La campaña electoral

Esta noche empieza la pegada de carteles, casi nada. Seguramente ensuciaremos las calles, los sicarios de la desinformación nos enviarán el mensaje publicitario acordado, el C.I.S. nos dirá que si este o aquél partido sacará más o menos poltronas que en las pasadas charlotadas, que si este o aquel será más importante que el otro.
Hoy, vamos, esta noche, ya mañana, que aunque casi sea de día a las doce de la noche por aquello de hacerle la gracieta a Hitler, aquí seguimos con el horario de las gallinas durmientes, los inútiles políticos que creen que nos gobiernan, nos van a pedir el voto, claro que gastando nuestro dinero.
Hablaban de alrededor de ciento cincuenta millones de euros que vamos a dilapidar sin que se nos desatuse el tupé, mientras, tantos y tantos ciudadanos siguen esperando la Gota de Leche. Mil euros para ciento cincuenta mil necesitados…por ejemplo, que si hay que ponerse populista y buscar soluciones primarias para asuntos complejos, me pongo, aunque sea de cara a la galería.
Hoy me van a pedir el voto, y así durante las dos próximas semanas, en las que se gritarán, se insultarán, sacarán más casos de corrupción, habrá penas de telediario, para algún sinvergüenza incauto, y a lo mejor, hasta la Roja mete un gol en Saint Denis.
En mi Catalunya, están que no les llega la camisa al cuerpo, que los de JXSí, los de si puc no cup, la señora Arrimadas y ese exalcalde de Badalona que parece que viene de la cantera de La Penya, y que lo echaron porque le dieron un día un pelotazo en la closca, y tuvieron que dedicarlo a la política que para otra cosa despertaba demasiadas incertidumbres, están que no comen los turrones, que les va a pillar la confianza en plena Diada, que los veo venir. Una pena, y encima esta “nit” a pegar carteles como un progre de los setenta. Además eso de ir a votar en pleno período “entre verbenas” le da un cierto toque de incertidumbre a lo Rondel semiseco.
La verdad es que prefiero la “Nit de San Joan”, o el despelote de la Lanzada, que hacer estas cosas en pleno solsticio de verano, son ganas de que te metan un preservativo usado en la urna, que la gente está más para “brincadeiras” que para actos de sumisión.
Y como el cabreo de ayer aún me dura, a lo mejor le pido a mi candidato, que andará escondido en alguna lista, que no me pida el voto, que lo suplique, con el sentido que la R.A.E. le da al palabro, que soy el jefe de estos señores que no saben hacer su trabajo, y vienen a ver si aprueban el segundo parcial y recuperan.
El sentido de mi voto está hoy a caballo entre repetirles con un grito a estos inútiles formadores de gobierno, lo que les dije en diciembre, o simplemente que hagan lo que quieran los Alba, Medinaceli….que es lo que han hecho siempre, y seguirán haciendo.
De las dos primeras propuestas que he oído por ahí, una está como ansiosa por subir los impuestos, pero sin mención a las mejoras necesarias en cuanto a la productividad de la función pública, especialmente en lo que concierne a Sanidad, Justicia, y Policial referida a la corrupción, y la otra por bajarlos, con aquello, de que no te preocupes, que aunque el número de V.I., y de E.I., no caerá, bajando un poco la calidad de las gasas en los Hospitales, los Europeos no notarán lo del déficit.
