La lucha por los despojos

Un amigo me decía, hace unos pocos años, que se había apuntado a la militancia de este partido socialista, hoy desolado, en un barrio obrero de una ciudad española muy importante, no con la intención de medrar, (no lo necesitaba), sino con el sano deseo de poder aportar su experiencia al desarrollo de un proyecto político desde la humildad de una delegación de barrio. Nada más.
Duró un año, y los dejó con todo el dolor de su corazón por la sensación de estar perdiendo el tiempo miserablemente, ya que el tema más importante, y hablo ya de este siglo, era si había que volver o no al marxismo, que lo de Suresnes no les venía mucho.
Claro, me decía este amigo, con esas propuestas en la cabeza, no solo no se atraían nuevas ideas o savia nueva a la organización, sino que se profundizaba en el desencanto de muchos de los que estaban en el partido, sin ánimo de medrar, a la vista de la evolución del mundo y de la sociedad española
Hoy asisto con tristeza a la culminación del error que empezó cuando Joaquin Almunia dejó la secretaría general en manos de José Luis Rodríguez, que era fruto, desde mi punto de vista, de esas discusiones sin sentido relativas al hasta donde hemos de mirar atrás para honrar la memoria del bisa, y qué debemos dejar a un lado hoy de lo que realmente necesita la sociedad a la supuestamente se sirve, para utilizar los recursos en aguas que no mueven molino.
El numerito socialista, que nos va a dejar huérfanos de contrapeso a los ciudadanos, parece diseñado por sus enemigos. Creanlo o no, es la mejor forma que a nadie se le puede ocurrir para perpetuar el expolio que las derechas están sometiendo a la población española en aras de un bienestar que no nos llega.
La reforma del mercado laboral llevada a cabo por el gobierno que aún tenemos, sigue en pié por no haberlos dejado gobernar a la primera de cambio. Que ley a ley, con mayorías de izquierdas, se puede revocar esa y otras muchas, pero hay que trabajar duro, pensando en lo que los ciudadanos necesitamos. Claro que en el panorama político local, pocos mimbres veo para hacer un cesto de esas características.
La reforma laboral, ha supuesto caídas de los salarios del orden del 30 al 40%, y eso significa menos IVA, menos IRPF, menos aportes a los sistemas de previsión social, que ahora hacen aguas, y no se han compensado con los ingresos que deberían llegar del impuesto de sociedades….Con un poco de pragmatismo socialista desde la oposición, seguro que algo se podría haber revertido, que construyendo acuerdos legislativos con otros partidos y un gobierno en minoría esto se hubiera podido atemperar un poco.
Que seguimos con una renta per cápita, deflaccionada como hace más de diez años, que hemos retrocedido en cuanto a nuestros niveles de renta al 83% de la media europea, cuando habíamos llegado a más del 100%.
La absoluta ineficacia, y la traición que a todos los ciudadanos nos hizo José Luis Rodríguez cambiando la Constitución a nuestras espaldas, nos ha llevado a esta situación. De las derechas se podía esperar algo así, pero del socialismo nunca, que usó demasiado tiempo en desenterrar muertos, y ninguno en evitar el hundimiento económico de los ciudadanos.
Y los votantes han dejado a su sucesor, con el que comparte demasiadas ideas con unos magros 85 diputados, y creyéndose el emperador de las Romas.
Y ahora, ¿qué?, 85 diputados divididos, ¿Nuevas elecciones, y mayoría absoluta de la gaviota sin nadie que les frene?. Gran derrota para los ciudadanos.
Esto parece el hundimiento del PASOK, y ya vemos qué ha traído al país heleno, o mejor aún la caída del Imperio Romano en la que los barones se pelean por los despojos, mientras tanto los bárbaros asolan Roma.
No nos merecemos quedar en manos de unas derechas a las que la población solo les importa para enriquecerse a su costa, necesitamos una oposición moderada para atemperar la que se nos viene encima, y ustedes señores socialistas nos están dejando a los pies de los caballos.
Y lo que es peor, han permitido la llegada de los bárbaros, y me temo que a pesar de que su tradición les anima al asesinato para deponer a sus cabecillas, se quedarán un par de siglos.
Y que nadie olvide que fue sobre las ruinas de la antigua Roma donde había que construir el mundo del futuro, y el mundo del futuro fue mucho peor para los ciudadanos.
Los logros de la política española de los últimos dos mandatos socialistas y los dos mandatos de la derecha desde primeros de siglo, han sido la historia de la degradación económica de los ciudadanos, a los que se les ha robado desde todas las instancias del poder de la forma más salvaje que uno pueda imaginarse.
Se ha robado desde las Cajas de Ahorros, que hemos tenido que pagar luego con nuestros impuestos que no han podido utilizarse para nuestra sanidad, por ejemplo.
Se ha robado desde el poder desviando el dinero dedicado a la formación de los trabajadores de la forma más bellaca imaginable.
Se ha robado en forma de comisiones ilícitas, se ha robado, robado, robado. Y los últimos robos se han transformado en deuda pública que impedirá el desarrollo futro de este país durante décadas.
Ahora se quiere robar de nuevo exigiendo a los trabajadores que creen fondos privados para garantizar sus pensiones futuras, en forma de comisiones de gestión.

No podemos estar orgullosos de quienes han sido nuestros dirigentes en este siglo. Que hemos tenido que avergonzarnos hasta de la más alta magistratura del país, de esa que hasta en algún momento nos sentimos orgullosos. Demasiadas cazas mayores, demasiadas faldas de viejo verde.
Acabaré con unos pequeños datos.
La sanidad española empezó el siglo con casi el 90% de peso de lo público, hoy es el 65%, y ahí hay dos gobiernos socialistas y uno popular.
Los salarios de los españoles son al día de hoy entre una tercera parte, y la mitad de la de sus homónimos alemanes y holandeses, y la mitad de las de los vecinos franceses, y lo que es peor, en proceso de degradación contínua.
Nuestra deuda ha sobrepasado nuestra producción bruta anual, y no parece que el proceso vaya a detenerse, cuando encima estamos pasando unos tiempos con demasiados vientos en cola, como el ambiente bélico Mediterráneo, que envía turistas a nuestras costas, o precios de la energía muy baratos.
Esperaremos pacientemente lo que nos deparará este mes de octubre que va a comenzar, veremos si nos vemos de nuevo abocados a otras elecciones que me temo significarían el final del partido socialista tal y como lo conocemos, y eso sería lo peor que puede pasarnos a los españoles.
Buenas noches, y buena suerte

