Querido nieto, hoy va de caminos.

Hoy quiero hablarte de héroes, de mitos, y de cómo te los vas a ir encontrando en los próximos años de tu vida.
Ya sabes que cuando cruzaste la frontera de los ocho años, un nuevo mundo se te ofreció, un mundo lleno no solo de maravillas, que irás disfrutando una a una y por su orden, sino de pruebas, retos, dificultades, que deberás superar.

Encontrarás, a buen seguro, armas para poder enfrentar las pruebas que el camino irá poniendo delante de ti, algunas ya las estás resolviendo, y te lo matizo para que sepas de qué estoy hablando. Por ejemplo, eres capaz de leer este texto, y no ha sido fácil, has tenido primero que aprender a dibujar las letras, luego tuviste que unir esos dibujos de forma que formaran palabras que daban sentido a las ideas que tú querías transmitir. Y eso costó años de esfuerzo.

Pero aquí estás, con una cierta curiosidad, intentando entender lo que quiero contarte hoy, y de lo que te voy a hablar es de un camino, el camino que todos los que hemos sido niños hemos tenido que recorrer, y que es único para cada uno de nosotros.

Cada vez con más frecuencia vas entendiendo más y más los cuentos, las historias, las películas que puedes ver en el cine, en la tele, y a lo mejor te estás quedando solamente con las historietas, con los puñetazos que se dan, o quizás hasta los tiros que se pegan hasta que le cogen la mano a la chica, o le dan el beso mágico, en fin esas cosas que ves en todos los medios que ahora te envían mensajes, aparentemente para que pases un buen rato.

Pero no es solo eso, hay más, mucho más, y si te dedicas a leer con más detenimiento muchos de los cuentos que tienes dispersos por tu cuarto, verás que casi siempre te hablan de una persona, que luego califican de héroe, y que a través de un proceso de formación muy duro, en forma muchas veces de viaje, acaba accediendo a niveles de sabiduría o conocimiento que compensan ese largo camino.

Claro, no todos los que empiezan ese camino para ser mejores, para alcanzar niveles de conocimiento superiores, lo consiguen, y la razón de su fracaso es muy parecida.
Como te digo, la razón del fracaso está en las desviaciones que el camino te ofrece, como, digamos, atajos cómodos que parece van a limitar el peso del aprendizaje, pero no es así, es una forma de eliminar a los mejores, o a los que parecían mejores.

Algunos ejemplos de esto los conoces muy bien, sin ir más lejos, en la famosa serie de la guerra de las galaxias, ves que Anekkin Skywalker, el personaje con más potencial para alcanzar el conocimiento Jedi, se desvía por la ambición de poder que espera se le conceda cuando aún no lo ha ganado. Y a eso le llaman el “lado oscuro”, que al final le cuesta perder a su familia, y ser esclavo de las fuerzas ocultas del mal. Tremendo ¿verdad?.

Su hijo Luck, sigue el camino del sacrificio, del aprendizaje duro con Yoda, y alcanza el conocimiento con el respeto de quienes le rodean. Pero paga también un precio alto, ya que aparte de las heridas físicas acaba enfrentándose a su padre.
Dentro de muy poco empezarás a ver, a leer historias de otros héroes, o de otros mitos donde se habla de héroes que alcanzaron una meta, normalmente de conocimiento espiritual que les acerca a la perfección como seres humanos.

Te llegará el viaje de Ulises por el mar Mediterráneo, lleno de aventuras, lleno de retos que debe superar, porque si no lo hace su camino se acaba y su nivel de perfección quedará truncado en ese momento.
También puede que te hablen de Jasón que cruzó el Mediterráneo para encontrar el vellocino de oro, o hasta de seres que crearon con su pensamiento corrientes morales perdurables, como Buda o Jesús por ejemplo. Todos tuvieron un viaje duro hacia el conocimiento.

Te contarán la maravillosa aventura del Caballero Galahad, que como Luck, supera a su padre Sir Lancelot en el camino del conocimiento y es quién consigue alcanzar la copa sagrada, el Grial, entendido como el cúlmen de una vida de pureza y sacrificio.

La historia te la contarán muchas veces, y de hecho ya te la han contado, con diferentes personajes, con diferentes decorados. Seguro que te suena la historia del príncipe encantador, que es capaz de cruzar el bosque maldito, pelear con el dragón, y al final salvar a la princesa que está en la torre prisionera de la bruja, del rey malvado, de su madrastra…lo mismo me da.
El mensaje es que hay un camino de dificultad, de aprendizaje, de esfuerzo que tiene su premio en algo, que sin todo ese sacrificio es directamente inalcanzable.

Cuando vuelvas a ver una película, o leas un libro de aventuras, busca estas referencias que seguramente estarán disponibles a poco que revises lo que estás viendo, una vez hayas quitado los bofetones, las carreras, y todo lo que se usa para envolver el mensaje, que hasta para eso hay que abrir el paquete, si quieres el juguete listo para usarse.
Recordarás también aquel personaje de La Flauta Mágica, Tamino, que debe tras múltiples esfuerzos liberar a una princesa, y debe superar en su viaje hacia ese objetivo, los obstáculos de la oscuridad. Tiene como todos los héroes, un arma mágica, que aquí es una flauta, en otras historias una espada, o simplemente la astucia en el caso de Ulises, junto con el apoyo de la diosa Atenea.

Ese arma, la tienes tú también, no lo olvides nunca, y se llama deseo de conocimiento, deseo de superación, deseo de ser mejor día a día. Y quien maneja ese arma, no es otra cosa que la fuerza que te irá dando poco a poco tu juventud.
Pero no todos son caballeros andantes, o héroes de armaduras brillantes, no, no es esa la idea. Te encontrarás otros ejemplos de viajes en busca del conocimiento, como el de Don Quijote, que ya era un hombre mayor, cuando empieza su recorrido hacia la cordura esta vez. Y el símbolo que yo veo, es el que de alguna forma aparece hasta en las religiones. Deja todo lo que tienes, lo que eres, y sígueme. Es el grito que escucha el bueno de Alonso Quijano, rodeado en su hacienda de su “tele” en forma de libros de aventuras, y de su comida asegurada todos los días. Deja todo eso, emprende el camino sacrificado de ayudar a los demás, y de aprender qué es el mundo y cómo se comporta.
Así tendrás la mayor lección que te llevará al final del camino donde te espera la cordura, que no es más que el logro de la sabiduría.

Otra cosa que verás que se repite en estas historias, es que el caballero no viaja solo. Tiene a su alrededor amigos dispuestos a todo, que le recuerdan cuál es su objetivo, y lo hacen de muchas formas, que normalmente nos las recubren con el papel de regalo de lo cotidiano, de las cosas básicas de la vida, que hay que comer de vez en cuando, que hay que dormir, que no todo son sueños y que dos y dos la mayoría de las veces suman cuatro.
Ese amigo, son las enseñanzas que te están dando en casa, en tu colegio, en los juegos de cada día con tus amigos, nunca desprecies todos esos regalos que te ayudarán si escoges el camino del conocimiento.

Buenas noches, y buena suerte

2 comentarios sobre “Querido nieto, hoy va de caminos.”

Los comentarios están cerrados.