.
Así, que cuando uno ve que un personajillo de estos que deciden vidas y haciendas sale a la palestra a decir la primera cosa que se le ocurre, y vemos que otro coge el canasto de las chufas y pone su carótida en riesgo a tenor de lo escuchado, se queda uno de piedra que parecía que lo que el pollo decía no era para tanto.
Pero claro, el aquel es que no nos enteramos de la misa la media porque a saber lo que había por detrás o de qué coño estaban hablando o dirimiendo, que por mucho que rebusque el asunto en prensa, en el noticiario, la cosa no es para tanto, y tienes a un padre de familia congestionado al borde de una alferecía.
Así, que solo te queda pensar que te has perdido lo del intríngulis de la cosa, que no te han informado o que te han dado una versión sesgada e interesada, al servicio de alguien que ha pagado.
Porque aunque andemos con las cosas de las sensibilidades heridas, que se hieren con un nada, ni así lo entiendes.
Y hablando de las sensibilidades heridas, leía el otro día un artículo en el que un avispado comentarista, con quién comulgo en esa visión, se quejaba amargamente de lo que significaba estar reprimiendo continuamente tu libertad de expresión, por no molestar al tontolaba, que sin tú quererlo pasaba por tu lado.
Y lleva razón, que cuando sueltas una opinión, una frase, sin tener en cuenta el interminable listado de lo que no se puede decir, siempre hay un dolido….o dolida, que nunca se sabe, que estas cosas las carga el diablo.
Prefería la censura de Franco, era más burda, pero más fácil de esquivar, y si no que se lo pregunten a los Chumi Chumez, De la Iglesia, Perich, que se las metieron dobladas hasta a Monseñor Escribá de Balaguer, que para caminos la Nacional dos, y que si hay algún meapilas que le da la alergia, pues ya sabe, Urvasón.
Y en ciertos ámbitos, quizás pueda entender eso de que me ha rozado, y me ha salido un sarpullido, pero son ámbitos de esos en los que la falta de conocimiento y madurez, hacen que el niño eche las campanas a rebato, porque le han llamado sonso o porque el de la mesa de al lado en el cole, ha dicho lo de pis, culo, caca, que como todo el mundo sabe son pecados mortales, de esos que te llevan a las calderas de Pedro Botero, aunque nuestro papa porteño, insista ahora en que, eetttee, ¿vitte?, infierno, infierno llo creo que no hay, que me mandan un cura allí, se entera Iker Jiménez, y la tengo liada.
Pues sí, como el comentarista mantenía, y yo suscribo, estamos en una sociedad hipersensibilizada a la desnucasapez, porque los niveles de proteccionismo que esperamos nos brinden nuestras autoridades, son tan grandes, que no nos están dejando crecer.
Porque el hecho de que en una universidad, a un profesor se le pueda demonizar por decir lo que piensa a los alumnos, indica que nuestra piojosa sociedad occidental, miedosa y carcomida, no soporta la discusión, no soporta el hecho de que una vez el protocolo se ha establecido, venga alguien a decirnos que no, que no es afroamericano, que no es oscuro, que es negro, y que está orgulloso de serlo, y puede ser gay, pero por alegre que por su orientación sexual es homosexual, y es suficiente, que tampoco vamos a descender a la grosería. Y si no nos anduviésemos con tanta corrección política, esa persona no habría necesitado un armario para esconderse.
Es como si las cosas que forman nuestro entorno nos aterrasen, que aquello que no está protocolizado pudiese en un momento lanzarse a nuestro cuello con aviesas intenciones. De hecho, como digo parece un infantilización de nuestra sociedad, de la que ciertamente no nos podemos escandalizar, ya que es la consecuencia de los actos de nuestros dirigentes, y nuestra falta de interés en analizar lo que nos rodea.
Y es cierto, corremos detrás de un me gusta que por error puede pulsar cualquiera en cualquier sitio del mundo, pasamos el día embobados detrás del espejito de colores, y ahítos de mantras de todos los colores, nos hemos olvidado de pensar, del arte de la deducción, con lo que seguiremos la senda que nos marquen otros, claro, siempre que sean del protocolo políticamente correcto.
Queridos, si un dogma de cualquier religión no me gusta, y ese día toca, daré mi opinión, y si acabo como Shalman Rusdie, escondido para que no me rebanen el pescuezo, pues tan ricamente, si el punto de vista de un dirigente político no coincide con el mío, lo diré y lo discutiré, si es necesario, y a quien no le guste, ¡aire ligero, si será por aquello que te dijeron!.
No me apetece demasiado el andar poniendo paños calientes a las cosas, creo que la luz sale de las discrepancias explicadas, discutidas con respeto, y rebatidas sin tapujos. Que al final nada es cierto del todo, nadie lleva toda la razón, nadie es el dueño de ninguna idea.
Y necesito tener adultos delante para mejorar, gente que se sienta tranquila y segura al dar sus opiniones, sean estas las que sean, que todo en este mundo es mejorable, y si nos enquistamos, haciendo dogma pulcro de cada situación de la vida, si lo protocolizamos todo, conseguiremos que el miedo a la herida nos paralice, y que acabemos pidiendo el arropo de cualquier mamá que ande suelta, el que los más débiles creen que les dará Tito Trump, o Tita Marie.
Nos lo hemos ganado.

El día D

Cuando se celebran en el mundo días como los de ayer, y me refiero al día de la mujer, (no matizo lo de trabajadora porque es una obviedad, todas trabajan de una u otra forma), uno no sabe si ponerse a escribir las sensaciones que le vienen encima, que el mundo está de lo más susceptible, y alguien en seguida se te ofende.
Así, que, en cualquier opinión que salga de esta pluma, no hay más que respeto, admiración, y cabreo, mucho cabreo.
Vaya por delante, que si algo realmente deseo, es que desaparezca este “día”, que no me gusta porque lleva implícita la desagradable carga de que más del cincuenta por ciento de la población es considerada, y se considera a su vez como un enorme colectivo a ser defendido y protegido, ya que es tratado indignamente, lo que desgraciadamente es cierto.
En todo el mundo, bueno, en todo el mundo en que no se lo impide el machismo reinante, las mujeres salen a la calle para exigir que se les pague por su trabajo, para exigir que no se las mate o maltrate por el hecho de serlo, o por ejercer la libertad, que es su patrimonio, de hacer lo que más les plazca.
En mi vida, he trabajado con muchas mujeres, como directivo que era de una multinacional, y eran más o menos (49/51%), del total de compañeros, con variaciones puntuales, que en más de treinta años pasan muchas cosas.
Mis directivos más cercanos, es decir, quienes me ayudaban a llevar la compañía siempre fueron mujeres, así que la nómina que se pagaba en la empresa a las mujeres era siempre mayor que la que se pagaba a los hombres, y nunca se pagó más o menos por el hecho de ser una cosa u otra, simplemente por lo que las características del puesto exigía.
Y la cosa fue bien, muy bien diría yo, y la clave estuvo en que no se discriminó, se buscó a la mejor persona en cada momento para desarrollar la tarea que hubiera menester. Realmente fue fácil hacerlo, muy fácil, bastaba quitarse prejuicios, nada más.
Pero una cosa es hacerlo en una estructura comercial, y otra es intentar que siglos de intolerancia y de reparto de papeles en todo el mundo, puedan cambiarse de forma inmediata. Es muy difícil, y es por lo que entiendo y desgraciadamente debo apoyar el que este tipo de eventos sean de la mayor trascendencia posible.
Necesitamos, creo, para el progreso de la humanidad, que tantos y tantos prejuicios que imperan en las relaciones entre mujeres y hombres desaparezcan, y creo que la única forma, como casi siempre, es fomentar la cultura, es decir, la sabiduría que se adquiere en libertad, y que la garantiza de por vida.
Yo puse en mi vida laboral mi granito de arena, y debo reconocer que los grandes directivos de mi grupo, nunca pusieron la más mínima pega al hecho de la presencia femenina en mi equipo, siempre que los resultados fueran los adecuados, claro, que si no lo eran claramente percibían que el error estaba en otro sitio, no en el hecho de la presencia femenina.
Y desde estas letras quiero decir eso en voz suficientemente alta, para que empecemos en todo el mundo, a creer que somos todos seres humanos, y que siendo distintas nuestras capacidades, son todas ellas igual de valiosas.
Espero, para nuestro bien, para el bien de todos, que empecemos a desterrar de forma efectiva esas burradas que se les hacen a las mujeres como la infibulación, la ablación clitoridiana, la negación a la educación, la reducción a objeto sexual a través de las infinitas formas de prostitución que se han desarrollado en el mundo.
Espero que sepamos desterrar la negación de derechos a esa mitad de la humanidad simplemente por el hecho de ser mujeres, y hablo de derechos como el de llevar un coche, como el de disponer de dinero propio, como depender de ellas mismas, no del padre, no del marido, de nadie, que no lo necesitan, claro si desde el inicio se les dan los elementos formativos que cualquiera necesita.
Y no, no se puede permitir que aún se compren mujeres para esclavizarlas, y lo que es peor aún para ser vendidas o alquiladas a los sofisticados miembros de las sociedades occidentales, que creemos, simplemente por el hecho de tener algún dinero, poder disponer de un objeto sexual a nuestro capricho.
Lo siento, siento mucho que deba celebrarse este día, que aparezcan lemas como el de “ni una menos”, que recuerda el triste escenario argentino, donde una mujer es asesinada cada treinta horas, o el drama hondureño que reduce el plazo a trece horas, es inadmisible.
Como es inadmisible que a los verdugos no se les haya enseñado desde niños que no se mata, que las cosas son como deben ser, no como ellos quieren que sean. Que a las mujeres que son sus víctimas tampoco les hayan enseñado a quién no deben acercarse. Parece que no interesa, parece que las cosas están bien así.
No quisiera que estas amarguras acabasen como alguna tendencia indica en el mundo más desarrollado, y es la ignorancia hacia el sexo opuesto, con el empobrecimiento intelectual que ello conlleva. Sin relaciones de ningún tipo, mundos estancos.
Al final, en este comienzo de siglo, en el que la humanidad se está jugando el ser o no ser, no podemos dejar de considerar que no podremos sobrevivir, si no somos realmente compañeros de nuestras compañeras, y viceversa.
Debemos dejar de comportarnos a nivel de género, como si uno de los dos sexos actuara de forma dominante frente al otro. No es esa la forma de seguir adelante, nos necesitamos, como cuando en el plano individual dos personas se acercan una a otra y empiezan juntos a desarrollar vida y proyectos.
Pero la verdad es que mi nivel de confianza en que esto se desarrolle es poco, que sin saber el origen real de la situación (Günter Grass, en el Rodaballo mantenía que el poder de la mujer desapareció cuando perdió el tercer pecho), es muy difícil intentar buscar soluciones que no sean las de la extensión del saber, de la cultura, en libertad y de forma igualitaria por todo el orbe, y desgraciadamente creo que eso no lo veré, si en algún momento se da.
Buenas noches y buena suerte

A ver hoy

Te pones a garabatear delante de una página en blanco, y no sabes, o por lo menos, yo no sé casi nunca, que parte de mi alma va a dejarse traducir a garabato, que las partes son muy suyas, y las hay que duermen, las hay que no están, y las hay que quieren salir a empellones, como si se tratara del comienzo de la carrera del maratón de Nueva York.
Pero hay días que la cosa se pone peluda, y te vienen demasiadas cosas al garabato, porque el entorno no se está quieto, porque de pronto no lo entiendes, porque el político de turno ha vuelto a rebuscar el recoveco de la última mentira, porque el banquero ha estudiado la forma de hacerse con el último céntimo que nadie consideró importante, porque a lo mejor entre tanto material de deshecho, no te ves con la fuerza de rebuscar ese diamante que sabes que se esconde por ahí.
Y a uno no le apetece volver a los mantras interesados que cada día nos van cayendo encima, que la crisis, que si los corruptos, que si las pensiones, que si la intolerancia, que si el pobre no puede ser rico, que el compás que delimita la equidistancia del centro, no debe usarse, que la elipse marca más las castas.
No, no quiero volver al mantra de que estos años de vacas flacas han pasado, ¡compre Matildes!. No quiero volver al mantra de que vienen los populistas…¡Uuuuhhh!, no quiero volver a los miedos que te van poniendo uno a uno en el camino para que sigas la senda que te han marcado.
Yo sé que hay otros caminos, que la vieja humanidad que se esconde en la Europa miedosa, o en esa América del Norte que se ha quedado sin fuerza, como los mamuts en sus islotes antes de desaparecer, se niega a ser sustituida por la savia nueva que llega del sur, siempre del sur, las savias nuevas siempre suben por el árbol, con dificultad, con lentitud, pero de forma inexorable.

Y las murallas de las viejas civilizaciones, de la falsa opulencia se alzan para que no se llenen las calles de parias que no pueden tener un Renault nuevo, y que tratan de sobrevivir vendiendo las porquerías ilegales que les ofrecen aquí. Y así la señora quiero y no puedo, pasea con su bolso falso de marca de lujo.
Pero nos molesta el que viene de abajo, del África Subsahariana, de las tierras calientes del istmo americano, porque no tiene el culo blanco, y cuando reza lo hace a otra deidad, y cuando ama…enfin.
El mundo con hambre, naïf para nosotros que creemos ser de la pata de Adán, llama a nuestras puertas, con fuerza, con mucha fuerza, y en vez de intentar entenderlo, intentamos pelear contra él, no queremos aprender del hambre ajena, de la ilusión que viene de lejos con ansia de transformarse en ser humano.
El poder no sabe abrir los brazos a los que no son poderosos, el poder no quiere hacerlo y nosotros lo apoyamos. Porque al final, nos gusta aprovecharnos de quien es más débil que nosotros aunque en público denostemos la esclavitud, vivimos en un mundo en el casi todo el mundo es esclavo de alguien.
Ya veo como van las cosas que salen del almario, poco a poco, se van encanallando, como la huida hacia no sé dónde del patético President de mi Catalunya, que todo lo que quiere es que no caiga la justicia encima a sus conmilitones, a sus jefes, que para algo le pusieron ahí, para que recibiera las bofetadas.
Claro que a lo mejor cuando llega una de esas bofetadas se agacha y le da en la barba mal afeitada y canalla de Oriol.
Son canalladas del día a día, cuando lo que realmente debería importar es el ser humano, que hoy solo importa para esclavizarlo, con tantas y tantas palabras huecas que nos esperan en esos espejitos de colores que hacen de nuestra intimidad un basurero.
Pero quizás haya aún una esperanza, que cada vez hay más gente dispuesta a escapar de esas redes sociales que no hacen más que vampirizarte el alma, y a venderte al mejor postor.
Ya veremos, que los chicos de marketing se las saben todas, y les pagan para que la última parida del genio que vende humo, ese que se fabrica con salarios de miseria, llegue al imbécil del culo blanco, ese que se cree que lo sabe todo, que lo controla todo, mientras tropieza por la calle mientras mira el espejito de colores con el que le lavan el cerebro, el poco que le queda, que la mayor parte, no se le desarrolló, no dejaron a sus educadores que lo hiciera en libertad, había que condicionarlo todo, había que hacer de él un producto, para el espejito, para la cocaína, para el alcohol sin medida, para que pague la cadena que le ata, y si no puede la sociedad tiene sus cloacas bien engrasadas.
Espero que esa savia nueva que viene empujando desde el sur, no caiga en nuestros errores de sociedad vieja, porque se lo vamos a facilitar todo lo que podamos, que nunca más esclavos disponibles fueron muchos, aunque pongamos filtros, aunque pongamos muros, lo que hacemos es escoger, filtrar, pero aceptamos al final.
Y las cosas deberán cambiar, ya sabéis, para que todo siga igual, que seguirán habiendo en el basurero del mundo que mantenemos con tanto esmero, gente con hambre que quiera comer, gente que crea que es revolucionaria, y al final sirvan al Príncipe Salinas en su afán de volver a barajar, volver a repartir, volver a quedarse con lo que desea.
A todo esto, seguiré mirando como pasan los ciudadanos que comparten calles conmigo, quizás con el Mercado de San Miguel a mi derecha, quizás con el Mercado de la Cebada al fondo, a lo mejor con una playa. No lo sé, lo que sé es que la gente sigue pasando, sigue soñando con sueños que no son suyos, con sueños que les han implantado como se implanta un programa informático a un robot, que creen que son alguien después de un ¡¡Me gusta!! que es la forma más ruín de pagar a alguien por él mismo, por su intimidad por su vida.
No es más que la fábula del cuervo y la zorra.
Bebamos pues el agua de La Fontaine, e intentemos pasar lo que queda del martes, con dignidad.
Con su pan se lo coman

Mis amigos

Mis amigos son unos atorrantes, que decía Serrat. Los míos no lo son, la verdad es que me gusta estar con ellos, aunque alguno pueda pensar que el atorrante soy yo, y si es así que le ponga música, y haga una canción con acento del Poble Sec, y hace unos duros.
Mis amigos, a los que no pienso calificar, por eso, porque son mis amigos, son personas bien formadas, y cuando toca tertulia nos dan las tantas, y aunque no debemos, hablamos de política, que al fin y al cabo es esa ciencia que trata de las cosas de la “polis”, de la ciudad, y aunque no deberíamos nos gusta hablar de religión, porque al fin y al cabo es uno de esos pilares que sustentan el alma humana.
Mis amigos no son unos atorrantes, porque saben distinguir las partes necesarias de las contingentes, que diría Cuerda, y así, lo último que se nos ocurriría es hablar de políticos profesionales, o de las organizaciones que los sustentan, no a eso no nos gusta jugar, pero si nos importa el ser humano, nos importan todos y cada uno de ellos, nos importan cómo se relacionan, cómo se agrupan, cómo sueñan. Nos importan sus inquietudes, sus anhelos, lo que esperan de sus vidas, nos importan las vías que utilizan para colmar aquello que pueda darles la felicidad.
Mis amigos no son unos atorrantes, mis amigos saben discutir con la pasión de la razón, esa que aleja el dogmatismo de la charla, mis amigos saben poner sus argumentos en almoneda y saben callar para escuchar el argumento de otro amigo.
A mis amigos les gusta hablar de Platón, pero también de Rousseau, y si se tercia y aparece Mazzini en la charla, siempre habrá alguien que pueda enseñarnos de él algo más que el hecho de dar nombre a la calle del teatro Alla Scala.
Mis amigos no son unos atorrantes, no, no lo son, porque saben hablar del pensamiento de Disraeli si se tercia, y reír con algún chascarrillo de esos que nunca dijeron ni Groucho, ni Oscar, ni Winston. Porque a mis amigos les seducen las ideas, les seduce el arte de la discusión como se entiende en los clubs de Chelsea, es decir entre caballeros que se acaban su copa de Beaujolais, que a veces la cosa no da para más, que el Armagnac sale por un pico.
Y a mis amigos les gusta hablar de religión, tanto como les aburre si alguien habla de creencias de dogmas, de morales esclerotizadas.
Porque a mis amigos les gusta enriquecerse con las opiniones de los demás, y los dogmas no pueden discutirse, que si están ahí es porque alguien los puso, y a lo mejor poco a poco fue beneficiándose de ello. Eso no lo saben mis amigos, así que de eso no hablamos, porque preferimos buscar la paz espiritual de otra forma, quizás imperfecta, pero a nosotros nos va bien. Y esa forma está en la comunicación que somos capaces de generar cuando estamos juntos, en las bromas que sabemos intercalar entre los más sesudos argumentos, y en la forma de ser conscientes que nunca, ninguno de nosotros llevará la razón, y posiblemente tampoco la llevaríamos si estuviésemos todos de acuerdo en este o aquel argumento.
Mis amigos, que no son unos atorrantes, quizás se sorprenderían si se diese una tal circunstancia, a lo mejor pensaban que habíamos argumentado poco, quizás estuviéramos ignorando algún argumento, quizás no habíamos entendido alguno de los argumentos. Quizás quedara un pequeño rescoldo de incomodidad al levantarnos de nuestra tertulia.
Mis amigos no son unos atorrantes, a mis amigos les gusta la libertad, y saben qué precio tiene, así que cuando, en libertad discutimos de la libertad, el respeto en nuestros argumentos es incluso mayor. Saben mis amigos que la libertad es la mayor enemiga del dogmatismo, de la regla impuesta, del mensaje del líder, del haz lo que digo, no hagas lo que hago.
Y a mis amigos les gusta entrar a desentrañar ese concepto, una y otra vez, de forma que ninguno de sus matices quede sin su atención, porque mis amigos saben que la libertad es frágil, tiene la vida corta, como una Monarcha de esas que adornan Tierra Caliente.
Mis amigos detectan perfectamente a los depredadores de la libertad, pero mis amigos son pacíficos, así que la defenderán con palabras, que no les veo tomando las armas contra un piélago de liberticidas, hacerles frente y terminar con ellos.
No, mis amigos, que no son unos atorrantes, sueñan en que todos los seres humanos disfruten de verdad de la libertad por igual, que se sientan unidos como lo que somos todos los humanos, (o al menos eso creemos algunos), hijos de una misma madre.
Con mis amigos me he dado cuenta que mi sueño de estar siempre alejado de lo que acabe en “ista”, ha sido un acierto, el no tomar partido más que en la defensa de los sentimientos del ser humano, acaba por reconciliarte con tu entorno, aprendes, no sin dificultad, que tú mismo estás lleno de dogmas que de alguna forma debes eliminar para una vez limpio, poder aflorar realmente aquello en lo que crees, y poder defenderlo, no en defender la idea que los dogmáticos durante décadas han sembrado en ti, y llega a convencerte de que esa carga es creación tuya.
Mis amigos, que no son unos atorrantes, me han enseñado a reírme de mí con ellos, y eso es algo que ha permitido a mi espíritu caminar, o flotar, o yo qué sé, que no sé cómo el espíritu se desplaza si es que lo hace de una forma más ligera, y con ello aflora mi parte más lúdica, más epicúrea, más transcendente mientras pierde transcendencia ajena.
A mis amigos, que no son unos atorrantes, los quiero, a cada uno en su grado y condición, cada uno de ellos ha pulido con cariño de maestro experto aristas de mi vida, es más hace que mis cabreos al menos sean meditados, lo que no es poco. Claro que eso les da profundidad, perspectiva, y aleja el posible desagrado de forma que puede usarse como nuevo soporte para otro trozo del alma que llevo en el almario, que sin esa meditación se habría acabado por perder, como lágrimas en la lluvia….(el personaje, en ese momento caduca, una paloma blanca sale volando entre las gotas, y el runner se quita un buen peso de encima).
Así que quiero a mis amigos, incluso les llamo hermanos, como ellos a mí, me permiten que no comulgue con sus ideas, es más me animan a discutirlas, y me reñirían si no lo hiciera, y aunque tenemos diferentes sensibilidades, las usamos para enriquecernos entre nosotros.
Mis amigos no son unos atorrantes, mis amigos son masones, como yo.
Disfrutad

Paris era una fiesta

Paris era una fiesta, y en ese título aquel periodista americano que se lo bebía todo, que consiguió una estatua en La Habana, eso sí dentro de un bar, no uno cualquiera, El Florida, pegándole al daiquiri con la insistencia de quién tiene al menos dos hígados, resumió esas aventuras exóticas para él y para sus lectores que cabalgaban entre la bohemia del absenta y las tetas de Josephine Baker, y la sangre de los encierros pamplonicas, eso sí con vino cosechero, que por estas tierras hemos sido siempre más del campo que San Isidro Labrador.
Y ahora París no parece lo mismo, que las francesas de hoy ya no vienen del medio oeste, ni siquiera de esa Valencia huertana que manda duvales al Folies, Paris es otra cosa, parece la cuna del estereotipo, eso sí, con sus hoteles para hijos del Islam petrolero que quieren tomarse unas vacaciones de tanto zumo de naranja, y harén aburrido, con sus restaurantes, como siempre llenos de mantequilla como esa Coupule que se repite en el Hotel de Paris en Montecarlo, la misma mantequilla, los mismos Bordeaux caros, a precio de petróleo, de Bugatti, de Bentley sport, o de Ferraris de los de “hacemos cincuenta solo”, así que pague usted, por Dios, y no se me ponga pesado.
Paris era una fiesta, pero ya no lo es, que se ve todo detrás de ese ocupante del Elíseo putero, pero con cara de mal follado, al que no quiere nadie, que no satisface ni a las putas que se lleva a la cama, que el estrés de perder la presidencia parece que me lo tenga cohibido, vamos con problemas de erección, que diría un técnico.
Y es que está claro que no le quiere ni ese catalán que puso de primer ministro, y que las masas, esas que tanto quieres y a las que tanto debes, les han dado la espalda, una pena, que ni la alcaldesa que huele a mar de Cádiz se lo arregla, que Paris era una fiesta, y hoy es otra cosa, otra muy diferente.
Siempre dije que cuando la ópera se fue desde el Garnier a la Bastille, Paris había perdido personalidad, y sólo le faltaba empezar a servir en el Espadón alcuzcuz a la manera del Bulli, deconstruído, y no desespero.
Ahora, cuando te asomas desde tu ventana del Meurice para ver caer la tarde sobre las Tuilleries, los reflejos de las mamparas protectoras de la Tour Eiffel acaban deslumbrándote, si no lo hace esa pirámide famélica y transparente que pusieron para enmendar la plana a los arquitectos del palacio real.
Y ese Paris que era una fiesta, hoy que debería tomar el puesto de capital de Europa, está lejos de nosotros, no tiene aquel espíritu que me hizo soñar cuando paseaba por sus bulevares, cuando me asombraba como un imbécil delante del Pensador, o de Gioconda, o de la de Samotracia.
Ni siquiera sé si me apetece comprar un cucurucho de ostras en Capucines, y tomármelas con un botellín de Piper, o de Mumm, que me da lo mismo. Ni en el metro me puedo subir en primera clase, que la clase se ha ido por las cloacas hasta el Sena.
Pero hoy, esa capital de Europa no acepta ya ni siquiera a la derecha tradicional, que es tramposa, y se le ve el culo, no quiere a los socialistas mal encarados y posiblemente priápicos, vuelve los ojos al sur, a Marsella, y se olvida que desde allí les llegó un Tapis, y que no es casualidad que el Mistral barra el polvo hacia el mar.
Y como los viejos corsarios mediterráneos los aires que nos llegan del sur de la Provenza no transportan los aromas de lavanda de los campos de Grasse, ni siquiera el agradable murmullo que nacía en Cannes y dormitaba la siesta en Saint Jean les Pins. El poeta Mistral perdió su guerra con su Mireille a la espalda, ni siquiera Daudet pudo ganarla, y los que nos va a llegar a ese Paris, que hace no mucho tiempo éramos todos, a tenor del Bataclán, o del hebdo de Charlie, es la miseria que anida en el corazón de los europeos que hemos perdido algo que no tuvimos nunca, y es las ganas de estar juntos.
Que anda Junkers, ese presidente que parece, sin serlo, un gran amante del dinero, proponiendo caminos para que los ciudadanos sigamos creyendo en un proyecto que nos ha arruinado en demasiados casos, que ha provocado que el Reino Unido intente dar un portazo, que ha provocado que en Neederlands nos salga un pollo levantando la manita con el brazo estirado como un Julio César cualquiera saludando al Senado del Pueblo de Roma en uno de esos vítores por haber conquistado la aldea irreductible de los galos.
Le falta flequillo y bigote, y parece que la fuerza necesaria para armar legiones, como a nuestra Marie, que ya le están levantando las faldas con unas perrillas que no se sabe muy bien si salieron de debajo del Tapis.
Pero un alguien hoy, en plena campaña para la presidencia sale a pedir un salario mínimo europeo, y dice como calcularlo, y que sea en 60% del salario medio del país. Él no es populista, no populachero, que se me queja de que los países competidores de aquel Paris que era una fiesta, hacen trampa en los escandallos cuando fabrican Peugeots a costa de la paga del obrero.
¡Ah!, y que nadie lea los correos del jefe fuera de las treinta y cinco horas de curro semanal, y que la seguridad social llegue a todos, que las multinacionales ganan una pasta gansa.
Acabará sin votos y ahorcado en un puente de Londres como aquel de la panda de Marcinkus, pobre Calvi. Y diremos que le pilló el Brexit sin papeles en la City, y se ahorcó de la desesperación.
Paris era una fiesta, fue la capital de Europa, cuando Europa no existía, y fue dejando de serla poco a poco, cuando Europa parecía que llegaba a existir, y ahora, ahora me temo que nos quedamos sin Paris, sin Europa, algo más pobres, los americanos medio en pie de guerra, los chinos que intentan empezar a fabricar con tecnología superior a la occidental en algunos sectores, y nosotros con cara de imbéciles, que hasta Gran Bretaña piensa que no es interesante invadir esta vieja tierra a punto de entrar en el convento de arrecogías, aunque no sea el granaído de Santa María Egipciaca, porque puta lo ha sido un rato.
No quiero volver a Paris, tardaré en hacerlo, seguramente, porque todo lo que me hizo soñar y vibrar en algún momento ha desaparecido, no existirá más que en nuestro recuerdo, y la sustitución huele a parque temático, como tantas cosas.
Au revoir

Los camareros de Europa

Ya lo estamos consiguiendo, y llevábamos mucho tiempo buscándolo, creo desde que empezaron a venir las primeras suecas por aquí, esas que se iban a Lloret de Mar, o incluso a Palamós, desde luego a Torremolinos, y ya luego a Illetas.
Parece que lo hacían a propósito, para escandalizar a López Rodó, aquel ministro que me hizo entender el concepto de meapilas, o para aumentar el azoguillo que Fraga llevaba encima, a base de biquinis más pequeños, incluso, que el que nos enseñó Ursula Andrews saliendo del mar, bien mojadita para el 007 escocés, que cada vez que hablaba de Su Graciosa Majestad, parecía referirse a María Estuardo.
Era el despertar del Juanillo, del camarerete que organizaba supuestamente carreras sexuales detrás de su chiringo de frituras de pescado, bien hechas con aceite barato, o del otro Juanillo, de los de lunes a sábado al mediodía en la fábrica del Poble Nou, y discoteca barata en Calella, a ver si pillaba una rubia borracha.
Colonia barata, algún condón usado en la playa, cuando bajaban los vecinos de críos, sombrilla, toalla, tortilla de patatas y abuela. El Juanillo dormía en un rincón de la playa, con su aventura en digestión, que ya se sabe cómo son estas suecas, cómo son estas inglesas, y a seguir su vida en la fábrica, y el invierno, los sábados a Robadors.
Y hoy, medio siglo después, se despierta uno, tan tranquilo, mirando la hora en el techo, y alguien, eufórico, nos dice aquello de “España va bien”, que han venido un diez por ciento más de turistas este mes que en el mismo período del mes pasado, que en esto los de Capital radio son muy mirados y cuando te dan un dato, lo comparan con el mismo período del año anterior.
Y uno se acuerda de aquella miserable cancioncilla del turista un millóoooon novecientos noventa y nueve mil novecientos noventa y nueve, que cantaba, no me acuerdo, Gelu, Carina, o la misma Bautista, y hoy ya hemos multiplicado por treinta o por cuarenta, consiguiendo definitivamente convertirnos en lo que nos temíamos: Ya somos los camareros de Europa.
Y que nadie se me enfade, pero aún me acuerdo de aquellos gobiernos franquistas que hinchaban el pecho, como los de hoy, cuando veían que destrozando las playas del Levante, de la Costa Brava, de Andalucía, se podía pagar la factura del petróleo.
Como los de hoy, que han conseguido, a base de no educar a los ciudadanos, a base de no crear formas que permitan a los españoles progresar realmente, tener la masa de trabajadores que menos dinero es capaz de ganar de la Europa en la que nos queremos mirar.
Así que nuestros diecisiete millones de trabajadores, deben servir las copas a los setenta y cinco millones de turistas que dicen que pasan por aquí, a razón de cuatro perras diarias, y un par de denuncias falsas en los tribunales británicos.
Así como aquel ministrín del segundo plan de desarrollo nos salía a decir que gracias a nuestro glorioso Caudillo, España iba bien que ya venían dos millones de turistas, sale hoy la ministra malajosa, y nos dice con ese acento onubense que deberían prohibirle usar, (los de Huelva no se merecen que les identifiquen con esa señora) que hay cada vez más españoles trabajando….de camareros.
Así que limpiamos las sábanas de los polvos mal o bien echados en los cutre hoteles de esas costas de borrachera barata, limpiamos sus vómitos de cubata de garrafón, e incluso las vísceras que a más de uno se le salen de sitio cuando fallan al tirarse desde su habitación del cuarto piso a la minipiscina clorada del hotel de Magalluf o de Salou.
Sí, les servimos los cubatas, el arroz del paellador, y el café barato del peor de los suministradores, que nuestro modelo es el del bajo coste, que hay que ser muy hombre para plantar sombrilla en Benidorm a mitad de agosto.
Y el españolito, aquel Juanillo de los sesenta del siglo pasado que se masturbaba a costa de las aventuras inventadas o no que le contaba el otro Juanillo con más labia de como le tocaba la teta a una inglesa borracha, es hoy quien está quitando la basura que la dueña de aquella teta deja en la puerta de su casita de Jávea, que aquí la sanidad es mejor, y además hace sol, y la jubilación en España es muy agradable.
Disfrutemos pues de esta increíble bonanza, de estos períodos de vacas gordas que nos regalan los dioses, limpiemos habitaciones, cedamos nuestras casas en esa versión cutre del bed and breakfast, que son aquí los apartamentos turísticos, disfrutemos sirviendo paelladores a las diez de la noche a cuatro borrachos que quieren conocer nuestra cultura, yes sir, por salarios de seiscientos o setecientos cacharrines, que ni euros puedo llamar a ciertas miserias, y permitamos que esa Fátima mal encarada, salga y nos diga que aquí trabaja todo el mundo quitando la mierda que nos traen los turistas del todo incluído.
No sé si ducharme o escuchar ese aria del Pescador de perlas que me canta Plácido o Juan Diego, que me es lo mismo, y es que hoy no estoy para Carmen, que parece que se me va a venir el paquete de Torremolinos con todo encima, incluída entrada a los toros.
Así, que todos encantados, lo que nos temíamos en los sesenta se nos ha hecho realidad, aquel Poble Nou que enviaba Juanillos a Calella de la Costa, y que algún preclaro sinvergüenza de Pedralbes pensó que a base de tres por cientos, transformaría en el Silicon Valley barceloní, hoy sigue siendo lo mismo, genera camareros, un bar, un restaurante barato, un baile de barrio (disco pub creo que le llaman ahora), y nada más, nada más….bueno sí, cambio de casa para el preclaro de Pedralbes, que con eso del divorcio algo de pasta extra necesitaba, que la pubilla de los Fabra, tenía buenos abogados. Pero de nuevo mundo tecnológico nada de nada.
A quoi faire?, que diría el gabacho de caravana y camping que engrosa nuestras cifras, a seguir limpiando mierda que es lo que este sistema hizo por nosotros, consiguiendo que la Institución Libre de enseñanza no pasara de un experimento para niños elitistas, de esos que tenían padres notarios, no sea que se nos culturice el pueblo, y nos desmonte el tinglado. Que estos españoles, a la que aprenden a pensar, no sabe usted las que lían.
Y que nadie lo olvide, nadie, que cuando salen los políticos nefastos a asustar a la peña con que cuando sean viejos no podrán disfrutar de sus pensiones, lo que te están diciendo es que hemos creado un país de camareros de los de a seiscientos euros al mes, que no hemos sabido crear un país en el que la gente pueda producir, y consecuentemente recibir la remuneración adecuada en entornos salariales seis o siete veces los actuales.
Que la fórmula es que la gente produzca más, gane más, y pague impuestos y pensiones sobre bases mayores. Pero estos inútiles, creadores de Juanillos pajilleros, no saben hacerlo, que con robarnos ya tienen bastante.
Con su pan se lo coman

La démocratie meurt à huit clos

Un artículo de María Ramírez que me ha mandado mi hija, ha hecho que me ponga a pensar sobre el nuevo, o quizás no tan nuevo lema del Washington Post….”Las democracias mueren en la oscuridad”.
La frase, el lema viene, según indica María, del juez Damos Keith, que en su momento, y dando la razón al Detroit Free Press, intentó evitar acciones gubernamentales que limitaban las libertades en nombre de la seguridad.
Su frase fue “Las democracias mueren a puerta cerrada”. Vale pues la idea.
Y sobre ello empiezo a pensar en que día tras día las cosas que al final afectan a los ciudadanos se guisan tras puertas cerradas, bien cerradas, y una vez aderezado el plato en el que una parcela de libertad se nos arrebatará, nos ofrecerá el portavoz de turno unas frases acuñadas en la reunión en las que más que la verdad se nos presentará una sura, un mantra, un lema, que a fuerza de ser repetido, como Goebbels les enseñó, pasará a ser la interpretación del ciudadano de lo que haya acontecido en contra suya, claro.
Copiando lo que el juez Keith dice “La Primera enmienda, a través de una prensa libre, protege el derecho de los ciudadanos a saber que el gobierno actúa de forma justa, legal y cuidadosa en los procedimientos de deportación. Cuando el gobierno empieza a cerrar puertas, controla selectivamente la información que por derecho pertenece a los ciudadanos. Información selectiva, es desinformación. Los autores de la Primera Enmienda no confiaban en ningún gobierno para separar lo verdadero de lo falso por nosotros”.
Total nada, y no voy a entrar en las historias de otros países, que la verdad es que teniendo lo que aquí tenemos por el momento no voy a ocuparme de ello, pero si del mundo de las medias informaciones, de las posverdades, de las maniobras que a cada momento se gestan para la manipulación del ciudadano, y así conseguir que, desde una posición aparentemente limpia, acabemos apoyando incluso nuestra propia sentencia de muerte.
Nos hemos perdido en España el por qué de tantas decisiones que por nosotros se han tomado desde los gobiernos de toda calaña, que pienso que en esta tierra la democracia se fue por el sumidero, casi en el momento de su nacimiento.
Nunca supimos las razones verdaderas de aquella intentona golpista del 23 de febrero infausto, en el que las fuerzas del orden que tenían que defender a los ciudadanos, secuestraron a nuestros representantes. Nunca sabremos qué se coció, quien de veras intentó el golpe, quién lo apoyó, y sobre todo donde estaban los filtros que afectaron a la información que el ciudadano recibió.
Yo, por mi edad, viví los tiempos de Franco, veinticinco añitos, más la secuela, que no es poco, y durante esa sangrienta y miserable dictadura, los súbditos del dictador, al menos, sabíamos que se nos había negado el derecho a la información por el triunfo de las armas. Nada que decir, simplemente esperar a que se muriese la fiera, como le denominaba el locutor de Radio Pirenaica.
Pero hoy cuando me asomo a buscar información, directamente no la encuentro. Encuentro los mantras de los políticos salpicándome por todas partes, encuentro las mismas imágenes en todos los telediarios, aquellas que ofrecen las agencias, bien controladas y filtradas por los poderes bien locales, bien globales, que me da lo mismo. La prensa, esa que llamamos de tirada nacional, hace lo mismo, sus fuentes son iguales para todos, todos dan las mismas noticias, todos nos dan el trozo de información que piensan como más conveniente para los intereses de no sé quién, pero no en los míos, en los nuestros de ciudadanos soberanos.
Como decía el otro día en no sé dónde Javier Sierra, “prefiero leer la prensa local”, es más cercana, y si se ha cagado un perro en la puerta del mercado, van y lo dicen, que el ámbito local no le duele a los poderosos, y si el concejal de turno ha hecho una trastada, se le sacude y parece que la libertad nos alcanza a todos.
Desgraciadamente, he llegado a pensar que al final la verdad jesuítica, esa que se dice a medias, esa que no describe todos los hechos, esa que no es toda la verdad, al final es la que conviene, y nos conviene a todos, que lo que más nos gusta es decir que no mentimos, pero debemos ser honestos y decir también que solamente ofrecemos parte de la verdad, que de toda no podemos defendernos
Me vengo quejando de estas prácticas desde que me conozco, en todos los ámbitos, en el personal, donde nadie te dice toda la verdad, en el profesional, donde solo una parte del contrato de la hipoteca se pone delante de tus narices, y luego acabas en el “yo creía”, y por supuesto en la esfera del poder, de ese poder que los que nos creemos ciudadanos, pensamos que ostentamos.
Y no, que se nos oculta información por nuestro bien, por nuestra seguridad, por nuestra tranquilidad…por nosotros, pobres humanitos que necesitamos a los poderosos, a los sabios maduros para que nos lleven de la mano, hasta nuestros Nirvanas artificiales, hasta nuestras máquinas diseñadas de forma individual para que nuestros cerebros pierdan la capacidad crítica, la capacidad de preguntar, la capacidad de tomar las riendas de nuestras vidas.
Las cosas han devenido en esto, y en el despacho del señor ministro, se deciden las sentencias de este o de aquel, en la sala del consejo se decide donde se gasta nuestro dinero, a quien se le dan prebendas a nuestra costa, o cualquier otra barbaridad relacionada con el manejo de nuestra libertad, de nuestra necesidad de poseer la mejor información, que solo es una la que nos presenta la verdad completa.
Y si, volviendo al panorama internacional, habrá que deplorar que el presidente del Imperio, diga en voz alta, clara y maleducada, que está en guerra contra la prensa, o contra lo que queda de la prensa libre americana, que el último sinvergüenza británico, salga gritando que no eran ciertos los argumentos que presentó para que en el referéndum de salida de Europa, las cosas saliesen como él quería, que ni siquiera creo que fuera como a él le interesará en el futuro, aunque seguro ya está pergeñando otra barbaridad.
Y la facilidad cada vez mayor con que estas tropelías de las decisiones a puerta cerrada se lleva a cabo, solo se explica por la aplicación de la cultura de la letanía con mensaje falso repetida hasta la saciedad, haciendo súbditos a ciudadanos que no han sabido o querido zafarse de esas prácticas ejerciendo como mínimo el deber del análisis.
Así que a lo mejor los dioses nos concedieron el deseo de vivir con poca o ninguna preocupación, eso sí, vendiendo nuestra alma al diablo, o al mejor postor.
Con su pan se lo coman

La materia remota de la Sagrada Eucaristía

Hace muchos años, muchos, muchos, yo estaba en pleno proceso, no concluido para mi desgracia, de desasnamiento, y en aquel curso de segundo de bachillerato, en la antología del libro de gramática, Español, se llamaba, tuve que leer un texto, creo que del Padre Coloma, que me viene hoy al coleto, con estas cosas de la justicia que nos escandalizan.
Pues sí, que al parecer la justicia evita molestar demasiado al poderoso, y desde luego, sin entrar en los recovecos legales de todas estas historias que nos sacuden estos días, tiene uno la impresión de que las cosas son como las del cuento del Padre Coloma que tuve que analizar con diez u once años, y que por una de esas cosas de la vida no he podido olvidar.
Y muy posiblemente no lo he hecho por la sencilla razón de que los ejemplos que he ido escuchando, e incluso viviendo tras los años que llevo paseando por esta tierra me han dejado muy claro que la visión del educador Coloma, era preclara.
Quizás con aquella canción que Joan Baez, unos años más tarde nos regaló haciendo memoria del crimen legal a que fueron sometidos Sacco y Vanzetti, se me vino encima el cuento del Padre Coloma.
E intentaré resumirlo, que no he sido capaz de encontrarlo en ninguna recopilación de su obra, ni en ninguna antología, por lo que de forma adelantada pediré disculpas, por si alguno de vosotros lo conoce. En cualquier caso, y dado que no soy Coloma garantizo que la esencia se mantendrá.
“En el reino de los animales, las cosas no iban bien, demasiado tiempo sin llover, faltaba el agua, la comida escaseaba, y el rey, el fiero león de la selva, llamó a consejo a sus ministros para intentar dilucidar lo que ocurría.
Allí que fueron y en la sala, el poderoso elefante, el terrible tigre, la venenosa cobra, el gran oso…y el zorro, se pusieron a discutir acerca de las causas que habían producido tal deterioro del bosque en el que vivían.
Así, que entre unos y otros, empezaron con el análisis de lo que pasaba, y el zorro dio con la solución.
-Esto no puede ser más que un castigo divino, y lo que debemos hacer es encontrar al culpable, eliminarlo inmediatamente, con lo que las cosas volverán a los momentos felices que teníamos antes de esta hambruna.
La propuesta del zorro, fue confesar a todos los animales, y en el momento que descubriera los horrendos pecados de alguien, simplemente se lo diría a la asamblea de los notables, y con la muerte del pecador, estaría todo arreglado.
Dicho y hecho, el zorro se adjudicó la posición de confesor, y fueron pasando todos los animales, que tras narrarle crimen tras crimen al zorro, le enseñaban ora el colmillo amenazador, ora la fuerza de sus patas, ora el saco donde guardaban el veneno mortal.
Evidentemente, el zorro sabía entender los mensajes de muerte que le lanzaban unos y otros, y también sabía que sería imposible condenar a cualquiera de los asesinos que tenía delante, por lo que zanjaba la cuestión con un “peccata minuta”.
Y llegó el turno al pobre asno, que cuando el zorro le preguntó por su vida, todo lo que dijo fue que se pasaba la vida trabajando de sol a sol, con un amo muy duro que apenas le daba de comer o de beber….
-¿Nada más?, le preguntó el zorro,
-Bueno, un día, después de haber trabajado duro, sin comer, volviendo a mi cuadra, encontré una gavilla de trigo abandonada, que nadie quería.
Acuciado por el hambre, no pude evitar darle una buena dentellada…..
El grito del zorro se oyó en todo el palacio, en toda la selva
-¡¡Maldito pecador!!¡¡Te has comido la materia remota de la Sagrada Eucaristía!!
Así que ajusticiaron al burro, y a otra cosa, que ese problema estaba ya resuelto.”
El Padre Coloma sigue vigente, ya que en la crisis que aún sufren demasiadas personas en nuestro país, existen unos culpables, que cuando son escrutados por el zorro (las estructuras de estado, la justicia, los parlamentarios), le enseñan al escrutador sus dientes, sus poderosos músculos, su veneno, sus garras con lo que la sentencia del zorro queda en el “peccata minuta”.
Y decidimos que quien se comió la materia remota de la Sagrada Eucaristía, fueron los pensionistas, los obreros de baja cualificación, los mayores de cincuenta años, los inmigrantes…..al final, los burros de nuestra sociedad.
Y a esos se les sacrifica en la plaza pública, que no se puede convivir con semejante gentuza, que se llevan los recursos que tan necesarios son para llenar el tanque de mi barco, sí, ese que está amarrado en Puerto Banús, para pagar a los pilotos de mi avión, para…para….para.
El espectáculo que esta semana nos ha deparado la justicia, y que lleva demasiado tiempo ofreciéndonos, no hace más que darle la razón al Padre Coloma, y cierto, no conozco los detalles de los casos que estos días se han sentenciado, pero sí que sé que el bosque se empobrece cuando el Ex – Honorable don Jordi, mete presuntamente la mano en la caja, cuando el Presidente de Murcia, parece que presuntamente hace lo mismo, cuando los ex miembros de la familia real, aparecen presuntamente colgados de las tetas del presupuesto de este o aquel ayuntamiento, o de esta o aquella Comunidad Autónoma.
Porque se empobrece el país cuando alguien ha vaciado una Caja de ahorros en beneficio propio, y se empobrece según el tribunal de cuentas en su informe de hace unos días en 122000 millones de euros para rescatar la banca…..y eso son diez años del déficit del fondo de pensiones.
Y se empobrece esta selva cuando meten mano en la caja de las compras de estado o de ayuntamientos, que parece que esa práctica nos cuesta entre treinta y cuarenta mil euros al año, que luego pagamos en nuestros impuestos los españoles.
Y se empobrece el país cuando se bajan los salarios, cuando te roban legalmente en el recibo de la luz, del teléfono, del agua…
Pero es peccata minuta, ya está dicho, que la cárcel se guarda para el burro que tiró una dentellada a la gavilla de trigo, que es el ciudadano que no sigue los procedimientos de la sanidad pública y va a urgencias cuando le duele algo, que su médico de cabecera, está arreglando su lista de audiencias, porque con los medios que tiene, no puede ejercer su profesión. Es de nuevo aquella película de Luigi Zampa, “Il medico della mutua”, que en 1968 interpretó Alberto Sordi.
Lo malo de todo esto, es que si el Padre Coloma fuese descongelado por algún amigo transhumanista, hoy, volvería a escribir el mismo cuento.
Con su pan se lo coman

Más generaciones

Nosotros, los humanos, generación tras generación, vamos poniendo las cosas un poco más difíciles a los que nos han de tomar el testigo, o al menos esa es la apariencia que tienen las cosas.
Yo no sé si estoy muy seguro de eso, ya que cuando juzgamos las condiciones que dejamos a nuestras generaciones, tendemos a analizar las cosas desde nuestro punto de vista, demasiado condicionado por las experiencias que hemos tenido durante nuestra vida, sin tener en cuenta que los que nos siguen encuentran un entorno totalmente diferente al que encontramos nosotros cuando recibimos el testigo.
Digo esto, antes de leer al Zafón, claro, que aún me acuerdo de mi Barcelona de niño y de adolescente, y lo que recuerdo era estupendo, o quizás no tanto para aquella época, y desde luego inaceptable para las expectativas de la sociedad del siglo XXI.
Ciertamente, parece que le estamos dando caña al planeta, aunque realmente no lo sé, ya que lea lo que lea, estudie lo que estudie, la realidad de las cosas está enormemente lejos de aquello que realmente está sucediendo, ya que siempre, y digo siempre, la información que nos llega está mediatizada bien por grupos de poder, bien por las creencias del redactor o del medio, que con el sesgo que se le da intentan colocar su pensamiento.
Lo que sí sé, porque lo he vivido, porque lo veo cada vez que me acerco a las playas de Barcelona, es que ya no está la cloaca del Bogatell vertiendo directamente a la playa toda la porquería de la ciudad. Veo que se han conseguido varios kilómetros de playas entre los ríos Llobregat y Besós, donde la gente se baña, y aparentemente no salen con unas tifoideas, ni el cuerpo lleno de petróleo, como el que me quitaba mi madre, cuando volvíamos de las playas del Maresme, que hasta Premiá no le parecía a la mujer que el agua estaba lo suficientemente limpia como para dejar que nos bañásemos mi hermano y yo.
Ciertamente las cosas han cambiado, y en muchos aspectos a mejor, en otros, la verdad, no lo sé, y en lo relativo al humanismo y a la consideración del ser humano de forma diferente a un valor dentro de una hoja de cálculo, mi sensación es de retroceso…..aunque ya no se fusila, que todo tiene su compensación.
Se habla estos días de la precariedad en el trabajo de los jóvenes, y de los no tan jóvenes. Cierto, el mercado ha cambiado, el esclavismo ahora es diferente, y como todos hemos decidido a pagar solo por el servicio que necesitamos, cuando lo necesitamos, al trabajo le pasa lo mismo, entra en esa espiral de precariedad que a los de mi generación y posteriores nos parece inaceptable, bajo nuestros esquemas que se circunscribían a los elementos diferenciadores del momento en que se producían.
Y hoy las personas que llegan a ese mundo, deberán adaptarse a unas condiciones diferentes, que no me atrevo a calificar, ya que los resultados para los individuos estarán en función directa de su capacidad de mimetizar con el ecosistema en que les va a tocar desenvolverse.
Un trabajo para toda la vida, ya no se lo cree nadie, ni siquiera que la formación que recibes en tus primeros años, si es en materias específicas, tendrá validez siquiera en el inmediato futuro, que lo de la zarzuela de que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad está más vigente que nunca.
El nuevo entorno es el de la mutación constante, ya que el ritmo de cambio es demasiado alto para quedarse en el quiste primigenio.
Así que diré que las cosas las dejamos diferentes, simplemente diferentes, y podremos definir la bondad de esa diferencia, en función de cómo nos vaya en la feria.
Y la feria, cada vez está más en nosotros mismos, que si recordamos aquella vieja batalla que llegó a derrocar al Zar de todas las Rusias, proclamaba entre otras muchas cosas que el capital, que los medios de producción debían pasar al proletariado. Y seguramente era de justicia en aquel entorno una proposición de ese tipo, pero hoy, creo que es obsoleta en un muy alto porcentaje.
Hoy, y mañana más, lo que se valora es el cerebro del individuo que tenga la posibilidad de innovar, de crear de la casi nada el casi todo, sin mover apenas un dedo, pero diseñando nuevos algoritmos que hagan que las máquinas se comporten a nuestro capricho. Quizás sea ese el triunfo del marxismo, que el capital está ahora en el cerebro.
Pero eso no lo sé, aunque si estimo que estamos viviendo en un momento de la curva en el que las progresiones han dejado de ser lineales, y debemos acostumbrarnos a que no moriremos por desgaste a los sesenta años, a que nuestros niveles de creatividad han de mantenerse a ritmos de crecimiento cada vez más exigentes y que a nuestras generaciones futuras debemos intentar, no ya entrenarlas, si no insinuar que su desarrollo personal depende de sus ideas, de su cerebro.
Pero como casi siempre pasa, los que opinamos para más gente somos los grandullones de la clase, que a la juventud se le hace relativamente poco caso, aunque estén trasteando con un viejo ordenador en la trastera del garaje. Esas opiniones no las escuchamos, quizás porque ni siquiera ellos mismos las publican, que como todos ellos saben, hablar con mayores, es meterse en un terreno peligroso lleno de críticas referidas a su comportamiento.
Así, que lo que creo que debería hacer, es intentar volver a ser joven, y quitar tanta esclerosis de mi cabeza cuando me pongo a meditar sobre el entorno que nos rodea, y en el que ya no puedo salir a la calle a jugar al fútbol con mis amigos, ni meterme en el guateque que organizaba el mosén de turno en la trasera de la parroquia para entretener a los chavales, y que no se dedicaran a robar locas (así llamábamos al Seat 1430, por lo que corría), y acabar con un tiro en el pecho de los que tiraba la policía o el de la panda de turno del barrio de al lado.
Hasta ese entorno ha cambiado, todo es diferente, aunque en la base las cosas siguen estando donde han debido estar siempre, es decir, con el corazón en el deseo de ser más que tu vecino, mear más lejos, quedarte con la chica guapa del grupo, o con el niño más atractivo. Todo igual, que debemos transmitir nuestros genes, es nuestro cometido principal, lo demás es accesorio.
Así que yo escucharé más e intentaré jugar más deprisa que nadie con los programas de realidad virtual, que si la que hay no me gusta, la cambio por esa que me acabo de inventar.
Con su pan se lo coman

María Dolores, qué deprisa..

Que sí, que sí, que hay días en los que uno está para pocas gaitas, que le tienen harto los de las perras de la geoeconomía, los de las elecciones en Ecuador, que aún me acuerdo del bueno de Correa entrando en el aeropuertín de Galápagos recién salido presidente, que parecía un Don Quijote saliendo de la venta.
Que no me viene nada con que me diga la canallesca que el gobierno está cuchicheando con mis queridos catalanes por aquello del “pruces”, y no nos enteramos de lo que se discute, que han puesto en las paredes DDT, para que las moscas se mueran.
Así que en secreto, que nadie se atreve a decir nada de lo que se negocia, que luego a lo mejor nos escandalizamos de la porquería que a buen seguro están sacando unos y otros a ver quién se achanta antes.
Es un aburrimiento, que te descuidas un momento y le meten cuatro al Barça, y encima para la remontada, ni juegan en el Bernabeu, ni juega Santillana, aunque por mi les pueden ir dando por donde les amargan los pepinos.
Ahora, la mala noticia de estos días, es que mi rincón de Boadas nunca más volverá a ser el mismo. Me sentaré en la barra, pediré un daiquiri, o un Negresco, o quizás simplemente uno del día, pero no podré olvidar que Maria Dolores nos ha dejado, la hija de quien nos enseñó a tomar un cocktail. A María Dolores, le debo que me enseñara, cuando casi era un crío a beber whisky, entre ella y su marido, un ratito en Boadas y otro ratito en el museo del whisky en la vecina calle de las Sitjas.
Es una época que se nos va, poco a poco se nos va, y en cuanto llegue a Barcelona, en la primera ocasión me tomaré en su memoria lo que me digan que debo tomar. Ha pasado a Oriente, y recordaré siempre su sonrisa y el cariño con el que siempre me trató.
Y no voy a seguir por este camino, porque todavía acabaré poniéndome triste y melancólico, y es lo último que María Dolores querría que le pasase a un cliente de los de toda la vida.
Eso sí, como decía, todo se va acabando poco a poco, y casi no nos damos cuenta, el paisaje urbano en el que se ha desarrollado mi vida, va modificándose de forma que tanto en una como en la otra de mis dos ciudades, tengo que fijarme en las fotos de época para reconocer mis paisajes. Mala suerte. Las cosas son como son, no como eran.
Y en estos tiempos de la inmediatez, a mí me falta el tiempo a veces para degustar las cosas, que parece que el que viene detrás quiere su pequeña sensación superficial para poder disfrutar la descarga de su hormonilla del placer, y a por otra cosa. Me temo que ya ni siquiera sirven ya los martinis como Dios manda en el Orient Express. Una pena.
Oigo por ahí que los conspiranoicos se han llevado un disgusto con eso de los papeles de la CIA que andan desclasificando, y es que parece que al bueno de Carrero me lo mandaron al cielo de Madrid los de la ETA, que el embajador americano llegó a decir hasta lo del gas a su presidente. Si no era un “pardalet” de los que no se enteran de nada, parece que la operación ogro fue cosa de la ETA, y de la inútil policía que teníamos, que ni lo vió venir a pesar de que lo hicieron delante de sus narices.
Todo muy deprisa, demasiado deprisa, que aún me acuerdo cuando el cocktail del día valía cinco duros, y María Dolores nos miraba desde su cátedra en la barra. No sé si tuve el tiempo necesario para disfrutarlo tal y como se deben disfrutar las cosas de la vida. Pero no, estamos en un torbellino incómodo, en el que el Presidente es capaz de decirte a la vez que lo del Puigdemont no tiene arreglo, y que la izquierda moderada no le apoyan los presupuestos.
Otra historia a mil por hora, que si no hay presupuestos, me llaman de nuevo a las urnas en mayo, y no sé si votaré que les den o que el cantón de Cartagena por fin consiga liberarse, y se dediquen a exportar a Albacete todos sus melones y sandías.
Era un corredor de bolsa en activo, el que el otro día comentaba eso del rojo y el verde de las bolsas. Contaba que entraba en el edificio y miraba a ver si en los corros había más papeletas blandidas por otros corredores, verdes, (compra) o rojas (venta), y con eso tomaban luego las decisiones. Previa discusión claro en una sesuda reunión.
Y ahora viene el algoritmo amparado por el chip y en un microsegundo, te destrozan la libra, compran Unilever, por ejemplo, y despiden por redundancia de funciones a treinta mil cristianos sin que a nadie le importe.
Es la historia de Eça de Queiros, en su cuento El Mandarín, deseas el dinero que te ofrece el diablo, y a cambio tomas la vida del Mandarín que no conoces, que hoy son miles de personas a las que les quitas la vida. ¿Qué importa?, la conciencia está blindada, tiene esa callosidad que da la costumbre de eliminar al que no conoces. No hay nada personal, es simplemente un negocio, y tú eres el daño colateral.
Y sí, me encuentro que mi nieto tiene ya nueve años, que han pasado demasiado deprisa, demasiado apresurados, como si lo dirigiera la monotonía del algoritmo de la vida, montada en esos trenes de lo que hay que hacer.
Mañana me despertaré y lo veré cabalgando en sus sueños, a toda velocidad, deprisa, deprisa, porque si no caerá sin posibilidad de levantarse. Él, que es una persona capaz de disfrutar todos los microsegundos de un acontecimiento. A poco, se verá en el túnel de vacío que soportará al tren electromagnético que circulará a dos mil por hora….sin ventanillas, sin coche restaurante con vagón para fumar los puros de la charla del café y el cognac. Pero lo necesitará para su vida.
El diablo sabe seguramente lo que ha hecho, y yo no tengo muy claro cómo hacerlo, que en un espacio de tiempo más corto del que me imagino, se meterá la realidad virtual en nuestra vida, de forma que alcanzaremos la esquizofrenia con las realidades en la que no sabremos cual es nuestra realidad. Podremos dislocarnos, y estaremos a la vez en Tokio y en Quebec Pero para eso ya nos han entrenado.
Con su pan se lo coman

La Corte del Faraón

Ay va, ay va. ¡Ay babilonio que mareoooo!.
Mucho me he reído, y muy bien me lo he pasado con la tal zarzuelita, y lo último que me esperaba, es que de alguna forma, escuchando al profesor Tamames, en una de sus intervenciones sobre geoeconomía, en una tertulia, me recordara a no recuerdo que pícara vedette, sin voz y en bañador con tules cantando la coplilla de “La Corte del Faraón”.
Porque cuando empezamos a pensar que si las directrices del Banco Mundial, o los QE de Don Mario, o de Doña Janett, son o no efectivos, y pensamos además que si la cosa se resolverá para siempre con la última medida que alguno de esos gurús de la economía internacional se saque de la manga, nos viene el mareo del babilonio.
Y el mareo del babilonio, no es más que la interpretación y el consejo que se recoge en el Génesis, en boca de José hablando con el faraón al interpretar sus sueños.
El casto José, que tiene que decirle al faraón que hay ciclos de siete años, siete años de vacas gordas, y siete años de vacas flacas, y que por favor, no se crea nunca eso de que las vacas gordas son para siempre, y que cuando las crecidas del Nilo den de comer de sobras a la peña, y las vacas rezumen leche en sus ubres, no olvide, señor faraón, guardar al menos el veinte por ciento de la producción para cuando las cosas vengan mal dadas.
Lo ha dicho el profesor, la solución estaba en el Génesis, y parece que no queremos darnos cuenta, ni a tiros, que cada vez que el ciclo se va por el sumidero, creemos que lo siguiente en acontecer será el Apocalipsis, y cuando el ciclo va hacia arriba, nos compramos el Ferrari, que luego hay que pagar.
No aprendemos, y estamos hoy asombrándonos de la facilidad con la que nuestros Estados, nuestras empresas, cayeron en la trampa de endeudarse hasta límites insospechados, de tomar decisiones que están costando el sufrimiento de tantos millones de personas a lo largo de todo este planeta.
Y ahora no sabemos qué hacer, que la cosa se nos ha desmadrado, con la cantidad de pasta que ha inundado el mercado a base de darle caña a la maquinita de hacer dinero, que parece que empiezan a sobrar longanizas de esas que sirven para atar a los perros de las vacas gordas, y se me ponen todos como posesos, a ver qué agujeros de esos que la ineptitud y la codicia de tantos ha creado, se pueden tapar.
Sale Don Luis Mari Linde, ese personaje que se sienta en una institución inservible como es el Banco de España, y nos dice que bueno, que lo de las pensiones, veréis, que os acaban de meter un rejonazo con la subida de los precios, y sí, hay que discutir eso, pero es que además hay un importante déficit estructural en la Seguridad Social…que no viene de la bajada de salarios que ha experimentado España, ni siquiera de ese desempleo que se intenta justificar con una nueva revolución industrial, según Don Luis Mari.
Y por fin, se nos cae del guindo, que como ve que el corral le anda algo alterado con el indigno yo me lo guiso, yo me lo como, que significó la operación de Bankia, y que parece que recuerda a los del Banco de España sus responsabilidades, pues a ponerse dignos, y a recordar a unos y a otros lo que los que sabíamos sumar con los dedos ya sabíamos.
Que los planes de pensiones que ha ofrecido la Banca, no es más que otra vía de robo a los ciudadanos. Él, Don Luis Mari, se descuelga diciendo que son ineficientes y caros. Vaya hombre, ahora nos lo dice, pero no nos habla de las astillas que ha ido sacando la banca y los gestores de toda esa basura, a la hora de realizar sus inversiones en este, o en aquel proyecto. No nos habla, que debería, de las razones por las que la digna e inservible institución que él dirige, no ha puesto hace ya muchos años los puntos sobre las íes a todas esas gestoras, y por qué no nos ha explicado a los ciudadanos lo que representa la fiscalidad del rescate, que hay que pagarla al marginal del IRPF, en el momento de llevarlo a cabo.
Y que como no parece considerarse un activo financiero normal, los rendimientos han de pagar al marginal del IRPF, no al estándar de plusvalías financieras.
Así que por favor pique usted en la trampa de los planes que le robaremos mientras dure la vida del plan antes de su jubilación, con comisiones desorbitadas, con mala gestión, o gestión que permite que las posibles plusvalías se queden por el camino en forma de astillas, y luego con una fiscalidad absolutamente injusta.
Y pique, porque además le estamos asustando, con el mantra de que tendrá usted que trabajar hasta los setenta….¿de qué coño habla?, si a los cincuenta le han descerrajado un ERE, y ya nadie le contrata por viejo.
¡Ah!, claro, el ahorro viene por el hecho de que a lo mejor le quitamos el derecho de recibir su prestación, que no cotizó usted cuando debía, es que no sé da usted cuenta, hombre. Haga por favor un plan privado de pensiones ¡ya!, que necesitamos su dinerito para unas mariscadas, ¡hombre!
Nada, nada, señor Linde, usted a lo suyo, soltando lindezas de esas que huelen a parches salvaculos, y ya puede usted ir revisando, con años de retraso la porquería que seguro hay en la gestión de los tales planes privados, no se me preocupe, e intente salvar su culo, que cuando explica que la reforma laboral no es la culpable de la caída de los ingresos de la Seguridad Social, a mí el mío se me rompe de la risa que me entra.
Y en las manos de estos pollos estamos. Me recuerdan a aquel Pepe Iglesias, el Zorro, cuando su personaje Don Negozzioni, soltaba aquello de:
-Usted pone todo lo que tiene, y entonces los dos comemos, vestimos, viajamos, gozamos. Y si queda algo, y hay suerte, al final a lo mejor yo gano algo de dinero.
Están pidiendo a gritos que pillemos nuestra pasta, la hagamos oro y diamantes, la escondamos detrás del árbol del ahorcado, y pepita a pepita, quilate a quilate, vayamos tomando lo necesario para nuestra vida, sin que nadie, nadie más que el tendero de la esquina, sepa que gastamos en comprar víveres.
Pero como eso tiene su peligro, y las ciencias adelantan que es una barbaridad, me han dicho que no solo van a retirar los “Bin Landen”, sino todo el dinero circulante, que se acabaron los burruñitos de billetajos que siempre se han usado para pagar en las ferias de ganado.
Me parecerá un exceso, que alguien ande haciendo transacciones asnales a golpe de transferencia instantánea, con IVA y todo, pero es la tecnología aplicada a Don Negozzioni.
El casto José, viendo todas estas marrullerías, seguro que le soltaba al faraón, que se dejara de tontunas y fomentara sus relaciones con todos estos pollos, desde Momentín a MAFO, desde el lindo Don Linde a Don Montoro, desde Doña Botitas a quién tú quieras, y por lo manos al faraón se le acababan los ciclos económicos, y al pueblo, como siempre, ¡que le den!.
Con su pan se lo coman

No es fascismo, es otra cosa.

Ya veremos si estos populismos derivan en fascismos, o estamos delante de un fenómeno nuevo, que a pesar de las similitudes con los acontecimientos de los años veinte del siglo pasado son realmente temas diferentes, con raíces diferentes, en escenarios diferentes.
Cuando surgen los movimientos fascistas del siglo pasado, en Italia, Alemania y España, acababan de colapsar los antiguos regímenes imperiales que habían perdido la guerra del catorce.
La situación en Italia, Alemania y España era en principio la de un enfrentamiento de los restos, llamémosles de derechas, que habían salido maltrechos del antiguo régimen imperial, y de las clases obreras que intuían un aire de libertad y de obtención de unos derechos en el trabajo, que les prometían las diferentes facetas de la Revolución Marxista en Rusia.
Países sin ninguna tradición democrática, se enfrentaban a situaciones de violencia callejera, que forzaba incluso a los ejércitos a intervenciones que nadie deseaba.
La dictablanda de Primo de Rivera en España, que estuvo jalonada de la violencia que los enfrentamientos entre las clases obreras urbanas con las patronales, fue nuestro ejemplo, como lo fue en Alemania la República de Weimar, que no pudo dar la respuesta que la sociedad esperaba, de una estructura que había salido de una forma de voluntad popular, y condujo a situaciones de violencia en todo el país.
En Italia, los enfrentamientos entre obreros del campo con sus patrones, y en las ciudades con la incipiente industria, en donde los trabajadores, por cierto como hoy, no podían vivir con el fruto de su trabajo, significaron también ese portal que se les abrió a quienes prometieron, solucionar esos problemas.
El bolchevismo no era la solución, la solución debía salir de casa, y en España fue la aparición de los movimientos falangistas que partían de una derecha que se gestó en los cafés donde los señoritos quemaban el tiempo, y el dinero.
Que tarde o temprano se intentara eliminar la amenaza de las falanges, o del bolchevismo, era cuestión de tiempo. Los populismos en España nos llevaron junto a los fascismos a una cruenta guerra civil, y en Alemania e Italia, a algo mucho peor.
Pero estábamos en sociedades donde el concepto de la democracia no estaba asentado, y al final tuvieron que ser países en donde realmente había una tradición democrática quienes nos salvaran de nosotros mismos, pagando altos precios, desde luego.
Los índices de alfabetización, o simplemente la no existencia de clases medias medio ilustradas, hacía muy difícil que el diálogo que necesita un sistema democrático, pudiese darse, y lo que quedaba era simplemente la llamada a la necesidad básica de los ciudadanos iletrados y sometidos a condiciones laborales impropias.
Parece ser que la actual distribución de la riqueza, es muy parecida a la que en aquellos años se daba en Europa, y consecuentemente, la facilidad que se dio y que ahora se da a los movimientos que proponen soluciones simples, y que damos en llamar populismos encuentren el caldo de cultivo adecuado para germinar, y crecer.
Pero lo más diferenciador, según mi criterio, con la época a la que me estoy refiriendo, es que a día de hoy las estructuras democráticas están firmemente asentadas, y además estos movimientos, no buscan la destrucción del sistema democrático, sino reconducir las políticas que consideran dañinas para los más de los ciudadanos. Otra cosa es que sus planteamientos sean los correctos, o que no oculten ambiciones espurias de enriquecimiento personal, o de acceso al poder, que de otra forma sería imposible que alcanzasen.
No creo que el Sr. Iglesias esté seriamente pensando en instalar en España un sistema dictatorial de izquierdas con todos los aditamentos del bolchevismo, ni que la Sra. Le Pen desee poner en marcha sistemas políticos que lleven de nuevo a los franceses a las armas, y organizar una dictadura fascista en Francia.
Y por supuesto, nuestro querido Tito Trump, con todas las barbaridades que consiguen escandalizarnos día tras día, no desea para su país un régimen autoritario.
Los ciudadanos de las democracias occidentales, posiblemente no lo permitiríamos.
Creo honestamente que la situación que estamos viviendo ahora, aunque tenga similitudes con aquellas que ya vivió la Humanidad hace casi un siglo, difiere fundamentalmente de la actual en el hecho de que poseemos unas estructuras de estado firmes y con convicciones muy sólidas a la hora de considerar opciones totalitarias, por mucho que desde el punto de vista económico haya serias semejanzas.
Y ciertamente, nos rechaza alguna de las propuestas que de estos dirigentes populistas surgen, pero nadie en su sano juicio pensaría en tomar las armas para destruir nuestra forma de concebir las estructuras del Estado, y cambiarlas por aquellos movimientos fascistas del primer cuarto del siglo pasado.
Creo que los ciudadanos debemos mantener la posibilidad intacta de poder optar por el tipo de dirección política que más se acerque a nuestros intereses, consiguiendo asimismo, que los problemas que nos asolan, se vean reducidos, o simplemente se resuelvan, pero siempre dentro de nuestras estructuras estatales, que al final, y de alguna forma nos hemos dado a nosotros mismos.
Esto no quita que sea necesario una puesta al día de las formas de vida y de las leyes que marcan nuestro ámbito vital, pero siempre dentro de unas reglas del juego que en su momento nos dimos, para no revivir la destrucción del Reichstag, los sufrimientos de los romanos, o nuestra guerra civil.
Esta batalla populista que está estallando poco a poco por todo el mundo, se basa en que el pueblo, de nuevo se ha sentido expoliado, y a falta de posibilidades de reacción violenta, permite la ocupación de estos nichos políticos a fuerzas que no pudieron sacar un solo voto en ninguna elección de la segunda mitad del siglo XX.
Y quedémonos tranquilos, si alguno de estos partidos alcanza el poder, lo más que podrá hacer será implantar políticas que nos sean más o menos agradables, o que nos produzcan mayor o menor índice de confort, pero nunca nos tendremos que enfrentar a las situaciones terribles que mencionaba al principio.
El espectáculo va a seguir, pero si hay bofetadas no creo que se den ni por los problemas de desigualdad en los que el capitalismo sin el contrapeso del socialismo, ha metido al mundo en una ceremonia de adoración al demonio del dinero. Las bofetadas vendrán por la lucha que se está ya desarrollando entre los poderosos que más que necesitar desean la posesión exclusiva de mercados, de los que viven. Así que estaremos atentos a China, a Rusia, a los Estados Unidos, a Japón, y poco más que Europa ya no existe.
Y espero que no sea el campo de batalla.
Buenas noches y buena suerte

Todo va bien, señores

El nuevo mantra, muy del Sr. Ansar, que diría aquel Bush al que le tiraron las torres de Nueva York, es que todo va bien.
Sí, sí, todo va bien, que cada día hay más gente currando, que todo va bien, que no se preocupen ustedes, que no tienen más que leer la prensa que no investiga y que vive de comunicados oficiales, o ver los dictados de los telediarios.
Que ha habido no sé cuántas transacciones inmobiliarias, (entre particulares, claro) que de esas nuevas ni se construyen, ni se les espera. Esto va para arriba, señores, Jauja está a la vuelta de la esquina, y yo sin enterarme.
Pero siguen esperando un trabajo, más de dos millones y medio de personas que lo tenían hace diez años, y mira tú, que no les llega.
Además hemos inventado una nueva clase, la de los trabajadores, que cobrando todos los meses entran por su nivel de renta en las estadísticas de la pobreza. ¡Esto va viento en popa!.
Pero el Estado es demasiado generoso, y para no desviar esos recursos tan necesarios que se necesitan, vía nuevas infraestructuras que articulan el Estado, para llenar las cajas de los partidos políticos, y si te descuidas el bolsillo de sus dirigentes, concluiremos que lo mejor es empobrecer ahora a los titulares de clases pasivas contributivas.
Pero que nadie se alarme, que esto va bien. Que si los yayos pierden pasta, vivirán más, que no necesitan darse esos atracones de paella que se pegan los domingos, con tortel de nata y todo. Que es un sin Dios.
El problema, a lo mejor, es que están pagando el cole del nieto, el piso del hijo, y además, le suben la luz, con una excusa tan opaca como el recibo con que se la cobran, vamos que de pensiones miserables, a veces, demasiadas veces, intentan vivir muchas personas.
Pero eso no sale muy claro en las estadísticas, que las instrucciones que se dieron a los del Centro de Investigaciones Sociológicas, no dejaban claro si la tal cosa debería o no considerarse como tema de interés. Sobre todo, cuando la prensa no profesional que apenas publica al dictado, o los telediarios, que son el dictado mismo, no hacen hincapié en el asunto.
Y es que como no sabemos ya leer, y a la hora de escuchar solo nos interesa el aullido de cualquier tertuliano de tele gritos 5, el colocar el mantra es demasiado fácil.
Hoy parece que hay asambleas/congresos de dos partidos. En uno de ellos todo está claro. Las sinecuras han sido correctamente repartidas y nadie va a mear fuera del tiesto, todos tienen lo suyo, así que el mensaje que escucharemos es que España va bien. Y será esa letanía puñetera que andará atravesando nuestros oídos, hasta la saciedad, hasta que todas y cada una de nuestras neuronas se lo aprendan sin errores, vamos como la lista de los reyes godos en plan ¡Ohh Mane Padme UUUmmm!.
Y nuestro Don Marianico, con esa deriva tan gallega, quiere perpetuarse en el silloncico, que él no va a ser menos que el pollo aquel del Ferrol que bajo pena de fusilamiento logró que le cambiaran el nombre a su pueblo.
Que le quedan fuerzas, dice, que su ordeno y mando sigue incólume, y sí, desde luego, está deseando servir a España, esa España que tanto le quiere, y a la que tanto debe.
El tercer partido en importancia, no tiene claro aún ese reparto de sinecuras, y se van a tirar de los pelos, hasta que les duelan las manos. Y al final, también nos soltarán su mantra, ¡Todo va bien en el partido!. Esto huele a la Dinamarca de Hamlet.
Que si uno quiere ser Stalin, y otro Lenin, o Trosky, que se vayan leyendo la historia, y verán su futuro, el del nuevo bolchevismo de Iglesias, que vive, esperando ganar su confrontación con el manchevismo de Errejón….Otra vez Lenin frente a Martov.
Los del PSOE, no se atreven por el momento a mover ficha. Que si Patxi, que si Perico, que si Susanita tiene un ratón. Que tienen que hacer un ERE de sinecuras, y está mal vista la cosa, sobre todo porque aún no hemos pagado el Cayenne, ni la casa de Marbella. ¡Joder!, estaros quietos, que esto va bien, y la estamos liando, y no les cuadra el Mercedes con el abandonado marxismo, que desde que lo dejaron de lado, se les lleno la casa de agua podemita, ellos verán.
Solo sé, que en esta mi España doliente, las ganas de robar siguen intactas. A lo mejor mientras se diseñan nuevos sistemas para afaná, nos dejan tranquilos unos días, pero no parece.
Que vuelves la cabeza y te cae un correazo, o lo que es peor, un Más defendiendo la postura en sede judicial, de que él sí que puede, es más debe saltarse la ley de los castellanos, que tan poco le quieren. Miserables engendros que quieren convencernos de que si nos mienten, nos roban, o nos humillan, lo hacen por nuestro bien.
Pero esto son miserias locales, ya que parece que se está calentando el Pacífico, y al pobre Shinto Abe le han pegado un susto de muerte los coreanos del norte, que estaba el pobre acabando su tempura, tan tranquilo él y casi le da un misil en la cocorota. ¡Vaya cabreo que ha pillado el hombre!, y Tito Trump, diciendo que no se preocupe, que va a poner al coreano gordito mirando a la Meca, siempre y cuando no moleste a los chinos.
Que no es nada personal, pero es que les debe una pastizara gansa, y como se pongan a venderla por un quítame allá un Kim Jong-il, no le van a salir las cuentas a Tito Donald en décadas.
Pero todo va bien, que estamos encantados de habernos conocido, que nadie se preocupe, que ya lo veis, que por estos pagos del diablo, se estabilizan las cosas, bolcheviques contra mancheviques, los andaluces de la mano de Susanita tiene un ratón, quieren otra vez regir los destinos de España, como si con el Tito Felipe no nos hubiera bastado. Que hay que hacer infraestructuras hospitalarias, que el AVE tiene que llegar a Algeciras, y unir en hermanamiento eterno Ronda con Almería, que si no, no sacamos para la campaña, por mucho me jaleen los alcaldes que me adoran.
Así que iré a ver llover, que me están aguando el domingo, y no estoy para leer a Zafón.
Con su pan se lo coman

Europa aislada

Los ingleses nos recuerdan que no quieren ser europeos, la verdad es que no necesitaban constatarlo. Ya lo sabíamos, desde siempre, y aunque nos hayamos empeñado tantas y tantas veces en intentar acercarlos a nuestra cultura, no ha habido forma.
Pues me parece muy bien, que aunque parte de Francia se llame Bretagne, claro que no La Grand Bretagne, a estos chicos ingleses siempre les han salido sarpullidos cuando se han visto en la tesitura de mezclarse de alguna forma con los europeos…..creía yo.
Porque voy hoy, y me entero que uno de los problemas, si no el más importante de los británicos, populistas o no, es el tema de los trabajadores europeos.
Parece ser que en conversaciones a muy alto nivel en Bruselas, se le fue dicho a un representante español, que las intenciones suyas son evitar la inmigración europea, porque con el status de ciudadanos comunitarios deben ser tratados de una forma extremadamente cara.
¿Y los indios, paquistaníes, y otras hierbas de la Commonwealth? le pregunta nuestro representante.
-Estos están aquí porque queremos. Y además son ciudadanos de segunda clase, con derechos muy por debajo de los europeos o nacionales británicos.
No entro a valorar si es o no verdad, aunque se ha dicho en un medio de comunicación que considero serio, y bien contrastado, pero sí puedo decir que ese tufillo lo he estado sintiendo en mis carnes desde que hace más de treinta y cinco años empecé a trabajar con ellos.
Por supuesto, quieren seguir disfrutando del mercado único, pero que no andemos jodiéndoles enviando esas hordas de hispanos, portugueses, italianos, húngaros….que les ensucian las calles y no tienen ese acento cockney tan apreciado en los pubs de los suburbios del puerto de London, los sábados por la noche.
Así estamos, y como comentaba en mi último artículo, encima nos tenemos que merendar el Idioma del Imperio, que ni catalá a l’escola, ni gaitas en vinagre, que el francés ya no es el deseo de los Zares, ni de las cancillerías del mundo civilizado, que como nos descuidemos, estos ingleses le ponen hielo a un Clos du Mesnil, y se nos quedan tan panchos.
Y por favor, no nos quedemos con las gaitas del populismo ese, que haberlo haylo, quedémonos con los modos que exhiben unos y otros.
No es que eche de menos los modales de aquel borrachuzo Prime Minister que fue Churchill, pero los de ese ex alcalde de Londres, o ese pollo que le hace la visita de honor a Tito Trump, después de decir que se encantaba con las posverdades que les había soltado a sus anglosajones compatriotas, hacen bueno a cualquiera.
Y si cruzas el Atlántico y ves al Tito Trump, sabemos de qué estamos hablando. Y hablamos de que desde luego no comparto las ideas de Marie Le Pen, pero al menos me da la sensación de que no mete las manos en el plato cuando come, y me da la sensación de que es una señora, con sus ideas, pero no un monumento a lo zafio.
Confío que las altas instituciones bruselensis, consideren seriamente eliminar el inglés de cualquier foro, de cualquier documento oficial, y volvamos a la utilización de nuestra lengua común, aunque sea dentro de muchas décadas. En el intermedio, está bien conocer la chamulla del enemigo, pero no darle vidilla.
No es inquina contra lo británico, es simplemente adoptar una posición a favor de mi continente cuando creo que está haciendo el canelo en este mundo convulso.
Nuestra situación de potencia económica de primer orden, pero sin dirección política propia, nos hace vulnerables, como nos hace vulnerables el hecho de que nuestra defensa está en manos del otro Imperio.
Como nos hace débiles que Rusia no sea más que un poder armamentístico, pero no un poder económico, y como nos hace débiles el hecho de que en cualquier momento el Pacífico estalle, y pidan que nos alineemos con unos o con otros.
Estamos entonces en esta vieja Europa, de viejos, con suburbios africanos, con suburbios caribeños, con suburbios sudamericanos, en donde se están fabricando las nuevas generaciones de europeos, que a todos, a todos, los hemos tratado con una cierta dignidad, (desde luego por debajo de lo que como seres humanos merecen).
Y que nadie lo dude, las nuevas generaciones rezarán en las mezquitas, o tendrán ese catolicismo naïf, que aún huele a misionero de la selva, o quizás alguno aún mantenga algún rito animista…no lo sé, pero que los europeos hemos decidido suicidarnos, es un hecho.
Y parece que los británicos no quieren ese suicidio, que siguen pensando que el té a las cinco de la tarde en el Ritz de Picadilly, con reserva si eres turista, o donde siempre, si eres local, es lo que hay que hacer.
Pero es lo mismo que estar en el traffic congestion en la M4, durante la rush hour, que hay que llegar al pub antes de que se acabe la happy hour.
No quieren dejar de circular por la izquierda, necesitan cuidar su jardín, envenenarse día a día en el lunch time, o ponerse cursis como repollos con lazo, para intentar tras una cena íntima de entrecot congelado con salsa de Unilever, beneficiarse a la Mary, que como todo el mundo sabe está más buena que el pan, pero en un par de años las tetas se le estarán cayendo, y tendrá más arrugas que el culo de un elefante.
Eso es lo que quieren, lo que siempre han querido, los sábados al fútbol, o al rugby, que hoy jugamos con Wales, el domingo el Times y cuidar las flores del jardín, y sobre todo, por favor que les dejen vender sus Stilton en el Continente, que nada tiene que ver el culo con las témporas.
Me gustan algunas de las ideas de Tito Trump, así que voy a dar una sugerencia, mientras no nos llega otra de esas guerras que empiezan matando a alguien en Sarajevo, y haya que pedir a la Pérfida que nos saque las castañas del fuego.
La idea es que esta decrépita Europa, en la que los culos de los funcionarios de Bruselas cada vez me recuerdan más a los de los funcionarios con manguitos del Ministerio de lo que sea, debería ofrecer a la Gran Bretaña no solo un puente de plata, sino una de esas barreras de plata, y que la paguen ellos. Gracias Tito.
Ahora que la cosecha del nouveau Beaujolais, no sé a quién se la venderán los gabachos.
Por lo demás, todo igual, nuestro comunismo podemita ya anda a la greña, que han olido la pasta y la ideología les empieza a parecer cosa vanal, acabarán como todos los Partidos comunistas de este país, divididos en mil pedazos.
Deberían aprender de la derechona de Rajoy, que les revienta el Cinturón el día de su congreso nassioná, donde está ya el pescado vendido, y te sueltan que la factura política ya está pagada, y que no mareen.
Quina poca-solta

Post nubila Phoebus

Leyendo un artículo, hoy, en El País, no diré que me he emocionado, pero desde luego me ha puesto a meditar más que un poco, no solo sobre Europa, sino sobre temas que parece que acaban de aparecer y realmente tienen unas raíces muy profundas.
Hablaba el articulista de la conveniencia, según un profesor italiano de recuperar el latín, esa lengua que no hemos perdido del todo, y que convive a retazos en nuestra vida diaria.
De motu proprio, destacaré, que puestos a escoger una lengua imperial, no sé si me apetece el puñetero inglés que se me cuela hasta en los anuncios de condones, y que en cuanto dejo el suelo patrio, o lo chamullo, o no me como una pizza como quiero, sino como quiere el mesero, (que por cierto lo es más que camarero, que no me atiende normalmente en mi cámara).
Y ya sé que todo fue culpa nuestra, de los europeos, quiero decir, que con tanto pueblecito galo con su Astérix incluido, al final acabamos dándonos tortas, de familia (reales, claro), hasta en el carnet de identidad. Nos enfangamos en una guerra dividida en dos partes, una que acabó en el dieciocho, y la segunda parte en el cuarenta y cinco. Las consecuencias de que fueran los menos europeos, los ingleses, junto a sus “primos” americanos los que nos sacaran las castañas del fuego, trajo la consecuencia de que el nuevo Imperio, el americano, al que prefería yo sembrando maíz en el Medio Oeste, algodón en Louisiana, o pescando ballenas en Nantucket, nos impusiera una lengua extraña, para comunicarnos urbi et orbe.
Los europeos tenemos aún demasiadas heridas, o mejor dicho cicatrices de las infinitas mataduras que por nuestro cuerpo lacerado han dejado los imperios que por aquí han pasado, desde aquellos romanos con su cultura, sus gladium, sus desfiles de triunfo, y sangre tanta sangre regando nuestros campos, el imperio, no tan grandón ni evidente el del germanico/gabacho Carlomagno, que desde luego consiguió que en vez de mezquitas Europa se llenara de catedrales, pero con sangre europea, de nuevo en nuestros ríos.
La vieja España, aquella tierra de conejos, que se dedicaba asus Numancias y sus Saguntos, de repente se da cuenta de que tenía la mejor tecnología militar de la época, y la utiliza para expandir su concepto de democracia, y su idioma, por el mundo (catolicismo, se llamaba entonces), a base de coscorrones, arcabuzazos, puñaladas con buenas vizcaínas de acero toledano, sangre, y más sangre.
Napoleón lo intentó después, que también quería que las ideas de los ilustrados franceses que dieron lugar a la Revolución Francesa, (su democracia, para entendernos) se propagara, junto con su idioma por toda Europa.
Claro que a cañonazos, a sangre y fuego…pero no hay otra forma si queremos los resultados a final de trimestre, que habrá que decir algo en la conferencia de inversores.
Y claro, la Europa austro-húngara, mitad cabreada y mitad acojonada, que su imperio siempre nos pareció de charanga y pandereta, a pesar de que nos regalara Mozart, Beethoven…y hasta Goethe.
Y ya no hablamos del siglo XX que lo hicimos al principio.
Pero todo con un denominador común, el latín enfrentado a inglés, que fueron los ingleses quienes le pusieron a Adriano en la tesitura de hacer un murete que parece que lo van a saltar los caballos del Grand National, que a Carlomagno no le interesó demasiado la Pérfida Albión ni su chamulla, que los españoles tuvimos un problema con el Servicio meteorológico nacional, y los barcos a pique.
Vamos que a Napoleón lo tuvo que parar un inglés, que por aquí no andábamos con ganas de pelea con el corso, y cuando en el siglo XX nos aparece el hundimiento de las casas reales, y su consecuencia, el nazismo, lleno, por cierto, de símbolos del viejo Imperio Romano, tuvieron que ser de nuevo los británicos quienes, apoyados por sus primos del otro lado los que nos metieran en cintura….con mucha sangre, claro, de europeos.
Y claro, con el plan Marshall, se nos coló la lengua del Imperio Americano hasta los tuétanos, y en ello estamos.
El profesor italiano, que ha tenido una brillante idea con lo de proponer el latín que vive escondido en los recovecos de nuestra cultura como lengua común europea, ha tirado con mucha elegancia de lo que supuso la aportación de la vida romana a través de sus obras, y nos habla de los españoles, que tanto enriquecieron el Imperio, como Séneca, el gran estoico, o el Trajano emperador, no menos importante que su pariente Adriano….pero no renuncia a Cicero, ni a los poetas, que como Marcial, andaban escapando a las iras del poder como mi amigo Miguel.
O aquel epopeyista Virgilio, que hizo de Eneas el personaje más odiado en los Liceos italianos, sin desmerecer ese art amandi, que nos dejó Publio Ovidio Nasón, el mismo que puso a fornicar a todos los dioses….
Cuando casi nadie leía ni apenas escribía en esta Europa, cuando eran los monasterios los únicos, casi, que custodiaban la cultura, el populacho…es decir nosotros, empezamos a usar la fabla de nuestro pueblo, de nuestra tribu, que los europeos somos muy nuestros para esas cosas, y claro de ahí al “llibertat amnistía y estatut d’autonomía” un paso muy pequeño.
Así que dejamos de hablar la lengua del Imperio que fue común a los europeos, por vagos, (no diseñar estructuras con la suficiente fuerza), y por tribales….(lo de nacionalismo me parece un adjetivo para rellenar de grandeza al tribalismo).
Pero como dice el profesor italiano, ahí tenemos los restos en el casticismo de las profesiones más básicas, las que siempre han existido, como el derecho, la medicina…y la religión hasta que el puñetero concilio de Juan XXIII, decidió que imperara el idioma de cada tribu, con lo que los cristianos dejaron de entenderse, y la bendición “urbi et orbe” del papa o su felicitación de Navidad, suene a sainete de los hermanos Quintero. Hay una lengua común enraizada en Europa y América, al menos, que es latín.
Pues sí mi querido profesor, hemos pagado un precio muy alto, para que el Imperio Británico nos librara de nuestras estupideces, y es que perdimos nuestra lengua común, y se nos ha colado de rondón esa cosa que damos en llamar inglés, a la que siempre me ha gustado transformar en palabra llana, que es ahí donde debería colocarse el tal idioma.
A lo mejor, en un ataque de cordura, conseguimos los europeos que el latín sea una lengua viva, de esas que se escuchan hasta en tele cinco.
Veremos qué pasa, veremos si dentro de unos siglos esta Europa doliente siempre, con las entrañas desgarradas desde Estambul a Faro, puede entenderse, y la irreductible aldea gala se transforma en una gran aldea europea.
Vae victis

Cartas desde mi molino

Por una de esas cosas de la vida, hoy ha caído de nuevo en mis manos un ejemplar de “Lettres de mon Moulin” un precioso libro de cuentos de Alphonse Daudet.
No me voy a poner en plan Wilkipedia, ni de broma, solo recordar por encima que Daudet era un escritor provenzal que escribió este texto con veintimuchos años, y que de alguna forma significó poner en la literatura, hacia la mitad del siglo XIX, la Provenza francesa, que es una de las tierras más bellas del mundo.
Algo he paseado por allí, no tanto como se merece, y mucho menos de lo que me hubiese gustado, así que tampoco puedo entrar en detalles de lo que esos pequeños pueblos ofrecen al viajero y mucho menos al residente.
Sin embargo, releer ahora alguno de sus cuentos, no solo me retrotrae a cuando de adolescente con el bozo incipiente, mi profesor del instituto, Don Ildefonso Grande, intentaba que me entrara la lengua de Molière en el cabezo, si no a los momentos que tantas y tantas veces han significado un placer inmenso al sumergirme en sus páginas.
Los cuentos de las cartas desde mi molino, son casi para niños, y están sobre todo construidos sobre los campos de lavandas provenzales, sobre los caminos que seguramente Daudet siguió entre pueblo y pueblo, para visitar a un amigo, o para ir a una de esas fiestas que siempre tienen un elemento (como no podía ser de otra forma), pagano.
Quiero recordar la historia de Blanchette, la cabrita blanca del buen Monsieur Seguin, que valiente peleó con el lobo toda la noche, hasta que el lobo se la comió, como a todas las cabras del buen Monsieur Seguin….pero lo bonito del cuento es que nos recuerda cierta trashumancia, como en nuestra Soria, a donde llegaban los ganados cuando el calor apretaba en las tierras extremeñas. Aquí los ganados dejaban la Provenza y escapaban hacia los Alpes, esos que estaban allí cerca protegiéndolos y con hierba que llegaba hasta el vientre de las bestias. El cuento al final tiene algo de cutre, y es intentar decir que la libertad, al final, conduce a la muerte, que las ansias de los jóvenes de cortar sus cuerdas, o de saltar por la ventana, difícilmente acaban en la libertad soñada. Siempre hay un lobo acechando.
O cuando el buen subprefecto, que iba de gira, e intentaba hacer un bonito discurso….y no le salía.—Mosieurs et cheres administrés….que el olor de las flores de primavera que entraban en carruaje de la subprefectura, no le dejaban pensar. Daudet nos lleva hasta un bosque donde al final el subprefecto, en vez de preparar discursos, hacía versos.
Son una tras otra las pequeñas historias como la de aquel buen M. Martin, el cura de Cucugnan, que estaba desesperado porque ningún feligrés iba a su parroquia, y como los hace volver al rebaño. El bueno de Daudet, usa ese cuento para contarnos un poco y por encima los defectos de sus paisanos, sus oficios…sus miedos.
Y así historia tras historia, que hasta los papas de Avignon aparecen por ahí junto a los ejemplos de rencor eclesiástico de la mula del Papa, que guardó su venganza en forma de coz, más de siete años. No te fíes de ese provenzal, que es más vengativo que la mula del Papa, nos recuerda Daudet.
Hasta la llegada de la tecnología en forma de molino de vapor, tiene cabida en sus páginas, y el efecto desolador que produce, no solo en las gentes, sino en el paisaje, pero también despierta esa solidaridad que a M. Cornille le devuelve la ilusión por vivir que le habían robado los nuevos tiempos.
Pues sí, bonitos recuerdos, como digo, no solo de aquellos años en los que desde el Juan de Austria, el instituto donde intentaban desasnarme, mi bozo casi pasa a bigote, si no de esa tierra provenzal, la del poeta Frèdèric Mistral que quiso recuperar la lengua local, y darle una literatura que la hiciese universal.
No sé muy bien, que movió a este hombre a reivindicar no solo una lengua sino la búsqueda de un cierto estatus de independencia a La Provenza, pero sus estudios lingüísticos y sobre todo su poema Mireille, le llevaron a la obtención del premio Nobel en 1904, junto a nuestro Echegaray.
Claramente el bueno de Mistral, con ese bello apellido de viento, o de tren, que de todo hay, no consiguió demasiado en el empeño de hacer del provenzal un lenguaje literario, y mucho menos una forma de independencia de su amada Provenza, todo lo que quedó de él, además de su obra, poco conocida fuera de círculos especializados, es una estatua en Arlès en donde a lo mejor una vez se hayan desahogado los pájaros, y pasado la mopa los de la limpieza municipal, alguien lee su nombre y busca a ver de quién hablamos, y que hizo.
Habrá que pensar un poco en qué es lo que queda de aquellas sociedades rurales y si queréis románticas que a duras penas podían sacar adelante los pequeños pueblos de la rica Provenza, esa que huele para mí a lavanda. Hoy queda poco, o nada, que las gentes que lo habitan no piensan si la cabra se escapó buscando la libertad, o si al molino del tal M. Cornille, le llevaban grano a moler, ni siquiera que una lengua tan bella como la de oc, no haya conseguido sobrevivir en la gran literatura, que parece que muere con la Mireille de Mistral.
Hoy están los vencedores del maquinismo, viviendo en aquellas casas como las que pintaba Van Gogh, desde su cuarto en Arles, y tratando de entender para qué sirvió que el subprefecto dejara de escribir discursos para escribir versos, o que el bueno de M. Cornille, muriese con su molino.
Seguramente estarán tratando de comprender, qué hacen ahora en una tierra que no pudo desarrollar su lengua, sus tradiciones, y que quedó como ese decorado de cartón piedra para que el jubilado parisino, que fue allí a buscar no sé qué, se crea que los tomates del mercado de Arlés o de la tienda de Aix, o hasta de Cucugnan, entre Narbonne y Perpignan, salieron de las plantas hace unas horas.
Nos van quedando los decorados de nuestros paisajes, como quedarán los decorados que al final de los tiempos se habrán comido los grandes robots o los ingenios depredadores de cualquier invento que traiga a la humanidad el deseo de sacar el trimestre adelante, y seremos más o menos felices.
Pero los olores de lavanda que tiñó de sangre y amor enfermo Patrick Suskind, seguirán mientras los fabricantes de esencias químicas lo permitan.
Le bon Dieu vous la donne

Amarmotaos

Si la Candelera plora. L’hivern es fora, si la candelera riu, el fred es viu….. tan si plora com si riu, ens anem capa l’estiu.
(Si la Candelaria llora, el invierno se acaba, si la Candelaria rie, el frío se acabó….tanto si llora como si ríe, nos vamos hacie el verano)
Reconozco que me gusta más que esa porquería del día de la marmota, por mucho Hollywood que se meta por en medio, y muy chula que les haya podido salir la metáfora y la consecuente peliculina.
Y hoy es la Candelaria, ese dos de febrero en el que se decide, año tras año, apoyándose en la sabiduría popular de cientos de años, el tipo de acciones que habrán de tomarse en los campos, al menos por esa tierra mía empeñada en romperme el corazón.
Y hoy llueve, pero llueve delante de mis narices, que unos kilómetros más allá, ¡vaya usted a saber!, así que aquí se acabó el invierno, y en Sevilla, por decir algo, les va a seguir nevando hasta que empiece la Feria de abril, por lo menos.
Las cosas del saber popular, del saber ancestral, que entre dos opciones, te ponen un refrán y aciertan el 50% de las veces, y como de saber popular hablamos, es lo mismo que cuando nuestro Don Marianico, sale a la palestra y nos suelta, sin despeinarse, que si sigue lloviendo bajará la luz…o no, y eso que nuestro Don Marianico, tiene retranca gallega, saber popular, y además controla la famosa AEMET, (agencia española de meteorología), o así.
Lo que me aburre de verdad es que seguimos en el día de la marmota, lo digo continuamente, y lo repito hasta la saciedad, que cada mañana cuando te levantas todo sigue en su sitio, en ese sitio repetido, con las mismas noticias en la radio, ahora con el añadido esperpéntico del Tito Donald, pero lo mismo.
Se me pelean las izquierdas, me roban las derechas….como siempre, que si mis amigos transhumanistas pudiesen resucitar a Gil Robles, en medio de una sesión de Cortes, nada de lo que se dijera allí le iba a sonar extraño. Seguro que le daba un culazo a Don Marianico, y se sentaba en el primer banco azul, como siempre.
Es como si el Príncipe de Salinas gobernase el mundo,
-Hijo, haz que todo cambie, para que todo siga igual…
Parece, dicen los detractores, que Tito Donald amenazó por teléfono a Peña Nieto, con enviarle al ejército, si no paraban las cárteles de enviar droga, que Shinto Abe le quiere dar unas clases de economía, y que el que nuestro Draggi aguante la paridad del Euro, no le sienta bien, que pone las ventas made in Dakota del Sur, en posición de dificultad extrema.
Todo igual, que esta vez no toca invadir Polonia, que con Chihuahua nos conformamos, y total, la cantidad de escopetas que se fabricarán en Detroit para el evento, no tienen parangón, y la Great America, volverá.
Claro que volverá con unos cuantos muchachos esos del I want You, terrorífico debajo de una lona, o sobre el escudo del capitán América, que así no se muere uno en tierra extranjera, y se va al Walhalla celta a beber cerveza y fornicar Valquirias.
La Candelera plora, o riu, que al final, como dice la retranca del refranillo, nos vamos hacia el verano, unos días antes o unos días después, en un día de la marmota eterno, en ese bucle en el que parece que se ha metido hasta el pobre Ibex 35, que no sabe si tomarse bien o mal lo de Brasil, que saca la cabeza, lo de Macri, que parece más sereno que los Kischner, o la coña del pobre peso mexicano que está en un sin vivir con las cosas de producir tornillos en Nebraska, o maíz en Kentucky que se le ha metido en la chola a nuestro amigo.
Y por ponernos, hasta parece que el Atlético de Madrid vuelve a ser el pupas otra vez, en otro de esos ciclos marmóticos a los que esta tierra que gira una y otra vez por los mismos caminos, nos tiene acostumbrados.
Todo cambia pero todo es lo mismo, con machacona insistencia, con esa indolencia de la lluvia suave, esa que deprime a los que les gusta sentir la necesidad de la dopamina que ya han olvidado cómo producir, y es que con dificultad la gente ve resquicios en los que encontrar algo de alegría, o algo que se parezca a un proyecto ilusionante, es como si la humanidad que me rodea hubiese perdido sus pastillas de Soylent Green, esas que se hacían para la masa poblacional incontrolada en su crecimiento, a partir de los mismos seres humanos que eran sacrificados como materia prima. Aunque la publicidad insistiese que estaba hecho del plancton.
Y hoy es lo mismo, el futuro nos está alcanzando, y las masas de seres humanos solo sirven para mantener los privilegios obscenos de los dirigentes, y los de abajo nos mantenemos a base de comernos los unos a los otros, como siempre, como luego.
En cualquier caso, ¿qué le voy a hacer?, ya no me preocupa.Ni Espartaco ni Marx consiguieron que se les subiera el salario a los obreros, ni que comieran algo que no fuese Soylent Green, ni que dejasen de reproducirse para crear más masa humana de esa que se utiliza como materia prima a ser transformada en comida o en lujos para otros.
Y ves a los que en teoría deberían ocuparse de la defensa de esos que somos los alejados de las élites, pelearse por un trozo de poder, que hay que desarrollar el proyecto personal, ¿Podemos, o no Podemos?, que el partido obrero por antonomasia, ve que se vive mejor de empleado de una compañía eléctrica que comiendo Soylent Green.
Y si, llueve, parece que el frío desaparece, pero el frío está todos los días en casa de los que no están sentados encima del poder miserable y avaro, que pone en boca del presidente del BBVA, refiriéndose a ese intento de robo de las cláusulas suelo, que él no es papá Nöel para repartir dinero. Ya sabes entonces a qué atenerte, que el tal don Señor, no quiere ser de los que come Soylent Green.
Así que la próxima vez, le pediré a mis amigos que me resuciten a Lerroux, que parece que el populismo se inventó ayer, y estos de por aquí son solo sus cachorros.
Que les den.

Desprestigiar al zafio

No sé si estamos alarmados con o sin razón con estas cosas del Tito Donald, que conociendo a los calvinistas bostonianos, esos que se rifan el mundo en el club de ex¬ alumnos de Harward o del M.I.T., no me lo van a dejar tranquilo ni un segundo, pobre mío.
Escuchaba esta mañana a un señor en la radio, que ha hecho un análisis de ese nuevo presidente, que así, entre nosotros, me ha parecido bastante ajustado.
Lo primero que ha soltado ha sido que Don Trump, no es un político, es un empresario, y es más, uno de esos a los que se les puede llamar depredadores, y está acostumbrado fundamentalmente por esa característica a dos cosas, a negociar, y a tomar decisiones.
Normalmente los políticos al uso no toman decisiones ni así los maten, es su estatus, que ellos creen que no deben fallar nunca, y demasiados de ellos se dedican a dejar que los problemas se vayan pudriendo poco a poco, porque no están por la labor de que la mitad del electorado al que la posible decisión siente mal le monte un cristo de esos que te hacen perder tiempo y popularidad si tu equipo de asesores de imagen no actúan de forma rápida y eficaz.
Este señor, que puede llegar a los setenta y ocho años sentado en el famoso despacho oval, acaba de poner la guinda a su carrera, y no creo que esté muy nervioso por lo que las generaciones venideras digan de él. Es más me parece que le importa muy poco, y con la experiencia que tiene de manejar los medios tras más de ocho años en antena, con un programa de televisión, difícilmente le van a fastidiar más que lo imprescindible.
Pardalet de mí, creí, que eso de echarse al New York Times, y al Washington Post en contra iba a ser definitivo y le iba a costar el pescuezo. Pues no, que parezco bobo, que esos periódicos no los lee la camarera de Nebraska, o el camionero que atraviesa el país por la ruta 66. Estos como mucho leerán el diario local de Sprigfield, verán el canal nacional de turno mientras entran y salen de la cocina, y se informarán, como todos, bebiendo de las redes sociales. Así que los periodistas políticos y de relumbrón me parece que le importan un pepino a Don Donald, con lo que puede decirles lo que quiera, ¡Faltaría más!.
Don Donald tiene su público, y a él se dedica, tomando decisiones que son más humo que otra cosa, que el Tratado Transpacífico, tiene relativamente poca importancia, y a las reacciones de las bolsas me remito, que no se han movido ni un pelo por esa firma.
Y cierto, nos echamos las manos a la cabeza, con las restricciones a la emigración, con eso de levantar un muro….¿como el de Ceuta o como el de Melilla?, que por cierto ya tiene de otras administraciones un buen terreno recorrido, o como los que se han levantado alrededor de los terrenos palestinos, o entre Hungría y Serbia, Arabia Saudí e Irak, Grecia y Turquía, o India y Bangladesh, o dentro de Europa el que cruza la capital de Chipre, Nicosia. Por no hablar del muro de Adriano, o La gran muralla China..o los muros del Vaticano o del Kremlin, que no quiero ponerme muy pesado. Sesenta y cinco actualmente en el mundo, frente a los quince de final de siglo, leo por ahí.
Y en cuanto a las restricciones de circulación por Europa, son enormes para los ciudadanos que no son oriundos de un país dentro del tratado de libre circulación. Visados que se expiden a ciudadanos de casi todo el mundo por naciones de casi todo el mundo. No quiero contaros la cantidad de sellos, estampas visados que tengo en mi pasaporte, visados recaudatorios alguno de ellos, y otros simplemente policiales…¡Ah!, y no se me olvida que la administración Obama, tan escandalizada hoy, me impidió el paso a Seattle desde Vancouver este verano, simplemente por haber estado de turismo un par de años antes en Irán.
La segunda cosa que hace este tipejo, que ciertamente no me gusta, por la carga de zafiedad que arrastra, es negociar, y de eso sé bastante, que desde hace muchos años he tenido que hacerlo por mi profesión.
Y lo hace de la forma que enseñan las escuelas y la vida, marcando territorio y diciendo en voz muy alta lo que quiere, porque si no lo haces, lo hará el otro negociador, y empezarás con una posición de debilidad, que nunca ha sido muy buena consejera.
Cierto que al soltar los términos de lo que esperaba en la continuación del muro con México, quizás el exabrupto con que arrancó la cosa pueda parecernos exagerado, pero no ha añadido por el momento ningún ladrillo al existente. Veremos por donde siguen las negociaciones, y realmente qué está negociando.
Y lo que está haciendo hasta el momento, se parece al discurso televisivo de Chaves o de Maduro, puro humo para que sus votantes del medio Oeste, se tomen la Budweiser de esta noche pensando que son felices y están seguros.
Que nadie olvide que estamos en el mundo de la mercadotecnia, de las redes sociales, del “trending topic” de lo viralizado en las redes…y que eso tiene una vida extremadamente breve, nadie se acuerda del “trending topic” de hace tres semanas, por exagerar, y a eso juega bastante bien Don Donald, contando a su favor además con que el uso de la postverdad no está penado.
La reacción de la Señora May, cuando se ha encontrado con una campaña para que anulase la visita del Tito Donald al Reino Unido, ha sido ignorar al millón y medio de ciudadanos que le han pedido la anulación, y no le falta razón, que las relaciones de los Estados Unidos y el Reino Unido, son mucho más que la presencia de un zafio en Buckingham que además tiene “Golf resorts” en Scotland a título personal.
En cualquier caso el juego va a ser divertido, ya que la presentación de querellas contra sus decisiones que están llenando los tribunales americanos, no puede inquietar a un personaje que tiene más de tres mil querellas en su vida empresarial abiertas. Está entrenado.
Veo a la casta calvinista muy cabreada y en campaña permanente de desprestigio a nivel mundial. Ellos sabrán la razón por la que no supieron vender sus ideas en la América profunda, en la de los paletos como despectivamente se refieren a los ciudadanos de la tierra adentro, que ese país no solo son las castas WASP (acrónimo que en su acepción inglesa se refiere al blanco, anglo-sajón, protestante) están también el camionero y la camarera, a quienes les han bajado el sueldo los bostonianos, y no han sido capaces desde su torre de marfil de enviarles las soluciones a sus problemas.
Así que viviremos con un zafio maleducado, narcisista e insoportable socialmente, capaz de insultar a las mujeres y conseguir que le voten un 15% más que a su oponente, capaz de obtener el voto de muchos emigrantes a los que la anterior administración no supo vender los beneficios que conllevaba la gestión demócrata.
Y honestamente no creo que nos hunda el mundo, gobernará sobre todo para ese 50% de estadounidenses que no tienen pasaporte, porque no han necesitado ni siquiera salir de su estado, y que le han dado de alguna forma su confianza.
Si podemos olvidarnos de las campañas publicitarias de unos y otros, y nos centramos, no ya en las decisiones que tome, sino de sus efectos en el medio plazo, sentados en nuestra tribuna, pasaremos unos ratos muy distraídos viendo como juegan estos pollos a ese juego en el que nosotros seremos los peones a sacrificar, si nos dormimos.
Que les den a todos estos

Decepción y cabreo

Ya llevan tiempo cabreados, y lo que más me molesta, es que tienen más razón que uno de esos santos a los que a lo mejor no rezan.
El que estos pollos se me levanten ya cabreados por la mañana, o cuando lo hagan, me tiene no solo molesto, si no también seriamente preocupado.
Y es que se me han ido cabreando poco a poco, que si no hubiese seguido de alguna forma sus carreras, diría aquello de que nacieron cabreados, pero no, ni de broma, nacieron aunque creyeran otra cosa, con una vocación profesional que gracias a Dios desarrollaron de forma magistral, y seguramente con su corazón lleno de sueños y de proyectos.
E iremos por partes, que el otro día, Doña Nuria Espert, esa dama de la escena que me hizo vibrar cuando yo era un adolescente, y ella una mujer maravillosa, desgarrándose en el teatro dentro de la piel de Medea…luego lo que quieras, desde un montaje barroco a más no poder de una maravillosa Norma, hasta verla en todo su esplendor recibiendo en premio por su carrera en el Campoamor, hace como quien dice unos días, saltó como la energúmena que no es, soltando a un periodista que la concejal de cultura del Ayuntamiento de Madrid, lo más probable es que no supiera leer.
Qué cabreo llevaría esta mujer, no ya para decir lo que dijo, que por cierto suscribo, aunque solo porque sea que es catalana como yo, sino simplemente por recordar que había una concejala de cultura en Madrid, que entre los unos (los esperanzos o los botellos por un lado y estos de ahora Madrit, ens roba, por otro), nos tienen la cosa de la cultura por los suelos, y al titiritero cabreado.
Pero esto es un estallido, es un puñetero vaso colmado, que a Doña Nuria, no le va de unos contratos más o menos, o de una situación puntual, es un estado de ánimo que ha ido creciendo durante unas cuantas décadas, quizás un par de ellas, cuando se dio cuenta, posiblemente, que las esperanzas de que este país fuera realmente lo que soñamos unos cuantos ilusos durante la transición, no eran más que eso un sueño que las fuerzas dominantes de este cortijo, no iban a permitir.
Así que la mujer, salta, se cabrea, y lo dice en voz alta.
Digo yo que sería eso, porque lo de Don José María Pou, también viene de largo, que le he visto parar una representación por las toses repetidas de una espectadora hace ya unos años, y el domingo en una entrevista que publica el Periódico de Cataluña, suelta sin despeinarse “ Me siento decepcionado, escéptico, y muy, muy, muy cabreado”.
Y se refiere a la zafiedad imperante, al abandono del Reino Unido de su posición en la Unión Europea, la porquería que sale del Medio Oeste americano por boca del Señor Trump, de la política española actual, por no hablar de la catalana, que denuncia las presiones que ha recibido por decir lo que piensa a través de su columna periodística.
Don José María, tenía alrededor de 30 años cuando llegó el famoso 20 N, cuando la fiera pasó al eterno, y seguro que una persona como él, imagino, se llenó de ilusión cuando vió aquellos vientos de libertad sin ira, que al final han pasado a brisa hedionda de la podredumbre patria. Nunca se hubiera imaginado que el mundo estuviera abrazando ese coso que se ha dado en llamar “populismo”.
Y hoy, viendo la charca en la que tiene que nadar, manifiesta su enorme cabreo, su enorme decepción al ver donde nos ha llevado la deriva del poder, que ha condenado a la ignorancia a demasiadas capas de la sociedad.
Y eso es lo que me preocupa, que estoy con él en su cabreo y su decepción, y que le obliga a saltar cuando una mujer tose en platea, o si suena un móvil en la fila cinco, que es donde se sienta el tifus político.
El último de esta pequeña lista de cabreados, que están cabreados en general, con la sociedad, por mediocre, con los peperos por los incidentes de corrupción que saltan día tras día a la palestra, los de esa socialdemocracia que murió cuando se derrumbó el mundo cutre y utópico que surgió de la interpretación torcida e interesada de Marx, o con los indignados que pueden acampar en Sol o en Bastille, y que ni siquiera esconden una fórmula con base filosófica para dar un nuevo camino a la sociedad a la que pretenden “salvar”.
El bueno de Don Arturo Pérez Reverte, nos grita desde su bitácora, cada vez que se nos apetezca entrar en ella, un nuevo cabreo, hoy contra el ineducado, mañana contra la feminista de slogan y electroencefalograma plano, o del machista que está más cerca de un Australopitecus, que de un sapiens.
Contra el que roba, contra el listillo, y sobre todo contra el cerril, contra el que vive en la intransigencia de su amada infracultura, y para que no se le note se hace de algo que acaba en ista, y así en medio de la manada, se nota menos.
Este hombre que se ha jugado el pellejo demasiadas veces, para que el mundo supiera lo que pasaba en las más cruentas de las guerras del siglo pasado, se asoma hoy a su ventana, y lo que ve no le gusta.
Don Arturo te lo suelta con ese envidiable lenguaje periodístico destinado a llegar a todo el mundo, y nos sale con esa amargura que parece salido de aquella generación VABUM, que nació con la degradación de España al final del siglo XIX.
Esa España del esperpento que acarrea ese caciquismo de tierra adentro, y que hace pobre desde Galicia hasta Andaluciía, esa España del latrocinio que llevó al desastre de Annual, esa España indolente de casino provinciano, de cura de misa y olla, de toneladas de analfabetos, de millones de ciudadanos sacrificados literalmente en Marruecos, en Cuba, en Filipinas.
Esa España en manos de miserables, con dictablandas y dictaduras, y con reyes que se mueren de pena, de pena de petimetre en el hotel de lujo de Roma, escapando, sin luchar por su pueblo, dejando que se desangre.
Están, digo están, estamos cabreados, sobre todo cuando nos damos cuenta que la cosa es mucho peor de lo que pudimos imaginar en algún momento, cuando creíamos que era el mal hispano el que nos afectaba, y ahora que vemos que el mal es global, nos cabreamos, como Pou, como Espert como Pérez Reverte, y como otros tantos que hoy no me caben aquí, pero oigo día tras día, leo día tras día, veo día tras día.
Y es que hemos tenido varios espejismos aquellos que cruzamos la frontera de la sexta década, en los que creíamos que la luz estaba a nuestro alcance, y no, lo que está a nuestro alcance es el cabreo monumental como único recurso al ver que el ecosistema en el que se desarrolla nuestra existencia, sigue igual de podrido, pero a escala global.
Alguien acabará invadiendo Polonia.
Con su pan se lo coman

El tren que chufla

Ayer estuve viendo un documental, no, no era de la dos, que no soy tan progre, rama intelectualoide, era de un canal que se llama Viajar.
El documental, bastante ramplón, por cierto, estaba dedicado a los ferrocarriles, y la cosa se trataba de un pollo que se subía a un tren cutre/salchichero, allá por los Vietnames, y nos contaba cosas del país de esa forma en la que se les cuenta a los turistas, es decir, de un modo superficial, haciendo hincapié en alguna historieta humana, más forzada imposible, y con esas tomas desde la ventanilla, que parecen hechas con el tomavistas de mi abuelo.
A mí, el tren, me gusta, y ya he comentado alguna vez mis experiencias, en ese elemento del paisaje, de los sueños, de las vidas que se mueven, que alguien con poca imaginación ha dado en llamar medio de transporte, y encima te cobran tarifas de esas que pillas por Internet, y te parecen más baratas que en Andorra.
En el documental, salía un tren de esos que se llaman “lentos”, circulaba por una vía aparentemente métrica, y tan pichi él, se ponía a cincuenta por hora, y en un plis de más de veinte horas, dejaba atrás Saigón (no me sale llamarla ciudad Ho-chi-ming), y se plantaba en Da-nang, a cerca de mil kilómetros hacia el norte en la costa.
Sirvan las visiones de los vagones de tercera o cuarta clase, con asientos de madera de esos que llamaba yo “Sleeping taula”, en contraposición a los “Sleeping cars”, que hicieron famoso al “Orient Express”, y a la no menos famosa Wagons Lits Cook….Compañía Internacional de Coches Cama, y de los grandes expresos europeos, que siempre me pareció un nombre que se le ocurrió a un creativo de mercadotecnia portugués, cosas.
El presentador, siempre sonriente, como he dicho, nos presentó un viaje para turistas, es decir, sin profundizar en la tremenda historia de Vietnam, y repitiendo uno a unos los mantras que el guía turístico local seguro suelta a los grupos que les manda “Viajes El Corte Inglés”.
En Vietnam, tuve ocasión de hacer un viaje en tren, desde Hanoi a Sapa, en las montañas del norte no lejos de la frontera China, y me busqué un departamento privado con cama para mí solito, que en estas cosas nunca se sabe.
Menos mal que siempre llevo mi saco de dormir, porque el camastro tenía aspecto de palo de gallinero, no como en el documental promocional, que el vagón aparecía “pobre, pero honrao”.
El tren, sudó, sufrió, llegó cuando quiso, volvió lloriqueó, y arrastró con él toda su carga de humanidad, como esos trenes de la posguerra española, que llevaban el aceite de estraperlo en el techo de los vagones de cola.
El siglo veintiuno, con su afán de cambiarlo todo, ha transformado casi todos los aspectos de nuestras vidas en productos protocolizados, a los que se les debe enviar el mismo mensaje, para que reaccionemos igual, compremos las mismas cosas, usemos los mismos transportes, vivamos de los mismos mantras, que no son más que consignas de la mercadotecnia interesada.
Y el mensaje que recibí desde ese documental, había perdido toda esa aureola nostálgica, goteada de la magia de otros tiempos, pero estaba lleno de guiños al consumo, que Vietnam está de moda.
Teniendo en cuenta que soy una persona que se ha movido algo más que la media por este mundo, y que sigo haciéndolo, debo constatar, que el concepto de viaje que he tenido siempre en mi almario, ya no existe, o queda de forma residual en un vaya usted a saber dónde. Sí, ese loco que se sube a una bicicleta a patear el mundo, que luego hay que vender el libro o el documental, o el que te dice que se ha metido por el Salar de Uyumi en busca de restos de civilizaciones, que, si se han perdido poco le importa al mundo.
Hoy cruzas, cruzo, incluso, si se tercia Europa a trescientos por hora, conectado a Internet, y pendiente del correo que te manda el jefe. Vamos deprisa, el tren también que sueño en volver a cenar a no más de cien por hora un pescado fresco con un Chablis, como cuando cogías el Mistral (nombre de poeta para un tren) dejabas Paris atrás y desayunabas entre Marseille y Niza, antes de que te llevaran al Negresco.
Los que nos hacemos viejos, tenemos el alma llena de nostalgias, y pienso yo, que si aún puedo recordar el olor del humo de una locomotora cruzando los túneles de Mora de Ebro, camino de Caspe, no sé qué podrán recordar las generaciones que me siguen fuera del sentimiento que tarde o temprano les invadirá de haber pasado su juventud como producto a la venta de una aplicación de esas que se te cuelan en el teléfono inteligente, porque son gratis.
En cualquier caso, en este mundo que aún cuatro pringaos seguimos creyendo que es global, y que Tito Donald quiere empeñarse en que no lo sea, hay aún mucha gente que se sube a un autobús de línea, o de no tan línea para cruzar los arrozales vietnamitas en el viaje de su vida, aún hay mucha gente que se sube en un barco de “May be lines” y remonta el curso del Congo, para visitar a su nuevo nieto, que está viviendo dos días río arriba.
Aún queda mucha gente que se sube a un barco para bajar el Amazonas de Manaos a Belem, con su hamaca extendida en cubierta y pasar los cuatro o cinco días de la travesía lo mejor posible, que a lo mejor Petrobras les da trabajo en Sao Luis.
Nuestro mundo occidental, que se ciñe a las torres de marfil en las que cuatro imbéciles nos hemos refugiado, nos está llevando a un alejamiento de la vida de tales dimensiones, que nos acabará transformando en una nueva especie destinada a la extinción.
Habremos olvidado que el éxito de una generación está en la calidad de la siguiente, y no queremos tener nuevas generaciones, habremos olvidado que el ser humano es mucho más que un producto a la venta, y seguiremos criticando los muros del Tito Donald, cuando los muros que hemos levantado a través de nuestro status social, de nuestras redes sociales, de nuestras cuevas de lujo con seguridad exterior, son infinitamente más altos.
Habremos olvidado, que para vivir, hay que sentir, y los sentimientos llevan aparejados tantos momentos de alegría como de tristeza.
Así, que le pediré al documentalista, que la próxima vez que se suba a un tren humano, evite los mantras turísticos, no le diga a la compañía que van a hacer un documental y te llene el vagón, recién pasada la mopa, de extras locales. Que por favor se suba a la vida que está tanto en la primera clase como en la cuarta clase del Andrea Doria, por no fastidiar mucho
Buenas noches, y buena suerte

Luz, ¡más luz!…La luz

Hoy parece que tenemos revolucionado el patio, porque no sopla el viento, porque no llueve, porque el petróleo está caro, y obviamente la luz está cara. ¡Qué digo, cara, carísima!.
Vamos un ciento cincuenta y tantos más cara que el año pasado, y posiblemente sea cierto que los de las eléctricas estén haciendo trampas en el solitario, que yo no lo sé, pero lo dicen por ahí. Pero quien está haciendo trampas de verdad es nuestro querido Estado, que no ya este gobierno, sino un buen montón de los que han pasado, sin importar el color.
La fiscalía de no sé qué tribunal, parece que anda mosqueada, que le da que alguien está haciendo trampas, pero la comisión nacional de los mercados y de la competencia, no dice ni pío de la situación de oligopolio que tenemos en este campo, y que hace que nuestra factura sea un veintitantos por ciento más cara de media que la media europea. No creo que sepan discriminar si en el precio de las subastas de energía hay trampas de última hora o no. No son capaces, seguro, entre otras cosas porque el oligopolio existente se lo pone demasiado difícil.
Pero se da la puñetera circunstancia, de que nuestro recibo de la luz tiene más conceptos ligados a impuestos, o directamente impuestos, que el puñetero gasto energético, que hay peajes por utilización de la red, que hay impuestos a la producción energética, que hay trasvase de esos dineros obtenidos a la financiación de las autonomías, y que sobre todos esos impuestos, además te cargan el IVA. No exagero ni un céntimo.
Es así que tenemos un impuesto igual para todos los españoles, que lo pagan pobres y ricos, empresas grandes (bueno los del aluminio le sacaron una buena rebaja subvencionada con nuestro dinero en este impuesto al mal gestionado Estado Español), y lo último que oigo en nuestras instituciones políticas es que alguien se plantee corregir ese tremendo ataque impositivo injusto al ciudadano.
Y además es un impuesto que recauda nuestra Hacienda Pública día a día, sin moverse de la silla, que se lo recaudan las compañías, y si alguien no paga, es muy fácil, le cortan el suministro.
Ni Podemos, ni Ciudadanos, ni PSOE, ni PP, por hablar de quienes podrían hacerlo, van a mover un dedo para evitar esto que hace, entre otras cosas un daño tremendo a la competitividad del país, que paga su energía el veintitantos por ciento más cara que su entorno, basado además en estructuras productivas y de transporte totalmente inadecuadas a las necesidades de este país.
No hablo de los partidos autonómicos, que ellos viven en parte de ese impuesto deshonesto, con que el Estado nos grava, y recuerdo que treinta o cuarenta euros al mes de impuestos vía recibo de la luz es demasiado para quienes tienen salarios de seiscientos euros. Y no me vengan con esas caridades de las tarifas especiales a los más desfavorecidos, que siguen pagando el IVA sobre conceptos impositivos en un recibo de suministros considerados vitales.
Nadie ha pensado si hay alguna ilegalidad en esta estructura, no se han planteado las asociaciones de consumidores acciones para devolver la recaudación de impuestos a donde se debe, y no en el recibo de la luz que paga el casi indigente esclavo asalariado en que este tipo de decisiones han transformado al votante español.
La luz, si, la luz, que debería abrir todos los días los informativos, pero no para decir que está cara o que la subasta de hoy ha sido la repera, sino para explicar al ciudadano la estructura bellaca que hay detrás de su recibo, de quién la pensó y la implantó, y sobre todo quién trabaja por acción u omisión para que esa estructura perniciosa, favorecedora de vagos, de ladrones y de inútiles con poder, se mantenga.
Y al final, lo que nos falta es Luz, la necesaria para comprender quién y cómo nos roba, quién y cómo ofrece esa ristra de coches de lujo que aparca en San Telmo, cada vez que hay reuniones de consejeros andaluces..(menciono esto porque ví una foto hace unas horas del tal espectáculo, y me ha jodido de veras).
Nos falta Luz, y luces, claro, que cuando uno sale de la escuela estatal, no está capacitado para entender los entresijos del robo al que el Estado somete a los más desfavorecidos, que parece nos han diseñado para que podamos comprender limitadamente algún debate de esos gritones que en horas de mayor audiencia nos ofrece la telebasura al uso.
Yo quisiera que hubiese luz, para que alguien explicara detalladamente al ciudadano, quién decidió construir una infraestructura de producción y transporte de energía que está claramente sobredimensionada. Quienes estaban detrás de las adjudicaciones de los concursos, quién los ejecutó, quién controló los costes, quién realizó los estudios de las necesidades futuras, y sobre todo quién se enriqueció, de forma directa, o de forma indirecta, concediendo este o aquél permiso de obras, en este o aquél ayuntamiento.
Si, del Señor Soria me acuerdo, ese que puso el impuesto a la producción solar en pequeñas plantas, y a lo mejor me equivoco, pero esos pequeños productores podían alterar el precio final de la electricidad asistiendo a las subastas fuera del control de los oligopolistas….pues se les prohíbe, y por supuesto, nadie se ha atrevido a modificar el asunto, que te juegas el puesto de consejero en una de esas compañías cuando se te acabe la carrera política, y eso es una pasta.
La inclusión en los escandallos de precios conceptos fiscales, me ha parecido siempre una deshonestidad, que debería ser ilegal, o al menos motivo de modificación, que no me parece adecuado que se considere parte del coste de los combustibles, el impuesto de la gasolina, o parte del coste del alcohol, el impuesto sobre bebidas espirituosas, o con el tabaco….y con el precio formado de esa forma, se nos cargue a todos, pobres, ricos y mediopensionistas, el 21%.
Los impuestos se deben recaudar de otras formas, señores diputados, señores del gobierno, señores de la subvención, del coche oficial, señores de las pensiones vitalicias.
Lo que me temo, es que de estos machitos es difícil descolgarse, y menos bajarse, con lo que la posibilidad de que el Estado, decida como medida excepcional renunciar a los impuestos que las decisiones que han tomado contra sus ciudadanos, en momentos en que el precio realmente ha subido, no suponga un expolio, es nula.
Y no lo olvidemos, las compañías tienen una enorme culpa de lo que pasa, si pueden nos manipulan el sistema para obtener más beneficios, pero los verdaderos ladrones están o han estado en nuestros parlamentos, nacionales o regionales, que todos han participado, y participan, y cuando en el Telediario de las tres la presentadora nos diga lo cara que se está poniendo la cosa, habrá que preguntarle si le parece bien que paguemos el IVA sobre los impuestos que nos cuelan de rondón en los recibos.
Hágase la Luz

Futurología

Las cosas no acostumbran a ser como esperamos que sean, y eso a veces hace que la vida sea cuanto menos algo menos monótona, pero desde hace unos años, me planteo que quizás un poco de monotonía nos vendría bien a todos, bueno, a algunos, quiero decir.
Porque ciertamente, si la impresión es que globalmente el tiempo está como parado, que las cosas no acaban de arrancar, que la cinta en la que nos movemos parece la rueda del hámster, lo cierto es que si hacemos otro análisis, o cambiemos un poco el foco de nuestras miradas….demasiadas cosas, demasiado deprisa, demasiado importantes.
Aunque por otra parte parece que llevamos casi diez años parados. Que el mundo ha entrado en una de esas crisis, que las conjunciones de Urano y Plutón conllevan, y que dicen, los que dicen que saben, aún necesita tres añitos más para terminar.
Y no sé yo si me apetece que la cosa acabe, que aquellos que sacan estadísticas comparativas de los acontecimientos mundiales y las posiciones de los planetas, te cuentan que la última vez que se dieron en el cielo esas posiciones, fue en 1929, y que la cosa duró diez añazos hasta que todo reventó con la invasión de Polonia….
También te cuentan estos expertos, que yo no quito, (ni doy), la razón a nadie, que los años antes de ese 29 de Octubre de 1929, fueron los felices veinte, ese período entreguerras tan mono él y tan lleno de glamour, cuando en Europa se hacían los hoteles que me gustan hoy a mí, que la gente bailaba el Charleston, pasaban las veladas en el Stork Club, o iban al Jazz del Cotton.
Me cuentan que también entraban a por sus pitanzas, a casa de Del Mónico, que la pasta que les llegaba a los inmigrantes italianos con éxito del Lower East Side, la transformaban en aquella casa frente al Waldorf en pasta con tartuffo bianco, que algo había que comer.
Pero ahora estamos en medio de aquella novela de John Steinbeck, “Las uvas de la ira”, que tan bien interpretó en la pantalla grande Henry Fonda, con los trabajadores de medio mundo cabreados como monas, porque los bancos les quitan sus tierras, porque los bancos les echan de sus trabajos, porque los bancos quiebran, porque el dinero ha desaparecido en créditos para comprar lavadoras, Ford T, y refrigeradores eléctricos de aquellos tan monos que hacía la Westinghouse, porque la deuda es inasumible.
Y todo eso se me asemeja a lo de hoy, que parece que la República de Weimar acaba de caer en el Imperio, y que alguien a quien no se esperaba, gana las elecciones con un discurso populista, apoyado en el gran publicista que fue Goebbels allá por el 33, y aquí con los Big Data en el 16…..
No quiero seguir con estos paralelismos, que me apechusco, y no se trata de eso ahora, que para todo habrá tiempo, sino de constatar que sin movimiento aparente, en los años que llevamos de siglo, hemos dejado este planeta irreconocible, sin que aparentemente haya pasado nada.
Que me permitirán que recuerde amablemente que China hace quince años no apechuscaba, y ahora se barrunta que el Imperio habrá de sufrir un desplazamiento hacia esas tierras que el yanqui en diez años no va a ser el que mee más lejos por mucho “Back America great again”, que ya en el enunciado…”de nuevo”, implica una cierta sensación de derrota.
Ya veremos en qué da todo esto, pero el león nuevo que ha llegado a la manada empieza a enseñar unos colmillos grandes y brillantes en muchos aspectos.
Hoy Tito Donald, ha expulsado el idioma español de la administración americana, en un signo inútil de hostilidad, y es que a lo mejor el hombre anda ya tejiendo sus alianzas con los calvinistas rubios como él, y ese es un muro fácil de levantar. Lo siento por ellos se acaban de convertir en gente más pobre culturalmente, y ya es difícil ser más inculto que un votante del Tito Donald.
La verdad es que estas cosas no me cabrean en primera persona del presente de indicativo, me cabrean por lo que significa en cuanto a evitar el contacto entre diferentes seres humanos de etnias, culturas, religiones, e idiomas diferentes. Creo que si se actúa de esa manera, y por otra parte se manifiesta que el Estado Islámico debe destruirse, (ciertamente mejor que nunca hubiera existido), lo único que se demuestra es un nivel de fanatismo equiparable al de su enemigo pero de distinta ideología.
Ese es uno de los movimientos que nos está trayendo este puñetero siglo, la alabanza de los fanatismos, la alabanza de los nuevos Hitler, Mussolini, Eisenhower, Franco, Churchill….cada uno en su grado y condición, que todos pensaron, al final, que hacer que sus súbditos se mataran era la única posibilidad que su ideología, sus haciendas y sus carreras, tenían para progresar o mantenerse.
El tibio mensaje que se ha desprendido desde Davos, es que no son muy partidarios del proteccionismo, del populismo, vamos, de lo que dicen que quieren hacer los gobernantes de Algeciras a Estambul, y de Seattle a Miami, y yo ya no sé si me parece bien o mal.
La última que nos queda, y que será ver cuáles son las consecuencias más o menos inmediatas del cambio climático que estamos padeciendo, y también, los pronosticadores más o menos bien documentados, empiezan a sugerir que independientemente de las catástrofes que se sugieren por las alteraciones del clima, se nos vienen encima guerras por el uso del agua, o la desaparición de estados insulares por las subidas previstas de los niveles marinos.
No lo sé, espero que la luz llegue a todos, de una forma u otra, que alguien ilumine de verdad el corazón de quienes pueden de alguna forma tomar decisiones de esas que alteran la vida de las gentes, y que descubran la importancia que tiene la felicidad del ser humano, no de unos pocos seres humanos, cada vez menos, por cierto.
Pero, bien es sabido que eso va directamente contra la naturaleza depredadora del ser humano, que, por mucho que diga, lo que de verdad le gusta es la supremacía de su idea, de su tribu, de su casta.
Con su pan se lo coman

La postverdad

Parece que tenemos un nuevo término acuñado por el Oxford dictionary, y que se refiere a esa moda de mentir para obtener el poder, mentir descaradamente, prometer lo imposible, y una vez conseguido el objetivo, reconocer que simplemente os he engañado, que sois unos pardillos (me gusta más pardalet), y además me largo de toda la mierda que os he dejado, que ya pillé lo mío.
Y lo hemos visto en Inglaterra, lo estamos viendo en los Estados Unidos, y lo seguiremos viendo aquí y allá sin duda. Una vez ganado el referéndum de abandonar la Unión Europea, los votantes se arrepienten, y los líderes admiten sin ningún pudor que lo que dijeron para inclinar el voto era simplemente mentira.
Vamos, como las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein, o lo que quieran ustedes buscar como ejemplo poco constructivo, que valió el hundimiento del Maine, y de otras que ni me acuerdo ni aportan ya nada para la tesis que mantienen los que hablan de este puñetero fenómeno.
Y al final es que siempre nos ha gustado, creo, que nos manipulen, en contraposición al ejercicio del análisis, del contraste de informaciones, o simplemente el hecho de pensar. Que nos lo creemos todo, que es la alabanza al pícaro con amplificador, el sueño de aquellos timadores de la estampita, pero a lo bestia. Y lo más divertido, es que el ejercicio de la postverdad, simplemente no está legalmente castigada, aunque sea una estafa con todas las de la ley, con perjudicados y con beneficiados, como tiene que ser.
Vamos, que nos va la marcha, que somos imbéciles, o simplemente nos han ganado la partida por abandono, al vivir únicamente, como fuentes de información, de las piojosas redes sociales, de medios de comunicación dependientes del dinero que les ofrecen los grandes grupos interesados en publicar esto o aquello, o en la publicidad condicionada. Todo menos hacer con nuestro dinero, pagando el servicio en el quiosco, lo posible para que no nos cuelen mantra tras mantra que digerimos sin el más mínimo filtro.
Vivimos el sueño de Goebbels.
Tenemos lo que queremos, no nos debemos quejar, que estamos ya viendo los altos precios que se pagan por el “todo gratis”, que al final a quien compran y venden es a nosotros los pardalets, que si se caen del árbol porque hace demasiado frío, a quien alegran la mañana es al desayuno del gato callejero.
Yo, desde que me planteé en serio eso de conocerme, empecé a darme cuenta de que no había forma de saber qué es lo que pasaba a mi alrededor, que nada es sólido, y que cualquier decisión que tomas en la vida, está sujeta a variables de tu entorno que simplemente desconoces, aunque tienen un importante impacto en las consecuencias.
Es por eso que el alumbramiento tardío del palabro, “postverdad”, no va a llegar a quien debe, que somos todos y cada uno de nosotros, y seguirán aquellos que lo deseen seguir utilizando la tal técnica en su beneficio y en nuestro detrimento.
Muchas veces me pongo a meditar sobre cómo reaccionaría la Humanidad si de pronto saliese de la caverna esa que nos utilizó Platón para ilustrarnos un poco acerca de nuestra situación cognitiva frente a la realidad con mayúsculas.
Y vayamos ejemplo tras ejemplo. Whatsapp, empezó a funcionar hace apenas diez años, y hoy es algo que está presente hasta en los sopicaldos, aunque si te pones a controlar cifras, solo aparecen los mil millones de usuarios que quería Zuckenberg cuando la compró por veinte mil millones de dólares, para llevar por todo el mundo 2000 millones de mensajes diarios, 1600 millones de fotos, 250 millones de vídeos….y gratis, sin publicidad.
Cierto que mantienen una plantilla muy reducida, cincuenta y cinco personas, en el momento de la compra por Zuckemberg, pero los ingresos, aparte de los 0.99 dólares que alguien pagó por el uso por vida del sistema no se le conocen, y claro, entre el desembolso astronómico, con el consiguiente gasto financiero que supone, y la ausencia de ingresos…no sé yo.
Claro que si el producto soy yo, mis conversaciones, mis familiares, mis amigos, mis opiniones, mis viajes, mis compras….entonces empiezan a salirme los números, ya que esos big data bien movidos, pueden preparar al mundo de las postverdades, prácticamente para cualquier cosa.
Y me temo que eso lo que estamos viviendo, esa guerra soterrada entre algoritmos matemáticos que esconden grandes bases de datos bien organizadas con todas nuestras conversaciones, nuestros escritos, nuestra voz, la gente con la que nos relacionamos, donde estamos… y que cuando es necesario lanzan el mensaje adecuado para que demos la respuesta adecuada o tomemos la decisión que creemos más favorable a nuestros intereses y anhelos.
Así que cuando alguien tiene que sacar un negocio adelante, o unas elecciones, con preguntar las tendencias semanales de los sentimientos de millones de personas, todo lo que te queda es poner delante de sus narices, el producto soñado…y lo compran.
Luego viene el llanto y el crujir de dientes, que cuando los dioses quieren castigar a los humanos, no tienen más que concederles sus deseos.
Así que al día siguiente de la toma de posesión de Mr. Trump, una patética demostración de indignación femenina cubre las calles de las principales ciudades de los Estados Unidos, cuando lo que deberían hecho, simplemente es no votarle, pero los datos dicen que entre los votantes femeninos blancos en las elecciones, estos se decantaron por él, quince puntos por encima de los que votaron a Clinton…y ahora a llorar.
Como lloraron los ingleses cuando se les echó encima la posverdad del paraíso que les esperaba con la salida de Europa, paraíso que al día siguiente, cuando el pescado estaba ya vendido, ya no les pareció tan maravilloso, y muchos de quienes salían a la calle a protestar, no habían hecho el trabajo adecuado de poner en la urna la papeleta adecuada, cuando se les pidió.
Y encima, sale el político sinvergüenza, diciendo que el mensaje trasmitido por su equipo, favorable a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, era falso….pero no está penado.
Y lo dicho, tan listos, tan universitarios, tanto coeficiente intelectual por encima de 160, y a la hora de la verdad, ignoramos si son galgos o podencos, no entendemos la información, nos lo tragamos todo, no somos capaces de contrastar casi nada, y si quien habla es de nuestro equipo de “jumbor”, pues nos lo tragamos, lo expandimos por los interneses, y luego, eso sí, llenamos el Mall de Whasington, las calles de Chicago, Trafalgar square, o la Meridiana, cuando toque, llorando porque en el paquete que se suponía lleno de billetazos de quinientos euros, había solo papeles de periódico.
Disfrutad de la jornada

Los trabajos comienzan a mediodia

Ayer, justo al mediodía, hora local, empezaron los trabajos en ese templo que es Washington, y el oficiante, Mr. Donald Trump, comenzó su liturgia.
Le había prometido a mi amiga y fisioterapeuta de cabecera Hiurma, que en su momento le comentaría mis impresiones sobre el personaje, y hoy, tengo ya el material suficiente para una primera impresión.
Y esa primera impresión, no es buena, no lo es, qué diablos, porque ayer y delante de medio Mall, lleno o vacío, como se quiera mirar, según las imágenes recibidas, ví a un Caudillo.
Y de Caudillos salva patrias, la humanidad, puede, con todos los argumentos que se nos ocurran echarse a temblar, especialmente si esos caudillos están soportados por estructuras Imperiales o por grupos estadísticamente numerosos.
Y yo como parte de la humanidad, estoy temblando, ya que este nuevo Caudillo, quiere unos Estados Unidos “grandes, libres”, que me recuerdan lemas que esperaba no volver a escuchar en mi vida. “Una” (que si hubiera otra ya nos habíamos ido allí los españoles) “Grande”(cabemos nosotros, y los turistas) “Libre”, (podemos comprar en el quiosco el Arriba o el Alcázar), como decía el chascarrillo que circulaba entre el rojerío acojonado de aquella España cutre y miserable de boina y señorito. (No es que ahora sea muy diferente, que lo único que nos distingue es que el uso de la boina se ha reducido).
Pero también me recuerda aquel ¡¡Deutschland, Deutschland Über Alles”!!, aquella canción del Emperador, que fue cambiada de sentido por el Tercer Reich, para glorificar sus ambiciones expansionistas.
Y nuestro Mr. Donald Trump, se nos descuelga con “hagamos grande de nuevo a América. Y es que las grandezas de los Imperios que agonizan, siempre me han apechuscado.
Y Mr. Trump, con los brazos abiertos en actitud de abrazar a las masas, sean ingentes o depauperadas, me recuerdan también a los brazos abiertos de “Il Dottore Mussolini, en su balcón frente a la tarta di panna, o a Herr Adolf frente a sus perfectamente formadas falanges en la explanada de los museos que es hoy ese trozo de Berlín cerca del Spree, y de la Alexander, allá donde Unter den linden se rinde a la ópera y a la Humboldt.
No voy a ponerme pesado y buscar paralelismos entre los emperadores romanos después de Trajano, que estoy muy mayor para esas cosas, pero lo que ayer vi al levantar Mr. Trump sus brazos, fue a un Imperio en declive.
Que estas cosas no pasan ni por casualidad, ni en dos días, por supuesto, pero me temo que cuando un Imperio cierra sus puertas, busca levantar muros a su alrededor, es que teme a los bárbaros del norte, o del sur, que me da lo mismo.
Y uno de mis temores es que mientras se levantan esos muros físicos como lo pretenden hacer con México, comerciales, como pretenden hacerlo con todo el mundo, y militares, como pueden hacer con China, o con quién vaya usted a saber, la realidad es que se esté empezando una de esas huidas hacia adelante que la historia nos ha demostrado que nunca han conducido a nada bueno.
Ciertamente, hasta ayer al mediodía, cuando comenzaron sus trabajos, aún no había roto nada el muchacho, que lo único que ha hecho hasta ahora, ha sido eso de hablar, mucho, cierto, mal, desde luego, y a destiempo.
Como el pobre ignorante que soy, si además entrase al trapo de los análisis de las historias que desconozco, me metería en avisperos de los de mala salida, y como al parecer al “establishment”, el muchacho les ha caído como un jarro de agua fría, los mensajes que me llegan son todos entre negativos, y catastrofistas, lo que acaba por invalidarlos, ya que no hay ying sin yang, no lo hay, y toda acción tiene su reacción que nada es bueno ni malo…en fin todas esas cosas que se dicen.
Y por eso pienso que a lo mejor tengo que cambiar de suministrador de mantras, que los que actualmente alimentan mi espíritu, están de forma demasiado unánime en contra de este nuevo pollo que se alojará, Dios sabe por cuánto tiempo en la Penn Avenue.
Ya veremos, pero no lo he podido evitar, sus primeros gestos me han llevado a los caudillos esos que han reído necesitar las masas oprimidas, y que luego, una vez alcanzado el poder, cogen al súbdito por las pelotas con tal fuerza, que solo se atreven a cubrir de alabanzas a quien se las aprieta.
Ojalá me equivoque, y este Donald, se dedique a jugar a sus sueños de caudillo de forma atemperada, con la inestimable ayuda de gente mucho más sesuda de esa que se sienta en los bancos del congreso y del senado de los Estados Unidos de América.
Pasarán unos días en los que le sacaremos punta a todo lo que diga, a todo lo que proponga, pero siendo honestos con nosotros mismos, deberá pasar mucho tiempo hasta que los hechos nos demuestren la calidad de sus actos, y mientras no nos meta en una guerra nuclear con China, todo tiene arreglo.
E incluso si lo hace, porque tampoco pasa nada en este planeta antropocentrista, si desaparecemos los seres humanos. A lo mejor hasta el Planeta se alegraba.
Lo dicho, sus brazos abiertos hacia la multitud que esperaba un nuevo caudillo por la gracia de Dios… o de Putin, no me ha gustado nada, pero nada, aunque no soy quien para juzgar nada ni a nadie.
Por mi parte, ahora esperaré a ver hacia donde se dirigen las legiones del Imperio, y seguramente no seré el único en hacerlo. Confiaré en el buen sentido que posiblemente quede en el alma de tantos y tantos ciudadanos que pueden suponer un contrapeso hacia algunas de las propuestas que se están oyendo desde el Imperio, y esperaré a que la caída de éste sea el toque de rebato que despierte a esta humanidad que de forma cada vez más miserable dedica sus esfuerzos a perseguir muñequitos virtuales por las calles, o a aislarse del mundo real entregando su alma a una pantalla de cinco pulgadas.
Claro, que a los confiados nos acaban casi siempre dando por donde amargan los pepinos, pero por el momento como no soy mexicano me importa menos aunque me pongo en cola, que cuando toca reparto, tarde o temprano, cobramos todos.
Con su pan se lo coman.

¿Compran los robots teléfonos inteligentes?

El otro día preguntaba medio en broma, no sé a quién, no sé dónde, que si los robots serían capaces de comprar teléfonos inteligentes….o coches, o si necesitarían casas para vivir.
Parece que no, que para dormir no necesitan nada, que no descansan, que funcionan las veinticuatro horas de día, hasta que revientan por eso de la obsolescencia programada, y el mantenimiento se lo hacen ellos mismos, o un robot que fue producido por otro robot.
Repaso esta historieta a raíz de un artículo sobre la banca que abre hoy las páginas del Confidencial, donde nos recuerda que los empleados de ese sector, que no hacen más que reducir su número, están muy estresados, mucho.
Parece que ya no vamos a la sucursal para hacer una transferencia, ni para pagar una multa, que ese robot enano que vive en nuestro teléfono, ya sabe hacerlo, y lo hace muy bien.
Además los grandes ejecutivos de estas entidades, han diseñado productos estafa, que al final les resolvieron un trimestre, pero casi hunden las entidades. Claro, quien da la cara es el empleado de ventanilla, y ya se la han roto un par de veces.
No voy a meterme ahora con estas cosas, solamente quiero puntualizar que hay un número enorme de gente (90.000) en diez años que trabajaban en ese sector, solamente en España, y ahora ya no lo hacen.
Y eso son muchos Iphones que no se comprarán, por falta de machacantes en el bolsillo. Supongo que la cosa se compensará por otro lado, pero no lo tengo nada claro.
A lo mejor en Davos, estos días, donde tantas cosas deben estar discutiéndose, alguien sabe cómo cuadrar el círculo de no destruir la sociedad de consumo, que necesita crecer continuamente, con el hecho de que cada día los clientes potenciales son menos y tienen menos dinero.
La impresión que tengo, es que en occidente alguien ha pensado que ya somos suficientemente ricos, y que ahora toca que otros lo sean, pero con el pequeño detalle de que es en detrimento de esas clases medias de las democracias occidentales, que creyeron estupideces como “vivimos en democracia”, o “el poder está en el Pueblo”.
Cuando paseas por esas tierras de Dios y ves un montón de turistas quitándote el sitio en la cola de la Capilla Sixtina, por ejemplo, notas algo que ya veías en el Paseo de Gracia, y es que hay mayoría de orientales, chinos, coreanos….y eso es nuevo.
No sé cuánto va a durar esto, no lo sé, ni tampoco sé si la reacción defensiva que está empezando a florecer en Occidente llegará a buen término, no lo sé, pero hay cosas que realmente empiezan a preocuparme.
Es obvia la reacción primaria que ha aparecido de forma generalizada, y que tan parecida es a la que en los años treinta del pasado siglo surgió en el mundo como consecuencia del cierre en falso de la Gran Depresión.
Hoy la llamamos, de forma despectiva, reacción populista, y se extiende como aceite en agua por toda la geografía que recoge los restos del Imperio Romano. En todas partes nosotros, el populacho, parece que tenemos el sentimiento de que alguien nos roba, y quizás llevemos razón, que en Catalunya es Madrit quien nos roba, en Gran Bretaña es Europa quien roba, en los Estados Unidos se sienten robados por los mexicanos y por los chinos, la Europa del Norte piensa que le robamos los del Sur, y los del sur creemos que es la Europa del Norte quien lo hace, y así no vamos a ninguna parte.
Y es que realmente, a lo mejor estamos siendo todos robados por el mismo grupo, ese que no quiere pagar impuestos, que deja de pagar salarios, y que acaba acumulando la riqueza de la tierra.
No lo sé, pero no me gusta escuchar las cosas que escucho cuando los poderosos, esos que tienen las llaves de los misiles empiezan a amenazarse, no me gusta, y en Davos, de lo poco que ha trascendido, los chinos y los americanos ya han dicho que no les habrá de temblar el pulso si hay que pulsar el botón maldito.
Si me pongo conspiranoico, y analizo un poco esos conceptos de aristocracia, democracia, populismo, parece que nuestra sociedad no es una democracia (gobierno de los más), sino que la cosa se parece más a una aristocracia, en la que el poder político lo ejercen bien clases privilegiadas, bien los mejores.
Lo que me da, es que si las aristocracias que desde luego nos gobiernan sienten amenazado su poder por las necesidades de “los que son más”, surge el intento de desprestigiar con los términos populismo, o con el nuevo mantra de “estos populistas ofrecen soluciones sencillas para problemas complejos”.
La mayoría de las cosas que nos dicen esos llamados populistas por las aristocracias, realmente, o me parecen utópicas, o simplemente declaraciones de intenciones que en la mayoría de los casos ni ellos mismos se creen, pero de alguna forma tienen la virtud de ser entendidas por los grupos de personas considerados “diana”.
Desgraciadamente, nuestras aristocracias gobernantes, nunca hablan del ciudadano de a pié, de los problemas que las decisiones que toman para que cuadre la macroeconomía han creado, y ahí están perdiendo una batalla, que puede transformarse en esa gran guerra no deseada.
Deberían quizás empezar a recordar que no todo es la acumulación de riqueza, como refleja el informe OXFAM de hace unos días, aunque podamos pensar que tiene ciertos tintes demagógicos. Hay más cosas, mis queridos aristócratas, hay más cosas, y el hecho de que lo olviden ustedes no quiere decir que hayan resuelto los problemas que afectan a las mayorías de las poblaciones occidentales. No olviden nunca, que el salario de una persona, debe permitirle vivir con dignidad, comida, cobijo, vestido, sanidad y educación adecuada deben constituir la compensación que a través del trabajo han de obtener. ¡Ah!, y si no lo tiene se le deben garantizar todos esos elementos necesarios para que su vida sea digna.
Y si además quedan remanentes, son los que deben alimentar la sociedad de consumo. Y eso se ha perdido en buena parte de la población.
No sé si la robotización, las inteligencias artificiales, los desarrollos tecnológicos, o la obtención de resultados financieros cada vez mayores por parte de las grandes compañías son los que han llevado a demasiados trabajadores occidentales a la pobreza, o lo que es peor, a la pobreza y al ostracismo, pero lo que si he constatado es que de la resolución de esos problemas, no se habla desde los poderes establecidos, y la sensación es de que además se sienten confortables. Lo del salario social finlandés, suena a experimento con gaseosa, ¿qué queréis que os diga?
Ya veremos en qué acaba todo esto, ya veremos, pero que no se olviden nuestros amos que resolver esto es la garantía de futuro para todos, incluidos ellos, por supuesto.
Con su pan se lo coman

El campo dei fiori

Hay veces que las cosas son inexplicablemente divertidas, y hace unos días comiendo unos huevos fritos cubiertos de tartufo bianco en La Carbonara, curioso restaurante romano, no me di cuenta del todo de la magia que tenía el asunto´
Y ciertamente no hablo del tartufo bianco, ni de las alcachofas a la romana, y no, tampoco hablo del Barolo de buen año que trasegué sin despeinarme, la cosa era mucho más divertida, y como todo lo romano nada simple, y llena de capas que para conocerlas se necesita tiempo paciencia, y una sabiduría de la que carezco, desgraciadamente.
Pero aquí se viene llorado, así que al grano, y por pasos.
El primero, que la tal Carbonara, está en una de las plazas romanas con más enjundia, El Campo dei Fiori, originariamente lugar donde se levantaba la mansión de los Orsini, y donde tenía su Taverna della Vaca la Signora Vannozza Cattanei, amante de Alejandro VI, nuestro papa valenciano, y generadores de la Casa Borgia a través de sus cuatro hijos.
Cierto que la Cattanei, andaba con vocación, que antes lo intentó con el Cardenal Della Rovere, el bueno de Julio II, pero la cosa no anduvo como ella esperaba, así que abrazó pija valenciana, que no debe ser mala cosa. No consta el lugar de la Taverna della Vaca, y sería casualidad que coincidiese con la ubicación de La Carbonara.¡ Porca Troya!.
Estás disfrutando tu Barolo, y oliendo el tartufo bianco de los huevos, mal fritos, por cierto, que como han de freírse ya solo se hace en las casas particulares de nuestra España, donde queda tiempo y ganas de evitar una chapuza, y te observa desde su pedestal una especie de monje encapuchado, que temes se baje y no te deje llegar a ese postre de prostíbulo veneciano que es el tiramisú (literalmente, échame arriba).
Pero por el momento lo ignoras, porque sabes que por esa zona se habla catalán, bueno el catalán que se hablaba en Barcelona hacia 1391, cuando el pogrom contra los judíos, y la posterior expulsión en 1492 por los Reyes Católicos y acaban recalando en Roma, en ese barrio delicioso entre el Campo dei Fiori y el Foro, que para mí ha sido siempre el barrio de los gatos.
Roma acogió a los judíos, como las pocas grandes ciudades del mundo han recogido a quienes desde la desesperación ha llamado a sus puertas, recibiendo beneficios insospechados en su momento, durante siglos. Y fue ese aragonés valenciano, cabrón, putero, y Papa, que todo se puede ser en esta vida, si uno se empeña, quien los acogió. Alejandro VI, una gran Papa, tal y como lo recuerda la historia, que lo demás, pelillos a la mar.
Y alguien te cuenta que en esa plaza, testigo de tu pitanza, hubo un mercado notable de caballos, y que las flores llegaron mucho más tarde, hacia 1869. Que hubo un Calixto III, que la pavimentó para hacerse grato a los ojos de los Orsini allá por los finales del siglo XV. Los Barberini tardaron casi dos siglos en ser alguien en Roma…y ya se sabe el dicho romano, “Lo que no destruyeron los Bárbaros, lo hicieron los Barberini”.
Ahora, tan felices con su estación de metro al pié de Vía Veneto, su fontana del Tritone, y el proyecto abandonado de la de Trevi, a la muerte del Papa Barberini.
Volviendo a mis corderos, que diría el gabacho, también me cuentan que Anna Magnani hizo una película sobre ese mercado, y lo que veo hoy es un mercado de baratijas, muy animado, eso sí.
Claro que la Inquisición romana, la utilizó para sus ejecuciones. Mala cosa, y ya veo desde la perspectiva de mi tiramisú la inscripción de la estatua que me mira…BRUNO-IL SECOLO DA LUI DIVINATO-QUI DOVE IL ROGO ARSE…recibiendo cagadas de palomas desde 1889. Para eso nacimos, no somos nada.
¡Acabáramos!, es la efigie del Dominico de Nola, del gran Giordano Bruno, aquel que pretendía que la única forma de llegar a Dios, a la Luz, es la sabiduría. ¡Madonna!.
¿ Y qué hacemos con la Fe? ¿Y qué hacemos con los dogmas que tanto tiempo nos ha costado construir, tras tantos y tantos compromisos eclesiásticos?
¿Perdón?, que dice usted que nuestro sistema planetario cercano es heliocéntrico, y que los planetas están en movimiento, y que el Universo es infinito, y que hay, seguro, más humanidades dando vueltas en constante vibración dentro del Universo en el que nos encontramos.
No puede ser así, desde luego que no. Por lo tanto, y ya que tenemos la plaza pavimentada, Don Giordano, vamos a quemarle, para que el pueblo de Roma vea lo malote que ha sido usted, y sobre todo que no le dé a nadie más marear con esos temas….¡por favor!. Que entre Copérnico, Kepler, y las trazas que se le ven a ese Galileo Galilei, nos están ustedes poniendo los dogmas patas arriba, y eso no se debe permitir, ¡que no!,¡he dicho!.
Y ahí estás en La Carbonara, sentado casi donde se sientan obispos y cardenales romanos para sus refrigerios, que debe tener una energía especial la tal plaza. Y me han dicho de buena tinta que estos pollos contubernian de lo lindo, que hasta hay periodistas españoles, de esos que se especializan en el Vaticano, que me los han pillado en los reservados. Creo que hasta Eric Fratini, lo comenta en esos libelos malévolos sobre la institución eclesiástica…
¿Quién le iba a decir a la mujer del carbonero, que allá por 1906, decide montar su casa de comidas enfrente de la carbonería de su marido, que en su casa, de comida honesta, de matrona romana, iban a conspirar cardenales?´
Tampoco creo que se asustara mucho, si lo hubiera sabido, que estas romanozzas han sido siempre de armas tomar, desde la Livia de Augusto, hasta mi Anna Magnani, pasando por todas las que no conozco, ya que creo llevan en su sangre lo necesario para ser el soporte de cualquier Imperio, y el aguante para sobrevivir a un romano, que creo tiene también lo suyo.
Me tomé una grappina barricatta antes de salir de La Carbonara, no creo que me hayan dado de la buena, que se ve de lejos que no soy eclesiástico, ni Colonna, ni Orsini, ni siquiera Barberini, y aunque la pedí en catalán del siglo XVI, la cosa no creo que haya colado. No pasaré por sefardí. Pero es lo mismo, cerraré los ojos y a otra cosa.
Pero recordar esa plaza, recordar ese barrio, cerca de la isla Tiberina, donde parece que empezó todo, siempre es una experiencia grata y escasa.
Con su pan (Grissini) se lo coman

Eppur si muove

La verdad es que este principio de año sigue pareciéndome soso. Si llevarán razón los astrólogos cuando te hablan de la influencia de los planetas de tránsito lento, en el devenir de los acontecimientos en la tierra.
Parece que hay que hacerlo todo a la fuerza, que hay una especie de inercia que retiene las acciones normales en nuestro puñetero mundo, y todo se torna aburrido.
Acabo de tener un sobrino no nato, que entre él, que no quería salir, y su madre que no sabía, lo han tenido que alumbrar a lo bestia, pero esa anécdota no deja de ser una más en lo que este mundo nos va enseñando.
Porque Obama no tiene ninguna gana de irse a ganar dinero con eso de las conferencias, ninguna. Incluso sus seguidores cuando intenta despedirse le gritan eso de ¡Four more years!, y menos mal que aunque haya mucho inmigrante del sur, los Estados Unidos no son todavía una República bananera, de esas de la United fruits, que si no, se nos enrocaba, y la cosa devenía en un nuevo Stroessner.
¿A quién le importa?. Porque al final, los salarios que se vinieron abajo hace unos años, ahí se quedaron, quietecitos, como se quedaron quietecitos los precios de las cosas, la tendencia al calentamiento, aunque hoy haga frío, y los cabestros que van apareciendo en el panorama político mundial. Son lo mismo, los mismos, buscan lo mismo, y como nos ha dicho Bauman, lo están licuando todo.
Y aunque se muera Castro, o se vaya Obama, las cosas siguen igual para los cubanos, es decir, un poquito peor cada día, y para los americanos, o los mejicanos, que no hay distingos.
Si no habéis tenido ocasión de escuchar la conferencia de prensa del bueno de Don Donald Trump, por favor, intentad hacerlo, y si vuestro nivel de la lengua del Imperio os lo permite, intentad escucharlo en versión original. No tiene desperdicio. Nunca, a ese supuesto nivel, había escuchado juntas tantas zafiedades, tantos insultos, tanta porquería
Yo de estas cosas de la macroeconomía, no entiendo nada de nada, pero seguramente alguno de mis amigos que son verdaderos eruditos en el tema, estarán aún rasgándose las vestiduras tras los ejemplos de inmovilismo autárquico que este señor está dando. Huele a aquello de yo me lo guiso, yo me lo como, y espero que no sobre nada. ¡Ah!, y lo de los demás no me interesa, que prefiero no tener excedentes que vender, y así no tendré tentaciones de comprar nada a nadie.
Es como si al cambiar el ecosistema de un microorganismo, este tuviese la posibilidad de enquistarse a esperar tiempos mejores, porque si la alternativa es la Cúpula de Stephen King, y el pueblo es América, estamos jodidos.
Lo que me apechusca de todo esto, es que los sistemas cerrados, que cortan sus niveles de intercambio con los entornos vecinos, bien sabido es que se deterioran por uno de esos tabúes que tanto le gustaban a Freud, el incesto.
Porque para mí, y que Freud me perdone, el incesto o para suavizarlo más, la endogamia, es el mayor riesgo de deterioro de un ecosistema, y las pretensiones de Mr. Trump, parece que van en esa línea. Que los que no son blanquitos, no nos gustan demasiado, que con un tostao en la presidencia ya hemos tenido bastante.
Y si no piensas como yo, y he dicho exactamente como yo, no me gustas, y te llamo montón de mierda delante de las cámaras de todo el mundo, y te niego el derecho a preguntar, y el derecho a saber.
Porque detrás de todo este miedo a que el mundo sea uno, está la incapacidad de gestionarlo por una élite que es temerosa de perder sus pequeñas parcelas de poder miserable.
Pero todo es cuestión de tiempo, porque con sus retrocesos y sus avances, la Tierra se ha de convertir en un sistema cerrado para los humanos una vez se estandaricen culturas, riqueza, razas, religiones….y ahí estará nuestro fin, o nuestro irreparable deterioro.
Pero para eso queda mucho camino por andar, que hasta que no sea nuestro Universo el ecosistema cercano en el que se desenvuelve nuestra existencia, no hay mucho de lo que preocuparse, ya que si lo que se pierde es la transmisión generacional del ADN humano, y con el la especie, tampoco pasa nada, y a nadie debe importarle.
Claro, que si miramos todo esto a través de las enseñanzas herméticas, resulta que hay un TODO inmutable, y dentro de ese TODO, la vibración es la que rige de forma implacable las acciones que en nuestro Universo ocurren.
Así que no nos extrañemos, nada se mueve, pero todo está en vibración, y así nos encontramos que el movimiento se individualiza, pero parece que se neutraliza con el de al lado.
No lo sé, y la verdad no me preocupa, que lo que debería ponerme nervioso es que no soy capaz de bajar mi hándicap de golf, pero ni siquiera me estresa. Será que estoy muy mayor.
Al final es lo de Heráclito y Parménides, que aunque el río se llame Ebro, nunca es el mismo río, y nunca pasa por el mismo sitio.
Ya veremos pues en qué acaba todo esto, que dentro de poco se me reúnen en Davos, y como siempre me gustaría ser la mosca de la pared para ver cómo se enfrentan los anglosajones del ¡Viva mi pueblo!, y “Tormenta en el Canal, Europa aislada”, con los que están intentando comprar el mundo desde China y aledaños, y les viene de maravilla que desaparezca cualquier indicio de levantar barreras al comercio.
A lo mejor es el punto de partida del conflicto que se nos viene encima, sí o sí, y que por una vez, ahora que podemos destruirnos todos varios millones de veces, decidamos que la resolución sea incruenta, y que el vencedor, lleve la razón, que no es otra que la consecución de la expansión de la sabiduría por el mundo de la forma más eficaz posible, que es una de las vías de la felicidad.
La guerra simbolizada en el enfrentamiento de los dos campeones, Aquiles contra Héctor, una cultura contra otra, es lo que debería ocurrir, y si hay que abrir las puertas de Troya, se abren, y si hay que marcharse de la playa y embarcar de regreso a Itaca, se embarca.
Por lo demás espero que la ambición del anglosajón, el miedo conservador del gabacho, la paciencia e insistencia del chino, el pasotismo de este lado del Mediterráneo, y las masas de pobres y hambrientos que cubren la tierra, se vean beneficiados por la conjunción y la guerra de estos gigantes, que no debería usar la sangre de los humanos para colmar sus ambiciones.
Ahí queda eso

Miguel, mi cómico de cabecera

Ví el otro día a un amigo en la Sexta ganarse la vida, y jugándose la cabeza por ello.
No está mal la cosa, hay que echarle cojones, sobre todo si eres una persona joven, culta, y que a buen seguro podría hacer otra cosa, para obtener al menos el resultado crematístico, o incluso más.
Pero hay cosas que creo van más allá del ruin metal, hay cosas que uno lleva dentro y tiene que soltarlas, como sea, pero tiene que soltarlas, que la integridad personal lo exige, y sin tener la conciencia de ser una persona íntegra, hay personas, como mi amigo, que seguro duermen fatal.
Y no, no, mi amigo no es cuidador de cocodrilos, ni busca hacer fotos chulas a los tiburones blancos en la Gran Barrera de Coral, mientras le rodean esas medusas malditas que te matan con que las huelas.
Su trabajo es más parecido al de corresponsal de guerra, aquel que se metía en los conflictos de los yanquies, con el casco “PRESS”, y que los del otro lado usaban para hacer puntería con sus escopetras.
Y digo esto, porque decir en público que el poder, y los aspirantes al poder, no son gente de fiar, en este país es muy jodido, casi como en la Rusia de Putin, pero mi amigo no se arredra.
Y pone al de Podemos, donde los que no somos sus fanáticos, le pondríamos encantados, y al pepero, solo darle un poco de purpurina, para que se vea bien a las claras donde se ha puesto el solito.
De Perico Sánchez, o del ESADITO de Barcelona, se mofa menos de lo que ellos mismos lo hacen cada vez que abren la boca, que parece nadie ha aprendido, que aquí, y en Sabastopol, hay que conectar el cerebro antes de poner la lengua en movimiento.
Pero el drama es que el que no tiene cerebro, carece de filtro, y tal como le llega la cosa a la lengua, va, y lo suelta.
Y mi amigo, que es un trozo de ese pan que se hace cerca de Carballino, que vale la pena el viaje para traerse una hogaza, plasma en su arte unas escenas que no ha diseñado él, que se las han ofrecido en una suerte de tríptico flamenco de esos que Felipe II compraba y luego se asustaba de lo que interpretaba.
Él solo lo cuelga en la pantalla del televisor, lo cuelga cuando en el teatro el vaudeville ha terminado, y solo quedan los iniciados….y los espiones de los malotes, a ver que cuelga hoy.
Y ese es un error de los que se consideran sus enemigos, que mi amigo no sabe tener de eso, aunque me lo hagan sujeto pasivo. Ya que al poner su cuadro al final de todo, quienes quedan son los que van a entender lo que él enseña, que su trabajo se limita a subir el telón, el argumento lo han escrito imbécil tras imbécil con sus actos de cada día, esos que luego aspiran a ser sus enemigos.
No salvo las distancias, ¡qué cojones!, pero me acuerdo de Miguelón cada vez que me alojo en San Marcos, que me encanta pedir la suite Quevedo, y desde luego no me dan la mazmorra que ocupó junto al Bernesga, con vistas al puente de los Leones, que no sé si ya estaba hecho.
Porque aquellos que en esta puñetera tierra cainita, han intentado que el pueblo viese el culo de los poderosos en toda su redondez, y en todo su esplendor, han acabado pagando su osadía, que nuestros poderosos son como viejas putas artríticas, que perdieron la flexibilidad cuando Witiza dejó el chupete, aunque sigan siendo los mismos linajes, que aquí el poder no se pierde.
Que nos lo decía aquel Perich del que me acuerdo cada vez que me tomo mi cocktail en Boadas…
“Cuando un monte se quema, algo suyo se quema”…..Señor conde.
Así, que no puedo más que admirar a mi amigo, que sabe perfectamente donde se ha metido, por su honestidad y por su valentía, que aquí cuando el poder parece que se pelea, no es más que broncas de alcoba, que se unen cuando se sienten amenazados, sean azules o colorados (permitidme usar los distintivos uruguayos, que no soy tan valiente como mi amigo, y eso de poner rojo me apechusca).
La lástima que me da todo esto, es que mi amigo es muy joven, y no tuvo tiempo de darle la mano a Álvaro de la Iglesia, porque habría incrementado los cierres de La Codorniz a límites cercanos a la paranoia, y yo que me la compraba en Principe Pío, la hubiera disfrutado mucho más y seguro se la habría regalado al revisor del rápido Gijón-Madrid en el cruce de Venta de Baños, y le habría alegrado la vida.
Los ferroviarios siempre han tenido sueldos magros, y la prensa la compraban en los asientos de segunda, con dos días de retraso.
Mi amigo, además da la cara, es decir, que habla, gesticula y transmite sus emociones como un mimo con la voz de Celestino Romero, por lo menos, que los que escribían en La Codorniz no se les veía la cara, salvo cuando la social los trincaba y los apañaba con dos hostias, en el despacho de al lado al de nuestra querida Cristinita Cifuentes.
Lo dicho, un valiente, que es mal interpretado en el sentido de que él no es culpable de lo que pasa, que no dice nada que no sepamos, pero que el Conde Duque de Olivares, no perdona que se lo recuerden, y menos a gritos en la Plaza Mayor.
Yo, claro, pobre de mí, no soy nadie para dar un consejo, pero sí para agradecer a mi Miguelón su osadía y su trabajo, como el de algún que otro valiente que poniéndose el gorro del bufón real es capaz de alzar un telón en donde se ven los pelos de las piernas zambas de nuestros despreciables políticos, de nuestros vulgares famosillos, o de la interminable lista de sinvergüenzas que pueblan el solar patrio.
En fin, que estoy orgulloso de tener amigos como Miguelón, que las mentes preclaras y valientes, signo de nuestra tierra, no siempre son valoradas por el poder, que en su cerrilismo solo ven un ataque cuando deberían ver que el camino que se les indica es el de la honestidad, que de ese nadie se ríe, nadie lo enseña desde un escenario o desde la Sexta, y es el que se les pide que transiten.
A por ellos

La sociedad líquida, Homenaje a Zygmunt Bauman

La muerte de Zygmunt Bauman, el creador del concepto de la sociedad líquida, seguramente hará que su obra sea un poco más conocida, aunque desgraciadamente, me temo, que fuera de los intelectuales que están familiarizados con los temas sociológicos, poco impacto han tenido sus ideas.
Su concepto preferido, o su idea, que ya parte del final del siglo pasado es el de la sociedad líquida. Es nuestra sociedad en la que los valores que hemos considerado sólidos, se han licuado, y entre ellos la clase media, que empezó a formarse poco a poco al final de la segunda guerra mundial.
Y lleva razón Bauman, se nos han licuado entre las manos demasiados valores, demasiadas instituciones, demasiadas creencias, que al final no han sido sustituidas adecuadamente.
Hemos licuado el concepto del trabajo, ese pilar sólido de nuestra sociedad, nadie puede ya enraizarse con el cimiento firme que siempre supuso el trabajo. Hoy es un elemento líquido, que puede llegar y desaparecer en segundos, y eso es algo que licua otro pilar que siempre fue rocoso en nuestra sociedad, y hablo de la familia.
Hoy es líquido ese concepto, que además ha sufrido una sustitución en buena parte de sus valores por las redes sociales, que aprovechando nuestro tribalismo congénito, ha sustituido los miembros del grupo familiar, por amigos de los que si me gustas te lo digo, y si no me gustas te bloqueo. Las redes no dejan de ser la gran trampa que nos ofrece el ¿progreso?, para hacernos a nosotros más líquidos, más vulnerables a cualquier influjo que sea conveniente para inflar la mochila de poder que necesita la nueva humanidad.
Descubro en las páginas de los periódicos de hoy, la licuefacción que empieza por Japón….del sexo. Hay, según El Confidencial, un auge de lo que llaman hombres herbívoros, que viven sin sexo, ni ganas de buscarlo.
La sustitución se la da la prostitución sin contacto físico, solo con compañía, o el uso de fetiches con reproducciones de las partes íntimas de actrices famosas, con total garantía, que garantizan el éxito de la práctica onanita.
Pero es la crisis la que ha llevado a los japoneses a estos andurrios, que el hombre tradicional japonés, machistorro él como pocos en el orbe, ve que no puede mantener a una esposa, que es lo que espera de él la sociedad tradicional, o lo que es peor, que ella trabaje o gane más que él. Sus salarios se han licuado, que diría Bauman, y con ellos sus vidas, su sexo. El dato que da El Confidencial es tremendo. El 69% de los hombres, y el 59% de las mujeres no tienen pareja… o que el 40% de los menores de 34 años son vírgenes. Es la sociedad licuada, que lleva a la longevidad y a la destrucción. (Los salarios en Japón tras la crisis han caído entre el 50%, y el 33%).
Es líquido el concepto que hemos tenido de las instituciones que rigen nuestras vidas, aparentemente surgidas de nuestra voluntad, que nos dicen que estamos en democracia. Empezamos cada vez más a menudo a indignarnos con las indignidades de nuestros prohombres, que por cierto son cotidianas. Ninguna de nuestras instituciones, ninguna, representa hoy en día un pilar de nuestra sociedad. Todas, absolutamente todas las instituciones, en todas partes del mundo se están licuando, están perdiendo cohesión, no son fiables para resistir el peso de nuestra confianza.
La reacción del descontento, matiza Bauman, con los movimientos de indignados o incluso de los movimientos que tienden a licuar aquello que se construyó durante décadas, no está ofreciendo alternativas viables por el momento, y no hay más que ver a la Premier Británica sin un plan para hacer algo sólido de la salida del Reino de su anclaje en Europa, o las baladronadas que se van escuchando al otro lado del Atlántico en boca del que será el próximo Presidente Americano, o nuestros ejemplos europeos, de los Beppe Grillo, de nuestros Podemos….que están dispuestos a licuar lo existente, pero no son capaces de crear estructuras sólidas en las que basar el futuro de la sociedad en la que viven.
Por favor leed a Bauman, leed a este hombre que nos dice con una clarividencia extrema, que el fruto de nuestro desencanto, cuando queremos materializarlo en algo sólido que implique un cambio, se nos licua, se nos licua siempre, sin excepción.
No sé, si incluso el fulgurante desarrollo tecnológico en el que estamos inmersos, nos está dando las herramientas para la creación de estructuras sociales en las que apoyarse, pero me temo que no, me temo, que se están licuando las existentes, quizás porque ciertamente ya no eran de utilidad, pero no están siendo sustituidas convenientemente, según mi modesto punto de vista.
Pensemos en estos tiempos que se nos vienen encima, en las cosas que se nos han licuado, en las cosas que todos y cada uno de nosotros de forma individual, creíamos sólidas y se han licuado, y sobre todo pensemos en las razones que han concluido en ese resultado.
Pensemos qué hemos hecho, o qué hemos dejado de hacer, e intentemos crear algo que sustituya al los líquidos de las redes sociales, a los líquidos en los que la confianza en nuestros gobernantes se nos han transformado, en lo líquido que se nos ha transformado la solidez de un banco o del consejo de un notario. ¿Qué nos ha llevado hasta ahí?, ¿Qué ha ocurrido para que la corrupción se haya llevado por delante tantas y tantas cosas sólidas? ¿Qué podemos hacer para recuperar de nuevo la solidez que nuestra naturaleza humana necesita para sobrevivir?.
Muchas veces creo que de hecho, hemos descubierto nuestro error, al constatar que nuestras élites que parecían solidas, de hecho eran, son líquidas, y estamos en una especie de Revolución Francesa, en la que el primer objetivo es cortar la cabeza del Rey y a sus nobles, y luego, tras habernos destrozado entre nosotros, buscaremos o encontraremos al Emperador Napoleón, que nos traerá la guerra, y a un rey vulgar de su misma familia.
Como afirma el profesor Eduardo Fernández Luiña, nuestra licuefacción, que proviene de una crisis real, aumento del desempleo, el terrorismo, las quiebras empresariales, la corrupción generalizada, la globalización o la desigualdad, asociada al aumento de la pobreza en nuestro orbe occidental, abre la puerta como un nuevo nicho de mercado al populismo, que resume en un relato maniqueo y simplista….líquido, nuestros problemas sin ofrecer ninguna solución, ninguna estructura sólida.
Descanse en paz Zygmunt Bauman.
Con su pan se lo coman

Rebaixes

Parece mentira pero hoy todo es más barato, bueno, todo, todo, no, que si andas detrás del Cartier de oro, ese no te lo rebajan, ni mucho menos en febrero que dicen que llegan al setenta por ciento.
Es una especie de rito, que dentro de algún siglo que otro, cuando esta puñetera sociedad de consumo que nos obliga a vivir como no queremos, haya pasado a mejor vida, algún iluminado, confundirá con algún rito celta o de Río Muni, que me dan lo mismo todas estas tanganas de la Epifanía.
Y la verdad, no sé qué dirán, y tampoco me preocupa mucho, que a burro muerto cebada al rabo, pero me encantaría especular con la cosa, qué diantres.
Y es que cada vez que uno de esos arqueólogos destapa con su pincel algún arcano que nos llega de los miles de años que nos precedieron, se nos llegan maravillosas hipótesis de cómo se las gastaban en Tebas, o en Tikal, y a mí me pone, qué queréis que os diga.
Y como el ser humano no es únicamente antropocentrista, sino que además le añade el puntito salado de que todas las épocas las interpreta con los parámetros del día, la cosa se llega a poner guapa de verdad.
Y es que somos capaces de intentar entender las guerras púnicas como si estuviéramos hablando de la Gran Armada o de la batalla de Guadalcanal, y eso no vale, de verdad que no, que las sociedades cambian, que las morales sufren variaciones, que los dioses son otros.
Y no sé, no sé cómo interpretarán nuestros supertataranietos el hecho de que uno de sus arqueólogos encuentre una etiqueta de El Corte Inglés con el precio tachado y reescrito, intentándolo colocar primero en el contexto de nuestra época, de la que conocerá retazos manipulados, que ni nosotros sabemos lo que pasa, y luego intentándolo encajar en los usos de su contemporaneidad.
Lo que difícilmente podrán atisbar, es que nuestros adoctrinamientos que aparecen en los telediarios, nos inviten en una machacona canción a gastarnos lo que no tenemos, que el mundo está lleno de oportunidades, y no vamos a perder ese chaquetón a un porciento menos que ayer.
Yo creo que no entenderán nada o casi nada, nos pasará como a nosotros que pasamos nuestra existencia convencidos de que nuestros ancestros eran tontos tecnológicos, y hasta nos asombramos de que pensaran.
Y es que a veces pienso que las sociedades humanas no evolucionan, creo que desaparecen, que sobre las ruinas de la antigua Roma es donde se construye el mundo del futuro, y como la historia la escriben los vencedores, nunca sabremos de verdad qué ocurrió, como no sabemos lo que está pasando hoy, por mucho que leamos el ABC o el Público, que nos colguemos de la CNN, o de Rusia Today, así que no te cuento los que nos seguirán dentro de un par de milenios, cuando se pongan a descifrar nuestra época.
Lo que les deseo es que tropiecen con alguna película de los americanos, y la consideren documento histórico, será como un chiste de Miguel Gila, por lo menos.
Y eso de que hoy algunas cosas están más baratas, tiene su gracia, que ni el pan ni los tomates, ni el combustible, ni las cosas que de verdad se necesitan. De buena tinta me han dicho que Iberdrola no está de rebajas.
Habrá que salir esta tarde a ver si los zapatitos de cristal, esos que dan derecho a príncipe encantador están de rebajas, y lo más importante, si quedan tallas de princesita cursi, o si el apartamento en Montecarlo se nos pone a tiro, eso sí, con la etiqueta bien marcada, que luego vienen los de la OCU, y te chafan el impulso gastón.
Reconozco que soy un puñetero habitante de la sociedad de consumo, de los que sale de tiendas sin hacer la lista que te recomienda el telediario, que voy a ver si me enamoro de algo y la pifio luego, me gasto una pastizara y paso tres meses de penitencia, rezando a Santa Visa Bendita. Pero me revienta la manipulación a la que nos someten con mensajes como:
-Este año las ventas en rebajas subirán un 3% comparando con el año anterior.
-Los españoles nos gastaremos cuatro mil millones en esta feria.
-Darán empleo pseudo esclavista (no lo dicen de esa forma, claro) a más de noventa mil personas durante quince o veinte días.
Y ahí se nos queda la conciencia averiada si no colaboramos al tres por ciento, a los cuatro mil millones, o al trabajo de las noventa mil personas…..además ¡Ahorrando dinero!.
¿Ahorrar gastando?, no fastidies, se ahorra cuando no se gasta, cuando se aplican recortes individualmente a la manera gubernamental, pero con la responsabilidad que nos acaban de echar sobre nuestros hombros, a ver quién es el valiente.
Y de regreso a nuestros supertataranietos, cuando su arqueólogo encuentre la etiqueta del Corte Inglés se habrá perdido el contexto del telediario de las tres, no sabrá qué coño es eso del Corte Inglés, y nunca tendrá la sensación de ser el primero en cruzar a las diez de la mañana la puerta de la tienda para llegar a lencería el primero o la primera y cazar esos gayumbos que marcan paquete, o esas tirillas que te hacen la popa brasileira.
Y encima, mi amigo el transhumanista, no está por la labor de congelarme con mi Tablet Phablet, y mi unidad de memoria en un pen, que lo de la nube no es seguro en el futuro, y pueda como un supertatarabuelo cebolleta cualquiera, contextualizar el futuro, que si no se me despistan. Yo seguiré insistiendo que estas cosa, como he dicho antes, me ponen.
Enfín démosle a esa boca insaciable de nuestra sociedad de consumo su tres por ciento sobre el año pasado, que el CEO de turno está atemorizado con los incrementos de coste que va a tener que enfrentar este invierno para calentar el agua de su piscina en Wimbledon, que mira lo que le ha pasado al Señorito de Apple, que le han bajado el sueldo a ocho millones de dólares por no haber vendido los cacharritos que soñaban los accionistas.
A lo mejor con unas buenas rebajas lo hubiera arreglado, que los del Note 7 hicieron lo que pudieron, pero ni así. ¿No será, digo yo que con tantas externalizaciones, eres, desviaciones de producción, están dejado a sus clientes naturales sin un duro que gastar en aparatitos?
Pues a lo mejor.
Ahí queda eso

Aquí seguimos

El año pasado veía a los Reyes Magos, como el primer desfile Drag Queen de la historia, y valió como broma, pero hoy estoy para muchas menos bromas, ya que en este año que acabó hace nada, los acontecimientos del mundo no parecen que hayan ido en la dirección de hacer la vida más fácil a la gente, al menos a la gente del mundo occidental al que pertenezco, quiera o no.
El año no pudo acabar, o empezar peor, ya que la muerte de 39 personas en Estambul, debían sumarse a las que no nos dijeron que murieron en Siria, en Somalia, en Chad, en Yemen, en Mali…por no contar los que se nos murieron de hambre, o de miseria en tantos y tantos rincones del mundo que me da vergüenza contabilizarlos. Pero también me dicen que esta cosa de la globalización ha sacado de la pobreza a más gente de la que podamos imaginar, aunque de miserables hayan pasado a esclavos.
Mi amiga Hiurma, sigue esperando, si no se me ha aburrido ya, que es lo más probable, que le diga qué pienso de la historia del señor Trump, y aún no le he dicho nada, vaya que no me veo aún en posición de hacer un análisis de esa historia, aunque las cosas que estoy viendo realmente hacen que lo del hortera ese que sale en los dibujos animados de hace diez años sean algo que me importa poco. Pero si me preocupa ese proteccionismo que parece desprende, y que ya sabemos a lo que condujo hace ahora más o menos un siglo, que le llamamos proteccionismo, y no es más que nacionalismo.

Vergüenza, pena, rabia, no lo sé, pero el sentimiento es extremadamente negativo, y que nadie se engañe, lo que hay detrás de todo eso, son los resultados que los CEO* de tantas y tantas compañías transnacionales deben rendir a los analistas financieros, cada trimestre.
Y es que de la evolución del precio de las acciones depende el dinero que entra en su cuenta, y que os juro a quienes no lo sepáis es obsceno. Hace parecer pobres a los grandes deportistas de la elite mundial, Messi y Ronaldo incluídos.
Entrad en las memorias anuales de cualquiera de las grandes compañías de las que sois clientes satisfechos, y buscad los ingresos de los grandes ejecutivos. Os prometo que la lectura de esa información os hará reflexionar sobre muchas cosas.
Sí, Don Donald, “baccio le mani”, les ha dicho a los fabricantes de coches que deben fabricar de nuevo en Detroit, o donde sea, dentro de su América barrada y estrellada, que si no les sacude con unos aranceles de los de toma pan y moja.
Y nosotros vamos y nos lo creemos, que somos muy buena gente, y cuando el CEO de General Motors, o de Ford, que no sé cuál de las dos lo ha hecho, le hace caso nos quedamos tan a gusto pensando lo de Donald 1….Industria 0.
Pardalets. Veamos, sin tener los escandallos delante, la cifra obvia es que el precio por hora que se paga en México, es de unos 6$, y en Detroit unos 20$, con unas productividades muy parecidas, es decir 3,33 veces más. El coche tanto si se fabrica en México como en Usa, en caso de que se aplique aranceles del 35%, una de dos o dejará de ser negocio, con lo que se perderá el trabajo en México, y no se compensará en USA, o se vende más caro, lo que en mi pueblo se llama crear inflación. Lo que hace el señor Trump, si le dejan es simplemente incrementar los costos a las compañías. Veremos cómo se lo compensa, y solo le queda la reducción de impuestos para hacerlo.
Pero de esto yo no entiendo, porque al final, casi el 48% de los asalariados americanos andan en el límite de la pobreza con salarios de 15$ la hora, y en ningún caso podrán comprar el coche, que no llegan a fin de mes.
Pero el juego de tú me dejas ganar este asalto, que luego por puntos te llevas el combate, y yo los aplausos ya ha comenzado, y el CEO de Detroit ya ha convencido a los analistas financieros lo bueno que es llevarse bien con Don Donald..”baccio le mani”.
Y hablando de mexicanos, pues que les sube de pronto el petróleo y sus derivados un 20%, y la mayoría de las cosas un 10%, y no llegan a fin de mes y se cabrean. Rompen la ciudad, y queman o saquean diversos establecimientos.
¡Que coman croissants!, diría Marie Antoinette, y no seré yo quien le quite la razón a Marie Antoinette.
Ya veremos lo que hace ese nuevo presi, querida Hiurma, ya veremos, que aún no le han dejado más que graznar, y en ello está, que eso de enviar iniciativas legislativas, le queda aún muy lejos. Estamos aún en el MGM Grand de Las Vegas, te lo juro.
Me temo que se perderá entre las maquiavélicas fuerzas políticas de ese Washington, capital del Imperio, donde todo es un puro quid pro quo, y no lo veo, no lo veo, asombrándonos a todos con medidas inteligentes, que embriden la descarada necesidad de los CEOS de incrementar las cuentas de resultados..
Lo que sí veo es cada vez gente más pobre, y que el mundo debe más del 325% de lo que produce, sin aparentemente ninguna remuneración al prestamista. Esto, tradicionalmente se resolvía de dos maneras, una, la más frecuente con una buena guerra, y la otra prohibiendo los préstamos como intentó la Santa Madre Iglesia, cuando lo de excomulgar apechuscaba. Huele a bancarrota a nivel global, que países como Japón andan por cuatro veces su PIB en deuda, los chinos se han apuntado al carro, con dimensiones estratosféricas en muy poco tiempo en cuanto al incremento de su deuda. Y lo debemos todos y cada uno de nosotros, ciudadanos, aunque ni hayamos pedido el dinero, ni nos haya llegado directamente, y en la mayoría de las ocasiones tampoco indirectamente.
Yo de esto no entiendo, pero la historia me dice que cuando se aprieta más de la cuenta a la ciudadanía, las cosas revientan, y siempre se empieza con la protección del territorio cercano, el predio, y luego se invade Polonia, se mandan soldados a los Dardanelos, o se apiola a un Archiduque de opereta en Sarajevo.
Los repliegues hacia el ombligo ya han empezado con el cerremos las fronteras británicas, recuperemos el franco y a M. De Gaulle, si es posible, hagamos grande a América de nuevo, y es el primer paso, luego habrá tiempo para llorar.
Y es que esos poderosos CEO, están ya como Luis XVI, que no se enteran desde sus castillos, en esos donde se pasan la vida creando estrategias de crecimiento contra el CEO de la compañía de al lado que por cierto es el Vicentico que se sentaba en el pupitre de al lado cuando estudiaban en Harward. Y el mundo que creían controlar, se les va a escapar en cualquier momento de las manos, y ahí alguien invadirá Polonia. Es más, creo que se les empezó a escapar cuando volvieron a tirar del esclavismo para fabricar a tres o cinco dólares la hora, cuando la escusa era que con los salarios americanos nadie se compraría un Iphone, si se fabricaba en California. La puta verdad es que el tal invento, o cualquiera otro tenía un fallo de diseño terrible…..su precio y su obsolescencia programada, que se solucionaba con esclavos asiáticos esta vez.
La deriva que todo esto está tomando, no me hace nada feliz, pero es lo que hay, por el momento, y si existiese un nazionalista que no estuviese loco sería el mal menor, pero todos lo están, y me temo que alguno llegará al poder entre las grandes potencias.
Ahí queda eso

*CEO, Chief Executive Officier, es decir director ejecutivo de una compañía, que si es transnacional concede unas dosis de poder muy interesantes

De Roma a Firenze

Estas cosas de desplazarse por ahí, siempre he dicho que tienen consecuencia, y esta vez, no podía ser menos, que desplazarme a la dulce Italia, siempre tiene la virtud de equilibrarme.
Y por equilibrarme quiero decir que los cabreos que pillo los acaban equilibrando las alegrías que me dan cuando salen las cosas en la forma que esperas de una tierra, que tiene carros de historia llenos de toneladas de delicadeza.
Así, que ciertamente, hoy toca recordar que Roma está llena de fuentes, que no hay sitio para más iglesias, que no puedes marcharte nunca, que siempre llevas en la retina el descaro de su gente, que nunca te faltará una fuente para refrescarte, ni un recuerdo a Tiberio, a César, o incluso al magnífico Augusto que parece llenar todo el Foro con su magnífica presencia.
Pero todo el mundo sabe que la ciudad es Borgia, a veces Medici, y siempre Barberini, huele a cera de misuca de doce, huele al pedorreo del besamanos papal, huele a una devoción que es la palabra que inventó esa Iglesia que se empeñó en traducir la palabra de Cristo, y todo lo que hizo en su capital imperial, fue llenarla de oro.
Roma me gusta, es como esa vieja puta con la que nunca te acostarías, pero con la que compartirías una buena copa y una conversación inteligente, que la inteligencia que no viene de fábrica, se moldea en las mentes de quienes pueden ver la trastienda de la vida.
Roma no ha hecho otra cosa, lleva casi tres mil años levantando las faldas de la mesa de camilla donde el mundo se toma el chocolate con picatostes, o con recortes de hostias, que a todo se amolda uno.
Alguien me dijo que en Roma hay más de novecientas iglesias, y puede que sea cierto, claro que también hay más de novecientos pobres que duermen en la calle, con sus pertrechos su perro y su flauta, mientras te comentan que en San Pietro caben la catedral de Sevilla y San Giovanni Laterano.
Son historias de vieja puta, y cuando te acercas a la catedral de Roma, su atrio te espera con la estatua de Constantino, adorador de nadie, excepto de él mismo, y quizás de alguno de sus lares, por pura superstición, que al morir el márketing eclesiástico nos lo puso de ejemplo cristiano para la eternidad…..y a la gran prostituta que fue su madre, la llamaron Santa Elena, a cambio de operaciones inmobiliarias en Jerusalén.
Y el pueblo, no el romano, claro, el que tiene esa cosa que evita discusiones, y que hace rebaño de los fieles, admira tanta grandeza, tanta devoción, tanta entrega a la causa de Cristo.
Pero esa Gran Meretriz que es Roma, que tiene mucho de nuestra madre, se enorgullece sin alharacas de sus plazas con iglesia, con fuentes, con mármoles, con luces en Navonna, y oscuridades en el Gesú, con oscuridades en Sant Angelo y luces en La Trinitá del Monte. Se enorgullece, aunque parezca que los pechos se le han caído, de sentirse una de las capitales del mundo, donde el taxista es un Séneca redivivo, donde el metro es en sí mismo una ruina, donde los santos están limpios.
Y a mí siempre me ha gustado gastar los zapatos y ver que cuando subes al Quirinale, tienes en línea recta los dos poderes vigilándose que la cúpula de San Pietro y el balcón del Preside, se miran día y noche.
Como uno es ya perro viejo, no cree en las casualidades, piensa que fue cosa de un Barberini, o de un Borgia que leía a Maquiavelo.
Esa Roma que pone flores en donde se queman a los herejes, pero donde se les recuerda con su efigie sombría, esa Roma despreocupada donde los judíos del Imperio español encontraron un cobijo, donde el dinero es de Dios, a pesar de que hay un César, y donde ni el Emperador medio español, medio alemán, consiguió arruinar tras el saqueo, que el reino de la Citta Santa es muy de este mundo, y sus tesoros viajan muy mal.
Y sí, si alguien quiere saberlo, amo a esa vieja puta, que sabe calentarme la cama sin colarme unas venéreas de rondón, aunque pueda infectarme el alma con esa sabiduría que vive fuera de mis posibilidades, esa vieja puta, que como dice mi amigo, de ella debo guardarme, que Roma…doma.
Así que cuando creo que he dejado a toda velocidad en una de esas flechas rojas las siete colinas, resulta que aunque viaje hacia el Norte, hacia la sofisticación de la Toscana, el semen de la vieja puta duerme y se desarrolla en lo más hondo de mi cerebro.
No podré por menos que admirar en la esplendorosa Firenze, la delicadeza que el alma de los Medeci supo grabar en el corazón de su tierra.
Y no podré tampoco olvidar, que Roma nunca fue ni amiga ni enemiga, ni siquiera rival, que por estas tierras nunca se sabe cuál es la relación que une a las personas, ni a las ciudades, pero lo que si se sabe es que depende del negocio se actúa.
Y hoy, día uno de enero, las iglesias de Firenze están cerradas, que si quieres echar un padrenuestro, debes acercarte a Roma, que aquí lo relacionado con los estados pontificios, son más negocio que devoción.
Parece una broma de mal gusto de Lorenzo de Medeci, o quizás un consejo de Maquiavelo, a quien socavar el poder del de enfrente, aunque no sea enemigo, siempre le pareció algo positivo, sobre todo si llenaba los arcones de la Piazza della Signoria de buenas doblas de oro, o mejor deberían decir de fiorines, aprovechando el dialecto local.
Y sí, el Ponte Vecchio sigue con sus joyerías abiertas, y el novísimo mundo, ha decidido cruzar Gobi, como un renovado Marco Polo, para apretujar a las gentes en plazas, puentes, y calles, porque los fiorines deben seguir manando para mayor gloria y poder de los Medeci, que nunca sabe uno las intenciones de esos Sforza, o de esos Dux de la Laguna.
Yo seguiré caminando por sus plazas, por su lonja, viendo las iglesias desde fuera, que el ser cristiano bautizado, no te da el derecho al rezo en esta ciudad que adora al fiorin de oro, que solo te permite estar en la calle para que interactúes con sus comerciantes, que todos hemos de vivir de algo.
Y así, al acabar mi ribollita, o mis cantucci con vino santo, pensaré que jamás podré entrar en el alma Fiorentina, aunque mi corazón siga siendo de Simonetta Vespucci, mi bella Simonetta.
A vosotros me encomiendo

¿Quién le pone título a esto?

Seguimos de fiestas, que como el veinticinco nos cae en domingo, nada mejor que pasar la Navidad al lunes….bueno, casi, que como siempre están los descreídos, los ateazos, los apócrifos, que piensan que con ellos no va la cosa, y abren hoy la tienda del Bocho, la bodega del Riscal, y te cobran la entrada en el museo de César Manrique, que como no es fiesta, hay que pasar por caja.
A mí, personalmente, esto de las fiestas, sean por las Saturnales o las del ciclo semanal, hace ya tiempo que se me dan una higa, ¿qué queréis que os diga?. Lo único que me afecta es que me haya dado el capricho de unos zapatos nuevos, y tenga que ir a Internet, o que en el campo de golf haya más gente. Por lo demás veo al resto de la humanidad dando vueltas a la misma discusión año tras año, siglo tras siglo.
El otro día, entre otras cosas, le pedía a la señora Báñez, nuestra ministra “zeñita onubense”, que nos dejara de tocar los colgantes del árbol, que no es ella nadie, para decirle al Señor Pepe, el de la taberna de la esquina, que eche el cierre a las dieciocho horas, por aquello de la conciliación familiar.
Que el Señor Pepe, el de la taberna de la esquina, tiene a toda la familia tras la barra, ¡coño!, y no pueden estar más conciliados, y eso de servir los pintxos solo a la hora de apertura de los ministerios, pues parece que no le compensa al hombre, y yo entiendo perfectamente su postura.
Yo empiezo a creer que nuestra Doña Fátima, aprobó eso de ICADE por correspondencia, y que le hizo los exámenes un mayoral de la finca de papá, que por desgracia se hizo autónomo y ya no les atiende…¡que el servicio ya no es lo que era!
Y es que no veo a los jesuitas inculcando a su gente las desnucasapeces que pare luego nuestra ínclita ministra.
Hoy, o ayer, que los de la prensa están de fiesta, algún periódico llevaba a sus páginas ele escándalo que en el gremio de taberneros ha causado la intención de Doña Báñez. Que los partidos de la copa de Europa, Doña Báñez, son a las nueve de la noche, y le hemos pagado una pasta a los de Telefónica, para que nos deje ponerlos en la supertele, y así vender unas cervecitas, o unos cubatas, que hay que vivir.
Pero no, usted y algunos meapilas que la rodean, creen en lo del padre Peyton, y todos a rezar el rosario en familia.
Fíjese usted, que no sé por qué, pero viendo las estadísticas esas de familias monoparentales que tenemos en esta piel de toro post agrícola, me temo que con eso de ver el partido solo en casa, llegar a la seis y media, y tanta fiesta con todo cerrado, va a conseguir usted que la mitad del país se pase al onanismo, y eso seguro que se lo dijo el mosén de su parroquia, no asolo es pecado, sino que acabas quedándote sordo y ciego como poco.
Parece que a los seres humanos, tan gregarios nosotros, y con ese sentido de tribu perfectamente anclado en nuestro ADN, y bien protegido por protaminas e histonas, nos pone eso de decirle a nuestros congéneres lo que tienen que hacer, y es más que si mandamos a tomar por donde amargan los pepinos al Don “Lo que digo, no lo que hago”, se nos cabrea, que con lo que le ha costado encontrar una tribuna para soltar paridas, no le mola que se le ningunee.
Un milenio de estos, estoy seguro, el gen de la libertad será dominante, y aprenderemos que se debe dejar al de al lado que haga lo que le apetezca con su vida, mientras, claro, no se mee en la puerta del convento.
En fin, dejaré estas complejidades del alma humana, que no veré yo explicadas en esta reencarnación, y seguiré viendo pasar el campo mediterráneo desde la ventanilla de mi tren, que a poco te descuidas en estas épocas se sumerge en la niebla, y san se acabó que cae en domingo.
Tengo aún algunas cosas de las que hablar antes de que se acabe el año, pero con tantas fiestas no sé si me va a apetecer, que no quiero que Doña Fátima se me mosquee si uso el tiempo de conciliación para llenar líneas de la puñetera bitácora, crea que soy del Bocho o Canarión, y que quiero boicotear sus fiestas medio nacionales, me confunda con un indepe, y me mande a Doña Soraya con sus jueces constitucionales y acabo imputado (perdón investigado) por cualquier cosa.
Le haré hoy el vacío a los canelones de San Esteban, hijos de la escudella, que se me están recalentando los hepatocitos, y así no hay quien haga carrera, que a la que te descuidas entran por oriente los calçots, y hay que estar preparados, y espero que el gremio no se me altere, que siempre intento hacer patria, a mi manera, claro.
Y poco a poco dejaré que se diluya este bisiesto cainita, este bisiesto de muertes, de odios, de ramplonería, de desencuentros…y de muertes por reducir costos, que lo mismo pasa en Santa Cruz de la Sierra que sobre el Mar Muerto con los coros rusos a bordo.
Los lamentos, siempre llegan tarde, y a mí nunca me han gustado, como mucho cuando fallo un putt de un metro, o cuando con el drive me sale un slice, pero lo demás, como me decían por ahí, no ha que lamentarlo, hay que trabajar antes, hay que prever antes, y si ocurre lo no deseado, hay que corregir inmediatamente.
Pero esas cosas requieren de esfuerzo, de sacrificios, están reñidas con la inmediatez, y requieren paciencia, esa paciencia que hemos perdido y que nos impide disfrutar del paisaje que nuestras vidas van ofreciéndonos día a día.
Así que usaré este San Esteban, de canelones barceloneses, de comida recalentada en Caracas, (hablo de cuando tenían comida en esa colonia cubana) para desplazarme por el Mediterráneo. Intentaré buscar en el techo de la Capilla Sixtina el secreto de la Creación, y le preguntaré a Las Sibilas por su visión de nuestro mundo y sus césares.
En lo que a mí concierne, no me interesa mucho, uno es de la vieja escuela y nunca me ha gustado que me digan el número que va a tocar de la lotería, siempre he preferido los retos de frente, que aunque a veces te rompan los dientes, al menos te tienen entrenados los reflejos.
Con su pan se lo coman

Navegando en la niebla

Otro bisiesto que se nos va por el sumidero, y yo con estos pelos. Parece que con magulladuras importantes lo hemos superado con cierta gallardía aunque sigamos sin enterarnos de lo que pasa a unos centímetros de nuestras narices. Pero ese problema no es más que nuestro, aunque no podamos resolverlo.
Así, que como aquí se viene “llorao”, pasamos página y a otra cosa.
Y no teman sus gracias que no tengo ningunas ganas de realizar una descripción detallada de los acontecimientos del año, sean estos gratos o ingratos, gloriosos o nefastos, que para eso ya está el ABC, que se las pinta sola, o La Vanguardia, con su tamiz “Godó”, que tanto bien ha hecho a la burguesía cutre de mi pueblo. Esa burguesía cutre, ramplona, pueblerina y facha por ponerle un calificativo antes de que se nos vengan los Inocentes, nada lejana, por otra parte del mismo pelaje que la que pasea por Hermosilla y Serrano.
Como ya he comentado muchas veces a través de estas mismas líneas, se nos va el bisiesto, pero solamente a efectos del calendario, y es que sigo convencido de que este bisiesto nos dura ya doce años, por lo menos.
Desayunas por la mañana, y lo primero que te cuentan, una vez superada la tontuna de las divisiones en Podemos, es algo que suena a “dèjá vu”, vamos, un día de la marmota cualquiera, de esos eternos, incapaces de romper el ciclo hacia detrás o hacia adelante.
Los bancos italianos van a ser rescatados, y es como si de pronto vieses a nuestro país hace unos años, cuando las Cajas de Ahorros se nos escurrían entre los dedos después de haberse rendido a los políticos.
Y uno se descojona, cuando oye que en un Consejo de Ministros de esos que hace hacen por la noche, el bueno del nuevo jefe de gabinete tiene que aprobar los veinte mil millones para que no se les hunda del todo el Monte di Paschi. Es como poner un dedito para que no salga el agua de la presa que se agrieta, que hay publicados números de que la deuda “mala” de la banca italiana es de casi trescientos ochenta mil millones.
El día de la marmota, ya digo. Pues parece que por nuestros pagos, el Sabadell nos dice que cierra doscientas cincuenta oficinas, y que manda al paro a ochocientas personas. ¿no se había acabado la crisis Señor Ministro de la cosa?.
Parece que no, parece que el bisiesto que ya dura más de doce años está aquí para quedarse, y como decía ayer, si los tiros no llegan al hoyo cinco de La Matas…,.
La lotería, esa que antes se usaba para matar franceses, ha vuelto a tocarle al Estado. Su afán depredador no tiene más límites que la duración de este bisiesto puñetero. Este año además, rizando el rizo, ha hecho coincidir la publicidad con la realidad, y le ha trincado el veinte por ciento del premio a la nonagenaria de Acacias. ¡Vergognati!, diría un italiano, de esos que tienen mucho de lo que avergonzarse.
Y las policías europeas siguen sin ser capaces de trincar a los asesinos de sus ciudadanos, con lo que la posibilidad de saber de verdad que hay detrás de todas y cada una de estas barbaries que los malos del otro lado nos hacen a los malos de este lado.
Es más fácil matarlos, así te ahorras tiempo, dinero en juicios, bofetones en comisaría. Parece así que el deseo de venganza queda satisfecho, y a por la siguiente.
Ha sido vergonzoso que los policías milaneses mataran al tunecino que presuntamente realizó la masacre de Berlin, en vez de detenerlo. Pero me quedaré presunto, como el jamón portugués, que si fuera bueno, lo llamarían ibérico.
El tren en el que me estoy desplazando, parece que ha entendido perfectamente por dónde camina este largo bisiesto, y se empeña en navegar por las nieblas Ilerdenses, espesas ellas, tanto que no se ven ni las esteladas, que tampoco crean ustedes que me importa mucho. Pero el mensaje es el mismo, no sé cómo empezó la niebla, y no veo cuando vamos a salir, ni hacia dónde.
Llegado este momento, solo me queda esperar el momento en que las Sparkasse de los Länder, esas a las que Doña Merkel tan bien protege, salten como un Monte di Paschi cualquiera, o que de pronto nuestros grandes bancos pillen un resfriado que les haga ser pequeños de golpe.
Sin embargo, me han dicho que no debo preocuparme, que el nuevo orden mundial está ya preparándose con capital en Mountain View, CA. Allí están los que decidirán sobre nuestro futuro, sobre nuestras vidas y haciendas. San Google, Caralibro, la Manzana Mordida…esos serán nuestros amos sobre el papel en un abrir y cerrar de ojos, que hasta donde colijo ya lo son “in pectore”.
Nosotros, los que quedamos, miserables siervos de la gleba, veremos día tras otro como se ejercita el “droit de seigneur”, sobre nuestras haciendas, sobre nuestros sueños….que no sobre nuestras parientas, para eso los calvinistas son muy mirados. Lo único que les interesa es hacerse con nuestro dinero, uno a uno, con la máxima eficacia posible, eso sí.
Disfrutemos consecuentemente de lo que nos queda del viejo mundo, y tengamos al menos la ilusión de que el nuevo tardará aún unas semanas en arrasar con lo que nos queda de nuestra vieja cultura, de nuestros símbolos, que aunque no comprendamos del todo, son nuestros y han convivido con nosotros durante generaciones.
Y aquí se acaba esto por hoy, pongamos el modo Navidad, el modo amor boborrón, rindamos nuestras Santas Visas a ese dios inmisericorde del consumo, del querer empujar una máquina que se nos muere entre las manos, y que con su ausencia dejará un hueco para que nuevas hienas encuentren su carroña.
Pongamos nuestra concentración en ese villancico que cantarán los que se creen inocentes, centremos todo lo que el mercadeo que la religión y el consumo han creado de forma conveniente, para que nadie se quede sin turrón, aunque sea del malo.
Pensemos, al menos en los sincretismos seculares que nos han conducido a estas saturnales, y cuando digamos eso de ¡Feliz Navidad!, al menos sepamos por qué lo decimos, y que la secular historia vieja de milenios, sea para nosotros una forma de saber qué hay de verdad y de mensaje tras toda esta fanfarria.
Con su pan se lo coman

Los de los masallases, y el futuro cercano

Los que me conocéis, sabéis perfectamente que esas cosas de los masallases, es decir las cosas que no existen, pero haberlas haylas, siempre me han puesto.
Pero como soy un cabronazo descreído, a la que me hablan de fantasmas de esos con foto, que saca Don Iker Jiménez, en vez de apechuscarme, me hace pensar aquello de ¿dónde está el truco?,
Vamos que me da en la nariz que la cosa del más allá tiene otras cosas de las que ocuparse que de darnos la lata a los de este lado, pero haberlas haylas.
Parece que Houdini, aquel gran truquista, en medio de esta vorágine, se dedicaba a despanzurrar uno tras otro a todos los sacaperras del asunto de los masallases, que al parecer le fallaron el día que le invocaron el espíritu de su madre.
Y es que con los muertos de las guerras de principio del siglo XX, me temo que muchos desaprensivos intentaron hacer su agosto, y más de uno lo consiguió.
A lo mejor es cosa de que uno no ha sido iniciado en esas artes, o peor aún, que carece de la capacidad sensitiva necesaria para poder traspasar ese velo, que, claro, para mí es infranqueable.
No es que no crea en la trascendencia del ser vivo, (cada uno en su grado y condición), lo que me cuesta realmente en creer en la interacción de ambos mundos. Es más, creo que sería de lo más incómodo, si realmente la cosa fuera como afirman las personas que conforman el grupo Hepta, o tantos y tantos que se dedican a la cosa parapsicológica.
Que andar arreglando cuentas eternamente debe ser muy aburrido, aunque estas personas expertas te digan que sí, que han contactado con unos y otros, que han discriminado casos, y se encuentran con unos que sí, y otros que no. Pues vale.
Mi amigo el físico, seguro que me diría, con las fórmulas adecuadas, que la posibilidad de la existencia de energías eco, podría explicar restos de conciencias de, por ejemplo, “Il fu Mattia Pascal”, o cualquier otro.
Lo que no parece que ocurra, es que esas presencias, o lo que sean, si son algo, claro, estén para ayudarnos mañana en el sorteo de Navidad, por ejemplo, y que por cierto fue creado para financiar las guerras napoleónicas. Todo un acto de amor en estos días navideños.
Cuando alguna vez he oído hablar a este tipo de profesionales, que dicen estar en contacto con el otro lado, generalmente remarcan dos cosas. La primera es que quienes fueron, y ya no están, no tienen ninguna capacidad de hacernos daño físico, de forma que los terrores son infundados, que no tratamos con zombies, parece.
Y la segunda cosa que afirman, es que la mayoría de las veces, intentan cerrar algún tema que les quedó pendiente cuando les llegó la visión de la luz.
Los ignorantes como yo, al final, acabamos tomando todo esto como entretenimiento puro y duro, a título de inventario que diría un castizo…pero haberlas haylas.
Y creo que hago mal, que si por una vez sacara relucir el gusanillo de la curiosidad satisfecha con datos y ciencia, sería la forma idónea de acercarse al tema….pero no me sale, no me sale.
Porque, y sea dicho con todos los respetos, si pudiese realmente entrar en contacto con alguien del otro lado, y en vez de limitarme a escuchar sus cuitas y ayudarle a traspasar el velo encaminándolo hacia la luz, me encantaría hablar del otro lado, que no conozco descripciones, ya que todo lo que recuerdo haber escuchado es que dicen cosas para tranquilizar allegados…¡estoy bien, no os preocupéis!, o mira en el arcón que hay una pieza de oro, la que perdió la bisabuela.
A mí me gustaría preguntarles por el futuro, ese futuro que tengo hoy que adivinar con los métodos antiguos de ir cogiendo aquí y allá toda la información disponible, ajustar el rompecabezas, y deducir por dónde irán los tiros en el devenir del mundo.
Porque visto lo visto, las cosas se van pareciendo cada vez más a las previas de la segunda parte de la primera guerra mundial, y no me gustaría que la cosa se repitiese, por lo menos en la zona de mi campo de golf, que a estas alturas de la película, todo lo que quiero es hacer un hoyo en uno en el cinco de Las Matas.
No esperaré a que salgan las predicciones esas que nos regalan a fin de año para el siguiente, y haré las mías sin ninguna ayuda de los entes del más allá, que como he dicho no me hablan, que no aprobé las oposiciones.
Así, que elecciones en España antes de que se acabe el año, que Marianico no está para que le desmonten el tinglado de la pasada legislatura, y aprovechando la derechización mundial, se la va a jugar, sí o sí. A esta, me juego pincho de tortilla y caña.
La economía del mundo mundial, aún no se ha recuperado de las trampas que entre los sistemas bancarios y los más listos de la clase han ido tejiendo para lo de la isla privada, con jet privado, que las cosas están cada día más caras, y desde que sube el precio del petróleo, dar un paseo con las novias en el yate, sale por un pico.
Así que yo sacaría mis perras del banco de la esquina, que le quedan tres telediarios, y buscaría un sitio donde me lo roben más despacio. Y mi fantasma amigo, que de estas cosas del futuro no se pronuncia, todo lo que se le ocurre hacer es decirme que lo ponga en el baúl donde la bisabuela perdió el doblón, aunque como parece que la inflación se dispara, pues un sinvivir.
Los de la nueva economía, ya nos anuncian que dentro de nada, más de la mitad de los curros que andan dando hoy de comer a la peña, habrán desaparecido, y cuando a estos vivos, se les pregunta si la cosa quedará compensada con los nuevos trabajos que surgirán, ponen caras seráficas de las de te van a dar por donde amargan los pepinos, pero no he sido yo.
Así que esperaré a la próxima curva en la carretera, a ver si se me aparece la tal dama, que solo sabe decir que es un punto negro, como los de obras públicas, lo que no te soluciona nada, que lo que yo quiero es saber qué coño tienen que estudiar mis nietos, si me quedo otro año más con mis Matildes, y si el Armagedón que se está gestando va a estallar o seguiremos en este tira y afloja, más digno del perro del hortelano, que de los cyborg del siglo XXI.
Con su pan se lo coman

Sacrificios humanos

Hace ya mucho tiempo que no me acuerdo de revisitar esas cosas de las guerras, que yo llamo de pequeña escala, pero que son puñeteramente dolorosas para quienes las sufren en sus carnes.
Tanto es así, que se nos vienen a olvidar en ese fondo cómodo de nuestro almario, en el que se guarda todo aquello que puede sacudir la zona de confort en la que nos gusta movernos. Pero, de vez en cuando, cuando los malos del otro lado, (nosotros somos los malos de este lado) hacen una trastada en nuestros santuarios, nos enfadamos mucho, y hablamos de terrorismo en nuestro corazón.
Y ayer tuvimos tres historias casi simultáneas. Ya sabéis, en Ankara, tres tiros, en nombre de Alepo, al embajador ruso.
En Zürich tiroteo con tres heridos, junto a un centro de oración musulmán. La policía no pudo apresar al autor, y ha cerrado la posibilidad de cualquier forma de información. Excepto para los tres heridos, la cosa no pasa de un tema menor, a los ojos del mundo.
Y en Berlín, junto a la Kurfüstendamm, ese corazón del Berlín yanqui, doce muertos, y decenas de heridos, por un ataque, aparentemente terrorista, aunque la prudencia de la policía local, aún no ha confirmado. Quizás sigan pensando que fue un accidente, o quizás estén tras las pistas de las conexiones que pueda haber detrás del hecho, y no quieren perderla.
Yo no lo sé, pero lo que sí sé es que a la que me descuido me llega el ruido de una acción similar en el mercado de ….y tras estos puntos suspensivos, pongan ustedes la ciudad islámica que quieran.
Bombas contra civiles, camiones contra civiles, disparos contra civiles, cuchilladas contra civiles….contra civiles, contra civiles. Siempre contra civiles.
Y los civiles, que tenemos la conciencia de ser la parte inocente de este caos, a lo mejor deberíamos pensar que no lo somos tanto, especialmente los súbditos de las mal llamadas democracias occidentales. Que al final, dicen que somos los que gobernamos…¿o no?.
Me explicaré. Nunca he podido saber cuánto dinero de mis impuestos se utiliza para cualquiera de las formas de guerra que hay actualmente activas por el mundo.
Y en impuestos incluyo no sólo los que de forma directa o indirecta me cobran las haciendas locales, sino todo el dinero que utilizando formas de energía procedentes de ciertos países, financian conflictos. Los ciertos países están en el Golfo Pérsico, Arabia Saudita, Irán, Irak, Rusia, Estados Unidos…..o a través de las inversiones del fondo noruego, o de lo que quieran ustedes.
Quiero decir, que a través de mis impuestos, de mi consumo, se están financiando las guerras, y yo me quedo sentadito en mi sillón escribiendo gilipolleces, pero nunca ejerciendo iniciativas activas para impedirlas.
Así, que no debe extrañarme que alguien me ponga en el punto de mira de los que yo considero malotes. Porque mi país pertenece a organizaciones militares que atacan a personas y países, lo que me convierte en elemento activo de la guerra con sus consecuencias, obviamente.
El avispero sirio, ese que ahora está de moda con el puto estira y afloja por la toma de Alepo, es un verdadero desconocido. Nadie nos ha explicado quién lucha allí, y por qué. Nadie nos ha explicado que el destituir a Bashar al-Assad, no llega ni a la categoría de excusa, que a un pollo de estos se le destituye en un plis, si los que pueden, quieren.
Y nosotros mirando nuestro móvil, como imbéciles, soltando una lagrimita por los muertos, y respirando porque el mercadillo estaba en Berlín y no en la Plaza mayor de mi pueblo. El muerto al hoyo, y el vivo el bollo.
Y con todo el dolor de mi corazón deploro estas barbaries de ayer en Turquía, en Suiza, en Alemania, las deploro tanto como la inacción de mi sociedad frente a las guerras por algo más de dinero. Que quienes lo tienen siempre necesitan algo más.

Y a todo esto, la prensa haciendo fotos, preguntando al herido español, (que podía ser yo mismo) lo que ha sentido en el momento….¡Por favor, curen a esa persona, y déjenla en paz!. Salvo sus heridas no tiene nada que contar, a no ser que se busque ese sensacionalismo que se llama “trending topic”
Que la información realmente importante, no está a nuestro alcance, que el análisis basado en la verdad total, no está en nuestra dimensión, y es el trabajo que espero de los informadores. Y como no son capaces de dármela, evito comprar sus periódicos, sus revistas, sus telediarios.
Que me encantaría conocer los mecanismos que han llevado al presunto asesino a realizar la monstruosa acción de disparar al embajador indefenso, a tirotear la mezquita, a destrozar vidas con un camión.
¿Cuál es el camino que el odio ha seguido para llevar la mano hasta estos hechos?, ¿cuál es el camino que ha seguido ese niño que se inmola en el mercado de Islamabad, de Bagdad, de El Cairo?.
¿Qué estamos haciendo?, ¿qué beneficio tiene?,¿ para quién es ese beneficio?.
No lo sé, y lo que es peor, mi sublime ignorancia me impide buscar las razones entre los datos que me son permitidos acceder. Pero me da que en esos datos accesibles, no está lo que busco. La simbología que ocultan sus palabras no me son accesibles. No he sido iniciado.
Creo haber comentado alguna que otra vez una frase demoledora que apareció en el Times Magazine, allá por la crisis de los noventa del siglo pasado, y que en los últimos 25 años, ha tomado una vigencia ¿“Qué clase de sociedad hemos creado, que lo primero que sacrifica es al ser humano”?.
En ello estamos, la sociedad se llama “de consumo”, y de acaparamiento. Y esa sociedad necesita los sacrificios humanos en las carnes de quienes pierden, por no ser útiles al sistema. Iletrados, viejos, pobres….que a las piras sacrificiales solo suben los que han perdido la guerra, y así el dios consumo se satisface.
Y el sacrificio te llega sin aviso, perdiendo tu trabajo, ese al que dice todo el mundo que tienes derecho, pero que no se reconoce, por el momento.
El sacrificio llega paseando entre abetos por la Kdamme, o visitando una galería de arte en Ankara, o yendo a rezar a la mezquita de Zürich.
O llega cuando el autobús de niños sale de Alepo, y un misil lo destruye, o cuando tantos y tantos seres humanos huyen despavoridos de sus tierras por miedo a la muerte, a la pobreza extrema…..a la guerra,
Que nadie me dirá cuánto dinero se mueve hoy en las guerras, y para quién es el beneficio, quién las promueve, quién invierte, quién recoge los dividendos, quién establece las estrategias, dónde están los presupuestos y los objetivos….¿Nadie lo sabe, o es que no se puede decir?.
Meditaré por los muertos sacrificados al dios consumo, desde Berlín hasta los estrechos de Sicilia, desde los mercados de Bagdad a las selvas colombianas o venezolanas, desde el centro de África a las calles de Tijuana, o desde el campesinado coreano a los nuevos desheredados por la siguiente revolución industrial que la tecnología acaba de aparcar en la puerta de nuestras casas.
Con su pan se lo coman

Estos días con Felipe, Sir Winston, e Isabel

Lo que da el tener amigos tan leídos, es que sin querer te descubren cosas que a uno ni se le hubieran ocurrido.
Mi amigo Felipe, al regreso de uno de sus viajes al sur, escribe un precioso texto sobre sus impresiones, y lo adorna con datos históricos de una panda de cabestros españoles que anduvieron haciendo de las suyas por aquellas tierras. Y digo cabestros, desde la visión que tenemos hoy de las cosas, que en aquel momento histórico, no eran más que unos tíos muy bragados hijos de la primera potencia militar del orbe, y con una tecnología en cuanto a diseño de buques, navegación, tácticas militares, entrenamiento, y calidad de las armas, comparable solo a la de Roma en su esplendor. Como lo ha puesto en caralibro, yo lo he compartido, y quien quiera aprender que lo lea.
Pero orillando lo dicho, y con el gusanillo que el muy cabrón me ha metido en el cuerpo, y que me va a llevar a esas tierras del sur en cuanto me descuide, quiero hacer mención a un comentario que desliza…”en passant”, que decimos los cursis, y es una mención al familiar segundón del Duque de Malborough, Sir Winston Churchill, que dicen que dijo algo así como:
“Hay que intentar escribir un artículo todos los días, aunque pueda parecer que siempre escribes el mismo”.
Pues sí, mi querido amigo, llevaba razón ese pollo pintor de bahías en Madeira, trazador de puñeteras líneas en África, fumador de dobles coronas, responsable de que los buenos cognacs alcanzaran precios desorbitados, de que los Breguet se creyeran lo que no son, de que Gran Bretaña siga siendo una isla, y de no sé cuántas cosas más.
Porque a esto de las frasecitas, no sé yo si ha llegado a ganar a Wilde, pero por ahí le anda.
Ahora que si todas las frases que dicen que dijo, las dijo, me parece que no tuvo tiempo para más.
Pero dejemos a Sir Winston con sus cosas y sus frases, y quedémonos con el consejo que a través de la extraña autoría, mi amigo lanza al espacio internauta, de que hay que escribir un artículo todos los días.
A mí no me da el cacumen para tanto, que uno es iletrado, y eso de poner palabro tras palabro, ya es áspero, si además quieres que tenga sentido, nos empezamos a meter en luchas contra molinos, y si encima quieres que alguien lea el fruto de tus preñeces, acabe las cuatro líneas, y encima reconozca que ha pasado un buen rato, o que le ha aportado algo, nos metemos en terrenos que apenas explican las alegorías, que es como el milagro de los panes y los peces, como poco.
Claro, que teniendo el nombre de un paquete de cigarrillos, siempre hay alguien que como la rana abre la boca de asombro, se siente tenor, y canta, pero el resto de los mortales, los de mi pelaje, no aspiramos a resultados tan brillantes.
Pero le doy la razón a Sir Winston, (creo que es cosa de Felipe la tal frasecita, y que por la modestia que le adorna ha cedido los derechos a la familia Malborough, pero eso es otra historia).
El hecho de forzarte a reflexionar sobre algo, todos los días, o cada dos días como hago yo, que soy muy dejado, te acaba ayudando a ver el mundo de otra manera, y además te fuerza a esa auditoría constante que es la opinión de quien se atreva a leer lo que has escrito.
Llevo casi dos años con este ejercicio, y debo reconocer que me sienta bien, porque me fuerza a pensar en las reacciones ajenas, porque me obliga a reflexionar sobre los acontecimientos que se me vienen todos los días. Me mantiene despierto, y por ende me obliga a ver el mundo con ojos más críticos. Bien. Gracias Sir Winston, gracias Felipe, o gracias Mr. Oscar Wilde.
Con mis disculpas adelantadas, pediría a mi amigo, que escribiese él la historia de esos cabestros españoles que anduvieron por donde el anduvo, que si se lo quita Hollywood, tendremos un batido de fresa con mucha soda, y si lo pilla el señor Canales, le hace un libro en un plis, aunque este también lo haría bien, me temo.
Y con esta carrerilla, doy por sentado que voy a ser arrollado por la vorágine que se nos viene encima con esto de la culminación de las fiestas del consumo, vamos, la explosión de las Saturnales, que diría Paqus el Centurion.
Y lo que me da más miedo, es que tía Adelaida, que aún no se ha dado cuenta de que soy un chico bien educado, volverá a regalarme ese bello jarrón de los chinos, que como se me rompen cada año en enero, y nunca le he dicho otra cosa que
-¡Gracias tía!, que bonito.
Pues ella dale que dale, hasta que saque el tal jarroncito, las oposiciones de notario, y deje la pasantía en el bufete de Don Fabián, que tan bien dice que le trata.
Claro que en el pecado está la penitencia, que los sobrinos de tía Adelaida, le regalamos todos los años ese perfumito tan rico, que a la pobre dejó de gustarle desde el día en que rompió con su Anselmo.
Que la cosa no podía ser seria, que Anselmito era el quarter back del equipo de fútbol americano de los jesuitas de Sarriá, y le gustaban las faldas más que a un político una caja de tizas de colores, y Doña Adelaida, siempre ha sido muy seria con esos asuntos, que ya le dijo Sor Angustias que esas cosas las carga el diablo, que Anselmito luego se pone a notarías o abogacía del Estado y a tí se te pasa el arroz.
Pasará otro año el canto de San Ildefonso, y te quedarás viendo como la mona aunque se vista de seda, mona se queda, que el Gordo aquí se celebra con Rondel semi-seco, que esas cosas de Reims son para los de siempre, y no hay que hacer alardes.
Te entrará esa compasión íntima por los dependientes de Sederías Carretas, que llevan viendo, y oyendo, como beben los peces en el río a cambio del jornal de seis euros la hora, que eres un eventual, y la cesantía la tienes a fin de enero.
Le preguntaré a otro buen amigo mío, que es muy leído en esas cosas, lo que dice la ciencia psiquiátrica en torno a las consecuencias de la exposición continuada de los vendedores de telas a la música navideña. Que yo he buscado en Jung y en Freud, y no he sabido encontrar nada.
Pero, sin embargo, cuando de pronto te enfrentas a uno de esos coros de voces blancas, que en el lugar adecuado, y con el espíritu del escuchante en posición receptiva, rebuscan en el folkclore saturnal, y encuentran la belleza que en él se esconde, no puedes por menos que agradecer el ser quien eres, que no vendes telas en Sederías Carretas, y que tienes amigas como Isabel, que de vez en cuando te envían trozos de los conciertos de su Antal Korai, porque uno es un vago redomado, y no va a escucharlas.
Y con esa carga enfrentamos la semana, a ver si al acabar seguimos en pié, y no nos salen los hepatocitos uno a uno por el colédoco con bandera blanca, que todo puede pasar.
¡Ah!, y no, no se me olvida eso de felicitar las fiestas, que no las felicito, que me produce sarpullidos, que lo mío, es desear una sonrisa cada día, al menos, y sin mirar el calendario.
Con su pan se lo coman

Creacionistas o evolucionistas.

La verdad es que siempre he mantenido que cuando una teoría, una persona, o un grupo se define como algo que acaba en “ista”, es que ha perdido foco, que de alguna forma ha entrado en una posición extrema, con una cierta carga de mesianismo, que desgraciadamente para él, o ellos, produce una limitación en su visión que acaba haciéndole ineficaz. Me parece un acercamiento a la irracionalidad, y al fanatismo, por muy suave que parezca.
Pero eso no es más que la pobre visión de este “Fool on the Hill”, y seguro que hay muchas opiniones, doctas incluso, que me pondrían a hacer flexiones por decir estas barbaridades. Pero las flexiones ayudan a adelgazar y mantienen el cuerpo tonificado.
La discusión entre creacionistas y evolucionistas, me suena a las que en el XIX andaban poniendo españoles a la greña que si unos francófilos, que si otros germanófilos, es decir, a discusiones de casino provinciano después de la siesta.
Porque yo a la hora de ponerme a creer, soy muy malo, es decir me cuesta un montón creer en las cosas. Tengo que pensar en ellas con detenimiento, y buscarles una lógica que me convenza, y normalmente esa lógica no proviene en su estadío básico de la opinión de una sola de las partes, ni muchísimo menos.
Claro que cuando el enunciado de la discusión es tan ramplón como el enfrentamiento entre el creacionismo y el evolucionismo, con su carga de moral cristiana, monoteísta y machacona, se hace difícil desligar todo ese entramado del antropocentrismo que es posiblemente el más cutre de los “ismos”. Es como si aún se mantuviera que la Tierra es el centro del universo. Y de ahí a excomulgar a Galileo, a quemar a Giordano Bruno, o a Servet, un paso.
La lectura literal de los textos simbólicos, (el Génesis es uno de ellos) con total ausencia de interpretación, nos conducen a situaciones de oscuridad difíciles de superar, ya que conducen a la creación de dogmas, y esos no están sometidos a razón. Que lo primero que te piden es que creas con los ojos cerrados (fe), que los moralistas monoteístas son poco dados a las interpretaciones, a buscar los significados de los signos y de las palabras, que es mucho más fácil conseguir que alguien sin formación o en período formativo, simplemente crea. El que entienda ya es más complejo, que puestos a ponernos brutos, exige del maestro una calidad que en demasiadas ocasiones le es ajena.
El literalismo, que a veces es incluso ficticio, es el gran enemigo de la razón, de la sabiduría, y cómo no de la libertad.
Así, que si me dices que en seis días se apaña el asunto, pues seis días. Que el domingo descansó, fenomenal….quizás hubiese ahora que revisitar esto, que con la semana de cuatro días y medio, de los cuales son cuatro con corbata y el quinto de “Smart casual”, y dos y medio para ir al super, llevar a los enanos a las actividades extraescolares, y la visita a la suegra, que luego no se te queda con la prole en las vacaciones escolares, esto empieza a no cuadrar.
Lo del trozo de barro, el soplo de vida, la costilla subsidiaria, tuvo a buen seguro que hacerse deprisa y corriendo, vamos como los coches que salen de la cadena de montaje los viernes por la tarde, que luego fallan como escopetas de feria. Como los humanos, vaya, que no damos una a derechas, ni queriendo.
Lo del mono que se va haciendo listo poco a poco, a base de putadas de su ecosistema, tiene también su gracia, ¿para qué negarlo?, que “El origen de las especies”, por lo menos basaba sus conclusiones en la observación de un naturalista, y eso tiene su aquel. Pero, claro, una cosa es como se le va poniendo el pico a un pinzón, por vivir en el Ecuador, o por vivir en otra parte del planeta, sujeto a diferentes interacciones con su entorno, y otra muy diferente, considerar que para llegar a ser un británico de Tadley, por ejemplo, hay que ser primero un oriundo de Monrovia, por poner un aquel, y que con trastopecientas generaciones, por fin alcanza los seis pies y medio de altura, los ojos azules, el pelo entre rubio y rojizo, acento del Hampshire, voto tory, bebedor de ales, y supporter del Arsenal.
No creo que las cosas sean así, que lo de soplar el barro, tiene detrás mucha enjundia, que a saber a lo que llaman días estos pollos bíblicos, o qué tradujeron los que pretendieron que esos textos llegaran hasta nosotros. Incluso, qué beneficio pensaban obtener cambiando aquí o allá el mensaje….que últimamente el cepillo viene muy vacío.
Así que, cuando ves que aún estamos en esas, por mucho que vayamos desbocados a lomos del tremendo caballo de fuego que se ha colocado en nuestras piernas en este puñetero siglo XXI, no puedo por menos que empezar a pensar no ya en el evolucionismo, sino en el involucionismo de una parte no desdeñable de la humanidad, que pretende volver a siglos inquisitoriales, ignorando todo lo que la ciencia ha aportado al ser humano.
A los creacionistas les preguntaré siempre su adscripción religiosa, y su nivel de compromiso con la moral que emanando de esa adscripción, tiende a dirigir sus pasos en la vida. Es la forma de valorar si su creencia es suya, o simplemente la defiende por una cuestión de fe, que no es lo mismo.
El evolucionista, al fin y al cabo, obtiene su creencia de la ciencia, o al menos de un método de ver las cosas que permite la elaboración de las conclusiones de una hipótesis, siempre sujetas a la posibilidad de poder repetir el fenómeno del que se trate, y a las observaciones y críticas de quien quiera hacerlo. No es perfecto, cierto, pero la fe no juega en ese partido.
Y lo más bonito, es que el creacionismo no puede ser revisado, es un dogma, vamos que vas a la hoguera, y el evolucionismo darwiniano, ya no existe más que como un precios, y útil en su momento, paso hacia el conocimiento del origen de las especies.
Porque la verdad, la pura verdad, es que seguimos en plena vorágine especulativa en cuanto a nuestro origen, tanto que estoy dispuesto a considerar seriamente, la posibilidad de que seamos cosas tan interesantes como el producto del fornicio entre formas femeninas simiescas y ángeles llegados de las estrellas.
Estoy dispuesto a creer que no somos más que puñeteros ciborgs, creados por vaya usted a saber quién, para que explotemos nuestras minas de sal para ellos.
Estoy dispuesto a creer que somos fruto de manipulaciones genéticas, realizadas en las especies de forma puntual por entes superiores.
Estoy dispuesto a interpretar el mito de Prometeo como ustedes quieran.
Estoy dispuesto a creer cualquier teoría cosmogónica que se me proponga, como, por ejemplo que somos los restos de los Gigantes que perdieron sus guerras con los dioses, hasta que vinimos desde San No Sé Dónde, a bordo de dimanas tiradas por carros de fuego, por dragones, por serpientes aladas, que no sé si son las mismas que andaba matando aquel San Jorge piojoso, tan adorado en nuestro Mare Nostrum.
Eso sí, tienen antes que haberme invitado a comer, (el vino lo escojo yo), tenemos que estar sentados en los chester de cualquier cómodo salón, el café bien hecho, fuego en la chimenea y el necesario Hine Antique servido en copa “Hennessy”, para apreciar bien los matices.
A partir de ahí, en el círculo mercantil, en el casino de la provincia, o en un saloncito apartado del Ritz, soy capaz hasta de dejarme adoctrinar, claro, sin garantizar que alguien lo consiga.
Buenas noches, y buena suerte

El populacho

La última entrega de esa revista que me gusta leer de vez en cuando en el metro parra que me admire el de al lado, o piense que soy un absoluto gilipollas, y que se llama Foreing Affaires, ha dedicado el último número a un tema que tiende a conseguir que mi mandíbula se desencaje.
En portada, aparecen dos personas de la América profunda, “paletos” que son llamados por los calvinistas de Boston, con su iglesia evangélica al fondo, él con su rastrillo blandido como si fuera la lanza de Don Quijote, su gorrilla de pelota base, o golf, con el lema de ¡Haz de nuevo grande a América”, su granero a la izquierda, y su mujer con pinta de miembro destacado del Ejército de salvación, bien cerrada su camisa con el camafeo de la bisabuela, y en segundo plano, observando la expresión dura y decidida de su marido son un cierto gesto conmiserativo, que las mujeres para esto, nos han sacado siempre dos pueblos.
El titular es autodefinitorio
“El poder del populismo”…Marine Le Pen, Fareed Zakaria, Michael Kazin….y muchos más.
¡La madre que los parió!, ¡Con qué facilidad pasamos de aquello del poder del pueblo al populismo!, que parece que la democracia, (Gobierno por las mayorías) deja de tener gracia cuando va contra las aristocracias (gobierno de unos pocos).
Ahora es el populismo, algo hemos ganado, que antes eran el populacho, las turbas, e incluso las masas, que diría nuestro Ortega (antes Lista).
El que quiera pasarse por el kiosko que se compre la revistita que te sacuden catorce chuchos de esos que Draghi fabrica a razón de ochenta mil millones al mes.
Que la opinión de los editores, es como la del cura vasco al que le preguntaron su opinión sobre el pecado.
-Que no soy partidario, oye.
Y es que parece que de improviso, las masas, el pueblo, el populacho, las turbas, se empiezan a dar cuenta de que no tienen pan, y que la respuesta que les dan a esa demanda se parece a la que dicen que dio Marie Antoinette….¡pues que coman croissants!.
Eso, croissants, que los croissants de hoy son las grandes cifras, el crecimiento mundial, la renta per capita, la tendencia de los mercados financieros, y las tasas de paro descendentes, por no hablar de los viejecitos que usan los viajes del Inserso. Pero el problema está en que el populacho, la turbamulta, se tiene que enfrentar al carrito de la compra, a la factura de la luz y del gas, al transporte público, y al miedo, al miedo a no tener derecho a un trabajo remunerado dignamente, derecho a que no te expulsen de tu casa, derecho a que no te organicen una guerra en tu pueblo, derecho a vivir en tu tierra, derecho a vivir.
Y es que desde la carroza de las aristocracias bostonianas, o de San Juan del Puerto, que me da lo mismo, no se entiende que haya gente que no pueda pagarse el billete del metro, que desde el jet privado se ve muy mal el detalle de la tierra.
Así, que nada mejor que hacer que ridiculizar a quienes son en teoría los soportes de la democracia, al pueblo, a los ciudadanos, y eso se hace con fotos de paletos cabreados, y obviando las denuncias de quienes sienten que les están robando vida y hacienda, de forma que los privilegios de las elites de los aristos, puedan no solo mantenerse, sino aumentarse.
Y la historia es muy tozuda, y la globalización, no solo ha traído la popularización de la miseria a las clases populares, sino que ha conseguido que su reclamación sea global también. Y eso me apechusca, que los franceses cuando se liaron a cortar cabezas tenían ciertos límites geográficos, los rusos en el catorce se ciñeron a sus fronteras, y Mao no mareó demasiado fuera de China pero ahora la cosa es global.
Las revoluciones, y a lo mejor acabo viviendo una, ciertamente solo sirven para descabezar a cuatro inútiles que ya no viven en el mundo, ya que se han construido el suyo, en sus jets, sus islas privadas, sus leyes exclusivas, todo en aras de la codicia sin límites, que es lo más deleznable y cutre entre los defectos humanos.
Una vez que dejamos fuera de juego a esos imbéciles, el orden se restablece con caras nuevas, y con ambiciosos y codiciosos de nueva cuña, un poco más entrenados, claro. Que tras la quema de la Bastilla, les cayó encima un Emperador y un rey. Total nada.
Y lo de Rusia y China que lo comente otro, que a mi me da la risa.
A mí no me pagan como asesor por estas líneas, así que no daré consejos. Lo que veo es que la guerra, si no ha comenzado, le queda muy poco, que desde América a Francia, desde Inglaterra a Japón, la gente da el poder a quien cree que va a devolverles la vida que les han robado los bostonianos. Pero se equivocan, aquí el Santa Rita funciona maravillosamente, y lo que te robaron robado está.
Pero la codicia desmedida de los que atesoran es lo que llevará a muchos de ellos a perder la cabeza, como en brumario, y les sustituirá otro cabrón con más ganas de robar todavía, ¿verdad Señor Stalin?, quizás debería haber dicho Castro, Chavez, Maduro, Kichner, Correa, Morales…no lo sé.
La supuesta revolución que se ha ensayado en el subcontinente americano, parece que ha sido controlada. No solo no se ha extendido, sino que los resultados han sido nefastos para el populacho local, y ese es el mensaje que nos mandan desde Boston.
Cuidado con los populismos locales, que lo que necesitáis ahora es un populismo global, que si no la cosa queda en una batracomiomaquia entre errejonistas y pablistas, cutre y con resonancia apenas de patio de vecino.
A lo mejor ese líder mundial acaba siendo el tito Donald, pero no lo creo, al menos Espartaco tenía dos cojones frente a Craso, y este tiene solamente una estética hortera, la panza llena, y es parte del problema.
No sé por donde reventará la cosa, pero no se puede pasar más tiempo sin resolver los problemas que al populacho le han creado estas elites de Harward, y en caso de que no se haga de forma global, habrá que ir tirando uno a uno los proyectos de ese populacherismo, que empieza a molestar.
Medios y ganas no faltan, y veremos como la democracia sigue siendo esa utopía que nos enseñan los aristócratas para que creamos que dirigimos nuestros destinos. ¡Cómo se van a reír en Davos! y yo sin mi disfraz de mosca planchado para quedarme quietito en la pared del salón donde a lo mejor se decide todo.
Con su pan se lo coman

Doña Fátima, currar hasta las seis, y una horita menos en Canarias

Cuando el diablo nada tiene que hacer, mata moscas con el rabo.
Sería así, Doña Fátima, si usted pudiese tener la altura intelectual suficiente para poder ser el diablo, pero como no es así, pues no tiene rabo, y no puede matar moscas.
Pero lo que si puede hacer, y reconozco estar haciéndole el puñetero juego, es ponernos a discutir a los españoles, si lo que nos viene encima son galgos o podencos.
No tiene usted derecho, Doña Fátima, a decirme cuando tengo que terminar mi jornada de trabajo, especialmente si soy un parado, de esos que ha creado, con su inestimable ayuda, el gobierno al que usted pertenece, la crisis esa que nadie sabe lo que es, o la redistribución de la riqueza de la que tanto alardean los que dicen que saben, y que no es más que una forma de expolio a los más desfavorecidos.
No, Doña Fátima, no tiene usted derecho a introducir un tema como este para que se vea que está usted en la línea negociadora de su presidente, no, usted, Doña Fátima, que lo único que reconoce como negociación me temo que es lo que el diccionario de la RAE define como imposición, que a cualquiera se le salta una página a la hora de buscar definiciones.
No, Doña Fátima, usted no es quien para introducir sus criterios a base de decretos leyes para que el curro cierre a las seis….que podía haber sido a las ocho, o a las tres, o lo que sería mucho mejor, cada uno según su interés y necesidad, y se deja usted de marear a la peña a la que tiene ya un poco más que harta.
Pero claro, lleva demasiado tiempo callada, y una dama como usted de relumbrón público, no puede estar de esa guisa, que sin la mayoría absoluta que ha ocultado su ineficacia negociadora durante tantos años. Veremos que hace si se tiene que enfrentar a la derogación de su maldita ley de derechos laborales, que se ha cargado a la clase media, a los sindicatos (no había que hacer grandes esfuerzos para ello), y ha llenado el país de esclavos.
Una Dama andaluza como usted, que en las únicas ocasiones que ha pasado hambre, ha sido cuando le recogió tarde el chófer para llevarla a tomar el aperitivo, que no entiende como alguien puede vivir con menos de veinte o treinta mil euros al mes, y que se siente feliz cuando anuncia salarios mínimos de setecientos.
No, Doña Fátima, no. Una persona que solo se ha movido por la administración pública española, y que no tiene ninguna experiencia como luchadora emprendiendo esos proyectos empresariales a los que tanto le gusta empujar a otros para que le bajen las cifras oficiales del paro, no tiene ningún derecho a decirnos que salgamos a las seis de la tarde.
Porque quizás en donde se debería centrar, es en conseguir, ya que maneja un presupuesto que ha salido de mis bolsillos, que esos centros miserables llamados oficinas de empleo, se transformasen de verdad en centros donde el trabajo pudiese estar a disposición de quienes lo necesitan, pero ya sé que es mejor externalizar, y dejar a los intermediarios esclavistas, a los que por supuesto usted no solo no persigue, sino que apoya, que permitan que a un español se le paguen setecientos euros al mes, o dos euros por habitación de hotel limpiada según el puto protocolo marcado por el capataz de la cadena hotelera de turno.
No, Doña Fátima, no, no tiene usted derecho a decirnos que dejemos el curro a la seis…¿a quién se lo dice usted?, quizás a la persona que después de acabar en el hotel va a limpiar su casa, quizás, no lo sé, pero de una Dama Andaluza de San Juan del Puerto, me puedo esperar cualquier cosa cuando se trata de lidiar con jornaleros.
No, Doña Fátima, no tiene usted derecho, aunque nos enfrentemos estos días a las Saturnales, a intentar despistar a la gente con la historieta de nuestro meridiano, y de si vamos a dejar de decir en la radio lo de una horita menos en Canarias. Es como si aún estuviese oliendo ese tufo de sociedad franquista que no nos ha abandonado y que las “Señoritas” como usted me temo que llevan en la sangre.
Lo que más me llama la atención es que su paso por una universidad jesuítica no le haya producido, al menos un cierto poso de conciencia social, y no le estoy pidiendo que se me haga marxista, no, no soy tan antiguo, pero sí al menos que vea a los que no son de su clase, no como jornaleros de los de ¡Tú, vente a mi finca dos días a cinco euros la hora!.
Porque es lo que está usted haciendo, o lo que le están diciendo a usted que haga, que me da lo mismo, que el vómito me sobreviene de cualquiera de las maneras.
Así que, mi querida Doña Fátima, haga usted un esfuerzo desde la posición privilegiada que la mediocridad de esta tierra le ha concedido, y consiga que nuestros obreros, puedan tener un trabajo en el que no se les trate como a esclavos. Ayude de verdad a quienes necesitan formación a tenerla, y que los fondos que se deberían utilizar para ello, no acaben convertidos en yates o en “cafelitos” de media mañana. Tiene usted los medios, pero su falta de interés es manifiesta. ¡Ea si son jornaleros!, debe pensar usted.
Solo espero que no se nos reedite un día la versión corregida y aumentada de Casas Viejas….si mujer, el pueblo del Seis Dedos de la provincia de al lado, porque desde luego, méritos se están haciendo.
Y terminaré, Doña Fátima, pensando que a lo mejor con eso de las seis de la tarde, está usted pensando en los de su clase, en los pobres señores diputados a los que a veces se les retiene porque los plenos se alargan. En ese caso, a lo mejor estoy de acuerdo con usted, que para lo que hacen ustedes, si se van a casa sin el trabajo terminado, a lo mejor salimos todos beneficiados.
Pero deje de contarnos milongas, que usted está ahí, para conseguir que los españoles tengamos un salario medio como los daneses, de cincuenta y cuatro mil euros al año, no los miserables dieciséis mil de jornaleros que nos ha regalado su maldita reforma laboral.
Porque aunque usted aquel día no fuera a clase, en ICADE, seguro que le dijeron que lo más fácil que puede copiarte un competidor, es el precio, pero la calidad de un producto, o de un servicio, ya es otra cosa. Así que deje usted de pensar que solo puede competir este país con salarios bajos, no solo es mentira, y usted lo sabe, es profundamente deshonesto y mezquino.
Con su pan se lo coman

Transhumanismo y ecología

Parece que emulando a Margalef, al bueno de Ortega, (antes Lista), no se le ocurrió nada más que soltar aquello de que el Hombre es él y su circunstancia.
No está nada mal, y no sé lo que pensaría el bueno de Ortega (antes Lista), cuando soltó la frase, pero un zote como yo, y en mi página, deduzco lo que me da la gana, que para lo que cobro, no tengo el coño para farolillos.
Y lo que deduzco, es que lo más probable, en el caso de que sufriésemos un trasplante a una época que no fuese la nuestra, tanto si vamos hacia adelante como si vamos hacia atrás en el tiempo, nos encontraríamos en una circunstancia o si quieren ustedes, en un ecosistema que no nos correspondería, y al que no estaríamos adaptados.
Lo más probable es que nos fuéramos al otro barrio, si no dispusiéramos de billete de regreso inmediato. Y la razón es obvia, estaríamos fuera de nuestra circunstancia, con lo que habríamos perdido parte esencial de nuestra esencia humana. ¡Mal negocio entreveo!.
Estoy con mis amigos, los que se han ilusionado con el proyecto de la criopreservación, que el avance científico, en caso de que se consiga con un cierto nivel de garantías de éxito, no puede ser más excitante.
Como tal, pues no podemos más que continuar en el empeño tecnológico de criopreservar la vida. Hasta ahí bien, pero la circunstancia, ¿quién me la preserva?.
De la misma forma, mi ignorancia hace que me sea difícil concebir la extensión de la vida hasta límites hoy desconocidos, y que ello procure la felicidad del ser humano.
Nuestra puñetera sociedad, nos demuestra que deshecha a la mayoría de las personas que al cumplir los cincuenta, no han tenido el buen gusto de morirse. Hay maravillosas excepciones en las elites, excepciones que crean seres especiales a los que conceder un Premio Nobel, o un Princesa de Asturias, pero lo normal es que acabes como en los folletines de Pérez y Pérez, de cesante de correos condenado a una extensión miserable de tu vida biológica.
Porque el Inserso no lo es todo, no señor, aunque sea la meta de tantos y tantos deshechos sociales que han sido expulsados del sistema en la última prejubilación de La Caixa.
No todo el mundo es Dylan, ni tiene el morro del presidente colombiano, ni siquiera es Mike Jagger que se dedica a preñar mozas casaderas, como un Sánchez Dragó cualquiera, y no sé si mis amigos transhumanistas están más cerca de Dylan, o de Don José y Doña Paca subiendo al Air Europa, camino de Magalluf.
Ya lo sé, la penicilina no llegó a la plebe hasta que no consiguió quitarle la infección neumónica a Doña Crucifixión de las altas Torres, ya lo sé.Y hoy ya llega a Paquita, (que es como me la conocen en su escalera), y además se la receta el médico de la mutua, que siempre ha tenido para mí la cara de Alberto Sordi.
¿Seremos capaces de transportar nuestra circunstancia, cuando seamos unos cyborgs, con o sin memoria del humano que fuimos?. No lo sé, de verdad que no lo sé, y me preocupa, porque si ya andan rampando con las perras de los jubilatas, que ahora les viven treinta añazos por encima del sueño del actuario, no sé lo que va a ser del que sobreviva tres o cuatrocientos años yendo un año a Magalluf, y otro a Benidorm.
Porque lo que veo con más frecuencia, es a personas que están en ese período llamémosle post actuarial, y que han dejado su circunstancia anclada en el nivel que tenían a los treinta años. Y eso me preocupa.
Que el diálogo de un “millenial” con un setentón se torna cada vez más difícil, ya que ni el millenial sabe para que servían las cabinas telefónicas, y el setentón se atasca en una hoja de Word.
Los nuevos “eternos”, que estoy seguro andarán entre nosotros en cualquier momento, deberán hacer ese tremendo esfuerzo del reciclaje, y ese reciclaje, si va a depender de los presupuestos estatales, lo van a tener crudo.
Pero los primeros serán esa elite que deberá preparar el camino para el resto de la humanidad, si realmente vamos a ir por ese camino, y deberán tener muy en cuenta que los seres humanos somos el fruto de nuestra adaptación al ecosistema en el que se desarrolla nuestra existencia, y la adaptación es cuestión de generaciones, ya que hasta ahora el sistema utilizado es el de pasar el testigo, como en una carrera de relevos.
Yo espero que lo consigan, porque en caso contrario aunque podamos despertar dentro de trastopecientos años, nuestra carga intelectual y nuestra estructura adaptativa, lo más probable es que sea inútil en el nuevo ecosistema en el que nos despertemos.
Lo mismo pienso de la extensión de la vida en plan cyborg, ya que la adaptación artificial a la que se irá sometiendo mi cuerpo para ser más alto, más inteligente, con más información, con más capacidades, con todas las ventajas tecnológicas que puedan ir adaptándose a mi nueva estructura física, no sé yo si podrá adaptarse a la circunstancia, o al ecosistema, que esa técnica adaptativa, se impregnó en mi cerebro en los primeros años de mi vida, para tener un nivel de control sobre mi ecosistema, sobre cualquiera de las circunstancias que el devenir de la vida pueda ir poniendo en mi particular tablero de la oca.
La gran suerte que tenemos con los grupos que están dando lo mejor de sí para estos proyectos, es que son personas que tienen la fuerza, la ilusión, y la honestidad suficiente para no hacer un arma de toda esta tecnología, y que además están dispuestos a considerar los aspectos éticos de esos avances.
Pero no deben olvidar, que somos nosotros y nuestra circunstancia, lo que nos define, y cualquier alteración artificial, puede conducir a que dejemos de ser quienes somos en aras de la inmortalidad, y es más que en algún momento podamos diseñar con el software adecuado la circunstancia que más nos convenga… y conste que no estoy citando a Groucho Marx.
No lo sé amigos, pero me temo que el pensamiento de Ortega (antes Lista) deberá revisitarse, y de la misma forma al avance tecnológico, maravilloso, que tenemos delante, deberemos procurar arroparle con un edredón de la misma calidad y tecnología ética del que estamos dotando al avance científico.
Y que nadie dude ni por un segundo, que nuestras posibilidades de sobrevivir en una época que no sea la nuestra, sea del pasado o del futuro, es prácticamente nula porque no llevamos la carga evolutiva adecuada que nos permita adaptarnos al nuevo entorno.
Con su pan se lo coman

Semana festiva

Nuestra España cutre, miserable, cainita, dedicó esta semana a honrar vírgenes y consecuencias políticas.
Recuerdo el viejo chiste de que los españoles llegamos antes a la Luna que los americanos, simplemente haciendo una cadena con un militar y un cura..y así hasta arriba.
Ya no es un militar, es un político, y ya no es un cura, es un yo qué sé, y aquí podemos poner desde el estafador que juega con la salud de su hija, hasta ese futbolista que esconde su dinero para que no eduquemos bien a la gente o no podamos curarla adecuadamente.
Que sí, que don Truebita, después de soltarse en la intimidad, y de asquearse de su condición de español, va, ahora que le han tocado el bolsillo, y se cabrea, que ya sabemos, cometió el hispánico error de poner la lengua en marcha sin antes haber conectado el cerebro. Mala suerte, que las campañas esas que se hacen virales en la red de redes, te tumban la inversión. País de cainitas, donde lo que más nos gusta es derribar ídolos.
Pero no a todos los ídolos, porque si a quien se descubre robando es un futbolista de relumbrón, entonces no, que lo que hay es una campaña gratuita del equipo rival.
¿Por qué?, me he preguntado tantas y tantas veces, no dejamos de comprar esas marcas donde aparece la imagen del futbolista que nos está, supuestamente robando al no pagar sus impuestos.
Pero aquí no hay campañas, y los anunciantes miran hacia otro lado, que los chicos estos tienen tirón, y ese tirón se transforma en ventas, y ya se sabe, a la prensa hay que decirle que los incrementos de ventas están ligados al mantenimiento del empleo.
Empleo a dos cincuenta la habitación, en tantas y tantas cadenas de hoteles, que los precios de venta son los que son, y mejor ahorrar en los salarios de los más débiles, que en otras cosas de esas que hay que sudar.
Y nuestros sindicatos con la boca cerrada, sin organizar una buena campaña por las redes sociales, recordando a los que contratamos un hotel, que nuestra habitación la ha limpiado un esclavo, o esclava, que tanto me da, y así a lo mejor no dormimos tranquilos, porque seguro que no son todos los que llevan a cabo esa práctica, seguro, y a mí me encantaría saber si quien trabaja para que yo esté cómodo, ha sido tratado como un ser humano.
Pero no, que eso no puede ser, que eso no debe publicarse, que los futbolistas venden, y el turismo es nuestra industria nacional, el espejo en el que se miran los que quieren tener países con los hoteles y las playas de su Benidorm local llenos a rebosar de grasaza europea de esa que viene a emborracharse, a tirarse desde un balcón, y a cagarse en nuestras aceras de forma literal.
Llega entonces esta semana de la Constitución, aquella del setenta y ocho, la semana de la Inmaculada Concepción de María…y cerramos la tienda, “cerrado por ignorancia”, podría poner en primera plana el periódico local. El país deja de trabajar y destroza de golpe todos sus ratios de productividad, esos que provocan que las inversiones extranjeras nos lleguen para que el hombre sentado en la plaza pueda escuchar de labios del señorito, el “tú ¡dos días a cinco euros la hora!.
No, es mejor parar el país, mucho mejor. Que a la iglesia y al arma de infantería, no les mueves la Inmaculada al lunes, o a otro día del año, ni a tiros.
Así, que a mis queridos compatriotas, tendremos que decirles el famoso ¡no pasa nada!, gastaros la paga extra, es decir ese dinero que no se os liquida mes a mes, para no afectar la tesorería de la empresa, y que a pesar de haberlo generado durante seis meses, no se hace vuestro si no al final del semestre.
Cutre país, país cainita, país que se mira al ombligo con orgullo de verlo redondo y sin pelos. Pais de expertos en tergiversar mensajes como el de nuestro Ministro de Educación, que queriendo demostrar que en seis días él ha hecho que todo mejore, nos sale con que nuestro desigual sistema educativo ha sacado buena nota en las auditorías de “Pisa”.
No se puede ser más mezquino, que la realidad es que hemos subido en la lista no por méritos propios sino por deméritos ajenos, que han hecho que las líneas de corte estén más bajas, más relajadas.
Hoy no hay cole, mañana si, pasado…no sé. Y los de Podemos que siguiendo la estela socialista, le han encontrado el gusto al navajazo fraterno, que no hay mejor navajazo que el de tu colega, de tu amigo, de tu compañero. La sangre sale más roja…diría yo.
Y la semana esa que ahí está, y con la que no sabemos qué hacer, se nos acaba, sin habernos quitado aún el hedor del viernes negro, de las plumas del pavo de acción de gracias, o de las groseras elecciones americanas, o los referenda que se van montando aquí y allá para que los politicastros de turno, que no saben gobernar, salgan por piernas.
Aquí, en nuestra Europa, al final la guerra la han ganado los burócratas de Bruselas, los burócratas de las multinacionales unidas, y las hemos perdido los ciudadanos, uno a uno, según nuestro grado y condición, con el tirano de turno sentado sobre nuestras cabezas exigiendo más dinero, más impuestos, más cargos, más prebendas….y consiguiéndolas, a pesar de que los ciudadanos no queremos que sea así.
Nunca sabré que fue primero, si el huevo o la gallina, y consecuentemente, no sé si hemos llegado hasta aquí, hasta estas aguas de crisis inacabada y estancada, por la mala gestión que de los recursos se hizo en el pasado, o por la falta de calidad de unos dirigentes, que a nivel mundial, no han demostrado más que una mediocridad tan extensa como cualquiera de los universos que configuran los multiversos en los que algunos matemáticos dicen que flotamos.
Se han invertido los términos, no es la excelencia, la crema lo que ha ascendido, lo ha hecho con una eficacia inusitada la mierda, y el ella flotamos, y seguiremos haciéndolo durante mucho tiempo, me temo.
Para terminar, intuyo que se está montando un golpe de estado en el Imperio. Que al señor Trump le ven a montar uno de esos immpeachements que te organizan por tierras calvinistas donde el racismo es religión, y no va ni siquiera a llegar a sentarse en el despacho oval.
Allá ellos, pero todo esto ya pasó en Roma, y aquel Imperio lo heredó la Iglesia católica, ya veremos qué pasa con este.
Con su pan se lo coman

El día de la esclavitud

Anteayer, día dos de diciembre, se conmemoró el día internacional para la abolición de la esclavitud, esa cosa tan antigua, que uno no sabe si desbanca o no a la prostitución como supuesta profesión más antigua del mundo, que me temo, salvo las excepciones necesarias para admitir la regla, tanto una como otra, no son profesiones sino imposiciones.
Asistí, a la que me temo fue la única reunión que tuvo este tema como principal hilo conductor que se realizó en toda España, y fue promovido por el PSOE, que algún punto bueno debe ponerse en su haber.
Cierto, que visto lo visto, y escuchado, lo único bueno fue el organizar la reunión, que, en mi modesta opinión adoleció de falta de profundidad a la hora de tratar un tema con una carga humana tan importante.
Hubiera sido de agradecer, que los organizadores del evento hubiesen exigido a los ponentes unas presentaciones con muchos más datos de los que se ofrecieron, y menos carga emocional, de la que hicieron gala.
Cierto que el tiempo que se concedió al asunto fue miserable, ya que un evento de este tipo, hubiese requerido de una jornada completa como poco, y de un espacio, que suficientemente bien publicitado, hubiese podido llenar con mil o dos mil personas, cualquiera de los espacios municipales, o de la comunidad, que a buen seguro ayer estaban cerrados, y la presencia de medios para posteriormente amplificar el acto, hubiera sido loable. Los que estaban en el acto de ayer, estaban demasiado centrados en Doña Susana Díaz, y en cómo se cruzaban sus miradas con el concejal Carmona y la concejal Bescansa.
El Juego de tronos en el PSOE, tiene muchos escenarios.
Quizás la presencia de estas primeras figuras del PSOE, y la premura de tiempo, (hora y media escasa), evitó el debate después de los comentarios de los invitados,(no me atrevo a llamarlo presentaciones), o que la falta de preparación específica sobre el tema de los ponentes, hubiese puesto de manifiesto algunas posiciones no demasiado correctas desde el punto de vista político.
El grupo “Afrosocialistas”, que encontró ubicación dentro del PSOE, es quien estaba detrás de todo esto, y desde luego hay que felicitarles por el intento de llamar la atención de la sociedad sobre este tema, terrible, que con la sofisticación del siglo XXI, ha llegado a ser algo tan indefinible, que cuando nos hablan de que hay veintiún millones de esclavos en el mundo, uno no puede por menos que esbozar una sonrisa.
La esclavitud, de la que sabemos casi todos muchas cosas, simplemente de oficio, por caminar cada día por este mundo, se extiende no sólo a las personas raptadas, compradas o vendidas de la misma burda forma que se hacía hace cuatro o cinco siglos en mercados de esclavos, si no que a partir del momento oficial de su abolición, aparecen formas de esclavitud acordes a las legislaciones vigentes, por supuesto en los países más desarrollados del mundo.
Y me explicaré, si dejamos a un lado los esclavos que salen de los campos de refugiados, y no solo de los campos turcos con gente que huye de la masacre siria, o de los que huyen de territorios como Somalia o Sudán, o incluso de los que huyen de las masacres en Centro y Sudamérica, provocadas por los cárteles de las drogas o sus primos hermanos los guerrilleros, el mundo está lleno de esclavos, y trataré de explicarme.
El Amo de los esclavos, cuando compraba un grupo, o uno solo que me da lo mismo, acababa de realizar una inversión de la que tenía que obtener un rendimiento, por lo tanto debía darle la comida necesaria para que pudiese seguir trabajando, y el techo para que pudiese descansar y seguir rindiendo al día siguiente. La productividad del esclavo, es decir, la amortización del gasto de capital invertido en la compra, más los gastos de mantenimiento, es decir, comida, cobijo, y vestido, debía ser inferior al valor del trabajo del esclavo, y en eso se fraguaba la fortuna del Amo.
Por otra parte, era muy conveniente que los esclavos se reprodujesen, ya que los vástagos seguirían siendo esclavos, y propiedad del Amo.
¿Me puede decir alguien cuantos asalariados hay hoy en el mundo que no pueden comer cada día, que no pueden dar de comer a su familia, y que no tienen un techo, o al menos es tan precario, que a cada momento temen perderlo?.
Y que nadie me diga que el elemento libertad es lo que les diferencia, porque no creo que sea cierto, ya que libertad, sería recibir un salario que le permitiese tener su hogar a su familia en condiciones dignas, y si es posible algún pequeño o no tan pequeño remanente de recursos que garantizasen al menos que la angustia de la pérdida no estuviese presente a cada momento en sus vidas. Y la libertad de movimientos, se restringe normalmente con cadenas o con falta de recursos, que son las cadenas invisibles.
Cuando nuestras sociedades han ido evolucionando, y en los últimos decenios ha sido espectacular, el gran dinero, vió con claridad que el esclavo local tenía demasiados derechos, es decir que salía caro, con lo que hizo de la productividad bandera económica y se lanzó por el mundo a buscar esclavos más baratos…y los encontró.
Me hubiese gustado, que en la sede de un partido político que en sus siglas lleva la palabra obrero, se hubiese hablado de países, de compañías concretas, con datos contrastados, evidentemente, que incumplen incluso los mínimos que se le ofrecían a un esclavo de las plantaciones de algodón de Alabama, por poner un ejemplo. Pero o no era la ocasión que el momento político marcaba, o mucho peor, los ponentes directamente no conocían suficientemente el tema, y lo que querían era su foto junto a Doña Susana.
Quiero aquí recordar, que una de las batallas más eficaces que se llevaron a cabo contra el esclavismo, les costó a los jesuitas la expulsión de las tierras de las Españas, cuando el Imperio era español, y que su forma de lucha fue sobre todo la educación de las poblaciones autóctonas en las selvas de Argentina, Paraguay y Bolivia, dándoles los elementos necesarios para una organización en sociedades cooperativas, que debían tener hasta su defensa militar. De las famosas misiones hablo, sí, esas de las de la película.
Visiten, por favor el estado de Misiones en Argentina donde perdieron la guerra, pero en la Chiquitania boliviana, se mantuvo el sistema. Verán gente humilde pero libre..dentro de un orden, claro, y limitado en número.
La única solución para la libertad, y lo tengo en el lema de esta página es el conocimiento, ese que continuamente se niega de forma institucionalizada a los más de los ciudadanos del mundo, por parte de la dirigencia, sea del color que sea y en el país que sea, de nuevo con esas pocas excepciones que hacen ley de la regla.
Espero que la iniciativa de este grupo de personas deje a un lado tanta necesidad como la que yo vi ayer de personalismos, y que en la próxima conmemoración que hagan de este terrible tema, puedan hablar en libertad, poniendo encima de la mesa la realidad de la esclavitud con datos, que no vale hablar de las mafias, hay que dar nombres apellidos, países que las protegen empresas que se benefician, y ciudades que las acogen.
Y por último, que nadie olvide que una charleta sin debate, sin profundidad, sin datos reales contrastados, y sobre todo sin conclusiones de acciones a tomar para eliminar o al menos reducir el impacto de la esclavitud, no sirve para nada, excepto para el postureo mediático cercano al Hola, al que nuestros políticos nos tienen acostumbrados.
Con su pan se lo coman

Otro Diciembre

Se nos está empezando diciembre y parece mentira. O por lo menos a mí me lo parece, que si me dicen que estamos en mayo de hace dos años, pues me lo creo, que no he venido a discutir
Las caras que se nos asoman a los informativos de las televisiones, son las mismas, junto con los muy cutres programas que ofrecen, que parecen todos, la continuación de Ama Rosa, o de las aventuras del caballero audaz, eso sí con protocolo ISO9000 con su correspondiente certificación.
No me apetece nada hablar de las discusiones que nuestros podridos diputados tienen en la Carrera de San Jerónimo, para sacar adelante los presupuestos, que nos va a dar lo mismo.
De la misma forma, no me apetece hablar de que si la señora Barberá debería o no haber sido tratada de una u otra forma, y si estaba siendo acosada o no. No me apetece, que algunas cosas van en el cargo, y el que sigue vivo, ya sabe, al bollo.
No me apetece hablar del sátrapa caribeño que se fue hacia el otro lado, no, no me apetece, independientemente de si tenía más mujeres que un sultán de las mil y una noches, que en el pecado está la penitencia, y si unos se alegran y otros lloran, cada cual tendrá sus razones, o sus reacciones miméticas, que eso de pensar no se lleva últimamente, ni aquí, ni en Sebastopol.
No me apetece decir si me alegro o no por esas pérdidas, que a mí se me dan una higa, al menos en la misma medida que se me dará la mía cuando cruce a Oriente, que el que quede, ya sabe, al bollo, como no puede ser de otra manera.
No, no me apetece ver que las cosas están en una especie de universo estático y que los multiversos que a lo mejor nos observan como un nuevo “Big Brother”, no están interesados en que nos movamos aunque sea un poco. No, no me interesa constatar que hay millones de big bangs luchando contra la gravedad inversa, y que mi culo está repetido millones de veces por no sé dónde. Hoy no. Hoy no me interesa.
No, no quiero aún hablar del Señor Trump, por mucho que sea el presidente electo del Imperio, y como no parece que haya un nuevo Suetonio que me hable de mis pasados señores, esos que se sentaron en el 1600 de Pennsylvania Avenue, que uno tiene muy mala memoria, he perdido el interés por conocer de que iban los últimos doce presidentes.
Sé que mi amiga Hiurma, no me perdonará, o quizás si, que aún no haya dicho nada de este nuevo invitado a la algarabía del mundo, pero sé que confía en que tarde o temprano lo haré, y será el momento de no defraudar.
Porque sigue sin interesarme que los sátrapas de la energía, esos que se reúnen en Viena para ver que hacen con la producción de crudo, tomen decisiones que ya están tomadas, y que lancen a los ávidos buscadores de noticias económicas carnaza para sus análisis, y escusas para sus especulaciones.
Que otra cosa sería si estos muchachos, fornicadores de camellos, me dijesen que iban a dejar a un lado tanta riqueza por el bien de sus ciudadanos. Pero ya se sabe, en Las Mil y una Noches, si no eres el Sultán o el visir, el único camino que te queda para la felicidad es quedarte sin camisa.

