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El déficit público

Hoy se están publicando datos de nuestra economía que posiblemente acaben afectando al bolsillo a todos los españoles.
El déficit público que se ha conocido hoy es de algo más del cinco por ciento, es decir un uno por ciento más de lo acordado con Bruselas.
Eso son diez mil millones de euros, que junto a lo que nuestros socios europeos esperan de nosotros, va a exigir a España, que este año haya una reducción del déficit público de esos diez mil, más otros diez mil para ponernos alrededor del tres y poco por ciento que se admite como algo razonable para seguir siendo parte del Euro.
El gobierno en funciones anda diciendo que las Comunidades Autónomas se han gastado un pastizal, que las pensiones han subido porque los que llegan (que andamos cerca ya de los diez millones), tienen derecho a prestaciones superiores a los que van falleciendo.
Así que nuestra seguridad social y el gasto de los gobiernos regionales, parece que han hecho papilla nuestras previsiones, a pesar de que el producto interior bruto del país ha crecido un estupendo tres con dos por ciento.
Las primeras reflexiones que le llegan a uno, están relacionadas con el gasto de las regiones, que al parecer se han pasado dos pueblos. Vamos a ver qué quiere decir esto.
Los que hoy aparecen en los informativos como gobierno en funciones, han disfrutado durante cuatro años de un derecho de pernada concedido por los ciudadanos en forma de mayoría absoluta, y eso debería haber servido para algo, para alguna acción que hubiera puesto coto a este desmadre.
Pero nuestros gobernantes han sido muy poco diligentes en el desempeño de sus funciones, y creo que ha sido por tres causas fundamentales.
La primera, y no debemos olvidarlo, es que cuando llegaron al gobierno tenían una situación económica absolutamente desastrosa.
Ya he hablado en este blog de la caída de la recaudación fiscal durante estos años, también de la caída del PIB que apenas ahora está recuperando niveles de 2007, y no tuvieron más remedio que poner en marcha acciones para intentar reconvertir la situación, y eso era una prioridad.
No voy a discutir ahora si las medidas tomadas fueron buenas, malas o mediopensionistas, aunque para el ciudadano de a pié ha sido cuanto menos dolorosas.
La segunda es que cuando llegaron al gobierno, empezaron a reventar en su cara los infinitos casos de corrupción que se han judicializado y al final eso no es más que un incremento de la debilidad a la hora de tomar decisiones.
Las decisiones que deberían haberse tomado, en cuanto al control del gasto de las regiones no se han tomado, y obviamente las cuentas se han desmadrado. El ministro de hacienda, no ha sido capaz de trabajar diligentemente para controlar de forma eficaz este gasto, y seguramente, en demasiadas ocasiones, cuando se ha enfrentado con los dirigentes locales, le han puesto en las narices las porquerías de su partido, y eso le ha frenado en el control.
Me llama la atención la poca o nula eficacia de los tribunales de cuentas, que deberían ser los auditores de la gestión económica de cualquier organismo del estado. Si no disponían de medios suficientes, la mayoría absoluta del partido que gobierna, en funciones ahora, claro, debería haberlos puesto, pero claro, se exponían a que les sacaran más porquería de la necesaria. Así que se dejan las cosas como están, que solo nos falta.
Las armas del estado para evitar estos déficits en las regiones son las suficientes, lo que hay que hacer es ponerlas en práctica, y si una comunidad quiere tener embajadas, simplemente se le prohíbe, porque no está dentro de sus competencias, y si se ponen burros, se elimina a los responsables por vía judicial. Es muy sencillo. Pero hay que querer hacerlo.
El miedo que da revisar el concierto vasco, y determinar si las cuotas que las Provincias Vascongadas y Navarra pagan al Estado se ajustan a derecho, es tal, que no se ha hecho el más mínimo esfuerzo durante toda la legislatura….ya lo apañaremos, y no, no se apaña por debilidad por miedo, por ineficacia, por no gobernar al final de forma democrática, es decir, gobierno de los más.
Hay que añadir a todo esto, como dice parte de la prensa especializada, que el sistema español de impuestos es una verdadera chapuza, llena de exenciones fiscales reducciones extraordinarias, IVA reducido, y no sé cuántas cosas más que sirven para satisfacer a los elementos más poderosos de nuestra sociedad, los que más miedo le dan al gobierno, como las grandes multinacionales, grupos de presión específicos, la peña del IBEX, grandes fortunas, qué voy a decir que no se sepa, que es el origen de las puertas giratorias.
Entre el estado y las regiones, se han contabilizado casi cincuenta mil millones por esos conceptos, es decir, el déficit del Estado en 2015. Cuánto mejor sería quitar todas esas desgravaciones, reducir los tipos, y adelante… seguro que además de ser más justo salía más barato.
No voy a hablar del fraude fiscal, para qué. Está bien que se pille a una folcklórica, a un futbolista, o incluso a un parado al que se le ha ido el dedo en veinte céntimos de euro, está bien, pero eso es el chocolate del loro, que yo quiero, es ver liquidar impuestos en España a Google, a Amazon, a Apple, a Facebook, por ejemplo, y si no es así, se restringe su actividad. Un gobierno con mayoría absoluta puede y debe hacerlo. No puede permitir que figuras legales impidan que tantas y tantas multinacionales operen en España sin pagar impuestos de sociedades.
Señores, que hemos gastado 250.000 mil millones y hemos recaudado 200.000, que es un veinticinco por ciento más, y así no se puede, aunque al expresarlo como porcentaje del PIB, la cifra asuste menos.
Le dimos al gobierno, que hoy está en funciones la posibilidad de cambiar la ley electoral, para que de una vez valga lo mismo el voto de un catalán o un vasco que el de un extremeño, y no haya al final un peso mayor del que les corresponde en las cortes a los partidos nacionalistas, que van contra todos nosotros, que nadie se olvide. Pero no lo han hecho, no se han atrevido, son gente corrupta y débil, y así no pueden gobernar en democracia.
Ahora nos vienen los de Podemos con que quieren gastarse cien mil millones más, no está mal, los del PSOE, que son más moderados hablan de solo veinticinco mil millones más. Realmente no sé si son sinvergüenzas ineptos, o una mezcla adecuada de ambas.
Por otra parte la ineficacia de nuestra gestión administrativa, que no ha sido capaz de usar los fondos europeos para la ayuda al empleo. Que como no se atreven ahora a robarlos, no tienen las estructuras necesarias para gastarlos de forma adecuada en los ciudadanos que lo necesitan.
Que la gestión de las huchas que aún nos quedan, son miserables. ¿Sabíais que el fondo para garantizar las pensiones está invertido….¡en deuda pública española!.
El dinero que hoy el Banco Central Europeo ofrece a coste cero, no ha servido para crear un fondo soberano a imagen de los noruegos, árabes, chinos….y establecer inversiones adecuadas en los mercados mundiales, o directamente en España, de forma productiva, no para robarlo directamente, claro, o para pintar la fuente del pueblo.
Hasta Miguel Sebastián nos habla en su último libro (a buenas horas mangas verdes) de la ineficacia de la gestión económica del estado.
Lo que nos viene es más de lo mismo, pero aún más débiles. Los nuevos partidos no hablan de reducir el dispendio, no hablan de inversiones de estado, sus preocupaciones, están más cerca de su salario que del bienestar de la población, más cerca de su visión cegata de maestros mal formados acerca de lo que debe ser un país del siglo XXI, que de resolver los problemas económicos de España, con fuerza, sin “mareas”, que al final son fuerzas originadas por el cabreo, no por la prudencia que debe regir la mente de un gobernante.
Estoy cabreado.
Buenas noches, y buena suerte

G.A.F.A.

