Una China en el zapato

 

Algunos datos:

  1. China ha sufrido un retroceso de más del cincuenta por ciento en sus dos índices bursátiles más importantes en el último mes, después de haber subido en un año más de un 150%, lo que ha llevado a las autoridades a intervenir los mercados, suspendiendo la cotización de muchas empresas, y a la prohibición de operar en opciones putt.
  2. Las cifras de crecimiento que ofrece el gobierno chino, están empezando a ser sospechosamente por debajo de las previsiones del 7% que era el objetivo.
  3. Ayer el gobierno chino devaluó el yuan un 1,86%, y hoy lo ha vuelto a hacer en un 1,62%.
  4. Las exportaciones chinas bajaron a fin de julio en interanual un 8,3%, y las importaciones un 8,1%.
  5. Las monedas de la zona se han devaluado del orden del 12% en el último año.
  6. El Standard and Poors y el Dow Jones, están planos o con subidas muy modestas en este ejercicio.
  7. Se está creando trabajo en Estados Unidos, a ritmos más fuertes de lo esperado por los consensos de los mercados
  8. Es muy posible que el tesoro americano aumente los tipos de interés en setiembre, o antes de que acabe el año.
  9. El precio del petróleo Brent ha pasado de 100$ a 48$ en un año.
  10. La guerra en Oriente Medio, no solo no se ha terminado, sino que en este último año se ha recrudecido.
  11. El euro se ha depreciado frente al dólar en un año un 21,8%

Como ya he comentado otras veces, China ha salido de la Edad Media con la llegada de Mao. El siglo pasado fue parcialmente colonizada por Japón, sufriendo en Manchuria una de las más terribles dominaciones del siglo XX, por parte de una potencia extranjera.

Yo como occidental que soy, tengo muy serios problemas para entender la forma de pensar de los chinos, a pesar de haber intentado a través de lecturas, y de dos viajes a sus zonas periféricas acercarme, aunque sea someramente a su cultura.

Es decir el conocimiento de su moral, de su forma de pensar, de su forma de honrar la palabra dada, el concepto de vida y de muerte, son tan lejanos a nuestra cultura, que a la hora de hacer negocios, y de asociarse con ellos, lo más fácil es equivocarse en el «yo entendí que…»

La brutal expansión y crecimiento de China, en este siglo, ha sido desde mi punto de vista, algo basado en acciones, que en Estados Unidos y la dulce Europa, tenemos claramente prohibidas por nuestras legislaciones.

La connivencia de los gobiernos occidentales con las grandes empresas multinacionales, han permitido que China haya hecho un dumping social sin precedentes, destrozando más de dos siglos de lucha de los trabajadores, y de los ciudadanos por crear unos entornos habitables, por tener unos derechos laborales consolidados, y por crear en definitiva sociedades en las que el individuo, no diré que tenga algún poder, pero al que se le  tiene una cierta consideración, y con todos los matices, de alguna forma puede disfrutar de una vida digna, incluyendo todas las excepciones que se quieran, y por supuesto siempre en comparación con aquellos países que aún no han llegado siquiera al siglo XVII.

Después de desarrollar sistemas de producción de alta calidad, sujetos a las más estrictas normativas ambientales, sociales, técnicas de cada proceso…..

Después de establecer sistemas de protección de los trabajadores, en cuanto a su entorno de trabajo, a la compaginación de la vida privada con la laboral, al establecimiento de salarios dignos referidos al entorno en el que viven, de intentar y muchas veces conseguir sistemas que garanticen una vejez digna en todos los sentidos….

Después de erradicar el trabajo infantil, la esclavitud más o menos encubierta, de reducir de forma drástica los accidentes laborales….alguien que probablemente veranea en Nantucket, decide que ya vale, que si las cosas siguen así los beneficios tan necesarios para cambiar el yate, el reactor privado y el fee del club de golf local, a lo mejor se quedan cortos.

El mundo occidental decide pues ponerse en manos de China, que se salta a la torera todos y cada uno de esos logros de nuestra civilización, y pasarle la producción de bienes que se consumen en el llamado mundo occidental, sin importar si hay niños que trabajan, si se echa la mierda directamente al Yang-Tse, si en las fábricas se usa carbón, y luego no se puede respirar…solo importa que el producto salga más barato, aunque deje a mis clientes tradicionales sin poderlo comprar, porque han perdido su trabajo.

