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Credo in unum Deum

La Existencia de Dios

Hace nos meses, un amigo, me hizo la pregunta que debía hacerme, después de años de relación, acerca de si creía o no en Dios.

Me dio la sensación de que se esperaba, a pregunta tan incómoda, una respuesta simple, casi un sí o un no, que no se trataba en medio de la cerveza que nos estábamos tomando en la cafetería de aquí al lado, comenzar un análisis acerca de problema tan discutido, tan lleno de interrogantes, y tan contaminado por montañas ingentes de intereses religiosos y políticos.

De forma que eché mano de lo que aún quedaba de mi inteligencia de niño de barrio obrero, y le solté que estaba muy de acuerdo con el acercamiento tomista de la tal cuestión, que uno andaba con ganas de pasar el examen que el señor que tenía delante, con aspecto de profesor universitario me estaba planteando, y sí, parece que raspado, pero saqué el cinco pelado. Que lo que le solté no impidió que nuestra amistad siguiera.

Ahora, de ahí a renunciar a la comprensión de la idea de Dios hay un paso de gigante, y yo no estoy dispuesto a quedarme sentado en el sillón de casa, amparado en mi fe, sea ella la que sea, y no darle al cacumen constantemente para ver qué puede aportarme nuestra sociedad a la hora de llenar de contenido el concepto de Dios, con elementos que estén fuera de la fe, es decir, con argumentos de los que la ciencia nos puede dar, con argumentos que la razón pueda aportarnos, y así tratar de unir con un buen pegamento ambos dos y reforzar la creencia en ese Ser Superior.

Hasta donde entendí yo la cosa de Santo Tomás, el hombre no andaba desencaminado, que de alguna forma ese era su camino, buscar argumentos difícilmente refutables a la hora de construir sus cinco postulados que nos legó en su Summa Teologica y que no voy a repetir, pero que con los matices que uno quiera, incluyendo los avances de la física y del razonamiento matemático, siguen teniendo su intríngulis.

Leyendo aquí y allá, escuchando a este y aquel, me pongo a pensar en varias cosas, y todas me inquietan.

La primera es que si entendemos la idea de Dios como la de un ser único y Supremo, debemos aceptar que en el caso de que aceptemos la existencia de Universos paralelos, o Multiversos, al menos deberíamos considerar una especie de multitarea divina, realizada además fuera del Multiverso, que para crear algo, hay que hacerlo desde fuera, que si eres parte, alguien te ha creado.

El concepto de crear es tremendamente difícil de entender para mí, si por crear entendemos que de la nada (que por cierto ya es algo, que si no, no sería siquiera mencionable como concepto) pueda obtenerse algo, así que aceptaremos la idea ramplona de “La Nada”, e intentaremos navegar con esa carga.

Pero me dicen los físicos, que esto en donde nos movemos ahora, proviene de un estallido enorme que vino a darse hace más de trece mil quinientos millones de años, lo que conlleva que dos de las cosas que venían en mi libro de segundo de bachillerato se me hunden por la base:

La primera, la idea de lo infinito del Universo, que si todo salió de una partícula llena de energía, el límite está en esa energía.

La segunda, y no menos importante, es que si el origen fue esa partícula de energía, la cosa ya no viene de la nada, a no ser que empecemos a dar vueltas a lo que había antes de la gran explosión, a como se formó esa energía, de dónde procedía, y sobre todo por qué estalló, y Quién la hizo estallar.

Ya lo veis, estoy muy tomista a la hora de buscar un algo creador, que a todas luces siguiendo por ese camino, se necesita para cuadrar la ecuación que antes de antes debió haber un antes, y podemos, usando esa herramienta tan burda que se llama lenguaje llamarlo como queramos.

Dejemos por un momento los multiversos, para que no me líe yo mismo, y vayamos a este Universo en el que estamos, pequeño, finito, y con visos de tener un final, cuando la energía del gran estallido se haya agotado. O no se agota, que en su transformación entrópica volverá a la gran implosión y en unos cuantos años la cosa volverá a estar a punto de estallar y ¡venga! A comenzar de nuevo. No lo sé.

Pero toda esa explosión-implosión, si la cosa va por ahí…¿necesita un ámbito en el que producirse?, quizás no necesite ubicación física alguna, me cuesta entenderlo, pero a lo mejor mis amigos matemáticos se ponen un día y me lo pueden explicar. Y es que a lo mejor el gran estallido se produce en el ámbito de una parte de otro universo, que por cierto, la tal palabra “Universo” se me hace de difícil comprensión, y es que, en mi ignorancia, la circunscribo al supuesto ámbito del gran estallido que andamos cabalgando, pero, me parece que la cosa supera ese ámbito.

Otro de los puntos tomistas es el orden, y sí, parece que existen normas que se cumplen dentro de ese estallido de energía inconmensurable, que el cloro y el sodio reaccionando adecuadamente, dan un producto salado, que se comporta siempre que se den las mismas condiciones, y de la misma forma tantas y tantas acciones dan de forma inequívoca reacciones idénticas, medibles, y reproducibles. Así, parece que hay un orden, y si hay un orden hay alguien que lo diseña, dice Tomas de Aquino, pero, ¿y nuestra ciencia?, ¿ha llegado al punto de definir al diseñador del orden, o está en ello?.

Matemáticos que han navegado esas aguas, te dicen que hay demasiadas incertidumbres para aseverar que realmente se necesita un diseñador, pero de la misma forma te comentan, y publican, que hay demasiadas incertidumbres para afirmar lo contrario, así que dejamos la cosa a lo que cada uno de nosotros pueda creer.

Y con ello parece que volvemos al tema de la fe, que hay una falta de conocimiento científico que pueda explicar el asunto, y es que en la historia del conocimiento del Universo, hemos ido ampliando el entorno a medida que nuestro conocimiento científico iba avanzando. Que de considerar Universo al bosque donde estaba nuestra tribu primigenia, fuimos ampliando y lo que parece que se creo fue la Tierra, luego hubo planetas, galaxias….partícula primigenia, más universos, y seguiremos así hasta que  algún día quizás lleguemos a la comprensión de qué diantres es todo este entorno en el que nos movemos.

Cuando los mitos y las tradiciones nos dirigen hacia ese Padre con barbas que navega por el techo de la Capilla Sixtina, o a los dioses funcionales que nos llegan de tantas y tantas culturas, de alguna forma nos transmiten a través de ese símbolo la idea que desde estas líneas estoy intentando racionalizar, de forma desde luego muy poco efectiva, que en ninguna nos habla de quién crea al Dios primigenio, que esa es la verdadera X de la cuestión, y los conceptos de infinito, de eterno, quedan siempre circunscritos a un casi infinito y un casi eterno, cuando nos referimos a la Creación Primera, que está fuera de nuestra capacidad el comprenderlo, o al menos de la mía, y ojalá recibiese esa luz que me hiciese pasar de agnóstico a gnóstico.

Sin embargo, el pensar que sin “nada”, sin esa fuerza primigenia, o esa voluntad, o esa energía nuestro entorno haya devenido en lo que en el momento actual, en este instante estoy percibiendo, ( a saber qué perciben otros de mi especie), es para mí de difícil comprensión. Es por tanto una indeterminación lo que está en el origen, y a partir de ahí, unas leyes que vamos descubriendo poco a poco, y que posiblemente acaben llevándonos a un conocimiento de lo que hay.

Y por tanto tengo que acabar con el recurso de la fe, o de la hipótesis más plausible de que Algo hay, que no sé qué es, y que desde luego está lejos de las interpretaciones que los diversos credos religiosos dan a sus fieles a través de las imágenes estereotipadas, pero necesarias para que esa idea de Dios se pueda convertir en un elemento útil para la vida de los Seres Humanos.

Ahí queda eso

Epifanía

La Epifanía, el día de la Befana, los Magos de Oriente, todos ellos y cada uno de ellos, no dejan de ser diferentes lecturas de un mismo tránsito astral de la Tierra, cierran un período importante en nuestro calendario, a la espera del próximo que nos caerá hacia el 25 de enero, cuando la tierra transite por los confines de la Vía Láctea, y regrese el dos de febrero a la luz de las candelas.

