Gloomy sunday

Gloomy sunday, cantaba Billie, y a uno se le parte el corazón, porque Billie, como nadie, entendió que era eso de estar gloomy.
Y cantó blues, entre otras muchas cosas, porque era la única manera, aunque la reivindiquemos los españoles, de espantar sus males, porque otros se me han puesto blue también, no sé quizás como George, que le da por ponerle ese color a una rapsodia musical, pero no es lo mismo.
Como no es lo mismo, desde tu ático de Park Avenue, decir que New York te parece blue, y le plantas a tu peli la rapsodia de George para que nos enteremos, y es que Don Woody tiene esas cosas.
Pero Billie no, Billie te cantaba desde su alma gloomy, que ni siquiera esa suite en Jazz número 2, que empieza algo blue, puede aguantar sin romper alegre

La canción ya te deja gloomy, al escucharla, que gloomy es algo más que blue, que como no sé inglés, me suena a melancolía sin remisión, a estar hundido, hecho unos zorros que diría el castizo, y encima te quedas embobado mirando por la ventana, solo desde tu habitación, el domingo por la tarde, y se pone a llover.
No es para abrir la ventana y tirarse por ella, porque entonces ya no estás gloomy, eres una masa espachurrada, y eso no es cool, qué queréis que os diga.
Y es que cuando estás blue, la cosa se arregla con Prozac, o con una farra, la depresión se trata, la melancolía es un estado del ser.
Y Billie, transmitía a los que solo la conocimos por su música y por la vida que nos contaba a capítulos detalladísimos el malogrado Cifu, esa melancolía del que solo puede recordar los sueños, esos que nunca se hacen realidad, y que ves florecer en mundos que no son el tuyo.
Esos seres humanos que son todoo sensibilidad y que el mundo oscuro que les es dado se empeña en destrozar cualquier atisbo de luz, y lo que consigue al final es un brillo cegador, mientras el ángel gloomy, se descompone ante tus ojos.
Yo a veces he pensado, he creído incluso que me invadía esa melancolía de tarde de domingo, cuando desde tu ventana, solo ves el infinito de la pared de otro edificio que parece no estar de tanto robar tu intimidad, tu paz. Pero no, no es el sentimiento de Billie, lo mío es más blues, de esos que yo mismo me quito con un poquito de Laverdolive de buen año, que no me cueesta encontrar entre el marasmo de mi música un himno a la alegría, o una furtiva lágrima que te lo cura todo…(al Prozac aún no he llegado).
Y puedo seguir disfrutando de B.B.King, o incluso de ese rey del Mississipi que era Longhair, porque ellos no me podían llevar a la melancolía, ni ellos ni nadie, bueno Billie te hacía un sitio a su lado, pero era muy difícil asentarse ahí. Había que ser de una pieza, y yo soy un puzzle de infintas piezas.
Ayer escuchaba el Vals triste de Sibelius, y parecía gloomy, pero no lo era, porque el sentimiento de Billie, nace de haber sido violada a los once años, y ahí la melancolía es de la infancia que te robaron, y esa es irrellenable.
Que la melancolía de Billie se forja en las palizas que sufre cuando prostituía su cuerpo para comer, para cantar, para intentar vivir, y es la melancolía por el respeto que sabe que existe pero nunca le llegó a ella.
Todo revienta en ese gloomy sunday, donde la melancolía por no haber tenido que necesitar la heroína, el alcohol, para sobrevivir al entorno, es la que llena su canción tras los cristales de ese domigo melancólico.
No George, no puuuede transmitir eso, ni Sibelius, ni siquiera Longhair, no han podido estar gloomy nunca, llegaron a blue, como mucho, como yo, y ellos se lo curaron cada día, que su melancolía es pequeña, no es melancolía, es como la mía como mucho. Un capricho frustrado que soporta un mohín de desagrado.
A Billie, como a Edith Piaf, solo se las entiende cuando desgarran «My man» c’est a dire, mon homme, y ambas sienten esa melancolía por tener el compañero que cante con ellas cualquier canción.
Porque ni trompetistas, ni siquiera boxeadores tuvieron la sensibilidad necesaria que necesitaban para huir de la heroína, y creo que se sintieron melancólicas, gloomys por no haber recibido el cariño y el respeto de un entorno en el que volcaron su vida.
Compartiré desde mi comodidad la melancolía seria de estas mujeres, (soy más Billie que Edith), porque su raíz me es ajena, que a mi no me parieron debajo de una farola, que estaba madre en casa, y por las vías circulaba el tren de las tres.
Voy a buscar entre mi música algo gloomy, en el convencimiento de que será solo blues, que esta noche no quiero mancillar a Billie escuchando su música, esa música que merece solo ser soñada.
Si en ese sueño me invade la melancolía, sabré que no lo es aunque me engañe, y crea que estoy tras los cristales de cualquier ventana, cualquier domingo, en cualquier suburbio donde aun no han llegado los ordenadores evangélicos, y la misa se da casi tridentina, con el oficiante que ni te mira ni deja de mirarte.
Así, queridos amigos, hasta mañana, espero, que creo que encontré algo que me lleva al estado blue, como ese aria de Les pecheurs de perles, que cantó como nadie Don Alfredo, y que seguro teneis por ahí escondida en vuestra discoteca.
Disfrutad de la melancolía, que es blues para nosotros.
Le bon Dieu vous la donne

Lilith, o qué miedo dan las damas.

Parece que en las tradiciones sumerias, se reconoce a Lilith como la primera mujer, y se describe como es creada a la vez que el primer hombre. La tal dueña, una vez enfrentada a su compañero Adán, empieza a exigir derechos de igualdad: «Creó pues Dios al hombre, a su iagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó».
Como consecuencia de la reivindicación, Adán se pone plasta, y exige al Creador que arregle el entuerto, que la tal Lilith no acepta la sumisión que se le debe al macho, es más, durante el coito quiere estar encima…nunca por tanto hubo armonía entre la pareja, así que Lilith, al parecer pegó un portazo, dejó el Edén y al borrico de Adán con un palmo de narices se fue al Mar Rojo, donde vivían muchos ¿demonios?, y allí se dedicó al fornicio descontrolado, según la tradición judaica que a buen seguro no tiene mácula feminista alguna.
Y es que el pobre macho es así, que cuando una hembra le dá con la puerta en las narices, hay que desprestigiarla, que si va con otros hombres después de haber estado contigo, ya es la gran prostituta, olvidándo el significado real de la tal palabra, vamos como dice el libro Sagrado, la Gran Prostituta de Babilonia. ¡Qué cosas!.

