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EPA la EPA ¡Oe, oé, oéeee!

EPA la EPA ¡Oe, oé, oéeee!
Ya se ha publicado la famosa EPA, y entre las proclamas propagandísticas del gobierno, las palabras de una oposición que parece desvariar cada vez más, y el silencio con palabras de los famosos sindicatos, se les ha olvidado destacar los datos que demuestran que no es oro todo lo que reluce.
Así que me he puesto a buscar algunas cifras, siempre de fuentes oficiales como el Instituto Nacional de Estadística o la Seguridad social, y vamos a comentar un poco el cuadro que sigue.

tabla
Las fechas escogidas no son al azar, T4/2007 es el inicio de la última legislatura de Zapatero, T4/2011 es el inicio de esta legislatura, T1/2012, es cuando se publicó la reforma laboral, T2/2012, un año después, para ver los efectos, y T3/2015, los últimos datos disponibles de hace un par de días.
La primera cosa que hay que constatar el la situación del país al comienzo de la segunda legislatura de Zapatero, en la que teníamos unas cifras muy buenas, sobre la que los socialistas actuaron despilfarrando, ya que la burbuja inmobiliaria que habían creado, hizo creer a los ayuntamientos que cualquier reordenación para adosados valía, las Cajas controladas por los partidos secundaron con créditos locos la idea de llenar de cemento un país seis o siete veces sus necesidades, de polideportivos monumentales los pueblos, de ferrocarriles y aeropuertos que nadie utilizaba, y de robos a manos llenas de los partidos con poder a todos los niveles.
Eso sí, casi el 46% de la población trabajaba, y la cifra de pensionistas era de alrededor de 7,6 millones. Todo muy sostenible, si los gastos hubieran sido productivos, es decir, que se hubieran hecho inversiones con garantías de retorno. Pero no, el dinero en el mejor de los casos se tiró a la basura, y el que no fue a ese saco, directamente se robó. Fue la neopolítica felipista del “pelotazo”…el que no se enriquece es tonto.
Alguien a mitad de legislatura se debió dar cuenta de lo que se estaba cociendo, y pararon los créditos, con lo que las obras que no estaban acabadas quedaron en esqueleto para siempre, y las acabadas, tenían unos costes tan altos, que iba a ser muy difícil venderlas con beneficios.
Así que empezaron a despedir obreros en número de 2,6 millones en la legislatura, más otro medio millón que pasaron a situación de jubilados. Así que de ese 46% de ciudadanos trabajando, pasamos a un 39%, con unas deudas inasumibles, agujeros que tapar por todas partes, y créditos a devolver por las familias, las empresas, el estado y los bancos. Además la población activa aumentó en 800 mil personas como consecuencia también del aumento de la población total del país en 1,45 millones. El pastel está servido.
No me gusta hablar de mis intenciones políticas, pero estos datos me llevan a no volver a votar nunca más al partido socialista. Creo honestamente que hundieron el país por un par de décadas por lo menos.
Cuando llega el PP al poder, y tras una modificación de la Constitución vergonzosa, a instancias de nuestros deudores, y en contra del pueblo español, se encuentra un panorama desolador. Una de sus primeras medidas es cambiar el marco de la legislación laboral, cambiando las reglas del juego a mitad de la partida. No sé a instancias de quién, pero me temo que de unos pocos.
Facilitar el despido, con la excusa de que en caso contrario las empresas corrían peligro de desaparecer, ha sido uno de los mayores errores que los gobernantes han cometido, junto con el mantenimiento de unos niveles de corrupción extrema durante los momentos de crisis que estamos viviendo. Estamos constatando de nuevo, el hecho de que otra generación de españoles se ha tirado a la basura, limpiamente, y lo que es casi peor, la experiencia laboral y el buen hacer de dos o tres millones de trabajadores.
El hecho de que los nuevos puestos de trabajo que se han creado, sean algo rayano en la esclavitud, dado que los salarios ofrecidos están por debajo de las recomendaciones de nuestra querida Europa, para merecer el calificativo de dignos, conllevan efectos no deseados, como la caída en los fondos de protección social pactados con toda la población, o el riesgo de no poder cubrir los compromisos de pensiones, de quienes están hoy laboralmente activos.
El primer año de puesta en marcha de la reforma laboral, dejaron de trabajar más de un millón de personas, y para recuperar la cifra de antes de la reforma, hemos tenido que aguantar cuatro años, perder el poder adquisitivo, descapitalizar buena parte del fondo de pensiones de la SS, perder una generación de españoles. Esas cifras de pérdidas y consecuentes gastos, unidos al desamparo al que se ha condenado a la clase media de este país, hace que el balance económico derivado de la reforma laboral, sea como poco miserable.
No he conseguido cifras del total de salarios pagados en España, o del número de horas, en su evolución durante estos años, pero viendo el panorama me temo lo peor.
Lo dije hace unos días, la salida para los jornaleros andaluces es volver a la vendimia, nuestros sanitarios a limpiar los hospitales ingleses, y el común de los mortales a hacer el taxi a Frankfurt.
Las cifras que nos da el gobierno del PP en esta legislatura son decepcionantes desde cualquier punto de vista.
La población activa ha descendido en cuatrocientas mil personas, justo las que ha crecido el número de jubilados, el número de empleados ha caído en cien mil personas, los sueldos y los
IPC salarios
salarios han caído, no solo en valor bruto, sino en el diferencial con el IPC, que por cierto, si no se les ha venido hacia arriba, ha sido debido a la caída del consumo de petróleo en China por el freno que en su demanda interna ha provocado el régimen neoleninista en el poder.
Los porcentajes de población ocupada sobre población total, son los mismos que al comienzo de la legislatura, con el agravante de que durante la misma demasiadas personas han dejado de ganar dinero con su trabajo, han perdido sus casas, y lo que es peor, la ilusión de un futuro mejor.
Como colofón, somos cuatrocientos mil censados menos, sin que tenga claro si se debe a la emigración de nuestros compatriotas, a la marcha de los emigrantes del boom inmobiliario, o a nuestra miserable tasa de natalidad, que nos lleva a la autoeliminación.
En estas circunstancias, es algo patético escuchar a la gran empresa española sacar pecho en la publicación de resultados del tercer trimestre de 2015, con crecimientos de EBIDTA de dos dígitos en la mayoría de los casos, y escuchar a los políticos en el poder presentar también unos balances de crecimientos que de mala manera llegan a lo que queda de la clase media española.
Todo esto, hace que como al partido socialista, no vuelva a votar al PP en otros veinte años.
No puedo olvidar, que entre los dos copan más del 80% del poder local, más el autonómico, más el central. Es decir, el gobierno de los españoles está en manos de corruptos, inútiles, o lo que es peor, corruptos e inútiles.
Voy a ver si me da el sol, y me animo un poco.
Buenas noches, y buena suerte