La pérdida de nuestros fundamentos culturales

Muchas veces he comentado la preocupación que me causa la manipulación a las que los humanos están sometidos desde los medios de información, desde los púlpitos, sea cual sea la religión, desde la política, o desde los anuncios de lo que sea, que igual nos manipulan desde la Poca Loca, desde Vuela conmigo, o desde Mi Tele Mola.
Las cosas son así, pero me da en la nariz que la sofisticación que han alcanzado hoy día los sistemas de manipulación, están motivados solo porque somos más humanos en este mundo traidor, y la cuestión no es de contenido, que las líneas básicas siguen como siempre, sino de cantidad, y si me apuras, para satisfacer al dios inmediatez, más rápidas.
Quiero decir con esto, que la historia de la Humanidad es una sarta de mentiras, una detrás de otra, y todo para que las masas o los grupos tribales actúen de la forma más conveniente para el poder que sea, que nos empeñamos en poner apellidos al poder, y me da en la nariz que no lo tiene.
El precio que se ha pagado por esto es tremendamente alto, tanto es así que la verdad se ha perdido, ya no está al alcance de nadie, y con ello los seres humanos hemos dejado de saber quiénes somos.
Desde las grandes batallas de la Antigüedad, hasta las no tan antiguas, y si me apuras hasta las de ahora mismo, en las que son tan diferentes las versiones como voces las cuentan.
Que no tengo la versión hitita de la batalla de Gadesh, esa que dice Ramsés que ganó por tres a cero, ni de lo que pasó en las costas británicas cuando Felipe II envió su armada, o en las Navas de Tolosa, o donde quieras, que tampoco voy hoy a por las guerras.
Mucho más me interesa saber qué es lo que se nos ha ocultado por parte de santones, chamanes, testigos, gobernantes… es decir de aquellos que realmente conocen la verdad, y que se han preocupado milenio tras milenio en esconder el conocimiento bajo la capa bien de los símbolos, o directamente de la mentira, sin olvidar los casticismos que se usan para esconder los secretos de los oficios, desde el médico al arquitecto, y desde el informático al ecónomo. El secreto es la base que preserva a los gusanos de seda, al cristal de Murano, y a la preservación de la leche con el queso y el yogur, es decir el poder de tribus concretas..
Una de las modas en esta España del siglo XXI, es decir que uno es ateo, y la verdad es que cuando lo escucho, evito que la sonrisa, o la carcajada asome a mi rostro, sobre todo por no ofender demasiado, que la gente se toma estas cosas muy mal. Y mi sonrisa es porque para ser ateo hay que ser enormemente culto, y manejar unos niveles de información y de conocimientos simbólicos que están al alcance de muy pocos, no así manifestar el ateísmo, como pose sin base.
Digamos que es una creencia que no se alcanza solo con la voluntad, que hay que currárselo con un tesón solo digno de los mejores.
Lo más que podemos decir de todos y cada uno de nosotros, es que somos agnósticos, en el más estricto sentido de la palabra. Es decir, no tenemos el conocimiento necesario para creer, o para no creer, ya que sea cual sea la religión en la que nos han adoctrinado, lo que se nos ha contado no es nunca la verdad, esa que es única y se escribe con mayúsculas, que como mucho se nos ha contado la historieta necesaria para llegar al punto de sumisión que los chamanes necesitan para controlarnos.
Nuestra falta de conocimiento sobre el origen de nuestra cultura es apabullante, desconocemos el origen de los dioses que adoramos, desconocemos el porqué de la mayoría de nuestras creencias, en definitiva no sabemos quiénes somos, y por qué pensamos como pensamos, sentimos como sentimos, y lo que es peor ha dejado de interesarnos, porque hemos sido adoctrinados para ello.
Hace unas pocas semanas estuve visitando la fantástica exposición de Jeronimus El Bosco, y a poco que seas curioso, lo primero que te llama la atención es que no entiendes el mensaje que el pintor quiere enviarte.
Como ha comentado alguna vez Don Carlos Canales, estudios sobre la técnica pictórica, de este y de cualquier pintor los hay de una calidad apabullante, es decir, que somos capaces hoy,de explicar con gran precisión aquello que podemos medir, pero no aquello que estamos viendo, el lenguaje a través de símbolos, que debería ser el lenguaje universal entre culturas, es profundamente desconocido. En concreto sobre la simbología del Bosco, lo más frecuente es que te digan que lo qué más hay son lagunas de ignorancia, y hablamos de alguien de hace muy pocos siglos.
No soy yo, evidentemente quien puede dar la luz al mundo de los símbolos, al conocimiento que en ellos se oculta y que nos ha sido hurtado, ya que no forma parte del adoctrinamiento que entendemos por educación, y esos maestros no están disponibles .
Y los símbolos están en la música, en la literatura, en la pintura, en la arquitectura, en la mayoría de las expresiones culturales que entendemos como arte, pasando delante de nuestras narices sin enseñarnos nada ya que desconocemos su interpretación.
Y su significado y su conocimiento se nos han ocultado a los más de los mortales por milenios, que lo que se ha propagado son las doctrinas, para poder de esta forma esconder el conocimiento.
Creo que el hombre ha perdido ya para siempre la posibilidad de conocer las estructuras que han conformado su cultura, sea esta cual sea, y nos hemos quedado con la sombra del fondo de la caverna.
Eso sí, estamos llenos de estereotipos hueros, que nos hacen creer sabios, o al menos con ciertos niveles de conocimiento, y no es más que el espejismo que siguen induciendo en nosotros los encargados de cuidarnos.
Quiero, repito, quejarme de nuevo, por la pérdida, me temo que definitiva de las raíces de nuestra cultura, ignoramos el papel de los dioses que conformaron el panel griego y latino, de la misma forma que el pensamiento que forjó en las culturas helenísticas y latinas lo que hoy es la base de nuestra estructura social, se ha perdido para la gran mayoría de los humanos occidentales, y no creo que la cultura milenaria china, por no ir más lejos esté basada hoy en día en sus grandes pensadores, en sus conceptos religiosos que fueron el fundamento de lo que creo hoy se ha perdido.
Nuestro estado de vulnerabilidad es hoy máximo, nada más fácil que manejar masas sin cultura, sin tradiciones, sin símbolos reconocibles en los que forjar su espíritu.
Adoraremos a San Samsung, o creeremos que nuestra historia es la mezcla de Star Wars con Juego de tronos. Y en ese momento, que ya está llamando a la puerta, cualquier máquina con inteligencia artificial será más útil que nosotros.
La carencia de enseñanzas de ese tipo en nuestras escuelas es una muestra más del adoctrinamiento al que sometemos generación tras generación a nuestros descendientes, como nuestros ascendientes hicieron con nosotros.
Buenas noches, y buena suerte