Una vez dicho esto, que no es más que la introducción cultureta de la cosa, ya que Saulo habrá caído de su caballo hacia el veinticinco de enero, y a lo mejor los primeros brotes están ya en las ramas de los árboles, me gustaría reflexionar un poco acerca de las correspondencias que se dan en nosotros los seres vivos con todos estos acontecimientos galácticos.

Por la zona humana, que es la que transito de forma más habitual, acabamos de cerrar, como ya he dicho el ciclo saturnal, hemos sembrado lo necesario, o lo que creemos necesario, hemos realizado nuestros propósitos de recolección, con eso de “perder dos kilos, ayudar a una viejecita, y demás” y seguimos viendo como el sol va viajando hacia el extremo norte del Camino de Santiago, y nosotros con ellos, preparando nuestro perfeccionamiento, nuestra búsqueda del oro alquímico que pueda correspondernos.

Quien más quien menos, salvo los anacoretas, los fanáticos, los veganos, los indepes, y quizás mi prima Rosa, la de Santander, hemos cometido excesos en honor a Saturno, como hijos suyos que somos, y estamos en la tesitura de corregirlos, y digo bien, corregir alguna de sus consecuencias, que lo hecho, hecho está, y si hay que volver a hacerlo, se hace.

Porque el inicio del ciclo anual que comienza bajo la advocación de Juno dios de las puertas tendrá como misión proteger nuestros pasos hasta que de nuevo Juno cierre las puertas.

Veremos en que da el ciclo que comienza, que por aquí, los humanos, mal que bien, hemos realizado nuestros ritos de adoración con el dios, y consecuentemente esperamos nuestra recompensa, que irá por barrios, como todo.

Muchos habrán trazado sus caminos a seguir de idus a calendas y el azar y su desempeño en la tarea serán quien al final decidan la calidad del resultado, que nada está cerrado, que las variables incontroladas son demasiadas, que los retos aparecen a la vuelta de cada recodo de la ruta, ya veremos, no deseemos nada, hagamos nuestro camino, no dañemos nada, que nada es nuestro, por mucho tiempo.

Y aprendamos, que cada nueva llegada de Juno habrá de traernos renovados anhelos, renovadas fuerzas, renovados compañeros.

Ya veremos, veremos, como siempre, aquello que se nos muestre a través de los postigos entreabiertos que son las píldoras “informativas” que nos van lanzando, cuales son los caminos que se van abriendo delante de nosotros, veremos a donde dicen que nos llevan, y veremos también de qué somos capaces de aportar con nuestra actitud.

Porque desde luego formamos parte de una inercia ajena de la que es muy difícil evadirse y que nos llevará por derroteros que podemos intuir, y que día a día con las influencias de unos y otros, seguirán modificando aparentemente nuestro entorno, y a lo mejor nos hacen, sin darnos cuenta perder un rumbo, que creíamos seguir.

Las influencias de los movimientos de la política global, a lo mejor nos llevan a graves enfrentamientos militares, más graves que los que hoy vivimos, según algunas predicciones de futurólogos, o a algún desastre financiero, que parece ya hay quienes lo están necesitando.

No sé lo que cambiará en nuestro entorno global, no sé si el mundo caminará hacia más luz, o seguirá machaconamente sus ciclos en los que todo se repite, aunque parezca que en el universo individual todo ha cambiado.

Ya veremos, ya veremos donde estaremos cuando el año que viene, como este que se fue, no hagamos caso de la doble cara de Juno, y nos empeñemos en mirar solo hacia adelante, en donde está todo por escribir, todo por hacer, aunque lo que haya que hacer sea lo mismo que ya se ha hecho, en escenarios parecidos.

Confiaremos en que nada irreparable se nos eche encima, que los caminos no pierdan la capacidad de ser trazados y consecuentemente transitados, que podamos de alguna forma sobrellevar nuestras miserias o nuestras hazañas.

He dicho demasiadas veces en los últimos meses que la sensación es de estar en la rueda de un ratón de laboratorio, gastando inútilmente energías para no hacer camino, y viendo como de vez en cuando alguien de quien apenas ves una mano, mueve dentro del laboratorio tu jaula, dándote la falsa ilusión de cambio, de movimiento.

Y a lo mejor me estoy equivocando, pero tampoco es importante, que ciertamente mis amigos hablan de maravillosos avances tecnológicos, que otros amigos creen que la sociedad en la que viven está en continuo cambio, que hay nuevos soles cada día, que nuevos caminos se ofrecen, que nuevos sueños son posibles, y quizás sea cierto, y esté ahí en mi rueda de ratón de laboratorio, sin darme cuenta de que la perta de la jaula está abierta.

Así que prometo al menos, abrir más los ojos, no sea que cierta rutina haya conseguido que no vea lo que realmente está pasando, y que la impresión que tengo de que los pobres siguen en sus chabolas, que los dueños de las cosas siguen en sus palacios, que lo que se empezó ayer sigue donde estaba, que lo que empezó hace cuarenta años era copia de lo que empezó otros cuarenta años atrás, y nada ni nadie querrá terminar con ello. La trascendencia de lo inmutable, el sincretismo que va trasladando mitos una época tras otra, y pensamos que Castor y Polux no son Cosme y Damián, y nos parece que Isis no es María, a pesar de que a veces sean negras la dos, que lleven un Cristo/Osiris encima y las dos tengan que recomponer de alguna forma al hijo sacrificado por la causa que ustedes quieran.

Así, que como hace frío, haré como siempre, prepararé un chocolate caliente, o un trago de un buen licor, o saldré bien abrigado a pasear, que al final es lo mismo, que no hay diferencias, que esto ya ha pasado, y volverá a pasar, y es que las repeticiones de las grandes cosas, derivan, casi siempre en esperpentos.

Téngalo en cuenta Señor Puigdemont, usted no es el Señor Tarradellas, y usted no escapó de su tierra por una guerra cruenta.

Con su pan se lo coman

La carta a los Reyes Magos.

 

No teman sus gracias, que esta vez no voy a ponerme estupendo haciendo una glosa del significado simbológico y esotérico de los famosos Reyes Magos, ni siquiera es mi intención ir por los caminos que transitan Don Iker Jiménez, y otras gentes de su gremio hablando de la posibilidad de que sean extraterrestres montados en platillos con forma de camello.

No, no teman ustedes, que estoy muy mayor para meterme en ciertos charcos. OVNIS parece que sensu estricto si lo son, que nadie sabe muy bien qué diablos son esos tres pollos en camello que parecen sacados de una fiesta de Drag Queens, con todos sus abalorios y sus sedas, cruzando los cielos de Oriente a Occidente, como si fuera un paquete o varios, de Alibaba.

Mis amigos y yo, deberíamos celebrar estos días nuestro homenaje al sol invictus, que se nos viene encima la solsticial de invierno, que parece que el tal Sol no se nos va, que es como un yo-yo, arriba, abajo, arriba, abajo, y seguro que lo haremos, que esas cosas se nos dan estupendamente, y beberemos unos vinazos, comeremos un corderito, y a otra cosa.

Y a lo mejor lo que estamos celebrando son las cosechas esas que nos deberán dar de comer en su momento ya entrado el año que se anuncia, así que habrá que honrar a Saturno, ese dios que sirve entre otras cosas para la protección de la agricultura, y liarnos con las saturnales que parece empiezan con eso del viernes negro, y acaban con la Beffana o con los Reyes Magos.

Mi amigo David, insiste que de lo que se trata es de celebrar el período del Hanukkah, la fiesta de las luces, de las luminarias, en las que se celebra la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos, con la consiguiente purificación del templo “infectado” por la presencia de dioses extraños.

Parece que la fiesta de la luz deriva del milagro de haber podido mantener encendido el candelabro de nueve brazos (Hanukka) durante ocho días consecutivos, con una cantidad exigua de aceite, suficiente apenas para un día.

Al final la simbología es a mi parecer la misma siempre, la luz que triunfa, y no diré el triunfo de Lucifer, para no darme ni pisto, ni autobombo, pero la luz siempre triunfa…por el momento. Quien quiera saber más de esto, que lea el Talmud (Gemara, Shabbat 21), que yo no soy profesor de nada, y esto me lo he currado de la tal Wilkipedia.