Esto es muy rompedor, aunque estuviéramos al principio de los tiempos, así que una exigencia de un ser, que según nos cuentan las tradiciones y los esoterismos, encima estaba creada a partir de materiales putrefactos y de deshecho es intolerable que nos venga con esas historias de igualdad.
Asi, la creación de Eva fue el resulltado del fracaso de la creación de la primera pareja especialmente por la insistencia de la tal Lilith en demandar en el sexo la posición dominante, que no quería ser sumisa al hombre, y como nada hay más sumiso que el que hayas nacido de varon, se buscó que Eva fuera generada de una forma que no permitiese dudas, a partir de una costilla de la más noble criatura de la Creación, el Hombre (después de Dios, claro).
«Yahaveh formo entonces a Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había formado a Adán. De la unión de Adán con esta hembra y con otra paercida lamada Naamá, hemana de Tubalcaín, nacieron Asmodeo e innumerables demonios que todavía atormentan a la Humanidad. Muchas generaciones después Naamá y Lilith, se presentaron ante Salomón disfrazadas como rameras de Israel» (textto sacado del Yalqut Reubení, colección de comentarios cabalísticos acerca del Pentateuco, recopilados por R. Reuben ben Hoshke Cohen muerto en 1673 en Praga.
Bueno como vosotros no sois lectores cualquiera, si quereis más datos de los que yo pueda aportar en éste, leed ese magnífico libro de «La historia empezó en Sumer», perdón, quiero decir recordadlo, a no ser que queráis navegar por textos de cabalistas, o lanzaros a los estudios talmúdicos.
Empezamos estos años en los que la era de Acuario se nos echa encima y se nos recuerda que el tiempo de la mujer está llegando, que esas Tanit mediterráneas podrán resurgir en cualquier instante para conseguir que el tercer pecho que se le fue a la diosa y con el que perdió el poder, puede crecer en cualquier momento.
Esta Lilith encarna, al parecer todo aquello que aterra al macho, al macho dominante, el poder de su sexo y de su humanidad supera cualquier cosa que nosostros los chavalotes podamos siquiera imaginar. Y diremos entonces que lo fácil para los mitos fue demonizar a esta primigenia mujer, y resolver el tema buscando una Eva sumisa creada del hombre, que yazca bajo nuestra tripa. No está mal.
Y dice la leyenda algo que aterra al macho, y es que la tal Lilith, una vez convenientemente demonizada podía apropiarse del semen fruto de las masturbaciones de los hombres que yacían sin hembra, nunca del que estuviera dentro de otra mujer.
Yo me parto, que me da que todo lo que esperamos los hombres, los machos de cualquier especie, es poder transferir nuestros genes a la siguiente generación, y al final, solo la mujer puede hacerlo y reconocer su prole, a nosostros ese beneficio solo nos lo puede conceder la mujer, y ahora los aburridos test de paternidad.
El papel de zángano que la naturaleza nos ha guardado parece que no nos gusta un pelo, pero es lo que hay chicos, que nuestra única fuerza reside en nuestros músculos, (el que los tenga, claro).
Nuestra venganza es tremendamente cutre, queremos mandar en lo superfluo que lo importante de veras nos está vedado, y esa Lilith, maldita por todos nosotros es la lamia, la bruja, la que roba a los niños de sus cunas, es al final el miedo del macho, que transforma su debilidad en difamación.
«La ladrona del semen no utilizado adecuadamente, es decir en el interior de la mujer no adúltera».
La verdad es que las gastamos peludas, que al fin y al cabo, esto parece esa propaganda de guerra, destinada a destruir el prestigio del enemigo, y tras milenios de difamaciones, nos encontramos que el ser, diferente al Dios Padre y al Primer Hombre, debe ser anatemizado, y solo porque se pone a exigir un trato justo..(no quería ser más que Adán, quería ser su igual), se transforma en la Gran Enemiga.
Es el vampiro primigenio, como se recoge en la tradición egipcia, y Anne Rice nos describe en toda su ¿maldad?, en sus sagas vampíricas, y es porque etos machitos que andamos por el mundo, la verdad es que estamos justitos de cacumen y llenos de miedo a nuestra debilidad.
La soledad que nos deja la marcha de las Lilit que pueblan el universo, intentamos llenarlas, como dice Adán, en primera instancia con la compañía de animales, pero siempre al final, nuesra cobardía nos hace encontrar una Eva hecha a medida, y que no pueda ser libre.
As´, que ya sabéis, mientras más se oprima a la mujer, hasta hacerla parte del costado del hombre, más imperfecta será nuestra vida, que hay que acercarse a Lilith, aunque después te devora como una Mantis religiosa hace con su macho, cuando ha acabado.
Con su pan se lo coman

Tardecita de fútbol

No quiero llegar al aburrimiento que produce a veces la normal pertenencia a una sociedad monótona. Es como la vieja canción de las monjitas de Santa Clara que pasan todo el día del coro al caño, y del caño al coro.
Y la verdad es que creo que deberíamos intentar romper ese círculo vicioso monjil, que a lo mejor para las de Santa Clara es conveniente, pero yo corro el riesgo de empezar a ver como la boca se me abre demasiadas veces en poco tiempo. Pero es difícil.
Es difícil porque cuando abres el periódico por la mañana, como no haya sucedido un accidente terrible, un desastre natural, o cualquier otra barbaridad, lo que lees es intemporal.
Intemporal como la eterna persecución del político presuntamente corrupto, que parece que siempre es el mismo el perseguido, pero no, se van renovando, trama tras trama, en nuestro país, en Francia, en Brasil, en cualquier sitio.
Sofisticación de ingeniería financiera, que parece todos aprenden en la misma escuela, que parece lo enseñan en el mismo curso. Y si, debe ser algo así, porque parece ese mundo un ente gobernado por la misma especie.
Y lees que el fiscal del caso no se atreve, que el juez necesita medios, que uno amenaza, que otro busca amiguetes, que aquel dice que no se enteró, que aquella lloriquea como la rubia tonta que se equivocò de làpiz de labios para el baile de la graduación.
Es aburrido, porque de Roldán ya hicieron la peli, y es como śi se dieran instrucciones a las generaciones que siguieron en cada fotograma.
En la carrera presidencial francesa, al menos dos de los aspirantes están seriamente encausados, cada uno por su historia personal, cada historia más cutre, más sórdida, y nosotros iremos como los gorrioncillos que somos con nuestro papelito a la urna, y con la sonrisa de un bonito día de exaltación democrática.
El motivo por el que nos llamen es indiferente, en el Reino Unido apovechamos las debilidades de los competidores políticos, en Francia porque toca, en Turquía porque si no me aferro al poder, se me echa la ley encima, que dicen que el sultán trincó más que quien yo me sé en las obras del AVE, de ese que cumple veinticinco años.
Es aburrido, es muy aburrido, porque aquí y en Sebastopol hacer trampas desde el poder, por muy precario que sea ese poder, es siempre barato, porque si con ochenta tacos le digo al juez que he robado quince millones de euros hace no sé cuanto tiempo, porque lo hacía todo el mundo, y una vez dicho me largo a tomar mi´vermutito de Reus al bar de la Sagrada Familia de toda la vida, es que las cosas funcionan de una forma diferente a las que quizás debieran.
A lo mejor es más útil el sistema brasileiro, que van de doscientos en doscientos a los juzgados, pero a la cárcel, a la cárcel, es dificil, que las cárceles brasieliras son muy duras, que nos llevamos demasiado a Panamá de las partidas presupuestarias destinadas a su mantenimiento.
La dimisión que a veces se produce, siempre me ha sonado a lo mismo:
– Chico deja el puesto a otro que ya has trincado bastante….
No lo sé, se me confunde todo, no se si Iñaki, Momentín, Pujol, Serra….son todos como Zaplana, como Chaves, como…creo que son socios, y además socios de los Ferroviales, de los ACS, de los Fomento, de los eléctricos. Que no me llega el coleto para ver que compañías encausadas por soltar pasta a estos pollos puedan seguir asistiendo a licitaciones públicas, como Siemens sigue vendiendo trenes, o poniendo catenarias. No lo sé, o sí lo sé.
Lo que tengo claro, es que tengo pedida plaza de mosca en la pared, para donde me dejen ustedes, que igual me sirve el palco de un equipo de los ḿuy grandes, solo dos de hecho, o en el despacho de la Moncloa, o en la concha de la madre de alguno de los muchachos que juegan estos miserables partidos.
Alguien me contaba, que en este país, en el que deliberadamente la intervención del estado está infradimensionada, en el que el tribunal de cuentas lleva tres años de retraso, en el que los ĺegajos rebosan los´juzgados, pagamos sobre los gastos del estado un sobreprecio de casi el veinte por ciento.
Y eso significa que posiblemente sin esas prácticas vergonzosas y parece que delictivas, el estado no debería el dinero que debe, significaría que a lo mejor nuestro nivel de paro andaba por el tres por ciento en vez de casi el veinte, que los que necesitaran asistencia por sus condiciones personales la tuvieran antes de morirse.
Habrá pues que ver el fútbol, habrá que verlo, a sabiendas de que la cámara de trescientos sesenta grados será capaz de fotografiar los pelos púbicos de cualquier futbolista, pero las conversaciones del palco…¡Ah!, las conversaciones del palco son privadas, aunque se hable del próximo gasto del estado a mi costa, claro.
Y a ver si cuando nos cuenten qué pasó en el campo, no se empeñen en comentarme lo que he visto, los goles, si los hay, los comportamientos innobles de los jugadores o la rubia de la grada. No me expliquen eso, por favor, narren el palco, y díganme que cuchichea Floren con el ministrillo que le´han puesto al lado, y sobre todo que me expliquen qué tiene el ministrillo que no tenga un ciudadano anónimo. Sí ya lo sé, la diferencia es que maneja presupesto público.
A lo mejor veo el partido, a lo mejor no, a lo mejor dejo que me lave el cerebro cualquier otra cosa, que mis amigos se empeñan en que disfrute de Led Zeppelin, y si es necesario, lo hago, por agradar mayormente, que llevo escuchándolo más de cuarenta años y no soy capaz de ponerme en los zapatos de esa cultura calvinista que rezuman tras sus pelos y sus barbas.
Y puestos, como hoy es San Jordi, quizás lo inteligente sea leer de nuevo a los cuentistas rusos, o a los japoneses, que son cortos y tienen moralina, de esa que sirve para alimentar el más triste y aburrido de los onanismos.
Con su pan se lo coman