Los estudios que se hacen con respecto al cambio climático, parece que no incluyen el efecto de “La Caló”, en el resultado electoral, y yo creo que sí influye, que entre el colegio electoral y la playa o el pantano de San Juan, hay una diferencia, por no puntualizar la poca estética que tiene un voto sudado.
Los electores, a lo mejor se acercan “calientes” a las urnas, y se van al carajo todas esas opiniones que con la materia prima del pensamiento ciudadano se cocinan en la calle Montalbán….(sede del C.I.S.). Ya lo veremos, de la misma forma que ya veremos cómo reaccionan todos estos profesionales de la política, si las cosas salen igual, que por mí estupendo, que mientras menos se nos gobierne, menos facturas de otros tengo que pagar.
Así que empieza la campaña electoral, Don Marianico a ver como va su negocio por Calpe y aledaños, que con estas cosas de la recuperación económica, quizás suba el negocio de los registradores de la zona, y eso a lo mejor le afecta al bolsillo, no sea que me lo echen de la Moncloa, y con algo hay que pagar los percebes, que últimamente están por las nubes.
Don Periquito, anda de sofás pactados, discutiendo con Doña Eduvigis la conveniencia de tal o cual parte de su programa, claro, siempre desde esa posición de absoluta superioridad que le da el convencimiento de que los ciudadanos somos absolutos imbéciles, y para eso están ellos, para iluminarnos.
Deseo que esto sea lo último que pienso decir de esta maldita campaña de propaganda electoral, que ha sido provocada por la inoperancia de los supuestos representantes de la ciudadanía, que venimos en llamar políticos.
Así que dejaré a un lado mi visión que como ciudadano tengo para salvar la patria, de la misma forma que dejaré que el equipo de “La Roja”, lo decida Don Vicentet, y me meteré con las obras completas de Raymond Chandler, que para novela negra, siempre he preferido el original. Confío que el bueno de Marlowe me ilumine, que si no caeré en brazos de Sam Spade que Hammett, tampoco es mal refugio, ya que si me pongo con los detectives españoles, seguro, que como casi todos tienen filiación política, me meten la campaña de rondón, y tampoco es eso.
Días de paciencia, pues, se nos vienen encima, y diré además con un cierto poso de amargura, quizás, para algunos de mi generación y de la siguiente, que con eso de que nos creímos que habíamos acabado con Franco, y que habíamos conseguido la democracia nosotros solitos, eso de no ir a votar, nos ha parecido casi pecado mortal, para acabar en el Infierno de “El Bosco”, por lo menos, y no nos acordamos, que el tío Paco, se murió en la cama, con más tubos que el motor de un Ferrari.
Que el siguiente jefe del Estado, lo había escogido él mismo, que Don Juan, por ejemplo, o una opción republicana no le venía al hombre por ningún lado, y que nos cambió los principios fundamentales del movimiento por una constitución, que me la aprueban dos días más tarde, y tenemos “La Concha”, en vez de “La Pepa”.
Que sus cortes, sumisas al poder, cambiaron por otras, al poder sumisas, que continúan hasta nuestros días, que los que vamos a votar no tienen más poder que los del tercio familiar, sin ir más lejos, y me representan lo mismo, o sea, nada.
Amigos, voy a ver si me pongo a la tarea de descubrir los nuevos vinos rosados españoles, y a todos estos que les den, que a mi ya me están dando.
Buenas noches, y buena suerte

