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La doble hélice, o la trascendencia de la vida

La segunda pregunta de mis amigos, es ¿para qué estamos aquí?, y ligado a ello, claro, si creo en la trascendencia del ser humano.

Antropocéntricos ellos, no les importa la inmortalidad del alma del cangrejo, asumen la superioridad del ser humano sobre toda la Creación, bueno, o de la Evolución, o de la yoqueseción.

Para eso sí que tenía una respuesta más clara, porque tengo una prueba tangible, los seres vivos estamos aquí….para transmitir el ADN a la siguiente generación.

Y a partir de ahí, podemos hablar de trascendencia, inmortalidad, razón de ser, de lo que haga falta, pero sin olvidar, por favor el alma del cangrejo.

Por partes, y a lo más pequeño, los virus, por ejemplo. Con qué ahinco y dedicación se afanan en lanzar a células despistadas su carga de material genético, para que más virus sigan con el proceso, quizás sea el mismo virus.

De vez en cuando por una célula que no se porta bien, por un antiviral, una radiacioncita inesperada, ¡plin! H..N..y mutación al canto. Especialización diferente para que sea mucho más eficiente la transmisión de su ADN.

Quizás no sea muy inteligente el pobre virus (para los estándares humanos, claro), pero realiza su cometido desde tiempos inmemoriales con precisión exquisita. Y por cierto, posiblemente sea inmortal, ya que es la misma cadena de ácidos nucleicos la que sale de la célula invadida, una vez ésta revienta.

Por cierto desarrollan sistemas eficientes, para conseguir más células que utilizar para su fin primordial, transmitir su ADN. Si a eso no se le puede llamar razón de ser, y trascendencia….me lo digan sus gracias.

Luego las bacterias, que son pelín más complejas básicamente hacen lo mismo que los virus. Se aseguran que su ADN trascienda, pero en general utilizan sistemas diferentes, las puñeteras van en grupo, le va fatal estar solas, crean sociedades de millones de individuos, colonias las llamamos.

Actúan en conjunto, crean modificando un ecosistema que les sea favorable para su fin de transmitir el ADN. Vamos, lo que hacemos los seres humanos con la tierra lo hacen ellas con el organismo en el que deciden montar su colonia. Además las muy puñeteras pueden comunicarse entre ellas, utilizando impulsos químicos. El principio de inmortalidad y trascendencia vírico puede aplicarse también a las bacterias, en las colonias son todos clones… y las hay que así llevan milenios, por no hablar de las que deciden que como Mafalda dice que este mundo es una mierda, se enquistan, y hasta que escampe.

Además aprenden a defenderse de los ataques de los venenos que les echamos los humanos, y se hacen multirresistentes a los antibióticos, transmitiendo a los nuevos clones mutados la nueva habilidad. Son la leshe. Trascienden, son inmortales, viven en colonias, se comunican entre ellas modifican su ecosistema, y si no les gusta lo que ven…..a dooormirrr.

Digamos entonces, que aunque vayamos entrando en estructuras vitales más complejas, siempre ha una cadena de ácido nucléico que transmitir, a partir de los virus, las células procariotas y eucariotas, forman grupos para facilitar la tarea de la transmisión….y así hasta los sequoias, y sus bosques, los ñus y sus manadas, o los seres humanos y sus ciudades.

Así que veo, al menos a nivel de la vida terráquea, que hay transcendencia como seres vivos, que hay razón para la existencia de la vida…..¿pero qué es eso del material genético? ¿Lo explica todo?. Por lo menos parece que todos los seres vivos nos tomamos muy en serio su transmisión, desde los seres humanos hasta los paramecios, pasando por la bronca de los felinos matando cachorros de otros machos, o los primates haciendo más o menos lo mismo. Todo sea por esa transmisión que nos lleva locos.

Tanto es así, que nuestro comportamiento puede dejar de ser controlable en esa tesitura, hembras y machos. Nada hay que nos afecte más, y con más intensidad, especialmente durante la edad en que la reproducción es idónea desde el punto de vista biológico.

Así que ya tenemos una de las razones del por qué estamos aquí, y hay más, seguro, pero nos pondríamos antropocéntricos y eso a nivel multiuniversal, no tiene sentido ahora.

La segunda parte de la parte contratante, es lo de nuestra trascendencia. Ya lo hemos dicho, que el niño es clavaíto al vecino del tercero, así que el vecino trasciende en el niño. Eso lo pillo.