Y como además el nuevo César, más parece un Tiberio con su saturnismo, que un Augusto en su cénit, pues me importa un bledo. Además diga lo que diga, ni me va a oír, ni tengo muchas ganas de que lo haga.
No, no me interesa, que la Coca-Cola tenga más azúcar que el arrope, que yo soy más de Daiquiri, así que me ahorraré el impuesto del azúcar, aunque pasaré por caja, cuando me tome mi Armagnac de buen año, mi vasito de esa selección de Louis Jadot, que tan bien le salió, o mi pinta de aquella “ale”, que tanto me cuesta encontrar por estos pagos.
Tampoco me interesa hablar del hecho de que el avión con los jugadores brasileños se haya caído porque no llevaba combustible. Lo que me interesa es saber el por qué no llevaba combustible. Pero eso quizás si lo sé, y comentar otra vez que el beneficio a base de reducir lo que se ofrece, al entrar la codicia en juego, conduce a estas situaciones. Y nadie será culpable, ni las autoridades de Santa Cruz de la Sierra, que permitieron un despegue con un plan de vuelo que no podía realizarse con el combustible cargado, ni los ejecutivos de la compañía que exigieron esa y otras medidas para ofrecer el precio más bajo, a costa de vidas humanas
De quien los contrató, que únicamente miró el precio, sin fijarse en otros detalles….yo no soy técnico, y confié..
Así, que para no quedar como uno de esos seres negativos, que parece esperan que el mundo se pare para bajarse, me voy a poner esa Tristsch Tratsch polka que cantaron en 2012 los niños cantores de Viena, en el concierto de año nuevo.
Porque, y al final es el mensaje con que me quiero quedar hoy para mis adentros, este puñetero mundo ahíto de codicia, de mentira, de todas esa cosas que demasiadas veces nos abruman, tienen también compensaciones, como ver la maravillosa interpretación de la muerte del cisne del carnaval de los animales por una bailarina como Maya Plisetskaya, o unos nocturnos de Chopin con la sensibilidad de María Joao Pires, o simplemente mirar pasar a la gente de forma despreocupada por la calle.
Como no sé cuál será la próxima porquería que nos caiga encima, intentaré, al menos, que me pille con la sonrisa en la boca, y el espíritu lo más armonioso posible.
Me reafirmo pues en que no reconozco este diciembre que empieza como tal, que me parece otro mes de otro año, que todos son o parecen iguales, que ya no los distingo, y menos cambiando de periódico, o de canal de televisión.
Con su pan se lo coman

El Instituto Tavistock

Un querido amigo me mandó uno de esos enlaces de Internet, que acaban en un artículo interesante. Y aunque no es mi costumbre, bien por la palabra que aparecía, Tavistock, o porque acababa de ver un rato al bueno de Iker Jiménez, decidí tirar adelante a ver que daba de si la cosa.http://www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/sociopol_tavistock06.htm
A mí estas historias conspiranoicas, me encantan, porque uno no sabe si creérselas o no. Como los versitos aquellos:
“Ni contigo ni sin ti
Tienen mis males remedio
Contigo porque me matas
Sin ti porque yo me muero”
Que si te quedas sin la cosa de las corporaciones oscuras, de los gobiernos mundiales en la sombra, de los contubernios judeo-masónicos, y cosas por el estilo, la vida es de lo más aburrida.
Así que de entrada vaya mi agradecimiento a mi amigo que volvió a ponerme delante de las narices el tema Tavistock, del que por supuesto no voy a decir una palabra, aunque pasaré el enlace para los curiosos.
Realmente, sin los foros de Davos, el Club de Roma, la Trilateral, el Club Bildemberg, la Orden de Malta, los Illuminati….esta vida sería de lo más sosa, es más al pobre James Bond, se le quitaría el curro, y pasaría a prejubilado, que la tal Spectra siempre me ha parecido un compendio de todas estas magníficas organizaciones, tan preocupadas por el futuro de la Humanidad, por su progreso, que siempre es algo de agradecer.
En algunas ocasiones, y ciertamente en tono distinto, ya me he referido a alguno de estos grupos, concretamente los que se ciñen más a los aspectos macroeconómicos o de geoestrategia, que me hacen mucha más gracia.
Además, como la información que manejo, parece que es la que ha decidido el Instituto Tavistock, por mucho que yo diga, o deje de decir, nunca sabré de lo que estoy hablando, ya que lo que me llega es simplemente humo elaborado. Pero es de lo más divertido.
Y ahí estamos ya donde yo quería, que sin estos poderes en la sombra, sin estos movimientos de control del mundo a través de la manipulación mental de las masas, de la selección detallada de dirigentes para fines que se nos escapan, estaríamos aún mirando al chamán de nuestra tribu, para poder inferir nuestro futuro en función de cómo se hubiera puesto el abrigo de plumas de ave exótica.
Visto lo visto durante este inicio de siglo, parece que la cosa se les ha ido un poquito de las manos, o al menos, yo, que no entiendo nada, así lo veo.
Comparado con el siglo pasado, las guerras hoy son de bajo nivel..…
(ya, para los que la sufren son del más alto, pero eso es otra historia). Sin embargo las guerras no han parado, y consiguen que los ricachones de occidente (me refiero a nuestra puteada clase media, que somos ricachones comparados con los pobres de verdad) estén apechuscados por si se forma una barricada en el metro de Oxford Street, de South Park, o de Sol, que con la cantidad que hay de malotes con ganas de liarla en cualquier momento, te descuidas y ponen un petardo, o sacan los cuchillos gurkas y se te puede caer al suelo la botella de Hine de cuarenta años que has comprado, y eso sí que no lo puedes permitir.
Estos tavistockianos, como buena organización dedicada al control mental de las masas y al conductivismo, saben perfectamente por donde nos llevan, y de entrada nos llevan con el testuz humillado, y los ojos fijos en nuestro dispositivo móvil, que no es poco, ya que a cambio nos ofrecen la felicidad de la oveja….solo a algunos, que los presupuestos dan de sí lo que dan, y no llegan para toda la Humanidad. Por el momento parece que llega solo al primer mundo, pero todo se andará.
Cuando los colaboradores de Iker Jiménez sacan el tema, me hago sopas en el sofá, porque uno no sabe si esas confidencias que te pasan no son parte de la manipulación mental diseñada en las campiñas británicas, en el “country side” que ellos dicen tan pagados de sí mismos. A lo mejor si, a lo mejor no. Porque ¿quién está a salvo de esa manipulación global?…¿quién?, Y obviamente, el manipulado no se cosca de la manipulación, que entonces la cosa no tiene gracia.
Y quienes me gobiernan…¿Son fruto de esa manipulación?, ¿son gente seleccionada para que una vez elegidos democráticamente puedan implantar las consignas y los protocolos de las sociedades secretas?.
Yo no lo sé, posiblemente sí, y es mi forma de hacer feliz a Iker, pero llevan unas temporadas, que desde la ignorancia que constituye mi esencia, me parece que no dan una…o las dan todas.
Si de esa manipulación mental han salido pollos como la mayoría de los componentes de nuestros gobiernos de las tres o cuatro últimas décadas, o como los que rigen los destinos de la Pérfida Albión (los últimos son de traca), o ese magnífico Sarkocy, o el salido Hollande, que le van las faldas más que a un político una tiza….
Y si cruzo el Charco, y veo el tupé del nuevo inquilino de la Casa Blanca, me doy cuenta que no entiendo nada. No entiendo los objetivos de estas organizaciones, cosa que por otra parte suena razonable, que son secretas y mueven los hilos del poder oculto de este mundo traidor.
Creo que les voy a pedir a mis amigos transhumanistas, siempre que me inviten a su próxima cena, que me criogenicen, (palabro por cierto no admitido aún por la R.A.E.), y metan en mi fresquera unos cuantos periódicos para saber cuando me despierte de dónde vengo, y hasta donde ha llegado el conductismo al que de forma sibilina, todos estos próceres me están llevando junto a mis “con-humanos» y por supuesto con algúń´tavistokiano, para que me conduzca, que el futuro es muy incierto.
Y que conste, como decía el poemita del principio, yo, personalmente no puedo vivir ni con ellos ni sin ellos. Porque si nos desaparece la información que nos recuerda que hay que comprar porquería china el último viernes de noviembre, o que si los Reyes Magos o la Beffana, o el Santa Claus disfrazado de bebida carbónica llena de azúcar, no traen más cacharros, íbamos a ir totalmente huérfanos por los duros caminos de la vida. No íbamos a saber que hacer con los pocos hijos del real de a ocho que nos queden aún pegados a Santa Visa.
No sabríamos a quién dar nuestro voto cada vez que nos lo pidieran, tendríamos que estar decidiendo a cada momento, cuando es mucho más fácil escuchar esa voz a tu espalda que te dice compra hoy cibernética y mañana la medalla del amor, que si no estarás triste y lo que es peor ¡desorientado!.
Vaya pues mi agradecimiento a los Tavistocks que han sido, que son, y que espero que sigan siendo. Que su mano dirija nuestra educación, nuestra vida, y dentro de poco nuestra muerte, que nosotros, si tenemos que decidir todas esas cosas ni sabemos ni podemos, ni debemos.
Voy a abrir mi correo, a ver que mensaje me ha mandado mi conductivista de cabecera, no sea que me hagan una de esas evaluaciones/cuestionario para ver como me porto como empleado….que si fallo, a mí me vaporizan, pero la organización puede perder la certificación ISO, y la WCM (World Class Manufacturer), y eso si es importante.
Con su pan se lo coman

L’amour est bien plus forte que nous

Esto se lo cantaban Mme. Aimeé, y M. Trintignant en aquella peli de los sesenta, de Un hombre y una mujer. Un folletín infumable, nos parecería hoy, pero en tiempos de Franco, pues, se dejaba ver. Eso sí, la música aún podemos disfrutarla, hasta aquella “Samba Saravah”, que a mí me sonaba a Bossa, pero como no entiendo, lo mismo es una de esas típicas montañas de residuos escatológicos con los que acostumbro a orlar estas páginas.
Eso era al inicio de la segunda mitad del siglo pasado, y cuando se hablaba del “amour”, así, en francés la cosa anunciaba finales maravillosos, entregas sublimes, sacrificios, pasión.
¡Vamos, una maravilla¡.
Eran una serie indiscriminada de efluvios de feromonas, testosterona, y no sé cuantas cosas más sueltas por el aire, que llevaban a los personajes a estados que hoy parecen irracionales.
Y digo esto, porque parece que las estadísticas con que los periódicos a coro con los telediarios, nos saludan esta mañana, hablan del amor de hoy en el que cada diez minutos una mujer es asesinada por su pareja en el mundo…y eso es mucho.
Una en toda la eternidad es mucho, un asesinato por posesión, por orgullo aparentemente herido, por demostrar que es alguien el más fuerte de no se qué. Hoy nos lo recuerdan diciéndonos que por esa maldita causa hoy morirán 1440 mujeres a manos de machos airados.
L’amour est bien plus forte que nous, y claro, resulta que estamos hablando de amor, y me da en la nariz que algo se ha metido en la cabeza de este mundo a lomos de nuestra maldita sociedad que confunde eso del amor con sexo posesivo y a ser posible, inmediato…como todo, que si aparece el deseo nos han convencido de que implica sexo y posesión automática, tanto que estoy cada vez convenciéndome más de que somos productos los unos para los otros. Vamos, como nos hacen las aplicaciones para los móviles. A los humanos nos encanta aprender por mimetismo.
Pero la cosa no está, desgraciadamente circunscrita al macho airado, joven con su ataque hormonal, apoyado por su tribu, desgraciadamente parece que la cosa no tiene edad, no tiene color, no tiene un ámbito cultural definido. Las fronteras entre clases sociales, a la hora de mostrar esa indignidad no existen, y me temo que las peores no son las de la paliza que un animal le pega a su mujer.
Mi reflexión va hoy por algo mucho más duro, mucho más sangrante, mucho más vomitivo, con sus dos versiones, las de la acción, y las de la falta de reacción por parte de nuestras maravillosas sociedades occidentales encerradas en corrales de confort.
La mayoría de nosotros, no somos capaces de explicar con detalle, la dimensión del drama de la ablación genital femenina en demasiados países, con los que no tenemos ningún reparo en comerciar y relacionarnos.
No quiero recordar lo que significa esa mutilación en niñas aún impúberes en muchos casos. Sin considerar los elementos psicológicos, sin considerar las muertes que eventualmente pueden derivarse de esa práctica por infecciones adquiridas durante ese acto, sin considerar siquiera el posible rechazo social al que se vería sometida quien por cualquier causa eludiese la ablación en su tribu, en su aldea, en su ciudad, posiblemente significase un sufrimiento de por vida, ya que en muchos casos puede forzar a esas mujeres, por su “impureza”, a entrar en los más sórdidos mundos de la prostitución.
Y en las zonas en las que la ablación es considerada como parte de la cultura, la prostitución es algo indefinible, por horrendo.
Y detrás de todo este entramado, lo que nos encontramos no es más que la debilidad y la inseguridad del hombre, ya que si hace que el sexo sea para la mujer algo muy doloroso, (la ablación muchas veces va seguida de un proceso por el que se cose parcialmente la entrada de la vagina), y así no piense en buscar otro hombre que el que le haya caído encima.
Creo que pierden todos, ellas una parte importante de su vida, y ellos la posibilidad de desarrollar relaciones en libertad, por las que hay que luchar.
No voy a hablar ahora de las niñas esclavas sexuales que andan pululando por Asia. Niñas que son vendidas por sus padres en el área del Mekong, y que acaban llenando los clubs y los burdeles de Bangkok, de Saigon, de Phon Pen.
Ni de las niñas que son prostituidas en las ciudades de esa India que tantas veces me han querido vender como el centro espiritual del mundo, y donde me he encontrado la mayor degradación humana que jamás pude imaginar.
O de las niñas que son compradas en Nepal por los grandes jeques del Golfo Pérsico, para satisfacer los más bajos instintos de sus gerifaltes, y no tan gerifaltes.
No nos importa que nuestro nuevo teléfono venga de China, si es barato y hace fotos chulas, y de la misma forma tampoco nos importa que se haya tratado a la mujer en la maravillosa China exportadora de porquerías de la forma humillante que persiste siglo tras siglo.
Cuando escuchamos que una de las acciones de guerra más comunes, ha sido y es la violación masiva de mujeres, no pasamos de decir lo de ¡que bestias!, pero no nos paramos a pensar lo que podemos hacer para que eso se pare. A lo mejor una de las soluciones debería ser analizar el conflicto y castigar con no comprar los productos de las potencias que los soportan. O que al menos alguno de nuestros politicastros saliese a la palestra a denunciar esos malditos actos contra las mujeres, contra millones de mujeres.
Así que, aprovechando que en estos días la sociedad pretende reflexionar sobre el maltrato contra la mujer, quisiera pedir que no nos quedemos solamente con el vergonzoso vídeo de la mujer arrastrada por los pelos, y ese macho hijo de puta que se sentirá muy hombre. No nos quedemos con las cincuenta mujeres que mueren año tras año en nuestro país. Eso es solo un ligero atisbo de lo que hay en la actitud del mundo frente a la mujer, y hay que denunciar, y las mujeres también deben acusar a las compañías que discriminan en salarios, las compañías que echan embarazadas a la calle. A mí me encantará dejar de comprar esos productos de mierda.
Me avergüenzo demasiadas veces del género con que la Naturaleza me diseñó, un género miedoso, cobarde, que teme las relaciones de igualdad con lo femenino, y que solamente ha tomado la vía de la represión, de la mutilación, de la intimidación, de la indignidad frente a sus compañeras de viaje.
Así, que me encantaría, que todos, los hombres y las mujeres que vivimos en estas sociedades desarrolladas, nos preguntásemos hoy mismo, o en cualquier otro momento cual ha sido nuestra aportación para que esta lacra desaparezca, aparte de colgar una frase ingeniosa en el caralibro.
Yo reconozco que aparte de esta nota, no he hecho nada, y espero dentro de un año poder decir algo muy diferente, y que si alguno de vosotros íntimamente piensa que está en deuda por omisión con esta situación, que tome aquella decisión que le dicte su conciencia, y ver si algo se consigue.
Me voy a vomitar un rato
Con su pan se lo coman

La zona de confort

Me contaba el otro día un querido amigo un cuento muy ilustrativo, acerca de lo bien que puede resultar el hecho de que a uno le fuercen a abandonar su zona de confort.
Cuenta la historia que un maestro y su alumno andaban por los caminos en busca de la familia más pobre del país, cuando llegaron a una casa, bueno, un chamizo miserable donde vivía una familia con varios niños, abuelos…y solamente tenían una vaca famélica, que de vez en cuando les daba algo de leche, y con eso aguantaban el hambre.
Pidieron posada, la familia les acogió, y dijeron al maestro y a su alumno que fueran a dormir a la zona donde la vaca también dormía.
Así lo hicieron, y cuando todos estuvieron dormidos, el maestro cogió un cuchillo, degolló a la vaca, y con su alumno salieron a toda prisa de aquellas tierras.
El alumno quiso saber el porqué del comportamiento de su maestro, pero éste dio el silencio por respuesta, y prosiguieron su camino.
A los dos años de este incidente, volvieron por esas mismas tierras, y el maestro se dirigió con su maestro a la casa que antaño les acogió.
Para sorpresa del alumno, encontraron, donde estaba el chamizo, una bella casa de piedra, cuidada, donde se veía la prosperidad rezumar por todas partes.
Llamaron a la casa, en solicitud de posada, y les recibieron las mismas personas que lo hicieron dos años atrás, esta vez gordos, y bien vestidos, pero no les reconocieron.
El maestro alabó la propiedad en la que estaban, la belleza de los campos que había a su alrededor, y el buen gusto de los vestidos de los dueños.
Así, que les preguntó cómo habían llegado a ese nivel de prosperidad, y la respuesta fue la lección que recibió el discípulo…
-Hace dos años vivíamos en la miseria, alimentándonos únicamente de la poca leche que nos daba una vaca que era toda nuestra propiedad y fuente de alimento.
Pero una noche dos viajeros a los que dimos asilo, se portaron de la forma más miserable matando a la vaca en pago de nuestra hospitalidad.
Al ver que no teníamos nada que comer, empezamos a sembrar el campo que teníamos alrededor de la casa, y pronto vimos que la producción de la tierra era superior a nuestras necesidades, con lo que al vender los excedentes, pudimos comprar más tierras y así crecimos como ves…..
Creo que este puñetero siglo veintiuno que empezamos, se ha empeñado de muchas formas en sacarnos a todos de nuestras zonas de confort, y eso nos tiene entre apechuscados, nerviosos, y despistados, sobre todo porque la mayoría de nosotros aún no hemos sido capaces de adaptarnos al nuevo ecosistema que la pérdida de nuestras zonas de confort ha conllevado.
Se nos está exigiendo que dejemos a la vaca famélica para sembrar la tierra, y muchos no lo entendemos todavía, incluso cuando han llegado a matarla. No hemos sido capaces de mirar a nuestro alrededor, a buscar tierras que sembrar.
Pero ha sido siempre así, y la eliminación de las zonas de confort, que fueron produciéndose, bien por los desarrollos tecnológicos, bien por otros motivos, incluidas las guerras, ha conllevado siempre el sacrificio de los que no han podido readaptarse, y se quedado mirando la desolación que en sus espíritus les dejo la visión de su vaca muerta.
Reconozco que no es fácil, cuando te echan de tu cueva calentita, darse cuenta que, de hecho, era una cueva miserable en la que estabas preso, y que el mundo con todos sus retos y peligros se te ofrece, por si quieres luchar de nuevo para crear tu próxima zona de confort.
Vaya mi reflexión de hoy, hacia aquellos que no han sabido encontrar una salida a la evolución del ecosistema en el que vivían cuando de pronto este cambió. Es la historia del dinosaurio que tuvo que dejar sitio al pequeño mamífero, que si podía adaptarse al nuevo entorno.
Y no, no les llamo dinosaurios, y no les recomiendo que se mueran lo antes posible, que no es eso. Solo quiero decirles que siempre hay más oportunidades, que lo único que hay que hacer es buscar, formarse, luchar, e intentar hacerse mamífero.
Tanto estos cuentos orientales, que nos intentan dar pautas de comportamiento, como los modernos libros de auto ayuda –recuerdo en este tema el famoso ¿Pero quién me ha quitado mi queso?-, no son la panacea, y no sirven para todo el mundo, que muchos deciden abandonarse, creándose una zona de confort que no conlleve superación, pero en la degradación, algunos encuentran el confort.
La verdad es que estoy con los mayas, esos que dijeron que estamos en una época en el que el mundo se acaba, porque de hecho es lo que está pasando, estamos en el proceso de crear algo totalmente nuevo, en casi todos los aspectos de la vida, y desechando lo que fue nuestro soporte vital durante bastantes generaciones. La era de Acuario se está abriendo paso con fuerza, y no creo que sea mejor el futuro para el individuo, simplemente será diferente, y se necesitarán seres humanos con nuevas capacidades, que enfoquen sus intereses hacia zonas inexploradas.
El ser humano vivirá otra era en que los soportes morales serán diferentes, siendo los mismos, son las palabras del Príncipe de Salina…..Todo ha de cambiar, para que todo siga igual.
Entre otras cosas porque los principios morales que aceptamos vienen de muy atrás, y todo lo que hemos construido sobre la ética griega, no es más que su observación desde diferentes ángulos, junto con interpretaciones adaptadas al momento.
Hemos de pasar a entender las consecuencias morales que implicarán la llegada de tecnologías que hagan trascender al ser humano a longevidades no imaginadas, a la utilización de soportes de memoria externa que hagan de nuestras capacidades actuales algo obsoleto. Y empieza a tener plazos cortos para quienes quieran evolucionar.
La desaparición de enfermedades, la comida y el agua disponibles para toda la humanidad, harán que nuestro entorno no sea el mismo, de hecho ya está cambiando, pues podemos decir sin temor a sacar demasiado los pies del tiesto que ya hay creada una forma de pensamiento único que se expande por las redes sociales.
Creo, en consecuencia, que no debemos temer perder nuestra vaca famélica, pero no mirando hacia atrás, si no hacia adelante.
Hay una parte demasiado importante de la sociedad occidental que está intentando reinventar las zonas de confort que ya se dejaron atrás. Y estoy hablando de todos esos movimientos políticos de gente cabreada, con razón, por supuesto, que buscan la solución de su pérdida en la recomposición de los nacionalismos, en la recreación de aquellos reinos de taifas de los que los musulmanes españoles nos dejaron memoria de cómo no hacer las cosas.
La última, tras los movimientos de los que ya he hablado suficientemente, relativos a los nacionalismos exagerados, ha sido la reaparición del partido para la independencia de California…quieren un CALEXIT, o algo así.
Y parece que están dispuestos a cambiar la constitución del Estado de California, que no es un estado, ahora dicen algunos que es una nación.
Pero eso no deja, de hecho, de ser na confirmación de las amenazas políticas del señor Trump, en cuanto a su pretensión de que el Imperio no sea mundial, y quede circunscrito a su terruño, dejando sin efecto los acuerdos internacionales de comercio que ya se habían firmado.
Esos acuerdos que siempre me han parecido mal a mí, no por su pretensión de internacionalizar el comercio, si no por el hurto de poder que se le hace al ciudadano, al negociarse a sus espaldas.
Por lo demás, creo que se nos viene encima un mundo nuevo, y otra vez serán los mejor adaptados los que acaben pasando sus genes evolucionados.
Porque no estamos en Setiembre, que si no me iba a ver una berrea.
Con su pan se lo coman

La venganza del populacho

Yo es que me muero de la risa, que como esto siga así, se tornará en risa nerviosa. Y es que se da la cosa que otra vez las encuestas de opinión han pifiado los resultados en esto de los resultados de las primarias francesas.
A nuestro querido Sarckozy lo han dejado en la estacada, cuando todos decían que se batiría el cobre en una segunda vuelta con M. Fillon, y que M. Juppé se iba a casa….pues no, que Fillon y Juppé intentarán liderar a los republicanos franceses, la derechona de por allí, que la vida es muy dura.
A mí, el pequeño Nicolás gabacho, me ha caído siempre mal, bueno, muy mal, para ser sinceros, que me ha parecido el compendio de lo que no debe ser un Monsieur Le Prèsident de la Republique. Así que no le he votado…”in pectore”, claro, que los gabachos no me dejan ir con la papeleta por delante, y no sé si hacen bien, pero de eso ya hablaremos.
Por lo que he oído, parece, que el hombre intentaba la nominación por Les Republicains, ya que si la conseguía, tenía asegurada la prolongación de sus cuentas con la justicia, por un buen lapso de tiempo, que los políticos parece que tienen bula papal en casi todo el mundo
Y uno que tiene el alma cándida y se lo cree casi todo, en un momento “faible”, creyó que era por la “grandeur” de la France, y no, era para evitar el trullo. ¡Qué cosas!.
Pero empecemos por el tema de las compañías que se dedican al noble arte de los sondeos políticos, que últimamente no dan una. Fallaron en nuestras elecciones, fallaron en el Reino Unido, en el Imperio, y ahora con los vecinos. Vaayyaaa, debe estar Doña Merkel temblando al enfrentar su cuarto mandato, que como la cosa esa de los sondeos digan que lo tiene chupado, veo a la mujer preparando unas oposiciones a cartero rural, como poco. Y eso sin hablar del referéndum italiano, que don Renzi, curándose en salud, ya ha dicho que se va a su casa si no le sale. Así que anda colgado de las encuestas de opinión, y confío que lo hará como los listos en bolsa, apoyándose en la opinión contraria. Pero seguro que no lo hizo, y cuando se tiró a la piscina estaban los sondeos a su favor.
No han aprendido ni a consultar los oráculos, ni a preguntar a las Sibilas, por no hablar ya del análisis de entrañas, el vuelo de las palomas, conjunciones astrales, o directamente las palabras del chamán ahíto de peyote. Nada, no han aprendido, por no hablar del análisis de los big data que aportan las redes sociales. Un desastre.
Pero ves luego la cara que se le queda a doña Clinton, que no se le quita ni a tiros, y te pasas unos días tratando de encajar las mandíbulas que la risa en eso es muy mala.
Y yo no puedo dejar de pensar, que los ciudadanos, esas clases medias a las que se les está sacudiendo sin tregua desde ya va haciendo demasiado tiempo, han decidido votar contra el poder, han decidido castigar a todos estos inútiles que no necesitan patria para hacerlo mal, que parecen clones de un mismo diablo. Usted disimule, Sr. Trudeau, que parece, por el momento, que les mola a los canadienses, pero esa excepción no hace más que confirmarnos la regla.
Desde tiempos inmemoriales, estas cosas de los gerifaltes nos han mareado a los de a pié de todas las formas posibles, y aunque en este puñetero veintiuno nos creamos que acabamos de inventar la rueda, las cosas han cambiado mucho menos de lo que nos podemos imaginar.
Me imagino la cara de los hispanos, cuando se enteraban que un Trajano subía al poder, que seguro lo preferían a un ligur, o a uno de la Campania, y así les terminaban la calzada de peaje o la traída de aguas a Tarraco, que seguro ya pensaban por aquellos entonces que Roma ens roba, y el balance fiscal era desfavorable a la Tarraconense.
Siempre he dicho que con esto de la globalización deberíamos votar todos los individuos de la tierra a los gobernantes de, al menos, las potencias que tienen poder en el ámbito internacional. Que no es lo mismo un dirigente u otro en la Casa Blanca, en el Elíseo, en el Kremlin, en el Quirinale, en Berlín, Pekin, o Tokio…porque nuestras vidas de pobres diablos tomarán rumbos diferentes.
No nos toca, por el momento, y ellos seguirán intentando descubrir en las entrañas de los animales sagrados, que hoy se llaman encuestas de opinión, lo que los hados habrán de traer para el futuro.
Y no se han dado cuenta de que la chusma, el populacho, está ya hasta los mismísimos de toda esta panda y estamos usando la papeleta contra ellos, de la forma que entendemos les puede fastidiar más, porque realmente lo que el pueblo quiere es hacerles daño.
Eso es lo que está permitiendo que Doña Theresa May esté pasándolas canutas para ver qué hace con el endiablado mandato que ha recibido de salirse de Europa. Que está huérfana de plan de negocio, que se le echa el Parlamento encima, y a la City ya se la están repartiendo como si fuera la túnica de Cristo.
Aquí nos están creciendo los partidos populistas, del monumental cabreo del súbdito de a pie, como en Francia que sueñan con acercarse al fascismo, o en U.S.A., con el pollo que han elegido.
Y posiblemente seamos los súbditos de este maldito mundo en el que nos ha tocado vivir los que de alguna forma paguemos el pato de las consecuencias de nuestra decisión. Decisión que ha corrido como loca por las redes sociales mundiales, y nos ha hecho casi a una, ponerle a Doña Clinton la cara que se le ha quedado, a nuestro Marianico tener que ponerse a negociar, a Theresa a buscar un plan de negocio para su país, a Renzi intentar convencer a las “famiglias” que su idea es la buena, sin acordarse de que Italias hay tantas como ciudades-república tenían antes de Mazzini y Garibaldi.
Y mi Puigdemont, con la poca frente que le deja el flequillo, sigue soñando con su referéndum, ese que ha de darle la libertad a Catalunya, no se ha dado cuenta, de tanto tomar el café de media mañana con la pollera de la calle Córcega que ocupa el despacho del otro lado de la plaza, que le van a dar por todas partes, si sale porque no podrá gestionar el cumplimiento de cualquier promesa que haga, y si no sale, porque se van a mofar de él hasta en el metro a las siete de la mañana.
Y ahí seguimos, por el momento, soñando unos con fabricar los cacharritos de las manzanas mordidas otra vez en casa, para acabar echando obreros a la calle al poco tiempo, justo cuando los chinos de vuelta al paro, ya no tengan yenes para comprar espejitos de colores….”inteligentes”..
Y a mí, me importa muy poco. Porque seguimos sin acordarnos que Focault nos intentó enseñar que las cosas son pendulares, son cíclicas, son como siempre, y sea Trajano o Calígula el que esté en el poder, los esclavos acabarán siendo usados hasta la extenuación, y si los leones tienen hambre, siempre se les ha considerado una fuente de proteínas útil, que hay que mantener el Circo abierto. ”The show must go on”.
Con su pan se lo coman

Santa Visa está asustada.

Parece que ahora estamos obligados a comprar algo el viernes negro, y es que son insaciables, que entre el día de la madre ¡que no hay más que una!, el día del Padre, que pueden haber varios, el de los enamorados, la cosa de Navidad, los Reyes, que aunque seas republicano pasas por la horcas caudinas, el cumpleaños, el santo, el día de los solteros que se han inventado los chinos, esto empieza a ser un agobio, porque te vienen luego las rebajas, de enero y de verano, y está Santa Visa bendita que no sabe dónde esconderse.
Será el signo de los tiempos, y desde luego es la ley de la manada a la que pertenecemos, porque como dejes a Santa Visa en el cajón, se te echan encima los sociólogos por sociópata, los economistas porque no mueves la sociedad esa de consumo, que como diría Doña Lola Flores, ¡que tanto me quiere y a la que tanto le debo!.
Y eso de endeudarse, a nivel particular parece que no es “cool”, sobre todo porque en la sucursal han recibido una circular de esas que para el diferencial que deja el precio del dinero, ni se les ocurra, que la gente a saber luego lo que hace con esa pasta.
Buenos estamos para deudas, que el puñetero gobierno no hace más que endeudar al Estado, y como yo no sé muy bien si soy el Estado, o soy Hacienda, me ha endeudado hasta les cejas, tanto que el apoderado de la sucursal, cuando te mira las cuentas pone ya en tu pasivo la parte alícuota de la deuda nacional, esa que me han dicho de buena tinta, se usa mayormente para las dietas y las pensiones de los señores diputados en Cortes.
Yo no sé en qué condiciones voy a llegar al día de los enamorados, que con eso de la inestabilidad financiera anda la peña entendida de estas cosas comprando oro, y la medallita del más que ayer pero menos que mañana se me va a poner en un pico,
Y es que eso de los lacitos del amor, no tienen versión low cost, (con lo que me gustaba a mí eso de baratillo, y ya no se puede usar la palabreja, que los de Ryannair no te dejan subir, si les dices que son una compañía de baratillo, cosas de esta era de Acuario).
Así que se intentará cualquier cosa que adelgace a Santa Visa, porque si no, los vecinos, el señor Amazon, el inspector de Hacienda, y hasta Chuchita, llegado el caso, se te pueden echar encima, y no solo afearte la conducta sino subirte las comisiones del banco, por poca utilización de los recursos, que con tanto cariño te ofrecen y con tanto desdén tratas.
Uno, que aunque parezca que no ejerce, es catalán, bien que de Barcelona, y tiene de vez en cuando tendencia al despilfarro, no sé, por ejemplo gastar un billete del tranvía, cuando te podrías pasear tranquilamente las cuatro paradas que te separan de tu destino. Y aquí, como Madrit ens roba, pues tenemos tendencia al “estalvi”, que no sabemos nunca si va a fallar el rodalias de las siete y hay que buscar un taxi de esos con paquistaní y Tom-Tom, y adiós presupuesto.
Lo dicho, un agobio y un sin vivir, porque con todos estos incidentes, y los de Hacienda que no te devuelven la pasta, y encima te quieren limpiar la deducción por vivienda si gastas poca luz, que por estos pagos los de Iberdrola le pían al Montoro la factura de los watios.
Pues yo lo siento, que si no llega, no llega, y si hay que dejar el caviar del Caspio, y pasarse al de La Val D’Aran pues se hace, ahora, al cava no me paso, que una cosa es una cosa, y la acidez de estómago es otra.
Que andan los voceros diciendo que los salarios han caído un pico en estos años, y las fiestas de gastar, (antes eran de guardar), están de lo más amenazantes. Yo no sé qué voy a hacer.
Aunque gracias a Dios, salen por ahí los futuros planes del amigo Trump, y uno se tranquiliza, porque el Imperio va a proteger al obrero occidental de los desmanes de esos chinos copiones, especialistas del baratillo, de forma que el próximo Cadillac que me compre, ya vendrá directo desde Detroit, como Dios manda, como toda la vida.
Y es que nuestra civilización es muy fuerte, la tradición cristiana filtrada por Calvino, está, como todo el mundo debería saber, llamada a liderar nuestro futuro como ha hecho con nuestro pasado. Y que nadie me cuente historias, que las otras confesiones religiosas, monoteístas o no, en eso de ganar perras no nos ganan.
Lo malo de todo esto es que me temo que no hay solución para mí, que las presiones y las tentaciones son muy fuertes, y ya se sabe, uno lo resiste todo menos las malditas tentaciones, que ese entramado de la producción, la mercadotecnia, y el ¿te acordarás del cumple de Chuchita? acaban con cualquier atisbo de resistencia.
Ustedes verán cómo se apañan con lo suyo, que yo ya tengo bastante con mi historieta, pero me temo que nada bueno le espera a Santa Visa, aunque uno no salga en esa maldita semana de la Concepción, de mercadillos europeos, que sé que hay cristianos que salen a comprar el “caganer” de turno a Cracovia o a Estrasburgo, ¡Lo que tiene el vicio desbocado!
Y es que claro, tiene que llegar a todo el mundo, al del concierto de Año Nuevo, al del turrón de Alicante, al mazapán de Toledo, al Madelman, y al tío que quiere colocarte unas angulas de Aguinaga, que no se llevó el comerciante japonés que las vió muy crecidas.
Menos mal que Santa Visa no es aceptada en Doña Manolita, ni en Valdés, pero también quieren lo suyo..la lotería, el impuesto que pagamos los imbéciles, que dice mi hija, y ahora por partida doble como te toque un pico.
Y Santa Visa bendita, temblando de miedo, que tiene que aguantar la que le viene, cruzar enero, y llegar a la medalla del amor, cuando creías que estabas salvado.
Así que queridos míos, no se olviden que para estas fechas hay que regalar libros y Dolores Redondo ha ganado el Planeta, y ese maleducado yanqui puñetero, cree que va a sufrir su imagen si asiste a la entrega de los Nobel.
Seguro que es muy inteligente don Dylan y acierta en su decisión pero todo lo que me queda de él es su mala educación, y esa no está escrita en el viento, esa queda grabada en la piedra donde se recuerdan los actos miserables.
Con su pan se lo coman

La viñeta de la filosofía

Ayer don Antonio Fraguas pintaba en su viñeta del país a su personaje con una lágrima, y quisiera autoconvencerme de que Don Antonio chochea, y que ¡vamos!, la cosa no es para tanto, que eso de “al peo”, es licencia de viejo coronel para contar alguna de sus batallitas.
Pero me temo que no, que el muy lúcido Forges, me acaba de joder el día, (sin intención por su parte, creo), al recordarme que pensar está mal visto. Lleva usted razón, está mal visto, que para eso estamos inventando la inteligencia artificial, y no sé cuántas mandangas más que piensen por nosotros, ya que alguien decidió en un infausto momento que pensar cansa, y si piensas no consumes videojuegos, con lo que eso perjudica al PIB.
Llevan razón, Don Antonio, llevan razón, desengáñese usted, pensar no vende, y además es molesto para el poder, tanto que en esa cúpula poderosa que es el Imperio, han conseguido elevar a lo más alto al que parece que no sabe pensar, aunque seguro que no es así.
¡Ay! Don Antonio, que mis amigos que son unos atorrantes que diría el Serrat, me dicen que si pensar ya no se lleva, a lo mejor es porque hemos querido que así sea, porque claro, no nos vamos a poner conspiranoicos, que para eso ya tenemos a los amigos de Iker Jiménez.
No sé si usted, que seguramente está familiarizado con la teoría de cuerdas y los multiespacios, ha considerado la posibilidad de que haya uno de esos universos paralelos muy en plan Fringe, en donde nuestros reflejos piensen, y eso sea importante, y además tenga consecuencia en nosotros, que ya piensa nuestro avatar en cualquier rincón del multiespacio.
Nosotros a nuestros videojuegos, a ver el telediario de la Uno o de la Secta, que se me da una higa, y si hay que discutir de algo, siempre podemos analizar los sentimientos de Cristiano Ronaldo, cuando cree que se le ablandan las chichas, que da la cosa mucho de sí.
Y a mí me ha pillado con los pelos revueltos, con el ombligo al revés, y no sé ya si he sido abducido por mi avatar multiespacial, o simplemente, como usted dice….” Pienso luego al peo”.
Y ahora en estos albores del siglo XXI, seguimos sin hacer nada, que nuestros bisabuelos hace un siglo andaban de trincheras tirando gases tóxicos de un bando a otro, con Europa patas arriba, preparando la alfombra que luego tendió a los pies de la invicta (a veces) América.
Es que no pensamos, que eso retrasa la entrega que debe hacernos Amazon en próximo viernes negro, y es un sin vivir, querámoslo o no, Don Antonio, y la filosofía, que engloba conceptos de ética, de moral, de transcendencia, de humanidad, es una antigualla, que además, Schopenhauer, sin ir más lejos era un misógino, y nuestras dignas sufragistas de hoy, no creo que comprasen sus libros, ni atendiesen a sus clases.
Y por estas tierras ya se nos murieron los Tierno y los Aranguren, y la herencia que llegó a la alcaldía de Cibeles, pues ya ve usted, “al peo”.
Nos hemos quedado huérfanos de maestros del pensamiento, nos queda algo de inercia, la phablet, el caralibro, el me gusta, y Juego de Tronos, que también se nos murió Asimov. Lo que son las cosas.
La próxima viñeta, por favor, consuele usted a su personaje, dele una phablet de esas, bien conectada, que el ser humano es gregario y si me lo pone a pensar, ya ve usted lo que le pasa, que le cae un lagrimón que ni los de Ama Rosa, y encima suelta groserías.
Nuestra moral, hoy en estos puñeteros años del veintiuno, lo sabe usted, que es un hombre sabio, está en Amazon, en Ali Baba, que ya ni El Corte Inglés es lo que era, y para eso no necesitamos pensar, ni pensadores, que si la cosa no nos gusta, se arregla fácil con orfidales, o cualquier porquería de esa que te venden en la Cañada Real.
No nos pida usted, que meditemos desde la sabiduría, Don Antonio, que esa se gastó, se evaporó en una crisis bursátil de no me acuerdo qué trimestre de que año. Que a nadie le parece adecuado imaginar que hay algo dentro de diez minutos, y mucho menos, analizar lo que pasó hace diez. Que si Chuchita no me dio el “me gusta”, tengo mogollón de amigos, y Chuchita puede irse al peo, y nunca la heremos trending topic.
Yo no sé si ponerme a pensar, que luego pasa lo que pasa, empiezo a observar ese entorno fuera de mi phablet, y se me cae la lágrima al ver que alguien se ha quedado con mi humanidad, y la carcasa que gasta dinero a golpe de clicks, no sé quién es no la reconozco como parte de mí mismo.
Yo espero que ese tal Descartes, no esté en el origen de todo este “merdé”, porque entonces entro en pánico, que si la cosa fuera pendular, a lo mejor volvíamos al inicio del movimiento, pero no se le ven trazas. Así que lo mismo estamos en ese momento en el que no nos interesa siquiera la existencia, y consecuentemente no necesitamos pensar, no lo sé, Don Antonio, y usted no quiere aclarármelo, que deja a su personaje con la lágrima cayendo.
No quisiera que el devenir de las cosas nos llevara a tener que ser Usted Don Quijote de la Mancha, y yo La isla del tesoro, por poner un ejemplo, y usar parte de esas tres gigas de memoria que mis amigos transhumanistas dicen que tiene de capacidad mi cerebro, para que no se pierdan las obras de la humanidad, como en la distopia de Bradbury.
Bien empleadas estarían, que hoy me da que se me están llenando de correo basura, de ese que lleva cookies colgados por todas partes, y que siempre he pensado eran como duendes que te hacían cosquillas mientras te sacaban el alma.
Me ha dado usted el día Don Antonio, y lo malo es que debo agradecérselo, porque la lágrima de su personaje de hoy es mi lágrima, que hubiese preferido que cayese por escuchar el Adios Nonino de Piazzola, que al menos es algo relativamente externo, pero no, usted me ha hecho mirar hacia adentro, y eso puede doler….claro que una salidita afuera de la zona de confort, seguramente me incitará a ser mejor, ya que el reto deberá ser enfrentado con decisión.
Con su pan se lo coman

Ara que tinc vint anys….

Cantaba Serrat hace no sé cuánto tiempo, tanto, que a mí me parecía que nunca llegaría a esa edad, y fíjate tú, que ahora miro hacia atrás, y sigo pensando que no he llegado aún.
¡Cosas de la vida!, Porque, la verdad, cuando nos decía aquello de que el cor se m’embala, ya se me embalaba a mí que me veía tan lejos de esos veinte míticos años, y hoy, pues también se embala el corazón, faltaría más. Quizás la diferencia estribe en el tipo de fuerza que lo mueve, pero en ningún momento hizo una mención explícita, aunque dio ciertamente muchas pistas.
Espero que este fin de semana se me embale el corazón escuchando a Mozart en esas increíblemente bellas bodas de Fígaro. Seguro que se me lanza en cuanto escuche esa canzonetta sul aria, o ese voi que sapete, porque sé que el equipo artístico que se suba al escenario, pondrá todo su corazón en el empeño, corazón embalado por supuesto.
Y sí, se me embala el corazón, cuando veo a un niño llorar, sobre todo con los llantos de los niños que nos enseña esta sociedad enferma que nos rodea, si se embala, sobre todo cuando algún vocero del poder, encima sale a pregonar que las cosas van bien, es decir, muy bien, y te habla de inflación, del 0,7 %, del crecimiento del tres y pico por ciento, que la Seat vende coches y que las casas van a subir de precio dentro de unos días. Y sin embargo, los pobres han devenido en míseros, y la clase media en clase pobre. Pero todo va bien.¡Porca troya!
A lo mejor el moment de estimar, al que se refería Serrat en algún momento y que me embaló el corazón, era el de coger la mano de Chuchita, como principio para seguir cogiendo cosas, no lo sé. Pero esa es una forma incontrolada por nosotros…dirigida por las hormonas que Dios nos dio. El estimar de hoy, el que me embala el cor, es otro, es ese amor al saber, el amor al aprendizaje que nunca he dejado de tener, y que pone mis ojos como platos cuando un atisbo de verdadera sabiduría llega a mi puerta.
Pero cuesta mucho que eso pase, y quizás sea la escasez lo que provoca que el corazón se embale cuando aparece.
Y se me embala el cor, con el rayo de luz que trae la mañana nueva, prometiendo que habrá retos que superar, unos que te motivan, otros que debes afrontar para que te permitan seguir viviendo, otros que a priori simplemente te aburren, pero la luz te acelera el corazón, ¡claro que sí!
Como debería acelerarlo el canto de un ruiseñor, ese que le susurra a Serrat, pero será que nunca he oído bien, y posiblemente no lo aprecie.
Hubo un tiempo que la zafiedad también me aceleraba el corazón, pero aprendí con los años a evitarla, y así quité de mi vida innecesarios acelerones, que dice mi cardiólogo, no son muy recomendables.
Y sí, amigo Serrat, las tempestades, el aria bien cantada, el libro que te emociona, las montañas que ves al final del camino que recorres con los bastones que te da la vida o El Corte Inglés a cambio de que le dejes un trozo de plástico menos de un minuto, hay muchas cosas que nos aceleran el corazón.
Te veo hoy desde la perspectiva que me dan los casi cincuenta años desde que nos regalaste ese poema, un pelín pesimista, y no era para menos, que allá por el 67 del siglo pasado, no estaban las cosas para lanzar las campanas al vuelo, ni para un noi del Poble Sec, como tú, ni para un noi del Poble Nou, como yo. Porque después de esos cincuenta años, parece que ambos mantenemos intactas las fuerzas, y sí, me temo que aún hoy nuestros corazones se embalan, incluso más de lo que quisiéramos.
Y es que estamos vivos, y aunque ya no tengamos aquella carcasa de hace cincuenta años, mantenemos íntegras nuestras capacidades de asombro, de apreciación de detalles, de degustación de lo exquisito que puede tener el canto del ruiseñor, o el rayo de sol que se filtra por la ventana, y que te recuerda que estás vivo y lleno de energía, para hacer que tu corazón lata con más fuerza aún, que antes sabíamos mucho menos del arte de vivir.
Y todo esto me ha venido, porque ayer, de regreso a mi cubil, en mi coche empezó a sonar esa canción seguida de otras tantas, que me hicieron recordar, que hace cincuenta años había un noi del Poble Nou, que se llamaba como hoy me llamo yo, que tenía mi genotipo, pero que no había desarrollado aún su fenotipo, que sus interacciones con el medio eran todavía insuficientes.
Pero ahora, tanto tiempo después, a lo mejor podrías volver a cantar “ara que tinc setenta anys”, con la misma fuerza, con el corazón embalado, (quizás con permiso del cardiólogo), y con ese “xic” brillante en los ojos porque has visto, como hizo Vinicius y Antonio Carlos, cuando vieron pasear aquella garota por la playa pija de Río, que la vida es ese momento que tú decides que es importante, que todo lo demás es carga somática que te prepara para el próximo.
Ahora, cuando hace más de cuarenta años que tuve veinte años, te diré que el resultado es que los tengo tres veces, es decir tres veces más ilusión, tres veces más fuerza, tres veces más sabiduría, (aunque aún sea insuficiente), tres veces más proyectos…..soy como poco tres veces más libre.
Y a pesar del coro de comunicadores hueros, chirles y hebenes, que cada día desde los medios pretenden decirte que es hora de subir al Muruyama, nuestro momento es este, nuestro espacio está aquí, y si mis amigos los transhumanistas se me organizan un poco, vais a tener adolescentes de ciento veinte años, si somos capaces de conseguir que el corazón se les embale.
Así, que amigo Serrat, dejemos nuestro espíritu con esa fuerza que supuestamente teníamos a los veinte años, y que yo no estoy dispuesto a cambiar por la que tengo ahora…..y si hay algien quen quiera hablar con Mefistófeles, para arreglar su problema supuesto, pues…
Que con su pan se lo coma

Especular con trileros

Siento todavía no poder hablar del resultado de las elecciones en USA, y no lo hago porque me estoy divirtiendo más que si me hubieran contado el final de Juego de Tronos.
Estamos en el momento de la especulación más salvaje, y en el intento de poder saber por dónde realmente va a tirar el presidente electo, hasta donde le van a dejar, y sobre todo quienes van a ser los ganadores y los perdedores de esta batalla librada en oficinas horteras que se espera cruenta y larga.
Parece que la señora Le Pen, y el tal Nigel Farage, están moviendo el rabo, y sus sueños populistas, nacionalistas, y sobre todo los relacionados con su clara intención de dinamitar a las instituciones que actualmente soportan las estructuras de nuestra sociedad occidental, van tomando forma, vaya que están encarnando.
A mí siempre me ha gustado echar mano, -eso sí con la total impunidad que me dá esta bitácora a la hora de interpretar las ideas de otros- de la famosa Fundación de Asimov.
Y estos nuevos partidos populistas que ahora proliferan, parecen como el mutante aquel, El Mulo que casi le revienta a Sheldon todo el curro de su psicohistoria, aquella que pretendía dar soluciones a cualquier acontecimiento que pudiese disturbar el orden y la armonía del Universo.
Me costaba ponerle cara al tal Mulo, pero creo que va a salir un “collage” interesante mezclando los tres personajes ya citados con algún otro más en nuestras cercanías de los que tendré que poner nombre, aunque son bien conocidos, ya porque sueñan con tierras liberadas de no sé qué, o porque añoran acontecimientos del siglo XIX, y que no han sido capaces de superar.
Pues eso, Iglesias que aún sueñan con marxismos teñidos de Bakunin, o líderes centroeuropeos que desean que se les ponga bigotito y flequillo por aquello del Deustland, Deustchland, über alles, que es como si la labor del “Gran Adolfo”, hubiese quedado inconclusa, y quisieran terminarla.
Es, por tanto, el momento de poner a prueba nuestras instituciones para saber si aún serán válidas para afrontar los retos que se nos vienen encima en nuestro mundo occidental, ese que nos ha proporcionado una cierta zona de confort a los que vivimos en él, en contraposición a los que quedan fuera, donde realmente, y desde el punto de vista de nuestro paraíso material, es el llanto y el crujir de dientes quien lo habita.
Dejando a un lado a estos políticos que ahora hacen ruido, dado que tienen una mercancía que piensan se puede vender, me moría de risa en paralelo con las interpretaciones que están haciendo los mercados financieros de todos estos movimientos que desde la Torre Trump se están, aparentemente produciendo.
Que si nos cargamos el comercio internacional, quizás se realce el consumo interno, porque a lo mejor el juguetito “Made in China”, o las zapatillas para correr “Made in Vietnam”, vuelvan a producirse en Michigan o en Nebraska….o dejen de usarse definitivamente, que todo puede pasar.
Y si el dólar sube, y seguimos usando petróleo y carbón….pues a invertir en ese tipo de compañías, y si realmente va a salir pasta americana para las infraestructuras que dicen necesitar, que es como hacer subir al país con obras públicas a la keynesiana, pues a ver si las empresas españolas de infraestructuras se lanzan de una vez, que ya no hay sitio en Torrevieja para más adosados ni para más chiringuitos.
Es tremendo, que si tienes los duros en Méjico ahora valen menos que la peña se está apechuscando con eso del muro para que no se cuelen los espaldas mojadas al Imperio. Y eso que se llamaba hasta hace unos días países emergentes, pues tampoco, que el Imperio les va a poner aranceles a la caipirinha y al pisco, como poco.
Y nos compran dólares, otros venden yenes, los chinos callados, dejando que esos locos blancos digan y hagan todas las tonterías que se les ocurran, que volverán a tener su momento.
Y el mundo occidental, calvinista y puñetero, apostando como si esto fuese una carrera de galgos en el estadio-perrera de Hammersmith. El perro número siete parece que tiene más músculo, y el informe veterinario es correcto, tres a uno. O en Ascott, o en Aintree, mientras se rompen las patas los caballos, o se descuerna un jinete intentando salvar los obstáculos del Grand National.
Y especulan con el precio de los futuros de la producción aviar basándose en la evolución del flequillo de Don Donald cuando llega a su torre.
Seguir toda esa basura estos días es algo triste, pero es nuestra miserable sociedad y nuestras instituciones quienes mantienen el entramado, del que no sé si nos beneficiamos o no. Es como cuando los patricios romanos alardeaban de tener esclavos más lustrosos que los del vecino, que mi esclavo tiene un Audi, y el tuyo va en TATA, o va en camello, que aún quedan de esos muchos.
De vez en cuando, el mundo te recuerda que hay más cosas, y que si los dramas que se viven por aquí son duros, los de otras partes de esta puta Tierra, son insufribles.
Una amiga ayer me informaba de lo que representa ser un niño con parálisis cerebral severa en el Golfo de Guinea, y realmente no podía creer lo que escuchaba, que si ya es ser duro tener esa deficiencia en nuestro mundo, no hay palabras para describir esa situación por tierras africanas.
Seguirán especulando unos y otros, y las páginas de los periódicos blancos o salmón nos incitarán a esto o aquello, y serán cosas materiales “Los verdaderos valores, hijo mío, están todos en El Corte Inglés”, me ha dicho siempre mi madre con una sorna, que excedía en extensión y profundidad a los mares de la tierra, y se morirán esos niños ahogados en sus propios excrementos en Africa, en las montañas de Vietnam, en Corea del Norte, en Nepal….por no hablar de aquellos sitios que están en guerra.
Y para acabar con todo esto, y mientras se especula si los USA
Deben seguir en la OTAN o no, ya hemos dejado la propaganda por la batalla de Mosul, que mereció al principio casi partes de guerra de los de “Vencido y desarmado….”en todos los “News at nine”, al silencio informativo en la práctica. Yo no sé si comprar acciones de la Lockheed, o de Nestlé y Philips Morris por aquello de los cigarrillos y las chocolatinas de los soldados. Hablaré con mi “financial advisor”
Por lo demás, “aquí no ha pasado nada”, el juego de los trileros internacionales prosigue inmaculado su camino, pensando despacito el mensaje que hay que dar en el Foro de Davos, en las reuniones de la Trilateral, del Club de Roma, y de los Bildemberg, que por el momento Francisco no suelta la voz al rebaño, y hay que frenar al Mulo de Asimov, no sea que tiemble el Universo, bueno, mi Universo, quería decir.
Con su pan se lo coman

Más Transhumanismo…y prometo no ponerme pesado con el tema

Me estoy quedando helado, y no es por el frío que hace en Madrid, no, que esto no es frío ni nada que se le parezca, pero tengo unos amigos a los que no les importaría criogenizarme, para resucitarme dentro de unas centenas de años a ver qué pasa y ya el gobierno se ha ocupado de lo mío, que presenté la cosa en ventanilla hace unos días.
Y si me pongo farruco, y no dejo que me congelen, (bajo mi responsabilidad, claro), como son buenos amigos, me proponen sistemas biológicos para que mi vida se alargue unos cuantos cientos de años.
Lo que se está haciendo, con el impulso de especialistas de altísima cualificación, como el profesor Aubrey de Grey, gerontólogo biomédico inglés es trabajar en el desarrollo de las causas que llevan al envejecimiento del cuerpo humano, y conociéndolas, poder actuar sobre ellas eliminándolas o al menos minimizar sus efectos y conseguir así el objetivo de evitar la degeneración que sobre nuestro organismo comporta la edad.
El profesor De Grey, ha trabajado en la teoría del envejecimiento de los radicales libres mitocondriales, intentando desarrollar las estrategias necesarias para la reducción de los efectos de la senilidad evitando que aparezca, o al menos dilatando su aparición en el tiempo.
Marca siete áreas de actuación, a saber:
1- Cambios en el ADN nuclear, es decir mutaciones que tienen como efecto la aparición de cánceres.
2- Mutaciones mitocondriales, que pueden acelerar el envejecimiento.
3- Los desperdicios extracelulares de proteínas dañinas, y pone como ejemplo la placa amiloide que se forma a los enfermos de Alzheimer.
4- Las pérdidas de células que se reemplazan lentamente o que no lo hacen, y pueden producir Parkinson.
5- La senescencia celular, por la que las células dejan de dividirse, impidiendo que otras lo hagan, y pueden ser responsables de la diabetes tipo 2.
6- Desperdicios intracelulares, que pueden conducir a las enfermedades nerodegenerativas, degeneración macular, o directamente Alzheimer.
7- Interconexiones extracelulares que al dañarse, pueden conllevar la pérdida de elasticidad de los tejidos lo que conlleva arteriosclerosis, presbiopía, y otros múltiples problemas.
En su libro, “El fin del envejecimiento” publicado en español, puede encontrarse el desarrollo de estas propuestas.
Si necesito echar mano de esto más adelante me referiré a SENS, acrónimo en inglés de Strategies for Engineered Negligible Senescence, y que nadie se me cabree.
La verdad, es más que prometedor, desde algún punto de vista, preocupante desde otros, y directamente aterrador desde algunos.
Yo por mi formación en el mundo de la biología, lo primero que se aparece delante de mí, es la esperanza de que el avance que puede suponer el éxito del desarrollo de SENS, sea un gran bien para la Humanidad.
Pero eso en principio no es más que la ilusión del científico con su juguete nuevo, que las implicaciones éticas, morales de las consecuencias, es otro cantar. La ciencia, la técnica, desarrolla una herramienta, y puede servir para arrasar Hiroshima, para explorar el espacio, o para curar enfermedades. El uso de la llave inglesa, que te desatasca un tornillo maldito, o puede abrirle la cabeza a un bebé en manos de un asesino, no es problema de su diseñador, por ejemplo.
Mi amigo médico psicólogo, afirma, “Evitar la senectud criogenizándose no es un problema, demos libertad. La cuestión es el tipo de relación que tiene consigo mismo el que cree que quiere permanecer eternamente, proyectando ese supuesto deseo al resto de la especie, siendo eso una respuesta a la angustia (entiendo aquí angustia existencial, con el añadido del miedo a la muerte). La cuestión de la muerte no se resuelve con su negación”.
Yo como buen paleto que soy, busco en la literatura los casos de negación de la vejez, y me asusto un pelín. Empezamos con los “no muertos” que nos presenta la tradición vampírica, folklórica o literaria, que siempre acaba de la misma manera, con la angustia del eterno no vivo sea de los Cárpatos o de New Orleans, y con el daño que causa a los seres humanos, mortales, a los que no solo mira con desprecio, sino que los considera su alimento.
El pobre Fausto que se aplica un SENS mejorado con la inestimable ayuda de Mefistófeles, todo lo que pide es el amor de una jovencita, a cambio de todo lo que tiene, su alma. Y la cosa acaba como el rosario de la aurora, con Margarita embarazada, matando a su hijo, Fausto renegando de ella, matando a su hermano, y al final condenándose. Algo de la superioridad del vampiro sobre los humanos se destila de esta obra, o de este ejemplo. A saber.
Y Dorian Grey, que espero nada tenga que ver con nuestro profesor de Cambridge, que también, vía pacto infernal, acaba creyéndose un ser superior, ensoberbecido por su eterna juventud y su belleza, lo que le lleva a la degradación moral, y a causar daño a las personas que le rodean, simplemente porque se siente superior.
Estoy con mis amigos, la creación de la herramienta es una obligación del científico que sabe que puede hacerlo, tanto como si te criogenizan, como si te van reparando hoy una mitocondria, y mañana te pasan la aspiradora por los deshechos celulares, eso no es más que el derecho de crear que tenemos todos. No hay más.
Pero las preguntas que me hago, son si por ejemplo descongelar hoy a un Leonardo, sería algo válido para la sociedad actual y para él, o sería un ¿qué hacemos con este intransigente? Y en qué asilo lo escondemos….o al revés, ¿qué hago yo en este siglo que no es el mío?. Porque si me implantan el saber que haya aparecido durante los años de mi “siesta”, mi cuerpo curado funcionará de maravilla, pero creo que mi esencia como ser humano, habrá sufrido hasta la casi desaparición. No lo sé, pero no me veo muy animado, no le tengo tanto miedo a la muerte.
Y lo de la aplicación del SENS, no sé si me gusta, porque de alguna forma, por el momento, y en el supuesto de que estuviera a mi alcance, me colocaría en una elite como la de Dorian Grey o Drácula, y me parece que prefiero irme al otro barrio a mi hora establecida por los actuarios, que son los que de verdad saben de esto.
Pero reconozco que me apasiona el hecho de que este tipo de tecnologías avance y esté a disposición de al menos una persona hoy y 7,5 “billions” mañana, que irán apareciendo todo tipo de retos para bregar con eso y con tantas y tantas cosas que nos irá ofreciendo la tecnología avanzada.
Solo espero que cuando llegue, esté dentro del catálogo de mi seguro médico o de la seguridad social, porque la tecnología del móvil ha dejado mis arcas de datos íntimos exhaustas
Con su pan se lo coman

Los Big Data

Esta mañana, mientras me afeitaba, alguien en la radio, que uno es un clásico, y hasta las tres no pone la tele, por aquello del telediario, a veces, un pollo me puso los pelos como escarpias, que andaba el hombre soltando historias de esas cosas tan transhumanistas que se llevan ahora, los Big Data.
Para los que aún necesitan del mundo analógico para sobrevivir, y no se han enterado que ya somos digitales, les diré, hasta donde llego, tampoco soy millenial, que entre otras cosas la tal disciplina se dedica a manejar los datos esos que te piden cuando te ponen delante de las narices ese collarcito de cuentas de colores, o ese espejito, que se llama app, vamos la aplicación del móvil para matar marcianos, hablar con Chuchita, o ver si tienes que coger por la mañana el abrigo y el paraguas. Esos espejitos de colores que ponemos en los cacharritos que nos han costado una pasta gansa, y que además somos tan desnucasapos, que cambiamos cada vez que el de la manzana mordida o el de la bellota extremeña, mordida también, nos dice que las “afotos” salen más chulis, más pichis, con el Mark 69 y que cuando las pongas en el caralibro, te van a dar más “me gusta” que a las tabletas del tal Ronaldo en un colegio de quincenas.
Y ahí estamos, diciendo que si a todo, cuando te ponen el contrato con las cláusulas de privacidad, de que nos dejes tu lista de amigos, que nos dejes saber por dónde andas, que nos dejes, ¡yo qué sé!. Y claro, nosotros que apenas hemos dejado de ser analógicos, lo que queremos son las cuentas de colores, y vendemos nuestra alma al diablo, al conquistador, y a quién nos la pida, y como estamos en plan low cost, pues nos pagan poco por eso.
El entrevistado que era presentado como empleado de Telefónica, era una especie de Ingeniero analista de Big Data, y confesaba que ellos lo consultaban para evitar fraudes y estafas a la compañía, que sabían por dónde andaba el pollo que les interesaba, quién eran sus amigos, cuánto se gastaba en restaurantes, dónde se iba de viaje, por no mencionar lo de la cana al aire, que era horario en que los niños van al cole de la mano de la mucama, o de quien sea, y esas cosas no se dicen, esas cosas no se hacen.
Que los bancos y las aseguradoras los utilizaban muy a menudo para defenderse de los malotes, de esos que no les devuelven los créditos, o de los que se iban al banco de la competencia, que ¡hombre!, con los precios del dinero por los suelos, hay que defenderse.
También confesaba este ejecutivo, joven, muy joven por la voz, que las compañías de seguros eran muy aficionadas a usarlos, que luego les dicen que el autobús les rayó el coche, y ese día estaba el propietario corriendo los Sanfermines.
Lo dicho, como escarpias, pero eso no es nada, que lo que sigue es aún más interesante, ya que como das permiso para que sigan tus conversaciones por las redes sociales, y saben qué periódicos te descargas, y cuanto rato estás leyendo la noticia tal y cual, pues saben tus tendencias políticas, sexuales, religiosas, de entretenimiento, de compras, y casi si tienes diarrea, o andas con tapaculo, que ni con Laxen Busto lo arreglas.
Además, como los suecos, que todo el mundo sabe que son unos modernos, quieren quitar el dinero efectivo de la circulación, pronto les seguirá el mundo entero, y se acabó el último resquicio de libertad que nos queda, que la parienta se nos va a enterar, que andamos fumando por el parque y que nos tomamos más cañas de las que confesamos….un sin vivir.
No nos han dado a cambio ni un plato de lentejas, solo unos cristalitos de colores, que encima en muchos casos hemos comprado a buen precio, y toda esa cantidad ingente de datos generados en todo el mundo, (ríete del Big Brother), sirven para lo que quieras, siempre que te acerques a ellos con humildad, es decir, que te olvides de tus impresiones, de lo que tú crees, y dejes que los datos fríos y bien estructurados te marquen el camino de cuál es la cantidad de azúcar que debe llevar un refresco de cola, o que te lo ponga por segmentos, y así pones la cola uno, la cola dos, y la cola tres, con cantidades diferentes, para cada segmento de mercado. Te dan los números de tu negocio por adelantado, que sabes con precisión lo que esperan tus clientes, y el diseño del producto está chupado, con precios, márgenes, y hasta si me apuras con un estudio del tiempo durante el que será un éxito en el mercado, con lo que tu planificación productiva está hecha, y el que no gana pasta es que no sabe…..usar los Big Data.
Las elecciones que acaban de concluir en el Imperio, no han sido más que otra lección de cómo se utilizan las informaciones que se van tomando de los mensajes de las redes sociales, de cómo reacciona la peña a este o aquel exabrupto, con lo que el resultado lo puedes prever y manejar, siempre que te dejes el orgullo y la soberbia en casa, que son muy malas…
Las empresas de demoscopia, han vuelto a fallar, porque me temo no han utilizado correctamente la tal herramienta, y se han fiado de las respuestas a un entrevistador, en vez de directamente ver qué dice la gente en su caralibro o en su silbador, que es más fácil, y en estas cosas, a Chuchita no se le engaña, que hay otras muchas cosas para hacerlo.
Pero bueno, dejemos la cosa, que sarna con gusto no pica, y de la cosa esta de las elecciones en el Imperio, aún no es tiempo de hablar, aunque mi amiga Hiurma me lo afee, pero yo soy de los de revista mensual, que te dan una posibilidad de analizar las cosas con perspectiva cuando el humo ya ha pasado, y las consecuencias empiezan a hacerse realidad.
Y mis amigos que se dedican a desarrollar algoritmos de esos que analizan los Big Data, andan estos días seguramente muy atareados, que los sentimientos que los inversores han mostrado con las noticias de la salida del Reino Unido de Europa, o las elecciones en el Imperio, bien analizados por un Big Data engineer pueden dar una pasta gansa a la hora de comprar activos financieros, y venderlos cuando cumpla. ¿Verdad Señor Soros?.
Solo espero que recuerde todo el mundo, que esto tampoco es nuevo, ya que bien sabido es, que el mejor profeta es aquel que tiene mayor información, nada de iluminación divina, que en eso estriba la calidad de las profecías, y ya me disculpará Don Iker Jiménez por meterme, sin acritud en su terreno.
Con su pan se lo coman

A la salud del Imperio

Hoy seguramente todo el mundo hablará del Señor Trump, así que con su pan se lo coman, que ya los corifeos asalariados expondrán por activa y por pasiva, ora lo que piensen-si algo-, ora lo que les digan que piensen, así que yo me largo por otros derroteros a ver si me divierto algo más.
La barra de Boadas, cuando está más agradable es cuando, a la hora del aperitivo, entre semana, se acercan a por uno del día los jubilatas, que una de dos, o no encontraron sitio en el banco del parque, o ¡qué cojones!, les apetecía un buen lingotazo, que luego ya le explicarían a la parienta, al médico, o al Sursum Corda ese que nadie sabe quién es, pero lo sueltas tan a gusto, y la peña te entiende.
Esta gente, aunque parezca mentira, busca un poco de tranquilidad, o charleta intrascendente, que hasta la mucama les barre de casa, que su presencia compromete la productividad pactada, y por un quítame allá unas décimas, el centil se desvía y te quedas descolgado de la zona noble de la curva de Gauss con lo que ello conlleva.
Un chivatazo a tiempo de la maldita curva a la Excel del plumero y aspiradora, y te encuentras en el grupo estadístico de los pre-jubilables con menos de treinta.
Lo malo de esa hora, es que me quitan el sitio del fondo de la barra, y el de debajo de la escalera nunca me ha gustado, así que me quedo en el centro, flanqueado por un jubilata a mi izquierda, una pareja de británicos que se han creído todo lo que decía la Lonely Planet, y un barman becario.
A mí me gusta recordar al becario, que ya me tomaba los cocktails del día cuando me soplaban 25 pesetas, aquella moneda que se inventó en mi tierra, y que desde que no está, parece que se nos han despertado los sentimientos indepes. Es muy malo quitarles los inventos de la pela a mis conciudadanos, no lo entendemos, y nos ponemos tan conspiranoicos, que nos apetece nombrar conseller al Iker Jiménez para que nos descubra la verdad.
El becario las más de las veces tiene que echar mano de las fichas para acertar con el brebaje que le pides- no todo va a ser el cocktail del día- y ves al muchacho consultando sus protocolos en fichas de cartón, que es mucho más romántico, aunque luego le salga la mezcla tan dignamente que puede pasar la auditoría de la Iso.
La muchacha guiri, que le aprecié un notable acento galés, no tenía el coño para farolillos, no había pizarra con el menú del día, no había happy hour, no te podían poner una pinta con una Ale brewed near Newcastle, así que para no joder a su maromo, se pide un agua con gas, y ¡horror!, no tienen ni Perrier ni San Pellegrino, aigua de Malavella. Tito, es lo que hay.
El muchacho empezaba a tener conciencia del desastre al que le había llevado su confianza en los australianos de la Lonely….(malditos bastardos, debió pensar), y se le puso cara de matar nazis, como el Brad Pitt, por lo menos. Adios siesta con achuchón, que la moza se me está revirando, y el acabó con un Ballantines con mucho hielo, que al menos no le pusieron el sexto de gill, que por estos lares, aunque sus gracias no lo crean, en eso somos generosos.
Es lo malo de los leídos, que van de intelectuales, la lían en plan erudito y acaban con un Ballantines y la moza de morros.
El jubilata del otro flanco se descojonaba.
-Es que todos quieren ser Arthur Miller, o Truman Capote, y para eso se necesita mucho más que intentar tomar una copa en Boadas con la que no va a ser el amor de tu vida, y me temo que ni de una siesta. Lo quieren todo por lo fácil, de inmediato, a la primera, y así todo lo que se consigue es el amor de tu mano derecha. Mala cosa.
El becario tenía que estar seriecito, en su puesto, que al rato el sistema te manda por correo la encuesta de evaluación, y ya sabes, como seas del centil inadecuado apareces luego como candidato a la prejubilación de los de menos de treinta.
Mi Boadas es muy así, ves el mundito a través de un Negroni, de un Jack, o hasta de un Bellini que se piden las damas que no soportan el Cosmopolitan. También puedes hacerlo con un Daiquiri, pero para eso debes llevar la chaqueta de lino crudo, arrugada y un jipijapa, y no hace tiempo, que en Madrid ya ha nevado, y con el AVE, las cosas vuelan muy deprisa.
Escribo esto escuchando a Stan Getz, de cuando se creía que Brasil era el nuevo mundo, que hasta Sinatra camelaba a Jobim para que le dejara cantar sus bossas en inglés. Maravillosos arreglos, húmedos y cálidos como una tarde en Copacabana después de un aguacero….si estuviera en Boadas ahora le pediría un brebaje que sofisticara la cachaza.
Lo dejaré para otra ocasión, que la buena noticia del Trump, asegura que los tabacos de Vuelta Abajo, seguirán llegando a España, bien torcidos, frescos y aromáticos, para disfrutarlos con una buena botella de ese ron añejo de Santiago, que tanto me gusta y que tan poco me regalan.
Ya lo sé, me gustan los sitios incómodos de mi Barcelona-los cómodos también, dicho sea sin acritud- y mi amiga me desrecomendó que no fuera de picoteo a la calle Robadors, por muy molón que me pareciera el bareto, y ya de colarme en el antro de enfrente a pegarme una jartá de bee-boop, mucho menos,
– Que hoy llevas el peluco caro, y la cosa está muy pocha por la zona. Además yo no voy, y a ver quién te defiende.
Uno es muy bien mandao, que luego te suben la prima del seguro de responsabilidad civil, así que olvidé mi intento de emular al gran Pepe Carvalho a su Charo, honesta putarazana con reales asentados, y crucé la Rambla.
El Jamboree, cumple con todo lo que me gusta, y una buena Jam Session a base de San Migueles a morro, da para mucho, sobre todo si los músicos de verdad se dedican a romper cinco o seis notas creadas in situ. Cuatro horas encerrado en la mazmorra que es esa mítica cava, dan para mucho, tanto que se me da una higa si el Imperio se lo carga el Tito Donald, la Tita Hillary, o sus pasteleras madres. Que quién me temo no recuperaran jamás las partes del Paraíso que han perdido, son los habitantes del Imperio, pero como se decía hace unas semanas,¡Haber escogido la muerte!.
Así que tenemos ocho años por delante para hablar de trumpazos, que seguro los habrá, que ya no me acuerdo de la caza de brujas, y haberla la habrá.
Con su pan se lo coman

La mentefactura que viene

Parece ser que la próxima mutación que al ser humano occidental, ese de la tradición judeo cristiana, con el añadido de los hijos de Lao-Tsé, o de los que han crecido al amparo de las creencias sintoístas va a ser que naceremos sin manos.
Y eso lo descubrí el otro día cuando me regalaron una palabra nueva, (neologismo creo lo llaman los culteranos), ¡Taachiiiinnn!:
“Mentefactura”.
Se contrapone, evidentemente a la vieja y trasnochada manufactura, que a nadie le gusta ya, que huele a especias de mercado turco, o a cuero mal curtido de la medina de Bujara por poner un aquel. Que eso de que te reparen un zapato o de que te corten el filete de la cena con cuchillo ya no se lleva.
El donante del neologismo, para mi desgracia, es un intelectual de sólida formación, un hombre activo, una persona a la que realmente admiro, y dicho sea sin el menor atisbo de ironía. Así que cuando me puse a reflexionar sobre el palabro, me dí cuenta de que debería reconsiderar esas viejas ideas que proceden de mi modesta formación, y de la experiencia que la vida me ha dejado acumular, que tampoco ha sido mucha, ya que tampoco he tenido demasiado tiempo para reflexionar.
Ahora, que quede claro, que siempre preferiré un manoseo de Chuchita, que un menteseo. Soy un carca, ya lo sé, aunque pajas mentales hace tiempo que todos nos las hacemos…
De alguna forma, la mentefactura ya está aquí, conviviendo con todos nosotros, sin que apenas nos demos cuenta de ello.
Son tantos los procesos productivos que no cuentan ya con la intervención de las manos del hombre, y que se realizan gracias a que los diseñadores han elaborado los sistemas inteligentes necesarios para que salga tu coche o tu nave espacial con cada vez menos intervención de las manos, la mente es lo que prima y da el valor a la cosa. Tanto es así, que uno piensa que mejor dejarte las uñas largas y pintártelas con paisajes de jardines zen. Que en algo habrá que plasmar tu adaptación al mundo de la mente, aunque el dibujo lo haya hecho una máquina pensante a lomos de un brazo mecánico.
Y es cierto, estamos en la fase en la que se pugna por reducir la intervención humana en los procesos productivos al mínimo, y ya lo tenemos casi conseguido en este hemisferio norte en el que nos movemos. Pero todavía la mente humana está detrás de todo, que el diseño sale de un imperfecto cerebro humano, la necesidad la detectan sistemas de información que han sido diseñados por humanos, y se aplican en función de las necesidades de los humanos…por el momento.
Aún no he sido capaz de discernir de las ideas de mi donante de neologismos, si estamos a punto de conseguir que una inteligencia artificial, sea capaz por si sola de crear una necesidad que pueda satisfacer a un mercado de humanos, o a un mercado de otras I.A. (asumiendo que puedan entrar en el diseño de los sistemas de compensación entre I.A.).
Como entiendo que estoy en un mundo nuevo, y que desde luego, desde esta mi página puedo decir lo que me dé la gana, reconozco que me esclerosis mental hace que me sienta incómodo con este reto que viene hacia nosotros a velocidades inabarcables. No me gustan las inteligencias artificiales porque en algún momento, detrás de ellas hay, o hubo una mente humana, y aunque esa mente primigenia ya no esté, y sus llamemos hijos, puedan ser independientes en sus pensamientos, creo que siempre quedará en el ”genoma” de esa estructura artificial, algo de su creador. ¡Ah!, y me temo que no serán miles de millones los pensantes diseñadores.
Y como difícilmente puedo imaginar a un creador humano que haya olvidado su tribalismo o sus intereses personales, con lo que nos enfrentaremos a un mundo en el que quizás, el concepto de discusión que hoy tenemos desaparezca, y con ello la ética, buena parte de la idea de libertad tal y como la entendemos hoy, por no hablar de la igualdad entre los seres humanos, y cualquier otra-llamemos calidad del espíritu-. Porque ciertamente, si alguien piensa por nosotros, dejaremos de pensar, tarde o temprano.
Ya veremos, porque cuando me asomo a todos estos mundos prometedores de la tecnología desbocada, que me seducen hasta límites insospechados, en algún momento de la historia me viene a la cabeza que somos siete mil millones y pico de seres humanos, la mayoría de los cuales no han llegado a los niveles que las sociedades más desarrolladas tenían hace ocho o diez siglos, es decir, otra humanidad, elitista, a lomos de la tecnología, es lo que hemos creado, con poco o ningún sentido de pertenencia a una misma especie. Eso me preocupa, y me preocupa que el próximo salto que tenemos encima, agrande la brecha.
Hemos, en nuestra sociedad tecnológica, acabado con el chamán, con el viejo de la tribu, con las fuentes de experiencia, y de espiritualidad.
Junto al hecho de que no hemos sabido releer a nuestros maestros de ética, donde seguramente están escondidas las claves del mantenimiento del ser humano como ser trascendente, a lo mejor nuestro futuro está en ser al final la mano de la mentefactura, que se alojará en un entramado de chips y cables, creados por un no sabemos quién hace no sabemos cuántos siglos.
De ahí a la psicohistoria de Sheldon, escondida en las páginas de “La Fundación”, hay un paso, que consiste en planear el futuro con miles de años de antelación, previendo con algoritmos adecuados cualquier desviación que pueda alterar esa idea primigenia, que por cierto no puede discutirse como no se pudo participar en su diseño.
Bien, seguiremos esta senda de progreso, y confío en que mis temores sean infundados y hayan nacido como consecuencia única de mi ignorancia, y de mi falta de perspectiva para ver el tipo de futuro que se derivará de todo esto.
Confío también poder estar al día de las discusiones éticas que como consecuencia de todo este proceso puedan ir surgiendo, ya que tiene muchos aspectos apasionantes, y también confío que la luz que he recibido en mi vida, a través de mis maestros, siga encendida, porque realmente esa es una zona de confort que me va a ser muy difícil abandonar, sobre todo por la renuncia que esta nueva tecnología parece que acarrea con respecto al conocimiento simbólico que son las bases comunes de la humanidad….hasta ahora.
Demos pues la bienvenida a este Antropoceno, y recordémosle, que hay un planeta que debe sobrevivir, y muchos seres humanos dentro con una inteligencia que no es artificial, que para eso ya están las semillas de Monsanto.
Con su pan se lo coman

Leyendo el Play Boy en la Trump Tower

Hugh Hefner, sin entrar en detalles, siempre me ha parecido un tipo que tiene demasiadas coincidencias con Donald Trump, ¿Qué le voy a hacer?, porque seguramente se parecen como un huevo a una castaña, pero eso ya no es culpa mía, que aquí solamente digo lo que me parece.
Tito Hugh, por si las moscas anda algún despistado por ahí, es, o fue que no sé si es, o si ya pasó a la luz, (que diría alguno de mis amigos)- que hubo gente que intentó pasaportarlo en su momento, no con demasiado éxito, ciertamente, de lo que él y sus deudos seguro se alegraron, aunque quedara en una silla de ruedas, que no se puede tener todo en este mundo-, el editor, dueño y alma del Imperio Play Boy, que disfrazó de conejitas a tantas y tantas mujeres, por todo el mundo, y de todas las razas.
No voy a entrar en detalles de lo que la tal revista significó, y posiblemente hoy signifique, que ya traspasó hace mucho tiempo el mundo del papel, llegando a la televisión, y a sus clubs privados por todo el mundo que los podía pagar, claro.
La imagen que siempre me dio tito Hugh, y seguro que no es así, seguro seguro, es la de un proxeneta con disfraz, que ya sé que las conejitas no eran prostitutas de lujo, ni su famosa página central no servía más que para una aportación más al mundo dela obstetricia, ya lo sé, pero su negocio, es/era el sexo, con cierto glamour, que se dice ahora.
Pero al final la cosa acababa en señores y no tan señores, que cuando se les pillaba con la tal revista, te contaban muy seriecitos, que estaban encantados con los artículos de fondo, que estaban muy bien escritos. Lo que ya no te contaban era como se encendía su amor por su mano derecha, o izquierda, claro, según preferencias.
Y yo siempre pensaba, ¡pues podían hacerse socios de la biblioteca aquella de “La sonrisa vertical”, o leerse la colección de “La perla”, por no hablar del “Caballero audaz”!, que al final todo iba al amor manual. Pero no, que una cosa era “Lady Chatterley” o “El cipote de Archidona”, y otra los artículos de fondo del Play Boy.
Al final, un imperio a lomos de la hormona, y con un importante contenido degradante para la mujer, que viene a ser utilizada como objeto, por hombres que sin poder creérselo son también objetos.
Cierto que objetos para construir ese imperio, que como el del Señor Trump, no tiene unos fundamentos morales espectaculares, que poco les importa cosas como la ética, valores que hacen que las personas sean mejores, o que siempre han considerado que es mejor el dinero que las personas.
Tito Hugh, no se presenta a las elecciones, le ha dejado el trabajo sucio a Tito Donald, pero ambos navegan por océanos parecidos, en donde la explotación es considerada como una necesidad, ya que de lo que se trata es de llenar la bolsa.
Y por cierto, que nadie piense que no he pasado por los artículos de fondo del Play Boy, claro que sí, que las cosas no te desagradan hasta que no las comprendes, y a veces tardas tiempo en darte cuenta de todo lo que se esconde tras el papel couchè, tras la peli de Enmannuelle, o del relato erótico, o directamente pornográfico de este o aquel. Pero hay un momento en que, camino de Damasco, una luz te derriba del caballo.
Una luz, seguramente es eso, porque realmente tras todos esos relatos no hay nada más que el intento de excitar sexualmente al lector, nada más, y así se mantienen esos negocios ancestrales del sexo y la prostitución. Las cosas son así.
Es esa obscenidad que muestra Donald Trump, cuando denigra a la mujer, a los que son de razas diferentes, la que me temo ha traspasado los límites de las intimidades, para hacerse un hueco muy importante en la sociedad.
Leía el otro día que hay gente, chicos jóvenes, que han descubierto el low cost del sexo, y es que con la crisis, por 30€ (literalmente lo mencionaba la noticia), una prostituta te lo hacía todo….y era más barato y más inmediato que intentar ligarse a Chuchita, así que volvemos de donde nunca salimos, a lo de sábado sabadete, camisa limpia, dinero fresco y polvete.
Estos obscenos personajes públicos que a parte de la población nos molestan tanto por lo denigrante de las formas de cultura que pregonan, están ganando aquellos nichos de negocio que las carencias de nuestra cultura humanística dejan libres, y que cada día desgraciadamente son más.
Así que no nos extrañe que ese subproducto de nuestra cultura, llegue a donde está llegando, y que lo que se le enfrente, cierto que con otros atributos no menos deleznables, tenga una catadura moral parecida a la suya.
Dicen que el yanqui está hecho un lío, y que para el próximo martes, no va a saber qué o a quién votar, y le doy la razón, yo tampoco lo sabría, y como de los otros candidatos independientes no se habla, pues no puedo decidir la papeleta a introducir.
La verdad es que los sistemas de alienamiento que se han puesto al servicio de quien puede utilizarlos superan cualquier intento de ser entendidos en su globalidad, y tanto Tito Hugh, como Tito Donald, no sé si son utilizadores o utilizados en su carrera de despropósitos morales, y también ignoro como se sienten en su intimidad, si en algún momento pueden hacer la pausa necesaria para la reflexión de lo que su vida les ha aportado, y lo que es más importante, cuál ha sido su aportación al resto de los seres humanos, o peor aún de aquellos que han vivido directamente en su compañía, o bajo su influencia.
Yo siempre he pensado que al final se trata de que los que puedan, suban al “penthouse” de la Trump Tower, a leer los artículos de fondo del Play Boy, mientras una conejita va pasándote las páginas.
Ya sabes, no pienses, no leas, diviértete, y así serás el ciudadano ideal de la distopía de turno. Un poco Huxley, un poco Bradbury, que de la reflexión, de la literatura, de la crítica de tu entorno, todo lo que salen son malos negocios.
¿Y el resto de los humanos?…..bueno, eso no son más que mercenarios, carne de cañón, esclavos, siervos de la gleba. Basura al final de la jornada, que una vez procesada por quien edita la revista, lo que queda es el vacío intelectual por el que te incluyo en cualquier red social y te uso como producto, que al final es lo que eres.
Buenas noches, y buena suerte

De utopías y distopías

Estos días de fiestas confusas, que uno ya no sabe si la cosa es celta, católica hija del sincretismo, o puramente invento comercial del Imperio, entre lectura y lectura, entre página y página, he pensado un poco después de haber visto una serie de películas sobre las distopías juveniles.
Parece que se han puesto de moda, que si El corredor del laberinto, que si Los juegos del hambre, o la que he visto, La serie divergente.
Bueno, dejando a un lado la crítica cinematográfica, que a mí no me sale, me he parado a pensar que hay una insistencia en el mensaje que distribuyen los que pueden, de sociedades post-apocalípticas , en las que se intenta preservar en la persona de un héroe o heroína, alguna de las virtudes morales que se supone adornan la raza humana. Bien está.
Estas sociedades que empiezan más o menos al final de la primera guerra mundial a ser plasmadas en los sistemas de distribución, desde el Metrópoli de Fritz Lang, las visiones de Orwell o Huxley, y ya más hacia nuestros días las múltiples versiones de la misma historia tras el desastre que acaba con nuestra civilización, en los Max Mad, o en el inquietante La carretera, o el Planeta de los simios, por mencionar solo algunos pocos, son visiones pesimistas del devenir de nuestra cultura por la autodestrucción de nuestra raza como castigo por nuestros múltiples pecados.
El reino soñado de Tomás Moro, ha dejado de ser interesante, ya que incluso en las aparentemente perfectas sociedades mostradas en alguna de esas narraciones, lo que realmente se esconde no es más que una dictadura terrible en la que el ser humano pierde su libertad, por haber perdido el conocimiento.
Sí, realmente la sensación de que el pesimismo sobre nuestro futuro como especie, o como sociedad está implantado desde el final de la primera guerra mundial, la tengo cada vez más arraigada. Nadie habla de un futuro feliz, aunque aparentemente y con los números en la mano, cada vez seamos más seres humanos en el planeta, vivamos más, en algunas partes del mundo, claro, que en otras la cosa aún no ha llegado, hayamos desterrado enfermedades, y disfrutemos de una explosión tecnológica, tan hija de las guerras como lo fue en su momento el coche, la tele, y el frigorífico para todos los americanos.
A lo mejor, es que mis limitaciones intelectuales me impiden ver dónde se encuentran las nuevas utopías que el mundo de la cultura nos ofrece, y solamente encuentro algún detalle en Asimov o en Arthur C. Clark, poco más, que lo demás es un futuro tecnológico pesimista, ya que de forma insistente la visión de quienes nos cuentan historias, es muy negativa.
Tenía un amigo que decía siempre aquello de que “me joden los profetas”, siempre refiriéndose a temas menores, pero a mí me está empezando a ocurrir con estos creadores de distopías ya que me temo que a lo mejor llevan razón en una cosa, y es la posibilidad cercana de un apocalipsis originado por nuestra conducta, y consecuentemente la existencia de una sociedad que sea quien intente hacer algo con las cenizas.
Viendo la situación geopolítica actual, aquella que afecta a los tres grandes imperios, reconozco que no encuentro muchos mimbres para hacer un cesto de optimismo.
Están chinos, rusos y americanos, perfectamente preparados para acabar con el mundo tal y como lo conocemos hoy, simplemente por su poderío militar que es capaz de destruir el planeta varias veces cada uno, aunque con una sola ya nos basta, y los tenemos a todos bastante cabreados unos con otros.
Los sistemas de gobierno, que van desde la falsa democracia americana, a la dictadura comunista china, pasando por el zar de todas las rusias, no anima al optimismo.
Más aún cuando dentro de una semana, tendrán los americanos que escoger entre el señor Trump, un enemigo de China con una fuerte carga nacionalista, o una señora Clinton que nos ha demostrado odio eterno a Rusia, que parece está aún en plena guerra fría.
El resto del mundo, sigue mirando las imágenes que nuestros televisores proyectan en el fondo de nuestras cavernas a la hora de la cena, y no entendemos nada, porque es muy difícil que fuera del show de “news at nine”, seamos conscientes de que la señora Clinton ha destruido países como Libia, sin que le temblase el pulso, y que según alguno de esos correos de Wilkileaks, llegó a desarrollar un plan de ataque a Rusia.
Pero el señor Trump, está muy molesto con la actitud de los chinos, que según él (y razón no le falta) se están aprovechando del yanqui quitándoles trabajo, que las ciudades industriales como Detroit, se están tambaleando, y demasiado americano está sufriendo en sus bolsillos esta nueva revolución industrial, tan opuesta al viejo american way of life.
No me extrañaría que el señor Trump, considerase una opción en algún momento de atacar a China directamente, como consideró desde su puesto de la secretaría de estado la señora Clinton con Rusia.
Quisiera que estas cosas no llegaran a mayores, pero nadie está seguro, es más, parece que los creadores de series, o desarrolladores de pensamiento, no son capaces de ver más que distopías para el futuro, porque la ética, y el desarrollo de los valores humanísticos ya no venden, que nadie se cree la posibilidad de un futuro, en el que el conocimiento y la sabiduría lleguen a todos, que los avances tecnológicos que se desarrollen no estén diseñados para nuestra alienación, en los que no nos apetezca obtener beneficios económicos por hacer de la vida de la gente algo digno de ser disfrutado.
Creo que el ser humano, después de tantos milenios en este planeta, debería haber aprendido que los elementos están disponibles para establecer una forma de ética en la que solo se buscase el beneficio espiritual del ser humano, de todos los seres humanos, sin deseos de ser más poderosos que el vecino, que la sabiduría y el conocimiento fueran de verdad las metas a conseguir.
Pero eso no vende, esa utopía no es materializable, al menos en este mundo en el que nos encontramos ahora, donde depredar es lo único que interesa. Así que los guionistas no tienen ninguna posibilidad de que un cuento que acabe bien, y eso no es con el beso de los chicos, se transforme en un proyecto bien financiado por la industria.
Realmente nos interesa vencer, imponer nuestras ideas, destruyendo las de los demás, así que nos prepararemos para el próximo apocalipsis, que debe estar llamando ya a la puerta de esta su casa.
Buenas noches, y buena suerte

De rufianes, tratados y columbarios

Estos días hemos tenido en nuestra España doliente ejemplos de los que deben y no deben ser seguidos. Ya me metí en su momento con el señor Iceta, y su actitud antidemocrática, que al menos así me lo pareció.
En esa línea debo decir que para compensar, y como si hubiese leído lo que comenté de su conmilitón, Don Pedro Sánchez, me sorprende gratamente, eso sí, renunciando a su acta de diputado, para seguir con limpieza democrática luchando por sus ideas, creencias, o estrategias, que me da lo mismo, intentado salir del atolladero desde cero.
Bien señor Sánchez, alabo su actitud, es la que un demócrata debe exhibir. Cosa diferente es que en estas líneas apoye o no sus puntos de vista, eso ya es otra cosa, pero usted se ha comportado como un demócrata, y como tal, tiene usted todos mis respetos.
Y como estamos en el tema de las actitudes, me parece deplorable que el Señor Rufián, haya utilizado de una forma tan miserable la tribuna de oradores, que uno puede ser duro, pero no mostrar unas maneras que creo no son adecuadas para la tribuna en la que se expresó. Desde Santa Coloma de Gramanet nos podrían haber enviado alguien que no hiciese bandera de la zafiedad. Pero son los tiempos que corren, y es a lo que debemos acostumbrarnos, que algunos de los hijos de la LOGDSE nos han salido así.
El odio, Señor Rufián, debería quedar fuera de esta tribuna, creo yo, que si por una dejadez de nuestros gobiernos consiguiera mi tierra esa independencia por la que nos dice suspira, se iba a enterar usted de lo que es ser charnego en esa Catalunya estelada.
Durante los últimos días, nuestro país se está preparando para afrontar los trabajos que la inutilidad de nuestros representantes, empeñados en decidir si son galgos o podencos, han postergado por más de un año, y entre otras cosas nos encontramos que desde Europa nos están pidiendo cinco mil quinientos millones de euros para cuadrar las cuentas, y los corifeos del estado, ya están mirando a los bolsillos de los contribuyentes con ojos golositos, sin darse cuenta de que hay una cosa que se llaman empresas públicas, susceptibles de venderse, que el Estado metido a empresario no me parece la mejor de las soluciones.
¿Alguien se ha parado a pensar cuánto vale AENA?. La gestión de los aeropuertos nacionales ha producido este año alrededor de trescientos millones de euros al trimestre en beneficios, unos mil doscientos al año. El Estado mantiene el control del cincuenta y un por ciento del capital, es decir que su paquete, mal vendido, podría representar alrededor de diez o doce mil millones de euros. Problema resuelto, y parte del de la hucha de las pensiones.
Parece que se nos olvida que hay participaciones en la banca, comprada a costa de nuestras espaldas, que en sectores como la energía, (Enagas, Red eléctrica), alimentación, hostelería, transportes, minería, comunicación, logística, aeroespacial, tecnología…el SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales) tiene participaciones bien mayoritarias, bien minoritarias, pero que de su venta se pueden equilibrar los presupuestos, por no decir lo que significaría simplemente desprenderse de tantas y tantas empresas inservibles o deficitarias.
Creo que de cosas como la agencia EFE, Correos, Indra Airbs….se puede sacar un buen dinero, que cuando se vendió Telefónica tampoco se hundió el mundo….
Cierto que muchas puertas correderas de esas que tan bien sirven a los políticos se cerrarían, pero como se dice en estos días del Samhain, “haber escogido la muerte”.
Reconozco que lo fácil es pillar de naja al contribuyente, pero al contribuyente de a pié, que el otro ya se defiende bastante bien, y escuchando al recién jurado nuevo Presidente del Gobierno de España, parece que esas cosas tan de la derechona, de no te preocupes, que te bajo los impuestos, ya no aparece en sus discursos, innecesarios por otra parte, para alcanzar el sillón presidencial, que todo el pescado estaba vendido cuando la Señora Pastor dio el pistoletazo de salida. Así, que me temo lo peor.
Los devotos del ultraliberalismo económico, están frotándose las patitas delanteras viendo cómo se desinfló el valón, que sí, que con la reserva de soberanía que quiere mantener, pero sabe que han perdido sus representados, (él quizás no) y con ellosl todos nosotros, cuando ha permitido que finalmente salga adelante el tratado de libre comercio con los canadienses.
Ahora veremos cuántos parlamentos franquistas tenemos en Europa, de esos que ceden a tribunales espurios la soberanía y el poder que el pueblo les ha dado, haciéndose el seppuku, como un samurái que haya perdido el honor .
Pero estamos en tiempos turbulentos, y la lección nos la da Don Quijote, respondiendo a Sancho cuándo este le reclama salario, “Que más vale buena esperanza que ruin posesión”, así que no olvidemos a nuestro caballero, no seamos ruines como Sancho, y confiemos en que el tratado nos dé una ínsula sea Barataria, o sea la maravilla del comercio global libre de trabas, de legislaciones, de proteccionismos. Y si no nos gusta, siempre estará el bachiller Sansón Carrasco dispuesto a ser escudero del caballero. Competencia se llama esa figura, en la que siempre pierde el pobre, que acabará trabajando por la comida, y aún así escasa, y creyendo que admira a su señor.
Y por fin Francisco se nos lanza a la alabanza luterana, que el papa emérito, tan ligado él que estuvo a esa Inquisición que ahora se reconoce como “Congregación para la Doctrina de la Fe”, debe estar mirando si le puede organizar un Auto de Fé al bonaerense, que con estas cosas no se juega.
Y que conste que me parece bien lo que hace Francisco, que eso de hablar con la competencia siempre tuvo provecho, aunque en estos mundos de mercantilismo calvinista, lo mismo me hacen un cártel espiritual, y acaban subiendo los precios de los oficios. El low cost no ha llegado aún a los temas eclesiásticos.
Con eso de que aventar las cenizas de los deudos, o repartirlas entre la familia, parece cosa del diablo de un tiempo a esta parte, está la cristiandad que no sabe qué hacer con la urna del abuelito.
La señora Concostrina, el otro día, mientras ganduleaba en la cama antes de echar pié a tierra, me contó la razón del nuevo pecado y aún no he podido encajarme la mandíbula de la risa que me entró.
Se trata de volver a alquilar, en negro claro, los recintos sagrados, como criptas de iglesias, catedrales, monasterios y basílicas. Que como las autoridades sanitarias ya no permiten enterramientos, sino en lugares acondicionados….como cementerios, pues se estaba perdiendo una pasta gansa. Coste de oportunidad se llama esa figura, las escuelas de negocios llegan a todas partes.
Se habilitan columbarios super sagrados en estos lugares, y a cobrar según la voluntad de las familias, y claro, del lugar donde se depositen. Es que el culto sale por un pico, y si hacemos que la limosna sea secreta, IVA, y Sociedades que nos ahorramos todos.
No sé, pero yo me hago muy mayor, y me da que no hay un protocolo de actuación claro por parte de las autoridades eclesiásticas, que no se habla de cimacios, de entablamentos, y mucho menos de las urnas cinerarias que puede contener uno de estos espacios, así que será el Señor cura de Cucugnan el que vaya haciendo los apaños necesarios en su parroquia, que la iniciativa y el emprendimiento han sido siempre gratos a los ojos de Dios y de los hombres.
Con su pan se lo coman

Se desinfló el valón.

Poco dura la alegría en la casa del pobre, dice el viejo refrán, pero esta vez ha sido muy, pero que muy poco lo que nos duró hinchado. El líder valón, que nos llegó a parecer el nuevo Astérix, que algo de galo parece que tenía, se dejó vencer por el Imperio.
No, no están locos esos romanos, saben muy bien dos cosas, la primera como hay que dominar el mundo, y la segunda que lo de la poción mágica está muy bien para los cómics, pero realmente no existe, de forma que la supuesta aldea gala que iba a hacer frente a los tratados esos con Canadá, esos que hacen llorar a las ministras de comercio del señor Trudeau, ha sido tomada por los romanos, y ni siquiera Ideafix ha podido hacer nada.
Hombre, su cuñita ha metido, que quiere que la corte europea meta un poco las narices en eso de los tribunales indepes que deberán juzgar las desavenencias entre las multinacionales y los países….¡Como si no tuviésemos ya nuestras leyes, y nuestras normas, y nuestros jueces!.
Batalla perdida, y lección a tomar nota por los que piensan aún que nuestra querida Europa, y por ende el Mundo, no está regido por esos entes evanescentes que se llaman multinacionales o plurinacionales, que me da lo mismo.
Parlamento tras parlamento se merendarán con sopas del col fermentada el mandato de representar la soberanía que el pueblo ha delegado en ellos…”pardalets”, que diría mi amigo Emilio.
Así, que si el diablo no lo remedia, deberemos irnos preparando para asumir cualquier decisión que en aras de la productividad todo ese enjambre de mercaderes verterá sobre nosotros, y desde luego, que nadie se preocupe, las explicaciones que se nos darán serán fantásticas, que para eso están las grandes escuelas de negocios donde se forman los nuevos centuriones.
Esas escuelas donde cosas como la ética, se explica solo para que entiendan los miembros de sus ejércitos, eso de que meter la mano en la caja propia está mal, que las auditorías internas lo controlan muy bien, pero de puertas afuera no pasa nada, es más si pasa….si se hace poco.
Estos tratados son de alguna forma, y desde mi humilde e ignorante punto de vista, otro golpe en la línea de flotación de lo que hemos conocido todos como humanismo. El ser humano, el individuo está llamado a desaparecer, al menos en sus facetas de ser que piensa, ser con inquietudes, ser en definitiva con trascendencia.
No quiero aparecer como un viejo cabrón retrógrado, aunque lo sea, o quizás sí, porque lo que me temo, y ya leí en su momento con referencia a una de las últimas crisis del siglo pasado, una frase de esas de portada del Times magacine, que se preguntaba ·What kind of society have we created which sacrifices people on their prime?. (¿Qué clase de sociedad hemos creado que lo primero que hace es sacrificar a la gente?)
Y ahí tenemos posiblemente a qué nos va a llevar este desarrollo exponencial que estamos teniendo y que definitivamente no veo que esté diseñado para el bien de la humanidad, veo que está diseñado para el bien y el progreso de algunos hombres, que posiblemente sean el sueño de Malthus, la famosa catástrofe malthusiana, a la que creo hemos llegado.
Pero las cosas se han hecho de forma muy sutil, ya que la gran crítica que se le hizo a Malthus, fue que no tuvo en cuenta el desarrollo de la tecnología que seguramente podría resolver el problema de la falta de alimentos. Pero eso ha sido superado.
Me temo que lo que ha ocurrido desde aquel final del siglo XVIII, hasta nuestros días no ha sido la extinción de la raza humana por la sobrepoblación del planeta, ha sido algo mejor, hemos creado una segunda especie humana que llamaría H. sapiens crasus, es decir esa parte de la humanidad que jamás se reproduciría, (salvo excepciones puntuales) con el resto de H. sapiens.
Porque no veo yo a una hembra de Park Avenue, o del septième de Paris, ni a un macho de Chelsea, o de Wimbledon reproducirse con un yemení, o un eritreo, por no hablar de un nepalí un haitiano, o alguien de los barrios duros de Calcuta, dicho sea exagerando. Pero vamos, ni siquiera con gente de su misma ciudad, de esa que vive en los barrios periféricos, en los guetos, en los barrios obreros….Y como las especies acabamos definiéndolas como la incapacidad de reproducirse entre ellas, pues tenemos que ese hombre/mujer de la subespecie crasus, no lo hará jamás, pero no por genética, sino por causas sociales y económicas.
La ley promulgada por los Whigs (antigua denominación del PartidoLiberal Inglés), Ley de pobres de 1834, fue considerada por sus detractores como una ley con tufillo malthusiano, diseñada para forzar a los pobres a emigrar, a trabajar por salarios más bajos, y a vivir con una cantidad menor de alimentos”. ¿No suena a rabiosa actualidad?
Es el ultraliberalismo en el que estamos ahora inmersos como expresión del triunfo malthusiano, quien está promoviendo este tipo de iniciativas que en nuestra España no nos son ajenas, como no fueron ajenas en su momento a la escuela de Chicago, a Keynes.
Quisiera en este punto reflexionar sobre algunas de las iniciativas que en el pasado siglo influyeron sobre alguno de los problemas con los que hoy, en nuestro mundo occidental del siglo XXI estamos luchando. El primero fue la introducción delos métodos anticonceptivos…..a quien se los pudiese pagar, ya que hasta el Club de Roma, con diferentes excusas, algunas tan burdas como la imposibilidad de encontrar nuevas fuentes de energía, si la demanda sigue creciendo….
Con todo esto lo que hemos conseguido en nuestro mundo desarrollado son desequilibrios estructurales en nuestras poblaciones, en las que las tasas de natalidad ha bajado a niveles por debajo del mínimo de sustitución, donde las masas de “viejos” empiezan a ser inasumibles por los sistemas económicos que sustentan nuestras organizaciones sociales.
Y ojalá la tecnología y las promesas del señor Gates, de que se eliminará el hambre en el mundo allá por los años treinta, y que el cáncer se curará en diez años, me suena, con perdón a broma de mal gusto.
Ya que lo que al final leo, es que él y los de su especie, H. sapiens crasus, no morirán de cáncer, y desde luego no le faltarán los alimentos que tanto les gusta ver en la mesa del piso cincuenta de la quinta con la setenta y cinco, pero sigo creyendo que para más del noventa por ciento de la población esa cura no estará disponible, y desde luego no habrá huevos con jamón en Ghana, habrá el pienso que los “crasus”, han diseñado para los “sapiens”.
Y eso es malthusianismo puro, amigos, se crea una especie superior de seres humanos, perfectamente controlada en número, y el resto pasa a la consideración de animales a los que hay que alimentar con los productos de Monsanto, pienso sintético, adaptado.
Y esos verán pasar los coches sin conductor, se asombrarán con los logros del transhumanismo, verán a los de la especie “crasus” cumplir los quinientos años, no entenderán como utilizamos los chips de transmisión de pensamiento, y por supuesto, seguirán sin reproducirse con los de Park Avenue, que seguramente hayan introducido una modificación genética en una de las dos subespecies para evitar reproducciones no convenientes, y ya, como si fueran chimpancés.
Con su pan se lo coman

Mi sillón….mi tesoro

La suerte que tenemos los que no somos “istas”, es que nos podemos meter con los que lo son, y el espectáculo que siguen dando los socialistas, a los que como ciudadano, siento constatar que mi ruego de hace unos días, que se dejasen iluminar por aquel dios que fuera de su confianza, me temo ha caído en saco roto.
Me estoy ahora refiriendo al señor Iceta como líder recién nombrado de Partido Socialista Catalán, y que no quiere seguir la decisión tomada democráticamente en una votación en el que libremente participó.
Lo mismo para otros grupos dentro del PSOE, a los que desde fuera parece que les importa un real pepino esa cosa que se llama votar en democracia. Que cuando uno acepta ser de una organización, asiste voluntariamente a una reunión donde se vota algo, aunque su propuesta no triunfe, debe aceptarla como suya, pelear por ella, y conseguir que sea un éxito.
Todo lo demás es desde mi punto vista, cuanto menos mezquino, y con una carga de pequeño dictador en el alma, que ríase usted de los famosos cuarenta años.
El señor Iceta, que acaba de ser elegido presidente del PSC, no hubiese entendido que quien quedó en segundo lugar en su elección, no reconociese su triunfo, e inmediatamente no se pusiera a su disposición para luchar codo con codo, con quien fuera su oponente hasta el mismo instante en que se aceptó el resultado de la votación. Por no hablar de que le hubiese empezado desde el primer momento a dinamitar el proyecto.
Eso es lo que se estilaba cuando los herederos de los reinos debían matar a sus hermanos para evitar que les arrebataran el poder del trono, pero hoy los modos y las herramientas son muy otros, o eso creía yo.
Y dar el portazo si tu tesis no triunfa, no vale, que quien acepta el método democrático de la aprobación por mayoría, sabe que la deserción si no sale lo tuyo, directamente no vale, que al votar has adquirido un compromiso de luchar por la tesis vencedora.
Pero de nuestros políticos, en general cutres, mezquinos, mal formados, arribistas, y cuanto menos poco transparentes, por no utilizar el calificativo de mentirosos, se puede esperar cualquier cosa.
Señor Iceta, debería usted evitado asistir a la reunión de su ejecutiva, si no estaba dispuesto a acatar la decisión de la mayoría, y debería, bien haber dimitido inmediatamente de su cargo en el partido, o bien haber hecho que su partido abandonase la federación que le une al PSOE.
Parece que lo peor de nosotros, y hablo de los catalanes como yo, está aflorando con unos tintes que parece que han llevado el pensamiento de mi tierra a unas cotas de ausencia de “seny”, verdaderamente alarmantes.
Si no me gusta lo que se decide democráticamente en las instituciones, sean las que sean, intentaré, no convencer ni apoyar a quien haya conseguido que sus tesis sean las más aceptadas, sino que lucharé utilizando cualquier arma fuera del sistema para que me den mi piececita de chocolate.
Es vomitivo, porque todos y cada uno de estos que no son capaces de entender el significado de votar en democracia, y las consecuencias que conlleva en cuanto a la aceptación honesta de los caminos trazados por la mayoría, jamás aceptarían que alguien utilizase esas mismas armas para oponerse a ellos.
Pocas formas de estrechez de miras son más dramáticas que esta, ya que conlleva el no ser capaz de analizar las virtudes que otros puntos de vista tienen, y lo que puede significar ayudar a sacarlos adelante. Eso no significa renunciar a tus creencias, siempre y cuando no lleves a un dictador en tu corazón, porque tu creencia suprema debe ser la democracia, y la aceptación de sus reglas.
No señor Iceta, usted no debía haber asistido a la reunión del Comité Federal, si no estaba dispuesto a aceptar las resoluciones que en democracia iban a tomarse. Es más debería haber dejado usted o su organización en suspenso su relación con el PSOE. Le guste o no.
Lo que más siento es que sea usted de mi misma ciudad, y ya que tuvo la valentía de abandonar la Universidad a los dieciocho años…(el selectivo de ciencias es muy duro), no ha tenido la valentía-que en otros aspectos de su vida personal si ha tenido-de abandonar posiciones en la sociedad que exigen no solo llamarse sino ser profundamente demócrata.
Por favor, no dé usted desde la tribuna que ocupa ese ejemplo mezquino a las generaciones que están construyendo sus escalas morales. Sea como quiera, pero estamos en democracia y usted y los que como usted actúan deben pensar que el servicio que se les exige es primero hacia la democracia, luego con la sociedad que les mantiene.
No es nada personal, es a un dirigente de un partido menor a quien hoy le lanzo este llamamiento de que al menos honre usted ese apellido que le honra, procedente de tierras de Aya en Guipuzcoa, que dio dos casas, una en Yuso y otra en Suso, con lo que ello significa en la historia de España. Y estoy seguro de que lo hará, de que un hombre de un linaje tan noble, puede tener un error, pero nunca perseverar en él.
¿O es que consiguió con la promesa de llevar a cabo esta acción su sillón presidencial en el PSC?
Realmente lo que haga usted al final no vale nada en este proceso, solo da una imagen de su forma de actuar en la política profesional en donde usted se gana la vida, y a lo mejor, visto lo visto es lo que hay que hacer.
De lo que me alegro con todo esto es de la poca relevancia de su decisión, y lo que siento es que personajes como usted estén en la vida pública, siendo además de mi ciudad, paisano mío, vecino seguro, y lo último que quisiera es que alguien pensase que por mi tierra todos tenemos alma de dictador, aunque tras los últimos acontecimientos en los que saltarse las leyes que me son incómodas parece ser la forma de actuar, ya cualquiera sabe.
Por favor lean a Aranguren y a Tierno Galván, y entérense de lo que antes se explicaba en las cátedras, que no todo está anticuado.
Por si las moscas, ni soy militante, ni siquiera simpatizante de los gaviotos, soy simpatizante de los ciudadanos honestos, que actúan con la calidad moral que se espera de ustedes, dadas sus posiciones en la sociedad.
Con su pan se lo coman.

Quiero ser valón, o la lucha contra el CETA.

La negociadora canadiense que esperaba estos días cerrar un acuerdo de libre comercio con Europa, no pudo contener las lágrimas a salir de la reunión en la que se encontró con que Bélgica, bueno de hecho ese trocito de Bélgica que es francófona, no estaba para firmas de cosas que no entendía, y que cuando empezó a leer la letra pequeña se le pusieron los pelos como escarpias.
Llevo mucho tiempo manteniendo que el mundo occidental está dejando a un lado el concepto de ciudadanía, y digo bien dejando, que es de dejadez de lo que hablamos, y eso nos está convirtiendo en súbditos.
Y los valones, de pronto se han dado cuenta, que un tratado de ese tipo, lo primero que iba a hacer era quitar soberanía a los ciudadanos, y claro por ahí no han pasado. El resto de los países europeos, posiblemente se hayan dado cuenta también, pero no les ha importado a sus dirigentes, o bien han recibido las compensaciones a título individual suficientes para que sus representados, los ciudadanos de sus respectivos países, pierdan derechos y poder, para traspasarlos a manos de terceros, que normalmente son las grandes multinacionales.
La supresión de barreras arancelarias entre el bloque europeo y Canadá, es algo que realmente no tiene importancia, que no creo que en el más extremo de los casos suponga más de un tres o un cuatro por ciento, cantidad que podría ser eliminada con acuerdos sobre las partidas arancelarias concernidas sin mayor problema o impacto ni en el comercio ni en los ingresos fiscales de uno y otro lado.
El problema está en el hecho de que el proteccionismo se ha ido creando según mi punto de vista, en parte para la preservación de la industria local, y en parte para proteger la salud y las conveniencias de los ciudadanos. Eso se ha venido realizando durante décadas construyendo leyes y normativas en los parlamentos de todos los países, es decir, en teoría como mandato emergido del pueblo.
Con eso nos hemos defendido del mal comercio, es decir de juguetes venenosos, de toxinas botulínicas en las latas de conservas, de aditivos cancerígenos, de medicamentos no suficientemente ensayados antes de pasar a su uso terapéutico….
Hemos conseguido reducir el uso del tabaco, con las consecuencias que ello tiene, hemos, en definitiva, tras décadas de legislación acerca de lo que comemos, bebemos, utilizamos, mejorar nuestras condiciones de vida y nuestra salud, aunque aún el camino por recorrer es enormemente tortuoso y difícil.
Los políticos que están a punto de cerrar ese acuerdo que los valones frenan, creo que están cometiendo un ciudadanicidio, otro más en aras del poder de las grandes compañías, ya que los paquetes legales emanados de nuestros parlamentos, lo que es lo mismo nuestras leyes, dejarían de tener vigencia en el ámbito de uno de esos tratados.
Las disputas entre países y compañías se dirimirían en una comisión de arbitraje, compuesta por equipos ¿independientes?, con la máxima de que una decisión legislativa de un país soberano, si afecta al negocio de una multinacional, puede ser revocada, y no solo eso, sino objeto de una compensación económica, si esa comisión de arbitraje lo considera.
Ejemplo puede ser, y no sé si exagero, que si por ley no se puede fumar en un colegio, y Philip Morris siente que pierde negocio, puede obtener una compensación por parte del país que no quiera que eso ocurra.
Por favor cerrad los ojos y visualizar lo que puede significar en el retorno de publicidades sexistas, de fabricaciones insalubres, por no hablar de legislaciones laborales que puedan ser consideradas por las compañías, lesivas para sus intereses. La solución de todos esos encontronazos, se dejan en las manos de esa comisión de arbitraje.
Los políticos europeos, que los otros bien poco me importan, aunque salgan llorando de la reunión, dicen que han estado negociando más de siete años este tratado, que ahora le bloquean los valones, y que así no hay quien lleve a cabo de forma productiva el ordeno y mando que tan cómodo es y tantos beneficios reporta al ordenador-mandador.
Y en esos siete años, lo que se les ha olvidado, al parecer, es que hay una cosa incómoda que se llama ciudadanía, y que es de donde procede su capacidad de decisión.
No creo que haya en este país de cuarenta y seis millones de ciudadanos más de cuarenta que hayan tenido acceso a los términos de tratado, porque desde luego la ciudadanía no ha tenido la más mínima posibilidad de decir nada porque textualmente se les ha prohibido el acceso a cualquier tipo de información no solo de los términos de la negociación, sino del resultado.
Ni un solo debate en sede parlamentaria, ni una sola información a la ciudadanía acerca de los beneficios, los riesgos y los perjuicios que acarrearía el acuerdo. Nada. Está prohibido por a Comisión Europea textualmente, y por escrito.
Y sus señorías, las nuestras, que por desgracia no son valonas, se lo han merendado hasta las heces. Como mucho cuatro pollos gritando a deshoras por Lavapiés o por Hostafranchs, de que el tratado TTIP, no les gusta. Poco es para un país democrático, en el que la ciudadanía algo debería decir.
Y que no se me venga con la falacia de que una actitud como la mía va en contra del comercio mundial, fuente de todo progreso….todo lo contrario.
El comercio es, o debe ser un instrumento al servicio del ciudadano, no al revés. Repito, es un instrumento, nada más, y como tal, debe cumplir con unas normas que satisfagan a las comunidades sobre las que actúan. Consecuentemente, esas normas deben ajustarse a las establecidas durante décadas en los parlamentos, no al revés.
En www.economiaciudadana.org/2014/08/se-filtra-el-documento-definitivo-Tratado-Libre-Comercio-entre-UE-Canada.html se puede uno hacer a la idea del impacto que puede tener en nuestras vidas, ya que afectará a nuestras democracias, los derechos ciudadanos, laborales, medioambientales, que cederemos a los intereses económicos de las multinacionales.
¿Tendremos, si esto sigue adelante que cambiar nuestra Constitución, nuestras leyes?, no lo sé, porque no sé lo que quieren firmar, ya que aunque creo que la fuente es fiable, mis representantes políticos, no me han dicho nada, que hay acuerdos de confidencialidad, como veréis si pincháis al final del enlace que os he facilitado.
Algunos países europeos, Alemania entre ellos exigen que el texto sea aprobado por su Parlamento. Algo es algo, porque el Parlamento Europeo no puede incluir ninguna enmienda, es cuestión de sí o no.
En resumen, yo no quiero que me vendan cosas sujetas y acordes a la legislación canadiense, que ya tengo las que se han producido en Europa y he pagado con mis impuestos su elaboración por los organismos que supuestamente me representan, y por otra parte, imagino que a los canadienses que son gente seria, les debe pasar tres cuartos de lo mismo, por mucho que nos venga bien colocar fácilmente los excesos de producción, acceder a los concursos públicos, o permitir a los ejecutivos que puedan vivir aquí o allí con pocas o ninguna limitación, que el problema lo tengo en otro sitio.
Espero que la calidad de la vaselina de uso farmacéutico se mantenga a buen nivel, porque nos van a dar por donde amargan los pepinos.
Con su pan se lo coman

Los procesos iniciáticos

La primera vez que me enfrenté al proceso iniciático, fue en cabeza ajena a costa de un supuesto fontanero británico que firmaba como Lobsang Rampa, y en uno de sus libros, no recuerdo cual, quizás en el Tercer Ojo, o en el Médico de Lasa, o seguramente en La caverna de los antepasados, por no equivocarme, describía lo que un aspirante a monje debía hacer para ser admitido en un monasterio.
El aspirante debía pasar sentado en loto, a la puerta del monasterio días y días, sin comer y sin beber, en estado de meditación, hasta que en un momento, determinado no sé por qué, alguien le permitía la entrada, o se la denegaba.
En esa figura, he podido entender mucho después, cuando he visitado esas tierras, lo que significa ser monje, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, no solo física sino espiritual.
Los monasterios protegen a sus monjes, les dan cobijo, comida y formación, a cada uno según sus posibilidades, y ciertamente a cambio de trabajo para la comunidad que les acoge, pero fuera la vida es infinitamente más dura, era vivir en las tinieblas.

Me dejó apechuscado por un buen tiempo, que en aquellos entonces era yo muy chaval, y no daba abasto con tantas y tantas iniciaciones a las que me enfrentaba, que era un sin vivir.
Cierto, que como no se les llamaba iniciaciones, pues no las disfrutaba, pero hoy que medito, mal, pero medito, recuerdo a mis diez u once años la iniciación que tuve que superar para ser admitido a la comunidad del bachillerato, enfrentándome a un cátedro de instituto, en un examen oral tremendo, que hoy, más de diez lustros después, aún me acuerdo.
Y esa fue una importante iniciación, que me permitió acceder a un mundo de conocimientos que a la mayoría de chicos de mi barrio se les negó, que su iniciación más se parecía a la de los masais que debían cazar un león casi con dientes de leche.
En mi Barcelona de los sesenta del siglo pasado, los chavales tenían su iniciación en el mundo laboral a los catorce años, y su devenir por ese mundo, tenía aún mucho del sistema gremial salpicado ya por desgracia del tufo industrial que luego se impuso.
Eran aprendices sin maestro, eran los aprendices de la fábrica, pero seguro que esa iniciación que se materializaba en un sobre los sábados con algo de dinero les permitió una iniciación al mundo del sexo, en las noches de la calle Robadors, y a la del alcohol barato, en la taberna del barrio….de al lado.
Y hasta no llegar a oficial, no podía buscar novia seria, que la cosa no llegaba, claro siempre y cuando no apareciese una preñez no esperada, que entonces las cosas se precipitaban.
Era la iniciación del niño al mundo cabrón de obrero de barrio de ciudad industrial.
Pero como a todos los que andamos por este mundo dando patadas, muchas de ellas sin sentido, nos esperaron muchas más iniciaciones, que todos los recintos tienen puertas, y has de enseñar la patita.
La iniciación que siempre me ha gustado observar es la de la religión católica, que me iniciaron sin que me enterase, pero claro era solo como cliente, que para ser parte de los órganos de gestión si hay que iniciarse en temas pastoriles, de ritos de símbolos, y de obediencias, sobre todo de obediencias.
Luego, la vida me ha hecho transitar por caminos iniciáticos siempre, de nivel bajo, pero todos con su aquel, como la iniciación al ejército de cuando me llevaron, de la iniciación a la universidad, al mundo laboral, y al proyecto o empresa que llamaremos esto o aquello, que para que marear.
Al final lo que parece que tenemos es un mundo de tribus en el que si quieres ser parte de una manada, tienes que pedir permiso, tienen que aleccionarte, y en general, a posteriori debes ser un buen chaval, que si no se te cabrean, y o te sacuden, o te consideran un proscrito.
Realmente, si no caes en manos del maestro adecuado, o de los maestros, no es posible, por muy puñetera que haya sido tu iniciación, que puedas progresar a algo más que elemento de relleno, lo que no es poco, ya que al menos tienes acceso a las sobras de los banquetes, que a la chicha ya es otra cosa.
Pero lo que decía de la iniciación aquella que contaba el tal Lobsang Rampa, fuera de las paredes del monasterio hace mucho frío, y se pasa mucha hambre.
Es así, que tu parte debes cumplirla, bien si te toca limpiar letrinas, o salir a los caminos para que las buenas gentes te llenen el cuenco de arroz.
Y esa es nuestra historia, siempre y cuando no llamemos a la puerta equivocada, que siempre te puedes encontrar en ese salón en el que no pintas nada, no tanto por ti, sino por lo que de un neófito se espera que aporte.
Y ahora esta “New age” o Antropoceno, que estamos viviendo, y que los eruditos cuadran su nacimiento con el mío, parece que ha decidido directamente comprar las almas de todos nosotros a cambio de espejitos mágicos que además nos cuestan una pasta, y absolutamente abducidos, los seguimos como si fuésemos las ratas de Hamelín, hacia el precipicio que decidan los Google, Facebook…Wilkipedia, y nos hacen miembros “conectados” de esa matriz universal en la que encontramos todo lo que podamos soñar, es el paraíso en la Tierra pero sin estar a las puertas del monasterio días y días meditando.
Aquí todo es inmediato, todo es superficial, sin necesidad alguna de maestros, de neófitos, que todo está en el protocolo y en la hoja Excel, bien cuadrada, eso sí.
Desechamos pes el pensamiento humanístico de nuestros ámbitos, que inmediatamente han sido invadidos por los que ofrecen soluciones inmediatas a cualquier necesidad que se nos ocurra, que tenerlas, lo que se dice tenerlas, en el mundo occidental, si son materiales básicas, pocas hay, y si son del espíritu lo arreglamos con dos me gusta de una red social, sobre algo que en diez segundos estará olvidado.
Hay que volver a esas cámaras de reflexión pre-iniciáticas, que aunque fuera el patio de la venta en la que Don Quijote veló sus armas antes de ser armado caballero, o los claustros maternos de San Saturio o de la Vera Cruz, o simplemente mi cuarto del día antes del examen de ingreso de bachillerato, donde debemos reflexionar sobre el paso que vamos a dar, lo que va a significar en nuestro futuro, y en la carga de libertad que tiene ese momento de reflexión.
Eso es lo que estas nuevas tecnologías nos han distraído, ahora somos miembros de una de esas comunidades virtuales y globales, sin saber por qué ni para qué, y además pagando el precio de nuestras almas. Así que…
Con su pan se lo coman.

El robo cotidiano

Lo que tienen de malo los sistemas piramidales, es que además de ser una estafa flagrante, al final revientan como los triquitraques, y los que se hayan acercado a ellos, acaban de una forma u otra salpicados por la suciedad de la pobreza.
En estos malditos tiempos de crisis creada por la ambición desmedida de alguno de los protagonistas de nuestras sociedades, que intentan convencernos de que en el tamaño está la virtud, se nos están viniendo encima estas viejas estructuras económicas. Una está acabando de reventar ahora, y la otra va a empezar, dos estructuras piramidales que llevan demasiado tiempo engordando.
La primera de ellas, y que me corrija quien entienda, han sido nuestras cajas de ahorros, que como negocio en su creación, lo que pretendían era tomar el dinero de los partícipes, remunerarles en un porcentaje aceptable, siempre pensando que la liquidez vendría de las nuevas aportaciones, y con el resto de los activos recuperados se realizaban inversiones que ayudaban a su comunidad a ganar en prosperidad.
Detrás vienen las cajas alemanas e italianas, que esa risa aún no nos la hemos echado, y la tendremos encima a poco tardar, ya que al final, lo que ha pasado ha sido que las aportaciones de nuevo capital han fallado, y que los gestores no han sido diligentes en realizar las inversiones adecuadas para mantener una estructura que como pirámide, (parcial), se diseñó para satisfacer las necesidades financieras de una comunidad.
La variante “bancaria” del sistema, requería de una aportación importante de capital por parte de sus dueños, que finalmente era quien garantizaba las aportaciones de los clientes.
Hoy los clientes no aportan dinero a la pirámide de forma directa, que las cuentecitas de los particulares son mísero reflejo de lo que fueron en importancia en su día, por lo que el dinero lo aportamos gracias a los préstamos que los Bancos Centrales realizan a estos banqueros, a costa de nuestro futuro esfuerzo, ya sabéis, ochenta mil millones al mes en el caso europeo, o directamente inyectando un dinero mío en forma de rescate como se ha hecho en España, y que nos va a costar un pico de cincuenta o sesenta mil millones de euros, que nos hubieran venido de perlas para otras hazañas más lustrosas para el ciudadano de a pié, al que claramente se ha empobrecido, siendo esta una de las razones, que por haber, hay muchas más.
Pues sí, el sistema bancario que hemos conocido, el de la libreta de ahorro, el de las letras para la lavadora es un mero recuerdo en la historia actual de la economía mundial.
De hecho los bancos que parece que triunfan son los que se dedican a la intermediación financiera y viven de las comisiones que la gestión de fondos de inversión o productos derivados les producen. (Sugiero echar un vistazo a las cuentas de Bankinter recién publicadas, y ver de sus beneficios qué parte proviene del negocio tradicional, y cuál de sus gestoras de fondos).
Pues sí, aquí la pirámide se vino abajo, o se está viniendo, que en cinco años no los va a conocer ni la madre que los parió, y no hay día que no desayunemos con el nuevo ERE en España o en Sebastopol, afectando a no sé cuántos empleados, que la banca minorista ya no gusta, y la de negocio cada día es más opaca.
La siguiente pirámide que se nos viene abajo es la de las pensiones basadas en los sistemas de recaudación y reparto, esas las primeras, que luego vendrán las de aportación individual a fondos que se dedicarán (previo pago de las comisiones correspondientes) de intentar a la vuelta de una décadas concederte una vida digna.
Estos días andamos de campaña en España, con el puñetero hecho de que la famosa hucha de las pensiones se nos acaba a la vuelta de cuatro pagas extra, y parece por el número de expertos que sueltan sus paridas interesadas, en debates de todo tipo, quieren convencernos de que a mitad del dos mil dieciocho, aquí no va a cobrar nadie.
Y al final lo que está ocurriendo es que las aportaciones que se deberían hacer para cumplir con los compromisos, no se están haciendo, y siempre por mantener el privilegio de unos pocos.
Ha sido, y es una práctica habitual en la gestión de personal de las grandes empresas, largar a sus empleados a eso de la “prejubilación” a los cincuenta y pocos, lastrando el sistema para mejorar sus cuentas de resultados, un poquito aquí y un poquito allá, de forma que por mucho que alguien quisiera trabajar hasta los setenta o setenta y cinco años, lo iba a tener imposible, porque ni siquiera el Estado te lo permite como empleado público….a no ser que seas político, claro, que eso va por otro camino.
Así que cuando oigo que se debería subir la edad de jubilación, y me consta que mucha gente deja su trabajo a la fuerza, no se están poniendo las leyes adecuadas, que lo único que se pretende es empezar a pagar las jubilaciones más tarde, y eso es trampa, amigos, es trampa.
El agujero que tenemos a día de hoy, es de unos dieciocho mil millones al año, y está provocado por varias circunstancias, siendo posiblemente la más importante la caída de los salarios, que se traduce en menores cotizaciones, y la pérdida de tres millones de puestos de trabajo, que han sido directamente motivadas por la malhadada reforma laboral a la que nos sometió este gobierno para satisfacer los requerimientos de los más poderosos entre los agentes económicos, y que nos lleva al deterioro de esta pirámide.
No olvidemos que la estructura está basada en una promesa de compensación a largo plazo, de un compromiso que el Estado ha contraído con todos y cada uno de nosotros. Y no vale de forma unilateral cambiar las reglas a mitad del partido, ya que al ciudadano a quien hoy se le pide el dinero para pagar las exigencias de la pirámide, no se le puede decir que cuando a él le toque recibir….¡uuuupppsss! no va a poder ser. La solución es dejar de pagar inmediatamente, y que me devuelvan lo pagado….digo yo, o apuntarse al sistema de forma voluntaria.
Pero claro, nos encontramos con la siguiente parte de la historia, es decir, una persona que hoy empezase su vida laboral, y pudiese ignorar el sistema de pensiones estatales, tampoco tendría nada garantizado.
Se acaba de publicar que durante los ¡últimos diez años!, más del 90% de los fondos de pensiones gestionados bien por bancos, bien por aseguradoras, no han sido capaces de no ya el mantener el valor deflaccionado del dinero invertido, sino que tampoco han dado rentabilidades positivas.
Eso sí, las comisiones se han cobrado puntualmente, por todas y cada una de esas instituciones.
Así que las cosas están como siempre, a robar al de a pie, apoyándose una y otra vez en legislaciones totalmente desfavorables al ciudadano, así que los que empiezan, los que andan a mitad de su carrera profesional, y los que la acabaron, harían muy bien en preguntar al político de turno antes de darle el voto, qué garantías da de que esta situación de una vez por todas nos sea favorable.
Buenas noches, y buena suerte

I’m getting blue….

Me estoy poniendo azul, traduciría San Google bendito, y no entenderíamos más que me encontraba frente a un proceso de anoxia, producido por un hueso atragantado, o por algún problema cardíaco….pero no, cuando te dicen eso, te dicen otra cosa, que los del Imperio son capaces de crear un género musical, el Blues…el azul, claro, o Mr. Allen, toma una Rapsodia….en azul, del gran Gershwin, y hace de Manhattan una ciudad…azul, blue.
Para ponerte azul en inglés, algo esencial es que se te venga alguna forma de melancolía encima, y en los tiempos que vivimos, nos han quitado, me temo, el tiempo necesario para entrar dentro de esa sensación, que como todo, bien manejada es una fuente de placer y de enriquecimiento íntimo nada desdeñable.
A mí personalmente me gusta ponerme azul, es una de las formas que tengo a mano para abandonar por un momento, o varios, el bombardeo de inutilidades con los que nuestro entorno nos sacude sin piedad.
Es para mí una especie de rito, y los ritos son la forma externa de los mensajes interiores, son como las rutinas de un deportista antes de realizar su trabajo, te ayudan a concentrarte en la acción que piensas llevar a cabo, no solo llevándola a la excelencia, sino al disfrute íntimo de la misma.
A mí, cuando quiero ponerme azul, debo primero montar un templo con aportaciones externas, como por ejemplo la ausencia de luz solar intensa. La lluvia otoñal me ayuda como inicio de ese estado.
Luego las siguientes acciones son más de mi ritual particular, lleno el silencio que me rodea con el silencio que me aporta un piano empeñado en Schubert, o un órgano empañado por Bach, me siento delante de un papel en blanco, y a veces, hasta lo lleno con garabatos que pueden acabar pareciéndose a letras, a palabras, a frases, a textos…
El templo es sencillo, ya que a partir de ese momento, e independientemente de lo que ocurra en el papel, o en el mundo, ya puedo comenzar mi gimnasia de introspección, que algunos dirían que me ponen azul.
Así que me encuentro esta tarde con cierto tono cianótico, palabro delicioso que rompe cualquier confusión que alguien pudiera tener con poesía.
María Joao Pires, me está engañando desde el tocadiscos, (esa si es una palabra poética, en desuso), y su sensibilidad intenta entrar en esa piel de dinosaurio con que la naturaleza me ha distinguido, y casi lo consigue, porque esta tarde no tengo ganas de una sesión embrutecedora de noticias, de series de televisión, o de “best seller”, no estoy para las florituras de los chicos de mercadotecnia que quieren que me interese y le dé a un “me gusta”, aunque no compre, que solo con los clicks ya les vale.
Cuando uno se pone azul, no está para clicks, tanto si es melancolía, natural o forzada, o simplemente un hueso de aceituna, no está para pensar en cosas, en personas, en proyectos, en paisajes, no, está solo para sentir, que es algo que cada vez hacemos menos, y el diablo nos castigará alquilando nuestros sentidos a un robot.
Quería pensar en personas, pero no es el momento, a lo mejor es la ocasión para recordar las sensaciones que han dejado en tu piel, en tu alma, en tu aburrimiento, que no hay que ser siempre positivo, porque sigo creyendo que el no, es tan positivo como el sí, depende solamente de cómo te lo tomas.
No, ni siquiera Mark Knopfler va a sacarme de mi estado “blue”, que mi tocadiscos es lo que tiene, en algún momento le dí vida propia y supera el test de Touring que ni los androides de Blade Runner.
Desgraciadamente hay dos cosas que no puedo incluir en el rito de mi templo, como quemar el libro que no me está gustando, porque los leo en instrumentos esos que la tecnología nos ha regalado, y si no tienes un Samsung Note 7 que sufren de combustión espontánea, (cospiranoicos decidme, por favor, que ha sido la CIA quien se la ha liado parda a estos coreanos) no hay forma de conseguir una llama de esas que ensimisman, o te hacen como a Pepe Carvalho, por la gracia de Biscuter, y con su novia putarazana mirando una buena escudella y carn d’olla, amb pilota, de esas que no se salta un gitano de la Mina soñar con la cocina regional, que no odo van a ser los hermanos Roca.
Voy a pedirle a mi androide musical que me ponga la Muerte de Isolda, esa pieza que se escribe desde el Gran Canal, en el arrebato ultraromántico que sacude a Ricardito, como a todos los alemanes que llegan al sur. Claro, que cada uno da de sí lo que lleva dentro, y la mayoría todo lo que consiguen es echar un par de meadas en la laguna, de esas que provocan dos Bellinis y una próstata infdlamada, eso sí a través del inodoro del Danieli.
I’m getting blue, y no estoy para aguantar hoy al Quico Pi de la Serra, por mucho que me pregunte eso de que si m’agrada el blues. No Quico, hoy no, que como diría mi hija, no tengo el coño para farolillos, o lo que yo tenga, que tampoco voy a ponerme exquisito a estas horas de la tarde, otro día te subiré al Cadillac y te dejaré que me cuentes la vida de B.B. King, o de los Blue Brothers, pero hoy no.
Hoy toca recordar sentimientos detrás de los cristales, y el Mark Knopfler se ha puesto en plan jefe de manada sobornando a mi androide musical, y no hay forma de pedirle que se ponga a leer a Espronceda con unos nocturnos de Chopin, de esos que tocaba Rubinstein. Claro que tampoco estoy en Valldemosa, ni se ven los olivares de arbequina balear, quizás a lo lejos podría intuir, con la memoria, en el camino hacia Palma, el sanatorio antituberculoso que tan bien le hubiera sentado a Violeta, y buen problema le hubiera planteado al padre de Alfredo.
El sentimiento azulado te pone cínico, y te hace, en la intimidad claro, como el catalán de Aznar, pensar en que como ya nadie te hace llorar, nadie te quiere, pero en mi caso no es cierto, que como aquella
Dulce Filis, si me esperas,
De favor has de ir mudando,
Que es mucho para burlando,
y poco para de veras
de la vejez sacrílega de Lope, sí, hay una mujer que hace que mis lágrimas broten cada vez que me pongo en sus manos, y es mi fisioterapeuta de cabecera, que sabe llenar de sensaciones todos los rincones de mis músculos y nervios, y solo sin un amor desbocado no podría conseguirlo, digo yo, que solo quien bien te quiere te hace llorar.
I’m getting blue, y eso me lo permite casi todo.
Con su pan se lo coman

No me romperé los dientes con una piedra

No sé si es una moda, o una campaña de esas que hacen los malotes con sus intereses espurios detrás del mensaje virginal, pero me estoy empezando a preocupar.
“Sigue la pista de sexo o de dinero y encontrarás a asesino”, te dirá cualquiera que haya leído un par de novelas policiacas, así que voy a intentar hacerlo y así me entero de lo que pasa, porque hasta donde llego, y, sí, ya sé, no llego demasiado, parece que los viejecitos molestamos, vamos que en las hojas Excel, esas que gobiernan el mundo, aparecemos en rojo, en esa área de “eliminar para cuadrar la hoja”.
Pero ¿qué quieren vuesas mercedes que diga? , que voy a coger una piedra y romperme los dientes cuando cumpla los setenta, y así mi hijo no tendrá dolor de corazón en subirme a la montaña, abandonarme, para que muera de frío e inanición porque la tradición dice que a los setenta uno ya no aporta a la sociedad lo que come más un pico para los que suben.
Eso está bien en esa obra que siempre recomiendo ver, y leer, “ La balada del Narayama”, escrita en 1956 por Shichiro Fukazawa, y llevada a la gran pantalla en dos ocasiones, una en 1958, dirigida por Keisuke Kinoshita, y posteriormente en 1983, por Shohei Imamura, y que se llevó la Palma de Oro en Cannes.
La lectura que los autores hacen de esa sociedad campesina de los Alpes japoneses, es perfectamente extrapolable a nuestras sociedades occidentales de hoy, con un pié puesto en el transhumanismo y otro en la porquería que tantos y tantos inútiles han sembrado pensando y llevando a término esos postulados en los que solo esa edad entre los treinta y los cuarenta es útil para producir dinero.
Estoy aburrido de ver como tanto y tanto ineducado, ha introducido en la hoja Excel, que acaba tomando decisiones sobre vidas y haciendas, que solo son válidos para la sociedad, en todos sus aspectos aquellos que creen que tienen la experiencia que se niega a los de veintipocos, y a la vez la energía, que se les niega poseer a los que tienen cuarenta y pocos.
Al menos esa sociedad campesina de los Alpes japoneses, esperaba a los setenta para el desahucio vital que en el mundo puñetero de las empresas “Leader” se empieza a negar a los que han pisado la quinta década de su vida.
Valga todo esto, para comentar esa nueva ley, o proyecto de ley, que una sociedad mercantilista, calvinista, cutre y puñetera, desoladora de los países donde puso su planta como Sudáfrica o Indonesia, donde no dejó cultura sino memoria de latrocinio y expolio, y me refiero a la holandesa, se atreve a plantear, o implantar, que me da lo mismo
No creo que sea en aras de la libertad de los individuos que puedan sentirse agotados por el esfuerzo vital por lo que se está proponiendo o aprobando, la ayuda al suicidio, de aquellos ciudadanos que crean que ya no pueden aportar nada a su entorno, y que al sentirse una carga, rompan sus dientes con una piedra, para que su hijo les suba a la cima de Narayama y puedan allí morir de hambre y frío.
No me gusta en estas páginas escribir exabruptos, pero esta vez no puedo por menos que decir en voz bien alta que una sociedad que se plantea facilitar a sus mayores a muerte porque se sientan cansados de la vida, es una sociedad maldita.
Y siento tener que decir a los holandeses, que pocas cosas hay más miserables que facilitar la muerte, a quienes ya no son productivos en una sociedad opulenta como la suya, que posee todas las armas para conseguir que ninguno, y digo bien ninguno de sus ciudadanos pueda pensar que la muerte gubernamental es la salida más razonable para su hastío (supuesto) de vivir.
Espero con todo mi corazón, que estas iniciativas no prendan en el resto de Europa, y sé que en nuestro bendito sur la cosa no es fácil, porque si les veo un ápice, me hago seguidor del Tardá en Twiter, que con suerte nos hacemos indepes, nos echan de Europa, y la norma no se aplica.
La miseria holandesa, ha sido capaz de crear una sociedad en la que sus súbditos, pueden desear la muerte por aburrimiento,
-que la muerte por enfermedad cruenta e incurable es otra cosa-
o simplemente por ese término tan relativo que ha sido dado en llamar vejez, solo por unos números en un documento.
Con todo mi cariño, les diré a los holandeses que se lo hagan mirar, tienen una renta per cápita un diez por ciento superior a la de Alemania, y escasamente un cinco por ciento inferior a la del Imperio. Casi doblan a la española. Una sociedad opulenta como esa no debería animar a sus mayores hastiados a transformarse en seres de luz. No deberían.
Por favor, inviertan en hacer que la vida sea agradable a todos sus ciudadanos, a cada uno según su circunstancia y condición, sin permitir, bajo ningún concepto que nadie, ninguno de sus compatriotas sienta que es mejor la muerte que seguir paseando por los canales de Delf, o asombrándose con el nuevo matiz del museo de Van Gog….(entiendo que lo de Rembrandt o Spinoza mejor lo dejen a un lado, que deprimen a cualquiera).
Usen su dinero de forma creativa para que sus ciudadanos estén orgullosos de vivir eso 122 años de máxima, que parece que por el momento se nos otorga, haciéndoles sentir que son útiles a la sociedad.
Pero claro, entiendo el planteamiento, que tiene una carga economicista brutal, y es que si desde los cincuenta estamos diciendo por activa y por pasiva a la gente que ya no es útil, que no se les necesita, simplemente por la aplicación de presupuestos erróneos, y tras veinte años de ostracismo fácil es que pidan la muerte por aburrimiento.
La pasta que te ahorras con una inyección, como si fuera tu mascota que ya no tira, equilibra los presupuestos nacionales, ahorro en Sanidad, en pensiones, y si hay patrimonio que transferir a las generaciones que esperan, algún pico en impuestos se llevarán las arcas públicas, y a mí me da que es eso lo que se esconde. Por cierto, las sociedades que implantan el senecticidio, están a un paso de implantar el infanticidio.
Anuncio desde aquí, que no voy a darme con una piedra en los dientes, para que mis hijos me suban al Narayama, que voy a luchar con todas mis fuerzas por ser atractivo y útil a las personas que me rodean hasta que el diablo se me lleve, que si algo he aprendido en esta vida es que el éxito de cada individuo está directamente relacionada con su capacidad de adaptarse al medio en el que vive, a su ecosistema que decimos algunos desnucasapos, y si a los holandeses les parece más limpio, y barato, por supuesto, una inyección, que el hecho de que un calvinista se les tire al tren ¡con lo que cuesta eso!, o les manche de sangre y vísceras la entrada al rascacielos de la Unilever, que no me inviten a esa fiesta y que
Con su pan se lo coman

Otro curso más

Tengo la sensación de que el curso aún no ha empezado, que estamos intentando conseguir la lista de libros que nos han recomendado los penenes en la facultad, y que entre pitos y flautas aún no nos han dado más que introducciones a los temarios que van a desarrollarse los meses que vienen, vamos que hasta ahora, las clases no han sido más que promesas incompletas acerca del conocimiento que recibiremos.
Y el curso, como todos los años se nos presenta difícil, aunque luego no lo sea tanto, que para bien o para mal el porcentaje de los que no lo superan, siempre es bajo
Desgraciadamente las introducciones ofrecidas en las primeras clases no parecen muy halagüeñas con la excepción de que si la cosa sigue así nos va a salir más barato ir a Covent Garden que al Real, noche de hotel incluída, y los españoles, que somos como somos volveremos a lo del “give me two”, cuando andemos de “shopping” por la pérfida Albion.
Porque el hecho de que los Imperios estén flojeras no me anima demasiado a la hora de ser optimista en cuanto al resultado de este curso. Hay seguramente un virus suelto, que está trayendo una especie de gripe imperial que tiene pocas vacunas.
Teresita May, está que no le llega la camisa al cuerpo con eso que han liado sobre el Brexit, la tenemos aquí, con sus “organdises” azules, (el Marianico no sabía que cara poner para que no se le notase la coña) a visitar esta Península de su miserable colonia, para ver qué hacemos con sus viejecitos tostándose al sol de nuestro Mediterráneo, cuando la pensión no les llegue, que tal y como anda la libra tendrán que pasar a beber medias pintas de Mahou, o lo que es peor, un botijito y gracias. Además nuestro Marianico no está para financiar la sanidad de doscientos cincuenta mil British yayos, las cuentas no salen, que la factura saería de casi ochocientos millones, y los necesitamos para que no nos manden los hombres de negro.
Y por ende, tiene que escuchar las broncas en su tierra para que no sean ella y sus ministros quienes negocien la salida de Europa, que el “Parliament” se siente ninguneado.
Todo un drama, del que se aprovecha nuestro Margallo, cuando les dice a Mays y Picardos que van a necesitar algún mástil más para banderas en el Peñón. Estas cosas no hay que desaprovecharlas.
Y como la mostaza les sale cara, ya le han dicho a los de Unilever, que el “super” virtual de turno, la quita de sus estantes, que con “Her majesty bank note” por los suelos no hay quien la pague. En Rotterdam aún se están riendo.
Con esas, se les va a venir abajo el tinglado de la City financiera, y los próceres que nos gobiernan en esta piel de toro cainita, aún sueñan con que los huídos recalen aquí. Será, posiblemente la segunda versión de la “relaxing cup” de café con leche, que me temo andan lloriqueando Paris, Milán, Frankfurt, a ver si pillan cacho.
Más me preocupa que Don Putin ande molesto con el resto del orbe, en su dale que dale a los sirios malos, que los buenos nada tienen que temer. Total, a él lo que le importa es su base de Tartus en el Mediterráneo, y garantizar el control sobre el flujo gas hacia Europa, desde el Golfo Pérsico. Todo lo demás minucias, que esas cosas de los embargos, las guerras a este y oeste, no llegan al Kremlin, es cosa de mujiks, y es gente dura que sabe sobrellevar estos tiempos difíciles.
Me preocupa que el curso empiece poniendo a Rusia cara a la pared, me preocupa que, como parece, se adopten posiciones ultramontanas y que sigamos sin encontrar los caminos del entendimiento. ¿Será el sino de la Humanidad?.
Parece que el famoso “Yeneral González” dictador de Costa Pobre quisiera hacerse con las riendas del gigante americano, que parece encarnado en Donald Trump, pero se le están echando las féminas encima y o van a laminar.
Creo que me alegro, pero al final parece que los beneficios de las compañías americanas se están viniendo abajo en este tercer trimestre, Doña Yielen no sabe qué hacer con los tipos de interés, y está el mundo financiero en un no vivir. Al final es como si quisieran reventar su sistema político lleno de antiguallas, que, eso sí, les llevan durando ya tres siglos. Pero unas elecciones a rey del mundo con un solo candidato, me suena a los referéndum de Franco, ¿qué quieren ustedes que les diga?.
Y algo más de lo que nos cuentan está pasando, que hay por ahí un destructor Imperial, bombardeando posiciones chiíes, que los árabes parece que han llamado al primo de Zumosol. Contentos deben andar por Teherán, y animadísimos a bajar su producción de petróleo, con eso que les bombardeen en el culo de los yemeníes. Pero los árabes sunníes se abrazan al Tío Sam, y esas cosas se respetan.
Y los chinos, ¡ay los chinos!, que parece que exportan menos, que parece que importan menos, y no sabemos qué diantres quiere decir eso, no parece más que el enunciado de otro curso del que iremos teniendo exámenes trimestrales, y ya veremos las consecuencias.
También me tiene preocupado el hecho de que por la razón que sea, los chinos sientan que sus planes de desarrollo pueden alterarse por supuestas o reales acciones de otros países y reaccionen de mala manera. Lo veremos este curso.
De nuestro patio de Monipodio local, no me voy a extender, es más no voy a entrar, que el curso parece que empezará a fin de mes, que andan ya todos muy convencidos y han dado el “enterado” a las instrucciones que cualquier conspiranoico sabe han recibido de las fuerzas ocultas que nos gobiernan.
Ahora, lo peor del curso, es que se nos ha ido “Il professore Fo”, que seguro habría hablado del “Fu Fo”, y nos habría regalado un bonito y tan sesudo como divertido escrito sobre el tal acontecimiento.
Sé que muchos políticos locales habrán respirado tranquilos, como aquellos que inspiraron la agresión infame a Franca Rame, y esta pérdida se une a otra que este año nos dejó huérfanos del gran Umberto Eco, con lo que el mundo es ahora más pobre y más triste.
Espero que haya intelectuales que tomen el relevo y no nos dejen en las manos de los Clinton, los Trump, los Putin, los Li Keqiang….y hasta las de nuestros miserables esperpentos locales, porque el curso se nos hará interminable.
Con su pan se lo coman

La Fiesta de hoy

Las cosas están de los más aburridas por mi tierra, anque veo muy agitado a flequillo de nuestro “Molt Honorable”, pasear frustraciones por la Villa y Corte, a ver si hay suerte y se las magnifica La Vanguardia, pero ni por esas. Pero ese es tema menor.
Parece que no entra en la cabezas que ocupan los despachos de la Plaça San Jaume, que por estos pagos nos distrae mucho más la bronca de Ferraz que los anhelos del senyor Jonqueras, por mucho que quieran poner al Señor Aznar en la tribuna correspondiente para que pida perdón por haber sido mal niño cuando lo de Irak.
Y me pregunto, ¿a estos de ERC les paga la FAES?.
Ya tiene publicidad gratuita el ex-inspector de Hacienda gracias a su iniciativa parlamentaria que nos va a costar una pasta en sueldos, viajes, y lo que es peor, en pérdida de oportunidades para enfrentar aquello que queremos algunos españoles, y es que se arreglen los problemas de hoy, y que no me resuciten muertos, que estos chicos de la “gauche cutre”, parece que no saben mirar más que hacia atrás.
Y como “el Molt Honorable” ve que no le hacen mucho caso, toma la vía de llamar a su primo, el de Zumosol, eso si, por escrito, mandando cartas de hombre profundamente agraviado a las Naciones Unidas y a la Unión Europea lloriqueando porque la ley persigue a quienes la incumplen, y claro, son de su cuerda, y no puede ser. ¡Menuda mamandurria se tienen montada estos pollos a costa de mi Catalunya!. ¡Son los derechos de algunos humanos díscolos que él siente agraviados! De todas formas, y como tengo encima de mi mesa la Declaración Universal de Derechos Humanos, me he permitido mirar, con detenimiento, desganado, eso sí, si en algún rincón se hablaba de las “greuges” de nuestro” Molt Honorable”….,y nada, pero, bueno, como no soy experto en nada a lo mejor no he sabido entender la cosa.
La lástima es que con esos documentos plañideros y con las situaciones retorcidas, no están haciendo más que enfangar el buen nombre de Catalunya y de España, justa herencia de aquellas formas del pujolismo, del que los actuales mandatarios son herederos, que vengo a enterarme, que los pollos estos de la ANC, y del OMNIUM CULTURAL, con la pasta que deberían gastarse en “Rodalies”, andan repartiendo folletos sobre el genocidio y la limpieza étnica que en Catalunya lleva a cabo de forma sistemática el Estado Español, y que el señor Espinosa de los Monteros comentaba el otro día, con la pena que da el sentirse compatriota de esa tropa. Va en el sueldo, Don Carlos, va en el sueldo.
Y claro, la ceguera que te da ser algo que acaba en “ista”, unido a la falta de cultura y conocimiento, da en situaciones como las de Badalona, pero de eso ya no quiero saber nada hasta que estos chicuelos aprueben al menos algo equivalente al segundo de bachillerato, plan cincuenta y ocho. La cosa es muy cansina.
La parte buena de esta semana, me la está dando ese personaje asturiano, que ha tomado las riendas de la gestora del, por el momento primer partido de la oposición, y que con cargas infinitas de paciencia, de cultura y de democracia, nos ha recordado que los partidos que están en posiciones ideológicas diferentes a las nuestras por múltiples razones, están sustentados por una cosa amorfa, de esas que salen de vez en cuando en las encuestas, y que se reconocían por ciudadanos.
Así que cuando dices que no quieres saber nada de lo que piensan los millones de personas que no te han votado, estás ninguneando a la mayoría, y eso está muy feo.
Así que a Don Javier Fernández, voy a tener que pedirle “de salir”, porque después de tantos meses de desatinos, de empecinamiento, y de orgulloso desprecio, sale alguien que hizo el bachillerato, y nos explica qué es eso de la democracia, que es el gobierno de los más, y para los más, no el gobierno de los míos, y para mí. Y me da, que cuando abren la boca los socialistas que tuvieron que ganarse el derecho a vivir en democracia, es decir Don Javier, el señor Borrell, y hasta don Felipe, te dan ganas de considerar esa izquierda como algo más que avispero de niñatos en plena pelea de ambiciones mezquinas, y casi se pone uno a su disposición.
Claro, que esa serenidad la han conseguido a medias entre la formación y la experiencia, pero sus hijos políticos, me temo, carecen de ambas.
Lo más divertido es ver que la colonia Sudamericana de Barcelona sale al Paseo de Gracia a celebrar su fiesta, la de la Hispanidad, junto con otros cuatrocientos millones de ciudadanos del mundo, unos cuantos de los cuales pasan delante de la torre Trump, que hoy va a ser mal día para Don Donald, con tanto espalda mojada frente a su casa.
Y en Badalona, los Téllez, haciendo el primo, sobre todo con apellidos como ese que son de conquistador y genocida, según su criterio, mostrando esa maravillosa sonrisa que solo le cabe a quién encontró un pito y vió que sonaba. “Ho em fet”. Es lo malo de las listas cerradas, que se te cuela cada uno en las concejalías…..que ya, ya.
Yo les recomendaría que hiciesen una campaña en Naciones Unidas, para convencer a los colombianos de la “necesitat” de cambiar el nombre de su país, que eso de llevar el nombre de un catalán (según historiadores indepes), genocida, cabrón, esclavista….y bla bla bla, según “vuzotro uttede”, no es de recibo en estos tiempos.
Creo que lo mejor que uno puede hacer ahora, una vez declinada la amable invitación de un buen amigo para ver el desfile desde el Club Financiero, es prepararme unas buenas e hispánicas judías con chorizo, asarme una butifarra “d’en Sanglot” con unos “rovellons com Deu mana”, abrir un Rioja de buen año, ( un Ygay del 2005 ya vale), a Mompou en el Ipod, y se celebra la Hispanidad con toda dignidad, que si no te puede salir urticaria, lo pueden confundir con un sarcoma de Kaposi, y el Banderas se me pone mustio.
Y que no se me olvide, ¡Viva Zaragoza, y la Virgen del Pilar!, por si las moscas quieren volarme el cachirulo
Con su pan se lo coman

Los envoltorios de los mitos

Estaba pensando yo en las cosa que leía de chaval, y cómo disfrutaba con aquellos libros de la colección «Historias», donde en una página me aparecía el texto, más o menos resumido, y en la opuesta un cómic básico, en el que te ayudaban a ponerle cara, a Ivanhoe, a Huck Finn, o al bueno de Queequeeg, por lo menos.
Esa era una de las patas del banco, que me acercaron a Julio Verne, y su inolvidable «Viaje a la luna», a las aventuras de Tarzán, o incluso a aquel terrible David Copperfield. Otra de las patas eran las Aventuras del Capitán Trueno, del que ví nacer el primer número, hace sesenta años por estos días, como vi nacer al Jabato y al Sargento Furia, que parece que Roberto Alcázar o el Guerrero del antifaz, no eran santos de mi devoción, y aunque me hubiera gustado ahondar más en Diego Valor, no sé si la cosa no tocó de forma más regular por aquello de los magro presupuestos familiares, o por ciertas dificultades de distribución de la publicación. No lo sé.
A poco empezaron a caer en mis manos libros ya de esos que no tenían santos, y recordaré siempre a Zane Grey y a Jack London, con lo que entré en el mundo de las tierras ignotas, y por supuesto a aquel correo del Zar, que era Miguel Strogoff, y claro, sigo soñando en llegar a Irkustk, y al lago Baikal, que aún no me ha llamado Putin, para que lleve un mensaje suyo a sus guarniciones siberianas, que últimamente no se fía de los e-mails. Pero de una u otra manera lo haremos, ¡vaya que sí!.
La cosa es que, con esas tres patas funcionando, salió la cuarta, que se llama afición, y demasiadas cosas en mi vida han estado relacionadas con los mensajes que recibí en esa época de mi vida, que, por otra parte, es lo que se esperaba a la luz de los conocimientos sobre desarrollo intelectual de la infancia que manejamos hoy con la mayor soltura.
Me adapté de forma razonable al mundo en el que he tenido que vivir posteriormente, en parte gracias al bagaje que esas lecturas infantiles dejaron en mi cajón de «a ver que hago estos próximos años», y a la generación que me seguía, pues «El Capitán Trueno», ya no les decía demasiado, que entre otras cosas, la televisión empezaba a ocuparle algo del tiempo que yo me dejaba con Diego Valor.
También les tocaron algunos cómics, pero yo insistí algo más en Nils Olgerssön, que con Miguel Strogoff ya la cosa se ponía levantisca, reconozco que quizás no fui lo suficientemente hábil, o reflexivo para darme cuenta de que habían pasado treinta años y que las cosas habían cambiado en el ecosistema en el que nos movíamos.
Que cuando leí aquel increíble «De la tierra a la Luna», aún no habíamos llegado a pisar la superficie del satélite, y estaba leyendo pura ciencia ficción, pero treinta años más tarde, ya habían pasado cosas como Star Wars, y hasta Blade runner, la tele era en color, y Reagan ya tenía el tema de la guerra espacial bien organizado, y a los rusos de los nervios.
Quiero decir con esto, que la iniciación a la lectura de los niños debría ir de la mano del conocimiento de su mundo, no del nuestro, que deberíamos tener los adultos. Y en esto quizás sea de justicia, aliviar un poco la carga de los padres, a los que salvo excepciones muy marcadas, el fragor de la batalla en la que están metidos intentando sacar a su prole a delante, muy posiblemente les robe el tiempo necesario de reflexión para tomar las decisiones de cómo iniciar a los muchachos en la aventura del conocimiento a través de la diversión. Eso no era ni más ni menos que mis historias del Capitán Trueno, y pensando ahora en dos generaciones después de la mía, no me es difícil entender que el asombro que me pudo producir la historia «De la tierra a la Luna», hoy no sé si ni siquiera se lo dará la última de Georges Lucas, que la historieta la han cogido muy empezada.
Pero como de lo que se trata es de encontrar el vehículo adecuado para que las nuevas generaciones entiendan lo que es un camino iniciático, en el que el héroe con el que tarde o temprano acabas identificándote, sea una especie de modelo moral a seguir, me veo hoy en la tesitura de empezar a discernir como puedo ayudar a que pueda la nueva generación que anda ya empujando, entienda que para acabar el Juego de la Oca, hay que pasar por todas y cada una de las pruebas que la vida te va poniendo enfrente.
Los vehículos de transmisión de valores son los que han ido cambiando, porque la historia es siempre la misma, desde Odisseo a Eneas, y desde el Cantar del Mío Cid, o la Chanson de Roland, hasta la búsqueda del Grial de Mallory o Troyes, o el camino de Luck Skywalker o Don Quijote.
Hoy no sé cuál es el vehículo adecuado para que un niño pueda entender a través del «viaje» de un héroe lo que significa el camino de la vida, y realmente ignoro si se encuentra dentro de un videojuego, de una saga como puedan ser los «Juegos del Hambre», o de las historias de Harry Potter….pero también sé que las historias del Señor de los Anillos son difícilmente digeribles por nuestros chavales, porque estaban escritas para un ecosistema que ya no existe. Y la descripción de los valores que se van desgranando y que son útiles al héroe para superar las pruebas que la vida le va enfrentando, junto a las alianzas que tiene que ir tejiendo para el camino, son una enseñanza de lo más útil, que como digo, creo que necesita el vehículo adecuado.
Los responsables de la formación de los niños, tienen hoy un gran enemigo en el mundo que vive dentro de las tabletas esas que además son teléfonos, pero como siempre, las herramientas son neutras, es la forma en la que las utilicemos la que nos dará un resultado que podamos considerar positivo para los fines de mostrar el camino de la vida a las generaciones que nos siguen.
Y por último, no quiero olvidar que el papel de la retórica que envuelve el mensaje es importante, que no veo yo a los chavales esperando años a tener en sus manos el final de un Juego de Tronos, que se espera hoy en día, un nivel de inmediatez que la fórmula de los siete u ocho tomos no brinda.
Yo seguiré intentando que de una forma u otra entiendan el mensaje que nos deja el Caballero de la triste figura, o el bueno de Ulises, y si puede ser, al menos que entiendan el delicado envoltorio con que sus autores fueron envolviendo el mensaje, y con ello llevarán un interesante valor añadido.
Buenas noches, y buena suerte

Patas arriba

Esta mañana parece que empezaba a forjarse una opinión en el que el concepto de economía global estaba empezando a hacer aguas.
¡Vaya!, pensé por un momento, ahora que empezaba a acostumbrarme resulta, que como en todos los ciclos económicos, este empieza a mostrar unos pies de barro importantes.
Los sesudos contertulios que de amaneccida parecían estar de acuerdo, recogían, no solo los resultados de su análisis, sino la opinión del The Economist, que como todo el mundo sabe, es casi ley.
Realmente ignoro si la economía global es algo positivo para el más de los mortales, lo he dicho «ad nauseam», y sigo pensándolo. Creo que ha sido positivo, como mucho para la mitad del planeta, y negativo para la otra mitad, eso sí, sin distinción de naciones, clases sociales, razas y creencias.
Porque las ventajas que se han encontrado los obreros del tercer y cuarto mundo, las han pagado los obreros del primer mundo. Pero los países emergentes, están a ver como llegan a fin de mes, y a los países ricos no se les ve muy boyantes….claro que con excepciones, que los del Imperio van como motos, los chinos a la suya, Europa con lágrimas de cocodrilo tentándose la ropa a ver cómo diantres acaban las historias de esos bancos alemanes e italianos con más trampas que una película de chinos.
Los tratados de libre comercio, tampoco parecen tener buena pinta. El europeo, el denostado TTIP, anda en el refrigerador, que por estos lares, no sabemos ni cuántos somos, y lo que es peor, cuántos seremos. Que los «British», nos han hecho una «corna» a la italiana o una butifarra a la catalana. Que los húngaros no están por seguir las directrices de Bruselas, y se ponen burros con eso de la emigración, aunque sus ciudadanos les hayan dicho que no molesten. Porque no les han dicho ni sí, ni no, ni blanco ni negro, ni oro ni plata. Solo que no mareen.
Un no sé quién transalpino, ha salido hoy desde su tribuna, no se si doctoral o política, a decirnos que Italia se sale del Euro….y yo me hago cisterciense. Con la banca medio quebrada, con los amigos de los amigos saliendo de los armarios,¡no se respeta ni el honor de los padroni! confundiendo a todo el mundo, que no quieren casa en Chueca, ni veranear en Sitges solo les falta la lira, como a Nerón, ¡vamos!
A lo mejor es que tienen frío, y echan de menos aquellas sábanas de un millón de liras que acarreaba Alberto Sordi, cuando perseguía a Virna Lisi. De Sica, como interpretaba papeles de noble, iba siempre por la cara.
Por el extremo oriente, si alguien piensa que el tratado que se ha firmado entre doce países, dejando fuera a China, tiene la más mínima posibilidad de ser algo más que el sueño del hawaiano a punto de ser ex-presidente, que vuelva a mirárselo, que a mí me da la risa.
Y, claro, con todo esto vienen los del Banco Mundial, los de Fondo Monetario Internacional, y dicen dos cosas importantes:
-El mundo globalmente va a crecer entre poco y nada. ¡Bueno!
-La deuda mundial, es el 125%, del PIB mundial….¿Mande?. Que el mundo debe más de lo que produce en un año, si señores, así que no sé quién va a pagar todo esto, aunque me temo lo peor, que deudas las tienen hasta los árabes, con eso de partirse la cara con los iraníes en Yemen, la factura les está saliendo por sesenta mil millones al año.
Claro que los iraníes, ahora que les dejan vender petróleo otra vez, y a razón de casi tres millones de barriles diarios están pillando cincuenta y cinco mil millones nuevos, así que mientras sunnies y chiies no se amen, ni el precio del petróleo va a subir, ni la guerra se va a terminar.
Yo no sé qué hacer, que estas cosas me tienen superado, digo yo, si lo de lo global no fuunciona, podríamos recomenzar el regreso «formal, claro, que de facto nunca dejamos ese camino» de retribalizarnos, como quieren algunos de esos que solo piensan en su terruño, que como un buen clan con su kilt y su castillo, no hay nada. Vamos te sacan hasta en Hollywood y te llaman corazón valiente, y ponen a Mel Gibson en plan gritón.
Pero si la carrera de sálvese quién pueda ha comenzado, y creo que es así, a ochenta mil millones al mes en Europa, a lo que haga falta en Japón, que Abe lo tiene muy claro. De los British, ni hablamos, que no quieren currantes foráneos en las islas, ¡no es no!, los rusos a tiros…y yo con estos pelos.
Y es que estamos empeñados en salvar esta sociedad de consumo que nos hemos creado, donde el despilfarro es la norma. Me acabo de enterar que para hacer unos tejanos de algodón se necesitan tres mil litros de agua, o que dragando el Mediterráneo con ténicas de pesca de arrastre se saca más plástico que peces…(setenta y cinco toneladas un barco en un día).
La cuerda está demasiado tensa, la norma es que los acuerdos solo son buenos cuando me favorecen a mí, y si es posible debiliten a mi competidor. Nos estamos dedicando al noble juego de intentar eliminar a nuestros competidores, aunque luego digamos que son necesarios para, incluso, nuestra mejora y nuestro progreso. Pero no es cierto, lo único que queremos es fabricar y colocar nuestros cacharros a quien nos pague más, sin ningún otro tipo de consideración ética.
Y por último, un nuevo petróleo en manos de muy pocos aparece en el horizonte, y las batallas por su venta y su control ya ha empezado. Un nuevo coltán aparece como necesario para mover los coches eléctricos…..el litio de las baterías. Los salares andinos de Chile, Bolivia, Argentina, son el nuevo reservorio mundial de la materia prima del capítulo que viene, que vamos a poner el planeta a caldo, que una vez que ya tenemos la atmósfera hecha unos zorros vamos a ver qué hacemos con las baterías agotadas de los cientos de millones de coches eléctricos que habrá en este planeta.
No se si prepararme para el próxiomo default mundial, que si o si va a ocurrir, porque a lo mejor antes se nos funde la Antártida y a este planeta le llamaremos Agua en vez de Tierra, eso sí Agua sucia
Buenas noches, y buena suerte

El señor pesquisidor

Andaba esta mañana paseando por el Retiro madrileño, oyendo en mi cacharrito electrónico a Canales y a Callejo, que andaban de cháchara sobre los libros prohibidos, las censuras, y todas esas cosas, que con tanta maestría comentan en su programa de La Brújula de la Escóbula.

En estas, uno de ellos mencionó la figura de los pesquisidores, diciendo literalmente que en la España del XVI había mucho desocupado que se dedicaba a buscar en los libros que aparecían, no solo textos heréticos, sino posibles intenciones ocultas del escritor, que pudieran llevar al Señor Inquisidor.

La historia de tapar las opiniones que el poder ha considerado contrarias a sus intereses, ha continuado hasta nuestros días, adaptando sus formas a las tecnologías disponibles y a las parcelas de poder que se sintieran atacadas.

En el siglo XVI, los grandes poderes eran la iglesia, la monarquía, y la nobleza, que estaban bastante bien imbricados. El pueblo, que estaba, pero no existía, era una simple herramienta en poder de esas fuerzas que dominaban y poseían el estado. (como hoy, vaya)

Es evidente, que la difusión de ideas fuera de control, eran algo tremendamente peligroso, y que debía ser combatido, utilizando a los pesquisidores que buscaron intenciones judaizantes, o que fueran contra la doctrina de la iglesia, o que pudieran socavar el poder de los reyes y la nobleza.

Era esto tan importante, que España se desangró durante siglos, en guerras de religión contra buena parte de Europa, aunque bien habían intereses económicos y de dominación territorial.

Comentaban en esta charla, los listados interminables de textos que se prohibieron completos y los que parcialmente se prohibieron. No voy a entrar en ello, ya que la lista es interminable y llega hasta nuestros días, en aspectos que no nos podemos ni imaginar, y en ámbitos que creemos exentos de estas acciones.

Estos pesquisidores de libros, de ideas, de herejías, eran importantes, no diré que piezas fundamentales, pero importantes para mantener esa estructura de poderes imbricados de iglesia, monarquía, y nobleza.

Claro, que siempre hay poder que preservar, y pesquisidores que contratar o utilizar.

Las formas de difusión de ideas hoy, parecen imparables, teniendo a nuestra disposición los libros, los medios de comunicación, y las redes sociales.

Pero si miramos con cuidado, veremos que los pesquisidores, hoy se han multiplicado en función del nuevo abanico, y actúan uno a uno y por su orden.

Antes el pesquisidor te señalaba, la justicia actuaba, tu idea no se publicaba, y cuidadín, cuidadín, para la próxima intentona. Ahí se acababa todo, las otras posibilidades no existían, ya que los medios de comunicación eran romances de ciego, el púlpito, los corrales de comedia y la charla del mercado o la taberna, que eran muy controlables y poco daño podían producir.

Hoy, en la llamada sociedad de la información, los pesquisidores pueden estar sentados en el consejo editorial que bloquea un libro «molesto», y si se le escapa, algún pesquisidor, oficial, o no levantará la voz, y actuará la, llamemos, pesquisa oficial. Esta bloqueará la idea, vía educadores, vía judicial, o vía económica, si alguien se diese por ofendido. Hay versiones más bestias, como, por ejemplo, que el muftí de turno emita una fatwa y vas listo.

Emitir ideas por los medios de comunicación de masas, es imposible cundo sean consideradas por los pesquisidores de las compañías contrarios a sus intereses.

El bloqueo, por tanto es muy fácil, ya que en general, se posicionan casi todos, a la derecha o a la izquierda, contrarios o a favor de tal o cual creencia religiosa, a favor de unos países u otros, y si alguno de estos medios, por lo que sea, molesta demasiado al poder, se elimina, y a otra cosa.

Ejemplos los hay en España, y en el mundo que nos rodea, tantos tantos, que se tornan incontables, (ved el informe de la profesión periodística 2013 de la asociación de la prensa de Madrid), y si queréis analizar y descubrir cuales han desaparecido por inútiles, y cuántos por no ser «convenientes», pues hacedlo.

Por fín, las redes sociales, en las que hay un pesquisidor casi detrás de cada uno de los mensajes que se cruzan los participantes. Los de Caralibro, los de Silbador, controlarán la conveniencia de nuestros mensajes, de nuestras ideas, y las forzarán a ir por el camino que sea considerado adecuado y correcto por el poder.

Jamás a estas plataformas se les ocurrirá ser la vía de transmisión de la transgresión, o de la idea revolucionaria. Se juegan demasiado.

¡Ah! y si se escapa algo, tenemos a los pesquisidores de las policías, los centros de espionaje (inteligencia les llaman), para asegurarse que nada se filtra, o casi nada.

Como colofón, diremos, que al final, como siempre, lo que se nos niega es el conocimiento apócrifo, la realidad de lo que ocurre a nuestro alrededor, en definitiva aquello que de verdad nos pueda hacer libres. Esa verdad, ese conocimiento, ha estado siempre en las bibliotecas de los reyes, en las escribanías de los conventos y en los palacios de la nobleza. Hoy, en sus correspondientes.

Buenas noches y buena suerte.

Nuestro vino

Tradicionalmente España, según dicen los expertos era un país con pocos borrachuzos, tanto es así que se recoge en los viajeros aquellos del siglo XIX que aparecían por estas tierras comentarios como el de Gautier o Merimée, que no me acuerdo de cuál de los dos, incluso si era alguno de ellos, cuando al cruzar nuestros caminos desde Irún a Algeciras comentaban que no habían visto nunca un borracho.
Bueno, si, en un pueblo andaluz, encontró uno, pero que era tratado como la excepción, vamos como el tonto del pueblo, lo que no deja de confirmar eso, que no había borrachos en estas tierras.
Pero no confundamos churras con merinas, que este no es país de abstemios, ni mucho menos, que si fuera así no habríamos pasado del Cabo de san Vicente, pero en general nuestra relación con el alcohol ha sido social, y no para olvidarnos de Chuchita, o del Príncipe Azul que salió rosa.
Y esa forma de conectar con el alcohol, empezaba en la familia, en donde según deduzco la iniciación tenía la supervisión familiar, se circunscribía a momentos muy determinados, es decir, a las horas de la comida, que antes por estos pagos, muchas familias tenían esas dos reuniones diarias altamente formativas.
Cuando esto se hacía bien, los resultados creo que eran los adecuados, y era imbuir el concepto de moderación, de acto social y de protección que el grupo te ofrecía en caso de percance.
Creo con Merimée, o con Gautier, que esa es una de las razones por las que no veían borrachos en España, en contraposición con lo que se encontraban en los países del norte de Europa. Y desde luego su visión, arropada por el romanticismo que les cubría las espaldas ni era estadísticamente correcta, ni profunda, ni mucho menos científica, pero a mí me gusta, y por eso lo digo.
Recuerdo que cuando era chavalín, no me daban esas cosas de Qina San Clemente….¡que da unas ganaaaassss de comeeeeerrrr!, y que no era más que un aperitivo, pero si que me dejaban jugar con el vino, con el poco que entraba en casa, alguna vez me echaban unas gotitas en el vaso de agua, y tenía algo oscuro en la copa ¡como los mayores!, y desde luego mi nivel de alcohol en sangre era cero, pero llevaba una lección dentro.
La lección era, moderación y en grupo, porque el grupo familiar protege al individuo, y luego cuando creces y estás con tus amigos tienes mucho andado al enfrentarte al alcohol adolescente.
Que era habitual, si uno se pasaba por un sin darse cuenta, el grupo intentaba pararte, ¡Chaval que estás bebiendo demasiado!, y podían hasta llevarte a casa si la cosa se había desmadrado. Pero ahí tenías la segunda lección. Tu imprudencia había creado una alteración no deseada en el grupo, y procurarías evitar la próxima.
Siempre he pensado que la opción alcohol cero, es mucho más peligrosa que el entrenamiento para entenderlo y utilizarlo en su medida y en su momento. En España no nos han gustado nunca los borrachos solitarios, nos han dado pena. De la misma manera que me da pena ese bebedor solitario de los bares americanos, que va solo a emborracharse para quitarse de encima un qué se yo, o un cuidado, cuando lo razonable es buscar la solución en tu grupo.
Muchos amigos míos han tenido su primera pasada con el alcohol, y yo he transitado ese camino también, vaciando las copas que quedaban encima de la mesa después de una celebración familiar. Y en el entorno más protegido que uno pueda imaginarse, aprendes cuál es el peligro del exceso. Que entre las burlas cariñosas, lo mal que te encontrabas, y las posibles dos bofetadas que te podías ganar, la próxima vez andabas con cuidado.
La suerte que hemos tenido los mediterráneos, es que el alcohol más común que ha estado siempre a nuestro alcance, ha sido el vino, que al final tenía siempre una graduación baja, y los destilados, que también han proliferado por aquí, ha sido siempre un alcohol peor considerado, hasta donde yo me he enterado, y de uso más esporádico, que la copa de Fundador era cosa dominguera.
Y si, los sol y sombra, o el cazallazo matutino, pero ¡coño!, que luego se iban a segar, y hasta las tres no te daban el cocido.
En nuestra cultura eso del alcohólico anónimo….creo que nunca se entendió bien, que el Indalecio es el borrachuzo del barrio, y le conocemos todos, y si llegó a eso fue como excepción, que el resto tenían los elementos sociales de soporte necesarios para no tener que ponerse de pié delante del pueblo a decir aquello de “Me llamo John y hace tres meses dos días veinte minutos y treinta y cuatro segundos que no ingiero alcohol”, y tener a un ciudadano atento a tus flaquezas.
Aquí preferimos conocer a nuestro borrachuzo, como digo siempre a quien quiere oírme, o por lo menos ha sido así hasta hace poco tiempo.
Siempre me quejo de la influencia que sobre nuestra cultura milenaria de esta parte del Mediterráneo, ha tenido la irrupción de los bárbaros del Norte en ella, y lo que es peor, que el poder del mundo esté en sus manos en estos momentos, y con él la propagación de su cultura, que en referencia al alcohol es muy dañina.
Las cosas ahora están cambiando, junto a los criterios que utilizamos para tomar nuestras decisiones y dirigir nuestras vidas. En este tema, y siento haberme puesto pesado hoy, creo que no debemos olvidar que todo necesita ser aprendido, que todo necesita un guía que nos conduzca con sabiduría, y que el secreto de la mayoría de las cosas está en la moderación, que como todo el mundo sabe el equilibrio es el punto en donde está la virtud de las cosas.
En definitiva, estoy pensando a ver si quedo un día de estos con algunos amigos, y durante una buena comida, abrimos unas botellitas de un buen caldo, y así estrecharemos nuestros lazos sociales, y con el punto de desinhibición que nos dará ese regalo del cielo, aprenderemos unos de otros, haciendo que nuestra vida sea mejor, y sobre todo ayudándonos a no tener que decir un día, de pié, frente a extraños, “Me llamo Luis Miguel y hace dos años…..”
Buenas noches, y buena suerte
*La idea de este artículo se la debo a una tertulia radiofónica en el programa «La escóbula de la brújula»

Transhumanismo

Como parte de las conferencias sobre el futuro próximo de las que hablaba ayer, y como extensión de la aplicación de toda esa tecnología que parece estar disponible, aunque no para todo el mundo, era casi inevitable que surgiera el tema del transhumanismo.
Y ciertamente así fue, que de la mano de un profesor americano del MIT, y con datos perfectamente asumibles por todos los que estábamos presentes, nos introdujo en las ideas básicas de esa corriente filosófica, religiosa, o política, que no nunca sabe, y que, de ser ciertas sus afirmaciones, evidentemente nos aboca a parte de la humanidad a un futuro, en el que el concepto que tenemos hoy del ser humano deberá ser revisado en profundidad, porque no nos va a conocer ni a madre que nos parió
Cierto que algunas de las cifras que el profesor nos dio, siendo ciertas, pueden crear una falsa impresión en nuestra percepción de las cosas (el cerebro toma a veces decisiones por nosotros), como por ejemplo el que nuestra capacidad cerebral es de 3Gb, es decir una fracción de lo que cualquier lápiz de memoria tiene, o de a capacidad declarada del más modesto de los teléfonos móviles que andan por nuestros bolsillos. Lo que en ese momento se nos olvida, es la complejidad de nuestro cerebro, y las funciones que puede llevar a cabo, muchas de ellas aún desconocidas como cualquier neurocientífico nos dirá.
Y eso,sin entrar en los temas de diseño del “software” cerebral, y la implantación en el mismo de los elementos de aprendizaje, que se conocen desde el lado de los efectos, pero poco o nada desde los aspectos relacionados con la bioquímica del aprendizaje, del almacenamiento de información, o de las funciones relacionadas con los controles autónomos que permiten el trabajo de nuestros órganos.
Lo que si apoya esta corriente, y eso es difícil no solo de discutir, sino de crear anticuerpos contra ella, es que la tecnología está en este momento en un punto, en el que claramente puede superar a hombre y hacer su vida mejor.
Pero esa es la historia de la humanidad, ya que el desarrollo del ser humano ha sido en muchos aspectos consecuencia de los avances tecnológicos, en todos los campos, desde el uso de piedras para cazar o para curtir pieles, hasta los últimos avances en el cuidado de nuestra salud, y que nos han llevado a unos niveles de longevidad y de bienestar impensables para cualquiera de nuestros ancestros sea cual sea la época a la que nos refiramos.
Y ahora se intuyen, con el avance de la tecnología, cosas como las copias de seguridad de nuestro cerebro, las sustituciones ad infinitum de los elementos de nuestro cuerpo, “el hombre biónico”, una especie de Robocop, que además ya hemos visto en prótesis que se accionan con el cerebro, o cerebros que funcionan casi sin cuerpo como el del profesor Hawkins. Todo esto lleva a pensar que la era del humanismo que en la sociedad occidental estamos viviendo, en la que lo importante (y esto es muy básico) es la satisfacción, en el más amplio sentido de la palabra, del hombre, va a ser superada de forma casi inmediata.
Pero el hombre, desde hace demasiado tiempo es el hombre más sus herramientas, y en el transhumanismo parece que la importancia que se le da a las nuevas herramientas es, desde mi punto de vista, un poco exagerado, sin por ello dejar de ser tremendamente importante, y merecedor de toda nuestra atención, porque ciertamente, las cosas entran en un terreno específicamente desconocido, aunque no por ello ya transitado.
La esperanza de vida del ser humano, ya se ha multiplicado por cuatro en la historia, y el que veamos ahora esa posibilidad de nuevo, es importante, pero es un camino ya transitado, y ciertamente deberemos readaptar nuestros supuestos, pero eso ya lo ha hecho la Humanidad en muchas ocasiones, y el éxito o el fracaso, dependerá de la habilidad que tenga el ser humano para llevarlo a cabo.
Entiendo perfectamente que muchos de los supuestos que nos trae la tecnología están enfrentados a los principios morales y religiosos de nuestras sociedades occidentales, basadas bien en creencias monoteístas bien en agnosticismos no muy bien definidos que tienen más de humanismo que de otra cosa, y si el entorno nos lo cambian las nuevas tecnologías, deberemos adaptarnos, renunciar a ellas destruyéndolas (tarea cercana a lo imposible) o simplemente desaparecer como especie.
El pensamiento transhumanista, mantiene que esta nueva era de Acuario en la que nos hemos metido, transcenderá al hombre en el sentido de que habrá una, quizás nueva especie, que será capaz de utilizar todo el conocimiento del mundo “en directo”, al que no deberá preocuparle el deterioro físico, porque las prótesis disponibles serán incluso superiores a las que nos entregan de fábrica.
Mantienen que gracias a la utilización de técnicas relacionadas con las reparaciones del DNA, muchas de las enfermedades que hacen hoy nuestra vida más breve o más amarga desde el punto de vista humanista se van a resolver.
Los retos que el nuevo horizonte tecnológico nos aporta es, para mí, algo inabarcable por mi falta de conocimientos específicos, pero tengo la certeza de que nuevos ecosistemas se están creando, y en ellos deberemos desarrollar los seres humanos nuestra vida en el futuro.
La adaptación quizás deba pasar por los elementos religiosos que posiblemente desde las premisas que hoy los mantienen dejen de ser válidos, deberá pasar por la adaptación de la organización de la sociedad a los nuevos poderes, que desde luego aparecerán, deberemos decidir si diseñamos genéticamente a los seres humanos o dejamos al azar de la biología la creación de los mismos, deberemos pensar si el concepto de países con fronteras sigue siendo válido, ya que el idioma posiblemente deje de ser una herramienta utilizada, pues la implantación de sistemas inalámbricos de comunicación cerebro-cerebro infinitamente más eficientes será una realidad.
Habrá que pensar si las supercomputadoras que puedan crearse, serán herramientas que superen las funcionalidades actuales de nuestro cerebro, y si tendrán la capacidad de “creación” que actualmente tenemos los seres humanos.
Intuyo en todo esto ese afán calvinista de extraer todo lo que podamos de los que nos rodea de la forma más eficiente posible. La productividad eterna de máxima eficiencia, pero ¿para qué?
Son infinidad de preguntas sobre las que hay que meditar, ya que necesitaremos nuevas visiones para las organizaciones sociales que habrán de agrupar a los seres humanos, a no ser que la tecnología realmente acabe sustituyendo a toda la humanidad por un único cerebro, lo que no deja de ser inquietante, ya que no sabemos el control que el ser humano podrá ejercer sobre la tecnología en el futuro.
Al final este no es más que un paso en el devenir del ser humano, y quizás alguna de las preguntas fundamentales que se ha hecho desde su aparición acaben teniendo respuesta.
¿De dónde venimos?
-De un diseño funcional decidido y elaborado por la máquina de la esquina, programada por el gran cerebro universal.
¿A dónde vamos?
-A ningún sitio, nos quedamos aquí para siempre, a no ser que nos implanten limitadores vitales. (Esa peli ya la he visto), y se si hace será de forma selectiva, seguro.
¿Para qué estamos aquí?
-Para seguir desarrollando las tecnologías necesarias para que satisfagan los requerimientos y las necesidades del gran cerebro universal que crearon nuestros abuelos.
Reconozco que me importa muy poco ese futuro que no cuenta conmigo, y las generaciones venideras, si llega a haberlas seguramente se adaptarán a su nuevo ecosistema, o simplemente desaparecerán.
Por cierto he encontrado en la red, al partido transhumanista español, y quizás echarle un ojo para ver cómo piensan no sea una estupidez, a pesar de que se presenten con estructuras que según el transhumanismo, no tengan sentido tras dos o tres legislaturas.
Buenas noches, y buena suerte.

El futuro está aquí

Durante este fin de semana asistí a unas conferencias relativas a la visión que tienen nuestros ingenieros sobre los retos que nos esperan en el futuro próximo, y realmente me di cuenta de que aunque las cosas están cambiando, y a una notable velocidad, quedan todavía demasiadas lagunas en la utilización de las herramientas que se han ido desarrollando en las dos o tres últimas décadas.
Vayan por delante mis carencias técnicas en estos campos, pero como en un momento de las conferencias dijo un profesor de filosofía, que por cierto no se había preparado el trabajo, mi trabajo en esta bitácora no es dar soluciones sino opiniones, y como mucho intentar pensar en voz alta o crear alguna discusión sobre el tema que se proponga.
Pero hay mucho que hablar sobre los temas más básicos, que además son los que nos preocupan, aunque no nos demos cuenta, y empezaremos con la historia de los “Big data”, es decir la cantidad de información de la que se dispone, su utilización y los retos que plantean su recolección y su almacenamiento.
Los sistemas informáticos que se manejan están ofreciendo datos continuamente, sobre todo lo que se nos pueda ocurrir, y con la aplicación añadida de elementos de inteligencia artificial, están empezando a considerar datos relacionados con los sentimientos.
Pondremos como ejemplo el análisis que de las expresiones de las caras de la gente a la salida de un control de seguridad en un aeropuerto, donde se puede determinar el grado de enfado o de satisfacción con la experiencia…. o simplemente delante de un escaparate.
Pueden, y se hace, tomar decisiones analizando las reacciones de las personas que miran este o aquel elemento de un escaparate, o los precios, simplemente por el análisis facial. Se puede analizar con muestras bastante significativas desde el punto de vista estadístico, y tomar decisiones de cómo definir la política de exhibición de los productos, o de los precios que se cobran, o incluso, si el producto que llama más la atención, no produce una reacción negativa en el cliente al ver el precio, que impida su entrada en la tienda.
Esta tecnología, que está hoy plenamente disponible, como cualquier herramienta, no es buena o mala en sí misma, todo dependerá de la utilización que se vaya haciendo de ella.
Porque de lo que los ciudadanos podemos ir despidiéndonos es de nuestra intimidad. Es más, nos hemos despedido a la francesa si no lo hemos hecho ya, porque todos los datos que producimos y entran en un ordenador, acaban siendo utilizados de una u otra forma por alguien.
Sugiero meditar lo que puede significar el disponer de los datos de las reacciones de quien tengas enfrente durante una negociación, por no hablar de temas relacionados con temas policiales, judiciales, o simplemente tener el análisis de las sensaciones o sentimientos, de un político en una entrevista, en la tribuna de un parlamento, o en una rueda de prensa.
Y digo esto porque las reacciones que nuestro cuerpo experimenta y nuestra expresión manifiesta es algo que está totalmente fuera de nuestro control, a no ser que recibamos un entrenamiento especializado, y ni así, me temo, que controlar la dilatación de pupilas, la aceleración cardíaca, o la expresión corporal, se nos va a escapar siempre.
Por aquí andan esas supuestas paranoias, que no lo son tanto, de la gente que bloquea la cámara de su ordenador o de su teléfono.
Pero esto no es nada, o al menos no es demasiado importante frente a otras herramientas que están desarrolladas, como por ejemplo la conexión directa máquina-cerebro. Solo con pensarlo me veo delante de unas nuevas e impresionantes posibilidades, ya que la conexión inalámbrica entre el cerebro y un ordenador es posible, como ya podemos ver en la utilización de prótesis que responden a instrucciones del cerebro.
Reconozcamos que en un mundo global, la herramienta que tenemos los humanos para comunicarnos entre nosotros, es muy pedestre, y me estoy refiriendo al idioma.
La comunicación cerebro-ordenador, significa de hecho la creación del cerebro universal, en la que quizás nuestros cerebros acaben siendo poco más que una terminal del, llamemos, cerebro universal. Esa conexión inalámbrica, tan frecuente entre nuestros cacharritos de uso diario, entre cerebros no es más que eso conocido como telepatía, pero con herramientas externas interviniendo.
Esto es imparable, y lo que nos queda es empezar a pensar en una nueva ética y una diferente forma de establecer las relaciones personales.
Estas herramientas están ya listas, solo queda su expansión, y de lo que estamos hablando es de cosas como tener a disposición en tiempo real todo el conocimiento de la humanidad en tu cerebro que actuará como un simple receptor.
Lo que se pueda hacer de forma individual con todas esas posibilidades es algo impredecible y no sé si tenemos tiempo para prepararnos.
En paralelo el desarrollo de la robótica con elementos de inteligencia artificial, supone una avalancha de consideraciones no solo éticas, sino legales.
¿Quién es responsable del accidente de un coche sin conductor, cuyo pasajero va durmiendo, o leyendo..?.
¿Qué garantías hay de que un robot con inteligencia artificial no dañe a un humano, en la tesitura de decidir si muere un ser humano o varios?…¿Atropello a dos adultos o choco contra un autobús escolar?. Ya tenemos hoy en el ámbito militar máquinas que toman esas decisiones, y en la vida civil tendremos que enfrentarnos tarde o temprano con ese tipo de problemas, y la sociedad deberá encontrar soluciones legislativas para poder regular todos estos nuevos escenarios, ya que como mantenían los ponentes, todos estos retos se van a hacer realidad en muy pocos lustros
Los robots hoy pueden ya reconocerse, pueden aprender de las experiencias y de los datos de otros robots, y aplicar los nuevos conocimientos a su bagaje ¿intelectual? De forma autónoma, y sin olvidar que todas esas nuevas experiencias y datos pueden compartirse a nivel global, en tiempo real o a través de bases de datos.
A partir de aquí, como decía al principio debemos empezar a considerar que las normas que de alguna forma han conformado nuestra ética y nuestra convivencia se van a tambalear, y los desplazamientos de poder a nivel mundial que ya se intuyen, van a dejar este planeta irreconocible.
Y esto es únicamente una de las áreas que se están abriendo, ya que el desarrollo de la inteligencia artificial nos va a llevar posiblemente a transcender al propio ser humano, de forma que incluso, en unas pocas décadas deberemos pensar incluso en definirlo de nuevo, ya que los caminos que estas herramientas están abriendo van a dejar inservibles, o como poco irreconocibles todos y cada uno de los aspectos que han definido una especie que todavía hoy podemos llamar “Homo sapiens”.
Buenas noches, y buena suerte

La lucha por los despojos

Un amigo me decía, hace unos pocos años, que se había apuntado a la militancia de este partido socialista, hoy desolado, en un barrio obrero de una ciudad española muy importante, no con la intención de medrar, (no lo necesitaba), sino con el sano deseo de poder aportar su experiencia al desarrollo de un proyecto político desde la humildad de una delegación de barrio. Nada más.
Duró un año, y los dejó con todo el dolor de su corazón por la sensación de estar perdiendo el tiempo miserablemente, ya que el tema más importante, y hablo ya de este siglo, era si había que volver o no al marxismo, que lo de Suresnes no les venía mucho.
Claro, me decía este amigo, con esas propuestas en la cabeza, no solo no se atraían nuevas ideas o savia nueva a la organización, sino que se profundizaba en el desencanto de muchos de los que estaban en el partido, sin ánimo de medrar, a la vista de la evolución del mundo y de la sociedad española
Hoy asisto con tristeza a la culminación del error que empezó cuando Joaquin Almunia dejó la secretaría general en manos de José Luis Rodríguez, que era fruto, desde mi punto de vista, de esas discusiones sin sentido relativas al hasta donde hemos de mirar atrás para honrar la memoria del bisa, y qué debemos dejar a un lado hoy de lo que realmente necesita la sociedad a la supuestamente se sirve, para utilizar los recursos en aguas que no mueven molino.
El numerito socialista, que nos va a dejar huérfanos de contrapeso a los ciudadanos, parece diseñado por sus enemigos. Creanlo o no, es la mejor forma que a nadie se le puede ocurrir para perpetuar el expolio que las derechas están sometiendo a la población española en aras de un bienestar que no nos llega.
La reforma del mercado laboral llevada a cabo por el gobierno que aún tenemos, sigue en pié por no haberlos dejado gobernar a la primera de cambio. Que ley a ley, con mayorías de izquierdas, se puede revocar esa y otras muchas, pero hay que trabajar duro, pensando en lo que los ciudadanos necesitamos. Claro que en el panorama político local, pocos mimbres veo para hacer un cesto de esas características.
La reforma laboral, ha supuesto caídas de los salarios del orden del 30 al 40%, y eso significa menos IVA, menos IRPF, menos aportes a los sistemas de previsión social, que ahora hacen aguas, y no se han compensado con los ingresos que deberían llegar del impuesto de sociedades….Con un poco de pragmatismo socialista desde la oposición, seguro que algo se podría haber revertido, que construyendo acuerdos legislativos con otros partidos y un gobierno en minoría esto se hubiera podido atemperar un poco.
Que seguimos con una renta per cápita, deflaccionada como hace más de diez años, que hemos retrocedido en cuanto a nuestros niveles de renta al 83% de la media europea, cuando habíamos llegado a más del 100%.
La absoluta ineficacia, y la traición que a todos los ciudadanos nos hizo José Luis Rodríguez cambiando la Constitución a nuestras espaldas, nos ha llevado a esta situación. De las derechas se podía esperar algo así, pero del socialismo nunca, que usó demasiado tiempo en desenterrar muertos, y ninguno en evitar el hundimiento económico de los ciudadanos.
Y los votantes han dejado a su sucesor, con el que comparte demasiadas ideas con unos magros 85 diputados, y creyéndose el emperador de las Romas.
Y ahora, ¿qué?, 85 diputados divididos, ¿Nuevas elecciones, y mayoría absoluta de la gaviota sin nadie que les frene?. Gran derrota para los ciudadanos.
Esto parece el hundimiento del PASOK, y ya vemos qué ha traído al país heleno, o mejor aún la caída del Imperio Romano en la que los barones se pelean por los despojos, mientras tanto los bárbaros asolan Roma.
No nos merecemos quedar en manos de unas derechas a las que la población solo les importa para enriquecerse a su costa, necesitamos una oposición moderada para atemperar la que se nos viene encima, y ustedes señores socialistas nos están dejando a los pies de los caballos.
Y lo que es peor, han permitido la llegada de los bárbaros, y me temo que a pesar de que su tradición les anima al asesinato para deponer a sus cabecillas, se quedarán un par de siglos.
Y que nadie olvide que fue sobre las ruinas de la antigua Roma donde había que construir el mundo del futuro, y el mundo del futuro fue mucho peor para los ciudadanos.
Los logros de la política española de los últimos dos mandatos socialistas y los dos mandatos de la derecha desde primeros de siglo, han sido la historia de la degradación económica de los ciudadanos, a los que se les ha robado desde todas las instancias del poder de la forma más salvaje que uno pueda imaginarse.
Se ha robado desde las Cajas de Ahorros, que hemos tenido que pagar luego con nuestros impuestos que no han podido utilizarse para nuestra sanidad, por ejemplo.
Se ha robado desde el poder desviando el dinero dedicado a la formación de los trabajadores de la forma más bellaca imaginable.
Se ha robado en forma de comisiones ilícitas, se ha robado, robado, robado. Y los últimos robos se han transformado en deuda pública que impedirá el desarrollo futro de este país durante décadas.
Ahora se quiere robar de nuevo exigiendo a los trabajadores que creen fondos privados para garantizar sus pensiones futuras, en forma de comisiones de gestión.

No podemos estar orgullosos de quienes han sido nuestros dirigentes en este siglo. Que hemos tenido que avergonzarnos hasta de la más alta magistratura del país, de esa que hasta en algún momento nos sentimos orgullosos. Demasiadas cazas mayores, demasiadas faldas de viejo verde.
Acabaré con unos pequeños datos.
La sanidad española empezó el siglo con casi el 90% de peso de lo público, hoy es el 65%, y ahí hay dos gobiernos socialistas y uno popular.
Los salarios de los españoles son al día de hoy entre una tercera parte, y la mitad de la de sus homónimos alemanes y holandeses, y la mitad de las de los vecinos franceses, y lo que es peor, en proceso de degradación contínua.
Nuestra deuda ha sobrepasado nuestra producción bruta anual, y no parece que el proceso vaya a detenerse, cuando encima estamos pasando unos tiempos con demasiados vientos en cola, como el ambiente bélico Mediterráneo, que envía turistas a nuestras costas, o precios de la energía muy baratos.
Esperaremos pacientemente lo que nos deparará este mes de octubre que va a comenzar, veremos si nos vemos de nuevo abocados a otras elecciones que me temo significarían el final del partido socialista tal y como lo conocemos, y eso sería lo peor que puede pasarnos a los españoles.
Buenas noches, y buena suerte

Debates y poderes

El primer debate que tuvieron Doña Clinton y Don Trump, me demostró que las cosas son iguales aquí y en Sebastopol.
Me trajeron a la memoria dos personajes españoles, los dos políticos, uno de ellos desaparecido, Don Jesús Gil, y el otro, otra en este caso Doña Esperanza Aguirre.
Creo que el debate yanqui podría haberse dado en España si las circunstancias lo hubiesen permitido en su momento, ya que fue una mezcla de zafiedad y orgullo bostoniano.
Don Antonio Garrigues siempre ha mantenido, y yo estoy muy de acuerdo con él, que debería todo el planeta votar en la elección del Presidente americano, ya que sufriremos todos de alguna forma las consecuencias de sus decisiones, y sus decisiones desgraciadamente son consecuencia no solo de su formación sino de su experiencia vital, y sus ambiciones personales. Por cierto, que en ambos casos son poco esperanzadoras.
Ya han empezado después de las andanadas fijadas por los equipos electorales que no dudaron en lanzarse delante de las cámaras, a sacar los trapos sucios.
Y en el caso de Don Trump, parece fácil. Ya le han echado encima la historia de la Miss Universo gorda, que además es venezolana, es decir, latina y mujer. No está mal Doña Clinton, le ha dado usted en una de las líneas de flotación al machista multidivorciado, xenófobo, zafio, aparente “trumposo” en los negocios…. pero no más que ese electorado al que se dirige, y que posiblemente piense como él.
A lo mejor Doña Clinton le ha hecho un favor, no lo sé, que eso de permitir que se destaque el lenguaje de Don Trump, si son como aquí, no hará más que reforzar los ardores hacia la camiseta soñada. Que los americanos lo mismo votan a los Lakers o a los Celtics, como aquí, hasta la muerte. Pero, no, su pragmatismo se lo impide, con las requeridas excepciones, obviamente.
Lo que está claro, a tenor de lo que los expertos en estas cosas comentan, es que Don Trump, poco pudo sacudirle a Doña Clinton con esas cosas de los correos electrónicos filtrados…¿a quién no le han hecho una gamberrada on-line?. Por no hablar de los asuntos de infidelidades conyugales, o de un quítame allá esa perversión sexual, que parece que aparte del “misionero” no existe nada “limpio” para estos calvinistas de yanquilandia. Poca cosa, que quien más o quien menos ha leído los artículos de opinión del Play-Boy, o del Play-Girl..
Si sale Doña Clinton, lo que parece más probable es que no aparezcan apuestos becarios debajo de la mesa del despacho oval. Quizás si, pero no lo veo.
Lo de Don Trump es otra cosa, lo malo es que a esas edades, un trabajito en condiciones le puede llevar dos o tres días, y las relaciones internacionales son muy exigentes, y como mucho te dejan diez minutillos de intimidad, y usted necesita algo más de tiempo por mucho que la blue pill sea americana.
No es más que parte del “Circus” que el poder ofrece al pueblo, usando como transmisor a las televisiones, y a los sesudos comentaristas. Pura diversión, pero en un entorno con el doble de renta per cápita que España y con prácticamente pleno empleo.
Y cuando al principio hablaba de similitudes, y olvidando a Don Jesús y a Doña Espe, lo que me queda en el poso es por un lado el hecho de que las ansias de poder son insaciables, y se intenta llegar a él, bien con los tecnicismos que el conocimiento de la función pública otorgan a quienes los conocen, o bien apelando a los instintos básicos e irreflexivos de esa importante parte de los electorados y luego, si te he visto, no me acuerdo.
Realmente aquí, como allí, lo último que importa es el ciudadano, y vemos la cantidad de voces discrepantes que están surgiendo en el partido del elefante, no porque estén más o menos de acuerdo con las tesis de Don Trump, sino porque de alguna forma partes importantes de la organización republicana ve peligrar sus cotas de poder, o lo que es lo mismo, su mamandurria, por la forma que tiene de expresarse su candidato, que estamos en momento “ruido”, el momento “nueces”, ya veremos..
Y aquí nos ha pasado lo mismo, uno de los grandes partidos españoles, está partío, como el corazón de la Pantoja, y lo que es peor, se están tirando las grapadoras de la oficina a la cabeza, y se van a hacer daño, que lo que quede de todo esto, no va a servir para nada el los intereses de los españoles.
Ya he hablado alguna vez de la segunda enmienda, la de las armas de fuego, y seguimos viendo día tras día americanos abatidos por la tal enmienda.
Unos porque deciden utilizarla en el colegio, en el supermercado, con el gorro del Islam, con el gorro del acoso escolar, o con el que debería haber tratado un psiquiatra veinte años atrás.
Otros porque se sienten la ley, la de Lynch, claro, y como casi todo el mundo lleva su pistola en su pistolar, pues nada, tiro al negro que seguro iba armado.
Sería quizás conveniente hacer algo con ella, que fuera un pelín más restrictiva, pero con uno a favor, y con otra en tibieza, creo que en aras de la seguridad personal seguirán matándose por los supermercados y por los institutos de enseñanza media, con su pan se lo coman.
Más me preocupa la reacción que uno y otra puedan tener frente a los retos que el nuevo poderío de Rusia les está planteando, o los retos de na China creciente, hasta de la no terminada guerra de Corea y que desde el punto de vista de un una persona como Don Trump, con la imagen poco reflexiva y zafia que transmite es algo que se puede intentar resolver a cañonazos, y eso me pone los pelos como escarpias.
Fue muy divertido constatar que el peso mexicano, tras ver que las encuestas daban como perdedor a Don Trump subió la mañana siguiente en los mercados internacionales un pequeño dos y medio por ciento, y es que sus vecinos del sur le tienen a este pollo más miedo que a un nublado.
Pero tarde o temprano, me temo que en el Imperio surgirá sin hacer ruido el poder real, que está en esas agencias federales que lo controlan todo o casi todo, y acabará en la presidencia aquel que convenga más a sus intereses y a los de la industria relacionada. Nada nuevo.
Echaremos mano de la paciencia, y esperaremos, que en este maldito juego, no pintamos nada, excepto apechugar con las consecuencias, como los votantes americanos, ni más ni menos.
Buenas noches, y buena suerte

Colón no es Indepe…¡Abajo con él!

Si la CUP, no POT, la POT no JUNTS, ni si ni no, ¡ANC!. ¡Vaya lío que me han montado! ¡Que le quieren quitar el monumento al catalán más ilustre!, ¡Que por Colón no les viene nada!.
Meditando seriamente, imagino que el revuelo en las cátedras históricas dels catalinstas de Catalunya, (Madrit ens roba), ha debido ser monumental, ¡uy, perdón!, que los toros están prohibidos,, uf ¡qué sin vivir!, en fin, ha debido ser grandote.
Que media vida para convencer a todo el mundo de que el gran Colón era hijo de menestrales de la Vila de Gràcia, y cuando ya lo tenían, vienen JUNTS, amb la CUP, y no sé si PUC, y que me lo derriben.
Como todo el mundo sabe, o debería saber, ese gran catalán que fue Colón, y que los Reyes Católicos enviaron a buscar nuevas rutas con diners de Catalunya, (Madrit ens roba), lleva unas semanas indicando no donde andan las Indias, ¡qué va!, sino a donde hay que ir de luna de miel, es decir a Palma de Mallorca, que siempre fue su primer sueño a la hora de liderar a su Gràcia natal en pos de Els Paisös Catalans.
Así, que le voy a rogar a los muchachos estos de los baretos de La Verneda, que piensen bien sus propuestas, y recuerden lo que les decían en el I.N.E.M. Juan De Austria, donde los profes eran todos rogelios, y jamás les hubieran reído la gracieta, ya que la gran epopeya catalana del descubrimiento de América, es hoy el gran tesoro de la Nostra Terra.
Por no hablar de que la gran patrona de nuestra metrópoli, Zaragoza, es quien nos salvó de las garras del malvado Napoleón.
La verdad es que el monumento a mí nunca me gustó demasiado, más por un problema de frustración infantil que por rollos históricos, estéticos o incluso histérico-nacionalistas, que esas cosas no vienen en el diccionario de uso que no uso. Lo mío es mucho más ramplón, y está relacionado con que solo conseguí subir una vez hasta la peana del monumento.
La cosa era que cuando funcionaba el ascensor, en casa no teníamos la perra para el billete, y cuando la teníamos, el ascensor no funcionaba, y así años. Tremendo.
Las vistas desde la tal peana, pues tampoco eran apabullantes, que te subías a Montjuich, o a Miramar, por no hablar del Tibidabo, y no había color. Y lo peor para un niño como yo, es que no se veía América, ¡vaya!, que ni siquiera se veía Mallorca. Decepcionante.
Eso sí, tenías el Raval a tus pies, que no es moco de pavo, con su Escudellers a la derecha, y su Robadors a la izquierda, que en esto de separar por gremios en mi tierra hemos sido siempre muy avanzados, así que las chapas a la derecha y las rabizas a la izquierda, todo según su grado y condición, que para eso están las Ramblas.
Estos muchachos me tienen muy preocupado, no ya por el fiasco y el disgusto que a los profesores de historia de la Terra les están causando, que revisar ahora y reescribir la historia es un tiempo y una pasta, y la caída del monumento lleva implícito el reconocimiento de que el bueno de Don Cristobal, podía ser hasta genovés, y no del Call como todo el mundo sabe (lo de la Vila de Gràcia, es que por allí veraneaba, seguro).
Yo estoy seguro que es una maniobra política, que han negociado con Don Puigdemont y con el exalcalde de Sant Baudili, que tenían que derribar algo los muchachos y como no parece que vayan a derribar al Molt Honorable, pues se quedan con el sucedáneo.
Lo del Doce de Octubre, lo entiendo más, que si se celebra la gran victoria de un catalán ilustre como Don Cristóbal, se quedan estos muchachos sin el lado llorón que deben tener todas las fiestas, y si no se celebra una derrota es como si faltase algo, mire usted. Que nos deja sin posibilidad de queja, de moco, de lloriqueo y de Madrit ens roba.
Pero negar la importancia de la Patrona de la Corona de Aragón en tierras de mi Catalunya, es como negar la existencia dels grans paisös Catalans, que no se pueden entender sin la influencia que en Europa tuvieron los reyes aragoneses, a quienes, como todo el mundo sabe, siempre les ayudó la Pilarica.
Todo un lío, ya véis, y yo que no salgo de mi asombro al ver como estos muchachos se esfuerzan en destruir símbolos, que me temo no conocen demasiado bien, y pocos aportes en aquello que realmente nos interesa nos traen.
Con lo fácil que sería colgarle del dedo a Colón una senyera, (la estelada no me gusta, ha perdido el seny de mi tierra, y tiene algo de un histerismo que me rechaza), y endosarle una barretina, que nadie se daría cuenta de que le han cambiado el gorro genovés.
Con lo fácil que sería buscar un sincretismo adecuado para que el doce de octubre supiese a lo que mis amigos de si PUC no CUP quisieran, que sería suficiente cerrar el carrer Gran de Gràcia para un desfile de exaltación del aranés a las escolas de La Val, que eso si que es defender minorías que sufren, ¿verdad señora Rahola?.
Y poco más con esta chusca historia que sale de esas discusiones de medio utopías soñadas detrás de un cubata de Gordon’s a las que nos tiene acostumbrada la izquierda de este país (y de otros muchos), que a fuerza de querer imponer sueños que solo importan a los del bar de su barrio, acaban perdiendo el norte, el sur el este y el oeste, que es lo que tienen estas cosas, y en ese terreno es donde la derechona navega con el viento en la popa. Pero es lo que tenemos, y si yo fuera de la derechona de toda la vida, daría una rueda de prensa de forma inmediata, diciendo que derribar Colón es una barbaridad stalinista (por lo menos), y que quitar la fiesta del Pilar solo se le podría ocurrir a un hijo de Beria, por poner un aquel. Los tenía bramando y discutiendo tres o cuatro meses, que me iban a venir fenomenal para sacar adelante unos eres pendientes que tengo en el cajón, colocar en las diputaciones a unos cuantos amiguetes, que el clientelismo hay que cuidarlo, y una par de desgravaciones de impuestos a los que me financian, subiendo en consecuencia el IVA de las sillas de ruedas, que hay que compensar, que el déficit está muy mal visto.
Buenas noches, y buena suerte

La patrona de la diócesis

Hoy mi Negroni no estaba como siempre, y bien merecido que lo tengo, que le puse los cuernos a Boadas y me fui al Dry Martini. Me está bien empleado, que el Eixample es tierra de menestrales y los barrios de la baja Barcelona siempre han necesitado mucha más creatividad para salir adelante que esa tierra de paso que es el Eixample.
Además a mí siempre me han gustado los sitios pequeños, incómodos pero entrañables, y hay tres en mi Barcelona que siempre me parecieron insuperables, mi Boadas, mi Vaso de Oro, y esa Taberneta de la plaza de la Villa de Madrid, donde se recomendaba a las damas en la puerta del baño, que no tiraran la mensualidad al wáter, que cuesta mucho ganarla.
A la Taberneta hace mucho que no voy, y pienso arreglarlo a la mayor brevedad posible, aunque no sé si aparecerá aquella bruja que te echaba las cartas, y algún cantautor al que alguien siempre le pedía que le tocara el sapo (cancionero, claro).
El Dry Martini, creo que quería ser el Sándor, pero no lo conseguía, que en el de Calvo Sotelo, las jais ni te miraban, y en el Dry, si lo hacían, echabas mano a la cartera, que erróneamente, claro, siempre me parecía que estaban de camino hacia Mariano Cubí.
Yo nunca fui de Zeleste, me parecía que había mucho ruido y pocas nueces, y para esos menesteres yo estaba más a gusto en La Cova del Drac, aunque ya estuviese en la Barcelona de por encima de la Diagonal, pero era pequeño, incómodo y entrañable. ¡Qué le voy a hacer!. Luego se fueron Muntaner arriba, y ya no fue lo mismo.
Mis detectives barceloneses preferidos, el Mascarell, y el Carvallo creo que de alguna manera estarían de acuerdo conmigo, que para eso fueron a buscar a sus chicas entre las rabizas de Atarazanas, y comían en restaurantes de amigos, con bacalao al gusto y Priorato con sifón, que esas mariconadas del tinto de verano, son cosas posteriores que mal casan con la hombría de bien. Claro que cuando se hacían la comida en casa, había que tener a mano un buen Gandesa, con el sifón no muy lejos que hay cosas que las carga el diablo.
La calle Ancha, estaba llena de tascuchos, y entre los tascuchos, yo siempre me he quedado con el más incómodo, con el más entrañable, y allá que iba con mis amigotes a tomarnos unos porrones de la bota del abuelo, que nos ofrecía la Mami, para quienes éramos casi, y sin el casi, como sus nietos, adolescentes ruidosos. Nos daba cacahuetes, que eso de los “peanuts”, fue un invento muy posterior, nos sacudía con la escoba (literal) si nos pasábamos, y si se pasaba ella la cosa acababa en que se ponía la mujer (pasada de porrones), a bailar encima de la mesa, o encima de una cuba.
Con la marcha que lleva el Mascarell, no me va a llegar a esa época de finales de los sesenta, en donde empezábamos a pensar de forma muy inocente que a la Bestia del Pardo le quedaban dos partes, (el telediario solo se veía de Sarriá hacia la montaña), y aún le quedaban varias ejecuciones por firmar.
Y ya lo siento, porque fue una buena época, no por lo que daba la ciudad de sí, que siempre ha sido experta en putear a sus vecinos hasta la saciedad, sino porque uno estaba en esa adolescencia en que si alguien manda es la hormona, que aún no has cargado los programas necesarios en el software de tu coco, y tiras de hardware que aunque pete, tiene reparación.
Me viene todo esto, porque estamos de patrona, y aunque era fiesta, como había procesión por la calle Ancha, costaba más ir a los porrones de la Mami, el Paseo de Gracia se llenaba de gigantes y cabezudos, y siempre se le escapaba el globito al niño mimado de San Gervasi, que se había acercado con papá y mamá a ver el desfile.
A mí no me gustaba nada, era una porquería, así que lo que quedaba era, si había perras en el bolsillo, (evento muy poco habitual), intentar ir a las atracciones de Montjuich, y echar la tarde en aquel parque de Atracciones “para mayores”, que el del Tibidabo ya se sabe para quién era.
La Mercé, ese veinticuatro de setiembre en el que debían abrirse los cielos con el temporal de Levante celebrando la temperatura que había cogido el Mediterráneo a fuerza de enfriar ardores playeros que las llegadas de las vikingas producían entre los hijos de Can Tunis y de la Mina, que todos sabían que eran unas guarrillas en busca de un Juanillo español.
La realidad era muy otra, y claro los Juanillos al agua que los calentones también se curan así. Pero yo siempre pensaba que la Mercé procuraba que los cielos se abrieran el día de antes o el día siguiente. No era exigente con el sol, pero prefería que los terciopelos de la procesión, y los cartones de los Gigantes no se arruinaran con una tormenta a destiempo.
No echo de menos todo aquello, pero no abomino de ello, todo lo contrario, es una parte maravillosa de mis recuerdos que siguen vivos, pero no precisos, que la mente es buena amiga y solo quedan los posos de lo que fue bonito, y no pienso buscar el yang para equilibrar todo aquello, pero lo dicho, no lo echo de menos.
Y dentro de cincuenta años, los chicos de hoy, seguramente recordarán su fiesta de la Mercé, con aquellos elementos que hoy les están pareciendo gratos, y comentarán su anécdota con o sin nostalgia, que estas cosas van por barrios. Y si la alcaldesa al final se sale con la suya y cambia la fiesta a la de Santa Eulalia, que de hecho es la patrona de Barcelona, (La Mercé es de la diócesis), pues se habrá instalado el número trece en el calendario de festejos local. Mal agüero me parece.
Ya sabéis, a los trece años fue sometida a trece martirios por los romanos que eran unos malotes, y en recuerdo a su martirio y a su profesión, (cuidaba ocas en Sarriá), hay trece ocas en el claustro de la Catedral de la Santa Cruz y de Santa Eulalia.
A mí se me da una higa, la Mercé es la Mercé, la virgen del Rabal, que huele al pescado de la Barceloneta, al petróleo del puerto, y a los condones usados de la calle Escudillers. A Santa Eulalia, todo mi respeto, pero seguro que es más para los pijos de Sarriá, y a mí siempre me pareció que estaba muy lejos.
Pero claro, esa pollera del Eixample que se sienta en la sede de San Jaume, no es chicha ni limoná, que si quiere ser el Trías, no puede, y si quiere ser la Patro o la Charo, no sabe, así que irá a por el trece de Sarriá….o no.
Buenas noches, y buena suerte

El optimismo meditado de Shinzo Abe

El primer ministro japonés, que tiene que lidiar con un 28% de población mayor de sesenta y cinco años, ha seguido claramente las indicaciones de los positivistas que andan sueltos por todas partes, y nos ha dejado el caramelo de que esa situación, lejos de ser un problema, es un “bonus” para el país y su economía.

Estas cosas de los primeros ministros, uno nunca sabe para quién lo están diciendo, y claro, lo primero que se me viene a la cabeza es el 28% de votantes japoneses de más de sesenta y cinco años que lo han escuchado, y que seguramente lo habrán interpretado en el sentido de lo buena gente que es Don Shinzo, que nos considera un activo del país aunque estemos en clases pasivas, bueno, pasivas hasta cierto punto.

Y vamos por pasos. El primero es que Japón es un país endeudado hasta las cejas, tres veces el PIB, pero esa deuda, está en manos japonesas, es decir, los japoneses se creen su país, se creen a sus gobiernos, (con matices, seguro), y fían sus ahorros a los gobernantes, que parece no se dedican, al menos de forma notoria a rapiñarlos. Así que ese 28% de población con más de sesenta y cinco años, me da en la nariz que aparte de los votos que representan, tienen dinero, y lo tienen invertido en el estado en un porcentaje no desdeñable. En este punto, hay que recordar, que el sistema de jubilación japonés no solo depende del estado, (10% del PIB en pensiones)sino de las compañías empleadoras, que por otra parte, y en casi un ochenta por ciento de los casos, contratan de por vida.

En el momento de la jubilación, y después de haber trabajado treinta o cuarenta años, recibes una suma equivalente a cinco o seis veces tu salario anual, es decir, tu fondo de pensiones , y posiblemente hayas ahorrado algo más durante tu vida laboral. Es un dinerito que hay que considerar por el estado, sobre todo si se invierte en deuda pública local.
Recuerdo una durísima película, o así me lo pareció a mí cuando la vi hace más de treinta años, que se llamaba la Balada del Narayama, dirigida por un tal Shohei Imamura, y basada en un libro del mismo nombre de Shichiro Fukazaba, sobre la vida en sociedades rurales japonesas de hace uno o dos siglos.

Las personas que alcanzaban los setenta años, eran acarreadas por sus hijos, o por sus familiares más cercanos, a la cima del monte Narayama, y eran abandonados a esperar la muerte por hambre y frío, ya que habían dejado de ser productivos, y el sistema de supervivencia en el que se desarrollaba la vida, no podía mantener gente improductiva y sin potencial de desarrollo. La película tocaba el tema del mal negocio implícito de llevar a una persona activa y rentable para la familia, solo por la tradición, cuando la familia no tenía un recambio generacional por la ausencia de hijos.

Pero hoy las cosas son diferentes, Japón ya no es una sociedad rural, que viajando en tren desde Tokio a Osaka, algo más de quinientos kilómetros, no tienes conciencia de haber dejado en ningún momento el paisaje urbano, y los mayores de sesenta y cinco años, tienen mucha deuda estatal en sus manos, y lo que es lo mismo, mucho poder, intuyo.

Ciertamente las características de la población japonesa son muy diferentes de sociedades occidentales como la nuestra, que aunque no tenemos tasas de natalidad envidiables, al menos no cerramos del todo las puertas a la inmigración, y eso produce como efecto positivo el mantenimiento de una fuerza laboral más o menos productiva y que aporta al sistema unos impuestos nada desdeñables.

En los últimos diez años la población extranjera empadronada en España se ha incrementado en casi cinco millones de personas, de los que solo unos pocos (10% de esa cifra), son jubilados europeos. (Veremos qué pasa cuando los inmigrantes de hoy se jubilen y haya que pagar las pensiones en sus países de residencia, que me temo que los más volverán a sus lugares de origen como hicieron los trabajadores españoles que en los sesenta se fueron a trabajar a Europa).

Japón tiene dos grandes diferencias con Europa en estos terrenos, la primera es que el recambio poblacional no quieren hacerlo aceptando coreanos, chinos, y mucho menos gentes de color. Un extranjero en Japón, es aún un bicho raro, fuera de Tokio o de los circuitos turísticos, y esa circunstancia significa que deben estrujarse las meninges para mantener los índices de productividad que el mundo actual exige si quieres ser un país competitivo. Parece que han aceptado que si el futuro pasa por una reducción de la población no es más que una nueva circunstancia a la que adaptarse.

La segunda gran diferencia, es el índice de paro y de “rotación laboral”. En julio de este año, los datos publicados, indican un índice de paro del 3.0%, de los que hombres representan el 3,2%, mujeres el 2,7%, y menores de 25 años el 4,8%, y es que la Constitución, garantiza el derecho al trabajo, y exige el deber de trabajar, y se lo toman muy en serio.

La rotación laboral en Japón es alrededor de seis veces menor que la española, o que la de los Estados Unidos, lo que fuerza también a las organizaciones empresariales a formar a sus empleados en el conocimiento global de la empresa, de forma que sin cambiar de empleador puedes cambiar de trabajo en tu misma empresa. Si se hace adecuadamente, y parece que es así, el sentimiento de pertenencia a la compañía es muy fuerte, como lo es la fidelidad de los empleados.

Shinzo Abe, debe pues reconocer que el hecho del envejecimiento de la población es un reto, y como todo reto, si se considera de forma adecuada no es más que un generador de beneficios, es decir, un “bonus”, como él afirma.
No hay que olvidar que el consumo de las poblaciones de mayor edad no fomentan la inflación, ya que bajan sus requerimientos de inversiones en bienes duraderos, como casas, automóviles, e incluso en temas como moda, joyas, y por qué no, en la alimentación diaria que necesita aportes calóricos menores que las de las poblaciones más jóvenes, o de las formas de ocio.

El desarrollo de la robótica y de la inteligencia artificial, que se está llevando a cabo en Japón, es espectacular, visto desde aquí, y puede solucionar, no solamente los problemas de productividad en las empresas, que quizás no puedan contar con el recurso humano adecuado por la falta de recambios generacionales, sino que puede resultar en una ayuda inestimable en el cuidado de personas dependientes.

De una población de 127 millones de personas, un 12,8%, es decir 16,3 millones están entre los sesenta y cinco y los setenta y cinco años de edad,( casi el número de trabajadores que hay en España) siendo en general gente formada en múltiples aspectos profesionales, ya que se huye de la especialización durante la vida laboral. Es así, que con en este grupo de personas con experiencia, y con ganas en muchos casos de seguir siendo útiles a la sociedad se está trabajando para ofrecer posibilidades laborales adecuadas no solo a los requerimientos de las compañías, sino a las necesidades de sentirse útiles que buena parte de ese colectivo sienten.

La gran diferencia que aún mantenemos por no desarrollar convenientemente nuestra Constitución es que en Japón trabaja el 59% de la población total del país, (por cierto como en Alemania, que también perdió la segunda guerra mundial) lo que genera una riqueza que les permite mirar al futuro con un cierto optimismo,( una renta per cápita 40% superior a la española) aunque el consumo, la inflación, y algunos otros indicadores que nos dicen si una sociedad es próspera o no, no les funcionen adecuadamente frente a los estándares de las sociedades del, llamémosle bloque occidental.

Como comparación diré que en España trabaja solamente el 36% de la población, y ciertamente es el problema que pone en riesgo al sistema. Y la razón no es otra que nuestras autoridades no han sido capaces de cumplir el mandato constitucional del derecho y la obligación de todo ciudadano al trabajo.

Muchas expectativas tengo yo en la puesta en marcha de las soluciones que tras las declaraciones de Shinzo Abe puede ofrecer al mundo la sociedad japonesa, que con todas sus particularidades, me ha demostrado que van casi veinte años por delante del resto del mundo, y que los problemas que les van surgiendo serán los problemas nuestros del futuro, claro que las soluciones que van aplicando también deben ser tenidas en cuenta, y sobre todo la actitud de su gobernante de ver un reto, una oportunidad de mejorar, donde nosotros vemos solamente un problema sin una solución que no pase por dañar al ciudadano.

Un día nos daremos cuenta del engaño en el que vivimos en España, e intentaremos hacernos japoneses o alemanes, porque nuestro intento de aplicar las soluciones yanquies nos están llevando a la ruina.
Buenas noches y buena suerte

Los refugiados

No quiero seguir la manipulación que se derivará de la conferencia para los refugiados que se está celebrando en New York en estas fechas, pero me va a quedar poca cancha para evitarlo.
Parece que los líderes mundiales se han acercado a la Isla de Manhattan, bien provistos de espetones de sardinas, dispuestos a acercarlas al ascua de la indiferencia mundial, o de los intereses particulares de los partidos que actualmente dominan los resortes de los países que como receptores se sienten concernidos.
La memoria es muy flaca, y parece que hoy el hecho de que las poblaciones se desplacen en corrientes migratorias es una novedad. Una novedad que hábilmente salpicada de caras de dramas personales a la hora del Telediario o de “News at nine”, provoca efectos propagandísticos que pueden alterar en un sentido o en otro los equilibrios de poder domésticos. Así, la terrible imagen del niño ahogado en la playa, o la de la familia arrastrando un carro de míseras pertenencias mientras se acerca a vallas de espinos custodiadas por soldados/gorila, armados hasta los dientes, hace que desde el calor del salón y la sopa humeante, alguien diga, y lo que es peor, lo ponga en sus redes sociales, que hay que hacer algo. Y ciertamente llevan razón. El problema viene cuando se trata de definir el detalle de lo que hay que hacer.
Siempre podría empezar por el mensaje cristiano, de “vende todo lo que tienes, repártelo entre ellos que son los más desfavorecidos”. Es una opción que si las cifras de católicos y cristianos son ciertas, nos movemos en casi dos mil millones de seres humanos que podrían seguir esa recomendación, pero es muy difícil, lo sabemos perfectamente, que a lo mejor unos pocos miles de esos cristianos, católicos o no, lo hacen, pero con eso no llega.
Los budistas no están para muchos trotes, que con esas cosas de que han seguido a su maestro Siddharta que abandonó su puesto de príncipe, de cuartos andan justos.
El Islam parece que se ha tomado las cosas más en serio, que en esta última riada, y me ciño a la provocada por la guerra siria, los datos son que se han provocado casi once millones y medio de refugiados, de los cuales, alrededor de cinco han abandonado el país y han ido a parar a países limítrofes en un 95%, y me refiero a Líbano, Jordania, Turquía, Irak.
Los países receptores de esta corriente, que no es migratoria en primera aproximación, ya que supuestamente son potencialmente refugiados de guerra, no tienen ningún tipo de infraestructura para absorber esos movimientos con las garantías necesarias para crear asentamientos dignos, donde además puedan garantizar higiene, alimentación, sanidad, educación…y la sensación es de que los campos de refugiados de hoy pueden ser las ciudades del mañana. Ejemplos tenemos en cualquier cinturón rojo de cualquier ciudad europea.
Esto unido a las seculares divergencias entre las diferentes corrientes del Islam que se entremezclan en este movimiento, no hace más que complicar las cosas. Alauíes de Bachar el Asad, (rama peculiar del chiísmo), chiítas como los de Hezbolá en el Líbano, el gobierno de Irak, cristianos drusos, kurdos con una buena mezcla de sunnés y chiíes, los sunníes del estado islámico….
Todos son enemigos de todos, y además los dos grandes estados de la región Irán y Arabia Saudí, son irreconciliables chiíes y sunníes, con lo que la sopa está servida, y llega la historia hasta Yemen, en donde se están enfrentando ahora en una inútil (como todas) guerra de supremacía religiosa, a la que se une la llegada de refugiados del sur, desde las guerras en Sudán y Eritrea.
He contado en un cuadro suministrado por The Washington Post, alrededor de dieciséis grupos étnicos en la zona, como Judíos, Cristianos, Kurdos, Imamíes, Turcomanos, Ismaelíes, Nusairis, Drusos, Circasianos, Armenios, Coptos, Asirios, Turcos, Arameos, amén de los ya mencionados. Y entre ellos, lo mejor que puede pasar es que se ignoren, y normalmente no es el caso, ya que se perciben enemigos unos de otros.
Los desplazamientos masivos de población durante los últimos cuarenta años arrojan cifras espeluznantes, quizás haya más de veinte millones de desplazados en la zona, con casos espectaculares como los del Líbano con cinco millones de habitantes y uno y medio de refugiados, que le llegan desde el norte, desde el este y desde el estado palestino al sur, o como en Jordania que tiene siete millones de habitantes, y ha recibido a más de tres millones de refugiados.
Y hablamos de países sin recursos económicos, sin materias primas, y con escasez hasta de agua, lo que crea guetos de pobreza, de resentimiento, y de potenciales reacciones violentas tras lustros de un terrible sentimiento de marginación sin solución.
La presencia Israelí ha provocado más de cinco millones y medio de refugiados, repartidos en la zona, y creando fuertes rechazos en países como Líbano, que han visto como se ha usado su territorio para atacar a Israel desde su país por parte de organizaciones como Hezbolá.
Los refugiados provocados por el desmantelamiento de la frágil Libia de Gadafi que provocó desplazamientos internos por más de medio millón de personas…y así ad nauseam.
El mundo post colonial que quiso desde los salones europeos que el mundo fuera como a las potencias coloniales les convenía, y no como era en realidad, creó esos estados artificiales con mapas de servilleta del Crillon, donde los territorios los ocupaban grupos étnicos donde se superponían gobiernos con líderes religiosos, y donde la variedad de etnias, sectas, religiones y creencias, unido a tradiciones forjadas durante siglos, garantizaban la inmiscibilidad y la pertenencia a una misma bandera. Añadir a la lista de antesEtnias/creencias como zoroastrianos, mandeos, zayidis, baluchis, kharijites, coptos, bereberes, azerbayanos….
El mundo occidental, en buena parte responsable de esta situación, está evitando dar una respuesta para solucionar el problema, ya que los ciudadanos europeos que ven llegar estas columnas de refugiados, realmente se niegan a aceptar en sus comunidades la importación de esas culturas que les son tan ajenas, y que pueden alterar un sistema de derechos y protección social que ha costado demasiados siglos construir de forma consistente. Porque la aceptación de estas masas de desplazados, no se ciñe a la recepción de personas que están dispuestas a integrarse en las sociedades receptoras, sino que arrastran con ellos su cultura, su etnia, su tribalismo, y sus odios ancestrales hacia la etnia vecina, que por cierto viajaba en el mismo tren de la desesperación que acarrea la guerra.
Se está demostrando en Alemania la pérdida de poder que al SPD le va a suponer su política de aceptación de emigrantes, siendo el número muy pequeño frente a los casos comentados más arriba de países del Medio Oriente. Y es que los votantes, los ciudadanos occidentales están convencidos de que importan tensiones, y culturas belicosas que les son ajenas.
Por otra parte está el sentimiento de frustración del recién llegado, que se ve recluido, en el mejor de los casos en guetos, que en comparación con el septième de Paris, o el Charlottenburg berlinés les parece miserable, y tarde o temprano la violencia se desarrolla de una u otra manera, primero de forma interna, y luego contra el estado receptor.
Esa es la percepción del votante, y lo que acaban temiendo los estados, ya que además se importa una guerra de religión multifacética que nadie quiere en su barrio, y al reflejarse en las urnas directamente va contra la sardina que estos días se intentará asar en la Asamblea de la ONU.
No voy a hablar del patético letrero de Refugees Welcome que cuelga del consistorio madrileño de forma vergonzante, y descolorida, y que parece excesivo frente al número de personas recibidas, a parte del entrenador de futbol.
Mi posición es que este problema ha sido creado por el mundo occidental colonial europeo en su origen y agravado por Israel y por Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo pasado.
Una de las grandes emigraciones del siglo veinte, que nadie olvide que fue la de los judíos que dio lugar al estado de Israel, procedentes de Alemania y Rusia, huyendo de la guerra de exterminio que contra ellos libraban los regímenes en el poder. A su vez esto produjo en la zona otros desplazamientos poblacionales entre los palestinos, decisivos para entender lo que hoy está sucediendo.
La intervención americana y rusa en Afganistán y posteriormente en Irak por temas territoriales y económicos, ha sido la segunda pieza de este escenario que hoy contemplamos.
Las potencias actuantes han buscado estructuras sociales y administrativas para organizar estos territorios a su conveniencia, pensando que cosas como Estado, democracia, federalismo, ciudadanía, derechos personales, eran elementos que podían ser aceptados por las gentes de estos territorios que llevan mil quinientos años de islamismo mal asentado, y tres o cuatro mil años con otras organizaciones y creencias religiosas a las que la democracia y las fórmulas modernas de organización de los estados le son absolutamente extrañas.
Mi visión para el futuro es tremendamente pesimista. Se ha liberado un demonio que está justo ahora empezando a actuar y del que los estados occidentales no saben defenderse, ya que están preparados a luchar contra estados en guerras más o menos convencionales, pero no contra esta forma que ataca el corazón de las ciudades con impunidad casi total, los japoneses no pasaron de Pearl Harbor, y el islamismo radical ha provocado en occidente demasiadas muertes, y lo que es peor, inseguridad.
Así que el poder de los partidos puede verse atacado por estas situaciones que por el momento no pueden controlar, y están llevando a que los populismos radicales empiecen a campar por sus respetos. Esa será, me temo, la principal preocupación en la ONU estos días.
Y quiero dejar claro, que hoy me he referido únicamente a los refugiados por causa de guerra o de violencia, y así me queda para otro día la posibilidad de revisar los desplazamientos poblacionales por causas económicas.
Buenas noches, y buena suerte

La pérdida de nuestros fundamentos culturales

Muchas veces he comentado la preocupación que me causa la manipulación a las que los humanos están sometidos desde los medios de información, desde los púlpitos, sea cual sea la religión, desde la política, o desde los anuncios de lo que sea, que igual nos manipulan desde la Poca Loca, desde Vuela conmigo, o desde Mi Tele Mola.
Las cosas son así, pero me da en la nariz que la sofisticación que han alcanzado hoy día los sistemas de manipulación, están motivados solo porque somos más humanos en este mundo traidor, y la cuestión no es de contenido, que las líneas básicas siguen como siempre, sino de cantidad, y si me apuras, para satisfacer al dios inmediatez, más rápidas.
Quiero decir con esto, que la historia de la Humanidad es una sarta de mentiras, una detrás de otra, y todo para que las masas o los grupos tribales actúen de la forma más conveniente para el poder que sea, que nos empeñamos en poner apellidos al poder, y me da en la nariz que no lo tiene.
El precio que se ha pagado por esto es tremendamente alto, tanto es así que la verdad se ha perdido, ya no está al alcance de nadie, y con ello los seres humanos hemos dejado de saber quiénes somos.
Desde las grandes batallas de la Antigüedad, hasta las no tan antiguas, y si me apuras hasta las de ahora mismo, en las que son tan diferentes las versiones como voces las cuentan.
Que no tengo la versión hitita de la batalla de Gadesh, esa que dice Ramsés que ganó por tres a cero, ni de lo que pasó en las costas británicas cuando Felipe II envió su armada, o en las Navas de Tolosa, o donde quieras, que tampoco voy hoy a por las guerras.
Mucho más me interesa saber qué es lo que se nos ha ocultado por parte de santones, chamanes, testigos, gobernantes… es decir de aquellos que realmente conocen la verdad, y que se han preocupado milenio tras milenio en esconder el conocimiento bajo la capa bien de los símbolos, o directamente de la mentira, sin olvidar los casticismos que se usan para esconder los secretos de los oficios, desde el médico al arquitecto, y desde el informático al ecónomo. El secreto es la base que preserva a los gusanos de seda, al cristal de Murano, y a la preservación de la leche con el queso y el yogur, es decir el poder de tribus concretas..
Una de las modas en esta España del siglo XXI, es decir que uno es ateo, y la verdad es que cuando lo escucho, evito que la sonrisa, o la carcajada asome a mi rostro, sobre todo por no ofender demasiado, que la gente se toma estas cosas muy mal. Y mi sonrisa es porque para ser ateo hay que ser enormemente culto, y manejar unos niveles de información y de conocimientos simbólicos que están al alcance de muy pocos, no así manifestar el ateísmo, como pose sin base.
Digamos que es una creencia que no se alcanza solo con la voluntad, que hay que currárselo con un tesón solo digno de los mejores.
Lo más que podemos decir de todos y cada uno de nosotros, es que somos agnósticos, en el más estricto sentido de la palabra. Es decir, no tenemos el conocimiento necesario para creer, o para no creer, ya que sea cual sea la religión en la que nos han adoctrinado, lo que se nos ha contado no es nunca la verdad, esa que es única y se escribe con mayúsculas, que como mucho se nos ha contado la historieta necesaria para llegar al punto de sumisión que los chamanes necesitan para controlarnos.
Nuestra falta de conocimiento sobre el origen de nuestra cultura es apabullante, desconocemos el origen de los dioses que adoramos, desconocemos el porqué de la mayoría de nuestras creencias, en definitiva no sabemos quiénes somos, y por qué pensamos como pensamos, sentimos como sentimos, y lo que es peor ha dejado de interesarnos, porque hemos sido adoctrinados para ello.
Hace unas pocas semanas estuve visitando la fantástica exposición de Jeronimus El Bosco, y a poco que seas curioso, lo primero que te llama la atención es que no entiendes el mensaje que el pintor quiere enviarte.
Como ha comentado alguna vez Don Carlos Canales, estudios sobre la técnica pictórica, de este y de cualquier pintor los hay de una calidad apabullante, es decir, que somos capaces hoy,de explicar con gran precisión aquello que podemos medir, pero no aquello que estamos viendo, el lenguaje a través de símbolos, que debería ser el lenguaje universal entre culturas, es profundamente desconocido. En concreto sobre la simbología del Bosco, lo más frecuente es que te digan que lo qué más hay son lagunas de ignorancia, y hablamos de alguien de hace muy pocos siglos.
No soy yo, evidentemente quien puede dar la luz al mundo de los símbolos, al conocimiento que en ellos se oculta y que nos ha sido hurtado, ya que no forma parte del adoctrinamiento que entendemos por educación, y esos maestros no están disponibles .
Y los símbolos están en la música, en la literatura, en la pintura, en la arquitectura, en la mayoría de las expresiones culturales que entendemos como arte, pasando delante de nuestras narices sin enseñarnos nada ya que desconocemos su interpretación.
Y su significado y su conocimiento se nos han ocultado a los más de los mortales por milenios, que lo que se ha propagado son las doctrinas, para poder de esta forma esconder el conocimiento.
Creo que el hombre ha perdido ya para siempre la posibilidad de conocer las estructuras que han conformado su cultura, sea esta cual sea, y nos hemos quedado con la sombra del fondo de la caverna.
Eso sí, estamos llenos de estereotipos hueros, que nos hacen creer sabios, o al menos con ciertos niveles de conocimiento, y no es más que el espejismo que siguen induciendo en nosotros los encargados de cuidarnos.
Quiero, repito, quejarme de nuevo, por la pérdida, me temo que definitiva de las raíces de nuestra cultura, ignoramos el papel de los dioses que conformaron el panel griego y latino, de la misma forma que el pensamiento que forjó en las culturas helenísticas y latinas lo que hoy es la base de nuestra estructura social, se ha perdido para la gran mayoría de los humanos occidentales, y no creo que la cultura milenaria china, por no ir más lejos esté basada hoy en día en sus grandes pensadores, en sus conceptos religiosos que fueron el fundamento de lo que creo hoy se ha perdido.
Nuestro estado de vulnerabilidad es hoy máximo, nada más fácil que manejar masas sin cultura, sin tradiciones, sin símbolos reconocibles en los que forjar su espíritu.
Adoraremos a San Samsung, o creeremos que nuestra historia es la mezcla de Star Wars con Juego de tronos. Y en ese momento, que ya está llamando a la puerta, cualquier máquina con inteligencia artificial será más útil que nosotros.
La carencia de enseñanzas de ese tipo en nuestras escuelas es una muestra más del adoctrinamiento al que sometemos generación tras generación a nuestros descendientes, como nuestros ascendientes hicieron con nosotros.
Buenas noches, y buena suerte

La defensa de Europa

A cada cuyo, le encanta acercar el ascua a su sardina, y a mí el primero, dicho sea con la necesaria sorna, y como estos días le estábamos dando vueltas al asunto europeo, hoy no he podido más que darme cuenta de lo importante que se ha vuelto el nuevo ratón parido en Bratislava por nuestros bien amados líderes, que no sé qué haríamos sin ellos, ya que los diarios de tirada nacional han considerado, en sus páginas de opinión dar un cierto aire al asunto.
Un poco de historia, esa que se remonta al final de la guerra mundial que ganaron los americanos del norte, y que como gran botín ha conseguido que todo el mundo hable inglés, y que el dinero duerma cerca de Boston.
Realmente, y muy en líneas generales, la guerra que inició Alemania, fue una respuesta del populismo local a la cicatería del resto del continente en cuanto a la compensación por los daños causados a los aliados de la Primera Guerra Mundial, de forma que se mantuvo como enemigo mortal, a una parte importante del territorio europeo.
A las primeras de cambio la bota alemana llegó hasta los Pirineos, y casi hasta Rusia, hablando del ámbito europeo. A Inglaterra le faltó el canto de un duro.
Sin la intervención de los Estados Unidos, posiblemente hoy el alemán sería una lengua mucho más hablada que el inglés, pero su intervención nos ha dejado unos lastres que hoy se nos muestran, al aflorar, como las serias debilidades que tiene Europa para seguir avanzando en su proyecto, bastante difuso a ojos de los ciudadanos, por cierto.
El primero está en que los dos nuevos bloques que se crearon, y que territorialmente abarcan desde Vladivostok a Ukrania, y desde la misma Ukrania hasta Japón, viajando siempre de Este a Oeste, tienen serias dificultades para un entendimiento amable, ya que ambos bloques aspiran a una supremacía mundial difícil de obtener. Sus campos de batalla están claros y se encuentran las más de las veces en el hemisferio sur, bien de la mano de intervenciones económicas, militares o simplemente de ideología política.
A los mercaderes europeos nos vino muy bien la aparición de la OTAN, ya que no hubiésemos sido capaces nunca en llegar a un acuerdo sobre defensa común, y el paraguas de la fuerza militar americana, nos ha permitido crear un enclave de consumo, hoy en día el mayor del mundo, y frenar los principios de convivencia que nos podría haber propuesto el bloque comunista.
Hay actualmente una zona, Eurasia, que está tomando una importancia estratégica grande en el juego geopolítico actual y que es objeto de un interés creciente entre los dos bloques. Los países surgidos como entidades independientes a la caída del telón de acero, están siendo objeto de deseo en el proyecto Ruta de la Seda, en el que Chinos y Rusos buscan una integración económica con alguno de esos países, como por ejemplo Kazajstán o Bielorrusia, sin olvidar al inestable Uzbekistán o a los países de la Transcaucasia tan importantes desde el punto de vista del tránsito comercial, como de la producción de energía.
Las negociaciones están en el diseño del sistema económico/político que se les puede proponer a estos países que aún están lejos en su PIB, de las zonas consideradas de confort, bien desde el lado Ruso/Chino, como desde el lado de la UE, que al final es el cliente diana.
Europa tendrá que ser mucho más proactiva en sus iniciativas, lo que en na estructura como la europea es casi una quimera, ya que lo único que podemos hacer es reaccionar, y en voz baja, a las iniciativas del otro bloque.
Federica Mogherini, alto representante de la Unión para asuntos exteriores y política de seguridad, presentó el pasado 28 de junio, en el Consejo Europeo, un documento sobre la Estrategia global sobre política exterior de la Unión en donde se marcan con una claridad meridiana las debilidades que en esta materia tenemos en Europa.
Una de las pretensiones fallidas de la Unión Europea ha sido el Plan Europeo de Vecindad, por el que se pretendía que la filosofía de vida que impera en Europa y sus valores impregnaran a nuestros vecinos, asumiendo que ese era el deseo de países como Moldavia, Egipto, Argelia, Bielorrusia.
Pero nada más lejos de la realidad, así que la señora Mogherini y su equipo dan por terminada esa estrategia, y proponen la solución burócrata de la utilización de normas, creadas a base de firmes compromisos con las fuerzas multilaterales, a pesar de la facilidad con que muchas de ellas se rompen, sin ir más lejos por parte de Rusia, el otro bloque en cuestión, en el caso de Ukrania.
Incluso las ampliaciones hacían territorios que no tienen nuestros principios de moral política y social, son de dudoso buen resultado, como han demostrado territorios del Este de Europa recientemente añadidos, más por necesidad geoestratégica del núcleo central de la Unión que por convencimiento de su idoneidad como socios. Pero mejor con nosotros que con el bloque Ruso/Chino.
Lo que sigue estando claro es la posición de absoluta debilidad de la Unión Europea a la hora de defender sus fronteras, y su política exterior de defensa. Es algo que se ha cedido a Washington desde hace demasiadas décadas, y que la salida del Reino Unido, con uno de los ejércitos más importantes de la Unión, introduce un elemento de incertidumbre a considerar.
Hay que tener en cuenta que en este momento los intereses americanos están mirando con mucha atención al otro lado del mundo, en concreto al Mar de la China, donde se está planteando una nueva zona de tensión en donde se mezclan ambiciones territoriales del expansionismo chino, temas de orgullo nacional contra Japón por sus capturas territoriales de finales del XIX, y los temas comerciales de tránsito de mercancías y energía donde el estrecho de Malaca, y un poco más lejos el de Ormuz, tienen una importancia económica enorme.
La exclusión de China en el tratado transpacífico de libre comercio, realmente no ha ayudado demasiado a calmar los vientos por esos mares.
Las tensiones creadas por el régimen de Corea del Norte, son con sus amenazas veladas a Japón otro elemento a considerar, ya que la guerra de Corea no está técnicamente acabada, que lo que hay es un armisticio de casi sesenta años, con intimidaciones constantes por ambas partes.
Esta situación puede debilitar la posición defensiva de Europa que carece de sistemas de defensa adecuados y de capacidad de reacción común frente a retos o agresiones externas.
Nuestra única defensa es que somos un mercado interesante, pero sin gendarmes, y eso podrá durar mientras alguien no piense que puede apropiarse del mismo por la fuerza, si lo considera oportuno, obteniendo algún nuevo beneficio, y olvidando, por supuesto, a los ciudadanos europeos.
Por último quiero recordar que los valores humanistas y democráticos que dan la apariencia a Europa que muestra hoy, no son compartidos por la mayoría de los países del mundo, que fuera de Australia, Nueva Zelanda, Japón, Unión Europea, Los Estados Unidos, Canadá, Israel y algún país sudamericano como Chile,(Perú, Argentina y Brasil en menor medida) o la misma Sudáfrica, en grados dudosos, poca democracia hay en el mundo, que de los casi ocho mil millones que somos apenas dos mil actúan en democracias más o menos aceptables. (Dejo la India en el saco de la duda, porque aunque “in pectore” se proclaman demócratas. Después de haber andado por esas tierras tengo muy serias dudas.
Y no lo olvidemos, los países que no siguen los principios democráticos, posiblemente no estén deseando adoptar estos sistemas.
Así que seguiremos siendo los mercaderes desarmados, que como las caravanas que cruzaban el desierto o bien se defendían ellas solas, o pagaban para que otros las defendieran, y eso dura mientras el pago sea superior al beneficio de la rapiña.
Buenas noches, y buena suerte

Corazón, corazón

Decía mi tío el médico, que solo hay dos tipos de enfermedades, las que se curan solas, y las que no se curan. En eso, y cambiando la profesión, estaba de acuerdo con Franco, que pensaba que si los problemas no se resolvían con el tiempo, no valía la pena acometer la búsqueda de soluciones.
Y las cosas en nuestra política, no ya nacional, sino europea y mundial en buena parte, parecen que siguen esos axiomas, que Blas Pascal también recomendaba, cuando alguien se enfrentaba a un problema al que no le encontraba solución, lo mejor era buscar uno, más complejo, y así olvidabas el que era objeto de tu ansiedad.
Nuestros dirigentes, cualquiera que sea su país de ejercicio, siguen, me temo, esas sendas a la hora de ejercer sus ministerios, y preferimos llenar páginas de periódicos y de informativos con la tos de doña Clinton, las hamburguesas de don Trump, las guarradas de la señá Rita, o las cacicadas del Guindos.
Y eso, de verdad, al final no es más que el grito de “The show must go on”, que siga el espectáculo, porque el interés de verdad es mínimo.
El sistema americano no necesita ni a Clinton ni a Trump más que como las figuras de guiñol que son, y las historias locales con las que se llenan los informativos están más cerca de las historias de Rosiíto que del interés real de los ciudadanos que gastan horas en escuchar y decir las estupideces más grandes que el orbe ha contemplado.
Hoy, sin ir más lejos, solamente Euronews, y en una posición no muy destacada, en la prensa que he leído esta mañana (País, Mundo, Abc, Vanguardia, Confidencial), hace alguna referencia al discurso de Junker, pero lo importante son los resultados del “jumbor”, y las noticias políticas que yo enmarco en “Corazón corazón”, que si uno fuera la Obregón, o el Lecquio, perdón Conde, Conde Lecquio, les pleiteaba por intrusismo, que cada día cuesta más una primera página del ¡Hola!. Y no es que Junker vaya a resolver nuestros problemas, que son solo tres, pero él, la organización parlamentaria europea, y el tinglado burocrático de la Unión, nos cuesta una pasta gansa. ¿Sabían ustedes que el edificio de la sede del Banco Central Europeo en Frankfurt está valorada en casi mil quinientos millones de euros, sin ir más lejos?
Estas charlotadas que son las elecciones autonómicas, se van a centrar en eso de que yo soy más vasco o más gallego que tú, porque los verdaderos problemas que tienen sus sociedades no se van a considerar de forma seria, que aunque son vitales para nosotros y para nuestro futuro, no parece que den votos.
Hay tres problemas que deberían centrar nuestras exigencias, ya que de su solución depende en buena medida nuestro futuro, y todo lo que se hace, aquí y en Sebastopol, es mirar hacia otro lado cuando se plantean, normalmente en foros elitistas con poca repercusión en la masa que se humilla mirando al móvil en busca del “me gusta” de Chuchita o de Pololo.
El primero es que el gasto de los Estados está por encima de su recaudación, y una de dos, o recaudan poco, o gastan demasiado.
Lo de recaudar poco, quizás sea cierto, pero no del lado de los ciudadanos, que pagan su cinco por ciento de seguridad social retraído directamente de su sueldo, más otro treinta por ciento que, sin que lo vea directamente el trabajador, ingresa en las arcas de la seguridad social la entidad para la que trabaja, más entre el veinte y el casi cincuenta por ciento de su salario en concepto de IRPF, más un veintipoco por ciento cuando se compra unas zapatillas para pasear por el parque, más el añadido fiscal que va en la factura de la luz, en la factura de la gasolina, en el vermut del domingo, o en el pitillo post polvo. No parece que por ese lado se pueda trincar más, aunque cosas más difíciles se han visto.
Hay otros ciudadanos, claro que jurídicos, que cuando pagan un diez o un quince por ciento de lo que ganan se rasgan las vestiduras y se quieren ir a Panamá, por lo menos….ahí quizás algo se pudiera hacer.
Pero del tratamiento de esa diferencia entre ingresos y gastos del Estado, nadie dice ni pío, que el establishment se te echa encima, que no se trata de quitar maestros de escuela o de cerrar los hospitales, que se trata de que todos paguemos, físicos y jurídicos de forma equitativa, y formas de conseguirlo las hay a montones. Pero eso se arreglará con el tiempo, o reventará, que a mí, con cuatro años de legislatura por delante se me da una higa.
La segunda parte de la historia, es que estamos endeudados hasta las cejas, y que eso nos cuesta unos treinta y cinco mil millones al año del bolsillo de todos y cada uno de nosotros, cifra por cierto asombrosamente coincidente con lo que se necesitará añadir al sistema para pagar las pensiones dentro de unos años.
Y no, no escucho debatir quién tiene que pagar esa factura que han creado por los ciudadanos/súbditos que andamos humillados por la calle mirando el móvil, las injustas formas de repartir los ingresos fiscales necesarios, entre los físicos y los jurídicos.
Y la tercera, es que nos hacemos viejitos, ¿vitte?, y ¡ejem!, esto de las pensiones, buufff, no va a haber quien las pague, que no hay forma de que os muráis cuando se necesita, que desde los sesenta y cinco hasta los ochenta y tres, hay casi veinte años de subsidio, y que dentro de veinticinco años serán diecisiete millones de españoles esperando el subsidio. Pero mira los de Lituania, o Letonia, o Estonia, que no me acuerdo, que hasta los setenta no te jubilas, (aquí ya andamos por los sesenta y siete). Así que detrae de lo que no te hemos quitado en impuestos de tu salario otro diez o quince por ciento, y así nos das ese dinerito que gestionardemos, vía productos financieros opacos de esos que gestionan los amigos de Goldman, de BNP, de J.P.Morgan, previo cobro de comisiones de gestión, pase lo que pase, y sin la garantía de que no se lleve tu capital o una crisis o un desalmado.
¿Trabajar hasta los setenta?, ¿por qué no?, la mayoría encantados, pero la decisión no es del trabajador, que es de la corporación que le contrata, y que a la que cumple los cincuenta, le parece que lo mejor sería quitárselo de encima, que quizás es demasiado el precio que hay que pagar por su experiencia, y que no se necesita, que la hoja Excel que toma las decisiones es más barata, o esa cosa que se llama inteligencia artificial piensa más barato, o que puedo llevar tu puesto de trabajo a paraísos donde la esclavitud está permitida y alentada.
Y digo yo, ¿por qué no paga quien crea el problema?, siempre y cuando el problema no lo creemos los ciudadanos por no morirnos a los cuarenta y cinco años como hacen en Bangla Desh, que eso si que son ciudadanos responsables, y no nosotros que insistimos tozudamente no solo en vivir hasta los ochenta y muchos, sino que al final de nuestras vidas nos empeñamos en utilizar los servicios sanitarios y los subsidios de pensiones que hemos pagado durante los años que nos han permitido trabajar.
Cuando esos debates que deben preceder a las soluciones, de estos tres grandes problemas, sean lo que llene día tras día las páginas de los periódicos por encima del problema que representa el índice de masa corporal del señor Trump, o las similitudes veladas de doña Clinton con la dama de las camelias, o la victoria agónicamente épica del Madrit (ens roba), con detalle sentimental de su delantero, o los problemas de la exalcaldesa valenciana, que deberá comprar un puesto de frutas en el mercado central para sobrevivir desde ahora, o los Sorias que se caen de los Guindos, o el flequillo molt honorable, o yo soy más de mi pueblo que tú del tuyo, y si digo que no, es que no, empezaré a creer que no se me trata como en internet, donde me han hecho creer que soy el cliente y lo que soy es el producto a la venta.
Buenas noches, y buena suerte

Hoy toca Europa

El estado de la Unión se empieza a desarrollar hoy en el Parlamento Europeo, y puede darnos la sensación de que estamos delante de un ejercicio democrático de primer nivel, que sin entrar en odiosas comparaciones con otras áreas del Globo, creo que no deja de ser una burla para los ciudadanos/súbditos que poblamos este Viejo Continente.
Seguramente el señor Junkers, se quejará del repunte de los populismos, y del daño que esto puede acarrear a sus súbditos ¡uuhhh!, que viene el lobo.
Nos recordará que esto no es un gran país, aunque ya lo sepamos, y que desde demasiados puntos de vista no deja de ser una casa de lenocinio con “madame” incluida. Seguro que nos pedirá que dejemos, en los países que conformamos la Unión, de pensar como país, y empecemos a darnos cuenta de que esta Unión Europea es una panacea para todos nosotros.
No sé yo lo que pensará de ello el parado de más de 45 años y que lleva cuatro o cinco buscando trabajo, ese, que un sistema europeo le arrebató por un quítame allá esas pajas de una supuesta crisis, de un desplazamiento de la producción hacia zonas de esclavismo, o de cualquier otra historieta que a alguien se le pueda ocurrir.
Lo que el señor Junkers no dirá, es que el Banco Central Europeo, está lanzando 60.000 millones de euros al mes a interés cero para que se mueva la economía haya inflación, y crecimiento, pero que si esa cantidad se repartiera entre los desempleados de la zona Euro, alrededor de dieciocho millones de ciudadanos, tocaban a más de tres mil euros al mes, e iban a mover el consumo a velocidades de vértigo. No, eso no lo dirá, y si alguien lo menciona, no habrán de faltar argumentos técnicos y acusaciones de populismo, que honestamente no sé lo que quiere decir, con precisión, que una idea general si tengo.
Lo que tampoco creo que nos diga el señor Junkers, es la posición europea acerca de la nueva ola de renacionalización de entidades, bien financieras, bien industriales. Se ha empezado por los rescates bancarios, (que Bankia es mía, por ejemplo) y al parecer se van a comprar participaciones de ciertas empresas, esas que son muy, pero que muy grandes, y no se descarta que al final se acaben comprando participaciones industriales, es decir, acciones, o lo que es lo mismo participaciones que pueden devolver al ciudadano/súbdito el capital de cosas como Telefónica, Campsa, Tabacalera, Argentaria, Iberia….que cuando se vendieron por parte del Estado, es decir, por los ciudadanos, no recuerdo haber recibido ni un duro de aquellas transacciones.
No nos dirá el señor Junkers, que los beneficios obtenidos por las grandes compañías, deben cubrir las responsabilidades sociales que generan solo por actuar en los mercados, y que todo no vale, no señor.
Y se quejará, no de que el Reino Unido deje a Europa, sino de que no lo haga deprisita, que para mañana es tarde, que esas cosas de las incertidumbres les van muy mal a los mercados, y aunque en los estratos de la gente que trabaja, las incertidumbres son enormes, lo que importa, ¿verdad señor Junkers?, son los resultados a fin de año de las corporaciones, y las previsiones del año que viene.
Seguramente, usted, que creó un paraíso fiscal en su Luxemburgo de origen, tendrá la desfachatez de quejarse de que los irlandeses le copiaron el sistema, tendrá la poca vergüenza de afirmar que los impuestos deben ser pagados por las transnacionales allá donde generen sus beneficios….seguramente cree usted, y en parte lleva razón, que los ciudadanos/súbditos, de esta Europa que camina con la cabeza humillada mirando en el móvil las consignas que se le lanzan, son imbéciles, y de esa forma no se darán cuenta de lo fácil que es derivar impuestos utilizando argucias como los contratos de asistencia técnica, el pago por servicios de alta dirección, los incrementos de los precios de transferencia de los bienes objeto de la transacción, y sobre todo, lo difícil que es y lo caro para la administración controlar esos cientos de miles de contratos que cruzan Europa cada día. Yo mismo, dentro de la legalidad más absoluta, he trabajado con ese sistema.
No nos dirá el Señor Junkers, que una posible solución es hacer pagar tasas de acceso a los mercados a las compañías transnacionales en función de las valoraciones de los mercados a los que se accede, como ocurrió en su momento con las tasas que se establecieron a las compañías telefónicas por el acceso a las redes móviles….¿no nos acordamos?.
Seguramente, el señor Junkers suelte una lagrimita por la dureza de la vida de los refugiados de esa guerra en Siria, de esa guerra en Libia, de esa guerra en Sudán, en Eritrea que no hace más que llenar de población no deseada nuestras impolutas costas que no deberían usarse más que para el disfrute playero, pero nunca reconocerá que estos lodos tienen su origen en el corazón de Europa, en el reparto que de Africa, y del Imperio Otomano se realizó a principios del siglo pasado. Y sí, señor Junkers, la dulce Francia, la laboriosa Alemania, la bella Italia, la incomprensible Gran Bretaña, y hasta esa Bélgica que tiene usted al lado de su pueblo, están en el origen de todo esto que hoy molesta, de la misma forma que en Siria, hoy la guerra aparte de otros componentes propagandísticos, como la religión, el tribalismo, el señor Assad, lo que esconde es la lucha por el control del transporte de energía, desde sus fuentes de producción a uno de sus mayores clientes, Europa. Y no es lo mismo que los oleoductos y los gaseoductos vayan hacia Rusia o que vayan a Europa por Turquía o por los puertos mediterráneos. No creo que nos diga la verdad en eso.
Pero seguramente se quejará de que el TTIP esté con neumonía, como la señora Clinton, y muy posiblemente nos apechusque usted con el hecho de lo importantes que son las exportaciones para este mercado europeo que es el mayor del mundo, que la importancia del comercio es fundamental…..ya lo sabemos, pero lo que no es tan fundamental es que el poder de los ciudadanos, si esos que van por la calle con el testuz a punto de descabello mirando al móvil, se pase a las transnacionales, que sean ellas las que marquen las normas de juego en cuanto a los que nos venden, como lo hacen, y cuanto nos cobran por hacerlo. Que lo que no queremos es que la justicia pase a las manos privadas que pueden suponer los tribunales de arbitraje. Que yo no quiero pagar una multa por poner en un paquete de tabaco que fumar mata, y eso sea considerado lesivo para los beneficios de la tabaquera de turno, cuando realmente deberían pagar los costes sanitarios derivados del consumo de su producto.
Que yo no quiero que me envenenen, que no quiero que me vendan coches tramposos, que no quiero que me pisoteen las compañías aéreas, las de alquiler de coches, las hoteleras, las de electricidad, gas, o productoras de bebidas edulcoradas, cuando al información que me dan para que use sus servicios es generalmente tramposa. Sí señor Junkers, meta su TTIP en el cajón de donde nunca debió salir, que aunque no sea la mejor del mundo siempre preferiré un tribunal de justicia ordinaria, aunque sea español, que un tribunal corporativo cono esos de la FIFA.
Y poco más que añadir, que me aburre todo este tinglado, y que no, que tampoco creo que la solución esté en la señora Le Pen, o en el señor Iglesias o similares, porque tanto ellos como los demás componentes de ese Parlamento que tiene usted delante de su atril, y al que se dirige, no piensan en sus súbditos/ciudadanos, piensan en sus corporaciones, que son los partidos políticos.
Buenas noches, y buena suerte

Teodora

Yo tengo que preguntar a mis amigos ilustrados cuál ha sido el papel y la importancia de esta mujer en la historia, esta Teodora, que no era más que una prostituta y que según ando enterándome ha sido quizás la mujer que ha hecho más por los derechos de las féminas en los últimos mil quinientos años.
La historia de Teodora, que fue mujer de Justiniano, el del Corpus Juris Civilis, el de Hagia Sophia, el del esplendor del Imperio Romano de Oriente, os la enuncio, y podéis ampliarla todo lo que queráis, que bibliografía no falta.
De origen humilde, y de alguna forma condicionada por sus circunstancias familiares se ve forzada a ganarse la vida como bailarina exótica (me ha encantado siempre esa expresión decimonónica), de ahí a la prostitución que hubo de ejercer, hasta que cayó en manos de un egipcio que la llevó a Alejandría.
Este hombre, fue peor que los clientes de su burdel, y la abandonó en muy malas condiciones, posiblemente perdió un hijo, o se lo quedaron en Egipto, y ella en un mal barco pudo volver a Bizancio.
Conoce a Justiniano, (buscad detalles en “El conde Belisario” de Robert Graves, si queréis la versión cómoda), y hace que el emperador Justino, padre adoptivo de Justiniano cambie la ley para que pueda contraer matrimonio con el noble que sería luego Emperador, ya que a las prostitutas, bailarinas, o actrices se les tenía vedada la posibilidad de casarse con nobles, o con oficiales gubernamentales
No queda claro su origen, si era siria, chipriota, o de la misma Bizancio. Poco importa.
Ya es interesante el constatar que a pesar de que Justiniano era un ortodoxo integrista, y siendo ella monofisita, (interesante consideración sobre la naturaleza divina de Jesús, por cierto), eso no supusiera un problema en la relación, sin duda compleja que desde el punto de vista político y religioso debieron mantener, en el plano personal no fue un impedimento.
La aportación de Teodora al impulso de los derechos de las mujeres en el Imperio romano fue algo que hoy día en partes de lo que fue el Imperio Romano de Oriente, ya quisieran tener.
Valgan unos pocos ejemplos:
-Prohibición de la prostitución forzosa, cerrando los burdeles que lo ignoraran.
-Creó un convento (Metanoia), donde las prostitutas que dejaban la práctica, podrían mantenerse a sí mismas.
-Instituyó la pena de muerte a los violadores
-Dio derechos a las mujeres en caso de divorcio.
-Prohibió el abandono de bebés no deseados.
-Dio a las madres el derecho de custodia de sus hijos.
-Prohibió el asesinato de las mujeres acusadas de adulterio.
-Dio acceso a la propiedad a las mujeres.
En definitiva, y como diría un machista como yo, aprovechó su poder para equilibrar todo lo que la vida le robó.
En estas cosas, y como andaba la religión de por medio, con la cantidad de poder que acarrea, un historiador coetáneo la puso a caer de un burro, Procopio de Cesarea, aunque el tal pollo no debía ser muy ecuánime porque a la que alguien le caía mal se lo cargaba en sus escritos, como al pobre Conde Belisario. Pero es harina de otro costal.
Muere Teodora posiblemente de un cáncer de mama a los cuarenta y ocho años, dejando a Justiniano que la sobrevivió con largueza, sumido en el dolor y la tristeza, dicen.
Dicho esto, y espero que la historieta que me vino en Ravenna, mientras se me abría la boca delante de los mosaicos de San Vitale, despierte curiosidad y alguien profundice, ya que de lo que quiero hablar es de lo que a mi modo de ver ha quedado de ese impulso que a la causa del reconocimiento de los derechos de la mujer dio Teodora allá por la primera mitad del siglo VI.
Como digo, y según lo que he visto y leído, como ciudadano no ilustrado que soy, acontece que en los países que dominó aquel Imperio Romano, salvo aquellos que hoy están con una cultura occidental plenamente aceptada, las mujeres estoy seguro echan de menos a una nueva Teodora.
Ciertamente que los movimientos religiosos que acapararon el poder político en esas tierras, Siria, Palestina, Turquía, Irán, Transcaucasia…no han sido el caldo de cultivo más adecuado para el desarrollo de los derechos de las mujeres, que la concepción del Islam sobre la condición femenina es totalmente opuesta a la consideración occidental del tema, aunque incluso en este lado, y en la práctica haya aún un largo camino por recorrer.
Y conste que pienso que al menos tan culpable es la religión como el tribalismo y la falta de ilustración de las capas más amplias de estas sociedades, alentadas por supuesto desde las satrapías gobernantes.
Como muestras de lo que digo, un par de anécdotas de países que aparentemente están occidentalizados, y conservan, con bajos niveles de aceptación, cierto, y en zonas rurales, prácticas como las de las manzanas rojas de Armenia.
Antes de la boda, la novia debe presentarse en la puerta de la casa de los futuros suegros, donde es sometida a un bombardeo de manzanas rojas.
Si lo soporta, se la considera virgen, y es aceptada para el matrimonio. En caso de flaqueo, o lo que es peor, muerte, la familia de la novia, pierde los regalos y la dote que hayan podido ofrecer para la transacción….
Hay versiones más suaves en las que si la chica es virgen la mañana siguiente se envía una manzana roja a casa de la chica, y si no los es se envía…a la chica, claro. En cualquier caso es humillante.
O en Irán, en donde la prostitución está mal vista por los chiíes en el poder, de forma que existe la figura legal del matrimonio a tiempo cerrado, que se puede y debe formalizar, pero que puede ser por una noche.
Cierto que en occidente vivimos en una sociedad en la que aún es un hecho el que la posición de la mujer en la escala de poder es algo manifiestamente mejorable, pero también es verdad que la diferencia con estas sociedades más cercanas que la nuestra a la tribu, o al grupo religioso como órgano de cohesión social, es enorme, y me temo que seguirá ensanchándose por nuestro lado.
Fuera de estas anécdotas que desde luego muestran a las claras lo que desde nuestra óptica es sencillamente inaceptable, he tenido en estos últimos años la desagradable sensación de entrar en contacto con mujeres de esas sociedades con una formación envidiable, y que deben desarrollar su vida en entornos que a nosotros nos parecen medievales, y no se lo merecen.
Una chica trilingüe y con una buena cultura te dice a los veintipocos bellísimos años que en su sociedad es ya vieja para formar na familia, y que cualquier hombre que se le acercase le exigiría el abandono de su profesión. Veremos si resiste la presión, y a qué precio.
Que la profesión que puede dar independencia económica a una mujer es el más temido de los horrores que la sociedad patriarcal enfrenta en estos países en los que además la presencia de las féminas en las Universidades es cada vez mayor, y con mejores resultados que los que obtienen los hombres.
Esa formación tarde o temprano deberá crear movimientos que conduzcan a las mujeres de esas tierras a alcanzar más altos niveles de libertad, al menos es lo que les deseo.
Y si, es cierto que tienen enfrente religiones, tradiciones campesinas y miedo, mucho miedo de la amenaza que pueden representar para el poder que desde las familias hasta las más altas magistraturas del estado, lleva estructurado de forma secular.
Como decía al principio, preguntaré a mis amigos que de esas cosas de la historia del derecho lo saben todo, cuál ha sido la influencia de Teodora en el ordenamiento jurídico desde aquel año quinientos y pico en el que se configuró como gran defensora de los derechos femeninos.
Si me dicen algo, y lo entiendo, prometo compartirlo.
Buenas noches, y buena suerte

¡Vergognati! politico spagnolo.

Vergognati…..señor Ministro de cultura y deportes, señora Presidenta y señor Consejero de ¿Cultura? de la Comunidad de Madrid, señor Alcalde de Alcorcón, señor Edil de Cultura del mismo Ayuntamiento
Sé que lo saben perfectamente, que entre tanta persona excelente, el significado que tiene esa expresión italiana, seguro que no representa ningún área de conocimiento no explorada, que nuestros preclaros próceres no son personas que deban aprender, sino ilustrar al pobre ciudadano.
Pero en cualquier caso, y solo por si las moscas, que estas cosas las carga el diablo, les diré que dentro de los usos de la educación de los niños en Italia, el ¡vergognati!, representa una forma de penitencia cuando el enano en cuestión, rompe el jarrón de tía Adelaida, ese que regaló a madre con tanto cariño, que a doña Adelaida nunca le gustaron las listas de boda, o no se sabe la lección en el colegio. La reacción del muchacho es inmediata, baja el testuz, mirando al suelo y se avergüenza del resultado de sus actos, aunque la intención fuera de lo más limpia y honesta.
Digamos que es una penitencia leve, que no se olvida nunca, así que a ese grito he visto bajar el testuz a muchos adultos italianos, amiguetes, claro, cuando se lo he soltado a traición por un quítame allá esas pajas.
Hoy ando por la costa adriática, en enclaves como Ravenna, Urbino, Pesaro, Fano…y los italianos, que son muy suyos tienen la costa llena de actos culturales. Que si el festival Rossini hace unos días, que si una Mostra de la gastronomía del pesce y del vino locale….y aquí en Fano el cuadragésimo tercer festival internacional de música coral, y a mí, que soy un iletrado vicioso, no se me ocurre más que acercarme a la Basílica Catedrale a escuchar un concierto de varios grupos….italianos, húngaros, y ¡Oh sorpresa!, un grupo de voces blancas de Alcorcón, ciudad cercana a Madrid, de esas que tienen de todo, Corte Inglés, tren-tranvía y carreteras anchas.
Como diría Don Juan Tenorio…”Soldados y en tierra extraña”, pues se acerca uno, para felicitar después del concierto a los componentes del coro español, que por cierto levantó al público de sus asientos, dada la calidad de sus interpretaciones, algunas de ellas, al parecer compuestas incluso por miembros del staff del coro.
Vamos que hicieron que me sintiera orgulloso de ser español. Me comentaron que llevan muchos años viajando por Europa, llevando el nombre de Alcorcón y de España por todas partes, y por lo que veo mucho mejor que la mayoría de nuestros representantes de relumbrón en la escena política que tienen a los “homo bruselensis” hasta los mismísimos de tanto escuchar las desnucasapeces que en mi nombre sueltan en los foros políticos.
Como siempre pequé de ingenuo, les pregunté si estaba con ellos el agregado cultural de la embajada española, y las risas aún no se han apagado, tanto es así, que el director del coro, por un momento temió que alguna voz se rompiera y el concierto del día siguiente, peligrara.
El grupo, que se llama Antara Korai, según me dijeron carecen de todo tipo de financiación pública, que cuando va a Londres, a Nantes, a Basel, a Fano, aquí en la costa adriática, todos los gastos corren de sus bolsillos, y no les ví con cara de haber dejado el Bentley en el aeropuerto privado de Barajas para coger el jet privado, que las caras eran de Ryanair y autobús comunitario.
Así que ahí me vino ese ¡Vergognati! Que les suelto a todos y cada uno de los políticos que puedan estar implicados en el hecho de que representantes españoles de nuestra cultura, que trabajan sin fines lucrativos, no puedan siquiera deducirse los gastos que un viaje de este tipo les ha ocasionado a cada uno de ellos, que esos gastos salen del bolsillo individual de cada uno de los componentes del grupo.
Yo sé que este tipo de actividad, ¿verdad señor político responsable?, no produce grandes movimientos de dinero, y por tanto no genera esas comisiones tan necesarias para la correcta marcha de sus partidos, ya lo sé, que si fuera “jumbor”, o el despelleje de un toro por las calles del pueblo, otro gallo cantaría.
Alguna de las cosas de las que me enteré, es que ni siquiera el Ayuntamiento de Alcorcón es capaz de facilitarles un local para ensayos….hablamos de menos de doscientos euros al mes, mucho menos de lo que les están costando las comidas que la corporación se está pegando a costa de los presupuestos de las fiestas de estos días en la población madrileña…..sugiero en caso de duda entrar en la página oficial del Ayuntamiento de Alcorcón para más detalles.
Como mi bitácora es lo que es, y se mueve en ambientes modestos, seguramente ninguno de los magníficos representante políticos con los que contamos en todas y cada una de las administraciones de nuestro Estado harán ningún comentario, y en caso de que lo hagan, seguro que me abrumarán con datos de burócratas, soportando la excelencia de su gestión, pero lo que yo acabo de vivir solamente se enmarca dentro de la dejadez de responsabilidades por parte de quienes administran nuestro patrimonio cultural.
Y que sea este grupo en particular no es el caso, obviamente, sino los cientos o miles de casos como este que salpican el panorama español. Siempre que no se trate de jumbor o toros, por supuesto.
Y claro, como las cosas nunca vienen solas, me encuentro con que nuestros administradores públicos, han sido incapaces, y según dice la prensa esta mañana, consecuentemente han perdido subvenciones de la Comunidad Económica Europea, para revitalizar zonas del país que se están despoblando, y hablamos de la zona de la Cordillera Ibérica, que alcanza una población de menos de 8 habitantes por kilómetro cuadrado, y que ha perdido, al parecer cualquier posibilidad de repoblación por la dejadez de los políticos y administradores públicos, desde alcaldes hasta el Rey, ¡coño!, que dice el puñetero que lo es de todos los españoles, y parece haber olvidado que su bisabuelo se marchó con Marañón a Las Hurdes, y hoy da gusto verlas.
Pero ese sur de Logroño, Soria, Teruel, Guadalajara, partes de Cuenca, literalmente no le importan a nadie, y los fondos de desarrollo europeo, han sido retirados por nuestra incompetencia.¡Vergognati!, señor responsable de la cosa pública, que esa pasta revitalizadora se va a Laponia y a las Highlands escocesas, a sustentar proyectos de desarrollo local, y aquí por no llegar no les llega el teléfono en demasiadas ocasiones de forma aceptable.
Volveré esta noche a escuchar a este grupo maravilloso Antara Korai, a decir en voz muy ata y con orgullo que son españoles, que son de Alcorcón, y despertarán la admiración de los cientos de personas que les aplaudirán a rabiar, solo con que lo hagan la mitad de bien de como lo hicieron ayer, y por supuesto sin ayuda de nadie, ni siquiera la posibilidad de que las familias de los componentes puedan deducirse de la base de cálculo de su IRPF, el gasto que les supone representar de forma tan brillante a su país y a su pueblo.
Yo sí me avergüenzo de mis políticos y de mis administradores públicos que solo saben gastarse el dinero de todos en perseguir toros hasta la muerte, y facilitar la ingestión etílica de la población administrada. Se merecen el chiste de la broma de pueblo del admirado Gila:
-Me habéis matao al hijo, pero, ¡lo que me he reído!
Buenas noches, y buena suerte

Bella Italia

Hace, creo ya casi tres años que no me subía a un avión para visitar alguna de esas partes de Italia que siempre te quedan por conocer, que conocer el mundo al detalle es algo que como poco requiere tiempo, y aunque lo tengo ahora, me temo que no es suficiente para lo que me apetecería hacer.
Estoy en una fase de mi vida de esas en las que si algo quiero hacer es al menos aprobar las asignaturas básicas de mi educación elemental, como por ejemplo la clase de historia del arte en la que me explicaron eso de los mosaicos de San Vitale en Ravena, con las caras un poco pasmadas de Justiniano y Teodora, junto a su generalote Belisario.
No voy a contar la historia de la vecchia putana Teodora, pero quien tenga ocasión, lo haga y descubrirá un personaje de una categoría excepcional. Recomendado a feministas.
Pues si, quiero ver qué impresión me causa su contemplación de la misma forma que en su momento busqué sensaciones parecidas en otros enclaves del mundo.
Y a Justiniano le debo unos buenos lagrimones, cuando por primera vez me quedé plantado en medio de Aya Sophia, allá en Bizancio. Será pues un acto de reconocimiento personal a su memoria.
Así que tendré que darle las gracias al Gran Arquitecto que me está permitiendo asistir a las clases prácticas de la curiosidad que se me despertó en aquellos años de mi adolescencia, y que de tanto me han servido en la vida.
Y los que me conocéis, sabéis perfectamente que no soy un erudito, ni siquiera un academicista, que como buen liberal, siempre me he sentido cómodo en las lindes de la anarquía cultural, que eso de aprenderme la lección por imperativo legal, nunca ha sido santo de mi devoción, qué le vamos a hacer. Al final todos los caminos conducen a Roma. Y este aunque me lleve un poco más al noreste, también me vale.
En el avión me han ofrecido el Corriere della sera, y no pierdo ocasión de navegar entre sus páginas para ver con esa curiosidad malsana que me caracteriza como andan las cosas por este país de la bota, con el que tantas veces y tan alegremente nos comparamos, cuando queremos sacar pecho de lo bien que lo hacemos por estos lares.
La primera página del giornale, me deja de piedra, suena la cosa a historia doméstica, con un médico con no sé cuántos años de experiencia que decide enfrentarse al examen de admisión a su carrera.
Uno más de los sesenta y pico mil más que lo han hecho, para cubrir las nueve mil plazas que ofrecen las universidades, nada nuevo.
El médico, con más de treinta años de experiencia, reconoce que falló en once respuestas, y que no fue cuestión de tiempo, vamos que no venían en su libro. Eso no es lo peor, lo peor fue que a la salida los chavales reconocieron que el examen había sido facilongo. Digo yo, que nuestro buen doctor debería haberse aplicado un poco más en, bueno, en hacer los deberes con sus hijos, o sobrinos, que hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad. Pero la cosa podía haber pasado tranquilamente en la piel de toro, que aquí no todo son saragüetes, y que después de la “laurea”, no siempre la peña se pone al día con el último plan de estudios, que sería un sinvivir.
Envidia cochina me ha dado el ver que se están preparando los presupuestos esos que hay que enviar a Bruselas dentro de unos días, y que Don Renzi ya va enseñando. Que le faltan dieciséis mil milloncitos para el equilibrio, que quiere gastarse 439 mil millones y cree que puede recaudar 423 mil. Ya me gustarían, no solo esas cifras para nosotros, sino que esté viendo cómo ayudar a los pensionistas sin recursos. Pero no somos Italia, y no tenemos gobierno, que con lo que pagamos en impuestos es lo que nos toca por estos lares. “Porca Troya”, que diría el maleducado transalpino.
Y luego, parece que lo del bueno de Beppe Grillo, ahí anda, que se ve al bueno del payaso con sorisso doppio, que huele el poder, como puede, claro o como diría otro, como podemos. Las cinco estrellas tienen mejor diseño que las coletas, desde luego.
Les duelen aún, y estoy con ellos, las consecuencias de los terremotos que han sufrido, y se quejan de que la justicia no ha condenado a suficiente gente por las muertes por los derrumbamientos, que unos dicen que se ahorró en cemento, y otros en mantenimiento, pero los muertos, bien muertos están, y no los va a resucitar nadie.
Y por lo demás el Corriere, como nuestra canallesca, quejándose de que lo del brexit no tira ni para un lado ni para otro, que estamos en lo de “ni jodemos ni se muere padre”, o que el otro italiano ilustre que se sienta en BCE, “Il dottore Dragi”, no nos mete en inflación ni llenando de Bin Ladens el foro romano, que hasta Sanofi y Henkel, se atreven a sacar bonos con intereses negativos, que siempre habrá bancos que piquen.
Claro que por aquí dicen que no crecen, quizás lleven razón, que a mi estas cosas de las grandes contabilidades nacionales, nunca me han parecido agua limpia, ¿verdad Doña Roussef?.
Ya veremos cómo se me da esta corta estancia por tierras italianas. Sé que al primer descuido me van a changar y me daré cuenta al volver a España, que el diablo se esconde en la letra pequeña, pero no importa, se sobrellevará, como siempre, con dignidad, que si puedo yo también buscaré alguna compensación.
Algún libro llevo conmigo para que me ayude en el trance, como “El conde Belisario”, o algún trabajo sobre el apóstata Giordano Bruno, que dejó un cierto olor a chamuscado en el Campo dei fiori, con lo que seré un poco más culto a la vuelta, o al menos eso espero.
Veremos pues cómo encuentro esta bendita tierra, que la última vez la vi andaba un poco tocada, con esa impresión que te deja un ferragosto desbocado, cuando chocas a cada momento con los turistas a tres niveles, (locales, europeos, y otras hierbas), y te das cuenta de que hay cierta angustia en la población. Espero que haya pasado esa sensación, y vuelva a ver el optimismo y la sabiduría en la mirada de la gente.
La cultura italiana, que se está hoy enseñando en Venecia, y que se salpica con eventos musicales como al que pienso asistir es el gran acicate que tiene este desplazamiento para mí, aunque por los dioses capitolinos, juro, que si encuentro una buona grappina barricata, o un Barolo a buen precio que acompañe a cualquier invento de la cocina local, no quedará por mí, que no todo van a ser las emociones artísticas.
Buenas noches y buena suerte

De saragüetes y tripudios

Entre saragüetes y tripudios parece que nos pasamos la vida en esta España de final de verano, que si faltan, la gente se nos amuerma, y con la excusa que quieras, que si la virgen de no sé qué, que si el toro de no sé dónde, que si empieza el curso y hay que beber cerveza en manada, o que, si me apuras, hay que ir de romería a san Mireusted que es muy milagrero.
Y uno no sabe si adora a Mitra, a Jesús de Nazaret (poco probable en primera instancia), a Ceres o a Cibeles, pero eso importa poco, sobre todo desde que hemos fabricado esos idolines tan monos a los que con tanta facilidad se adora, sí, sí, hablo de San Messi, San Ronaldo, Santa Beyoncé, o San Vaya usted a que le den por donde amargan los pepinos.
Que ya sabemos, sí, Doña Euduvigis, que la cosa es adorar a alguien para acabar en un buen saragüete, aunque no culmine en tripudio, que entre la siembra, la cosecha, y las báquicas alguna alegría acaba llevándose el cuerpo, que no va a ser todo en este mundo cuestión de investiduras, ni siquiera de brexits de esos, que al final acaban por aburrirnos.
Es que tenemos que entretenernos con algo, que por estas tierras las cosas no están para tripudios, y si quieres montar un buen saragüete, tienes que echar mano de la carne joven de importación, que la nacional anda con más de la mitad enzarzada en eso de encontrar recursos a ver si al menos le llega para la litrona del sabadete.
Y la carne de importación se nos ha hecho mojama, que aquellas suecas de Lloret no han tenido el relevo generacional, y aunque nos sigan visitando, las tetas se les han caído a ellas y las tripas les ocultan de forma vergonzante a ”Uncle Dick” a ellos. Una pena, que aunque el chiringo se llena, esas cosas de las guerras mediterráneas llevan la derrota de los visitantes playeros hacia nuestras costas.
Que no es que estemos de moda, es que no hay donde ir con el Mediterráneo en armas, y con los mosquitos asesinos dando vueltas por las playas del paraíso caribeño, entre huracán y huracán, ya me dirá usted qué hacemos.
Ahora lo que me preocupa, por aquello del supuesto poder adquisitivo del turismo de golf, es el problema de esa garrapata que ataca al jugador de hándicap alto, ahí, escondida entre las zarzas mientras buscas esa bolita que te salió un poco más a la derecha de lo que esperabas, porque hiciste el swing demasiado vertical, con el grip un poco abierto, y claro, las consecuencias que antes se limitaban al puntito de penalización, y los dos euritos de la bola, ahora además, te cuesta una fiebre hemorrágica de las de aquí te espero.
Me temo que eso afectará a los saragüetes del hoyo diecinueve, pero ya buscaremos alternativas en garrapatas honestas que solo te pasen la fiebre botonosa de toda la vida, que es más llevadera.
No están para saragüetes los ciudadanos de las Baleares, que andan de curro precario en curro precario, y necesitan un alquiler decente, que para lo que cobran, ya me dirá usted. Y no hay forma.
Que con eso de que los turcos están bravos, que el tripudio en el oriente mediterráneo es sangriento, y que desde Tánger al Sinaí, no hay quien se bañe tranquilo, se alquilan hasta los wáteres con derecho a cocina en la judería a tropecientasmil y la cama, que parecen precios de meublés de los que usan las colipoterras del jeque petrolero para montar sus saragüetes.
Yo, que no me estoy quieto, y que hago entre poco y ningún caso a la canallesca, me voy a largar hacia le Marche, y hacia la Umbria, sin afán morboso, desde luego, para entender por qué no caben más turistas en Pesaro o en Rimini, con lo mal que huelen las aguas del Adriático, y lo caros que están los hoteles, que este año no he pisado la playa, y no va a ser todo visitar Gandía y Benidorm, que como enclaves geriátricos no tienen parangón.
Por aquí, los saragüetes los tenemos garantizados, por lo menos hasta las fiestas del Pilar, tan aragonesas ellas, y nos dejan unos días de descanso hasta esa fiesta celta del Samhain, que nos hemos empeñado en importar con otro nombre.
Como decía un amigo mío, somos tan imbéciles que acabaremos celebrando en Carpetovetonia, el Día de Acción de Gracias, y el Cuatro de Julio, con permiso de Tom Cruise, claro, todo sea para celebrar algo y montar un buen saragüete que para mañana es tarde.
Tenemos en pleno tripudio a los líderes mundiales, escuchando con cara de imbéciles el Fireworks music de Haendel, viendo en el cielo las luces de la pólvora china, mezclada con algún misil norcoreano, encargados, por cierto de la sección de percusión.
Se trata, por lo visto de globalizar la globalización de quien lo desglobalice, para que quede todo globalizado y bien globalizado. Y cada uno buscando pareja para el tripudio siniestro que se monta en ese saragüete, donde unos tienden a vender los excesos de su esclavización, de su destrucción medioambiental, y los otros las excelencias del papel de fumar que debe usarse para sacar a “Uncle Dick” de paseo por los mingitorios públicos municipales.
Y así estamos, que yo le decía a la chica de Palma que no encontraba apartamento, que podía irse a una de esas ciudades chinas tan bonitas, que pronto tendrán gente, y que al precio que están seguro le compensa el viaje diario al Arenal o a Calviá, que no me enteré donde tenía el curro precario, que era joven y bonita, y a buen seguro no han de faltarle oportunidades que diría la Señora Francis.
Como esta caló preotoñal nos tiene matados, y los españoles tenemos un sexto sentido me ha llegado de los mentideros oficiosos el rumor de que importantes grupos constructores y hoteleros están comprando playas como locos en costas holandesas, danesas, e incluso noruegas.
Piensan que en tres años, si esto sigue así, les hacen unas cuantas Gandías, Benidorms, Llorets, e incluso Marbellas, que llenan seguro, que aquí acabamos a cincuenta grados, mientras que por el frío norte llegarán a tener más calor que en Donosti, vamos que llegan a veintiocho.
Yo les he dicho que fallarán, por mucho saragüete y tripudios que monten, que Europa nos visita para quitarse “la reuma”, y como no les lleves el Hospital comarcal de La Vila Joyosa en el paquete no van a sus playas ni con paella y tinto de verano. Que una pensión europea da para mucho en el territorio PIGS, vaya, que llega hasta para bienmesabe con Barbadillo los domingos.
Buenas noches, y buena suerte

¿Quedamos para diciembre?

Me había negado a ver el espectáculo de la supuesta investidura de un presidente que pudiese formar un gobierno para este nuestro país, pero hoy finalmente me he pegado al televisor para escuchar el resumen de las escusas que los diputados electos nos iban a dar para que el mandato que se les ha dado por parte de la ciudadanía haya quedado en agua de borrajas.
Debo reconocer que he sentido vergüenza, frustración y al final un cabreo monumental, teniendo en cuenta que me importa muy poco quién, no tanto cuando, y bastante el cómo. Se ha ignorado la soberanía popular, una vez más, y las discusiones no han sido más que un ¿y de lo mío qué?.
No voy a hurgar más en el tema, se me cortan las palabras ante el espectáculo esperpéntico ofrecido, y culminado con la propuesta del actual gobierno del exministro Soria, presunto lo que queráis, para formar parte en representación de España, del consejo directivo del Banco Mundial. Suena a sarcasmo, que ese señor dijo que lo dejaba todo, y a lo mejor lo creímos.
Espero tardar mucho en volver a hablar de esta “tropa”, ineficaz, engreída, mentirosa, cerril, traidora, ambiciosa en el peor de los sentidos del vocablo, cainita y miserable.
Ciertamente desde que el gobierno está en funciones, las cosas parece que van bien en nuestra tierra, y es lo más positivo de todo esto, ver la “Gaceta de Madrid” sin decretos leyes, sin iniciativas legislativas que normalmente no esconden más que prebendas para grupos concretos de ciudadanos bien relacionados con el poder. Así, que eso nos ahorramos, y si no hay más remedio que prorrogar los presupuestos, y el 0,25% de aumento de pensiones no llega, será un precio muy bajo para pagar tanto latrocinio oficial, incluyendo la posible multa de Bruselas, a quienes, por cierto podrían ir dándoles también por donde amargan los pepinos.
Así que corto y cierro, que no estoy dirigiendo el Nabucco, que no soy el gran Muti, y no puedo poner en pié a la ópera de Roma, tras echarle un broncazo monumental a su dirigente político, porque tampoco hemos conseguido un elemento aglutinador como lo es el “va pensiero” en Italia, ni nuestros intelectuales son capaces de defendernos de forma que los entendamos sin, en general, tener que usar el chiste bajo o el exabrupto.
No he podido sentir mayor rechazo intelectual como el que sentí ayer escuchando pedros, iglesias, marianos, rufianes y demás caterva, intentando dar lecciones de no se qué a todos los que les rodeaban. Ellos, que en ningún caso, sin excepción, han ganado cátedra de excelencia moral, intentaban desde el foro que es propio de los españoles dar clases de amplitud de miras, de anhelos ciudadanos, de sueños de justicia, que a las claras, y para el más lerdo de sus escuchantes (yo mismo), no esconden más que mezquinas ambiciones de camarillas bien paniaguadas.
Ya se ha hablado muchas veces de las soluciones posibles para evitar este sistema corrompido de origen, en la que los representantes de los ciudadanos tuvieron que votar sin secreto, casi a mano alzada, para que su señorito supiera bien a las claras que no había voces discordantes en su coro. ¿Habría sido diferente el resultado con voto secreto?. No lo sé, y tampoco me importa mucho. ¿habría sido diferente si se hubiera votado en secreto a varios candidatos, valiendo la mayoría simple?, tampoco lo sé.
Lo que si se, es que tenemos un sistema esclerotizado, y fácil de controlar por los grupos de presión que deseen hacerlo, teniendo bien cogido al jefe de filas, lo demás va solo.
Todo esto, además, se da en un escenario en el que los Parlamentos nacionales en los países occidentales están perdiendo poder a velocidad “c”, dejándolo en manos de las grandes corporaciones transnacionales, que además pueden mover a la opinión pública a través de sus mecanismos de manipulación electrónica.
Y sea esto dicho por el maldito caso de la manzana mordida, que llora amargamente porque le piden trece mil millones, a ellos, a los herederos del Señor Trabajos, que se creían que eran más listos que nadie, que todo valía a la hora de trincar pasta. Y llevan razón, nuestros gobiernos lo han permitido, con lo fácil que sería marcar impuesto cero, y cambiarlo por una tasa de acceso a mercado interno para compañías no nacionales. ¿Quieres acceder al mercado de electricidad?, vale, sea, la tasa es…..Recordad que ya se hizo algo parecido cuando las compañías telefónicas querían acceder a licencias de telefonía móvil. Y se hablaba de miles de millones.
Quien no se haya enfrentado nunca a una declaración de impuesto de sociedades, es imposible que pueda entender la cantidad de escapes legales que se le ofrecen a las corporaciones, en forma de exenciones, amortizaciones diferidas, tratamiento de créditos, y normas específicas a sectores o incluso compañías determinadas, fruto de negociaciones totalmente opacas a la ciudadanía, y que se traducen al final en una menor disponibilidad de fondos para atender las necesidades ciudadanas de forma conveniente.
Nada es casualidad, y parece que el famoso y denostado TTIP, hace aguas, de forma que la bofetada a los coches alemanes en América, debe tener su contrapartida europea, y si a un banco alemán se le amenaza en casa del tío Sam, veremos cómo se responde por la vieja Europa. Y los Parlamentos ni se enteran, entre otras cosas porque no existen como elementos funcionales, que actúan al dictado, como decía Forges en una lúcida viñeta del Ibex 35, o del SP 500, que es mucho peor, me temo.
Pero hay que asegurar las carreras de los políticos, las puertas giratorias, de los que no dejan de ser empleados de esas compañías en uno u otro puesto, aunque no estén en la nómina oficial, por el momento.
Y de eso no se libran ni vascos, ni catalanes, ni gallegos, ni madrileños ni andaluces, que esos servicios de rellenar “La Gaceta de Madrid”, deben tener siempre una compensación.
Otra cosa es la del señor Wert, o el señor Soria, como últimos ejemplos de personas que siguen representando a los ciudadanos después de haber demostrado palmariamente su ineptitud. Que ya se intentó esa vía antes, y nos devolvieron al señor Momentin para que lo enchironáramos nosotros.
No señorías, me temo que no sirven para nada, son ustedes prescindibles, como anda diciendo uno de ustedes en estos días refiriéndose a no sé qué, son prescindibles bajo esta estructura obsoleta, funesta, que aleja a los ciudadanos tanto del poder como lo hacían aquellas cortes franquistas de la democracia orgánica.
Yo no sé si en algún momento podré sentirme representado en el Parlamento nacional, pero llevo demasiados años en que nada de lo que allí se decide lo reconozco como favorable al pueblo español, todo lo contrario, y no es cuestión de crisis, o de coyunturas geoestratégicas, simplemente es que no están ahí para nosotros, por mucho que lo digan.
Buenas noches, y buena suerte

¿Estamos jugando a pies quietos?

Parece que hay un canal de televisión en Noruega que se llama algo así como “Slow tv”, es decir, Televisión lenta, y como la nieve al caer, muestra las cosas de la vida al ritmo en que se producen, y sorprendentemente para algunos, está teniendo un éxito considerable.
Transmiten cosas en tiempo real, como el viaje en tren desde Bergen a Oslo, el tricotado manual de una prenda de lana por una amable noruega, o el atraque de un barco en cualquier puerto como ejemplos de programas estrella.
Y digo yo, el éxito que hubieran tenido con programas como la formación de gobierno en España, la guerra de Siria, o cualquier otra cosa de las que nos están pasando desde que el mundo decidió dejar de girar, hace ya algunos años.
Porque, desengañémonos, el mundo parece parado, como mucho la sensación es que estamos en un bucle, o como un hámster en su jaula, con movimiento aparente pero sin adelantar un milímetro.
La sucesión de situaciones cotidianas que no son más que repetición de escenas ya vividas, empieza a ser algo preocupante desde mi punto de vista. Amenazamos con cambios en todo, hasta en lo personal, pero todo sigue clavado en sus posiciones de hace casi diez años. Ni siquiera es válido el argumento del príncipe Salina, “que todo cambie para que siga todo igual”, porque ahora la sensación es que ya no es necesario que todo cambie para que las cosas sigan igual, las cosas parece que han decidido seguir igual.
Las nuevas opciones políticas que van surgiendo por el mundo hacia posiciones que son extremas hacia uno u otro lado, amenazan, brillan por un día, pero al final no consiguen realmente sus propósitos, que son mover el anquilosamiento mundial, que ha aparecido en una zona que ni siquiera es de confort.
Los ingleses dicen que se van de Europa, bien, es su decisión, pero habrá que esperar dos años, la nueva fuerza republicana en USA no parece con mucha fuerza si mantiene sus postulados de arreglar las cosas a trumpazos, que deberá ir a posiciones más cercanas a lo que hay hoy en funcionamiento, es decir hacia el inmovilismo. El impulso chino, incluso, parece que se está aburriendo, y no parece que su futuro vaya hacia horizontes en donde un nuevo sol nos deslumbre con un escenario lleno de oportunidades desconocidas. Vamos que hasta nuestro don Anguita prefiere que le insulten a que le llamen progresista, ¡a él!.
Será que el progreso ya no vende.
Escuchando un poco entre líneas, (ventajas de los lectores que fuimos de Triunfo y de Cuadernos para el diálogo), descubres que el motor económico del mundo, nos pongamos como nos pongamos está en manos de dos colectivos, solo dos. El primero podríamos llamarlo “lobby jubilata”, representado por las ingentes cantidades de dinero que mueven los fondos de pensiones en los mercados mundiales, si, si, fondos como el de la Policía Montada del Canadá, o cualquier otro que se precie.
El otro colectivo se llama “fondos soberanos”, es decir fondos creados con los excedentes de países generalmente por sus posiciones en los mercados energéticos, exportadores de petróleo, vaya, y China, que aún no se cree lo que le ha pasado con eso de vender el fruto del trabajo de los esclavos del siglo XXI.
Y estos dos grandes grupos están detrás de las grandes compañías multinacionales, que la mayoría andan con capital público de más del ochenta por ciento. (Entiéndase por público, capital en acciones sujetas a cotización en los mercados bursátiles).
Y claro, el amor al riesgo de estos grupos es solo comparable al amor que sintió por mí la Schiffer el día que vio una foto mía de carnet.
Esta mañana se daban los datos adelantados del incremento de precios al consumo en España, y está claro, las variaciones solo se explican por las oscilaciones de los precios de la energía, que lo que corresponde al ciudadano, que sigue con enormes bolsas de paro y de precariedad salarial, (aquí y en Sebastopol), está parado por mucho que digan que se venden cada vez más casas, y que cada día hay más Mercedes circulando por las calles.
No sé lo que falta para que llegue el momento en que esta situación involucione, y mucho menos, como lo hará, si de forma suave, abrupta, o pelín de cada, pero lo que si está claro es que las aguas estancadas producen infecciones, y las aguas bravas fracturas de huesos, habrá que elegir, digo yo.
Los pollos del misterio, te salen con la explicación astrológica, que los tránsitos de los planetas grandones es lo que tienen, y vaticinan aún otro añito, como mínimo en esto del estancamiento global, y la salida se la callan, que a lo mejor están invirtiendo en plantas embotelladoras de agua fresquita de la Antártida, y una indiscreción les revienta el negocio.
Pero nada se mueve, los que perdieron su trabajo, siguen sin él, los que quieren cambiar no pueden, por no querer ni el banco quiere el fruto de tu calcetín, que va a ser más rentable tenerlo en el colchón y así ni pasta para el banco ni chácharas con hacienda, que somos todos, que los intereses van desde cero a menos cero, y ni los taxistas cambian el Skoda.
Quizás sea cosa del calentamiento global, que nos tiene aplatanados, que nos hacemos caribeños sin playas y sin mulatos de ambos géneros, que en el cine nos ponen las mismas sagas, las mismas franquicias, nos cuentan el mismo cuento una y otra vez, incluso de la misma manera, y con las mismas palabras y dibujos, y nosotros los atendemos, encantados, como esos niños que quieren ver dos millones de veces lo de Frozen, porque odian las sorpresas, y saben que al final el malote pasa por caja, y la condena a perpetua les toca al chico y a la chica, después de haberse dejado llevar por el hormonazo y darse el beso final declarando la eternidad de su amor con ojos vacunos.
Será eso, que nos hemos vuelto alérgicos a las sorpresas, que necesitamos conocer el final de la cosa, porque la experiencia nos ha enseñado demasiadas veces, que la sorpresa va en contra nuestra en un porcentaje demasiado elevado de veces, así que esperaremos que se nos de la imagen del beso final, que el que nos maten a Hans Solo, no nos gusta demasiado, así que habrá que buscar una parte de la historia no contada para que salga vivito y coleando.
Y así veremos “ad nauseam” los mismos gritos en Telecinco, que no distan demasiado del viaje a Bergen en cercanías, parando en todas, como la monótona Chica del Tren, que día tras día, navegando en su propia miseria de ser humano, veía e imaginaba todos los días la misma escena, la misma obsesión en su bucle particular.
Buenas noches, y buena suerte

Ya de vuelta.

