Desde el Imperio

Las noticias que nos llegan desde el Imperio deben siempre hacernos meditar, que luego nos quejamos de que no somos capaces de entender esta o aquella pifia que nos hacen en Chamberí, por nombrar un sitio cercano.
Del Imperio, nos ha llegado, que el Secretario de Estado, el señor Kerry, ha conseguido, y ya me gustaría saber cómo, que el mono corroncho venezolano,(que decía el Herrera), diga que está dispuesto a retomar las relaciones con el Imperio, al máximo nivel diplomático.
Esto no tendría nada de interesante, salvo por unos detalles que a mí me han llamado la atención.
El primero es que el Señor Kerry, le ha dicho al ex conductor de autobuses que preside el país, lo de presoak kalera, y deprisita.
Lo segundo que eso de no aceptar que se realice un referéndum para una posible destitución del señor Maduro, no se le tolera, o al menos no le parece bien al representante del Imperio. Cosas.
El tercer punto que lanza el señor Kerry, es que arregle el maldito tema de los suministros básicos a la ciudadanía, que parece, según informaciones no confirmadas por mí, no hay nada en los supermercados, ni dinero para comprar, vamos, que los ciudadanos andan pelín fastidiados.
Por último, el Señor Kerry, le recordó a Venezuela, en la persona de su canciller, la Sra. Rodríguez, que está muy feo que no se permita una mínima libertad de expresión en el país bolivariano.
Ni entro ni salgo de esta historia, que ojalá les salga bien a todos, pero dejando a un lado el cabreo que en público mostró la señora Rodríguez, la reacción ha sido la aceptación de las tesis del Imperio, y de forma inmediata abrir vías de diálogo para establecer intercambio de embajadores.
Claro que por otra parte, el hecho de que el Imperio considere que en Venezuela el cuento de que hay una democracia no se lo crean, puede suponer la salida de Venezuela de la OEA, y es lo que les faltaba, para quedar perfectamente alineados con Corea del Norte y Cuba…(que por cierto da muestras de retorno al redil.
Veremos como acaba esta batalla, que se inició hace poco con la retirada del encargado de negocios venezolano en Estados Unidos, por comentarios mucho menos agresivos que estos últimos del Señor Kerry. ¡La cantidad de cosas que nos perdemos, de esas que se cocinan con la puerta cerrada!.
La siguiente cosa que me ha llamado la atención, procedente del Imperio, es la noticia del tiroteo de una discoteca gay, llena de latinos portorriqueños en su mayoría, por un americano, bien que procedía de Afganistán. ¡Vaya mix, amigos!
No es nada fácil, para mí, entender la sociedad americana, a pesar de que uno de vez en cuando lee libros de Ford, de Chandler, de Steinbeck, y hasta de Faulkner. No lo es, a pesar de que he trabajado para ellos, (nótese que no digo “con ellos”), durante muchos años, y es que eso “del americano”, no existe.
Los portorriqueños, que acaban de declararse en bancarrota, como unos griegos cualquiera, por un quítame allá 426 millones de dólares, vuelven como en los viejos tiempos de West Side Story, a querer vivir cerca del Hudson, pero hoy ya no hay quien pague eso, y tienen que buscarse alternativas en esa América profunda donde parece que solo pueden vivir los que nos son blancos del todo, los que no son protestantes del todo, los que no son calvinistas del todo…y claro, pasa lo que pasa.
Que eso de los Estados Unidos de América, no deja de ser un invento de las clases bien formadas de la Inglaterra del XVIII, y que tuvo un fácil arranque en la ocupación de los territorios que se necesitaron en ese siglo y en el siguiente. Todos con la misma religión, todos con la misma cultura, todos con el mismo idioma (cierto que con matices en cuanto al acento, que no se puede tener todo), hasta que necesitaron mano de obra para que esas elites fundacionales pudieran cultivar el algodón y tener las calles y las casas limpias. Ahí es cuando la cosa se les fue de madre.
Traen eso que hoy se llama afroamericanos, para que cultiven los bolsillos de los blancos en sitios como Maryland, Virginia, Alabama….y los muy desagradecidos, van, se reproducen y empiezan a pedir derechos, y hasta consiguen llegar a la Casa Blanca.
Pero estos chicos, ya no son calvinistas, que sus creencias son otras, que su forma de ver la vida es otra, y el encaje es, digamos dificultoso, hasta hoy.
