Leía el otro día que las autoridades chinas estaban estudiando la creación de una superestructura urbana alrededor de Pekin, capaz de albergar 130 millones de nuevos habitantes.
Cualquiera se mete a criticar la decisión, te pueden acusar de injerencia en asuntos extranjeros, y actuar contra ti cualquier cónsul chino en Nairobi, si se te ocurre ir a ver desde tú hotel los marabús y el Monte Kenia.
Solo mencionaré que si yo fuera el señor alcalde de Mataporquillos del Encinar, y se me viniese a la cabeza hacer unos chaletitos adosados junto a la era del Señor Eulogio, me iba a poner el de la Caja Rural a caer de un burro.
Claro que yo saldría con aquello de que mire usted, señor apoderado, que es que no lo entiende usted, que los protocolos económicos de la Caja Rural me lo tienen a usted “onubilao”, que el progreso es crear megalópolis, que mientras más contamines, más sales en los papeles, en los telediarios, y lo que es más importante, en el Caralibro ese y en del Silbidito.
Y ese es el secreto, que los americanos que son muy espabilaos, detectan el movimiento por la NSA esa, y empiezan a pensar que eres capaz de hacer los teléfonos inteligentes, si hombre, esos que se hacen para nosotros los tontos, más baratos que en Marruecos, como en las galerías de la casa Xifré, ahí en la Plaza Palacio.
Mire usted, primero unos adosados, que es la forma de sentar unas bases sólidas, y si no se llenan, hacemos como los de Plan, se organiza una caravana de mozas, y además casamos a Juanito, que va a entrar en la cincuentena el hombre, y aún no ha procreado.
Luego, será la revolución industrial, como Manchester en el XIX, lo mismito, que allí también pusieron adosaos, y mire usted, ahora ganando Premiers, y fichando españoles y todo, con lo caros que salimos.
El polígono industrial, nos lo pagan a medias los fondos FEDER, y el diputado a Cortes del Partido Pernicioso, ahora en el poder, y todos tan contentos.
Claro, que lleva usted toda la razón, que si sale bien, vamos a estar algo más apretaos, y hasta a lo mejor hay que poner tranvías, pero eso es el progreso hombre, sea usted moderno, y ponga el visé en el crédito, que yo me encargo de ese rollo del plan urbanístico, y el señor secretario de la pedanía, no va a poner ninguna pega, y si la pone, se hace un adosao más para él, y listo.
Ciento treinta millones de personas más en un área que anda ya por los veinte millones, son cuatro veces los habitantes de toda España, contando a su pesar a parte de los catalanes y de los vascos, van a estar muy apretaos, se lo digo yo.
Ahora bien y pensando un poco, como decía algunos días atrás, China es un desierto seco una vez te alejas unos cuatrocientos kilómetros de las costas, y la vida es tremendamente dura y con pocas esperanzas de mejorar su estatus. A pesar de que se ha limitado el número de hijos por familia, tienen una demografía que desde nuestros estándares, literalmente apechusca*, y que aquí seguramente no podríamos manejar de ninguna forma.
Los líderes chinos, estoy seguro que han considerado todos los pros y los contras en el proyecto, siendo posiblemente uno de ellos, la famosa economía de escala, que hará mucho más baratos los servicios necesarios para esas nuevas comunidades, desde la sanidad a las comunicaciones, pasando por los suministros alimentarios, agua, luz, energía, limpieza….me hago bola.
En cualquier caso, no muy lejos de Pekin, al otro lado del mar de la China, sin tantas alharacas, ya tienen algo parecido. Hablo de Japón.
Si coges el Shinkanseng en Tokio y haces a toda mecha los 500 kilómetros que te separan de Osaka, por ejemplo, no dejas de ver ciudad en ningún momento, claro que en esa extensión se hacinan fácilmente sesenta o setenta millones de personas, exquisitamente educadas, y que han ido aprendiendo a vivir espachurrados generación tras generación.
Sus fantásticas mansiones de treinta metros cuadrados, son más que suficientes para ellos, (tampoco son muy voluminosos, a no ser que seas luchador de sumo, pero eso es otra historia).
En el caso chino, al parecer, y según las noticias que me llegan, quienes van a ocupar esos espacios, serán gente que vive en el interior, y deben suponer la nueva mano de obra para los proyectos fabriles que seguramente forman parte del próximo plan quinquenal que debe estar elaborando el politburó chino. Lo ignoro.
Lo positivo, es que esa gente está curtida en el nomadeo, y así se garantiza el gobierno una muy moderna movilidad entre los apartamentos de alquiler. (Siempre que no se les lleven las tuberías y las instalaciones eléctricas, que se venden muy bien)
Desde mi perspectiva occidental, con una cultura muy asentada en unas bases seculares, pero muy occidental/monoteísta, la cosa no tiene pies ni cabeza. Sin embargo, los chinos también tienen su cultura, firmemente asentada, y con raíces seculares muy fuertes, así que lo más probable es que estén haciendo lo correcto para sus planes, y para sus expectativas de desarrollo. Ya veremos.
La última que nos han regalado ha sido el paso en cincuenta años de la edad media al siglo XXI, eso sí dejándose por el camino millones de personas en la cuneta. Habrá sido el precio a pagar, y seguro que a todos les ha parecido bien, y a los que no, basta con ignorarlos, que ya se sabe lo pesados que se ponen los intelectuales, a la hora de criticar proyectos que no son suyos.
Quien haya estado en China, conoce perfectamente el nivel de limpieza que impera allá por donde vayas, incluso en los hoteles más exquisitos te encuentras la cucaracha de turno que escapó de la cocina sin ser servida en el aperitivo, o el goterón de semen del huésped anterior. No tienen, el punto de vista nuestro de lo que significa vivir en comunidad, el de al lado no existe, te pisan en las colas, te escupen por la calle, a la vez que construyen estadios maravillosos como nidos de golondrinas, para encarcelar luego al arquitecto, por un quítame allá esas opiniones.
El respeto a la palabra dada, dura exactamente lo que tarda en aparecer una opción mejor que la acordada contigo, son aparentemente baratos, pero funcionando con unos principios no solo diferentes a los nuestros, sino muy difíciles de entender por estos pagos.
Espero sinceramente que el proyecto salga bien, que se adapte a sus necesidades, y a su próximo plan quinquenal. Espero honradamente que estén entretenidos con eso, y piensen menos en ver cómo apiolan a los vecinos de los mares de la China por un quítame allá ese petróleo. A lo mejor aprendemos todos, que no todo van a ser fiascos como Brasilia, ¡Hombre!.
En Mataporquillos del Encinar, estamos todos muy ilusionados, y deseando aprender de la experiencia china, sobre todo pensando en el Juanito, que se nos va a secar sin haber tenido los hijos que cumple, que ya es desgracia.
Mientras voy a ver si invito a unos choricicos y un prieto picudo que he hecho en casa al señor secretario de la pedanía, y al apoderado de la Caja Rural, para ir limando asperezas, y estar preparados por si hay que hacer los adosados y el polígono industrial, que si no, no hay vida.
Buenas noches, y buena suerte