CARMEN O NUEVA PRAGMATICA CONTRA DIRECTORES TEATRALES GÜEROS, CHIRLES Y HEBENES

P1000132NO LE TOQUES YA MAS, QUE ASI ES LA ROSA

 

 

Juan Ramón Jiménez, en su libro de poemas Piedra y Cielo, publicado en 1917, nos dejó esta maravilla, y hoy se la voy a recordar a tanto supuesto artista, güero, chirle y hebén, como en su Buscón hizo Quevedo, en su pragmática del desengaño de este tipo de poetas.

Una vez el punto cultureta, yo, a lo mío voy, y es que esta tarde, me enfrentaba a una Carmen en mi Liceu.

Voto a tal, que llevaba literalmente los deferentes atascados, y las gónadas buscando sitio entre el cuello de la camisa y la corbata, (preciosa, por otra parte, que llevaba hoy). Y la razón es que el montaje de Carmen era del gran artista, el escenógrafo aclamado, y el creador de nuevas visiones del arte escénico, un tal Bieito.

Los que me conocéis sabéis que en esto del teatro, Melpómene y Talía, me negaron la habilidad de la creación, y Euterpe, se añadió al coro, y me negó no sólo la creación si no la habilidad de interpretación musical.

Así que me quedé apenas con vista y oído, con los que me arrastro por teatros, y templos de la ópera con relativa frecuencia, y desde hace muchas lunas. Quiero advertir con esto, que cuando salgo de alguno de esos templos, lo único que me queda es si me ha gustado, o no, y lo más importante, si me ha emocionado, o no. Vamos, que de esto, como de casi nada, entiendo un carajo.

No sé cuántas veces he visto Carmen, y en cuantos teatros, hasta en Estocolmo recuerdo haberlo hecho, así que puedo comparar mis sensaciones, con lo que me ha pasado hoy.

Volviendo al título de estas palabras, como me temía, se ha vampirizado a Bizet, y a Merimée de paso, claro, porque nuestro poseedor de una triunfal carrera (calificativo literal del programa de mano del Liceu), se siente con sabiduría, conocimientos, y claro, engreimiento suficiente como para enmendar la página a maestros como los mencionados y consecuentemente, liarla parda.

La primera en la frente, mi Don José, (aquel que cuando lo cantó el otro Don José, Carreras, claro) me emocionó, ya no era un valiente soldado del regimiento de dragones de Alcalá, cuerpo de caballería, sino un caballero legionario, que me parece muy bien el cuerpo del ejército que fundó Millán Astray, ya que basaba muchas de sus virtudes, en aquellas de los caballeros samuráis. La muerte es gloria, viva la muerte, en fin todo eso.

Pero claro, un tipo como Don José no cuadra en la Legión. Un legionario jamás hubiera actuado como él, en plan llorón. Las dos primeras bofetadas que se hubiera llevado Carmen, le habría evitado el navajazo miserable, porque la encarrilaba en el primer acto. En el cuerpo de Caballería de los Dragones de Alcalá, creo más fácil que se colara un vaina de estos.

Por otra parte cuando se estrena Carmen en 1875, en la ópera cómica de Paris, de la legión ni se hablaba, y su fundador no era ni un brillo en los ojos de su papá, por no decir que Merimée escribió la obra hacia 1820. Con esto quiero decir, que el primer cambio, no aporta nada al original, no tiene sentido, más que uno cutre salchichero, del que más adelante hablaremos.

El segundo cambio, ya que parece la cosa la traslada el insigne y triunfal creador teatral, a una fecha indeterminada de finales del siglo pasado o primeros de este, es llenarnos el escenario de automóviles marca Mercedes desvencijados con cajas de los setenta…..El coche del gitano, fantástico aporte a la obra, te hace entrar de forma inesperada en el corazón de Bizet-Merimée, en un plis. El contrabando, ¿En sierra Morena en este siglo?, pues no lo veo….bueno si ponemos tabaco de Gibraltar, aún, pero no, y desde luego la Legión reprimiendo eso, ni de broma, que están para otras cosas. Y ya, cuando veo las cajas con teles planas y un pollo blandiendo un microondas comprendí que a lo mejor no eran contrabandistas, Sr.Merimée, que eran peristas, leche, pero seguro no le cuadraba en la historia.

De nuevo, mis gracias al Sr.Bieito, por haberme abierto los ojos. Y hablando de ojos, debajo de los oones del toraco del brandy ese.

Las dos últimas cosas que me impresionaron, fueron plantar una bandera española en medio del escenario del Liceu, y quedó hasta bien, aunque luego la usaran para sacudirse unos a otros.

Y la segunda, el ahorro de IVA del teatro. Una cabalgada ya desbragada Carmen, sobre D. José seguro que ha permitido junto a un torero en pelotas toreando a la luz de la luna calificar esta Carmen de espectáculo porno…..tío el IVA al 4%, y teatro lleno.

Todas esta zafiedades, han hecho que me distraiga de la parte intemporal de la obra, y no me he emocionado, gracias a todas estas patochadas posiblemente desarrolladas para que vean por ahí cuatro tópicos sobre España, que aquel que ha desarrollado una triunfal carrera o no ha entendido, o lo ha preparado para estudiantes de Oregon (USA), por ejemplo, y se empapen del espíritu de nuestra tierra.

Así, que ahí va mi ruego, a estos artistas güeros, chirles y hebenes, “No le toquéis más, que así es la rosa”, y si os sentís grandes creativos…..papel y pluma, y a crear, a sorprendernos con vuestro talento, y en vez de vampirizar una obra maestra para “epatar”, (no sé a quién), intentad emocionarnos con algo nuevo.

El Sr. Bieito, por proximidad se ha llevado el palo, pero valga para aquella Traviata llevada a los años setenta, cuando ya había penicilina, y la tuberculosis de Violeta se curaba de maravilla. O poner disfrazados de nazis a los héroes del Anillo de los Nibelungos. Por favor es mitología germánica, y aunque Bayerut fuera promovido por Hitler y su camarilla, a Wagner lo subvencionó Luis II de Baviera.

Estaba pensando, que sería una gran idea para estos creadores, que reescriben a Lope, a Calderón al gran Bardo, a Aristófanes, o a Esquilo, que nos Hicieran una Cavalleria rusticana con tifossi de la Roma y del Catania, o una Boheme en Silicon Valley. Sería total.

Buenas noches y buena suerte