Y la vajilla de fino oro labrada / sea de quién la mar no teme airada

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Más abajo, encontraréis copiado directamente de una web, un resumen del comienzo del libro VII de La República de Platón. Es decir, el mito de la caverna.

Que nadie se me alarme, ya se ha escrito suficiente durante los últimos dos mil quinientos años, para que yo me ponga ahora a buscar nuevas facetas epistemológicas de la intención de Platón, estoy muy mayor para eso.

Sin embargo, quiero, como continuación de lo que escribía ayer, utilizar el mito de Platón, para profundizar en algunas de las ideas que intentaba desarrollar.

Decía que una de las cosas que se llevó por delante esta era Acuario malnacida con el siglo, era la verdad, y quizás me equivoqué. Me está empezando a parecer que, la verdad, así, en sentido absoluto no la hemos conocido nunca a lo largo de la historia.

Vivimos, pues en una caverna, y no vemos más que sombras de lo que pasa por ahí fuera, con el añadido negativo, para nosotros, que esa realidad, nos afecta, influye en nuestra forma de vida, nos manipula, y nos fuerza a actuar, no como a los cavernarios platónicos, que tenían un aparente pacto de ignorancia mutua con el exterior.

Desde luego, la realidad de afuera, ha trabajado muy duramente para que el hombre de la caverna, no interfiera en esa vida exterior. Las sombras, esa realidad conveniente, nos ha entretenido por los siglos de los siglos, ha sido una especie de teatro de sombras, que ha acaparado nuestra atención y ha evitado que participásemos de la actividad de la luz.

Las sombras de hoy, todos las conocemos, y además se van “profesionalizando”. Por una parte el “soma” de Huxley, en forma de entretenimiento para nuestro cerebro, es decir, televisión, (incluídos los reportajes de la dos), las redes sociales…..

La desubicación desarrollada en el ministerio de la historia de Orwell, la babelización de ideas de nuestra civilización, contando la historia sin contarla.

Y como colofón a esta era de la información huera, el Farenheit 451 de Bradbury, pero en forma de aparente exceso de información, el acceso a “todo” lo que pasa,» te dejo leer, pero no hay contenido».

Yo, me decía el otro día un taxista, ahora leo todos los periódicos, porque los tengo gratis en el teléfono inteligente, y soy un hombre informado, y al día…¡Alma de pollo!. Las veces que he pensado que en tiempos del “Parte” aunque estuviera igual de mal informado, por lo menos era solo media hora en la radio, y luego podía leer a Mallorquí o a Tellado, según gustos, mire usted.

Nuestro taxista del ejemplo, no solo leía sombras, leía las mismas sombras veinte veces, intercaladas con publicidad machacona, bien de lo malos que son en Podemos, o lo afeitaditos que van los de Ciudadanos, o lo mal que gobiernan los del PSOE, o lo que arramblan los Pperos, todo repetido.

Si el bueno del taxista, una vez se ha empapado de lo malos que son los del equipo contrario, decidiera pasar de los titulares, no encontraría mucho más, y si fuera a Internacional, desde luego no se enteraría de los problemas de Birmania, o del pensamiento político de la oposición en Japón, o si hay un “leader” carismático en la lejana Xingian…..

Desde luego, de lo que no se enterará es de los planes que el club de antiguos alumnos de Harward está diseñando para el futuro de su vida y la de los suyos, o cuál es la razón oculta de esta segunda guerra mundial que estamos viviendo.

No se enterará de quienes son las víctimas, solo intuirá sombras, no se enterará de qué tipo de armas se están utilizando (los hongos están mal vistos) y la pólvora mata poco…..pero hacer bajar los precios de la energía, reblandece a los malos, y asustarnos con comernos vivos, nos asusta a nosotros.

El hombre de la caverna de Platón estaba más tranquilo (quizás no tuviera camisa, como el de Tolstoi) que nosotros. La ciencia del dominio del hombre por minorías, ha alcanzado niveles encomiables de sofisticación.

Aquel que quiso enseñar la otra realidad, la que estaba ahí fuera, fue ajusticiado. No matiza muy bien Platón, si fue por los dirigentes cavernarios, que se beneficiaban de comisiones que recibían desde afuera, o si fue un simple, no nos moverán. No lo sé, pero si alguien hoy intenta saber, decir, publicar, insinuar….ya se sabe, primero se le desacredita, es un conspiranoico, está loco, a saber qué quiere ganar, lo que en una sociedad bien manipulada, y poco crítica cuaja rápido, y muerto el perro, se acabó la rabia.

Si no es suficiente, se le asesina discretamente, o no tanto, (Kennedy brothers ) o se le aisla y si se mueve se le mata….(Wikileaks). Ejemplos de estos a miles en la historia.

Así que seguimos sin saber el qué, el por qué, y el para qué. No sabemos a qué viene ese mundo de baratijas que han creado, y que reparten a cambio de cromos, que también han creado, y que se reparten con criterios poco definidos pero ligados al escalvismo.