Unos por carretera, otros en…bueno, en cualquier medio a disposición, y la rutina está pesada porque como es rutina, aunque cambie, nos parece la misma, ya estamos aquí, dispuestos a escuchar de nuevo al experto que te habla del síndrome post vacacional.
Ya estamos aquí, de nuevo, para escuchar las reacciones de los vagos llamados políticos que han parido un ratón en forma de acuerdo, sin ningún tipo de precisión, con todas las generalidades posibles, titulares de mercachifles, propuestas de gastos imposibles para una investidura.
De los temas que de verdad nos importan, es decir, de nuestro trabajo, de nuestra salud, de nuestra educación, ni pío, que luego sale el sol por Antequera, y no quiero que se vea mi sombra canalla.
Y eso los que han hecho algo, aunque sea miserable, porque los que dicen que podemos se han liado a cantar lo de la minga Dominga, y a la fabla gallega en tierras de Don Fraga, que eso de trabajar no les viene mucho a los penenes que se creen intelectuales, y que seguramente no aprobarían la reválida de cuarto de bachillerato que me tocó con trece años.
Ya no quiero ni pensar en los socialdemócratas de toda la vida, que con eso de la traición que hicieron al pueblo español cuando por la puerta de atrás dijeron, cambiando la Constitución, que antes era pagar a los banqueros que atender las necesidades de los ciudadanos, se han quedado en blanco, y pronto con menos diputados que la UCD.
Solo una propuesta, ¡No!. Si a menos hubiese sido un a eso no, pero, ¡hombre! mira a ver si a esto le conseguimos algo positivo, que hay cuarenta y seis millones de españoles y sus vidas esperando. Pero no, el orgullo de unos y otros, el personalismo del que se cree líder y no vale ni para gestionar su escalera, al final nos lleva al esperpento. Lo que no hubiera escrito Don Valle acerca de esta caterva de inútiles con traje de cacique unos, y con oportunismo de eterno advenedizo otros. La carrera es patética, y el calor que hace la torna insufrible.
Claro que al final lo que importa es al sueldo de sus señorías, sus prebendas, sus contratos con amiguetes, su nepotismo, sus abusos legales sus sueldos por sus juegos de pelota, (tocárselas ellos y así tocárnoslas a nosotros).
Y aquí estamos de nuevo, con Madrid sin barrer y dentro de poco con los muertos sin enterrar, que puestos a limpiar, lo que no limpien los ciudadanos, esta panda, por mucho dinero que les pongamos en las manos para que nos devuelvan los servicios que esperamos, seguirán dándolo todo en las fiestas sean homo o heterosexuales, que de todo ha de haber, que lo que importa es salir en la prensa, aunque el letrerito de Cibeles de welcome refugees, suene a sarcasmo, una vez colocado al sirio del fútbol.
Y mi otra tierra, mi querida Barcelona, ya no sabe qué hacer con la gente que tenía que haberse emborrachado en Lloret en Platja d’Aro, o en Calella de la Costa y se empeñan en hacerlo desde el Paseo de Gracia hasta la Barceloneta.
Y ya estamos todos, tenemos que empezar el curso, la rueda sin dientes que es esta España debe rodar lo antes posible, aunque los indepes se peleen entre ellos porque este o aquel quieren lo suyo, y al ciudadano que le den. Que la Diada estará muy bonita, seguro, que la van a hacer en el patio de la Generalitat, que con no dejar que entre la prensa, decimos el día doce en tv3 y en La Vanguardia, que se juntaron 10 millones de indepes en el pati de las tarongas, y a otra cosa. Por cierto, con las comisiones que están dejando los últimos desahucios, espero que hagan una campaña para repintar las esteladas, que andan descoloridas y tristes, algunas a jirones en los balcones de mi tierra, pueblos incluidos.
Y el que quiere trabajar a cambio de un salario justo y no le dejan, lo que se ahorra es el síndrome postvacacional, mire usted, que su síndrome es otro, es el síndrome de la angustia, y ese no le importa a nadie, ni siquiera a quienes dicen que les importa, que esos están con la minga y la Dominga, que es mucho más divertido, sobre todo si se alcanza el final glorioso de la jota.
Y sí, ya estamos todos, de forma que ya podemos, en la mejor tradición franquista aprovechar este momento de síndrome postvacacional para tocar las facturas de los monopolios, que se viene arriba el precio de la electricidad, la gasolina, y la suscripción de las telecomunicaciones, que te hacen comprar el “jumbo”, aunque seas progre, (usted no, Señor Anguita, usted no). Deben estar los Solis, Girón, López Rodó, y similares descojonándose, estén donde estén, anden donde anden, que los usos son los mismos, y hay un gallego, (bien que de Pontevedra), toreando en el Ruedo Ibérico.
Ya estamos todos, y el nudo de Manoteras recibe a los del síndrome con el primer atasco del año, que las obras no hemos sabido acabarlas, que con esto de la transparencia, para darle los contratos a los de siempre hay que hacer más papeleo, y más paripé, y si las rodalias no andan, ya se sabe, Madrit ens roba, y el súbdito, con las pelotas bien tocadas y con el sídrome posvacacional, el que tiene suerte de tener un curro, sabe que tiene que volver a empezar.
Es la rueda de la jaula del ratoncito blanco, comes, bebes, cagas y te mueves todo el día sin salir de la jaula, que no te sacan ni para darte la alegría de eso que antes se llamaba un polvete, y ahora se llama contacto sexual consentido.
Pero, claro, una vez comido por los mosquitos playeros, haber peleado por un sitio al sol donde poner tu sombrilla, arruinado por el chiringuito de Pepe, (es que si vinieran todo el año podría bajar los precios), por los de los monopolios, rojo mitad de sol (me puse protección cincuenta), mitad por las medusas esas del calentamiento global, hay que regresar urgentemente antes que los cacos te vacíen ese pisito tan mono que se compró tu papá en Moratalaz, o en el Congreso Eucarístico, que la mierda es la misma.
Y me pregunto yo, entre extrañado y confuso, eso del calentamiento global ¿no estará causado por que el noventa y nueve y pico por ciento de la gente se está calentando con tanta agresión a sus derechos en aras de enriquecer a los que se sienten “cool”?.
A lo mejor es así, yo no lo sé, pero me da que eso del retorno a la vida “normal”, a la rutina, incrementa la temperatura del cuerpo humano, y así, tacita a tacita….
Buenas noches, y buena suerte

Por Transcaucasia, Azerbayan

….Y en la U.R.S.S., tienen petróleo en Bakú, según rezaba mi libro de segundo de bachillerato, de forma que ya que andaba por esas tierras, no podía por menos que acercarme a orillas del Caspio, a ver que había de verdad en ello.
Y lo que me encuentro al llegar es una ciudad que parece haber sido levantada por un nuevo rico, y algo de eso hay. Un fantástico estadio olímpico, una villa olímpica, vacía claro, a espera de que alguien les mire, edificios que parece que me he equivocado de aeropuerto y me han aterrizado en Doha, por lo menos, grandes avenidas y autopistas donde se mezclan los Bentleys con los Lada….sin ningún Renault o Toyota por en medio.
P1070271
Y la cosa es que sí, que el petróleo sale a partir de 30 metros, que en tierra y en el Caspio, sacan lo que quieren, y como ya no hay Unión Soviética, pues todo para ellos, pero no para todos ellos, que aunque tienen una renta per cápita el doble que sus vecinos, resulta que solo un tres por ciento de la población, realmente disfruta de esos excesos energéticos.
Al final, como en toda Transcaucasia, este es un país de agricultores y ganaderos pobres, con unos recursos energéticos que se cifran en algo más de un millón de barriles de petróleo diarios y un buen chorro de gas , que supone una renta de unos 25 mil millones de dólares anuales, para una población de alrededor de 9 millones de habitantes. Es decir que ese 40% de la renta del país está en manos de unas doscientas mil personas.
P1070290
A poco que hurgas un poco el tufillo del socialismo rancio aparece por doquier, junto a la sociedad rural que representa la mayoría de la población. Lo ves en la forma de los comercios fuera de las grandes marcas del lujo, lo ves en los restaurantes, lo ves en el concepto de la actitud de los trabajadores, y sobre todo en la eficacia de las infraestructuras faraónicas que llenan la ciudad.
Es interesante pasear por su barrio antiguo, que como todo en estas tierras tiene más de quince siglos, sin despeinarse, y ver que les encanta enseñarte la inscripción de la legión doce que perdieron los romanos un poco más al sur, los del Craso error cuando los partos les masacraron por la ambición desmesurada de dinero de su general.
P1070287
Claro que por estas tierras de paso, salvo la inscripción en latín que se ha encontrado no dejaron más memoria.
Algunos yacimientos prehistóricos sin demasiado interés, ya que no creo aporten demasiado al conocimiento de las migraciones y asentamientos humanos desde el punto de vista arqueológico, y poco más aparte del petróleo que empezó a explotarse a mediados del XIX, con los hermanos Nobel de por medio.
P1070250
Este pueblo, que es realmente independiente desde hace unos veinticinco años, tiene, como el armenio, el dolor de una guerra, y su monumento correspondiente con los enterramientos de los caídos en 1991, a manos armenias, y claman por el genocidio que mantienen sufrieron cuando la población azerí de Karabaj fue desplazada hacia el Este.
Al final muerte y odio en los dos lados, y con mala solución, que en esta parte de Transcaucasia, el ochenta por ciento de la población es musulmana, pero me da que con unos índices de práctica muy bajos, ya que los velos y similares que he visto olían a iraníes que apestaban, y las cervezas volaban por las terrazas a velocidad de vértigo.
Y no, no era para los turistas, que debíamos ser cuatro gatos, que aquí la mesnada islámica no se lo gasta todo en Bentleys, que guardan algo para un chupito.
Poco que enseñar tienen estos azeríes, fuera de lo que concierne a lo que rodea al petróleo que en muchos sitios casi les aflora. Así que sus fortalezas, y palacios utilizaban el crudo en sus fosos para desanimar a posibles conquistadores, y hoy para sustentar a unos dirigentes, que parece llevan el país como un sultanato de las mil y una noches, por mucho parlamento que te enseñen.
Claro que esa riqueza debían canalizarla toda hacia la Madre Rusia, aunque ahora se ha redirigido hacia el Mediterráneo cruzando Georgia y Turquía. El gran yacimiento de gas que están comenzando a explotar, permitirá una alternativa a la UE, de su gran dependencia de Rusia y Ucrania en este importante elemento energético, Putin mediante.
La explotación del Caspio, no es únicamente azerí, ya que otros países de la zona también actúan sobre este que no deja de ser el mayor mar interior del planeta con sus más de doscientos cincuenta mil kilómetros cuadrados.
Los niveles de contaminación se han elevado a cotas que han forzado a las autoridades iraníes a desrecomendar el baño, y la industria del caviar, muy posiblemente acabe desapareciendo en aras de la venta de energía.
Por lo visto, la mentalidad soviética aún está muy presente, ya que en las escuelas es el ruso
la lengua principal, aunque el azerí también se estudie, y tres generaciones pensando de una forma determinada no se liberan de un plumazo.
En este punto, siempre quiero reflexionar sobre lo que ha significado el paso del comunismo sobre el entorno, y lo que está significando hoy en China. Es una lección que en occidente empieza a preocuparnos, pero que en la mentalidad del oriente que ha pasado o está en el socialismo de estado, no preocupa en absoluto.
Quiero recordar el Mar de Aral desecado por sobre explotación, el Volga donde se pueden encontrar casi todos los elementos de la tabla periódica, o los cientos de estructuras industriales abandonadas, los países que como Uzbekistán han sufrido por la existencia de un monocultivo de algodón que ha destrozado sus sistemas hídricos, un Beigin donde literalmente no se puede respirar….la lista es interminable.
Pero al final me temo que estos muchachos de Azerbayan, vivirán una edad de oro reservada a sus sultanes, y cuando se acabe esta forma de energía, los pobres seguirán siendo pobres, y tendrán menos recursos. El 3% de los ricos, no me preocupan.
Verán salir aún llamas de las montañas un par o tres generaciones más por el gas que se filtra, harán edificios más bonitos que los de Doha, los de Dubai, o los de Abu Dabi, pero no veo esa fuerza que debe tener un país para conseguir ser ese sitio donde los ciudadanos dejen de ser súbditos.
Las dictaduras parlamentarias son muy malas de digerir.
Buenas noches, y buena suerte

Por Transcaucasia, Georgia

Le dije a mi compañera de viaje, nada más entrar en Tbilisi, las mágicas palabras “me parece que esta ciudad no me va a gustar nada”.
Me puso como un trapo, con toda la razón, que esas cosas no se dicen, que esas cosas no se hacen, pero tiene uno ciertas tendencias de cabestro mal amaestrado, y a la que me descuido me sale la vena cerril, y no hay quien me ponga freno. Así que allá vamos con la confirmación de mi primera impresión, que antes muerto que perder mi condición de más tozudo que un mulo romo.
P1070135
Lo más positivo del pueblo georgiano, es que parece que todo les viene bien, sus vecinos dicen de ellos que son majetes, vamos, que no hay que liarse a tiros con ellos, que no vale la pena.
Tienen su salida al Mar Negro, y no parece importarle a los turcos ni a los rusos, y a los de Azerbayan, me da que hasta les viene bien por aquello de que por algún sitio tienen que sacar el petróleo y el gas, que no todo se lo va a quedar la madre Rusia.
Y ahí están, con algo más de sesenta mil kilómetros cuadrados, con una renta per cápita miserable también, muy parecida a la de sus amigos armenios, con la que intentan sobrevivir de la mejor forma posible.
No escuché grandes cosas de sus recursos mineros, o de su industria, más bien al contrario, que vi desastrosas ruinas industriales, hijas de los planes quinquenales con los que los soviets trataban de producir lo que necesitaban a costa de quemar la tierra, que para eso tenían las Repúblicas Soviéticas a su disposición. Y si había que secar el Mar de Aral, pues se secaba, si por aquí había que levantar plantas químicas para complementar tal o cual explotación, minera o de lo que fuera, no había más que decir que era cosa del politburó, o de Don Stalin, que venía a ser lo mismo.
Yo no sé si el hecho de que Stalin fuera georgiano les ha perjudicado o les ha beneficiado, el caso es que mientras en Armenia, con toda la razón se siguen doliendo del maldito genocidio atribuído a Ataturk, pero realizado con demasiadas connivencias, (kurdos, azerbayanos, rusos, por lo menos), aquí le ponen un museo al mayor asesino del siglo XX, que si hay que hacer caja, se hace.
Te enseñan la casa donde nació, y la cama donde lo fabricaron, un museo completo a mayor gloria de uno de los genocidas más cobardes que ha conocido la Humanidad, eso sí, con ese polvillo que deja el socialismo soviético allá por donde va y que afecta hasta a sus trabajadores, que ponen siempre aquella cara, de “yo hago como si trabajo, y tú haces como si me pagas”
P1070209
Pero en Georgia, el tufo a ese socialismo rancio está presente, con todo su polvo y miseria por allá donde vayas. ¡¿qué le vamos a hacer?!, y el visitante ocasional, como yo, no puede por menos que recordar en que se basaba ese sistema.
-Yo hago como si trabajo, y ellos hacen como si me pagaran, y así vamos viviendo.
Aquí el cristianismo está presente, pero las iglesias tienen su iconostasio, y se persignan como los herejes, que diría el padre Pío, pero que al final andan con su autonomía religiosa, que les encanta eso de ser independientes del patriarca ruso, y a mi se me da una higa, por mucho que el guía se esfuerce en comentarme la importancia que tiene para ellos ese sentimiento de ficticia libertad de las garras de Moscú.
P1070191
La capital, está en un valle que protege a un río que dicen truchero, así que cuando aparece uno de esos pescados en tu plato, busca una buena excusa para no comerlo, porque algo de veneno llevan esas truchas que tuvieron mejor vida que muerte, ya que a poco que te asomes al cauce, ves las cañerías vertiendo los deshechos de la ciudad, me temo, por el color que tienen no demasiado bien depurados.
P1070172
Y si, la ciudad de Tblisi, te enseña su historia, su castillo en la montaña, su catedral y su monasterio, hasta la estatua ecuestre de su fundador, si me apuras, pero las gentes que he visto pasear por sus calles tenían una tristeza en la mirada que no la quiero para mí.
P1070169
De esta forma, diré que tampoco quiero ser georgiano, por muchas avenidas amplias que te enseñen, o por mucha arquitectura moderna que hayan intentado poner en solfa los nuevos gobernantes.
Aceptaré que haya una plaza de la libertad, que la presida un San Jorge dorado, que haya un teatro de la ópera en aquello que se dio un día en llamar Avenida Lenin, donde te pueden sorprender con n Giselle, o incluso con una Carmen. Pero todo es triste, hasta el hotel, que no ha podido quitarse el último plan quinquenal de encima.
Los monasterios, las catedrales que te encuentras fuera de la ciudad, en el ámbito rural, aparecen protegidas por buenas murallas, que debían aguantar continuas arremetidas de sarracenos, y de cualquier cosa que se dignase a pasar por aquellos pagos, que al final de lo que se ha tratado siempre es de hacer caja a costa de los tesoros de los otros, y si son de la religión de la competencia, mejor que mejor.
P1070241
Para los monumentos religiosos, el paso del comunismo no fue, desde luego, la mejor de las noticias. Se perdieron pinturas, frescos e iconos, se utilizaron edificios casi milenarios para fines civiles, como establos, almacenes, o incluso con fines militares, lo que dejó una huella de barbarie inútil, que tardará mucho tiempo en curarse.
Y sin embargo, la población a pesar de todo, ha seguido con su tradición religiosa hasta el final, que al pobre poco consuelo le queda fuera del que fue llamado opio del pueblo, y que personalmente creo, en caso de que sea así, que mientras sobre la gente caiga el peso de los poderosos, ese opio es necesario.
P1070152
No da mucho más de si esta tierra, en la que ciertamente los tomates saben a tomate, y donde se puede comer cordero, y vaca si el bolsillo alcanza, que me temo no es el caso. El problema añadido que tienen es que alguien les ha dicho que saben hacer vino, y lo que les sale, siento decirlo, no tiene calificativo.
Ya que encima de todo, tuvieron, como en Armenia que arrancar cepas porque al Señor Gorbachov, le pareció que podía acabar con el problema de alcoholismo ruso, (el muy inútil), prohibiendo el consumo, y arrancando cepas, a un pueblo que se bebe la colonia, si la pillan en un descuido.
Como a los armenios, les deseo que vivan en paz, ya que la riqueza, me temo, les va a estar negada aún por unas cuantas décadas, pero el pueblo georgiano es fuerte.
Buenas noches, y buena suerte.

Por Transcaucasia, Armenia

Tenía muchas ganas de acercarme a Armenia, y a estos países de la Transcaucasia, que iré en los próximos días visitando en uno de esos viajes algo apresurados en los que intentas hacerte una idea sucinta del entorno, para después profundizar lo que se pueda, y con ello intentar ampliar un poco tus horizontes, y sobre todo continuar con la labor de saber en qué puñetero mundo vive uno, aunque sea a un nivel básico.
Antes de venir hacia estos pagos, mi conocimiento de los mismos era, (y aún es) muy básico. Una tierra con una historia reciente muy movida, que yendo hacia atrás y a salvo de mejor opinión, o tecnicismo, está en guerra con dos países, con Turquía y con Azerbayán.
Con los primeros, por el ansia de territorio de los turcos, que no les importaría que el actual estado armenio desapareciese, y con él, ese incómodo enclave cristiano que tiene en su retaguardia, y que por una razón o por otra llevan un siglo intentándolo, ahora que, con los georgianos, que más o menos mean en el mismo tiesto, no parece que tengan la misma animadversión. Será porque georgiano era el bueno de Stalin, y eso apechusca.
Por el momento, batallones del ejército ruso apostados en la frontera evitan enfrentamientos, lo que no es poco, salvo que, cuando te acercas a admirar a montaña sagrada que es el Ararat, ves los puestos fronterizos, y las torres de vigía que te impiden el paso, y ya te dicen:
-Por ahí se tira a matar, a no ser que seas campesino con permisos especiales para trabajar en la franja fronteriza.
P1070002
Con los azerbayanos, el principal problema es el conflicto del Karabaj, que con apoyo armenio ha conseguido que una parte del territorio azerbayano, se haya constituído en república independiente, dado que la población, según nos cuentan en Armenia, y seguro es así, es de mayoría armenia, aplastante.
Claro que los azerbayanos, enseñan en su monumento nacional las tumbas y las fotos de todos aquellos que murieron a manos armenias hace veinticinco años, y te recuerdan que si los armenios hablan de un genocidio, las tierras de Karabaj también sufrieron el suyo, al ser sustituídas por armenios en tiempos de Stalin.
P1060949

Así que seguirán matándose con poca intensidad, llevando los dos parte de la razón, lo que no deja de ser la historia del mundo.
En esas fronteras si que hay claramente intercambio de hostilidades, con consecuencias fatales, posiblemente por los dos lados, aunque aquí solo nos comentan las muertes propias. Pero yo no estoy aquí para juzgar, simplemente para dar mi opinión sobre lo que me llega.
Mi primera impresión al llegar a Yeraban, capital de Armenia, es la de entrar en el mundo post soviético, como ya lo había visto en otros países más al este, o la misma Rumanía.
Tierra arrasada desde el punto de vista industrial, un paisaje urbano que se va recuperando poco a poco, y esas infraviviendas del socialismo marxista que dejan muy claro el concepto que se tiene del trabajador, sea el sistema el del café para todos, o el de que el que más chufle capador.
El nivel de vida es bajo, la renta per capita alrededor de los 3700 dólares, y el salario mínimo alrededor de 180 euros. No es fácil la supervivencia.
Comentan los armenios, que tras el genocidio que sufrieron a manos turcas, y que se llevó por delante millón y medio de personas, posiblemente, hubo una diáspora que hoy desde occidente ayuda al sostenimiento del país con ayudas de todo tipo, pero la realidad que yo ví no me anima demasiado a pedir la nacionalidad armenia, dicho sea con todos mis respetos.
En definitiva, es un país que tiene guerra larvada con dos de sus vecinos, que es un enclave religioso de creencias diferentes a las de sus enemigos, sin recursos naturales, sin salida al mar, y con solo dos fronteras abiertas, una con Irán, y otra con Georgia. Agricultura y ganadería básica, y al final un país pobre con difícil acceso a la educación y a la sanidad.
Pasear por su capital, es pasear por una capital de provincia española, quincenos arriba y abajo, ellas pizpiretas, y ellos con un aspecto innoble que da miedo.
Dos cosas me llamaron la atención, la primera es la cantidad de garitos de prostitución que hay por todas partes, y la segunda es la impresión que me he llevado de que quizás sea un buen sitio desde el punto de vista geoestratégico para el contrabando de armas, teniendo además en cuenta su situación de estado en guerra. Seguro que no es así, pero lo parece.
Visitar iglesias y monasterios con más de mil años, es algo que ni siquiera en la católica España es algo que se pueda hacer, pero la historia de la Iglesia armenia que según ellos arranca en el año 301, gracias a un San Gregorio que supo atemorizar al rey de turno con alguna actuación que le pareció asombrosa al monarca. Se sustituyeron así los cultos mazdeístas que eran comunes, así como cultos procedentes de la tradición griega o mitraica.
P1070043
La gran Armenia que se añora por estos pagos, llegó en su momento a alcanzar más de trescientos mil kilómetros cuadrados, y llegaba desde Trebisonda a orillas del Mar Negro, y Konya, en el centro de la actual Turquía, hasta el Caspio. Hoy les quedan apenas treinta mil kilómetros en las condiciones que ya he mencionado.
La liturgia de la iglesia Armenia, que ya vi en su momento visitando un templo/monasterio en Teherán, no difiere demasiado de los ritos de la Iglesia Romana, pero mantienen sus patriarcas independientes, eso sí, disfrutando de buenas relaciones con el Vaticano. (Menos en el templo del Santo Sepulcro de Jerusalén en donde se andan tirando los trastos, pero esa es otra historia)
P1070128

Las construcciones que han pasado por todo tipo de avatares en estos más de mil setecientos años, no son joyas arquitectónicas, pero si construcciones que han sido realizadas teniendo en cuenta su situación geográfica en medio de una importante vía comercial como fue en su momento la Ruta de la Seda, y que podía despertar deseos no adecuados en demasiadas personas.
Curiosamente, el paso de los soviets por estas tierras, que duró más de setenta años, no acabó ni mucho menos con la fe de estas gentes, que aparentemente se muestra hoy en día en todo su esplendor.
Al final, nos queda una tierra montañosa, con sus leyendas de amantes que sufren por el amor y por la riqueza, de gigantes feos, y de historias moralizantes para campesinos, que algo han de contarse en los tiempos de tedio, y tratan de hacer olvidar el frío, que es, por cierto, tan intenso como el calor. Una tierra de gentes que se sienten acosadas y que aún les duele la barbaridad que se hizo con ellos a principios del pasado siglo, que quieren a los suyos, estén donde estén, que 3speran que vuelva Aznavour, como cada año a cantarles alguna vieja canción en armenio, y ponga unas flores en el monumento que recordará por siempre la masacre que sufrieron a manos de Ataturk.
P1070030
Que seguirán soñando, sin muchas esperanzas, en que aquella gran Armenia de hace tantos siglos, algún día vuelva, y que no sea necesario apoyarse todos los días en esa madre Rusia, que desde principios del siglo XIX, les da tantos pescozones como sonrisas.
La poca gente local que conocí, me pareció encantadora, pero eso, sin estar allí mucho tiempo, y aún así no es más que una impresión muy superficial.
Espero de corazón, que arreglen sus problemas, que dejen de morir sus jóvenes en las fronteras, y que encuentren los caminos que llevan a la paz y a la libertad, que como todo el mundo debería saber pasan todos por la sabiduría.
Buenas noches, y buena suerte

Hacia Yeravan

Eso de viajar en agosto debería estar sujeto a numerus clausus, como lo de entrar en una universidad pija, de esas que cuando acabas te vienen a buscar, como en las pelis chanis, los señores de negro, que lo mismo son de la CIA, de un gabinete proabortista de Alabama, o de un grupo ecologista del Segorbe, que lo mismo me da.
Yo no debería hacerlo, pero año tras año, y siempre con escusas de lo más adecuadas a la situación y al momento, me veo atravesando cualquier continente con la gomina intacta.
Y siempre me digo lo mismo, que la gasolina está de lo más cara, que el tío del chiringo te vende los mejillones de uno en uno, y le llama media tapa, el muy cabrón, con chupito de cerveza a precio de British pint.
Y lo darías todo, o casi todo por bien empleado, si consiguieras al menos un par de palmos cuadrados en la playa D‘en Bossa, para ver la caída de la tarde, que ya me dirás que gracia tiene, que te vas a Matosinhos, la ves con menos peña, y además te canta un Fado la tuna de Coimbra como poco.
Pero esto debe ir en los genes, en la parte que define la conducta gregaria que nos caracteriza a la raza ovina, y a la humana. Porque, qué gusto ver en la autovía con más baches que la Nassioná II en tiempos del Tío Paco, los camiones esos que te venden cuando quieres un coche, y el tipo del concesionario te coloca un “cross over”, ¡que va a epatar hasta decir basta!.¡Oiga don Usted!.
Los ves con una dignidad heredera del Simca mil, adelantando camiones con la suegra en la guantera y los pequeños energúmenos quejándose porque se han fundido las pilas del móvil de papá por no hablar de la tarifa plana de datos que contrataste un día de agobio con Telefornica.
Pero tenemos que viajar en agosto, que los precios son más bajos en El Corte Inglés, que los de AENA nos confirman records en los aeropuertos, y por último con tanta peña fuera de su casa, va el índice de precios al consumo, y no se pega la galleta hacia abajo que se merece, sino que se mantiene porque las cerezas del Jertes y los melocotones de Alcañiz se han puesto por las nubes.
Y si, nos vamos de vacaciones, de viaje, ponemos unas cuantas mudas en cualquier maleta, y simplemente dejas de ir a los sitios que ibas por un tiempo, para volver, a lo mejor a sitios a los que no ibas desde hace tiempo. Pero ya no te despides, que con los guasaps hemos perdido aquello de tirar rollos de papel higiénico por la borda de los barcos, cuando se separaban del muelle. Pero ya no se viaja así, que si vas en un barco, viajas generalmente en círculo, que es como estar en un parque de atracciones que se mueve.
El viaje de verdad se hace para cruzar desde las costas africanas a España o Italia, y ese no empieza en el puerto, sino que lo hace a muchos kilómetros del mar, en medio de una llanura de hambre de guerra, o de ambas cosas, en cualquier sitio al Sur, eso si al Sur, o como poco al Este. En esos viajes si hay lágrimas de despedida, no hay rollos de papel en el muelle, y el barco nunca vuelve.
Pero los demás, los hijos de este occidente descastado, salimos todos el doce de agosto, para volver el veintinueve, y así poder hablar a la vuelta de que viste el partido de Nadal en la tele en blanco y negro de aquella casita tan mona en mitad de los Montes Universales, tirando hacia Bronchales, que todo el mundo sabe que es un sitio muy chulo y muy fresquito.
Pero los neoesclavos necesitamos dejar de ver al cabrón de Bermúdez unos pocos días al año, necesitamos creer que las Perseidas existen, y que se transforman en lágrimas cuando se cumple ese deseo imbécil que tuvimos mientras mirábamos el cielo, sin recordar que del cielo también caen cagadas de gaviotas. Tenemos que cambiar de miseria por unos días, y como valor añadido, ayudar a la economía nacional gastando lo que no tenemos para que siga rodando la rueda.
Asi que yo también cambio de aires, a contar los frailes que se ha perdido el Prior, como diría alguno de mis ancestros enseñándome a no preguntar nunca aquello de ¿a dónde vas?, ¿de dónde vienes?, y ¿cuántos años tienes?.
Confío que las habaneras de Calella salgan preciosas, que el ron cremat de la playa no tenga más consecuencias que una resaca mañanera, que las sardinas asadas del desayuno en la playa estén en su punto, y que el Txacolí lo sirvan fresquito.
Confío en que los que aún andan en la edad de las brincadeiras, no hagan el imbécil más que lo estrictamente necesario, que luego cumplirán años y tendrán que contar, como yo, historias de jubilatas.
Que lo más que les pase como me contaba una querida amiga, microbiólogo hospitalario ella, allá por donde Asturias se confunde con Galicia.
-Pues si Luismi, que vienen las fiestas del pueblo, los mozos se me van a putas, y todo los años tengo cinco o seis gonorreas que tratar.
-Qué previsible es la vida ¿verdad querida microbiólogo?.
Y así año tras año, hasta aburrirnos, y yo, buscando mayor espacio para mis anhelos, intentaré cambiarle el paisaje a mis ojos, sin darme cuenta que el paisaje vive dentro de mí, y siempre es el mismo.
Acabo, como aquel que dice de aterrizar en Yeravan, y me acabo de dar de bruces con el holocausto armenio, así que a lo mejor cuento algo, cuando lo digiera.
Buenas noches y buena suerte

Ferragosto

El verano sigue adelante, y como todos los años, sigue sin pasar nada, y no es que no pase, es que me parece que no nos lo están contando porque con el circensis que está en su apogeo, machacando por donde puede y las puñeteras Perseidas, que van a llenar los bosques (que no se estén quemando) de soñadores a ver como esa suerte de partículas de polvo se transforman en luces incandescentes, en deseos para ellos, a razón de ciento cincuenta por minuto lo que promete innumerables oportunidades de errores y arrepentimientos.
Así que, ya que andamos de aniversario de nuestro Don Jacinto Benavente, diremos aquello que el dijo antes, y en su honor, claro está, de que seguimos viviendo “En el tinglado de la antigua farsa, que alivió en posadas aldeanas el cansancio de los trajinantes”.
Pues sí Don Jacinto, seguimos hoy soportando Crispines que no hacen más que crear intereses de los peores y siguen, encima, llenando espacios vacíos de los servicios informativos a cuenta de la formación de gobierno, del que los ciudadanos, o al menos unos pocos de ellos estamos literalmente hasta más allá de los pelos.
Pero claro, todos encantados, que el político marea la perdiz, mientras confía en que le llegue la centolla al plato, aunque no estemos en temporada, que después de un año sin ganarse el sueldo, y tal y como se ha puesto eso de la pesca de comisiones, no saben como van a pagar la cuota del country club. ¿Qué collons es aixó de la UDEF?
Y los becarios de la prensa, (que los titulares andan por la casa rural, o dando una vuelta por Marbella a ver si los de Telecinco les hacen una oferta para un reality, que lo de las noticias es muy cansino), están en la tesitura de Hamlet, que no saben si tienen que entrar a saco contra el segundo asistente del tercer subsecretario del partido equis, que más arriba no se le ponen al teléfono, o por el contrario reírle la gracieta de cuando recita el mantra que le ha recordado el primer asistente del tercer subsecretario del partido correspondiente.
Y ahí andan los pobres, que cuando no tienen tercer asistente que echarse al coleto, se ven obligados a leer la noticia de que los NiNis en España son la mitad de los de su quinta, y ven que van a tener que pagar algo más para que les hagan un contrato por horas alternas, que si los bonos del estado están con intereses negativos, no hay tampoco que pagar por el trabajo de los becarios, sino que serán los becarios los que tengan que pagar, obviamente.
Y como esto siga así, claro, aquí no se queda una moza preñada ni con intervención del Espíritu Santo, y si al final lo hace, ni ella ni su pareja serán esos jovencitos sanos y relucientes, y los niños serán hijos de sexalescentes, que para algo están los espermas congelados y las implantaciones de zigotos en úteros sean cuales sean las condiciones de recepción, que a nadie le importa.
La verdad es que echo de menos al monstruo de Lago Ness, que el otro monstruo que ha aparecido por Escocia comprando el Turnberry del “tito” Colin Montgomery, tiene mucho menos glamour, vamos que tiene el mismo glamour que Stalin en mitad de una de sus purgas, que parece que lo arregla todo a Trumpazos, y no le da juego ni al Iker Jmenez, ni a Miguelito Blanco, que para eso es mucho más sufí, el hombre, lo que tampoco está nada mal. Nessy caía mejor.
A la vista de lo que hay, intenté lo imposible, y cuando fui a pedir mi suite en Na Xamena, me dijo el dueño, que lo sentía, que este año se le había llenado la propiedad desde San Miquel, hasta el acantilado de la piscina, y que además, «sas llagostas blavas” de las calas de la isla de enfrente se habían declarado en huelga, por un quítame allá una cuota de autónomos, y la caldereta la hacían con carne de cangrejo de lata, y no es lo mismo, Luismi, no es lo mismo.
Y como no me iba a ir a Formentera a meterme en un atasco, y esperar turno en el chiringo rediseñado, se me vinieron de golpe todas las opciones al fondo de mi lago Ness particular, donde el monstruo se las come.
Ya ni Mérida es lo que era, cuando salía Rodero con su túnica blanca y nos contaba la vida de Calígula, tan en romano él, que parecía sacado de las páginas de la Gredos, y ahora, a la que te descuidas te montan una comedia musical basada en el último sueño de cualquier pirado que se haya metido cualquier cosa, le ponen título en griego, que parece cosa de Tsipras, y a otra cosa.
Menos mal que siempre me quedará Perelada, el último reducto del seny, de los duros con sabor a pelas textiles, y a suministros al Ejército Español de la guerra de Marruecos, y que no saben qué hacer ahora que se han hecho intelectuales, con los niños díscolos que no han cosido una camisa en su familia durante las diez últimas generaciones, que les parece mal hacerle un hijo a la mucama, y ahora “volen l’independencia”.
Porque el charnego solo cuenta lo que cuenta el “soci del Barça”, es decir un número el día once de setiembre en la Meridiana, en la Calle de las Cortes Catalanas, o como siga esto así en la Plaza de San Felipe Neri, que es lo único que acabarán llenando.
Mis amigos ilustrados, siempre me recuerdan que donde se ponen fisnos de verdad en Santander, que para algo es tierra de indianos, y tienen el honor de haber importado a Europa el bolero, que como todo el mundo sabe dio un impulso impagable al fondo de pensiones por el incremento directo de nacimientos asociados.
Las almas de Jorge Sepúlveda y de Bonet de San Pedro sé que se pasean por el Sardinero, las noches de verano.
Pero eso no me lo recuerdan los jodíos, que siempre me hacen referencia a lo bien que se interpreta a Berlioz en el Palacio de Festivales, o que el Réquiem de Verdi no suena en ningún sitio como allí. ¡Como si no tuvieran su festival anual de boleros¡
Yo pasé en su momento por allí, y recuerdo un montaje de Norma que había parido mi amada Nuria Espert, y siendo una preciosidad, me pasa como en el Bocho, que cuando me siento en la silla del Auditorio a disfrutar una ópera, me parece que se van a poner a jugar a cesta punta.
Y luego lo peor es volver a tu suite del Real, con vistas a la Magdalena, subiendo colina, que es un sindios, y eso que yo no llevo tacones.
Menos mal que los cursos de verano de la Menéndez Pelayo llenan el ámbito de guayabas de buen ver, que si no acaba uno dejando el presupuesto del Bentley en el Casino de al lado.
No sé este año, como habrán ido las financiaciones del Banco de los Botines, que doña Botina no sabe que hacer para que suban las acciones, y con lo bien que habla ella inglés, estoy seguro de que se siente traicionada con la espantá, digna de un Curro Romero cualquiera, que le han hecho los de la pérfida. O’Shea, esperaremos a los pianistas.
Pero la vida sigue, uno ya no se acuerda de las noches de jazz en las Vascongadas, y espera a ver si las semanas grandes traen algo chulo en la Bella Easo, que desde que en Ayete no se reúnen los cuarenta, se respira mejor, y han subido los alquileres.
Así, que visto lo visto, empiezo a pensar que lo mejor será abrirme a otras latitudes, que me puede caer encima un concierto del Dúo Patético, que no olvidemos le hacía la competencia a José Guardiola allá por los sesenta, en los cuarenta principales de EAJ 1, Radio Barcelona.
Hoy el redivivo Guardiola se llama Pep, es de Sampedor, y le hace la competencia a otro Pepe, pero ese no es moro, que es Mourinho, y no es lo mismo.
Buenas noches, y buena suerte

El libro del verano

Ayer acabé con el último de los dos best-sellers que este verano me he trasegado, con el tercero sinceramente no pude.
Esto me reconfirma, que aunque todos los años digo lo mismo, es una literatura que, con todos mis respetos, me supera por esa característica tan suya de asemejarse a hojas de parra secas, molidas, mezcladas con algo de grifa, liadas en un papel de esos de librillo que vuelven a estar de moda, es decir, son infumables, aunque los prendas.
Empecé por ese que parece ser el nuevo descubrimiento de la literatura, el tal Jöel Dicker, y me tragué sin despeinarme sus dos últimas cosas (de las tres que ha publicado), y que corresponden a El caso de Harry Quebert, y El libro de los Baltimore. Con Paula Hawkins y su espolvoreada Chica del Tren, definitivamente no pude, y eche de menos el formato papel, porque me hubiera preparado con ambos tres una olla aranesa “amb pilota occitana”, que no se la hubiera saltado ni Pepe Carvalho.
Pero seguro que alguien se pregunta la razón de por qué me embarco en estas aventuras, cuando uno todavía no se ha aprendido de memoria, digamos, el poema del cuervo de Poe, y ya ando enmierdado con las calles de Baltimore, según la visión de un muchachito suizo que vive entre montañas y que escribe en francés.
Había leído unas críticas, que para enfrascarte en estas historias, y seguir el canon pre establecido, hay que leer las críticas, (que los muchachos de mercadotecnia tienen que ganarse las chuchas), no demasiado favorables, hablando de que el bueno de Don Jöel, hacía trampas en los libros, y ciertamente algo de eso hay, pero no voy a desanimar a la peña, aunque siempre mantendré, que con todos mis respetos, los suizos, después de veinte siglos más o menos pacíficos entre valles, lagos, y montañas….de mantequilla, todo lo que han aportado a la humanidad son cajas de guardar dinero, el chocolate con leche, y el reloj de cuco, con lo que no debía esperar gran cosa.
Reconozco, que llegó un momento en que tuve que leer la cosa en diagonal que se me venía encima el apechusque y el agobio del aquí no pasa nada, que esto es una historieta de adolescentes, y que hay que llenar quinientas páginas como sea en el segundo libro, y espérate que cuando crees que ya has pillado al malo resulta que todos se equivocan una y otra vez, en el primero.
Cuando abrí La chica del tren, escrito por una inglesita, que estos ingleses son como los de Bilbao, que nacen donde les sale de los cojones, y esta nació en Salisbury, allá por esa Rhodesia, que ha devenido hoy en Zimbawe, uno de esos no países que andan en las geografías. Y aunque a una la peinen luego en Oxford, pues sale lo que sale.
Uno después de haber encontrado en la literatura de entretenimiento inglesa cosas tan distraídas como las de la Señora Christie, o P.D. James, o incluso a veces doña Rowlands, sin olvidar a los caballeros, como aquel Chesterton que me hacía pasar tan buenos ratos en mi adolescencia con su Father Brown.
Así que me lanzo sin paracaídas y me encuentro con una señora en paro, que coge todos los días el cercanías, (que aunque parezca mentira son diez veces más cutres y diez veces más caros que los ”rodalies” de mi pueblo), y me digo….de glamour mal vamos, que en el Orient Express, cenaban de frac y el champagne se servía frío.
Luego veo que la tal muchacha se me pone a mirar por la ventana, que debía estar más sucia que la gutapercha esa que los ingleses de hoy día usan lo mismo para un tapizado, para una moqueta, o para unas cortinas.
Y digo yo…ni ve pasar los Alpes justo antes de llegar a Viena, ni el puente es sobre el Danubio, y al final del viaje le espera una habitación compartida con vistas a la M4, que el Pera Palace no se hizo para ella.
Claro con estos mimbres cutres, a lo que te enfrentas es a una historia de mucama con título universitario, que se come el tarro influenciada por la última telenovela.
Lo único que entiendo es que se diera al alcohol barato, (aunque eso es un eufemismo en U.K., que al precio que va el sixt of a gill, emborracharse sale por un pico, aunque sea con Beaujolais), que la echaran a patadas de casa, (sin tocarle un pelo, por supuesto), y que se hiciera un mundo con el chafardeo desde su atalaya.
Seguro que a partir de ahí la novela alcanza cotas de obra maestra, pero uno a la tercera pasada obsesiva por el “Attached House” de sus personajes medio imaginarios, y a la segunda potada como consecuencia de una mala borrachera con algún aditamento opiáceo, consideró que su obligación bestselleriana de este verano había tocado a su fin.
Y como no iba a meterme con Schiller y su Guillermo Tell, para compensar lo del suizo, ni me iba a poner a releer a Richmal Crompton y a su William Brown, para lo de la muchacha rodhesiana, he decidido ponerme trascendente para desengrasar, y así un poquito Chretien de Troyes, y otro poquito Sir Thomas Mallory, que eso sí son aventuras, que ríete de Indiana Jones, y si necesitas símbolos que no sean los de una gasolinera de pueblo americana, ni la vida a través de la ventanilla sucia de un tren de cercanías inglés atravesando las fábricas del Thames valley, allí los tienes todos, desde el camino de la perfección, hasta la llegada al Nirvana, sin olvidar las miserias del camino. Jugar a la Oca se llama también.
Claro que este ejercicio, cuando vuelva a sentarme en el vagón de metro correspondiente, y en vez de mirarle el escote a la señora que se me siente al lado, miraré a ver si está enfrascada con uno de estos, y entre Santo Domingo y Príncipe de Vergara, si no se me baja en Vodafone, le hago un retrato psicológico que ni mis amigos seguidores de Freud.
Ya sé que no sirve para nada, pero tampoco sirve para nada que cada día salga un político capullo a explicar a un periodista aparentemente sesudo el por qué de la posición de su partido, a través del último mantra surgido de su ejecutiva, o por qué no dejan al pobre Akiito que se muera como un hombre, sin tener que cambiar la constitución japonesa, o que a estas alturas de la película digan que Donald Trump, está “tocat del bolet”, (vulgo castellano parlante,”como una chota”).
A lo mejor son cosas de jubilatas creídos, y no hago más que emular, en mi modestia a la chica esa del tren, cutre ella, y cutre el tren, ya que el metro de Madrid, o la línea uno del transversal de mi pueblo, tampoco dan para mucho más. Es la consecuencia y la huella del best seller.
Así que, lo dicho, me pongo con Mallory y con Troyes, mientras en los Bose “noise cancelling” escucho ese bonito disco de la Bartoli, Sacrificium, y me alegro de que para sobrevivir, no me tengan que cortar las pelotas.
Buenas noches, y buena suerte

La vida inmóvil

No sé dónde he visto la noticia de que un restaurador o un vendedor de copas de esas de pub con chester para sentarse, ha decidido crear una cámara de Faraday en la que incluir su local, y así evitar el funcionamiento de los sistemas móviles de comunicación, que según él impiden la normal comunicación entre las personas, y que según un estudio publicado estos días la digestión no es lo mismo con la alteración que produce la vibración, o incluso el sonido no por esperado menos estresante, dicen sus autores.
Es más, y como hoy la cosa iba de estos menesteres, un pollo nos ha recomendado encarecidamente que de vez en cuando nos tomemos vacaciones de tal instrumento, sugiriendo incluso que añadamos a nuestro equipaje, ese que va a pesar con una Mettler de precisión el becario de Ryanair, un buen despertador, de esos de campana, a ser posible.
Y bueno, como estamos en verano, y entre las cosas que se dicen, algunas son inteligentes y todo, he concluido que parte de lo dicho, y hecho, tenían consistencia, y otras me han sonado a lo de:
-Tócame Roque….
-¡Mamaaaa!, que Roque me tocaaaa.
Desde luego, nunca he sido un amante de discotecas, pubs y derivados, y eso no es algo que venga de ayer, sino que tiene algunas décadas de tradición en mi comportamiento. La razón básica es que siempre me ha gustado comentar la jugada, o intercambiar ideas acerca de esto o aquello, así que la disco o el pub, o me lo impedían totalmente, o me dejaban una afonía de las de varias semanas.
Sigo sin aparecer por esos, llamemos, lugares de ocio, ya que sigo sufriendo el aturdimiento que me causaban cuando andaba por mis estúpidos veinte. Y cuando, de pronto veías que una luz se encendía en el horizonte, al poder estar junto a tus amigos, con una copa de matarratas en la mano, unos cascos de esos de “atenuación o supresión de ruidos”, y un sistema instantáneo de intercambio de ideas en a mano, van y me ponen una cámara de Faraday, y San Joderse cayó en martes.
Está claro, que la comunicación es el enemigo, y cuando a base de decibelios habíamos conseguido que la gente dejara de comunicarse y pidiese más matarratas en la barra, se ponen a comunicar entre ellos a través de pantallas, y de nuevo adiós business. ¡Que aquí se viene a saltar y a gritar!¡Coño!, a ver si dejáis de charlar por la pantallita de los cojones y sus tomáis otro mejunje, ¡leche!.
Y lo del pub es parecido, porque a la que le han servido la segunda ronda de pintas al grupo de vendedores recién escapados de su convención, los excesos corales alabando las excelencias de las tierras norteñas al occidente santanderino, son incluso más incomunicantes que el bacalao más decibeliado que tenga Al Capone(los discos) en su memoria externa, en forma de lápiz conductor (pen drive, le llaman también).
Así, que amigo mío, deje usted de tocar los cojones a su clientela, y si no quiere que se comuniquen entre ellos de forma directa, reedite usted el concepto de club inglés, aquel del que era miembro Phileas Fogg, y se dará cuenta de que en el corazón del ser humano, siempre ha existido ese escape que ahora da el móvil, que Sir Ashford, está en su rincón escondido tras su ejemplar del Times, y sé que es él porque en sus calcetines lleva bordado el escudo de la familia, y que como siempre ha dejado una nota de que no se le interrumpa, hasta que lo indique. (Hoy Sir Ashford, haría lo mismo pero detrás de su móvil), que todo sigue igual aunque todo haya cambiado. ¡Ah! y además prohibían la entrada a las damas, que son muy comunicativas, y aquí se viene a otra cosa.
¿ Y lo del restaurante?, que no sé que dicen de que los jugos gástricos se alteran con las ondas herzianas de los espacios encontraos….¡Venga por Dios!. Que aún recuerdo al botones del Gran Hôtel des Bains, allá en mi querido Cap Ferrat, campanilla en mano gritando, ¡¡¡¡Monsieur Foutù!!!, ¡¡¡¡Monsieur Foutù!!!, acuda al teléfono, y a todo esto Mata Hari niquelando. Prefiero una iluminación discreta en mi bolsillo, porque M. Foutù responde siempre, además al levantarse se le quedaba la salsa parmentier de la langosta hecha un engrudo.
Déjenos vivir, por Dios, déjenos vivir, y que cada uno arrastre sus paranoias, que sarna con gusto no pica. Lo único, es conseguir una cierta discreción por parte del receptor de la llamada, y utilizar en vez del ¡Mancuentro nel AVE, macho!, el te llamo en media hora, ahora me es imposible.
Lo de las vacaciones es ya un exceso, pero ¿no se ha dado cuenta ese hombre, que las transacciones bursátiles las realizan en microsegundos algoritmos que te dejan seco en un plis?. ¿Y quiere que me espere a mañana a leer el Financial Times, que a Porto Fino llega con dos días de retraso, para enterarme que mis Matildes han sufrido cambios insufribles en su cotización?. Por Dios no me quite usted mi Durendale, que el enemigo es una Medusa impía, y si no lo veo venir le va a pagar la suite con vistas al mar el próximo rescate que decrete el señor Draggi, que yo desde luego voy a perder todo el interés en hacerlo.
Porque desgraciadamente, cuando te quieren encontrar para jibarte las vacaciones, lo hacen, ¡vaya que si lo hacen!, que más de una vez he recibido en el modesto y destelefonado apartamento de Segur, un telegrama urgente, (el corazón en la boca), con el llame usted inmediatamente a la oficina…que te hacía pensar durante el paseo a la cabina y tras la cola correspondiente, todas las barbaridades del mundo, y al final cuando llamabas te decían, ¡uy! lo siento, pero ya encontré el documento, o ¿cambiamos los gastos de goma de borrar con un incremento de 0,5%?, que así nos cuadra el presupuesto.
O dejar la lista de hoteles y teléfonos para ir recibiendo a tu llegada un paquetito con faxes para responder, antes de que saliera de nuevo el autocar del señor Pullmantour, aquel de hoy es martes, esto es Bélgica.
Chico, hoy te ponen un correo al móvil, y si ves que es de Bermúdez, ya sabes que pueden ir dándole por donde amargan los pepinos, y si te mandan la Excel para que modifiques el gasto de gomas de borrar, ¡coño!, lo haces entre dos pinchadas de paella, y ni estress ni gaitas, que sigues con lo tuyo.
Pero como todo, en su carril, que una copa está bien pero pillar una cogorza ya no es tan recomendable, y si ves que dejas de cazar Pokemones, porque has recibido un correo de la oficina, entonces, si, entonces es el momento de acudir a una clínica de desintoxicación especializada…..
Luego te mando un Guasap con el enlace web, que he visto en Google una cojonuda, y puedes pagar on-line o con el móvil.
Buenas noches, y buena suerte

Los jóvenes de hoy, cada vez tenemos más años

La frase se la escuché ayer, mientras me afeitaba, a Carlos Santos , periodista que trabaja para Radio Nacional.Aún no se me ha quitado a sonrisa de a cara, y antes de que la presentadora de no sé qué programa de televisión con moco, a la que estaba entrevistando me la pise, ya que lo prometió, intentaré echarme unas risas a costa de a tal ocurrencia.
Desde que tenía pocos años, siempre he dicho que quería ser el viejo de la tribu, que a eso de la juventud por definición, y ligada a los años, siempre le he visto más inconvenientes que ventajas, pero claro, he sido el rarito de clase, y estas cosas mejor no decirlas delante de según qué público, que luego te malinterpretan, y lo que es peor te encasillan erróneamente, claro, luego el cartero te coloca en el buzón equivocado, con las consecuencias que ello conlleva.
Si nos atenemos a conceptos de esos que se llaman generalmente aceptados, y como la misma frase indica no quieren decir absolutamente nada, una vez superados los diez años, es decir los once, dejas de ser niño, y con el bagaje que has obtenido pasas a la adolescencia, que la doy por terminada a los veinte, así que con veintiuno pasas a ser un joven. Bienvenido pues a esa etapa, en que parece que se te ha quitado el acné, y has sobrevivido a cuatro o cinco roturas de corazón, a una carrera de coches por autopista en contra dirección, y a tus primeros contactos con sustancias estimulantes, que con suerte no han ido más lejos de una buena cogorza de vaya a saber usted qué, porque perdí el sentido de lo que me metía.
Es posible también que te hayas salvado de una buena preñez, y con más suerte aún que hayas evitado que algún político mal nacido, haya metido a tu país en una guerra y vayas como carne de cañón a cualquier país exótico, en el que nada se te ha perdido.
Muchos de esos peligros, a partir de los veintiuno, seguirán vigentes, es decir te acompañarán durante toda tu juventud, que como es bien sabido, acabará a los treinta, porque a los treinta y uno ya serás un hombre, o una mujer con todas sus consecuencias.
Ese dulce pájaro de juventud, que Paul Newman nos mostró en la obra de Tennessee Williams, tenía a los ojos del escritor, una buena carga de sordidez moral, ya que el joven, solo podía ofrecer genes, y eso al padre de la chica, no le parecía suficiente, que el muchacho, no tenía donde caerse muerto
Estoy seguro también que uno de los motivos del destierro de su hija, (hoy sería un Erasmus a tiempo), escondía cierto rencor por alguna paliza al tenis en el club de campo local aunque Tennessee no lo cuente. Porque esas empiezan a ser las virtudes de la juventud, ganan al tenis, mean más lejos, pero no siempre llegan antes (Ver fábula de la tortuga y la liebre, que tiene su sabiduría detrás).
La otra cosa que ofrece, (ver La peau douce de Truffaut) por ejemplo, es una excreción constante de hormonas, feromonas, imágenes seductoras, que pueden hacer, y de hecho lo hacen, perder la cabeza al más sentado de los adultos, pero que en realidad no ha sido más que el cumplimiento de un rito reproductivo, que acaba con el último gemido, y como mucho con el cigarrillo a medias.
Claro que ese momento está cargado de excreciones de todo tipo, y por no ponerme escatológico, me quedaré en las endorfinas, y en la adrenalina, que no son poco.
Así que en esos tiempos de turbulencias, en los que tu juventud está aún pensando en si te deja que te ganes la vida, tú andas obnubilado detrás de feromonas ajenas, que con esto de la civilización, los humanos estamos en situación de procreación contínua, y es una verdadera gaita, porque ese exceso de energía invertida, pone difícil cosas como tu desarrollo intelectual, sin ir más lejos.
Porque además la vida está estructurada de forma que el niño que has sido, condiciona el adolescente que serás, y el adolescente será parte importante de la forja del joven.
No sé lo que dirían los grandes psicoanalistas acerca de la importancia que tiene en el ser humano el impacto de su época sexual, y qué secuelas deja en las personas, que recuerdo a una señora que había pasado ampliamente la época de juventud tal y como parece que se define, y que confesaba:
-Mira Luismi, es que a mí los chicos de mi edad no me gustan nada, que me gustan los de veintipocos.
Era, es, supongo aún, una mujer inteligente, no exenta de un cierto atractivo físico, y que me confesaba:
-Pero sé que es un error, que si pillo a uno, luego por la mañana no sé qué coño hacer con él, porque empieza a aburrirme con la conversación del desayuno.
Yo siempre le dije que debería considerar un análisis de sus receptores hormonales, que le metían en unos charcos que ni al Humbert de la Lolita nabokoviana, y ella sonreía.
Porque aparte del vigor físico, y su correspondiente apariencia, todo lo demás, relacionado con la juventud, no deja de ser una soberana putada, y que además, en ese período de turbulencia, debes construir el cuarto sexto de tu vida, la llamada madurez (queda vejez y senectud), y la hormona se pone de lo más pesada cuando se trata de construir futuro.
Pero el señor Santos, con su frase, hace que recordemos, que el ser humano no es solo la cobertura muscular para la transmisión de genes, y que una de las cosas que conlleva la juventud es la capacidad de asombro, de aprendizaje, y de relacionarse sin demasiados prejuicios.
Y por eso nos hace recordar que independientemente de esa definición parcial, la verdadera juventud está en el ansia de experiencias nuevas, de aprendizajes, de relaciones con otros seres humanos, ya que cuando el cocktail de hormonas deja poco a poco libre tu mente, es cuando empiezas de nuevo el ciclo de la vida y realmente te haces adolescente, joven, y con suerte maduro, aunque no le aguantes tres sets a Nadal, pero haces noventa y cinco en el club de golf de la esquina antes de abrir una botellita de champagne en el hoyo diecinueve, sin necesidad de fijarte demasiado (algo siempre queda) en los atributos sexuales externos de cualquier miembro del club que se haya sentado en la mesa de al lado.
Y claro, con cambiar los conceptos, los jóvenes tenemos cada vez más años, y nos llaman sexalescentes, que aún no hemos llegado a jóvenes setentones, ni a maduros octogenarios.
Y, por cierto, que nadie se fíe, que quien tuvo, retuvo, y los jóvenes setentones se reproducen también, que me vienen dos a la cabeza, Fernandito Sánchez Dragó, y Mike Jagger antes de ayer, porque Don Andrés Segovia se quedó con el embarazo del octogenario maduro.
Buenas noches, y buena suerte

La montaña mágica

Ya me perdonará el gran Thomas Mann por eso de apropiarme del título de su obra, pero como no pienso copiarle la novela, no creo que se me enfade mucho, y quienes me leéis, ya sabéis de mi tendencia a pescar de aquí y de allí, que si no te pasa como al personaje ese del señor Dicker, o algo así, que desde las playas de Nueva Inglaterra, se enfrenta al síndrome de la página en blanco.
Desde hace unos días, me levanto, y lo primero que veo delante de mí es una montaña, que no sé si es mágica, pero es majica, y con eso, el resto del día da gloria pasarlo.
EQUIPO - WIN_20160806_104354
Desde luego no he venido a curarme de una tuberculosis, que con eso de las mutirresistencias, uno no sabe si va a acabar como Violeta, o como Mimí, en brazos de un Alfredo o un Rodolfo cualquiera, y uno no está para esos trotes, con lo que he decidido no caer en la debilidad de asociarme con el tal bacilo, pero desde este semiretiro a esta montaña semimágica, se me vienen a la cabeza esas historias de los veraneos de nuestros…..bueenoo, de mis abuelos, aquellos que en caso de que tuvieran posibles, y huyendo de los rigores mesetarios, o del Pla Barceloni, tocaban arrebato, y carretera y manta, hacia San Sebastián, Santander, e incluso a Comillas los mesetarios, y “capa la platja de San Pol” o a la Cerdanya los que se dedicaban al textil y a putear al noi del sucre.
Que unos se iban a sus casas, que para eso eran gente bien que acarreaban unos mínimos enseres, al servicio, (que no debía faltar), y simplemente cambiaban de pueblo, que no de casa.
Pero otros iban a tomar las aguas, que siempre me ha parecido algo de lo más romántico, y para eso estaban los balnearios, (ahora se llaman resorts con SpA), y don Usted, y Señora, se quedaban en la habitación de todos los años, con vistas al jardín, los tres meses que marcaba la religión, que en eso, y en otras muchas cosas, eran verdaderos integristas.
Y los baños eran de mar y montaña, que no era lo mismo que la hipocondria de don Usted, fuera de tendencias reumáticas, o de eso del riñón que me trae a mal traer, ya ve usted. Claro que tantos meses en el mismo sitio, y ocupando lugares comunes, la gente podía incluso llegar a intimar, cortésmente, sin confundirse que lo del amour fou de verano es una modernidad, que uno no sabe si la trajeron las suecas de los sesenta a Lloret de Mar, o fue una cosa de las playas de Montecarlo en donde pescaba (rubias) Roger Vadim.
Siempre está la excepción del amor de Von Aschenbach, por el indefinido Tadzio, pero el pobre, al final, paga su pecado desteñido en los baños del Lido. Que eso está muy mal, don Gustav, vamos, que no se hace ¡Hombre!.
Las cosas han cambiado, y no porque haya gente, que, como siempre, suban a las playas verdes, o se pierdan en la Cerdanya o incluso en la Costa Brava, que de esos siempre queda alguno, aunque me han dicho, que ahora tienden más al Lago di Garda, o a la Costa Esmeralda, y ya se sabe, hasta al dinero viejo, de vez en cuando le gusta epatar.
Todo esto empezó a cambiar con los planes de desarrollo de aquel López con cara de meapilas, y culminó con las residencias de educación y descanso, para productores con suerte, afiliados de oficio al sindicato vertical.

La cosa es que ahora, hasta los esclavos toman vacaciones, de esclavo claro, que consolidó cuando el jefe del negociado de mireusteses, del ministerio de qué le voy a decir a usted que no sepa, pudo firmar las letras del apartamento en Benidorm, y ¡cómo no!, las del Simca mil, para hacerse el dueño la nacional tres.
Ahí vino el famoso invento del “Rodríguez”, que se hacía mil kilómetros a la semana en Simca mil, y soñaba con que alguna de esas señoritas que fumaban, le dijeran un “¿qué pasa con tu cuerpo?”, pero eso era publicidad del Ministerio, que las señoritas que fumaban o se iban a Fuenterrabía, o a San Feliu de Guixols, como las gaviotas, siguiendo la caza mayor, y el Rodríguez acababa con úlcera de estómago, que por no aprender, no había aprendido ni a hacerse un gazpacho decente.
Hoy las cosas van por otros derroteros para el proletariado, que con eso de la liberación de la mujer, los calendarios escolares, los trabajos precarios, no hay quien junte más de tres días para la conciliación familiar en período vacacional, y se ve en el trasiego de gente en estos sitios donde te recibe una montaña casi mágica, que te duran eso, tres días de proletario estrés fuera de casa, que lo veo en este semiretiro pirenaico.
Que se te sienta a la hora del té una familia en la mesa de al lado, y uno no sabe si saludarles en plan nos veremos durante las próximas semanas, o un buenaaassss, que todo lo que van a dar es la tabarra con el mamoncete que acarrean, y nadie hay que te los presente.
A los dos días desaparecidos, y lo que es peor, substituidos, con lo que te despistas un montón, ya que parecen todos clónicos, y si el camarero no te da un codazo a tiempo, casi les dices, lo de ¡Qué alegría volverles a ver!. Un sindios.
Las habitaciones de los Balnearios, siempre he dicho que como máximo tienen cuatro fronteras, arriba, abajo, a derecha, y a izquierda, con lo que mis abuelos sabían lo que tenían a su alrededor los tres meses de verano, y claro, no podían aplicar lo de que “para lo que me queda de estar en el convento, me cago dentro”, que eran tres meses, y así dos o tres décadas, vamos, o lo que tardara en matarte una Pseudomona de la piscina, o una Salmonella en la ensaladilla rusa.
Pero ahora se pueden poner a ensayar “El cant de la Sibyla”, en la habitación del otro lado del Pecos, que como van a ser dos días, no les da tiempo a los de recepción a poner orden, ni apetece, que es muy cansino, aunque tengan entrenamiento, y además por los seiscientos euros que me sueltan, no estoy para cuchufletas.
Así que no hay quien duerma la siesta en paz, que a los de arriba se les ha acabado la lectura del Ars Amandi, y se me ponen de prácticas ruidosas, y como no son de mi círculo ni en Recoletos, ni en el Mercantil de Pedralbes, no hay forma de atenuar los ardores, que de prohibirlos nada, por supuesto, que uno es muy liberal para esas cosas.
Otra cosa que ya no se vé, es lo de la botella de vino de Don Usted, que se la guardo para esta noche, para mañana, para cuando Don Usted mande, y le ponemos el distintivo doble en un baberito atado al cuello del tintorro, “Don Usted, Hab. 1431”, (lo de la protección de datos, y la preservación de la intimidad no había sido tenido aún en consideración),
-Que este año hay dos camareros nuevos, y aún no le conocen, que yo no necesito esas indicaciones, que le conozco de muchos años, y sé que su tacañería no le deja pasar de un Gandesa poco filtrado.
Seguiremos unas semanas más hasta que refresque, y se vayan los malos aires de Barcelona, además ya empiezan las fiestas de Gracia, y tenemos que dejar que la mucama se acerque al baile de la Plaça del Diamant, la pobre, que también tiene que distraerse, y estas chicas de pueblo, con tan pocas luces, bueno, ya se sabe.
Y para Madrid, pues a tiempo de la Virgen de setiembre, que aquí hay para todos.
Buenas noches, y buena suerte

El “circensis” que viene.

Ya empiezan las amenazas, se nos vienen encima los tan esperados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y yo también me río.
Y de veras que no me río porque los brasileiros puedan liarla parda, que seguro que con unas sambas algo de Candombé, y el uso adecuado de mulatos y mulatas por los participantes del primer mundo, los recuerdos que quedan son maravillosos.
Luego quedan los sexalescentes, que sin ser del todo inmunes al hechizo mulato, o rubicundo, que de todo hay, a lo mejor, desde su posición ya de turista de lujo, o miembro destacado de alguna delegación o del mismísimo Comité Olímpico Internacional, buscan un paseo tranquilo por la playa de Ipanema, a ver si es verdad eso de la garota.
Luego creerán que en alguno de los pequeños restaurantes con escenario, un redivivo Vinicius de Moraes jugará con Toquinho, o hasta con Maria Bethania, como si estuvieran en aquel antro bonaerense de La Fusa, a reinventar la bossa nova.
A lo mejor, y con algo de suerte encuentran un sitio donde María Creuza aún susurre aquella “Samba de una nota so”, o aquella desesperada canción que decía lo de que “Tristeza nao te fin, felicidade si”, y que es de lo más triste que he escuchado en mi vida.
Porque claro, aterrizando en un aeropuerto que se llama Antonio Carlos Jobim, no te puedes esperar otra cosa, la bossa nova te embriagará como en su momento hace ya más de medio siglo, enamoró a Sinatra, a Ella, a Nat King Cole, a Stan Getz, a Charlie Bird, a….medio mundo.
Pero la Bossa, nació de la simbiosis de un gran músico, Jobim, y de un maravilloso golfo Vinicius, que desde una posición cultural importante y una mundología desconocida en aquel país, hizo lo que quiso con los políticos y gobiernos locales hasta que dijeron basta, y sin embargo siguió haciéndolo pero de otra manera.
Claro que toda esa generación del primer tercio del siglo pasado, quedaría incompleta si no mencionáramos a Joao Gilberto ni a Astrud Gilberto, que para mí fue quien mejor cantó A garota, a pesar de que lo hiciera en inglés.
Pero eso es un tiempo pasado, que los sexalescentes buscarán, probablemente en un corto paseo en taxi desde su suite del glamouroso Copacabana Palace, hasta el corazón de Ipanema, que cruzar la montañita que separa las dos playas, ni se lo van a permitir sus barrigas, ni el miedo que les han metido en el cuerpo, todos los sistemas de comunicación al alcance de sus respectivas delegaciones.
Yo anduve por ahí, no recuerdo muy bien, hará cinco o seis años, quizás menos, y sí, encontré un pequeño restaurante donde cantaba María Creuza, y fue una sorpresa, comerse el chusco de carne escuchando aquella maravilla, pero me temo que era el final de esa magnífica generación que trajo la “nueva ola” a la música brasileira.
Sé que hay nuevas generaciones, y que es un filón que ha de darnos aún muchas alegrías, pero quiero constatar que ese aire romántico que nos dejaron todos aquellos monstruos de la música, se perdió como lágrimas en la lluvia que diría el androide.
Yo no me atreví a bañarme en Ipanema, ni en Copacabana, ni en San Salvador de Bahía, ni en Recife, que además decían que tenían tiburones toro a la búsqueda de ciudadanos despistados, así que me veo a los hijos del primer mundo cruzando a nado las bahías y se me rompe el culo de la risa, que eso no se limpia en dos días, que se vuelve a ensuciar en media hora.
Yo percibí al oriundo de Río, como una persona más favela que ciudad, que aquello no da para que vivan los millones de habitantes que a ojo cuentan, que hacer un censo serio por allí me suena a utopía, y desde luego intentar cinturones sanitarios que aíslen el mundo de la elite del deporte de la realidad carioca, no sé yo si funcionará.
Es como si quisiéramos quitar la vida de la favela a Orfeo negro, que Camus se quedaría sin película, y nosotros sin una bella historia y unas bellas bossas.
Ahora, los “fisnos de verdad”, o no han querido ir, como los mejores golfistas del mundo, o como los del equipo de baloncesto USA, que han puesto un barco de lujo como hotel a sus disposición, que de la villa olímpica no se fían Y eso que a mayoría de ellos podrían pasar por habitantes de la zona, eso sí, mejor alimentados.
Y al resto de los mortales, nos tienen preparado el bombardeo de los deportes a seguir, de las retransmisiones de madrugada, y de los suplementos especiales de los periódicos que ya no se venden, a ver si se nos olvidan por un momento todas esas porquerías que este mundo en guerra nos ofrece.
Porque esto no es la antigua Grecia, y el negocio de las armas no cesa, es más que habrá que equipar a la seguridad de los Juegos de escopetas muy sofisticadas, que tenemos miedo al ratero y a acuchillador que asesina delante de seiscientos agentes en el corazón del primer mundo.
Pero ya nos huele todo a trampa, que si el no sé terol ruso que se lo daban con el vodka del desayuno, pero bueno que no se enfade el oso, que Don Helenio Herrera dicen que les daba un cafetito antes de jugar contra el Madrit (ens roba).
Y lo siento, pero yo no seré uno de los tropecientos mil millones de humanos que se amorrarán a la tele a ver la ceremonia, o a ver el putt del “niño” en el Green del 18, ni siquiera la mala suerte de Nadal cuando resbale al responder el match ball de Nolo…
Y todo porque ahora que establecimientos Miró entra en concurso de acreedores nadie hace publicidad para que me compre el último televisor de infinitas pulgadas, y sin tele cinco, ni la sexta que ahora vienen inteligentes.
Tendré que hacer algo, y lo que se me ocurre, a lo mejor, es largarme a donde no llegue la señal, o enfrascarme en el último ensayo sobre la duplicación inesperada del alma del cangrejo de río español, que siempre ha sido un consuelo.
Y es que mi problema no es saber cuántas medallas ganará este o aquella, si no como podrán resolverse los verdaderos problemas de nuestra maltrecha humanidad, es decir, cómo podremos ser más libres, cómo podremos librarnos de las guerras, cómo podremos ser solidarios con nuestros semejantes, como podremos todos alcanzar los niveles de desarrollo que hagan que no nos sintamos inferiores a nadie.
Cómo nos quitaremos de encima dictadores, charlatanes, ladrones, iluminados, asesinos, y otras hierbas, que tanto daño nos han hecho.
Así, que mis amigos, me pondré a escuchar ese bello disco de Getz/Gilberto, en honor a una tierra que me pareció duramente maravillosa, desde Manaos a Sao Luis, y desde Sao Luis Iguazú, pero donde, como en todo el mundo, parece que los que deciden, se han vuelto locos, (o tontos, que nunca se sabe).
Buenas noches, y buena suerte

La decimotercera enmienda.

Estas cosas que tiene el Imperio, y que siempre me han puesto los pelos de punta, porque, claro, uno que no entiende de casi nada, ya se quedó en su momento de piedra, cuando se enteró de forma sucinta de qué iba la segunda enmienda, y para qué se estaba usando en nuestros días.
Que como en aquellos tiempos no tenían pasta para proteger tan vasto territorio, que además seguía creciendo, lo fácil era dejar que los buenos americanos tuvieran su Winchester, que había que defenderse de los malotes.
No voy a marear mucho con esa historia, sobre la que seguro ya he dicho bastantes inconsistencias desde estas mismas páginas, pero como un último apunte, mencionaré solamente el poder que tras esa enmienda se ha forjado, no solo entre los fabricantes de armas, si no en aquellos que se han beneficiado del miedo de muchos ciudadanos no ser protegidos por el sistema. Las consecuencias las conocemos todos, y no estoy aquí para dar la murga con eso.
Pero, en el Imperio, en ese Imperio que se forjó entre otras muchas cosas con loables sentimientos de Fraternidad, Igualdad y Libertad, esa decimotercera enmienda necesitó esperar un año para ser adoptada desde su propuesta, hasta que la firmó Georgia, justo el día en que nosotros celebramos el día de nuestra Constitución pero de 1865.
Sin embargo, Kentucky no la firmó hasta el 18 de marzo de 1976, y Misisipi no lo hizo hasta el 16 de marzo de 1995. Más aún, y por motivos que no parecen estar claros, la ratificación por parte de la oficina del registro federal no expidió el sello de oficialidad hasta el 7 de febrero de 2013.
No hay que olvidar que en 1865, acabó la Guerra de Secesión, que en pocas palabras era un intento por parte de los llamados Estados del Sur, de separarse de la Unión, por muchas causas, pero entre ellas una muy importante era el intento por parte de los Estados del Norte, de abolir la esclavitud.
Además le costó a los americanos que le asesinaran en aquel 1865 a su presidente, Abraham Lincoln, que estaba decidido a la implantación de una filosofía de gobierno en su país en la que las virtudes sobre las que se fundó, significaran el sostén de todo el entramado moral en el que debía basarse la historia de su tierra.
Esa era la parte bonita, que ahí estaba, desde luego, pero también estaban por en medio temas económicos relacionados con la revolución industrial que se abría paso de forma inexorable, en fin, los libros de historia lo explican mucho mejor que yo.
Porque a mi lo que me ha dejado de piedra, es que hasta hace tres años, un Estado de la Unión, Misisipi, no había ratificado la abolición de la esclavitud.
Y, si, desde luego, las historias del Tío Tom ya no se dan, pero yo no quiero ser negro en ese estado, y tiendo a desconfiar de esa autoproclamada Gran Nación, que aunque sea sobre el papel, ha mantenido dentro de su territorio, un baldón al ser humano de esas dimensiones.
Muchas veces he pensado, y alguna de ellas además lo he dicho, que sigo convencido de que en nuestro mundo occidental, liberal, avanzado, la esclavitud sigue siendo un elemento ligado a la producción de bienes de cualquier tipo, aunque en un alarde de hipocresía social oficialmente esté eliminada.
Me habéis leído posiblemente esa diferencia contable que se ha introducido a la hora de considerar a las fuerzas laborales, que en aquellos tiempos del esclavismo no dejaban de ser un activo en los balances, vamos una máquina más, pero propiedad del empresario, o del terrateniente, y cualquier contable sabe que para obtener el mayor beneficio de un activo, hay que llevar un protocolo de mantenimiento adecuado, para que no se te rompa antes de la amortización correspondiente al catorce por ciento, o a lo que sea.
Pero la Guerra de Secesión americana introdujo un interesante cambio en la contabilización del trabajo, que dejó de ser un elemento amortizable a ser un gasto. Este cambio pretendió poner en igualdad a la hora de pactar el servicio llamado trabajo, al poder y al obrero, con las consecuencias que todos conocemos, y su evolución histórica, movimientos obreros, sindicatos que negociaban en nombre de los individuos en un intento de igualar fuerzas, y mi impresión desde fuera, es que el esclavismo continuó, que si un obrero se rompía ya no era una propiedad del patrón la que se perdía, se contrataba un sustituto, y la producción no se resentía.
Y cierto, no hay latigazos, pero hay mobbing, acoso, laboral y de género, y al final, muertes, ¿Verdad France Telecom?, por ejemplo, o M. Renault, o los hedge founds de la City, o….
Pero, y hoy, ¿Cómo ha evolucionado la cosa?, me temo que de muy mala forma para los esclavos actuales, y lo digo al aire de los comentarios que van apareciendo en prensa, o en los intentos de la mercadotecnia, para colocar algún producto.
Vamos por partes, y empecemos por los japoneses que llegan a la destrucción física por tener contento al jefe, que si no sobreproduces, corres el riesgo de ser eliminado del sistema, ya que hay otros dispuestos a hacer lo que tú haces por una fracción de lo que cuestas, y la solución es muy sencilla.
No sé qué banco intenta vender no sé qué a los que en España llamamos hoy con ese eufemismo que usa Fátima Yáñez, emprendedores, y dice imbecilidades como que el colectivo está formado de superhombres, que creen que una baja es una señora de escasa estatura, o que son insensibles a cualquier burrada que se le haya ocurrido al brillante de la campaña con la que todo el mundo ríe. ¡Ya lo tenemos, el hombre máquina, que lo soporta todo!.
Porque la tercera pata de toda esta sucia historia del esclavismo de nuestros días, se llama externalización. Usted ya no tiene relación conmigo, yo le pido lo que necesite, y usted me lo da, y tiene que ser el mejor al precio más bajo, que si no, dejo de comprarle, y sin mis pedidos, usted desaparece, se muere profesionalmente, vamos. Así que trague que afuera es el llanto y el crujir de dientes.
Y como queda feo tener esclavos en casa. Los busco en Nepal, en Bangla Desh, en China, donde haya, y cuando su producción no incremente mis beneficios de la forma que esperan mis inversores, pues hasta luego, que ellos sabrán qué hacer con sus vidas, que tan ajenas me son.
Así que me permitiréis que siga pensando que la decimotercera enmienda es papel mojado, y que esclavos son los que recogen el algodón para mí, los que arrancan el zoltán para mí, los que cosen mis camisas, los velan por el éxito de mis inversiones, los que llevan en un taxi, los que me dan de comer, los que me curan en los hospitales, los que me entretienen ….y los que con su esfuerzo de esclavo, como el que he ofrecido yo, hacen que mi vida sea más agradable.
Hasta que surja un Espartaco, que venza a Craso.
Buenas noches, y buena suerte

Los bancos

Yo no entiendo mucho de estas cosas, Dios me libre, pero no dejo de interesarme por esta historia de los bancos y del precio que dicen que tienen los mercados bursátiles, lejos, claro del valor que ellos dicen que tienen.
A lo mejor ha llegado el San Martín de los bancos, y los cuchillos de los matarifes están ya cerca de la yugular, no lo sé, pero parece que las fortunas del Opus, que se sintieron siempre confortables en manos de los hermanos Valls, andan hoy con temblor de chichas, que no hay forma de que alguien quiera dar un duro por los papelitos que atesoran, y que hace un par de lustros certificaban que eran los dueños del poder.
Y los de ese banco de Siena, que suena a Monte de Piedad, anda así, pidiendo piedad, y buscando qué empeñar para taparlos agujeros que los malditos contables mantienen que existen, “Porca Troya”, que diría el toscano.
Y como Don Botín, se nos cambió de barrio, no pudo ver la traición que a su corazoncito británico le acaban de hacer los pollos del brexit, que a pesar de los esfuerzos de su bella e inteligente hija, Santander va a parecerse al coche de Alonso, o al trenecito de Arganda, ese que pita más que anda.
Pero es que en la cuna europea de los dineros, que antes se llamaban marcos, nadie sabe qué pasa con las sparkasse federales, pero como les vaya solo la mitad de mal que a los buques insignia del Deustche o del Commerce, no quiero ni pensarlo.
No voy a meterme con los bancos tramposos, que dicen por ahí, y seguro que no lo son, como ese de Hong Kong y Singapur, o Shangai que nunca me he parado a mirarlo, y que tienen más trucos que el Green del 18 de Las Matas, que parece una película de Jackie Chan de las trampas que esconde.
Porque a mí, como absoluto ignorante que soy de todas estas cosas, siempre me ha parecido que esto de los bancos es ese negocio que si lo monto yo, me corren a gorrazos, y acabo en el Soto ese de la sierra madrileña, haciendo piña con los políticos a los que tanto queremos, y tanto nos deben.
Porque la cosa, más o menos creo que va así. Yo pongo unas perras, y digo que soy un banco cojonudo, de forma que acepto que me den muuuchhaaaas perras a las que me comprometo a remunerar con mi conocimiento del mundo de los negocios. Y creo servicios en los que yo te dejo algo de pasta, y tú me devuelves pasta y cuarto, o compro casas muy bonitas hoy a perra chica, y las vendo mañana a perra gorda.
O te ayudo a que te sea más cómodo pagar la luz, y así me traes tu magra nómina, y con eso a lo mejor, que seguro no es así, pago algún dividendo.
Bueno, a Keops le duró más el negocio, tanto que él se murió por en medio, y ahí sigue el monumento como ejemplo a la banca mundial.
Pero las cosas se tambalean cuando, al apretar tanto al que se desprecia para obtener algo más de beneficio cada trimestre, es decir, al cliente de a pie, este deja de llevar sus recursos a las entidades, que apenas da para comer, que los salarios son low cost, y que el negro dura los tres primeros días del mes, y de ahí en adelante, a rezar a Lourdes…o a Fátima…Totta.
Y claro, de repente, nadie quiere esos papelitos tan monos que los ingleses llaman shares (trozos), y nosotros acciones, porque a la que te descuidas se te queda cara de opusino popular, es decir, compuesto y sin novio.
Que no, que no te voy a pedir que me dejes dinero, porque creo que me vas a tangar a la que me descuide, y yo no tengo los abogados que tú tienes. Que no voy a dejarte los ahorros de toda la vida, que a la que me descuide, me pones una cláusula suelo de esas que vienen en el canto del contrato, se me pasa, y me haces un pié agua. Y además si te lo pido, me vas a pedir tantas historias, tantas garantías, porque no soy ni un partido político ni el dueño de Electricola, que a lo mejor me mola más acercarme a los fondos cruzados esos del internet, que no marean tanto.
Lo dicho, yo no entiendo de estas cosas, pero me da en la nariz, que tantos y tantos de esos que llaman créditos fallidos, y yo llamo inversiones erróneas, han ido, en la mayor, a esas supuestas grandes operaciones, de empresas solventes, apoyadas por el poder…y que al final ¡uuupppsss!, te abengoas, y a otra cosa, porque lo de la hipoteca de doña Euduvigis, que no me jodan, que con desahucio incluído a la inversión le sacaron pasta, sin duda.
Cierto, los balances, el debe y el haber, hay que respetarlos. Pero es lo que tiene Keops, que la base necesita muchos ladrillos para que el vértice brille.
Que si el dinero es barato, malo. Que si suben los intereses de los bancos centrales, peor, que si los costes laborales del país suben, malo, muy malo, que bajan los beneficios, pero si esos costes bajan, peor, mucho peor, que la peña no tiene un duro y no alimenta la base de mi negocio y este se tambalea.
Claro, que si las cosas se ponen muy peludas, se pide que le den unas perras, las de la señora Euduvigis, claro, vía presupuestos del estado, que como todo el mundo debería entender es un dinero que no es de nadie, y por lo tanto se puede echar mano de él, si metes mucho miedo, , o tienes los negativos del montaje del cajero con la Lolita de turno.
A lo mejor es cosa de Francisco, que en su lucha contra el mal, quiere volver a considerar pecado el préstamo con intereses, con desazón rediviva para un Shylock, y alegría para Porcia, que acabará cobrando por los pleitos.
No lo sé, pero me da, que estos muchachos están a punto de pagar más de una tropelía que en abuso de poder, de conocimiento, han usado para hinchar sus arcas, y a lo mejor, lo más sensato es volver al colchón de los abuelos, y llenarlo, no de papelitos de esos de In God we Trust, sino de pepitas doradas que es lo que mi bisa me hubiera recomendado.
Veo las cosas fatal para nosotros los jubilatas que no sabemos jugar a la petanca, y que nos encantaba ir a la sucursal a preguntar si nos habían ingresado la pensión, porque el día menos pensado nos obligan a hacerlo todo a través de las oficinas virtuales, de voces grabadas y se nos va a poner la cara como a Michel Piccoli, con su muñeca hinchable….y no es lo mismo.
Buenas noches, y buena suerte

Mi querida Turquía, algo más que decir*

Me enteré el otro día, que Napoleón dicen que dijo, que si el mundo tuviese una sola capital, sin duda sería Estambul, que por lo visto en una suerte de griego acomodaticio, quiere decir algo así como “en a la ciudad”. (Eis tin poli)
Mucho le costó que la reconocieran por ese nombre, que como todos sabemos fue antes la sin par Bizancio, la ciudad de Constantino luego, y para los del plan del cincuenta y ocho, pues eso, Estambul, antigua Constantinopla, ignorando lo de Bizancio, por un aquel de los de S.M. editores que mirar hasta el 330 de nuestra era les costaba un tortícolis.
Dejó de ser la capital en 1923, que fue cuando Ankara tomó el relevo, pero me temo que no perdió ni un ápice de su esplendor, todo lo contrario.
A mí la ciudad me enamora, y empiezo a soñar cuando el taxi que me lleva desde el aeropuerto se enfrasca en el atasco alrededor de las murallas del Topkapi, y no sé si pensar en los almogávares intentando colarse por las defensas bizantinas, o a Melina Mercouri, intentando robar, con la ayuda de aquel gran Peter Ustinov, la más preciada de las gemas….la famosa cuchara, que dicen era el quinto diamante más grande del mundo.
No siempre me he alojado en Sultanameth, así que lo más normal el que el taxi siguiese su ruta a paso de caravana, hacia Pera, aquel barrio de las embajadas europeas, o siguiendo por Istiqlal, hasta los hoteles que están en la zona de negocios que abajo en la orilla del Bósforo, junto al Dolmabache, solo me quedaba cuando engañaba al señorito, pero eso es otra historia.
Así que normalmente, mi primer paseo ha sido casi siempre por “la calle del tranvía”, la bella Istiqlal, con sus tiendas occidentalizadas, pero oliendo a Oriente, y esos restaurantes donde nos mezclamos los visitantes con los locales, en las terrazas abigarradas, jugando al noble deporte de volver loco al camarero y al cocinero discutiéndoles la idoneidad de los entremeses, y la frescura del pescado….y eso convive con el gran centro sufí de Estambul, que anda a caballo entre la religiosidad y la recaudación turística….pero ¿a quién le importa?.
Bajas tranquilamente hacia la torre Galata, que preside el barrio que fue de Genoveses…también, y de judíos, y que se incendió, y que volvió a rehacerse, y que a los almo….
Es lo que tiene, que hablas de un trozo de esta ciudad, y no sabes quién puso allí el huevo antes, pero a mí me gusta entrar en los supermercados del barrio a comprar cosas como barras de jabón de afeitar, que ayudan a apurar la barba, pero nunca el bigote, que entonces no te reconocen como amigo, y es bien sabido que lo peor de este mundo es un enemigo turco.
Y si no que se lo pregunten a Churchill que llevó a la muerte para nada en Galipoli, a decenas de miles de hijos de la Commentwealth, y eso enfrente de Troya, como aquel que dice.
Pero dejémonos de disgresiones que estoy a punto de cruzar el puente de Gálata, y con tanta historieta, aún no he cenado. Y me dejo enamorar por alguno de los voceros que me juran que su restaurante es el mejor del mundo, pues claro, que no estoy para discutir. Y la cosa sale como sale, pero el blanquito local se puede beber, es más, está muy rico, y me permite llegar a Emimonu, a coger un barquito que me devuelva a las cercanías del Çiragan, que después de mucho llorar me dieron la habitación con vistas al Bósforo, y yo les pago cenando en los bajos del Gálata.
Y en el barquito, me acuerdo, de la historieta que me contaban, o que leí, que tampoco importa, de la cadena que protegía el famoso Cuerno de Oro, de las entradas de buques no deseadas, o de las salidas de buques que no habían pagado impuestos.
Ya con el sol te pierdes en el mercado, consigues salir, y por fin en un ataque de cordura, te paseas por el de las especies, pero es lo mismo, estas metido en la ciudad, y vuelves a subir hacia la Universidad, junto a la gran Madrasa de esa mezquita que a mi me gusta más que la azul, y me encuentro de nuevo con esa columna en la puerta del Gran Bazaar, siempre en restauración, donde dicen que se guarda el hacha con la que el patriarca Noé cortó los árboles para hacer su arca..
El tranvía me deja de nuevo frente Aya Sophia, esta vez no entras en el recinto sagrado de Justiniano, sino que paseas por el estadio romano que unió Bizancio con el Islam, y con la famosa cisterna presidida por Medusa, todo un ejemplo de gestión romana del agua, que nos regala un acueducto en medio de una ciudad tan abrumadora, que si te descuidas ni te enteras que existe.
Y las iglesias fuera de muros, o las historias de que con la amenaza de la llegada de aquel cabroncete de Methmet II, enterraron en la bahía las riquezas de la ciudad con el ánimo de recuperarlas cuando el Islam se fuera…así que ese cuerno de mar acabó siendo el Cuerno de Oro.
Inabarcable ciudad, la de Belisario y Narsés, la de Constantino y de Justiniano, la de Methmet y de Ataturk, la de todos nosotros, la de los cruzados que la quemaron, la guardiana de Mar Mediterráneo y del Mar Negro a la vez, la del puente sobre el Bósforo, y al final la de los turcos, que son herederos de miles de culturas, a las que siempre han acabado por rechazar de alguna forma.
Que con tantos dioses que han visto pasar y morir, navegan como maestros en un agnosticismo de misa de una, o de canto de muecín, pero sin molestar demasiado. Que ya no hay harén en Topkapi, ni existe la favorita del emperador, del sultán, que es oficio devaluado.
Y si ahora se ponen integristas recordarán que en Pummukale tienen una de las puertas del infierno, o te invitarán a sus casas con ese alarde que enamora y que ellos llaman hospitalidad, a comer un buen kebab, aunque no gire, que la señora de la casa estará encantada de hacer lo mejor que esté en su mano para que sientas que se te acepta, como uno más de lafamilia.
Ankara siempre me cayó mal, y no debería ser así, que por ahí anduvo Midas, el de los duros, la buena de la reina Zenobia, intentando dar la lata a los romanos, pero también anduvieron los hititas, seleucydas, griegos, persas, frigios…..y lo que de verdad importó fueron sus gatos de Angora y sus ovejas que daban la raza tan especial y las lanas chivatas que te dejaban pelillos en la americana si la muchacha del jersey se te apretaba demasiado.
Así que si Erdogan cree que va a poder con todo esto, y con mucho más, en una tierra en la que los hombres hicieron la mejor arquitectura como en Efeso o en Pérgamo, y los dioses construyeron la Capadocia, se equivoca, aunque parezca que durante algunas generaciones lo ha conseguido.
Buenas noches, y buena suerte

* Una entrevista de Miguel Blanco, me animó a sacar de mi baúl los recuerdos que tengo de esa tierra

Mi querida Turquía

He estado muchas veces en Estambul, y una sola vez en Turquía, y con todos los acontecimientos de estos días he sentido una cierta necesidad de hablar de mi experiencia y de mi visión de esa tierra mágica.
Si fuera Pierre Loti, me extendería en la visión neo romántica de Estambul, y posiblemente haría como él y me quedaría a vivir un tiempo al final del Cuerno de Oro, y si como Agatha Christie, me hubiera casado con un arqueólogo, hubiera también intentado contar un viaje en el tren mítico, por aquello que lo importante no es llegar, sino el camino, aunque luego acabaran todos matando al pobre Richard Widmark que siempre dio muy bien de malo, y ella alojada en un hotel inglés con nombre local en lo alto de Pera.
Si por otra parte me sintiese algo más Sender, y teniendo en cuenta que hoy ando por tierras de la Corona de Aragón, hablaría de los almogávares, y de aquel cabrón de Roger de Flor, que colgó de mala manera al Temple en San Juan de Acre, cuando salían todos por piernas, y acabó de mercenario mal pagado del Emperador de Bizancio.
Pero no soy ninguno de ellos, y no me atraen ni los bailes de las odaliscas, ni los jenízaros capones, ni siquiera los bazares, que son hoy más zoco de baratijas chinas que el reducto de la artesanía milenaria que uno espera al aterrizar por esa increíble ciudad. No nada de eso me atrae con la fuerza suficiente para desarrollar el amor que siento por esa tierra.
Recuerdo que la primera vez que llegué a Estambul, hace ya muchos años, dejé la maleta en el hotel, y me fui directamente a Aya Sophia, me coloqué en medio del templo, y me emocioné como pocas veces me he emocionado, y no fue ni por la arquitectura, ni fue por el ambiente, ni siquiera por la poca gente que había, sino porque de pronto se me vino encima buena parte de la historia de la Humanidad, capa a capa, como si esa Troya de Schliemann me mostrase vivos todos sus estratos, con sus gentes, sus historias, su cultura sus guerras y su abandono sin razón conocida.
Turquía, mi querida Turquía, me ha parecido siempre la cuna de la civilización en la que nos movemos hoy, que son capaces de enseñarte la cueva en Urfa donde iba a beber el patriarca Abraham…el de ¡no mates a tu hijo!, de las clases de historia sagrada del padre Serra, o la tierra de los Hititas que se empeñaban en darle la lata a Ramsés, el egipcio.
Pero ¿qué decir de aquel Antíoco I que hizo un monte para que lo enterraran, haciéndose proteger por águilas, leones, y dioses de todo pelaje, un Hércules, un Zeus, un Aura Mazda, un Tique, un Apolo Mitra….y todo con sus simbologías astrales, y la visión lejana de una Mesopotamia, que ya olía a paraíso.
Y eso que el puñetero tuvo que esperar a ser rey a una decisión romana, tras una hábil decisión política. Gracias a ello, nos quedó una muestra de sincretismo religioso allá en las cumbres del Monte Nemrut, y porque aún faltaban unas décadas para lo de Cristo, que sino, el bueno de Antíoco nos coloca un pez para que sepamos con quién nos jugamos los cuartos.
Que por allí, por la meseta Armenia, nos cuentan que anduvo Noé con su barquito, cuando lo del encharcamiento global, y uno se lo cree casi todo, porque se trata de mi querida Turquía.
Y cerca de Éfeso, parece que anduvo la mismísima María, y Juan escribió su evangelio, quizás empujado por aquel mago de la mercadotecnia que fue llamado luego San Pablo. Y no podía ser de otra manera, que un pollo que nace en esa Tarso fundada por Perseo, héroe nacido de Zeus, tenía claramente el destino fijado.
Que se me ponen los arqueólogos a hacer agujeritos, y les sale un asentamiento urbano de al menos once mil años en Göbleki Tepe, (la colina panzuda), y otro no muy lejos, por si había dudas en Nevali Çori. Era el famoso creciente fértil, el paraíso, junto al monte Tauro, a la vista del Eufrates.
Claro que si nos empeñamos y dejamos atrás el caballo de Troya, la ciudad de Pérgamo, que acabó reconstruída por la rapiña alemana en el museíto berlinés, la biblioteca de Efeso, la tumba de Trajano, y queremos entender qué es Turquía, a mí se me hace difícil.
Porque las más bonitas catedrales paleocristianas excavadas en la roca, con unos frescos que te encogen el corazón, están en esa Capadokia (tierra de hermosos caballos), conviviendo con increíbles ciudades subterráneas, que nadie sabe por qué están allí, por qué se hicieron, qué antigüedad tienen, y por qué se abandonaron por alojamientos trogloditas.
O esos paisajes que parecen torres de la Sagrada Familia, y que si tienes ganas puedes ver desde el aire o desde un altozano, con su leyenda detrás, como todo aquello que está asentado en el corazón de los pueblos. La leyenda dice que los hombres y las hadas convivían en esa tierra, hasta que ocurrió lo predecible que hubo amor, amor prohibido, claro, y la reina de las hadas acabó perdonando el pecado, pero transformó en palomas a todas la hadas, y les hizo esas formaciones que son como palomares, y los ciudadanos hoy respetan y cuidan a las palomas…
Esa Turquía que dominó el mundo antiguo por cuatro siglos largos, siendo referencia desde Estambul hasta Asuán como poco, que aceptó ese islamismo exquisito que es el sufismo, haciendo de Konya una suerte de centro del mundo de amor islámico.
Claro que dominaron e Mediterráneo hasta que las naves mancas de Juan de Austria los calmó un poco, pero, ¿qué importa?, si al final y puestos a comparar en las mesetas Armenias, y en las orillas del Mar Negro había más monasterios y más antiguos que en las mesetas castellanas.
Ahora y tras el paso de Jamal Ataturk, que liberalizó el país y le quitó el yugo religioso….aunque pasó por la piedra a kurdos y armenios, parece que el viejo imperio otomano pugna por volver aunque sea a destiempo, desmontando lo que ha sido un intento magnífico de transformar el país en algo que nos pudiera aportar a todos esas dosis de sabiduría que tanto necesitamos, y que es tan poco frecuente.
Pero aunque me moleste lo que está pasando, sobre todo por cómo va a afectar a millones de personas en su libertad individual, tendré que aceptar que este proceso es parte del ciclo histórico de un pueblo que lo ha sido todo en sus más de quince mil años de historia, que ha albergado a las culturas y civilizaciones que han significado algo en la historia de la Humanidad, y que nos ha demostrado que para mantener el poder los sultanes debían capar a sus mejores soldados, los jenízaros.
Deseo lo mejor para esa tierra tan querida para mí, y no me preocupa, salvo por lo que va a significar para muchos de los actuales habitantes las últimas acciones, el futuro de un país que ha permitido e trasiego de las culturas del este y del oeste, que ha sabido ser el puente cultural, político, y humano durante milenios, y sin quién nada de lo que hoy conocemos y amamos como nuestro se nos habría dado.
En cuanto pueda, me voy a dar una vuelta por Turquía, parando antes en Viena para tomarme un café vienés, con un croissant, claro.
Buenas noches, y buena suerte

Desde era Val.

Hay veces, que cuando llevas tiempo fuera de la vorágine urbanita, crees, por un momento que ya no perteneces al asfalto, y que el nuevo entorno casi te pide que cojas el caramillo pastoril, y en plan bucólico, te pongas a componer la canción del verano montañés. Pero el que nace barrigón, ni que de chico le fajen, así, que te descuidas un momento y se te viene a la cabeza tu añorada barra de Boadas, que en la montaña, el Negroni no les sale igual.
Pero es que uno no tiene remedio, y en vez de centrar los temas de lectura en la Oda a la vida retirada o a las Cartas desde mi molino, que es lo que cumple, te empeñas en meterte con cualquier ensayo sobre la caída de las civilizaciones, o te amarranas con la primera novelita de la mesa de la entrada de la Casa del Libro, y la consecuencia es que en vez de pedirle a la Serrana o a la Serranilla que te cruce la sierra, intentas invitarla a una cerveza local, y a una tapa de calamares, que es de lo más serrano.
Pero, ¿quién puede evitarlo?, yo no, desde luego, claro, pago el precio de volver a mi portada de la canallesca de turno, que aunque se hayan ido de vacaciones los articulistas titulares, siempre queda un becario salado, un gobierno por formar, o unas olimpiadas de las que a ver si empiezan….y acaban.
No hay derecho, las tentaciones de la globalidad son infinitas, y llegan hasta los más perdidos valles, de los que antes de esta cosa del calentamiento global, cerraban por nieve de noviembre a junio, y claro, el caralibro hace píiiii, los del guasap te hacen tilín, y uno es como el perro de Pavlov, que oye las campanas y empieza a segregar los jugos gástricos urbanitas, y te enteras de que uno anda por Ibiza, otro se te ha hecho indepe, saliendo del armario en el peor momento, y siempre hay el que te recuerda la frasecita con moralina, o el chiste de última hora.
Así que lo dicho, acaba uno dejando a un lado el puñetero caramillo, que además no hay forma de que le saque tres notas coherentes, y tira de pos-pos, de ipas-pas o del santun coreano, para llevar musiquita en las orejas, y a cruzar los valles a lomos de cualquier música o musiquilla, en vez de hacerlo, como se debe, a lomos de serrana vieja, cosas son de las modernidades.
Mis amigos, a los que llamo QH, son unos iconoclastas, están, y yo con ellos muy contentos, porque parece que un físico japonés, de esos que curran en el corazón del Imperio, mantiene a través de su teoría de cuerdas, algo que ya Einstein, y antes Spinoza mantenían y es la existencia de un organizador universal.
Mantiene Michio Kaku, que así se llama el pollo, que el azar no tiene sentido, ya que existe una fuerza inteligente, desconocida por el hombre que gobierna la naturaleza. No voy a merearos, pero quién esté interesado, debería leer las afirmaciones que se desprenden de los estudios de este profesor, que entre otras cosas, y a través de sus experimentos ha llegado a concluir que los seres humanos, vivimos en una especie de Martrix, o lo que es lo mismo en un mundo regido por una especie de gran arquitecto inteligente, como un juego de ordenador pero infinitamente más complejo e impensable.
De hecho, es el concepto de Einstein de un Dios representado por el orden, la armonía, la belleza, la simplicidad y la elegancia, (la idea de Spinoza), y que pudiendo ser el universo caótico y feo, es sin embargo, bello, simple y regido por matemáticas sencillas.
Ya veis lo lejos que queda el caramillo, y el subprefecto que iba a los juegos florales de la Combe aux fées y se perdió en el bosque con toda su comitiva para hacer versos. Es lo que pasa cuando el discurso de Monsieurs et chers administrès….no te sale, que te envuelve el aroma de la lavanda provenzal, del viejo Borgoña recién abierto, o la sonrisa de la serranilla de turno, (siempre he preferido al marqués que al arcipreste, desde luego), y empiezas a dudar si realmente eres ese viejo urbanita atormentado por el futuro penal de la presidente del Parlament.
Pero recuerdas tu rincón de Boadas, a uno de tus amigos entrando por la puerta en busca de consejo, y te tiemblan las piernas, que hoy no tienes reserva, ni pasta para ir al Vía Véneto, y como es agosto, el barman es becario también, y no te conoce lo que complica el evitar a tu amigo.
Y es lo que mi amigo Alvite y yo siempre hemos mantenido, que cuando un hombre le dice a una mujer que quiere descubrir su interior, de hecho lo único que quiere es ver cómo son sus bragas. Pero mis amigos, que son poco reflexivos, y aún tienen la hormona activa, no se han dado cuenta de que es eso lo que de verdad quieren, y se pierden en ese laberinto de sentimientos, que no son más que reacciones químicas mal controladas por el aprendiz de brujo, que se cree mi amigo que enfila mi rincón.
Pero esta vez, y es la ventaja de la imaginación, yo no estoy en mi rincón de Boadas, así que mi amigo me contará que su amor de toda la vida está a punto de dejarle por un pollo del Omnium Cultural, amigo de toda la vida, hasta que la política les separó, de la jerezana Arrimadas, que además en un arranque va y le quita portada a Belén Esteban casándose a primeros de agosto, que ya no se respeta sagrado, ni Obregón.
Yo pensaré, como siempre, que una cosa es ser sincero, y otra decir la verdad, así, que en mi sueño le planteo que a lo mejor la más inteligente de las opciones es buscarse una moza de esas de si PUC no CUP, para que le amenace a su novia con una moción de censura, que siempre ha quedado muy bien.
Y por aquí, ya se sabe, que el aranés es lengua viva, y la bandera es roja y gualda pero con un dibujito salado que no sé qué quiere decir, pero ya me enteraré…..o no, y que hay que vender chuletones y taxi para que suban a los lagos esos que yo llamaba ibones, cualquier saco de grasa holandesa, que con esto de las modernidades, los lagos a dos mil quinientos metros parecen Benidorm, pero en fresquito.
A ver si soy capaz de encontrar uno de esos “Tucs” con poca gente, y que no llegue el guasap, y escribo una sinfonía para caramillo pastoril en do menor.
Buenas noches, y buena suerte

La butifarra, las secas, la morcilla y los cachelos

Esto de andar por la parte de mi tierra que se reconoce como la Catalunya profunda siempre me ha gustado, y a poco que alguien se descuida ¡zas!, me cuelo de rondón en tierras llenas de esteladas y de camisetas del Omnium Cultural, que hace mucha patria, ¡uy! perdón, Nassió, quería decir Nassió, así con dos esses, que parece que eres más de la cosa.
Ando por esa parte que le anda diciendo a quien quiera oírlos, que eso de “catalá a l’escola”, ni de coña, que lo que quieren es aranés a l’escola, y que eso de tener que cruzar el túnel de Vielha o el Port de la Bonaigua para resolver cuatro asuntos, que no les viene ni por asomo.
Y los hay, que sin pelos en la lengua, ya hablan de la independencia de Era Vall D’Aran, que eso de ser catalanes no viene en su libro, pero no está claro que su amor vaya hacia España o hacia Francia, ni mucho menos, que lo mismo quieren mancomunarse con Andorra, que allí los gabachos sique compran gasolina y tabaco, no como en Vielha, que tiene esos IVAS españoles, y esos IRPF’s catalanes. Vamos que están hechos unas furias, y andan a ver como se lo montan para enseñar ese plato tan típico de estas maravillosas tierras a todo el mundo, es decir una buena butifarra, aunque no sea de Salgot.
Y el molt honorable no dice ni pío, como en su momento, hizo el otro molt honorable, que andaba en aquellos momentos perdido contando las perras del tres per cent, y la herencia del pare, que éste anda a ver si la CUP, si PUC, no le hace la monumental butifarra en setiembre, y lo manda, vergonzante, al Diari de Girona, de donde no tenía que haber salido nunca.
Mientras me afeitaba esta mañana, oía la forma de enroque de la señora Arrimadas, cuando el periodista intentaba que le explicara el por qué no ayudaba su partido a formar gobierno, pero es tan aburrido que ni caso, subí el volumen de la ducha, y a otra cosa.
Luego cuando creía que el peligro había pasado, sale el tema de la butifarra que el Parlament le acaba de hacer al Tribunal Constitucional, todo para que los de no sé si PUC pèro no CUP, no manden al molt honorable a hacer punyetas antes de tiempo y me lo dejen a los pies de los caballos de los partidos constitucionalistas, que todo el mundo sabe por aquí que son la piel del diablo.
Vaya coyuntura, que si la butifarra no le gusta al Tribunal Constitucional, me manda a la presidente del Parlament y a la mesa butifarrera a casa con esas cosas de la inhabilitación, y los de no sé si CUP, pèro PUC, dejan en su sitio la cabeza de don Puigdemont, que volver a la canallesca local tal y como está el mercado del kiosko de barrio es una ruina, y los libros, a la que te descuidas te los piratean aunque sean miembros del Omnium Cultural que la pela es la pela, y nadie te exige ser nacionalista de buchaca.
Los de la ANC (Asamblea Nacional Catalana), andan de arqueo de caja estos días, que parece que las cuentas no les salen, y vienen los gastos de la Diada, y no tienen ni para la tinta de la ciclostil. Un verdadero drama, que en esas circunstancias de llenar la Meridiana nada de nada, como mucho el andén central del metro de Glorias, y eso da fatal en la TV3.
No quiero en este punto olvidarme de esa réplica carpetovetónica de la butifarra, que es la morcilla de Burgos, por un decir, que todo el mundo sabe que la mejor morcilla del mundo es la de su pueblo, que por cierto la inventó la abuela de un cualquiera que lo reclame, que por esas tierras se anda sobrado en cuanto a la reclamación de los derechos de autor. Y es que parece que a la morcilla, le ha afectado la canícula, y no está por la labor de plantarle una buena morcilla a esa butifarra medio díscola, medio interesada, y medio si no PUC, no CUP, que parece que sigue sin creerse que la butifarra cree que va en serio.
En fin, que los charnegos de ocho apellidos mezclados, andamos en un sin vivir, que unos se duermen en los brazos de Don Felipe, jugando a hazlo tú que a mí me da la risa, o al usted primero, que a mí me duele el zapato, que los otros que si me han dicho que me quedan dos opciones, o me voy de España o me vuelvo al Diari de Girona, y me quedo sin mi viajecito diario en helicóptero, que a mí siempre me ha gustado dormir junto al Cardoner cuando salgo de la oficina, que los hermanos Roca me mandan el mar y muntanya a casa a precio de amigo.
Y el muchacho piensa que si esto sale mal, quien se queda con el culo al aire, es la presidente, a la que tanto quiero, y tanto me debe.
De verdad que espero una reacción de la morcilla de Burgos, que aunque lleve cachelos de guarnición, porque como siga la cosa así, esto va a parecer lo del noventa y ocho, con algún redivivo Romanones haciendo caja.
A mí, al final, y teniendo en cuenta como está el patio geopolítico, todas estas historias me suenan a eso de que se ha vuelto a ver la serpiente del lago Ness sacando la cabeza, al paso de una delegación de Cuarto Milenio, con Von Daniken de invitado especial, que hasta que empiecen las olimpiadas, y retomemos aquella historia de la mala suerte de la furia española, no hay quien venda una tertulia ni que la encabece el Herrera, y hay que pagar las nóminas.
Así que creo que lo más inteligente en esta tesitura, y a la espera de que el extraterrestre del Área 51, se levante a preguntarle a Don Trump, de qué forma piensa legalizar su residencia en el Imperio, que lleva casi tres curtos de siglo sin que le den los papeles, y está generando una pasta a la revista Enigmas, y al pueblo de Rockwell, de la que no recibe sus diezmos, será bajarme a Casa Irene que la tengo aquí al lado, y con mi aranés con acento de Oxford, pedirle que me prepare media de butifarra y media de morcilla, (de Pradoluengo si es posible), con guarnición de secas, cachelos, y pimientos del Padrón, que mejor poner una vela a Dios y otra al Diablo, y a todos estos, con todos mis respetos que les vayan dando por donde amargan los pepinos.
Buenas noches, y buena suerte

Los nominados

Michael Moore anda entre deprimido y cabreado, porque ve desde su militancia demócrata, que Trump tiene muchas posibilidades de hacerse con la Casa Blanca, y no le apetece nada, aunque reconoce el hombre, que lo que le ofrece el partido en el que milita, es decir, Doña Clinton, que tampoco es santa de su devoción, no le pone ni un poco.
Que parece que esas cosas de votar a favor de la intervención en Irak, y haber hecho tabla rasa de Libia, han producido en el bueno de Michael una inolvidable urticaria.
Que parece le hubiera gustado que ganase Sanders, que con cara de socialista de universidad, cuadra mejor con las expectativas de Michael Moore que Doña Clinton, que representa el stablishment del poder demócrata, pero a Sanders no le tocó la nominación. Así son las cosas, querido Michael, que te ves votando al vecino del tercero, o a nadie, que ni Trump te gusta, ni Doña Clinton. Un sin vivir.
Quizás el problema de Michael Moore, al observar la situación social de su país, es que percibe estar en un sistema que se está agotando por momentos, y en el que hay demasiados grupos que no tienen ninguna gana de dejar el machito en el que están subidos.
Además estos grupos con los escrúpulos muy justitos, están dispuestos a dar las batallas que sean necesarias para alargar su agonía, cubriendo con sus acciones a muy amplias capas de la sociedad americana, yendo desde las promesas a los ciudadanos del medio oeste, de impedir la marcha de las instalaciones fabriles que ofrece Trump, una vez agotado el rosario xenófobo, y garantizando a la rifle association que podrán seguir comprando….y vendiendo escopetas, hasta la garantía de una buena guerra en cualquier por ahí que se le ocurra a Doña Hilary, que más de un revolcón se llevó en sus tiempos de secretaria de estado, y el rencor es algo que reconforta día a día a quien lo cuida.
Lo tienes mal Michael, tu candidato ha tirado la toalla porque no ha podido con el aparato del partido en el que tu militas, mi amigo, y encima, como buen americano ha dicho a los suyos que voten a Doña Clinton, que para eso los yanquies son muy mirados. Aquí ya tendríamos un nuevo partido, desde luego.
Y yo como pobre ciudadano del otro lado del mundo, ese que no existe para los habitantes de Oregon, (honestamente para mí Oregon tampoco existe), me veo que las dos opciones que están a punto de dar el asalto a la Casa Blanca, son inaceptables para Michael Moore, ¡Vaaayaaa!.
Y no es que Don Moore sea el espejo en el que me miro en las amanecidas, tampoco es eso, pero tiene en su forma de ver las cosas algún punto de racionalidad, lejos, por otra parte, de las barbaridades que los filtros informativos dejan que entrelea, cuando Trump, y Doña Clinton salen a la palestra arengando a sus devotos.
Ya veremos que nos da el futuro, pero aunque Don Moore crea firmemente en la victoria de Trump, pase lo que pase no da la sensación de que el liderazgo del Imperio en manos de cualquiera de ellos vaya a ser el bálsamo que los ciudadanos de Boston a San Diego o de Seattle a New Orleans, necesitan cuando se les viene encima una tremenda tormenta en lo social, en lo laboral afectando seriamente a los valores que siempre han creído sustentaban su sociedad, y que formaban parte del contrato social que la ciudadanía pensó que seguía vigente.
Los retos que el Imperio debe afrontar en los próximos ocho años, son tremendos, y de su resolución adecuada va a depender muy mucho nuestra suerte, queramos o no.
Trump está en contra de los tratados que impulsan el comercio, el TTIP, por ejemplo, y eso quiere decir que posiblemente entremos en una era de proteccionismo comercial. Desde luego en los términos en que se están planteando los tales tratados, casi le agradezco a Trump su postura.
Tendrá quien quiera que sea el próximo presidente que lidiar con la salida de sus primos de la Unión Europea, lo que desde luego significará un serio contratiempo para el Imperio, que perderá buena parte de la influencia que pueda tener en las decisiones europeas. Y es algo que deberá compensarse de alguna manera.
La violencia y la inseguridad acrecentada por la facilidad de obtener armas, los problemas de una sociedad xenófoba y machista como la americana, es algo con lo que la gasolina que Trump promete echar, puede tomar tintes muy serios. Los demócratas en estas tesituras, por mucho que digan que lo desean, no han sido capaces de poner coto.
Doña Clinton parece que tiene ganas de guerra, dicen, que Trump de lo que pasa por ahí fuera, por el momento no se ha pronunciado, y como parece que lo suyo es comprar el complejo de golf de Turnberry en Escocia para vender tee times, de esas cosas del petróleo y de la geoestrategia, estará, quizás a lo que le sugieran los Bush y los Rockefeller, que tampoco es una garantía de sueño tranquilo para el resto del mundo.

El poco interés que Obama ha mostrado en la solución del problema sirio, puede ser heredado por Trump, pero no por Clinton, que seguro tiene alguna idea en mente y da miedo solo pensar la barbaridad que puede hacer. No sé cómo serán las relaciones con Rusia, pero da la sensación de que Putin se merienda a Trump, sin bajar del autocar, pero Doña Hilary le puede arañar la cara y eso tiene muy malas consecuencias.
Veremos cuál es la posición del Imperio frente a China, que a Trump lo que le viene es devolver la producción que se ha escapado a esos estados que están sufriendo una dura pérdida de riqueza por la política de desmantelar fábricas que este siglo ha traído, y Doña Clinton, en su papel femenino, no sé yo como se sentirá tratada por dirigentes que tienen en tan poca estima a la mujer. El problema es que una persona con la fama de bipolar que tiene, puede tomar en esa tesitura decisiones de las que debamos pagar el resto del mundo precios inasumibles.
Por cierto, que no se ha oído demasiado, y esperaremos a la campaña, los planes que tienen con temas como el calentamiento global, la dirección que debe tomar Internet, la privacidad de las comunicaciones entre los ciudadanos, frente a la exigencia de seguridad que esgrimen los servicios secretos, o las disputas sobre el control del espacio o del armamento con capacidad de destrucción global.
Sostiene Moore, que hay un cierto rechazo en el votante americano, al hecho de que después de un negro, llegue una mujer a la Casa Blanca, y que la peluca rubia de Trump, anima mucho a quienes no quieren que el poder caiga en manos de minorías étnicas, o grupos de tendencias sexuales no hetero, con lo que le da muchos, pero que muchos puntos.
A mí, y a estas alturas, viendo como están las cosas me parece, como a Michael, que pase lo que pase nos van a sacudir, que hasta el Papa, nos acaba de recordar que estamos en guerra, aclarando que no es una guerra de religión, que todas abogan por la paz, y en eso también coincido con él, que es una guerra no declarada, que es a nivel mundial, que nos afecta a todos.
El problema es que con los líderes mundiales que tenemos, y los que se nos anuncian, el devenir de nuestro mundo en los próximos años va a ser muy incierto.
Buenas noches, y buena suerte

Dicen los expertos….

Manuel Muñiz, en la última entrega de la revista Política Exterior, maneja la tesis de que nuestra sociedad se ha levantado contra las élites.
Diría yo que hartos de regímenes aristocráticos (gobierno de unos pocos), queremos volver a regímenes democráticos (gobierno de la mayoría). Puede ser, y hasta puede ser bueno, siempre y cuando no seas, o no te sientas alineado con aquello que las élites propugnan. Tremendo dilema, que en la sopa con telediario, a no ser que vayas a la Sexta, donde se está creando una élite nueva, en las demás la élite es la de toda la vida.
Yo siempre he creído en los pensadores, en los expertos, en los consejos de los ancianos, en la experiencia de los que aparecen como sabios, en fin, en todas esas cosas que orillando el chamanismo me han dicho siempre que son buenas, y yo he sido siempre muy bien mandado.
Ahora que lo pienso, a lo mejor las puñeteras élites se han pasado, no ya en los consejos, que al día de hoy pueden ser hasta buenos, sino en la sociedad que en las décadas desde la última guerra mundial han ido montando, y que no, sin cierto tino, desean preservar.
Pero son demasiadas las cosas que andan alteradas, y son demasiados los grupos de ciudadanos que se sienten de alguna forma traicionados por la sociedad en la que deben desarrollar sus vidas, así que empiezan a pensar que el sesudo consejo de quien recomienda al británico que vote in en vez de out, puede preservar un escenario en el que quien va a poner su papeleta en la urna, se ve con un papel que no le gusta. Así que lo mejor es sacudirle a la élite, si se puede, en todo el morro, y si todo salta por los aires y hay que repartir de nuevo, lo mismo me dan mejores cartas.
Las cosas parece que están así, que aunque las élites nos digan que han hecho las cosas de maravilla, el sentimiento más generalizado, no solo en España, desde luego, sino en todo el ámbito de las democracias occidentales, es que el nuevo reparto económico está demasiado focalizado hacia unos grupos de poder y se está perjudicando a lamayoría de los ciudadanos.
Quizás sea erróneo, pero hay un sentimiento de que al común de los mortales se nos está quitando algo que es nuestro, que hemos ganado durante décadas con esfuerzo, sacrificio, y hasta con buen gobierno, pero eso se tambalea, y nos apetece empezar con el bonito juego del tiro a la élite.
En definitiva parece que las élites han roto o traicionado el contrato social vigente desde el final de la segunda guerra mundial, y eso no nos está gustando en general a los ciudadanos, que empezamos a estar cansados de tanto experto, y de tanto análisis erudito de lo que está ocurriendo, y lo que es peor, de las fórmulas que se manejan para resolver el problema.
Es posible que los ingleses se hayan cabreado demasiado, y seguramente en el corto plazo van a pagar una factura no deseada, que eso de dar portazo a Europa a caballo de líderes calificados por las élites como alocados, como adjetivo menor, cuanto menos, abra posibilidades no exploradas por quienes forman parte de la élite del stablishment, que tienen sus hojas de cálculo bien cuadradas, y lo último que desean es ver aparecer variables poco consistentes o simplistas, como no se cansan de repetir en los medios de comunicación sean sesudos o de propaganda política directamente.
Así que la aparición de Beppe Grillo, de nuestros podemitas, del bueno de Varoufakis, de ese alcalde que fue de Londres, tan simpático él y que deberá lidiar ahora desde su cartera de exteriores la nueva situación británica, o de quien se nos ocurra, que los encontramos en cualquier parte del mundo, no debería sorprendernos, es quizás la nueva revolución del proletariado de las democracias occidentales, y que gracias a Dios, por el momento es incruenta, y simplista a los ojos de los expertos de los que parece empezamos a estar hartos..
Los espectáculos que en las primarias americanas está dando Trump, o las propuestas de la extrema derecha holandesa o austríaca, o las veleidades xenófobas que están en la señora Le Pen, como una más de este coro, no es más que el reflejo capturado como oportunidad política de los ciudadanos que sienten han sido estafados, en el sentido de que los recursos que estaban a su disposición hace una década, están desapareciendo hacia los nuevos acaparadores de riqueza subidos al carro de una productividad que parece se ha convertido en el nuevo dios Pan.
Estos días, sin ir más lejos, están las élites españolas agitaditas ellas, haciendo análisis muy sesudos acerca del futuro de las pensiones, y que si la curva demográfica va para aquí o va para allí, y que no se nos preñan las mozas, y los chavales no encuentran curro con qué pagar la pensión del yayo, y que si lo encuentran les pagan tan poco, que no hay forma de cubrir el agujero, que esto va a peor, que si patatín, que si patatán, y por otra parte se han tirado más de cuarenta mil millones de euros en salvar el culo de ciertas cajas de ahorros gestionadas por políticos ladrones unos, incompetentes otros, y las dos cosas a la vez los más.
Pero también ese sentimiento de estafa que subyace en la ciudadanía, tiene un reflejo muy importante en las opciones nacionalistas, que a sabiendas de que con las actuales reglas del juego puede ser que pierdan buena parte de su bienestar, lo prefieren, ya que es una opción contra la lógica de cualquier experto, es la caza de las élites que defienden un estatus social que suena a tramposo, ya que ha cambiado a peor en mitad de la partida.
Lo malo de todo esto, es que estamos empezando, que el descontento es similar al que supuso tantos sufrimientos cuando lo que consideramos grandes avances de la Humanidad llegaron a nuestras vidas, desde el desarrollo de la agricultura hasta la llegada del maquinismo, o ahora con la automatización y el nuevo reparto de recursos.
Hay cálculos que indican que en menos de veinte años, el 47% de los actuales empleos en los Estados Unidos, se habrán perdido, y no está claro que vayan a ser sustituidos por otros que aún no se han inventado. Lo que está claro es que el trabajador actual ya tiene perdida la batalla de la productividad con los nuevos sistemas de información de robótica, y de inteligencia artificial.
Es decir, que en aras del desarrollo de la Humanidad, estamos de nuevo sacrificando al individuo durante varias generaciones, ya que los sistemas de reparto de riqueza han quedado obsoletos, y los gobiernos no están capacitados con las actuales reglas para reconstruir un sistema equitativo.
No creo que esta revolución culmine en esa Arcadia soñada en la que el ser humano se libere de la esclavitud del trabajo, tal y como lo concebimos hoy, y pueda dedicar su tiempo a la creación. Ojalá fuera así, pero me temo que estamos más cerca de la distopia de las megaurbes de los comics, en donde el reparto de recursos esté limitado a unas élites, a las que hoy parece que queremos incomodar.
Buenas noches y buena suerte

Desde el Parador

Las cosas van tomando ese inveterado aire de vacaciones que parece atrae a la ciudadanía, a un estado, por otra parte no solo muy merecido, sino necesario, que recubre todo de una pátina de intrascendencia muy útil, que solo falta que uno se vaya de vacaciones, aunque sea dentro de su casa, y el mundo decida no pararse y tenerte en un sin vivir, ¡que no hombre, que no!.
Y parece que en esas estamos, ya hemos tenido todas las que queríamos, a tiros en Alemania, a machetazos en Japón, a tiros en el Imperio, sin ir más lejos.
Y todo parece llevarnos a lo mismo, que como leía hoy a un articulista del Confidencial, lo fácil es buscar soluciones sencillas a problemas complejos, y lo del terrorismo que hemos dado en llamar islámico, cargándole todos los muertos es una de ellas.
El articulista reclama conocer bien el mundo islámico, a través de su residencia dilatada en un país de esa tradición, y el que se le cargue el muerto a los que profesan esa confesión le parece cuanto menos exagerado, y yo estoy con él.
Cierto que yo no he vivido largos períodos de tiempo en una de esas sociedades, pero si he viajado a través del Islam, casi como un Ali-Bey cualquiera, y algún desnucasapos me he encontrado, ¡cómo no!, pero como excepción, no como norma.
He atravesado Turquía, muy aconfesionales ellos, como estado, claro, que luego van a sus mezquitas, y siguen más o menos las leyes coránicas, como nosotros las nuestras. Y ves a los derviches guardar el respeto a su fundador, llegas al Kurdistán y la cosa sigue más o menos igual.
Me invitan a su casa en Kasghar los días del final del Ramadán, y me hacen sentir como uno más de la familia, o me rodean en Isphahan, un grupo de muchachas estudiantes, a preguntarme cosas sobre mi tierra, y sobre mi cultura.
Me paseo por las tierras tunecinas y la gente vive como yo las había visto vivir hace cuarenta años en mi Barcelona, a pasear por su Rambla, a ir a sus mercados, y a entrar en el zoco de la Medina, como entraba yo en los Encantes de la Plaza de las Glorias.
Me han contado historias en la Plaza de Marrakech, y me han intentado vender desde un tití a una cobra real desvenenada, y he cruzado el Atlas con ellos, dormido en sus jaimas cuando ha tocado, y comido alcuzcuz con carne de cordero, pasándolo con té verde, las veces que ha hecho falta….
He entrado en los territorios del Estado Palestino, donde andan muy cabreados, y con razón, he paseado por las calles de Ammán o de Damasco, Aleppo, Homs o Saniurfa al otro lado, y todo lo que he visto, ha sido gente normal viviendo su vida con el interés puesto en el desarrollo de su familia, de que la gente siga entrando en su barbería, o le pidan carreras para su taxi. Que llegue la hora de comer y haya algo decente en la mesa.
En Doha es lo mismo, pero con más lujo, como en Brunei, o esos países a los que les ha tocado esa lotería del petróleo, que en cualquier momento se les va a hacer puntillas bordadas para bocamangas de togas para abogados. Aquí la diferencia es que van más limpitos, y se bajan de Ferraris en vez de bajarse de bicicletas comunitarias, pero al final de la jornada, no dejan de ser más que personas con las mismas ganas que muchos de nosotros de sacar adelante su vida y la de los suyos, como el tangerino, o como el indonesio.
Es cierto que estamos en guerra, lo he dicho desde estas páginas, y lo proclamo tantas veces como se me pregunte, y esa guerra, que como todas favorece descaradamente a los señores de la guerra, necesita un enemigo definido para poder contar con los adeptos necesarios que desarrollen el día a día más molesto, y que llena las manos de sangre no teórica, física y bien física.
Así que, de un lado gritan que hay un Satán redivivo en el yanquie, y la fathva hay que cumplirla hasta la muerte…..de otros, claro, que el que la proclama es un leader, y hay que preservarlo, y del otro lado pensamos que el enemigo, ahora que lo del comunismo y la confabulación judeo-masónica ya no vende, es ese islamismo radical, al que le hemos dado hasta nombre…Isis, o Daesh, (algo que aplastar) denominación que tanto les revienta a estas gentes.
Tengo que considerar que cuando entre seguidores del Profeta, me he sentido francamente mal, ha sido en sitios como los banlieu de Paris o de Marsella, o en Nou Barris junto a Barcelona, o en parte del Lavapiés madrileño. Allí he visto algo que nunca había visto en las tierras del Islam, fuera donde fuera, y lo que he visto es el sentimiento de haber cometido el error de la desubicación seguida de la frustración que da la pobreza comparativa con el resto de la sociedad occidental a la que no han querido, o no han podido adaptarse, incluso tras varias generaciones. Pero el sentimiento no era diferente de cuando paseaba por los sesenta por el Pozo del Tío Raimundo, o por Can Tunis, con la salvedad de que los que allí vivían eran desheredados, pero de nuestra misma cultura, y los suicidios eran diferentes, o con caballo o a tiros con la policía, o a lomos de una «loca»*, a ver quién corría más.
La mayoría de los atentados contra personas que han llenado de horror las páginas de los periódicos estos días, no han sido todas de islamistas, que ha habido un excombatiente americano de Afghanistán, un japonés que había perdido su trabajo en un centro de cuidado de personas con discapacidades, un alemán de origen afghano, que reivindicaba su “alemanidad”, un tunecino inadaptado, viviendo de trabajos precarios en una sociedad que no es la suya….
En alguno de estos casos, han sido “reclutados” por señores de la guerra, cierto, pero el denominador común es la pobreza, el rechazo, la inadaptación o la burla dentro de una sociedad opulenta, y ese es el enemigo a combatir, pero que al no ser reconocido como tal, simplemente no existe, y claro, no se combate.
Y cierto, es solo una faceta de este problema que el nuevo siglo nos tiene plantado encima de nuestras mesas a la hora de la sopa con telediario, y es imposible que desde el poder se reconozca ya que está causado por el poder mismo.
Porque baladronadas aparte, si el tal califato del Daesh no ha sido ya aplastado, es porque a los poderosos de este mundo les interesa que exista, de la misma forma que interesa que la guerra en Siria no decaiga. Las razones me las imagino, que realmente las desconozco, pero no creo andar demasiado descaminado.
Por otra parte, nuestros políticos, tan trabajadores ellos, no hacen más que perder el tiempo yendo de aquí para allá como pollos descabezados, que al parecer ni tienen la preparación necesaria para ejercer su oficio, que no es ni más ni menos que conseguir el bienestar de los ciudadanos, ni la voluntad de alcanzar algo que no sea intentar apuntalar sus egos, que empiezan a tomar tamaños argentinos.
Voy a pedirme un vermut con aceitunas, que es lo que cumple a estas horas y en estas fechas, y a seguir pensando que nos han creado una burbuja para que nos creamos que vivimos en la Arcadia feliz….y eso, ni en Zumárraga por mucho que insista el Lendakari.
Buenas noches, y buena suerte
* Loca, era como se llamaba al Seat 1430, y que corría como una loca….

Modest Musorgski

Hoy anduve de cuadros, y casi siempre que me acuerdo llevo en mis auriculares el famoso “Cuadros para una exposición”, en la orquestación de Maurice Ravel , claro, y aunque desde mi doble ignorancia, en música y en pintura, (realmente no me entero de nada), intento, al menos quedarme con las impresiones de ambas cosas, de la música y de la oferta visual, que no es poco.
Cierto que la composición de Musorgski, se refiere a una exposición muy concreta, y a unos cuadros más concretos aún, pero esa suerte de música incidental, con una especie de ritmo de paseo y parada que te va dando, siempre me ha gustado, y si se puede se usa, cuando andas caminando por una exposición, además a mí me ayuda a concentrarme en lo que estoy viendo, sobre todo teniendo en cuenta lo dicho acerca de mi ignorancia en pintura.
La Fundación La Caixa, presentaba sesenta y dos cuadros de la Philips collection, que, honestamente no tenía ni idea quién era, ni de dónde sacó las perras, para tener en su colección las obras que presenta en esta muestra, pero luego parece que era un niño rico, que decidió dedicar su vida a la crítica pictórica, y consecuentemente a la compra de cuadros, que con un criterio profesional fue adquiriendo a lo largo de su vida. Parece que la colección está en Whasington.
Me he enfrentado a un tipo de pintura, (la exposición se llama Impresionistas y Modernos), que siempre me ha atraído por algunos aspectos que valoro mucho.
El primero es lo putas que lo pasaron, en general, los pintores de esa época en la que los mecenazgos de las instituciones religiosas, o de los reyes y emperadores caprichosos, habían pasado a mejor vida, y las obras dejaban de tener el sentido didáctico que en épocas pasadas debía tener ese arte, ya que era parte fundamental del adoctrinamiento que se le hacía desde el poder a unos súbditos que, en general, no eran lo que se dice muy letrados.
Así, que de entrada, desde mi punto de vista, aparecen temas que seguramente querrían haber desarrollado los artistas de otras épocas, pero en la mayoría de las ocasiones estaban a sueldo de la Iglesia, los reyes y los nobles, con lo que su creatividad estaba enormemente condicionada por los garbanzos, y claro tenían que estropear un maravilloso paisaje con el retrato de la mujer del Giocondo.
En esta muestra aparece el paisaje, sin personajes, un precioso Constable, o una recreación de la impresión que a Kandinsky le produjo el otoño, en definitiva sensaciones, en las que el uso de la técnica pictórica, las formas y las luces son lo importante.
Los temas que aparecen en la exposición tienen el simbolismo reducido, y no me parece mal, que a veces a fuerza de esoterismos, si no eres un adamita bien iniciado, te quedas a verlas venir, y en vez de impresión te llevas confusión, y a mí me ha pasado durante demasiado tiempo, que nadie me enseñó a leer las Meninas, por ejemplo.
Y no quiero decir con ello que el simbolismo expresado en la pintura, ya sea religioso, o no, me desagrade, todo lo contrario, ya que al fin y al cabo excita mi curiosidad de tratar de entender el mensaje que el artista transmite.
Pero esto es como los anuncios de la tele que no entiendes, que si eso ocurre, es que tú no eres cliente diana de ese producto, así que deja el concepto de las alitas de la compresa higiénica a quien deba utilizarlas, por ejemplo.
Los temas de esta exposición, y eso es lo que me ha gustado, son en su mayoría intimistas, son la visión del artista de esa habitación azul, de esa mujer mayor en el baño, o la pequeña bañista de Ingres, en donde yo no soy capaz de ver más allá de la escena cotidiana de unos bañistas en el río, pero que hace que mi mirada se detenga, y me produzca su visión una sensación placentera.
Ver los trigales vacíos de la Provenza, con los ojos de Van Gog, en donde yo no soy capaz de ver más allá de la luz de esos campos, con la pequeña casa que casi no se vislumbra en el fondo, me gusta, porque dejo que mis sentidos….sientan, no quiero descifrar nada, solo ver esa luz que me ofrece el cuadro de un supuesto loco al final de sus días.
Los retratos, incluso los autorretratos que hay, tres, quiero recordar, un Picasso, un Cezanne, y un Modigliani, nos muestran algo más que la “foto” del retratado, ya que pueden verse los sentimientos, y hasta la personalidad del personaje a través de la expresión del rostro, de la mirada, y de su indumentaria. Me impresionó el autorretrato de un Cezanne que a sus cuarenta años, tenía pinta casi de un viejo decrépito.
Las bailarinas de Degas, que no podían faltar en esta colección hecha por un crítico con posibles heredados, o unas representaciones del cubismo de Bracke y Picasso.
En fin, una mañana de lo más grata, a pesar siempre de la incomodidad que te aportan las personas que se acercan a estas manifestaciones, y en vez de intentar dejar a los demás disfrutar, aprender, o ambas cosas, se dedican a habar a gritos por teléfono. Pero ese es nuestro mundo.
Estos días hay otra exposición, que intentaré ver antes de que se acabe, con una muy importante muestra de la obra del Bosco, ocho cuadros, ahora que se cumplen 500 años de su muerte.
La obra del Bosco siempre me ha subyugado, desde que hace casi mil años, vi por primera vez en un libro de historia del arte de mi bachillerato, “El carro de heno”. Es inquietante, pero nunca he entendido el mensaje del artista, y me temo que la mayoría de las interpretaciones de la obra del Bosco, sin conocer con detalle la simbología a la que hacía referencia, no van a ser de gran utilidad.
Que si de la secta de los Adamitas, que si adorador del diablo, que si un Cátaro redivivo. No lo sé, y como mis ojos no están hechos apenas más que para las sensaciones, cuando visite al Bosco en el Prado, seguro que volveré inquieto a casa.
Por lo demás hay que reconocer, que con la que está cayendo, en los museos se está de lo más fresquito.
Buenas noches, y buena suerte

Le surmenage

Como los British han decidido que eso de ser europeos no les gusta ni un pelo, cuando uno se pone pijo y quiere dárselas de petimetre ilustrado, debería usar el gabacho en vez de la lengua del Imperio.
Que sí, que ya sé, que los vecinos, incluyendo cuando se puso Napoleón gallito, acaban perdiendo todas las guerras en las que se meten, y no me extraña, que el rancho de los ejércitos no se puede comparar con las mesas de los Boucuse, Troisgros, o incluso de ese Ducasse que no pone más mantequilla en sus platos porque le da la risa.
El Imperio francés, ha sido siempre una broma de mal gusto, un puedo y no quiero, por mucho que se repartieran trozos del desierto en el medio oriente, o creyeran que el Magreb o Senegal les iban a dar algo más que dolores de cabeza, por no hablar de la Cochinchina, en donde aún andan buscando donde se les quedo el ros que perdieron en Diên Biên Phu.
Cada vez que se las vieron con el Imperio alemán, les entraron hasta la cocina, y si no bajaban más abajo, es porque Paris siempre tuvo un atractivo especial, y pelear con el agricultor de provincias, no le apetece a nadie, no por bravos, entiéndase, por aburridos.
Cuando decidieron que les venía bien una España democrática, liberal, fraterna y todas esas cosas, resulta que va Carmen, se saca la faca de la liga, y me los pone mirando a La Meca, eso sí, con Pepe Botella empeñado en dejar Madrid lleno de plazas. Una sinrazón.
Toda esta perorata viene a cuento de la decisión que parece ha tomado un juez del vecino del norte, y que posiblemente acabe encontrando las cosquillas a los directivos de Orange, la antigua France Telecom.
La razón parece que está en que frente a la necesidad de rentabilizar la compra que le habían hecho al Estado Francés de su compañía de telecomunicaciones, pusieron en marcha una estrategia para poner en la calle a veinte mil empleados de France Telecom, de los ciento diez mil que tenían. Hasta aquí nada que no se haya hecho o se vaya a hacer en cualquier parte del mundo en cualquier compañía, pero el problema en este caso, fue el método, consistente en apretar a máximo a los empleados, bien para que se fueran, bien para encontrar excusas en su productividad y que permitiera despidos algo más económicos de lo que la ley francesa permitía.
El resultado fue que la gente se le empezó a suicidar en el puesto de trabajo, y la cosa, además, no quedó solo en France Telecom, sino que en Renault, y en La Poste, (correos franceses), la cosa iba por el mismo camino, ambas compañías semiestatales en procesos de privatización parcial.
Al parecer, las técnicas de acoso, eran de todo tipo, desde traslados forzosos a asignar puestos sin contenido, pasando por cualquier barbaridad que se le pudiese ocurrir al directivo de turno. Los suicidios se han contado por decenas, e incluso uno de estos cafres de despacho, llegó a decir que era una moda… menudo hijo de puta.
Desgraciadamente, uno de los argumentos que se han puesto de manifiesto tras los atentados de Niza de la semana pasada, ha sido que la policía no realizó su trabajo de forma adecuada, relajando sus sistemas de vigilancia. Claro que después de haber pasado el mesecito del puñetero fútbol, con un ojo puesto en los radicales islamistas, y otro en los cafres europeos que iban a pelearse a cualquier ciudad en donde se encontrasen, y Niza fue una de ellas, no es de extrañar que hubiese un cierto grado de “surmenage” provocado por la tensión de mantener el orden público en condiciones excepcionales durante demasiado tiempo.
Ignoro cuáles son las condiciones económicas de los responsables de mantener el orden público, pero llega un momento que el dinero ya no es importante, y agotamiento mental empieza a hacer mella en quienes sufren ese acoso de forma contínua, y la productividad, entendida como la realización de un desempeño de forma adecuada, con la calidad y el control necesario, baja a niveles no aceptables.
Pero hemos creado una sociedad que lo primero que sacrifica cuando necesita dinero es al ser humano, y es lo que estamos viendo que ocurre día tras día en nuestro entorno, sin que debamos asombrarnos por el hecho, sino de que tras milenios no nos haya interesado encontrar la fórmula para resolverlo.
Si la cosa se circunscribiera a unas pocas organizaciones gabachas, diría aquello de que la cosa ha de mirarse, pero tiene una solución relativamente fácil, pero me temo que las cosas no son así, hay demasiadas personas con ese síndrome, en demasiados países, en demasiadas organizaciones con consecuencias cada vez más graves para todos, y pondremos un ejemplo.
Cualquier operación delicada a un político que toma decisiones sobre la sanidad pública, debería realizársela un equipo de cirujanos y asistentes que entrara en quirófano tras 36 horas de guardia, y con un contrato de trabajo de menos de un mes, al fin y al cabo tendría que convivir o morir gracias a las consecuencias de sus decisiones.
Pero esto es algo que ya se ha extendido como una mancha sin retorno, por mucho que los jueces franceses quieran poner coto, que no son ellos, que deberían ser las leyes laborales que quienes nos representan deberían preparar para evitar no solo estas muertes, sino la degradación del entorno social en el que nos movemos.
Hace mucho tiempo que no soy tratado con alegría por una persona feliz en su trabajo, hablo con personas temerosas y en la mayoría de los casos “avec du surmenage”, y los errores, los fallos las pifias que al final a todos nos cuestan tiempo, esfuerzo, dinero se multiplican.
Una de las causas que creo están provocando la aparición de todas estas opciones políticas que nos están poniendo tan nerviosos a todos, tiene su origen en ese surmenagement a que está sometida buena parte de la población, ya sea por la acción directa de su trabajo independiente, o como miembro de una corporación o de un organismo público. Todo está manejado por las famosas hojas de cálculo que miden sobre todo esa cosa tan siniestra que se llama productividad, que para que siga creciendo necesita la suma de una serie de factores, más o menos los siguientes:
-Buenas infraestructuras en el país
-Medios de producción eficientes, y me refiero desde la calidad de la maquinaria, hasta el diseño de los programas de gestión que se usen.
-Calidad del personal que esté desempeñando un trabajo….
-Y sobre todo motivación, tranquilidad de espíritu para un desempeño correcto de la labor encomendada.

Pero en este punto, se nos olvida que para que un ser humano de lo mejor de si mismo, necesita un gran número de elementos motivacionales, que hoy hemos decidido hurtarle, en aras de cubrir aquellos elementos de la ecuación que no alcanzan los niveles deseados.
Por consiguiente, se buscan empleados más baratos, y se procura que los objetivos individuales a cumplir, sean buenos para la salud de la hoja de cálculo, pero que estén lejanos de las posibilidades de ser alcanzados.
Y así seguimos, con partes cada vez más importantes de la población con surmenage provocado por los nuevos amos del universo, que viven encerrados en la sala de reuniones de la planta setenta y desde donde creen que ven el mundo.
Buenas noches, y buena suerte

La guerra de nuestros días

Esta mañana se me han venido encima tantos paseos por la Promenade des Anglais, mi habitación del Negresco, alguna cena en La Coupule, de la que siempre me arrepentía, ya que siempre cenaba mejor en el vieux port…..en cualquier petit restaurant de esos de siete mesas y vino de Bandol.
Y se me han venido teñidos de sangre, tanto que mis primeras reacciones han sido típicas del calentón a través del elemento de comunicación que tengo con el grupo de queridos amigos, que empezaban a primera hora de la mañana a mostrar sus sentimientos, cada uno según su genética y su alta formación.
Para evitar decir más tonterías hijas de impulsos controlados solamente por la adrenalina y las emociones, he prometido expresar más tarde lo que este acontecimiento me ha provocado, pero ahora ya filtrado después de un día de noticias, opiniones, y mis propios sentimientos.
La primera cosa que quiero comentar, son las palabras de M. Hollande a propósito del atentado de Bataclan o del aeropuerto de Bruselas, que no recuerdo la ocasión, donde vino a decir algo así como que La France c’est en guerre. Y coincido con él, claro, que con el añadido de que no es La France solamente, y que hay más guerras que a la que creo el presidente hacía mención, y aunque nos aterrorice, no es terrorismo, son acciones perfectamente diseñadas y planificadas por militares profesionales del viejo ejército iraquí.
Sin embargo, hoy toca hacer mención a la guerra que como siempre he pensado, comenzó en plena Place Concorde, en ese bonito Hotel Crillon hace ahora un siglo, cuando se llegó al famosos acuerdo Sykes-Picot, que tantas frustraciones ha traído a nuestro Mediterráneo, cuando se empezaron a trazar líneas en mapas a la caída del Imperio Otomano, con las consecuencias de la ignorancia de aquellas dos delegaciones acerca de lo que estaban haciendo, y de la realidad de las tierras sobre las que tan alegremente trazaban líneas de niños malos. Además la cosa estaba pendiente de que la famosa triple entente obtuviera al final una victoria en la Primera guerra mundial.
Con el añadido del primo americano, parece que son los países de la triple entente, o lo que de ellos queda, los actores en esos restos del Imperio Otomano, que tanto dolor nos están causando.
Eso en lo que se refiere a la presencia de la vieja Europa, que por allí ya andaban tribus, jeques, califatos, a tradicionales tortas por dominar territorios, vías comerciales, almas de súbditos, (por allí nunca vi ciudadanos, y por aquí pocos), todo envuelto en la tradicional disensión dentro del Islam entre sunitas y chiitas. Con esto quiero decir que occidente no fue más que un nuevo actor en una tierra, y además el famoso T.E. Lawrence se extralimitó al prometer la creación de una gran patria árabe si le ayudaban en su lucha contra el otomano.
Creo que la incursión de los Bush, padre e hijo en Irak, no hizo más que recordar, cuando nadie lo necesitaba que el demonio estaba en occidente, con lo que empezó alguien a pensar que eso de matar perros infieles algún premio tendría en su momento.
Las visitas no deseadas de Rusia y Occidente en Afganistán enseñó cómo luchar a tropas no regulares contra ejércitos de “honor y corsé”, vamos como lo que hacíamos en España desde Viriato a la mal llamada guerra de Independencia, guerrillas, picotazos, una y otra vez.
Y nuestros ejércitos, parece que no se han dado cuenta de que estamos en esas, o sí se han dado cuenta no nos lo han dicho por esas cosas de los secretos militares y nuestra seguridad, que seguro es así. Pero parece que aún nos empecinamos en enviar esas tropas formadas en líneas que iban cayendo ante el fuego enemigo, y que ganaban si eran más. Generalotes rindiendo sables, y recogiendo llaves de Breda. Ha pasado, eso ha pasado, y la guerra en la que estamos es otra cosa.
La segunda cosa es que tenemos a los que nos consideran sus enemigos, durmiendo en nuestra casa, con nuestra ciudadanía, pero sin integrarse en la sociedad que les ha acogido, le ha explotado, les ha encumbrado, o les ha denigrado. Y hay ya odios de tercera generación de argelinos, de tunecinos, de marroquíes, de sirios, que viven en sus guetos. Demasiada gente con nada que perder, y con una excusa religiosa a mano para sentirse útiles. A los locales nos diferencia que no tenemos la excusa religiosa, claro.
No debemos olvidar que cuando decimos que no se han integrado, al revés piensan lo mismo, que no adoptamos su forma de vida. Y los dos llevamos razón, yo no me veo adoptando la moral del Islam, a la que respeto, ni creo que la moral occidental sea aceptada por los fieles del Islam.
Sugiero paseos por barrios de Barcelona, como Nou Barris, pueblos del Maresme, o la misma Villalba aquí al lado, sin ir más lejos, que por cierto son blanditos comparados con los banlieu parisinos, o las afueras de Marseille para entender de qué hablamos
El esfuerzo integrador que hay que hacer es enorme…por ambas partes, me temo, y no veo esa voluntad en la calle, por mucho que lo deseemos.
En esta guerra en la que estamos, sea contra ese autodenominado califato, sea contra el terrorismo de corte islamista que dicen los telediarios, es vital el control de la financiación de las acciones militares.
Y la financiación que recibe el califato, al parecer es múltiple, la primera de orden religioso, que los sunníes de Arabia, ayudan a sus hermanos que están en tierras chiíes, y tienen mucho dinero. Incluso me he planteado que la caída del precio del petróleo, mucho tiene que ver con su uso como arma en esta guerra.
Luego la depredación impositiva en las zonas dominadas, algún disertó por devolver rehenes, a lo Miguel de Cervantes, y por último la venta de petróleo y algodón a quien lo quiera, que nuestra sociedad de consumo necesita “low cost”, sin mirar demasiado qué hay detrás.
Creo, por último, que ese miedo que tenemos y que nos asombra del guerrero que se auto inmola con tal de llevarse por delante a lo que sus mandos consideran el enemigo, es algo común a nuestra cultura, aunque con diferentes matices.No son ajenas las colas de jóvenes alistándose a ejércitos donde sabían que tenían muchas posibilidades de morir….por su patria, claro, operaciones suicidas, desde Japón a la RAF, o a los submarinos alemanes, de la segunda guerra mundial.
Aunque ahora la cosa flaquea, que nuestra sociedad occidental no tiene un ideal común, que parecemos habitantes de cantones suizos, y solo queremos defender nuestra pensión y nuestro subsidio. Esta división que hace casi imposible la colaboración entre las policías europeas, por el celo inexplicable al común de la ciudadanía de la protección de su información, no ayuda a la defensa del ciudadano europeo de estas acciones de guerra. Yo no olvido que la primera razón de la existencia de los estados, y de la recaudación impositiva, es la defensa de nuestra vida, así que se vayan tentando la ropa a quienes corresponda.
Las actuaciones en Europa contra la población civil, son las mismas que realizan en sus zonas de influencia, utilizando los medios a su alcance, como el de ahora en Niza, y que es bien conocido en Bagdad, en Aleppo, en Damasco, en Estambul, en Ankara…y creo que nuestros ejércitos, deberían estar preparados para prevenir estas formas de ataque contra nuestras ciudades y contra nuestros ciudadanos, que esta guerra no se gana con “Mirages”.
Al final, lo que nos queda son los muertos anónimos en la playa de Niza, en el mercado de Bagdad o en el aeropuerto Ataturk, muertos, que como en tantas y tantas guerras, no sabrán nunca por qué murieron.
Por último diré que tenía pensado hablar hoy del surmenage, y que parece que en esa situación están las fuerzas del orden del país vecino tras el campeonato de Europa y el Tour aún en marcha. No me extraña que la forma de exprimir a esos trabajadores haga al final que los niveles de eficacia en el desempeño de su labor se resientan, como han manifestado mandos policiales, y se ha quejado el alcalde conservador de Niza, pero habrá mejor ocasión.
Voy a ver si saco un billetito a Estambul, que en el Çiragan están que lo tiran , y Finito está de rebajas.
Buenas noches, y buena suerte

Huis Clos

Quizás para las personas inquietas, como yo me considero, tener la sensación de que nada ocurre, de que la sorpresa puede ser hasta predecible, te hace comprender a muchos de los pensadores que tarde o temprano acababan aburridos del entorno en el que se movían, y cada uno daba la solución que podía a ese reto al que se enfrentaban cuando los ojos de la niñez le abandonaban para siempre. El reto de “esto ya lo he vivido, y las consecuencias van a ser, esta y aquella”.
Yo desde luego disto mucho de ser un pensador, en el sentido académico y de prestigio que la palabra acarrea, pero la sensación de sorpresa lleva ya bastante tiempo fuera de mi vida, las cosas que me ocurren son predecibles, una tras otra, tanto en lo que se refiere a los actos externos que aparentemente sacuden el ecosistema en el que me muevo, como en las interacciones con los individuos de mi entorno. Las cosas empiezan a ser aburridas.
Es posible, desde luego, y por eso lo pongo en primera línea de fuego, que mi capacidad de observación se haya focalizado en exceso, vamos que me han crecido uno de esos limitadores visuales que se les ponen a las mulas, para que no se asusten, y para que miren solo el camino que está trazado delante de ellas, así que posiblemente sea eso, pero no estoy seguro, de veras que no estoy seguro.
Los que me conocen saben que mi tendencia es la de interesarme por casi todo, vamos que me llama la atención prácticamente cualquier cosa que se mueva, lo que ni es bueno ni malo, sino todo lo contrario. Así que las posibilidades de sorprenderme son amplias, ya que un día estoy viendo lo que pasa en las finanzas mundiales, y al día siguiente ando a ver cómo queda el equipo femenino de natación sincronizada, (antes ballet acuático, que me gustaba más), que puedo hablar de toros, de fútbol, de Platón, o del político de turno, pero siempre con superficialidad que si es un experto a quien tengo como interlocutor, rápidamente capta mis límites, ya que desde luego no los oculto.
Y con todo y eso, no me sorprendo, lo que no quiere decir que este en estado de tedio constante, no es eso, sino que las tendencias de lo que va a ocurrir las tengo presentes demasiadas veces, ya que la sensación es de estar en un déjà vu constante, una especie de día de la marmota, en la que cuando te despiertas, ya sabes cómo van a reaccionar las cosas y las gentes que te rodean.
Como no soy un hombre bien informado, ya que formo parte de esa masa, llamemos inerme, todo lo que llega a mí es lo que antes alguien ha decidido que así ocurra, y normalmente nadie quiere que llegue a la masa inerme nada que pueda perjudicar al emisor, y si se trata de sacudir al enemigo, pues tampoco es información lo que me llega.
Así que lo que me queda es el remedo de información que te ofrecen esa cosa que llamamos “los medios”, y en ese entorno lo que ocurre y sus consecuencias son extremadamente previsibles, ya que la impresión es la de que todo sigue girando alrededor del mismo eje una vez y otra, asi que a la tercera vuelta, ya sabes lo que hay al otro lado de la esquina, aunque eso tampoco importe mucho.
El problema es que no sé si realmente ocurre, o no, si estoy (estamos) viviendo dentro de una obra de teatro, como aquella en que los personajes buscaban un autor desesperadamente, ya que querían reconocerse como individuos, o como aquel gran teatro del mundo calderoniano, en que los personajes ya tenían claramente su sello, y actuaban ora como el pobre, ora como dios, pero circunscritos a su papel, que dios nunca sería el pobre, por ejemplo.
Y es lo que siento continuamente, es como si alguien hubiera definido mi personaje, me hubiese dado un guión, y mi labor fuese únicamente interpretarlo como si fuera un hijo cualquiera del Actor’s, y mi vida siguiese los patrones de Stanislawsky. De esa forma, si quiero vivir otro papel, el autor o me reconduce, o me echa de la obra, y desde luego, nunca tendré a mi disposición otro libreto diferente al que me han dado.
Pero ya van demasiadas representaciones, solo me queda preocuparme, hacerlo, ya que parece que estoy en aquella habitación cerrada de Sartre, y he descubierto el infierno, ese infierno que no es más que la sensación de que lo único que existe es tu microentorno, y que ese es eterno, que lo que ves que pasa en esa habitación cerrada, no es cosa tuya, lo han decidido por ti, y cuando te lo aprendas te darás cuenta de las veces que lo repites, sin cambiar el más mínimo matiz.
Así que ves la organización social de tu país, y ves que es como siempre, pero con las paredes pintadas, que por mucho que se empeñe la ministra de turno, por mucho que corra el AVE, de Gijón a Madrid, solo se llenan dos Talgos diarios, como mucho, y eso apenas justifica la electrificación de Pajares, o que aquí solo trabajan funcionarios, camareros y amiguetes, y diga lo que diga la ínclita señora, al emprendedor solo le queda pagar impuestos y arruinarse las más de las veces.
Que el yanqui hace lo de siempre, y que los británicos son más felices yendo por la izquierda, como los romanos en sus cuadrigas, que los alemanes tienen en el fondo de su corazón el Uber Alles y al italiano «se le frega»
La solución de Fray Luis de León, siempre me pareció de lo más adecuada, retirarse, hacer mutis por el foro, huir del mundanal ruido, y seguir la senda de los sabios, dejar al final de necesitar tanto al decreto ley como al Corte Inglés, estar en hibernación consumista, e intentar esos ejercicios de introspección recomendados por cualquier gurú o chamán que se precie.
Te quitas la mirada de los demás, de la gente de tu entorno, que como creía Sartre, y yo a veces, el infierno está en los otros.
Pero los gurús tienen cuenta en Twitter y en Facebook, algunos salen en programas de radio, y hasta en la Sexta, me han dicho, así que como te descuides te ves danzando como un derviche de Konya, pero con un anuncio del patrocinador de turno en la falda, como un futbolista cualquiera, vamos y los chamanes te pasan el peyote con Denominación de Origen, que el suyo te transporta mejor al fondo de tu alma, ¡dónde va a parar!, que como el peruano de las selvas amazónicas no hay nada, por mucho que se pongan los de las selvas del Usmacinta allá por las tierras calientes de Chiapas.
Haz lo que digo, no lo que hago, lee tu papel, repítelo como un mantra vital, y créete lo que yo te diga, apréndelo, recítalo, y ya pensaré yo por ti, que fíjate la infraestructura de comunicación que hemos montado para tu placer y para mi beneficio, pon otra serie en el televisor, de esas americanas, y tendrás la información que necesitas, aunque ya te la sepas de memoria. Yo soy la mirada del otro, quien te vigila, quien te dirige, tu infierno, y la puerta está cerrada. Claro que si la abro, no sabrás, ni querrás salir, que sin esa carga no sabes vivir.
Buenas noches, y buena suerte

Reconocer las minorías

Alain Touraine, mantiene que el 80% de los votos que recibe el Front Nationale (Marie Le Pen) procede de la desaparición de los partidos de la sociedad industrial.
Touraine, es un sociólogo francés que ha desarrollado la idea de la sociedad post industrial, y consecuentemente de los movimientos sociales que ha conllevado esa nueva era que estamos empezando a transitar.
Frente a la crisis, más que económica, que estamos viviendo, (que me niego a circunscribirla al período 2008-2012), señala que Europa se muestra impotente para, no ya superarla, sino simplemente sobrellevarla, ya que la impotencia europea no es la consecuencia de la crisis, sino más bien al contrario, es la causa, idea con la que estoy entre bastante y mucho de acuerdo.
He hablado muchas veces de que esta Europa cainita, burócrata, temerosa, pusilánime, no está siendo capaz no ya de entender el nuevo ecosistema que la sociedad post industrial nos presenta, sino que a base de no tener en cuenta que al final son los ciudadanos, las minorías, quienes conforman realmente la idea de Europa, sus estructuras supranacionales las están olvidando en su conjunto, apoyando solo a selectos grupos, minoritarios también, pero con poder.
Estamos empezando a ignorar algo tan europeo como el principio kantiano del derecho, que al final no es más que el reconocimiento, es decir que la libertad del uno sea compatible con la libertad del otro. Es un imperativo categórico de convivencia social y fundamento de la moral.
Las luchas de clases de los siglos diecinueve y veinte, son luchas por el reconocimiento de los derechos enmarcadas en el enfrentamiento entre amos y esclavos, como afirma Hegel en su dialéctica, y que acaba en la formulación por Marx y Engels del concepto del materialismo dialéctico, y posteriormente del materialismo mecanicista donde ya no se tiene en cuenta el carácter práctico del conocimiento, ya que ese desarrollo científico no es independiente de las condiciones sociales y de las posibilidades de revolucionar la sociedad.
Y empezamos a estar cerca de esa orilla, ya que sigue el poder negándose al reconocimiento de muchas de las minorías, que al fin son las que conforman nuestro entramado político, y esa es una de las causas de los movimientos nacionalistas, o de los movimientos de separación iniciados por Gran Bretaña, y a los que seguirán, posiblemente otras intentonas, como las que hoy leía en no sé qué periódico al hablar de que el 54% de los holandeses quieren un referéndum como el inglés, aunque según una encuesta,(de la que ignoro su precisión, o su intencionalidad), a día de hoy “solo” un 48% apoyaría la salida de Holanda de la unión. Alguien diría que eso se arregla con una buena campaña de mercadotecnia política.
Y esa es una minoría, que como la británica, cree tener superada la masa crítica necesaria para salir adelante con un proyecto de esas características, de la misma forma que los lombardos, piamonteses, catalanes, vascos, flamencos y valones, sin olvidar a los daneses de Groenlandia, ni a los corsos, sienten que el reconocimiento kantiano de su identidad, de sus necesidades y aspiraciones se ha abandonado en aras de unas estructuras supranacionales que creen son menos favorables a sus intereses, y prefieren intentar “liberarse” de ellas.
Hablando ya de individuos, y de las diferentes minorías que por el momento están aparentemente diluídas entre las masas de ciudadanos, demasiados sienten que en aras del favorecimiento de minorías selectas, sus derechos están no solo siendo olvidados, sino pisoteados.
Nos han dicho ya por activa y por pasiva, y hasta en boca de esa desagradable señora que nos han dado como ministra de trabajo, que nos hagamos emprendedores, que nos hagamos autónomos, que es una forma poco sutil de trabajar para el gran capital, casi gratis, sin casi derechos, y encima haciéndonos sentir cabeza de ratón. Pero llega el momento de cobrar, de asistir al concurso público, o de pagar impuestos, y ves que estás a la cola detrás de otras organizaciones que realmente han sido reconocidas por el poder. Además es la forma ideal de romper con organizaciones sindicales y potenciar los lobbys de las grandes corporaciones.
Tenemos así preparado un nicho ecológico muy eficiente para el desarrollo del Front Nationale, de Podemos, de Tsipras, de Independentistas de todo pelaje, y de Ultraderechistas en Austria y en Holanda, ya que como mantiene Touraine, el ciudadano busca el reconocimiento que los partidos políticos de la era industrial le han hurtado por esa impotencia europea de reconocer a las minorías.
Iba a decir que ese es el riesgo de que se desmorone la sociedad en la que estamos, pero, no se desmorona seguro, falta saber la velocidad y los detalles de la forma en que la sustituiremos, de cuál será el sueño europeo que nos tendrá entretenidos los próximos cincuenta años.
Da la sensación de que el sueño europeo hoy es llegar a ser esa Suiza cantonal, en donde se hace buen chocolate, se fabrica su gran invento, el reloj de cuco, y con prácticas poco claras se apropia del dinero del mundo que no sabe a dónde dirigirse, y nos dan ganas de preparar referéndums hasta para decidir con que mano nos bajamos la bragueta en los mingitorios públicos municipales, que todo tiene que ser asambleario. Vamos, que si no nos dejan ser suizos, que nos dejen ser singapurianos, que tampoco está mal, y hasta el TTIP nos podría venir bien, a ver si espabilamos, aunque solo reconozca a una parte de la ecuación.
Porque por estos pagos, aún no nos hemos enterado de qué va la fiesta, ya que la aportación europea al mundo de la hipercomunicación global en la que estamos metidos, es prácticamente nula, nuestros desarrollos en el mundo de la gestión de la información son literalmente inexistentes a nivel global, de la misma forma que la existencia de grandes plataformas comerciales a imagen de los Amazon o Alibaba, en este viejo continente ni están ni se les espera.
Quiero decir con esto que el manejo de las enormes bases de datos que proporcionan las redes sociales, los motores de navegación, e incluso el desarrollo competitivo del hardware necesario para soportarlos, tampoco está en nuestras manos.
Así que lo que hemos creado en esta vieja puta que llamamos Europa, no es más que montones de reglamentos que regulan nuestras medicinas, nuestra comida, el diseño de nuestros coches, y la calidad del agua de nuestros ríos, o la del aire que respiramos entre otras muchas cosas, y si no cumples con los déficits o con el tránsito de personas, o con cualquier otra cosa secundaria, se te enfadan, pero flojito, que si te cabreas y das portazo, los burócratas se quedan sin Lap-top que aporrear, o sin cena de negocios a orillas del Escalda, o del Mosa, según apetencias.
Y se ha olvidado el derecho del reconocimiento, de las minorías que en vez de áreas geográficas están en las formas de ganarse a vida, en los viejos gremios, en los conceptos de distribución de la riqueza, del derecho a la información veraz, a la educación exenta de adoctrinamiento, o de utilitarismo a lo Bismark, al reconocimiento de los derechos de las minorías de niños, de ancianos, de hombres o de mujeres, de deportistas, artistas, locos o cuerdos, de presos, de banqueros y de porteros de discoteca o camareras de hotel.
Y claro, si alguien te convence de que te reconoce, o tú crees que puede hacerlo frente a los partidos tradicionales que ya te han demostrado que ni lo hacen ni van a hacer, porque no está en su genética, le sigues, como si fuera un nuevo Mesías, un Maestro sufí, un Gurú del sur de los Himalayas…..y eso ya no es nuestra vieja Europa….ni Japón, ni Estados Unidos de Norteamérica, pero estos últimos dominan la nueva sociedad de la información.
Así que seguiremos con reuniones del EUROFIN, del Banco Central Europeo, y del Parlamento de Estrasburgo, hasta que las telarañas impidan la entrada de burócratas, y para entonces tendremos que haber inventado algo nuevo….o no.
Buenas noches, y buena suerte

Cuando un amigo se va

Mi amigo Enrique me envió hace unos días un mensaje cargado del cabreo que enfila la buena gente, cuando cree que se ha hecho una injusticia, que aunque no le afecte demasiado en primera persona desde el punto de vista material, si que lo hace en el sentido de que parte del mundo que ha sido su casa se desmorona, sin que pueda hacerse demasiado.
Creo que la sensación de impotencia, a las personas sensibles como Enrique, les causan un dolor del que en muchas ocasiones no saben defenderse, al menos en un primer momento.
Luego, ciertamente el tiempo pasa, la adrenalina vuelve a su cauce, y aquí no ha pasado nada, bueno si, ha pasado la vida, que lo hace como un tren expreso, de esos que ya no quedan, con diez vagones tirados por una vieja Santa Fé, a ochenta kilómetros por hora cruzando a ruido y fuego los andenes de Caspe, por poner un aquel.
Mi amigo Enrique estaba cabreado, porque estaba asistiendo a un proceso de esos que escribía Gabo, y que llamaba Crónica de una muerte anunciada.
Un anuncio que ha durado casi cinco años, pero eso a nadie le importa menos a los que amaron al “fu”, que diría Pirandello, porque el occiso, que lo será pronto según los médicos que lo atienden
– “No pasa de esta noche, vayan despidiéndose”.
Este, que no pasa de esta noche, era joven aún, que nació allá por febrero del ochenta y uno, y tuvo que pasar las enfermedades de la infancia, un sarampión fuerte, unas paperas, y un susto cuando creyeron que tenía viruela. Pero la cosa quedó en una varicela que pasó pronto, cosas de la aclimatación, que los padres eran ingleses, y eso es siempre mala cosa, si el neonato tiene que vivir en una nación secularmente enemiga como la Piel de Toro lo ha sido siempre de la Pérfida Albión, que hay cosas que ni se perdonan ni se olvidan, aunque nos debamos tanto los unos a los otros.
Que sin España, la Trafalgar Square, iba a ser aburridísima, que sin Nelson, ni la Venus del espejo, la cosa quedaba solo para esos conciertos que daba Neville Marriner empeñándose en convencer a fuerza de darle a las cuatro estaciones, que el verano también llegaba a esa “Phileas Fogg” que ha sido siempre Londres.
Cosas de Saint Martin on the Fields, que si es más cutre y le salen piernas, se pone un sombrero de puta de un hombre solo y aparece en Ascott, que peores cosas se han visto.
Así que pasados los primeros sustos, el niño se metió en la época del aprendizaje rápido, y lo hizo con nota, que cumplía con las expectativas de sus padres curso tras curso, pero claro, ese viejo imperialismo de Gin-tonic de Plymouth, de Assam tea, y galletitas de mantequilla, nunca entendió bien a los que no circulaban por la izquierda, e incluso a esos, que había que ver los “pardon”, y “excuse me”, cuando un australiano, quería hablar de tiburones con uno de Leeds que creía tener acento cockney. Descojonante.
Los papás intentaron que el supuesto pragmatismo británico se filtrara hasta los tuétanos de aquel, ya casi zangolotino mozuelo, y no se dieron cuenta de que mucho habían conseguido, pero claro con el filtro de ese sol mediterráneo que a todas horas le daba en la cara, y esa cultura milenaria, mamada en miles de ubres generacionales, no había forma de reconocer al vástago como propio del todo.
Imposible de reconocer, y difícil de trasegar a los que a duras penas han conseguido salir del binomio Eton-Cambridge, o Kings-Oxford, que de ahí hacia abajo, el hecho simplemente de poder transmitir ideas utilizando sonidos vocales, ya se considera un elemento elitista.
Pero ese era el ecosistema al alcance del zagal, dispuesto a darlo todo, y a mejorar, superando si cabe a sus progenitores.
Pero nuestra Piel de Toro está llena de retrancas, de sabiduría popular, de Itacas y de Circes, y que si se acaba con Troya, no pasa nada, Eneas se inventa al pueblo romano, aunque le tenga que poner los cuernos a Dido, y Odisseo corre a gorrazos a los novios de su Penélope.
Al fin y al cabo es lo que tienen los viajes iniciáticos, que como en el viejo Mediterráneo, no se dan en ningún sitio, que allí se cansan pronto, y el pecado les cae encima como al pobre Tanhauser (que sí, que es germánico), o al pobre Lancelot, que las faldas le acaban de reventar el final de un viaje iniciático cojonudo.
Esa cortedad de miras, y ese pragmatismo, provocados por la imposibilidad que tienen de contemplar horizontes abiertos, (la niebla continua es muy mala) les hace aferrarse a lo poco que tienen que es siempre, o casi siempre material, y así les va, que yo no he querido nunca ser inglés, aunque usarlos ha sido siempre divertido.
Cuando a ese muchacho se le despertó el sexo, pensaron sus papás que del exotismo que le daba su estancia de tanto tiempo entre las tribus bárbaras del sur de Europa, lo mismo podían obtener un beneficio si se lo ofrecían al Sultán del Imperio, para que, a cambio de unas monedas lo pusiera en su harén de Massachusetts, y así daban por concluido el ciclo.
No tuvieron la delicadeza, que seguro habría tenido un mediterráneo, de pedir que lo enviaran a Harward, a perfeccionar sus conocimientos.
Y su orgullo hecho de mantequilla y patatales impidió escuchar alguna de las lecciones que ese hijo de los viajes iniciáticos que desde Abrahama a Moises, desde Ulises a Eneas, o incluso desde Cristo a Mahoma, han hecho de este Sur la cátedra de la vida, y a fuer que lo necesitaban.
Y eso al final es lo que ha pasado, querido Enrique, que es más fácil destruir lo que no se conoce, que intentar aprender de ello, es más fácil desconfiar tras el miedo que produce la vida a quien tiene que defenderse con las mejores armas, que entender a ese que con tu nariz levantada como dueño del Universo que te crees intenta mostrarte o enseñarte algo. Y así lanzas tus pilum, tus glaudium, tus formaciones en tortuga, contra aquellos a los que temes por su conocimiento.
Que el error ya lo cometió Roma, y aquí lo sabemos muy bien, que no hacemos más que pasear por sus ruinas desde Mérida a Palmira, que también lo cometió ese Imperio Británico, que aún piensa ser el centro del universo porque un día los boers les atacaron en Pekín, y en las selvas del Yukon intentaban cuatro desarrapados emular la jerga de los barrios bajos de Londres.
Sé que poca gente entenderá este escrito, que he dedicado a la historia de esa vieja amiga y compañera de desempeños que fue la empresa en la que trabajé, la que empezó haciendo sopicaldos y llegó a lo más alto de su disciplina en el mundo científico. Sé que hay personas a las que les dolerá la muerte anunciada en boletín oficial de la comunidad de Madrid, de que la vieja Oxoid va a perder su nombre en aras de la productividad y del supuesto pragmatismo, y andará algún tiempo más intentando satisfacer las ansias de dividendos de los hijos de Harward, hasta que se cansen.
Mi dolor ya no existe, a no ser por las personas, los tripulantes de la nave que aún andan de babor a estribor baldeando la cubierta engañados por un capitán bellaco al que nadie conoce. Espero que tengan larga vida o que la muerte les llegue sin dolor, yo ahora estoy intentando entender el “Motus Libri”, y con ello ya tengo bastante, que para el Voynich, un amigo que dice que puede desencriptar cualquier cosa, me asegura que el lo arregla en cuanto se lo deje.
Buenas noches, y buena suerte

Siete de julio

Pues sí, San Fermín, que ya hacía un año que no tocaba, y empezábamos a echar de menos el hecho de que mientras el Herrera soltaba su parida matutina, los de RNE, nos anduvieran contando eso de la curva de Mercaderes, o el tumulto en Telefónica.
Parte del circensis, digo yo, que no pienso, y a ver si lo consigo, ni alabarlo ni cargármelo, que no me toca a mí esa labor.
Son muchos años ya de ese circensis, del que, la verdad no conozco el origen, y ahora no me viene nada por enchufar la Wilkipedia, y el Espasa se me ha quedado anticuado con sus verdades de hace medio siglo. Seguro que en su Gárgoris y Habidis, el Sáchez Dragó dice algo, pero lo dicho, estoy muy perro esta mañana.
Leí en su momento aquellas referencias del periodista/novelista don Ernesto, al que por cierto nunca le perdonaré que hiciese subir el precio de mercado de los daiquiris, en Fiesta y en París era una fiesta.
Don Ernesto, que siempre me pareció un cabestro de mucho cuidado, tenía toda la pinta de salir cada mañana encabezando la manada desde los corrales a la plaza, ya que de lo que leí de él, fumable, lo que se dice fumable, para mi humilde gusto, fue solo aquel inolvidable Viejo y el mar, que sus otras obras, incluyendo las Nieves del Kilimanjaro, y Por quién doblan las campanas, incluidas Fiesta y París era una fiesta, me parecieron como poco una mezcla de niño rico haciendo su Erasmus en Europa y Rodolfo el de la Bohéme, pero poco más, que nunca he creído en la creatividad del absenta.
Creo que aparte de pegarse unas buenas panzadas en “El hostal del rey noble”, (vulgo “las Pocholas”), y conseguir aquel estado fantástico de “Evite resacas, siga borracho”, todo lo demás fue propaganda a favor del régimen de nuestro malhadado generalote, que andaba como loco porque lo reconocieran tanto en la ONU, como en los USA.
Cierto que no perdió ocasión de andar por todas las guerras que pudo en aquella terrible primera mitad del siglo veinte, que no dejó títere con cabeza, y a pesar de las heridas que recibió, tuvo sus compensaciones económicas, así que como aquí se viene “llorao”, pues a otra cosa.
Volviendo a los San Fermines, la publicación de París era una fiesta, supuso, desde mi punto de vista uno de esos espaldarazos que internacionalizaron esta fiesta que hoy comienza. Se publicó en 1964, tras la muerte del escritor con material que había recogido en los años veinte, en una suerte de apuntes autobiográficos que se había dejado olvidados en un hotel de Paris por casi un cuarto de siglo, y que había empezado a recomponer en los aledaños del 57, culminando en un viaje a España, y a los Sanfermines, allá por 1959, dos años antes de su muerte. Le vino bien a Pamplona.
Mario Cabré que junto con Luis Miguel Dominguín andaban a ver quién se acostaba más veces con Ava Gardner, aprovecharon para salir en la foto, que hasta “Uncle Frank” tuvo que venir a rescatar a su chica que veía que los hispanos se la embarazaban a poco que llegara el avión con retraso, y seguro que le costaba un papel en el nuevo proyecto de Cecil B. de Mille, o algo parecido.
Los Nodos de la época se hacían sopas enseñándonos las barbas blancas en el tendido de la plaza pamplonica de Don Ernesto. ¡Que por fin se reconocía la grandeza de España en ese mundo anglosajón, pérfido y masón!. ¡Que la bravura y el corazón hispano brillaban con un único esplendor! ¡Que la discreción y la laboriosidad de la mujer española eran un ejemplo para el mundo!. ¡Doña Pilar Primo de Rivera, había conseguido un modelo de mujer ejemplar para el mundo, y Don Ernesto estaba allí para verlo!.
Cierto que el Plan Marshall había pasado de largo por esta tremenda piel de toro, pero “Uncle Sam” era nuestra única tabla de salvación, y a los españoles nos convencieron de que aquella visita del alemán de Pennsylvania, Dwigth Eisenhower, en 1961, iba a ser el espaldarazo definitivo para nuestra Una, Grande y Libre, que el tío Paco se empeñaba en pintar por las paredes de nuestras calles.
Sirvió para unas cuantas bases americanas en nuestro territorio, para que nos ensuciaran con cobalto Almería, que era el precio que debíamos pagar a los americanos para que nos metieran en la ONU allá por 1955, pero ya estábamos dentro del Imperio, como una provincia periférica, pero dentro.
Y cierto, los Sanfermines, los toros, Hemingway, Eisenhower, y hasta nuestra Saritísima besando apasionadamente a aquel Gary Cooper, que demostrando sus dotes de actor, nos hizo creer que se derretía desde su atalaya gay, que ciertas lenguas viperinas comentan.
Pero malas lenguas aparte, esta fiesta que hoy comienza, queramos o no, representa una buena parte del estereotipo español allá por donde vayas del mundo, que a los hooligans de Liverpool, no les hubiera importado tener una cosa así, que lo de los “Reds”, es poca cosa, sobre todo desde que se les fue Benítez, y para no morirse de aburrimiento y quitarse el empacho de rubias tetudas, hasta los australianos se vienen por estos pagos a jugarse la femoral, que para eso la tienen.
Algún amigo pamplonica de esos que todos tenemos, me decía que el mes de julio entero, a Benidorm, que la casa junto a la Rochapea la cerraba a cal y canto, que no había quien soportara borrachos multinacionales, vascos radicales, y mujeres llorando medio violadas porque se creían que el cabrón borracho de Conneticut iba de buena fe.
Pero todo al final tiene su encanto, que puede ser hasta morboso. Se llenará Estafeta el fin de semana, habrá heridos o muertos por asta de toro, por asfixia, por exceso de alcohol, o por un navajazo a destiempo, que a nadie le importa, pero de alguna manera el rito medio iniciático del muchacho que cree mostrar su valor corriendo entre cuernos, seguirá en algún sitio de la fiesta, aunque no se vea ya, o el rito de fertilidad, que cuesta creer hoy, pero que en esa amalgama de razas que se junta alrededor del templete de la Plaza del Castillo, seguro que aparece.
Hemos rodeado nuestras tradiciones ancestrales a base de cubrirlas con capas espurias de unas connotaciones que no les corresponden ya, pero que indudablemente subyacen en lo más hondo de la Fiesta. De esa fiesta que aquí va desde el sacrificio de un toro, a la romería a cualquier santo o virgen a través de nuestra geografía.
Y mientras, el Basajaún de turno, o la Mari de los bosques seguirán mirándonos desde sus mundos mágicos, para que al final, el daño que podamos hacernos no acabe del todo con nosotros, que bien sabido es que sin heridas no se forja un rebelde ¿Verdad Don Ramón?.
Así que disfruten de lo que sean capaces ustedes de percibir de la fiesta, intenten entender algo, o no, que a mí se me da una higa, no confíen que los mangas verdes lleguen a tiempo, que a ellos “pa lo que les pagan” tampoco les importa demasiado lo que pase, siempre que no salpique, y no olviden que sin la internacionalización que nos dio el cabestro de Don Ernesto, nuestras fiestas solo serían, eso, ritos iniciáticos y de fertilidad en la España campesina.
Buenas noches, y buena suerte

¡Con la caló que hay!

Hoy estoy llorica, que con esto de la caló, las noches tropicales en la meseta, los aires acondicionados y el exceso de aguas que uno debe tomarse, por aquello del riesgo de momificar antes de tiempo, uno está que no sabe qué hacer.
Claro, que siempre hay los que están peor, pero es un magro consuelo, que me he enterado de buena tinta, que hay gente que de veraneo se llega a ir a sitios como Qatar, en donde no puedes ponerte en la playa ni el tanga ni el mini bikini, que la peña por allí al parecer se pone de los nervios a la que ven un trozo de chicha cristiana más de lo que su ley permite.
Hay gente, que me he enterado en mi mentidero de cabecera, que ha decidido pasar buena parte de las vacaciones en Barcelona, bueno, en el aeropuerto que con eso del metro al parecer se llega en un plis.
Que me han dicho, que dormir en el suelo sin necesidad de deshacer el equipaje, sale gratis, ¡oiga! ¡gratis!, que no te pesan para tal menester ni la bolsa del Corte Inglés, ni la mochila del niño, ni si la abuela se ha empeñado en viajar con su herramienta para hacer encaje de bolillos, ni si el abuelo se lleva su bolsa nueva de palos, que desde que cruzó la setentena, ya le dejan salir de azules, y eso hay que aprovecharlo.
El hostelero aeroportuario está encantado, más del ochenta por ciento de ocupación en los suelos del Prat…¡neeennn!, y se prevén nuevas reservas estos días lo que garantizará la ocupación casi total. Una pasada, que va a ser una estadística de esas que duran como el record de Bob Beamon saltando en México todo lo que quiso y más. No puede ir mejor el verano, y es que la caló, tiene eso, acaba fomentando el contacto humano, ya que con tal de pasar el rato, dicen las crónicas que los pasajeros han llegado incluso a entablar conversaciones entre ellos:
-Y usted, ¿cuántos días va a estar por aquí?, que mira que es bonito esto, y además baratito.
-Pues yo he venido con la niña que está ya casadera, y luego se la presento que se ha ido a cargar las pilas del móvil para guasapear a su peña las fotos de todo esto, que mi niña para estas cosas, no sabe usted lo que vale.
Creo que en Benidorm, la cosa está también así, y eso que ya no puedes enviar al abuelo jubilata e insomne a las cinco de la mañana a pillar sitio para la sombrilla, que han puesto vigilantes, y si te ven marcando territorio, aunque no sea con meaditas, te ponen multas más cars que una noche en hotel de cinco estrellas con piscina, ¡oiga!. Un sin vivir.
Los cordobeses, otra vez encantados, que tienen el record de los cuarenta y pico, que este año no se lo va a quitar ni Écija, que eso del calentamiento va por barrios, y ellos juegan a la lotería con mucho sentido.
Y volviendo a las vacaciones aeroportuarias, a las que los gabachos creo que van a potenciar, recuerdo una vieja historia que me contaban de Don Santiago Rusinyol, que como buen “sitgetá” de adopción, que él nació en Barcelona, bien que de padres de Manlleu, tenía la cultura y el arte en la mano derecha y la retranca del saber popular en la otra.
Para demostrar el buen sentido de los “sitgetans”, apareció un día en el mercado con una bandeja llena de duros de plata, ¡oiga, una pasta!, los ofreció a sus conciudadanos a ¡cuatro pesetas!.
Pasó todo el pueblo, miraron las monedas, las mordieron como Nadal la copa del Roland Garros ese, la tiraron al rebote contra el suelo. Vamos que les hicieron la prueba del nueve, y parecían buenas, y a Don Santiago lo conocían perfectamente, que tenía detrás de la iglesia el Cau Ferrat, y que sabían dónde vivía.
No vendió ni uno. Claro, que entonces, eso de la mercadotecnia andaba que no era ni un brillo en los ojos de papá, pero todos sabían que nadie daba duros a cuatro pesetas, y que si alguien los ofrecía, te engañaba, seguro.
Lo del Vueling de las narices, como otras historias relacionadas con las líneas aéreas de bajo coste, o con cualquier cosa de bajo coste, es el triunfo de los duros a cuatro pesetas, y picamos todos, unos detrás de otros, y si no que se lo digan a los veraneantes del Prat, que a todos los inconvenientes que se van a llevar de estos maravillosos días de vacaciones en los suelos de la T1, tendrán que añadir el hecho de que si consiguen viajar, posiblemente tengan que pagar un extra por las piernas, y todos los amenes que les planteen en la puerta de embarque, que la funda de las gafas cuenta como equipaje de mano, y son cuarenta del ala.
Y todo eso con la caló de por medio, que además te pone agresivo, y te lías a tortas con el eventual del aeropuerto que es el que por tres perras eventuales, encima, tiene que dar la cara por aquellos a quienes el servicio que deberían dar a cambio de dinero, lo niegan, mientras suman con la Excel los beneficios desde su despacho de la City.
Hoy ha salido amenazadora, esta ministra zamorana, mitad médico, mitad de obras públicas a decir que podrían suspender la licencia a quienes con indecencia tratan a los pasajeros, a los que prometen duros a cuatro pesetas, justo cuando la caló aprieta.
Es la segunda línea que el nacionalismo catalán ha querido que fuera su compañía de bandera. La primera se pegó un guarrazo de los de toma pan y moja, claro, que se llamaba Spanair, y con ese nombre a Catalunya, malament. Y a esta que le ponen un nombre más choni que la churrera de Leganés… no sé yo, que la han liao parda, me temo.
Echo de menos los billetes de avión que duraban un año desde el momento del uso del primer cupón, y luego, cuando llegabas a bordo, te dabas cuenta de que eras una persona, y como tal te trataban…tiempos, de duros a cinco pesetas.
Pero los tiempos cambian, y mientras los gobiernos de los países estén obligados a mantener ciertos modelos de negocios, que si no los del TTIP, o cualquier otro les sacuden o les ponen una cuña en la puerta giratoria al señor ministro, nos van a seguir tratando de esta forma, Ryannair, Vueling, Easy Jet, y cualquier otra de cualquier otra cosa.
Menos mal que a las eléctricas no se les ha ocurrido aún lo del “low cost”. Lo íbamos a pagar carísimo, con la caló que hasse.
Buenas noches, y buena suerte

Nos la cogemos con papel de fumar, o la ley del embudo

Estos días, con eso del Brexit, los dignos 27 restantes le han recordado al Señor Cameron, que eso de querer usar el Mercado único, pero de recibir ciudadanos de otros países, ni hablar, está muy, pero que muy feo. ¡Hombre!.
Que son las tres las grandes libertades sobre las que se fundamenta la Unión Europea, libertad de tránsito de personas, libertad de tránsito de capitales, y libertad de tránsito de mercancías, o algo así.
Los europeos conocemos esto muy bien, sobre todo si nos movemos por el espacio Schengen, que llegas a Paris desde Madrid, o desde Berlín con la misma facilidad que si te trasladas en un tren de cercanías a Aranjuez, o a Sans Soucis.
Pero más aún, si soy francés, y quiero vivir en Palermo, pues muy bien, que “i mafiossi” te aplicaran los mismos derechos que tienen sus soldados, y tú tendrás los mismos deberes. Esa es la cosa.
Desgraciadamente, aún no nos hemos puesto de acuerdo en tonterías como que la sanidad existente al servicio del ciudadano, no es la misma si vives en Palermo o en Amsterdam, o que los impuestos que pagas en uno u otro lugar no son los mismos.
Incluso hay otras cosas que aún nos diferencian, como las legislaciones laborales, penales, o simplemente los códigos civiles, por no hablar de los sistemas judiciales, o los derechos individuales, aunque en general y sin entrar en detalles, si eres malote, te van a tratar de forma muy parecida, aquí o allí.
Tenemos todos un pasaporte que dice que somos ciudadanos europeos, y aunque aparecen las nacionalidades de origen, en principio, somos reconocidos por otros países como originarios, y ciudadanos de un mismo espacio político, cierto que con tremendas carencias en cuanto a la protección como europeos, ya que aún no nos hemos dado una política exterior común.
Creo que esta facilidad de movimiento, de residencia, es un gran avance en la integración de muchos individuos a la hora de establecer vínculos que evitarán, posiblemente disputas internacionales, siempre y cuando los políticos que nos gobiernan desde Estocolmo a Lisboa, no fomenten separatismos, o broncas que crean pueden ser útiles para sus intereses personales. Me alegro por esas roturas de fronteras, que era un peñazo, y aún me acuerdo de llevar el pasaporte preparado en el tren para enseñárselo al policía al cruzar la frontera en Port-Bou, por ejemplo. Creo que es algo fundamental, y si hay problemas en ese tráfico de personas, no es más que por la mala coordinación policial europea, y los prejuicios que aún no nos hemos quitado de encima, y me temo que por mucho tiempo aún.
Yo, que no pretendo evadir impuestos, el poder utilizar en ese espacio el mucho o poco capital que pueda tener, incrementa las posibilidades de utilizar productos financieros dentro de ese espacio, y al disponer de la misma moneda en 19 de los 28 países que integran la unidad monetaria, evito los riesgos del cambio de divisas, y sus costes asociados.
Cierto que tiene sus contrapartidas, y no todas positivas, pero creo que en general es una gran ventaja para los 19 países incorporados a este sistema de moneda común.
Discutimos temas relacionados con las cesiones al común de áreas de poder que algunas de las naciones no quieren perder, que esas cosas de las perras son, han sido y serán temas sobre los que las discusiones son inevitables. Creo honestamente que el libre movimiento de capitales en Europa, ha facilitado enormemente el desarrollo económico, y la facilidad de comercio.
He vivido profesionalmente las dos situaciones, y no puedo por menos que recordar las dificultades que tenía para comprar productos franceses, alemanes, ingleses, a la hora de pagarlos, que tenías que pedir permisos, comprar divisas, con los costes asociados que el sistema antiguo comportaba.
La libre circulación de mercancías, ha sido todo un avance en el comercio europeo, y conste que estoy hablando “grosso modo”, que si vamos al detalle hay muchas cosas que mejorar.
Recuerdo aún pedir licencias de importación para traer material de vidrio de laboratorio desde Francia, y además tenía cupos que no podía saltarme. No hablamos de los impuestos, aranceles, y gastos de despacho. Realmente era una tremenda dificultad, y un sistema que no echamos de menos.
Sea todo dicho a cuentas, primero de esta historia relacionada con la posible salida del Reino Unido del espacio europeo común. Con su pan se lo coman, y los líderes europeos ya le están diciendo a los “British”, que airecito ligero, y que si quieren mojar en este sistema, eso de que un rumano o un polaco no puedan vivir en el Reino Unido, como ciudadano europeo que es y buscarse las habichuelas honestamente, les impide entrar en el espacio de libre circulación de capitales y mercancías. Fantástico, lo aplaudo con todas mis fuerzas. Cogida con papel de fumar, ¡si señor!
Claro, que estos días de locura y hasta malos modos, entre los líderes europeos que hemos visto a través de la parte de información que nos han servido, han hecho que el viaje del comisario europeo Cecilia Mälstrom a Whasington tenga un significado especial, aunque por aquí no nos han dicho ni pío.
La señora Mälstrom es comisario de comercio, y su viaje es para renegociar el tratado TTIP, dentro del nuevo escenario que en Europa aparece con la salida del Reino Unido del espacio comercial europeo.
Ciertamente esto va a trastocar y posiblemente alargar las negociaciones del TTIP, lo que creo va a ser bueno para los ciudadanos europeos en general, ya que se une a este nuevo escenario la situación electoral en los Estados Unidos, así que ya veremos.
http://www.express.co.uk/news/world/684291/Brexit-effect-EU-US-TTIP-trade-deal-faces-failure-after-referendum
Sugiero leer este enlace del Sunday Express del pasado 29 de junio, abundando en este tema.
Decía al inicio del artículo, que con Gran Bretaña nos la hemos cogido con papel de fumar, que si no aceptan a los ciudadanos europeos, se cierra el mercado único para ellos. Perfecto, pero, ¿y con el TTIP?, a los americanos les vamos a permitir acceder a nuestro mercado europeo, pero no parece que se esté hablando de personas, nada de que los americanos puedan vivir en Europa libremente y viceversa sin necesidad de ningún otro tipo de requisitos, así como la libre circulación entre ambos bloques. Aquí ya parece que nos la cogemos con papel de lija, y creo que es una estafa a los ciudadanos de ambos lados del Atlántico, los negociadores se olvidan que trabajan para los ciudadanos, y eso es lo primordial, no solo el vender libremente Seat en Maine, y seguros de salud en Provenza. Es más seguimos con la espada de Damocles sobre nuestras cabezas en el sentido de las multas que las multinacionales podrán poner a los estados si las normativas que decidan los parlamentos ¿soberanos?, afectan a sus beneficios.
Ya veremos cómo acaban estas cosas, pero me temo lo peor para nosotros, aunque la cosa se retrase y no esté ese caballo de Troya que era para Europa el Reino Unido, como siempre intuyó De Gaulle.
Buenas noches, y buena suerte

El coño de la Bernarda.

En una emisión radiofónica, el historiador Don Juan Eslava Galán, contó la historia de la Bernarda y su coño, no resisto pues la tentación de ir sobre el tan manido asunto, del que nos faltan (al menos a mí), algunas precisiones que nunca mi familia alpujarreña ha tenido a bien aclararme, seguro porque el tema no debe salir frente a niños, ni por supuesto, frente a damas.

A poco que he buscado, parece que la cosa es algo que nos remite a Artefa, un pueblo alpujarreño cercano a Trevélez, y al siglo XVI, de forma que he encontrado este texto que se repite en páginas de diarios como El Ideal, o en multitud de páginas parecidas a la mía en este mundo de Internet. Ahí va la historieta en un corta y pega digna del “rincón de los vagos”

DICE la historia no exenta de leyenda y mentidero granaíno que la procedencia del llamado ‘Coño de la Bernarda’ se sitúa en el lugar llamado de Artefa, villa cercana a Trevélez. Al parecer una mujer, de nombre Bernarda, de la que se decía que era hija natural del rey musulmán Aben Humeya, y nacida en torno a mediados del siglo XVI en Artefa era una reconocida santera. A caballo entre ambas religiones, en unos tiempos difíciles, recorría las calles de aquella aldea armada con sus tablillas de oraciones, mezcla de versículos coránicos y cristianos. Era la sacristana de la ermita en la que los artefaños guardaban y veneraban la imagen del Señor del Zapato. Aunque la fama le venía de santera, ya que lo mismo enderezaba la pata torcida de un cordero, como remediaba las más diversas dolencias, como dirigía los rezos en ausencia del cura por lo que era mujer conocida y querida entre sus vecinos.

Una noche la mujer fue sorprendida por unos toques en la puerta de la ermita que solía habitar, de manera más concreta en una pequeña dependencia aneja. Asustada abrió la puerta y vio que, embozado en su capa, no sabiendo muy bien si por el frío, o por salvaguardar su intimidad, se encontraba Don Aurelio del Alto Otero, a la sazón segundo Conde de Artefa, que venía, pese a lo alto de la madrugada, a solicitar su consejo, ya que, según él, había tenido un sueño que le tenía profundamente alterado:

-»Tuve una visión en la que vide los graneros de Artefa todos vacíos, y secos, con homnes e mulleres famélicos, que ploraban lagrimas a sus puertas y nadie podía façer nada… de repente, en medio de todos eles, aparecíase el Conde mesmo, lamentándose por la suerte de las gentes de su pueblo, y sin poder façer nada, alzaba los ollos al cielo esperando una respuesta, aparecióse entonces la figura, que él creyera de San Isidro Labrador, y una voz en el cielo que decía desta manera: »San Isidro, labrador, quita lo seco y devuélvele la verdor…»

La mujer se vio sorprendida ante el relato del Conde y le contó que ella había tenido otro sueño parecido, una noche que se acostó apesadumbrada por haber dedicado su vida a los demás, no haberse casado y no haber tenido hijos, pues, según ella:
-«No es buena la mujer de cuyo higo non salen fillos». En ese momento se le apareció en su habitación la figura de San Isidro labrador que metiéndole la mano en la raja, de donde gustó tanto la santa mujer que creyera entender por fin el significado de la expresión ‘tener mano de santo’ y al punto casi de morir, por el arrobamiento experimentado, creyó ella oír, por boca del santo, la misma expresión: San Isidro, labrador, quita lo seco y le devuelve el verdor…

El Conde se fue, casi con la misma duda que traía pero, desde su entrevista con Bernarda, las cosechas de Artefa se sucedieron sin parar y no hubo la hambruna temida por el Conde a raíz de su sueño. Por eso, el Conde, hombre religioso, compartió el secreto de su visita a donde la Bernarda, con el cura del lugar Don Higinio Torregrosa, quien, en la homilía del día siguiente, se dedicó a cantar, desde el púlpito, las alabanzas de Dios que tantos «bienes e menesteres plugóle mandar sobre esta sancta terra nuestra de Artefa, por mediación de la muy noble, e sancta muller de Bernarda, o más bien, por medio del figo della, o sea, del coño suyo benedito».

Con todo, había un artefaño, conocido como Manolico, ‘El tontico’, que se pasó todo el día, en la plaza del pueblo, gritando:

-«Que non se creyera lo de la sancta Bernarda, que ninguna muller es sancta por donde mea, así en el infierno arda».

Indignada Bernarda con estas palabras mandó traerlo a su presencia y en la intimidad de la ermita le dijo:

-«Mete tu mano en el coño bendito, a ver si miento, en lo que siento, y sea tu escarmiento».

Hízolo así Manolico, que desde entonces, pues nadie vio el milagro escondido, se hizo el más célebre predicador del ‘figo benedito’ de su paisana artefaña.

Las bendiciones se sucedían sobre Artefa, diciendo las crónicas que:

– «Todos los homnes, e mulleres, de los derredores, allegábanse a casa la Bernarda, a tocar su coño benedito, y por doquiera la abundancia manaba: las mulleres daban fillos sietemesinos fuertes como cabritillos, y las guarras parían cochinillos a porrillo, las cosechas se multiplicaban y hasta las gallinas empollaban ovos de sete yemas…»

Mas Bernarda murió, y la enterraron entre gran llanto y duelo de sus gentes, que a partir de ese momento, como maldecidos por la ausencia de la buena mujer, sufrieron en sus carnes todo lo que aquella, quizás en vida evitara: terremotos, abortos en el ganado y las mujeres, cosechas baldías…

Cuenta la leyenda que un buen día que:

«Una muller del pueblo, ploraba lágrimas de seus ollos al sepolcro della, vióse sorprendida por unas luminarias que ascendían del sepolcro, asustada e enloquecida corrió a presencia del señor cura párroco, que ordenó desenterraran el corpo morto de la Bernarda, hallando, todos los presentes, con el Notario de Artefa al frente, que la Bernarda polvo era, como es la suerte de nuestros padres, salvo su figo incorrupto, rojo y húmedo qual breva».

El párroco, Don Higinio Torregrosa ordenó el traslado del despojo santo a la parroquia, donde enseguida lo colocaron en un relicario, llamado desde entonces el Coño de la Bernarda, por la urna de oro y la forma de lo que dentro conservara… y que no hubo nadie que al contacto del relicario no recuperara la abundancia.

El por aquel entonces arzobispo de Granada, D. Pedro Castro Vaca y Quiñones, más preocupado en vigilar de cerca de los moriscos falsamente convertidos a la ‘fe verdadera’, no estaba mucho por la labor de apoyar una petición de canonizar a una santera, amén de que, como expresivamente decía la misiva, remitida al Ayuntamiento de Artefa: «Dicen los senyores teologos e dominicos desta Ecclesia de Granada que nunca oyóse en toda la christiandad, que el Senyor Papa gobierna, y Christo benedice, que nada bueno saliera del coño de una muller».
Con tal respuesta, Don Higinio Torregrosa, según las crónicas, escondió el ‘sagrado órgano’ tras el falso muro que el cura mandó construir, introducido en un relicario de oro con brillantes. Realidad o ficción, la misma historia, con trazas de similitud se sitúa en localidades como Ciudad Real y Sevilla.

Las versiones modernas del Coño de la Bernarda, las encontramos hoy en las bocas santas de los políticos de estas tierras de demócratas occidentales, que no hacen más que meter la mano en el santo coño de las promesas de donde dicen salen las maravillas de la abundancia, que habrá de repartirse todo ciudadano temeroso de Dios, y miembro, (sea dicho sin ninguna connotación escabrosa), de nuestras sociedades occidentales.

No voy a hablar de los nacionalistas de mi tierra, que creen que “El coño de la Bernarda” es esa soñada independencia en donde podrán meter la mano y encontrar las maravillas del huerto verde que dice San Isidro.

Ni voy a hablar de los británicos, que describieron con un arte digno de un Marlowe, las maravillas que ellos habían intuído al asomarse al “Coño de la Bernarda” en versión británica, ahora que se quitarán de encima el yugo europeo.

Y por supuesto, las promesas de los que se han asomado al “Coño de la Bernarda” en versión USA, están intuyendo las maravillas que pueden alcanzar, si la plebe les permite finalmente meter la mano, como Manolico, vamos.

Lo malo, es que van a matar a la Bernarda, y va a quedar su coño para reliquia, de esas que como las de San Pantaleón, o San Genaro brillan de vida de vez en cuando, eso sí dentro de una urna, que para esto «la mano de santo» puede torcerse, y a ver si trastoca «el verdor en seco», y hacemos un pan como unas tortas.

Nada más inteligente que la postura eclesiástica, declinando más publicidad, y huyendo como alma que lleva el diablo, de tentaciones beateras a cuentas del tal coño. ¡Bien por el sentido común del Señor Obispo!.

Y tras su muerte, ya veis lo que pasó, que se secó todo, menos “El coño de la Bernarda”, y con la lección aprendida, a ver si metemos en cintura de una vez a estos politicastros que necesitan que Don Francisco de Quevedo i Villegas, les haga unas coplillas.
Buenas noches, y buena suerte

El peor viaje del mundo

A lo mejor entre ellos estaba el de Shakleton con su Endurance hacia la Antártida, o el de Scott al mismo sitio, con final trágico.
Hay muchas posibilidades a la hora de decidir cuál fue el peor porque no se nos pueden olvidar los tripulantes de la Victoria llegando a Cádiz, con el bueno de Elcano al mando de unos casi cadáveres. Vamos, que peores viajes, los que quieran sus gracias, que hay para escoger.
Ya en otras ocasiones he hablado de viajes de esos que pueden ser considerados como los peores del mundo, como el que me contaba mi madre que tuvo que hacer durante la guerra civil, siendo apenas una adolescente desde Pamplona a Sevilla, en un tren que era atacado por tierra y aire, que no sabían los que pegaban los pepinazos, si viajaban de “los buenos” o de “los malos”. Pero llegaron con vida, y con una cierta dosis de humor cuando lo contaban, ya pasado el tiempo. Era un viaje de refugiados, y esos son muy malos, claro, con la familia separada y las incertidumbres que conlleva, pero al final, aquí no ha pasado nada.
No quiero pensar en el viaje a ninguna parte de los que están dejando Siria, huyendo también de una crudelísima guerra civil, de la que no son ni arte ni parte, salvo que se da a la puerta de su casa. Es el viaje del horror y de la frustración.
Shakleton, al fin y al cabo, consiguió tras dos o tres años que todos los miembros de su tripulación que quedaron atrapados en el Endurance pudiesen volver a casa, y, bueno, no pasó nada, al menos en el coste de vidas humanas que está suponiendo esa masa de refugiados que viene del este.
O del sur, que desde Guatemala, desde México, desde todo Centroamérica se juegan la vida a lomos de traficantes para intentar salir de tierras donde hay guerra contra los civiles que no pueden defenderse, que no son de ese o de aquel cártel, o no pertenecen a esta o a la otra mara de turno, que lo único que quieren es cultivar su tierra, criar a sus hijos, y morir en paz en su cabaña.
Como los del otro sur, el africano que además deben subirse en un barco, diseñado para hundirse, que así no quedan testigos, que el dinero ya lo han cobrado esas cosas que han dado en llamar señores de la guerra.
Así que en ese peor viaje, no solo atraviesan desiertos, guerras, sino que deben jugarse la vida, y perderla en demasiadas ocasiones, en pos de una vida que muy posiblemente no alcanzarán nunca, ni ellos ni sus hijos, en ese viaje que seguro es el peor del mundo.
Como lo fue, para el capitán Scott, que se creyó, por el hecho de ser británico, podría obviar las exigencias de la Antártida, y acabó muerto, con los suyos a las puertas de la salvación, arrastrado por la ignorancia que da la soberbia, que esa es mi opinión sobre la expedición de Scott, no la de un héroe con mala suerte.
Porque para héroes con mala suerte, tenemos al bueno de Ulises, al que las compañías aéreas le forzaron a “reroutings” no deseados por aquello de encontrar las mejores tarifas. Se encontró además con cantos de sirenas de los chicos de márketing ofreciendo desde internet mejores asientos, con las huelgas de los franceses, ¡cómo no!, con algún retraso por meteo, que Eolo no estaba para muchas bromas, y un par de averías, que lo de las piezas chinas al final tienen estas cosas.
Pero la sabia utilización de alguna de las salas V.I.P., a las que permitían entrar con invitados, le suavizó la crudeza de su viaje, al que luego le hemos dado todas las cargas de iniciático, y simbológico que ustedes quieran, pero lo que es, es lo que es.
Y hoy, nos damos cuenta de que uno de los países del mundo en los que los ciudadanos tienden más a escaparse, porque dentro no hay quien viva, Inglaterra, se nos pone en plan xenófobo, que no les apetece tener rumanos, polacos, o españoles en su santa isla, que parece no hacemos más que causar accidentes en Londres por mirar a la derecha antes de cruzar.
Parece les cuesta un pico eso de limpiar vísceras de extranjeros, en Oxford Street, y con las cosas como están, no hay presupuesto. Porque los que les han llegado de sus antiguas colonias, ya saben mirar correctamente antes de cruzar, que los entrenaron a cintazos los casacas rojas.
Al calvinismo le sienta fatal eso de cruzarse por la calle con subespecies humanas que no sean altos (seis pies, dicen ellos), rubios, y con los ojos claros, se admite que no sean azules, aunque los verdes les inquietan, y bloquean a los que intentan acabar el peor viaje del mundo en una tierra que esperan pacífica, al menos.
Porque lo de que se cuelan malotes, de esos que ponen bombas, como las de anteayer en Istambul, no es más que una excusa de manifiesta ineficacia, o consecuencia de un afán incontrolado de ganar dinero.
Si el calvinismo imperante quisiera, hace años que no habría guerra en Siria, que Irak seguiría con sus historias intrafronterizas, que Mr. Bush, el del ascensor del Arts, lo único que quería era la salvaguarda de sus intereses relacionados con el petróleo, que si sus soldados palmaban, o la población de aquellas tierras sufría a él se le daba una higa, su interés era su dinero.
Los extremismos en el seno del Islam, al final provienen de esa siembra que empezaron los ingleses trazando líneas a la caída del Imperio Otomano, y continuaron los yanquies queriendo controlar un mundo que no es suyo. Lo fácil ahora es llorar, y llamarlos malotes, pero si piensan que son Satán por aquellas tierras, yo al menos, me lo haría mirar.,
Y si no se hubiera robado de forma continua el tesoro de las materias primas africanas, o no se hubiesen esquilmado los campos de fruta de Centroamérica por cosas como la American Fruit Company, hoy no tendría que salir el cabestro aspirante republicano a decir que hay que poner más muros, y que los paguen los campesinos.
De la misma forma, no existiría la violencia en México, en Colombia, en media Sudamérica, si hubieran sido capaces los del Imperio en educar a sus ciudadanos en el no consumo de droga, o la hubiesen controlado de forma que no significase un negocio sin control. No aprendieron de la ley seca, e intentan alharacas publicitarias para demostrar que les concierne el problema, que están sobre él, pero que los malotes son otros…..ya pero los beneficios económicos son vuestros al final, que los pisos y los deportivos los compran en Miami y en Nueva York.
Como anécdota final, y pagando un poco este pato, que no es mío, me encontré con que el Imperio considera que soy un ser peligroso, una especie de espía malote, al menos en potencia, y me han impedido la entrada a su sagrado territorio….por haber estado hace tres años en Irán, a disfrutar de Persépolis, a ver las plazas de Isphahan, las fortalezas que son los caravasares que quedan, los pueblos del desierto, las tumbas de los grandes Daríos, Ciros, los conceptos de la religión maniquea, y la cultura de una tierra que era el centro del mundo cuando los yanquies y sus ancestros europeos aún no habían ni siquiera aprendido a sacarse los mocos.
La verdad, es que lo siento…por ellos, por ser tan cobardes que se han creído ellos mismo las mentiras para aterrorizar a sus súbditos.
Buenas noches, y buena suerte

El capitán América.

Todos sabemos que nada hay más peligroso que un salvapatrias, que es gente de dudosa estirpe, y a la que te descuidas pues eso, van y te salvan, a no ser que se equivoquen, y por un quítame allá esas pajas, te sacuden en todos los dientes con esos superpoderes que han obtenido de cualquier incidente no deseado, de cualquier guarrada en la que se hayan caído, o últimamente por un quítame allá esa mutación.
Esa mal llamada Gran Nación que se ha tornado el antro más cutre y sanguinario que nadie ha podido nunca crear, más cruel que la Roma de Calígula, ha vuelto a revivir a los superhéroes, desde ya hace tres cuartos de siglo, porque sus súbditos los necesitan.
Y todo porque aquellos héroes homéricos, de Virgilio, o de las tradiciones germánicas no se los explicaron en la “Secondary School”, cosas.
Y así se afanan en salvar a su pueblo, que primero era una Smalville, luego fue Gotham, más adelante el Mundo entero, y ya hoy, el Universo, que para qué nos vamos a andar con zarandajas.
Esto de los Capitanes América, y afines, surgen, como no, de la necesidad de calmar un poco el miedo que la estructura de la sociedad ha creado, normalmente para poder manipular y gobernar a la peña, con el menor índice posible de respuesta, discusión, o creatividad ajena. Así, que cuando no llega el presupuesto municipal de la policía, nos buscamos a un pollo vestido de murciélago, que atrapa al malo, (villano lo llaman erróneamente, ya que villano no es más que el vecino o habitador del estado llano en una villa o aldea, a distinción de noble o hidalgo), pero son cosas de las traducciones portorriqueñas, que más malotes hay en palacio que en la aldea.
Curiosamente, los superhéroes son solo americanos, de la tierra del Tío Sam, porque, al parecer, en el resto del mundo, vivimos maravillosamente sin que el capitán América nos saque las castañas del fuego, que nos bastamos solitos, o como mucho con la ayuda de la Guardia Civil, o el ciento doce. Es decir, que por aquí, no necesitamos que nos salven demasiado, así que, una de dos, o somos la releche valientes, o somos unos inconscientes que no nos hemos dado cuenta de la importancia de que nos salven, aunque se nos caiga la torre de Madrid a cambio del salvamento, que los superhéroes, son unos destrozones de tomo y lomo, y nunca sabes si llevar al malote ante la justicia, o matarlo directamente, que para qué gastar las perras del contribuyente, si ya se ve que es más que malote, justifica los daños.
Claro que una sociedad que a la hora de votar su cámara de representantes, que es el órgano legislativo, y quien teóricamente ostenta el poder, solo asiste al voto en porcentajes cercanos al cuarenta por ciento, es una sociedad que mayoritariamente ni se cree su sistema, ni lo apoya, aunque lo tema.
Pero quiero sobre todo insistir en que las sociedades que crean y admiran a esos personajes, no son más que sociedades miedosas, que no se fían de sus instituciones, y que necesitan a superpolicía, al supersoldado, al superjusticiero, porque saben que no funcionan, que no están ahí para defender sus derechos, y que a la mínima de cambio intentarán hacer en el ciudadano una injusticia, con tal de cubrir un expediente, y demostrar lo imprescindibles que son.
En el ideario de origen de la Nación de los Estados Unidos de América del Norte, había notables intenciones de crear una estructura en la que conceptos como la libertad, la fraternidad, la igualdad entre todos los ciudadanos fueran las bases de la convivencia, pero después de casi tres siglos, a lo que se ha llegado es a metas muy lejanas de esos principios, según mi punto de vista.
Empezaremos por el control que se tiene sobre sus ciudadanos, en lo que es posiblemente el régimen más policial del mundo junto con Corea del Norte. Es la herencia de Edgard Hoower, que en 1924 cambió la agencia policial que dependiendo del Departamento de Justicia intentaba ayudar al fiscal general, por una organización que se especializó en el control del ciudadano, obteniendo de él todos los datos posibles, para poder de esa forma actuar en su contra, si era conveniente a los intereses del poder.
La creación de nuevas agencias con finalidades relacionadas con el control del ciudadano, ha sido una constante, que ayudada por las nuevas tecnologías disponen del más amplio banco de información sobre ciudadanos que pueda existir en el mundo, claro para que el Capitán América les pueda salvar del “villano”, que no se trata de otra cosa.
Es al final una especie de estructura para controlar a las personas inocentes, por si algún día cambia la ley, y dejan de serlo. Vaya, el famoso Minority report, pero en serio.
Si no hubieran ganado la guerra diríamos que estamos frente a la SchutzStaffel, (escuadrones de protección), aquella fuerza política, policial, penitenciaria y de seguridad alemana, la que conocemos como SS, claro.
La segunda parte del fracaso de los fundadores, el tema de la libertad, que para grandes colectivos de la ciudadanía literalmente no existe, hoy está representada por la xenofobia que destilan no solo los discursos de demasiados prohombres, sino por la actitud de la ciudadanía aria y cristiana, de las de pastor dominical.
No hace mucho leía algo sobre Jessy Owens, el atleta que le enseñó la matrícula a los blancos en la Olimpiada de Berlín allá por 1936, corriendo en la pista del estadio olímpico.
Le preguntaban que si había sentido desprecio porque Hitler no le hubiera entregado las medallas que ganó (habitualmente no lo hacía, por cierto), y que si le gustaba su vida en Berlín.
Él dijo sentirse bien, ya que en Berlín podía subirse a cualquier autobús y sentarse tranquilamente al lado de un blanco, cosa que no podía hacer en su pueblo. No se dio cuenta que allí el problema era estudiar la Torá, la Cábala, celebrar una cena ritual los sábados, y andar circuncidado. El final era el mismo, el ciudadano que no le venía bien al ario de turno, a uno y otro lado del Atlántico, pues a letrinas exclusivas.
No voy a hablar del significado de ser negro o latino en esa Gran Nación, donde por ese hecho únicamente, tienes mucho más riesgo de ser abatido por la policía, o sentenciado por un tribunal, que si eres de los blanquitos con ojos azules, y no importa que seas americano de más generaciones y que mees Coca-Cola, el color importa, que no hay que olvidar que el Capitán América es ario.
Que encontrar un superhéroe latino o negro, es imposible, o casi, que los prefieren verdes, o con cara de lagarto si es necesario, pero nunca, nunca de esas razas inferiores que deberíamos haber eliminado cuando dejamos de necesitar esclavos para el algodón, y ahora tenemos que aguantarlos….es que no se puede ser bueno.
Otro de los grandes enemigos que tiene que enfrentar esa Gran Nación, es la caterva de “lefties” que desde la intelectualidad pueden socavar el deseo del pensamiento único que late en el corazón dirigente de su aristocracia (aristos…excelente, kratos….poder), y no hay más que ver el trato que se le ha dado a ese modesto socialdemócrata que ha intentado competir con Hilary Clinton, que hasta el Presidente le ha llamado a capítulo para que parase ya, que una cosa es que parezca que cualquier opción de pensamiento sea aceptable, y otra muy diferente que se acepte.
Hoower no consiguió acabar con los pensadores americanos, pero el sistema consiguió que el pueblo no pudiera leerlos, y mucho menos entenderlos. Quemar libros en la plaza de la Universidad Humboldt en Berlín, y llenar de telebasura la cabeza de los ciudadanos, son dos formas diferentes de conseguir el mismo propósito, que no se pueda discutir ni al poder, ni buscar nuevos caminos para que la gente viva, desarrollando nuevas vías de realización personal. El American way of life, es uno, y no es trino.
Pero el ser humano que cae día tras día en esas trampas, al final, siempre tiene ese segundo de lucidez que puede hacer más difíciles los movimientos de manipulación y los designios del poder, siente miedo del entorno en el que se mueve, y echa mano de los salvadores imaginarios, que le salvan siempre del Spectra, del Lado Oscuro, o de la Hidra de turno, con el mensaje maniqueo, pero esperanzador que obtiene a través de los cuadernillos del cómic, o del telefilm de serie. ¡No te preocupes, que si todo falla, el Capitán América está aquí para salvarte!. Es un espejismo, pero soñar delante de la tele, es gratis, está controlado, y te adoctrina.
Muchas veces, cuando pienso en el final de la Segunda Guerra Mundial, y en sus efectos, veo que la victoria militar fue americana, y ello implica, como único elemento diferenciador, que en vez de hablar todo el mundo alemán, habla inglés, cualquier inglés.
El nazismo no fue derrotado, sigue vivo, y perfectamente reconocible al otro lado del Atlántico. Lo que se consiguió derrotar a medias fue la ideología comunista, que aún sigue viva y evolucionando en buena parte de la población mundial.
Creo que los verdaderos vencedores se quedaron en la vieja y denostada Europa, en la que aún se permiten las peculiaridades, (mal vistas en el Imperio), los aborrecidos nacionalismos, o pueblerinismos, la existencia de lenguas poco útiles, cierto, pero muy gratificantes para amplios sectores de la ciudadanía.
Una Europa, en la que las ideas aún pueden circular con absoluta libertad, en la que aún no hemos desarrollado la policía del pensamiento, de la que tan orgullosa está el poder americano, ya sabéis, FBI, más NSA, más CIA, más DEA, más….y en la que todavía puede uno expresar sus pensamientos libremente, o casi, ha sido al final la vencedora de esa guerra que acabó hace más de setenta años, si por victoria entendemos, al menos, la posibilidad de pensar como se quiera y manifestarlo. Cierto que con todos los problemas e inconvenientes que las fuerzas que intentan dominar el mundo siguen creando.
Una Europa que se pelea, a las que las cosas de la economía aún no le van del todo bien, en las que todo se discute, y que acaba tomando decisiones con errores, pero con muchos aciertos también, y que, sobre todo, no necesita un Capitán América que la salve, que juzgue los hechos desde el maniqueísmo simplista, y aplique sentencias en caliente, de muerte muchas veces en el suelo de cualquier calleja de cualquier ciudad americana, a los pies de un coche de policía que debería protegerte, sobre todo si no eres ario puro.
Buenas noches, y buena suerte

¡Quiero que me devuelvan mi país!

I want my country back, grita Ms. Laurie Penny desde las páginas de una publicación (New Statment) que llegó a mi caralibro, gracias a mi amiga Pepa.
Los que me conocéis sabéis que mi relación con el Reino Unido ha sido muy extensa en el tiempo, unos treinta años de contactos profesionales diarios, y obviamente muchos personales también, entre los que se encontraban desde el más humilde de los obreros de una fábrica, al dueño de una de esas mansiones del siglo XVII, con sus campos sus perros de caza, y su historia familiar, pasando por muchas de las clases intermedias, desde pollos de la City, a trepas empresariales, emprendedores de todo tipo, profesores de las grandes universidades, lo que queráis, y así lo dicho, más de tres décadas, que se dice pronto.
En primer lugar, he querido buscar algo que me indique quién es Laurie Penny, y con alegría veo que es una mujer muy joven, y muy bien formada, posiblemente por dos razones fundamentales, la primera por su ascendencia judía (Wilkipedia), lo que en muchas ocasiones implica un desarrollo intelectual basado en el respeto al estudio, a la cultura, y sobre todo a la discusión para llegar a conclusiones que pueden ser hasta muy válidas, y la segunda por su paso por el Wadham College de la Oxford University, en donde obtiene un título de inglés, y lo refrenda con un curso de periodismo. Bien de nuevo, joven, y bien formada.
Por lo que he visto, y a su edad es lo que se espera, sus puntos de vista tienden hacia el marxismo, que han llegado a llamarla Penny la roja, y ha colaborado en multitud de medios de prestigio, ha escrito libros sobre el escenario político, y mantiene un blog al que intentaré acceder, porque son los puntos de vista de la gente joven los que me harán aprender del mundo en el que vivo, y evitarán que me acabe enrocando en una posición inmovilista que no deseo, y contra la que debo luchar.
Digamos que desde Gordon Brown, la situación del Labour party, no es la ideal, es como si la izquierda británica fuese incapaz de encontrar un leader que aglutinara las fuerzas de los desencantados británicos, que como en España, piensan que tanto nuestro José Luis Rodríguez, como su Gordon Brown, les dejaron en 2011 y 2010, a los pies de los caballos al no poder defender a la parte de la sociedad que teóricamente representan de la masacre económica que nos cayó encima.
Independientemente de los errores de unos o de otros, creo que poco hubieran podido hacer, ya que nos pongamos como nos pongamos, el poder no está en el pueblo, amigos, desde hace demasiado tiempo.
La Gran Bretaña que comenta Penny, como muy bien dice, es una utopía, es el estereotipo bonito, porque la verdad está también en los núcleos desindustrializados del norte y centro de Inglaterra, en las vidas subvencionadas de los escoceses y galeses, por no decir de los ciudadanos norirlandeses, que llevan décadas, como nuestras Andalucías o Extremaduras, sumidas en una situación de la que no saben salir, o no les dejan.
Pero claro, no podemos olvidarnos de los jóvenes bien formados, como ella, o las personas de media y avanzada edad también con formación que permite un cierto análisis de las situaciones, y consecuentemente una toma de decisiones más o menos adecuadas a la rala información de la que dispone el común de los mortales, que basan su futuro en su esfuerzo y en las expectativas que les ofrece la economía global en la que estamos inmersos.
Penny, y yo con ella, estamos de acuerdo en que no todo debería valer en política, pero evidentemente no es así, y eso lo sabemos muchas personas, independientemente de nuestro nivel de formación, y nuestra capacidad de análisis.
El grito, al final, no es si dejar o no la Comunidad Europea, si no a quién le doy el martillazo con el único instrumento que tengo a mi disposición….pues al poder, y el golpe a lomos de Mr. Roper (serie británica de los 70/80, sobre un parado británico), se lo han dado al Señor Cameron aquellos que eran Hooligans en esos años y andaban rompiendo trenes, o matando espectadores en el estadio de Heysel, y claro sus descendientes que tampoco tienen más horizonte vital que trabajos mal pagados, a los que ahora acceden posiblemente emigrantes, o la subvención estatal para tener cubiertas sus más básicas necesidades, que no ven en un gobierno como el del Señor Cameron ninguna posibilidad de que “lo suyo” se solucione,
Si Cameron hubiera hecho campaña por la salida de la Unión Europea, seguro que gana el “Bremain”.
Lo malo es que esa clase obrera sin posibilidades, no se han dado cuenta que su enemigo real no está en el gobierno, (cierto que este no ayuda), ni en la inmigración, que supone un porcentaje mínimo de la fuerza laboral, si no en la deslocalización de las industrias, o de áreas completas de las mismas, a países donde la mano de obra es más barata, y pienso en call centers en países de este, o IT en la India, que lo hacen muy bien, y por una fracción del coste laboral. Así que no, amigo trabajador europeo, (incluyo a los ingleses por el momento) tu “enemigo” no es el indio de la frutería o del taxi, sino el que desde Bombay consolida las cuentas de Mark and Spencer mientras en Europa se está durmiendo, por no hablar de la transferencia de fabricación a China.
Penny, como yo, como muchos de los jóvenes británicos que no son Mr. Roper, y que han salido de sus universidades más o menos elitistas, se han echado las manos a la cabeza, porque se dan cuenta que ha ganado el “Sun”, Telecinco, Murdoch o Berlusconi, y a ellos no les importa nada más que su negocio, aunque haya que pasar por encima de cualquier cosa que se mueva. Han llamado al voto de la víscera, de la falta de análisis porque sus medios no son The Guardian, o The Independent, ni siquiera el Financial Times, y lo que esperan es vender publicidad rápido, para ajustar las cuentas del próximo trimestre.
Ese hooliganismo (vandalismo), es quien ha llevado a la muerte a la Señora Cox, en la calle, por no ser del “equipo” de su asesino, como llevó en España a tantas personas por no ser del equipo del nacionalismo violento, pero eso no puede mover a la reflexión a quienes no han entrenado para reflexionar, y les han dado el martillo que representa un voto.
Como dice al final de su artículo, quiero que me devuelvan mi país, ese que nunca ha existido, ese en el que vive una clase alta que se pone sombreros para ir a Ascott, y que entre turistas toma el té en el Ritz, como no existe el país liberal con el que una persona formada sueña, donde las ideas y el respeto sean lo importante y las decisiones se tomen por una mayoría informada, con la cultura y los datos necesarios para poder hacerlo con el menor margen de error posible.
Ha votado, al final, una masa manipulada, como las que están surgiendo por Europa, y cuyos manipuladores ven a una importante parte de la sociedad con posibilidades de hacerles más ricos aún. (Nadie olvide que en Holanda, en Francia, en el Reino Unido, en Italia, en España, no han sido los trabajadores quienes han urdido las campañas, sino dueños muy ricos de medios de comunicación).
Mañana volverán al trabajo, como ella dice, aquellos que lo tengan, claro, se habrá elevado el nivel de incertidumbre y algo afectará al país, que seguirá flotando sobre el Mar del Norte, pero no dejarán los habitantes de zonas deprimidas de estarlo, ni los brokers de la City de ganar algo de dinero, ni de que tal o cual empresa acabe con la contabilidad en Polonia, la fábrica en China, y los sistemas informáticos en Mumbay, y la próxima vez que un Prime Minister se vea en peligro dentro de su propio partido, liará otra más parda, si cabe, que a él no le va ni le viene.
Buenas noches, y buena suerte

Vancouver

Se está poniendo este mundo de una forma, que si te levantas una mañana después de que te hayan tenido en movimiento una buena e indeterminada cantidad de horas, eso sí con los ojos cerrados, y sin posibilidad de que te orientes, como al abrirlos te dejen en una ciudad de nuestro mundo occidental, no habrá forma de que te convenzan de que la tal ciudad, la tal avenida, es original. Hay cientos de ellas iguales en todo nuestro mundo, no hay forma de discernir en los centros de las ciudades modernas, si estamos en Chicago o en París, si la calle es de Londres o de Berlín, o si el rascacielos que te han puesto delante de las narices es de Copenhagen o de Toronto.
P1060768
Las mismas tiendas, los mismos restaurantes, los mismos cafés, los mismos hoteles.
La gente vestida igual, haciéndolo mismo a las mismas horas, los oficinistas, estresaditos a las ocho de la mañana, que hay que empezar a dar lustre a la multinacional, al mediodía tomando su lechuga de tupper en el banco de la esquina, en el medio parque al pie de su rascacielos, y por la tarde al pub, al metro deprisita, deprisita, que hay que llegar a casa, y aún queda una hora de atasco, de transporte público, o de lo que sea. El jubilado en su banco del parque, si el tiempo y la autoridad lo permiten, con su disfraz de “sportman canoso”, todos al mismo paso, como el que llevamos en Madrid, o llevan en Heidelberg. Los pobres arrastrando sus cartones, después de despertar en ese recoveco de la calle principal, con el mismo carrito del mismo supermercado que usan los pobres de Barcelona o Estocolmo y con su aspecto de pobre/rico, (los del tercer mundo son otra cosa que hasta para eso hay clases).
P1060771
Las proporciones entre los locales y los que estamos de paso supongo que son casi las mismas que en cualquier otra ciudad, que aquí y allí las diferencias pueden redondearse sin alterar el balance. Eso incluye hasta la proporción de turistas ruidosos de esos que vienen desde España, que te pones a desayunar como si fueras un mochilero cualquiera, en plan world citizen, y se te sienta la lado el grupo del Corte Inglés, que no deja de tener su lado romántico.
Descubres que no has salido de tu ciudad, cuando el taxista que te lleva desde el aeropuerto, con las tarifas bien controladas, confirmas que es paquistaní, y que el camarero que te ofrece café en el desayuno es más de tierra caliente que el P.I.R., y te reconoce como el gachupín que eres, nada más olerte la colonia que te has puesto por la mañana.
El cupo de asiáticos se cumple también de forma rigurosa, incluso teniendo en cuenta el hecho de esa pequeña particularidad americana de los Chinatown. Quizás porque por estas tierras llevan más años vivendo, se les ve muy a la moda y muy monas ellas, tirando de Louis Vuitton, Chanel, o lo que haga falta, que a la hora de calzarse unos “Manolos” lo hacen sin despeinarse.
La exposición que andaba por Milán hace unos meses, ahora está aquí, y el festival de Jazz que pronto irá para nuestras Provincias Vascongadas, calentando motores y afinando las cuerdas y los timbales, que al final el do de pecho se espera en Montreux, lo más canadiense de Europa, como Vancouver es posiblemente de lo más suizo de Canadá.
Los centros comerciales con los escaparates, posiblemente diseñados por el mismo tipo para todo el mundo. Hay que mantener la imagen corporativa, que dice el bróker que atiende al señorito, que así se mantiene el valor de la compañía cuando vienen esos pollos de los fondos de inversión a ver cómo va la cosa, y compran unas acciones, sube la cotización y nuestro querido CEO vende con unas plusvalías sus opciones, que no sabes cómo se han puesto los precios de los puntos de amarre en Jean les Pins.
Esta especie de Singapore americana, ordenadita, limpita, con sus “malls” bien cuidados para que cuando llegue el invierno los que anden por aquí puedan gastarse las perras calentitos, y los jubilatas tengan un sitio para sentarse, da gusto verla. Que ahora no, pero seguro que en invierno se tienen que defender del frío, como todo el año en Singapore andan defendiéndose de “la caló”.
Los otros porcentajes se mantienen con sus iguales en el resto del mundo, más o menos los mismos metros cuadrados de parques por habitante, o por rascacielos, el estadio para que los locales vean los partidos de lo que sea igual de bonito que cualquier otro, y en el centro de la ciudad para mayor gloria del señor alcalde.
P1060777
Esta ciudad tiene la particularidad, que tampoco es tanta, de estar muy rodeada de agua y de montañas, algunas de ellas conservando a estas alturas del año restos de nieve en alturas que no parecen muy exageradas, y debe ser más baratito su puerto que el de la vecina Seattle, que aquí vienen las compañías de cruceros del Imperio para hacer los famosos cruceritos por Alaska, razón, entre otras que ande por estas tierras.
P1060776
P1060784
Y por favor, que nadie entienda mal mis palabras, esta es una ciudad tan agradable como pueda ser cualquiera de nuestro mundo occidental, con el mismo estrés en las personas que la habitan, con su forma de vida que ha sido uniformada de forma implacable durante los últimos cincuenta años al del resto del mundo occidental, que lo que nos amenazaron nos haría el nazismo haciendo que todos lleváramos la misma ropa, vistiésemos de la misma manera y hablásemos alemán, ya se ha conseguido, salvo que no hablamos alemán, que hablamos inglés que es el idioma de los vencedores.
La ciudad no me dejará mayor recuerdo que otras que he visitado, ya que como he dicho sus características diferenciadoras son muy pequeñas, hasta en los precios que te encuentras en las tiendas cuando te quieres comprar algo. Todo es lo mismo.
Mañana iré en un ferry a pasear por la bonita (me han dicho) ciudad de Victoria en la isla de Vancouver, que está enfrente de la ciudad, veremos lo que da de sí, y me compro unos mocasines, o un totem de los indios que dicen aún quedan, aunque lo más probable es que estén fabricados en China, como los recuerdos que compran los chinos en Europa, que decía un salado el otro día en el “Caralibro”.
Buenas noches, y buena suerte

Vuelo al Oeste

Hoy, al subirme al avión que me llevará a Londres, he pensado un poco en los peldaños, que en el mismo aeropuerto he tenido que superar, por el hecho de que creemos que el Royaume Uni, (deux points), es miembro de nuestra Comunidad Económica Europea.
Y la verdad, es que tras dos revisiones de pasaporte, un paso de policía, y un veremos qué pasa ahora en Heatrow, cuando quiera cambiar de terminal, que como estoy en un supuesto espacio europeo, seguro que está chupado y lo hago en un ¡plis!.
He cruzado fronteras de países, de esos que llamamos del cuarto mundo, a punto de descender a regional mucho, pero que mucho más cómodos para un ciudadano, que a lo que nos somete esta parafernalia histérica de la normativa de uno y otro lado.
Y si me dijeses que gracias a esa burocracia, que a veces intuyo como inútil, los malotes no se colaban, pues aún estaría dispuesto a soportarla con una sonrisa, pero es que se cuelan hasta la cocina, y cuando la han liado parda, sale de entre las cavernas, un burócrata de tercera a decir que no fue él, que fue el de al lado, el que estaba tomando cañas, que tururururú.
Que total, ya sé que los extranjeros debemos ser controlados, sobre todo desde que “tenim inglés a l’escola”,y según sea el maestro sales con acento de Leeds, y puedes quitarle a un paquis con el sello de la Commonwealth en donde amargan los pepinos, el puesto de bobby en Chichester, con el que había soñado su familia, desde que el virrey de la India, se les vino a vivir a su castle en el Hampshire, o en el Essex, que tanto da. Parece que tengan miedo a lo que no huela a Stilton y a cordero a la menta, o no lleve el sello del viejo imperio victoriano. ¿Qué le vamos a hacer?.
Indefectiblemente, cuando en una aduana, y en estas con tradición calvinista lo hacen siempre, me sueltan el famoso ¿Qué viene usted a hacer a mi país?, mi respuesta es siempre la más veraz y afinada de todas, indiscutible por mucho que quiera el afroamericano o el pecoso de la garita ponerse digno amparándose en el paraguas de su estatus, o de su protocolo, que tanto da.
-Vengo a gastar mi dinero en su país, a pagar por el consumo que realizaré, y soportar así, con el impuesto correspondiente, el trozo de su salario relativo al servicio, que usted y otros de sus compañeros deberán prestarme durante mi estancia, por exigencia de sus leyes.
Los ciudadanos del mundo occidental nos hemos olvidado de que, en teoría, somos los amos del cotarro, es decir, los que pagamos los salarios de los funcionarios que se empeñan en tratarnos como súbditos, porque se creen escudados por un protocolo, o como el otro día comentaba, por un suplico a vuestra excelencia. Así, que cada vez que puedo si la cosa no va a pasar a mayores, y me hacen la preguntita de marras, con tu mejor sonrisa sueltas el discursito y a otra cosa, que a lo mejor lo repite el pollo uno de esos días que decide coger el chárter en Luton para ir a vaya usted a saber dónde, bonita población.
Yo no creo que a la vuelta de mi viaje, los British, hayan intentado decirnos con su voto que se van a no sé dónde, desde donde no están, pero he decidido no pasar por Londres de nuevo, no sea cosa, que hayan puesto en Windsor Castle algún aparato de esos que desvían hacia Irlanda cualquier avión que les parezca europeo. Por si las moscas, volveré por Texas, que es muy chulo, y al menos allí conozco a un tipo que parece que aún corta el bacalao, Bush padre, que hicimos un viaje juntos en el ascensor del Arts, junto con varios gorilas bien trajeados, hace ya algunas lunas, y seguro se acuerda de mí, y hasta me invita a un whisky de Kentucky para pasar media docena de huevos fritos, y un chuletón de buey, si coincidimos en el desayuno. A lo mejor no, que he oído anda el hombre muy mayor ya.
Estos vuelos a Londres son la pera, y no han cambiado en los últimos treinta años, salvo en el acento de los steward, que ahora con eso de que la compañía de bandera española es inglesa, seguro que es un plus a la hora de la jubilación anticipada la posesión de un perfecto inglés con acento de “golf course”….de Cabanillas del Campo, claro.
Si miras a tu alrededor en la clase “negocios”, te encuentras un miembro de la familia real, o alguien que se le parece mucho (hoy don Marichalar), otros días Doña Sofía y sus guardaespaldas, un CEO del IBEX, la pareja exótica, la señora con su dama de compañía, la business lady con tejanos, cara de Premio Casa de agua (Price Waterhose para los puristas) con su Excel abierto, y dos ejecutivos agresivos, que con suerte no acaban como la Mimí de Puccini.
Así, que con resignación, volveré a saludar a esa inolvidable muestra del arte británico, conocida como las alfombras sintéticas de colorines, y que se extienden con profusión entre las tiendas “más baratas que en Marruecos”, que cubren la terminales, evitaré la ingesta de cualquier tipo de producto que se ofrezca y así, espero conseguir que mi tránsito por la pérfida Albión sea algo incruento.
El tránsito por las terminales de Heatrow, eso terminales, que acaban con cualquier ciudadano paciente, de la terminal cinco a la tres, de la tres a la cutre sala de primera, que como máximo lujo tienen abierto un Mersault de mal año, que la crisis no ha terminado y si ponemos un Batard Montrachet, estos se traen el tupper, y se lo llevan a casa. El buffet, parecía la mesa del dómine Cabra:
-Coman, coman vuesas mercedes, pero sin gula, que luego han de comer los criados.
Así que no pasa nada, me ahorro el saludo, y tranquilamente me acerco al avión con una de las first más cutres en las que me he subido, a pesar de que el Airbus 380, es realmente una pasada de aeronave.
No me voy a poner pesado, me enfrentaré a la alta cocina inglesa con mi mejor espíritu, veremos qué tal salen los caldos que ofrecen, y confiaré en llegar a Vancouver con mi mejor sonrisa, intentando convencer a mi cuerpo de que la hora que cree que es, realmente no es.
Me enfrascaré en la última de Jaime Bonet, que me han dicho que es Spectral, mientras me preparan la langosta.
Buenas noches, y buena suerte

Che gelida manina….

La pobre Lucía, que no sabe por qué la llaman Mimí, tiene las manos frías, y lo dijo en público por primera vez justo acabando el siglo XIX, y hoy las sigue teniendo frías.
A pesar de que esta vez, cuando lo dijo desde el escenario del Liceo no nos lo creímos en el patio de butacas, que la soprano del telón de acero que nos lo dijo, estaba la buena mujer con una pinta saludable que puso verdes de envidia a los más de los patriarcas de las familias de “tota la vida”, que asisten a los estrenos del Liceu.
Así, y como no me voy a poner con la crónica operística, que para eso están los que saben, yo solo diré que esta vez no me emocioné, y no se me saltó la lagrimilla de rigor de después del “ahora está tranquila”, y ¡Valor! que le sueltan a un Rodolfo mitad lloroso, mitad aliviado.
Son las cosas de la crisis, hay que quererlos, pero siempre se me queda la imagen de ese personaje inocente, casi analfabeto, que en un mundo en el que no debería estar, es arrollada física y emocionalmente.
Es por una de esas razones por las que el personaje me enternece, no puedo evitarlo, sobre todo porque es un personaje eterno, o que, por lo menos, ha llegado desde su creación hacia la mitad del siglo XIX hasta nuestros días, con la misma fuerza de siempre, y con las manos heladas.
El encuentro de mundos diferentes, siempre produce víctimas y a mí ese encuentro entre lo que se dio en llamar bohemia, que no eran más que los hijos de los ricos pasando una aventura que a veces les hacía rozar la miseria ajena, pero de la que en general salían, volviendo a sus cuarteles burgueses cumplida la experiencia. Este juego siempre me ha dolido un poco.
Claro que nunca sabré si las Lucías de las manos heladas se acercaban de forma casual a estos alegres jóvenes aprendices de poco, o de nada, o era un intento de darse la oportunidad de acceder a mundos que de entrada les negaba la vida, ya que a la postre nunca sabré cuál de los juegos es más peligroso, si el de Mimí, o el de Musetta.
Han pasado ciento setenta y cinco años desde que se escribió el libro que luego dio origen a la obra de Puccini, y honestamente pienso que las cosas no han cambiado demasiado. Los juguetes humanos que se rompen por volar como Ícaro, más allá de lo que puede aguantar la cera de sus alas, son el pan nuestro de cada día, sea en la bohemia, o en cualquier otra actividad del ser humano que pueda uno imaginar.
Y lo que quiero que no se me olvide de ninguna manera, es el hecho, de que una tras otra, las intentonas de las Mimís y las Musettas por cambiar radicalmente sus vidas, han fracasado, desde Espartaco a la Revolución Francesa, y desde ésta hasta la Revolución Bolchevique, y por supuesto desde la definitiva caída del Muro de Berlín, hasta ahora. Al final el denominador común es la muerte de Espartaco, la de Mimí, y de las ilusiones y expectativas que se fueron forjando a su abrigo. Son dos mundos inmiscibles, e indefectiblemente uno ha de servir al otro, en la forma que se decida en cada momento.
En este siglo tremendo que nos está tocando vivir, parece que los amos del universo, piensan que Mimí no tiene derecho siquiera al sombrerito y mucho menos a los guantes de piel, a no ser que realmente esté a las puertas de la muerte, y entonces se le pueden prestar para la foto de “Medicina y Caridad”.
No puedo dejar de pensar en que esa cifra de refugiados que dan hoy las instituciones internacionales, de sesenta millones de Mimís, se traducen en unos cientos de sombreritos y guantes de piel para una foto de las de antes de unas elecciones, o de un referendum, o lo que sea.
La supuesta revolución en Occidente del siglo XXI, representada por grupos, que a un lado u otro del espectro político, con el común denominador del populismo fácil no nos habrá de llevar a ningún sitio, que las legiones de Craso están bien engrasadas, y por ende, nuestros revolucionarios populistas creo que están dispuestos a traicionar cualquier causa, a cambio de un sillón confortable, pero también pienso que no les falta razón, vista la experiencia histórica. La cuestión se reduce al número de soldados engañados que engrosarán las filas, a los que se les pedirá sacrifiquen vida y hacienda en aras de la gran causa superior. Al final acabarán con las manos frías, y con la muerte en los ojos buscando un “me gusta”, en el tal Facebook.
No estamos a salvo, aquella excusa que en el siglo XIX dio lo que se llamó bohemia a los hijos de ciertas clases, que salían a ver el mundo en una suerte de Erasmus poco estructurado, conocían, como hoy a los que luego serían colegas en el club de Oxford Street, pero en su aprendizaje se llevan por delante, como siempre en su vida a cientos de Mimís, que parecen haber sido diseñadas para que esos muchachotes valoren siempre la suerte que tienen de haber salido de las cunas que les mecieron.
Es cierto que en este maldito siglo XXI, estas cosas no son tan diáfanas como hace dos siglos, o quizás si, y yo no me doy cuenta. Las tecnologías que permiten ese intercambio de comunicación, las más de las veces absolutamente inane, diluyen los efectos de la fría buhardilla en las manos de Mimí, ya que con estar conectada por uno de esos engendros que llamamos inteligentes, es más que suficiente, que los hijos de los ricos solo se conectan con los que han admitido en su círculo de amigos, y si lo han hecho, ya encontrarán el momento y la forma de romperte el corazón, no lo dudes.
Seguirá pues todo sin cambiar, aunque no creo que aparezca un nuevo Puccini, y la tuberculosis no sea el hilo conductor. Ahora a lo mejor es el Zika, un video de “tu tubo”, o vaya usted a saber qué cosa nueva se lleve a la muchacha de las manos frías al otro barrio, una vez haya sido convenientemente utilizada para mayor gloria de los miembros del club de exalumnos de Harward mientras se pasean por Europa.
Espero que la próxima vez que me siente en el teatro a disfrutar de una Bohème, se me ocurran cosas un poco más amables, pero tal y como estoy viendo el mundo, lo veo difícil.
Buenas noches, y buena suerte

El bucle emocional

Sea todo por el asesinato de la diputada laborista a manos de un hombre que gritaba eso de Britain first, que me suena a Deutchsland über alles, es más, que es la traducción literal del inicio del himno alemán con letra nazi.
Pues estamos buenos, aunque nos digan que el tal asesino de Jo Cox es un enfermo mental, no deja de ser un asesino, que en ciertos ámbitos de su “tribu”, seguro es considerado hasta una buena persona.
Poca diferencia encuentro con esos “hooligans” rusos, invento inglés por otra parte, como nos recuerda Forges en su tira de hoy, que se dedican, desde su teórica “normalidad” individual a preparar encuentros violentos en aras de la lucha por una supuesta supremacía que alguien no les reconoce.
Ninguna diferencia con esos potenciales asesinos, que hace unas fechas, en Sant Andreu, bonito barrio barcelonés, agredieron a unas chicas que intentaban montar una carpa con televisión gigante y poder seguir los partidos de la selección española.
Me gustaría que mis amigos psicólogos y psiquiatras, me iluminaran un poco acerca de los mecanismos que ocurren en las sociedades humanas y en los individuos que las conforman para llegar a estos bloqueos de la razón que transforman en violentos a grupos tan grandes de ciudadanos.
Cuando en mi vida me he enfrentado a decisiones que consideraba de cierta trascendencia, llegar a un resultado siempre ha sido complicado, ya que he tenido que analizar la mayor parte de los elementos que supuestamente quedarían afectados por el proceso.
El disponer de esos elementos para soportar la decisión, no siempre ha sido una cosa fácil, es más, ha sido tremendamente complicado para mí, y al final, ciertamente el resultado solo algunas veces ha sido el esperado, aunque las desviaciones han sido pequeñas, cuando la recolección de datos y elementos de decisión ha sido la adecuada. Nada que ver con los resultados que habría obtenido actuando de forma emocional.
Creo que cuando revisamos un poco lo que tenemos hoy a nuestro alrededor, nos damos cuenta que de alguna forma, la mayoría de la sociedad ha entrado en ese bucle emocional del que hablo en el título, y que está en principio basado en dos columnas firmemente ancladas en el suelo.
La primera es la falta de una educación adecuada a grandes capas de la sociedad, lo que inutiliza a esas personas para la búsqueda, análisis y comprensión de los elementos que pueden conducir a una decisión o a una toma de posición correcta.
La segunda es una utilización de mantras perfectamente diseñados y difundidos por los medios que se consideren en cada momento más eficaces, con el objetivo de obtener reacciones de las masas de acuerdo con los intereses que en cada momento se busquen.
Como consecuencia de todo esto, nos encontramos que en la actualidad, y frente a la poca capacidad de razonar que nos queda en nuestras sociedades del siglo veintiuno, cuando las cosas toman carices que no son los que nos permiten disfrutar de nuestras zonas de confort, tendemos a quedarnos con los estereotipos más cómodos, a lomos de los líderes más zafios, que saben cómo hacer conectar nuestra parte de tribu gregaria a sus intereses.
Decía el otro día, hablando de debates, lo fácil que era transmitir mantras a gente entrenada en los griteríos de Doña Belén Esteban y similares, y lo fácil que está siendo que un profesor universitario deje a la peña boquiabierta hablando de la “Ética de la razón pura”, cuando la boca abierta se te queda al constatar, que lo mas probable es que sus oyentes no tuviesen ni idea de que les hablaba solo de un apendice de una de las grandes obras de don Manolito.
Esto, que puede ser bien un desliz del orador, que a lo mejor hizo incluso su tesis doctoral sobre la Crítica de la razón pura, y su influencia en la inmortalidad del alma del cangrejo de río americano, puede ser también un intento de epatar a la ignorancia, o de provocar a quienes conocen la obra del tío Manolo, y como yo, tenderemos a rasgarnos las vestiduras.
Que al final es como todo en esta sociedad de la información desinformada, que cuando una campaña publicitaria, no la entiendes, o no te gusta, es que no está diseñada para el nicho del mercado en que estás ubicado.
Los desarrollos de los populismos en este siglo XXI, tienen una relación directa con la forma en que la sociedad ha sido adoctrinada desde la escuela, ya que son muy pero que muy pocos los británicos que han analizado los datos de inversión procedente del resto de Europa, o que han analizado el número de trabajadores comunitarios que hay actualmente en el Reino Unido, y van a tomar decisiones basadas en muchos casos en el titular que algún grupo de políticos les ha lanzado.
Les han hecho “supporters” de los “Reds”, y tiene garantizada la sumisión, el “you’ll never walk alone”, sea cual sea el dato que de forma neutral les ofrezcan desde otros ámbitos, para ser analizado y poder de esa forma utilizar el bucle racional, en vez del emocional.
El maniqueísmo intelectual que ha alcanzado esto que llamamos sociedad de la comunicación, es asombroso. Todo se reduce a utilizar el impulso emocional, el “me gusta”, “no me gusta”. No hay más análisis ni consideraciones, hemos reducido el espectro cromático al blanco y al negro, no hay más opciones.
Así, que los populistas, los creadores de hooligans lo tienen fácil, aplicas recetas sencillas para abordar problemas complejos, pones el titular que espera tu clientela diana…..y ya eres rey de algo, un Trump, un Iglesias, un Beppe Grillo, que en general son líderes, como Hitler, con bases intelectuales al menos discutibles, pero con la capacidad de transmitir esos mensajes sencillos que destruyen más que construyen, y que en ocasiones acaban con el diseñador, con el líder.
Y quiero incluir en todo este marasmo populista que se nos echa encima, fruto de la falta de formación humanista, de la capacidad de análisis de los hechos que puedan afectarnos, y del adoctrinamiento maniqueo del me gusta, no me gusta, la opción de los nacionalismos, y empezaré por el que más puede afectar a un “golfer, as I’m”.
Como salgan los ingleses de Europa, y me importa un carajo lo que hagan, por cierto, vamos a ver cómo reaccionan los escoceses que al final decidieron seguir siendo súbditos de su Graciosa Majestad, o los del País de Gales, por no hablar del Norte de Irlanda donde los hooligans católicos y protestantes ya saben qué es eso de romperse la crisma cuando la Orden de Orange desfila por los barrios católicos de Belfast….”You’ll never walk alone” .
Desde luego, no se me olvida el “Madrit ens roba”, o los gritos de la Liga Norte…napolitani…colerossi.
Al final, todas estas malditas intentonas de conducir a los miembros de las tribus que llamamos mundo occidental, ahora que nos están sacando de nuestro espacio de confort, por la extensión mundial de la competencia, hace que veamos nuestro futuro cada vez con más incertidumbre, nos conducirán a un partido que espero incruento, entre hooligans emocionales, y el racionalismo quedará circunscrito a ciertas elites, que posiblemente acaben ganando al final ya que serán los que les vendan las cervezas, las camisetas…..y las armas, si es necesario.
La libertad de la humanidad seguirá cautiva, y como aparece en la definición de esta bitácora, “Sapientia sola, liberta est”, lo demás es asesinar a una diputada laborista, porque te han dicho que no es de tu equipo.
Buenas noches y buena suerte

Desde el Imperio

Las noticias que nos llegan desde el Imperio deben siempre hacernos meditar, que luego nos quejamos de que no somos capaces de entender esta o aquella pifia que nos hacen en Chamberí, por nombrar un sitio cercano.
Del Imperio, nos ha llegado, que el Secretario de Estado, el señor Kerry, ha conseguido, y ya me gustaría saber cómo, que el mono corroncho venezolano,(que decía el Herrera), diga que está dispuesto a retomar las relaciones con el Imperio, al máximo nivel diplomático.
Esto no tendría nada de interesante, salvo por unos detalles que a mí me han llamado la atención.
El primero es que el Señor Kerry, le ha dicho al ex conductor de autobuses que preside el país, lo de presoak kalera, y deprisita.
Lo segundo que eso de no aceptar que se realice un referéndum para una posible destitución del señor Maduro, no se le tolera, o al menos no le parece bien al representante del Imperio. Cosas.
El tercer punto que lanza el señor Kerry, es que arregle el maldito tema de los suministros básicos a la ciudadanía, que parece, según informaciones no confirmadas por mí, no hay nada en los supermercados, ni dinero para comprar, vamos, que los ciudadanos andan pelín fastidiados.
Por último, el Señor Kerry, le recordó a Venezuela, en la persona de su canciller, la Sra. Rodríguez, que está muy feo que no se permita una mínima libertad de expresión en el país bolivariano.
Ni entro ni salgo de esta historia, que ojalá les salga bien a todos, pero dejando a un lado el cabreo que en público mostró la señora Rodríguez, la reacción ha sido la aceptación de las tesis del Imperio, y de forma inmediata abrir vías de diálogo para establecer intercambio de embajadores.
Claro que por otra parte, el hecho de que el Imperio considere que en Venezuela el cuento de que hay una democracia no se lo crean, puede suponer la salida de Venezuela de la OEA, y es lo que les faltaba, para quedar perfectamente alineados con Corea del Norte y Cuba…(que por cierto da muestras de retorno al redil.
Veremos como acaba esta batalla, que se inició hace poco con la retirada del encargado de negocios venezolano en Estados Unidos, por comentarios mucho menos agresivos que estos últimos del Señor Kerry. ¡La cantidad de cosas que nos perdemos, de esas que se cocinan con la puerta cerrada!.
La siguiente cosa que me ha llamado la atención, procedente del Imperio, es la noticia del tiroteo de una discoteca gay, llena de latinos portorriqueños en su mayoría, por un americano, bien que procedía de Afganistán. ¡Vaya mix, amigos!
No es nada fácil, para mí, entender la sociedad americana, a pesar de que uno de vez en cuando lee libros de Ford, de Chandler, de Steinbeck, y hasta de Faulkner. No lo es, a pesar de que he trabajado para ellos, (nótese que no digo “con ellos”), durante muchos años, y es que eso “del americano”, no existe.
Los portorriqueños, que acaban de declararse en bancarrota, como unos griegos cualquiera, por un quítame allá 426 millones de dólares, vuelven como en los viejos tiempos de West Side Story, a querer vivir cerca del Hudson, pero hoy ya no hay quien pague eso, y tienen que buscarse alternativas en esa América profunda donde parece que solo pueden vivir los que nos son blancos del todo, los que no son protestantes del todo, los que no son calvinistas del todo…y claro, pasa lo que pasa.
Que eso de los Estados Unidos de América, no deja de ser un invento de las clases bien formadas de la Inglaterra del XVIII, y que tuvo un fácil arranque en la ocupación de los territorios que se necesitaron en ese siglo y en el siguiente. Todos con la misma religión, todos con la misma cultura, todos con el mismo idioma (cierto que con matices en cuanto al acento, que no se puede tener todo), hasta que necesitaron mano de obra para que esas elites fundacionales pudieran cultivar el algodón y tener las calles y las casas limpias. Ahí es cuando la cosa se les fue de madre.
Traen eso que hoy se llama afroamericanos, para que cultiven los bolsillos de los blancos en sitios como Maryland, Virginia, Alabama….y los muy desagradecidos, van, se reproducen y empiezan a pedir derechos, y hasta consiguen llegar a la Casa Blanca.
Pero estos chicos, ya no son calvinistas, que sus creencias son otras, que su forma de ver la vida es otra, y el encaje es, digamos dificultoso, hasta hoy.
Ya en el siglo pasado, empiezan las llegadas “latinas”, que tampoco encajan muy bien en los club de golf, ni en los puertos deportivos de Nantucket, a no ser que vayan de caddie, o de marinero, que hay que llevar las bolsas de palos, y baldear las cubiertas. Han servido para cosas tan bonitas como el mencionado West Side Story, y para llenar de color los Grammys, que los afroamericanos les regalaron la Motown y el Jazz, y los latinos la salsa y a Julio Iglesias.
Los paquistaníes se hacen con el taxi de Nueva York, y estirando de familias y familias, se te cuelan hasta los afganos, los integristas de la religión que sea, que los hijos de los chinos que hicieron llegar al Pacífico el ferrocarril, decidieron encerrarse en sus Chinatown, y no dar la lata.
Así que la matanza terrible de la discoteca gay en Orlando no sabemos muy bien a qué se ha debido, porque la mezcla de circunstancias es tremenda.
El afgano, musulmán él, mató infieles, pero infieles con una orientación sexual muy determinada, con un origen étnico muy definido también, y con unos principios religiosos, posiblemente muy cercanos al monoteísmo cristiano. Además lo hizo, utilizando las facilidades que su nacionalidad americana le otorgaban, es decir, un buen entrenamiento en el uso de armas debido a su profesión, y una disponibilidad de ese tipo de material, que gracias a la segunda enmienda, existe en Estados Unidos.
Que nadie olvide que esa segunda enmienda, que parece sagrada para buena parte del pueblo americano, tiene su origen en la falta de recursos del estado naciente que no podía defender adecuadamente a sus ciudadanos, así que les permitía disponer de armamento supuestamente defensivo.
Las consecuencias de esa mezcla, ha sido terrible, y más terrible aún, si cabe el hecho de que nunca sabremos si fueron asesinados por su condición sexual, por su origen étnico, por sus creencias religiosas, o por un acto de guerra de alguien que en un momento determinado se sintió soldado del profeta y actuó contra el Imperio del mal. Ya nos dirán.
La última noticia que quiero comentar, es terrible también, y desde mi punto de vista la peor, ya que creo era muy evitable.
Al parecer un niño ha sido muerto por un cocodrilo en un parque temático de Disney, también en Orlando dos días después de la masacre de la discoteca.
He leído algunas versiones de diferentes medios y al parecer, el crío jugaba en el borde de la laguna cuando fue arrastrado por el cocodrilo, a pesar de los esfuerzos de sus padres y de un socorrista.
Finalmente, el niño apareció ahogado e intacto.
La existencia de estos animales en Florida, y en general en el Caribe, es absolutamente normal, que algún encuentro he tenido en las charcas de los campos de golf de la zona, al ir a recoger la pelotita que se había ido al agua, y encontrarme con un bicharro de estos tomando el sol en la orilla.
Las diferencias bastante claras, era de día y en Orlando era de noche. Soy mayorcito, y sé que significa un caimán, así que con no acercarte es suficiente, y a las mal dadas un palo de golf es un arma muy contundente.
La policía que actuó en el Resort de Disney, encontró y mató otros cinco animales cuando estaban buscando el cuerpo del pequeño, y las autoridades locales y los directivos del complejo comentaron que no son habituales los ataques a personas en el recinto. ¡Faltaría más!
Con todo esto, quiero decir, que desde mi punto de vista, sin haber corrido mucho, parece que presuntamente cierta negligencia hay por parte de quien dio los permisos para la construcción del parque en zona con este tipo de animales, donde además van niños con sus familias a relajarse y esperan cierta seguridad, y por parte de los gestores del complejo.
No parece que hubiera ningún aviso, como en las playas de Recife, de ¡no bañarse, peligro de ataque de tiburones toro!, o ¡cuidado cocodrilos, no acercarse al agua!.
El caso es que un crío ha muerto, en un complejo diseñado para ganar dinero, a la forma calvinista, y poner esas cosas a lo mejor quita clientes, o patrullar el lago para retirar a zonas sin peligro a los caimanes, cuesta una pasta.
Supongo que la justicia actuará, y espero que si ha habido negligencias las paguen los responsables institucionales con lo que más les duele y es con dinero y con restricciones futuras en cuanto a la explotación del parque para evitar este tipo de sucesos, que la familia parece que viene de Nebraska, son rubios y tienen los ojos azules.
Buenas noches, y buena suerte

No paso del asunto

Ayer, a eso de la una de la madrugada, un buen amigo hizo un comentario acerca de la decepción que le produjo cierto programa de televisión que se emitió en eso que se llama “prime time” bloqueando buena parte de las emisiones televisivas, ya que afectó al parecer a varias cadenas, y a algunas emisoras de radio.
Empezó a las diez….y la cosa suena al “parte” de tiempos ¿pasados?, y por lo visto duró la cosa hasta la una. Bueno, con su pan se lo coman.
Mi amigo, a un comentario mío de que preferí la opción Marlowe, que Chandler es más distraído que el “parte de las diez”, me dijo, sin acritud, cierto es, que la mía podía considerarse una situación pasota, y que de lo dicho durante ese espectáculo televisivo iban a depender cosas como la educación de nuestros niños, la calidad de nuestra sanidad, o el recibir un subsidio de jubilación, cuando cumpliese la cosa.
Me temo, que desgraciadamente, es una opinión muy extendida entre la ciudadanía occidental, el que los políticos locales tienen realmente influencia en lo que luego va a pasarles a los ciudadanos, y yo seriamente discrepo de esa posición. Creo que a lo único que aspiran es a un salario público durante cuatro años, y vivir cerca de una caja llena de duros.
Los seres humanos tenemos la tendencia tremenda, de responsabilizar a otros de nuestras carencias, olvidando nuestro protagonismo a la hora de diseñar y realizar nuestro plan vital, así, nuestro futuro depende en buena medida de la calidad de nuestros actos, de las decisiones que tomemos en este o aquel momento de nuestras vidas, no en el movimiento que haga el político o el partido de turno.
La política, no alcanza más que al redondeo de los céntimos, aunque se nos haga creer que su importancia es infinitamente mayor de lo que es.
Como no creo en casualidades, pienso que esos “debates” que protagonizan durante el año todas esas personas gritonas e insultonas que aparecen en las televisiones que se difunden por este nuestro país, no son más que un entrenamiento para que cuando salgan los supuestos líderes sociales no nos alarmemos demasiado, cerremos el plasma tonto, y nos pongamos a leer a Chandler o a ver “À bout de souffle” que siempre ha sido algo muy progre, y lleva aparejado ese aire pesimista que acarrea el destino ya escrito, vamos, que lo que hay, es lo que hay.
Una de las mejores cosas que tiene nuestra situación político-administrativa actual, es el tamaño del boletín oficial del Estado, que se lee en un plis, y que las subvenciones a esto a aquello y a lo otro, no hay forma de sacarlas adelante.
Y los ciudadanos tan felices, que mientras menos se inmiscuye el Estado en nuestra vida, mejor para todos. Lo he dicho muchas veces, tenemos leyes de sobra, solo falta aplicarlas, dejando a los profesionales, a cada uno en su área, sea esta cual sea, un ámbito de actuación que les permita dar lo mejor de si mismos.
Los márgenes de las opciones políticas que se presentan, son tremendamente limitados, ya que nuestro encaje en el mundo occidental tiene unos condicionamientos muy marcados, que se exageran una vez que debes someterte a la estructura de la Unión Europea.
Y nosotros, los de a pie, que hace siglos no somos ciudadanos, por mucho que nos creyésemos que la Revolución Francesa había cambiado el mundo, no tenemos ninguna posibilidad de cambiar las cosas, que las grandes verdades que la literatura nos ha legado, como la del Conde Salinas, de que debe cambiar todo para que todo siga igual no acabamos de creerlas, y así nos va.
Quiero recordar cosas como que el dinero que manejamos, no está controlado por nuestros gobernantes, que la ley financiera, las normas de circulación, las que afectan a nuestros alimentos, a los productos farmacéuticos, al diseño de aeropuertos, control de nuestro espacio aéreo, de nuestras costas, del diseño de nuestro ejército….tampoco, que sobre eso prácticamente nada se puede decidir.
Si, quizás, algo se pueda hacer con la calidad de algunos servicios desde el punto de vista del rendimiento del capital invertido, en áreas como educación o sanidad, pero poco más.
Que no podemos abrir nuestras fronteras de forma indiscriminada a la inmigración, que se nos echan los vecinos encima, que no podemos tener un pepino nuclear por si los portugueses nos chinchan demasiado con lo de Aljubarrota, que no nos dejan, como no les dejan a los catalanes poner una estelada en Montpellier por mucho que lloren.
Así que si a la hora del parte, del adoctrinamiento diario, me niego a disfrutar de la versión de Belén Esteban con barba o con coleta, no estoy pasando de nada, simplemente me estoy defendiendo, que lo que tengo que hacer el día de las elecciones ya lo sé, y para ello, simplemente he tenido que analizar un poco, la historia de los últimos diez años. Es suficiente, incluso teniendo en cuenta lo pobre de la información que manejamos, realmente no necesito conocer el color de la corbata de este o aquel, ni si se ha peinado o no. Mi opinión está formada, y no por sus palabras, sino por sus hechos, o al menos por lo que he percibido de los mismos, que seguro no me enterado del todo, pero mi nivel de percepción y entendimiento es el que es.
Las decisiones importantes, las que realmente nos afectan, se toman muy lejos de nuestras costas, me temo, que a lo mejor no, que estoy equivocado, y que la casa de Alba y Medina Sidonia tienen mucho que decir aún, pero esos no estaban en el debate.
Tampoco estaban las empresas más importantes de nuestro querido IBEX 35, comentando como nos iban a subir la luz, el gas, y el teléfono, a base de liar la factura, inventarse servicios que ni hemos pedido, ni usamos, pero que se cargan de oficio. Tampoco aparecieron nuestros banqueros, a contarnos cuál iba a ser la forma en que nos iban a fundir a comisiones, ahora que es más barato tener los duros en faltriquera que en depósitos.
Y esas son las cosas, que sin darnos cuenta afectan de verdad a nuestras vidas, pero esas no se debaten, no salen en el parte, ya están decididas.
Saldré a lo mejor dentro de un rato a dar una vuelta, pero claro, no podré tomar el metro, ni el tren, ni en Madrid ni en Barcelona, y si quiero ir a Londres o a Munich, tampoco podré coger el avión con normalidad, y eso no se debate, simplemente es un inconveniente para el ciudadano….¡se siente!, que los del debate tienen coche con chófer, y escolta con sirenas… de por vida, al parecer, ¿verdad señor Bono?.
Asi, que si llegas tarde al curro, te aguantas, y rezas para que tu señorito no se cabree y te ponga de patitas en la calle, pero eso no se debate.
Es por eso que prefiero las aventuras de Marlowe, o de Sam Spade, que arrastran ese cinismo de siglos siendo siervo de la gleba harto de ver como sus amos se quedan con la rubia angelical, que al pobre Sam Spade, le dejaron solo a la Flaca.
Buenas noches, y buena suerte

El final de una guerra

Enrique Lister se presentó a unas elecciones en representación del Partido Comunista Obrero Español, tenía unas oficinas en la calle Embajadores de Madrid. No recuerdo si fue la primera o la segunda vez que fuimos llamados a votar en la que hoy llamamos democracia.
Creo que saco entre siete y ocho votos, desde luego nada significativo, y su formación acabó en la que luego se llamó Izquierda Unida, o algo así.
Le oí hablar defendiendo su posición política una o dos veces, y me pareció estar escuchando a un T-Rex, pero fosilizado, y meditando sobre el tema me alegré de que se cerrara de alguna manera aquella época de la Guerra Civil que tanto daño nos hizo.
A mí me pareció en aquel momento, hace casi cuarenta años, que se había cerrado el siniestro libro de aquella guerra fratricida, y desde luego parece que me equivoqué, que salió el peor presidente de los que hemos tenido en España, y resucitó el muerto.
Digo esto, porque ayer cerca de donde tenía su sede el PCOE, en el corazón de Lavapiés, asistí a la representación de un trabajo teatral basado en la obra de Max Aub sobre la guerra española.
En la pieza teatral, hablaron de Lister, de pasada, pero con cierta amargura, bien porque no supo controlar el cuerpo de ejército que mandaba y que fue perdiendo en Madrid y en Aragón, saliendo luego por pies, desde Elda hacia Moscú.
En cualquier caso, Lister me importa muy poco, de hecho, lo que me anima a escribir estas líneas, es que la representación del Laberinto mágico me hizo sentir que el drama de los acontecimientos desde la proclamación de la Segunda República, hasta la huida de los líderes vencidos, de los ciudadanos que sufrieron las consecuencias, y la desaparición de las instituciones republicanas, me parecieron tan lejanas como la Armada Invencible o la caída de los tercios en Rocroi.
Las sensaciones que tuve al ver la obra, por cierto bien estructurada como espectáculo teatral, y mejor interpretada posiblemente fueran las que el autor, tanto del texto original como de la adaptación teatral, perseguían.
Recordar las imágenes de personajes que aparecen una tras otra dibujando las pasiones que en estas situaciones extremas se manifiestan, hizo que aún tomara más distancia del período histórico que se estaba narrando.
Poca diferencia había en el entusiasmo de los revolucionarios fascistas, o en el de los obreros fieles al régimen legal establecido, pero tenían una similitud tremenda con cualquier situación parecida en cualquier parte del mundo y en cualquier momento histórico.
Vender a los amigos por un pasaporte, dar la vida por un ideal, o simplemente encontrarte en medio de una historia que no era la tuya pero que te arrastra hacia cualquier sitio que no conoces, que no esperas.
El amor en las trincheras, el juez que manda fusilar por motivos que jamás consideraría fuera de una guerra.
Y al final el pueblo llano, el que paga el pato, el que defiende su barrio y su vecindario, y claro, la maleta atada con cuerdas, el exilio.
Puede ser algo como fue lo de Eritrea, o los de los hutus y los tutsis, o los que huyen del ISIS, o del dictador sirio o tantos y tantos momentos idénticos en la historia.
Ese ha sido el hecho que ha conseguido que ponga distancia con esa maldita guerra que acabó hace más de tres cuartos de siglo, y que aunque por supuesto ha influido en todos y cada uno de los españoles, no lo ha hecho más que la expulsión de los judíos o la pérdida de Cuba y Filipinas.
Es así que quiero agradecer a esa mirada del teatro, la oportunidad que me ha dado al poder reflexionar de forma diferente sobre lo que significa hoy ese drama del pasado, que manteniendo toda su crueldad, toda su dureza, manteniendo esos comportamientos nobles y mezquinos que hicieron aflorar aquellas circunstancias, es hoy ya historia.
Si por otra parte me paro a pensar que aún queda gente que lo siente como algo vivo, lo que pienso es que deberían intentar superarlo, porque todas, todas las familias de España, sin excepción, perdieron a alguien en esa maldita guerra, y no fueron unos mejores que otros, que cada uno luchó, por lo que creía le favorecería, comportamiento humano, por otra parte.
Los que me conocen, saben que no me ha gustado nunca hablar de esa guerra, que considero haber leído lo necesario, desde la visión de los historiadores ingleses, la de los escritores exiliados como Sender, y hasta las visiones de gente como Gironella.
No me han gustado las películas sobre la guerra, ni las americanas, ni las españolas con los puntos de vista de uno y otro bando, con sus consignas políticas y los rencores vivos.
Asi que lo que me queda es agradecer al CDN, y a esta iniciativa de los artistas que la han llevado a buen término, el que me hayan hecho definitivamente colocar a Miajas y a Mola, a Lister y a Queipo en el lugar que les corresponde, en esa página de la historia de España que fue lo que fue, que no hay que olvidar como no debemos olvidar ni Rocroi ni Trafalgar, ni Pavía ni Breda, pero que no deben estar en nuestras vidas más que como capítulos de la barbarie que significan las guerras, donde sean y como sean para la especie humana.
Y por último, si los españoles que huyeron con su maleta de cartón y cuerdas, acabaron en los campos de refugiados franceses, hoy son sirios e iraquíes los que acaban en Turquía o Macedonia, de forma que también por ellos doblan las campanas.
Buenas noches, y buena suerte

La campaña electoral

Esta noche empieza la pegada de carteles, casi nada. Seguramente ensuciaremos las calles, los sicarios de la desinformación nos enviarán el mensaje publicitario acordado, el C.I.S. nos dirá que si este o aquél partido sacará más o menos poltronas que en las pasadas charlotadas, que si este o aquel será más importante que el otro.
Hoy, vamos, esta noche, ya mañana, que aunque casi sea de día a las doce de la noche por aquello de hacerle la gracieta a Hitler, aquí seguimos con el horario de las gallinas durmientes, los inútiles políticos que creen que nos gobiernan, nos van a pedir el voto, claro que gastando nuestro dinero.
Hablaban de alrededor de ciento cincuenta millones de euros que vamos a dilapidar sin que se nos desatuse el tupé, mientras, tantos y tantos ciudadanos siguen esperando la Gota de Leche. Mil euros para ciento cincuenta mil necesitados…por ejemplo, que si hay que ponerse populista y buscar soluciones primarias para asuntos complejos, me pongo, aunque sea de cara a la galería.
Hoy me van a pedir el voto, y así durante las dos próximas semanas, en las que se gritarán, se insultarán, sacarán más casos de corrupción, habrá penas de telediario, para algún sinvergüenza incauto, y a lo mejor, hasta la Roja mete un gol en Saint Denis.
En mi Catalunya, están que no les llega la camisa al cuerpo, que los de JXSí, los de si puc no cup, la señora Arrimadas y ese exalcalde de Badalona que parece que viene de la cantera de La Penya, y que lo echaron porque le dieron un día un pelotazo en la closca, y tuvieron que dedicarlo a la política que para otra cosa despertaba demasiadas incertidumbres, están que no comen los turrones, que les va a pillar la confianza en plena Diada, que los veo venir. Una pena, y encima esta “nit” a pegar carteles como un progre de los setenta. Además eso de ir a votar en pleno período “entre verbenas” le da un cierto toque de incertidumbre a lo Rondel semiseco.
La verdad es que prefiero la “Nit de San Joan”, o el despelote de la Lanzada, que hacer estas cosas en pleno solsticio de verano, son ganas de que te metan un preservativo usado en la urna, que la gente está más para “brincadeiras” que para actos de sumisión.
Y como el cabreo de ayer aún me dura, a lo mejor le pido a mi candidato, que andará escondido en alguna lista, que no me pida el voto, que lo suplique, con el sentido que la R.A.E. le da al palabro, que soy el jefe de estos señores que no saben hacer su trabajo, y vienen a ver si aprueban el segundo parcial y recuperan.
El sentido de mi voto está hoy a caballo entre repetirles con un grito a estos inútiles formadores de gobierno, lo que les dije en diciembre, o simplemente que hagan lo que quieran los Alba, Medinaceli….que es lo que han hecho siempre, y seguirán haciendo.
De las dos primeras propuestas que he oído por ahí, una está como ansiosa por subir los impuestos, pero sin mención a las mejoras necesarias en cuanto a la productividad de la función pública, especialmente en lo que concierne a Sanidad, Justicia, y Policial referida a la corrupción, y la otra por bajarlos, con aquello, de que no te preocupes, que aunque el número de V.I., y de E.I., no caerá, bajando un poco la calidad de las gasas en los Hospitales, los Europeos no notarán lo del déficit.
Los estudios que se hacen con respecto al cambio climático, parece que no incluyen el efecto de “La Caló”, en el resultado electoral, y yo creo que sí influye, que entre el colegio electoral y la playa o el pantano de San Juan, hay una diferencia, por no puntualizar la poca estética que tiene un voto sudado.
Los electores, a lo mejor se acercan “calientes” a las urnas, y se van al carajo todas esas opiniones que con la materia prima del pensamiento ciudadano se cocinan en la calle Montalbán….(sede del C.I.S.). Ya lo veremos, de la misma forma que ya veremos cómo reaccionan todos estos profesionales de la política, si las cosas salen igual, que por mí estupendo, que mientras menos se nos gobierne, menos facturas de otros tengo que pagar.
Así que empieza la campaña electoral, Don Marianico a ver como va su negocio por Calpe y aledaños, que con estas cosas de la recuperación económica, quizás suba el negocio de los registradores de la zona, y eso a lo mejor le afecta al bolsillo, no sea que me lo echen de la Moncloa, y con algo hay que pagar los percebes, que últimamente están por las nubes.
Don Periquito, anda de sofás pactados, discutiendo con Doña Eduvigis la conveniencia de tal o cual parte de su programa, claro, siempre desde esa posición de absoluta superioridad que le da el convencimiento de que los ciudadanos somos absolutos imbéciles, y para eso están ellos, para iluminarnos.
Deseo que esto sea lo último que pienso decir de esta maldita campaña de propaganda electoral, que ha sido provocada por la inoperancia de los supuestos representantes de la ciudadanía, que venimos en llamar políticos.
Así que dejaré a un lado mi visión que como ciudadano tengo para salvar la patria, de la misma forma que dejaré que el equipo de “La Roja”, lo decida Don Vicentet, y me meteré con las obras completas de Raymond Chandler, que para novela negra, siempre he preferido el original. Confío que el bueno de Marlowe me ilumine, que si no caeré en brazos de Sam Spade que Hammett, tampoco es mal refugio, ya que si me pongo con los detectives españoles, seguro, que como casi todos tienen filiación política, me meten la campaña de rondón, y tampoco es eso.
Días de paciencia, pues, se nos vienen encima, y diré además con un cierto poso de amargura, quizás, para algunos de mi generación y de la siguiente, que con eso de que nos creímos que habíamos acabado con Franco, y que habíamos conseguido la democracia nosotros solitos, eso de no ir a votar, nos ha parecido casi pecado mortal, para acabar en el Infierno de “El Bosco”, por lo menos, y no nos acordamos, que el tío Paco, se murió en la cama, con más tubos que el motor de un Ferrari.
Que el siguiente jefe del Estado, lo había escogido él mismo, que Don Juan, por ejemplo, o una opción republicana no le venía al hombre por ningún lado, y que nos cambió los principios fundamentales del movimiento por una constitución, que me la aprueban dos días más tarde, y tenemos “La Concha”, en vez de “La Pepa”.
Que sus cortes, sumisas al poder, cambiaron por otras, al poder sumisas, que continúan hasta nuestros días, que los que vamos a votar no tienen más poder que los del tercio familiar, sin ir más lejos, y me representan lo mismo, o sea, nada.
Amigos, voy a ver si me pongo a la tarea de descubrir los nuevos vinos rosados españoles, y a todos estos que les den, que a mi ya me están dando.
Buenas noches, y buena suerte

Suplico a V.I.

Según el diccionario de la real Academia de la Lengua Española, suplicar es «rogar o pedir con sumisión, algo».

