¿Un próximo impago?

Muchas veces mi coco, que tiene tendencias conspiranoicas, cree ver cosas apechuscantes en pequeños sueltos de periódicos, o de páginas de noticias en la red.
Hoy, es decir, hoy hace unos minutos, en la página de Invertia punto com, mientras miraba a ver si las acciones de la empresa de los sorianitos subían o bajaban en el futsi…(Financial Times Stock Exchange, o sea la bolsa de Londres), por si tenía que comprar ya los tomates canarios para el gazpacho veraniego, me encuentro con la siguiente nota.
“La UE debatirá limitar la exposición de los bancos a la deuda soberana”, y unas noticias más abajo me encuentro otra que dice. “La deuda pública española sube 9732 millones en febrero y se acerca al 100% del PIB”.
Echemos algo más al cocktail. De pronto, y tras el afloramiento con métodos al menos dudosos de los papeles panameños, nos encontramos con el clamor gubernamental “multipaíses”, por una persecución a escala “global” de las compañías de las que no se saben sus propietarios.
Y en mi inocencia, me pregunto a bote pronto…¿Es que de pronto el mundo quiere ser honrado?. No sé. No sé, que la globalización no parece que dé para tanto.
La primera cosa que me preocupa es la noticia de Invertia, es decir, que la UE piense que hay que decirle a los bancos que no compren deuda pública, cuando tienen los balances hasta las cejas de ese tipo de activos.
El negocio que había montado no era malo, el Banco Central Europeo te dejaba dinero gratis, tú comprabas deuda soberana de países medio decentes, y ese diferencial de intereses, que podía ser entre uno y dos puntos, con pocos gastos, ayudaba pagar dividendo. No está mal.
Porque eso de prestar dinero a la peña, no venía en sus libros, especialmente después del guarrazo que se pegaron con lo de las hipotecas locas en yankilandia, y con la burbuja inmobiliaria por estos lares, eso sin contar las coñas marineras de los políticos de aquí y de allí, que con tal de sustituir el camino vecinal que llevaba a su pueblo por una autopista de seis carriles, más AVE o POLLO, y aeropuerto conectado con el nuevo “Country Club”, eran capaces de esquilmar cualquier Caja de Ahorros que tuvieran a mano.
A Telefónica no hay quien le preste, que con el balance que tiene, debe más que el estado. ¡Vaya panorama!, después, claro, de que en todo el mundo, por prácticas similares, los ciudadanos de a pié hayan tenido que hipotecar el futuro de varias generaciones para pagar esos excesos, que ya sabemos todos lo malo que es que un banco se vaya a hacer gárgaras sin anestesia, sobre todo para el banco.
Una recomendación así no es gratuita, no puede serlo, y realmente, el único riesgo que hay es que algún país de los gordos, diga….uuuuppppsss!, no puedo pagar, default al canto, y entonces los bancos con activos de ese país, ya saben lo que les toca, anotación de provisión de pérdidas en el balance, la cotización de sus acciones por el suelo, y a rezar para que lo rescaten, o directamente cerrar.
Ya vimos el ensayo que se hizo el año pasado con la historia de Grecia, que si default, que si rescate, que le damos tanto y cuanto a la banca griega, que los ciudadanos paguen más impuestos, que reciban menos prestaciones, que los socios comunitarios marcasen sus posiciones, y preparados para la próxima.
A nivel mundial, los grandes países tienen niveles de deuda cercanos al 100% de su PIB, es decir de todo el dinero que son capaces de producir en un año. Como ejemplos extremos Japón anda por el 274%, o Italia con el 137%. La zona euro esta como USA en el 100%, menos Alemania que anda un poco más bajita, pero no mucho.
Cuando hablamos de esto en dinero, hablamos, posiblemente de casi el 70-80% de la producción/economía mundial, en esos límites, se puede afirmar que el PIB mundial está soportado por deuda.
No olvidemos que países como Brasil, metidos en una brutal pérdida de valor en su economía y consecuentemente de su PIB, debe más que España, y como digan ¡se siente, no se paga, que lo del petróleo no anda!, el cristo que se organiza a nivel internacional es de órdago.
Por eso la segunda parte de la parte contratante, que ahora para evitar que esto colapse por impagos soberanos, hay que conseguir más dinero en impuestos.
Pero en demasiados países de estos que andan por el 100% de deuda, los niveles de impuestos son casi confiscatorios, y difícilmente se pueden subir más sin riesgo de que a una subida de los tipos le siga una caída en la recaudación, que como te suban el IVA de la barra de pan, te das cuenta de que engorda, y dejas de comprarlo.
Así, que de pronto aparece el grupo de periodistas supermánicos marvelianos, y nos dicen que parece que hay un entramado a nivel mundial, que bueeeenooo, permite que se creen empresas de esas que uno no sabe quién de verdad es el dueño, que además si se domicilian aquí o allá, pues que no pagan impuestos, o muy poquito muy poquito, vamos los low cost financieros.
Como si no supiésemos que eso viene funcionando desde que Suiza es Suiza, y los centros piratas no se circunscriben a Barbados y Tortuga, que no, que la impoluta Luxemburgo, la dulce Mónaco, el bello Peñon gibraltareño, la verde Irlanda, los Neederlands, Andorra y Suiza para esquiar…..y así hasta cansarnos, son refugios de piratas como los que nos cuenta Disney en sus películas, que está ya todo contado.
La reacción es tremenda, ya que ahora el consenso político mundial dice que quiere que todo eso aflore, que se paguen impuestos al mismo nivel en todos los países, en plan tarifa plana, o cártel anticompetencia, que si no, esto se hunde.
Además las noticias añaden que se hace para defendernos de los malotes, que compran Kalasnikov con esos dineros, y de los que hacen polvo blanco de esos que algún idiota se mete en la nariz, también andan por ahí, con los Pujoles, con los Soria, con los Cameron, con los Junker.
Y yo no sé qué hacer con mi calcetín, porque seguro que el “Debajo de mi cama Bank Trust Corporation”, recibe un día de estos una carta del FMI, o del Banco Mundial, o del señor Draghi, para que identifique al propietario de la moneda que se queda la escoba sin pagar el impuesto de transacciones patrimoniales, y sin conocer el origen y la aplicación de esos fondos. Estoy que no me llega la camisa al cuerpo.
Al final, lo que me temo, es que nos están preparando para un impago sonado de alguno de los países grandes, que las consecuencias para nosotros serán tremendas, y si eres ministro de alguna cosa a lo mejor no les llega ni para pagar tu jubilación tras cuatro años de pasear por el Consejo de Ministros, y siempre viene bien enseñar la cabeza cortada del último imbécil.
Buenas noches, y buena suerte

2 comentarios sobre “¿Un próximo impago?”

  1. ¿Cuánto dice Hawking que se tarda en llegar a la estrella más cercana? Porque va a ser lo que nos quede..

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