Debates y poderes

El primer debate que tuvieron Doña Clinton y Don Trump, me demostró que las cosas son iguales aquí y en Sebastopol.
Me trajeron a la memoria dos personajes españoles, los dos políticos, uno de ellos desaparecido, Don Jesús Gil, y el otro, otra en este caso Doña Esperanza Aguirre.
Creo que el debate yanqui podría haberse dado en España si las circunstancias lo hubiesen permitido en su momento, ya que fue una mezcla de zafiedad y orgullo bostoniano.
Don Antonio Garrigues siempre ha mantenido, y yo estoy muy de acuerdo con él, que debería todo el planeta votar en la elección del Presidente americano, ya que sufriremos todos de alguna forma las consecuencias de sus decisiones, y sus decisiones desgraciadamente son consecuencia no solo de su formación sino de su experiencia vital, y sus ambiciones personales. Por cierto, que en ambos casos son poco esperanzadoras.
Ya han empezado después de las andanadas fijadas por los equipos electorales que no dudaron en lanzarse delante de las cámaras, a sacar los trapos sucios.
Y en el caso de Don Trump, parece fácil. Ya le han echado encima la historia de la Miss Universo gorda, que además es venezolana, es decir, latina y mujer. No está mal Doña Clinton, le ha dado usted en una de las líneas de flotación al machista multidivorciado, xenófobo, zafio, aparente “trumposo” en los negocios…. pero no más que ese electorado al que se dirige, y que posiblemente piense como él.
A lo mejor Doña Clinton le ha hecho un favor, no lo sé, que eso de permitir que se destaque el lenguaje de Don Trump, si son como aquí, no hará más que reforzar los ardores hacia la camiseta soñada. Que los americanos lo mismo votan a los Lakers o a los Celtics, como aquí, hasta la muerte. Pero, no, su pragmatismo se lo impide, con las requeridas excepciones, obviamente.
Lo que está claro, a tenor de lo que los expertos en estas cosas comentan, es que Don Trump, poco pudo sacudirle a Doña Clinton con esas cosas de los correos electrónicos filtrados…¿a quién no le han hecho una gamberrada on-line?. Por no hablar de los asuntos de infidelidades conyugales, o de un quítame allá esa perversión sexual, que parece que aparte del “misionero” no existe nada “limpio” para estos calvinistas de yanquilandia. Poca cosa, que quien más o quien menos ha leído los artículos de opinión del Play-Boy, o del Play-Girl..
Si sale Doña Clinton, lo que parece más probable es que no aparezcan apuestos becarios debajo de la mesa del despacho oval. Quizás si, pero no lo veo.
Lo de Don Trump es otra cosa, lo malo es que a esas edades, un trabajito en condiciones le puede llevar dos o tres días, y las relaciones internacionales son muy exigentes, y como mucho te dejan diez minutillos de intimidad, y usted necesita algo más de tiempo por mucho que la blue pill sea americana.
No es más que parte del “Circus” que el poder ofrece al pueblo, usando como transmisor a las televisiones, y a los sesudos comentaristas. Pura diversión, pero en un entorno con el doble de renta per cápita que España y con prácticamente pleno empleo.
Y cuando al principio hablaba de similitudes, y olvidando a Don Jesús y a Doña Espe, lo que me queda en el poso es por un lado el hecho de que las ansias de poder son insaciables, y se intenta llegar a él, bien con los tecnicismos que el conocimiento de la función pública otorgan a quienes los conocen, o bien apelando a los instintos básicos e irreflexivos de esa importante parte de los electorados y luego, si te he visto, no me acuerdo.
Realmente aquí, como allí, lo último que importa es el ciudadano, y vemos la cantidad de voces discrepantes que están surgiendo en el partido del elefante, no porque estén más o menos de acuerdo con las tesis de Don Trump, sino porque de alguna forma partes importantes de la organización republicana ve peligrar sus cotas de poder, o lo que es lo mismo, su mamandurria, por la forma que tiene de expresarse su candidato, que estamos en momento “ruido”, el momento “nueces”, ya veremos..
Y aquí nos ha pasado lo mismo, uno de los grandes partidos españoles, está partío, como el corazón de la Pantoja, y lo que es peor, se están tirando las grapadoras de la oficina a la cabeza, y se van a hacer daño, que lo que quede de todo esto, no va a servir para nada el los intereses de los españoles.
Ya he hablado alguna vez de la segunda enmienda, la de las armas de fuego, y seguimos viendo día tras día americanos abatidos por la tal enmienda.
Unos porque deciden utilizarla en el colegio, en el supermercado, con el gorro del Islam, con el gorro del acoso escolar, o con el que debería haber tratado un psiquiatra veinte años atrás.
Otros porque se sienten la ley, la de Lynch, claro, y como casi todo el mundo lleva su pistola en su pistolar, pues nada, tiro al negro que seguro iba armado.
Sería quizás conveniente hacer algo con ella, que fuera un pelín más restrictiva, pero con uno a favor, y con otra en tibieza, creo que en aras de la seguridad personal seguirán matándose por los supermercados y por los institutos de enseñanza media, con su pan se lo coman.
Más me preocupa la reacción que uno y otra puedan tener frente a los retos que el nuevo poderío de Rusia les está planteando, o los retos de na China creciente, hasta de la no terminada guerra de Corea y que desde el punto de vista de un una persona como Don Trump, con la imagen poco reflexiva y zafia que transmite es algo que se puede intentar resolver a cañonazos, y eso me pone los pelos como escarpias.
Fue muy divertido constatar que el peso mexicano, tras ver que las encuestas daban como perdedor a Don Trump subió la mañana siguiente en los mercados internacionales un pequeño dos y medio por ciento, y es que sus vecinos del sur le tienen a este pollo más miedo que a un nublado.
Pero tarde o temprano, me temo que en el Imperio surgirá sin hacer ruido el poder real, que está en esas agencias federales que lo controlan todo o casi todo, y acabará en la presidencia aquel que convenga más a sus intereses y a los de la industria relacionada. Nada nuevo.
Echaremos mano de la paciencia, y esperaremos, que en este maldito juego, no pintamos nada, excepto apechugar con las consecuencias, como los votantes americanos, ni más ni menos.
Buenas noches, y buena suerte

Colón no es Indepe…¡Abajo con él!

Si la CUP, no POT, la POT no JUNTS, ni si ni no, ¡ANC!. ¡Vaya lío que me han montado! ¡Que le quieren quitar el monumento al catalán más ilustre!, ¡Que por Colón no les viene nada!.
Meditando seriamente, imagino que el revuelo en las cátedras históricas dels catalinstas de Catalunya, (Madrit ens roba), ha debido ser monumental, ¡uy, perdón!, que los toros están prohibidos,, uf ¡qué sin vivir!, en fin, ha debido ser grandote.
Que media vida para convencer a todo el mundo de que el gran Colón era hijo de menestrales de la Vila de Gràcia, y cuando ya lo tenían, vienen JUNTS, amb la CUP, y no sé si PUC, y que me lo derriben.
Como todo el mundo sabe, o debería saber, ese gran catalán que fue Colón, y que los Reyes Católicos enviaron a buscar nuevas rutas con diners de Catalunya, (Madrit ens roba), lleva unas semanas indicando no donde andan las Indias, ¡qué va!, sino a donde hay que ir de luna de miel, es decir a Palma de Mallorca, que siempre fue su primer sueño a la hora de liderar a su Gràcia natal en pos de Els Paisös Catalans.
Así, que le voy a rogar a los muchachos estos de los baretos de La Verneda, que piensen bien sus propuestas, y recuerden lo que les decían en el I.N.E.M. Juan De Austria, donde los profes eran todos rogelios, y jamás les hubieran reído la gracieta, ya que la gran epopeya catalana del descubrimiento de América, es hoy el gran tesoro de la Nostra Terra.
Por no hablar de que la gran patrona de nuestra metrópoli, Zaragoza, es quien nos salvó de las garras del malvado Napoleón.
La verdad es que el monumento a mí nunca me gustó demasiado, más por un problema de frustración infantil que por rollos históricos, estéticos o incluso histérico-nacionalistas, que esas cosas no vienen en el diccionario de uso que no uso. Lo mío es mucho más ramplón, y está relacionado con que solo conseguí subir una vez hasta la peana del monumento.
La cosa era que cuando funcionaba el ascensor, en casa no teníamos la perra para el billete, y cuando la teníamos, el ascensor no funcionaba, y así años. Tremendo.
Las vistas desde la tal peana, pues tampoco eran apabullantes, que te subías a Montjuich, o a Miramar, por no hablar del Tibidabo, y no había color. Y lo peor para un niño como yo, es que no se veía América, ¡vaya!, que ni siquiera se veía Mallorca. Decepcionante.
Eso sí, tenías el Raval a tus pies, que no es moco de pavo, con su Escudellers a la derecha, y su Robadors a la izquierda, que en esto de separar por gremios en mi tierra hemos sido siempre muy avanzados, así que las chapas a la derecha y las rabizas a la izquierda, todo según su grado y condición, que para eso están las Ramblas.
Estos muchachos me tienen muy preocupado, no ya por el fiasco y el disgusto que a los profesores de historia de la Terra les están causando, que revisar ahora y reescribir la historia es un tiempo y una pasta, y la caída del monumento lleva implícito el reconocimiento de que el bueno de Don Cristobal, podía ser hasta genovés, y no del Call como todo el mundo sabe (lo de la Vila de Gràcia, es que por allí veraneaba, seguro).
Yo estoy seguro que es una maniobra política, que han negociado con Don Puigdemont y con el exalcalde de Sant Baudili, que tenían que derribar algo los muchachos y como no parece que vayan a derribar al Molt Honorable, pues se quedan con el sucedáneo.
Lo del Doce de Octubre, lo entiendo más, que si se celebra la gran victoria de un catalán ilustre como Don Cristóbal, se quedan estos muchachos sin el lado llorón que deben tener todas las fiestas, y si no se celebra una derrota es como si faltase algo, mire usted. Que nos deja sin posibilidad de queja, de moco, de lloriqueo y de Madrit ens roba.
Pero negar la importancia de la Patrona de la Corona de Aragón en tierras de mi Catalunya, es como negar la existencia dels grans paisös Catalans, que no se pueden entender sin la influencia que en Europa tuvieron los reyes aragoneses, a quienes, como todo el mundo sabe, siempre les ayudó la Pilarica.
Todo un lío, ya véis, y yo que no salgo de mi asombro al ver como estos muchachos se esfuerzan en destruir símbolos, que me temo no conocen demasiado bien, y pocos aportes en aquello que realmente nos interesa nos traen.
Con lo fácil que sería colgarle del dedo a Colón una senyera, (la estelada no me gusta, ha perdido el seny de mi tierra, y tiene algo de un histerismo que me rechaza), y endosarle una barretina, que nadie se daría cuenta de que le han cambiado el gorro genovés.
Con lo fácil que sería buscar un sincretismo adecuado para que el doce de octubre supiese a lo que mis amigos de si PUC no CUP quisieran, que sería suficiente cerrar el carrer Gran de Gràcia para un desfile de exaltación del aranés a las escolas de La Val, que eso si que es defender minorías que sufren, ¿verdad señora Rahola?.
Y poco más con esta chusca historia que sale de esas discusiones de medio utopías soñadas detrás de un cubata de Gordon’s a las que nos tiene acostumbrada la izquierda de este país (y de otros muchos), que a fuerza de querer imponer sueños que solo importan a los del bar de su barrio, acaban perdiendo el norte, el sur el este y el oeste, que es lo que tienen estas cosas, y en ese terreno es donde la derechona navega con el viento en la popa. Pero es lo que tenemos, y si yo fuera de la derechona de toda la vida, daría una rueda de prensa de forma inmediata, diciendo que derribar Colón es una barbaridad stalinista (por lo menos), y que quitar la fiesta del Pilar solo se le podría ocurrir a un hijo de Beria, por poner un aquel. Los tenía bramando y discutiendo tres o cuatro meses, que me iban a venir fenomenal para sacar adelante unos eres pendientes que tengo en el cajón, colocar en las diputaciones a unos cuantos amiguetes, que el clientelismo hay que cuidarlo, y una par de desgravaciones de impuestos a los que me financian, subiendo en consecuencia el IVA de las sillas de ruedas, que hay que compensar, que el déficit está muy mal visto.
Buenas noches, y buena suerte