Me apetece seguir con un taco, pero me voy a aguantar. Y yo, que por un momento, crei que era un ciudadano libre, y resulta que para que se me reconozca un derecho, tengo que suplicárselo a un empleado mío.
¿Qué a qué viene esto?.
Pues nada. Que parece que los empleados que tenemos los contribuyentes, es decir, los funcionarios públicos, son uno detrás de otro, cosas como Excelentísimos señores, Ilustrísimos señores, o señoras, claro, que no se me cabree la peña feminista.
Empleados que han subido en el escalafón, a costa de años, o de cursos, que se me da una higa, pero al final empleados que no tienen más misión que atender a los ciudadanos, cada uno según su grado y especialidad.
Aquí, los únicos Excelentísimos señores, o Ilustrísimos señores, deberíamos ser nosotros, los ciudadanos, o al menos eso creía yo, que tengo que suplicar que se reconozca un derecho que tengo, y que sí, que se me reconoce de forma inmediata, pero he tenido que suplicarlo a un o una V.I. o a un o una Excelentísima señor-señora.
Me cabrea ser consciente de este hecho, ya que me siento tratado como el súbdito de un rey decimonónico, ante quién, en la persona de sus chambelanes debo arrodillarme, y en esa posición sumisa rogar para que se me reconozca un derecho.
Es esa, al parecer la administración del conde de Romanones, la que aún se encarga de canalizar nuestras relaciones con el “Dictado”, y que conste que no es un error del corrector, no hablo del dictador, hablo del dictado que aún, y por muchos años, me temo va a seguir dirigiendo nuestras vidas…..Suplico a Vuestra Ilustrísima, a Vuestra Excelencia, no, no me apetece, como fórmula de cortesía o buena educación, un por favor es mucho más que suficiente, así que mi cabreo por la fórmula decimonónica toma hoy aires de frustración, ya que el estado de derecho, en el que creo que estoy viviendo, no ha abandonado sus fórmulas y sus retóricas, diseñadas para mayor gloria de cortesanos y paniaguados.
Y es lo que me temo, que nos hemos creído que estamos en un estado de derecho, y seguimos en una fórmula de monarquía absolutista, pero sin rey absolutista, que a ese ya le han quitado el poder….¿o no lo tuvo nunca?.
Yo honestamente creo, y hoy se me ha vuelto a caer el sombrajo, que el poder en esta tierra siempre ha estado en los Alba, Romanones, Medinacelis, Lermas, y otras hierbas, que eso, me temo que lleva siglos sin cambiar, y claro, la plebe tiene que suplicar.
¿De qué vamos los supuestos ciudadanos democráticos de este país, que aún suplicamos a los empleados que pagamos con nuestros impuestos?. No nos hemos querido dar cuenta, no estamos, parece, para tomar conciencia de lo que firmamos, y aceptamos con el testuz hacia abajo el que la democracia, el gobierno de los más, obligue a los ciudadanos a suplicar, para que se les reconozcan sus derechos.
Una vez asumido el hecho de que sigo siendo un súbdito, pocas cosas me quedan por hacer, que los partidos que creo que nos gobiernan son aún más súbditos que yo, aunque llamen señorías a alguno de sus miembros. Señores, como mucho, y señoras, claro, pero no todas, que demasiadas veces se comportan como rufianes.
Así, que me tendré que enfrentar con las próximas elecciones como el súbdito que soy, ya que me temo que van a cambiar poco las cosas sea quien sea, si alguno, gana las elecciones.
Que donde gobiernan los partidos alternativos, no ha pasado nada, y donde los de siempre, pues como siempre, así que dado que soy súbdito de los que tienen que suplicar, creo que dejaré que los Romanones y los Alba hagan lo que les dé la gana, como en los últimos cinco siglos, pero esta vez sin que me mareen, con eso del poder en manos de los ciudadanos.
O mejor, que directamente hagan un bando y nos digan que tenemos que hacer, que debemos votar para que esta farsa en la que vivimos todos, al menos no nos quite el tiempo, que el dinero y las direcciones de nuestras vidas ya nos la han quitado hace generaciones.
Pero al final es lo que hay, como súbditos que somos, veremos la seis o la uno, nos dejaremos embaucar por el de la coleta, el de las barbas, el heredero de Zapatero, o ese que salió de ESADE, entre los que no aprobaban ni a tiros.
Buscavidas al servicio de los Grandes de España, que si los Medina Sidonia lo necesitan, sea, que no soy yo nadie, y si en Liria viene bien esto o aquello, sea también, que yo tengo que suplicar, a V.I, a V.E.
Y desgraciadamente, no creo que podamos revertir esta situación, son demasiados siglos, y las cosas están demasiado bien atadas.
Alguien podría decirme, que es una forma de dejar sentado el principio de autoridad que lleva implícito el cargo, y así se le mira con más respeto.
Ya siento que sea ese uno de los argumentos que te encuentras más a menudo, como si el apelativo de ciudadano no fuera suficiente, pero no, parece que no lo es, y a fuer de como se nos considera lo más probable es que lleven razón, toda la razón.
Posiblemente, para que nos olvidemos un poco de todas estas mandangas, empezamos la temporada de “circensis”, (la del pan por el momento no se la espera demasiado), futbol de selecciones, Juegos Olímpicos, con Dengue, Zika, Chicungunia, el santo agosto, todos viendo las luchas de gladiadores, mientras en la calle la gente mira el bolsillo el diez de cada mes, a ver como acaba la cosa.
Y el Señor Macri, intentando repartir entre sus nuevos descamisados, parte de la recaudación del IVA argentino, trescientos pesitos al mes….que cuando se da dinero a los pobres, es que no vale nada.
Dejemos pues que las migajas de los Grandes de España, y similares se descuelguen hasta nuestros platos, sigamos suplicando a las V.E. y V.I., de turno nuestros derechos ciudadanos, y alegrémonos de que aunque nos obliguen a suplicar por nuestros derechos, alguna vez, si no molestamos demasiado se nos concedan.
Buenas noches, y buena suerte

Hacia la sociedad del ocio, o la Roma de los césares

Me ha llamado mucho la atención el hecho de que este domingo hubiese un referéndum en Suiza, de esos que la iniciativa privada tiene potestad para promover.
No debería sorprenderme, los suizos son casi tan asamblearios como les gustaría a los de si puc no cup, lástima que en otro nivel, y hacen referénda casi para saber si se debe usar mosca o cucharilla para sacar peces del lago Leman.
Pero esta vez era para otra cosa, era cosa de dineritos, especialidad tan suiza como los chocolates, por cierto.
Estos pollos, que atan los perros con longanizas, parece que tienen como salario medio, algo así como cinco mil quinientos euros o francos suizos, que no me he enterado muy bien, y eso un mes tras otro.
No sé si ahí entran las rentas de don Blatter o de don Alonsito, que lo mismo sí, y eso sube la media desde luego, pero para nosotros los hispanos, es una pasta gansa, desde luego.
Pero volvamos a la historia del referéndum, la propuesta es de pagar a todos los suizos, sean oriundos, o no, siempre que lleven cinco años viviendo en el país y tengan más de dieciocho años una renta de dos mil doscientos cincuenta cacharrines, y quinientos sesenta y cinco euros para los menores de esa edad.
La cosa que no ha sido apoyada por ningún partido político, ha tenido una participación de cerca del 48% del censo, y un 22% de votos a favor, que para mi modesto entender no solo es mucho, sino que indica un montón de cosas a favor de los tiempos, y por supuesto de la buena vida que los estados del bienestar dan a sus ciudadanos, y de los beneficios que el sistema occidental puede obtener con el tal asunto.
La cosa, a mi entender, significa, que los suizos piensan que es un tema para seguir debatiendo, y no les amargo el gusto, porque de alguna forma desde por lo menos la Ciencia-Ficción de Asimov, nos estamos planteando qué será de nosotros, cuando las máquinas hagan todo el trabajo que hacemos hoy los humanos. ¿Viviremos rascándonos las bolillas?, ¿Realmente el incremento de la productividad permitirá que todo nos sea dado?.
Hemos entrado en la cuarta revolución industrial, que va a una velocidad vertiginosa, y la primera consecuencia es la reducción del tiempo-hombre necesario para producir todo lo que necesita la sociedad de consumo para funcionar, así que tenemos excedentes de tiempo-hombre, que hoy se compra con un dinerito que luego vuelve al circuito para que funcione la rueda.
Hay varias consideraciones que han hecho grupos de economistas, concretamente en el caso español, y parece ser que el hecho de “dar” una renta básica a todos los españoles que no lleguen a los mínimos vitales, es mucho más barato para el tesoro público que establecer leyes por las que se obtengan ese tipo de subvenciones, con la consecuente burocracia necesaria para mantener el correspondiente funcionamiento.
Y que nadie se equivoque, que esto no es una propuesta de los antisistemas, viene de los más favorecidos de la sociedad, ya que eliminas el riesgo de que las bases se te revolucionen dándoles el “panem” romano, que junto con un poco de circo futbolero, transformas a toda la sociedad que no tiene ninguna posibilidad de unirse al éxito de la nueva revolución industrial, en clientes básicos, y totalmente acríticos.
Solo aquellos, que obteniendo como ciudadano esa renta básica que te dará para un habitáculo, comida, distracción con la tele, o con fiestas populares…”el circensis”, quieran más, por ser de las elites educadas y creativas, tendrán acceso a las villas romanas.
Hace unas semanas, el Señor Draghi, comentó la posibilidad de repartir dinero a toda la población europea, y no era una tontería. El dinero hoy no tiene una contrapartida en metales preciosos, su valor solo depende de la confianza que se deposite en su emisor, y si no te crees al venezolano o al ruso, o al que tú quieras, nadie acepta el valor que haya querido darle su emisor, y necesitas un carromato para comprarte un Cartier.
¿Sabemos alguno de nosotros cuánto dinero hay en circulación en Euros?. Seguro que las autoridades monetarias lo conocen, pero ninguno de nosotros es consciente del efecto, si alguno, que pueda tener el incremento de esa masa. Posiblemente mientras más se le dé a la máquina de hacer billetes, menos vale la divisa….pero ¿con referencia a qué?.
¿Al de otras divisas que sean más o menos activas en esas acciones, o en lo que se pueda confiar cuando alguien analiza las posibilidades y la credibilidad de los estados?. ¿Al oro, al petróleo, al valor del metro cuadrado en Park Avenue?.
Yo reconozco mi ignorancia en este tema, pero me parece que si de alguna manera se está regalando el dinero, y se está haciendo en todos los países de cultura económica occidentalizada, las fluctuaciones de los cambios entre unas y otras se deben a los movimientos especulativos que permiten la obtención de beneficios medidos también con esos parámetros.
Por el momento el dinero se está regalando a inútiles que aún creen que el movimiento de capitales es beneficioso, y se equivocan, el dinero ya no vale, o vale cada vez menos, aunque la inflación aparentemente esté controlada.
Me refiero obviamente a los bancos y a los gobiernos de los países occidentales, pero no les está funcionando, que los bancos cada día valen menos, y los países deben ya tanto que no les importa seguir esa senda.
La gente que va perdiendo su trabajo de una u otra forma cada vez mueve menos la máquina del consumo, así que habrá que facilitar el movimiento de ese engranaje, ya que el dinero en manos de esas instituciones no está funcionando.
Parece que las cosas están bastante adelantadas en un proyecto de este tipo en Finlandia, que como es un país pequeño, si sale mal tiene cómodo arreglo, pero los tiros van por ahí.
Veremos como acaba esto, porque por otra parte queda aún en nuestra sociedad demasiado trabajo sin remunerar, como el que realizan tantos y tantos familiares de enfermos crónicos, o tantas y tantas mujeres aún que dedican todo su trabajo y su esfuerzo, en sacar adelante casa, hijos y lo que caiga. ¿Debe la sociedad compensar todo ese esfuerzo?. Sé que es solo una parte pequeña pero, debe valer de ejemplo.
No sé si la cuarta revolución industrial solucionará nuestros suministros básicos, y básicos necesita ser definido obviamente, pero puede que sí, y que de la misma forma que las anteriores revoluciones hicieron trabajar a más gente menos tiempo para cubrir las necesidades de la economía y de la población, quizás estemos en puertas de un fenómeno parecido, sin olvidar que para que esto no se pare, necesitamos dinero para gastar.
Buenas noches, y buena suerte,

La feria del libro

Hoy tocaba ese medio rito anual de ir a ver esa cosa de la feria del libro.
Y seguro que personas con más cabeza que yo, (tampoco hay que correr mucho) estarán aún dándole vueltas al coco, de por qué se me ocurre ir hoy a la tal algarabía, domingo por la mañana, con “la caló”, y con el todo Madrid metido en el Paseo de coches del Retiro.
Pues nada, que las cosas o se ven cuando el puchero está lleno, o no te enteras de que va la fiesta.
Unas cuatrocientas casetas, incluyendo algunas de estamentos oficiales, y hasta de la Universidad de Barcelona, en donde por cierto no llegué a ver en la estantería ningún libro en catalán. Cosas que pasan, seguro que no miré bien, claro que los de la Blanquerna tampoco estaban, que para esas cosas de las relaciones exteriores los del Puigdemont no reciben ni una perra del Junqueras, si el gasto es para Madrit (ens roba). ¡Vaya!
Pero claro, es que este año hemos decidido, y no me parece mal, que se dedicase el evento al país vecino, a la France, y nadie crea que ha sido por pasar por encima de Catalunya, que seguro que no, que el Valls es del Barça y algo queda, digo yo.
Estaba el todo Madrid, no cabía un alma, lo que seguro dice mucho de la calidad cultural de este pueblo al que tanto quiero y tanto debo. Los perritos sorteando los pies de los paseantes, los carritos de los bebés destrozando los tobillos de los viandantes, todo muy verbenero, sin sentada en La Pradera, y sin tortilla de patatas ni barquillos pero con más pisotones de los que te llevas con un chotis mal bailao.
Me pareció, por un momento, y seguro que fue una falsa apreciación mía, que la gente iba más al famoseo que a libros, ¡qué colas para que la Espe firmara un libro!, y los móviles haciendo fotos como locos. ¡La Cultura en mayúsculas!.
Iba la gente, bueno no, se agolpaba para oler el supuesto glamour de los que salen en la tele, ¡qué colas! ¡qué maravilla!, todos queriendo una foto de Nieves Herrero, que estaba, tan guapa ella, como una reinona, firmando a dos euros el golpe de muñeca libros….para María que ha entendido el mensaje de mi libro, para José que con tanto cariño sigue mis anuncios de viajes.
Me encantó ver la caseta dedicada a los libros de alabanza a nuestro anterior, anterior Jefe del Estado, el tío Paco, que no sé si se estudia ya en los restos de ESO, LOGDSE, EGB, y para apoyar, alguna portada con aquel novio que se echó la muerte con el bueno de Millán Astray.
Y las casetas del mundo islámico, que casi la ponen al lado del grupo feminista, todo muy bonito.
Quería comprarle un libro a mi nieta de cinco años, y había pensado en Schopenhauer, para que fuera haciéndose una idea de lo que se pensaba de la mujer, que de lo poco que ha cambiado aunque no se diga en esta sociedad nuestra ya se enterará, pero el vendedor me lo desaconsejó. Una lástima, porque tampoco lo tenían con “santos” y poca letra. Les preguntaré a las feministas como piensan encarrilar a las nuevas generaciones, que en la caseta que tenían no había ningún libro de inicio al feminismo. Luego se quejan de que las militantes les llegan talluditas.
Y luego lo que yo interpreté como sentimiento de culpa de los hijos de la LOGDSE, que me habían bloqueado las casetas de libros de niños.
A lo mejor no, que como el Samsung estaba también en la feria, estos creían que eran tabletitas a 10 euros, aunque no usaran pilas. Pero ¿y si quieren que se acostumbren a la lectura?. Ardua tarea tienen delante, que entre que cierran librerías, que la realidad virtual está aquí, y que todo interactúa, no sé qué espacio le van a dejar a la imaginación de los críos.
Yo por si las moscas, le he conseguido a mi nieto una Isla del tesoro, para que cierre los ojos, si llega a leerlo, y se imagine a John Long, y el camino hasta el cofre.
No creo que la sangre llegue al río, dentro de unos días en un suelto de prensa nos dirán cuánto han subido las ventas, y cuántos cristianos han pasado por las casetas. Seguro que muchos, muchísimos más que el año pasado, que vienen elecciones, y España va bien señores.
Así que rito cumplido, que las cosas siguen como siempre, que hasta que no pase el tal Neptuno por el tránsito de la Tierra, esto no cambia, que me lo ha dicho mi astrólogo de cabecera.
Los libros, los comics, los poetas, el que sin caseta vendía su tira, el que protestaba por que la vida le parecía una mierda, la feria, al final la feria.
Las escritoras de novelas rosas, el Manuel Vicens, hasta Aute andaba por allí, Julia Navarro con su historia canalla, y Matilde Asensi, que está a ver si nos aprendemos el Catón.
Esta vez no coincidí con los mistéricos ni con los conspiranoicos, bueno, el Abellán andaba por ahí, pero a mí no me gusta demasiado su forma de explicar sus cosas. Cuestión de gustos.
Creo que me perdí un bonito paseo por el Retiro, aunque tampoco estuvo mal ver el ambientillo de esta feria de un mundo que no se va a terminar a pesar de la realidad virtual, de las tabletas, de los video juegos y de los intentos de unos y otros para que cada vez menos nos acerquemos a la cultura, a la información, y finalmente a la creación de opiniones propias, como he mantenido hasta el aburrimiento.
Pero aún queda gente, que sueña con decir algo, e incluso los hay que intentan transmitir sus creencias, sus inquietudes, y hasta su estética alejados del márketing de la manipulación mental, y espero que esta forma de transmitir ideas se mantenga de forma que nos quede algo oculto al ojo del gran hermano. La cosa será que consigan alguien que los lea.
Así, que el año que viene volveré a pasear por las casetas, volverán a pisarme, a destrozarme los tobillos con los cochecitos de los bebés, y procuraré no pisar a ningún perrillo de los que llevan sus amos a tan desastroso sitio para ellos, pero el olor de los libros me sigue atrayendo.
Buenas noches, y buena suerte

Geopolítica

Cuando te pones enfrente de eso que hoy se llama geopolítica, término, por cierto, que sin serlo, me suena a neologismo, te das cuenta de que aunque parezca que las cosas tienen movimientos inéditos, no se mueven demasiado.

Las revistas que se dedican a estas cosas, son aún capaces de llevar a portada el acuerdo Sykes-Picot, una de las barbaridades del siglo veinte, pero nada nuevo tampoco, que el reparto del Oriente Medio, como poco, se remonta a los romanos, si no nos empeñamos en sacar a colación las guerras de los hititas y Ramsés, al borrico de Josué masacrando palestinos, o incluso al bueno de Nabucodonosor dando argumentos a Verdi a costa de los vecinos de la zona.

Y Craso fue barrido por los Partos, e Israel por Tito, y a los que quedaron se les sentó en la espalda el Imperio Otomano, con los árabes mirando de soslayo, luego las promesa europeas, el bueno de T.H. Lawrence convenciendo a los jeques de que Europa era una señora, mientras los otomanos le sodomizaban. Otro cruzado, un nuevo Ricardo Corazón de León, otro inútil idealista.

Los intentos han seguido sin triunfar a través de los milenios. Son pequeñas tribus las que viven, y tienen su cultura asentada sobre esas bases, su religión, y su miedo a la tribu de al lado, que antes muertos que mezclados.

La Ruta de la Seda sigue agitada, que ahora es la clave, o al menos una de ellas para el tráfico entre Cipango y Venecia. Los chinos intentando que los uigures de Kasghar se les conviertan al confucianismo, pero no, ellos dale que dale con sus mercados de animales, con su medias caravanas, con sus montañas del Pamir, y en cuanto te descuidas te celebran oración en la plaza pública mirando a La Meca, claro, bajo la mirada incrédula de los guardias chinos.

Que eso de que los pequineses lleguen al Baluchistan, no les parece muy bien la los paquistaníes, a pesar de los tratados del corredor chino paquistaní, el acceso al puerto de Gwadar no lo tienen asegurado las sedas chinas.

Pocas cosas más tremendas que ver las filas de camiones en las fronteras entre China y su frontera de occidente. Miles de ellos esperando semanas a que les toque el trámite para llevar al otro lado sus productos, y uno no sabe en qué lado la venganza de la burocracia es más acerada.

Pero los baluchistanos, sentados en sus reservas de petróleo, oro, y no sé cuántas cosas más siguen con sus vidas milenarias, sin asomarse al siglo veintiuno, y no se les ve con muchas ganas, si dejamos aparte una pequeña elite que entrevén posibilidades de subirse al chorro del dinero.

Si cruzamos el Atlántico, y nos paramos un poco a ver esta historia de las vísperas venezolanas, suena a que se nos está apareciendo un nuevo libertador, claro que esta vez sin la formación humanística y técnica de Don Simón, y con objetivos muy diferentes aparentemente pero idénticos en el fondo, que no son otros que una revolución interna promulgada por fuerzas a las que las leyes de una metrópoli, no les venían bien, y sea el origen bien de las clases dirigentes o del pueblo, no importa, paga el pueblo.

Como paga el pueblo los desmanes de esa familia gallega y con retranca que jinetea desde Pinar del Río a Baracoa, que llevan la desconfianza del hórreo al mar del Caribe. Y guerra al inglés aunque se llame americano hoy, que aquí nos inventamos en un plis otra María Pita, y a otra cosa.
Pero en Trinidad, las mujeres bordan a punto de cruz, y en Viñales los hombres se sientan a la sombra a fumar un veguero, beber un roncito, y echar una partida de dominó.

Pero eso no es más que lo de siempre, la vieja América Ibérica, acarrea los hábitos tribales que llegaron de esta zona del sur de Europa, que parece tienen las mismas reacciones culturales que por estos pagos, los mismos cainismos, las mismas tendencias al clientelismo corrupto que nos legaron los romanos, que la familia es lo que importa.

Desde luego se llenan páginas y páginas de sesudos artículos, horas de informativos, que día a día nos cuentan la misma historia, el mismo cuento, que nada ha cambiado en siglos en ningún sitio….salvo excepciones genocidas, que también las ha habido.

El general De Gaulle decía que eso de tener a Inglaterra, (matizaba, con razón Inglaterra, no Reino Unido ni otras zarandajas), como socio en Europa no ocurriría mientras el viviese, que era tener al Caballo de Troya de los americanos en casa. ¡Vaya con el General!.

Pues de alguna forma, no le faltaba razón, salvo que América no existe, es la propia Inglaterra, que esta vez, cuando se empezaron a plantear que había un Continente en el que se podría medrar, fueron elites muy cultas de la vieja Inglaterra a crear un sosias al otro lado del Atlántico.

El espacio que siempre creyeron no tenían en su vieja isla, lo vieron al otro lado del mar, y allí está su nuevo Hampshire, su Cambridge universitario, su renovada York. Otra Inglaterra al otro lado del mar, que manteniendo la cultura originaria, supieron introducir algunos cambios en la concepción de la sociedad que les ha llevado a ser el Nuevo Imperio….y que nadie se engañe, es inglés, pero sin esa vieja estructura de nobles rurales heredera de las guerras de los York y los Lancaster.

Hoy andan en sus disputas, que son muy parecidas a las que nos están cayendo a este lado del Atlántico, que si Doña Clinton y don Trump están pesados, cada uno en su grado y condición, en este lado Don Cameron y Don Boris Johnson, lo mismo, que si por allí sientan mal los emigrantes, por las islas también, y que si unos quieren epatar con ver quién es más populista, aquí están a ver quién mea más lejos, que no deja de ser lo mismo.

Antes teníamos Pontífices, pero como ahora lo que se hacen son túneles, quizás tengamos Tunelífices, como ese que atraviesa el corazón de los Alpes, para que la padania llegue antes a los bancos de Zurich, que nunca se sabe, que a doscientos cincuenta por hora, los maletines tardan menos. Estarán los milaneses de enhorabuena, y los del UBS también, digo yo, aunque tienen el riesgo de que se cuelen por el túnel las indeseables, para unos y otros, ideas y costumbres. Ya veremos, pero si para algo ha servido, antes de que empiecen a circular los Siemens y los Alsthom, ha sido para escuchar el discursito de Don Hollande, que les ha recordado a los ingleses que se está muy calentito en Europa, aunque por debajo del Canal, se les cuele alguna que otra rata, de las de cuatro y de dos patas, que también las hay. Túneles que unen.

Pero los ingleses no son europeos, y si no, que se lo pregunten a las legiones romanas, que hasta tuvieron que hacer un muro copiando a juego de tronos, que los del “Norte helado” eran muy levantiscos.
Ya veremos qué pasa, y qué pasa si se salen con ese medio millón de ingleses a los que les estamos pagando médico en España, porque para eso sí dicen ser europeos.

Dejaremos que decidan con que disfraz irán al próximo carnaval de Venecia estos británicos, a mí realmente, se me da una higa, esto tiene más de espectáculo folcklórico, tipo tomatina, que de algo de trascendencia real, que las cosas están muy bien atadas, creo yo.
Buenas noches, y buena suerte

L’ou com balla

Hay veces que descubres que los caminos del Señor son no solo inevitables, sino inescrutables, así que el otro día me vi en vuelto por esa sensación de lo predestinado.
Andaba yo por mi Barcelona, y como siempre me he considerado menos que nadie, jamás se me ocurriría eso de ir a comprar el pan y el periódico con tal de empezar un artículo, así que yo, en mi modestia, pongo la radio, y las más de las veces, esa que pago con mis impuestos.
Y me sale un alguien que suelta, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, afirmando de la forma más rotunda, que lo que más le gusta es no hacer nada, y disponer de todo el tiempo para hacerlo.
Como “boutade” no está mal, pero cuando te viene de nuevo la frase al cacumen y te pilla en el patio del Archivo de la Corona de Aragón, y frente a ti se alza sobre el chorro de la fuentecilla del rincón, un huevo en baile eterno, sin hacer nada, y con todo el tiempo para hacerlo, “L’ou com balla”, te pones en eso de lo inescrutrable.
Porque ciertamente, “l’ou”, no hace nada, y tiene todo el tiempo para hacerlo, y mira hacia abajo, a su cohorte de admiradores que le sacan fotos con el móvil.
No voy a entrar en los simbolismos que hay tras el huevo de Pascua, que desde que google y la wilkipedia están al alcance de nuestro ratón, ahí lo encontráis todo. Pero ese “ou” seguirá allí, solo hasta que cierren el chorro y se convierta en verdadera materia prima para una buena tortilla.
Y la reflexión me vino al considerar cuantos “ous” tenemos en nuestra España, bailando encima de un chorro, que no controlan y que un día cuando no se lo esperen, que el Corpus habrá terminado, vendrá un empleado del Archivo de la Corona, y cerrará el grifo.
Se me ocurrió contar los “ous” caídos esa misma noche bajando por el Paseo de Gracia, que ya era domingo y hasta el Portal del Angel, me salieron quince, la mayoría de menos de cuarenta años, encogidos detrás de harapos, con cartel contando historias de que querían volver a casa, o que era para un bocadillo, o que ¡yo que sé!.
Demasiada gente me pareció a mí, que pensaron que lo mejor era no tener nada que hacer, y todo el tiempo del mundo para hacerlo. Mientras el chorro de agua les hizo bailar, supongo yo, pensaron que ese equilibrio podría ser eterno, pero no, el domingo por la noche, un empleado, cuando se ha ido el último turista, cierra el grifo, y el huevo trastoca en tortilla, o en juguete roto.
Me temo que en esta sociedad en la que vivimos hay demasiados huevos bailando, no se mueven del vértice del chorro que aparentemente les mantiene en un movimiento falso, y además precario, ya que es el capricho o el protocolo de una mano poderosa quien en un momento hará que se rompa ese movimiento.
Pienso también, demasiadas veces, que nuestra sociedad es también, en si misma, como uno de esos huevos, que van saltando una y otra vez, siempre con ese horizonte inalcanzable y con una sensación de movimiento constante que no es tal, pero no lo sabe.
Y así estamos, sin nada que hacer, subidos en un movimiento generado por algo extraño a nosotros, y nuestra fragilidad moviéndose en una carrera sin sentido para no salir del sitio en el que estamos hasta que no haya turistas con la máquina de fotos y se corte el chorro.
Cuántos de nosotros hemos pasado al final nuestra vida a lomos de ese chorro, sin hacer nada, y con todo el tiempo del mundo para hacerlo. Subidos en una profesión que te da de comer, pero que la mayoría de las veces no es más que el chorro que te mueve y te mueve hasta que se cierra el grifo.
Una profesión que en millones de seres humanos es algo externo a ellos, que han aparecido ahí arriba, bailando descontrolados en un patio gótico de una casa judía del Raval barcelonés, sin saber qué hacen allá arriba, o peor aún sin darse cuenta de que están ahí, que creen que están corriendo y haciendo cosas importantes, que la gente te hace fotos.
Estos días mi querida Ciudad Condal estaba sufriendo algaradas callejeras por un quítame allá ese local. Se cabrearon los anti-desahucios que les desahuciaron de un banco okupado, se cabrearon los ex legionarios, que les quitaron el Casal, se cabrearon los legisladores porque las leyes que ellos gestaban no eran legales. Y el espectáculo era patético, estaban todos saltando encima del chorro de la fuente, sin avanzar, solo arriba y abajo en su perpendicularidad, haciendo ruido para que les oyeran, para que siguieran los turistas haciendo fotos, y el empleado de la mano inexorable, no cortase el chorro.
Ya hace algunos días hablaba del inmovilismo al que está sometido el mundo, y es como si estuviésemos en ese ojo de huracán en el que hasta la mar se pone como en un plato, preparándose para saltar. Espero que sea solamente una pobre impresión mía y mi falta de visión hace que vea a nuestro mundo alejado hasta de su traslación, que parece nos han subido al chorro del “ou”, quedándonos en esta rotación errática.
Seguiré escuchando las variaciones Goldberg en esa versión para clave de Trevor Pinnock, vieja como yo, y serena como yo quisiera ser, aunque debo reconocer que cuando a mí me cerraron el grifo de la fuente en la que cabalgaba, alguien, seguro que uno de esos equipos de limpieza de patios góticos de casas judías del Raval barcelonés, me depositó en un suelo inclinado, y ahí estoy rodando, rodando, hasta la próxima etapa, que tampoco podré controlar, porque soy un huevo. Al menos no manché ese patio.
Debo, sin embargo reconocer, que una de las cosas que más admiro en los seres humanos, es cuando muestran un desarrollo personal fuera del chorro de esa fuente engañosa, y ese desarrollo es fruto de un deseo y una necesidad interior que te fuerza a ser algo diferente al “ou com balla”.
Y acabaré este aparentemente pesimista escrito, con la fantástica impresión que me ha dejado esa primatóloga, la Señora Goodall que da la receta en una reciente entrevista de como conseguir un sueño, una receta por otra parte bien conocida por todos, pero muy poco puesta en práctica.
Saber a donde se quiere ir, luchar siempre, y no cejar en la lucha nunca. Si haces eso, dejarás de bailar encima del chorro, y caminarás.
¡Pero qué difícil es hacerlo, cuando ves a los turistas desde ese falso pedestal haciéndote fotos!.
Buenas noches, y buena suerte

¡Auuuuuu!

Autómatas, autónomos, ese es el futuro, y no se sabe qué es mejor, si sufrir los golpes y dardos de la insultante fortuna, o por el contrario, tomar las armas contra un piélago de adversidades y haciéndoles frente terminar con ellas.
¡Auuuuuu!, el grito de aquel catalán universal, que con su narizota roja, una silla y una guitarra, hacía magia. Charlie Rivel, el genio de la Costa Dorada, también hoy habría empezado su espectáculo con el mismo aullido. ¡Auuuuu!.
Como decía un tertuliano esta mañana, muy serio él, y con todas la razones de este mundo, el magro futuro que ya está aquí, va a transformar en muy poquito tiempo, eso que llamamos clase media productiva en autómatas, y el resto de los mortales serán autónomos.
La noticia que saltaba a los periódicos, digitales ellos, claro, esta mañana, es que la empresa china Hon Hai precisión industry, Co.Ltd., fabricante de componentes para Apple y para Samsung, entre otras, parece que ha decidido sustituir a sesenta mil de sus empleados por autómatas, casi la mitad de su plantilla.
Dice el “Señorito” máximo de la compañía, que no hay que preocuparse, (el no, desde luego), que lo que se pretende es eliminar las labores automatizables y así dedicar al ser humano a labores creativas. ¡Bueno!, si él lo dice será así, que otras compañías ya lo han hecho, como las de automóviles, y la cosa ha acabado en trampas aquí, allá, y acullá, que nadie dice la verdad en eso de las emisiones, o los Bancos, que ahora con el tiempo de creatividad, se dedican a la ingeniería financiera, y la lían parda. Pregunten, en caso de que no me crean, como se siente un accionista del Popular, o de Abengoa, después de las últimas “creaciones”.
Ciertamente, las grandes corporaciones que quizás gobiernan el mundo, tienden a una máxima que es tan vieja como la existencia del Pueblo Elegido, y que dice más o menos aquello de:
Comprarás, venderás, pero jamás, jamás fabricaras, y eso es lo que hace el de la manzana mordida, que si deja de vender sus cacharrines, seguro que se monta un negocio financiero, o lidera la venta de participaciones en la extracción de minerales en Marte, por ejemplo.
El problema se lo deja al chino de la fábrica enorme, que se tiene que comer inversión, empleados, maquinaria, y como se descuide autómatas.
Ahora bien, que esos sesenta mil chinos que van a ser sustituidos por eficientísimos autómatas, van a dejar de hacer una cosa que está en la base económica de nuestra sociedad, y es ¡consumir!
Es el precio que esos líderes reunidos en Japón van a tener que pagar como se descuiden, y es que la competencia llevada hasta sus últimas consecuencias, va a cargarse la gallina de los huevos de oro, que van a fabricar el cachivache más pelotudo que pueda uno imaginar, peeero, los autómatas no usan esos cachivaches, y quien quiera comprarlos deberá pertenecer a esa parte de la población, cada vez más pequeña, que tiene trabajo. Reducción de base de mercado, se llama esa figura.
Así, que si no eres autómata, tendrás que ser autónomo, deberás tener tu propio camino, que ya las nuevas empresas, o las que se regeneran desde sus cenizas, no quieren personas en sus barcos, ellos compran servicios a plataformas digitales, y poco más. Cada vez es más frecuente lo de:
-Deje por favor su curriculum a la Empresa de Trabajo Temporal que es quien nos suministra el servicio de mano de obra. Gracias.
Shinto Abe, parece que está avisando. Esto no se ha acabado, quizás nos enfrentemos a otra crisis más profunda que la destapada por Goldman Sachs, y no le quito la razón, salvo que estamos hablando de la misma crisis, que solo es capaz de consumir, quien se siente seguro en sus posibilidades de generar riqueza personal de forma consistente, y en China hay sesenta mil menos que verán las cosas claras. En nuestro país parece que las expectativas son que el empleo temporal crezca tres veces más que el empleo fijo, con lo que la tendencia está clara.
Se compra un servicio que se llama trabajo, a través de plataformas digitales para cubrir necesidades de servicios diversos en aquellas organizaciones que lo necesiten. A partir de aquí cada uno se posicionará como crea conveniente, y el autónomo, no autómata, deberá buscar o crear plataformas, clientes, servicios, necesidades….dinero.
En esta reestructuración del mundo económico, lo que intuyo, es que los conceptos malthusianos cobran una inesperada vigencia, aunque no basados en los principios de producción de alimentos o recursos básicos que él propugnaba, si no en las necesidades de consumo superfluo que vayan apareciendo, o ya existan.
No voy a ponerme a calcular los límites poblacionales que Don Malthus puso en marcha y que gracias a Dios se quedaron como una curiosidad malsana en un rincón de la Historia, pero no estaría mal en este mundo de hojas Excel, que algún iluminado empezara a trabajar sobre proyecciones poblacionales ligadas a la capacidad de consumo, a la capacidad de creación de necesidades y a la transformación de todo eso en recursos y su reparto. Valdría quizás para una tesis doctoral. Quizás se lo proponga a alguno de mis amigos cátedros de esas cosas, que son muy resultones.
Al final, y como vengo manteniendo día tras día, estamos en una nueva era, una era que deberá destruir el mundo del pasado, para construir sobre sus cenizas el Futuro.
Lo que necesitamos ahora, es que las nuevas generaciones tiendan a ser ese autónomo que sueña con ser Leonardo, y no se centren en ser el autómata especializado para una tarea única, aunque le hayan formado para ello.
El mundo de la creatividad, no lo olvide nadie, no está en la programación correcta de sistemas informáticos, está en la cultura y en el humanismo, que humanos son los clientes sus necesidades y sus sueños, y siempre son más rentables si se sienten libres y satisfechos, que si están esclavizados.
A partir de ahí todo lo demás son servicios disponibles en plataformas digitales o en Empresas de trabajo Temporal.
Parece que nos hemos olvidado de una de las máximas de cualquier empresa con éxito, que consiste en ofrecer aquello que el consumidor demanda, y consumidor es no solo quién lo desea, si no quien puede pagarlo.
Y la gente compra menos “telefoninos”, porque no puede pagarlos tan caros, y no pide créditos para consumir, porque no tiene unas perspectivas económicas en el tiempo que le permitan afrontar la devolución de lo prestado.
¿Quién se atreve a firmar un compromiso económico por veinte o treinta años?. No lo olvidas, dependes de un trabajo que vale lo que vale el horizonte temporal del mismo. Luego, ya se verá.
El autónomo, tendrá que diseñar algo que no le haga depender de un solo cliente, deberá buscar la famosa ecuación de que el veinte por ciento de tus clientes representen el ochenta por ciento de tus beneficios, y aun así irás justito.
Buenas noches, y buena suerte

Tres días hay en el año……

…que relucen más que el sol, dicen, Jueves Santo, Corpus Christie y día de la Ascensión, y va hoy y sale la cosa nubladona, con cirros en el cielo, y a lo mejor en algún sitio les llueve y en otro lo más seguro es que quién sabe.
Pero al final, y no siendo esta una bitácora meteorológica ni devota del santoral, me veo en que quizás la astrología, esa ciencia o pseudociencia, que tampoco es una bitácora que busque la polémica gratuita, tenga la explicación de que ni siquiera las más asentadas de las tradiciones religioso paganas parece que arranquen.
Es como diría el Pitoniso Pito, cosas de las ondas hertzianas de los espacios encontraos, que seguro andamos en uno de esos tránsitos con la influencia de uno de esos planetorros lentos y que hacen que Chuchita no se decida a guiñarte el ojo, y lo posponga para otro rato, o que el mundo se aplane.
Del mundo aplanado me parece que ya hablé hace unos meses, y la cosa sigue igual, que ni el sol se decide a salir en Corpus Christi, claro, que tampoco a ocultarse del todo.
Veremos esa procesión de la España nacional católica en Toledo, espero que no se nos moje el Primado, que le destiñe la purpurina y nos deja Zocodover hecha un asco, o con las flores de Sitges, que siendo también dignas de las tres estrellas, ya no son lo que eran, que ya no es un día, que se tiran casi dos semanas, y lo que es peor ya no sale el Tren de las Flores, como si el ir por las «rodalias» le hiciese perder glamour.
Por ahí, en algún álbum familiar, debe guardarse una foto de este que os escribe subido a una Alsthom, serie 7600, la 7620, que aún era de fabricación francesa.
La máquina, engalanada con flores, arrastraba un tren de aquellos con vagones de madera, luciendo guirnaldillas y todo, cruzaba las costas del Garraf, después de haber dejado atrás los pantanales de Gavá y Castelldefels, para rendir viaje a “La blanca Subur”.
La llegada era toda una fiesta, nos recibían como héroes, con flores para las damas, banda municipal de música, pero eso sí, sin “majorettes”, que al tío Paco, allá por los sesenta no le venía nada por faldas cortitas, que Doña Pilar le enviaba a la Sección Femenina para cerrar escotes y alargar falditas.
Pero era muy chulo. Te paseabas por el pueblo, veías como acababan las alfombras, y si quedaban ganas pues te quedabas a la procesión, que el tren de vuelta esperaba un poco.
Mi padre un día compró una botella de malvasía, de esa que casi no queda, y que seguro la cultivan en San Pere de Ribas, unos carquiñolis, y pa casa, que los sueldos no daban para mucho más.
Valga todo esto para constatar que los algoritmos que gobiernan el mundo, están indecisos. No nos hemos dado cuenta que ya le han tomado la mano a este mundo, y por eso el Abe, ese primer ministro japonés que tiene nombre de tren escrito por un alumno de la LOGSE, ha decidido llevar a un templo sintoísta a los líderes del G7, para que se encuentren consigo mismo, antes de que se den cuenta que ya no son un grupo directorio, que son solo una panda de viejos boludos que se creen los amos del universo y que quienes mandan de verdad son los algoritmos conspiranoicos.
Si alguien ha estado en un monasterio sintoísta, sabrá que son verdaderos remansos de paz y de silencio, en donde la meditación no solo es posible, si no deseada. No les vendrá mal, porque además como los sintos no creen en Dios, que son tirando a animistas, que creen en el “alma” de sus antepasados, y su religión no deja de ser un camino hacia una idea difusa de Dios, no habrá problemas de protocolo.
Bueno, a nadie le repugna el culto a los antepasados, y luego ya veremos.
Los chinos no van a la reunión, ni los rusos, y lo que se exigen esta panda de “directores”, es ver como arreglamos eso del crecimiento del mundo, que está hecho unos zorros.
Que lo de China al seis y medio, los occidentales renqueando y los emergentes ahogándose, no hay quien lo aguante, que aquí parece que lo que tenemos es que ni jodemos, ni se muere padre, que nadie se atreve a salir corriendo y apañar un poco la cosa, a ver si por fin el fruto Maduro cae, o el monigote austero del calvinismo centroeuropeo se asfixia, o los brasileiros deciden bailar la Samba económica, que anclados en la Bossa Nova, (que ya anda fondona, por cierto), la cosa no se mueve casi, y van a estar medio añito mirando a ver que hacen con doña Roussef.
Mi iPod lleva más de tres meses en el taller esperando una pieza, el reloj de mi hija por ahí le anda, que nadie toma una decisión, que mientras aquí no sabemos si podemos, y el verano a la vuelta de la esquina, me veo tomando los turrones en un hazlo tú, que a mí me da la risa.
Los bancos están que trinan que con eso del coste cero del dinero, no les salen los márgenes, y además como el personal de las oficinas empieza a estar talludito, pues no va Doña Virtudes a ver a ese apoderado tan mono, ni Don Jacinto a echarle una sonrisa a la cajera, que se lían con eso de Internet, y hasta pillan préstamos en Bitcoins.
Es un sin vivir, que ya no les dejan ni poner letra pequeña en los contratos, ni contar milongas a los clientes, que luego le dicen al señor juez que no han entendido el qué de la cosa, y el pobre banco, ¡venga a hacer provisiones!.
Que ni Doña Colau puede meter en cintura a los de los desahucios ni a los de si Puc no Cup, y tiene a la ciudadanía sin poder tomarse un pintxo indepe en Gracia.
Será cosa de Neptuno, Júpiter y Plutón, que me tienen parados los planes de ampliación de la Castellana, que por cierto se me da una higa, salvo por mi yerno, que le va a costar un ¡ay! ir al curro como levanten Manoteras, pero que no se preocupe, que mientras el tránsito de Júpiter y Neptuno vaya por donde va, tendrá el atasco habitual.
Y sigue sin salir el sol, ni llegar la lluvia, que ni vino el frío, ni llega el calor, que nuestra campaña electoral, que empezará en cualquier momento. Nada hará que el tren de las flores a La blanca Subur vuelva a perder los claveles de la Alsthom serie 7600 en los túneles del Garraf, que ahora se impone la estética de Custo, que es mucho más molona, y tiran de fiestas dos semanas, y el Corpus cae en domingo, y los del G7 en un monasterio sintoísta,con los móviles y los cuerpos de seguridad personales pegaditos a ellos, no sea que un samurái del siglo XIII, devenido en ronin sienta la tentación de usar su katana para descabezar al directorio del mundo.
¡Qué Dios y los antepasados nos protejan…..pero sin prisa, que a lo mejor están descansando del siglo XX, tan movidito él.
Buenas noches, y buena suerte

Los cookies del espíritu

Hay días que uno no está para nada. La puñetera rutina, sin darte cuenta, te arrastra a cometer los pequeños errores cotidianos, que a fuerza de repetirse llegan a ser amigos inseparables, es más desde tu supuesta posición de fuerza, los miras condescendientes mientras ellos a lo suyo, a impedir que uses tu libre albedrío, que para eso están ellos, para indicarte en qué tienes que pensar, cómo tienes que hacerlo, y consecuentemente cuáles son los actos que realizarás a partir de su intervención.

Le llamo los cookies del espíritu, y ya convivía con ellos antes de que los informáticos los desarrollaran de nuevo como herramienta de mercadeo. (a qué queda cursi usar mercadeo en vez de marketing), pero es que hoy no estoy para nada.

Y mi rutina mañanera, me lleva a darle al dedo de la radio, y acostumbro a hacer cambios compulsivos de frecuencia con el dispositivo de control remoto, o sea zapping.

Aún no estoy despierto, y alguien que conozco a fuerza de despertarme con su voz, me recuerda que los túneles del Pardo tienen mogollón de tráfico, que el nudo de Manoteras está hecho unos zorros, y que los coches casi van por la acera en la Cuesta de San Vicente. Bueno, ¿y qué?, pienso yo, solidario como siempre, ese peaje ya lo pagué con creces, cruzando Cibeles día tras día camino del nudo de Manoteras, así que esperaré un rato a que la cosa se aclare, y cuando salgan los notarios a la calle, que son pocos, cogeré el coche y me iré a mi club de golf, o no.

No he acabado aún esa reflexión, que lo mismo me ha llevado media hora en duermevela, cuando una tal Esther, periodista ella, le dice al presentador de las noticias de RNE, que anda escondiéndose de la policía macedonia, creo, disfrazada con su velo y todo en un campo de refugiados que se está desmantelando por las buenas hasta ese momento, junto a la valla griega. Que quiere informar en directo de lo que pasa a las puertas de la solidaria Europa, sin intermediarios.

Buen homenaje, pienso en ese momento, a la memoria de Miguel de la Cuadra, (de la Cabra, le llamaban sus colegas de TVE, por las que liaba cuando andaba de reportero por el mundo que le tocó contar).
Aún quedan personas que se la juegan de forma vocacional, por cuatro duros, como los chicos que secuestraron en Siria, en Libia, o la periodista que ha desaparecido en las selvas colombianas.

Gracias chicos, sois grandes, y yo un cabrón que no solo no compro vuestros periódicos, sino que le doy al botón de “saltar publicidad” cuando me quieren vender unos calzoncillos de colores. Mal rollo eso del “gratis total”, las cosas deben tener su precio, que hay que dar de comer al caballo de Buffalo Bill.

No estoy para nada, ya lo he dicho, pero me parece que voy a ver cuatro o cinco anuncios de esos que te encaloman a traición los que pagan treinta euros por la crónica de alguien que se está jugando la vida, para que yo sepa de primera mano lo que pasa en mi entorno.

Pero esos cookies naturales, que antes llamaban duendecillos, siguen haciendo su labor de zapa, y yo con las defensas bajas, que no estoy para nada, y ni siquiera pienso que a lo mejor esta mañana no voy a ir a jugar al golf, que todos los días es muy cansado, debería escribir algo, aunque solo me lleguen ecos de esos politicastros con los que nuestro fracaso intelectual, una vez desaparecieron los ecos del Siglo de Oro, nos ha castigado hasta la mediocridad de nuestros días. Pero no, de esa panda no quiero ni hablar, ya tengo bastante con sufrirlos, así que utilizo el control remoto de frecuencias, y unos señores muy sesudos me ponen los pelos como escarpias.

Cierto que es sobre cosas de las que he hablado otras veces, pero que están enquistadas desde hace décadas, y en cualquier momento reventarán, pero a nadie le importa, que solo afecta a seres humanos de esos, de los que hay muchos, y consecuentemente desde el punto de vista de una economía liberal cada vez valen menos.

¡Que sí!, que no se puede mantener una población de cuarenta y seis millones de cristianos, con el curro de menos de dieciocho, y además ser competitivo a escala planetaria, tirar del consumo, y alimentar corrupciones varias.

Ya lo sabemos, los sistemas piramidales se consideran una estafa, que si falla el aporte de la base se viene abajo el tinglado, y si te pillan te pagan unas buenas vacaciones en esa colonia de la sierra madrileña tan chula y con tanto glamour que hemos montado en Soto del Real, a no ser que seas de CiU, que si amenazas con tirar de la manta, te dejan en tu pisito de General Mitre, y las vacaciones a Queralb.

Y el mayor sistema piramidal es el del sistema de pensiones español, y la base está fallando, que los dieciocho millones que pagan hoy, tienen muchos de ellos, encima tarifas “low cost”, y no se llega a fin de mes, además hay que pagar la extra. Un drama.

Los malditos cookies del espíritu, haciendo de las suyas, que antes nos decían que el dinero de España, salía por pies hacia Suiza cruzando los Pirineos, pero hoy, con eso de la globalización, la crisis, y no sé cuántas zarandajas más, parece que el dinero se escapa ¡de Europa!.

Tantos gobiernos no controlados después del susto austríaco, que casi se les cuela un nuevo superderechón, y se quedan con un verde, que lleva un canto demagógico diferente e impredecible. Que al Hollande se le suben a las barbas desde el Front National, que los británicos están que no están, y aquí no sabemos si podemos o debemos. La pasta se larga, y yo me descojono, con mis cookies espirituales.

Encima, como el dinero está cada vez en menos manos, supongo que es extremadamente fácil moverlo, como va a hacer, si le dejan, claro, mi buen amigo Marijn Dekkers, desde su despachito en Bayer, comprándo los cromos de Monsanto con estampitas que dice valen sesenta mil millones de dólares. Claro que si la cosa sigue así todo el dinero acabará un manos de uno solo, será el final de la partida de este inmenso “Monopoly” que estamos jugando, y luego ¿qué?, ¿rompemos la baraja y repartimos con una nueva?. ¡Si Don Heraclio Fournier levantara la cabeza!.

Uno que es como Mr. Chance, que parece muy leído, recuerda, que uno de los hombres más ricos que nunca han existido, siéndolo desde luego en su tiempo, ha dejado su apellido como la expresión del más monumental de los errores, “Craso error”, decimos, y los leídos saben que su soberbia y afán de grandeza una vez constatado que tenía más dinero que nadie, llevó a la destrucción de un ingente ejército romano en tierras babilónicas a manos de los partos. Desde luego consiguió la fama, pero por el otro lado. ¡Ah!, que no se me olvide, nuestro Craso venía de resolver a lo bestia un problema sindical notable encabezado por aquel líder de Comisiones Esclavas que se llamaba Espartaco….o era de “Unión General de Esclavos”. No sé, consultaré a Plutarco a ver si me lo aclara.

Así que en ausencia de ejércitos partos, cualquiera de estos “Crasos” o aspirantes a serlo, imaginan entre latrocinio y latrocinio, que realmente son los amos del universo y nos la lían más parda aún de la que tenemos ya liada.

Vosotros mismos, que con el ahorro en impuestos que me llevo por delante, al estar empadronado en Madrid me voy a tomar el aperitivo a Serrano, que siempre ha tenido un plus, y como último remedio para días en los que uno no está para nada, puede servir.
Buenas noches, y buena suerte

La explotación infantil

Surgió ayer, durante una charla escrita de esas que ahora se tienen por el guasás ese, el tema tremendo de la explotación infantil, y yo me comprometí a poner mi grano de arena en este asunto llevando a mi modesta bitácora una reflexión sobre este maldito drama.
Todo surgió cuando uno de mis queridos amigos publicó unas fotos, o un vídeo, no me acuerdo, relativo al hecho de que había en Indonesia niños de cinco años, fumadores compulsivos.
Se redondeaba la noticia con el hecho de que un par de cientos de miles de indonesios trabajaban en la industria del tabaco, y los impuestos que recaudaba el gobierno eran un aliciente suficiente para que no se pusieran medidas que impidieran el uso, o al menos lo dificultaran.
Hasta ahí bien, pero a servidora, que tiene vocación de desnucasapos compulsivo, no se le ocurre más que comentar que eso no es lo peor que puede pasarle a un niño, desgraciadamente.
Hice, para apoyar mi rotundo (por obvio) argumento, mención a la cantidad de veces que he visto con mis ojos, y de forma directa la explotación infantil.
Mencioné Joyakarta, en Indonesia, que había ido yo a ver esos mitos esparcidos por el mundo, y tocaba en esa ocasión el famoso Borobudur, y me llevaron, por aquello de que los turistas debemos conocer la cultura local a un taller donde se preparaba el pan de oro, donde niños famélicos andaban a martillazos para malear las láminas a mayor gloria del buda de turno.
Luego comenté algo aún peor, cuando llegando en tren a Calcuta, un tipejo me ofrecía niñas que había prostituído, y que andaban por las vías. Sin palabras.
Por no hablar del famoso volcán Kawah Ijen de donde se extrae flor de azufre en Indonesia también metiéndote literalmente en el cráter de un volcán activo, para bajar canastos con los kilos que puedas aguantar, desde los casi 2.900 metros de altura.
Uno de mis amigos, en esta espiral del horror, nos pasó un enlace de tu tubo, en donde se cuenta la historia de los niños danzantes de Afghanistán, los Bacha bazi,( https://vimeo.com/11352212), y se te ponen los pelos de punta al ver como hombres con dinero, van a buscar a las casas de los pobres a niños para unas fiestas en las que les visten de mujeres les hacen bailar y los utilizan sexualmente. Todo, claro, con el permiso de los padres que han cobrado su dinero por adelantado.
No olvidaré a las niñas jirafas del norte de Tahilandia, a los niños limpiabotas de cualquier ciudad en Sudamérica, a los talleres textiles de Katmandú en donde me he encontrado a niños que habían perdido parcialmente su sentido de la vista por estar literalmente pegados a una máquina de coser, o niños sembrando arroz en las montañas al norte de Vietnam, o vendedores de siete u ocho años en los mercadillos de Hanoi o Saigón.
Aunque aparentemente tratada como una diosa, el drama de las Kumari nepalíes, que son abandonadas cuando tienen la primera regla, y nadie las quiere porque no saben ni guisar, ni tienen dote.
Sin olvidar los niños mineros en Potosí, o los garimpeiros brasileños, o los que se envenenan con mercurio en Guatemala para extraer el oro de las piedras que lo contienen.
Por no hablar de Africa y lo que te puedes encontrar en las calles de Nairobi, o en los campos de Senegal o Uganda.
Claro que lo de los niños de la guerra, o los utilizados por los cárteles de droga como sicarios, no deja de ser otro aspecto de esta degradación global y secular, así como las niñas casadas a cambio de dinero, o vendidas por sus familias directamente a las mafias de trata de blancas en el sudeste asiático.
Tengamos en cuenta que en el mundo hay 250 millones de niños en situación de producción económica, un brutal 11% según estimaciones del Banco Mundial, en la franja de 5 a 17 años.
No he visto, porque no he podido ver, lo que pasa en las fábricas que abastecen los negocios de las grandes corporaciones que llenan nuestros roperos, o satisfacen nuestras necesidades de comunicación con los cacharrillos móviles, o limpian los platos de algún restaurante en cualquier sitio al que hayamos ido, pero los clientes cerramos los ojos demasiadas veces al origen de las cosas que compramos. Nadie está libre de pecado, o casi nadie. Yo no, desde luego.
Me quedo corto, seguro, porque ahora que lo pienso, en un momento de mi vida, tuve cierto resquemor hacia los niños que tenían catorce años, y entraban en el taller de turno, y cobraban su mísera semanada.
Claro que yo tenía esa edad, y mis padres con el mejor de los criterios, se esforzaron para que no siguiera ese camino, y pudiera desarrollarme de otra manera. Pero fui la excepción, que mis amigos del barrio, del Poble Nou barcelonés donde vivía, uno tras otro se hacían “hombres” delante de mis narices, y a los ojos de las chavalas de la “colla”. En ese momento, yo perdí a mi tribu de niños, que con sus duros de semanada se iban los sábados al “Raval” a gastarlo, y luego contaban sus aventuras. Quiero recordar que hasta la implantación de la LOGSE, que hizo obligatoria la escolarización hasta los dieciséis años, ibas a la fábrica con catorce, si se necesitaba en casa, o alguien decía aquella supina estupidez de que “este niño no vale para estudiar”, y esa ley es de 1990, escasamente hace 25 años, o sea ayer.
Un poco antes de que se desencadenara esta discusión (always in the British meaning of the word), estábamos hablando de lo que significaba la caída de la natalidad en el mundo occidental, y lo que podía significar el envejecimiento de Japón, sin ir más lejos, en la propia supervivencia de su raza, por no hablar de retos que debemos afrontar desde el punto de vista económico, dado que la longevidad nos lleva a unos nuevos escenarios que debemos considerar.
Y en esos escenarios de las sociedades que, como la nuestra, están en franco declive, faltan niños y sobramos viejos. Claro está que los niños que faltan tienen que ser de nuestra tribu, que si son de otras tribus, otras razas, otros colores, ya no nos hace la cosa tanta gracia. Salen los prejuicios que el miedo al definitivo declive de nuestro imperio, y a las invasiones de las tribus bárbaras, nos traen a mal traer, (nótese el homenaje velado al cine canadiense). Que los WASP calvinistas y adláteres, no están muy por la labor de que en la Inc. de turno se siente un nepalí, o un guineano, que eso de la libertad, igualdad, fraternidad, demasiadas veces queda circunscrito a los que huelen como nosotros, y con ello hay que acabar pero yo no sé cómo.
Recordad que el Imperio Romano, aceptó un Emperador bárbaro solo 850 años después de su fundación, pero hoy por hoy si quieres ser el Emperador del Imperio tienes que ser yanqui, siendo como es un país de inmigrantes….así que la cosa viene de lejos, y el prejuicio tribal sigue vivito y coleando, claro que solo son dos siglos y medio desde la independencia.
Por lo tanto mi impresión es que al final, esos niños explotados en el mundo, no son más que excedentes poblacionales a los ojos de la economía mundial, y aunque la OIT, dice que parece que hay un cierto declive en estas prácticas, la actividad de los niños, traducida al final en dinero para los amos del universo, es algo a lo que no creo que se renuncie fácilmente, que para eso están los lobbies.
Buenas noches, y buena suerte

El reparto de la Tierra

Los personajes nunca son de un solo color, y si no, pensemos un poco en el comentario del ahora caído en desgracia por posible corrupción ex presidente brasileiro Señor Lula da Silva.
Izquierdoso él, procedente de un partido de trabajadores, en un contexto del que ahora no dispongo pero que no me importa, soltó algo así como que la justicia social no exige acabar con los ricos, exige acabar con la pobreza.
No puedo estar más de acuerdo, porque también pienso que no hay mejor negocio que acabar con la pobreza en el más amplio sentido de esa palabra.
Yo he tenido la ocasión de visitar muchos de los países de este mundo, y he visto sitios en los que el ser humano que trabajaba duramente más horas de las que incluso un japonés de la posguerra consideraba razonable, no podía comer con el resultado de su esfuerzo, y en eso estoy de acuerdo con el señor Lula da Silva, el que haya ricos o no en la zona, no es relevante, lo que debe solucionarse es la pobreza.
En un estudio publicado hace nada por uno de esos organismos dependientes en alguna medida de Naciones Unidas, la famosa O.I.T. el montante económico necesario para erradicar la pobreza en el mundo, es perfectamente finito, y lo que es más llamativo está al alcance de las sociedades desarrolladas, había que invertir, que no gastar, unos seiscientos mil millones de dólares al año, durante quince años quiero recordar.
El estudio además, recordaba que pocas inversiones son más rentables que aquellas en las que están involucrados los microcréditos, o en las que se dirigen a que los niveles de las comunicaciones bien a través de telefonía móvil o de internet empiezen a ser asequibles.
Desgraciadamente hay demasiados países en los que las guerras, la dejadez, los conceptos religiosos ligados al fanatismo, han dejado el sustrato a nivel de la Edad de Piedra, y que los seres humanos andan, como aquel que dice aún subidos por los árboles.
Pero el mundo moderno está en posición de ofrecer ascensores de última generación para que puedan bajar de ellos, para que puedan acceder a la formación necesaria que les permita, de alguna forma mejorar sus estructuras productivas, algo muy fácil por otra parte, dado el nivel del que proceden. Porque no estamos hablando de hacerles pasar de la arborescencia a la Inteligencia Artificial en un segundo, sino que simplemente sean capaces de producir más de lo que necesiten, y comerciar con los excedentes, siendo, por supuesto, exitosos en ambos objetivos.
Soluciones de este tipo se están desarrollando actualmente en la India y en China, con resultados sorprendentemente positivos, con errores, corrupción mezclada, intransigencias, todo lo que se quiera, pero los niveles de pobreza se van reduciendo, ¡ah! y los de riqueza aumentando, que no creo que sea importante que el rico pase del Mercedes al Bentley, siempre que el pobre deje de vivir en la miseria, que recobre la dignidad de ser humano, y pueda tener esperanzas en el desarrollo personal y familiar, marcando él mismo, por supuesto sus objetivos vitales, que no todos quieren ser Rockefeller, yo mismo sin ir más lejos.
Las formas de llevar a cabo estas tareas, están relacionadas con demasiados factores entre los que se encuentran no solo aquellos relacionados con los sistemas organizativos de los países, sino con creencias religiosas, posibilidades de la tierra, e incluso situación geográfica.
En China, los niveles de desarrollo en los territorios uigures, no tienen parangón en el este, pero tampoco lo tienen la historia de ambos territorios, las concepciones religiosas, las tradiciones o las formas de producción y comercio, y de lo que se trata es que el ciudadano de Kashgar o el de Shangai puedan en ambos casos, y cada uno a su nivel ser parte de una sociedad en la que la pobreza esté erradicada, y las oportunidades de desarrollo individual sean lo más amplias posibles.
En otras latitudes, los incrementos en la productividad de las poblaciones que han supuesto el poder disponer de una bicicleta para sus traslados, o de una infraestructura aceptable de telefonía móvil, suponen saltos importantísimos en la calidad de vida y en la creación de excedentes de producción que pueden invertirse en mejoras de los sistemas educativos, al, por ejemplo, no ser necesario el aporte productivo de los niños a la familia, o la mejora de los aspectos sanitarios que pueden aportar inversiones en la obtención de agua potable lo más cerca posible de las viviendas.
El tener que utilizar parte del aparato productivo en el acarreo de agua, o las pérdidas que suponen para la economía del grupo altas tasas de mortalidad infantil o el impacto de la presencia de enfermedades infecciosas fácilmente erradicables, supone en términos de crecimiento porcentual, cifras posiblemente cercanas a los dos dígitos, como hemos visto en India y en China en los últimos lustros.
Cierto que hay zonas en las que el crecimiento no admite esos niveles de doble dígito, a nivel de país cierto, pero sí a nivel de ciudad, región, o incluso barrio.
¿Son imposibles los planes de recuperación productiva de regiones actualmente deprimidas con niveles de pobreza altos?
Pienso en qué debería hacer el gobierno mexicano, o el español, para recuperar zonas como Chiapas, o áreas de Extremadura o de Andalucía.
Ciertamente estos casos no son comparables entre sí, pero si son exponentes de las diferencias que pueden aparecer dentro incluso de un mismo estado, y seguro que cuando se analizan los niveles de inversión en esas zonas, y se comparan con las llevadas a cabo por el mismo estado en otras zonas, posiblemente esté la explicación en ello de la diferencia, y de eso se trata, de buscar áreas de inversión que aporten la posibilidad de que los niveles productivos de la población puedan ser competitivos.
Cierto que sin datos en las manos, intuyo que el desarrollo, por ejemplo de la provincia de Almería, al convertirse en una suerte de huerta de Europa, hubiese sido aún mejor si les hubiesen llegado más inversiones en comunicaciones que impulsaran el comercio en mejores condiciones.
Pero volviendo al Señor Lula da Silva, convendremos que lo importante es reducir la pobreza a los niveles más bajos posibles, y que las inversiones necesarias, tal y como dice ese estudio de Naciones Unidas son perfectamente asumibles por la economía mundial.
Por último, no quiero pasar de largo por el hecho de que las sociedades occidentales desarrolladas, ya tienen más “smartphones” de los que pueden atender, que los niveles de obesidad debido al sobreconsumo recursos alimenticios empiezan a ser inasumibles, que incluso, y debido a las consecuencias del envejecimiento de la población las necesidades de consumo se van reduciendo poco a poco. Y eso solo representa entre el veinte y el treinta por ciento de la población mundial.
El resto es en términos económicos, un mercado sin crear, y obviamente sin explotar. Así que la inversión para crear nuevos “clientes” del mercado de consumo, puede ser bueno tanto para los nuevos clientes como para los dueños de los mercados.
Es esta, en definitiva una corriente de pensamiento que comparto parcialmente, y a pesar de que intuyo muchas ventajas en su posible desarrollo, nunca se me olvida aquello de que “El hombre feliz, no tenía camisa”, claro que no se comían las moscas delante de sus ojos a su hijo. A saber….
Buenas noches, y buena suerte

La nueva mente del Emperador*

Tengo el libro por ahí, escrito al comienzo de la década de los noventa del siglo pasado, cuando aún se hablaba de computadores.
Aún tendrían que pasar algunos años para que el Deep Blue cabreara a Kasparov, cuando aún IBM era alguien importante. El libro mezcla filosofía y matemáticas, y tiene un título inquietante, “La nueva mente del Emperador”, de un tal Roger Penrose, que se esfuerza, en clave científica, para poder iniciarnos al mundo de la inteligencia artificial.
La primera cosa que siempre me ha gustado de este libro, es que el nivel de matemáticas que muestra para ir deslizando las propuestas me supera en la mayoría de las ocasiones sin que por ello la comprensión general del libro se resintiese de forma irrecuperable.
Y la inquietud que me inspira el título pudiera hoy a hacerse realidad, de forma que ya empezamos a darnos cuenta de que la capacidad de cálculo ligada a los sistemas informáticos ha trascendido ya de una forma que intuimos a un estadio superior y deseamos llamarla “Inteligencia Artificial”.
Porque al fin y al cabo, aunque el señor Kasparov pillara un notable cabreo cuando Deep Blue le ganó por 3 y 1/2+2 y ½, de hecho estaba delante de una máquina de cálculo, que podía siguiendo unos algoritmos más o menos complejos jugar al ajedrez, pero sin ir mucho más lejos que analizar movimientos, coordenadas, en un espacio muy concreto y para un fin muy concreto.
Para el común de los mortales, como yo, una inteligencia extraordinaria como la del señor Kasparov, había sido vencida por una máquina, aunque pensando un poco todos supiésemos que detrás había un equipo de técnicos muy cualificados poniendo sus mentes en común para establecer a través de algoritmos matemáticos unos protocolos que dieran respuesta a unos movimientos destinados a dejar a uno de los elementos en el tablero, (el rey contrario) en una situación irreversible según las reglas del ajedrez.

Mantiene el Profesor Penrose, con toda la razón, un punto primordial al comparar el cerebro humano con una Deep Blue cualquiera, y es que a pesar de ser ambos un objeto material, de uno, del cerebro, fluye algo que reconocemos como consciencia. Es decir, la máquina no era capaz, como Kasparov, de comprender el juego, no era consciente de qué estaba haciendo. Únicamente respondían sus algoritmos matemáticos a los impulsos externos provocados por los movimientos del ajedrecista.
Si pensáramos como algunos defensores de la Inteligencia Artificial pretenden, que nuestro cerebro funciona también solo con algoritmos matemáticos que aún no hemos llegado a comprender, nos enfrentaríamos a que las leyes físicas que gobiernan la materia de la que estamos hechos serían irrelevantes, y habría algoritmos que manejaran nuestras sensaciones.
Sin embargo, la consciencia surge en nuestro cerebro, que no deja de ser un ente físico, con una mecánica que aún es una gran desconocida para la ciencia actual. De esta forma, por el momento lo que si podemos es sustituir por este tipo de algoritmos y su transposición mecánica son las intenciones del cerebro, pero no podemos crear la orden consciente de forma artificial.
Lo que hoy aún nos asombra es constatar que más del cuarenta por ciento de las órdenes que se dan en los mercados bursátiles están realizadas de forma automática por sistemas regidos por los famosos algoritmos matemáticos.
Nos asombramos de que el coche sin conductor es algo que ya está casi disponible, o que los aviones realmente no necesiten pilotos, aunque no nos apetezca mucho volar en un avión sin ellos, pero todos esos mecanismos que rigen las operaciones de bolsa, o la conducción tienen aún la ausencia de consciencia, no son más que un muñeco del Tibidabo más sofisticado.
Creo que el conocimiento profundo de la fisiología de nuestro cerebro es lo único que realmente podría darnos la clave para el desarrollo de la inteligencia artificial, pero hoy por hoy lo más que podemos desarrollar son mecanicismos más o menos sofisticados pero que no son capaces de crear, de tener consciencia de los actos que puedan realizar, y consecuentemente de responsabilizarse de sus acciones.
La ciencia ficción, nos ha traído dos ejemplos fundamentales de lo que podría ser la Inteligencia Artificial, en Asimov, la inteligencia de sus robots estaba controlada por las tres leyes de la robótica, donde lo que se intentaba era evitar que el androide utilizase la supuesta consciencia en dañar al ser humano, y en Philip K.Dick, al no controlar ese aspecto, se introducían elementos de caducidad en la “vida” de los androides.
En ambos casos los autores habían diseñado sus personajes humanoides con todas las posibilidades de superar el test de Turing, que diseñado en los cincuenta del pasado siglo, intentaba que un entrevistador pudiese discernir si enfrente tenía un humano o un humanoide.
Recuerdo que en la película Blade runner sobre la novela de Philip K.Dick, al humanoide se le detectaba por la ausencia de emociones medidas en función de la dilatación o no de las pupilas del entrevistado. En definitiva, es esa emoción, esa consciencia la que aún, por desconocimiento no ha sido trasladada a los equipos mecánicos.
El título del libro de Penrose, me sugiere la posibilidad que intuye el autor de que en un futuro, el Emperador sea un ente mecánico con consciencia creativa, y eso es realmente inquietante.
La posibilidad de que las nuevas máquinas en un momento determinado puedan adquirir esa consciencia es lo realmente aterrador, ya que ignoramos qué tipo de máquinas crearan esas máquinas, o qué tipo de algoritmos diseñarán o para qué fines.
En la trilogía de Matrix, por ejemplo, se sugiere que la Nueva mente del Emperador crea una serie de programas que a través de la realidad virtual esclaviza a casi toda la raza humana como fuente de energía. Bueno, vale, como vale el que creen, como en Terminator, máquinas que intenten acabar con el ser humano.
Pero basándome en la información que manejo, y que es limitada, por el momento, nuestra capacidad creativa no ha sido capaz aún de desentrañar los secretos de la consciencia, de forma que no puede reproducirse en un ente artificial. Lo inquietante es que la consciencia pudiera darse a partir únicamente de la combinación de algoritmos suficientemente sofisticados, y sin la participación consciente del creador humano, simplemente que surgiera por una combinación aleatoria de ecuaciones, es decir como una mutación matemática no controlada.
.
La robótica no es más, que el muñeco del Tibidabo pero mucho más sofisticado como ya he dicho, y aún no hemos conseguido el robot que llore con la muerte de Mimí, por tener consciencia de lo que ocurre, al analizar los sentimientos expresados por Puccini, y haciéndolos propios, desencadenar un sentimiento.
El robot podrá llorar porque un algoritmo ha relacionado “producir lágrima y cara de tristeza si te llegan los impulsos relativos al final de La Bohème, en forma de paquetes cuánticos, por ejemplo·.
Y de eso nos libramos, ya que la consciencia de las máquinas será la creación de una nueva especie, posiblemente con vida propia, pero que yo no quiero ver.
Buenas noches, y buena suerte
* Título de una obra de Roger Penrose publicada en 1989 por Mondadori(Ciencia), sobre la inteligencia artificial

Unos zapatos para caminar

Llevo toda mi vida quejándome de que si los políticos esto, que si la información lo otro, que el no se qué lo de más allá, y hoy me da en los hocicos una de esas frases lapidarias digna del mejor caralibro que me ha puesto a pensar, y bastante.
Encima el Callejo, va y cuenta un cuento de un chileno de cuyo nombre no puedo acordarme, en la misma línea de la frasecita.
Así que empezaré por el cuento resumiéndolo buenamente:
Érase que se era un sabio que estaba estudiando en su gabinete, cuando de pronto su hijo pequeño, entró con cara de querer ayudar a padre.
El padre para quitárselo de encima le propuso un juego, cogió un planisferio de una revista, lo recortó en muchos trozos, y le propuso al niño que lo recompusiera, con la esperanza que o bien no pudiera, o al menos le llevase mucho tiempo.
Aunque el niño nunca había visto un planisferio, al rato le dijo a su padre que ya lo había arreglado, enseñándoselo, efectivamente bien concluido.
El padre le preguntó, que como lo había hecho ya que evidentemente no conocía el planisferio.
La respuesta del niño hizo pensar al sabio, ya que la solución la encontró al darse cuenta de que en el dorso había un dibujo de un hombre, así que recompuso al hombre y dejó arreglado el mundo.
La frasecita, es consecuencia de este cuento, y es que es más sencillo encontrar unos zapatos cómodos que alfombrar toda la tierra. Total nada.
Y al final va a ser que es cierto, que a lo mejor debemos dejar ese antropocentrismo, que cuando se individualiza puede dar en egoísmo, que a los humanos nos encanta decir aquello de qué mal está todo, que poco me gusta lo que me rodea, que no viene nadie a resolverme los problemas, que quién fuera San Isidro labrador que venían los ángeles a labrarle la tierra, que no hay forma de pillar la Primitiva. Todo antes que una buena autocrítica, o una auditoría honesta que te diga por dónde andas descarrilado, un asesor que te sugiera un camino, y desde dentro ponerse a currar y procurar adaptarse con unos buenos zapatos al camino que tienes delante, que eso de alfombrarlo es mucho más complicado.
Cuando uno piensa que el problema es el entorno, algo desgraciadamente muy corriente, y que en demasiadas ocasiones es lo que primero se nos descuelga al coleto, intenta soluciones relacionadas con intentar modificarlo, es decir alfombrar la tierra.
Me acuerdo de uno de esos ministros prepotentes que dio el PSOE, (los del PP también dieron los suyos, que no es eso), Don Carlos Solchaga, asombrábase de que los españoles no se hubieran dado cuenta de lo fácil que era dar un pelotazo. Que él veía a muchos de los suyos y de los otros subidos al carro de la fortuna, y no sé cuántas zarandajas sinvergonzonas. Y eso es intentar modificar el entorno, con la consecuencia de que aquello que te llega con facilidad, sin la debida preparación, sin el esfuerzo adecuado, se transforma en una herramienta que normalmente no se sabe manejar correctamente, y las consecuencias no son buenas a medio y largo plazo.
Los zapatos que hay que ponerse son, como todos sabemos, los del esfuerzo y los del conocimiento obtenido solamente con esa herramienta, que la ciencia infusa produce monstruos.
Es entonces cuando el entorno será amigable contigo, cuando dominarás tu mundo, sin cambiarlo.
Nuestro entorno ha cambiado este siglo de forma importante, y los humanos occidentales aún no hemos sido capaces de adaptarnos a los nuevos condicionamientos que os está exigiendo. Ha cambiado la velocidad a la que se desarrollan las cosas, ha cambiado la forma de comunicación entre nosotros, ha cambiado hasta la forma en que nos llega la información.
Y cometemos el error de quejarnos, cuando quizás lo que debamos hacer de forma individual, que la colectiva llega por añadidura, es esforzarnos en entender dónde estamos, y desde ahí intentar buscar esos zapatos que nos permitan andar el camino por los nuevos parajes de este milenio.
Desde luego, yo no soy quien tiene las soluciones, que estas no son globales, que se deben aplicar de forma individual, en función del camino que desee cada uno seguir.
Pero si soy quien para darme cuenta que las líneas marcadas para el más de los ciudadanos son las del poco esfuerzo en el aprendizaje, y en la exigencia de que sea todo inmediato que mientras más se insista en la negación del camino que hay que seguir para obtener aquello que se desea o se necesita para la realización personal.
Y esto ahora es tremendamente importante, ya que los cambios en el entorno que nos está trayendo este milenio, son tremendos, de forma que en la elección de zapatos para caminar esos nuevos caminos estará la clave de la supervivencia, ya que no en la queja y en la llantina.
Ya seguiremos hablando de estas cosas, pero deberemos prepararnos a la irrupción de pérdidas de libertad por la desaparición del dinero contante, de forma que todas, absolutamente todas nuestras acciones relacionadas con transacciones comerciales estarán controladas, ¡buenas noticias para Don Montoro!, pero malas para nuestra intimidad.
Como mala para nuestra intimidad es la violabilidad de nuestra correspondencia, que antes era sagrada, o la desaparición de muchas de las profesiones que habrán de llevarse por delante cosas como la eclosión de la inteligencia artificial, el desarrollo de la robótica, y tantas y tantas otras cosas que tenemos en el alero.
Las formas de vida de las nuevas generaciones deberán pasar por conocimientos que estando hoy disponibles, posiblemente no entren dentro de los considerandos de sacrificio que exigirán a los individuos la adaptación necesaria para caminar la nueva tierra.
La pena es que en este nuevo siglo tenemos una ausencia de líderes morales en occidente, los caminos del pensamiento están hueros de moral constructiva, que a veces pienso que es solo el becerro de oro lo único que nos queda.
Pero seguro que me equivoco, y el Hombre está en algún punto empezando a recomponerse, porque realmente lo necesitamos si queremos reconstruir este mundo que hemos destrozado durante el último siglo y medio.
Buenas noches, y buena suerte

Las fiestas populares.

Que nadie, por favor, piense que soy uno de esos petit-maître, que si la fiesta no es en Versailles, y con Doña Suzzette haciéndote los crêpes, me pongo mohino.
No, ni mucho menos, siempre y cuando, obviamente, se discuta con un buen Borgoña, o un verre de cognac, la conveniencia o no de permitir castrati en la corte. El tema de perseguir en plan fauno ovidiano a la nueva dama de compañía de la Pompadour, puede dejarse para otro momento, una vez los negocios importantes se hayan concluido, que no todo van a ser los anhelos del Compte de Valmont.
Así, que cuando me hablan de fiestas populares, siempre me acuerdo del famoso monólogo de Gila,
-¡Me habéis matao al hijo!, pero, ¡lo que me he reído!.
Y estos días, como casi todos los del año, las fiestas populares de nuestra piel de toro rebosan vasos y bateas, que la cosa entre que estamos a mitad de primavera, entre que llega la cosecha, y que los solsticios, siempre más sugerentes que los equinoccios, sin duda alguna, y como ya se atisban en el horizonte, lo dicho, todo el mundo a la calle, que hay fiestas populares en marcha.
Una de las cosas que son coincidentes, es el protagonismo de los mozos. ¡Ay los mozos!, que los ves tirando de caballos a ver quién sube antes la cuesta de Caravaca, o a ver quién “roba” la Blanca Paloma, llueva, truene o haga viento, que eso no es algo que se discuta.
Hay que enseñar calidad genética a las muchachas, que luego llega la noche, o la amanecida para los más remolones.
Lo que más debe preocupar ahora al mocerío triunfante, es que sus sudores repletos de feromonas, con tanta gente mirando, no llegue a las muchachas, y lo que es peor, si les llega, estén distraídas con el último guasas o caralibro de esos y se pierda el efecto.
No me extraña que la natalidad ande por los suelos, esto es un sin dios.
En la capital del Reino, (por ahora), la cosa es más pacífica, que aquí, la Señá Rita, siempre ha tenido un aquel, y obviamente dos cojones bien puestos, así que bailecito en la Verbena, y cocidito familiar en la Pradera, y lo de los sudores, enseñar músculo, y fertilidad es “pa otro día”, que el San Isidro, es como el pan francés, un “bagette”.
La cosa en Almonte, Caravaca, o la Pradera del Santo, me da, que independientemente de su sentido tradicional, o de herencia de vaya usted a saber qué rito ancestral, tiene hoy un añadido, llamémosle turístico, si el palabro les cuadra, que va todo el mundo desde todo el mundo, a ver los disfraces de los oficiantes, que parece son los guardianes hoy de las tradiciones, y adoptan una actitud pasiva, viendo el espectáculo desde lejos, casi como en un documental de la dos, de esos que vemos todos los que nos sentamos delante del “plasma” tonto.
Como no soy antropólogo, ni un especialista en nada, y mucho menos en esto de las fiestas populares, solo puedo hablar de lo que veo, ora en directo, ora en forma presencial, es así que, alguna vez me he puesto el gorro de turista a ver qué coño es eso de la Procesión de Semana Santa, o de cualquier otra cosa que se nos pueda ocurrir, pero nunca manchándome con el núcleo de la tradición.
Y ahí va el ejemplo. Estando hace ya varios años un otoño tomándome unas gambas con Cruzcampo en el Kiosko de las Flores, oí un piiipa, parapiiiipaa, porrón, porrón, porrón, y claro a la una y media del mediodía de octubre, sin ninguna virgen conocida que fuera a ser paseada, pregunté al mushasho, que qué es lo qué es, y claro me lo explicó, con lo que caí del guindo para siempre.
-Son los de la Hermandad del Cachorro ensayando.
Acabáramos, la tradición de la fiesta popular es mantenida durante todo el año por los que de verdad la sienten, la viven, incluso haciendo de ella una forma de vida.
Y eso me lo confirmó un valenciano, miembro activo desde hacía generaciones de la Falla de su barrio, o cuando esta primavera pude deducir, al ver a niños de pañal en culo, procesionando detrás de un Cristo cualquiera por la calle de la Amargura, camino de Santa Clara hacia la Catedral zamorana.
La fiesta popular es pues cuestión de élites locales, que la mantienen, y de espectadores pasivos que miramos un espectáculo, sin entrar, en la mayoría de los casos en la entraña del asunto.
Desgraciadamente es el signo de nuestros tiempos, que tendemos a tomar las cosas en forma superficial, excepto aquello que nos concierne de verdad, (si algo), ya que demasiadas veces el simbolismo asociado a la fiesta popular nos es negado, o mejor dicho, renunciamos a él por falta de interés y de implicación.
No creo, de todas formas, que debamos pensar siempre en estos términos generalistas que estoy proponiendo, que hay fiestas, que son de reciente invención, como ese desembarque en la playa de Catoira de las hordas vikingas, aunque hagan referencia a hechos que acontecieron alrededor del final del primer milenio. Así que en este caso quizás la fiesta en vez de estar soportada por una tradición es más una atracción turística basada en un hecho histórico relativo a la visita de ancestrales turistas nórdicos a nuestras costas cuando aún no teníamos campos de golf. ¡Vaya usted a saber!.
Las que más me gustan a mí, ver desde lejos, claro, son las de San Apapucio, que con diferentes nombres se dan en todos los pueblos de España, y que coinciden con elementos tan básicamente importantes como la siembra, la cosecha, la fertilidad, y en menor medida, con el comienzo del ocaso o del renacimiento del sol, ya que esas son coincidentes en fechas, que las organizaciones religiosas del cristianismo para eso son muy suyas, que el sincretismo les viene en el DNA, y no se les escapa una sea cual sea el país a considerar dentro, claro, de su ámbito de influencia.
Esas son las del cuento de Gila, y es donde se da rienda suelta a lo que el pagano lleva dentro, aunque pasee a un santo, o salga de misa de una, que si no, el concejal de festejos y fiestas populares te echa el ojo, y Burt Lancaster la cagaste.
Y el pagano no lleva muchas ganas de sentarse a discutir sobre la influencia en Wagner del pensamiento de Schopenhauer, que lo que quiere es hacer el burro de otra forma, y ahí se pone a perseguir con saña al toro, o a tirar a la cabra desde la torre, o cualquier otra barbaridad que se le ocurra, que lo de destrozarse las espinillas en el partido de solteros contra casados se lleva mucho menos. Así, que dentro de poco se llenará nuestra piel de toro de petardos, de sangre de animales, y de algún que otro descalabrado, y es la forma que el pueblo da rienda suelta de la forma menos cruenta posible, (las hay mucho peores, de veras) a los excesos hormonales, a la influencia de la luna, a la sensación de ser dominado, por el poder político, por el laboral, y por el eclesiástico, que todo descansa sobre los mismos hombros.
Buenas noches, y buena suerte

El Impeachment

La señora presidente de Brasil tiene las horas contadas en el puesto, con lo que posiblemente se dé por terminada la presencia de una suerte de izquierda en el gobierno de ese enorme país.
Parece ser que de lo que le empezó a señalar como objetivo, fue lo que se llama la venganza del chino (recuerden el muy recomendable libro del añorado Mankell), ya que entre los senadores que a esta hora están pelando a Doña Rousseff, por mucho que lo niegue, está el recordado Collor de Melo, que tuvo que renunciar a su cargo de presidente en 1992, eso sí, antes de la votación a la que se somete Dilma, y ya muy posteriormente vio su honor restablecido en los tribunales en los que se le absolvió de los delitos de corrupción que se utilizó como excusa para su destitución/renuncia.
La corrupción de Doña Dilma, parece desde esta orilla del Atlántico, al menos confusa, ya que no se le acusa formalmente de haber metido la mano en la caja, si no de falsear las cuentas públicas, en lo referido sobre todo al desplome del Producto Interior Bruto, que parece se les ha ido más de un cuatro por ciento, sin despeinarse. Si es así, es un error básico de cualquier gerente de supermercado.
En estas cosas de la política, la verdad es que nunca se sabe cuál es la razón que subyace en las acciones que se toman, como en la justicia, que es capaz de matar en la cárcel a Capone, no por asesino, mafioso, contrabandista y lo que ustedes quieran, si no por no haber pagado los impuestos al tío Sam.
La señora Rousseff, empezó a ser “acosada”, por un juez que nunca sabremos si lo hizo “motu proprio” o empujado por aquellos, que como Collor de Melo, tenían ganas de liarla, o las fuerzas de la derechona que tras el paso de Lula creían que ya les vale tanto tiempo en el poder, a esos partidos de trabajadores, que tanto joden.
Doña Dilma, además, creo que ha demostrado, al menos cara a la galería, ciertos niveles de torpeza en su intento de intentar bloquear responsabilidades legales de su predecesor en el cargo, y posible mentor, intentando darle un cargo de esos que conllevan la sinecura de la protección contra las leyes de los ciudadanos.
La señora Rousseff parece que se va a perder la presidencia de los juegos olímpicos, en caso de que puedan celebrarse, que cada día que pasa sale una nueva pifia, un nuevo incumplimiento, y un nuevo ya veremos,. Tremendo en términos de imagen.
Y antes de que nos empecemos todos a reír, hace unos pocos años, tres o cuatro, me parece, anduve por esas tierras, y lo primero que desde el punto de vista de riqueza del país que se me vino a la cara fue cuando visité Sao Luis, en la Costa Marañense, cerca de la boca del Amazonas. Desde una muralla que abrazaba la preciosa ciudad, me dijeron y explicaron con bastante detalle, el magnífico proyecto que estaba en marcha para la extracción de petróleo en la costa a unas pocas millas. El dineral invertido en la prospección ha debido repartir entre los políticos, imagino, unos cuantos billetes de esos que se guardan un poco más al norte, en aguas caribeñas, y como en los cuentos de piratas, que si pata de palo parece que lleva más que ojo tapado, o mano de gancho, pues la liamos, que total poco hay que perder.
Mi impresión de Brasil en ese viaje, dejando a un lado los maravillosos paisajes, las bellísimas ciudades que tuve la suerte de conocer, fue bastante mediocre desde el punto de vista sociológico y económico. No sé si será la laxitud que lleva aparejada la latitud sobre la que se extiende el país, o el origen ibérico y africano de su población, pero la impresión no fue buena.
Ya iba, ciertamente, con la escopeta cargada, por la experiencia que había tenido en el ámbito profesional cuando mi compañía intentaba vender su producción en aquellas tierras, y chocaba una y otra vez con unas barreras fronterizas dignas del más sofisticado de los burócratas del Siglo de Oro, siempre con el noble propósito de proteger la industria local, claro, (en el caso que me ocupa, esa industria no existía), pero si una estructura administrativa controlada al final por el poder político.
Quiero decir, que la posibilidad de corrupción, existe con bastante probabilidad, y dejo al lector la consideración de que haga su valoración, que la existencia de una probabilidad no garantiza la existencia de nada.
A pesar de las supuestas riquezas del país, en términos de materias primas, yo volvía a casa con la sensación de haber estado en un gran país lleno de pobreza, tanto en las ciudades como en las zonas rurales, y obviamente con la inseguridad que lleva aparejada, al intentar no ser atracado, o verse metido en un lío no buscado, y eso que no llegué a Sao Paulo.
Las infraestructuras deficientes, y la pobreza debida a la desigualdad social demasiado evidente, y eso que estamos hablando de casi lo mejor de Sudamérica, que al parecer, lo que han conseguido los gobiernos de Argentina y Venezuela, a caballo de sus opciones populistas va mucho más allá de lo que actualmente está ocurriendo en Brasil.
He escuchado los llantos estos días de presentación de resultados de las compañías españolas que han apostado por Brasil, al ver las caídas en los resultados trimestre tras trimestre, una devaluación importante de la divisa, y una inflación que sin llegar a las cotas de Venezuela o Argentina, están muy por encima de lo razonable en el mundo occidental.
Brasil creo que ha basado su fuerza económica en la explotación de materias primas, y no ha hecho los deberes de invertir los beneficios en el desarrollo de una industria que aportase estabilidad, error por otra parte común en los países del Hemisferio Sur.
Doña Dilma a casa, habrá movimientos en el poder, los ciudadanos seguirán sin saber realmente qué es lo que ha pasado, y mucho menos que es lo que va a pasar, pero lo que es seguro, es que están fuera de todo este movimiento, y lo que acabe ocurriendo, ni les sacará de la pobreza, ni posiblemente les hunda más en las favelas de las grandes ciudades.
Por aquí seguimos sin impeachments, pero tan tranquilos, con nuestra dosis de corrupción diaria, que aprovechando el dos de mayo, llama a la puerta de Móstoles, que seguro es un error, pero otro jueves sin que se acumule el premio.
Iba a decir, aquello de ¡veremos cómo acaba todo esto!, pero, no, esto no acaba, es el sistema, independientemente del color en el poder, del país, o del gobernante de turno.
La ilusión del ciudadano queda muy lejos, pero no sé si ya es eso lo que importa, pero vivimos en universos paralelos, el de la política y el de la ciudadanía, que esto parece aquella serie de “Fringe”.
Buenas noches, y buena suerte

El preludio del Te Deum

Jean-Marie Charpentier, músico favorito de Molière, jamás se hubiera imaginado que el preludio de su Te Deum, al final, sirviera para lo que sirvió. A lo mejor no le hubiera importado, ´que si se usaba su música en el teatro, o en manifestaciones religiosas, con gran aprecio por otra parte, por qué no iba a encabezar la entradilla de Eurovisión.
Ni al divino sordo que el final de su última sinfonía, (lo de la décima no me lo creo), sirviera para lo que está sirviendo, para que todos la cantásemos, en alemán obviamente con el permiso de Mike Ríos, henchido nuestro corazón de fervor europeo, y con una lágrima de emoción en los ojos al ver alzarse el pabellón azul con un montón de estrellas hasta cotas más elevadas que la niebla sobre el Waterloo bridge.
El otro día hablaba de los días D, y hoy toca esa especie de homenaje al, según el punto de vista greco-británico, moribundo proyecto que nació casi como yo, hace sesenta y seis años, de la mano de Schumann y Monet.
Y no hablamos más que de nuestra Europa, esa que no hace más que lanzar deseos que acostumbran tras muchos años en quedar en agua de borrajas. Deseos de unión entre todos los estados, deseos de prosperidad para todos los ciudadanos, deseos de representar un papel importante entre las potencias del mundo, tanto en plano económico, como en el geoestratégico, para que no nos falte de nada.
Pero tras estos sesenta y seis años, lo que se ha conseguido es que no se haya podido evitar una invasión en la antigua Checoeslovaquia, como tampoco se pudo evitar una invasión de Hungría, ni una guerra en toda regla en los Balcanes al deshacerse la antigua Yugoeslavia, cuando murió el dictador Tito.
Cierto que los dos primeros ejemplos son muy tendenciosos, que la cosa andaba aún en mantillas, y no se podía decir ni pío a los rusos que tenían más escopetas,y que siguen hoy celebrando la derrota nazi con toda gallardía, y razón no les falta.
Lo de Yugoeslavia, ya es otra cosa, ahí dejamos los europeos que se matasen tan ricamente mientras solucionaban el carajal de independencias, etnias, lenguas, salidas al mar, problemas norte-sur, religiones, que ya nos salió mal cuando lo de Sarajevo y el Archiduque Francisco Fernando, así que dejamos una guerra en territorio europeo, que podíamos haber parado, durante una década, dejando un panorama de nacionalismos aún por resolver, con el problema de Kosovo y su medio independencia ni siquiera reconocida por todos los miembros de nuestra vieja Europa.
Monet, Schuman, Adenauer, estos padres de Europa, lo primero que quisieron hacer fue evitar los enfrentamientos por el carbón y el acero, que entre Francia y Alemania eran endémicos. La CECA, en su acrónimo castellano fue el primer intento, con un matiz claramente económico, del que no voy a ocultar su conveniencia, ya que los problemas pocas veces surgen por orgullo, es siempre por dinero.
No voy a contar la historia, que todo el mundo la conoce, y yo no soy el Espasa, pero si que quiero reflexionar un poco acerca de este engendro sobre el que cabalgamos y llamamos Europa.
Si no olvidamos que en esta idea subyace sobre todo una unión comercial, ya que la negativa en 1953 de crear una unión política y una unión de defensa, aún están presentes en la estructura actual de la Unión Europea.
Al final el tratado de Roma lo firman Alemania, Francia, Italia y el Benelux, en el 56, y gota a gota hasta hoy.
Tras estos movimientos, hoy lo que tenemos es una estructura muy poco democrática, en la que los ciudadanos no nos sentimos representados, y que parece está tomando vida propia a lomos de una burocracia que parece nos ha quitado a los ciudadanos buena parte de nuestra soberanía para cederla a los grupos de presión de las multinacionales.
Por mi profesión, he tenido bastantes veces que enfrentarme a las normativas que tratan de regular cada vez más aspectos de nuestra vida, a través de leyes que deben ir implantándose en los países miembros a su tiempo y por su orden, y debo reconocer que representan la quintaesencia de la burocracia. Pero me temo que esa burocracia ha tomado vida propia, y es difícil de evitar.
Fue lamentable ayer, escuchar lo que ocurrió en el Parlamento griego, cuando el Primer Ministro, tuvo que someter al pueblo griego a recortes en las futuras pensiones de más del 30%, y subir los impuestos de bebidas, carburantes, e incluso el I.V.A. que les anda ya por el 24%. Y eso a cambio de un nuevo préstamo, que hará funcionar la rueda de la degradación griega más deprisa.
La misma pregunta que posiblemente se estén haciendo hoy ese 40% que quieren dejar de pertenecer a esta Unión, me la hago yo hoy mismo, y es la de que quién me representa en Europa, quién representa mis intereses, y me cuesta encontrar una respuesta.
Si yo fuera, por ejemplo lituano, y tuviera un problema en, digamos, China, debería confiar en la embajada lituana, no en la europea, que no existe, cosa que no le pasaría a un tejano, o a un ciudadano de Maine.
Por otro lado, tras fracasar la elaboración de una Constitución Europea, nos damos un tratado, el de Lisboa de 2007, que no se ratifica hasta 2009, en el que se sigue insistiendo en el poder de los burócratas de Bruselas en detrimento del poder local, seguimos sin una representación del poder europeo a nivel de cancillerías, que preferimos las de nuestra tribu, seguimos sin ejército europeo, que es más cómodo que la OTAN nos saque las castañas del fuego, y por si las moscas, ya están los ejércitos franceses e ingleses, que sin ser nada del otro mundo comparando con las grandes potencias mundiales, mantienen la ilusión de grandeur e imperio.
La Unión Europea, al final, tampoco es económica de verdad, ya que buena parte de los socios, no han querido dejar su economía en manos del Euro, no tenemos los impuestos unificados, no tenemos los servicios unificados, que depende donde vivas, tienes una sanidad, o una educación o una cobertura social que nada tiene que ver con la del socio de al lado.
Y eso que en el tal tratado de Lisboa, se desarrollan como competencias compartidas cosas como la cohesión económica, social y territorial, que a poco que miremos, nos damos cuenta de que no funciona ni un poco.
También se indica que queda en manos de los burócratas bruselienses, la política comercial y los acuerdos comerciales en estas competencias.
La forma de llevar a cabo las negociaciones del TTIP famoso, te hacen pensar que los estados hemos perdido el poder, y lo que es peor, los ciudadanos también lo hemos perdido, cualquier posibilidad de decisión sobre partes importantísimas de nuestra vida. Esto ya no es una democracia, entendida como el gobierno de los más.
Quizás deberíamos preguntarnos, si todos somos europeos, las razones por las que se fijan salarios mínimos interprofesionales con cuantías diferentes según los estados, o sistemas de sanidad, pensiones, o lo que quieras, que no estén regulados para todos los ciudadanos.
A los sesenta y seis años del inicio de este camino, seguimos siendo un grupo de tribus, más o menos civilizadas, gobernadas por instituciones que si vienen torcidas nada podrán contra los ejércitos chinos, yanquis o rusos, sin ir más lejos. Que no tienen políticas sociales comunes, y cuyas normas, las que afectan directamente al bienestar de los ciudadanos, no están hechas bajo el prisma de la igualdad entre todos.
Que suene el Te Deum y el Himno a la alegría, que yo seguiré sin sentir que soy europeo, y que cuando sube la bandera azul con estrellitas me viene a la cabeza una playa más o menos limpia, un buen hotel y un restaurante caro, donde a lo mejor se come bien.
Buenas noches, y buena suerte

El Pakis que no vendía cervezas por la Rambla

Pues es londinense, musulmán él, de los laboristas de toda la vida, de aquellos que pusieron a Gordon Brown en el 10 de Downing Street y les dejó colgados por un Fondo de renta fija que no hay nada más Tory, un hijo de la Commonwealth. Los restos del Imperio Británico es lo que tienen.
Las formas que han tenido de enfrentar la noticia de la llegada a la alcaldía de Londres, de un tal muchacho no me ha gustado demasiado, en general, ya que me he enterado de cómo se llama, de que es musulmán, de que es el primer musulmán que llega a la primera magistratura de una ciudad importante europea, procedente de tales tierras, y qué horror, qué dolor, qué pena.
Solo he oído en un sitio, o leído, que estas cosas nunca las sé, que está plenamente integrado, sin que me quede muy claro qué es lo que quiere decir eso en la más (posiblemente) ciudad multiétnica del mundo. ¿Tendrá acento cockney?, ¿tendrá un negociete en Whitehall?, ¿será chiita, será sunni?. Que el último hijo de Mahoma que dio guerra en Londres, les compró Harrod’s, y puso mirando a la Meca a la mismísima princesa de Gales. No me quedo muy tranquilo con eso de los integrados, que además los gunner huelen que apestan a Emiratos Árabes.
No sabemos, lo que si parece claro el que Her Majesty no suelta el sillón, que parece que los del Guiness le quieren dar el record que ostentaba su predecesora doña Victoria. Espero que no sea porque Charles se haya hecho alauita en un descuido, y doña Elisabeth tema que pongan alfombras de oración en el York Castle.
Sadiq Khan, un abogado nacido en Londres, que obtuvo su título en la Universidad de North London, y lo desasnaron en la escuela pública británica es hoy el nuevo alcalde.
Claro que su padre era un conductor de autobuses, aceitunadito él, pero seguro que alguno de nosotros hemos viajado en su dos pisos coloradito por el centro de la City, caminito del Covent Garden, tan ricamente.
Si obviamos lo del colorcito, y la religión, parece que estamos delante de un british como la copa de un pino, con un curriculum de lo más Labour Party.
Pero nuestra prensa que se la coge con papel de fumar a la hora de esas cosas de los derechos humanos que no se cumplen, por cierto, ni aquí ni en Sebastopol, (cada uno en su especialidad), que por ahí te condenan sin juicio, y por aquí te leen la correspondencia aunque sea electrónica, resulta que lo que destacan, que hay que vender anuncios electrónicos, es que el nuevo Khan, usa chilaba él y pañolón monjil su santa.
Nadie ha destacado que su oponente, noble, de clase alta, ricachón como solo en el Reino Unido de la Gran Bretaña se puede ser, que allí el dinero es de generaciones, se ha quedado con un palmo de narices.
Creo que el otro día, este argentino que tenemos en la sede de Pedro, de pronto mientras le daban el premio Carlomagno, nos echó un broncazo a los europeos de tomo y lomo, y creo que con razón, porque esta nuestra Europa está echa unos zorros, que vamos a coger un notable tortícolis de tanto mirarnos el ombligo, que esas cosas que hacemos-decimos de los que no huelen a Aquisgrán nos está haciendo cada día más débiles.
Pero poco más se puede esperar de esta tierra hecha de nacionalismos desde Ucrania hasta Galicia, en donde todo lo que no huela al orín de nuestra tribu nos parece malo malísimo, peligroso, execrable, y digno de una buena hoguera.
Y así no nos hemos fijado en que el nuevo alcalde de London, ha jurado su cargo junto a un purpurado en una catedral, de barrio, y seguro que anglicana, que es pecado mortal, pero nos ha dado una clase magistral a los europeos carcas, como yo, que si me hacen alcalde de Madrid seguro que no voy a jurar el cargo a la mezquita de la M-30. Y él, tan normalito.
Así que tendremos que acostumbrarnos a que lo importante no es que nuestra Carmena sea meapilas de misa de doce en las Salesas, o una ateaza de tomo y lomo, que si no se da su feligresía, es porque no se la intuye moruna, y si nuestra Ada nabokoviana es testigo de Jehová, o de los mormones, o de vaya usted a saber qué, tampoco nos importa, porque no es de la media luna, eso seguro, que si sería, (que diría uno de Zarauz) otro gallo cantara.
El nuevo Khan, anda diciendo cosas muy “Labour”, que si los pisos están caros, que el “Tube” y el cercanías al Hampshire cuesta una pasta para lo que gana el conductor de autobuses o el camarero de Bond Street, y que así la cosa no puede seguir, y que la ciudad está muy contaminada, y que no le toquen los webs, que si el Reino Unido de la Gran Bretaña sale de Europa, y se largan los bancos de la City, se va a quedar sin pasta para limpiar las calles, que de Brexit, nada de nada, no jodamos.
Así, que en elección directa, como debe ser, no como aquí, que no sabes a quien votas para alcalde, que sale verde y gana un amarillo, sus conciudadanos le han dado el triunfo con un 57% de los votos.
Claro que si no lo hace bien, no le votarán la próxima vez, y no agotará sus dos mandatos, como consiguió el nacionalista Boris Johnson, su antecesor en el puesto, que era más extranjero que él, ya que no nació en London, que lo hizo en casa de los primos, en New York, aunque, eso sí, lo pulieron en Eton, y salió más Tory que la Thatcher, que ya es salir.
Pero como se decía cristiano, sin matizar Iglesia, le perdonaron una levantada de faldas a una periodista, sin que le fatwa llegara al río.
Al final, y eso es lo que importa, el nuevo Khan, es un hijo del pueblo, que viene de abajo, que no parece ser de los del tea at five en el Ritz de Picadilly, que seguro lo toma en su casa tan ricamente, que parece tiene la formación y la experiencia adecuada, que tiene una moral religiosa determinada que a nadie le tendría que importar un carajo, siempre que cumpla y haga cumplir las leyes que rigen la convivencia en su ciudad, que no intente retorcerlas, que no robe, que se desviva por cumplir las promesas que ha hecho a sus conciudadanos, y aquí paz y después gloria.
Me alegro por ese señor, que ha tenido siempre, como sus ancestros pasaporte del Imperio Británico, y que ha sabido, (intuyo que honestamente), desarrollar una carrera en lo que hoy es su cultura, y que sus mayores adoptaron al cambiar de territorio al venir a Europa. Le felicito de corazón a él y a lo que significa que un pobre se sienta en la más alta magistratura de una de las mayores ciudades del mundo, y felicito a los británicos por el ejemplo que han dado al continente, ese que queda aislado cuando hay tormenta en el Canal de la Mancha, de como se puede integrar a la gente en otra cultura, manteniendo buena parte de la suya.
Buenas noches, y buena suerte.

La jubilación del «Baby Boom»

El baby boom se lo debemos al Señor Don Laureano López Rodó, que con su aspecto de meapilas, puso a la ciudadanía al fornicio dislocado, eso sí, la mayoría de las veces dentro del matrimonio canónico, como Dios manda.
Tanto Plan de Desarrollo, tanto polígono industrial en Puertollano, tanto elevar a categoría internacional a la brutal dictadura, acabó animando a la peña, y así llegó el seiscientos y el simcamil que fabricaba Barreiros, aquel antecesor de don Amancio, que en vez de trapos, hacía coches con patentes francesas y americanas.
Papá se compró un pisito en Moratalaz, o en el Barrio del Pilar, o en el de La Concepción. En mi pueblo las cosas eran más directas, que en Bellvitge hay vida, porque lo del Congreso Eucarístico era otra cosa.
Solís desde su chaqueta blanca de Falange, facilitando las cosas a las parejas, se dedicó a hacer hospitales, que si La Paz en Madrid, que si el Francisco Franco en Barcelona, (luego la cosa quedó, gracias a Dios, en Vall Hebrón, que es mucho menos llamativo).
Y claro, con pisito, con seiscientos, con hospital para parir a gusto, las parejas se lanzaron a cumplir el mandato divino de creced y multiplicaros.
Todos estos niños, hijos de López Rodó, no tomaron nota del esfuerzo paterno, ni de los mensajes que Alberto Closas y Paco Martínez Soria nos dejaban en eso de “La familia y uno más”, despreciaron los descuentos en Renfe por familia numerosa, y renunciaron al premio de natalidad nacional.
Así, que con tanta píldora, tanto preservativo, y tanta mandanga, los cincuentones de hoy empiezan a preguntarse eso tan tontorrón de que ¿quién pagará nuestras pensiones?.
Porque el baby boom empieza a peinar canas, y quien más y quien menos anda con uno de esos ERES acechando, que los bancos ya no saben ganar perras como antes, y las marujas, que cada vez son menos, ya no van a la sucursal a buscar el juego de cazuelas, y así no hay quien aguante.
Que hasta en el caralibro empiezan a quejarse del futuro de los fondos de pensiones, que parece que el Estado lo invierte en deuda pública, que es más segura que la inversión en Matildes, que la bolsa ya no es lo que era.
Y con diecisiete millones de cristianos apoquinando a esas arcas la cosa no da para tanto viejecito que se nos viene encima, y el boom del baby va a ser cosa sonada.
Porque claro, comiendo cosas esterilizadas ya no te mueres de la cochinilla, el sifilón no lo pillas ni loco con tanta goma y concienciación, así que aguantamos quince o veinte años más que lo que un buen actuario soñó en su momento.
Por otra parte, como ese extra de vida se nos concede en un estado de pachuchez notable, hay que dedicar recursos a cuidar a los que fueron baby, y no sabemos de dónde hay que sacar las perras.
Que el Imanol Arias ya se nos está cabreando, y amenaza con dejar el país que le ha dado de comer durante toda su vida, y al que ha intentado escatimar los diezmos sagrados. Que otros andan tentándose las ropas, poniendo bacinillas de agua de esas de remojar barbas, que la caza del defraudador de medio pelo parece que está abierta.
Esta mañana, mientras luchaba con mi indecisión de levantarme, poniendo por fin pie a tierra, leía en El Confidencial dos divertidas noticias.
La primera es que vienen más papelitos de esos como los de Panamá, que los Estados andan molestos con eso del déficit público y fiscal, y si pillan unas perras de los bancos de Barbados, de Caimán, de Tortuga, o incluso de la calvinista Ginebra, (la ciudad, que no olvide nadie, tiene nombre de reinona ponecuernos, así que poco de fiar), siempre será un consuelo.
La segunda, es la pastizara que se había metido en la cuenta de resultados el propio periódico, que todos hemos de vivir. Lo que no dice es si el dinero ganado pasará por ventanilla, o se irá a alguno de esos paraísos que no están en los papeles, que información es poder, oiga.
Algún ministro de esos con jeta, que andan por ahí dando consejos no pedidos, a la que te descuidas, te propone un bonito plan de pensiones, y aparentemente te hace una rebajita fiscal.
Pero nadie se acuerda que en el intermedio pagas comisiones de mantenimiento del plan, que hay que ser conservador y que no hay forma de obtener una rentabilidad decente, y que cuando tiras de ese dinero, si algo queda, te pasarán todos los impuestos con tarifa del diferencial. No sé qué decirte, querido hijo del baby boom, pero te lo han puesto crudo.
Siempre queda la solución de abrir las puertas a los emigrantes, que si se ponen a currar aquí, a lo mejor pagan algún trocito de las pensiones de los hijos de Moratalaz y de Bellvitge, pero esos están poco a poco abandonando el barco, que parece que se hunde.
¿Será por eso que los políticos andan a la greña?, quizás están como los piratas del Caribe intentando repartirse los restos del naufragio, a navajazos, claro, que si yo esto, tú más, y que no te quiero ver ni oír, que esa prebenda es mía, que me la he ganado a trabucazos.
La última curiosidad que me queda, es saber por dónde diablos reventará toda esta vaina, porque la pasta de los evasores a paraísos fiscales, no tiene pinta de volver, más bien la pinta es de seguir escondiéndose, o lo que sería, no sé si de desear, que todos estos pollos se fueran a vivir a Barbados, Caimán, Panamá o Gibraltar, a ver si estos sitios nefastos, acaban reventando por exceso de población.
López Rodó, tenía puesta su confianza en el Dictador y en Monseñor Escrivá, que no es poco, así que encomendarse a tiempo le valió, ya que si el último de los Planes de desarrollo no salió adelante, fue por falta de pasta y de Franco, claro.
Luego los demócratas nos hemos seguido inventado “patadas a seguir” y así hemos ido tirando, pero parece que el campo se acaba y en cualquier momento nos van a pitar un golpe de castigo, que por quejarse ya anda quejándose hasta el famoso Abe, (no el tren), primer ministro japonés, que insiste en que no le salen las cuentas, y que si hay que lanzar dinero desde un helicóptero, pues se hace.
Que en los billetes ya no pone aquello de que el Banco de España pagará al portador…..en oro. Que los sistemas monetarios desde que Nixon se hizo unos pendientes con el oro de Fort Knox, se basan en que te creas lo que te dicen, y así, como dejes de creértelo se te puede montar un carajal de padre y muy señor mío.
En fin mis queridos cincuentones, vais a tener que darle al cacumen cuando la sociedad a la que creéis pertenecer os deseche, y llegue la hora de la merienda, porque si esto sigue así, ni los ahorros en bitcoins os van a salvar el culo, que ya los hay que andan a ver si ponen palos en la rueda de esa bicicleta.
Buenas noches, y buena suerte

Tennessee Williams

Hacía mucho tiempo que de verdad no veía una obra de teatro, a pesar de ser un habitual a las salas. Ayer, por fin acabó la sequía, gracias a Tennessee Williams, y a la compañía que encabezó Doña Aitana Sánchez-Gijón, en el María Guerrero durante la representación de la “Rosa tatuada”.
Pocas cosas me satisfacen más que asistirá a una buena representación teatral donde el texto se respeta, donde la puesta en escena es acorde con la historia, donde, en fin, unos buenos actores con oficio hacen que ni siquiera el autor se plantease decir que no reconocía a su hijo en el escenario.
Hay algo también en el autor, al que, por lo que sea, nunca he visto mal tratado en la escena española, es más tengo algún recuerdo de representaciones de sus obras entre la inolvidables de mi carnet de baile.
Recuerdo, de hecho, una actuación de López Vázquez en “La muerte de un viajante” en el Bellas Artes hace ya unas décadas realmente magistral.
La verdad es que la obra de este americano borrachuzo, medio drogata, homosexual cuando era un problema serlo, para mí ha sido fuente de unos magníficos momentos tanto en el cine como en el teatro.
¿Quién no recuerda a Marlon Brando en el Tranvía llamado deseo, o el dulce pájaro de juventud con Paul Newman, o acompañando a Liz Taylor en aquel jugador de rugby con su carrera perdida, en la gata sobre el tejado de zinc caliente.
El panorama desde el puente, o tantas otras obras que bien a través del cine o en representaciones teatrales, en general muy satisfactorias en nuestros escenarios, conforman un mosaico de personajes de esa generación de americanos que acababan de ganar la segunda guerra mundial, y se estaban lanzando confiados a aquel “american way of life” que hizo palidecer de envidia a todo el mundo. Las lavadoras en aquellas casas tan bonitas con jardín abierto a la calle, la televisión en el salón, el Chevi asequible en la puerta, los niños sonrosaditos comiendo mantequilla de cacahuete, pero que tenían entre cajas miseria, dolor, desprecio, y vidas rotas.
Williams, desde mi óptica, dio con sus personajes la información que a “Ike”, el generalote presidente, no le apetecía mucho, pero que podía soportar de alguna manera ya que sus obras tenían el público controlado en número, al menos.
Muchos de los personajes de Tennessee Williams, han reaparecido luego, varias décadas más tarde en nuestra sociedad post López Rodó, el que inventó eso de los planes de estabilidad que se han perpetuado en nuestra economía hasta nuestros días.
El vendedor fracasado de la muerte de un viajante, como representante del intento fallido de auparse a ese “American way of life” y que termina en el saco de los deshechos humanos con la soledad y la crudeza que implica el saber que a nadie eres útil, y que la sociedad te rechaza, pero no la sociedad amplia e impersonal, no, es tu tribu, tu jefe que no ve que seas rentable, tu mujer, tu hijo, tu amante que solo espera de ti unas medias de seda nuevas. No sirves, eres un juguete roto, adiós.
Cuántos de esos juguetes rotos estamos viendo hoy en nuestro entorno, en el que más de dos millones de personas que han perdido su trabajo, no tienen ni por asomo una sola posibilidad de obtener un salario, o siquiera una ayuda. No nos hablan demasiado del desespero de tanta gente que son considerados deshechos después de una vida de trabajo, que solo empleamos por unos meses a los que están entre los treinta y los cuarenta, que antes no sirven, dicen, y después son muy caros, dicen.
La desubicación del inmigrante, en un tranvía llamado deseo, permite a Williams, entrar en el mundo de la violencia doméstica, en el de la homosexualidad entendida como falta grave que puede conducirá al suicidio, y el de los sueños de grandeza rotos, encarnados en la pobre Blanche que como ella dice “mi vida depende de la amabilidad de los demás”.
En panorama desde el puente, desde Brooklyn, aborda un tema que no puede hoy estar más de actualidad, y es el de la inmigración ilegal…recuerdo a Pellicena y a Bódalo. Al final, el hambre en tu tierra es la que te fuerza a dejarla, y debes acostumbrarte que cuando tomas esa vía, lo más probable es que tu vida sea tan miserable como lo era en tu terruño de origen, aunque la esperanza es para las siguientes generaciones, y lo aceptas, aceptas ser el puente para otros.
Ava Gardner, me enamoró en aquel papel de Maxine en La noche de la Iguana. Su descarnada actuación de “femme fatal” de hotel de tercera en Puerto Vallarta la recordaré siempre, de la misma forma que los otros dos personajes femeninos, mucho más calvinista el interpretado por Deborah Kerr, y el navokoviano lolitoso que recreó Sue Lyon.
Tuvo trabajo Richard Burton en dar la réplica al trío magistral de actrices que tenía delante, y el trabajo de John Houston es de los que no se repiten.
La primera vez que vi el zoo de cristal, fue a Verónica Forqué. Quien me emocionó fue Amparo Soler Leal, y quien me dejó indiferente fue Silvia Marsó. El papel de Amanda creo que es uno de los más emotivos que pueden encontrarse en la escena del siglo XX, y como tema redundante, la diferencia entre la realidad y los sueños, la intolerancia y la fragilidad.
Y esta rosa tatuada que vi anoche, me divirtió, porque Serafina es también la intolerancia que proviene de su origen campesino siciliano, de sus costumbres que viajan con ella al nuevo mundo, la intransigencia que muestra hacia los sueños de su hija, la inmigración ilegal representada en su amante, la liberación de su pasado al romper la urna de las cenizas de su marido, pero sobre todo el ambiente asfixiante de esa sociedad de pueblo americano del sur profundo, en donde tu vida debe ser un libro abierto a las miradas de todos tus vecino, y por supuesto a sus juicios.
Cierto que Aitana no es la Magnani, ni falta que le hace, ya que recrea en esta presentación con gran credibilidad el papel de Serafina, aunque por poner un pero, algo de pasión siciliana le falta, es más de “polentone” su interpretación, pero se la quiere igual.
Así que acabaré agradeciendo al teatro con mayúsculas, no solo el buen rato en platea, sino la oportunidad de revisitar a Tennessee Williams, recordar los personajes que me enseñó y que luego, de alguna manera, como si el tiempo y las gentes fueran siempre los mismos, de reconocer situaciones y sentimientos expresados en el escenario, en gentes y situaciones que me rodean, y que tienen la dureza de la verdad de la vida.
Buenas noches, y buena suerte

Redimir al redentor.

La representación de Parsifal en el Real, me permitió repensar un poco sobre la simbología de la obra, que por muchos ha sido considerado como el testamento musical de Richard Wagner. De hecho a poco de su estreno, el compositor falleció.
Esta vez y dejando a un lado el montaje y su consecuente digresión respecto al texto original, me dio por leer el programa de mano. El autor de la reseña, Miguel Angel González Barrio, ha realizado varias consideraciones que me han parecido muy útiles para comentarlas.
Parsifal, es la historia de una búsqueda, como siempre, el camino iniciático que debe seguir el aprendiz y que solo tras los sufrimientos que debe padecer, las pruebas a las que se enfrentará, si consigue mantener la pureza, llegará al cáliz de vida, al Grial. Es la vida eterna a la que se llega tras un camino de perfección.

Ese objeto simbólico que junto al poder de la lanza de Longinos permite que sean redimidos los pecadores. Yo no sabía que en una de las coronas funerarias que acompañaron a Richard Wagner en su entierro, aparecía esa inscripción, redimir al redentor.
Sin entrar en la obra, que seguro que cualquiera que lea estas líneas conoce mucho mejor que yo, me gustaría comentar el peligro que para mí ha tenido siempre la pureza asociada a la religión. Parece que el logro del conocimiento, del bien supremo, del nirvana mahayama, solo es a costa de un camino en que la pureza del alma es lo importante, aunque en aras del mantenimiento de esa condición tengas que destrozar a quienes, por su ignorancia, o por su desacuerdo simplemente, no comulgan con la renuncia a todo lo que nos rodea, muchas veces huele al no hagas el amor, haz la guerra.
Así, ignoraremos los sentimientos, el amor carnal, por el que, dicho sea de paso todos, los que somos hemos tenido que pasar antes incluso de nuestra concepción.
Sin embargo, al héroe, al Parsifal, Percival, Galahad, se le exige la castidad como única forma de alcanzar un estado de perfección que le transforme en redentor, pero no se le exige que deje la cualidad de guerrero.
La redención se materializa en la herida de Amfortas en von Eschenbach, o en el Señor de Percival, en Malory. Pero de alguna forma es retomar el camino de Cristo que también y tras un camino de pureza según los Evangelios canónicos, redime al Hombre.
Una de las cosas que más me han separado siempre de las religiones, es la insistencia en mi redención, ya que según muchas de ellas, ya vengo a este mundo con una mácula, véase pecado original, o estadio inadecuado en mi ciclo de reencarnaciones, que alguien tiene que solucionar por mí.
Quizás pueda sonar esta posición al simplismo de mi visión de las cosas, pero siempre me ha parecido la gran injusticia el nacer con una deuda que debe ser perdonada-redimida por un héroe, al que por cierto si tiene que eliminar de forma cruenta a cualquier opositor a su misión, lo hace sin pestañear.
Pero también el héroe es un loco en su pureza, pero un loco más en la acepción inglesa de fool, es decir un simple, que no puede ver mucho más que aquello que le han puesto delante y constituye el camino que debe seguir.
Dice el autor del artículo en el programa de mano, que posiblemente Richard Wagner quisiera redimir al redentor con su música, y así cerrar el círculo, y en ello está, a mi parecer, dejando una puerta a que tampoco el ser puro está libre del defecto primario del que debe ser redimido.
Puede ser que la corte de Luis II de Baviera, y las ideas de Nietzsche o Schopenhauer, llevaran a Wagner a la recreación de un personaje que no siente el amor, aunque recibe la llamada del sexo, de la que debe defenderse. Este Parsifal es una recreación del héroe cristiano, y en su desarrollo se nos acerca a la mitología y a la simbología del cristianismo.
Quizás Amfortas, como Lancelot, que han sucumbido a la llamada de la carne y tienen por ello que renunciar a encontrar el Grial que es la fuente de vida eterna, necesitan al puro que les redima.
Una buena se lió al considerar que Wagner estaba insinuando que su héroe debería hacer purgar a los judíos el supuesto deicidio que cometieron como pueblo. En cualquier caso, parece que no secundó el manifiesto antisemita de Bismark, pero por otra parte exigió un director “bautizado” para dirigir su estreno.
Parece ser también que hay en Wagner una especie de transformación religiosa, que puede plasmarse en este Parsifal. El no cree en Dios, cree en la divinidad representada por un Cristo de alma pura, libre de pecado.
Es muy curiosa también la concepción wagneriana de lo inútil de las liturgias y de la parte teatral que lleva la celebración de la misa.
Su punto de vista en este aspecto de la liturgia, que le alejan de la espiritualidad del culto, es la comprensión de los símbolos y los mitos de la religión, para por medio del arte poder expresar los símbolos míticos en un plano superior.
En cualquier caso, personalmente estoy muy lejos de todos estos postulados, y una vez intuidos los significados de alguno de los símbolos mostrados, me quedo con la magia de la música, que tiene una complejidad que me cautiva.
Quizás sea esto lo que vimos en el escenario, y siento en el alma mi absoluta ignorancia musical, que con toda certeza ha hecho que me pierda la simbología que con la técnica musical ha querido el compositor mostrar a quienes puedan entenderlo.
Solamente me quedó el consuelo de cerrar los ojos, (mi hija creía que dormía), y dejarme llevar por esa música que ha alcanzado la categoría de intemporal.
Reconozco también que aunque me gusta y disfruto las óperas del teutón, necesito un estado espiritual especial cuando me acerco al teatro para asistir a una de sus representaciones, la complejidad de su música, y las ideas que transmiten los libretos me exigen un esfuerzo que no siempre estoy dispuesto a dar. Pero esta vez sí lo estaba,
Así que mientras pueda, seguiré sentándome en los teatros de ópera cuando haya un Wagner en el escenario.
Buenas noches, y buena suerte

.

Hasta que nos aburran

Los inútiles políticos que aparentemente se empeñan en gobernarnos, han fracasado de nuevo, siempre, claro, que no surja el milagro de aquí al dos de mayo, que hasta el rabo todo es toro.
No han sido capaces, a pesar del mandato democrático que les hemos dado los ciudadanos, y conociendo todos y cada uno de ellos la situación que tenemos en este país, de establecer las vías de diálogo necesarias para la formación de un nuevo gobierno.
Tienen suerte, toda esta caterva de supuestos profesionales de la cosa, de que no están en una sociedad anónima, porque la no consecución de expectativas, les hubiera supuesto el despido por causas objetivas, no habéis hecho vuestro trabajo, no servís. ¡Fuera!.
Me enteré el otro día, leyendo o escuchando, que no soñando, de una ley colombiana que nos vendría de maravilla en este nuestro pueblón, y es que si tras unas elecciones, por falta de acuerdos, no se puede formar gobierno y se fuerzan unas nuevas elecciones, ninguno de los candidatos puede repetir.
¡Lo bien que hubiese venido a esta legislatura una norma de ese tipo!, que estos por mantener silloncito, hubieran hecho lo imposible.
Durante estos últimos cuatro meses, todo lo que hemos escuchado, es el listado de noes, de líneas rojas, de echar a este o a aquel, de yo quiero esto o aquello para mí. Ha sido otro más de los espectáculos bochornosos a los que nos ha sometido esa miserable colectividad de electos, en boca, por cierto, solo y únicamente de los señores candidatos o jefes de fila de los partidos involucrados. Que la línea ideológica está prohibido saltársela, que cuesta un pico en préstamos conseguir que un culo cristiano se siente en el malhadado hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, y que las comisiones de la prevaricación últimamente no dan para mucho, y los bancos andan con el margen de intermediación hecho unos zorros, y sin ganas de prestar pasta.
Las listas cerradas, las disciplinas de partido y de voto, son, y siempre lo he mantenido uno de los mayores males que conforman nuestro ordenamiento político, ya que si yo hubiese podido elegir a mi diputado, y no existiese esa disciplina de voto, el poder de los líderes se habría diluido al papel que le corresponde, y no hubiesen tenido el derecho al veto que han tenido desde uno y otro lado de esta cámara de esperpento valleinclanesco.
Las posibilidades de negociación con diputados, que dentro de una ideología general común, tuviesen la suficiente independencia a la hora de sus votaciones en cortes, seguramente, y con tal de satisfacer a sus votantes, muy posiblemente habrían llegado a acuerdos en donde las tendencias de todos estuviesen representadas en un gobierno. Pero ni es así, ni será.
Los líderes políticos se van a volver ahora a gastar una pasta gansa de todos nosotros en una nueva campaña que no nos interesa, que no nos apetece, y, es más, que no queremos pagar con nuestros impuestos, que antes está nuestra sanidad, nuestros desempleados, fruto en demasiadas ocasiones de los errores de esos mismos políticos, de nuestros ancianos, de nuestra infancia que necesita una educación exquisita, y no la zafiedad que a menudo se encuentra en nuestras aulas.
Pero no, se volverán a ofrecer los mismos, y presumiblemente los resultados serán parecidos, porque hay que preservar el chollo-escaño, que fuera no les dan trabajo, y si el Madina iba el siete, el siete se queda, y si, y si, y si…
Algunas echan a correr, las zonas de conflicto apechuscan a quienes a lo mejor tienen otros posibles, o tienen vocación de sus labores o de bar y partida mañanera de dominó “pal” tuerto, pero los que quedan son los que han fracasado, empezando por sus jefes, cuando sus jefes deberíamos ser nosotros y no esos chiquilicuatres que se hacen llamar presidentes, secretarios generales, o simplemente señoritos.
No sé cómo podemos quitarnos a todos estos sin mancharnos las manos de sangre, porque la siguiente norma que me encantaría es que los partidos no viviesen del erario público, sino que lo hiciesen de las aportaciones de sus seguidores, a tanto el mes por carnet de afiliado, y a tanto menos quince por ciento, el de simpatizante.
Les pagamos la campaña según los votos que han obtenido, a tanto el voto….por lo que si muchos piensan como yo de esta situación, lo mejor es abstenerse, seguiremos cierto, sin gobierno, pero habrá salido más barato, y así damos dinero a los que más lo necesiten.
Quizás debería comportarme como un japonés educado, y no mostrar mis sentimientos en público, pero soy de este meridión caliente, y estoy francamente cabreado, metido en una carísima sucesión de ineptitudes pintadas de “lo que nos interesa es el ciudadano”…..el ciudadano Sánchez, Iglesias, Rivera, Rajoy, se olvidan añadir, uno a uno y por su orden.
En estos cuatro meses de ausencia de gobierno, solamente se ha aprobado una ley en el hemiciclo, y no ha podido tener un contenido social más adecuado, que ha consistido en prorrogar la subvención (miserable, cierto) de 426€ para personas que han sido víctimas de las agresiones de leyes como la de reforma laboral. Algo se ha llevado el ciudadano.
Desde el punto de vista económico, lo único negativo de esta situación es que en las próximas elecciones cambie de forma importante la política fiscal, o el marco de desarrollo empresarial, y eso retrae las decisiones de inversión por posible falta de estabilidad, pero dejando esa circunstancia, mínima por otra parte, las cosas funcionan, y funcionan mejor.
Que por no dar la lata, hasta parece que los independentistas se han calmado un poco, y eso es de agradecer. Claro, como no hay política activa, lo que queda como mandato es que todo quisque cumpla la ley, la que sea, que no hay decreto ley que valga, o acomodo fuera de lo legislado que pueda intentarse. Francamente como marco de funcionamiento, y a la vista de la inutilidad de nuestros políticos, ya me vale.
Por otra parte, veo que nos va a dar el Pilar viendo a toda esta panda con sus vetos y su defensa de poltronas, que entre que las elecciones nos van a pillar en los ritos de fertilidad de la Lanzada, y que luego hay que irse a Benidorm, a ese apartamento tan bonito que compró el abuelo en los sesenta, veo otros cuatro meses de sueldo de señorías perdidos en por ahí no paso, y esa línea roja no la salto, y a votar de nuevo con los turrones.
Me parece que para política entre Juego de Tronos y House of lies, tengo bastante, así que en estos meses que aparecen en el horizonte, intentaré evadirme de tanta mediocridad que se nos asoma por el horizonte, y que el Señor me acoja.
Buenas noches, y buena suerte

El día D.

De la madre, del padre, del cipote de Archidona, del qué sé yo, y del que a lo mejor, pasando por el de los enamorados, el de los divorciados, de los santos, de los muertos.
Que hay ya más días D que días, eso sin contar con que además está el día del santo, del cumpleaños, de la autonomía, el Nacional, el de mi pueblo, y el de Santa Prima Rosa, la de Santander.
Y si me dijeras que es cosa de nuestra España, hablaría de enfermedad nacional, pero te das una vuelta por el mundo, y te encuentras días de acción de gracias, de año nuevo, de año viejo, de final del Ramadán, de los cerezos en flor, del Emperador, de la cerveza muniquesa, de la liberación, de la independencia. Un agobio, que uno sale a la calle, como diría Umbral, a por el periódico y la barra de pan, y se encuentra la manifestación popular del día de los gays y lesbianas, (seguro que en poco tiempo, si no lo han hecho a sacan dos días del evento, uno para cada uno), o la del día de la paella del senyoret.
Claro que hay días D que desaparecen. Me acuerdo yo de aquel de San José Artesano, día del productor, tan cutre hispano, con su manifestación artística de la sección femenina en el Bernabéu, o del tan añorado 18 de julio, que nos recordaba los trastopecientos años de la Paz franquista y cainita. Descanse en paz.
El invento no es moderno, claro, que esto, como casi todo viene de las fiestas campesinas (paganas), donde también andaban de celebraciones, que si la siembra, que si la cosecha, que si la fertilidad, y algún dios local por añadidura. Hasta los romanos celebraban fiestas urbanitas a la que se descuidaba el senado, que les entraba un cabestro a presidir o reinar, y a poco tenían un dios más a quien celebrarle el agua.
Lo que en mi modesta existencia he constatado es que esto de los días D, te aflojan el sentido, y estás dispuesto a realizar sin despeinarte cualquier tontuna no programada, y generalmente, además te cuesta una pasta gansa el asunto.
Así que me da por pensar, que esas cosas de las profesiones más viejas del mundo, tendrían que revisarse, ya que poner en primer lugar a las rabizas, además de inexacto, me parece de lo más desafortunado. Porque ya me dirán ustedes, que para que el machito vaya de fiesta primero hay que inventar el día D, de lo que sea, tener un intercambio dionisíaco, en dulce armonía con tu tribu, que eso de las soledades al ser humano, gregario él le repele. Y ¿quién inventa el día D?. ¡Coño!,¡los de márketing!.
¿Será verdad?, pinta tiene desde luego, y si es así, la profesión más vieja no es la de colipoterra, (lo de hurgamanderas y putarazanas vino después y tiene ciertos toques localistas), que es la de empleado de márketing, al servicio del comercio, del poder, y en general, del Señorito de turno.
Muchas veces he pensado en tomar la decisión definitiva de cancelar mi presencia en los días D, que me tocan, es decir, los que comparto con mi tribu más cercana, ya que al pavo de Acción de Gracias renuncié desde mis orígenes y a quemar billetes falsos en honor de mis antepasados chinos, también. Solo me quedan aquellos días ligados al departamento de márketing de “El Corte Inglés”, que no son pocos, y creo que debería renunciar a ellos definitivamente, de forma que al eliminarlos tendré que ser más cariñoso con mi madre en el día a día, y no esperar a que el de márketing me recuerde que anda por ahí, y que para reducir cualquier sentimiento de culpabilidad que pudiera tener en cuanto a mi comportamiento, comprando algo, pues listo, y punto pelota.
Y lo mismo con los miembros más cercanos de la tribu, que poco es acordarse de ellos tres o cuatro veces al año, en los momentos de los presentes expiatorios. Así que menos regalitos con fecha de caducidad, y más comportamiento con base de calidad regular, parecida todos los días sin esperar exaltaciones puntuales, que además sientan mal a las quebracías.
Pero es un grande reto, que las sofisticadas campañas de márketing, que hasta en el caralibro, te recuerdan que hoy es el día D, no sé, de Chuchita o de Chuchito, y ahí te ves en plan desnucasapos buscando el muñequín más “epatante”, para la felicitación, y de paso para demostrar a la peña, (que aquí todo se sabe), que sigues aspirando al puesto de macho alfa, o de hembra dominante, gracias a tu cacumen productor de tamaño esfuerzo. A todo esto, claro, los de caralibro facturando publicidad para que dejes de engordar, para que engordes, para que cambies el piso o el coche. Es otra más de nuestras aportaciones a la economía mundial.
Es el gregarismo intrínseco al ser humano, el que nos lleva a estas situaciones, y los de la más vieja profesión del mundo han aprendido a utilizarlo de forma magistral, tiempo han tenido, cierto, y las nuevas tecnologías encima les han ayudado a eso tan calvinista de, gracias al trabajo, obviamente, apurar al máximo las posibilidades que pueda ofrecer cualquier situación, cualquier calidad del ser humano o del entorno para obtener de ello un beneficio. Y ahí estamos, que no sé aún cuando es el día de la butifarra, aunque para Salgot, sea todos los días, ni sé cuándo es el día del jamón de Guijuelo, que es una pena, así que, en un no sé, pasa mi vida.
Hubo un tiempo en el que mi nivel conspiranoico era bajito, por aquello de que tenía otras cosas en las que pensar, y creía que eso del día D, era para intentar reforzar aquellos elementos de la grey que pareciesen débiles. Y sí, aparecían esos días D de las Naciones Unidas, una de las más siniestras organizaciones que nos hemos podido dar los humanos, por cierto. D los refugiados, D la infancia, D….que se saldaban con unos canapeses para escogidos en sitio chuli, una salida masiva de huchas en manos de adolescentes o de señoronas, (nunca en manos de ejecutivos de banca), y un reportaje en el telediario con esas escenas que te amargan el cocido, y que desde tu salón te provocan el mismo efecto que la decapitación de un Stark….es algo lejano, y ya sé como interpretar los mensajes de márketing, o no.
No sé qué haré al final, que el riesgo que amenaza el enfrentarse a tan vieja profesión, es la de quedar aislado de la manada, y además sometido a la presión del entorno, desde las vallas publicitarias, los kioscos, la tele, y las redes sociales……¡qué grosero!, ha olvidado mi cumpleaños, o mi santo, o no es un gay lésbico de calidad, que no se le ve ni en el regazo de Doña Carmena ni en el de Ada o el ardor, o qué descreído que en Navidad se marca una porno en vez de ver los Diez Mandamientos, con lo guapo que salían el calvoroto y el vendedor de escopetas.
Luego, al final, viene eso del terror a vacío, que los de márketing te han convencido, desde pequeñito, de que si no estás con los días D, no eres de este mundo, y la soledad, el hambre y el frío son muy intensos fuera de la manada.
Buenas noches, y buena suerte

Un San Jordi normal

Hay que reconocer que pocas cosas hay más bonitas que los San Jordi en la ciudad Condal, especialmente si el día sale brillante, si encima es sábado, (ya se sabe, no hay sábado sin sol ni doncella sin amor, duro falso que no pase ni putón que no se case), y uno de esos me tocó este 23 de abril.
La primera parte de la crónica se refiere al apechusque que me entró al bajar de mi autobús número siete, junto al Cinc d’Oros, y darme cuenta de que no se veía Paseo de Gracia, que solo se veían cristianos en marea, unos hacia arriba, y otros hacia abajo. Tremendo.
Luego me enteré de que habían venido de todos los pueblones de los alrededores, que había que comprar la rosa y el libro, como todos los años, aunque realmente lo que me intimidó es que no fuesen los segadores de L’Osona, que hubiesen decidido de nuevo uno de esos yo qué sé que tanto gustan por esta mi querida ciudad.
Pero no, la gente iba en plan pacífico, pisando huevos, parándose en el tenderete que este o aquel había montado en la acera, ora con rosa, ora con libro, que había que pillar el último de la Navarro o de la Asensi, que la Dueñas parece que este año no presenta.
Todo muy en su sitio, menos los pies para caminar que no lo encontraban, que a la que levantabas el derecho para dar un paso, alguien ocupaba tu sitio, vamos como en la Cecilia de Simon y Garfunkel. Daban ganas de abandonarte a la corriente y que te llevaran en volandas.
La cosa llegó a ponerse excesiva, tanto que pensé que aquello no era la Rambla, y que iba a cruzarse la Macarena de un momento a otro, pero no, lo que se cruzaba era uno de esos chinos que vienen a gastarse los yuanes al Luis Vuitton del Paseo de Gracia. Iban los pobres con cara desencajada, que no sabían si apretujar el bolso con los duros o cogerle fuerte la mano a su acompañante, que en un plis te los desaparecían, al bolso y al acompañante, por su orden.
Pero, ¡qué bonita estaba la ciudad!, tanto que a la casa Batlló le pusieron florones en los balcones, unas rosas de plástico bellísimas que engrandecían el legado de Gaudí. ¡Cuántas fotos de propios y extraños se debieron tomar!¡Honor hasta en el caralibro!
Yo no tenía el cuerpo para tantas multitudes, y tirando de mi iconoclastia reconocida, busqué la salvación en Fontanella y Vía Layetana, que siempre han sido santas vías de escape.
Entre charnegos, guiris y segadors, pocas posibilidades te dejaban a la hora de buscar el pescadito del día en la Barceloneta, que hasta los de toda la vida te soltaban un “se siente”, estamos hasta las orejas. Algo se consiguió, con más pena que gloria, pero es San Jordi mata L’araña, y se perdona todo.
La fiesta no se había acabado, que ese 23, tocaba reconocimiento, un 50 con una L dentro del cero. Los creativos, cuando se ponen, se ponen, así que cincuenta aniversario del debut de Plácido en el Liceu…¿lo pilláis?, la L de Liceu es también cincuenta en números romanos, así que a la hora de la interpretación no sé si hablábamos del cincuenta, de la L romana, del Liceu, de cien directamente, o de su estimada señora mamá política, pero es lo mismo, lo importante en el escenario.
Plácido haciendo gala de su increíble resistencia al tiempo, cantó un estupendo Simón Boccanegra, y a la hora de los aplausos, pues todos de pié en prolongada ovación, nunca como en el Met o en Viena, que aquí cuando vieron los dires de la cosa que los aplausos podían durar más de lo necesario, bajaron el telón, y cada mochuelo a su olivo, que este Plácido viene de Madrit, y Madrit ens roba.
Pero lo más positivo, es que en este país cainita se reconozca el mérito de una carrera profesional, que a los setenta y cinco años, sigue buscando con ambición y con ilusión nuevos caminos, con lo que me sumo entusiasmado al reconocimiento.
La lluvia dispersó un poco a la masa que había tomado las calles, colas para entrar en el metro, y de nuevo, a la salida del teatro los paquis habían tomado Las Ramblas con sus cervezas de cloaca, sus muñequitos voladores, y el gremio del taxi de nuevo bajo su poder.
Al otro lado de la ciudad, y a pesar del buen recuerdo de Quini, al Sporting le cascaron seis, con más pena que gloria, y a buenas horas mangas verdes. Mal negocio querer llevarse algo por las bravas de Barcelona el día de San Jordi mata l’araña.
No soñé esta vez con mi rincón en Boadas, ni esperaba que apareciese alguno de mis amigos de los que me tiene que salvar el barman. No, esta vez ni se intentó, bastante tuve con esperar en segunda fila que cuatro amigas dejaran un trozo de barra libre, para poder pegarme el pelotazo del día, que por cierto era conocido como San Jordi a nueve euros. ¡Qué chulo!.
Por lo demás, nada nuevo bajo el sol, el nacionalismo bajo control, y las esteladas que empiezan a envejecer descoloridas en los balcones. Deberían renovarlas, sobre todo ahora que viene el verano y los turistas nacionales son muy mala gente y sacan fotos gamberras con el telefonino. Hay que reconocer que sin Mas esto no es lo mismo, que hasta para ser cutre hay que tener cierta clase.
El domingo, las aguas a su cauce, unos cuantos manifestantes recordándole a la alcaldesa pollera/pescatera que los perros lazarillos tienen su corazoncito, los manteros a vender sus Gucci-obrero en Atarazanas, y los avisos de huelga de metro para el martes.
Todo en su sitio.
Lo más divertido, y según la prensa canallesca, las cámaras de la estación de Liceo, cuando bajaban las señoronas del palco de primer piso, pillaron a dos en pleno fornicio, lo que estando en primavera, se entiende perfectamente, que los calentones le vienen a uno donde menos se lo espera, y en este siglo XXI las redes sociales no respetan ni la intimidad de los bancos del metro.
Pocas cosas me gustan más que la normalidad festiva, y esa es la sensación que me llevé de este fin de semana “sanjordiano”, que parece la consecuencia de que no tenemos gobierno, y si todo va de esta forma, casi que me apunto a que ningún partido, nunca gane unas elecciones.
Buenas noches, y buena suerte

La salida

El viejo chiste machista del muchacho que preguntaba al camarero de la discoteca -¿Dónde está la salida?, -La rubita aquella que está apoyada en la columna.
A chiste también pero de la era digital, que como asexuada impide los chistes sexistas, ora machistas, ora feministas, me suenan los procesos de salidas que se están dando en el marco europeo, concretamente al Reino Unido de la Gran Bretaña y a Cataluña (sabemos que hay varios, más pero hoy me valen estos).
Estos días, unas declaraciones apocalípticas del Sr. Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, ha puesto muy nerviosos a los señores diputados que proclaman la salida del Reino Unido de la Gran Bretaña como la opción más conveniente para su país.
En estas islas, aparentemente, (allí todo o casi todo es aparente, quizás por lo “misty” del clima), la ciudadanía se ha creído a pies juntillas la neutralidad política de ciertas instituciones, como digamos la Monarquía, el Banco de Inglaterra, la BBC. Ejemplos bien conocidos por todos, y que no sé si están en la base de la fortaleza que como país que representa en el mundo, o están en la base de sustentación de una estabilidad muchas veces envidiada “overseas”.
El señor Carney, advierte de una serie de riesgos graves para el Reino Unido, como la huida de compañías del núcleo financiero mundial que es hoy por hoy la City londinense, caída importante del P.I.B., caída de la cotización de la libra esterlina, incremento del paro, y otras lindezas que harían muy rentable la actual opción de seguir en Europa a pesar de tener que soltar cada año quince mil millones de libras a las arcas de Bruselas.
A mí, si el Reino Unido es parte de la Unión Europea o del Imperio Otomano, literalmente “me ne frega”, así que desde estas líneas no quiero colocarme al lado ni de europeístas ni de euroescépticos, con su pan se lo coman.
Lo que sí me ha llamado la atención ha sido la reacción airada en la Cámara de los comunes del Señor Rees-Mog calificando las declaraciones de Mr Carney de meramente especulativas, y de rebajar la dignidad del Banco de Inglaterra.
Independientemente de la formación de Mr Rees-Mog, que para si quisieran nuestros políticos, (Eaton-Oxford) con licenciatura en historia, y experiencia en su firma financiera en la City, antes de llegar a la política, su reacción desde mi punto de vista ha sido muy mediocre, ya que sabiendo, como se sabe, la posición del Banco de Inglaterra en este tema desde, por lo menos el mes de enero de este año, en vez de castigar al mensajero, en la efigie del gobernador, debería haber aportado datos que anulasen los del Banco de Inglaterra, sobre todo si estaba convencido de que no eran correctos.
Pero no, lo que pienso es que lo incorrecto de los datos es que iban contra su escenario, vendido a sus votantes euroescépticos, y debilitaban su posición política.
Creo que los intereses políticos partidistas deben evitar a toda costa los intentos de desprestigiar las instituciones de los países, sean estas cuales sean, y sea el país que sea, ya que en caso contrario, se atenta contra la propia organización del estado.
El Banco de Inglaterra ha dado su punto de vista, consecuencia de los estudios que en su prestigiosa organización se han llevado a cabo, sobre el impacto en la economía británica de la “salida”, y la labor de los que propugnan una u otra opción es establecer las políticas consecuentes para reducir o eliminar esos riesgos, decirlas claramente, y esperar el resultado del plebiscito. Lo que no vale, y no debería ser aceptado por los votantes es el desprestigio de la institución, ya que es patrimonio de todos los ciudadanos.
Pero nuestros políticos, y cuando hablo de nuestros, hablo de los políticos de la aldea global en la que vivo, han decidido pasar por encima de las instituciones de su país, es decir, del patrimonio de sus conciudadanos, con tal de que su tesis, normalmente no soportada por razonamientos firmes, sea la que más se oiga en las televisiones-lavacerebros. No creo que haya países “excepción”, con lo que nuestro orfandad es manifiesta.
Quizás mi punto de vista pueda parecer un tanto naïf, pero mientras más años cumplo, más entiendo la simplicidad de razonamiento de los niños, y más desconfío de las posiciones que llegan desde el poder. Es por eso, que en principio, si hay una institución que haya ganado prestigio a través de los siglos, tiendo a escucharla con interés.
Desgraciadamente los intereses políticos, unidos al poder, socavan ese prestigio, cuando, si de honestidad y de búsqueda del bien de los ciudadanos ese tipo de instituciones son más que necesarias.
Hay en la posición del diputado euroescéptico un deseo de ocultar la verdad, porque se opone a sus fines, y de ese tipo de actitudes, surge después la ruina de la gente, y el desplazamiento interesado de poder y de dinero hacia aquellos que han adoptado una posición deshonesta contra el patrimonio ciudadano.
En el Sorcat (sortida de Catalunya), vemos esa actitud en los políticos independentistas, intentando quitar el poco prestigio que le queda a las Instituciones del Estado tras décadas de uso torticero por parte del poder establecido.
Los avisos que las instituciones del Estado han emitido, desgraciadamente no están soportadas por el prestigio que deberían mostrar.
Personajes afines a los partidos políticos son los que copan esas instituciones, como el Banco de España, en donde se han colado hasta corruptos como Mariano Rubio, o en la Televisión pública, que cada vez que tenemos un nuevo gobierno, la información pasa de socialista a conservadora, o viceversa.
Eso por no hablar de los Altos Tribunales de justicia en donde también la influencia de los partidos es manifiesta. Da miedo, a veces pensar los condicionantes que puedan tener nuestro Tribunal Constitucional, nuestro Consejo del Poder Judicial o nuestro Tribunal Supremo, dado el grado de ideología que parece les inunda.
Cuando se llega a estos extremos, y se necesita de verdad que las instituciones que deben estar alejadas de los influjos cortoplacistas de la clase política, cumplan su función, nos encontramos que es tremendamente fácil desprestigiarlas para que no ejerzan la función para la que se han diseñado.
En ello me pierdo la asesoría honesta del Banco de España, que debería forzar a tomar en consideración los riesgos económicos que para el país pudieran detectar. Esa sería una inestimable ayuda para un gobierno honesto.
Sería de gran ayuda, ver un telediario, y sentir que no se me está ocultando nada, o que no se está torciendo el sentido de un hecho. Eso me ayudaría a tomar, no solo decisiones relativas a mi voto, sino a mi vida diaria.
Sería magnífico saber que cuando la justicia está actuando, no es más que por hacer cumplir la ley, de forma que ninguna situación política, o ideológica tuviera influencia en ella.
Así que cuando veo a ingleses, españoles, o del país que sea, denostar o no sustentar de forma adecuada a sus instituciones por el interés político, y que nadie en la ciudadanía sale en su defensa, me entristezco, a la par que me doy cuenta de lo que pierdo.
Buenas noches, y buena suerte

María Teresa Estevan Bolea

La primera vez que asistí a una clase/conferencia de esta señora, fue allá por los setenta, siendo miembro de la ANQUE (asociación de químicos de España), y nos hablaba de la depuración del agua, de su importancia en el diseño de plantas industriales, y del problema que podía suponer el vertido directo a los ríos o al mar de los desechos industriales.
¡Cuánto, gracias a Dios, han cambiado las cosas!, aunque desgraciadamente no estemos aún en una situación ideal, no quiero ni pensar qué sería de nuestro medio ambiente si voces como las de Doña María Teresa, no se hubiesen levantado en aquellos foros, hace ahora casi medio siglo.
Recuerdo que el tono que usó en aquella, y posteriormente en otras charlas suyas a las que asistí, lo podría haber firmado Doña Clarines, dicho sea desde la admiración al personaje.
Mucho me sorprendió, tiempo después, enterarme que había obtenido alguna posición casi política con el gobierno Suárez, que fue consolidando posteriormente con cargos obtenidos por su condición de funcionaria y pertenencia al partido popular.
Siempre en temas medioambientales y de energía, llegó a la presidencia del consejo de seguridad nuclear, con quizás no muy afortunadas intervenciones cuando los problemas de la central de Vandellós, posiblemente forzadas por su pertenencia a un partido político, ya que sus informes fueron una como una carga de catafractos siria, contra socialistas y ecologistas.
No podría esperarse menos de una oscense que fue en su momento la primera mujer en el cuerpo de ingenieros del estado, y que hoy es la decana, a sus casi ochenta años llenos de energía, del colegio de ingenieros.
La razón de traer a colación a Doña María Teresa, es que esta mañana en cinco minutos ha dado un lúcido repaso a la vaina esta del precio del petróleo, la oferta, la demanda, las guerras de oriente medio, los árabes, los chinos, y la pastelera madre de cualquiera que se le pusiese a tiro.
Entera y verdadera ha contestado a las preguntas de Don Luis Vicente Muñoz, en la entrevista que en una radio económica ha concedido.
Es sabido, o por lo menos así parece, que el devenir de los mercados bursátiles anda paralelo con el precio del crudo, y ya sabemos que en un par de años la cosa se ha venido hasta los poco menos de treinta dólares que alcanzó hace no muy poco, desde máximos que rondaron los ciento cincuenta dólares. Hoy anda muy cerca de los cuarenta.
Este fin de semana se intentó otro acuerdo más entre los productores de petróleo, para poder, vía la reducción de producción, hacer subir el precio del crudo, que a más de uno estos precios les está suponiendo algo más que un dolor de cabeza. No hay más que mirar la economía venezolana, los problemas de Brasil y Rusia, la implantación, o al menos el intento de implantar un IVA en Arabia. Pero lo de cerrar pozos es muy dificultoso y caro, aunque si puede ralentizarse algo la producción.
Doña María Teresa, ha soltado sobre la noticia de que no hay acuerdo, un ¡por supuesto!, es obvio, no hay demanda, las reservas del mundo occidental están a rebosar aprovechando los precios considerados bajos, y encima los iraníes están empeñados en vender cuatro millones de barriles nuevos.
La negociación entre árabes y persas es más difícil incluso que entre americanos y rusos durante la guerra fría, que aquí lo que subyace es el secular enfrentamiento religioso entre sunníes y chiíes, así que con baja demanda, más producción. Vamos bien y nada nuevo.
Lo que más me ha interesado de la entrevista ha sido la información que ha dado Doña María Teresa, relativa al tiempo que le queda al petróleo como combustible universal, y las justificaciones que ha dado para ello.
El inexplicable fracaso americano al intentar desarrollar la industria del fracking, que no tuvo en cuenta una posible caída de precios como reacción de los países productores creo que ha provocado la “vendetta” yanqui al facilitar el regreso de Siria al mercado mundial. Las bajadas de precios de los árabes para eliminar esa competencia creo que les van a salir caro a los miembros de la OPEP.
La entrevistada, una vez que alabó la conveniencia de ese tipo de combustible, por su facilidad de transporte, comodidad y estandarización de su producción, frente a gas, por ejemplo, hizo una estimación de que entre veinte y veintidós años, la preponderancia del uso del crudo habrá pasado a la historia.
Lo ha sustentado en el hecho de que hoy casi el ochenta por ciento de la producción se destina al transporte, del que la automoción representa una parte importantísima, y la tendencia de los fabricantes es la de reducir el consumo de los derivados del petróleo en los motores que equipan los vehículos.
La presencia de los motores híbridos, y los eléctricos, según la señora Estevan Bolea, no es más que una transición a lo que ella considera será el futuro, es decir, el uso de motores de hidrógeno, en los que se está investigando activamente en Japón y en China.
No creo que sea un escenario imposible, largo lo fía, y deberá esperar a cumplir cien años para confirmar su pronóstico, que por otra parte de alguna forma, y desde mi ignorancia, comparto.
Por último, ha puesto a caer de un burro a los árabes, y por extensión, creo yo, a otros productores al decir que se han dedicado a construir edificios muy altos durante los últimos cincuenta años, desde la guerra del Yom Kipur, y otras tonterías similares. No le falta razón, lo último que necesitan las economías son incertidumbres, especialmente en momentos de estancamiento como el que estamos viviendo.
Puede ser que la próxima reconversión, tan importante o más que la que Internet nos ha traído sea la de las fuentes de energía, a pesar de las innegables ventajas que tiene el sistema actual.
Por cierto, en todo este razonamiento, la derivación del uso de combustibles fósiles hacia otras energías más adecuadas a las necesidades de la economía mundial, no se menciona el tema medioambiental, que de darse ese nuevo escenario saldría enormemente beneficiado.
Por último manifestó, que el mundo está harto de la continua atmósfera bélica que se respira en la región donde se concentran buena parte de las reservas mundiales de crudo, y que la obtención de fuentes alternativas, es algo que difícilmente puede pararse, incluso considerando las dificultades que la poderosa industria del petróleo pondrá sin duda a este proceso que ella considera imparable.
En cualquier caso, seguramente las guerras en la zona no acabarán, ya que el odio que hay entre las diferentes tribus y las diferentes ramas del Islam, no van a terminar, pero al menos su impacto en la economía mundial quedará reducido.
Ainsi soit il
Buenas noches, y buena suerte

María Reichel

Tengo un libro que de pronto ha aparecido entre mis manos con una tarjeta de embarque a modo de separador, en la que pone un número de vuelo, una compañía “Aero Condor”, y una fecha, 07/12, del año 2006.
El libro está escrito en varios idiomas, a saber español, francés, inglés, alemán e italiano.
Cualquiera que se haya movido un poco por este mundo traidor llegará a la conclusión de que sea cual sea el contenido del libro, está presentado de forma que se pueda vender a gente de todo el mundo que seguro pasa por la tal librería.
Llama la atención que el idioma mandarín no aparezca, pero es que seguro que en el año en que lo compré China aún no se movía a los niveles que lo hace hoy.
Hay un pequeño prólogo a modo de presentación de un político, D. Marcial Rubio Correa, Ministro de Educación del Perú, en donde agradece a María Reiche su esfuerzo y su trabajo por intentar desentrañar los misterios que se ocultan, y por mucho tiempo aún me temo, en las líneas de Nazca.
La sobrevolada del campo de Nazca con el avioncillo de Aero Condor, dejando a un lado una cierta sensación de inseguridad que me daban ambos, avión y piloto, fue una experiencia inolvidable, entre otras cosas por la cantidad de tiempo que había soñado con aquel vuelo de menos de una hora.
Y allí estaban, una tras otra las claras imágenes de la araña, del cóndor, del astronauta, del mono….y las infinitas (exagerando, claro), bandas que asemejan pistas de aterrizajes para avionorros de esos que cruzan océanos.
DSC_0144
No voy a marear con los detalles de las figuras de Nazca, que están todas, una a una y por su orden en cualquier página de internet dedicada al tema que se precie, y seguro con explicaciones mucho más afinadas que las que yo pueda dar.
María Reiche, una de esas europeas nacidas a principio del siglo pasado en Alemania, que no se conformaba con ser damisela al uso, si no que escogió la parte dura de la vida, dedicó casi cincuenta años al estudio de las líneas, y desgraciadamente poco pudo aportar acerca de su origen, aunque si consiguió que fueran reconocidas en todo el mundo como lo que son, un misterio maravilloso que se muestra a nuestros ojos….siempre que las observemos desde el aire.
Sus mediciones y descripciones constituyen un material realmente muy útil para aquellos que siguen su camino en el empeño de descifrar el significado de esta curiosa obra.
Su trabajo lo realizó desde su formación como matemática y geógrafa, así que siempre tuvo un espíritu científico, aunque la tarea que se impuso superó con mucho las expectativas que ella misma tenía al respecto, ya que al final no pudo dar la explicación de su origen y funcionalidad, y eso le hubiera encantado.
DSC_0138
No quiero contar lo que ha dado de sí el enigma a los amantes del misterio, que al final tampoco han podido aportar nada a su origen, pero baste acercarse a las revistas del ramo, a los vídeos de Jiménez del Oso, de Iker Jimenez, o de Miguel Blanco, entre otros, por no hablar de los infinitos reportajes de las cadenas especializadas en estos temas en todo el mundo..
Desde pistas de aterrizaje para extraterrestres hasta ofrendas a los dioses de los habitantes del lugar, pasando por todos los yoqueseses posibles, que cuando hay un agujero que se quiere rellenar, todo vale..
El lugar, por cierto es un área de lo más desolada que he visto, un pedregal, donde no crece una flor ni trashuma un pastor que diría Serrat, comparable a todos los desiertos que hay entre los Andes y el mar, es más es parte del mismo desierto, que con pequeñas excepciones se extiende a lo largo de toda la cadena montañosa del occidente americano.
DSC_0146
Maria Reiche, quedó fascinada por el reto, y tuvo que pelear, (perdiendo, obviamente), con la administración peruana que le colocó el paso de la carretera Panamericana, en medio de la zona, machacando alguna de la líneas.
Hay fotos en el libro, en donde se ve a María con una pequeña escoba barriendo literalmente el desierto, para conseguir que aflorase alguna de las líneas que por la razón que sea quedaron ocultas a través de los siglos, y aunque ella no fue la descubridora para nuestra cultura del fenómeno Nazca, si que ha sido quien las ha puesto en el mundo, generando una cantidad notable de riqueza, que no sé hasta qué punto, el gobierno peruano ha reconocido.
Siempre he admirado el tesón de estas personas, que han sido capaces de entregar su vida a un sueño, aunque fuera imposible, ya que el poder discernir quién hizo esa obra monumental, y con qué fin, es algo que creo nunca sabremos.
Entre las cosas que me admiraron al sobrevolar Nazca, una destaca, y es el tamaño de las figuras y la proporción que guardan los dibujos, o las figuras que a veces no sé como llamarlas, e incluso la perfección de las mismas cuando las ves desde arriba, ya que en tierra no se pueden percibir.
Cuando viajas a la zona, te das cuenta de lo difícil que debe ser la vida por esos pagos, y digo esto por la famosa historia de las piedras de Ica, que también han dado que hablar a los J.J.Benítez, Von Daniken, y discípulos, entretenidos en convencer a la peña de que nuestras civilizaciones son consecuencia de la visita de seres del espacio, y que rellenar los huecos que la ciencia no ha podido utilizando los métodos aceptados por la comunidad científica con imaginarias teorías cogidas con pinzas es algo rentable.
Junto al trabajo de María Reiche, en la zona, a pocos kilómetros del campo de Nazca, empezaron a surgir unas piedras con grabados de dinosaurios junto a seres humanos….con escenas en las que se apreciaban intervenciones quirúrgicas supuestamente realizadas hace millones de años.
Era una forma, creo yo, de que algún avispado habitante de la zona, hiciese unos pocos duros para ir tirando, y al grupo de los “Antiguos astronautas”, poder vender la historia en diferentes formatos.
Los objetos fuera de su tiempo, tienen su gracia, desde luego, ahora bien que realmente sean algo maravilloso por la procedencia supuesta de la mochila de un extraterrestre, hay un tranco notable.
Yo vi reproducciones de esas que se venden para turistas, y tienen su gracia, ahora, las mezclas naif que se han grabado (ahora o vaya usted a saber cuando), te hacen, como poco sonreir, y ver lo divertido que es montarse una película de extraterrestres aprovechando que por la zona una científico estaba estudiando algo muy real, y no podía explicar ni su funcionalidad ni su origen.
Valga pues esta entradilla para dejar plasmada mi admiración por el trabajo de María Reiche, que me permitió disfrutar, como turista de una experiencia inexplicable, y a la vez maravillosa.
Buenas noches, y buena suerte

¿Un próximo impago?

Muchas veces mi coco, que tiene tendencias conspiranoicas, cree ver cosas apechuscantes en pequeños sueltos de periódicos, o de páginas de noticias en la red.
Hoy, es decir, hoy hace unos minutos, en la página de Invertia punto com, mientras miraba a ver si las acciones de la empresa de los sorianitos subían o bajaban en el futsi…(Financial Times Stock Exchange, o sea la bolsa de Londres), por si tenía que comprar ya los tomates canarios para el gazpacho veraniego, me encuentro con la siguiente nota.
“La UE debatirá limitar la exposición de los bancos a la deuda soberana”, y unas noticias más abajo me encuentro otra que dice. “La deuda pública española sube 9732 millones en febrero y se acerca al 100% del PIB”.
Echemos algo más al cocktail. De pronto, y tras el afloramiento con métodos al menos dudosos de los papeles panameños, nos encontramos con el clamor gubernamental “multipaíses”, por una persecución a escala “global” de las compañías de las que no se saben sus propietarios.
Y en mi inocencia, me pregunto a bote pronto…¿Es que de pronto el mundo quiere ser honrado?. No sé. No sé, que la globalización no parece que dé para tanto.
La primera cosa que me preocupa es la noticia de Invertia, es decir, que la UE piense que hay que decirle a los bancos que no compren deuda pública, cuando tienen los balances hasta las cejas de ese tipo de activos.
El negocio que había montado no era malo, el Banco Central Europeo te dejaba dinero gratis, tú comprabas deuda soberana de países medio decentes, y ese diferencial de intereses, que podía ser entre uno y dos puntos, con pocos gastos, ayudaba pagar dividendo. No está mal.
Porque eso de prestar dinero a la peña, no venía en sus libros, especialmente después del guarrazo que se pegaron con lo de las hipotecas locas en yankilandia, y con la burbuja inmobiliaria por estos lares, eso sin contar las coñas marineras de los políticos de aquí y de allí, que con tal de sustituir el camino vecinal que llevaba a su pueblo por una autopista de seis carriles, más AVE o POLLO, y aeropuerto conectado con el nuevo “Country Club”, eran capaces de esquilmar cualquier Caja de Ahorros que tuvieran a mano.
A Telefónica no hay quien le preste, que con el balance que tiene, debe más que el estado. ¡Vaya panorama!, después, claro, de que en todo el mundo, por prácticas similares, los ciudadanos de a pié hayan tenido que hipotecar el futuro de varias generaciones para pagar esos excesos, que ya sabemos todos lo malo que es que un banco se vaya a hacer gárgaras sin anestesia, sobre todo para el banco.
Una recomendación así no es gratuita, no puede serlo, y realmente, el único riesgo que hay es que algún país de los gordos, diga….uuuuppppsss!, no puedo pagar, default al canto, y entonces los bancos con activos de ese país, ya saben lo que les toca, anotación de provisión de pérdidas en el balance, la cotización de sus acciones por el suelo, y a rezar para que lo rescaten, o directamente cerrar.
Ya vimos el ensayo que se hizo el año pasado con la historia de Grecia, que si default, que si rescate, que le damos tanto y cuanto a la banca griega, que los ciudadanos paguen más impuestos, que reciban menos prestaciones, que los socios comunitarios marcasen sus posiciones, y preparados para la próxima.
A nivel mundial, los grandes países tienen niveles de deuda cercanos al 100% de su PIB, es decir de todo el dinero que son capaces de producir en un año. Como ejemplos extremos Japón anda por el 274%, o Italia con el 137%. La zona euro esta como USA en el 100%, menos Alemania que anda un poco más bajita, pero no mucho.
Cuando hablamos de esto en dinero, hablamos, posiblemente de casi el 70-80% de la producción/economía mundial, en esos límites, se puede afirmar que el PIB mundial está soportado por deuda.
No olvidemos que países como Brasil, metidos en una brutal pérdida de valor en su economía y consecuentemente de su PIB, debe más que España, y como digan ¡se siente, no se paga, que lo del petróleo no anda!, el cristo que se organiza a nivel internacional es de órdago.
Por eso la segunda parte de la parte contratante, que ahora para evitar que esto colapse por impagos soberanos, hay que conseguir más dinero en impuestos.
Pero en demasiados países de estos que andan por el 100% de deuda, los niveles de impuestos son casi confiscatorios, y difícilmente se pueden subir más sin riesgo de que a una subida de los tipos le siga una caída en la recaudación, que como te suban el IVA de la barra de pan, te das cuenta de que engorda, y dejas de comprarlo.
Así, que de pronto aparece el grupo de periodistas supermánicos marvelianos, y nos dicen que parece que hay un entramado a nivel mundial, que bueeeenooo, permite que se creen empresas de esas que uno no sabe quién de verdad es el dueño, que además si se domicilian aquí o allá, pues que no pagan impuestos, o muy poquito muy poquito, vamos los low cost financieros.
Como si no supiésemos que eso viene funcionando desde que Suiza es Suiza, y los centros piratas no se circunscriben a Barbados y Tortuga, que no, que la impoluta Luxemburgo, la dulce Mónaco, el bello Peñon gibraltareño, la verde Irlanda, los Neederlands, Andorra y Suiza para esquiar…..y así hasta cansarnos, son refugios de piratas como los que nos cuenta Disney en sus películas, que está ya todo contado.
La reacción es tremenda, ya que ahora el consenso político mundial dice que quiere que todo eso aflore, que se paguen impuestos al mismo nivel en todos los países, en plan tarifa plana, o cártel anticompetencia, que si no, esto se hunde.
Además las noticias añaden que se hace para defendernos de los malotes, que compran Kalasnikov con esos dineros, y de los que hacen polvo blanco de esos que algún idiota se mete en la nariz, también andan por ahí, con los Pujoles, con los Soria, con los Cameron, con los Junker.
Y yo no sé qué hacer con mi calcetín, porque seguro que el “Debajo de mi cama Bank Trust Corporation”, recibe un día de estos una carta del FMI, o del Banco Mundial, o del señor Draghi, para que identifique al propietario de la moneda que se queda la escoba sin pagar el impuesto de transacciones patrimoniales, y sin conocer el origen y la aplicación de esos fondos. Estoy que no me llega la camisa al cuerpo.
Al final, lo que me temo, es que nos están preparando para un impago sonado de alguno de los países grandes, que las consecuencias para nosotros serán tremendas, y si eres ministro de alguna cosa a lo mejor no les llega ni para pagar tu jubilación tras cuatro años de pasear por el Consejo de Ministros, y siempre viene bien enseñar la cabeza cortada del último imbécil.
Buenas noches, y buena suerte

Frasecitas

Lluis Foix, comentarista en La Vanguardia, (que por cierto durante mucho tiempo era “Española”), ha publicado hoy un artículo sobre el Siglo XX, y ha dejado algunas citas que voy a utilizar, no sin antes recomendar la lectura del trabajo, que lleva en la mochila reflexiones muy interesantes.
La primera cita es de Mark Twain, que al parecer puso en boca de Tom Sawyer, (yo no lo recuerdo, y no voy a ponerme a rebuscar, que estoy muy mayor),
– ¿Qué les pasa a las grandes naciones cuando se equivocan?…No les pasa nada.
Esa es la respuesta que se da a la cuestión.
La segunda es de Faulkner, Don William, escritor reverenciado por aquel guardia civil encarnado por Saza en “Amanece que no es poco”, y viene a decir algo así como “El pasado nunca muere, ni siquiera es pasado”.
La tercera y última de Don Albert Camus, “Las ideas equivocadas siempre acaban en un baño de sangre, pero en todos los casos es la sangre de los demás, y por esa razón, nuestros pensadores se sienten libres para decir cualquier cosa”.
Las tres frases son muy chulas, lo que me extraña es que no se las hayan adjudicado a Churchill o a Einstein que parece que están de moda ahora que Wilde y Chesterton no venden tan bien, pero dan que pensar.
La primera se carga directamente el concepto de nación, a no ser que se circunscriba al nombre que la define, porque si fue nación Alemania, no pudo pagar más caro el error repetido que la llevó al más absoluto de los desastres. Claro que con el paso del tiempo las cosas volvieron a su cauce, y ciertamente, aquí no pasó nada, dejando a un lado que los nacionales de la tal nación sufrieron lo indecible.
Pero eran solo personas, como las japonesas que sufrieron física y anímicamente lo indecible porque su nación se equivocó, aunque en un par de décadas ya eran parte de la élite mundial. Cierto a Japón no le pasó nada, solo a los japoneses.
A lo mejor, el concepto de nación, por el que tanto se suspira aquí y allá, no es más que una entelequia que puede servir en un momento dado para canalizar intereses de grupos de poder como soporte de la propaganda de sus deseos. Los nacionales son el producto, la masa necesaria, la nación se reinventa.
Así que nada puede pasarle a la nación, no existe, es solo una herramienta de márketing para que los nacionales correspondientes compremos guerra, compremos hortalizas, chirimbolos, en definitiva, compremos ideas. Mal negocio para los más (recordemos, democracia es el gobierno de los más).
En ese contexto, la afirmación atribuida a Faulkner, abunda en esa idea, la nación no tiene pasado, son los nacionales los que tienen pasado, ya que es un concepto que se va rellenando de ideas según convenga pero manteniendo un paraguas de inmanencia que hace que trascienda per omnia secula seculorum.
Yo soy muy bruto, ya lo sabéis, pero si a mí alguien me pregunta ¿Qué es la nación española? Voy y tiro del R.A.E. y me dice que hay tres acepciones:
1.-Conjunto de los habitantes de un país, entendido como territorio constituído en estado soberano. regidos por un mismo gobierno. (aquí el territorio no cuenta, o cuenta poco)
2.- Territorio de una nación. (aquí los nacionales no cuentan)
3.- Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común. (esto huele a tribu nómada)
El latín, natío-onis se refiere al lugar de nacimiento, a tu pueblo, a tu tribu.
Ya tenemos para divertirnos, así que Mark Twain no está en lo cierto el territorio no se equivoca, cosa por otra parte lógica, no tiene capacidad de decisión, así que si esa es la acepción que adopta, la ha pifiado.
Quizás en la primera acepción algo acierta, ya que habla de personas con un mismo gobierno. Vale, tomando el rábano por las hojas, ya que son las personas quien en ese caso forman la nación, las que deciden, o no, los gobiernos, y estos son los que se equivocan. Son pues los gobiernos de las grandes naciones los que se equivocan, y a ellos no les pasa nada, menos a los de Nuremberg o a Napoleon, por ejemplo, pero lo llamaremos excepciones.
Lo de las tribus nómadas no cuenta, que si se acepta naciones para ellas, no son grandes. Sorry Mark.
Casi nos cargamos toda la frasecita, y podemos andar a por la segunda, la de Faulkner, claro que aquí le damos mucho más la razón, el pasado simplemente no existe, todo es siempre lo mismo, los pobres siempre son los mismos, los afortunados son siempre los mismos, las guerras las ganan siempre los mismos, desde Ramsés hasta nuestro Imperio de hoy.
Los vítores se cantan siempre a los mismos, el pasado nunca muere porque no existe, todos lo sabemos, vivimos en un presente eterno que nos repite en un bucle aburrido, un bucle de corrupción, un bucle de guerras, un bucle de ambiciones, un bucle de almas hueras.
Hace un rato el juez ha vuelto a meter a Don Marito en la cárcel, ¿es el pasado que no muere? . Es presente, no muere, es el hámster en su rueda, hay gente mirándonos desde fuera, hoy al Señor Conde añadimos las trampas de Aznar, no solo un ex presidente, sino también un ex inspector de hacienda, y el alcalde de Granada, que se ha creído un nazarí. Es el pasado presente.
La última frasecita es la que más miedo me da, especialmente en estos terribles tiempos que estamos en la que salen Trumps en naciones con poder diciendo barbaridades, que igual prenden de nuevo, salen supuestos intelectuales apoyando ideas separatistas a sabiendas que harán mucho daño a mucha gente, como bien supo Camus en relación con su Argelia natal, que tuvo que pedir una tregua civil para evitar la masacre de población civil por parte del ejército francés y los movimientos independentistas o clérigos desde púlpitos en las mezquitas llamando a la yihad….
Por cierto, y entre paréntesis, que parece que el Donald, está de infiltrado en el partido republicano, que es muy amigo de los Clinton….lo he leído por ahí, así que al loro..
Pero también habrá que considerar a tantos y tantos pensadores que han sembrado semillas de odio simplemente por amor al juego intelectual, sin medir su influencia en capas sociales que pueden reaccionar con violencia.
No quiero cerrar esta entrada, sin reflexionar esas piedras sin mano que se lanzan desde las televisiones, y que nos están haciendo un daño en muchos casos irreparable, y los pensadores y voceros, como siempre saldrán de rositas, y los del 1%, con los bolsillos más llenos.
Buenas noches y buena suerte

Cuando un monte se quema, algo suyo se quema, Señor conde*.

Lo pongo en minúsculas para que nadie lo malinterprete, que no me refiero a Don Marito, que no, que parece que sigue siendo malote, aunque el que nace barrigón ni que de chico lo fajen.
Pero si me refiero a lo que eso de ser conde que es una especie de mando intermedio con categoría de, digamos CEO (Chairman Executive Officer), osease jefecito de multinacional.
Si eres duque ya no tienes que currar, que huele mucho a realeza, ya sabes, al primo del monarca de turno, o hasta el bastardillo ese que antes los reyes puteros tenían que gestionar. Y una corona ducal da para mucho.
El Perich, mi admirado y ausente Perich, con el que compartía, a horas diferentes y días diferentes mi rinconcito de Boadas, utilizó el famoso slogan de una campaña publicitaria para que los cafres españoles dejáramos de quemar nuestros bosques, añadiendo ese malévolo Señor Conde, que unos imaginaron que era el poderoso abogado y otros simplemente un genérico para poderosos.
Cuántas veces habré leído la viñeta en mi rincón de Boadas, en aquel diario vespertino, que olía un poco a progre, aquel Tele-Express de mis pecados.
También recuerdo haberme comprado aquel Nacional II, toda una patada en los bajos al camino del mosén de la obra, que empezábamos a ser ya más de uno a los que el Nacional Catolicismo nos tenía aburridos, (no me he vuelto cursi, lo que pasa, es que hasta los cojones, me tiene el nacionalismo, y a cada uno su calificativo)
Hoy, y ya ciñéndome a las noticias que han publicado multitud de periódicos, y voceado las emisoras de radio, parece que han detenido a Don Marito y a parte de su familia por un quítame allá esas perras o esas propiedades, que ya no se respeta sagrado.
Hasta a pena de telediario me lo han condenado, con lo bien que nos pontificaba desde la tertulia esa del Gato al agua, tan moralizante él, seguro que le van a echar de menos.

Como me voy haciendo mayor, estoy añorando aquella prensa de cuando el tío Paco nos apretaba las tuercas, y con la que aprendí a leer entre líneas y a descubrir los mensajes ocultos
. No, no hablo ni del Alcázar, ni siquiera del Arriba, no, no, hablo de la Codorniz, que me enseñó esa técnica, mientras esperaba el enlace del rápido de Gijón en la sala de espera de Venta de Baños, y que se merecía más que El Caso el serialote que le ha preparado nuestra tele.
Hoy se me han puesto a repartir estopa, Don Marito, con su casa en el Viso, con su pazo gallego, con su finca de caza en La Mancha manchega, y con sus no sé cuántas cosas más resulta que se trajo solo trece milloncitos de euros en los últimos veinte años más o menos. Poco es para lo que ha salido en la tele. La prensa hoy ya no necesita sutilezas, solo consignas políticas.
Los que creemos en las casualidades, nos damos cuenta que al pobre Don Mario me lo han utilizado de malas maneras, que me sueltan la cuñita de que nuestro ministro de industria, anda también en medio de los papeles panameños, y claro mola más el Señor Conde que un canarión.
Pero no lo olviden ustedes Don Soria ha salido a decir que él es de los buenos, “exculpatio non petita….”,o el que primero lo huele, debajo lo tiene.
Yo me estoy planteando ahora abrir una de esas sociedades off shore, que debe molar mogollón, que a poco que me dejen, le pago al camarero de Boadas con un cheque panameño, y a la segunda, me pone una extra de cacahuetes.
Los enormes beneficios que obtengo con esta bitácora, voy a pedir que me los ingresen en una cuenta gibraltareña, a nombre de una delegación de una empresa de Jersey, con ramificaciones en Chipre y Luxemburgo, y gestionada formalmente por un testaferro del tal gabinete del pais del canalón.
Si tardan veinte años en pillarme, lo mismo es buen negocio, que luego entre la presunción de inocencia, las apelaciones, y una propina al partido del gobierno que toque para que te indulten, por viejecito ¡pobre mío!, sales de rositas, que las cosas están hechas para hacernos la vida más fácil.
Yo lo que siento es que a Don Marito le van a dar la jubilación, que se merecía estar disfrutando ya de su banco en el Retiro, y el hambre de las palomas. Pues no, ahora te toca currar en tu defensa, que el juececito que te ha tocado, aunque tenga look de terraza del Ramsés, parece que quiere liártela.
Un sin dios, que esto de la globalización parece que nos tiene revueltos, que habrá que darle la razón al del efecto mariposa, que vuela un papel en Panamá y Mr. Cameron no sabe si va a llegar al referéndum del a veces deseado Brexit, para que dejen de marear, que desde fuera no influyen, y mucho menos chantajean. Que vuela el papel y el frío de Soria llega a Canarias, que hasta el bonito del norte, el amigo Imanol, se nos pone en plan yo no he sido, yo no sé cómo se hace, a mí me lo dijeron.
La verdad es que me cuesta mucho entender como con la pasta que me cuesta la tal RTVE, contratan gente para los serialones con tan pocas luces. Será cosa de los tiempos, que andan revueltos.
Que nadie olvide con esto del Señor Conde, que hay una Piluca por ahí de las que viven en Jorge Juan, de toda la vida, princesona ella, que tampoco sabe, que no fue ella. A esto se le llama “negar venéreas”.
Pues sí, al final tenemos incendio en el panorama de los poderosos, y en ese incendio se quema algo suyo Señor Prime Minister, Señora Princesa, Señor Conde, Señor actor, Señor Ministro, y nosotros los de a pié, rellenando el modelo 100, y aguantando que el Telediario te recuerde que has de poner a tus muertos en la declaración, y que a ver qué haces con el dividendo de esas matildes que compraste en vida de López Vázquez, que vendrá la Tablet de hacienda y te pondrá una multa.
Y que leas lo que pones, que tú no puedes decir que no sabes, que emplees unas horitas en el papelín aunque seas analfabeto, que pongas en su casilla sin equivocarte la pensión del abuelo, y los cuatrocientos al mes que te dan por tres días de trabajo a la semana.
En fin que les pediré a los Albertos, que miren a ver, que a lo mejor fue el Señor Conde quien les animó, que eso de la abogacía del estado da para mucho, y que lo mismo no se enteraron.
Claro, que en eso de que las uvas están verdes, debo reconocer, que como muchos de mi generación lo que hubiésemos querido es que Carolina Grimaldi nos hubiera guiñado el ojo correcto, y nos hiciese yerno del bueno de Rainiero, que ahora me ingresarían la pensión estatal en el Principado.
Buenas noches y buena suerte
* Frase magistral del Perich

Por aquí seguimos

Hace un año empezó esta aventura que parece, por el momento, que aún goza de buena salud.
Esta bitácora en la que he puesto muchas ilusiones ha tratado, tal y como prometí, sobre las cosas que han despertado mi interés, sin premeditación, sin planificar, casi como un ejercicio terapéutico las más de las veces, debido a la cantidad de cabreos que he cogido por la situación no solo que ha vivido el mundo sino que, por extensión, nuestro país.
Se trataba, y se trata de comentar, a modo de capitán Nemo, el viaje cotidiano, y sí, habrá que seguir, aunque solo sea porque ya he pagado al pollo que me soporta la página en la red una pastita por un año más.
Seguramente, algún psicoanalista amigo, me diría que este teclado ha sido una especie de sofá-confesionario, y que las ciento ochenta sesiones, al menos, me han servido de terapia contra las continuas agresiones que el entorno nos ha brindado.
Este último año nos ha traído la decepción de constatar que la famosa crisis económica no ha terminado, es más, parece que de alguna forma se está reactivando.
Las materias primas, por falta de demanda han perdido buena parte de su valor, como por ejemplo la caída del precio del petróleo que estaba en abril del año pasado a 65$ y hoy anda por 41$.Es casi un 40% menos, y no vale decir que si el aumento de la producción por la llegada de Irán al mercado ha tenido la culpa, que ha subido solo un 2%, y no justifica esa caída.
La producción mundial de acero sigue cayendo y parece que la cosa va ya por el 7-8% según las fuentes. Del precio ni hablamos, ya que la necesidad de vender la producción china e india ha hecho que los precios caigan de tal forma, que ya nos estamos planteando en Europa, si cerramos plantas (las españolas están temblando), o si como propugna el Reino Unido desde su ultraliberal `punto de vista quizás sea buena idea alguna que otra nacionalización.
Los de la Volkswagen haciendo trampas en el solitario, los bancos haciendo trampas con las finanzas, los políticos haciendo trampas en la gestión de lo público, los indepes como siempre y los de siempre, (buenos unos pocos menos, que los que se lleva el diablo por finiquito de sus vidas, no encuentran muchos recambios en los que llegan).
En general, y como comentaba hace unos días, la tierra es plana, es decir, está en crecimiento plano, y no sabemos cómo sacarle partido, que lo nuestro es crecer, o nada.
Los directores de los bancos centrales han tenido que visitar al médico, que parece les duele la muñeca de tanto darle a la máquina de hacer dinero…..para nada, aparentemente. Hoy si quieres comprar dinero te pagan por hacerlo, (si eres o muy rico o directamente un país), lo que es el mayor contrasentido de la historia económica de la Humanidad.
La maldad aquí me viene al constatar que mi querida Catalunya no es considerada ni Nassió, ni País, y ya de Estado ni hablamos, que cuando se ha ido a poner a la cola del dinero gratis, le han dicho como a mí en la sucursal de La Caixa, que me ponga a buscar las escrituras del piso, y que veremos, y el veremos ha sido que no. Tiene que estar el Junqueras a punto de infarto, que ni le dan pelas en Madrit (ens roba) ni los europeos, que el Dragui ese debe tener antepasats castellanuflos, y él es un charnego, desde luego. Está rodeado de botiflers, ¡vaya!, otro asedio como en 1714.
Por otra parte, parece que el crecimiento mundial anda también tocado, que los de a pié no tenemos “pasta” para comprar más chirimbolos, que las bajadas de sueldos son generales, no solo en España, que al parecer, con esto de lo electrónico, lo punto com, y no sé cuántas zarandajas más, nos encontramos que eso de ser director de sucursal bancaria ya no es lo que era.
Vamos, que como no te hagas funcionario de los de oposición de cinco años y trinques plaza en propiedad, no puedes dar la entrada del piso, y casarte con Chuchita, aunque te chuleen las pagas extra. Algo tendrá que hacer la Iglesia, que como se descuide, se le va a llenar el patio trasero de fieles en concubinato. ¡Un sin vivir!
Cuando nos creíamos que el tema de los chorizos, era algo diseñado para España, y para las repúblicas bananeras, descubrimos que quién más quién menos, algo de pastita tenía derivada a esos paraísos en la tierra, que llevan el apellido “fiscal”, que los usa cualquiera que tenga unas pocas perras, sea ruso, chino, inglés, árabe, y que si eres de los de a pié, pues a pasar por las horcas caudinas, y a otra cosa, que a cada ciudadano (de a pié) le llega su Montoro.
Es en cualquier caso un mal momento en el que la noticia panameña aflora, que nos pilla con el dedo sobre el papel de la declaración y el modelo 720 sin hacer. El cuerpo te pide hacer maldades, que la cara de tonto hace demasiado que se te ha instalado, y no hay forma de apearla.
Pero uno es buena gente, no tiene posibles, no tiene firmas de abogados guardándole las espaldas, y, lo que te queda es pasar por caja, y pedir el pago en dos trancos.
Siria sigue desangrándose, y sus hijos en diáspora. Ciertamente su situación este año ha empeorado, como ha empeorado también la vida de los europeos tras la sangre que ha llegado a nuestras calles por los atentados del DAESH, la evolución no ha sido buena este último año, se cabreó Don Putin, le derribaron un avión lleno de inocentes, y él envió algunos Mig, para que su dictador local le permitiese seguir usando su base naval en el Mediterráneo. Básicamente todo igual.
Las cosas están al final como si nos hubiese caído la famosa cúpula de Stephen King encima, pero cubriendo toda la tierra, de forma que el aire no circulase, y todo se aplanase, que no hubiese movimiento, que todo siga igual, lo que es peor para la mayoría de nosotros pobres ciudadanos, y supongo que mejor para ese 1% de amos del universo. No lo sé.
Hasta la gobernanza de los países parece que está tomando ese innecesario parón, que en España se traduce en que el gobierno ha dejado de tocar las pelotas, ya que ahora no puede andarse con decretos ley. Las Cortes, es decir la soberanía popular está “frozen”, y lo único que nos queda para echar unas risas es el patético espectáculo que una panda de politicastros nos dan a la hora del telediario por conseguir el poder, o el sueldo de ministro.
Nada se mueve, ya que a pesar del desembarco glorioso de Obama en La Habana, los hermanos Castro siguen jodiendo a sus compatriotas con el mismo empeño del que hace gala el monaguillo al tocar las campanillas para guiar a la parroquia en la misa. Supongo que la élite cubana, su 1% poderoso, estará frotándose las manos con el atisbo del billete verde que se asoma desde el norte, pero el conductor de Coco Taxi, o el que ha organizado un paladar en una calle colonial de Trinidad, o de Cienfuegos, seguirá con su vida miserablemente alegre, que siempre te queda la casa de la Trova local cuando los autocares de turistas se han bebido el último trago de Ron añejo de Santiago.
Enfrentaré pues este segundo año de La Bitácora con el mismo espíritu, ya que como nada se mueve, no seré yo quien se enfrente al Karma de la Humanidad alterando la cinética, que luego vas, te mueres, y te reencarnas en una hormiga, por lo menos.
A los que me habéis leído y me habéis enviado comentarios o palabras de apoyo, muchas gracias, a los que me habéis leído y no me habéis enviado ningún comentario, pues gracias, y al resto de la humanidad, nada, que cada perro debe lamerse su cipote.
Buenas noches, y buena suerte

Así que pasen cinco años

Eso es lo que me tocó ver ayer por la noche en el Valle Inclán, en plena plaza de Lavapiés, y, claro, no puedo por menos que reflexionar un poco sobre lo que ví y lo que me evocó volver enfrentarme de nuevo a la obra de Lorca.

La generación del 27, en donde clasificamos al autor para que a los chicos de mi generación nos fuera más fácil aprendérnlo en la literatura de sexto de bachillerato, tuvo siempre la inconsistencia que los filtros franquistas forzaron para que no profundizásemos, creo yo, en unos autores que representaban todo aquello que el grupo de militarotes esperaba que los chavalotes como yo, ni entendiésemos, ni disfrutásemos, no solo a los literatos sino a la interminable lista de intelectuales de verdad, a su pensamiento.

Cierto que dejando a un lado a estos intelectuales, el nivel cultural del resto del país era un erial, como ahora, vamos, pero con la ausencia de ese grupo que por constreñirlo, se quiso reducir a una generación de literatos.

A poco que nos enfrentemos con las opiniones de los estudiosos de este movimiento, nos daremos cuenta que el concepto de generación es difícilmente aplicable a este grupo de literatos. Yo creo que más que una generación en si de poetas es un grupo que representó una forma de herencia del krausismo y la Institución Libre de enseñanza.

Yo dentro de ese movimiento hubiera ampliado el espectro desde pintores como Dalí, a dramaturgos del humor como Jardiel, o incluso novelistas como Max Aub, por no pasar a otras disciplinas como el cine o la investigación científica, que Buñuel y Ochoa algo se merecían.
Pero claro en mis libros de literatura, de historia del arte o del pensamiento, no iban a incluirse estos hijos del krausismo a no ser que fuese absolutamente imprescindible.

Muchas veces he pensado en la cantidad de inmensos intelectuales se llevó por delante nuestra guerra civil, y posteriormente la Segunda guerra mundial. Esa generación nos dio al menos tres premios Nóbel, Aleixandre, Ochoa Y Juan Ramón, y sin la presencia de los totalitarismos que arrasaron nuestro país seguramente estaríamos hoy disfrutando de la obra de esa irrepetible pléyade desde el conocimiento académico y no solo desde el mensaje político interesado, tanto desde la izquierda como desde la derecha.
Quiero decir, que entre que se explicaban a final de curso, a que la mayoría de los miembros de aquel grupo habían muerto en la guerra, o ésta les había desterrado, mi acercamiento tuvo que ser siempre desde el interés personal y no desde la docencia académica.

Lorca ha sido siempre objeto de mi admiración, y no, no me voy a poner en plan crítico literario, que no tengo la capacidad, ni la vocación, pero si que voy a expresar las impresiones que no solo me produjo la representación de ayer, sino, en general que ha significado la obra de Lorca para mí.
La primera cosa que debo reconocer, es que a estas alturas de la película sigo con la misma sensación de no haber entendido su obra, ya que cada vez que me enfrento a la lectura de un poema, de una carta, o de una canción, descubro nuevos matices, y muchas veces me quedo con la sensación de haber leído algo totalmente diferente, algo hecho con colores que no había sido capaz de descubrir antes.
Quizás ese «no entendimiento» está en la base del surrealismo que la envuelve, ya que bajo ese prisma, lo que se espera del autor es que plasme sus muy personales visiones del entorno de una forma automática, desconectada de cualquier academicismo. Así que sin ser Lorca, es muy difícil la comprensión, no así el que esa visión provoque nuevas sensaciones en ti, y te dé la posibilidad de expresarlas a su vez. No sé.

Ayer, la estética en la escena fue para mi gusto demasiado oscura para una literatura de luz que siempre he reconocido en Federico, pero lo dicho, no he venido a criticar, sino a mostrar mis impresiones, y esa fue la primera.
Eso me hizo pensar que quizás me había perdido algo ya que la belleza de Lorca siempre me pareció ligada a esa estética infantil que aparentemente adorna su obra.

Y aunque tanto esta obra como “El público” son al teatro lo que los relojes de Dalí en su cuadro “La persistencia de la memoria” a la pintura, es decir una expresión más del surrealismo, yo no fui capaz de sentir ese hecho en el montaje.
La visón del director no me pareció que hiciese honor a esa concepción de la obra que necesitaba la blancura de la esperanza del novio, la alegría de la novia al rechazarle tras hacerle esperar cinco años y mostrarle los buenos cuernos que le había puesto con el jugador de rugbi…y sobre todo la cara de circunstancias que el padre de la novia tenía que poner frente al desaguisado.

Quizás sean cosas de la crisis, y ahora veamos en negro todo lo que nos rodea, ya que en el programa nos recordaban que justo a los cinco años de la publicación de la obra desaparecía el poeta, muy posiblemente asesinado por gente de su entorno, o por la guardia civil, o por milicianos falangistas, o por la envidia, o por su condición sexual. Así que dejando a un lado la gracieta macabra que se marcan en el programa, junto con la mención política ramplona a la famosa memoria histórica y a las cunetas llenas de muertos, eché de menos la alegría del poeta.

Lo que si es cierto, es que entender el surrealismo en el arte escénico, implica saber apreciarlo también en las artes plásticas, y para mí en la pintura de Miró es donde puedo reconocer parte del mensaje de Lorca, que no es más que el color y la luz del Mediterráneo, mirando al mar en Miró, y a tierra en Lorca. Dalí nunca fue para mí el diccionario donde encontrar la traducción de los sentimientos del granadino.

Lo que me transmiten ambos es ese automatismo con el que se pretende trascender a la lógica enciclopedista, y de la mano de Lorca en “Así que pasen cinco años” lo que yo intuyo es una plasmación automática del sentimiento provocado en el artista por la vida del campo andaluz que le rodea. Es la tradición que fuerza a la novia a esperar, siempre esperar, al novio a esperar mientras hace su fortuna y envía regalos, al padre que debe preservar la tradición durante la espera, y la ruptura de todo ese asfixiante mundo con la llegada del sexo prohibido del sueño de la novia con el mayor de los machos, el jugador de rugbi.
La crueldad de esa sociedad le asoma de forma automática en el diálogo del niño y el gato muertos.

Miró es la ruptura en luz del mundo de la estética constreñida a formas predeterminadas. Se rompen esas formas academicistas con los colores que cualquier niño, con las formas que cualquier niño puede hacer aflorar de forma automática si la luz blanca con todos los colores del Mediterráneo se rompe en su lápiz.
Otro día quizás reflexione sobre lo que esta época desgraciada dio en otros ámbitos de la cultura, y lo haré, claro desde el surrealismo menos académico, no sea que Paul Eluard se despierte y venga a asustarme por la noche, mientras De Chirico se parte el culo de la risa.
Voy a escuchar las variaciones Goldberg para desengrasar….
Buenas noches y buena suerte

El sastre de Panamá

Bonita obra de ese genio del espionaje novelado que es John Le Carré, y que hace ya casi tres lustros se materializó en una película en que de espión actuó el bueno de Pierce Brosnan, y la hija de aquel guaperas de Hollywood que fue Toni Curtis.
John Le Carré, como buen alumno que fue de Oxford, con su carrera diplomática, y una formación envidiable seguramente como espión, no pudo dejar pasar la oportunidad del momento en que la concesión a los yanquies del Canal estaba expirando.
Una vez que los panameños obtuvieron todos los derechos sobre el canal , había vuelto el hijo de Torrijos al poder “cara de piña Noriega” estaba a buen recaudo en Estados Unidos empezaron a darse cuenta de lo que ya el trasunto español de cuatro siglos atrás venía advirtiendo, y es que su posición para el comercio, a pesar de las condiciones nefastas de la climatología, eran únicas en el mundo.
Los españoles en el siglo XVI, hicieron pasar por El Camino Real panameño que se construyó casi el sesenta por ciento de la plata y el oro que procedía de Perú, Colombia Bolivia. Es más, se hicieron intentos de hacer el lago navegable, a ver si lo estiraban hasta el Pacífico con propuestas a Carlos I, pero bien por las condiciones infernales de la selva panameña, por la desidia española, o por la carencia de la tecnología adecuada, no salió adelante el proyecto.
La historia de Panamá desde la independencia de España, es un verdadero sainete. No sabían donde quedarse. Primero a formar parte de la Gran Colombia, pero cuando el proyecto no funciona, se hacen miembros de Nueva Granada, otra vez con Colombia, intentos repetidos de nueva independencia, y finalmente lo consiguen.
De hecho lo que han conseguido, y es absolutamente normal dada su situación geográfica absolutamente privilegiada, es la segunda mayor zona franca del mundo para facilitar los intercambios comerciales, de mercancías, financieros, vamos, lo que quieras para facilitar el comercio, el movimiento de dinero, el paquí y el pallá, sin molestar.
Es así que se diseña una estructura legal que pueda soportar toda esa filosofía y así conseguir un país próspero, en lo que podía ser solo un pantanal lleno de mosquitos.
Esas herramientas, como las que hay en otros países del mundo, se hicieron evidentemente para que esos países se beneficiaran de los frutos del comercio mundial, sin tocar casi un contenedor de mercancía, solo dejarlos ir y venir, o mejor aún, sin ni siquiera verlos.
Y asi tenemos esas cosas que son los enemigos de nuestra sanidad, de nuestra educación, de nuestras pensiones, de nuestra vida, al final, que no son las legislaciones que permiten crear este tipo de instrumentos en Caimán, Luxemburgo, Panamá, Gibraltar y tantos y tantos otros sitios en el mundo, si no el uso torticero que los más ricos hacen de esas herramientas para detraer a las sociedades que les han hecho ricos, la parte que le deben.
Como esos que utilizan los instrumentos mencionados, tienen en demasiados casos el poder necesario para influir en las decisiones de control y legislativas de sus países de origen, no se preocupan de poner las trabas necesarias a los movimientos de capitales que acaban en esas zonas de tráfico libres de impuestos, de forma que te permite mover sin control enormes cantidades de dinero.
Comisiones ilegales, dinero procedente de todos los contrabandos del mundo desde armas a droga, o simplemente mucho dinero ganado de forma honesta que prefiere operar desde ese tipo de estructuras obteniendo así beneficios totalmente libres de impuestos.
La noticia que ha aparecido hoy en los informativos, acerca del robo de documentos en uno de esos bufetes de abogados dedicados a gestionar ese tipo de legislación en su país Panamá, no puede ser más nefasta para los intereses de las personas honradas, para la mass media, que aspira a llegar a fin de mes.
Desgraciadamente, me temo, que todos esos que aparecen en los listados del tal gabinete estarán saltando de contento, es más no desespero que alguno de los aparecidos en el tal listado hayan promovido la acción del grupo de periodistas que han robado los datos de forma absolutamente ilegal.
¿Necesitamos alguno de nosotros una confirmación periodística para saber que los pollos que aparecen en el listado alguna habían liado?, ¿o somos tan pardillos que creemos que todo es trigo limpio?. Así que la cosa no aporta nada nuevo, con la excepción de que las denuncias de esos periodistas, lo más que van a conseguir es que no se les pueda acusar de lo relacionado con la investigación, dado el origen de los datos. Lo dicho, más de uno supercontento, que si la acción se hubiera llevado a cabo via la justicia ordinaria de cualquiera de los países de origen de los implicados, la cosa sería muy diferente.
¡Si, ya sé!, que ningún gobernante va a empezar a tirar piedras a su tejado, promoviendo ese tipo de acciones, pero lo de estos periodistas, al final no va a quedar más que en carnaza para los debates televisivos, alimento de políticos demagogos y poco más.
Bueno, quizás si el tal consorcio de periodistas no ha sido lo suficientemente hábil, les puede caer una buena lluvia de querellas que veremos si pueden pagar con los beneficios obtenidos con la venta de la información, que seguro que no pero que te3ndría gracia que fuera gestionada por el gabinete legal vecino. Peores cosas se han visto..
Por cierto, quiero recordar que abrir una empresa en Panamá para mí, español de a pié, es algo que permite la legislación de mi país, como si la quiero abrir en cualquier paraíso fiscal del mundo, incluído obviamente el propio territorio de la Unión Europea, como en Irlanda, las Isla del Canal inglesas, Luxemburgo.
Otra cosa diferente es lo que haga con el instrumento, que está repito, dentro de la legalidad. Si lo dedico al blanqueo de dinero de la droga, porque llegar hasta mi nombre es algo difícil, o imposible en muchos casos, la cosa cambia. Y si, cierto, la posesión de un elemento de este tipo, con el nivel de opacidad que ofrece, es por lo menos sospechoso, pero no más sospechoso que el hecho de que un Mubarak, un Gadaffi, o tal y cual presidente o político occidental o del bloque A, o B puedan estar realizando movimientos de capital digamos no demasiado transparentes.
Así que nada nuevo, bueno, sí, el favor legal que se les ha hecho a los mencionados, que no se les podrá meter mano ciñéndose a esas informaciones.
Pero por otra parte, estamos hablando de las dos terceras partes de la información contenida en el ordenador de un gabinete legal de uno de los países, llamemos, opacos, y no creo que eso afecte a una cantidad de dinero y de gente implicada que sea significativa, ¿hablamos del 0,000001% del total de la porquería?. Posiblemente sí.
Así que cuando veamos los debates que surgirán, los espacios televisivos que seguirán a esta información, los gritos de los políticos, futbolistas, cineastas que puedan sentirse rozados, tengamos en cuenta todos estos aspectos que acabo de comentar y así tendremos a cada pollo en su gallinero, y que todo lo demás será demagogia, gritos hueros, venta de publicidad televisiva y atontamiento de la peña, que para eso estamos.
Buenas noches, y buena suerte

La Tierra plana

Hoy me he comprado el número de este bimestre de la revista Foreing Affairs, y reconozco que el título me ha llamado la atención desde la portada de la revista.
En estas páginas he hablado muchas veces que este siglo que se nos ha venido encima está suponiendo una revolución en demasiados aspectos de la vida de los miembros de las sociedades occidentales más Japón y China.
Independientemente de lo que cuente la revista, que me costará leerla unos días, el primer ojeo parece que quiere sostener la teoría de que la Tierra es plana, plana ya que por primera vez en muchos siglos el crecimiento de la economía del planeta es plano y pocos ejemplos tenemos en nuestras manos para poder determinar qué es lo que va a pasar en esta situación.

Desde que tengo uso de razón profesional, el crecimiento en todos los parámetros de mi compañía ha sido una condición necesaria para valorar el éxito.

Si no se conseguía el aumento en volumen, se debía conseguir en dinero, (con lo que se genera inflación), y así compañía tras compañía, país tras país se iba consiguiendo lo que se pretendió al menos desde el final de la segunda guerra mundial.

De hecho y con las excepciones de las crisis de cada década, (73, 85. 93)el resultado ha sido siempre que el mantra del crecimiento se ha ido manteniendo, y como nada es bueno, ni es malo, lo que se ha conseguido básicamente es que durante este siglo XX que acabó la gente viviese más o menos bien, la sanidad avanzara de forma importante, se nos llenara la vida de objetos más o menos inútiles, pero en general y en el mundo al que me estoy refiriendo la mayoría de la población tuviese niveles aceptables de comida, casa, educación, y sanidad, que al fin y al cabo, son los elementos básicos en el ámbito material que espera tener a su disposición un ciudadano de este mundo occidental en el que vivimos.
Posiblemente el hundimiento de la Unión Soviética a finales de la década de los ochenta, significó la pérdida para los Estados Unidos de una potencia rival que podía servir de freno a su rumbo, vamos, que se quedó sin competencia, lo que supuso frenos en la industria americana al no necesitar alimentar la guerra fría, o la amenaza soviética.

Cierto que fueron diligentes en buscar una nueva amenaza en Irak, y los resultados de las dos guerras del golfo son muy bien conocidas por todos nosotros. Sin embargo, y en esa industria tan importante para los americanos, esta situación representó si no un descenso, si, al menos, una ralentización en el desarrollo armamentístico con las consecuencias que eso tiene para su economía.

El aspirante republicano a la Casa Blanca , Marco Rubio, senador por Florida, se quejaba amargamente en un artículo hace unos meses (cierto que está en campaña electoral) de que el presupuesto de la Armada Americana, estaba a niveles previos a la Primera guerra mundial, y el del ejército a niveles previos a la Segunda guerra mundial.

El ejemplo de supervivencia en una situación de estancamiento económico nos lo está dando Japón, que mirando algunos de sus más importantes parámetros, vemos que tras más de treinta años de crecimiento plano o negativo, con deflación declarada, sigue manteniendo unos niveles envidiables en el bienestar de sus ciudadanos que para si lo quisieran muchas de la economías occidentales.

Mantienen unos niveles de desempleo prácticamente equiparables al empleo total, unos niveles en la educación de la ciudadanía absolutamente envidiables, un desarrollo tecnológico que les pone casi en la vanguardia mundial, esperanza de vida posiblemente la más alta del planeta, aunque me consta que algunas trampas hacen por aquello de seguir cobrando pensiones herederos de fallecidos, y un desarrollo industrial que les permite mantener varias de sus multinacionales a la cabeza de sus sectores a nivel mundial.

Cierto que su deuda externa es extremadamente alta superando dos veces y media su producto interior bruto, pero no parece preocuparles mucho, y a sus deudores tampoco, ya que la estabilidad política, social y económica del país garantiza la devolución sin problemas de la deuda.

El mundo occidental se enfrenta por primera vez a un escenario en que los precios y los salarios, a la par que el valor del dinero están descendiendo. No gusta a los líderes económicos mundiales cuando hablan del peligro que tiene para el dios crecimiento un estado deflacionario, ya que piensan que mantendremos cerradas nuestras carteras a la hora de comprar lo superfluo, ya que la esperanza es poderlo comprar en un futuro próximo a más bajo precio.

Pero eso no es malo forzosamente para los ciudadanos, que pagan menos dinero por los bienes que deben comprar aplazados como la vivienda. Aunque por otra parte la ausencia de inflación hace que el valor del bien asociado al precio que hay que devolver se mantenga al contrario de lo que ocurre en un escenario inflacionario. Tampoco es malo que los ahorros no pierdan valor como consecuencia de la inflación, lo que ayuda a sostener a las generaciones de más edad que hayan conseguido un nivel razonable de ahorro tras su vida laboral.

La transferencia de dinero y bienes exclusivos, sin embargo, sigue de forma escandalosa yendo hacia el 1% de la población más rica del planeta, aunque posiblemente a una velocidad más lenta de lo que esperan los más ricos. No lo sé.

Creo que la falta de amenaza percibida en el mundo occidental de una guerra global y destructiva como lo fueron las dos grandes contiendas del pasado siglo, es una de las razones que están detrás de este aplanamiento de la economía terráquea.

Si el análisis del senador Rubio es ajustado, lo más cercano que tenemos en ese sentido, son los ciberataques que pueden sufrir nuestras economías, que solo son molestos, algunas actitudes levantiscas en el cono sur americano, que harán que el Secretario de Estado se gane las habichuelas intentando que no se desmadre demasiado el problema brasileño, venezolano, argentino ecuatoriano o boliviano, pero nada nuevo. Tampoco el conflicto sirio es algo que pueda terminar en un enfrentamiento global, incómodo si, sangriento, también, pero por supuesto perfectamente circunscrito a una zona geográfica determinada.

Solamente el desarrollo chino puede representar a la vuelta de unas pocas décadas una amenaza al Imperio Americano, y ahí el riesgo de una confrontación podría darse, pero queda mucho, y eso afecta al crecimiento, que no tiene el impulso de la industria asociada a la guerra.

Veremos cómo sigue el desarrollo de esta sociedad de consumo que al final y al carecer, de grandes necesidades de reconstrucción post bélica, junto a la mentalización conservacionista de las nuevas generaciones en cuanto a la utilización indiscriminada de los recursos del planeta, hacen que los mantras de crecimiento ante todo, tengan cada día menos adeptos, que los de mi generación, por otra parte tenemos ya todo lo que necesitamos.

Buenas noches, y buena suerte

Mis amigas son unos bichos

Esta vez sí, sentado en mi taburete del fondo, ya pasados los baños, sin ver el reloj, controlando todo el local, y mientras depositaba el maestro cocktelero de Boadas la cereza en mi Negroni, esa que legó a mi copa desde la “fireta de Sant Ponç”, me di cuenta de que me acababan de tender una de esas trampas de películas de chinos, como las del green del 18 de Las Matas, y que lo mismo me he tragado el anzuelo.
Es el problema de tener amigas de esas de casi toda la vida, que cuando te sueltan una andanada a la línea de flotación, crees que van de buenas, y no activas las medidas antimisiles. Obviamente luego pasa lo que pasa.
Ya me pasó hace un año casi cuando Pepa, (antes Dra. Revillo) posiblemente sin querer, dejo caer un…si abres un blog, lo seguiré, y un año después aquí estoy con no sé cuántas página escritas, y claro, eternamente agradecido al empujón, porque me estoy divirtiendo un montón.
Mientras caía el fruto de Sant Ponç a mi copa, ¡pííí—pííí—pííí!, el caralibro que me informa de un comentario a una entradilla…..envenenado claro.
Me hace pensar, de pronto, en La Fontaine…
Maître corbeau, sur un arbre perché
Tenait en son bec un fromage….
Así que la primera en la frente, ¡cada día escribes mejor!…. y yo voy y me miro el plumaje, constatando inmediatamente que mi amiga Marian lleva toda la razón. Soy el Ave Fénix de las letras, (no descubierto, claro).
Voy por el segundo trago de mi Negroni, hay aún poca gente en Boadas, no hay partido en Can Barça, y los de Costa Crucero no han vomitado aún los trastopecientos mil buscadores de Gaudí, así que poca adrenalina en mi torrente sanguíneo por agobio turístico, que me parece que el reloj ha vuelto a los tiempos de Pepe Carvalho, que solo me falta ver aparecer por la puerta a Manolo Vázquez o al Perich.
Por cierto, y valga la digresión, que me encantaría preguntarle al Manolo por Podemos, y al Perich por la pescadera-alcalde que mi ciudad de origen se ha regalado, pero eso será en otra sesión espírita.
Revenons a nos moutons, que diría Hollande, o mejor ese Valls que se han dado los gabachos que siempre me ha recordado a un fabricante de galletas de Camprodón.
Y mis corderos ahora son en singular…..ya soy guapo, escribo bien….¡torpedo por la amura de babor!. ¿Para cuándo el libro?…A-3…tocado destructor. El Negroni me anima, y contesto más o menos expresando algo de miedo, pero en vez de decir ¡uuuffff!, eso no es para mí, voy y dejo la puerta abierta a una posible acción en ese sentido….estoy loco.
Ponme otro Negroni, por favor, que me he metido en un buen lío, y esta vez con cacahuetes, que a la que me relajo te los ahorras.
La tarea que me ha sugerido Marian…(antes Dra. González Hevia, que después de estas acciones le retiro el tratamiento), tendré que llevarla a cabo, aunque sea como aquel, que viniendo al kilómetro cero desde la periferia más periférica, se ganó la vida garbanzo a garbanzo, publicando por entregas…ya veremos.
Boadas siempre me ha metido en buenos líos, y a mis años pensar en escribir los Episodios Nacionales no es algo que aparezca en mi libro de prioridades, ni en mi carnet de baile, que también tengo que jugar al golf, ¿o no?.
Pero los guantes tras un par de Negronis se recogen siempre, incluso si la cosa deriva en Fortunata y Jacinta, aunque lo que me gustaría que saliese es la Fontana de Oro, que bien podría retitular “Lo que se perdió en la Cova del Drac, se destila en Boadas”. Cualquiera sabe.
Pero Mariam no dijo novela….dijo libro, y los libros pueden ser de muchas cosas. Recuerdo uno de Manuel Vicent recopilando sus artículos periodísticos…así que ese ya lo tengo, pero me temo que no vale.
Después de haberme tragado sin anestesia la trilogía de Escipión, la del Posteguillo, y andar por la mitad de la de Trajano, eso de la novela histórica me parece algo inalcanzable, es más estaré unas semanas lejos de “Pepe el cátaro”. “El papelajo oculto del Mar Muerto”, o “El amante de la papisa Juana”, que esta vacuna tiene efectos anuales, como la de la gripe.
Luego viene lo del thriller político, vamos lo del Grisham ese, que si tapaderas, que si pelícanos. ¡Puaaafff!, no conozco en la profundidad requerida los entresijos, ni de la política ni de la legislación americana, y si lo intento a la española, me da la risa.
Que ves a la abogadita del estado esa que tenemos de vicepresidenta en funciones, cabreada porque le han visto el engaño que su gobierno ha hecho a sus socios europeos y a los españoles. Que la ves diciendo ¡que no he sido yo! ¡que han sido los nacionalistas y los no nacionalistas!.
Cualquiera hace un thriller político con eso, o con el flequillo del periodista catalán, o quizás con las historias de colmado de Susanita. El Albert no da para mucho, no tiene cara de sicópata, y Pablo da para una pelea de billares en Vallecas. De trhiller político nada de nada.
Mi manejo del sueco y del siciliano impiden que me salga un Montalbano o un Wallander, y a su maestro Montalbán le tengo mucho respeto, que eso de hacer una escudella con las obras completas de Alberti mientras su novia, la Charo, rabiza ella del Raval, mira con ternura como se hunde el Partido Comunista Español, es una imagen imposible de superar.
Así que como ese camino lo han andado ya los Camilleri, Mankell, Mákaris, Leon, y hasta si me apuras el mismísimo Eça de Queiros en su carretera de Sintra, seguiré de apasionado cliente de ellos, y por el momento no mojaré mi pluma en ese tintero.
Ya sé, ya sé, me pierdo el viaje en tren a Gijón, que con esta actitud nadie me va a invitar a la semana de novela negra, pero no se puede tener todo.
Podría lanzarme a la ciencia ficción, no sé, “La inquietud de la bacteria genéticamente modificada”, o “Resistencia o muerte”, pero claro, pasó por delante don Isaac, don Ray, don Athur, don Philip…y aún no me lo he leído todo, con lo que si no me busco un equipo de asesores, y un negro que ponga las comas esto no lo arregla ni la psicohistoria de Seldon.
O sea Marian, un lío, que a lo mejor acabo resucitando las novelas de caballerías, o me invento una novela épica de esas de héroe, viaje iniciático, y hasta monstruo, espada mágica y princesa angelical.
Podría añadir alguna historieta de esas de La Perla o de la Sonrisa vertical, pero puedo dormirme escribiéndolas, y lo mismo me sale un Corín Tellado, así que descarto la idea.
Lo último, que a lo mejor considero, es inventarme, con permiso de Don Verne, ochenta días de viaje aunque ahora me permitan varias vueltas al mundo a lomos de Pullmantur.
Ya veremos lo que pasa, pero aburrirme no voy a aburrirme, que solo pensar en el perfil psicológico de los putativos personajes, se me erizan las cejas.
¡Otro Negroni, camarero!
Buenas noches, y buena suerte

El déficit público

Hoy se están publicando datos de nuestra economía que posiblemente acaben afectando al bolsillo a todos los españoles.
El déficit público que se ha conocido hoy es de algo más del cinco por ciento, es decir un uno por ciento más de lo acordado con Bruselas.
Eso son diez mil millones de euros, que junto a lo que nuestros socios europeos esperan de nosotros, va a exigir a España, que este año haya una reducción del déficit público de esos diez mil, más otros diez mil para ponernos alrededor del tres y poco por ciento que se admite como algo razonable para seguir siendo parte del Euro.
El gobierno en funciones anda diciendo que las Comunidades Autónomas se han gastado un pastizal, que las pensiones han subido porque los que llegan (que andamos cerca ya de los diez millones), tienen derecho a prestaciones superiores a los que van falleciendo.
Así que nuestra seguridad social y el gasto de los gobiernos regionales, parece que han hecho papilla nuestras previsiones, a pesar de que el producto interior bruto del país ha crecido un estupendo tres con dos por ciento.
Las primeras reflexiones que le llegan a uno, están relacionadas con el gasto de las regiones, que al parecer se han pasado dos pueblos. Vamos a ver qué quiere decir esto.
Los que hoy aparecen en los informativos como gobierno en funciones, han disfrutado durante cuatro años de un derecho de pernada concedido por los ciudadanos en forma de mayoría absoluta, y eso debería haber servido para algo, para alguna acción que hubiera puesto coto a este desmadre.
Pero nuestros gobernantes han sido muy poco diligentes en el desempeño de sus funciones, y creo que ha sido por tres causas fundamentales.
La primera, y no debemos olvidarlo, es que cuando llegaron al gobierno tenían una situación económica absolutamente desastrosa.
Ya he hablado en este blog de la caída de la recaudación fiscal durante estos años, también de la caída del PIB que apenas ahora está recuperando niveles de 2007, y no tuvieron más remedio que poner en marcha acciones para intentar reconvertir la situación, y eso era una prioridad.
No voy a discutir ahora si las medidas tomadas fueron buenas, malas o mediopensionistas, aunque para el ciudadano de a pié ha sido cuanto menos dolorosas.
La segunda es que cuando llegaron al gobierno, empezaron a reventar en su cara los infinitos casos de corrupción que se han judicializado y al final eso no es más que un incremento de la debilidad a la hora de tomar decisiones.
Las decisiones que deberían haberse tomado, en cuanto al control del gasto de las regiones no se han tomado, y obviamente las cuentas se han desmadrado. El ministro de hacienda, no ha sido capaz de trabajar diligentemente para controlar de forma eficaz este gasto, y seguramente, en demasiadas ocasiones, cuando se ha enfrentado con los dirigentes locales, le han puesto en las narices las porquerías de su partido, y eso le ha frenado en el control.
Me llama la atención la poca o nula eficacia de los tribunales de cuentas, que deberían ser los auditores de la gestión económica de cualquier organismo del estado. Si no disponían de medios suficientes, la mayoría absoluta del partido que gobierna, en funciones ahora, claro, debería haberlos puesto, pero claro, se exponían a que les sacaran más porquería de la necesaria. Así que se dejan las cosas como están, que solo nos falta.
Las armas del estado para evitar estos déficits en las regiones son las suficientes, lo que hay que hacer es ponerlas en práctica, y si una comunidad quiere tener embajadas, simplemente se le prohíbe, porque no está dentro de sus competencias, y si se ponen burros, se elimina a los responsables por vía judicial. Es muy sencillo. Pero hay que querer hacerlo.
El miedo que da revisar el concierto vasco, y determinar si las cuotas que las Provincias Vascongadas y Navarra pagan al Estado se ajustan a derecho, es tal, que no se ha hecho el más mínimo esfuerzo durante toda la legislatura….ya lo apañaremos, y no, no se apaña por debilidad por miedo, por ineficacia, por no gobernar al final de forma democrática, es decir, gobierno de los más.
Hay que añadir a todo esto, como dice parte de la prensa especializada, que el sistema español de impuestos es una verdadera chapuza, llena de exenciones fiscales reducciones extraordinarias, IVA reducido, y no sé cuántas cosas más que sirven para satisfacer a los elementos más poderosos de nuestra sociedad, los que más miedo le dan al gobierno, como las grandes multinacionales, grupos de presión específicos, la peña del IBEX, grandes fortunas, qué voy a decir que no se sepa, que es el origen de las puertas giratorias.
Entre el estado y las regiones, se han contabilizado casi cincuenta mil millones por esos conceptos, es decir, el déficit del Estado en 2015. Cuánto mejor sería quitar todas esas desgravaciones, reducir los tipos, y adelante… seguro que además de ser más justo salía más barato.
No voy a hablar del fraude fiscal, para qué. Está bien que se pille a una folcklórica, a un futbolista, o incluso a un parado al que se le ha ido el dedo en veinte céntimos de euro, está bien, pero eso es el chocolate del loro, que yo quiero, es ver liquidar impuestos en España a Google, a Amazon, a Apple, a Facebook, por ejemplo, y si no es así, se restringe su actividad. Un gobierno con mayoría absoluta puede y debe hacerlo. No puede permitir que figuras legales impidan que tantas y tantas multinacionales operen en España sin pagar impuestos de sociedades.
Señores, que hemos gastado 250.000 mil millones y hemos recaudado 200.000, que es un veinticinco por ciento más, y así no se puede, aunque al expresarlo como porcentaje del PIB, la cifra asuste menos.
Le dimos al gobierno, que hoy está en funciones la posibilidad de cambiar la ley electoral, para que de una vez valga lo mismo el voto de un catalán o un vasco que el de un extremeño, y no haya al final un peso mayor del que les corresponde en las cortes a los partidos nacionalistas, que van contra todos nosotros, que nadie se olvide. Pero no lo han hecho, no se han atrevido, son gente corrupta y débil, y así no pueden gobernar en democracia.
Ahora nos vienen los de Podemos con que quieren gastarse cien mil millones más, no está mal, los del PSOE, que son más moderados hablan de solo veinticinco mil millones más. Realmente no sé si son sinvergüenzas ineptos, o una mezcla adecuada de ambas.
Por otra parte la ineficacia de nuestra gestión administrativa, que no ha sido capaz de usar los fondos europeos para la ayuda al empleo. Que como no se atreven ahora a robarlos, no tienen las estructuras necesarias para gastarlos de forma adecuada en los ciudadanos que lo necesitan.
Que la gestión de las huchas que aún nos quedan, son miserables. ¿Sabíais que el fondo para garantizar las pensiones está invertido….¡en deuda pública española!.
El dinero que hoy el Banco Central Europeo ofrece a coste cero, no ha servido para crear un fondo soberano a imagen de los noruegos, árabes, chinos….y establecer inversiones adecuadas en los mercados mundiales, o directamente en España, de forma productiva, no para robarlo directamente, claro, o para pintar la fuente del pueblo.
Hasta Miguel Sebastián nos habla en su último libro (a buenas horas mangas verdes) de la ineficacia de la gestión económica del estado.
Lo que nos viene es más de lo mismo, pero aún más débiles. Los nuevos partidos no hablan de reducir el dispendio, no hablan de inversiones de estado, sus preocupaciones, están más cerca de su salario que del bienestar de la población, más cerca de su visión cegata de maestros mal formados acerca de lo que debe ser un país del siglo XXI, que de resolver los problemas económicos de España, con fuerza, sin “mareas”, que al final son fuerzas originadas por el cabreo, no por la prudencia que debe regir la mente de un gobernante.
Estoy cabreado.
Buenas noches, y buena suerte

Las invasiones bárbaras* 2

Esta mañana estaba yo panza abajo, con un agujerito para respirar, y una dama ¡ay!, siempre una dama, haciéndome sufrir.
Se empeñaba en que tras mi sufrimiento, no me quedaran nuditos en los músculos de la espalda, y cada vez que encontraba uno, seguro que se relamía de gusto, hincaba los pulgares, y yo a llorar, en silencio, claro.
Mi fisio de cabecera es así, ¡qué le vamos a hacer!, y yo encantado, claro, que una vez desanudado, luego voy a Las Matas y me hago tres o cuatro pares en el recorrido, que para mí es un logro.
La muchacha, que en el fondo gasta un gran corazón, y para que mi sufrimiento fuera llevadero, me dio cháchara, ¡bien!, y yo reconozco que no me porté demasiado bien, y eso que no soy rencoroso, que yo en esas tesituras siempre he preferido el sistema de los heridos confederados de la guerra de Secesión, es decir, palito en los dientes, botella de Whisky de Kentucky, y ya puedes amputar que a mi “me ne frega”.
Así que hablando y hablando, me hizo mi fisio de cabecera una pregunta de esas que se hacen con cara de buena persona, pero llevan una carga de profundidad notable, ya que de alguna manera te obligan a definirte en un tema espinoso.
¿Y tú que piensas del problema de los refugiados, y su tratamiento por la U.E.?.
Cuando estaba haciendo el Master de anguila, decidí mejorarlo con el Doctorado de lamprea escurridiza, así que en la innoble posición en la que me encontraba, casi en un “vergognati”, italiano, sin controlar ni un pelín, y sin ver la cara de mi oponente, decidí que lo mejor era la “larga cambiada”, tal y como la define el Cossio, y me puse a disertar sobre la posición estratégica de Siria, de lo malotes que eran los Assad padre e hijo, del interés de Rusia en mantener su base naval en Tartus, con vistas a Limassol y a Antalya.
En un momento ya de inspiración, me sorprendí hablado hasta de T.H. Lawrence, del Wadi Rum, de Aqaba, de Petra y los nabateos, de Amman, y de las tiendas de campaña de lujo que tienen vacías los árabes cerca de La Meca. Vamos, creo que le mencioné “en passant”el tratado Sykes-Picot, del Crillon de Paris…
Todo por no contestar.
Pero ahora, sentado delante de mi tableta creo que le debo una, que tarde o temprano acabaré en sus manos, y aunque es buena gente, el rencor, aunque sea involuntario es muy malo.
Pues mi querida amiga, mi posición es tremendamente compleja, y no sé si estoy de acuerdo con el bloqueo que se está haciendo por parte de Europa hacia los refugiados que vienen de Este, o si deberíamos abrir las puertas que ancha es Castilla, y Macedonia, y Alemania y hasta Escandinavia o Escocia, sin olvidar Francia. (No menciono Cataluña, porque les harían aprender catalán, les harían convertirse al catalanismo indepe, y ya vienen de una de esas).
De lo que si estoy seguro, es que estamos en una guerra mucho más amplia que esta guerra civil siria, mucho más amplia que el problema kurdo, y por supuesto más allá de las eternas disputas entre sunníes y chiíes.
Durante la primera década del pasado siglo, Gran Bretaña que estaba en guerra con Turquía por el derrumbamiento del Imperio Otomano, prometió a las tribus de lo que hoy es la zona de conflicto, (incluir Israel, Líbano y Jordania, por favor), que si se unían contra el turco, se crearía la gran nación árabe con un Califato en Damasco…..¿suena de algo?. Siria no es realmente un estado independiente hasta el referéndum del 61, a pesar de que Francia había retirado sus tropas en el 45. Y desde el 63 hasta hoy el partido Baath, de los Assad son quienes han cortado el bacalao, que hasta entonces eran tribus las que se intentaban hacer con el poder.
El hecho de haber derrocado a Sadam Hussein, rompe un equilibrio en la zona, que acaba con la fundación de este Daesh que nos tiene apechuscados, y aunque se nos está vendiendo toda esta operación como una guerra santa, aquí lo que realmente importa es la pasta, que a ello se están dedicando estos pollos cuando venden petróleo, algodón, obras de arte, que aparentemente destruyen delante de las cámaras….pero solo las que no valen nada….e impuestos a los no creyentes el famoso Jaray, por el que el sultán da protección a cristianos, zoroastrianos, sabeos….
La religión es la envoltura que les permite interpretaciones que en momentos determinados hace que la juventud se fanatice y sirva a sus fines.
¡Vale, vale, que no he contestado aún!, ¡Ya voy!
Los refugiados son los que sobran, bien por sus creencias, bien por estar en medio de zonas de alto conflicto en donde literalmente no se puede vivir, y desde ese punto de vista, hay que acoger a los ciudadanos que huyen de estos horrores, usando nuestros recursos para ayudarlos hasta que estén en condiciones de regresar a sus tierras de origen, donde deberán enfrentarse a la tarea de reconstrucción, una vez acabe el conflicto…..si no gana el Daesh, claro.
Sin embargo, debemos pensar también que estamos en guerra, y al Daesh le han bombardeado los turcos, los rusos, los ingleses, los franceses, los americanos, hasta los belgas ahora, y nosotros no, a saber por qué. Así que somos el enemigo, ¡qué diantres!, y los refugiados que nos mandan son desgraciadamente un arma de guerra, de guerra económica, que puede costarnos tanto como el petróleo que pierden en los bombardeos de los convoyes que salen hacia Turquía a diario.
Pero también es una forma, en estas emigraciones masivas, de infiltrar personal de sus ejércitos con fines de ataque en territorio europeo, o de proselitismo, que el filtro es muy difícil.
Las famosas mafias que transportan esta marea humana, tienen, muchas de ellas contactos con Daesh, o directamente se encargan de recaudar los últimos dinares o dólares en manos de estas mareas humanas, a mayor gloria del Califato creado.
A todo esto hay que comentar que en estas rutas de emigración hay una económica procedente de Africa, aunque también engrosen sus filas personas afectadas por los islamistas de Mali, las guerras tribales de la República democrática del Congo, o de la República Centroafricana, Côte d’Ivoire….y tantas otras.
Honestamente, yo no quiero que vengan, pero tampoco quiero que haya guerras, que haya pobreza, que haya extremismo religioso, que haya esclavitud vestida de europeo de chino o de cualquier otro sitio, y los recursos que debería el mundo occidental dedicar a erradicar lo que a la gente que aspira a vivir mejor en su tierra, deberían ser los adecuados.
Desgraciadamente seguiremos comprando coltan en forma de phablets, petróleo para el seiscientos y para la calefacción, algodón para las camisetas y los monos de pilates, y el dinero se quedará parte en las Channel Islands, parte en las Caimán, si vienen de Catalunya en Andorra, y en los resultados de las grandes compañías transnacionales, muchas de ellas en el verdadero origen de estos conflictos.
No derivaremos nunca, me temo, los beneficios de la actividad humana de forma justa a todos los eslabones de la cadena, y mi respuesta, querida fisio, es que no quiero refugiados en mi pueblo, ni en el del vecino, quiero que sean capaces de desarrollar sus vidas plenamente allá donde deseen, que casi siempre es en el terruño, (las cifras de expatriados, fugas de cerebros en los países occidentales, no llegan al 0,2% en el peor de los casos). Ahora bien quiero estar seguro de que quienes vienen, realmente han sido forzados, y entonces mi mano está abierta, con una condición solamente, donde fueres lo que vieres, que es lo que hago yo cuando ando por ahí, porque si no, no es emigración, es invasión, y contra eso, las legiones, como hacía Trajano.
Buenas noches y buena suerte
* Título de película canadiense de Denys Arcand

G.A.F.A.

Bonito acrónimo, y caro, voto a tal, y lo que es peor, si la cosa no se mueve deprisa, deprisa, el nivel de dependencia que vamos a tener del tal acrónimo va a ser literalmente asfixiante, si no lo es ya.
La G de Google, vale unos 540.000 millones de dólares, la A de Apple, unos 590.000 millones, la F de Facebook 200.000, y la A de Amazon, unos 315.000.
Esto da un total de 1.645.000 millones de dólares, es decir una vez y media más o menos el P.I.B. español, lo que no deja de ser una barbaridad.
La G se fundó en 1998, Amazon en 1994, la F nació en 2004, y la vieja manzana es de 1976.
Con tres o cuatro más de este tipo, es decir E-Bay, Alibaba, Samsung…nos plantamos casi en el PIB de Francia, y hablamos de siete compañías que, a excepción de Apple y Samsung, están empezando a ir al instituto, si miramos su carnet de identidad, y desde luego, no tendrían aún derecho a voto, si fueran ciudadanos físicos en vez de jurídicos.
La ingente cantidad de dinero en que se valoran estas compañías unidas a sus niveles de ventas, les va a permitir en cualquier momento, si no lo han hecho ya, manejar los destinos del mundo, y digo bien del mundo.
Los bancos y las instituciones financieras que nos han llevado a la crisis de la que aún no estamos liberados, han cedido aparentemente el poder mundial a estas nuevas compañías basadas en las conexiones entre personas, y una de las “mejoras” que les han permitido alcanzar estas cotas, es ni más ni menos el nivel de información que tienen sobre nosotros.
Los datos en manos de los bancos sobre los ciudadanos han sido durante décadas los más completos, pero les faltaban, como nos acabamos de dar cuenta estos últimos años, cosas como lo que de verdad nos apetece comprar en cada momento, nuestros amigos, donde estamos en cada momento, que leemos, como nos divertimos, que bebemos, nuestra orientación sexual, qué restaurantes nos gustan, a qué hoteles vamos…..ad nauseam.
Es decir, han transformado a la población en producto, y se nos vende a cada momento sin que nos demos cuenta, eso sí, bien protegidos por las leyes internacionales de protección de datos.
Los bancos a escala mundial, han tenido que pagar en los últimos cuatro años la friolera de 150.000 millones de dólares en multas por mala práctica, bien por sanción directa de los gobiernos, o por las acciones individuales de los ciudadanos. Eso claramente significa una pérdida de poder, difícil de asumir, que si no de qué le iban a sacudir los gobiernos.
Y lo peor para ellos, y ya veremos si para nosotros los ciudadanos, es que el negocio bancario clásico está empezando a derivarse hacia estas compañías. Poco tardaremos en tener generalizados los medios de pago usando nuestros móviles, ahora empezando a sacar la cabeza de forma incipiente.
Los créditos esos tan difíciles de conseguirá través del apoderado de tu oficina, se están facilitando con los famosos “crowfunding”, y supongo que a la banca minorista no le hace demasiada gracia.
Las oficinas bancarias, empiezan a estar obsoletas, van a quedar casi para que te den la sartén de promoción por los puntos estrella, y no olvidemos, hablando de valor de grandes corporaciones, que el banco más grande del mundo, el ICBC, chino él, “solo” vale unos 280.000 millones de dólares, casi como el Wells Fargo americano, pero en franco retroceso sobre todo por la evolución del precio del dinero a la baja por la acción de los bancos centrales. El poder y el dinero están cambiando de manos.
¿Y nosotros?. Pues como ya he dicho, y todos sabemos, somos el producto, se compra y se vende nuestra intimidad, nuestros sueños, nuestros deseos, nuestras intenciones, claro, sin pagarnos más que a los indígenas que encontraba Cook al sur del Pacífico, nos pagan con espejitos mágicos en forma de Phablets que se llaman ahora, que además nos cobran a precio de oro, que hay que pagar ese coltan de sangre africana.
Nosotros vamos a enfrentar una fuerte alteración de nuestros modos de vida en un plazo, que me temo, si me mantengo dentro de las estadísticas actuariales de esperanza de vida voy a alcanzar a ver.
La forma de ganar el sustento en el mundo occidental, parece que va a tener que ser a golpe de proyectos con cortas caducidades basados en ideas que pronto serán superadas, por otras de tus competidores. Una y otra vez habrá que reinventarse, lo único que deseo es que las generaciones que están formándose ahora, lleven el bagaje necesario para sobrevivir.
Veremos donde se fabricarán las cosas que deban circular por esas autopistas que se han creado, con asfalto de Apple, camiones de Amazon, márketing de Facebook, y supervisión de Google, que todo lo ve y todo lo sabe.
Pronto veremos de la mano de alguno de estos, desarrollos de la inteligencia artificial a niveles que nos van a sorprender, y que desde luego van a interferir en nuestras formas de vida.
Porque los drones, los mapas, ya más precisos que los viejos catastros, llevan asociadas tal cantidad de nuevas posibilidades que a mí me intimida, aunque estoy seguro que a los más jóvenes ilusiona.
Lo que más me preocupa es el lugar que va a quedar en este futuro en que el poder y la información están cambiando a tanta velocidad para el ser humano.
¿Seguiremos escondidos tras las pantallas de nuestros telefoninos?, ¿Quedará algo para el sentimiento humanista del pueblo?. Me temo que no, es una vuelta de tuerca más del poder que cambia de manos, que insiste en la concentración que acabará conduciendo, queramos o no a tener realmente un amo del universo.
Europa ya no cuenta en este esquema, el escenario que se nos ofrece no tiene sitio para nosotros, las invasiones del Este ya han comenzado, y no tendrán marcha atrás. Nos hemos dormido a caballo de nuestras leyes buenistas, y no hemos entendido nada de lo que está pasando, y por ende, y a pesar de que nuestra Unión Económica Europea ha hecho todo lo posible por la supervivencia de nuestras multinacionales lo que hemos conseguido es tener un empresariado anticuado y tramposo sin ningún relieve en el tablero mundial.
Veremos lo que hacen nuestros chicos, pero al menos en España, donde gastamos nuestro tiempo en discutir si galgos o podencos, si levantamos el brazo o el puño, o si nos educamos o nos adoctrinamos, deberemos hacer un esfuerzo titánico para sobrevivir en esta era Acuario queestá pergeñándose .
No me gusta lo que veo, pero seguro que en algún momento aparece ese mutante que siempre surge en nuestro país, y nos da otros cien años de memoria histórica.
Somos imbéciles, y nos gusta.
Buenas noches, y buena suerte

Piiiipa, parapiiipa, porrón, porrón, porrón

Es uno de los sonidos que se escuchan en España durante estos días de Semana Santa, de Norte a Sur y de Este a Oeste, en unos sitios el porrón es más porrón, como en la Cuenca de Raúl del Pozo, en otros más porrón porrón porrón como en las tierras del Bajo Aragón en esas de empeltre, melocotón, Buñuel y tamborradas.
En el resto la cosa anda más equilibrada, pero en todas hay una cosa común, la gente en la calle.
Acostumbro a escaparme los más de los años a la ciudad que más me apetece para ver qué es lo qué es esto y si realmente los hispanos somos una nasssióóón de nasssionness, o estamos los unos más cerca de los otros de lo que nuestros políticos trincones desearían.
Los que me conocéis tenéis a poco que os hayáis fijado una idea de mis creencias religiosas, que fuera del análisis moral y sociológico que aportan no me dicen mucho, es más no estoy por no meterme un chusco de carne en viernes santo si se tercia, a misa, aunque me la sé en latín casi con el rito tridentino en la mano, hace décadas que no se me ve, y si se me ha visto, pues no estaba.
No quiere eso decir que sea un ateazo de esos de libro, no, nada más lejos de la realidad, aunque también reconozco estar en ese tema cerca de los aparentemente trasnochados principios tomistas, pero que a mí me valen, a base de no andar trasteando más en el tema que tampoco la cosa conduce a mucho más que a un calentón de neuronas.
Este año me he acercado a la tierra de mis ancestros por lado paterno, a la áspera Zamora, la que no se tomó en una hora, (ni falta que hacía), donde la última vez que aparecí por estas fiestas se remonta la cosa a mitad de los sesenta, es decir, medio siglo atrás más o menos.
Recuerdo a mi padre que me comentaba la seriedad de las procesiones, la devoción cristiana que se respiraba en cada esquina, en cada nazareno, en cada talla que cruzaba de Santa Clara a Notarios, o de Tres Cruces al Ayuntamiento….vale papá, pero eso ni lo ví entonces, ni lo he visto ahora.
Me explico, que luego se me tacha de esotérico cuando quiero ser exotérico. Hace cincuenta años, la devoción con quince a mis espaldas se traducía en que me soltaban con mis primos, y su panda de amigos y amigas a pasar la noche en la calle entre la procesión del silencio y la de las cinco de la mañana. ¡Menuda juerga sin control paterno!. Y si, era una juerga, andabas de aquí para allá, encendías un cigarrillo, mirabas de tirar un pellizco furtivo a la rubita de coletas, y gran noche….de devoción y penitencia claro. Por cierto mucho más tarde me enteré que el control de mis movimientos fue extremo, que en Zamora estábamos controlados, y mis padres cuarentones ellos en aquellos momentos andaban también de juerga por la calle, eso sí con gran devoción.
Ese ambiente lo he visto esta noche también, y me he acercado a las conversaciones mundanas de los capirotes, que eso sí, algunos descalzos y con su cruz a cuestas se han tirado siete horas pateando las zonas de paseo vespertino cotidiano de esta pequeña población capital de provincia.
Devoción poca, cierto, pero alegría de la gente en la calle toda, y Zamora como Valladolid, como Sevilla, como Murcia o Málaga, como Madrid incluso, y sobre todo eso, toda la gente en la calle, oiga, que ni un pincho en casa Lobo se puede uno permitir tranquilo, ni un rebujito en condiciones en La Campana, ni un chocolate con churros en San Ginés, que está todo a reventar.
Decían que en esta ciudad de unos sesenta mil habitantes había unos doscientos cincuenta mil dando vueltas, y pocos a eso de rezar, ¡ya te digo!.
Este es el momento en que le voy a tirar una piedra por el ventanuco, a los nuevos políticos que quieren cargarse este festival nacional y transformarlo en unas saturnales, y que parezca la calle de la Amargura, el escenario de El Sueño de una noche de verano, versión infantil de colegio de Iowa, por lo menos.
Miren ustedes, hoy he visto poca plegaria, pero unas maravillosas tallas cruzando la ciudad y como en Sevilla he pasado un muy buen rato, he disfrutado el ambiente, y sobre todo he visto a la gente disfrutar interpretando el espectáculo que la Iglesia Católica nos ha ofrecido, haciendo suyas, posiblemente fiestas ancestrales de final de invierno, de antiguos cultos al Sol que a partir de ahora parece que va a calentar pelín más. Pero se han aceptado masivamente por la ciudadanía, y bien digo masivamente, así que les ruego a los podemitas y otros yerbajos que ni se les ocurra quitarle esto al pueblo, a mí, concretamente, porque me mosquearé mucho más de lo que ya estoy, que el sentido religioso, o lúdico ya se lo daré yo en mi intimidad, que en esa parcela, no les permito entrar ni en broma.
Y añadiré que las costumbres ancestrales no deben ser objeto del ámbito de la política, que no me van ustedes a decir como debo rascarme, y si hay subvenciones, malditas subvenciones, quítenlas, de la misma forma que deben quitérselas al titiritero obsceno, o a la fundación de su puñetero partido, que sin subvenciones tendremos mejores hospitales, mejores universidades y mejores ciudadanos, que no les quepa a ustedes la más mínima duda.
Para acabar esta entradilla, diré simplemente que de estas fiestas, muchas, muchas personas van a poder ir tirando unos meses hasta que el verano les vuelva a sacar de penurias, y los ciudadanos con nuestra asistencia masiva les estamos diciendo claramente que esto nos gusta, y que si a ustedes que son tan leídos, no les viene bien siempre se pueden ir a Londres a escuchar el Mesias anglicano él, en el Albert Hall, y dejar de marearnos.
Me voy a tomar el aperitivo, ¡qué diantres!, luego a ver si dan de comer en algún sitio, siesta modesta y cómo no, esta noche de procesión, y si llego a tiempo, veré algún Monumento que aún esté abierto al culto en cualquier iglesia románica de la vieja Zamora.
A los de la coleta y el puño cerrado solo les pido que no mareen, que dejen a la gente en libertad, que el puño cerrado para mí tiene tres significados
-Lucha violenta
-Tacañería
-Y el horror de Stalin y sus secuaces en todo el mundo aprisionando la libertad de las personas.
Buenas noches, y buena suerte

Amiguiños somos, pero la vaquiña por lo que vale

No paramos de quejarnos de nuestros políticos, y en esa tarea me pongo en primera fila, ¡cómo no!. Los tratamos de inútiles, corruptos, mediocres, instalados en estructuras hiperproteccionistas hacia sus intereses, y al final les reconocemos la más absoluta de las incapacidades para conseguir esos objetivos que ninguno de nosotros consideraría indeseable.
Cuando hablo de esos objetivos, hablo de cosas como el disfrute de una renta per cápita el doble de la que tenemos, un sistema de seguridad social que nos garantice no solo una sanidad y una educación adecuadas, si no que nos ofrezca una vivienda digna y una garantía para nuestra jubilación o eventual pérdida de nuestro puesto de trabajo. Todo eso en un entorno de seguridad jurídica y física, es decir que no te asalten demasiado por la calle, y que sepas que la ley no te la cambian a mitad del partido.
Una de las características más comunes de nuestros queridos dirigentes es su asombrosa falta de formación, y en ello incluyo desde su absoluto analfabetismo fuera de las dos mil palabras mínimas que manejan a diario en su lengua materna, hasta su ignorancia en cualquier aspecto de lo que significa la comprensión de un país, de su entorno, y lo que es peor de las necesidades que pueden tener en el presente y en el futuro. Se nos llena la boca cuando hablamos de nuestra vida en democracia, y se nos olvida demasiado a menudo el significado de la tal palabra, que nos viene de Platón y Aristóteles, “gobierno de los más”, así, que si es cierto que nos regimos por esa forma de gobierno, habrá que anotarse en el debe de los ciudadanos el parco éxito que está teniendo entre nosotros el desarrollo del rumbo de nuestros destinos, cabalgando en esta estructura.
Pero cuidado, no es la estructura la que falla….a lo mejor somos nosotros.
En nuestra España, nos hemos caracterizado siempre por el desprecio hacia la formación de las nuevas generaciones, y la última oportunidad que hemos tenido a la muerte del Dictador, la hemos desperdiciado de la forma más miserable posible, transformando en campo de batalla la educación de las nuevas generaciones, llegando la discusión hasta niveles propios de asamblea de vecinos. De vecinos interesados en su parcela, claro, sin darse cuenta que lo que importa antes es la salud del edificio.
La educación, como tantas otras cosas en manos de los políticos que gobiernan en nuestro nombre, y consecuentemente siguiendo nuestras instrucciones, ha buscado más el adoctrinamiento que la formación, siendo en esa área y según mi percepción mucho más activo el grupo rojo de la cámara, sin que el lado azul desmereciera, por supuesto.
Es el miedo del cacique cerril al hombre ilustrado.
Leyendo un trabajo de Eugenio Bregolat, en el que se da un ejemplo de que esta utopía es posible cuando analiza la obra política de Lee Kwan Yew, que consiguió que su país pasara de una renta per capita de 500$ en 1965 a los 60,000$ de hoy, partiendo de una situación en la que el país no era más que una isla de 700Km2, emplazada en un cenagal, sin materias primas, sin recursos materiales, te das cuenta de las cosas que pueden hacerse cuando se hacen bien.
El régimen de Singapur, está basado en una meritocracia, palabro que directamente apechusca a nuestros dirigentes, ya que les condenaría a engrosar las filas del más bajo de los trabajos disponibles en el país que no al paro, también hay que decirlo, que en Singapur por paro no viene nada en su diccionario.
El hecho de que nuestro presidente del gobierno tenga un salario que rechazaría un manager medio de una multinacional media, nos da una indicación de por donde andamos.
Y ese es el problema, que lo que nos ofrece a cambio, él y sus conmilitones, ni siquiera vale ese dispendio. La consecuencia es que los mejores huyen como apestados de ese entorno solo válido para personajes que sacan unas oposiciones a notario o registrador o abogado del estado…..ya sabes trabajar como un loco para sacar la oposición durante tres o cuatro años, y así no volver a trabajar en la vida. Dicho y hecho, a dormitar en el escaño tanto como se pueda.
¿Hay alguien que pueda imaginar en qué empresa se le podría dar trabajo a la Señora Barberá, por ejemplo, que no fuera en los niveles más bajos del escalafón?, o a la señora Cospedal, o al Señor Zapatero, o incluso a estos que nos llegan ahora con puños levantados, y una licenciatura en una universidad clasificada en el final de la tabla de segunda división, por no hablar de la flamante alcaldesa de la Ciudad Condal.
Tenemos inútiles, a los que pagamos como managers de empresa media, de esos que con tanto esfuerzo sacan adelante su presupuesto y a las veinte o treinta personas de su equipo. Esas son las tarifas en la economía global, y permítanme sus gracias, sé de qué hablo.
Yo quiero pagar a mi presidente del gobierno, y a sus ejecutivos, los ministros, salarios a nivel de Presidentes de multinacional, pero quiero también que tengan la formación que corresponde, y el curriculum profesional que garantice no solo su acrisolada honradez, si no su eficacia en establecer estrategias, en implementarlas y obtener los beneficios que esperamos sus accionistas, ¡Nosotros!.
Singapur y Francia de alguna forma comparten algo de esta filosofía, ya que en el primer caso, a los dirigentes se les recluta casi en la escuela secundaria, el estado les paga formación en las mejores universidades del mundo, obviamente hablo de las mejores de verdad, Harvard, Yale, Oxford…y en el segundo caso aunque no les sale tan bien, disponen de una Êcole des Haûtes Ètudes Administratives, en donde se intenta formar a los futuros dirigentes.
Esto no va en detrimento del poder del pueblo, va en detrimento del poder de los partidos, que yo puedo seguir votando a mis representantes que son mi voz en el consejo de administración nacional, y como buen consejo con el poder de eliminar de la escena al gestor que no sea rentable.
Al final lo que hemos conseguido no es siquiera una democracia, estamos en manos de unos partidos políticos que no nos representan, que representan solo sus intereses, como si fueran el tendero de la esquina, que no son capaces de buscar las oportunidades que el país necesita en la esfera internacional, en donde se deciden los grandes números, donde realmente se juega con el futuro de las naciones.
En ese contexto, y a pesar de ser la ¿potencia? número quince o veinte del planeta, no tenemos a ningún alto representante que pueda discutir realmente y a nivel ejecutivo en esos foros, que el único bien formado, con nuestro dinero, por cierto, es el Rey, y a ese no se le deja más que salir en la foto.
Sugiero la lectura del artículo mencionado del Señor Bregolat, Lee Kwann Yew: Asia y la democracia guiada, en el número 170 de la mencionada publicación y que posiblemente pueda hacerse en www.politicaexterior.com
A mí me queda poco que añadir, que el estado que nos hemos dado los españoles, basado en la ineducación, en la falta de la valoración adecuada de la meritocracia, y en el ascenso de los mediocres a las más altas magistraturas del estado, nos está conduciendo a la ruina, si no lo ha hecho ya, al endeudarnos por generaciones y a ceder el poder que debería ostentar nuestra ciudadanía al pago de los dislates de estos últimos cuarenta años de ¿democracia?. (Repito, gobierno de los más), y no me parece que los más, es decir nosotros, estén gobernando.
Y consideremos que la corrupción, viene del mediocre que se considera mal pagado, que no ha tenido la educación adecuada en el esfuerzo. El bien formado, simplemente desarrollando las armas de la sabiduría sabe como hacer crecer la riqueza de todos…y la suya por añadidura, claro.
Me voy a ver las procesiones de Zamora.
Buenas noches y buena suerte

La guerra que vivimos

Vaya comienzo de Easter Holidays que dicen los anglosajones, y Semana Santa por estos pagos.
Es como si todas las fuerzas negativas que por algún sitio andan paseando, se hubieran puesto de acuerdo para estropearnos un poco más la vida, para recordarnos que como alguien decía no somos nada, y en pelotas menos.
El domingo nos despertamos con el accidente de las chicas de Erasmus, que venían de disfrutar las Fallas. Mal empezamos.
Luego se cae un avión en Rusia con turistas que venían de ponerse morenos. Mal seguimos.
Como todos los años, las huelgas, que las personas que han trabajado y necesitan un descanso, pues nada, se les joroba el asunto, y así a ver si salgo en la tele y me suben otros veinte euros al mes la nómina.
Los gabachos insistiendo en que por encima de su país no se vuela, que los controladores andan empobrecidos, y solo faltaría que pudieras volver a casa o irte a cualquier sitio a tomar unas fotos con tu móvil.
La R.E.N.F.E. se apunta al carro, y avisa que ni el AVE, ni el P.O.L.L.O iban a funcionar, que no se si eran los maquinistas o los fogoneros los que andan reivindicando no sé qué, con toda la razón seguro. Luego se han arrepentido al parecer, pero solo con el aviso ya jorobaron a más de uno.
Hoy el desayuno ha sido belga, bombas, muertos dolor.
Y claro, en todos estos casos, sin excepción, los que han pagado el pato han sido los ciudadanos de a pié, como lo están pagando todos esos refugiados de la barbarie de la guerra y el dinero que ya no saben si es mejor el bombardeo de sus casas, el desprecio de las autoridades europeas, las porras de los policías de fronteras, los campos turcos, o esas mafias que nadie es capaz de parar en todo este marasmo.
Hoy salen los políticos con la boca llena de libertad, con la boca llena de condolencias y sobre todo con las manos vacías de soluciones eficaces que realmente hagan que la primera obligación de nuestros gobernantes es protegernos, cosa que no consiguen, y hacernos la vida lo más fácil posible, que tampoco.
Eso es lo que hemos perdido que al menos al siervo de la gleba le espantaba al moro el señor feudal. ¡Ya nada es lo que era!.
Otros dirigentes están encantados de ver esto como una oportunidad de acercar el ascua a su sardina, a ver si le hacen caso con aquel precioso proyecto que le venía fatal a la derechona, a la izquierda, o al nacionalista enquistado.
Pero el ciudadano no importa, es el manejo del presupuesto lo que realmente les pone, o el negocio internacional, o el márketing religioso, y así ves desde Putin a Rajoy poniendo cara compungida y marcando días de luto y media asta….eso hasta la próxima.
Y sí, hay que llorar hoy por Bruselas, por Mali, por Siria, por los kurdos, por los que sufren, por todos nosotros al final.
Pero los del ISIS nos venden petróleo baratito, que nos viene muy bien, que al final esa organización es un invento del Imperio Americano, pero el gobierno sirio deja al ruso un puerto mediterráneo para sus barquitos de guerra y está encantado, aunque le derriben un avión de pasajeros.
A todo esto, los europeos con nuestra cara de burócratas asustados, con esa señora de relaciones internacionales que dice llevar los asuntos exteriores europeos lloriqueando en el hombro del jordano, de pura impotencia, sabiendo, como nadie, que los quinientos millones de europeos estamos indefensos, que no somos nada en la esfera internacional.
Porque al final nuestra querida Europa no es más que un grupo de puñeteros burócratas defendiendo los intereses de cuatro multinacionales malencaradas, y por sus intereses, que se ciñen a la cotización de la Wolkswagen o el Deustche bank, o el Barclays, o lo que es peor a tapar sus infinitas trampas y latrocinios, con nuestro dinero, claro.
Y ahora que la cosa se les va de las manos, aparentemente, la representante europea lloriquea, el ministro de turno, belga, español, francés, italiano, alemán, y hasta inglés sale con su cara compungida, bien ensayada, y nos habla de no sé qué resistencia al terrorismo, y no sé qué democracia en libertad bla, bla.
Y lloraremos los muertos de Madrid, de Londres, de Paris, de Estambul o Ankara, de Bruselas, y mañana de Berlín o Estocolmo, o Viena, o Roma, que nuestros señores feudales no saben defendernos, o no quieren, que unos venden armas, otros obtienen rentas políticas, otros sienten que eliminan a algún competidor, y al fin y al cabo, son unos pocos centenares de víctimas colaterales, que al señor ministro estas cosas no le tocan, que a ellos no los mata la bomba del terrorista…..o del soldado desde su punto de vista, claro.
Veremos como acaba esta Semana Santa estas Easter Holidays, que con tanta sangre han empezado, que han sido como una continuación de las acciones económicas tomadas por los banqueros centrales que no saben qué hacer para que sus jefes ganen unas perras más….y a los siervos de la gleba, a nosotros, pues se siente.
Hoy el dinero que hemos dado al ISIS se ha utilizado por su ejército para matar a ciudadanos europeos, y nuestro dinero, ese que sale de nuestros impuestos se está usando hoy para bombardear Aleppo, Damasco, o para perseguir kurdos, yemeníes, o libios desmadrados.
Muchas veces pienso que la próxima barbaridad ya está diseñada, y posiblemente vuelva a costar otras decenas de vidas, de hijos del Islam o de hijos de Cristo, que la filiación es lo de menos, que la sangre de unos y otros es del mismo color, y el dolor de las pérdidas es igual en ese oriente y en este occidente.
Esa es la guerra, la guerra en la que estamos, la guerra que solamente beneficia a quienes la alimentan con la excusa de la religión, del nacionalismo de turno, del honor patrio mancillado por cualquier bobada, excusa de señor de la guerra, y los demás sufriremos las consecuencias, pagando de forma más o menos cruenta con nuestras vidas, con nuestros sueños, y con nuestras haciendas.
Así que esperaremos al final de la semana para ver de dónde nos viene el próximo rayo de Zeus.
Buenas noches, y buena suerte

Una respuesta

    L“ ¿Crees, de verdad, que en el mundo actual merece la pena ser buena persona y buscar conocimiento?.

    Estamos rodeados de basura y vagos”

    Tras un amable comentario sobre una publicación que dediqué a mi nieto, recibo a continuación este texto, que encabeza el artículo, y al que me he comprometido contestar.
    El texto procede de una persona a la que conozco desde hace muchos años y a la que he prometido respuesta por esta vía.
    Lo fácil sería decir ¡Síiiiiii!, y sanseacabó, pero eso esta persona no me lo perdonaría, así que voy a decirle por qué mi si es tan rotundo, aunque, claro, es solo mi punto de vista, y como siempre sin ánimo alguno de intentar convencer a nadie, que estoy muy mayor para esas cosas, vamos ¡que soy un vago!, y empezando por el final, lo último que se me ocurriría es tirar piedras a mi tejado, aunque como es bien notorio, no poseo tejados, ni se me espera por esa zona del mundo.
    Claro, que el ser vago, me beneficia o perjudica solo a mí, de la misma forma que el ser diligente tendría un efecto similar, pero solo en mí, que a nadie pido que me siga en nada, al menos en esta temporada, y la próxima ya veremos, ¡no me hagan sus gracias pensar, que me canso!.
    Entre los vagos más famosos de la historia, hay gente a la que no me importaría parecerme, que eso de ser un Diogenes me encantaría, claro que con alguna comodidad más, no demasiadas, cierto, para poder decirle a Alejandro no solo que me quitaba el sol, sino que con tanta cháchara, se me iba a calentar mi Dry Martini de las 12.45 P.M., y si no desengraso bien a la hora del aperitivo luego se me avinagra el borgoña y no es plan.
    Claro, que ya me he preocupado a la hora de mis vagancias, asegurarme que me las puedo permitir, que cuando no era así no me perdía un “Nessun dorma” a las siete de la mañana ni harto de vino, siendo tal actitud necesaria, no vocacional, ¡que diablos!.
    En cuanto a lo de la basura, ¡qué razón llevas!, pero ya se lo he dicho a mi Carmena, y no hay forma, tanto es así que en uno de esos mitines cuando dejó de abrazarla un efebo chuecano multicolor él, me dijo en un aparte:
    -Mira hijo, es que los miembros y las miembras de mi consistorio, me han dicho que como les barra la ciudad y eche lejía a los carabancheles, les va a parecer que la ciudad no huele a corrala okupa, se me van a deprimir, y no van a votarme ni la operación Chamartín, ni lo del chino. ¡Un sin vivir!. Así que lo de la basura lo dejaré así, que lo demás son opciones.
    Lo de ser buena persona, no sé muy bien lo qué es, ya que nunca he conocido a nadie que no se autocalifique de esa forma, aunque sus hechos nos puedan parecer, como diría un auditor, no adecuados. Todo el mundo que he conocido cree que tiene muy fundadas y nobles razones para actuar de la forma que lo haga.
    Cierto que a mí puede parecerme la cosa horrenda, deleznable, tremenda, no ajustada a derecho, antinatural…..en fin todas esas cosas, pero el tal cristiano si les das el espacio necesario para explicarlo andará cerca de la beatificación, que si los malotes se reconocieran a ellos mismos a la primera, nos cargábamos a la abogacía y la judicatura de un plumazo… y tampoco es eso.
    Hay algunos, que sí, que reconocen que son malotes, pero acaban en el frenopático de la esquina, que eso de las psicopatías son cosas muy malas y de muy mala cura, de forma que ser buena persona es fácil, basta ser como uno es, y si los demás te llaman perro judío, y te echan de la manada, pues a caminar en solitario o cambiar de manada. Que el bien y el mal en principio son pasajeros, y los humanos podemos ser a la vez las dos cosas, o una temporada una y la siguiente otra, que el carácter de alguien con quien te cruzas, siempre temporalmente, lo mismo depende de su hormona de lunes, del palacio o la chabola en qué nació y de tantas cosas, que prefiero pensar en que todos los seres humanos tenemos nuestra rectitud aunque sea demasiadas veces incomprensible, y yo no soy quien para decir de nadie que es buena o mala persona, y si el comportamiento de alguien no se adecúa a mis expectativas procuro antes de decidir que es buena o mala, poner tierra de por medio, que el que pierde un gran hombre o una gran mujer, no sabe lo que gana.
    Y queda la última, la del conocimiento, ¡ay! el conocimiento.
    En la vida, cualquier bien que alcances, es temporal y finito. Empezaré el listado por lo fácil, por los bienes materiales, que en general, siempre en general hoy están contigo, mañana no, pasado ya veremos.
    Las personas a las que la hormona loca te acerque, les ocurrirá lo mismo, hoy estarán, mañana ya veremos, hoy son maravillosas y mañana…mañana.
    Sin embargo, el conocimiento estará siempre contigo, podrás hacerlo crecer tanto como quieras, no hay límite externo, el límite es interior en función directa del esfuerzo y el empeño que pongas en la consecución.
    No te abandonará nunca, solo si pierdes tu cabeza por una de esas malditas enfermedades, pero entonces ya no eres tú, eres otra cosa.
    El conocimiento, entendido como el bagaje que hace que tiendas a la sabiduría te permitirá conocer tu entorno, que al final es donde tu vida se ha de realizar, te permitirá ver las cosas con muchos más ojos, y te darás cuenta lo necesaria que es la basura si quieres disfrutar de la limpieza, que necesarias son las tinieblas si quieres ver la luz, que necesario es saber que el camino que tienes delante de ti está lleno de retos a los que hay que hacer frente en cada momento, y solo el conocimiento, el bagaje que acarreas para tu camino es el que te permitirá disfrutar cada segundo de tu vida.
    Es fácil decir que el conocimiento puede llevarte a la desesperación ya que te abre los ojos a todo aquello que puede parecerte execrable siempre desde la relatividad de tu punto de vista, pero si miras bien, si miras con los ojos de la sabiduría, verás que junto a lo que te parece execrable, hay algo divino que compensa la supuesta maldad, ¡ya lo sé!, queda muy Zen, pero he hecho ese esfuerzo, y no sabes bien las alegrías que me he llevado.
    Así, que al final pienso que no existe el mal, que es la parte que en un momento determinado ataca nuestra zona de confort, y nuestra vaguería piensa que es mejor lloriquear que buscar lo positivo del acontecimiento.
    Eso lo aprendí de Tagore, siendo un adolescente, “Si de noche lloras porque no ves el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”.
    Así que aconsejaré a quien me lo pregunte, que no deje de ampliar sus conocimientos en ningún momento de su vida, que si encuentra un buen maestro que le indique como alcanzarlo, que siga su consejo, y que como digo nada más empezar este cuaderno de bitácora, “Sapientia sola liberta est”. Y yo quiero llegar a ser, aunque sea el último segundo de mi vida un hombre libre.
    Buenas noches y buena suerte

La defensa económica de Europa

Nos las están dando todas en el mismo carrillo, y además, al parecer, nos gusta.
Esta mañana, en la radio que acompaña mi lento desperezar, apareció un digno ejecutivo al que le estaban pisando el callo, y claramente le dolía.
Estaba el muchacho literalmente aullando en su quejido de que los chinos, ¡ay! los chinos estaban destrozando los precios del acero en los mercados mundiales, y eso iba a llevar a una nueva reestructuración de la producción en Europa, empezando por España, claro.

Hablaba este buen hombre, de que los chinos diseñaron su capacidad productiva en base a crecimientos de dos dígitos a los que se habían acostumbrado hace década y media, pero ahora con ese magro seis y medio por ciento, no saben qué hacer con sus excedentes fabriles, y encima les ha dado por virar hacia una economía de servicios. Un sinvivir vamos, con lo bien que estaban produciendo arroz para consumo propio.
.
En el contexto de una estructura productiva prácticamente en manos del estado, sin accionistas que se cabreen y echen al patroncito, eso de los beneficios les importa literalmente una higa, además no tienen que presentar cada trimestre un presupuesto de lo que va a pasar la próxima semana delante de los inversores, y mejor que acierten cuando hablen de un crecimiento jugoso, que si no el precio de la acción se va hacia los infiernos arrastrando el “bonus” del jefecito a simas insondables.

Tienen a parte de su población haciendo acero, y mejor que estén en ese tipo de esclavitud, que en el campo recogiendo boñigas de bueyes. Esa, aparentemente es una de sus rentabilidades.
La siguiente, de la que el mundo occidental debería aprender, es que los beneficios de un acto, no deben esperarse para el próximo trimestre, (quizás algunas sí, pero no la mayoría), que debe mirarse en el largo, muy largo plazo.

Esta bajada de precios que tanto le dolía al personaje entrevistado, puede, si no adoptamos contramedidas, acabar con la industria del acero europea en menos de un año…momento en que los precios chinos subirán de nuevo, al haber destruido la competencia.
El Imperio americano, decidió en cuestión de días, implantar un arancel del 260% al acero chino, sin despeinarse, y reclamaciones al maestro armero, que el corto plazo tiene estas cosas.
Nuestra virginal Europa, por otra parte, decide, tras meses de discusiones arduas implantar un arancel del 14%, y los chinos tirados por el suelo de la risa, seguro, y claro, nuestra industria del acero directa al “gargaritorio”.

Lo que nuestro amigo no dijo, es lo que opinaban otros sectores que se benefician de esta situación de precios artificialmente(o no), bajos, “dumping” le llaman los que saben.
Los fabricantes de coches, o los de electrodomésticos, sin ir más lejos están encantados con esos precios bajos, comprando además futuros sobre producciones no realizadas, y ¡venga!, a hacer lavadoras, coches, y sobre todo salvar el bonus del presidente de la compañía correspondiente.

Así que mala suerte al sector del acero, al bonus de los presidentes, a los sueldos de los trabajadores, y a la aportación que hacen a la economía local. Como mala suerte a los que se dedican a extraer petróleo, a refinarlo, a venderlo, que esta vez los árabes se han puesto en plan de que el “market share” es lo que importa, y lo de los esquistos, o los iraníes, no van a romperles su precioso monopolio. Que volver a cruzar el desierto a lomos de camellos o pasear por el mismo sitio a cuatro cabras montaraces, no viene en su libro.

Salvado el cuello a Munich y Stuttgart, seguirán los BMW y los Mercedes inflando las cuentas de los correspondientes patroncitos, y, mientras Detroit se torna un desierto en plan Mar Max y la General Electric a ver si vende sus mercados de lavaplatos y «frigiteurs» a los suecos de Electrolux.

A todo esto, nadie habla de lo que debería ser realmente importante, y es de nosotros, los ciudadanos de a pié, como esos americanos que hoy tienen un nivel de vida inferior al que tenían hace cuarenta años, o de los españolitos que estarían encantados hoy de ser mileuristas.
Al final es todo un equilibrio inestable, ya que si los chinos no nos mandan acero, o los coreanos barcos, o los árabes petróleo, tampoco vendrán a comprar caros caprichos al Paseo de Gracia o a Zona Nacional, y la pregunta al final es si preferimos trabajar en la acería, recogiendo boñigas de buey en el Gobi, paseando cabras por el desierto de Arabia, o vendiendo joyas y paellas.

Yo no lo sé, pero lo que parece poco discutible, es que en el mundo de hoy, en esa aldea global que nos hemos inventado, nada es eterno, y las oportunidades hay que descubrirlas día a día.
El mundo no se puede dividir en espacios estancos, y si el acero ha de ser chino o indio, (que nadie desespere), los coches alemanes, el turismo español, las finanzas inglesas, y el poder norteamericano, que nadie se escandalice, tampoco será por mucho tiempo.

Creo, por tanto, que la defensa económica de Europa, no deja de ser parte de un juego entre aquellos que manejan los grandes flujos económicos. A nosotros los ciudadanos con que paguemos los diezmos exigidos, aunque sean cuatro veces diezmos, se nos considera casi como que hemos pagado el peaje por usar una tierra que no es nuestra.
Sin querer ser americano, tampoco quiero ser japonés, chino o brasileño, europeo tampoco, no hay preferencias, que nadie lo confunda, al final lo que no es buen negocio es caer en la clase equivocada, y la mía no es la de amo del universo, y por ello debemos desarrollar nuestra vida dentro de esa esclavitud envuelta en el falso papel de libertad con el que cada mañana desayunamos los que tenemos la suerte de hacerlo, mirar el sobre de fin de mes con el salario que corresponda, y a dar gracias al diablo de que nuestro sector no va a sufrir más.

Y nuestro sector, el de los de a pié es solo el factor humano, el del departamento ese de R.R.H.H., y a ese ya le han hecho el “dumping” correspondiente en nuestra sociedad occidental. ¡Mala suerte!, somos como el acero.

Curiosamente, el ser humano ha cedido a pequeñas élites el poder que le corresponde, desde que el mundo es mundo, y así nos vemos en la tesitura de pagar un innecesario peaje por vivir sin la libertad que el ignorar los ofrecimientos de los poderosos nos daría. Pero somos gregarios, miembros de la manada, y no nos sale nada bien andar sin un líder ya sea guerrero, religioso, político, económico o deportivo si nos ponemos consumistas.
Es nuestra elección, no hay más, y veremos pasar los recursos y las riquezas por encima de nuestras cabezas, veremos los movimientos económicos atentar contra los individuos, que por cierto son un elemento inflacionista, ya que cada vez somos más habitantes en el planeta, y consecuentemente nuestro precio baja. Pura ley de oferta y demanda.
Así que la defensa económica de Europa que tanto se cacarea, no es más que otro de los bulos que hacen que nos sintamos gobernados, y bien dirigidos hacia nuestras zonas de confort.
Ustedes sabrán
Buenas noches y buena suerte

Querido nieto, hoy va de caminos.

Hoy quiero hablarte de héroes, de mitos, y de cómo te los vas a ir encontrando en los próximos años de tu vida.
Ya sabes que cuando cruzaste la frontera de los ocho años, un nuevo mundo se te ofreció, un mundo lleno no solo de maravillas, que irás disfrutando una a una y por su orden, sino de pruebas, retos, dificultades, que deberás superar.

Encontrarás, a buen seguro, armas para poder enfrentar las pruebas que el camino irá poniendo delante de ti, algunas ya las estás resolviendo, y te lo matizo para que sepas de qué estoy hablando. Por ejemplo, eres capaz de leer este texto, y no ha sido fácil, has tenido primero que aprender a dibujar las letras, luego tuviste que unir esos dibujos de forma que formaran palabras que daban sentido a las ideas que tú querías transmitir. Y eso costó años de esfuerzo.

Pero aquí estás, con una cierta curiosidad, intentando entender lo que quiero contarte hoy, y de lo que te voy a hablar es de un camino, el camino que todos los que hemos sido niños hemos tenido que recorrer, y que es único para cada uno de nosotros.

Cada vez con más frecuencia vas entendiendo más y más los cuentos, las historias, las películas que puedes ver en el cine, en la tele, y a lo mejor te estás quedando solamente con las historietas, con los puñetazos que se dan, o quizás hasta los tiros que se pegan hasta que le cogen la mano a la chica, o le dan el beso mágico, en fin esas cosas que ves en todos los medios que ahora te envían mensajes, aparentemente para que pases un buen rato.

Pero no es solo eso, hay más, mucho más, y si te dedicas a leer con más detenimiento muchos de los cuentos que tienes dispersos por tu cuarto, verás que casi siempre te hablan de una persona, que luego califican de héroe, y que a través de un proceso de formación muy duro, en forma muchas veces de viaje, acaba accediendo a niveles de sabiduría o conocimiento que compensan ese largo camino.

Claro, no todos los que empiezan ese camino para ser mejores, para alcanzar niveles de conocimiento superiores, lo consiguen, y la razón de su fracaso es muy parecida.
Como te digo, la razón del fracaso está en las desviaciones que el camino te ofrece, como, digamos, atajos cómodos que parece van a limitar el peso del aprendizaje, pero no es así, es una forma de eliminar a los mejores, o a los que parecían mejores.

Algunos ejemplos de esto los conoces muy bien, sin ir más lejos, en la famosa serie de la guerra de las galaxias, ves que Anekkin Skywalker, el personaje con más potencial para alcanzar el conocimiento Jedi, se desvía por la ambición de poder que espera se le conceda cuando aún no lo ha ganado. Y a eso le llaman el “lado oscuro”, que al final le cuesta perder a su familia, y ser esclavo de las fuerzas ocultas del mal. Tremendo ¿verdad?.

Su hijo Luck, sigue el camino del sacrificio, del aprendizaje duro con Yoda, y alcanza el conocimiento con el respeto de quienes le rodean. Pero paga también un precio alto, ya que aparte de las heridas físicas acaba enfrentándose a su padre.
Dentro de muy poco empezarás a ver, a leer historias de otros héroes, o de otros mitos donde se habla de héroes que alcanzaron una meta, normalmente de conocimiento espiritual que les acerca a la perfección como seres humanos.

Te llegará el viaje de Ulises por el mar Mediterráneo, lleno de aventuras, lleno de retos que debe superar, porque si no lo hace su camino se acaba y su nivel de perfección quedará truncado en ese momento.
También puede que te hablen de Jasón que cruzó el Mediterráneo para encontrar el vellocino de oro, o hasta de seres que crearon con su pensamiento corrientes morales perdurables, como Buda o Jesús por ejemplo. Todos tuvieron un viaje duro hacia el conocimiento.

Te contarán la maravillosa aventura del Caballero Galahad, que como Luck, supera a su padre Sir Lancelot en el camino del conocimiento y es quién consigue alcanzar la copa sagrada, el Grial, entendido como el cúlmen de una vida de pureza y sacrificio.

La historia te la contarán muchas veces, y de hecho ya te la han contado, con diferentes personajes, con diferentes decorados. Seguro que te suena la historia del príncipe encantador, que es capaz de cruzar el bosque maldito, pelear con el dragón, y al final salvar a la princesa que está en la torre prisionera de la bruja, del rey malvado, de su madrastra…lo mismo me da.
El mensaje es que hay un camino de dificultad, de aprendizaje, de esfuerzo que tiene su premio en algo, que sin todo ese sacrificio es directamente inalcanzable.

Cuando vuelvas a ver una película, o leas un libro de aventuras, busca estas referencias que seguramente estarán disponibles a poco que revises lo que estás viendo, una vez hayas quitado los bofetones, las carreras, y todo lo que se usa para envolver el mensaje, que hasta para eso hay que abrir el paquete, si quieres el juguete listo para usarse.
Recordarás también aquel personaje de La Flauta Mágica, Tamino, que debe tras múltiples esfuerzos liberar a una princesa, y debe superar en su viaje hacia ese objetivo, los obstáculos de la oscuridad. Tiene como todos los héroes, un arma mágica, que aquí es una flauta, en otras historias una espada, o simplemente la astucia en el caso de Ulises, junto con el apoyo de la diosa Atenea.

Ese arma, la tienes tú también, no lo olvides nunca, y se llama deseo de conocimiento, deseo de superación, deseo de ser mejor día a día. Y quien maneja ese arma, no es otra cosa que la fuerza que te irá dando poco a poco tu juventud.
Pero no todos son caballeros andantes, o héroes de armaduras brillantes, no, no es esa la idea. Te encontrarás otros ejemplos de viajes en busca del conocimiento, como el de Don Quijote, que ya era un hombre mayor, cuando empieza su recorrido hacia la cordura esta vez. Y el símbolo que yo veo, es el que de alguna forma aparece hasta en las religiones. Deja todo lo que tienes, lo que eres, y sígueme. Es el grito que escucha el bueno de Alonso Quijano, rodeado en su hacienda de su “tele” en forma de libros de aventuras, y de su comida asegurada todos los días. Deja todo eso, emprende el camino sacrificado de ayudar a los demás, y de aprender qué es el mundo y cómo se comporta.
Así tendrás la mayor lección que te llevará al final del camino donde te espera la cordura, que no es más que el logro de la sabiduría.

Otra cosa que verás que se repite en estas historias, es que el caballero no viaja solo. Tiene a su alrededor amigos dispuestos a todo, que le recuerdan cuál es su objetivo, y lo hacen de muchas formas, que normalmente nos las recubren con el papel de regalo de lo cotidiano, de las cosas básicas de la vida, que hay que comer de vez en cuando, que hay que dormir, que no todo son sueños y que dos y dos la mayoría de las veces suman cuatro.
Ese amigo, son las enseñanzas que te están dando en casa, en tu colegio, en los juegos de cada día con tus amigos, nunca desprecies todos esos regalos que te ayudarán si escoges el camino del conocimiento.

Buenas noches, y buena suerte

Le Roi s’amuse, o ¡Viva V.E.R.D.I.!

Me viene esta cosa por un suelto de esos que te llegan a la tableta con la firma del señor “ventanas” que la habrá pillado de sabe Dios dónde, pero que tampoco me importa un carajo, ¡qué diantres!
Al parecer en su momento, andaba nuestro Don Felipe, cruzándose mensajes con el tal Sr. López Madrid, ese que anda defendiéndose del presunto mal uso de esas tarjetitas negras de Caja Madrit (nos roba), y le animaba a pasar el mal trance, que ya se sabe cómo son los españoles, que ya no respetan a la oligarquía, ni política ni financiera, que es una pena, que ni en el chalet de Somosaguas le dejan a uno tranquilo.
La verdad es que me importa, como ya he dicho, un carajo, que Austrias, Borbones, Visigodos y Reyes cristianos, han tenido validos, amigos que han salido ranas, que el poder es muy malo, que a los amigos y a los validos, hay que apoyar, al menos en primera instancia, luego ya veremos, que Duques de Lerma los ha habido siempre, que han tenido que ponerse morados para evitar al verdugo…(para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado), que todo Duque de Lerma, tiene su Gaspar de Guzmán y Pimentel.
Así que, y volviendo al titulillo que identifica esta entrada, me vienen los problemas que el bueno, (o no tanto) de Giuseppe tuvo que enfrentar, que cada vez que se le ocurría escribir una ópera, se le cruzaba un rey por en medio, y es que el muchacho no se estaba quieto. Ya se sabe como son los titiriteros.
Una cosa es que Victor Hugo se metiera con Francisco I en su obra de teatro, y otra es que un italiano intentase mostrar un rey francés libertino, para llenar Le Teatre Lyrique y hacer una pasta. Con todo y ello necesitó 12 años para que disfrutaran en Paris las aventuras del Duque de Mantua, en que dió el rey francés.
Y ese Duque de Mantua, como Francisco I y como cualquier Juan Carlos, Felipe, o Alfonso, tenía sus amigos, ¡faltaría más!. Claro que el Duque pasaba por encima de los líos que montaban sus amigos a costa del pueblo encarnado en el bufón Triboulet, o Rigoletto, que lo mismo me da. Y no importa la tropelía que organicen, la primera reacción debe ser por parte del Rey defender al amigo, y de paso las tarjetas black.
Pero es que así se divierten los reyes, aunque luego el asesino se equivoque y en vez del Duque palme el pueblo encarnado en la virginal Gilda, que como nosotros no se entera de nada, pero paga la factura.
Este V.E.R.D.I. es que no paraba, y pretende que las casas reales le pasaran que llevara a los escenarios la muerte de uno de esos infinitos Gustavos.
Pues no, ni en broma, así que tiene que llevarse a los Estados Unidos el baile de máscaras que le cuesta la vida al tal Gustavo, que los asesinatos, si son de reyes, caen muy mal en la Italia invadida por los austríacos, y si encima tres italianos, en medio de los ensayos intentan apiolar a Napoleón III, pues nada, a Boston y a cambiar personajes.
Las óperas, como tantas cosas dependían, y aún hoy, en una buena proporción, de los teatros reales, y claro, algunas cosas no les parecen bien a las casas reales.
Y V.E.R.D.I. dando la lata, la siguiente, se inventa ese himno de Italia que te encasqueta en el tercer acto del Nabucco, ese “Va pensiero”, que cuando se necesita, porque se les pudre el país en manos de Berlusconi, hasta el bueno de Ricardo Mutti , pone al pueblo de Roma a cantarlo a capella. Creo que les gusta más que el Mameli, pero ellos sabrán.
En España, todo lo que nos sale es el bueno de Plácido cantando el himno del Real Madrid, a mayor honra del palco del Bernabéu, porque el estadio no entendería un “va pensiero” local. Y nuestro Roi, s’amuse, que dice ser “Indio”.
Claro que aquí, no nos tienen invadidos los austríacos, no tenemos la esperanza puesta en un salva patrias como creyeron los italianos que sería Vittorio Emanuele, aunque les saliera rana y todo lo que quedase fuera una inmensa tarta de nata al pie del Foro Romano, y eso si, una Italia más o menos unida, como un gran Piamonte, con el Sur y el Trentino cabreados cada uno a su estilo.
Aquí, mientras el rey se divierte,
-No te preocupes por lo de la tarjeta que hay muy mala gente, y quedamos a comer mañana
Nosotros, las pobres Gildas, aguantamos que nos digan que somos volubles como la tal donna que canta el de Mantua, que canta el poder, que hoy votamos barbas y mañana votamos coletas, con lo que no hay quien gobierne este gallinero.
Y nuestro Piamonte, que tiene su sosias en la Castilla y en el Aragón de meseta y valle tiene cabreados a vascones y habitantes de la Marca, hoy conocidos como catalanes, y no hay un Garibaldi que nos meta a todos en cintura. Mala suerte.
Y mientras el tal López Madrid, le dice al “roi”, que está en San Francisco, que si hay que comer en Madrit (nos roba) se coge uno el Falcon, y se planta uno en DIVERXO, a tomar una zarzuela si se requiere, que el Muñoz ni tiene coleta, ni barbas usa, que con la cresta ya hace Corte.
-Que no hombre, que no, disfruta de la alegría californiana, hazte unos hoyitos en el Presidio, mirando a la puerta dorada, que en el presidio de aquí la puerta es de hierro. Y Le roi s’amuse.
Y tengo que acordarme por fuerza de esas veces que en el Liceo, (nótese que no es Teatro Real), después de unos de esos desastres que nos regalaban el Bieto y el Mortier, alguien de los entendidos del quinto piso gritaba ese famoso ¡Viva Verdi!, para reivindicar la ópera clásica, y los coros de gitanos, como creía que hacían los coetáneos del gran autor.
Incultos, que habrían hecho sonrojar al mismo Cavour, ¡era un grito político! Era un viva a Vittorio Emanuele Re D’Italia, V.E.R.D.I., lo más revolucionario que podía darse, gritos, que ni a doña Carmena, ni a Doña Ada le salen porque se han dejado la revolución en la croqueta del aperitivo, con vinazo local, al Esadito no le viene nada por revolución, el barbas ya tiene bastante con lo de sus corruptos cortesanos que se mezclan con los amigos del roi, el de la coleta amenazando con Siberia a sus conmilitones descontentos, y Perico esperando las calendas de mayo, que los augures tras mirar el vuelo de las aves y las tripas del guarrillo, le garantizan un cesarato deificable.
Viva V.E.R.D.I.
Buenas noches, y buena suerte.
.

Vuelva usted mañana…..o mejor, no vuelva

Hoy me he tenido que enfrentar a la Administración Pública del Estado, por un tema menor, ciertamente, aunque lo enmarco dentro del área de los trámites que pueden calificarse como sensibles, ya que estaba relacionado con temas testamentarios, pero la cosa no viene al caso, así que la obviaremos.
No entraré tampoco en los detalles relacionados con el trato recibido por parte de los administrativos que se hacen cargo de la atención al cliente, ya que al fin y al cabo no son más que trabajadores más o menos sometidos a un patrón siniestro que a todos nos perjudica, y no es más que esa administración que a lo largo de siglos se ha ido creando para facilitarnos la vida, o para martirizarnos, que nunca se sabe.
Esta mañana, he comprendido a Kafka en su “Proceso”, he visto al amigo británico de Don Mariano José, desesperándose, y me he visto a mí entrando pausadamente en una zona de arenas movedizas, sin un amigo en la orilla dispuesto a echarme la ramita que el chico de la película le echaba al malo malote en similares circunstancias.
Claro, que si mal no recuerdo, el malo malote, una vez demostrada la grandeza de alma del chico de la película, sufría un imprevisto que indefectiblemente le llevaba al fondo de la ciénaga.
Ya veremos, porque a mi hoy me han lanzado desde el lado seco de la administración un palito, endeble, pequeño, que ciertamente ha servido para que el funcionario/chico de la película me demostrase su grandeza de alma, pero me temo que me ha visto cara de Richard Widmark que siempre acababa fatal en las pelis de vaqueros.
Una vez dicho esto, y sintiéndome inmerso en esa maraña que empieza con una necesidad administrativa, para cumplir el requisito necesario que permita de alguna forma que alcances el derecho de obtener una certificación que quien realmente la necesita es la Administración Pública del Estado, para reconocer algo que todo el mundo, incluído tú mismo, sabe que es o un derecho o un ¡no me jodas!, que tú y yo vemos que es verde…
El siguiente paso, es buscar la ventanilla-ciénaga donde vas a meterte, en tu ignorancia, tu bravura y sobre todo en tu inconsciencia…..buenaaaasss venía a….
Hay que fijarse en los ojos del funcionario en ese momento, tienen un brillo especial, es como si viesen a la presa cayendo en la ciénaga, el festín se está preparando, y a ti se te pone cara de “bacallá amb xanfaina”.
Pero hay en el funcionario, siempre un resto de humanidad, sobre todo si acaba de volver del desayuno de las diez treinta y atisba el final de la jornada laboral. Ese resto se manifiesta en el interrogatorio, ¿trae el papel número uno?, ¿y el veintidós?, ¿habrá compulsado usted el oficio?, ¿las tasas están pagadas?.
Es tu última oportunidad, si no lo llevas todo, te perdona la vida, ya que el “necesito esa compulsa, y esa tasa, que ustedes los administrados, es que no se me fijan en nada”, son las que te abren el camino del “vuelva usted mañana”.
En caso contrario, el funcionario te tiene en sus manos, y además con la guardia baja. ¡Has traído todos los papeles!, ¡Maldito iluso!, y de pronto notas ese aguijón que le clavan a las moscas las arañas que han salido al supermercado de su tela, y ven su cena debatirse, atemorizada, pero bien sujeta por ese hilo que solo salva a los héroes cuando se estira en el laberinto.
Pero ni tú eres Teseo, ni tienes a mano ese hilo maravilloso de Ariadne, que era la única herramienta que Dédalo concibió para salir de nuevo del laberinto cretense, empieza pues tu lento sacrificio.
-Pueeeessss en el sistema no tenemos nada, se habrá perdido el documento que usted cree necesitar, lo pediremos a Madrid, lo pediremos a Barcelona….lo pediremos a Bruselas.
-Mientras, le sugiero que vaya usted al negociado 666bis del Ministerio de Pasos perdidos y pregunte por la sección de trifulcas almacenadas, que seguro tienen algo.
Y empiezas, como Xaudaró, tu viaje en busca del Trifinus melancolicus,
-Bueeenaaasss, yo venía a ver si ustedes teníaaaaannnn….que me lo ha dicho el probo funcionario del ministerio de al lado, en su afán de ayudarme, claro, porque el que la Administración haya perdido un expediente no es culpa de la Administración, es culpa mía, por necesitarlo para un trámite que te exige la Administración, y tú, inexperto e inculto ciudadano, serás quien pague las consecuencias de tamaña osadía.
-Si no fuera por nosotros, que aquí estamos, sin medios, a su servicio, para corregir tanta deficiencia, esto sería un sindios.
Notas el veneno de la araña entrando en tu sangre, como un cosquilleo en tus piernas, que parece no responden con la acostumbrada diligencia, aún crees que es una simple sensación ilusoria, pero ¡no!, es la Función Pública circulando por tus arterias, destrozando tus células “killer” en forma de cola interminable en la calle, antes de pasar a la zona cubierta del número de tu turno…el U7.127.316, señor ciudadano estos son los que tiene usted delante, ánimo.
Y ahí estás, que con eso de la radio por Internet te salen las noticias de mi Catalunya, mientras esperas en la cola, y te dicen que cuando seamos indepes, no habrá colas, no existirán esos funcionarios que se crían en Madrit y que desde que quitaron en papel de calco, tienen una frustración enorme por no poder pedir el documento por triplicado, y la pagan contigo.
Lo más bello del asunto, es que Don Mariano Losé de Larra, hoy en día, reconocería su Madrid funcionarial, y creería no haber cambiado de época, que el Señor Subsecretario del Ministerio necesita el informe antes de irse a tomar el aperitivo, y cerramos las ventanillas hasta mañana, que el documento no se encuentra en estas dependencias, y no tenemos buenas relaciones con el negociado de exabruptos y contingencias, qué no sé por qué le piden esos papeles tan raros, que aquí todo el mundo sabe que no valen para la diligencia que necesita usted hacer. (¡vamos que llamar diligencia a algo tan ineficaz manda huevos!)
Iba a decirle, que volviese usted mañana, pero creo que sería mejor lo hiciese dentro de una semana, por seguridad, claro, o mejor, no vuelva usted, que para lo que nos pagan tampoco vamos a abrirnos las venas, que no somos de carrera, que somos interinos.
Buenas noches, y buena suerte

Los lunes al sol

No vi la película de Aranoa, quizás por mi natural aversión al melodrama hispano fraguado en las películas de Joselito y Marisol que me tragué en mi más tierna infancia, aunque acabasen haciendo homenaje a la Legión o a la lotería nacional.
Aunque la cosa vaya de sindicalistas, raza, que por su cercanía o pertenencia a la clase política tengo atragantada desde hace demasiado tiempo.
El caso es que no la vi, lo que me permitió quedarme con la simbología del título, y construir mi propia opinión sin tener que gastarme los cinco euros en taquilla y obviar al Tosar y al Bardem, con los que no me une nada, a parte del idioma.
La historia que he labrado en mi cacumen, y que estos días de revisiones altisonantes de derechas, izquierdas, austeridades, investiduras, y no sé cuantas vainas más, es que el desarrollo de un programa ideológico por parte de un partido político, es cuando menos utópico.
En plena era de Felipe González, España se dio de bruces con una realidad que condujo al gobierno a llevar a cabo acciones que desde luego ni entonces, ni ahora pueden caber en cabeza de persona de izquierdas.
Una vez convencidas las masas de que eso de la OTAN, bueno, no era tan malo, y que al menos sirvió para llenar las calles de ilusos ciudadanos que creyeron se podía ser al menos como un Cantón Suizo en cuanto a la neutralidad militar, quedaba la cosa de que ya que nos estábamos metiendo en el Mercado Común, (Piensen sus gracias que al principio se llamaba a las cosas por su nombre, Mercado Común, es decir, terreno de caza de corporaciones económicas), al final se nos caería el pelillo de la dehesa, y a lo mejor llegábamos a entender a Kant, por lo menos.
Pero claro, si entrabas en ese club, resultaba que tenías que hacer los barcos como te dijesen por ahí, que la leche, el vino, el aceite, el carbón que producías, y no se cuantas cosas más, no se iban a poder hacer como siempre, y que, bueno, había que cerrar aquí y allá que la leche gabacha, los quesos holandeses, el aceite italiano, los barcos alemanes y el carbón alsaciano, eran mejores para el mercado común.
Y entre el trilero de González, y el prepotente de Carlos Sochaga, se dedicaron al desmantelamiento sistemático de la industria del antiguo I.N.I, con la consiguiente factura social que se pagó, y que se ilustra perfectamente en el título de la película mencionada.
La cosa de socialismo tuvo poco, y creo que no fue por falta de ganas de los ideólogos, que no les gustó un pelo en su fuero interno ideológico, pero los que llevaron a cabo estos trabajos se salvaron personalmente, convirtiéndose en asesores externos de la industria que les quiso contratar.
De los sindicalistas, no quiero ni hablar, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, intentaron salir a la calle, montaron sus huelgas, pero no sirvió para nada, ambos perdieron sus secretarías generales, y a casa, era el fin de una época, en la que la representación sindical suponía un riesgo personal, y les alejaba, al menos en el caso de Camacho de la riqueza.
Los que han venido después, están saliendo pidiendo perdón por haber presidido organizaciones ladronas, como ayer en una entrevista el Sr. Méndez.
El drama que estas reconversiones de los años felipistas supuso a los trabajadores, es historia de España, y lo peor, es que con la excepción de Bilbao, que supo magistralmente transformarse de un “bocho”, negro e irrespirable a una ciudad moderna y de servicios, lo que ha quedado de aquella industria del I.N.I. han sido campos desolados en los que la riqueza que en su momento los astilleros, las minas, la siderurgia , y el campo boyante trajeron, hoy tras un cuarto de siglo, siguen siendo zonas de pobreza sin remedio. Así que no fue reconversión señores, fue desmantelamiento y destrucción, punto y final.
Me temo que ahora, y de forma diferente, que no de fondo, volvemos a las andadas, las consecuencias de la apertura del comercio mundial hacia el este, se ha llevado buena parte de la riqueza que la manufactura española dejaba aquí, y claro las casitas para los obreros de la construcción venidos de los países hermanos sudamericanos, se han quedado a medio hacer.
Releyendo los resultados que se han publicado estos días referidos a las empresas del IBEX , constato con terror, que los beneficios, (excluyendo aquellas que se mueven en mercados monopolísticos, como nuestras eléctricas), se han pegado una torta considerable, bueno a Iberia le ha bajado el precio del carburante, pero hay amenazas de quiebra como Abengoa, las Autopistas no saben qué más subvenciones pedir, las constructoras que está hechas unos zorros, van a terminar todas hablando en gusanitos qataríes….y los bancos que en el momento que miran a ver que no roben desde vaya a saber qué instancias, empiezan a fallarles los números.
El palco del Bernabéu, ya no es lo que era, te lo juro por mi Visa.
Esto, como siempre, genera miseria, de esa de los lunes al sol, como los nuevos jubilados por anticipación del Corte Inglés, o por los ingenieros de Indra, o la misma Abengoa que no cobrarán este mes y que esperan confiados en el fondo de garantía salarial.
Los políticos que han facilitado todo esto, saldrán reforzados, ya se sabe, en la piscina de tiburones, o eres el más grande, o eres rémora, o se te comen….
Y para rematar la faena, resulta que, como amenazaba ayer, se publican en China datos de manufacturas, y resulta que sus cifras de fabricación han caído a niveles de 2011, cinco añitos hacia atrás….¿Pero no crecíamos al 7%?.
Al final, más lunes al sol, en España, en Perú, o en China, y los franceses, aprovechando un gobierno socialista, se van a lanzar a una reforma laboral…..con la española como modelo, machacando aquel logro inviolable de la semana de treinta y cinco horas, y la jubilación a los sesenta. Qué risas se estará echando M. Sarkozy a costa de M. Hollande, y su Valls medio catalán y del Barça, (al menos cuando visita Barcelona).
Concluiré diciendo, que el espectáculo huero que esta tarde nos querrá ofrecer la clase política en las Cortes, merece ir a ver la última de James Bond, o la Guerra de las Galaxias, como poco, ya que ni tienen capacidad de resolver nuestros problemas por falta de poder, por falta de formación y sobre todo por falta de ganas.
Así que asistiremos, a esa batalla por los sillones de salario, que no de mando, y cada uno con su Semana de Festividades, como nos amenaza la Carmena, o la barbaridad que a esta panda de incultos a los que hemos dado sillón se les ocurra después de ver la última exposición de coños con los niños a la salida del cole. Nada nuevo, por cierto para ellos y todos nosotros, que de por ahí venimos.
Así que acabaré diciendo a todos aquellos que me quieran escuchar, que recuerden, todo es efímero, que si tu trabajo estaba en la minería, en la construcción o en las ciencias bioambientales, te reconvertirán tarde o temprano, y nada habrá disponible para que reorientes tu vida. Que ni en el taxi se puede confiar, que viene un UBER, y te deja con las facturas sin pagar.
Buenas noches, y buena suerte

La que se está liando

Luego se reirán vuesas mercedes de Nostradamus, pero yo como el buen meteorólogo que se jugó el bigote, (Eugenio Martín Rubio, recientemente fallecido), no hago más que hacer predicciones catastrofistas sobre la que nos va a caer con estas cosas de los chinos.
Menos mal que en esto de las profecías soy muy malo, que si no ya habría pillado un eurobote esos de nueve dígitos, y a esperar el fin del mundo.
Hoy me han caído dos noticias que ni pintadas, las dos relacionadas con cosas que andan pasando por esas tierras chinas que me tienen muy, pero que muy preocupado.
La primera es que está empezando a fallar el boom de la construcción en, digamos las segundas ciudades chinas, con millones de personas afectadas, que se han visto pilladas por constructores que habiendo recogido el dinero de la entrada de los pisos han dejado las construcciones a medias, por el simple hecho de que han quebrado.
Según un artículo de hoy en El Pais, parece que hablamos de más de cinco millones de familias que pueden haberse visto afectadas por esta situación, habiendo entregado cantidades a cuenta entre cuarenta y cien mil euros, que s temen han volado.
En un país como China no parece que esas magnitudes tengan el impacto que en sitios menos poblados del planeta tendrían, pero que nadie olvide que cinco millones de familias es la población casi de Australia o Canadá, y ya la cosa empieza a ser diferente.
Sobre todo porque es una riqueza nueva que se ha frustrado, y el dinero que se les ha evaporado, era una forma de ahorro, en un país que tiene menos cultura financiera que España, que ya es decir y con una propensión al juego casi enfermiza. .
Consecuentemente, y con la excepción de las grandes urbes como Shangai o Beiging los precios están cayendo desde hace más de un año, como lo hicieron aquí, y a ver qué dice, y sobre todo qué hace ahora el Partido Comunista Chino, que en teoría, con una economía controlada y dirigida, debería haber podido evitar esta situación, pero con un pueblo que lleva la especulación en la sangre, y la falta de cultura económica en la cabeza.
Como problema añadido, en China por cosas como la protección social viene poco o nada en sus libros de estilo, así que los planes de pensiones de tanta y tanta gente que lo confiaron al ladrillo, se les ha venido abajo.
El siguiente elemento de distorsión, es la ralentización que las exportaciones chinas están sufriendo, ya que su cliente natural, el mundo occidental ha pasado demasiada producción hacia China, a precios de hora trabajada extremadamente bajos en comparación con Europa o U.S.A, donde se ha perdido fuerza laboral y consecuentemente potencial de compra.
Una de las manifestaciones más claras, la tenemos en el comportamiento de los precios que continúan bajando, por más que los bancos centrales se empeñen en regalar el dinero.
Pero con los programas de crecimiento chino del 7% anual soñado por sus dirigentes, la capacidad productiva china se ha multiplicado en los últimos veinte años de forma poco controlada, con inversiones fabriles, y lo que es peor con desplazamientos poblacionales enormes, que ahora al empezar a fallar la oferta de trabajo deben volver a sus lugares de origen en la llamemos China profunda. Obviamente, todas esas ciudades creadas para atender las necesidades de esos trabajadores no han podido culminar como proyecto, y las promociones han quedado en esqueleto. Como el aeropuerto de Ciudad Real, sin ir más lejos.
Eso sí, el muevo mantra chino es el intento de transformar una sociedad industrial en una sociedad de servicios. Ignoro si lo conseguirán, pero lo que no dudo es que significará un reto para occidente, que no sé como lo digerirá.