Bonito acrónimo, y caro, voto a tal, y lo que es peor, si la cosa no se mueve deprisa, deprisa, el nivel de dependencia que vamos a tener del tal acrónimo va a ser literalmente asfixiante, si no lo es ya.
La G de Google, vale unos 540.000 millones de dólares, la A de Apple, unos 590.000 millones, la F de Facebook 200.000, y la A de Amazon, unos 315.000.
Esto da un total de 1.645.000 millones de dólares, es decir una vez y media más o menos el P.I.B. español, lo que no deja de ser una barbaridad.
La G se fundó en 1998, Amazon en 1994, la F nació en 2004, y la vieja manzana es de 1976.
Con tres o cuatro más de este tipo, es decir E-Bay, Alibaba, Samsung…nos plantamos casi en el PIB de Francia, y hablamos de siete compañías que, a excepción de Apple y Samsung, están empezando a ir al instituto, si miramos su carnet de identidad, y desde luego, no tendrían aún derecho a voto, si fueran ciudadanos físicos en vez de jurídicos.
La ingente cantidad de dinero en que se valoran estas compañías unidas a sus niveles de ventas, les va a permitir en cualquier momento, si no lo han hecho ya, manejar los destinos del mundo, y digo bien del mundo.
Los bancos y las instituciones financieras que nos han llevado a la crisis de la que aún no estamos liberados, han cedido aparentemente el poder mundial a estas nuevas compañías basadas en las conexiones entre personas, y una de las “mejoras” que les han permitido alcanzar estas cotas, es ni más ni menos el nivel de información que tienen sobre nosotros.
Los datos en manos de los bancos sobre los ciudadanos han sido durante décadas los más completos, pero les faltaban, como nos acabamos de dar cuenta estos últimos años, cosas como lo que de verdad nos apetece comprar en cada momento, nuestros amigos, donde estamos en cada momento, que leemos, como nos divertimos, que bebemos, nuestra orientación sexual, qué restaurantes nos gustan, a qué hoteles vamos…..ad nauseam.
Es decir, han transformado a la población en producto, y se nos vende a cada momento sin que nos demos cuenta, eso sí, bien protegidos por las leyes internacionales de protección de datos.
Los bancos a escala mundial, han tenido que pagar en los últimos cuatro años la friolera de 150.000 millones de dólares en multas por mala práctica, bien por sanción directa de los gobiernos, o por las acciones individuales de los ciudadanos. Eso claramente significa una pérdida de poder, difícil de asumir, que si no de qué le iban a sacudir los gobiernos.
Y lo peor para ellos, y ya veremos si para nosotros los ciudadanos, es que el negocio bancario clásico está empezando a derivarse hacia estas compañías. Poco tardaremos en tener generalizados los medios de pago usando nuestros móviles, ahora empezando a sacar la cabeza de forma incipiente.
Los créditos esos tan difíciles de conseguirá través del apoderado de tu oficina, se están facilitando con los famosos “crowfunding”, y supongo que a la banca minorista no le hace demasiada gracia.
Las oficinas bancarias, empiezan a estar obsoletas, van a quedar casi para que te den la sartén de promoción por los puntos estrella, y no olvidemos, hablando de valor de grandes corporaciones, que el banco más grande del mundo, el ICBC, chino él, “solo” vale unos 280.000 millones de dólares, casi como el Wells Fargo americano, pero en franco retroceso sobre todo por la evolución del precio del dinero a la baja por la acción de los bancos centrales. El poder y el dinero están cambiando de manos.
¿Y nosotros?. Pues como ya he dicho, y todos sabemos, somos el producto, se compra y se vende nuestra intimidad, nuestros sueños, nuestros deseos, nuestras intenciones, claro, sin pagarnos más que a los indígenas que encontraba Cook al sur del Pacífico, nos pagan con espejitos mágicos en forma de Phablets que se llaman ahora, que además nos cobran a precio de oro, que hay que pagar ese coltan de sangre africana.
Nosotros vamos a enfrentar una fuerte alteración de nuestros modos de vida en un plazo, que me temo, si me mantengo dentro de las estadísticas actuariales de esperanza de vida voy a alcanzar a ver.
La forma de ganar el sustento en el mundo occidental, parece que va a tener que ser a golpe de proyectos con cortas caducidades basados en ideas que pronto serán superadas, por otras de tus competidores. Una y otra vez habrá que reinventarse, lo único que deseo es que las generaciones que están formándose ahora, lleven el bagaje necesario para sobrevivir.
Veremos donde se fabricarán las cosas que deban circular por esas autopistas que se han creado, con asfalto de Apple, camiones de Amazon, márketing de Facebook, y supervisión de Google, que todo lo ve y todo lo sabe.
Pronto veremos de la mano de alguno de estos, desarrollos de la inteligencia artificial a niveles que nos van a sorprender, y que desde luego van a interferir en nuestras formas de vida.
Porque los drones, los mapas, ya más precisos que los viejos catastros, llevan asociadas tal cantidad de nuevas posibilidades que a mí me intimida, aunque estoy seguro que a los más jóvenes ilusiona.
Lo que más me preocupa es el lugar que va a quedar en este futuro en que el poder y la información están cambiando a tanta velocidad para el ser humano.
¿Seguiremos escondidos tras las pantallas de nuestros telefoninos?, ¿Quedará algo para el sentimiento humanista del pueblo?. Me temo que no, es una vuelta de tuerca más del poder que cambia de manos, que insiste en la concentración que acabará conduciendo, queramos o no a tener realmente un amo del universo.
Europa ya no cuenta en este esquema, el escenario que se nos ofrece no tiene sitio para nosotros, las invasiones del Este ya han comenzado, y no tendrán marcha atrás. Nos hemos dormido a caballo de nuestras leyes buenistas, y no hemos entendido nada de lo que está pasando, y por ende, y a pesar de que nuestra Unión Económica Europea ha hecho todo lo posible por la supervivencia de nuestras multinacionales lo que hemos conseguido es tener un empresariado anticuado y tramposo sin ningún relieve en el tablero mundial.
Veremos lo que hacen nuestros chicos, pero al menos en España, donde gastamos nuestro tiempo en discutir si galgos o podencos, si levantamos el brazo o el puño, o si nos educamos o nos adoctrinamos, deberemos hacer un esfuerzo titánico para sobrevivir en esta era Acuario queestá pergeñándose .
No me gusta lo que veo, pero seguro que en algún momento aparece ese mutante que siempre surge en nuestro país, y nos da otros cien años de memoria histórica.
Somos imbéciles, y nos gusta.
Buenas noches, y buena suerte

La defensa económica de Europa

Nos las están dando todas en el mismo carrillo, y además, al parecer, nos gusta.
Esta mañana, en la radio que acompaña mi lento desperezar, apareció un digno ejecutivo al que le estaban pisando el callo, y claramente le dolía.
Estaba el muchacho literalmente aullando en su quejido de que los chinos, ¡ay! los chinos estaban destrozando los precios del acero en los mercados mundiales, y eso iba a llevar a una nueva reestructuración de la producción en Europa, empezando por España, claro.

Hablaba este buen hombre, de que los chinos diseñaron su capacidad productiva en base a crecimientos de dos dígitos a los que se habían acostumbrado hace década y media, pero ahora con ese magro seis y medio por ciento, no saben qué hacer con sus excedentes fabriles, y encima les ha dado por virar hacia una economía de servicios. Un sinvivir vamos, con lo bien que estaban produciendo arroz para consumo propio.
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En el contexto de una estructura productiva prácticamente en manos del estado, sin accionistas que se cabreen y echen al patroncito, eso de los beneficios les importa literalmente una higa, además no tienen que presentar cada trimestre un presupuesto de lo que va a pasar la próxima semana delante de los inversores, y mejor que acierten cuando hablen de un crecimiento jugoso, que si no el precio de la acción se va hacia los infiernos arrastrando el “bonus” del jefecito a simas insondables.

Tienen a parte de su población haciendo acero, y mejor que estén en ese tipo de esclavitud, que en el campo recogiendo boñigas de bueyes. Esa, aparentemente es una de sus rentabilidades.
La siguiente, de la que el mundo occidental debería aprender, es que los beneficios de un acto, no deben esperarse para el próximo trimestre, (quizás algunas sí, pero no la mayoría), que debe mirarse en el largo, muy largo plazo.

Esta bajada de precios que tanto le dolía al personaje entrevistado, puede, si no adoptamos contramedidas, acabar con la industria del acero europea en menos de un año…momento en que los precios chinos subirán de nuevo, al haber destruido la competencia.
El Imperio americano, decidió en cuestión de días, implantar un arancel del 260% al acero chino, sin despeinarse, y reclamaciones al maestro armero, que el corto plazo tiene estas cosas.
Nuestra virginal Europa, por otra parte, decide, tras meses de discusiones arduas implantar un arancel del 14%, y los chinos tirados por el suelo de la risa, seguro, y claro, nuestra industria del acero directa al “gargaritorio”.

Lo que nuestro amigo no dijo, es lo que opinaban otros sectores que se benefician de esta situación de precios artificialmente(o no), bajos, “dumping” le llaman los que saben.
Los fabricantes de coches, o los de electrodomésticos, sin ir más lejos están encantados con esos precios bajos, comprando además futuros sobre producciones no realizadas, y ¡venga!, a hacer lavadoras, coches, y sobre todo salvar el bonus del presidente de la compañía correspondiente.

Así que mala suerte al sector del acero, al bonus de los presidentes, a los sueldos de los trabajadores, y a la aportación que hacen a la economía local. Como mala suerte a los que se dedican a extraer petróleo, a refinarlo, a venderlo, que esta vez los árabes se han puesto en plan de que el “market share” es lo que importa, y lo de los esquistos, o los iraníes, no van a romperles su precioso monopolio. Que volver a cruzar el desierto a lomos de camellos o pasear por el mismo sitio a cuatro cabras montaraces, no viene en su libro.