La patrona de la diócesis

Hoy mi Negroni no estaba como siempre, y bien merecido que lo tengo, que le puse los cuernos a Boadas y me fui al Dry Martini. Me está bien empleado, que el Eixample es tierra de menestrales y los barrios de la baja Barcelona siempre han necesitado mucha más creatividad para salir adelante que esa tierra de paso que es el Eixample.
Además a mí siempre me han gustado los sitios pequeños, incómodos pero entrañables, y hay tres en mi Barcelona que siempre me parecieron insuperables, mi Boadas, mi Vaso de Oro, y esa Taberneta de la plaza de la Villa de Madrid, donde se recomendaba a las damas en la puerta del baño, que no tiraran la mensualidad al wáter, que cuesta mucho ganarla.
A la Taberneta hace mucho que no voy, y pienso arreglarlo a la mayor brevedad posible, aunque no sé si aparecerá aquella bruja que te echaba las cartas, y algún cantautor al que alguien siempre le pedía que le tocara el sapo (cancionero, claro).
El Dry Martini, creo que quería ser el Sándor, pero no lo conseguía, que en el de Calvo Sotelo, las jais ni te miraban, y en el Dry, si lo hacían, echabas mano a la cartera, que erróneamente, claro, siempre me parecía que estaban de camino hacia Mariano Cubí.
Yo nunca fui de Zeleste, me parecía que había mucho ruido y pocas nueces, y para esos menesteres yo estaba más a gusto en La Cova del Drac, aunque ya estuviese en la Barcelona de por encima de la Diagonal, pero era pequeño, incómodo y entrañable. ¡Qué le voy a hacer!. Luego se fueron Muntaner arriba, y ya no fue lo mismo.
Mis detectives barceloneses preferidos, el Mascarell, y el Carvallo creo que de alguna manera estarían de acuerdo conmigo, que para eso fueron a buscar a sus chicas entre las rabizas de Atarazanas, y comían en restaurantes de amigos, con bacalao al gusto y Priorato con sifón, que esas mariconadas del tinto de verano, son cosas posteriores que mal casan con la hombría de bien. Claro que cuando se hacían la comida en casa, había que tener a mano un buen Gandesa, con el sifón no muy lejos que hay cosas que las carga el diablo.
La calle Ancha, estaba llena de tascuchos, y entre los tascuchos, yo siempre me he quedado con el más incómodo, con el más entrañable, y allá que iba con mis amigotes a tomarnos unos porrones de la bota del abuelo, que nos ofrecía la Mami, para quienes éramos casi, y sin el casi, como sus nietos, adolescentes ruidosos. Nos daba cacahuetes, que eso de los “peanuts”, fue un invento muy posterior, nos sacudía con la escoba (literal) si nos pasábamos, y si se pasaba ella la cosa acababa en que se ponía la mujer (pasada de porrones), a bailar encima de la mesa, o encima de una cuba.
Con la marcha que lleva el Mascarell, no me va a llegar a esa época de finales de los sesenta, en donde empezábamos a pensar de forma muy inocente que a la Bestia del Pardo le quedaban dos partes, (el telediario solo se veía de Sarriá hacia la montaña), y aún le quedaban varias ejecuciones por firmar.
Y ya lo siento, porque fue una buena época, no por lo que daba la ciudad de sí, que siempre ha sido experta en putear a sus vecinos hasta la saciedad, sino porque uno estaba en esa adolescencia en que si alguien manda es la hormona, que aún no has cargado los programas necesarios en el software de tu coco, y tiras de hardware que aunque pete, tiene reparación.
Me viene todo esto, porque estamos de patrona, y aunque era fiesta, como había procesión por la calle Ancha, costaba más ir a los porrones de la Mami, el Paseo de Gracia se llenaba de gigantes y cabezudos, y siempre se le escapaba el globito al niño mimado de San Gervasi, que se había acercado con papá y mamá a ver el desfile.
A mí no me gustaba nada, era una porquería, así que lo que quedaba era, si había perras en el bolsillo, (evento muy poco habitual), intentar ir a las atracciones de Montjuich, y echar la tarde en aquel parque de Atracciones “para mayores”, que el del Tibidabo ya se sabe para quién era.
La Mercé, ese veinticuatro de setiembre en el que debían abrirse los cielos con el temporal de Levante celebrando la temperatura que había cogido el Mediterráneo a fuerza de enfriar ardores playeros que las llegadas de las vikingas producían entre los hijos de Can Tunis y de la Mina, que todos sabían que eran unas guarrillas en busca de un Juanillo español.
La realidad era muy otra, y claro los Juanillos al agua que los calentones también se curan así. Pero yo siempre pensaba que la Mercé procuraba que los cielos se abrieran el día de antes o el día siguiente. No era exigente con el sol, pero prefería que los terciopelos de la procesión, y los cartones de los Gigantes no se arruinaran con una tormenta a destiempo.
No echo de menos todo aquello, pero no abomino de ello, todo lo contrario, es una parte maravillosa de mis recuerdos que siguen vivos, pero no precisos, que la mente es buena amiga y solo quedan los posos de lo que fue bonito, y no pienso buscar el yang para equilibrar todo aquello, pero lo dicho, no lo echo de menos.
Y dentro de cincuenta años, los chicos de hoy, seguramente recordarán su fiesta de la Mercé, con aquellos elementos que hoy les están pareciendo gratos, y comentarán su anécdota con o sin nostalgia, que estas cosas van por barrios. Y si la alcaldesa al final se sale con la suya y cambia la fiesta a la de Santa Eulalia, que de hecho es la patrona de Barcelona, (La Mercé es de la diócesis), pues se habrá instalado el número trece en el calendario de festejos local. Mal agüero me parece.
Ya sabéis, a los trece años fue sometida a trece martirios por los romanos que eran unos malotes, y en recuerdo a su martirio y a su profesión, (cuidaba ocas en Sarriá), hay trece ocas en el claustro de la Catedral de la Santa Cruz y de Santa Eulalia.
A mí se me da una higa, la Mercé es la Mercé, la virgen del Rabal, que huele al pescado de la Barceloneta, al petróleo del puerto, y a los condones usados de la calle Escudillers. A Santa Eulalia, todo mi respeto, pero seguro que es más para los pijos de Sarriá, y a mí siempre me pareció que estaba muy lejos.
Pero claro, esa pollera del Eixample que se sienta en la sede de San Jaume, no es chicha ni limoná, que si quiere ser el Trías, no puede, y si quiere ser la Patro o la Charo, no sabe, así que irá a por el trece de Sarriá….o no.
Buenas noches, y buena suerte

El optimismo meditado de Shinzo Abe

El primer ministro japonés, que tiene que lidiar con un 28% de población mayor de sesenta y cinco años, ha seguido claramente las indicaciones de los positivistas que andan sueltos por todas partes, y nos ha dejado el caramelo de que esa situación, lejos de ser un problema, es un “bonus” para el país y su economía.

Estas cosas de los primeros ministros, uno nunca sabe para quién lo están diciendo, y claro, lo primero que se me viene a la cabeza es el 28% de votantes japoneses de más de sesenta y cinco años que lo han escuchado, y que seguramente lo habrán interpretado en el sentido de lo buena gente que es Don Shinzo, que nos considera un activo del país aunque estemos en clases pasivas, bueno, pasivas hasta cierto punto.

Y vamos por pasos. El primero es que Japón es un país endeudado hasta las cejas, tres veces el PIB, pero esa deuda, está en manos japonesas, es decir, los japoneses se creen su país, se creen a sus gobiernos, (con matices, seguro), y fían sus ahorros a los gobernantes, que parece no se dedican, al menos de forma notoria a rapiñarlos. Así que ese 28% de población con más de sesenta y cinco años, me da en la nariz que aparte de los votos que representan, tienen dinero, y lo tienen invertido en el estado en un porcentaje no desdeñable. En este punto, hay que recordar, que el sistema de jubilación japonés no solo depende del estado, (10% del PIB en pensiones)sino de las compañías empleadoras, que por otra parte, y en casi un ochenta por ciento de los casos, contratan de por vida.