La siguiente parte, también es fácil de entender, especialmente si no se demuestra que Newton estaba fumado cuando dijo aquello de que la energía, no se destruye, se transforma.

Así que la energía de un ser vivo, se transforma, no sé de qué forma, pero no desaparece. A partir de ahí se puede especular de la forma que se quiera. Yo prefiero no hacerlo, que hay personas infinitamente más preparadas para estas cosas.

Es bonito pensar que en el momento de dejar nuestra envoltura física, pasamos a ser parte de la energía universal, y estamos en todas partes.

Hay otra forma de trascendencia, la de la fama, la del recuerdo, que es quizás la que más me gusta, y que es real, que creo en ella, porque estoy harto de verla. Y si no que por ejemplo les pregunten a las Trinitarias la pasta que van a sacar a cuenta de la trascendencia de Don Miguel de Cervantes.

Dentro del mundo de las hipótesis, me encanta la teoría de la reencarnación, la verdad es que es preciosa, aunque un poco exagerada. De alguna forma los padres ya se han reencarnado en su hijo…¿o no?. Y todos vivos.

Por último, si en estos temas, hay algo que realmente me molesta, es creer que la mayoría de las religiones, utilizan de forma interesada la trascendencia del ser humano, para condicionar la vida de sus feligreses en función de los intereses de sus chamanes…Ya sabes, las penas eternas del infierno, o las no sé cuántas vírgenes si mueres en guerra santa.

Buenas noches y buena suerte

In God we trust..other pay cash. (Confío en Dios, los demás pagan al contado)

Por segunda vez en una semana, me han hecho dos preguntas en dos idiomas diferentes.

En ambos casos, me temo que la respuesta no satisfizo a quienes la formularon, y seguramente si me la hacen otras cien personas, el resultado hubiera sido el mismo, y en cada caso por diferentes razones, todas inherentes a las creencias de cada uno.

La primera en la frente….¿Crees en Dios?……

Bueno, ahí empiezas a defenderte, a preguntar a tu vez, lo que el otro entiende por Dios, vaya, que me lo definas, no no, no hablamos de ninguna Iglesia en particular, ni de esos que tienen nombre, o son innombrables, o tienen cien.

No valen los lares, los hechos a medida, los reyes-dioses, ni siquiera los endiosados, la primera pregunta casi me lleva a Santo Tomás de Aquino.

Porque, claro, se trataba de saber cuál era mi concepto, si había alguno, de un Creador o al menos de un, digamos Gerente Universal.

Para mí es realmente difícil discernir, a la vista de mis conocimientos como diantres está organizado todo esto, ya que mi relación con esa cosa que se llama Fe, es muy mala.

Me han insistido de forma machacona, que esa mala relación con la Fe, me lleva a vivir en un estado de duda constante, que no es malo en general, aunque en ciertos ámbitos religiosos se considera poco recomendable.

Pero vayamos a la información que manejo, más o menos la estándar, y empecemos por el big bang, la gran explosión. Pero claro, en mi ignorancia, eso de los 13.500 millones de años, me parece poco tiempo, por ser entre otras cosas una magnitud finita.

Y este Big Bang, ¿es el primero?. Posiblemente haya habido infinitos, y estemos delante de una pulsación.

O quizás haya infinitos big bang en paralelo, explosionando e implosionando a la vez. Ni idea.

 

Puede que haya infinitos universos, con infinitas fuentes de energía, transformándose una y otra vez. No lo sé.

Y cuando alguien me habla del primer pulso, ni siquiera estoy seguro de que pueda haber existido. No sé si el tiempo tiene un principio y un posible final, y la palabra siempre la interpreto muy mal, así que ni siquiera soy capaz de estar seguro de la existencia de un Principio de las cosas, en el sentido cósmico. En lo cotidiano manejo el concepto sujeto al convencionalismo semántico, lo que me lleva a principios y finales relativos, lejos de los conceptos absolutos.

Siempre he dicho que la falta de pruebas para demostrar una teoría, o una propuesta, conlleva el desarrollo de suposiciones para llenar ese espacio, o la utilización de la Fe para ese fin.

Así que puedo ser a la vez creacionista, evolucionista, yoquesecionista o las tres cosas a la vez, lo que me lleva a una contradicción, ya que no soy nada que acabe en ista.

