La ONG

Hacer leña del árbol caído no está bien, es muy feo, y lo de OXFAM te hace pensar en esta historia de las organizaciones no gubernamentales de una forma que no sé si a ellos les gustaría demasiado.

Y es que lo que nos cuesta entender, a los que somos de natural bien pensantes, es que este tipo de organizaciones no distan demasiado de cualquier organización empresarial, de esas con ánimo de lucro, y que cotizan en los mercados internacionales.

En su base hay que constituir una sociedad, como cualquier empresa, aunque en vez de acciones a repartir entre los socios hay aportaciones fundacionales de los promotores, lo que no está nada mal.

Tras eso, hay unos objetivos a desarrollar, y es lo que hay que vender para obtener los fondos necesarios para el funcionamiento del proyecto.

Y a rodar, que como no hay beneficios, que como las aportaciones son bien estatales (el famoso 0,7%), o de buena gente bien intencionada que aporta su óbolo en el convencimiento de que tanto el fin de la organización, como los trabajadores, los voluntarios y todo lo que rodea el proyecto son algo digno de apoyo.

Yo nunca he pensado en preguntar a una de estas ONG, cosas tan simples como el salario de sus dirigentes, o si a los empleados se les retribuía adecuadamente, más incluso, por ejemplo las condiciones de viajes, dietas, y demás mandangas de los altos cargos que se deban desplazar para asegurar que se cumple con el objetivo.

Tampoco sé si existen mecanismos de blanqueo de dinero detrás de las donaciones, o si en los países en los que se desarrollan las actividades, hay mordidas necesarias para satisfacer a los funcionarios locales.

Nunca se me ha ocurrido preguntar quién audita a estas compañías, a estas organizaciones, tampoco se me ha ocurrido preguntar si por parte de las autoridades fiscales hay algún control sobre sus movimientos financieros, y en caso afirmativo, no sé dónde se publican los resultados.

Lo que sí sé es que la cantidad de dinero que mueven es realmente importante. Un 0,7% del PIB español es una cantidad no lejana a los mil millones de euros, que aunque no se libere en su totalidad siempre, no me importaría saber a quién se le ha entregado, y sobre todo cuál ha sido el resultado de esa entrega de dinero.

Las aportaciones privadas, son desde luego harina de otro costal, que cada uno hace lo que puede con su dinero, y allá cuentas. Pero siempre me pregunto la razón de por qué hay detrás de cada deportista de relumbrón, detrás de muchos empresarios que lo han conseguido todo, una fundación, una ONG, una puerta en definitiva para mover un dinero que a lo mejor no está lo suficientemente controlado por las autoridades.

Me cuesta no creer que una de las razones no sea la de una campaña de márketing tendente a diluir el mal efecto que en la imagen de la compañía o de su propietario que soportan la fundación puede acarrear las actividades normales del negocio al que se dediquen.

La sucia historia de la inglesa OXFAM, que está estos días de funesta moda, me hace pensar si estamos en un movimiento orquestado contra ella por algún competidor, que todo podría ser, que aquí la competencia está en la obtención de dinero público, y si se le corta la subvención inglesa, o incluso europea a esa asociación, alguien la recogerá, o al menos una parte.

Que hayan salido a la vez tres escándalos afectando a OXFAM, me hace pensar que a lo mejor, la cosa no es casual, que hay más cosas detrás, de esas que uno no entiende, de esas que no se publican. Seguro que no es así, pero haberlas haylas.

Recibo estos días un correo de OXFAM, firmado por un director de España, dando unas torpes explicaciones a lo sucedido en Haití, y solicitándome asociación a su proyecto. Bueno, gracias de acordarse de este pobre jubilata, pero es que al minuto de recibir el correo me dicen los voceros que en Guatremala han detenido por corrupción a un directivo de esa organización, que en el Reino Unido, parece que se abusaba sexualmente de becarios….que. Bueno, todo un presunto asco, que hasta que un juez diga lo que hay todo es presunto, como lo es mi adscripción como socio a la tal OXFAM.

Veremos lo que tarda en aparecer otra lista de problemas relacionados con otra de estas Fundaciones, Asociaciones, ONG, que estas cosas las carga el diablo, y la venganza es un manjar que hay que degustar frío.

No voy a entrar en lo que significa en demasiados casos la presencia en zonas de conflicto bélico de los famosos cascos azules de la ONU, son fuerzas en general de interposición que en teoría deben evitar conflictos, pero en demasiadas ocasiones se repiten los actos de transgresiones de sus componentes a las más básicas normas de ética y respeto a las poblaciones que pretenden proteger.

El abuso sobre mujeres en estas zonas, ya deprimidas de por sí, es algo que con demasiada frecuencia acaba saliendo a los medios de información, y supongo que en caso de que sea cierto, se habrá castigado adecuadamente a los responsables, pero sinceramente me cuesta creerlo.

Y que nadie olvide que es un abuso dar dinero a una mujer para mantener relaciones sexuales, aprovechando su hambre.

Y lo digo por el tono con que el asunto de Haití ha sido tratado, al decir antes que nada, que las mujeres que fueron objeto de abuso por parte de los miembros de OXFAM, eran prostitutas.

¡No me jodan!, personas que lo han perdido todo, que buscan algo para comer, para sobrevivir, con la mayor de las destrucciones imaginables a su alrededor, no merecen ser insultadas públicamente en los telediarios, en la prensa, en todas partes, porque alguien muy rico les diese un puñado de dinero y sentirse menos ruín por abusar de ellas, de su necesidad, y de su miedo.

No sabremos nunca cuánto pagaron estos presuntos cerdos por cada servicio, no sabremos nunca el nivel de humillación que debieron sufrir esas mujeres a manos de profesionales de esta organización, lo que sí sabemos es que nadie denunció los hechos de forma que estas personas quedasen incapacitadas de por vida para volver a trabajar en supuestas organizaciones humanitarias, que el escándalo aparece siete años después de los hechos.

Yo no creo en las casualidades, ni, en general creo demasiado en estas organizaciones.

Pero cada no es cada uno.

Con su pan se lo coman