En el momento de la jubilación, y después de haber trabajado treinta o cuarenta años, recibes una suma equivalente a cinco o seis veces tu salario anual, es decir, tu fondo de pensiones , y posiblemente hayas ahorrado algo más durante tu vida laboral. Es un dinerito que hay que considerar por el estado, sobre todo si se invierte en deuda pública local.
Recuerdo una durísima película, o así me lo pareció a mí cuando la vi hace más de treinta años, que se llamaba la Balada del Narayama, dirigida por un tal Shohei Imamura, y basada en un libro del mismo nombre de Shichiro Fukazaba, sobre la vida en sociedades rurales japonesas de hace uno o dos siglos.

Las personas que alcanzaban los setenta años, eran acarreadas por sus hijos, o por sus familiares más cercanos, a la cima del monte Narayama, y eran abandonados a esperar la muerte por hambre y frío, ya que habían dejado de ser productivos, y el sistema de supervivencia en el que se desarrollaba la vida, no podía mantener gente improductiva y sin potencial de desarrollo. La película tocaba el tema del mal negocio implícito de llevar a una persona activa y rentable para la familia, solo por la tradición, cuando la familia no tenía un recambio generacional por la ausencia de hijos.

Pero hoy las cosas son diferentes, Japón ya no es una sociedad rural, que viajando en tren desde Tokio a Osaka, algo más de quinientos kilómetros, no tienes conciencia de haber dejado en ningún momento el paisaje urbano, y los mayores de sesenta y cinco años, tienen mucha deuda estatal en sus manos, y lo que es lo mismo, mucho poder, intuyo.

Ciertamente las características de la población japonesa son muy diferentes de sociedades occidentales como la nuestra, que aunque no tenemos tasas de natalidad envidiables, al menos no cerramos del todo las puertas a la inmigración, y eso produce como efecto positivo el mantenimiento de una fuerza laboral más o menos productiva y que aporta al sistema unos impuestos nada desdeñables.

En los últimos diez años la población extranjera empadronada en España se ha incrementado en casi cinco millones de personas, de los que solo unos pocos (10% de esa cifra), son jubilados europeos. (Veremos qué pasa cuando los inmigrantes de hoy se jubilen y haya que pagar las pensiones en sus países de residencia, que me temo que los más volverán a sus lugares de origen como hicieron los trabajadores españoles que en los sesenta se fueron a trabajar a Europa).

Japón tiene dos grandes diferencias con Europa en estos terrenos, la primera es que el recambio poblacional no quieren hacerlo aceptando coreanos, chinos, y mucho menos gentes de color. Un extranjero en Japón, es aún un bicho raro, fuera de Tokio o de los circuitos turísticos, y esa circunstancia significa que deben estrujarse las meninges para mantener los índices de productividad que el mundo actual exige si quieres ser un país competitivo. Parece que han aceptado que si el futuro pasa por una reducción de la población no es más que una nueva circunstancia a la que adaptarse.

La segunda gran diferencia, es el índice de paro y de “rotación laboral”. En julio de este año, los datos publicados, indican un índice de paro del 3.0%, de los que hombres representan el 3,2%, mujeres el 2,7%, y menores de 25 años el 4,8%, y es que la Constitución, garantiza el derecho al trabajo, y exige el deber de trabajar, y se lo toman muy en serio.

La rotación laboral en Japón es alrededor de seis veces menor que la española, o que la de los Estados Unidos, lo que fuerza también a las organizaciones empresariales a formar a sus empleados en el conocimiento global de la empresa, de forma que sin cambiar de empleador puedes cambiar de trabajo en tu misma empresa. Si se hace adecuadamente, y parece que es así, el sentimiento de pertenencia a la compañía es muy fuerte, como lo es la fidelidad de los empleados.

Shinzo Abe, debe pues reconocer que el hecho del envejecimiento de la población es un reto, y como todo reto, si se considera de forma adecuada no es más que un generador de beneficios, es decir, un “bonus”, como él afirma.
No hay que olvidar que el consumo de las poblaciones de mayor edad no fomentan la inflación, ya que bajan sus requerimientos de inversiones en bienes duraderos, como casas, automóviles, e incluso en temas como moda, joyas, y por qué no, en la alimentación diaria que necesita aportes calóricos menores que las de las poblaciones más jóvenes, o de las formas de ocio.

El desarrollo de la robótica y de la inteligencia artificial, que se está llevando a cabo en Japón, es espectacular, visto desde aquí, y puede solucionar, no solamente los problemas de productividad en las empresas, que quizás no puedan contar con el recurso humano adecuado por la falta de recambios generacionales, sino que puede resultar en una ayuda inestimable en el cuidado de personas dependientes.

De una población de 127 millones de personas, un 12,8%, es decir 16,3 millones están entre los sesenta y cinco y los setenta y cinco años de edad,( casi el número de trabajadores que hay en España) siendo en general gente formada en múltiples aspectos profesionales, ya que se huye de la especialización durante la vida laboral. Es así, que con en este grupo de personas con experiencia, y con ganas en muchos casos de seguir siendo útiles a la sociedad se está trabajando para ofrecer posibilidades laborales adecuadas no solo a los requerimientos de las compañías, sino a las necesidades de sentirse útiles que buena parte de ese colectivo sienten.

La gran diferencia que aún mantenemos por no desarrollar convenientemente nuestra Constitución es que en Japón trabaja el 59% de la población total del país, (por cierto como en Alemania, que también perdió la segunda guerra mundial) lo que genera una riqueza que les permite mirar al futuro con un cierto optimismo,( una renta per cápita 40% superior a la española) aunque el consumo, la inflación, y algunos otros indicadores que nos dicen si una sociedad es próspera o no, no les funcionen adecuadamente frente a los estándares de las sociedades del, llamémosle bloque occidental.

Como comparación diré que en España trabaja solamente el 36% de la población, y ciertamente es el problema que pone en riesgo al sistema. Y la razón no es otra que nuestras autoridades no han sido capaces de cumplir el mandato constitucional del derecho y la obligación de todo ciudadano al trabajo.

Muchas expectativas tengo yo en la puesta en marcha de las soluciones que tras las declaraciones de Shinzo Abe puede ofrecer al mundo la sociedad japonesa, que con todas sus particularidades, me ha demostrado que van casi veinte años por delante del resto del mundo, y que los problemas que les van surgiendo serán los problemas nuestros del futuro, claro que las soluciones que van aplicando también deben ser tenidas en cuenta, y sobre todo la actitud de su gobernante de ver un reto, una oportunidad de mejorar, donde nosotros vemos solamente un problema sin una solución que no pase por dañar al ciudadano.

Un día nos daremos cuenta del engaño en el que vivimos en España, e intentaremos hacernos japoneses o alemanes, porque nuestro intento de aplicar las soluciones yanquies nos están llevando a la ruina.
Buenas noches y buena suerte