Suplico a V.I.

Según el diccionario de la real Academia de la Lengua Española, suplicar es «rogar o pedir con sumisión, algo».

Me apetece seguir con un taco, pero me voy a aguantar. Y yo, que por un momento, crei que era un ciudadano libre, y resulta que para que se me reconozca un derecho, tengo que suplicárselo a un empleado mío.
¿Qué a qué viene esto?.
Pues nada. Que parece que los empleados que tenemos los contribuyentes, es decir, los funcionarios públicos, son uno detrás de otro, cosas como Excelentísimos señores, Ilustrísimos señores, o señoras, claro, que no se me cabree la peña feminista.
Empleados que han subido en el escalafón, a costa de años, o de cursos, que se me da una higa, pero al final empleados que no tienen más misión que atender a los ciudadanos, cada uno según su grado y especialidad.
Aquí, los únicos Excelentísimos señores, o Ilustrísimos señores, deberíamos ser nosotros, los ciudadanos, o al menos eso creía yo, que tengo que suplicar que se reconozca un derecho que tengo, y que sí, que se me reconoce de forma inmediata, pero he tenido que suplicarlo a un o una V.I. o a un o una Excelentísima señor-señora.
Me cabrea ser consciente de este hecho, ya que me siento tratado como el súbdito de un rey decimonónico, ante quién, en la persona de sus chambelanes debo arrodillarme, y en esa posición sumisa rogar para que se me reconozca un derecho.
Es esa, al parecer la administración del conde de Romanones, la que aún se encarga de canalizar nuestras relaciones con el “Dictado”, y que conste que no es un error del corrector, no hablo del dictador, hablo del dictado que aún, y por muchos años, me temo va a seguir dirigiendo nuestras vidas…..Suplico a Vuestra Ilustrísima, a Vuestra Excelencia, no, no me apetece, como fórmula de cortesía o buena educación, un por favor es mucho más que suficiente, así que mi cabreo por la fórmula decimonónica toma hoy aires de frustración, ya que el estado de derecho, en el que creo que estoy viviendo, no ha abandonado sus fórmulas y sus retóricas, diseñadas para mayor gloria de cortesanos y paniaguados.
Y es lo que me temo, que nos hemos creído que estamos en un estado de derecho, y seguimos en una fórmula de monarquía absolutista, pero sin rey absolutista, que a ese ya le han quitado el poder….¿o no lo tuvo nunca?.
Yo honestamente creo, y hoy se me ha vuelto a caer el sombrajo, que el poder en esta tierra siempre ha estado en los Alba, Romanones, Medinacelis, Lermas, y otras hierbas, que eso, me temo que lleva siglos sin cambiar, y claro, la plebe tiene que suplicar.
¿De qué vamos los supuestos ciudadanos democráticos de este país, que aún suplicamos a los empleados que pagamos con nuestros impuestos?. No nos hemos querido dar cuenta, no estamos, parece, para tomar conciencia de lo que firmamos, y aceptamos con el testuz hacia abajo el que la democracia, el gobierno de los más, obligue a los ciudadanos a suplicar, para que se les reconozcan sus derechos.
Una vez asumido el hecho de que sigo siendo un súbdito, pocas cosas me quedan por hacer, que los partidos que creo que nos gobiernan son aún más súbditos que yo, aunque llamen señorías a alguno de sus miembros. Señores, como mucho, y señoras, claro, pero no todas, que demasiadas veces se comportan como rufianes.
Así, que me tendré que enfrentar con las próximas elecciones como el súbdito que soy, ya que me temo que van a cambiar poco las cosas sea quien sea, si alguno, gana las elecciones.
Que donde gobiernan los partidos alternativos, no ha pasado nada, y donde los de siempre, pues como siempre, así que dado que soy súbdito de los que tienen que suplicar, creo que dejaré que los Romanones y los Alba hagan lo que les dé la gana, como en los últimos cinco siglos, pero esta vez sin que me mareen, con eso del poder en manos de los ciudadanos.
O mejor, que directamente hagan un bando y nos digan que tenemos que hacer, que debemos votar para que esta farsa en la que vivimos todos, al menos no nos quite el tiempo, que el dinero y las direcciones de nuestras vidas ya nos la han quitado hace generaciones.
Pero al final es lo que hay, como súbditos que somos, veremos la seis o la uno, nos dejaremos embaucar por el de la coleta, el de las barbas, el heredero de Zapatero, o ese que salió de ESADE, entre los que no aprobaban ni a tiros.
Buscavidas al servicio de los Grandes de España, que si los Medina Sidonia lo necesitan, sea, que no soy yo nadie, y si en Liria viene bien esto o aquello, sea también, que yo tengo que suplicar, a V.I, a V.E.
Y desgraciadamente, no creo que podamos revertir esta situación, son demasiados siglos, y las cosas están demasiado bien atadas.
Alguien podría decirme, que es una forma de dejar sentado el principio de autoridad que lleva implícito el cargo, y así se le mira con más respeto.
Ya siento que sea ese uno de los argumentos que te encuentras más a menudo, como si el apelativo de ciudadano no fuera suficiente, pero no, parece que no lo es, y a fuer de como se nos considera lo más probable es que lleven razón, toda la razón.
Posiblemente, para que nos olvidemos un poco de todas estas mandangas, empezamos la temporada de “circensis”, (la del pan por el momento no se la espera demasiado), futbol de selecciones, Juegos Olímpicos, con Dengue, Zika, Chicungunia, el santo agosto, todos viendo las luchas de gladiadores, mientras en la calle la gente mira el bolsillo el diez de cada mes, a ver como acaba la cosa.
Y el Señor Macri, intentando repartir entre sus nuevos descamisados, parte de la recaudación del IVA argentino, trescientos pesitos al mes….que cuando se da dinero a los pobres, es que no vale nada.
Dejemos pues que las migajas de los Grandes de España, y similares se descuelguen hasta nuestros platos, sigamos suplicando a las V.E. y V.I., de turno nuestros derechos ciudadanos, y alegrémonos de que aunque nos obliguen a suplicar por nuestros derechos, alguna vez, si no molestamos demasiado se nos concedan.
Buenas noches, y buena suerte

