De la ilusión de 1977 a Barcelona Global

P1000111Ayer escribía sobre la falta de ilusión que provocan los proyectos que nos está ofreciendo el panorama político a los que debemos votarlos, y voy a aportar algo positivo, para que no  crean sus gracias que soy un negativo, y jodido viejo amargado. Juro que nada más lejos de la realidad.

No aguanto comentar que la última ilusión del Sr. Iglesias, ha sido mostrarse ufano de mandar a casa a dos prebostes de la vieja guardia socialista. Los he matado yo, cree el pobre, cuando la realidad es que ya estaban muertos desde hace tiempo. Como mucho ha realizado la muy ecológica labor del buitre leonado, limpiando la carroña.

 Pero vamos a lo positivo, primero comentando lo que para mí significó ilusión en política. Fue entre 1976 y 1977. Como había anunciado la Pirenaica, «la bestia ha muerto», de hecho había sido en noviembre de 1975, cuando el gobierno de entonces decidió ahorrar en celebraciones, e hizo coincidir el evento con el aniversario de José Antonio Primo de Rivera. ¡Qué cosas!

Los que nos acordamos de aquello, mayormente por estar allí, sabíamos que las cosas no estaban bien, ni en lo económico, ni en lo social. Teníamos terrorismo, Mohamed nos invadía el Sahara, en Europa no nos querían ni ver, no había cine, teatro, libro o revista que no pasase por una terrible censura. La información era en una sola línea, la oficial, que salía de Prado del Rey, las emisoras, que no eran privadas, debían conectar a las dos y media y a las diez de la noche para dar el «Parte», y los telediarios, los veían 20 millones de españoles.

De trabajo, ni hablamos, ¿para qué?, las condiciones económicas eran deplorables, comparadas con nuestro entorno, las cosas no podían ser peores, hasta la educación iba terriblemente dirigida, nuestro futuro era tremendo.

Además el Dictador, había dejado las cosas» atadas y bien atadas», tal y como nos había amenazado. Los poderes que se transmitieron al nuevo Jefe de Estado, eran, ni más ni menos, los que disfrutaba el Dictador, y la teórica representación ciudadana de la Carrera de San Jerónimo, era, no solo monocolor, sino sustentada por las armas del ejército.

Los estudiantes que habían intentado algo, supieron perfectamente que era eso de correr delante de los grises, y llevarse buenos golpes en el mejor de los casos, ya que en el peor, la dictadura se despidió, como saludó al llegar, matando. (Claro que se le llamó ajusticiar, lo que a Puig Antich le hicieron).

Como se recuerda, en esas épocas, no había obreros, había productores…(problemas de tener una lengua tan rica), y si había alguien fuera del sindicato vertical, pues al 1001.

Sin embargo, la cainita sociedad española, en un escorzo inesperado, se dio la mano por todas partes, cedieron los comunistas muchas de sus justas reivindicaciones, para evitar más sangre, la jefatura del estado, no hizo valer los poderes heredados, las cortes se auto-disolvieron, y a pesar de etarras, grapos, restos fascistas del ejército, fue tal la ilusión que los políticos de aquel momento supieron infundir al (ahora sí), ciudadano, que se pasó de la más terrible de las dictaduras a lo que se reconoce hoy como democracia.

Por fin pudimos hablar de política, de como queríamos que fuera nuestra sociedad, sin tener que mirar si había ropa tendida. Por fin se discutía en el Parlamento de lo que queríamos, o de lo que cada partido quería para el futuro de España.

Y por ahí fuera, hubo hasta admiración. Creo que la cosa salió bien, pero ahora casi cuarenta años después, necesitamos una nueva inyección de ilusión, que juro no está en el navajeo tabernario con que día y noche nos regalan nuestros políticos, así que voy a dar unas cuantas ideas.

– Cambiar inmediatamente la ley electoral, eliminar las listas cerradas, de forma que yo pueda conocer a mi diputado, a mi concejal, y que sea el pontífice que necesita la sociedad para llevar los anhelos a donde se puedan analizar y desarrollar. Además, quiero que todos los votos valgan lo mismo.

-Cambiar las leyes de contratos de la administración pública, de forma que sea imposible que  se decidan en el palco de Can Barça, o en el Bernabéu. La lucha contra la corrupción parte siempre de la dificultad que una ley te imponga para hacer trampas, y de los controles independientes que se establezcan en el análisis del gasto público.

– Realmente llevar adelante una reforma de la educación consensuada entre todos los representantes de los votantes, y que garantice que va a ser útil a nuestros descendientes. Que no se cambie cada cuatro años, según los intereses de tal o cual partido. Los de mi quinta ya no tenemos remedio.

– Necesito ver que mis políticos quieren que yo viva mejor, y necesito de su generosidad para que en vez de pelear por su próxima reelección, hasta límites execrables, peleen lo necesario, hombro con hombro cuando se requiera, para conseguir que nuestro país sea motivo de orgullo y satisfacción para sus habitantes, cosa que hoy no ocurre ni de broma.

– Necesito un líder que abandere  un proyecto  en beneficio únicamente de los ciudadanos, no de él, y las sobras para el pueblo, alguien que nos aglutine, y que pueda devolverme la alegría de acercarme a una urna sin nauseas.

Cuando en una empresa,( y un país lo es) quiere sacar adelante un proyecto, lo primero que hace es decir qué se quiere hacer. En el ejemplo que quiero comentar sucintamente, «Barcelona global» lo primero que se dice es lo que se pretende: Compromiso para que Barcelona sea una de las mejores ciudades del mundo para atraer talento y actividad empresarial. ¡Guau!. A esto me apunto….» Queremos una Barcelona abierta, comprometida, conectada y desacomplejada y excelente». A esto también me apunto.

Esto lo promulga una plataforma ciudadana de pensamiento y acción…… No voy a decir más, visitad www.barcelonaglobal.com, y descubrid, descubrid un proyecto, un proyecto que puede ser válido, o no, que puede ilusionar, o no, no me importa, pero el esquema para que se  rellene con los millones de ideas que seguro bullen en el talento reprimido de nuestra tierra, es lo que vale. Como si quieres decir, y pelear para ello como un solo hombre, que queremos ser el centro mundial de encuentro continuo de las religiones, o que queremos ser el centro mundial de desarrollo sanitario, o de la alimentación mundial, o varias de esas cosas a la vez…. yo qué sé. Solo soy un pobre jubilado que paga impuestos, pero quiero un líder, una tarea que nos mejore a todos, que nos una en la consecución de un fin, que los reinos de Taifas destruyeron Al Andalus.

Luego, por supuesto, una vez sabiendo a donde vamos, hay que trabajar por el proyecto, y solo por el proyecto. Con presupuestos ideológicos y económicos, con correcciones cuando se requiera, con controles, metas….y resultados.

Buenas noches y buena suerte