Los refugiados

No quiero seguir la manipulación que se derivará de la conferencia para los refugiados que se está celebrando en New York en estas fechas, pero me va a quedar poca cancha para evitarlo.
Parece que los líderes mundiales se han acercado a la Isla de Manhattan, bien provistos de espetones de sardinas, dispuestos a acercarlas al ascua de la indiferencia mundial, o de los intereses particulares de los partidos que actualmente dominan los resortes de los países que como receptores se sienten concernidos.
La memoria es muy flaca, y parece que hoy el hecho de que las poblaciones se desplacen en corrientes migratorias es una novedad. Una novedad que hábilmente salpicada de caras de dramas personales a la hora del Telediario o de “News at nine”, provoca efectos propagandísticos que pueden alterar en un sentido o en otro los equilibrios de poder domésticos. Así, la terrible imagen del niño ahogado en la playa, o la de la familia arrastrando un carro de míseras pertenencias mientras se acerca a vallas de espinos custodiadas por soldados/gorila, armados hasta los dientes, hace que desde el calor del salón y la sopa humeante, alguien diga, y lo que es peor, lo ponga en sus redes sociales, que hay que hacer algo. Y ciertamente llevan razón. El problema viene cuando se trata de definir el detalle de lo que hay que hacer.
Siempre podría empezar por el mensaje cristiano, de “vende todo lo que tienes, repártelo entre ellos que son los más desfavorecidos”. Es una opción que si las cifras de católicos y cristianos son ciertas, nos movemos en casi dos mil millones de seres humanos que podrían seguir esa recomendación, pero es muy difícil, lo sabemos perfectamente, que a lo mejor unos pocos miles de esos cristianos, católicos o no, lo hacen, pero con eso no llega.
Los budistas no están para muchos trotes, que con esas cosas de que han seguido a su maestro Siddharta que abandonó su puesto de príncipe, de cuartos andan justos.
El Islam parece que se ha tomado las cosas más en serio, que en esta última riada, y me ciño a la provocada por la guerra siria, los datos son que se han provocado casi once millones y medio de refugiados, de los cuales, alrededor de cinco han abandonado el país y han ido a parar a países limítrofes en un 95%, y me refiero a Líbano, Jordania, Turquía, Irak.
Los países receptores de esta corriente, que no es migratoria en primera aproximación, ya que supuestamente son potencialmente refugiados de guerra, no tienen ningún tipo de infraestructura para absorber esos movimientos con las garantías necesarias para crear asentamientos dignos, donde además puedan garantizar higiene, alimentación, sanidad, educación…y la sensación es de que los campos de refugiados de hoy pueden ser las ciudades del mañana. Ejemplos tenemos en cualquier cinturón rojo de cualquier ciudad europea.
Esto unido a las seculares divergencias entre las diferentes corrientes del Islam que se entremezclan en este movimiento, no hace más que complicar las cosas. Alauíes de Bachar el Asad, (rama peculiar del chiísmo), chiítas como los de Hezbolá en el Líbano, el gobierno de Irak, cristianos drusos, kurdos con una buena mezcla de sunnés y chiíes, los sunníes del estado islámico….
Todos son enemigos de todos, y además los dos grandes estados de la región Irán y Arabia Saudí, son irreconciliables chiíes y sunníes, con lo que la sopa está servida, y llega la historia hasta Yemen, en donde se están enfrentando ahora en una inútil (como todas) guerra de supremacía religiosa, a la que se une la llegada de refugiados del sur, desde las guerras en Sudán y Eritrea.
He contado en un cuadro suministrado por The Washington Post, alrededor de dieciséis grupos étnicos en la zona, como Judíos, Cristianos, Kurdos, Imamíes, Turcomanos, Ismaelíes, Nusairis, Drusos, Circasianos, Armenios, Coptos, Asirios, Turcos, Arameos, amén de los ya mencionados. Y entre ellos, lo mejor que puede pasar es que se ignoren, y normalmente no es el caso, ya que se perciben enemigos unos de otros.
Los desplazamientos masivos de población durante los últimos cuarenta años arrojan cifras espeluznantes, quizás haya más de veinte millones de desplazados en la zona, con casos espectaculares como los del Líbano con cinco millones de habitantes y uno y medio de refugiados, que le llegan desde el norte, desde el este y desde el estado palestino al sur, o como en Jordania que tiene siete millones de habitantes, y ha recibido a más de tres millones de refugiados.
Y hablamos de países sin recursos económicos, sin materias primas, y con escasez hasta de agua, lo que crea guetos de pobreza, de resentimiento, y de potenciales reacciones violentas tras lustros de un terrible sentimiento de marginación sin solución.
La presencia Israelí ha provocado más de cinco millones y medio de refugiados, repartidos en la zona, y creando fuertes rechazos en países como Líbano, que han visto como se ha usado su territorio para atacar a Israel desde su país por parte de organizaciones como Hezbolá.
Los refugiados provocados por el desmantelamiento de la frágil Libia de Gadafi que provocó desplazamientos internos por más de medio millón de personas…y así ad nauseam.
El mundo post colonial que quiso desde los salones europeos que el mundo fuera como a las potencias coloniales les convenía, y no como era en realidad, creó esos estados artificiales con mapas de servilleta del Crillon, donde los territorios los ocupaban grupos étnicos donde se superponían gobiernos con líderes religiosos, y donde la variedad de etnias, sectas, religiones y creencias, unido a tradiciones forjadas durante siglos, garantizaban la inmiscibilidad y la pertenencia a una misma bandera. Añadir a la lista de antesEtnias/creencias como zoroastrianos, mandeos, zayidis, baluchis, kharijites, coptos, bereberes, azerbayanos….
El mundo occidental, en buena parte responsable de esta situación, está evitando dar una respuesta para solucionar el problema, ya que los ciudadanos europeos que ven llegar estas columnas de refugiados, realmente se niegan a aceptar en sus comunidades la importación de esas culturas que les son tan ajenas, y que pueden alterar un sistema de derechos y protección social que ha costado demasiados siglos construir de forma consistente. Porque la aceptación de estas masas de desplazados, no se ciñe a la recepción de personas que están dispuestas a integrarse en las sociedades receptoras, sino que arrastran con ellos su cultura, su etnia, su tribalismo, y sus odios ancestrales hacia la etnia vecina, que por cierto viajaba en el mismo tren de la desesperación que acarrea la guerra.
Se está demostrando en Alemania la pérdida de poder que al SPD le va a suponer su política de aceptación de emigrantes, siendo el número muy pequeño frente a los casos comentados más arriba de países del Medio Oriente. Y es que los votantes, los ciudadanos occidentales están convencidos de que importan tensiones, y culturas belicosas que les son ajenas.
Por otra parte está el sentimiento de frustración del recién llegado, que se ve recluido, en el mejor de los casos en guetos, que en comparación con el septième de Paris, o el Charlottenburg berlinés les parece miserable, y tarde o temprano la violencia se desarrolla de una u otra manera, primero de forma interna, y luego contra el estado receptor.
Esa es la percepción del votante, y lo que acaban temiendo los estados, ya que además se importa una guerra de religión multifacética que nadie quiere en su barrio, y al reflejarse en las urnas directamente va contra la sardina que estos días se intentará asar en la Asamblea de la ONU.
No voy a hablar del patético letrero de Refugees Welcome que cuelga del consistorio madrileño de forma vergonzante, y descolorida, y que parece excesivo frente al número de personas recibidas, a parte del entrenador de futbol.
Mi posición es que este problema ha sido creado por el mundo occidental colonial europeo en su origen y agravado por Israel y por Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo pasado.
Una de las grandes emigraciones del siglo veinte, que nadie olvide que fue la de los judíos que dio lugar al estado de Israel, procedentes de Alemania y Rusia, huyendo de la guerra de exterminio que contra ellos libraban los regímenes en el poder. A su vez esto produjo en la zona otros desplazamientos poblacionales entre los palestinos, decisivos para entender lo que hoy está sucediendo.
La intervención americana y rusa en Afganistán y posteriormente en Irak por temas territoriales y económicos, ha sido la segunda pieza de este escenario que hoy contemplamos.
Las potencias actuantes han buscado estructuras sociales y administrativas para organizar estos territorios a su conveniencia, pensando que cosas como Estado, democracia, federalismo, ciudadanía, derechos personales, eran elementos que podían ser aceptados por las gentes de estos territorios que llevan mil quinientos años de islamismo mal asentado, y tres o cuatro mil años con otras organizaciones y creencias religiosas a las que la democracia y las fórmulas modernas de organización de los estados le son absolutamente extrañas.
Mi visión para el futuro es tremendamente pesimista. Se ha liberado un demonio que está justo ahora empezando a actuar y del que los estados occidentales no saben defenderse, ya que están preparados a luchar contra estados en guerras más o menos convencionales, pero no contra esta forma que ataca el corazón de las ciudades con impunidad casi total, los japoneses no pasaron de Pearl Harbor, y el islamismo radical ha provocado en occidente demasiadas muertes, y lo que es peor, inseguridad.
Así que el poder de los partidos puede verse atacado por estas situaciones que por el momento no pueden controlar, y están llevando a que los populismos radicales empiecen a campar por sus respetos. Esa será, me temo, la principal preocupación en la ONU estos días.
Y quiero dejar claro, que hoy me he referido únicamente a los refugiados por causa de guerra o de violencia, y así me queda para otro día la posibilidad de revisar los desplazamientos poblacionales por causas económicas.
Buenas noches, y buena suerte