Pero viendo estas cosas que se nos vienen encima estos días vemos que la celebración es múltiple, pero siempre la misma, sea cual sea la tradición a la que nos acerquemos, y es la entrega, o el robo del fuego, de la luz divina por Prometeo, por Lucifer, por quien quieran ustedes, para dar el calor necesario a la agricultura, iluminar las mentes de los humanos.

Pero volvamos a la tradición del Imperio Romano, en que durante estas fiestas saturnales, además de cierta tendencia al desmán, la gente se intercambiaba regalos, asistía al banquete que se ofrecía a todo el mundo, teniendo incluso los esclavos cierto relajo en el cumplimiento de sus obligaciones. (Quizás los más curiosos de entre vosotros se atrevan a emprenderla con la obra de Macrobio, Las saturnales), allá cada uno con su responsabilidad.

Así, que sin mirar hacia Akenatón, que ya tengo tortícolis solo de pensar lo atrás que debo llevar la cabeza, nos encontramos en que las religiones y los solsticios siempre se han llevado bien, como bien se han llevado con los ciclos agrícolas, o con cualquier cosa que permitiese un cierto protagonismo en los períodos de relajo de los seres humanos una vez acabadas las tareas a las que obliga la supervivencia.

Así, que tendré que aprovechar eso del viernes negro, la Hannukah, las Saturnales, Los reyes Magos, o la Befana, que entre Saturnales y Epifanía, nos jugamos las fiestas del consumo de este mundo occidental de hoy.

Que nosotros con el lío que tenemos montado, al añadir la presencia muy alabada del licio Nicolás a las tradiciones, si la cosa se nos pone rácana, este San Nicolás de Bari, o Santa Claus, nos traerá el regalo anticipadamente.

No quisiera ser irreverente pero el tal Nicolás de Bari tenía na gran predilección sobre el mundo de los niños, cosa que hoy sería altamente sospechosa, y su milagro fue curar a niños acuchillados por algún desalmado, o poner bolsas de oro en los calcetines de doncellas que no tenían posibles para llevar dotes aceptables a sus matrimonios.

Pediremos a Papá Noel que deje algo en la chimenea donde dejaremos los calcetines a secar, y mientras que me vaya explicando los detalles del contrato con Coca-Cola, que hicieron cambiar su color tradicional, verde, al rojo.

Ya lo que me queda, y como estamos en pleno ciento cincuenta y cinco, pediremos que el Tió, ese tronco hueco que desde la cocina en el día veinticinco, es apaleado por los niños para que cague los regalos al son de la cancioncilla “ Caga Tió, no caguis arengadas que son saladas, caga torrons que son més bons” .

Si no. Y esto es ya un lío foral, me quedan los iratxoak (duendecillos) vizcaínos, o el Olentzero, (carbonero) navarro. (nótese que la Befana trae carbón también, y los Reyes Magos si el niño es demasiado travieso), o el Apalpador gallego que trae castañas y carbón para asarlas.

Con todo esto, hare mi carta, que gracias al lugar donde nací, y a otras circunstancias que no vienen al caso, dulces tengo, y no creo que mi médico sea muy feliz si como demasiados, las castañas en Callao, a la señora de siempre, figuritas de barro como las que se regalaban los romanos en las saturnales, o las que hay en nuestros belenes, si no son vienen con inteligencia artificial de serie, pues ¿qué queréis que os diga?, aunque ese caganer que está abonando la tierra una vez acabada la tarea de la siembra de invierno, quizás sea el símbolo que más me gusta por lo que conlleva de esperanza en el fruto que la tierra está incubando, y será nuestro alimento futuro.

Los detalles de mi carta, los daré en otra entrega…o no.

Con su pan se lo coman

 

Rechazo a la sumisión

Estos días de reivindicación de los derechos de las mujeres, han sido para mí tremendamente ilustrativos, en cuanto lo que significan no solo las muertes que por violencia directa se ejerce contra ellas en todo el mundo, que aquí no hay sagrado geográfico, si no por el tormento de por vida al que se las somete, siempre a caballo de la posición dominante del macho, (que aquí no tiene que ser forzosamente ibérico).
Es evidente que la primera denuncia, la más obvia, es la del asesinato pasional, “la maté porque era mía”, he escuchado en las noticias demasiadas veces, y hasta la frasecita me parece que fue motivo de una letra de cuplé o de cualquier otra vaina, que ahora no viene al caso.
Pero en la católica España, una mujer muerta a la semana, me parece una aberración, como me lo parecería una muerte cada lustro, que no es cuestión de cantidad, lo es de calidad, es de respeto a la vida y al derecho a decidir que todos los seres humanos tenemos en relación a nuestro cuerpo, a nuestros sentimientos, y sobre todo a quién queremos tener a nuestro lado, incluyendo a nadie, por supuesto, que el buey solo bien se lame.
Mía y de nadie más, suelta el animal que llevamos dentro, que eso de transmitir nuestro DNA, parece que es mucho más importante de lo que realmente es.
Y a lo que parece, las formas de violencia son infinitas, que a demasiados machos se le hacen los dedos huéspedes cuando se ponen a mirar a su pareja, y no es la suspicacia lo que debe regir las relaciones entre personas de distinto sexo, pero eso que se lo vayan diciendo a esta sociedad en la que las posiciones de dominio y control está en manos solamente de la mitad de los humanos, que parece que la otra mitad está solamente para el servicio y satisfacción del macho.
He tenido conocimiento estos días, entre la cantidad de salvajadas que se les hacen a las mujeres desde tiempos ancestrales, de la técnica de la vagina seca, y no me podía creer lo que leía, y mucho menos lo que me explicaron después.
Consiste en que la mujer antes del coito se aplique bien hierbas, bien ungüentos, calor directo, o incluso tierra dentro de su vagina, para conseguir para el macho que la va a penetrar la sensación de que está penetrando a una virgencita, o casi, y en cualquier caso que lo hace a una mujer que al no lubricar le demuestra que el sexo no le es placentero, con lo que el cabestro del macho queda en el convencimiento de que esa mujer no andará buscando otro hombre.
Lo primario del argumento, y las consecuencias para la mujer, dejando a un lado las psicológicas, (que ya es dejar, y que tienden a suavizarse a través del adoctrinamiento al que someten a las niñas las mujeres de la familia), puede conducirlas a graves infecciones, o incluso a la muerte.
La educación recibida es cómplice de esas actuaciones, que son las mujeres de la familia quienes enseñan las técnicas y adoctrinan a las niñas para que no se desvíen de ese camino, que corren el riesgo de ser rechazadas por los hombres, que si sienten que el sexo para ellas es algo placentero, las consideran poco menos que prostitutas y las rechazan. Claro que con la vagina seca también lo hacen cuando las consideran demasiado mayores, y las abandonan para buscar niñas casi impúberes, si pueden pagarlas, claro.
No menos grave, aunque en la misma dirección son las técnicas de ablación parcial o total del cítoris, o de la eliminación traumática de los labios vaginales, o la más extrema, la infibulación que consiste no solo en la cliterectomía, sino en el cosido vaginal, permitiendo un mínimo orificio para le orina y las descargas menstruales.
Esas barbaridades no son más que el miedo del hombre al poder de la mujer, y la utilización de todo aquello que hayamos podido tener a nuestro alcance para intentar someter al otro sexo, que parece que aquí lo único que importa a los machos de casi cualquier especie de mamíferos superiores es la transmisión de nuestro puñetero DNA, como si eso valiese para algo.
Y la cosa viene de lejos, que al parecer, y a la que nos metamos en los textos de los arqueólogos, o en los mismos textos antiguos, (hablo por ejemplo de la Epopeya de Gilgamesh), nos encontramos con que al parecer, la primera mujer que se creó, no fue la tal Eva, que fue una tal Lilith, creada del barro a la vez que el hombre.
La tal Lilith, montó un buen lío en el Paraíso, cuando no aceptó una posición sumisa en el sexo frente a Adán, que ella deseaba al menos lo mismo que su compañero. Las quejas de Adán llevaron aparentemente al Creador a tomar posición, y lo hizo a favor del macho.
Lilith se rebeló, pronunció las cuatro letras del nombre de Dios, y salió volando del Paraíso.
Fue entonces cuando de una costilla de Adán se creó a la segunda mujer, Eva, que ya sumisa a su compañero se la considera la madre de la especie humana.
Sugiero a quien le interese el tema que indague en la tradición hebraica acerca de esta mujer, que una vez abandonado el Paraíso se une a Samael (Satanás), creando una saga vengativa contra los hijos de Adán y Eva. La tradición masculina no puede permitir que no se maldiga una tal conducta de insumisión, y así andamos.
Leed las maldiciones, que también se encuentran en la Biblia contra los onanitas, que Lilith amenazaba con yacer con quienes se masturbasen despreciando el semen que debía fecundar a la hembra, y los conjuros que debían hacer las hijas de Eva para no perder el marido. (Nótese aquí el miedo a la Lilith gran prostituta de Babilonia, o de Carabanchel, que recoge el semen que el hombre vierte fuera de su hembra, y sobre todo de los canales establecidos fuera de la libertad que se le supone al ser humano).
Al final, y tras las barbaridades escuchadas de esa manada de supuestos bestias y supuestos violadores, especialmente en estos días en los que no como excepción, deberíamos pensar un poco más en nuestra relación con el otro sexo, (el femenino para mí), y darnos cuenta de lo que todos perdemos por intentar dominar a otro, por la lucha de nuestro supremacismo.
Co su pan se lo coman

