Don Carlos

Aquí parece que todo el mundo roba, que nos despertamos esta mañana con la noticia de que el jefazo más gordo de la primera compañía mundial en el sector del automóvil, Renault-Nissan-Mitsubishi, que vende alrededor de doscientos mil millones de dólares, y emplea a más de medio millón de personas, ha sido pillado metiendo la mano en la caja. Vaaaayyyyaaaa.

Dicen que se ha comprado unas casas por ahí, en su Brasil querido, en Paris, no sé, por ahí, que D. Carlos Ghosn, se ha gastado en inmuebles no sé cuanta pasta del grupo, nos quince millones dicen algunos, y que además dejó de pagar al fisco otros treinta y ocho. Pues nada, que todo es presunto, como el jamón en Portugal, y ya veremos si hay algo o hay más, que por el momento hoy lo botan, que diría un argentino.

Así, que, Don Carlos ha metido las manos en unas decenas de millones de dólares, pero la reacción ayer del mercado bursátil fue el de penalizar a la compañía con una caída del catorce por ciento, más un dos por ciento que lleva de caída esta mañana. No está mal, que en capitalización bursátil, los mercados han castigado al grupo con dos mil millones de dólares.

Pero lo más divertido es que leyendo los periódicos económicos esta mañana, resulta que están poniendo en duda el que se mantenga la alianza entre Nissan, Mitsubishi y Renault, vamos que el primer grupo automovilístico del mundo, iba a dejar de serlo. ¡Vaya palo!.

Desde luego, y no pienso salir a la calle a preguntar, si alguien iba a comprarse un coche de estas marcas no creo que deje de hacerlo por las supuestas tropelías de D. Carlos, ni el obreramen va a ponerse en huelga por el tal asunto.

Consecuentemente no creo que los beneficios por acción, que la compañía, en definitiva vaya a sufrir pérdidas de algún tipo por el hecho de tener un presunto chorizo como chairman, bueno, de haberlo tenido, que hoy lo mandan a casa, o a casas, de esas de Brasil, Paris, o Beirut.

Dicen que hacían trampas con la historia de la emisiones de gases nocivos, como lo de sus primos europeos, y no sé cuántas maldades más. Ya lo siento.

Los detectives esos de las novelas negras, desde mis admirados Mascarell, Montalbano, Carvalho, y hasta Perry Mason, cuando veían al viejecito mal asesinado, lo primero que preguntaban era por los herederos. Lo del mayordomo ha sido siempre más británico, más victoriano, incluso.

Es decir, a quién beneficiaba el crimen, y ciertamente valga como simil, pero no es casualidad, poniéndome conspiranoico, claro, que la industria del automóvil americana esté libre de todos estos pecados, que desde que Iacocca no anda dando la lata, Detroit está cerrando por derribo.

No quiero, ya digo, no quiero ponerme conspiranoico, pero cualquier patada en el culo que se le dé a la industria no americana del automóvil, aparentemente le viene bien al simplismo de Tito Trump, y a su agresividad, también comercial y Dios quiera que ahí se quede.

Si estas teorías conspiranoicas son ciertas, y ya me gustaría, por aquello de que dan mucho que hablar, y son entretenidas, seguro que tras las ventas masivas de acciones de Renault por parte de los grandes fondos, supongo, que hay indicaciones muy precisas de la Casa Blanca. Tela marinera, y argumento de Best seller, de esos del amigo Clancy, con peli misión imposible “doscientos quince”, a continuación por mucho que el bueno de Tom Cruise se nos está poniendo camastrón.

Sea o no cierto todo esto, que seguro no lo es, me pongo a pensar que siempre ha sido mejor superar a la competencia a base de investigación, inversiones correctas, análisis de futuro acertado (no hablo de visionarios, que ya no se lleva), y mucho, mucho trabajo y esfuerzo cotidiano, lejos de pelotazos, de atajos, y de “esa normativa es para otros”.

Y es por eso que en el supuesto que nos ocupa, Tito Trump

Se esté equivocando a medio y largo plazo, que a corto, a lo mejor consigue que este trimestre, y al abrigo del ruido mediático, de las caídas en bolsa, y alguna mandanga más unos cientos de coches no sean vendidos por Renault-Nissan-Mitsubishi, y pasen a su competencia, pero desgraciadamente, la General Motors, la Ford, no recuperarán demasiados de esos coches, me temo.

Como tampoco parece que les haya hecho sacar la cabeza el escándalo de Wolksvagen, que Detroit parece que cierra por derribo.

Y vuelvo al tal Don Carlos, el de las varias decenas de millones distraídos, que me lo van a crucificar, y me parece bien, vamos muy bien si todo se demuestra, que ya veremos, pero si escuchamos los trampantojos de Tito Trump, o de tantos y tantos CEO’s o políticos que son y han sido, desde Craso, por lo menos hasta nuestros días, pasando por nuestro Duque de Lerma, nuestros Momentines, Ruiz Mateos, y así sin parar, yo me parto el pecho cuando me salen esas pérdidas de más de dos mil millones de euros en capitalización bursátil que le ha caído al grupo automovilístico. Ya me gustaría saber quién abrió puts antes de ayer. Que el dinero es como la energía, que ni se crea ni se destruye, solo cambia de manos.

Seguiremos controlando, más o menos, que tampoco nos dejan ver mucho más que sombras en el fondo de la cueva, a ver como se van desarrollando las diferentes batallas que en este nuestro mundo se van librando a cuentas del control del poder económico, que llevan a cabo el Imperio, y claro, los chinos.

Ya veremos, que por estos lares ya sabéis que las cosas andan a trancas y barrancas, que ni la economía, ni la política son capaces de servir a los ciudadanos, como ha pasado siempre, y por consiguiente, vemos todo esto como si fueran historias de platillos volantes.

Por el momento yo no necesito cambiar de coche, pero veremos cuantos Renault se convierten en Peugeot, y cuantos Nissan se transforman en Toyota, porque no veo a la peña muy animada para comprarse un utilitario americano.

Con su pan se lo coman

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