Hacia la sociedad del ocio, o la Roma de los césares

Me ha llamado mucho la atención el hecho de que este domingo hubiese un referéndum en Suiza, de esos que la iniciativa privada tiene potestad para promover.
No debería sorprenderme, los suizos son casi tan asamblearios como les gustaría a los de si puc no cup, lástima que en otro nivel, y hacen referénda casi para saber si se debe usar mosca o cucharilla para sacar peces del lago Leman.
Pero esta vez era para otra cosa, era cosa de dineritos, especialidad tan suiza como los chocolates, por cierto.
Estos pollos, que atan los perros con longanizas, parece que tienen como salario medio, algo así como cinco mil quinientos euros o francos suizos, que no me he enterado muy bien, y eso un mes tras otro.
No sé si ahí entran las rentas de don Blatter o de don Alonsito, que lo mismo sí, y eso sube la media desde luego, pero para nosotros los hispanos, es una pasta gansa, desde luego.
Pero volvamos a la historia del referéndum, la propuesta es de pagar a todos los suizos, sean oriundos, o no, siempre que lleven cinco años viviendo en el país y tengan más de dieciocho años una renta de dos mil doscientos cincuenta cacharrines, y quinientos sesenta y cinco euros para los menores de esa edad.
La cosa que no ha sido apoyada por ningún partido político, ha tenido una participación de cerca del 48% del censo, y un 22% de votos a favor, que para mi modesto entender no solo es mucho, sino que indica un montón de cosas a favor de los tiempos, y por supuesto de la buena vida que los estados del bienestar dan a sus ciudadanos, y de los beneficios que el sistema occidental puede obtener con el tal asunto.
La cosa, a mi entender, significa, que los suizos piensan que es un tema para seguir debatiendo, y no les amargo el gusto, porque de alguna forma desde por lo menos la Ciencia-Ficción de Asimov, nos estamos planteando qué será de nosotros, cuando las máquinas hagan todo el trabajo que hacemos hoy los humanos. ¿Viviremos rascándonos las bolillas?, ¿Realmente el incremento de la productividad permitirá que todo nos sea dado?.
Hemos entrado en la cuarta revolución industrial, que va a una velocidad vertiginosa, y la primera consecuencia es la reducción del tiempo-hombre necesario para producir todo lo que necesita la sociedad de consumo para funcionar, así que tenemos excedentes de tiempo-hombre, que hoy se compra con un dinerito que luego vuelve al circuito para que funcione la rueda.
Hay varias consideraciones que han hecho grupos de economistas, concretamente en el caso español, y parece ser que el hecho de “dar” una renta básica a todos los españoles que no lleguen a los mínimos vitales, es mucho más barato para el tesoro público que establecer leyes por las que se obtengan ese tipo de subvenciones, con la consecuente burocracia necesaria para mantener el correspondiente funcionamiento.
Y que nadie se equivoque, que esto no es una propuesta de los antisistemas, viene de los más favorecidos de la sociedad, ya que eliminas el riesgo de que las bases se te revolucionen dándoles el “panem” romano, que junto con un poco de circo futbolero, transformas a toda la sociedad que no tiene ninguna posibilidad de unirse al éxito de la nueva revolución industrial, en clientes básicos, y totalmente acríticos.