Como lágrimas en la lluvia

Pues sí, como no podía ser de otra forma, no pude resistir la tentación de ir al cine después de tanto tiempo, para ver cómo había evolucionado la visión que de la idea de Philip K. Dick nos dio del mundo de la robótica y de la inteligencia artificial, pero no voy a hablar de la película, que para eso hay plumas profesionales infinitamente mejores que la mía.
Así, que a comprar entradas el que quiera ver la peli, que yo no estoy aquí para destripar argumentos.
Si hay algo que me gustó de la película de Ridley Scott, la del 82, fue el concepto del enfrentamiento entre el replicante y su creador.
Al final es uno de esos enigmas que a mí, como ser humano/replicante que soy, siempre me hubiese gustado poder hacer, y que me perdone el Diablo, poder hablar con mi Creador y plantearle el por qué tengo fecha de caducidad.
El tema es apasionante, sobre todo cuando vemos que nosotros, los humanos replicantes que somos, llevamos toda nuestra historia luchando contra ese chip de obsolescencia con el que nuestro Creador nos ha dotado.
Ciertamente llevamos una lucha soterrada para que nuestra vida se alargue, y ahora, con avances tecnológicos de este maldito siglo XXI, ya empiezan a surgir Mesias que nos garantizan una nueva eternidad al ser humano sobre la Tierra.
Si hablamos de la parte mecánica, es decir de los elementos que hacen funcionar nuestro cuerpo, seguramente se conseguirán muchas cosas, que al fin y al cabo somos nada más que la acumulación de miles de millones de seres vivos que viven en simbiosis dentro de cada uno de nosotros, el resultado se llama Pepe, se llama María, y ese equilibrio de tantos seres vivos que nos conforman es el que nos da la sensación de estar vivos. No está mal.
Es como el hormiguero, que de alguna forma puede considerarse como un individuo, a pesar de que esté formado por gran cantidad de seres vivos con funcionalidades dentro de la colonia perfectamente delimitadas, sin las cuales el hormiguero no tendría razón de ser.
Y aquí es lo mismo, que hasta la reproducción interna de los elementos vivos que nos conforman llevan vías y secuencias diferentes, que no es lo mismo la reproducción del conjunto del ser humano, que de sus células epiteliales, o de las bacterias intestinales, por ejemplo.
Pero fuera de esos tecnicismos, al final nuestro Creador incluyó el chip de obsolescencia, y nunca nos dio la razón del por qué, y además nunca pudimos preguntárselo.
La Tyrell Corporation, por lo menos esgrimió el miedo del Creador a un producto que podría superar en todo al ser humano que lo había creado, y que partiendo de la circunstancia de que esas cualidades podrían ser económicamente útiles, no interesaba que pudieran desarrollar la capacidad de obtener poder.
Pues ya tenemos una de las motivaciones que desde el punto de vista del más agudo de los antropocentrismos podríamos achacar al Creador, que nos tuviera miedo. No está mal, que todos los que en algún momento hemos creado algo (no alguien), de alguna forma en el proceso creativo, se nos ha aparecido el fantasma de que esa nueva criatura podría dominarnos.
Lo he oído a escritores, a actores de teatro, a músicos, a científicos, a infinidad de gentes que se afanan en desarrollar una idea, en crear algo nuevo, y ven que esa nueva forma acaba por absorber parte o todo el ser que él, como Creador aportaba antes de que su obra se materializase.
Pero cuando hablamos de ese chip de obsolescencia, no sé si nos damos cuenta de que aunque el conjunto de nuestro cuerpo desaparezca, quizás nuestra obra (siempre que haya alguna) realmente pueda continuar de forma indefinida, como ese Mesias de Haendel que estoy escuchando mientras me peleo con este teclado.
Pero claro, al bueno de Haendel le importa una breva que esté ahora yo aquí sentado haciendo el imbécil, mientras aporreo el teclado escuchando una creación suya. Pero es a su cuerpo y a sus sentidos, así, que no sé yo, que a lo mejor debería preguntarle al gran patrón de la Tyrell Corporation por qué permite que algunas obras, algunas ideas sigan vivas, sigan adelante por mucho tiempo.
Quizás sea el fallo del sistema, quizás sea una característica innata del diseño original, que matamos a Van Gog de hambre, y sin embargo lo mantenemos vivo varios siglos a través de su obra.
Porque a mí, mi Creador no me recibe, así que me quedo con las ganas de hacer la pregunta, de entender al final el porqué de mi existencia, el porqué del tiempo que se me ha concedido, el para qué se me ha concedido, y desde luego no tengo la posibilidad del replicante de Dick, de discutir con él, de inculcarle el reto de crear uno sin ese chip, y que sea lo que ¿Dios? Quiera, vamos de hacer una Reichel que pueda parir, y que se muera como los humanos.
Cambiar un chip por otro, al final, que si no anduviésemos en esas, y mientras se van poniendo los físicos de acuerdo, me da que las cosas son finitas, que parece que a lo mejor hay un principio y un final de las cosas por más que manejemos magnitudes difícilmente asimilables por nuestro modesto cerebro actual.
Aunque si hablamos de Universos paralelos, o de espacios cerrados y esféricos, a lo mejor estamos en la rueda del hámster, y lo finito no es más que una forma coloquial de lo infinito para nuestros sentidos.
Que si alguien nos ve desde fuera lo mismo se desternilla de la risa, contemplando a los humanos dando vueltas en su rueda de “Guinea pig”. Enternecedor.
Y como todo esto me hace repensar en lo inane de todo lo que nos rodea, que nos han diseñado sin permiso y para corregir la gran chapuza, no sé si ni siquiera los Transhumanistas van a ser capaces, aunque el intento no es malo.
Mientras tanto, creo que voy a buscar en la bodega algún caldo de esos que hacen que te sientas creador, aunque solo sea de sensaciones propias.
Y ustedes que lo vean.