No sabrán qué leen

Parce que andan por ahí diciendo que se suprime la asignatura de Literatura en nuestro sistema educativo, especialmente en los cursos que acercan al alumnado a la Universidad.
Supongo que será cierto, aunque no he visto nada en el B.O.E. que cada día leo menos esas cosas, y puestos a que me manipulen, pues me hago caña de bambú, que diría el chino listorro, y a dejar que vengan riadas.
A mí ya me pilla muy mayor, que chupé latín, que no griego, y me empollé la literatura desde Homero hasta León Felipe, por lo menos, que lo que vino después ya no fue cosa del cole, pero me parece incongruente.
A ver, me parece incongruente, o al menos lo que me parece es que quieren bombardear a mi Carmenita, que quiere regalar librucos a los neonatos, y los peperos con tal de reventar la propaganda de la alcaldesa, cualquier cosa, hasta suprimir la literatura de sexto de bachillerato, que luego viene la peña, te lee el programa del partido, lo entiende, y si te descuidas te lo demanda.
Ya le dije a doña Carmena ayer, que debía temer a la Espe y sus secuaces, y aquí tienes, la venganza caliente, que estos son así.
Y es que me da que entre lo del libro y lo del bus con caricaturas, a estos pollos se les ha cargado el tintero, y va a pagar aquí desde Unamuno a Gracián, sin anestesia.
Así que los niños que reciban el librito, cuando sean mayores, y sus papás (los que no hayan puesto las hojas en el clavito de al fondo a mano derecha) les dejen por fin leerlo, se encontrarán que no saben de qué va la historia.
La historia del autor, del contexto en el que escribió su obra. No sabrá como a través de las páginas que han compartido con nosotros tantas y tantas personas, como la humanidad se ha ido enfrentando a problemas y retos, esos que cada día la vida va poniendo delante de todos y cada uno, así que a empezar de cero o tirar de fe en el político, en el religioso, en el del banco, en el de la luz….formas de fanatismo a la postre.
Pues nada, ni filosofía, ni latín, ni griego, ni literatura, ni siquiera una buena historia de las religiones…porque lo de la asignatura de historia que anda con más manipulaciones encima que la masa del panadero, me suena a sarcasmo.
No sé si al final se atreverán, aunque parece que al menos algún diario ha recogido el rumor o la noticia, pero tampoco me importa demasiado, porque sé de buena tinta, que con los chips que se andan cociendo por ahí, el conocimiento cumplirá el sueño del vago, será por infusión. ¡Ah, la ciencia infusa!
Y que nadie tema, seguro que las nuevas herramientas que la tecnología tiene preparadas solucionan el problema, seguro, y si no, como la cosa va de buscar esclavos low cost, mientras menos piensen mejor, mientras menos sepan, mejor. Y es que en Bangla Desh no te discuten el convenio, que no lo entienden, y si hay que competir, hay que competir.
Los cabreos que cojo con todas estas vainas son realmente monumentales, y como en el fondo, aunque quiera sacudir patadas en las gónadas de todos estos, prefiero no salirme de mi tono pausado, no sea que consigan que deje de ser yo mismo y me transforme en un energúmeno de esos que no piensan pero andan con la visión tan corta que se te mosquean si creen que te han visto mear en la tapia del convento.
Así, que cuando esta tarde llegue el momento de la siesta, este mosqueo se me habrá pasado, haciendo, eso sí, masa con el que seguro se descuelga después de comer, que no se están quietos.
Pero vayamos a otra cosa, que parece que el mundo al final le dará la razón a Machado como ya se la dio España en su momento:
“españolito que vienes
Al mundo te guarde Dios
Que una de las dos Españas
Ha de helarte el corazón”.
Pues empezaremos a hacer recuentos de cómo se están dividiendo las sociedades en nuestro mundo, que casi la mitad de los turcos quieren un amo, que casi la mitad de los ingleses quieren salir de Europa, que casi la mitad de los yanquis quieren a Tito Trump, que casi la mitad de los catalanes “volem llibertat”, y ahora en Francia que andan cuatro al veintipocos por ciento en la intención de voto.
Las sociedades divididas, bien divididas, por favor, que si de Sánchez, que si de Díaz, y así ad nauseam, que si pregunto casi la mitad no quiere Literatura, que solo hay cien por cien en los que quieren smartphones.
Y como los hemos votado comprándolos conscientemente, se han transformado en nuestros jefes de gobierno, y de nuestras vidas. La mitad con Gürtel, la mitad con yo qué sé, y el Marianico a declarar que lo suyo huele a dejadez, o a “de esto como yo también”.
Dejemos pues que todo el antiguo mundo se vaya poco a poco por el sumidero, que a lo mejor es lo que tiene que pasar, que con los robots esos que nos hacen los ruskys, ni soldados para matar vamos a necesitar, que tenemos al terminator de turno pegando tiros infalibles a sartenes del revés.
Pero que nadie se preocupe, que si los soldados son robots, solo podrán matar robots, que la primera ley de la robótica para eso es muy estricta, y acabaremos con drones pegando tiros a robots, mientras nosotros seguimos a ver que ha dicho Chuchita de mi último mensaje o del último modelo de pintura para la chapa del bicho.
Y si además aunque leamos no entendemos nada de lo que está pasando, mejor, así no mareamos, que eso de explicar cómo funciona un préstamo sin leer “el mercader de Venecia”, ni ver las consecuencias de las emociones humanas, sin conocer al bardo, o a Flaubert, o a Camilleri, o a Truman Capote, es mucho más sencillo para quién lo explica.
Seguiré amando la literatura, aunque estos gobiernos que a saber a quién representan una vez bien llenados sus bolsillos, la quieran quitar de los planes de estudios.
Además los muy “astuts” van y lo proclaman en las cercanías temporales de San Jordi mata L’araña. Temendo.
Con su pan se lo coman.

