Caga Tió

Parece que las cosas empiezan a sonar a villancicos, quiero decir a ¡por favor ves preparando el bolsillo que hay que gastar!.
No está mal la cosa, que si hay que gastar se gasta, aunque sea en pipas o en lotería de Navidad, esa que parece cosa de extraterrestres, que a saber a quién le va a tocar este año.
A mí el cuerpo me pide que compre en Valdés ahí en las Ramblas, pero tengo mis dudas, que a lo mejor tengo que irme a Coll de Nargó, a Berga, o a Camprodó, que por las Ramblas pasaban muchos guiris y se trata de inyectar algo de pasta a mi Catalunya jodida por esa panda de borricos con orejeras de los que tantas veces he hablado.
Desde luego al botifler de La Bruixa, que andaba por Sort, y que ha puesto pies en polvorosa, no creo que le compre, no por nada si no porque la magia de Sort, en fín, ustedes sabrán.
Y digo esto, porque como todo el mundo sabe, la lotería es muy sabia, y si tocó en Valencia el año de las inundaciones, en el 56 o 57, que no me acuerdo, la que se ha liado en mi pueblo me da que es más peluda que aquella, salvando evidentemente el tema de los muertos y desaparecidos, que eso es incalculable en perjuicio.
Así que estoy de lo más animado, que tengo un Wagner de los que me gustan, de esos desgarrados de amores honestos que parecen deshonestos, de traiciones que no lo son, y de justificaciones de los hechos en esos imponderables que en Tristán e Isolda se encuentran en la magia y en las pócimas.
Vaya como lo de los indepes pero con música chula.
Podré, pues, comprar mi decimito, pero no en Valdés, que tiene que ser en uno de esos pueblos superindepes, no sé, quizás en Arenys de Munt, y con la excusa voy a visitar a Doña Paquita en su Hispania, que siempre es una alegría, y el desvío es pequeño.
Ya veremos, que una vez decidido el sitio, solo falta que acierte el número, que la cara de tonto que se te queda cuando aciertas el lotero pero no el número debe ser de las de aquí te espero.
Pero dejémonos de disgresiones, que de lo que se trata es de constatar que nos vamos a gastar lo que no tenemos a cuenta de los chirridos de los villancicos, que parece están diciendo aquello de ¡compra, compra, que ha nacido el Hijo de Dios!, y yo no sé qué hacer, porque es que tengo hasta linterna de esas que sirven para cuando te quedas sin pilas en la linterna de cuando se va la luz, o la de cuando sales de paseo montañero, y si no voy de compras, parece que está uno atentando contra la economía nacional, contra el PIB, y hasta contra el Centro de Investigaciones Sociológicas, que andan diciendo que por aquí se gasta más que por Alemania.
Y no sé si es por lo de la lotería, o directamente porque en Alemania no tienen ni paga extra ni aguinaldo, los pobres, y así no hay quien viva.
En previsión de todas estas amenazas, he decidido hacerme el chequeo anual por anticipado, y así si alguien se empeña en que pruebe tal o cual caldo, lo hago sin el apechusque que le entra a uno cuando le toman muestra de sangre el quince de enero, que se ve uno con la dieta del hambre canina, tomando yogures de esos que te bajan el colesterol y no sé cuántas guarradas más, y como uno es muy aprensivo, pues en noviembre, y a otra cosa.
Los americanos, que como todo el mundo sabe son unos ateazos y unos descreídos, por mucho que digan eso de “in God we trust”..others pay cash, añado, se han sacado de la manga lo del viernes negro, (negro porque los números de las empresas pasan de rojos a negros si todo va según lo previsto), y tiran la casa por la ventana, a medias con Amazon o con Apple, desde luego, que les encanta llegar al pavo de acción de gracias con los regalos hechos, siempre que pillen algo de eso que llaman “good value for money”.
Claro que este año les van a pillar con el paso cambiado, que la cosa dice que acción de gracias es el 23, y el viernes negro el 24, pero seguro que se lo montan de maravilla, y quedan como lo que son.
Lo que de verdad me tiene preocupado es lo de los pobres del ex govern del ex president, que no sé si van a encontrar una escudella con su carn d’olla con Priorato y cava no expatriado, que las cosas están muy duras por tierras flamencas. Y además la nata del tortell no la montan como en La Colmena o como en Mauri que Prats Fatjó no sé si sigue abierto después de las pifias que nos hizo en el Liceu. Todo se verá.
Y lo del tió, eso me tiene sin vivir, que nuestros ex no van a encontrar un buen tronco hueco de esos que traen de las campas de Puigcerda, y sin poder pegar los palos al tió, que ellos son pacifistas, no sé lo que les va a cagar, no lo sé.
Siempre les quedará una buena cerveza de las de abadía, que te dejan la cabeza con más resaca que la perfumería de garrafa. Pero no haberos marchado, que vuestros colegas saben que no les faltará el Rondel semiseco en Soto del Real, y si ablandan a los comunes lo mismo les dejan cantar (con subtítulos, claro) en Santa Nit, que todos somos hijos de Dios, y hay que entender los errores ajenos, (lo de la paja en ojo ajeno…..aquí vendría de maravilla).
A quien echo de menos es al bueno del señor Carod Rovira, que siempre me pareció el patriarca de pueblo que iba el domingo a Las Planas a tomar la tortilla de patatas (nunca española) al merendero con los niños y el porrón con vino de Gandesa, que los angelitos toda la semana en el piso, no puede ser bueno.
Y Sanseacabó, que caerá en 21 de diciembre, sin haber seguido aún el canto de los niños de San Ildefonso, que se confundirá con otros cantos, lloros moqueos e hipidos. Pero de eso ya hablaremos otro día.
Con su pan se lo coman