CHINA

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de China?

Posiblemente haya comentado alguna cosa de este país, y vaya por delante mi foto china con la que os saludo cada vez que tenéis la amabilidad de leer lo que escribo. Puede ser, incluso, que alguno de esos comentarios estén relacionados con lo grande que es el país, con la cantidad inmensa de etnias, lenguas, tradiciones, culturas, paisajes, gastronomía, y últimamente la economía, la siempre presente economía.

También es posible que haya comentado el logro (no sé si positivo o no para el mayor de los chinos) de haber pasado en menos de setenta y cinco años de la Edad Media feudal, al siglo veintiuno con todas sus bendiciones, como un buen cocido madrileño, vamos.

Pero, ¿realmente se ha conseguido?. Desde luego no, sobre todo si utilizamos los ojos de ver todo el país.

La gran masa continental China, es un erial, simplemente no llueve, y las posibilidades de supervivencia digna son escasas. Literalmente, no hay quién viva. Otra cosa es la franja de, digamos, cuatrocientos kilómetros tierra adentro desde la costa océana. Allí sí que se puede vivir, y no solo ahora, más o menos desde siempre, y es donde se ha desarrollado esta expansión tremenda desde los años cincuenta del pasado siglo.

No conozco toda China, es más lo que conozco de China es lo que podríamos llamar zonas delicadas, Tibet y Xinjiang en el extremo noroeste.

En ambas zonas, la presencia del ejército es llamativa hasta para un turista despistado como yo, y desde luego, y a pesar de las infraestructuras que se han creado, con el claro objetivo de hacer llegar población Xin, a esas zonas, la Edad Media aún no se ha ido.

Xinjiang, de etnia uigur, es musulmana, con una estructura social tradicional, basada en gremios, en artesanos, en comercio de ganado.

El gobierno chino, está derruyendo la antigua ciudad de Kashgar, para que la gente vaya a los nuevos barrios, hace todo lo que puede para que el culto no tenga la importancia que para los uigures tiene. La impresión que tuve en aquella tierra fue la de zona ocupada militarmente, y que no quisiera ser uigur.

En el Tibet, lo mismo. Lhasa ha sufrido una transformación de sus barrios tradicionales, de sus mercados, y sobre todo la llegada de etnia Xin para diluir la tibetana.

La religión está claramente en el objetivo de Comité Central del Partido Comunista Chino, y aunque se permite, se le ponen trabas al funcionamiento de los monasterios, a las peregrinaciones, y a las formas de vida tradicionales de los tibetanos. Cierto, por ellos seguirían en su querida Edad Media, pero a los Xin, no les apetece. No quisiera ser tibetano.

El esfuerzo del Partido Comunista Chino por modernizar el país ha tenido desde mi punto de vista graves errores de planteamiento, de ejecución, y veremos al final como queda la cosa.

El comienzo fue por las bravas. Las purgas de Mao, solo tienen parangón con las de Stalin.

Lo que significó el Gran Salto Adelante, con la creación de comunas, la eliminación de la vida privada y cualquier libertad individual, fue el nacimiento de una clase atemorizada y oprimida, sobre la que se tenía que construir un futuro moderno de gran potencia.

Una ruptura de relaciones con la URSS, junto con la nefasta planificación del estado provoca hambrunas en el país en los años 60 y 61, que le cuestan la vida a cerca de quince millones de personas.

La Revolución Cultural, supone el fin de una clase intelectual, que podía ser un obstáculo en el camino del Partido Comunista Chino, y además supuso la destrucción de tesoros culturales del pasado. Era una forma de acabar con la historia.

Lo que se mantiene en China es la estructura del estado, copia del que en su momento rigió en la URSS. Eso conlleva altos grados de opacidad en la gestión, lo que ha elevado las cotas de corrupción a niveles difícilmente sostenibles en su momento.

Las inversiones en infraestructuras, siguen por lo general criterios políticos, creando ciudades ficticias, vías de comunicación con más interés militar que civil, especialmente aquellos que se dirigen hacia el oeste, que no dejan de ser tierras conquistadas, y en las que sus ciudadanos no se sienten chinos, entre otros motivos por las diferencias en sus derechos con los de los Xin, muchas veces vistos como invasores.