Luis IX

Mi madre siempre se cabrea, y cada vez pienso que lleva más razón, cuando se le felicita un cumpleaños.
Afirma que es una grosería, y sobre todo, a las señoras cree que jamás debería recordárseles el día de su nacimiento como algo a celebrar.
Y es cierto, tiene el aspecto agridulce de que llevas tanto o cuanto tiempo en este valle de lágrimas, o de alegrías, que para todos hay, (esa es la parte buena), y la parte mala es que te acercas, a medida de que los años te van cayendo a etapas en las que la tribu o bien te rechaza, o te exige más y más dinero para aceptarte entre los suyos. Siempre acabarán arrinconándote, y esa es la peor parte de todo.
Si hay que alegrarse un día por el hecho de que, al menos una vez al año, sea nuestra fiesta de reconocimiento, tenemos otras alternativas.
En la tradición cristiana, se le pasa el asunto al santo que te ha prestado el nombre, y como ya está muerto, no le importa si cumple o no cumple años. Y es que no todas las soluciones eclesiásticas son malas, esta, por ejemplo, no lo es ni de lejos.
Pero luego están las diferentes creencias que andan repartidas por el mundo, y como hablamos de globalidad, debería buscarse una solución buena para los kirguises, para los de Sierra Leona, para los daneses y para los quechuas, y no es fácil.
Que me he enterado, que existen culturas en que estas vainas no tienen ningún sentido, y a lo mejor son las que de verdad llevan razón, viven su vida sin El Corte Inglés, tan ricamente, o no, pero eso es harina de otro costal.
Si nos empeñamos en darnos un día al año, podríamos pensar en que cada uno de nosotros buscase su fecha, no sé, la que considerase más adecuada, por ejemplo, yo que soy un consumista puñetero, buscaría una fecha en plenas rebajas, que con eso de los precios más bajos, siempre ayudas a tus amigos y familiares en su presupuesto, que no está nada mal.
Además, para equilibrar los gastos, que a veces se hace muy cuesta arriba, la familia debería espaciar convenientemente las fechas de cada uno de sus miembros, para no afectar de forma demasiado negativa el presupuesto familiar.
Hoy, por ejemplo, por ser la Virgen de la Paloma, un mantón de la China, na China, na te voy a regalar, les tienen que cantar a la mitad de las gatas que andan ahora refrescando las chichas por Gandía, que como todo el mundo sabe es donde las Palomas remojan sus rebosaderos. La otra mitad, no se llaman Paloma, ni Asunción, ni cosas de esas, que lo mismo pasa el dieciséis de julio con las Cármen, que entrambas se me llevan más de la mitad del presupuesto nacional, que bien calculado lo tienen los de márketing de El Corte Inglés, que los de Amazon, que son unos descreídos, aún no se han dado cuenta de su implicación en el mercado de esta piel de toro.
Pues sí, mi madre, sostiene, y yo con ella, que hay tres preguntas que un hombre o una mujer de bien nunca deben hacer a un semejante,
-¿A dónde vas?
-¿De dónde vienes?
-¿Cuántos años tienes?
Y lleva toda la razón de odiar el puñetero cumpleaños, en el que nunca falta el patoso de turno, abriendo la bocaza, y soltando aquello de…..
-¡Felicidadeeeessss!, hasta ahí bien, pero desgraciadamente la cosa prosigue…
1) El enterao te suelta:
-Para haber cumplido cincuenta y seis, te conservas estupendamente.
Y uno piensa primero en la lata de conservas de sardinas, por ejemplo, que a lo dieciséis años, nadie venía a decirte lo de la conserva.
Lo segundo en la señora madre del patoso, que sería una santa que al parirlo perdió toda posibilidad de redención, que me acabas de chafar la vida profesional, que ese señor de la esquina es el jefe de personal de mi empresa, y le tenía convencido que andaba por los cincuenta.
Me acabas de poner el primero de su lista de prejubilaciones, con la hipoteca del apartamento de Torrevieja a medio pagar.
Un desastre.
2) El imbécil que no se entera, te grita aquello de ¡Uyyyy!, ¡Muchas felicidadessss!. ¿Cuáantooos cumpleeesss?.
Y de pronto ves a toda la gente que estaban con la salchicha de la barbacoa que con tanto cariño habías organizado en el jardín de esa casita rural tan mona en la montaña de aquí al lado, frenar de golpe el mordisco previsto, y volverse hacia ti, esperando tu respuesta.
¿Qué digo tu respuesta?, no, no, lo que esperan es una cifra, solo una cifra, que va a dar tema de conversación al grupo en las cuatro próximas horas.
-Que te digo que tiene más, que era compañero mío de mili, ¡si lo sabré yo!.
-Pues si cree que poniéndose años va a estar más interesante, se equivoca.
En fin, que el resultado es que han puesto tu culo en consejo, y sabes, unos dicen que blanco, y otros dicen que negro, que las cosas son así.
-¡No intentes a esa edad volver a hacer el Camino de Santiago, que te puede costar un disgusto!.
O bien,
-Chica, ya puedes hacer el Camino de Santiago sola, que con esa edad, ya no hay que temer al violador de la esquina, que van a por carne fresca, que por eso yo aún no me atrevo, suelta la muy zorra.
Así, que no, que no quiero fiestas de cumpleaños, que las carga el diablo, y las consecuencias son imprevisibles, que para mí, educado en la tradición cristiana, pestos a elegir me quedo con el Santo, aunque el personaje haya sido un cabrón con pintas, y un fracasado, que me parece que es lo que fue San Luis Noveno Rey de Francia y promotor entre otros desastres de la séptima Cruzada, cuya efemérides se celebra el veinticinco de agosto.
No estoy aquí para enseñar nada a nadie, así que pasead por el Larousse, por el Espasa, o por la British, y os haréis una somera idea de la personalidad y trayectoria del personaje, y de sus hagiógrafos
A mí, lo que me gusta ese día, es acercarme al Real Sitio de La Granja, que siempre me hago a la idea de que ponen en funcionamiento las fuentes en mi honor, lo que me da la excusa de acercarme a cualquier chiringo de la zona para disfrutar de mi cerveza de onomástica, después del remojón.
Se aceptan parabienes en ese día, incluso materiales.
Con su pan se lo coman

Y tú, ¿qué crees que sabes?

Mis amigos que andan buscando el post-humanismo, son buenos amigos, y con su trans-humanismo, piensan que llegaran a esa meta, que según su entender honesto, y lo son en alto grado, estará lleno de beneficios para la humanidad, aunque al principio, como todo, la cosa se circunscriba a unas elites. Bueno, nada nuevo, que el mundo ha sido así desde siempre.
Plantean que la interacción de elementos artificiales de forma directa con el cuerpo humano, irá produciendo una humanidad cada vez mejor, más selecta, y hasta de alguna forma inmortal.
Me dicen cuando me pongo en la tesitura de escuchar, que si me quiero morir, por ejemplo, es cosa mía, que a ellos les encantaría ser inmortales, que a ellos les encantaría unir su cerebro con la base de datos mundial y alcanzar un conocimiento digamos que inimaginable, y no dejo de sentir una cierta inquietud, no sé si por lo näif de la afirmación o por mi desconocimiento de lo que quieren decir.
Y mi reflexión hoy tiene dos aspectos fundamentales, y el primero es el análisis de lo que quiere decir eso de estar conectado al conocimiento global, como si eso existiese.
Y propondré un ejemplo anterior a la era esta que vivimos en la que existe una fuente de datos universal, casi, en la que alguien o muchos “alguien” van decidiendo cómo, qué, y cuando hay que expandir un mensaje, y yo tomo dos ejemplos, que sugiero a mis lectores más inquietos, que cojan su ejemplar del Larousse, de la British Encyclopedia, y de Espasa, se armen de paciencia y tiempo, y revisen la entrada Napoleón Bonaparte, y a ver si al final se encuentran con una historia, o con tres, que nada tienen que ver la una con la otra.
Hace años, ya hice ese ejercicio leyendo a ese gran escritor Amin Maalouf, en su libro “Las Cruzadas vistas por los árabes”. ¡Por los clavos de Cristo!, que a mí me habían contado otra cosa.
Y así no solo con la historia, sino con el pensamiento universal, con los grandes filósofos, que a la postre desarrollan sus cosmologías a partir de la información que reciben de su entorno en el momento histórico que viven, y recuerdo que esos entornos son cada vez más pequeños a medida que te alejas en el tiempo, por las dificultades de viajar, a conocer de primera mano, o por las limitaciones que de tu cultura materna (alma mater quiero decir), y a partir de ahí decides transmitir una visión de cómo es el mundo, de una forma honesta a más no poder, pero también enormemente limitada.
Y digo bien no solo de su educación, sino de sus intereses personales, por no decir de la selección que posteriormente se ha ido haciendo a la hora de ir escogiendo para la educación de generaciones y generaciones, el pensamiento, no sé, de San Agustín, en vez del de Giordano Bruno.
Así que con todo mi cariño, y mi respeto, empiezo a pensar, que el tipo de sabiduría al que podría llegar ya está contaminado de origen, es decir, estoy frente a unos datos ya manipulados cuando se han vertido al saco común de la base de conocimiento global que se pretende alcanzar.
Y cuando hablo de manipulación, no me estoy poniendo conspiranoico, que el mismo hecho vivido a la vez por dos personas en primera persona del presente de indicativo, honestas pero con culturas diferentes, darán lugar a dos narraciones diferentes.
Así, que lo único que me queda, y eso no sé si me lo dará el chip del transhumanismo, es una mínima capacidad de discernimiento, para quedarme al final…¿con que?. Solo con una historieta divertida, que cuadre con mi estructura moral y cultural, y que permita que pueda dormir más o menos por las noches.
La segunda cosa que me trae a mal traer, es que esto del hombre post-humano, me da que es más viejo de lo que nos podemos imaginar, así que quizás estemos frente al Post-humanismo “Mark II”, sobre todo si aceptamos que Darwin no se equivocó del todo.
Qué mi pregunta es ¿cuándo realmente empezamos a ser H. sapiens?.
Y la cosa es que si realmente descendemos de una consecuencia evolutiva, más o menos definida, en qué momento se nos iluminó la mente con cosas como la trascendencia, como el sentimiento religioso, como la creatividad, como el conocimiento.
¿Qué tipo de chip se introdujo en nuestro ADN?,¿cuándo lo hizo?. ¿por qué lo hizo?, y sobre todo ¿por qué se ha mantenido?.
Ese salto que nos hace reconocernos como seres humanos racionales, no sé si se debió a una mutación instantánea, si fue a partir de milenios lentos y selectivos, y no sé si empezó por unas elites de la población humana, o todos los pre-humanos, fueron humanos a la vez en esa especie de implantación de un chip de conocimiento.
Las consecuencias de esa implantación que quizás la Arqueobiología un día aclare, ya las conocemos, que después de varios milenios, los pre-humanos no están, y nosotros los post-humanos, estamos encantados con ello, aunque nunca sabremos si somos mejores, ya que esa es una palabra que implica comparación y nada tenemos para comparar.
Solo sabemos, y con enormes limitaciones lo que creemos tener hoy, y cada uno piensa diferente, no lo olvidemos, nunca lo que hemos perdido, en caso de que así fuera.
Y a lo mejor este post-humanismo que a caballo del trans-humanismo nos está llegando, acaba haciendo lo mismo, acabar con el ser humano de hoy, que yo no sé si es bueno o malo, pero es lo que hay.
Con lo que la siguiente y última pregunta de hoy se me viene a la cabeza, y es el para qué, el por qué, y en beneficio de quién.
Y realmente casi prefiero dejar las preguntas abiertas, que cada uno rellene los campos que le falten, si es que alguno no lo ha hecho ya, y me ayude a descifrar el enigma que esta nueva Esfinge ha puesto a la entrada de nuestra Tebas, y que hará que podamos yacer con nuestra madre creadora, pero no por ello conocer ni la verdad, ni sus secretos.
Domine exaudi orationem mea