También sé que la inquietud de saber cómo funciona esto, es una fiel compañera mía de muchas décadas, pero por el momento estoy “in albis”, y lo que es peor desconfío en llegar a enterarme en el corto plazo.

Obviamente no puedo tampoco pensar en soluciones en las que la magia, el jamalají, jamalajá hagan aparecer o desaparecer, extender, contraer, o modificar la estructura de ¿nuestro? Universo.

Lo tengo crudo, porque sin aplicar la Fe, esto no tiene arreglo, y claro, la Fe me ofrece múltiples soluciones, una por cada iluminado en busca de seguidores. Y eso es lo malo, que como soy curiosón, no sé si quedarme con Manitú, con los monoteístas del Próximo Oriente, con los Isis, Orus, Osiris, con la cosmogonía india, que es muy chula, con sus Shivas, Visnuses.

Puestos a sentirme atraído, los dioses cachondos greco-romanos, en su versión Publio Ovidio, tienen su gracia, y no quiero descartar a una panda de Valquirias adiposas esperándome, aunque la estética no esté muy de moda, por no hablar de Sigfridos o Parsifales, esperando a las damas que pasen al otro lado, que unos macizorros seguro les alegra la vida eterna.

Todos te sugieren que te creas un Padre de los dioses, un Creador, un Gerente, pero eso ¡Te lo creas coño!, y a mí en ese tono se me hace muy difícil pasar por el aro.

La solución, de estas cosmogonías, es obvia, y común. Como no tengo ni idea, me invento una historieta, una parábola, una similitud, algo que pueda ser aceptado de la forma más universal posible, la vendo, y a vivir de ese cuento el tiempo que se pueda.

Así no llegamos a ningún sitio, porque además, cuando se acepta el concepto de un Creador, o de un Gerente Universal, te quedan dos opciones. Lo aceptas, construyes tu esquema cosmogónico, y ya está, problema resuelto. (Puedes luego venderlo, o no, a otros, y montarte tu propia escuela)

La segunda opción es apuntarse a cualquiera de las ofertas disponibles, ya sabes, desde Manitú hasta Huitzilopochtli, pero en ese caso hay que tener cuidado, porque llevan anexados una cosa tremenda, el culto.

Y si no sigues el rito que te presentan los representantes de ese Manitú, (nunca ví un carnet correctamente expedido, o un contrato de representación entre el Manitú, y el chamán), así que nos autoproclamamos representantes. Con esas actuaciones la cosa acaba siempre mal para ti pobre buscador de soluciones metafísicas. O te cortan el pescuezo, o te aíslan del grupo, (somos gregarios, es por tanto una faena en toda regla).

Esos gritos de herejía, anatema, infiel que caros nos han salido en sangre de inocentes a través de la historia.

Y hasta aquí el Creador, vayamos ahora al Gerente.

A mí los ritos, los procedimientos a seguir, no me parecen mal, aunque si viviéramos en el mundo de Juanito el niño bien educado, no serían necesarios.

Con la excepción de algunos ritos de esos ¡que ya les vale!, en general, las morales adscritas a las creencias permiten sobrevivir a los fieles. Que si no tomes alcohol, que de vez en cuando pases de carnaza y te metas unas espinacas, lávate las manitas, haz el favor de no matar a no ser que yo te lo diga, que no te levantes a la vecina de enfrente que anda ya casada la muchacha, y tiene repercusiones en la marcha del grupo, no andes robando, que los monopolios en este área están ya muy definidos….y así cada uno con lo suyo, con su moral ligada a la creencia, a la sociedad en la que vives. Rreprodúcete, crea riqueza para los amos, y muere en paz, que te espera un aburrido -quizás no- paraíso, cielo Valhalla, Nirvana, lo que quieras.

Como a estas alturas ya has hecho montones de actos de Fe, me permito amenazarte con las penas eternas del infierno, con una reencarnación miserable, con tu destrucción definitiva, con cualquier barbaridad, que lo que realmente quiero, es que hagas lo que te digo, que ese es mi beneficio.

A todo esto nadie ha podido decir nada que sea real referido a los fundamentos de estas creencias, con lo que vuelvo al principio. Son técnicas gerenciales de manejo de grupos, con su entrenador personal incluído.

Podemos llamar a ese Gerente, como quieran vuesas mercedes, Gaia, Dios justiciero, juzgador de actos al final, mantenedor del orden universal (en ese caso quizás sería la física). ¿Qué si creo en esa figura? No lo sé. Es una solución demasiado humana para la pregunta que tengo encima de la mesa.

