Semana festiva

Nuestra España cutre, miserable, cainita, dedicó esta semana a honrar vírgenes y consecuencias políticas.
Recuerdo el viejo chiste de que los españoles llegamos antes a la Luna que los americanos, simplemente haciendo una cadena con un militar y un cura..y así hasta arriba.
Ya no es un militar, es un político, y ya no es un cura, es un yo qué sé, y aquí podemos poner desde el estafador que juega con la salud de su hija, hasta ese futbolista que esconde su dinero para que no eduquemos bien a la gente o no podamos curarla adecuadamente.
Que sí, que don Truebita, después de soltarse en la intimidad, y de asquearse de su condición de español, va, ahora que le han tocado el bolsillo, y se cabrea, que ya sabemos, cometió el hispánico error de poner la lengua en marcha sin antes haber conectado el cerebro. Mala suerte, que las campañas esas que se hacen virales en la red de redes, te tumban la inversión. País de cainitas, donde lo que más nos gusta es derribar ídolos.
Pero no a todos los ídolos, porque si a quien se descubre robando es un futbolista de relumbrón, entonces no, que lo que hay es una campaña gratuita del equipo rival.
¿Por qué?, me he preguntado tantas y tantas veces, no dejamos de comprar esas marcas donde aparece la imagen del futbolista que nos está, supuestamente robando al no pagar sus impuestos.
Pero aquí no hay campañas, y los anunciantes miran hacia otro lado, que los chicos estos tienen tirón, y ese tirón se transforma en ventas, y ya se sabe, a la prensa hay que decirle que los incrementos de ventas están ligados al mantenimiento del empleo.
Empleo a dos cincuenta la habitación, en tantas y tantas cadenas de hoteles, que los precios de venta son los que son, y mejor ahorrar en los salarios de los más débiles, que en otras cosas de esas que hay que sudar.
Y nuestros sindicatos con la boca cerrada, sin organizar una buena campaña por las redes sociales, recordando a los que contratamos un hotel, que nuestra habitación la ha limpiado un esclavo, o esclava, que tanto me da, y así a lo mejor no dormimos tranquilos, porque seguro que no son todos los que llevan a cabo esa práctica, seguro, y a mí me encantaría saber si quien trabaja para que yo esté cómodo, ha sido tratado como un ser humano.
Pero no, que eso no puede ser, que eso no debe publicarse, que los futbolistas venden, y el turismo es nuestra industria nacional, el espejo en el que se miran los que quieren tener países con los hoteles y las playas de su Benidorm local llenos a rebosar de grasaza europea de esa que viene a emborracharse, a tirarse desde un balcón, y a cagarse en nuestras aceras de forma literal.
Llega entonces esta semana de la Constitución, aquella del setenta y ocho, la semana de la Inmaculada Concepción de María…y cerramos la tienda, “cerrado por ignorancia”, podría poner en primera plana el periódico local. El país deja de trabajar y destroza de golpe todos sus ratios de productividad, esos que provocan que las inversiones extranjeras nos lleguen para que el hombre sentado en la plaza pueda escuchar de labios del señorito, el “tú ¡dos días a cinco euros la hora!.
No, es mejor parar el país, mucho mejor. Que a la iglesia y al arma de infantería, no les mueves la Inmaculada al lunes, o a otro día del año, ni a tiros.
Así, que a mis queridos compatriotas, tendremos que decirles el famoso ¡no pasa nada!, gastaros la paga extra, es decir ese dinero que no se os liquida mes a mes, para no afectar la tesorería de la empresa, y que a pesar de haberlo generado durante seis meses, no se hace vuestro si no al final del semestre.
Cutre país, país cainita, país que se mira al ombligo con orgullo de verlo redondo y sin pelos. Pais de expertos en tergiversar mensajes como el de nuestro Ministro de Educación, que queriendo demostrar que en seis días él ha hecho que todo mejore, nos sale con que nuestro desigual sistema educativo ha sacado buena nota en las auditorías de “Pisa”.
No se puede ser más mezquino, que la realidad es que hemos subido en la lista no por méritos propios sino por deméritos ajenos, que han hecho que las líneas de corte estén más bajas, más relajadas.
Hoy no hay cole, mañana si, pasado…no sé. Y los de Podemos que siguiendo la estela socialista, le han encontrado el gusto al navajazo fraterno, que no hay mejor navajazo que el de tu colega, de tu amigo, de tu compañero. La sangre sale más roja…diría yo.
Y la semana esa que ahí está, y con la que no sabemos qué hacer, se nos acaba, sin habernos quitado aún el hedor del viernes negro, de las plumas del pavo de acción de gracias, o de las groseras elecciones americanas, o los referenda que se van montando aquí y allá para que los politicastros de turno, que no saben gobernar, salgan por piernas.
Aquí, en nuestra Europa, al final la guerra la han ganado los burócratas de Bruselas, los burócratas de las multinacionales unidas, y las hemos perdido los ciudadanos, uno a uno, según nuestro grado y condición, con el tirano de turno sentado sobre nuestras cabezas exigiendo más dinero, más impuestos, más cargos, más prebendas….y consiguiéndolas, a pesar de que los ciudadanos no queremos que sea así.
Nunca sabré que fue primero, si el huevo o la gallina, y consecuentemente, no sé si hemos llegado hasta aquí, hasta estas aguas de crisis inacabada y estancada, por la mala gestión que de los recursos se hizo en el pasado, o por la falta de calidad de unos dirigentes, que a nivel mundial, no han demostrado más que una mediocridad tan extensa como cualquiera de los universos que configuran los multiversos en los que algunos matemáticos dicen que flotamos.
Se han invertido los términos, no es la excelencia, la crema lo que ha ascendido, lo ha hecho con una eficacia inusitada la mierda, y el ella flotamos, y seguiremos haciéndolo durante mucho tiempo, me temo.
Para terminar, intuyo que se está montando un golpe de estado en el Imperio. Que al señor Trump le ven a montar uno de esos immpeachements que te organizan por tierras calvinistas donde el racismo es religión, y no va ni siquiera a llegar a sentarse en el despacho oval.
Allá ellos, pero todo esto ya pasó en Roma, y aquel Imperio lo heredó la Iglesia católica, ya veremos qué pasa con este.
Con su pan se lo coman