Ya en el siglo pasado, empiezan las llegadas “latinas”, que tampoco encajan muy bien en los club de golf, ni en los puertos deportivos de Nantucket, a no ser que vayan de caddie, o de marinero, que hay que llevar las bolsas de palos, y baldear las cubiertas. Han servido para cosas tan bonitas como el mencionado West Side Story, y para llenar de color los Grammys, que los afroamericanos les regalaron la Motown y el Jazz, y los latinos la salsa y a Julio Iglesias.
Los paquistaníes se hacen con el taxi de Nueva York, y estirando de familias y familias, se te cuelan hasta los afganos, los integristas de la religión que sea, que los hijos de los chinos que hicieron llegar al Pacífico el ferrocarril, decidieron encerrarse en sus Chinatown, y no dar la lata.
Así que la matanza terrible de la discoteca gay en Orlando no sabemos muy bien a qué se ha debido, porque la mezcla de circunstancias es tremenda.
El afgano, musulmán él, mató infieles, pero infieles con una orientación sexual muy determinada, con un origen étnico muy definido también, y con unos principios religiosos, posiblemente muy cercanos al monoteísmo cristiano. Además lo hizo, utilizando las facilidades que su nacionalidad americana le otorgaban, es decir, un buen entrenamiento en el uso de armas debido a su profesión, y una disponibilidad de ese tipo de material, que gracias a la segunda enmienda, existe en Estados Unidos.
Que nadie olvide que esa segunda enmienda, que parece sagrada para buena parte del pueblo americano, tiene su origen en la falta de recursos del estado naciente que no podía defender adecuadamente a sus ciudadanos, así que les permitía disponer de armamento supuestamente defensivo.
Las consecuencias de esa mezcla, ha sido terrible, y más terrible aún, si cabe el hecho de que nunca sabremos si fueron asesinados por su condición sexual, por su origen étnico, por sus creencias religiosas, o por un acto de guerra de alguien que en un momento determinado se sintió soldado del profeta y actuó contra el Imperio del mal. Ya nos dirán.
La última noticia que quiero comentar, es terrible también, y desde mi punto de vista la peor, ya que creo era muy evitable.
Al parecer un niño ha sido muerto por un cocodrilo en un parque temático de Disney, también en Orlando dos días después de la masacre de la discoteca.
He leído algunas versiones de diferentes medios y al parecer, el crío jugaba en el borde de la laguna cuando fue arrastrado por el cocodrilo, a pesar de los esfuerzos de sus padres y de un socorrista.
Finalmente, el niño apareció ahogado e intacto.
La existencia de estos animales en Florida, y en general en el Caribe, es absolutamente normal, que algún encuentro he tenido en las charcas de los campos de golf de la zona, al ir a recoger la pelotita que se había ido al agua, y encontrarme con un bicharro de estos tomando el sol en la orilla.
Las diferencias bastante claras, era de día y en Orlando era de noche. Soy mayorcito, y sé que significa un caimán, así que con no acercarte es suficiente, y a las mal dadas un palo de golf es un arma muy contundente.
La policía que actuó en el Resort de Disney, encontró y mató otros cinco animales cuando estaban buscando el cuerpo del pequeño, y las autoridades locales y los directivos del complejo comentaron que no son habituales los ataques a personas en el recinto. ¡Faltaría más!
Con todo esto, quiero decir, que desde mi punto de vista, sin haber corrido mucho, parece que presuntamente cierta negligencia hay por parte de quien dio los permisos para la construcción del parque en zona con este tipo de animales, donde además van niños con sus familias a relajarse y esperan cierta seguridad, y por parte de los gestores del complejo.
No parece que hubiera ningún aviso, como en las playas de Recife, de ¡no bañarse, peligro de ataque de tiburones toro!, o ¡cuidado cocodrilos, no acercarse al agua!.
El caso es que un crío ha muerto, en un complejo diseñado para ganar dinero, a la forma calvinista, y poner esas cosas a lo mejor quita clientes, o patrullar el lago para retirar a zonas sin peligro a los caimanes, cuesta una pasta.
Supongo que la justicia actuará, y espero que si ha habido negligencias las paguen los responsables institucionales con lo que más les duele y es con dinero y con restricciones futuras en cuanto a la explotación del parque para evitar este tipo de sucesos, que la familia parece que viene de Nebraska, son rubios y tienen los ojos azules.
Buenas noches, y buena suerte

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