Primero de octubre

No se lo pueden creer, es como si el espíritu de los despojos que reposan en el Valle de los Caídos hubiese hecho el milagro. Los tardofranquistas no se lo pueden creer, y no echan las campanas al vuelo, porque desde la Carrera de San Jerónimo, parece que quieran aguarles la fiesta.
Los tardofranquistas, una a una fueron perdiendo las estatuas ecuestres que poblaban plazas y parques de nuestra piel de toro, por no decir que también perdieron las paredes que le dieron aquel apodo al ferrolano, ¡si hombre!, Paco Paredes, perdieron el nombre de los grandes hospitales de Barcelona y de Madrid, y ahora, de pronto, todo renace, y renace por donde uno menos se podía imaginar, por mi Catalunya.
Que sí, que te lo digo yo, que ese señor con pinta innoble, solo con pinta, que por otra parte es molt honorable, decide celebrar de nuevo, y seguro que con fiesta en el cole, como cuando yo iba al instituto, el cumpleaños del ferrolano.
Todos a la calle, a la gran fiesta de la (iba a decir democracia, pero me da la risa), lo dejamos, a la gran fiesta del pueblo de Catalunya, celebrando el primero de octubre.
Bien que con esto de las modernidades, ahora resulta que se pone eso de 1-O, que queda muy “trendy”, y ahorra caracteres en las mensajerías, los diazibaos electrónicos, y todas esas mandangas, pero el espíritu del ferrolano es lo que realmente se celebra.
Y pensándolo un poco, no demasiado, que detrás del molt honorable flequillo, parece haber un vacío infinito, resulta que aunque parezca que los perros son distintos, los collares es lo único que los diferencia, a saber:
– 1-O parece que es fiesta, que nos cae en domingo, así que habrá roscón de nata en los postres domésticos, vamos bien
– Si la cosa sigue hacia adelante, de nuevo se habrá conseguido dividir a la sociedad en favor de unos intereses que nada tienen que ver con ningún ciudadano de los de a pié.
– Al parecer, se quieren controlar los órganos policiales, los medios de comunicación, y hacerlo con el ejército no les importaría, pero no hay forma, que no se dejan.
– Quieren ese día del cumpleaños del ferrolano que se abran las puertas a “Una, Grande y Libre”, Catalunya, claro.
– Si hay que ignorar desde las instituciones públicas las leyes democráticas que nos hemos dado todos los que vivimos entre el Bidasoa y Algeciras y desde Creus a Finisterre, se ignoran, lo que equivale a dar un golpe al Estado, no sé si un golpe de Estado, pero desde el “al” al “de”, la diferencia es mínima.
– Otra vez, desde la periferia nos aparecen los viejos monstruos, antes a lomos de los caballos de la Guardia Mora, hoy, como en 1640 con los “ramaders” desbocados de barras y estrella, (la cosa no da para estrellas que aquí se ahorra hasta en los símbolos).
– Desde luego, parece que lo que de verdad quieren es salvarnos, no sé bien de qué, pero salvarnos, que es el papel de estas gentes que van de cumpleaños, aunque parece que lo que quieren es demostrar esa superioridad de la raza autóctona, (no dicen aria), sobre la indolencia andaluza, el catetismo murciano, la bruma gallega, la tristeza castellana, la lejanía canaria…y Madrit (ens roba)
– Otra vez la defensa del Estado parece que se concentrará en la Carrera de San Jerónimo, que no son partidarios los que por allí se sientan de este posible golpe al Estado que desde mi tierra se está fraguando.
Si por estos pollos, que van a celebrar el cumpleaños del viejo ferrolano, fuera ya estaban comprando escopetas a los rusos, o a los alemanes, que lo mismo les da, y si lo tuvieran ya andaban enviando a Moscú el oro de las Caixas Rurales, que para más no da la cosa. Pero parece que no, que en cuanto se gastan fuera de presupuestos cinco o seis mil eurillos no contemplados, se los bloquean, y las familias esas que controlan Barcelona, no están para hacer donaciones en forma de urnas, a la tal celebración.
Y es que se te cabrea el Estado y no vuelves a ganar un concurso de suministros públicos en varias generaciones, y se necesita ese dinerillo, que el Golf de Vallromana no hace más que subir tarifas.
Así que andamos como siempre, mareando la perdiz tontuna de la frustración de siglos producida por creerse superiores incluso a la pata de Judá, y así todo lo que se consigue, es que las estructuras sociales y económicas no avancen. Es el triunfo del “botiguer” de la esquina, del mal taxista, del que no quiere enfrentarse al mundo abierto de la producción industrial, y mucho menos al mundo de las ideas.
Pero todo eso no importa, si hay que hacer una pira en la Plaza de la Universidad con Quijotes, Buscones, y la historia de Menéndez Pelayo, se hace, que piras más grandes se han hecho en países modelo ¡qué diantres!, y es que lo que aquí se está buscando es la creación del ministerio de la Historia orwelliano, que no vamos a enseñar a las tiernas criaturas lo que pasó, no y no, lo que haremos será enseñarles la historia de lo que nos hubiese gustado que pasase, y si algún pasaje sórdido no puede ocultarse, no pasa nada, la culpa no es de la “dolça Catalunya”, sino de aquellos que destruyeron esta gran nación que nunca ha existido.
Menos mal que esta vez no hay al frente de la cosa un militar bien formado y con un ejército detrás, porque aquí acabaríamos teniendo sangre en las calles, y no de ciclistas únicamente, menos mal que parece que lo que tenemos es gente que a no ser que el fanatismo les ciegue, se tientan la ropa y se marcan líneas de no traspasar, ciertamente muy unidas al “patrimoni”, que con las “secas amb butifarra” no se juega, sobre todo si son las propias.
Así, que no sé qué hacer el próximo uno de octubre, aunque me da que no me va a apetecer andar por estos pagos, que me daría por sacar a pasear una rojigualda con gallina, yugo, flechas, y foto del tal Paco Paredes con crespón negro, que ante todo un respeto.
Con su pan se lo coman

6 comentarios sobre “Primero de octubre”

  1. Ainch! Lo quería ver yo a todos con esa banderica que dices el 1-O
    Y lo de los autos de fe…. pues es una ida… que quieres que te diga!!!
    Mu bueno !!!

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