Los libritos

Doña Carmena nos ha sorprendido a todos, que nos acaba de decir desde su puesto de concejal eventual, (con el paro que hay, y acaparando curro) de la cosa de la cultura madrileña, que se va a gastar unas perras de los contribuyentes de esta Villa y Corte en regalar libros a los niños que nazcan en Madrid, durante no sé cuánto tiempo.
¡Ay! Doña Carmena, que porque las damas no cumplen años, que si no diría que usted chochea, porque jamás se me ocurriría pensar que es usted una inepta, que no lo es, o que es usted dueña de una editorial que va a suministrar los tales libritos.
Pero no, lo más probable es que ni chochee, ni ande usted en los otros supuestos, aunque quién sabe, porque estoy seguro que con su demostrada inteligencia preclara, habrá advertido que en primer lugar, los niños recién nacidos, eso del leer no les viene de momento.
Sí, ya sé, que todo se andará, que tarde o temprano el angelote será más o menos letrado, y si los planes de educación del gobierno que sea no la pifian como siempre, incluso es posible, si el texto no es demasiado complejo que hasta pueda entender algo. No lo sé Doña Carmena, no lo sé, que largo nos lo fía usted, eso sí, pagando de mi bolsillo por adelantado.
No recuerdo haber leído qué libro se va a presentar a los neonatos, y mucho menos en qué idioma estará escrito, que a lo mejor a los chinos se les pondrá un ejemplar de I Ching, y así por etnias, nacionalidades, idiomas, sensibilidades, y todas esas mandangas que hay que tener en cuenta hoy cuando se emprende una tan loable iniciativa como la suya, Doña Carmena.
Imagino que no se le ocurrirá a usted regalar a los tiernos infantes, no sé, un ejemplar del Ars amandi ovidiano, que a lo mejor sale la moralina y recomienda que no se lea eso, que puede esconder la materia remota del pecado contra el sexto, que aunque nuestra alcaldía nos haya salido laica, a la hora de rasgarse las vestiduras, seguro que sale el meapilas de turno, al que le han informado del tal pecado. Y eso porque no nos metemos con una colección completa de “La sonrisa vertical”, de “La perla”, o incluso del “Caballero audaz” que por serlo, puede ser más castizo.
A lo mejor nos vendría bien que usted regalase un compendio de la obra de Aranguren, que algo de ética lleva dentro, pero ¡quiá!, que lo mismo ni usted lo ha leído.
No sé qué decirle, Doña Carmena de mi alma, que no soy quien para decirle qué debe usted hacer con las perras extras que se mete usted en el bolsillo con eso de la “hora”, que es más ilegal que el Maduro, o los radares que saltan a treinta y dos kilómetros por hora, y te soplan cien chuflos, si pagas deprisita y doscientos si remoloneas e intentas la vía judicial.
No Doña Carmena, no me parece bien que se meta usted en esos cenagales, que una dama debe llevar zapatos de salón y no debe pisar más que alfombras de la Real Fábrica, ya que si regala usted El Quijote, los papás acabaran poniendo hoja a hoja el tal ejemplar en el clavito útil de “al fondo a mano derecha”, y si se lía usted con libros electrónicos, ni le cuento la que puede usted armar, como no haga un concurso público bien hecho.
Además, me da la sensación que usted no me lee de los periódicos más que la publicidad del Ayuntamiento, que pago yo mismo, como su salario, que si lo hiciera, se habría apercibido, que para los pollos que andan ahora rompiendo el cascarón, se han diseñado unos microsoportes electrónicos, que te los implantan en la garibola, y de pronto te has leído, y puedes citar de memoria, la biblia en arameo.
Así que andar ahora regalando libritos, que pueden ofender a credos, etnias, e incluso circunstancias, me parece penoso ¡Qúe quieres que te diga Carmenita de mis entretela!.
Pero no sabemos cuáles son los autores por los que Doña Carmena se ha decantado para salir en el informativo local de las cuatro de la tarde, a costa de la panda de imbéciles que apechugamos con los impuestos locales, así que lo mismo les suelta una de Agatha Christie, por aquello del suspense.
Y que no, que no, que los niños que nacen en Madrid no son todavía madrileños, que para ser del foro, hay que querer serlo, que no se es porque le pongan a uno las obras completas de Mesonero Romanos, ni siquiera las de Galdós.
Pero eso sí, que bien ha dado usted en el telediario, y que cara de imbéciles se nos ha puesto a los que vamos a financiar su gracieta, que es la segunda pifia que nos ofrece usted con la tal concejalía, que me han dicho que la edil que calentó la silla que hoy recibe su excelentísima posadera, con dificultad podía leer más de dos líneas. Claro que yo no me lo creo, que esas gentes votadas por el pueblo, y botadas, con razón asumo, por usted, deben ser muy leídas, que la cultureta les viene de oficio.
Sé de buena tinta, que no se ha planteado usted regalarles una copia facsímil del Voinich, porque le saldría por una pasta gansa, cosa por cierto me temo que le trae al pairo, pero el resultado sería el mismo que si les pone usted el Platero, que ni lo van a leer, ni lo van a entender, y al menos esa oposición canalla de la derechona despechada no podrá acusar a su excelencia de haber insinuado que los neonatos están condenados a ser unos burros, que con las modas populistas que nos trae la neopolítica asnal, cualquiera sabe.
En fin Doña Carmena, que la veo a usted decidiendo entre el Corán y la Biblia, entre Pérez y Pérez y Ortega y Gasset, que si el niño ha nacido aquí porque le pilló a madre el retortijón en unas vacaciones, y es de los del Puigdemont, mejor tenga usted preparada una edición facsímil de Terra Baixa, por lo menos, que si no se le van a echar encima los de Esquerra, que con los vascos, si cumple, siempre puede usted tirar de Baroja, que al final el buen vascón nos regaló algo bien madrileño, que fue “La lucha por la vida”.
No sé qué dirá la Espe de todo esto, pero prepárese.
Con su pan se lo coma