Salvado el cuello a Munich y Stuttgart, seguirán los BMW y los Mercedes inflando las cuentas de los correspondientes patroncitos, y, mientras Detroit se torna un desierto en plan Mar Max y la General Electric a ver si vende sus mercados de lavaplatos y «frigiteurs» a los suecos de Electrolux.

A todo esto, nadie habla de lo que debería ser realmente importante, y es de nosotros, los ciudadanos de a pié, como esos americanos que hoy tienen un nivel de vida inferior al que tenían hace cuarenta años, o de los españolitos que estarían encantados hoy de ser mileuristas.
Al final es todo un equilibrio inestable, ya que si los chinos no nos mandan acero, o los coreanos barcos, o los árabes petróleo, tampoco vendrán a comprar caros caprichos al Paseo de Gracia o a Zona Nacional, y la pregunta al final es si preferimos trabajar en la acería, recogiendo boñigas de buey en el Gobi, paseando cabras por el desierto de Arabia, o vendiendo joyas y paellas.

Yo no lo sé, pero lo que parece poco discutible, es que en el mundo de hoy, en esa aldea global que nos hemos inventado, nada es eterno, y las oportunidades hay que descubrirlas día a día.
El mundo no se puede dividir en espacios estancos, y si el acero ha de ser chino o indio, (que nadie desespere), los coches alemanes, el turismo español, las finanzas inglesas, y el poder norteamericano, que nadie se escandalice, tampoco será por mucho tiempo.

Creo, por tanto, que la defensa económica de Europa, no deja de ser parte de un juego entre aquellos que manejan los grandes flujos económicos. A nosotros los ciudadanos con que paguemos los diezmos exigidos, aunque sean cuatro veces diezmos, se nos considera casi como que hemos pagado el peaje por usar una tierra que no es nuestra.
Sin querer ser americano, tampoco quiero ser japonés, chino o brasileño, europeo tampoco, no hay preferencias, que nadie lo confunda, al final lo que no es buen negocio es caer en la clase equivocada, y la mía no es la de amo del universo, y por ello debemos desarrollar nuestra vida dentro de esa esclavitud envuelta en el falso papel de libertad con el que cada mañana desayunamos los que tenemos la suerte de hacerlo, mirar el sobre de fin de mes con el salario que corresponda, y a dar gracias al diablo de que nuestro sector no va a sufrir más.

Y nuestro sector, el de los de a pié es solo el factor humano, el del departamento ese de R.R.H.H., y a ese ya le han hecho el “dumping” correspondiente en nuestra sociedad occidental. ¡Mala suerte!, somos como el acero.

Curiosamente, el ser humano ha cedido a pequeñas élites el poder que le corresponde, desde que el mundo es mundo, y así nos vemos en la tesitura de pagar un innecesario peaje por vivir sin la libertad que el ignorar los ofrecimientos de los poderosos nos daría. Pero somos gregarios, miembros de la manada, y no nos sale nada bien andar sin un líder ya sea guerrero, religioso, político, económico o deportivo si nos ponemos consumistas.
Es nuestra elección, no hay más, y veremos pasar los recursos y las riquezas por encima de nuestras cabezas, veremos los movimientos económicos atentar contra los individuos, que por cierto son un elemento inflacionista, ya que cada vez somos más habitantes en el planeta, y consecuentemente nuestro precio baja. Pura ley de oferta y demanda.
Así que la defensa económica de Europa que tanto se cacarea, no es más que otro de los bulos que hacen que nos sintamos gobernados, y bien dirigidos hacia nuestras zonas de confort.
Ustedes sabrán
Buenas noches y buena suerte

Los lunes al sol

No vi la película de Aranoa, quizás por mi natural aversión al melodrama hispano fraguado en las películas de Joselito y Marisol que me tragué en mi más tierna infancia, aunque acabasen haciendo homenaje a la Legión o a la lotería nacional.
Aunque la cosa vaya de sindicalistas, raza, que por su cercanía o pertenencia a la clase política tengo atragantada desde hace demasiado tiempo.
El caso es que no la vi, lo que me permitió quedarme con la simbología del título, y construir mi propia opinión sin tener que gastarme los cinco euros en taquilla y obviar al Tosar y al Bardem, con los que no me une nada, a parte del idioma.
La historia que he labrado en mi cacumen, y que estos días de revisiones altisonantes de derechas, izquierdas, austeridades, investiduras, y no sé cuantas vainas más, es que el desarrollo de un programa ideológico por parte de un partido político, es cuando menos utópico.
En plena era de Felipe González, España se dio de bruces con una realidad que condujo al gobierno a llevar a cabo acciones que desde luego ni entonces, ni ahora pueden caber en cabeza de persona de izquierdas.
Una vez convencidas las masas de que eso de la OTAN, bueno, no era tan malo, y que al menos sirvió para llenar las calles de ilusos ciudadanos que creyeron se podía ser al menos como un Cantón Suizo en cuanto a la neutralidad militar, quedaba la cosa de que ya que nos estábamos metiendo en el Mercado Común, (Piensen sus gracias que al principio se llamaba a las cosas por su nombre, Mercado Común, es decir, terreno de caza de corporaciones económicas), al final se nos caería el pelillo de la dehesa, y a lo mejor llegábamos a entender a Kant, por lo menos.
Pero claro, si entrabas en ese club, resultaba que tenías que hacer los barcos como te dijesen por ahí, que la leche, el vino, el aceite, el carbón que producías, y no se cuantas cosas más, no se iban a poder hacer como siempre, y que, bueno, había que cerrar aquí y allá que la leche gabacha, los quesos holandeses, el aceite italiano, los barcos alemanes y el carbón alsaciano, eran mejores para el mercado común.
Y entre el trilero de González, y el prepotente de Carlos Sochaga, se dedicaron al desmantelamiento sistemático de la industria del antiguo I.N.I, con la consiguiente factura social que se pagó, y que se ilustra perfectamente en el título de la película mencionada.
La cosa de socialismo tuvo poco, y creo que no fue por falta de ganas de los ideólogos, que no les gustó un pelo en su fuero interno ideológico, pero los que llevaron a cabo estos trabajos se salvaron personalmente, convirtiéndose en asesores externos de la industria que les quiso contratar.
De los sindicalistas, no quiero ni hablar, Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, intentaron salir a la calle, montaron sus huelgas, pero no sirvió para nada, ambos perdieron sus secretarías generales, y a casa, era el fin de una época, en la que la representación sindical suponía un riesgo personal, y les alejaba, al menos en el caso de Camacho de la riqueza.
Los que han venido después, están saliendo pidiendo perdón por haber presidido organizaciones ladronas, como ayer en una entrevista el Sr. Méndez.
El drama que estas reconversiones de los años felipistas supuso a los trabajadores, es historia de España, y lo peor, es que con la excepción de Bilbao, que supo magistralmente transformarse de un “bocho”, negro e irrespirable a una ciudad moderna y de servicios, lo que ha quedado de aquella industria del I.N.I. han sido campos desolados en los que la riqueza que en su momento los astilleros, las minas, la siderurgia , y el campo boyante trajeron, hoy tras un cuarto de siglo, siguen siendo zonas de pobreza sin remedio. Así que no fue reconversión señores, fue desmantelamiento y destrucción, punto y final.
Me temo que ahora, y de forma diferente, que no de fondo, volvemos a las andadas, las consecuencias de la apertura del comercio mundial hacia el este, se ha llevado buena parte de la riqueza que la manufactura española dejaba aquí, y claro las casitas para los obreros de la construcción venidos de los países hermanos sudamericanos, se han quedado a medio hacer.
Releyendo los resultados que se han publicado estos días referidos a las empresas del IBEX , constato con terror, que los beneficios, (excluyendo aquellas que se mueven en mercados monopolísticos, como nuestras eléctricas), se han pegado una torta considerable, bueno a Iberia le ha bajado el precio del carburante, pero hay amenazas de quiebra como Abengoa, las Autopistas no saben qué más subvenciones pedir, las constructoras que está hechas unos zorros, van a terminar todas hablando en gusanitos qataríes….y los bancos que en el momento que miran a ver que no roben desde vaya a saber qué instancias, empiezan a fallarles los números.
El palco del Bernabéu, ya no es lo que era, te lo juro por mi Visa.
Esto, como siempre, genera miseria, de esa de los lunes al sol, como los nuevos jubilados por anticipación del Corte Inglés, o por los ingenieros de Indra, o la misma Abengoa que no cobrarán este mes y que esperan confiados en el fondo de garantía salarial.
Los políticos que han facilitado todo esto, saldrán reforzados, ya se sabe, en la piscina de tiburones, o eres el más grande, o eres rémora, o se te comen….
Y para rematar la faena, resulta que, como amenazaba ayer, se publican en China datos de manufacturas, y resulta que sus cifras de fabricación han caído a niveles de 2011, cinco añitos hacia atrás….¿Pero no crecíamos al 7%?.
Al final, más lunes al sol, en España, en Perú, o en China, y los franceses, aprovechando un gobierno socialista, se van a lanzar a una reforma laboral…..con la española como modelo, machacando aquel logro inviolable de la semana de treinta y cinco horas, y la jubilación a los sesenta. Qué risas se estará echando M. Sarkozy a costa de M. Hollande, y su Valls medio catalán y del Barça, (al menos cuando visita Barcelona).
Concluiré diciendo, que el espectáculo huero que esta tarde nos querrá ofrecer la clase política en las Cortes, merece ir a ver la última de James Bond, o la Guerra de las Galaxias, como poco, ya que ni tienen capacidad de resolver nuestros problemas por falta de poder, por falta de formación y sobre todo por falta de ganas.
Así que asistiremos, a esa batalla por los sillones de salario, que no de mando, y cada uno con su Semana de Festividades, como nos amenaza la Carmena, o la barbaridad que a esta panda de incultos a los que hemos dado sillón se les ocurra después de ver la última exposición de coños con los niños a la salida del cole. Nada nuevo, por cierto para ellos y todos nosotros, que de por ahí venimos.
Así que acabaré diciendo a todos aquellos que me quieran escuchar, que recuerden, todo es efímero, que si tu trabajo estaba en la minería, en la construcción o en las ciencias bioambientales, te reconvertirán tarde o temprano, y nada habrá disponible para que reorientes tu vida. Que ni en el taxi se puede confiar, que viene un UBER, y te deja con las facturas sin pagar.
Buenas noches, y buena suerte