Solo aquellos, que obteniendo como ciudadano esa renta básica que te dará para un habitáculo, comida, distracción con la tele, o con fiestas populares…”el circensis”, quieran más, por ser de las elites educadas y creativas, tendrán acceso a las villas romanas.
Hace unas semanas, el Señor Draghi, comentó la posibilidad de repartir dinero a toda la población europea, y no era una tontería. El dinero hoy no tiene una contrapartida en metales preciosos, su valor solo depende de la confianza que se deposite en su emisor, y si no te crees al venezolano o al ruso, o al que tú quieras, nadie acepta el valor que haya querido darle su emisor, y necesitas un carromato para comprarte un Cartier.
¿Sabemos alguno de nosotros cuánto dinero hay en circulación en Euros?. Seguro que las autoridades monetarias lo conocen, pero ninguno de nosotros es consciente del efecto, si alguno, que pueda tener el incremento de esa masa. Posiblemente mientras más se le dé a la máquina de hacer billetes, menos vale la divisa….pero ¿con referencia a qué?.
¿Al de otras divisas que sean más o menos activas en esas acciones, o en lo que se pueda confiar cuando alguien analiza las posibilidades y la credibilidad de los estados?. ¿Al oro, al petróleo, al valor del metro cuadrado en Park Avenue?.
Yo reconozco mi ignorancia en este tema, pero me parece que si de alguna manera se está regalando el dinero, y se está haciendo en todos los países de cultura económica occidentalizada, las fluctuaciones de los cambios entre unas y otras se deben a los movimientos especulativos que permiten la obtención de beneficios medidos también con esos parámetros.
Por el momento el dinero se está regalando a inútiles que aún creen que el movimiento de capitales es beneficioso, y se equivocan, el dinero ya no vale, o vale cada vez menos, aunque la inflación aparentemente esté controlada.
Me refiero obviamente a los bancos y a los gobiernos de los países occidentales, pero no les está funcionando, que los bancos cada día valen menos, y los países deben ya tanto que no les importa seguir esa senda.
La gente que va perdiendo su trabajo de una u otra forma cada vez mueve menos la máquina del consumo, así que habrá que facilitar el movimiento de ese engranaje, ya que el dinero en manos de esas instituciones no está funcionando.
Parece que las cosas están bastante adelantadas en un proyecto de este tipo en Finlandia, que como es un país pequeño, si sale mal tiene cómodo arreglo, pero los tiros van por ahí.
Veremos como acaba esto, porque por otra parte queda aún en nuestra sociedad demasiado trabajo sin remunerar, como el que realizan tantos y tantos familiares de enfermos crónicos, o tantas y tantas mujeres aún que dedican todo su trabajo y su esfuerzo, en sacar adelante casa, hijos y lo que caiga. ¿Debe la sociedad compensar todo ese esfuerzo?. Sé que es solo una parte pequeña pero, debe valer de ejemplo.
No sé si la cuarta revolución industrial solucionará nuestros suministros básicos, y básicos necesita ser definido obviamente, pero puede que sí, y que de la misma forma que las anteriores revoluciones hicieron trabajar a más gente menos tiempo para cubrir las necesidades de la economía y de la población, quizás estemos en puertas de un fenómeno parecido, sin olvidar que para que esto no se pare, necesitamos dinero para gastar.
Buenas noches, y buena suerte,