Y mi respuesta, yo, que me siento alejado de caer en tentaciones antropocentristas, es que no tengo ni idea, que para mí es una de esas preguntas a las que me siento incapaz de dar respuesta, y que me sentiría quizás muy confortable si supiera que existe ese Creador-Gerente, pero no hemos sido presentados. ¡Ah! y el hecho de que crea o no, no tiene transcendencia alguna, quizás excepto para mí mismo.

Por cierto, lo de los Anunakis, y  los de los visitantes de otros mundos, lo dejo para el negociado correspondiente, que en el mío no tienen sitio.

La segunda pregunta, fue ¿Crees en la transcendencia del ser humano?, o ¿Para qué estamos vivos?. La reflexión consecuente, en el próximo capítulo.

Buenas noches y buena suerte

De Friker a Cagliostro y de la pitonisa nocturna a Paracelso

 

El gnosticismo ha sido a lo largo de la Historia otra de las  formas de intentar dar respuesta a las grandes preguntas que, desde la Lucy tanzana, se ha hecho la Humanidad, sin tener respuesta aún…y lo que queda.

Es una constante del ser humano, intentar primero saber de dónde venimos, y no hay manera. El origen del Universo, la primera partícula, el Gran estallido, los catorce mil millones de años…..

Y luego ¿qué?, creacionismo, evolucionismo, la vida, aquí, allá, antes, después, en vez de…..¿carbono? ¿silicio?.

Más millones de años….pero…¿y antes?, una implosión de otro Universo, quizás, o la nada. ¿Eso vale?. No lo sé. Quizás la mecha se enciende sola, quizás no.

Universos paralelos, la programación total de los Universos, el tiempo, el espacio ocupado…¿por quién?, ¿desde cuándo?….¿para qué?. La programación de Asimov en su Fundación, Sheldon y la Psicohistoria. Ni idea.

Nuestro conocimiento del entorno, es tremendamente limitado, no sabemos nada,

Pienso que la tendencia en esa situación de nosotros, pobres humanos, es llenar los huecos de nuestra ignorancia con figuras que satisfagan nuestra necesidad de saber. La diferencia entre saber y creer, o lo que es lo mismo entre ciencia y religión.

Entiendo que el papel de la ciencia, es mucho más arriesgado, ya que una vez se demuestra algo, es solo cuestión de tiempo que se “desdemuestre” .

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¿Manual de médicos, o tratado de brujería?

 

Sugiero tomar, por ejemplo, textos de medicina de hace unos pocos siglos, y como las creencias teóricamente demostradas por los sabios de esas épocas, han dejado de ser válidas, aunque sea únicamente por el hecho de las formas de medir la realidad, (aunque tampoco tenemos claro lo que quiere decir eso de “la realidad”).

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Compendio del saber médico en el siglo X/XI.

No le sirvió para curarse las tripas, y cascó con 57 tacos.

Lo que se ha mantenido inalterable, son los principios matemáticos, por el momento, y no creo que cambie la cosa, Sin embargo, a sus primos hermanos, los principios de la física, ya se les está dando la vuelta. Alguna ley de Newton, parece que puede, en fin, reestudiarse, así que ya veremos como acaba la cosa, ya que parece que podemos viajar mucho más deprisa que la luz, dicen, y no se cuantas cosas más..

Hoy día los que se entregan a la ciencia, saben que a la hora de transmitir un dato, inmediatamente se enfrentan a una auditoría, como las de Alfonso Guerra, “de infarto”, por parte de la comunidad científica, que intentará repetir la experiencia, esperando obtener los mismos resultados que el investigador original, que obligarán a éste, a presentarlo en público, (científico, claro), y defenderlos con todos los argumentos, medibles que pueda.

Creo que todo esto ha sido enormemente positivo para la mejora de la Humanidad, y el camino, joven aún, está lleno en el futuro, de respuestas que todos estamos esperando.

Pero de ahí a decir que ya sabemos de dónde venimos, hay un digamos, tortuoso camino. Eso no se mide con los instrumentos que actualmente están a nuestro alcance. ¿Cuestión de tiempo?. No lo sé. Por el momento, se especula con el creacionismo, con el evolucionismo, pero solo eso, se especula. Y está bien que sea así, por el momento.

