Por aquí seguimos

Hace un año empezó esta aventura que parece, por el momento, que aún goza de buena salud.
Esta bitácora en la que he puesto muchas ilusiones ha tratado, tal y como prometí, sobre las cosas que han despertado mi interés, sin premeditación, sin planificar, casi como un ejercicio terapéutico las más de las veces, debido a la cantidad de cabreos que he cogido por la situación no solo que ha vivido el mundo sino que, por extensión, nuestro país.
Se trataba, y se trata de comentar, a modo de capitán Nemo, el viaje cotidiano, y sí, habrá que seguir, aunque solo sea porque ya he pagado al pollo que me soporta la página en la red una pastita por un año más.
Seguramente, algún psicoanalista amigo, me diría que este teclado ha sido una especie de sofá-confesionario, y que las ciento ochenta sesiones, al menos, me han servido de terapia contra las continuas agresiones que el entorno nos ha brindado.
Este último año nos ha traído la decepción de constatar que la famosa crisis económica no ha terminado, es más, parece que de alguna forma se está reactivando.
Las materias primas, por falta de demanda han perdido buena parte de su valor, como por ejemplo la caída del precio del petróleo que estaba en abril del año pasado a 65$ y hoy anda por 41$.Es casi un 40% menos, y no vale decir que si el aumento de la producción por la llegada de Irán al mercado ha tenido la culpa, que ha subido solo un 2%, y no justifica esa caída.
La producción mundial de acero sigue cayendo y parece que la cosa va ya por el 7-8% según las fuentes. Del precio ni hablamos, ya que la necesidad de vender la producción china e india ha hecho que los precios caigan de tal forma, que ya nos estamos planteando en Europa, si cerramos plantas (las españolas están temblando), o si como propugna el Reino Unido desde su ultraliberal `punto de vista quizás sea buena idea alguna que otra nacionalización.
Los de la Volkswagen haciendo trampas en el solitario, los bancos haciendo trampas con las finanzas, los políticos haciendo trampas en la gestión de lo público, los indepes como siempre y los de siempre, (buenos unos pocos menos, que los que se lleva el diablo por finiquito de sus vidas, no encuentran muchos recambios en los que llegan).
En general, y como comentaba hace unos días, la tierra es plana, es decir, está en crecimiento plano, y no sabemos cómo sacarle partido, que lo nuestro es crecer, o nada.
Los directores de los bancos centrales han tenido que visitar al médico, que parece les duele la muñeca de tanto darle a la máquina de hacer dinero…..para nada, aparentemente. Hoy si quieres comprar dinero te pagan por hacerlo, (si eres o muy rico o directamente un país), lo que es el mayor contrasentido de la historia económica de la Humanidad.
La maldad aquí me viene al constatar que mi querida Catalunya no es considerada ni Nassió, ni País, y ya de Estado ni hablamos, que cuando se ha ido a poner a la cola del dinero gratis, le han dicho como a mí en la sucursal de La Caixa, que me ponga a buscar las escrituras del piso, y que veremos, y el veremos ha sido que no. Tiene que estar el Junqueras a punto de infarto, que ni le dan pelas en Madrit (ens roba) ni los europeos, que el Dragui ese debe tener antepasats castellanuflos, y él es un charnego, desde luego. Está rodeado de botiflers, ¡vaya!, otro asedio como en 1714.
Por otra parte, parece que el crecimiento mundial anda también tocado, que los de a pié no tenemos “pasta” para comprar más chirimbolos, que las bajadas de sueldos son generales, no solo en España, que al parecer, con esto de lo electrónico, lo punto com, y no sé cuántas zarandajas más, nos encontramos que eso de ser director de sucursal bancaria ya no es lo que era.
Vamos, que como no te hagas funcionario de los de oposición de cinco años y trinques plaza en propiedad, no puedes dar la entrada del piso, y casarte con Chuchita, aunque te chuleen las pagas extra. Algo tendrá que hacer la Iglesia, que como se descuide, se le va a llenar el patio trasero de fieles en concubinato. ¡Un sin vivir!
Cuando nos creíamos que el tema de los chorizos, era algo diseñado para España, y para las repúblicas bananeras, descubrimos que quién más quién menos, algo de pastita tenía derivada a esos paraísos en la tierra, que llevan el apellido “fiscal”, que los usa cualquiera que tenga unas pocas perras, sea ruso, chino, inglés, árabe, y que si eres de los de a pié, pues a pasar por las horcas caudinas, y a otra cosa, que a cada ciudadano (de a pié) le llega su Montoro.
Es en cualquier caso un mal momento en el que la noticia panameña aflora, que nos pilla con el dedo sobre el papel de la declaración y el modelo 720 sin hacer. El cuerpo te pide hacer maldades, que la cara de tonto hace demasiado que se te ha instalado, y no hay forma de apearla.
Pero uno es buena gente, no tiene posibles, no tiene firmas de abogados guardándole las espaldas, y, lo que te queda es pasar por caja, y pedir el pago en dos trancos.
Siria sigue desangrándose, y sus hijos en diáspora. Ciertamente su situación este año ha empeorado, como ha empeorado también la vida de los europeos tras la sangre que ha llegado a nuestras calles por los atentados del DAESH, la evolución no ha sido buena este último año, se cabreó Don Putin, le derribaron un avión lleno de inocentes, y él envió algunos Mig, para que su dictador local le permitiese seguir usando su base naval en el Mediterráneo. Básicamente todo igual.
Las cosas están al final como si nos hubiese caído la famosa cúpula de Stephen King encima, pero cubriendo toda la tierra, de forma que el aire no circulase, y todo se aplanase, que no hubiese movimiento, que todo siga igual, lo que es peor para la mayoría de nosotros pobres ciudadanos, y supongo que mejor para ese 1% de amos del universo. No lo sé.
Hasta la gobernanza de los países parece que está tomando ese innecesario parón, que en España se traduce en que el gobierno ha dejado de tocar las pelotas, ya que ahora no puede andarse con decretos ley. Las Cortes, es decir la soberanía popular está “frozen”, y lo único que nos queda para echar unas risas es el patético espectáculo que una panda de politicastros nos dan a la hora del telediario por conseguir el poder, o el sueldo de ministro.
Nada se mueve, ya que a pesar del desembarco glorioso de Obama en La Habana, los hermanos Castro siguen jodiendo a sus compatriotas con el mismo empeño del que hace gala el monaguillo al tocar las campanillas para guiar a la parroquia en la misa. Supongo que la élite cubana, su 1% poderoso, estará frotándose las manos con el atisbo del billete verde que se asoma desde el norte, pero el conductor de Coco Taxi, o el que ha organizado un paladar en una calle colonial de Trinidad, o de Cienfuegos, seguirá con su vida miserablemente alegre, que siempre te queda la casa de la Trova local cuando los autocares de turistas se han bebido el último trago de Ron añejo de Santiago.
Enfrentaré pues este segundo año de La Bitácora con el mismo espíritu, ya que como nada se mueve, no seré yo quien se enfrente al Karma de la Humanidad alterando la cinética, que luego vas, te mueres, y te reencarnas en una hormiga, por lo menos.
A los que me habéis leído y me habéis enviado comentarios o palabras de apoyo, muchas gracias, a los que me habéis leído y no me habéis enviado ningún comentario, pues gracias, y al resto de la humanidad, nada, que cada perro debe lamerse su cipote.
Buenas noches, y buena suerte

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