Falsa bandera

Me han dicho que por el Caribe andan las cosas como siempre, quiero decir que en Cuba no salen de pobres, en las Caiman atesoran los dineros de los putrefactos, (no confundir con el proyecto de Lorca y Dalí), y en Venezuela, ¡Ay en Venezuela!, que dicen que me quieren matar al Maduro antes de que se caiga del árbol.

Seguramente Don Nicolás pensó que si hacía algo como lo de Erdogán la cosa iba a salir de maravilla, ya se sabe, que a los americanos eso de las falsas banderas les ha venido siempre muy bien.

Y a Don Erdogán, me dicen, y lo ví, que el hecho de quedarse en el poder es lo que de verdad le importaba, que lo de que la economía y el bienestar de los turcos es cosa menor.

Y al fin y al cabo nunca dijo a cuantos turcos quería beneficiar, y por algo hay que empezar.

Don Madurito parece que llama atentado terrorista procedente de Colombia a unos fuegos artificiales mal manipulados (hay siete heridos de la Guardia Nacional Bolivariana), que le acercó un dron durante su discurso.

Quizás sea lo de la falsa bandera lo que va a mover a este pollo a lanzar sus tanques contra Colombia, que puestos a escapar hacia adelante, cualquier cosa vale, sobre todo si en Colombia algún acto de la policía ha tocado material sensible de alguno de esos pollos que se dedican a la venta de estupefacientes. ¿Quién sabe?.

Ya veremos los próximos días qué es lo que va a hacer este hombre, y como nos pilla lejos en la geografía a lo mejor nos distrae y todo porque las lágrimas por el pueblo venezolano no pueden ser ya más gruesas. Alguien diría que lo hemos llorado todo.

Todo sea por la revolución bolivariana, que ahora que están tan independizados de España como quieren algunos catalanes, algo tendrán que hacer para evitar cerrar la tienda.

En cualquier caso, hay que buscar enemigos, que sin ellos la cosa no va bien, los oficios de dictador pierden peso en el panorama, y hay que tener caliente al populacho, a nivel de hooligan, si es posible, que hay que ganar el partido, ya se sabe ¡Patria o Muerte!.

Y en eso de ¡Patria o Muerte! me dicen que eso de la propiedad privada es ahora constitucional de Santiago a La Habana, y me acuerdo de cuando nuestro Felipe (González) tuvo que abjurar del marxismo, lo negó más de tres veces, y para siempre. Berlinguer había trazado el camino.

La verdad es que se me da una higa lo que les pase a los cubanos y a los venezolanos, aunque tenga, cuando me pongo políticamente correcto expresar mi solidaridad con la explotación del pueblo, o con los que están sufriendo los rigores de esta o aquella dictadura, ¿qué quieren ustedes que les diga?.

Puestos a sentir, lo que si hago de corazón es intentar comprender el sufrimiento de mi amigo, siempre desde el punto de vista personal. Es decir me solidarizo con mi amigo cubano, con mi amigo venezolano, con los problemas que a ellos les ha causado su país, nada más. Lo demás está fuera de mi alcance, y está bien así.

Y es que como siempre digo, aunque haya pateado tierras de dictadores, nunca he tenido la oportunidad de enterarme realmente de la tostada. Y siempre pongo el ejemplo de esa líder birmana que al parecer luchaba contra la dictadura de unos militarotes, y ahora no le tiembla el pulso lanzando a la muerte a más de un millón de sus conciudadanos, que no rezan como ella, que no viven como ella.

Y no leo en ningún sitio las disculpas de todos aquellos que por la prisión más o menos dorada de esta mujer me instaban a no visitar Birmania, que los militarotes se iban a beneficiar de mi modesto gasto turístico y la pobrecita iba a seguir en su casa sin poder dedicarse a la política.

No conozco a ningún rohingya, aunque las estadísticas de la UNICEF me recuerden que miles de niños están en peligro de muerte. Para evitarlo me piden dinero, que hay que pagar los sueldos de los altos ejecutivos de la tal organización.

Los de “Save the children” son más hábiles en su campaña de captación de fondos, me quieren presentar a un niño, con nombres y apellidos. Pues qué bien.

Y a Maduro le han invitado a fuegos artificiales, como si estuviera en verano en la playa de la Concha, que de noche el concurso pirotécnico queda muy bonito sobre la playa, que según el video que anda por ahí, la cosa hizo pum!, pero poquito, y para petardadas una buena mascletá de la de Fallas, y a otra cosa.

Su santa dio el gritito, ¡qué susto Nicolás!, ¡haberme avisado que es un sinvivir!, y ya está, los soldaditos un poco heridos y a otra cosa.

Otra cosa, que puede ser el endurecimiento de esto o aquello, que seguro los ciudadanos tienen pastita en el calcetín, en el forro del colchón, en Panamá, en Miami, en Barbados. Y es que esta es tierra de piratas, y el tesoro lo reparte el capitán a su tripulación.

Pero que nadie se preocupe más que de ese amigo que lo debe estar pasando mal, que del resto aunque uno se preocupe, la cosa difícilmente pasará de eso, de pólvora mojada.

Por lo demás seguiremos en el estiaje que nos tiene aplatanados, ignoraremos los telediarios que ahora los llevan los becarios, (me han dicho), y puede pasar cualquier cosa, que tampoco piensan contratarles el año que viene.

Ignoraré, si soy capaz, todas las noticias con carga publicitaria, que por cierto son todas, me temo, e intentaré leer algo que se relacione con los cátaros y su fantástica herejía, o una novelita de Georges Simenon, que las de Le Carre parece que las ha escrito el MI5.

Así, que mis queridos amigos, lo dicho queda, que mis brazos y mi comprensión es hacia los de mi pueblo, y de los demás oiréis de mis labios aquello de que espero que se les pase la gripe.

Con su pan solidario se lo coman