Porque el dinero, no existe, murió con el nefasto Nixon, allá por el 71, cuando la reserva federal americana, decidió que los” bank notes” no serían respaldados por oro. En ese momento, todos nos transformamos en esclavos, nos pidieron que creyèsemos en Dios….”In god we trust”, y lo que nos dieron a cambio fueron mercancías manufacturadas por el sistema.

Solo para valorar el robo que nos han hecho, baste decir, que una onza de oro valía literalmente 35 dólares. Hoy esa misma onza vale 1205 dólares…34 veces más.

Recuerdo haber leído, que en el principio de la era industrial, era común desarrollar poblados alrededor de las fábricas, donde vivían los empleados, como plantaciones de Maryland, vamos.

A cambio de su trabajo, el obrero recibía vales que le servían para comprar en el abarrotes que tenía la empresa en el poblado…..El sistema hoy, es idéntico, salvo que la aldea es global.

Como ejemplos, quedan en la carretera que va desde Manresa a Berga, restos de aquellas colonias que han sido origen de poblados como Viladomiu, Navás, Puigreig….hoy hay hasta rutas turísticas, si alguien quiere constatarlo. Pero las hay en todo occidente.

Para que se entienda la sofisticación de la evolución de nuestros derechos, a peor, permítanme sus gracias una “boutade”. La situación de un esclavo, fue siempre mejor que la de un obrero.

Veréis, cuando el amo, necesitaba mano de obra, iba al mercado de esclavos, y compraba una mercancía, que tenía un precio perfectamente conocido, fruto también de unos gastos, y no menores, incurridos por los esclavistas que proveían el mercado.

A partir del momento de la compra, el esclavo, pasaba a ser un activo de la plantación, que debía mantenerse, debía producir, debía cuidarse para evitar su deterioro, y en función de su estado tenía un valor residual en libros, vaya como el ordenador del contable.

Realmente era poco productivo el sistema, tenías que gastar una fortuna en traer obreros ¡desde otro continente!, ¡mermas de hasta el cincuenta por ciento de la mercancía durante el transporte!, y como se te muriera antes de tiempo habías hecho un pan como unas tortas.

El sistema de la libertad ha sido muy perjudicial para el cortador de caña. Lo primero, es que tú te pagas el viaje, en patera claro, (los ratios de mermas no han mejorado mucho). Luego como he externalizado la mano de obra, te doy cromos que gastas en mi tienda, intento darte menos cromos de los que necesitas para pagar tu subsistencia en mi tienda, si no hay que cortar caña, te echo de mi plantación y me ahorro una pasta en lo que coges en mi tienda, y si revientas…allá tú, yo no tengo que amortizarte en libros anticipadamente, que luego salen pérdidas no presupuestadas, que os morís sin que antes hayáis hecho una presentación para que se tenga en cuenta en los presupuestos trimestrales, y no dais tiempo al contable para que haga correctamente la provisión.

Por supuesto, conseguir cosas como la propiedad de tierras, o de medios de producción, están fuera del alcance de nosotros, hombres de la caverna.

Y así estamos, que a lo mejor el hombre de dentro de la caverna, si no le tocaban mucho los cojones los que andaban por fuera, hizo muy bien apiolando al pollo que les animaba a unirse a la fiesta del conocimiento.

Y acabaré con los versos de Fray Luis de León, en su oda a la vida retirada

……Y la vajilla de fino oro labrada

sea de quien la mar no teme, airada

Buenas noches y buena suerte

Platón describió en su alegoría de la caverna un espacio cavernoso, en el cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de cercanía respecto de los hombres, una hoguera y la entrada de la cueva que da al exterior. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

 

Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas.

 

Continúa la narración contando lo que ocurriría si uno de estos hombres fuese liberado y obligado a volverse hacia la luz de la hoguera, contemplando, de este modo, una nueva realidad. Una realidad más profunda y completa ya que ésta es causa y fundamento de la primera que está compuesta sólo de apariencias sensibles. Una vez que ha asumido el hombre esta nueva situación, es obligado nuevamente a encaminarse hacia fuera de la caverna a través de una áspera y escarpada subida, apreciando una nueva realidad exterior (hombres, árboles, lagos, astros, etc. identificados con el mundo inteligible) fundamento de las anteriores realidades, para que a continuación vuelva a ser obligado a ver directamente «el Sol y lo que le es propio»,

La alegoría acaba al hacer entrar, de nuevo, al prisionero al interior de la caverna para «liberar» a sus antiguos compañeros de cadenas, lo que haría que éstos se rieran de él. El motivo de la burla sería afirmar que sus ojos se han estropeado al verse ahora cegado por el paso de la claridad del Sol a la oscuridad de la cueva. Cuando este prisionero intenta desatar y hacer subir a sus antiguos compañeros hacia la luz, Platón nos dice que éstos son capaces de matarlo y que efectivamente lo harán cuando tengan la oportunidad> con lo que se entrevé una alusión al esfuerzo de Sócrates por ayudar a los hombres a llegar a la verdad y a su fracaso al ser condenado a muerte.

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