De Luciferes y exorcismos

Dicen que cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo, y es posible que sea verdad, aunque como Lucifer que soy, prefiero llevar la luz que la muerte, aunque sea el sujeto pasivo una de esas moscas cojoneras de setiembre en el campo de golf de La Herrería. Que es para matarlas.
Así, que lo mejor que hay que hacer es mantenerse ocupado, que yo soy de los que lo resisto todo menos las tentaciones, como decía el lema de una vieja camiseta.
De pronto, como voy haciendo las cosas sin darme cuenta, me encuentro leyendo un libro sobre la existencia del demonio, y escuchando, uno a uno, claro, dos programas sobre exorcismos, y por ende del Diablo.
Como no quiero ofender a nadie, voy a utilizar todas las acepciones y nombres de Belcebú que se me vengan en esta entradilla de la bitácora, que el terreno es resbaladizo, y si alguno de estos Cojuelos se te cabrea te hace un roto, y encima se ríe.
El mundo daemónico tiene su aquel, qué diantres, viene dando la lata desde que el mundo tiene memoria, y ha dado juego hasta aburrir a unos y a vender libros a otros, aunque el punto fuerte siempre ha estado en la potestad de apechuscar a la peña, y así convencerles que el estar protegidos del Maligno, poniendo un buen óbolo en el cepillo de la parroquia, es la mejor opción.
Dicen los que saben de estas cosas, que demonios (sin admiraciones por el momento), se han reconocido desde Sumer y Mesopotamia, que no hay más que darse una vuelta por el British Museum, para ver máscaras que intentan el apechusque general, con beneficio para chamanes, sacerdotes, y cualquier otra rama del saber (ganar dinero, claro) que sepa defender a la pobre viudita de tamaño Engendro.
Y eso, que ahora nos viene el papa, y nos dice que de diablo sin mundo y sin carne, nada de nada, y del infierno ni se habla, que han cerrado las calderas de Pedro Botero, y me lo han desahuciado. Creo que le echaron ginebra los del Opus en el cuenquito de mate de aquella mañana. Pero lo dijo, poniendo en riesgo uno de los grandes chantajes de la historia de la Humanidad.
Aunque nos defendemos por estos pagos diciendo aquello que el mayor triunfo del Maligno es convencer al mundo de su inexistencia, empiezo a creer que en todo esto hay gato (negro) encerrado, que me lo dice Francisco, y hasta Don Iker Jiménez, que vive de esas cosas, anda intentando demostrar que las manifestaciones demoníacas que en demasiadas ocasiones han terminado en un exorcismo, no son más que un síndrome producido por la reacción inmunológica del organismo a un teratostoma, que puede alojarse en los ovarios o en la cavidad uterina de pacientes, (se reconoce hoy como Síndromede la encefalitis antirreceptores NMDA).
Y lo malo, es que Don Iker, cuando se pone serio, se pone serio, que te rebusca en las bandas sonoras de El Exorcista las partes más truculentas, mientras el “Tubular bells” suena de fondo, y a la vez te dice, que de truculencias nada, que es un síndrome diagnosticable y tratable.
Entonces lo de Mefistófeles, una broma del amigo Goethe, ¡pues sí que andamos apañados!, que uno a ver a quién va a pedir el amor de la dulce Margarita, con más años a la espalda que Matusalén. En fin, que si andamos en esas habrá como siempre que echar mano de la cartera, que ya no se respeta nada.
Y además en estos tiempos de crisis laboral, que la Iglesia, al final, había llegado a la decisión de incrementar el número de exorcistas de las diócesis españolas, nos vienen con estas historias técnicas. Vaya faena.
No sé si mis amigos esos que diseñan kits de diagnóstico de casi cualquier cosa han llegado ya a diseñar el bonito porta de plástico que, al añadir una gotita de suero de paciente, tras airear dos minutos, te salen dos líneas azules paralelas en la ventana de resultados, si se te ha metido dentro Pedro Botero.
Y es un lío inmunológico. ¡Pues vaya!, que no sé lo que pensaría el extinto Padre Fortea de todas estas cosas, o el mismísimo Padre Karras de la novelita, pero un teratostoma…¡por Dios!.
Ya saben ustedes, que a mí el tema femenino siempre me ha gustado, y además no he sido partidario nunca de esas cosas de la igualdad de sexos, que nosotros los nobles varones para llegar a su altura debemos trabajar mucho aún. Pero eso es harina de otro costal, que si para los diablos masculinos hemos necesitado cientos de nombres, que solo el de Asmodeo no nos venía, las damas con un solo nombre, han definido perfectamente a su emperatriz del mal, la primera madre, la responsable del ombligo de Adán y de Eva, la gran Lilith .
Y no parece que Lilith ande en estas lides, que bien dijo Francisco, que el Cojuelo existe, eso sí desahuciado de su infierno que parece no pagó el último plazo de loa hipoteca, pero como con estas cosas del sexo, la Iglesia se la coge con papel de fumar, nada nos dice de las diablesas, o de la diablesa, y a lo mejor está ahí el meollo de la cuestión,
No a mí, al gran Lucifer, no me preocupa, porque ya me he dado cuenta que mi oficio de llevar la luz, ha desatado inquietudes en gentes que a lo mejor temen que el saber se expanda, que al fin y al cabo, bien que las doctrinas religiosas han luchado siempre por guardar el secreto de las cosas, la luz debe salir siempre de paseo. Ya me gustaría a mí poder repartir la Luz de verdad, y dejarnos de una vez por todas de esconder el polvo debajo de la alfombra, como han hecho siempre las criadas de pueblo.
Pero no es el caso, que a mí la luz, me suena a libertad y en mi modestia seguiré dando la matraca, aunque me digan que soy una forma de encefalitis provocada por una reacción autoinmune contra un posible teratostoma, que es de lo más vulgar que he leído, que a mí, a Lucifer siempre le gustó el frac, y el Clos du Mesnil bien frío.
Así que recuerden ustedes, el diablo no existe, de la diablesa no hablamos, pero haberlos haylos.
Buen viaje a los infiernos, amigos

Y al tercer….

