Bien informado

Tengo que reconocer que la presión que los medios de comunicación de todo tipo ejercen sobre todos y cada uno de nosotros es terrorífica, y voy a no arrogarme representación de nadie, y diré que la ejercer sobre mí, que cada no sabrá sus filias y sus defensas.
La coña marinera del maldito referéndum ful de mi pueblo me está impidiendo pensar en otras cosas, que los mensajes de que si o de que no, de que mi bandera es así o asada, que los impactos me llegan por todas partes, y eso teniendo en cuenta mi alejamiento voluntario de esas cosas que se llaman redes sociales.
Menos mal que el tema aún no se ha colado en las series americanas de televisión, porque en La guerra de las Galaxias ya lo ha hecho, con su Yoda/Pujol, y en los Piratas del Caribe, no sé yo, que con tanto viaje de piratas a las Cayman desde ambos lados del Pecos, solo falta que alguien lo haga más explícito.
Así que, cuando a uno en su inocencia le da por hablar de la inmortalidad del alma del cangrejo, o de las religiones chorras, que haberlas haylas, como muy bien explicó el otro día Jesús Callejo en una magnífica conferencia, resulta que el virus indepe se te cuela de rondón y te lo contamina todo.
Esa es una de las razones por las que me da que la fuente esa que de vez en cuando me hace ser prolífico en esta bitácora, anda como los manantiales de Sant Hilari de Sacalm, tirando a secos, y deseosos de llenar los plásticos de Font Vella con agua de Susqueda. Pero esa es otra historia.
Lo que voy viendo es que con esto de la globalización, parece que las noticias son globales, que la estelada llega a las portadas del WSJ, del Post, del NYT, o del FT, cada uno con su interpretación a medio camino de lo que cree Assange, dicta Moscú, le interesa a la UE, o vaya usted a saber.
Pero todos demostrando que falta conocimiento y sobran consignas, hecho que no deja de aterrorizarme, ya que me hace recordar el nivel de inexactitudes que me colocan cada vez que me acerco a intentar entender cualquier acontecimiento que pueda estar ocurriendo en cualquier lugar del mundo.
Los ciudadanos crédulos, esos que están seguros de que están bien informados, resulta que cuando abren su Wall Street Journal o su Financial Times, o lo que sea, piensan que el hecho de haber leído en menos de tres minutos la reseña que aparece destacada en primera página, les convierte poco menos en expertos de la situación en Cataluña, y casi casi con derecho a escribir un ensayo político o económico sobre el tema.
Y reconozco, imbécil de mí, que a veces ofuscado por este o aquel acontecimiento también he creído que estaba bien informado por haber leído con más o menos prisa dos o tres artículos de algún medio considerado sesudo, encima haciendo gala de mi estúpida sabiduría.
Realmente penoso, que por haber escuchado que andan a bofetadas en Uganda por un quítame allá esa constitución, que el viejo dictador quiere morirse en al cargo, y ver un suelto en Euronews, parece que ya estamos delante de un experto en el tema Ugandés, con profundo conocimiento de sus sistemas tribales, de la herencia de Idi Amín Dada o de Milton Obote.
Que nadie se acuerda, y lo más importante, a nadie le importa un pimiento, fuera de la distracción televisiva de ver las sillas volar de cabeza en cabeza de diputado ugandés, si hubo una guerra con Tanzania, si Idi Amin se comía a sus enemigos, o si el actual Museveni es así o asá.
Como a los que desayunan huevos revueltos frente a Central Park, que eso del Pooch-de-Mont, les suena a tira de Quino o a personaje de los Simpson, como mucho, y eso porque no lleva bigote, que si no me lo adscribían al cártel de Sinaloa, tan tranquilos, mientras les llegaba el siguiente correo con la cotización de Bank of America, que eso sí que tiene importancia.
Y así se llenan las páginas de este o de aquel medio, los minutos que acompañan a los mensajes publicitarios de tal o cual cadena de televisión, que en un flash no podremos nunca saber qué coño pasa y por qué, será puro entretenimiento y un vano intento en demostrar quizás a los miembros cercanos de la tribu de que eres un hombre bien informado.
Y en el supuesto improbable que las noticias esas de primera página surgiesen de personas independientes, con los conocimientos profundos de los hechos vividos en primera persona, y apoyados por el estudio de la situación histórica tomado de fuentes independientes y bien documentadas, el sacrificio no valdría para casi nada, que el pollo de los huevos revueltos no iba a entender eso de la revolución campesina de 1642, o los fundamentos de los fueros de Cataluña, o de cualquier otro elemento que pudiese ayudar a la comprensión del problema.
Es esa la razón de que al final lo que se publica, no vale más que el ¡OMO lava más blanco!, que no deja de ser un mantra no soportado por estudios de en qué condiciones lo hace, frente a qué otra forma de lavado, con este o aquel efecto secundario no deseado.
¡Y te dicen que es la forma de crear un estado de opinión!. Bueno pues que lo digan, y a lo mejor llevan razón pero es una opinión huera, ya que está desinformada, que no sirve, que hace ruido, y además lo hace por poco tiempo.
A distinguir pues habrá que pararse las voces de los ecos, porque me temo vivimos en un mundo de ecos, y de grillos que cantan a la luna con el cerebro bien lavado ya sea con OMO o con ESE, que al final es lo mismo.
Así que no sé qué hacer, ya que el cuerpo me pide seguir viendo esa película estúpida que se repite por todas partes, en las que no se ofrece ninguna noticia soportada por una reflexión, que todo es técnica publicista, y lo que unos y otros quieren al final es que compremos pescado podrido.
Me voy a releer el diálogo de Critón, que estos ruidos no quiero que me hagan olvidar que es la opinión de la mayoría, la justicia y las leyes.
Con su pan se lo coman