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ECOLOGIA PARA NO ECOLOGISTAS

P1000965En tierras del Arca de Noé del siglo XX

A la que me descuido, leo, oigo, veo, no importa, pero constato que me llega el mensaje de lo malos que somos los humanos para la salud del planeta, de las especies vegetales, de la vida animal, del aire que nos rodea, y las aguas que nos bañan.

El mensaje me llega por todas partes, a todas horas, tanto, que he llegado a pensar que es publicidad, y que alguien está vendiendo algo, pero no, seguro que no es así, que es todo altruismo y filantropía, que son los recursos necesarios para que, yo, pobre ciego-sordo, me entere del mensaje, de la maldad de la Humanidad.

La publicidad de hoy, perdón, la noticia-mensaje, intercalado con la falacia de lo bien que va el empleo en España, me contaba, que no sé cuántas especies habían desaparecido, la semana pasada, o el último año, no importa, eran unos miles.

A continuación, el seamos buenos de turno, y si es en la tele unos cuantos cachorros de ojos redondos, para recordarnos que nos estamos cargando el Planeta.

Yo no sé cuántas especies hay en el planeta, si alguien tiene el dato, me muero por conocerlo. Ni siquiera la biomasa está medida, ni siquiera sabemos cuál es el límite en el que esa proteína es vida o es solo un agente químico, vaya que, sensu estricto, no sabemos ni siquiera qué es la vida.

El asunto, me pilló con la cruz de la declaración en la mano, recordé el anuncio, y pensé, falta una casilla, el 0,7%, para mí, y si hago una donación desgravo de mi base de cotización correspondiente, el porcentaje legislado. Pero no ese dinero ya no es mío, y alguien decidirá por mí a qué ONG va, a qué proyecto, o a pagar no sé qué salario. No importa nunca lo sabré, solo sabré que voló de mi bolsillo.

Volvamos a nuestra especie. Es solo una, de entre millones en todos los Reinos de la Naturaleza, hemos llegado casi los últimos a esta fiesta, y sentimos que somos los más importantes, los que molan, los chulitos del barrio. En fin, la repera limonera. Además consumimos recursos, nos reproducimos como locos, creemos que no tenemos depredadores que nos regulen como a los ciervos.

La ecología, aunque sea la de salón, nos enseña que un ecosistema se autoregula, vaya, que cuando se agotan los recursos que permiten la ocupación por las especies que lo habitan, una de dos o desaparece la tal especie, o se reduce su número. Puedes incluso establecer sistemas matemáticos que te ayuden en la a conocer la evolución del mismo.

Un ejemplo a lo bestia, podría ser el autoclavado de unas placas sembraditas de bacterias. Tras el tueste, o el baño turco no quedan ni los restos, pero si el nutriente que hay en la placa se expone de nuevo a un ambiente diferente habrá vida de nuevo. Seguro. (No la que había, claro, otra que se adapte a lo que hay).

Un ecosistema, puede ser desde una gota de agua, a una muela del juicio, y como no, el planeta entero, o el universo, si te me pones exquisito.

La comodidad de una especie como la nuestra, o como cualquier otra no tiene ninguna importancia para el, llamemos ecosistema global. Los huecos que deje una especie en un ecosistema, los rellenará otra, bien pronto, y si hablamos de casi-extinciones varias hemos tenido, y gracias a ellas, concretamente al casi fin de los dinosaurios, hoy los seres humanos jugamos con nuestros hijos, y con nuestros nietos. ¡Como echamos de menos a T-Rex!, snif.

Siete mil y pico millones de engreídos humanos que nos creemos el centro del universo. Hay millones de especies en nuestro planeta con infinitas veces más de individuos que la nuestra, y nosotros hemos inventado el negocio de ¡Salvar el Planeta!…¡uyyy! Perdón es que nosotros somos racionales, tenemos alma, y no sé cuántas cosas más.

Quiero recordar que si calentamos el planeta, habrá consecuencias para nuestra especie, puede que hasta desaparezca, con lo que a nivel del ecosistema planetario, literalmente no se habrá perdido nada. Nuestro hueco, lo llenará otra especie, y a otra cosa. Que nos cargamos el oxígeno, ¿y qué?, si es tóxico, buenas noticias para los anaerobios, y para los que evolucionen.

Que nos cargamos el agua potable, vale, buenas noticias para extremófilos. La vida, amigos míos, ni nos necesita ni nos deja de necesitar, mientras nos adaptemos a lo que haya en el ambiente, aquí estaremos, si no vendrá otro.

Nos andamos con remilgos, y uno de estos siglos, revienta un volcán, nos sacude un meteorito, y ya no sabremos donde poner la X en la declaración.

Creo que la Humanidad, con todo derecho, desde luego, lo que intenta es conservar un estilo de vida, las cosas como están, más o menos, los osos blancos en su Polo, los leones comiendo gacelas, y los pececitos de colores en los arrecifes, que dan muy bien en los documentales de la dos.

Pero el planeta, no nos necesita, ni a ellos, ni a nosotros, y si de lo que se trata es de que la vida no desaparezca, que nadie desespere, no nos la cargamos ni con bombas atómicas, y si se tuesta el planeta, ya se enfriará,  tarde o temprano, alguna molécula de esas que se autoreplican, vendrá por aquí, o no, y si el sistema es de carbono o de silicio, no importa.

Dicho esto, creo, que queda claro, que para mí el movimiento ecologista, no es más que un movimiento filosófico, conservador, que propugna el mantenimiento de las actuales condiciones del sistema ecológico terráqueo, para que la vida del ser humano, y especies afines se mantenga más o menos como hasta ahora.

La última reflexión que quiero hacer hoy en esta entrega, es mi punto de vista sobre ese concepto del márketing moderno: “Natural”.

A ver, honestamente creo que todo lo que hay en el Universo es natural, sea animal, vegetal, mineral, todo, absolutamente todo es natural. Y si un miembro de la naturaleza modifica algo, ya salga miel, o polipropileno, es natural. Ahora, si no nos gusta la estética del polipropileno, eso ya es otro cantar.

No va esto contra nadie, y mucho menos contra los movimientos ecologistas, solo he querido manifestar mi creencia, de que no defienden el ecosistema del Planeta Tierra, defienden una forma de vida muy concreta, y que puede gustar o no. Es un movimiento económico más, totalmente respetable, y que puede ser comprado por quien quiera. Lo único que quiero, es que no nos confundan las palabras.

 

Buenas noches y buena suerte