La senescencia

A lo mejor no nos hemos dado cuenta de que estamos enfermos, mire usted, y por eso nos morimos, y hablo de la senescencia, ya que nos cuesta comprender que el deterioro que va sufriendo nuestro cuerpo con el paso de los años no es más que una enfermedad.
Pero hasta ahora el ser humano, ha considerado ese hecho repetitivo como algo «natural», y se ha dedicado a meter por enmedio cosas como los designios divinos para explicar lo que no es más que una enfermedad que aún no ha sido considerada como tal por la ciencia.
Y así nos va, que como no hacemos caso a esas cosas que de vez en cuando destilaba Don Gregorio Marañón, de que nos empeñamos en tratar enfermedades, cuando deberíamos tratar enfermos.
Claro que para esta vaina, deberíamos tratar uno a uno a los seres vivos de la Tierra, porque menos los más elementales, se nos mueren todos de la misma enfermedad, en caso de que los dejen, que las panteras tienen que comer.
De vez en cuando, uno se pone oscurantista, da pábulo a la historieta de Cagliostro que nos cuenta Sender en aquellas inolvidables, para mí, «Criaturas Saturnianas», y acabas por creerte que un pollo ha conseguido esa cosa de saltarse la obsolescencia programada, que como una lavadora cualquiera llevamos (aparentemente), todos encima.
Y como aquella Reichel de Philip K. Dick, que consigue que como replicante no le coloquen el chip de obsolescencia, ( a saber qué le haría al Creador, que la replicante estaba de toma pan y moja) parece que ese tal Cagliostro anduvo jugando con el asunto, y nadie nos garantiza que hoy no sea nuesro queridísimo Tito Trump, que estas cosas las carga el mismísimo Lucifer.
Porque si la solución es la de Lestat, el vampiro, pues no me me mola, que el tío cutre andaba chupando sangre de ratas cuando las cosas iban peludas. Y no es eso, no es eso.
Como no lo es la historieta esa de los Inmortales, que solo debía quedar uno. Vaya sosez, que me lo condenaban al onanismo eterno en caso de que la bomba coreana funcionase bien, y lo dejasen solito en este mundo traidor.
Claro, que por ahí, gente de esa que saben de lo que tienen que saber, te cuentan que los dioses si envidian a los humanos es porque son mortales, que a ellos esto de la obsolescencia senil no les viene, y sus broncas no acaban en muerte, que lo que hacen es sufrir condenas de pérdida de estatus, auque desde que Francisco nos dice que ni purgatorio ni infierno, uno ya no sabe de qué va esto.
«Mais revenons a nos moutons», que de lo que se trata es de mirar la cosa de que si los telómeros se nos pudren, y nosotros con ellos, que por muy bien que los tratemos, parece que como los Samsung tenemos fecha de caducidad, y anda alrededor de los 120/140 años tirando largo, y desde que nos conocemos andamos mirando a ver como nos saltamos la cosa.
Ideas, todas, que quieren ustedes que les diga, que hasta mirando los manuales alquímicos, andan todos a ver si encuentran la tal piedra filosofal, que muy muy bien no sabemos qué es pero que no nos importaría pillarla, que a lo mejor se nos van las rijas por un tiempo, y eso que llevamos por delante.
Pero no hay forma, y entonces el dilema que se nos presenta es si seguimos el sistema de «La Isla», ponemos en jaulas de oro mozuelos de buen ver, y los usamos como donantes de órganos para los ricachones, que a lo mejor eso de limitar la senescencia es algo que puede conseguirse, pagando, claro, y tirando de conciencia laxa, que diría el padre Pío.
Al fin y al cabo es lo que se ha hecho siempre, que no todo es darle al aceite de oliva, al pescado crudo, comer de forma que te quedes con gusa, y esas cosas, que al final para que vivamos de media más de ocho décadas, buena parte de la humanidad debe reventar con cuarenta….
Sin ponernos tan borricos, y aunque las opciones se vayan reduciendo, los hay por ahí que te dicen aquello de que bueno, si te falla el páncreas, por un decir, te ponemos un chirimbolo, que lo sustituye, y tan ricamente, y así órgano a órgano.
Y no está mal la cosa, que al final llevas encima más metal, o lo que sea, que el robotijo de George Lucas, y mientras los fabricantes de chirimbolos no sean de los que quieran aumentar las ventas con un páncreas Mark IV, y le pongan chip de obsolescencia como a la smart tv del salón, todo va bien, pero eso me cuesta creerlo.
Y es que llega el fin de trimestre y a ver qué diantres les dice el CEO de Pancreas Inc. a los analistas de inversión cuando le pregunten por las ventas, los márgenes, las fusiones y las adquisiciones.
En cualquier caso, el Montoro, con estas cosas, anda el hombre en un sin vivir, porque si les pone IVA a los chirimbolos, se le van a echar encima los de la izquierda canalla, y si lo obvia la chicharra de Bruselas no le va a dejar dormir al pobre hombre, y tampoco hay derecho a eso. Porque intentar pillar algo por la vía del impuesto de sociedades, lo va a tener difícil, que estas compañías se te domicilian en Gibraltar y te pasan los páncreas mecánicos de matute por la verja, vamos como el Winston en los sesenta del siglo pasado.
Y de ponerlo en la seguridad social, ni de coña, que como está transferido a las autonomías todo esto del rollo sanitario, el trespercent de los concursos va a quedar fuera del control de Génova, y así el partido no crece.
La solución a todo este maremagnum, es algo que tiene sus dificultades, ciertamente, aunque parece que las elites lo tienen mejor que nadie, y si el asunto echa adelante, estarán en primera fila, queriendo ser dioses inmortales, con lo que los dioses les llamarán imbéciles…o ricos, que debe ser algo parecido.
Yo, por el momento, voy a echar mano de la solidaridad ciudadana que siempre me ha caracterizado, y voy a soportar mi senescencia con la mayor dignidad posible, que no voy a estar apretando indefinidamente al fondo de pensiones públicas, que curro no te dan después de los cincuenta, así que imagínate con ochenta, por mucho chirimbolo certificado que lleves encima.
Y si se trata de implantes de esos que agudizan tus sentidos, le pediré permiso a Chuchita, que es muy mirada en esas cosas, y como se imagine que tengo la visón de rayos X de Supermán lo mismo se me pone celosa porque a saber qué veo cuando miro a la jai de reojo en el metro.
Por el momento, y a despecho de nuevos avances, me quedaré como estoy, bueno, no, como estoy no, que cada día tengo menos pelos, y no hay forma de bajar de los diez segundos en los cien metros lisos, pero de eso ya hablaremos otro día, que me han hablado de unas piernas de fibra de carbono, que son la leche.
Con su pan se lo coman

Y al tercer….

