Parece que han encontrado restos de aquel avión malayo que desapareció en su ruta desde Kuala Lumpur a Pekín. Un trozo de una de las alas, quizás un flap, no lo sé, y la cosa ha ido a las manos de un hombre que limpiaba una playa en Isla Reunión.
Lo primero que me ha llamado la atención ha sido el esfuerzo de ese hombre, por hablar con la prensa, para intentar aquellos quince minutos de fama que dicen tenemos todos en la vida, y la suya no parece tener el brillo que a él le gustaría.
Los malayos dicen que, parece una pieza que corresponde a un Boeing 777, y que es el único que han perdido por el Océano Índico, pero que quieren ser prudentes, no sea que pertenezca a otra cosa?.
Que lo confirmen los gabachos en Toulouse, que saben mucho de esto, y además Reunion, no deja de ser territoire francaise d’outremer, que mola un montón, aunque su lejanía de la metrópoli haya provocado que tengan más paro que en España, y que a pesar de andar gastando euros, nos cuestan un pastizal en fondos de reestructuración europeos, a ver si se ponen a la altura de Grecia, o de Andalucía, por poner un ejemplo.
Un sufrir, pero a lo que voy, el avión, al final, ha aparecido en Europa, y ya es lo que nos faltaba, porque vamos a ser jueces e investigadores de uno de los enigmas que llevan sin resolver un tiempo demasiado largo, para como nos dicen que estamos controlados. Este al parecer se coló por algún agujero negro del sistema de vigilancia que como un producto orwelliano, nos mira.
En este año y medio largo, transcurrido desde el momento del accidente, o mejor dicho de la desaparición del avión, han debido ser para los familiares de los doscientos y pico pasajeros, una verdadera pesadilla, que con esto, me temo que va a recrudecerse.
Ignoro como son los seguros que cubren las catástrofes aéreas, y como tratan a los familiares de las personas que han fallecido en un accidente, y he dicho fallecidos, porque si no hay cadáver, la cosa debe ser un martirio.
Cuando veo la prudencia que muestran las autoridades, lo primero que me viene a la cabeza, es la pasta que hay en medio, las responsabilidades de la compañía aérea, los controles de los protocolos que deberían haberse realizado, y no se hicieron, la precisión de las listas de embarque, ( y no olvidemos que se trata de un vuelo internacional en donde los pasaportes es lo primero que te piden, antes de subir a bordo, y varias veces). Así que lo mejor es decir que hay que ser prudentes, ya que si alguien dice que es el tal avión de marras, alguien tendrá que empezar a dar explicaciones, ya que los abogados de los familiares de las víctimas estarán retomando aire, para sus comisiones por conseguir que alguien pague el desastre.
Digo esto, porque no hay más que ver el comportamiento de los de German Wings, tras el más que posible crimen provocado por uno de sus empleados, contra sus clientes. Lo que llega a mis oídos es que a ver si lo arreglamos con cuatro perras, que nos está costando un pico la broma. Esta actitud, hace que haya decidido no volver a volar nunca más con Lufthansa, ni con ninguna de sus filiales, ya que con su comportamiento cicatero, no hacen más que añadir dolor al dolor causado al dejar que un empleado suyo realizara una labor para la que aparentemente no estaba cualificado psicológicamente.
Durante este año y medio transcurrido desde la desaparición del avión malayo, otro de los fenómenos que han aflorado, han sido los de las teorías conspiranoicas, y de verdad que he llegado a escuchar cosas de lo más peregrinas, en los espacios dedicados a este tipo de cosas.
Abducciones de extraterrestres, desvío por americanos a la base secreta de Diego García, ingenieros espías de software a bordo que debían ser eliminados, si o si. No sé cuántas barbaridades, pero lo importante, es que más de doscientas personas desaparecieron sin dejar rastro, familias destrozadas, y me parece que de indemnizaciones, nada de nada.
Se me hace muy difícil creer que en el siglo XXI, una obra de ingeniería como un Boeing 777, no esté diseñado para ser seguido y localizable siempre, en cualquier circunstancia y segundo a segundo. Se hace con un utilitario, y hasta con una persona por un costo ridículo, cuanto más en espacios aéreos susceptibles de cualquier ataque o vaya usted a saber qué.
Yo no tengo nada de conspiranoico, y lo único que me importa de toda esta historia, es que han muerto muchas personas, y como nadie es responsable, y la letra pequeña está para que no se lea, las familias desamparadas. Es tremendo.
Ignoro si la aparición de este trozo del avión le va a costar un pescozón a alguien, que a lo mejor el acuerdo es que desapareciera, todo y para siempre. Veremos de lo que nos enteramos.
Por otra parte, nuestro querido amigo, el Señor Putin, acaba de pedir amablemente a la comunidad internacional, que por favor dejen de investigar de donde salió el misil que derribó al otro avión malayo. Que se olvide, vamos, que se eche tierra encima.
Inmediatamente piensas, que o bien lo derribó él por acción, o que lo derribó él por error. En cualquier caso es criminal no reconocer la responsabilidad de una decisión o de un error.
¿Fue lo mismo con el avión del Indico?. Nunca lo sabremos me temo, y lo siento por los familiares que jamás tendrán el consuelo que todo ser humano merece.
Solo hay una pequeña luz de esperanza en todo esto, y es que el trozo del avión ha caído en manos francesas, y aún me acuerdo de la actitud del fiscal que tuvo que ver el caso del piloto alemán, presuntamente suicida, que con la mayor claridad posible, y fue toda, explicó, sin anestesia y sin filtros la barbaridad de lo que había ocurrido.
Habrá que oír durante este fin de semana los programas de misterio, a ver con qué nos salen, a la vista del trozo aparecido, qué oculta conspiración, o qué esotérico punto oscilante del Océano Índico, provocó la tragedia, que seguro algún chamán local habría profetizado unas cuantas lunas antes. Pero lo que quiero saber, y compartir, es la situación de los familiares, y la actitud de gobiernos implicados y de compañías de seguros y ojalá estos periodistas consideren una opción hablarnos del misterio de las indemnizaciones .
Buenas noches y buena suerte