dura lex, sed lex

Los tribunales parece que marcan nuestra vida, por todas partes. Y es además, como si a la prensa le faltasen historietas para rellenar los tabloides y ponemos a la justicia en primera plana.

Será que los silbiditos de Tito Trump ya no molan, que estas cosas se queman pronto, y ni el Nasdaq se agita ya cuando el Pollo del Pinar de la Avda. Pensilvania dice un no sé qué de los aranceles o de los muros mexicas. Así que vamos a ver qué hacemos con lo que viene desde la zona de las pelucas, los frufrú de las togas, y sobre todo de las punyetas, que alrededor del mundo parecen dar mucho juego.

Y de menor a mayor, me encuentro al pobre Torra, ofreciendo sus venas como un Marat cualquiera, en la bañera del banquillo de los acusados, dejando que el puñal de la Corday entre en sus blancas carnes independentistassoberanistas.

¡Lo he hecho, lo he hecho!, así que “Señol jues, Pasi usté más alanti- y que entrin tos esos- no le dé a usté ansia- no le dé a usté mieo”… que siempre hay un girondino para un jacobino.

¡Pobret!, pero la cosa no acaba ahí, que andan de primeras páginas las barbaridades de las manadas violadoras, ¡Ja, ja, ja! ¡¡Que bien nos lo pasamos reventando a esas tías a las que le va la marcha!!. Y no sé si es peor el remedio que la enfermedad, que la publicidad puede ser que anime a más descerebrados a mejorar el sistema de acoso a la mujer ¡que a nosotros no nos pillan!.

Y tampoco sé cómo afecta esa publicidad a la víctima, que a lo mejor lo suyo sería que fuese ella quien decidiese si se publicita el tema o no. No lo sé, pero tengo dudas que todas estas historias aireadas junto con las estrategias de las defensas para sacar a las presuntas bestias del atolladero, no den pistas a otros potenciales animales, en horda o en manada.

Y lo mismo me parece la historia de esa muchacha vilmente asesinada en Galicia, posiblemente violada, seguramente torturada. Que a fuer de primera plana vamos dando ideas de cuántas piedras hay que poner en el cuello de las víctimas, cómo eliminar un teléfono móvil, como defenderse de las acusaciones, y como planear futuros secuestros, violaciones, asesinatos…no lo sé.

Y es que a mí nunca me gustó leer El Caso, que siempre he considerado esas cosas como pequeñas escuelas para el perfeccionamiento de mentes enfermas. Que una cosa es un calentón o un accidente, y otra muy diferente es una forma habitual de actuación premeditada que requiere de planteamiento, y ejecución cuidadosa, ya que el placer está también en la repetición.

Pero las cosas no paran aquí, que me cuentan una historia en Lyon, a la espera de sentencia acerca de unos cuadros de Picasso, que si son tuyos, que si son míos, que a ver quién se queda la pasta. Y a mí ¿qué me importan unos cuadros y unos dibujos que nunca voy a ver?. Está bien, si me apuras. Llena espacio del tabloide.

No voy a extenderme sobre las prevaricaciones/chapuza en Andalucía, y la cara que se les queda a los Chávez, a los Griñán, a todos los que han metido mano en la caja de forma presunta, claro, hasta que no leamos las mil setecientas páginas que rellenan de argumentos lo que los jueces han visto y oído.

Eso lo dejo a sus gracias, queridos lectores, que yo ya estoy muy mayor. Pero todas la monedas tienen su cruz, que al ex¬-presi madrileño, al que le saltó la casita de Marbella, parece que quieren empapelarlo también por no sé qué pillada de pasta en Brasil a cuentas del agua del canalillo.

Y más primeras páginas. Si me pongo a contar los Presidentes de Comunidades que se han sentado en los banquillos, los que están a punto de sentarse, que si un tres per cent, que si un master no sé qué, que si el campo de golf en Vallehermoso, que si un Cinturón (Gürtel), que si unos trajecitos valencianos, que si un palacete en Palma.

Pequeños faraones del erario público, que se creen lo que no son, que actúan como señores del cortijo, con el sueño de que sea suyo. No sé muy bien qué más primeras páginas justicieras quedan delante de mis narices, como no sean las que se asoman a esa trama turbia del comisario ese que tenía todo en su cajón con fotos del culo al aire de unos y otros.

Y me tienen pillado en las viñetas al bueno de Florentino, al que fue “Presi” del Hispano Americano, y luego de BBVA, y a la mitad de la clase política, financiera, y lo que sea de esta tierra hispana en la que parece que el único palmo limpio esta en los currantes de mil euros.

Los que no somos nadie, no sé si nos alegramos o no de no salir en las primeras planas, que veo a todos estos aspirantes a “galeras” de lo más relajaditos, como vi en su día al Señor Conde, que parecía satisfecho con pasar unos pocos años a la sombra y a cambio salvar la fortuna que obtuvo con su título de abogado del estado bajo el brazo.

No somos nadie, que ni el señor Villarejo se ha dignado a tener oculto un expediente donde claramente se vea como un día cogimos una perra gorda del suelo y no la llevamos a la oficina de objetos perdidos del aeropuerto.

No valemos los de a pié ni para ser chantajeados con nuestro honor en el otro platillo de la balanza.

Voy a quedarme sin ver el telediario unos días, a ver si cambian las caras de los encausados, que hasta aprovechando la visita del Papa a Thailandia, nos andan enseñando el pleito de un españolito que se juega el pescuezo por un quítame allá el muerto de un amigo, y es que los Thais te lo cortan sin necesidad de contar hasta diez.

En fin recogeré las actas del “prucés”, y me las leeré despacito para coger el sueño, que ya me duele que no estén en catalán….¿o sí?

¡Dura lex, sed lex! (Y no es una vajilla)