La feria del libro

Hoy tocaba ese medio rito anual de ir a ver esa cosa de la feria del libro.
Y seguro que personas con más cabeza que yo, (tampoco hay que correr mucho) estarán aún dándole vueltas al coco, de por qué se me ocurre ir hoy a la tal algarabía, domingo por la mañana, con “la caló”, y con el todo Madrid metido en el Paseo de coches del Retiro.
Pues nada, que las cosas o se ven cuando el puchero está lleno, o no te enteras de que va la fiesta.
Unas cuatrocientas casetas, incluyendo algunas de estamentos oficiales, y hasta de la Universidad de Barcelona, en donde por cierto no llegué a ver en la estantería ningún libro en catalán. Cosas que pasan, seguro que no miré bien, claro que los de la Blanquerna tampoco estaban, que para esas cosas de las relaciones exteriores los del Puigdemont no reciben ni una perra del Junqueras, si el gasto es para Madrit (ens roba). ¡Vaya!
Pero claro, es que este año hemos decidido, y no me parece mal, que se dedicase el evento al país vecino, a la France, y nadie crea que ha sido por pasar por encima de Catalunya, que seguro que no, que el Valls es del Barça y algo queda, digo yo.
Estaba el todo Madrid, no cabía un alma, lo que seguro dice mucho de la calidad cultural de este pueblo al que tanto quiero y tanto debo. Los perritos sorteando los pies de los paseantes, los carritos de los bebés destrozando los tobillos de los viandantes, todo muy verbenero, sin sentada en La Pradera, y sin tortilla de patatas ni barquillos pero con más pisotones de los que te llevas con un chotis mal bailao.
Me pareció, por un momento, y seguro que fue una falsa apreciación mía, que la gente iba más al famoseo que a libros, ¡qué colas para que la Espe firmara un libro!, y los móviles haciendo fotos como locos. ¡La Cultura en mayúsculas!.
Iba la gente, bueno no, se agolpaba para oler el supuesto glamour de los que salen en la tele, ¡qué colas! ¡qué maravilla!, todos queriendo una foto de Nieves Herrero, que estaba, tan guapa ella, como una reinona, firmando a dos euros el golpe de muñeca libros….para María que ha entendido el mensaje de mi libro, para José que con tanto cariño sigue mis anuncios de viajes.
Me encantó ver la caseta dedicada a los libros de alabanza a nuestro anterior, anterior Jefe del Estado, el tío Paco, que no sé si se estudia ya en los restos de ESO, LOGDSE, EGB, y para apoyar, alguna portada con aquel novio que se echó la muerte con el bueno de Millán Astray.
Y las casetas del mundo islámico, que casi la ponen al lado del grupo feminista, todo muy bonito.
Quería comprarle un libro a mi nieta de cinco años, y había pensado en Schopenhauer, para que fuera haciéndose una idea de lo que se pensaba de la mujer, que de lo poco que ha cambiado aunque no se diga en esta sociedad nuestra ya se enterará, pero el vendedor me lo desaconsejó. Una lástima, porque tampoco lo tenían con “santos” y poca letra. Les preguntaré a las feministas como piensan encarrilar a las nuevas generaciones, que en la caseta que tenían no había ningún libro de inicio al feminismo. Luego se quejan de que las militantes les llegan talluditas.
Y luego lo que yo interpreté como sentimiento de culpa de los hijos de la LOGDSE, que me habían bloqueado las casetas de libros de niños.
A lo mejor no, que como el Samsung estaba también en la feria, estos creían que eran tabletitas a 10 euros, aunque no usaran pilas. Pero ¿y si quieren que se acostumbren a la lectura?. Ardua tarea tienen delante, que entre que cierran librerías, que la realidad virtual está aquí, y que todo interactúa, no sé qué espacio le van a dejar a la imaginación de los críos.
Yo por si las moscas, le he conseguido a mi nieto una Isla del tesoro, para que cierre los ojos, si llega a leerlo, y se imagine a John Long, y el camino hasta el cofre.
No creo que la sangre llegue al río, dentro de unos días en un suelto de prensa nos dirán cuánto han subido las ventas, y cuántos cristianos han pasado por las casetas. Seguro que muchos, muchísimos más que el año pasado, que vienen elecciones, y España va bien señores.
Así que rito cumplido, que las cosas siguen como siempre, que hasta que no pase el tal Neptuno por el tránsito de la Tierra, esto no cambia, que me lo ha dicho mi astrólogo de cabecera.
Los libros, los comics, los poetas, el que sin caseta vendía su tira, el que protestaba por que la vida le parecía una mierda, la feria, al final la feria.
Las escritoras de novelas rosas, el Manuel Vicens, hasta Aute andaba por allí, Julia Navarro con su historia canalla, y Matilde Asensi, que está a ver si nos aprendemos el Catón.
Esta vez no coincidí con los mistéricos ni con los conspiranoicos, bueno, el Abellán andaba por ahí, pero a mí no me gusta demasiado su forma de explicar sus cosas. Cuestión de gustos.
Creo que me perdí un bonito paseo por el Retiro, aunque tampoco estuvo mal ver el ambientillo de esta feria de un mundo que no se va a terminar a pesar de la realidad virtual, de las tabletas, de los video juegos y de los intentos de unos y otros para que cada vez menos nos acerquemos a la cultura, a la información, y finalmente a la creación de opiniones propias, como he mantenido hasta el aburrimiento.
Pero aún queda gente, que sueña con decir algo, e incluso los hay que intentan transmitir sus creencias, sus inquietudes, y hasta su estética alejados del márketing de la manipulación mental, y espero que esta forma de transmitir ideas se mantenga de forma que nos quede algo oculto al ojo del gran hermano. La cosa será que consigan alguien que los lea.
Así, que el año que viene volveré a pasear por las casetas, volverán a pisarme, a destrozarme los tobillos con los cochecitos de los bebés, y procuraré no pisar a ningún perrillo de los que llevan sus amos a tan desastroso sitio para ellos, pero el olor de los libros me sigue atrayendo.
Buenas noches, y buena suerte

