Le Roi s’amuse, o ¡Viva V.E.R.D.I.!

Me viene esta cosa por un suelto de esos que te llegan a la tableta con la firma del señor “ventanas” que la habrá pillado de sabe Dios dónde, pero que tampoco me importa un carajo, ¡qué diantres!
Al parecer en su momento, andaba nuestro Don Felipe, cruzándose mensajes con el tal Sr. López Madrid, ese que anda defendiéndose del presunto mal uso de esas tarjetitas negras de Caja Madrit (nos roba), y le animaba a pasar el mal trance, que ya se sabe cómo son los españoles, que ya no respetan a la oligarquía, ni política ni financiera, que es una pena, que ni en el chalet de Somosaguas le dejan a uno tranquilo.
La verdad es que me importa, como ya he dicho, un carajo, que Austrias, Borbones, Visigodos y Reyes cristianos, han tenido validos, amigos que han salido ranas, que el poder es muy malo, que a los amigos y a los validos, hay que apoyar, al menos en primera instancia, luego ya veremos, que Duques de Lerma los ha habido siempre, que han tenido que ponerse morados para evitar al verdugo…(para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado), que todo Duque de Lerma, tiene su Gaspar de Guzmán y Pimentel.
Así que, y volviendo al titulillo que identifica esta entrada, me vienen los problemas que el bueno, (o no tanto) de Giuseppe tuvo que enfrentar, que cada vez que se le ocurría escribir una ópera, se le cruzaba un rey por en medio, y es que el muchacho no se estaba quieto. Ya se sabe como son los titiriteros.
Una cosa es que Victor Hugo se metiera con Francisco I en su obra de teatro, y otra es que un italiano intentase mostrar un rey francés libertino, para llenar Le Teatre Lyrique y hacer una pasta. Con todo y ello necesitó 12 años para que disfrutaran en Paris las aventuras del Duque de Mantua, en que dió el rey francés.
Y ese Duque de Mantua, como Francisco I y como cualquier Juan Carlos, Felipe, o Alfonso, tenía sus amigos, ¡faltaría más!. Claro que el Duque pasaba por encima de los líos que montaban sus amigos a costa del pueblo encarnado en el bufón Triboulet, o Rigoletto, que lo mismo me da. Y no importa la tropelía que organicen, la primera reacción debe ser por parte del Rey defender al amigo, y de paso las tarjetas black.
Pero es que así se divierten los reyes, aunque luego el asesino se equivoque y en vez del Duque palme el pueblo encarnado en la virginal Gilda, que como nosotros no se entera de nada, pero paga la factura.
Este V.E.R.D.I. es que no paraba, y pretende que las casas reales le pasaran que llevara a los escenarios la muerte de uno de esos infinitos Gustavos.
Pues no, ni en broma, así que tiene que llevarse a los Estados Unidos el baile de máscaras que le cuesta la vida al tal Gustavo, que los asesinatos, si son de reyes, caen muy mal en la Italia invadida por los austríacos, y si encima tres italianos, en medio de los ensayos intentan apiolar a Napoleón III, pues nada, a Boston y a cambiar personajes.
Las óperas, como tantas cosas dependían, y aún hoy, en una buena proporción, de los teatros reales, y claro, algunas cosas no les parecen bien a las casas reales.
Y V.E.R.D.I. dando la lata, la siguiente, se inventa ese himno de Italia que te encasqueta en el tercer acto del Nabucco, ese “Va pensiero”, que cuando se necesita, porque se les pudre el país en manos de Berlusconi, hasta el bueno de Ricardo Mutti , pone al pueblo de Roma a cantarlo a capella. Creo que les gusta más que el Mameli, pero ellos sabrán.
En España, todo lo que nos sale es el bueno de Plácido cantando el himno del Real Madrid, a mayor honra del palco del Bernabéu, porque el estadio no entendería un “va pensiero” local. Y nuestro Roi, s’amuse, que dice ser “Indio”.
Claro que aquí, no nos tienen invadidos los austríacos, no tenemos la esperanza puesta en un salva patrias como creyeron los italianos que sería Vittorio Emanuele, aunque les saliera rana y todo lo que quedase fuera una inmensa tarta de nata al pie del Foro Romano, y eso si, una Italia más o menos unida, como un gran Piamonte, con el Sur y el Trentino cabreados cada uno a su estilo.
Aquí, mientras el rey se divierte,
-No te preocupes por lo de la tarjeta que hay muy mala gente, y quedamos a comer mañana
Nosotros, las pobres Gildas, aguantamos que nos digan que somos volubles como la tal donna que canta el de Mantua, que canta el poder, que hoy votamos barbas y mañana votamos coletas, con lo que no hay quien gobierne este gallinero.
Y nuestro Piamonte, que tiene su sosias en la Castilla y en el Aragón de meseta y valle tiene cabreados a vascones y habitantes de la Marca, hoy conocidos como catalanes, y no hay un Garibaldi que nos meta a todos en cintura. Mala suerte.
Y mientras el tal López Madrid, le dice al “roi”, que está en San Francisco, que si hay que comer en Madrit (nos roba) se coge uno el Falcon, y se planta uno en DIVERXO, a tomar una zarzuela si se requiere, que el Muñoz ni tiene coleta, ni barbas usa, que con la cresta ya hace Corte.
-Que no hombre, que no, disfruta de la alegría californiana, hazte unos hoyitos en el Presidio, mirando a la puerta dorada, que en el presidio de aquí la puerta es de hierro. Y Le roi s’amuse.
Y tengo que acordarme por fuerza de esas veces que en el Liceo, (nótese que no es Teatro Real), después de unos de esos desastres que nos regalaban el Bieto y el Mortier, alguien de los entendidos del quinto piso gritaba ese famoso ¡Viva Verdi!, para reivindicar la ópera clásica, y los coros de gitanos, como creía que hacían los coetáneos del gran autor.
Incultos, que habrían hecho sonrojar al mismo Cavour, ¡era un grito político! Era un viva a Vittorio Emanuele Re D’Italia, V.E.R.D.I., lo más revolucionario que podía darse, gritos, que ni a doña Carmena, ni a Doña Ada le salen porque se han dejado la revolución en la croqueta del aperitivo, con vinazo local, al Esadito no le viene nada por revolución, el barbas ya tiene bastante con lo de sus corruptos cortesanos que se mezclan con los amigos del roi, el de la coleta amenazando con Siberia a sus conmilitones descontentos, y Perico esperando las calendas de mayo, que los augures tras mirar el vuelo de las aves y las tripas del guarrillo, le garantizan un cesarato deificable.
Viva V.E.R.D.I.
Buenas noches, y buena suerte.
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