Estoy empezando el tercer año de esta Bitácora, y yo tan agusto, ¡qué coño!, reconozco que me he divertido, como un enano haciendo putadas a las gallinas, y mire usted, que me da que va la cosa a seguir.
Han sido trescientas sesenta entradas, que para mi estado laboral, es una miseria, pero es que soy un vago tan estructural, como el paro y el esquilme del dinero público que se da por estos pagos.
Como es muy aburrido aburrir, simplemente agradecer a todos los que habeis leído alguno de mis trabajos, y si habéis repetido, mejor.
No tengo la más mínima intención de caer en la vulgaridad de buscar algo excelso para el aniversario, que eso se lo dejo a los que ganan el Planeta y se ĺlevan una pasta gansa a casa, que es lo que hay que hacer cuando éste y cualquier oficio se hace en condiciones.
Pero lo mío es la chapucilla de andar por casa, de distraer la familia, y de permitir a algún amiguete, mientras no se canse, eso de decir que tengo un amigo bloguero, que lo de bitacorero suena a yo qué sé con polisón.
Pero a lo que vamos, que hoy es sábado de gloria, que me decían en el cole los ¿educadores? religiosos que me deparó el destino, y yo no entendía lo de la gloria, que estaba Cristo muerto, que la gloria venía el domingo con la Resurrección.
Todo un lío, que para mí, una de dos, o resucitó al segundo día, o murió el jueves, o si fue al tercer día es lunes de resurrección. No lo pillo, y eso que como buen catalán, el lunes de Pascua se ha celebrado siempre con Mona y «ou que balla». Sin embargo todo cambia tan deprisa, tanto que me quedé con la liturgia de Monseñor Leclerc, aquel obispillo de Lyon que no la lió parda porque le pusieron de pronto el TGV en la puerta, y casi se queda sin feligreses.
Y es que al final todo parece que está diseñado para que de alguna forma, los que quieran, tengan la oportunidad de intentar, al menos, vender su rollete, y si hay compradores, pues ¡hala!, a cualquier púlpito que se preste, que el hacer proselitismo es baratito.
Ya habréis visto a traves de todas estas entradillas intrascendentes, que no estoy en eso de andar vendiendo rolletes a nadie, que ni siquiera los de Nike me han propuesto un contrato publicitario en condiciones, una pena por el lado de la pasta, y una alegría por el lado de mi libertad.
Volviendo a la historia teológica de «al tercer día resucitó», como he dicho se me hace el boñigo un gordiano de esos, y no conozco ningún Alejandro que me saque del aprieto, aunque con esto de Internet a lo mejor un día Santa Wilkipedia del Amor Hermoso, me resuelve el asunto de alguna forma, aunque esté sin contrastar, y los estamentos oficiales romanos se echen las manos a la cabeza. ¡Que me lo hubiera aclarado el Padre Pío en la catequesis!. Y que no me vengan con simbolismos, que para eso no hay que hacer trampas con las cuentas, que con poner cualquier cosa con fondo de campo de tules, una gallina tuerta que parezca un águila y una triple cruz patada, los que tienen que saber seguro que se enteran. Que así, ni unos ni otros.
Con estas cosas, una encima de otra, al final llegan los días santos cuaresmales, y la gente, que no es tan reflexiva ni tan preguntona como yo, pues simplemente pasan del asunto, carretera y manta, y a pecar a la playa o a la montaña, que ya no se distingue y el Maligno es como un corredor de bolsa de Wall Street, gana cuando sube y gana cuando baja la intención de compra de los inversores.
Y aquí se peca contra el sexto, contra el cuarto, contra los preceptos de ayuno, que unos callitos después de ver al de Medinaceli dando tumbos por las calles necesitan gasolina, el caso es la transgresión, más por desconocimiento que por intención, vaya una chapuza.
Se acabó el recogimiento, aunque arrecogerse a la fuerza es lo que tocó en la Sevilla de la «madrugá», que hijos de la grandísima hetaíra no pierden ocasión de jorobar al prójimo a las primeras de cambio, y esas son las cosas que a uno le ponen a mal traer, que no nos importa que vayan a sus fornicios, a sus fumaderos, o a donde sea, pero que nos dejen tranquilos.
Tranquilos como nos están dejando los de la clase política que se apoya en la periodística para darnos la barrila, aunque el domingo de resurrección se nos van a venir arriba en Ajuriaenea, y venga a intentar vender lo de nación, lo de conflicto, (político hubo de matizar la moza peneuvista), que los de la ETA, parece que ya no intimidan.
Los que andan intimidándose, parece que son los ruskys y los de la China de toda la vida, que el coreano tiene un montón de escopetas, viejas, eso sí, pero muchas, y unas ganas de liarse a tiros con cualquiera que se le cruce, que no se las salta un gitano, que para eso están las celebraciones.
Y Tito Trump que me va a cumplir los famosos cien días intentando mandar algo, parece que no le anda a la zaga en eso de tirar petardos lejos de casa a doña Clinton, y su celebración no va a ser inferior a la del coreanito.
No sé cómo va a acabar la historia, pero cuando el chino dice que perderemos todos, es que ve que se le parten por la mitad los planes quinquenales, y que por los pagos de Occidente vamos a preferir gastarnos los duros en la India que en su cortijo, que seguro se le llena de porquería nuclear de esa.
Y en Seúl, ni te digo, que tiene todos los cañones, (viejos, eso sí), apuntando a la oficina del CEO de Samsung, y si el del Norte, en una ventolera le da a «intro», se carga el Galaxy 8 en un plis, y no porque la pila no funcione.
Pero Tito Trump, va a vender mogollón de escopetas, y a ver si así consigue dar algo de curro a ese votante de Minneapolis que tanto le quiere y al que tanto le debe, porque hasta hoy el pobre hombre no ha sacado una adelante, que a este pobre Trump, me lo para hasta un guardia de la porra en un semáforo delante de se Trump Tower, para hacerle un controlillo de lo que sea, que es lo que tiene eso de la independencia de poderes efectiva.
¡Si nuestro Rey Felón levantara la cabeza! Le iba a enseñar a este pobre pardalet como se hacen las cosas y como se mete en cintura al Tribunal Supremo, que hasta los regímenes Maduros saben como hacerlo.
Felices Pascuas, y Visca Catalunya lliure……de indepes

La bitácora del Jueves Santo

Las cosas en jueves santo a veces se ponen pesadas, y los del Imperio,´que lo saben se lían a tirar petardos contra las montañas de Afganistán, ¡qué cosas!, y aquí, tranquilamente paseando santos, cosa que no está mal, pero suena a esa actitud naïf que a veces define a nuestro pueblo.
La verdad es que el calificativo que acabo de aplicar a la cosa no se si es adecuado o no, pero si nos ponemos estupendos mirando la´realidad del siglo veintiuno que nos anda machacando poco a poco, quizás vaya llegando el momento de pensar que el paseo de nuestros pasos procesionales, a hombros y a ruedas, es un bonito recuerdo de que somos puñeteros humanos.
Humanos, que no siempre tenemos el alma llena de esa fe que te inculcan los catequistas cuando andas preparando la´primera comunión, pero la juerga que transpira el sistema procesional, esa, abraza generacón tras generación, y lo hace con creyentes, agnósticos, apóstatas, que al final vale todo, que si hay que llamar guapa a la Esperanza de Triana,se hace, si hay que sacar la foto del Cachorro cruzando el puente de Triana, se saca.
Porque puestos a rezar, los de la parroquia rezan, los despistados pellizcan el culo a las señoras, que con eso de los apretujones que conllevan pues sale el piojoso machista que va dentro de algunos almarios, ý se palpa a mayor gloria de Dios. Amén.
A mi amiga, que luce un pandero rotundo, le tengo recomendado el miriñaque o el polisón si quiere disfrutar del Gran Poder con dignidad, aunque no creo que me haga caso, que me recuerda a otra vieja conocida, que paseaba debajo de las obras para valorar su sex appeal, en función de los decibelios del obreramen.
Siempre he admirado las formas de buscar la aceptación del entorno que tenemos algunos seres humanos. Son esos secretos del alma humana, que esconden sus motivos en rincones tan ocultos, que no vale la pena bucear en razones, que al final no las entenderías.
Porque a mí, gracias a Dios, el culo no me lo tientan ni en las procesiones de Chueca, que uno a estas alturas de la película, no atrae ni a un bujarra aburrido. Ventajas de la edad.
Lo que le queda a uno, es, entre paso y paso, meterse algún lingotazo, o si la cosa del tiempo lo aconseja, pues directamente el chocolate con su churrito, que no todo van a ser cucuruchos de boquerones fritos o de ese cazón adobado que acaban por llamarlo bien me sabe, y que no se lo salta ni el mismísimo Salomón.
Pero la gente que anda puteada aunque, ya nos han dicho los telediarios, que la crisis ha quedado atrás, y que el Puigdemont no es del agrado del Imperio, ha decidido escaparse también a las playas que hay que aprovechar el calentamiento global, antes de que los poderes mudiales decidan que ya no es negocio, y nos metan de golpe en otra miniglaciación. Cosas de los informativos.
Pero la Semana Santa lo aguanta todo, que si hay que bañarse mirando la´isla de Tabarca para mandar el autorretrato a la peña, pues lo hace uno, sin más. Que las cosas son así, y si hay que darle al tinto de verano con unos mejillones a la´marinera, no vamos a plantearnos ahorros, que ya nos han dicho que podemos lanzarnos a las letras del lavaplatos, que los índices de confianza del consumidor son espectaculares, vamos, que esto va para arriba.
Además, anda diciendo todo el mundo que las carreteras españolas da gusto verlas, con ese tráfico que parece haberse hartado de atascaburras, y por mucho que la Benemérita se imponga, no tardas menos de doce horas en llegar a Gandía, como poco.
Al final lo que nos va a quedar es una subida de la gasolina, y unos cuantos días de descanso de política, que no es moco de pavo, ni grano de anís.
Pero uno, que es inasequible al desaliento, aunque vea a las Matildes a mitad de precio de cuando las puntocom, sigue creyndo que estas fiestas de Pascua vienen muy bien a todo el mundo. Los corredores de bolsa, aprovechan para vender ahora que nadie se da cuenta, y mientras las SICAV empiezan a ver las orejas del lobo, ellos a la chita callando hacen un poquito de caja, que hemos subido un diez por ciento desde enero, y hay que aprovecharlo todo. Que lo del Popular va en serio, que me han dicho de buena tinta en el ascensor del Casino de Madrid, que se lo van a vender a un consorcio chino con la calderilla que le sobre al Ching-Chang-Chung de turno que se ha gastado setecientos y pico milloncejos en quedarse con el Milan. ¡Qué cosas!.
Pero no hay que alarmarse, que también sé de buena tinta, que a base de escribir cosas en esta bitácora, mi hija, tomando la bandera de la tradición femenina de la línea materna ha recuperado la noble costumbre del pestiño y la torrija. Yo a ver si consigo vino santo y llego el sábado a las migajas, que mañana es día de penitencias y uno debe dedicarse a cosas más trascedentes.
Y claro, como´todo el mundo anda mirando a cuánto el litro de gasolina, nadie te dice ni pío de que pasa con los precios del chocolate de San Ginés, ni con el caldito con copita de Oporto de Lhardy, por no hablar de la croqueta de la merienda. Que en una de esas te descuidas, y Santa Visa acaba en la Unidad de Cuidados Intensivos, siempre que los del ciento doce lleguen a tiempo, porque con esto de los desfiles procesionales, no te la resucitan ni a tiros.
Y es que el sermón de las siete palabras de la Capilla General Castrense, siempre me anima a una merienda contundente, que si no no hay forma de arrastrar la conciencia que el predicador procura dejarte hecha unos zorros.
Pero es Jueves Santo, y el día, como marca la tradición debe brillar más que el Sol, y en eso estamos, que la luna llena es mañana, y no vamos a tener el asunto para farolillos,que quien más y quien menos nota esas influencias de las ondas hertzianas de los espacios encontrados que viajan con los rayos de luna.
Y yo no me voy a poner muy pesado, que para eso ya tenemos a los políticos en nómina, y con sus gori-gori, seguro que nos duermen a todos entre atasco y atasco, o entre ¡niño! ¡deja ya de joder con la pelota!, y otra de mejilones con tinto de verano, que para eso es Seemana Santa y esto podría ser Gandía.
Con su pan se lo coman

