Hace muchos, muchos años, me regalaron un libro escrito por un pollo noruego que tenía nombre de dios. Don Thor.
El tal Don Thor, quiso demostrar que desde las costas peruanas, en barquitos de totora, se podía llegar a los casi cuatro mil kilómetros que las separaban de la Isla de Pascua.
La aventura de este hombre me encantó, los troncos que iban atados con cuerdas que no aguantaban, la caseta encima de los troncos, las penalidades, la falta de agua.
Vamos, una “venti”, que ni El Capitán Trueno salvando a Sigrid, mientras Goliath se merendaba un ciervo enterito con cuernos y todo.
Desde aquel momento, y tras haber visto aquellos gigantes de piedra narizotas, me apeteció, no emular al tal Don Thor, pero al menos poner los pies allí. Pasaron casi cincuenta años hasta que pude hacerlo, y tengo que decir que valió la pena
Obviamente, en esos cincuenta años, leí mucho, escuche bastante, y ví lo que me pusieron en la tele, e incluso una cosita en el cine.
Teniendo en cuenta todo esto, y en el bien sabido que de los moais, los misterios, las canteras, los gorros frigios que coronan a los narizotas, se ha escrito, escrito y escrito, y yo pienso aburriros de otra manera.
La primera es que ya de mayorzote, me enteré que el tal Don Thor, nos engañó.
Hay una cosa en la costa oeste de Sudamérica, que les condiciona el clima, la navegación y la belleza de sus tierras. La corriente de Humboldt.
Esta corriente de aguas muy frías impide que una embarcación que navegue como la Kon-Tiki, se aleje de las costas americanas. Es más, mirando un poco la estructura de la corriente, la barcaza de Don Thor hubiera acabado en Panamá o así. Es más, la corriente impide su cruce por una Zodiac, por ejemplo. Así es su fuerza.
Don Thor necesitó que remolcaran la Kon-Tiki más de 80 millas al oeste. Así que no fueron peruanos de esos que usando las totoras pescaban montaditos en sus caballitos los pescadores del norte. Eso sí, no lo dejó claro en el libro.
Porque a mí las cosas que me interesaban eran, el saber quiénes poblaron las islas, por qué se hicieron los moais, y qué significaban los signos de las tablillas Rongo-Rongo.
Para trabajo tan arduo, me busqué un buen guía, visité los sitios de las isla que pudiera darme pistas, y me leí todo lo que explicaban los museos de la isla, (bueno, el museo).
Entre las historias que te cuentan, una me encantó, que me hablaba de gentes que llegaron en barcos durante el primer milenio, posiblemente polinesios, que se habrían metido casi tres mil kilómetros de agua, con sus familias y todo. Ahora seguro que ya había gente viviendo allí, y me temo que la convivencia no fue amable del todo. Parece que de alguna forma se dividieron La isla, y así anduvieron unos cuantos siglos.
Ellos traían las tablillas Rongo-Rongo, como una especie de código de sus tradiciones, más que como un lenguaje escrito. Indemostrable pero bello.
Los del misterio han vendido programas de radio, revistas y libritos a costa la posibilidad de especular, con explicaciones indemostrables….pero eso es harina de otro costal.
El primer moai lo hacen los viajeros que procedían de otras tierras, posiblemente, como acción de gracias….por el viaje, y se siguen haciendo durante siglos, hasta que por razones desconocidas cesan en su construcción a mitad del siglo XVI, dejando mucho trabajo a medias.
Nadie sabe la razón, de estos hechos, posiblemente una guerra acabó con el clan que hacía los moais. Orejas largas, orejas cortas.
También me comentaron una posible huelga por falta de pago de la casta que hacía los moais.
Si non e vero e ben trovato.
¿Cómo los transportaban?, ni idea. Intentaron japoneses, noruegos, americanos, reproducir la forma en que se transportaron…inútil, hay moais en la cantera a medio terminar que pueden pesar más de cien toneladas, y patitas no tienen.
Me dijeron que se encargaban como homenaje funerario a los líderes de las tribus que fallecían, supongo que a los reyes, y quizás a los chamanes, una forma de concederles la vida eterna.
Muy posiblemente el cese en la construcción, fue debido a una guerra, ya que cuando llegaron los holandeses, no había ninguno en pié, los habían derribado, incluso los Ahyus, esos “altares” con varios Mohais alineados, algunas veces en correlación con las estrellas.
Por cierto, los tocados, (Pukaus) se hacían en diferentes canteras, a bastantes kilómetros de Rano Raraku, pesan unas cinco toneladas y había que ponerlos en las cocorotas de estas moles de siete a diez metros de altura.
Todas estas filas de moais (Ayhus) están reconstruidas, como dije. A mitad del siglo XVIII, cuando llegaron los holandeses estaban todos en el suelo.
A mitad del XIX, la población autóctona prácticamente desapareció por la trata de esclavos promovida por los peruanos. Fueron usados en la agricultura y la recolección de guano, quedando solo 110 individuos supervivientes de la vieja Rapa Nui.
Esta, a grandes pinceladas, es la historia de la isla, y un esbozo de sus misterios, que se pueden ampliar todo lo que se quiera.
Mi reflexión ahora, está de nuevo ligado con el tema de la información y su manipulación.
Empezamos por Don Thor, que nos mete con calzador lo de las barquitas de totora, y el posible origen continental de la población de Rapa Nui. Hizo una pasta con sus libros y reportajes. Vale. Luego cierto, hizo un trabajo interesante en la isla sobre los moais.
Las interpretaciones que se han dado de los signos Rongo Rongo, han sido curiosos, desde relacionarlos con los egipcios, hasta con culturas indonesias, antiguo etrusco. Me consta que se han hecho estudios muy sesudos pero el origen, y su significado no se han aclarado aún. Además en una sociedad como la Rapa Nui, no se necesita un idioma escrito, la tradición oral es más que suficiente. Pero esa especulación sigue dando mucho dinero.
Después de haber estado en la isla, y contrastar las cosas que he visto, he leído y me han explicado allí, al compararlas con los que se me ha contado desde este lado del Pecos, veo que la diferencia, es notable, que no se ha movido una piedra sin un interés puramente económico, que se ha especulado con la historia, y que los huecos se han llenado de fantasía mercantilista.
Seguro que las explicaciones son muy sencillas, pero con la excusa de que no hay tradición escrita, y que los Rapa Nui desaparecieron a mitad del XIX, la Isla de Pascua es un tesoro para los buscadores de OVNIS, y de esoterismos.
Por lo demás, aunque os cueste cincuenta años, como a mí, id a esa tierra y admirad su belleza.
Buenas noches y buena suerte