Un bel di vedremo

Levarsi un fil di fumo sull’ estremo confin del mare. E poi la nave appare. E poi la nave bianca.
Cio Cio San, desde su casa de la colina de Nagasaki, canta una de las más bellas arias que nunca se escribieron para los teatros de los ricos del mundo. Puccini, hace más de 112 años, con más pena que gloria, y con mucho de chapuza improvisada, mucho cambio, muchas versiones, consiguió, por fin legarnos uno de los mayores tesoros de la ópera.

El cuento de Pierre Loti, en el que se basó parcialmente la obra, Madame Chrisantemo, al parecer recogía unos hechos realmente acaecidos, pero para mí es una imagen de lo que significa el encuentro de civilizaciones, sobre todo cuando una es más poderosa que otra.

Si se me permite una pequeña digresión, diré aquello de que las muertes en escena de las heroínas que nos trae la ópera, me emocionan siempre, o casi siempre, a no ser que el cafre del director de turno me las saque de milicianas a punto de entrar en Brunete, pongo por caso.

El lagrimón se me cae siempre con Mimí, de la Bohème, un poco menos con Violeta, la dama de las Camelias, casi nada con Carmen, que al final da poca pena, y la de Isolda que a la pobre le cuesta una agonía de casi una hora me lleva a la conmiseración…..pero Cio-Cio-San, es otra cosa.

El cabrón de Benjamin Pinkerton, de ninguna manera es capaz de percibir el mundo de delicadeza que la sociedad que estaba visitando pone a sus pies. Una sociedad en la que la mujer tiene un papel determinado trazado desde tiempos inmemoriales, con esa paciencia que lleva la realización de las cosas en Japón, en donde es cuestión de honor la perfección, y el deshonor se paga con la vida.

No es capaz de entender que Cio-Cio-San no le ofrece amor únicamente, quizás no sea eso siquiera lo que le ofrece, le ofrece una forma de vida, la de su cultura, en la que si quieres estar debes comprender, aceptar y posteriormente ejecutar unos usos muy determinados en los que recibirás ciertos beneficios, pero deberás pagar también unos peajes determinados.

Cierto que la hormona juvenil tiene su aquello en la historia, sobre todo para Pinkerton, porque para ella es el inicio de una nueva vida, con absolutamente todo lo que ello conlleva, y no puede imaginar, que Benjamin, se someta a unos ritos nupciales a los que en un solo día deshonraría.

Ese es el reflejo de lo que representa el choque de culturas, que, aunque nos empeñemos en otra cosa acaba siempre con el sufrimiento y la destrucción de la más débil, aunque sea la más sofisticada.
Podemos pensar un poco en los casos que jalonan la historia, y en los que el hecho de ese encuentro ha supuesto la destrucción de tantas y tanta civilizaciones, pero como ando yo ahora preocupado con esas cosas de la China, y Cio-Cio-San, es también amarillita, y los occidentales nos parecemos demasiado a Mr. Pinkerton, que al fin y al cabo sale de nuestra cultura.

Hasta la era Meiji, a Japón no le venía mucho en su libro de estilo, eso de dejar entrara los extranjeros, que para ellos éramos diablos, y los chinos no le anduvieron a la zaga, que hasta que se digirió la era de Mao, digamos que nuestra presencia no era muy bien recibida.

La adolescencia que China está viviendo, les está sirviendo para tener una economía muy alejada de aquella campesina de a dólar diario, y uniforme cuasi carcelario. El romance con Pinkerton parece que aún dura, quedan pocas horas para la amanecida de la noche de bodas, pero la semilla está ya implantada.
Y la semilla es que la China en aras de su modernización, ha hecho de sus ciudades monstruos
irrespirables, están llenando de porquería sus ríos, despoblando sus campos, creando ciudades fantasma, y envejeciendo su población.

Esa modernización sucia, está sirviendo los intereses de Pinkerton, a quien le hacen sus cacharritos, destrozando su ambiente. No sé yo si en Occidente nos cansaremos de sus fábricas o buscaremos otra Cio-Cio-San en la India, o donde sea, llevándonos al niño a que lo peinen en otro sitio.

Si las cosas son así, que nunca se sabe, a lo mejor a la vuelta de unas décadas, no muchas, volvemos a ver los esqueletos fabriles que dejó el comunismo en toda su órbita, como resultado de sus famosos planes quinquenales.

El resultado de la revolución leninista, acabó con desiertos industriales en Rusia, en su cinturón europeo, y en repúblicas como Uzbekistan, Kirguistan, Kazaguistan…con la tierra destrozada, el mar de Aral seco, el Volga con todos los elementos de la tabla periódica flotando en sus aguas….parece lo que está ocurriendo en China, quizás no, pero lo parece.

Los planificadores económicos chinos, quieren ahora que su sociedad transforme la economía desde un sistema productivo, a un sistema económico de servicios, pero a lo mejor ya se han hecho el suppoku, y no se han dado cuenta.

Las cifras que se publican por ahí, indican que casi la mitad del superávit chino de su balanza comercial lo gastan en la balanza de intercambios de servicios, y no es buen negocio, venden coches y teléfonos destrozando su medio ambiente, y compran inteligencia.

Pronto veremos los primeros signos del desenlace, si la caída de la producción industrial china sigue incrementándose, y el posible incremento de las ventas de servicios e inteligencia no cubre la diferencia tendremos que ver movimientos más importantes del lado chino, que devaluar el yen, o hacer caer las bolsas chinas, y por extensión las del resto del mundo, no es suficiente a largo plazo. Los mercados aún no son suyos.

No creo que las tendencias, sean cuales sean tarden en manifestarse claramente más de dos años, Pinkerton tardó tres en volver en su barco de guerra, (Presidente Lincoln se llamaba), y el niño estará lo suficientemente crecido para ver de quién es hijo.

Mi resumen, sin embargo, es que quizás la civilización china, al final sea más fuerte que la occidental en este descubrimiento mutuo, con lo que el suppoku a lo mejor nos lo tenemos que hacer en este lado del Pecos.

Lo que si es cierto es que enfrentamos años extremadamente retadores, donde muchas de las cosas que hemos dado siempre como inalterables van a cambiar, y no sé si estamos preparados para lo que se nos avecina.

A todo esto nuestra doña Carmena, sigue jugando con los chinos locales, a ver quién mea más lejos, y digo yo que alguien tirará la toalla en la Plaza de España, y al chino lo veo muy tranquilo.

Buenas noches, y buena suerte

El traje nuevo del Emperador

Es el número 168 de los Cuentos de Andersen, y seguro que conocéis la historia. Más o menos, y en un apresurado e interesado resumen es la vieja estafa de que quién no vea lo que yo digo, es tonto.

