Los libritos

Doña Carmena nos ha sorprendido a todos, que nos acaba de decir desde su puesto de concejal eventual, (con el paro que hay, y acaparando curro) de la cosa de la cultura madrileña, que se va a gastar unas perras de los contribuyentes de esta Villa y Corte en regalar libros a los niños que nazcan en Madrid, durante no sé cuánto tiempo.
¡Ay! Doña Carmena, que porque las damas no cumplen años, que si no diría que usted chochea, porque jamás se me ocurriría pensar que es usted una inepta, que no lo es, o que es usted dueña de una editorial que va a suministrar los tales libritos.
Pero no, lo más probable es que ni chochee, ni ande usted en los otros supuestos, aunque quién sabe, porque estoy seguro que con su demostrada inteligencia preclara, habrá advertido que en primer lugar, los niños recién nacidos, eso del leer no les viene de momento.
Sí, ya sé, que todo se andará, que tarde o temprano el angelote será más o menos letrado, y si los planes de educación del gobierno que sea no la pifian como siempre, incluso es posible, si el texto no es demasiado complejo que hasta pueda entender algo. No lo sé Doña Carmena, no lo sé, que largo nos lo fía usted, eso sí, pagando de mi bolsillo por adelantado.
No recuerdo haber leído qué libro se va a presentar a los neonatos, y mucho menos en qué idioma estará escrito, que a lo mejor a los chinos se les pondrá un ejemplar de I Ching, y así por etnias, nacionalidades, idiomas, sensibilidades, y todas esas mandangas que hay que tener en cuenta hoy cuando se emprende una tan loable iniciativa como la suya, Doña Carmena.
Imagino que no se le ocurrirá a usted regalar a los tiernos infantes, no sé, un ejemplar del Ars amandi ovidiano, que a lo mejor sale la moralina y recomienda que no se lea eso, que puede esconder la materia remota del pecado contra el sexto, que aunque nuestra alcaldía nos haya salido laica, a la hora de rasgarse las vestiduras, seguro que sale el meapilas de turno, al que le han informado del tal pecado. Y eso porque no nos metemos con una colección completa de “La sonrisa vertical”, de “La perla”, o incluso del “Caballero audaz” que por serlo, puede ser más castizo.
A lo mejor nos vendría bien que usted regalase un compendio de la obra de Aranguren, que algo de ética lleva dentro, pero ¡quiá!, que lo mismo ni usted lo ha leído.
No sé qué decirle, Doña Carmena de mi alma, que no soy quien para decirle qué debe usted hacer con las perras extras que se mete usted en el bolsillo con eso de la “hora”, que es más ilegal que el Maduro, o los radares que saltan a treinta y dos kilómetros por hora, y te soplan cien chuflos, si pagas deprisita y doscientos si remoloneas e intentas la vía judicial.
No Doña Carmena, no me parece bien que se meta usted en esos cenagales, que una dama debe llevar zapatos de salón y no debe pisar más que alfombras de la Real Fábrica, ya que si regala usted El Quijote, los papás acabaran poniendo hoja a hoja el tal ejemplar en el clavito útil de “al fondo a mano derecha”, y si se lía usted con libros electrónicos, ni le cuento la que puede usted armar, como no haga un concurso público bien hecho.
Además, me da la sensación que usted no me lee de los periódicos más que la publicidad del Ayuntamiento, que pago yo mismo, como su salario, que si lo hiciera, se habría apercibido, que para los pollos que andan ahora rompiendo el cascarón, se han diseñado unos microsoportes electrónicos, que te los implantan en la garibola, y de pronto te has leído, y puedes citar de memoria, la biblia en arameo.
Así que andar ahora regalando libritos, que pueden ofender a credos, etnias, e incluso circunstancias, me parece penoso ¡Qúe quieres que te diga Carmenita de mis entretela!.
Pero no sabemos cuáles son los autores por los que Doña Carmena se ha decantado para salir en el informativo local de las cuatro de la tarde, a costa de la panda de imbéciles que apechugamos con los impuestos locales, así que lo mismo les suelta una de Agatha Christie, por aquello del suspense.
Y que no, que no, que los niños que nacen en Madrid no son todavía madrileños, que para ser del foro, hay que querer serlo, que no se es porque le pongan a uno las obras completas de Mesonero Romanos, ni siquiera las de Galdós.
Pero eso sí, que bien ha dado usted en el telediario, y que cara de imbéciles se nos ha puesto a los que vamos a financiar su gracieta, que es la segunda pifia que nos ofrece usted con la tal concejalía, que me han dicho que la edil que calentó la silla que hoy recibe su excelentísima posadera, con dificultad podía leer más de dos líneas. Claro que yo no me lo creo, que esas gentes votadas por el pueblo, y botadas, con razón asumo, por usted, deben ser muy leídas, que la cultureta les viene de oficio.
Sé de buena tinta, que no se ha planteado usted regalarles una copia facsímil del Voinich, porque le saldría por una pasta gansa, cosa por cierto me temo que le trae al pairo, pero el resultado sería el mismo que si les pone usted el Platero, que ni lo van a leer, ni lo van a entender, y al menos esa oposición canalla de la derechona despechada no podrá acusar a su excelencia de haber insinuado que los neonatos están condenados a ser unos burros, que con las modas populistas que nos trae la neopolítica asnal, cualquiera sabe.
En fin Doña Carmena, que la veo a usted decidiendo entre el Corán y la Biblia, entre Pérez y Pérez y Ortega y Gasset, que si el niño ha nacido aquí porque le pilló a madre el retortijón en unas vacaciones, y es de los del Puigdemont, mejor tenga usted preparada una edición facsímil de Terra Baixa, por lo menos, que si no se le van a echar encima los de Esquerra, que con los vascos, si cumple, siempre puede usted tirar de Baroja, que al final el buen vascón nos regaló algo bien madrileño, que fue “La lucha por la vida”.
No sé qué dirá la Espe de todo esto, pero prepárese.
Con su pan se lo coma

4 comentarios sobre “Los libritos”

  1. Es increíble lo que se les ocurre a estos politiquillos para gastarse el dinero de los demas, si tuviera que pagar ella los libros no daría ni fotocopias de resúmenes, para mear y no echar gota…..

Los comentarios están cerrados.