Todo esto se ha hecho con la vista puesta en el cortoplacismo que define a la empresa global del siglo XXI, y si, ciertamente, los pocos ganadores de este demoníaco juego, han obtenido en el escenario creado unos beneficios espectaculares.

Los datos que he mostrado al principio, me hacen pensar en la posibilidad de que esto pueda reventar en algún momento, y no soy capaz de imaginar las consecuencias que para el entramado económico mundial pueda tener un retroceso importante en este esquema.

El punto 1) que he mencionado parece que tiene ciertos paralelismos con la situación de las bolsas americanas previas al crack del 27, inversores locales que se toman las inversiones bursátiles, como si fueran partidas de ruleta en las mesas de Macao. Es decir, compras y ventas compulsivas sin conocimiento ni de las empresas en las que se invierte, ni de los mecanismos que dirigen os mercados financieros. Es como tirar la ficha en el tapete verde, y esperar que la bola caiga en el número deseado.

A esto se le añade que al final estos mercados están manejados por los políticos chinos que los intervienen a voluntad, cambiando las reglas del juego en cualquier momento.

Los cuatro siguientes puntos, están relacionados con el frenazo de la economía. El inicio de una guerra de divisas, que evitará el crecimiento de las importaciones, y aumentará previsiblemente las exportaciones, es un síntoma claro. Los chinos son ahora más pobres, con lo que el turismo bajará algo ahora que estaba empezando, siendo este el menor de los problemas, ya que no sabemos la situación de sus bancos, la situación de posibles excesos en la construcción de viviendas, y lo que es peor, con una información acerca de su economía ofrecida únicamente por su gobierno sin ningún control externo, y un cambio de divisa no sujeto a las fluctuaciones de los mercados.

Parece que de alguna manera, Estados Unidos a la vista de los datos que muestro, es el gran beneficiado.

Dejando a un lado que la dependencia de Estados Unidos en el tema de la energía ha dejado de ser un problema gracias al fracking, la posible subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, evitará en buena medida las tensiones deflacionistas que una decisión como la que acaba de tomar el gobierno chino, a buen seguro afectarán a Europa.

El banco central europeo, inmerso en la compra de deuda a razón de 60.000 millones de euros al mes, poco va a poder hacer en este escenario, en el que además la caída del precio del petróleo, va en contra del objetivo del señor Draghi, a pesar de la devaluación de la moneda europea frente al dólar el último año.

Por último, todas las situaciones de guerra, en todas sus formas que actualmente se están desarrollando, pueden ser una pobre broma si China se siente amenazada en sus planes expansionistas.

No es una casualidad, que el Sr. Abe, presidente del gobierno japonés, esté intentando modificar dos puntos que parecen inaceptables para la sociedad nipona, a saber, la reapertura de las centrales nucleares, junto con el posible cambio en su constitución para poder enviar tropas fuera del territorio nacional. Energía barata, y control de posibles fuentes nuevas en el Mar de la China.

En esa Europa que no existe en el mapa geopolítico como tal, nos desangramos con temas locales referidos a los independentismos en Francia, Italia, Bélgica, España, Dinamarca, por citar unos pocos, se nos va la vida por unos miserables 86.000 millones que añadir a la deuda griega, y por enviar algo de dinero a los ucranios para que sigan siendo la mosca cojonera de Rusia, y de paso, poder asegurar a Centroeuropa un suministro de gas ruso este invierno, cuando los gaseoductos que conectan con el norte de Africa deberían ser la garantía que necesitan los alemanes, holandeses, austríacos, belgas, franceses…

Aquí tenemos como gran reto resolver el tema de un par de cientos de miles de inmigrantes procedentes de las guerras que no hemos sabido evitar, pareciéndonos imposible diluirlos en una población de más de cuatrocientos millones de personas. La impresión es que la gran partida mundial se juega al otro lado del mundo.

Como sabéis, yo no tengo ni idea de estas cosas, y seguro que lo que he escrito es erróneo, pero desgraciadamente para mí, es el fruto de lo que he entendido de las lecturas que he hecho y de las informaciones que han llegado hasta mí.

Si alguien quiere corregirme, por favor que lo haga, y así aprenderemos los amigos que me leéis, y yo.

Como colofón, diré que ya han salido analistas de prestigio de grandes instituciones financieras metiendo miedo al populacho, para que se deshagan de los activos financieros que los mercados pueden desplomarse en cualquier momento. Tiempo para ellos de comprar barato.

Iré a ver a la Sibila a que me interprete las vísceras de estos animales.

Buenas noches y buena suerte