Como es evidente, la estafa empieza por arriba, por convencer al más bobo de todos, es decir, al Emperador, que aislado en su poder piensa, y muchas veces con razón, que todo se puede hacer, que los súbditos están para adorarle y para seguir a pies juntillas sus designios, que no son otra cosa que la expresión de sus caprichos de por la mañana antes del zumo de naranja y la tostada.

Muchas veces se me hace difícil discernir cuando me asomo al mundo que me rodea, si lo que estoy viendo no es más que la engañifa de los sastres que estaban día y noche trabajando (a ojos del pueblo, claro), en el magnífico traje mágico del Emperador que solo podrían ver las personas inteligentes, o las que fueran leales al Emperador y a sus ciudadanos.

Pienso en el traje mágico del Emperador, cuando veo los intentos de los gobernantes por crear esos trajes, que unos llaman nacionalismos, y quien no lo ve es un “botifler”, que otros llaman libertad económica, y quien no lo ve es un enemigo del progreso económico, o al revés, quien cree que las nacionalizaciones de cualquier actividad es la panacea, intenta convencernos de que quien no lo ve es un enemigo de las clases obreras.
Así, que vamos dividiendo el mundo entre sastres estafadores y los que vemos la maravillosa vestimenta del Emperador.

En estas páginas he hablado no sé cuántas veces de las veces que aceptamos las cosas que nos presentan, con entusiasmo incluso, sin saber qué es lo que hay detrás, si realmente estamos viendo las vergüenzas del emperador aunque neguemos la mayor y afirmemos que el Universo se acaba en Messi, en Ronaldo o en el Papa de Roma. Creo que ya ni siquiera vemos la imagen que nos ofrecen, que bastaría para derribarlos de su pedestal, sino que la hemos idealizado para rellenar no sé qué frustraciones internas, o simplemente el deseo de seguir siendo parte de una manada, sea cual sea esta, que fuera hace mucho frío.

Una de las últimas cosas que se me ocurrirían, es intentar comentar en la tribuna de Can Barça, o mejor aún en la general del piso cincuenta y cinco, que ese que anda metiendo goles no es más que un chorizo que ha engañado a nuestras arcas públicas, estafando al resto de los ciudadanos unos impuestos que nos servirían para una mejor cobertura de nuestras pensiones, de nuestra sanidad, de lo que queráis.
Sería el tonto del cuento, el desmandado, el traidor, (botifler en Can Barça), pero lo mismo en la Castellana, en San Mamés o en el viejo Heliópolis, y eso hablando de fútbol, que es un mal menor.

¿Alguien se puede imaginar a la grada de Nervión, abucheando al delantero centro que acaba de meterle el tercero al Betis, al grito de ¡ladrón, paga los impuestos que nos debes!?. Impensable, y pobre del que lo intente, se los comen los biris, seguro.

Sin embargo, y gracias al “soma” que ingerimos a través de nuestras tabletas….”tabletas de soma”, suena coherente, hemos decidido dejarnos robar por esas tiendas ”on line” en las que encuentras de todo, sobre todo lo que no necesitas, y que exportan nuestra riqueza a las Islas Caimán, a Jersey, a Gibraltar, o a la concha de su madre. Los beneficios que por su actividad generan compañías como Google, Amazon, Apple, no generan impuestos locales, y si lo hacen son en porcentajes mucho menores de los que paga el más humilde de nuestros trabajadores.

Ese dinero, lo tenemos que sufragar al final entre los ciudadanos que vemos ese precioso traje que le han hecho al Emperador, que es mucho más chulo decir que le has comprado un libro “on line” a Amazon, que salir de La Casa del libro con un paquete de cinco kilos de libros, o comprarle a ellos el fichero, que también se puede. ¡Ah!, no estoy poniendo la mano en el fuego por La Casa del Libro, ¡Dios me libre!.
Probablemente dos de los profetas más nefastos que ha tenido la Humanidad, Ronald Reagan y Margaret Thatcher dieron en la coetaneidad, y fueron los que apoyados en otros dos nefastos seres, Milton Friedman y Friedrch von Hayek, pusieron en marcha una política de eliminación de controles al comercio, al mundo financiero, reducciones fiscales de las grandes fortunas, con la excusa de evitar a toda costa otra recesión como al de 1929.

El traje que tejieron fue hecho con el hilo invisible de los yuppies de Wall Street, que se hacían ricos de la noche a la mañana montados en su OPA hostil, en sus opciones putt, o en su rapidez de procesar, sin que nadie se diera cuenta información confidencial sensible a variaciones en los precios de los activos financieros.

Caro nos ha salido el experimento de esta gente, ya que año tras año hemos ido perdiendo valor en nuestros patrimonios, y sobre todo elementos que son, creo yo, muy importantes para el desarrollo da las sociedades, es decir, una cierta estabilidad a la hora de obtener medios de subsistencia adaptados a los estándares de la sociedad en la que vivimos.

Este ultraliberalismo, no ha evitado la mayor, que era la no repetición del desastre de 1929, ya que las ausencias de controles financieros provocaron la famosa crisis de las subprime, con Salomon Brothers a la cabeza allá por 2006-2007. Y en ella estamos, con los grandes patrimonios, esos de más de 10 dígitos en dólares, retrayendo la riqueza que sistemas gubernamentales adecuados a la gente de a pié deberían haber evitado. Pero no, nuestros gobernantes son parte de esa maquinaria de la economía sin fronteras, sin barreras, sin impuestos para los amos, y sin ética ni respeto hacia las clases trabajadoras, que al fin y al cabo somos sus clientes.

Esta crisis en la que aún estamos, y que va a acabar con los estados democráticos, simplemente por la desaparición de las clases medias, quieren arreglarla con fórmulas directamente emanadas de esos siniestros economistas de los setenta del año pasado, como intentar provocar aumentos ficticios de la inflación poniendo a trabajar la máquina de imprimir billetes, que por cierto no filtran como afirma el sociólogo Bauman, a la población.

Los salarios medios percibidos por los trabajadores desde los setenta del siglo pasado hasta nuestros días, en términos desinflacionados han caído en más del cuarenta por ciento, siendo cada vez más el tiempo necesario de trabajo para adquirir, por ejemplo una vivienda, en el área de tu ámbito laboral. Las cifras están ahí, solo hay que mirarlas, y actuar en consecuencia.

Las últimas vueltas de tuerca que faltan son los famosos TTIP, que a espaldas de todos nosotros están negociando en nuestro nombre, y que de llevarse a cabo permitirán que las grandes corporaciones literalmente hagan lo que les dé la gana con nuestras vidas y haciendas, y queda muy poco.
Estoy muy mayor para levantar la bandera de la “Libertè, egalitè et fraternité”, y las generaciones que me siguen me temo que han sido perfectamente adoctrinadas, para afirmar que el traje del Emperador es maravilloso.
Solo falta que un niño grite un día en la plaza del pueblo eso de que ¡El Emperador está desnudo!, a ver si hay suerte y detenemos a los sastres impíos.
Buenas noches y buena suerte
P.S.
Esta columna la he escrito tras visionar un documental británico del mismo nombre disponible en Yomvi, y que recomiendo