La pérdida de nuestros fundamentos culturales

Muchas veces he comentado la preocupación que me causa la manipulación a las que los humanos están sometidos desde los medios de información, desde los púlpitos, sea cual sea la religión, desde la política, o desde los anuncios de lo que sea, que igual nos manipulan desde la Poca Loca, desde Vuela conmigo, o desde Mi Tele Mola.
Las cosas son así, pero me da en la nariz que la sofisticación que han alcanzado hoy día los sistemas de manipulación, están motivados solo porque somos más humanos en este mundo traidor, y la cuestión no es de contenido, que las líneas básicas siguen como siempre, sino de cantidad, y si me apuras, para satisfacer al dios inmediatez, más rápidas.
Quiero decir con esto, que la historia de la Humanidad es una sarta de mentiras, una detrás de otra, y todo para que las masas o los grupos tribales actúen de la forma más conveniente para el poder que sea, que nos empeñamos en poner apellidos al poder, y me da en la nariz que no lo tiene.
El precio que se ha pagado por esto es tremendamente alto, tanto es así que la verdad se ha perdido, ya no está al alcance de nadie, y con ello los seres humanos hemos dejado de saber quiénes somos.
Desde las grandes batallas de la Antigüedad, hasta las no tan antiguas, y si me apuras hasta las de ahora mismo, en las que son tan diferentes las versiones como voces las cuentan.
Que no tengo la versión hitita de la batalla de Gadesh, esa que dice Ramsés que ganó por tres a cero, ni de lo que pasó en las costas británicas cuando Felipe II envió su armada, o en las Navas de Tolosa, o donde quieras, que tampoco voy hoy a por las guerras.
Mucho más me interesa saber qué es lo que se nos ha ocultado por parte de santones, chamanes, testigos, gobernantes… es decir de aquellos que realmente conocen la verdad, y que se han preocupado milenio tras milenio en esconder el conocimiento bajo la capa bien de los símbolos, o directamente de la mentira, sin olvidar los casticismos que se usan para esconder los secretos de los oficios, desde el médico al arquitecto, y desde el informático al ecónomo. El secreto es la base que preserva a los gusanos de seda, al cristal de Murano, y a la preservación de la leche con el queso y el yogur, es decir el poder de tribus concretas..
Una de las modas en esta España del siglo XXI, es decir que uno es ateo, y la verdad es que cuando lo escucho, evito que la sonrisa, o la carcajada asome a mi rostro, sobre todo por no ofender demasiado, que la gente se toma estas cosas muy mal. Y mi sonrisa es porque para ser ateo hay que ser enormemente culto, y manejar unos niveles de información y de conocimientos simbólicos que están al alcance de muy pocos, no así manifestar el ateísmo, como pose sin base.
Digamos que es una creencia que no se alcanza solo con la voluntad, que hay que currárselo con un tesón solo digno de los mejores.
Lo más que podemos decir de todos y cada uno de nosotros, es que somos agnósticos, en el más estricto sentido de la palabra. Es decir, no tenemos el conocimiento necesario para creer, o para no creer, ya que sea cual sea la religión en la que nos han adoctrinado, lo que se nos ha contado no es nunca la verdad, esa que es única y se escribe con mayúsculas, que como mucho se nos ha contado la historieta necesaria para llegar al punto de sumisión que los chamanes necesitan para controlarnos.
Nuestra falta de conocimiento sobre el origen de nuestra cultura es apabullante, desconocemos el origen de los dioses que adoramos, desconocemos el porqué de la mayoría de nuestras creencias, en definitiva no sabemos quiénes somos, y por qué pensamos como pensamos, sentimos como sentimos, y lo que es peor ha dejado de interesarnos, porque hemos sido adoctrinados para ello.
Hace unas pocas semanas estuve visitando la fantástica exposición de Jeronimus El Bosco, y a poco que seas curioso, lo primero que te llama la atención es que no entiendes el mensaje que el pintor quiere enviarte.
Como ha comentado alguna vez Don Carlos Canales, estudios sobre la técnica pictórica, de este y de cualquier pintor los hay de una calidad apabullante, es decir, que somos capaces hoy,de explicar con gran precisión aquello que podemos medir, pero no aquello que estamos viendo, el lenguaje a través de símbolos, que debería ser el lenguaje universal entre culturas, es profundamente desconocido. En concreto sobre la simbología del Bosco, lo más frecuente es que te digan que lo qué más hay son lagunas de ignorancia, y hablamos de alguien de hace muy pocos siglos.
No soy yo, evidentemente quien puede dar la luz al mundo de los símbolos, al conocimiento que en ellos se oculta y que nos ha sido hurtado, ya que no forma parte del adoctrinamiento que entendemos por educación, y esos maestros no están disponibles .
Y los símbolos están en la música, en la literatura, en la pintura, en la arquitectura, en la mayoría de las expresiones culturales que entendemos como arte, pasando delante de nuestras narices sin enseñarnos nada ya que desconocemos su interpretación.
Y su significado y su conocimiento se nos han ocultado a los más de los mortales por milenios, que lo que se ha propagado son las doctrinas, para poder de esta forma esconder el conocimiento.
Creo que el hombre ha perdido ya para siempre la posibilidad de conocer las estructuras que han conformado su cultura, sea esta cual sea, y nos hemos quedado con la sombra del fondo de la caverna.
Eso sí, estamos llenos de estereotipos hueros, que nos hacen creer sabios, o al menos con ciertos niveles de conocimiento, y no es más que el espejismo que siguen induciendo en nosotros los encargados de cuidarnos.
Quiero, repito, quejarme de nuevo, por la pérdida, me temo que definitiva de las raíces de nuestra cultura, ignoramos el papel de los dioses que conformaron el panel griego y latino, de la misma forma que el pensamiento que forjó en las culturas helenísticas y latinas lo que hoy es la base de nuestra estructura social, se ha perdido para la gran mayoría de los humanos occidentales, y no creo que la cultura milenaria china, por no ir más lejos esté basada hoy en día en sus grandes pensadores, en sus conceptos religiosos que fueron el fundamento de lo que creo hoy se ha perdido.
Nuestro estado de vulnerabilidad es hoy máximo, nada más fácil que manejar masas sin cultura, sin tradiciones, sin símbolos reconocibles en los que forjar su espíritu.
Adoraremos a San Samsung, o creeremos que nuestra historia es la mezcla de Star Wars con Juego de tronos. Y en ese momento, que ya está llamando a la puerta, cualquier máquina con inteligencia artificial será más útil que nosotros.
La carencia de enseñanzas de ese tipo en nuestras escuelas es una muestra más del adoctrinamiento al que sometemos generación tras generación a nuestros descendientes, como nuestros ascendientes hicieron con nosotros.
Buenas noches, y buena suerte

La defensa de Europa

A cada cuyo, le encanta acercar el ascua a su sardina, y a mí el primero, dicho sea con la necesaria sorna, y como estos días le estábamos dando vueltas al asunto europeo, hoy no he podido más que darme cuenta de lo importante que se ha vuelto el nuevo ratón parido en Bratislava por nuestros bien amados líderes, que no sé qué haríamos sin ellos, ya que los diarios de tirada nacional han considerado, en sus páginas de opinión dar un cierto aire al asunto.
Un poco de historia, esa que se remonta al final de la guerra mundial que ganaron los americanos del norte, y que como gran botín ha conseguido que todo el mundo hable inglés, y que el dinero duerma cerca de Boston.
Realmente, y muy en líneas generales, la guerra que inició Alemania, fue una respuesta del populismo local a la cicatería del resto del continente en cuanto a la compensación por los daños causados a los aliados de la Primera Guerra Mundial, de forma que se mantuvo como enemigo mortal, a una parte importante del territorio europeo.
A las primeras de cambio la bota alemana llegó hasta los Pirineos, y casi hasta Rusia, hablando del ámbito europeo. A Inglaterra le faltó el canto de un duro.
Sin la intervención de los Estados Unidos, posiblemente hoy el alemán sería una lengua mucho más hablada que el inglés, pero su intervención nos ha dejado unos lastres que hoy se nos muestran, al aflorar, como las serias debilidades que tiene Europa para seguir avanzando en su proyecto, bastante difuso a ojos de los ciudadanos, por cierto.
El primero está en que los dos nuevos bloques que se crearon, y que territorialmente abarcan desde Vladivostok a Ukrania, y desde la misma Ukrania hasta Japón, viajando siempre de Este a Oeste, tienen serias dificultades para un entendimiento amable, ya que ambos bloques aspiran a una supremacía mundial difícil de obtener. Sus campos de batalla están claros y se encuentran las más de las veces en el hemisferio sur, bien de la mano de intervenciones económicas, militares o simplemente de ideología política.
A los mercaderes europeos nos vino muy bien la aparición de la OTAN, ya que no hubiésemos sido capaces nunca en llegar a un acuerdo sobre defensa común, y el paraguas de la fuerza militar americana, nos ha permitido crear un enclave de consumo, hoy en día el mayor del mundo, y frenar los principios de convivencia que nos podría haber propuesto el bloque comunista.
Hay actualmente una zona, Eurasia, que está tomando una importancia estratégica grande en el juego geopolítico actual y que es objeto de un interés creciente entre los dos bloques. Los países surgidos como entidades independientes a la caída del telón de acero, están siendo objeto de deseo en el proyecto Ruta de la Seda, en el que Chinos y Rusos buscan una integración económica con alguno de esos países, como por ejemplo Kazajstán o Bielorrusia, sin olvidar al inestable Uzbekistán o a los países de la Transcaucasia tan importantes desde el punto de vista del tránsito comercial, como de la producción de energía.
Las negociaciones están en el diseño del sistema económico/político que se les puede proponer a estos países que aún están lejos en su PIB, de las zonas consideradas de confort, bien desde el lado Ruso/Chino, como desde el lado de la UE, que al final es el cliente diana.
Europa tendrá que ser mucho más proactiva en sus iniciativas, lo que en na estructura como la europea es casi una quimera, ya que lo único que podemos hacer es reaccionar, y en voz baja, a las iniciativas del otro bloque.
Federica Mogherini, alto representante de la Unión para asuntos exteriores y política de seguridad, presentó el pasado 28 de junio, en el Consejo Europeo, un documento sobre la Estrategia global sobre política exterior de la Unión en donde se marcan con una claridad meridiana las debilidades que en esta materia tenemos en Europa.
Una de las pretensiones fallidas de la Unión Europea ha sido el Plan Europeo de Vecindad, por el que se pretendía que la filosofía de vida que impera en Europa y sus valores impregnaran a nuestros vecinos, asumiendo que ese era el deseo de países como Moldavia, Egipto, Argelia, Bielorrusia.
Pero nada más lejos de la realidad, así que la señora Mogherini y su equipo dan por terminada esa estrategia, y proponen la solución burócrata de la utilización de normas, creadas a base de firmes compromisos con las fuerzas multilaterales, a pesar de la facilidad con que muchas de ellas se rompen, sin ir más lejos por parte de Rusia, el otro bloque en cuestión, en el caso de Ukrania.
Incluso las ampliaciones hacían territorios que no tienen nuestros principios de moral política y social, son de dudoso buen resultado, como han demostrado territorios del Este de Europa recientemente añadidos, más por necesidad geoestratégica del núcleo central de la Unión que por convencimiento de su idoneidad como socios. Pero mejor con nosotros que con el bloque Ruso/Chino.
Lo que sigue estando claro es la posición de absoluta debilidad de la Unión Europea a la hora de defender sus fronteras, y su política exterior de defensa. Es algo que se ha cedido a Washington desde hace demasiadas décadas, y que la salida del Reino Unido, con uno de los ejércitos más importantes de la Unión, introduce un elemento de incertidumbre a considerar.
Hay que tener en cuenta que en este momento los intereses americanos están mirando con mucha atención al otro lado del mundo, en concreto al Mar de la China, donde se está planteando una nueva zona de tensión en donde se mezclan ambiciones territoriales del expansionismo chino, temas de orgullo nacional contra Japón por sus capturas territoriales de finales del XIX, y los temas comerciales de tránsito de mercancías y energía donde el estrecho de Malaca, y un poco más lejos el de Ormuz, tienen una importancia económica enorme.
La exclusión de China en el tratado transpacífico de libre comercio, realmente no ha ayudado demasiado a calmar los vientos por esos mares.
Las tensiones creadas por el régimen de Corea del Norte, son con sus amenazas veladas a Japón otro elemento a considerar, ya que la guerra de Corea no está técnicamente acabada, que lo que hay es un armisticio de casi sesenta años, con intimidaciones constantes por ambas partes.
Esta situación puede debilitar la posición defensiva de Europa que carece de sistemas de defensa adecuados y de capacidad de reacción común frente a retos o agresiones externas.
Nuestra única defensa es que somos un mercado interesante, pero sin gendarmes, y eso podrá durar mientras alguien no piense que puede apropiarse del mismo por la fuerza, si lo considera oportuno, obteniendo algún nuevo beneficio, y olvidando, por supuesto, a los ciudadanos europeos.
Por último quiero recordar que los valores humanistas y democráticos que dan la apariencia a Europa que muestra hoy, no son compartidos por la mayoría de los países del mundo, que fuera de Australia, Nueva Zelanda, Japón, Unión Europea, Los Estados Unidos, Canadá, Israel y algún país sudamericano como Chile,(Perú, Argentina y Brasil en menor medida) o la misma Sudáfrica, en grados dudosos, poca democracia hay en el mundo, que de los casi ocho mil millones que somos apenas dos mil actúan en democracias más o menos aceptables. (Dejo la India en el saco de la duda, porque aunque “in pectore” se proclaman demócratas. Después de haber andado por esas tierras tengo muy serias dudas.
Y no lo olvidemos, los países que no siguen los principios democráticos, posiblemente no estén deseando adoptar estos sistemas.
Así que seguiremos siendo los mercaderes desarmados, que como las caravanas que cruzaban el desierto o bien se defendían ellas solas, o pagaban para que otros las defendieran, y eso dura mientras el pago sea superior al beneficio de la rapiña.
Buenas noches, y buena suerte