La plasta está servida, porque hay industrias básicas que no hay quien las pare, y una de ellas es la del acero, ya que la producción puede caer, y de hecho lo está haciendo, hasta niveles que fuercen al cierre de plantas. Con esta situación, los chinos estiman que casi dos millones de obreros pueden quedar en situación de desempleo.

El exceso de producción chino de acero se está exportando a Europa, al parecer a unos precios que se consideran dumping.
Y hoy nuestro canarión ministro en funciones de industria ha advertido a la comisión europea de que si no se corrige desde Europa, con los aranceles correspondientes, peligran más de tres millones de puestos de trabajo en el Viejo Continente.
Ha recordado el señor Soria, que el magro 16% de arancel que actualmente se aplica, es insuficiente, recordando que ante situaciones de este tipo los Estados Unidos aplican de forma casi automática aranceles que pueden llegar a más del 200%.
Bien, puntas de iceberg, de situaciones que desconocemos con detalle, y que realmente ignoramos como se desarrollarán, como nos afectarán, cuantas más hay similares, y sobre todo, si realmente estos signos esconden realidades, qué tipos de medidas preventivas están tomando los líderes de nuestra sociedad
Mi preocupación está sobre todo relacionada con el cambio que nuestro sistema económico está sufriendo, y que debe representar un esfuerzo evolutivo en todos nosotros, ya que la mayoría de las estructuras con las que actualmente convivimos se están quedando obsoletas, y no veo la creación de las correspondientes sustitutas que deberían canalizar nuestras vidas.
Huele a un sálvese quien pueda, que puede llevar un par de generaciones en Occidente, con universidades que no sé si, en general saben qué camino deben tomar en la formación de los nuevos estudiantes, ya que las necesidades que esta nueva era que ha comenzado traerá a la ciudadanía está por determinar siendo así difícil planificar aunque sea mínimamente nuestros caminos.
Por último, parece que el humanismo ha pasado a sus cuarteles de invierno, ya que el negocio que genera es escaso. Eso nos está llevando al auge de los fanatismos, que se manifiestan en oriente con el radicalismo islámico, y en occidente con la aparición de tendencias políticas extremistas que van tomando cuerpo. Véase el discurso se la familia Le Pen, de Donald Trump, al que por cierto le han puesto el apodo de “El Klandidato” por su supuesta afinidad con las prácticas de famosos K.K.K.
Por la izquierda, conocemos perfectamente lo que significan los nuevos partidos que aparecen en Europa, que sustituyen claramente a los tradicionales donde van quedando aislados los viejos comunistas.
Pero por el momento solo escuchamos gritos huecos, los problemas siguen encima de la mesa, y no parece que nadie esté dispuesto a ofrecer soluciones que no pasen por un enriquecimiento personal rápido….aquí y en Sebastopol, por supuesto.
Nos esperan años de zozobra, de nuevos e impensados retos, de esquemas que no volverán a ser útiles, a los que espero las futuras generaciones se adapten con rapidez y eficacia.
Buenas noches, y buena suerte

Sócrates, un teatro sin emoción

Ayer, en uno de los más miserables espacios escénicos de Madrid, las Naves del Matadero, asistí a una representación que trataba sobre La muerte de Sócrates y el proceso que le condujo a la misma.
Don José María Pou fue el encargado de interpretar al filósofo, y debo reconocer que es un actor que conoce su oficio, y pocas veces decepciona.
Cierto que a veces cae en el divismo, como por ejemplo cuando se queja por adelantado y recuerda al público que ni móviles encendidos, ni consultar guasapos de esos, y desde luego que ni se nos ocurra toser.
De alguna forma lleva razón, la cantidad de gilipollas esféricos que pueblan el planeta, con el móvil a cuestas, solo es comparable a la inmensidad de los océanos, y en tiempos de frío en el destartalado matadero, que te entre una tosecilla es de esperar, así que, en su segunda prevención quizás debiera haber sido algo más condescendiente.
Fue pues que Don José María nos abroncó en modo preventivo, poniendo en boca de Sócrates la diatriba. Parcialmente de acuerdo con él, pero solo parcialmente. La primera porque no todos somos pecadores, la segunda por la ocurrencia de ponerse intransigente, con minúsculas, desde luego, en boca de Sócrates, y la tercera es que un actor de categoría debería estar más acostumbrado al público que tanto le quiere y al que tanto le debe, que diría Lola Flores.
Pasada la anécdota, el texto me pareció mediocre, y eso que me reconozco admirador de Mario Gas. Creo que se limitó a repetir anécdotas muy conocidas por todos, muy estereotipadas, y a un público de segundo de E.G.B. quizás, hasta les pareciese interesante.
Desgraciadamente la política actual nos tiene a todos con la mente abstraída en tantas y tantas porquerías mediocres, que al final se filtran hasta las tablas de los teatros. Y siento mucho discrepar con el concepto de esta representación, que aunque tenía la muy apreciable virtud de hablar del gran pensador griego, al final parece que lo importante es que éste se rebelase contra la corrupción en su tiempo, y eso le costase la vida.
Pero creo que el legado de Sócrates es infinitamente más amplio y de mayor trascendencia que el proceso que culmina con su condena a muerte, y me parece que la obra se centra demasiado en ese aspecto, y no profundiza en su pensamiento.
Como digo, me ha parecido un acercamiento ligero al personaje, que se reduce a su defensa en el juicio, enfrentándose a quienes consideraban que estaba socavando las normas de la sociedad en la que vivía, (cosa por otra parte cierta), y al comentario de cuatro anécdotas de esas que han llegado a todos nosotros a través, en parte, gracias a los escritos de su discípulo Platón, y en parte debido a, posiblemente, la leyenda que se trazó siglo a siglo.
En el texto de la obra, y cuando Don Mario Gas, nos describe la muerte del filósofo, se reconoce de forma casi literal, la descripción que Platón, nos deja en su Fedón de la muerte del filósofo..
Seguro que la intención de este autor no era la de dejarme la sensación del “corta y pega” de Wilkipedia, pero no lo consiguió.
Me gustó mucho volver a ver a Doña Amparo Pamplona en escena después de tanto tiempo, y su interpretación de Xantipa, sin emocionar, fue correcta, a pesar del texto que tuvo que declamarnos, ya que fue utilizada por el autor para demostrar como Sócrates utilizó la mayéutica, para quitarle a su hijo un cabreo doméstico con su madre, la insistencia de la mujer de que el filósofo era un buen hombre, y sanseacabó. Bueno, no vamos a pelearnos por eso.
Ya veis, como tantas veces, salgo de un espectáculo sin emocionarme, con la sensación de que me he enfrentado a una estética huera, y que he perdido la oportunidad de profundizar en un tema interesante.
Como venía diciendo, este espectáculo, se limita a transmitirnos la idea socrática de la libertad, hace del personaje un transmisor del mantra “la verdad es lo que yo transmito”, qué malos los atenienses que se dejan embaucar por los corruptos y me condenan, que buenos mis amigos, que poco soy y que poco (o nada sé), que cascarrabias mi mujer, que, eso si, a toro pasado, reconoce que yo era un buen hombre, y poco más.
La reflexión de que la verdad está con Sócrates, en su boca, me parece un detalle poco…fino, diría yo. Lo mismo es cierto, y ya está, pero no creo que un pensador de su talla llegara tan lejos, ya que la verdad no la tiene nadie, todos tenemos trozos de verdad, y hasta bienintencionados, pero de ahí a la mayúscula, hay un buen trecho, y ayer en la obra lo reducían enormemente.
Lo más probable es que yo no captara el matiz, que una cosa es sentarse en una butaca una hora y media, y otra muy distinta es elaborar una obra durante meses posiblemente, someterla a discusiones, interpretarla, y posiblemente mejorarla cada día, pero es mi opinión, de asno, posiblemente, pero de asno que no da coces, faltó profundidad, sobraron estereotipos, faltó análisis, se hizo hincapié en aspectos que pudieran traer al público hacia la situación actual de nuestra sociedad trufada de corruptos.
Haré, sin embargo unos ejercicios de oratoria, para mejorar un poco mi dicción, e intentaré la próxima vez que me enfrente con una pregunta, contestarla con otras preguntas que lleven a mi interlocutor a encontrar el camino de la solución de su duda, demostrando que ayer, en clase, en el aula del matadero, estuve, cuanto menos, un rato atento.
Por fin se me permitirá, que apostille el título de la obra, “Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano”, con el matiz de que no se juzgó a un ciudadano, se juzgaron ideas, se juzgaron amenazas al poder establecido, se juzgó a la corrupción de la ciudad, la necesidad de libertad de pensamiento y de expresión social y religiosa.
Fue en las costillas de un ciudadano, pero no fue contra él el juicio, fue contra su mensaje, que además tenía la particularidad de que no se vendía.
Sé perfectamente que este juicio lo hacemos cada día, y en España, a cada momento condenado a muerte todas y cada una de las ideas que no son nuestras, que nuestro sentimiento tribal es muy fuerte, y somos capaces de dar la vida, si se tercia, por defender nuestra cabezonería a la que llegamos a llamar verdad si se tercia.
Así que quizás Don Mario, y Don José María, quisieron darnos esa lección de segundo de E.G.B. que parece muchos no han digerido aún, y yo no estoy agradeciéndolo, pero si lo hago, que sé que lo necesitamos, que perfectamente reconozco nuestras dificultades a la hora de entender, aceptar e incluso poner en práctica puntos de vista y soluciones que nos son ajenas.
Debemos pasear más por el ágora con algún maestro, y en esto le doy la razón a los autores del espectáculo.
En este punto, es donde noto la falta de independencia de nuestro teatro, (si es el caso), creo que sin el dinero oficial*que ha soportado la producción, la obra hubiese ido por otros derroteros, hubiese tocado puntos más sensibles del pensamiento socrático, habría dado más posibilidad de discusión a los personajes, y hasta quizás hubiese tenido una mayor duración….no lo sé pero tenía un tufillo la cosa de oficina de burócratas de esos de “cultureta populachera”.
La lástima es que llegará a pocas personas, a pesar de que se haya hecho a golpe de dinero público, que esto no es una teleserie, ni siquiera un “computer game”, y requiere un mínimo de atención para captar algún mensaje. La cosa se reducirá a los pocos miles de españoles que decidamos ir al espectáculo, siendo así que el mensaje seguirá siendo de minorías que posiblemente ya lo conozcan y apliquen.
Buenas noches, y buena suerte
*Coproducción según el programa de mano del Teatro Romea, Festival Internacional de teatro clásico de Mérida, Grec 2015 Festival de Barcelona, y Teatre-Auditori de San Cugat

El cuesco hispano

Hoy mientras decidía si despertarme o no, y por supuesto si levantarme o no, la radio, sonando en segundo plano, intentaba convencerme que el amor entre mi Albert y Pedrito era verdadero.
Iba a ver si cambiaba la emisora, para que me dijesen como había cerrado el Nikkei y el Hang Seng, cuando de pronto me dieron en todos los dientes con uno de esos españolazos que te dejan sin aliento.
En Torrent, pueblo de la comunidad valenciana, un alguien se largó un cuesco, de esos celianos, al parecer, de los de –prosiga el mosén.
La cosa, como en aquel senado de la transición no se zanjó con la cara de estupor de’n Lluis María Xirinachs, y algunas risas en las bancadas. Alguien en Torrent, se sintió, al parecer, retado, y se largó uno más largo, más sonoro, más intenso…..la noticia no matiza el tema de los olores, con lo que mi conocimiento del caso queda digamos, cojo. Pero es lo que hay.
No se aclara en el suelto de prensa si se respetaron en la ejecución de los cuescos los cinco tiempos que debe seguir un cuesco como Dios manda, a saber:
-Infla
-Desinfla
-Aparta pelos
-Música
-Olor
Y es un dato importante para poder entender la secuencia de los acontecimientos que siguieron al episodio ventoso.
El redactor habla de cierta etnia involucrada en el caso, pero como me parece racista su manifestación, la obviaré, diremos que ocurrió entre dos clanes familiares de la zona, que al parecer, ya venían de tiempo no llevándose muy bien.
Uno se sintió ofendido, no sé por qué, quizás porque uno de los cuescos le dio de lleno, o creyó que el lanzamiento iba dirigido a su persona. Quizás porque el otro hizo trampas en la fase infla, y no respetó el tiempo de inspiración anal, quizás el olor le pareció muy exquisito, teniendo en cuenta la catadura del clan rival, ni idea, salvo que decidió desenfundar el colt como si fuera un Clint Eastwood cualquiera, allá por tierras almerienses, y ¡pum!, le dio un tiro a uno del clan rival, y otro de su mismo clan, disparó de nuevo ¡Pum!.
Tumulto en el barrio, cuatro heridos, (dos de bala), intento de linchamiento, cincuenta policías para intentar calmar la cosa, la científica, el Hospital de Valencia con uno de estos pollos en la UCI…..por un par de cuescos.
Esta es mi España, sangre caliente, nervios a flor de piel, y el honor…¡ay el honor!, que hasta con un pedo puedes mancillarlo.
Ya sabemos,
-Al rey la hacienda y la vida se ha de dar
Pero el honor, es patrimonio del alma
Y el alma solo es de Dios.
No se le planteó a Pedro Crespo el dilema del cuesco, cierto es, pero no sé yo como hubiera reaccionado, si cree su honor mancillado por una flatulencia.
Dicho esto, y comprobada la notica en cualquier periódico, preferentemente valenciano, para más detalles, que Torrent y la Malvarrosa son los barrios protagonistas, me gustará pensar en la intransigencia hispana, que nos lleva a estas cosas de intentar con tan fútil escusa matar a otro ser humano, que uno no dispara a la barriga para asustar solamente. (Lo de Azaña en Casas Viejas seguro que tenía connotaciones no publicadas que lo explicaban todo).
Pido a Dios, que en una de estas sesiones que entre nuestros políticos se están dando ahora, para ver si forman gobierno, a nadie se le escape un cuesco, que el espíritu de la transición no parece estar presente, y podemos asistirá a un espectáculo de sangre en el escaño.
Creo que en las tertulias esas de la víscera, o en las de la 13, los contertulios deben llevar un certificado de no haber ingerido material flatulento antes de acercarse al plató, para evitar que en medio de cualquier insulto cruzado, y por causa del esfuerzo, se escape una de esas bombas fétidas sonoras (si son silenciosas siempre la cosa puede disimularse poniendo cara de Bárcenas delante del juez).
Las consecuencias podrían ser nefastas, ya que le quitarían, a buen seguro, audiencia a las series de tiros y bofetadas, que últimamente están de un blandurrio inaceptable, y si el viento va con música seguro que la S.G.A.E. interviene para llevarse un pico.
Me pregunto, si estamos de nuevo, dividiendo al país en clanes cainitas, dispuestos a morir, si con ello acabamos con las ideas de nuestro enemigo, y desgraciadamente creo que sí.
Asomarse a llamadas redes sociales, o a los comentarios que de las noticias publican los lectores de los periódicos digitales, nos da una idea de la catadura violenta de nuestra ciudadanía. Hace ya tiempo que he dejado de leerlos, asqueado de los insultos que se cruzan, posiblemente amparados en el supuesto anonimato, de las descalificaciones gratuitas, y sobre todo de la falta de razonamientos para sostener una postura lógica capaz, si no de cambiar la opinión de otros, por lo menos hacerles ver que se pueden ver las cosas desde diferentes puntos de vista.
Mi cuenta del Caralibro ese, tiene muy pocas personas con acceso, es decir tengo pocos amigos, y pocos seguidores, ya que he ido podando a todos los contactos que de forma repetitiva rebotan comentarios o noticias que destilan odio o revanchismo. Ya sé que existe, pero estoy muy mayor para que los pongan en mi móvil.
Esta España de clanes en la que vivimos, y que no se cura, donde somos Isabelinos o Carlistas, Españolistas o Independentistas, Liberales o Conservadores, del Madrid o del Barça, me tiene más que aburrido, echo de menos las posturas que traten de evitar esas disensiones, y que estén continuamente lanzando puentes de entendimiento. No las hay, o yo no las veo, preferimos sentirnos ofendidos o atacados por el cuesco del machito del clan rival que así podemos sacar la pistola, y si nos cargamos a un miembro del clan rival se nos reconocerá mérito entre los nuestros.
A uno siempre le quedaba la esperanza de que las nuevas generaciones llegarían a superar estos enfrentamientos ancestrales, que pudieron empezar con otro cuesco a destiempo…varios siglos atrás, pero no, ni siquiera con el declive de los partidos mayoritarios que han ostentado el poder durante los últimos cuarenta años (han empatado a Franco, por cierto), que ha provocado la aparición de sus posibles substitutos futuros, uno con coleta y otro con corbata, declarando su inmiscibilidad, cuando lo que queremos es que sin enfrentamientos solucionen los problemas que tenemos planteados, como Estado, claro, que para eso les damos poderes. Pero no, se nos revive la vieja pugna.
Acabaré con la bien sabida historia de aquel socio del Real Betis Balompié, que en su lecho de muerte, tras 70 años de fidelidad a sus colores, llamó a su hijo y le pidió que le diera de baja del club de sus amores y le hiciese socio del Sevilla.
-Pero padre, si usted ha sido siempre socio del Betis y el Sevilla ha sido su enemigo…
-Por eso mismo, hijo, así se morirá un socio del Sevilla.
Buenas noches, y buena suerte

BREXIT

Hay británicos a los que eso de Europa no les viene bien en las condiciones en las que actualmente están. Postura lógica, postura práctica, postura muy “british”, please look rigth, que si no se te lleva por delante un “London cab” con la aquiescencia de un Bobby armado con pito y emisora portátil.

Lo malo no es que te maten, es que se te pueden arruinar las compras que con tanto sacrificio has hecho en “Camden”, en Petticoat lane, o en Portobello, una pena.

Los que me conocéis, sabéis que mi relación con la Pérfida Albión, ha sido muy estrecha, durante muchos años. Es más, mantengo contactos cercanos con británicos, a los que puedo llamar amigos, que se remontan a varias décadas.

Sin tirar cohetes, me jacto de tener un cierto conocimiento de su cultura, (por otra parte no tan lejana de la nuestra), de su idiosincrasia, de su forma de entender el trabajo, las distracciones en su tiempo libre, su clasismo y sus estereotipos.

No puedo saber las veces que en mi vida he visitado el Reino Unido de la Gran Bretaña, (que tiene cojones el nombre oficial), digamos que entre cien y doscientas, sin exagerar, y he pisado Londres, sus ciudades universitarias, sus ciudades fabriles, o lo que quedaba de ellas, sus puertos, sus campos de golf, al norte, al sur, sus ciudades monumentales como Bath o Winchester, en fin por no aburrir, diré que me gusta calzar zapatos británicos, que mis camisas viene de Jermyn Street normalmente, que su jabón de afeitar con olor de lavanda me encanta, busco como loco cervezas británicas y las consumo, y la mezcla nº 32 de Harrods del té India Assam, es el que me tomo, sobre todo si estoy leyendo a Chesterton.

Me gustaría decir que disfruto con su gastronomía, pero sería mentir como un bellaco. Si alguna vez en el Reino Unido de la Gran Bretaña, he dicho ¡que rico está esto!, o era un restaurante japonés en New Bond Street, o simplemente el síndrome de Estocolmo.

He cruzado el país en trenes en los que parecía que Agatha Christie se te iba a aparecer ofreciéndote una de esas galletitas de Cadbury, que me parece ya no son inglesas, he comido con campesinos ricos en sus granjas del siglo XVIII, que parecía aquella de retorno a Brideshead, aunque Jeremy Irons no anduviera por allí.

El Stilton siempre me ha parecido una cosa seria, aunque eso de ponerle un vino al lado no les viniese en su libro de estilo, como serios eran los famosos “Dover sole”, que me daba en su restaurante una pareja de gallegos que habían emigrado y siempre me preguntaban por, el Depor en un viejo molino de agua en tierras del Hampshire.

Pasear por Oxford, o navegar por el “Cam river” pasando por debajo de los puentes que unen jardines con colleges de altísima reputación, me pareció siempre algo que no debería desaparecer, y no creo que lo haga.

Me gusta mucho que sus cosas, sus tradiciones, aguanten aunque sea gracias al esfuerzo de los más mayores, y recomiendo en viernes santo, cuando ya hayáis visto todas las procesiones españolas, claro, ir a escuchar el Mesías de Haendel en la “Wedding Cake”, (Royal Albert Hall para los profanos”. No suena igual en ningún otro sitio del mundo.

Me gusta ir al teatro en Londres, claro que sí, y he disfrutado no solo con los grandes actores británicos, a esos que hacen “sir” a la que te descuidas, como “Sir” Lawrence Olivier”, o el bueno de Michael Caine….o ver “La ratonera” en el West End, junto a Picadilly.

Si ibas de comedia siempre tenías la posibilidad de encontrar algún Noël Coward, o un Shakespeare si la cosa iba de drama. Nunca me gustó esa cosa medio turística que han dado en llamar “The Globe” al otro lado del Thames river, The Globe era otra cosa, pero sus primos yanquies tan contentos, seguro.
En alguno de sus musicales me he emocionado, claro, ese Fantasma de la ópera, o esos Miserables, o aquel inolvidable Cats….

Me gustó que nuestra Tamara Rojo fuera reconocida en el Royal Opera House, y tomarme una copita de champagne en los entreactos de alguna Boheme, o de alguna Butterfly. El paseíto desde el Savoy, es encantador, cinco minutitos hasta el Covent Garden, que parece vas a tropezar con Eliza Doolittle mientras Bernard Shaw mira la escena desde uno de los cafés de la plaza.

Siempre he admirado a esas chicas jovencísimas que se acercan al Hippodrome, junto a Leicester Square, con tirantes, hipertacones y superminifalda, mientras cae una buena nevada. Digo yo que el calor lo llevarían por dentro, porque en la cola de la discoteca las tenían un buen rato esperando.

Me las encontraba al salir de la ópera, mientras buscaba un pub o un italiano que aún no hubiera cerrado, para tomarme un plato de pasta con chianti malo, o una sheppard pie, con una London pride.

Sí, mis relaciones con el Reino Unido de la Gran Bretaña, me han permitido conocerla un poquito, me han permitido hacer cursos con las compañías que he colaborado, he estado en sus espectáculos deportivos en Twickenham sintiendo su espíritu nacionalista, sin ofender al rival, y hoy me salen con que veremos, si al final, nos apetece ser europeos o no.

Es un poco como la novia que te abandona, que quien pierde una gran mujer, no sabe lo que gana…..pero a lo mejor lo que pasa es que este maldito nuevo milenio ha terminado con esa cultura tal y como yo la conocía, y ahora con la recuperación de Canary Warf, la llegada masiva de ciudadanos de la Commonwealth, con su pasaporte británico en la boca a desarrollar negocios de alta tecnología, a comprar o vender empresas, a construir edificios de esos que en Barcelona dejamos vacíos porque tienen forma de pepino, o por cualquier pueblerinez que se le ocurra al edil borrico, el viejo espíritu ha desaparecido, o ha disminuido bajo las montañas decrecientes de las libras petroleras .

Ya no está Sir Neville Mariner para que escuches su versión de las cuatro estaciones bajo la mirada de Nelson, en Saint Martin in the Fields, y la Tate, con sus retratos cruzó el río, dejó Chelsea, y consiguió que un almacén de los Docks recogiera el nuevo templo del arte moderno. Menos mal que una pasarela la conecta con Saint Paul, y si no miras más que de frente, al menos la noria no te molestará.

Foyle’s con eso de los libros electrónicos anda, parece, de capa caída, y no sé si la visitaría otra vez a ver qué novedades aparecían en sus cinco o seis pisos abarrotados, como no visitaré de nuevo His Master Voice, a comprar el último Now…That’s what we call music, o a Totenham Court road a buscar el último artilugio de sonido. Amazon es más fácil y menos romántico, claro, que el regateo con un pollo indio por una cápsula “Sure”, o el nuevo radio-despertador de Sony, tenía su gracia.

A lo mejor si se van, si quedan solo en británicos/galeses/escoceses, que no europeos, me costará una pasta visitar el British, ¡Vaya gaita!, echaré mano de recuerdos.
Tengo que reconocer, que aunque el policía del aeropuerto ya me conocía, siempre me pedía el pasaporte, y cuando me preguntaba “The reason of your visit”…siempre le contestaba lo mismo, “for spend my money”, y pa dentro. Pero te dejaban claro que no eras de allí, que el Canal de la Mancha, (creo que es un invento británico) estaba allí para algo, y que bueno, que bienvenido, pero sin exagerar, que aquí conducimos por la izquierda, y el jefe se nuestra Iglesia es una señora.

La bronca de los británicos que la dilucidarán en junio en unos” polls” referendumales, es que los europeos que se ponen a currar allí, si se quedan sin trabajo, hay que pagarles el subsidio, y eso si que no, que la “Sterling”, se inventó para otra cosa.
Claro que los escoceses, no están por la labor, que pierden las subvenciones que por área deprimida de la Unión Europea les enviamos desde aquí, ni los del Ulster, que para cruzar a Irlanda ahora tendrán que cruzar otra frontera.

Hemos conseguido con cesiones del espíritu europeo, que este Cameron de la Isla, nos prometa que va a hacer campaña a favor de la permanencia… .¿ De qué vamos?.
Claro en un sistema mayoritario como el que tienen en la Pérfida, se le ha revolucionado medio partido, el alcalde de Londres, piensa que si Cameron la pifia, él se muda al 10 de Downing en un plis, y eso parece que le mola al pollo.

En la City, están que no saben, que les viene muy bien eso de mover los euros arriba y abajo, y que si nos salimos, por favor, no cambien ustedes la hora y hagan del mercado de Franckfurt algo que nos pueda hacer la pascua. Paris, ya sabemos que no vale, que eso está solo para ver las puestas de sol desde tu ático en el Meurice, con las Tuilleries a tus pies.

Veremos qué pasa, a mí, a estas alturas de la película, que estos pollos quieran recuperar la soberanía que en más de un 75% hemos cedido a Bruselas, no me parece ni bien ni mal, allá ellos. Quizás con sus primos les vaya mejor, o con la Commonwealth, o solos, como cuando por una tormenta en el Canal de la Mancha se aisla el continente.

Para mí el resumen es que ésta es otra vaina de los políticos, que les pone eso de tener entretenida a la peña, que les encanta que hablen de ellos aunque sea bien, y hay razones para que se vayan o para que se queden, pero a mí se me da una higa.

Buenas noches, y buena suerte

Los cojones del político vascón

Entre mi grupo de amigos, todos gentes maduras, bien formadas y pertenecientes a una cierta elite, hay dramas económicos graves, a la par que vas leyendo en la prensa el interminable goteo de la corrupción que nos asola desde cualquier ámbito al que nos asomemos. Estoy más que indignado, mucho más, y lo que es peor, la intervención de los órganos policiales correspondientes aflorando día tras día nuevas vergüenzas, hacen que me sienta realmente mal.

Vamos, como ese político vascón, que ha soltado que estaba hasta los cojones de toda esta situación….por una vez, le creo, ya que si por una de esas casualidades no ha metido el pollo la mano en la caja, debe ser incomodísimo ir al curro, y no saber si va a parecer la Benemérita a llevarse tu ordenador con el teléfono de Chuchita, que a ver como quedas con ella esta noche. Una tocada de huevos, ciertamente.

Ahora bien, nuestro amigo el vascón, se olvidó de decir que de él mismo también está hasta los huevos, ya que es parte de esa clase de seres humanos que llamamos políticos, y no ha sabido resolver el problema. Evidentemente su teórico jefe, que le contestón con el…..Pues yo no te lo cuento, es no solo quien no lo ha arreglado, sino que permitió por inacción tras tropecientos años en política, que esto sucediera.

La falta de acción de todos estos próceres, que han hecho de la política una actividad profesional, ya los hace culpables desde el momento en que del mismo partido, hayan recibido un sobre, por pequeño que sea con dinero, como digamos amable compensación por esfuerzos y logros.

El tiempo de levantar la liebre desde ese momento se empieza a hacer escaso. Y en la situación de los dirigentes, siento mucho decirles, que es su deber como administradores el enterarse con detalle de lo que ocurre en su entorno, y de las cuentas, lo primero.

No me vale que un dirigente político adscrito a un partido que ostente el mínimo de poder, se permita el lujo de estar hasta los cojones. No tiene ese derecho, si la corrupción le rodea y no la ha visto, es un inepto y debe dimitir. Simplemente es incapaz de dirigir, y consecuentemente de gobernar.

Elementos para un correcto control de las cuentas existen y funcionan muy bien, lo puedo asegurar. La primera condición es la de establecer un código de conducta que afecte a cualquier miembro del partido, y en ese código, se establecen las líneas maestras.

La segunda parte, es establecer, de acuerdo con ese código, sistemas de control interno, de ingresos y gastos, de prácticas contables, y de realización de contratos del tipo que sea con terceros para que estén alineados con la legislación vigente. Se reconocen como auditores internos.

En tercer lugar ser estricto con el reparto de poderes legales, es decir dejar bien claro, en escritura pública, quién puede firmar qué, hasta cuanto puede gastar, o contratar, y sobre todo, siempre, siempre, que los poderes sean mancomunados.

Todo esto hay que someterlo a examen anualmente utilizando los servicios de auditores externos independientes, que aseguren que todas las transacciones realizadas se han hecho siguiendo la legislación vigente, y que los libros del partido, son un reflejo fiel de su situación legal y financiera.

Lo último es mostrar todo eso a la ciudadanía, aunque sea vía depósito de cuentas en el registro, al que todos podamos tener acceso.

Esto es lo que hace cualquier empresa medio seria, en cualquier parte del mundo, y con todo y eso a la que te descuidas te hacen un roto, pero en general con la particularidad de que la forma es retorciendo la ley, y utilizándola en su favor al máximo, dando, eso si, en algunas ocasiones la sensación de que se lo llevan crudo, e incluso lo hacen, pero ahí hay más fallo o connivencia de la clase política, a la que pagamos para que legisle.

La posibilidad legal de la desviación de impuestos, ha salido, nadie lo dude, de la Carrera de San Jerónimo, que es donde deberían considerarse todas las posibilidades que permitan una eventual fuga de impuestos, y legislar en esa línea.

Si no es así, flaco favor a los ciudadanos nos hacen, y pierden en ese momento el derecho de estar hasta los cojones. Serán sus patronos, en caso de ser cargos electos, los ciudadanos, quienes deberíamos estar hasta los cojones, y no solo decirlo, sino echarlos directamente.

Pero no hay forma, esto es un estercolero, donde hay mierda china, despojos de vacas españolas, y hasta dentistas, con lo que eso duele, y usted señor político vascón, tiene la desfachatez de hacernos saber que está hasta los cojones, y su jefe…ni te cuento. Pues haber hecho vuestro trabajo, al menos, ya que en caso contrario, si decís que habéis trabajado bien, el siguiente calificativo, es “corrupto”, y eso seguro que no es así.

No sé qué falla reventará la semana que viene, no lo sé, pero seguro que alguna caerá, y si no es una falla, será el servicio postal, o las panaderías, que el agua, los todo a cien y la carne ya están bajo la lupa.

De todo esto, que siendo la causa de que tengamos los famosos cojones doloridos ya, lo que más temo es la aparición del Sr. Iglesias como manipulador de las clases más desfavorecidas, cabreadas y obviamente dolidas, porque se va a cebar con ellos, lo garantizo.

Si su partido toma alguna dosis de poder en el gobierno de la nación, que no le quepa a nadie la más mínima duda que van a pagar un altísimo precio, en primer lugar los que le han votado, que los que no, los que tengan dinero de verdad, no va a ser este señor quien se lo quite, que Miami está lleno de venezolanos ricos, y hasta los franceses empiezan a volverse rusos.

Vuelvo al principio, todos estos corruptos a los que parece que se añade el último presidente de las Cortes, según una información periodística de hoy son los culpables de los dramas que en demasiadas casas españolas se están viviendo.

Demasiada gente sin trabajo, demasiada gente que ha visto descender de forma alarmante su nivel de ingresos, demasiadas personas dependiendo de la caridad, que siguen creciendo, que no para.
Y en la portada de hoy en el ABC, afirman que hay ciento sesenta mil millones de euros ocultos en España.
No sé si el milloncito escondido en el piso de los suegros del Sr. Granados está ya descontado, o no. Ya nos enteraremos

Buenas noches, y buena suerte

Querido nieto

Hoy te ha dado por cumplir ocho años, y tal y como van las cosas, seguro que estás llegando al momento de la consciencia del recuerdo, y eso es algo que tendrá mucha influencia en los años que empezarás a cumplir dentro de…digamos treinta.

Hasta ahora, las cosas que te han pasado, que has vivido, desde luego que marcarán no solo tu personalidad, sino muchas de las acciones y decisiones que irás tomando en tu vida, pero tienen la particularidad de que a pesar de su influencia, no las recordarás.

El diseño del ser humano es así, estamos conformados de piezas, como los legos, pero la mayoría de ellas nos son absolutamente desconocidas, aunque sean el soporte, no solo de nuestra vida, si no de nuestros actos, y eso es peor, porque de nuestros actos somos responsables, y eso es un trago, como ya habrás empezado a darte cuenta.

Porque ya eres consciente de que si la lías parda, te cae una buena, y si haces las cosas como esperan los que te rodean, o superas en esa dirección las expectativas que se han creado esas mismas personas, tu cotización en los mercados internacionales se pone en subida libre. Las cosas son así, y no sé si debieran ser de otra manera, pero son así.

Oirás muchas veces eso de que hay que conocerse a sí mismo, y es verdad, parece que ayuda un montón cuando te haces mayor, y en teoría tenemos todos los elementos para hacerlo en nuestras manos, ya que somos el resultado de todo los que nos ha pasado en el tiempo que ya hemos vivido, pero de eso, ¿ quién se acuerda?,¿ quién lo pone en el contexto adecuado?, y sobre todo, ¿quién es capaz de utilizarlo para obtener de la vida lo mejor que esta pueda darnos dentro de las expectativas que nosotros nos hayamos creado a nosotros mismos?.

Como ves, las cosas se empiezan a poner difíciles, o como diría uno de esos ejecutivos que han salido del horno de cualquier Harvard de este mundo, se han puesto retadoras. Habrá que pelear por lo que esperas conseguir, de forma coordinada, teniendo en cuenta el objetivo que persigues, ignorando los cantos de las sirenas que aparecerán en tu derrota, y sobre todo usando esa carga de elementos sensoriales nuevos que te están llegando por todas partes como consecuencia de tu interacción con el mundo que te rodea, y si es posible apuntalados por los que estás a punto de olvidar.

Antes a los chicos de tu edad se les presentaba en el templo de los dioses, para que la comunidad en donde estaba la casa de los padres se enterase de que había un nuevo miembro al que no se lo había llevado al otro barrio cualquiera de las enfermedades que pululaban por el aire. Así que se hacía una ceremonia, que cada religión vestía a su manera. Hubo un tiempo en este país que nos vestían de marineritos para la ocasión, muy monos nosotros, nos hacían regalos, y junto con otros chicos y chicas de nuestra edad nos presentaban en sociedad.

No es casualidad, tu edad es el comienzo de un cambio que irás notando en los próximos cinco o seis años, y que te alejarán definitivamente de la infancia en cuyo cénit te encuentras ahora. Posiblemente dejarás los ojos de la imaginación, que sustituirás paulatinamente por los de la supuesta realidad, dejarás de tener amigos imaginarios, y pasarás a tener colegas de los de cada día, bien reales ellos, de carne y hueso, vamos.

Cambiaras en buena parte la intuición por la reflexión, que no es mala cosa, pero siempre he pensado la pena que me da el no disponer de ambas cualidades en su totalidad, las cosas serían más divertidas, pero no se puede estar en misa y en la procesión.

Dejarás de entender en buena parte el idioma mágico de los animales, y si quieres mantenerlo, deberás esforzarte y volverlo a aprender. No es bueno ni malo, simplemente es así.

Gracias al desarrollo que tendrás en los próximos años, y apoyándote en los conocimientos que irás adquiriendo, comenzaras a analizar las posiciones de los demás, sus opiniones, sus actos, y descubrirás que no todas te gustan, pero que tienes que convivir con ellas. Analizarás con la mente, porque el idioma del corazón lo irás perdiendo poco a poco, estarás preparado para ser uno de los nuestros, y lo serás a buen seguro.

Querido nieto, te esperan tiempos muy bonitos, de cambio. Te cambiará el cuerpo, te cambiarán las formas en las que hoy percibes la realidad que te rodea, seguirás añadiendo piezas de Lego a tu persona, para convertirte en lo que serás, y dependerá mucho de ti en quien te convertirás.

Si tienes la suerte de manejar todo lo que eres hoy, y no olvidas demasiadas cosas, o las dejas por el camino, tu personalidad tendrá eso que llamamos un niño dentro, y eso es maravilloso, si se consigue, ya que estarás siempre lleno de energía, de ilusiones, de iniciativas que a muchos parecerán locas y descabelladas, pero que a la postre admirarán.

Eso sí, tendrás un punto de despistado, otro de alocado, y unas gotas de inocencia, pero de verdad que es maravilloso.

Consejo de viejo te doy, y es que hagas lo que hagas, te enfrentes a lo que te enfrentes, piensa siempre que nada es bueno ni es malo, quiero decirte que todo es a la vez tan malo como bueno, y solo de tí dependerá quedarte con aquello que a la postre te aporte satisfacción o aprendizaje.

Quiero que sepas que aunque te empeñes, no serás como Peter Pan, tu cuerpo crecerá como bien sabes ya, pero, por favor no dejes nunca de soñar en el País de Nunca Jamás, en la Reina de Corazones, en los amigos del Principito, en la Reina de la Noche o en el robotijo de la Guerra de las Galaxias. Mantén ese espíritu dentro de ti. Posiblemente sea el reto más importante al que te enfrentes, pero si lo consigues, no dejarás de sorprenderte con las cosas que irán apareciendo delante de ti. Tendrás ojos mágicos que te permitirán observar cosas que demasiadas personas no pueden ver, simplemente porque creen que no existen, y esa es la mejor forma de que se cierren los ojos del alma.
Y tú y yo sabemos perfectamente que lo que los mayores ven es solo parte de lo que hay. Procura hacerte lo menos mayor en eso que puedas, te lo pasarás pipa, aunque no se lo comentes a nadie.

Para que me entiendas, solo te pediré que recuerdes que el Principito veía cosas que los mayores no podían ver o no entendían, como aquella boa que se había tragado un elefante, o que se puede vivir en un planeta en donde cabéis una palmera y tú.

Así que por favor, crece, que es lo que te toca, pero crece con cuidado, recordando siempre las cosas que hoy ves y que muchos te dirán que olvides porque son de niño. Es cierto, son de niño, pero son mágicas.

Feliz cumpleaños.
Buenas noches, y buena suerte

El manuscrito Voynich

Como diría la persona que me ha ofrecido hoy en un amable correo electrónico una copia facsímil del tal manuscrito, seguro que saben ustedes de que hablo.
Por si las moscas, y como no siempre andamos con tiempo para leernos en el Espasa qué es eso, os comentaré sucintamente de qué se trata.
De entrada, diremos que se encuentra conservado en la Biblioteca Beinecke de libros raros y manuscritos de la Universidad de Yale, y que recibe su nombre de un librero lituano que se hizo con él en 1912.
imagen VOYNICH - copia
Según estudios de la Universidad de Arizona, parece que el documento puede estar datado entre 1408 y 1438, con lo que sí, estamos delante de una obra del tardo medioevo. Hasta ahí, bien.
Biología - copia - copia
Ahora empieza lo divertido. No sabemos dónde fue escrito, no sabemos quién lo escribió, pero lo mejor, es que ni siquiera sabemos lo que dice, ni que significan sus bellísimas ilustraciones.

Así, que el mayor, mejor, y más curioso asunto que entre la bibliografía se puede encontrar, no sabemos qué dice.
Parece que tiene secciones de botánica, con plantas que no se reconocen, de aparente biología, que nadie sabe qué secretos encierra, de posible astronomía y hasta de alquimia, o farmacología.
Herbario - copia
Nada de nada, ni idea. Los estudios que han hecho los más prestigiosos especialistas criptográficos, concluyen, que sí, que parece que el texto tiene una estructura de lenguaje real, no inventado, ya que la ley de Zipf se cumple, cosa que no hacen cosas como, por ejemplo el lenguaje inventado por Tolkien, es decir que tiene aparentemente un alfabeto, palabras que se repiten, no hay palabras con más de diez caracteres, en fin, pero de lo que dice nada de nada. Su sabiduría está oculta, a no ser….que sea un gran bromazo medieval, que todo podría ser.
Puestos, ha habido gente en fechas muy recientes, que incluso han afirmado que han conseguido interpretaciones parciales, como Stephen Bax de la Universidad de Bedfordshire, pero me temo, que la dura realidad, es que nada de nada.
astronomía - copia - copia - copia - copia
La historia del libro, que algunos atribuyen a Francis Bacon, aunque vivió dos siglos antes de su datación, realmente empieza cuando se documenta su posesión por Rodolfo II de Bohemia, un nieto de Carlos I de España, aunque parece que su primer propietario fue un tal Georgius Barschius, alquimista de Praga, que evidentemente no pilló ni una.
El libro pasa por diversas manos, hasta que en 1680 llega a la biblioteca del Colegio Romano que es quien se lo vende a Voynich. Creo que ya desde la viuda de Voynich, y tras un último propietario, llega finalmente a Yale.
Farmacéutica - copia
Las especulaciones sobre este manuscrito son enormemente divertidas, aunque se solapan las de eruditos sesudos, organismos como la NSA, y hasta gente imaginativa. Desde que es un texto cátaro, escrito casi con el código que desvela Enigma, hasta mezclas de lenguas precolombinas, o alfabetos mongoles o hasta chinos o thailandeses, siempre finalmente rechazados, a la que especialistas han intentado buscar explicaciones razonables.
Biología.-2 - copia - copia - copia
El terreno para los amantes de lo esotérico ha estado siempre bien abonado por este manuscrito, y he llegado a leer u oír, que no recuerdo, que hasta los extraterrestres han tenido algo que ver en este caso.

Y ahora me vienen a ofrecer una copia a precio de oro, claro, que debió ser el mismo que pagó el bueno de Rodolfo II de Bohemia, unos seiscientos ducados, que vienen a ser, según Wilkipedia unos miles de dólares. (Siempre me ha asombrado esa facilidad de conversión de las monedas antiguas en dólares americanos).

Así que la duda se me viene encima. Seguro que el facsímil es una preciosidad, seguro, pero no voy a entender ni jota de lo que dice, si es que dice algo. Tampoco es un drama, tengo otros facsímiles, escritos en lenguas que me son extrañas, y no pasa nada, miras los “santos” y a otra cosa, pero claro, siempre son acompañados por traducciones fantásticas hechas por eruditos especialistas, y acabas no solo disfrutando del pergamino, de los colores, “casi originales”, si no que descubres obras que son pilares de nuestra cultura, de nuestra historia, e incluso de nuestra religión.
Cosmología - copia
Con el Voynich, tendré los santos, cierto, pero me faltará saber qué es lo que se esconde en sus páginas, y en caso de que haya un estudio hecho en paralelo será un saco de imprecisiones o especulaciones que pueden ser simpáticas incluso. A lo mejor me uno a la peña conspiranoica, ya veremos.

Hace días escribía sobre el traje nuevo del emperador, y hoy parece que me he puesto sin querer enfrente de esa situación, y realmente me hace mucha gracia, porque además me da a pensar cuántas veces cada día nos sentamos delante de Manuscritos Voynich, en cualquiera de sus versiones.
Uno de los últimos “Manuscritos”, ha sido el tocho de 98 páginas de nuestros ¿compatriotas? de Podemos. Cuando lees el tal documento, te dan ganas de preparar la documentación para hacerte ciudadano de Andorra si eres de derechas, o directamente de Venezuela, si tiendes a “lefty”, que el manuscrito no se sabe muy bien si es un tratado de botánica, cosmología, alquimia, o farmacología, pero lo que desde luego no es, es un proyecto político serio para un país occidental, encastrado en una organización como la Unión Europea.

De este “Manuscrito”, no se conocen ilustraciones chulas, ni se espera que el C.N.I. encargue la preparación de facsímiles, controlados en número delante de un Sr. Notario de nuestra España.
palabras clave
Válgame esta cosa de los de Podemos, para recordar a mis lectores, la cantidad de “Manuscritos Voynich” que nos rodean, y que a diferencia de este que me ofrecen mis proveedores de facsímiles, que solo vale unas monedas, pueden hacer que nuestras vidas cambien y no a mejor desde luego.

Quisiera retar a mis conciudadanos de a pié, a aquellos que como yo, se enfrentan casi a diario con esos textos que son imposibles de descifrar a no ser que seas un experto, y ni siquiera así.

Tantos y tantos contratos que te ponen debajo de las narices, para firmar una inversión, o contratar un seguro, o bueno, simplemente ese documento que parte de la soberanía popular y por el que se pretende debemos pagar los impuestos justos, es decir, la ley del I.R.P.F., y no hay forma, parecemos malos jugadores de siete y medio, o no llegamos o nos pasamos.

Nos reímos de Rodolfo II de Bohemia, al que por 600 ducados le colocaron unos dibujos rodeados de un texto indescifrable, al menos para los que lo han intentado, no han podido y lo han dicho, que a lo mejor un grupo de nuevos cátaros de esos de reuniones a la luz de la luna si lo han entendido y lo que es mejor, viven según sus enseñanzas.
No nos enteramos de lo que nos rodea, todo son manuscritos Voynich, en donde se escribe aquello que nos importa porque nos afecta, aunque no estemos autorizados a entenderlo, no sea que podamos tomar acciones y estropearlo todo.

Seguramente compraré el libro, como un homenaje a esta sociedad en la que vivo, que ha montado la tramoya que nos rodea, vemos la sombra en la pared de la caverna, y aquello que puede explicarlo todo, nos está vedado.

Buenas noches, y buena suerte

Un bel di vedremo

Levarsi un fil di fumo sull’ estremo confin del mare. E poi la nave appare. E poi la nave bianca.
Cio Cio San, desde su casa de la colina de Nagasaki, canta una de las más bellas arias que nunca se escribieron para los teatros de los ricos del mundo. Puccini, hace más de 112 años, con más pena que gloria, y con mucho de chapuza improvisada, mucho cambio, muchas versiones, consiguió, por fin legarnos uno de los mayores tesoros de la ópera.

El cuento de Pierre Loti, en el que se basó parcialmente la obra, Madame Chrisantemo, al parecer recogía unos hechos realmente acaecidos, pero para mí es una imagen de lo que significa el encuentro de civilizaciones, sobre todo cuando una es más poderosa que otra.

Si se me permite una pequeña digresión, diré aquello de que las muertes en escena de las heroínas que nos trae la ópera, me emocionan siempre, o casi siempre, a no ser que el cafre del director de turno me las saque de milicianas a punto de entrar en Brunete, pongo por caso.

El lagrimón se me cae siempre con Mimí, de la Bohème, un poco menos con Violeta, la dama de las Camelias, casi nada con Carmen, que al final da poca pena, y la de Isolda que a la pobre le cuesta una agonía de casi una hora me lleva a la conmiseración…..pero Cio-Cio-San, es otra cosa.

El cabrón de Benjamin Pinkerton, de ninguna manera es capaz de percibir el mundo de delicadeza que la sociedad que estaba visitando pone a sus pies. Una sociedad en la que la mujer tiene un papel determinado trazado desde tiempos inmemoriales, con esa paciencia que lleva la realización de las cosas en Japón, en donde es cuestión de honor la perfección, y el deshonor se paga con la vida.

No es capaz de entender que Cio-Cio-San no le ofrece amor únicamente, quizás no sea eso siquiera lo que le ofrece, le ofrece una forma de vida, la de su cultura, en la que si quieres estar debes comprender, aceptar y posteriormente ejecutar unos usos muy determinados en los que recibirás ciertos beneficios, pero deberás pagar también unos peajes determinados.

Cierto que la hormona juvenil tiene su aquello en la historia, sobre todo para Pinkerton, porque para ella es el inicio de una nueva vida, con absolutamente todo lo que ello conlleva, y no puede imaginar, que Benjamin, se someta a unos ritos nupciales a los que en un solo día deshonraría.

Ese es el reflejo de lo que representa el choque de culturas, que, aunque nos empeñemos en otra cosa acaba siempre con el sufrimiento y la destrucción de la más débil, aunque sea la más sofisticada.
Podemos pensar un poco en los casos que jalonan la historia, y en los que el hecho de ese encuentro ha supuesto la destrucción de tantas y tanta civilizaciones, pero como ando yo ahora preocupado con esas cosas de la China, y Cio-Cio-San, es también amarillita, y los occidentales nos parecemos demasiado a Mr. Pinkerton, que al fin y al cabo sale de nuestra cultura.

Hasta la era Meiji, a Japón no le venía mucho en su libro de estilo, eso de dejar entrara los extranjeros, que para ellos éramos diablos, y los chinos no le anduvieron a la zaga, que hasta que se digirió la era de Mao, digamos que nuestra presencia no era muy bien recibida.

La adolescencia que China está viviendo, les está sirviendo para tener una economía muy alejada de aquella campesina de a dólar diario, y uniforme cuasi carcelario. El romance con Pinkerton parece que aún dura, quedan pocas horas para la amanecida de la noche de bodas, pero la semilla está ya implantada.
Y la semilla es que la China en aras de su modernización, ha hecho de sus ciudades monstruos
irrespirables, están llenando de porquería sus ríos, despoblando sus campos, creando ciudades fantasma, y envejeciendo su población.

Esa modernización sucia, está sirviendo los intereses de Pinkerton, a quien le hacen sus cacharritos, destrozando su ambiente. No sé yo si en Occidente nos cansaremos de sus fábricas o buscaremos otra Cio-Cio-San en la India, o donde sea, llevándonos al niño a que lo peinen en otro sitio.

Si las cosas son así, que nunca se sabe, a lo mejor a la vuelta de unas décadas, no muchas, volvemos a ver los esqueletos fabriles que dejó el comunismo en toda su órbita, como resultado de sus famosos planes quinquenales.

El resultado de la revolución leninista, acabó con desiertos industriales en Rusia, en su cinturón europeo, y en repúblicas como Uzbekistan, Kirguistan, Kazaguistan…con la tierra destrozada, el mar de Aral seco, el Volga con todos los elementos de la tabla periódica flotando en sus aguas….parece lo que está ocurriendo en China, quizás no, pero lo parece.

Los planificadores económicos chinos, quieren ahora que su sociedad transforme la economía desde un sistema productivo, a un sistema económico de servicios, pero a lo mejor ya se han hecho el suppoku, y no se han dado cuenta.

Las cifras que se publican por ahí, indican que casi la mitad del superávit chino de su balanza comercial lo gastan en la balanza de intercambios de servicios, y no es buen negocio, venden coches y teléfonos destrozando su medio ambiente, y compran inteligencia.

Pronto veremos los primeros signos del desenlace, si la caída de la producción industrial china sigue incrementándose, y el posible incremento de las ventas de servicios e inteligencia no cubre la diferencia tendremos que ver movimientos más importantes del lado chino, que devaluar el yen, o hacer caer las bolsas chinas, y por extensión las del resto del mundo, no es suficiente a largo plazo. Los mercados aún no son suyos.

No creo que las tendencias, sean cuales sean tarden en manifestarse claramente más de dos años, Pinkerton tardó tres en volver en su barco de guerra, (Presidente Lincoln se llamaba), y el niño estará lo suficientemente crecido para ver de quién es hijo.

Mi resumen, sin embargo, es que quizás la civilización china, al final sea más fuerte que la occidental en este descubrimiento mutuo, con lo que el suppoku a lo mejor nos lo tenemos que hacer en este lado del Pecos.

Lo que si es cierto es que enfrentamos años extremadamente retadores, donde muchas de las cosas que hemos dado siempre como inalterables van a cambiar, y no sé si estamos preparados para lo que se nos avecina.

A todo esto nuestra doña Carmena, sigue jugando con los chinos locales, a ver quién mea más lejos, y digo yo que alguien tirará la toalla en la Plaza de España, y al chino lo veo muy tranquilo.

Buenas noches, y buena suerte

No me pidas cotufas en el golfo

Allá van leyes donde quieren reyes, así, que no, no me pidas cotufas en el golfo que me da la risa, por lo menos, y tras esta semana que está dando sus boqueadas, y en la que seguimos como si nos hubiera mirado un tuerto, no estoy para muchas gaitas ni gallegas, ni escocesas.

Los telediarios de este país a los que ya no les aguanto ni la musiquita, de forma que me lanzo a esperar usando mi tiempo en otros menesteres al Borrascas, al Barniol, o a quien sea, para que me digan que el verano se ha alargado un poco este año, que al menos tiene algo de exótico, que si el país se nos pone medio tropical, por lo menos seremos tan encantadores como los canariones o nos hacemos igual de macizos que los mulatones y mulatonas, que como todo el mundo sabe hacen música muy linda, y te alegran las pajarillas concupiscentes.
Que como digo, la semanita me la he pasado reteniendo la intención de pedir imposibles a la miserable clase política española, cainita, ladrona, innoble, cutre, y podrida.
Soñaba con pedir a esta casta miserable, que abarca el ciento por ciento de nuestro congreso, nuestro senado, nuestros ayuntamientos, nuestras autonomías, sin excepción, que dejaran de pelearse por sus sillones, por su imagen en la “tele”, por ver quién hace el mejor desplante, desprecio o exabrupto doloso, y por una vez empezasen a resolver los problemas que acucian a sus conciudadanos.

Pero no, es imposible, no está en sus genes. El poder que les ¿hemos? dado solo sirve para que nos amarguen la comida o la cena, que lo mismo da, y si es posible las dos de por junto, con el desayuno por añadidura, que el Herrera, el Abellán o el Menéndez tampoco se están quietos.

Será porque vivo en un país cutre salchichero, bueno butifarrero, que además de ser más cutre sirve para ofender al que pase por delante de tus narices, pero me encantaría poder pedir esas cotufas en el golfo, y que alguien analizara el momento histórico que estamos viviendo en el mundo hoy.

Estamos sufriendo un cambio de los que amargarán la vida a las generaciones futuras de bachilleres cuando tengan que estudiarlo, dada su profundidad y complejidad, no solo por los movimientos sociales nuevos y trascendentes que están apareciendo, sino por los económicos que no les andan a la zaga.

Hoy escuchaba que China es la segunda economía mundial, nada nuevo, ciertamente, pero lo que no había parado a calcular es que triplica a la tercera, que es Japón, o que solo el crecimiento chino del año pasado, significa la creación (económica, claro) de un país como Suiza.

Por el momento, ese crecimiento, no ha llevado aparejado más que el trasvase de ingentes cantidades de dinero de occidente a oriente, que esa nueva Suiza, se ha perdido en Venezuela, en Brasil, y en buena parte de Europa, que esto es como la energía, ni se crea ni se destruye, solo se transforma.

No atisbo influencia en otros ámbitos, es por el momento inapreciable para mí, y hablo de corrientes de pensamiento que deberían acompañar a estos movimientos.

De la misma forma que cuando voy al cine o pongo un programa de televisión, lo más probable es que me encuentre con la cultura del Imperio, o si como o bebo esto o aquello, esa misma cultura me acose por todas partes, muy poco o nada chino está presente en mi vida, ni su comida, ni su bebida, ni su forma de pensar, ni sus creencias religiosas, ni su moral, nada, o casi nada.

Ni siquiera sus formas de gobierno, de entender su economía, su justicia, o el valor que el ser humano tiene en esa cultura.
Su moral me es totalmente ajena, y sus usos cotidianos aún más, que no se si tengo que escupir delante de ellos, darles la mano, besar en la mejilla a sus señoras, o juntarlas en un gesto de ligera inclinación de mi cabeza.

No se como comportarme en sus mesas, nada, no sé nada, y me temo que los usos de “gentleman” de “cultura universal” de los que a veces, estúpido de mi, creo estar dotado, me dejarían como el más burdo de los patanes delante de ellos.

Pero en mi país nadie habla de ello, simplemente no existe, y si esto continúa por la senda emprendida, a la vuelta de una o dos generaciones el déficit cultural que eso significará para las gentes que deban desarrollarse en esa época, les dejará muy cerca del fuera de juego definitivo.

Esta semana, si fuéramos chinos, mucha gente de nuestra casta política estaría comprando balas para su ejecución, que allí encima de pegarte el tiro te cobran la bala, como, creo yo, el mayor desprecio posible a lo que de tu honor pueda quedar.

Basura en Palma, en ese juicio casi de polideportivo, que sirve para llenar las páginas de las revistas del corazón. Que me da que está todo apañadito, y que conste que no sé en qué sentido. El caso es que el sábado estaba el Sr. Roca muy ufano en su palco del Liceu, saludando a diestro y siniestro a los que le aparecían por sus entornos, con sus clientes oliendo el trullo. Al otro lado en balconcillo de primer piso Don Elpidio, con bufanda, marcando territorio, que en Barcelona está montando cuarteles.

Basura en Barcelona, en esa Barcelona de Pujoles y flequillos, que no salgas de España…..vaaleee, pero Andorra vale, que el copríncipe es el “Bisbe” de la Seo de Urgell, y eso no cuenta ¿verdad usted? Sr. Juez.

Basura valenciana, que hasta las verduleras/alcaldesas ven que les tientan las carnes para buscar duros en sus refajos. ¡Ayyy! ¡Cómo me atacan ahora que “estic gran”!, Ayúdame Mariano, que tengo secretos de alcoba guardados en donde amargan los pepinos.

Basura en la capital del Reino, de derechas, de izquierdas, unos basura económica, otros basura intelectual, que a lo de la economía aún no les ha dado tiempo, y las comisiones que dejan los teatrillos de Don Cristobita, no dan aún para mucho, todo se andará.

Basura en tribunales, donde van goteando los presuntos ladrones de las Cajas de Ahorro, esas que sirvieron para financiar a partidos de todos los colores.

Basura del dónde está lo mío, de a mí cuándo me toca, que empezamos a echar de menos a Cánovas y a Sagasta, que al menos solo estabas un trienio en paro, que la cesantía en Correos acababa cuando subían los tuyos.

Pero es pedir cotufas en el golfo, el pedir castigos ejemplares a estos comportamientos, que allá van leyes donde quieren reyes, y estos reyezuelos tienen muy claro que las leyes están para dos cosas, la primera es para que ellos se enriquezcan, y la segunda, y no menos importante para que no les alcance en sus tropelías.

Si la cultura china llegase por fin a nuestros terruños, juro que montaría una fábrica de balas para que las comprasen los reos de corrupción, los que asesinan a sus parejas, y los que meten mano a los niños en el patio de los colegios.

Buenas noches y buena suerte

La desigualdad

Esto se está poniendo interesante, muy interesante. Cuando te pones a leer con cierto detenimiento las noticias económicas y empiezas a darte cuenta de que, como siempre, los economistas disfrutan contándote el pasado y justificando con sus explicaciones técnicas de por qué fue así esto o aquello, pero de cómo van a ir las cosas, o como deben hacer países, inversores, y empresas para navegar con seguridad por el futuro, ni pío.
Claro que si lo supieran, no serían economistas, serían ricos, directamente.
Ya he hablado alguna vez de que los elementos de desigualdad en las economías occidentales, se han agudizado en los últimos treinta o cuarenta años, de forma demasiado llamativa, que los multiplicadores que separan los ingresos de las clases trabajadoras de las de los directivos se han hecho abismales, que….
Saco a colación el tema, al abrigo del titular de primera plana que este bimestre muestra la revista “Foreing affairs”, y de que en sus páginas interiores muestra una inquietud por este hecho muy llamativa, viniendo de quien viene, y por mucho que lo intenta no es capaz de dar soluciones al tremendo reto que supone la gestión de la desigualdad, que llamaba la atención a pensadores desde la Revolución Francesa, por lo menos.
Creo entender que en ciertas instancias de poder a nivel mundial, se están empezando a preocupar, y además, de forma velada, le están empezando a echar la culpa de las incertidumbres económicas que vivimos desde la primavera pasada, entre otras cosas a la puñetera “inequality”.
Cierto que hay muchas causas que nos están llevando al reventón de la falsa salida de la crisis de 2006, y entre ellas se encuentran, como no, el diagnóstico erróneo que creo se ha hecho.
Porque al final, las crisis son los instrumentos que se utilizan para la redistribución de la riqueza, y esa redistribución aún no ha terminado.
Recordamos todos que el principal culpable estaba relacionado con las famosas hipotecas sub prime americanas, que no era más que una forma de dar dinero a quién no podía pagarlo. Claro que esa deuda se vendía inmediatamente a terceros, hasta que la cosa reventó. Eso en U.S.A., que en el resto del mundo económicamente desarrollado, quizás con menos sofisticación, los bancos se dedicaron a dar créditos a quien no podía pagarlos, con similares resultados.
Salomon Brothers, los bancos de todo el mundo sacando banderas blancas, y los contribuyentes pagando el pato. Empezaba la redistribución, ya que la construcción, las hipotecas basura (“subprime”), supusieron movimientos ingentes de capitales que se han llevado por delante, primero a los que no supieron en su momento quitarse esos productos tóxicos de encima a tiempo, y posteriormente a los ciudadanos que estamos pagando ahora los agujeros que se crearon por aquellas prácticas, que no voy a llamar malas, y que condujeron al desplome de la economía de buena parte del mundo.
La solución ha sido darle a la máquina de hacer dinero, pero los bancos, lo que han hecho ha sido en primeras instancia prestárselo a los gobiernos, como si los gobiernos creasen riqueza.
En este punto, comienza una nueva vía para la redistribución, ya que el exceso de dinero, hace que su valor sea cero, o negativo, como ya estamos viendo, y eso tiene varios efectos.
El primero es que los ahorros de las clases medias, no reciben remuneración de ningún tipo, sea cual sea el activo al que se dirijan, y es la clave de las pensiones de los cuarentones de hoy, de los estudiantes universitarios americanos, por ejemplo. El ahorro a medio y largo plazo, está bajo acoso.
Así que se fuerza a que ese dinero evolucione hacia inversiones de riesgo, donde es muy fácil rapiñarlo, ya que pocos, muy pocos de los componentes de esas clases medias tienen los conocimientos, o la información necesaria para actuar de forma coherente y por supuesto rentable en ese nuevo escenario.
Para que valga de ejemplo, la gente puede comprar unas Matildes fácilmente, y venderlas, claro, pero muy pocos saben cuál es la vía de formación del valor de ese activo, y mucho menos de los sinuosos caminos que conducen a la creación del precio a cada segundo del día en que está variando.
Así que cuando vemos que se traslada la manufactura de los países occidentales a China, en un intento de mejorar costes de producción, lo que estamos viendo es otra pata de esa redistribución de riqueza, y las estrategias que siguen las multinacionales, sector por sector, o los gobiernos de los países, al final es para conseguir que esa redistribución les favorezca, pero en macro, que la economía doméstica, y los ahorros de las clases medias están para pagar el pato (laqueado, claro).
Esos recursos no solo son salarios, son también impuestos, y la única forma que han considerado los gobiernos para capear el temporal de los déficits, ha sido endeudarse por generaciones, a precios en general muy bajos, (si aceptas el juego, claro, que si te pones levantisco como Grecia, te cierran el país, y punto).
Que nadie deseche la idea de que si los planes de pensiones dan pérdidas, los gobiernos al final cubrirán parte de ello con pensiones estatales, pero míseras en comparación con las rentabilidades procedentes de inversiones productivas bien gestionadas de los recursos destinados por los trabajadores para esas contingencias.
En el camino, las comisiones de los gestores, se habrán pagado religiosamente, con el consiguiente efecto de transferencia de riqueza, sin contrapartida.
Esa transferencia de riqueza ha provocado otra maldita burbuja que empieza a desinflarse ahora, y no sé dónde acabará. Hemos fiado mucho en China, y ahora nos empezamos a dar cuenta de que es un régimen económicamente opaco, y que cualquier dato que emane de Beijin no está contrastado con los estándares que rigen la economía occidental, y sin embargo hemos actuado como si así fuera. Claro que el resultado es un nuevo monstruo “too big to fall”, y si sale porquería, habrá que hacer alícuotas.
La consecuencia, debido además a la falta de información de la que disfrutamos, es que si las cifras que da China no son correctas, no sabemos si la economía mundial crece o decrece, no sabemos si la producción mundial aumenta o no, no conocemos el valor de nuestros activos, aunque el precio nos lo den todas las mañanas en las cotizaciones de las acciones de las corporaciones o de los bonos soberanos. Magro consuelo.
La última que nos queda en esta puñetera economía global que hemos creado, y que no nos da ninguna satisfacción humanística, es que al no tener una moneda universal, (maldito Nixon cargándose el patrón oro), los gobernadores de los países ricos, empiezan una carrera de devaluaciones para hacer sus economías más competitivas, y en ello estamos.
No nos olvidemos, hemos transferido riqueza hacia China, y las corporaciones haciendo su trabajo de intentar favorecer los intereses de sus accionistas, a costa de sus clientes, que al fin y al cabo no somos más que los que tenemos algo de dinero de la semanada en el bolsillo, y deben quitárnoslo de la forma que sea….véanse eléctricas, comisiones bancarias, telecomunicaciones, alimentos, viajes en clase W.C.….impuestos, lo que están consiguiendo es que los bolsillos se nos hayan vaciado para comprar sus cacharrines, para pagar sus comisiones, para ir al cine.
Y a eso se le llama crisis, que las ventas no suben el maldito cinco por ciento, ni el otro maldito diez por ciento los beneficios.
El próximo reventón que se ve venir es cuando los países empiecen a tener pocas o nulas ganas de devolver esos créditos gratuitos que se han gestado a costa nuestra, veremos qué pasa, y los que es peor, quién paga el pato.
En cualquier caso que nadie se olvide, se necesitan obreros con algo de dinero en el bolsillo, para comprar una Cola-Loca, ver una peli de estreno, o subirse a un avión aunque sea en clase wáter.
Ahí van unas cifras del I.N.E. que ilustran ese movimiento de recursos, que nos indican claramente por dónde van los tiros:
-Subida de precios 2006-2015….14,7%
-Subida de salarios 2006-2015…0,4%
-Evolución IBEX 35 2006-2016….-33,3%
Lo que me hace pensar seriamente en que la supuesta salida de la crisis de 2006, no es cierta, es que los precios de las materias primas, incluído el petróleo están por los suelos, y eso tiene una explicación, aunque sea parcial, en la caída de la producción industrial.
Así que los países que obtenían recursos de la venta de estos bienes, deben vender sus activos financieros, si quieren seguir con su ritmo de vida, romper la hucha, vamos, y claro, como el valor de las cosas es desconocido y solo nos queda el precio, pues ya se sabe, a exceso de oferta, precios por los suelos.
La última desigualdad de la que quiero hablar, es la de Africa, a quien hemos olvidado en el mundo occidental a la hora de invertir en cosas como educación, transportes, sanidad, cosas básicas, vamos, y como consecuencia estamos abocados a movimientos demográficos masivos desde ese continente hacia parte del mundo occidental.
La desigualdad es tan grande, que por muchos filtros que pongamos estamos ante un sistema de vasos comunicantes imposible de parar, y que posiblemente acabe desarrollando movimientos sociales con los nuevos pobres a la cabeza que acabe transformando nuestro mundo.
Buenas noches y buena suerte

Desde Boadas

No había más remedio, la noche en el Liceu había sido un fiasco, de esos que te hacen recordar lo que vale la entrada, lo incómoda que es la butaca de patio y lo insoportable de un espectáculo operístico cuando no se respeta al autor.
No había más remedio, un Otello verdiano deplorable, mal cantado, con los personajes venecianos vestidos con uniforme de regulares, de esos que venían desde Ceuta y desde Melilla a Cerro Muriano a pegarse unos tripazos, que les parecían vacaciones a los muchachos.
No había más remedio, el Liceu encanallado, vulgarizado al nivel de teatro de provincias, menos mal que el coro no soltó ningún gallo, y claro, como con esto del nacionalismo hay que promocionar los caldos locales, en el salón de los espejos, ya no te dan ni una miserable copa de champagne, una pena, o cava tipo rondelillo semi seco o una estrella a precio de oro. Provinciano, cutre, triste, encanallado.
No había más remedio, salí después de no haber aplaudido, eso sí, ni el pateo me apeteció, que el mayor desprecio es no hacer aprecio, y subí la Rambla hacia Plaza Cataluña, abriéndome paso entre los pakis que se empeñaban en que les comprara unas cervezas de cloaca.
Me metí en Boadas, era la esperanza de la noche. Estaba como casi siempre, hasta los topes, y lo que es peor, era esa canallesca británica que nos mandan los primos del Imperio, que parece se han creído somos Australia o Nueva Zelanda de hace siglo y medio, y nos aterrizan aquí quien llenaba las tres partes del local.
Mi sitio estaba ocupado, ¡mala noche!, pensé, me puse al pie de la escalera, casi debajo del reloj. Ya no dominaba la entrada, quedaba a mi izquierda. ¡Lástima!. El camarero vió que estaba al menos tan jodido como él. Olía a Lloret de Mar, pero estaba lleno y eso es estabilidad laboral.
Yo no sabía que pedir, y dejé mi suerte en sus manos…
-Le preparo un “beso de cosaco”, y verá usted como ve el mundo de otra manera. Si me pone un Machaquito seco de esos de setenta grados me hubiese parecido una blandurriez comparado con el tal beso.
A media copa, me dio por pensar en esos detectives barceloneses que por alguna causa sus autores insistieron siempre en putearlos todo lo que pudieron.
Me acordaba de Pepe Carvalho, y siempre me pareció enternecedor que usara en su cocina económica libros para preparar su escudella amb pilota. Me pareció siempre enternecedor el honor que creo le hacía Montalbán al “Raval”, al emparejar a Pepe con una rabiza de la zona. Me pareció enternecedor el aroma de lumpen que siempre rodeó a Pepe, era ese aroma de ciudad mediterránea con puerto importante, olorcillo dulzón de ese que salía del Villa Rosa, mezcla de sol y sombra de anís del Mono y Soberano, con Maja de Myrurgia, canuto de grifa, y vómito del excusado.
Mascarell, es otro detective que vino a mi memoria, en el segundo tercio mi “beso de cosaco”, tan puteado como Pepe, tan ennoviado con una iza del “eixample” como Pepe, aunque este arrastró la posguerra, y siempre con los dueños de la ciudad como los malos de la película. Que parece que el Sierra y Fabra tuviera algo contra los de San Gervasi.
Pienso hoy desde mi rincón de Boadas, que la ciudad se me ha encanallado, que un detective, todo lo que haría sería buscar políticos trincones, que no sé si ha salido ya de la pluma de algún escritor, pero creo que no, que el premio de novela negra Pepe Carvalho, se lo han dado a una dama italiana, la de Brunetti, el inspector veneciano. Pero eso no me sirve, que ese gana un sueldo oficial.
Seguí con mi “beso del cosaco”, esperando que pasara algo por mi cabeza que trajese algo que cambiase mi visión de pueblo encanallado que se me está quedando de mi Barcelona, y nada, no pasaba nada, una imagen pasajera de nuestra alcaldesa, con su eterno disfraz de pollera de la Calle Córcega, es como si el pastiche arquitectónico de nuestro ayuntamiento quisiera recordar porque está en el “call” de la ciudad, que somos mercaderes gremiales, tirando a puteros, y soñando siempre en ser París o Milán, que los ingleses nunca nos vinieron bien.
Tengo que reconocer que esa panda indiscriminada de visitantes de la ciudad, esos que nos acarrean Easy Jet, Ryannair, que antes iban a Reus y a Girona, nos la ha encanallado. Una mezcla de proletariado europeo con chinos medio ricos o jubilados de crucero, han tomado el Paseo de Gracia, el “Raval”, y la mitad del “Eixample”, cada vez queda menos sitio para los locales, que al menos están cobrando su magro peaje de esta avalancha.
Mi rincón de Boadas ha sido tomado, no creo que aparezca ningún viejo amigo por la puerta, estarán intentando esquiar por La Molina, o recomponiendo el corazón del último desengaño amoroso, o del último éxito amatorio, que al final todo acaba poniendo tu alma “blue”, que si te han abandonado, se te rompe el corazón, y que si has tenido éxito, se acabó la caza, aunque sea por pocos días. En cualquier caso dan ganas de pedir otro “beso de cosaco”, que no engaña, que sabes te va a decapar la mucosa.
-Tráeme unos cacahuetes, que tengo el estómago vacío, y no voy a saber decirle al pakis del taxi como llegar a casa, y seguro que me deja en Can Tunis. Hasta el gremio del taxi se me ha encanallado, no puedo hablar con el pakis, ni de política, ni de sociología, quizás en catalán, eso sí, con acento de Karachi, pero ya no hay forma de tomar el pulso de la ciudad con los conductores, y La Vanguardia no me vale.
Lo dicho, se me está encanallando, o yo me hago viejo, quisquilloso, puñetero y cascarrabias, lo que también es una posibilidad. Acabaré mi “beso del cosaco”, le pediré a mi teléfono que me busque un taxi, que me ponga en manos del pakis, y le preguntaré por el Puigdemont, a ver que dice, o le diré que la Colau vela por la seguridad de sus compatriotas que venden Estrellas de cloaca en La Rambla. A lo mejor me contesta, y me presenta a su primo el frutero, siempre es un principio.
Mañana iré a ver si algún MSC vomita dos o tres mil turistas, y suben los precios de las tapas de las cadenas de mesones vascos de Santa María del Mar, y no olvidaré lo que vea cuando sea yo el que me baje de algún barco de esos en algún puerto de este mundo de Dios.
Buenas noches, y buena suerte

El traje nuevo del Emperador

Es el número 168 de los Cuentos de Andersen, y seguro que conocéis la historia. Más o menos, y en un apresurado e interesado resumen es la vieja estafa de que quién no vea lo que yo digo, es tonto.

Como es evidente, la estafa empieza por arriba, por convencer al más bobo de todos, es decir, al Emperador, que aislado en su poder piensa, y muchas veces con razón, que todo se puede hacer, que los súbditos están para adorarle y para seguir a pies juntillas sus designios, que no son otra cosa que la expresión de sus caprichos de por la mañana antes del zumo de naranja y la tostada.

Muchas veces se me hace difícil discernir cuando me asomo al mundo que me rodea, si lo que estoy viendo no es más que la engañifa de los sastres que estaban día y noche trabajando (a ojos del pueblo, claro), en el magnífico traje mágico del Emperador que solo podrían ver las personas inteligentes, o las que fueran leales al Emperador y a sus ciudadanos.

Pienso en el traje mágico del Emperador, cuando veo los intentos de los gobernantes por crear esos trajes, que unos llaman nacionalismos, y quien no lo ve es un “botifler”, que otros llaman libertad económica, y quien no lo ve es un enemigo del progreso económico, o al revés, quien cree que las nacionalizaciones de cualquier actividad es la panacea, intenta convencernos de que quien no lo ve es un enemigo de las clases obreras.
Así, que vamos dividiendo el mundo entre sastres estafadores y los que vemos la maravillosa vestimenta del Emperador.

En estas páginas he hablado no sé cuántas veces de las veces que aceptamos las cosas que nos presentan, con entusiasmo incluso, sin saber qué es lo que hay detrás, si realmente estamos viendo las vergüenzas del emperador aunque neguemos la mayor y afirmemos que el Universo se acaba en Messi, en Ronaldo o en el Papa de Roma. Creo que ya ni siquiera vemos la imagen que nos ofrecen, que bastaría para derribarlos de su pedestal, sino que la hemos idealizado para rellenar no sé qué frustraciones internas, o simplemente el deseo de seguir siendo parte de una manada, sea cual sea esta, que fuera hace mucho frío.

Una de las últimas cosas que se me ocurrirían, es intentar comentar en la tribuna de Can Barça, o mejor aún en la general del piso cincuenta y cinco, que ese que anda metiendo goles no es más que un chorizo que ha engañado a nuestras arcas públicas, estafando al resto de los ciudadanos unos impuestos que nos servirían para una mejor cobertura de nuestras pensiones, de nuestra sanidad, de lo que queráis.
Sería el tonto del cuento, el desmandado, el traidor, (botifler en Can Barça), pero lo mismo en la Castellana, en San Mamés o en el viejo Heliópolis, y eso hablando de fútbol, que es un mal menor.

¿Alguien se puede imaginar a la grada de Nervión, abucheando al delantero centro que acaba de meterle el tercero al Betis, al grito de ¡ladrón, paga los impuestos que nos debes!?. Impensable, y pobre del que lo intente, se los comen los biris, seguro.

Sin embargo, y gracias al “soma” que ingerimos a través de nuestras tabletas….”tabletas de soma”, suena coherente, hemos decidido dejarnos robar por esas tiendas ”on line” en las que encuentras de todo, sobre todo lo que no necesitas, y que exportan nuestra riqueza a las Islas Caimán, a Jersey, a Gibraltar, o a la concha de su madre. Los beneficios que por su actividad generan compañías como Google, Amazon, Apple, no generan impuestos locales, y si lo hacen son en porcentajes mucho menores de los que paga el más humilde de nuestros trabajadores.

Ese dinero, lo tenemos que sufragar al final entre los ciudadanos que vemos ese precioso traje que le han hecho al Emperador, que es mucho más chulo decir que le has comprado un libro “on line” a Amazon, que salir de La Casa del libro con un paquete de cinco kilos de libros, o comprarle a ellos el fichero, que también se puede. ¡Ah!, no estoy poniendo la mano en el fuego por La Casa del Libro, ¡Dios me libre!.
Probablemente dos de los profetas más nefastos que ha tenido la Humanidad, Ronald Reagan y Margaret Thatcher dieron en la coetaneidad, y fueron los que apoyados en otros dos nefastos seres, Milton Friedman y Friedrch von Hayek, pusieron en marcha una política de eliminación de controles al comercio, al mundo financiero, reducciones fiscales de las grandes fortunas, con la excusa de evitar a toda costa otra recesión como al de 1929.

El traje que tejieron fue hecho con el hilo invisible de los yuppies de Wall Street, que se hacían ricos de la noche a la mañana montados en su OPA hostil, en sus opciones putt, o en su rapidez de procesar, sin que nadie se diera cuenta información confidencial sensible a variaciones en los precios de los activos financieros.

Caro nos ha salido el experimento de esta gente, ya que año tras año hemos ido perdiendo valor en nuestros patrimonios, y sobre todo elementos que son, creo yo, muy importantes para el desarrollo da las sociedades, es decir, una cierta estabilidad a la hora de obtener medios de subsistencia adaptados a los estándares de la sociedad en la que vivimos.

Este ultraliberalismo, no ha evitado la mayor, que era la no repetición del desastre de 1929, ya que las ausencias de controles financieros provocaron la famosa crisis de las subprime, con Salomon Brothers a la cabeza allá por 2006-2007. Y en ella estamos, con los grandes patrimonios, esos de más de 10 dígitos en dólares, retrayendo la riqueza que sistemas gubernamentales adecuados a la gente de a pié deberían haber evitado. Pero no, nuestros gobernantes son parte de esa maquinaria de la economía sin fronteras, sin barreras, sin impuestos para los amos, y sin ética ni respeto hacia las clases trabajadoras, que al fin y al cabo somos sus clientes.

Esta crisis en la que aún estamos, y que va a acabar con los estados democráticos, simplemente por la desaparición de las clases medias, quieren arreglarla con fórmulas directamente emanadas de esos siniestros economistas de los setenta del año pasado, como intentar provocar aumentos ficticios de la inflación poniendo a trabajar la máquina de imprimir billetes, que por cierto no filtran como afirma el sociólogo Bauman, a la población.

Los salarios medios percibidos por los trabajadores desde los setenta del siglo pasado hasta nuestros días, en términos desinflacionados han caído en más del cuarenta por ciento, siendo cada vez más el tiempo necesario de trabajo para adquirir, por ejemplo una vivienda, en el área de tu ámbito laboral. Las cifras están ahí, solo hay que mirarlas, y actuar en consecuencia.

Las últimas vueltas de tuerca que faltan son los famosos TTIP, que a espaldas de todos nosotros están negociando en nuestro nombre, y que de llevarse a cabo permitirán que las grandes corporaciones literalmente hagan lo que les dé la gana con nuestras vidas y haciendas, y queda muy poco.
Estoy muy mayor para levantar la bandera de la “Libertè, egalitè et fraternité”, y las generaciones que me siguen me temo que han sido perfectamente adoctrinadas, para afirmar que el traje del Emperador es maravilloso.
Solo falta que un niño grite un día en la plaza del pueblo eso de que ¡El Emperador está desnudo!, a ver si hay suerte y detenemos a los sastres impíos.
Buenas noches y buena suerte
P.S.
Esta columna la he escrito tras visionar un documental británico del mismo nombre disponible en Yomvi, y que recomiendo

Las cosas de las que se deja de hablar

Muchas veces me paro a pensar en esas cosas que parecen que van a acabar con nuestra existencia de un momento a otro, que aparecen en todos los medios de comunicación, en términos cuasi apocalípticos, y una vez obtenida una reacción de parte de la población produciendo beneficios a unos pocos, desaparecen como por arte de encantamiento.
La lista es interminable, que si la independencia de Catalunya es para mañana, que si la guerra entre rusos y turcos está a punto de comenzar, y la OTAN anda limpiando los cañones.
Si la gripe aviar se va a extender “urbi et orbe”, y si no es la gripe será el Ébola o el Aedes egiptium transportando chicuncunias, dengues y cualquier porquería que al malvado de “Spectra” se le haya ocurrido el domingo a la salida del oficio, después de haber escuchado al pastor de turno, y cantar unos cuantos gori-goris.
Las de los últimos días es que si los países dependientes del precio del crudo para salvar sus presupuestos andan lloriqueando al FMI para que les deje unas perras y pagar el salario de sus políticos, y que los que aún no lo han hecho andan vendiendo sus “Matildes”, que cambiar el Rolls del jeque vale una pasta.
La cadena interminable de refugiados que llega, no solo a nuestra puteada Europa, cada vez tiene menos espacio en las teles a la hora de comer, la de los espaldas mojadas del Río Grande, ni nos enteramos, y ni falta que nos hace…¿y los palestinos?, bien gracias, como siempre, un poquito peor cada día.
A golpe de noticias para que la opinión pública se entere, y se dé por bien informada, los dirigentes van al rebufo haciendo públicas las decisiones que seguramente estaban tomadas de antemano y únicamente requerían el pequeño impulso de la aquiescencia de las redes sociales, de las encuestas de los organismos públicos como el CIS o privados como Gallup, (si aún existe) y si me apuras de los mosenes en los púlpitos, que para ganar perras extras toda ayuda es poca.
Estoy recordando hace un año, cuando nos decían que venía el coco, que la guerra entre Rusia y Ucrania iba no solo a estallar, sino que arrastraría a los demás países a una especie de cataclismo finalista, como los del malhadado 2012, donde al final no pasó nada, porque Florentino siguió siendo el “Presi” del Madrit (que ens roba), by the way.
La guerra de Siria, que iba a terminar en un conflicto global, con las intervenciones de todas las potencias, sigue enquistado como un conflicto, más o menos local, en el que ya no sé si están los aviones de M. Hollande soltando bombas apoyados por la R.A.F., o han decidido comprar petróleo al estado islámico. Ya del pollo coreano, ni se habla.
Que no hay forma que salga la cosa en el telediario, que andamos encanallados con nuestra cutre clase política, que gracias a Dios nos está dando el respiro del desgobierno, que van mejor las cosas si no se anda todo el día jodiendo con nuevas leyes para que el predio del señor conde valga un poquito más, que las letras del Tesoro están últimamente peor que las Matildes.
La Organización Mundial de la Salud, como todas estas cosas dependientes más o menos de la ONU sirve para poco o para nada, después del fiasco que les supuso anunciar a bombo y platillo que no había más Ébola, apareciendo otro caso ¡al día siguiente!, andan ahora en un intento de apechusque global con eso del Zikia, ese otro bisho malo que anda en pico de mosquitos jorobando las futuras fiestas de Carnaval, o los Juegos de Río, o lo que queda de las playas tunecinas o los cruceritos por el Nilo.
A lo mejor es que andan por las playas del mar del Norte escasos de turistas, y les vendrían bien unos cuantos millones de esos que se van a Magalluf, a morir de ginebra barata. No lo sé.
Pero a cada científico que pregunto, me dice lo mismo, que no es para tanto, que si quiero ir de vacaciones a Salvador de Bahía, o a Mogadiscio, que no me corte, y que si estoy embarazado tampoco demasiado, que las correlaciones entre las microcefalias y el tal Zika no están claras. Lo que si está claro es que la alarma la ha lanzado la OMS ¡A nivel mundial!. Hay que hacer las cosas a lo grande, y los que viven en Ulan Bator, descojonándose, seguro.
Y sigo pensando que hay gente que con esto gana un montón de pasta, que saben en qué sectores noticias como esta, o como la de Ucrania, o si se me apura la puñetera inestabilidad gubernamental española, van a tener influencias positivas o negativas, y actuar en consecuencia está chupado para ellos, al fin y al cabo son los que inventan el futuro.
Los fabricantes de condones de El Salvador se van a hacer de oro, el gobierno ha pedido a las muchachas de esa parte de Tierra Caliente, que no se queden preñadas. Supongo que dado el nivel brutal de violaciones en esa parte del mundo, se estará aleccionando a los violadores oficiales a fin de evitar que la ciudadana quede en estado de buena esperanza, ya que el crío puede salir perjudicado.
Casi prefiero que en vez de Zika, salga Zico, que metía muchos goles con la canarinha, o Zoco, que daba al Madrit (que ens roba), parte de aquel señorío que hoy ha perdido de forma tan miserable.
De los casos que abrieron portadas hace uno o dos años, poco queda, poco hay, seguimos sin saber qué pasó con el avión Malayo que se perdió en el Índico (o no). Nadie nos habla de la felicidad o desventura de los Crimeos, ni siquiera del Talgo a La Meca, que no sabemos si anda o no anda.
Lo que sí sabemos es que nuestra vieja Europa, sigue poco a poco pudriéndose, que las estadísticas que nos enseñan, tienen más trampas que una película de Jackie Chan, que la vida es cada vez más difícil, que las grandes corporaciones, han decidido no pagar impuestos, que con unas pocas y miserables comisiones a nuestros políticos (y no hablo solo de los españoles), permiten todos los desatinos vía legislación que sean necesarios, que paga menos impuestos un Amazon, un Google, un Apple, que el obrero que limpia las fachadas de sus sedes sociales.
Lo peor es que el resto de nosotros seguimos siendo clientes fieles, y cada vez más, de todos estos terribles nuevos amos del Universo. Al final, nos venden el “soma” que necesitamos, y sin esa droga de la felicidad, creemos que no sabemos vivir.
No sé cuál será el próximo intento de apechusque que alguno de estos pollos que saben, y pueden comunicar estará preparando para los próximos meses, (que de las conclusiones de Davos, bien poquito se dijo), pero seguro que nos tienen pendientes de la tele unos pocos días, conjeturando en el bar o en el club, o en el bar del club, que viene a ser lo mismo. Tomaremos decisiones erróneas con nuestros patrimonios, porque no sabremos ni de lejos toda la verdad, y seremos, como siempre un poco más pobres, un poco menos críticos y un poco más esclavos.
Malos tiempos para las clases medias, y consecuentemente para las democracias, que como todo el mundo sabe, sin esas clases, es imposible la libertad y la democracia.
Buenas noches, y buena suerte.

El Vístula, la tercera teta, y la diputada en cortes

Recuerdo hace bastantes, pero bastantes años, haber leído un libraco de esos que hay que tomarlo con calma, tener menos de treinta años, y muchas, muchas ganas de aprender.
La cosa empezaba a orillas del Vístula, cuando un pescador captura a un rodaballo parlante que le propone la lucha contra la mujer.
Obviamente estoy hablando del libro del controvertido Günter Grass, “El Rodaballo”. Mal acabó su carrera el pobre premio Nobel, cuando le acusaron de todo menos de ser guapo, que eso nunca lo fue.
Así que asesorados por el rodaballo parlante, los dos protagonistas, un hombre y nueve mujeres (una por capítulo) hacen un recorrido en nueve etapas por la historia de la Humanidad, (nótese la coincidencia no casual con el período de gestación de H.sapiens).
Quien lo haya leído seguro que se acuerda de muchos más detalles que yo del libro, de las recetas culinarias que lo salpican, y de la reencarnación constante de los protagonistas para cubrir tan largos períodos de tiempo.
Pero, lo dicho, quien se atreva, que lo lea, que no es moco de pavo ni grano de anís.
Según Grass, y me cuadra, la sociedad original tenía la estructura de un matriarcado, lo que no estaba nada, pero que nada mal, ya que la ausencia de subidas de testosterona a destiempo, ayudaban a una sociedad próspera, ausente de conflictos, donde reinaba una armonía más que aceptable. Además aún, por falta de necesidad, el feminismo militante y agresivo no se había desarrollado, ya que el poder estaba en manos femeninas y nada había que reivindicar. Cosas de la política.
Pero la causa de todo esto, estaba, al parecer, y según el señor Grass, en el poder que a la mujer le daba su tercer pecho. Ahí es donde residía la armonía de la Humanidad.

Así que una vez por las artes malvadas de los más malvados, la mujer perdió su tercera teta, y con ello la sociedad se hizo más miserable, ellas ya no tuvieron más el poder, y fue la testosterona quien gobernó el mundo, hasta hoy.
A partir de ese histórico momento, la lucha fue no tanto por recuperar el poder, que de hecho nunca interesó a las féminas, no lo necesitaban, si no por recuperar buena parte de la dignidad que como seres humanos se les había arrebatado.
Las humildes comunidades recolectoras que han conformado la Historia de la Humanidad hasta hace bien poco, exigían a las mujeres un trabajo tan duro como a los hombres, debían trabajar el campo, la casa, la prole, y asegurar el nivel de supervivencia necesario.
Ese nivel ha pasado siempre por las proles interminables, había que buscar un equilibrio, entre las necesidades de mano de obra en la tierra familiar, la mortandad infantil, la edad de supervivencia de los adultos, y que a la muerte de los padres, no surgiera un testosteronazo que diera al traste en una batalla cruenta por la herencia con la propiedad familiar.
Es en buena parte por esas razones, que la mujer era portadora de su prole, conducta al fin y al cabo de nuestro grupo zoológico, que primates somos. La figura de la mujer con el crío atado a la espalda, es una constante aún hoy en día, posiblemente en más de la mitad de la población del planeta.
No se andan con tonterías, cuando la vida es realmente dura, la claridad en el reparto de papeles debe ser un hecho irrefutable, y esa mujer acarreadora de su prole, la que aún no puede andar, está garantizando su supervivencia, ya que hay aún poca sofisticación en la organización de los poblados, aldeas, o comunidades campesinas de esas que nosotros los occidentales, damos en llamar pobres. (Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo).
Los bebés tienen unas necesidades que si la madre no satisface simplemente el niño deja de ser viable, y no se cumple el principio de economía natural que exige una cierta tasa de supervivencia. Además de faltarle el alimento en el momento de su necesidad, se queda sin protección física, y el riesgo de muerte es alto.
Solo cuando el desarrollo de la sociedad permite abandonar el acarreo constante, creando el papel de “madres profesionales”, es cuando la mujer puede aportar algo diferente a su tribu/sociedad.
Su productividad aumenta de forma que puede, junto con el exceso de producción de otras mujeres en su situación, dedicar de forma provechosa parte de sus ganancias para que otra mujer, o institución se haga cargo del cuidado de la prole, y se transforma de transportadora a depositadora, dando con ello lugar a la especialización rudimentaria de tareas y al desarrollo de su persona y de la sociedad a la que pertenece, haciéndola cada vez más viable y próspera.
Ese cambio, al final, lo interpreto como el retorno del tercer pecho, es decir, la existencia de mujeres que pueden cuidar a múltiples bebés, en una especialización fantástica, no solo para la mujer si no para la sociedad entera. La mujer de alguna forma se libera en tiempo para poderse desarrollar como persona, y retomar de nuevo el dominio de la sociedad a la que está seguramente llamada. No es para mañana, pero sí para pasado mañana.
Estos días nefastos de enero, que desde demasiados puntos de vista no pueden ser más negativos, entre otras muchas cosas, he visto con cierta preocupación el intento por parte de una nueva diputada en cortes de nuestra España de volver a quitarle el tercer pecho a sus compañeras de sexo, al que habían accedido tras milenios de lucha. Vuelve a reivindicar la mujer acarreadora, y a intentar renunciar la vuelta al poder de la mujer libre, con la producción intelectual que necesita esta sociedad dominada por la testosterona.
Parece que los consejos del rodaballo de Grass, han hecho efecto de alguna manera en la lucha del pescador del Vístula, por quitarle el poder a la mujer. Lo que nunca imaginé que pudiera pasar es que fuera la propia mujer quien quisiera volver a la esclavitud de la prole.
Porque en esta puñetera historia, nos ha quedado claro que se trataba de un simbolismo, ya que la señora Bescansa, tenía a su disposición todos los elementos que la sociedad moderna ha puesto a su servicio para que no tuviera que transformarse de nuevo en mujer acarreadora.
He buscado en Wilkipedia algo sobre Doña Carolina, y resulta que viene de una familia bien de Santiago de Compostela, y que le permitió estudiar sociología fuera de su tierra natal, (lo hizo en Granada), y posteriormente en San Diego con una beca para extranjeros de la tal universidad.
Da clases en la Complutense desde 1995, con 24 años, lo que indica que no es una indocumentada, ni mucho menos.
Es por tanto, que el mensaje que recibo, ya que me consta no lleva el bebé a las clases, es el de una persona que de alguna forma está traicionando la lucha de la mujer por liberarse del cuidado constante del bebé, cuando hoy día en nuestro ámbito ese cuidado está a cargo de personas muy especializadas.
Su especialidad docente hace que su decisión sea perfectamente consciente, y que lo que esté recomendando, es que a los mandos de los aviones que cruzan el océano las mujeres que los capitanean lleven el pañolón a la espalda con su bebé, que en los quirófanos las mujeres que van a limpiar una aorta lo hagan con el pañolón a la espalda, que en los laboratorios de infecciosas, mientras mamá intenta aislar el último virus en un ámbito nivel 4 procure tapar bien el pañolón con el traje de protección correspondiente, y no se olvide de descontaminar a su hijo convenientemente.
No voy a listar las profesiones a las que esta actitud fuerza a la mujer a renunciar, lo dejo a mis lectores.
Si a mí como macho funcional, me cabrea, no quiero pensar el rebote que la mujer profesional, luchadora, y que acabará tomando el control de nuestro futuro, habrá pillado.
Veo que el rodaballo llegó a Galicia.
Buenas noches, y buena suerte

La ética de la cuarta revolución industrial

Hace unos días amenazaba yo, no tanto acerca de las cosas que se podrían discutir en el Palacio de Congresos de Davos, sino de sus consecuencias para nosotros, los mortales, que tenemos vicios tan mundanos como el comer, dormir bajo techo, dejar descendencia que pueda mejorar nuestro legado….si alguno queda.
También advertía que la cuarta revolución industrial de la era moderna, iba a suponer cambios tremendos en la estructura del mundo, aunque se les olvidó decir, del mundo desarrollado.
Un comentario, constatado posteriormente, de esos que cuelgan de las ondas herzianas de los espacios encontrados, me hizo descubrir, que de los siete mil quinientos millones de pululantes terráqueos, unos cuatro mil millones, aproximadamente, tienen acceso a las nuevas tecnologías, pero aún unos tres mil quinientos, no están ni se les espera.
No voy a manifestarme solidario con el brillo de los ojos del ejecutivo de ventas de teléfonos móviles, que a buen seguro, ve en estas cifras un mercado potencial espachurrante, y ya ha planteado planes estratégicos a sus jefes de ventas acerca de cómo segmentarlos, y atacarlos para mayor loor y gloria de su cuenta de comisiones.
Lo que sí que voy a hacer es reflexionar un poco sobre la enorme brecha que estamos abriendo entre las sociedades altamente tecnificadas, y la otra casi mitad de la humanidad a la que cuando nos acercamos, lo hacemos con reparos, al considerar sus formas de vida arcaicas, y lejos de esa burbuja estéril que nos hemos creado, y donde vivimos los occidentales.
En África, actualmente hay aproximadamente algo más de mil millones de habitantes, pero se espera hayan multiplicado por tres esa cifra dentro de este siglo, veremos qué pasa con China ahora que les dejan tener un segundo hijo.
Lo que no parece tan boyante es la cifra de incrementos de población por crecimiento orgánico en el mundo occidental. Aquí somos cada día menos, más cultivados, más ricos, más intransigentes con todo aquello que no es como nosotros, más egoístas, en fín, como el viejo avaro de Moliére, que teme perder su riqueza a cada momento, y actuamos en consecuencia encerrándonos entre verjas, muros defensivos, para defender nuestras miserias de ricos.
Malthus en su obra Ensayo sobre el principio de la población, dice entre líneas algo muy interesante allá por los finales del XVIII, cuando afirma que el crecimiento de la población sigue una progresión geométrica, cuando la disponibilidad de alimentos solo lo hace en progresión aritmética, con las conclusiones de la limitación consecuente del crecimiento humano, al no soportar la producción alimentaria, el crecimiento de la demanda… bla, bla bla. Malthus, pone fechas al posible colapso, basándose obviamente en los datos que en aquellos años podía manejar.
Pero lo interesante, a lo que me refería, es que en sus predicciones, tiene en cuenta que el desarrollo tecnológico puede alterar fechas y cantidades, y en eso no falló. El aumento de la productividad en la industria alimenticia, permite que la producción pueda dar de comer a toda la población mundial, y, en la actualidad, sobra capacidad de producción.
Otra cosa es la distribución de esos alimentos, que, claro, deja con hambre a los que no participan de los bienes de la tecnología. El miedo de Malthus, estaba basado en que el siglo XVIII supuso para Inglaterra pasar de una población de alrededor de cinco millones a principio de siglo, a una de nueve a final, y eso era mucho, sin olvidar el impacto que debió tener en su forma de pensar, no solo la revolución francesa, sino la influencia de Rousseau, a la hora de enfrentarse a esa sociología desarrollista que le rodeaba, en lo que hoy nos parecen tímidos inicios de una realidad que ha ido desarrollándose durante los dos últimos siglos.
No me interesa ahora desarrollar las correcciones que a los incrementos poblacionales suponen la insalubridad, las guerras, las epidemias, incluso las posibles catástrofes naturales, que ya sea por el calentamiento, el enfriamiento o la capa de ozono en plan levantisco, son elementos que al día de hoy están muy controlados, y no suponen riesgos para la despoblación o la inversión de las curvas poblacionales.
Lo curioso, es que parece haber una relación directa entre el desarrollo tecnológico, y el descenso de los índices de natalidad, cuando, si pensásemos que Malthus llevaba razón, la abundancia de alimentos, de seguridad sanitaria, la ausencia de guerras de exterminio global, debería estar la explosión demográfica en este lado del Pecos, y no parece que sea así.
Creo que la razón está en la distribución que de la riqueza se hace en esta sociedad desarrollada. A las clases trabajadoras que mantienen esta rueda sin fin de incrementos de productividad, les llegan cada vez menos recursos económicos relativos, lo que les puede llevar a la pobreza dentro de una sociedad rica, al no tener acceso a los bienes de consumo.
La cuarta revolución industrial, nos está llegando con una ética dominada por el concepto de liberalismo económico feroz, siendo el acceso a las fuentes de donde manan los recursos financieros, es decir, al trabajo, más escaso, y por lo tanto más difícil.
La llegada de la robótica, la comunicación instantánea, el desarrollo de software de gestión conllevan aumentos de la productividad, que no se repercuten en el ciudadano trabajador, ya que este mecanicismo permite hacer el trabajo que requería ocho horas hace unas pocas décadas, en tres o cuatro hoy, los ciudadanos deben seguir de forma individual trabajando como mínimo cuarenta horas a la semana, si quieren seguir perteneciendo a la sociedad de consumo. Así que ese incremento de productividad, no repercute en los ciudadanos, ya que no se llega a esa sociedad del ocio que en algún momento se esperaba obtener como consecuencia de todos estos avances.
Las horas de trabajo disponibles en la OCDE, vienen a ser hoy día, a la población involucrada, lo que la limitación de recursos alimentarios imaginó Malthus para el desarrollo demográfico, y concretamente en nuestro país lo estamos constatando de forma palmaria, cuando vemos censo tras censo reducciones de población a la vez que incrementos de la producción económica, junto, obviamente, a la menor disponibilidad de horas de trabajo a repartir entre la población.
No estamos muy lejos del robot enamorado, como en su intervención de ayer el gerente y subdirector del F.M.I. insinuó, y le hacía gracia pensar en la respuesta que esta sociedad con un pie en esta cuarta revolución industrial iba a darnos.
La verdad es que esos temas de la sexualidad robótica se la dejo a tan preclaros próceres del F.M.I, ya que a mí lo que me preocupa hoy, como a los ciudadanos del siglo XVIII, es si la generación que me sigue, tendrá horas de trabajo disponibles de forma suficiente para poder alimentarse toda la vida. Y eso no lo tengo claro.
El desarrollo de la inteligencia artificial, debe suponer la desaparición de oficios que actualmente permiten el acceso a los bienes de consumo a más de la mitad del mundo. No sé cuál será el resultado, e imagino que algo así debieron pensar los analistas de la primera revolución industrial, y en mi limitación, ignoro si se está desarrollando toda esta nueva filosofía de la producción a favor o en contra del ser humano. ¿Pasará todo por recibir el pago de mi salario como el alquiler que a la empresa de turno le pase por el uso de mi robot?.¿ Cuál será la nueva funcionalidad del ser humano?.

Son preguntas a las que no sé responder, pero lo que sí constato hoy, es que la nueva, la cuarta revolución industrial está eliminando recursos humanos de los sistemas de producción, y el trabajo no se reparte, ya que los incrementos de producción son los que mueven el sistema.
Las palabras malditas, son estancamiento de lo que sea, de los P.I.B., de los precios, de las producciones. Crecimiento es el nuevo Dios al que hay que adorar, servir, y entregarse.

Diré, pues que la ética de esta nueva revolución industrial, se ciñe a incrementar la producción con el fin de potenciar la existencia de élites cada vez más reducidas, con lo que de alguna manera, el maltusianismo habrá triunfado como predicción profética del desarrollo de la humanidad.

Los otros tres mil quinientos millones de seres humanos que pronto habrán doblado su número, representan, posiblemente un problema, al que le intentaremos dar una solución a través de una comisión parlamentaria….la próxima legislatura, si me acuerdo. A lo mejor dejamos de llamarles seres humanos, y ya no tenemos que preocuparnos.
Buenas noches, y buena suerte.

La espiritualidad en Occidente

Creo que estamos asistiendo a un nuevo orden espiritual, ya que los cambios del milenio están afectando a demasiadas estructuras de esas que consideramos indelebles, a la vez que inmutables.
Creo también que muchas de las instituciones con las que hemos convivido a través de los siglos están tomando caminos con los que no hubiésemos soñado hace treinta o cuarenta años, y no quiero calificarlo, solo constatarlo.
Creo que la sociedad occidental está evolucionando en sus creencias religiosas, que han sido algo consustancial a la humanidad desde los tiempos más remotos. La creencia en un Ser Superior, la creencia en la trascendencia del individuo una vez deja este mundo terrenal, el concepto religioso que se deriva de todo ello, creo que se está tambaleando de alguna manera.
Creo que el materialismo, que como doctrina filosófica se ha impuesto en buena parte de nuestra sociedad, condenando a una irrelevancia científica la existencia de Dios, de espíritus y de una inteligencia superior que pueda tener efecto en el devenir histórico.
No quisiera pensar que el grito de Nietzsche, ¡Dios ha muerto!, como el triunfo del secularismo de la La Ilustración y que muchas veces asociamos a materialismo marxista, ha cuajado en la sociedad capitalista y de consumo, que por otra parte ha sido pródiga en crear conceptos nuevos como el funcionalismo ecológico, el determinismo geográfico o económico, para intentar explicar el desarrollo de las diversas sociedades a partir de elementos materiales, como su situación geográfica, sus conocimientos técnicos, u otros elementos culturales.
En el materialismo histórico, el manejo de los cuatro elementos primigenios, aire, agua, fuego y tierra, como origen de todo lo existente, incluida la vida orgánica, y final asimismo de todo lo existente sin más trascendencia, marca los pilares del pensamiento.
Las visiones atomistas de la constitución de la Creación, ayudan sobremanera a los teóricos de estas corriente filosóficas, que se remontan a épocas pre-babilónicas, que no fueron inventos de don Carlos Marx.
Él lo usó, creo yo, como un medio de liberar del supuesto fanatismo religioso a las clases trabajadoras, y siglo y medio largo después parece que han arraigado entre nosotros.
Aunque no fue pionero en eso, que si recordamos la visión de las repúblicas comerciales de la actual Italia, vemos que las burguesías florentinas, vénetas o genovesas, hicieron trascender esa suerte de materialismo que es el humanismo, “homo sum, humani nihil a me alienum puto” (soy hombre y nada de lo humano me es ajeno) como una reacción de carácter antiescolástico que se necesitaban como elemento indispensable para desarrollar su actividad comercial.
Claro que algunos pagaron sus ideas con algunas quemaduras en el culo, como el bueno de Giordano Bruno, al sacar conclusiones que se consideraron materialistas y ateas por la Inquisición. Eso le costó enturbiar el olor del Campo dei Fiori, con su carne quemada. Eran otros tiempos. Recomiendo a mis lectores echar un vistazo al pensamiento de Giordano Bruno, uno de los más preclaros de su época.
El pensamiento materialista, ha ido siempre unido al desarrollo del comercio, y críticos como Bacon, Spinoza o Locke han ido reforzando esa visión cosmológica hasta el desarrollo en el siglo de las ideas de Marx y Engels, por Lenin, que de alguna forma lo liga como he dicho al obrerismo, olvidado por los nuevos burgueses del Renacimiento que lo que necesitaban era libertad para su trabajo, fuera de las concepciones escolásticas y teológicas impuestas por la Iglesia, a sangre y fuego demasiadas veces.
Cuando hoy leemos o escuchamos los mensajes de la Iglesia católica, vemos que para llegar a su feligresía deben hacerlo por la vía del materialismo, ya que la satisfacción que las sociedades actuales pueden encontrar en el consuelo divino o en la recompensa en el más allá han perdido fuerza. El mensaje que se “compra” no está ligado a la trascendencia, está ligado al cuidado de los enfermos, a la resolución de la pobreza, a la mejora en definitiva de las condiciones de vida de la feligresía.
Ciertamente las cosas no son blancas ni negras ni los tres mil seiscientos millones de católicos piensan o sienten igual, pero mi impresión es que se espera más a la hora de alinearse con una creencia religiosa de la solución de problemas materiales, o cuestiones morales cotidianas, que de una espiritualidad que en la sociedad occidental, me temo se está perdiendo.
Quiero excluir de esta reflexión, obviamente al Islam, pero son esas unas sociedades que no tienen el mismo nivel de evolución que la sociedad a la que pertenezco, y la sumisión a sus principios religiosos tal y como aparecen en el Corán, dan hoy por hoy poco pábulo al pensamiento materialista.
Los sentimientos de espiritualidad, no materialista que se da en las creencias induístas, son la reserva de la concepción trascendente que le queda a la humanidad, aunque sus visiones cosmológicas a veces den la sensación de un materialismo al otorgar a sus dioses y espíritus papeles muy materiales. Creo que es una espiritualidad intimista y profundamente humanista.
Es por ello que las organizaciones religiosas de concepción cristiana, han tenido que abandonar parcialmente el componente espiritual como reclamo para obtener fieles, y se transforman en organizaciones no gubernamentales, que se dedican en nombre de Dios, a resolver los problemas cotidianos de la gente, pero sin la carga de trascendencia que un mensaje espiritual debería acarrear.
No quiero incurrir en el error de confundir el materialismo con el consumismo, o con la satisfacción de las necesidades físicas, reales o inventadas que podamos tener los seres humanos, sino incidir en el hecho de que las concepciones sociales actuales que, ciertamente estando muy lastradas por el consumismo, se han alejado de la concepción creacionista, y del determinismo atribuible a un Ser Superior.
Desde mi punto de vista, la adoración se está trasladando a elementos físicos como la propia Tierra (Gaia), a la que se le empieza a conceder la posibilidad de decisión y reacción ante los actos de los seres humanos. Se extiende también al deslumbramiento que ha producido en nuestro pensamiento el extraordinario avance de la ciencia y la tecnología. Creo que en el último siglo no hemos sido capaces de crear una espiritualidad científica, y el resultado es empezar a creer que la ciencia y la tecnología pueden explicar las preguntas trascendentes que como seres humanos tendemos a hacernos.
Uno de los últimos intentos de intentar espiritualizar el conocimiento aportado por la ciencia, fue el del jesuita Teilhard de Chardin, que por cierto no fue muy bien recibido por el Vaticano, ya que de alguna manera al mantener que en el proceso de la evolución estaban involucrados la vida, el pensamiento (espíritu), y la materia, le estaba quitando protagonismo a la idea creacionista de la Iglesia, y a la influencia del Supremo en el proceso de “Creación contínua”.
Teilhard vislumbra lo que llamó el “punto omega” que define como “una colectividad armonizada de conciencias, que equivale a una superconciencia haciendo que la pluralidad de reflexiones a escala sideral, formen una sola reflexión unánime”.
Materializa el concepto de evolución ya que piensa que los problemas sociales, el aislamiento, la marginación actúan como inhibidores de la evolución, ya que requiere ésta una unificación del sentido y del pensamiento.
No hay posible evolución de la persona sin la adecuada asociación con los demás.
Hoy esa evolución en occidente, quizás esté llegando de la mano de Internet, de las redes sociales, que sirven de correa de transmisión de una forma de pensamiento que fácilmente se transforma en universal, en muy poco tiempo, y sin la meditación adecuada, con lo que más que pensamiento es simple sentimiento, y eso trasciende poco, ya que la fecha de caducidad es muy escasa.
Sugiero buscar las opiniones del Santo Oficio sobre los puntos de vista de Teilhard de Chardin, enumeradas por el Padre Leonardo Castellani. Son la pataleta del escolasticismo frente al materialismo suavizado de Chardin.
La Congregación para la doctrina de la fe, gracias a Dios, no tenía tanto poder como la Inquisición, que si no a Don Teilhard me lo llevan de la mano al Campo dei Fiori, y se quedan tan a gusto.
Ignoro hacia donde irán los sentimientos de espiritualidad de nuestra sociedad occidental, en los que las ideas y las reflexiones sobre quién somos, de dónde venimos, a dónde vamos, cuál es nuestro papel en el espacio-tiempo que nos toca vivir, no parecen algo de relevancia.
Así que voy a dejar de escribir por hoy, miraré hacia Oriente, y reflexionaré sobre la gran obra de la creación del universo.
Buenas noches, y buena suerte

Vuelve Davos

En esa pequeña ciudad suiza, se reunirá entre el próximo 20 de enero y el 23 del mismo mes lo que los mortales llamamos “El foro de Davos”, y que entre los participantes se reconoce como “World Economic Forum Annual Meeting “, muy rimbombante.
Como pequeños apuntes indicaré que la idea de este foro parte de un tal Profesor Klaus Schawb que en su momento pretendió reunir allá por 1971 a 444 ejecutivos de compañías de Europa Occidental, para introducir las prácticas de administración de las compañías americanas a la vieja Europa.
Esta fundación, sin ánimo de lucro (lo que hay que escribir), no reduce sus esfuerzos a esta reunión de enero en el centro de convenciones de Davos, que por cierto, fue estrenado por esta asociación. Edita estudios sobre aspectos económicos por sectores, energía, competitividad global, análisis de riesgos globales, el futuro del sistema financiero global, y un montonazo de cosas más, que a quién interese profundizar, ya sabe, seguro, como hacerlo.
Me he preocupado en buscar las conclusiones de todos estos personajes que de forma sesuda van a soltar su mensaje, y posiblemente a establecer contactos con otros, de la pasada reunión de 2015.
Veo que en algunas cosas la verdad es que han acertado, como por ejemplo la caída del precio del petróleo hasta los 50$, bueeno ha sido hasta los 30 a fin de año.
También que América Latina se iba a pegar una buena torta económica, y lo han clavado, ya que Venezuela lo mismo acaba cerrando por derribo, y lo de Argentina empieza a ser de traca, a pesar del nuevo presidente que ha sustituido a la Señora viuda de Kirchner. De Brasil, ni pío, que me da la risa.
Ahora bien, mantenían muy seriecitos que México crecería al 3% y se ha quedado en un 2,3%, por la flojera de Estados Unidos.
Preveían un crecimiento de la economía mundial del 3,5%, y la cosa parece que se va a quedar en el 3% que es un error del 10%.
Dijeron que los Estados Unidos serían el motor de la economía mundial, y las valoraciones de sus empresas han caído alrededor de un 7%.
Comentaban que la compra de deuda en Europa por parte del Banco Central, reforzaría el crecimiento de la zona, que por cierto, no ha crecido prácticamente.
Estas predicciones y otras parecidas, están al alcance de cualquiera que saque un dedo por la ventana, especialmente si los niveles de error que se permiten son de la magnitud de los expresados en este foro el año pasado al referirse a 2015.
Así que estaré muy atento a lo que digan las conclusiones que se publiquen dentro de unos días cuando el tal foro cierre sus puertas, acaben los cabreos callejeros de los antisistema que tienen que salir en “seven o’clock world news”, se hayan realizado los foros paralelos de Zurich y Basel, mayormente para no tomar decisiones basándome en ,o que estos señores vean, o mejor dicho, publiquen.
Las cosas que no supieron comunicar, fueron la bronca griega, el recrudecimiento de la guerra en Oriente Medio, el parón chino, o al menos su ralentización, el cabreo de Putin por lo de Ucrania, la caída de los valores de los activos en el mundo, el desastre que está significando la caída del precio del petróleo que de forma tan inconsciente consideraron positiva en general para las economía mundiales, la importancia que el endeudamiento no solo de los países sino de las grandes corporaciones está teniendo en la economía mundial….y así.
Coincidiendo con este alarde en Davos de ejecutivos de primer nivel, mezclados con políticos, geoestrategas, gurus, e interesados varios, los chicos de OXFAM, se dedican estos días a publicar lo ricos que siguen haciéndose los ricos, y lo pobres que son los más pobres, nada nuevo, porque creo que ni siquiera a estos pollos les va a amargar el posible dato el bacon del desayuno.
He llegado a leer estos días, que las grandes fortunas del mundo mundial, lo que hacen es tener invertido su dinero creando con ello multitud de oportunidades a los obreros del mundo entero (uníos), y que su clarividencia inversora ayuda a la supervivencia holgada de millones de familias. Se puede ser más cínico, pero en Marte.
Discutirán entre banqueros, gobiernos e inversores, qué vamos a hacer con la burbuja de tamaño galáctico que se ha creado con esto de la deuda, a países y a corporaciones, porque no va a ser posible devolverla, y lo saben perfectamente.
El precio del petróleo tiene buena culpa del asunto, e intentaré explicar porque lo creo.
Soy la petrolera X Ltd., y he pedido un pastón hace tres años para hacer agujeritos en el mar y sacar barriles a un costo de 30-40$, ya que pensaba venderlo a 100-120$, por lo menos. Pero el precio cae, la extracción no es rentable, tengo que pagar el préstamo, así que lo único que puedo hacer es vender activos de mi compañía que sean atractivos y pueda pasar dignamente el apechusque sin entrar en default, que queda feísimo.
Así que si la petrolera X Ltd. vende con rebajas, los precios de activos similares de otras compañías ajustan su valor al precio más bajo. El resultado es la depreciación de los activos financieros, y el desinfle de la economía basada en préstamos de difícil devolución. Estamos apañados, porque a esto lo llamo yo devaluación global, devaluación a escala planetaria, con el consiguiente costo en empleos en todo el mundo, pérdida de ahorros, y no sé cuantas cosas más.
Algunos países ricos están en la misma onda, embarcados en inversiones a escala planetaria, subvencionando la vida de sus ciudadanos, de pronto se dan cuenta de que tienen que salir a los mercados internacionales a pedir pasta, como los árabes o los noruegos.
La burbuja sigue creciendo, los Europeos dando a la manivela de hacer billetes para que yo cobre este mes mi pensión, y su sueldo políticos y funcionarios, los chinos devaluando su yuan, los japoneses que ya no saben que hacer, y los yanquies, brillantes ellos, se desmarcan y empiezan a cobrar (no mucho) a quien quiera dólares desde este mes después de que se les acabara la tinta de hacer “bucks”.
Veremos como revienta esto, porque milagros no existen. Tenemos en Occidente un sistema económico que necesita crecer continuamente para no reventar, y nos empeñamos en que el crecimiento del consumo, se limite al occidente conocido, que los países esos donde no se come todos los días, solo importan para venderles escopetas a cambio de alguna de sus materias primas. ¡Ah!, y cuando molestan demasiado con sus movimientos migratorios tan faltos de estilo.
Ya en las previas de este foro de Davos, están amenazando con una pérdida global de unos siete millones de puestos de trabajo administrativos con eso de la que empieza a ser la cantinela de la cuarta revolución industrial. Cierto que también dicen que habrá nuevas profesiones que supondrán unos dos millones nuevos de personas currando. Menos mal.
Cuando alguien se de cuenta de que la sociedad occidental produce sus cachivaches para quienes trabajan, y que se venderán más chirimbolos mientras más gente gane dinero, lo mismo solucionan parte del problema, pero no los veo tan listos. En cualquier caso vendemos chirimbolos que no valen para mucho, cobrando con papeles que no valen nada, excepto las vidas de los que están sentados en sus trabajos en cualquier parte del mundo.
Buenas noches, y buena suerte

El rugby es un deporte de rufianes, jugado por caballeros….¿y el fútbol?

Mi relación con el juego del rugby ha sido escasa, pero suficientemente ilustrativa, desde mi superficialidad, claro, para poder hacer unas pocas reflexiones al respecto.
Comenzaré por el principio, aquel torneo insular británico, que obviamente no conocí, y que reunía a las selecciones de Inglaterra, Paìs de Gales, Escocia e Irlanda, “ Las cuatro naciones”.
Mi llegada es mucho más tardía, ya era el cinco naciones, porque se había unido Francia, que jugaba un rato bien a esta cosa de perseguir un pepino por el barro. Ya en este siglo, se unió Italia, y tenemos el seis naciones. Bien.
A lo del hemisferio sur no he llegado, pero lo que he oído, siempre ha sido positivo.
Las transmisiones por televisión española, los sábados por la tarde hicieron que casi empezase a familiarizarme no solo con los casticismos idiomáticos, sino hasta con el reglamento….”avant, ha sido avant”. Touche, melé, placaje, golpe de castigo…..ensayo.
Los tiparracos que jugaban a la tal cosa tenían todos una pinta de lo más innoble, vamos, que te cruzabas con alguno de esos angelitos a la salida del cine, y el apechusque era de los de taquicardia.
Los vetustos estadios británicos, siempre llenos hasta los topes, y con las gradas cantando de esa forma que tan bien les sale a los británicos, desde el God save the queen, hasta When the saints go marching in, o el muy inglés Swing low, Sweet chariot…así que si no te gustaba el espectáculo del barro, siempre tenías un concierto coral de buena calidad para aliviar las penas, que en Dublín te cantaban el Fields of Athenry, o el Cwm Rhonda en Cardiff, sin ir más lejos.
Los documentados locutores de la “tele”, te comentaban un montón de cosas, y ahí empecé a considerar ese juego de una forma muy pero que muy respetuosa.
Estos jugadores, no son profesionales, decía el pollo, este, por ejemplo es dentista, decía señalando a una masa de casi dos metros de alto por dos de ancho, que se hacía los cien metros barro en diez segundos.
Claro, uno cerraba los ojos, imaginaba al armario aquel armado de tenazas dirigiéndose a tu molar, y te arrepentías de no haber pedido los santos sacramentos, los santos óleos, y la bendición apostólica, por lo menos.
Y este otro, arquitecto, y aquel de allí, corredor de bolsa….y así.
Allá por los setenta/ochenta del siglo pasado en España, la cosa, al menos te hacía reflexionar, que por estas tierras estas cosas no se daban.
Claro, esos trenes chocaban, ¡y de qué manera!, y abolladuras de chapa, las que quieras, pero una venda, un trozo de algodón para cubrir la improvisada y no deseada extracción dental, lo solucionaban todo. ¡A jugar!.
Alguno ví salir del campo en camilla, con lágrimas en los ojos….¿de dolor?, ¡No hombre!, de frustración por no poder seguir dándolo todo a su equipo nacional. Nada más fácil que arbitrar a estos tiparracos, que lo único que querían era coger el pepino y salir corriendo como diablos a la línea de ensayo de equipo rival. (Noten que no dije enemigo). Que no están para hacer trampas o ser el más innoble de la clase.
Parece ser que la tradición, imponía que por la noche después del partido, todos esos sacos de testosterona que durante ochenta minutos habían compartido barro, compartiesen mesa y mantel, de gala, por supuesto, con sus parejas, si fuese el caso, para incrementar el nivel de hermanamiento entre los componentes de los equipos.
Porque al final, en estos juegos que provienen del British Empire, se trata de establecer relaciones entre personas que superen el ámbito-excusa, de un partido de rugby, de una jornada de golf, (¿que sería de un club sin el hoyo diecinueve?), o de la actividad que se te ocurra. Es una forma de aceptar un modo de vida, una gran hermandad que está siempre dispuesta a ayudar, y normalmente sin pedir a cambio nada, es decir que te comportes como un caballero honesto. Poco más.
Y por supuesto eres un caballero del rugby, en todo el mundo, toda tu vida.
Mucho más tarde, conocí a uno de estos pollos, a nivel nacional, claro, y ya no jugaba al rugby, juega a golf. Mi amigo Raúl. No mide dos metros, pero tiene ese aspecto que reconocía de las teles transmitiendo los partidos del cinco naciones.
Raúl tiene esa pinta innoble que tienen los de su hermandad, el rugby, pero disfruta de todas las virtudes de entrega desinteresada, de nobleza, y de ganas de ayudar, enseñar, y al final portarse como un caballero. No hay nada más agradable que jugar dieciocho hoyos con Raúl, hándicap bajito, y que se desvive, sin molestar, para que durante el recorrido lo hagas lo mejor posible. Y cuando te habla de su paso por el rugby te das cuenta de que está en él, y lo estará por el resto de su vida.
Tuve ocasión a principios de los 90, de asistir en directo a un partido entre Inglaterra y Francia en Twickenham, cerca de Wimbledon, a las afueras de Londres, y puedo asegurar, que allí todos querían ganar a Francia, pero se aplaudió toda aquella jugada bien hecha por los gabachos, el público, estaba de fiesta, con niños en las gradas, y fue un espectáculo deportivo, no una pelea de navajeros dentro y fuera del campo. Respeto al rival, a su himno y a su bandera, soporte coral a los suyos….y a otra cosa.
Si alguien me pregunta si me gusta el fútbol, la verdad es que me costaría responder. Veo partidos por televisión, pero a un campo hace décadas que no asisto, y no se me espera, de veras, no se me espera.
Las diferencias entre ambos juegos, no son mucha desde el punto de vista del esquema de juego. Se juega en campos de parecidas dimensiones, dos equipos, en un caso de once jugadores, y en otro de quince, con árbitros que controlan el juego, mucha gente en las gradas, y la tele de por medio.
Pero en el fútbol, que es un deporte de caballeros, al final, juegan rufianes. La excepción es encontrar caballeros jugando a esto.
No me imagino, después de un partido, una cena de gala entre los contendientes para eliminar los posibles roces que por el forzado contacto físico hayan podido surgir durante la contienda, no entre equipos que sean capaces de llenar estadios como Twickenham, donde se sientan 82.000 anglicanos.
De respeto, ya ni hablamos, se trata de menospreciar al contrario, de humillar sus valores, sus himnos, sus símbolos, y si algo se le desea de corazón al enemigo (aquí si uso la palabra), es que desaparezca. (Con lo que se pierde la posibilidad de aprender de alguien diferente a ti, claro, y de mejorar consecuentemente).
Desgraciadamente no es infrecuente ver a jugadores intentando dañar alevosamente a un contrario, y si le puedes lesionar gravemente, mejor que mejor….es un juego de hombres, te dicen. ¡No!, es una demostración de rufianes.
Los choques con resultados fatales de las aficiones, con cualquier excusa, son de nuevo frecuentes, y lo peor es que consumen recursos de las administraciones públicas que deben asignar policías para intentar evitarlos.
Las declaraciones de directivos, cuerpos técnicos “calentando el partido”, son la mayoría de las veces ignominiosas, y sin justificación posible.
A eso se une la corrupción que va unida a todos los niveles a este juego, para componer un mapa tremendo de su significado.
Como guinda a este pastel, la presencia de las instituciones del Estado, de manera oficial, es algo que además indica la bajeza moral de nuestros (y lo digo a nivel mundial) representantes públicos. Pienso honestamente que las instituciones públicas deberían dar un paso atrás en este semillero de odio que es el fútbol.
Pero como hay montañas muy difíciles de destruir, esta tampoco caerá. Nos quedaremos con algunas ayudas que con los ahorros de gasolina de los Ferraris de los grandes protagonistas llegan al tercer mundo en forma de camiseta de Messi, o de cuatro palos para un campo sobre el vertedero en Somalia. Hay que invertir, que si sale uno bueno de por esos lares, lo fichas por dos perras, y haces el negocio del mes.
Sigamos pues soñando que un día algún valor moral se transmitirá a estos rufianes que juegan al futbol de élite, y que aprovechando su impacto mediático, pueda llegar a la sociedad. Pero lo dudo.
Buenas noches, y buena suerte

Los Bloques, Oriente y Occidente

Europa ha sido durante demasiados siglos el referente mundial de todo lo que aparentemente tenía sentido en la Historia. Tomó en su momento el relevo del Imperialismo Egipcio, de su cultura, de la misma forma que éstos lo habían tomado de los Imperios de Oriente Medio desplazando a sumerios, acadios, hititas, sasánidas….Empujones cada dos o tres mil años, más o menos, en los que la preponderancia mundial cambiaba de manos.
Como europeo que soy, tiendo siempre a olvidarme de lo que no tengo en los alrededores de mi ombligo, así que ignoro al Imperio chino, con su imperialismo extendido dentro de unos límites siempre ceñidos al Pacífico por el este, al Indico por el sur, y con las grandes montañas asiáticas por occidente.
Si no nos gustan los bloques, es lo que tenemos desde que la historia es historia, o casi, con la curiosa particularidad de que bien por causa de lejanía, o falta de interés nunca se ha intentado la dominación de uno de estos bloques por el otro. Es como si atravesar los Himalayas, el Hindú Kush, el Pamir, y el Karakorum, para enfrentarse luego, o antes, según de donde se venga, al Gobi, desanimó secularmente a unos y a otros.
Claro, que el Islam/Otomanos algo tienen que decir, y la Madre Rusia también, pero menos, creo yo.

El mar no sirvió para invasiones, solo para el comercio y las consecuentes guerras para defenderlo. De hecho, solo el bloque occidental lo utilizó, el otro bloque, lo miró siempre con cierto desdén, quizás con la excepción de la gran flota de Zheng She, a finales del siglo XIV, con fines de exploración científica y comercial.
Contactos hemos tenido, y desde que Juan de Isla, allá por el XVI, considerara seriamente la invasión de la China de los Ming, o de la presencia inglesa en Shangai, con sus guerras del opio y de los Boxer incluidas, la verdad es que poco más ha habido, sin ponernos muy pesados, siendo además todo para garantizar las vías comerciales.
Menos mal que Felipe II, miró la caja de las perras, y vio que no tenía para cincuenta mil soldados en la otra esquina del mundo.
Europa desarrolló una tecnología militar que la hizo dominadora del mundo, los europeos, desde Alejandro Magno, tuvimos siempre y debido al desarrollo de esa tecnología la oportunidad de pasearnos por donde nos apeteció.
Hay que reconocer el mérito de dos épocas, la de las legiones romanas que hicieron de la disciplina el complemento idóneo de su manejo de los metales y del diseño de sus ingenieros de las máquinas de guerra. No tuvieron rival durante siglos, a pesar del acero de Damasco.
La segunda nos corresponde a los españoles, que tras setecientos años de guerra civil contra el Islam, desarrollamos una tradición militar que nos dio por doscientos cincuenta años el dominio del mundo, de un mundo mucho más grande que el que consiguió controlar Roma.
En concreto los españoles consiguieron los cuerpos de ejército más terribles que se pueda imaginar, “Los Tercios”, y sobre todo algo que nos hizo realmente invencibles, la tecnología naval.
La tradición la siguió el Imperio Británico, con aquellas tropas que cuando disparaban lo hacían en descargas de varios cientos, que no se agachaban cuando les disparaban a ellos, y volvieron a dominar el mundo.
Pero la China se rozó, se rozó y gracias, a pesar de que las potencias europeas en el XIX se pusieron pesadas a mitad del siglo, con los intentos de mantener algunas de las misiones jesuíticas, el comercio del opio, pero de cambiar la sociedad, las costumbres, nada de nada.
Cuando hablo de China en este contexto, no me ciño a su territorio legal de hoy en día, incluyo lo que hoy sería Vietnam, Coreas, Japón…es decir áreas de similares culturas a nuestros lejanos ojos europeos, en los que la presencia de la cultura occidental ha sido violenta pero nada profunda. Dejemos por el momento a los chinos en su chinar.
La segunda guerra mundial, que en esa parte del mundo no acaba hasta la salida por piernas de los yanquies de Saigón, según me gusta decir, significó un intento de presencia occidental por el deseo americano de ampliar sus miras hacia su occidente, para establecer una frontera en Asia que protegiera sus costas californianas, pero la cosa no cuajó, menos en Filipinas, medio siglo antes, y tampoco demasiado, excepto que les enseñaron a hablar inglés.
Los franceses se fueron tras Diên Biên Phú, los ingleses mantuvieron Hong Kong hasta el 97, debido al final de una especie de concesión China.
Pero eso tampoco ha funcionado del todo, nuestras diferencias son, creo yo, demasiado grandes como para que cuajen presencias de poder prolongadas en uno y otro lado. Así, que de forma inmiscible los dos grandes bloques culturales del mundo siguen conviviendo como siempre, entrando de puntillas como mucho, hasta el recibidor de la casa, poco más.
Los chinos, por su parte, cuando salen de China, aunque sea para hacer ferrocarriles en América, acaban metidos en sus guettos, y tan felices. No se hacen americanos ni en San Francisco después de varias generaciones. Las diferencias culturales son demasiado grandes, y ambos bloques se miran pero mantienen su cultura y sus tradiciones sin ceder un ápice.
Todo esto viene a colación de alguna de esas cosas que andan pasando por este mundo en estos comienzos de siglo que tan preocupado me tienen.
Los bloques están interactuando, a través de una nueva ruta de la seda electrónica, hoy que lo tenemos todo al alcance de un click, pero seguimos sin entendernos, nos cuesta horrores entender su forma de comerciar, a pesar de recibir cursos de esos del Dale Carnegie y a ellos les pasa tres cuartos de lo mismo, por mucho que quieran occidentalizarse, solo consiguen un precario acercamiento a nuestra cultura.
La cuestión, ahora es que vamos a tener que convivir con ellos y ellos con nosotros en prácticamente todos los aspectos económicos de nuestra vida, y por ende, un reparto del poder mundial empieza a ser ya una realidad entre estos dos bloques.
Menos mal que hasta ahora los chinos, no han sido extremadamente beligerantes fuera de sus fronteras, y áreas de influencia cercanas, lo que nos ahorra seguramente el riesgo de confrontaciones cruentas, pero debemos estar preparados para ver en las próximas décadas enfrentamientos económicos quizás con peores consecuencias, que posibles enfrentamientos armados
No lo sé. Debo reconocer, que he empezado el año de lo más pesimista, pero la impermeabilidad de los bloques, me hace pensar que las áreas de entendimiento cultural son muy escasas, y eso dificulta enormemente, el desarrollo de empatías más allá de los posibles intereses económicos compartidos, y esa es una situación que a mí no me gusta ni un pelo..
Por cierto, cerrando esta página, me manda la CNN un suelto. “El precio del barril de petróleo baja de los 30$, por primera vez desde 2003”. ¿Tendrá algo que ver la supuesta caída de la producción industrial China, que imaginamos, con nuestros ojos occidentales, pero no conocemos?
Buenas noches, y buena suerte

La joven Europa

No se me puede olvidar que el siglo XIX empezó con una guerra generalizada en Europa, que el corso se nos había puesto en plan Carlomagno, y nos quiso hacer a todos, europeos o franceses, que a él se le daba una higa, a cañonazos.
Claro, el pobre a falta de una buena cadena de televisión europea no tenía otra forma de hacer pasar a la peña por su aro post Revolución.
Tampoco se me puede olvidar que ahora, hace un siglo más o menos, las casas reales europeas habían decidido tirarse los trastos a la cabeza, y nos metimos en una guerra, que de alguna forma nos duró casi medio siglo en territorio europeo, y casi el siglo entero dentro de lo que llamamos civilización occidental.
Deberíamos estar acostumbrados a vivir en un ecosistema como éste, en el que la inestabilidad, la guerra, y los movimientos migratorios son algo natural, y por mucho que nos esforcemos por evitarlos, está en los genes humanos. Queremos lo que tiene el vecino, ya sea su casa, su pareja, su fortuna, su cultura, aunque sea para destruirla, que es lo que habitualmente hacemos al final de la conquista. Tabla rasa, destrucción de las señas de identidad del vencido, eliminación de sus estatuas, de sus dioses, de sus escritos, de su cultura, aunque luego no lo compensemos con las aportaciones del vencedor. Queda tierra arrasada, y punto pelota.
Se acepta, de forma general, que hemos empezado nuestro siglo en guerra, y yo creo que es así. Ya conocemos todos donde están las guerras cruentas en las que se mata, asedia, destruye, roba….y nos tememos que hay otras en las que los nuevos señores de la guerra no cogen espadas ni metralletas, pero que son mucho más dañinos que aquellos que solo matan.
Me refiero, cómo no, a los nuevos reyes de las finanzas, de las grandes empresas, que están guerreando entre sí a todo momento, en todos los terrenos posibles, y eso es realmente global, como lo es la gran mentira de que la generación de riqueza es permeable y pasará de las grandes fortunas a las clases populares.
Tras los treinta años, desde finales de los setenta hasta más o menos el séptimo año de nuestro siglo, el desarrollo de la sociedad de consumo en Europa produjo esa alegría similar a la de los años veinte, pero ha concluido de la peor forma posible, con la destrucción de buena parte de la clase media, y un enriquecimiento de elites empresariales hasta límites obscenos. En definitiva, el crecimiento de la sociedad de consumo, no ha supuesto la mejora de las clases trabajadoras, sino todo lo contrario.
La precariedad, la inseguridad se han instalado para quedarse, lo que paralelamente conlleva una desviación de fondos crediticios que podrían ir a la población general, al no poder satisfacer las exigencias de garantías exigidas por los inversores y han acabado en manos de las grandes empresas mundiales, y en los gastos incontrolados de los estados.
No olvidemos del giro semántico que supone la palabra inversores, no son más que los antiguos propietarios de los elementos de producción.
En esta guerra, la joven Europa, se ha quedado sin ejércitos. De hecho se ha puesto en manos de los yanquies, por medio de la OTAN. Sigue pues Europa, soñando con su pasado imperial, en el que tenía puesta su fuerza, su poder y la expansión de su forma de entender la vida. Ha perdido impulso económico, y poblacional, que eran sus poderes.
Hoy Europa, la joven Europa, se está haciendo vieja, es decir, ya es vieja, y lo digo en el sentido más peyorativo de la palabra. Nos estamos perdiendo en un marasmo de miedos a perder estatus que procedentes del viejo colonialismo nos permitían creer que el mundo estaba hecho solo para nuestro disfrute, y eso se acaba.
La joven Europa ve con pavor el envejecimiento de su población, y el empuje de su entorno, que impulsado por guerras que se idearon hace más de un siglo en los salones del Crillon parisino, no hace más que traer gentes que quieren ocupar el nicho ecológico que estamos dejando libre para ellos.
Ese nicho es el de la creación, el de las ideas nuevas, el de emprender aventuras como las que nos hicieron querer conquistar la China, o poder navegar por los siete mares.
Hoy la joven Europa, todo lo que ofrece son vallas para que no entre la nueva savia que viene del sur, del este, hasta de las Américas. No hay sitio en los teatros de ópera para tanta gente. Los cafés donde se discute sobre el sexo de los ángeles tienen numerus clausus en forma de IVA, y los miedos de los ciudadanos se están expresando de varias formas que coinciden en un final, la desaparición del concepto Europa está a la vuelta de unas cuantas décadas.
Hay algunos síntomas que me hacen pensar seriamente en el futuro incierto que vislumbro.
El primero, es que la mujer europea, ha decidido que no quiere tener hijos, con lo que las tasas de repoblación han pasado a mejor vida, y consecuentemente el traspaso generacional de tradiciones, de nuestras normas morales, las que se hacen en el seno familiar, van perdiendo fuerza, y serán sustituidas por otras, que o no han nacido aún o están llamando a la puerta.
El segundo, es el reforzamiento de movimientos centrífugos como los del Reino Unido, Grecia, Dinamarca, Suecia, hablando de países, y de regiones como Lombardía, Córcega, Catalunya, Escocia, flamencos versus valones en los Países Bajos. La idea de la unión europea, se ha transformado en una tremenda máquina burocrática, ineficaz, y sobre todo sin capacidad de ilusionar a los ciudadanos, que se limitan a pagar impuestos a cambio de empobrecerse, y ganar en inseguridad.. Literalmente nos tienen hartos, y nuestra respuesta es el individualismo exacerbado, expresado a través de los nacionalismos, de las redes sociales, donde podemos tratar a nuestro grupo como elementos de consumo, prescindibles con un click anónimo, sin llegar a verles la cara. Es como cambiar de móvil o de auriculares.
El tercero es la reacción del individuo que ha decidido llevar al poder a partidos lo más alejados posible del sistema establecido. Lo vemos por todas partes, desde el ultranacionalismo francés, polaco, holandés, danés o austríaco, a la demagogia portuguesa, italiana, o española. Pero estos partidos son muy activos al proponer lo que hay que destruir, pero vienen sin soluciones, además de una ignorancia total del alcance de su poder dentro de la escala mundial. De hecho prometen lo que saben que no pueden cumplir, y nos lo creemos. Espero que no sea una nueva República de Weimar.
Así que, amigos, esto se acaba, que los nuevos habitantes de Europa, no serán europeos, serán sudamericanos, vendrán de oriente medio, o del África que las potencias del XIX, se repartían en los salones de la British Geographical Society, o incluso del subcontinente indio. No creo que del otro bloque de allende el Himalaya nos vengan los nuevos jóvenes europeos. La nueva joven Europa, aún no existe, sus cimientos son muy frágiles, y por ende se nos está diluyendo el espíritu.
Buenas noches, y buena suerte

El encanallamiento de las cosas

Seguimos con la alegría desbordada en estos pocos días que llevamos del puto bisiesto que enfrentamos, parece que el mundo se nos viene abajo, vamos que están cayendo las veintiocho fichas del dominó una a una.
El desayuno hoy nos lo han dado otra vez los chinos, que nos la están liando, con nuestra colaboración inestimable, día tras día, sin pausa, sin tregua,
Ya he comentado mi creencia de que el capitalismo ha ganado la guerra de los últimos cien años, que las cosucas de Marx y Engels ya no mueven a la peña, que prefiere el Amarican way of life, siempre que le pongan delante la cara amable, que la otra no le gusta a nadie. Pero como te la disimulan tan bien con ejercicios de comunicación que prometen el oro y el moro, pues nada, a esperar el ciclo de vacas gordas.
Lo que tiene una economía de corte leninista, que pretende aunar un cierto marxismo con el capitalismo más feroz, es que por lo menos reacciona deprisa. Lo que en Europa tiene que discutirse “ad nauseam”, o en USA al menos en varias reuniones, (son más ágiles que nosotros), los chinos leninistas, lo deciden en un plis, y es lo que han hecho.
Que la bolsa china se va para abajo, no “poblema” “akuna matata” se cierra, y hasta luego. Que no exportamos lo que queremos, pues lo mismo, se devalúa el yuan sin anestesia, y que paguen los japos, los yanquies, o incluso los alemanes, que tienen muchos posibles. Cosas de las economías intervenidas por el partido.
Que los coreanos del norte, miran con ojos golositos ese río que les separa del supuesto paraíso chino con cara de emigrar, ya sabes, pasta al gordito y que diga que le han traído los reyes, la befana, o su pastelera madre, una bombita de hidrógeno para jugar a ver quién mea más lejos, y se lo ponga crudo a sus compatriotas para andar cruzando fronteras por donde no deben.
Veremos lo que le aguantan las veleidades a este pollo, porque no deberían olvidar lo que le pasó a Cuba cuando la matrioska rusa dejó de comprar el azúcar a precio de oro, que cuando la vida subvencionada acaba, el invierno es muy frío.
Las cosas se están encanallando este 2016. Las guerras parece que se van enrocando con saña, ninguna de las que están en marcha apunta siquiera un atisbo de resolución. Todo está encanallado.
Como está encanallado el espectáculo catalán, o la situación post electoral que disfrutamos a nivel del Estado. Todo enquistado, encanallado, una pelea a muerte con los las piernas enterradas hasta las rodillas. Apaleando sin cejar, pero sin moverse del sitio.
21_03_2012_16_06_34_96456903

Pie de foto: Junts y CUP esperando que se mueva el otro, ¿O es el PP y el PSOE?
Menos mal que a Benítez lo han cambiado, aunque me suena a «deja vu»

Encanallado está el porvenir de aquellas personas que perdieron su trabajo y cruzaron la frontera de los cuarenta y cinco. Encanallado el futuro de los andaluces y extremeños. Encanallado el presente de los jóvenes, encanallado poder vivir de tu salario con dignidad.
Por encanallarse hasta el tiempo se nos está encanallando, quizás sea el Niño, o el calentamiento ese que dicen que sufre el Planeta, pero se desbordan los ríos desde Australia hasta California, parece que tuviera sentido y voluntad para envilecerse, para corromperse.
Como envilecidos se nos están poniendo los malditos procesos que deberían haber concluido ya y que afectan a políticos, a empresarios de poco escrúpulo, como ese Sr. Díaz Ferrán que echa en sede judicial la culpa de todo a su socio muerto. Todo encanallado, corrupto, envilecido. Los Pujolone, los Bárcenas, los ERES, como poco, y añadamos los que se me han olvidado, o los internacionales, los de las trampas en los coches, los de las trampas en los bancos, en las ingenierías.
Encanallamiento en Brasil, en Venezuela, en las plazas alemanas durante el fin de año, envilecimiento danés, envilecimiento sueco, encanallamiento al final de las mafias turcas que dejan morir a los refugiados que vienen del este, en las playas mediterráneas.
Este sin embargo es un encanallamiento como el anticiclón de las Azores. Está aquí para quedarse, no se mueve, y por eso tenemos esa sensación de agobio, de estar atrapados bajo un inamovible montón de basura, ni siquiera los grupos de rock cambian.
Creo que le preguntaré a mi astrólogo de cabecera. A lo mejor nos está influenciando uno de esos planetas plastas que te traen una desgracia, y no hay forma de que el aire circule y se la lleve. Seguro que me dice cuando acaba el maldito tránsito por nuestra zona de influencia, y se va a dar la lata a los marcianos. Por aquí empezamos a estar cansados, así que espero algún movimiento en cualquier momento.
Las cosas se están encanallando, mientras menos movimiento, más envilecimiento, no hay renovación, el año nuevo parece que no ha llegado, todo huele aún a diciembre, ¡qué digo!, huele aún a fritanga de agosto, sudor de siesta, arena en los pies, todo pudriéndose.
Y a lo mejor es lo que tenemos que hacer, echarnos a dormir la siesta hasta los idus de marzo, fecha de buenos augurios, y a lo mejor el anticiclón de las Azores mueve su panza y nieva en la Bonaigua, sopla viento en el estrecho, sube el precio del pan, y comienza la Revolución Francesa, aunque desde los idus de marzo falten aún tres meses para la toma de la Bastilla.
Esperaremos pues, mientras dormimos, o en vigilia, que no parece que vaya a pasar nada, Madrid seguirá sucio, Cataluña seguirá peleándose por el acceso a una comisión sobre obras públicas, los turistas encanallando los restaurantes de la Barceloneta, o buscando una habitación sin vistas en Tetuán de las Victorias. Mejor si se tiran a la piscina desde el balcón de su hotel de veinte euros todo incluido, como siempre, cayendo en el borde y rompiendo el cemento con su cabezota.
Lo único que tiene esta cosa del anticiclón canalla, es que no trae la gripe, trae diarreas de verano, legionelosis, de esas que crecen en una gota de agua en la palma de tu mano, horchata y sexo sudoroso. Así que habrá que disfrutar de lo que nos ofrece nuestro ecosistema, que saldremos fortalecidos, aunque aburridos.
Buenas noches, y buena suerte

Now is the Winter of our discontent.

Andaba yo dándole ayer a Ricardo III, y mira por donde me viene al coleto el principio de la obra de Shakespeare, que no por manida y usada deja de tener su grandeza, y sobre todo no deja de reflejar lo que significa el drama del mal gobierno.
Ahora es el invierno de nuestro descontento, cierto, así es, no se puede reflejar con más acierto donde se encuentra, no ya la sociedad española, sino la sociedad mundial, que con estas cosas de la aldea global, parece que todos seamos uno.
Acabamos el año con miedo a que nos pusieran bombas en medio mundo. Tuvieron, en Madrid que sobar a los que fueron a la Puerta del Sol, a celebrar, no sé si el Año Nuevo, o la definitiva desaparición de 2015, en Munich, se temían lo peor, en Nueva York, se llenó Times Square no solo de celebrantes, sino de tanta policía como fue posible….así por todo el mundo. Un desastre.
Al final no pasó nada, a Dios gracias, e ignoro la causa de que no sucediera, ya que se me vienen al menos tres al magín.
-Que los terroristas decidieran posponer el ataque, que había mucha “pasma”.
-Que las fuerzas de seguridad de los Estados hubieran desmantelado las células terroristas.
-Que no hubiera amenaza, y fuera todo un invento de las autoridades, para apechuscar al populacho, del que soy parte.
Seguro que hay más posibilidades, pero no quiero marear.
Nos desayunamos con la decapitación en Arabia Saudita de varias decenas de rivales religiosos, a los que se les pone la etiqueta de terroristas, y ya vale todo. La verdad es que parece un capítulo más de esa guerra secular que mantienen sunníes y chiíes, aunque huele a dinero del petróleo que apesta.
El regreso al mercado mundial del crudo iraní, no ha sido bienvenido por los Árabes, parece. Y así tenemos a Arabia Saudita, con broncas muy serias por el Norte, guerra abierta en el Sur, que me tienen a los yemeníes destrozados, y a los Emiratos, con división de opiniones.
Nos hemos desayunado también este año, con que el Emperador del Imperio se muestra impotente cuando quiere impedir que ex convictos, personas con discapacidades mentales agresivas, y similares, tengan acceso directo a la compra de armas, que la segunda enmienda es muy dura de pelar.
Por si fuera poco, también se encienden luces rojas en la economía del Imperio, cuando se detecta una reducción dramática de la clase media, cuando se constata, que el dinero en manos de las familias ha disminuido de forma importante, aunque los salarios hayan repuntado un pelín, pero de la mitad hacia arriba, que la plebe sigue rampando, como los reptiles.
Los extremismos aparecen consecuentemente con toda su fuerza, en muchos países. España es uno de ellos, pero Francia, USA, Austria, Grecia, Portugal, Bélgica, Holanda, no se quedan atrás, porque que el extremismo sea de derechas o de izquierdas, no es lo importante, que ni quiero a Hitler ni quiero a Stalin o a Pol Pot. Que a todos estos les da por acabar con los ciudadanos que no les gustan.
Seguimos viendo muertos en las playas griegas, hombres, mujeres, niños, ya no importa, ya no se repiten en “Caralibro”, ya no lo airean los del “trino”, ya no vende clicks, es como los desnutridos de África, es como lo de los parados españoles de más de cuarenta años, forman parte del paisaje, ya no impresionan. La historieta cotidiana.
Los suecos dicen que no quieren más de esa chusma que viene del sur, y los daneses, que bueno, que lo mismo, que la realidad es que para las gentes del desierto en su dulce paraíso de hielo, hace demasiado frío, y ya están vendidos todos los abonos de la ópera nacional, que no hay sitio para ellos, vaya.
Hasta la buena de Gaia anda cabreada, y lo peor es que no nos amenaza con el invierno, sino con “la caló”, y yo no sé si vender ya el apartamento de Benidorm y comprarme una parcelita en segunda línea en las costas de Groenlandia.
Finalmente, y siguiendo la línea de pensamiento que expresé en otra de estas entregas, el capitalismo ha vencido, de nuevo. El sueño de los intelectuales que ya en los albores del siglo XX, empezaron a considerar seriamente la posibilidad de enfrentar a la gran masa obrera del mundo con los tenedores de los elementos de producción, para así llegar a un cierto equilibrio, ha desaparecido “como lágrimas en la lluvia” (Gracias Mr. Dick).
Los vencedores de esta guerra de ciento y pico de años, no se han dado cuenta de que el depredador, si quiere sobrevivir necesita dos cosas básicas.
La primera es la necesidad de piezas de las que alimentarse, y la segunda que haya otros depredadores que le fuercen a entrenarse cada día para ser mejores, que gamusino que se duerme, se lo lleva la corriente.
Este sistema capitalista vencedor está corriendo el riesgo de quedarse sin piezas de caza. La riqueza que teóricamente aporta el capital ha derivado de forma tremendamente escandalosa hacia tan pocas manos que pronto se va a quedar sin masa crítica de presas a las que cazar. En ese momento, si llega, la riqueza, que no es más que un concepto relativo, ya que no se es rico o poderoso de forma absoluta, sino por comparación frente a ciertos parámetros, y frente al entorno, dejará de tener valor, o al menos el valor que hoy se le da. Y adiós capitalismo por autofagocitación.
En cuanto a la segunda necesidad, la de otros depredadores que enfrenten al capitalismo, él mismo se ha preocupado de que no existan, y lo han conseguido. No hay ideologías, ni sistemas de organización social que puedan hoy representar una opción a lo que el capital triunfante significa hoy, y ese es el otro riesgo de muerte al que se enfrenta hoy el sistema que gobierna el mundo.
Creo que la humanidad está en estos primeros años del siglo, entrando en el invierno del descontento, de la misma forma que lo hacía Ricardo III, quejándose amargamente de la situación social que le rodeaba.
Al menos el comienzo del invierno, no es más que una luz de esperanza, la esperanza del sol naciente, que en este mundo cíclico en el que vivimos, nada es eterno, que cayó Roma desplazando hacia Oriente su poder, cayó España, y cayó, o se desplazó hacia poniente el Imperio Británico.
Desgraciadamente, estos Imperios, se diluyeron en sí mismos, y fueron otras alternativas externas a ellos los que tomaron su nicho ecológico, no supieron evolucionar, dejaron como eterno el invierno del descontento que habían creado.
Y hoy, en el plano ideológico, el mundo es un erial, nadie es capaz de proponer alternativas humanísticas a la filosofía del poder de los medios de producción, alternativas que además conduzcan hacia una tendencia de mejora de los más desfavorecidos intelectualmente.
Las guerras que están creando las ramas más ultraortodoxas del Islam, no parecen mucho más que un problema policial, en el peor de los casos, y no ofrecen una alternativa intelectual suficiente a la necesidad de luz que demanda cada vez con más fuerza la aldea global en la que vivimos.
Creo definitivamente que nuestra sociedad global ha llegado al punto más alto de la curva, y que va a empezar su declive, si no lo ha hecho ya. Lo que más me preocupa, es la ausencia de ideologías, tras décadas de confundir al pueblo diciéndole que se le educaba, cuando la realidad ha sido que se le ha sometido a un adoctrinamiento en favor de una ideología que ha hecho desviar la riqueza hacia muy, pero que muy pocas manos.
Como no me adoctrinaron en la creencia de la reencarnación, nunca sabré si lo que pienso será la realidad a la vuelta de algunas décadas o de algunos siglos, porque obviamente no estaré aquí, así que a los que sigáis por estos andurriales os pediré unos ejercicios de espiritismo, para que me informéis. Ya sabéis, curiosidad científica.
Buenas noches, y buena suerte

A horse, a horse, my Kingdom for a horse!

William Shakespeare, pone en boca del rey con escoliosis, Ricardo III, este famoso grito, cuando traicionado por sus supuestos leales en la batalla de los Campos de Bosworth, fue rodeado y finalmente abatido posiblemente a hachazos por Wyllyam Gardynyr.
Encontraron sus restos hace unos años, y los estudios post mortem, indican que le dieron por todas partes, hachazos en el cuello, heridas de flecha en la columna, cortes en la cara… yo que sé.
Fue el último rey inglés que murió en el campo de batalla. Con él acabó la famosa guerra entre los York y los Lancaster, la de las Dos Rosas, adiós a los York, ¡hola Tudor!.
Esta tarde me ha parecido escuchar entre las brumas madrileñas un susurro que venía del este, ¡Un cavall, un cavall, el meu regne per un cavall!.
El Arturet, el grito viene del Arturet, que no el Plantagenet encarcelado en la Torre por un crimen que a lo mejor no cometió, donde languideció hasta la muerte. Viene de nuestro Arturet, el grito es local, más de Guimerá, que de Shakespeare.
El Arturet ha sido traicionado, La Bordeta tiene acorralado a San Gervasi, el Arturet está rodeado por los que creía suyos, indepes de pro, pero no cayó en que eran de La Bordeta, o quizás de La Verneda, y que no se llamaban Puigdangolas, ni Cabestany, ni siquiera Bellacasa, nada, que éste se llama Baños, y como la cosa iba de ventas, no cayó el Arturet que Venta de Baños, es algo muy palentino, muy castellano, que se ha dedicado siempre a repartir juego ferroviario, que tú a León, que tú a Burgos, que tú Valladolid.
Ricardo III al parecer murió gritando ¡traición, traición, traición!, y por el momento, ni Tv3, ni el Avui, han registrado que desde la Generalitat, o desde Queralbs, nadie haya proferido grito alguno en ese sentido, claro que aún no ha caído el hacha de Grardynyr, y hasta el rabo, todo es toro.
A lo mejor no cayeron estos masillas (seguidores del Mas), que los de La Bordeta, cuando hablan de Independencia, no hablan de lo mismo, que en La Bordeta creen que lo mejor es ir por libre, es decir por libertario, y quieren ser indepes, pero de todo, de España, de San Gervasi, de Europa, del Imperio, y si me apuráis de la Tierra y hasta del Universo. Solo les falta que venga alguien a decirles qué tienen que hacer, ¡que el mejor estado es el que no existe!.
Junts son unos carcas para Baños y compañía, ¡que son antisistema!¡que no os habéis dado cuenta!. Pero no os habéis dado cuenta de otras muchas cosas, y lo entiendo. La preocupación del octavo “fillet” de Don Pujolone, por lo que le están haciendo esos malvados de Madrit, a su padrino, no le deja pensar. Le tiene ocupadísimo, y desde esa óptica de alumno de col-legi de San Gervasi, de los que siempre ganan en las ligas escolares de lo que sea, no cabe que los de la Bordeta entiendan las cosas de forma diferente.
Por no darse cuenta, ni siquiera tuvieron la vista de constatar que la “estelada”, no es la misma, que la de los chicos de barrio, que ésta es la del rojerío, el fondo de la estrella no es azulito, corazones míos, es amarillita, es decir que hablamos de cosas diferentes, y por lo tanto, aunque coincida una sola palabra, “indepe”, no quieren decir lo mismo.
El vodevil no ha terminado, y ciertamente si estoy tirando de algo al escribir esto, no es más que de mi experiencia de vida en mi tierra catalana, y de lo que leo, veo, escucho, por aquí y por allá. Estoy seguro, sin ponerme demasiado conspiranoico, que nos hemos enterado, en lo que se refiere a lo que ha pasado en estos tres últimos meses, de una puntita nada más, que ha habido trastienda, que los de la ANC (Asamblea Nacional Catalana), ya andan diciendo que la han pifiado en la estrategia, los restos de convergencia, ni os cuento, y el bueno de Junqueras, se ha quedado sin su vara de alcalde de San Viçens dels Horts, toda una entrega de sillón buscando mayores metas, (eso sí mandando a hacer gárgaras a sus convecinos, que confiaron en él para el puesto de alcalde que solicitó), pero sigue manteniendo su sonrisa a lo “Patán”.
Quizás vayamos a nuevas elecciones en Catalunya, quizás, queda aún una semana para cumplir los plazos, y aún no se ha votado, a quien han botado estos herederos de la vieja FAI, ha sido al “noi de San Gervasi”.
Lo malo que tienen estos muchachos que viven entre la Diagonal y el Tibidabo, es que no han aprendido del ambiente del que sacaban las perras para vivir. La familia Más sacó las perras para vivir de fábricas del textil de Sabadell, y de fábricas del Poble Nou, pero una cosa es ser el amo, y otra el obrero, las gafas de ver y de mirar son diferentes.
Y ahora que lo pienso, creo que el Sr. Mas, no es indepe, que con su negativa a retirarse pone en peligro «el process», lo que le importa es el control sobre el poder en Barcelona. Seguro que estoy equivocado.
Quiero terminar comentando algunas cosas de los miembros de la CUP que más se han destacado estos días. Anna Gabriel, con la que se han metido por su peinado, por su aspecto, es hija de obreros, murcianos, y onubenses, mineros de Riotinto y de Sallent, y su formación no se corresponde con la sofisticada educación del Arturet, (aunque dista mucho de ser una iletrada, con una licenciatura en derecho, y su master), de Liceo Francés de Pedralbes, y Economía multilingüe.
Pero ha salido indepe, ella sabrá por qué, pero mi modesta interpretación, es que llega por la educación de odio a lo español que se ha destilado en la escuela catalana, y por la necesidad de integrarse en una sociedad que nunca, nunca la reconocerá como hija suya, que no se equivoque, no es de “mena”, y como hija de mineros, sabe de que hablo Con ese curriculum hay que ser antisistema, y admiro, si las cosas son así, su honradez en esos aspectos.
Al final no hace más que seguir la tradición familiar de militancia en CNT, que ella lo resuelve en versión UGT, pero al final es militancia política en sindicatos de clase.
Antonio Baños, viene de Nou Barris, y allí no se dan pijos ricos, lo juro. Es la forma obrera de vivir entre la Diagonal y Collserola.
Imagino lo que le debió costar acabar su carrera de periodismo en la Autónoma, no por nada, sino por el ambiente de finales de los ochenta que debió encontrarse. Creedme o no, pero no creo que tuviera muchos colegas del barrio en las aulas.
Su desarrollo es perfectamente coherente con su extracción social, con su inteligencia, que no se la niego, y con su carrera profesional. No me extraña que una de sus salidas intelectuales haya sido ponerse en el lado antisistema. No me extraña, siempre y cuando lo que de este personaje he podido leer se ajuste a la realidad.
Así que acabaré con aquello de que el deseo de independencia de estas personas, no es solo del Estado Español, lo es también de la dictadura eterna de las cien o doscientas familias, (en eso discrepo con Fermín Bocos, que él dice doscientas y yo creo que de cien no pasa, formas de contar, poco más) que gobiernan Barcelona.
Y para que quede claro, diré que realmente Catalunya, no es más que un barrio de Barcelona, no lo olvide nadie.
También quieren ser independientes de Europa, del capitalismo, y del orden actualmente establecido, cosa que a veces nos ha apetecido a muchos.
Entiendo su posición, no la comparto, se está dando un espectáculo penoso, pero el fallo ha sido de los amos de Barcelona, al dar educación a los obreros, te acaban traicionando, y además te niegan el caballo que pides a gritos.
Buenas noches, y buena suerte

Ningún plan resiste el primer día de batalla.

No hay día mejor que hoy, para traer a colación esta frasecita digna del caralibro, pero atribuída a Napoleón, cuando seguro que quien la dijo fue Churchill sin mencionar su verdadero autor que posiblemente fuera Alejandro Magno, recogida posteriormente en la autobiografía nunca escrita de Aníbal.
Pero me ha hecho gracia oírla en no sé dónde y no me importa, ya que hoy es el primer día de batalla de este 2016, y la verdad, no sé cuántos de esos planes/propósitos enunciados hasta ayer están resistiendo, por ejemplo la primera comida del año…..Aunque estoy dispuesto a aceptar que la mayoría de nosotros, en esto del año nuevo, y para estos malditos planes, aún estamos contando con el calendario juliano, así que hasta Reyes, no empieza la batalla.
Me pongo en la lista de pecadores, encabezándola con orgullo, ya que me paso la vida con planes, proyectos, deseos, y no me dedico a esperar a fin de año para incrementar la cosa de forma especial. Si toca, y el Pisuerga pasa por la zona, pues adelante con el plan.
Ahora, debo reconocer que me parto de la risa leyendo lo que la gente dice que son sus planes de batalla, esos que no duran ni el primer día, con lo que me confirma nuestra bendita futilidad, o mejor, por no ponerme negativo, nuestra creatividad desbocada al cambiar el plan por otro mejor.
Para celebrar que el gimnasio al que me había propuesto ir ya tenía las matrículas cubiertas, cambio de estrategia y me meto tres cervezas de sofá con patatas fritas mientras me veo de una tacada la temporada de turno del Juego de Tronos, no sea que empiece la nueva y se me olvide que el tal Nieve no se enamoró del enano, y que la rubita de los dragones se ha quitado los lutos conyugales y se ha lanzado al más desenfrenado fornicio con el oficial de caballerizas, vamos, como una Isabel II cualquiera.
Eso del “el día uno dejo de fumar”, pues también tiene lo suyo. Yo lo dejé, quiero recordar hace casi treinta años, junto a la Cola loca, y alguna otra porquería, pero fue a mitad de año, sin premeditación, pero eso sí, con convencimiento, y gracias a Dios, hasta hoy, con ligerísimas transgresiones, que no han hecho más que confirmar mi decisión. Espero, por el bien de aquellos que aún le den al “pucho”, y hayan decidido acabar con el gesto, venzan con dignidad no solo el primer día de batalla, sino la guerra y firmen una victoria incondicional, que les va mucho más de lo que creen en el asunto.
Y así una tras otras de las buenas intenciones que puedan irse desgranando,
-Volveré a dirigirle la palabra al inútil de mi cuñado.
-Le diré a Chuchita que se busque otro, que a mí me tiene ya muy visto, y yo a ella, ni te cuento.
-Pintaré la casa con los colores de mi equipo de fútbol. (Aquí los del Madrit, tienen una clara ventaja sobre los del Barça)
-Leeré más
-Dejaré los cubatas
Pero llega el momento de la verdad, y ves que sobre el campo de batalla, aparece un cuerpo de la caballería enemiga del que tus espías no te habían dicho ni pío, y te encuentras inerme ante ese ataque inesperado.
Es por ello, que llevo ya un montón de años en los que eso de “empiezo a hacerlo el año que viene” ha quedado olvidado en el fondo de ese cajón en el que se guardan los calzoncillos, que no tiene sentido para mí el enfrentarme a Gigantes que se me mudan en Molinos a mitad de acometida.
En estos tiempos de incertidumbre que nos ha traído el siglo XXI, creo que el mejor de los propósitos a realizar es de sobrevivir activando las capacidades de adaptación, que la batalla es imprevisible, y no son seguros ni los bonos del Bundesbank, que ya es decir.
Así que se intentará, disfrutar sin fastidiar más que lo justo, y disculpándose por la tropelía, que los disfrutes te los llevas puestos sin más, y además se pueden compartir.
Por lo demás lo que realmente me apechusca, no son mis propósitos, sino los propósitos de otros, y que acaben afectándome. Me explicaré por si no se me ve venir.
Me apechusca lo que me están ocultando en cuanto a la evolución de la economía mundial, y que me afectará para mal, seguro.
Me apechusca lo que acabará pasando en mi tierra, tanto en mi terruño catalán como en mi patria española, que me veo llegando al poder a verdaderos inútiles ineducados en el más amplio sentido de la palabra, y la van a liar parda.
Me apechusca que estos arribados en su estupidez, no se den cuenta que hay por ahí fuera cantidad de buitres merodeando para llevarse el trozo de nuestro cuerpo, que no cuidemos y defendamos con ahínco.
Me apechusca que sigamos embarcados en una maldita guerra mundial con demasiados frentes abiertos, cada uno con su nivel de destrucción perfectamente definido en diferentes áreas.
Porque tanta guerra es el río de muerte en las guerras de Siria, Afghanistan, Irak, Yemen, Méjico, Egipto, Túnez, Mali, República Democrática del Congo, y los etcéteras que quieras, como guerra es la comercial de los Estados Unidos contra China, o las de los árabes del petróleo contra los yanquies del fracking, o las del mundo ¿desarrollado? contra la Tierra.
No hablo de las guerras cibernéticas, que también me apechuscan, o de la gran estafa a nivel mundial que se está urdiendo, cuando los bancos centrales le dan a la máquina de hacer euros, dólares, libras o yenes.
No hay plan que valga para este escenario en el que nos vamos a mover durante el año que comienza, no resistiría el primer día de batalla, ciertamente, así que confiaremos en que la guerra que yo no he comenzado, y que no quiero que siga, acabe pronto, acabe ya.
La guerra del siglo pasado duró demasiado tiempo. Para mí empezó en Sarajevo, y acabó, al menos en Europa cuando cayó en el 89, el muro de la vergüenza, que abrazaba media Alemania y de forma más mediática la capital, Berlín. Demasiados años son setenta y cinco, y ésta ya lleva tres lustros, y goza de muy buena salud.
Yo seguiré a lo mío, a mis modestias, siempre que me dejen, a seguir disfrutando de mis amigos, de mi familia, y de lo que me vaya quedando en el cacumen. Esperaré, sin poder intervenir en la mayor, que los que nos dirigen, los que no nos dan oportunidades, se queden dormidos un año entero, y recompongamos alguno de los perjuicios que nos han causado. Un año sabático pido, sin que nos hagan putadas, sin que se peleen por el poder, y dejen a las buenas gentes del mundo simplemente vivir.
Pero eso no son planes, son sueños, y no cuentan en esta historia.
Buenas noches, y buena suerte

Mi generación falló

Mi abuelo paterno fue ferroviario, mi padre también lo fue, pero mi generación, fue solo cliente de los ferrocarriles.
Sin embargo, parece que se va asentando una tendencia en la generación que me sigue, en la persona de mis sobrinos, que están cogiendo el testigo que inició mi abuelo Miguel, en esto del mundo del tren.
Estaba yo dándole al magín con esta historia, y empecé a pensar qué es lo que ha significado mi generación en el contexto de nuestra España, y cuál ha sido nuestra aportación, en caso de que hubiese alguna.
Creo que la nuestra ha sido una generación con suerte, nacimos cuando la maldita guerra civil había terminado, y aunque aún quedaban los restos durísimos del hambre, de la precariedad en todo, de la ofensa que a la ciudadanía le ofreció el bando vencedor, desarrollando ese cainismo inveterado que es parte de la genética española, tuvimos una vida más que digna apoyados en el sacrificio de la generación que nos precedió.
La generación de mis abuelos, tuvo que enfrentar las consecuencias de los desastres provocados por los nefastos gobernantes del siglo XIX, que sembraron de forma concienzuda los odios que hasta hoy, y bien digo, hasta hoy, están presentes en nuestra sociedad.
La de mis padres apechugar con la guerra, que es la peor de las crisis. Que nadie olvide que la crisis de nuestra guerra civil, se metió hasta los sesenta en el puchero de los ciudadanos de este país, y eso son más de veinticinco años. Y nosotros en edad escolar, con eso del plan cincuenta y seis, buscando en las librerías domésticas, algún libro, de cuando se podían comprar y poder leer algo decente, que no fuera Gironella, Pemán o Laforet sin ir más lejos.
Lo que no era pecado era contra el régimen. No fue fácil salir de eso, de hecho, no lo hicimos. El dictador se nos murió en la cama descojonándose de todos nosotros, y los amos del país, esos que no han cambiado desde el siglo XV, organizaron el percal para que pareciese que las cosas habían cambiado. Puro Lampedusa, todo cambió, para que todo siguiera igual.
¡Si hasta la secretaría general del PSOE, en la persona de Felipe González, se negoció entre los dirigentes franquistas y Willie Brandt!.
Con mi generación llegó la ¿democracia? a este mi país que durante mucho tiempo reconocíamos como España, y muchas veces me paro a considerar, que desde luego y sin género de dudas conlleva un balance más positivo que la maldita y asesina dictadura en la que viví mis primeros veinticinco años de vida.
Pero con todo y eso, no creo que la herencia que estamos dejando, no ya a nuestros hijos, si no a nuestros nietos, sea la más adecuada en alguno de los más importantes apartados de la vida.
Creo que hemos fallado en la educación de las generaciones que nos han seguido. No es que lo nuestro fuera brillante, se nos diseñó para ser lo que somos, los camareros de Europa, pero no hemos sabido corregirlo, es más lo hemos empeorado de forma palmaria.
La organización de España ha dado en un reino de Taifas mal avenido, en el que se ignora lo que ocurre en la región contigua, desde la geografía a la cultura, pasando por supuesto por la lista que queráis desarrollar. Y eso es un fracaso, porque nos hemos merendado en estas últimas cuatro décadas reforma tras reforma, ideas sectarias de iluminados que o querían que Ginés de los Ríos volviese, (sin saber nada ni de él ni del krausismo, por ejemplo), o que tuviésemos el nivel de las high schools yanquies, pero las de la América profunda, la de los paletos.
Hemos conseguido un país de analfabetos orgullosos de serlo, con referentes morales en Telecinco o similares que cualquiera es la misma porquería.
Así que hemos desarrollado verdaderos incultos que saben llevar una contabilidad, o hacer una casa, pero con un sentido crítico inexistente. Es decir, hemos diseñado herramientas de un solo uso a mayor gloria del capital.
El desarrollo del siglo XXI, que no puede empezar peor, con el ataque a los edificios de Nueva York, nos está trayendo año tras año empeoramientos en nuestro entorno, y por entorno entiendo, no solo los climáticos, sino también los sociológicos y los económicos.
Estos días, y con motivo del fin de año aparecen en los medios de comunicación, uno a uno y por su orden, los desastres de 2015, un año para olvidar, a no sea que te haya tocado la lotería, que al parecer no es el caso, al menos en mi círculo próximo.
Unidas a las anomalías del clima hoy me entero que ese agujero de la capa de ozono, del que ya no se hablaba, ha renacido con fuerza inusitada, y está batiendo records históricos. Estamos haciendo el burro, y lo pagarán las generaciones que nos siguen, porque me temo que seguimos fallando en el desarrollo de su sentido crítico, fundamentado. (No confundir con el berreo callejero, y el cabreo adrenalínico, que dura un par de horas)
Records históricos hemos y estamos viviendo en la contaminación de las ciudades, que no solo Madrid y Beigin son malditas, Milán, sin coches aparecía el otro día en los informativos, Inglaterra está como si le hubieran quitado el tapón a la bañera y se estuviese hundiendo, del medio oeste americano ni hablamos, como ni hablar de que nuestros bosques del norte se están quemando como si fueran pinares mediterráneos en julio.
El Niño ha venido y está en fase creciente, en record de calentamiento de las aguas del Pacífico, y como la mariposa que bate las alas, el caos se extiende por todo el mundo. Pero sobreviviremos, o no, ya veremos, pero de parar de fabricar coches ni se habla.
Desde el punto de vista de la economía, cada fin de año rezo el famoso ¡Virgencita que me quede como estoy!. Pero mi sociedad cada año es más pobre, y que no me vengan con la historia de crecimientos del tres coma dos por ciento, porque el ciudadano no lo ve reflejado en su bienestar.
Este 2015 han sido los emergentes, la Chinanachinanatevoyaregalar, el petróleo más barato, y las guerras.
Parece que ese dios maldito de la guerra, no ceja, y una vez desaparecido el enemigo comunista, aparece el islamista, y se abaten aviones de pasajeros, como se abatieron hace un siglo barcos como el Lusitania. ¡uy!, perdón creía que eran de los malos.
Pero los niños mueren en el campo de batalla, en las playas huyendo de la barbarie, o de hambre en cualquier sitio, que para eso la geografía importa poco. Puto año.
La herencia que mi generación ha dejado, y no tenemos ni idea de como funciona, es eso del Internet. La comunicación instantánea, ¡guau!, como si fuese algo necesario. No es nuestra comunicación lo instantáneo, es la velocidad de transmisión de la consigna lo que nos ha llegado, y la pérdida en buena manera del contacto físico interpersonal. A cambio hemos perdido, quiero decir, hemos vendido a cambio de un plato de lentejas, nuestra intimidad, que hasta el derecho irrenunciable de la inviolabilidad de la correspondencia ha saltado por los aires.
Pero en nuestro descargo, diré que hemos participado de forma consciente mucho menos de lo que nos imaginamos. Sin entrar en estupideces conspiracionistas, la mayoría de estas cosas las han hecho por nosotros, y directamente nos las hemos merendado, sin pestañear. Si alguien piensa que el poder está en manos del pueblo, es que sigue creyendo en los Reyes Magos.
Volviendo a mi España, el 2015 no ha podido ser peor, a pesar del tres coma dos por ciento de crecimiento, lo único que a lo mejor nos beneficia, es que estaremos meses sin gobierno que legisle, y eso que nos llevamos, pero a medio plazo, nos estamos quedando a la misma velocidad, sin clase media y sin centro político, y es una mezcla que nunca ha terminado bien en la historia que conozco, y esta vez no tiene que ser una excepción. Aquí tengo que alabar el “seny” de nuestras mujeres, que han decidido reproducirse lo menos posible.
De mi terruño, Catalunya, no voy a hablar, que cada vez que lo hago se me suben los colores, de la vergüenza que estoy pasando.
Así que enfrentaré 2016, con los ojos cerrados, como cuando sabes que te viene una bofetada, y con los brazos en posición defensiva, porque esto no se ha acabado, ni en España ni en el resto del mundo, sin atreverme a desear esas cosas que se desean este año, ya que últimamente parece que no le hacen caso a uno. Ni molestarme pues, ni mucho menos tentar a la suerte adversa.
Buenas noches, y buena suerte

Ni JUNTS POT la CUP

No sé si no puede, no quiere, o simplemente no sabe, pero la vergüenza catalana sigue su curso a ninguna parte con una empanada mental, digna de una asamblea de propietarios de casa de vecinos a ver si cambian la antena colectiva.
Ciertamente no he estado en la asamblea de estos señores, y como pobre ciudadano que soy pues nada, lo que dice La Vanguardia, y poco más (¡uy, perdón!), pero lo que se me ha transmitido, es que después de marear la perdiz todo el día, al final se trataba de si ganaba San Gervasi, o Sans y La Verneda. Tremendo.
Ahora a corre cuita, es decir deprisa y corriendo, sin pensarlo demasiado, con la noche de Rondel semiseco en el Poble Espanyol por en medio, y algunos de camino a Extremadura a ver a la familia, se tienen que decidir el día dos si esos a los que llaman opresores de la parte alta de Barcelona, siguen en el machito, o no.
Repito de nuevo, que no tengo noticias de primera mano, pero lo que me temo es que en vez de la conciencia de clase que supuestamente debería regir este tipo de organizaciones, lo que anda por en medio dando la lata, es obviamente el independentismo.

Quien me quiera escuchar o leer, sabe perfectamente que estoy convencido de que es la gran estafa que se le ha colocado al pueblo catalán, del que por cierto soy parte. Se ha mentido tanto, de forma tan interesada, tan cutre, tan miserable, y gastando tanto dinero, que hasta los obreros de corte anarquista prefieren la independencia, aunque sea con San Gervasi en el poder, y que se mantengan íntegros los círculos de las doscientas familias, que pensar realmente en sus intereses de clase, que por cierto está cada día más puteada.

Tan buen negocio es el poder, que los de San Gervasi, le han puesto precio en Euros al asunto. Creo que se hablaba de unos trescientos millones por el voto a favor de la investidura del actual presidente en funciones.

También se le piden otros flecos dinerarios, que obviamente se ceden con facilidad, que el beneficio para las doscientas familias, manteniendo el control de la contratación pública, de las inversiones en obras, del reparto de puestos en las compañías que operan en Catalunya, el poder, al fin y al cabo, no se moverá de sitio.

Hablando estos días en mi tierra, con unos y con otros, veo que el mensaje de que solets millor, ha cuajado en gentes que parecía que hasta pensaban, pero el “beba cola loca”, se les ha metido hasta la piamadre.

No hay discusión ni análisis sobre la opción independentista, o muy poca. Los agricultors y ramaders de Lleida no se han dado cuenta que se van a comer las peras en confitura, que duran más, y que los pollos y los cerdos de Guisona los van a tener que llevar a saladeros hasta que las ranas tengan pelo. No se han dado cuenta los obreros de Martorell que los Seat tendrán que llamar a la puerta de la UE si quieren colocarlos, y les dirán que miren a ver si en Argelia les apetece.

Y esta panda de dirigentes no ha salido a la palestra a decir, que no se preocupen, que el govern independent, les garantizará el curro, y que los hemoderivados de Grifols, podrán seguir entrando en los Hospitales europeos, y si no funciona, sus fortunas personales están a disposición del trabajador local.

No han dicho, que de la UE, en caso de patada en la puerta, es decir incumplimiento de la ley, y declaración unilateral de independencia, no les van a echar, es mucho peor, simplemente dejará de ser de aplicación en el territorio cualquier aspecto de la legislación comunitaria, y lo que es aún peor, la independencia no se obtiene con una declaración, amigos, se obtiene con un reconocimiento por parte de la comunidad internacional…y con el precedente de que solo acato las leyes que me vienen bien, no veo muy clara la amplia sonrisa de bienvenida en la Asamblea de la ONU.

El precedente sería terrorífico,si esto sigue adelante, y me consta que van a apretar todo lo que puedan, por la cantidad de intereses que se han creado, los que van a pagar el pato van a ser los votantes de CUP, de SI QUE ES POT, y muchos de JUNTS, lo harán con sus haciendas el que esta deriva pueda hacer amago de llegar a empeorar las cosas. Lo pagarán con el trabajo que les da de comer, y si saliese adelante de alguna manera, mucha miseria para muchas generaciones.

Los trabajadores de Catalunya, han puesto precio, un plato de lentejas, al voto que debe perpetuar el poder de San Gervasi. A lo mejor además ponen ascensor con música en el metro de La Bordeta, pero el norte lo han perdido, lo han perdido del todo.

Por cierto, debo también decir que toda esta historia, no es solo una vaina catalana, que el resto del estado debe también tentarse la ropa.
Los han alimentado a base de permitir transgresiones legales en aspectos como la educación, la contratación pública, la exigencia idiomática al funcionariado, los insultos en público a los símbolos nacionales, las desviaciones de fondos para fines que nada tienen que ver con el bienestar del ciudadano, por intereses del PSOE, del PP, cuando a nivel nacional necesitaban los votos catalanes para sacar adelante gobiernos en minoría parlamentaria.

Y luego, dejadez, toneladas de dejadez, esa laxitud hispana que ha llevado en los dos últimos siglos por lo menos a España a ser una nación mindundi en el panorama internacional, y una cuna de corruptos con oficinas clientelares en cada pueblo de la piel de toro.

Lo último y no menos miserable de toda esta historia es la posición del partido Podemos, que (no lo olvidemos), tiene entre los diputados obtenidos en las últimas elecciones un buen número de independentistas catalanes.

Con la apariencia de ser más demócratas que nadie, andan diciendo que eso del derecho a decidir debería llevar a Catalunya a un referéndum en el que se decidiese la autodeterminación. Más supuestos obreros apoyando a TV3, y a la gente de San Gervasi, que su poder debe ser preservado, tombi qui tombi. Unos pocos apoyos más en el parlamento español, a costa de los derechos legales del 97,3% de los ciudadanos españoles. Total nada.
Por supuesto que incluso, si en un hipotético referéndum saliese que no, que de independencia nada, el problema no estaría resuelto, todo lo contrario, tendríamos garantizada la misma historia cada tres o cuatro años.
Así, que por favor, cumplamos todos las leyes, dejemos de vender países por platos de lentejas, que al final no son países, son personas, vidas y haciendas de los que más lo necesitan.
Así que como he dicho hoy al ver la patochada de Sabadell, me voy a vomitar.
Buenas noches, y buena suerte

Los cisnes negros

Estamos en días de balance, y explicar lo que ha pasado es el más preciado trabajo de los ecónomos de palacio, que se dedican casi en atropellado alud al ejercicio de contarnos las causas de que el petróleo esté más barato que el año pasado, que Abengoa esté hecha unos zorros o que el dólar se haya puesto en unos niveles que dejaron para el recuerdo el famoso e hispánico “give me two”, en las tiendas Ray-Ban de Nueva York, o hasta en la de manzanas frente al Plaza, allí donde la Quinta le hace un escorzo al Central Park.
Nos han explicado que el cambio se debe a la fortaleza de la economía americana frente a la crisis, al autoabastecimiento de crudo, a la caída del paro, y hasta pueden encontrarse analistas que explican el asunto analizando el mercado de Rolex “fake” en Canal Street.
Para todo hay, nos han explicado causas muy sesudas donde se ve claramente el por qué del supuesto parón chino, o de por qué los japos con eso del abenomics siguen sin levantar cabeza.
Hace un año nos decían que si la crisis estaba superada, que si los mercados bursátiles iban a ser la repera limonera, y que el único producto que iba realmente a reflejar este idílico panorama, sin duda alguna serían las longanizas de atar perros, debido a lo alocado de las previsiones de ventas.
Y hoy nos dicen muy seriecitos que si no se consideró esta o aquella posibilidad, que algunas de las decisiones del señor Draghi fueron alocadas, que los análisis de la Señora Yellen no haciendo caso ni a los del medio oeste ni a los californianos, acabaron teniendo consecuencias no deseadas, o que el Señor Putin no tenía que haberse cabreado tanto cuando le tiraron aviones o cuando él los tiró, que la salvajada es la misma.
A todo esto, de lo del avión malayo en el Índico, nada de nada, que ni Iker Jiménez, lo menciona, de los que perdieron su trabajo, casi ni pío, incluso buceando en los programas de la izquierda, que aquí el ciudadano importa poco, y después de las elecciones, nada.
Con tanto fallo en las previsiones que se esperaban para este casi extinto 2015, me encuentro ahora con listas de “Cisnes Negros”, que no son más que cosas que pueden ir a peor, o simplemente aparecer de la nada destrozando las buenas intenciones que en estos tiempos de esperanza y epifanías proliferan por todas partes.
He leído cosas como:
A Benjamin Netanyahu, le da una ventolera, se lía la manta a la cabeza, y ataca los complejos nucleares iraníes.
Consecuentemente se arma la marimorena, los mercados mundiales se van al carajo, y la renta per cápita de los bostonianos cae un 2,7356% estacionalizado.
Otro cisne negro de estos, es que el petróleo vuelve de golpe a los 100$, por acciones del infame estado islámico sobre los oleoductos y los árabes no quieren/pueden en poco tiempo subir su producción, por lo que de nuevo un carajal internacional se sirve en bandeja, y nos sube en la zona de Cabrils/Cabrera, el precio del Rondel semiseco un 4,859%, sin anestesia. Terrible.
Estos pollos islamistas, dan también para otro de estos cisnes negros, y es un ataque terrorista de los que asustan a las abuelitas del country side británico. No sé, por ejemplo un ataque coordinado en Picadilly, en la sala del Ritz donde “at five, sharp” se está sirviendo el té. Terrible, me veo las salsas en tetrabrick de Unilever teniendo un desplome de ventas, porque ningún árabe de esos que quieren ser ingleses vuelve durante un buen tiempo a los dos estrellas Michelin de Chelsea.
La invasión de Turquía por Putin, o viceversa, debido a que un coronel ruso consiguió evacuar un buen cagarro, firme, brillante, con forma de trenza, de esos que da gloria verlos, como diría el maestro Cela, y atracó junto al Dolmabache, a la hora de la cena de Erdogan. Terrorismo de estado, y a tortas, que para luego es tarde. Los efectos sobre los precios de los bolsos de Hermès que sirve Finito junto a la cisterna, y las matrioskas hechas a manos por exempleados del destruido tejido industrial soviético, será totalmente imprevisible, pero lo que está claro es que no debe estarse posicionado en esos activos.
Otro de estos Cisnes Negros, es que los de Wilkileaks, apoyados por Anonymous, descubren que las cuentas publicadas por el Partido Comunista Chino, tienen más trampas que Rumasa en tiempos de Boyer. Se lía parda, Carmena se queda con el edificio España, los habitantes de Beigin y de Shangai, pierden el empleo y vuelven al campo. Los miembros del Politburó se ven forzados a montar una compañía de ópera china, y salen de bolos por Vietnam y Corea del Norte. El pobre Kim Jong-un, se siente desprotegido, abandona el país, pide la nacionalidad suiza, y se convierte al calvinismo militante.
Cisnes Negros como estos o como aquellos que quieras inventarte, y a mi se me ocurren, sin meditar, unos pocos, son los que estos analistas ponen sobre la mesa, para advertir a la ciudadanía de lo que puede ser les esté esperando a la vuelta de la esquina, y así no les pille sin la venda preparada.
Puestos a buscar Cisnes Negros, a mí se me ocurren algunos que pueden afectar a sectores muy importantes de las creencias políticas, económicas y religiosas, y ahí van alguno de ellos.
Francisco confiesa su homosexualidad, pide la mano de Bertoni, por amor rompe el carnet de socio del San Lorenzo de Almagro, y se apunta a la barra brava de Boca Juniors, que es lo que realmente ha deseado desde que llegó a Roma. Hay un desplome del mercado de estampitas, Mafalda se suicida a lo bonzo, y Cristina Kichner, tras decir que ya se lo temía, funda una secta destructiva en Bariloche, basada en las creencias cátaras. El peso argentino se equipara en cotización al dólar americano.
Arturet, tras ser rechazado por los de si puc no cup, se da cuenta de que debe dirigir su mesianismo a cotas más altas, entra como novicio en Monserrat, siendo nombrado abad en tres meses, tras una meteórica carrera, gracias a los estigmas que muestra una tarde en estado de trance.
Alguien cercano a Unió Democrátrica, afirma que son estigmas de atrezzo que le hizo Willi Toledo, en agradecimiento a las subvenciones recibidas. Los precios de los panellets se desploman, el cava abandona la Xarel-lo, la Macabeo y la Parellada, pasándose a Chardonnay y a la Pinot Noir. El canciller Valls, ante tal prueba de amor, acepta la anexión de la República Catalana a la República Francesa. Hacia noviembre, un movimiento de ramaders anarquistas, se alía con los independentistas corsos, y montan un estado nuevo con ciertas facciones independentistas ligures que añoraban tiempos históricos, aprovechando un cambio de novia del señor Hollande. Se desploma el precio del Roquefort, y debido al crash chino, se devuelven ingentes cargamentos de Borgoñas premier cru, que para darles salida hay que empaquetarlos en tetra brik.
La señora Merkel pide la baja por maternidad, los mejicanos dan la ciudadanía de honor a Donald Trump al sobornar este a embajador azteca con vales descuento en los casinos de las Vegas….
-El problema con Donald dijo el embajador, es que se pierde lo más importante de su mensaje en la traducción simultánea.
Y así “ad nauseam”, que los Nostradamus no existen, que sacar el dedo por la ventana y decir que el viento vendrá del Norte, nunca ha funcionado, y el futuro está por escribir.
Claro que si la información disponible para el común de los mortales fuera la adecuada, es decir, exhaustiva y veraz, no hubiera sido demasiado difícil deducir que la corrupción brasileña iba a aflorar, o que la deuda que los señoritos andaluces firmaron en nombre de Abengoa iba a tener las consecuencias que hoy vemos, o que las locuras que se están haciendo con las máquinas de hacer papel moneda traen consecuencias, y más que se esperan, que las mentiras, manipulaciones, intereses espurios de nuestros gobernantes no han de conducir sino a más empobrecimiento y destrucción de los activos de nosotros los villanos.
Como siempre los más de los mortales, como mucho, para saber el futuro debemos ir a la Pitonisa del Retiro a 10€ la hora más la voluntad, que nuestro nivel de información es equiparable al que tenían hace sesenta millones de años los dinosaurios, y así les fue.
Buenas noches, y buena suerte

Más vueltas al solsticio.

pagano2, na.
(Del lat. pagānus, aldeano, de pagus, aldea, pago2, que en lat. eclesiástico adquirió el significado de gentil por la resistencia del medio rural a la cristianización).
1. adj. Se dice de los idólatras y politeístas, especialmente de los antiguos griegos y romanos. U. t. c. s.
2. adj. Se dice de todo infiel no bautizado. U. t. c. s.
Canto libertario
Ponte en pie
Alza el puño y ven
A la fiesta pagana
En la hoguera hay de beber
De la misma condición
No es el pueblo ni un señor,
Ellos tienen el clero
Y nosotros nuestro sudor
Si no hay pan para los tuyos
Y ves muy gordo al abad,
Si su virgen viste de oro,
Desnúdala
Cómo van a silenciar
Al jilguero o al canario
Si no hay cárcel ni tumba
Para el canto libertario.
Este poema sacado de una canción del grupo Mago de Oz, me ha llegado hoy por caralibro de la mano de don Guillermo Lozano, que la ha utilizado para su felicitación solsticial.
No iba dirigida a mí personalmente, ya que ha sido uno de esos rebotes, muchas veces acertadísimos que te llegan de la mano de los, en mi caso, escasos amigos que mantengo en el tal invento.
Una de las primeras cosas que me llamó la atención fue la utilización del término pagano, que en mi ignorancia, daba más hacia el descreído que hacia el pedorrico de misa y vermut en la plaza, pero no, la R.A.E. me colocó el matiz que me faltaba, y hace que empiecen a cuadrar las cosas en mi hebén cabeza.
Estamos entonces, que el pagano, es el que vive en el pago, que sí, que con su supuesta y tradicional tozudez era quién más dificultades dio a los mosenes a la hora de llenar parroquias, pero de ateazos o descreídos, nada de nada, que a falta de creencia en el dios oficial, daban en un politeísmo cómodo y por ende utilitario.
Alguna vez habré comentado que lo peor que le pudo pasar a la humanidad, fue que se impusiera el monoteísmo, es para decirlo de alguna forma como si gobernase un partido siempre, y con mayoría absoluta, como el P.R.I. mejicano, o peor aún como un Franquito, Pinocho, Videlita, o incluso el Partido Comunista Chino.
Lo que conlleva es sabido de sobras por aquellos que lo han sufrido, aparece la Stasi, la Congregación para la Doctrina de la Fe, la Brigada político social, y lo que quieras añadir, siempre con el mismo objetivo, evitar las desviaciones del pensamiento único.
Yo ya no puedo ser pagano, fui bautizado en su momento, y nunca viví en algo que tuviera menos de dos millones de personas a mi alrededor, en lo que se suele dar en llamar vecinos. Claro que mis creencias se alejan mucho de la ortodoxia que la Iglesia Católica mantiene, o de las que el Islam propugna, o de las confesiones post luteranas (me revienta llamarles protestantes, por la pérdida del valor etimológico que hoy tiene frente al momento fundacional), vamos, que ningún “haz lo que digo” me cuadra, lo mío es dame información veraz y exhaustiva, y ya te diré yo con lo que me quedo.
Pero puestos a creer en algo siempre me ha parecido mucho más funcional eso del politeísmo, pero sin fastidiar, que no me viene nada por ese dios que come corazones de guerreros cautivos, o impone liturgias llamémoslas poco adecuadas.
Y es que en cuanto el chamán de turno, que en el poema recibe el apelativo de abad, se pone a decir lo que tengo que hacer, los pelos se me tornan escarpias, porque es al fin, otra forma de iglesia, y al final te encuentras haciendo lo que no quieres, como por ejemplo degollar a los que no piensan o creen como tú. Una porquería, vamos.
Es por eso que siempre me ha parecido saludable mirar al entorno, y en función de la calidad de tu adaptación al mismo, alegrarte al saber que sembraste el campo en su momento, que recogiste los frutos a tiempo, que respetaste los ciclos de fecundidad no solo de plantas y animales, si no de los de tu misma especie, y celebras ¡cómo no! los frutos obtenidos.
Así, que agradecer el sostén que te proporciona la tierra, la lluvia que riega el campo y que te da de beber a ti también, es una parte importante de mis creencias.
Iniciar en el conocimiento a los de tu tribu en aquellos aspectos del entorno que supondrán no solo la transmisión genética, sino el respeto y el mantenimiento del ecosistema en el que desarrollas la vida, es algo necesario y vital. Así se suceden ritos iniciáticos, adolescentes que deben cazar un león con las manos, o el baile de debutantes a ritmo de Strauss. Siempre un rito de por medio, una celebración, una esperanza y una utilidad.
Y si te sientes desamparado en algún momento, buscas el consuelo en esa parte de ti mismo a la que llamas Príapo o San Antonio, si la cosa va de amores, o echas mano bien del santoral o de la lista de dioses que más te cuadre, sabiendo siempre que al final es un ejercicio de introspección y meditación, que esto, en esos momentos se hace en soledad, vamos, que los dioses están en uno mismo.
Luego las fiestas paganas, es decir, del pueblo, para que todo el mundo celebre y pida lo que en su introspección ya pidió, y sobre todo para recordarnos lo que de gregario hay en nosotros, no sea que optemos por la soledad, y con ello se va al garete el tinglado tribal, social, y la necesidad de un líder.
En este solsticio de invierno, una de las cosas más populares son, claro, los cantos breves generados en los pagos, o villas, es decir por los paganos o villanos, y ya estamos en los villanicos, devenidos en villancicos, con estrofas breves y muchas veces con poco o ningún sentido, y estrafalarias al análisis detallado, pero llenas sino de sabiduría popular, al menos de esa retranca que caracteriza al pagano
Pero la vida que nos hemos dado los urbanitas, pocas veces entiende esa sabiduría, o lo que sea. Nosotros somos los siniestros inventores del gran diablo erigido frente al hombre libre, y que se llama burocracia.
Es decir las normas preparadas en el bureau, en la oficina de palacio, para organizar el comportamiento de la tribu, siempre a costa de la libertad individual, de las creencias primigenias, de la luz del sol, de los movimientos hormonales, del influjo de la luna, y de nuestro corazón, siempre, claro, sin conocer el terreno que está lleno de barro.
Así que intentaré ser un pagano teórico, ya que eso de vivir en un pago ya no es posible, que mal soporta el trasplante el árbol viejo. Pero sí que podré seguir dejando mi pensamiento volar en libertad esperando que una Ceres llene mi mesa del pan que necesito, un Poseidón sea amable conmigo cuando cruzo la mar, y que Príapo me deje tranquilo, que como Antonio Machado dijo, amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario, y mi ácido desoxirribonucleico, convenientemente mezclado como un coctail de Boadas sigue por ahí dando la lata, y esperando por segunda generación ser presentado a la tribu en rito de pueblo que en mi juventud era la comunión, y ahora puede ser cualquier cosa, pero alguna habrá.
Propongo pues disfrutar de nuestras fiestas paganas, todo lo que podamos, que nos ciñamos a los ritos que nuestro ecosistema exige, y lo hagamos en la forma que más conveniente nos parezca, mientras tanto ¡Salud compañeros!
Buenas noches, y buena suerte.

Priscilla reina del desierto

Escuchando la grabación del último programa de “La escóbula de la brújula”, eché unas risas cuando uno de los contertulios comentaba lo que le evocaba la escena de tres personajes, uno con barba blanca, otro rubio que parece un Sigfrido, y un negro zaíno montados en camellos, con capas de seda, colores vivos, enjoyados, con oros y aromas en ricos cofres, de viaje a occidente…¿los reyes magos? Noooo. ¡Priscilla reina del desierto!. El primer desfile de Drag Queens de la historia, el orgullo gay en todo su esplendor.
En el mismo programa y tocando el aspecto científico parece que alguien se ha puesto a analizar al pobre Papá Noël, y le sacude por dos lados.
El primero, es que los renos macho, en esta época del año, no tienen cuernos….a no ser que sean “castrati”, o féminas. Cuestión, al parecer de la testosterona, y claro falta el reconocimiento al oscuro trabajo de las señoras “renas”. Así que doña Carmena con eso del sexo y la cabalgata de Reyes había oído campanas sin saber dónde, se hizo bola, y mire usted, que tuvo que poner a la concejala de San Blas a dar explicaciones canónicas.
La segunda, es que un grupo de científicos un poco “fumaos”, hizo un cálculo de la velocidad que Papa Noël debería desarrollar para servir, a los niños que creen en él, los juguetes en las veinticuatro horas que tiene viajando de este a oeste. (Lo de los husos horarios ayuda un montón).
Parece que tendría que moverse a unas tres mil veces la velocidad del sonido. Hasta ahí, bien, salvo que la onda sónica que crearía sería de tal magnitud, que destruiría, su carro, sus juguetes a las renas…y hasta él mismo saldría seriamente perjudicado.
Claro que como se cumplen estos días los cien años de la publicación de la teoría de la relatividad, si va muy muy deprisa, el tiempo no pasa para él, así que nosotros capturados en el segundo mágico, y él repartiendo juguetes, subiendo y bajando por las chimeneas, comiendo los turrones, y bebiendo el vinito que hayan dejado los devotos e interesados niños. Incluso, podría usar agujeros de gusano, pero eso es ya otra historia.
Realmente la simbología que arrastran estas fechas es inabarcable, aunque en todas las tradiciones del hemisferio norte, lo más importante es el culto al sol naciente, la época en que empieza la vida de nuevo, en contraposición con el otro solsticio que conlleva la necesidad de deshacerse de lo caduco.
Los últimos acontecimientos acaecidos en nuestro país parece que dan la razón a las tradiciones solsticiales, solo viendo la cara de los dos políticos que se encontraron ayer en la carretera de La Coruña. ¡A mí tampoco me tocó la lotería, y tenía otra cara!.
Estos dos se saben muertos desde el solsticio de verano, como poco, y si siguen donde siguen, no es porque no estén ya desechados por la ciudadanía, sino porque nuestra Carmena, nos está fallando con la recogida de basuras y no le caben en los camiones de Fomento de Construcciones y Contratas esa cantidad de porquería, que ellos son solo la cara de las organizaciones clientelares corruptas que lideran.
Las semillas que están ahora brotando en esta tierra contaminada, no son más que despistados bebés políticos intentando enterarse de qué diantres va la fiesta, y sondeando la posibilidad de encontrar un hueco entre el marasmo de árboles que conforman este bosque caduco. Pero el sol está con nosotros unos segundos más al día, y acabará calentando.
Si fuese un antropólogo de pro, y no un Mr. Chance de segunda, desarrollaría ahora los cultos de Isis, sus similitudes con las tradiciones cristianas pariendo dioses en estas fechas, hablaría de los abetos (perennifolios, by the way), o del muérdago, o incluso del Tió Nadalenc de mi terruño, la Toza aragonesa, la Tronca del Pallars, el Tizón gallego, y hasta el Yule Log británico como parte de las tradiciones solsticiales, que hemos heredado, posiblemente, de los antiguos druidas de los bosques ancestrales.
Tampoco, aunque me haya metido con ellos al principio, ignoraré lo que significa la aparición en estos días, y en cada tradición con su nombre y su matiz, de Magos que venían de oriente, de brujas como la Befana (palabra derivada de Epifanía), o el gnomo del Norte que reconocemos como Santa Claus.
Todas estas tradiciones, parece que tienen tres cuerpos para aquellos que somos cristianos viejos, y huimos de calvinismos, que son, a saber, el Nacimiento, el paso del año, y la Epifanía (revelación).
Al fin y al cabo, la tradición cristiana que lo ha sincretizado todo, como no podía ser de otra manera, no ha hecho más que intentar dar una explicación a la misma tradición que no es otra que la celebración del renacimiento de la esperanza del nuevo ciclo solar, que conducirá a nuevas explosiones de vida y renovación en los próximos meses.
El carajal que supuso el cambio al calendario gregoriano, dejó a la iglesia oriental (los que no saben persignarse) celebrando el nacimiento el seis de enero, así que aunque los pastores ya sabían que la Esperanza estaba entre nosotros desde Navidad, se confirma la Revelación, dos semanas más tarde.
Lo que nunca le cuadró a la iglesia es que se le quedara descolgado el cambio de año, por un quítame allá el calendario, la fiesta intermedia que dieron en cedérsela San Silvestre, e intentaron cargársela de forma infructuosa, que con las tradiciones milenarias, no puede ni la tele. Así que el 31, a misa de Gallo, y a otra cosa.
Relacionado con todas estas tradiciones, hay otros personajes, que como “el caganer” catalán, no hacen más que abonar la tierra, o el Angulero asturiano que reparte regalos como el Esteru y su burru, el Olentzero vasco-navarro, o el Apalpador gallego. Todo personajes relacionados con la Naturaleza, y por tanto muy comprensibles para el pueblo que vivía del campo, de los bosques y da la pesca.
Me encanta por otra parte, saber que a los daneses les visita San Nicolás, que, claro, viene de España, el mundo es así.
No olvidamos a nuestras brujas buenas como las Anjanas cántabras que te protegen de los ojáncanos, y también llevan juguetes y regalos nuevos.
Y ahí otra de las tradiciones es el regalo de algo nuevo, que la tierra se renueva, y todo debe renovarse para el próximo ciclo, de la misma forma que para San Juan, quemábamos lo viejo.
Acabaré este capítulo solsticial, pidiendo perdón en primer lugar a Rodolfo, el buen reno de Papa Noël, que no me lleve a tribunales por meterme con su sexualidad y sus cuernos….(no haber sido tan bruto en la época de celo, que estas cosas se pagan). También a los Reyes Magos, que me lo han puesto a huevo, pero a los que les escribo mi carta anual, y nunca me dejan en la estacada, y a todos los que hayáis llegado hasta aquí, si no he cumplido con vuestras expectativas.
Por lo demás deseo a todo el mundo un feliz tránsito hacia los meses de la esperanza, que con la tierra bien abonada y los regalos nuevos si se han pedido con tiento y con tino, las expectativas se cumplirán.
Buenas noches, y buena suerte

No puedo dejar de reír

Y lo digo de esta forma suave, para que la cosa no se me desmadre demasiado, que si empiezo con tacos luego se me calienta la boca, y tengo que poner dos rombos en la cabecera, o indicar aquello de “para mayores con reparos”.
Los españoles, al ejercer nuestro derecho democrático al voto, hemos dejado el panorama como unos zorros, vamos que me recuerda a los partidos de la Real Sociedad de los setenta, que venían a “Can Barça”, ponían el autobús delante de Araquistain, y a por el empate, que se lo llevaban siempre.
Luego en “Can Barça”, (costó, treinta años), empezaron a saber cómo se reventaban los catenaccios, a la vasca o a la italiana, que tanto da, pero costó eso treinta años.
Desde luego el pueblo es soberano, pero lo que hemos hecho, que es lo que había que hacer, por cierto y si la cosa se hubiera exagerado un poco más, quizás hubiera sido mejor, y más divertido.
Mi lectura de los resultados de las elecciones, es que les hemos dicho a los políticos, que ninguno de ellos vale para gobernar, ¡Qué razón llevamos!, y ahí están todos diciendo que han ganado, y que están dispuestos a formar un gobierno con ellos como “Dios Invicto”.
Me muero de risa, pero la cosa tiene algo de risa amarga. Porque me temo que esta panda, que si solo fueran inútiles aún saldríamos del atolladero, son además sectarios, y ahí es donde nos va a doler, y mucho.
La cosa la veo, que como siempre, delante de los políticos ha ido la ciudadanía, y como pensamos que la política es el arte del acuerdo, para hacer progresar les hemos dado un mandato, que me temo no van a saber interpretar, ya que su objetivo no es el bienestar y el desarrollo de los ciudadanos, sino que es el bienestar y desarrollo de ellos mismos, lo único que les interesa.
Y me viene a la cabeza ahora, lo mala que es la corrupción en lo público cuando llegan estos empates en el reparto de poder.
Y no me refiero a las cuatro perras que hayan podido trincar, que siendo muy negativas no son lo peor. Lo peor es el enroque de los partidos por miedo a que un socio de gobierno levante las faldas de la camilla, y eso sí que no.
Lo fácil es hablar con postulados sectarios, o de la inmiscibilidad de ideas o de programas, ¡como si tuviesen de eso!. La carencia de empatía con el ciudadano es lo que caracteriza a estos. Solo conocen su ombligo, aunque no sepan lo que es.
Ayer mismo, con el cadáver caliente de los resultados, se me pusieron a verdulear en la tele una tipeja del PP y otra de Ciudadanos, dos partidos a los que se les supone cierta afinidad ideológica. Pero no la hay, no hay ideología, hay solo un deseo innoble de llegar al poder, el que sea, y al precio que sea.
No olvidemos, por favor en qué aguas estamos navegando, son turbulentas, más que las de Paul Simon y Arthur Gardfunkel, nuestro entorno está patas arriba, y quizá lo que nunca hagan estos pollos con lo que se está viendo, y lo que se intuye, sea pensar en nosotros, y dado que los problemas que enfrenta nuestra sociedad son importantes, eso de aliarse, coaligarse sabiendo que hay que ceder de un lado y del otro para dar estabilidad al país que la necesita como agua de mayo, no aparece en sus agendas.
Si hay que modificar la Constitución, mejorar la ley electoral para hacerla más justa y más acorde a la representatividad que se espera tengan los ciudadanos. Si resolver el problema de los separatismos, o conseguir que temas tan importantes como la Sanidad, la Educación, la Investigación o la Justicia, el hambre y la pobreza que ha anidado en nuestra tierra, la falta de trabajo digno(menciono solo estos por no ser exhaustivo), conseguimos que sea nuestro orgullo, y nuestra identidad de libertad, cuanto mejor aunar esfuerzos, negociar “ad nauseam” no para que tu idea triunfe, sino para que de las experiencias y los conocimientos de todos busquen las mejores y más productivas soluciones.
Pero eso no va a tocar, y por ahí fuera, que lo saben de memoria, ya nos han dado el primer “zasca” en el bolsillo. El bono español ha perdido valor esta mañanita en los mercados internacionales, y en intereses puede significar un palito de ocho mil millones mal contados.
Y esos hay que pagarlos, a costa bien de más impuestos, o de recortes en servicios que esperamos los ciudadanos. La marca España se ha llevado el segundo “zasca”, en el Ibex que se ha dejado más del doble que las bolsas del entorno.
Señores, esto no es la liga de “jumbol”, esto no es ver a quién le meto diez goles, esto es ver como beneficio a todos los ciudadanos, y no hubiera habido una mejor foto que la de los cuatro partidos nacionales, reconociendo el cero a cero, y diciendo a los españoles y al mundo que habían entendido el mensaje creando un gobierno totalmente alejado de los intereses de los partidos, y centrado solo en los ciudadanos y la estabilidad del sistema, y con la mezcla de las ideas de todos, sin importar quién será Pichichi
Pero esta panda, antes se abre las venas, y claro, volveremos atrás, en un nuevo día de la marmota, viendo que la única forma que se les aparece es mirar a los partidos nacionalistas para que a cambio de un plato de lentejas, dejen a alguno de estos calentar sillones presidenciales.
Han aparecido de nuevo los González y los Aznares, saliendo a la palestra como si quisieran recordar que ellos están ahí dispuestos a salvar patrias y partidos. Y eso me pone los pelos de punta, y menos mal que Arzallus y Pujol ya no bailan.
Los españoles hemos dado a nuestros políticos una oportunidad única que no van a saber ver, y me temo, que como siempre, los ciudadanos pagaremos esta cutre incompetencia con la poca sangre que nos queda.
Tenemos el espectáculo servido, estamos a ver quién es el más alto, el más guapo, el más listo y el que mea más lejos; eso es lo que nuestra sociedad ha podido parir, y que nos devolverá a terrenos de recesión ya transitados.
Por favor, políticos recién electos, usen, si tienen, conocimiento y cabeza. Usen virtudes como la humildad, piensen en los votantes, no en sus votantes, piensen en nuestra prosperidad y la de las generaciones que nos han de seguir, no en sus prebendas, pensiones vitalicias, VISA-Congreso, o en llevar el AVE a su pueblo, aunque sea de vía única.
Hagan pues la caridad de romper el catenaccio, como se hizo en Can Barça, dando juego, funcionando como un equipo de trescientas cincuenta personas con el objetivo común de ganar el partido global al que se enfrenta día a día nuestro maltrecho país. Recuerden, ustedes son la selección de los españoles y tienen que ganar el mundial trabajando juntos como una piña.
No me fío de ustedes, creo honestamente que harán aquello que tienda a llenar el bolsillo de sus señorías y quien caiga, quien pierda, quien no tenga oportunidades, que se hubiese dedicado al navajeo con las piernas enterradas en la tierra a lo menos hasta las corvas.
Y sí, me río amargamente del espectáculo que ya han empezado ustedes a dar, y me río porque si sale gobierno de entre todos ustedes, habrá sido vendiendo soberanía, o bienes que no son suyos, y eso me da una risa amarga.
Buenas noches, y buena suerte

Esta guerra la ha ganado el capitalismo

No recuerdo si ha sido Georges Soros, o Warren Buffett, u otro de estos, que el mensajero en esta ocasión es lo de menos, quién ha dicho esta gracieta, y lo mismo ha sido el mejicano Carlos Slim, y no me he dado cuenta, aunque a lo mejor lo han dicho los de Cubanet, que también podría ser, y en sus carnes lo notan.
Lo malo, ya digo, no es quien lo haya soltado, lo malo es que me temo que llevan toda la razón del mundo.
Andaba esta mañana trasteando en una librería de Madrid, buscando algún libro que regalar, y me di de bruces con el bueno de Don Eduardo Mendoza, vamos, de sus libros en la estantería, y entre los Gurb, las riñas de gatos, o el tocador de señoras, ahí estaba uno de esos libros, que convertido en película española de los setenta, con López Vázquez, recomendaría leer y ver a todos aquellos que no sepan de donde vienen estas cosas de hoy, y así pudieran analizar el nivel de compromiso de la sociedad actual y de nosotros, sus componentes.
La verdad sobre el caso Savolta, que es como se llama la obra, nos lleva a los acontecimientos de hace un siglo en la Barcelona que intentó decir basta a la explotación laboral a la que estaba sometida. Los obreros ya no podían más, y se peleaba no solo por salarios dignos, sino por horarios justos, es decir 44 horas a la semana, ciertas condiciones de salubridad, algo de protección social, y claro a los patronos, no les venía nada bien, así que a pelear.
La huelga de La Canadiense, o Barcelona Traction Company Ltd. que empezó por el despido de cinco obreros, puso tras cuarenta y cuatro días patas arriba a los políticos, a la compañía, y por extensión a otros gremios, como, por ejemplo, el textil. Hablamos de febrero de 1919, casi un siglo, y de una victoria de un sindicato anarquista la CNT.
La victoria tuvo unas consecuencias tremendas, y la clave fue la unidad de los obreros que aguantaron cuarenta y cuatro días, sin una defección, consiguieron las readmisiones, mejores salarios, y jornadas de ocho horas con semana inglesa. Todo un logro en 1919, cuando apenas estaban llegando los ecos de la revolución de octubre que dio origen a una de las peores experiencias humanas de la historia.
Quiero decir que el marxismo no tuvo mucho que ver con lo de la Canadiense, fue algo, creo yo, más local pero no menos importante, de hecho la CNT había abandonado la tercera internecional. Pudieron con la alianza entre Martínez Anido y la patronal, que andaba defendiéndose de las organizaciones obreras a tiros entre los guardias y los somatenes por un lado y los sindicalistas armados por otro. Eran tiempos muy duros y difíciles, y si no que se lo digan a Salvador Seguí, el “Noi del Sucre”, un autodidacta que intentó aunar en una sola fuerza obrera a la UGT y a la CNT. Lo pagó con la vida que le quitó el disparo de un sicario en pleno Raval barcelonés.
Pero fue gente a la que creo les debemos mucho, sea cual sea el lado en que nos encontremos, ya que de la dignidad en el trabajo, y del incremento de la educación, que fueron dos de los pilares fundamentales de aquellos puntos de vista, nació décadas más tarde una clase media que nos ha hecho progresar durante el siglo veinte.
Pienso que esta lucha es como la obra de Ende, “La historia interminable” y no debe parar nunca, de ninguna forma pero evidentemente de formas no violentas que para eso ya hemos, hablando en general, ganado en cultura y hay medios de lucha no cruentas mucho más efectivas.
Pero en 1991 se deshace el Imperio Soviético, y lo que es peor, se deshace la ideología, y se sustituye por el más salvaje de los capitalismos con la eclosión de los grupos empresariales cuasi mafiosos, y haciendo presos del gran lujo, y del más sofisticado de los consumos a esa parte del “establishment”, que se hizo con la riqueza del país.
Es una pérdida tremenda también para el capitalismo, se ha quedado sin competencia, aunque quede algo testimonial en Cuba, o si se acepta en Corea del Norte, Venezuela, o Vietnam, donde se confunden creo ideología y dictaduras.
Lo de China es otra cosa, yo no sé muy bien cómo definirlo, pero creo que es un capitalismo de lo más salvaje, pero con el control por el Partido de la economía, con la ideología leninista como bandera, con ínfulas imperiales que esperemos no nos salgan caras.
Así que podemos decir tranquilamente que el capitalismo ha ganado la guerra, que ni siquiera los partidos políticos que se autodenominan progresistas, o de izquierdas, tienen en mente nada relacionado con el marxismo del que desertaron cuando dejó de llegarles el dinero del PCUS, y lo que es peor no tienen alternativas.
Todo esto, ha sido fundamental para la vuelta de tuerca que a los ciudadanos les ha dado la última estafa que a nivel mundial se ha dado, y que reconocemos como crisis.
Nada nuevo, salvo que esta vez la respuesta del pueblo afectado sencillamente no ha existido, a todos los niveles, en todos los países. Nos la hemos merendado, y me temo que la vergüenza que las cenizas del “Noi del Sucre” han tenido que sentir viendo a Fernández Toxo, y a Cándido Méndez, inactivos ha tenido que ser monumental.
Este capitalismo que ha ganado la guerra, tiene ya el campo libre, nadie va a defender ya a los trabajadores del mundo. Hemos perdido la educación en libertad, ya que ahora es un arma de adoctrinamiento en vez de un arma de enriquecimiento espiritual, volvemos a ser más cercanos a la gleba, sembrarán en nosotros y veremos como los beneficios desaparecen de nuestra vista.
En La Canadiense se consiguió un salario digno, se consiguió trabajar cuarenta y cuatro horas a la semana, y se recuperaron a los despedidos. Noventa años después, nadie recupera su trabajo, los salarios ya no son dignos, y trabajar cuarenta horas no es algo al alcance de todos.
Además esta vez, mucha gente ha perdido su casa, su vida, sus esperanzas. Dentro de occidente desde los damnificados por las subprime, o Salomon Brothers, hasta los que estamos afectados por las estafas de las Cajas de Ahorros, o la corrupción política somos miríadas.
Aunque ha subido el precio del pan de forma insultante, esta vez no se ha tomado La Bastilla, si me apuras el nuevo enemigo creado por el Imperio, el Islam, casi mata a los que por allí andaban. La Canadiense sigue facturando, cada vez con una más insultante arrogancia robando lo poco que le queda a la gente, y el pueblo entre twitter, Facebook, la guerra de las galaxias, se olvida de tomar la Bastilla, el Palacio de invierno, o llenar la plaza Tiannamen.
Mañana creemos que se decidirá sobre el futuro de España, y es uno de los mayores errores o de las mayores estafas de este fin de año, el pescado está vendido. Gane quien gane ha ganado el capital, y nosotros hemos perdido, sin remisión, los hay que han diseñado el futuro por nosotros.
Buenas noches, y buena suerte

ELLAS

No sé dónde leí el otro día una de esas frasecitas graciosas que parecen sacadas del Dale Carnegie, de los libros esos de las series de ¿Cómo?, o los resúmenes del Readers Digest, que parecen concentrarse hoy en el Caralibro o en el Trino, ya sabes: “Camina libre y disfruta de tu andar”, o “Ser fiel pertenece a los justos, soportar pertenece a los valientes”, así que ya sabemos de qué hablamos.
La frasecita en cuestión, me llevó de golpe a rememorar a “La Flaca”, cuando mirando con aquellos ojos de gata miope, (lo digo porque como los entornaba siempre, sería para enfocar), y medio escondida tras el humo de ese cigarrillo preso en una boquilla de nácar casi tan larga como cualquiera de sus piernas, soltaba algo parecido a ¿“Estás seguro Sam”?.
Al pobre Spade, que me lo llevaban de culo entre los malos y los peores, con esa sonrisa que no le salía, (y que no me vengan con parálisis faciales ni tonterías), bregaba hasta la extenuación y “La Flaca” ni una caricia desinteresada. Tremendo.
¡Uy!, perdón que se me olvidaba la frasecita….”En realidad, el gangster se jugaba siempre su vida, para que la rubia platino, siguiera mascando chicle”.
La novela negra, al final se resume, las más de las veces en esa frase, donde o bien el gangster, o el detective, o el periodista acaba hecho unos zorros, y la chica sigue mascando chicle. Ya sé que a veces la asesinan o le dan unas “golpizas” de muerte, pero no voy a fastidiar mi columna de hoy por un quítame allá esas pajas.
Me acuerdo como le dejaron la nariz a Jack Nicholson cuando se empeñó en ponerse en el papel que le dirigió Polansky en Chinatown. Unos zorros, vamos, y además le duró toda la película, ¡qué menos!. A todo esto Faye Dunaway, mascando chicle.
Siempre he mantenido que el papel de ELLAS en la Creación, es claramente preponderante, y va incrementándose a medida que la civilización y la cultura avanzan.
Mientras menos importancia va teniendo la fuerza bruta, más importante se va haciendo la influencia femenina en el mundo, y creo que puede tener muchos aspectos positivos de esos que a veces, a cabestros como yo, nos pasan desapercibidos.
La cosa viene desde que se empezó a verlas y considerarlas como damas, así que podemos fijar algún momento durante la Edad Media, cuando empezó este negocio. Antes de eso, no se las consideraba de esa forma, lo que no era ni peor ni mejor
Claro que en esos tiempos, las cosas se arreglaban a bofetadas, a espadazos, a golpes, vaya, y la verdad es que a los más civilizadetes, empezaron a pensar en eso de desfacer entuertos, proteger a la desvalida dama, y luchar por ella bien en la justa o en la guerra podía incluso transformarse en forma de vida, que se lo pregunten a Amadís de Gaula, o incluso a Foliseo, a Belianis de Grecia, o a Clarián de Landanis. Yo creo que era una profesión como otra cualquiera, y que estos pollos no habían podido defender los Santos Lugares como Caballeros Templarios, Hospitalarios o de la orden de San Juan.
Claro que aquí la dama, las ELLAS, tenían un papel pasivo, ahí estaba el dragón, ellas en la torre y el Caballero de Zifar, si aquel día el caballo aún no se le había muerto, pues al rescate. ¡Qué bonito!.
Hasta Ginebra, creo yo, con la que se armó, que tuvo un papel pasivo. Huele a cambio generacional, Arturo andaba a pellejear en tono verdoso, y Lanzarote le dio un toque al jefe en la piel de la dama. (Arturo, la verdad es que se había metido en camisa de once varas yendo a casar con una doncella de gran fortuna.
La vida era aparentemente bella, de la torre del dragón, a la torre del caballero, mascando chiclé, ELLAS siempre presas, ellos siempre con las narices rotas, como el gangster.
Las chicas tuvieron un momento precioso, que al final resultó ser el final de la historia del chicle, aunque las cosas de siglos, siglos tardan en desaparecer, y fue el romanticismo, donde todo se exageró, se recuperó ese aire del amor sublime lleno de miradas y suspiros y muertes en el monte de las ánimas….pero empezaron a salir ELLAS ilustradas, y Chopin se encontró que no podía proteger a Georges Sand, y Bretón de los Herreros tuvo que conceder grandeza humana a Gertrudis Gómez de Avellaneda, en el famoso “mucho hombre es esa mujer”.
No hablaré de Rosalía de Castro, ni siquiera de Fernán Caballero, que tampoco mascaban chicle, porque la cosa ya iba pendiente abajo, que me salen premios Nobel femeninos que asombraron al mundo, como el de Marja Sklodowska, (por lo del apellido, siempre agradecí que tomara el de su marido), o Selma Lagerloff, o incluso esa gran luchadora por los derechos de su pueblo que fue Doña Rigoberta Menchú.
Vamos, que Lauren Bacall mascara chicle, como Marilyn Monroe, o Kim Basinguer, ya no quiere decir nada, que por en medio hemos tenido a la Ghandi, a nuestras Monseny, o Ibarruri, que no necesitaron nunca un gangster que las sacara del atolladero, o un Amadís que matara al dragón.
Los tiempos han cambiado, que el panorama se me está llenando de Botellas, Carmenas, Colaus, y no se si me está gustando la cosa, que estas a lo mejor daban menos la lata mascando chicle, o en la torre del dragón.
Claro que no veo a ningún Lanzarote matando dragones por ESTAS ELLAS, ni a ningún Jack perdiendo la nariz, y así tener la prenda de la dama en cuestión para el próximo lance.
La cosa por ahí fuera tampoco me está haciendo muy feliz, que entre Merkel, Doña Clinton, o Doña Le Pen, me van a hacer buenos a unos cuantos desnucasapos que todos conocemos.
Pero pelillos a la mar, lo que hay es lo que hay, y con los sueldos que se pagan hoy, eso de dejar a la rubia platino mascando chicle, hace que no se pueda pagar la hipoteca, así que las más de las veces hasta competencia profesional te hacen en casa, y como te descuides, les sale un puesto de expatriada en Yokohama, y te llevan a Japón para que seas tú el que masque chicle, de shasimi con shake, y ELLAS a jugarse la nariz.
Ya me perdonarán sus gracias, que lo que espero de veras es que nadie masque chicle, que necesitamos los esfuerzos de todos, sin excepción, de los que andamos por el planeta, que cada uno aporte lo suyo, y que los niños los traiga la cigüeña de Paris, porque con este trajín, no hay forma.
Buenas noches, y buena suerte

Días de debate

Esta noche cuando empiezo a escribir esto, parece que va a empezar en A3 media el debate electoral, que dicen seguirán cuatro o cinco millones de espectadores.
Estando interesado en la política, en el desarrollo no solo de mi tierra, sino del planeta, no pienso ver el debate de esta noche, porque a lo mejor me numeran, y suben los anuncios de cola loca o de vaya usted a saber qué. Es hasta posible que aunque sea un programa de esos de la telebasura, hoy no berreen pisándose los unos a los otros, o hasta es posible que en algún momento no se insulten, o no se tiren puyas, o no se comporten como enemigos, pero no será por buena educación o por interesarse en el punto de vista de los otros, será por miedo a los asesores de imagen, a la putativa pérdida de votos, o a la soberbia que implícitamente acarrean estos cuatro aspirantes. (A lo que aspira en el corto plazo la dama, sigue siendo una incógnita).
Será uno de esos, sordos todos, mudos ninguno, y los votantes me importan un rábano, hasta que me voten y si votan a otro son mis enemigos, soltaré mi charleta, diré que malo es el de enfrente, y a casa a revisar con el asesor el vídeo del partido.
Porque eso es una de nuestras desgracias, estos dirigentes y los que aspiran a serlo, se comportan como enemigos, se tratan como enemigos, y obtienen el peor de los resultados, es decir, la destrucción de lo que les rodea, que somos nosotros, siempre y cuando ellos salven sus posaderas.
Mañana cuando los periodistas y otros corifeos amanezcan, nos darán el resultado del partido, nos comentarán las jugadas, hablarán del árbitro, de las tácticas, de si uno jugó con el equipo titular, que si los otros no tenían experiencia, que…..asco, cuánto dinero, cuánta energía para dar un espectáculo con no más interés que los amores de un torero con una cupletista. Nos darán ese resultado, que ya me sé antes incluso de este partido, ellos, los políticos, cuatro, nosotros los votantes cero.
Es más, seguro que los corifeos de la mañana nos dirán que no dejaron saltar a un equipo al campo, quizás a más de uno, que no habrá nacionalistas, ni los de UPyD, o los comunistas…¡uy perdón! Que está el de la coleta, ¡qué cabeza la mía!.
Lo dicho, todos intentarán hablar del otro para destruirlo, seguro, y si no, ¡claro!, en A3 media, publicidad gratuita de mi mensaje, que nos estamos jugando mucha pasta, así que consignas, slogans, a ver quién es más listo o más pícaro, una batracomiomaquia., y para ese espectáculo. prefiero el festival de Mérida.
Como diría un aficionado a la ciencia ficción, ya estamos viviendo la distopia de nuestra civilización, y he descrito más de una en esta bitácora. Que somos hoy una mezcla del Mundo feliz, de 1984, y de Farenheit 451, y la tendencia es hacia Blade runner, que eso de soñar con ovejas eléctricas se entiende poco.
Lo fácil, o al menos lo realmente positivo sería pensar en Tomás Moro, pero su Utopia, empieza por ser una isla que no existe, con una capital Amauroto (sin contorno), regada por el río Anhidro, (sin agua), y con un magistrado llamado Ademo (sin pueblo). Eso sí, eso que no existe, que no tiene contorno, que no tiene agua, y que no tiene pueblo, se acepta como algo intrínsecamente bueno, pero no existe, no existirá y nuestros debatientes de esta noche, creen que pueden vendernos alguna, aunque por Tomas Moro, quizás no venga nada en su libro..
Ni siquiera las ideas de Platón en su República, me gustan, aunque no me importaría que el primer magistrado fuera una persona formada, un filósofo en la acepción exacta del término, alguien que amara el saber, pero eso si es utópico.
Porque esa república, marca las castas, deja al obrero casi como esclavo, necesita alguien un poco más preparado para manejar la gleba, algunos soldados, y todos al final al servicio de esa aristocracia, (el poder, el gobierno en manos de unos pocos), que son los beneficiarios del sistema.
A lo mejor, lo suyo hubiese sido crear una ucronía, e imaginar que América descubrió a Europa, o que Ciro se hizo ateniense, o que Aníbal realmente tomó Roma, y estamos viviendo el Imperio fenicio/cartaginés.
Porque las ucronías recientes no me gustan, si hubiera ganado Hitler, hablaríamos alemán, en vez de inglés, el dueño estaría en otro continente, solo eso, o si en vez de Aznar hubiese ganado el congreso Hernández Mancha, sería otro del mismo tamaño haciéndonos parecidas putadas a todos.
Así que ni distopias, ni utopías, ni ucronias, lo que hay es lo que hay, y estos cuatro de hoy a los que estoy prejuzgando de forma miserable, no van a buscar en el otro puntos que mejorar, van a destruir sus puntos, sus ideas, que por otra parte están tan esclerotizadas, y son de tan corto plazo, que las hacen absolutamente inútiles.
Son poemas a la arrogancia, a la soberbia, a la intransigencia lo que esta noche habrán ofrecido al pueblo, y no será ni panem ni circensis, será una macabra payasada que se cimentará con el sudor y el llanto de los 45 millones y pico que nos arrastramos por este país.
Supongo que ya habrá acabado a estas horas este siniestro Show de Truman, este espectáculo del que somos todos protagonistas a la vez que espectadores, y creemos que es nuestra realidad, que no puede haber otra, pero me tremo que somos marionetas en un escenario terrorífico.
Así, que no, no pienso ver este debate ni cualquier otro que pongan en estas telebasuras, intentaré leer los sueños, honestos o no que hayan plasmado en sus programas electorales, sabiendo que no los cumplirán, y que las excusas, y las explicaciones del porque no, ya están analizadas y escritas por los correspondientes comités de los partidos.
Lo que importa es que les votemos, que eso son perras para todos y cada uno de ellos, para sus amigos, y para el anuncio de cola loca que a lo mejor ponen en el entreacto.
Quedan aún dos semanas de campaña en las que asistiremos a una escalada de tú más, tú peor, tu malo, y tu papá peor. Yo no estoy por ese espectáculo, que además me acaban de servir en casa, diciendo que si el padre del Iglesias era un asesino del FRAP, que si L’Albert se mete coca, y dirán que Rajoy toma percebes, y Perico jugaba con Estudiantes.
Espero que nos sea leve; las últimas elecciones consiguieron cargarse a Cataluña, mi tierra, y las anteriores enterraron Andalucía, veremos cuál es el próximo cadáver.
Yo me voy a poner a leer otra vez el cuarteto de Alejandría, que al fin y al cabo habla de una de las ciudades más decadentes y maravillosas en las que he estado, y como nos van a dar por donde amargan los pepinos, iré comprando vaselina con sabor a fresa, que las penas con pan son menos.
Buenas noches, y buena suerte

R.A.F. de Gordon’s

Para que te sirvan uno sin errores hay que tener algunos años, y saber algo de los pijos tuseteros Esos que dieron luego cosas tan nefastas como el Arturet, o divas inalcanzables como Teresa Gimpera que aunque era de otra generación nos tenía a todos con la boca llena de suspiros.
Y no era que estuviera buenorra, que diría uno del Bogatell, no era eso, era una dama y olía a Paris, de las buenorras ya estaban la Bardot, la Cardinale, o la Loren. Buena generación..que nos dejó algunos mitos como “Et Dieu crea la femme”, “Il Gattopardo”, o “La Ciociara”.
Los amiguetes nos sentábamos en el Anahuac, y con un R.A.F. de Gordon’s, soñábamos con ser el “Hombre de Río”, que hacía aquel simpático Belmondo, pinta mitad “flick” mitad “mâcro” marsellés, o el Tritignan, que achuchaba en la playa a Anouk Aimeé. Creíamos ser parte de la gauche divine, pero don Franquito estaba en el poder, y Cohn Bendit no nos esperaba en las barricadas, ni la Central de Barcelona era la Sorbona, aunque el edificio fuera neogótico.
Todo esto me ha venido a la cabeza mientras me zampaba sin ningún remordimiento un buen bacalao a pil-pil, con la salsa bien ligada, pero mirando al carrito de los licores que habían dejado casi a mi alcance.
No sé las botellas de ginebra que había, y pensé que hoy quien no es un experto en gintonic, no es nadie, y si no conoces los puntitos que se le añaden al espirituoso, o el detalle exótico de la tónica, creo que hasta el origen del agua con que se ha hecho el hielo, que es objeto de discusión para los “connaisseurs”, ni vales, ni valdrás.
Eso del R.A.F., según me contó algún barman de mi pueblo, no es otra cosa que las Royal Air Forces, la fuerza aérea británica, vamos, y como desde los tiempos gloriosos de la Marina Inglesa a los marineros se les daba el famoso Plymouth Gin Kit, una cajita de madera con dos botellas de esa ginebra destilada cerca de Plymouth, en una destilería que en su origen fue un Monasterio de los Dominicos.
Estos fabricantes destilaban una variedad “Navy strength” de 57º que era lo que en caso de entrar en combate les ponía las pilas, y a base de Plymouth gin, creen que forjaron un Imperio. Por cierto una de las anécdotas que he leído es que los fabricantes intentaron timar a los oficiales de la Navy rebajando el contenido alcohólico de la ginebra, y estos para garantizar que el contenido era el correcto, la mezclaban con pólvora, y si estallaba era correcto, si no se devolvía.
La ginebra tenía también ciertas otras connotaciones, que al calvinismo le venían muy bien. De esa forma había una cantidad reglamentada a bordo que se usaba con fines medicinales de prevención de malaria con seltz y quinina, o para emborrachar nativos, que “pimplaos” te decían donde estaban las minas de oro.
Y seguimos con eso del RAF que decía mi barman. La historia aparece cuando en la Segunda Guerra Mundial, y después del ataque japonés a Pearl Harbor, Franklin Delano Roosvelt, desde su silla de ruedas declara la guerra a la Alemania nazi.
Era por 1941, y al Reino Unido llegaron pilotos americanos a unirse a la Royal Air Force para bombardear Europa.
Los británicos antes de meterse en las carlingas de sus Taringas o de sus Spitfires, claro se sacudían su ración de Plymouth Gin, “Navy strength”, y a morir como valientes.
Los yanquies, que en eso del alcohol nunca han sido tan recios como los británicos, a pesar de los Whiskies de Tennesee, pensaron dar al destilado de Plymouth, un toque americano, y lo mezclaron con Coca-Cola….et voilà, el R.A.F. inventado, y a matar nazis.
Por estos pagos, y en aquellos tiempos en los que ciertas cosas que afectaban a la grandeza nasssiooná, no estaban muy estudiadas, o al menos muy comunicadas, a eso le llamábamos cubalibre, así de un tirón. Pero es que no estábamos ni leídos ni viajados, éramos del Reader’s Digest, y cualquiera pensaba o discutía. (Los de Tuset un poquito más), que con eso de la gauche divine, ya había gente que había leído a la Bouvoir, o al Sagan, tenía el poster del Ché, y meditaban sobre los análisis profundos de las tiras de Charlie Brown.
Pero el cubalibre, no era el R.A.F. de Gordon’s, (lo de Gordon’s era el aporte nacional, que se destilaba en Málaga porque la Plymouth ni estaba ni se la esperaba) que le ponían desde que se inventó, Ron Bacardí, y tiene también su historia.
Y fue, allá por 1901, y posiblemente en “La Bodeguita de en medio”, cuando un capitán americano puso Ron Bacardí oro en un vaso y cola en otro, los mezcló y puso cara de qué rico está esto. Así que el avispado muchacho de la barra, sirvió la pócima al resto de la tropa del local. Se brindó a voz en grito por la nueva ¡Cuba Libre!, y hasta ahora.
Recomiendo leer un artículo de Manolo Vázquez Montalbán, publicado en 1971, en Triunfo, que se llama algo así como “Informe subnormal sobre un fenómeno cultural”. Triunfo y Cuadernos para el diálogo, eran de obligado consumo para la peña de la gauche divine, aunque a Manolo le cabreara un montón, que él siempre se consideró de la gauche satanique, como mantiene a quién quiere leerle, y que por cierto siendo más descarnada siempre fue más honesta ideológicamente.
Pepe Carvalho haciéndose una escudella con el último Gironella, en su pensión del Raval, siempre me ha parecido más honesto que esperar a que alguien te invite a un coctail en el President, o a una cena en Reno. Lo de tener una novia puta, pero honrá siempre ha sido un signo de distinción alejado de los veraneos en Sa Tuna, y de las pistas de esquí de la Cerdanya.

Yo le doy la razón a Manolo, y el tiempo también, porque de todos aquellos RAF de Gordon’s, copita de tequila con sal y pimienta, disfrute de la enrevesada prosa del Moix, el meu home de la Feliu, o las sesiones de jazz en “La cova del Drac” hoy no queda casi ni humo, y por lo menos al Carvalho le ha salido un muy buen seguidor en el inspector Mascarell.
Lo que ha quedado es que toda aquella panda de pequeños burgueses con un bagaje cultural disperso, que soñaban con ser hippies, pero sin piojos, que no sabían si ponerse botas y maxifalda o pasarse directamente a la Mary Quant, y sentarse en primera fila en la clase de mates, que apenas sabían de Adenauer, o a los que el pied noir Camus les venía grande, y se perdían en la náusea del existencialismo y del nihilismo de Sartre porque tenía muchas letras, es un cutre grupo de dirigentes desubicados, que no saben qué hacer con y en la sociedad en la que se mueven. Así que se me han lanzado al separatismo como moda a seguir, que no es otra cosa que lo que han hecho siempre, y ya se sabe, el que nace barrigón, ni que de chico lo fajen”.
Yo seguiré escuchando los programas de Jazz del Quico Pi de la Serra en CAT Radio, que no molestan, de vez en cuando volveré a revisitar en mi discoteca alguna canción de Serrat, al que no se le reconocía en la “divine”, que era del Poble Sec, releeré solo si estoy de veraneo en la Costa Brava las últimas tardes con Teresa, del Marsé, siempre y cuando el camarero del restaurante no me hable en francés porque crea que soy un belga cuando le pido un buen Borgoña para cenar.
Por lo demás, aquí no ha pasado nada, las tres franjas de mi Barcelona siguen intactas, entre el mar y las Rondas, entre las Rondas y la Diagonal, y entre la Diagonal y la montaña.
Hoy no sigo los movimientos de mi tierra, aunque no desespero. Pero como soy mayorzote, me lo disculpo. Quizás asistamos a un saludable aire de anarquismo, de ese que se cuece en la Verneda, o por los Santa Colomas de turno al Norte o al Sur, que tanto me da.
Así que ni Marx ni Bakunin, ni Schreiber. Habrá que ver La guerra de las Galaxias de una sentada.
Buenas noche,s y buena suerte

Trescientos

No voy a ponerme a charlar de Leónidas y las Termópilas, porque estos trescientos de los que quiero hablar hoy son terribles y el dato me la ha dado Doña Almudena Ariza en el Telediario de la noche. Asustado me ha dejado.
Dice la Señora Ariza que trescientos son los tiroteos masivos que llevan este año en Estados Unidos, y aunque no ha dicho el número de muertos, debe ser elevado ya que en el de hoy ¡uno diario, amigos! aún no los han contado.
Lo que me aterroriza es que parece que amplias capas de la población, se sienten felices, y sobre todo defendidos con la posesión de armas ¡de guerra!.
Esta última vez, el tiroteo ha sido en un centro de discapacitados y donde se recogían gentes sin hogar. Aparentemente tres tipos blancos con rifles de asalto se han liado a tiros y daban al menos treinta tiroteados y unos quince muertos.
El otro día, una clínica en la que al parecer se practicaban abortos, y en colegios, universidades. No llegan muchas noticias, y menos, detalles de los incidentes que llegan a sumar trescientos. Quizás los hayan dado en la CNN, o incluso en Bloomberg, no lo sé, quizás demasiada información y no me había dado cuenta.
Yo no sé si es cosa de la Rifle Association aquella que llegó a presidir Charlton Heston, y que aglutina a lo más reaccionario del republicanismo americano con más de cinco millones de miembros, ¡cinco millones!, que desde 1871 intentan proteger la segunda enmienda a la constitución de los Estados Unidos de América, el que se haya llegado a esta situación, pero ayudar han ayudado.
La tal enmienda, publicada en 1791, viene a decir más o menos:
“Siendo necesaria una Milicia bien ordenada para la seguridad de un estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas, no será infringido”
Vamos, chicos, que no hay organización estatal suficiente, y necesitamos que la gente se defienda, así que crearemos somatenes, si es necesario, y como estamos en un período revolucionario, mejor será que andemos con las escopetas para que los colonos protejan sus tierras, o nos defendamos de quienes no quieren un federalismo democrático. Ese es el origen de la Segunda Enmienda.
La senadora Sarah Palin, gobernadora de Alaska, ultraconservadora, es hoy un miembro destacado de esta intransigencia, a mi modo de ver obsoleta, pero que está protegida por una sentencia del Tribunal Supremo, y sobre todo por el placer de portar un arma que sienten muchos americanos.
Yo siempre he pensado que las cosas son para usarlas, que nadie se compra una televisión para tenerla apagada, y claro nadie se compra un arma para ver como le salen telarañas en el cajón de la mesilla de noche.
Así que si mezclamos la Segunda Enmienda, con unas gotas de intolerancia, un mucho de incultura, y cómo no, una industria armamentística de primer orden, salen trescientas matanzas a tiros al año, porque no me gusta el color de tu piel, no me gusta tu estatus social, no me gusta tu forma de pensar en esto o en aquello.
Solo tengo que apretar el gatillo para que el problema se solucione, disparo y listo. Claro que si estoy paranoico, siempre puedo usar la escopeta que hay en casa, y llevarme a unos cuantos por delante, antes de que la policía te levante la tapa de los sesos.
No me gusta que te burles en clase de mis pecas, no me gusta que me despidas de mi trabajo, no me gusta que no me sonrías por la mañana, tengo que defenderme, no me gusta sentirme de alguna forma amenazado por ti, y como buen americano que soy echo mano de la Segunda Enmienda, y adelante, que todo el monte es orégano.
Con estas premisas, y a pesar de que buena parte de los americanos, estoy seguro, consideran esta situación como un tremendo y peligroso atavismo, no pueden revertir la situación. El país es agresivo e intransigente, no solo con sus ciudadanos, sino con el resto del mundo. Pobre de ti si no piensas como ellos, hablas su idioma, compras sus productos, o crees en su mismo dios. Te has transformado en su enemigo, y tienen la Segunda Enmienda y las armas.
Trescientos….millones de armas en manos de particulares, que son trescientos millones entre blancos, negros, amarillos y aceitunados, como me enseñaban en el “cole”, es decir, un arma por persona, incluyendo bebés de teta.
El dato, los datos, son terribles. En Estados Unidos, el número de armas por cabeza, duplica al de su inmediato seguidor, Yemen, al sur de la Península Arábiga, que tiene una fama de violencia solo parangonable con su nivel de desarrollo. Además ahora los pobres, están en guerra.
A mí, las armas nunca me han gustado. Solo disparado una vez en mi vida, en la mili, con el CETME reglamentario en el campo de tiro. Malas trazas me vería el sargento, que no me dejó dar el segundo, y me mandó al botiquín a poner vacunas.
Me temo que hay también muchos americanos que son como yo en ese sentido, que no les gustan las armas de fuego, y no quiero imaginar como se sienten viviendo en un país en el que seguro tu vecino tiene las suyas, y a lo mejor tu perro se caga en su jardín, o se te rompe una cañería encima de su cocina. Creo que es una forma insana de vivir, porque en un entorno como ese, a lo mejor necesitas tu pistola…..y negocio para los fabricantes de armas.
Leyendo un poco las noticias que me han llevado a esta reflexión, observo que el Imperio, ha prohibido todo tipo de estadísticas relacionadas con estos hechos, así que en el país donde se conoce al dedillo cualquier dato, por inútil que pueda parecer, que sea medible, en este tema nada de nada.
Así que todo son estimaciones, y en ese entorno, los cálculos supongo que varían con el color del político local, de la forma de pensar del medio de comunicación de turno, y me temo que la realidad, al precio que en Wal-Mart te venden una “pipa” en el “Black Friday”puede ser incluso peor de lo que se estima, de forma interesada, claro.
Como colofón, quiero comentar que una de las muchas neuras que tienen los yanquies, es la “seguridad de sus ciudadanos”, y la forma de actuar es tener armada a su población, poner pelis en la tele, donde la primera pregunta que le hacen al pollo de turno cuando le dan una “pipa”, es ¿sabes cómo funciona?, y ahí le ves haciendo clis clas, montando el arma, quitando el seguro, y matando a siete con una sola bala, como hacía Marcial Lafuente Estefanía con sus personajes…(claro que don Marcial escribía en la posguerra y las balas costaban un pico).
La segunda pata de la seguridad es estar en estado de guerra casi permanente, con ejércitos operativos en todo el mundo, y decidiendo el nivel de su intervención en función del dinero disponible, que como todo el mundo sabe esto de la guerra, de los disparos domésticos, de la seguridad…..y sobre todo del miedo a lo que yo te diga, es el gran negocio y es realmente lo que mueve el mundo. ¡que nadie se crea que es el sexo quien lo mueve!.
Buenas noches, y buena suerte

Feliz Solsticio

Una vez superado el Thanks Giving Day, el Black Friday, y sin acordarnos ya casi del Halloween, nos vamos a meter en adviento (adventus redentoris como todo el mundo sabe)
Aunque, eso sí, aún está el Ciber Monday, las elecciones del 20 de diciembre el rally de Navidad del Ibex 35 y hasta el día de los Inocentes. Vaya mesecito que nos espera, y yo con estos pelos.
Creo definitivamente que deberían prohibir el mes de diciembre, aunque dejarían sin juguete a todos esos pollos de los que si podemos no debemos, o si debemos no podemos, de los pseudoanarquistas de bollicao y escuela sociata, que no podrían desearnos feliz solsticio.
Puestos a celebrar, siempre he preferido el de verano, que te metes en la Lanzada, en una de esas celebraciones de fertilidad, y con suerte pillas cacho, o te aprietas una gallega, o la gallega te aprieta a ti, y eso que te llevas.
Ahora en diciembre la cosa es mucho más pesada, si quieres playa tienes que irte a Punta del Este por lo menos, y con eso de las low cost a la que te descuidas te dan crianza del Penedés en Business. Un rollo patatero, asi que habrá que echar mano de los cuatro buenos propósitos del adventus redentoris, y a currarlos, a saber, el amor, la paz, la tolerancia y la fe…..¿por cierto tenéis ya lotería de Navidad?, lo digo mayormente por lo de la fe, aunque haya que esperar hasta el 22.
adventum redentoris
Corona de adviento. La simbología de las cuatro velas hace referencia a las cuatro semanas que dura, y a las cuatro virtudes a las que invita a reflexionar.
Del amor no voy a hablar, que luego parece que esto es una de esas cosas como Ama Rosa, por capítulos como los que escribía Don Benito, “el garbancero” o José Mallorquí más en nuestros día, pero ya que estamos veremos que hay por ejemplo de esa cosa que llamamos paz, y que es menos abundante que el oro en Fort Knox.
Como ya he comentado en alguna que otra ocasión, la Humanidad anda matándose aquí y allá, sin descanso, y a los que no nos toca en primera persona del presente de indicativo, nos parece que esas muertes son en tono menor, pero las guerras nunca son en tono menor, y lo que es peor no acaban nunca.
Este mes de diciembre, está media Europa con el miedo metido en el cuerpo, y la otra media soplando a la pluma para que no le reviente un islamista en la misa del gallo; y entre gallos andan cacareando a ver quién es más burro, si Erdogan, al que le han manchado el pasillo aéreo, o Putin recogiendo cadáveres y montando misiles apuntando a Ankara. La paz no goza de buena salud, aunque el Papa se empeñe en pasear por el África ensangrentada para decir a los pobres que no se cabreen, que esto pasa, y para ellos antes, que con cuarenta años ya están en el otro barrio.
Hollande, el putero del Elíseo, ha declarado que está en guerra, y lleva razón, lo está, pero no desde hace unos días por el sangriento atentado en Paris, Francia está en guerra, desde que en el Hotel Crillon, en la Place Concorde, Sir Mark Sykes y François Georges-Picot, allá por 1916, se repartieron los territorios del Imperio Otomano. Protectorados británicos, y franceses cuna de guerras y muerte, que desde entonces a nuestros días, han sido el pane nostrum cotidianum.
El acuerdo fue en si mismo una traición a los líderes locales, a los que se les prometió el oro y el moro si ayudaban a los ejércitos europeos contra el otomano. Para datos de lo que pasó, lean “Los siete pilares de la sabiduría” de Thomas Edward Lawrence, que andaba por allí y le pilló de lleno.
Si Francia está en guerra desde entonces, luego cuando salió de Argelia se recrudeció, y más adelante cuando no supieron tratar como ciudadanos franceses a los argelinos que salieron por pies (negros) del infierno del norte de África, y les buscaron apartamentos en los”banlieu”, crearon un caldo de cultivo maravilloso para el desarrollo de los gérmenes que ahora explotan .
Hoy la guerra ha llegado a Paris, (la ciudad que se abrió de piernas ante los fálicos tanques hitlerianos), y será difícil que alguien la pare, incluso en adviento, tiempo en el que la tradición cristiana nos lleva a reflexionar sobre la paz.
Es la desfachatez del Islam, que tumba Bataclán, Les Invalides o la Tour Eiffel,si se ponen a tiro, lo mismo da, no hay respeto.
Todo lo que confío es que no nos toque por nuestro pueblo, que los petardos que aún tienen que reventar los suicidas del Isis, lo hagan por otro sitio, porque hacerlo, lo harán. Tarde o temprano. La tradición islámica no celebra el adviento, ya sabes.
La siguiente recomendación de los días de adviento, es la plegaria por la tolerancia, o al menos la reflexión sobre la tolerancia. Me parto cuando desde esferas religiosas se llama a la tolerancia. Desde el lado oriental, mal lo veo, y a nuestra Iglesia solo la veo si están las cámaras y la prensa delante, o hablamos de los pecadillos sexuales de los mosenes (meter la mano en la caja vaticana ya da las primeras muestras de intolerancia, lo llevan fatal).
Así que la tolerancia ahora es cosa del ciudadano de a pié, y ya hemos hablado de eso otro día, con lo que no veo a la peña muy por la labor de ejercer la empatía, ni siquiera en estas fechas solsticiales. No lo veo, y menos a los de la CUP tolerando a la burguesía de San Gervasi, o al Sr. Montoro que sea tolerante con pasarle pasta a los del CDC. Tampoco se espera tolerancia con la pifia financiera de Abengoa, aunque si se imagina cierta tolerancia con el clan Pujol, o con los chicos de los ERES andaluces, que nunca se sabe. Al final la tolerancia para quien puede pagarla.
Y la cuarta pata del adventum redentoris, la fe, se la dejaremos en parte a la lotería, y en parte a las quinielas, porque aunque machaconamente nos digan que esto va viento en popa, se nos hunde Abengoa por listos, el Ibex un 40% más bajo que allá por 2007, la peña gana setecientos euros al mes y tienen que mover el rabo de alegría, los impuestos más altos que nunca y los gastos del estado creciendo junto a la deuda nacional.
Poca fe queda como digo en lo que nos rodea, menos fe en quienes ostentan el poder, ya que para ellos ya sabemos lo que somos, esclavos externalizados. Menos fe en la calidad de nuestro mundo que se nos viene abajo aunque la culpa la tengan las emisiones de metano de las vacas, que puestas a cuescarse lo hacen con más poder que las centrales eléctricas de carbón de la Chinanachinana te voy a regalar.
Celebraremos pues el solsticio, con turrones y mazapán si da el bolsillo, o con arroz con tomate de Cáritas si eres una víctima del desamor, de la guerra, de la intolerancia o del descreimiento, por separado o en su conjunto, veremos los petardos que da la tele desde Copacabana, o desde la plaza del pueblo, y si queremos repetir, pues vemos las campanadas canarionas, que siempre han tenido su aquel.
Confiaremos, con poca o ninguna fe, que las tortas no nos den, o nos den poco, porque tortas van a repartirse, como siempre.
Ya me perdonaran sus gracias el tono, pero no puedo ser más optimista, ya que cada vez que intento levantar una punta de la alfombra, me intoxico con lo que hay escondido por ahí abajo, y no me venden mascarillas antigás porque dicen que la guerra química está prohibida.
Angelicos.
Buenas noches, y buena suerte

La ley y la justicia II

Espero que no se cumpla aquello de días de mucho, vísperas de nada, y lo digo porque ayer me tocó de nuevo revisitar el tema del Mercader de Venecia, y me remito al título de esta página, pero en versión Calderón, a la española, y como no a las bravas.
Yendo por partes, debo reconocer, que el primer placer me lo llevé cuando crucé el atrio del templo del teatro clásico en que se había convertido el viejo teatro de La Comedia en Madrid, ese de la calle del Príncipe, que llevaba cerrado 13 años.
Me enfrenté pues a un Alcalde de Zalamea, bien traído, mejor llevado, y con todas sus letras que de un tiempo a esta parte ya es mérito por si solo.
Disfruté con los enfrentamientos del plebeyo y el noble, Pedro Crespo y Don Lope de Figueroa, el poder de la tozudez y de las ideas claras en uno, y el poder de la nobleza y la ley en el otro.
El primer punto que se nos aparece es el de la ley que obliga a dar hospedaje a las tropas del rey, con el punto de injusticia que pueda derivarse de ello, no tanto con su espíritu, sino con su ejecución.
Mucho saben de esto los catalanes durante la guerra dels segadors en el XVIII, cuando les pareció excesivo el requerimiento de Felipe IV para con sus tropas, y se dieron cuenta luego que los franceses que les salvaron fueron mucho peores….pero eso es harina de otro costal.
Se transige con la injusta ley, pero cuando llega el abuso, se echa mano casi de la ley natural, y de la justicia plebeya, esa que da vida al tribunal de las aguas valenciano, o a los descerrajamientos de Puerto Hurraco, que lo mismo da, ya que es justicia fuera de la ley, pero aceptada de alguna manera, o al menos entendida por el pueblo.
Así que Pedro Crespo, soporta la injusticia, hasta un límite, y acaba utilizando la ley para su venganza. Aquí no hay jurisdicciones, hay garrote a uno que se considera culpable, y punto.
Calderón , creo se arroga el papel del rey, y da por buena la sentencia y su ejecución, con el famoso ¿qué importa errar en lo menos quién ha acertado lo más?.
El errar lo menos, es saltarse la jurisdicción ante la que debería responder el capitán, realizar un juicio sumarísimo, eso sí documentado, pero sin derecho a defensa, y una ejecución casi sin dar tiempo al viático.
Acertar en lo más, parece que es salvar el honor mancillado, aparentemente por el tal capitán, y la ejecución sumaria. Vamos la aplicación de la que luego, un siglo más tarde, se llamaría ley de Lynch.
Cosas del Siglo de Oro, que había que llenar teatros, y el honor mancillado de una mujer se tomaba muy en serio, sobre todo cuando no se quería restituir. Y es que la justicia va por un lado, y la ley por otro.
Entiendo el cabreo de Don Lope de Figueroa, al ver como la ley que defiende, es quebrada por la justicia del alcalde. Y no es que en manos de Don Lope al tal capitán le hubiera ido mucho mejor, pero era el camino.
Todo esto me ha llevado a repensar en la situación de Catalunya, en donde parte de la población quiere creer que pueden ejercer una forma de justicia, saltándose la ley, en una suerte de linchamiento calderoniano para resarcir un honor o unos deseos supuestamente mancillados. Pero es difícil que los hechos consumados puedan presentarse, ya que hay un impedimento demasiado importante para que se puedan llevar a cabo, y sobre todo una enorme falta de poder.
En el momento que la reacción ha sido la de poner nombres y apellidos a aquellos que creen que la masa popular les protege, se intenta recoger velas, y es lo que estamos viendo en la respuesta al Tribunal Constitucional por aquellos que consideraban como posición más plausible, ignorarlo.
Debo reconocer que esta semana de clásicos, ha sido realmente interesante desde el punto de vista de lo que nos quieren (creo) transmitir los dramaturgos a través de sus historias, con respecto al uso de la ley y de la justicia.
El judío Shylock, busca venganza en la justicia sin tener en cuenta la ley, y se encuentra con que la interpretación de la ley por parte de quien la conoce a fondo, le da una justicia con la que no contaba. Es decir, el sentimiento de revancha ciega a Shylock, y se encuentra en un charco en el que nunca hubiera querido meterse. Tampoco quiere aceptar la ventajosa salida que se le ofrece de cobrar varias veces el importe de la deuda. Quién derrota a Shylock, dejando a un lado su ceguera, es el procedimiento legal, el juicio que sobre los hechos se lleva a cabo con toda la ley aplicándose.
Pedro Crespo busca también venganza, pero tiene una importante posición de poder, la fuerza. Cierto que al capitán Don Álvaro de Ataide, de extracción noble, se le ofrece resarcir el daño, con notables ventajas, que no acepta. Es en ese momento en el que en vez de la ley, lo que aparece es la justicia, sumarísima, eso sí, que acaba con la vida del ultrajador.
No sé si la ley ha sido burlada, creo que sí, en ambas situaciones, pero el espectador sale con la sensación de que se ha hecho justicia, y se alaba tanto a Don William como a Don Calderón a la salida del Globo, o del Príncipe, con lo que la asistencia a la próxima obra está garantizada.
Ahora, en mi Catalunya, donde se está escribiendo un mal sainete, ni se va a hacer la justicia que esperan los separatistas, ni se va a burlar la ley. En este caso la ley se está anteponiendo claramente a los intentos de clamar por una justicia tan torticera como pedir una libra de carne de un hombre cortada lo más cerca posible del corazón.
Confío en que esta situación acabe con la justicia y la ley de la mano, pero no con la justicia que piden los injustos, que como Shylock solo piensan en su odio y en su venganza contra el resto de España, que es lo único que puede justificar su inoperancia secular, sino con la justicia que debe emanar de la ley que nos hemos dado todos, y en Catalunya los que más y se llama Constitución Española.
La desgracia que hemos tenido los catalanes es que el franquismo no dejó nuestra tierra a la muerte del dictador, siguió encarnado en el pujolismo, con su patriarca a la cabeza. La democracia ha sido débil en mi tierra estos últimos cuarenta años, en los que se ha reprimido de muchas formas por parte del poder local a buena parte de la población. Confío en que salga pronto una asociación de esas que se llame Junts pel Seny lo antes posible, y sobre todo que los no catalanistas se quiten pronto los complejos y miedos que les han impedido ser libres cuando al sur del Ebro lo éramos.
Buenas noches, y buena suerte

La ley y la justicia

Como ya no hay crisis, cogí ayer el metro y me fui al teatro. Claro, había sitio por todas partes, y me dí el gusto de rememorar al Bardo, en una de esas obras que para mí, significaron el primer contacto, no solo con la diferencia entre ley y justicia, sino con el buen teatro. Si, claro, hablo del Mercader de Venecia.
Valga como reseña breve, que aunque mutilaron la obra los adaptadores, tanto el texto que dejaron, como la ambientación, y las interpretaciones, me hicieron pasar un rato agradable, sin tirar cohetes, pero agradable, que para los tiempos que corren es más que suficiente.
Todos recordamos el argumento que desarrolla la obra, que aunque peca de maniqueísta, al exagerar las posiciones de los personajes llevándolos a posiciones de blanco o negro, que allá por mis tiernos doce o trece años me dieron que pensar como no solo las cosas no son siempre como parece que son, y no a todo el mundo se le da la razón, aunque la lleve, sobre todo porque nunca, nadie, lleva “toda” la razón.
Aprendí, que los matices, la letra pequeña son a veces mucho más importantes que los titulares, y que las fortunas, las relaciones, e incluso los sueños, se pierden en ese marasmo de letras pequeñas, de comunicación poco clara, de sobreentendidos. Es en esos apartados en los que se fundamentan siempre los contratos, los acuerdos, y lo más importante, sus consecuencias.
No me acuerdo si mi profesor de literatura, el Sr. Segarra, en el Instituto, hizo mucho hincapié en estos matices, cuando nos hizo leer en voz alta….tú Porcia, tú Antonio, tú Shylock….la escena que venía del juicio en el suplemento de textos del libro de literatura que hacían los de S.M..
No me acuerdo, pero se me quedó la historia almacenada, en el disco duro, y alguna vez la he podido utilizar en mi favor y provecho, que tal y como están las cosas, no está nada mal.
La primera es el papelón que le sueltan al judío. Vive de la usura dice el texto, ya que cobraba por prestar dinero a quien se lo pedía. (No pedirlo, ¡coño!, y se le acabó el negocio). Mala cosa, ya que en aquella época, el recibir intereses por la cesión temporal de capitales, era motivo de excomunión, y fuera de la comunidad no hay vida o hace demasiado frío. Así que los cristianos, a pedir dinero al “call” de turno, que pedir si se puede.
La segunda parte de la historia es el bobo de Antonio, que firma, protegido por su soberbia, un documento que no puede, en lógica, aceptarse de ninguna manera, a no ser que tuvieras previamente y por tu conocimiento de las leyes, todo bien planificado para quitarte de en medio a un duro competidor financiero, que peores se han visto.
La tercera, es el mal uso que del dinero se hace, y no es más que ayudar a su amigo a entrar en el sorteo de una dama, (doncella de gran fortuna , cierto). Las boborronas feministas que había en el teatro, en el día contra el maltrato femenino se merendaron el hecho del sorteo con papeletas de la buena Porcia….., o no se atrevieron a patear a don William, que a lo mejor es eso. No me gustan los istas, no piensan, solo creen lo que les dicen que tienen que creer.
Cuando se cumple el efímero plazo de tres meses y se reclama la deuda, que es de justicia, ya que se ha firmado, tras un cúmulo de estupideces por una y otra parte, Shylock reclama su pago incumpliendo una de las leyes más básicas del comercio, y de cualquier empresa, que es ignorar los beneficios.
Shylock utiliza los activos de su empresa para fines particulares, es decir, para su venganza, y claro, paga por su deshonestidad financiera. Cuánto más fácil hubiese sido poner como garantía ante el impago una participación mayoritaria en las empresas de Antonio, pero no, una libra de carne cortada cerca del corazón. ¡Qué malos son los sentimientos en el business!.
Cuando el prestamista andaba exigiendo su libra de carne, no sé por qué me vino a la cabeza la historia de las hipotecas esas que devienen en el corte de la correspondiente libra de carne del hipotecado. Ya sé que no es lo mismo, pero no pude evitarlo, así que cada cuyo, busque los paralelismos que les plazca, si los hubiere, o encontrare.
Hasta aquí, la ley, que como todos sabemos, puede ser justa o injusta, bien provenga del poder de un dictador o del poder del pueblo, cosa, esta última, bastante difícil, por cierto. Aquí, Aquino fue muy hábil al definir la ley….ya se acuerdan ustedes aquello de “la ordenación de la razón, dirigida hacia el bien común y promulgada por quien tiene a su cargo la sociedad……”, pero la justicia puede encontrarse en la interpretación de la norma, que al fin y al cabo, es lo que el Bardo hace en su obra.
Nos lleva a la letra pequeña, aquella que solo está al alcance de especialistas, e intenta impartir justicia, eso sí quitándose la venda, e inclinándose a un lado de la balanza de forma descarada que al fin y al cabo, es lo que día tras día ocurre en todos los tribunales del mundo.
En la obra, escrita para cristianos, Shakespeare literalmente se echa en brazos del público, y las sonrisas y el amorcito inundan la escena, cuando la letra pequeña se echa encima del judío, que no contrató un abogado al establecer los términos del contrato, ni tampoco lo hizo a la hora de defender sus intereses. Evidentemente Antonio merecía perder todos sus negocios, por inepto, que esas cosas no se firman, ¡coño!.
Mi final “justo” para ese juicio, hubiese sido la condena a ambos por ineptos, no por otra cosa, y los hubiera declarado no adecuados (usando lenguaje de auditor), para gestionar negocios en la República de Venecia, así que los hubiese enviado a una escuela de reconversión profesional de esas de los cocos o de los ugetes, a estudiar para gondolero de cercanías.
En definitiva, mi punto de vista, es que la justicia es una utopía, ya que no se obtiene de la aplicación de la ley, pues esta puede tener múltiples facetas que deben interpretarse, y cada interpretación puede llevarte a diferentes finales. Que hay que tender a ella es una necesidad poco discutible, que la figura de un juez imparcial es necesaria, tampoco debe discutirse, incluso de un jurado, pero lo que es muy difícil, es que esas personas sean realmente imparciales, ya que su formación, su extracción social, su nivel económico, su religión, o sus tendencias polí ticas por mencionar solo alguno de los aspectos que conforman su personalidad, les harán valorar de una u otra forma la importancia de la gota de sangre cristiana vertida.
Con todo, espero que se me permita, valorar tanto un tribunal supremo de cualquier estado de los que llamamos libres y democráticos, como un tribunal popular como el “De les Aigües”, o un tribunal eclesiástico (de cualquier credo). Todos sentenciaran con arreglo a la ley vigente, pero con su punto de vista personal de la justicia.
Buenas noches y buena suerte

Doña Clinton, Don Trump y la “Viagra”

Menudo cabreo que han cogido la señora Clinton y el señor Trump, con eso de que la “Viagra” se va a jugar al golf a Adare Manor, y a tomarse unas Murphys o unas Guiness en el Johnny Fox’s.
Y yo que me creía que doña Clinton era una señora. ¡Dios mío!, ¡Qué gritos!, una verdulera cuando le han tocado allá donde más duele.
Del inmigrante alemán, ni hablo, ya que dejando a un lado la estupenda suite que me puso una vez en su hotelito de Columbus Circus, dando a Central Park, todo lo que de él sé, directamente no me gusta, empezando por su estilo, siguiendo por su mensaje miserable, y acabando por su tupé de paleto del medio oeste.
Al principio, cuando les oí gritar, pensé que el problema se ceñía a posibles problemas de erecciones, que sin la blue pill, a gente tan estresada, y a sus edades, ya se sabe. Y ni don Trump, ni don Clinton andan bien, me temo, sin muletas.
Es el caso del segundo, el que me ha dado que pensar, ya que doña Clinton debería alegrarse, el Dick de Bill, ya no le molestaría….pero seguro que desde lo de Mónica, ya no le molesta, así que ¡claro!, si no anda por ahí dándole a la blue pill, en casa todo el día. Todo un reto fastidioso para la buena de Hillary en plena campaña.
Pero no, las cosas no van por ahí. Una de las mejores definiciones que he escuchado nunca acerca de los gobernantes, sean del color que sean, es que son depredadores de rentas ajenas. Y como buenos depredadores son insaciables, creando castas aquí y allá de gentes que viven de meter mano en los presupuestos de los países tanto como puedan.
Y no digo que lo estén haciendo de forma ilegal, esa es otra historia.Simplemente mientras haya más recursos que gestionar, más se queda entre las uñas. No es otra cosa, y todo muy legal, que las leyes las redactan ellos, y el que parte y bien reparte, ya se sabe qué parte se queda.
Cuando miramos los impuestos que se pagan, en general, en las democracias llamadas occidentales, aunque algunas sean orientales, la impresión es que son muy altos, un poquito más cada año, llegándose niveles confiscatorios como los que M. Holland ha conseguido en Francia, al superar el 75% para ciertos niveles de renta o de patrimonio.
Al final, el patriotismo no compensa, seiscientos mil ricachones se han largado de Francia para que no les roben, o para no repartir lo que consideran suyo, y como Depardieu, se te hacen rusos, el Ducasse se lleva sus patés y sus Borgoñas a Montecarlo, o como Pfizer, se te hacen irlandeses. Es lo que tienen estas cosas, al fin y al cabo los irlandeses cruzaron primero el Atlántico, y llegaron a presidentes, ¿verdad señores Kennedy?, que no todos se quedaron en taxistas de Nueva York o en el NYPD. Quid pro quo.
Nadie como los políticos para echar las culpas de las consecuencias de sus actos a otros, y es lo que doña Clinton, y don Trump, están haciendo, como en su momento hizo el tío Paco gabacho.
Se marchan porque no sienten los colores patrios…¡Anda no me jodas!. Se largan porque los servicios que les ofreces, no están compensados por el precio que pagan, ni más ni menos, y además pueden hacerlo.
Lo mismo hay que aplicar a la “fuga” de empresas de mi estimada Catalunya.
Los que se largan de la “Catalana Terra”, es porque es económicamente provechoso, dejar un ámbito territorial que deja de ser equilibrado. Lo de la estelada, o lo de roja y gualda se les da una higa, es la economía ¡imbécil!.
En Cataluña, en este momento, y la tendencia es muy mala, las posibilidades de que se abandone la zona euro, de que se creen fronteras comerciales con los principales mercados en los que se vende, y como no, que los costes en impuestos suban de forma desorbitada, siendo ya muy altos, animan a tomar decisiones a las que responden los políticos con un envoltorio de bandera, y un grito al patriotismo. (Dolor de bolsillo se llama esa figura)
Puedo garantizaros, como directivo que he sido, que a la hora de mirar los gastos en una cuenta de resultados, los impuestos se analizan con el mismo cuidado que el precio de las fotocopias, y los gestores están para que las fotocopias valgan un poquito menos de su precio justo.
Porque, y hay que recordar lo obvio, las empresas son entidades con ánimo de lucro, además deben ser de máximo lucro, ya que en caso contrario, simplemente desaparecen. Por lo tanto, es su obligación tomar decisiones como las de Aguas de Barcelona, o Pfizer, o incluso de la Sánchez Vicario, Alonsito premio Príncipe de Asturias o el mismo Depardieu, y un buen gobernante en vez de ponerse a gritar como si estuviera en un debate de Telecinco, debería analizar no solo el por qué ocurre eso, si no las formas de atajarlo, y si es posible atraer a personas físicas o jurídicas a sus territorios.
En alguno de los escritos de esta bitácora, he comentado que el mundo, desde mi punto de vista está eliminando las fronteras comerciales, en aras del progreso de la humanidad, teniendo ese hecho un montón de connotaciones diferentes de las que podemos algunas podemos citarr.
La primera es que el proteccionismo, al bloquear los intercambios comerciales, va directamente contra el progreso de las sociedades que lo implantan.
La segunda, es que la eliminación de esas barreras, desde luego beneficia claramente al más fuerte de los vecinos, con lo que ello conlleva.
La tercera es que nuestros políticos deberían darse cuenta de algunas cosas muy importantes a la hora de fijar los costes de los servicios que ofrecen a los ciudadanos, y es que en el país de al lado lo mismo son más competitivos.
Para el modesto pollo de a pié tomar las decisiones de Pfizer, o de Depardieu son cosas difíciles, de las que ningún gobernante debería aprovecharse. En Europa, la primera barrera con la que nos enfrentamos, es la idiomática, la segunda cultural, nos pongamos como nos pongamos, y la tercera es que si un belga se va a vivir a Sevilla, se dará cuenta de lo difícil que es encontrar una buena choucroute. Así que como no podemos deslocalizarnos en masa, pues otra vuelta de tuerca a nuestros bolsillos.
Ahora, dile eso a los de Aguas de Barcelona, a los de Grifols, o a los de Pfizer, por ejemplo. No hacen más que estudiar la localización idónea, y quién haya hecho en su empresa algún estudio de buscar el emplazamiento ideal de una compañía, verá la enorme lista de variables que se estudian, desde la cercanía de Universidades de calidad, a la logística que las rodea, al precio de la energía, a los impuestos, a la seguridad jurídica, y así hasta trastopecientos apartados, por lo menos.
El asuntillo este de Internet, facilita todos estos movimientos, ya que entre videoconferencias, transacciones electrónicas en microsegundos, y servicios parecidos entre los veinte o treinta países más desarrollados, el tema de lo que cuesta tener la sede, cuenta y cuenta mucho.
Así que animo a los gobiernos de todos los países, autonomías, y hasta pueblones, a considerar si son competitivos a la hora de atraer impuestos con el maldito ratio servicios/costos, y dejan de cabrearse como monas si una empresa se les abre para pagar menos por lo mismo, que en su derecho están.
Supongo, que tarde o temprano se irán dando cuenta y aplicarán las fórmulas que impidan, no solo las deslocalizaciones de las sedes sociales, si no las deslocalizaciones de producciones que tanto daño han hecho al mundo durante la crisis que estamos viviendo.
Y recuerden, no se trata de bajar salarios, se trata de ofrecer paquetes completos que sean competitivos en el mundo global en el que vivimos.
Buenas noches, y buena suerte

Tolerancia

¿Somos tolerantes?
Estos días, con todas las historias, los acontecimientos, e incluso las reacciones, no solo de los medios de comunicación sino de las redes sociales a las que accedo, me he planteado cuál es el nivel de tolerancia de nuestra sociedad y me he dado cuenta de algunas cosas que pienso compartir.
La primera en la frente, y ese es el contexto en el que la tolerancia debe considerarse, y como decía un buen amigo mío, la tolerancia debe entenderse siempre dentro de la ley imperante.
No vamos mal, pero también debemos pensar acerca del sentido que tiene la ley según de quien emane Quiero decir que en un país democrático en el que las leyes surjan de un Parlamento escogido por los ciudadanos, con todas sus deficiencias, los límites están claramente definidos. Así que a la hora de verme como tolerante o no, analizaré mis comportamientos dentro de ese marco en el que vivo. Quizás no me guste este o aquel aspecto de mi sociedad, pero si sus comportamientos están dentro de la ley, mi nivel de tolerancia estará en relación directa con mi capacidad de entender otras posturas, incluso de llegar a asumirlas.
La famosa frase que supuestamente le dijo Churchill al nazi de turno, en relación a la diferencia básica de un tolerante y un intolerante, (demócrata y nazi debe leerse), era que el nazi sería capaz de matarte por tu forma de pensar, y el demócrata lucharía hasta la muerte por preservar el derecho del nazi a pensar como quisiera. En cualquier caso, nótese el matiz, en ambos casos la palabra clave es “pensar”. Bien.
Rápidamente podría salir el argumento de que buenos esfuerzos gastó el que fue premier británico, en hacer que desaparecieran los nazis. Ya hablaremos.
Otro amigo mío, piensa, y no sin razón en ese aspecto de la tolerancia que está más cerca de la conmiseración que de la aceptación intelectual de la postura que se nos enfrenta. Es decir, que como no piensa como yo en este o en aquel aspecto de la vida o de la sociedad, siento pena por su error, que seguro le llevará al lado malo del valle de Josafat.
La conmiseración, pues, no deja de ser una defensa del “falso tolerante”, que como está perfectamente convencido de su postura, no trata de entender los postulados y las ideas que tiene enfrente. Las califica, y las elimina de su trayectoria para siempre, no sea que contaminen su pureza de criterio. Eso sí, no se lanza contra su, digamos oponente, con ánimo avieso. Le da pena, y se ahorra varias cosas incómodas de golpe. La primera escuchar para entender, no solo para responder. La segunda, se ahorra el análisis que le llevaría a encontrar el “ying” del otro argumento, con lo que no corre peligro de ver socavados sus inmutables creencias basadas siempre en una experiencia de vida, en una educación, o en un deseo de llegar a algo.
Y la tercera, se ahorra el empatizar, tarea siempre ardua, ya que al ponerte en los zapatos de otro, nunca sabes si te va a quedar para siempre un olor a pies ajenos de los que no se quitan ni con disolvente ni con Eau Sauvage, que vale una pasta, por cierto.
Todo esto, bien entendido dentro del marco legal democrático, y entre personas sacadas de una de esas pelis canadienses de Denys Arcand* de las que tanto aprendió Woody Allen, en donde puedes aceptar orientaciones sexuales diferentes a la tuya, la eutanasia siempre que lo requiera el guión, orientaciones políticas, religiosas, comportamientos de pareja, o incluso sitios en donde pasar el verano, colgado de tu Galaxy, o de tu iPad, que lo mismo me da.
Pero eso se puede desarrollar en esos entornos idílicos de cabaña a pié de lago, con amigos de la universidad carísima, durante un fin de semana que se dedica a esa especie de gimnasia mental. Ahí es fácil ser tolerante, aunque muchas veces la feromona saca a un cristiano de estos de madre, y la lía parda. Esos entornos idílicos, de alguna manera son nuestros confortables países occidentales, en donde nos asombramos que una ciudad no huela a Miss Dior, y suba un pestazo cloaquero de esos que te hace replantearte el voto para las próximas municipales. En estos entornos, como digo, es fácil, y que cada uno mire hacia su ombligo, y se califique a si mismo, en cuanto a la nota de su nivel de tolerancia.
Hay un segundo plano, que me gustaría traer a esta merienda, y es la tolerancia intelectual con culturas diferentes, entre países diferentes, que obviamente comparten infinitamente menos leyes y solo algunas costumbres.
Creo en principio que es fácil ser tolerante con el sintoísmo practicado en Japón, incluso acercarse a esa filosofía religiosa, por ejemplo, es algo que no repugna ni mucho menos a ningún personaje de Arcand o de Allen, tampoco creo que acercarse a los sufíes turcos en Konya, represente un rechazo, y adaptar muchas de sus creencias y sus prácticas es algo que no se hace, por mero desconocimiento.
Ahora, si en Nueva Guinea, me proponen comer chichas de cristiano, para asi respetarlo, y adquirir alguna de sus cualidades, a lo mejor no soy tolerante al cien por cien, y me quedo en la fase de conmiseración, pensando lo de ¿qué coño hago yo aquí?.
Hay marcos legales universales o casi, algunos, directamente creados por consenso aparente de muchos gobernantes, y es la Declaración Universal de Derechos Humanos, otros como la Ley Natural, cubierta por alguno de los famosos Diez Mandamientos.
Pero movernos a ese nivel, empieza a ser más difícil, ya que en esos textos caben demasiadas cosas que a los occidentales judeo-cristianos nos ponen los pelos como escarpias. Cierto que no es eso de peregrinar a lugares sagrados, que son prácticas de Indúes, Budistas, Mahometanos o Cristianos, y siempre han ido bien para la mezcla de genes, sin embargo ya empezamos a ponernos estupendos si hay que discutir sobre la poligamia, o sobre la emasculación femenina, o sobre el uso del burka, o sobre la exclusión por razones de creencias de personas. También se ponen estupendos en el otro lado, cuando ven bikinis, y menos incluso, en las playas. O cuando se utilizan signos o imágenes religiosas de esta o aquella manera.
Formas de organización social, distribución del poder y forma de ejercitarlo….Ahí la tolerancia desaparece, porque ciertamente nadie quiere uno u otro de esos usos en sus sociedades. La solución es no invadir y no tratar de imponer. Hablar y razonar, «ad nauseam», o establecer barreras sanitarias, ya que si no el enfrentamiento violento comienza a ser posible.
Es posible que yo no crea en paraísos de huríes “sensu estricto”, pero si puedo, y de hecho creo, en la continuación de esta vida una vez desencarnados, y puestos a creer, por qué no en un lugar mejor.
Ya me cuesta más lo del premio y el castigo, por parte de un tercero, pero asumo perfectamente, que esas ideas se presentan de formas diferentes según las culturas, aunque estemos hablando de lo mismo.
Muchas veces nuestra falta de tolerancia, directamente nuestra ignorancia, o nuestra repulsión cultural, nos impide descubrir lo bueno que pueda haber tras alguna de estas prácticas que a nuestros ojos son execrables, de la misma forma que a otras culturas nuestros usos puedan ser igual de nefastos. No somos capaces de analizarlos en el contexto en el que se desarrollan.
Esa actitud nos ha llevado a cometer muchos errores, y uno de los más terribles ha sido el querer colonizar de democracia a gentes en contextos muy diferentes al nuestro, o imponer nuestras formas religiosas, de nuevo, en entornos sociales y culturales que no se corresponden.
Mi reflexión me lleva a considerar mis límites de tolerancia en la muerte ajena, por ejemplo, al enfrentarme a otras culturas, dada mi formación cultural judeo-cristiana, que le da a la vida un valor determinado. Pero el valor de la vida no es el mismo en todas partes. Hay gentes que piensan en la muerte como una liberación, o la vida como un camino de perfeccionamiento para una nueva etapa. En esos casos respeto su derecho, lo comprendo, y lo comparto en su entorno que no es el mío, y pido respeto para mi derecho a estimar la vida como un don a preservar.
También mi intolerancia se manifiesta contra el sufrimiento, pero no dejo de pensar en el concepto que mi cultura da al sufrimiento, y no es otro que ofrecerlo a mayor gloria de Dios.
Yo intentaré evitar sufrimiento y muerte, con todas mis fuerzas, y siento mi intolerancia en estos aspectos, de la misma forma que siempre entenderé que todos y cada uno de los seres humanos tienen derecho a desarrollar su vida y su sociedad como quieran, sin interferencias ajenas, y pediré de forma intolerante que se me conceda lo mismo. Ni más ni menos.
Buenas noches, y buena suerte
*Recomiendo revisitar “El declive del Imperio Americano”, y “Las invasiones bárbaras”

Himnos, banderas, sentimientos nacionales.