Vuelve Davos

En esa pequeña ciudad suiza, se reunirá entre el próximo 20 de enero y el 23 del mismo mes lo que los mortales llamamos “El foro de Davos”, y que entre los participantes se reconoce como “World Economic Forum Annual Meeting “, muy rimbombante.
Como pequeños apuntes indicaré que la idea de este foro parte de un tal Profesor Klaus Schawb que en su momento pretendió reunir allá por 1971 a 444 ejecutivos de compañías de Europa Occidental, para introducir las prácticas de administración de las compañías americanas a la vieja Europa.
Esta fundación, sin ánimo de lucro (lo que hay que escribir), no reduce sus esfuerzos a esta reunión de enero en el centro de convenciones de Davos, que por cierto, fue estrenado por esta asociación. Edita estudios sobre aspectos económicos por sectores, energía, competitividad global, análisis de riesgos globales, el futuro del sistema financiero global, y un montonazo de cosas más, que a quién interese profundizar, ya sabe, seguro, como hacerlo.
Me he preocupado en buscar las conclusiones de todos estos personajes que de forma sesuda van a soltar su mensaje, y posiblemente a establecer contactos con otros, de la pasada reunión de 2015.
Veo que en algunas cosas la verdad es que han acertado, como por ejemplo la caída del precio del petróleo hasta los 50$, bueeno ha sido hasta los 30 a fin de año.
También que América Latina se iba a pegar una buena torta económica, y lo han clavado, ya que Venezuela lo mismo acaba cerrando por derribo, y lo de Argentina empieza a ser de traca, a pesar del nuevo presidente que ha sustituido a la Señora viuda de Kirchner. De Brasil, ni pío, que me da la risa.
Ahora bien, mantenían muy seriecitos que México crecería al 3% y se ha quedado en un 2,3%, por la flojera de Estados Unidos.
Preveían un crecimiento de la economía mundial del 3,5%, y la cosa parece que se va a quedar en el 3% que es un error del 10%.
Dijeron que los Estados Unidos serían el motor de la economía mundial, y las valoraciones de sus empresas han caído alrededor de un 7%.
Comentaban que la compra de deuda en Europa por parte del Banco Central, reforzaría el crecimiento de la zona, que por cierto, no ha crecido prácticamente.
Estas predicciones y otras parecidas, están al alcance de cualquiera que saque un dedo por la ventana, especialmente si los niveles de error que se permiten son de la magnitud de los expresados en este foro el año pasado al referirse a 2015.
Así que estaré muy atento a lo que digan las conclusiones que se publiquen dentro de unos días cuando el tal foro cierre sus puertas, acaben los cabreos callejeros de los antisistema que tienen que salir en “seven o’clock world news”, se hayan realizado los foros paralelos de Zurich y Basel, mayormente para no tomar decisiones basándome en ,o que estos señores vean, o mejor dicho, publiquen.
Las cosas que no supieron comunicar, fueron la bronca griega, el recrudecimiento de la guerra en Oriente Medio, el parón chino, o al menos su ralentización, el cabreo de Putin por lo de Ucrania, la caída de los valores de los activos en el mundo, el desastre que está significando la caída del precio del petróleo que de forma tan inconsciente consideraron positiva en general para las economía mundiales, la importancia que el endeudamiento no solo de los países sino de las grandes corporaciones está teniendo en la economía mundial….y así.
Coincidiendo con este alarde en Davos de ejecutivos de primer nivel, mezclados con políticos, geoestrategas, gurus, e interesados varios, los chicos de OXFAM, se dedican estos días a publicar lo ricos que siguen haciéndose los ricos, y lo pobres que son los más pobres, nada nuevo, porque creo que ni siquiera a estos pollos les va a amargar el posible dato el bacon del desayuno.
He llegado a leer estos días, que las grandes fortunas del mundo mundial, lo que hacen es tener invertido su dinero creando con ello multitud de oportunidades a los obreros del mundo entero (uníos), y que su clarividencia inversora ayuda a la supervivencia holgada de millones de familias. Se puede ser más cínico, pero en Marte.
Discutirán entre banqueros, gobiernos e inversores, qué vamos a hacer con la burbuja de tamaño galáctico que se ha creado con esto de la deuda, a países y a corporaciones, porque no va a ser posible devolverla, y lo saben perfectamente.
El precio del petróleo tiene buena culpa del asunto, e intentaré explicar porque lo creo.
Soy la petrolera X Ltd., y he pedido un pastón hace tres años para hacer agujeritos en el mar y sacar barriles a un costo de 30-40$, ya que pensaba venderlo a 100-120$, por lo menos. Pero el precio cae, la extracción no es rentable, tengo que pagar el préstamo, así que lo único que puedo hacer es vender activos de mi compañía que sean atractivos y pueda pasar dignamente el apechusque sin entrar en default, que queda feísimo.
Así que si la petrolera X Ltd. vende con rebajas, los precios de activos similares de otras compañías ajustan su valor al precio más bajo. El resultado es la depreciación de los activos financieros, y el desinfle de la economía basada en préstamos de difícil devolución. Estamos apañados, porque a esto lo llamo yo devaluación global, devaluación a escala planetaria, con el consiguiente costo en empleos en todo el mundo, pérdida de ahorros, y no sé cuantas cosas más.
Algunos países ricos están en la misma onda, embarcados en inversiones a escala planetaria, subvencionando la vida de sus ciudadanos, de pronto se dan cuenta de que tienen que salir a los mercados internacionales a pedir pasta, como los árabes o los noruegos.
La burbuja sigue creciendo, los Europeos dando a la manivela de hacer billetes para que yo cobre este mes mi pensión, y su sueldo políticos y funcionarios, los chinos devaluando su yuan, los japoneses que ya no saben que hacer, y los yanquies, brillantes ellos, se desmarcan y empiezan a cobrar (no mucho) a quien quiera dólares desde este mes después de que se les acabara la tinta de hacer “bucks”.
Veremos como revienta esto, porque milagros no existen. Tenemos en Occidente un sistema económico que necesita crecer continuamente para no reventar, y nos empeñamos en que el crecimiento del consumo, se limite al occidente conocido, que los países esos donde no se come todos los días, solo importan para venderles escopetas a cambio de alguna de sus materias primas. ¡Ah!, y cuando molestan demasiado con sus movimientos migratorios tan faltos de estilo.
Ya en las previas de este foro de Davos, están amenazando con una pérdida global de unos siete millones de puestos de trabajo administrativos con eso de la que empieza a ser la cantinela de la cuarta revolución industrial. Cierto que también dicen que habrá nuevas profesiones que supondrán unos dos millones nuevos de personas currando. Menos mal.
Cuando alguien se de cuenta de que la sociedad occidental produce sus cachivaches para quienes trabajan, y que se venderán más chirimbolos mientras más gente gane dinero, lo mismo solucionan parte del problema, pero no los veo tan listos. En cualquier caso vendemos chirimbolos que no valen para mucho, cobrando con papeles que no valen nada, excepto las vidas de los que están sentados en sus trabajos en cualquier parte del mundo.
Buenas noches, y buena suerte

Los Bloques, Oriente y Occidente

Europa ha sido durante demasiados siglos el referente mundial de todo lo que aparentemente tenía sentido en la Historia. Tomó en su momento el relevo del Imperialismo Egipcio, de su cultura, de la misma forma que éstos lo habían tomado de los Imperios de Oriente Medio desplazando a sumerios, acadios, hititas, sasánidas….Empujones cada dos o tres mil años, más o menos, en los que la preponderancia mundial cambiaba de manos.
Como europeo que soy, tiendo siempre a olvidarme de lo que no tengo en los alrededores de mi ombligo, así que ignoro al Imperio chino, con su imperialismo extendido dentro de unos límites siempre ceñidos al Pacífico por el este, al Indico por el sur, y con las grandes montañas asiáticas por occidente.
Si no nos gustan los bloques, es lo que tenemos desde que la historia es historia, o casi, con la curiosa particularidad de que bien por causa de lejanía, o falta de interés nunca se ha intentado la dominación de uno de estos bloques por el otro. Es como si atravesar los Himalayas, el Hindú Kush, el Pamir, y el Karakorum, para enfrentarse luego, o antes, según de donde se venga, al Gobi, desanimó secularmente a unos y a otros.
Claro, que el Islam/Otomanos algo tienen que decir, y la Madre Rusia también, pero menos, creo yo.