Corazón, corazón

Decía mi tío el médico, que solo hay dos tipos de enfermedades, las que se curan solas, y las que no se curan. En eso, y cambiando la profesión, estaba de acuerdo con Franco, que pensaba que si los problemas no se resolvían con el tiempo, no valía la pena acometer la búsqueda de soluciones.
Y las cosas en nuestra política, no ya nacional, sino europea y mundial en buena parte, parecen que siguen esos axiomas, que Blas Pascal también recomendaba, cuando alguien se enfrentaba a un problema al que no le encontraba solución, lo mejor era buscar uno, más complejo, y así olvidabas el que era objeto de tu ansiedad.
Nuestros dirigentes, cualquiera que sea su país de ejercicio, siguen, me temo, esas sendas a la hora de ejercer sus ministerios, y preferimos llenar páginas de periódicos y de informativos con la tos de doña Clinton, las hamburguesas de don Trump, las guarradas de la señá Rita, o las cacicadas del Guindos.
Y eso, de verdad, al final no es más que el grito de “The show must go on”, que siga el espectáculo, porque el interés de verdad es mínimo.
El sistema americano no necesita ni a Clinton ni a Trump más que como las figuras de guiñol que son, y las historias locales con las que se llenan los informativos están más cerca de las historias de Rosiíto que del interés real de los ciudadanos que gastan horas en escuchar y decir las estupideces más grandes que el orbe ha contemplado.
Hoy, sin ir más lejos, solamente Euronews, y en una posición no muy destacada, en la prensa que he leído esta mañana (País, Mundo, Abc, Vanguardia, Confidencial), hace alguna referencia al discurso de Junker, pero lo importante son los resultados del “jumbor”, y las noticias políticas que yo enmarco en “Corazón corazón”, que si uno fuera la Obregón, o el Lecquio, perdón Conde, Conde Lecquio, les pleiteaba por intrusismo, que cada día cuesta más una primera página del ¡Hola!. Y no es que Junker vaya a resolver nuestros problemas, que son solo tres, pero él, la organización parlamentaria europea, y el tinglado burocrático de la Unión, nos cuesta una pasta gansa. ¿Sabían ustedes que el edificio de la sede del Banco Central Europeo en Frankfurt está valorada en casi mil quinientos millones de euros, sin ir más lejos?
Estas charlotadas que son las elecciones autonómicas, se van a centrar en eso de que yo soy más vasco o más gallego que tú, porque los verdaderos problemas que tienen sus sociedades no se van a considerar de forma seria, que aunque son vitales para nosotros y para nuestro futuro, no parece que den votos.
Hay tres problemas que deberían centrar nuestras exigencias, ya que de su solución depende en buena medida nuestro futuro, y todo lo que se hace, aquí y en Sebastopol, es mirar hacia otro lado cuando se plantean, normalmente en foros elitistas con poca repercusión en la masa que se humilla mirando al móvil en busca del “me gusta” de Chuchita o de Pololo.
El primero es que el gasto de los Estados está por encima de su recaudación, y una de dos, o recaudan poco, o gastan demasiado.
Lo de recaudar poco, quizás sea cierto, pero no del lado de los ciudadanos, que pagan su cinco por ciento de seguridad social retraído directamente de su sueldo, más otro treinta por ciento que, sin que lo vea directamente el trabajador, ingresa en las arcas de la seguridad social la entidad para la que trabaja, más entre el veinte y el casi cincuenta por ciento de su salario en concepto de IRPF, más un veintipoco por ciento cuando se compra unas zapatillas para pasear por el parque, más el añadido fiscal que va en la factura de la luz, en la factura de la gasolina, en el vermut del domingo, o en el pitillo post polvo. No parece que por ese lado se pueda trincar más, aunque cosas más difíciles se han visto.
Hay otros ciudadanos, claro que jurídicos, que cuando pagan un diez o un quince por ciento de lo que ganan se rasgan las vestiduras y se quieren ir a Panamá, por lo menos….ahí quizás algo se pudiera hacer.
Pero del tratamiento de esa diferencia entre ingresos y gastos del Estado, nadie dice ni pío, que el establishment se te echa encima, que no se trata de quitar maestros de escuela o de cerrar los hospitales, que se trata de que todos paguemos, físicos y jurídicos de forma equitativa, y formas de conseguirlo las hay a montones. Pero eso se arreglará con el tiempo, o reventará, que a mí, con cuatro años de legislatura por delante se me da una higa.
La segunda parte de la historia, es que estamos endeudados hasta las cejas, y que eso nos cuesta unos treinta y cinco mil millones al año del bolsillo de todos y cada uno de nosotros, cifra por cierto asombrosamente coincidente con lo que se necesitará añadir al sistema para pagar las pensiones dentro de unos años.
Y no, no escucho debatir quién tiene que pagar esa factura que han creado por los ciudadanos/súbditos que andamos humillados por la calle mirando el móvil, las injustas formas de repartir los ingresos fiscales necesarios, entre los físicos y los jurídicos.
Y la tercera, es que nos hacemos viejitos, ¿vitte?, y ¡ejem!, esto de las pensiones, buufff, no va a haber quien las pague, que no hay forma de que os muráis cuando se necesita, que desde los sesenta y cinco hasta los ochenta y tres, hay casi veinte años de subsidio, y que dentro de veinticinco años serán diecisiete millones de españoles esperando el subsidio. Pero mira los de Lituania, o Letonia, o Estonia, que no me acuerdo, que hasta los setenta no te jubilas, (aquí ya andamos por los sesenta y siete). Así que detrae de lo que no te hemos quitado en impuestos de tu salario otro diez o quince por ciento, y así nos das ese dinerito que gestionardemos, vía productos financieros opacos de esos que gestionan los amigos de Goldman, de BNP, de J.P.Morgan, previo cobro de comisiones de gestión, pase lo que pase, y sin la garantía de que no se lleve tu capital o una crisis o un desalmado.
¿Trabajar hasta los setenta?, ¿por qué no?, la mayoría encantados, pero la decisión no es del trabajador, que es de la corporación que le contrata, y que a la que cumple los cincuenta, le parece que lo mejor sería quitárselo de encima, que quizás es demasiado el precio que hay que pagar por su experiencia, y que no se necesita, que la hoja Excel que toma las decisiones es más barata, o esa cosa que se llama inteligencia artificial piensa más barato, o que puedo llevar tu puesto de trabajo a paraísos donde la esclavitud está permitida y alentada.
Y digo yo, ¿por qué no paga quien crea el problema?, siempre y cuando el problema no lo creemos los ciudadanos por no morirnos a los cuarenta y cinco años como hacen en Bangla Desh, que eso si que son ciudadanos responsables, y no nosotros que insistimos tozudamente no solo en vivir hasta los ochenta y muchos, sino que al final de nuestras vidas nos empeñamos en utilizar los servicios sanitarios y los subsidios de pensiones que hemos pagado durante los años que nos han permitido trabajar.
Cuando esos debates que deben preceder a las soluciones, de estos tres grandes problemas, sean lo que llene día tras día las páginas de los periódicos por encima del problema que representa el índice de masa corporal del señor Trump, o las similitudes veladas de doña Clinton con la dama de las camelias, o la victoria agónicamente épica del Madrit (ens roba), con detalle sentimental de su delantero, o los problemas de la exalcaldesa valenciana, que deberá comprar un puesto de frutas en el mercado central para sobrevivir desde ahora, o los Sorias que se caen de los Guindos, o el flequillo molt honorable, o yo soy más de mi pueblo que tú del tuyo, y si digo que no, es que no, empezaré a creer que no se me trata como en internet, donde me han hecho creer que soy el cliente y lo que soy es el producto a la venta.
Buenas noches, y buena suerte