Tengo que reconocer que los gabachos nunca me han caído bien, los he tenido de patrones, de amigos, nunca de novias. Conozco bien el país, el idioma, la cultura, en fin, que cuando hablo de ellos se un poco de lo que hablo. Hoy sin embargo quiero expresar mi admiración por la mayoría de las reacciones que ha tenido el país, tras la masacre de Paris del pasado viernes.
Estos días, los acontecimientos de Paris, me han hecho reflexionar sobre la importancia de los símbolos que pueden unir a un pueblo, cortando cualquier tipo de fisuras de esas que yo llamo temporales, es decir, las de familia, exceptuando, claro al innoble Sarkozy.
En España somos tan imbéciles, que cuando nos han atacado, y han sido muchas veces, nos encontramos con que nuestro himno no se puede cantar, y nuestra bandera es denostada por nosotros mismos. Parece que si no sacamos esa cosa a la que le cuelga el morado de Castilla, o ese remedo verde de la Union Jack que parieron los hermanos Arana después de haberse pasado de chiquitos en 1894, y que en su origen apenas quería representar a Vizcaya, o las barras de Wilfredo el Velloso prostituidas a primeros del siglo XX con la estrella cubana, por una panda que alucinaba en aquel momento histórico, pero que le venía muy bien para tocar los huevos aprovechando la pérdida de Cuba, aunque no se pongan de acuerdo, que si la estrella en azul, o en rojo, o en verde, somos nosequeses dignos de habitar cuevas ignotas con bigotillo del fascio y camisa azul, como la que lleva el Iglesias, aunque la llame Denin que es mucho más modelnno.
Plácido Domingo me emocionó en el Met de Nueva York, interpretando La Marsellesa, con el público puesto en pie. ¿Habría abucheado algún gilipollas hispano si se hubiera interpretado el himno español por circunstancias similares?, ¿Y si la Tour Eiffel llevase los colores de nuestra bandera como forma de solidaridad?, seguro que el embaixador de Catalunya habría puesto el grito en el cielo, y algún nuevo Atutxa o Ibarretxe habría salido diciendo que por qué no hicieron lo mismo cuando lo de Yoyes.
Si con alguien comulgo en estas cosas es con el murciano Pérez Reverte, que los tiene pelados de enfrentarse por ahí con situaciones de sangre inocente, de ver masacres, y sobre todo de usar la cabeza a la hora de analizar toda esta porquería que nos cae encima día tras otro.
El mensaje que quisiera dar a todos estos que no se sienten españoles, derecho tienen, es que actúen en consecuencia, pero en consecuencia con lo que un hombre que se viste por los pies hace. Renuncia a tu nacionalidad española, chaval, hazte apátrida, porque tu terruño, mal que te pese, es España, y aquí estamos para defender un modelo de convivencia que nos hemos dado en su momento, cuando salimos de la barbarie franquista, y si todos lo decidimos, necesitamos a todos para revertirlo. Pero fuera hace frío, y de apátrida se vive fatal.
El mismo mensaje va para ese mundo islámico que se nos ha ido colando de rondón, aprovechándose claro de nuestra ambición desmedida de tener mano de obra barata. Ahora resulta que en Francia tienen 5 millones entre los que llegaron de Argelia, los que se han reproducido, y los que han cruzado en esa ilegalidad admitida las fronteras para malvivir en los banlieu.
En España, en el Reino Unido, en Bélgica, Alemania, vamos en media Europa nos ha llegado esta invasión que creímos pacífica, desde nuestra comodidad de europeos blanditos y discutidores, de europeos que no sabemos defender nuestras libertades confiados en ese buenismo estúpido que no nos permite reconocer que los bárbaros del este están aquí, y se cargarán todos los logros de nuestra sociedad que ha costado siglos de lucha conseguir.
Como dice Don Arturo, ¡Estamos en guerra, imbéciles!, y sí, paramos las oleadas del este primero en Termópilas y Salamina, luego en Poitiers, pero ahora andamos discutiendo si son galgos o podencos, y han entrado con sus armas hasta la cocina.
Hoy se suspende un acto deportivo, ayer la gente no se atrevía a salir por Paris, y las autoridades están acojonadas por el partido del sábado en la Castellana, o el concierto de año nuevo, o tomar el sol en el Retiro.
He escuchado estos días las más peregrinas ideas, como por ejemplo convencer amablemente a los mulás de que no anden enmerdando, o al pollo de las barbas quejarse ante la corte internacional de que en España la Semana Santa le viene muy mal a él y a los de su religión que habitan la piel de toro. También he escuchado lo de que hay que educarlos, supongo que se refieren a enseñarles la historia del pensamiento occidental de los últimos catorce siglos que se la han perdido en sus soflamas y en sus guerras de abbasies contra omeyas, o de sunníes contra chiíes.
Yo no quiero que todas estas fuerzas retrógradas ser hagan con nuestra civilización, yo no quiero ver a mi nieta con un velo, a no ser que haya una tormenta de arena cuando pasee por Maspalomas, y no quiero que le corten el clítoris. No quiero verla sometida a un macho por mor de una cultura que no es la mía, ni la suya, y que la hará peor de lo que será con estas gentes de por medio.
Francia ha dicho que está en guerra, y como español y europeo, yo estoy en guerra también, así que de comprar la fruta al paquis de turno nada de nada, y si me tengo que bajar de un taxi porque el conductor me huele demasiado a lanaza de cordero lo haré y diré porque.
Aquí en España, andamos con las medias tintas, que sí, pero déjame ver el presupuesto de escopetas, en vez de decir aquí está mi ejército y ¿Cuándo salimos, que nos atacan?. Mientras voy a ver si financio a la mezquita de la esquina, o cualquier otra vaina que se me pueda ocurrir.
Han venido ellos solitos, no les hemos llamado, así que si necesitamos a Don Juan de Austria de nuevo, le pediremos a Felipe que lo reviva y lo mande a las Alpujarras, pero no quiero al enemigo en casa, y al enemigo potencial menos. ¡Ah!, y si no les gusta esto, muy fácil, puerta y a Medina, o a Qatar, que seguro les esperan con los brazos abiertos.
Cuando la matanza de Atocha, la reacción de nuestro gobierno fue ponerse un crespón negro, crear dos asociaciones de víctimas, la de derechas y la de izquierdas, y seguir permitiendo que camparan por sus respetos. Los que lo organizaron, que como dice Don Arturo los tienen bien puestos, deben estar aun rompiéndose el culo de la risa, y desde luego animados a seguir haciendo lo que les da la gana, mucho más cuando el presidente de todos los españoles decidió crear eso de la alianza de civilizaciones. Difícil tener menos visión de lo que son las cosas.
Así que pediré a las autoridades de mi país, que defiendan la Constitución sin fisuras ni conveniencias, que defiendan los símbolos nacionales, y que quien los denueste pague por ello, y no pueda ejercer cargos públicos, como ,por ejemplo esa alcaldesa de Barcelona, nada de poner caritas largas en los palcos, porque eso es de gilipollas. La policía los tribunales y el ejército me cuestan una pasta, así que actúen que la ley ha salido del Parlamento.
Por supuesto, quién no quiera ser español, o no admita nuestra cultura y nuestra forma de vida con todo lo bueno y malo que conlleva, es muy fácil, que renuncie, que no sufra, si es de cultura islámica, a su tierra, y si es de los nuestros, ya sabe,m apátrida, que otra cosa no se puede, a no ser, claro que le acepten en otro país, y con su pan se lo coman, y a mí que no me toquen los cojones que estoy ya muy mayor para estas cosas.
Buenas noches, y buena suerte

Guatemala y Birmania

Estos días se han celebrado elecciones en estos dos países, que durante las últimas décadas, han estado en manos de auténticos sátrapas.
En varias revistas se han publicado artículos que han hecho alguna referencia a esos dos hechos, ya que la prensa cotidiana, dejando a un lado la anécdota del curriculum del nuevo presidente guatemalteco, poco o nada más han dicho.
He visitado, en su momento ambos países, y encontré ese tremendo doble mundo de la riqueza insultante, y la miseria más insultante aún.
Hay una gran cantidad de paralelismos durante los últimos cincuenta años, ya que en ambos el Estado aparentemente se diseñó con el objetivo de masacrar a sus ciudadanos, y de enriquecer a unas minorías, que obviamente ostentaban el poder a través de los más burdos sistemas de corrupción imaginables.
En Birmania, (me duele llamarla Myanmar, ya que fueron los militares los que le dieron ese nombre) nunca se estuvieron quietos, ya que obviamente es un territorio donde se asientan multitud de etnias, que anduvieron a la greña históricamente, a través de sátrapas más o menos sanguinarios, hasta que el Imperio Británico, puso su zapato en la zona, y tras tres guerras con los ingleses entre 1826 y 1887, finalmente se transformó en una provincia mayor del Imperio.
La situación dura hasta 1948, cuando obtiene finalmente su estatus de reino soberano, debido entre otros a la acción de líderes como Aung San y Ko Yu. Es la consecuencia que para el Imperio Británico tuvo el final de la segunda guerra mundial, que acabó con su presencia directa en esa parte del mundo. La India se había independizado un año antes.
Birmania llegó a ser considerado uno de los países con más potencial del subcontinente asiático, entre otros motivos por la alta calidad que tuvo la Universidad de Rangún, que recogió las experiencias que en décadas anteriores trajeron birmanos que estudiaron en las universidades inglesas.
Los ingleses no dejaron más que esa herencia, las infraestructuras son inexistentes, y moverse entre Rangún y Mandalai, a no ser que navegues por el río Irawati, es algo más que un suplicio, pero un suplicio enormemente ilustrativo.
El régimen militar que surgió en los albores de los años sesenta del siglo pasado, 1962, creo, estableció todos los mecanismos para el enriquecimiento de la casta militar y desde los ochenta, se vivó en un estado de guerra civil contra las diferentes guerrillas que operaban en este territorio multiétnico.
El país digamos que ha tenido como fuente de riqueza la droga, siendo uno de los mayores productores de opio, heroína y metanfetaminas del mundo.
De la misma forma, las violaciones de los derechos humanos unidos a batallones de violadores (literal) que para aterrorizar a la población campesina violaron a millares de mujeres, o asesinaron por cantar canciones no del gusto de la soldadesca, a ciudadanos normales, han sido habituales estos más de cincuenta años.
Muy parecido a lo que en Guatemala ocurrió desde los años sesenta. Asumió la presidencia Julio César Montenegro, y apoyado por el ejército, masacró a la población campesina, en cifras que amedrentan. Se habla de más de doscientas mil personas en un país de alrededor de 16 millones de personas, aunque considerar cifras cuatro o cinco veces mayores, no son una exageración.
Como no lo es que en Birmania con sesenta millones más o menos de habitantes haya más de dos millones de desplazados por los conflictos entre el poder, la guerrilla, y los ciudadanos en medio.
En ambos casos la corrupción llegó a límites inasumibles, y las oligarquías dominantes, militares/droga en Birmania, y militares/empresarios millonarios en Guatemala, han sido las que han marcado la vida de los ciudadanos.
En ambos países, la población es en más del setenta y cinco por ciento dependiente del campo, con añadidos de minería, y pesca a niveles artesanales.
Recuerdo haber pasado delante de la casa de Aung Saan Suu Kyi, donde de una forma u otra ha estado retenida por más de 20 años por el régimen militar. Se le impidió recoger el Premio Nobel, se le impidió a su marido volver a Birmania afectado de un cáncer terminal, y se le impide ahora acceder a la presidencia del país, por una de las normas que se dictaron por la junta militar, por la que no se podía acceder a la más alta magistratura si tenías algún familiar no birmano. (Su marido era británico).
Sin embargo su partido NLD (liga nacional para la democracia) ha arrasado en las elecciones, incluso contando con que el 25% del parlamento está reservado a los milicos.
Los resultados han sido admitidos por los militares, y los observadores internacionales, los han considerado limpios.
De cualquier forma, la nueva composición del parlamento, abre una vía de esperanza democrática a Birmania, pero los retos que deberán acometer son enormes, no solo por la ausencia de infraestructuras, sino por la presencia de cárteles de la droga, y unos niveles de educación muy bajos.
En Guatemala, Efraín Rios Montt, militarote de los de golpe de estado y tentetieso, fue responsable de una de las mayores matanzas de campesinos, tanto, que ahora está siendo juzgado por crímenes contra la Humanidad.
Llegaron a desaparecer más de 50.000 personas, se estableció un régimen policial que se llegó a comparar con el de la Stasi de la República democrática alemana. Los movimientos de las etnias locales contra el genocidio, acabaron con la concesión del Premio Nobel a Rigoberta Menchú, hija de uno de los encerrados en la embajada española en 1980, que fue quemada y sus ocupantes masacrados.
La violencia ha sido una constante en la región. Recuerdo ver en ciudad de Guatemala, barrios literalmente amurallados donde vivían los millonarios, con torretas de vigilancia y guardias con armas automáticas. El estado en 2001, cuando lo visité, era inseguro, y con una sensación de impunidad a todos los niveles realmente espeluznante.
En 2008, comenzó a funcionar la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, encabezada por un fiscal español, Carlos Castresana. Se ha actuado contra la violencia de los Zetas, contra la corrupción política, contra los desmanes de los millonarios, o los cárteles de la droga, consiguiendo bajar las cifras de asesinatos desde 48 por 100.000 a 31 en seis años. Sigue siendo unja cifra escandalosa, (el punto de seguridad se marca en seis), pero al lado en Salvador andan por los 100, y en México por los 23 y pico.
Las elecciones de octubre han dado como presidente a Jimmy Morales, que ha sido rápidamente tachado de cómico, por tener un programa de televisión, pero según su curriculum, tiene una licenciatura en economía, y ya se había presentado a unas elecciones locales.
También se le ha tachado de posible ultraderechista, pero al fin y al cabo ha sido elegido en elecciones limpias, igual que las birmanas, y tiene un mandato constitucional por delante, y un reto enorme de manejar un pequeño pero muy complejo país donde, como en Birmania, la población está poco formada con niveles altísimos de violencia.
El impacto de los poderes religiosos es también una similitud entre los dos países, en Birmania los monjes budistas fuero repetidamente represaliados por la Junta Militar, como en Guatemala, el asesinato del obispo Juan José Gerardi Conedera, cuando denunció las violaciones del ejército y los paramilitares. No fue el único, a él deben unirse multitud de sacerdotes, catequistas y religiosas.
Pero al fin, y con todas las dificultades, parece que se abren nuevas vías al optimismo y a una cierta democratización de estos dos masacrados países.
Buenas noches, y buena suerte.
Recomiendo leer como yo he hecho, los trabajos del periodista guatemalteco Martín Rodríguez Pellicer, y de Hugo Cuello, sobre Birmania. También recomiendo ver la película sobre Aung San Suu Kyi, La dama, de Luc Besson, (2011), y el fantástico libro de Miguel Angel Asturias «Señor Presidente».

El peor viaje de este mundo.

Cuando me pongo a considerar lo que realmente es un mal viaje, se me vienen a la cabeza varios ejemplos, que aunque de alguna forma se rodearon de cierta aura romántica, no dejaron de ser chapuzas mal diseñadas por personas que en su desmedido orgullo y arrogancia, consiguieron resultados baldíos, y lo que es peor daños a terceros.
Las expediciones españolas en el continente americano, fueron, en general, duras, pero de alguna forma la mayoría consiguieron aportes importantes al tesoro de la corona, a su interacción con otras culturas, a descubrimientos geográficos, y a la apertura de vías comerciales que justificaron las penalidades que sus protagonistas padecieron.
Ahí están los éxitos de Cristóbal Colón, o Juan Sebastián Elcano, sin ir más lejos, que las pasaron canutas, pero que fueron decisivas para el posterior esfuerzo de la corona española en su expansión por el mundo.
En estas epopeyas, algunas fueron como menciono en el primer párrafo, monumentales fiascos de sangre y pérdidas para todos, como la famosa expedición por el Amazonas del loco Lope de Aguirre. En este punto recomiendo releer “La aventura equinoccial de Lope de Aguirre” de Ramón J. Sénder, y ver la película, “Aguirre, la cólera de Dios”, un tanto histriónica y con exceso de leyenda negra antiespañola de la creada por el calvinismo centroeuropeo, dirigida por Wener Herzog, con un Klaus Kinski algo pasado de rosca.
El tal Lope un oriundo del valle de Oñate, que cegado por el oro marcha a Perú, y más cegado aún, quizás por “la caló” o las leyendas locales, se hace a sangre y fuego con una expedición por la Amazonia, se empeña en buscar El Dorado, se rebela contra la corona española, y claro, lo acaban apiolando en Barquisimeto, mayormente para que dejase de dar la lata, pero una vez hubo destruido todo lo estaba a su alcance. Todos perdieron.
Sir Richard Burton, escribió un libro “Viaje a las fuentes del Nilo”, donde narra su expedición al lago Tanganika y al lago Victoria, llegando a ser el primer blanco que lo avistó y lo contó.
Curiosamente nunca se habla de quién fue el primer africano que meó en el Thames river, a la altura del Parliament, pero eso es harina de otro costal.
A Burton no le venían bien las normas, así que después de un comportamiento inadecuado, dio portazo al Trinity College de Oxford, aunque hay que reconocerle su cultura amplísima debido a sus viajes, (creo que hablaba más de 20 idiomas), sus libros, sus traducciones de Os Lusiadas, o de las Mil y una Noche.
No le iban nada las normas, así que se coló en La Meca, convenientemente disfrazado, o mantuvo opiniones atrevidas para la época victoriana en temas como el de las relaciones sexuales.
Quiero decir con esto que fue un ilustrado provocador, ya que eso de revolucionario, tampoco le iba demasiado.
Su gran viaje, la búsqueda de las fuentes del Nilo, fue un fiasco, entre otras cosas porque el objetivo del viaje era analizar las posibilidades de comercio en el centro de Africa, para el Imperio Británico.
Los errores de planificación, junto con la inadecuada selección del teniente Speke como compañero de viaje, hicieron que la expedición fuera de alguna forma un fracaso.
No fueron capaces tras infinitas penalidades de cartografiar adecuadamente el lago, y no les quedó claro si habían llegado a las fuentes del Nilo o no. Disputas posteriores por acaparar la fama, una vez en Inglaterra, con traiciones entre ellos, hicieron que ni se encontraran vías de comercio ni las fuentes del Nilo.
Así que las afirmaciones de Speke, de que el lago Victoria era el origen del gran río, no pudo demostrarlas, y ni siquiera Livingstone lo consiguió, que se equivocó de río y se metió en la cuenca del Congo. Finalmente Stanley, el de “Dr. Livingstone, I presume”, más o menos pudo decir algo coherente y demostrable.
Hace unos años, ya en este siglo, una expedición neozelandesa, llegó a un manantialillo ugandés que parece ser la verdadera fuente.
Lo importante para mí en ese momento, es la cantidad de vidas que Burton y Speke se llevaron por delante, gastando una fortuna, para presentar, a sabiendas una mentira a la gran Real Sociedad Geográfica Británica.
Viaje a ninguna parte, vamos. Pero eso sí, quedó un precioso libro de aventuras y penalidades
Robert Falcon Scott, dio origen con su expedición a la Antártida a un libro premiado en 2001 por la National Geographic Adventure, y escrito por Apsley Cherry-Garrad, compañero de expedición de Scott, y uno de los que encontró su cadáver, a pocas millas del depósito de alimentos que hubiera sido su salvación. “El peor viaje del mundo”.
Se trataba de llegar al Polo Austral antes que nadie, y Scott un oficial británico que desarrolló su carrera militar presionado por problemas económicos familiares, unidos a las pocas posibilidades de promoción en la armada victoriana, cometió en una especie de huida hacia adelante, un error tras otro, que culminaron en el fracaso del objetivo marcado que no era otro que llegar el primero al Polo Sur, y volver para contarlo.
De nuevo la arrogancia fue un motor importante en la expedición del Discovery, arrogancia al no utilizar perros en la expedición, y hacerlo con ponys, que pronto se demostraron inútiles para la conquista del Polo. Las disputas con Shackleton por los derechos de expedición, en vez de unir esfuerzos para la empresa, no hizo más que dificultar la consecución de los objetivos.
Así que el noruego Amundsen llegó unas semanas antes, con sus perros bien entrenados, y volvió para contarlo, ya que tenía experiencia, planificación correcta, y el único impulso de conseguir la hazaña.
La consecuencia fue que murieron los que siguieron a Scott, que acabaron como mártires valientes, y poco preparados, claro, siguiendo a un medio iluminado ambicioso. El premio de la Real Sociedad Geográfica Británica fue rechazado por Amundsen, ya que fue medio acusado de escaso “fair play”, y tuvo que escuchar que quién realmente fueron los conseguidores de la gesta fueron sus perros. El orgullo y la arrogancia británica en todo su esplendor.
Los ingleses, que no ganaban para disgustos, permitieron a Shckleton, realizar una expedición que consistía en cruzar el continente antártico, y que por razones similares, acabó también en fracaso. El barco se quedó atascado en una bancada de hielo, y acabó hecho astillas.
La épica británica consideró, lo que no fue más que un tremendo error de planificación, un caso de mala suerte, como en el tema de Scott. Menos mal que Shackleton se jugó la vida y consiguió ayuda para que ninguno de los expedicionarios perdiera la suya.
Y el penúltimo de todos estos viajes de iluminados locos, lo están haciendo en mi tierra, gente de la calaña de los Aguirre, Burton, Speke, Scott, Shackleton…que envueltos en una locura infame, y solo mirando su propio beneficio, intentan arrastrar a gentes que creen en ellos a ese viaje a ninguna parte que producirá, de concluirse daños irreparables a los “istas”/masa, a inmolaciones en nombre de una iluminación interesada, o de un interés espúreo, con riña incluída.
El viaje de los políticos independentistas catalanes, tiene incluso menos de hermoso que estas aventuras fallidas, ya que lo único que persiguen es poder y dinero sin que nadie les controle, así que esperaremos su regreso de tierras ignotas.
Buenas noches, y buena suerte

La pena de muerte

Hablando el otro día con unos amigos me enteré que entre 1940 y 1975 se ajusticiaron en España la friolera de 126 personas, casi cuatro al año, de las cuales 14 fueron fusilamientos, y 112 por garrote vil. Más de tres al año como media. No está mal.
En 2010 en Estados Unidos 39 personas fueron ajusticiadas, más o menos la cifra franquista por millón de habitantes. Lo de China es una barbaridad, entre 10 y 80 veces esas cifras, según las fuentes.
Según Amnistía Internacional, hay sesenta países que mantienen y aplican la pena de muerte, once la mantienen para crímenes cometidos en circunstancias excepcionales, como crímenes en tiempos de guerra, y treinta y cinco mantienen leyes que permiten la aplicación de la pena de muerte para crímenes ordinarios, pero no la usan hace más de diez años.
El panorama es tremendo. Tanto que en la pulcra Europa, aún queda Bielorusia con la tal práctica, así que estamos con que más o menos, en la mitad de los países del mundo, hay leyes que permiten matar a sus propios ciudadanos, y entre ellos, de forma destacada las dos grandes potencias económicas, China, y USA.
Charlando con estos amigos, comentaban que cuando ETA estaba en su apogeo, por ejemplo tras el atentado de Hipercor en Barcelona, si le preguntabas a la gente todos pensaban que la aplicación de la pena de muerte era algo más que conveniente, incluso necesario, porque seguro que así se paraban tantos desmanes.
Claro que era en caliente, y en caliente esas cosas no se preguntan, que luego de las respuestas la gente se arrepiente.
Uno de mis contertulios, comentaba que mataría a los pedófilos; en caliente a lo mejor yo también, otro que si le hacían daño a su familia, ¡y yo!, claro que desearía cobrarme en sangre cualquiera de estos desmanes, y quizás algunos otros, pero claro, no se trata de eso.
Esa es la justicia de la masa desbocada, la ley de Lynch, ajusticiar sin juicio, sin dar garantías al reo, y de hecho, creo que es la que aún se aplica en China y en USA.
Estábamos de acuerdo en dos cosas fundamentales, la primera es que la cercanía del juicio al hecho delictivo, de alguna forma predisponía a ese tipo de sentencias, y posteriormente, cuando al final de los, generalmente eternos en el tiempo, recursos y contra-recursos, se ajusticiaba al reo, se encontraban con que ese ser humano nada tenía que ver consigo mismo, es decir, con quien cometió el delito, diez, quince o veinte años atrás.
Por tanto, o se procedía al linchamiento, con su ejecución sumarísima, o la pena de muerte no sirve ni para hacer justicia, ni como vía de venganza, (aunque se tome muy fría en estos casos), es decir, que su utilidad para la sociedad no tiene sentido.
Lo de los chinos, parece que se acerca más a la ley de Lynch. No los tienen veinte años de recursos judiciales, hasta que llegue una administración republicana y meta mano a todos estos casos pendientes, tiñendo de rojo y de mierda las salas de ejecución para ponerse al día. Claro que les pasan la factura de la bala a la familia.
Una de las características del ser humano, es que continuamente se está equivocando en sus actos, en sus percepciones, por no hablar de sus deseos, y al final una sentencia de muerte es una consecuencia de todas esas equivocaciones, por parte del ejecutor y del ejecutado.
Creo que son las sociedades menos evolucionadas culturalmente las que mantienen esa práctica, bien por la decisión de un dictador, o lo que es peor, por el pueblo votando libremente. También creo que las creencias religiosas fundamentalistas llevan fácilmente a contemplar esa solución para una serie de delitos. Así que si nos fijamos en esos treinta y un estados americanos que la mantienen hay mucho tufo de bajo nivel cultural, y/o mucho fundamentalismo religioso, quizás ligado al fundamentalismo del calvinismo europeo que regó con sus sobras poblacionales a lo que hoy es el gran país americano.
La ausencia de moralidad que supone, desde mi punto de vista la aplicación de la pena capital, quizás entronque con dos execrables hechos que caracterizan a la sociedad americana.
Uno es la no superación por partes importantes de la población de lo que supuso el fin del esclavismo, y lo que hoy significa el tener que convivir con unas razas diferentes a la “aria”, con culturas diferentes, y que de alguna forma han alcanzado derechos que sin lucha jamás habrían podido obtener de los antiguos amos esclavistas. Hay una clara relación según Amnistía Internacional entre la raza y la aplicación de la pena de muerte.
Blancos y negros son víctimas de asesinato casi en igual número, de la misma forma que los asesinos son también a partes iguales blancos y negros, sin embargo, 200 negros han sido ejecutados por asesinar a blancos, una cifra quince veces superior al número de blancos ejecutados por matar a negros, casi el doble que la de negros ejecutados por asesinar a otros negros.
Siendo los negros el 12% de la población, constituyen el 40% de los condenados a muerte, y uno de cada tres ejecutados es negro. Las cifras de latinos, no las he visto, pero me temo que incidirían en el posible racismo de la sociedad anglosajona americana.
Posiblemente la discriminación social que aún existe de forma clara en la sociedad americana, aunque sea políticamente incorrecto manifestarlo públicamente, a no ser que te llames Donald Trump, pueda explicar parte de las cifras relativas a las ejecuciones de negros en esas proporciones, sin embargo creo que esos homicidios judiciales, responden a situaciones en las que el poder se siente muy cómodo, ya que creen es una forma efectiva de luchar contra el crimen, y consideran poseer en sus manos una herramienta disuasoria de primer nivel, cuando de hecho no es así en mi opinión.
No creo que alguien dispuesto a matar levante el dedo del gatillo por temor a que le ejecuten, y sin embargo sí creo que en esos paquetes demasiada gente ha sido ejecutada de forma injusta, bien por la percepción de los jurados, o por los intereses de la policía en cerrar positivamente un delito haciendo que pague quien menos pueda defenderse.
Los sistemas políticos/judiciales tienen, en mi opinión una debilidad notable a la hora de evaluar pruebas, y de resolver delitos. Los intereses que siempre hay alrededor de estos procesos, pueden favorecer o destruir carreras políticas o profesionales, y es, desgraciadamente demasiado humano, mirar hacia otro lado y cimentar tu vida en la muerte de otro ser humano.
No diré mucho más, creo que sociedades como la americana, deberían replantearse muchas cosas, y entre otras el tema de la pena de muerte, eliminando esa venganza que en nombre de los afectados por el delito, la sociedad ejecuta.
Pienso que siempre habrá hechos execrables, personas execrables, y situaciones que se descontrolan produciendo daños irreparables, pero deberíamos trabajar más desde el punto de vista de la creación de una conciencia moral más elevada, de facilitar a los ciudadanos una mayor carga cultural creando los frenos que eviten estos hechos.
También creo que cuando hay un crimen, la sociedad entera tiene un porcentaje de culpabilidad, y debe asumirlo, corregirlo, sin buscar una cabeza expiatoria que colgar de una pica en lo alto de la muralla, ignorando todas y cada una de las causas que lo han producido.
Buenas noches, y buena suerte.

El progreso, cualidad de Dios

Shem Shemaforash, (la palabra que abarca el nombre de dios y la
creación) Baal Shemaforash…guardian de la palabra

Cuando estás tan tranquilamente escuchando las variaciones Goldberg, en tu “celda” como si del profesor Lecter se tratara, añadiendo algo de lluvia ahí fuera y con los pies fríos, porque las zapatillas que te has puesto son aún las del verano, te apetece pensar aunque sea en una de esas playas que ya casi no recuerdas de las Antillas Menores, o de las Islas Vírgenes caribeñas.
No se me puede pasar el recuerdo de patear el agua de la playa coralina de Saint John, y quedarme una vez más extasiado viendo los fondos multicolores a cincuenta pasos de la orilla. No se necesitaba más. En la playa polvo blanco de coral, algunos cocoteros asomando de entre la vegetación tropical.
No fue menor el recuerdo que aún tengo en mi retina, del Mont Peleé de la Martinique (las fotos seguro murieron de hambre en un cajón, o huyeron como el Conde de Montecristo).
Las historias de la explosión Peleana, que me contaban en segundo de bachillerato, y que desencarnó, a cerca de treinta mil personas, a pesar de los avisos de la montaña, ignorados por las autoridades locales que solo pensaban, como no, en el vil metal.
Se salvó un preso y un zapatero, según me dijeron. Hasta los barcos anclados en la bahía se transformaron en verdaderas piras primero, y osarios después. Eso de ver las cosas que me han contado, siempre me ha gustado. De alguna forma el niño que soy estaba tranquilo, conocía el final.
Pero tengo los pies fríos, voy a tener que ponerme unas zapatillas calentitas, a ver si me pongo a pensar en el Cervino, por aquello de la teoría de la opinión contraria.
No sé si me gustaría ahora andar por aquellos parajes, desgraciadamente para mí, en estas cosas soy culo de mal asiento, y además la experiencia me ha demostrado que volver, siempre ha sido un error. Las cosas tienen siempre su momento, como las personas, y volver significa que lo que vas a encontrar es diferente a lo que ya conocías, y no siempre te apetece la sorpresa que te ofrece la evolución. Sin embargo la de lo nuevo, es para mí siempre bienvenida.
Leí una vez la razón del por qué a los niños les gusta tanto ver la misma película cientos de veces, hasta que casi, (y sin el casi) se la aprenden de memoria. Al parecer, sostenía el autor, era una razón de seguridad. Se sabían confortables con un final que ya tienen perfectamente asimilado, y no les apetece nada que al final Blancanieves sea la usurpadora del trono del país del cuento, y que la bruja, sea una pobre emigrante sufriendo injusticias por parte de los padres de la tal princesita.
La zona de confort, criticada por parte de aquellos que laconsideran no adecuada para el progreso.
El progreso, al que se acepta como un dios nuevo de nuestra sociedad, una nueva palabra que se incluye en el ”Shem Semaforash”, con su correspondiente Baal Semaforash en que se ha erigido la sociedad occidental.
Los nombres de dios, los 21 de la tradición judaica, los 99 del Islam recogen cualidades que a dios le otorgan los humanos, y aunque en ambas tradiciones se cree que el verdadero nombre, es la Palabra, la que contiene el poder de la creación y que en el Islam es el desconocido número cien, las sociedades modernas nos han traído más calidades de dios a las que adorar.
Es de la sorpresa del progreso de lo que quiero hablar hoy. Nunca sé si la realidad es la del príncipe Salinas, (que todo cambie para que todo siga igual), o si realmente estamos evolucionando como especie y las cosas no son iguales, es decir, que realmente hay una evolución continua del ser humano considerado en su conjunto.
A principios del siglo XX, la población mundial era de unos 1700 millones, que pasa a mitad de siglo, cuando yo nazco a unos 2650 millones, a pesar de las dos guerras que asolaron el mundo, más la revolución rusa, más la guerra de Manchuria, y alguna más que recordar no quiero. Hoy hemos sobrepasado los siete mil millones. Tremendo.
Analizando estas cifras vemos que el mundo occidental donde el “progreso” se ha asentado, es decir, donde la tecnología se ha aplicado de forma generalizada, la población no ha aumentado demasiado, de forma que ya se empieza a discutir el tema del envejecimiento de la población, y todas esas cosas que sirven para que los más jóvenes de nuestra sociedad contraten deprisita fondos de pensiones. Porque duramos más, pero procreamos menos.
Ese es un trabajo que dejamos al casi 70% de la población mundial que vive con menos de dos euros diarios, por utilizar el lenguaje de la ONU.
Cuando visitas esos países, te das cuenta que el progreso para ellos no ha significado siquiera un teléfono móvil. Siguen sin acceso al agua saludable, a una sanidad acorde con los estándares que rigen en el Occidente rico, se mueren como media a los 40 años, no muy lejos de cuando la población se moría a principios del siglo XX.
Su nivel de educación, se circunscribe a aquello que necesitan para comer cada día, y para comunicarse con el vecino. Su movilidad es extremadamente reducida, lo que da en el mejor de los casos, una bicicleta vieja.
Si pretenden salir de sus comunidades y rozar el mundo occidental, lo más probable es que acaben como esclavos de nosotros los ricos, fabricando nuestros caprichos consumistas, así que esa nueva calidad del dios, que es el progreso, solo afecta al mundo desarrollado, y muchas veces pienso que no de una forma positiva.
Nuestra capacidad de matar se ha multiplicado por infinito, pero matamos a otros, a los de esos países a los que el progreso les llega en forma de los desechos del primer mundo, nuestros coches viejos, nuestros teléfonos viejos, nuestras armas viejas…
Así que quizás haya que tener un carnet especial para beneficiarse del progreso de verdad, porque me temo que a los habitantes de Bombay, Lagos, o Daca, les llegan migajas, o lo que es peor, les llegan los deshechos del progreso.

Si al hablar de progreso, nos alejamos de todo aquello que suene a material, quizás las cosas deban verse de otra manera. Honestamente, sigo pensando que el desarrollo de la Humanidad no es demasiado boyante en lo que se refiere a la evolución espiritual, al conocimiento íntimo, y a la misión que el ser humano tiene como primordial en el planeta. Fuera de los slogans consumistas, nuestra esencia es la misma en Manhattan que en Calcuta, y la minoría que desarrolla verdaderamente su espíritu en lo que llamamos cúspide de la civilización y en el culo del mundo, creo que porcentualmente son parecidas.
Recordaremos aquello de que el hombre feliz no tenía camisa, y el desarrollado emir, no tendrá consecuentemente una cura a sus males.
Dejemos, o no, que el dios, o la cualidad de dios que llamamos progreso, no nos confunda, y sigamos buscando en nosotros mismos, aquello que nos haga felices, y olvidemos (dentro de un orden) los escaparates del Corte Inglés.
Buenas noches, y buena suerte
.

La protección de Don Peppino

Hoy en el caralibro he leído uno de esos aforismos que abundan, y que me ha provocado esta reflexión.
“El problema de lo público es que los ciudadanos piensan que es gratis, y los políticos piensan que es suyo”.
Viendo las cosas de esta forma, lo que me apetece es resucitar aquel grito de la FAI, que de rebote escuchaba en el claustro de la vieja Universidad neogótica de mi Barcelona natal.
¡El único estado válido es el que no existe!
Que eso lo proclamen seres humanos, que de individualistas tenemos lo que los lobos o las ovejas, que nos sacan de un clan con sus jerarquías y devenimos en algo inservible, tiene su gracia, pero no deja de ser α y Ω del anarquismo como forma de entender la sociedad humana. Inservible desde luego, pero que puede usarse en determinados momentos para provocar al gregarismo genético del ser humano.
Los gobernantes que dicen ejercer el poder en nombre de los ciudadanos, no toman realmente responsabilidades detalladas delante de ellos, como bien sabemos, y acaban haciendo de su capa un sayo, lo que les da la gana, y nunca por huebos de sus empleadores, los ciudadanos.
También nosotros, los ciudadanos tenemos lo nuestro. En términos generales, cuando vamos con nuestro papelito doblado en el sobre a introducirlo en la urna de los sufragios, lo que hacemos es creer que la interpretación que de nuestro voto haga el futuro gobernante coincide con lo que nuestro corazón cree que hará. Ilusos, a la par que ignorantes, o peor aún vagos.
Para algo tan importante como nuestra gobernación, no exigimos lo que le exigimos al fabricante de mayonesas, por ejemplo, y es que cumpla a cambio de mis dos euros por el tarro, lo que pone en la etiqueta.
Reconozco que no es fácil obtener un programa electoral de cualquier partido que se precie, así que de ahí a leerlo de forma generalizada, de hacer consultas sobre sus detalles a los partidos a través de un correo o de una 902 de esas que atienden quechuas o aymaras, pues un abismo ¡oye! Que diría un vascón.
Pasamos la vida quejandonos amargamente de la letra pequeña del contrato de la luz, de la cláusula suelo, o de las preferentes que nos vendió Pepe, el tendero de la sucursal bancaria de toda la vida, y no exigimos contrato a los gobernantes….Neneeeessss…¿de qué vamos?.
Esta mañana me sorprendo, y es solo un ejemplo, que Doña Colau, quiere darle una pastizara a cosas como asociaciones de gays paraguayos a través de no sé qué oenegeses de esas, entre otros repartos millonarios, teniendo diferentes colectivos en su propio barrio que andan en la cola de Cáritas. Lo más divertido, si la cosa es cierta, sería poner un mapa en blanco del mundo y contar de cien personas cuántas marcan Paraguay en su sitio, de los que van a mandar parte de sus impuestos a esa asociación, por ejemplo.
Me suena a letra pequeña de contrato de hipoteca, o a no mencionar en la etiqueta del solomillo, lo de “comer carne mata”, junto a una foto de un colon como un bebedero de patos.
Para mí los impuestos han tenido siempre una relación directa con los súbditos, e indirecta con los ciudadanos. Me explico.
Aprovechando la naturaleza depredadora del ser humano, que no distingue especies, y menos la propia, alguien tenía que proteger a la tribu, y si me estoy dando de bofetadas para que la tribu de al lado no te apiole a ti y se lleve a las mujeres, necesito parte de tu trigo, o de tu mamut, así que págame algo, ande usted…..y si no recuerde que o se lo quitan los malos, o se lo quito yo que para eso tengo esta tranca tan gorda.
Ese de hecho es el origen de los impuestos, protección. Protección como la que daban los nobles a los siervos de la gleba, o los reyes a sus nobles. Que si venía el sarraceno te mandaban las tropas reales, y a otra cosa, o si venían los malotes del pueblo de al lado, se abrían las puertas del castillo, y a ver cómo nos los quitamos de encima.
La protección está ligada a la necesidad de ser protegido, claro, es decir ligada al miedo de que te pase algo que te han dicho no solo que es muy malo para ti, sino que percibes como algo plausible.
Si hoy nos ponemos a listar los miedos que en las sociedades tienen los ciudadanos la cosa es interminable.
Los miedos a los ataques militares a tu país, a que te atraquen en la calle, a la enfermedad, al desamparo, a no poder trabajar, a la ignorancia (bueno, este no tanto, que los hay muy felices viviendo en ella), al hambre, a los alimentos inadecuados, a la falta de alojamiento, al aburrimiento, a tu pareja, a Dios, al Diablo, al amor, al desamor, a la soledad, a la vida, a la muerte.
No soy un experto en miedos, pero fácilmente se reconocen en estos someros ejemplos, su correspondiente impuesto, al menos en las sociedades que llamamos adelantadas.
Sale pues el noble, el rey, el estado, vamos quien esa semana esté de turno, y como un capo mafioso de la Sicilia profunda, te propone por un poco de dinero protegerte, siempre que le trates con respeto. “Baccio le mani Don Peppino”.
¿Qué le vamos a hacer?, pues pagar, que ese Don Peppino, o ese estado tiene la tranca más grande que la tuya.
Una vez empezado el negocio es difícil pararlo, que Don Peppino se encarga con todos los medios a su alcance de que no te falten miedos para que sientas la necesidad de que te protejan de las posibles consecuencias de los mismos,
Vuelvo pues al argumento expresado un poco más arriba del posible contrato con nuestro Estado, que, ya sé, en titulares está en las constituciones vigentes en todos los países. Pro yo no firmo una hipoteca con el banco sobre el anuncio de la “tele”, sino con el detalle de la letra pequeña bien leído y releído, y la letra pequeña no me la ofrecen ninguno de los que optan a ser administradores de los poderes que como ciudadano he transferido a ese ente que se llama estado.
Alguna vez he podido leer programas electorales, que independientemente de ser un cúmulo de vaguedades, en caso de ser elegida esa opción por el ciudadano, difícilmente se cumple en algo más del 15 o 20%, incumpliéndose además en aquello que más duele a los ciudadanos.
Creo que, con una reflexión seria y documentada, nunca habríamos dado el poder a la mayoría de los partidos que nos han gobernado desde la implantación de la democracia en nuestro país, una vez conocido el fruto de su gestión.
González, Aznar, Zapatero y ahora Rajoy, han sido verdaderos estafadores del capital político que se depositó en ellos. Y lo peor de todo, es que al no existir un contrato detallado con los ciudadanos, nada se les puede demandar, y ellos siguen en sus batallas mafiosas contra la familia rival a la que por cierto necesitan para que el miedo nos haga sentir que los necesitamos, porque sino, ¿quién nos va a defender de la derechona, o de la izquierda, o de los nacionalismos, de la Merkel, o del cometa Halley?.
Ningún trabajador hubiera votado a un dirigente que nos metió en la OTAN, o que nos llevó a la guerra de Irak en coalición con el Imperio, o que siendo un verdadero botarate arruinó el país, o al que redujo la Sanidad a niveles inaceptables o eliminó derechos de los trabajadores con su ley laboral. Todos nos defraudaron de una u otra forma, sin mencionar el hecho de que metieron la mano en la caja, además.
¿O si?
Voy a tener que leer más historias de viajeros a ver si se me quita el cabreo que todas estas reflexiones me producen continuamente.
Buenas noche, y buena suerte

In God we trust….and in the devil as well

Me acuerdo de lo que decía el bueno de Jean Paul Sartre, el gran estrábico existencialista, cuando daba su idea del diablo:
-El diablo son los otros.
Así que en una de sus obras de teatro…Huis clos, a puerta cerrada en su versión española, imagina el infierno como una habitación cerrada en la que los personajes, dos mujeres y un hombre deben estar juntos toda la eternidad mortificándose.
Recuerdo a Adolfo Marsillach, a Nuria Espert y a Gemma Cuervo en el Poliorama de Barcelona. Tendría yo dieciséis años, y se me quedó grabada aquella visión del “diablo-mayordomo” y del triángulo que al montarse debe durar toda la eternidad, cierto que no es un triángulo corriente, ya que deberá tener la pareja de “enamorados” como testigo de su ¿amor?, a una persona que odian. Incluso, cuando les abren la puerta, prefieren seguir allí.
Bien por el nihilista, es una aburrida forma de presentar el infierno, un poco cutre incluso, si me apuran, pero el bueno de Sartre, a través de su obra llena de pesimismo, en su intención de creer dar un atisbo de libertad al ser humano, al eliminar la vida eterna, y con ello la manipulación que las amenazas y supuestos premios que las religiones ofrecen a sus seguidores, no consigue más que construir una angustia creada por la propia existencia.
Se olvida Sartre, al presentar su obra Huis clos, que si su diablo/mayordomo representa un papel para la humanidad, forzosamente debe existir su contrario, es decir, un dios. Las fuerzas no deben estar descompensadas, ya que si su diablo en algún momento hace algo positivo, cambia su rol, y si no lo hace, si su comportamiento es eternamente en la misma línea, es a la vez dios y diablo, ya que sus actos no serían parangonables con lo que cualquier calificación sería imposible.
Hace mal Sartre en declararse ateo, y crear un personaje que representa al diablo. Pero qué le vamos a hacer, era un representante de la Gauche Divine, y le perdonamos hasta que renunciara al premio Nobel, aunque fuera pecado de soberbia, ciertamente.
Santo Tomás, en su Summa Teológica, ya habla de los ángeles caídos, afirmando que su pecado de soberbia, podía ser casi de autoidolatría. Bueno.
Siempre he pensado que de todos los pecados capitales, el peor considerado es la soberbia, es decir, la rebelión, como el deseo de conocimiento y de omnipotencia que la misma Biblia en el Génesis atribuye a los primeros humanos, y por el que seguimos pagando en este ¿valle de lágrimas?.
Algunas interpretaciones del magisterio postconciliar del Concilio Vaticano II, han sido consideradas por ciertos teólogos como la negación de la existencia del diablo, pero me temo que papas posteriores, se han apresurado a comulgar con San Agustín, por ejemplo, y dejar clara su existencia. Lo ha hecho, según creo, PabloVI, y el actual Papa Francisco.
También Benedicto XVI, abogó por su existencia, ya que Juan Pablo II, de alguna forma la negaba, acercándose más a Kant definiendo cielo e infierno no como lugares, sino como estados del alma.
Satanás, llegó a decir, está vencido, ya que Jesús nos liberó de su temor. Creo, sin atisbo irónico por mi parte, que “La Congregación de la doctrina de la fe” que presidía Benedicto XVI, se le venía abajo sin demonios que perseguir, ni mal que acorralar, pero eso es harina de otro costal.
Siempre me ha gustado el dicho popular de ponerle una vela a Dios y otra al Diablo, que no deja de tener un significado teológico campechano muy interesante. La competencia es buena, y la convertimos en oligopolio con el Mazdeísmo. Ahura Mazda, el Dios, necesita la adición de la figura de un fiscal, de un enemigo, Ahriman, y así se cerraba el círculo.
Posiblemente en nuestra tradición judaica, la contraposición a Yavé de un enemigo, de un diablo, que trasciende al cristianismo como el creador del mal, pero no del mal puro, sino como contraposición a la obra de Dios, que tampoco es el bien puro, son dos elementos de fuerzas equilibradas librando su batalla en todos y cada uno de nosotros.
Esta tradición persa del mazdeísmo, posiblemente se trasladó la religión judaica durante el cautiverio en Babilonia…va pensiero. Y quizás provenga de la India, o de los cultos egipcios, en donde también hay fuerzas contrapuestas, el creador y el destructor, que a la vez da la opción al primero de seguir con su obra, y al segundo de destruirla en un recorrido “ad infinitum”.
Hasta las religiones solares (Sol Invictus) como los cultos mitraicos, tienen su opuesto, tienen su nacimiento y su muerte diaria, los ciclos deben mantenerse con el nivel de complejidad que se quiera.
Necesitamos al diablo tanto como necesitamos a dios, so las dos caras de la misma moneda, y además están ambos en nosotros, como mantenía Juan Pablo II, pero con el añadido de la trascendencia a nosotros mismos que sugieren las interpretaciones que ligan cielo-infierno, dios-diablo a un lugar casi físico. Puede estar en una de esas dimensiones paralelas de las que nos hablan los físicos teóricos. La complejidad de la existencia está fuera de nuestra comprensión, o al menos de la mía.
Todos tenemos un poder de creación, a la vez que un poder de destrucción, en nosotros mismos, y aunque queramos negar a veces su existencia, están en nosotros, a niveles quizás desconocidos, o en niveles rutinarios, pero nuestra concepción dual del entorno con su calificativo de bueno o malo, de conveniente o inconveniente, de positivo o negativo, hace que continuamente perdamos la perspectiva real de nuestro entorno.
Nos es difícil al analizar un hecho, no juzgarlo y clasificarlo de inmediato, decidiendo si está del lado de dios o del diablo, sin darnos cuenta que siempre, cualquier hecho, cualquiera es en esencia neutro, somos nosotros quienes lo demonizamos o lo deificamos, además, las más de las veces sin análisis.
Ya he comentado en anteriores ocasiones el hecho de que rechazo los “ismos” y los “istas”, así que de la misma forma que estoy separado de las liturgias del lado de dios, también los hago de las liturgias del diablo, ya que pienso que la única liturgia está en nosotros mismos, y no nos debe ser dada de forma externa. Eso se llama adoctrinamiento.
Así, que a este nuevo dios, el del billete del dólar, debemos contraponerle una fuerza similar, que pueda destruirlo para que nazca de nuevo, y tengamos los ciclos que necesita la existencia.
Ese posiblemente sea el origen de nuestra crisis de valores, que está devorando a la sociedad de la era de Acuario, ya que no aparece diablo que nos haga considerar, con fuerza, el no adorar al dios dinero de la era nuestra. No se me ocurre un diablo con la suficiente fuerza que no sea la cultura sin ataduras, pero me temo que el portal de Belén ha sido alquilado a un grupo hotelero por una buena cantidad de dinero, y la cultura universal, no tiene sitio donde nacer.
Buenas noches, y buena suerte

In God we trust….others pay cash, Credo in unum Deum

Es un viejo chiste de bares americanos, ya sabéis, ¡Aquí no se fía!. El famoso lema de los billetes de dólar siempre me ha parecido una declaración de intenciones milenaria, es la última elevación del monoteísmo en su forma de becerro de oro.
Las cosas no son nunca casuales, el lema apareció por primera vez en una moneda americana allá por 1864, una moneda de dos centavos, en pleno mandato de Abraham Lincoln, y con el Sur casi derrotado. Fue una moneda de dos centavos.
Hasta 1956, Eisenhower, no cambió el lema “E pluribus unus” de los Estados Unidos en el escudo, por “In god we trust”, con lo que cerró el círculo iniciado con la declaración de creer en el Dios dinero, a pasarlo a lema nacional.
Como he dicho muchas veces, no creo en casualidades, y esa unión del dinero, el lema de una nación, y la creencia en un Dios, me parece humanamente peligrosa, y creo que se diseñó de forma consciente.
Eran lo años del “American way of life”, las casas americanas en urbanizaciones impolutas, los “haigas” por las calles, los primeros grandes deportivos ronroneando por la interminables autopistas que unían estados. Las famosas interestatales. Con un oficio sencillo tenías aparentemente una vida cómoda, una lavadora, un lavaplatos, y cine por las noches a un “pavo”, con palomitas.
Cierto que Eisenhower había ganado una guerra, que se había desarrollado en otras tierras, Alemania y Japón destruídos, Rusia solamente un problema ideológico y militar controlado. Eran los verdaderos amos del Universo, con todo el poder, con el mejor ejército.
Eran los tiempos de la guerra fría, se cerró en falso la guerra de Corea, empezó el avispero vietnamita, y los desastres humanitarios en Laos y Camboya. El Dios de “in God we trust” estaba venciendo.
Siempre he creído, que no hay nada más antiliberal que creer en un solo Dios, sobre todo porque su definición ha sido siempre confusa para mí. Podemos hablar de una fuerza creadora, de un origen de las cosas, de un pulso que hizo expandirse a la materia, y en una de sus múltiples y aleatorias combinaciones dio lugar a lo que entendemos por vida los humanos.
Podemos pensar en una Fuerza que controla el Universo, pero nuestro antropocentrismo hace que empecemos a circunscribir la idea al las calidades del ser humano y al ecosistema que nos rodea.
No sé por qué, pero el común de los mortales acabamos confundiendo a Dios con las teorías religiosas, con las normativas morales, y consecuentemente con diferentes grados de sumisión al final, así que empieza a gritar que hace esto o aquello, en nombre de Dios, que hay que proteger a Dios, que hay que luchar y morir por Dios….”In God we trust”, que hay que confiar en Dios.
Lo más chocante de todo esto, es que nadie tiene clara la idea de Dios. Se tiene la idea que las confesiones religiosas nos han inculcado en nuestro adoctrinamiento, y se tienen claros los ritos que hay que hay que seguir, la moral a la que hay que subyugarse, voluntariamente, claro. Pero la idea abstracta, no se la he oído a muchas personas.
Recuerdo cuando el Profesor Satorras, en sus clases de filosofía, pugnaba por desasnarme intentando que entendiese los postulados de Tomás de Aquino, que demostraban la existencia de Dios, y algo se me quedó, que si el primer motor inmóvil, la causa sin causa, la esencia la existencia , la jerarquía de las cosas , el orden del Universo.
No voy a ponerme en plan teólogo, no es mi intención, es mi recuerdo de la filosofía de sexto de bachillerato del plan 56, y se me quedó corto para entender que de todas esas causas enunciadas por el filósofo italiano al principio del siglo XIII, llevaban a un Dios que es una idea, no a la idea de Dios que las diferentes creencias religiosas intentan introducir a sus seguidores.
Creer en Dios se ha transformado en algo complejo si se trata de separarlo de las religiones, que desde mi punto de vista lo que transmiten es una especie de héroe con superpoderes, alguien, (no algo) capaz de crear, de destruir, de vengarse, de amar, es decir con todos los atributos de los seres humanos pero en plan superlativo.
Para eso nuestros ancestros egipcios, griegos, germanos….transformaban la Cosa en un creador de dioses, y luego cada una de esas creaciones tenía una función que daba la posibilidad de una adoración, o una fuente de deseos. Lo malo fue la intransigencia de los monoteísmos, que aunque se mitigó con los santos, los profetas, no dejaban de retratar ese pasado de creencias de nuestros ancestros, aunque se introdujo el elemento del, llamémoslo, Dios dictador, suponiéndole una cualidad humana que podía infundir terror si te alejabas de Él .
Hoy, decimos en el billete de dólar, “in God we trust”, y lo ponemos en la orla del escudo del Imperio. Es un nuevo Dios, moderno, terrible, agresivo, frío, pero que despierta amor, ya que todos quieren poseerlo, que construye más que crea, pero que nos aleja de la idea que deberíamos tener cuando alguien nos pregunta ¿qué es Dios para ti?, y estemos forzados a centrarnos en la idea, no en la funcionalidad, no en la moral de la religión, sea esta cual sea, incluída la religión del poder, de la ambición, de la bondad, de la guerra o del amor.
Así que al quitarle a Dios los atributos humanos, con que lo hemos dotado, que cada uno se pregunte, que es lo que queda, y si se ve algo, eso quizás sea la divinidad.
No podemos pensar que en el objeto de adoración “urbi et orbe” que es hoy el dinero, está todo lo deseable, y que fuera de él esta el llanto o el crujir de dientes, pero es muy difícil evitar esa idea, somos nuevos “Gollum” abrazando nuestro tesoro, nuestro saco de monedas, nuestro anillo de poder.
La única posibilidad que nos queda de una posible apostasía, es el aislamiento de la pobreza, y la ignorancia a que nuestro entorno nos someterá como el peor castigo que a seres gregarios que somos pueda condenarse.
El siglo XXI, nos ha traído el esplendor de los nuevos Sumos Sacerdotes de la religión del “In God we trust”, y nos dedicamos a admirarlos, a intentar copiar el garaje californiano, o la tienda de modas gallega, ¿qué más da?. Ellos en nombre del dios al que adoran, nos ofrecerán como sacrificios de sangre para elevar “ad infinitum” su comunión suprema. A Él seguirán adorando, estableciendo la moral que nos permita ser acólitos de su religión. Fuera está el llanto y el crujir de dientes
Buenas noches, y buena suerte

Oye…y tu chico, ¿de qué trabaja?

Estaba oyendo un programa sobre posicionamiento de empresas en buscadores de Internet.
El especialista, que por su voz debía ser muy joven, afirmaba cosas como que San Google bendito, llega a tener en el mundo de los buscadores cuotas de mercado que en algún caso superan el 90% en países como España, aunque en China no se comen un colín, ni el agujerito de un Donuts.
Hablaba este muchacho, de que Google empieza sus operaciones allá por 1998, o sea, ayer como aquel que dice, y recordaba algunos de los buscadores que fueron desapareciendo con el crecimiento de esta, hoy, enorme compañía…¿Recordáis Alta vista, Panda, incluso Yahoo, o Terra?. Tan cercanos en el tiempo, y sin embargo tan lejos ya en la memoria.
Al hilo de todo esto, me he puesto a considerar, si realmente ha existido un cambio en las profesiones desde digamos hace tres generaciones, proyectándolas al menos una más hasta los que hoy están en el primer tercio de su vida profesional, y si parece que si por las nuevas prioridades que la Humanidad va definiendo.
Mi abuelo nace en 1888, en un pueblón andaluz, en donde se podían tener muy pocas salidas profesionales si te quedabas en el mismo. Podías ser empleado público, esclavo del señorito, o señorito.
Mi bisabuelo, a parte de varios hijos, que es lo que se daba entonces, tenía un sueldo de empleado municipal, que hoy no estaría lejos de lo que se conoce como secretario de ayuntamiento.
Posiblemente tuviese un cierto nivel cultural, y la única salida que vió para sus hijos fue la milicia, y para sus hijas el matrimonio.
Nunca dejaré de agradecérselo, porque si la solución para su prole hubiera sido darlos a la iglesia, yo no estaría aquí, o querría ser obispo como el yayo.
Podías estudiar leyes, o medicina. También podías dedicarte a la enseñanza, o dedicarte a construir casas o caminos. Algunos más avispados aprendían el oficio de banquero, o directamente iban al comercio, negociantes, vaya, se les llamaba.
Los oficios, directamente emanaban de los gremios, y no los voy a listar, porque son de sobras conocidos….y poco más.
Por fin quedaban los artistas, pero ya se sabe, es una raza de las que nunca han tenido buena prensa entre el “establishment”, mientras el artista estuviera vivo. Luego ya era otra cosa.
El desarrollo de las ciudades en el siglo pasado, hizo cestos casi con los mismos mimbres, con muy poca más especialización, ya que de lo que se trataba era de sobrevivir a los holocaustos que tuvieron lugar en la funesta primera mitad del siglo. Profesiones nuevas, muy pocas, muy pocas. Pero el germen del desarrollo de nuevas profesiones estaba ya en la tierra, bien abonado, y con agua suficiente.
Pero el otro lado de las guerras significó avances en campos de la ciencia inexplorados o apenas intuídos.
Quiero pensar en el desarrollo de las comunicaciones, con dos hitos y medio, el teléfono, la radio, y el medio….la tele, claro.
La cantidad de nuevas profesiones que dieron lugar el desarrollo de estos inventos, los que ofreció la aeronáutica, o el desarrollo de la energía atómica en todas sus aplicaciones, hizo, que la pregunta ¿en qué trabaja tu chico?, se hiciera millones de veces, y la respuesta;
-Pues no sabía que eso existía-, se utilizara también millones de veces.
El mundo de Internet ha puesto las cosas patas arriba, literalmente, y en menos de veinte años lo ha cambiado todo, es decir, todo aquello susceptible de ser cambiado, que los Alba siguen en Liria, los Rockefeller a lo suyo, y los Rostchild, con su vino.
Seguro que muchas veces se ha escrito que esto es la tercera revolución industrial, y como las dos anteriores se va a llevar por delante infinitas formas de vida, ilusiones, sueños en todos los países del mundo. Posiblemente sea así, pero ha cogido con el pié cambiado a demasiada gente, y eso tiene un aquel de injusticia sin culpable definido.
Me explicaré, hasta mi tercer curro, que apareció un ordenador en mi compañía, un IBM 36, que nos hizo de lo más modernos, y se usaba para poco más que llevar la contabilidad, eso de la mecanización se reducía a una máquina de escribir eléctrica, y a una grabadora de casette, si querías dejar algún comentario o una instrucción a alguno de tus colaboradores. Hablo de la década de los ochenta, en la que debías llevar monedas por si tenías que llamar a la empresa si andabas de viaje y te surgía una urgencia. A mí me formaron para eso en las escuelas a las que asistí, y si se me hubiera ocurrido decirle a mi padre que mi vocación era la de posicionador de contenidos en buscadores de la red, le da un para allá como poco, y me manda a Sant Boi a que me lo miraran. (Sant Boi era donde estaba el manicomio de Barcelona, vaya, lo de Ciempozuelos en Madrid).
La generación de mis hijas se enfrentó con el mundo digital en estadíos más tempranos que yo, les pilló en su fase de estudios universitarios, pero aunque me sonaba, incluso a mí, si me dicen que se van a dedicar al diseño de sistemas para la explotación de la realidad virtual, les hubiera puesto la misma cara que mi padre me puso a mí cuando le dije eso de la Biología, a finales de los sesenta.
-¿Y eso para qué sirve?, dijo mi padre, y llevaba razón en el momento, la mía fue de las primeras promociones, que antes estaba eso de Ciencias Naturales, y poco menos te veían de “boletaire”, o con una redecilla y un salacof persiguiendo mariposas, actividades por otra parte dignísimas, claro, pero que no se veía si luego te daban para comer o para lo de la hipoteca.
De contar guisantes para ver las leyes de Mendel, o aprenderte las clasificaciones de Linneo, a ser experto en secuenciación de DNA, hay un mundo, que se ha recorrido en muy poco tiempo, demasiado poco, me temo, aunque se ha hecho con eficacia.
Miedito me da cuando veo a los enanos de la familia, dándole a la Tablet de turno, con una facilidad pasmosa, como cualquiera de sus coetáneos, y me hago la misma pregunta, una y otra vez.
¿Serán las profesiones y las especializaciones que empiezan a sernos hoy familiares las que harán productivas a las nuevas generaciones?.
Mucho me temo que no, que ellos vivirán en un mundo que hoy ni nos imaginamos, y lo que hoy es el reino de las telecomunicaciones, con todo lo que conlleva, ignoro totalmente si seguirá siendo la estrella, o los tiros irán por otro lado.
En mi limitación e ignorancia de casi todo, lo que he aprendido, es que la única profecía que he visto, de alguna manera hacerse realidad, fue la de Orwell en su 1984, publicada año y medio antes de mi nacimiento, todas las demás….2001 de Clark, o los cuentos de Bradbury, o las historias catastrofistas, ni se han hecho realidad, o se han desarrollado en universos paralelos. Ni siquiera la peliculilla de “regreso al futuro” dio una en el clavo.
Así que ¿para qué debemos preparar a las generaciones que ahora están apareciendo?. No lo sé, realmente no lo sé, fuera de las tradicionales profesiones milenarias, que ya veremos cómo evolucionan, si la inteligencia artificial sigue desarrollándose.
Muchas veces pienso que al crear protocolos para la mayoría de las cosas que hacemos, junto con el desarrollo de la robótica, mi médico del futuro, será una pantalla, con una inteligencia artificial que posea todos los conocimientos médicos, y unos protocolos que seguirán al pié de la letra, para, seguro, mi beneficio.
Y esa visión es ampliable a lo que se quiera, fábricas con impresoras en tres dimensiones, regidas por inteligencias artificiales, y con robots como obreros. Ya veremos.
Ignoro el futuro, incluso ignoro si el ser humano será bienvenido al futuro, ya que nuestras capacidades son limitadas frente a las máquinas, así que le diré a mi hija que considere legarles a mis nietos los más amplios conocimientos de humanidades posibles, para que al menos sean capaces de entender el que para mi es futuro, y que para ellos será el ecosistema al que deberán adaptarse.
Buenas noches, y buena suerte

EPA la EPA ¡Oe, oé, oéeee!

EPA la EPA ¡Oe, oé, oéeee!
Ya se ha publicado la famosa EPA, y entre las proclamas propagandísticas del gobierno, las palabras de una oposición que parece desvariar cada vez más, y el silencio con palabras de los famosos sindicatos, se les ha olvidado destacar los datos que demuestran que no es oro todo lo que reluce.
Así que me he puesto a buscar algunas cifras, siempre de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Estadística o la Seguridad social, y vamos a comentar un poco el cuadro que sigue.

tabla
Las fechas escogidas no son al azar, T4/2007 es el inicio de la última legislatura de Zapatero, T4/2011 es el inicio de esta legislatura, T1/2012, es cuando se publicó la reforma laboral, T2/2012, un año después, para ver los efectos, y T3/2015, los últimos datos disponibles de hace un par de días.
La primera cosa que hay que constatar el la situación del país al comienzo de la segunda legislatura de Zapatero, en la que teníamos unas cifras muy buenas, sobre la que los socialistas actuaron despilfarrando, ya que la burbuja inmobiliaria que habían creado, hizo creer a los ayuntamientos que cualquier reordenación para adosados valía, las Cajas controladas por los partidos secundaron con créditos locos la idea de llenar de cemento un país seis o siete veces sus necesidades, de polideportivos monumentales los pueblos, de ferrocarriles y aeropuertos que nadie utilizaba, y de robos a manos llenas de los partidos con poder a todos los niveles.
Eso sí, casi el 46% de la población trabajaba, y la cifra de pensionistas era de alrededor de 7,6 millones. Todo muy sostenible, si los gastos hubieran sido productivos, es decir, que se hubieran hecho inversiones con garantías de retorno. Pero no, el dinero en el mejor de los casos se tiró a la basura, y el que no fue a ese saco, directamente se robó. Fue la neopolítica felipista del “pelotazo”…el que no se enriquece es tonto.
Alguien a mitad de legislatura se debió dar cuenta de lo que se estaba cociendo, y pararon los créditos, con lo que las obras que no estaban acabadas quedaron en esqueleto para siempre, y las acabadas, tenían unos costes tan altos, que iba a ser muy difícil venderlas con beneficios.
Así que empezaron a despedir obreros en número de 2,6 millones en la legislatura, más otro medio millón que pasaron a situación de jubilados. Así que de ese 46% de ciudadanos trabajando, pasamos a un 39%, con unas deudas inasumibles, agujeros que tapar por todas partes, y créditos a devolver por las familias, las empresas, el estado y los bancos. Además la población activa aumentó en 800 mil personas como consecuencia también del aumento de la población total del país en 1,45 millones. El pastel está servido.
No me gusta hablar de mis intenciones políticas, pero estos datos me llevan a no volver a votar nunca más al partido socialista. Creo honestamente que hundieron el país por un par de décadas por lo menos.
Cuando llega el PP al poder, y tras una modificación de la Constitución vergonzosa, a instancias de nuestros deudores, y en contra del pueblo español, se encuentra un panorama desolador. Una de sus primeras medidas es cambiar el marco de la legislación laboral, cambiando las reglas del juego a mitad de la partida. No sé a instancias de quién, pero me temo que de unos pocos.
Facilitar el despido, con la excusa de que en caso contrario las empresas corrían peligro de desaparecer, ha sido uno de los mayores errores que los gobernantes han cometido, junto con el mantenimiento de unos niveles de corrupción extrema durante los momentos de crisis que estamos viviendo. Estamos constatando de nuevo, el hecho de que otra generación de españoles se ha tirado a la basura, limpiamente, y lo que es casi peor, la experiencia laboral y el buen hacer de dos o tres millones de trabajadores.
El hecho de que los nuevos puestos de trabajo que se han creado, sean algo rayano en la esclavitud, dado que los salarios ofrecidos están por debajo de las recomendaciones de nuestra querida Europa, para merecer el calificativo de dignos, conllevan efectos no deseados, como la caída en los fondos de protección social pactados con toda la población, o el riesgo de no poder cubrir los compromisos de pensiones, de quienes están hoy laboralmente activos.
El primer año de puesta en marcha de la reforma laboral, dejaron de trabajar más de un millón de personas, y para recuperar la cifra de antes de la reforma, hemos tenido que aguantar cuatro años, perder el poder adquisitivo, descapitalizar buena parte del fondo de pensiones de la SS, perder una generación de españoles. Esas cifras de pérdidas y consecuentes gastos, unidos al desamparo al que se ha condenado a la clase media de este país, hace que el balance económico derivado de la reforma laboral, sea como poco miserable.
No he conseguido cifras del total de salarios pagados en España, o del número de horas, en su evolución durante estos años, pero viendo el panorama me temo lo peor.
Lo dije hace unos días, la salida para los jornaleros andaluces es volver a la vendimia, nuestros sanitarios a limpiar los hospitales ingleses, y el común de los mortales a hacer el taxi a Frankfurt.
Las cifras que nos da el gobierno del PP en esta legislatura son decepcionantes desde cualquier punto de vista.
La población activa ha descendido en cuatrocientas mil personas, justo las que ha crecido el número de jubilados, el número de empleados ha caído en cien mil personas, los sueldos y los
IPC salarios
salarios han caído, no solo en valor bruto, sino en el diferencial con el IPC, que por cierto, si no se les ha venido hacia arriba, ha sido debido a la caída del consumo de petróleo en China por el freno que en su demanda interna ha provocado el régimen neoleninista en el poder.
Los porcentajes de población ocupada sobre población total, son los mismos que al comienzo de la legislatura, con el agravante de que durante la misma demasiadas personas han dejado de ganar dinero con su trabajo, han perdido sus casas, y lo que es peor, la ilusión de un futuro mejor.
Como colofón, somos cuatrocientos mil censados menos, sin que tenga claro si se debe a la emigración de nuestros compatriotas, a la marcha de los emigrantes del boom inmobiliario, o a nuestra miserable tasa de natalidad, que nos lleva a la autoeliminación.
En estas circunstancias, es algo patético escuchar a la gran empresa española sacar pecho en la publicación de resultados del tercer trimestre de 2015, con crecimientos de EBIDTA de dos dígitos en la mayoría de los casos, y escuchar a los políticos en el poder presentar también unos balances de crecimientos que de mala manera llegan a lo que queda de la clase media española.
Todo esto, hace que como al partido socialista, no vuelva a votar al PP en otros veinte años.
No puedo olvidar, que entre los dos copan más del 80% del poder local, más el autonómico, más el central. Es decir, el gobierno de los españoles está en manos de corruptos, inútiles, o lo que es peor, corruptos e inútiles.
Voy a ver si me da el sol, y me animo un poco.
Buenas noches, y buena suerte

El otoño madrileño.

En esta tierra mía de adopción, siempre se ha dicho, al definir el clima, que tenemos nueve meses de invierno y tres de infierno.
Y debo reconocer, que en el exigente mundo laboral del que fui arte y parte, la percepción estaba muy en línea con el tal dicho. Pero es que no andaba yo con tiempo para detenerme y disfrutar de las cosas que me rodeaban, y sobre todo de las más pequeñas, esas, que cuando podía tomar unas vacaciones, intentaba encontrar a miles de kilómetros de casa, y claro, salía lo que salía.
Además por eso de lo laboral, las más de mis vacaciones me tocaban en el otoño boreal, o en la primavera austral, así que pude ver cosas como Japón de rojo otoñal, o los cerezos en flor…de Chile.
Pero con una “black berry” firmemente atada a mi tobillo, cuando estaba dispuesto a oler una lluvia de primavera, o una alfombra de hojas mojadas en el otoño canadiense entraba un correo importante, o un mensaje de que esto se va a pique, y adiós momento perceptivo.
Hasta el rumor de los arroyos, a veces se diluía entre los pensamientos relacionados con las cifras de ventas. La vida es así, ahora que sin esas preocupaciones jamás hubiese tenido la posibilidad de ver los arces rojos, o los cerezos chilenos.
Estos días, el Retiro madrileño huele a tierra mojada, ya no se nos caen los árboles encima, y como Doña Carmena no ha pasado la mopa, están las veredas llenas de hojas, el otoño en su esplendor.
20151017_120442
Siempre me ha gustado pasear por el Retiro, me ha parecido un parque amable conmigo, y el otro día andaba yo por allí, oyendo unos de esos programas del malogrado “Cifu”, un “Jazz en el tintero”, y no se le ocurrió más que poner una interpretación de Cannonball Adderley, el clásico “Autumn leaves”, o Les feuilles mortes, en su original francés. La cosa no podía ser más oportuna, pasear por el Retiro, mañana soleada, fresquita, pisoteando las hojas y escuchando Les feuilles mortes. Todo un lujo.
Casi me tuerzo un tobillo, al pisar una castaña que estaba acechando a mi aún maltrecha pierna, y claro, fue en ese momento cuando caí del guindo, y vi que caminaba entre castaños, dorados.
20151017_120510
Quise creer por un momento que estaba a punto de transformarme en aquel Subprefecto de Alphonse Daudet, que en su delicioso libro de cuentos “Cartas desde mi molino”, narra la historia de este subgobernador que intentaba escribir un discurso para unas fiestas de pueblo, y que embriagado por la primavera provenzal, se olvidó de todo, y dejando su diligencia y a su séquito, se tendió en la hierba a escribir versos.
Yo todavía estoy muy mayor para escribir versos, aunque en pocos años, como seguro que sigo rejuveneciendo, volveré a esa adolescencia en la que las hormonas desbocadas te hacen coger la pluma e intentar escribir “Los versos más tristes esta noche”, por un abandono, o por una nostalgia, o por las dos cosas. Pero aún estoy mayor, y la hormona no me ciega, así que puedo disfrutar del otoño de mi ciudad, y de mi otoño, que en cualquier momento trueca en abrigo de posguerra, y se le da la vuelta, para otros quince años de primavera.
Los castaños ya han hecho su trabajo, las castañas ya están en el suelo, pero las castañeras aún no han vuelto con sus asadores ambulantes, habrá que esperar al día de difuntos, y ver si queda alguna.
El día de difuntos desde tiempos de Zorrilla, nos traía a Madrid una tradición, que ríase usted del Samhain celta. El otoño con las castañeras deshojaba año tras año sobre los escenarios al romántico Don Juan, a la dulce doña Inés, y al Comendador que asistía al banquete después de muerto. Siempre recordaré aquellos Don Juanes y Doñas Ineses que recitaban Rabal, la Velasco, Larrañaga, y hasta María Luisa Merlo. Unos en estudio uno, otros en el Español o en el María Guerrero, lluvia a la salida, castañas, y al metro de Sol, o al de Banco, según se mire.
Este año, tras muchos de destierro a Alcalá de Henares, nos traen un Don Juan duro, el que nos escribió el meapilas de Tirso, y tiempo más tarde musicó Don Mozart.
Ya me avisó la taquillera del Español, que no la pasaban el día de difuntos, que será lunes, y los cómicos tienen que compaginar su trabajo con la familia, y que además venía el tal burlador sevillano de lo más modernizado, veremos.
Confío que el otoño madrileño haga su milagro, y al menos haya una castañera a la salida, que aunque con eso del calentamiento global, no haya necesidad de bajar el riesgo de sabañones, que la tradición se mantenga, aunque sea por los pelos.
He oído que los vallisoletanos, que no le perdonan a Madrid que les quitaran la capitalidad, han decidido patrocinar la producción de un Don Juan zorrillero, pero con alguna de esas modernidades que tanto deploro. Creo que a Don Juan le han crecido las tetas, y lo hace la Portillo, en plan feminista, con lo que la escenita del sofá quedará de lo más insinuante. No voy a prejuzgar algo que no he visto, y que además firma el Alfonso Paso de nuestros días, el gran Don Juan….Mayorga.
Pero para meterse con Don Juan, ya estaba desde mucho antes Don Gregorio Marañón, que sostuvo poco menos que era un maricón (con todas las connotaciones negativas que la tal palabrita encerraba en aquellos tiempos), porque ninguna mujer le satisfacía, y claro, debía seguir su búsqueda, no creo que se necesitase a Doña Blanca para darle un significado al personaje, que ya estaba en la mente de todos los que lo hemos visto, y disfrutado, y que desde luego sabíamos no era ejemplo a imitar.
Me quedaré pues, con mi burlador clerical de don Tirso, en la versión con la que la taquillera del Español me ha amenazado, no iré a verla el día de difuntos, pero sí al día siguiente, todo sea por la conciliación familiar de la farándula, y si no hay una castañera en la Plaza de Santa Ana, me colaré en alguno de esos bares irlandeses de la zona. Si han sobrevivido a su fiesta, y me dejan, me tomaré una Guiness a la salud del Samhain, y de Doña Inés del alma mía, con unos huesos de santo, que los panellets están de lo más independentistas ultimamente.
Buenas noches, y buena suerte

El comercio mundial

A los hombres siempre nos ha gustado comerciar, pero siempre nos ha molestado la competencia. Recuerdo, que cuando empezaba mi vida profesional, me llamaba la atención la facilidad con que los productos japoneses llegaban a los mercados, que simplemente los podían pagar.
Cualquier país que quisiera enviar sus productos a otros territorios fuera del suyo, debían limitarse a ponerlos en un transporte, y calcular los aranceles que su importador debería pagar a sus respectivas haciendas públicas, facturarlos, y cobrarlos. Si funcionaban en el país de origen podían funcionar casi en cualquier parte, y si había problemas, para eso teníamos al maestro armero.
El arancel, como todo el mundo sabe es, y era en aquel momento una forma burda de evitar que las empresas locales sufrieran los ataques de competidores. Los cálculos de los aranceles se negocian en el seno del GATT, (Acuerdo General sobre aranceles aduaneros y comercio) en sus siglas inglesas.
Para los productos manufacturados, mi impresión es que las tarifas arancelarias, han dejado de tener la importancia que tuvieron allá por los setenta del siglo pasado, ya que al final, podían obviarse con precios en origen, bien subvencionados, bien rebajados artificialmente por las compañías vendedoras, que las formas de obtener beneficios, son inescrutables, como los designios del Señor.
Recuerdo, que esa fue la causa de que en aquellas épocas, circuláramos con coches españoles, menos los ricos que llevaban coches americanos o los Mercedes de toreros, futbolistas y banqueros.
Y a los japoneses no había quien les vendiera un alfiler…
Independientemente de los aranceles que aplicaban, como todo el mundo, los japoneses tenían otra forma de proteccionismo sobre su industria, que impedía sin casi ningún riesgo, la entrada de productos foráneos. Esa forma era el desarrollo de regulaciones que regían para cualquier producto, nacional o importado, que iban desde normativas de uso de ciertas materias primas, que no podían formar parte de los fabricados, que debían garantizar de una forma determinada los procesos de fabricación, que debían cumplir normas de etiquetado, de caducidades en su caso, de garantías frente a fallos potenciales del producto, y así “ad nauseam”.
Esta política comercial, permitió que su economía desde el final de la segunda guerra mundial hasta 1989, tuviera un espectacular desarrollo, valga como ejemplo que el índice Nikkei pasara de un valor 100 en 1949, hasta casi 39000 a final de 1989.
Un país que había perdido la guerra frente a los Estados Unidos, y que sufrió su ocupación hasta 1952, consiguió, gracias, entre otras cosas a su política comercial, vender sus coches en América, comprar medio Hollywood, y en definitiva, dar la sensación de que estaban comprando el Imperio.
Fueron capaces de vendernos coches, cámaras de fotos, televisiones, en definitiva tecnología de todo tipo, electrónica, química avanzada, y encima no lo hicieron mal desde el punto de vista financiero. Fue el éxito del Sol Naciente.
Desde Occidente, la respuesta no se hizo esperar, Estados Unidos promovió el TLC (Tratado de libre comercio) con Canadá y Méjico, que supuso la supresión de aranceles entre esos países, y la creación de un área de bloqueo comercial importante, pero no suficiente.
En Europa, la respuesta con la ampliación de la Comunidad Económica Europea, supuso también la creación de una zona de influencia y de control comercial que pudo enfrentarse contra las políticas japonesas, y contra la asociación Norteamericana.
Desde el final de los ochenta, empezaron las normativas de calidad, y más que simplemente para mejorar los productos que recibíamos los consumidores, ha sido para proteger las industrias locales. Siempre he creído que la FDA (Administración americana del medicamento y la alimentación) o las agencias europeas del medicamento y de la alimentación, son las barreras que se ponen para que los alimentos, los medicamentos producidos por unos y otros tengan serias dificultades para venderse aquí o allá.
Hay multitud de otros ejemplos, desde sistemas de televisión o normativas de niveles de patógenos en alimentos, hasta el uso de alimentos transgénicos, o las condiciones de producción de pollo, sin ir más lejos, que se han ido estableciendo para proteger esta o aquella industria, este o aquel grupo de influencia.
La historia de los automóviles en Europa y USA, es enormemente ilustrativa. La idea es diseñar normativas, que en Europa facilitan el uso de automóviles con motor diésel, que emiten menos CO2 que los de gasolina que a su vez emiten menos N02. Los primeros protegen la capa de ozono, los segundos la respiración de los ciudadanos. Como consecuencia las ventas de coches americanos en Europa es marginal, y de los europeos en América, lo mismo. La realidad es que ni a unos nos interesa el planeta, ni a otros los pulmones de los ciudadanos. Lo que importa es la cuenta de resultados de General Motors y de Volkswagen, principalmente.
En ese contexto, evidentemente, es donde debemos encuadrar la última trapallería de los alemanes, y la habilidad de los yanquies en descubrirlo. Es una patada en el culo de la cuenta de resultados de la competencia, y solo eso. (Por cierto, a todo esto, los japoneses andan con sus híbridos, y pensando en eliminar en cualquier momento la utilización de combustibles fósiles en sus vehículos).
Supongo que ya estarán pensando sus competidores alguna forma de anular con las regulaciones adecuadas esa iniciativa japonesa, antes de que alguien se haga daño. Veremos.
Estos días, se ha firmado el TPP (Acuerdo Transpacifico de asociación comercial), del que se ha excluído a China, y que al TLC, ha añadido países como Japón, Corea del Sur, Perú, Chile, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, o Malasia entre los más importantes.
Los chinos no están muy felices con esto, ya que les deja fuera de una zona en la que las regulaciones comerciales se van a facilitar enormemente, así como los movimientos de capitales. Claro que con Japón muy debilitado desde su pico de finales del 89, queda Estados Unidos como potencia dominante en la zona, facilitándose la entrada en mercados muy importantes para su desarrollo económico.
Veremos cuál será la situación de estos países a la vuelta de dos o tres décadas, ya que si tomamos las consecuencias para México y Canadá del TLC, no auguro nada bueno para las economías que se han unido, especialmente en el caso de los países de economías más débiles que acabarán transformándose en reservorios de mano de obra barata, y receptores de productos que por su calidad o salubridad no tienen acomodo en los mercados más evolucionados.
Y ahora, a por nosotros, los acomodados europeos. Como es bien sabido, se lleva ya tiempo negociando el TTIP (Acuerdo trasatlántico para el comercio y la inversión), con lo que Estados Unidos se asocia con el bloque europeo para colocar sus productos con más facilidad, admitiendo aparentemente la recíproca. Se trata sobre todo de obviar las regulaciones, que se descubre ahora, no estaban diseñadas para la protección del ciudadano, sino para la protección de las cuentas de resultados de los más fuertes.
La fuerza ahora, la da el tamaño. Las absorciones y fusiones de compañías transnacionales sobre cada vez menos banderas comerciales, están llenando el mundo de oligopolios, para los que todos estamos obligados a trabajar, de una u otra forma, por cada vez menos beneficio personal…¡Ah, con China fuera de todos estos bloques y Estados Unidos, en todos!. Parece que el Imperio va ganando.
Buenas noches, y buena suerte

La recuperación económica, o me crecen los enanos

Anda Don Marianico, diciendo a quién quiere oírle, que estamos salvados, que ya pasaron los nubarrones de tormenta, que estas cosas de la pela están arregladas, que te lo digo yo, hombre, que lo que se dice por ahí es para que me amarguen los pepinos, que eso de la oposición a registrador que saqué para plaza de provincias, y lo de presi, debe ser lo mismo, y fundirse al funcionariado está muy mal visto, que nuestros cargos son vitalicios, ¡hombre!. ¡faltaría más!, ¡que nos jugamos la independencia, (con perdón), de la función pública!.
Pero la canallesca, que no se está quieta, y que parece que se me ha hecho del Albert, va y recoge un informe de esos que son públicos, y que nadie lee, del Banco de España, y me deja a los pies de los caballos., ¡que no me importa, que aquí estoy para servir al ciudadano!, pero claro quiero seguir sirviéndole después de las elecciones de diciembre.
Pues va, y publica el Confidencial, que los políticos no hemos hecho nada, en los últimos cuarenta años desde el punto de vista de los reales de a ocho (hoy conocidos como dólar americano), y eso duele, especialmente en períodos electorales, en los que tanto me juego….¡uy!, perdón, que tanto nos jugamos.

“El crecimiento de la renta per cápita en términos reales (la relación entre el PIB generado cada año y el número de habitantes) se ha estancado. Lo acaba de poner de manifiesto el Banco de España a la luz de la última revisión de la contabilidad nacional que ha hecho Estadística. Y su conclusión es que el PIB per cápita real en 2014 en términos de paridad de poder de compra (eliminando el efecto de la inflación) se situó en 24.100 euros. Por lo tanto, en un nivel similar al que existía en 2003, cuando la renta per cápita estaba en 24.162 euros”.

Pero Luisito. que no se ha caído de un guindo, (el hombre es muy leído), y de esas cosas entiende un montón, ya lo dijo en algún momento.
-Don Marianico, no se me apechusque usted, que el panorama se lo dejó el Zapatero, que se la lió parda, que usted le ha devuelto la pasta a las eléctricas, ha salvado a los banqueros, y ha puesto al obrerote en su sitio. Don Marianico, que lo suyo es épico, que ni los sindicatos le pían, hombre de Dios.

«El estancamiento, lógicamente, tiene que ver con la intensa recesión que ha vivido la economía española desde 2008 (España todavía no ha recuperado los niveles del PIB registrados antes de la crisis), pero también con el desplome del nivel de empleo. La tasa de ocupación, de hecho, ha caído hasta el 56%, lo que supone 7,6 puntos porcentuales menos de la que se registraba en 2005, es decir, antes de la recesión”.
-Luisito, pero ¿no me habías echado del Banco de España al Fernández Ordoñez?, que como esto siga así voy a tenerle que pedir un curro al Alierta en la centralita de Canal plus de Meirás por lo menos.

“Para hacerse una idea de lo que significa esa tasa extraordinariamente baja, hay que tener en cuenta que es similar a la que había en España en 1975, que por entonces se situaba en el 56,3%. Incluso es inferior a la registrada en 1970, cuando se situó en el 58,1%. La tasa de empleo mide la relación entre el número de ocupados y la población en edad de trabajar (la situada entre 16 y 64 años).”

Al final, lo que me preocupa, es que según el Banco de España, después de los cuarenta años de Franco, nos encontramos, que con la democracia, hemos perdido otros cuarenta años al menos en aquello que se refiere al trabajo de los españoles. Cientos de miles de millones de pesetas, o de euros recibidos desde Europa, despilfarros de todos los tipos posibles, obras faraónicas, peleas de políticos corruptos, dos generaciones perdidas, y un nivel de incultura jamás visto.
Mucho tiempo perdido, para no caminar nada. Los trabajadores en precario, las cuatro empresas grandes en manos de los mismos, los Duques de Alba en Liria. Nada ha cambiado y se le ha escapado la estadística al Banco de España.

«Este mal comportamiento del empleo en los últimos 40 años (con periodos en los que el paro ha sufrido fuertes oscilaciones con un máximo del 26% y un mínimo del 7,9% en el segundo trimestre de 2007) ha podido ser compensado con los avances de la productividad, lo que explica que pese a todo la renta per cápita se haya casi duplicado en términos reales entre 1975 y 2014. Ha pasado de 13.100 euros a 24.100. La productividad del trabajo por ocupado en términos de poder de compra ha pasado, en concreto, de 34.300 euros a 61.500″.

«Según Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, el PIB per cápita real de España en paridad de poder de comprar frente a la eurozona se situó el año pasado en el 87,5%, lejos del 92,6% en que llegó a estar en 2005. Y lo que no es menos significativo, se sitúa en niveles muy parecidos a los que existían hace 40 años (un 86,4%), lo que refleja los escasos avances que se han producido en términos de convergencia económica pese a los flujos destinados a cohesión social».
.
Hace unas semanas, rememoraba una imagen de los años negros de la dictadura franquista, viendo salir a los vendimiadores hacia Francia. Nada ha cambiado, siguen marchando por cuatro perras, los mismos andaluces sin esperanza, y en la confianza de ganar en dos semanas dos mil eurillos.
Quizás no vayamos a Frankfurt a hacer el taxi, pero otra generación tiene que escaparse de esta España que cada día duele más, y a la que se empeñan en vender una y otra vez gobernantes mediocres, o corruptos y mediocres.
En estos últimos cinco años, nuestra convergencia con Europa, ha pasado de algo más del 100%, al 87%, y esto no se recupera, en un país descapitalizado, ineducado, y sin industria propia que pueda considerarse relevante a escala global.
Eso sí, tenemos los aeropuertos vacíos más bonitos del mundo, los trenes más rápidos, que siempre llevan plazas libres, y una fragmentación territorial que hace muy difícil que haya una productividad aceptable de la poca industria que tenemos.

La lástima es que lo ha publicado en la sección de economía, El Confidencial, cuando debería haber sido portada de telediarios, y objeto de un debate al que deberían asistir los dos partidos políticos responsables del mal gobierno de este país desde la muerte del dictador, teniendo delante, claro, al pueblo español.
Me voy a dormir bien cabreado.
Buenas noches, y buena suerte

La CUP, los adamitas y los hermanos del libre espíritu

Andaba yo de paseo esta mañana por el Paseo de Gracia, algo cabreado por no haberme dedicado desde joven, al noble deporte del rugby en cualquiera de sus versiones.
Pensaba lo útil que me hubiera sido el aplicar algún buen placaje, o un empujón con manotazo a las oleadas de turistas que siempre iban en dirección contraria a la que yo había tomado. No sé cuántos cruceros habían atracado hoy frente al cementerio, pero por un momento creí que andábamos por mil setecientos catorce y eran las tropas felipistas las que habían tomado la ciudad. ¡Jesús!, pensaba yo, ¿dónde andará el generalote vallisoletano, el Villarroel ese, que a Casanovas ya le ví salir corriendo hacia San Baudili?,¡ que se nos llena esto de enemigos!. Pero sin rencores, que después de hollar la Pedrera, y tirar chicles en la casa Batlló, se van a Bulgari y a Cartier, dejándose una pasta gansa. Pelillos a la mar.
Para que mi paseo, arrastrando una pata que voy estos días, tuviera su premio como penitencia, iba oyendo una de esas reflexiones de Iker Jiménez, a quién pido perdón desde este momento si algo de lo que escribo de aquí en adelante no le gusta. Nada más lejos de mi intención molestar, que él no es de la CUP, ni se le espera.
Lo dicho, andaba el bueno de Iker, metiéndose en una camisa de once varas, con un tema bastante interesante por cierto, pero que derivó por un camino que en un momento determinado empezó a aburrirme, pero no por eso desconecté.
Hizo referencia a las sectas/herejías de los hermanos del espíritu libre, y de los adamitas. Lo derivó hacia su libertinaje sexual, y a la violencia que en su momento desataron ligadas a sus ritos, y ya se enmarañó con la explotación sexual de hoy en día, la manipulación de la que somos objeto en la sociedad occidental por mor del sexo, y la influencia del amor como posible defensa. Se planteaba la pobreza espiritual de los depredadores sexuales, ya sean o no violentos, y de alguna forma daba a entender que estábamos frente a una suerte de drogadicción. Unos puntos de vista que comparto en buena medida, pero no tenía yo el cuerpo esta mañana, paseando entre las chichas turísticas, para ese tipo de análisis.
Un poco más abajo he incluído un texto, de esos que se encuentran dándole una patada a San Google bendito, y que me ha parecido breve y suficientemente explicativo, en donde podemos entrever de que iban estos hermanos del libre espíritu.
“Frailes del libre espíritu: Secta herética que se acogía, aunque exacerbándolas y exagerándolas, a las teorías de Amaury de Bène (m. 1207), maestro de teología en París, que enseñó un panteísmo sustancial: Dios está en todo y en todos y cada uno de nosotros, por ser encarnación del Espíritu Santo, no puede pecar; por lo mismo, no tiene necesidad de recibir ningún sacramento. Condenado por Inocencio III, Amaury se retractó, pero su herejía, hecha propia y desarrollada por Ortlieb, profesor de Estrasburgo, con el nombre de Frailes del libre espíritu, llegó a la absoluta negación de toda autoridad, de la ley moral y de los sacramentos, en virtud del principio de que el Espíritu Santo está en nosotros y eso basta. Entre las diversas aberraciones morales se encontraban la del amor libre, el nudismo y la magia. Los frailes del libre espíritu duraron hasta el siglo XIV”.
Otro de estos grupos, pero posiblemente del siglo II, fueron los adamitas, que hasta San Agustín los tuvo en cuenta, y con otros nombres o como sociedades secretas, quizás llegaran a confundirse en el pre-renacimiento con los hermanos del amor libre.
“Los “Adamitas” fueron una secta gnóstica del siglo II que fue fundada por Carpócrates. Eran partidarios de volver al origen, cuando el hombre aún no había pecado, en definitiva eran seguidores del Padre Adán y su Iglesia del Paraíso. Como si se tratara de proto-hippies estaban a favor del amor libre, del nudismo y planteaban que el sexo formaba parte de la vida espiritual. Creían que la represión del pecado era tan malo como el pecado mismo y, que el bien y el mal, dependían en exclusiva de la voluntad Divina. No creían en el infierno y sí en la salvación del hombre. Eran llamados los “Hermanos del espíritu libre”.

La Enciclopedia Católica los define como secta “tenebrosa” y miembros de un “comunismo primitivo”. Fueron exterminados pero, hasta el siglo XVI y hasta el XVII, se mantuvieron reductos de seguidores de esta herejía.”
No quiero liarme más de la cuenta, pero hay quien mantiene que hasta el mismo Ieronimus Bosco, algún coqueteo, o quizás algo más, mantuvo con los adamitas. Se ve que tenían en su pueblo una importante delegación, y su Jardín de las Delicias, suena al paraíso adamita. Javier Sierra lo explica mejor que yo en su “Maestro del Prado”.
El caso es que como está el patio tan revuelto por mi Barcelona, que hasta el Sardá se me cabrea en los periódicos, se me ha ocurrido buscar similitudes entre estos movimientos y algunos de los grupos que andan a la greña por el supuesto poder en mi Cataluña.
Estas formas de vida, que aunque tuvieran en su momento una calificación de “religiosas”, correspondían más que a una religión o una herejía, a una interpretación exagerada de la teoría religiosa imperante en Europa, que una vez retorcida, exagerada, y en su inicio, casi como un juego intelectual de profesores de la Sorbona, permitía una especie de hipismo medieval, que seguro produjo excesos execrables, y abusos contra las personas, y entre ellas las más débiles como mantenía, con razón Iker Jiménez.
No quisiera pensar que de alguna forma, esos movimientos que el independentismo ha hecho renacer, siguen vías de las que los adamitas, y los hermanos del libre espíritu, trazaron, eso sí sin andar en pelotas físicas por la Boquería, ni lanzarse al fornicio literal a la hora de las sardanas en la plaza de la Catedral.
Ahora que los de la CUP, parece que andan entre un anarquismo tipo FAI, pero con la integración de elementos de un comunismo primitivo, como el de los adamitas. Se tendrían, quizás que hacer mirar, que ni el comunismo, ni el anarquismo catalán han sido nunca independentistas, al menos en primera opción.
Lo que veo, es que aquí en vez de seguir el pensamiento de Juan Escoto, o de Amaury de Bène, se sigue un pujolismo ramplón, excluyente e irracional.
He constatado, al hablar con independentistas, que son incapaces de razonar fuera de las consignas que han recibido de sus mentores, y lo que es peor, es imposible establecer un diálogo intentando exponer puntos de vista fuera de la ortodoxia. Me han llegado a llamar traidor por pensar en clave no independentista.
Vamos, que yo no estoy dispuesto a despelotarme en la plaza de la Catedral a la hora de las Sardanas, que la Santa Espina siempre me ha gustado escucharla cuando la interpretaba la cobla “La Principal de la Bisbal”, y es parte de mi cultura que no solo respeto, sino que defiendo, y he defendido cuando todos estos aún se meaban en la cama, como dice Sardá .
Se proclama una no aceptación de las normas establecidas por la ley, y hasta por la urbanidad, si no están dentro de la ortodoxia del independentismo más acerado. Lo que no me cuadra lo incumplo, y punto pelota. A mí nunca me ha gustado pagar en el metro, pero pienso, en aras de la convivencia seguir haciéndolo.
Ni los adamitas, ni los hermanos del libre espíritu, fuera de los textos iniciales, al trascender tantos siglos, tuvieron ningún líder de secta, al estilo de esos americanos que acaban suicidándose en masa, y claro, cumplieron, con más o menos elegancia años y años.
Aquí si hay un santón al que seguir, que debe estos días dar la talla de su posible liderazgo, y conseguir que los adamitas políticos de la CUP lo eleven a los altares. Veremos si puede.
Su mensaje, es como el de las sectas, seguidme al Paraíso, que está donde yo digo, que todos somos parte de un cuerpo común, y dentro de nuestra concepción nacionalista no existe pecado, y todo se perdona, todo se comprende. Somos parte de la Creación, y nuestro Dios somos nosotros mismos, la independencia acoge bajo el mismo manto a todos los que quieran abrazarla, y fuera está el llanto y el crujir de dientes.
Es como si estuvieran convencidos de que su mensaje excluyente, va a llegar al corazón del mundo, que abrirá sus brazos para acogerlos en su seno.
Este pujolismo, que ha pasado el testigo a su bastardo político, ya que su hijo no fue capaz de seguir el camino del Padre, lleva treinta años de adoctrinamiento, y los resultados son una secta autodestructiva con casi dos millones de adeptos.
Espero que esta tierra pueda reaccionar a tiempo, y no siga la senda adamita, en pos del Paraíso del Bosco, pero lo veo difícil, de las sectas se acostumbra a salir muerto, y los que no quieren adherirse, no existen.
Buenas noches, y buena suerte

Cesc, el misógino.

Estaba, como tantas veces, apoyado en la barra de Boadas, al fondo, a mano izquierda. Siempre me ha gustado ese sitio, dominas la escena, la barra, el público heterogéneo que hacen del sitio algo incómodo, pero entrañable como siempre mantuvo “El Perich”.
El Negroni con su cereza de San Pons en el fondo de la copa, los cacahuetes a la derecha, las nueve, como siempre, antes de ir a cenar.
De frente vi llegar a Cesc, se sentó en el taburete que había dejado yo a mi derecha. El no entiende mi afición al Negroni, pidió su Martini, ese que se prepara enseñando a la ginebra la botella sin abrir del vermut, que nunca se sabe. Cesc no es de modernidades, es de los de Beefeater de toda la vida, y dice que como en Boadas no se lo preparan en ningún sitio.
Cesc es un sexalescente de muy buen ver. Le gustaba vestirse en Gales, y se llevó un disgusto cuando cerró, ahora el hombre anda un poco perdido, aunque creo que al final se ha decantado por Santa Eulalia, que los años no perdonan.
No es muy alto, pero como él dice:
– Muchacho, soy resultón, ya lo sabes, soy resultón.

A Cesc le ha gustado siempre vivir por la parte alta de la ciudad, ahora tenía un precioso ático en la calle León XIII junto al paseo de San Gervasio, seguía siendo socio del club de golf de San Cugat, como su padre. Eso le daba un constante moreno Agroman, que si no se quitaba la camisa, despertaba envidias y alguna mirada furtiva de las muchachas de su quinta.
Cesc es de los morenos hispánicos de toda la vida, y ahora su pelo entrecano cuidado por el LLongueras de la esquina del Turó Park, casi enfrente de aquel Bacarrá que en la época de la “gauche divina” barcelonesa, era templo de bailoteo casi transgresor, junto al Clochard y al Bocaccio de la calle Muntaner, aquellos templos hechos a medida para Teresa Gimpera.
Cesc, de chaval, cuando se saltaba las clases de Derecho Romano, se sentaba en el Taita, con algún colega, a jugar al ajedrez, si el tiempo no le parecía lo suficientemente grato. Luego lo compensaba siempre con un aperitivo en Tejada.
Cesc nunca entendió que a Justo Tejada, le dejaran abrir un bar en la zona noble de Barcelona, porque aunque metiera el primer gol en el Camp Nou, luego se fue al Madrit, y lo que casi es peor, acabó en el Español. Pero eran los tiempos de Matesa, y Don Juan Vilá-Reyes era un alguien y vecino de la zona.
Cesc, muy leído él, siempre te decía:
-Yo soy muy de Machado, ya sabes, recibí la flecha que me asignó Cupido, y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
-Mi padre, sostenía Cesc, fue como yo, un esbirro al servicio de las familias que, desde la llegada de los alemanes a poblar la Marca Hispánica, han controlado la ciudad. Desde nuestro despacho, hemos lavado toda porquería que generaban ellos, sus familias, sus amantes, y sus empresas. Cincuenta años llevamos en estas, y otros tantos desde ahora, que mi hijo, Felip, ya volvió de Yale con su título de picapleitos. No le dejaron entrar en la Skull and bones, pero eso no le ha importado mucho. Tonterías de juventud, ni tiene alma de amo del universo ni le importa un carajo la cabeza del indio Gerónimo. Nunca me ha perdonado que le llamara Felip, cree que me podía haber vengado con la concha de su abuela, pero eso es hablar demasiado.
Cesc es un hombre políticamente correcto, tanto es así, que fue a enamorarse de una hija de los Bosch y Folch, pero claro, no de la pubilla, sino de una segundona en la línea sucesoria, que estaba de toma pan, y moja. La conoció en “La cova del Drac”, la de Tuset, antes de su destierro al Balalaika. Al piano Tete Montoliu, y cantando Nuria Feliu.
Los apretujones, la cercanía, el Raf de Gordon’s, hicieron que la feromona se les pusiera en marcha…..y “la veu, la veu de la Nuria”.
No voy a insistir en las consecuencias del calentón, porque en aquellos tiempos, los calentones te los llevabas a casa, y te aliviabas como podías.
La cosa continuó, Cesc vió en la muchacha algo hospitalario, y el proceso químico del amor se puso en marcha. Cesc me confesó, que nunca supo si a ella le había pasado lo mismo. Quiso creer que sí, porque si no, lo suyo no tenía sentido.
La cosa era conveniente para todos, los Bosch y Folch, eran clientes del despacho de su padre, las familias se conocían, tenían intereses comunes, y no se tocaba la herencia. ¡Qué bonito!¡Els nens s’estiman!.
Pasaron los años, y como en esta Barcelona de mis amores, el tiempo es lo único que pasa, todo siguió como siempre. Cesc se encargó de pasar de las cuentas donde se le enviaban las comisiones a Porcioles a las cuentas del Jordi, y además ahora con esto de las Olimpiadas, seguro que salían más a participar del reparto. Pero no había problemas, todos conocían su parte de la tarta, y los repartos se hicieron discretamente. Siempre se ha hecho así.
Felip ya era un hombrecito, y Cesc empezó a cansarse de que la nena Bosch y Folch estuviera demasiado cansada de él. Se separaron como amigos, ante todo no perder la cuenta Bosch y Folch. De todas formas, no había peligro, demasiada porquería compartida, y demasiado dinero para hacer el tonto. Todo quedó en casa, Cesc compró un ático en Borí y Fontestá, y siguió yendo a las casas de Alp y de Sa Tuna, que tenían sus padres.
Cesc, no era nacionalista, ni dejaba de serlo. En la vida hay que saber adaptarse a lo conveniente, y rezar para que la cosa no hiciese mucho ruido.
-Muchacho, me dijo, tras mi separación de la nena Bosch y Folch, no me deprimí, no salí a la caza loca de faldas, nada de eso. Mi trabajo me gustaba y me permitía cambiar el Porsche cada tres años. Viajaba sin excesos, desarrollé nuevas aficiones. Empezó a gustarme ir al Liceu, y sentarme algunas noches en el Elephas, a charlar con una panda de amigos de la farándula que se reunían allí después de los espectáculos, nada trascendente.
-Pero descubrí un peligroso estado, muchacho, la de sentir que pasase lo que pasase, siempre que el despacho fuera bien, no debía dar explicaciones a nadie de lo que hacía en mi vida personal.
-Eso fue lo que al principio me llevó poco a poco a separarme del corazón de las mujeres, y no te equivoques, muchacho, sexualmente ya sabes que soy hetero hasta la cachas. Que por ahí no van los tiros.
La hormona me traicionó varias veces, y creí encontrar algo hospitalario en algunas mujeres con las mi camino se cruzó. Se parecían a la Bosch y Folch, tanto que me llegó a preocupar, y consulté aun especialista que me aclaró el tema.
-No chaval, no echas de menos a la nena de los Bosch y Folch, no, no es eso. Tu hormona te lleva a los receptores químicos que emanan genomas femeninos afines al tuyo, no te alarmes.
-Me había llevado algunos disgustos, de esos que llaman mal de amores, pero cuando descubrí, gracias a la consultoría, que la cosa era una especie de mono, provocado por la dificultad de encontrar los receptores a los que me había acostumbrado, la cosa cambió radicalmente.
Cuando Cesc llegaba a ese punto inevitablemente se hacía el silencio, se ponía trascendente, y muy serio te soltaba.
-Muchacho, ahí empezó mi misoginia. Me dí cuenta que la gestión que yo hacía de mis receptores, era totalmente diferente de como lo gestionaban ellas, y llevaba siempre las de perder. Decidí entonces que la sesión más larga con una dama debía de ser de unas horas, porque siempre se aprende de ellas, pero no más. Se podían repetir sesiones con espaciamientos temporales que impidieran crear dependencias a mis receptores neuro químicos.
-Creo, seguía diciendo, que al tener estructuras químicas diferentes, vivimos en universos diferentes, que buscan puntos de unión temporales, para garantizar nuestra misión en la tierra que es la de transmitir nuestro material genético a otra generación, pero realmente somos inmiscibles.
Las excepciones, las parejas eternas, tienen, en general, explicaciones económicas, educacionales, y hasta religiosas. Incluso puedo aceptar que un pequeño porcentaje, realmente lleguen a una armonía completa, pero también pienso que es a costa de que uno de los dos ceda hasta casi desaparecer.
-Así que, muchacho, dejaré que el universo de ellas se me abra cuando ellas quieran, pero no más de lo que yo crea conveniente para la preservación de mis receptores.
El cartel de misógino que me habéis colgado me protege.
Las cosas de Cesc me dejan siempre patidifuso. Acabé mi Negroni casi al tiempo que Cesc su Martini, iba a pedir otro, pero me paró mi amigo.
-Muchacho me dijo, paga esto y vámonos. Te invito a cenar, que el Señor Monje tiene siempre una mesa para mí en Ganduxer.
Buenas noches, y buena suerte

El guardainfantes

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se entiende como guardainfantes una “Especie de tontillo redondo, muy hueco, hecho de alambres con cintas, que se ponían las mujeres debajo de la basquiña”.
Dejo a sus gracias consultar tontillo y basquiña, como yo he hecho, en caso de desconocimiento, y así entenderemos mejor no solo a la lengua castellana, si no lo que se esconde en el tal guardainfantes.
Por cierto, y entre paréntesis, diré en mi línea, que me asombra cuando el corrector de Word, me subraya la palabra como desconocida. Me muero de la risa.
Ahora que ya todos sabéis que es el tontillo y la basquiña, puedo permitirme recordar la utilidad que el tal elemento, en aquella España del Siglo de Oro, tuvo entre las damas que debían ocultar pruebas de un comportamiento reprobable para los usos de entonces, en cuanto a la utilización de sus bajos fuera de los circuitos habituales.
Cierto que también servía como amplificador de sayas y de alguna forma como impedimento sutil a un acercamiento no del todo deseado, que cuando era deseado no había guardainfantes suficientemente bien forjado.
Buenas preñeces de solteras, o casadas mal atendidas, ocultó el tal adminículo faldero, y así, tiempo se tuvo de reparar errores, de buscar conventos o de encontrar maridos complacientes entre los hijos de algo en busca de carrera nacional, que eso de las Américas siempre fue muy duro y pasear por el Prado, siempre ha sido más apacible que el navegar por el Madre de Dios.
Las ciencias, como es bien sabido, adelantan que es una barbaridad, y claro, al guardainfantes, la tecnología también le ha llegado, porque en esto de las ocultaciones de lo que no era deseado publicar, el mundo ha alcanzado el Magister cum laude.
Así, que repasaré algunos de los guardainfantes que a buen seguro nos son familiares a todos, y si de paso nos echamos unas risas, y recordamos dónde estamos, pues miel sobre hojuelas.
Escuchaba esta mañana a un economista que admiro, hacer un comentario, poco preciso, pero acertado, en torno a la tasa de natalidad, y al aumento de la edad media de la población. Afirmaba, y no se lo discuto, que la generación que está ahora naciendo, muy probablemente superará en media de edad los cien años, y se habrá doblado la esperanza de vida de hace un siglo.
Claro que, y seguro que fue sin pensarlo, dejó en el guardainfantes del mundo, los miles de millones que aún no llegan a los cincuenta de esperanza de vida. Los escondemos en nuestras conversaciones diarias, los ignoramos de forma sistemática, porque no se nos recuerda en la fuente de donde bebemos la información. La cosa vende poco, y los informativos de la tele coinciden con las comidas en el glorioso occidente, así que no fastidiemos la cena.
Recuerdo un guardainfantes que miro hoy casi con ternura pero maldita la gracia. Ese tenía forma de TVE, y el Tío Paco, nos preparaba una basquiña a base de toros y fútbol, cada vez que el régimen se le quedaba preñado con la ejecución de Puig Antich, con la sentencia del 1001, o con alguna festividad de aquellas del 1 de mayo, San José Artesano, día del productor y con demostración vertical en el Bernabeu, que se le podía desmadrar por la intervención de algún obrero comunista…¡puaaafff!.
Otro guardainfantes glorioso, y ese ha estado siempre cubierto con faldas, casi basquiñas, es el que la iglesia ha llevado siempre debajo de sus sotanas….y las preñeces que han llegado a esconder. Quisiera remitir a un libro, que seguro está en el índice ese que publica la Sagrada Congregación del Santo Oficio, “Los Papas y el sexo” de Erik Frattini, donde se narran las tropelías más banales del Vaticano, de San Pedro al último Papa-Inquisidor, también llamado el emérito. Porque las otras tropelías, las de verdad, no ha habido forma de escrutarlas, ni de lejos. Las intrigas de poder que a los largo de los milenios han sido ocultados por el guardainfantes eclesiástico, han debido ser mejores que “juego de Tronos”. Lástima que ahí se queden.
Los guardainfantes que han escondido las realidades históricas, desde Jenofonte hasta la CNN, como cronista de las guerras desdelos griegos hasta los americanos, son dignos de admiración. ¡qué estructuras!¡qué calidad de las varas de acero! ¡qué abombamientos!. En definitiva, han tapado la existencia del infante que todos hubiésemos querido ver. Hubiera disfrutado conociendo las intrigas de la República romana, o la realidad de Enrique VIII. Incluso me hubiese encantado conocer la verdad de los piratas del Caribe, sin el filtro interesado del calvinismo holandés del pragmatismo británico, y por supuesto de la imbecilidad española, que me parece andaban apechuscados por el poderío naval español, y no se comieron ni el agujerito de un donuts a nuestra costa.
Hemos tenido solo una visión, la de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, pero la verdad, me hubiese gustado saber lo que el guardainfantes de los aliados escondió cuando anduvieron por Yalta los Churchill, Stalin y Roosevelt. Como se repartieron el mundo en aquel momento, pero sobre todo saber cuáles fueron las motivaciones de Hitler para comenzar la guerra, que posiblemente sean diferentes a las que finalmente llegaron a nosotros.
El guardainfantes que cubrió la guerra fría, el guardainfantes que cubre las relaciones del poder USA con los árabes, con los judíos. Lo que se esconde, seguro haría que dejásemos de ver a la dama de facciones virginales que nos presenta la belleza de su basquiña, cuando al final lo que lleva es una preñez innoble, que seguro ni ella misma deseaba.
Pero el gran guardainfantes ha crecido en este XXI, nos lo ha traído esta era de Acuario, que nos ofrece un mundo nuevo, que cada vez satisface a menos personas.
Es la ilusión del guardainfantes transparente, la gran trampa de la información total e interconectada. Se sabe todo, nada está oculto, pero es tal la cantidad de árboles del bosque de internet, que es imposible reconocer un solo árbol.
Creo que el mundo Orwelliano está ya firmemente asentado entre nosotros, en la basquiña aparecen los colores de los caralibros, la maravilla de las luces del consumo de nuestro mundo desarrollado, pero con la excusa de nuestra seguridad, hemos perdido el anonimato de nuestros datos, de nuestra imagen, se nos ve el culo a cada momento, y aún estamos aprendiendo a diseñar la cara que queramos que el Gran Hermano vea de nosotros. El guardainfantes creado es para esconder la libertad individual que hemos perdido.
El último guardainfantes que acabará con nuestra libertad, se llama medios de pago electrónicos, es decir, la eliminación del dinero físico, ya no más reales de vellón ni bolsa en la faltriquera. Estaremos enseñando al Gran Hermano qué compramos, a quién, cuando lo hacemos, cuantas veces. Además el origen de nuestros fondos estará siempre controlado. Se oculta en el gran guardainfantes creado para que nos cobijemos del miedo, el deseo de los amos del universo de controlarnos hasta lo más íntimo de nuestras acciones vitales.
El guardainfantes es ahora virtual, y lo es cuando nuestro mocerío, a Dios gracias, ha dejado de usarlo, al menos en nuestras tierras, que por las Sudaméricas, si no lo llevan las locales poco le falta. Aquí ellas, lo tienen claro, no hay nada que ocultar….obrigadiño.
Creo que ya será imposible descubrir las tropelías que se esconden dentro de los guardainfantes virtuales que el mundo ha creado desde que se sintió en la necesidad de la ocultación. Lo feliz que me sentiría levantando esas faldas.
Buenas noches, y buena suerte

Kissinger, un ejecutivo del poder.

El presidente Obama ha sido el primero desde Nixon, que no ha contado como asesor con Henry Kissinger, aunque no por ello haya dejado de aplicar los puntos de vista de don Henry a la política exterior americana, en todo momento desde su acceso a la Casa Blanca, aunque con modos diferentes.
Este judío alemán que escapó por los pelos del genocidio nazi, es claramente al día de hoy una de esas figuras que representan al poder discreto en el mundo, aunque creo que con menor influencia de su pensamiento en el juego que se desarrolla en el tablero del mundo, de lo que nos podamos imaginar.
Desde luego, tanto sus orígenes como su educación no corresponden a uno de esos predeterminados a ser de alguna forma un amo del universo. Regresó a Alemania como sargento hacia el final de la guerra y posteriormente realizó sus estudios en los Estados Unidos.
Fue alumno nocturno (a tiempo parcial) en Harward, lo que claramente le alejaba de los círculos de la elite bostoniana, pero para compensar esa situación, fue realmente un estudiante brillante.
Para entender un poco cuales han sido las consecuencias para el mundo de las acciones de este hombre, para mí funesto, hay que tener en cuenta varias cosas. Lo primero a considerar es su origen bávaro, que unido a la profesión de maestro de su padre, posiblemente marcara posteriormente su pensamiento. Tiene que dejar Alemania con quince años por la persecución nazi, y acaba recogido en Nueva York junto con su familia por la comunidad judía, aunque algo de dinero debieron salvar, ya que pudo pagar la Universidad de Harward, aunque fuera en la segunda división por decir algo, y ejerciese trabajos básicos en una fábrica de brochas de afeitado.
La nacionalidad americana no la consiguió hasta 1943, cuando fue reclutado por el ejército y enviado a Alemania donde entró a formar parte de la inteligencia militar de la división del ejército a la que estaba adscrito. Su paso, gracias a su conocimiento de la lengua, la cultura y la organización administrativa de la Alemania nazi, fue todo un éxito. Su mayor tarea fue “desnazificar” zonas que iban siendo tomadas por el ejército americano.
Posteriormente, su paso por Harward le hace obtener una licenciatura en Ciencias Políticas, un Master, y un doctorado. Lo más interesante es el contenido de su tesis, que creo marca su desarrollo profesional posterior.
En su tesis no publicada, “El sentido de la historia”, se muestra seguidor de los puntos de vista de Kant, en el sentido de pensar que la libertad es una experiencia íntima de vida, como consecuencia de decidir sobre alternativas con sentido. Como ya dije en otro artículo, la paz duradera, concepto básico de la filosofía kantiana, debe ser el objetivo ineludible de la historia, pero desde el punto de vista individual, no debe coaccionar la libertad.
Su tesis doctoral, fue sobre Metternich, y no ocultó en alguno de sus textos su admiración por Bismark. Admiraba el nuevo orden europeo creado tras Bismark, y la estudiada ambigüedad de sus estrategias.

De hecho, su proceder durante su vida política, mostró la determinación en el cumplimiento, según mi punto de vista, de las políticas marcadas por sus jefes, para los que ha trabajado desde antes de obtener su doctorado en 1954.
En el principio de su carrera, se mostró como un antimaterialista, y de alguna forma hostil a las formas deterministas del capitalismo. Sin embargo, entró a formar parte del equipo que debía apoyar a Nelson Rockefeller para su ascensión a la Casa Blanca.
Por otra parte, junto con David Rockefeller son partícipes de la fundación del ominoso club Bilderberg. Quiero recordar en este punto, el origen judío de los Rockefeller, que han sido primus inter pares entre las familias más ricas del mundo. Se han movido en la banca, con el Chase Manhatan y en el mundo del petróleo a través de la Standard Oil, fundada por su padre.
Kissinger, se accede a la secretaría de estado con Nixon, y se convierte en el arma de la presidencia republicana de esas épocas. Creo que a partir de ese momento, es cuando se toman las decisiones que han hecho de él una persona más que controvertida.
En España, cuentan las crónicas que de alguna forma estuvo detrás del atentado y muerte de Carrero Blanco, ya que no era el candidato de la CIA, y podía haber truncado los planes de crear una monarquía democrática, que al fin y al cabo podría garantizar un mayor entendimiento con los Estados Unidos.
Su intervención en la guerra del Yon Kipur, supuso una reacción tremenda de los países árabes con incrementos brutales del precio del petróleo. No olvidemos que quién le sustentaba, era un hombre con sus intereses en el mundo de las grandes petroleras. Los beneficios de los Rockefeller en esas circunstancias fueron incalculables.
Sin embargo, las cosas siguen siendo como siempre en Oriente Medio. Solo sirvió para enriquecer a su jefe.
Su intervención en Vietnam, acabando con la guerra, vino precedida de uno de los mayores errores al bombardear Laos. Eso permitió la aparición en Camboya de los Jhemers Rojos al mando de Pol Pot, con el consiguiente genocidio de varios millones de camboyanos.
Consigue el inicio de la apertura hacia China, y obtiene un controvertido premio Nobel, ya que hay un acuerdo, en la bibliografía, de que estuvo detrás de la infame operación Cóndor, que consiguió aupar a las más sangrientas dictaduras de Sudamérica al poder.
Las barbaridades que siguieron en Chile al asesinato de Salvador Allende, las tremendas acciones de los Videla y compañía en Argentina, los crímenes del chiquitano Hugo Banzer en Bolivia, los escuadrones de la muerte en Brasil, o los desmanes de Stroessner en Paraguay, aún hoy nos hacen estremecer al recordarlas.
La administración de exteriores americana anduvo metida en la mayoría de los líos de esa parte tremenda del siglo XX, y no quiero olvidar su intervención en Angola, con la intención de bloquear a las guerrillas comunistas, que llegaron a tener apoyo de Cuba, o la destrucción de la Rhodesia de Ian Smith, que ha producido un país fracasado en manos de un dictador Mugabe, en lo que hoy se llama Zimbawe.
Mi corolario a esta historia, es que Kissinger ha sido la mano que mecía la cuna de todos estos hechos que marcaron la segunda mitad del siglo XX, pero no creo que hiciera más que cumplir órdenes de los gerifaltes del partido republicano de los Estado Unidos de América, que nos ha dado demasiadas veces medida de su intransigencia, y su extrema belicosidad, amén de ser inmunes a los efectos de sus actos sobre los seres humanos.
No podía ser de otra manera, ha sido el ejecutor, apoyado posiblemente por la comunidad judía americana, pero con su estigma de ser alemán, de no perder su acento, y sobre todo de no ser alguien de las familias que han ostentado el poder en ese país desde el final del siglo XIX, ha quedado como un buen empleado inteligente, buen ejecutor y mejor “consigliero della famiglia”.
Creo también que en muchos casos las acciones que llevó a cabo eran acordes con su ideología, pero nunca actuó sin tener el mandato claro de sus mentores…..menos mal.
Buenas noches, y buena suerte

El Ébola

El Ébola
No soy un experto en nada, y menos en temas de salud. Lo que sigue es una reflexión junto con algunos datos que he podido recoger acerca de lo que significó el último brote de Ébola en el África Occidental.
En febrero de este año, una compañía de Colorado, presentó el primer ensayo rápido (15 minutos), para detectar el Ébola. Es una prueba, que usa una gota de sangre del paciente, y tiene una fiabilidad del 92% frente a positivos, lo que para tomar decisiones rápidas en puntos calientes es un avance que para sí lo hubiesen querido los intervinientes médicos durante los brotes de las últimas décadas.
Estos tipos de pruebas, acostumbran a ser baratas, y en este caso, parece que la cosa tampoco se sale de madre, ya que ronda los 15 dólares, según indica su fabricante, Corgenix.
La organización mundial de la salud (OMS) afirma que comparándolo con las pruebas diagnósticas basadas en la PCR para la cepa Zaire, el ReEBOV Antigen Rapid test puede identificar al 92% (sensibilidad) de los pacientes infectados, y al 85%(especificidad) de los no infectados. Indica que hay pues, falsos positivos, y falsos negativos, y esto es normal en ensayos basados en detección de antígenos, pero tienen una importancia grande a la hora de eliminar dudas de forma rápida y económica.
Es evidente que se necesita una posterior confirmación con técnicas de PCR.
Los ensayos con pruebas basadas en la técnica de la PCR, son mucho más precisos, pero tienen inconvenientes graves sobre todo en los países donde los brotes se han dado, debido a la ausencia de infraestructuras sanitarias medianamente avanzadas.
Para llevar a cabo una prueba de PCR, se necesita un laboratorio de alta tecnología, (no altísima), unos equipos de personas muy bien entrenadas, y una instrumentación digamos compleja.
Así que las muestras aisladas en los países del golfo de Guinea, deben viajar en condiciones difíciles hasta esos laboratorios, posiblemente fuera de ese área, y esperar casi un día para recibir los resultados. Es el mejor sistema de diagnóstico, en cuanto a la precisión, pero no en cuanto a la rapidez que demasiadas veces se necesita para tomar decisiones en entornos tan hostiles.
El primer brote de Ébola quiero recordar que está datado allá por 1976, es decir hace casi cuarenta años, y ese es el tiempo que se ha necesitado para poder ofrecer un medio de diagnóstico rápido que pueda utilizarse como screening. Parece de locos, pero realmente no es así.
Corgenix es una compañía pequeña, factura alrededor de 10 millones de dólares, y en 2013 dio unos beneficios de alrededor de 700.000$. Unos cálculos someros nos diría que teniendo en cuenta la dimensión del último brote, alrededor de 30.000 infectados las ventas máximas de su prueba le hubieran aportado unas ventas de 450.000 $, que probablemente no hubiesen cubierto los gastos de investigación necesarios para tener el producto disponible, y cuando la OMS lo aprueba, en febrero de este año….el brote acabó a las pocas semanas.
Si la información sobre Corgenix que manejo es correcta, han sido unos valientes en toda regla, siempre y cuando no hayan recibido ayudas estatales del Congreso Americano, que tuvieron su momento de acojono, cuando les aterrizaron en casa algunos portadores del Ébola sin avisar.
Antes de esta prueba existía solo el Real Star Filovirus Screen RT-PCR Kit de Altona diagnostics GmbH, diseñado en Alemania, y aprobado por la OMS en octubre.
Posteriormente se han aprobado las siguientes pruebas diagnósticas, entre abril y agosto de 2015, con el brote terminado:
Liferiver Ébola Virus Rela Time PCR Kit de Shanghai Bio Tech co.
Xpert Ébola test de Cepheid AB Suecia
Film array Biothreat-E de Bio Fire defence LLC
SD Q Line Ebola Zaire Ag, de SD Biosensor Inc,
La pregunta que me surge es ¿quién es el responsable, a nivel mundial de resolver este tipo de problemas?, que con lo de la aldea global, las comunicaciones a toda mecha y masificadas en el mundo, es como si viviéramos todos en la habitación del enfermo número 22 en Liberia, por ejemplo, exagerando un poco claro, pero no mucho.
En un artículo publicado en “Foreing affairs” en su entrega de setiembre/octubre de 2015, la señora Laura Garrett, empleada como colaboradora senior para salud global, en el Consejo americano(USA) de relaciones exteriores, se queja amargamente del mal papel que a su juicio ha jugado la OMS en esta historia del Ébola.
Su primera queja, la del diagnóstico rápido, ya tiene respuesta por parte de la OMS, aunque haya llegado tarde a este último brote, pero posiblemente sea de gran ayuda en el siguiente.
La segunda queja, que es típica de las luchas entre organismos nacionales cuando aparecen este tipo de infecciones, llevó a no colaborar para vencer al Ébola a instituciones como el CDC (Centro para control de enfermedades americano) el Instituto Pasteur, el Instituto belga de medicina tropical, o la misma OMS. La insana, en este caso, competencia, que generalmente está motivada por la caza de subvenciones con el soporte de revistas científicas de alto prestigio por parte de los grupos científicos especializados, condujo al fracaso en brotes como los de Zaire de 1976. Tampoco ayudó la acción del entonces presidente Mobutu, que decidió usar su ejército para aislar las comunicaciones y la presencia de equipos sanitarios internacionales.
Piensa la señora Garrett, que la OMS no está preparada para dar las respuestas que se necesitan en este tipo de brotes, por razones derivadas de su estructura, de su alto nivel de politización, y de la insuficiencia de presupuestos.
El año 1976, además de este brote, aparecieron dos nuevos retos, que fueron la gripe porcina, y la enfermedad de los legionarios, que le reventaron en pleno país a los americanos, por no hablar de la aparición del SIDA, y un incremento de las enfermedades de transmisión sexual, debido a la liberación en esta materia que estaba en su apogeo.
Hubo reacciones exageradas, en el caso de la gripe porcina, pero en otras infecciones lo que se ha demostrado es la total falta de capacidad de reacción de cualquier país del mundo que no forme parte del occidente rico, más Australia, Nueva Zelanda y Japón, ya que aparentemente tras cuarenta años no hemos desarrollado una estructura realmente útil, y con capacidad de intervención a escala global, que nos pueda proteger ante estas eventualidades.
La infraestructura sanitaria global, piensa la articulista, se muestra a sí misma como débil, fracturada, y más interesada en encontrar balas de plata tecnológicas, que en crear estructuras que permitan el desarrollo local del trabajo clásico del control efectivo de la salud pública.
En este último brote, y analizando la situación de Liberia, el país no tuvo en ningún momento posibilidad alguna de controlar su desarrollo, y mucho menos de eliminarlo.
La lucha quedó circunscrita a las actuaciones heroicas de organizaciones humanitarias que actuaban en el país, y ya en la fase más dura, en otoño de 2014, fue cuando la ayuda internacional empezó a ser mínimamente efectiva.
Las ayudas internacionales en forma de fondos, nunca fueron suficientes, ya que en Liberia había que luchar contra otras infecciones no menos terribles, como SIDA, Tuberculosis, o Malaria.
Del control de fronteras, en países que solo las tienen sobre el papel, ni hablamos, así que la llegada de las infecciones a toda la región es cuestión de tiempo, y además de poco tiempo, como se ha demostrado. Los cierres de comunicaciones, las aperturas de vías humanitarias fueron como mínimo poco efectivas, con el añadido de que en Liberia la guerra había terminado hacía relativamente poco tiempo.
Un tercer punto importante que la señora Garrett apunta en su artículo, son las creencias religiosas de la zona, que desgraciadamente han facilitado la difusión del brote, y han dificultado, no solo la atención a los pacientes, sino a su rápida finalización.
Quiero recordar que uno de los momentos más difíciles ha sido la aparición de casos en las ciudades como Freetown o Monrovia. Aún recuerdo con horror reportajes con cuerpos abandonados en las calles, y quiero también que seamos conscientes de lo que la palabra ciudad significa en el África Occidental. Son agrupaciones de chabolas sobre un barrizal, donde se mezclan basuras, aguas fecales, con calor subtropical. Una mezcla explosiva.

La administración Obama, acabó enviando tropas a Liberia, utilizando un presupuesto de 750 millones de dólares, con el fin de ayudar, sobre todo al personal sanitario en la zona que estaba ya en situación límite, ya que a la presión que sufrían en su trabajo, y a las condiciones de seguridad en las que se movían, hubo que añadir la falta de fondos para pagar nóminas.
Esta acción americana, conllevó una presión sobre la comunidad internacional a la hora de aportar recursos, y se consiguieron hasta mil millones de dólares para luchar contra el brote.
También la llegada de sanitarios occidentales a sus países de origen infectados, y en algunos casos con resultado de muerte, impulsó de forma definitiva esta ayuda. Quiero recordar aquí el caso del español, hermano de la orden de San Juan de Dios , que casi nos pilla sin estructura para su aislamiento y tratamiento consecuente.
De hecho la reacción del mundo occidental ha sido siempre la de evitar que el brote se nos instalara en casa, y eso se ha conseguido con éxito.
El hecho de que el brote se haya extendido por varios países, y sobre todo la duración en el tiempo, comparado con brotes anteriores, supongo hará pensar a la WHA (Asamblea Mundial de la Salud, en sus iniciales en inglés) sobre como buscar fórmulas que puedan hacer de este tipo de organizaciones algo realmente efectivo para el mundo globalizado en el que vivimos.
Espero que la próxima vez que toque un brote infeccioso, nos encuentre preparados, desde el punto de vista sanitario, es decir, con equipos de personas bien formadas y con capacidad de acudir de forma urgente allá donde sean necesarios, que las pruebas diagnósticas puedan llegar a los puntos de utilización de forma sencilla, sin requerimientos de almacenamiento, ya que es probable que deban utilizarse en zonas sin electricidad, con vacunas que puedan de forma rápida y eficaz inmunizar a las poblaciones que sean consideradas de riesgo.
No tengo muchas esperanzas, pero el miedo a que llegue a nuestro impoluto mundo alguna de esas maldiciones casi bíblicas, lo mismo nos anima a finalizar nuestra lucha contra estos virus, contra bacterias como la tuberculosis o contra parásitos como los que producen la malaria, el dengue o el chicuncunia sin ir más lejos.
Buenas noches, y buena suerte

Vacaciones en Marte.

Andan diciendo por ahí que hay agua salada en Marte, y que además esa agua se mueve. ¡Ni que lo hubiera dicho Galileo!.
También parece que, si es cierto, y no hay motivos más que los habituales para pensar que no lo sea, la posibilidad de que haya vida disfrutando en ese entorno es algo plausible. Otra cosa es el tipo de vida que puede desarrollarse en esas condiciones. Ya se verá, o no.
Teniendo en cuenta el antropocentrismo reinante, y los deseos de conquista de nuestra querida Humanidad, seguro que ya se le están haciendo los ojos chiribitas a más de uno viendo las posibilidades de explotación de esas aguas saladas.
Uno de los posibles retos a superar, es que el agua está fresquita, pero fresquita de verdad. Como la presión atmosférica no es, digamos, exagerada y las concentraciones salinas son altas, el agua está a unos menos veinte grados centígrados, con lo que bañarse en el Ártico parecería una sauna finesa, ¡cosas!.
Por cierto, la sal no es la de la ensalada, son sales de diversos materiales y al parecer en grandes concentraciones, no especificadas en las noticias que he podido leer, así que lo mismo no nos dejan la piel como la de los anuncios de Nivea, pero todo se arreglará.
La otra cosa que me ha encantado, es que parece que el agua esta del demonio, sale de las entrañas del planeta rojo, donde las temperaturas, obviamente no son tan extremas como en la inhóspita (para nosotros, humanos) superficie.
Estoy viendo la inversión, pero, ya. Hoteles submarcianos, con fuentes de aguas y cascadas para que nadie sienta la necesidad de regresar al planeta azul, ¡qué pasada y qué negocio!.
Al afirmar que la vida es entonces más que posible, y sin ponerme el tweed de profesor de Oxford, la primera cosa es pensar que a la vista de nuestros conocimientos, y experiencia en entornos parecidos aquí en la tierra, la vida en la superficie marciana será bacteriana, y además de esas que llamamos extremófilas. Las tenemos en sitios como el Atacama, dicen, pero aún no tenemos muestras marcianas para comparar, así que ni idea.
Pero especular nos gusta a todos, y a mí más que a un político una tiza. Así, que si la sonda Curiosity esa, lo que ha hecho ha sido hacerle una foto con el móvil al Atacama marciano, nos falta la foto del Santiago de Chile marciano con su Bachelet marciana y todo. ¡Lo que hubieran escrito los Asimov y los Bradbury de todo ese incipiente rayo de esperanza que nos trae el Planeta Rojo!.
Porque H.G. Wells ya nos comentó, primero en su libro, y luego en la voz de Orson Welles, el apechusque que la llegada de los marcianos nos dio al leerlo y escucharlo. Por eso quiero recordar, que a los marcianos, les venció, no el ser humano, sino el más sencillo ser vivo del planeta, un virus creo recordar, el de la gripe para ser más exacto.
Así que habrá que pensar en ello cuando dejemos de hacer fotos con el móvil a los microorganismos marcianos, y alguien quiera traer los especímenes a nuestro pequeño planeta azul, no sea que se inviertan los papeles y sean los virus o las bacterias marcianas, quienes acaben no solo con sus invasores, sino con los que vivimos en la Tierra, que solo nos faltaría.
Volviendo a territorios submarcianos, a lo mejor hay por el subsuelo bóvedas de acero, donde una civilización hiperdesarrollada, está asombrándose, a través de sus cuentas en “Caralibro”, con las fotos que la sonda Curiosity está sacando de sus alcantarillas, y pensando cómo diablos meten en cintura a esos terrícolas, que deben estar locos.
Tiendo a pensar siempre que me encuentro con una parte de algo, que hay mucho más detrás, y que será cuestión de tiempo averiguar si es realmente agua, si las sales disueltas son compatibles con las más extremófilas de las bacterias, y si esas bacterias con su DNA es todo lo que hay.
Francamente espero que esa explicación navajera de que lo más sencillo es lo más plausible de entre múltiples probabilidades, tiene una ocasión de oro de confirmarse.
Cuando se habla de vida fuera de nuestro planeta, desde Carl Sagan, a Stephen Hopkins, siempre algo parecido a ¡Que desperdicio de espacio si no hubiera vida! me retumba en la cabeza, pero cuando empezamos a elucubrar acerca de los posibles viajes intergalácticos, donde se esperan soluciones a través de agujeros de gusano, de cambios dimensionales, o desmaterializaciones y materializaciones, no puedo más que pensar en los relatos de mis autores preferidos de ciencia ficción. Vamos, que si alguien anda por ahí, que seguro anda, lo más sencillo, es que estuviera cerca de casa, y que además, si ha desarrollado una civilización y le apetece, pues nos visita y a otra cosa. Vamos coge el tranvía interplanetario con tarifa ida y vuelta de jubilata.
Una cosa que a mí en estos años de tranquilidad que estoy viviendo, me distraen enormemente son esos programas de OVNIS, de los hombrecillos de Roswell, de que las pirámides eran puntos de energía para que naves espaciales repostaran, vamos todas esas cosas.
Es volver a Radbury o a Artur C. Clark en versión cutre, claro, pero de lo más divertido. De hecho, muchos de los viajes que he hecho por ahí me han llevado a sitios que al parecer están hechos por extraterrestre pre-diluvio universal.
No estaría nada mal, que la Curiosity, encontrara al Señor Marciano, y así nos explicaría para qué hicieron las pirámides por toda la Tierra, cómo movieron las mohais pascueños, o si en Nazca aterrizaban Jumbos marcianos. Seguro que con el extendido conocimiento matemático que la ESO nos ofrece, no tendríamos ningún problema al entablar conversaciones con tales visitantes.
Claro, que si eso pasara, se nos venían abajo desde las leyendas del Mahabarata hasta la ascensión al cielo del profeta Elías en su carro de fuego. Entenderíamos de golpe la historia de los rayos de Zeus, el fin de la Atlántida, los mitos de los gigantes, los papeles de los ángeles, o la función de los dimanas.
Me veo al bueno de Von Daniken, diciendo que llevaba razón, pero, claro, se acabó especular, y eso de llenar espacios televisivos y radiofónicos se acabó. Una visitita a San Google bendito, y todos los misterios ufológicos resueltos de un plumazo.
Mal negocio para este sector económico tan entretenido, y que a veces te anima a viajar para comprobar si tus ojos ven lo mismo que los de los muchachos que piensan en los antiguos visitantes.
Si de pronto todo se explica, y se entiende, nos íbamos a aburrir un montón, y estos muchachos a cambiar de trabajo en malos tiempos como los que corren.
Sé de buena tinta que hay una conspiración en marcha encabezada por el canal Historia, secundada por Von Daniken y nuestro Iker Jiménez, para que la CIA mantenga en secreto el que se van a abrir balnearios para los amigos de los Gates, Ortega y Branson, en el corazón de Marte para que sean ellos nuestros turistas pioneros, embajadores de los terrícolas, y si de paso les venden unas camisas de popelin, unos discos de la Virgin y un par de programas informáticos con virus, pues todos contentos.
Felices vacaciones.
Buenas noches, y buena suerte

El coche del pueblo

Hitler, pensó que el orgullo alemán necesitaba el empuje que podría significar el hecho de la posesión por parte del pueblo de una forma de transporte individual y por supuesto caminos por donde desplazarse.
Así que se lanzó a la construcción de una red de autopistas que casi ochenta años más tarde siguen siendo en muchos casos la envidia del resto de Europa. En aquel momento los economistas, posiblemente pensaron que era una burbuja lo que se estaba creando, y quizás llevaran razón, pero como la cosa acabó con la destrucción de Alemania, pues no tuvo mayores consecuencias.
El vehículo que iba a llevar a los alemanes de aquí para allá, lo diseñó, como todo el mundo sabe el mítico Ferdinand Porsche, y era una versión del ultraconocido escarabajo, que luego dio en el no menos conocido Golf.
Curiosamente en el lanzamiento de este coche del pueblo, hubo ya una estafa notable. Con la idea de financiar el proyecto, se pidió al pueblo alemán la cantidad de 5 marcos semanales, para poder tras una lista de espera, obtener en su momento el vehículo soñado. Estábamos en 1938, y en 1939, la fábrica se destinó a la fabricación de material de guerra, con lo que el dinero voló, y al final de la guerra, ese dinero fue reclamado por los rusos como botín de guerra, así que sin coche y sin pasta.
La fábrica pasó a control inglés, y ya hasta los cincuenta, el coche que en su momento diseñó Porsche, se hizo lo popular que Hitler esperaba, pero no donde él soñó, ya que el mercado de sus grandes enemigos, Europa y USA, fue determinante en el éxito de proyecto.
La producción dio el salto desde Alemania a Brasil y Méjico, en fin que le mojó la oreja a Ford, con su modelo T, que don Henry el filonazi yanqui seguro fue el modelo que iluminó a Hitler en su proyecto.
La historia de la compañía con esos fundamentos no hizo más que aumentar sus éxitos, comprando tecnología en algunos casos como la que incorporó del Fiat 127, o directamente empresas enteras como Auto Unión o NSU, hoy conocidos como Audi.
Lo de Seat y Skoda fueron posteriores, pero todo a mayor gloria del grupo alemán que nació con el default a sus primeros clientes, los de los cinco marcos a la semana, que se gastaron en champagne y caviar los generalotes rusos, seguro.
Hoy el mundo se ha hecho global, y el efecto mariposa, ese de la tormenta tropical causada por un aleteo en Vladivostock a destiempo, le va a pasar una factura a la idea de Hitler de las de tamaño mocito.
Aunque Volkswagen sea hoy el primer productor mundial de automóviles, realmente no los necesitamos para nada si queremos tener un coche en cualquier parten del mundo. Segmento por segmento, otros competidores estarían encantados de que desaparecieran, y en cinco años, todos calvos.
Aunque parezca que no, gigantes en su momento aparentemente indestructibles, han pasado hoy a ser marcas de segunda dentro de estructuras nuevas, o adaptadas, y si se ha tenido que cerrar una fábrica por ineficiente, se hace, y punto. ¿Quién no recuerda Chrysler, y las aventuras de Lee Iacocca, o la posterior disolución de la firma a través de alianzas y ayudas estatales?.
La ciudad de Detroit, por la caída de la industria automovilística americana, está hecha unos zorros, y nadie (excluyendo a los vecinos que no la han podido abandonar a tiempo) le importa demasiado si hay ratas en las calles o se declaran en bancarrota. Digo esto, para que nadie me saque el famoso “Too big to fall”, hasta Goliat se cayó al suelo, por no hablar de imperios y otras hierbas. Las cosas, las personas, las empresas, los imperios tienen sus ciclos.
Ignoro si este es un fin de ciclo para la idea de Hitler, pero si lo es, que nadie se rasgue las vestiduras, el mundo seguirá girando si la Volkswagen paga con sangre el que le hayan levantado las faldas.
Es muy divertido que una empresa alemana, donde la tecnología y el buen hacer de los ingenieros son la base de su éxito, se hayan pillado los dedos con un tema tan técnico, ¡y de qué manera!.
Aquí, hasta los que compramos coches, sabemos, con mirar lo que nuestro utilitario gasta, que lo que nos dice el fabricante es cuanto menos optimista, por no usar un concepto algo más fuerte.
Consecuentemente, sabemos también que las medidas de las emisiones, esas que nos producen cáncer de pulmón, impotencia, e incluso sarampión malayo, son menos ciertas que afirmar que todos los políticos son honrados, así que ahora no podemos llamarnos andana, que si no, nos llamaremos tontos del haba, si queremos ser precisos.
¿Y por qué le han sacudido a Volkswagen?. Parece que todas las empresas automovilísticas del mundo, cuanto menos, no son demasiado precisas en esas informaciones, que en definitiva son la base del contrato de venta que firman con todos y cada uno de los clientes, aquí y en Sebastopol.
Yo creo que hay varios hechos que no son casualidad. El primero, es que la liebre ha saltado en USA, que están hartos de que los europeos sean los más cool a la hora de vender coches, y ya no hablemos de los coches alemanes. Parece que no eres nadie en USA si no llevas un Mercedes, un BMW, un Audi o un Golf. ¡Hay que acabar con eso!.
Parece que la normativa americana en cuanto a emisiones producidas por los vehículos automóviles es algo más precisa que la europea. Ese detalle posiblemente exige adaptaciones de los motores que para los alemanes supone un gasto que dificultaría su venta en esos mercados.
Hablando de normativas, me viene a la cabeza el famoso TTIP, ese maldito tratado que a espaldas de todos los europeos se está negociando. Una de sus claves es de que tanto en Europa como en USA, nos creemos las normativas actuales que regulan ambos mercados, así que si los Volkswagen cumplen las normativas europeas, (parece que no, pero hay que discutirlo en sede judicial, y mucho), llegarían al mercado con unas ventajas competitivas que no les apetece a nuestros amigos del otro lado del Atlántico, en ese sector. Así que te monto un pollo, y a ver qué hace la Unión Europea con el marrón que tiene encima de la mesa.
Como no digamos que los pollos americanos llevan plomo y mercurio, nos van a salir plumas con barras y estrellas cuando el Kentucky fried chicken aterrice de verdad por estos lares, sin filtros, que ya se los ponen allende el mar.
Por último el rollo verde que tanto nos escandaliza por estos lares me pone de los nervios, sobre todo por la enorme carga de hipocresía que conlleva, y la guerra comercial que esconde.
Todos los que habéis viajado a países de esos del segundo mundo para abajo, os habréis fijado en los maravillosos coches que circulan por ellos, en lo exquisito de sus controles de emisiones, en la fiabilidad de sus motores, en fin de todas esas cosas por las que en el primer mundo andamos a la greña.
Estoy harto de ir en coches de más de cincuenta años echando literalmente mierda, en la India, en Sudamérica, en Asia, en Oriente Medio. Los coches que allí circulan son los que se han desechado del mercado europeo y americano, donde nos dicen que en cinco años como mucho, a cambiar de coche, claro, que luego hay que venderlo a Egipto, a Kenia o a Bolivia.
Si de verdad fuéramos tan verdes y nos creyéramos el efecto mariposa, pasaríamos por la prensa hidráulica nuestros viejos coches, en vez de sacarles las últimas perras vendiéndolos al tercer mundo, y contaminar el desierto jordano, aunque luego, con eso de los vientos, acabe la polución en el Central Park neoyorkino, y las casas por ahí cuestan un pico.
Pensaré pues al final de todo esto, que lo que está pasando es lo de siempre, que del dicho al hecho, hay un buen trecho, que seguimos en la guerra comercial que empezamos allá cuando los más vivían en cavernas, y que el que más chufle, capador.
Yo ahora ando con coches americanos, por si las moscas, y así el Imperio no se me cabrea.
Voy a echar gasolina.
Buenas noches, y buena suerte

“La fin del mundo”

Me han dicho que hoy si no toca “la fin del mundo”, le va a faltar poco. Parece que tenemos una cosa que se llama “luna de sangre”, y lo peor es que no es una, son cuatro en un año, y además coincidiendo con unas fiestas judías de lo más importantes, amén de las elecciones catalanas, claro.
Así que se acaba el mundo, o van a pasar cosas muy malas en los próximos días o meses. ¿quién sabe?. Como si no estuvieran pasando cosas tremendas en este mundo traidor como para ponerle la guinda de las lunas de sangre.
Por lo visto el fenómeno de la luna de sangre, tiene que ver con cosas como las ondas hertzianas de los espacios encontraos, y parece que los argentinos la van a ver super, vitte, super.
Bromas aparte, parece que el fenómeno está relacionado con un eclipse, con los rayos del sol rozando la tierra, incidiendo sobre la luna, y otras cosas de la astronomía que están disponibles en San Google bendito. Efecto parecido al de las nubes rojas de los atardeceres, así que nada esotérico.
He leído por ahí, a partir de unas de esas cosas que te entran por el caralibro, que hay gente de esa que se sabe la Biblia de memoria, afirmando que pasajes del Antiguo Testamento anuncian tribulaciones sin fin, y hasta en el Apocalipsis se hace mención a lo fatal que es eso de la tétrada. Apechusca, a poco creyente que seas.
Yo voy a mirar en los comentarios del Beato de Liébana al Apocalipsis, a ver como se interpretaba la cosa mientras se inventaba el cocido montañés, aunque no creo que le viniera mucho al pollo lebaniego esto de las lunas de sangre, ¿qué le vamos a hacer?.
A estas cosas del fin del mundo, la verdad es que no les he hecho mucho caso, y hasta ahora con motivo, aunque la reflexión ha sido siempre intentar entender qué es lo que entendemos por el tal evento.
El primer “fin del mundo”, es individual, claro, te desencarnas, como dicen los iniciados, y adiós mundo cruel, este cueeeenntooo se acabóooo. Este interesa poco, excepto a nivel individual, que, claro, tiene su aquel.
Creciendo en el número de afectados, siempre me han llamado la atención, por su sordidez, los de las sectas destructivas, esas que por seguir a un iluminado, acaban en un rancho del Medio Oeste americano, rodeados por los agentes del FBI, y todos para el otro barrio. Las ha habido realmente terroríficas, como seguro que en la mente tenemos todos algún ejemplo. Es un maldito fin del mundo, en el que gente, normalmente sencilla, y por sentir que el leader era quien les iba a llevar a la vida eterna de la felicidad, pues eso, desencarnan a lo bestia. Es tremendo.
Me encantan los milenaristas, que en general son menos destructivos que el caso anterior, y he tenido la ocasión de vivir uno, bueno, dos, el del paso del 1999 al 2000, y uuuupppsss, que es el año que viene, del 2000 al 2001. Pelín ilusos y mal informados, que la cosa no vale, que los chinos cuentan de otra manera, y en el Islam, y los israelitas….vamos, que los finales del mundo iban a pillar a más de media Humanidad en fuera de juego. No valen, hasta ahora, estas historias milenaristas, y el próximo milenio ya verán, que no pienso quedarme para comprobarlo, es muy pesado, y seguro que aún están en Cataluña piando por la independencia a medias.
La lata que dieron con lo del fin de año maya allá por diciembre del 2012, el día doce decían, más o menos, que a pesar de la precisión matemática de aquellos pollos, parece que había que ajustar algo, vamos que el caso es que no pasó nada….¿no pasó?.
Creo, sin embargo que ha habido algunos eventos, no lo suficientemente apocalípticos como para mandar a cardar cebollinos al Planeta, pero que de poco le ha ido. Dicen los científicos, que por lo menos ha habido cinco grandes extinciones en la Tierra, es evidente que no fueron al cien por cien, pero creo que supusieron una especie de borrón y cuenta nueva. Por ejemplo, la extinción de los dinosaurios hace alrededor de sesenta millones de años, supuso el triunfo de los mamíferos, y nuestra presencia en la Tierra.
Si pasamos a las épocas históricas, estoy convencido de que la desaparición de civilizaciones han sido fines del mundo, ya que la mayor parte de su historian de su cultura, de su tecnología, ha desaparecido, y con dificultades enormes podemos apenas rascar la superficie de lo que realmente fueron.
Hemos, ya ciñéndonos únicamente a la historia de la Humanidad, sufrido muchos fines del mundo, y ninguno ha sido de efectos inmediatos. Las extinciones de civilizaciones han sido objeto de múltiples especulaciones en cuanto a sus causas, y ciertamente no hay una razón única que pueda explicar lo que motivó las desapariciones, los fines del mundo limitados.
Quizás algunas de las profecías apocalípticas se estén cumpliendo de alguna forma desde el dramático final de la Segunda Guerra Mundial.
La civilización que, desde mi punto de vista está asistiendo a su final es la nuestra que está siendo reemplazada a pasos agigantados.
No solo hemos creado un arsenal armamentístico capaz de conducirnos a una extinción como la de los dinosaurios como poco, sino que estamos en una fase exponencial de utilización de los recursos del Planeta, que por cierto son limitados.
La cultura, la forma de vida de hace tres generaciones, sin ir más lejos, ha desaparecido prácticamente de nuestra sociedad occidental, llevándose la mayoría de los conceptos que soportaron nuestro mundo, por lo menos desde el descubrimiento de América hasta ese agosto de 1945, cuando tras una bomba atómica saltaron todos los conceptos de moral, honor, respeto. La convivencia en el mundo occidental empezó a cambiar desde ese momento, el miedo a un ataque inmediato de esas características, no ha dejado de sobrevolar nuestras cabezas desde entonces.
La evolución de la cultura occidental ha sido tan radical, que difícilmente la podríamos considerar heredera de aquella de la primera mitad del siglo XX. La estética, las artes, el pensamiento filosófico, la ética, son hoy totalmente diferentes a las que muchos de nosotros aún pudimos intuir en un momento de nuestras vidas en los que convivíamos con nuestros ancestros. No quiero decir quién es mejor o quién es peor, simplemente que el mundo que conocieron nuestros abuelos se extinguió, y de ellos nos quedan apenas trazas.
Este siglo XXI, ha roto con tanta fuerza con aquello que nos formó como personas, que podemos considerar que la extinción, que el fin del mundo ha sido un hecho, y estamos ahora levantando de nuevo la cabeza, estudiando como adaptarnos a este nuevo entorno que se ha creado, o que hemos creado.
Pero el siglo XXI, no es solo patrimonio de la civilización occidental, y creo que otras civilizaciones llevan otros ritmos produciéndose serios conflictos de encaje con el concepto de globalidad, de agnosticismo generalizado, de concepciones estéticas muchas veces inasumibles por grupos con distintos estadios de evolución. No es por tanto extraño para mí constatar las dificultades del Islam, por sobrevivir en un mundo global que en demasiados aspectos les es extraño, y lo que es peor, desde su óptica, inasumible. Su evolución es totalmente diferente.
Lo mismo pienso de la sociedad china, que con diferente reacción, está intentando navegar por este mundo global, que ha sustituido al viejo mundo del siglo XX. Su encaje en el nuevo materialismo, creo que no les está resultando nada fácil, no solo desde el punto de vista de los individuos, sino del país en si mismo.
Hay un comportamiento de nuevo rico, cuando el país es aun literalmente pobre, (85 del mundo en renta per capita), y con casi el ochenta por ciento del territorio con formas de vida medievales.
Veremos como continúa este fin del mundo antiguo de la cultura occidental, y qué es lo que el nuevo mundo ofrecerá a las generaciones venideras. De la extinción de los dinosaurios, salimos los humanos, semanas más tarde, ya sabes.
Quiero hacer una apostilla sobre el asunto Volkswagen, y es que posiblemente, a fuerza de relacionarse Alemania con China, han descubierto el poder de la trampa…¡quememos billetes falsos para nuestros muertos!.
Buenas noches, y buena suerte

¿Quién manda en el Pacífico?

Fue un sevillano, Don Francisco de Sande, allá por junio de 1576, quien le envió en una carta a Su Majestad el Rey Prudente, Felipe II, una seria y bien documentada propuesta de conquistar China.
Este señorito, es decir un hijo de algo venido a menos, cabestreó en sus relaciones con los chinos, de forma que ni él cayó bien a las delegaciones chinas, ni a él los chinos le hicieron le hicieron la más mínima gracia. Un desencuentro en toda la regla.
Los cuatro españoles que estaban en Manila, hay que reconocer que o los tenían como el caballo de Espartero, o eran unos locos ilusos.
Hacía diez años, que Urdaneta había conseguido establecer una ruta para el tornaviaje, con tal de llevar las mercancías desde China a Europa. Urdaneta siguió la corriente del Kuro Siwo en el paralelo 40, desde ahí dio en llegar a las costas californianas a la altura del cabo Mendocino, unos trescientos cincuenta kilómetros al norte de San Francisco. Luego bajar por las costas californianas hasta Acapulco, cruzar el continente hasta Puerto Vallarta, en una ruta llena hoy de estancias coloniales. Salían luego los galeones hacia Cuba, y de ahí hacia España.
Esta ruta, duro hasta 1815, cuando salió el último galeón desde Manila, y durante esos doscientos cincuenta años, el Pacífico fue un charco español, nadie nos molestó, en ese tiempo, nadie, ni holandeses, ni ingleses supusieron durante todo ese tiempo la más mínima oposición. Esa ruta no mejoró hasta la apertura del canal de Suez en 1869, que junto el vapor, la dejó en algo más de cuarenta días.
Lo que el sevillano pretendía, era, al fin y al cabo, controlar los puertos chinos, y obtener tributos de las poblaciones costeras, nada de invadir el continente, del que por otra parte no tenían ni idea. Menos mal que Felipe II estaba con lo de las guerras de religión, buscando reliquias, y aliviándose de su priapismo de la mejor forma posible, que si no hoy los chinos hablaban español, con acento de Shangai.
Los Estados Unidos de América, empezaron a considerar el Pacífico como una frontera que debía correrse hacia el oeste y en 1898, plantaron sus reales en Filipinas, y en la mitad del océano, en Hawai, lo que garantizaba el control del mar, no por temas comerciales de forma primordial, sino sobre todo por temas militares. Pearl Harbour, es uno de los centros de la marina americana más importantes.
Tras la segunda guerra mundial, el Pacífico, pasó a ser el charco de los yanquis, acrecentado con la adición del último estado a la Unión, Hawai. Desde mi punto de vista, el dominio del mayor océano de la tierra, conlleva el poder sobre el resto del mundo.
Hoy estamos asistiendo al nacimiento posible de un nuevo imperio, y hablo del imperio chino. A pesar de las grandes cifras que manejan, y de las alusiones que continuamente se hacen en la prensa internacional a sus políticas de expansión, están aún muy lejos de los americanos.
La renta per cápita de este país con casi 1400 millones de habitantes, no llega a los 7600 $, cuando los Estados Unidos andan por los 55.000$, (España está en los 30.000$ aproximadamente), así que el camino a recorrer es aún enorme al menos en esa magnitud.
Las soluciones que el gobierno chino está aplicando, son las de establecer nuevas líneas de comunicación terrestre y marítima sobre todo hacia occidente, y hacia América del Sur, (el cinturón económico de la ruta de la seda).
Pretenden gestionar, más o menos, con este proyecto “one belt, one road, (un cinturón, una ruta), el 55% del PIB mundial, el 70% de su población, y el 75% de las reservas energéticas. El horizonte es en 2049, ya mismo, como aquel que dice.
Las comunicaciones terrestres, son casi la reinvención de la ruta de la seda, pero esta vez utilizando las vías férreas. Ya hay un tren circulando lleno de mercancías entre Madrid y Pekín, se están concluyendo líneas ferroviarias hacia Xingian de alta velocidad, con la intención de llegar a Europa, así como la reducción del recorrido ferroviario entre Moscú y Pekin, que actualmente necesita más de seis días a poco menos de un día y medio.
Hacia el sur de Europa, a través de Pakistán y Afganistán, se estudian acuerdos para establecer rutas comerciales terrestres seguras. Al fin y a la postre, Europa es actualmente el mayor socio comercial de China.
Lo que realmente parece que le interesa a China, es el control de los puertos del sudeste asiático, para poder asegurar sus líneas comerciales con África. Entre otras cosas, y dejando aparte las enormes inversiones que a fuerza de talonario están realizando en la zona, lo que más les interesa es garantizar las inversiones que han realizado en África, y están buscando zonas para establecer puertos de aguas profundas que les permitan un tráfico fluido de materias primas desde esas tierras.
La otra ruta, el gaseoducto que les une con Rusia, actualmente su nuevo socio, que ha tenido que ponerse en manos chinas tras las actuaciones de Putin en Crimea y Ucrania, y el consecuente embargo que está asfixiando al oso ruso.
El otro gran proyecto chino, es el ferrocarril que uniría Perú con Brasil, las costas de los dos grandes océanos, a través del Altiplano y de la selva amazónica. Para las inversiones que los chinos están actualmente llevando en la región, es un proyecto de vital importancia, apoyado además por las abundantes comunidades chinas en Perú y Brasil. Solo tendrán que bregar con las agrupaciones de defensa de la naturaleza, por el posible deterioro de la selva amazónica por actuaciones de ese calibre. Pero esa es la idea.
Los chinos desde la década de los ochenta del siglo pasado, han desarrollado una marina que posiblemente sea la segunda en el mundo tras la americana, y no solo con el fin de defender sus costas, que apenas son el doble de las españolas, sino con el objetivo de proteger su comercio, y realmente transformarse en una potencia marítima, como en su momento lo fue España, luego Inglaterra, y actualmente los Estados Unidos.
La implantación de bases en islotes deshabitados, o la intención de crear islas artificiales, más que un deseo de más territorio, es la necesidad de asentar su dominio en el Mar de China y del Océano Índico.
Las reacciones de Japón y la inquietud de los Estados Unidos, no auguran nada bueno, ya que lo más probable es que se cree una zona de tensión entre países armados de forma extremadamente sofisticada, discutiendo la supremacía en una zona muy concreta del mundo.
Quiero al final hacer notar que los progresos de China son espectaculares, pero siguen dejando el Pacífico norte, como la charca de los americanos, aunque vayan extendiendo poco apoco control sobre otros mares y otras rutas comerciales, que teniendo su importancia, distan aún mucho de ser las más importantes del mundo. Las relaciones de China estratégicamente se dirigen a los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), con los que han creado un banco de desarrollo, fuera del Banco Mundial, donde tienen su participación muy limitada, e intentan tratados comerciales para soslayar los TPP (acuerdo transpacífico de cooperación económica) que engloba 11 países Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, México, Perú y Chile) del que están excluidos, y el TTIP entre Europa y Estados Unidos, que obviamente también les deja de lado.
Las cartas se están repartiendo, y los Estados Unidos controlan los mares, especialmente las rutas marítimas del Pacífico, del Atlántico Norte y del Mediterráneo, a pesar del intento chino sobre la compra del puerto del Pireo, en el que han realizado ya inversiones muy importantes, y disfrutan de contratos de alquiler por el uso del mismo.
Aún queda mucho, pero la geopolítica de las grandes potencias, en las que por cierto Europa tiene poco que decir, está conduciendo a los actores a una batalla, que confío no se transforme en guerra por el arrebatar a Estados Unidos por parte de China la supremacía mundial.
Buenas noches, y buena suerte.
Nota: He sacado información de:
-Naves negras (Carlos Canales y Miguel del Rey) Editorial Edaf 2015.
-Revista de Política Exterior (Septiembre-Octubre 2015)

La guerra santa, y lo que estamos perdiendo

Mirar al mundo es cada vez más difícil.Cuando recuerdo algunos de los países que he visitado, veo que fue en momentos en que esos países estaban en, digamos horas buenas. Hoy es impensable el acercarse a sus fronteras.
Cuando visité Egipto con la intención de (como cualquier turista) aprender, descubrir, ver, sentir lo que para mí era la primera incursión en el mundo árabe.
Era a finales del siglo pasado, y hacía poco un grupo islamista, el Gamaa Islamiya, mató a 57 turistas y 10 egipcios en las escaleras del templo de Hatshepsut.
Había visitado las pirámides, disfrutado de El Cairo, desde Al Azahar al barrio copto, desde la ciudad de los muertos al museo egipcio. Me encantó pasear por sus calles, puede decirse, que como tantas veces, la vi con los pies, como hay que ver las ciudades.
Cierto que el tráfico era infernal, que subirse en un taxi era toda una aventura, no menor que cruzar la calle, que literalmente se respiraba mierda en la calle, pero me encantó, como me encantó pasar la tarde sentado en Khan-el Khalili, tomando té tras té, y rellenando el narguile cada media hora.
Era un gusto ver pasar a la gente, turistas, locales con sus chilabas, la gente de todos los días, una ciudad pacífica, tranquila, en la que pasear no era un problema, y si se hacía de noche, pues como en cualquier ciudad del mundo.
Fue una aventura divertida coger el tren hacia Alejandría, a soñar con su pasado Ptolomeico, e imaginar lo que debió ser el Faro, o la Biblioteca. Pasear por los viejos barrios recordarlas lecturas de Durrell, o de Kavafis, (que cuando uno se pone cultureta, tiene también lo suyo). Recuerdo que me llamó la atención que le pusieran el nombre de Ramsés a la estación de El Cairo, pero bueno, esto no tiene mayor importancia yendo a lo que voy.
A Luxor me llevó un convoy de autobuses turísticos escoltado por el ejército, y juro por Annubis que no me hizo ni pizca de gracia. Iba a coger uno de esos barquitos que bajan hasta Assuan, y uno, claro pensando en Agatha Christie, y esperando encontrar al malo dentro del barco, no en la carretera, de la mano de un grupo terrorista, pero era lo que había.
El grupo este de Gamaa Islamiya, tenía ya su historia, ya que se les relacionó con el asesinato de Anwar Sadat, de un intento contra Hosni Mubarak, de los atentados en el 93 contra el World Trade Center, en fin unos angelitos, que luego acabaron de la mano de los Hermanos Musulmanes, tan famosos en los episodios de la primavera árabe en Egipto.
Lo que me llamó la atención en aquel viaje, fue el convencimiento del guía que me llevaba de la mano de que los atentados del templo de Hatshepsut, fueron hechos por el sionismo, que como ya se sabe, los israelitas, son los enemigos acérrimos del pueblo egipcio, y perseguían hundir el turismo, que era una de sus grandes fuentes de riqueza.
El hombre me lo decía de corazón, estaba convencido, en su cabeza no entraba que los islamistas radicales fueran a atentar contra su propio pueblo. ¡Qué equivocado estaba!.
A mí me hubiera encantado visitar Tel-el-Amarna. Me hubiera gustado sentir la tierra del primer rey que quiso imponer el monoteísmo, y por qué no, imaginar que desde allí salieron los judíos encabezados por Moisés.
Pero me dijeron que era imposible, que este grupo tenía la zona tomada, y no se aceptaban extranjeros en la zona, así que mi gozo en un pozo.
Con estas salvedades, el país era agradable, la gente encantadora, y sobre todo se podía pasear y visitar.
He querido volver, y una vez tras otra se me desrecomendó de forma entusiasta el viaje, y hasta hoy. Entre el Islamismo yihadista, la caída de Mubarak, el fracaso de la primavera árabe, Egipto, creo, a lo que me dejan mis ojos, está acabado, y me temo que si vivían del turismo las cosas no les deben ir nada, pero que nada bien. Hace unos días, posiblemente por error, en los que no creo, el ejército ametralló a un grupo de turistas, y eso es la puntilla.
Recuerdo haber viajado otra vez por allí cerca. Llegué a Túnez el día que murió Burguiba, y casi me pilla en Monastir el entierro. Disfruté de aquella tierra, imaginé a Escipión peleando con los elefantes de Aníbal en Zama, y a su nieto el Escipión Emiliano sembrar de sal la vieja Cartago.
Recuerdo en Jerba la maravillosa sinagoga, o el circo de El Djem, o a los omeyas levantando la mezquita de Keirouan. Dormir en el desierto, pasear por la capital, entrar en sus mercados, comer magnífico pescado en el puerto, y tener la impresión, en aquel año 2000, que estaba en un país que en cualquier momento podía unirse al mundo moderno.
La boca abierta se me quedó al visitar el museo del Bardo, aún conservo un magnífico libro que me compré en la tienda. Un país con historias desde fenicios hasta franceses, pasando por otomanos, piratas de esos que te llevaban a Bizerta a ver si alguna orden eclesiástica pagaba tu rescate.
Será difícil que pueda volver a disfrutar de todo aquello. Demasiadas muertes han destrozado el país, a cambio de nada. Muertos en el Bardo, muertos en la playa, y las esperanzas de un pueblo destrozadas, sin remisión, por muchos años.
De Siria, ya hablé en su momento, Palmira destrozada, de Aleppo no quiero saber qué es lo que queda de su fortaleza, de su mercado. No sé si Cran de los Caballeros está en pié, y espero que el mercado de Damasco, y sobre todo su mezquita Omeya no haya sucumbido. Lo malo es que son parte de nuestra historia y no podré enseñárselo a mis nietos, tendrán que conformarse con los libros.
Me quedé casi con el billete en las manos para visitar Libia, con Gadaffi en el poder, y no pudo ser. Y no será, ya no hay país, no es que hubiera mucho, pero ahora nada, resto de tribus que más o menos tenía controladas el sátrapa. La primavera árabe, fue criminal en Libia, demasiado odio acumulado, demasiados intereses occidentales sobre las fuentes de energía, demasiadas locuras de Gadaffi.
Hoy, años después de aquellas aventuras, estamos pagando en Europa nuestra actitud cuando estos movimientos comenzaron. Al principio fue una sensación de alegría porque parecía que en esas tierras iban a jugar con nuestras cartas, que iban a ser casi democracias occidentales a la vuelta de unos meses.
Nos pasó como a mi guía egipcio, nos equivocamos, no supimos leer lo que significa una guerra santa, y me temo que no ha hecho más que empezar. Todos esos movimientos de posible modernización están ahora prácticamente abortados, están pagando con unan generación en estos países, y Europa no sabe qué hacer con los que llegan a sus costas, la invasión ha comenzado. El mundo occidental ha creado un problema terrible, y pagaremos por ello, si no lo estamos haciendo ya, la guerra continúa y se extiende.
Buenas noches, y buena suerte

Repetir la Historia, o los movimientos independentistas catalanes

Después de los acontecimientos de 1714 en Cataluña, en los que no se habló de independencia, ya que la historia fue la de un posicionamiento durante la guerra de sucesión a la corona española por parte de Cataluña, a favor del archiduque Carlos de Austria, se ha intentado demasiadas veces la manipulación de esos acontecimientos para arrimar el ascua a la sardina llorona del independentismo.
De hecho, Cataluña, no quería ni oír hablar de Borbones, porque aún andábamos escocidos del período en que se pusieron bajo el paraguas del rey de Francia entre 1641 y 1659. Ese error nos llevó a creer que apoyando al archiduque Carlos, nos libraríamos del riesgo de que Luis XIV, nos volviera a zurrar la badana.
Felipe había tragado con las constituciones catalanas, ya que las juró en 1702, pero claro, hicimos trampas, y permitimos un intento de desembarco austracista. Las consecuencias fueron la suspensión y conculcación de las constituciones como no podía ser de otra manera.
En esta bronca, las tesis austracistas se hicieron fuertes, y es lo que elegimos, luego, claro, las consecuencias han sido las que han sido, y el victimismo ya ha quedado anclado en el espíritu catalán hasta el final de los siglos.
Creímos que nos sacarían las castañas del fuego, así que había que ponerse en manos de los ingleses, y holandeses, dentro de la gran coalición de la guerra europea que apoyaba a Carlos, y esperar que la cosa saliera gratis.
Como siempre, y es algo que los catalanes nunca hemos entendido, si no tienes un ejército poderoso, (y eso es caro), te encuentras en una posición de peón sacrificable, que es lo que nos volvió a tocar en 1714.
.
Y es lo que pasó, los ingleses nos dejaron en la estacada, cuando se hicieron con Menorca y con Gibraltar, y el archiduque salió corriendo cuando a la muerte de José I fue nombrado Emperador. Además ya tenían la promesa de Luis XIV de que Felipe V no accedería al trono de Francia, con lo que se mantenía el equilibrio de poder entre las monarquías europeas.
La nobleza catalana, cuando vio que Felipe V iba a tomar Barcelona, salió por pies, y como siempre nos dejó, eso, a los pies de los caballos. Tuvo que ser un castellano, el general Villarroel el que defendiera la ciudad hasta el final, porque hasta el abogado Casanovas, cuando se hizo un poco de sangre en un dedo, salió corriendo de la ciudad, y se largó a su pueblo en el Baix Llobregat a ejercer la abogacía hasta su muerte en 1745.
Aquí pues de independencia, nada de nada, no se intentó. Fue una decisión de los austracistas o aguiluchos frente a los borbones, y el pueblo pagó de nuevo los platos rotos, con el agravante de que además se empezó en ese momento a manipular la historia, y hasta hoy.
Así que lo más estúpido que hicimos fue declarar la guerra a un rey que había jurado las constituciones catalanas. No hicimos más que seguir a Casanovas, el austracista que escogió mal, y nunca sabremos por qué.
A partir de ahí, algunos catalanes se consideran invadidos, y sometidos a una potencia extranjera, cuando nunca hemos pretendido otra cosa que eso, estar sometidos a otros. Nos pasó con Francia en 1642, y en 1714, nos poníamos en brazos de los Austrias, de los ingleses, de quien fuera, que siempre otros nos parecieron mejores….hasta que llegaban, claro.
Desde entonces, hemos tenido mal llamados intentos de independencia, que realmente no eran tales. Cuando en 1873, a poco de instaurarse la Primera República Española, como olía a federalista, desde Cataluña se intentó hablar al pobre presidente Figueras, del Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La cosa duró menos de una semana, y se arregló con unos cuantos telegramas, que no estaba la República para esos trotes, con las guerras Carlistas encima fastidiando aún más el complejo panorama que Amadeo I nos dejó.
Una vez proclamada la Segunda República, en 1931, Macía, que presidía el partido Estat Catalá, hizo también su proclama de la República Catalana como Estado integrado de la Federación Ibérica, que duró unos pocos días, y a la que renunció a cambio de la discusión en las Cortes de un estatuto de autonomía.
En su mensaje a los catalanes, confirma que Don Niceto Alcalá Zamora, presidente de la República Federal Española, está de acuerdo con los pactos de San Sebastián.
El mensaje que está fechado el catorce de abril de 1931, adolece desde luego, y como poco de precipitación, con lo que rápidamente las aguas volvieron a su cauce. Ahora bien, de independencia, nada de nada, no se intentó.
Maciá muere en 1933, y le sustituye un pobre hombre, Lluis Companys, que de ministro de marina que era del gobierno de España, pasó a President de la Generalitat desde 1934 a 1939.
En octubre de 1934, proclama el estado catalán de la república federal española…poca independencia de España en el manifiesto, que todos los catalanes deberíamos haber leído y comprendido su anclaje en el momento histórico en el que se publicó.
Poco duró el intento de saltarse la ley. El general Batet detuvo a Companys y a su gobierno y los encerró en el crucero Uruguay, hasta su traslado a Madrid para ser juzgado por el Tribunal de Garantías Constitucionales.
Fue enviado con una condena de treinta años, e inhabilitación al penal de Cádiz, pero la victoria del Frente Popular supuso su amnistía, y su reposición al frente de la Generalitat.
Tras la victoria franquista, que no fue contra Cataluña, que fue contra toda España, o al menos contra la mitad de cada una de ellas, se exilió a Francia, donde fue traicionado, entregado a Franco quien lo torturó y fusilo en 1940 en el Castillo de Montjuich.
Una vez concluido este repaso por las supuestas intentonas independentistas de mi tierra, quisiera hacer un paralelismo con los acontecimientos que estos días se están desarrollando, y que me gustaría tener en cuenta.
– Siempre que ha habido la intención de una forma u otra de levantar una bandera de independencia, los catalanes y Cataluña han pagado un precio altísimo en sangre, libertad y miseria, ya que siempre han fracasado. No quiero pensar el precio que se pagaría si en estos tiempos llegara a suceder.
– La nobleza y el capital nunca han apoyado estos movimientos, y quizás esa sea la razón de que nunca han triunfado ese tipo de iniciativas. Hoy las posturas no pueden estar más claras, nada ha cambiado.
– Los movimientos han sido siempre soportados por los campesinos y la pequeña nobleza, y la sensación hoy es que vuelven els segadors, aunque no sea Corpus.
– Al movimiento de Esquerra Republicana, no le apoyó nunca la CNT….la CUP está hoy diciendo lo mismo.
– Los impulsores de estos movimientos han muerto, menos Maciá) de forma violenta, y como consecuencia de sus proclamas, el Compte d’Urgell en prisión, Claris envenenado, y Companys fusilado tras juicio sumarísimo. Hace bien Más en preparar su posible exilio a Canadá de la mano de Grifols.
– Los apoyos externos han traicionado siempre estos movimientos, Francia, Inglaterra, Alemania, nunca estuvieron por ayudar la causa catalana. Nos invadieron, nos arrebataron territorios, y nos traicionaron de muchas formas, demasiadas. A Más, hoy se le está moviendo el suelo bajo los pies, cuando mira a la “Comunidad Internacional”.
He dicho muchas veces que no soy nada que acabe en ista, pero soy catalán, y parece que un grupo de mis vecinos, no ha leído la historia, o no se la ha aprendido, ya que están repitiendo unos errores de cuyas consecuencias se han escrito muchos libros, para defender unos derechos llamémosles “forales” que a la vista de la situación de hoy para sí quisieran aquellos que los pelearon con reyes y nobles hace varios siglos.
Solo deseo que no perdamos la libertad que con tanto esfuerzo se ha ganado, por una aventura sin sentido cuyo fin nos ha enseñado la historia demasiadas veces.
Buenas noches, y buena suerte

Los dolores de cabeza del Conde Duque de Olivares en Catalunya

Segundo intento fallido

Nunca la figura del Conde Duque de Olivares fue, para mí, algo digno de admiración. Es más, este político, creo que no tomó las decisiones adecuadas en una época realmente turbulenta, y fue un eslabón más en el declive del Imperio Español. Ahora, el tema catalán, le hizo pasar los peores momentos de su mandato, y políticamente acabó con él.

Pero como estos días estamos hablando del problema catalán, repasemos este segundo capítulo de las “greuges” (quejas) tanto de los catalanes, como de la Corona Española durante el período que corresponde a la guerra de los treinta años, las consecuencias de la iniciativa del Conde Duque referida a la Unión de Armas, la revuelta “dels segadors”, durante el Corpus de Sangre, y los beneficios que de la tal disputa obtuvieron los franceses.

Las quejas de Olivares sobre la actitud de Cataluña, son cuanto menos divertidas al verlas con los ojos de hoy, ya que se no acepta que los catalanes quisieran la defensa del ejército, pero no contribuir a los gastos, y preferían la presencia del ejército francés al de las tropas de su rey, que de alguna forma estaban para defender el territorio para la Corona.

Por otra parte las exigencias de la Corona, envuelta en la guerra de los treinta años, era considerada excesiva no sólo en Cataluña, sino en Castilla. Pero eran los tiempos que corrían, en España y en muchos de los reinos de Europa. Los reinos luchaban por territorios, con soldados que costaban dinero y eran incómodos para las comunidades en las que se asentaban, o peor aún guerreaban. Concretamente en Francia el problema con las tropas de Luis XIII eran similares.

Las decisiones que afectaban a los temas de la levas, de los pagos de los ejércitos, estaban en principio adscritas a las cortes que se celebraban muy de tarde en tarde, es decir podían pasar años entre dos reuniones. El resto, si había urgencias, se intentaba resolver con los fueros en la mano, y las interpretaciones siempre contaban con intereses gremiales o personales de los dirigentes del momento.

De hecho las últimas Cortes fueron en 1626, donde Felipe IV juró los Fueros, y la de 1632, que de alguna manera cerró en falso.

Los fueros vigentes eran obstáculos que Olivares debía soslayar, y no era fácil. Saqueos, como el de Palafrugell por parte de los tercios acampados en la zona, posiblemente por falta de pago de salarios por parte del gobierno, o la no alimentación adecuada de las tropas por parte de los payeses añadieron descontento entre la población campesina.

Era una obligación de los payeses el facilitar mesa, mantel, agua, cama, sal y vinagre, no solo en Cataluña, sino en la mayoría de los países de Europa, aunque había muchas quejas por esa práctica.

No voy a entrar en detalles que se pueden encontrar en La Historia de Catalunya de Salvat (1978), Resistència de Catalunya i decadència castellana: la guerra de separació, “Eva Serra”o en “El Conde Duque de Olivares” de J.H.Elliot, editorial Crítica 1990, ya que mi intención es marcar algunos puntos de aquellos años, entre 1640 y 1652, en los que por la nefasta actitud de unos y otros tanto Cataluña como el resto de España perdieron poder, territorios y vidas humanas, de forma innecesaria.

El Corpus de Sangre, muy posiblemente soportado por Pau Claris, conseller en cap, o presidente de la Generalitat, concluyó con la muerte de unas 20 personas y el asesinato del virrey, el conde de Santa Coloma, apuñalado en la playa, quien representaba los intereses de la Corona y a la alta nobleza catalana.

Hay que resaltar que fue la pequeña burguesía, y la pequeña nobleza, junto con los campesinos, quienes soportaron el levantamiento de Corpus de Sangre en junio de 1640, y que siempre estuvo el Clero y la Nobleza en contra de la revolución, como ahora, vaya, trasponiendo las estructuras del siglo XVII a las del XXI.

Fue la Nobleza quien a los tres días maniobró para que la revuelta terminara, haciendo correr la noticia de que los tercios estaban llegando a Barcelona, y que lo mejor era volver a casa.

La nefasta gestión de Olivares, al no prestar la debida atención a los acontecimientos en Barcelona, acabaron animando a Pau Claris a declarar la República Catalana en 1641, bajo la protección de la Corona Francesa. Es decir, no se proclamó la Independencia, se cambió de Felipe IV a Luis XIII. De hecho había un reconocimiento implícito de la no viabilidad de Cataluña como nación independiente.

De lo que se trataba era de evitar levas, de no pagar ejércitos en el territorio catalán, y de mantener la integridad del territorio. ¡A Richelieu con esas!.

La ocasión que vieron los franceses fue única. Y en Cataluña apareció el ejército francés, con las mismas exigencias e inconvenientes que los tercios de Felipe IV llevaban aparejadas, lo que hizo enormemente difíciles las relaciones con Francia, ya que bien pronto los catalanes empezaron con sus quejas de incumplimiento.

Como consecuencia, se envió un ejército de 20.000 hombres, que desde el sur tomaron Cambrils, y desde allí hasta Martorell en paseo triunfal. Francia se desinteresó pronto de su batalla catalana, pero mantuvo el tratado por el que recibía a la autodenominada República Catalana bajo el vasallaje de Luis XIII, y posteriormente Luis XIV, hasta 1657 con la firma de la paz de los Pirineos.

Richelieu,Luis XIII y Luis XIV, fueron los verdaderos beneficiados de las disputas, en muchos momentos sangrientas dentro de España, entre el Conde Duque, el obispo de Urgell, Pau Claris.

Las consecuencias de la acción de este obispo de Urgell, Pau Claris, fueron tremendas. Él mismo murió en 1641, muy posiblemente envenenado. El Conde Duque de Olivares, perdió su posición de valido de Felipe IV en 1643, y aunque no fuera consecuencia, Richelieu muere en 1642.

La crisis política entre Cataluña y la Corona Española, desembocó en una revolución social, que yo calificaría de menor, junto con un alzamiento moderado, ya que la Nobleza nunca lo apoyó, y no había una fuerza militar propia en Cataluña que pudiera soportarlo. Fue una bronca de los pequeños burgueses, mal enfrentada y peor solucionada por falta de visón global.

Sin embargo consiguieron que Cataluña fuera el campo de batalla de una guerra internacional entre la corona francesa y española, con el balance de una ruina económica, con destrucción de cosechas y de la pequeña marina mercante. La producción industrial desapareció por la llegada de manufactureros franceses, las haciendas tanto de la Generalitat como de los municipios estaban exhaustas, ya que tuvieron que pagar a los ejércitos.

Los payeses empobrecidos, por la obligación de sostener el alojamiento de las tropas, junto con los pillajes de los soldados, por si fuera poco, hubo que añadir una hambruna los últimos años de la guerra, y una epidemia de peste en Barcelona, aunque la nobleza dejó la ciudad a tiempo.

Se produjo una anarquía financiera, tanto por la corrupción de los mariscales franceses, como por la acuñación de moneda en los municipios, sin control de la Generalitat. Tampoco ayudó la fuga de capitales de la nobleza y de las clases pudientes, que se exiliaron, ya que siempre estuvieron en contra de la ruptura con Felipe IV.

Por último Cataluña quedó mutilada, ya que por la paz de los Pirineos, la Cerdanya y el Roselló pasaron a manos francesas, y hasta hoy.

En fin, el segundo intento fue un fracaso monumental, en el que ninguno de los objetivos que al parecer tuvo Pau Claris se cumplieron, y que Cataluña pagó a un precio altísimo por la intentona, así como el resto de España, los paralelismos con la que se está cociendo ahora existen, desde luego.

Claramente no se aprendió la lección del Compte d’Urgell, cuando el Compromiso de Caspe, y la cosa acabó de la misma forma, con una guerra, y con la muerte de malas formas de los incitadores.

Buenas noches, y buena suerte

El Compromiso de Caspe, intento fallido

 

 

Se trató allá por 1412 de elegir un rey a la muerte de Martín I de Aragón en 1410 sin descendencia. Se reunieron representantes del Reino de Valencia, del Reino de Aragón, y del Principado de Cataluña.

No voy a entrar en los detalles del tal Compromiso, que fue arduo, complejo, en el que se probaron los poderes de los reinos de Aragón, de Valencia y del Principado de Cataluña, así como los de las casas reales circundantes, Anjou, Castilla, y sobre todo de la Iglesia en un momento de extrema tensión por el cisma que daría origen a la existencia de tres Papas, entre ellos Benedicto XIII, que se mantuvo en esas, allá en su torre de Peñíscola.

En aquel tiempo, el reino de Aragón, llegaba hasta los límites meridionales de lo que hoy se conoce como País Valenciá, amén de las tierras del sur de Italia, es decir, Nápoles, Calabria, Cerdeña y Sicilia junto con las islas Baleares.

Hago estos apuntes para mencionar que tras muchas tensiones, asesinatos como el del obispo de Zaragoza García Fernandez de Heredia, por orden del Comte Jaume II d’ Urgell, de batallas como la de Murviedro, o la invasión por Maella de Valencia, el acuerdo final satisfizo a todas las partes, tal y como aparece en el acta notarial en la que se manifiesta la decisión unánime, y así se llevó a cabo su ejecución.

Los tres principales candidatos, de los seis iniciales, que finalmente se sometieron al dictamen, fueron Fernando I Trastámara, Jaume II compte d’Urgell, y Lluis de Calabria. Tras reuniones previas en Tortosa, Vinaroz y Alcañiz, los compromisarios, entre los que había juristas, representantes de la Iglesia y representantes de las diputaciones o generalidades, decidieron por siete votos y medio, a uno y medio, elegir al representante de raíces castellanas Ferrán de Antequera, en detrimento de los otros dos, aunque como he dicho en el acta notarial apareció la decisión como unánime.

Los soportes del comte d’Urgell venían del lado de Benedicto XIII el Papa Luna, miembro de una de las familias más influyentes del reino (en este punto, recomiendo visitar el castillo de Loarre en Huesca, fortaleza que perteneció a esta familia), asimismo las tierras del Somontano, del Reino de Aragón y las tierras del Pirineo, fueron partidarias de dicha candidatura.

Al Trastámara, fueron los nobles y las tierras más meridionales del reino, quienes le dieron su apoyo, y al duque de Calabria, le venía de parte del Papa de Avignon, y de las tierras que aportaría a la corona, entre las que se encontraban la Provenza y el Rosellón.

Al final, como sabéis, fue el Trastámara quien consiguió la nominación, con siete votos a favor, que dos de los compromisarios catalanes se lo negaron, dando un voto y medio al de Urgell, y medio voto al duque de Gandía.

Es de resaltar que se impuso al final el criterio que más convenía al Reino, y era el de las garantías y experiencia que el Trastámara aportaba en el terreno militar y económico, lo que aseguraría el comercio, tan importante para la Corona, en el Mediterráneo.

La aceptación, y lo que es más importante, la satisfacción por la elección fue manifestada por todos los compromisarios, y quizás la intervención de Vicente Ferrer, confesor de Benedicto XIII, fuera decisiva, junto al hecho de que votase el primero, y a favor del Trastámara.

Posiblemente la razón de que no se impusiera el conde d’Urgell, fue por la oposición de la nobleza aragonesa, de una parte importante de la nobleza y de la burguesía catalana, que vieron una aventura poco fiable el poner en manos del conde catalán los destinos del Reino, en contra de la pequeña nobleza, y de barones como los Moncada, o el vizconde de Rodas.

Para mí, el Compromiso de Caspe, fue el inicio de lo que luego ha dado en ser a través de los siglos, el tema catalán, que analizando sus múltiples capítulos es una de las cosas más entretenidas de la historia de España, se mire por donde se mire.

Jaume II compte d’Urgell en su intento de acceder a la corona del Reino de Aragón, fue el primero que soñó con iniciar una dinastía regia catalana, y que acabó de forma innoble, ya que nunca reconoció al rey Ferran I, y tras ser derrotado y preso, murió en la cárcel de Xátiva en 1433, donde está actualmente su sarcófago con una inscripción ignominiosa, en la que se indica su fracaso de acceder a la corona del Reino de Aragón.

Como estamos en plena campaña de elecciones en Cataluña, dedicaré los próximos comentarios a los diversos intentos de acciones similares a ésta, que se ha ido sucediendo a través de estos más de seis siglos, y buscaré similitudes con la situación actual, que creo hay muchas.

El fracaso del Comte d’Urgell, se debió a varios factores que seguro nos son familiares seis siglos después.

El primero fue el desafuero que cometió al ir a Zaragoza con gente armada, y estar detrás de la muerte del obispo García Fernández de Heredia, que apoyaba a Lluis de Calabria. La ley no puede saltársela nadie por muy poderoso que se crea, ya que de una u otra forma, acaba pasando factura.

El segundo factor, muy importante, fue la calidad de quienes le apoyaban en Cataluña, y que era la pequeña nobleza básicamente, ya que ni la burguesía, ni la nobleza con mayúsculas, veían en él y en su idea una solución que les permitiera un futuro en el que el comercio, y consecuentemente la riqueza fluyera como hasta entonces. (Siempre con sus más y sus menos, claro).

Por hoy dejaremos claro, que estos dos factores están presentes en los postulados de los grupos que quieren montar una dinastía catalana, en pleno siglo XXI.

Partimos de constantes desafueros, y se manifiesta públicamente que las leyes que no les gustan, simplemente no las cumplen, cuando lo que es de ley, es intentar cambiarlas. Esto conlleva un riesgo de futuro terrorífico, no es ni más ni menos que la actitud de cualquier generalote africano, como el de Burkina Faso en el día de hoy por ejemplo. Un precedente tremendo.

El segundo factor se refiere a los apoyos de ese intento, y que no son otros que los de la gente de los pueblos, que es el equivalente de la pequeña nobleza de hace seis siglos. El gran capital, hoy ve con terror esta intentona, ya que las incertidumbres que acarrea, van directamente contra su poder que hoy es económico.

Por último el compte d’Urgell, intentó iniciar una aventura a título personal, y el actual president, él sabrá, pero da la sensación de que sigue un camino parecido.

Seguiremos buscando.

Las lecturas que he realizado sobre el Compromiso, son básicamente los del historiador catalán Jaume Sobrequés, y de Ramón Menéndez Pidal.

 

 

Buenas noches, y buena suerte

 

 

 

 

 

Libertad para la actividad económica

Los jubilatas lo tenemos de maravilla cuando vamos de compras.

A no ser que la tienda sea una de esas del Paseo de Gracia de Barcelona, cuando ha llegado un crucero de los de ricos, que los de 400€ todo incluido no cuentan, que esas están a tope de chinos a las once de la mañana.

Y me refiero a que si vas a media mañana te atienden de maravilla, casi al grito de ¡un cliente!. Las tiendas vacías, los empleados algunos limpiando, otros haciendo arqueo de caja, eso sí, por lo general, guardando las composturas por aquello de que nunca sabes si hay cámaras grabando, o el encargado está mirando desde la trastienda.

Yo, encantado, de verdad encantado, miro, pregunto, puedo comparar los precios, darle la vuelta a la tela para ver si de verdad es lana de Béjar….esas cosas, vamos, que hasta si no está mi colonia en el estante, siempre hay alguien, que amablemente consulta las existencias en el ordenador, y si hay que bajar al almacén, pues se baja, que se trata ni más ni menos que del cliente de las 11.45. Un lujo, repito.

Pero claro, hablo con los de la generación que me heredará en algún momento, y esos van de cabeza, es decir, no van de compras, no van de tiendas, al menos con la tranquilidad y la parsimonia que puedo permitirme yo. Bastante tienen con sacar tiempo para la compra de víveres y cuatro calcetines de esos del super, que siempre parecen más baratos, que cuando podrían ir a gastarse las perras, están cerradas las tiendas.

En la ciudad en la que vivo, Madrid, la cosa no es tan dramática, aquí hay cierto nivel de libertad a la hora de establecer los horarios de los comercios, y eso está bien, pero en mi pueblo, en mi amada Barcelona, el triunfo del “botiguer”, chapado a la antigua, y con mentalidad de funcionario, es clamoroso.

Tengo que reconocer que la intervención del Estado en los horarios de las actividades privadas siempre me ha parecido un disparate, sobre todo si con esas regulaciones se perjudican a los más y se favorecen a grupos que pueden representar, digamos, el incremento de votantes para tal o cual partido político. Desde luego no me imagino al gobierno diciéndole a la fábrica de tornillos o a la firma de abogados, que lo mismo me da, cuando tienen que abrir la fábrica o el despacho, o cuando tienen que cerrar.

Ya sabrán los responsables de esos negocios, como tienen que organizar su producción, su tiempo, ya que consecuentemente, los resultados del negocio estarán directamente relacionados con el tipo de decisiones que se tomen.

Pero a los “botiguers” les dicen que hay que abrir a tal hora, y cerrar a cual, que todos igualitos, y que al que se salga del tiesto, estacazo. De hecho, lo que se pretende es evitar una competencia de grupos más fuertes, que el “botiguer” quiere también tener tiempo para su familia, que sin patatín, que si patatán, que si el domingo es para ir a misa, que poner un dependiente más cuesta una pasta, vaya, toda una serie de argumentos que desde luego chocan frontalmente con lo más básico de la actividad económica, desde mi humilde punto de vista profano.

De hecho, lo que se hace es decirle a los clientes, de alguna forma, que solo importa que vayan a dejar la pasta a su mercería, que la única comodidad que importa es la del “botiguer”, no la tuya, que eres el que paga.

Me imagino diciendo a mis amigos que trabajan en hospitales que se atiende de diez a dos, y de cuatro a siete. Que los domingos hay que ir a misa, que por favor no se me pongan malos, ni se me caigan por las escaleras, y todo el mundo a casa, incluidos los enfermos, claro.

Perdón por las exageraciones, pero no quiero ser moderado en este tema que en el mundo global en que vivimos no deja de ser un enorme anacronismo, según lo veo. Tener abierto cuando tus clientes están trabajando me parece cuanto menos poco inteligente, y tener cerrado cuando tus clientes están en la calle tampoco lo haría yo, si el negocio fuera mío.

En definitiva, lo que están diciendo, es que no saben competir, que no han sabido encontrar los nichos que el mercado les deja para que puedan desarrollar, y lo fácil es recurrir a la intervención gubernamental, como si esto fuera una república de la vieja órbita soviética. Como si en cualquier otro sector no hubiera multinacionales, grupos grandes, medianos y pequeños.

Claro, ahora va y les meten el gol por entre las piernas, con eso de internet ya hay segmentos del mercado que han derivado a ese canal que abre las veinticuatro horas del día, y ahí no llega el conceller ni el regidor de turno a legislar a favor de corriente.

Creo que esta situación es mala, para la ciudad, para los ciudadanos, para los mismos “botiguers”, para el empleo, y en general para todo el mundo incluidos los políticos que creen que así tiene unos pocos votos más.

Lo que se ha conseguido, es hurtarle al sector la posibilidad de reestructurarse de forma libre y competitiva, permitiéndole buscar nichos en el mercado que permitan el servicio que pretenden dar, a cambio de la rentabilidad necesaria para la supervivencia de las iniciativas que los miembros más imaginativos del sector puedan poner en marcha.

Si hay algo en lo que he creído siempre es en la creatividad de las personas de mi ciudad de origen, de su facilidad para encontrar soluciones imaginativas a los retos que los cambios en los entornos de negocios se van abriendo, y en esta historia creo que han perdido una oportunidad muy buena, y que además espero no acabe siendo el fin del sector.

Confío que en algún momento alguien abra los ojos, y vea los beneficios que tiene la evolución, y la adaptación a las condiciones cambiantes de los entornos. Que los manguitos y las viseras fueron magníficos avances en su momento, pero hoy están obsoletos.

Buenas noches, y buena suerte

 

 

¡Ay Carmena, Carmena!

 

Pasaron los cien días, y ya no te quieren….pero¿ qué ha pasado, mujer?. Vamos que me digan las encuestas que hoy entre los peperos y L’Albert, te dejaban en la estacada, devolviéndote a tu emérito sillón de magistrada, sin posibilidades de desarrollar tu programa y tus ideas. ¡Un sindios, eso es lo que es, un sindios! ¡Ay Carmena!.

Claro que nos prometes no sé cuántas cosas, que si los desahucios, que si lo de Chamartín, que si dejar la casa bien barrida, que si nada de corruptelas.

Que si Carmena, que sí, que por tres concejales, ya no te quieren, que si hoy votásemos los vecinos de la Villa y Corte, te botábamos, vamos, que a casa.

Y es que Carmena, la ciudad sigue como siempre, guarrindonga, que no nos hemos enterado si has sacado la escoba con esas cooperativas obreras que nos decías, que lo mismo lo has hecho, pero es que, corazón, no se nota. El barrio de Salamanca, como siempre, monísimo, pero San Blas hecho un asco, y la Fortuna o Entrevías lo mismo, que no se ha notado. Y claro los tuyos se sienten como los griegos después del fiasco Syriza, vamos, un quiero y no puedo, que les ha cortado usted el orgasmo, vaya.

Y es que el pueblo es muy rencoroso, que les ha dejado usted con los pisos a medio desahuciar, que se nos va de vacaciones con la jet, y eso no queda bien Doña Carmena, aunque sea un chalet a pachas, no queda bien. Le salen a usted unas maneras de la derechona que parece usted de zona nacional de toda la vida, perdiéndose las fiestas de La Paloma, por mor de un veraneo en Sotogrande.

¡Con lo bien que debe usted dar de chulapona, emérita eso sí, pero chulapona!.

Y es que me los tiene usted cabreados por todos los lados, que hasta en China hablan de usted, muchacha. ¡El disgusto que le ha dado usted a nuestro chinito inversor con eso del edificio España, después de que los Botines le apretaran doscientos kilos!.

Sacudir un poco a los chinos me parece hasta bien, ¿qué quiere que le diga?, ellos hubieran hecho lo mismo si hubieran podido, pero vamos a ver ahora qué pasa con la Plaza de España.

Por un lado, que no toques la fachada, por otro que la tiro y te la hago igual, y el edifico vacío, y cayéndose a trozos. Claro que los comerciantes de la zona, incluyendo El Corte Inglés frotándose las patitas, que solo les falta más competencia en el centro, que con eso de la crisis ya no da la cosa para más descuentos.

Pero en eso de cabrear a la peña, se va a llevar usted el Guiness de la cosa. No vea cómo están los militarotes, que como se ha puesto usted estupenda con eso de la plaza de España, el chino ha dicho que lo de comprarles los cuarteles para hacer pisitos que va a quedar para otra reencarnación. Claro, está el Morenés de los nervios, porque sin la venta no cuadra el presupuesto de defensa ni de broma, y las elecciones en diciembre. A ver como se lo explica el Marianico al avezado e informado pueblo español.

Hay más Carmena de mis entretelas, hay más. Yo sé que es cosa del Patrimonio Nacional, lo sé, pero vamos que se nos vengan abajo los árboles del Botánico porque sopla un poquito el Guadarrama es tremendo, menos mal que los del Retiro aguantan, que si no.

Y eso no es todo, que se ha puesto a los botiguers en contra, que les revisa usted al alza el impuesto de bienes inmuebles, que no les dan los márgenes Carmena mía, que les va a hacer cerrar la tienda. Seguro que lo hace para que suba el paro y el Marianico no gane en diciembre, pero seguro que hay otras formas, mujer, seguro que hay otras formas.

Claro, el común de los votantes que ven que su pisito de toda la vida les vale un cuarenta por ciento menos, andan también con su cabreo, que no les bajó usted el IBI en esa proporción, que congelarlo solo no vale. Es el rollo de la devaluación interna, que hay que aplicarlo también a los impuestos, que todos moros o todos cristianos.

Por lo menos consiguió usted mandar a casa al Señor Alvarez del Manzano, lo pasó usted a emérito a los setenta y ocho años. Dos méritos, el suyo por echarlo, y el de él por aguantar más que el rey.

En fin señora mía, que tanto hablar del famoso nepotismo, y me promociona usted a al papá de la portavoz. No es que esté mal, usted sabrá, pero cuando uno entra cogiéndosela con papel de fumar, no puede luego usarse ese papel para liar un canuto. No vale.

Claro me la han puesto verde. ¡Ay Carmena!, que ni con su diazibao lo arregla, y se le echa la peña encima, porque además ha conseguido usted más retrasos en el metro este verano, que la RENFE en los cincuenta.

Dicen que los empleados andaban también por Sotogrande, que está baratito esta temporada, y que el metro lo llevaban los seguratas de esa empresa canariona tan versátil. Sé que es bueno ahorrar, y en esto lo ha hecho usted muy bien, ha ahorrado en número de trenes, que no en pasta. Pero no se puede tener todo.

Al final, ¿qué quiere que le diga?, se nos ha descolgado usted como otra política más, con la boca llena de promesas y las manos vacías de realidades positivas para todos nosotros, sus vecinos.

Una gestión de cien días de incompetencia, y de vacuidad, como todos, ni más ni menos, como todos. Como mucho un gesto, pero nada más, con los errores, las medias verdades, y la incapacidad por bandera.

Solo espero que ese bienvenido que cuelga en Cibeles, no sea otro brindis al sol para la foto, que ya la tiene, que hay dramas humanos detrás de todos y cada uno de los refugiados.

De todas formas, pensaré que, como todo el poder que se deja libre por estos pagos es un poder residual y miserable, le han cortado a usted las alas, seguramente creía usted en su inocencia que tocaba pelo. Pero no, ya lo sabe, seguro, el verdadero poder es muy fuerte y una ex magistrada es muy poca cosa para tanta tela.

Quizás solo le quede decir aquello del “No me han dejado”, y dar nombres y apellidos. No creo que sepa hacerlo, así que esperaremos a las próximas elecciones y al próximo político clónico que la sustituya, o no.

Buenas noches y buena suerte

 

 

Palmira y el poder del Imperio

 

En esas cosas del caralibro, ha aparecido en mi pantalla un comentario del historiador y escritor aragonés Don José Luis Corral, hablando de las destrucciones en Palmira llevadas a cabo por el autodenominado Estado Islámico en ese recinto arqueológico.

Hace referencia el escritor a una obra suya, La prisionera de Roma, que leí en su momento, y que recomiendo leer a todo aquel que quiera conocer aquella parte de la historia del mundo antiguo. La importancia que tuvo la iniciativa de la reina Zenobia, las intrigas a las que debió hacer frente en su momento, su enfrentamiento con el poder de Roma que creyó lejano y poco interesado en las expectativas de una pequeña parte de una provincia de Roma, que vivía del paso de las caravanas, que desde Oriente buscaban los puertos mediterráneos o la Anatolia para llegar al corazón del Imperio.

Comenta Don José luis, que estuvo por aquellas tierras allá por el 2007, y ¡vaya!, también aquel año, en octubre anduve por allí, que no tengo derecho ni intención de olvidar, porque parece que ya no existen.

Hay en el comentario del Señor Corral, una evocación al derrocamiento de Allende a bombazo limpio sobre el Palacio de la Moneda, por parte de los yanquis, usando a su esbirro local Augusto Pinochet, y la verdad es que a mí no se me vino lo mismo a la cabeza, cosa por otra parte normal, que no tengo yo la categoría intelectual de Don José Luis, y no se me espera por esos pagos, suscribiendo, obviamente, todo lo que magistralmente expone.

Lo primero que he hecho, ha sido desempolvar mi bitácora veneciana y recuperar las impresiones que de aquel viaje que no estaba diseñado en la clave del drama que se está viviendo hoy, sino que de lo que se trataba era de descubrir varias cosas.

Una era la influencia que el Imperio Romano tuvo en la zona, las actuales Siria y Jordania.

Los restos de las ciudades refugio de las caravanas comerciales, Palmira y Petra, como claves de aquel mundo.

La grandeza del Imperio Omeya, al que tanto debe la cultura hispano árabe.

Luego ver lo que significaron las Cruzadas y las huellas que allí quedaron.

Y por último casi con el libro en la mano, llegar a Acqaba como un Lawrence cualquiera, buscando los pilares de la sabiduría.

Nada que ver por tanto con los acontecimientos que hoy se están dando en la zona y que nos tienen encogido el corazón a todos.

Pero vamos a lo que ha llevado a sentarme delante del teclado, y es lo que me ha evocado el tema de la destrucción de los restos que de Palmira aún se levantaban en medio del desierto, camino del Eufrates.

La, al parecer bellísima Zenobia, se la lió parda al Imperio Romano, más por la amenaza, que por la realidad de los hechos. No gobernó más allá de cinco o seis años, pero extendió sus dominios hasta Egipto por el sur y hasta la mitad de la Anatolia por el norte. Hacia el este cruzó hasta algo más allá de Bagdad, sin entrar en muchas precisiones.

De hecho, lo que hizo, fue repetir un poco parte de la hazaña de Alejandro, al someter poblados con un ejército entrenado, con el fin de garantizar el control sobre las vías del comercio que las caravanas utilizaban desde tiempos inmemoriales.

La reacción del Imperio Romano, fue eliminar lo que consideraron en algún momento una amenaza. Fallaron en un primer intento, lo que les costó alguna que otra legión, pero finalmente los ejércitos de Aureliano, derrotaron a las tropas de Zenobia en la actual Homs, la apresaron intentando cruzar el Eufrates, y la llevaron prisionera a Roma para exhibirla como siempre hizo el Imperio con los derrotados por sus cónsules.

No sé si luego la decapitaron y la despeñaron desde la roca Tarpeya, o le pusieron una villa en el Tívoli, que queda mucho mejor para final de novela rosa, pero eso es irrelevante ahora.

Palmira fue destruida por el Imperio Romano, muerto el perro se acabó la rabia. El tiempo se encargó del resto, algunas de sus piedras se usaron en la construcción de los poblados surgidos en sus alrededores, aunque quedaron las tumbas sin ser demasiado profanadas, y que por cierto me maravillaron,

Los templos aún aguantaban,  unas filas de columnas siguiendo el cardo y el decumenum de la ciudad y un anfiteatro casi en uso.

Con todo la visión desde las colinas que dominaban la ciudad, al atardecer dejaron en mi retina una imagen inolvidable.

La historia está llena de la destrucción de los asentamientos que perdieron su guerra contra aquel que en su momento fue el más poderoso, y las guerras muchas veces se emprenden por el simple hecho de que alguien se siente amenazado.

Kissinger, creyó amenazado su poder en Sudamérica con la llegada de Allende al poder, y lo destruyó, no por Allende, sino por lo que podría significar un posible efecto dominó en la zona. No sembró de sal Santiago pero llenó el país de Jaras muertas.

Cartago fue sembrada de sal, y como Cartago, cientos, miles de ciudades, civilizaciones siguieron la misma suerte por los invasores, o por los que se sintieron de alguna forma amenazados. Es la historia de la humanidad.

La guerra en Siria, como ya está claro, es la continuación de las disputas armadas que desde la muerte del Profeta, se vienen sucediendo en el Islam. Lo Omeyas/hashemitas de Damasco, que salieron por piernas hacia Occidente cuando los abbasies le dieron cera, los sunníes, los chiíes. Todos contra todos, están en sus guerras de religión, como las que tuvimos en Europa hace seiscientos años. Lo mismo, con la misma brutalidad. Y si hay que arrasar una ciudad, una cultura, se arrasa, que para eso somos seres humanos. ¡Faltaría más!.

Se me ha escapado, ya salió Más. Y es lo que se me vino a la cabeza, no como al Señor Corral, que se le vino Allende.

El Señor Más, me temo que se está empezando a perfilar como una amenaza para muchos, y me temo también, que a base de falsear la historia en su beneficio, se le están olvidando algunos capítulos fundamentales de la historia de la Humanidad que acabaron las más de las veces de una forma nada saludable para sus impulsores.

Si la patraña que ha puesto en marcha en el noreste de España, sigue hacia adelante, pueden tomar alas ideas parecidas en Córcega, en los Países Bajos, en Escocia, en Lombardía, en Groenlandia….por lo menos. Lo de Kosovo, puede ser un ejemplo del aislamiento que pudiera tocar, pero hay demasiada pasta en juego comparada con esa pseudo república balcánica, para que se permita.

Ya hay poderes que están empezando a advertir en foros públicos, que no ven con buenos ojos el tal movimiento, que por otra parte se está llevando hacia delante de forma tramposa y torticera. Se ha advertido desde Alemania, desde el Reino Unido, con todas las letras, y esperemos que los yanquis se estén quietos, pero me consta que tienen un ojo puesto en el “process”, haciendo cálculos de lo que una tal amenaza puede costarles.

Los mercados financieros ya se están haciendo eco de que hay una amenaza, y que los doscientos y pico mil millones de euros que debe Cataluña a unos y a otros, pueden peligrar en un escenario independentista.

No creo que se arrase Barcelona, sembrando después con sal la Meridiana o el Fossar de las Moreras, no lo creo, pero hay muchas formas de arrasar hoy una tierra, sobre todo si ha de servir de ejemplo para que este tipo de conductas no se repita en otras latitudes.

El eco internacional que está despertando este movimiento de segadors del siglo XXI, es más que eco, sordina. Por el momento, no han llegado demasiado lejos, ya veremos, pero no hay cosa que más le apetezca a la comunidad internacional, que la aparición de conflictos que puedan derivar en armados en cualquier momento, así que por Dios no demos excusas.

No olvide el Señor Más, que la reina Zenobia perdió su imperio por enfrentarse a Roma, que Allende murió, y con él el sueño socialista de Chile, que desapareció. Que la historia nos ha dejado claro que las amenazas al Imperio, no se aceptan, te borran de un plumazo, que pierdes hasta la camisa, muchacho. Y ahora se están haciendo los cálculos de lo que el “process” significa para las arcas de los poderosos.

¡Ah!, y que no se me olvide, el Imperio, el poder, y los poderosos, no viven en la Castellana. El Señor Kissinger, sigue vivo.

Buenas noches, y buena suerte

Yo también quiero una subvención.

 

 

Esas cosas que se hacen con mis impuestos, y que dan en llamarse subvenciones reconozco que me reconcomen, y como la envidia es el pecado nacional, me apunto a envidiar a todos aquellos que en un momento determinado les ha tocado una subvención.

Como bien he dicho, nunca me he beneficiado de ese aparentemente dinero donado, alegremente desde mi punto de vista, por los gobiernos, para favorecer ciertas actividades económicas, escogidas con aparente aleatoriedad, ya que si no, me hubiera tocado alguna, digo yo, porque bueno he sido un rato.

En mi ya larga vida, he visto subvenciones de todo tipo, a todos los gremios, a todas, bueno a casi todas las actividades económicas, ya he dicho que en las que yo he participado, nunca, nunca han disfrutado de ninguna. ¡que cosas!.

A mí siempre me ha parecido que eso de subvencionar, en los casos en que no haya ninguna otra intención torticera, ha sido un comportamiento contrario a los principios que rigen la ecología. Al fin y al cabo se trata de que sobrevivan actividades que sin esa ayuda desaparecerían sin remisión, o al menos eso es lo que creen aquellos que las conceden. Mal asunto. Cuando las cosas o los seres vivos tienen que desaparecer, lo correcto es que lo hagan con elegancia, a ser posible con una cierta discreción.

Lo contrario es eternizar la agonía, y eso está feo, muy feo.

Vamos a por algunos ejemplos. Los sindicatos, como una pequeña muestra. Modelo de entes subvencionados donde los haya, que si tuvieran que sobrevivir de las cuotas de sus afiliados únicamente, habrían tenido que trabajar en serio, defender a sus clientes con uñas y dientes, y pensando en ellos, solo en ellos, y no en todas las mamandurrias en que unos desalmados dicen que andan metidos, infundios, seguro.

Lo claro es que clientes de verdad tienen pocos, y los pocos que tienen parece que es por pillar parte de las subvenciones, que les llegan en forma de liberación laboral, es decir, cobrar sin dar un palo al agua. A lo mejor, si les quitábamos las subvenciones, se ponían las pilas y curraban como locos honrados y se hacían imprescindibles a las clases trabajadoras, que es de lo que se trata.

Vayamos a por otra, ¿los partidos políticos? . Imaginemos por un momento que pudiéramos votar al diputado o al concejal que nos representase e vez de una de esas listas llenas de oscuridades. Imaginemos que yo que confío en esas personas que van a trabajar para mí. Imaginemos que hay una norma, una ley, que marca las cuotas que el ciudadano debe pagar a su representante político, y que no fuera obligatoria…..¡Cómo iban a esforzarse por nosotros, y así ganarse la elección!….o desaparecerían por inútiles, que es el sentimiento de algunas pocas, cierto, personas que creen que no sirven más que para enriquecerse a nuestra costa. ¡Yo no lo pienso, obviamente, pero hay gente muy obtusa que puede pensarlo!.

Siempre he creído que el mejor teatro del mundo se hace en Nueva York y en Londres. Broadway, el West End…que maravilla, que obras, que montajes….y todo gracias a las subvenciones. Por lo que sé, no saben buscarse la financiación necesaria para los montajes, los actores son todos de partidos políticos muy relacionados con el poder…hasta las chicas del coro creo que son becarias de los elefantes*, de los ratones*, o hasta de los tories.

No me imagino a nuestro teatro funcionando con subvenciones, chupando de la teta de los esquilmados ciudadanos españoles. No lo harían nunca, sobre todo pensando que por mucho que se esfuercen jamás podrían llevar sus espectáculos a todos y cada uno de los que a través de sus impuestos los subvencionan, es decir los que vía impuestos han pagado entradas. Aquí no somos como los anglosajones, que abusarían del pueblo para representar a Alfonso Paso, por ejemplo.

Por la esclerosis que tanta subvención les ha producido, el día que se las quiten, adiós Broadway, adiós West End. No lo soportaría.

Tanto es así, que lo hemos demostrado con nuestro cine, que sin subvenciones, ha alcanzado las más altas cotas de calidad, con productoras cotizando en los mayores mercados financieros del mundo, y dando trabajo a cientos de miles de personas. ¿Quién no conoce a Torrente, a Mortadelo, incluso a Anacleto? Todo lo que han conseguido las subvenciones han sido cosas como James Bond, o la Guerra de las Galaxias por ejemplo, que sin esas ayudas nunca se hubieran siquiera rodado.

Y en los clásicos…todas esas subvenciones que produjeron cosas como Lo que el viento se llevó, La gata sobre el tejado de Zinc, que no llegaron a nada, no como nuestro cine clásico….ese que exaltó con tanto acierto aquellos hechos de nuestra historia. El día que a estos de Hollywood les fallen las subvenciones, cierran la tienda. No son nada, ya aprenderán de nosotros, que tenemos hasta ocho apellidos vascos, y la violetera.

La última gran subvención, la de los bancos….¿Dónde estarían los hermanos Salomon sin las subvenciones?, cerrados, seguro. Lo que tienen que aprender por esos mundos de Dios de nuestras Bankias y otras cajas de ahorros locales y autonómicas, que han sabido capear la brutal crisis yendo a los mercados de capitales, a pecho descubierto, con la única carta de presentación de su calidad de gestión, de la honradez de sus gestores. Y ahí están los resultados.

Europa se dedica también a subvencionar, que si la agricultura francesa, que madura muy tarde, que si a los quesos holandeses, que no se los van a comer ellos todos, que si la remolacha, el vino a granel, los vuelos desde Palma o desde Canarias, (claro solo si vives allí).

No sé cuantas cosas más se andan subvencionando…para que sean competitivos sectores, actividades, grupos de personas, y siempre con mi dinero, con nuestro dinero, aunque me temo es para crear ese clientelismo político del que viven los políticos subvencionados. Al final no hacemos más que copiar el sistema que los romanos usaron durante siglos, beneficiar a sus votantes a cambio de su voto para el senado….subvenciones al final, para ocultar el fracaso, para mantener inútiles, que saben que lo son, pero a cambio de dar soporte al poder, viven de todos nosotros.

No conozco la cantidad de dinero que nuestros administradores públicos dedican a las subvenciones, pero estoy seguro que ese dinero estaría mejor en los bolsillos de los no subvencionados, ya que a cambio lo único que recogemos es mediocridad enquistada.

Per omnia saecula saeculorum amen

Buenas noches y buena suerte

  • Elefantes y ratones son las imágenes que representan a los partidos republicano y demócrata respectivamente en los Estado Unidos. Los tories son los pertenecientes al partido conservador británico.

Sociedades sin moral.

 

Desde luego no es la moral, el respeto, que no amor, no llego a tanto, algo que sobre en este siglo XXI, la era de Acuario que dicen ha comenzado y que según los hippies setenteros nos iba a traer florecitas, comprensión sexo libre (lo de amor libre siempre me hizo mucha gracia), y no sé cuántas zarandajas más.

Estos muchachos no dieron ni una. Estaban “fumaos”, claramente, y a las últimas noticias que ando leyendo me remito.

Ciertamente hay que reconocer, que los chinos no me caen bien, lo siento, no me caen bien, ni un poco. Las dos veces que he estado en su tierra he regresado con sentimientos tremendamente negativos acerca de sus gentes, tomadas una a una, en contacto directo. Creo que tienen un punto de vista acerca de los otros seres humanos, muy lejana de lo que a mi me enseñaron.

Esa falta de sincronía, crea en mí ese sentimiento en el que el rechazo al ultramaterialismo de los chinos, empieza a ser patológico.

Estando en Kashgar, en la vieja ciudad aún no destruída por las autoridades del Partido Comunista, tuve la ocasión de ser testigo de un accidente de tráfico leve, en el que hubo un pequeño abollón de chapa.

Desde luego, me quedé a ver el desenlace, como otro buen número de ciudadanos locales, que se pusieron a gritar y a gesticular, rodeando a los implicados en el incidente.

En menos de cinco minutos, se había determinado el culpable, que aceptó el veredicto. Sacó unos cuantos billetes de un fajo, se los dio al damnificado y cada uno por su lado.

En aquel momento, deduje que no había seguros que cubriesen esas contingencias, que los testigos del accidente tenían mucho que decir, y que la policía no tenía nada que hacer allí. Por un momento me pareció hasta bien. Logros de una sociedad leninista, pensé, y se me olvidó el asunto hasta hoy.

Leyendo un artículo mientras vagueaba en la cama esperando la hora de ir a jugar al golf, me encuentro con la sorpresa de que lo mejor es que no ten atropellen en China. Y en ningún sitio diréis, que duele, sales herido, y eso no es bueno.

Desde luego, porque los chinos, si te atropellan, no hacen prisioneros, te rematan. Es decir vuelven a atropellarte las veces necesarias hasta que te mueres.

Se cuentan casos de un camionero que le dio un golpe a un niño, y cuando éste se levantó, dio marcha atrás y le pasó dos veces por encima hasta que murió. Otro caso de una conductora, que tras el accidente, acuchilló hasta la muerte al atropellado. Cierto que en ese caso la mujer finalmente fue ajusticiada.

Parece mentira, pero así lo ha publicado hoy El Confidencial, en su edición digital. Las razones que esgrime el articulista están relacionadas con la forma de tratar los accidentes por parte de los chinos. Los testigos determinan el costo del daño hecho.

Una muerte vale 30.000€ aproximadamente, más el pago a unos cuantos testigos o policías que puedan certificar delante de un juez que fue accidental.

Al herido hay que curarlo, indemnizarlo y eso cuesta hasta diez veces lo que vale un muerto, así que es más fácil matar, y sobre todo más barato.

No hay moral, solo el dinero, en una sociedad en la que el ser humano solo vale lo que produce, y a veces siquiera eso.

No soy nada que acabe en “ista” así que puedo tranquilamente volver a decir que ese régimen leninista/capitalista que impera en China, posiblemente haya llevado a su población a estos niveles de degradación que me parecen insoportables. Posiblemente la carencia de una educación que además de enseñar a ganar dinero, haya enseñado valores humanos a la gente esté en la base de todo este tremendo panorama. No lo sé.

Lo que se deduce entonces, es que la mentira, la explotación de los seres humanos, la corrupción a todos los niveles, con el único límite de que haya mala suerte y te pillen de forma que no puedas sobornar a alguien….y seguimos comprando productos chinos.

La siguiente absoluta falta de moral, le he vivido en los noticiarios de hoy, viendo la actitud de los húngaros con los refugiados que han llegado a su país de camino al resto de Europa.

Esta vez no hablo del pueblo húngaro, hablo de la actitud de sus dirigentes, dando órdenes de acosar y perseguir mujeres niños, hombres, seres humanos desesperados que están entrando desde Serbia, huyendo de la barbaridad Siria.

Ver a esa mujer que con una cámara intentaba tomar imágenes de la situación, y que en un momento determinado decide ponerle la zancadilla a un hombre con un niño en brazos, o darle una patada a una niña que corría, me ha parecido también de lo más denigrante, no solo para los dirigentes húngaros, si no para todos nosotros, para los seres humanos en general, ya que aunque denostemos esos hechos, ha sido alguien con aspecto antropomorfo, quien los ha llevado a cabo.

Ignoro las razones, tanto de esa experiodista, como las del gobierno húngaro. Posiblemente las razones personales de ella sean muy importantes y puedan justificarla, aunque algunas de ellas deben seguramente estar relacionadas o con su historia, o con su educación. Algún día nos enteraremos, o no, de las motivaciones de esa mujer.

Lo del gobierno húngaro, no lo entiendo. Me parece que la motivación de su presidente y del partido que lo soporta, está más cerca de ¿qué gano yo? que de cualquier consideración humanitaria.

La aparente falta de moral de esta gente, contrasta con la actitud de los ciudadanos húngaros que en las imágenes ofrecidas los últimos días, ayudaban a los emigrantes de la mejor forma posible, dentro de sus posibilidades.

Hablo de estos casos, y quiero destacarlos, porque no lo son en el contexto de guerras en los que se matan o acosan enemigos, aquí se ataca a desconocidos, en estado precario, tanto los accidentados como los refugiados, y solo se encuentra justificación en beneficios económicos a su costa.

“Lo siento en business, nada personal”.

Espero que estas actitudes no se extiendan más de lo que están ya extendidas, y sobre todo que procuremos que las generaciones que nos siguen, aprendan a horrorizarse delante de hechos como estos.

Buenas noches, y buena suerte

 

 

Viva Madrid, que es mi pueblo

 

 

Una de las prerrogativas que tenemos los de Mongat, es que además de ser de allí, podemos ser de todos los pueblos que nos dé la gana. ¡Faltaría más!.

Llevo la mayor parte de mi vida en esta ciudad, y como la mayoría amplísima de madrileños, obviamente no he nacido aquí, ni falta que hace. Es este pueblón manchego, que como bien dice su lema “sobre agua fue construido”, un oasis en un desierto donde llueve menos que en Atacama. Tanto es así, que mis amigos, esos que de vez en cuando vienen de Europa a verme, saben que están sobre Madrid cuando empiezan a ver la tierra roja.

Pero somos tan chulos, que nos duchamos con agua mineral …¿¡Qué!?

Serrat diría aquello de “tiene muchos defectos dice mi madre, y demasiados huesos dice mi padre”. Pues sí, nos sobran rascacielos, cemento, ruido….y encanto.

La gran virtud de esta ciudad, es que se ha portado siempre como aquel Nueva York de Ellis Island. Los brazos abiertos a todos los que han querido venir aquí, nadie ha sido extranjero en esta ciudad, sobre todo si venía de otras tierras de España, o de la Hispania fecunda que diría Rubén Darío. A nadie se le ha pedido que cambie nada de su forma de ser, de sus creencias, de sus sueños, de sus realidades. Nada. Eres bienvenido y punto.

Eso ha permitido a la ciudad enriquecerse desde todos los puntos de vista, porque lo ha adoptado todo sin apropiarse de nada. La ciudad ha tenido siempre para mí un halo de libertad que difícilmente he encontrado en otras ciudades españolas, donde las sociedades están tremendamente estratificadas, en círculos generalmente cerrados.

No voy a disertar sobre las sociedades provincianas de paseíto por la tarde, hasta luego don José, hasta luego doña María…y así cien veces.

O de Casino con vistas a la calle Mayor.

-Don Anselmo, ¿me pasa La Gaceta?,

-Sí, luego seguimos con la partida de ajedrez.

-Claro, después de la siesta.

Como buen pueblón manchego, que es este mi pueblo, ha tenido su zona de guapear, su casino, sus círculos culturales, sus mentideros políticos, todas esas cosas que han sido necesarias en las provincias españolas, desde siempre, aquí a veces envilecida por mor de la Corte, que mucho ha dado, y mucho ha porculizado también, que no hay cenas gratis.

Pasear por Recoletos en calesa, ser del círculo de Bellas Artes, o miembro destacado del casino de Madrid, tuvo su aquel hace más de un siglo, cuando esta era una ciudad montada alrededor de la Corte, y el Gobierno de su Majestad.

Tierra de lances, de guapos, de hijos de algo, sin comida fuera del ministerio o del ejército. Tierra de figurones, y tierra además en donde ser pobre llevaba siempre adosado un plus de dureza.

Echando mano de la literatura, desde Lope a Galdós, desde Quevedo a Valle, o desde Larra a Baroja, vemos que no faltan ejemplos de la dureza de la vida en esta ciudad, si no eras Villamediana, Alba, o el Señor Obispo de la Diócesis. Los barrios intramuros de Lavapiés o Latina, o los extramuros de Vallecas o Carabanchel, por poner un porjimplo, han llevado aparejadas en su historia lo más duro del buscavidas, del obrero sin posibilidades, de la modistilla, de la criada en casa bien, del navajazo por celos, el ladronzuelo, o el botijo en la corrala, y la verbena una o dos veces al año, para pasear el mantón de Manila.

Los de Madrid han soñado siempre con la lotería, con el pelotazo….sí, ya sé, como todo el mundo, pero aquí con un plus añadido, que para algo nuestro patrón se echó a dormir bajo un árbol, mientras un ángel le araba el campo. ¡Bendito San Isidro!, ya nos dirás cómo te lo montaste.

La cosa no era mucho mejor entre los bachilleres, que vivían de su trabajo en el ministerio, pendientes siempre del cambio de gobierno que los dejaba cesantes por un quítame allá ese Canalejas. La vida no ha sido fácil nunca para este pueblón. Los ricos no reparten más que miseria.

-Doña María ¿Cuándo se casa su niña?

-¡Ay!, a ver si cambia el gobierno, y vienen los liberales, que Juanito está cesante de Correos desde que el Rey Felón  los desterró .

La industria aquí no ha existido hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, ha sido el funcionariado y la Corte los que mantenían el entoldado, y con suerte más bien ruin. Tampoco eso daba para mucho más que para unos pocos cientos de miles de habitantes.

Como la Corte ha necesitado  distraerse, que gobernar desde el pabellón de caza ha sido siempre muy cansado, en la ciudad han florecido las bellas artes, vamos que las musas tenían campamento en la Puerta del Sol. La literatura se ha escrito en su mayoría en esta ciudad, por madrileños como yo, de esos que habían nacido en Las Palmas, en Villanueva de Arosa, o en San Sebastián, incluso en Madrid, que lo mismo da. Al final la vida, el pulso de la ciudad y sus gentes quedaba reflejada en las páginas de sus libros, en los ecos de las tertulias del Comercial o del Gijón, en las tablas de sus teatros.

Porque a los de Mongat que tenemos a Madrid como nuestro pueblo, nos gusta el teatro como a un tonto una tiza. Los viejos corrales de comedias aguantan en este pueblón generaciones y generaciones, de forma que el mismo Lope encontraría en la plaza de Santa Ana el camerino de la Calderona, caminando desde su casa con los ojos vendados. Como siempre.

Cuando llegó el siglo XX, y las cosas empezaron a ser muy peludas para esta España que lleva cuatro siglos desmoronándose, Madrid se dio cuenta que había que hacer algo. Aparecieron obreros en una tierra que no había visto una industria en su vida fuera de la Corte.

Pero con el vaina de Alfonso XIII, después de desangrar las arcas reales con las guerras en Marruecos, a favor de generalotes y contratistas corruptos, se encontró con un Primo en el poder, y él, a poco, con una marca en el culo del zapato agujereado de un madrileño, que mire usted por donde se nos había hecho socialista.

Lo que sigue es conocido, la ciudad se arrasa en la guerra, un madrileño de Ferrol del Caudillo se sienta en el trono y se dedica a machacar españoles durante cuarenta años.

Nos quedamos sin opiniones, sin guapos, (salvo el Jarabo, claro, y algún torerillo fornicador), sin teatro….peero empezaron a llegar gentes de toda España, donde las cosas estaban más que duras. El campo se vació, llegó la provincia de Jaén casi entera, media Murcia, Asturias, Galicia, de todas partes.

Y nadie dijo nada más que ¡Bienvenidos!, y la ciudad diluyó sus hijos de algo, a sus funcionarios, a sus militares, y se llenó de gentes que querían trabajar, que querían algo mejor para las generaciones que les debían suceder, y aquí estamos, con el vaso medio lleno, viviendo como se puede, pero con una libertad en cuanto a que haces lo que quieres, que para sí la quisieran en muchos sitios del mundo, incluidas las tierras de España.

Se consiguió lo impensable, la ciudad se industrializó, tarde y no demasiado bien, pero fue casi suficiente. Los madrileños, hasta los de provincias, aprendimos incluso de política, pero en horas libres, y preferimos hablar de futbol, del sexo de la Ángeles (Merkel, claro), de una peli, de la penúltima serie de televisión….o claro, del madrileño de Galicia que ahora vive en la Moncloa, pero de política casi nunca.

Como decía antes, tenemos cemento y árboles, que por cierto, últimamente se nos caen a la que nos descuidamos, una alcaldesa que se empeña en barrer la casa, en el sentido más literal de la palabra, y ganas de vivir, a pesar de los pesares.

Una cañita y una tapa nos devuelven la sonrisa, aunque cueste llegar a fin de mes.

Nos asamos en verano, y salen sabañones en invierno, pero puedo echar un padrenuestro en la mezquita de la M-30, y si se tira al suelo, mirando a la Meca un pollo en la Almudena, todo lo que haré será procurar no tropezar con él.

Vive y deja morir, que diría Jaume Bonet, podría ser un lema de esa ciudad, que a fuerza de no tener identidad, ha conseguido una de las más bellas que conozco.

Me voy a dar una vuelta por el Retiro, me tomaré un bocata de japuta o de calamares en Atocha, que a media mañana entra gusa. Luego un aperitivo en la terraza del Círculo, para rematar con un cocidito en Lhardy, un madrileño de Montbèliard, hijo de suizos, fue su fundador, por cierto.

Y después de la siesta, parecerá que el día está hecho, un ratito a la tertulia donde sea, y a otra cosa, que para salir de copas por la noche, no estoy yo hoy.

Buenas noches, y buena suerte

 

 

Liderazgo y gerontocracia.

 

Estaba el otro día intentando reflexionar sobre estos temas, y cuando quiero diferenciar estos dos conceptos, cada vez que creo tener alguna idea clara, o al menos una lógica de cómo podrían estar las cosas organizadas en este mundo global, se me ponen los pelos como escarpias.

Para hablar de liderazgo y gerontocracia, lo primero que quiero aclarar es el concepto de mundo global. De hecho es la delimitación del territorio sobre el que presuntamente se ejercen estos conceptos.

Aunque la cosa parezca moderna, creo que de hecho, la globalidad es tan antigua como las sociedades humanas organizadas.

Es un concepto que quiere estar asociado a la uniformidad que permite gobernar a territorios cada vez más amplios , a cada vez más amplios grupos poblacionales, y que pretende además una especie de efecto mariposa, por aquello de que si tiembla China o Brasil, en fin, los yates siguen anclados en Nantucket.

Si miramos un poco hacia atrás en la historia, y pensamos, por ejemplo, en el Imperio Romano, eran tan globales como nosotros hoy, quizás a una escala geográfica más pequeña, pero si temblaba Capua, o Siracusa, en Roma subía el pan, y las villas de Capri o de la Capitolina seguían ocupadas por los poderosos de entonces. El concepto es el mismo.

Aquello que estaba fuera del Imperio, (egipcio, hitita, asirios….) eran los bárbaros, no existían a menos que se conquistaran de alguna forma, o que molestaran. Lo mismo que hoy nos ocurre, con el matiz de que lo que no existe, es lo que está fuera de la Tierra, y que nadie se me alarme, que no voy a hablar de OVNIS.

Las comunicaciones evidentemente no eran tan rápidas como hoy, pero eso de la rapidez es algo relativo, para ellos un mensajero y un caballo, tenían la misma importancia que un correo electrónico nuestro, y me temo que la misma efectividad a efectos del poder. El concepto no es la rapidez, es el antes que, y tiene un matiz importante. El poder necesita conocer antes lo que pasa, y así se pueden tomar las decisiones necesarias para aquello que necesiten hacer, para seguir en sus villas romanas, en sus palacios del Nilo, en su Nantucket, tan tranquilos, por ejemplo.

Otro de los temas relacionados con la globalidad, es la necesidad de que estos Imperios no tengan competencia, pero no ha habido forma de que estuvieran solos, de que fueran los únicos. Los romanos tuvieron a los cartagineses, aunque durante siglos el Mediterráneo fuera su charca, en algún momento la gerontocracia perdió la ambición, perdió el poder, lo que dio lugar a un nuevo orden desplazado al Oriente, claro.

El Imperio, ahora en Oriente, tuvo un nuevo competidor por el sur. Llegaron hasta Poitiers, desarrollaron una de las culturas más impresionantes de las que ha conocido la humanidad, hasta que la gerontocracia perdió la ambición, perdió el poder. La disolución del Imperio islámico que dio paso al Renacimiento, fue literalmente patética. Se disolvieron en su propia salsa.

Luego el Imperio Español, con sus charcas en el Atlántico y en el Pacífico, con más extensión si cabe, pero con finales parecidos. Las gerontocracias perdiendo la ambición, perdiendo el poder, o recluyéndolo en los cuarteles de invierno.

Al Británico, le pasó lo mismo, y su debilitamiento también tuvo a esa gerontocracia satisfecha como causa fundamental de su hundimiento. Este Imperio duró menos, ciento cincuenta años escasos, pero ganó en extensión, al final se recluyeron en los oropeles de sus «Country side houses».

 

El nuevo Imperio Americano, tiene menos de un siglo de vida. Fue fuerte después de la segunda guerra mundial, acabó con sus cartagineses cuando cayó el muro de Berlín, y ahora la tesitura es si le quedan los trescientos años reglamentarios, o todo va más deprisa de lo que iba en el pasado.

La apariencia es que su gerontocracia, está ahíta de dinero, de poder, y lo que no sé es si está ya aburriéndose, perdiendo de alguna forma su ambición, si con los barcos en Nantucket tienen suficiente, o aún necesitan más poder, más dinero.

Yo me pregunto si el sustituto será China, o tiene los pies de barro, incluso a veces pienso, que el Imperio Americano los está utilizando para que les fabriquen baratitos sus juguetes. Al final les pagan con cromos, y cromos usan los chinos cuando salen de compras. Los cohetes más gordos los tienen en el Imperio. Veremos.

China después de Mao, ha estado en manos de una gerontocracia, pero es una gerontocracia aparentemente con hambre todavía. Intentan saciar ese hambre con los despojos territoriales que ha dejado el otro Imperio. Compran tierras, minas, propiedades en África, en Sudamérica, vigilan a muchos de los países emergentes…y fabrican a sueldo al mundo occidental. Aún no están preparados, no son casi nadie, un quince por ciento del mundo, pero débiles aún en muchas cosas, no pueden tomar el relevo.

La estrategia ha sido siempre la misma, las gerontocracias en la sombra, y para ello han desarrollado esa cosa a la que se llama liderazgo.

Los líderes nos transmiten los mensajes del poder discreto, no diré en la sombra, y a nosotros nos parece que son ellos los que dan y nos quitan, y son solo otra parte de la pirámide de mando.

Así, que hoy la gerontocracia que se reúne en los clubs de Davos, la Trilateral, Bilderberg, aparentemente son los que deciden los caminos por los que el Imperio debe circular. Son los que fijan los objetivos del mundo, los que marcan las pautas de nuestras vidas. No creo que sea malo, es así y así ha sido siempre. En lo que me cuesta más creer es en el poder de las sociedades secretas o discretas, que lo mismo me da.

Una de los grandes aciertos de los gerontócratas, fue la invención de los líderes. ¿Quién no quisiera ser cónsul, tribuno, o incluso centurión en Roma?. ¿Quién rechazaría ser un general del Faraón, o el primer ministro de cualquier emperador de los que no tenían en cuenta más que sus tierras?.

Ese puesto de liderazgo, que hoy está representado en el gobierno de los países, nos hacen creer a los mortales normales, que son ellos quienes toman realmente las decisiones, y no podemos estar más equivocados, según mi modesto punto de vista.

En las democracias occidentales, creemos que el poder está en el pueblo. Nada más lejos de la realidad. Ninguna institución tiene menos poder real que los parlamentos a la hora de marcar los destinos de los países, ni nadie con menos poder que os gobiernos ejecutivos para llevar adelante sus ideas.

Esta crisis en la que estamos inmersos, es para mí una demostración clara de estas tesis. España se vió forzada a cambiar su Constitución, Grecia se la tuvo que merendar con patatas, y ahora está siendo sometida a un expolio, en el que, como si fueran trofeos de guerra, le están quitando su riqueza aquellos que ganaron la guerra. Y no valió su nuevo gobierno, no valió un referéndum. Nada. Las decisiones de los ancianos de Imperio, se transmitieron a los líderes, se mandaron las legiones, y a otra cosa.

Si queremos otro símil, no hay más que mirar los consejos de administración de las grandes compañías. Los líderes están fuera, de coronel hacia abajo, o de vicepresidente hacia abajo. Ni siquiera el presidente ejecutivo es el que decide. Es un engranaje más. Como mucho aconsejan, pero el poder no es de ellos.

Tienen parte del botín, pero el poder es delegado, como ha sido siempre.

El poder ha sido algo que además se ha transmitido generación tras generación, al menos dentro de los imperios dominantes. Las castas de poder se mantienen, en algunos casos después del fin del Imperio, como por ejemplo en España o en el Imperio Británico, donde las castas relacionadas con la nobleza, siguen vigentes. Es una gerontocracia de castas, vieja de siglos. Poder acumulado siglo tras siglo.

Los líderes de estas castas están por todas partes, trabajando para sus directores, para digamos de alguna forma sus amos.

Creo que con esto sabéis como pienso de esto del poder, así que me voy a leer un poco algo de la historia del imperio romano.

Buenas noches, y buena suerte

 

 

 

 

El corazón de las tinieblas

 

Navegar por estos ríos entre el Ecuador y alguno de los Trópicos, siempre me ha traído a la memoria la misma obra en sus dos versiones, la original de Joseph Conrad, y la gran para mi ApocalipsisNow.

P1060363

No he puesto aún en mi pequeño reproductor musical la cabalgata de las Walkirias, que de alguna forma da el pistoletazo de salida para que la aventura comience en el film de Coppola, o las tribulaciones del enviado de la compañía que tiene que remontar el río Congo, para resolver un problema comercial.

P1060419

Pero no vamos ahora a hablar de esas dos joyas, una del cine y otra de la literatura, hoy me gustaría reflexionar sobre estas tierras en la que todo es húmedo, en las que la exuberancia del paisaje es tan hostil como la dureza del desierto más árido.

Este viaje, ya que es lo que Conrad también plantea en su obra, es un viaje hacia la locura ajena, hacia todo aquello que se desvía de unos cauces que alguien estableció en algún momento, y que los demás, bien por ignorancia, por dejadez, o por convencimiento, aceptamos como válidas y en nuestro afán de controlar nuestro entorno, hemos dado como válidas.

La locura que pueden producir estas tierras al espíritu calvinista, para quienes el extracto de todo es lo válido, para quienes ven en el límite la perfección, para finalmente quienes no son capaces de ver que hay más opciones que la ambición, la posesión de las cosas, de las gentes, de las ideas.

P1060380

 

Estas tierras son laxas, son húmedas hasta en su sensualidad, necesitan ser dormidas, descansadas de alguna manera, “que la vajilla de fino oro labrada, sea de quien la mar no teme airada”.

Es la monotonía de mitad luz mitad noche, de la humedad siempre presente, del calor, que sofoca, que no deja pensar, que consecuentemente forja espíritus que quieren comer, dormir, reproducirse. Pero que no quieren dominar, no quieren ser dominados, no quieren luchar.

A veces quieren escapar, pero el río es largo, es profundo, es lento. Kurtz los puede seducir, puede hacerlos enloquecer, hacerles que copien o apoyen su locura, no mucho más. Al final, si la muerte llega, no asusta, no importa. Han vivido su locura, su transgresión. Siempre aparece tarde o temprano una lancha con el enviado de la compañía, con el teniente en busca del supuesto héroe, con el enviado de lo correcto para devolver las cosas a su cauce, a ese cauce lento, anodino, entre vegetación monótona y fauna repetida.

Sigo navegando por esta selva del Marmoré, no sé si he cambiado de río, no sé en qué brazo estoy, no me importa, no quiero saberlo. No he salido en busca de Kurtz, no he salido en busca de nada, ni del sueño de Fitzcarraldo, ni de mí mismo siquiera, simplemente dejo que me naveguen bajo la luna de agosto, mientras me deshago en mi jugo. Sudor subtropical.

He paseado por la selva, no me han atacado ni los mosquitos, ni el Vietcong, ni siquiera los enviados de otras compañías en busca de sus Kurtz. Un perro me ha ladrado, y yo mientras, sudando, esperando ese milagro del aire fresco, que no existe, el río sigue enfrente, marrón, verde a veces, lento, monótono, húmedo de sudores ajenos, húmedo de mi sudor también.

P1060368

A mí me acompañan los tripulantes del barco y una pareja de eso que hoy se llaman profesionales de mundo. De esos que han conseguido, o les han regalado un pezón de la ubre de los dineros públicos, lo que les hace más sonrosaditos, políticamente muy correctos, mediocridad europea en busca de aventuras tras una Master Card.

El río fluye, el río es silencioso, como mi sudor, como imagino a los indígenas al reproducirse. Aquí no hacen el amor, más que las parejas de turistas, hasta que se dan cuenta que gemir da calor, que quita las ganas de ser calvinista, que su ambición peligra, y entonces, claro, pasan a lo de los indígenas, pero sin quitarse el preservativo. No te engañes, la humedad es sudor, no cabe la emoción en estas tierras, solo la laxitud.

P1060415

Llueve como solo llueve aquí, de forma contundente, en silencio con desgana, como todos los días, el río no lo nota, es el agua de siempre. Llueve marrón, llueve verde, llueve el sudor de los árboles, de los animales, de la tierra. El río también suda, como el cielo, como yo.

Mi nave sigue selva adentro, La Reina de Enin ha dejado el afluente, está en el gran río. Kurtz ya no importa, Conrad y Coppola, son unos pesados, si solo pudiera escuchar a Helmut Walka tocando para mí el Arte de la Fuga, aunque no fuera desde Haarlem….

P1060387

El río empuja un poco más, habrá que cenar algo, calor en el plato, sudor en el vaso, mosquitos en la cuchara.

Es solo un camino, un camino como todos, a ninguna parte que pueda reconocerse, pero tampoco importa un camino lento, el río es siempre el mismo, es siempre otro, es siempre oscuro, silencioso, hondo en el desconocimiento.

Los delfines rosas se calientan en el agua, los cormoranes escapan de ti a los quince metros, las garzas son demasiado elegantes para mostrar miedo.

Unas tortugas se tiran desde el trampolín de su pequeña roca, dos pirañas se apartan, un martín pescador pilla algo. No es sitio para el hombre blanco, pero ahí está, lo inunda todo, acaba montando su oficina comercial río arriba. No quiere competencia.

Pequeñas poblaciones de una o dos familias se van cruzando con el barco que inexorablemente sigue subiendo la corriente, otros barcos se cruzan, no son nadie , no son fantasmas, no son piratas. Los piratas son los reyes, los que navegan son solo legionarios, soldados de fortuna, carne de cañón.

La noche vuelve, es el reino de los insectos, del enemigo invisible que exige su tributo de sangre, necesitan fuerza para alimentar sus huevos, para alimentar su prole.

P1060412

El barco se detiene para dormir, no sabe usar la luna, no ve las estrellas, el agua se desliza por sus costados, húmeda, silenciosa, sudorosa.

Charlie Marlowe tiene una misión, un encargo. Es inflexibe, llegará al final, verá a Kurtz, pero a la selva no le importa, al río no le importa. Seguirá fluyendo, seguirá sudando, su ritmo cansino no se para, no sabe, es eterno.

Yo seguiré mi pequeña aventura. Dejaré a Conrad y a Coppola con sus sueños, lo mío es más pequeño, acaba en un avión en primera clase. Solo un recuerdo, pequeño, imborrable, lejano.

P1060365

El río no me recordará, no recordará a Kurtz ni a Marlowe, ni a las tortugas, ni a las garzas, está sudando mientras duerme.

Buenas noches y buena suerte

El Altiplano boliviano o alto Perú

Titicaca, Tiahuanaco, Puma Punku

Al Titicaca, subí casi a empujones, exagerando un poco, claro. Es un espacio magnífico, un mar interior creado por los movimientos telúricos de la interacción de la placa del Pacífico y la placa Andina…..pero eso ya lo sabe todo el mundo, está en Wilkipedia, en el Espasa, en el Larousse, e incluso en la British, así que busquen sus gracias que este espacio es para otra cosa.

Llevo unos días hecho una ruina por esto de los casi cuatro mil metros que me rodean, no es que me maree, me duela la cabeza, no….lo que parezco es un osito perezoso, de esos que se mueven a 10 metros por día. Pero es lo que hay, y en el Titicaca no iba la cosa a ser menos.

La parte boliviana tiene poco que enseñar, aparte de cuatro cutre tiendas de recuerdos para turistas despistados, o con la mochila aún con sitio, es el famoso “ya visto” que al viajero de hoy día le persigue por todo el mundo. Hemos enrasado por abajo, y en todos los sitios las cosas son las mismas, sin margen a la sorpresa.

Un monasterio a una virgen negra, y las vistas del lago en un entorno de dejadez, es lo que te ofrece Copacabana, junto a un reducto para mochileros, que creen estar descubriendo el mundo.

P1060259

Paseíto por el lago, la isla del Sol, piedras ancestrales de posibles templos precolombinos, pero tan descuidados, que si no fuese por el paisaje que te rodea, no tendría sentido estar allí.

Copacabana, istmo de chamanes, sincretismo a favor de esta “Moreneta” local, cuatro coches a ser bendecidos, y poco más.

 

El país da de sí lo que puede, y no es mucho. Los caminos, ciertamente no te llevan a Roma, el riesgo es pasar directamente a inframundo en unos de los baches de la carretera, el masaje boliviano, creo que se llama.

Cerca de la capital, y parece que estés cruzando Gambia, o los poblados de carretera de Zimbawe. Ya lo he dicho otro día, es lo mismo, y me temo que con los mismos resultados de miseria, a pesar de que la sensación es de una actividad febril.

Cierto que un atardecer sobre el lago es una maravilla, pero sobre el lago Leman también. No quiero comparar, pero creo que el lado peruano tenía algo de más auténtico, no sé.

P1060269

De vuelta a La Paz, esta ciudad aturullante, entré a ver el templo de los franciscanos que lo tengo a la vuelta de la esquina, y debo de constatar que el entorno no me impulsó a meditar. Dorados por todas partes, cuadros sucios por el humo de varios siglos, altares barrocos, donde al parecer, solo importaba cuanto oro cubre las paredes. A la calle pues, y dejemos a la orden mendicante con sus riquezas y ostentación.

P1060355

Y en la calle, en la plaza, espectáculos callejeros, a la gorra, para pagarse el viaje o la pensión, no lo sé, pero con mucha gente viendo lo que pasaba, y disfrutando como niños. El ambiente bullanguero, donde se mezclan locales con foráneos, y en esas fui a enterarme de donde sale el vestido que muchas mujeres indígenas llevan.

P1060354

Las faldas amplias con multitud de combinaciones debajo, no es más que una herencia de los vestidos que usaban las españolas en los siglos XVII y XVIII, junto con el calzado, que al fijarme, no es otro que las manoletinas que pueden aparecer en los pies de cualquier torero.

¿Y el bombín que me gastan?, ¡Ay el bombín!, de la mano del ferrocarril llegó allá por los finales del XIX…que lo hicieron los británicos, y las señoras lo adoptaron, sin encomendarse a Dios ni al Diablo. En cualquier caso, es estupendo verlas a ellas tan dignas con su pollera y su bombín.

Uno de los objetivos de este viaje, que no el único, era acercarme a la extinta civilización de Tiahuanaco, que cubrió casi tres mil años de la historia del Altiplano, desde las orillas del Titicaca, hasta el mar, y a la Cordillera Real de Los Andes.

Los restos que hoy quedan, son muy escasos, porque nos referimos a la arqueología, que muy posiblemente en el corazón de estas gentes muchas de las costumbres, creencias, e incluso ritos, procedan directamente de esa civilización.

De nuevo remito a mis lectores al enciclopedismo para entrar en detalles de lo que significó esta cultura, que desde 1500 antes de Cristo, hasta 1200 de nuestro tiempo, y con unos cinco períodos diferentes, según la clasificación que han dado historiadores y arqueólogos, tuvo una influencia enorme en la zona.

P1060297

Su final, es un misterio, si por final entendemos el abandono de los pueblos y las ciudades, que según cálculos llegaron a tener casi sesenta mil habitantes, lo que a la vista de estas tierras es una barbaridad.

El expolio a través de los siglos ha sido brutal, ya que su final no se sabe realmente a qué se debió. Posiblemente a alteraciones del clima, que hicieron inviable la supervivencia, forzando a los pobladores a buscar otros asentamientos.

Lo que se guarda en el museo es una pobre muestra de lo que pudo haber existido, aunque la visión de la puerta de sol, o de los templos que se alineaban con la estrella del sur dan una sensación de que una cultura importante estuvo casi tres milenios en el Altiplano.

La famosa puerta del sol es algo magnífico, a pesar de que no se encuentra en su lugar original, con inscripciones que pueden ser hasta un calendario religioso, relacionado con las fechas importantes, solsticios y equinoccios, que corresponderían a los ciclos de las cosechas.

P1060319

La llegada de los incas, y posteriormente de los españoles, fue tras la desaparición de estos sitios. Un poco como el abandono de los templos Mayas, que por cierto tiene cierta coincidencia en el tiempo.

Es muy interesante constatar que las construcciones son similares a las de Cuzco en la calle Hatun Rumiyoc, o en las afueras en el sitio de Sacsayhuamán. Enormes piedras encajadas entre si perfectamente, que no podemos imaginar hoy en día como se pudieron ensamblar, o siquiera transportar, ya que las canteras, están a bastantes decenas de kilómetros.

Es similar a muros que he visto en la isla de Pascua, donde el manejo de las piedras es también hoy un misterio.

Por último, mi asombro visitando el sitio arqueológico cercano, de Puma Punku, ha sido constatar que bloques de posiblemente más de cien toneladas, estaban formando el suelo de los templos, con marcas de ganchos, lo que sugiere un transporte desde más de treinta kilómetros, sin que se sepa cómo pudo hacerse.

Aquí no hay animales de carga, la llama apenas puede transportar 20 kilos, y teorías de deslizamientos sobre arcilla mojada se me hacen difíciles de asumir.

Para añadir más misterio a la cosa, hay unas piedras pulidas con ángulos perfectos, de una roca llamada andesita, que no se me ocurre como han podido hacerse a la vista de los materiales que se exhiben en el museo. Parecen cortes hechos con láser, y no exagero.

P1060343

Es un tema abierto a la especulación, y aquí desde Von Danikken, al Dr. Jiménez del Oso, o los más modernos que se dedican a estas cosas, se hacen sopas imaginando que tecnologías procedentes de una galaxia muy, muy lejana, a bordo del Halcón Milenario, fueron los que realizaron estas maravillas que lo son.

Yo como soy muy bruto, me quedaré con el misterio de algo excepcional que hoy por hoy no tiene una explicación aceptable. Esta gente, asombrosamente no dejó libros de instrucciones, no hay escritura, así que de piedra Rosetta, nada. Champolion habría hecho aquí un pan como unas tortas.

Anímense sus gracias, y sin prisa, piensen en acercarse por estos parajes con los ojos y el corazón abiertos. Seguro que aprenden mucho, o abren un mundo interior de preguntas.

Buenas noches y buena suerte

 

Por el Salar de Uyuni, los desiertos del sur, y La Paz

 

Estos han sido unos días “aspros”, independientemente del calor, del frío, del polvo, de las carreteras de ripio, de la falta de oxígeno. Esos detalles con los que me he encontrado, los veréis perfectamente detallados en el ejemplar de la Lonely Planet, así, que como prometí en su momento, no voy a marear con ello.

El viaje a través del Salar de Uyuni, hasta Piedras Calientes han significado posiblemente más de 1000 Kilómetros en coche, uno de esos Toyota 4X4 que te encuentras en cualquier país del mundo que ofrezca desplazamientos por lugares similares a este que pienso comentar.

En este punto, quiero decirles a mis amigos profesionales de este tipo de viaje, que por favor insistan en que no viajen más de cuatro personas incluído el conductor. Es añadir, a todo el grupo una innecesaria incomodidad que puede incluso derivar en algo peligroso. De cuatro a cinco, va un pequeño veinticinco por ciento, que o se cobra o se invierte en seguridad, y es en una excursión de tres noches…sin comentarios.

Sé que el dato es perfectamente conocido, pero me perdonaréis si lo recuerdo.

El Salar son unos 12.000Km2, que comparados con la provincia, por ejemplo, de Barcelona, que son 7.700, da una idea de las magnitudes de las que estamos hablando.

P1060116

Esta maravilla de la naturaleza, de un blanco cegador, con horizontes de sal confundiéndose con el cielo, es explotada por la organización del famoso rally “Dakar”, para hacer pasar alguna de sus etapas.

Ignoro cuál es el impacto sobre el salar, de máquinas corriendo a más de doscientos kilómetros por hora por este mar blanco. Es posible que no tenga mayores consecuencias, pero estoy seguro que si el Salar estuviera en la Provenza, en el Ampurdán, o en el Baden Würtemberg, desde luego por ahí no pasaba.

Pero, en un país que es el 123 en renta per cápita según unos, o el 154 según otros, con unos cuantos euros bien repartidos, lo que quieras hacemos. Hasta un monumento en medio del Salar brutalmente feo, a mayor honra de la organización, y de don Evo, claro.

P1060082

La reacción de los turistas que somos literalmente imbéciles a veces, es perpetuar la ignominia con unos cuantos selfies de esos, porque, qué bonito monumento de sal en medio del Salar.

En las orillas del Salar, viven restos de poblaciones indígenas intentando sobrevivir cultivando quenoa, y paseando llamas. Encoje el corazón ver el aspecto de esas comunidades, en las que sus habitantes son viejos a los treinta y cinco. No puede haber más desesperanza en estos poblados alrededor del Salar, ni menos futuro.

Se intenta llevar turismo a esas zonas, pero salvo unos cuantos pirados, no es la solución. Según datos que he obtenido por ahí no más de cincuenta mil personas visitan la zona al año, y me temo que muy poco dinero queda para esas comunidades. Ojalá las cosas cambien a su favor.

P1060139

Por otra parte y desde el punto de vista paisajístico, esta tierra tan dura, no puede ser más bella.

Hablamos de una zona desértica entre las más extremas del mundo, equiparable a Gobi, Kalahari, Valle de la Muerte, rodeada de volcanes que se elevan otros dos mil metros sobre la altura del altiplano. Con lagos llenos de flamencos, con silencios de esos que encojen el alma, en definitiva, entornos que te hacen ver tu pequeñez, y lo poco que significan nuestras mínimas vidas, junto con la poca importancia que tienen nuestras miserias cotidianas de orondos disfrutadores del mundo rico.

P1060189

A mí siempre me han gustado los desiertos, creo que son los sitios ideales para encontrar esas cosas que no sé si existen, pero que reconocemos como trascendentales. Los silencios de la escasez de vida, su inabarcabilidad, su luz, tienen muchos matices que me hacen sentir cerca de lo sobrenatural, y reconozco que eso me ha sucedido también esta vez.

P1060191

Las personas que te reciben en este fin del mundo, en pequeños e incómodos hoteles refugio, tienen un mérito por desarrollar sus vidas en estas condiciones. Vaya por ellos mi admiración.

La capital administrativa de Bolivia, ya sabéis, La Paz, es cuanto menos, una ciudad difícil en cuanto a su urbanismo, y vista en su conjunto puede parecer atractiva.

Quiero en este punto comentar que han desarrollado un modo de transporte público urbano original, eficaz, y perfectamente adaptado a la orografía de la ciudad.

Una red de teleféricos, que funcionan como el metro, y que unen colinas “Villa Miseria”, con los ejes más importantes de la ciudad, que cuenta con más de dos millones de habitantes.

Rodeada por cuatro nevados que la protegen desde sus más de seis mil metros de altura, son todo valles, cuestas, ríos que la atraviesan por el subsuelo, y otros que a cielo abierto, muestran de nuevo la precariedad del país, ya que son realmente cloacas sin ningún control.

P1060233

 

De La Paz colonial, queda muy poco. Apenas dos calles, y la Plaza de Armas, hoy albergando la Sede del Gobierno, y la Asamblea Nacional.

P1060245

La catedral, en medio de la plaza, es un mamotreto del siglo diecinueve, que expulsa hasta los fieles. (Hoy cuatro gatos en misa de doce).

Como no puede ser menos la estatua de un protomártir de la Independencia, un tal Murillo, las palomas guarreando, y la gente, que aquí no pasea, sentadita de domingo en los bancos. ¡Ah!, Y el edificio del Banco Nacional embelleciendo la catedral.

P1060242

Una cosa realmente curiosa de los libertadores sudamericanos, es que fueron españoles. Pocos indios liderando los movimientos independentistas, con lo que me quedo con la impresión, de que esas banderas se levantaron para perpetuar los intereses de los españoles que vivían aquí, y así evitar el control de la corona. Estoy recordando, que al final, son los poderes económicos locales los que financian ejércitos, campañas militares, campañas políticas, hasta romper los lazos que les ataban a la metrópoli.

Lo que sí es cierto, es que muy pocos nombres aymaras, quechuas, aparecen en los listados de ideólogos de estas revoluciones, y desde luego a las poblaciones autóctonas todo esto les ha importado una higa. Siguen como siempre, con su Pacha Mama, con sus ritos, sus formas de vida, sus peyotes, sus chamanes. Son ajenos al estrato hispano o mestizo. Creo que no se enteraron de que hubo españoles por sus tierras, más allá de algunas pérdidas de vidas, más o menos puntuales, que posiblemente se hubiesen dado de forma similar por luchas entre etnias si nunca hubiera aparecido el «maldito español».

Una curiosidad en la ciudad es el mercado de las brujas, donde se venden ungüentos que supuestamente te darán dinero, o el amor de Chuchita.

Fetos de llamas que tienen mucho poder, viagras en polvo etiqueta negra, y no sé cuántas cosas más.

Como no es mi gremio, no entré a saber qué te ofrecían en las trastiendas, pero la impresión es, que el tal mercado es directamente una guarrada monumental, para turistas cortos de mollera, repito, salvo lo que pueda haber en la trastienda, que a lo mejor funciona.

P1060253

Poco más de sí ha dado esto. Sigo sin arrepentirme de haber cruzado el Atlántico, y contactar con esta tierra, que es tan familiar para mí como el idioma que hablan.

Mañana al Titicaca, a descubrir civilizaciones preincaicas en Tiwanaco, y Puma Punku.

Ya contaré, o no.

Buenas noches y buena suerte.

Sucre, Potosí, capital señorita, y tierra obrera.

Don Evo andaba hoy de celebraciones, de alguna manera la localmente famosa batalla de los Altos de la Alianza concluía hoy después de 135 años de haberse producido.

Vamos al contexto. Esta batalla fue la última en la que participó Bolivia aliada con Perú, contra la invasión chilena durante la llamada guerra del Pacífico.

La consecuencia para Bolivia fue nefasta. Perdieron el corredor que les daba salida al mar, y se quedaron con una Armada en un río y en el Titicaca.

El evento de hoy, ha servido al aymara presidente reivindicar lo que se perdió hace 135 años, y la señora Bachelet, como si llovería en Lima que diría uno del Athletic.

Ocurrió hace unos años, 6 o 7 creo, que se encontraron momificados los cuerpos de tres participantes en dicha batalla, un peruano y dos bolivianos, del regimiento de Sucre, que por aquel entonces aún era la capital de Bolivia, estaban con sus enseres, su uniforme amarillo chillón, los bolsillos vacíos, menos las hojas de coca que llevaban por lo del soroche, y los disparos que los mataron claramente expuestos en los cuerpos.

Al parecer, como estaban en territorio peruano, se llevaron los cuerpos a Lima para su estudio, y finalmente tras arduas negociaciones diplomáticas, don Evo ha traído a su oficial y a su soldado a casa.

Ha habido cortejo fúnebre desde el aeropuerto, llegada con los regimientos vestidos de época al museo del ejército, condecoraciones, y finalmente inhumación honorífica en el museo.

P1050965

 

Todo esto en la plaza de Sucre de lo más colorida, discursos de los políticos, angelitos al cielo, y chocolate a la barriga.

Sucre es una ciudad preciosa, tirada a cuerda según las ordenanzas de Carlos V, llena de antiguos conventos, mayormente franciscanos, que fueron los que se frotaron las manos en Sudamérica con la desgracia jesuítica, y que particularmente diré que sin haber estado en ella, ya la conocía, es una repetición de los cascos antiguos de muchas de las ciudades del subcontinente, como por ejemplo Quito, la vieja Lima, Cuzco, Antigua en Guatemala, Santo Domingo….hasta la vieja Habana o Santiago, en Chile, o en Cuba, la vieja Santa Fe de Bogotá. Teníamos un sistema, se aplicó, y ha funcionado por siglos, incluso con la aceptación y el reconocimiento calvinista, que ha hecho a muchas de ellas patrimonio de la humanidad.

P1050980

 

Hoy, como ayer en Santa Cruz, pues fiesta, y todos a la calle. La ciudad llena de uniformes de escolares adolescentes, confluyendo en los bancos de la plaza principal para charlar un ratito, y pasar el tiempo.

P1050952

No es que no quiera escribir, es que es un “ya visto”. La ciudad respira tranquilidad, es limpia, la gente encantadora y amable, menos cuando se suben a los coches, que se mutan en cafres como en muchas partes del mundo.

Ahora bien, la municipalidad ha decidido poner “cebras en los pasos”, en los pasos de cebra, quiero decir. Chicos vestidos de cebra que de alguna forma recuerdan al conductor que las rayitas blancas están para algo. Me parece una medida de lo más original, didáctica, y me temo que además práctica. No estaría de más que se considerase una solución parecida en muchas de nuestras ciudades.

P1050971

 

Solo mencionar, que aunque la estructura de la ciudad se ha mantenido, tal y como la soñó Carlos I, sufrió un importante terremoto en 1945, que destruyó muchos de los monumentos coloniales, y su reconstrucción se realizó en lo que ahora se viene en llamar estilo republicano, y así marcar distancias con lo que hoy es el Estado plurinacional boliviano de don Evo.

P1050958

 

Eso sí, son edificios afrancesados, en un neoclásico post napoleónico, que dan a la ciudad un aire señorial, a fe mía.

La, digamos rival de Sucre, es Potosí, la ciudad que se levantó a los pies del Cerro Rico, y que su explotación y descubrimiento por parte de los españoles allá por 1545, supuso unos de los mayores trasiegos de plata desde América a Europa.

P1060013

No solo esa fuente de plata significó un ingente capital con el que la Corona Española alimentó sus guerras de religión, sino que supuso la creación de un sistema monetario que culminó con la creación del dólar americano siglos más tarde.

La instalación de una Ceca en Potosí, donde entre otras acuñaciones se encontraba el real de a ocho, fue realmente un sistema monetario eficaz, internacional, y con una referencia clara que era el peso de plata que llevaba la moneda.

P1060026

La Ceca de Potosí, junto con las de México y Lima, fueron las únicas que funcionaron en América, y cada una de ellas llevaba impresa en una de las caras el símbolo que identificaba la Ceca, y la firma del responsable de las aleaciones.

La ciudad, actualmente se siente abandonada por Don Evo. Como consecuencia de ello ha sido declarado su estatus de patrimonio de la humanidad en riesgo de ser revocado, y con razón me temo.

El Cerro Rico, que domina la ciudad, es donde se encuentran las explotaciones no solo de plata, sino de otros minerales como estaño, cobre, y no sé cuántas cosas más que se extraen aún en condiciones realmente penosas, no solo desde el punto de vista de la tecnología de minas, sino de las condiciones de vida de los miembros de las diversas cooperativas que actúan sobre el Cerro Rico.

P1060044

Apechusga, como diría Elena en el país de los horrores. Las condiciones de trabajo exigen que se trabaje a cuatrocientos metros de profundidad a temperaturas por encima de los cuarenta grados, con unas medidas de seguridad mínimas, por no decir inexistentes, y a destajo, sin tonterías, sin filtros, jornadas de más de doce horas…

Todo esto, claro, a cuatro mil doscientos metros de altitud como poco, lo que representa un esfuerzo extraordinario.

Claro, el que pilla una silicosis, se muere, como siempre a los treinta escupiendo sangre, pero sin hospitales especializados, sin ningún tipo de seguro, nada, a pecho descubierto, y la familia ojalá tenga hijos en edad de bajar a los pozos, para seguir comiendo, y muriendo a los treinta.

Menos mal que el sistema no lo idearon los colonizadores españoles, porque vamos, teníamos leyenda negra para otros quinientos años.

Con todo el aspecto que te ofrece la ciudad, es festivo, la gente sonríe, es encantadora, como tantas veces he dicho de tantos y tantos países en los que entras en contacto con la gente de la calle.

P1060036

Me llevo un recuerdo agridulce de estas ciudades, y me alegro de haber venido. Para mí es tocar una parte importante de la historia que me concierne, y que debo conocer de primera mano, aunque hayan pasado muchos siglos. Mi conclusión, es que los españoles no fuimos unos angelitos, nadie lo es, y la vida ha sido dura siempre, pero en estas tierras, hemos dejado un idioma común que cohesiona todo un continente, sin destruir las culturas locales. Hemos dejado una estructura jurídica, que se sigue aplicando en su filosofía hoy en día, unos sistemas administrativos para la organización tanto del estado como de las ciudades, arte, urbanismo, y hasta unas creencias religiosas, que siguen vigentes. En definitiva, una forma de vida con raíces milenarias que pueden usar, adaptar, y que plenas de actualidad aún son válidas.

Seguiré aprendiendo en este maravilloso subcontinente.

Buenas noches y buena suerte

 

 

Las reducciones jesuíticas en Bolivia

P1050891

Hay que reconocer que somos unos verdaderos chapuzas como exterminadores de pueblos, culturas, civilizaciones.

Aquí en Bolivia, el corazón del subcontinente, resulta que el 15% de la población puede considerarse blanca, porque las mayorías son aymaras, quechuas, y otras treinta y cuatro etnias que andan danzando tan ellos mismos por el país, y son 10 millones, oiga, 10 millones.

Muy ricos no son, una renta per cápita que debe andar por debajo de los 5.000$, tremendamente mal repartida. Es lo que da la tierra. De eso no nos pueden echar la culpa, que Don Bolivarito hizo que nos dieran la patada en el culo hace ya dos siglos, y desde entonces no han parado de sacudirse en la guerra del Pacífico, con los vecinos del oeste, y en la guerra del Chaco con los del Sur.

Luego, se dedicaron al bonito juego del quítate tú presidente, que me pongo yo. Más de setenta en menos de un siglo, y entre ellos pájaros como Hugo Banzer, muy de la Chiquitania él, pero de recuerdo más que amargo, junto con Videlita, y Pinoccio.

Estoy hoy recién llegado a Concepción, corazón de la Chiquitania, zona no muy lejana de la frontera brasileña, donde para defender a los indígenas de las incursiones de los brasileños para hacer esclavos, jesuitas españoles organizaron las primeras cooperativas agrícolas de las que yo tengo noticia.

P1050899

Las reducciones jesuíticas, se hicieron entre lo que hoy es la Chiquitania, y las orillas del Paraná tanto paraguayas como argentinas.

Ver estas estructuras cumpliendo hoy una misión nada lejana a la que en su momento, a finales del siglo XVII imaginaron los jesuitas me hace comprender la grandeza de la labor que en esta zona se hizo.

Las reducciones, que así se reconocen, comprenden una zona fortificada donde estaba la iglesia, la escuela, y quizás los almacenes de lo más importante que pudiera tener la comunidad.

P1050951

Fuera de la zona fortificada, se hallaban las casas de los indios, los talleres, y las zonas de servicios comunes. Alguna de estas misiones, llegaron a tener más de cuatro mil personas viviendo de su trabajo, lo que dadas las condiciones de esta tierra, que recomiendo visitar, es absolutamente increíble.

Tengo perfectamente claro que las poblaciones indígenas no fueron en ningún momento forzadas a integrarse en estas comunidades o cooperativas, hubiera sido materialmente imposible, así que significaron un avance importantísimo para el asiento de estas gentes en la tierra, ya que recibieron importantes conocimientos de agricultura y ganadería por parte de la Compañía de Jesús.

P1050917

En 1767, con la expulsión de la Compañía de Jesús de los territorios de la corona española, tuvo esta obra un golpe muy duro, pero aquí en la Chiquitania, la semilla germinó, aunque fuera de mano de otra orden, los Franciscanos.

Las quejas de los terratenientes a la corona española, por la labor de la Compañía de Jesús, creo que fue una de las causas, no la única de su expulsión.

Cierto que se les habló de religión, no podía ser de otra manera, dado el carácter de los impulsores de la iniciativa, pero Sudamérica es el paraíso del sincretismo religioso, en el que por cierto la Iglesia Católica, ha sido maestra.

Así que se hacen coincidir las fechas de nuestros santos con las fechas que desde los primeros tiempos han sido importantes para el hombre durante el transcurso del año.

Hoy 15 de agosto, pues la Asunta, como aquí dicen, pero las fiestas tienen tanto de religiosas como de paganas que diría un vaticanista. Al final se celebra o la cosecha, o el olor a la primavera por estas tierras, y le llamamos como vosotros queráis, Mitra, Pacha Mama, Isis o Ceres ¿A quién le importa?.

P1050924

La situación hoy no difiere mucho de la idea original, como en su momento he dicho. De hecho, la Iglesia, está cubriendo hoy el nicho ecológico que ha dejado el estado, así que si quieres escolarización, cuidados médicos, atención a la infancia, no mires al estado, mira a la Iglesia.

Según me comentan los locales, no preguntan de que etnia eres, si eres quechua, aymara, blanco, verde o amarillo. Es por lo tanto una estructura necesaria, ya que el estado hoy es más bien aymara, y si cree que tiene que quitar tierras a pueblos que las ocupan desde tiempos remotos, para buscar petróleo, o abrir una explotación minera, lo hacen sin ningún miramiento.

Estas reducciones han sido reconstruídas con ayuda alemana, española, y la realidad hoy, es que hay a su alrededor unas comunidades que aparentemente llevan una vida digna, en un entorno limpio y agradable.

P1050920

No se puede decir lo mismo de los poblados que desde Santa Cruz hasta San Javier o Concepción te encuentras en los más de trescientos kilómetros de infame carretera. Recuerdan a tantos y tantos caminos que se pueden ver en Senegal, en Tanzania, en Nepal, en La India….en los países más pobres del mundo. Sitios mugrientos por la pobreza y el deseo de obtener algún magro beneficio de la carretera.

En San Javier y en Concepción, hay comercio ganadero, cooperativas que posiblemente estén dando trabajo y cierto nivel de riqueza a la zona. He comido razonablemente, sin ningún lujo, cierto, pero con limpieza y dignidad.

P1050915

Debo por último reseñar, que la cooperación española y alemana es muy activa en la zona, a pesar de las dificultades que el gobierno está poniendo a las organizaciones no gubernamentales que operan en estas tierras.

Palabra de agnosticón, pero al César lo que es del César.

Buenas noches y buena suerte

 

Descubriendo Bolivia, Santa Cruz de la Sierra

 

Hoy La Bitácora de Luis Miguel, toma un aire, digamos más literal, ya que durante los próximos días posiblemente se transforme en un cuaderno de viaje en el sentido más técnico de la palabra.

Así que después de una noche en el vuelo de Air Europa, disfrutando de su cutre clase business, me planté en Viri Viri, aeropuerto de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en el corazón de América del Sur. Como recomendación a mis amigos de la profesión turística, diré que lo que vende esta compañía es espacio a bordo, sala VIP, más equipaje, y fast track. El resto es un catering de turista, entretenimiento con un Ipad, que no cogí, y un diseño de cabina anticuado en su Airbus 330/200, pero prácticamente al precio que otras compañías te cobran por ir en turista. Así que claramente diré que la relación calidad precio, es excelente.

El hecho de viajar a Bolivia, tiene su origen en varias circunstancias.

Es el penúltimo país del subcontinente que me quedaba por visitar, el otro es Uruguay….pero al Uruguay, guay, yo no voy, voy, poooorqueee teeemo naufragar, y ya sabéis que yo soy de los de lista de la compra y muesquecita, una vez realizada la misión, y eso, las Misiones, las reducciones jesuíticas de la Chiquitania, es otra de las razones del viaje.

Ya había paseado por la provincia de Misiones en Argentina para ver lo que los jesuitas hicieron por estas tierras, pero creo que el sitio donde aún guardan un recuerdo vivo y activo de la idea original, es aquí, en Bolivia. Así que ya iré contando.

La siguiente, es acabar de comprender, cuál ha sido la herencia que España ha dejado en estas tierras, que, aunque lo voy teniendo cada vez más claro, me gustará en este viaje darme la oportunidad de acabar de fijar mis ideas sobre lo que ha significado, y significa la obra que junto a los locales hemos entre todos levantado.

Por eso querré visitar Sucre, Potosí y La Paz, tres ciudades que creo conservan aún la tradición española, con ese maravilloso filtro que ha recibido de las culturas autóctonas.

Luego, en el Altiplano, me apetece ver el otro lado de Atacama, y el increíble salar de Uyumi, esto en plan amante de la naturaleza.

La parte boliviana del Titicaca, me es desconocida, aunque ya navegué desde Puno este increíble lago, pero la razón es visitar tanto las ruinas de Tiwuanaco, como las de Puna Punku, llenas de secretos aún no descifrados, y que mantienen buena parte del negocio del periodismo de misterio, al que por cierto soy aficionado, pero sin exagerar.

La última parte de este viaje será visitar la Amazonia boliviana, con lo que tendré una idea somera de lo que significa la cuenca fluvial más grande del mundo tras haber andado por Iquitos y por Manaos.

Salvo algunos datos, que dedico a mis amigos, profesionales de turismo y viajes, no pretendo hacerle la competencia a Lonely Planet, que lo hace mejor que yo, con más tiempo, y con la tele. Yo me voy a limitar a dar mis impresiones de un viaje invernal a esta tierra.

Ya sabéis que me gusta viajar solo, pero esta vez, y después de oír el año pasado a los chilenos soltar pestes de la inseguridad en este país, decidí buscar un viaje en el que, al menos, durante buena parte del mismo, viniera un pequeño grupo de personas. Y así ha sido.

Santa Cruz de la Sierra parece cuando desde el Aeropuerto te trasladas al centro, una ciudad nueva, con comercio activo, y con un diseño a la milanesa, en círculo, a excepción del centro, que está trazado a cordel, lo que denota su origen hispano. No voy a entrar en detalles, ya que todo eso está en el Espasa.

20150814_210944

Me gusta ver la gente caminar por la calle en los días laborables, dice mucho de su sociedad, y es lo que he hecho. En la plaza de detrás de la Catedral, había hoy una exhibición de ciencias médicas, donde te tomaban la presión arterial, o te enseñaban lo que era una fractura abierta, sin desdeñar un puesto dedicado a las infecciosas, u otro donde te vacunaban contra la rabia.

 

20150814_112224

Siempre que en Sudamérica me he acercado a la ciencia, y lo he hecho muchas veces, y de formas muy diferentes durante mi vida profesional, recibo una sensación de superficialidad, seguro que sin razón. Es la actitud que me transmiten una mezcla de acercamiento naif y entusiasmo por ser parte del entramado. Espero que me perdonarán, pero es como si fueran felices por acercarse a un tema que ha sido mágico por siglos, y que puede dar un status social cercano al del antiguo chamán.

Claro que saben perfectamente que no es así, pero yo lo percibo, y que quede claro, que no dudaría, en caso de necesidad, poner en sus manos mi salud. Es otra cosa.

Como los españoles fuimos muy malotes, y nos dedicamos a exterminar a las poblaciones autóctonas, aquí solo quedan decenas de etnias originales, que incluso, mantienen, con la normal adaptación al siglo actual muchas de sus costumbres, vestidos, fiestas…ahora uno alto con los ojos azules, si lo ves por aquí es turista. Fijo.

El comercio poco animado, y de un nivel medio bajo. Se nota que el país está luchando por salir de la extrema pobreza que ha sufrido desde la independencia pronto hará dos siglos. No sé cual es el nivel de mérito del gobierno actual, pero he visto una ciudad limpia, con todos los servicios funcionando. Poca o ninguna miseria, ya la veré, seguro. Pero hoy no ha tocado.20150814_210900

Por la noche la plaza de la Catedral, estaba llena de familias, chicos con sus novias, paseando, sentados en los bancos, mientras vendedores de café con leche iban paseando para colocar su mercancía. Vendedoras de manises, con su ropa tradicional, y hasta puestos con aquellas manzanas cubiertas de caramelo rojo, y con un palito, como en mi infancia veía por alguno de los pocos parques de Barcelona.

20150814_212932

El ambiente provinciano español, sin duda. Es el paseo vespertino por Santa Clara, o por el Espolón. Me ha encantado. La gente en su mayoría vestida con sencillez, pero muy dignamente. Da gusto verlos.

Así que el comienzo ha sido agradable, y espero que lo que siga ande por la misma línea, ya veremos. Por el momento mañana a ver las reducciones jesuíticas.

Buenas noches y buena suerte

Una China en el zapato

 

Algunos datos:

  1. China ha sufrido un retroceso de más del cincuenta por ciento en sus dos índices bursátiles más importantes en el último mes, después de haber subido en un año más de un 150%, lo que ha llevado a las autoridades a intervenir los mercados, suspendiendo la cotización de muchas empresas, y a la prohibición de operar en opciones putt.
  2. Las cifras de crecimiento que ofrece el gobierno chino, están empezando a ser sospechosamente por debajo de las previsiones del 7% que era el objetivo.
  3. Ayer el gobierno chino devaluó el yuan un 1,86%, y hoy lo ha vuelto a hacer en un 1,62%.
  4. Las exportaciones chinas bajaron a fin de julio en interanual un 8,3%, y las importaciones un 8,1%.
  5. Las monedas de la zona se han devaluado del orden del 12% en el último año.
  6. El Standard and Poors y el Dow Jones, están planos o con subidas muy modestas en este ejercicio.
  7. Se está creando trabajo en Estados Unidos, a ritmos más fuertes de lo esperado por los consensos de los mercados
  8. Es muy posible que el tesoro americano aumente los tipos de interés en setiembre, o antes de que acabe el año.
  9. El precio del petróleo Brent ha pasado de 100$ a 48$ en un año.
  10. La guerra en Oriente Medio, no solo no se ha terminado, sino que en este último año se ha recrudecido.
  11. El euro se ha depreciado frente al dólar en un año un 21,8%

Como ya he comentado otras veces, China ha salido de la Edad Media con la llegada de Mao. El siglo pasado fue parcialmente colonizada por Japón, sufriendo en Manchuria una de las más terribles dominaciones del siglo XX, por parte de una potencia extranjera.

Yo como occidental que soy, tengo muy serios problemas para entender la forma de pensar de los chinos, a pesar de haber intentado a través de lecturas, y de dos viajes a sus zonas periféricas acercarme, aunque sea someramente a su cultura.

Es decir el conocimiento de su moral, de su forma de pensar, de su forma de honrar la palabra dada, el concepto de vida y de muerte, son tan lejanos a nuestra cultura, que a la hora de hacer negocios, y de asociarse con ellos, lo más fácil es equivocarse en el «yo entendí que…»

La brutal expansión y crecimiento de China, en este siglo, ha sido desde mi punto de vista, algo basado en acciones, que en Estados Unidos y la dulce Europa, tenemos claramente prohibidas por nuestras legislaciones.

La connivencia de los gobiernos occidentales con las grandes empresas multinacionales, han permitido que China haya hecho un dumping social sin precedentes, destrozando más de dos siglos de lucha de los trabajadores, y de los ciudadanos por crear unos entornos habitables, por tener unos derechos laborales consolidados, y por crear en definitiva sociedades en las que el individuo, no diré que tenga algún poder, pero al que se le  tiene una cierta consideración, y con todos los matices, de alguna forma puede disfrutar de una vida digna, incluyendo todas las excepciones que se quieran, y por supuesto siempre en comparación con aquellos países que aún no han llegado siquiera al siglo XVII.

Después de desarrollar sistemas de producción de alta calidad, sujetos a las más estrictas normativas ambientales, sociales, técnicas de cada proceso…..

Después de establecer sistemas de protección de los trabajadores, en cuanto a su entorno de trabajo, a la compaginación de la vida privada con la laboral, al establecimiento de salarios dignos referidos al entorno en el que viven, de intentar y muchas veces conseguir sistemas que garanticen una vejez digna en todos los sentidos….

Después de erradicar el trabajo infantil, la esclavitud más o menos encubierta, de reducir de forma drástica los accidentes laborales….alguien que probablemente veranea en Nantucket, decide que ya vale, que si las cosas siguen así los beneficios tan necesarios para cambiar el yate, el reactor privado y el fee del club de golf local, a lo mejor se quedan cortos.

El mundo occidental decide pues ponerse en manos de China, que se salta a la torera todos y cada uno de esos logros de nuestra civilización, y pasarle la producción de bienes que se consumen en el llamado mundo occidental, sin importar si hay niños que trabajan, si se echa la mierda directamente al Yang-Tse, si en las fábricas se usa carbón, y luego no se puede respirar…solo importa que el producto salga más barato, aunque deje a mis clientes tradicionales sin poderlo comprar, porque han perdido su trabajo.

Todo esto se ha hecho con la vista puesta en el cortoplacismo que define a la empresa global del siglo XXI, y si, ciertamente, los pocos ganadores de este demoníaco juego, han obtenido en el escenario creado unos beneficios espectaculares.

Los datos que he mostrado al principio, me hacen pensar en la posibilidad de que esto pueda reventar en algún momento, y no soy capaz de imaginar las consecuencias que para el entramado económico mundial pueda tener un retroceso importante en este esquema.

El punto 1) que he mencionado parece que tiene ciertos paralelismos con la situación de las bolsas americanas previas al crack del 27, inversores locales que se toman las inversiones bursátiles, como si fueran partidas de ruleta en las mesas de Macao. Es decir, compras y ventas compulsivas sin conocimiento ni de las empresas en las que se invierte, ni de los mecanismos que dirigen os mercados financieros. Es como tirar la ficha en el tapete verde, y esperar que la bola caiga en el número deseado.

A esto se le añade que al final estos mercados están manejados por los políticos chinos que los intervienen a voluntad, cambiando las reglas del juego en cualquier momento.

Los cuatro siguientes puntos, están relacionados con el frenazo de la economía. El inicio de una guerra de divisas, que evitará el crecimiento de las importaciones, y aumentará previsiblemente las exportaciones, es un síntoma claro. Los chinos son ahora más pobres, con lo que el turismo bajará algo ahora que estaba empezando, siendo este el menor de los problemas, ya que no sabemos la situación de sus bancos, la situación de posibles excesos en la construcción de viviendas, y lo que es peor, con una información acerca de su economía ofrecida únicamente por su gobierno sin ningún control externo, y un cambio de divisa no sujeto a las fluctuaciones de los mercados.

Parece que de alguna manera, Estados Unidos a la vista de los datos que muestro, es el gran beneficiado.

Dejando a un lado que la dependencia de Estados Unidos en el tema de la energía ha dejado de ser un problema gracias al fracking, la posible subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, evitará en buena medida las tensiones deflacionistas que una decisión como la que acaba de tomar el gobierno chino, a buen seguro afectarán a Europa.

El banco central europeo, inmerso en la compra de deuda a razón de 60.000 millones de euros al mes, poco va a poder hacer en este escenario, en el que además la caída del precio del petróleo, va en contra del objetivo del señor Draghi, a pesar de la devaluación de la moneda europea frente al dólar el último año.

Por último, todas las situaciones de guerra, en todas sus formas que actualmente se están desarrollando, pueden ser una pobre broma si China se siente amenazada en sus planes expansionistas.

No es una casualidad, que el Sr. Abe, presidente del gobierno japonés, esté intentando modificar dos puntos que parecen inaceptables para la sociedad nipona, a saber, la reapertura de las centrales nucleares, junto con el posible cambio en su constitución para poder enviar tropas fuera del territorio nacional. Energía barata, y control de posibles fuentes nuevas en el Mar de la China.

En esa Europa que no existe en el mapa geopolítico como tal, nos desangramos con temas locales referidos a los independentismos en Francia, Italia, Bélgica, España, Dinamarca, por citar unos pocos, se nos va la vida por unos miserables 86.000 millones que añadir a la deuda griega, y por enviar algo de dinero a los ucranios para que sigan siendo la mosca cojonera de Rusia, y de paso, poder asegurar a Centroeuropa un suministro de gas ruso este invierno, cuando los gaseoductos que conectan con el norte de Africa deberían ser la garantía que necesitan los alemanes, holandeses, austríacos, belgas, franceses…

Aquí tenemos como gran reto resolver el tema de un par de cientos de miles de inmigrantes procedentes de las guerras que no hemos sabido evitar, pareciéndonos imposible diluirlos en una población de más de cuatrocientos millones de personas. La impresión es que la gran partida mundial se juega al otro lado del mundo.

Como sabéis, yo no tengo ni idea de estas cosas, y seguro que lo que he escrito es erróneo, pero desgraciadamente para mí, es el fruto de lo que he entendido de las lecturas que he hecho y de las informaciones que han llegado hasta mí.

Si alguien quiere corregirme, por favor que lo haga, y así aprenderemos los amigos que me leéis, y yo.

Como colofón, diré que ya han salido analistas de prestigio de grandes instituciones financieras metiendo miedo al populacho, para que se deshagan de los activos financieros que los mercados pueden desplomarse en cualquier momento. Tiempo para ellos de comprar barato.

Iré a ver a la Sibila a que me interprete las vísceras de estos animales.

Buenas noches y buena suerte

 

En la barra de Boadas

 

Si no fuera porque el malogrado Alvite, utilizó antes que yo  aquel «Noches de Harlem»que luego colgó de la serie Mike Hammer, os pediría que mientras leéis esto, lo buscarais en vuestra discoteca para acompañaros la lectura.

Ya que no debe ser, buscad esa grabación clásica de Stan Getz, “Samba Jazz”, y dentro encontrad Desafinado, o Samba de una nota so, que también acompañará bien. Y por supuesto lo que salga se lo brindo al Alvite allá donde esté con todo mi cariño y mi respeto por los ratos que aún me hace pasar con sus Crónicas desde el Savoy. Cosas de los podcast.

Aquella tarde al doblar la esquina de la Rambla, para entrar lo justo en la calle Tallers, sabía que no iba a ser una tarde cualquiera, cosa que tampoco me importaba demasiado, así que abrí la puerta, tuve cuidado con el escalón, que al entrar no tenía mérito, cosa que al salir se tornaba a veces en misión imposible.

Había poca gente, y el fondo izquierdo de la barra tenía un sitio libre. Siempre me han gustado los fondos de la barra a la izquierda, si acaban en pared. Como en el Florida de la Habana, que si no fuera porque me colocaron en medio una estatua de Don Ernesto, hubiera marcado el sitio con una meadita, como un buen lebrel, antes de darle al daiquiri como Dios manda.

El barman me tiene muy visto, y empezó a preparar un Negroni, como a mí me gusta, fuerte, frío, seco, con su guinda, de esas que te venden en la calle Hospital a finales de enero cuando Sant Pons.

Había cuatro turistas algo gritones que posiblemente habían descubierto Boadas en una Lonely Planet.

El barman me echó esa mirada de ¿qué le vamos a hacer?, con la parroquia local, hace tiempo que el negocio estaría cerrado. Acusé el golpe, no demasiado, la verdad.

Tenía pues que agradecer a aquellos bárbaros del norte, que me pudiera tomar mi Negroni, en la barra, al fondo, a mano izquierda, pasado el mingitorio de imposible puerta.

En el segundo Negroni, alguien dijo mi nombre….Luismi.

-Mierda, pensé, es Pau, con ganas de cháchara.

A Pau lo conocí, como a casi todo el mundo, mucho después de haber conocido a Boadas, es un buen tipo, aparentemente expansivo hasta que se echa al coleto la segunda copa, y se te pone íntimo.

Y le ví esa cara.

– Se me va a confesar, y ya he visto esa película, pensé nada más verlo.

Soy muy previsible, los que me conocen saben dónde encontrarme, aunque gracias a Dios no siempre cuando.

Pau tiene la virtud de caer bien a las mujeres, triunfa con ellas, yo no lo he entendido nunca, creo que es por pesado, por insistente, pero el gato se lo lleva al agua.

Eso sí a Pau lo abandonan con la misma facilidad, es, ¿cómo diría yo?, un trago corto, un tequila a pelo, se lo toman, les reconforta, pero no vuelven a repetir.

Pau lo sabe, y no lo lleva mal, sabe que a reina muerta, reina puesta, que aún tiene labia, que aún da el pego, que aún se lo beben de un trago.

-Luismi, ando jodido.

Pau, no te pide dinero, lo tiene y de sobras, de salud y de aspecto va perfecto, una fantástica moral laxa, de esas que pueden convertirte en político en cualquier momento, y de amores ya hemos hablado.

-Tómate algo hombre, y me cuentas.

Pau ha sido más del cocktail del día, que era lo que yo hacía, hasta que dejaron de interesarme las aventuras, y me amoldé en mi rincón con mi Negroni.

-Estoy con una mujer maravillosa.

-Como todas las tuyas, son siempre fantásticas. (Siempre le decía lo mismo, aunque él y yo sabíamos que desde que Lauren Bacall dejó el cine negro, las mujeres son simplemente bellas).

-¿La conociste ayer?

-No, llevo casi un año con ella y me he enamorado.

Solo se me ocurrió decirle que lo sentía, que por fin Aracne atrapó a la mosca, vaya, que me alegraba.

El barman ya le había preparado el segundo “del día”, que es un profesional como la copa de un pino, y con la excusa de los cacahuetes, decidió pegar la oreja a la historia de Pau.

-La conocí de la forma más vulgar, en el sitio más vulgar, tuvimos la conversación más vulgar, y no hubo por mi parte más magia que la que he tenido siempre con cualquiera de las mujeres que he conocido.

Hicimos el amor, con la eficacia que siempre me ha caracterizado, y cuando pasó el primer mes, y ella debía dejarme, no lo hizo, Luismi, no lo hizo.