El mar no sirvió para invasiones, solo para el comercio y las consecuentes guerras para defenderlo. De hecho, solo el bloque occidental lo utilizó, el otro bloque, lo miró siempre con cierto desdén, quizás con la excepción de la gran flota de Zheng She, a finales del siglo XIV, con fines de exploración científica y comercial.
Contactos hemos tenido, y desde que Juan de Isla, allá por el XVI, considerara seriamente la invasión de la China de los Ming, o de la presencia inglesa en Shangai, con sus guerras del opio y de los Boxer incluidas, la verdad es que poco más ha habido, sin ponernos muy pesados, siendo además todo para garantizar las vías comerciales.
Menos mal que Felipe II, miró la caja de las perras, y vio que no tenía para cincuenta mil soldados en la otra esquina del mundo.
Europa desarrolló una tecnología militar que la hizo dominadora del mundo, los europeos, desde Alejandro Magno, tuvimos siempre y debido al desarrollo de esa tecnología la oportunidad de pasearnos por donde nos apeteció.
Hay que reconocer el mérito de dos épocas, la de las legiones romanas que hicieron de la disciplina el complemento idóneo de su manejo de los metales y del diseño de sus ingenieros de las máquinas de guerra. No tuvieron rival durante siglos, a pesar del acero de Damasco.
La segunda nos corresponde a los españoles, que tras setecientos años de guerra civil contra el Islam, desarrollamos una tradición militar que nos dio por doscientos cincuenta años el dominio del mundo, de un mundo mucho más grande que el que consiguió controlar Roma.
En concreto los españoles consiguieron los cuerpos de ejército más terribles que se pueda imaginar, “Los Tercios”, y sobre todo algo que nos hizo realmente invencibles, la tecnología naval.
La tradición la siguió el Imperio Británico, con aquellas tropas que cuando disparaban lo hacían en descargas de varios cientos, que no se agachaban cuando les disparaban a ellos, y volvieron a dominar el mundo.
Pero la China se rozó, se rozó y gracias, a pesar de que las potencias europeas en el XIX se pusieron pesadas a mitad del siglo, con los intentos de mantener algunas de las misiones jesuíticas, el comercio del opio, pero de cambiar la sociedad, las costumbres, nada de nada.
Cuando hablo de China en este contexto, no me ciño a su territorio legal de hoy en día, incluyo lo que hoy sería Vietnam, Coreas, Japón…es decir áreas de similares culturas a nuestros lejanos ojos europeos, en los que la presencia de la cultura occidental ha sido violenta pero nada profunda. Dejemos por el momento a los chinos en su chinar.
La segunda guerra mundial, que en esa parte del mundo no acaba hasta la salida por piernas de los yanquies de Saigón, según me gusta decir, significó un intento de presencia occidental por el deseo americano de ampliar sus miras hacia su occidente, para establecer una frontera en Asia que protegiera sus costas californianas, pero la cosa no cuajó, menos en Filipinas, medio siglo antes, y tampoco demasiado, excepto que les enseñaron a hablar inglés.
Los franceses se fueron tras Diên Biên Phú, los ingleses mantuvieron Hong Kong hasta el 97, debido al final de una especie de concesión China.
Pero eso tampoco ha funcionado del todo, nuestras diferencias son, creo yo, demasiado grandes como para que cuajen presencias de poder prolongadas en uno y otro lado. Así, que de forma inmiscible los dos grandes bloques culturales del mundo siguen conviviendo como siempre, entrando de puntillas como mucho, hasta el recibidor de la casa, poco más.
Los chinos, por su parte, cuando salen de China, aunque sea para hacer ferrocarriles en América, acaban metidos en sus guettos, y tan felices. No se hacen americanos ni en San Francisco después de varias generaciones. Las diferencias culturales son demasiado grandes, y ambos bloques se miran pero mantienen su cultura y sus tradiciones sin ceder un ápice.
Todo esto viene a colación de alguna de esas cosas que andan pasando por este mundo en estos comienzos de siglo que tan preocupado me tienen.
Los bloques están interactuando, a través de una nueva ruta de la seda electrónica, hoy que lo tenemos todo al alcance de un click, pero seguimos sin entendernos, nos cuesta horrores entender su forma de comerciar, a pesar de recibir cursos de esos del Dale Carnegie y a ellos les pasa tres cuartos de lo mismo, por mucho que quieran occidentalizarse, solo consiguen un precario acercamiento a nuestra cultura.
La cuestión, ahora es que vamos a tener que convivir con ellos y ellos con nosotros en prácticamente todos los aspectos económicos de nuestra vida, y por ende, un reparto del poder mundial empieza a ser ya una realidad entre estos dos bloques.
Menos mal que hasta ahora los chinos, no han sido extremadamente beligerantes fuera de sus fronteras, y áreas de influencia cercanas, lo que nos ahorra seguramente el riesgo de confrontaciones cruentas, pero debemos estar preparados para ver en las próximas décadas enfrentamientos económicos quizás con peores consecuencias, que posibles enfrentamientos armados
No lo sé. Debo reconocer, que he empezado el año de lo más pesimista, pero la impermeabilidad de los bloques, me hace pensar que las áreas de entendimiento cultural son muy escasas, y eso dificulta enormemente, el desarrollo de empatías más allá de los posibles intereses económicos compartidos, y esa es una situación que a mí no me gusta ni un pelo..
Por cierto, cerrando esta página, me manda la CNN un suelto. “El precio del barril de petróleo baja de los 30$, por primera vez desde 2003”. ¿Tendrá algo que ver la supuesta caída de la producción industrial China, que imaginamos, con nuestros ojos occidentales, pero no conocemos?
Buenas noches, y buena suerte

El encanallamiento de las cosas

Seguimos con la alegría desbordada en estos pocos días que llevamos del puto bisiesto que enfrentamos, parece que el mundo se nos viene abajo, vamos que están cayendo las veintiocho fichas del dominó una a una.
El desayuno hoy nos lo han dado otra vez los chinos, que nos la están liando, con nuestra colaboración inestimable, día tras día, sin pausa, sin tregua,
Ya he comentado mi creencia de que el capitalismo ha ganado la guerra de los últimos cien años, que las cosucas de Marx y Engels ya no mueven a la peña, que prefiere el Amarican way of life, siempre que le pongan delante la cara amable, que la otra no le gusta a nadie. Pero como te la disimulan tan bien con ejercicios de comunicación que prometen el oro y el moro, pues nada, a esperar el ciclo de vacas gordas.
Lo que tiene una economía de corte leninista, que pretende aunar un cierto marxismo con el capitalismo más feroz, es que por lo menos reacciona deprisa. Lo que en Europa tiene que discutirse “ad nauseam”, o en USA al menos en varias reuniones, (son más ágiles que nosotros), los chinos leninistas, lo deciden en un plis, y es lo que han hecho.
Que la bolsa china se va para abajo, no “poblema” “akuna matata” se cierra, y hasta luego. Que no exportamos lo que queremos, pues lo mismo, se devalúa el yuan sin anestesia, y que paguen los japos, los yanquies, o incluso los alemanes, que tienen muchos posibles. Cosas de las economías intervenidas por el partido.
Que los coreanos del norte, miran con ojos golositos ese río que les separa del supuesto paraíso chino con cara de emigrar, ya sabes, pasta al gordito y que diga que le han traído los reyes, la befana, o su pastelera madre, una bombita de hidrógeno para jugar a ver quién mea más lejos, y se lo ponga crudo a sus compatriotas para andar cruzando fronteras por donde no deben.
Veremos lo que le aguantan las veleidades a este pollo, porque no deberían olvidar lo que le pasó a Cuba cuando la matrioska rusa dejó de comprar el azúcar a precio de oro, que cuando la vida subvencionada acaba, el invierno es muy frío.
Las cosas se están encanallando este 2016. Las guerras parece que se van enrocando con saña, ninguna de las que están en marcha apunta siquiera un atisbo de resolución. Todo está encanallado.
Como está encanallado el espectáculo catalán, o la situación post electoral que disfrutamos a nivel del Estado. Todo enquistado, encanallado, una pelea a muerte con los las piernas enterradas hasta las rodillas. Apaleando sin cejar, pero sin moverse del sitio.
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Pie de foto: Junts y CUP esperando que se mueva el otro, ¿O es el PP y el PSOE?
Menos mal que a Benítez lo han cambiado, aunque me suena a «deja vu»

Encanallado está el porvenir de aquellas personas que perdieron su trabajo y cruzaron la frontera de los cuarenta y cinco. Encanallado el futuro de los andaluces y extremeños. Encanallado el presente de los jóvenes, encanallado poder vivir de tu salario con dignidad.
Por encanallarse hasta el tiempo se nos está encanallando, quizás sea el Niño, o el calentamiento ese que dicen que sufre el Planeta, pero se desbordan los ríos desde Australia hasta California, parece que tuviera sentido y voluntad para envilecerse, para corromperse.
Como envilecidos se nos están poniendo los malditos procesos que deberían haber concluido ya y que afectan a políticos, a empresarios de poco escrúpulo, como ese Sr. Díaz Ferrán que echa en sede judicial la culpa de todo a su socio muerto. Todo encanallado, corrupto, envilecido. Los Pujolone, los Bárcenas, los ERES, como poco, y añadamos los que se me han olvidado, o los internacionales, los de las trampas en los coches, los de las trampas en los bancos, en las ingenierías.
Encanallamiento en Brasil, en Venezuela, en las plazas alemanas durante el fin de año, envilecimiento danés, envilecimiento sueco, encanallamiento al final de las mafias turcas que dejan morir a los refugiados que vienen del este, en las playas mediterráneas.
Este sin embargo es un encanallamiento como el anticiclón de las Azores. Está aquí para quedarse, no se mueve, y por eso tenemos esa sensación de agobio, de estar atrapados bajo un inamovible montón de basura, ni siquiera los grupos de rock cambian.
Creo que le preguntaré a mi astrólogo de cabecera. A lo mejor nos está influenciando uno de esos planetas plastas que te traen una desgracia, y no hay forma de que el aire circule y se la lleve. Seguro que me dice cuando acaba el maldito tránsito por nuestra zona de influencia, y se va a dar la lata a los marcianos. Por aquí empezamos a estar cansados, así que espero algún movimiento en cualquier momento.
Las cosas se están encanallando, mientras menos movimiento, más envilecimiento, no hay renovación, el año nuevo parece que no ha llegado, todo huele aún a diciembre, ¡qué digo!, huele aún a fritanga de agosto, sudor de siesta, arena en los pies, todo pudriéndose.
Y a lo mejor es lo que tenemos que hacer, echarnos a dormir la siesta hasta los idus de marzo, fecha de buenos augurios, y a lo mejor el anticiclón de las Azores mueve su panza y nieva en la Bonaigua, sopla viento en el estrecho, sube el precio del pan, y comienza la Revolución Francesa, aunque desde los idus de marzo falten aún tres meses para la toma de la Bastilla.
Esperaremos pues, mientras dormimos, o en vigilia, que no parece que vaya a pasar nada, Madrid seguirá sucio, Cataluña seguirá peleándose por el acceso a una comisión sobre obras públicas, los turistas encanallando los restaurantes de la Barceloneta, o buscando una habitación sin vistas en Tetuán de las Victorias. Mejor si se tiran a la piscina desde el balcón de su hotel de veinte euros todo incluido, como siempre, cayendo en el borde y rompiendo el cemento con su cabezota.
Lo único que tiene esta cosa del anticiclón canalla, es que no trae la gripe, trae diarreas de verano, legionelosis, de esas que crecen en una gota de agua en la palma de tu mano, horchata y sexo sudoroso. Así que habrá que disfrutar de lo que nos ofrece nuestro ecosistema, que saldremos fortalecidos, aunque aburridos.
Buenas noches, y buena suerte