Geopolítica

Cuando te pones enfrente de eso que hoy se llama geopolítica, término, por cierto, que sin serlo, me suena a neologismo, te das cuenta de que aunque parezca que las cosas tienen movimientos inéditos, no se mueven demasiado.

Las revistas que se dedican a estas cosas, son aún capaces de llevar a portada el acuerdo Sykes-Picot, una de las barbaridades del siglo veinte, pero nada nuevo tampoco, que el reparto del Oriente Medio, como poco, se remonta a los romanos, si no nos empeñamos en sacar a colación las guerras de los hititas y Ramsés, al borrico de Josué masacrando palestinos, o incluso al bueno de Nabucodonosor dando argumentos a Verdi a costa de los vecinos de la zona.

Y Craso fue barrido por los Partos, e Israel por Tito, y a los que quedaron se les sentó en la espalda el Imperio Otomano, con los árabes mirando de soslayo, luego las promesa europeas, el bueno de T.H. Lawrence convenciendo a los jeques de que Europa era una señora, mientras los otomanos le sodomizaban. Otro cruzado, un nuevo Ricardo Corazón de León, otro inútil idealista.

Los intentos han seguido sin triunfar a través de los milenios. Son pequeñas tribus las que viven, y tienen su cultura asentada sobre esas bases, su religión, y su miedo a la tribu de al lado, que antes muertos que mezclados.

La Ruta de la Seda sigue agitada, que ahora es la clave, o al menos una de ellas para el tráfico entre Cipango y Venecia. Los chinos intentando que los uigures de Kasghar se les conviertan al confucianismo, pero no, ellos dale que dale con sus mercados de animales, con su medias caravanas, con sus montañas del Pamir, y en cuanto te descuidas te celebran oración en la plaza pública mirando a La Meca, claro, bajo la mirada incrédula de los guardias chinos.

Que eso de que los pequineses lleguen al Baluchistan, no les parece muy bien la los paquistaníes, a pesar de los tratados del corredor chino paquistaní, el acceso al puerto de Gwadar no lo tienen asegurado las sedas chinas.

Pocas cosas más tremendas que ver las filas de camiones en las fronteras entre China y su frontera de occidente. Miles de ellos esperando semanas a que les toque el trámite para llevar al otro lado sus productos, y uno no sabe en qué lado la venganza de la burocracia es más acerada.

Pero los baluchistanos, sentados en sus reservas de petróleo, oro, y no sé cuántas cosas más siguen con sus vidas milenarias, sin asomarse al siglo veintiuno, y no se les ve con muchas ganas, si dejamos aparte una pequeña elite que entrevén posibilidades de subirse al chorro del dinero.

Si cruzamos el Atlántico, y nos paramos un poco a ver esta historia de las vísperas venezolanas, suena a que se nos está apareciendo un nuevo libertador, claro que esta vez sin la formación humanística y técnica de Don Simón, y con objetivos muy diferentes aparentemente pero idénticos en el fondo, que no son otros que una revolución interna promulgada por fuerzas a las que las leyes de una metrópoli, no les venían bien, y sea el origen bien de las clases dirigentes o del pueblo, no importa, paga el pueblo.