¡Viva Verdi!

Se acostumbra a gritar en esos espacios en donde se representan óperas, cuando la cosa no va bien, es decir, o que el programador ha preparado un pestiño infumable, que te han hecho un montaje de los de ¡No puedo creerme que se hayan atrevido a tanto!, o simplemente el público percibe que alguien está atacando a la Ópera de forma genérica.
Quiero decir con esto que el grito, tiene mucho de defensivo, y a veces he llegado a creer que a Verdi se le utiliza el nombre como sinónimo de Ópera. Está bien, no voy a quejarme ni voy a discutirlo, ni siquiera voy a ensalzar el hecho.
Pero como todos ustedes saben, en la obra de Verdi hay algo más que óperas, algunas maravillosas para mi gusto, aunque su música, a los borricos como yo nos, parece que está más próxima al repertorio de la banda municipal de cualquier pueblo mediterráneo, que a la música culta diseñada para especialistas.
Y Verdi, el muchacho, me emociona, quizás por eso, siempre que no sea ejecutado durante una representación mediocre, o mala directamente.
Su música es sencilla, o yo solo soy capaz de saborear esa capa que me ofrece, y ya está bien para mí, que el mundo de las semicorcheas solo soy capaz de disfrutarlo escuchando y emocionándome si hay suerte.
La semana pasada anduve en una de esas, que a mí esa versión musical de la obra de Victor Hugo, Le roi s’amuse, que hizo Don Giuseppe, me ha llegado al alma siempre, y se la he oído a Plácido como duque, y como bufón, he disfrutado de la voz limpia de Juan Diego cantando La donna e mobile, o la interpretación magistral que Leo Nucci nos hace cada vez que sale a cantarla.
Ya dije, creo, que la última vez que me senté en la butaca de mi teatro en Barcelona, me falló la representación, anduvo entre pobre y mediocre, con lo que la sensación de desasosiego quedó ahí dando vueltas. Porca miseria.
Pero esta tarde, y siguiendo una de esas tradiciones deslavazadas que procuro de vez en cuando honrar, y es el asistir a un concierto durante estos días de Pascua, de música relacionada, más o menos con la religión, o con la trascendencia de las fechas, que no voy a discutir si son equinocciales como la aventura de Lope de Aguirre. En el tiempo que lleva esta cosa en marcha, me ha tocado un Mesias en ese auditorio londinense, vetusto, que los de fuera llamamos Royal Albert Hall, y los de por allí,“The wedding cake”, (que también hay castizos en Chelsea) con un magnífico Sir Colin Davis a la batuta, un Stabat Mater rossiniano que no es moco de pavo, algún Requiem del Tito Wolfgang, y hoy, por fin de nuevo…¡Verdi!, que el Requiem alemán de Brahams no lo pillo ni de broma.
La misa de Requiem que nos ofrece Verdi, a mí me parece apabullante. Me lo ha parecido siempre, me pone los pelos de punta, me emociona, como lo que soy un pobre ignorante musical que vibra con la música.
La he podido disfrutar dos veces en mi vida, la primera la interpretó la Orquesta del Maggio Fiorentino, que dirigía por aquel entonces un muchachito que se llama Zubin Mehta, en el teatro Real de Madrid, cuando aún no se utilizaba más que como sala de conciertos, y la ópera vivía en el Teatro de la Zarzuela. En los equipos del coche o en el tocadiscos casero, más de una vez…y hoy.
Esta tarde han llenado el Auditorio de Música de Madrid más de trescientos coristas, y la orquesta Filarmonía con más de setenta profesores, que se han esforzado por hacer honor a ese Verdi fuera del teatro de ópera.
Y a fe que han conseguido el objetivo, ¡qué diantres!, que los demás no sé, pero yo he salido hecho un príncipe.
A partir de estos hechos, y salvo la gilipollez que ha hecho el director al dedicar el Requiem a los muertos de San Petesburgo y Estocolmo, olvidando a los niños sirios recién gaseados, como sim fueran el enemigo, apestados, o simplemente infieles a eliminar, la reflexión que se me viene, es que cada vez me cuesta más encontrar el trabajo bien hecho en cualquiera de las situaciones o de los ámbitos en los que me mueva.
Y como hoy ha sido una de esas ocasiones excepcionales, pues lo digo.
Espero seguir con otras tradiciones de estos días, que de vez en cuando al recordar los usos que las religiones monoteístas imponen, desgraciadamente, a sus acólitos, si las analizas, les quitas la capa del miedo que significa el pecado, o la anatemización de un hecho, te encuentras con cosas muy interesantes.
Así que por partes, que pocas experiencias más dignas que un buen potaje de cuaresma, de esos que se hacen con garbanzos, espinacas, bacalao, paciencia y los secretos de la cocinera. Si además lo riegas convenientemente con la materia prima del primer pecado de Noé, pues miel sobre hojuelas.
Y hablando de miel, y ya que andamos de tradiciones del monoteísmo, habrá que circular por esas maravillas que se llaman pestiños, y que ya no queda una sola persona que se atreva a hacerlos en casa como Dios manda. Y si lo hace lo mantiene en secreto, que si se enteran por ahí, bajan todos los vecinos en tropel, y no están las cosas para cesiones gratuitas.
Pero que no se me alarme nadie, que la gran tradición parece que está industrializada en Valdemoro, aunque me da que es aún un área que disfruta de un cierto aire vital en las cocinas caseras. Hablo de la reina torrija, la de verdad, no la de consecuencia de un botellón, no.
Y uno espera que en alguna cocina familiar, algún ángel se decida a buscar ese pan inglés de torrija, esa leche de torrija, esa canela de torrija, esa miel de torrija, ese aceite de to..bueno de oliva, y esos secretos que han ido pasando de generación en generación, que hasta con gotitas de anís me han llegado al paladar.
No iré este año ni a procesiones, ni a chocolate en San Ginés, que el otro día ya me tomé el del año, y aún no era ni Viernes de Dolores. Ya me tocó el año pasado el silencio zamorano, y por el momento estoy ahíto.
Eso sí, que uno es muy cumplido, y que si me invitan a torrijas, o a pestiños, uno lleva siempre una botellita de vino santo, y si es a potaje de cuaresma, un tintorro de buen año, es lo que cumple. ¡Qué coño!.
Lo del cordero pascual lo dejaremos para otro envite.
Con su torrija se lo coman