Doña Clinton, Don Trump y la “Viagra”

Menudo cabreo que han cogido la señora Clinton y el señor Trump, con eso de que la “Viagra” se va a jugar al golf a Adare Manor, y a tomarse unas Murphys o unas Guiness en el Johnny Fox’s.
Y yo que me creía que doña Clinton era una señora. ¡Dios mío!, ¡Qué gritos!, una verdulera cuando le han tocado allá donde más duele.
Del inmigrante alemán, ni hablo, ya que dejando a un lado la estupenda suite que me puso una vez en su hotelito de Columbus Circus, dando a Central Park, todo lo que de él sé, directamente no me gusta, empezando por su estilo, siguiendo por su mensaje miserable, y acabando por su tupé de paleto del medio oeste.
Al principio, cuando les oí gritar, pensé que el problema se ceñía a posibles problemas de erecciones, que sin la blue pill, a gente tan estresada, y a sus edades, ya se sabe. Y ni don Trump, ni don Clinton andan bien, me temo, sin muletas.
Es el caso del segundo, el que me ha dado que pensar, ya que doña Clinton debería alegrarse, el Dick de Bill, ya no le molestaría….pero seguro que desde lo de Mónica, ya no le molesta, así que ¡claro!, si no anda por ahí dándole a la blue pill, en casa todo el día. Todo un reto fastidioso para la buena de Hillary en plena campaña.
Pero no, las cosas no van por ahí. Una de las mejores definiciones que he escuchado nunca acerca de los gobernantes, sean del color que sean, es que son depredadores de rentas ajenas. Y como buenos depredadores son insaciables, creando castas aquí y allá de gentes que viven de meter mano en los presupuestos de los países tanto como puedan.
Y no digo que lo estén haciendo de forma ilegal, esa es otra historia.Simplemente mientras haya más recursos que gestionar, más se queda entre las uñas. No es otra cosa, y todo muy legal, que las leyes las redactan ellos, y el que parte y bien reparte, ya se sabe qué parte se queda.
Cuando miramos los impuestos que se pagan, en general, en las democracias llamadas occidentales, aunque algunas sean orientales, la impresión es que son muy altos, un poquito más cada año, llegándose niveles confiscatorios como los que M. Holland ha conseguido en Francia, al superar el 75% para ciertos niveles de renta o de patrimonio.
Al final, el patriotismo no compensa, seiscientos mil ricachones se han largado de Francia para que no les roben, o para no repartir lo que consideran suyo, y como Depardieu, se te hacen rusos, el Ducasse se lleva sus patés y sus Borgoñas a Montecarlo, o como Pfizer, se te hacen irlandeses. Es lo que tienen estas cosas, al fin y al cabo los irlandeses cruzaron primero el Atlántico, y llegaron a presidentes, ¿verdad señores Kennedy?, que no todos se quedaron en taxistas de Nueva York o en el NYPD. Quid pro quo.
Nadie como los políticos para echar las culpas de las consecuencias de sus actos a otros, y es lo que doña Clinton, y don Trump, están haciendo, como en su momento hizo el tío Paco gabacho.
Se marchan porque no sienten los colores patrios…¡Anda no me jodas!. Se largan porque los servicios que les ofreces, no están compensados por el precio que pagan, ni más ni menos, y además pueden hacerlo.
Lo mismo hay que aplicar a la “fuga” de empresas de mi estimada Catalunya.
Los que se largan de la “Catalana Terra”, es porque es económicamente provechoso, dejar un ámbito territorial que deja de ser equilibrado. Lo de la estelada, o lo de roja y gualda se les da una higa, es la economía ¡imbécil!.
En Cataluña, en este momento, y la tendencia es muy mala, las posibilidades de que se abandone la zona euro, de que se creen fronteras comerciales con los principales mercados en los que se vende, y como no, que los costes en impuestos suban de forma desorbitada, siendo ya muy altos, animan a tomar decisiones a las que responden los políticos con un envoltorio de bandera, y un grito al patriotismo. (Dolor de bolsillo se llama esa figura)
Puedo garantizaros, como directivo que he sido, que a la hora de mirar los gastos en una cuenta de resultados, los impuestos se analizan con el mismo cuidado que el precio de las fotocopias, y los gestores están para que las fotocopias valgan un poquito menos de su precio justo.
Porque, y hay que recordar lo obvio, las empresas son entidades con ánimo de lucro, además deben ser de máximo lucro, ya que en caso contrario, simplemente desaparecen. Por lo tanto, es su obligación tomar decisiones como las de Aguas de Barcelona, o Pfizer, o incluso de la Sánchez Vicario, Alonsito premio Príncipe de Asturias o el mismo Depardieu, y un buen gobernante en vez de ponerse a gritar como si estuviera en un debate de Telecinco, debería analizar no solo el por qué ocurre eso, si no las formas de atajarlo, y si es posible atraer a personas físicas o jurídicas a sus territorios.
En alguno de los escritos de esta bitácora, he comentado que el mundo, desde mi punto de vista está eliminando las fronteras comerciales, en aras del progreso de la humanidad, teniendo ese hecho un montón de connotaciones diferentes de las que podemos algunas podemos citarr.
La primera es que el proteccionismo, al bloquear los intercambios comerciales, va directamente contra el progreso de las sociedades que lo implantan.
La segunda, es que la eliminación de esas barreras, desde luego beneficia claramente al más fuerte de los vecinos, con lo que ello conlleva.
La tercera es que nuestros políticos deberían darse cuenta de algunas cosas muy importantes a la hora de fijar los costes de los servicios que ofrecen a los ciudadanos, y es que en el país de al lado lo mismo son más competitivos.
Para el modesto pollo de a pié tomar las decisiones de Pfizer, o de Depardieu son cosas difíciles, de las que ningún gobernante debería aprovecharse. En Europa, la primera barrera con la que nos enfrentamos, es la idiomática, la segunda cultural, nos pongamos como nos pongamos, y la tercera es que si un belga se va a vivir a Sevilla, se dará cuenta de lo difícil que es encontrar una buena choucroute. Así que como no podemos deslocalizarnos en masa, pues otra vuelta de tuerca a nuestros bolsillos.
Ahora, dile eso a los de Aguas de Barcelona, a los de Grifols, o a los de Pfizer, por ejemplo. No hacen más que estudiar la localización idónea, y quién haya hecho en su empresa algún estudio de buscar el emplazamiento ideal de una compañía, verá la enorme lista de variables que se estudian, desde la cercanía de Universidades de calidad, a la logística que las rodea, al precio de la energía, a los impuestos, a la seguridad jurídica, y así hasta trastopecientos apartados, por lo menos.
El asuntillo este de Internet, facilita todos estos movimientos, ya que entre videoconferencias, transacciones electrónicas en microsegundos, y servicios parecidos entre los veinte o treinta países más desarrollados, el tema de lo que cuesta tener la sede, cuenta y cuenta mucho.
Así que animo a los gobiernos de todos los países, autonomías, y hasta pueblones, a considerar si son competitivos a la hora de atraer impuestos con el maldito ratio servicios/costos, y dejan de cabrearse como monas si una empresa se les abre para pagar menos por lo mismo, que en su derecho están.
Supongo, que tarde o temprano se irán dando cuenta y aplicarán las fórmulas que impidan, no solo las deslocalizaciones de las sedes sociales, si no las deslocalizaciones de producciones que tanto daño han hecho al mundo durante la crisis que estamos viviendo.
Y recuerden, no se trata de bajar salarios, se trata de ofrecer paquetes completos que sean competitivos en el mundo global en el que vivimos.
Buenas noches, y buena suerte