Esa es la razón de intentar diluir a esas minorías, (no tan minoritarias, por cierto), con el envío de población del este al oeste.

El intervencionismo en la vida y en la economía del Partido es enorme, de hecho, la moneda aún es ficticia, en el sentido de que su cambio está fijado por el Comité del partido.

El milagro de los últimos veinticinco años, que de alguna forma tuvo su inicio con la visita de Nixon a China en el 72, es fundamentalmente debido a que se transformaron en la fábrica de los productos, primero americanos y luego europeos.

La oferta china, era fundamentalmente mano de obra barata, muy barata, y no se preocupen ustedes de las regulaciones que en Occidente fuerzan a trabajar sin contaminar demasiado.

Han utilizado carbón como combustible, cuando en el pulcro occidente se ve fatal, vamos que no es cool. Si se mueren los peces del río amarillo, angelitos al cielo, y si tienes que pasear por sus ciudades, (las del este) con mascarilla, para no morir de cáncer de pulmón en dos días, pues es lo que tiene, cuando se gana dinero.

No hay tecnología china dentro del mundo del consumo, la investigación no parece haber dado aún sus frutos, por lo que vivimos de fabricar para otros, contaminando nuestra tierra, y con el riesgo, ya en el horizonte, de que aparezca otro país igual de grande, pero más barato en mano de obra y que no le importe que sus ciudadanos palmen por un quítame allá esa mierda del ambiente.

Cuando veo los nuevos ricos que nos enseña la tele, y alaba la prensa, no puedo dejar de pensar en los españoles de los ochenta, con nuestra cultura del pelotazo, con nuestros Sres. Conde, Abelló, Cortina, Rubio…y tantos otros que el poder nos enseñaba mientras nos transmitía el mensaje de que éramos cuanto menos imbéciles por no enriquecernos a gran velocidad…¿Se acuerda usted Sr. Solchaga?.

Una burbuja que nos salió cara cuando se acabaron los fastos del 1992.

La bolsa china ha caído un 40% en un mes y medio, es un mercado intervenido, ya que la estructura del Partido no puede permitir las relaciones dirigidas por el comercio en libertad. No les llega la camisa al cuerpo a los dirigentes del Partido. Lo han intentado todo, desde pedir que no se trabaje con futuros a la baja, hasta la suspensión de la cotización de las empresas más importantes en las bolsas de Shangai y de Hong Kong.

Lo de Grecia, al lado de esto, una filfa. Palabrita de niño Jesús

Yo no sé si estamos delante de la caída de un gigante de esos con pies de barro, y si es así qué es lo que va a llevarse por delante. Ahora bien los signos son muy preocupantes:

  • Aparición de un competidor que es India con capacidad de fabricar más barato.
  • Dependencia energética
  • Subidas de los costes laborales, porque ya los obreros esperan más y tienen digamos, ciertas posibilidades de parar producción.
  • Frustración en las familias, entre otras cosas por la limitación en el número de hijos. Aquí no hay que olvidar que hace tres generaciones se vivía, o moría del campo.
  • Falta de iniciativas creativas para desarrollar negocios sostenibles y con implantación global.
  • Gastos militares enormes, y no publicados.
  • Una burbuja inmobiliaria de dimensiones apocalípticas.
  • Riesgos enormes acerca de la solvencia bancaria.
  • Población poco o nada comprometida con el proyecto del gobierno, ya que no participa de él. Sigue siendo una dictadura gobernada por los oligarcas del Partido Comunista Chino.
  • Tensiones con otras etnias en el oeste.Una vez más vemos, que si mi análisis no es la pifia de un ignorante (que es posible que lo sea), mal negocio es fabricar para los Americanos, y si no que se lo pregunten a México.
  • Si ese gigante se tambalea, o incluso, si cae, posiblemente, signifique en primer lugar un cataclismo económico global, pero también posiblemente la oportunidad de recuperar producción exportada a China por unos salarios más bajos, y donde de verdad el ser humano no importa. En algunos sitios, ya ha empezado.
  • Veremos lo que pasa en los próximos meses. Los crecimientos de dos dígitos se acabaron hace ya mucho tiempo, y ahora el dato real no se lo cree nadie, puede estar por debajo del 7%, lo que es claramente insuficiente para los programas de desarrollo.
  • Buenas noches y buena suerte