Como paga el pueblo los desmanes de esa familia gallega y con retranca que jinetea desde Pinar del Río a Baracoa, que llevan la desconfianza del hórreo al mar del Caribe. Y guerra al inglés aunque se llame americano hoy, que aquí nos inventamos en un plis otra María Pita, y a otra cosa.
Pero en Trinidad, las mujeres bordan a punto de cruz, y en Viñales los hombres se sientan a la sombra a fumar un veguero, beber un roncito, y echar una partida de dominó.

Pero eso no es más que lo de siempre, la vieja América Ibérica, acarrea los hábitos tribales que llegaron de esta zona del sur de Europa, que parece tienen las mismas reacciones culturales que por estos pagos, los mismos cainismos, las mismas tendencias al clientelismo corrupto que nos legaron los romanos, que la familia es lo que importa.

Desde luego se llenan páginas y páginas de sesudos artículos, horas de informativos, que día a día nos cuentan la misma historia, el mismo cuento, que nada ha cambiado en siglos en ningún sitio….salvo excepciones genocidas, que también las ha habido.

El general De Gaulle decía que eso de tener a Inglaterra, (matizaba, con razón Inglaterra, no Reino Unido ni otras zarandajas), como socio en Europa no ocurriría mientras el viviese, que era tener al Caballo de Troya de los americanos en casa. ¡Vaya con el General!.

Pues de alguna forma, no le faltaba razón, salvo que América no existe, es la propia Inglaterra, que esta vez, cuando se empezaron a plantear que había un Continente en el que se podría medrar, fueron elites muy cultas de la vieja Inglaterra a crear un sosias al otro lado del Atlántico.

El espacio que siempre creyeron no tenían en su vieja isla, lo vieron al otro lado del mar, y allí está su nuevo Hampshire, su Cambridge universitario, su renovada York. Otra Inglaterra al otro lado del mar, que manteniendo la cultura originaria, supieron introducir algunos cambios en la concepción de la sociedad que les ha llevado a ser el Nuevo Imperio….y que nadie se engañe, es inglés, pero sin esa vieja estructura de nobles rurales heredera de las guerras de los York y los Lancaster.

Hoy andan en sus disputas, que son muy parecidas a las que nos están cayendo a este lado del Atlántico, que si Doña Clinton y don Trump están pesados, cada uno en su grado y condición, en este lado Don Cameron y Don Boris Johnson, lo mismo, que si por allí sientan mal los emigrantes, por las islas también, y que si unos quieren epatar con ver quién es más populista, aquí están a ver quién mea más lejos, que no deja de ser lo mismo.

Antes teníamos Pontífices, pero como ahora lo que se hacen son túneles, quizás tengamos Tunelífices, como ese que atraviesa el corazón de los Alpes, para que la padania llegue antes a los bancos de Zurich, que nunca se sabe, que a doscientos cincuenta por hora, los maletines tardan menos. Estarán los milaneses de enhorabuena, y los del UBS también, digo yo, aunque tienen el riesgo de que se cuelen por el túnel las indeseables, para unos y otros, ideas y costumbres. Ya veremos, pero si para algo ha servido, antes de que empiecen a circular los Siemens y los Alsthom, ha sido para escuchar el discursito de Don Hollande, que les ha recordado a los ingleses que se está muy calentito en Europa, aunque por debajo del Canal, se les cuele alguna que otra rata, de las de cuatro y de dos patas, que también las hay. Túneles que unen.

Pero los ingleses no son europeos, y si no, que se lo pregunten a las legiones romanas, que hasta tuvieron que hacer un muro copiando a juego de tronos, que los del “Norte helado” eran muy levantiscos.
Ya veremos qué pasa, y qué pasa si se salen con ese medio millón de ingleses a los que les estamos pagando médico en España, porque para eso sí dicen ser europeos.

Dejaremos que decidan con que disfraz irán al próximo carnaval de Venecia estos británicos, a mí realmente, se me da una higa, esto tiene más de espectáculo folcklórico, tipo tomatina, que de algo de trascendencia real, que las cosas están muy bien atadas, creo yo.
Buenas noches, y buena suerte