Eso me desconcertó, no me había pasado nunca. Siempre he pensado que era un pañuelo de papel, que una vez te has sonado, lo último que esperas es que de nuevo te metan en el bolso.

Pensé, Pau, te haces viejo, ya no tienes piernas para correr, porque ahora te toca a ti. Antes, es que no te habían dado tiempo, que te tiraban a la papelera de Escudillers antes de que te dieras cuenta, y no te importaba.

-Bueno, Pau, la cosa no es tan mala, hay gente que incluso llega a disfrutar del amor, no serías el primero, y además ese amor que supongo sereno, en tu madurez, seguro que te ofrece unas posibilidades de disfrutar la vida de una forma diferente, junto a una persona que al final te ha enseñado un camino por el que la vida no te había dejado transitar, o simplemente que tú no habías querido.

La expresión de Pau no podía ser más sombría, perdió la mirada en el fondo de la copa de cocktail, allí estaba inerte la cereza, verde en esta ocasión, que Sant Pons había llevado a Boadas.

Pensé de nuevo en la Flaca, ¿tenía los ojos verdes?, a lo mejor el amor de Pau también los tenía. A saber, que en estos silencios entre copas son muchas las cosas que se vienen a lo que el alcohol aún no ha eliminado del cerebro.

Decidí no romper el silencio, transcurrieron unos minutos, lentos, de la forma en que el tiempo pasa en Boadas, el barman mezclando colores, los rusos a punto de cantar algo de los bateleros del Volga, alguien entrando o saliendo del mingitorio, un tropezón en el escalón de la entrada, ¿más cacahuetes?.

Pau levantó la vista, me miró con los ojos que deben poner los cabestros sanfermineros….y me espetó.

-Hace una semana que no sé nada de ella.

Casi le doy la enhorabuena.

-Chico, pensé decirle, ya sabes, que quién pierde una gran mujer, no sabe lo que gana.

Me tragué el chiste,  Pau estaba jodido, y si Murakami lleva razón y Pau,  enamorado, es ahora un hombre sin mujer, su fin puede ser terrible.

Pero ya se sabe, estos escritores son unos exagerados.

-No te preocupes, aparecerá, ya verás.

Pau puso cara de que no, que eso no iba a pasar.

El barman vino a salvarme.

-Señor Rodríguez le recuerdo que le esperan para cenar en Vía Véneto.

Venga, Pau, ánimo, tengo que irme. No te preocupes, llámame un día de estos, y nos vamos a cenar los tres.

Las mentiras piadosas nunca han sido mi fuerte.

Buenas noches y buena suerte

La Fiesta «Nassioná»

 

Claro, viene uno de su tierra con eso de los desplazamientos veraniegos, (yo no puedo hablar de vacaciones mayormente por no ofender), y ve que en Las Arenas ahora venden puntillas,  cañas miserables de a tres euros, y en la Monumental, nada, que como no está claro que sea un chaflán no han dejado al Nuñez hacer unos pisitos. Tampoco está el hombre para muchas bromas.

Una tierra de libertad como la mía, que se siente oprimida, mayormente por la parte dels segadors que baixan del Bagués, que a los urbanitas no les veo más oprimidos que a los londinenses, parisinos o incluso a los ciudadanos de Benidorm, que haberlos hailos, va y permite que sus próceres prohíban la fiesta “Nassioná”. Me desagrada la prohibición, soy de los de “prohibido prohibir”.

Pues han dejado a los catalanes del Candel, hechos unos zorros, y a las revistas del corazón sin la posibilidad de que un redivivo Mario Cabré vuelva loco de celos a “Uncle Frank”, a costa de las caderas de Ava Gardner. Una pena oye.

Mi relación con la fiesta “Nassioná” ha sido como todo en la vida, lo suficientemente superficial como para parecer un experto, y empezó siendo muy niño los domingos por la noche, en Radio Nacional, después del parte de las diez, cuando decían aquello de “bajen el volumen de su receptor, respetarán el descanso de sus vecinos, y comprobarán que la audición radiofónica es perfecta”.

Acabada la frase aparecía la voz de Don Julio Gallego Alonso, dando la crónica taurina, explicando con todo detalle, las chicuelinas, las medias verónicas, las puestas en suerte, los subalternos, la suerte suprema. De verdad, y sin ninguna exageración, me parecía casi poesía a mis seis o siete años, lo que aquel señor decía con su exquisita voz en mi receptor.

Oí apellidos como Bienvenida, Chamaco, Viti, no sé, unos cuantos más, que para mí eran casi como Diego Valor, que Superman era muy caro, y en casa no entraba con los periódicos que mi abuelo Luis compraba los domingos. Aquello era fantástico. De hecho era el lado más amable y bonito, más manipulador si se quiere, y encima yo ¡Hala!, a relacionarlo con momentos entrañables cerca del receptor familiar de radio.

Uno fue creciendo, y llegó la televisión, esa que funcionaba a golpes en los laterales, y orientando los cuernos (nunca mejor dicho en este caso) de la antena, y aparecían las primeras corridas televisadas.

Otra vez el envoltorio era de primera calidad, ¿Quién no recuerda al mítico Matías Prats?, era capaz de distraerte contándote como era la ubre de la que mamó el segundo de Torrestrella, o porque al banderillero barrigón que a duras penas ponía uno de los palitroques, lo llevaba en el asiento de en medio del Mercedes, cuando la cuadrilla iba de pueblo en pueblo.

Recuerdo sus historias cuando hablaba de los Ordoñez y de la plaza de Ronda, o de la corrida de San Pedro en Zamora, que parecía estabas paseando por Santa Clara.

De lo que pasaba en el ruedo, casi ni te enterabas, entre los golpes a la tele, los disculpen la interrupción por causas ajenas, y la narración de Don Matías, volvías a las crónicas taurinas de Don Julio.

Cuando hice creer a los que me rodeaban, que era un tío leído y escribido, y empezaban a llegar a mis oídos a mitad de los setenta, algún comentario antitaurino de gentes que llegaban del calvinismo mayormente. Eché mano del culto Mediterráneo al toro, de que si Jasón, que si Aracne, que si los vasos cretenses, que si los uros (Bos primigenius primigenius) casi prehistóricos, vamos que no entraba con lo de Altamira porque eran bisontes, y al final no parecía más que el tabaco del apoderado de agencia bancaria, que ya era un grado.

Entraba por encima de los bueyes apis ejipcios, y clamaba por una tradición que mantenía muy seriecito yo, nos llegaba desde el Norte con los siempre montaraces vascones, desde el este gracias a las colonias griegas en Ampuries, o desde el sur, posiblemente del maridaje entre las culturas tartésicas y fenicias. El dios toro. Y ya se sabe, al Dios hay que matarlo siempre, de forma ritual para que siga siendo Dios. Hay que hacerlo en su templo, con sus sacerdotes oficiando, y delante de la chusma. Blanco y en tetrabrik.

Era una España, como siempre, dura, áspera, tacaña con sus hijos, como ahora, como siempre, y como el Padre Pío, no hacía más que amenazarnos con la ceguera, teníamos que buscar otros dioses, cuanto menos alternativos, que no estaba claro si eso de la apostasía, realmente te llevaba directo a las calderas de Pedro Botero o no, con lo que escuchabas a Don Matías, que daba gloria oírlo, admirabas a los oficiantes vestidos de grana y oro, y el sacrificio final venía a ser el vertido de la sangre del dios que se renovaría de nuevo a las cinco de cualquier tarde. Era una forma de quitarle la individualidad a animal, llevándolo al concepto genérico, toro de lidia, que tiene mucho de inmortalidad.

Encima tienes en tus manos la Biblia que para el toreo fue el Cossío, o el poema de Lorca a la muerte de su amigo Ignacio Sánchez Mejías, o los ríos de tinta por la muerte de Manolete. Los grandes morían en la arena. La cosa tenía su épica, su márketing, dirían hoy los puestos.

“Nassioná”, además me traía esa nostalgia de la españolidad allende los mares, nuestra fiesta era también una fiesta bolivariana, y  azteca, que los sanmartinianos nunca entraron en estas. La influencia italiana digo yo, que eran más fisnos, vaya.

Recuerdo el alboroto por la llegada de un torero español al Tequendama, hotel en Santa Fé de Bogotá donde me hospedaba,el mismo que había visto en el Colón sevillano, mientras me endosaba un buen rabo de toro, en el Burladero.

Lo de la Monumental mejicana, me trae sensaciones agridulces. Me molestaba que fuera más grande que Las Ventas, (no sé porque), pero por otro lado, tenía a mis oídos el nombre del mítico torero Carlos Arruza, sobrino del poeta León Felipe, una cabra maravillosamente loca, que fue la imagen del exilio republicano en Mexico, y el poeta Don Mario Moreno, que hizo poesía del desheredado con la imagen. Eran para mí seres épicos, y ya disimularán ustedes.

Escuchabas crónicas desde Quito, desde Lima, desde Cali. Era como si de nuevo revivieran en mí las historias épicas no solo de los cabestros que como Pizarro, Almagro, Aguirre, salieron de la piel de toro, hacia aquellas tierras, sino de gente que hizo, como Urdaneta, posible el tornaviaje, o aquellos jesuitas que salvaron a tanta población autóctona de caer en manos de los esclavistas que venían desde Brasil, desde Uruguay, en busca de mano de obra.

Siempre pensé que los desvaídos azules de las banderas sanmartinianas tenían algo de taimado, frente a los colores sólidos y claros de los bolivarianos, que si te mataban, lo hacían por derecho, y con su buena ración de sangre.

Yo a los toros fui una vez a las charlotadas del bombero torero en Las Arenas, (que incluso a mis pocos años me pareció algo patético), y ya en la puta mili como policía militar que era, a las corridas del Pilar.

A las Ventas he entrado una sola vez, y fue para oír un concierto de Mark Knopfler, lejos de toriles, y del tendido del siete.

Esa actitud ha sido provocada por varias razones, la primera mi tradicional tacañería de ser del Maresme (valía una pasta una andanada de sol), y la segunda, porque empezó a caérseme el sombrajo, cuando empecé a ver la letra pequeña de la tal fiesta “Nassioná”, que para mí la mataron “El Cordobés” y el papel couché, que perdió con Paquirri la ocasión de crear otro Ignacio Sánchez Mejías, u otro Manolete. Prefirieron centrarse en lagrimón de la Pantoja, y se perdió la poesía, la religión del acto casi religioso que a mis ojos se oficiaba tarde tras tarde, de marzo a octubre.

Fuera del templo que podemos aceptar que era la plaza de toros, donde se oficiaba un rito, digan lo que digan los antitaurinos, está el sacrificio extramuros del toro, en esas salvajadas que en nuestros pueblos quieren tener un carácter iniciático, para los mozos que tienen que desbravarse, que tienen que ser reconocidos por futuras matronas bigotudas y cumplir el rito de la transmisión genética.

Los embolaos, los enmaromaos, los alanceados, las vaquillas que acaban tirando desde un puente, a la que se descuida la autoridad competente, y que cuando se da cuenta, algún alma caritativa le dice:

-Fue su hijo señor alcalde.

-Vaaaayaaaa estos chicos….habría bebido la vaquilla, y se cayó, que el vino de aquí es muy peleón.

Dicho esto, debo reconocer que hoy no soy capaz ni siquiera de ver en telediario, el resumen del paseíllo de la segunda de feria, por muy Real Maestranza de Caballería que haya de escenario. No me gusta el espectáculo de sangre, ni de toro ni de torero, no me gusta la gente que va a los toros, no me gusta la forma en que Don Manuel Molés habla de la fiesta “Nassioná”, no me gusta el trasiego de billetes de 500€ en refajo, para pagar entradas o para contratar una corrida en un pueblo.

Creo que los años han conseguido que los pájaros se me vayan de la cabeza, el Padre Pío, o se equivocaba, o me mentía, porque no me quedé ciego. Los versos de Lorca, son hoy imposibles para cualquier poeta que quiera hablar del Fundi, por ejemplo, que ya es cuestión del Hola, y las palabras de Don Julio Gallego Alonso, son irrepetibles, nadie las entendería, por no hablar que el Cossío no cabe en un twitt. Es otra religión que para mí ha muerto. Desnuda de espíritu, solo queda sangre y dinero.

Los taurinos de hoy, te dicen que si desaparece la fiesta “Nassioná”, desaparecerá también el toro de lidia. En ecología diríamos aquello de que espabile, y si no, su nicho ecológico lo rellenará otra especie.

Por último, quiero destacar otro aspecto de la fiesta “Nassioná”, y era aquella supuesta parte social, romántica, del chico pobre, sin posibilidades de tener una vida digna, que se jugaba la vida capeando toracos en las dehesas, esquivando los cuernos de los morlacos, y los disparos del mayoral (más cornás da el hambre).

Eso ya tampoco tiene sentido, que torear a la luz de la luna, en pelotas, como Dios manda, no es seguro. Te sacan las cámaras de seguridad, y te ven el culo en Internet a los dos días. Está muerto para mí todo aquello que podía tener en su momento una cierta simbología, ahora como en muchas de las  religiones, queda solo sangre y dinero, la espiritualidad ha muerto.

Tiene esto un puñetero paralelismo con el boxeo, en todas sus formas, piénsenlo sus gracias, que otro día lo hablaremos.

Hagamos caso a Gracián, aunque sea en la segunda parte de su aserto.

Buenas noches y buena suerte

HIBAKUSHA

 

Muchos, por no decir todos los periódicos que han caído hoy en mis manos, hablan de la mayor salvajada que un país ha cometido contra otro, y su setenta aniversario. La venganza de los miserables asesinos que tomaron esa decisión, seguro que les dejó el alma serena pensando que el asesinato de población civil inocente compensaría el ataque contra su base militar en Pearl Harbor.

hiroshima 1-845x1024

No quiero hablar más de ese país y su gente que aún siguen buscando razones para la tal barbaridad, son unos asesinos quienes lo hicieron, sus linajes serán linajes de asesinos por los siglos de los siglos.

Hirosimath3X9JYTQ9th2DI01C80(Hiroshima hace sesenta años- ¡¿Qué grupo terrorista hizo esto?!

Hibakusha es el término que en japonés se utiliza para denominar a la gente que ha sido bombardeada, y nadie como los habitantes de Hiroshima y Nagasaky, fueron bombardeados de forma tan criminal.

Con el tiempo, esta bella palabra Hibakusha, se ha transformado en la definición que agrupa a los que aún sobreviven los bombardeos de principios de agosto de 1945.

Todo mi respeto para esa gente que a través de estas décadas, han luchado por las soluciones pacíficas de los conflictos entre países, por la desnuclearización de los arsenales de cualquiera de los ejércitos del mundo.

Japon-recuerda-a-las-victimas-_54196406852_53699622600_601_341Memorial en Hiroshima al bombardeo criminal.

Han formado lobbys que han influído de forma notable en los sucesivos gobiernos japoneses, que como es sabido tienen en su constitución la prohibición de la intervención militar fuera de sus fronteras, aunque ahora con los problemas del mar de la China, la cosa parece que está en entredicho.

thNXF84WN8Punto de la ciudad en cuya vertical a seiscientos metros estalló la bomba.

No he estado en Nagasaky, pero si en Hiroshima, y debo reconocer que la ciudad me impresionó. Fue un viaje desde Tokio casi relámpago, dormí una noche en la ciudad y aproveche luego para disfrutar de la costa, y del maravilloso templo de Itsukushima, durante una ceremonia de té, con cientos de damas con su kimono de fiesta, sirviendo el té a sus allegados. Precioso.

La delicadeza de la puerta ceremonial en el mar, es inolvidable.

221

Eso fue lo que me salvó el día.

No quiero en cualquier caso que alguien pueda pensar que soy de los que piensa lo de pobrecitos japoneses….en la misma ciudad de Hiroshima en el museo donde se cuentan los desastres del bombardeo, con imágenes siempre menos crudas de lo que la realidad debió ser para aquellos seres humanos, hay unas terribles imágenes de lo que hicieron ellos en la guerra de Manchuria, como continuación de la primera guerra que supuso en 1894/1895 la humillación de China, y la desaparición de su último emperador. El famoso estado de Manchukuo en Manchuria, supuso una verdadera masacre y humillación del pueblo chino. Pero eso es otra historia. Los japoneses fueron también unos asesinos, pero hoy no están orgullosos de lo que hicieron.

Hechos ya todos estos comentarios, quiero reflexionar un poco acerca de la palabra Hibakusha, porque de alguna manera, y ciñéndonos a su etimología, creo que todos somos Hibakusha, con la diferencia de que no nos decidimos a unirnos, y a ejercer realmente una presión de lobby en su más dura acepción.

Somos Hibakusha, cuando a través de cualquier medio de comunicación nos bombardean con mensajes, políticos, económicos, de cómpreme usted señorito esto o aquello que se lo pongo en el ojal.

Somos Hibakusha cuando tenemos que ver como las empresas energéticas roban nuestro dinero, a pesar de las contínuas bajadas de los precios de la energía.

Somos Hibakusha cuando nos niegan la curación de nuestras enfermedades por razones económicas.

Somos Hibakusha cuando se nos arrebata nuestro trabajo para que las compañías repartan más dividendos a sus accionistas. (Indra ha subido más de un 9% en el momento en que se ha comunicado la supresión definitiva de 1700, aproximadamente, empleos).

Somos Hibakusha, cuando nuestros hijos, no reciben la educación adecuada por peleas ideológicas de aquellos que tienen la responsabilidad de ofrecernos la mejor del mundo.

Somos Hibakusha, cuando después de haber pagado una hipoteca para pagar tu casa, durante 29 años, al fallar los tres últimos meses, un banco se la queda, y tú a la calle.

Somos Hibakusha, cuando hemos pagado unas vacaciones y el tour operador quiebra, o una huelga hace imposible que las disfrutemos.

Somos Hibakusha, cuando las administraciones incumplen descaradamente las leyes, para meter la mano en nuestros bolsillos.

Somos Hibakusha, cuando se utiliza el cuerpo de bomberos para desahuciar a un anciano, que como dice el bombero gallego hoy juzgado por negarse a hacerlo –Mi trabajo es salvar personas, no bancos.

Somos Hibakusha, cuando políticos en el poder, y solo por sus ambiciones personales (económicas claro) toman decisiones que pueden arruinarnos a todos menos a ellos.

Somos Hibakusha, cuando deliberadamente se manipulan las compras de las administraciones del estado.

Somos Hibakusha, cuando matan a una mujer, y los jueces y la policía no ha sabido evitarlo, o no han querido.

Somos Hibakusha, cuando nos mienten en las etiquetas de las cosas que compramos, para obtener nuestro dinero con engaño.

Somos Hibakusha, cuando nuestros gobernantes en su ambición desmedida, aumentan la carga impositiva que soportamos, mientras nos bombardean con el mantra de que los reducen.

Somos Hibakusha, cuando desde las confesiones religiosas nos bombardean con consignas, para que dejemos nuestro óbolo, y vivamos como alguien ajeno a mí, quiere que viva.

La lista es interminable, somos seres bombardeados, no con una bomba de hidrógeno, pero cientos de veces al día con bombas que no percibimos como tales, y sobrevivimos (algunos) al bombardeo.

Como estoy panfletario, y cabreado, no voy a seguir con esto. Solo que creo sería de gran utilidad para todos formar grupos de presión que pudieran tener al menos una parte del poder que tienen los Hibakusha originales, y que el hecho de sobrevivir a las bombas nos lleve a conseguir su desaparición, o su transformación al menos en bombas de chocolate.

Echemos nuestros faroles con luces a nuestro río para recordar lo que somos, lo que hemos sido, y por lo que tenemos que luchar.

thNYQX23Y5

Buenas noches y buena suerte

El Proceso

 

La viñeta de hoy del periódico de Cataluña, no tiene precio.

Una señora en su tumbona de la playa, leyendo un libro. En la tapa se lee el título, “El proceso”.

Un hombre le pregunta

-¿Kafka?

– No, Mas, le responde la señora sin dejar de leer.

Recuerdo hace mil años, cuando me tocaban leer esas cosas, que todo tiene su tiempo y su edad, que Kafka siempre me transmitió una inquietud, y una ligera angustia al leer sus libros, y analizar después sus ideas.

En clave de humor, pero no exenta de mensaje, recuerdo en mi viejo televisor, aquel programa de Don Narciso Ibáñez Serrador, donde alguien sufría una especie de proceso, mi recuerdo es borroso, lo mismo era un expediente administrativo, cuyo resultado era siempre que alguien le exigía un documento “por triplicado” “por triplicado”. Tremendo.

La experiencia de andar dando tumbos por estos mundos de Dios, me han demostrado siempre, o casi siempre, que los procesos, no acaban nunca, salvo las excepciones bestias, por ejemplo un consejo de guerra, el famoso 1001, o algunos de los de la Inquisición que acababan con el reo criando malvas. Porque los demás, montones de legajos, cierres en falso, olvido.

Las consecuencias, dicen de una justicia excesivamente garantista, que aunque te pillen con el “carrito del helao”, hay que demostrar que era un carrito, que llevaba “helao”, que tú lo llevabas, y que no fue una falsa percepción de quien te pilló, de que se respetaron estrictamente, y según el punto de vista del protocolo que debe seguir el juzgador, todos y cada uno de tus derechos, y por orden, incluso aquellos que tú has ignorado al pasear con el tal carrito.

Algunos nos acordamos de Filesa, otros de Matesa, o aquel de la colza, el de los marqueses de Urquijo, o más recientemente el del 23-F, los atentados del once de marzo en Madrid, tantos y tantos relacionados con la maldita manía de matar de gentuza que decía ser vasca, y que los vascos de verdad nunca se atrevieron a decir, que ni de coña, que si esos eran vascos, la gente normal era otra cosa, y que nos llamen como quieras.

Ahora, andamos a vueltas, con nuevos procesos, que no se acaba nunca la historia, que si los duros de los pujolines, que si la pasta de los ERES en Andalucía, que si el lio del bigotes, que si el Fabra, que si la Púnica, que si el señor Momentín. Venga legajos, años, cientos de miles de folios, que nos cuestan un pico en árboles, y encima dejan de echar oxígeno a la atmósfera. Procesos, por triplicado, por triplicado, por triplicado.

Y nos viene ahora el Señor Mas y su colega de Esquerra, (cada vez que oigo hablar de él me acuerdo de La Casa de las Mantas, Jonqueras 5, por cada manta que compre le regalamos otra), con otro proceso. El Process, que de forma tan brillante ha destacado hoy en su viñeta, el dibujante político del Periódico de Cataluña.

La propuesta del Process, no lleva aparentemente aparejada, la manu militari, que con un buen consejo de guerra, propuesto en paralelo por estos dos señores, seguro que lo cerraban en un plis, pero claro, los coronelotes que necesitamos, han jurado cosas muy raras, como nosotros, cierto, como defender la Constitución, la Bandera Española, la integridad de la Patria, y ellos tienen un sentido del honor que les fuerza a cumplir su palabra. (No anirem en lloc si tothom pensa asi).

Así que esa vía cerrada. Pues al legajo, y a que respeten nuestros derechos, uno a uno y por su orden, exactamente aquellos que nosotros pensamos pisotear a quienes no piensen como nosotros.

En fin chicos, vosotros veréis, yo estoy en mi tierra ahora, y lo que huelo, es que el Process va para rato, que aquí las cosas no las tiene tan claras la peña como les gustaría a los promotores del Process….y a lo mejor, no hemos caído en lo que realmente se pretende.

Y es que el Process no termine nunca, que sean montañas y montañas de legajos, de medias verdades, de mentiras del todo, y sus promotores viviendo por todo el morro, como los malos abogados, de liar el process, de alegatos encendidos, de vender esteladas, ( que nadie entiende muy bien de donde viene) cada 11 de setiembre, que la Meridiana queda muy mona, y el Camp Nou, ni te cuento, pero parece el día del Corpus a punto de pasar la procesión.

También se pueden permitir cada vez que se dé la ocasión, el contrariar a Cervantes, en aquello de  archivo de cortesía, y hacer la gamberrada de niño travieso de familia bien en el palco de cualquier estadio….Ves y no me han castigado

Queridos Mas y Jonqueras, si no fuera porque quiero mucho más que vosotros a esta mi tierra, me gustaría que os salieseis con la vuestra, y a la primera, a ver cómo organizábais el pifostio del día después. Qué hacer con los que han votado que no, y que pueden ser la mitad. ¿Se les echa?¿Se les fuerza a una nueva nacionalidad?¿Se les quitan los ahorros que tengan en el Sabadell y en La Caixa?¿Emitimos pasaportes para que vayan a comprar la gasolina a Fraga que es más baratita?¡Ah, no! Que en Fraga, que son europeos, no aceptan la “pela” para pagar la gasolina.

¿Y los que como yo que somos catalanes, que queremos a nuestra tierra, pero que se nos ignora, porque vivimos en tierras lejanas? Me dan ganas de llamar a la OTAN para que defienda mis derechos…¿o yo no los tengo?. Creo claramente que falta un referéndum universal, planetario quiero decir, para definir qué es ser catalán, que aunque uno crea que lo es, vienen ustedes con la boca llena de democracia y nos dicen que como nuestro sentimiento es diferente, lo que sentimos no es de catalanes, que nos fijemos en Mohamed el del campo de flores del Maresme…que ese sí que lo es, y de corazón.

Y mi Barça, ¿ya no jugará con el Madrit?. Con lo bien que me lo pasaba….¡Ah que la PIFIA hará la excepción a su medida! Sería un alivio, pero nos veo jugando con el Europa, la Gramanet, y el San Martín de Provensals, y con el cupo de extranjeros más que sobrepasado.

A lo mejor ponen ustedes esa carita de niño malo travieso pero con pelas del palco del Camp Nou, porque lo que realmente quieren es que el Español (Real Club Deportivo), tenga que cambiar de nombre porque si no le quitan la licencia.

A saber, que los caminos del Process, como el de Kafka y los otros mencionados, son inexcrutables.

Yo queridos Mas y Jonqueras, estoy ya aburrido con ustedes, realmente creo que siendo unas magníficas personas, como políticos y líderes son una ruina, y necesito que en este mundo global, mi tierra no sea lo importante, sino los seres humanos que tienen relación con ella, y les garantizo, que a muchos, a muchos de ellos, sea cual sea el final del Process, que nunca acabará, les van a partir ustedes el corazón. Pero eso no les importa, todo sea por acumular legajos, y que alguien les pague por ello.

Buenas noches y buena suerte

Megalópolis

 

 

 

Leía el otro día que las autoridades chinas estaban estudiando la creación de una superestructura urbana alrededor de Pekin, capaz de albergar 130 millones de nuevos habitantes.

Cualquiera se mete a criticar la decisión, te pueden acusar de injerencia en asuntos extranjeros, y actuar contra ti cualquier cónsul chino en Nairobi, si se te ocurre ir a ver desde tú hotel los marabús y el Monte Kenia.

Solo mencionaré que si yo fuera el señor alcalde de Mataporquillos del Encinar, y se me viniese a la cabeza hacer unos chaletitos adosados junto a la era del Señor Eulogio, me iba a poner el de la Caja Rural a caer de un burro.

Claro que yo saldría con aquello de que mire usted, señor apoderado, que es que no lo entiende usted, que los protocolos económicos de la Caja Rural me lo tienen a usted “onubilao”, que el progreso es crear megalópolis, que mientras más contamines, más sales en los papeles, en los telediarios, y lo que es más importante, en el Caralibro ese y en del Silbidito.

Y ese es el secreto, que los americanos que son muy espabilaos, detectan el movimiento por la NSA esa, y empiezan a pensar que eres capaz de hacer los teléfonos inteligentes, si hombre, esos que se hacen para nosotros los tontos, más baratos que en Marruecos, como en las galerías de la casa Xifré, ahí en la Plaza Palacio.

Mire usted, primero unos adosados, que es la forma de sentar unas bases sólidas, y si no se llenan, hacemos como los de Plan, se organiza una caravana de mozas, y además casamos a Juanito, que va a entrar en la cincuentena el hombre, y aún no ha procreado.

Luego, será la revolución industrial, como Manchester en el XIX, lo mismito, que allí también pusieron adosaos, y mire usted, ahora ganando Premiers, y fichando españoles y todo, con lo caros que salimos.

El polígono industrial, nos lo pagan a medias los fondos FEDER, y el diputado a Cortes del Partido Pernicioso, ahora en el poder, y todos tan contentos.

Claro, que lleva usted toda la razón, que si sale bien, vamos a estar algo más apretaos, y hasta a lo mejor hay que poner tranvías, pero eso es el progreso hombre, sea usted moderno, y ponga el visé en el crédito, que yo me encargo de ese rollo del plan urbanístico, y el señor secretario de la pedanía, no va a poner ninguna pega, y si la pone, se hace un adosao más para él, y listo.

Ciento treinta millones de personas más en un área que anda ya por los veinte millones, son cuatro veces los habitantes de toda España, contando a su pesar a parte de los catalanes y de los vascos, van a estar muy apretaos, se lo digo yo.

Ahora bien y pensando un poco, como decía algunos días atrás, China es un desierto seco una vez te alejas unos cuatrocientos kilómetros de las costas, y la vida es tremendamente dura y con pocas esperanzas de mejorar su estatus. A pesar de que se ha limitado el número de hijos por familia, tienen una demografía que desde nuestros estándares, literalmente apechusca*, y que aquí seguramente no podríamos manejar de ninguna forma.

Los líderes chinos, estoy seguro que han considerado todos los pros y los contras en el proyecto, siendo posiblemente uno de ellos, la famosa economía de escala, que hará mucho más baratos los servicios necesarios para esas nuevas comunidades, desde la sanidad a las comunicaciones, pasando por los suministros alimentarios, agua, luz, energía, limpieza….me hago bola.

En cualquier caso, no muy lejos de Pekin, al otro lado del mar de la China, sin tantas alharacas, ya tienen algo parecido. Hablo de Japón.

Si coges el Shinkanseng en Tokio y haces a toda mecha los 500 kilómetros que te separan de Osaka, por ejemplo, no dejas de ver ciudad en ningún momento, claro que en esa extensión se hacinan fácilmente sesenta o setenta millones de personas, exquisitamente educadas, y que han ido aprendiendo a vivir espachurrados generación tras generación.

Sus fantásticas mansiones de treinta metros cuadrados, son más que suficientes para ellos, (tampoco son muy voluminosos, a no ser que seas luchador de sumo, pero eso es otra historia).

En el caso chino, al parecer, y según las noticias que me llegan, quienes van a ocupar esos espacios, serán gente que vive en el interior, y deben suponer la nueva mano de obra para los proyectos fabriles que seguramente forman parte del próximo plan quinquenal que debe estar elaborando el politburó chino. Lo ignoro.

Lo positivo, es que esa gente está curtida en el nomadeo, y así se garantiza el gobierno una muy moderna movilidad entre los apartamentos de alquiler. (Siempre que no se les lleven las tuberías y las instalaciones eléctricas, que se venden muy bien)

Desde mi perspectiva occidental, con una cultura muy asentada en unas bases seculares, pero muy occidental/monoteísta, la cosa no tiene pies ni cabeza. Sin embargo, los chinos también tienen su cultura, firmemente asentada, y con raíces seculares muy fuertes, así que lo más probable es que estén haciendo lo correcto para sus planes, y para sus expectativas de desarrollo. Ya veremos.

La última que nos han regalado ha sido el paso en cincuenta años de la edad media al siglo XXI, eso sí dejándose por el camino millones de personas en la cuneta. Habrá sido el precio a pagar, y seguro que a todos les ha parecido bien, y a los que no, basta con ignorarlos, que ya se sabe lo pesados que se ponen los intelectuales, a la hora de criticar proyectos que no son suyos.

Quien haya estado en China, conoce perfectamente el nivel de limpieza que impera allá por donde vayas, incluso en los hoteles más exquisitos te encuentras la cucaracha de turno que escapó de la cocina sin ser servida en el aperitivo, o el goterón de semen del huésped anterior. No tienen, el punto de vista nuestro de lo que significa vivir en comunidad, el de al lado no existe, te pisan en las colas, te escupen por la calle, a la vez que construyen estadios maravillosos como nidos de golondrinas, para encarcelar luego al arquitecto, por un quítame allá esas opiniones.

El respeto a la palabra dada, dura exactamente lo que tarda en aparecer una opción mejor que la acordada contigo, son aparentemente baratos, pero funcionando con unos principios no solo diferentes a los nuestros, sino muy difíciles de entender por estos pagos.

Espero sinceramente que el proyecto salga bien, que se adapte a sus necesidades, y a su próximo plan quinquenal. Espero honradamente que estén entretenidos con eso, y piensen menos en ver cómo apiolan a los vecinos de los mares de la China por un quítame allá ese petróleo. A lo mejor aprendemos todos, que no todo van a ser fiascos como Brasilia, ¡Hombre!.

En Mataporquillos del Encinar, estamos todos muy ilusionados, y deseando aprender de la experiencia china, sobre todo pensando en el Juanito, que se nos va a secar sin haber tenido los hijos que cumple, que ya es desgracia.

Mientras voy a ver si invito a unos choricicos y un prieto picudo que he hecho en casa al señor secretario de la pedanía, y al apoderado de la Caja Rural, para ir limando asperezas, y estar preparados por si hay que hacer los adosados y el polígono industrial, que si no, no hay vida.

Buenas noches, y buena suerte

 

La anticipación

 

Una de las constantes del ser humano, y mientras más poderoso, más acentuada, es la necesidad de conocer el futuro.

Desde las Sibilas de las cuevas napolitanas a los oráculos griegos, quizás los videntes egipcios, o los profetas judíos, o bien los desentrañadores, o los que observaban los vuelos de las aves, siempre ha habido alguien, individuo o institución dedicada a satisfacer aquello que nos puede traer el porvenir.

No hablaremos de las echadoras de cartas, del Retiro madrileño a diez euros la tirada, o el pollo que sentado delante de su bola de cristal, con unos cuantos jamalajís y otros tantos jamalajás, nos amenazan con el amor de Chuchita, o con la fortuna de los Euromillones, que luego vuelan entre hacienda y nuestra mala cabeza, que de eso por diez euros la tirada, no te avisan.

Luego los grandes visionarios que emiten sus profecías de acuerdo a sistemas crípticos que necesitan ser interpretados, con lo que ya la hemos liado, que en esto de las profecías se interpreta una cuarteta de Nostradamus al derecho y su contrario sin que una sola ceja del intérprete muestre el más leve signo de alteración anímica, y todos tan contentos.

Siempre me ha hecho mucha gracia el constatar el nivel de dependencia que aquellos que consideran ( a veces con razón y todo) que son poderosos. Reyes, duques, visires, acumuladores de oro, grandes generales, papas y popes, mirando una y otra vez las tripas de un cerdo, para saber si el pueblo les ama, (saben perfectamente que ni un pelo), y si su poder va a ser tan eterno como sus miserables vidas.

Y el oráculo de turno, en forma de institución ha sido siempre más seguro que en plan Juanito ve algo más allá, cuando confirma, que nada, que no se preocupe, que mientras siga siendo tan escaso de escrúpulos, y pueda cortar la cabeza de quien le apetezca, porque para eso paga mejor que nadie a su guardia pretoriana, su poder está asegurado per omnia secula seculorum, amén.

Si en eso fallaba el oráculo, como institución, no pasaba nada, había sido una mala interpretación del sátrapa, y a otra cosa. Si era de Juanito el vidente, al muchacho solo le quedaba el aquel de tener una piernas más fuertes que la soldadesca en nómina. La siguiente profecía, si le pillaban era muy fácil. Le iba a destripar su sucesor, delante de toda la corte. Delicioso.

Algunos de esos videntes, se desvinculaban del poder. Era más seguro, se establecían como enviados privilegiados de Dios o de los dioses, que tanto me da que me da lo mismo, y puestos, pues venga, que vendrá un Mesías Salvador de la tribu de Judá que será el Rey de los Judíos, claro sin dar datos fehacientes, como fecha de nacimiento, filiación detallada, y porque no, tarjetita con código genético, para que no haya dudas. Pues no, todo en el aire, y la peña a interpretar si es este o es el otro, montando las escisiones religiosas, tribales, o de tendencias políticas que puedan cuadrar según se interpreten.

Yo es que me parto cuando empiezan con las profecías milenaristas que anuncian el fin del mundo, sin que por supuesto nadie me explique qué es eso del fin del mundo….¿Peta el universo?…¿Solo la tierra? ¿Solo el ser humano?, ¿Solo tu pueblo?… me lo expliquen, y a ser posible de una forma más clara que esa del baktun 13 de la cuenta larga de los mayas, o los comentarios del Beato de Liébana, al Apocalipsis de San Juan.

Que uno no se aclara, y no sabemos cuándo hay que vender las Matildes, que lo suyo es esperar a ver si suben de una vez, y bajan un poco los impuestos de las plusvalías, pero como tengas un fin del mundo por en medio, ya me dirás para qué vale el análisis técnico, las velas japonesas y los stop loss.

Esto no es serio, yo que apenas peino ya canas, he vivido varios anuncios de los esta vez si, chico, hazme caso, esta vez sí, que el lunes peta. Y nada, que no pasa nada, y tu arrepintiéndote de haber vuelto a fumar, que si esto acaba en una semana no le doy tiempo al cáncer de pulmón. (No será esto del fin del mundo cosa de las campañas de publicidad de las tabaqueras para redondear un trimestre). Le preguntaré a mi amigo el experto, que seguro me clarifica algún extremo.

El género de anticipación literaria, siempre me ha gustado, y me ha fastidiado que se le llame ciencia ficción, pero pelillos a la mar. Ahí en contadas ocasiones si he visto algún aviso de por donde podían ir los tiros. Por ejemplo a través de las visiones orwellianas de lo de big brother is watching you. Ahí la clavó el pollo. Las cámaras de televisión, por las calles, son el señuelo, las cámaras en manos de la gente, a través de su móvil, son el control. Quien quiera sabe al segundo, donde estás, qué haces, con quién te relacionas, de qué hablas, y como lo expreses, a no ser que sea con papel y pluma….como piensas.

La otra que clavó fue eso del Ministerio de la Historia, ¿verdad Señor Mas?, que no te gusta lo que pasó, pues nada, se cambia la cosa, y decimos que el cagón de Casanovas fue un héroe, y nos olvidamos del vallisoletano Villarroel, que fue el que le hecho valor a la cosa mientras las familias con posibles de la ciudad habían escapado a sus casas de Mataró, de La Garriga, de la Cerdanya. Diga usted que si Señor Mas que no importan los medios, que es el fin y su consecución lo que hace que gente como usted pase a la historia….hasta que otro la cambie.

Huxley tampoco pegó mal el tiro, con su mundo feliz. Creo que hasta en la proporción de seres alfa que se necesitaban. El resto, a tomar su ración de soma, y nada de emitir opiniones, que eso no es cosa de ustedes, seres de segunda. Ustedes están para trabajar para mí. Un mundo pues diseñado de forma que las clases, no fueran conscientes de su situación, y siguieran haciendo felices a los seres alfa. Lo reconozco, no puedo entender que con la que está cayendo tanto en los países desarrollados como en los mundos de pobreza, las revoluciones de los oprimidos, no solo no existen sino que nadie levanta la voz, de verdad para que la cosa cambie.

Ya lo comentó Warren Buffet, la guerra de clases está acabando, y claramente la estamos ganando los ricos. En la frente, si señor, como Don Donald Trump hablando de los pobres o el Señor Cameron de los inmigrantes, que llegan a la Pérfida Albión, sin saber que allí se circula por la izquierda y que hay un dress code para tomar el té a las cinco en el Ritz. Que en el Reino Unido aceptamos a los inmigrantes….medio Londres está en manos de árabes. No podéis acusarme de nada.

Pues sí,  Huxley lo clavó también, pero poco más. Asimov lanzó la cosa demasiado lejos, y aunque ahora apechusca* un poco en ciertos círculos eso de la inteligencia artificial, no le haremos mucho caso, lo de los replicantes y sus cazadores por mucho que insista P.K. Dick, están aún muy lejos, y no me veo pidiéndole “de salir a Reichel” que si ya es difícil con las humanas no quiero ni pensarlo con las replicantes 90/60/90. Para mí Harrison Ford, ha sido siempre un valiente.

A.C. Clark tampoco nos convenció mucho de que podamos viajar 5 estrellas a la galaxia más guay ni que HAL fuera tan malote. Poca anticipación ahí.

Lo de Julio Verne es otra cosa, creo que no es profético, simplemente utilizó la información disponible, bien que para unos pocos, y las estiró en sus novelas. Estoy leyendo su visión del Paris de 1960, y es enternecedoramente desajustada. Para entenderle hay que estar atento a las fechas de publicación de los inventos del diecinueve, y con eso y algo de posibilismo, te vas a la luna y haces veinte mil leguas de viaje submarino, sin despeinarte.

Los últimos profetas, los analistas de mercados financieros, no dan una. Ni el precio del petróleo, ni la evolución del mercado del oro, que si el análisis fundamental, que si el análisis técnico, que si Grecia, que si el PIB Chino, que si los Abenomics, y la reserva federal que no se decide con los tipos de interés, y las velas japonesas hay que interpretarlas.

Dicen que un mono en Wall Street tirando dardos a un círculo giratorio con los nombres de las empresas, del Dow Jones, acertaba más indicando con dardo verde comprar y con dardo rojo vender, que los sesudos analistas de las grandes corporaciones.

Carpe diem, y la anticipación para quien la necesite, que el mundo anda muy achuchado.

Buenas noches y buena suerte.

*Apechusque, término utilizado por la directora del programa Elena en el país de los horrores, que tiene parte de acojonamiento, susto, y ¡qué vamos a hacer”.

El avión malayo

 

Parece que han encontrado restos de aquel avión malayo que desapareció en su ruta desde Kuala Lumpur a Pekín. Un trozo de una de las alas, quizás un flap, no lo sé, y la cosa ha ido a las manos de un hombre que limpiaba una playa en Isla Reunión.

Lo primero que me ha llamado la atención ha sido el esfuerzo de ese hombre, por hablar con la prensa, para intentar aquellos quince minutos de fama que dicen tenemos todos en la vida, y la suya no parece tener el brillo que a él le gustaría.

Los malayos dicen que, parece una pieza que corresponde a un Boeing 777, y que es el único que han perdido por el Océano Índico, pero que quieren ser prudentes, no sea que pertenezca a otra cosa?.

Que lo confirmen los gabachos en Toulouse, que saben mucho de esto, y además Reunion, no deja de ser territoire francaise d’outremer, que mola un montón, aunque su lejanía de la metrópoli haya provocado que tengan más paro que en España, y que a pesar de andar gastando euros, nos cuestan un pastizal en fondos de reestructuración europeos, a ver si se ponen a la altura de Grecia, o de Andalucía, por poner un ejemplo.

Un sufrir, pero a lo que voy, el avión, al final, ha aparecido en Europa, y ya es lo que nos faltaba, porque vamos a ser jueces e investigadores de uno de los enigmas que llevan sin resolver un tiempo demasiado largo, para como nos dicen que estamos controlados. Este al parecer se coló por algún agujero negro del sistema de vigilancia que como un producto orwelliano, nos mira.

En este año y medio largo, transcurrido desde el momento del accidente, o mejor dicho de la desaparición del avión, han debido ser para los familiares de los doscientos y pico pasajeros, una verdadera pesadilla, que con esto, me temo que va a recrudecerse.

Ignoro como son los seguros que cubren las catástrofes aéreas, y como tratan a los familiares de las personas que han fallecido en un accidente, y he dicho fallecidos, porque si no hay cadáver, la cosa debe ser un martirio.

Cuando veo la prudencia que muestran las autoridades, lo primero que me viene a la cabeza, es la pasta que hay en medio, las responsabilidades de la compañía aérea, los controles de los protocolos que deberían haberse realizado, y no se hicieron, la precisión de las listas de embarque, ( y no olvidemos que se trata de un vuelo internacional en donde los pasaportes es lo primero que te piden, antes de subir a bordo, y varias veces). Así que lo mejor es decir que hay que ser prudentes, ya que si alguien dice que es el tal avión de marras, alguien tendrá que empezar a dar explicaciones, ya que los abogados de los familiares de las víctimas estarán retomando aire, para sus comisiones por conseguir que alguien pague el desastre.

Digo esto, porque no hay más que ver el comportamiento de los de German Wings, tras el más que posible crimen provocado por uno de sus empleados, contra sus clientes. Lo que llega a mis oídos es que a ver si lo arreglamos con cuatro perras, que nos está costando un pico la broma. Esta actitud, hace que haya decidido no volver a volar nunca más con Lufthansa, ni con ninguna de sus filiales, ya que con su comportamiento cicatero, no hacen más que añadir dolor al dolor causado al dejar que un empleado suyo realizara una labor para la que aparentemente no estaba cualificado psicológicamente.

Durante este año y medio transcurrido desde la desaparición del avión malayo, otro de los fenómenos que han aflorado, han sido los de las teorías conspiranoicas, y de verdad que he llegado a escuchar cosas de lo más peregrinas, en los espacios dedicados a este tipo de cosas.

Abducciones de extraterrestres, desvío por americanos a la base secreta de Diego García, ingenieros espías de software a bordo que debían ser eliminados, si o si. No sé cuántas barbaridades, pero lo importante, es que más de doscientas personas desaparecieron sin dejar rastro, familias destrozadas, y me parece que de indemnizaciones, nada de nada.

Se me hace muy difícil creer que en el siglo XXI, una obra de ingeniería como un Boeing 777, no esté diseñado para ser seguido y localizable siempre, en cualquier circunstancia y segundo a segundo. Se hace con un utilitario, y hasta con una persona por un costo ridículo, cuanto más en espacios aéreos susceptibles de cualquier ataque o vaya usted a saber qué.

Yo no tengo nada de conspiranoico, y lo único que me importa de toda esta historia, es que han muerto muchas personas, y como nadie es responsable, y la letra pequeña está para que no se lea, las familias desamparadas. Es tremendo.

Ignoro si la aparición de este trozo del avión le va a costar un pescozón a alguien, que a lo mejor el acuerdo es que desapareciera, todo y para siempre. Veremos de lo que nos enteramos.

Por otra parte, nuestro querido amigo, el Señor Putin, acaba de pedir amablemente a la comunidad internacional, que por favor dejen de investigar de donde salió el misil que derribó al otro avión malayo. Que se olvide, vamos, que se eche tierra encima.

Inmediatamente piensas, que o bien lo derribó él por acción, o que lo derribó él por error. En cualquier caso es criminal no reconocer la responsabilidad de una decisión o de un error.

¿Fue lo mismo con el avión del Indico?. Nunca lo sabremos me temo, y lo siento por los familiares que jamás tendrán el consuelo que todo ser humano merece.

Solo hay una pequeña luz de esperanza en todo esto, y es que el trozo del avión ha caído en manos francesas, y aún me acuerdo de la actitud del fiscal que tuvo que ver el caso del piloto alemán, presuntamente suicida, que con la mayor claridad posible, y fue toda, explicó, sin anestesia y sin filtros la barbaridad de lo que había ocurrido.

Habrá que oír durante este fin de semana los programas de misterio, a ver con qué nos salen, a la vista del trozo aparecido, qué oculta conspiración, o qué esotérico punto oscilante del Océano Índico, provocó la tragedia, que seguro algún chamán local habría profetizado unas cuantas lunas antes. Pero lo que quiero saber, y compartir, es la situación de los familiares, y la actitud de gobiernos implicados y de compañías de seguros y ojalá estos periodistas consideren una opción hablarnos del misterio de las indemnizaciones .

Buenas noches y buena suerte

 

La maldición de los dioses

 

 

Una persona que conocí hace ya mucho tiempo, me dijo una vez.

-Luis Mi, el segundo día más feliz de mi vida, fue cuando me compré el barco.

Miré al muchacho, y a su santa esposa, que estaba sentada entre los dos, y dándole la oportunidad de quedar bien con ella, inocente de mí, le pregunté:

-¿Y el más feliz?

-El día que lo vendí.

Ella ignoró toda la conversación y yo, viendo el cariz que podrían tomar las cosas, decidí que lo mejor era comentarle que ese año, el Compos, subiría a segunda B seguro seguro.

Recordé esa sentencia que tantas veces me he hecho, de que cuando los dioses quieren castigar a los humanos, les conceden sus deseos.

Yo no sé si esto es una cosa mía, y a lo mejor de unos pocos. Que cada uno se tiente el ombligo, y se conteste a la hora de afeitarse, o cuando se esté dando rímel mirándose en el espejo del retrovisor, si ha tenido deseos de esos ¡Lo quiero, lo quiero, lo quiero!, y cuando has empezado a navegar, como mi amigo, solo piensas en quitarte el barco de encima.¡porca miseria!.

Yo después de haber sufrido el castigo de los dioses, en la ración que correspondía, empecé a plantearme que la cosa debería tener alguna solución, y creo que la he encontrado.

No desear nada, seguir la ruta del santo Job, que no es la de la paciencia, por mucho que el Padre Pío se empeñara en mostrarlo como un ejemplo de humildad, de sometimiento al Señor, y no sé cuántas zarandajas más. No desear nada.

Hiciste polvo a los dioses, les dejaste sin el “Pedid que se os dará”….Serán…y sin las peticiones de los oyentes, cae la publicidad en radio Madrid, vamos que se quedan sin exvotos, sin las gracias a San Antonio que hizo que aquel chico tan mono se fijara en mí. Me llevó al altar, y claro a las dos semanas ya le estaba poniendo una denuncia por malos tratos.

Los dioses, parecen que están para eso, para concederte todas las estupideces, que la falta de información, el exceso de hormonas, la ambición y todas cuantas razones para desear se os ocurran

. Podrían actuar como consultores, ¡leche!. No hija, ese chico no te conviene, eres aún joven y bonita, seguro que no te faltarán mejores oportunidades, o mira que el amarre vale una pasta, que gasta más gasolina que el Queen Mary, y que los amiguetes se creen que eres rico, y te lo llenan esperando que el Möet lo pongas tú.

Claro, que te veías como el Capitán Tan, cruzando los mares con tu tez bruñida, tus brazos musculosos, tu mar, tu libertad, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a mi frente Estambul. ¡Y un cuerno!

Job y yo, hemos decidido tirar por la calle del deicidio, ¿Qué llueve?, se saca uno el paraguas, o se moja que tampoco está mal, o te quedas como un bobo mirando la fachada del Obradoiro, que en otros sitios, ya sabemos que no llueve.

En estas cosas de las filosofías orientales, no estoy muy puesto. A veces no sé si el Fengsui, es un corte de atún crudo con una bolita de arroz, Confucio un cocinero de esos tres estrellas Michelin, o Lao Tsé el Gran guía de la Larga Marcha….lo que me quedó un día, fue que alguien dijo algo parecido a esto, “Cuando llega la riada, arranca al roble de raíz, porque se empeña en mantenerse enhiesto, pero el bambú se comba, y vuelve a estar erguido cuando el agua vuelve a su cauce”.

Claro que no dice que luego viene el osito panda y se lo merienda, pero eso ya sería meterse en camisa de once varas.

El caso es que si te empeñas en la rutina de pedir, me conceden, no era eso, ¡leche!, no era eso, pues lo otro, vaaaaleee. Hombre dioses, de esa manera tampoco.

Claro, los dioses rotos de risa, y nosotros como siempre, jorobados hasta decir basta.

Así que Job y yo hemos decidido no pedir nada. A él le salió caro, porque, claro, le llevó siglos volver a los brazos del padre…pero yo creo que funcionó, y además supuso una seria advertencia a los dioses que entendieron rápidamente. Como estos dejen de pedir cosas, y nosotros a torearlos, primero se nos acaba la diversión, y luego desaparecemos, que dioses sin culto no tienen razón de ser.

Como ecologista, no tengo precio, no hay nada que me repatee más las tripas que lo de estos pollos llorones que se creen el ombligo del planeta, pero si hay que quererlos, se les quiere, y punto. Ahora, como fui a clase de ecología con mi admirado Margalef, aprendí que el éxito de cualquier ser vivo es adaptarse a su entorno, a su ecosistema. Que cambia…vale, yo me adapto, que yo cambio, me busco un nicho ecológico en el que mi opción pueda tener éxito, que a este mundo se tiene que venir “llorao”, y no pasar la vida pidiendo bobadas. Que no hay forma de adaptarte, desapareces, que tampoco está tan mal, mira los dinosaurios, hasta Hollywood les ha hecho una saga, y todos tan contentos. 

Y eso los dioses, porque cuando viene el Señor de las Tinieblas, con el rollo del alma, y todas esas cosas, al imbécil de Fausto, solo se le ocurre pedir el amor de Margarita, siendo un reputado sabio. ¡Un imbécil diría yo!. No nos cuenta Göethe, lo que tardó la tal Margarita en guiñarle el ojo al cochero, o lo que es peor, subirle el colesterol al doctor a base de dulcecitos hechos con todo su amor, pero con esa mantequilla germánica, que tantos by-pass aórticos ha hecho instalar, y a tantos ha llevado a la tumba. Y encima el tal Fausto, a pagar con el alma.

El único deseo que se debería pedir es de la omnipotencia, pero eso ya te avisan, ¡no vale!¡blasfemia!, ¡quieres ser como dios!, e inmediatamente te sacan la foto de Adán , y lo entiendo, les hace polvo el negocio a los dioses. Que no chicos, que no. Vosotros a lo vuestro, a pedir, nosotros a conceder, y vosotros tenéis la culpa de las consecuencias.

Yo seguiré con mi carpe diem, si llueve me mojo o no, si hace sol lo tomo o no, si Chuchita me guiña un ojo, miro hacia atrás que seguro es a su novio. Si no hay nadie echo mano a la cartera y a las claves del banco, que nunca se sabe.

Que hay pasta, Champancito, Borgoñitas, viajes de los de una vez en la vida….que no la hay, pues pan con tomate y butifarra. Pero nada de pedir a los dioses, que o te arruinan o te suben el colesterol.

A ver si cunde el ejemplo, dejamos de pedir tanta tontería, y desaparecen todos los dioses, empezamos a ser seres humanos libres, alejados de los miedos, y disfrutando de lo que nos rodea, que no es poco.

Buenas noches y buena suerte

 

Las leyes de la robótica

 

 

Isaac Asimov, escritor, divulgador, y sobre todo un enamorado y activo desarrollador de temas de ciencia ficción, promulgó en su momento sus famosas tres leyes de la robótica, que paso a enunciar, más que nada para recordarlas yo mismo, ya que estoy seguro de que todo el mundo las conoce a fondo.

1.- Un robot no hará daño a un ser humano, o por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

2.- Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.

3.- Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando no entre en conflicto con la primera y segunda ley.

Una vez estas tres leyes delante de mis narices, me enfrento a la prensa de hoy, buscando desesperadamente un tema para mi cuaderno de hoy….y.

Mi amigo Emilio Arteaga, desde su página los martes en Mallorcadiario.com, no me sirvió para mucho. Estaba el hombre con problemas casi domésticos, vaya que no le llegaba el agua al piso, con la caló que hace ahora en Palma, y además no hacían los obreros más que zanjas y ruidos, con lo que me quedé esta vez sin su visión cosmológica, que lo primero es lo primero.

Por lo tanto seguí buscando en páginas interiores, y me sale que un buen ciudadano canarión, cuelga un comentario en cara libro, que ni le gusta a su alcaldesa pepera, ni a los guripas municipales, así que ni cortos ni perezosos, a las seis horas se le presentan en su casa para decirle que le aplican eso que ha dado en llamarse ley mordaza, y que le pueden poner una multa de esas que descalabran un presupuesto sujeto a salario medio español, ese que ha bajado hasta los 22mil y pocos euros al año, menos impuestos o abusos de ley para recaudar más, a los que tan acostumbrados están alcaldes y concejales en ese país llamado Pierredos. (Cualquiera pone España, que te aplican la ley).

Dada la rapidez con la que llegó la multa, no pudo ser el fruto de la gestión de los servicios municipales, que ya se sabe, necesitan meses, e incluso legislaturas completas, para llevar a cabo sus acciones, que es la mejor manera de no pifiarla. Ni de un probo funcionario de la administración local en horas de trabajo, ya que es bien sabido, que jamás utilizarían el tiempo designado a tareas laborales a meterse en “Caralibro”.

Así que la alcaldesa pepera debe haber comprado un robot, de esos con inteligencia artificial, gastándose las perras que debía haber usado para arreglar la acometida de agua que tanto afecta al correspondiente canario de mi amigo Emilio.

Claro que si el robot está sujeto a las leyes de Asimov, no pudo ser un robot, ya que jamás podría ser el elemento remoto que le quitara de trescientos a seiscientos euros de la cartera a un ciudadano que vertía sus opiniones en Internet. Pocas alternativas quedan, y una de ellas podría ser la de un aspirante a ser contratado por la municipalidad, no sé, para limpiar, dar brillo y esplendor a la fuente municipal, chivándose a la señora alcaldesa, con eso de hacerse querer, que ahora el trasvase de binlandens se ha puesto difícil. No sé.

Me acuerdo también que hace unos días, un robot le sacudió un mangurriazo a un ingeniero en nomeacuerdodonde, y el pobre falleció. Una de dos, o no era un robot, o no consideró al ingeniero ser humano, que a la vista de cómo tratan a los becarios y  cómo les pagan, lo mismo pensó que eso era indigno de la calidad de ser humano, y procedió por la vía directa.

Porque las leyes de Asimov, son las leyes de Asimov, y la primera es muy clara.

Pero hete aquí, que me encuentro con algo mucho más serio en las noticias de tercera página, y se me viene el mundo encima.

Resulta que científicos, intelectuales, y mala gente de esa que critica, y que es incapaz de entender los sacrificios que hacen los poderosos de este mundo por nuestro bienestar, encabezados además por Stephen Hawking, se ponen finos con eso de la inteligencia artificial.

¡Será posible!

El argumento que esgrimen estos desalmados y desagradecidos seres antisistema, es que se está desarrollando la robótica para fines militares. ¿Te imaginas?.

Ellos piensan que el desarrollo de armas que puedan ser dirigidas contra objetivos concretos, incluso contra seres humanos, sin intervención humana, salvo en el momento de su diseño, es algo que en malas manos, puede poner en peligro la estabilidad y la vida del ser humano. Increíble.

Basan su argumento, en que si esos programas caen en manos de los malos ( y están seguros de que será así), no va a haber cristiano que duerma tranquilo, porque las balas, los misiles, y los petardos de cualquier tamaño y condición, serán susceptibles de que les pongan nuestro nombre en la popa…..y estamos listos. El arma ideal del terrorista.

Ojalá sea el ADN lo que pongan, que gente con mi nombre y dos apellidos hay mogollón, y seguro que hay algún malote entre ellos. Así que si no discriminan me veo como Mortadelo, corriendo delante de una bala con alitas, que me persigue hasta el andén del metro de Antón Martín como poco. Da yuyo, sí que lo da.

Y volvemos a lo de las leyes de Asimov, que un robot no puede hacer daño a un ser humano, ¡y un cuerno!.

Los militarotes, que sin ellos no seríamos nada, salen diciendo, que con esos inventos, las guerras serán menos cruentas, que se iría de cabeza a la ídem de los malotes, y muerto el perro se acabó la rabia. Pues como los malotes desarrollen la tecnología o se la compren a los traficantes de armas que tantas divisas llevan a los países productores, van a cambiar de presidente de los países más importantes del mundo tres veces al día por lo menos.

A lo mejor es que Asimov no hablaba de individuos, sino del ser humano en general, y lo militarotes no nos miran uno a uno, que lo suyo es la muerte al por mayor. No lo sé.

Esto empieza a oler a Terminator, donde se fabricaban robots de esos que acogotaban humanos, pero eso no vale, que prefiero a los robots/mucama, que a los que te envían un pepino por correo certificado.

La única esperanza que me queda es el error. Que esa inteligencia artificial, salga asimoviana, y tome el control del mundo, eliminando cosas como los ambiciosos sin escrúpulos, los políticos de cualquier especie, los asesinos, los ladrones, y todo eso y a los robots o humanos que continuamente actúan en contra de la primera ley de Asimov. No nos vendría nada mal, para llegar a vivir en una Arcadia feliz, capital Bilbao.

Buenas noches y buena suerte

El golf, y la madre que lo parió

 

Los que me conocéis sabéis que me gusta jugar al golf desde hace mucho tiempo, creo que desde que se abrió un campo municipal en el parque de Juan Carlos I, de Madrid, ciudad donde vivo, allá por los albores de la década de los noventa del siglo pasado.

Era pues cuestión de tiempo que en estas páginas surgiera algo relacionado con este juego, y ya que la página es de vertidos, es mía, y no tengo que rendir cuentas a nadie de lo que escribo, más que a la ley, (yo no soy uno de esos pollos nacionalistas que encabeza el Senyor Mas, que si la ley no le gusta, se la salta).

El título de este vertido, hace referencia a un mal y viejo chiste que a la que te descuidas, te lo vuelve a contar cualquier jugador desesperado. Yo no voy a ser menos.

Dos caballeros van a empezar su partida, y se presentan, como mandan las reglas de educación del juego.

-Juan Fernández, abogado

-Antonio Pérez, escritor de temas de golf.

Sale Antonio, y da un golpe malísimo, de esos de casi no tocar la bola.

Los siguientes golpes no mejoran, ni de lejos el primero, y Juan, para bajar la tensión de su compañero, le pregunta,

-¿Y qué libro ha escrito usted sobre golf?

El Golf, y la madre que lo parió.

Después de más de veinticinco años perdiendo bolas por esos campos del señor, debo reconocer muchas de las virtudes de este juego, que si fuese más popular, nos recordaría algunas cosas de esas que se andan perdiendo en esta sociedad del siglo XXI a pasos agigantados, y la primera de ellas la buena educación.

Este es un juego para damas y caballeros, y te exige un comportamiento acorde con la definición, empezando por la forma de vestir, que no es poco.

En la Inglaterra de finales del XIX, y principios del XX, se jugaba con bombachos, zapatos de piel, chaqueta tweed, camisa, corbata, y gorra de lana con visera. En Inglaterra y Escocia, jugaba todo el mundo, sin necesidad de ser el rico del pueblo, (que también jugaba, claro), y aprovechaban las zonas cerca de las playas, donde podía crecer algo la hierba, pero lo que más abundaba eran matojales impenetrables, y arena de la playa. A todo esto, se le debía añadir el viento del norte, y la tradicional lluvia inglesa que hacía innecesario regar los campos. Muchos de ellos además eran de propiedad municipal, así que para jugar, con ser del municipio, bastaba.

Hoy las normas de etiqueta nos exigen a los señoritos, llevar un zapato adecuado, para evitar caídas o lesiones, (yo sigo usando zapatos de piel de los que podría utilizar en la calle, pero con la modificación necesaria en las suelas para no partirme la crisma), debemos llevar un Polo con cuello, o una camisa, con cuello también, de manga larga o corta, y caben los diseños más horteras que uno pueda imaginarse, pero cuello, por favor, nada de la camiseta del pijama.

No puedes salir con tejanos, valen unos chinos, o un pantalón corto, justo hasta la rodilla, (no estamos allí para lucir tríceps).

Me he dado cuenta, que vestido para jugar al golf, puedo ir a cualquier sitio, y estar entre el grupo de los elegantes, sin mucho esfuerzo, hasta en verano con pantalón corto de pinzas. Por cierto las damas, siempre saben cómo vestirse, y las que no saben, jamás pensarían en eso de jugar al golf.

Cuando lees el manual de reglas de golf, te das cuenta que estás delante de un manual de urbanidad, diseñado para hacer el recorrido, (que puede durar más de cuatro horas), lo más agradable posible (los dramas vienen por otro lado).

El equipamiento descrito puede obtenerse (precios de hoy en Decathlon de Platja D’Aro, por menos de cien euros, que como te descuides es lo que te soplan por una camiseta de Messi, haciendo publicidad además de uno de esos estados que se dedican a explotar a los pobres, hasta la muerte.

He jugado en infinidad de países a este juego, ya sabéis que antes muerto que quieto, Sudáfrica, Kenia, Thailandia, Europa, América, el Caribe, en fin donde he caído, y la ocasión se ha presentado, y siempre que he jugado con alguien a quien no conocía, he acabado haciéndolo con un amigo, porque sufrir juntos une hasta límites irreales, lo juro.

Una de las cosas que más me atrae de este deporte, es que quién juega contigo, no es tu adversario, más bien al contrario, es tu amigo, y se alegra con tus buenos golpes, y si cree que puede darte indicaciones que no te molesten para que mejores tu juego, lo hará sin dudar.

No hay otro juego, o deporte con esas características, ni siquiera el tenis, que es de lo que más se le acerca. Quizás el atletismo, pero no lo sé, de veras.

No hay nada como ver un partido de grandes figuras que se están jugando una pasta, y muchas veces una carrera, caminar juntos entre golpe y golpe charlando amigablemente, e incluso bromeando. Claro que siempre hay ovejas negras que se cuelan, pero son excepciones, como un tal Harrington, al que deberían echar de los campos, por intentar desequilibrar a su compañero de juego. Pero eso es harina de otro costal.

Ya he empezado a ser considerado como una persona con cierta antigüedad, o como un clásico, y veo que podré seguir disfrutando de este juego, casi hasta que las fuerzas que me permiten caminar estén conmigo, y eso, ahora que tengo tiempo, me permiten caminar mis siete kilómetros diarios, persiguiendo una bolita, blanca las más veces.

Los cardiólogos recomiendan este juego, sobre todo los que no juegan, que no saben cómo se te puede acelerar la víscera si haces esas cosas que se reconocen como hoyo en uno, o un vulgar birdie en un hoyo difícil.

Tu oponente, como en la vida misma, eres tú, y tu entorno, es decir, el campo, la lluvia, el sol, el viento, y está solo en tu mano mejorar tu juego, quien juegue contigo, es tu amigo, aunque te hayas jugado unas cervezas al que haga menos golpes.

Por último, es un juego, en el que puedes tranquilamente ganarle al número uno del mundo, ya que en función de tu nivel la puntuación se adecúa, así que donde Sergio García debe hacer setenta y dos golpes yo con noventa y nueve, le empato.

Dos de las grandes críticas que se le han hecho a este juego, es lo caro que sale, y el agua que usa, por no hablar del desastre ambiental que provoca.

No voy a calificar caro o barato, pero diré que a mí jugar todos los días del año en mi club, me cuesta menos de ciento veinte euros al mes, que el agua con que regamos es agua reciclada, que como te caiga encima, estás oliendo a mierda dos semanas.

En mi club, los conejos se te quedan mirando a tres metros mientras juegas, tenemos rapaces, culebras, víboras, palomas torcaces, jabalíes, topos, encinas, olivos, matorral mediterráneo, olmos, y yo qué sé.

Hoy en Santa Cristina d’Aro, los patos del estanque que estaban tomando el sol, ni se apartaron cuando me acerqué a menos de un metro, que la pelotita había ido a donde no debía, además de pinos, olivos, alcornoques, encinas, y robles, por lo menos. Y juro no son excepción. He jugado con caimanes mirando cómo le daba a la bolita en Puerto Rico, impasibles, en medio de cafetales en Kenia, con letreros de “serpientes venenosas” cerca de Sacramento, o en campos Thai con estanques llenos de peces de colores. Hasta ahora, lo único que me falta es que una gaviota escocesa se me cague encima cuando vaya a hacer un birdie en el 18 de Saint Andrews….y no desespero.

Mañana…quizás más.

Buenas noches y buena suerte.

Salarios y miseria

Qué difícil es ponerse salado enfrente del ordenador, cuando uno abre la prensa, o se coloca delante de la caja tonta, perdón, la lámina tonta, y te fuerzan a ponerte la armadura, para que la manipulación que intenta atontarte, y a veces lo consigue, no te traspase.

Hoy, ha caído en mis manos, la noticia de la remuneración del presidente de Iberdrola durante el primer semestre de este año, que ha sido de unos modestos 7,9 millones de euros.

La información aparece, porque las empresas cotizadas, deben informar a la comisión nacional del mercado de valores de este tipo de hechos, es decir de las remuneraciones de sus ejecutivos.

A mí realmente me importa un carajo lo que gane este señor, de la misma forma que no me importa lo que el dueño de Inditex se mete en el bolsillo. Eso sí, hay una pequeña e importante diferencia.

La electricidad es un bien básico, que todos los españoles estamos obligados a comprar, de una u otra forma, y la ropa de Zara, la compramos, solo si nos apetece.

La electricidad, se vende en un régimen de monopolio, o de oligopolio, con las tarifas aprobadas por el gobierno, y en ningún caso controlables por los clientes que estamos cautivos, hasta el extremo de que ni siquiera podemos saber cuánto gastamos, hasta no ver la factura, no podemos cambiar de suministrador, porque aparte de ser la misma cara de la misma moneda, ya se han preocupado que la dificultad sea tal, que al común de los mortales les sea imposible hacerlo, y a muchos profesionales también.

Zara (Inditex), al fin y al cabo, es la obra de un hombre, que ha desarrollado una idea, una industria, que se ha jugado su dinero, y ha ganado. Perfecto.

Pero los presidentes de estos oligopolios, que aún siguen absorbiendo los recursos de todos nosotros, y que además son una de las más claras causas de que España no sea un país competitivo, reciban remuneraciones de este calibre, no solo es inmoral, sino que creo que debería ser perseguible, vía impuestos por ejemplo.

Los méritos de estos señores, y por favor, paseen ustedes la mirada por el IBEX 35, sin ir más lejos, o por cosas que se llaman Adif, Renfe, Aena….se limitan en la mayoría de los casos en tener buenas relaciones con los gobiernos, y los altos cargos de la administración, lo que yo llamo nuestros empleados infieles.

Gracias a sus contactos, que se pagan, obviamente con alfombras rojas en las puertas giratorias obtienen sus prebendas y sus niveles de facturación y claro, sus bonus.

El de Iberdrola cobra si llegaba al 93,2% de los objetivos. Ignoro cuáles son, pero posiblemente haya cosas como cifra de negocio, beneficios antes de impuestos, evolución del precio de la acción, reducción de plantilla, reducción de gastos relacionados con el personal. No lo sé pero seguro que alguno he acertado. Conozco el mundillo.

Creo que sería enormemente positivo, que esto fuera noticia de apertura del telediario, y no un suelto en Expansión, y que se repitiera cada vez que Doña Fátima Yañez, sale con su carita malajosa, a decir que están trabajando trastopecientos mil españoles más, eso sí, seis horas por semana y a tres euros con cincuenta céntimos la hora.

Sin embargo el machaque viene con el aburrimiento del señor Más, amigo de presuntos defraudadores públicos como la familia Pujol, con las boutades del señor Revilla, o el perfil del señor Varoufakis.

Que no le quepa a nadie duda, estos presidentes de los oligo/monopolios españoles, son uno de los cánceres más graves que tenemos en este país, son el soporte de nuestra ruina, y su forma de soborno a los políticos, es con prebendas al final de sus carreras políticas. Estemos atentos, y bien atentos, a la posición que el señor Soria, alcanza cuando pierda el poder. Su actuación en el mundo de la electricidad, y de la energía en general, no ha podido ser más contrario a los intereses de sus empleadores….nosotros, ni más favorecedora de esa industria de la energía que se dedica a arrebatarnos nuestras rentas de la forma más opaca posible, y sin resquicio para nuestra defensa.

A poco que le den ustedes al cacumen, verán la que nos ha liado el angelito. Sugiero simplemente, que se miren los gráficos del precio del kilovatio desde 2011 hasta hoy, y se compare con el precio del barril de petróleo, o del metro cúbico de gas. Yo voy a intentar buscarlo, pero me va a costar. Ya veré.

Estos presidentes de oligo/monopolio, basan normalmente sus remuneraciones en lo que dan en llamar el mercado internacional, es decir, si eres el presidente de una compañía que factura tantos miles de millones, y obtiene unos beneficios de otros tantos, más o menos se paga en el mercado internacional, unos salarios parecidos.

Con la pequeña diferencia, que eso no debería aplicarse a este tipo de compañías, que se mueven en un mundo sin competencia, o con una competencia controlada, como el caso que nos ocupa.

Me gustaría ver a uno de estos presidentes enfrentarse de verdad en el mercado de las grandes multinacionales, a la competencia global a la que muchos han tenido que enfrentarse para llegar a subirse al Dow Jones, o al Standard and Poors, y la calidad de gestión y de equipo que hay que tener, para conseguir objetivos, y no del 93,2%.

Siento mucho, que este mal endémico de mi país no solo no se aborde, sino que se aliente, ya con el silencio, ya con la mentira, ya ineducando a la gente, para que piense más en que si Contador sube al pódium en Paris, o si a la novia de Casillas le dan un curro portugués.

También me duele que se pierda el tiempo, media hora antes de las noticias que pago con mis impuestos, informando de que si el vestido de la modelo era mono, o de que vaya usted a saber que monín o monina está bronceándose en un yate de no sabemos quién en las costas ibicencas que son de las más guay.

Yo quiero que me digan cuales son las condiciones laborales en Iberdrola de todos sus empleados, que cuanto se remunera su esfuerzo por categorías, y que se compare con la remuneración de su presidente. Porque, garantizo, que tanto merecen opciones de compra de acciones los equipos directivos, como el último de los empleados, el que contratan por tres horas a la semana, y le llevan a juicio cuando lo despiden para ahorrarse dos mil euros.

Tragamos demasiado.

Buenas noches y buena suerte

Paseo con sombrilla y caniche cerca del mar

Alguien me dijo una vez que si llegabas a ser realmente rico, por lo menos un edificio llevaba tu nombre. Ya sabes, Trump, Rockefeller…

Si llegabas a jefecillo, podían poner tu nombre en la puerta de tu despacho, siempre de forma provisional, claro.

Y si eras un mindundi con aspiraciones, grababas tus iniciales en la camisa. Nunca me hablaron de que por debajo de ese nivel, estaba el de la chapa con tu nombre que te ponen cuando estás de dependiente un unos grandes almacenes.

Vamos, como la vida misma. Y a colación de eso, y como uno es muy leído, andaba hoy releyendo cosas de finales del XIX y principios del XX, que si Chejov con su península de Crimea, o Agatha Christie yendo en sus barcos por el Nilo, a ver dónde anda el asesino, en fin esas cosas, y  me ha dado por pensar en otra calificación veraniega similar a la de los nombres depende en dónde.

Como ando por mi Costa Brava estos días, se me ha ocurrido pensar un poco en las calidades que en el concepto “salir de casa unos días que hace calor” nos diferencia.

Iremos pues al equivalente al nombre en el edificio. Para mí el concepto es el de veraneantes. El veraneante, trashuma, como el ganado, y cuando llega el calor, busca el fresco, como las vacas y las ovejas, buscan los pastos frescos de las montañas.

Que se lo digan a los pastores que desde Extremadura, pillaban Tornavacas, con sus rebaños, y pasaban por tierras abulenses o sorianas que siempre, en eso de la temperatura han sido más caritativas que las extremeñas. Pasaban varios meses, hasta que el frío los devolvía a tierras cálidas.

No miraban ni el reloj ni el calendario, miraban su comodidad, su disponibilidad de alimento, y poco, muy poco más.

Esos eran los veraneantes, que cuando la vida en su ciudad se hacía insoportable, bien por el calor, o por el final de la temporada de ópera, decidían abandonar la comodidad de sus casas urbanas, y se retiraban a sus posesiones en la playa, Brighton, Niza, Biarritz para los británicos, Santander, la Costa Brava (Sa Conca) o San Sebastian para la nobleza española. Las costas adriáticas o frente a Nápoles reservadas para la los italianos con posibles (excepción hecha de los mafiosos, que a esos nunca les ha gustado dejarse ver).

Los ricachones europeos, que consideraban que eso de la playa cansaba un poco, tenían siempre la alternativa de la montaña. Saint Moritz, Gstaad, la Cerdanya, los lagos alpinos italianos, Maggiore, Como, Garda.

También los había que hacían lo de un ratito aquí y otro allí. Traslado con servicio, o servicio esperando en la villa, y como las vacas trashumantes. Hasta que empezara la temporada de ópera, o el rey volviese con la corte de nuevo a la capital.

Hasta Franco veraneaba en Ayete, con consejo de ministros, y asesores estatales. Este mendrugo, creo que no lo apreciaba de verdad, demasiado vulgar el muchacho. Aún no he llegado a entender a los vascos que no han dinamitado el tal palacio. Ellos sabrán.

Otros veraneaban para mejorar su salud, e iban a los balnearios, donde la habitación del Señor Conde quedaba a su disposición hasta que el Señor Conde se cansase. Así nacieron esos enclaves como Baden-Baden, Evian, las Kurhaus cerca de La Haya, o exagerando un poco, las aguas que se tomaban en el Excelsior del Lido veneciano o en la Côte D’Azur, con su Martinez de Cannes, su Negresco de Niza, o su Hôtel de Paris en Montecarlo.

Para algunos ingleses, que como no aguantan su isla, tienen la necesidad de escaparse, era una opción salir de viaje, a bordo de su Orient Express, o de esos barcos que surcaban el Nilo, llenos de glamour. A este grupo les debemos cosas tan bellas, y tan útiles hoy, (cosa que nunca pretendieron ser) como los hoteles Old Catarates en Assuan, el famoso Pera Palace de Estambul, o La Mamounia en Marrakech.

¡Ah! Y los casinos.

Estos sitios, hoy solo quedan para mitómanos. Son parte de cadenas internacionales, y han bajado la categoría de sus huéspedes, a los que reciben en cortas estancias, muchas veces para reuniones de ventas del Colgate, o del Vim express. La vida que no perdona.

Veraneantes, con el nombre en su edificio.

Los del nombre en su despacho, lo tienen mucho más difícil, esos como mucho, enviaban a la familia, a la segunda hipoteca, generalmente playera, y ellos a golpe de seiscientos, iban y venían con más pena que gloria, para pasar los fines de semana con la familia, que para pendonear, ya tenemos los días entre semana, y el apartamento de soltero, (previo soborno de la portera). Aunque nunca la cosa valía para mucho.

Muchas viudas quedaron de esas aventuras en seiscientos, (yo conduzco de noche, que hay menos gente en la nassioná). Bueno. Vacaciones. Los niños sin cole, y a otra cosa. Luego venía agosto, con las vacaciones ministeriales, y la familia se reunía en Benidorm, en ese apartamento tan mono, en sexta línea de playa, a coger sus diarreas con la salsa rosa del cocktail de gambas, que siempre ha sido algo muy fino.

Este grupo, cada día lo tiene peor. El apartamento ya no es chic, el móvil, la conference call, el reporting semanal, ya no les dejan vivir, y la cosa queda en uno de esos todo incluído, o en un crucerito de una semana por el Mediterráneo. Además se paga a plazos en el Corte Inglés. Vacaciones, que además hay que reservar para Semana Santa, para Navidad, y por si se necesita en algún momento. Aquí como los ingleses de principio del siglo XX, los hay viajeros, y para ellos se inventaron los circuitos, esos de hoy es martes, esto es Bélgica.

El pueblo, es la salvación de los de las iniciales en la camisa.

Vuelta atrás, a ver a los ancestros, y a disfrutar de los toros enmaromados, o del festival de música rock, que hoy viene un grupo de Villacañas, que ha sido telonero de Olvido Jara. Tampoco está mal, se puede pasear hasta la fuente, constatar la mejora de la producción local de chorizos, e incluso, poder discutir con una cerveza en la mano, de política municipal, que no es moco de pavo. Incluso se le da vidilla al pueblo, que aquí, hijo, en invierno, esto está muy solo y muy triste.

No han cambiado tanto las cosas. Los del nombre en el edificio, van a sus exclusivos puertos, a ver quién tiene más grande el barco, aunque por el paseo marítimo de Yalta, o en el jardín de Baden-Baden, no está la señora con su perrito y su sombrilla. Tampoco el capitán de húsares buscavidas, ni se toma el té en vajilla de Wegwood.

Los del nombre en la puerta, a lo mejor ya no van a Benidorm, y van a Marbella, o un par de días a oír Jazz en San Sebastián, una Norma en Santander, o un Otello en Perelada. Poco más.

Solo me quedan los del nombre en la solapa, que les ha puesto el supermercado. Estos, nada, son siervos de la gleba, tienen que estar atentos a la llamada.

-Que me echan el viernes y me contratan el lunes, y con seiscientos euros al mes, el viaje más largo, en metro. Además mi pueblo, está en los Cárpatos, debajo del Chimborazo, o junto a Casablanca, y no puedo ir todos los años, que como se complique el papeleo, la liamos.

Y así seguimos, la vida no cambia, y el sello de clase que nos ponen en el culo cuando nacemos, está hecho con tinta indeleble.

Buenas noches y buena suerte

Los Mosquitos

 

 

Hoy voy a copiar un cuento de Yalal Al-Din Rumi, un recopilador o quizás cuentista original, que entre otras cosas nos transmite la filosofía de la rama más pacífica del Islam, el sufismo.

“ Tú te pareces a un mosquito que se cree alguien importante. Al ver una brizna de paja flotando en una charca de orina de asno, levanta la cabeza y se dice:

-Hace ya mucho tiempo que sueño con el océano y con un barco, y ¡aquí están!.

Esta charca de sucios orines, le parece profunda y sin límites pues su universo tiene la estatura de sus ojos. Tales ojos solo ven océanos semejantes. De repente, el viento desplaza levemente la brizna de paja y nuestro mosquito exclama:

-¡ Qué gran capitán soy!.

Si el mosquito conociese sus límites, sería semejante al halcón. Pero los mosquitos no tienen la mirada del halcón.”

Leer este cuento y empezar a pensar en las barbaridades que uno lee en la prensa esos días en los que uno decide destrozar su mañana, en vez de largarse a jugar un buen partido de golf, es todo uno.

Como estoy hoy en mi amada Catalunya, (y lo digo sin ningún retintín), que lo es y desde lo más profundo de mi corazón, empiezo a enumerar los mosquitos que nos gobiernan, a todos los niveles tanto dentro de la región como de sus corifeos mosquitos que rellenan columnas (bien remuneradas, supongo, desde las arcas públicas) en los periódicos locales.

El primer mosquito local, ¡El Gran Capitán!, creo que desde su brizna de paja no ve más que su bolsillo, y el bolsillo de aquellos que le soportan para que represente sus intereses.

Las opiniones que vierte, las actitudes que adopta, me parecen dignas del cuento sufí.

No voy a hablar de los espectáculos de mosquitos, en el Ayuntamiento de mi ciudad de adolescencia y niñez, ni de los mosquitos que pululan por el Parque de la Ciudadela.

Ni de los otros mosquitos que de forma vergonzante, aparecen de nuevo a enseñarnos sus miserias, en plena ancianidad, e intentando salvar el cuello de sus innumerables hijos mosquitos, de los que mamá dice que no tenen res de res.

Ni de esos columnistas que desde sus sospechosas tribunas, advierten de desastres como los del 98 en Cuba y Filipinas. No, no quiero hablar de ellos, ni siquiera de sus ideas de mosquito.

No quiero tampoco hablar de mosquitos que vuelan por otros aires peninsulares, que tampoco hay diferencias, navegan en sus briznas de paja, sin mirar más que por sus ojos de mosquito. Los que creen que tienen poder, y los que quieren acceder a eso que creen que es poder, no quiero hablar de ello, ni de ellos.

Nuestra tierra está navegando ahora en un verdadero océano, no quiero recordar a nadie el tipo de tormenta que nos rodea y lo difícil que va a ser llegar a algún puerto, y todos estos, enhiestos en su brizna de paja creyéndose los grandes capitanes del charco de meados de asno.

En ese charco, hemos perdido la posibilidad de que nuestra tierra se gobierne, Los nuevos dueños que han comprado ese derecho, lo han ganado con dinero en los mercados de deuda, y deberemos hacer por siempre lo que nos digan desde fuera.

Seguirá nuestra población esclavizada, o incluso peor, ya que no somos un activo, que somos un gasto, y los gastos se cercenan.

Nuestros grandes capitanes, nos han vendido, nos roban a razón del 5%, y toda la discusión que son capaces de poner encima de la mesa, es que si independentistas que si unionistas, que monárquicos, o republicanos.

Que si el Barça es independentista, pero jugando con los unionistas, que si, que si, que si.

Pero quizás lo que necesitamos son verdaderos capitanes, con ojos de halcón, gente que realmente sepa como impedir que generación tras generación se pierdan en la ineficacia de quienes en vez de ofrecer la educación adecuada, entran en disputas de mosquito, para asegurarse un voto en el futuro, que ya se sabe, si digo un millón de veces cualquier barbaridad, acabamos creyendo que Espanya nos roba, que los andaluces son unos vagos, que los vizcaínos son unos asesinos, y los catalanes….bueno, ya se sabe.

Reconozco que no será fácil en esta España cainita, miserable, inculta y mosquitera. Pero ya va siendo hora, de que nosotros, el pueblo, los ciudadanos empecemos a pensar que no podemos seguir tragando consignas día tras día, que debemos empezar a pensar, a beber de fuentes que estén limpias de esas ideologías de charco de meados, donde navegan barquitos de mosquitos.

O mucho me equivoco, o me da la sensación de que nos lo quitarán todo. Y cuando digo todo, es todo. Voy a seguir con detalle lo que va a pasar en Grecia ahora, una vez que el Estado ha sido humillado durante décadas. Por su élites financieras primero, por sus políticos mosquitos después, y por el poder económico mundial, que han adquirido un país, a cambio de unos papelitos que llaman euros/dólares, y que alguien ha decidido que tienen el valor de comprar vidas y haciendas.

Felipe II quebró cinco veces al Estado español, y no pasó nada. Claro que tenía más barcos que nadie, los ejércitos mejor formados, y se podía permitir el lujo. Aquí como no se nos ocurra secuestrar turistas al mejor estilo EI, no vamos a ganar la libertad de decidir nuestro destino ni de broma, porque otra cosa no sé si sabremos hacer para pagar lo que debemos, y vivir como queramos con lo que tenemos.

Los últimos mosquitos que nos quedan, son esos empresarios cutres, que defienden intereses como si fueran los lindes de su predio en el campo. Un empresario que se cree grande, con mentalidad de monopolio, que teme a la competencia como se teme al pedrizo, y solo piensa en cazar un bicho muy grande en Africa, o llevar cuatro duros a Andorra navegando, claro, en su brizna de paja surcando un charco de orines de asno.

En fin, creo que me voy a la droguería a comprar un buen lote insecticida, de ese de matar mosquitos, y una bayeta grande, para secar los charcos de meados de asno, para que no se reproduzcan más.

Buenas noches y buena suerte

Los Jornaleros, la plaza del pueblo, el capataz, y la EPA

 

Hoy se ha publicado la famosa encuesta en la que se nos informa de las bondades de la política de nuestro gobierno, al conseguir entre tropecientos y trastopecientos supermiles de nuevos puestos de trabajo, haciendo de nuestro país el hiperguay en esta disciplina dentro de los países europeos, La repera, oiga, la repera.

Nuestro querido encuestador se olvidó, creo yo, o no lo leí, algunos datos que nos darían una información mucho más precisa de ese panorama laboral del que nuestros próceres se sienten tan orgullosos.

Repasé un poco las declaraciones de los dignísimos miembros de la oposición y de esos sindicatos, que aparte de hacer unas perras para sus cajas a costa de la formación de los curritos, poco se les ha oído. No sé si no tienen nada que decir, si están asustados por si les sacan algún asuntillo de esos que se guardan debajo de las faldas de la mesa de camilla, junto al brasero, pero no han dicho nada inteligente ni elaborado.

No se han enterado estos señores, que tan caros nos salen, que a los datos macroeconómicos, se contesta con datos macroeconómicos, y no con esas vaguedades cansinas con las que cooperan a que nos durmamos durante el Telediario.

Me hubiera gustado oír a alguno de estos opositores, explicar la evolución de los salarios percibidos en el país, per capita, desde que llegaron los peperos al poder, hasta hoy en una gráfica comparada con la evolución de los beneficios obtenidos por las empresas.

Me hubiera gustado saber cuál ha sido la evolución durante estos gloriosos años de prosperidad del colectivo de jubilados antes de tiempo, así como los salarios percibidos en el momento de su jubilación, junto con la simulación de si no les hubieran forzado a salir del sistema productivo.

Me hubiera gustado, también que me explicaran, para entender mucho mejor el éxito reflejado en la EPA, como ha evolucionado durante este tiempo la recaudación de la Seguridad Social, y así poder aplaudir con más fuerza los éxitos de nuestra querida ministra de trabajo, y de las políticas que ha implementado siguiendo las instrucciones de nuestro preclaro gobierno.

También me gustaría conocer la evolución de la permanencia en un mismo trabajo de las personas, datos todos ellos en manos de nuestra eficacísima administración pública, por ejemplo comparando los períodos 2000-2007, con el 2008-2015. Ahí se verían los méritos de verdad de nuestros gobernantes, cuando claramente se observe que han transformado nuestra sociedad en el Edén del currante.

También sería ilustrativo que nos dieran una indicación de la recaudación de IRPF, en su evolución comparativa de estos años, deflactada, y a tipos constantes. Lo tienen, seguro, y si no es así, es que son unos inútiles que no se merecen el sueldo que nos cuestan, los políticos, y los funcionarios de hacienda.

Por pedir sería magnífico que la tal tabla se comparara con la evolución del impuesto de sociedades, en los mismos períodos, deflactados, y con los tipos de antes de la crisis.

Nadie ha pedido una tabla comparativa de horas trabajadas, comparando trimestres de estos dos últimos lustros, por ejemplo. Me gustaría que se publicasen, y que los políticos de la oposición lo exigieran en mi nombre al gobierno.

No es tan difícil y debe estar disponible. No quiero pensar que hay connivencia.

Nuestra digna oposición ha salido hoy en la tele a moquear, que creo que, que a lo mejor, que las cosas podrían ir mejor, que si el empleo es precario…..¿Qué pasa?, ¿Les paga el Gobierno, o son aún más inútiles que los que gobiernan?.

Creo que debían salir en la Tele hoy para intentar quitarle valor al gobierno, pero lo han hecho de una forma tan torpe, y tan triste, que han hecho buenas las tesis de don Marianico. ¿ No hay nadie en la bancada del otro lado que curre?. A las cifras, no se les responde con opiniones, señores, se les responde con cifras, y para tener esas cifras, les pagamos, señores de la oposición, les pagamos una fortuna, y un retiro de oro. Así, que por favor hagan su trabajo, y díganle a la sociedad lo que el gobierno no quiere que sepamos, y claro, con cifras, que las opiniones, los juicios, y las decisiones deberán luego recaer en nosotros, sus empleadores.

Desde 2011, he conocido muchas personas que se han quedado sin empleo, por una u otra causa. Muy pocas, mejor dicho, ninguna porque su empresa fuera a desaparecer si no se tomaban tan drásticas medidas, (es lo que he visto en primera persona, aunque me consta que ha habido de todo). Siempre ha sido, apoyado por la reforma laboral pepera, para aumentar los beneficios del empleador….y los jueces, las más de las veces se lo han merendado con patatas, que la justicia, es otra cueva de inútiles, con poco presupuesto.

Como nadie me puede demostrar con cifras claras otra cosa, y bien que me gustaría, lo que hemos conseguido es volver a esas imágenes terribles de la España de la primera mitad del siglo pasado, cuando los jornaleros iban a la plaza del pueblo a ver si había suerte y el capataz les contrataba, para la aceituna, para la siega, o para el baño nuevo de la señora condesa.

En bien poco ha quedado tanta revolución social, tanta lucha por la dignidad del trabajador, tanto sindicato. Hoy la plaza del pueblo se llama Internet, el capataz es el de Recursos Humanos, y el obrero se sigue ofreciendo, a ver si hay suerte, y saco unas peonadas.

¿Hoy tampoco Manuel?

-No hija, que el capataz me tiene ojeriza.

-Pues no queda leche para los niños, y el de la tienda ya no me fía.

-A ver mañana.

El capataz moderno, tampoco tiene hoy oportunidades de ser humano, que su señorito ha ganado la guerra de la legislación favorable a sus intereses. Solo reparte peonadas, pensando que él es también un peón, que está cubriendo por una semana unas vacaciones, o un resfriado del titular.

Creo que se me nota demasiado que estoy cabreado, y mucho. Que no quiero que me vendan porquería con medias verdades, y que nadie salga a pedir más trozos de la verdad, que nos den la posibilidad de ser libres a través de lo único que puede permitírtelo, que es la información correcta, desde todos sus ángulos, y con profundidad.

Así que hoy creo que nos han informado de que hay trescientos mil españoles más con trabajo, y que siguen siendo pobres. Gracias Don Marianico.

Buenas noches y buena suerte

La Costa Brava

WIN_20150722_201717

Los pijos de Pedralbes, siempre iban de vacaciones allá por los sesenta a la Costa Brava.

Los que no eran, ni pijos, ni de Pedralbes, cogían el Simca mil, o el sevillano, y se iban a bañar a la alberca del pueblo.

Era como si la calle Tuset, el Boccacio, el Baccarrá, y el inefable Sandor, hiciesen las maletas, y venga, todos a la casita que tenían los papás en la Costa Brava.

Claro que en esto también había clases, que no le quepa duda a nadie, mientras más cerca de Francia, más caché, así que si te ibas a la zona del Cap de Begur, a Cap Sa Sal, o a Sa Tuna, la cosa era la repera, Cadaqués, un toque más intelectual, Tossa muy familiar, demasiado, quizás.

Lloret ya empezaba a oler a lo que luego fue la invasión de la borrachera de cerveza barata, y no molaba ni un pimiento.

La marcheta la encontrabas en Platja D’Aro, con aquellas discotecas míticas, Maddox, Tiffanys, el camping de Cala Gogó, pero el pijerío de Pedralbes solo iba allí si no había más remedio.

Para el dinero viejo de verdad, estaba ese trozo, aún hoy escondido de mansiones solo dignas de los Fabra, de los Vidal, de los Puigventós, del Señor Conde de Godó, en fin de los que movían los hilos de la economía y el poder, que detrás del Hostal de la Gavina, se extendía casi hasta Platja D’Aro.

Por aquellas épocas, y como el Generalísimo jugaba al golf, estos muchachos, insistieron en que les abrieran su club de golf en Santa Cristina D’Aro, como el que tenían en la Cerdaña cuando tenían que ir a esquiar a La Molina, todo en su sitio, los dieciocho hoyitos en Sitges, en el Prat, y claro, en San Cugat. Nadie fue más franquista, y nacionalista español que estos de Pedralbes. Mucho tenían que agradecer al régimen del dieciocho de julio.

La gauche divine, que siempre ha sido un referente para la peña de Pedralbes, les mandaba ejemplos y mensajes a través de los peliculones de Truffaut. La finura de Vittorio de Sica no les molaba a estos pollos, yo creo que no la entendían, pero eso ni lo sé, ni me importa, solo lo barrunto.

Otro sitio emblemático, fue siempre Calella de Palafrugell, con sus dos playas vecinas, Tamariu y Llafranc. Sus casitas de pescadores, que fueron transformándose primero en tiendas de ropa “ad lib”, y luego en estudios de artistas y ahora, ahora, no lo sé, a lo mejor voy a ver qué es lo que hay, aunque me temo lo peor.

Aquellos pijos de Pedralbes que veraneaban en la Costa Brava, venían a bordo de sus “mini”, que el seiscientos, era muy familiar, y si te los trucaba el Abart, les parecía un quiero y no puedo. Vamos, que la pubilla de los Puigdangolas, no se subían en eso, a no ser que fueran hasta las cejas de San Franciscos con chupito incorporado, lo que molaba era el “mini”, que hasta que no lo fabricaron en Pamplona, era un coche de importación y eso subía la cotización del piloto.

Nunca vieron, salvo los del dinero viejo un TR4, más que en las pelis, cuando el chico y la chica andaban desde Cap Ferrat a Ventimiglia, cogiendo las curvas de la Grand Corniche, con dos ruedas. ¡Tiempos!.

A Calella, me parece que al final consiguieron sacarla en una de esas pelis, que el icono femenino de esta pijería interpretó, con más pena que gloria…..¿Quién no se acuerda de Teresa Gimpera?. Lo bien que daba como representante de Tuset Street, que parecía que iba a entrar o a salir del Anahuac, o del Clochard, para ir al Jazz en la Cova del Drac.

Me acuerdo, que fumaban Camel y Kent, que papá había traído de Andorra, ya sabes, siempre está de negocios de arriba abajo, y como es un cielo, se los pido y me lo trae.

Juan Marsé, para mí, fue uno de sus escritores. Barral había desertado por Calafell, en un alarde de snobismo, porque pudiendo tener una casa de pescadores en Tamariu, o incluso en Sa Tuna, se nos fue al sur.

Vázquez Montalbán, fue más cruel con estos chicos. Si les sacó alguna vez fue para matarlos y para que Pepe Carvalho, y su novia puta, descubriera al malo, que era uno de la panda. Además el muy jodido, se hacía una buena escudella quemando sus libros ¡Terrible!.

Tita Cervera, que venía de un lumpen más o menos decente, y que desde luego no era una pija de Pedralbes, cuando tuvo posibles, quiso ser como ellos, y sentó alguno de sus reales entre Sant Feliu y Tossa, pero por mucho palacete en montaña, con vistas al mar, y mucho museo, los de Pedralbes la ignoraron siempre. Catalanes de segunda o tercera, que si no eres el presi de La Caixa, no se te reconoce.

Eran veraneos como los de los reyes en Santander o San Sebastián, (no confundir con la playa de la Barceloneta por favor). La mamá subía, (aquí siempre se subía a la Costa Brava, y se Bajaba a Barcelona), con el servicio, cuidaba la casa, y se despreocupaba de los zangolotinos, que iban a beber “Raf de Gordons”, y a fumar Camel, mientras el menestral andaba con un ojo en el negocio, y otro con el nuevo ligue que había pillado en el Bikini.

Claro, esos meses que iban desde la verbena de San Joan, hasta las tormentas de agosto, daban para enamoriscamientos, que podían dar en fusiones importantes de empresas, a los pocos años, que cuando sentaban la cabeza estos pollos, la sentaban.

Luego, con el paso del tiempo, aparecieron los Serrat, los Llach, pero no eran de Pedralbes, y no se les hizo mucho caso en esos grupos. La poesía de las pequeñas cosas, o las ansias de libertad no las necesitaba esta fauna, su vida iba por otros derroteros.

El que nunca desertó, fue el Quico Pi de la Serra, que sigue anclado en los sesenta, trayendo música de esa americana, en su programa de Catalunya radio.

Y aquí sigue el mismo mar, huérfano de aquellas gentes. Ahora han ocupado su sitio el turismo extranjero, a beber cerveza, o vino de la tierra, a comer hamburguesas con patatas de fábrica, o un buen mar y muntanya.

De Pedralbes, solo queda el catering de Via Veneto en el festival de Cap Roig, o las noches de Perelada, que hay que estar com a casa.

Buenas noches y buena suerte

Cuando Nessie se cabreó con el Arturet

 

Hoy, mi amigo Emilio Arteaga, en su columna de Mallorca diario se quejaba de “La Caló”, y de lo “agitao” que anda el Mundo, y el Planeta.

Yo creo que Emilio ha tenido una mala noche, con eso de La Caló, que le ha dado en el lado malo de la entraña, y tiene sus consecuencias, claro, porque una persona expansiva y con tendencias bonvivantistas, al ying de su artículo, solo le ha colocado un yang muy pequeñito.

Dada la condición insular de la que lleva disfrutando un largo tiempo, creo que le ha dado un poco más de sol de la cuenta, porque, cierto, aunque son todas verdades como puños, y que el estado islámico está fastidiando por todas partes, que lo de Yemen parece un entrenamiento de Arabia Saudita para mayores empresas en la zona, vamos una legión Cóndor del siglo XXI, que ya veremos por donde sale el sol.

Aunque los chiíes abracen al diablo de occidente, y los sirios están realmente ya sin país, (y nosotros me temo que sin tres periodistas que han trincado en Aleppo), que tito Ben, en Israel, no sabe si sacar o no los petardos de plutonio, o que los kurdos estén a ver si se les arregla la cosa, que fue salir de Sadam, y caer en Sadampeor, (lo de Sampedor es otra cosa y la veremos a su tiempo), o que Ucrania y sus sanciones nos haya dejado con menos turistas rusos, diremos que hay otras cosas, otro tipo de dramas con los que uno hasta se puede echar unas risas, dentro de un orden, claro, y como diría Felipe González, en tono menor.

Ya que estoy sentado enfrente de mi Mediterráneo, en lo que siempre he considerado mi tierra, es decir en esa “Dolça Catalunya patria del meu cor”, empezaré con aquello de que soy catalán de segunda o de tercera, no sé si del tipo “Candel I” (Donde la ciudad cambia su nombre), o del tipo “Candel II”, de Els altres Catalans.

Por el momento lo que sí parece claro es que no soy de cuarta, es decir de los que rezan las suras en la traducción catalana del Omnium Cultural, que es muy fiel al texto original. (No sé si a la salida de las mezquitas de los catalanes de cuarta, les hacen cantar el Virolai, pero eso ya es harina de otro costal).

Tengo que reconocer que del grupo de los catalanes de primera, de esos a los que nunca podré pertenecer, y menos después de que me hagan el test de histocompatibilidad correspondiente, (no tengo el alelo Pedralbes, ni el alelo Camprodó), los hay a los que parece se les ha ido la pinza, que diría un castizo (mal del bolet por estos pagos), o yo que no me cosco.

Están eufóricos, vamos a por todas, la independencia en seis meses y luego ¡tiembla USA, que vamos a por tí!.

Nuestro alegre Marianico, les ha dicho que les va a sacudir un mangurriazo de los de toma pan y moja, pero ni caso, ni con amenazas, ellos a lo suyo, a traducir la suras, a convencer a los mulás de que la llengua universal es la d’en Verdaguer, que para eso tiene una plaza en el paseo de Sant Joan.

Yo estoy muy preocupado, porque, claro, tengo los cuatro duros en La Caixa, sí, en esa de la “guardiola” que les pintó Miró, y lo mismo me transforman los € en “pelas”, y hacemos un pan como unas tortas.

Yo le tengo dicho a mi madre, que se apunte a una excursión de esas del INSERSO, ahora que hay nuevo concurso, y saque los cuatro duros a Zaragoza antes de que sea demasiado tarde.

Cada vez que he intentado preguntar algún detalle de cómo va a ser la cosa, el catalán de primera de turno, el del alelo Pedralbes-Pedralbes, me suelta aquello de que primero haremos el techo, y luego la casa. El panorama al menos es original.

¡Lo que daría yo por tener la sabiduría de tan preclaros próceres! .

Ya que estamos delante de un ejercicio plebiscitario según ellos, por una vez, y sin que sirva de precedente, yo pediría que el voto no fuera secreto, que aflorara el gen Camprodó-Camprodó, con fuerza, para asombro de propios y extraños, y se viera la fuerza de una raza tan pura y destacada, con unos ideales tan fuertemente asentados. Casi me viene la salutación del optimista de Rubén Darío, cambiando Hispania por Catalunya.

Le pregunté a uno de estos seres superiores, si pensaban antes del plebiscito, hacer una declaración de bienes, sobre todo por si salía SISSI, para que quedase claro que los iban a poner en “pelas” al día siguiente. ¡Oye!, como el cura vasco con lo del pecado….que no era partidario me dijo, y yo para mí pensé, eso es seny, eso es prudencia, ¡nunca seré catalán de primera!.

Cuando el más preclaro hijo de Sampedor, que se llama “Hucha”, da su nombre para ir a la cola del proyecto, reconozco que una furtiva láccrima despuntó a mis ojos ¡que entrega! ¡que generosidad!.

En el tema de las pelas, lo que barrunto, es que el muchacho tiene los € en la Sparkasse bávara, y claro, no voy a ponerme a darlas para el consulado en Kuala Lumpur, así que me pongo a la cola del proyecto, y ya he cumplido.

Las ligas de países parece que no tienen muchas ganas de esto del nacimiento de una nueva nación, visto lo que ha pasado con Sudán del sur, pero, creo, de buena tinta, oiga, que en la CONCACAF, a lo mejor los admiten, porque al Platini, no sé si le apetece meterse en estos berenjenales, y tienen crisis presidencial.

¡Menos mal que quieren mantener al Barça en la liga BBVA!, estaba yo que no me llegaba la camisa al cuerpo. Los catalanes de segunda y de tercera, podemos ser socios del Barça, y abonados del Liceu, que a generosos a mis compatriotas alfa, no les gana nadie.

Bueno ya vale, no haremos más leña de este enhiesto roble, que con sus raíces asentadas en lo más hondo de la Plaça Sant Jaume, sube más que los castellers, soportados por los brazos fuertes de una nación unida, y que está destinada a lucir en el firmamento como un Sirio, como un Alfa Centauri.

Yo me voy a cenar, y me pediré un cava de ese de la Catalunya norte que hacen en Reims, una de las ventajas y prerrogativas que tenemos los catalanes de segunda y de tercera, no estamos obligados a beber Codorniu, ni vino del Priorato.

Por cierto Arturet, me acaban de llegar dos quejas formales, una de Scotland, que mira,  llevaba tu camino y otra de Anita bikini Obregón, muy muy cabreados ambos dos.

Nessie, se quejaba amargamente, porque aunque en su corazón también bullía el espíritu loable de la libertad y la independencia de la Pérfida Albión, tu propuesta le va a quitar el protagonismo que tanto necesita en los noticiarios estivales, donde comparte exclusivas con bikini Obregón en representación del famoseo local. Que les había dado la bendición hasta la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia.,

Y tú, Arturet, en un acto de insolidaridad manifiesta vas a pillar portadas de agosto hasta en el Hola, que las marquesonas ya ni saben a qué yate subirse.

Muy feo, y poco solidario Arturet. Porque no me dejas, que si no, yo votaba Sissi también, desde Ginebra, claro.

Buenas noches, y buena suerte

 

La descarriá, o Alfredo tenía que haber pillado la tisis.

 

Hoy cerraba temporada de ópera el Liceu, con la última representación de La Descarriá, (La Traviata, para los políglotas), pero no teman sus gracias, que no es mi intención hacer la crítica musical, que no.

Así, como de paso, pues estuvo bien, la orquesta, los cantantes, los coros, el montaje. Todo muy bien. El teatro como siempre, llenito, y precioso.

La cosa, es que empecé mientras cantaban el “brindisi”, a pensar, lo bien que se lo estaban pasando, todos esos señoritingos de la alta sociedad parisienne….todo glamour, barones, condes, demie-mondaines, champagne, lujo y que bien se vive.

No lo pude evitar, con tanta comida de tarro griega, me puse a pensar en Grecia, y llevado por la música verdiana quise identificar quién era el correspondiente del drama griego de estas semanas, con los personajes de La Descarriá.

Yo creo que, ya que Violeta, era, en principio quien llevaba la voz cantante, podía ser Hellas. Vida alegre, desenfrenada, jijiji, jojojo. Un barón hoy, un conde mañana…Carpe diem, y con tisis.

Tisis, mi hija que es muy leída me indicó en su momento, la procedencia griega de la palabra, que a través del latín llega a nosotros, con el significado de desmadejamiento, debilitamiento, decaimiento.

Vaaayaaa, me dije yo, ¿dónde he visto eso antes?, y claro la respuesta era inmediata, en Grecia.

La fiesta del sol, de la musaka, de las islas locas, Mikonos, de las islas más germánicas, Santorini, el sirtaki, el aceite de oliva, y las fiebres de Malta. Las amigas de Violeta, podrían haber sido media España, o tres cuartas partes de Italia, pero no tenían tisis, no están decayendo, durante tanto tiempo, así que tenía que ser Hellas..

Alfredo, ¡ay Alfredo!. Tu correspondiente es la vieja Europa, te enamoras locamente de Violeta (Hellas), y lo que es más complicado, le pides, le suplicas, ¡Únete a la Unión Europea, que soy yo! . Violeta, (Hellas), se defiende lo justo, y se va a vivir con Alfredo.

Y empiezan a gastar como locos, (l’amour est plus forte que nous).

Violeta (Hellas), gasta todo lo que tiene, y Alfredo, (UE), empieza a soltar los Luises que son su herencia, a mayor gloria de Dios, todo por estar juntos.

Claro, que llega un momento, que el asunto no se aguanta, y aparece Giorgio, el papaíto de Alfredo. A mi Gioirgio, siempre me ha parecido tener su correspondiente en el ministro ese de finanzas alemán que me cae tan mal, desde siempre.

Y ya sabes, que estás haciendo daño a mi hijo, y a su hermanita no vamos a poder casarla, que si tienes muy mala fama, que esto no hay quien lo aguante, y ahora además el angelito, me ha pedido la legítima, y todo al sumidero de tu Carpe Diem. ¡Sacrifícate!

Así que lárgate, pérfida Violeta (Hellas), abandona a mi hijo (UE)…..Chaaannnn, y el drama toma vida. ¿Qué haré en este maldito mundo yo solita?. ¡Ay que dolor! .

Pues dicho y hecho, me voy de fiesta con el barón (Putin), que tiene pasta y seguro que le encanta estar conmigo, porque además somos vecinos.

El coro, que no son otros que el resto de los países de la Unión, se escandaliza, y permiten que se rete a duelo al barón. Como la vida misma.

El bueno de Don Verdi, parece que tenía un agujerito para ver el futuro, o quizás que la vida es así siempre, sea cual sea el ámbito en el que se desarrolla. Tremendo.

Pero vamos al tercer acto.

Sin el apoyo de Alfredo, el decaimiento de la pobre Violeta (Hellas), es decir, su tisis, se hace galopante, el barón (Putin), bastante tiene con lamerse la heridas del duelo con Alfredo (UE) de su zona ucraniana, y deja abandonada a Violeta (Hellas). El mundo se hunde.

Alfredo (UE), bien arropado por su papá, (Herr Schäuble, muy cristiano él), disfrutando del sol de Provenza, tampoco se acuerda de los pasados amores, que la pasta manda, y hay que casar a la hermana.

A Violeta, (Hellas) solo le queda una amiga, Annie, (Chipre), que la entiende, la apoya, pero es solo la criada, y entre ataques de tos, por mucho que él medico (Dottore Draghi), le diga, que no se preocupe, que con la inyección de vaya usted a saber qué, se recuperará, todos sabemos que Violeta (Hellas) está condenada.

Giorgio (Herr Schäuble) aparece en el lecho de muerte de Violeta (Hellas), a pedir perdón.

-Mira chica, yo me equivoqué, os tenía que haber dejado vivir vuestro amor, (total con la tisis que tienes te habrías muerto igual, y yo me habría ahorrado el papelón de villano avaricioso y egoísta). A ver como explico yo esto, aunque por otra parte he salvado el bodorrio de la niña, y la fortuna familiar. Alfredo (UE), es bobo y ya veremos qué pasa con él.

Con él,  que aparece con todo su poderío europeo, a abrazar a Violeta (Hellas), mientras exhala su último suspiro. La muerte de la cuna de la democracia en manos de la Europa de los vikingos.

A todo esto, y después de tantos besos, abrazos, intercambios de fluidos de todo tipo entre Violeta y Alfredo, lo que me llama la atención es que la tisis no haya prendido en Alfredo.

Hay que reconocer que lo suyo es que se hubiera infectado, que          M. tuberculosis es muy cabrito, y en un par de toses de amor, te ha saltado a la yugular. Hace un siglo no te la quitabas de encima ni en la montaña mágica. (Como sea uno de esos multirresistentes, hoy las pasarías canutas también).

Y no lo descarto. Lo que pasa, es que Don Verdi, tenía un presupuesto de tres actos, que si hubiera sido Wagner, con la pasta germánica que seguro manejaba, en dos actos más nos contaba la enfermedad y muerte de Alfredo (UE).

A partir de ahora, habrá que esperar a ver si Grecia se recupera de su tisis, si Europa no ha pillado la tuberculosis, y si Rusia supera la gangrena de la herida en Ucrania.

Mientras tanto, levantemos nuestras copas en un brindis, y bebamos, bebamos a la salud del amor, y de la vida.

Carpe Diem

Los Políticos españoles.

 

No se me alarmen vuesas mercedes, que no es mi intención hablar de la corrupción. Solo quiero reflexionar sobre su trayectoria profesional, y la calidad que nos ofrecen en general, a nosotros que somos sus empleadores.

Quiero también analizar un poco, y siempre según mi percepción que puede ser errónea, las consecuencias que esas dos premisas tienen luego en muchas de las acciones que llevan a cabo, y que al común del ciudadano nos pone de los nervios.

Me voy a enfrentar a una generalización, de nuevo, tal y como yo la percibo, y como tal es imprecisa, y plagada de excepciones. Para entendernos, si yo dijera que todos los políticos son corruptos, por ejemplo, estaría cometiendo una tremenda injusticia, ya que honestamente pienso, que como en todas las profesiones, hay esas excepciones que pueden dañar la honestidad de una empresa, o una institución.

El otro día en la radio, unos jóvenes profesionales estaban hablando de la calidad que tienen los que ahora están gobernando la ciudad de Barcelona.

Uno de los chicos, comentaba que en su facultad (Derecho) y supongo que hablaba de alguna de las universidades privadas de Barcelona, los primeros de la promoción iban para abogados del estado, luego los segundos en la lista acababan en firmas de élite, otros montaban sus despachos, incluso jueces, pero los que no acababan, o que eran los últimos de su promoción, acababan en la política….los definió como los nuevos pijos progres.

Cuando yo era más joven los pijos progres pululaban por Tuset, por Bocaccio o por Zeleste. Luego de vacaciones a Sa Tuna, y a esquiar a La Molina, ahora son concejales, al parecer.

Y quizás sea cierto, yo no lo sé, pero lo que he visto llegar a los ayuntamientos después de las elecciones, han sido personas que no han sido capaces de desarrollar una profesión, que les permita tener un conocimiento adecuado del entorno que les rodea.

Como todos los políticos han llegado de la mano de listas oscuras, a las que les han apuntado, a saber por qué extraños méritos. Desde luego, si hubiera tenido que dar la mano y charlar con los aspirantes a la concejalía de mi barrio, y que delante de mí, o de cualquier ciudadano, defendieran sus puntos de vista, me contaran los proyectos que tienen para mi barrio, por ejemplo, entonces, sí que mi voto sería de calidad.

Al final lo que tenemos es una amalgama de gente desconocida, a excepción de alguno de los cabezas de lista, y poco más

A lo mejor la información que nos han servido no es correcta, muchas veces me he quejado de la manipulación de la forma en que nos ofrecen las noticias, llenas casi siempre de medias verdades.

Ahora bien, la mayoría de las veces que he oído hablar a alguno de nuestros políticos, he sentido como mínimo, vergüenza ajena. Y de veras que no hablo de los chicos de Podemos, o de los de CDC, o de los pperos, o los socialistas, no hay distinciones. Oír a alguno de ellos decir algo inteligente, no dogmático, es dificilísimo

Seguro que era una exageración, pero quizás llevaran razón en una cosa, el que postula para político, no necesita pasar ningún proceso de selección individualizado, con lo que conseguimos tener una profesión muy poco formada, y ustedes me perdonarán.

Estoy cansado de ver a mis representantes escondidos detrás de unos papeles en las reuniones internacionales, porque no son capaces de entrar en un corrillo dada su deficiencia idiomática, por ejemplo. Son en los corrillos entre reunión y reunión formal, donde se establecen los lazos que luego derivan en confianza personal, y cuando eso no ocurre, las consecuencias las pagamos los representados, es decir nosotros, los empleadores.

Hay en general una cierta vocación funcionarial entre nuestros políticos, pero claro, sin oposiciones, o sin experiencia profesional como emprendedores, o como líderes de corporaciones. Existen las excepciones, existen, ya lo sé, pero hasta donde yo llego, son eso, excepciones.

Los dos últimos presidentes del gobierno que hemos tenido, sin ir más lejos, no hubieran pasado una selección de personal en una empresa mediocre, no han dado la talla en la representación internacional, de ninguna manera. Oírlos hablar en foros internacionales ha sido penoso, y claro las consecuencias las estamos pagando ahora todos nosotros.

Hay una cierta vocación funcionarial entre nuestros políticos, en el sentido que muchos de ellos, proceden de esta carrera, algunos por oposición, otros por el dedo mágico de algún poderoso enchufe.

El Señor Rodríguez Zapatero, no hizo otra cosa que ser penene o asimilado en la facultad…no tenía salida profesional, así que al partido, y a medrar. No es una persona válida, así ha terminado, y así nos ha metido en los líos que nos ha metido.

El siguiente, casi más de lo mismo, con algunas pequeñas variaciones. Cursó derecho, también, ganó unas oposiciones a registrador de la propiedad con 24 años, pero en dos años, ya estaba metido en política…y hasta ahora….Un gran líder.

Claro, personajes con una carga profesional, en general tan mediocre, son muy fáciles de manipular, a cambio de dinero, de favores o de sinecuras, en los casos de corrupción, o simplemente por su falta de conocimiento en las más de las ocasiones.

Esa es una de las razones, por las que se suben artificialmente los sueldos, se buscan pensiones vitalicias, en fin, hacen todas esas cosas que a los que nos tenemos que ganar las chuchas y una modesta pensión después de cuarenta años de curro, nos sacan de quicio.

A cambio, y en general, otra de las razones de la mediocridad, es que la profesión no atrae a elementos válidos. 78.000€ al año se le paga al presidente del gobierno español, unos 3.500 netos catorce veces al año. En una empresa que tuviera que gestionar un presupuesto como el de nuestro estado, el director, ganaría un mínimo de ocho dígitos, y no hay más que mirar las memorias de cualquier empresa grande. Desde luego a un tipo con ese salario, (consecuente a su formación, por cierto), no se le dejaba gestionar más que un pequeño negociado desde el que ni de broma pudiera poner en peligro a la compañía. Y aquí le dejamos el país.

Y cada cuatro años, sacamos su plaza a concurso, que está bien por cierto, pero desde los ojos de cualquier político, lo que necesitan es buscarse la sinecura correspondiente, o que se la busque el partido.

En resumen, gente mediocre, con trayectorias mediocres, son las que llevan las riendas del país, intentando además buscarse las habichuelas ya que cada cuatro años se la juegan, y tienen mentalidad de funcionario con contrato vitalicio.

Qué pocos han llegado a la política con espíritu de servicio al país y a los ciudadanos, y qué pocos pueden sobrevivir fuera de la misma.

No soy yo quién de la solución de esta situación que percibo, solo decir que lo percibo, y que puedo estar equivocado, o no.

Buenas noches y buena suerte

 

 

 

 

¡Ay Carmena!

 

 

 

Querida alcaldesa.

Cierto que no lleva usted aún los famosos cien días de gracia que se le dan a los cargos electos, así que no voy a ser malo del todo, y únicamente le haré llegar algunos temores que me han asaltado a la vista de los globos sonda que está usted lanzando a ver cómo le responde el personal.

Porque estoy seguro que no los ha lanzado solo para que a Doña Espe se le ponga cara de haberse pillado con la cremallera del pantalón.

La primera cosa que oí de su gracia es que nos iba usted a dejar la ciudad como un San Luis, y vive Dios que la ciudad es de las guarritas, sobre todo a medida que uno se aleja de zona nacional, y se adentra en zonas castizas. Así que muy bien, lo primero pasar la mopa.

Esperaba algo más ilusionante, y creía que a una magistrada se le ocurriría algo más creativo. Supongo que el haber vivido infancia y adolescencia con las consignas de Doña Pilar Primo de Rivera, le marcan a uno (una en este caso), aunque luego y de la forma más admirable, haya superado con mucho aquellas influencias. Pero ya ve usted, hay semillas que viven en nuestro subconsciente, y salen cuando uno (una en este caso) menos se lo espera.

Dado como están las cosas en este nuestro compartido municipio, confío en que las cooperativas que plantea usted promover, den trabajo a gente que lo necesite, y que nos dejen la ciudad como una patena.

Lo que no he entendido muy bien, es porque estoy pagando hoy tasas para que mi ciudad esté limpia, y las compañías que han ganado los concursos a su parecer no hacen el trabajo a satisfacción, y no se denuncian los tales concursos.

Seguro que hay razones de mucho peso que impiden que se utilice con la eficacia esperada el dinero que los madrileños pagamos para tener el pueblo limpito. En fín, lo dicho, a la fregona y si se pueden almidonar los vestiditos de la Chata y de la Cibeles, adelante.

Hoy nos sorprende usted con dos anuncios. Y los dos son subidas de impuestos. ¡Bienvenida a bordo!.

Una nueva tasa a los cajeros automáticos porque están en la calle. ¡Señora Doña Manuela, que ya pilla el banco suficiente!. Porque estoy seguro que será consciente, que yo, como ciudadano de esta ciudad, no solo voy a pagar su impuesto, da vez que saque mis veinte euros para el banco del parque y alpiste para las palomas, sino que el banco me cobrará los gastos de gestión de ese impuesto y un beneficio sobre la tasa, que hay que vivir. Además no contratará a nadie para gestionarlo.

Será un añadido a ese programa de gestión tan chulo y tan flexible que compró en Alemania nuestro director financiero.

A lo mejor ha pensado usted que es una forma de advertir a los bancos de que, quien se sienta en la presidencia de la alcaldía, sabe muy bien cómo conseguir que no se desahucie a nadie, y como parece que esa caterva de malvados sigue en sus trece. ¡Toma amenaza de impuestos!.

Pero es contra los ciudadanos contra quien va el impuesto. Así que muchas gracias. Que los del banco han ido al hospital a que les encajen la mandíbula, que a veces la risa excesiva es muy mala.

Y como de impuestos hablamos, les pondremos una tasa turística a nuestros visitantes, que viene mucha peña a Madrid y se van de rositas, ¡con lo que manchan!.

Claro, yo no visito Madrid, así que supongo que habrá pensado que cada vez que uno de esos independentistas que pueblan la piel de toro vengan al ministerio a negociar el indulto de un concejal corrupto…¡que paguen!. ¿O a esos los va usted a subvencionar?.

¡Ah que es para turistas!, creo que no va a poder ser, que estas discriminaciones las llevan muy mal en Europa. Así que café para todos.

De todas formas, hace usted bien, que los que vienen de fuera, paguen como nos hacen a nosotros cuando vamos a Barcelona, o a Palma, por un decir. Quid pro quo.

Por cierto, que me tiene usted a los del BBVA, que no les llega la camisa al cuerpo. Entre que la Sra. Botella, fue incapaz de sacarles adelante la operación Chamartín, y que está usted mareando la perdiz, no saben que va a pasar con su cuerpo…y los ciudadanos tampoco.

Yo entiendo que a su santo, un curro en la tal operación le vendría muy bien. Pero ya le he dicho que seré bueno, y estoy seguro que si se le ha pasado por la cabeza algo así, lo ha desechado en un plis. (Esto es parte de los cien días de gracia).

Estoy seguro que hará lo que más convenga, que yo no sé lo que es.

Será algo maravilloso llenar la Plaza de Castilla y aledaños de pisos de esos carísimos que no sé quién los va a comprar, porque con esto de la transparencia, a ver quién es el guapo que pide el tres por ciento. Esto va a parecer Manhatan en verano.

Ahora no sé qué piensan los vecinos de la zona, porque como no los desahucie usted, y les ponga un chaletito social en el Viso, les va a amargar la vida.

Me hubiera gustado, pero para eso ya habrá tiempo, que hubiera usted dicho aquello de que voy a mejorar la gestión de este ayuntamiento, en el sentido de incrementar el retorno a los ciudadanos de los impuestos que pagamos.

Me hubiera gustado, oír que estaba usted iniciando los estudios, para transformar esta ciudad en una de las líderes mundiales, de verdad, en algún sector. Que estuviera pensando en los cimientos (no de ladrillo, que le he visto brillar los ojillos) de un plan para esta ciudad.

Háganos la capital mundial del fútbol, por ejemplo, o el centro mundial de la justicia, o de la arquitectura, o de la pintura, o de lo que sea. Y traiga gente para que discuta de los temas relacionados con cualquiera de esas iniciativas, prepare gente de entre sus ciudadanos para que puedan liderar de verdad alguno de esos ejemplos o de cualquier otro que se le ocurra a usted. Cree equipo entre sus conciudadanos, y procure tener iniciativas que no pasen por subirnos los impuestos, o admitir que servicios por los que pagamos no se cumplen adecuadamente….y sobre todo, piense usted, que esta ciudad es magnífica, y que ideas de la sección femenina, no es lo que necesitamos en boca de nuestra alcaldesa, que para eso está la concejalía de limpieza.

Por cierto, no le voy a echar en cara que el aire acondicionad en la Gran Vía no funcione. Estamos dentro de los cien días.

Queda de usted atentísimo, su seguro servidor

Buenas noches y buena suerte

 

 

 

Guerras y guerra global

 

Estuve el otro día pensando si sabía realmente cuantos conflictos armados hay actualmente en el planeta, y entiendo por ello no solo los enfrentamientos entre estados soberanos, sino los conflictos civiles, que estén causando muertes entre la población civil, y los miembros del ejército del país involucrado.

Así que me fui a la Wilkipedia, y pregunté. La respuesta me ha dejado impresionado, ya que con lo primero que me encontré fue con un mapa en donde hay conflictos armados activos, en 2015, y ahí lo podéis ver:

 

Ongoing_conflicts_around_the_world_svg

Los colores indican la intensidad del conflicto medido en muertos al año.

Más de 10.000 muertes año.

Entre 1.000 y 9.999 muertes al año.

Entre 100 y 999 muertes al año.

Menos de 100 muertes al año.

Y desgraciadamente cubre más de la mitad del planeta, entre otras cosas, porque se han olvidado de incluir a los Estados Unidos de América, que participan activamente en varios conflictos, así como el Reino Unido, o Francia, sin ir más lejos, aunque, cierto, en sus territorios, salvo ataques terroristas, no hay conflictos abiertos..

El siguiente cuadro, de la misma fuente, indica no solo el conflicto, sino desde cuando dura, y los muertos estimados.

 

Inicio del conflicto Guerra/Conflicto Lugar Víctimas Totales
1948 Conflicto palestino-israelí » Israel, Palestina» 24.000+
1978 Guerra civil afgana (incluida la Guerra de Afganistán de 2001 a la actualidad)  Afganistán  Pakistán 2 000 000[4]
1991 Guerra civil somalí  Somalia 500 000+
2001 Guerra contra el terrorismo Mundial Sin datos
2004 Guerra en el noroeste de Pakistán  Pakistán 56 000+
2004 Insurgencia chiita en Yemen  Yemen 25.000
2006 Guerra contra el narcotráfico en México México 150.000+[5]
2009 Insurgencia islamista en Nigeria  Nigeria 15.000
2011 Guerra Civil Siria Siria  Turquía  Líbano  Israel 220.000+[6]
2011 Insurgencia iraquí postestadounidense Irak 35.800-61.800[7] [8]
2013 Guerra civil sursudanesa  Sudán del Sur 10.000-50.000+
2014 Guerra de Libia  Libia 3.700+[9]
2014 Guerra civil en el este de Ucrania  Ucrania 5700+[10]
2014 Guerra contra el Estado Islámico  Irak  Siria  Libia  Afganistán  Egipto  Nigeria  Líbano  Jordania  Yemen  Irán  Rusia 90.000+

 

Inicio del conflicto Guerra/Conflicto Lugar Víctimas Totales
1947 Conflicto de Cachemira India Pakistán 47.000
1948 Conflicto de Baluchistán Pakistán 3.600+
1948 Conflicto armado en Birmania Birmania 130.000-210.000
1963 Conflicto en Papúa Indonesia 150.000
1964 Conflicto armado en Colombia Colombia 220.000[11]
1964 Insurgencia en el nordeste de India India 25.000+
1967 Insurgencia naxalita India 13.800+
1969 Insurgencia en Filipinas  Filipinas 120.000
1980 Conflicto armado interno en el Perú Perú 70.000
1987 Insurgencia del Ejército de Resistencia del Señor  Uganda,  Sudán del Sur,  República Democrática del Congo y  República Centroafricana 100.000
1989 Insurgencia en Jammu y Cachemira India 47.000
1989 Conflicto en Xinjiang China 2.000+
1994 Conflicto en Cabinda  Angola 30.000
1995 Insurgencia en Ogaden  Etiopía 1.300
2002 Insurgencia en el Magreb  Argelia,  Chad,  Malí,  Mauritania,  Marruecos,  Níger y  Túnez 6.000
2004 Conflicto de Baluchistán Pakistán e Irán 3.600+
2004 Conflicto del Delta del Níger  Nigeria 4.000
2004 Insurgencia en el sur de Tailandia Tailandia 6.100+
2009 Conflictos tribales sudaneses  Sudán y  Sudán del Sur 5.000+
2009 Insurgencia en el Cáucaso Norte Rusia 3.000+
2009 Insurgencia en Yemen del Sur Yemen 2.054
2010 Insurgencia de Al-Qaeda en Yemen Yemen 2.207
2011 Rebelión en Baréin Baréin 93
2011 Conflicto en Líbano  Líbano 722
2011 Conflicto interno en Sudán  Sudán y  Sudán del Sur 4.900+
2011 Insurgencia en el Sinaí Egipto 1.540
2012 Crisis diplomática entre Turquía y Siria  Turquía  Siria Sin datos
2012 Enfrentamientos en los Altos del Golán de 2012-2014  Israel  Siria 200+
2013 Intervención militar en Malí  Malí 1.000+
2014 Operación Barkhane  Mauritania  Malí  Burkina Faso  Níger  Chad 600+
2015 Intervención militar en Yemen de 2015  Yemen 2300+

 

 

El panorama es desolador, para las personas que creemos que la forma de resolver conflictos, debería ser el diálogo y los acuerdos.

Es terrorífico constatar que la información que tenemos a nuestra disposición sobre la mayoría de estos conflictos, es prácticamente nula.

Por otra parte, y de nuevo con sus excepciones, parece que la mayoría de los países con conflictos abiertos, son  estados casi  fallidos, con pocos recursos económicos, y poblaciones machacadas.

Esto me lleva a pensar, en ausencia de información detallada, que o se matan a machetazos, o que se utilizan recursos obtenidos de cualquier manera, para pagar su mercancía a los traficantes de armas.

Por ejemplo. Parece ser que la guerrilla colombiana se financia con droga, ya que no es un estado reconocido. Los fabricantes de armas, que están “obligados” a suministrar solo a estados, disponen de redes de traficantes para colocar sus productos, y, claro que se alargue el conflicto, es muy conveniente que se necesitan pedidos para pagar los neumáticos del avión privado del CEO de la compañía.

Es terrible también constatar que el rico mundo occidental, poderoso y bien armado, debería poder terminar con estos conflictos de alguna manera, pero, a la vista de la increíble duración de alguno de ellos, claramente el deseo o la necesidad de la venta de armas está por encima de cualquier otra consideración.

¡Ah! Y no vale la excusa del “Si vis pacem para bellum”.

Una vez constatada esta situación, he seguido mirando un poco más por esos mundos de internet, y me he encontrado con un artículo catastrofista, (a la luz de la información de los telediarios españoles, que a veces nos hacen creer que estamos en la Arcadia feliz), en el que se advierte de la posibilidad de una tercera guerra mundial incluso dentro de este año, y marca cinco conflictos que potencialmente pudieran provocarla.

El conflicto de Ucrania, afecta a Rusia, y hablamos de una potencia nuclear de primer orden, actualmente acorralada por bases de la OTAN, que además en los últimos meses han desarrollado maniobras militares en los países bálticos, con casi enfrentamientos debidos a incidentes entre aviones de uno y otro bando.

La necesidad de Rusia de recuperar su poderío y su grandeza pasada, puede hacer que por un lado sigan alimentando acciones de anexión de algunas de las antiguas repúblicas que formaron parte de la URSS, siendo las consecuencias imprevisibles.

Además de este cerco militar que podéis ver en el mapa que sigue, Rusia está sufriendo un acoso económico por parte del mundo occidental, que puede suponer en algún momento una presión inaceptable.

5b36a29225387f69cdc0365ea5ed20d8_resized

 

 

Dios no lo quiera.

 

La siguiente zona de posible estallido es la península de Corea. Ha habido ataques, o acusaciones cuanto menos ente los regímenes de Piongyan y de Seúl. Parece que hay encuentros entre los dos países, pero no ha trascendido nada de las posibles negociaciones.

Lo que importa es que Piongyan puede disponer de armamento nuclear, y a Estados Unidos, no le hace gracia que sea así, de forma que se ha planteado, al parecer algún ataque contundente por parte de USA contra Corea del Norte. Si esto fuera así de nuevo que el cielo nos pille confesados. La relación de fuerzas aparece en el cuadro que sigue:

2c9896394049a2c96f6c32c3e2af9780_resized

 

Como puede constatarse pueden darse de bofetadas durante mucho tiempo, y si además se apuntan a un posible conflicto China y Estados Unidos ya la tenemos liada.

China no tiene petróleo, y lo necesita. En el cuadro que sigue están localizadas las reservas constatadas en la región, lo que tiene aparejado una tensión importante en la zona.

afab3edf47405d6218afb680c5e6a216

Independientemente de esta situación, el control de los recursos naturales de la zona, es uno de los objetivos de China, con el consiguiente temor por parte de Filipinas, Taiwan, Malasia, Japón e Indonesia, de posibles acciones que pudieran conllevar un cambio en el equilibrio (frágil) en la zona.

Estados Unidos, ya ha dicho que el tema le concierne, y que defenderá a Japón y Taiwan de un posible ataque chino….

Por otra parte, la inversión en sus fuerzas armadas por parte de China, ha sido considerada como excesiva por parte de la comunidad internacional. El equilibrio de fuerzas en esa zona del mundo, se considera gravemente alterada, y de nuevo hablamos de potencias con armamento nuclear.

China y la India han tenido encontronazos fronterizos en los Himalayas, con supuestas incursiones de soldados chinos en territorio indio.

Por otra parte la alianza de China con Pakistán, y la realización en el golfo de Bengala de maniobras conjuntas no ha sido bien recibido por la India, que además pudiera considerarse, un enemigo económico de la China, que con salarios más bajos, y leyes laborales muy laxas puede captar, y de hecho lo está haciendo manufacturas occidentales en detrimento de China.

Las alianzas indias con Vietnam y Japón, siembran inquietud muy seria en China, que por otra parte está intentado construir bases militares en Seychelles, y Mauricio.

India es también una potencia nuclear.

Por último, el problema del autodenominado Estado Islámico, asegura una intervención convencional en Irak y Siria con bombardeos aéreos por parte de los Estados Unidos.

Ciertamente, si el Estado Islámico no obtiene material fisible, no hay mucho riesgo de ataque nuclear, pero quedan dos posibilidades.

-La posible ayuda a Bashar al Assad por parte de Corea del Norte, con material nuclear, podría provocar un ataque de consecuencias inimaginables.

-La puesta en funcionamiento por parte de Arabia Saudí de misiles balísticos adquiridos hace treinta años a China, a los que se les podría instalar cabezas nucleares.

El destino puede ser incierto, pero  Israel e Irán están entre los más plausibles.

24193f5c346fd6b0152680a65f7bad98_article_resized

 

Como podemos comprobar el panorama es tremendo, y aquí, de lo que nos informan es de que si Grecia no va a pagar unos miles de millones de euros, o del asesino de viejecitas alemán, o del turista que le hizo un vídeo al asesino de veraneantes en Túnez.

Creo que tenemos derecho a saber qué pasa a nuestro alrededor, y honestamente no creo que sea tan difícil dar voz a periodistas que seguro pueden dar luz a estos asuntos, aunque sean sombras en la caverna.

Buenas noches y buena suerte

*Las fuentes que he utilizado como información son Wilkipedia, y una publicación de RT de octubre de 2014 titulada “Los cinco lugares donde podría estallar la tercera guerra mundial”.

 

CHINA

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de China?

Posiblemente haya comentado alguna cosa de este país, y vaya por delante mi foto china con la que os saludo cada vez que tenéis la amabilidad de leer lo que escribo. Puede ser, incluso, que alguno de esos comentarios estén relacionados con lo grande que es el país, con la cantidad inmensa de etnias, lenguas, tradiciones, culturas, paisajes, gastronomía, y últimamente la economía, la siempre presente economía.

También es posible que haya comentado el logro (no sé si positivo o no para el mayor de los chinos) de haber pasado en menos de setenta y cinco años de la Edad Media feudal, al siglo veintiuno con todas sus bendiciones, como un buen cocido madrileño, vamos.

Pero, ¿realmente se ha conseguido?. Desde luego no, sobre todo si utilizamos los ojos de ver todo el país.

La gran masa continental China, es un erial, simplemente no llueve, y las posibilidades de supervivencia digna son escasas. Literalmente, no hay quién viva. Otra cosa es la franja de, digamos, cuatrocientos kilómetros tierra adentro desde la costa océana. Allí sí que se puede vivir, y no solo ahora, más o menos desde siempre, y es donde se ha desarrollado esta expansión tremenda desde los años cincuenta del pasado siglo.

No conozco toda China, es más lo que conozco de China es lo que podríamos llamar zonas delicadas, Tibet y Xinjiang en el extremo noroeste.

En ambas zonas, la presencia del ejército es llamativa hasta para un turista despistado como yo, y desde luego, y a pesar de las infraestructuras que se han creado, con el claro objetivo de hacer llegar población Xin, a esas zonas, la Edad Media aún no se ha ido.

Xinjiang, de etnia uigur, es musulmana, con una estructura social tradicional, basada en gremios, en artesanos, en comercio de ganado.

El gobierno chino, está derruyendo la antigua ciudad de Kashgar, para que la gente vaya a los nuevos barrios, hace todo lo que puede para que el culto no tenga la importancia que para los uigures tiene. La impresión que tuve en aquella tierra fue la de zona ocupada militarmente, y que no quisiera ser uigur.

En el Tibet, lo mismo. Lhasa ha sufrido una transformación de sus barrios tradicionales, de sus mercados, y sobre todo la llegada de etnia Xin para diluir la tibetana.

La religión está claramente en el objetivo de Comité Central del Partido Comunista Chino, y aunque se permite, se le ponen trabas al funcionamiento de los monasterios, a las peregrinaciones, y a las formas de vida tradicionales de los tibetanos. Cierto, por ellos seguirían en su querida Edad Media, pero a los Xin, no les apetece. No quisiera ser tibetano.

El esfuerzo del Partido Comunista Chino por modernizar el país ha tenido desde mi punto de vista graves errores de planteamiento, de ejecución, y veremos al final como queda la cosa.

El comienzo fue por las bravas. Las purgas de Mao, solo tienen parangón con las de Stalin.

Lo que significó el Gran Salto Adelante, con la creación de comunas, la eliminación de la vida privada y cualquier libertad individual, fue el nacimiento de una clase atemorizada y oprimida, sobre la que se tenía que construir un futuro moderno de gran potencia.

Una ruptura de relaciones con la URSS, junto con la nefasta planificación del estado provoca hambrunas en el país en los años 60 y 61, que le cuestan la vida a cerca de quince millones de personas.

La Revolución Cultural, supone el fin de una clase intelectual, que podía ser un obstáculo en el camino del Partido Comunista Chino, y además supuso la destrucción de tesoros culturales del pasado. Era una forma de acabar con la historia.

Lo que se mantiene en China es la estructura del estado, copia del que en su momento rigió en la URSS. Eso conlleva altos grados de opacidad en la gestión, lo que ha elevado las cotas de corrupción a niveles difícilmente sostenibles en su momento.

Las inversiones en infraestructuras, siguen por lo general criterios políticos, creando ciudades ficticias, vías de comunicación con más interés militar que civil, especialmente aquellos que se dirigen hacia el oeste, que no dejan de ser tierras conquistadas, y en las que sus ciudadanos no se sienten chinos, entre otros motivos por las diferencias en sus derechos con los de los Xin, muchas veces vistos como invasores.

Esa es la razón de intentar diluir a esas minorías, (no tan minoritarias, por cierto), con el envío de población del este al oeste.

El intervencionismo en la vida y en la economía del Partido es enorme, de hecho, la moneda aún es ficticia, en el sentido de que su cambio está fijado por el Comité del partido.

El milagro de los últimos veinticinco años, que de alguna forma tuvo su inicio con la visita de Nixon a China en el 72, es fundamentalmente debido a que se transformaron en la fábrica de los productos, primero americanos y luego europeos.

La oferta china, era fundamentalmente mano de obra barata, muy barata, y no se preocupen ustedes de las regulaciones que en Occidente fuerzan a trabajar sin contaminar demasiado.

Han utilizado carbón como combustible, cuando en el pulcro occidente se ve fatal, vamos que no es cool. Si se mueren los peces del río amarillo, angelitos al cielo, y si tienes que pasear por sus ciudades, (las del este) con mascarilla, para no morir de cáncer de pulmón en dos días, pues es lo que tiene, cuando se gana dinero.

No hay tecnología china dentro del mundo del consumo, la investigación no parece haber dado aún sus frutos, por lo que vivimos de fabricar para otros, contaminando nuestra tierra, y con el riesgo, ya en el horizonte, de que aparezca otro país igual de grande, pero más barato en mano de obra y que no le importe que sus ciudadanos palmen por un quítame allá esa mierda del ambiente.

Cuando veo los nuevos ricos que nos enseña la tele, y alaba la prensa, no puedo dejar de pensar en los españoles de los ochenta, con nuestra cultura del pelotazo, con nuestros Sres. Conde, Abelló, Cortina, Rubio…y tantos otros que el poder nos enseñaba mientras nos transmitía el mensaje de que éramos cuanto menos imbéciles por no enriquecernos a gran velocidad…¿Se acuerda usted Sr. Solchaga?.

Una burbuja que nos salió cara cuando se acabaron los fastos del 1992.

La bolsa china ha caído un 40% en un mes y medio, es un mercado intervenido, ya que la estructura del Partido no puede permitir las relaciones dirigidas por el comercio en libertad. No les llega la camisa al cuerpo a los dirigentes del Partido. Lo han intentado todo, desde pedir que no se trabaje con futuros a la baja, hasta la suspensión de la cotización de las empresas más importantes en las bolsas de Shangai y de Hong Kong.

Lo de Grecia, al lado de esto, una filfa. Palabrita de niño Jesús

Yo no sé si estamos delante de la caída de un gigante de esos con pies de barro, y si es así qué es lo que va a llevarse por delante. Ahora bien los signos son muy preocupantes:

  • Aparición de un competidor que es India con capacidad de fabricar más barato.
  • Dependencia energética
  • Subidas de los costes laborales, porque ya los obreros esperan más y tienen digamos, ciertas posibilidades de parar producción.
  • Frustración en las familias, entre otras cosas por la limitación en el número de hijos. Aquí no hay que olvidar que hace tres generaciones se vivía, o moría del campo.
  • Falta de iniciativas creativas para desarrollar negocios sostenibles y con implantación global.
  • Gastos militares enormes, y no publicados.
  • Una burbuja inmobiliaria de dimensiones apocalípticas.
  • Riesgos enormes acerca de la solvencia bancaria.
  • Población poco o nada comprometida con el proyecto del gobierno, ya que no participa de él. Sigue siendo una dictadura gobernada por los oligarcas del Partido Comunista Chino.
  • Tensiones con otras etnias en el oeste.Una vez más vemos, que si mi análisis no es la pifia de un ignorante (que es posible que lo sea), mal negocio es fabricar para los Americanos, y si no que se lo pregunten a México.
  • Si ese gigante se tambalea, o incluso, si cae, posiblemente, signifique en primer lugar un cataclismo económico global, pero también posiblemente la oportunidad de recuperar producción exportada a China por unos salarios más bajos, y donde de verdad el ser humano no importa. En algunos sitios, ya ha empezado.
  • Veremos lo que pasa en los próximos meses. Los crecimientos de dos dígitos se acabaron hace ya mucho tiempo, y ahora el dato real no se lo cree nadie, puede estar por debajo del 7%, lo que es claramente insuficiente para los programas de desarrollo.
  • Buenas noches y buena suerte

 

TINTORRO

 

 

Es lo malo que tiene el calor, vas honestamente a tu club de golf para hacer tus dieciocho hoyitos reglamentarios, y no te queda más remedio que beber,,,,¡AGUA!.

Dos litritos, con su hielo dentro, y a sobrevivir, ¡qué malo es el calor!.

Yo que siempre ando diciendo a quien me quiere oír, eso de que algo malo tiene el agua cuando hay que bendecirla, o ¡No entra el agua in corpus mei, perque cría gusarapis”!. Amén.

Valga esta introducción, para decir que me gusta el vino, y que los últimos veinte o treinta años, han significado la llegada de innumerables nuevas etiquetas a los mercados.

Esto ha supuesto que como hay tantos gustos como humanos, ahora todos los vinos son buenos para alguien, lo que no deja de tener cierto peligro, cuando sale un pollo de esos que se venden como “gurus” de la enología, vas, le haces caso, y acabas con dolor de cabeza, y acidez de estómago.

Para esto de los vinos, yo soy un clásico, he probado muchas cosas, y tras décadas de probaturas he llegado a la conclusión, de que todos los vinos del mundo cuando sean mayores, quieren ser Borgoñas, y yo bebiendo un buen Borgoña, sea blanco o tinto, soy feliz. (Ya veis, amigos lo fácil que es hacerme feliz).

Esos predios, esos terrenos, donde literalmente se lleva a las cepas de Pinot noir, y de Chardonnay a su límite, son únicos, porque fuera de esas tierras, das una patada y salen pinot, y chardonnay en cualquier sitio del mundo, los vinos procedentes de esas uvas los envasan en botellas borgoñonas, pero no es lo mismo, lo juro, no es lo mismo.

He probado pinot en Sudáfrica, en California, en Australia, Nueva Zelanda….y muy señores míos, con su queso se lo coman, yo me quedo en Côte d’Or, tan ricamente.

Lo de los chardonnays, ni se sabe. Todo el mundo hace vino blanco con esa cepa, de forma que mucha gente cree que es una marca de cualquier vaina. Cosas de la globalización.

Bien hizo Meiji, el emperador japonés que se vino a Europa a descubrir nuestra cultura, y se llevó los trajes de los artesanos de Savile road, y los Borgoñas.

Claro, que el bolsillo se resiente, como te dediques a beber solo los grandes Borgoñas. Algunos son de los de una vez en la vida, y si alguien tiene curiosidad de saber cuáles son, me lo pregunte,

Así, que pasaré a la segunda zona del mundo que me tiene enamorado, y que en su momento le sacó a los bordeleses las castañas del fuego, cuando eso de la filoxera les deja casi abstemios. La Rioja.

Creo que La Rioja española es la zona vitivinícola con mejor relación calidad precio del mundo, mientras los chinos no nos la revienten, que parece que están en ello llevándose nuestros caldos en trenes a tierras extrañas, y a saber qué harán con ellos.

Tempranillo, Graciano, Majuelo, en esos paisajes alaveses, y logroñeses, alineadas, esperando a que pasen los años y nos las podamos beber, transformadas en esos claretes, que era como antes les llamaban. Valgan los Prado Enea como ejemplo.

Aquí, en mi Rioja, con los blancos no nos hemos llevado bien nunca, quizás en alguna ocasión, a alguien le salió algo decente, pero nada más.

A partir de aquí empieza con dos excepciones, el mercadeo. La primera, esa cosa que se ha dado en llamar Ribera del Duero, y que para mí se circunscribe a un Único, que todo lo demás, con perdón, para el sifón, y ustedes disimulen.

La siguiente, era donde te la daban con queso, demasiado sol, demasiado alcohol, poca elegancia, buenos para las madres de los brandys de Jerez, poco más. Buena tierra para Don Quijote, pero no para caldos fisnos.

Mi padre, siempre me pedía, que bajara a la taberna a por un cuartillo de vino para su comida. Una botellita de esas de cuarto de Fundador, seguro que alguien se acuerda.

-Hijo, dile al Sr. Pepe, (siempre el Sr. y el usted que hemos sido muy mirados para estas cosas), que te la llene de ese priorato seco (lo había dulce), y no te olvides el sifón. Cuántas camisas arruinaron los vinos de Marsá Falset, sin posibilidad de redención de la gota roja oscura que se le había venido encima. Y ahora el mercado te pone el vino de por ahí a precio de borgoña caro, ¡Y no incluyen el sifón!.

¡Hasta dónde hemos llegado! . Lo ha intentado todo quisque en la piel de toro, que si los Cabernet de Lleida, que si los vinos alicantinos o valencianos…..¿un Jumillita?.

Mi Penedés, que tampoco, que no, que no sigan pensando que hacen una maravilla, ni Torres con sus inventos raros, a la sangre de toro se le ven hasta los leucocitos, ¡Jesús!.

Ni Ribeiras Sacras, ni Albariños, ni Ribeiros, ni siquiera los Txacolis, que a veces quedan mal en una sardinada delante de una Keler…ni prietos picudos, ni bercianos, ni la gente de Benissalem, que está bien, que aquí crece la uva, pero de ahí a dar un buen vino, que te haga caer de hinojos….un mundo. Los Somontano, aún tienen que hacerse mayores, y sus uvas no son autóctonas, como lo son en Burdeos de donde vienen las dos uvas peor tratadas fuera de la zona de La Garonne. Cabernet Sauvignon, y Sauvignon Blanc, (Merlot no lo comento porque es un derivado de Cabernet Sauvignon, y no voy a marear más).

-Don Usted, tengo un Cabernet búlgaro, que le va a encantar..

– Guárdelo buen hombre, que seguro lo necesitará para limpiar la plata.

La Rive gauche de la Garonne, también me ha dado momentos inolvidables, mucho más intensos que los de mis elegantes Borgoñas, o mis delicados claretes riojanos, pero con unos matices, una fuerza, y en definitiva unos grandes segundas clases.

Lafitte, Margaux, Latour, Haut-Brion, Mouton Rotschild. Y cruzando el río algún Pomerol, o Saint Emilion.

Magnífico resultado el maridaje de los dos ríos que forman el estuario de la Gironde ….. pero hay que pasar por caja.

Los amigos portugueses, (no hablaremos de Portos, o Madeiras, de la misma forma que he obviado los Olorosos, los Tojai, o los Sauternes), tienen una uva magnífica, la Touriga Nacional, y a fe que saben hacer maravillas con ella. Alguna botella inolvidable de la mítica cosecha del 85 de esa gloria conocida como Barca Velha me la he trasegado sin despeinarme. ¡Alabado sea el señor! . La zona del Douro guarda secretos maravillosos. No los regalan.

Sin embargo huyan vuesas mercedes de esas cosas alentejanas que dan en llamar vino. ¡el cielo les confunda!, así como esas otras que dan en llamar Matheus rosé, ni se os ocurra.

Italia, el otro gran productor, a mí me ha dado siempre mucho miedo, a no ser que me haya llevado de la mano algún buen amigo. Yo me quedo con siete tintorros.

Los Barolos, y los Barbarescos de Gaia, Los Brunellos de Montalcino, Los Nobile de Montepulciano, algún Tignanello, y si me aprietan algún Valpolicella, sin olvidar laTenuta San Guido de Sassiscaia.

El problema con estos chavales, es que como no conozcas al jefe, te dan el vino del productor equivocado, y a morir. Brava gente.

Y este es el vino, el corazón del vino, a pesar de que en sitios donde los mediterráneos hemos emigrado, hemos intentado nuestras aventuras vitivinícolas, con diferente fortuna.

De lo que he probado por ahí, me quedo con la región de Mendoza en Argentina. Han llevado el Malbec, a unas cotas dignísimas, mezclándolos muy convenientemente con shiraz, esa uva del valle del Ródano, tan suya ella.

Stellenbosch al otro lado de la Table Mountain, en Sudáfrica, me sorprendió con el trato que le daban a pinot noir, y a chardonnay, pero nada del otro jueves, y la curiosidad de haber desarrollado su propia uva, la Pinotage. Bien. Sin tirar cohetes.

El rollo del Napa Valley, no me ha dado alegrías, era como la taberna que puso mi amigo, y al empeñarse en poner su nombre, tuvo que cerrar. Malvino Aguado Caro, se llamaba el angelito. Ahora, lo venden de maravilla a los alcohólicos anónimos.

Chile tiene mucho que andar, y veremos si lo hace. El diablo se bebió todo el casillero, y lo que dejó, para el sifón.

Y los esfuerzos de márketing australianos, apoyados en los Penfolds, numeraditos y todo. Vale para una barbacoa de carne de cocodrilo.

Quiero cerrar esta historia con un comentario de lo más racista. El vino es para la gente del sur de Europa. Es cosa nuestra, lo entendemos, sabemos beberlo, disfrutarlo, y nunca pediríamos un chardonnay, o un tempranillo, como si fuera una marca de cola.

Se lo hemos regalado a cambio de nada a los calvinistas que han querido hacer dinero con él por todo el mundo, y lo han hecho. Pero que no nos vendan historias por estos pagos, y mucho menos esos Pingus, que a saber.

Buenas noches y buena suerte

Inmigrantes, refugiados, expatriados

.

Son tres aspectos del mismo deseo, el deseo de mejorar tu actual forma de vida, dejando atrás tu país.

Es más creo que es lo más positivo que el ser humano ha desarrollado a través de su historia. Buscar mejores ecosistemas para desarrollar su vida, ha sido una clave para el desarrollo de la especie.

Estos movimientos, con dos excepciones, han sido siempre voluntarios, en el sentido de que independientemente de lo dura que haya sido la causa, la decisión ha sido tomada por el individuo, o por el grupo.

Las excepciones obviamente son las deportaciones, y el tráfico de esclavos en cualquiera de sus formas.

Vamos a estas últimas, Según Hugh Thomas en su «Trata de esclavos», afirma que entre 1510 y 1870, 10 millones de negros fueron transportados desde África a las plantaciones de América. Es una barbaridad, pero haciendo cuentas, salen unos 28.000 esclavos al año, veintiocho mil dramas cada año, que si lo comparamos con las deportaciones de que los alemanes llevaron a cabo durante los años del régimen nazi, un millón al año, aproximadamente la hacen ridícula.

Creo haber dicho en algunas ocasiones, que al esclavo, al fin y al cabo, y obviando todas las consideraciones morales, se le trataba como un activo financiero, y como tal estaba sujeto a los principios contables de depreciación, amortización, beneficio por productividad.

Así que había que alimentarlo, dejarle dormir lo justo, tenerlo lo más limpio posible, (solo para evitar infecciones), en fin digamos que tenía que estar dentro de un protocolo de mantenimiento, como cualquier arte de la plantación, mina , o explotación del tipo que fuese.

Además, la reposición, podía hacerse de dos formas por parte de los amos. Bien acercarse al mercado de esclavos, o promover la reproducción dentro de su estructura productiva.

Seguro que se tomaban las decisiones económicas adecuadas para tratar el tema, ya que la supervivencia de la empresa dependía de ello.

La vejez podía ser muy dura, pero, tampoco llegaban a muy viejos. El problema era la falta de libertad, y el trato, que no era el que se le debe al ser humano. Las formas de esclavitud modernas, son infinitamente más crueles, y los esclavos de los siglo XX, y XXI, que muchos son aparentemente hombres libres, están expuestos a perder el trabajo, a pasar hambre, a no tener techo, o a recibir por su trabajo una cantidad que no les permite comer, dormir bajo techado, y vestir con dignidad.

No digo que haya que volver a la caza de hombres, pero el precio por el que ahora se alquila a un hombre (antes se compraba), puede llevarle a una situación peor que el esclavismo.

Quiero aquí recordar a los “esclavos” nepalíes en Qatar construyendo estadios de fútbol. ¡Por favor que a nadie se le olvide esto cuando empiece ese campeonato, y que se quede con la cara de los jugadores que han ido e irán a acabar como expatriados de lujo sus carreras deportivas a esa tierra! Ganan dinero de sangre.

Las deportaciones nazis, tenían otro cariz, ya que al no existir un mercado organizado de trata de judíos, no eran un activo, y además la reposición no era un problema, llegaban más de los que se necesitaban. Así se añadió al esclavismo clásico, el hambre, el asesinato, la inmundicia, y las enfermedades.

Otras deportaciones, negadas vergonzosamente en la actualidad, pueden ser las del pueblo armenio, palestino, kurdo, camboyano, tibetano…pongan ustedes o quiten los que quieran. El mensaje está dado.

Suficiente.

Vayamos ahora al inmigrante, ese ser humano, que cambia de país para encontrar una forma de vida mejor de la que puede encontrar en su tierra de origen. La exquisita Europa ha llenado continentes con sus emigrantes. De todas las naciones, del Imperio Británico, que llenaron Australia, Nueva Zelanda, Massachusets, medio Canadá. Paises bajos, que acabaron en Sudáfrica, italianos que fueron algo importante en USA, llevando su forma de vida, Irlandeses sin los que no habría policía en New York, alemanes, polacos, armenios, españoles en todo el subcontinente, gallegos, asturianos, catalanes, canarios….de todas partes, sin excepción.

Entre el siglo XVIII y mitad del XX, Europa envió sus excedentes poblacionales a buscar oportunidades lejos, muy lejos, y muchos lo consiguieron, otros no, y el quedarse quizás hubiera sido menos malo, a pesar de las hambrunas, de la falta de motivaciones económicas para desarrollar la vida. Nadie lo sabe.

La segunda mitad del siglo XX trajo corrientes de inmigrantes hacia el centro de Europa, procedentes de las colonias de la Commonwealth, tiñendo de aceituna Chelsea y Paddington. Más morenos los que desde Argelia llegaron a Francia confundidos con las miñonas españolas, o con los vendimiadores. Alemania se llenó de turcos, y los conserjes españoles eran muy apreciados en Suiza.

A Estados Unidos, les llegaron desde el sur y desde Asia. Todos buscando lo mismo, buscando trabajo, y vivir ya que en su país de origen las perspectivas eran más que dudosas.

El tema de los refugiados es diferente. A los inmigrantes les lleva a moverse, la falta de oportunidades, para ellos y para las generaciones futuras. A los refugiados, lo mismo, con el añadido de que pueden además perder la vida, ya que están escapando de conflictos armados.

En España, quien más quien menos, ha tenido o a un familiar, o a un amigo cercano a esa tesitura. La guerra civil fue muy cruel, y lo que siguió, también.

Pero dentro de Europa, y muy recientemente, hemos tenido refugiados procedentes de la antigua Yugoslavia, por ejemplo, y no quiero pensar, lo que esté pasando en Ukrania o en Crimea.

Hasta en Alemania hubo refugiados escapando de la Alemania Democrática de infausta memoria, o los húngaros escapando de los tanques rusos en el 56. Hasta aquí nos llegaron Kubala, Puskas, Czibor, Koczis.

Los nazis que no pudieron ser encausados, también fueron refugiados, pero esa es otra historia.

Hoy con el mundo convulso, nos están llegando a nuestra cómoda Europa refugiados, procedentes de la guerra en Siria, en Libia, en Eritrea, o emigrantes procedentes del Magreb, o del África subsahariana.

Nuestra reacción está siendo miserable, como lo está siendo la reacción de los americanos con los inmigrantes que llegan del sur, sin darse cuenta que los más son refugiados, huyendo de la violencia en Honduras, Nicaragua, y México.

Como excepción quisiera comentar la generosidad española con la inmigración procedente este siglo de los países sudamericanos, estoy convencido que a la larga siempre será beneficioso para todos

Los únicos que en todo esto son los que van en dirección contraria, es decir, los que cambian de país dejando el suyo, para mejorar su vida, ganar más dinero y poder garantizar a su descendencia una vida mejor.

Y por dirección contraria me refiero a los que viven en el Norte, y sus gobiernos, sus empresas, los expatrían para hacerse cargo de sus intereses económicos en países en desarrollo, en el sur, claro. Salarios de ensueño, ayudas, exenciones fiscales, garantías de carreras fulgurantes, el emigrante rico.

Por lo demás, nada nuevo bajo el sol, las corrientes migratorias, es una de las características de nuestra especie, ya que si no hubiera sido así, nos llamaríamos Lucy, y viviríamos en el valle del Rift.

Buenas noches, y buena suerte

EROTISMO

 

De verdad que esto no viene al caso por nuestra querida Doña Manuela, desde el balcón de Cibeles, envuelta ella en la bandera arco iris, que parecía que había ganado el mundial de ciclismo.

Tenía adosado un muchachote de pelo en pecho, que a la que le ponían un micrófono, nos listaba las leyes que el gobierno debería aprobar, antes de que el buen hombre se fuera de vacaciones.

Doña Manuela, ella, tenía una cara que era un poema, no quiero creer que por los efectos de los 38º sobre la camiseta del muchachote, aunque quién sabe. ¡En que líos se nos mete la letrada emérita!.

Un millón dicen las malas lenguas, de alegres homosexuales, y bisexuales, que los hetero no teníamos hoy derecho a pancarta. (Cosa que agradezco, por la caló, mayormente).

He hecho los honores de todas formas, a la tal manifestación de libertad y alegría,  he visto algunas imágenes por la tele, de forma que me ha venido el aquel de lo que eso del erotismo ha sido para los de mi generación.

Yo, como hetero, soy un desastre en eso de apreciar la delicadeza de la estética gay y bisex, de forma que en mi error, pienso demasiadas veces en lo que me pierdo, al no apreciar la lentejuela, las prótesis guay, los calzones marcapaquetorro…lo que me pierdo.

Está bien que se suban en sus plataformas, que reivindiquen lo que crean conveniente, y que les dure.

La verdad es que el espectáculo es solo comparable a las toquillitas que les ponían a las presentadoras de la tele cuando en el telediario nos cantaban los logros de aquel egabrense, (Solís se llamaba). Lo mismito, vaya.

Claro que en aquellos tiempos, la imagen que nos daba el generalito matasiete que vivía en el Pardo con un sarmiento seco de viñas asturianas, era tan alocada como la de nuestras entrañables Drag queen, de pelo en pecho y tetas de plástico, pero por el otro lado, claro.

El mérito de doña Carmen , fue el vestir de acuerdo con el concepto erótico del Cardenal Primado, algo es algo.

Dicen los que saben de esto, que el erotismo realmente, está en la imaginación, pero claro, te enfrentabas con el padre Pío en el confesionario al que  te arrastraban a la que te descuidabas, y el hombre te preguntaba si habías pecado de pensamiento, palabra u obra.

Tenía algo de sarcasmo, ¿Cómo de obra don mosén?…si hijo, que si estás enamorado de tu mano derecha, que veo te han puesto gafas.

-Miopía padre, miopía, que mi afición onanita es forzada, que ya quisiera tener algo mejor para aliviarme.

-Diez credos y diez padrenuestros.

En fin, un erotismo creativo el que se disfrutaba, besito en el parque cinco duros.

Siempre quedaba el guateque, y el grito de ¡Pepe pon los lentos que ya son las nueve!. Y a las diez, en casa. Daba de si, lo justo.

Las cosas fueron cambiando, poco a poco, parecía que al régimen mitad militar, mitad eclesiástico, le venía muy mal eso de que la peña diera rienda suelta a sus más bajos instintos, como gritaba el padre Pío cuando dejaba el confesionario y se subía al púlpito. (Y el muy jodido tocándole el culo a los niños), ya sabes haz lo que digo, no lo que hago.

Me acuerdo del silencio sepulcral en el cine Diagonal, cuando se le vió pelín de mamella a Anouk Aimeé en aquella especie de Ama Rosa, que fue “Un homme et une femme”, corría el 67. Antes ya habíamos visto a Ursula Andress con bikini, pero no se veía ninguna zona de pecado, que en eso Doña Anouk, fue pionera en España

Recuerdo que mi abuelo, que había visto buscar la pulga en el Apolo, no quería ver esas películas, ¡Claro!, pero y yo ¿qué?.

Otra erótica imaginativa era el tren de la costa, a ver si pillas sueca el fin de semana en Calella. Seguía siendo imaginación.

Se murió la bestia, y los que no habíamos visto Emmanuelle en Perpignan, o en Saint Jean de Luz, pudimos hacerlo, por fin,  con la llegada de la democracia, nos dieron erotismo vaporoso y algo pajillero, lo que había.

En esta España nuestra, que con tanta facilidad pasa de Periquillo a Don Pedro, se abrió la veda y le vimos el culo a todo el elenco de actores nacionales, porque lo del Naguisha Oshima fue una pasada, que cuando los japoneses se ponen brutos, no hay quien les pare. Alguno se resfrió con tanto destape.

Pasó el tiempo, y nos aburrimos de aquello, entre otras cosas porque el invento de Mary Quant, se había popularizado entre la hembra local, y aquí siempre se ha preferido el jamón en la mano que en sueños.

Con todos estos inventos, y con la llegada de los Tejeros, de las mordidas de PSOE, y los de Afananza Pandillar haciendo de las suyas, hicimos con el erotismo en el mundo oficial algo normal, ya que en la calle lo era.

Pero los armarios estaban llenos de maricones, y tortilleras. (Aún no se había inventado eso de gays y lesbianas), habrían aún de pasar unos buenos años, para que se abrieran los armarios, y consiguieran los afectados, las últimas libertades que debían repartirse.

Ya con el país lubricado, y con cierta alegría, el padre Pío dio a la ciudadanía una ducha de agua fría. El castigo divino. Se nos mueren Rock Hudson, Freddy Mercury, y tantas y tantas personas anónimas en todo el mundo. Antes una blenorragia era un riesgo, hasta un sifilón…pero esto, buuff, era demasiado.

Así, que todo marcha atrás, y con el añadido de que la teta de la Estrada no molaba, y el culo del “Cara de acelga” ya estaba muy visto.

Las cosas, gracias a Dios, fueron volviendo a su cauce, las nuevas terapias antivirales, permitieron nuevas salidas del armario, la bandera multicolor volvió a los balcones, y la tranquilidad a Chueca. Me alegro.

De forma que tenemos al erotismo en su sitio, medio siglo ha costado, y ahora es un elemento más de nuestra vida, con el protagonismo que le toca, ni más ni menos.

Dicho lo dicho, mi alcaldesa no me pone….lo siento Manuela, ¡que no!. Y lo mismo me pasa con la estética del erotismo arco iris, soy mucho más modesto, me educaron así y es lo que hay, ahora, que si es necesario, me partiré la cara por vuestras lentejuelas, plataformas y siliconas. ¡faltaría más!

Buenas noches y buena suerte

 

Los estados fallidos

Yo soy muy bruto, lo reconozco, y cuando empiezo a pensar (dejando a un lado el dolor de cabeza que produce), para que diantres sirve un estado, me vienen al caletre algunos conceptos básicos, que seguramente son erróneos, pero es lo que hay.

El primer concepto es casi mafioso, me cobran por protegerme, vale. Podemos ahora ampliar un poco qué quiere decir eso de la protección, y lo que se me ocurre, es que debe haber muchos malotes sueltos, y las fuerzas del orden, (To serve and protect) los ejércitos, la secreta, la TIA, y todo eso están para que los malotes no me sacudan. Vale también.

Lo que me preocupa, es que muchas veces parece que deberían protegerme de que no me pegue, el mismo estado, una paliza en cualquiera de sus acepciones. Era lo que decía Don Vito en aquella peli, ¿verdad?, yo le protejo, hasta de mí mismo, por un pequeño porcentaje.

Vale, no me pegan la paliza física, con la excepción de que si quiero decirle a mis empleados, esos que dicen hacer su labor en la Carrera de San Jerónimo, que están haciendo mal su trabajo, (desde mi punto de vista, claro).

Don Vito manda a sus matones y me dan más cera que a Messi en la final de la Copa de América.

Una vez dejadas de un lado las bofetadas físicas, de las que me siento mal defendido, honradamente no veo a estos pollos defendiéndome con eficacia de otros malotes, de los que ponen bombas, o de los que te roban la cartera en el metro.

Ya ves, después de cientos de robos gratuitos, pagas 1800€, a cómodos plazos de 100 cacharrines al mes, y listo.

Hasta yo, que sumo con los dedos, veo que es un buen negocio, y a mí no me protege el estado.

La siguiente protección, es la de mi salud, ¿qué menos? . Pues tampoco lo veo claro, ya que si quiero de verdad estar protegido, debo hablar con otra de las bandas de barrio, que tienen centros privados donde te tratan como el estado debería tratarte. La competencia es muy dura, ¿ Verdad Don Vito?.

Sigamos con las protecciones. Digo yo que deben proteger también el dinero que no me han quitado, pero no, no lo hacen, a eso le ponen límites, de cien mil euros en cuenta, creo. Garantizadísimos, se lo juro, (lo que pase de ese límite….se siente).

Ahora como la cosa se ponga peluda, ya sabe usted 60€ diarios, o 120 a la semana, que a lo mejor, para el lunes le damos la cantidad equivalente en la moneda local, y sus ahorros los convertimos con el consiguiente ajuste en pelotines o cacharrines que acabamos de inventarnos.

¡Peeeerooo el estado está para protegerme! ¿nooo?. -Bueno, depende, si quiere se lo explico.

–No gracias.

También deben protegerme contra la ignorancia, y yo he quedado en analfabeto funcional, así que no puedo discutirles nada, porque no entiendo nada….pero tengo hambre. Bueno si, entiendo eso del jumbor, que eso es fácil y entretiene un montón.

¿ Te imaginas todo el día analizando el alcance económico a medio plazo de las decisiones del gobierno?. Prefiero lo de Messi…eso es arte, y lo demás es contingente.

Deben permitir que me sienta protegido de las desigualdades, que no vale que me cueste más vivir en mi tierra, que en la del vecino, aunque sea de mi tierra también.

Cruzo una frontera inexistente dentro de mi país, y los impuestos son diferentes, los precios de los combustibles son diferentes, dejar a mis hijos lo que no me ha exigido Don Vito, me cuesta diferente…..así que de la desigualdad no me siento muy protegido.

Quizás debiera hacerme madrileño para el IRPF, Vasco o Navarro para lo de las herencias, y president de convergencia, por aquello del 5/10%…(Al Maragall ya le patinaban las neuronas, cuando dijo los del tres por ciento…animalico).

De eso tampoco me protege el estado. Hay que joderse.

-Don Vito, mire usted, que es que necesito trabajar, para comer, comprarme un traje y atender a mi madre, que está ya muy mayor. -¡Ay hijo! Que tengo ya dados todos los puestos de recaudadores en el barrio, y no da para más. Mira a ver si robando algunas peras en el mercado, vais saliendo adelante.

-Grazie Don Vito…baccio le mani.

Debería el estado protegerme del frío, de la intemperie, pero permite que venga el malote del barrio, y me eche de casa.

-Ya sabe usted, con las leyes del estado en la mano, aquí no puede seguir…

-Pero Don Vito me dijo, muy constituyente él, que tenía derecho a una vivienda. ¿no?.

-Siempre que fuera posible, hijo, siempre que fuera posible, y por supuesto que la tal acción engordara mi balance. Anda ponte a trabajar de una vez, paga impuestos, que me tienen que inyectar capital a tu costa para que mis accionistas no sufran, que se me fue la mano entre gastos y favores.

-¡Doooon Vitoooo!.

El estado/padrino está muy ocupado.

Usa los cauces reglamentarios, por favor, que Don Vito ha cogido el avión privado que le habéis regalado y se ha ido a Berlín o a Río a la final, que tiene que representaros.

-Pero es que su amigo, el de la luz, me la ha subido un tropecientos por cien. El de los teléfonos un trastopecientos, el del agua, el de los alquileres, el de los servicios bancarios….

Luego Don Vito, quiere limpiar la calle, que huele muy mal, mejorar el servicio de limousinas de sus lugartenientes, comprarles Iphones relucientes, cambiar las escopetas de su guardia pretoriana, en fin esas cosas tan necesarias, y dice a sus recaudadores que vuelvan a la tintorería de Doña María, al bar de Don José, y a la frutería de Don Pedrito, que seguro pueden aportar algo más, que están llegando muchos visitantes al barrio, y seguro que hay un rinconcito, para que pueda protegeros mejor.

Y cuando no hay, se llama a Don Tadeo, o a Don Vittorio, y se le pide prestado, vamos a la reunión de las Famiglias esas que se citan en Bruselas, o en Davos, para evitar hacerse daño…..¿Qué más da?

No se preocupen ustedes, que cuando mejore la frutería, la tintorería, o el bar, le devolvemos su dinero, y los intereses, si pagarán los mismos, pero tienen que acostumbrarse a  la miseria de forma  ordenada, y así no protestan .

-Hoy por ti, mañana por mí, no preocuparsi Don Vito.

-Grazie

-Prego

Pero llega un momento, que esos negocios no dan más de sí; que lo que se recoge por las calles en nombre de los protegidos no pueden llenar los bolsillos de Don Vito, y no pueden por supuesto, proteger a los ciudadanos, curarles, dales un techo, alimentarles, permitir una vejez digna. Vamos que solo llega para las escopetas de los esbirros, para los Iphones de la guardia pretoriana, y las limousinas de los que lo son todo para Don Vito.

Ese es el estado fallido, creo, y he visitado más de uno en los cinco continentes.

Los hay muy grandes, muy lustrosos, los hay medianos, y los hay que son un erial, desde USA a Zimbawe, desde Rusia a Haití, desde Grecia a Somalia….

Solo espero que nadie se dé cuenta que mi barrio es fallido también, que no todo es Grecia.

Buenas noches y buena suerte

Yo estuve allí, ¿Cómo iba a perdérmelo?

 

Aún me estoy riendo….esta mañana Alsina estuvo sembrao.

Hoy hace cincuenta años que llegaron los Beatles a Madrid, y mantenía el periodista, que si todos los que han afirmado que estuvieron en el concierto, realmente la plaza de Las Ventas debería tener una capacidad de al menos 700.000 personas.

Un poco más tarde, cuatro años solo, las mismas personas pero multiplicadas por cien estuvieron en Paris, con el Danielito Cohn-Bendit que acabó por cierto de parlamentario europeo de segunda, con la que lió el muchacho.

Su carrera, ya que estamos, bastante mediocre, la culminó con su increíble libro El gran bazar, donde el caballero entre otras cosas nos explica cómo le excitaban niñas de cinco años.

Un gran caballero verde, (aquí se les llama viejos verdes), un gran ecologista, alcalde de pueblo, y parlamentario europeo.

Todos estuvieron en el Paris del 68, de lo más guay y molón, que éran unos progres certificados, pero la cosa no fue de españoles solo, que ¡mira que he conocido gente que anduvo por Paris aquel mayo bendito a lo largo y ancho del continente europeo!.

No sé si con la cantidad de gente que anduvo por Paris aquellos días, los hoteles aprendieron que podían subir los precios, y hasta hoy.

El bueno de Don Dani, creyó que tendría éxito con su tangana, como lo creyó el pobre chico checo Don Alexander Dubcheck, pero yendo hacia el otro lado, que uno quería el rojerío, y el otro no sabía como escapar de la bota rusky. No les salió bien, a uno le mandaron los tanques, y a otro le dieron con el capital en la cabeza.

Movida primavera la del 68, y Brigitte Bardot con 34 espléndidos años, “la nouvelle vague du cinema” daba sus últimas boqueadas, y aquí no podíamos ver a los Truffaut, Resnais, Godard, Rohmer, Vadim….

Hasta Berlinguer consiguió aquel año su acta de diputado…..Don Enrico.

En España como mucho las Historias para no dormir, pero eso era en la tele. Por Europa las pesadillas eran otras, y al parecer tenían muchos espectadores, como Chicho, pero estos eran de verdad. Y ahí estaba yo, delante de la tele.

No tantos, pero algunos también estuvieron en Berlín, en noviembre del 89, (yo estuve antes, con muro y después sin muro) pero ese día seguro que me habían mandado a vender algo a Castellón de la Plana, que siempre queda muy prosaico. Ya estaba mayorzote para esas historias.

Seguro que mucha gente era prima hermana del pollo que se plantó en junio del mismo año delante del tanque en Tiananmen. Nunca hubiera pensado el muchacho que tenía una familia tan fértil.

Y también eran muchos, muchos, los que estaban en San Francisco, en el último terremoto, o en Nueva York el once de setiembre tristemente famoso.

Si, estaba en Madrid cuando la salvajada del once de marzo, o cuando Don Tejerito decidió hacerle caso a su general.

Estar en esos sitios, en esos momentos, en Woodstock, por ejemplo, o en el Madison durante el Concierto para Bangladesh, da un curriculum que da gusto verlo.

Además como no emitían ni diplomas ni certificados, y eso de los autorretratos eran al menos un arte dificultoso, pues se dice, y a otra cosa.

Para pegar la hebra con hembra supuestamente placentera, puede valer, –¡Chica!, ¡qué experiencia!, ese dedito rozó en el 65 al mismísimo John Lennon, y esta manita tiraba adoquines en el boulevard des Capucins a los antidisturbios.

-¡Oooohhhh!, ven a casa te pongo un Armagnac de buen año que debes ser muy fisno, con lo que has sufrido, y me cuentas todo eso.

– Si, ammoool.

El yo ya estuve aquí, me parece de lo más divertido…y provechoso. Me da en las narices, que más de uno de esos que se prodigan en las charletas televisivas, y radiofónicas, estaban a la vez en la plaza de Linares y en Pozoblaco, fueron las balas de Dallas, la Pinta, la Niña, y la Santa María a la vez, lo que les permite sentar cátedra de cartón piedra, entre un público huero de cultura y de inquietudes.

Siempre he pensado, y lo he repetido todas las veces que me ha parecido en esta bitácora, que lo que nos llega desde el entorno es o juego o engaño. Si es engaño para jugar, me encanta, es divertido, y de alguna forma, creativo.

Ser fantasioso tiene algo de romántico, es como el bikini de la Obregón, y si te lo cuentan con gracia, pues hasta divierte. Hasta podrías aguantar un minuto más la charleta televisiva para que suba la audiencia y cobren una perra más por los anuncios.

Si el que tocó a los Beatles, el fantasmón de tu amigo Pepe, anda cerca, tendrás que ser más rápido que él con la hembra supuestamente placentera, no sea que enseñe el dedito que tocó a John Lennon, y adiós Madrid, ni el agujerito de un Donuts te comes.

Ataca antes y mira a ver si cuela, ¡ que tú fuiste el que le llevó el tanque a Boris Yeltsin, cuando se promocionó de alcalde a señorito rusky!.

Que fue muy mono como dio en la tele.

A los que estuvieron en el Titanic, ya se les pasó el arroz, pero el tema ahora es para las nuevas generaciones, porque los cuarentones, fueron todos íntimos amigos de Alaska, tenían mesa reservada en Zeleste, y una servilleta firmada por Gato Pérez.

Os animo a todos, a buscar vuestro aquí yo estuve, real o ficticio, y una vez encontrado, compartirlo, adornadlo, y haced que todos pasemos un buen rato, y si es muy muy bueno, proponed un spin off, que dé lugar a una start up, y haced unas perras emprendedoras, que le hará mucha ilusión al gobierno.

Buenas noches, y buena suerte

 

 

Grecia

 

 

La están liando parda, y lo que les queda. Lo malo es que en toda esta historia no hay una sola brizna de verdad en lo que dicen unos y otros, desde el punto de vista de un conspiranoico como yo, así que en ese plan, vamos a desarrollar unas cuantas suposiciones como si de una novela o un cuento se tratara.

No voy a remontarme a la Grecia clásica, evidentemente, eso como tal, ni existe, ni existió como nación bajo un líder único. Ya se pelearon bastante entre atenienses, tebanos, espartanos, tuvieron que ponerse plastas con los troyanos, y luego, ya a bofetadas con los persas, pero nada que ver con el siglo XXI.

No hablaremos de los golpes de estado del pasado siglo que envió al exilio a la familia real, con Constantino a la cabeza, y el régimen militar de los coroneles.

Recordaremos, por otra parte al hombre más rico del mundo en su tiempo, el bueno de Don Aristóteles Onassis, y no se nos olvida la saga de navieros y armadores griegos que al parecer amasan considerables fortunas.

Una vez restablecida la democracia, con la caída del régimen de los coroneles, Gracia se une al mercado común, en 1981, cinco años antes que España, y al euro en 2001.

Por cierto, el mito de que la democracia se inventa en Grecia, hay que revisarlo muy en serio. Lo que estos pollos tenían era una Aristocracia, que allí votaban muy poquitos, y muy escogiditos, así que no me cuenten ahora milongas.

Esos veinte años, han recibido de sus socios comunitarios ayudas estructurales para relanzar y modernizar su economía, como región desfavorecida dentro de Europa, como nos ha pasado a nosotros, hasta el cierre del grifo que se produce cuando entran los países que venían de la órbita comunista.

Cuando los países europeos se deciden adoptar el euro, lo hacen voluntariamente, es decir, los gobernantes piensan que es mejor formar parte de una divisa fuerte, que seguir con las monedas nacionales muy fáciles de manipular por parte de inversores con el volumen suficiente, entre otras infinitas razones.

Pero a cambio, nos comprometemos a cumplir unas normas, para que el proyecto sea viable, y se marcan unos límites, unas multas incluso para los no cumplidores.

A los pocos años, nos enteramos que los griegos nos han engañado con las cifras que enviaban a Europa, y que evidentemente demostraron también que los controles de Bruselas eran absolutamente deficientes.

De hecho nos encontramos con un socio que ha mentido, que posiblemente con su estructura económica jamás hubiera podido entrar a formar parte de la moneda única, pero aquí lo tenemos, colado de rondón en nuestras estructuras y pidiendo dinero con la garantía europea, hasta llegar a tener una deuda que multiplica casi por dos la riqueza que puede generar el país en un año.

Como buen país Mediterráneo, sus estructuras productivas están muy lejos de la media europea, allí se vive del turismo, del feta, de las aceitunas y de las cabras….exagerando, claro. Pero no hay de hecho una industria competitiva, ni grandes multinacionales. Tienen un país fragmentado en el sentido de que el barco, al final, es su gran autopista, y mantener un país con esas características, es muy caro.

Las diferencias sociales son enormes, de hecho están a la cabeza de los índices de desigualdad de toda Europa, y como buenos herederos de la aristocracia, son unos pocos los que tienen el dinero, que no piensan dilapidarlo en el pago de impuestos.

¿Habéis intentado sacar la Visa en Grecia?. Te ponen unos caretos que hasta allá, si te la cogen. IVA que nos ahorramos.

Al final son los socios los que pagan los platos rotos, que es lo que está pasando ahora.

Desde que Europa se ha puesto simplemente a mirar los números, los griegos han votado a los socialistas del PASOK, a la Democracia Cristiana, y como seguían apretando, a ver si ahora estos de Syriza, les sacan las castañas del fuego.

Me hubiera gustado ser la mosca en la pared en las negociaciones de Bruselas, y haber escuchado al Sr. Tsipras, y al Sr. Varoufakis decir sus verdades.

Siendo el Sr. Varoufakis un prestigioso economista, y sabiendo la reacción de los mercados a las manifestaciones de su jefe y las suyas propias, ¿quién no me dice no se hayan enriquecido estos meses, con opciones putt y call adecuadamente manejadas?. No hay mejor sitio para trincar,  en su país no les van a meter mano, y a los americanos esta vez las normas de protección de la limpieza en los mercados financieros no llegarán a Atenas, seguro.

Pero ellos no lo han hecho, seguro.

Tampoco han apretado las clavijas con eso de salirse de la OTAN y caer en manos de los Ruskies, seguro que no lo han hecho. En primer lugar porque el osito, ya tiene bastante con lo que tiene, y en segundo lugar dejar de ser aliado militar de su enemigo turco, seguro que les parece un incordio. ¡Ah!, y los chinos pillan muy lejos, y El Pireo vale más de lo que ofrecen, seguro.

La pertenencia a la OTAN de Grecia desde 1955, es la contrapartida de las ayudas recibidas con cargo al Plan Marshall, que no les olvidó.

Grecia ahora es un sumidero de dinero, sus ciudadanos empezaron a retirar fondos de los bancos en cantidades ingentes (40.000mil millones ) este año, y las grandes fortunas lo tienen fuera desde que llegó Syriza, desde luego.

Un país pobre, sin industria, que recibe fondos que usa en pagar funcionarios y subsidios (no me parece mal, que la gente ha de vivir) que no paga sus impuestos, ni quiere hacerlo cuando se le exige, es lo más cercano a un estado fallido, y la democracia que dicen tener sale muy mal parada, porque siempre he pensado, que para votar hay que ser eficiente en el pago de impuestos.

Parece que Europa quiere seguir aguantando el pulso griego, aunque me temo que todo tiene sus límites, ya que la única solución es desde mi punto de vista el default, la salida del euro, y posiblemente de la Unión, pero para hacer eso hay que tener un coraje que no veo en los carcamales orondos que discuten por Europa, ni en los piratas griegos, que parece quieran enriquecerse personalmente en primer lugar, a costa de la absoluta ruina de su país y sus compatriotas.

Buenas noches y buena suerte

 

 

 

 

 

Y de mayor, ¿qué vas a ser?, -Obispo, como papá

El viejo chistecito, que no lo fue tanto, durante la historia del papado, parece que no nos abandona sea cual sea el ámbito que analicemos, siempre que esté relacionado con el poder.

– Doña Euduvigis, ¿ cuándo casamos a la niña?,

-¡Ay Doña Patrocinio! Que tiene a su Juanito de cesante de Correos, y hasta que no cambie el gobierno y entren los liberales, nada de nada.

Lo podría haber escrito Don Benito, “El garbancero”, o quizás en una obra de Arniches, o de los Quintero, hubiera sido uno de esos temas cotidianos que luego se transformaban en comedia de costumbres.

Como el suegro, ¡verdugo!.

Joer con Don Berlanguita. La clavó el levantino que mejor nos ha retratado desde el cine en los últimos cien años. Viendo nuestras miserias, nuestros anhelos, y las soluciones que nos veíamos abocados a aplicar en esta triste piel de toro.

Nepotismo, ¿pasión o necesidad? . Esta tierra nuestra es rica en aceite, en naranjas, y hasta en queso y vino, pero es endémica en carencias como el trabajo. Cierto que algún pocholo de esos que abrazaron a Calvino, allá por los nortes europeos, piensa que aquí lo que nos gusta es rascarnos las tripas, comer paella, dormir la siesta, ir a los toros, y las fiestas mayores. Y ciertamente llevan la mitad de la razón, porque la otra mitad, es que necesitamos, y nos gusta trabajar, incluso consideramos algo digno eso de hincar el lomo, y de sacar la prole adelante. El problema es que aquí hay poco trabajo, o ninguno desde tiempos de Viriato, por lo menos. ¡Qué el pluriempleo, es más español que El Quijote, por mucho que los merkelianos lo hayan prostituído llamándolo «mini-Jobs».

Claro está, que en el momento que alguien toca pelo, es decir, tiene un curro, o cree que tiene algo de poder, tira de familia, de amigos, del vecino del tercero, en fin, de su clan.

Así, que no sé por qué han puesto a caer de un burro a Doña Colau por haberle dado un curro a su Pepe, o a su segundo por haber hecho lo mismo con su santa….igualdad de sexos en las instituciones, tú pones uno, yo pongo una. Proporción mantenida.

Aquí siempre nos ha gustado rodearnos de los nuestros, sobre todo a costa del presupuesto. ¡Hombre para que se lo lleve otro! o ¡Si todos hacen lo mismo! .

Razón lleva Doña Colau, razón lleva, que si entre el apaga la luz de por la noche, y el cigarrito de ¡ qué bien ha estado! recibe una asesoramiento cualificado en cuestiones municipales, y además paga el partido, pues que bien. ¡Ah! Y su segundo y su santa, encantados también, y así no se rompe la baraja.

A estos les han pillao de naja, que diría el castizo, y les han afeado la conducta, que estas cosas del populismo no caen muy bien al poder establecido, pero, no han hecho más que seguir el ejemplo de los Reyes, que hacen reyes (de segunda, claro) a sus consortes, desde España a Inglaterra, pasando por Holanda, Bélgica, y hasta Suecia y Dinamarca por no ir más lejos, y principesitos, principesitas, duquesitos y duquesitas, que no solo se los dan al Seleccionador de Jumbor.

Tú también tienes derecho, mujer, di que sí, que seguro que cuando ibas a comprar berzas a la Boquería desde los puestos te han llamado ¡Reiinaaaa!, y tú no has hecho más que dar la razón al pueblo que tanto te quiere, y al que tanto debes.

El nepotismo, es necesidad en pueblos como el nuestro, como el de esa Italia del sur, ¡la familia ante todo!, y ya se sabe, se pasa de la familia en primer grado, a tíos, primos, familia política…..y luego todos los que interesa son mis hijos también, y así la familia, (Maranzano Gambino, Lucchese) , crece y aumenta su poder en un maravilloso entorno de amor familiar, con lealtades inquebrantables.

No deja esto de tener raíces profundas, en el clientelismo que con toda claridad adornó el gobierno del Imperio Romano, y que tuvo sus dignísimas copias en las grandes familias españolas del renacimiento, o de la edad de oro.

Por no hablar de la cantidad de Mountbatten, o Marlborough (Mambrú pa los amigos castizos) que han llenado sinecuras por todo el mundo….

Hasta la impoluta democracia de los inefables Estados Unidos de América, han conseguido que los Bush, sean un problema añadido al de los lindes de las calles de los campos de golf. Y si tú has sido presi, yo también quiero, que la nena aún no da la talla, ¿Verdad Bill?

Ada, muchacha, defiéndete, que son unos malvados, que has hecho lo que las mejores familias, y lo que las castas más reputadas han tenido como casi religión a través de los tiempos, país tras país, que el refranero está lleno de alusiones. No te preocupes, tú mira a Don Pujolet, como se preocupó de poner a su nen a controlar el partido. Lástima que lo echaran a patadas de pura envidia, a padre y a hijo. Y hacía como tu chico, cobraba del partido…..que poooorrr cierto una vez ganadas elecciones recibe dinero público, ¿no? .

Bueno para eso está el dinero público, que como todos los políticos saben, no es de nadie, y antes de que se pierda, ya lo guardo yo, para mí, para mi familia, y para mis amigos. Si además,esto no hay quien lo arregle.

Estoy seguro, que tus servicios de inteligencia, estarán como locos buscando listas de primos segundos de alcaldes pedáneos que hayan hecho o sugerido algo parecido, o rebuscando entre los favores que se han hecho a esta o aquella empresa, y mira que el Conejero delgado, si, el primo segundo de aquel ministro que parecía bobo pero sacó aquella ley tan justa y necesaria, equitativa y saludable, amén, sigue en su poltrona.

Seguro que consigues demostrar que hay miles, millones de casos como el tuyo, e incluso peores, pero antes asegúrate de colocar a la nena del jefe de inteligencia que ha terminado su licenciatura en sánscrito clásico, pre Hammurabi, y no encuentra curro, lo mismo la desahucian, pero para eso estás tú.

Los españoles estamos esperando que nos muestres esa realidad a la que con tanta eficacia te has unido, que nos muestres que tu caso no es único, que se circunscribe a la guía de teléfonos, que no hay extensión más grande que mi herida, y que por doler, me duele hasta el aliento.

Lo de la novieta del coletas, lo mismo, con la particularidad de que no sabía que su hermanito concursaba.

Aliento quiero darle Doña Ada, una persona que se aferra a las más antiguas tradiciones de su tierra, merece todos los éxitos, y mis respetos.

….Por cierto, conozco una persona, muy trabajadora, y muy populista ella, que no encuentra curro. Seguro que Vd. y yo hemos coincidido alguna vez en el Transversal, y me recuerda. Búsquele, por tradición, un puestecito cómodo en la Administración que Vd. tan dignamente preside, es que, mire, no salen oposiciones. Sinceramente suyo.

Buenas noches y buena suerte

 

 

Monotonía de lluvia.

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de lluvia tras los cristales

Estos versos de D. Antonio Machado, me han acompañado durante mi vida, tantas veces.

Desde que los leí por primera vez en el colegio, posiblemente en la Muntsan, y posiblemente fuera D. Raúl del Pozo, quien pusiera el dedo en ese párrafo del famoso libro enciclopedia que llevaba al cole en aquellos tiempos. No sé si era el Fundamentos, o el Perfeccionamientos, ¿qué más da?.

Posiblemente fuera un día de lluvia, posiblemente en otoño, o en el invierno de Barcelona, que es más otoño o primavera que invierno, no lo se.

A lo mejor aquel día cuando salía de clase, no me apeteció liarme a carterazos con los compañeros de clase, quizás tampoco fui a ver al hombre que vendía pipas, pegadolsa, y el palo de regaliz, que acababa indefectiblemente hecho una escoba, como los cánones mandaban, quizás me fui a casa metiéndome descuidado en los charcos de Bach de Roda, o de Venezuela.

Monotonía de lluvia tras los cristales. A lo mejor me estaban hablando, mientras afuera la lluvia invernal ensuciaba los cristales, del mismo Machado, o de Felipe II, lo mismo da. Ya tuve tiempo , cuando crecí, de aprender con cierta profundidad quiénes eran, y que hicieron. Entonces eran solo sensaciones, que entraban luego en el examen, pero solo sensaciones. Tiempo habría.

Y cuantas veces me he quedado sentado junto a una ventana, en un balcón, en un tren…disfrutando de esa monotonía intemporal, dejando correr el agua tras los cristales, o simplemente mirando hacia afuera, al sol, a la noche, al campo que el traqueteo dejaba atrás.

Nada que pensar, disfrutar la monotonía del paisaje, mirar lejos, sin meditar, y si algo viene a la cabeza, se le saluda, se le deja juguetear con las neuronas, pero realmente no se le hace ni caso. Son momentos que se repiten, momentos en blanco, pero en ese blanco que la física nos recuerda que es la mezcla de todos los colores, de todas las músicas, de todas las caricias, de todos los sueños.

Nada en concreto, apenas el yo presente, quizás ahora me podrían acompañar las variaciones Goldberg, pero tampoco les haría mucho caso. Momentos de monotonía, llueva o no, haga sol, o no, sea verano o invierno, la mirada se pierde en la lejanía.

Los que me conocéis, sabéis de memoria, que siempre quiero ventanilla, y si no la tengo, estaré nervioso, miraré por encima del hombro al que me haya arrebatado el sitio, y me acabaré marchando o buscando una excusa para trincar el puesto. Seguro que alguna vez me he puesto grosero o he hecho una carga reglamentaria hombro contra hombro, por conseguir esa posición. La vista se me lanza a la lejanía sin interferencias, el horizonte abierto, aunque ese horizonte no sea más que el balcón de enfrente o el túnel del metro. Es mirar hacia afuera a lo lejos, aunque no haya a lo lejos, aunque esté pegado a las narices y sea negro.

Es esa monotonía de lo intrascendente, la lluvia tras los cristales, lo de siempre, y lo único al mismo tiempo, quizás un run run de alguien que habla, quizás me hable a mí, no importa.

Es como si estuviera fuera de mi cuerpo, es un viaje astral de esos en los que se tensa tanto el cordón de plata, que parece que ya no volverás más, que te quedarás en donde nace la lluvia, o donde los duendes guardan sus canastos con monedas de oro.

Ese momento es sencillo, solo necesitas el paisaje tras los cristales, tras el balcón, quizás a Bach, pero nada más. Crees que ves el vuelo de los pájaros, que ves formas maravillosas en las nubes, que ves las estrellas moverse. Pero no es cierto, no ves nada, aunque esté ahí, el alma ha volado por encima de todo, aunque los ojos te enseñen cosas , aunque te lleguen sonidos. Estás en ese momento repetido, monótono, lluvia contra los cristales, solo eso, y no  necesito más, ni menos.

Monotonía de lluvia tras los cristales. No se comparte, no se busca tras el cristalino de otra persona, no necesita contacto, no necesita caricia, está de más. Vale la soledad de la multitud, vale la soledad dentro del grupo. No estás, estás en tu pequeño viaje astral, estas en otro sitio, quizás con seres etéreos, quizás con un color que un cuadro fijó en tu retina, pero nada es importante, solo tú y tu monotonía, solo tú.

Sopla en medio de la canícula madrileña, una brizna de aire, ¡Niño, cállate que sopla un poquito de aire! . El cielo está limpio, y a la noche aún no le han llegado las estrellas, creo que pondré las luces de la noche en un canasto y cerraré la tapa, así podré mirar al infinito, mientras escucho a lo lejos una polonesa, de esas que tocó Rubinstein como nadie.

Mañana cuando me despierte, habré olvidado el momento, no es para recordar, está vacío, porque dio lo que debía a su tiempo, ese momento monótono habrá pasado, y yo seré un poco más feliz. No creo que llueva hoy.

Buenas noches y buena suerte

.

Siria y el Estado Islámico

 

No necesité mucho tiempo. Fue cruzar la frontera entre Jordania y Siria, para darme cuenta de que estaba entrando en un país terrible.

Y eso que la primera sorpresa fue el maravilloso conjunto arqueológico de Busra, donde pude admirar el más bello teatro romano que he visto en mi vida, y eso que soy de los de todos los años a Mérida.

Fueron una serie de pequeños detalles, que concatenados, me pusieron en el camino de que estaba entrando en el ámbito de una dictadura sanguinaria.

El viejo Máxima que iba a ser mi compañero junto con el guía y el chofer, fue inspeccionado en la aduana una vez pasados los trámites de inmigración, y eso que no había salido del país.

Los funcionarios de inmigración eran como los de Birmania, o los de Kirguistán, una pobre gente que apenas daba la impresión de saber leer. Muy seriecitos ellos, e intentando buscar el signo del pecado en mi pasaporte. Unos matasiete.

El primer comentario que le hice al guía sobre esos funcionarios, absolutamente suave, creía   yo, cayó como un jarro de agua fría, y por un  momento me vi de vuelta a Jordania de una patada en el culo.

Demasiados carteles de los Al-Asad, Don Hafez, y don Bashar, para asegurar una transición pacífica dentro de la dinastía, ya que Don Hafez había muerto no hacía mucho, y el “nen” debía tomar las riendas del país en nombre de su tribu, o minoría étnica, al fin son de familia alauita.

Fui visitando una tras otra las bellezas con que la historia sembró aquella tierra,  Crac de los Caballeros, impresionante fortaleza templaria, que acabó conquistando Saladino, o la ciudadela de Aleppo, que solo recordarla me asombra de nuevo.

Pero en los primeros días de viaje ya me dí realmente cuenta que mis acompañantes, directamente tenían miedo de hablar, del mismo modo que miedo encontré en los vascos cuando alguien quería hablar de ETA  en público, o cuando en la España de los cincuenta, alguien no se levantaba en el cine cuando pasaban el himno nacional, entendido en aquellos tiempos, como un arma más de la opresión.

Mis amigos no sabían hablar en libertad, treinta años con “el león” fueron demasiados para su libertad.

Hafed  Al Asad, no hizo más que fracasar en todo lo que intentó, salvo perpetuarse en el poder con un régimen de terror.

Los israelitas le sacudieron en la guerra de los seis días, en el Yom Kippur, pero no se dio por vencido, y atacó a la población suní acabando con cerca de 40.000 personas en Hama, porque al parecer querían derrocarle.

Mis colegas de viaje, poco a poco, y sin entrar en política, me fueron contando las limitaciones que en su vida cotidiana tenían, aunque ya las consideraban normales. Demasiado tiempo con el gobierno de los dictadores, y su partido único, el Baaz. Me contaban las dificultades de supervivencia, lo difícil que era para la gente joven labrarse un porvenir sólido.

No me hablaron de corrupción, pero me decían, que sin amigos en la administración era muy difícil abrir un negocio, por modesto que fuera.

Notaba ciertos aires de socialismo barato, del que exportó la Unión Soviética, y al que Hefed Al-Asad, había hecho contínuos guiños para obtener el apoyo militar ruso, y de países con su ideología.

Entrar en el mercado de Damasco, y en su mezquita Omeya, que tanto me recuerda a la de Córdoba, fue como sumergirse en cuatro mil años de historia ininterrumpida.

Aquellos dos humildes compañeros de viaje, una vez más, sacaron a relucir la hospitalidad islámica, y acabé en la casa de uno de ellos, el guía, donde vivían dos familias, la suya y la de su hijo mayor. Ocho personas, al menos, en un espacio reducido. Pero me dieron lo que tenían, con la mejor de las sonrisas.

Continuó mi camino hacia el este, quería llegar a la tierra de la nabatea Zenobia, la ciudad del desierto, por donde pasaban las caravanas después de cruzar el Eufrates, camino del Mediterráneo, o de Anatolia.

Aquella Palmira destruída por Aureliano, solucionando un problema con un Autonomía. ¡Que Doña Zenobia desde el balcón de la Generalitat le proclamó la independencia, e incluso, se fue de conquistas hasta Egipto!, pero eso es otra historia.

Puedo decir que la ciudadanía siria, no era muy feliz en aquel comienzo del mandato de Bashar Al-Asad, pero bueno, era sangre nueva del puchero viejo. Habían resistido cuatro mil años, pues aguantar otra generación que se perdería.

El Estado Islámico que se autoproclamó, a los pocos años de la toma de poder del nen Al-Asad, surgió posiblemente de varias pifias continuadas del régimen sirio.

No olvidemos las matanzas del régimen paterno, contra la población suní, cosa que el nen no supo hacer cuando le tocó a él.

Demasiados años de descontento social, y con la imagen de que los políticos, han sido, no solo quienes se han quedado el dinero, sino que han impedido un cambio en las estructuras, de forma pausada.

El Estado Islámico, andaba como loco, buscando la forma de vengar las muertes de sus hermanos sunís, así que de la mano de la primavera árabe, intentó echar al tirano….pero no salió bien la cosa.

Ahora después de varios años de destrucción al tirano le cuesta reemplazar a los soldados. Hay deserciones de jóvenes que abandonan el país, para evitar ser alistados. Posiblemente acabe cayendo, y se implantará un régimen terrible, con posiblemente capacidad para al menos preparar bombas sucias…(menos mal que en 2007, los israelíes destruyeron unas instalaciones preparadas para producir armamento nuclear, con materia prima recibida desde Corea del Norte.

El patrimonio que dejaron tantas y tantas civilizaciones, viviendo o pasando por aquellas tierras, posiblemente desaparecerá, para ser sustituído, por el que desarrollen esto chicos, si aprenden.

Todo sea a mayor gloria del Señor, pero que nadie piense que esta guerra persigue oros y territorios, lo que interpreta  es la voluntad de Ala, y su expansión es para preservar, y hacer crecer, si se puede, la doctrina del Islam.

Quiero concluir con mi rotunda afirmación de que los tiranos, acaban destruyendo todo lo que tocan, vidas, haciendas, creencias, y al final su propio <estado.

 

Buenas noches y buena suerte

¡Viaaajeeeroooos al tren!

 

 

Después de las aventuras que os he contado en las entregas anteriores, (esto parece Ama Rosa), cualquiera pensaría que no volví a subirme a un tren, pues no, craso error, a lo largo de mi vida no he hecho otra cosa, en trenes de todos los pelajes, allá donde he podido, y siempre, siempre, por cutre y miserable que fuera el viaje, lo he disfrutado como un enano.

No voy a entrar en detalles escabrosos, pero el tren ha tenido un protagonismo en mi vida, y siempre intentando ir a un poquito mejor. Algún desplazamiento con mi padre en el TAF, a ver Francia, desde el andén de Port-Bou, y creía que esa era forma de viajar.

O los viajes a la playa, a Ocata desde Pueblo Nuevo, con mi madre y mi hermano, o hasta Arenys algún domingo, con mi padre añadido a por la paella del Martínez, o a bañarnos y coger cangrejos en el Congost, en el Figaró, al pie del Tagamanent.

Luego llegó el Talgo, los coches cama, que fueron algo realmente importante en mi vida profesional. Creo que recorrí toda la red ferroviaria del país. Los viajes con el coche atrás (auto-expreso), y las llegadas a ciudades como Bilbao, Sevilla, Málaga, Barcelona…hasta Valencia desde Madrid.

Recuerdo la llegada del aire acondicionado, los coches restaurante en los que había que sujetar las copas de vino, porque en un cambio de agujas te la jugabas.

La llegada de las “vías soldadas”, adiós al traca traca. Las locomotoras diésel eléctricas, la despedida del vapor, todo un mundo que iba evolucionando poco a poco y obviamente desapareciendo.

A la familia, también la llevaba en tren, faltaría más, varias veces se subieron a los famosos carruagems camas, de la Compañía Internacional de Coches Cama, y de los Grandes Expresos Europeos, había que ir a ver a los abuelos, que llegaba la Navidad, o ir a la playa allá por las cercanías de Sitges….la vida, y el coche detrás. Yo lo siento por mis hijas, aunque ellas no lo sientan en absoluto, pero nunca supieron cómo sonaba la Mikado 1-4-1 pasando a ochenta por hora por las agujas de la estación de Caspe, o de Pina de Ebro. Tampoco sacar la cabeza por la ventanilla y tiznarse de carbonilla, eran otros tiempos.

Ellas tuvieron una oportunidad doble, que aprovecharon magníficamente, que fue el famoso Interrail. Creo que además de Europa, el tren les enseñó otras muchas cosas.

Los coches cama, tenían su morbo. No sé si por alguna película de la desaparecida Silvia Kristel, en la que el tal carruagem, era la excusa para un desenfreno, más imaginado que real, o por la inolvidable novela de Agatha Christie en el Orient Express.

Quizás por alguna aventura d’en Jaume Bonet, al servei de la reina inglesa, o de los policías con cara de malo, pidiendo los pasaportes por los departamentos en aquellos trenes europeos que cruzaban las fronteras del este, no lo sé.

Lo que si me acuerdo es de algún compañero en el curro, cuando pillaba el Coche Cama para La Coruña, guiñarme un ojo como si fuera a pasar la gran aventura. Pobre desnucasapos….con mi Citröen en la cola del tren me iba de ruta por Galicia, Asturias, y lo que tocase, que había que vender medios de cultivo.

Lo más exótico que me tocó en un coche cama, fue encontrarme en el Costa Vasca, a un mayorista de laboratorio, encantador por otra parte, que se había subido en Beasaín, caminito de Madrid. Cenamos juntos, no le vendí nada, porque no era el sitio. A dormir, y a esperar la voz del conductor de ¡El Escorial, una hora para Madrid!.

Cuando Felipito, se hizo comisionista de Siemens y Alsthom, empezó el final de esta era llamemos romántica. Acabó para mí de forma anticipada allá por 1992, el siglo XX. Muy poco era eso de dos horas y pico para llegar a Sevilla. Nefasto invento para el tren que yo conocía, tanto como la máquina automática para el jamón o el bidet para los aromas sugerentes. Nada volvió a ser lo mismo.

Eso de ir a toda leche en tren ya lo había probado en la dulce Francia, un noviembre de Paris a Lyon. No se me olvidará nunca el coñazo que me dieron los gabachos por megafonía las dos horas y pico del viaje…”Le nuveau Beujolais c’est arrivé à votre disposition dans la voiture número cinq”. La madre que los parió.

Mis memorias del ferrocarril, me llevan a algún otro tren por Europa. Recuerdo cruzar la frontera de Berlín por Friederichstrasse, con los Vopos mirándome de reojo. O subirme en Marylebon en un trenecito de los de estribo, y revisor llamando por la ventana del vagón mientras cruzaba la campiña inglesa camino de Botolph Claydon.

Los asépticos trenes suecos. Pasarme una semana subido en trenes suizos, para creerme que conocía el país, o coger un Pendolino en Milán para ir a Verona, o a Venezia….tiempos.

También recuerdo los destartalados y ruidosos Amtrak, que me llevaban de Whasington a New York, pasando por Philadelphia, Baltimore….era toda una mezcla de sensaciones, por momentos veía a los personajes de “Gone with the wind” ¡Señoritaaa Escal-lataa!por las ventanas, o esperaba que se sentara un señor a mi lado, y me propusiera matar a su mujer.

Todo lo que se sentó a mi lado fue el hombre del traje gris.

Cruzar América de costa a costa es una opción a considerar, pero los vagones ahora son de aluminio, las locomotoras diésel, y Butch Cassidy ya no está.

En el colmo del vicio, y ya en este siglo, pensé que al tren le debía ir desde Tokio a Hisoshima, por lo menos. Dicho, y hecho. Limpios, rápidos como los nuestros, la gente ordenada, casi siguiendo un no escrito código militar. Les faltaba solo poner la mano sobre el hombro del de delante, y así alinear la cola. Me alegré el viaje con una cajita de bento, que como todo el mundo sabe es una tradición que se remonta al final de período Kamakura, allá por el siglo XIV, y una botellita de un sake bastante decente.

Luego, el tren vino a liberarnos en parte de una de las tiranías de este siglo, cuando el volar se vulgarizó, cuando las azafatas ya dejaron de dar caramelos o paquetitos de cinco cigarrillos de Winston o Camel, y cuando en los aeropuertos insistían en mirar hasta las bragas de las monjas, que hay muy mala gente suelta.

Un caballero o una dama, jamás hubieran puesto en peligro el avión en el que viajaban. Como mucho un maletín con dinero a Suiza, que obviamente acarreaba Jenkins.

En España, al menos, nos salvó el AVE. ¡Cuántos aeropuertos nacionales me ha ahorrado este invento!. No es lo mismo, cierto, si el tren va follao, no se lee Calatayud, y eso me amarga un pelín, pero es limpio, rápido, y las tripulaciones que te atienden son un encanto. Cierto también que en la remodelada Zaragoza Delicias, ya no te dejan bajar a tomar un café con un bollo, como Dios manda, ni se puede comprar La Codorniz o el Fotogramas (Cambio 16 cuando Franco dejó la finca), pero, no lo íbamos a tener todo.

He buscado por el mundo trenes que me devolvieran a épocas que ya están desaparecidas, y los he encontrado, (me han costado lo mío, pero uno es un friki de estas cosas). Un Orient Express desde Singapur a Chiang Mai, cruzando la península de Malaca. “Dress code for tonigth, dinner jacket, sir”

– Obviously.

-¿Champagne de aperitivo?

-Solo si tiene un Clos de Vougeot de buen año con el roast beef, si no, prepare un Martini. (Notad que un caballero imperialista, no debe usar nunca el por favor con el servicio en colonias).

– Yes Sir

El viajar sin nadie a tu lado, te permite fijarte en la fauna que te rodea, sin molestar ni ser molestado. Te escondes tras tu Financial Times e intentas aprender.

El tren desde Puno a orillas del Titicaca peruano, hasta la magnífica Cuzco, pasando a más de cuatro mil metros, al cruzar la cordillera. Recuerdo haber encendido un Partagás serie D nº 4 para celebrar el momento.

O el Hiram Bingham para llegar mientras cenaba a Aguas Calientes al pié del Machu Pichu.

Los trenes me gustan, y me regalaron momentos de todo tipo, y todos ellos inolvidables, como inolvidable fue viajar por Sudáfrica y Zimbawe en el magnífico Rovos Rail. Sus evocadoras locomotoras a vapor, (que usaban lo menos que podían), su magnífica carta de vinos de la región, fantásticos pinnotage, o blancos de Stellenbosch inolvidables, como inolvidable fue el parar en el puente del Zambeze viendo las Cataratas Victoria.

Ya veis, mucho que agradecer a este medio de transporte, que, como el ave Fénix está renaciendo de sus cenizas y alumbra una nueva era.

Aún sueño con un último gran viaje en tren, que tarde o temprano haré, y es seguir la ruta desde Moscú hasta Irkutks, a orillas del Baikal, como un Miguel Strogoff, cualquiera pero con los ojos bien abiertos y sin carta del Zar. Llegar a Vladivostok, no lo veo necesario, la literatura es la literatura. Porque Australia, nunca me ha llamado la atención.

Espero no repetirme dentro de un tiempo, aunque no desespero.

Buenas noches y buena suerte

El regreso desde Samarkanda

 

 

No todos los viajes acababan en Shangai. Los comerciantes que disponían de buenos mercados locales, se permitían el lujo de comprar la sedas en Samarkanda, y desde allí tomaban una cualquiera de las rutas alternativas, que les llevaban de nuevo, ora a Lyon, ora a Venecia, con sus fardos llenos de sedas y especias.

Podían ir hacia abajo a buscar los puertos del Líbano, cruzando antes el Tigris, rendir tributo a Zenobia, la reina díscola, que pelaron los romanos, llegar a Damasco, cruzar hasta Acre, Haifa, o donde fuera. Barquito y a Europa.

Otros seguían por el Mar Negro, hacia Constantinopla, y a Venecia, o donde les diera la gana.

Eso de Estambul a Venecia ya da una idea de Oriente muy Simplona, aunque aún faltaban algunos siglos para que los pijos británicos descubrieran el Pera Palace.

Lo nuestro, era algo así.

Desde esa Samarkanda local que aquí se empeñaban en llamar Zamora, la caravana debía, una vez cargadas las maletas con algunos choricicos, pimientos picantes, y los cinco duros de mi abuelo, para el viaje, regresar a Europa.

Nunca supe porque mi padre, el jefe de la caravana, no nos hacía cruzar el Mar Negro, llegar a Estambul, descansar, y proseguir viaje, descansando en el Pera y luego el Orient Simplon.

Yo tenía mis cinco duros intactos, y mi hermano también…..Pues nada, a cruzar el desierto de Siria, discutir con infieles, y a duras penas subir a un barco en Acre, y llegar a Europa descojonados, como cumple, pero con el chorizo, la guindilla, y los pimientos.

Traduzcamos al román paladino. El mixto que nos había traído nos esperaba, cansino en la enorme estación de Zamora. (Creo que podía alojar cómodamente a todos los zamoranos que no hubieran emigrado a Madrid), antes de que saliera el sol….Coreses, El Pinar, Fresno de la Ribera, ¡mira el campamento de los de milicias universitarias!. Debe ser Monte La Reina, Toro.

La azucarera abajo, a pié de vías, la Colegiata arriba donde el pueblo se permitía mirar por encima del hombro al Duero. (Ya de mayor me enteré que el Padre Duero les castigó su osadía, haciéndoles creer que hacían buen vino).

Lo de la estación de Medina del Campo, pero al revés, niños, maletas, subterráneos de los de olor a meados de soldado, y el rápido de Gijón que entraba resoplando por todos los cilindros, bielas, chimeneas y silbatos, de la vieja Mikado que venía agobiada de los setenta kilómetros que llevaba hechos desde Avila.

Pero hombre….no has cogido reserva, va el tren lleno.

-No es nada, sólo dos horitas hasta Valladolid si todo va bien, que se sienten los niños en las maletas aquí en el pasillo, que hay un sitio. Voy a ver si conozco al revisor y nos cuela en primera.

Valladolid, aquí el campo era grande, y unas tías besuconas que me daban grima, nos acogían en su caravasar del Paseo de Recoletos.(deja las maletas en consigna, hombre. –No mujer, que es un paseíto).

Había siempre una buena hogaza de ese pan que parece hecho de cal por dentro, y que empapa la grasa del chorizo del puchero  como nadie. Esperaba el relleno del cocido, ese invento de la Castilla profunda, con verdadera ilusión. Aquel caravasar molaba.

Niños, maletas, y al puerto de Acre, que es lo que parecía el andén del Campo Grande, el día que se perdió Tierra Santa.

¿Llevas reserva?. –Solo dos, pero seguro que conozco al revisor, y lleva sitio en primera.

-¡Te mato!.

La navegación era procelosa, el tren venía de Shangai, por lo menos, lleno de gentes extrañas, de caravanas, con sus camellos, sus paquetes exóticos, de unas cosas que llamaban grelos, panes oscuros y enormes, y gente que hablaba cantando una cosa de la que solo entendía lo de ¿meniño, quieres un cacho?. No señora muchas gracias, mi mamá no me deja que acepte dádivas de extraños. (Yo siempre he sido pelín repelente).

Ya venía la cosa averiada, con un par de horitas de retraso, que cruzar el valle del Sil, la tierra de Campos, y rendir en Pucela, desgasta un montón, aunque hubieras pillado unas mantecadas en Astorga, que nunca venían mal.

Así que desde el puerto de Acre, con la mercancía intacta, y doce horas después de haber dejado Samarkanda-Zamora, arrastrados por una locomotora tipo RENFE “ 2-4-0″ se encaminaba nuestro bajel,¡ niño, no te alejes!, hacia Aranda de Duero, en donde seguramente la cantina de la estación tenía preparada la cena. ¡Parada y fonda!.

Mi madre decía que ponían la sopa muy caliente para ahorrarse el postre..¡viaaaajeeerrooooos al treeeen!

Ya ni sé a qué hora el tren llegaba a Zaragoza, eso sí, era a Delicias, posiblemente a la insuperable velocidad comercial de 25 kilómetros por hora trece horitas, nadie nos las hubiera quitado.

Luego…l’Armeé en deroute, sé cómo se sintió Napoleón volviendo de Rusia……Lérida, Manresa, Tarrasa, (lo de la e y las dos eses vino luego), Sabadell, Moncada…..y Barcelona Vilanova.

Como Marco Polos hispanos, repetíamos a por sedas y especias, año tras año, hasta que un día ¡Chaaaannnnn! . ¡Mi padre! Que nos vamos a Shangai, y en ese tren, pero al revés, Desde la vía uno de la Estación del Norte, obra de Lesseps, que por cierto, mientras se construía, vivió en la Barceloneta en una casita modesta del barrio de pescadores junto a la Iglesia de San Miguel.

No voy a marear con los mismos detalles, solo comentar que el cocido volvía a ser en Aranda, con la sopa muy caliente…¡niño coge la manzana y te la comes en el tren! después de desayunar en Delicias, (cenados veníamos de casa, el tren salía a las 21H.), en León la cena otra vez, y el valle del Sil, con las mantecadas de Astorga, si se terciaban, Orense…y Shangai.

Que el Shangai llamaban al Gran Tren Expreso de Barcelona a Coruña y Vigo, que vía Valladolid-Ariza, tardaba más de 36 horas en cubrir trayecto, si conseguía llegar en hora, (vano sueño por demás).

A mis amigos del Pueblo Nuevo, que iban a ver a los abuelos en el sevillano, (el catalán se llamaba en Sevilla), les miraba por encima de hombro, con superioridad, ya que por mucho Valencia, Albacete, La Roda, Alcázar de San Juan, Linares-Baeza, Córdoba y Sevilla, no tenían tiempo para divertirse, solo eran 24 horas.

Continuará…

Camino de Shangai

 

 

 

Chucu chucu chu, viaja con nosotros en un día azul…..

A mí me han gustado siempre los trenes, desde enano, quizás desde antes de ser enano, siquiera. Me nacieron en una estación de ferrocarril, que no llegaba a estación, que era apeadero, con nombre rimbombante, y bonita como un San Luis.

Mis padres vivían en la estación, y mientras yo pegaba el primer berreo, mi padre seguro debió dar salida al tren de las tres, (las quince si nos atenemos al casticismo local). Es zona de trenes playeros, pero en diciembre de 1950, no creo que hubiera mucha gente con el bañador y la sombrilla, dispuestos a llegar al siguiente apeadero, Ocata, en el centro del Maresme.

No sé qué tren sería, a lo mejor uno de aquellos de la serie trescientos, que luego con los años dí en llamar los café con leche. Eran feotes, con asientos de plástico, y llevaban segunda y tercera clase, pero no me hagan sus gracias mucho caso en esto, ya que no me voy a poner con la Wilkipedia a ver qué serie de trenes pasaban por allí en aquel tiempo. A lo mejor era un tren de esos con máquina y vagones, de madera, claro, y asientos de tablones en tercera, y gutapercha en segunda.

Seguro que olían a guerra civil, y a estraperlo, pero yo era muy enano y no me enteraba….pero algo debió quedar por ahí pegado. A saber.

Claro, con un padre ferroviario, y habiendo nacido en esas condiciones, las opciones eran escasas, amor u odio a los trenes….escogí amor, y en ello sigo.

Mis abuelos paternos, vivían en Zamora, la que no se tomó en una hora, ni falta que hacía, así que con algo de uso de razón recuerdo mis primeros escarceos con la ruta de la seda española. Barcelona-Zamora en agosto y en tren. Toda una odisea.

Como buen ferroviario, a mi padre le perdía el exceso de confianza en eso de los trenes. Creía que para él y para los suyos siempre habría un asiento en segunda, y de reservar asiento, nada de nada. Tiraba de kilométrico, y hala al expreso nocturno de Madrid.

No había caravasares en el camino, ya que en las estaciones no admitían camellos, pero había estaciones, puentes, túneles, y la emoción del viaje que para mí era total.

El tren salía de la estación de Francia, de la vía doce, en curva, un montón de vagones…bueno siete u ocho, más el furgón de correos, y uno o dos vagoncillos de carga que aguantaban el viaje de milagro.

En esa Barcelona de mi infancia que olía a miseria y a perfume barato, posiblemente en los vagones de primera, iban los “empresaris” a resolver sus cuitas con el gobierno, y de paso a regar el jardín de la querindonga a la que habían puesto un pisito en la calle de Alcalá.

Algún militar de alta graduación, y el señor obispo de algún pueblón del interior, a quien el Primado habría llamado para algún negocio.

En segunda, íbamos de gañote gracias al kilométrico que te daba RENFE por tener explotado al cabeza de familia, también se subían los viajantes de puntillas e hilos a vender en sus rutas los productos de la Fabra y Coats, y alguna reverenda madre acompañada de la correspondiente novicia.

Ya en tercera, iban los emigrantes, que habían llegado a Barcelona en busca de una miseria algo más llevadera que la que encontraban en sus campos manchegos, o en la meseta norte. Allí hacinados y felices, por volver al pueblo, a pasar las vacaciones, y a contar en el bar de las moscas, lo bien que se vivía en las casas del congreso eucarístico, y lo serios y trabajadores que eran los catalanes….tiempos.

También algún soldadito a mitad de su mili de tres años, con permiso, y billete de militar, que salía más baratito, la fauna ibérica, vaya.

No faltaba la fiambrera para la cena….una tortilla de patatas, que parecía el rancho de los tercios de Flandes, los filetes de dudosa procedencia, convenientemente empanados, y alguna bota con algo que podía ser vino, y que andaba como la falsa monea. Un espectáculo.

De Barcelona, salía el tren con una Mikado cojonuda, que en bajada, si la vía lo permitía, y no se le saltaban los ejes a los vagones, podía andar a casi sesenta por hora en las rectas largas.

Luego, ya pusieron las locomotoras eléctricas, las Alsthom de la serie siete mil seiscientos, que primero llegaban hasta Tarragona, y luego hasta Mora de Ebro, que para cruzar el Priorat, venían muy bien.

Mi madre, con muy buen criterio, nos dejaba a nuestro aire, que no era mucho, en aquellos trenes hacinados. Mi hermano y yo nos asomábamos a las ventanas, con el afán de ver a la máquina echar humo, cuando el tren cogía las curvas, una maravilla, pero acabábamos de carbonilla hasta los entresijos de las entretelas, eso sí,  sin dar la lata más que lo justo.

Chucu Chucu Chu, viaja con nosotros en un día azul.

El expreso de Madrid, hacía lo que podía, era la joya de la RENFE, y a toda velocidad a las seis o siete horas de haber salido de Barcelona, entre la modorra que se nos había venido encima, el humo en los túneles, y la madre que los parió, atisbábamos la bonita estación de Zaragoza Campo del Sepulcro.

A mí eso del sepulcro, y del campo me dio siempre muy mal rollo, pero, en fin, la cosa era poco grave, porque deprisa la Mikado pegaba un tirón, y hacia la capital del reino.

De la segunda parte del viaje hasta Madrid, mis recuerdos son más confusos, el sonido de Calatayud, de Alhama de Aragón, Espinosa de Henares (ahí no paraba, seguro), y ya Guadalajara, Complutum, y al rato, las barracas de Vallecas y Entrevías…..Madrid.

Habían sido trece horas de magnífico viaje, y la caravana estaba en Estambul, eran las once de la mañana, se imponía un café por los alrededores de Atocha, y hasta las tres y media deambular por la ciudad, amén de atravesarla, que la otra caravana salía de Príncipe Pío…(por cierto, sigo sin saber quién era el tal pollo, y duermo tan tranquilo).

En alguno de esos viajes, seguro que entramos en el Prado, en el Botánico, para que no nos deshidratáramos los enanos, ya que la sequedad del clima capitalino, a los trientaymuchos grados que nos encontrábamos un año sí, y otro también, sin calentamiento global, claro, mermaban nuestra resistencia.

Me acuerdo de parar a comer en la Cuesta de San Vicente, en el bar TAF, (Tren Automotor Fiat, pero de eso otro día hablaremos) cocido del día….papá ¿vas a pedir gaseosa?

Las tres y media, vía dos, el rápido de Valladolid estacionado al sol, como cumple, y pa dentro, que luego es tarde.

¡Niñoooossss! Mirad el Escorial, salid al pasillo del departamento, ahí Felipe segundo, y el monte Abantos, y la Sierra qué bonita…..

Chucu chucu chu viaja con nosotros en un día azul.

La máquina, eléctrica ella, una Oerlikon de la serie 7200 por lo menos, era necesaria para cruzar la sierra, y como la alegría dura poco en la casa del pobre, en Avila, nos esperaba la Mikado, para proseguir viaje.

El tren llegaba como podía a Medina del Campo, y nos esperaba el enlace a las nueve de la noche, que en algún momento nos depositaría en Zamora.

Recuerdo en ese tren los campos castellanos ya segados, y el cielo que siempre me sugirió imágenes fantásticas. Recuerdo los atardeceres de esos viajes, como las cosas más bonitas que he visto. Pero debíamos los componentes de la caravana estar ya literalmente descojonados…y faltaba lo bueno.

Coge niños, maletas, echa a correr en la estación de Medina por los pasos subterráneos, que olían a meados de soldado, que el zamorano está pitando, y solo nos falta perderlo.

El zamorano, era un mixto, quiero decir, un tren de mercancías al que se le habían añadido dos o tres vagoncillos de pasajeros e iba dejando y cogiendo vagones por las estaciones del recorrido.

En cuatro o cinco horitas nos depositaba en Zamora, la que no se tomó en una hora, ni puñetera falta que hacía.

Mi abuelo Miguel, ferroviario él también, creo que jubilado anticipadamente por aquellos tiempos, venía a buscarnos, y era el fin del viaje. No recuerdo si antes de acostarnos, nos daban algo de cenar, si nos desmugraban, o la cosa quedaba para mejor ocasión.

Continuará…..

La distribución del conocimiento

Hoy, en una tertulia radiofónica, apareció este concepto, referido al papel del periodismo, y a la situación actual de los medios de comunicación, que se enfrentan al reto de tener que distribuir su producto sin que el consumidor final, que somos nosotros, lo paguemos.

Luego parece que se ha concedido el premio Princesa de Asturias a la famosa Wikipedia, que ha fagocitado al enciclopedismo en papel, de las British, Espasa, Larousses, Treccani, en las que sesudos especialistas desarrollaban los conceptos a incluir en los artículos y que posteriormente eran controlados y contrastados por los equipos de publicación.

Vamos que no se colaba una, con las excepciones de lo políticamente correcto según las épocas, pero para eso estaban luego las correcciones, y las revisiones de nuevas ediciones.

La reflexión acerca de la distribución del conocimiento, me lleva a considerar la evolución de este hecho a través de la historia, su importancia,  y su impacto en la población en general.

No voy a llegar hasta las cavernas, donde al parecer, la necesidad de distribuir el conocimiento, se circunscribía a las técnicas de caza, y supongo que a las creencias religiosas o a los aspectos de la vida cotidiana de pequeños grupos poco más que familiares.

Entiendo que la utilización de dibujos en las paredes podían tener una razón mágica, o quizás fueran un diagrama de como actuar para conseguir el alimento para el grupo.

La existencia de un lenguaje escrito para estas comunidades realmente no tenía sentido, la distribución del conocimiento de forma oral, posiblemente fuera más que suficiente, así que una vez cumplida la misión no nos dejaron la más mínima opción de poder saber de qué iban. Es la vida.

El desarrollo de la comunicación por símbolos permitió posiblemente una distribución del conocimiento más eficaz, y debió surgir con la necesidad de que su ámbito de influencia superase las barreras del ámbito familiar o tribal.

Los escritos cuneiformes sumerios muestran la necesidad de que el conocimiento de las instrucciones del rey llegara a partes del reino con quien el gobernante no tenía un contacto directo.

Posiblemente los ritos mágicos, de adoración a los dioses, o los relacionados con la vida del otro lado, necesitaran una cierta difusión, y seguramente fue eficaz para ilustrar a los concernidos. Ahí entran los egipcios, con su escritura.

Claro, que con una herramienta como la escritura, se podía ampliamente rebasar el tema religioso, o legal, y la plasmación de tradiciones religiosas o costumbristas, tuvo también una posibilidad de distribución más amplia.

De ahí los textos considerados sagrados, La Biblia, La Epopeya de Gilgamesh, destinados a cimentar creencias entre una clase dirigente o al menos escogida.

No voy a entrar en que si logogramas, grafemas, o sistemas mixtos ya que el tema es la distribución del conocimiento.

Evidentemente, y a la luz de los datos que obran en nuestro poder, la distribución del conocimiento llegaba a una elite de la población, ya que la mayoría carecían de la formación necesaria para su interpretación.

Las civilizaciones griegas o romanas, no añadieron mucho más a este sistema de distribución del conocimiento. Seguía la distribución ceñida a los que eran o tenían algo, posiblemente se ampliaron los textos a los acuerdos comerciales más complejos, ya que la compra venta de cabras al por menor, solo necesitaba de una conversación un apretón de manos, y un pago.

Los documentos que demostraban la propiedad tampoco eran, obviamente de difusión general.

Siempre me gustó el concepto socrático de distribución del conocimiento. Venid a casa, chicos, paseemos por el jardín, y charlemos. Eso de escribir mi pensamiento, ni se me ocurre, vosotros veréis lo que hacéis.

Menos mal que Platón nos dejó escritos con el pensamiento socrático. Con los escritos para la posteridad del pensamiento heleno, la descripción interesada de los resultados de las campañas guerreras, o la plasmación escrita de las obras teatrales, se consiguió una distribución local limitada en su tiempo, pero infinita en el futuro, cuando se descubrió y entendió. Lo de los romanos más o menos lo mismo.

Y cruzamos la edad media, en que el interés en distribuir el conocimiento es limitado. Tanto, que se circunscribe a los monasterios donde se guarda y se preserva, pero no se distribuye. Al final, resulta que el conocimiento es poder, y soltarlo es doloroso.

Pero una institución que aparece en el Medioevo, rompe ese afán, y tiende a distribuir el conocimiento de forma más eficiente, La Universidad. Seguimos hablando de elites, pero ya son elites más amplias, el conocimiento llega más lejos.

La invención del satánico instrumento de Gütenberg, acabando con los palimpsestos, los copistas, los iluminadores, y la pasta que costaba empaquetar el conocimiento, fuerza al poder a intervenir de forma que los ciudadanos, cada vez más ilustrados, no reciban el conocimiento. Ya sabéis, el índice, la aprobación eclesiástica, todo eso.

La siguiente patada a seguir, fue el enciclopedismo, y más poder se escapó de las manos de las elites. Es más, alguna cabeza muy enmoñada dejo de controlar el cuerpo que tenía debajo al perder su privilegiada posición sobre los hombros. Cosas del conocimiento cuando cae en manos erróneas.

Ahí entra el periodismo, que aunque se pueda hablar del Acta diurna de Cesar, de las actas comerciales de la baja edad media, o de las gacetas vénetas como su origen, no es hasta el siglo XIX, cuando los políticos descubren las posibilidades de manipulación que les ofrece un producto que se distribuye con cierta eficacia, que llega a mucha gente a un precio asequible, ya en pleno auge de una sociedad industrializada.

Lo que se distribuye, no es conocimiento, son consignas envueltas en historietas, que llegan a provocar excusas para iniciar guerras. Las exageraciones, las distorsiones, son el material que se distribuye, y el poder lo mantiene quien de verdad tiene el conocimiento. (Buscad The yellow kid)

Deja de tener importancia el que la población sepa leer, Pulitzer y Hearst lo tienen muy claro, se les da carnaza, creen que están enterados, y el poder dirige a la masa en función de sus intereses.

De lo que hicieron las guerras del siglo XX con la distribución del conocimiento, no voy a hablar, para qué, es de sobras sabido.

La llegada de los medios masivos de distribución del conocimiento, definitivamente hurtaron la esperanza de la mass media de llegar a él.

El colofón ha sido Internet, las redes sociales, y la aparente distribución universal del conocimiento.

Lo que se distribuye hoy como siempre se ha hecho, de forma general, es basura lejana de la verdad en la mayoría de las ocasiones. El conocimiento sigue ceñido a las elites, que desgraciadamente hoy están especializadas y no pueden alcanzar sino la parte que han cultivado.

Lo que la masa de seres humanos cree que es libertad absoluta de comunicación, de distribución de conocimiento, no es más que toneladas de basura en las que no es posible encontrar nada que te acerque a la realidad.

Por ello no me extraña que hoy esa supuesta distribución de conocimiento sea gratuita. Si se pidiera dinero, muy pocos la comprarían y sería más difícil la manipulación de las masas.

Pero no se me alarme la peña, la mayoría de la prensa, muchas de las televisiones,y buena parte de las emisoras de radio, reciben de una forma u otra subvenciones de parte de los gobiernos. Vaya, que pagamos por adelantado la manipulación a la que se nos somete.

Es posible que los últimos reductos de conocimiento real, que se distribuyen estén en las revistas que recogen trabajos de investigación, o reflexiones sobre nuestra existencia, pero de nuevo cerramos el círculo, y nos damos cuenta que están en los monasterios, que no llegan a los ciudadanos.

¿Quién lee Lancet, Nature, Science, o revistas especializadas donde se recoja el pensamiento actual, o se discuta sobre la cultura, el arte, o la situación real del ser humano en esta era de Acuario? . Una elite, como siempre, aunque se llene Internet de opiniones, mentiras, y toneladas de palabras en mil idiomas.

La epistemología está pasando por malos tiempos.

Buenas noches y buena suerte

 

 

Aquellos que pueden hacerte creer absurdos, pueden hacerte cometer atrocidades

 

Murieron cuarenta millones de personas, por causa del SIDA, (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), y siguen muriendo, evidentemente, en el tercer mundo.

Como si fuera un miembro de la Trilateral, voy a obviar por el momento, ese tercer mundo, en donde la vida no vale nada, o casi nada, y voy a intentar centrarme en nuestro mundo, el de las naciones donde viven los ricos.

Cuando empezó el SIDA a ser un problema, que nos afectaba, lo primero que se hizo fue convencernos que era una cosa tremenda, que como un castigo de Dios, atacaba a homosexuales, drogadictos, y gentes muy promiscuas y descuidadas.

Como consecuencia, se estigmatizaron a personas por su orientación sexual, o por haber caído en el mundo de las drogas por vía parenteral.

Nos olvidamos que uno de los motivos de contraer la infección, eran las transfusiones de sangre, ya que aún no había, ni medios diagnósticos ni protocolos de actuación para evitar el contagio por esa vía.

Esto en países donde la donación de sangre no era altruista, hizo que el problema se agudizase.

Hasta que no llegó el tratamiento en el 97, que permitía que la infección fuera crónica, las barbaridades que se hicieron fueron innumerables.

Las personas eran tratadas como bombas peligrosas, simplemente por el miedo provocado por las campañas interesadas de grupos ultraconservadores.

Recuerdo las imágenes tremendas de enfermos terminales en televisión, o el aspecto en los últimos días de Rock Hudson, o Fredy Mercury, pero ya se sabe, eran homosexuales. También recuerdo las imágenes de presos españoles con sida en los tejados de la Modelo en Barcelona. Fue toda una campaña…..¡Ah!, y dos grandes negocios por fin vieron la luz, los preservativos, y las jeringuillas desechables.

Esta utilización de una enfermedad para anatemizar determinados grupos sociales, se fue al garete, creo, con la llegada de la cura. Así que la tendencia de los grupos homosexuales a manifestarse normalmente no pudo ser impedida, y la heroína perdió su preponderancia como droga de moda, ¿los condones?, bien, gracias.

Cuántos absurdos nos han hecho creer en los últimos, digamos treinta años. Las posibilidades de difusión de mensajes se han multiplicado gracias a Internet, y con ello, no solo se han podido llevar a cabo campañas de intoxicación interesada, sino que también se ha podido monitorizar y corregir sobre la marcha, según el impacto que esté causando en la población, casi en tiempo real.

En esta bitácora, empieza a ser casi obsesivo el problema de la información que recibimos, como nos manipulan, como nos controlan, y consecuentemente, que barbaridades nos impulsan a realizar.

Estoy pensando en las veces que nos han hecho creer en tal o cual “malo de la película”, y nosotros, que no podemos contrastar nada, nos lo hemos tragado hasta el fondo….y lo que es peor, hemos actuado en consecuencia.

En temas menores, que de alguna forma he podido contrastar lo que se me dice con lo que veo, constato que difícilmente mi percepción cuadra con lo que leo, oigo, o me cuentan, por lo que intuyo que me están dando una información sesgada, esperando de parte de todos los que compartimos esa información una reacción similar, quizás no igual, pero que puede conseguir que un grupo humano se mueva en la misma dirección.

En algún sitio, seguramente, he dicho que eso de la lucha de clases, acabó, de forma que lo que ha sustituido a las clases son las formas de vida, el ser miembro de algo.

Si no quisieran manipularnos, por ejemplo, sería lo mismo leer el periódico deportivo A o B, para saber si fue penalti, o fuera de juego la jugada que hizo perder el campeonato, pero no, delante de un hecho objetivo, se manipula con el fin de cohesionar a los que comparten la forma de vida de ser del equipo A por ejemplo.

Eso te garantiza, una serie de clientes fijos que cada día te serán más fáciles de manipular.

En la política, donde la clientela fija es muy importante, ya que te da parcelas importantes de poder, la manipulación llega a tal grado, que sabes que lo que te diga un partido, es siempre mentira, sea lo que sea, o por lo menos la verdad que te ofrecen es una verdad sesgada, a medias, en la línea de lo que les pueda interesar.

Algo que me aterroriza, es el grave problema de la profesión de periodista, ese notario sin oposiciones de lo que ocurre a nuestro alrededor. Parece que hay una serie de elementos que están acabando con las empresas periodísticas. Internet, y la oferta de noticias gratis. Las informaciones de agencias que se repiten en todos los medios, y que ya no pueden ser contrastadas porque nadie quiere pagar corresponsales de guerra, o mantener empleados por todo el mundo.

Si un gobierno, un grupo económico, un grupo religioso, quiere propagar una consigna es muy fácil, y el método lo conocemos todos, pero la realidad, ¡Ay amigo!, de esa olvídate.

Cuando veo informativos en las televisiones de nuestro país, constato que la mayoría de las informaciones, provienen del material que directamente el gobierno, o los partidos políticos nos ponen delante de las narices, y de contrastar, nada de nada.

Lo que viene del extranjero, viene de agencias, y son monocolor, no existe a mis ojos sobre un acontecimiento, el punto de vista de la CNN, contrastado con Al Jazzira, o con TAS, o con la agencia, o la cadena China, o Japonesa que pueda corresponder.

Dos veces en mi vida he coincidido viajar a sitios en los que el día anterior había acontecido un terremoto importante. El primero en San Francisco, y el segundo en Estambul.

En ambos se hablaba en las informaciones disponibles de situaciones de catástrofe global, que en ninguno de los dos casos pude apreciar en la dimensión que se me transmitía. En ambas ciudades se habían producido daños, cierto, pero desde ahí a la percepción transmitida por los que me informaron…parecía que hablaban de otra cosa.

La facilidad de manipulación, se ha multiplicado últimamente hasta cotas casi insoportables, debido a la direccionabilidad de las búsquedas vía Google o similares, de las que me temo viven los becarios que llevan hoy las redacciones de los informativos. Es pues facilísimo dirigirte a tu grupo con la información no veraz, o no contrastada, y que te sirva para mantenerlo cohesionado y dispuesto a seguirte.

Mala solución tiene el asunto, y lo que es peor, a estas alturas de la película, creo que no soportaríamos conocer la verdad desnuda. Nos han educado mintiéndonos a explicarnos nuestra historia, de forma que han creado grupos que creen que Drake era un gran hombre. o un pirata… depende. O que los españoles nos portamos bien en Sudamérica, o que fuimos unos excepcionales cabrones, para el estándar de la época. Los ejemplos son infinitos.

Daremos pues la razón a Orwell, el ministerio de la Historia existe, modifican los sentidos de las palabras para ajustarlos a nuestros deseos (daños colaterales en un conflicto armado, por muerte de civiles indefensos por acción de agresión militar, por ejemplo), y el Gran Hermano, no solo nos mira, sino que nos escucha, nos lee, nos manipula, y hace que hagamos barbaridades.

Buenas noches y buena suerte

Rapa Nui

Hace muchos, muchos años, me regalaron un libro escrito por un pollo noruego que tenía nombre de dios. Don Thor.

El tal Don Thor, quiso demostrar que desde las costas peruanas, en barquitos de totora, se podía llegar a los casi cuatro mil kilómetros que las separaban de la Isla de Pascua.

La aventura de este hombre me encantó, los troncos que iban atados con cuerdas que no aguantaban, la caseta encima de los troncos, las penalidades, la falta de agua.

Kon-Tiki_resized

Vamos, una “venti”, que ni El Capitán Trueno salvando a Sigrid, mientras Goliath se merendaba un ciervo enterito con cuernos y todo.

Desde aquel momento, y tras haber visto aquellos gigantes de piedra narizotas, me apeteció, no emular al tal Don Thor, pero al menos poner los pies allí. Pasaron casi cincuenta años hasta que pude hacerlo, y tengo que decir que valió la pena

P1040614

Obviamente, en esos cincuenta años, leí mucho, escuche bastante, y ví lo que me pusieron en la tele, e incluso una cosita en el cine.

Teniendo en cuenta todo esto, y en el bien sabido que de los moais, los misterios, las canteras, los gorros frigios que coronan a los narizotas, se ha escrito, escrito y escrito, y yo pienso aburriros de otra manera.

La primera es que ya de mayorzote, me enteré que el tal Don Thor, nos engañó.

Hay una cosa en la costa oeste de Sudamérica, que les condiciona el clima, la navegación y la belleza de sus tierras. La corriente de Humboldt.

Esta corriente de aguas muy frías impide que una embarcación que navegue como la Kon-Tiki, se aleje de las costas americanas. Es más, mirando un poco la estructura de la corriente, la barcaza de Don Thor hubiera acabado en Panamá o así. Es más, la corriente impide su cruce por una Zodiac, por ejemplo. Así es su fuerza.

Don Thor necesitó que remolcaran la Kon-Tiki más de 80 millas al oeste. Así que no fueron peruanos de esos que usando las totoras pescaban montaditos en sus caballitos los pescadores del norte. Eso sí, no lo dejó claro en el libro.

MuelleHuanchaco9_resized

Porque a mí las cosas que me interesaban eran, el saber quiénes poblaron las islas, por qué se hicieron los moais, y qué significaban los signos de las tablillas Rongo-Rongo.

Para trabajo tan arduo, me busqué un buen guía, visité los sitios de las isla que pudiera darme pistas, y me leí todo lo que explicaban los museos de la isla, (bueno, el museo).

Entre las historias que te cuentan, una me encantó, que me hablaba de gentes que llegaron en barcos durante el primer milenio, posiblemente polinesios, que se habrían metido casi tres mil kilómetros de agua, con sus familias y todo. Ahora seguro que ya había gente viviendo allí, y me temo que la convivencia no fue amable del todo. Parece que de alguna forma se dividieron La isla, y así anduvieron unos cuantos siglos.

Ellos traían las tablillas Rongo-Rongo, como una especie de código de sus tradiciones, más que como un lenguaje escrito. Indemostrable pero bello.

 

P1040790

Los del misterio han vendido programas de radio, revistas y libritos a costa la posibilidad de especular, con explicaciones indemostrables….pero eso es harina de otro costal.

 

El primer moai lo hacen los viajeros que procedían de otras tierras, posiblemente, como acción de gracias….por el viaje, y se siguen haciendo durante siglos, hasta que por razones desconocidas cesan en su construcción a mitad del siglo XVI, dejando mucho trabajo a medias.

Nadie sabe la razón, de estos hechos, posiblemente una guerra acabó con el clan que hacía los moais. Orejas largas, orejas cortas.

También me comentaron una posible huelga por falta de pago de la casta que hacía los moais.

Si non e vero e ben trovato.

¿Cómo los transportaban?, ni idea. Intentaron japoneses, noruegos, americanos, reproducir la forma en que se transportaron…inútil, hay moais en la cantera a medio terminar que pueden pesar más de cien toneladas, y patitas no tienen.

Me dijeron que se encargaban como homenaje funerario a los líderes de las tribus que fallecían, supongo que a los reyes, y quizás a los chamanes, una forma de concederles la vida eterna.

Muy posiblemente el cese en la construcción, fue debido a una guerra, ya que cuando llegaron los holandeses, no había ninguno en pié, los habían derribado, incluso los Ahyus, esos “altares” con varios Mohais alineados, algunas veces en correlación con las estrellas.

 

P1040735

Por cierto, los tocados, (Pukaus) se hacían en diferentes canteras, a bastantes kilómetros de Rano Raraku, pesan unas cinco toneladas y había que ponerlos en las cocorotas de estas moles de siete a diez metros de altura.

Todas estas filas de moais (Ayhus) están reconstruidas, como dije. A mitad del siglo XVIII, cuando llegaron los holandeses estaban todos en el suelo.

A mitad del XIX, la población autóctona prácticamente desapareció por la trata de esclavos promovida por los peruanos. Fueron usados en la agricultura y la recolección de guano, quedando solo 110 individuos supervivientes de la vieja Rapa Nui.

Esta, a grandes pinceladas, es la historia de la isla, y un esbozo de sus misterios, que se pueden ampliar todo lo que se quiera.

Mi reflexión ahora, está de nuevo ligado con el tema de la información y su manipulación.

Empezamos por Don Thor, que nos mete con calzador lo de las barquitas de totora, y el posible origen continental de la población de Rapa Nui. Hizo una pasta con sus libros y reportajes. Vale. Luego cierto, hizo un trabajo interesante en la isla sobre los moais.

Las interpretaciones que se han dado de los signos Rongo Rongo, han sido curiosos, desde relacionarlos con los egipcios, hasta con culturas indonesias, antiguo etrusco. Me consta que se han hecho estudios muy sesudos pero el origen, y su significado no se han aclarado aún. Además en una sociedad como la Rapa Nui, no se necesita un idioma escrito, la tradición oral es más que suficiente. Pero esa especulación sigue dando mucho dinero.

Después de haber estado en la isla, y contrastar las cosas que he visto, he leído y me han explicado allí, al compararlas con los que se me ha contado desde este lado del Pecos, veo que la diferencia, es notable, que no se ha movido una piedra sin un interés puramente económico, que se ha especulado con la historia, y que los huecos se han llenado de fantasía mercantilista.

Seguro que las explicaciones son muy sencillas, pero con la excusa de que no hay tradición escrita, y que los Rapa Nui desaparecieron a mitad del XIX, la Isla de Pascua es un tesoro para los buscadores de OVNIS, y de esoterismos.

Por lo demás, aunque os cueste cincuenta años, como a mí, id a esa tierra y admirad su belleza.

Buenas noches y buena suerte

Club Bilderberg, Foro de Davos, Triateral.

.

 

Dentro de unos días, se reune el Club Bilderberg, al que han invitado al secretario general del Partido Socialista el Obrero Español, y al que como miembros permanentes asisten de nuestro país el Sr Cebrián, que si no se ha cargado Prisa, es de puro milagro, y no desespera.

Nuestra representación en este Club, es muy escasa, y algo parecido nos pasa en la Trilateral de Kissinger, con un solo representante, D. Antonio Garrigues.

En el Foro de Davos, la cosa se parece. Anda por ahí Doña Botín como representante del banco de Santander, el ministrito de Lehman Brothers, Don de Guindos, y hasta ahí hemos llegado.

Es una pobre representación para nuestro país, pero tampoco damos para mucho más. Al final el Club Bilderberg es cosa de Rockefeller para ver que pillaba del plan Marshall, la Trilateral es el club de Kissinger, que tiene la pretensión de mejorar las relaciones entre Asia, Europa y Estados Unidos. Una visión de la globalidad de Don Henry.

Lo fácil, a la vista de profanos como yo, es conectar el interruptor conspiranoico, y tirar para adelante, que siempre tiene público la cosa.

Conociendo un poco de refilón a los poderosos de este mundo, la verdad es que me temo que las cosas van por derroteros diferentes a esas teorías de conspiración mundial, con acuerdos globales para manejar entre todos ellos los hilos del mundo. No creo que vayan por ahí los tiros.

Esta gente ha salido toda de los mismos entornos, que se circunscriben a unas pocas universidades en el mundo, unos pocos “Clubs de Campo”, y unas pocas urbanizaciones. En muchos casos hay diferencias irreconciliables entre los miembros de esos foros. Y ya se sabe, los enemigos, lo más cerca posible.

Pero como propuestas anglosajonas, deben tener una utilidad práctica, y esa es la de recabar información acerca de las tendencias del mundo, estos foros, gozan de muy buena salud.

La gran ventaja es la de recabar información de los invitados, lo que permite luego tomar las decisiones, que les permitan engrosar sus arcas, las de sus compañías, y las de sus países.

Muchas veces cometemos el error de pensar que los gobernantes van ahí a recibir instrucciones acerca de lo que deben hacer. No lo creo, estas gentes no necesitan hacer ese trabajo sucio en primera persona del presente de indicativo. Eso funciona de otra manera según intuyo.

Los hipermillonarios que ostentan el poder en el mundo, diseñaron algo mejor, los lobbys.

Si se revisan las donaciones a las campañas electorales hechas por estos hombres las cifras son mil millonarias en dólares, y esta inversión se cobra, con ajustes en las legislaciones de las que ni nos enteramos, pero que a ellos les suponen ingentes sumas de dinero.

En los foros estos hombres toman notas de las instrucciones que deben transmitir a sus equipos ejecutivos, perfectamente entrenados para actuar en las sedes del poder legislativo de los países que verdaderamente importan. Yo he vivido eso en primera persona, transmitiendo instrucciones a los equipos que actuaban en Bruselas representando a la multinacional que me empleaba.

Un ejemplo, de lo que podría haber sido:

Olimpiadas en Londres, por ejemplo. Una sociedad como la que me empleaba, podría estar muy interesada en que las pruebas antidoping, que diseñara el COI, se adaptaran lo mejor posible a las especificaciones de los equipos que esta compañía fabrica. Se asesora a grupos de trabajo, se habla con los que diseñan los protocolos, se ajusta esto o aquello, y si tu equipo de lobistas es suficientemente bueno, cuando salen los concursos para montar los laboratorios, las soluciones que tu propones serán mejores que los de la competencia. Así de legal, y así de fácil, porque también hay que decir, que los análisis se harán con todas las garantías, a precios estupendos, y la limpieza de los atletas está garantizada.

Creo que se entiende el juego, sé por adelantado los deseos de los países, que van a hacer un oleoducto, una presa, una línea nueva de ferrocarril, renovar aviones de combate, una nueva legislación para garantizar la calidad de las mantequillas….yo que sé.

A partir de ahí, intento que las especificaciones técnicas de la necesidad se ajusten a lo que yo fabrico. Es todo, o casi todo.

El resumen es grosero, pero creo que se entiende el mecanismo perfectamente. Además como hay leyes que hacen que sea legal hacer donaciones a partidos y candidatos, el círculo se cierra. No hay que hacer trampas, no se necesita, falta la información, y a eso se va en estos foros.

¿ A qué va el Sr. Sánchez? Pues lo obvio, a explicar si la izquierda, que posiblemente obtenga el poder en España, la va a liar parda o no. Si según su opinión los chiquitos de podemos son controlables, o si está dispuesto a apoyar los independentismos, por ejemplo.

Estos poderosos no tienen ningún interés en que gobierne uno u otro, que hagan el trasvase del Ebro, o que el cantón de Cartagena proclame su independencia. Lo único importante es tener claro el escenario más probable, para actuar en consecuencia. Cerrar Martorell no es un problema para la WV, se lleva la producción a Polonia y santas pascuas.

La siguiente cosa que realmente importa, a estos personajes es el poder que tiene el dinero que han prestado a los países, y que saben no que nunca se devolverá, sensu estricto. Recibirán intereses, pero seguirá reestructurandose sine diae. Eso ayuda a engrasar las maquinarias legislativas de muchos grandes países, y garantiza que los políticos puedan seguir manejando su parcela de poder, y el ciudadano le siga votando, más o menos a cambio de un cierto bienestar, y seguridad.

Esto se ha tambaleado con la crisis y los remedios aplicados, el contrato social no sé si se ha roto, pero ciertamente se ha resquebrajado. Hay trabajo en Bilderberg, en Davos, y en la Trilateral, pero que nadie se alarme, lo van a manejar de maravilla.

Dicho esto, todo el mundo entiende el que no haya comunicados oficiales resumiendo los logros de todas y cada una de estas conferencias. No se necesitan, simplemente no hay, han ido allí a conocer las probabilidades de que su entorno sea de esta o aquella manera, y a tomar posiciones para definir las estrategias del próximo ejercicio.

Buenas noches y buena suerte

Morir, dormir, tal vez soñar….

 

Esa es la dificultad, porque es forzoso que nos detenga el considerar qué sueños han de sobrevenir cuando nos hayamos liberado del torbellino de la vida.

Algo así dice el monólogo de Hamlet, y con ello quiero trazar un puente con mis reflexiones del otro día.

Es evidente que no creo que el mundo onírico sea algo inherente al ser humano. Creo que en otras especies, al menos entre los mamíferos, los sueños son también una realidad.

Pero hoy quiero pensar en los sueños de los humanos, en los sueños de todos y cada uno de nosotros, superando incluso el tema estrictamente fisiológico, para adentrarme en ese mundo del que tan poco conozco y tan cercano es.

Hoy le he preguntado a mi nieto de siete añazos, si soñaba. Me ha contestado que sí, pero que no se acordaba de lo que había soñado, una vez se despertaba. Como muchos de nosotros, que no hemos hecho el ejercicio de anotar los sueños una vez nos despertamos.

Muchas veces he pensado la cantidad de información sobre nosotros mismos que hemos perdido, (los que lo hayan hecho, como yo, claro), al no recordar nuestros sueños, o cómo podríamos haber progresado, utilizando esa facultad de nuestro cerebro, pero las cosas son como son.

He oído que existen personas que han desarrollado la habilidad, no solo de controlar sus sueños, sino la de compartirlos con otras personas con similares habilidades, y “quedar” para soñar juntos, cada uno en su casa claro, y a veces desde diferentes continentes.

Cosas que pasan, que no entiendo, y quizás solo sean habladurías para incautos. ¿Quién sabe?.

De los sueños, lo que más me interesa, es aquello que ha hecho que el mundo avance….Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño……….y en cenizas le convierte la muerte….

Sueña el rico en su riqueza…….sueña el pobre que padece….¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra una ficción, y el mayor bien es pequeño: que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Pero estos, los sueños que nuestra mente nos trae durante nuestra vigilia, y aquellos que se atreven a seguirlos, por encima de todo, son los que mueven al ser humano.

Alguna vez he pensado que el mundo de los sueños es el reducto de libertad que nos queda, pero no estoy seguro.

Cuando hablo con la gente que conozco de los sueños que les mueven, francamente se me cae el sombrajo, y empiezo a pensar que hasta esa zona de libertad, está ya completamente contaminada.

Parecen todos sacados de un catálogo de productos de lujo, y muy pocos te dicen que sueñan, no sé, con erradicar las guerras, o cualquiera de las barbaridades que produce el ser humano.

Unos sueñan con el apartamento en Central Park, o en comer cada día, la mayoría sueñan con poder, dinero, y sexo. Todos soñamos en grande.

Pero también he escuchado gente que te dice que quiere volar por encima del arco iris, o seguir el sueño imposible de Don Quijote.

Por eso quiero que a mi nieto, le apetezca recordar sus sueños, y me enseñe en su momento a tener esos sueños que terminaron con la guerra del Vietnam. Los sueños que me traía Joan Baez con sus canciones, o el mensaje que el pop art me adelantaba de la mano de Warhol, o los movimientos hippies californianos, el “California dreaming”…. Tantos y tantos sueños que al final no consiguieron un mundo mejor. Sueños fracasados.

Ahora cuando miro a mi alrededor, no soy capaz de ver los sueños de las nuevas generaciones, he perdido la capacidad de ver, posiblemente.

No quiero pensar que los sueños han desaparecido, o que solo se circunscriben al poder y al dinero, al desarrollo del consumo a toda costa.

¿Sueña Putin que es rey…? O quizás sueñen los tibetanos con su libertad de volver a su vida tradicional, o a seguir sus mandalas, no lo sé.

¿Quién quiere volar sobre el arco iris, y hacer que el conocimiento llegue a la gente?, quizás alguien sueñe en elevar nuestros espíritus en vez de alienarlos. El sueño de la alienación global está a punto de cumplirse, está en Amazon, en E-bay, en Ali Babá en el Barsa, en el Chelsea, en los Lakers, en los Red Skins, en Disney, en McDonalds, en Louis Vouitton, en Ferrari, en Facebook, en Guasap .

No sé si alguien está soñando con una vida sencilla, pero es muy cara. Vivir sencillamente es muy caro, tienes que haber soñado con dinero para poder decir aquello de que la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no teme airada.

Parece que los sueños que alcanzo a ver,  van por otros caminos. Son sueños de los señores de la guerra, de aquellos que quieren que todos seamos demócratas o teócratas, que lo mismo me da, que no seamos lo que queremos ser, que seamos lo que quieren que seamos, y mientras más mejor. El tamaño importa, el market share es la clave, los cliks te dan el dinero y el poder. ¿Es ese el sueño de la humanidad hoy?

Claro que quizás a estas alturas de la película, ya no somos libres para ser lo que queremos ser, quizás ya seamos lo que otros quieren que seamos. Quizás ya seamos el sueño imposible de otros.

No quiero ser pesimista, pero este siglo XXI, que empieza un once de setiembre, ha conseguido que el aislamiento del individuo sea cada vez mayor. Está aislando a las generaciones más jóvenes detrás de las pantallas de una comunicación castrada, que se lleva cada vez peor con el contacto humano.

¿Y dónde quedan los sueños?, ¿Dónde quedan los sueños que recuperen al ser humano del consumo, de la hamburguesa barata, del sexo por ordenador, del Ferrari rojo, o amarillo que tanto da?.

El único gran sueño que ha traído este siglo malhadado hasta ahora, que yo haya podido reconocer, está en las mentes de las gentes que quieren escapar de las guerras, de las hambrunas, de las tierras sin futuro y que han perdido hasta sus tradiciones. Y se lo machacamos en Gibraltar, en Mesina, en Copenhagen…..en Texas.

Pero si escapan y llegan, poco tardarán en ser, como nosotros, la vieja Europa, la vieja América, escondidos tras un móvil, sin soñar más que en ser trending topic, los quince minutos de fama de Andy Warhol.

Buenas noches y buena suerte

Los trabajos de Persiles y Sigismunda

Cervantes

A cualquier desnucasapos, como yo que beba en las fuentes de la Wilkipedia, y que además vea los telediarios de la uno, se le caería el sombrajo ayer al ver la preciosa placa que le dedicaron en el convento de las Trinitarias, al batiburrillo de huesos que se le atribuyen a Don Miguel de Cervantes y Saavedra.

Los trabajos, novela casi póstuma de Don Miguel, era considerada por su autor la mejor de sus obras, y claro nuestros egregios académicos, nuestras autoridades salientes…(corre, corre que esto nos lo inaugura la Carmena) mandos de los regimientos en los que sirvió el divino manco, y las venerables sores del convento trinitario, quedaron literalmente con el culo al aire con eso de las prisas que como deberían saber, son muy malas, y las carga el diablo.

Una vez la cosa en la tele, empezó el bonito show del no he sido yo, ha sido el otro, pero yo, creo tenerlo claro. La placa la firma la Real Academia, así que no fastidien señores académicos, somos responsables de lo que firmamos.

Claro, dicen que ellos pusieron Sigismunda, como cumple, y a saber qué hizo el Ayuntamiento, que al parecer fue, no solo quién contrató la placa, si no quien la pagó. Así que no fastidie señor ayuntamiento, por lo que veo, no controlan lo que hacen ustedes con mi dinero, y la consecuencia es que como ciudadano me siento molesto por tener unos servicios municipales ineptos, ineducados, ineficientes, que han dejado mal parada la imagen de Madrid.

La sores, que estuvieron de lo más diligentes en acarrear los tres miniataudes, reenterrarlos, y cantarles unos gori-goris, no tuvieron tiempo de leer. Quizás se lo llevaron a la hora sexta, y ya se sabe lo poco que se controla a esas horas. Pero permitieron que la pifia se colgara de sus muros. Si Santa Teresa lo hubiera visto, les montaba un Cristo que se iban a enterar. Pero la Santa está de centenario, y ni en espíritu, que los centenarios dan un curro de la leche, además hay que firmar libritos en la feria. Así que no fastidien hermanitas, la pared es suya.

Los coroneles de los regimientos, que mandaron banderas y cucos muy estiraditos, ni se enteraron, quizás no controlaron con la precisión requerida qué es lo que iban a proteger.

Hombre por Dios, pero si es el rollo del Cervantes ese, y con monjitas.

No hay peligro, quizás un poco de atención a los políticos, que ya se sabe como son. Además ahora que caigo, solo es para rendir honores. No habrá que leer nada ¿verdad?.

No fastidien señores coroneles, el trabajo que debían haber hecho incluía leer….si mi pluma valiera tu pistola.

La señora alcaldesa, antes de dejar la plaza Cibeles, nos ha querido demostrar quién era, y lo ha dejado muy claro.

En primer lugar una inepta. No ha sabido, por incompetente, sacar adelante el plan Chamartín, ha chapuceado a última hora, para conseguir llevar al último pleno el plan. Además con la rabieta se ha llevado por delante a funcionarios honestos que han hecho su trabajo. Toda una señora. (Por cierto me alegro un montón de que el plan no saliera)

En segundo lugar, rencorosa. Nuestra ex, consigue deshauciar a los del proyecto Maravillas. ¡A mí se me iba a quedar eso en el tintero!. ¡Con la mala imagen que dan estos proyectos que no dejan comisiones!.

Y ahora el ridículo más espantoso con la demostración del más profundo desconocimiento de la obra de nuestro mejor escritor. Claro la señora esta,  que no ha leído ni el Quijote, eso del Persiles, le sonaba a ópera de Wagner, por lo menos.

Es el problema de tener gente en cargos electos que han llegado sin ser elegidos. Esta señora jamás hubiera sido alcaldesa de Madrid si se hubiera presentado como cabeza de lista, y ha conseguido que haya caído en tal desprestigio la institución que ha habido que echarla a patadas, (lo hizo su partido), y los ciudadanos al partido al que pertenece.

Tengo que reconocer que esta gente ha salido del poder de la forma más ruín posible, al menos aquí y en Valencia, donde esa señora a mitad de camino de fallera vieja y vendedora de nabos en el mercat de Benifutut, ha dimitido con tal de no pasar el bastón de mando a su sucesor.

Así que al final de la historia, lo que tenemos es:

Nos hemos gastado cerca de medio millón de euros para buscar los huesos de Cervantes.

Hemos encontrado huesos de no sabemos quién, pero diremos que son de Don Miguel, que la cosa nos ha costado una pasta, hacemos una chapuza monumental en horario estelar de la tele, y además no les da ni un voto a esta panda.

De todo esto hay solo una cosa y media que se salva. La primera es la actitud de los soldaditos, tan tiesecitos sosteniendo los estandartes de los regimientos. Muy bien, muy en soldadito español, soldadito valiente. Además no podían leer la placa, estaban de espaldas.

Y el medio, las monjitas. La entrada al templo seguía siendo libre, así que bien por ellas.

Espero que no sea un despiste monjil, y le pongan precio a la cosa. Yo voy a ir echando leches a ver lo de ”Segismunda” “Sisebruta” antes de que le pasen Tippex.

Buenas noches y buena suerte

La doble hélice, o la trascendencia de la vida

La segunda pregunta de mis amigos, es ¿para qué estamos aquí?, y ligado a ello, claro, si creo en la trascendencia del ser humano.

Antropocéntricos ellos, no les importa la inmortalidad del alma del cangrejo, asumen la superioridad del ser humano sobre toda la Creación, bueno, o de la Evolución, o de la yoqueseción.

Para eso sí que tenía una respuesta más clara, porque tengo una prueba tangible, los seres vivos estamos aquí….para transmitir el ADN a la siguiente generación.

Y a partir de ahí, podemos hablar de trascendencia, inmortalidad, razón de ser, de lo que haga falta, pero sin olvidar, por favor el alma del cangrejo.

Por partes, y a lo más pequeño, los virus, por ejemplo. Con qué ahinco y dedicación se afanan en lanzar a células despistadas su carga de material genético, para que más virus sigan con el proceso, quizás sea el mismo virus.

De vez en cuando por una célula que no se porta bien, por un antiviral, una radiacioncita inesperada, ¡plin! H..N..y mutación al canto. Especialización diferente para que sea mucho más eficiente la transmisión de su ADN.

Quizás no sea muy inteligente el pobre virus (para los estándares humanos, claro), pero realiza su cometido desde tiempos inmemoriales con precisión exquisita. Y por cierto, posiblemente sea inmortal, ya que es la misma cadena de ácidos nucleicos la que sale de la célula invadida, una vez ésta revienta.

Por cierto desarrollan sistemas eficientes, para conseguir más células que utilizar para su fin primordial, transmitir su ADN. Si a eso no se le puede llamar razón de ser, y trascendencia….me lo digan sus gracias.

Luego las bacterias, que son pelín más complejas básicamente hacen lo mismo que los virus. Se aseguran que su ADN trascienda, pero en general utilizan sistemas diferentes, las puñeteras van en grupo, le va fatal estar solas, crean sociedades de millones de individuos, colonias las llamamos.

Actúan en conjunto, crean modificando un ecosistema que les sea favorable para su fin de transmitir el ADN. Vamos, lo que hacemos los seres humanos con la tierra lo hacen ellas con el organismo en el que deciden montar su colonia. Además las muy puñeteras pueden comunicarse entre ellas, utilizando impulsos químicos. El principio de inmortalidad y trascendencia vírico puede aplicarse también a las bacterias, en las colonias son todos clones… y las hay que así llevan milenios, por no hablar de las que deciden que como Mafalda dice que este mundo es una mierda, se enquistan, y hasta que escampe.

Además aprenden a defenderse de los ataques de los venenos que les echamos los humanos, y se hacen multirresistentes a los antibióticos, transmitiendo a los nuevos clones mutados la nueva habilidad. Son la leshe. Trascienden, son inmortales, viven en colonias, se comunican entre ellas modifican su ecosistema, y si no les gusta lo que ven…..a dooormirrr.

Digamos entonces, que aunque vayamos entrando en estructuras vitales más complejas, siempre ha una cadena de ácido nucléico que transmitir, a partir de los virus, las células procariotas y eucariotas, forman grupos para facilitar la tarea de la transmisión….y así hasta los sequoias, y sus bosques, los ñus y sus manadas, o los seres humanos y sus ciudades.

Así que veo, al menos a nivel de la vida terráquea, que hay transcendencia como seres vivos, que hay razón para la existencia de la vida…..¿pero qué es eso del material genético? ¿Lo explica todo?. Por lo menos parece que todos los seres vivos nos tomamos muy en serio su transmisión, desde los seres humanos hasta los paramecios, pasando por la bronca de los felinos matando cachorros de otros machos, o los primates haciendo más o menos lo mismo. Todo sea por esa transmisión que nos lleva locos.

Tanto es así, que nuestro comportamiento puede dejar de ser controlable en esa tesitura, hembras y machos. Nada hay que nos afecte más, y con más intensidad, especialmente durante la edad en que la reproducción es idónea desde el punto de vista biológico.

Así que ya tenemos una de las razones del por qué estamos aquí, y hay más, seguro, pero nos pondríamos antropocéntricos y eso a nivel multiuniversal, no tiene sentido ahora.

La segunda parte de la parte contratante, es lo de nuestra trascendencia. Ya lo hemos dicho, que el niño es clavaíto al vecino del tercero, así que el vecino trasciende en el niño. Eso lo pillo.

La siguiente parte, también es fácil de entender, especialmente si no se demuestra que Newton estaba fumado cuando dijo aquello de que la energía, no se destruye, se transforma.

Así que la energía de un ser vivo, se transforma, no sé de qué forma, pero no desaparece. A partir de ahí se puede especular de la forma que se quiera. Yo prefiero no hacerlo, que hay personas infinitamente más preparadas para estas cosas.

Es bonito pensar que en el momento de dejar nuestra envoltura física, pasamos a ser parte de la energía universal, y estamos en todas partes.

Hay otra forma de trascendencia, la de la fama, la del recuerdo, que es quizás la que más me gusta, y que es real, que creo en ella, porque estoy harto de verla. Y si no que por ejemplo les pregunten a las Trinitarias la pasta que van a sacar a cuenta de la trascendencia de Don Miguel de Cervantes.

Dentro del mundo de las hipótesis, me encanta la teoría de la reencarnación, la verdad es que es preciosa, aunque un poco exagerada. De alguna forma los padres ya se han reencarnado en su hijo…¿o no?. Y todos vivos.

Por último, si en estos temas, hay algo que realmente me molesta, es creer que la mayoría de las religiones, utilizan de forma interesada la trascendencia del ser humano, para condicionar la vida de sus feligreses en función de los intereses de sus chamanes…Ya sabes, las penas eternas del infierno, o las no sé cuántas vírgenes si mueres en guerra santa.

Buenas noches y buena suerte

In God we trust..other pay cash. (Confío en Dios, los demás pagan al contado)

Por segunda vez en una semana, me han hecho dos preguntas en dos idiomas diferentes.

En ambos casos, me temo que la respuesta no satisfizo a quienes la formularon, y seguramente si me la hacen otras cien personas, el resultado hubiera sido el mismo, y en cada caso por diferentes razones, todas inherentes a las creencias de cada uno.

La primera en la frente….¿Crees en Dios?……

Bueno, ahí empiezas a defenderte, a preguntar a tu vez, lo que el otro entiende por Dios, vaya, que me lo definas, no no, no hablamos de ninguna Iglesia en particular, ni de esos que tienen nombre, o son innombrables, o tienen cien.

No valen los lares, los hechos a medida, los reyes-dioses, ni siquiera los endiosados, la primera pregunta casi me lleva a Santo Tomás de Aquino.

Porque, claro, se trataba de saber cuál era mi concepto, si había alguno, de un Creador o al menos de un, digamos Gerente Universal.

Para mí es realmente difícil discernir, a la vista de mis conocimientos como diantres está organizado todo esto, ya que mi relación con esa cosa que se llama Fe, es muy mala.

Me han insistido de forma machacona, que esa mala relación con la Fe, me lleva a vivir en un estado de duda constante, que no es malo en general, aunque en ciertos ámbitos religiosos se considera poco recomendable.

Pero vayamos a la información que manejo, más o menos la estándar, y empecemos por el big bang, la gran explosión. Pero claro, en mi ignorancia, eso de los 13.500 millones de años, me parece poco tiempo, por ser entre otras cosas una magnitud finita.

Y este Big Bang, ¿es el primero?. Posiblemente haya habido infinitos, y estemos delante de una pulsación.

O quizás haya infinitos big bang en paralelo, explosionando e implosionando a la vez. Ni idea.

 

Puede que haya infinitos universos, con infinitas fuentes de energía, transformándose una y otra vez. No lo sé.

Y cuando alguien me habla del primer pulso, ni siquiera estoy seguro de que pueda haber existido. No sé si el tiempo tiene un principio y un posible final, y la palabra siempre la interpreto muy mal, así que ni siquiera soy capaz de estar seguro de la existencia de un Principio de las cosas, en el sentido cósmico. En lo cotidiano manejo el concepto sujeto al convencionalismo semántico, lo que me lleva a principios y finales relativos, lejos de los conceptos absolutos.

Siempre he dicho que la falta de pruebas para demostrar una teoría, o una propuesta, conlleva el desarrollo de suposiciones para llenar ese espacio, o la utilización de la Fe para ese fin.

Así que puedo ser a la vez creacionista, evolucionista, yoquesecionista o las tres cosas a la vez, lo que me lleva a una contradicción, ya que no soy nada que acabe en ista.

También sé que la inquietud de saber cómo funciona esto, es una fiel compañera mía de muchas décadas, pero por el momento estoy “in albis”, y lo que es peor desconfío en llegar a enterarme en el corto plazo.

Obviamente no puedo tampoco pensar en soluciones en las que la magia, el jamalají, jamalajá hagan aparecer o desaparecer, extender, contraer, o modificar la estructura de ¿nuestro? Universo.

Lo tengo crudo, porque sin aplicar la Fe, esto no tiene arreglo, y claro, la Fe me ofrece múltiples soluciones, una por cada iluminado en busca de seguidores. Y eso es lo malo, que como soy curiosón, no sé si quedarme con Manitú, con los monoteístas del Próximo Oriente, con los Isis, Orus, Osiris, con la cosmogonía india, que es muy chula, con sus Shivas, Visnuses.

Puestos a sentirme atraído, los dioses cachondos greco-romanos, en su versión Publio Ovidio, tienen su gracia, y no quiero descartar a una panda de Valquirias adiposas esperándome, aunque la estética no esté muy de moda, por no hablar de Sigfridos o Parsifales, esperando a las damas que pasen al otro lado, que unos macizorros seguro les alegra la vida eterna.

Todos te sugieren que te creas un Padre de los dioses, un Creador, un Gerente, pero eso ¡Te lo creas coño!, y a mí en ese tono se me hace muy difícil pasar por el aro.

La solución, de estas cosmogonías, es obvia, y común. Como no tengo ni idea, me invento una historieta, una parábola, una similitud, algo que pueda ser aceptado de la forma más universal posible, la vendo, y a vivir de ese cuento el tiempo que se pueda.

Así no llegamos a ningún sitio, porque además, cuando se acepta el concepto de un Creador, o de un Gerente Universal, te quedan dos opciones. Lo aceptas, construyes tu esquema cosmogónico, y ya está, problema resuelto. (Puedes luego venderlo, o no, a otros, y montarte tu propia escuela)

La segunda opción es apuntarse a cualquiera de las ofertas disponibles, ya sabes, desde Manitú hasta Huitzilopochtli, pero en ese caso hay que tener cuidado, porque llevan anexados una cosa tremenda, el culto.

Y si no sigues el rito que te presentan los representantes de ese Manitú, (nunca ví un carnet correctamente expedido, o un contrato de representación entre el Manitú, y el chamán), así que nos autoproclamamos representantes. Con esas actuaciones la cosa acaba siempre mal para ti pobre buscador de soluciones metafísicas. O te cortan el pescuezo, o te aíslan del grupo, (somos gregarios, es por tanto una faena en toda regla).

Esos gritos de herejía, anatema, infiel que caros nos han salido en sangre de inocentes a través de la historia.

Y hasta aquí el Creador, vayamos ahora al Gerente.

A mí los ritos, los procedimientos a seguir, no me parecen mal, aunque si viviéramos en el mundo de Juanito el niño bien educado, no serían necesarios.

Con la excepción de algunos ritos de esos ¡que ya les vale!, en general, las morales adscritas a las creencias permiten sobrevivir a los fieles. Que si no tomes alcohol, que de vez en cuando pases de carnaza y te metas unas espinacas, lávate las manitas, haz el favor de no matar a no ser que yo te lo diga, que no te levantes a la vecina de enfrente que anda ya casada la muchacha, y tiene repercusiones en la marcha del grupo, no andes robando, que los monopolios en este área están ya muy definidos….y así cada uno con lo suyo, con su moral ligada a la creencia, a la sociedad en la que vives. Rreprodúcete, crea riqueza para los amos, y muere en paz, que te espera un aburrido -quizás no- paraíso, cielo Valhalla, Nirvana, lo que quieras.

Como a estas alturas ya has hecho montones de actos de Fe, me permito amenazarte con las penas eternas del infierno, con una reencarnación miserable, con tu destrucción definitiva, con cualquier barbaridad, que lo que realmente quiero, es que hagas lo que te digo, que ese es mi beneficio.

A todo esto nadie ha podido decir nada que sea real referido a los fundamentos de estas creencias, con lo que vuelvo al principio. Son técnicas gerenciales de manejo de grupos, con su entrenador personal incluído.

Podemos llamar a ese Gerente, como quieran vuesas mercedes, Gaia, Dios justiciero, juzgador de actos al final, mantenedor del orden universal (en ese caso quizás sería la física). ¿Qué si creo en esa figura? No lo sé. Es una solución demasiado humana para la pregunta que tengo encima de la mesa.

Y mi respuesta, yo, que me siento alejado de caer en tentaciones antropocentristas, es que no tengo ni idea, que para mí es una de esas preguntas a las que me siento incapaz de dar respuesta, y que me sentiría quizás muy confortable si supiera que existe ese Creador-Gerente, pero no hemos sido presentados. ¡Ah! y el hecho de que crea o no, no tiene transcendencia alguna, quizás excepto para mí mismo.

Por cierto, lo de los Anunakis, y  los de los visitantes de otros mundos, lo dejo para el negociado correspondiente, que en el mío no tienen sitio.

La segunda pregunta, fue ¿Crees en la transcendencia del ser humano?, o ¿Para qué estamos vivos?. La reflexión consecuente, en el próximo capítulo.

Buenas noches y buena suerte

La población crece constantemente. La inteligencia permanece constante*.

Estos días hemos tenido una demostración de esta tremenda situación, que como siga en esos términos la ecuación, este mundo va a ser para muchos, un sitio insoportable para vivir.

Quiero referirme, entre otras cosas, al caso del niño al que sus papás decidieron no vacunarle. Por cierto, están desolados, pero el niño, a punto de morir, cosa que de corazón deseo que no ocurra.

Hoy me entero, que se han analizado a otros niños del colegio, y resulta, que ocho de ellos eran portadores del C. diphtheriae, pero eran asintomáticos, porque estaban vacunados. Padres al parecer sensatos según mi criterio, y a saber, según aquellos que consideran no sé cuántas conspiraciones detrás del hecho de la vacunación, y cuántas farmacéuticas se lucran desmedidamente con la universalización de las vacunas.

Seguro que estas asociaciones, que son muy libres de pensar lo que quieran, creen además que dentro de la vacuna se añade un ajonjolí, secreto, claro, que no solo te hace pro-yanquie, o pro-suizo, sino que modifica tu ADN para que seas votante eterno del PP.

Por supuesto, que si no se consigue en el cien por cien de los casos, para eso están los chem-trails, los Anunakis, o el brazo incorrupto de Santa Teresa, que lo mismo da.

La siguiente cosa que han tenido que hacer las autoridades sanitarias de Olot, ha sido, a estos niños portadores, tratarles con antibióticos para eliminar un C. diphtheriae que llevaban encima….para que no se contagiasen los hijos de las familias que no habían vacunado a sus hijos, y les daban vinorro con miel cuando se resfriaban.

En fin, a los niños de padres que saben que las vacunas protegen de la muerte a sus hijos, les tendrán que poner un antibiótico específico para anaerobios, que tiene su toxicidad, claro, para no contagiar al 3% restante.

Además, no creo que haya sido muy fácil, aislar el microorganismo a estos niños, ya que encontrar hoy en día el medio de Loeffler, o el Difteria selective médium no es fácil ni barato, y si se han utilizado técnicas moleculares, la cosa para un despistaje sale por un pico, y sé de qué hablo, lo juro.

No he podido saber a cuantos niños han tenido que examinar, y cuál ha sido la factura, ni cómo ni a dónde se han llevado las muestras, pero se ha interferido seguro, en la rutina de algún laboratorio de microbiología clínica que debe atender a pacientes infecciosos, no fruto del capricho, o de la creencia de que las vacunas son perjudiciales para la salud.

Además, los niños portadores, han tenido que ser aislados en sus casas, ya que son un peligro potencial para el 3% no vacunado.

Estos habrán ido al cole solos, digo yo, y claro sacarán mejores notas a fin de curso. Admiro la clarividencia de esos padres que han conseguido una ventaja competitiva importante para sus hijos, consiguiendo además que llenaran a los vacunados por alienación de antibióticos.

Yo no califico a las personas, y a este grupo de gente mucho menos, que como diría mi amigo el microbiólogo gallego, amiguiños somos….y la vaquiña por lo que vale. Y a eso voy, se ha utilizado mi dinero, aparte de lo mencionado anteriormente, para solucionar este pifostio, así que me encantaría saber, qué factura se les va a enviar a las familias de ese 3%, que creen en Gaya, en la transmutación de las almas, y en la imposición de manos para la cura de cosas tan vulgares como las que una vacuna capitalista previene, o a los papás desolados.

Siempre he pensado, que la libertad es lo mejor a lo que puede aspirar el ser humano, y que no hay nada mejor que decidir lo que es bueno, según tu criterio, para el desarrollo de tu vida.

Claro que la perfección en cuanto a la vida en libertad, conlleva algunos pequeños sacrificios que hay que estar dispuestos a asumir, que no hay cenas gratis, “my friend”.

Así que la libertad absoluta, la de hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero, en primera instancia, acarrea o la soledad, o un pistolón para que los de tu alrededor, acepten tus paridas, o lo que es lo mismo, que sacrifiquen su libertad.

Es así, que ruego encarecidamente a aquellas personas que de corazón crean que las vacunas son perjudiciales, y que van contra sus creencias, que no interfieran, en la libertad de la mayoría (97%), y no mezclen sus retoños indefensos desde el punto de vista inmunológico, con aquellos que prefieren correr el riesgo de vacunarse, para evitar morir de niños.

Propongo la creación de cúpulas como esa de Stephen King, para que en ellas vivan felices, a salvo de vacunas, antibióticos, transfusiones de sangre, quimioterapias, chem-trails, y no sé cuántas cosas más.

Serían muy felices, seguro, sin respirar el humo de los coches, y podrían dar comienzo a un Homo sapiens “Mark II”, con sus gurús, sus chamanes, y sus túnicas blancas, y sobre todo sin mezclarse con el resto de los humanos y sus malditas conspiraciones.

Crear la cúpula al revés no parece razonable por razones prácticas, quedaría poco espacio libre para ellos, y además contaminado. (97% contra 3%).

La siguiente, opción es que por favor pasen por caja, pregunten el famoso, ¿por cuánto sale esta broma?, apoquinen, y tomen nota para la siguiente que se les ocurra, que no está la sanidad para estos gastos, que yo, humildemente considero caprichosos, ya que el problema se había resuelto varias décadas atrás.

En el mientrastanto, por favor, piensen en el atentado que su actitud ha significado contra la libertad del 97% de los niños restantes, por no hablar ya de los portadores sanos a los que literalmente han condenado a un indeseado arresto domiciliario.

Por último, siento que “la canallesca”, les haya negado la libertad de expresión que ustedes merecen, para apoyar con argumentos sus posiciones, que no hayan aparecido, ni en el cara libro ese, ni en el silbadito….a lo mejor esta noche el Buruaga les da cancha, me muero por oír sus argumentos.

Buenas noches y buena suerte

*Frase escuchada a D. Carlos Canales en su espacio radiofónico La escóbula de la Brújula

Bienvenido Mr. Chance

 

Peter Sellers llevó al cine una pequeña obra del escritor Jerzyn Kosisnky “Desde el jardín” que en el celuloide recibió el nombre de Bienvenido Mr. Chance.

Muchas veces me encuentro con el sentimiento de ser como Mr. Chance, especialmente cuando veo como se forman mis opiniones, y lo que es peor, como muchas veces son aceptadas, por personas, que al final beben de las mismas fuentes.

Si mal no recuerdo, Mr. Chance, era un modestísimo jardinero, medio bobo, o mejor dicho, con un cierto grado de autismo que cuando no trabajaba, no hacía otra cosa que ver la televisión.

Una vez muerto su amo, (empleador para ser políticamente correcto) pasó a ver únicamente la televisión, TODA la televisión, y si en algún momento alguien le preguntaba algo, lo que fuera, sobre o que fuera, respondía con una frase corta, sacada de la boca de algún político, dignatario,  comentarista,  documentalista, o lo que fuera.

Eso le hizo, primero con sus vecinos, y luego en un círculo más amplio de personas, crearse de forma indeseada, fama de fino analista, y profundo conocedor, no solo de la política sino de las finanzas y de cualquier cosa que pareciese, a aquel que le escuchaba, digna de su análisis.

Llegó a lo más alto, asesorar presidentes….. lo que quieras, no me acuerdo del final, y no pienso volver a leer el libro, ni a ver la película de nuevo, quiero quedarme, como siempre he procurado hacer, con la sensación que me dejó tanto la lectura del libro como el visionado de la película, y sacar aquellas lecciones que aplican únicamente a mi persona, y quizás sirva para otros.

Para mí Mr. Chance es la excusa del autor, para explicarnos el titereterismo (perdón por el neologismo), de aquellos que representan a los poderosos.

Estos representantes en los que incluyo, obviamente, a los grandes líderes mundiales, a los presidentes de las grandes corporaciones económicas, creo que son utilizados por aquellos que realmente ostentan el poder. Y lo peor de la historia es que no conocemos quienes son.

Eso sí, sabemos que cada vez son más mediocres, que cada vez que llegan al poder, se dan cuenta que sus intenciones, aquellas en las que se apoyaban como promesas previas a su nombramiento, se tornan imposibles de llevar a la práctica.

No creo que sea casualidad que Mr. Obama no haya podido cerrar Guantánamo, ni que nuestro Don Marianico, realmente haya querido liarla parda. Tampoco creo que los mandatarios, al menos los de las democracias Occidentales, hayan sido los responsables de guerras y ruinas que han asolado el Siglo XX.

No los creo tan brillantes, no creo siquiera que tengan la información necesaria para tomar ciertas decisiones, como mucho pueden considerar a Mr. Chance como asesor favorito.

Y nosotros los ciudadanos, no creo que seamos mucho más que Mr. Chance. Nos pasamos la vida comentando esa información que aparece en la caja tonta, en la radio, en el internes ese, sin tener jamás la más mínima opción de comprobar si realmente lo que se nos dice es lo que realmente está pasando, o ha pasado. Ni idea tenemos, y así vamos dando bandazos en función que seamos seguidores de unos u otros, si liberales o conservadores, si demócratas o republicanos, si de los Bulls o de los Knicks.

