Doblada

Desde luego eso tan español de dejar las cosas para el último momento, no es en general buen negocio, que todo necesita s reflexión, todo necesita tener en cuenta que lo de arriba está abajo y lo de abajo está arriba. (Frasecita para iniciados).

Y me está dando en la nariz que en eso del Brexit nos la han vuelto a meter doblada, como siempre por otra parte, que ya estamos hechos a la tal cosa, y que en el ano gastamos unas hemorroides callificadas que ya ni molestan.

Realmente me importa un carajo (cazoleta del palo mayor de los navíos donde se sitúa el vigía), lo que vaya a pasar en Gibraltar, no soy llanito, no creo en las fronteras, es más me sientan fatal, porque hay que cruzarlas y pedir permisos.

Me sientan fatal porque siempre se han levantado a la fuerza, con sangre ajena, para defender privilegios de los que más mataron en su momento, y porque siempre he creído en el derecho que tienen todos los seres humanos a circular por la tierra, a vivir donde no haya nadie viviendo antes. Así de sencillo, así de imposible.

Dicho esto, la sensación que me ha quedado, digo bien, la sensación que me ha quedado, es que hemos hecho de nuevo el lila, y los británicos han conseguido un artículo en el tratado de salida de la Unión Europea, y nosotros con una cartita de intenciones de esas que les mandan a los bobos para que se callen.

¡Lo que nuestro país ha perdido a lo largo de la historia con esas actitudes!.

Yo entiendo perfectamente que nuestros gobernantes llevan una carga excesiva sobre sus hombros, entiendo perfectamente que los equipos de asesores se han de montar con amiguetes, que si no la soledad del poder agobia hasta extremos insoportables. Lo entiendo, de la misma forma que entiendo, que con el nepotismo por bandera, sea de familiares directos o de miembros y simpatizantes, ora de tu partido, ora de tus afines ideológicos la posibilidad de que se te cuelen vagos, malos profesionales, e incluso resentidos, es alta.

Y es la sensación que le queda a no en el cuerpo, porque la salida del Reino Unido, (a partir de ahora la Pérfida Albión) de la UE lleva negociándose hace mucho tiempo, mucho tiempo, y dos días antes nos enteramos del hecho de que a última hora nos cuelan un tal artículo 184, en el que se nos ningunea.

¡Cooñooo, que llevan dos años mirando lo de Irlanda del Norte, y nosotros nos damos cuenta ahora!

Eso ahora, a última hora, que por la dejadez de nuestros políticos, de nuestros representantes en Bruselas nos la han vuelto a colar, a meter doblada, ya saben ustedes.

Y no estoy metiéndome con este o aquel partido, no, ni mucho menos, lo hago con todos y cada uno de ellos, que las negociaciones se iniciaron con el Partido Popular y Ciudadanos controlando la Cámara baja, y el resto en la oposición. Ahora la cosa es al revés, que me da lo mismo. Y es que nadie en ningún momento a interpelado al gobierno, a los negociadores del nuevo tratado acerca del tema ese de Gibraltar. Vaaayyaaaa.

No recuerdo interpelaciones parlamentarias sobre el tema, no he visto comentarios en prensa de lo que se estaba negociando sobre este asunto. Nada, hasta dos días antes, momento en el que el presidente es forzado a aplicar el método Stanislawsky para actuar delante de todos los ciudadanos, y explicarnos las consecuencias de la dejadez no solo de su administración, sino la de todo el arco parlamentario.

Gajes del oficio, digo yo, que hay que vender una cagada de todos como un éxito propio. ¡Joder que tropa!, que encima luego se le echan encima sus opositores diciendo lo mal que lo han hecho los dirigentes actuales, cuando ellos no han ejercido su trabajo de oposición, por el que, nadie olvide, les pagamos una pastizara de esa que sale de nuestros impuestos.

Pero no pasa nada, parece que estamos acostumbrados a reírle la gracia a toda esta panda de malos empleados que tenemos los españoles, eso sí siempre que sean de mi equipo, que el analizar las cosas se nos da fatal, y los juicios ecuánimes no son españoles.

Viendo al S. Casado y al S. Rivera cargando las tintas sobre la ineficacia de nuestro gobierno actual, y al que sostiene el micrófono calladito, sin preguntarles que hicieron para que ese tema, que tanto les duele ahora que le pueden echar la culpa a otro político, estuviera resuelto y bien incrustado en el tratado cuando era responsabilidad suya, y que interpelaciones hicieron en sede parlamentaria, o en campaña de publicidad para que se tuviera bien en cuenta con un buen texto legal para ser incluído en el Tratado.

Vaya panda, vaya tropa, todo a última hora, aunque no me atrevo a buscar las causas más allá de lo que estoy haciendo, que la administración, a la que te quejas de su ineficacia, te saltan con aquello de que no hay personal, que con eso de los recortes, no podemos estar en todo.

Que no, que no, que no es por mi culpa, que aunque sea un puñetero inútil y un vago, es que falta gente en el negociado, y pagan poco.

En fin, mezclando churras con merinas, como siempre, que no he sido yo, que ha sido el otro, que tenemos el negociado lleno de expedientes por resolver, que no sabes lo dura que es la vida en este despacho, con el jefe que tenemos….

Así, que nadie se preocupe, seguiremos perdiendo, como siempre, por dejadez, por falta de….por falta de honradez, que lo único que parece que nos interesa es “hablar de nuestro libro”, nunca del libro común.

Le preguntaré a mi amigo que me dice es íntimo de Barnier, si aún el buen gabacho negociador se está riendo de cómo se la ha colado a los españoles, que se lo pusieron muy fácil, y es que Pedrito se ha enterado con el jet lag cubano encima. ¡Lo que le faltaba a sus neuronas!.

Lo único que espero es que los consecuentes chascarrillos al menos me hagan reír un poco.

Con su pan se lo coman

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