La segunda pregunta, el ¿dónde vamos?, parece que tampoco tiene una respuesta clara, es más no tiene ninguna a ojos de la Ciencia, salvo lo que vemos todos los días al final de la vida de cualquier ser vivo, y es su reincorporación a la cadena trófica, o al ciclo de la energía. Es lo que podemos demostrar hoy. Algo es algo.

Y la tercera, es la más desoladora, ¿para qué estamos aquí?.

La ciencia, puede llenar miles de páginas, con los hechos de la Humanidad, de la Biosfera, si se quiere, pero la pregunta, en su dimensión trascendental sigue teniendo un aterrador vacío, a excepción del obvio, que es la conservación y transmisión del material genético, el ADN, que es nuestra forma de inmortalidad. Más allá de eso, poco a rascar.

Tanto es así, que una vez garantizada esa transferencia, ningún ser vivo, necesita seguir viviendo, y de hecho desaparece, como individuo, claro.

Una vez que vemos, tanto los avances, como la falta de respuesta a todo lo que nos interesa como seres humanos que nos puede dar la ciencia, solo nos quedan las creencias para llenar esos huecos tremendos que tiene el conocimiento humano.

La virtud que tienen las creencias, es que si dan respuesta a las tres grandes preguntas, con detalle muchas veces, y nos permiten que evitemos la angustia de la existencia. Está bien, es positivo.

La primera creencia, es maravillosa, toda la humanidad cree que somos hijos de Dios. (Aquí se ponen los nombres locales que quieran utilizarse para definir esa idea), y Dios vive en los cielos, (perdón por la sal gorda que llevo al texto).

Disimulen, por estética, los ateazos. Pero en 7500 millones que somos son minoría extraparlamentaria, con todo cariño.

Una vez definido ese ente, y creyendo que somos sus hijos de alguna forma, nos hemos dado un status de dioses, que tampoco está mal, reconforta, y ayuda a la respuesta de la siguiente pregunta, de a dónde vamos.

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¿Aura Mazda era un visitante del espacio que nos trajo la sabiduría?

De nuevo a Dios, que está en los cielos. Estupendo, está bien también, y además debes actuar, mientras estés en esta fase de vida terráquea de una forma determinada, que facilitará tu regreso a Dios.

Esto es común a la mayoría de las creencias a lo largo y ancho de nuestro planeta, con un pequeño problema para el común de los mortales, y es que marcan el camino a seguir a “este lado del Pecos”. No es malo, ni bueno, solo que condiciona nuestro paso terrenal, por el hecho de adoptar en la mayoría de los casos, unas normas de conducta que no han podido sufrir el análisis lógico, es cuestión de fe, crees o no crees, estás dentro o fuera del grupo, y eso de estar fuera, es terrible para un ser, que como nosotros necesita del grupo para su existencia. Esas normas de conducta, a veces, exigen verdaderas barbaridades, que no voy a desgranar aquí, que es la hora de la cena.

Por cierto, tanto el premio como el castigo, si los hubiere, están fuera de nuestro conocimiento. La Valkiria, solo en el Liceu, y son cuatro horitas bien cumplidas. (El Fausto lo dejamos para el Real que aquí son más recios).

En conclusión, a la mayoría de nosotros, se nos oculta que es lo que hay, no lo sabemos.

De nuevo la creencia, viene a resolver el dilema, y la creencia es decir que se ha levantado un pico del tapete que cubre la verdad y que algunos han intuido lo que hay en cuanto nuestro origen, nuestro rol aquí, y nuestro destino trascendente.

Entender a un hombre instruido, hablando sobre materias que solo él conoce, suele ser cuanto menos complicado, y por esos caminos, es por donde las llamadas ciencias ocultas transitan.

Y son ocultas, simplemente porque no las entendemos. Imagino al bueno de Teofrasto, intentando que no se le echaran encima las huestes de las Inquisiciones, cuando estudiaba enfermedades que intentaba curar, y ponía en marcha sus remedios, (alguno glorioso como el uso de mercurio para curar la sífilis, pero eso es harina de otro costal).

El tema de las dosis y los venenos, era ya muy conocido desde tiempos remotos, o si no que le pregunten a Mitrídate  VI rey del Ponto. (Ver el libro de los venenos de Antonio Gamoneda, 1931), así que Teofrasto/Paracelso, recogió, probablemente sabiduría perdida, oculta.