Consideraremos solo aquella información que navegue hinchando las velas de nuestras creencias, y serán nuestros oponentes aquellos que no vean con nuestros ojos. Si supiésemos que el Barsa y el Madrit tienen el mismo dueño…..o que los líderes del G-7 están reunidos para recibir instrucciones, o que las crisis, las burbujas, e incluso, con anterioridad, las guerras, siempre tienen el mismo perdedor, y obviamente el mismo ganador.

El pueblo llano, los Mr. Chances, que opinamos tanto y tanto sobre la carnaza podrida disponible, paga con su vida, o le meten la mano en los bolsillos.

Y hay poderes que no conozco, que siempre consiguen ser más poderosos después de esos acontecimientos….. Pon la tele a ver que dice el Telediario.

Recuerdo a un Mr. Chance enternecedor, que me parece acaba muriendo, pero eso no me importa mucho. Es como yo, como el pueblo llano, que muere sin más, de forma enternecedora las más de las veces, pidiendo que le den de baja como socio del Betis, y le hagan socio del Sevilla, para que se muera un socio del otro equipo.

Nos lo hemos creído, educarnos en la Fe, ha funcionado, y si alguno se sale del redil, ya se sabe, un heterodoxo, un de qué va ese, un Giordano Bruno, un agitador, ¡A la hoguera!.

Simplemente mirando las noticias de estos días, se me abren las carnes. ¿qué hay realmente tras la ofensiva de Rusia en Ucrania?. Es cosa de Putin, dice la información que yo manejo, pero es fe, seguro, y aunque leyera ruso, tampoco sabría lo que hay.

¿Por qué se desbloquea Cuba? ¿O por qué se bloqueó?…..A los Mr. Chance americanos creo que les ha importado un carajo durante los pasados cincuenta años, y los mismos Mr. Chance cubanos, lo que deseaban es que les dejaran vivir….¿Quién se ha beneficiado de todo esto?. Yo no lo sé, no lo sabré nunca, como no sabré realmente que pasó con Salomon Brothers, o con los bancos españoles o el Lloyds.

Nunca sabré porque a bancos tramposos solo se les ponen multas, y no los cierran. (Ved por favor en “La catedral del Mar” lo que significaba una banca rota).

No entiendo por qué, aunque como Mr. Chance, hable de ello, existen esas zonas opacas en Jersey, Suiza, Liechtenstein, Caiman, Bermudas, Mónacos….y se persigue a Wilkileaks, o al pollo que se chivó de lo de la NSA. La verdad la desconozco, pero basándome en lo que veo en la tele…puedo dar una opinión digna casi de ser tenida en cuenta por un gobernante. (Tan Mr. Chance como yo por cierto, y casi autista, como yo también).

En fin, tendré que poner la tele, a ver si el Barsa ha ganado la copa, y si suben las acciones del Madrit, o si tengo que comprar oro, o papelitos de esos que venden en la bolsa las empresas.

Veremos si me tomo una Hamburgesa del Rey, o un aceite marca España, no lo sé, las opiniones y los consejos que me dan hacen que la toma de decisiones sean muy complejas. ¿Es verdad que el aceite me limpia las cañerías?, ¿Es verdad que la hamburguesa la hacen con porquería y buenas cantidades de mercurio?. Si alguien lo sabe, que lo demuestre, si no, que diga que lo cree. Siempre podremos preguntar a Mr. Chance.

Buenas noches y buena suerte

 

NO HE SIDO YO….¡HA SIDO ESE!

 

Don Marianico está quejoso, ¿qué tendrá Don Marianico?, que ha perdido la risa, (nunca tuvo mucha, también es verdad), y ha perdido el color.

Parece el mismísimo Pepito Blatter, llorando por que los americanos le han levantado los faldones de la camilla. Don Marianico está triste.

Y para quitarse las penas, Don Marianico, dice que él no ha sido, como Pepito Blatter, él tampoco ha sido.

Y Don Marianico dice que sus males, que la podredumbre que tiene en su casa, no es nada, ¡qué él no ha sido!. Que lo de Valencia, pecata minuta, que lo de los tesoreros, minuta pecata, que esas cosas de la Cospedal, pone la mano en el fuego, que lo de Ana Mato, no dejaron que lo explicara, que el alquiler del González en Marbella….pues de su sueldo, ¿cómo sino?.

Que han sido otros, que ha sido el mensajero, ¡Hombre!,¿ se ha dado usted cuenta cómo lo dice la canallesca?. ¡Por Dios!, lo de las televisiones con la chichonera al Sr. Momentín, no se hace, ¿qué van a pensar mis votantes?. Yo no he sido, ha sido la prensa, han sido las teles, han sido las radios, han sido los tertulianos. ¡Yo no he sido!.

Sin todos estos se hubieran estado calladitos, no habría corrupción, fíjese usted, ¿y a mí quién me paga los platos rotos ahora?.

Uno luchando contra el paro como un loco, desde que eché a la calle a medio país, y ahora me van a subir las cifras con tanto pollo ppepero, autonómico y municipal sin votos. Porque, claro, se me van los electos, y a los que enchufaron, y a los de las empresas concesionarias que enviaban escopetas a cambio de concesiones. Vamos, que me revientan las estadísticas, y la Industria esa de las puertas giratorias, ¡Y no he sido yo!.

Querido Don Marianico, dese cuenta vuesa merced, que una época se ha terminado, y esa época es la suya, vamos, y la de ese grupo de dinosaurios que creyeron durante mucho tiempo que este cortijo era suyo.

Tengo que reconocer, que por amigos comunes, por un momento, creí que usted sería capaz de sacar esto adelante, y ha sido una decepción, una completa decepción. Usted, además ha llegado en el peor momento que podría llegar a España una persona de sus características.

Por el momento, y hasta ahora, más o menos, y por su orden, aceptó un cambio en la Constitución por la puerta de atrás, para satisfacer a Europa, a costa de sus conciudadanos.

La segunda, fue desarrollar una reforma laboral, que fue pergeñada a favor de la gran industria cuasi monopolística que tenemos en esta España nuestra.

Sacrificó usted, de nuevo, a sus conciudadanos cambiando las reglas del juego laboral a mitad de partido. Hizo que no se respetaran las condiciones que se habían pactado, contrato tras contrato. Consiguió que cayeran los sueldos, que se precarizaran los trabajos, que la gente perdiera sus casas. Ha conseguido usted con la inestimable ayuda de sus acólitos, que mucha gente llegara incluso a quitarse la vida, como consecuencia de sus acciones. Ya sé, no ha sido usted. Seguro. Han sido los mercados.

Y a caballo de tanta corrupción e incompetencia de su administración, nos ha subido usted los impuestos de manera tan vergonzosa, que cuando se marche usted, y tras dos bajadas de impuestos, pagaremos los de en medio, más que cuando usted llegó, y la gran empresa, mucho menos.

El país va a quedar miserablemente endeudado, como jamás lo estuvo, jamás, ¿qué quiere que le diga?.

Seguro que si usted no nos hubiera endeudado, para pagar la ineficacia y robo directo de las cajas, y de bancos y las decisiones de  banqueros cuando menos ineptos, y cuando más….ahí están las actuaciones judiciales, las cosas hubieran sido mucho peor. Lo malo es que no sé para quién. Me pregunto, que si hay dinero para los bancos, ¿porque no lo hay para quienes perdieron su casa gracias a los cambios legales que usted y su equipo impulsaron?. ¿Por qué no hay dinero para todos los que perdieron sus trabajos a mayor honra del Ibex 35?.

¿En qué se ha gastado usted los más  de cien mil millones anuales que ha pedido prestados?. Los ciudadanos no lo sabemos. ¡Perdón, claro!¡Han comunicado fatal!. Usted no ha sido. Ha sido ese…seguro.

Y usted, claro, se asombra, ya pensará los cambios que debe hacer, ya verá como reorganiza su cotarro, patético.

Pero siempre le quedará el Barrio de Salamanca, y en la memoria las palabras de Clinton a Bush cuando le levantó la presidencia….»La microeconomía imbécil, la microeconomía», porque las grandes cifras tienen detrás muy pocos votos.

Como a Don Pepito Blatter, que siempre le quedará España, pero que él tampoco ha sido, que han sido los sudacas, que han sido los yo queseses. Y eso que encima nos robó el mundial de Corea, como poco, ¿o lo compensó en Sudáfrica?.

El no ha sido, que ha sido el FBI, que son muy malotes, y le tienen tirria a un sacrosanto deporte que ellos no entienden, que lo han manipulado todo.

Como colofón solo decir, que si un Don Marianico,o un Don Pepito, no son parte de este tinglado de porquería, de corrupción de compra y venta de lo más bajo….son dos incompetentes de los de triplete, de los de Campeonato del Mundo, de los de mayoría absoluta.

Y si nos ponemos conspiranoicos, diremos que alguien muy interesado en que las cosas sean como son, y con mucho poderes quien pone ineptos al frente de las grandes organizaciones mundiales.

Buenas noches y buena suerte

 

ZUM EWIGEN FRIEDEN (PARA LA PAZ PERPETUA)

 

Todos lo que habéis leído de corrido en las colecciones del Círculo de Lectores, o en el Reader’s Digest el original de esta obra, no habréis podido evitar relacionarlo con unos acontecimientos que han ocurrido estos días.

Emmanuel Kant, que es al pensamiento lo que Wagner es a la música, en términos de su comprensión, escribe este tratado en el contexto del final de la guerra de los treinta años, teniendo en cuenta, entre otras cosas, algunos escritos de J.J. Rousseau, con título parecido, o alguna consideración dentro del Emilio, donde cita los comentarios del Abad de St. Pierre que buscan la paz perpetua, en una Europa unida.

Y lo que tiene superar las dificultades del alemán de finales del XVIII, que una vez hecho, te das cuenta que el bueno de Don Emmanuel, decía cosas con mucho sentido, como cuando dejas de defenderte de Wagner, y te dejas invadir por el coro de peregrinos del Tanhäuser, o la obertura del Gotdammerung.

Las propuestas básicas del documento, son,  que para eliminar la guerra, deben, en primer lugar, crearse una confederación de estados.

Los dos ejemplos más claros de que esto funciona, son realmente uno y medio. Veamos:

Estados Unidos, una vez acabada la guerra de sucesión, consiguió formar una república federada, y a partir de ahí, se acabaron las guerras civiles.

Ciertamente se les desarrolló un sentimiento imperialista, que aún les dura, y les ha hecho intervenir en guerras por todo el mundo, pero en casa, ni una más, y la casa es grande.

Mantienen los americanos, que su sistema político, debería extenderse por todo el mundo, es decir, una república democrática, en la que el pueblo sea quien detente el poder.

Ya sé que tiene muchos matices, y que las cosas se manipulan, pero es mejor que un régimen militar, por ejemplo.

El medio, es el intento dificultoso, que desde el final de las guerras europeas a mitad del siglo pasado, está intentando el Viejo Continente.

Las tímidas asociaciones para el comercio del carbón y el acero, (la CECA) el posterior desarrollo de un núcleo de seis países que forman un club de demócratas, y la posterior ampliación a lo que hoy es.

Muchos países asociados, pero aún con una falta clara de dirección común, y de gobierno, de intereses comerciales y militares.

Un poco antes ya se había intentado, con poco éxito aún, la creación de foros, en los que se permitía la adhesión de prácticamente cualquier país, la Sociedad de Naciones, y posteriormente la Organización de Naciones Unidas.

Ni más ni menos, lo que está proponiendo Kant, y sí, el tiro está bien pegado, en general, aunque aún falta mucho para el sueño kantiano.

La siguiente cosa que propone Don Emmanuel, es que los estados deben estar organizados en Repúblicas, y que sea el pueblo quien realmente ostente el poder.

Cierto, esto reduce claramente el riesgo de guerra, ya que a los ciudadanos, el enviar a sus hijos a la guerra, no es realmente lo que más le apetece, así que la inexistencia de una cabeza única y plenipotenciaria, forzaría a los gobernantes a tener en cuenta el sentir de los ciudadanos, antes de enviar ejércitos por un quítame allá esas pajas. Quiero recordar en este punto, que aunque no se haya conseguido demasiado, ha habido sonoras broncas, y algún cambio de gobernantes, precisamente por la negativa de al menos parte de la población de algunos países, de aceptar el envío de tropas a conflictos que les son aparentemente ajenos. (Movimientos en USA para frenar la guerra de Vietnam, o las duras críticas a las intervenciones en Irak, por ejemplo).

También dice Kant, que la creación de estados federados con gobierno común, debe impedir las invasiones armadas, ya no son necesarias. La realidad es que desde la segunda mitad del siglo XX, las guerras en las que han intervenido los estados en los que de alguna forma el pueblo controlaba el poder, no han sido para ampliar fronteras o invadir territorios. Con la excepción de Rusia, que considero un caso especial, lo que se ha hecho ha sido, o intentos de derrocar regímenes totalitarios, o guerras comerciales, aunque hayan sido cruentas.

Otro de los puntos de Kant, es la reducción, o eliminación de los ejércitos, y la limitación de su poder. Eso se ha conseguido, a medias. Los estados democráticos eliminaron las levas, durante el pasado siglo, convirtiendo los ejércitos en organizaciones profesionales, con el fin teórico, de defender o la territorialidad, o el sistema político basado en el poder popular.

Personalmente, prefiero escuchar, que cada vez que miembros de mis fuerzas armadas abandonan el país, es para ayudar en desastres, o bien en el peor de los casos como fuerzas de intervención coaligadas para evitar mayores males en conflictos ajenos. No se nos ocurre invadir Marruecos, vaya.

Entendamos dos cosas, la primera el momento histórico en el que Kant realiza estas reflexiones y que Alemania no había salido bien parada de la última guerra, y no se comía un colín en el mundo colonial que llevaba casi tres siglos de desarrollo.

Los acontecimientos que me han hecho hoy volver a esto, han sido básicamente tres.

El primero la discusión del tratado TTIP, para crear un bloque que puede representar casi el 50% del comercio mundial, con lo que se evitarían guerras comerciales entre dos de los tres grandes bloques comerciales del mundo. Cierto es que hay que pulir muchas cosas, y que hay tremendos riesgos, por el poder de las multinacionales. Pero es una forma de evitar las agresiones a gran escala.

La segunda, una propuesta realmente agresiva de España a la Comunidad Económica Europea, tendente a la creación de un poder económico europeo único, es decir, la creación de la reserva federal europea, con una autoridad única para todos los socios.

La creación de un sistema impositivo único para toda Europa, o al menos para le Europa que comparte moneda, es decir, reglas de juego iguales para todos los miembros del club.

La existencia de una política exterior común, o de un ejército único, serían el culmen del sueño de gente como Adenauer, Schumann, Khol, Delors…

Sería magnífico, añadir códigos penales comunes, y elecciones a un ejecutivo europeo por sufragio universal, en plan de un hombre un voto, y así iniciar un camino, no solo de paz eterna sino de un camino de prosperidad común.

La tercera y última cosa me trae a la memoria a nuestro gran Lope de Vega, y su obra el Perro del Hortelano.

El anacronismo, de una reina con su manto de armiño, su corona de no sé cuantos kilos de oro, y cuantos quilates de piedras preciosas, anunciando Urbi et Orbe las maravillas del programa político que para la Gran Bretaña acaba de presentar para su aprobación Mr. Cameron.

Antes de 2018, deberán los gobernantes preguntar al pueblo británico, si quieren o no ser miembros de Europa. Además estos pollos que conducen por la izquierda, (muy dueños) que se creen los aliados de los Estados Unidos, (no dejan de ser los caballos de Troya de los yanquies en la CEE), y que tienen como base de su comercio, al conglomerado de sus antiguas colonias. Sueñan con exigir para su permanencia una serie de condiciones para que sus cuentas les salgan.

Quizás deberían considerar que casi el 50% del dinero negociado en la City, es en Euros, y su Sterling pound, tarde o temprano deberá dejar paso al euro, o al dólar, si quieren seguir siendo un elemento en el contexto del comercio mundial.

De esta forma, ni colaboran con la construcción del espacio común europeo, ya que lo único que buscan es el a ver que pillo para participar en un mercado tan jugoso, sin dar nada o casi nada a cambio, ni posiblemente a medio largo plazo, consigan ser, si se aíslan, algo más que un país de segunda, o tercera, sin demasiada influencia en el tablero de poder del Mundo.

Estas cosas llevan su tiempo, y yo no veré cual es el final de esta película, quizás les toque en su madurez a mis nietos, y quisiera que la paz eterna sea su ecosistema.

Evidentemente, solo he cogido algunos puntos del ensayo jurídico/político de Kant para el desarrollo de esta idea, y os recomiendo releerlo aunque sea en una buena traducción al castellano.

También quiero mencionar al Profesor Tamames, quien me ha dado la idea de dar mi punto de vista sobre todo esto a través de sus comentarios a la hora del afeitado en una radio española.

Buenas noches y buena suerte.

Futbol de sangre

Nunca he negado que me gusta el fútbol, he llegado a pasármelo muy bien viendo partidos, eso si en la tele, que a un campo ni me acuerdo en qué década fui por última vez.

Hoy he desayunado con la detención de unos directivos de la famosa FIFA, en un hotel de Zürich, a iniciativa de la justicia de los Estados Unidos.

Los detenidos son dirigentes de Centro y Sud América, y parece que han pillado en algo más de veinte años, la nada despreciable cifra de cien millones de billetes verdes, de esos de “In God we trust”, que no deja de ser una pasta.

No está mal, los han pillado por los esfuerzos de FBI, y obviamente porque habían realizado el hecho delictivo en territorio americano y utilizando el sistema bancario de aquel país para el blanqueo de ese dinero.

Releyendo la cosa, veo que estos son como poco unos pardillos, y además unos prepotentes de los que hacen época. Vereis, uno de ellos es el delegado FIFA de las islas Caiman….¿para qué querrá este tipo a los bancos yanquies? Secretos de la vida.

La siguiente, es que ni se han enterado que había una investigación, porque si no, no sales de tu isla, de tu país, y problema resuelto. Estos no te pillan como no manden a los Seals interceptarte, cuando vayas a comprar la baguette de todos los días.

La siguiente, es que ha aparecido un pollo hablando inglés con un acento suizo impropio de un portavoz, a decir que el Presi, el Sr. Blatter, está limpio, con prueba del algodón incluida, (exculpatio non petita…), y que por supuesto, los próximos campeonatos del mundo de Rusia y Qatar, no se iban a cambiar de sede, ni por asomo.

Total nada. Me disculparán el Sr. Blatter, el Sr. Platini, el Sr. Villar, y otros que pululan por las alturas de la organización de este deporte, si pienso mal de ellos, porque seguro que no han hecho nunca nada de nada, oiga, y meter la mano en la caja, mucho menos. Al menos lo que es seguro, es que no han usado Bancos Americanos, ni el sacrosanto suelo yanquie, para siquiera negociar una pequeña comisión por televisar un partido. Seguro.

Y vamos a las sedes de los próximos mundiales. Rusia, actualmente está en guerra para anexionarse territorios del Este de Ucrania, como en su momento ya hizo con Crimea. El Sr. Putin, está en campaña, para recuperar la gran Rusia del Padrecito Zar, que cuidaba de todos sus mujiks.

¿Qué pasará si se clasifica Ucrania, y tiene que ir a Moscú?. Detiene a la expedición y los mandan a plantar nabos a Irkutsk, y a saludar a Miguel Strogoff?.

¿Admitiríamos una final USA contra Ucrania?. Seguro que sí, que poderoso caballero es don dinero,y aunque gane Alemania no detendrán a Angela, sino una vez haya dado la copa a los suyos, que pa eso son mu miraos. Así que la FIFA, como acaba de hacer con las últimas Olimpiadas de Invierno, el comité Olímpico, mira para otro lado, y a otra cosa.

Los griegos al menos decían que durante las Olimpiadas, procurasen no partirse ni la jeta ni las piernas. Que era cuestión de dos semanas el estarse quieto, y se lo pasaban pipa, o eso quiero creer.

Los partidos pues del campeonato en la madre Rusia, se harán indudablemente sobre la sangre que muy posiblemente se esté produciendo en el frente en ese momento. Yo me aguantaré, y no veré ni un partido.

¿Habéis estado en Qatar, o en algunos de los países del Golfo Pérsico?. Yo sí, de paso, cierto es, pero suficiente para entender lo que hay en términos de calor. No creo que sea difícil, muchos días del año, sobrepasar los 50ºC. Qatar es un desierto, y Doha es un puñado de rascacielos y coches deportivos para ir a gastarse la pasta a los centros comerciales. Lo que hay, es dinero, solo dinero.

De forma, que convencen a la comunidad futbolística mundial, acerca de la conveniencia de jugar en tal lugar partidos de fútbol en verano, que es cuando se celebra el campeonato del mundo.

Me gustará ver a los suecos, a los alemanes y a los rusos correr a cincuenta grados, para meter un golito a mayor gloria de su tierra.

Es evidente que se ha tomado esta decisión, solo por el bien del deporte, del negocio incluso, y del espectáculo que se ofrecerá al mundo, sin que haya habido ninguna acción reprochable ni de las autoridades qataríes, ni de los directivos de la FIFA, ni de los delegados que votan esa elección, como tampoco los ha habido en la decisión de la designación de Rusia, ¿verdad señor Villar?.

La vida no es fácil, y claro, en el desierto, no crecen estadios de fútbol, ni las infraestructuras necesarias para que un evento de estas características se desarrolle en una tierra con una tradición en este deporte, que quizás tenga más de dos semanas, y bueno, mejorará la cosa con la llegada del Xavi, que es muy majo, y al que padre le ha medio arruinado en los negocios inmobiliarios que llevó acabo en Terrassa. Hay que vivir.

Claro, eso es lo que en su momento pensaron los nepalíes, cuando vieron, que podían contribuir al evento qatarí, con su esfuerzo, y con su sangre, claro.

Un profesor de inglés en una escuela en Nepal, puede ganar unos 30$ al mes, con lo que evidentemente no puede sacar a su familia adelante de ninguna forma.

Les prometieron el oro y el moro, salarios de hasta 600/700 $, y empezaron a emigrar para la construcción de las instalaciones para el espectáculo del mundial.

El resultado es que se han encontrado con que deben devolver los 1200$ del billete de avión, que de 600/700$ nada de nada, la mitad y gracias, que hay que vivir en uno de los países más caros del mundo, y hay que mandar dinero a casa.

Los qataríes tienen prohibidos los sindicatos, o cualquier cosa que se le parezca, los patronos, se quedan con los pasaportes de los obreros, que además, sin permiso de su empleador, no pueden ni cambiar de trabajo, ni dejar el país.

La consecuencia, es que los nepalíes son los esclavos de los qataríes, y por extensión del Sr. Blatter, de sus directivos que permiten la situación, y que nadie lo olvide, de todos y cada uno de los gobiernos que envíen a sus selecciones que representan a sus países. No pueden lavarse las manos en instituciones nacionales e internacionales que tan caras nos salen.

Como esclavos que son, claro, su vida no vale nada, hay muchos y por lo menos, cada día vuelven a casa dos nepalíes en su confortable ataúd.

Jornadas de 10/12 horas, con temperaturas de 50ºC, en la construcción han producido ya más de 700 muertos, y se estima, que al final de las obras, cuando empiece el campeonato, en 2022, habrán muerto más de 4000 personas.

Confío, ahora que llegan al poder, al menos en España, nuevas personas, que se jactan de una moral acrisolada, surjan voces para que España se retire de estos campeonatos que están construidos sobre sangre humana.

Buenas noches y buena suerte

Mitos, reliquias, misterios….FE

 

Venía yo escuchando una de esas grabaciones que te arrecoges del internes ese, donde un par de muchachos, andaban comentando la historia de Rennes- le-Chateau, y del curita sinvergonzón que se llevó la pasta (aparentemente) cruda, como si fuera uno de esos pollos, que tras unas elecciones, les dejamos gobernar nuestras instituciones.

El bueno de Béranguer Saunière, por lo visto encontró un tesoro, ora en la cripta, ora en torno al altar… que podría representar un par de milloncitos de los de hoy. Con lo que se dió al parecer una vidorra como cumple, desapareciendo, obviamente, y dejando desconsolados a sus feligreses.

Además, el Mosén llegó a Rennes, castigado por el señor obispo, ya que al parecer su comportamiento no era digno. Bueno, hay que vivir, y cada uno hace lo que puede, y el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Alrededor de esta iglesia, se ha montado un circo que lleva sus buenos cien años dando que hablar, y más que lo hará, dado que los gabachos*, y estos que viven cerca de los Pirineos, saben vender cualquier cosa, y hacerlo bien.

Con tal de llamar la atención nos han dicho, y convencido a muchos, que si el eslabón perdido de la dinastía merovingia anda por allí, que si hay un tesoro oculto, que si María Magdalena, decidió andar por allí con el hijo de Jesús en su regazo, que si hay documentos ocultos, que si un diablo llamado Asmodeo soporta humillado la pila bautismal, (La factura del escultor, no le llama Asmodeo, eso parece que vino mucho después).

Inscripciones con el famoso “terribilis est locus iste”, que lo fácil es traducirlo como suena, o sea este lugar es terrible peeeroooo los que estudiamos latín creemos que mucho mejor es traducir como “este lugar es impresionante”, con lo que baja la tensión un pelo.

Que si hay signos masónicos por todas partes….ya, con una efigie de Leon XIII en la puerta, vamos anda. (Consulten sus gracias la carta encíclica Humanus genus).

Signos cabalísticos, inscripciones secretas…..etc. etc, etc.

Los chicos de la radio, comentaban que una buena parte de la historieta que nos han contado, está relacionada con la apertura de una posada- restaurante, que en un pueblito de mala muerte no se habría comido ni el agujerito de un Donuts. Así que historietas y a funcionar.

Que si el Grial, que si la Sang Reial, que si la estirpe de Cristo. Venga chicos escribid, decid. Hasta Dan Brown, nos hace una estupenda novela, que sin mencionar el pueblo, da alas a todo esto. Y hace bien, me gustó la novela y la película, hasta Tom Hanks, figúrate.

Ahora por lo visto, la cripta cerrada, el Estado francés que no deja excavar, ni abrir por allí. (Normal, se lo ponen como un Emmental, lleno de agujeritos buscando tesoros a la que se descuide).

Visitas de supuestos Templarios, de Rosacruces , yo qué se, que organizan unas peregrinaciones ocultistas estupendas, un día de campo, vaya.

Y luego viene un pollo en 1956, un tal Pierre Plantar, un jeta, inscribe una asociación en el registro francés correspondiente, con el nombre de Prieure de Sion, diciendo que recogía tradiciones de los Merovingios, de órdenes de caballería de las Cruzadas, Godofredo de Bouillon andaba también en ello. Vamos un batiburrillo que sirve obviamente para dar pasta.

Honestamente, me importa muy poco, si es verdad esta historia, si es mentira, si es un qué sé yo o un yo que sé. Pero me ha hecho pensar en cómo se puede construir un mito para atraer excursionistas, que duerman en tu posada, coman en tu figón, compren unos libros, vean películas, y que además se lo pasen de maravilla, y vuelvan a sus casas arrebolados por haber rozado lo misterioso, olido los signos, interpretado los símbolos, mientras daban buena cuenta de un buen plato de ratatouille, que no es mala cosa.

A mí que todas estas cosas me encantan, he paseado por muchos sitios de estos, desde el templo del nacimiento del Bodishatva, allí por los nepales, o viendo la mezquita dorada, imaginar como el profeta subía a los cielos; llegar a Santiago de Compostela, o a Winchester que me da lo mismo.

No ha llegado la cosa a ir a ver el espectáculo de Lourdes, o Fátima, (que vale para “locus” portugués, o para hija del Profeta), esos ya me parecen demasiado sangrientos.

P1040049

Pero me he cruzado con peregrinaciones eternas a lugares santos en la India, en el Tibet a rodear el Potala, la Piazza san Pietro llena, o ver filmaciones de la otra piedra, la Kaaba, llena de peregrinos, o gente subiendo a las zonas sagradas de las montañas japonesas, a rendir culto en los monasterios sintoístas.

DSC_1960

Los humanos siempre hemos sido culos de mal asiento, así que si tienes que salir de casa, vente a la mía, que te vendo comida, y te alquilo cama.

– ¿Qué por qué ir a tu casa?

– Porque tengo el prepucio de San Juan Bautista, porque aquí durmió la Virgen, porque hasta aquí llegó el apóstol, porque se te perdonarán tus pecados….en fín, porque si no vienes, no como, chico, y yo te doy de todo, y, como dice el Andión, lo que usted no quiera pa mi rastro es.

¿Habremos inventado Rennes, trozos del lignum crucis, sábanas santas, velos de la Verónica, vírgenes que aparecían y exigían un templo para recibir a aquellos a los que luego curaba, o no, para crear una industria milenaria?, quizás. Estupendo.

Cuando sometes cualquiera de estas situaciones, la que quieras, y le pasas un filtro, ligero, de racionalismo, la cosa no aguanta ni con apuntalamientos de titanio.

Claro, que para eso está la Fe. Si yo lo creo, ya está, es real, y no hay cosa que respete más que a esa gente que he visto por todo el mundo, postrándose delante de un pelo de la barba del Profeta, o del brazo incorrupto de Santa Teresa. Y los respeto, porque he visto sus caras, los más de ellos cercanos al éxtasis, y en casos menos exagerados simplemente con la paz en el rostro, y de verdad es maravilloso.

Siempre he creído que el camino, es lo que te hace alcanzar el conocimiento. Pero no hablo de eso que está al alcance de los elegidos, hablo del conocimiento de uno mismo, del contacto con paisajes y gentes que te son extrañas, pero que te pueden enriquecer el espíritu.

Así que motivar a la peña con una bonita historia, si además haces un negocio me parece estupendo, alimento para el alma y para el cuerpo. Además se fomenta el intercambio genético, que en estas cosas, ya se sabe.

El aderezar todo esto con símbolos, con arquitectura que pueda sugerirte algo, si sabes verlo con los ojos del alma, distrae mucho, y te hace aprender geografía y astronomía.

¿Por qué ponemos la Catedral del Burgo de Osma en un punto equidistante de los dos cabos opuestos de la Península Ibérica, Touriñan y Creus?, o la capilla de San Bartolomé en el cañón del río Lobos.

 

O las catedrales del norte de Francia Chartres, Amiens, Rouen, Reims, y otras ocho estaban alineadas con la constelación de Virgo, y las pirámides de Egipto con Orion, y los templos de Angkor vat…

DSC_0041

¿Por qué los simbolismos?, ¿A quién va dirigido el mensaje?, yo lo ignoro, pero me gusta que exista, de la misma forma que me encanta ver los relieves de los templos, con escenas que mi ignorancia me impide comprender (bueno, algunos muy obvios los pillo), pero el paso siguiente, el para qué ya se me escapa. Así es la cosa.

DSC_0039

Yo no entiendo la forma de pensar de todos aquellos que hicieron estas obras, y que en muchos casos, están construidas sobre otras obras anteriores, pero admiro el trabajo, admiro la primera intención de buscar lugares en los que el encuentro del ser humano consigo mismo se facilite y se potencie.

DSC_0138

Tanto es así, que yo tengo un sitio, al que cada vez que puedo, me acerco a meditar, y no he encontrado otro igual sin saber por qué. La iglesia de Santa María del Mar en Barcelona. Mola.

Algún día quizás pueda entrever alguna de las razones fuera de las del turismo de vente a mi pueblo, que tengo el paño de la Verónica, que han llevado al hombre a hacer estas cosas, y por qué se muestran con símbolos esotéricos y no de forma más abierta.

Quizás sea una forma de casticismo, de lenguaje gremial, que no es para todos, o de lenguaje sacerdotal, que hay muchos secretos que guardar, o si no que se lo pregunten a los chinos con el secreto de la seda, o a los de Murano con la técnica del vetro.

Sea lo que sea, es la mar de distraído.

Buenas noches y buena suerte

*Literalmente, gente que vivía cerca del río Gabas, allá por tierras Occitanas en notable aislamiento, por lo que era frecuente padeciesen bocio, y no fueran de muchas luces, por desbravar, vamos

¡Juanito de mi arma…..La que has liao!

 

 

Me estaba acordando de un par de cosas de esas de hace ya un porrón de años, cuando se hablaba de los cien años de honradez, y no sé cuántas milongas más, y saltó el hermanísimo con los cafelitos en el bar de al lao, y hasta le hicieron coplilas.

Acababan de laminar unos años antes al último político de derechas, con cierto renombre, que no robó a los españoles más que el corazón, D. Adolfo Suárez.

Y otro señor, de esos que se vestían por los pies, para no ser menos, fue el mejor alcalde que yo recuerdo en Madrid, el Profesor Doctor Don Enrique Tierno Galván.

Hoy cuando me he puesto a revisar un poco este rollo de las elecciones, he descubierto un poco quién es la alternativa a Doña Esperanza.

Todo lo que sabía hasta ahora de ella, eran sus declaraciones de ayer, por la radio, y reconozco, que los mensajes- muy privados- a mi familia más cercana tendieron a denostarla, en tono menor, cierto, pero me temo que no fui justo. Si parece una Choni, de esas de “piercing, y la he liao parda”, dije.

Craso error, por lo que ya estoy en estas letras pidiendo perdón a mi familia más íntima, por mi grosería, y pelillos a la mar .

Solo un paseo por su biografía en la tal enciclopedia del internes, me han hecho caer del guindo. Parece que fue una de las fundadoras del famoso (tristemente) despacho laboralista de Atocha, que ha desarrollado una carrera de jurista hasta las más altas instancias, llegando al final de lo que el estado permite en el funcionariado. Marcha con setenta años, monta luego con su santo, una tienda de ropa de niños de las que hacen las presas de Yeserías, y se mete en este avispero, aunque al parecer le costó un mucho acabar aceptando. Una septalescente, vamos.

Empiezo a ver paralelismos con Don Enrique Tierno, y a lo mejor no me equivoco.

Claro que el Profesor, era un enseñante, había sido represaliado, y era catedrático de Derecho Político, y Doña Manuela viene directamente del derecho y la judicatura.

Pero los dos (si finalmente lo consigue doña Manuela) han llegado a la alcaldía sin ser del PSOE uno y de Podemos otra y ambos» lefties» a tope.

Espero que si llega Doña Manuela, que es la persona con mayor edad que llega a la Alcaldía, (Don Enrique llegó con 61 tacos) sepa gobernar esta difícil y preciosa ciudad, y recuerde que gobernar es dirigir, no mandar, ni sentenciar.

Espero (aunque eso lo dudo) que vuelva a traer algo de humor a la alcaldía, no creo que vuelvan aquellos bandos gloriosos de Don Enrique, pero una persona con su formación, y de su edad, debería ver las cosas con cierta distancia, ecuanimidad, y motivación.

Que no olvide Doña Manuela, y sé que no lo hará, que los ciudadanos, bueno, los que piensan más o menos como yo, están desilusionados, falta motivación, falta estar delante de un proyecto al que realmente te apetezca apoyar, y sentir que lleva tus colores.

Así que, por favor Doña Manuela, anime el cotarro un poco, y consiga que estemos orgullosos de usted, aunque no la hayamos votado, yo no lo hice, pero ahora será Vd. mi Alcaldesa y a muerte tras sus pasos.

Solo temo que por su profesión, eso de negociar, ser flexible, contentar a más de uno, le venga grande, y se dedique a sentenciar, a golpe de martillito en la mesa, pero estoy seguro que no lo hará, porque buena formación no le falta.

Otra cosa que es una garantía, (confío) es que no va a meter la mano en la hucha, su trayectoria impele a pensar en ese sentido. No la veo en el palco del Bernabéu, ni trincando con la operación de Chamartín, o con los inventos del Chino de Campamento y la Plaza de España.

Tampoco la veo, admitiendo pisos en el Manzanares, para que los Indios se vayan a la Peineta, ni metiendo a la ciudad en sueños olímpicos de esos que arruinan a todos y enriquecen a unos poquitos, que ya salen ricos a la carrerita.

De esta guisa, no sabe Vd., como espero que no hagan el tonto ni Vd., ni los del PSOE, porque como se nos cuele de nuevo Doña Esperanza, yo me hago ciudadano de la bella ciudad de Puno, por no ir muy lejos. Hágalo Vd., por favor aunque sea por los dos muchachos de movilidad, que Doña Esperanza como pille cacho los fulmina.

Nada más, bienvenida, si llega a la meta que honradamente espero que sea así. Será Vd. mi alcaldesa, y le prometo que solo me cabrearé si veo que sigue la tradición de alcaldes inútiles que hemos sufrido en estas últimas décadas.

¡Vaya, me acaba de llegar el impuesto municipal de vehículos de motor!. Pero no ha sido Vd. que fue la otra

Sincerely yours

De Friker a Cagliostro y de la pitonisa nocturna a Paracelso

 

El gnosticismo ha sido a lo largo de la Historia otra de las  formas de intentar dar respuesta a las grandes preguntas que, desde la Lucy tanzana, se ha hecho la Humanidad, sin tener respuesta aún…y lo que queda.

Es una constante del ser humano, intentar primero saber de dónde venimos, y no hay manera. El origen del Universo, la primera partícula, el Gran estallido, los catorce mil millones de años…..

Y luego ¿qué?, creacionismo, evolucionismo, la vida, aquí, allá, antes, después, en vez de…..¿carbono? ¿silicio?.

Más millones de años….pero…¿y antes?, una implosión de otro Universo, quizás, o la nada. ¿Eso vale?. No lo sé. Quizás la mecha se enciende sola, quizás no.

Universos paralelos, la programación total de los Universos, el tiempo, el espacio ocupado…¿por quién?, ¿desde cuándo?….¿para qué?. La programación de Asimov en su Fundación, Sheldon y la Psicohistoria. Ni idea.

Nuestro conocimiento del entorno, es tremendamente limitado, no sabemos nada,

Pienso que la tendencia en esa situación de nosotros, pobres humanos, es llenar los huecos de nuestra ignorancia con figuras que satisfagan nuestra necesidad de saber. La diferencia entre saber y creer, o lo que es lo mismo entre ciencia y religión.

Entiendo que el papel de la ciencia, es mucho más arriesgado, ya que una vez se demuestra algo, es solo cuestión de tiempo que se “desdemuestre” .

WIN_20150523_214715

¿Manual de médicos, o tratado de brujería?

 

Sugiero tomar, por ejemplo, textos de medicina de hace unos pocos siglos, y como las creencias teóricamente demostradas por los sabios de esas épocas, han dejado de ser válidas, aunque sea únicamente por el hecho de las formas de medir la realidad, (aunque tampoco tenemos claro lo que quiere decir eso de “la realidad”).

WIN_20150523_214452

Compendio del saber médico en el siglo X/XI.

No le sirvió para curarse las tripas, y cascó con 57 tacos.

Lo que se ha mantenido inalterable, son los principios matemáticos, por el momento, y no creo que cambie la cosa, Sin embargo, a sus primos hermanos, los principios de la física, ya se les está dando la vuelta. Alguna ley de Newton, parece que puede, en fin, reestudiarse, así que ya veremos como acaba la cosa, ya que parece que podemos viajar mucho más deprisa que la luz, dicen, y no se cuantas cosas más..

Hoy día los que se entregan a la ciencia, saben que a la hora de transmitir un dato, inmediatamente se enfrentan a una auditoría, como las de Alfonso Guerra, “de infarto”, por parte de la comunidad científica, que intentará repetir la experiencia, esperando obtener los mismos resultados que el investigador original, que obligarán a éste, a presentarlo en público, (científico, claro), y defenderlos con todos los argumentos, medibles que pueda.

Creo que todo esto ha sido enormemente positivo para la mejora de la Humanidad, y el camino, joven aún, está lleno en el futuro, de respuestas que todos estamos esperando.

Pero de ahí a decir que ya sabemos de dónde venimos, hay un digamos, tortuoso camino. Eso no se mide con los instrumentos que actualmente están a nuestro alcance. ¿Cuestión de tiempo?. No lo sé. Por el momento, se especula con el creacionismo, con el evolucionismo, pero solo eso, se especula. Y está bien que sea así, por el momento.

La segunda pregunta, el ¿dónde vamos?, parece que tampoco tiene una respuesta clara, es más no tiene ninguna a ojos de la Ciencia, salvo lo que vemos todos los días al final de la vida de cualquier ser vivo, y es su reincorporación a la cadena trófica, o al ciclo de la energía. Es lo que podemos demostrar hoy. Algo es algo.

Y la tercera, es la más desoladora, ¿para qué estamos aquí?.

La ciencia, puede llenar miles de páginas, con los hechos de la Humanidad, de la Biosfera, si se quiere, pero la pregunta, en su dimensión trascendental sigue teniendo un aterrador vacío, a excepción del obvio, que es la conservación y transmisión del material genético, el ADN, que es nuestra forma de inmortalidad. Más allá de eso, poco a rascar.

Tanto es así, que una vez garantizada esa transferencia, ningún ser vivo, necesita seguir viviendo, y de hecho desaparece, como individuo, claro.

Una vez que vemos, tanto los avances, como la falta de respuesta a todo lo que nos interesa como seres humanos que nos puede dar la ciencia, solo nos quedan las creencias para llenar esos huecos tremendos que tiene el conocimiento humano.

La virtud que tienen las creencias, es que si dan respuesta a las tres grandes preguntas, con detalle muchas veces, y nos permiten que evitemos la angustia de la existencia. Está bien, es positivo.

La primera creencia, es maravillosa, toda la humanidad cree que somos hijos de Dios. (Aquí se ponen los nombres locales que quieran utilizarse para definir esa idea), y Dios vive en los cielos, (perdón por la sal gorda que llevo al texto).

Disimulen, por estética, los ateazos. Pero en 7500 millones que somos son minoría extraparlamentaria, con todo cariño.

Una vez definido ese ente, y creyendo que somos sus hijos de alguna forma, nos hemos dado un status de dioses, que tampoco está mal, reconforta, y ayuda a la respuesta de la siguiente pregunta, de a dónde vamos.

P1020486

¿Aura Mazda era un visitante del espacio que nos trajo la sabiduría?

De nuevo a Dios, que está en los cielos. Estupendo, está bien también, y además debes actuar, mientras estés en esta fase de vida terráquea de una forma determinada, que facilitará tu regreso a Dios.

Esto es común a la mayoría de las creencias a lo largo y ancho de nuestro planeta, con un pequeño problema para el común de los mortales, y es que marcan el camino a seguir a “este lado del Pecos”. No es malo, ni bueno, solo que condiciona nuestro paso terrenal, por el hecho de adoptar en la mayoría de los casos, unas normas de conducta que no han podido sufrir el análisis lógico, es cuestión de fe, crees o no crees, estás dentro o fuera del grupo, y eso de estar fuera, es terrible para un ser, que como nosotros necesita del grupo para su existencia. Esas normas de conducta, a veces, exigen verdaderas barbaridades, que no voy a desgranar aquí, que es la hora de la cena.

Por cierto, tanto el premio como el castigo, si los hubiere, están fuera de nuestro conocimiento. La Valkiria, solo en el Liceu, y son cuatro horitas bien cumplidas. (El Fausto lo dejamos para el Real que aquí son más recios).

En conclusión, a la mayoría de nosotros, se nos oculta que es lo que hay, no lo sabemos.

De nuevo la creencia, viene a resolver el dilema, y la creencia es decir que se ha levantado un pico del tapete que cubre la verdad y que algunos han intuido lo que hay en cuanto nuestro origen, nuestro rol aquí, y nuestro destino trascendente.

Entender a un hombre instruido, hablando sobre materias que solo él conoce, suele ser cuanto menos complicado, y por esos caminos, es por donde las llamadas ciencias ocultas transitan.

Y son ocultas, simplemente porque no las entendemos. Imagino al bueno de Teofrasto, intentando que no se le echaran encima las huestes de las Inquisiciones, cuando estudiaba enfermedades que intentaba curar, y ponía en marcha sus remedios, (alguno glorioso como el uso de mercurio para curar la sífilis, pero eso es harina de otro costal).

El tema de las dosis y los venenos, era ya muy conocido desde tiempos remotos, o si no que le pregunten a Mitrídate  VI rey del Ponto. (Ver el libro de los venenos de Antonio Gamoneda, 1931), así que Teofrasto/Paracelso, recogió, probablemente sabiduría perdida, oculta.

Hace unos días comentaba, por otras razones el azulejo cordobés en donde se le decía al mortal, que llevará el libro herético al monasterio…

Firma tú el Splendor Solis, que a mí me da la risa…..eppur si muove, he descubierto el sistema circulatorio pulmonar….calla calla.

Pero posiblemente, nada o poco nuevo, solo falta de difusión y de entendederas para poderlo aplicar de forma coherente.

WIN_20150523_214857

¿Química básica, o camino de perfección para iniciados?

En sociedades en las que la ignorancia era, o es la única opción, las creencias que hacen que la sociedad camine, son muy simples, fáciles de entender, pero inamovibles, porque el riesgo, es que se pierda la fe en lo que el sacerdote, chaman, muftí, rabino, te ha transmitido.

Así, lo primero que se inculca, es el origen divino de esas creencias, de esas leyes, de esos textos, que son la base de lo que el pueblo iletrado debe creer. Su ignorancia, o quebrantamiento se castiga, primero en la tierra con dureza infinita, y posteriormente en el cielo, claro, pero ya subes tostado, decapitado o lo que sea .

Las consecuencias de posibles dudas son tremendas, porque ese hueco será llenado inmediatamente por otra creencia, y se puede entablar una lucha feroz entre ellas con el consiguiente sufrimiento para la sociedad afectada.

Siempre ha habido elites que han manejado las creencias, tomando con ello un poder extraordinario, desde Egipto a Tikal, desde Pascua a Oriente Medio, desde Roma a las 95 tesis del renano.

DSC_0137

¿Un astronauta en el desierto peruano?

Pero han quedado, desde tiempo inmemorial, restos de conocimientos, que por la razón que fuese, posiblemente por demasiado complejos para su época, o bien se han perdido totalmente, o solo parcialmente. Y es ahí donde empieza el mundo de los símbolos, en donde se intenta recuperar la visión de aquellos que estaban elaborando creencias, o quizás certezas, para entender las tres preguntas. No lo sé. Pero ese saber oculto, ha necesitado siempre defenderse del saber básico, que se transmite al pueblo llano, por el peligro que entrañaba para quien lo desarrollaba, para el que lo transmitía o para aquel que lo aceptaba.

Y los ritos, creo que no dejan de ser copias repetidas de acciones no entendidas que en su momento tendrían posiblemente un significado práctico.

COL_0009

¿Cómo manejaron estas piedras? ¿Cómo las tallaron?

 

P1040612

¿Como las transportaron?

 

 

La Arqueología, en algunos casos, ha facilitado la interpretación de signos que ocultaban ideas, aunque también ha permitido que, de forma interesada se desarrollasen teorías mil veces repetidas (el camino de Goebbels), que nos han hecho ver tanques o aviones en las pirámides de Egipto, o un astronauta en el Palenque maya….ejemplos a miles. Lo que hay en realidad detrás de esos relieves es difícil saberlo, por lo que se llena con la especulación que más nos convenga y santas pascuas.

COL_0106

¿Sólo para chamanes?

El camino oculto, las interpretaciones, los signos, las representaciones astrales en los edificios de nuestro planeta, los textos perdidos, las profecías, incluso Nostradamus, todo tiende de alguna forma a sugerir, que hay algo más, que no conocemos, que no nos explicamos. Su búsqueda es otro ejercicio intelectual, pero muchas veces dudo que sea hecho con intención clara de ayudar a la Humanidad. Así parece ser. Bien, que sea pues.

Si en el título equiparo de forma un tanto grotesca a D. Iker Jiménez, y a Cagliostro, es porque creo, de verdad, con la información que tengo, que eran y son buenas personas, que de algún modo, y según sus posibilidades o sus deseos, intentan ayudar a la gente. Supongo, que por su ejercicio profesional, les zurraron la badana a ambos, pero ¿a quién le importa?. El mensaje es lo importante. Gracias a ambos.

La iniciación a lo oculto, el descubrir los arcanos, la búsqueda de los secretos del Universo, son tareas encomiables, que necesitan su coreografía. Ritos, sustancias que pueden alterar el sentido de la realidad, oración, ayuno….todo eso está bien, es la forma de intentar llegar al conocimiento, a responder a las preguntas fundamentales, luego, las interpretaciones….hasta ahora, con su pan se lo coman.

Buenas noches y buena suerte

 * por el momento, todas las miserables fotos que aparecen en este y cualquier otro artículo, las he hecho en primera persona del presente de indicativo, lo que explica su pobre calidad

¿YA NO INTERESA INFORMAR?

 

 

 

Estaba pensando hoy en el tren, volviendo de Pucela, que parece que ya no es “cool” informar de algunas cosas.

Mirando los interneses, los diarios del día, y hasta por la ventanilla, no veo que haya guerra en Ucrania.

Todo lo que parece quedar es, menos pasta para Putin, Crimea asentada en poder de la madre Rusia, algo de fruta de los españoles que se pudrirá en los árboles, o acabará en nuestros supermercados a precios baratitos, algunos juegos de los diplomáticos diciendo esto o aquello, que dicen que han dicho, o que me han hecho decir.

Que si Doña Merkel, que si Don Vladimir. Mandaremos el gas a China, el petróleo a la India. En Europa se calentarán con otra cosa, o con la misma.

El FMI soltará la pasta a los ucranios, la OTAN, veremos hasta donde llega. Pro rusos, pro europeos, pero ya no hay información.

En ningún sitio veo si hay tiros o no, si hay milicias rusas en el territorio, y si ya no hay tiros, no he encontrado en ningún sitio, más que un suelto de página cincuenta y tres que parece que los habitantes de las zonas pro-rusas no le caen bien al actual gobierno de Kiev.

Ya no se lleva, no vende noticieros, no es “cool”, quizás porque ya no hace frío, y no hay nieve, que da tan bien en los telediarios.

Crimea es rusky. Pero ya no sabemos qué pasa por allí, supongo que los que se creyeron ucranios no estarán muy felices, pero ya no es conveniente hablar de esas cosas.

En Birmania, los generalotes, la han vuelto a liar parda. Tras los esfuerzos por anular al partido de Aung San Suu Kyi, premio Nobel en 1991, la Liga Nacional para la Democracia no ha conseguido su objetivo, pese a ganar las elecciones varias veces (dos para ser exacto). Ni se te ocurra hoy tener siquiera en Fax en Myanmar, te la juegas.

Y si sale Birmania, es porque ciudadanos de este país se meten en barquitos a la desesperada, y los rechazan en Thailandia, Malasia, hasta que revienten, y fin del problema.

Las chiquitas secuestradas en Nigeria por los pollos de Boko Haram, parece que no interesan mucho, total…no dan ya pasta ni al feminismo. No hay eco, no importan, no venden.

Del terremoto de Nepal, han pasado tres semanas, búsquenlo sus gracias en los papeles….nada.

Estamos hablando de casi 9000 muertos, y lo que es peor, millones de afectados, pero ya no salen manos yertas de los escombros. La Benemérita ha vuelto, el ministro cedió ¿su avión?. El nuestro, ¡coño!. Pero a la prensa ya no le interesa.

Como dejaron de interesar, a todos los niveles, el drama de Haití. Pasó el sarampión de ONG’s tras el terremoto, y espararemos a que revienten todos de una vez, pero en silencio por favor. Ya no hay pasta que rascar por ahí, no informéis, por favor.

Zimbawe existe, el sátrapa Bobby Mugabe, a sus noventa tacos, ya no tiene donde robar, su país ya no existe, o casi. ¿A quién le importa? No da pasta, a nadie, nadie nos dice lo que pasa por allí.

No hablaremos del Tibet, que sufre como la región autónoma de los uigures, en Sinkiang, una represión brutal por parte de las autoridades chinas. No les gustan que haya religiones sueltas, sea Islam o Buda.

No se trata de una lista exhaustiva, es una indicación para la reflexión de que solo conocemos pequeñas partes de lo que pasa.

Hoy nos preocupa, y con razón, la guerra en Siria y en Irak, el peligro de que se destruya Palmira, que es un drama, que por cierto no vale ni siquiera una herida de los habitantes del poblado que a su alrededor viven del turismo y de la arqueología. Hacia estas personas, ni un comentario, mola más un balazo a un capitel de los que los romanos dejaron en pié.

Que conste que me dolería también la destrucción definitiva de Palmira, pero más la destrucción de uno solo de sus habitantes. De eso si se informaría.

¡Ah! Y de esa molesta consecuencia que se llama inmigración ilegal a Europa.

Ciertamente, lo que hoy nos importa es si Susanita mira a Pedrito, si la Barberá y Fabra se sonríen, o si las tres verduleras madrileñas acaban montando puesto en Mercamadrid. Son desde luego temas importantes, y subvencionados, con lo que llenamos horas de televisión, páginas de periódicos, tertulias radiofónicas.

Claro que tampoco podemos quejarnos, ya no pagamos a la prensa en los quioscos…¿o sí?

Como último comentario, es notorio que las diferencias de la información que nos ofrecen los diferentes medios de comunicación estriban, casi en su totalidad, en la adscripción política de los mismos, o lo que es lo mismo de sus clientes.

Tenemos lo que nos merecemos.

Buenas noches y buena suerte

 

CUBA O UN MULATO EN LA CASA BLANCA

DSC_0288

Acabo de leer un artículo del profesor William LeoGrande de la American University en Wasingthon D.C. en donde hace unas interesantes reflexiones sobre lo que está ocurriendo en Cuba y en Estados Unidos con el acercamiento promovido por el Presidente Obama entre los dos países.

No voy a desarrollar lo ya desarrollado por este profesor, ya que su artículo puede leerse en la revista de Política Exterior número 165, recién editada.

Lo que quiero, es en primer lugar, recordar algo de lo que quedó en mi mente después de dos viajes a la isla con intervalo de varios años.

DSC_0360

En ambas ocasiones rendí visita a las dos ciudades más importantes, La Habana y Santiago, además de visitar el centro de la isla, conociendo ciudades como Bayamo, Trinidad, Florida, Guantánamo, Santa Clara, Cienfuegos, Matanzas, Camagüey…en fin, cumplidos paseos en ambas ocasiones.

DSC_0284

Hubo un lapso de unos diez años entre los dos viajes, y solo encontré una diferencia significativa entre ellos: la remodelación de parte de la Habana, la correspondiente a ciertas áreas del entorno de la Catedral.

El resto igual, pero más deteriorado por el paso del tiempo. Las tiendas locales vacías, las tiendas de turistas con pocas cosas, los hoteles con las prohibiciones de entrada a los locales.

El país sin cambios, el son en las casas de la trova, la sonrisa de los humildes, las ganas de escapar intactas, el miedo a su propio régimen político…el Grama como única fuente de noticias, los mismos remiendos en las medias de las bailarinas del Tropicana.

Los más de cincuenta años del régimen castrista han conseguido dos cosas fundamentales.

La primera es la suave aceptación por parte del régimen castrista del fracaso de la utopía comunista, al abrir tímidamente la posibilidad de que empiecen los cubanos a desarrollar negocios privados.

La segunda, y no menos importante, es la aceptación por parte, incluso, de los republicanos de que cincuenta años de bloqueo, no han conseguido cambiar las cosas en la isla en el sentido que esperaban los americanos.

El comienzo de las negociaciones, y el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, no es más que el principio de un enorme y lento proceso que veremos como acaba.

Las diferencias entre los dos países son abismales, hay reclamaciones por ambas partes que por el momento son inasumibles, pero bueno es que se hable, como un principio de buena voluntad.

Hay reclamaciones económicas por ambas partes, desde las compensaciones exigidas por los yanquies, debido a las expropiaciones forzosas de Castro, hasta la reclamación por parte de Cuba de compensaciones por los años de aislamiento.

Las oportunidades de negocio, y el consiguiente desarrollo de la isla, necesitan un cambio en el régimen cubano demasiado profundo. Las grandes compañías de sectores como el de comunicaciones, turismo, transporte marítimo, energía, e incluso industria alimentaria, necesitan seguridad jurídica y unas reglas claras para desarrollar su actividad.

Las comunicaciones en la isla, son literalmente inexistentes. Entre Santiago y La Habana, el ferrocarril no funciona, la carretera es inútil para un servicio a la altura de las necesidades del Siglo XXI.

DSC_0315

Las instalaciones para recepción de mercancías marítimas tampoco están en un uso productivo adecuado, por no hablar de los sistemas de telefonía, acceso a internet, o los equipamientos domésticos, por no hablar del estado de las ciudades, especialmente La Habana.

DSC_0294

 

Las inversiones requeridas para poner la isla de vuelta al siglo XXI son incalculables para mí, pero me temo que hablamos de cientos de miles de millones de dólares.

El paso que se está dando ahora ha sido posible porque Obama, de alguna manera es el primer presidente americano, americano de verdad, su fenotipo mulato es el más común en el Continente, y sus posiciones políticas, están más cercanas a considerar a los latinos como ciudadanos de primera, no como de tercera, como ahora.

Casi el 17% de la población americana procede del sur de Río Grande, actualmente 17 millones de latinos no tienen documentos, por lo que reciben salarios, en muchos casos una tercera parte de lo que obtendría un blanco. Eso explica buena parte la buena productividad en USA.

La actitud de la administración Obama acerca del tratamiento del problema cubano, ha sido recibida por Europa, y por los países sudamericanos con gran optimismo y con ganas de colaborar.

Hasta el Presidente Hollande con su visita a Cuba, o la recepción del Papa a Raúl Castro, certifican la aprobación del proceso.

Sin embargo los problemas a resolver son enormes, y algunos realmente espinosos.

La situación de los derechos humanos en la Isla, no es algo que al Régimen le apetezca poner en la agenda, ni el tema de la base de Guantánamo, parece tener una solución fácil, dada la postura de los Estados Unidos.

La distribución en las dos cámaras, Congreso y Senado de la Unión, será un escollo difícil de superar, pero por otra parte, no hay que olvidar que el intento de Obama de legalizar 5 de los 17 millones de ilegales, reportará un buen puñado de votos a la causa demócrata, que ya se lleva casi el setenta por ciento de los votos latinos.

Desde mi punto de vista, el mayor riesgo que corre este proceso por parte cubana, es la sucesión de Raúl Castro, y la sustitución de un régimen que se ha asentado en el poder durante más de medio siglo, con gente poderosa en la Isla, que habiendo cometido todo tipo de tropelías no permitirá verse en la tesitura de que se les pidan responsabilidades.

La posibilidad de una nueva dictadura, podría dar al traste con el proceso en una primera fase, de la misma forma que la posición de los republicanos en USA. Así que el paso de eliminar a Cuba de la lista de países terroristas por otro lado ayudará.

Será difícil y lento. Será costoso y supondrá para al menos dos generaciones de cubanos un esfuerzo tremendo de adaptación, pero creo que es irreversible, y hay dentro y fuera de la Isla, mucha gente deseando que la situación actual cambie lo antes posible.

DSC_0292

Como colofón, espero que la salida del régimen comunista de Cuba, no produzca efectos como los que han sucedido en los países del este de Europa, donde la miseria sigue presente de forma ignominiosa, y parte importante de la población aún añora los viejos tiempos.

Buenas noches y buena suerte

Las Bacterias asesinas

 

El otro día en la 2, la de los documentales, la que se usa para la siesta, pusieron un documental de esos de ciencia, que aparentemente era continuación de otro similar, que se había emitido unos días antes, al parecer.

Por orden cronológico, el primero nos presentaba la visión de los incidentes con virus que hemos sufrido en los últimos años.

Así, que se habló del HIV, del SARS, del Ébola, quizás de algún otro, no lo recuerdo con precisión, y la verdad es que no importa para lo que quiero decir.

Del HIV, el menos contagioso de todos han muerto alrededor de 25 millones de personas durante los últimos 30 años (claro, que casi 20 en el África subsahariana).

Del SARS fallecieron 765 personas, del H5N1, 377 y del Ébola, alrededor de 25.000 personas, claro que prácticamente todas en África.

Pero, qué miedo nos metieron con todos estos virus asesinos, que si encefalitis, que si hemorragias, que el sarcoma de Kaposi.

Plaga bíblica, primero contra los del nefando pecado, luego con los/las de cama fácil, alegre diría yo.

No era el nefando, pero aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid….más de uno a casa a las diez. No está mal, claro que se les escapó alguna transfusión que otra, que los diagnósticos eran aún cosa complicada.

El resultado, fantástico. Los mosenes con algunos bajos más bajo control. La ciudadanía muerta de miedo, añorando la honesta blenorragia de burdel barato, la industria de las camisinhas por las nubes, las farmacéuticas, entre vacunas e interferones…una pasta. Los Estados montando unidades de infecciosas especializadas en un solo virus, congresos superinternacionales, en fin, una industria, que se mantiene….y todo por una cifra de muertos en el caso del HIV, infinitamente inferior, a las muertes en el mismo período en guerras, hambrunas, o simplemente malaria.

Los otros tres sustos, creo simplemente que han servido de excusa para asustar a la población. La frase “no conocemos el remedio” nos acojonó a todos.

Aún recuerdo llegar a aeropuertos con alfombrillas irrigadas para que los pasajeros se descontaminasen….o se dieran cuenta del riesgo que corrían volando a este o aquel país. Y a seguir vendiendo, asustando, y creando estructuras a nuestra costa.

Por cierto, las estadísticas de HIV hace mucho tiempo que no se publican para el gran público. ¿Ya no es necesario?, porque infectados nuevos siguen apareciendo, claro que en países de tercera división, que no ven la CNN, ni la BBC.

Vamos a la segunda parte, “Los superbugs”, “Las bacterias asesinas,” bueno, los microorganismos multirresistentes.

En el documental explicaban muy bien, por cierto, el proceso por el que una bacteria conseguía en un entorno adecuado, crear resistencias contra los antimicrobianos.

Evidentemente, la exposición a concentraciones no letales para el 100% de una población bacteriana, consigue que aquellos individuos que sobreviven sean capaces, no solo de hacerse resistentes, sino de transmitir ese gen a las nuevas generaciones….y ya está liada.

Nos hablan de la mala utilización de estos fármacos, ya sea por automedicación, por interrupción de tratamientos, por prescripción empírica, sin constatar con un antibiograma el antibiótico correcto, y su dosificación, o por ingesta no deseada.

Trece millones de toneladas de antibióticos, se añaden en USA a los piensos de los animales estabulados para consumo humano…..

Quiero hacer aquí un comentario sobre el tratado de libre comercio USA/EU, en donde aceptaríamos esa práctica de nuevo en Europa, donde actualmente está prohibido.

S.aureus Methicilin resistente, Pseudomonas, Mycobacterium…representan un problema contra el que se está trabajando en muchos centros de investigación del mundo, tanto de la industria, como de universidades o centros dependientes de estados.

Hay trabajos fantásticos, en los que se crean nuevas moléculas, que ayudan a eliminar las nuevas cepas mutadas, aunque siempre queda la sensación de que corren más que nosotros.

De nuevo hemos creado una industria que desde luego consigue, al menos a los ciudadanos del primer mundo, no caer delante de uno de estos agentes patógenos. Bien está, pero de nuevo, hay que considerar que es para una minoría, y que el primer mundo, de alguna forma ha levantado muros, para que una de estas bacterias, si llega, no nos afecte.

Dos comentarios antes de cerrar este capítulo. El primero una investigación de una profesora americana, que parece ha conseguido demostrar la capacidad que tienen las bacterias de comunicarse químicamente entre ellas de forma que sincronizan sus ataques cuando tienen o bien masa crítica, o detectan que el organismo a colonizar está debilitado. Ella ha conseguido una molécula trampa que inhibe esos sensores de comunicación, con lo que se bloquea el ataque. Una nueva estrategia contra las resistencias a los antimicrobianos.

Esto me hizo pensar, que siendo, como somos, los organismos superiores, literalmente un saco de bacterias, ¿hasta donde nuestra individualidad está regida por la acción de los microorganismos específicos de cada uno de nosotros?

Quiero finalmente, acabar diciendo que siendo importantes y potencialmente peligrosos todos estos virus “estrella”, y todas estas “superbacterias”, lo que nos llega a los ciudadanos, es que debemos tener miedo a que nos toque, y consecuentemente debemos permitir que se empleen todos los recursos posibles para desterrarlos de nuestro ecosistema, aunque en principio afecten a pocos individuos en función del total de seres humanos que andamos por aquí.

Buenas noches y buena suerte

El Antropoceno, y el miedo ecologista

El Antropoceno, es un término creado en el año 2000 por dos científicos, Paul Crutzen y Eugene Stoermer, en un trabajo conjunto sobre los gases de efecto invernadero. De hecho es una nueva edad geológica que se está desarrollando con extraordinaria rapidez, como efecto de la actividad humana, y que muy posiblemente sea oficialmente reconocida como tal por la comunidad científica en fechas próximas .

Los datos que se recogen en las mediciones publicadas sobre el estado del planeta, ciertamente muestran variaciones muy agudas en términos de lo que podríamos llamar alteraciones de nuestro ecosistema.

Subidas enormes de los gases derivados de la utilización de combustibles fósiles, creación de microclimas por el crecimiento no planificado de ciudades, modificación de cursos fluviales, acidificación de las aguas marinas, desaparición de masas boscosas. La lista es interminable y no solo no tiene visos de cambiar esta tendencia, sino que lo más probable es que aún haya que ver nuevos máximos en todo este listado negativo.

La población humana hoy anda por los siete mil quinientos millones de habitantes, de los que una buena parte, posiblemente más de la mitad, no participan de los supuestos beneficios que para la especie humana representan esta utilización de recursos aparentemente no controlada.

Como consecuencia de todo esto, podemos decir, y se ha publicado, que dos quintas partes de los anfibios, una cuarta parte de los mamíferos, y una octava parte de las aves están amenazadas de extinción.

Hay dos formas de enfrentar esta situación en función de lo que se quiera conseguir.

Si lo que queremos es preservar la especie Homo sapiens, por el momento, vamos por el buen camino. Somos unos verdaderos depredadores de recursos, pero lo hacemos con eficacia, y consiguiendo un éxito como especie, cada día somos más.

Dado que por el momento no queremos desaparecer como especie (tenemos la posibilidad de hacerlo en cualquier momento en que alguien lo decida, ya que hemos desarrollado la tecnología que potencialmente lo permite), habrá que suponer que poco a poco, esa masa de llamémosles poco consumidores de recursos, se vayan uniendo al tren en cualquiera de sus paradas.

Nuestro ecosistema, por el momento es un sistema cerrado, le llamamos la Tierra, con recursos limitados, y casi conocidos por nosotros, los Homo sapiens.

La consecuencia del agotamiento de los recursos, como es bien conocido, concluye con la desaparición de las poblaciones y especies que dependan de los recursos agotados.

Si lo que queremos es simplemente tener unas mediciones de parámetros medioambientales que nos permitan seguir disfrutando del planeta azul, tal y como quedó tras la última glaciación, no lo tenemos fácil.

La segunda opción, que ya se mencionó en el pasado, es el control del número de individuos que puedan poblar el planeta, (maltusianismo a tope). Honradamente no creo que resuelva nada; algunas formas suaves, como las restricciones de natalidad en China, realmente no han funcionado. El empuje de la vida es muy fuerte para que podamos pararlo.

Las grandes epidemias, no ajustan ni el segundo decimal, y las guerras, por el momento, tampoco, incluso las más sangrientas pueden parar el empuje del crecimiento de los individuos de nuestra especie.

No olvidemos, que aún faltan por unirse a la fiesta del uso de recursos, más de la mitad actual de los individuos, más los que lleguen en las próximas generaciones.

Con esto quiero decir, que el ajuste del planeta, llegará tras el agotamiento de los recursos, y la desaparición consecuente de nuestra especie. Nuestros restos, plásticos, gases procedentes de la combustión de materiales fósiles en la atmósfera, mares ácidos, contaminación radioactiva, desaparecerán en plazos relativamente cortos en términos geológicos, así que el planeta, bien, gracias.

Cierto que nos llevaremos por delante un montón de especies animales y vegetales, pero eso realmente al ecosistema Tierra le importa poco, muy poco.

Una vez dicho esto, mi opinión, es que no deberían asustarnos con la interpretación de todos esos datos que reflejan el impacto de nuestra especie sobre el Planeta. Para mí, como poco, es una visión cortoplacista, y en el peor de los casos, una manipulación interesada, para que los individuos de nuestra especie nos comportemos de una u otra forma. ¡Como si eso, a escala planetaria fuera posible!.

Lo que si he deducido siempre de todos estos clamores ecologistas, es que, para empezar, es negocio para unos pocos. Los primeros, los partidos políticos que utilizan esa ideología, que empieza curiosamente cuando el comunismo había de alguna forma reconocido su fracaso, dejando un nicho en el mercado, que había que rellenar con planteamientos utópicos como poco, sino casi lerrouxistas.

La segunda parte, la del negocio, es cada vez más obvia. Todo debe ser ecológico, la comida, la basurita de casa, las complicaciones por los estudios ambientales que han de hacerse hasta para la más pequeña de las intervenciones humanas.

No digo que no deban controlarse obras públicas, vertidos, o la calidad de los alimentos. Lo que me cabrea es el apellido ecologista que se le pone a todo esto, y la coacción subliminal en forma de miedos sin base mínimamente científica, que impulsan a gobernantes y ciudadanos a tomar decisiones como si de un dogma religioso se tratase.

En definitiva, todo este movimiento, está dirigido a una parte solamente de los individuos Homo sapiens, los que tienen un cierto nivel de riqueza, que los tres mil y pico millones que no pueden gastar, no existen.

Sigo entonces con mi tesis, de que el ecologismo no está realmente preocupado por el Planeta, y por la vida en él, está preocupado por ganar dinero y poder (recuerdo el patético reportaje de Mr. Al Gore metiendo miedo con eso de que el mundo se acababa por el calentamiento global), también están preocupados por mantener el Planeta, como una foto fija a fecha de hace unos años, para que las mediciones medioambientales estuvieran en unos rangos considerados como idóneos.

Es como decir que el Planeta no debe evolucionar. Cambiarán las cosas, y hay leyes naturales bien conocidas que nos indican hacia dónde vamos, y posiblemente dentro de unos milenios, no estemos como especie, y las bacterias habrán inventado otras formas de dominar el mundo.

Buenas noches, y buena suerte

 

La Siesta

 La inagotable Córdoba, me ofreció un segundo cartel, infinitamente más interesante y positivo que el de ayer. 

P1050807

 Casa seria donde las haya, cristianos viejos de toda la vida, seguro.

Profundos conocedores de la fisiología humana, que además no se andan con tonterías, nada de visitas a la hora sexta, vengan a la nona, como poco.

¡Coño!, los muchachos se piden tres horas, sin despeinarse, y encomendándose a Dios y al Espíritu Santo, para mayor seguridad, colijo.

Esta, seguro que es la fuente de Cela, para lo de «siesta de pijama, padrenuestro y orinal.

Así debe ser para la familia cristiana, que otra cosa es liberalidad, y desagradecimiento, al no ofrecer a los alimentos que Él nos ha dado, el trato respetuoso que merecen.

Yo, esto de la siesta, lo aprendí de mis mayores, que como cristianos viejos, sin mácula judaizante, la practicaron siempre, incluso, si las circunstancias eran adversas, podía posponerse el tal agradecimiento a la hora nona, y las visitas que esperen, que siempre quedan vísperas.

Yo la practico, con la misma devoción y respeto que a tal acto de gratitud con el Altísimo hay que dar.

Debo reconocer, que en aquellas, ya casi olvidadas épocas en que mi trabajo era para un señorito calvinistón, hubo días que me lo pusieron difícil. Las opciones eran pequeñas  siestas de quince minutos….(echar un quince), o directamente esperar a la hora nona, para el asunto.

También reconozco, que muchas de mis siestas, incluso teniendo cama a mano, han sido en sillón vergonzante, y se, que cuando llegue mi hora el Juez Supremo, me lo demandará.

En mi descargo, las pocas veces que me la he saltado.

La he dormido en bancos del parque, en aviones, en hoteles de mala muerte, o en los más lujosos del mundo. (en estos últimos pedía en recepción que no molestaran, que ni era calvinista ni luterano, y que ni estaba malito, ni leches en vinagre…» siesta time»).

Recibía una mirada conmiserativa por parte del pollo de turno, y yo a dormir.

En mi despacho, en trenes, en autobuses de línea, cruzando pantanos, desiertos, la mar océana, en todas partes.

Reconozco que en esto de la siesta, soy de los que cumplen con todo el protocolo, es decir, bizqueo, babeo, ronco, y al contrario de muchos, que deben ser pecadores empedernidos, me despierto siempre de un humor excelente.  

P1020755

En esta foto me pillaron en medio de mi siesta persa, después de una terrible comida, regada con agua del grifo, que los hijos del Ayatolá, son muy suyos, y claro hay que olvidar la tal comida en vez de dar gracias. Al final todos los caminos llevan al Señor.

Como acto de acción de gracias, siempre he pensado, que la siesta  es sagrada. Es para dormir, nada de yacer con hembra placentera, aunque la circunstancia pueda parecer propicia, quedan veintiuna horas en el día, para tales menesteres.

No quisiera dejar de mencionar las alabanzas que los galenos (hispanos) han hecho desde tiempos inmemoriales; que si alarga la vida, que son tres horas sin fumar, que si te permite volver a leer el periódico con la mente renovada, en fin una maravilla.

Claro que además para una cosa buena, de las que gustan, va y al galeno le parece bien…. pues a honrarla.

Recuerdo algunas siestas de las de disculpe usted, pero yo no puse la conferencia a sobre la inmortalidad del alma del cangrejo a las tres y cuarto, y claro, frito en primera fila, con el bizqueo, babeo, y ronquido correspondiente, que alguna vez interfirió con la traducción simultánea del centro de congresos de Ginebra , tan calvinistas ellos.

Ya he dicho, en casa, cristianos viejos, ni marranos, ni moriscos, ni judaizantes, pero con eso de las modernidades y los curros en multinacionales, te enfrentas con gentes ignorantes y descreídas .

Tanto, que no son capaces de enfrentar un buen cocido de tres vuelcos en el refectorio, con dos buenas jarras de vino manchego para que puedan los creyentes tomar fuerzas, que a esas horas, aún queda mucho día por delante. Estos bárbaros del Norte después de haber trasegado un café aguado, y un vaso de agua, para tragar un crôque Monsieur, o un vegetal, sin mahonesa, como todo yantar, ni podrán tener la necesidad de dar gracias al Señor, y mucho menos comprender como los cristianos viejos, debemos honrar a nuestro Creador.

Yo creo que las guerras que nuestros reyes libraron por toda Europa, fueron para que la peor parte de las doctrinas protestantes, no arraigara en la sagrada tierra española.

Y me refiero, evidentemente a cambiar el puchero, por el tentempié , y la siesta por la productividad, a mayor gloria del capital circulante, eso sí, llegando a las cinco a casa. ¡Pringaos!.

Que aquí nuestro funcionariado, la gente de bien,  a las dos en casa, y, así,  el proceso puede realizarse sin ningún sobresalto.

Bien, ladran, luego cabalgamos, defendamos nuestra fe, nuestras buenas costumbres,y si los mercados se ponen pesados que venga el Santo Oficio a defendernos, que lo que hacemos es a mayor gloria de Dios.

Buena siesta, y buena suerte

Chaval, no te metas en líos, o déjame a mí lo que interesa

 

 

P1050806

Entrando yo, tranquilamente, con «la caló» que me pilló ayer en Córdoba, a visitar, en una casa particular, un precioso patio, me encuentro este cartelito colgado en un rincón, a la sombra, cierto, pero ahí estaba.

El otro día, hablaba de eso de estar bien informado, hablaba de lo que pasa hoy en el caso de que quieras saber lo que se cuece a nuestro alrededor, y me encuentro el cartelito del mosén cordobés.

La suerte que tenemos hoy, es que esa forma de Inquisición, desapareció, pero eso sí, ha corrido por delante del desarrollo tecnológico.

Desde el ahorcamiento del maestro de escuela valenciano Cayetano Ripoll en 1826, Europa se echó literalmente encima de España, y se consiguió, que en 1834, formalmente se aboliera definitivamente el Santo Oficio, durante la regencia de María Cristina de Borbón dos Sicilias.

Ahora bien, a  ese poder que formalmente se elimina, no se puede renunciar tan fácilmente, ya que con Inquisición, o sin ella, ha sido siempre una necesidad de estado el evitar que los más  de la población tuvieran la formación suficiente para alterar el absolutismo que, llamado de una forma u otra,  es la forma de gobierno en todo el mundo, en todos los países, siempre, sin excepción, y en forma de aristocracia (gobierno y poder político ejercido por unos pocos pertenecientes a las clases mas pudientes e informadas).

Volvamos al azulejo cordobés, recordando un poco de historia de todo este interesante proceso.

Tras la caída del Imperio Romano, donde eses cosas estaban bastante bien controladas….. ya sabemos, «panem et circenses», y las elites, eran las que, no solo controlaban el cotarro, sino los que realmente, tenían, junto la información, la cultura, y obviamente el poder…. en fin, chaval, no te metas en líos, déjame a mí lo que interesa.

Llega el 476, y con Rómulo Augusto, se acaba una etapa en esta orilla del río,  y entre Odoacros, Nepotes, Teodoricos, cambia el poder hacia los bárbaros del norte, los Smith, como los  he llamado siempre.

En Constantinopla, llevaban ya un siglo casi viéndose desde lejos, en 395, Arcadio se estrena como emperador en Bizancio, y sigue allí el desarrollo de ese Imperio Romano, que acaba en 1453, con la llegada del bueno de Mehmet II.

En este lado, se desarrollan los estados visigodos, que no dan demasiado de sí, los chicos tenían aún que pulirse un poco, así que dejan pasar unos 250 años y las cosas empiezan a centrarse con la aparición del Imperio franco, el desarrollo de un nuevo poder, esta vez espiritual, heredero del Imperio Romano, y con el deseo de ser un poder universal, también. La Iglesia de Roma.

A principios del siglo VI aparece una orden, grupo de cristianos que siguen una regla común de vida, y se encierran del todo o a medias en comunidades que a poco se hacen centros muy importantes de conocimiento y poder; los Benedictinos, y las órdenes religiosas.

El populacho, bastante tenía con vivir poco y morir deprisa, comiendo algún día, procreándose y poco más. Desde luego, no podían enterarse de que iba la cosa, más allá de que el pedrizo destrozaba las cosechas, y que si yacías con hembra placentera, luego nacían niños.

Leer, escribir, pensar en lo trascendente, entender la medicina, la astronomía, la química o las matemáticas, estaba totalmente fuera de su alcance.

Esa información estaba en manos de elites, dentro de los monasterios, que es donde se recogía todo este saber, y se copiaba, las más de las veces por operarios que ni escribir sabían pero eran buenos dibujantes.

La producción de cultura, estaba perfectamente controlada, y su difusión más aún, con lo que el ejercicio del poder absoluto sobre una población totalmente iletrada, no era tarea muy ardua, si comían un poco, cualquier porquería.

Casi mil años les duró el sistema, hasta que en 1440, un renano, les pinchó el globo, desarrollando un sistema diabólico, que le costó al poder muchos disgustos, y reinventarse, porque la cosa  se les venía abajo.

El bueno de Gutenberg, posiblemente asesorado por el diablo, lo primero que hizo, fue imprimir una Biblia, dando la impresión de que el invento era a mayor gloria de Dios.

Pero, claro, con aquel sistema productivo, los monasterios ya no eran capaces de preservar la cultura solo para unas elites, y el copismo manual, empezaba a no tener sentido.

Además,  ya desde el siglo XIII, andábamos por esta España medio musulmana, dando la barrila, traduciendo los textos griegos con un saber ancestral que era de vital importancia no cayera en manos de la plebe.

La cosa se les fue de las manos, el invento del renano, en poco tiempo, hizo que información que no debía transmitirse de una forma más o menos generalizada cayese en manos de quien no debía.

Encima, se habían ya asentado las Universidades tras haber escapado dos o tres siglos antes de las escuelas catedralicias, de las sedes episcopales, abriéndose a más ciudadanos, (siempre dentro de la aristocracia)

Ya era 1515, cuando León X instaura la censura previa de los textos que debían publicarse, y de ahí a crear un índice, en donde se listaban todos aquellos libros que podían desarrollar el pensamiento de la plebe, vaya, un paso.

El definitivo, se da en el Concilio de Trento en 1564, por PíoIV, demasiado tarde colega….

Porque con tantas biblias vendidas, y tanta peña leyendo, no se les ocurre más que a una panda de bárbaros del norte, encabezados por el padre agustino de Eisleben, que la interpretación de ese texto Gutenberino, que se da en Roma, puede verse de otra forma, y que además los del sur son unos corruptos, y que si esto y que si aquello. Así que Lutero al poder.

Vaya si llevaban razón ocultando el saber. Pérdida de cuota de mercado para Roma, y un par de siglos de guerras religiosas en Europa.

Y ahí sale el cartelito cordobés de nuevo. Mira chico, esto es pecado, lleva el tal libro al mosén, que el ya verá lo que hay que hacer, y deja unas perras. ¡Ah! y si no lo has leído del todo, o no te has enterado pues venga….se bueno y no lo vuelvas  a hacer.

El Imperio Romano espiritual, (la Iglesia de Roma), controló de esta forma el poder terreno de los sátrapas locales, y aunque debilitado, siguió, y sigue.

Recomiendo hacer una pequeña investigación de los libros, que podían a un cristiano ponerle fuera de la Iglesia, listados en el famoso Index Librorum prohibitorum.

Os ayudaré con algunos autores que o toda su obra o parte de ella, aparecían en el Index, y así os daréis cuenta de lo que se quería hurtar al común de los mortales….Zola, Balza, Victor Hugo, Galileo, Copérnico, Kepler, Pascal, Spinoza, Hume, Kant, Sartre, André Guide, Erasmo…. ¿pecado, o ni se te ocurra pensar?

Lo más interesante de todo esto, es que el Index lo tuvo que parar Pablo VI en 1966, dejando sin embargo la recomendación, de no leer esos títulos, o considerarlos pecado venial.

Y hoy en día, ¿qué hacemos?. Muy fácil, utilizamos la tecnología, de forma, que en primer lugar nos distraiga lo suficiente, para que no podamos leer aquello que de verdad nos puede dar información de cómo han visto, o ven el mundo, aquellos que han sido o son los referentes reales de nuestra cultura.

En segundo lugar, se contrarresta con la desinformación adecuada cualquier idea, o información que pueda representar un peligro para el poder. (Yo sigo pensando, que básicamente, no ha cambiado de manos en los últimos diez mil años). Por último está la posibilidad de desprestigiar a quienes, con la difusión de sus ideas, puedan perjudicar al poder.

Sin salvar a nadie, diré que estamos teniendo ahora en España una muestra con las campañas en contra de los dos nuevos partidos políticos que han aparecido, y que pueden rascar alguna cota de poder. Yo me parto viendo el espectáculo. Con su pan se lo coman.

En fin, me acercaré, un día de estos, al torno de algún monasterio, con mi Splendor Solis, mi Canon Medicinae de Avicena, con los comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana, con el de Humani corpore fabrica,  con mi Enciclopedia de D’Alambert y Diderot, y hasta con el Huis clos, la Nauseé y la Putain respetueuse, para que me lo cambien por estampitas de San Isidro, y así bajen los ángeles a labrarme el huerto.

Todo esto ya lo sabíais, pero nunca por mucho trigo fue mal año.

Buenas noches y buena suerte

Definitivamente, YO, soy un hombre informado.

Desde luego, en esta primera parte del Siglo XXI, hay que ser un desnucasapos, certificado ISO, la que sea, para soltar tamaña parida, no solo sin sonrojarse, sino poniendo cara de ¡que, sí, hombre, que sí, YO, soy un hombre bien informado!.

Pues vamos a ver si es verdad lo que acabo de decir, y mirad que me viene de nuevo el molesto mito de la caverna, pero como estos griegos, son como son, diremos que me han educado a medias entre el PP, y el PSOE, y se me ha olvidado, o yo no sé de qué me hablas, y menos sin mi abogado delante.

YO, soy un hombre informado. De algunas cosas sí, por ejemplo, sé que el Madrid, o el Bayern, no jugarán la final en Europa.

Y, ¿con qué detalle quieres que te lo comente?, que YO estoy aquí para servir a Dios y a usted, pida pida…..se los goles que se hicieron, se cuándo, quien y como se consiguieron.

Conozco el color de los calzoncillos de todos y cada uno de los que correteaban en Baviera y en la Castellana.

Sé las camisetas que han vendido, sé el dorsal de los jugadores, los hijos que tienen, los que tendrán, y hasta los que se han quedado en el tintero.

YO, como te he dicho, estoy bien informado, es más, estoy muy bien informado, incluso a nivel internacional. Verás pregunta por los baloncestistas americanos, me se la historia de sus campeonatos de memoria, los números de camisetas retirados en honor a grandes reliquias de ese juego, pregunta, venga.

Que lo mismo para el tenis, para el golf, vamos que me sé el nombre de la chica del de Burriol, el color del reloj de Alonso y que ha desayunado hoy la Cisca, si me lo preguntas. Estoy muy bien informado, ya te lo digo.

-Bueno, bueno, no sigas, tú ganas, pero me gustaría saber, si cuando te preguntan los del CIS, y contestas para que luego se publiquen, y sobre tus respuestas se tomen decisiones, (o no), si has respondido con un conocimiento total y veraz del tema, o porque tal o cual medio, lo ha dicho, lo ha destacado, y a ti/mí nos ha convencido, y de ahí, hasta la muerte.

Oye, oye, que yo todos los días leo varios periódicos de todo el Mundo…..veo informativos en la tele, hasta los que son en idiomas, ¿qué te has creído?

-Nada, no me he creído nada, no te alteres, pero me gustaría saber si la lectura es a través de encabezados de noticia, o realmente profundizas, incluso más que eso, es decir, si luchas por confirmar la noticia, repetida ad nauseam, hasta que salga la verdad….entre pitos y olés…

Seguro que te has fijado, y confirmarás conmigo, la desagradable sensación de manipulación de todo lo que nos llega a casa, entre el primer biberón y la última defecación por incontinencia.

Lo que se cuenta en radios televisiones u otros medios, no nos produce más que un miserable caldo de cultivo en el que florecerán esas sombras que hoy llaman descomunicación, y a ella me refiero.

La información que nos llega, me temo, que en la mayoría de los casos, está deliberadamente cocinada, para que compremos un mensaje, que le interesa a alguien, y estos días de campaña electoral, es cuando se ve más claro.

Si lees o escuchas medios que apoyen a una formación o a otra, la definición del entorno en el que tú vives, es totalmente diferente, por lo tanto, ¿qué elemento debes usar para saber cómo es el ecosistema en el que estás inmerso?.

Yo, nunca sabré si existió realmente Bin Laden, si murió o no, o qué paso en el World Trade Center aquel 11 de setiembre, o lo de Madrid el 11 de marzo…..nunca lo sabré, y en ambos casos, las consecuencias fueron importantes para mi vida en muchos aspectos.

Nunca sabré porqué la economía se comporta de una forma u otra. Nunca sabré quién manipula las cosas, para obtener no sé qué, o para qué.

Vivimos de titulares, de mensajes publicitarios, a los que desde hace mucho tiempo nos han acostumbrado a obedecer, y como llevamos más de un siglo, en una guerra que no acaba, por conseguir el poder mundial, la verdad lleva un siglo muerta. Ya sabemos que es la primera víctima de la guerra.

No conocemos, ni la verdad de nuestro barrio, ni siquiera de nuestra escalera, a veces de nuestra propia casa, pero cuando vemos repetido un eslogan, acabamos creyéndolo, y obrando en consecuencia.

Pero, YO estoy bien informado, de veras, veo eso del corazón, y sé cómo sufre la Pantoja, y también he llegado a la conclusión de que estamos saliendo de la crisis.

Me han dicho, que la economía va mucho mejor, que la gente trabaja, y…..quizás lleves razón, a lo mejor no estoy tan bien informado, me ha llegado el mensaje, pero no conozco los detalles de cómo y por qué se ha llegado a esas conclusiones, y si quiero comprobar algo sólo estoy capacitado, para verlo a nivel de frutero de barrio, y tampoco lo tengo claro.

Incluso los periodistas independientes (que por cierto mueren jóvenes), las más de las veces no llegan más que a la primera capa de lo que ha sucedido en este o aquel acontecimiento, y si consiguen publicar no será de difusión global, lo que no interese a alguien poderoso que se sepa, nunca lo sabrás.

Tus decisiones, las tomarás sobre las sombras manipuladas del fondo de la caverna, y lo que es peor, tendrás el convencimiento de que eres libre. Que has actuado con un criterio formado a base de información veraz, de calidad, independiente, no manipulada, y diseñada para ayudarte a ti.

Técnicamente, deberíamos conocer de los partidos que nos gobiernan, y de los que aspiran a hacerlo, su programa, y poco más.

Programas hechos con precisión y claridad. Le llamaremos a eso, el producto a comprar. Pero, la primera en la frente. ¿Ha leído alguien en detalle esos programas en todas las elecciones en las que ha participado, y luego ha actuado en consecuencia?

Sin haber hecho ese ejercicio, ¿quién puede luego decir que Fulano o Mengano no han cumplido?, lo mejor es que no te digan ni pío, en aquello que pueda contribuir a que te formes un criterio con una carga intelectual de peso, y a partir de ahí, y a base de mensajes, irán tirando de tu vida, de tus ilusiones, de tu dinero, y al final de tu adhesión incondicional.

Maniqueísmo puro, los buenos y los malos, el Barça y el Madrid, los rusos y los americanos, el PSOE o el PP, de derechas o de izquierdas…y así toda la vida.

Pero YO soy un hombre, ¿informado?, no, definitivamente no. Tomo decisiones por impulsos, o como consecuencia de datos que no he podido realmente contrastar, recogidos en fuentes que aparentemente son afines a mis creencias, pero que no actúan para que yo sepa, sino para que yo haga, esto o aquello.

Así que me voy a pasear por la Mezquita de Córdoba y a ver los patios. Creo que podré constatar que los geranios no son de plástico.

Buenos días y buena suerte

 

 

Las invasiones bárbaras

P1030334

 

El profesor D. Pedro Schwarz, esta mañana ha soltado una frase en la radio, a la hora del afeitado, que me tiene pensando todo el día.

“Si no traemos sus productos, vendrán ellos”

El contexto es el drama de la inmigración ilegal que nos llega a los europeos, bien de África, bien de las tierras al este asoladas por las guerras del invento aquel de la primavera árabe, que ha dado en estos lodos.

Honestamente y con exactitud, no sé a qué se refería el profesor Schwarz, aunque parece fácil de colegir, cuando hablaba de este problema, si el drama era para los que venían, (que lo es), o si el drama es para la pulcra Europa, a la que le repugna esta llegada masiva de gente desesperada, que nuestro egoísmo no puede aceptar.

Nuestro ministro de Asuntos Exteriores, ha soltado hoy en la tele, algo así como que tenemos en Europa, un problema con la emigración, y que la posibilidad de que se lancen algunos torpedos contra las embarcaciones que parten de tierras Libias, no le parece del todo mal.

Ha obviado, que el problema de verdad, el drama, lo tienen quienes se suben a las pateras y se ponen en manos de mafias criminales. Él, y nosotros, comeremos y dormiremos blanditos. no tenemos un problema.

P1030430Ignoro si los pepinos deben lanzarse antes o después de que se hacinen a bordo los emigrantes. Pero vamos, que dadas las características del problema que nos causa a Europa, el tema se ha llevado a la ONU, ya que hablamos del ataque a un país ¿soberano? como parece ser Libia.

Seguro que Muamar Muhamad Abu-minyar el Gadafi era un de todo y algo más, pero dentro de un orden se estaba quieto, y después de su asesinato, los problemas que causa Libia, son infinitamente mayores, (a sus ciudadanos, digo), y a la comunidad internacional….bueno, al sur de Europa.

También se ha hablado de ejercer una represión adecuada contra las mafias que se están lucrando con este comercio humano de lo más cruel e indigno, pero, ¿Cómo se hace?, ¿guerra de guerrillas en Libia, o en cualquier país que tenga comercializado este tráfico humano?. ¿Les pillamos la pasta en algún banco londinense, andorrano, suizo o lo que sea?

Habrá que tener entonces cuidado con las legislaciones de cada país, asegurarse que detrás de todo esto, no hay ningún buen cliente/proveedor de nuestro querido Occidente, y lo que es peor, que no haya ningún político occidental metiendo la mano en este carajal, para beneficio propio. Largo me lo fiais.

Los USA, siguen recibiendo los que antes se llamaban espaldas mojadas, (ahora con el muro del río Grande ya no se mojan) a miles, los machacan, los matan, algunas de las veces, ya que no deciden morirse ellos por el camino, y el éxito del cruce de fronteras queda con cierto control.

Claro que al sur del Río Grande, hay una guerra entre tribus, (urbanas) y una degeneración social extrema, causada por la falta de flujo comercial adecuado y justo en la zona, entre otras muchas cosas.

Una vez que algunos han pasado, los yankies se acuerdan de que por esas tierras, lo que habían eran pieles rojas, y ellos son mandingos, escoceses, irlandeses, polacos, judíos, armenios, italianos, griegos……y todo lo que usted quiera, con lo que les da la vena de ¡bueno va!, y legalizan a una pequeña parte, que tener sinpa, ayuda un montón a mantener la economía, ya que puedes darles un trato peor del que se le daba a un esclavo.

En Asia, tenemos huyendo a Thailandeses, a Birmanos, cada uno con su desesperación ya económica, ya causada por algún fanatismo político o religioso, y el sistema es siempre el mismo, una mafia les vende primero la esperanza, luego les roba, y posteriormente mata o deja morir a una parte, la más molesta, aunque siempre consigue que alguien llegue a buen puerto para que llame a casa, diga que está bien y anime a otros a tomar el camino.

En Occidente, nos preocupa que no vengan en barcos con la certificación correspondiente en regla, que no se hayan duchado, que vengan con niños en tripa o en brazos, que no se sepa de dónde vienen.

Y si se llega a saber…¿cómo se devuelven?…que manchan ¡coño!, si no hay ningún país detrás de ellos, y que si lo hay no va a querer que los devuelvan, a no ser que se soborne al sátrapa local, y santas pascuas….pero como se entere la prensa, vamos a quedar fatal. Y una vez devueltos….su destino nos importa muy poco, si los encarcelan, los matan o se mueren, no es ya nuestro problema. El nuestro es que el viaje de vuelta sale por un pico, ¡oiga!

Traigamos sus productos, es decir, desarrollemos esas tierras, e impulsemos el comercio, que si viajan las mercancías, los ciudadanos cuando viajan lo hacen por placer o para cuidar del comercio.

No lo sabemos, ni lo queremos hacer. A pesar de lo mal que dan en la tele estas cosas, las preferimos antes de hacer de esas tierras, lugares en los que en principio, nadie se muera de hambre, que tengan una sanidad que no tenga que pasar forzosamente por un Chaman….y sobre todo educación, educación, formación, entrenamiento.

Pero ¡Qué dices!, Occidente no está dispuesta a pagar el desarrollo de competidores, y los chinos se van a poner muy pesados, que ellos empezaron antes, y por cierto, a sangre y fuego, ¿verdad Sr. Mao?, que cuando digo educar no hablo de la Revolución Cultural.

Viajando por alguno de estos países, te das cuenta que en muchos de ellos, son aún las estructuras tribales las que de una forma u otra conforman la sociedad, y cuando surge la chispa de una rivalidad, muchas veces por motivos que nos pueden parecer nimios, las estructuras de cohesión son tan frágiles que tienen por fuerza que saltar por los aires, y comienzan los campos de refugiados.

A nosotros, consumidores compulsivos de coltan, nos viene grande todo eso, y ni queremos, ni sabemos meternos. Estamos demasiado ocupados con la burbuja de las tecnológicas, la crisis de las subprime, o del precio de los bonos soberanos, que cada día valen menos, hasta que dejen de valer, y los plazos fijos ya no son lo que eran y el banco de Madrid se ha ido haciendo mutis por el Foro.

¡Pero es que llegan a miles! Pues torpedos selectivos, o generales, porque la solución de filtros burocráticos, dando permisos a aquellos que nos puedan aportar algo (económico, claro), o casos humanitarios (como si no lo fueran todos), una vez definidos por el burócrata de turno, y publicado en el boletín de la comunidad económica europea, ha sido dicho con la boca pequeña, tiene muchos problemas logísticos, ¿quién controla que cumplen los requisitos?, y una vez dentro ¿qué derechos tienen?¿establecemos cupos de reparto por toda la UE?, ¿con qué criterio?,¿a Dinamarca los que hablen danés con acento de Copenhagen?, y una vez aquí, ¿los educamos?, ¿les cambiamos su religión, sus costumbres, y sus estructuras tribales?. Además está el problema de enviar empleados públicos a los países de origen a que controlen “in situ”…con lo que vale un expatriado, si lo encuentras.

Las sociedades de origen de esta gente, en muchos casos, están aún en estadíos culturales previos a nuestra edad media, cambiarlos a pelo, en menos de una generación, sin ser yo especialista en nada, me parece labor titánica.

Para mí es imposible ver una solución justa al problema. Al problema de las personas que no pueden vivir en sus lugares de origen y que en primera elección deciden escapar. Ellos intentan mejorar, pero hay una selección en la especie, que impele a  las tribus organizadas del Norte, bloquear el acceso de las tribus bárbaras del sur a los restaurantes tres estrellas, (bueno a fregar platos, sí) y al agua potable de nuestros grifos. Desgraciadamente creo que a corto plazo ganarán las tribus del Norte, pero a la larga……. el Imperio Romano cometió el mismo error, y los patricios pasaron de llamarse Marcus a llamarse Smith.

Como consecuencia de ello, desapareció el Imperio como tal, pero hoy todo occidente vive en sus estructuras, con sus leyes, y muchos de ellos con su lengua.

Así que ya conocemos el futuro, está escrito, y olvidado.

Buenas noches, y buena suerte

No me gustan los “istas”

P1020953

 

Desde pequeñito, me lo ha dicho siempre mi madre,

-“Hijo, se lo que quieras pero procura que no acabe en “ista”.

La verdad es que le hecho caso, y no me puedo quejar, porque me ha permitido ser crítico con todo, y al no seguir ciegamente ninguna corriente, de lo que sea, mi libertad, ha sufrido solo los daños que son inevitables en esta sociedad en la que vivo.

Puedo decir con orgullo que soy barcelonés, de corazón, pero nunca barcelonista. Eso quiere decir que al no seguir los dictados de ningún líder, puedo ensalzar mi ciudad, o su equipo de fútbol, o de baloncesto.

De la misma forma puedo pensar y decir que esto o aquello, no me gusta, y sigo siendo barcelonés.

Pero también soy madrileño, claro, que nunca madridista, no sea que me crea que hay que odiar a enemigos imaginarios porque a este o a aquel dirigente le venga bien que sea así.

No sabéis lo que me gusta ser catalán, claro, no catalanista. Eso me quita de encima un montón de enemigos que tienen los “istas” y que yo no veo como tales.

Claro, cuando en mi Cataluña, la lían parda, tengo la libertad de pensar que se están equivocando, (aunque pueda ser yo el equivocado). El derecho a pifiarla, o de ver las situaciones de forma errónea, es patrimonio del ser humano.

Si no eres “ista” puedes reconocer con mucha más facilidad un error en tu apreciación, y como no eres parte del grupo que te da el carnet de lo que sea, puedes pensar lo que quieras, y hasta decirlo.

Todo esto que estoy comentando, me ha venido al teclado, escuchando esta mañana en la radio, una tertulia, y posterior entrevista a Fernando Savater, a propósito de un libro que acaba de publicar sobre el pensamiento de Voltaire (François Marie Arouet para los íntimos).

La entrevista de Pepa Fernández, y la actitud del escritor, me han gustado mucho, y ha hecho que recuerde ese consejo materno.

En la tertulia anterior a la entrevista, los participantes tocaron con muy buen tino, muchos de los conceptos alrededor de este enunciado, que modestamente comparto.

Cierto que el ser humano es gregario, necesita un dirigente en muchas ocasiones, crea castas dentro de la manada, y se siente muy solo, cuando no se encuentra enclavado en un grupo que le de identidad, que le proteja, aunque el precio sea renunciar a toda, o a parte de tu libertad.

Tengo, obviamente que señalar, que esta actitud no es ni mucho menos general, que hay muchas personas que no necesitan enclavarse en ningún grupo “ista” para sentirse cómodos, aunque voy a desarrollar un poco más el tema.

En política, está chupado, a la que tienes unos colores, eres centrista, fascista, socialista, comunista, unionista, separatista…y no sé cuántas cosas más.

Claro, en esas circunstancias, si estás dentro de uno cualquiera de esos grupos, pierdes absolutamente la capacidad de aceptar las virtudes que en los demás hay, de hecho los demonizas, los transformas en una suerte de enemigo, y lo que desearías es que hicieran apostasía de sus ideas y abrazaran las tuyas. ¡Qué altísimo precio por pertenecer a un grupo! La pérdida de ocasiones de aprender y enriquecerse desde el punto de vista intelectual, es terrorífica.

En ocasiones, por ejemplo, en los “istas” religiosos, la sangre puede llegar al río, es más, ha llegado muchas veces, y no ha perdido actualidad, porque sigue sucediendo.

Los miembros de un grupo “ista” están forzados a dejar de pensar.

El pensamiento, las ideas, las acciones a llevar a cabo, las marca el líder, el dirigente, y si quieres aportar tus puntos de vista, eres una corriente crítica, en los casos más suaves, o directamente se te expulsa de ese grupo, y afuera está el llanto y el crujir de dientes. Ejemplos, a toneladas.

Otro tremendo problema que surge, es la imposibilidad de intercambiar ideas con grupos “istas” de tu ámbito de actuación, te impermeabilizas y haces bueno el dicho de “sordos todos, mudos ninguno”. Estamos hartos de verlo y escucharlo continuamente en cualquier tertulia donde los invitados estén en esa circunstancia.

Ahora, en la campaña electoral que tenemos encima, vamos a tener ejemplos de esto «ad nauseam»

Lo que más me aterroriza de este tema es cuando los “istas” engloban a poblaciones humanas realmente importantes, tomando poder, y la posibilidad de realizar tropelías.

Me vienen a la cabeza desde los fascistas de Hitler, a los catolicistas españoles del siglo de oro, o los hutus y tutsis. Es tremendo como pierde valor la vida del que no es de tu grupo, como los islamistas de hoy, que la cosa sigue vigente como ya he comentado.

A menor escala, las barras bravas, las peñas violentas, Las pandillas tipo “mara” o simplemente Capuletos y Montescos, peleando por un territorio, son realmente dañinos, y las tropelías que pueden hacer escondidos dentro del grupo tienen muy pocos límites.

Los miembros, al perder su identidad individual, pierden inmediatamente los límites morales que se pondrían en caso de no estar con esa protección.

Así que por otra parte, diré que la mejor vacuna contra estas enfermedades, es la curiosidad, el estudio, la cultura, en definitiva, que es quien te da la capacidad de crítica, y consecuentemente la libertad.

Mañana leeré tranquilamente el ensayo de Savater, y a lo mejor comento algo de lo que haya aprendido….si me apetece. Y lo mejor de caso es que no soy tampoco Savaterista, o Pepista, hay algunas cosas de su pensamiento que me gustan mucho, otras me dejan indiferente, y otras o no las entiendo, o me producen rechazo. Pero siempre aprendo, siempre hay interés en analizar una idea que haya surgido, incluso de los puntos de vista más alejados de los míos.

Acabaré diciendo aquello que creo atribuían a Sir Winston Churchill, hablando con un “ista”

-La diferencia entre usted y yo, es que usted está dispuesto a matarme por mi forma de pensar, y yo estoy dispuesto a dar mi vida para que usted piense como quiera”

 

Buenas noches y buena suerte

 

 

 

 

 

Don Juan, Don Luis, y la campaña electoral

Por donde quiera que fui

la razón atropellé

la virtud escarnecí

a la justicia burlé

y a las mujeres vendí

………………………………

Y allá por donde yo fui

En todas partes dejé

Memoria amarga de mí

(Don Juan Tenorio, José Zorrilla)

 

 

Ha sido empezar esta vaina que nos va a estar mortificando hasta el próximo veinticuatro de mayo, y no sé por qué, lo primero que se ha acercado por mi coco, han sido estos versitos en los que Don Luis Mejía, y Don Juan Tenorio, sentados uno frente a otro, en la Hostería del Laurel, hacían recuento de las fechorías hechas durante el último año, para constatar quién de los dos había tenido un comportamiento más cercano a la villanía.

No sé por qué me han venido a la cabeza estos versos, quizás porque el presidente Rajoy y sus muchachos, el partido de la oposición, los sindicatos, los partidos autonómicos, alcaldes y presidentes de diputaciones, no hacen más que recordarme una tras otras las veces que atropellaron la razón, escarnecieron la virtud, a la justicia burlaron, y a las mujeres vendieron. Lo de que allá por donde ellos fueron, en todas partes dejaron memoria amarga, no hay que explicarlo.

Arrollaron la razón, cuando de la mano con el anterior presidente, cambiaron un artículo de la Constitución, que antepuso el pago de la deuda, al bienestar de los ciudadanos. Nosotros no queríamos, jamás lo hubiéramos votado.

Arrollaron la razón, cuando permitieron que estructuras inútiles del Estado donde estaban colocados los amigos de los partidos, siguieran en pie, especialmente empresas públicas sin sentido.

Arrollaron la razón, cuando permitieron que las Cajas de Ahorro, y algunos bancos utilizaran el dinero de los contribuyentes para salvar su culo.

Arrollaron la razón cuando nos mintieron sobre las cuentas del país, cuando manipularon las estadísticas, todas y cada una de ellas, para intentar convencernos de la bondad de sus propuestas.

Arrollaron la razón cuando subieron los impuestos a los ciudadanos trabajadores, y los bajaron al gran capital y a la gran empresa.

Arrollaron la razón cuando lucharon y consiguieron el control de medios de comunicación, y así poder enviar las consignas que puedan convenirles.

Arrollaron la razón cuando prescindieron de los profesionales más cualificados porque les parecía que ganaban demasiado dinero.

Arrollaron la razón cuando construyeron infraestructuras inútiles, y cuando usaron nuestro dinero para perpetuarse en sus puestos.

La virtud escarnecieron, robando descaradamente, en Cataluña, en Valencia, en Andalucía, en Madrid, en las Castillas….en todas partes.

La virtud escarnecieron, cuando intentaron, unos y otros, apoyar a los ladrones afines, cada uno a los suyos, hasta lo indefendible.

La virtud escarnecieron cuando en sus escaños, autonómicos, locales, nacionales, cerraron las bocas porque solo la opinión del partido importa. No necesitamos 350 diputados, solo salario para el portavoz, y que se le de calidad de voto en función de los votos que tengan.

La virtud escarnecieron cuando permitieron que una generación, perdiera su medio de vida, aquellos que nacieron entre 1960 y 1970, han sido borrados del mapa laboral, para intentar mejorar las ya muy mejoradas cuentas de resultados de la gran empresa.

La virtud escarnecieron cuando los sindicatos miraron a otro lado en vez de defender a los trabajadores, y se centraron en obtener beneficios para sus organizaciones, a costa de los despidos masivos.

La virtud escarnecieron, cuando se dieron prebendas por haber sido cargos electos, que jamás pudiera soñar un ciudadano, de esos que les votan. Y todo por estar sentados en el escaño, jugando al pelotín.

La virtud escarnecieron, cuando se aseguraban la vida por cuatro años de no hacer nada.

A la justicia burlaron, cuando se saltaron la ley para intentar sacar adelante algún proyecto que no se contemplaba en la Constitución que los ciudadanos nos hemos dado.

A la justicia burlaron, cuando eliminaron a aquellos jueces que no comulgaban con sus dictados.

A la justicia burlaron cuando intentaron, con todas sus fuerzas bloquear aquellos procesos, que les parecían incómodos, o claramente contrarios a sus intereses.

A la justicia burlaron cuando intentaron la política de hechos consumados, para una recalificación, para un cambio ilegal de normativas, para adjudicar un contrato sin concurso público limpio, o para nombrar asesores, o empleados públicos sin que hayan cumplido, con el correspondiente concurso oposición.

A la justicia burlaron, cuando cambiaron leyes a mitad del partido, quitando derechos que la población tenía. Y hablo de derechos laborales, a una sanidad de calidad, a una educación que permita tener el nivel que se requiere hoy para ser competitivos en el mundo.

A la justicia burlaron, cuando no cumplieron las leyes de dependencia, porque prefirieron gastar esa miseria en sus fastos.

A la justicia burlaron cuando no encarcelaron a los banqueros que robaron, o simplemente gestionaron mal, y a la justicia burlaron cuando usaron mis impuestos, para tapar toda esa basura.

A la justicia burlaron cuando aceptaron sobornos, cuando presionaron para obtener aquello que la ley les negaba.

A la justicia burlaron, cuando los corruptos señalaron como culpables a los débiles.

A la justicia burlaron cuando permitieron que los acreedores de los ciudadanos a los que se había echado del mundo laboral, les quitaran sus casas, basándose en leyes injustas, y en contratos abusivos.

A la justicia burlaron, cuando se mantuvieron monopolios en los servicios más sensibles para el bienestar de la población, permitiendo la cautividad del ciudadano.

A las mujeres vendieron, cuando no las protegieron suficientemente, y siguieron muriendo a razón de una a la semana, porque un juez no hizo su trabajo, y sigue siendo juez, porque no se puso el dinero suficiente, para mantener alejados a los maltratadores, porque no era rentable en votos.

A las mujeres vendieron, cuando no les ayudaron suficientemente en su maternidad, cuando se permitió que por esa razón pudieran o perder su trabajo, o directamente no ser contratadas.

A las mujeres vendieron, cuando permitieron que sus salarios, solo por ese hecho fueran más bajos que los de los hombres.

A las mujeres vendieron cuando decidieron quitarles la libertad sobre su cuerpo, su derecho a decidir la maternidad.

A las mujeres vendieron, cuando no actuaron con la suficiente eficacia, para eliminar las redes de trata de blancas, a los proxenetas.

A las mujeres vendieron cuando se permitió que se utilizara su cuerpo para vender cualquier cosa.

Y ahora es el momento en el que Don Luis y Don Juan tienen que hacer las cuentas, sacar la lista, de los hombres que mataron, de las mentiras que dijeron, de las mujeres que burlaron, vendieron…

Hay que hacer las cuentas, a Don Luis y a Don Juan les valió aquello de

Y escrito en este papel

Está cuanto consiguió

Y lo que él aquí escribió

Mantenido está por él

Pero a estos no les vale, la lista es tan larga que necesitan una Excel de esas bien complejas, además no se creerán las hazañas de unos y otros, y posiblemente acaben llevándose, a algún tribunal con juez amigo que sacuda al enemigo. Si no es posible, ya se sabe, pena de telediario.

Por eso temo a estas dos semanas que enfrento. Me gustaría pararme a distinguir las voces de los ecos….pero serán gritos y ecos, y quisiera escuchar entre las voces, una. Pero me temo que no habrá voces.

Por si no se ha notado, nuestros políticos, son a la vez Don Juan y Don Luis, pero acanallados, sin honor, pelearan a navajazos en vez de a espada toledana, no sabrán enamorar ni a Doña Ana, ni a Doña Inés, les quitarían el dinero si pudiesen, y las prostituirían si pudieran.

Dios nos asista.

Buenas noches y buena suerte

El marketing, el sexo….y el caracol del faro*.

Iba yo tan tranquilo en el metro, escuchando algúna de esas grabaciones, (podcast les llamana ahora) sobre lo poco que quedaba por destruir en Irán, o algo parecido, cuando alguien se sentó a mi lado, abrió uno de esos periódicos que reparten gratuitamente, 20 Minutos creo que se llama.

Yo tengo una fijación natural, que un día me costará un disgusto, y es que lo miro todo, así que por encima del hombro de esa persona, le eché un ojito al tal diario.

Lo que me encontré fue la foto de abajo, con un comentario que por el momento voy a obviar.

223108-620-282

Lo primero que me llamó la atención, fue, la sencillez del dibujo, los colores desvaídos, las caritas inocentes de los muñecos, y que los dos me miraban a mí, con esos ojos redondos que parece despiertan sentimientos de simpatía a quienes los observan.

Mirando más despacio el dibujo, me pareció que tanto él como ella, no estaban a lo que hacían. El muchacho tiene el periódico abierto, pero no lo lee, seguro que se está mirando al espejo de la estación constatando lo bien que le ha quedado el peinado, y piensa que esta tarde su chica, o su chico, estarán encantados de verle de nuevo, tras unos días sin verse.

El periódico no le interesa, lo ha encontrado en el banco, y lo ha cogido simplemente porque estaba allí.

De hecho es muy posible, (yo no lo conozco) que lleve demasiado tiempo sin leer, le gustan demasiado los juegos con el ordenador, y está, cuando no juega, comunicando con un grupo de superaficionados con los que se intercambia experiencias. (Creo que los llaman frikis del chat o algo así).

El muchacho parece de extracción relativamente humilde, diría incluso que lleva uno de esos monos de obrero de los que usaba Charlot en Tiempos Modernos. El color es triste, anodino, no me anima ni un poco, pero el muchacho sonrie.

Parece también que la muchacha no le interesa, y aunque parece muy mona, no se siente atraído. Tremendo.

A la izquierda del muchacho, hay un dibujo de un tren, que de los que circulan por el subsuelo de Madrid, y un anagrama de METRO.

El tren está pintarrajeado aparentemente, por esos que usan pistolas de pintura, y que lo dejan todo hecho una ruina. (Graffiteros les llaman).

Ella, parece muy elegantita, un vestidito saco, con un escote discreto, media negras, un peinado “tazón” muy adecuado.

No tengo claro que está haciendo. La veo perfectamente maquillada, y lo que tiene en las manos puede que sea una grabadora con un pequeño micrófono.

Es posible que esté preparando una conferencia, sobre la inmortalidad del alma del cangrejo, creo que es una intelectual.

A lo mejor no. Es una financiera, y tiene una reunión en la que va a decidirse un negocio de mil millones. Y cierto, se retoca el maquillaje. (Yo tambien me ajusto, cuando toca, el nudo de la corbata), la imagen hoy en día lo es todo.

Tiene a modo de barrera un bolso de diseño, que claramente la separa del hombre que sostiene el periódico. Son definitivamente elementos defensivos, barreras psicológicas, el bolso y el periódico que les aislan al uno del otro y a ambos del proceloso mundo del metro en hora punta.

No tienen aire soñador, ni el ni ella, no son Julieta ni Romeo, ni Jules ni Jim, son dos muñecos pintados

A estas alturas de la película, os preguntaréis, qué pasa con este dibujo, en donde aparecen una intelectual, y un chico, que, a lo mejor, está arruinado, ha gastado su último euro en el billete del metro y trata de comprobar si el periódico le quitará el frío esta noche cuando se acueste en la puerta del palacio de la Espe.

Bueno, pues la noticia es que los de márketing, diseñadores de la historia tienen la mente calenturienta, y han planteado un anuncio sexista, que ha tenido que ser retirado por los del Metro.

Hay, según aquellos que han promovido esa acción, un tratamiento ofensivo, para alguno de los sexos, o para los dos. Seguro que es así.

Lo peor es que no sé qué quieren vender con el dibujo, no lo sé, de veras. ¿Imagen del Metro?, ¿el periódico?, ¿la grabadora quizás? ¿o es un lápiz de labios y un espejo?.

Que vuesas mercedes, juzguen para sus adentros, y condenen, aquella parte de la historia que más ofensiva les parezca, si la utilización de él, de ella, si la calidad del dibujo, si elmensaje, si las razones dadas para retirar el dibujo, si el despilfarro económico de retirarlo, y tener que hacer un nuevo concurso para realizar un nuevo dispendio municipal, si es que no se ven las letras del periódico, o lo que es peor, las marcas del bolso, la grabadora, o el lápiz y el espejo para retocarse los labios……¿o es que hacía frío, y era solo cacao para que no se le cortasen. Una señora sale impecable de casa, como un señor, claro.

La utilización de las figuras femeninas, o masculinas para que sirvan de soporte la venta de un artículo, nunca me han parecido mal, salvo si son claramente denigrantes o puedan ser consideradas de mal gusto, (puede que sea este el caso), yo no lo sé.

Ahora bien, reconozco que me encanta ver al ex jugador del Madrid vender ropa barata con su imagen, o a la Sra. Velasco, convencernos de que cambiemos el plato de la ducha.

No voy a entrar en los que no me me gustan, los ignoro directamente, así como el producto que me ponen delante….pero alguien dijo, que si no entiendes, o no te gusta un anuncio, ignóralo, no es para ti.

Buenas noches y buena suerte

  • El título es un pequeño homenaje a Gabriel Miró, el perfeccionista y luminoso poeta alicantino, autor de “El ángel el molino y el caracol del faro”

 

 

 

 

 

 

 

 

ECOLOGIA PARA NO ECOLOGISTAS

P1000965En tierras del Arca de Noé del siglo XX

A la que me descuido, leo, oigo, veo, no importa, pero constato que me llega el mensaje de lo malos que somos los humanos para la salud del planeta, de las especies vegetales, de la vida animal, del aire que nos rodea, y las aguas que nos bañan.

El mensaje me llega por todas partes, a todas horas, tanto, que he llegado a pensar que es publicidad, y que alguien está vendiendo algo, pero no, seguro que no es así, que es todo altruismo y filantropía, que son los recursos necesarios para que, yo, pobre ciego-sordo, me entere del mensaje, de la maldad de la Humanidad.

La publicidad de hoy, perdón, la noticia-mensaje, intercalado con la falacia de lo bien que va el empleo en España, me contaba, que no sé cuántas especies habían desaparecido, la semana pasada, o el último año, no importa, eran unos miles.

A continuación, el seamos buenos de turno, y si es en la tele unos cuantos cachorros de ojos redondos, para recordarnos que nos estamos cargando el Planeta.

Yo no sé cuántas especies hay en el planeta, si alguien tiene el dato, me muero por conocerlo. Ni siquiera la biomasa está medida, ni siquiera sabemos cuál es el límite en el que esa proteína es vida o es solo un agente químico, vaya que, sensu estricto, no sabemos ni siquiera qué es la vida.

El asunto, me pilló con la cruz de la declaración en la mano, recordé el anuncio, y pensé, falta una casilla, el 0,7%, para mí, y si hago una donación desgravo de mi base de cotización correspondiente, el porcentaje legislado. Pero no ese dinero ya no es mío, y alguien decidirá por mí a qué ONG va, a qué proyecto, o a pagar no sé qué salario. No importa nunca lo sabré, solo sabré que voló de mi bolsillo.

Volvamos a nuestra especie. Es solo una, de entre millones en todos los Reinos de la Naturaleza, hemos llegado casi los últimos a esta fiesta, y sentimos que somos los más importantes, los que molan, los chulitos del barrio. En fin, la repera limonera. Además consumimos recursos, nos reproducimos como locos, creemos que no tenemos depredadores que nos regulen como a los ciervos.

La ecología, aunque sea la de salón, nos enseña que un ecosistema se autoregula, vaya, que cuando se agotan los recursos que permiten la ocupación por las especies que lo habitan, una de dos o desaparece la tal especie, o se reduce su número. Puedes incluso establecer sistemas matemáticos que te ayuden en la a conocer la evolución del mismo.

Un ejemplo a lo bestia, podría ser el autoclavado de unas placas sembraditas de bacterias. Tras el tueste, o el baño turco no quedan ni los restos, pero si el nutriente que hay en la placa se expone de nuevo a un ambiente diferente habrá vida de nuevo. Seguro. (No la que había, claro, otra que se adapte a lo que hay).

Un ecosistema, puede ser desde una gota de agua, a una muela del juicio, y como no, el planeta entero, o el universo, si te me pones exquisito.

La comodidad de una especie como la nuestra, o como cualquier otra no tiene ninguna importancia para el, llamemos ecosistema global. Los huecos que deje una especie en un ecosistema, los rellenará otra, bien pronto, y si hablamos de casi-extinciones varias hemos tenido, y gracias a ellas, concretamente al casi fin de los dinosaurios, hoy los seres humanos jugamos con nuestros hijos, y con nuestros nietos. ¡Como echamos de menos a T-Rex!, snif.

Siete mil y pico millones de engreídos humanos que nos creemos el centro del universo. Hay millones de especies en nuestro planeta con infinitas veces más de individuos que la nuestra, y nosotros hemos inventado el negocio de ¡Salvar el Planeta!…¡uyyy! Perdón es que nosotros somos racionales, tenemos alma, y no sé cuántas cosas más.

Quiero recordar que si calentamos el planeta, habrá consecuencias para nuestra especie, puede que hasta desaparezca, con lo que a nivel del ecosistema planetario, literalmente no se habrá perdido nada. Nuestro hueco, lo llenará otra especie, y a otra cosa. Que nos cargamos el oxígeno, ¿y qué?, si es tóxico, buenas noticias para los anaerobios, y para los que evolucionen.

Que nos cargamos el agua potable, vale, buenas noticias para extremófilos. La vida, amigos míos, ni nos necesita ni nos deja de necesitar, mientras nos adaptemos a lo que haya en el ambiente, aquí estaremos, si no vendrá otro.

Nos andamos con remilgos, y uno de estos siglos, revienta un volcán, nos sacude un meteorito, y ya no sabremos donde poner la X en la declaración.

Creo que la Humanidad, con todo derecho, desde luego, lo que intenta es conservar un estilo de vida, las cosas como están, más o menos, los osos blancos en su Polo, los leones comiendo gacelas, y los pececitos de colores en los arrecifes, que dan muy bien en los documentales de la dos.

Pero el planeta, no nos necesita, ni a ellos, ni a nosotros, y si de lo que se trata es de que la vida no desaparezca, que nadie desespere, no nos la cargamos ni con bombas atómicas, y si se tuesta el planeta, ya se enfriará,  tarde o temprano, alguna molécula de esas que se autoreplican, vendrá por aquí, o no, y si el sistema es de carbono o de silicio, no importa.

Dicho esto, creo, que queda claro, que para mí el movimiento ecologista, no es más que un movimiento filosófico, conservador, que propugna el mantenimiento de las actuales condiciones del sistema ecológico terráqueo, para que la vida del ser humano, y especies afines se mantenga más o menos como hasta ahora.

La última reflexión que quiero hacer hoy en esta entrega, es mi punto de vista sobre ese concepto del márketing moderno: “Natural”.

A ver, honestamente creo que todo lo que hay en el Universo es natural, sea animal, vegetal, mineral, todo, absolutamente todo es natural. Y si un miembro de la naturaleza modifica algo, ya salga miel, o polipropileno, es natural. Ahora, si no nos gusta la estética del polipropileno, eso ya es otro cantar.

No va esto contra nadie, y mucho menos contra los movimientos ecologistas, solo he querido manifestar mi creencia, de que no defienden el ecosistema del Planeta Tierra, defienden una forma de vida muy concreta, y que puede gustar o no. Es un movimiento económico más, totalmente respetable, y que puede ser comprado por quien quiera. Lo único que quiero, es que no nos confundan las palabras.

 

Buenas noches y buena suerte

BARCELONA, MI QUERIDA CIUDAD

P1000254Es lo que tienen aquellas de las que te enamoras, no puedes hablar de ellas con ecuanimidad.

O estás absolutamente ciego por el ataque devastador de la hormona, o te lanzas contra ella con una furia, digna de mejores empresas.

Cada vez que vuelvo me duele un poco más, reconozco que lo de «L’amour fou», quedó ya en un tintero en el que no volveré a mojar la plumilla.

Lo que no hay que hacer con los amores, lo hice. Esperé más de lo que me quería, o podía darme, y acabó cabreándome, y no un poco, un mucho, ¡voto a Tal!.

Recuerdo que de niño, cuando me emborrizaba por aquel Pueblo Nuevo, y paseaba un día excepcional por el Paseo de Gracia, (a palo seco, claro), era como tocar el cielo con los dedos. Los edificios del Apeadero de Gracia, las zanjas de la calle Aragón asomado a las barandillas de Bruch o Lauria, esperando que me sorprendiera el vapor, o el humorro de las Mikado que arrastraban el rápido de Madrid, o el lento de Valencia, que tanto daba.

Recuerdo, algún domingo, una horchata en el Tío Ché cuando mi padre conseguía a la vez algo de dinero en el bolsillo, y un día de fiesta.

Ya de adolescente, La Alianza del Pueblo Nuevo, o el campo de Júpiter, al lado del Juan de Austria, donde me desasnaban mientras lo construían…..Sr. Anglada, que le traemos la pizarra

-Pasen ustedes que hoy andamos con Euclides y las avezadas mentes de mis muchachos, no necesitan del tal elemento.

Antes la Muntsan….la literatura me la daba un chavalito conquense, que nos hablaba de su ciudad, e intentaba que conociéramos a León Felipe. ¿Se acuerda Vd. Sr Del Pozo?. Raulete le llamaba la canalla a la que se dirigía, con notable éxito. Por cierto Don Raúl, ignoro si por otras razones, quiere Vd. olvidar aquella etapa, pero en lo que me atañe, agradecí sus lecciones y no me hubiera importado que algo de aquella época, hubiera salido en su curriculum. En fin, son sus cosas.

Los tiempos eran cutres, los tranvías de Badalona nos traían y llevaban a la calle Trafalgar, y de vuelta a PedroIV con Bach de Roda. La guerra había acabado hacía ya más de veinte años, y aquello no arrancaba ni a empujones.

A Pedralbes y la Bonanova, solo se iba a visitar a los tíos ricos, Don Julián el comerciante, el del Siglo, y Don Paco, el latinista.

Luego a que nos pelaran al baloncesto los de la Salle Bonanova, o los de la Avenida Pearson. Estaban mejor alimentados, no había nada que hacer.

Me gustaba mi ciudad, con su Raval prohibido, (no te metas por Robadors). En Escudillers es donde se esconden los maricones, cuidadín.

Ya de más mayor transgredí un poco, curiosidad juvenil, nada más. Saqué la cabeza por allí, no me llamó la atención…y a otra cosa. Era un lumpen muy cutre.

Los trenes de mercancías cruzando por Colón cuando iban del Bogatell al Morrot, con el mozo delante, banderita roja en la mano, avisando a la peña, que no se cruzara.

Los merenderos de la Barceloneta, o las cloacas del Bogatell. C’Antunis (Casa Antúnez entonces), simplemente no existía en mi geografía.

Alguna subida al Tibidabo, los muñecos mecánicos, el avión y la atalaya. De la montaña del castillo, había malos recuerdos en casa, y tampoco iba.

La ciudad era literalmente una mierda. Pero yo me iba enamorando de ella, sin darme cuenta, era como yo, de barrio, vapuleada por el Régimen. Nos entendíamos.

Yo me tuve que ir, y ese mismo día, dieron la muerte del dictador en la tele. La pirenaica lo había hecho un par de semanas antes. Allí supe cómo no quería morir.

A poco, alguien dijo aquello de “¡Posat guapa!”. Y fue como si le hubieran, de pronto, crecido las tetas. Del capullo, salió la mariposa que se nos había escondido durante tantas décadas. Hasta el metro llegó a los barrios pobres. Estaba anonadado, allí estaba ella, sugerente, limpia….y amable. El archivo de cortesía de Cervantes, se expresó en aquellos meses anteriores y posteriores a las olimpiadas del 92.

Estaba enamorado de mi Barcelona, y ahí me lo dio todo. Vivía lejos pero procuraba estar en ella por cualquier motivo, por cualquier razón. Ya no había trenes por Colón, el 70 y el 71, junto con el 45 eran ahora elegantes autobuses, el metro, hasta casa, las cloacas del Bogatell, ya no se veían, y pusieron una preciosa playa donde antaño acampaban los gitanos y desembocaba el gran colector central. Nunca me bañé en la Marbella, una paella como mucho en el Puerto Olímpico.

El siglo XXI empezó una separación con la que yo no contaba, nos llevábamos muy bien, y disfrutábamos el uno del otro.

Iba a mi Boadas, tenía mi mesa en Vía Veneto, rezaba en Santa María del Mar, iba a la ópera a mi sitio de siempre en el Liceu y departía en ese catalán barcelonés que horroriza «als segadors del Baix Amporda», pero a ella y a mí, nos valía, y si se hablaba en castellano, pues bien también….Who cares?

Pero los políticos, decidieron que era demasiado bueno para todos, quisieron tomar el poder ¿para los de casa?, y lucharon con todas sus fuerzas para conseguirlo.

Y lo que han conseguido, ha sido que el Archivo de cortesía que fue la ciudad, su cosmopolitanismo, y su aspecto de bella moza de los noventas, se haya resquebrajado, ha involucionado, se ha hecho provinciana, vendida a no sé quién, pero ya no es ella.

Nos aguantamos, pero le veo el plumero, fracasada la operación Forum, (els fills de la Bonanova no han comprat a la Mina), la última remodelación de las Glorias y los taxistas que ni hablan catalán ni castellano, que les tienes casi que llevar tú, porque solo conocen la Plaza de Cataluña y las Ramblas. En las tiendas del Paseo de Gracia impera el japonés como lengua vehicular,  hemos conseguido arrebatar el público de Lloret y lo hemos traído a Las Ramblas. Hasta mi Liceu, de vez en cuando me sorprende mal….pero eso es harina de otro costal.

Seguiré rezando para que el ciclo, de nuevo, le quite ese aire de Castellfullit de la Roca, imperante en la ciudad, y se vuelva a mirar en los espejos de quienes deberían ser sus iguales. Las grandes ciudades del mundo.

Ahora, que si la derrota no cambia, habrá que abrir de nuevo el Doré y el Salón Rosa, ir a misa a La Concepción, y pedir que acristalen la calle Aragón para ver pasar los trenes eléctricos.

Buenas noches y buena suerte.

CARMEN O NUEVA PRAGMATICA CONTRA DIRECTORES TEATRALES GÜEROS, CHIRLES Y HEBENES

P1000132NO LE TOQUES YA MAS, QUE ASI ES LA ROSA

 

 

Juan Ramón Jiménez, en su libro de poemas Piedra y Cielo, publicado en 1917, nos dejó esta maravilla, y hoy se la voy a recordar a tanto supuesto artista, güero, chirle y hebén, como en su Buscón hizo Quevedo, en su pragmática del desengaño de este tipo de poetas.

Una vez el punto cultureta, yo, a lo mío voy, y es que esta tarde, me enfrentaba a una Carmen en mi Liceu.

Voto a tal, que llevaba literalmente los deferentes atascados, y las gónadas buscando sitio entre el cuello de la camisa y la corbata, (preciosa, por otra parte, que llevaba hoy). Y la razón es que el montaje de Carmen era del gran artista, el escenógrafo aclamado, y el creador de nuevas visiones del arte escénico, un tal Bieito.

Los que me conocéis sabéis que en esto del teatro, Melpómene y Talía, me negaron la habilidad de la creación, y Euterpe, se añadió al coro, y me negó no sólo la creación si no la habilidad de interpretación musical.

Así que me quedé apenas con vista y oído, con los que me arrastro por teatros, y templos de la ópera con relativa frecuencia, y desde hace muchas lunas. Quiero advertir con esto, que cuando salgo de alguno de esos templos, lo único que me queda es si me ha gustado, o no, y lo más importante, si me ha emocionado, o no. Vamos, que de esto, como de casi nada, entiendo un carajo.

No sé cuántas veces he visto Carmen, y en cuantos teatros, hasta en Estocolmo recuerdo haberlo hecho, así que puedo comparar mis sensaciones, con lo que me ha pasado hoy.

Volviendo al título de estas palabras, como me temía, se ha vampirizado a Bizet, y a Merimée de paso, claro, porque nuestro poseedor de una triunfal carrera (calificativo literal del programa de mano del Liceu), se siente con sabiduría, conocimientos, y claro, engreimiento suficiente como para enmendar la página a maestros como los mencionados y consecuentemente, liarla parda.

La primera en la frente, mi Don José, (aquel que cuando lo cantó el otro Don José, Carreras, claro) me emocionó, ya no era un valiente soldado del regimiento de dragones de Alcalá, cuerpo de caballería, sino un caballero legionario, que me parece muy bien el cuerpo del ejército que fundó Millán Astray, ya que basaba muchas de sus virtudes, en aquellas de los caballeros samuráis. La muerte es gloria, viva la muerte, en fin todo eso.

Pero claro, un tipo como Don José no cuadra en la Legión. Un legionario jamás hubiera actuado como él, en plan llorón. Las dos primeras bofetadas que se hubiera llevado Carmen, le habría evitado el navajazo miserable, porque la encarrilaba en el primer acto. En el cuerpo de Caballería de los Dragones de Alcalá, creo más fácil que se colara un vaina de estos.

Por otra parte cuando se estrena Carmen en 1875, en la ópera cómica de Paris, de la legión ni se hablaba, y su fundador no era ni un brillo en los ojos de su papá, por no decir que Merimée escribió la obra hacia 1820. Con esto quiero decir, que el primer cambio, no aporta nada al original, no tiene sentido, más que uno cutre salchichero, del que más adelante hablaremos.

El segundo cambio, ya que parece la cosa la traslada el insigne y triunfal creador teatral, a una fecha indeterminada de finales del siglo pasado o primeros de este, es llenarnos el escenario de automóviles marca Mercedes desvencijados con cajas de los setenta…..El coche del gitano, fantástico aporte a la obra, te hace entrar de forma inesperada en el corazón de Bizet-Merimée, en un plis. El contrabando, ¿En sierra Morena en este siglo?, pues no lo veo….bueno si ponemos tabaco de Gibraltar, aún, pero no, y desde luego la Legión reprimiendo eso, ni de broma, que están para otras cosas. Y ya, cuando veo las cajas con teles planas y un pollo blandiendo un microondas comprendí que a lo mejor no eran contrabandistas, Sr.Merimée, que eran peristas, leche, pero seguro no le cuadraba en la historia.

De nuevo, mis gracias al Sr.Bieito, por haberme abierto los ojos. Y hablando de ojos, debajo de los oones del toraco del brandy ese.

Las dos últimas cosas que me impresionaron, fueron plantar una bandera española en medio del escenario del Liceu, y quedó hasta bien, aunque luego la usaran para sacudirse unos a otros.

Y la segunda, el ahorro de IVA del teatro. Una cabalgada ya desbragada Carmen, sobre D. José seguro que ha permitido junto a un torero en pelotas toreando a la luz de la luna calificar esta Carmen de espectáculo porno…..tío el IVA al 4%, y teatro lleno.

Todas esta zafiedades, han hecho que me distraiga de la parte intemporal de la obra, y no me he emocionado, gracias a todas estas patochadas posiblemente desarrolladas para que vean por ahí cuatro tópicos sobre España, que aquel que ha desarrollado una triunfal carrera o no ha entendido, o lo ha preparado para estudiantes de Oregon (USA), por ejemplo, y se empapen del espíritu de nuestra tierra.

Así, que ahí va mi ruego, a estos artistas güeros, chirles y hebenes, “No le toquéis más, que así es la rosa”, y si os sentís grandes creativos…..papel y pluma, y a crear, a sorprendernos con vuestro talento, y en vez de vampirizar una obra maestra para “epatar”, (no sé a quién), intentad emocionarnos con algo nuevo.

El Sr. Bieito, por proximidad se ha llevado el palo, pero valga para aquella Traviata llevada a los años setenta, cuando ya había penicilina, y la tuberculosis de Violeta se curaba de maravilla. O poner disfrazados de nazis a los héroes del Anillo de los Nibelungos. Por favor es mitología germánica, y aunque Bayerut fuera promovido por Hitler y su camarilla, a Wagner lo subvencionó Luis II de Baviera.

Estaba pensando, que sería una gran idea para estos creadores, que reescriben a Lope, a Calderón al gran Bardo, a Aristófanes, o a Esquilo, que nos Hicieran una Cavalleria rusticana con tifossi de la Roma y del Catania, o una Boheme en Silicon Valley. Sería total.

Buenas noches y buena suerte

 

A vueltas con el sexo y el mosén

 

 

 

Siempre me ha emocionado la intensidad con la que los mosenes de todas las religiones, se han preocupado de la utilización que la feligresía ha hecho de sus bajos, y lo que es más interesante, como buscan adoctrinar en el sentido que sea más fácil luego el manejo incondicional de sus acólitos.

Ninguna de las creencias que han caído entre mis manos, han recomendado el amor libre…chicos, chicas, haced con vuestros bajos lo que os venga en gana. Sed luego consecuentes con las secuelas de vuestra actitud, eso sí, pero haced lo que os venga en gana, cuando os venga en gana, dentro del código penal vigente.

Que nadie piense, que por amor libre entiendo nada fuera de la relación mutuamente aceptada entre dos adultos, en plena posesión de todas sus facultades, aunque luego iremos a ello.

El último mosén que nos ha venido a los papeles, parece que utiliza aquel bello axioma de amor y sexo, juntitos, con mirada posterior a los ojos, mientras se enciende el cigarrillo postcoital. (¿será por eso el anuncio tremebundo de las cajetillas de tabaco, de que el uso mata?).

Coñas aparte, sin quedarme con ninguno de los dos prefiero a Master y Johnson, que al padre Ripalda o a Michael Quoist.

Los primeros, de alguna forma, llegan a proponer un sexo, digamos técnico, la búsqueda del punto B.B. (bizqueo y babeo), del contaje en una buena hoja de cálculo, de las veces, el éxito conseguido, el manejo de supuestas anomalías, la conveniencia estadística de la masturbación…..la introducción (perdón) de nuevas posiciones, desarrollo de fantasías, y al final de todo esto, y con el manual en la mano, algunas chapuzas monumentales se ahorraría la peña, y de paso unas venéreas, que como es sabido siempre hay que negarlas de entrada.

Los otros directamente te quitan las ganas…¡Objetivo conseguido!.

Lo que, en principio, han constatado las religiones, es que la práctica del sexo, (y no mires con quién), puede desviar a la parroquia de un supuesto interés por lo trascendente, y de las soluciones, que para el control de la feligresía nos ofrecen los chamanes de nuestras tribus.

Creo honradamente, que nuestros mosenes, necesitarán aún varios siglos para evolucionar en función de los cambios que nuestra sociedad está llevando a cabo de forma vertiginosa.

Creo, por ejemplo, que se necesita una guía eclesiástica a nivel multireligioso, incluyendo Papas, Popes, Muftíes, Sintos, Lamas, Reina de Inglaterra, Chamanes varios, e incluso poseedores de sus propias iglesias con programas televisivos en cadenas americanas, para explicarnos, si el sexo virtual en la red es pecado, o no, si hay que contar en el confesionario o en la reunión de fieles, las veces que se ha practicado, si es mejor con o sin amor a Bill Gates o Steve Jobs, o al guarrill@ del otro lado de la web….por no hablar si es más pecado aún usar 3D, o (ni me atrevo a decirlo) una impresora 3D, ¡buuufff! .

Claro, las religiones, no solo se ocupan de la salud de nuestras almas, tienen que velar por nuestra salud física, por nuestro bienestar y nuestra economía, ¡faltaría!.

Pero me temo que las sociedades campesinas de hace varios siglos, aunque queden aún en muchas partes del mundo firmemente asentadas, no tienen pinta de ser el futuro de la humanidad, salvo un buen holocausto global, de esos de tabla rasa, fin de memoria, hay que empezar de nuevo y tengo hambre.

Vayamos paso a paso, sexo, solo para procrear. Está bien, hay que asegurar las monarquías, la producción de la tierra, y además que nos cuiden cuando estemos chochos y renqueantes, estaba incluso muy bien…..cuando las posibilidades de llegar a los treinta años, eran mil veces menores que hoy.

Una pareja para toda la vida…..de ella, claro, porque un puerperio se las llevaba en un descuido, y la producción no podía parar así, que a por las que se necesitasen.

Vamos a lo del amor, en el que creo, evidentemente; pero no utilizado para control de feligresías, don mosén de mis entretelas, sino como una expresión de la afinidad entre seres humanos. Bien también, pero aunque el sexo pueda ser bienvenido, no es en absoluto necesario, en muchos casos puede, incluso, llegar a ser una molestia para el amor, un incordio, vamos.

Los etólogos de campo descubrieron como unos primos hermanos nuestros, unos chimpancés, utilizan el sexo como una forma de reducir la agresividad del grupo. Unos con unas, unos con unos, unas con unas, akuna matata bwuana, solo es que así no nos matamos por una pera salvaje, (entiéndase en este caso como fruto arbóreo estrictamente). Los de las florecitas de los sesenta, ya lo recogieron, “haz el amor, no la guerra”. Bueno de hecho el mensaje era si al sexo, no a la violencia, vamos, a lo chimpancé, que en inteligencia nos ganan por dos a cero.

Las familias occidentales, hoy no pueden ser muy numerosas, creo que en muchos casos en nuestra sociedad, por motivos económicos, ni siquiera pueden ser. Ama a otra persona, vive con ella toda la vida, pero producid los dos, y además tened movilidad geográfica laboral independiente….de los niños…¡glup!, bueno, que se muevan también…en fin…no sé…bueno pilla pasta, paga impuestos, que hay muchos bolsillos que llenar, y el mosén que no maree.

¿Qué hacemos querido chamán?. Hay varias propuestas

  1. Fundamos una iglesia, la cerramos al exterior, claro, alguien nos calificará de secta, pero no importa, estamos bien armados, nos organizamos sexualmente de forma interna, aplicamos las normas que en cualquier manada se aplica, (ya sabes macho alfa, capón al que se pone en plan quítate tú que me pongo yo…). Mala solución, acaba hasta con policías muertos.
  2. Nos hacemos nómadas con un buen rebaño de cabras, abrazamos cualquier sistema poligámico o poliándrico, (este último parece muy cansino y se usa poco), y ¡hale! Amor y sexo unidos, procreando a tope….No sé yo. Con los líos que hay con la trashumancia, y la utilización de las cañadas, será difícil.

Sin hay que currar sesenta horas a la semana, cruzar ciudades llenas de tráfico a las mismas horas, presionado síquica y físicamente, acosado, atemorizado por los poderes fácticos….mal queda la cosa para el amor, que lo que realmente necesita es tiempo, para desarrollarse, y para destruirse.

Así que cuando pica la hormona, que nos la pusieron los diseñadores, que no fuimos nosotros, pues a pillar cacho, amigo mío. Y no soluciona nada, porque siempre se pilla menos del que se necesita, y demasiadas veces en formas muy alejadas de la gastronomía sexual, que es la chapuza lo que impera, se ponga Grey como se ponga.

Vamos a la solución que aplican mosenes, chamanes y otras hierbas.

La castidad. Todo amor, nada de sexo, (no sé si el amor a tu mano derecha cuenta). Técnicamente funciona, pero pocos se lo creen, la literatura y la historia nos las cuentan de todos los colores, desde las sedes de los que tienden puentes, a los estilitas. Que si el ama, que si todos le llaman padre menos sus hijos, que les llaman tío, que si el confesor de las clarisas, que si el jardinero del convento, que no hace más que regar jardines. ¡Que zon humanos vuzotro uttede también!.

Claro que esta represión hormonal, puede llevar a un exceso de posición moral, y aparecen esos terribles casos de abusos, que el niño se calla las más de las veces, pero con la moza de buenas tetas se entera la feligresía en un plis, y se me cabrea el jefe. (Momento de sentirse jesuita y mandar la estructura a cardar cebollinos, que deporte es muy sano).

Siempre me pregunto lo mismo, ¿realmente vale la pena controlar los bajos ciudadanos?, Yo creo que es mejor dejarnos campar a nuestras anchas, con el respeto debido a la dignidad de los demás, y aplicando eficazmente los códigos éticos básicos de nuestras civilizaciones, o penales si es necesario. (Aquí excluyo taxativamente las legislaciones que son reflejo exacto de la interpretación exacta de libros sagrados), quien se sienta cómodo con eso, con su pan se lo coma, pero yo no compro.

Buenas noches y buena suerte

Y la vajilla de fino oro labrada / sea de quién la mar no teme airada

P1000908

 

Más abajo, encontraréis copiado directamente de una web, un resumen del comienzo del libro VII de La República de Platón. Es decir, el mito de la caverna.

Que nadie se me alarme, ya se ha escrito suficiente durante los últimos dos mil quinientos años, para que yo me ponga ahora a buscar nuevas facetas epistemológicas de la intención de Platón, estoy muy mayor para eso.

Sin embargo, quiero, como continuación de lo que escribía ayer, utilizar el mito de Platón, para profundizar en algunas de las ideas que intentaba desarrollar.

Decía que una de las cosas que se llevó por delante esta era Acuario malnacida con el siglo, era la verdad, y quizás me equivoqué. Me está empezando a parecer que, la verdad, así, en sentido absoluto no la hemos conocido nunca a lo largo de la historia.

Vivimos, pues en una caverna, y no vemos más que sombras de lo que pasa por ahí fuera, con el añadido negativo, para nosotros, que esa realidad, nos afecta, influye en nuestra forma de vida, nos manipula, y nos fuerza a actuar, no como a los cavernarios platónicos, que tenían un aparente pacto de ignorancia mutua con el exterior.

Desde luego, la realidad de afuera, ha trabajado muy duramente para que el hombre de la caverna, no interfiera en esa vida exterior. Las sombras, esa realidad conveniente, nos ha entretenido por los siglos de los siglos, ha sido una especie de teatro de sombras, que ha acaparado nuestra atención y ha evitado que participásemos de la actividad de la luz.

Las sombras de hoy, todos las conocemos, y además se van “profesionalizando”. Por una parte el “soma” de Huxley, en forma de entretenimiento para nuestro cerebro, es decir, televisión, (incluídos los reportajes de la dos), las redes sociales…..

La desubicación desarrollada en el ministerio de la historia de Orwell, la babelización de ideas de nuestra civilización, contando la historia sin contarla.

Y como colofón a esta era de la información huera, el Farenheit 451 de Bradbury, pero en forma de aparente exceso de información, el acceso a “todo” lo que pasa,» te dejo leer, pero no hay contenido».

Yo, me decía el otro día un taxista, ahora leo todos los periódicos, porque los tengo gratis en el teléfono inteligente, y soy un hombre informado, y al día…¡Alma de pollo!. Las veces que he pensado que en tiempos del “Parte” aunque estuviera igual de mal informado, por lo menos era solo media hora en la radio, y luego podía leer a Mallorquí o a Tellado, según gustos, mire usted.

Nuestro taxista del ejemplo, no solo leía sombras, leía las mismas sombras veinte veces, intercaladas con publicidad machacona, bien de lo malos que son en Podemos, o lo afeitaditos que van los de Ciudadanos, o lo mal que gobiernan los del PSOE, o lo que arramblan los Pperos, todo repetido.

Si el bueno del taxista, una vez se ha empapado de lo malos que son los del equipo contrario, decidiera pasar de los titulares, no encontraría mucho más, y si fuera a Internacional, desde luego no se enteraría de los problemas de Birmania, o del pensamiento político de la oposición en Japón, o si hay un “leader” carismático en la lejana Xingian…..

Desde luego, de lo que no se enterará es de los planes que el club de antiguos alumnos de Harward está diseñando para el futuro de su vida y la de los suyos, o cuál es la razón oculta de esta segunda guerra mundial que estamos viviendo.

No se enterará de quienes son las víctimas, solo intuirá sombras, no se enterará de qué tipo de armas se están utilizando (los hongos están mal vistos) y la pólvora mata poco…..pero hacer bajar los precios de la energía, reblandece a los malos, y asustarnos con comernos vivos, nos asusta a nosotros.

El hombre de la caverna de Platón estaba más tranquilo (quizás no tuviera camisa, como el de Tolstoi) que nosotros. La ciencia del dominio del hombre por minorías, ha alcanzado niveles encomiables de sofisticación.

Aquel que quiso enseñar la otra realidad, la que estaba ahí fuera, fue ajusticiado. No matiza muy bien Platón, si fue por los dirigentes cavernarios, que se beneficiaban de comisiones que recibían desde afuera, o si fue un simple, no nos moverán. No lo sé, pero si alguien hoy intenta saber, decir, publicar, insinuar….ya se sabe, primero se le desacredita, es un conspiranoico, está loco, a saber qué quiere ganar, lo que en una sociedad bien manipulada, y poco crítica cuaja rápido, y muerto el perro, se acabó la rabia.

Si no es suficiente, se le asesina discretamente, o no tanto, (Kennedy brothers ) o se le aisla y si se mueve se le mata….(Wikileaks). Ejemplos de estos a miles en la historia.

Así que seguimos sin saber el qué, el por qué, y el para qué. No sabemos a qué viene ese mundo de baratijas que han creado, y que reparten a cambio de cromos, que también han creado, y que se reparten con criterios poco definidos pero ligados al escalvismo.

Porque el dinero, no existe, murió con el nefasto Nixon, allá por el 71, cuando la reserva federal americana, decidió que los” bank notes” no serían respaldados por oro. En ese momento, todos nos transformamos en esclavos, nos pidieron que creyèsemos en Dios….”In god we trust”, y lo que nos dieron a cambio fueron mercancías manufacturadas por el sistema.

Solo para valorar el robo que nos han hecho, baste decir, que una onza de oro valía literalmente 35 dólares. Hoy esa misma onza vale 1205 dólares…34 veces más.

Recuerdo haber leído, que en el principio de la era industrial, era común desarrollar poblados alrededor de las fábricas, donde vivían los empleados, como plantaciones de Maryland, vamos.

A cambio de su trabajo, el obrero recibía vales que le servían para comprar en el abarrotes que tenía la empresa en el poblado…..El sistema hoy, es idéntico, salvo que la aldea es global.

Como ejemplos, quedan en la carretera que va desde Manresa a Berga, restos de aquellas colonias que han sido origen de poblados como Viladomiu, Navás, Puigreig….hoy hay hasta rutas turísticas, si alguien quiere constatarlo. Pero las hay en todo occidente.

Para que se entienda la sofisticación de la evolución de nuestros derechos, a peor, permítanme sus gracias una “boutade”. La situación de un esclavo, fue siempre mejor que la de un obrero.

Veréis, cuando el amo, necesitaba mano de obra, iba al mercado de esclavos, y compraba una mercancía, que tenía un precio perfectamente conocido, fruto también de unos gastos, y no menores, incurridos por los esclavistas que proveían el mercado.

A partir del momento de la compra, el esclavo, pasaba a ser un activo de la plantación, que debía mantenerse, debía producir, debía cuidarse para evitar su deterioro, y en función de su estado tenía un valor residual en libros, vaya como el ordenador del contable.

Realmente era poco productivo el sistema, tenías que gastar una fortuna en traer obreros ¡desde otro continente!, ¡mermas de hasta el cincuenta por ciento de la mercancía durante el transporte!, y como se te muriera antes de tiempo habías hecho un pan como unas tortas.

El sistema de la libertad ha sido muy perjudicial para el cortador de caña. Lo primero, es que tú te pagas el viaje, en patera claro, (los ratios de mermas no han mejorado mucho). Luego como he externalizado la mano de obra, te doy cromos que gastas en mi tienda, intento darte menos cromos de los que necesitas para pagar tu subsistencia en mi tienda, si no hay que cortar caña, te echo de mi plantación y me ahorro una pasta en lo que coges en mi tienda, y si revientas…allá tú, yo no tengo que amortizarte en libros anticipadamente, que luego salen pérdidas no presupuestadas, que os morís sin que antes hayáis hecho una presentación para que se tenga en cuenta en los presupuestos trimestrales, y no dais tiempo al contable para que haga correctamente la provisión.

Por supuesto, conseguir cosas como la propiedad de tierras, o de medios de producción, están fuera del alcance de nosotros, hombres de la caverna.

Y así estamos, que a lo mejor el hombre de dentro de la caverna, si no le tocaban mucho los cojones los que andaban por fuera, hizo muy bien apiolando al pollo que les animaba a unirse a la fiesta del conocimiento.

Y acabaré con los versos de Fray Luis de León, en su oda a la vida retirada

……Y la vajilla de fino oro labrada

sea de quien la mar no teme, airada

Buenas noches y buena suerte

Platón describió en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

 

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

 

Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc. identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente «el Sol y lo que le es propio»,

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para «liberar» a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad> con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.

DE LO QUE ESTE SIGLO SE HA LLEVADO POR DELANTE

Viaje a Japón 155

 

 

 

 

Parece mentira, ahora que estamos justo en la mitad de la segunda década de este siglo, lo que sin darnos cuenta se ha llevado por delante esta era de Acuario, que dicen ha empezado acabando los mil novecientos.

Con el comienzo, desparecieron de las líneas del cielo de Nueva York, las torres del “Centro del comercio mundial” que suena más duro que eso de World Trade Center, que a mis oídos pareció siempre como una atracción de feria, y a lo mejor lo era, y todo.

Miles de muertos, la ciudad nunca sería la misma, ni en su configuración, ni en el espíritu de sus habitantes. La cosa había comenzado dura, haciendo daño, pero a la vez ofreciendo la oportunidad de construir sobre esas ruinas, un nuevo espacio, y una nueva conciencia, que ha tenido consecuencias notables, no solo en Norteamérica, sino en todo el mundo.

Creo que en ese momento, comenzó la segunda guerra mundial global, (La primera, tuvo dos partes, creo yo, de 1914 a 1918, el primer tranco, y de 1939 a 1989, con la caída del muro de Berlin, el segundo) esta segunda parte no fue más que la consecuencia de la ceguera de las potencias vencedoras en 1918, que regalaron un motivo a una Alemania innecesariamente humillada.

Esta segunda guerra, como todas, lo primero que se ha llevado por delante, ha sido la verdad. Hoy, los ciudadanos, no sabemos qué pasa, no conocemos ninguna verdad sobre los motivos, las intenciones, o los hechos que cotidianamente van llenando la lista de acontecimientos que se suceden.

Además ahora los mantras se difunden a nivel global, a la vez, y no podemos discernir nada, estamos condenados a construir con retazos intencionados de información, una verdad que nos pueda satisfacer. Ni siquiera aquello que vemos con nuestros ojos, es digno de crédito, ya no.

Una vez muerto y enterrado el comunismo de bloques, con la disolución de la Unión Soviética, el mundo occidental necesitaba un enemigo para seguir funcionando. Yo no lo sé, pero siempre he pensado, que se escogió al Islam, porque era la última gran masa de gente con ideales, o pensamiento más o menos comunes, y un cierto poder dado por las finanzas del petróleo, que aún no se ha incorporado al Siglo XXI.

Todos recordamos que en el siglo XIX Japón dio el salto traumático, no con la eliminación de sus tradiciones, pero sí con la apertura a otras formas de vida que trajo el Emperador Meiji de sus paseos por el mundo industrializado que había a Occidente.

Lo de Rusia, fue tremendamente doloroso. Se eliminó una monarquía de cartón piedra, a sangre y fuego, creando al menos, en primera persona, un demonio, Stalin. La transición a la cultura Occidental y a la industrialización, se ha llevado a cabo, con muchas deficiencias, y renunciando al final, al motor que fue el pensamiento comunista.

Y China. A costa de sacrificios humanos sin límite, Mao, se echó el país a la espalda, les lavó el cerebro a bofetadas, las veces que fue preciso, y ha llevado a parte de la población a la era de la industria.

Cierto que es la industria que aquí no queremos tener, bien por molesta, o por no rentable cuando se desarrolla en nuestros países, pero están llenando un hueco, como los bárbaros con el Imperio Romano.

Así, que ya tenemos un enemigo global, el Islam, que ataca Nueva York, Londres Madrid…o Beigin.

Nosotros a cambio llenamos de bombas y muertos aquellas partes del Islam que no nos son rentables económicamente.

De esa forma hemos hecho desaparecer buena parte de las joyas de Siria, de la gran Babilonia, y si no hemos hecho lo mismo con las pirámides de Gizah, creo que ha sido porque no hay dinamita para hacerlas volar. Seguro que ha estado en la cartera de algún señor de la guerra de Oriente, o de Occidente, que lo mismo da.

Cuando pienso que ha desaparecido buena parte de la ciudad de Alepo, que Palmira ha sido destruída, como si lo que le hicieron los romanos a la reina nabatea no fuera suficiente.

Esta vez no había Zenobias que arrastrar por las calles de Roma.

Como la verdad ha muerto, no sé cómo estará la mezquita omeya de Damasco, o su milenario mercado, no lo sé. Es posible que el siglo XXI se haya llevado buena parte al “otro lado”, no lo sé. Pero Cran de los Caballeros ha debido ser bombardeado de nuevo, y por las mismas causas básicas que la destruyeron una vez.

Pero quienes han desaparecido, para siempre son los millones de sirios, que ya no tienen una vida que desarrollar en su tierra, El Assad aguanta, y acabará siendo olvidado por los telediarios, manteniendo así su tribu en el poder. Es de lo que se trata.

La destrucción de las reliquias arqueológicas que sobrevivían como testigos de los inicios de la humanidad que hoy conocemos, los hemos visto desaparecer a martillazos. (Bueno lo que quedaba). Y no sé si es verdad, o no. Tremendo.

Y yo vivo más intranquilo, la guerra ha dado más poder a quien nos gobierna. Estamos controlados, censurados, vigilados diría yo. Nuestra intimidad ha sido otra de las sacrificadas, debemos entregarla en los aeropuertos, en nuestras comunicaciones, pronto tendremos ya la policía del pensamiento, (si no existe ya). Y nos quejábamos como el Hermano Lobo, ¿cuándo quitarán la censura cinematográfica?…El año que viene si Dios quiere.

Pues la seguimos teniendo en You Tube, por ejemplo, o en la matanza de los chicos de Charlie Hebdo. Me da lo mismo quién, ya las consecuencias siempre son nefastas para los ciudadanos.

Así que este siglo XXI se ha llevado también la libertad de pensamiento, ya que las bases para fundamentarlo que podemos encontrar a nuestro alrededor, seguramente están manipuladas.

Así que estamos condenados a pensar con unos límites pre-establecidos, y si nos los saltamos, You Tube, o Facebook, los cercenan deprisa, que no hay que cabrear al poder.

Lo siguiente que se ha llevado este siglo, ha sido nuestro dinero. Parece que la nueva misión del poder es eliminar a la clase media. Tanto, que creo que ya no existe, así que nos hemos quedado sin trabajo, con dos barridas de dinero con las burbujas, primero de las puntocom, luego con las subprime, y pasado mañana cuando reviente la de los bancos y las inmobiliarias en China, o nos demos cuenta que los préstamos que se han concedido a los países, estructurados hoy en bonos de estado, no valen nada.

Mantenemos pues la guerra global, en las espaldas de parte del Islam….que difuso enemigo nos hemos creado. Ni siquiera es un país con ansias colonialistas, son grupos que solo quieren que se rece como ellos, o muerte. Huele a plan diseñado en un despacho. Seguro que me equivoco.

Por fin nuestra madre Gaya, anda de un cabreo subido. Se han arrasado las playas paradisíacas del Ïndico a base de Tsunamis. La misma diosa, ha demostrado que hasta los japoneses son capaces de no saber enfrentarse a Ella, como se ha demostrado en Fukujima. La fama japonesa de eficiencia dedicación y detalle, ha saltado por los aires. La gran ola les pillo tomando unas cañas.

Parece que hasta los templos de los pobres desaparecen, como ha ocurrido en Nepal, ahora mismo, o que nos quedamos sin hielos en el Norte. No sé, pero desaparecen muchas cosas en muy poco tiempo. Maldita era de Acuario, con lo que les gustaba a los hippies floreados en aquella California dorada de los sesentas.

Hablaré más de todo esto en otras ocasiones, me preocupa mucho el ver como se derrumba una civilización en la que he vivido, y se sustituye por una mezcla de 1984, un mundo feliz, y Farenheit 451.

A lo mejor los Mayas llevan razón, y esto ha petado ya.

Buenas noches, y buena suerte

El terror a la hoja en blanco

Tantas veces hemos leído o escuchado a escritores, de esos que son profesionales, que tienen que escribir su página diaria para la revista, o deben entregar un par de capítulos más al editor para el próximo lunes  y , ¡buuuffff! la cabeza en blanco, que no viene la idea, o peor aún, que viene y no hay quien la plasme de forma coherente.

Recuerdo que Kubrik, llevó en El Resplandor , ese síndrome al extremo, haciendo que su escritor hiciera una novela de papel en blanco. La cosa acabó mal, claro.

Hoy estoy un poco en esa línea, salvando las distancias, claro, ya que ni tengo editor esperando un par de capítulos, ni el jefe de redacción del periódico donde no trabajo va a echarme una bronca, y dos días de empleo y sueldo.

Quizás haya sido culpa de  un día de perros en Madrid que me ha impedido salir a contar los frailes, y que me ha recluido en mi garibola, viendo como cuadrar la declaración de hacienda, después de que la Pepa de la radio diera por despertarme con un beethovenazo en toda la cocorota metiendo la quinta con Von Karajan riendo desde el otro lado. No lo sé, quizás una mezcla de todo.

Luego intentar organizar un poco mi biblioteca, que desde que se me murió el lector electrónico, y llegó su reencarnación, las cosas han cambiado a peor.

De cualquier forma, decir algo siempre se puede decir, y hoy echaré mano de eso que cada vez me molesta más, pero con lo que llevamos conviviendo bastantes décadas. Se trata de la intromisión de palabras de otros idiomas en nuestra fabla cotidiana.

Cierto es que con la proliferación de escritos, conferenciantes, presentaciones, discursos, radios, televisores, formas de expresión que te obligan a usar un número determinado de caracteres, y todas esas zarandajas, el idioma se ve sometido a un trajín que no era tal cuando   se circunscribía solo a los monjes de los monasterios que en una semana te pintaban una letra…. preciosa, eso si, pero una sola letra.

Así, que tenemos toneladas de palabras que han aparecido en nuestra lengua, algunas con tal fuerza, que han conseguido doblegar los, a veces, esclerotizados brazos de nuestros académicos, que al menos.por el momento, se defienden bien de los acrónimos.

Los ejemplos, por  si alguien se me ha perdido, son incontables. Hacemos Road show, cuando realmente son exposiciones itinerantes,  se usa make-up, en vez de afeites, o hacemos business en vez de negocios… bueno que voy a decir que no se sepa.

Hay personas, que han entrado en campaña para defender la pureza de nuestro idioma, intentándolo alejar de esos barbarismos, y en principio me parece bien, si no fuera porque es una práctica que se viene llevando a cabo desde que el mundo es mundo y por todas partes. Veamos.

El primer ensayo que me trague, justo acabando de leer por primera vez Moby Dick, fue un pequeño texto de Austral, «En torno al casticismo». By Miguel of Unamuno.

Reconozco en aquel libro leído, hace posiblemente más de cincuenta años, la causa de que no volviera a leer un ensayo en más de diez años, pero que también me dio la oportunidad de entender muchas cosas más adelante enormemente útiles para caminar por la vida

Entenderemos  con D. Miguel, que el  casticismo en el idioma, es esa jerga que los gremios utilizaban para entenderse entre ellos, y facilitar  tanto la salvaguarda de sus  secretos, sus técnicas, como el reconocimiento de sus iguales, y dentro del gremio, los diferentes casticismos, que diferenciaban a maestros de oficiales y aprendices….

De ahí se han derivado hasta sociedades secretas si me apuras, o simplemente profesiones en las que un posible intrusismo podía ser no solo incómodo sino hasta peligroso. Pensad por favor, en un abogado, cuando redacta un texto profesional que  el profano necesita que se lo interpreten, por no hablar de los latinajos que a la que te descuidas han aparecido en la conversación.

De los médicos y los científicos en general, ni hablamos. Han tenido que inventar la especialidad de divulgador para que el común de los mortales entendamos de qué hablan, o qué nos duele.

Las nuevas profesiones, o aficiones que han ido apareciendo durante los últimos ciento cincuenta años, como no podía ser de otra manera, han traído también sus casticismos, en general marcados por la zona del mundo de donde proceden en primera instancia. Así hablaremos de foot ball, no de balompié, ( a no ser que te pongas estirado) tirarás  un córner, difícilmente  un saque de esquina… gritamos goal, no  objetivo. Bueno suficiente.

Esto, si lo tomas con un cierto sentido del humor te puede llevar a situaciones chuscas como cuando te pones a comentar algo de ese deporte u otro cualquiera, que arrastra su jerga, su casticismo, con un neófito. No te entiende, de la misma forma que yo no entenderé cuando me hablan de semicorcheas, o cuando me dicen que el ataque del allegretto fue brillante.

Pues apliquémonos el cuento, los informáticos tienen su jerga, el mundo de la moda, la suya, el del deporte, también, el del motor, o los fabricantes y consumidores de goma de mascar, pues no son menos que los fabricantes de vidrio de Murano, o los tejedores de seda, o los militares.

Veamos el toque sociológico. Hace unos días  comentaba, de paso, (he evitado con elegancia el galicismo), que la lucha de clases había sido muerta, y enterrada, pero los humanos que somos muy nuestros, y gracias al cartesianismo, nos encanta pertenecer a algún grupo, clasificaditos y reconocibles, que para eso se inventaron las tiendas de camisetas del Atleti, en mayor o menor medida.

Los norteamericanos inventaron algo muy interesante en aquel ambiente de fin de la segunda guerra mundial, mientras se daban de tortas por el paralelo cincuenta y dos. «El american way of life».

En teoría, el sistema te recompensaba en función de tu esfuerzo, de tu ambición , en definitiva, de tu aportación al país. Está bien, porque eso permitió generar tiempo libre y crear grupos de gente a los que les gustaba el ejercicio, a los que les gustaba la pesca  o cualquier otra  cosa, y con ello, y su difusión mundial  exportaron también los casticismos que conllevaba la nueva situación. Porque la mayoría de las veces la afición era realmente nueva.

Donde antes las clases no se mezclaban, ahora los que no se mezclan son los runners con las fashion victims. Es lo que hay. Y no se puede pretender entrar en un grupo sin comprender sus jergas, sus usos, sus sentimientos en definitiva. De ahí que mi abogado preferido jamás podrá intervenirme un apendicitis, ni mi adorado cirujano, representarme en un juicio de faltas.

Por el momento, la suerte que tenemos es que los japoneses, son muy suyos, y los chinos apenas están saliendo del medievo, que si no también su jerga nos llegaría junto con cualquier cosa que puedan desarrollar y vender al mundo, y,pues ya ves, a meter expresiones escritas en casitas para hablar del nuevo juego de ordenador o de la forma de sacarle la pasta al vecino, que lo mismo da.

Así que no se me aturulle la concurrencia, y si Nadal le mete un ace al Federer, se disfruta, y si yo en el hoyo cinco me hago un hole in one, se me aplaude y a otra cosa.

Por último, si ves un texto, o una publicidad que no entiendes, no te preocupes, no está hecha para ti. Descubre al friki que llevas dentro, presentarte en ese círculo, y lo entenderás todo perfectamente, sin que a ti te entiendan un carajo los no iniciados ni falta que hace

Cosas de la Aldea Global.

Buenas noches and good luck

Dolor nepalí

DSC_0067He visitado dos veces Nepal, la última en octubre del año pasado. Desgraciadamente en la capital, decidió un tifón que estaba machacando el centro y norte de la India, descargar, no con la fuerza con que lo hizo al sur, pero si con la suficiente intensidad, para ponerme de barro hasta las orejas.

P1040460

Los que conocéis Katmandú, sabéis perfectamente lo que significa una lluvia persistente y con cierta intensidad en esa tremenda ciudad.

Hoy no voy a escribir sobre ese viaje, ni sobre el anterior, un par de años antes que me llevó hasta los pies del Annapurna.

Quiero sin embargo recordar, que esa lluvia, molesta, para un turista como yo se transformó en un drama para las gentes que estaban haciendo el circuito del Annapurna, ya que al comienzo de la temporada de excursionistas y escaladores, cuando ya no se esperaban precipitaciones fuertes, este fenómeno sorprendió a mucha gente, demasiada creo yo, entre habitantes de la zona, guías de montaña, y excursionistas.

Mientras este drama se desarrollaba, yo estaba volando hacia Paro, y con las limitaciones de las comunicaciones no llegué a enterarme con exactitud, del número de personas que murieron, pero leí algo así como 50 muertos, y 400 desaparecidos en algún momento. Supongo que de esos últimos aparecerían con posterioridad los más de ellos, pero las agencias de noticias dejaron de informar, y nunca más se supo, o supe.

Luego desde el Tíbet, llegué casi al campo base del Everest, por el lado fácil, pero el ejército chino me impidió el paso, porque, al parecer, las condiciones incluso en esa parte, con los Himalayas por en medio, y varios días después de la tragedia, el paso estaba cerrado por inseguro.

P1040303

De nuevo, sabéis quienes habéis viajado a esa zona, como son las comunicaciones, lo que cuesta hacer treinta kilómetros por aquellos caminos, y lo frágil que es la vida de quienes allí, intentan salir adelante.

Sabéis perfectamente que una alteración del medio, un corrimiento, un desbordamiento, no solo se puede llevar decenas de vidas, sino, lo que quizás es peor, dejar en la más absoluta miseria a los que sobreviven.

Cierto que necesitan poco, y que tienen la sonrisa siempre en la cara, incluso, aquellos que por su profesión, han sido contaminados por occidente, por gente como yo que aparecemos con nuestros euros, dólares o plásticos que lo pueden todo.

Gentes, que como yo, van a sus tiendas, y tratan de rebajar 100 rupias en unos zapatos de montaña, falsos, ya lo sé, pero útiles, y esas 100 o 200 rupias puede ser lo P1040394P1040437

que muchos nepalíes llevan a sus casas ese día para dar de comer a su familia.

Uno de los grupos más privilegiados del país, son los sherpas, miembros de una etnia, que tradicionalmente han acompañado a las expediciones de  occidentales, y orientales (Japoneses, Australianos, Neozelandeses) en sus excursiones por las montañas maravillosas a cuyos pies se extienden los valles por los que transcurren los Ríos que acaban rindiendo pleitesía en la India.

P1040324

Estas gentes, con las que yo he viajado, son seres excepcionales, no solo por la forma en que llevan a cabo su labor, sino por el trato que te dan, y la sonrisa con la que te regalan todos y cada uno de los momentos del día, es un privilegio estar con ellos.

Mi amigo el Sherpa que me llevó al Annapurna

Mi amigo el sherpa que me acercó al campo base del Annapurna.

Trabajan durante cuatro meses al año, ahora empieza la temporada de primavera, luego paran por la llegada de los monzones, vuelven de nuevo en octubre y noviembre, y el invierno les echa a patadas a sus poblados porque no se puede andar por las montañas.

Digo que son privilegiados, porque pueden obtener unos ingresos de siete u ocho mil euros al año, lo que les permite llevar a sus hijos a escuelas de mayor calidad, y algunos casos excepcionales a alguna universidad local.

Justo ahora hace un año, una avalancha, se llevó la vida de 16 de estos hombres que estaban preparando en el campo base del Everest una ruta para el día siguiente. Mereció algunos sueltos de prensa, y un artículo sobre los sherpas en National Geographic, que no se si compensó al menos a las familias de los muertos.

Luego, como he dicho, el pasado 9 de octubre el ciclón Hudhud, llegó hasta la montaña, y por el paso de Thorung, se llevó a esa cincuentena, (creo) de personas.

Para que nos hagamos una idea de qué es lo que esto significa, diré que en un año, casi doscientas mil personas van por las rutas del Annapurna, (bellísimas, e inolvidables), que representan la vida para el país y para muchas de sus comunidades.

Pero ya vemos que cuesta sangre. Si corresponde a occidentales, mal, claro, sobre todo si acaba con sus vidas, pero han, (hemos) ido por voluntad propia. Si corresponde a un ciudadano nepalí, el drama se multiplica por mil, y es fácil entenderlo. Si hay muerte, las expectativas de la familia se truncan, y si se sobrevive con impedimento de volver a la montaña, aún peor.

P1040379

Porque por encima de los cuarenta y poco…. estás fuera de este trabajo, tienes que  haber sacado tu familia adelante, debes tener tus hijos educados, vamos el trabajo hecho.

Dos golpes terribles el año pasado al inicio de la temporada en primavera y en otoño, y hoy un terremoto, que al parecer ha matado gente en la montaña, habrá destruido caminos, no sé lo que habrá hecho en la doliente Katmandú, aunque las noticias son terribles, con centenares de muertos, edificios derrumbados, y hasta maravillosas construcciones se han venido abajo. Parece que el Dharahara se ha derrumbado, no sé como estará la plaza Durbar en Patan, aunque las noticias son que está irreconocible.

Pienso también en Bhaktapur, o en Pokhara, que debe estar muy cerca del epicentro, o en Lumbini, más al sur donde nació Buda.

P1040359

Quiero hacer un último comentario sobre las gentes de este país, que siempre me ha acogido con cariño, y es relativo a la explotación inhumana que están sufriendo en Qatar los nepalíes que les están levantando instalaciones deportivas para un futuro campeonato del mundo de fútbol. Informaros acerca de lo que ocurre, como viven y como están muriendo esos obreros que acuciados por la miseria y con salarios infrahumanos, van a satisfacer el ansia de dinero de la gente más rica del mundo, los qataríes, y los dueños del fútbol.

Solo quiero ahora expresar mi dolor por el drama que se vive en esa tierra, y esperaré ocasión para poder colaborar dentro de mis posibilidades.

Buenas noches, y buena suerte

De la ilusión de 1977 a Barcelona Global

P1000111Ayer escribía sobre la falta de ilusión que provocan los proyectos que nos está ofreciendo el panorama político a los que debemos votarlos, y voy a aportar algo positivo, para que no  crean sus gracias que soy un negativo, y jodido viejo amargado. Juro que nada más lejos de la realidad.

No aguanto comentar que la última ilusión del Sr. Iglesias, ha sido mostrarse ufano de mandar a casa a dos prebostes de la vieja guardia socialista. Los he matado yo, cree el pobre, cuando la realidad es que ya estaban muertos desde hace tiempo. Como mucho ha realizado la muy ecológica labor del buitre leonado, limpiando la carroña.

 Pero vamos a lo positivo, primero comentando lo que para mí significó ilusión en política. Fue entre 1976 y 1977. Como había anunciado la Pirenaica, «la bestia ha muerto», de hecho había sido en noviembre de 1975, cuando el gobierno de entonces decidió ahorrar en celebraciones, e hizo coincidir el evento con el aniversario de José Antonio Primo de Rivera. ¡Qué cosas!

Los que nos acordamos de aquello, mayormente por estar allí, sabíamos que las cosas no estaban bien, ni en lo económico, ni en lo social. Teníamos terrorismo, Mohamed nos invadía el Sahara, en Europa no nos querían ni ver, no había cine, teatro, libro o revista que no pasase por una terrible censura. La información era en una sola línea, la oficial, que salía de Prado del Rey, las emisoras, que no eran privadas, debían conectar a las dos y media y a las diez de la noche para dar el «Parte», y los telediarios, los veían 20 millones de españoles.

De trabajo, ni hablamos, ¿para qué?, las condiciones económicas eran deplorables, comparadas con nuestro entorno, las cosas no podían ser peores, hasta la educación iba terriblemente dirigida, nuestro futuro era tremendo.

Además el Dictador, había dejado las cosas» atadas y bien atadas», tal y como nos había amenazado. Los poderes que se transmitieron al nuevo Jefe de Estado, eran, ni más ni menos, los que disfrutaba el Dictador, y la teórica representación ciudadana de la Carrera de San Jerónimo, era, no solo monocolor, sino sustentada por las armas del ejército.

Los estudiantes que habían intentado algo, supieron perfectamente que era eso de correr delante de los grises, y llevarse buenos golpes en el mejor de los casos, ya que en el peor, la dictadura se despidió, como saludó al llegar, matando. (Claro que se le llamó ajusticiar, lo que a Puig Antich le hicieron).

Como se recuerda, en esas épocas, no había obreros, había productores…(problemas de tener una lengua tan rica), y si había alguien fuera del sindicato vertical, pues al 1001.

Sin embargo, la cainita sociedad española, en un escorzo inesperado, se dio la mano por todas partes, cedieron los comunistas muchas de sus justas reivindicaciones, para evitar más sangre, la jefatura del estado, no hizo valer los poderes heredados, las cortes se auto-disolvieron, y a pesar de etarras, grapos, restos fascistas del ejército, fue tal la ilusión que los políticos de aquel momento supieron infundir al (ahora sí), ciudadano, que se pasó de la más terrible de las dictaduras a lo que se reconoce hoy como democracia.

Por fin pudimos hablar de política, de como queríamos que fuera nuestra sociedad, sin tener que mirar si había ropa tendida. Por fin se discutía en el Parlamento de lo que queríamos, o de lo que cada partido quería para el futuro de España.

Y por ahí fuera, hubo hasta admiración. Creo que la cosa salió bien, pero ahora casi cuarenta años después, necesitamos una nueva inyección de ilusión, que juro no está en el navajeo tabernario con que día y noche nos regalan nuestros políticos, así que voy a dar unas cuantas ideas.

– Cambiar inmediatamente la ley electoral, eliminar las listas cerradas, de forma que yo pueda conocer a mi diputado, a mi concejal, y que sea el pontífice que necesita la sociedad para llevar los anhelos a donde se puedan analizar y desarrollar. Además, quiero que todos los votos valgan lo mismo.

-Cambiar las leyes de contratos de la administración pública, de forma que sea imposible que  se decidan en el palco de Can Barça, o en el Bernabéu. La lucha contra la corrupción parte siempre de la dificultad que una ley te imponga para hacer trampas, y de los controles independientes que se establezcan en el análisis del gasto público.

– Realmente llevar adelante una reforma de la educación consensuada entre todos los representantes de los votantes, y que garantice que va a ser útil a nuestros descendientes. Que no se cambie cada cuatro años, según los intereses de tal o cual partido. Los de mi quinta ya no tenemos remedio.

– Necesito ver que mis políticos quieren que yo viva mejor, y necesito de su generosidad para que en vez de pelear por su próxima reelección, hasta límites execrables, peleen lo necesario, hombro con hombro cuando se requiera, para conseguir que nuestro país sea motivo de orgullo y satisfacción para sus habitantes, cosa que hoy no ocurre ni de broma.

– Necesito un líder que abandere  un proyecto  en beneficio únicamente de los ciudadanos, no de él, y las sobras para el pueblo, alguien que nos aglutine, y que pueda devolverme la alegría de acercarme a una urna sin nauseas.

Cuando en una empresa,( y un país lo es) quiere sacar adelante un proyecto, lo primero que hace es decir qué se quiere hacer. En el ejemplo que quiero comentar sucintamente, «Barcelona global» lo primero que se dice es lo que se pretende: Compromiso para que Barcelona sea una de las mejores ciudades del mundo para atraer talento y actividad empresarial. ¡Guau!. A esto me apunto….» Queremos una Barcelona abierta, comprometida, conectada y desacomplejada y excelente». A esto también me apunto.

Esto lo promulga una plataforma ciudadana de pensamiento y acción…… No voy a decir más, visitad www.barcelonaglobal.com, y descubrid, descubrid un proyecto, un proyecto que puede ser válido, o no, que puede ilusionar, o no, no me importa, pero el esquema para que se  rellene con los millones de ideas que seguro bullen en el talento reprimido de nuestra tierra, es lo que vale. Como si quieres decir, y pelear para ello como un solo hombre, que queremos ser el centro mundial de encuentro continuo de las religiones, o que queremos ser el centro mundial de desarrollo sanitario, o de la alimentación mundial, o varias de esas cosas a la vez…. yo qué sé. Solo soy un pobre jubilado que paga impuestos, pero quiero un líder, una tarea que nos mejore a todos, que nos una en la consecución de un fin, que los reinos de Taifas destruyeron Al Andalus.

Luego, por supuesto, una vez sabiendo a donde vamos, hay que trabajar por el proyecto, y solo por el proyecto. Con presupuestos ideológicos y económicos, con correcciones cuando se requiera, con controles, metas….y resultados.

Buenas noches y buena suerte

Discurso de Goytisolo al aceptar el Cervantes

  A la llana y sin rodeos  
En términos generales, los escritores se dividen en dos esferas o clases: la de quienes conciben su tarea como una carrera y la de quienes la viven como una adicción. El encasillado en las primeras cuida de su promoción y visibilidad mediática, aspira a triunfar. El de las segundas, no. El cumplir consigo mismo le basta y si, como sucede a veces, la adicción le procura beneficios materiales, pasa de la categoría de adicto a la de camello o revendedor. Llamaré a los del primer apartado, literatos y a los del segundo, escritores a secas o más modestamente incurables aprendices de escribidor.
A comienzos de mi larga trayectoria, primero de literato, luego de aprendiz de escribidor, incurrí en la vanagloria de la búsqueda del éxito -atraer la luz de los focos, “ser noticia”, como dicen obscenamente los parásitos de la literatura- sin parar mientes en que, como vio muy bien Manuel Azaña, una cosa es la actualidad efímera y otra muy distinta la modernidad atemporal de las obras destinadas a perdurar pese al ostracismo que a menudo sufrieron cuando fueron escritas. La vejez de lo nuevo se reitera a lo largo del tiempo con su ilusión de frescura marchita. El dulce señuelo de la fama sería patético si no fuera simplemente absurdo. Ajena a toda manipulación y teatro de títeres, la verdadera obra de arte no tiene prisas: puede dormir durante décadas como La regenta o durante siglos como La lozana andaluza. Quienes adensaron el silencio en torno a nuestro primer escritor y lo condenaron al anonimato en el que vivía hasta la publicación del Quijote no podían imaginar siquiera que la fuerza genésica de su novela les sobreviviría y alcanzaría una dimensión sin fronteras ni épocas.
“Llevo en mí la conciencia de la derrota como un pendón de victoria”, escribe Fernando Pessoa, y coincido enteramente con él. Ser objeto de halagos por la institución literaria me lleva a dudar de mí mismo, ser persona non grata a ojos de ella me reconforta en mi conducta y labor. Desde la altura de la edad, siento la aceptación del reconocimiento como un golpe de espada en el agua, como una inútil celebración.
Mi condición de hombre libre conquistada a duras penas invita a la modestia. La mirada desde la periferia al centro es más lúcida que a la inversa y al evocar la lista de mis maestros condenados al exilio y silencio por los centinelas del canon nacionalcatólico no puedo menos que rememorar con melancolía la verdad de sus críticas y ejemplar honradez. La luz brota del subsuelo cuando menos se la espera. Como dijo con ironía Dámaso Alonso tras el logro de su laborioso rescate del hasta entonces ninguneado Góngora, ¡quién pudiera estar aún en la oposición!
Mi instintiva reserva a los nacionalismos de toda índole y sus identidades totémicas, incapaces de abarcar la riqueza y diversidad de su propio contenido, me ha llevado a abrazar como un salvavidas la reivindicada por Carlos Fuentes nacionalidad cervantina. Me reconozco plenamente en ella. Cervantear es aventurarse en el territorio incierto de lo desconocido con la cabeza cubierta con un frágil yelmo bacía. Dudar de los dogmas y supuestas verdades como puños nos ayuda a eludir el dilema que nos acecha entre la uniformidad impuesta por el fundamentalismo de la tecnociencia en el mundo globalizado de hoy y la previsible reacción violenta de las identidades religiosas o ideológicas que sienten amenazados sus credos y esencias.
En vez de empecinarse en desenterrar los pobres huesos de Cervantes y comercializarlos tal vez de cara al turismo como santas reliquias fabricadas probablemente en China, ¿no sería mejor sacar a la luz los episodios oscuros de su vida tras su rescate laborioso de Argel? ¿Cuántos lectores del Quijote conocen las estrecheces y miseria que padeció, su denegada solicitud de emigrar a América, sus negocios fracasados, estancia en la cárcel sevillana por deudas, difícil acomodo en el barrio malfamado del Rastro de Valladolid con su esposa, hija, hermana y sobrina en 1605, año de la Primera Parte de su novela, en los márgenes más promiscuos y bajos de la sociedad?
Hace ya algún tiempo, dedique unas páginas a los titulados Documentos cervantinos hasta ahora inéditos del presbítero Cristóbal Pérez Pastor, impresos en 1902 con el propósito, dice, de que “reine la verdad y desaparezcan las sombras”, obra cuya lectura me impresionó en la medida en que, pese a sus pruebas fehacientes y a otras indagaciones posteriores, la verdad no se ha impuesto fuera de un puñado de eruditos, y más de un siglo después las sombras permanecen. Sí, mientras se suceden las conferencias, homenajes, celebraciones y otros actos oficiales que engordan a la burocracia oficial y sus vientres sentados, (la expresión es de Luis Cernuda) pocos, muy pocos se esfuerzan en evocar sin anteojeras su carrera teatral frustrada, los tantos años en los que, dice en el prólogo del Quijote, “duermo en el silencio del olvido”: ese “poetón ya viejo” (más versado en desdichas que en versos) que aguarda en silencio el referendo del falible legislador que es el vulgo.
Alcanzar la vejez es comprobar la vacuidad y lo ilusorio de nuestras vidas, esa “exquisita mierda de la gloria” de la que habla Gabriel García Márquez al referirse a las hazañas inútiles del coronel  Aureliano Buendía y de los sufridos luchadores de Macondo. El ameno jardín en el que transcurre la existencia de los menos, no debe distraernos de la suerte de los más en un mundo en el que el portentoso progreso de las nuevas tecnologías corre parejo a la proliferación de las guerras y luchas mortíferas, el radio infinito de la injusticia, la pobreza y el hambre.
Es empresa de los caballeros andantes, decía don Quijote, “deshacer tuertos y socorrer y acudir a los miserables” e imagino al hidalgo manchego montado a lomos de Rocinante acometiendo lanza en ristre contra los esbirros de la Santa Hermandad
que proceden al desalojo de los desahuciados, contra los corruptos de la ingeniería financiera o, a Estrecho traviesa, al pie de las verjas de Ceuta y Melilla que él toma por encantados castillos con puentes levadizos y torres almenadas socorriendo a unos inmigrantes cuyo único crimen es su instinto de vida y el ansia de libertad.
Sí, al héroe de Cervantes y a los lectores tocados por la gracia de su novela nos resulta difícil resignarnos a la existencia de un mundo aquejado de paro, corrupción, precariedad, crecientes desigualdades sociales y exilio profesional de los jóvenes como en el que actualmente vivimos. Si ello es locura, aceptémosla. El buen Sancho encontrará siempre un refrán para defenderla.
El panorama a nuestro alcance es sombrío: crisis económica, crisis política, crisis social. Según las estadísticas que tengo a mano, más del 20% de los niños de nuestra Marca España vive hoy bajo el umbral de la pobreza, una cifra con todo inferior a la del nivel del paro. Las razones para indignarse son múltiples y el escritor  no puede ignorarlas sin traicionarse a sí mismo. No se trata de poner la pluma al servicio de una causa, por justa que sea, sino de introducir el fermento contestatario de esta en el ámbito de la escritura. Encajar la trama novelesca en el molde de unas formas reiteradas hasta la saciedad condena la obra a la irrelevancia y una vez más, en la encrucijada, Cervantes nos muestra el camino. Su conciencia del tiempo “devorador y consumidor de las cosas” del que habla en el magistral capítulo IX de la Primera Parte del libro le indujo a adelantarse a él y a servirse de los géneros literarios en boga como material de derribo para construir un portentoso relato de relatos que se despliega hasta el infinito. Como dije hace ya bastantes años, la locura de Alonso Quijano trastornado por sus lecturas se contagia a su creador enloquecido por los poderes de la literatura. Volver a Cervantes y asumir la locura de su personaje como una forma superior de cordura, tal es la lección del Quijote. Al hacerlo no nos evadimos de la realidad inicua que nos rodea. Asentamos al revés los pies en ella. Digamos bien alto que podemos. Los contaminados por nuestro primer escritor  no nos resignamos a la injusticia.

POLITICOS, VOTANTES, E ILUSION

 

 

Una cosa que no han sido capaces los políticos de transmitirme, ha sido ilusión.

Los proyectos que están planteando para el futuro, el futuro cercano de los próximos cuatro años, no pueden ser más ramplones, y más lejos de mis expectativas, en lo que se refiere a la ciudad en la que vivo, la comunidad que encierra mi ciudad, y por supuesto, el país que finalmente nos engloba a todos, por no hablar (que lo haré) de Eurpoa.

Ya, cuando las europeas, me hacía esta misma reflexión, y lo que querían los políticos era que les escogiéramos a ellos, a cada uno de ellos, con un cheque en blanco, para sentarse en un Parlamento, que al parecer no tiene más poder que yo mismo, y al final no se representa ni a él mismo.

¿Alguien recuerda las promesas o los proyectos que juraban en las reuniones electorales (permitidme que no use meeting)? .

Yo, no, honradamente lo digo, y la razón es porque al final el voto fue a quien fue, con el famoso cheque en blanco, y una de las consecuencias, es que ninguno de los miembros del parlamento europeo, ninguno de los partidos que salieron a representarnos, ha gastado un solo segundo en explicar en horas de máxima audiencia, cuáles han sido sus logros en estos meses, qué proyectos les ocupan, y lo más importante, como va a afectar eso a mi vida. Silencio.

¿Alguien recuerda diez nombres de las personas que son hoy los representantes de España en ese foro? . Yo no lo recuerdo, es más, creo que ni dos diría, y desde luego, si se me pregunta por el curriculum de tal señora o señor, ya, ni flores.

Si intentamos hablar del problema, o los problemas que quieren solucionar, para mi es una página en blanco, o mejor dicho, en negro que representa más el vacío, la ausencia de color.

Si es de las posibilidades que tienen de hacerlo, en función del poder que puedan ostentar en esas instituciones, apaga y vámonos, porque a la hora de calificarla seguro que sale una sucesión de Cauchy convergiendo en el punto más cercano al cero posible.

Y ahí los tenemos, miles de personas, gastando nuestro dinero, discutiendo en múltiples idiomas, sobre el sexo de los ángeles las más veces, o implantando la nueva directiva impuesta por la multinacional de turno, o por el grupo de influencia al que le toque imaginaria esa noche, pero evitar por ejemplo que muera gente en aguas o cuchillas fronterizas, nada de nada.

A eso voy. Por ejemplo,muy pocos de los votantes de las europeas, saben qué es el TTIP. Y va a cambiar nuestras vidas, y me temo que a peor. Tratado Trasantlántico para el Comercio y las Inversiones.

Básicamente, se trata de reconocer, que las legislaciones europeas y las americanas (USA), sus normativas, y sus leyes, han permitido a las dos zonas a ambos lados de Atlántico, vivir con prosperidad y seguridad.

Sus consecuencias más básicas son la tentación de aceptar que los controles de los dos lados son válidos, y por tanto aceptados. Es decir que si tú fabricas un producto con el sello CE los americanos aceptan, sin control posterior, que es aceptable para su mercado, y viceversa.

Lo que ocurrirá rápidamente, es que se tenderá a aceptar la norma de fabricación, de garantía salarial, de control de movimientos financieros, de políticas de seguros, de auditorías, de elementos sanitarios, de productos alimentarios….más baratos, ya que tendrán que competir con los homónimos fabricados a uno u otro lado. Teniendo en cuenta el tema de las relaciones laborales en USA, o que se incluyen los países del tratado USA, México y Canadá, id contando que los salarios en España serán mexicanos, el despido y las indemnizaciones debidas, como en USA, la protección social, las emisiones de gases contaminantes y los Cop’s como allí.

Eso quiere decir que décadas de normativa europea se van a ir poco a poco, si queremos, pero inexorablemente por el sumidero.

¿Y quién gana?. Sólo las más grandes de las multinacionales, y esas salvo contadas excepciones están en el occidente Atlántico.

¿Quién pierde?. Los ciudadanos, lo juro, y si no, revisad cifras en México tras la implantación del tratado de libre comercio que les unió a USA. Y lo que es peor, ha conllevado – ignoro si directamente por su causa – que nuestra tierra hermana esté sumida en una guerra civil, por falta de riqueza.

Nuestros políticos no han debatido sobre esto en nuestro parlamento, y por lo que sé, no tienen aquellos que nos representan en Europa acceso alguno, a las actas de las negociaciones. No me ilusiona, me aterroriza.

Vayamos a las próximas, municipales y autonómicas parciales. ¿Propuestas ilusionantes?, por favor decidme alguna.

El otro día salía el candidato socialista a la alcaldía de Madrid que uno de sus proyectos era ¡quitar la hora al barrio del Pilar!.

La Sra. Aguirre no le andaba a la zaga, juraba a un grupo de personas en una residencia geriátrica, poco menos que les iban a poner chorizo a las lentejas.

L’Albert insistiendo en lo de las meretrices.

….Podemos que depende…..y los de IU,.

Y la mitad de los jóvenes sin trabajo, los mayores de 40 no van a encontrarlo nunca, los hospitales cayendo en picado, y cada vez que desde fuera miran a nuestro nivel de educación nos sonrojamos, el fondo nacional de pensiones tiritando, y nadie de los que pagamos hace nada por resolverlo. (Bueno, los muy ricos tienen ese problema resuelto).

De los autonómicos, ni hablar me apetece. El bueno de Gabilondo, remembrando al Viejo Profesor, bien está, y la del PP, no sale, que no le dejan.

A nadie se le ha ocurrido un plan, de esos que necesitan para llevarse a cabo, apéndices que hagan palidecer al caballo de Espartero. Ejemplo, un plan para elevar la renta per cápita de la región o la ciudad en un 15% anual, durante los próximos diez años. Plan desarrollado, viable, con sus costes, con sus sacrificios, con sus controles, como cualquier proyecto que llevaría a cabo cualquiera de esas empresas que están a punto de ser ya los verdaderos dueños del universo.

Un plan que asegurara niveles de ocupación, y niveles de renta per capita por encima de los 40K€ a los que votamos, a los que pagamos los sueldos y mamandurrias de esta gente que, a la hora de comunicarnos sus proyectos, parecen un programa de debate de esos de tele basura.

¿No somos capaces? Creo que no quiere hacerse, nos distraen con sus corrupciones, sus rasgamientos de túnicas senatoriales, pero proyectos ilusionantes, ninguno que, al menos, conmigo funcione, son políticas del siglo XIX, basadas las más de las veces en la lucha de clases, y eso ya no existe, amigos, murió en los cincuenta del pasado siglo, y se enterraron en 1989.

Ya he hablado en otras ocasiones de la distribución de la riqueza en nuestro país, pues tened en cuenta, que según lo que veo y leo, esto va a peor a pasos agigantados, para los más de los mortales.

Buenas noches y buena suerte

Tierra Santa ¿de verdad?

P1020960Viaje a Israel, la tierra prometida, y otras zarandajas

 

¿Por qué Israel?

 

La verdad no me atraía demasiado, pero era una forma de acabar mi periplo por esas tierras tan intranquilas, donde la gente anda dándose bofetadas desde antes de Tuthankamon, es decir casi cuatro mil años de hostialidades, que no tienen pinta de acabar.

P1020953

Pues sí, quería ver cuál es la razón, (si había alguna) para que una situación de este calibre durase tanto, y la verdad es que mis agnósticos ojos algo descubrieron, pero nada, a mi modesto entender que lo justificase.

 

Algo de geografía

 

Israel, hoy es un pequeño país, situado al este del Mediterráneo, cosa que a los occidentales del Mare Nostrum no nos importa demasiado, salvo que ahí el sol se pone por el mar, y parece que andas por tierras gallegas. Rápido ves que no.

Veintidós mil kilómetros cuadrados, ocho millones de habitantes, y una renta per capita, que para nosotros la quisiéramos, por encima de los treinta y dos mil dólares, que no está nada, pero que nada mal.

Rodeado de enemigos por todas partes…jordanos, egipcios, libaneses, sirios…y claro palestinos, hasta en el ombligo.

Agua, la justa, al norte el mar de Galilea, que supone un treinta por ciento del aporte nacional, lo poco que pillan del Jordán que se reparten con los jordanos, y un gran acuífero que les saca de penas.

El país fuera de las zonas costeras, y de los montes de Judea, es un desierto, que a fuerza de trabajo, se ha medio domado en algunas zonas, gracias a la alta tecnología agrícola que se ha desarrollado.

Para acabar de rematarlo, al sur y antes del gran desierto casi deshabitado, un gran lago hipersalado, el Mar Muerto, que además y con esto del calentamiento global, anda yendo hacia atrás por la terrible evaporación de esas zonas a más de cuatrocientos metros por debajo del mar Mediterráneo.

Sin ese encomiable trabajo, un erial, donde ni las cabras podrían sobrevivir.

 Algo de historia

 Ni pienso contar la “Historia Sagrada” ni la descolonización de Palestina por los británicos. Para eso está la Wilkipedia, la Espasa, o la British Enciclopedia, pero si comentaré algunos de los aspectos que más me han llamado la atención, sobre estas tierras y estas gentes.

P1020970

Todos sabemos, que según el primer libro del Pentateuco, posiblemente el Paraíso andaba por tierras entre el Tigris y el Eufrates… a saber, y que los primeros profetas adoptados como propios posiblemente vinieran del norte, de las tierras de Ur, siguiendo a sus rebaños de cabras mientras escarbaban en busca de algunas hierbecillas entre los guijarros del desierto.

De hecho esa “tradición” errante sigue hoy en día vigente pudiéndose ver campamentos de nómadas posiblemente beduinos con sus cabras entre las montañas secas. Poco ha debido cambiar la esencia de esa vida desde tiempos del padre Abraham, y posiblemente siga aún unos cuantos siglos.

Obviamente ese tipo de vida errante hace a la gente pelín agresiva, ya que seguro invades en tu discurrir tierras ajenas, o directamente quieres acceder a los asentamientos ya firmemente establecidos.

 Siempre andas detrás de la Tierra Prometida, y cuando sois muchos, el grupo puede ser temible y peligroso para aquellos que tienen una vida asentada en un territorio.

 

 No es mala idea para justificar las tropelías que esa forma de vida les llevó a realizar, buscarse un aliado incondicional, y quién mejor que Dios, pero sólo uno, por favor, que los que tienen muchos ya andan viviendo en sus ciudades tan tranquilos, y pueden tener un dios para cada cosa que se les ocurra. Además da un toque de exclusividad que te permite diferenciarte por arriba de cualquier otro grupo humano que te rodee.

 No es de extrañar, pues, que apareciera una figura protectora, a quien seguir. Asi que ese Dios, les animaba a pelear, conquistar, destruir, y no porque quisieran mejores tierras, o asentamientos más ricos, no, no, ni mucho menos, sino porque aquellos a los que apiolaban, eran incrédulos, no tenían su fe, eran de una religión diferente, y claro había que meterlos en cintura.

 El concepto de tribu a su máxima expresión, y para diferenciarnos, nos cortamos un cachito de pito… y a las señoras conquistadas por ahí oficialmente ni tocarlas….que no son gratas a los ojos de nuestro Dios.

 Lo que tienen las creencias monoteístas es sobre todo la intransigencia, pierden cualquier posibilidad de sincretismo con otras creencias, no pueden adoptar otros dioses, otros credos, otras liturgias. Hay que eliminarlas, y si alguno de los nuestros cae en la tentación de adorar a un becerro de oro, pues se le da con las Tablas de la Ley en la cabeza.

De esta forma creas un grupo cerrado, fanático, sin aportaciones externas. Un peligro si son agresivos y un coñazo si son pacíficos.

 Leyendo historiadores serios, resulta que parece que no hubo ningún pueblo judío viviendo en Egipto, parece también que de pollos como Moisés, bueno, no hay constancia, salvo la mención en el Éxodo, y posteriores….eso sí lo de Josué sacudiendo a Jericó parece que sí, y ya vemos que los nómadas andaban buscando zonas donde asentarse, aunque fueran en medio del desierto, por muchos pozos a los que se pudiera acceder.

 Y aquí me viene una similitud curiosa. Está la Torá, llena de referencias a las veces que se sacudió fuerte y en las orejas al pueblo Philisteo, (nótese la similitud con Palestino), gente que estaba en esa tierra, y a quienes los nómadas israelitas querían quitársela….

Lo mismo de los últimos cuatro mil años.

 Fuera de la costa, lo único prácticamente no desértico es el valle del Jordán, Tiberíades, y los montes de Judea…así que lo mejor es buscar un sitio en esos montes, empeñarse que Abraham, en la explanada que ahora se llama del templo, detuvo su mano por mandato divino, y no mató a su hijo, y hacerlo no sólo sagrado, sino lo más sagrado, el centro de todo, y al poblado entre esas montañas lo hacemos Jerusalén, ciudad sagrada.

 Y cómo no, nos inventamos un rey imposible, Salomón, del que no hay rastro histórico tampoco, y lo hacemos constructor, poeta y luz en el firmamento, construyendo a su alrededor la más bella de las leyendas…y adelante.

 Su papito, no menos importante, (de ese si que hay datos históricos) David, que se dedicó al noble arte de sacudir filisteos, fue ni más ni menos que un corsario de tierra, y no hizo más que rapiñar, y pelear contra los asentados, eso sí en nombre de Jehová, que para él no quería nada.

 Con todos esos ingredientes, no es de extrañar que no hicieran muchos amigos, y claro, cada vez que aparecía un imperio en las proximidades y decidía expandirse un poco, intentaba eliminar a estos plastas cabroncetes. Eso costó paseítos a Babilonia, sal en la tierra, cuando el romano dijo basta, (y mira que tuvieron paciencia con ellos), y una dispersión de dos mil años, que tampoco les debió sonar a extraño, recordemos su nomadismo original, del que como de las demás cosas de su cultura no se han desprendido.

 Y en el siglo veinte se reinicia la caza al philisteo-palestino, por obra y gracia del desmoronamiento del Imperio Otomano, y la vista de los ingleses que aguantaron allí lo justo para darse cuenta de que pillar, lo que se dice pillar, iban a pillar muy poco para los dolores de cabeza que se iban a llevar.

 Y en eso estamos, tan a gusto, rodeados de enemigos….ya se sabe, egipcios, jordanos, sirios, libaneses, babilonios, y palestinos en el ombligo.

 

Algo de religión

 Hay que reconocer a estos chicos que la que les lió el hijo de Judá, no fue pequeña. Clavo de la misma madera, el Cristianismo, literalmente les robó la religión. Jugada maestra, hay que reconocerlo, usa con todo descaro la tradición judía como base de la nueva creencia, de ella obtienen a su figura carismática, la profecía del Mesías la hacen realidad, y tira palante. Un gran trabajo de marketing por parte del luego llamado San Pablo, y luego el toque definitivo….os transformo en odiosos asesinos del Hijo de Dios.

Con todo esto se consigue cerrar toda posibilidad de expansión de la religión/cultura judía fuera de sus más íntimos ámbitos, y hacerla enemiga de la humanidad.

Siendo justos el palo fue desmesurado, pero es lo que tienen estas cosas, y su tradicional intransigencia, y soberbia racista, no les ayudó ni un pelo para solucionar el problema. Es la factura por ser el pueblo elegido.

 Para más INRI, esto no les importó a miembros de una tribu tan cerrada como la judía, y siguieron a lo suyo, sabbat de sinagoga, a leer la Torá a trozos que se completan una vez al año, a discutirla un poco o un mucho, y el año que viene lo mismo.

Como siguen siendo una tribu nómada, por mucho que traten de creer lo contrario, aún comen al estilo de hace cuatro mil años, que está estupendo para el desierto, y si ahora les gusta pues adelante.

 A partir de ese punto y durante buena parte de los siguientes dos mil años, Jerusalén que era centro del corazón de los judíos, debe compartir su ciudad con los cristianos, ya que según su tradición allí asesinaron a Jesús, y posteriormente, con la aparición de la tercera religión monoteísta, el Islam, resulta que al profeta le da por tomar un platillo volante en la tal explanada….y ¡ hale! ciudad santa también para ellos. Por cierto, sensu estricto, no creo que el cristianismo sea monoteísta, pero eso es harina de otro costal.

 Lo divertido es que la cosa queda así. El templo de ¿Salomón? enterrado, y no hay quién lo encuentre, ( se lo destrozaron un par de veces por lo menos), la mezquita de Al Aqsa y la cúpula dorada encima, y un poco más allá la obra de Elena, la mamá de Constantino, con su templo del Santo Sepulcro. Claro, lo único que les ha quedado es un paredón para darse cabezazos, mientras lloriquean.

P1020960

 Antes dije que el cristianismo me pareció una bonita campaña de marketing religioso, y ahora es el momento de comentar que la figura de Jesús de Nazaret (por cierto en Nazaret, no hay restos arqueológicos de esas fechas), no aparece en los textos del extremadamente detallista Flavio Josefo, que fotografió la época con exquisita precisión.

En los textos romanos de Tito Livio, ni mención al proceso de Jesús, lo que no indica s existió o no, sino todo lo contrario

 Bien asentado en la tradición de la Torá, y en la ley judía, de la que no iba a cambiar ni una coma, añade en su doctrina, enseñanzas muy entroncadas con la moral budista (no me gusta hablar del budismo como una religión, más me parece una moral ), de las tradiciones esenias (esos pirados que viven en cuevas por el Qumram) y abre esa tradición judía a todo el mundo. La hace universal, todos son bienvenidos….menos los judíos que no pueden por un par de razones.

La primera es que por Mesías, no les viene nada, y ¡Joooder! Estaban allí y no se dieron cuenta. Luego visto lo visto, se les hace culpables de Deicidio, y a otra  cosa.

Queda pues el judaísmo, como religión y cultura, circunscritos a ellos mismos, los elegidos, los del pito tallado, sin posibilidad de expansión y enrocados como una sociedad de poder y dinero, que periódicamente es sometida a intentos de exterminio.

Los mil trescientos y pico de años que el Islam campa por sus respetos en la zona, y salvo el paréntesis fanático-turístico-comercial, que supusieron las cruzadas, transforman la zona en territorio del Profeta, y aunque eran cuatro gatos, eran cuatro Gatos del Profeta.

 La caída del Imperio Otomano, es la ocasión para que de nuevo se abra la vía a los Palmeros, y rindan viaje en los Santos Lugares, transformando el territorio en una sucesión de templos todos sacratísimos donde se dice que nació Jesús???, el portal de Belén??(aquí hay cierta solera como en el templo del Santo Sepulcro, que son bizantinos), el pozo de Samaria, el lago de Galilea, en fin todo lo que conocemos perfectamente, pero construído en el primer cuarto del siglo pasado. Las órdenes religiosas que guardan esa riqueza (Franciscanos por cierto),  supongo se lucran con las ristras de frikis religiosos que por miles rinden pleitesía y Visa o Amex.

 Al parecer, todo esto desde el punto de vista religioso, de cualquier religión, es un chollo, ya que se han montado sedes de más de cien creencias, iglesias, y posiblemente sectas que, como embajadas ante dios se han montado hasta en pisos de Jerusalén. Si hay creyentes de lo que sea, hay oportunidades de negocio, así que se monta tienda.

Lo que me parece divertidamente justa, es la actitud de los judíos con toda esta historia. Jerusalén y la mayoría de los Santos Lugares, están en territorios controlados por la autoridad Palestina, así que han hecho lo posible para ocuparlos, especialmente Jerusalén y controlan el muy lucrativo negocio relativo a las creencias de quienes se apropiaron de su tradición religiosa para fundar el Cristianismo. Delicioso.

 

Persas, Romanos, Cruzados, y otras hierbas

 

No debemos olvidar que estamos hablando de un desierto, cruzado por un arrollo en su extremo oriental, con un lago de agua dulce al norte, donde no hay ni oro, ni plata, ni petróleo. Las tierras fértiles son muy limitadas, lo que a su vez también marca límites a la población que puede sustentarse en la zona, y esto lo digo en términos históricos.

La importancia de estas tierras para los grandes imperios de la antigüedad, se limita básicamente a los deseos expansionistas, y tierra de paso, poco más.

Pensemos en las guerras de los egipcios con los hititas (Ramsés II en Qadesh, según relieves en Abú-Simbel) por el control de Canaan, o en las necesidades de conquista del gran Ciro y de Cambises que por llegar a Egipto, pasaron por estas tierras y trataron de asegurar la retaguardia.

Alejandro tuvo que pasar y fundar ciudades en estos territorios, por similares razones, de hecho a su muerte, la Lidia quedó dentro de los territorios seleúcidas, y este Israel, aparece siempre como parte de Siria….(no comment).

En estas épocas surge una “anécdota” que lo define todo.

Como bien saben en Italia, Nabucodonosor destruye el Templo de ¿Salomón? Y se lleva al exilio a unos 20-30.000 judíos a Babilonia. Ciro II el Grande le da en las orejas a los asirios, y devuelve al desierto a los judíos, prometiéndoles además ayudarles a reconstruir el Templo.

 Al poco tiempo, los judíos casi le montan una revuelta, porque les pareció que no le daban suficiente dinero para la reconstrucción…..

 Pero mi lectura es, que eran un pequeño grupo fanático, que unos y otros se quitaban de en medio para que no mareasen demasiado, y a otra cosa.

 Para los romanos, la cosa era parecida, llevan su civilización, hacen vías de comunicación, se garantizan el paso hacia Egipto, y controlan de esa manera los importantes puertos del Mediterráneo donde se embarcaban las mercancías procedentes de Oriente hacia la metrópolis, y tenían que batallar contínuamente con estos chiquitos y sus leyes, hasta que se hartaron de ellos, les destruyeron el templo, y los echaron de esas tierras por un par de milenios.

A mitad del siglo IV el emperador Constantino, y su mamá, la tal Santa Elena, se dan cuenta de la importancia que ha tomado esa secta, y se apuntan a ella con el fervor que da el mantenimiento del poder.

Redescubren los santos lugares de la tradición cristiana, se hacen adalides de la causa, construyen templos, y por poco tiempo, unos tres siglos o así las cosas están tranquilas.

Pero ¡ay¡, que un poco al este les aparece un profeta, que dice ser transcriptor del mensaje divino de Ala, recibido directamente del Arcángel Gabriel, (San José no tuvo tanta suerte, Gabrielillo, directamente le levantó la chavala).

Estos, nacen con mentalidad global, e intentan reconocer las tradiciones judías, cristianas, y las que se pongan por en medio.

Otro monoteísmo intransigente, que tiene como objetivo expandir su creencia por todo el orbe.

Después de sus disputas tribales al inicio, (que todavía duran) empieza la expansión, y en lo que respecta a estas tierras, pues camino de paso hacia el oeste. La fuerza del califa de Damasco, se extiende por el oeste hasta Poitiers, y claro, en Jerusalén centro religioso importante para judíos y cristianos, ponen su planta, porque al tal Mahoma, le da por coger el avión en la explanada de las mezquitas, donde está la cúpula dorada de la mezquita de la roca. Y ya estamos todos, mil trescientos añitos de empujones.

Ya se sabe que cuando hay problemas en casa, lo suyo es buscar soluciones y excusas lo más lejos posible.

Como el Islam había cogido una fuerza importante, (léase, las rutas comerciales que controlaba Occidente hasta la caída del Imperio Romano, están ahora en manos de tribus locales) se imponía recuperar ese camino. Así que UrbanoII pone el grito en el cielo, y llama a la Cristiandad a recuperar los Santos Lugares, creando oportunidades de enriquecimiento a segundones de sangre real y nobles.

Allí que nos vamos en oleadas que duraron doscientos años entre 1095 y 1291.

Se invade con mayor o menor fortuna, se construyen fortalezas, se crean órdenes religiosas de las de la letra con sangre entra, y tropelía tras tropelía, al final entre los kurdos de Saladino, los seleúcidas, los franceses de Luis IX, y hasta catalanes como Roger de Lluria, la cosa queda como estaba, sin las rutas comerciales, que pasaban por allí, sin acceso cómodo a los “Santos Lugares” para los palmeros, pero con algunas innovaciones muy importantes.

Claro que las rutas comerciales se derivaron hacia el norte, lo que le vino muy bien a sitios como Samarcanda, y la Anatolia.

Creo que hablar un poco de los Templarios, que inventaron la banca, y los cajeros automáticos no es tema baladí.

En las temporadas que controlaron el Templo de Jerusalén (que ya no estaba), dicen que encontraron tesoros fabulosos, cartas de navegación esotéricas que les enseñaron el camino de América, y hasta el Bafumet y el Arca de la Alianza, que como todo el mundo sabe es una especie de órgano de Stalin, que dispara proyectiles “atósmicos”….

Y luego los Otomanos, y otros siete siglos sin comerse el Cristianismo ni un colín, y tampoco importó demasiado.

Es a la caída del Imperio Otomano cuando otro Imperio, el Británico, llena el nicho de mercado, pero sale por pies, dejando las cosas para que de nuevo sonaran las trompetas de Josué ante Jericó.

Así que de nuevo, el pueblo elegido, vuelve a su Tierra Prometida, y claro, palo al Philisteo, perdón, Palestino.

 

Genocidios, regreso, Israel actual

Antes muertos que integrarse. De esta forma esas tribus en diáspora, se enquistan en las ciudades europeas, dedicándose al comercio y a la banca (los préstamos con intereses estaban prohibidísimos por la Iglesia Católica), generando odio generación tras generación los que les hace ricos….Pero ahora las cosas no son tan  favorables, tienen dinero, conocimientos, y funcionan como una sociedad secreta en muchos aspectos, pero mataron a Jesús.

En base a eso había excusa para apiolarlos, quitarles el dinero, y putearlos hasta decir basta.

Se les echo (previa requisa de dinero y propiedades de allá donde se pudo). Se les persiguió, se les asesinó, y se les robó en toda Europa, todo lo que se quiso.

Lo de Hitler fue más de lo mismo, pero con métodos alemanes que son más eficaces, y expeditivos.

Nunca entendí que no se quedaran definitivamente como pueblo en América, allí se les ha molestado poco. De hecho buena parte del lobby judío en USA, ostenta uno de los grados de poder mundial más grandes de la actualidad. ¿Verdad Sr. Kissinger?, y económicos con bancos como JPMorgan, bien apalancaditos.

Sin embargo, ven la posibilidad de volver al desierto, y al acabar la segunda guerra mundial, como la cabra que tira al monte, se suben a barcos como el Éxodus y desembarcan en los puertos Mediterráneos, gentes como Ben Gurion, Golda Meyer….y ya tenemos Estado moderno de Israel…..¡¡¡uuppss, que aquí hay filisteos!!!. Pues ya se sabe, se aplica la técnica de Josué y David, y se escribe un nuevo capítulo del libro de los Reyes.

Todos los estados que les rodeaban, también sufrieron mordiscos territoriales, pero allá por el 67, el bueno de Moisés Dayan, les sacudió a todos, les quito Jerusalén a los jordanos, el Golán a los Sirios y no tomaron El Cairo, porque no quisieron.

Claro, el mundo árabe, el Islam, los tiene de enemigos más que mortales, pero ellos encantados. Es más, apoyados en su poder a nivel mundial, han conseguido que el Islam, sea ahora el único y gran enemigo de Occidente. Y ahí estamos.

Hoy, a los Palestinos, los tenemos encerrados tras muros de ocho metros. Los que viven dentro del Estado de Israel, son ciudadanos de segunda, a Yaser Arafat, que parecía podía aglutinar a las tribus palestinas, le dio un para allá (yo creo que con ayuda), y tan felices.

Lo que pasó ese hombre en la Muqataa de Ramala, sólo el lo sabe.

 

Por otra parte, y ya lo he comentado al principio, los territorios Israelíes, son muy europeos, por decirlo de alguna forma.

Tel Aviv me parecía un Alicante cualquiera, las comunicaciones ni mejores ni peores que las nuestras, la educación muy buena, la industria de gran valor añadido, la agricultura muy creativa….

Los colonos y los Kibbutzs, han conseguido transformar en vergeles desiertos pedregosos. Nada que decir.

Andan estos días tan contentos porque han encontrado gas frente a Haifa, y creen que ya no dependerán del capricho egipcio que les había cortado en estos tiempos el suministro.

 De política no voy a hablar. Del Sr. Nettanyahu, no tengo muy buen concepto, y anda cabreado por la actual mansedumbre de los persas, que a él lo que le motiva es liarse a tortas con los vecinos, y Obama no le deja.

Durante los días que estuve allí el Sr Kerry, secretario de estado USA, fue a visitarles, para decirles que se estuvieran quietos, que pararan un asentamiento de treinta mil colonos en territorios palestinos, que no jodieran más la marrana, que lo de Irán iba a ir bien, en fin esas cosas, y la prensa echaba humo contra el yanqui, que a estos lo que les va ahora son las tortas.

 

Futuro

 

Creo que tarde o temprano acabarán liándola, lo llevan en los genes, aunque no creo que sean sus vecinos quienes acaben con ellos, lo harán ellos mismos con actitud tan belicosa, pero yo no lo veré.

 

Como colofón, noticia de hoy:

El ejército y la policía israelí, ha desahuciado a cuarenta mil beduínos, del Nagev para intentar reubicarlos. En esa tierra, se van a construir 15 nuevas localidades para que habiten ciudadanos judíos. (Por si las dudas los beduínos tienen además de cabras pasaporte judío)

Estos han cogido un cabreo notable, y aunque traguen ahora, seguro que se la guardan por unas cuantas generaciones.

 

Y ASI OTROS CUATRO MIL AÑOS

 

 

La caída del Imperio Otomano, es la ocasión para que de nuevo se abra la vía a los Palmeros, y rindan viaje en los Santos Lugares, transformando el territorio en una sucesión de templos todos sacratísimos donde se dice que nació Jesús???, el portal de Belén??(aquí hay cierta solera como en el templo del Santo Sepulcro, que son bizantinos), el pozo de Samaria, el lago de Galilea, en fin todo lo que conocemos perfectamente, pero construído en el primer cuarto del siglo pasado. Las órdenes religiosas que guardan esa riqueza (Franciscanos por cierto),  supongo se lucran con las ristras de frikis religiosos que por miles rinden pleitesía y Visa o Amex.

 

Al parecer, todo esto desde el punto de vista religioso, de cualquier religión, es un chollo, ya que se han montado sedes de más de cien creencias, iglesias, y posiblemente sectas que, como embajadas ante dios se han montado hasta en pisos de Jerusalén. Si hay creyentes de lo que sea, hay oportunidades de negocio, así que se monta tienda.

Lo que me parece divertidamente justa, es la actitud de los judíos con toda esta historia. Jerusalén y la mayoría de los Santos Lugares, están en territorios controlados por la autoridad Palestina, así que han hecho lo posible para ocuparlos, especialmente Jerusalén y controlan el muy lucrativo negocio relativo a las creencias de quienes se apropiaron de su tradición religiosa para fundar el Cristianismo. Delicioso.

 

Persas, Romanos, Cruzados, y otras hierbas

 

No debemos olvidar que estamos hablando de un desierto, cruzado por un arrollo en su extremo oriental, con un lago de agua dulce al

norte, donde no hay ni oro, ni plata, ni petróleo. Las tierras fértiles son muy limitadas, lo que a su vez también marca límites a la población que puede sustentarse en la zona, y esto lo digo en términos históricos.

La importancia de estas tierras para los grandes imperios de la antigüedad, se limita básicamente a los deseos expansionistas, y tierra de paso, poco más.

Pensemos en las guerras de los egipcios con los hititas (Ramsés II en Qadesh, según relieves en Abú-Simbel) por el control de Canaan, o en las necesidades de conquista del gran Ciro y de Cambises que por llegar a Egipto, pasaron por estas tierras y trataron de asegurar la retaguardia.

Alejandro tuvo que pasar y fundar ciudades en estos territorios, por similares razones, de hecho a su muerte, la Lidia quedó dentro de los territorios seleúcidas, y este Israel, aparece siempre como parte de Siria….(no comment).

En estas épocas surge una “anécdota” que lo define todo.

Como bien saben en Italia, Nabucodonosor destruye el Templo de ¿Salomón? Y se lleva al exilio a unos 20-30.000 judíos a Babilonia. Ciro II el Grande le da en las orejas a los asirios, y devuelve al desierto a los judíos, prometiéndoles además ayudarles a reconstruir el Templo.

 Al poco tiempo, los judíos casi le montan una revuelta, porque les pareció que no le daban suficiente dinero para la reconstrucción…..

 Pero mi lectura es, que eran un pequeño grupo fanático, que unos y otros se quitaban de en medio para que no mareasen demasiado, y a otra cosa.

Para los romanos, la cosa era parecida, llevan su civilización, hacen vías de comunicación, se garantizan el paso hacia Egipto, y controlan

de esa manera los importantes puertos del Mediterráneo donde se embarcaban las mercancías procedentes de Oriente hacia la metrópolis, y tenían que batallar contínuamente con estos chiquitos y sus leyes, hasta que se hartaron de ellos, les destruyeron el templo, y los echaron de esas tierras por un par de milenios.

A mitad del siglo IV el emperador Constantino, y su mamá, la tal Santa Elena, se dan cuenta de la importancia que ha tomado esa secta, y se apuntan a ella con el fervor que da el mantenimiento del poder.

Redescubren los santos lugares de la tradición cristiana, se hacen adalides de la causa, construyen templos, y por poco tiempo, unos tres siglos o así las cosas están tranquilas.

Pero ¡ay¡, que un poco al este les aparece un profeta, que dice ser transcriptor del mensaje divino de Ala, recibido directamente del Arcángel Gabriel, (San José no tuvo tanta suerte, Gabrielillo, directamente le levantó la chavala).

Estos, nacen con mentalidad global, e intentan reconocer las tradiciones judías, cristianas, y las que se pongan por en medio.

Otro monoteísmo intransigente, que tiene como objetivo expandir su creencia por todo el orbe.

Después de sus disputas tribales al inicio, (que todavía duran) empieza la expansión, y en lo que respecta a estas tierras, pues camino de paso hacia el oeste. La fuerza del califa de Damasco, se extiende por el oeste hasta Poitiers, y claro, en Jerusalén centro religioso importante para judíos y cristianos, ponen su planta, porque al tal Mahoma, le da por coger el avión en la explanada de las mezquitas, donde está la cúpula dorada de la mezquita de la roca. Y ya estamos todos, mil trescientos añitos de empujones.

Ya se sabe que cuando hay problemas en casa, lo suyo es buscar soluciones y excusas lo más lejos posible.

Como el Islam había cogido una fuerza importante, (léase, las rutas comerciales que controlaba Occidente hasta la caída del Imperio Romano, están ahora en manos de tribus locales) se imponía recuperar ese camino. Así que UrbanoII pone el grito en el cielo, y llama a la Cristiandad a recuperar los Santos Lugares, creando oportunidades de enriquecimiento a segundones de sangre real y nobles.

Allí que nos vamos en oleadas que duraron doscientos años entre 1095 y 1291.

Se invade con mayor o menor fortuna, se construyen fortalezas, se crean órdenes religiosas de las de la letra con sangre entra, y tropelía tras tropelía, al final entre los kurdos de Saladino, los seleúcidas, los franceses de Luis IX, y hasta catalanes como Roger de Lluria, la cosa queda como estaba, sin las

rutas comerciales, que pasaban por allí, sin acceso cómodo a los “Santos Lugares” para los palmeros, pero con algunas innovaciones muy importantes.

Claro que las rutas comerciales se derivaron hacia el norte, lo que le vino muy bien a sitios como Samarcanda, y la Anatolia.

Creo que hablar un poco de los Templarios, que inventaron la banca, y los cajeros automáticos no es tema baladí.

En las temporadas que controlaron el Templo de Jerusalén (que ya no estaba), dicen que encontraron tesoros fabulosos, cartas de navegación esotéricas que les enseñaron el camino de América, y hasta el Bafumet y el Arca de la Alianza, que como todo el mundo sabe es una especie de órgano de Stalin, que dispara proyectiles “atósmicos”….

Y luego los Otomanos, y otros siete siglos sin comerse el Cristianismo ni un colín, y tampoco importó demasiado.

Es a la caída del Imperio Otomano cuando otro Imperio, el Británico, llena el nicho de mercado, pero sale por pies, dejando las cosas para que de nuevo sonaran las trompetas de Josué ante Jericó.

Así que de nuevo, el pueblo elegido, vuelve a su Tierra Prometida, y claro, palo al Philisteo, perdón, Palestino.

 

Genocidios, regreso, Israel actual

Antes muertos que integrarse. De esta forma esas tribus en diáspora, se enquistan en las ciudades europeas, dedicándose al comercio y a la banca (los préstamos con intereses estaban prohibidísimos por la Iglesia Católica), generando odio generación tras generación los que les hace ricos….Pero ahora las cosas no son tan  favorables, tienen dinero, conocimientos, y funcionan como una sociedad secreta en muchos aspectos, pero mataron a Jesús.

En base a eso había excusa para apiolarlos, quitarles el dinero, y putearlos hasta decir basta.

Se les echo (previa requisa de dinero y propiedades de allá donde se pudo). Se les persiguió, se les asesinó, y se les robó en toda Europa, todo lo que se quiso.

Lo de Hitler fue más de lo mismo, pero con métodos alemanes que son más eficaces, y expeditivos.

Nunca entendí que no se quedaran definitivamente como pueblo en América, allí se les ha molestado poco. De hecho buena parte del lobby judío en USA, ostenta uno de los grados de poder mundial más grandes de la actualidad. ¿Verdad Sr. Kissinger?, y económicos con bancos como JPMorgan, bien apalancaditos.

Sin embargo, ven la posibilidad de volver al desierto, y al acabar la segunda guerra mundial, como la cabra que tira al monte, se suben a barcos como el Éxodus y desembarcan

en los puertos Mediterráneos, gentes como Ben Gurion, Golda Meyer….y ya tenemos Estado moderno de Israel…..¡¡¡uuppss, que aquí hay filisteos!!!. Pues ya se sabe, se aplica la técnica de Josué y David, y se escribe un nuevo capítulo del libro de los Reyes.

Todos los estados que les rodeaban, también sufrieron mordiscos territoriales, pero allá por el 67, el bueno de Moisés Dayan, les sacudió a todos, les quito Jerusalén a los jordanos, el Golán a los Sirios y no tomaron El Cairo, porque no quisieron.

Claro, el mundo árabe, el Islam, los tiene de enemigos más que mortales, pero ellos encantados. Es más, apoyados en su poder a nivel mundial, han conseguido que el Islam, sea ahora el único y gran enemigo de Occidente. Y ahí estamos.

Hoy, a los Palestinos, los tenemos encerrados tras muros de ocho metros. Los que viven dentro del Estado de Israel, son ciudadanos de segunda, a Yaser Arafat, que parecía podía

aglutinar a las tribus palestinas, le dio un para allá (yo creo que con ayuda), y tan felices.

Lo que pasó ese hombre en la Muqataa de Ramala, sólo el lo sabe.

 

Por otra parte, y ya lo he comentado al principio, los territorios Israelíes, son muy europeos, por decirlo de alguna forma.

Tel Aviv me parecía un Alicante cualquiera, las comunicaciones ni mejores ni peores que las nuestras, la educación muy buena, la industria de gran valor añadido, la agricultura muy creativa….

Los colonos y los Kibbutzs, han conseguido transformar en vergeles desiertos pedregosos. Nada que decir.

Andan estos días tan contentos porque han encontrado gas frente a Haifa, y creen que ya no dependerán del capricho egipcio que les había cortado en estos tiempos el suministro.

 

De política no voy a hablar. Del Sr. Nettanyahu, no tengo muy buen concepto, y anda cabreado por la actual mansedumbre de los persas, que a él lo que le motiva es liarse a tortas con los vecinos, y Obama no le deja.

Durante los días que estuve allí el Sr Kerry, secretario de estado USA, fue a visitarles, para decirles que se estuvieran quietos, que pararan un asentamiento de treinta mil colonos en territorios palestinos, que no jodieran más la marrana, que lo de Irán iba a ir bien, en fin esas cosas, y la prensa echaba humo contra el yanqui, que a estos lo que les va ahora son las tortas.

 

Futuro

 

Creo que tarde o temprano acabarán liándola, lo llevan en los genes, aunque no creo que sean sus vecinos quienes acaben con ellos, lo harán

ellos mismos con actitud tan belicosa, pero yo no lo veré.

 

Como colofón, noticia de hoy:

El ejército y la policía israelí, ha desahuciado a cuarenta mil beduínos, del Nagev para intentar reubicarlos. En esa tierra, se van a construir 15 nuevas localidades para que habiten ciudadanos judíos. (Por si las dudas los beduínos tienen además de cabras pasaporte judío)

 

Estos han cogido un cabreo notable, y aunque traguen ahora, seguro que se la guardan por unas cuantas generaciones.

 

Y ASI OTROS CUATRO MIL AÑOS

 

 

Irán y no volverán. De Ciro a Hasan Rohani,

P1020411IRÁN Y NO VOLVERÁN

 OCTUBRE 2013

 

 

Antecedentes

Ir a pasear por Persia siempre fue un deseo que por muchas razones fue retrasándose.

Los deseos quizás comenzaran en mi niñez cuando me llamaron la atención unas noticias, que la prensa de la época recogía de ese país, exótico a mis ojos.

Un Sha…¿qué era eso? Sonaba muy interesante, en plena segunda mitad del siglo XX repudiaba a su mujer porque no podía tener hijos. Luego veías imágenes del tal Reza Pahlevi en el No-Do y parecía un señor de lo más moderno, sobre todo si lo comparaba con aquella España oscura y tenebrosa….Si no era americano ni inglés, claro no podía divorciarse, repudio, me pareció curioso lo que nos contaban las noticias, y no lo entendí hasta mucho más tarde. Corría 1958, y yo tenía siete años.

La emperatriz Farah Diva (un apellido de diosa) siempre me pareció una mujer bellísima, pero a la vez no le perdoné nunca que tomara el puesto de Soraya Esfandiari. Me sonó siempre a una forma de usurpación….

Y pasó el tiempo, mi profesor de historia en el instituto, el bueno del Sr. Plá, se esforzaba, (con bastante éxito por cierto) en contarme las guerras Médicas….sumerios, medos, persas, Darío, los inmortales, las Termópilas, Jerjes, Artajerjes, Alejandro que acaba con todo el imperio aqueménida….

 Y ahí se quedó la cosa en un lugar recóndito del cerebro mientras me empeñaba en vivir.

Por cierto que el profe de historia sagrada, un jesuita rogelio..(rojo no se podía ser) mencionó también a ese Imperio. Parece que le agradecía a Ciro que liberara al pueblo elegido de las garras babilonias, y más aún que entre él y su hijo, Cambises intentaran reconstruir el Templo…buuf, luego me enteré que los judíos se quejaron de que no les daba pasta suficiente. La vida.

Y hubo más, claro que sí, cuando leí la Anábasis, o cuando me enteré de la coña marinera del ejército que se tragaron las arenas del desierto nubio, cuando Cambises envió a 50.000 números de tropa para hacerse con el trono de Psamético III cosa que consiguió….pero eso es harina de otro costal.

Mucho me llamaban la atención, aquellas campañas de Gengis Khan, de Tamer “el cojo” (Lan en inglés) que nombraban ciudades míticas para mí….Bujhara, Samarcanda, Isphahan, Shiraz. ¿De donde habían salido? De las mil y una noches, del libro de las maravillas del viajero véneto, no lo sé, solo que dejaron un poso que parece me unía al paraíso, a las vírgenes del Edén musulmán, al agua fresca de los oasis del desierto…Persia.

Claro, luego te llega la cultura otomana, refinada como pocas cosas, y de nuevo surgen esos mitos que me mueven, que para mi son la historia del mundo que me han contado, y sobre la que he construido mi escenario, aquel por el que me muevo, o creo que lo hago.

Y luego el Islam, esa doctrina sincrética y universal de vocación que llega al sur del Caspio en forma de segregación minoritaria, el chiismo, los seguidores de Alí. Y son minoría en tierra que de dioses y religiones.

Tenía ya su falso monoteísmo, su profeta Zoroastro, su Aura Mazda, su antagonista Ariman, su Asvesta, sus restos de Mithra, su Faravahar, que para mí claramente es un extraterrestre montado en su platillo volante, su templo del fuego en Yadza, en el que tuve ocasión de sentir rodeado de turistas una religión de cuatro mil años, que entronca posiblemente con el comienzo de la escritura, y que posiblemente posea ya todos los elementos de los monoteísmos que siguieron. Claro, que quizás las culturas védicas tengan algo que decir respecto a los derechos de autor.

Pero para mí fue muy interesante. Reconozco que por la noche, en ausencia de un buen Asvesta en román paladino que echarme al coleto, escuché en mis cascos, una estupenda versión del poema sinfónico de Richard Strauss (Also Sprach Zarathustra) versionado e interpretado por Eumir Deodato.

Luego ese Islam chií, se fue asentando, opuestos siempre al sunnismo de conveniencia, creador de jurisprudencia, interpretando el Corán. Ellos jamás lo literal es lo literal.

Contra los Omeyas de Damasco, los Abbasies de Bagdad, los asesinatos de omeyas abusando de la hospitalidad…. Pero al final su cultura acaba en España, en Al-Andalus, y veo en esta Persia cármenes y jardines granadinos. Cuantas raíces nuestras al este del Tigris.

A finales del 1979, otro destello me recordó que existía Persia, que ahora insistían en llamar Irán. Reza Palhevi era expulsado por golfo, en su peor momento, iniciando un periplo por USA, Panamá, que finalizó con su muerte  por cáncer, creo que de pulmón en el Egipto de Anwar el Sadat allá por 1980. Y eso salió carísimo a Irán, porque un tal Jomeini, Imán él, descendiente directo del Profeta, entró a saco.

Por cierto el palacio de verano del Sha, en un maravilloso parque en Tehran, no es para tanto. Además dormía en el suelo, sobre una alfombra…

Como no le dejaron asesinar al Sha, tomó la embajada USA, y tuvo rehenes americanos por casi dos años. Costó bloqueo de cuentas en el extranjero, y prohibición de venderles cualquier cosa que no fuera comida o medicinas…..Por otra parte, nació para ellos el concepto del Gran Satán Americano, y judío por extensión.

 El cacahuetero Carter se merendó un marrón notable, que se solucionó gracias a la muerte de Reza Pahlevi, y al ataque de las hordas babilonias de Sadam Hussein.

Ocho años de muerte, más de un millón de personas, niños mártires que limpiaban campos de minas estallándolas con sus cuerpos, gases mortíferos, sunníes contra chiíes, el petróleo. La guerra impuesta que llamaron los iraníes, que destrozó los dos países, y que acabó en tablas por agotamiento. Claro que los dos se proclamaron vencedores.

No recuerdo mucho de todo aquello, porque no se dijo mucho tampoco. Además andaban los rusos por aquellos momentos, empeñados en invadir Afganistán, y la democracia española atascada en las crisis de Felipe, y preparando los fastos del 92. Un sin vivir.

Claro que no faltó ocasión visitando un precioso poblado camino de Tehran, ver las fotos de los niños soldados que luego, en macabra sucesión, aparecían por las calles de la capital.

Para acabar con los antecedentes solo mencionar las ganas que tenía de ver el integrismo islámico gobernante. Es decir quería evaluar la calidad de la propaganda que recibimos de nuestros medios de comunicación. Y algo intuí.

La marcha del farsante Almadineyad, la necesidad del país de recomponer su maltrecha economía, vendiendo el petróleo que se tienen que comer, el cambio que supone el nuevo burócrata-clérigo que designaron las familias que controlan el país,  y la intención de suavizar las tensiones creadas por su antecesor, y las ganas de tener su juguete atómico, van a conformar su futuro cercano.

 

PREJUICIOS

Con todo esto en la mochila, ¿quién no va lleno de prejuicios?

El primero, basado en una imagen que se me quedó grabada en la Mezquita de Damasco de un grupo de orantes iraníes, liderados por su mulah, quien a gritos blandiendo un Corán como si se tratara del rayo de Zeus, les increpaba, mientras ellos arrodillados rezaban en silencio.

Ellas tapadas hasta las orejas y ellos con tunicón y turbante. Jesús, lo que me esperaba.

El segundo, temor absoluto a las carreteras. Tras la guerra y el embargo, esperaba caminos llenos de baches, y jornadas en las que a buen seguro un camello fuera más adecuado que un autobús.

El tercero, esperaba gentes hoscas, atemorizadas, y que además nos verían como hijos de Satán (Thanks Mr. Carter). Buena carga de gafas de sol y a ser buen niño.

El cuarto suciedad e incultura. Es algo que en algún país con creencias musulmanas me había encontrado, y aquí me temía lo peor.

Y el último….Dios mío vienen conmigo dos españolas del siglo XXI, que seguro no pasan ni la más mínima en temas de ponte el velo, yo no hago esto o aquello,¿ machismos a mí?.

Nosotros, nobles varones, lo tenemos mucho más fácil, infinitamente más fácil.

Gracias a Dios esos prejuicios, fueron cayendo uno a uno y por su orden.

No voy a decir ateazos, pero en las mezquitas habían más turistas que fieles, claro que el chiismo, (para no molestar digo yo), considera la oración como algo íntimo, y vamos, que con tres en vez de cinco oraciones diarias, tienes tu cupo de vírgenes en el edén. (El premio a las muchachas no se especifica).

Con una renta per cápita cuarta parte de la nuestra, la conexión por carretera entre ciudades, (al menos en la ruta que yo realicé), era por autopistas de tres/cuatro carriles, lo que no está nada mal. Eso sí por normas de tráfico en parsi, no viene nada. Para un occidental, es extremadamente difícil, creo, navegar en tal caos. Su parque de automóviles es acorde con la renta del país, o coches desechados de occidente, o coches pequeños. Algunos, pero pocos, camiones, y ferrocarril difícil, creo que, solo entre Yadza y Tehran. Ah! La gasolina, racionada, pero en cantidades más que suficientes, y casi regalada.

El tráfico en ese Tehran de 15 o más millones de habitantes, es una mezcla de El Cairo, Calcuta, y NYC en hora punta, para no perdérselo.

Una indicación de la economía es la existencia del billete de mil rials, cuando por un euro te dan cuarenta mil…

Vi y conocí gente con ganas de ser moderna, pero en un régimen dictatorial, aunque se vote, y con un tufo tremendo de miedo a represalias de todo tipo si alguien considera que te desvías del dogma imperante. Nada nuevo para mí. Ya pasé por eso, junto a varios millones de españoles.

Curiosidad de la gente en la calle por saber de dónde vienes, grupos de chicas con enorme interés por practicar su inglés, pero les llamamos la atención enormemente.

Por un momento, creí que había dejado de ser invisible para las muchachas, porque hacía ya mucho tiempo que tantas y tan guapas, no me miraban con tanto interés. Pronto me dí cuenta que el extranjero es lo que llama la atención, así que tranquitronco, que las cosas siguen en donde estaban.

Los chicos van disfrazados de macarras de piscina, como bien indicó Silvia, una de mis dos compañeras de andanzas, y ellas deben llevar el velo islámico, ropas anchas, las más de las veces oscuras, aunque se  las ve con unas ganas enormes de liberarse de todo eso. La coquetería, y el sex appeal, deben circunscribirlo a la cara, así que,  super maquilladas, nariz operada y un punto picante siempre en la mirada.

Claro que en casa hablan catalán, como Aznar, y enseñan la chicha que tienen que enseñar…

Ahora que lo tienen fatal, un achuchón puede costarte un disgusto, y un polvito a destiempo, puede tener para ellas consecuencias muy negativas para su vida.

Los matrimonios me temo que están aún extremadamente controlados por las familias, y las opciones de maniobra son escasas aunque el divorcio exista, eso sí con funestas consecuencias para la mujer.

Están en pleno tránsito. Hay mujeres que ejercen su profesión, que tienen su dinero, pero es difícil que puedan vivir  solas, o papá o marido. Pero creo que en una o dos generaciones las cosas pueden cambiar algo.

Vi poca industria, los mercados como en oriente cercano, de Ketelby, y su mercado persa nada de nada. Me gustó especialmente el de Shiraz.

 

Limpieza que me sorprendió, en las calles, en los hoteles, en los espacios públicos en general y con las adecuadas excepciones. Pocos olores exóticos, vamos los he visto más ricos y más guarros.

Comercio occidental como tal, está muy limitado, y es normal, esto no es occidente, es Persia bloqueada. Apenas resquicios para la Coca-Cola, y similares, alcohol totalmente prohibido, tolerancia cero.

La comida, es pobre, se ciñe a arroz, con pollo, vaca, o cordero. Alguna salsa que se aplica a todo, yogur líquido en la mesa, y fruta y verdura de bastante calidad pero poco variada, alguna sopa, y poca legumbre.

Todo cocinado con, digamos, escasa creatividad.

Los panes ácimos, los peces mejor en el río, los dátiles inolvidables, de las baclavas espero informe de cata por parte de Silvia, y el resto de la repostería demasiado sencilla.

Permítaseme destacar algún flan, desrecomendar te a quien espere algo delicioso, es de sobre porquero, como en bareto de Atocha, y el café hay que buscarlo casi en delicatesen.

Ennumerar los sitios por los que pasé no es tema de esta bitacorilla desfechada, pero debo hacer algún comentario a lo excepcional.

Para mi pasear por la vieja y esquilmada Persépolis, ver las tumbas de los aqueménidas y sobre todo la tumba de Ciro II el Gran Rey, era algo que me debía.

 Me dolió el expolio al que se sometió por parte de esas potencias europeas (de las que desgraciadamente cuelgo) a toda esta cultura solo para llenar los museos y enriquecer a unos pocos….

.

 

Ver los símbolos del Mazdeísmo (extraterrestre incluído), era un objetivo, soñar en Isphahan, en esa plaza del Imán que para mí está a la altura de las mas bellas del mundo, contemplar los azulejos de las mezquitas y las madrasas, e imaginar como se creó toda aquella cultura de médicos, matemáticos, filósofos, poetas, astrónomos, comerciantes, artesanos….¿una alfombra señorito? Las tengo baratitas…guerreros que llegaron desde Egipto a un poco más arriba de Palencia, o a enfrentarse a Carlos Martel en Poitiers, dejándonos los más bellos monumentos, jardines, los textos griegos, la medicina, la intolerancia, el comercio y bastante sangre.

Es parte de nosotros, sobre todo de los guaperas arios que aún se pavonean por nuestra piel de toro.

Y por último me encuentro con dos compañeras estupendas, cultas, e interesadas en lo que el país les propone, aceptando las costumbres de la tierra que las acoge, sin soltar la sonrisa en ningún instante, (bueno salvo algún momento no deseado de eliminación de toxinas ingeridas de forma involuntaria). Un privilegio para mí que les agradeceré siempre.

Y todo esto para no volver…….creo

Viaje a Rumanía o lo que quedó de la utopía socialista

P1000586Mayo 2013

Reflexiones sobre un viaje a Rumanía, por tierras de Vlad el Empalador

 

Nunca había estado en ese país, lo que a mis ojos de perro baqueteado por mil trenes, aviones, y hoteles, le daba un cierto aire de ¿exotismo?, no sé.

El caso es que me subí a un cacharro desvencijado de la TAROM, donde recibí el primer choque sociológico de lo que iba a encontrarme en tierras Cárpatas.

El avión, sin llegar a los excesos de Air Maybe (líneas aéreas de Tanzania)* tenía un ambiente encantador de tren playero de los cincuenta, y a no ser porque las ventanas no se podían bajar, los animales no estaban permitidos, y había que cruzar antes de embarcar los crudos controles de Barajas, seguro alguien habría puesto un botijo en la ventana, alguna gallina habría depositado un huevo, o un vecino de butaca hubiese sacado su fiambrera de gulash, para ofrecer a todos.

Hubiéramos fumado nuestros liados de caldo**, y no nos hubiéramos intoxicado ya que alguna ventana abierta para refrescar el botijo, nos habría salvado…..

Sobrevolando los alrededores del aeropuerto de Bucarest, me llamó la atención la disposición de los pueblos que se alargaban pegados a las carreteras. Tuve un flash de la Cañada Real***…no sé por qué,  aunque luego no se confirmó ese flash.

El aterrizaje dentro de normas, me brindó el primer paisaje con los pies en el suelo, un aeropuerto con aviones de una sola compañía, TAROM, cuatro aviones de hélice de uso interno y santas Pascuas.

Emulando al Don Juan diría aquello de ¡ Bucarest rico vergel de amor y placer emporio!..pues no..La ciudad tiene ese corte que el socialismo soviético intentó dar a las capitales de sus satélites llenándolas de parques inmensos, avenidas amplísimas, y construcciones públicas mazacotorras a loor y gloria del régimen.

Sin embargo, todo eso está construido sobre la capital de segunda clase que fue de la tierra Transilvana, parte del imperio austro-húngaro.

De esa ciudad quedan edificios públicos del último tercio del siglo diecinueve, no carentes de cierto interés arquitectónico, y hablo del Banco Nacional, el Tribunal Supremo (que quiere ser La Conciergerie parisina cuando crezca), la Universidad, o el Palacio Real, el Casino, o el Gran Hotel.

Los monumentos religiosos tienen desde el punto de vista arquitectónico un interés limitado, aunque no están exentos de un halo romántico, que los hace entrañables.

Digamos que el centro histórico decimonónico, nos muestra una ciudad que quería crecer como un pequeño Paris del este….quiero pero no puedo.

Desgraciadamente la dictadura de Nicolas Ceaucescu, y antes, el desastre de la segunda guerra mundial cercenaron esas aspiraciones.

Hoy ese centro histórico, está lleno de casas en ruina, por pleitos interminables con la administración pública, fruto de las expropiaciones forzosas del último dictador.

Incluso las casas que jalonan el “Champs Elyseès” local, preciosos palacetes decimonónicos, están los más de ellos en un estado lamentable.

La ciudad es como un ejército derrotado, edificios en ruina, casas de pisos muy humildes y mal mantenidas, un tufillo en fin a ese sueño del dictador megalómano que fracasa en todo menos en destruir  lo que toca.

Hoy Rumanía es parte de la CEE, pero no se la ha permitido acceder a algunos de los sistemas clave que permiten a los ciudadanos más hacia occidente una vida más desahogada, así, no es parte del euro, no disfrutan sus ciudadanos de la posibilidad de trabajar libremente en el ámbito europeo, ni forman parte del espacio Schengen. Es lo del Reino Unido, o Dinamarca pero a la fuerza, y en versión pobre.

Sin cruzar las fronteras de Bucarest, la consecuencia es, bajos salarios, falta de trabajo (25% de la población ha emigrado), un comercio que recuerda al de Papiol en los sesenta, por decir algo.

No sé si el hecho de que aparentemente la población sea muy joven, es o no una ventaja para el país, posiblemente sí, pero vi mucha gente de edades por encima de los cuarenta, que se educaron bajo el régimen anterior, con una tristeza en la mirada que asusta.

Ese centro histórico del que hablo, se llena a la atardecida de gente que llena y rellena los bares, baretos, puses, restaurantes, restaurantines, comederos para guiris (una foto please).

El ambiente es muy agradable, y al participar te conviertes también en parte del espectáculo, que das a quienes no pueden sentarse a tu lado…La primera sorpresa es el precio que te piden por ese ocio, y por la restauración en general. No hay forma de gastarse 10€, en copas sin salir totalmente borracho.

El comercio en general es pobre y poco atractivo para nosotros, fuera de algunas tiendas internacionales que no traen lo mejor que tienen, hay muy poca cosa. Por cierto el concepto de Grandes Almacenes  tipo Macy’s no existe o no supe verlo.

Visitando los supermercados vi muy poco alimento de alta gama, los productos locales con precios muy ajustados, y los de multinacionales, a su precio lo que imagino deben excluirlo del común de los ciudadanos.

Una cosa curiosa que me llamó la atención los días que estuve   en esa tierra, fue el calor que sufrimos. Estábamos 6/7 grados por encima de los países de alrededor, en una suerte de microclima, que para ser sinceros ni los locales entendían.

Estaba dudando si mencionar o no el Parlamento y al final, lo haré. Es al final un aborto de locura que avergüenza a los rumanos, según pude entender claramente. No están orgullosos de es período de su historia en absoluto, y es encomiable su deseo de salir definitivamente de ese círculo.

El actual presidente dentro de lo que significa ser político, apareció el sábado por la noche en un restaurante con su santa (hubo por parte del guía local comentarios de lo más maliciosos).

Bailó, no molestó a nadie, cenó tranquilamente y se marchó, o me marché yo antes, no me acuerdo. Pero desde luego dio una sensación de sencillez encomiable, y tuvo contacto con la gente sin mayor problema.

Sigamos un poco con estos aspectos económico/sociológicos que soportan mis impresiones de este viaje, y comencemos por un aspecto básico de una economía occidental, el transporte.

Las carreteras directamente aterrorizan, tanto como aterrorizaba nuestra red Redia. No sé cuanta gente se mata al día/mes/año, pero me temo, que, por lo que vi, son cifras difícilmente asumibles.

Para solucionarlo, la inversión que se requiere es monstruosa, así que me temo que tardarán en resolverlo, ya que ni siquiera hay dinero hoy en día para un correcto mantenimiento de lo existente.

Los trenes no le andan a la zaga. Diremos que tienen un cierto aire romántico y así me ahorro decir que son un castigo para el pueblo rumano y sus invitados.

Salvo una fábrica de automóviles que soportó la transición no he visto nada que impresione, los campos, no diré que baldíos, pero no me transmitieron ninguna sensación de riqueza o de explotaciones rentables. Supongo, ya que no lo constaté, que el mismo problema que se creó con la propiedad urbana, al ser expropiada por el anterior régimen, se extendió a la vida rural, con el consiguiente aparente abandono de los campos.

Y siempre el desastre de las explotaciones industriales que el sistema socialista creó. Hoy totalmente abandonadas, tras haber causado desastres no solo en el entorno natural sino lo que es peor en la salud de la gente.

Tampoco creo que un clima continental posiblemente extremo ayude mucho a una agricultura y una ganadería boyantes.   Como podría decir cualquier Harvardcito, hay muchas áreas manifiestamente mejorables.

El país está rodeado por multitud de países casi todos o bien procedentes del desmembramiento del telón de acero o de su peor consecuencia, la guerra de los Balcanes. En cualquier caso, de lo más  pobre e inestable de Europa.

Su salida al mar no es para tirar cohetes, ya que como gran cosa disponen de un puerto en el Mar Negro, de dudosa eficacia.

Lo que tampoco creo que hayan podido quitar de encima es la burocracia extrema y sin sentido, característica de aquella época,.

Ignoro como es el sistema educativo, y mucho menos como es la Universidad, pero parece que en lo que se refiere a grandes científicos, o literatos la cosa anda justa. Apenas un Eugène Ionescu, que se lo apropiaron los franceses, (claro que escribió en gabachois), y nada destacable en el ámbito de la música, pintura o literatura.

Tierra de paso, un poco el jamón y el queso del bocadillo entre otomanos y austro-húngaros. Así que tortas por los dos lados, ausencia de poder real, militar o económico.

Mi historia algunos casos que recordar no quiero..,Así, que aparte de algún rey caudillo, más o menos sanguinario, (el tal Vlad Tepes por ejemplo), lo que encontré fueron ciudades de artesanos organizadas siguiendo el más estricto orden gremial europeo, con implicaciones en la defensa de sus ciudades.

Supongo en esas épocas tremendas dificultades de comercio, por la ausencia de poder militar suficiente para garantizar transacciones y transportes.

En favor del desarrollo de la sociedad rumana debió estar el ser camino de paso del gran comercio Oriente / Occidente, lo que supuso incluso que algunas artesanías orientales encontraran acomodo en su territorio.

Sin embargo, también hay una cierta tendencia al nomadismo, y se llama gitanería. Es curioso que tampoco aquí sean bienvenidos, se reniega de ellos como elementos indeseables de la sociedad, inadaptados, con normas de vida propia, que no casan con los requerimientos de una sociedad moderna. Pero son parte del pueblo rumano, y tendrán que seguir toreando con ellos.

La religión es, como no podía ser de otra manera por su situación geográfica Ortodoxa, y durante estos días tocó la celebración de la Semana Santa y Pascua adjunta, con sus huevos decorados, sus conejitos de chocolate, sus ritos relativos a la muerte de Cristo, sus misas interminables, y sus cantos con sochantre y todo.

Los dos monasterios que tuve ocasión de visitar no difieren demasiado del concepto de la Iglesia Romana sobre el mismo tema.

Hasta representación callejera de la Pasión me fue concedido ver,  por cierto no exenta de una violencia que espero no fuera más que juego de actores.

Los Cárpatos, son otra leyenda que en mi incultura esperaba más cafres. Nada de nada, Guadarrama y Maestrazgo, no mucho más, alturas máximas de 2500 metros, y dado que no hay mucho que enseñar en el país, te llevan a ver sus estaciones de esquí, vamos un St. Moritz cualquiera, del Este….

Por último no puedo pasar por alto la leyenda romántica que se le viene a la pluma al bueno de Bram Stoker, en su cuento del no muerto, su diablo, “Dracul” en vernácula, y que este pueblo lleno de ilusión ha fomentado en su favor como atractivo turístico. El castillo que sobre un picacho te enseñan es, la verdad, muy bonito, y lo han desarrollado como un parque temático, en medio de as broncas entre el estado y la familia noble que hoy ostenta la propiedad. Está bien.

Aunque los verdaderos vampiros de nuestros días fueron seguramente los Hohenzoller, y los Ceaucescu, cada uno dejando su huella arquitectónica como símbolo de su poder….y el que venga detrás que arree.

Así vi Rumanía, y así lo escribo, pero antes de cerrar el capítulo, quiero destacar que mis compañeros de viaje, hicieron realidad una experiencia enriquecedora en lo lúdico y en lo personal, así que vaya a ellas mi agradecimiento.

*Ver Memorias de África de Javier Reverte

**Tabaco para liar Made in Spain, (marca Ideales) muy utilizado en la posguerra española o sea hasta casi los setenta del siglo pasado

***Famoso barrio  residencial de las afueras de Madrid ocupado en su mayoría por etnias gitanas, y lo que caiga

Un Viaje por el Gran Norte

P1000965

Junio 2013

 

Aún no se si he viajado, me he desplazado o simplemente ha sido un deja vù que, sin solución de continuidad se me ha venido encima.

Un vuelo europeo que me pareció uno de tantos que en su momento realicé por aquello de ganar el pan con el sudor de la frente….una noche fría y lluviosa con que Schipol me recibió, un hotel de negocios, como tantos otros,..tarjeta por delante, minibar incluído en el precio…cama grande y fría….Amsterdam me dio la bienvenida.

Por la mañana un paseo corto, los canales en su sitio, la cerveza cara e insulsa como siempre, las putas en sus escaparates, los canales arrastrando el agua del Amstel cuesta arriba hacia ese mar oscuro que amenaza la ciudad desde tiempos inmemoriales.

La maría, solo para socios locales, te atufa si te equivocas de bareto…mucha estética Harley, el Islam por las calles bebiendo te y Fanta, algún pollo magrebí vestido de domingo, y claro, a ver como lo hago para quedarme con tus guilders, hoy trastocados en euros. Se imponía la huída que habría llegado aunque no hubiera estado programada.

El barco, noventa y pico mil toneladas de tierras yankees, preparado en el canal de salida. Pelea, como no, por el último de mis derechos, que si había pagado esto o lo otro…que si de clase cojonuda o de medio pelo, que si la tarjetita era azulita o doradita….zumbido de sirenas, ligero  movimiento, y la ciudad se desplaza mostrando desde el oscuro canal, la tristeza de esas construcciones calvinistas, que ni siquiera llegan a ser arquitectura, el palacio real sucio como siempre, dominando la plaza Dam, algunas cúpulas que habrían supuesto en Roma el ajusticiamiento del arquitecto….trenes llenos de esclavos a monedas de Unilever o Philips, bicicletas que deben usar, y que soportados por los eslóganes les hacen creer que son lo mejor para su corazón, lleno por otra parte del colesterol de su comida bovina. Fábricas de yo qué se, humo en el cielo gris y triste de una tierra rica en dinero…Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo.

El mar del norte frente a la proa…navegando sin velas dejando el Septentrión cálido atrás…escoltado por esos bacteriófagos que arrancan dinero del fondo marino, esas plataformas del Brent, que ponen los pelos de punta cuando piensas que hay personas dentro.

Días navegando, y claro, tiempo para observar la sociología de abordo.  El barco está diseñado para que hagan dinero  los Harvardcitos que lo poseen, perdón para crear valor a sus accionistas, y no para el placer de quienes  nos encontramos en sus cubículos, y en sus pasillos. El staff parece reclutado en las tabernas del viejo Nantuckett ballenero de Melville. Algunos hasta parece que el capitán Acab los subió a bordo arrancándolos de los brazos de una puta portuaria, dormidos de alcohol barato. Filipinos quitándote la mierda, indios en la cocina, y el Caribe isleño y continental llevándote las cervezas.

Lujo hortera para ese pasaje de yankees de la cuarta edad que están haciendo el viaje de su vida a costa del fondo de pensiones del servicio postal americano, de la policía de L.A., o del condado de ese culo del mundo del medio oeste americano, que no tiene nombre, o que por tenerlo puede ser París…Texas.

Cuatro italianos, tres españoles, siete holandeses, y algún pollo de la Britania posindustrial, éramos las sobras de la cocina.

Gente en fin felices de comer mierda a media luz, y de que alguien les ofrezca vino barato al que llaman cabernet, o chardonnay, y creen por la gabachada que es una marca francesa de las que seguro toman Rockefeller o J.T.Morgan para desayunar.

El resto, mostradores de coma usted hasta reventar que recuerdan a los de cualquier  comedor de fábrica, con sus trozos de pizza blandos, como los que se come vestido de cop Clint Eastwood en su coche patrulla, mientras vigila al malo. Todo como en casa que felicidad…por cierto deme algo mas de dinero que no sé si llegamos al presupuesto del trimestre y hay que pagar dividendos. Pues tenga usted.

Asia a un lado, al otro Europa y allá a su frente Estambul, era la deriva del pirata romántico, y la mía era tras el mito del solsticio del Norte, tras las brumas que han cegado el alma de estas gentes milenio tras milenio, que solo han aprovechado la corriente cálida del golfo para pescar bacalao, morirse de hambre durante milenios, y de pronto encontrar ¡Eureka¡ petróleo.

Pero todo a su tiempo.

La cáscara americana vomita colesterol de hamburgesas, y barrigas de coca cola en las Lofoten…..bacalao a secar, y ¡somos ricos¡ es lo primero que te dicen los comemierda locales, me recuerdan a lo de Calahorra no es Calahorra, Calahorra es Guasinton, que tie obispo y toa la hostia casaputas y un frontón.

Paisajes bellísimos en su desolación, hambre de sol, ventanas grandes sin cortinas, mucho bacalao seco….lo mandamos a España y a Italia, y a Portugal  sabe usted???? Los que saben nos aprecian…otra vez pobrecito mi patrón piensa que el pobre soy yo..

Y cuando te hablan de su cultura???? Una pobre casa vikinga, tribus sin música sin literatura, pescamos, peleamos, rapiñamos, pintar no sabemos, y como tenemos leña hacemos casas de troncos, que cortar la piedra lleva mucha tech., asociada. La nieve no se ha ido aún…ya se irá. ..O no.

Más al Norte, dejando atrás el paralelo 66 y pico, diploma de navegar por el Círculo Polar Ártico, que impersonalizado te pone el filipino por debajo de la puerta. Gracias chaval, cuando lo vean los muchachos en el bar del pueblo no se lo van a creer.

Más al norte Spitsbergen. Paralelo 78. El puto culo del mundo, el archipiélago de Svalbard. Nada que comer, osos polares, zorros, focas, renos……y carbón. Pequeña colonia de mineros subvencionada por el dinero del petróleo noruego??? Ya no se extrae, pero como somos ricos podemos ahora ser ecologistas, y poner una escuela de posgrado para estudiar el cambio climático, y así mantener una población artificialmente…y claro la bandera.

Sólo un detalle de civilización….pero realmente excelsa.

Las necesidades religiosas se comparten. Hay varios credos activos, protestantes, católicos, musulmanes, judíos y budistas….y comparten templo. En serio creo que es un ejemplo de convivencia que debería conocer y aplicar el mundo.

Seis meses sin sol, y seis meses nublado. Envejeces rápido, y quieres suicidarte muy a menudo. Me voy de viaje al sur y luego volveré a la mamandurria del presupuesto que me permite ser ecologista sin mancharme las manos. Solo el avión les impide, por endogamia, la degeneración de la raza. A los turistas no nos da tiempo de ayudarles en tal menester, el barco zarpa a las cinco.

Y el mito que siempre persigo me espera a los 71º el casi punto mas meridional de la Europa continental (el de verdad es una península de mierda a tiro de piedra, pero no cabía ni el parking ni el hotel, y las vistas eran peores) ¿a quién le importa?.

Pues sí en el paso del Norte, en el finis terrae del meridion, te recibe un parking de caravanas un hotel con tiendas y una pelota de golf enorme en el techo….todo muy salvaje. El esqueleto terráqueo te indica que ya has llegado y que puedes hacer la afoto…En fin es lo que tienen los mitos. Pude alejarme un poco de todo aquel maremágnum de sáqueme Vd., una foto pal recuerdo, y en un peñasco pude al menos recordar que hice la misma gilipollez, en Buena Esperanza, y en Hornos….pero los mitómanos somos así. Esperamos a que Gaia, la madre, nos de en esos que creemos puntos de poder de su vientre, la sabiduría, la iluminación o el yo que sé….y a pesar de las muchedumbres creo que algo queda, y si no, pues cebada al rabo.

Otra vez el cascarón yankee hacia el sur, y el mito de nuevo. El solsticio, el sol de medianoche, el equilibrio, la noche de la fertilidad, tu alma y tú, la una en brazos del otro….qué lejos el Mediterráneo, qué lejos la playa mágica de la Lanzada, que lejos los conxuros, la coca y el benjamín de Codorniu (el de Rondel o Carta Nevada también vale).

Aquí no llega la noche, no amanece, todo es un amago, que acaba con el sol en el horizonte.

Tierra otra vez, la calvinista Noruega me regala sus brumas para que no vea ni siquiera por donde se esconden los Trolls, Pero tras la lluvia intuyo la belleza otoñal en primavera de una naturaleza apenas domesticada. Laderas arrasadas por aludes, ríos salmoneros que ríete del Nalón y sus Campanus, y bosques de coníferas hasta su límite de altitud que aquí apenas supera los 1200 metros.

Farallones y paredes inescalables, vamos el Urriellu pero a lo bestia. Más lluvia, lenguas de mar que inundan la tierra. Pueblos de gente rica, nuevos ricos de alma vikinga, aislados, a oscuras.

Noruega, que merece todos mis respetos, quiso siempre ser Suecia, pero nunca aprendieron a leer, ni a escribir, al principio lo hicieron en danés…Knut Hamsun es lo mejor que dieron y se llevó el mismo premio que Echegaray….la música de Grieg, que fuera de un trozo del Peer Gynt, y un concierto de piano, no es de lo más sublime de la música….y al final esa pintura inquietante de Mung, ese grito que parece anunciar una nueva distopia, el terror del hombre que le da la espalda al cataclismo.

Bergen parece un puerto bretón. Incrustado al fondo de un fiordo, del que los locales te hacen comentarios de poesía vikinga….Noruega son sus fiordos….y Bergen tiene el más bello….cosas así.

Negocio del bacalao, la liga hanseática plantando sus laureles. Germania uber alles…prohibido mezclarse con los vikingos locales. Aquí de aprendices, luego a Lübeck, al doctorado….

Fueron capital de Noruega hasta 1299, y aún se acuerdan, luego, por razones políticas, te explican, la cosa cambió a Oslo, que quedaba más cerca de Alemania…y ya se sabe que la Merkel, es la Merkel.

Por lo demás y si les quitas el barrio de Bryggen, (casi lo hacen ellos en los setenta) como Calahorra en la costa, pero sin pasado romano y sin poetas como Marcial. ¡Qué cosas!.

Y esto es lo que dio de si la tierra que fue de los Vikingos y de los Trolls de bosque y de mar, de Elfos, hadas, bacalao, salmón, noche….y petróleo.

De nuevo la escolta de los bacteriófagos, hasta las tierras del Gouda y del arenque seco…..mismo hotel, mismo frío en el sol mortecino de Amsterdam, que fue brillante por un instante….saludar a Rembrandt, que casi no se deja, por aquello del toque sevillano del Rijs. Toda Europa delante  de la guardia de noche, y de tantos retratos de grupos de mercaderes haciendo dinero con el comercio de las Indias, firmando contratos….el súmmum del calvinismo, todos muy seriecitos preparando la burbuja financiera de los tulipanes y sus bulbos. El que no corra se arruina…El mercado de las flores junto al canal que hoy parece un Carrefour de flores al aire libre, y el barquito que te recuerda lo que sufrieron los judíos en cuerpo de Ana Frank, y como ahorraban en impuestos haciendo las casas con poca fachada y mucho culo….

Estos lo que querían es ser británicos y creo que lo han conseguido con la comida…que no es poco, aún no con la bebida ya que no les salen las cervezas por mucho Heineken que enseñen, como las buenas bitter o ales británicas.

Lo único que les sale bueno, (porque creo yo no sigue para nada los cauces sociales de su momento) es su Vicentet, el del pelo rojo, el de Paris y Arles, el enemigo íntimo de Gauguin, el del manicomio en Saint Remy-en Provence, el que nunca vendió un cuadro, el único holandés…(el errante no cuenta) brillante. (Lo de Cruyff es otra cosa).

Pasear por las salas de su templo (a buenas horas mangas verdes) hace que por si solo valga la pena ir a Amsterdam, es una inyección de luz y de vida pugnando por gritar estética, que te llega al alma, y te hace olvidar las oscuridades de Rembrandt.

Y eso fue todo, más Schipol, más salas de ejecutivos, esclavos del siglo 20/21, más vuelo de negocio…..y a pesar, o gracias a todo esto vuelvo con el alma enriquecida

¡VEN CAPITÁN TRUENO HAZ QUE GANE EL BUENO!

Dado el estado de la cuestión, creo que lo único que nos queda, es El Capitán Trueno, pero el de a 1,50 el cuadernillo, y la semana que viene sigue.

Eso eran series y no la del enano, la rubiales y los dragones.

Pero hoy al Capitán lo necesitamos, porque los malos han secuestrado a Sigrid, han herido a Crispín, tienen a Goliath muerto de hambre, y hasta Saladino está que no sabe que hacer que se le sublevan las bases.

Pues si, los malos están ganando, y además por goleada, nos roban en España, nos estafan en China, no nos pagan en Grecia, secuestran en Mali, asesinan en Siria, en Irak, en Méjico y Honduras.

Siguen robando en Brasil, no sé lo que hacen en Venezuela, o en Ecuador, guerrillean en Colombia, empobrecen a los argentinos, bajan los  sueldos desde USA a España, los pobres hoy tienen, trabajo, pero no pueden pagar su casa, su comida, su educación.

El Capitán Trueno parece que está en una cárcel privada del Imperio.

Violan a las mujeres en la India, matan a cristianos por ser cristianos, a los judíos por serlo, aunque si la cosa se pone peluda, avisan al primo de Zumosol.

Los atletas hacen trampas, las potencias del Golfo, sobornan países e instituciones, hacen sus estadios con esclavos nepalíes mientras nos venden contaminación por barriles.

De Oriente, de Sudamérica, de Africa, nos llegan drogas para destruir parte de lo que sobra en la sociedad, una cirugía, vamos.

El Africa negra se desangra y se ahoga en Lampedusa, sangra en las cuchillas de de Melilla, y el que sigue adelante, se muere de frío mientras pide limosna en la Gare de Lyon.

Los que se quedan deben aprender chino deprisita, y curarse de ébola, de VIH, de los tripanosomas, los chicuncunias, los chagas, los plasmodios.

Y lo que es peor, de los Macias, los Mugabe, los…¿a quién le importa?.

Los niños en las minas de diamantes, de coltan, o de cobre y carbón…

¡Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno!

Y las fábricas de niños en Bangla Desh, la India, Nepal, el sudeste asiático….el hambre es muy mala.

Vendo niñas para la prostitución….soy camboyano, laosiano, Thailandés, vietnamita, campesino chino, indonesio, filipino….

¡Compro niñas para explotarlas sexualmente!, Por horas, por semanas….soy yankee, europeo aburrido, vengo de Australia, de Japón y quiero niñas aniñadas. Si me las puedes enviar a domicilio, vivo en Dubai, en Qatar, en Kwait, en Arabia.

¡Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno! .

En medio de todo esto, mi dinero a las Caimán, que ¡como suben los Ferrari!, y no pretenderán que con el dinero que tanto nos ha costado robar, andemos ahora pagando sanidad, pensiones y no se cuantas zarandajas.

La sede de la multinacional en un paraíso fiscal, todo a dividendos, y cursos de ética presbiteriana a los empleados.

Nada es nada, todos somos parte de ese engaño que empezó antes de Sumer, seguro, y que no hemos sido capaces de revertir tras milenios y milenios. Somos casi ocho mil millones de seres humanos, esclavizados sin remedio.

Desde las taigas siberianas, a las sabanas africanas, desde los desiertos americanos, a las ciudades sofisticadas, los esclavos seguimos llevando nuestra marca, no la perderemos nunca, y nunca seremos lo suficientemente desarrollados como para ser libres.

Han puesto nuestra intimidad en una nube, y nos han pagado con baratijas, cuentas de colores y espejitos. Como siempre se ha hecho, y siempre se hará. Panem et circensis, pero ahora sin panem.

¡Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno!

Al final incluso han conseguido que el dinero no tenga ya valor, parece que sobra, de tanto darle a la máquina impresora.

Todo fagocitado por esos monstruos que se llaman estado o grandes compañías, que además te quitan lo poco que tienes….¿Sabíais que el precio que se pagó en la privatización de Telefónica hace 20 años fue de 3315 pesetas por título, o sea 20€ y que hoy a cerrado a 13,40?.

Las deudas de los estados, van ya a formas que se vuelven impagables, bonos a cien años, importe de deuda 6 veces la recaudación fiscal….y todo ¿para qué?. Muy fácil, se bloquea la soberanía de los países evitando que los tsipras, los podemos, los ciudadanos, los que sean, no puedan implantar políticas en las que las gentes no sean robadas, explotadas. La amenaza de lo que puede ocurrir aterroriza a cualquier revolucionario.

¡Ven Capitán Trueno, haz que gane el bueno!

Y la guerra

Un momentín

Si José Mari llevaría razón, cuando decidió mandar al bueno de Don Rodrigo al otro lado de la mar océana.

Estas cosas se saben, y si no, se huelen, y el agua en cantidad atempera la expresión de lo hediondo.

El FMI parece que aceptaba de buena gana cierto tipo de especímenes, ora a la francesa, «chanson d’amour», ora a la hispánica, «Lázaro de Tormes». Pero acababan sus directores con la mano de un guardia protegiéndoles la tonsura.

Habrá sido cosa de Tsipras, por aquello de no pagar, y no llamar a los hombres de negro, hombres de negro.Una maldición del oráculo délfico con efectos retardados.

Quizás haya sido cosa de los preferentistas, que son además de pobres, unos chivatos, ¡Ditta sea!. En fin Don Rodrigo, entre rejas. Será un momentín, creo yo, vaya.

La mala gente que piensa, además, mal, es decir, el populacho, seguro creen que don Marianito, se ha vengado, además con retranca gallega de registrador de la propiedad. Le ha mandado una lechera a casa a que le registren la propiedad.

-Un momentín, por Dios, que tengo que lavar aún unos Bin Laden, háganme ustedes la caridad.

Me gustaría saber, de verdad, qué es lo que ha pasado entre bastidores antes de llevar a cabo esta representación. Uno que fue ministro de España, uno que fue el Señorito del FMI, uno que usaba tarjetas afroamericanas, que nos costó veinte mil millones de euros con su gestión en una caja con su osito.

Le debió pillar en el período de hibernación, digo yo, y vió que lo que firmó no lo había leído, que los directores de agencia, ya sabemos todos lo que son.

¿Se fraguó todo esto en una maquiavélica operación durante los últimos diez años?

¿Fueron los preferentistas los que se piaron a la pasma?.

¿Fueron los tesoreros de la gaviota azul? ¿Fue un pique por una discusión tonta delante de la máquina de café de la planta noble genovesa?

¿Fueron los de Hacienda, haciendo su curro de oficio?¿Alguna plasta pendiente de los trapis con los Bancos Andorranos comprando clientes al sur de la Seo?. No lo sabremos, de la misma forma que jamás conoceremos la magnitud de las cantidades, ni de donde venían los cuartos, ni a donde iban, ni por qué.

Ahora, lo bueno. Don Rodrigo, no está aforado, así que en el momentín que la cosa se judicialice, lo mismo le cae la cosa a un juez becario.

Esto es más cutre que lo de la Belén esa de la tele, la foto con mano en tonsura que nos regala la prensa es penosa. Penosa, porque al final ha sido un representante nuestro, y ha subido a la tribuna de oradores del Congreso. ¡Ah! y nadie me diga, que lo votamos. No, no lo hicimos, porque aquí no se votan personas, se votan listas cerraditas y blindaditas, así que esto va directo al debe del PP.

La motivación personal de vivir con la mano en bolsillo ajeno, me cuesta entenderla, cuando se habla de personas que vienen de familias de posibles. El afán de defraudar, de lavar dinero, ( a los precios que salen esas bromas en los bancos suizos), ¿qué esconde? . No nos enteraremos nunca, pero después de lo visto, de Infantas que no leen lo que firman, de Presidentes autonómicos, que aseguran en sede judicial, que no hacen su trabajo, de Ministros encarcelados, de todos los colores…¿quién puede votar?.

Este navajeo, es cutre, e inexplicado, y seguro que nadie pedirá explicaciones en sede parlamentaria.

El catorce de abril, y el dieciocho de julio

Dos fechas nefastas para la historia de España, que en casa celebramos durante muchos años.

En el bar Chile, sin faltar a la cita bianual, que se cumplió religiosamente desde los cincuenta hasta los sesenta del pasado siglo, según el registro inexacto de mi memoria.

El bar Chile, estaba junto al cine Chile, como todo el mundo debería saber, allá donde se cruzan el Paseo de San Juan (hoy posiblemente Passeig de Sant Joan) y la calle Rosellón (Carrer Roselló), de la Barcelona de mi infancia y adolescencia.

Recuerdo unos jardincillos realmente útiles en las tales celebraciones, ya que  la fiesta, además de mis abuelos Luis y Marina, se unían sus hijos, (mis tíos, y madre) sus respectivos cónyuges, y los cabrones de mis primos, que son un cielo, pero hay que escribirlos así.

Año tras año. Niño, ¿qué quieres? una bebida imperialista seguro que decía, y mi madre, o mi padre, o cualquiera de mis queridos mayores, seguro que contestaba, vale, una para tu hermano y para tí, a medias.

Vale, yo reparto, y él elige. ¿No hay para unas patatas fritas de esas de bolsa pequeña?. No me acuerdo, pero seguro que unas veces había y otras no, y ¿a quién le importa hoy?

Recuerdo a los mayores enzarzándose en esas peleas interminables, que tanto han gustado siempre en casa. La discusión como placer, y como expresión, al final, del cariño que aquel pequeño grupo de siete mayores y cinco niños no ha dejado de profesarse, década tras década.

Nunca se habló (creo) de política, sí de algún libro, de alguna película que en reestreno preferente, en el mismo Chile, o en el Bailén, o en el Niza, alguien había visto.

Pues a mí las españolas no me gustan nada, o las del oeste son las que de verdad me emocionan….ese Alan Ladd, que se muere tan bien, o la mala leche de la Maureen O’Hara, hasta que venía John Wayne y la calmaba.

La última sesión de teatro en Radio Nacional después del parte, fue preciosa. Pues a mí lo de Matilde, Perico y Periquín me gusta ponerlo, porque a los niños les encanta…o los cuentos de Tambor, cuando vuelven del cole al mediodía.

Nunca gustó Ama Rosa, tampoco el consultorio de doña Elena, que cuando decía aquello de «Hija , deja a ese chico que no te conviene, tú eres joven y bonita y no te han de faltar oportunidades», hacía que mi madre se partiera el pecho de risa.  ¡Será cursi la tía esta!, a ver niño vamos a repasar la cuenca del Ebro….Alagón, Cinca, Gállego, y Segre. Por la derecha el Jalón con su querido Jiloca, y los melocotones de la vega.

Pero ¿a quién le importa?. De las noticias, no se hablaba, ¿para qué?

– Son las diez de la noche, conectamos con radio nacional de España. El parte. Quince o veinte minutos de exaltación de los valores nacionales, alguna reseña internacional, en plan que malos son los rusos, y Dwigth Eisenhower, visita nuestro país. Señores radio oyentes, son las diez y cuarto de la noche, bajen el volumen de su receptor, respetarán el decanso de sus vecinos, y comprobarán que la audición radiofónica es perfecta.

¡Niño!, no te alejes mucho, no sacudas a tu primo, no pises el césped….¿cuánto es?. Bueno nosotros nos vamos a coger el tranvía de Pueblo Nuevo a la Plaza Tetuán, que se nos hace tarde y vienen cada hora.

Así se celebraban esos días, esos catorce de abril, y esos dieciocho de julio, año tras año.

Una vez, tras varias de esas sesiones, un camarero, o un empleado, o el dueño del Chile, preguntó…..la primera parte de la pregunta en voz baja, la segunda en voz natural, quizás un poco elevada.

Ustedes celebran el catorce de abril todos los años. ¿son republicanos?. Había que tener cojones para celebrar en la Barcelona de los cincuenta la tal fecha. Pero claro, estaba el dieciocho de julio, y eso tenía al pollo confundido, ¿celebran también el glorioso alzamiento nacional?

Pues no, la cosa no estaba para emociones socio-políticas. La República había condenado a muerte a mi abuelo, y Franco, hizo lo propio. Problemas de ser mando de la Guardia Civil en Barcelona. Salvó el pescuezo de milagro, y aunque perdió su carrera, y tuvo a su familia en el límite de la miseria y la desesperación, pudo sacar humildemente la cabeza gracias a la ayuda de compañeros.

No, por ahí no iban los tiros de la celebración. Nada que agradecer a regímenes políticos que asesinaron a compatriotas, por ideas, por pensar que las cosas deberían ser de esta o aquella manera, tú por cura, tu por rojo, tú por patrón, tú por obrero.

Voy a la plaza Tetuán a coger el tranvía de Pueblo Nuevo, que sino he de bajar hasta el Arco del Triunfo a coger los de Badalona, y con los niños es un incordio. Ya sabes como vienen de llenos.

El Doctor Robert, aún dormía en un almacén olvidado.

La cosa no estaba para tartas, pero sí para besos, que les dábamos a mi abuelo Luis, cuando celebrábamos que  el catorce de abril de 1888, su madre lo trajo al mundo en la lejana Baeza. Se tardaba más de un día de tren en llegar hasta allí, y de hecho no se conseguía con precisión, que la estación era más Linares que Baeza.

Y se repetía la historia tres meses y algo más tarde, cuando celebrábamos que un lejano dieciocho de julio de 1900, en las costas de Ceilán, a bordo de un barco japonés, el Sadu Maru, su madre filipina, dió a luz a la hija de aquel coronel de caballería que volvía de la perdida Filipinas, tras la traición y muerte de Pepito Rizal.

Así que pasados tantos años, que, por favor, nadie me pregunte si soy de derechas, si soy de izquierdas, o si juego de centrocampista. Creo que la profesión de político es, con muy pocas excepciones, la peor forma de desarrollar una vida.

Buenas noches y buena suerte.

…..Sangre de Hispania fecunda

Mi amigo el Profesor Felipe Debassa, ha publicado un cabreo a cuentas de las campañas que se están extendiendo en Hispanoamérica acerca de lo malutos que hemos sido los españoles, aprovechando una entrevista de una televisión colombiana al Profesor Azcona. No he podido por menos que responderle, y recomendar que se busque en You Tube la citada entrevista.

Me ha encantado el comentario que haces a la entrevista del Prof. Azcona, de la misma forma que me ha parecido magnífica la respuesta al entrevistador, a quien por cierto le ha dejado sin demasiadas ganas de réplica, y planteándose cuántos oyentes manipulados iba a perder al emitir esas cosas…..en fin.
Si me permites, quisiera añadir algo, no desde el punto de vista de un profesional de la historia, que no soy, ni podré llegar a serlo, dada mi provecta edad, sino del pobre gachupín pendejo que se ha pateado el continente, que por cierto debería llamarse Colombia, desde St John’s a Ushuaia, y desde Vancouver al Cabo de Hornos, a Juneau no pude llegar, que los yankis descubrieron que había visitado Persépolis e Isfaán, y me negaron la entrada. (No voy a entrar en detalles si desde Edmonton a Punta Arenas, o al Chalten, pero también).
Desgraciadamente no he conocido ni Uruguay ni Paraguay, aunque los he visto de lejos, pero eso no vale.
Cuando cruzo el norte, hasta el Río Grande, por mucho que me esfuerzo, no logro escuchar ni una sola palabra en las calles en las lenguas autóctonas americanas anteriores a la llegada de los ingleses, mejor dicho, de los puritanos, y de sus enemigos, en aquella época, y aún hoy, los prebiterianos escoceses. Todos hablan un mal inglés, porque bien es sabido, que ni en las películas se encuentra a un descendiente de los indígenas pre Pérfida Albión, ¡Ah!, y los negros, ciudadanos de segunda o tercera que si no los eliminaron, no fue por falta de ganas, unos porque les cultivaban el algodón, les calentaban la cama, y les limpiaban la casa, y otros por aquello de la pela, que si se cargaban el esclavismo, se cargaban a un competidor, y ahí los dejaron a comerse los mocos, que como no eran WASP, pues que les den, que aquí somos muy demócratas, ssi tu etnia es la apropiada.
Los que quedan, están recluídos en reservas, y sus posibilidades de alcanzar la presidencia bien de Canadá bien del vecino del sur, son directamente cero. Y llevas razón querido Profesor, a eso se llama genocidio, y lo demás son bobadas.
Dejando las islas a un lado, (mucho habría que hablar del Caribe, del esclavismo, de Jamaica….pero será otra vez) lo primero que te encuentras al cruzar el Río Grande, es que la fisonomía de la gente ya no es la del blanquito, alto, rubio, de ojos azules, sino que son morenito, bajitos, de pelo oscuro, vaya, que tienen mucho de precolombinos, con algún toque extremeño, los hay ladinos(mestizos) a partes iguales, o directamente precolombinos. Paseas por Chiapas y ….tamblén se habla castellano, entras en Guatemala, y si te preguntas donde están los mayas, y por qué se extinguieron, resulta que no, que los hay a cientos de miles, hablando su quechua, o alguna de sus variedades, y en algún caso, algo de castellano. Poco genocidio vi por aquí, es más, si vas a Chichicastenango, verás como se adora a la Pacha Mama, a la Virgen con tres niños, y caminarás entre gente y mercados milenarios, y en el lago Atitlán podrás darle algo al Maximón….y si quieres
Y así vas viendo, a medida que te adentras en el continente, que la Amazonia está poblada por los de siempre, hasta por tierras de Manaos, a pesar de las industrias caucheras, que algo de mezcla trajeron.
Quito es una ciudad indígena, menos los palacios e iglesias que construyeron los «genocidas» españoles, no te digo Cuenca, no te digo…..De La Paz, de Sucre hasta de Potosí, o Arequipa..(por cierto, repasaros la biografía de Antonio José de Sucre, ya que estamos.

Entrad en el Altiplano, y ya me diréis lo que hay de genocidio,
Y sí, como dice el Profesor Azcona, está lleno de Universidades fundadas por los genocidas españoles, de hospitales, de templos religiosos, de edificios civiles y oficiales, que nadie parece decidido a eliminar, para que no quede nada de lo que trajo el Imperio español, ¡malditos genocidas!. Si quitas la herencia española, no sé yo lo que queda, pero lo veo «futut». Eso sí, una estatua es baratito tirarla, y ademas sale en la tele y se hace viral.
He visitado las misiones en Bolivia y en Argentina. En Bolivia siguen en pié, y siendo útiles a la manera del siglo XXI al los chiquitanos, y no ví a nadie que renegara de esa herencia, todo lo contrario, (debe ser el síndrome de Estocolmo). He visto los pueblos mochicas cerca de Trujillo viviendo como siempre, Lima, Cuzco, llenas de templos, de palacios, que si recuerdan al genocida español deberían arrasarlos de una vez, incluída la Iglesiuca de San Martín de Porres, que a la postre fue un efecto colateral de la religión de los malditos españoles.
¿Qué quedaría de Bogotá si destruimos Santa Fe?, ahí, recordando como nos dedicamos a apiolar indígenas.
Los españoles llegamos a ese lado del Atlántico, con permiso de la Santa Sede, a cristianizar, que si no, nasti de nasti, así que lo primero que se hacía era bautizar, lo que te convertía en ciudadano español con todos los derechos, a la romana, vamos, y sí, que hubo quienes se pasaron, cierto, pero también lo hacían en España, y hoy lo hacen los seguidores de las economías ultraliberales, los políticos corruptos, y quién tú quieras. Pero a esos, aunque tarde y mal , ayer y hoy se les persigue y, a veces, se ganan un pescozón. Si la genocida España, no hubiera protegido a los nuevos subditos de la corona, Fray Bartolomé de las Casas, jamás hubiera levantado la voz, y ciertamente, parió una forma de «Declaración Universal de los Derechos Humanos». Un anglosajón jamás lo haría, (recordad el otro genocidio británico en Australia), allí a los aborígenes, directamente no se les consideró seres humanos por ley dándoles derechos, hasta la segunda mitad del siglo XX.
Así, que no me fastidien, que estoy muy mayor, que si no llegamos los españoles, andarían aún comiendo corazones recién sacados de los pechos de los prisioneros, o directamente, si hubieran aparecidolos ingleses, no quedaría nadie.
Así, que por favor, hagan lo que quieran, pero digan la verdad, y esa está en los estudios científicos de los historiadores, que, por cierto, deberían abundar más, de forma que llegasen a las escuelas, que es donde estos temas deberían explicarse, y sobre todo evitando el presentismo.
Para terminar, solo se me ocurre una frase o comentario que he debido oír o leer en algún sitio: «La conquista, la hicieron los aborígenes americanos, y la liberación la hicieron los españoles»
Valet

Sapientia sola, liberta est. Zona de vertidos mentales, opiniones y experiencias.