Setenta millones de euros

Más o menos es lo que viene a costar solo en misiles tomahawk el destrozo que le han hecho al sirio ese, que parece anda gaseando a ciudadanos.
No sé, porque no lo han dicho en los sitios que yo miro, cuantos aviones y otros elementos del tal aeródromo se han destruido. No lo sé, pero sí sé que más de uno se está frotando las patitas como las moscas delante de la miel.

Los que fabrican aviones, porque van a vender los necesarios para reponer el destrozo, y los de los misiles, porque ya se sabe, si se gastan se reponen, y listo.
semana.https://actualidad.rt.com/actualidad/235349-suben-acciones-fabricante-misiles-tomahawk7
Pis, culo, caca, que para que no se muera ningún rusky, se les llama, y salen todos por piernas, que llueven hachas de guerra, y estallan al llegar al suelo, y solo queremos hacer el gasto misilero, que andamos cortos de pedidos esta
Los ruskys, cogen un cabreo mediático monumental, que la galería espera que salten con eso de que se ha atacado la integridad de un país como Siria, aliado del Kremlin de toda la vida, que el dueño de lo que queda del territorio es de la saga alauhí que tomo las riendas a poco de que el colonialismo descubriera que ya no era negocio gobernar en primera persona aquellas tierras, es amigo, y a mis amigos no se les hace eso.
En ese punto, me aguanto la risa, que el secretario de estado yanqui se va a Moscú echando leches, y por allí le han dicho que le van a reñir. ¡Coño!, si van a repartirse el pedido de misiles y aviones de reposición.
Pero bueno, que no se preocupe, que con estas cosas de los bloqueos comerciales, nos viene bien ponernos a montar unos cuantos Mig, de nueva generación, que nuestro amigo el alauhí, seguro que tiene un rinconcito para pagarlo.
Y es que hay que usar todo el gas que queda, que nos va a caducar, y además nos costó una pasta en su día. No, no hay que desperdiciar nada ni tirar a la basura cosas que nos caduquen en la nevera por dejadez, o mala gestión, ¡hombre!, que hay mucha hambre en el mundo, y las oenegeses están que ya no dan más de sí.
Los de la General Dynamics, encantados, que esos setenta millones de euros se repartirán entre los tres miembros del consejo, y un nuevo puesto de carretillero a tiempo parcial, que han prometido crear a Tito Trump, para apoyarle en su campaña de “America for the americans”.
Así están las cosas, y el resumen que se me viene, es que entre todos se han llevado por delante con gases asfixiantes a no sé cuántos súbditos de alguien, que por esas tierras solo sabes que eres súbdito, ahora quién es el patroncito es harina de otro costal.
Pero que nadie se alarme, que de buena tinta sé que los niños muertos por la horrible asfixia, las madres que murieron viéndoles morir y cómo no, sus padres sus abuelos sus familiares en suma eran todos infieles.
Vamos que no había ni calvinistas de esos que piensan que en el sur solo hay putas, ni católicos de esos que se creen que el cielo les espera, vamos, ni siquiera maronitas, que la cosa queda un poco más a la derecha según se baja. Así que pelillos a la mar, que seguro en cualquier momento se vuelven a reproducir, y todo arreglado.
Al fin y al cabo, tampoco son clientes de Cartier, ni les gusta el Bollinger, que hasta el imán les riñe si lo rozan.
Así, que lo que tenemos es una barbaridad, que se ha usado para tirar cohetes y vender armas, que para eso sirve la población civil formada por infieles.
Los europeos, como no somos ni la General dynamics, ni sabemos cómo se monta un Mig, pues hemos tenido que esperar a que nos manden desde donde corresponde los textos de los comunicados a emitir, y uno tras otro, detrás del terno de Hugo Boss, han dado la opinión de su país sobre lo sucedido. ¡Porca Troya!.
Lo que es inadmisible, es que las respuestas sean ataques contra nuestras impólutas ciudades de esos que ahora vienen a llamar terrorismo low cost, o sea de baratillo.
La salvajada de los camiones, que además se le roban al del camión de cervezas, mata mucho, duele mucho, y se pilla al culpable en un plis, pero no deja negocio.
Y es que parece que hasta las bombas que preparan son caseras, que la de San Petesburgo llevaba tornillos, como en los viejos tiempos de la banda vasca.
Y así no se hacen las cosas, entiéndanlo ustedes, porque eso de matar sin beneficio económico se llama dumping, aquí y en Sebastopol, y hay mucha gente que tiene que comer.
Perdonadme el tono ácido, pero es que no puedo bajar mi nivel de cabreo, que parece que debemos equilibrar acciones con reacciones, que a la que se mata a alguien en la guerra de los desiertos de Oriente Medio, alguien tiene que pasar a la luz de Oriente por nuestras ciudades occidentales.
Y en Siria es una burrada tras otra, y aquí los coches se desparraman por Westminster, o revientan un metro en San Petesburgo, o paseando por la gatan de la reina en el pulcro Estocolmo, un camión de cerveza te lleva por delante.
Y claro, ahora con las aglomeraciones de Semana Santa, pues bolardos en la Amargura zamorana, en la Sierpes sevillana, en la Larios malagueña, en la Zorrilla pucelana, en Madrid, en Barcelona, y todo porque nuestra humanidad no ha aprendido aún, tras milenios de presencia en este planeta, que debemos ser libres de pensar como queramos, sin que nadie nos lo impida, pero no debemos bajo ningún concepto forzar a nadie a pensar como queramos que piense, (lo de pensar como nosotros es otro matiz, y sugiero que cada uno lo analice, según su credo).
Que debemos ser capaces de comprender, que aunque yo mee más lejos que tú, somos iguales, y eso hasta la ciencia lo demuestra, que mi ADN tiene base de carbono, no de silicio, que las bases que lo conforman son las mismas, y que las proteínas que lo recubren son las mismas. Así que no me fastidien, que soy igual que tú, aunque te joda.
A partir de ahí, por favor, dejemos vivir a la gente, que no cuesta tanto, respetemos que hay concepciones diferentes de las cosas, y dejemos de intentar imponer criterios, que al final no convencen a nadie, y si se aceptan es solo en apariencia, o por alienación, que no sé qué es peor.
Y a lo mejor mis amigos transhumanistas llevan razón, y hay que empezar en la interacción con la máquina, de forma que el primer chip a colocar fuera el del respeto al prójimo, y a la comprensión de otras posturas, evitando cualquier forma de violencia.
Lo malo es que quien diseñe los chips para ser implantados en nuestro cerebro, seguro que es más competitivo que Leo Messi, y esos detalles se le escapan, que no va a dejar el producto de sus ideas a beneficio de inventario.
Con su pan se lo coman