Hoy toca Europa

El estado de la Unión se empieza a desarrollar hoy en el Parlamento Europeo, y puede darnos la sensación de que estamos delante de un ejercicio democrático de primer nivel, que sin entrar en odiosas comparaciones con otras áreas del Globo, creo que no deja de ser una burla para los ciudadanos/súbditos que poblamos este Viejo Continente.
Seguramente el señor Junkers, se quejará del repunte de los populismos, y del daño que esto puede acarrear a sus súbditos ¡uuhhh!, que viene el lobo.
Nos recordará que esto no es un gran país, aunque ya lo sepamos, y que desde demasiados puntos de vista no deja de ser una casa de lenocinio con “madame” incluida. Seguro que nos pedirá que dejemos, en los países que conformamos la Unión, de pensar como país, y empecemos a darnos cuenta de que esta Unión Europea es una panacea para todos nosotros.
No sé yo lo que pensará de ello el parado de más de 45 años y que lleva cuatro o cinco buscando trabajo, ese, que un sistema europeo le arrebató por un quítame allá esas pajas de una supuesta crisis, de un desplazamiento de la producción hacia zonas de esclavismo, o de cualquier otra historieta que a alguien se le pueda ocurrir.
Lo que el señor Junkers no dirá, es que el Banco Central Europeo, está lanzando 60.000 millones de euros al mes a interés cero para que se mueva la economía haya inflación, y crecimiento, pero que si esa cantidad se repartiera entre los desempleados de la zona Euro, alrededor de dieciocho millones de ciudadanos, tocaban a más de tres mil euros al mes, e iban a mover el consumo a velocidades de vértigo. No, eso no lo dirá, y si alguien lo menciona, no habrán de faltar argumentos técnicos y acusaciones de populismo, que honestamente no sé lo que quiere decir, con precisión, que una idea general si tengo.
Lo que tampoco creo que nos diga el señor Junkers, es la posición europea acerca de la nueva ola de renacionalización de entidades, bien financieras, bien industriales. Se ha empezado por los rescates bancarios, (que Bankia es mía, por ejemplo) y al parecer se van a comprar participaciones de ciertas empresas, esas que son muy, pero que muy grandes, y no se descarta que al final se acaben comprando participaciones industriales, es decir, acciones, o lo que es lo mismo participaciones que pueden devolver al ciudadano/súbdito el capital de cosas como Telefónica, Campsa, Tabacalera, Argentaria, Iberia….que cuando se vendieron por parte del Estado, es decir, por los ciudadanos, no recuerdo haber recibido ni un duro de aquellas transacciones.
No nos dirá el señor Junkers, que los beneficios obtenidos por las grandes compañías, deben cubrir las responsabilidades sociales que generan solo por actuar en los mercados, y que todo no vale, no señor.
Y se quejará, no de que el Reino Unido deje a Europa, sino de que no lo haga deprisita, que para mañana es tarde, que esas cosas de las incertidumbres les van muy mal a los mercados, y aunque en los estratos de la gente que trabaja, las incertidumbres son enormes, lo que importa, ¿verdad señor Junkers?, son los resultados a fin de año de las corporaciones, y las previsiones del año que viene.
Seguramente, usted, que creó un paraíso fiscal en su Luxemburgo de origen, tendrá la desfachatez de quejarse de que los irlandeses le copiaron el sistema, tendrá la poca vergüenza de afirmar que los impuestos deben ser pagados por las transnacionales allá donde generen sus beneficios….seguramente cree usted, y en parte lleva razón, que los ciudadanos/súbditos, de esta Europa que camina con la cabeza humillada mirando en el móvil las consignas que se le lanzan, son imbéciles, y de esa forma no se darán cuenta de lo fácil que es derivar impuestos utilizando argucias como los contratos de asistencia técnica, el pago por servicios de alta dirección, los incrementos de los precios de transferencia de los bienes objeto de la transacción, y sobre todo, lo difícil que es y lo caro para la administración controlar esos cientos de miles de contratos que cruzan Europa cada día. Yo mismo, dentro de la legalidad más absoluta, he trabajado con ese sistema.
No nos dirá el Señor Junkers, que una posible solución es hacer pagar tasas de acceso a los mercados a las compañías transnacionales en función de las valoraciones de los mercados a los que se accede, como ocurrió en su momento con las tasas que se establecieron a las compañías telefónicas por el acceso a las redes móviles….¿no nos acordamos?.
Seguramente, el señor Junkers suelte una lagrimita por la dureza de la vida de los refugiados de esa guerra en Siria, de esa guerra en Libia, de esa guerra en Sudán, en Eritrea que no hace más que llenar de población no deseada nuestras impolutas costas que no deberían usarse más que para el disfrute playero, pero nunca reconocerá que estos lodos tienen su origen en el corazón de Europa, en el reparto que de Africa, y del Imperio Otomano se realizó a principios del siglo pasado. Y sí, señor Junkers, la dulce Francia, la laboriosa Alemania, la bella Italia, la incomprensible Gran Bretaña, y hasta esa Bélgica que tiene usted al lado de su pueblo, están en el origen de todo esto que hoy molesta, de la misma forma que en Siria, hoy la guerra aparte de otros componentes propagandísticos, como la religión, el tribalismo, el señor Assad, lo que esconde es la lucha por el control del transporte de energía, desde sus fuentes de producción a uno de sus mayores clientes, Europa. Y no es lo mismo que los oleoductos y los gaseoductos vayan hacia Rusia o que vayan a Europa por Turquía o por los puertos mediterráneos. No creo que nos diga la verdad en eso.
Pero seguramente se quejará de que el TTIP esté con neumonía, como la señora Clinton, y muy posiblemente nos apechusque usted con el hecho de lo importantes que son las exportaciones para este mercado europeo que es el mayor del mundo, que la importancia del comercio es fundamental…..ya lo sabemos, pero lo que no es tan fundamental es que el poder de los ciudadanos, si esos que van por la calle con el testuz a punto de descabello mirando al móvil, se pase a las transnacionales, que sean ellas las que marquen las normas de juego en cuanto a los que nos venden, como lo hacen, y cuanto nos cobran por hacerlo. Que lo que no queremos es que la justicia pase a las manos privadas que pueden suponer los tribunales de arbitraje. Que yo no quiero pagar una multa por poner en un paquete de tabaco que fumar mata, y eso sea considerado lesivo para los beneficios de la tabaquera de turno, cuando realmente deberían pagar los costes sanitarios derivados del consumo de su producto.
Que yo no quiero que me envenenen, que no quiero que me vendan coches tramposos, que no quiero que me pisoteen las compañías aéreas, las de alquiler de coches, las hoteleras, las de electricidad, gas, o productoras de bebidas edulcoradas, cuando al información que me dan para que use sus servicios es generalmente tramposa. Sí señor Junkers, meta su TTIP en el cajón de donde nunca debió salir, que aunque no sea la mejor del mundo siempre preferiré un tribunal de justicia ordinaria, aunque sea español, que un tribunal corporativo cono esos de la FIFA.
Y poco más que añadir, que me aburre todo este tinglado, y que no, que tampoco creo que la solución esté en la señora Le Pen, o en el señor Iglesias o similares, porque tanto ellos como los demás componentes de ese Parlamento que tiene usted delante de su atril, y al que se dirige, no piensan en sus súbditos/ciudadanos, piensan en sus corporaciones, que son los partidos políticos.
Buenas noches, y buena suerte