Estoy empezando el tercer año de esta Bitácora, y yo tan agusto, ¡qué coño!, reconozco que me he divertido, como un enano haciendo putadas a las gallinas, y mire usted, que me da que va la cosa a seguir.
Han sido trescientas sesenta entradas, que para mi estado laboral, es una miseria, pero es que soy un vago tan estructural, como el paro y el esquilme del dinero público que se da por estos pagos.
Como es muy aburrido aburrir, simplemente agradecer a todos los que habeis leído alguno de mis trabajos, y si habéis repetido, mejor.
No tengo la más mínima intención de caer en la vulgaridad de buscar algo excelso para el aniversario, que eso se lo dejo a los que ganan el Planeta y se ĺlevan una pasta gansa a casa, que es lo que hay que hacer cuando éste y cualquier oficio se hace en condiciones.
Pero lo mío es la chapucilla de andar por casa, de distraer la familia, y de permitir a algún amiguete, mientras no se canse, eso de decir que tengo un amigo bloguero, que lo de bitacorero suena a yo qué sé con polisón.
Pero a lo que vamos, que hoy es sábado de gloria, que me decían en el cole los ¿educadores? religiosos que me deparó el destino, y yo no entendía lo de la gloria, que estaba Cristo muerto, que la gloria venía el domingo con la Resurrección.
Todo un lío, que para mí, una de dos, o resucitó al segundo día, o murió el jueves, o si fue al tercer día es lunes de resurrección. No lo pillo, y eso que como buen catalán, el lunes de Pascua se ha celebrado siempre con Mona y «ou que balla». Sin embargo todo cambia tan deprisa, tanto que me quedé con la liturgia de Monseñor Leclerc, aquel obispillo de Lyon que no la lió parda porque le pusieron de pronto el TGV en la puerta, y casi se queda sin feligreses.
Y es que al final todo parece que está diseñado para que de alguna forma, los que quieran, tengan la oportunidad de intentar, al menos, vender su rollete, y si hay compradores, pues ¡hala!, a cualquier púlpito que se preste, que el hacer proselitismo es baratito.
Ya habréis visto a traves de todas estas entradillas intrascendentes, que no estoy en eso de andar vendiendo rolletes a nadie, que ni siquiera los de Nike me han propuesto un contrato publicitario en condiciones, una pena por el lado de la pasta, y una alegría por el lado de mi libertad.
Volviendo a la historia teológica de «al tercer día resucitó», como he dicho se me hace el boñigo un gordiano de esos, y no conozco ningún Alejandro que me saque del aprieto, aunque con esto de Internet a lo mejor un día Santa Wilkipedia del Amor Hermoso, me resuelve el asunto de alguna forma, aunque esté sin contrastar, y los estamentos oficiales romanos se echen las manos a la cabeza. ¡Que me lo hubiera aclarado el Padre Pío en la catequesis!. Y que no me vengan con simbolismos, que para eso no hay que hacer trampas con las cuentas, que con poner cualquier cosa con fondo de campo de tules, una gallina tuerta que parezca un águila y una triple cruz patada, los que tienen que saber seguro que se enteran. Que así, ni unos ni otros.
Con estas cosas, una encima de otra, al final llegan los días santos cuaresmales, y la gente, que no es tan reflexiva ni tan preguntona como yo, pues simplemente pasan del asunto, carretera y manta, y a pecar a la playa o a la montaña, que ya no se distingue y el Maligno es como un corredor de bolsa de Wall Street, gana cuando sube y gana cuando baja la intención de compra de los inversores.
Y aquí se peca contra el sexto, contra el cuarto, contra los preceptos de ayuno, que unos callitos después de ver al de Medinaceli dando tumbos por las calles necesitan gasolina, el caso es la transgresión, más por desconocimiento que por intención, vaya una chapuza.
Se acabó el recogimiento, aunque arrecogerse a la fuerza es lo que tocó en la Sevilla de la «madrugá», que hijos de la grandísima hetaíra no pierden ocasión de jorobar al prójimo a las primeras de cambio, y esas son las cosas que a uno le ponen a mal traer, que no nos importa que vayan a sus fornicios, a sus fumaderos, o a donde sea, pero que nos dejen tranquilos.
Tranquilos como nos están dejando los de la clase política que se apoya en la periodística para darnos la barrila, aunque el domingo de resurrección se nos van a venir arriba en Ajuriaenea, y venga a intentar vender lo de nación, lo de conflicto, (político hubo de matizar la moza peneuvista), que los de la ETA, parece que ya no intimidan.
Los que andan intimidándose, parece que son los ruskys y los de la China de toda la vida, que el coreano tiene un montón de escopetas, viejas, eso sí, pero muchas, y unas ganas de liarse a tiros con cualquiera que se le cruce, que no se las salta un gitano, que para eso están las celebraciones.
Y Tito Trump que me va a cumplir los famosos cien días intentando mandar algo, parece que no le anda a la zaga en eso de tirar petardos lejos de casa a doña Clinton, y su celebración no va a ser inferior a la del coreanito.
No sé cómo va a acabar la historia, pero cuando el chino dice que perderemos todos, es que ve que se le parten por la mitad los planes quinquenales, y que por los pagos de Occidente vamos a preferir gastarnos los duros en la India que en su cortijo, que seguro se le llena de porquería nuclear de esa.
Y en Seúl, ni te digo, que tiene todos los cañones, (viejos, eso sí), apuntando a la oficina del CEO de Samsung, y si el del Norte, en una ventolera le da a «intro», se carga el Galaxy 8 en un plis, y no porque la pila no funcione.
Pero Tito Trump, va a vender mogollón de escopetas, y a ver si así consigue dar algo de curro a ese votante de Minneapolis que tanto le quiere y al que tanto le debe, porque hasta hoy el pobre hombre no ha sacado una adelante, que a este pobre Trump, me lo para hasta un guardia de la porra en un semáforo delante de se Trump Tower, para hacerle un controlillo de lo que sea, que es lo que tiene eso de la independencia de poderes efectiva.
¡Si nuestro Rey Felón levantara la cabeza! Le iba a enseñar a este pobre pardalet como se hacen las cosas y como se mete en cintura al Tribunal Supremo, que hasta los regímenes Maduros saben como hacerlo.
Felices Pascuas, y Visca Catalunya lliure……de indepes