Hace unos días comentaba, por otras razones el azulejo cordobés en donde se le decía al mortal, que llevará el libro herético al monasterio…

Firma tú el Splendor Solis, que a mí me da la risa…..eppur si muove, he descubierto el sistema circulatorio pulmonar….calla calla.

Pero posiblemente, nada o poco nuevo, solo falta de difusión y de entendederas para poderlo aplicar de forma coherente.

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¿Química básica, o camino de perfección para iniciados?

En sociedades en las que la ignorancia era, o es la única opción, las creencias que hacen que la sociedad camine, son muy simples, fáciles de entender, pero inamovibles, porque el riesgo, es que se pierda la fe en lo que el sacerdote, chaman, muftí, rabino, te ha transmitido.

Así, lo primero que se inculca, es el origen divino de esas creencias, de esas leyes, de esos textos, que son la base de lo que el pueblo iletrado debe creer. Su ignorancia, o quebrantamiento se castiga, primero en la tierra con dureza infinita, y posteriormente en el cielo, claro, pero ya subes tostado, decapitado o lo que sea .

Las consecuencias de posibles dudas son tremendas, porque ese hueco será llenado inmediatamente por otra creencia, y se puede entablar una lucha feroz entre ellas con el consiguiente sufrimiento para la sociedad afectada.

Siempre ha habido elites que han manejado las creencias, tomando con ello un poder extraordinario, desde Egipto a Tikal, desde Pascua a Oriente Medio, desde Roma a las 95 tesis del renano.

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¿Un astronauta en el desierto peruano?

Pero han quedado, desde tiempo inmemorial, restos de conocimientos, que por la razón que fuese, posiblemente por demasiado complejos para su época, o bien se han perdido totalmente, o solo parcialmente. Y es ahí donde empieza el mundo de los símbolos, en donde se intenta recuperar la visión de aquellos que estaban elaborando creencias, o quizás certezas, para entender las tres preguntas. No lo sé. Pero ese saber oculto, ha necesitado siempre defenderse del saber básico, que se transmite al pueblo llano, por el peligro que entrañaba para quien lo desarrollaba, para el que lo transmitía o para aquel que lo aceptaba.

Y los ritos, creo que no dejan de ser copias repetidas de acciones no entendidas que en su momento tendrían posiblemente un significado práctico.

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¿Cómo manejaron estas piedras? ¿Cómo las tallaron?

 

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¿Como las transportaron?

 

 

La Arqueología, en algunos casos, ha facilitado la interpretación de signos que ocultaban ideas, aunque también ha permitido que, de forma interesada se desarrollasen teorías mil veces repetidas (el camino de Goebbels), que nos han hecho ver tanques o aviones en las pirámides de Egipto, o un astronauta en el Palenque maya….ejemplos a miles. Lo que hay en realidad detrás de esos relieves es difícil saberlo, por lo que se llena con la especulación que más nos convenga y santas pascuas.

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¿Sólo para chamanes?

El camino oculto, las interpretaciones, los signos, las representaciones astrales en los edificios de nuestro planeta, los textos perdidos, las profecías, incluso Nostradamus, todo tiende de alguna forma a sugerir, que hay algo más, que no conocemos, que no nos explicamos. Su búsqueda es otro ejercicio intelectual, pero muchas veces dudo que sea hecho con intención clara de ayudar a la Humanidad. Así parece ser. Bien, que sea pues.

Si en el título equiparo de forma un tanto grotesca a D. Iker Jiménez, y a Cagliostro, es porque creo, de verdad, con la información que tengo, que eran y son buenas personas, que de algún modo, y según sus posibilidades o sus deseos, intentan ayudar a la gente. Supongo, que por su ejercicio profesional, les zurraron la badana a ambos, pero ¿a quién le importa?. El mensaje es lo importante. Gracias a ambos.

La iniciación a lo oculto, el descubrir los arcanos, la búsqueda de los secretos del Universo, son tareas encomiables, que necesitan su coreografía. Ritos, sustancias que pueden alterar el sentido de la realidad, oración, ayuno….todo eso está bien, es la forma de intentar llegar al conocimiento, a responder a las preguntas fundamentales, luego, las interpretaciones….hasta ahora, con su pan se lo coman.

Buenas noches y buena suerte

 * por el momento, todas las miserables fotos que aparecen en este y cualquier otro artículo, las he hecho en primera persona del presente de indicativo, lo que explica su pobre calidad