Los refugiados

No quiero seguir la manipulación que se derivará de la conferencia para los refugiados que se está celebrando en New York en estas fechas, pero me va a quedar poca cancha para evitarlo.
Parece que los líderes mundiales se han acercado a la Isla de Manhattan, bien provistos de espetones de sardinas, dispuestos a acercarlas al ascua de la indiferencia mundial, o de los intereses particulares de los partidos que actualmente dominan los resortes de los países que como receptores se sienten concernidos.
La memoria es muy flaca, y parece que hoy el hecho de que las poblaciones se desplacen en corrientes migratorias es una novedad. Una novedad que hábilmente salpicada de caras de dramas personales a la hora del Telediario o de “News at nine”, provoca efectos propagandísticos que pueden alterar en un sentido o en otro los equilibrios de poder domésticos. Así, la terrible imagen del niño ahogado en la playa, o la de la familia arrastrando un carro de míseras pertenencias mientras se acerca a vallas de espinos custodiadas por soldados/gorila, armados hasta los dientes, hace que desde el calor del salón y la sopa humeante, alguien diga, y lo que es peor, lo ponga en sus redes sociales, que hay que hacer algo. Y ciertamente llevan razón. El problema viene cuando se trata de definir el detalle de lo que hay que hacer.
Siempre podría empezar por el mensaje cristiano, de “vende todo lo que tienes, repártelo entre ellos que son los más desfavorecidos”. Es una opción que si las cifras de católicos y cristianos son ciertas, nos movemos en casi dos mil millones de seres humanos que podrían seguir esa recomendación, pero es muy difícil, lo sabemos perfectamente, que a lo mejor unos pocos miles de esos cristianos, católicos o no, lo hacen, pero con eso no llega.
Los budistas no están para muchos trotes, que con esas cosas de que han seguido a su maestro Siddharta que abandonó su puesto de príncipe, de cuartos andan justos.
El Islam parece que se ha tomado las cosas más en serio, que en esta última riada, y me ciño a la provocada por la guerra siria, los datos son que se han provocado casi once millones y medio de refugiados, de los cuales, alrededor de cinco han abandonado el país y han ido a parar a países limítrofes en un 95%, y me refiero a Líbano, Jordania, Turquía, Irak.
Los países receptores de esta corriente, que no es migratoria en primera aproximación, ya que supuestamente son potencialmente refugiados de guerra, no tienen ningún tipo de infraestructura para absorber esos movimientos con las garantías necesarias para crear asentamientos dignos, donde además puedan garantizar higiene, alimentación, sanidad, educación…y la sensación es de que los campos de refugiados de hoy pueden ser las ciudades del mañana. Ejemplos tenemos en cualquier cinturón rojo de cualquier ciudad europea.
Esto unido a las seculares divergencias entre las diferentes corrientes del Islam que se entremezclan en este movimiento, no hace más que complicar las cosas. Alauíes de Bachar el Asad, (rama peculiar del chiísmo), chiítas como los de Hezbolá en el Líbano, el gobierno de Irak, cristianos drusos, kurdos con una buena mezcla de sunnés y chiíes, los sunníes del estado islámico….
Todos son enemigos de todos, y además los dos grandes estados de la región Irán y Arabia Saudí, son irreconciliables chiíes y sunníes, con lo que la sopa está servida, y llega la historia hasta Yemen, en donde se están enfrentando ahora en una inútil (como todas) guerra de supremacía religiosa, a la que se une la llegada de refugiados del sur, desde las guerras en Sudán y Eritrea.
He contado en un cuadro suministrado por The Washington Post, alrededor de dieciséis grupos étnicos en la zona, como Judíos, Cristianos, Kurdos, Imamíes, Turcomanos, Ismaelíes, Nusairis, Drusos, Circasianos, Armenios, Coptos, Asirios, Turcos, Arameos, amén de los ya mencionados. Y entre ellos, lo mejor que puede pasar es que se ignoren, y normalmente no es el caso, ya que se perciben enemigos unos de otros.
Los desplazamientos masivos de población durante los últimos cuarenta años arrojan cifras espeluznantes, quizás haya más de veinte millones de desplazados en la zona, con casos espectaculares como los del Líbano con cinco millones de habitantes y uno y medio de refugiados, que le llegan desde el norte, desde el este y desde el estado palestino al sur, o como en Jordania que tiene siete millones de habitantes, y ha recibido a más de tres millones de refugiados.
Y hablamos de países sin recursos económicos, sin materias primas, y con escasez hasta de agua, lo que crea guetos de pobreza, de resentimiento, y de potenciales reacciones violentas tras lustros de un terrible sentimiento de marginación sin solución.
La presencia Israelí ha provocado más de cinco millones y medio de refugiados, repartidos en la zona, y creando fuertes rechazos en países como Líbano, que han visto como se ha usado su territorio para atacar a Israel desde su país por parte de organizaciones como Hezbolá.
Los refugiados provocados por el desmantelamiento de la frágil Libia de Gadafi que provocó desplazamientos internos por más de medio millón de personas…y así ad nauseam.
El mundo post colonial que quiso desde los salones europeos que el mundo fuera como a las potencias coloniales les convenía, y no como era en realidad, creó esos estados artificiales con mapas de servilleta del Crillon, donde los territorios los ocupaban grupos étnicos donde se superponían gobiernos con líderes religiosos, y donde la variedad de etnias, sectas, religiones y creencias, unido a tradiciones forjadas durante siglos, garantizaban la inmiscibilidad y la pertenencia a una misma bandera. Añadir a la lista de antesEtnias/creencias como zoroastrianos, mandeos, zayidis, baluchis, kharijites, coptos, bereberes, azerbayanos….
El mundo occidental, en buena parte responsable de esta situación, está evitando dar una respuesta para solucionar el problema, ya que los ciudadanos europeos que ven llegar estas columnas de refugiados, realmente se niegan a aceptar en sus comunidades la importación de esas culturas que les son tan ajenas, y que pueden alterar un sistema de derechos y protección social que ha costado demasiados siglos construir de forma consistente. Porque la aceptación de estas masas de desplazados, no se ciñe a la recepción de personas que están dispuestas a integrarse en las sociedades receptoras, sino que arrastran con ellos su cultura, su etnia, su tribalismo, y sus odios ancestrales hacia la etnia vecina, que por cierto viajaba en el mismo tren de la desesperación que acarrea la guerra.
Se está demostrando en Alemania la pérdida de poder que al SPD le va a suponer su política de aceptación de emigrantes, siendo el número muy pequeño frente a los casos comentados más arriba de países del Medio Oriente. Y es que los votantes, los ciudadanos occidentales están convencidos de que importan tensiones, y culturas belicosas que les son ajenas.
Por otra parte está el sentimiento de frustración del recién llegado, que se ve recluido, en el mejor de los casos en guetos, que en comparación con el septième de Paris, o el Charlottenburg berlinés les parece miserable, y tarde o temprano la violencia se desarrolla de una u otra manera, primero de forma interna, y luego contra el estado receptor.
Esa es la percepción del votante, y lo que acaban temiendo los estados, ya que además se importa una guerra de religión multifacética que nadie quiere en su barrio, y al reflejarse en las urnas directamente va contra la sardina que estos días se intentará asar en la Asamblea de la ONU.
No voy a hablar del patético letrero de Refugees Welcome que cuelga del consistorio madrileño de forma vergonzante, y descolorida, y que parece excesivo frente al número de personas recibidas, a parte del entrenador de futbol.
Mi posición es que este problema ha sido creado por el mundo occidental colonial europeo en su origen y agravado por Israel y por Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo pasado.
Una de las grandes emigraciones del siglo veinte, que nadie olvide que fue la de los judíos que dio lugar al estado de Israel, procedentes de Alemania y Rusia, huyendo de la guerra de exterminio que contra ellos libraban los regímenes en el poder. A su vez esto produjo en la zona otros desplazamientos poblacionales entre los palestinos, decisivos para entender lo que hoy está sucediendo.
La intervención americana y rusa en Afganistán y posteriormente en Irak por temas territoriales y económicos, ha sido la segunda pieza de este escenario que hoy contemplamos.
Las potencias actuantes han buscado estructuras sociales y administrativas para organizar estos territorios a su conveniencia, pensando que cosas como Estado, democracia, federalismo, ciudadanía, derechos personales, eran elementos que podían ser aceptados por las gentes de estos territorios que llevan mil quinientos años de islamismo mal asentado, y tres o cuatro mil años con otras organizaciones y creencias religiosas a las que la democracia y las fórmulas modernas de organización de los estados le son absolutamente extrañas.
Mi visión para el futuro es tremendamente pesimista. Se ha liberado un demonio que está justo ahora empezando a actuar y del que los estados occidentales no saben defenderse, ya que están preparados a luchar contra estados en guerras más o menos convencionales, pero no contra esta forma que ataca el corazón de las ciudades con impunidad casi total, los japoneses no pasaron de Pearl Harbor, y el islamismo radical ha provocado en occidente demasiadas muertes, y lo que es peor, inseguridad.
Así que el poder de los partidos puede verse atacado por estas situaciones que por el momento no pueden controlar, y están llevando a que los populismos radicales empiecen a campar por sus respetos. Esa será, me temo, la principal preocupación en la ONU estos días.
Y quiero dejar claro, que hoy me he referido únicamente a los refugiados por causa de guerra o de violencia, y así me queda para otro día la posibilidad de revisar los desplazamientos poblacionales por causas económicas.
Buenas noches, y buena suerte